Subido por Rafa emiliano

Fuentes del Derecho-Emiliano Mosquera

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UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA/DOCTORADO EN DERECHO
PROFESOR: HUMBERTO SIERRA PORTO
ALUMNO: AUGUSTO EMILIANO MOSQUERA DE LA TORRE
TEMA DEL PRESENTE TRABAJO: RELACIÓN DEL PROYECTO DE
INVESTIGACIÓN CON LAS FUENTES DEL DERECHO
TEMA DEL PROYECTO DE INVESTIGACION: LA ORALIDAD COMO
RESPUESTA A LA CRISIS DE LA ESCRITURA EN EL SISTEMA JURÍDICO
ECUATORIANO, EN MATERIAS NO PENALES
1.- DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN.
En el Ecuador se ha emprendido durante los últimos años un proceso de
modernización que abarca diferentes sectores que son parte del Estado, y que se
constituyen en referentes de la actividad estatal. Uno de esos sectores es la justicia,
que para muchos ha sido la gran ausente dentro de este proceso de modernización
emprendido. No es sino hasta finales de los años noventa y principios de este siglo
que empezaron a aparecer iniciativas a fin de generar cambios dentro del sistema de
justicia ecuatoriano, esto más como consecuencia de una corriente transformadora
que empezó a ser manifiesta en toda la región latinoamericana.
Varios países de la región emprendieron cambios a sus sistemas judiciales, algunos a
pasos lentos como el propio Ecuador, y otros con posiciones mucho más decididas, lo
cual genero inmediatamente reformas estructurales en sus sistemas judiciales; por
ejemplo, Uruguay que implemento un código procesal que en muchos casos sirvió de
referente a fin de que otros Estados emprendiesen reformas judiciales que para
muchos se constituían en una imperiosa necesidad a los anquilosados sistemas de
justicia en la región, y una respuesta a toda esa corriente reformista.
La reforma judicial en la región fundamentalmente busco en su inicio implementar toda
una serie de prácticas que respondían a sistemas jurídicos de diferente tradición. Un
paradigma en ese sentido son las practicas realizadas por operadores de justicia,
abogados y demás en el sistema del Common Law. Es conocido que, en países donde
se practica el Derecho sobre la base de las tradiciones propias de un sistema de
fuentes que concede mayor peso a la tradición oral para la resolución de conflictos, se
recurra a generar destrezas en los operadores de justicia y abogados en lugar de
profundizar en el estudio de la norma de Derecho, y su aplicación como medio de
solución de conflictos sociales.
Sin embargo, en muchos casos la reforma judicial implementada, por quienes han
liderado esos procesos transformadores en los diferentes países de la región, ha
desconocido prácticas intrínsecas que son propias de los sistemas jurídicos que no
poseen una tradición histórica con un sistema de fuentes que se funda en la oralidad,
o en su defecto en la jurisprudencia o equidad. Desconocer una tradición profunda de
prácticas correspondientes a sistemas jurídicos cuyas manifestaciones se fundan en
un sistema de fuentes del Derecho que da énfasis a elementos constitutivos tales
como la ley, el decreto, el reglamento, es alterar un orden creado sobre una tradición
romanística milenaria.
La oralidad es un componente presente en la gran mayoría de manifestaciones
humanas. Su practicidad como medio de comunicación la distingue de otros medios,
no obstante, la posibilidad de que se registren imprecisiones al momento de su
ejecución por parte de quienes están haciendo uso de la palabra, puede generar
vaguedad al momento de interpretar un determinado mensaje. Por su parte, la
escritura no presenta esa clase de problemas relacionados con una errónea
interpretación de ciertos mensajes. Existen otros problemas que son propios de la
escritura pero que no son los mismos de la oralidad.
El Proyecto de investigación que planteo busca identificar toda esa serie de problemas
que se presentan al momento de realizar una exposición oral, y relacionarlos con la
actividad judicial, así como con una adecuada defensa técnica en procesos no
penales, y las consecuencias que de esta práctica se derivan. El planteamiento inicial
aspira comprender una serie de razones que se encuentran a partir del estudio de la
oralidad y la escritura, y su relación con los sistemas de justicia donde una u otra
manifestación prevalece en detrimento de la otra, esto es la existencia de una carga
oral mayor sobre la escritura, o viceversa.
El sistema de justicia ecuatoriano, al igual que el colombiano, integra una serie de
instancias judiciales, así como instituciones que sirven como mecanismo para que el
objetivo de Administrar Justicia por parte del Estado pueda plasmarse. En muchos
casos la fragilidad de las instituciones, y la falta de institucionalidad, ha generado
distorsiones en la práctica profesional del Derecho. La práctica del Derecho se ha
traducido a cumplimentar con una serie de formulismos y rituales que desdicen de la
actividad procesal. Una muestra de aquello se constituye el mal uso que se ha dado
de ciertos elementos judiciales como los alegatos, y su consecuente deslegitimación
como instrumentos de una práctica procesal vigorosa.
El mal uso que se le ha dado a ciertas piezas procesales tales como el escrito inicial
de demanda, los alegatos finales, que resumen toda la práctica probatoria, y que
brindan al juzgador una síntesis de todo lo que fue practicado durante el proceso, han
ido deslegitimando la práctica procesal fundada sobre la base de la escritura.
Expresiones como “el papel lo aguanta todo” han contribuido a que el uso de la
escritura como medio efectivo de comunicación se deslegitime, y que la oralidad como
una canal comunicacional efectivo se valide.
En tal razón, he considerado necesario realizar un estudio de la oralidad como
respuesta a la crisis actual que vive la escritura como medio efectivo de comunicación
en el sistema jurídico ecuatoriano, en materias no penales, esto último debido a que
considero que la materia penal y contravencional forman parte del Derecho Público
que históricamente ha recurrido a la oralidad como canal de comunicación, no
obstante lo anterior otras ramas del Derecho, como el Derecho Civil han recurrido a la
escritura como medio idóneo para plasmar sus contenidos.
Es necesario encontrar razones tras la corriente generalizada de cambio, que en su
afán transformador ha desconocido muchos elementos intrínsecos de nuestros
sistemas jurídicos como la escritura, las reglas generales del Derecho que se
desprenden de las propias sentencias judiciales, la contundencia de esa relación
motivada que deberá hallarse en la propia sentencia, y todo una serie de elementos
que hacen de la escritura un medio efectivo de comunicación.
Finalmente, es lamentable el ejercicio de supuesta oralidad en que incurren ciertos
jueces u operadores de justicia para dar a conocer sus resoluciones sobre la base de
que están obligados a hacerlo inmediatamente por cumplir con la disposición procesal,
dentro de un supuesto sistema oral de justicia, y que desdice del propio sistema
porque evidencia la debilidad del mismo, y genera un ambiente de precipitación, de
agitación, de supuesta celeridad, que no es otra cosa que ineficiencia disfrazada de
operatividad.
2.- DE LAS FUENTES DEL DERECHO.
Recogiendo las palabras de Ricardo Gil Barrera1, quien a su vez cita a Humberto
Sierra Porto, para indicar que este último define las fuentes del derecho como las
normas “…que determinan cuáles son los sujetos o actos a los que el ordenamiento
jurídico atribuye la facultad de crear normas (fuentes de producción), los
procedimientos o modos por los que se crea el derecho (fuentes sobre la producción) y
las fuentes a través de las cuales se expresa el Derecho”.
Así, para Humberto Sierra Porto las fuentes de derecho se expresan “…en su triple
dimensión a través de diversas clases de normas denominadas según su contenido
como fuentes de la producción, fuentes sobre la producción y formas de la norma
jurídica2”.
En el Ordenamiento Jurídico colombiano, «(…) en el caso de las fuentes de
producción, el artículo 114 constitucional que otorga la posibilidad de reformar la
Constitución y la potestad legislativa al Congreso de la República cuando dispone:
“Corresponde al Congreso de la República reformar la Constitución, hacer las
leyes…”, o el artículo 189.11 del mismo texto que otorga la potestad reglamentaria al
Gobierno, cuando señala como competencia propia de este poder público “Ejercer la
potestad reglamentaria, mediante la expedición de los decretos, resoluciones y
órdenes necesarios para cumplida la ejecución de las leyes”, fuentes sobre la
producción son los artículos 154 a 168 de la Constitución que contienen las normas
sobre el procedimiento legislativo que se debe seguir para que un proyecto se
convierta en ley; y fuentes que establecen la forma que deben adoptar las normas
creadas por las fuentes de producción serían los arriba mencionados artículos 114 y
189 o el 150.10 inciso 2° del texto constitucional cuando señala que los actos del
Presidente en ejercicio de la delegación de potestad legislativa se denominan
“decretos leyes”, otro ejemplo de estas normas que determinan las formas del
derechos es el artículo 221 de la LORC (Ley Orgánica 5.° reglamento del Congreso)
que dispone: “Acto legislativo. Las normas expedidas por el Congreso que tengan por
objeto modificar, reformar, adicionar o derogar los textos constitucionales, se
denominan actos legislativos y deberán cumplir el trámite señalado en la Constitución
y en este reglamento3».
1 Las Fuentes del derecho en Colombia, y criterios auxiliares de la actividad judicial.
UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO EDITORIAL, 2017, pp. 38
2 Las Fuentes del derecho en Colombia, y criterios auxiliares de la actividad judicial.
UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO EDITORIAL, 2017, pp. 39
3 HUMBERTO SIERRA PORTO, en Ricardo Gil Barrera, Las Fuentes del derecho en
Colombia, y criterios auxiliares de la actividad judicial. UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO
EDITORIAL, 2017, pp. 38-39
Todo lo anterior nos indica que las Fuentes del Derecho se constituyen en esas
normas que sirven para identificar sujetos o actos a los que el ordenamiento jurídico
reconoce la facultad de crear normas. Una pregunta aparece en relación a lo anterior,
y es: ¿cuáles son esas normas que sirven para identificar sujetos o actos a los cuales
se les reconoce la facultad de crear normas?
Sierra Porto identifica en el caso del Ordenamiento Jurídico colombiano como normas
que sirven para identificar sujetos o actos a los que se les reconoce la facultad de
crear normas las contenidas en el artículo 114 de la Constitución Colombiana, esto es:
“Corresponde al Congreso de la República reformar la Constitución, hacer leyes y
ejercer control político sobre el gobierno y la administración…”. De la misma forma, le
reconoce al Gobierno la facultad reglamentaria mediante la expedición de los
decretos, resoluciones y órdenes necesarios para cumplida la ejecución de las leyes
(Artículo 189.11 de la Constitución Política). Lo anterior corresponde a
casos de
sujetos a quienes se les reconoce la facultad de crear normas.
De la misma manera, Sierra Porto categoriza las Fuentes del Derecho en dos grandes
grupos, por un lado la Fuentes Principales: Bloque de Constitucionalidad, La Ley,
Actos Administrativos. Fuentes Secundarias: La Jurisprudencia, La doctrina, Los
principios generales del Derecho y la equidad. Estos últimos son considerados criterios
auxiliares de interpretación, lo cual se encuentra descrito en el propio texto
constitucional4.
La Constitución – como Kelsen la interpreta – se constituye en el vértice a partir del
cual se integra todo el andamiaje jurídico que comprende a la Ley, a los Actos
Administrativos, a la Jurisprudencia, a los principios generales del Derecho y demás
normas. No obstante, existen normas que propiamente no forman parte de la
Constitución, pero que están en concordancia con los preceptos contenidos en ésta, y
que son – las normas – elementos generadores de cambio y evolución, una especia
de cuerpo viviente que permanentemente se nutre de esos cambios, y permite que
una superestructura subyacente, donde está la Ley y demás normas, guarden relación
con los preceptos y mandatos fundamentales.
Estas normas que propiamente no forman parte de la Constitución en su mayoría son
el resultado de tratados y convenios internacionales, convenios de los cuales los
Estados son suscriptores, incluso sentencias internacionales sobre Derechos
Humanos, que forman un todo, y que se conoce como “Bloque de constitucionalidad”.
Por tanto, no solo la Constitución es el punto en el cual convergen todos los elementos
4 Artículo 230 de la Constitución Política de Colombia
normativos, sino existen una serie de elementos que propiamente sin ser parte de ésta
conforman una integralidad. Y es aquí precisamente que como sujeto encargado de
crear normas, y de reformar la propia Constitución, y adecuarla a los contenidos de los
tratados y convenios internacionales y demás, aparece el Congreso de la República
(Art. 114 CP).
Al Congreso de la República le corresponde hacer leyes. Esta tarea en extremo
comprende todo el proceso de formación de la Ley. En sentido formal la Ley refiere a
aquella que ha cumplido con todo un proceso necesario de formación descrito en la
Constitución Política y en la Ley Orgánica del Congreso de la República. Por otro lado,
existe un concepto material de la Ley, y nos refiere “a todas aquellas normas
generales, impersonales y abstractas, creadas por órganos competentes para el
efecto, como el Congreso de la República y el Presidente a través de decretos en uso
de sus facultades extraordinarias conferidas por el legislador o, de manera
excepcional, por la Constitución, pero también cumpliendo con las formas propias para
su formación de manera armónica con la Constitución Política5”.
La Ley, por tanto, no solo advierte a ese conjunto de normas creadas por el Congreso
de la República sino también los decretos con fuerza de ley expedidos por el
Presidente de la República en uso de sus atribuciones legales o constitucionales, y los
decretos legislativos expedidos en estado de excepción autorizados por la propia
Constitución. De todo este conjunto de normas denominadas Ley se advierte que
existe una relación de jerarquía, de igualdad y superioridad e inferioridad; verbigracia,
las leyes que conceden facultades extraordinarias al Presidente de la República a fin
de que expida decretos con fuerza de ley son jerárquicamente superiores a los
decretos con fuerza de ley. De la misma manera, las leyes orgánicas, las leyes
estatutarias, y sobre todo las leyes referentes a derechos humanos, prevalecerán
sobre otros tipos de ley como las ordinarias.
Los Actos Administrativos constituyen una decisión jurídico-administrativa realizada
por una persona adscrita o vinculada a una entidad, organismo, dependencia o
sección administrativa y perteneciente a cualquiera de las tres ramas del poder
público, a los organismos de control (Contraloría y Procuraduría), a los órganos
electorales, o a persona jurídica de derecho privado, cuando ejerza una función
administrativa estatal por disposición del ordenamiento jurídico. Estas entidades
generaran actos administrativos que crean, extinguen o modifican situaciones jurídicas
individuales y generales. En definitiva son manifestaciones de la actividad
5GIL BARRERA, Ricardo, Las Fuentes del derecho en Colombia, y criterios auxiliares de la
actividad judicial. UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO EDITORIAL, 2017, pp. 151
administrativa que generan efectos jurídicos y responsabilidad tanto estatal como
particular.
En relación con las Fuentes Secundarias la Jurisprudencia posee un sitial especial
dentro de esta categoría, debido a que se constituye en Derecho aplicado para el caso
en particular, y se transforma en guía para la aplicación del Derecho en cualquier caso
en general.
“La Jurisprudencia consiste en un cúmulo de reglas generales de derecho formuladas
por los tribunales o altas cortes judiciales contenidas en las partes considerativas de la
sentencia, que esclarecen o determinan los márgenes de aplicación de las normas
constitucionales, legales o administrativas de carácter general, o del derecho
consuetudinario, que en ciertos estados es vinculante y en otros es un criterio auxiliar
de la actividad judicial6”.
Esas reglas generales de derecho se encuentran en la razón de la decisión, lo que se
conoce como ratio decidendi, que en lo posible debe contener la parte considerativa
de la sentencia judicial, constituyéndose en la base de la decisión, y en vinculante para
los jueces de primer nivel o tribunales de instancia. No obstante, para muchos la
jurisprudencia representa una fuente formal del Derecho puesto que se da en el hecho
de que un juez que busca comprender la conducta humana categoriza cierta
manifestación conductual y la refiere a una norma jurídica. Consecuentemente, el juez
accede al campo de las Fuentes Formales del Derecho.
La Jurisprudencia implica que las decisiones judiciales puedan crear normas
generales. Es una fuente formal de creación del derecho, que se deriva no de la Ley,
aprobada por los órganos legislativos, sino por las resoluciones que adoptan los
juzgadores, sobre todo los tribunales, ante determinados casos en concreto. La
Jurisprudencia
constituye
una
surte
de
doctrina
o
paradigma
resolutivo,
correspondiendo adaptar todo lo venidero, ya que la misma trata de asumir, como
norma jurídica, la solución que se puede brindar ante ciertos casos, de tal suerte que
otros semejantes, aunque no existen casos idénticos en la vida, deban resolverse
según la doctrina con la solución anterior, emitida por un tribunal como caso
semejante.
La doctrina como fuente auxiliar del Derecho, y de conformidad con lo dispuesto en el
Artículo 230 de la Constitución Política, nos refiere a trabajos de sistematización,
interpretación y crítica llevados a cabo por estudiosos del Derecho sobre normas que
6ibidem, pp. 191
integran el ordenamiento jurídico, y sobre los pronunciamientos de las altas cortes de
un Estado. Esta clase de trabajos realizados por estudiosos del Derecho se conocen
en la mayoría de los casos como dogmática jurídica, que sirve como fundamento de
una escuela o posición jurídica relativa a un tema en particular. “Su análisis también
puede comprometer los mecanismos para la aplicación del derecho y la realización de
la justicia. El análisis reposado desde el punto de vista interno, de todos los elementos
que integran el fenómeno jurídico
conveniente no solo para el Estado mismo,
comprendiendo – claro está – la rama judicial del poder público, sino para la profesión
de abogacía y las personas sujetas al derecho7”.
Los principios generales del Derecho constituyen un criterio auxiliar que suple la
ausencia de una norma u otra fuente del Derecho a fin de resolver un caso en
particular. Existen casos que no cuentan con una solución aparente. En inicio, la
existencia de una norma contenida en una ley brindaría una solución, sin embargo esa
norma no se ajusta a los hechos, generando incertidumbre por parte del juzgador.
Precisamente los principios generales del Derecho cubren esos vacíos normativos,
intersticios que no cuentan con norma alguna, y que deberán ser resueltos. “La Corte
Constitucional en Sentencia C-284 de 2015 categoriza los principios generales del
derecho: a) principios implícitos en el ordenamiento; b) principios presentes en el
ordenamiento jurídico, que se corresponden con el derecho natural, y por eso mismo
no derivan su validez de aquel orden jurídico, y c) principios del derecho romano y del
derecho español8”.
Gil Barrera Ricardo compara recurrir a los principios generales del Derecho con la
Equidad, puesto que los considera criterios auxiliares de la actividad judicial.
Evidentemente, se podrá recurrir a aquellos siempre y cuando su utilización esté
plenamente justificada sobre la base de principios éticos y políticos, cuya exhortación
se encuentra expresamente autorizada por el Derecho Positivo. De acuerdo con la
Sentencia C-284 DE 20159, los principios generales del Derecho tienen diversas
funciones: a) una función crítica de los ordenamientos jurídicos de los Estados, lo cual
se interpretaría como un acercamiento a conceptos de justicia, propios de la Filosofía
Política; b) una función integradora, que es manifiesta a falta de ley cuando se aplican
los principios generales del Derecho.
7 GIL BARRERA, Ricardo, Las Fuentes del derecho en Colombia, y criterios auxiliares de la
actividad judicial. UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO EDITORIAL, 2017, pp. 220
8 GIL BARRERA, Ricardo, Las Fuentes del derecho en Colombia, y criterios auxiliares de la
actividad judicial. UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO EDITORIAL, 2017, pp. 224
9 Ibídem pp. 226
Finalmente, la Equidad es considerada como un criterio auxiliar de la actividad judicial,
y por lo tanto una Fuente secundaria del Derecho. La aplicación de la equidad
comprende un sentido de justicia de quien decide, lo cual supone un conocimiento del
Derecho y de la Justicia por parte de éste, así como la posesión de otro tipo de
facultades intelectuales, racionales y de experiencia. La Equidad integra elementos
axiológicos, y que son el fundamento de su legitimidad, puesto que al no existir ley o
norma alguna, la combinación de elementos afines entiéndase ética, filosofía política le
brindan el sustento suficiente que necesita su fundamento para resolver un caso
justiciable.
3.- DE LA RELACIÓN DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN CON LAS FUENTES
DEL DERECHO.
Como se lo indico anteriormente la propuesta de proyecto de investigación, relativa a
la oralidad como respuesta a la crisis actual que vive la escritura como medio efectivo
de comunicación en el sistema jurídico ecuatoriano en materias no penales, guarda
relación con las Fuentes del Derecho en virtud de que estas últimas brindan elementos
necesarios para la interpretación del Derecho y la práctica procesal. Cada una de las
Fuentes del Derecho háblese Constitución, Ley, Acto Administrativo, Jurisprudencia,
principios generales del Derecho, equidad, contiene elementos que las distinguen del
resto y que son consustanciales a su naturaleza. No obstante, todos coinciden en que
se encuentran escritas y detalladas en cuerpos normativos que expresan su
composición.
La incorporación de reglas a textos normativos siempre fue una necesidad. En la
actualidad es una tendencia incluso en sistemas jurídicos en los cuales la tradición oral
suplía el incorporar registros escritos. Sistemas Jurídicos como el Common Law
incluyen textos y documentan permanentemente normas o sentencias a sus
contenidos. La escritura desde los albores de la civilización nos ha acompañado.
Desacreditar la escritura nos es la mejor respuesta a una crisis sistémica, y encontrar
posibles soluciones en supuestas prácticas orales no es la solución. La escritura y su
práctica no distinguen como seres humanos del resto del resto de seres vivos, los
cuales incluso se comunican mediante sonidos o expresiones corporales.
Sera necesario abordar el estudio de diferentes sistemas jurídicos, y entender sus
prácticas a fin de interpretarlas con relación al sistema jurídico ecuatoriano. La
utilización de diferentes Fuentes del Derecho en estos sistemas será la clave para
relacionarlas con un sistema jurídico que aún mantiene una gran carga heredada de
una tradición escrita romano-hispánica. Las fuentes del Derecho serán la clave para
develar la práctica procesal en esos sistemas jurídicos, y como estas – las fuentes –
se traducen a prácticas orales que requieren de destrezas adquiridas para su
adecuada ejecución. No obsta, que cuando hablamos de materias no penales, esto es
lo civil, lo administrativo, lo laboral y un sinnúmero de ramas del Derecho que no
guardan relación con la actividad punitiva del Estado, entendemos que en su mayoría
son ramas del Derecho que recurren necesariamente a elementos escritos, y que
deberán ser manejados éstos con debida precisión para no ser deformados ni mal
interpretados.
La Jurisprudencia como fuente del Derecho, para unos principal para otros secundaria,
es fundamental para entender la dinámica de la escritura y la oralidad como medios
validos de comunicación en la práctica judicial. Su riqueza es una fuente inagotable de
eventos relativos a la conducta humana y sus diferentes manifestaciones. La
jurisprudencia como lo dicen algunos tratadistas es derecho viviente que nos entrega
un conjunto de principios generales del derecho, así como principios jurídicos cuando
hace relación con la norma y su aplicación. Enuncia la norma, y es precisamente en
ese momento que adquiere una dimensión objetiva, y obliga tanto a quien la evoca
como a quien se dirige.
La Equidad como fuente auxiliar recuerda a todo un conjunto de conceptos relativos a
lo que es justo, correcto, ético, y que nos sumergen – esos conceptos – en un debate
por conocer cómo deberá ser formulada una decisión. Pero la verdadera interrogante
está en predecir cuáles serán los verdaderos efectos de una determinada decisión, es
decir una aproximación a los elementos teleológicos de ésta. Una decisión judicial
puede cambiar vidas. Es un arma tan potente que por si logra mantener el equilibrio
social, incluso cuando evidentemente se ha cometido una injusticia. La oralidad como
medio de comunicación en este contexto aplaca los ánimos, la vindicta pública exige
responsables. La palabra, expresión suprema de lo oral, enaltece o subyuga. Quien
mejor ejecute un papel vencerá, aunque sea injusto. El sistema jurídico es presa de
sus propias virtudes.
Considero que mi proyecto de investigación mantiene una estrecha relación con el
sistema de fuentes del Derecho, máxime si este – sistema de fuentes – constituye el
punto de partida de cualquier pretensión jurídico investigativa.
4. CONCLUSIONES.
El proyecto de investigación que planteo, esto es la oralidad como respuesta a la crisis
de la escritura en el sistema jurídico ecuatoriano, en materias no penales, guarda
relación con las fuentes del Derecho, en especial con la Constitución, la Ley, Actos
Administrativos, pero sobre todo con la Jurisprudencia, Principios Generales del
Derecho, Equidad, esto último sobre todo porque a través del estudio de la
Jurisprudencia será posible distinguir la aplicación del Derecho mediante la norma que
están realizando los jueces ecuatorianos. Como están interpretando las normas sobre
todo contenidas en el Código Orgánico General de Procesos (COGEP), y una vez que
entre en vigencia las disposiciones del Código Orgánico Administrativo (COA).
Todos los cambios implementados en el Ecuador en el sector Justicia buscan mejorar
la eficiencia, eficacia, en definitiva la gestión de un sector que así lo demanda. Sin
embargo, considero que al instituir la oralidad como un fin, y colocar todas las
esperanzas en un sistema que tiene debilidades, y que se funda sobre un sistema
jurídico (Common Law) que no es nuestro sistema jurídico, generara profundas
distorsiones en los objetivos que estos cambios han buscado. En muchos casos
sucediendo evidentes injusticias por no contar con una buena defensa técnico-jurídica,
y una serie de falencias que son propias de un sistema jurídico que se funda en la
aptitud y en las destrezas de los más capacitados, y no sobre las máximas de valor,
equidad y justicia.
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