Lee el siguiente texto y responde las preguntas 1 a 7. El bigote del tigre Una mujer joven llamada Yun Ok fue un día a la casa de un ermitaño de la montaña en busca de ayuda. El ermitaño era un sabio de gran renombre, hacedor de ensalmos y pociones mágicas. Cuando Yun Ok entró en su casa, el ermitaño, sin levantar los ojos de la chimenea que estaba mirando, dijo: —¿Por qué viniste? Yun Ok respondió: —Oh, Sabio Famoso, ¡estoy desesperada! ¡Hazme una poción! —Sí, sí, ¡hazme una poción! —exclamó el ermitaño—. ¡Todos necesitan pociones! ¿Podemos curar un mundo enfermo con una poción? —Maestro —insistió Yun Ok—, si no me ayudas, estaré verdaderamente perdida. —Bueno, ¿cuál es tu problema? —dijo el ermitaño, resignado por fin a escucharla. —Se trata de mi marido —comenzó Yun Ok—. Tengo un gran amor por él. Durante los últimos tres años ha estado peleando en la guerra. Ahora que ha vuelto, casi no me habla, a mí ni a nadie. Si yo hablo, no parece oír. Cuando habla, lo hace con aspereza. Si le sirvo comida que no le gusta, le da un manotazo y se va enojado de la habitación. A veces, cuando debería estar trabajando en el campo de arroz, lo veo sentado ociosamente en la cima de la montaña, mirando hacia el mar. —Sí, así ocurre a veces cuando los jóvenes vuelven a su casa después de la guerra —dijo el ermitaño—. Prosigue. —No hay nada más que decir, Ilustrado. Quiero una poción para darle a mi marido, así se volverá cariñoso y amable, como era antes. —!Ja! Tan simple, ¿no? —replicó el ermitaño—. ¡Una poción! Muy bien, vuelve en tres días y te diré qué nos hará falta para esa poción. Tres días más tarde, Yun Ok volvió a la casa del sabio de la montaña. —Lo he pensado —le dijo—. Puedo hacer tu poción. Pero el ingrediente principal es el bigote de un tigre vivo. Tráeme su bigote y te daré lo que necesitas. —¡El bigote de un tigre vivo! —exclamó Yun Ok—. ¿Cómo haré para conseguirlo? —Si esa poción es tan importante, obtendrás éxito —dijo el ermitaño. Y apartó la cabeza, sin más deseos de hablar. Yun Ok se marchó a su casa. Pensó mucho en cómo conseguiría el bigote del tigre. Hasta que una noche, cuando su marido estaba dormido, salió de su casa con un plato de arroz y salsa de carne en la mano. Fue al lugar de la montaña donde sabía que vivía el tigre. Manteniéndose alejada de su cueva, extendió el plato de comida, llamando al tigre para que viniera a comer. El tigre no vino. A la noche siguiente Yun Ok volvió a la montaña, esta vez un poco más cerca de la cueva. De nuevo ofreció al tigre un plato de comida. Todas las noches Yun Ok fue a la montaña, acercándose cada vez más a la cueva, unos pasos más que la noche anterior. Poco a poco el tigre se acostumbró a verla allí. Una noche, Yun Ok se acercó a pocos pasos de la cueva del tigre. Esta vez el animal dio unos pasos hacia ella y se detuvo. Los dos quedaron mirándose bajo la luna. Lo mismo ocurrió a la noche siguiente, y esta vez estaban tan cerca que Yun Ok pudo hablar al tigre con una voz suave y tranquilizadora. La noche siguiente, después de mirar con cuidado los ojos de Yun Ok, el tigre comió los alimentos que ella le ofrecía. Después de eso, cuando Yun Ok iba por las noches, encontraba al tigre esperándola en el camino. Cuando el tigre había comido, Yun Ok podía acariciarle suavemente la cabeza con la mano. Casi seis meses habían pasado desde la noche de su primera visita. Al final, una noche, después de acariciar la cabeza del animal, Yun Ok dijo: —Oh, Tigre, animal generoso, es preciso que tenga uno de tus bigotes. ¡No te enojes conmigo! Y le arrancó uno de los bigotes. El tigre no se enojó, como ella temía. Yun Ok bajó por el camino, no caminando sino corriendo, con el bigote aferrado fuertemente en la mano. A la mañana siguiente, cuando el sol asomaba desde el mar, ya estaba en la casa del ermitaño de la montaña. —¡Oh, Famoso! —gritó—. ¡Lo tengo! ¡Tengo el bigote del tigre! Ahora puedes hacer la poción que me prometiste para que mi marido vuelva a ser cariñoso y amable. El ermitaño tomó el bigote y lo examinó. Satisfecho, pues realmente era de tigre, se inclinó hacia adelante y lo dejó caer en el fuego que ardía en su chimenea. —¡Oh señor! —gritó la joven mujer, angustiada— ¡Qué hiciste con el bigote! —Dime cómo lo conseguiste —dijo el ermitaño. —Bueno, fui a la montaña todas las noches con un plato de comida. Al principio me mantuve lejos, y me fui acercando poco cada vez, ganando la confianza del tigre. Le hablé con voz cariñosa y tranquilizadora para hacerle entender que solo deseaba su bien. Fui paciente. Todas las noches le llevaba comida, sabiendo que no comería. Pero no cedí. Fui una y otra vez. Nunca le hablé con aspereza. Nunca le hice reproches. Y por fin, una noche dio unos pasos hacia mí. Llegó un momento en que me esperaba en el camino y comía del plato que yo llevaba en las manos. Le acariciaba la cabeza y él hacía sonidos de alegría con la garganta. Solo después de eso le saqué el bigote. —Sí, sí —dijo el ermitaño—, domaste al tigre y te ganaste su confianza y su amor. —Pero tú arrojaste el bigote al fuego —exclamó Yun Ok llorando—. ¡Todo fue para nada! —No, no me parece que todo haya sido para nada —repuso el ermitaño—. Ya no hace falta el bigote. Yun Ok, déjame que te pregunte algo: ¿es acaso un hombre más cruel que un tigre? ¿Responde menos al cariño y a la comprensión? Si puedes ganar con cariño y paciencia el amor y la confianza de un animal salvaje y sediento de sangre, sin duda puedes hacer lo mismo con tu marido. Al oír esto, Yun Ok permaneció muda unos momentos. Luego avanzó por el camino reflexionando sobre la verdad que había aprendido en casa del ermitaño de la montaña. Anónimo coreano, Extraído de www.ciudadseva.com 1. En un primer momento, ¿cómo reaccionó el ermitaño ante la solicitud de Yun Ok? A. Desesperado. B. Preocupado. C. Indiferente. D. Molesto. 2. ¿Qué problema tenía Yun Ok? A. No quería que su marido fuera a la guerra. B. El ermitaño no quiso hacer una poción para ella. C. Su marido volvió de la guerra con una actitud distinta. D. Dejó de amar a su esposo cuando este volvió de la guerra. 3. Principalmente, ¿de qué manera Yun Ok pudo acercarse al tigre? A. Dándole una poción mágica. B. Acostumbrándolo poco a poco a su presencia. C. Hablándole con una voz suave todas las noches. D. Mirándolo a los ojos para que comprendiera quién mandaba. 4. ¿En qué momento el tigre comenzó a confiar en Yun Ok? A. Cuando vino la primera noche. B. Cuando le habló con voz suave. C. Cuando le arrancó uno de los bigotes. D. Cuando la miró a los ojos con cuidado. 5. ¿Cuál era el principal objetivo de Yun Ok? A. Que su marido volviera a ser el de antes. B. Cortar el bigote del tigre y llevárselo al viejo. C. Que el ermitaño elaborara una poción mágica. D. Conquistar al tigre para llevarlo a vivir con ella. 6. ¿Qué cualidad desarrolló Yun Ok en su relación con el tigre? A. Paciencia. B. Resignación. C. Tranquilidad. D. Angustia. 7. Finalmente, ¿qué solución ofreció el viejo a la joven? A. Le elaboró una pócima y le indicó que se la diera a su esposo con confianza y amor. B. Le enseñó que, al volver de la guerra, los hombres deben ser tratados como animales salvajes. C. Le explicó que, una vez que el bigote del tigre se quemara, su marido volvería a ser el de antes. D. Le enseñó cómo volver a ganar la confianza y el amor de su esposo al igual que como hizo con el tigre. Lee el siguiente texto y responde las preguntas 8 a 11. Dibujo Braulio Arenas Primero tracé un círculo, hice crecer un árbol, puse un nido en su copa, más arriba, una nube hice brotar el agua, apenas un arroyo, para que árbol y nube y pájaro bebieran. El árbol, es fatal, se propagó en un bosque, y los pájaros pronto volaron en bandadas: la nube se hizo inmensa, se hizo la tempestad, y el arroyo en un río se desbordó de súbito. Y en medio de la selva yo tracé una cabaña, y una mujer adentro para sentirla mía: la choza se hizo pueblo, pronto, una gran ciudad, en la que busco a ciegas, a la joven perdida. Disponible en www.lectrasescolares.cl Recuperado el 3 de octubre de 2018. 8. ¿Qué le sucede al hablante en la segunda estrofa? A. Siente que su creación se le fue de las manos. B. Anhela la presencia de una compañera. C. Se siente satisfecho con su creación. D. Expulsa a los pájaros del bosque. 9. ¿Qué hizo el hablante después de dibujar el nido? A. Dibujó la nube. B. Dibujó un círculo. C. Hizo brotar el agua. D. Hizo crecer el árbol. 10. ¿Qué sentimiento predomina en el hablante? A. Alegría. B. Orgullo. C. Angustia. D. Asombro. 11. Principalmente, ¿qué deseo manifiesta el hablante en la tercera estrofa? A. Vivir en la selva. B. Vivir en la ciudad. C. Construir una cabaña. D. Tener una compañera. Lee el siguiente texto y responde las preguntas 12 a 20. Mujeres cantineras en la Guerra del Pacífico Mujeres en las campañas militares Antiguamente, cuando los ejércitos aún no disponían de los actuales servicios, tecnología y logística, era frecuente que las mujeres acompañaran a los soldados. Esto no solo sucedió en Chile, pues podemos encontrar ejemplos en el resto de Latinoamérica (Perú, Bolivia, Argentina, Colombia, México, entre otros). Las razones que han tenido las mujeres para integrarse en los conflictos armados son muy variadas, dependiendo muchas veces del tipo de conflicto y su objetivo, la época en que se desarrolla, e incluso la situación personal de cada una. En el caso de los ejércitos latinoamericanos durante el siglo XIX, la mayoría de las mujeres que los siguieron fueron parejas o esposas de los soldados (acompañadas de sus pequeños hijos). Incluso podemos encontrar algunas madres de los soldados participantes. Estas mujeres fueron conocidas como “juanas”, “cholas”, “cantineras”, “vivanderas” o “rabonas” según el país o localidad. Durante la Guerra del Pacífico, el ejército peruano y boliviano se caracterizó por el gran número de mujeres que los acompañaba. Estimaciones internacionales de la época plantean que las mujeres llegaban a ser prácticamente la mitad del total del contingente. En ambos países era frecuente llamarlas “raboneras”, haciendo referencia a la ubicación que tenían en los pelotones, es decir, el final (a la “cola” o “rabo”). Sea cual sea el país de origen, las mujeres que acompañaron a los ejércitos se dedicaron principalmente a la labor sanitaria y humanitaria, curando y cuidando a los soldados heridos y enfermos, e incluso desarrollando labores domésticas como la cocina y lavandería. Sin embargo, cuando fue necesario, tomaron las armas y lucharon al lado de los hombres. Las cantineras chilenas Cantinera es el nombre que en Chile recibieron las mujeres que acompañaban a los regimientos en sus tareas militares. Este nombre deriva de “cantina”, una palabra con varios significados en el campo militar, algunos de ellos hacen referencia a las pequeñas tiendas de comestibles, y también, a los pequeños compartimentos utilizados para transportar porciones de alimentos y algunos bebestibles. Cuando una mujer se hacía cargo de una cantina o prestaba servicios especiales dentro del campamento militar (por ejemplo, llevando la “cantina” para aliviar algún soldado), pasaba a denominarse cantinera. La Sargento Candelaria Pérez fue la primera mujer en la Historia de Chile en ser llamada “cantinera”, al prestar sus servicios al Ejército durante la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, desde el año 1837. Candelaria vivió en el barrio de la Chimba en Santiago, pero en 1833 se fue a vivir a Perú para trabajar como empleada doméstica de una familia holandesa. Luego de unos años, dejó a sus patrones y abrió una cocinería en El Callao llamada “La Fonda de la Chilena”. Motivada por la compleja situación de hostilidad entre ciudadanos peruanos y chilenos, decidió unirse al Ejército de Chile. Allí fue aceptada como cantinera- enfermera, sirviendo también en labores de mensajería (por su conocimiento del lugar). Se unió al Batallón Carampangue, donde participó destacadamente en la batalla de Pan de Azúcar, combatiendo con fusil en mano al igual que sus compañeros. El valor demostrado en aquella oportunidad la hizo merecedora del título de Sargento. A pesar de sus méritos, terminó sus días austeramente el 28 de marzo de 1870. Sin embargo, su gran aporte fue comenzar con la tradición de las “cantineras”, allanando el camino a sus sucesoras de la Guerra del Pacífico, quienes también fueron llamadas “cantineras” e hicieron referencia a su ejemplo de entrega. Extraído de www.dibam.cl 12. ¿Qué función cumple el primer párrafo del texto? A. Explicar las razones por las que las mujeres participaban en las guerras en la antigüedad. B. Introducir el tema de la presencia de la mujer en los conflictos armados del siglo XIX en Latinoamérica. C. Ejemplificar cómo las “raboneras” combatieron codo a codo en los ejércitos bolivianos, demostrando su valor. D. Comparar a las mujeres de Perú, Bolivia y Chile de acuerdo con las funciones que cada una desarrolló en la Guerra del Pacífico. 13. Según el texto, la “cantina” era A. el lugar al que los soldados iban a beber luego de una batalla. B. el nombre que se les daba a las mujeres que acompañaban a los regimientos. C. una especie de hospital de campaña al que acudían los heridos durante la batalla. D. un pequeño compartimento utilizado para transportar algunos alimentos y bebestibles. 14. ¿Qué hacía Candelaria Pérez inmediatamente antes de unirse al Ejército de Chile? A. Trabajaba como empleada doméstica en Perú con una familia holandesa. B. Era cocinera en el ejército de la Confederación Perú-Boliviana. C. Trabajaba en Perú como cocinera en su propia fonda. D. Vivía en Santiago en un barrio llamado La Chimba. 15. De acuerdo con el texto, ¿qué experiencia le sirvió a Candelaria para desempeñarse como mensajera en el Ejército chileno? A. Haber vivido en Perú. B. Haber sido empleada. C. Saber curar heridas. D. Saber cocinar. 16. Candelaria recibió el grado de sargento A. al momento de enlistarse en ejército. B. luego de morir, como homenaje póstumo. C. debido a sus conocimientos de cocina y enfermería. D. por el valor demostrado en la batalla de Pan de Azúcar. 17. Según el texto, ¿cuál fue el gran aporte de Candelaria Pérez? A. Ser un ejemplo para los soldados de la Confederación. B. Ser la primera mujer en recibir el grado de sargento. C. El valor demostrado en las batallas en que participó. D. El dar inicio a la tradición de las cantineras en Chile. 18. ¿Cuál es la función de la imagen que acompaña el texto? A. Mostrar una rabonera del ejército peruano. B. Mostrar una cantinera con su uniforme y sus condecoraciones. C. Mostrar cómo desempeñaban su trabajo las cantineras chilenas. D. Mostrar a Candelaria Pérez en su uniforme cuando fue condecorada. 19. ¿Cuál es la función del texto? A. Destacar a Candelaria Pérez como precursora de la labor posterior de las cantineras en la Guerra del Pacifico. B. Informar sobre las diferentes funciones que desempeñaban las mujeres durante las guerras del siglo XIX. Defender la valentía de las mujeres en la guerra en relación con el comportamiento de los hombres. C. Comparar las labores que ejercieron las raboneras y las cantineras en sus respectivos ejércitos. 20. ¿Estás de acuerdo con que las mujeres participen como combatientes en la guerra? ¿Por qué? _____________________________________________________________________ _____________________________________________________________________ _____________________________________________________________________ _____________________________________________________________________ _____________________________________________________________________ Lee el siguiente texto y responde las preguntas 21 a 27. Cantar de Mío Cid Cantar tercero, La afrenta de Corpes 112 Suéltase el león del Cid Miedo de los infantes de Carrión El Cid amansa al león Vergüenza de los infantes Estaba el Cid con los suyos en Valencia la mayor y con él ambos sus yernos, los infantes de Carrión. Acostado en un escaño dormía el Campeador, ahora veréis qué sorpresa mala les aconteció. De su jaula se ha escapado, y andaba suelto el león, al saberlo por la corte un gran espanto cundió. Embrazan sus mantos las gentes del Campeador y rodean el escaño protegiendo a su señor. Pero Fernando González, el infante de Carrión, no encuentra dónde meterse, todo cerrado lo halló, metióse bajo el escaño, tan grande era su terror. El otro, Diego González, por la puerta se escapó gritando con grandes: “No volveré a ver Carrión. ”Detrás de una gruesa viga metióse con gran pavor y, de allí túnica y manto todos sucios los sacó. Estando en esto despierta el que en buen hora nació y ve cercado el escaño suyo por tanto varón. “¿Qué es esto, decid, mesnadas? ¿Qué hacéis aquí alrededor?” “Un gran susto nos ha dado, señor honrado, el león.” Se incorpora Mío Cid y presto se levantó, y sin quitarse ni el manto se dirige hacia el león: la fiera cuando le ve mucho se atemorizó, baja ante el Cid la cabeza, por tierra la cara hincó. El Campeador entonces por el cuello le cogió, como quien lleva un caballo en la jaula lo metió. Maravilláronse todos de aquel caso del león y el grupo de caballeros a la corte se volvió. Mío Cid por sus yernos pregunta y no los halló, aunque los está llamando no responde ni una voz. Cuando al fin los encontraron, el rostro traen sin color tanta broma y tanta risa nunca en la corte se vio, tuvo que imponer silencio Mío Cid Campeador. Avergonzados estaban los infantes de Carrión, gran pesadumbre tenían de aquello que les pasó. 113 El rey Búcar de Marruecos ataca a Valencia Así estaban los infantes dolidos de gran pesar, cuando fuerzas de Marruecos Valencia quieren cercar. Allí en el campo de Cuarto van los moros a acampar, cincuenta mil tiendas grandes allí plantadas están. Mandábalos el rey Búcar, de quien habréis oído hablar. 114 Los infantes temen la batalla El Cid los reprende Al Cid y a todos los suyos gran contento les entró, van a tener más ganancias y dan las gracias a Dios. Pero mucho lo sintieron los infantes de Carrión, y al ver tanta tienda mora muy poco gusto les dio. Entonces los dos hermanos se apartaron a un rincón: “Calculamos las ganancias, pero los peligros no. Ahora aquí en esta batalla tendremos que entrar los dos, me parece que ya nunca volveremos a Carrión y que enviudarán las hijas de Mío Cid Campeador.” Aunque hablaban en secreto, los oye Muño Gustioz y fue a contarlo en seguida a Rodrigo su señor. “Ahí tenéis a vuestros yernos. De tan valientes que son al ir a entrar en batalla echan de menos Carrión. Idlos vos a consolar, por amor del Creador, que no entren en la batalla y se estén en paz los dos. Con vos nos basta a nosotros y ya nos valdrá el Señor.” Mío Cid el de Vivar muy sonriente salió: “Dios os guarde, yernos míos, los infantes de Carrión, mis hijas en vuestros brazos están, más blancas que el sol. Yo suspiro por batallas y vosotros por Carrión. Quedáos aquí en Valencia, holgad a vuestro sabor, que de luchar con los moros ya entiendo bastante yo y a derrotarlos me atrevo con merced del Creador.” 115 Mensaje de Búcar Espolonada de los cristianos Cobardía del infante Fernando (Laguna el manuscrito: cincuenta versos que se suplen con el texto de la “Crónica de veinte reyes.”) Generosidad de Pedro Bermúdez Cuando estaban hablando de esto envió el rey Búcar al Cid que le dejase Valencia y se marchase en paz; que, si no, le pagaría todo lo que había hecho. El Cid dijo a aquél que trajera el mensaje: “Id a decir a Búcar, a aquel hijo de enemigos, que antes de tres días ya le daré yo lo que pide.” Al día siguiente mandó el Cid que se armasen todos los suyos y salió contra los moros. Los infantes de Carrión le pidieron entonces atacar en primer lugar, y cuando el Cid ya tuvo formadas sus filas, don Fernando, uno de los infantes, se adelantó para ir a atacar a un moro llamado Aladraf. El moro, cuando le vio, arrancó también contra él, y el infante, con el gran miedo que le infundió el moro, volvió riendas y huyó, y ni siquiera se atrevió a esperarle. Pedro Bermúdez, que iba junto a él, cuando vio aquello fue a atacar el moro, luchó con él y le mató. Luego cogió el caballo del moro y se fue tras el infante que iba huyendo, y díjole: “Don Fernando, tomad este caballo y decid a todos que vos matasteis al moro, su dueño, y yo lo atestiguaré.” El infante le dijo: “Don Pedro, mucho os agradezco lo que decís.” “Ojalá llegue algún día en que esto pueda ser pagado.” Allí el infante y don Pedro los dos juntos se tornaron. Don Pedro dice que es cierto lo que cuenta don Fernando. Mucho le ha gustado el Cid y también a sus vasallos. “Todavía creo yo, si quiere el que está en lo alto, que luchando en campo abierto mis dos yernos serán bravos”. Anónimo. “Cantar de Mío Cid” (fragmento). 21. ¿Qué relación tenían los infantes de Carrión con el Cid? A. Enemigos B. Soldados. C. Vasallos. D. Yernos. 22. En el texto, se habla del que la expresión “el que en buena hora nació” se refiere a A. el Cid. B. Minaya. C. Bermúdez. D. el rey Búcar. 23. ¿A qué o quién se refiere el término “mesnadas”? A. Al león. B. A las gentes del Cid. C. A las espadas del Cid. D. A los infantes de Carrión. 24. ¿Qué hicieron los infantes cuando el león se salió de la jaula? A. Protegieron al Cid que se encontraba durmiendo. B. Se burlaron de la actitud de los hombres del Cid. C. Huyeron y se escondieron en un escaño y una viga. D. Se enfrentaron al león y lo devolvieron a su jaula. 25. ¿Cuál de las siguientes el Cid y los infantes? A. Cid: hábil y astuto; B. Cid: soberbio y altanero; C. Cid: déspota y soberbio; D. Cid: valiente y luchador; alternativas establece mejor la diferencia de carácter entre infantes: soberbios y temerarios. infantes: leales y luchadores. infantes: valientes y soberbios. infantes: cobardes y ambiciosos. 26. Del fragmento leído, se infiere que el Cid A. está interesado solo en las riquezas que obtenía luego de las batallas. B. desea que sus yernos demuestren su valor en batalla. C. teme a los moros y quiere devolverse a su patria. D. está acostumbrado a luchar contra los moros. 27. ¿Qué hizo Pedro Bermúdez en la batalla por Valencia? A. Se quedó en la retaguardia esperando que iniciara el combate. B. Peleó en lugar de Fernando e hizo creer a todos que fue él. C. Retó al Cid a la batalla para recuperar su ciudad y riquezas. D. Pidió al Cid ser el primero en atacar a los moros de Búcar. Lee el siguiente texto y responde las preguntas 28 a 33. Extraído de www.sernac.cl 28. La imagen A. certificación. B. información. C. seguridad. D. excelencia. se usa en el texto como ícono de 29. ¿Cuál es el propósito del afiche? A. Explicar cómo analizar la calidad de los elementos de seguridad. B. Informar sobre los dispositivos de seguridad de los vehículos. C. Describir la forma de usar diversos dispositivos de seguridad. D. Cuestionar las normas sobre seguridad en los vehículos. 30. ¿Cuál es el objetivo de la campaña? A. Promover la nueva legislación sobre dispositivos de seguridad. B. Que los usuarios compren en el comercio formal. C. Promover los viajes en vehículos particulares. D. Que los usuarios de vehículos viajen seguros. 31. De acuerdo con el punto 2, es importante A. hacer valer nuestros derechos como consumidores. B. conducir con precaución de manera de evitar accidentes. C. escoger dispositivos de seguridad adecuados a cada persona. D. leer y seguir las instrucciones de los dispositivos de seguridad. 32. Las imágenes , ¿qué idea representan? A. El uso de dispositivos de seguridad. B. El consumo saludable de productos. C. La necesidad de viajar solo en automóviles. D. La importancia de informarse adecuadamente. 33. ¿Con qué fin se sugiere comprar en el comercio formal? A. Para asegurarse de que el producto sea usado correctamente de manera de disminuir las lesiones graves. B. Para poder ejercer los derechos como consumidor en caso de que el producto presente fallas. C. Para informarse como consumidor y seguir las instrucciones de los productos de protección. D. Para cumplir con las leyes vigentes y evitar multas costosas. Lee el siguiente texto y responde las preguntas 34 a 39. Ciclistas: una nueva especie Señor Director: Junto con el aumento explosivo de ciclistas por la ciudad, me ha llamado mucho la atención los múltiples peligros que experimentamos todos aquellos que, por una u otra razón, e incluso contra nuestra voluntad, tenemos alguna cercanía con ellos. Parece que ellos creen que son tan especiales que están al margen de todas las normas y leyes. No son pocos los casos de peatones que han sido víctimas de sus atropellos, quedando estos en la más absoluta impunidad. Pareciera, además, que ellos cambian su condición a su antojo: cuando les conviene son peatones y cruzan por los pasos peatonales a una velocidad que ni el más avezado de los automovilistas alcanza a reaccionar para cederle el paso a estos transeúntes, o para cambiar en forma imprevista su rumbo "circulando" contra el tránsito como una persona más. Y cuando les conviene pasan a ser vehículos, exigiendo el respeto como cualquier otro automóvil, claro que con una salvedad, muchos van con espectaculares audífonos escuchando música a todo volumen, haciendo caso omiso de todo tipo señales del tránsito, incluso alguna bocina de advertencia o el paso de carros de emergencias, como bomberos, ambulancias o la policía. ¿Por qué los ciclistas pretenden tener un estatus especial, en circunstancias de que deberían respetar, como todos, las normas del tránsito? Incluso se les debería practicar el alcotest a los múltiples pillos que creyeron que podían cambiar el automóvil por la bicicleta para seguir bebiendo irresponsablemente. Alexandra Feuereisen Eggers. Estudiante. Extraídos www.elmercurio.com 34. ¿Cuál de las siguientes alternativas presenta la opinión principal o tesis de la autora? A. Los ciclistas deben aprender a convivir con los peatones. B. El último tiempo ha habido un aumento explosivo de ciclistas por la ciudad. C. Los ciclistas creen que son tan especiales que están al margen de las leyes. D. Las personas deben convivir con los ciclistas incluso contra su propia voluntad. 35. ¿Cuál de los siguientes elementos textuales introduce una opinión de la autora? A. “Junto con”. B. “Parece que”. C. “No son pocos”. D. “Incluso alguna”. 36. ¿A quiénes se refiere el elemento destacado de la expresión “para cederle el paso a estos transeúntes”? A. A los peatones atropellados por los ciclistas. B. A los ciclistas cuando cruzan por los pasos peatonales. C. A los automovilistas que deben convivir con los ciclistas. D. A los ciclistas cuando van con audífonos escuchando música. 37. ¿Qué significado tiene en el texto la palabra “avezado”? A. Transeúnte. B. Negligente C. Experto. D. Rápido. 38. ¿Qué pretende la autora cuando dice que “muchos van con espectaculares audífonos escuchando música a todo volumen”? A. Analizar un hecho que sucede siempre. B. Diferenciar a los ciclistas de los peatones. C. Comparar a los ciclistas con los automovilistas. D. Evidenciar la irresponsabilidad de algunos ciclistas. 39. ¿Estás de acuerdo con la autora de la carta? ¿Por qué? _____________________________________________________________________ _____________________________________________________________________ _____________________________________________________________________ _____________________________________________________________________ _____________________________________________________________________ 40. Lee nuevamente el texto “Ciclistas: una nueva especie”. Ponte en el lugar de un ciclista y escribe una carta al director entregando tu punto de vista respecto a lo que señala la autora y/o a lo que sabes o has vivido tú mismo(a), considerando los elementos propios de este tipo de texto. Considera lo siguiente: 1. Planifica tu texto. Previamente puedes hacer una lluvia de ideas con todo lo que se te ocurra que podrías desarrollar en tu texto, y luego, organiza esas ideas. Usa este espacio para planificar tu carta al director. 2. Escribe tu texto. Lee tu texto para asegurarte de que se entienda. Apóyate en las siguientes preguntas: a) Propósito: ¿seguiste la instrucción que se te dio? b) Tema: ¿todas las ideas se relacionan con el tema? c) Desarrollo de ideas: ¿agregaste suficientes ideas como hechos y opiniones que luego desarrollaste? d) Claridad: si alguien leyera tu texto, ¿lo entendería fácilmente?