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8b ensayo1

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Lee el siguiente texto y responde las preguntas 1 a 7.
El bigote del tigre
Una mujer joven llamada Yun Ok fue un día a la casa de un ermitaño de la montaña en
busca de ayuda.
El ermitaño era un sabio de gran renombre, hacedor de ensalmos y pociones mágicas.
Cuando Yun Ok entró en su casa, el ermitaño, sin levantar los ojos de la chimenea que
estaba mirando, dijo:
—¿Por qué viniste?
Yun Ok respondió:
—Oh, Sabio Famoso, ¡estoy desesperada! ¡Hazme una poción!
—Sí, sí, ¡hazme una poción! —exclamó el ermitaño—. ¡Todos necesitan pociones!
¿Podemos curar un mundo enfermo con una poción?
—Maestro —insistió Yun Ok—, si no me ayudas, estaré verdaderamente perdida.
—Bueno, ¿cuál es tu problema? —dijo el ermitaño, resignado por fin a escucharla.
—Se trata de mi marido —comenzó Yun Ok—. Tengo un gran amor por él. Durante los
últimos tres años ha estado peleando en la guerra. Ahora que ha vuelto, casi no me
habla, a mí ni a nadie. Si yo hablo, no parece oír. Cuando habla, lo hace con aspereza.
Si le sirvo comida que no le gusta, le da un manotazo y se va enojado de la habitación.
A veces, cuando debería estar trabajando en el campo de arroz, lo veo sentado
ociosamente en la cima de la montaña, mirando hacia el mar.
—Sí, así ocurre a veces cuando los jóvenes vuelven a su casa después de la guerra
—dijo el ermitaño—. Prosigue.
—No hay nada más que decir, Ilustrado. Quiero una poción para darle a mi marido, así
se volverá cariñoso y amable, como era antes.
—!Ja! Tan simple, ¿no? —replicó el ermitaño—. ¡Una poción! Muy bien, vuelve en tres
días y te diré qué nos hará falta para esa poción.
Tres días más tarde, Yun Ok volvió a la casa del sabio de la montaña.
—Lo he pensado —le dijo—. Puedo hacer tu poción. Pero el ingrediente principal es el
bigote de un tigre vivo. Tráeme su bigote y te daré lo que necesitas.
—¡El bigote de un tigre vivo! —exclamó Yun Ok—. ¿Cómo haré para conseguirlo?
—Si esa poción es tan importante, obtendrás éxito —dijo el ermitaño. Y apartó la
cabeza, sin más deseos de hablar.
Yun Ok se marchó a su casa. Pensó mucho en cómo conseguiría el bigote del tigre.
Hasta que una noche, cuando su marido estaba dormido, salió de su casa con un plato
de arroz y salsa de carne en la mano. Fue al lugar de la montaña donde sabía que
vivía el tigre.
Manteniéndose alejada de su cueva, extendió el plato de comida, llamando al tigre
para que viniera a comer.
El tigre no vino.
A la noche siguiente Yun Ok volvió a la montaña, esta vez un poco más cerca de la
cueva. De nuevo ofreció al tigre un plato de comida.
Todas las noches Yun Ok fue a la montaña, acercándose cada vez más a la cueva,
unos pasos más que la noche anterior. Poco a poco el tigre se acostumbró a verla allí.
Una noche, Yun Ok se acercó a pocos pasos de la cueva del tigre. Esta vez el animal
dio unos pasos hacia ella y se detuvo. Los dos quedaron mirándose bajo la luna. Lo
mismo ocurrió a la noche siguiente, y esta vez estaban tan cerca que Yun Ok pudo
hablar al tigre con una voz suave y tranquilizadora.
La noche siguiente, después de mirar con cuidado los ojos de Yun Ok, el tigre comió
los alimentos que ella le ofrecía. Después de eso, cuando Yun Ok iba por las noches,
encontraba al tigre esperándola en el camino.
Cuando el tigre había comido, Yun Ok podía acariciarle suavemente la cabeza con la
mano. Casi seis meses habían pasado desde la noche de su primera visita. Al final,
una noche, después de acariciar la cabeza del animal, Yun Ok dijo:
—Oh, Tigre, animal generoso, es preciso que tenga uno de tus bigotes. ¡No te enojes
conmigo!
Y le arrancó uno de los bigotes.
El tigre no se enojó, como ella temía. Yun Ok bajó por el camino, no caminando sino
corriendo, con el bigote aferrado fuertemente en la mano.
A la mañana siguiente, cuando el sol asomaba desde el mar, ya estaba en la casa del
ermitaño de la montaña.
—¡Oh, Famoso! —gritó—. ¡Lo tengo! ¡Tengo el bigote del tigre! Ahora puedes hacer la
poción que me prometiste para que mi marido vuelva a ser cariñoso y amable.
El ermitaño tomó el bigote y lo examinó. Satisfecho, pues realmente era de tigre, se
inclinó hacia adelante y lo dejó caer en el fuego que ardía en su chimenea.
—¡Oh señor! —gritó la joven mujer, angustiada— ¡Qué hiciste con el bigote!
—Dime cómo lo conseguiste —dijo el ermitaño.
—Bueno, fui a la montaña todas las noches con un plato de comida. Al principio me
mantuve lejos, y me fui acercando poco cada vez, ganando la confianza del tigre. Le
hablé con voz cariñosa y tranquilizadora para hacerle entender que solo deseaba su
bien. Fui paciente. Todas las noches le llevaba comida, sabiendo que no comería.
Pero no cedí. Fui una y otra vez. Nunca le hablé con aspereza. Nunca le hice
reproches. Y por fin, una noche dio unos pasos hacia mí. Llegó un momento en que
me esperaba en el camino y comía del plato que yo llevaba en las manos. Le
acariciaba la cabeza y él hacía sonidos de alegría con la garganta. Solo después de
eso le saqué el bigote.
—Sí, sí —dijo el ermitaño—, domaste al tigre y te ganaste su confianza y su amor.
—Pero tú arrojaste el bigote al fuego —exclamó Yun Ok llorando—. ¡Todo fue para
nada!
—No, no me parece que todo haya sido para nada —repuso el ermitaño—. Ya no hace
falta el bigote. Yun Ok, déjame que te pregunte algo: ¿es acaso un hombre más cruel
que un tigre? ¿Responde menos al cariño y a la comprensión? Si puedes ganar con
cariño y paciencia el amor y la confianza de un animal salvaje y sediento de sangre,
sin duda puedes hacer lo mismo con tu marido.
Al oír esto, Yun Ok permaneció muda unos momentos. Luego avanzó por el camino
reflexionando sobre la verdad que había aprendido en casa del ermitaño de la
montaña.
Anónimo coreano,
Extraído de www.ciudadseva.com
1. En un primer momento, ¿cómo reaccionó el ermitaño ante la solicitud de Yun Ok?
A. Desesperado.
B. Preocupado.
C. Indiferente.
D. Molesto.
2. ¿Qué problema tenía Yun Ok?
A. No quería que su marido fuera a la guerra.
B. El ermitaño no quiso hacer una poción para ella.
C. Su marido volvió de la guerra con una actitud distinta.
D. Dejó de amar a su esposo cuando este volvió de la guerra.
3. Principalmente, ¿de qué manera Yun Ok pudo acercarse al tigre?
A. Dándole una poción mágica.
B. Acostumbrándolo poco a poco a su presencia.
C. Hablándole con una voz suave todas las noches.
D. Mirándolo a los ojos para que comprendiera quién mandaba.
4. ¿En qué momento el tigre comenzó a confiar en Yun Ok?
A. Cuando vino la primera noche.
B. Cuando le habló con voz suave.
C. Cuando le arrancó uno de los bigotes.
D. Cuando la miró a los ojos con cuidado.
5. ¿Cuál era el principal objetivo de Yun Ok?
A. Que su marido volviera a ser el de antes.
B. Cortar el bigote del tigre y llevárselo al viejo.
C. Que el ermitaño elaborara una poción mágica.
D. Conquistar al tigre para llevarlo a vivir con ella.
6. ¿Qué cualidad desarrolló Yun Ok en su relación con el tigre?
A. Paciencia.
B. Resignación.
C. Tranquilidad.
D. Angustia.
7. Finalmente, ¿qué solución ofreció el viejo a la joven?
A. Le elaboró una pócima y le indicó que se la diera a su esposo con confianza y
amor.
B. Le enseñó que, al volver de la guerra, los hombres deben ser tratados como
animales salvajes.
C. Le explicó que, una vez que el bigote del tigre se quemara, su marido volvería a ser
el de antes.
D. Le enseñó cómo volver a ganar la confianza y el amor de su esposo al igual que
como hizo con el tigre.
Lee el siguiente texto y responde las preguntas 8 a 11.
Dibujo
Braulio Arenas
Primero tracé un círculo,
hice crecer un árbol,
puse un nido en su copa,
más arriba, una nube
hice brotar el agua,
apenas un arroyo,
para que árbol y nube
y pájaro bebieran.
El árbol, es fatal,
se propagó en un bosque,
y los pájaros pronto
volaron en bandadas:
la nube se hizo inmensa,
se hizo la tempestad,
y el arroyo en un río
se desbordó de súbito.
Y en medio de la selva
yo tracé una cabaña,
y una mujer adentro
para sentirla mía:
la choza se hizo pueblo,
pronto, una gran ciudad,
en la que busco a ciegas,
a la joven perdida.
Disponible en www.lectrasescolares.cl Recuperado el 3 de octubre de 2018.
8. ¿Qué le sucede al hablante en la segunda estrofa?
A. Siente que su creación se le fue de las manos.
B. Anhela la presencia de una compañera.
C. Se siente satisfecho con su creación.
D. Expulsa a los pájaros del bosque.
9. ¿Qué hizo el hablante después de dibujar el nido?
A. Dibujó la nube.
B. Dibujó un círculo.
C. Hizo brotar el agua.
D. Hizo crecer el árbol.
10. ¿Qué sentimiento predomina en el hablante?
A. Alegría.
B. Orgullo.
C. Angustia.
D. Asombro.
11. Principalmente, ¿qué deseo manifiesta el hablante en la tercera estrofa?
A. Vivir en la selva.
B. Vivir en la ciudad.
C. Construir una cabaña.
D. Tener una compañera.
Lee el siguiente texto y responde las preguntas 12 a 20.
Mujeres cantineras en la Guerra del Pacífico
Mujeres en las campañas militares
Antiguamente, cuando los ejércitos aún no disponían de los actuales servicios,
tecnología y logística, era frecuente que las mujeres acompañaran a los soldados.
Esto no solo sucedió en Chile, pues podemos encontrar ejemplos en el resto de
Latinoamérica (Perú, Bolivia, Argentina, Colombia, México, entre otros). Las razones
que han tenido las mujeres para integrarse en los conflictos armados son muy
variadas, dependiendo muchas veces del tipo de conflicto y su objetivo, la época en
que se desarrolla, e incluso la situación personal de cada una. En el caso de los
ejércitos latinoamericanos durante el siglo XIX, la mayoría de las mujeres que los
siguieron fueron parejas o esposas de los soldados (acompañadas de sus pequeños
hijos). Incluso podemos encontrar algunas madres de los soldados participantes. Estas
mujeres fueron conocidas como “juanas”, “cholas”, “cantineras”, “vivanderas” o
“rabonas” según el país o localidad. Durante la Guerra del Pacífico, el ejército peruano
y boliviano se caracterizó por el gran número de mujeres que los acompañaba.
Estimaciones internacionales de la época plantean que las mujeres llegaban a ser
prácticamente la mitad del total del contingente. En ambos países era frecuente
llamarlas “raboneras”, haciendo referencia a la ubicación que tenían en los pelotones,
es decir, el final (a la “cola” o “rabo”). Sea cual sea el país de origen, las mujeres que
acompañaron a los ejércitos se dedicaron principalmente a la labor sanitaria y
humanitaria, curando y cuidando a los soldados heridos y enfermos, e incluso
desarrollando labores domésticas como la cocina y lavandería. Sin embargo, cuando
fue necesario, tomaron las armas y lucharon al lado de los hombres.
Las cantineras chilenas
Cantinera es el nombre que en Chile recibieron las mujeres que acompañaban a los
regimientos en sus tareas militares. Este nombre deriva de “cantina”, una palabra con
varios significados en el campo militar, algunos de ellos hacen referencia a las
pequeñas tiendas de comestibles, y también, a los pequeños compartimentos
utilizados para transportar porciones de alimentos y algunos bebestibles. Cuando una
mujer se hacía cargo de una cantina o prestaba servicios especiales dentro del
campamento militar (por ejemplo, llevando la “cantina” para aliviar algún soldado),
pasaba a denominarse cantinera.
La Sargento Candelaria
Pérez fue la primera mujer
en la Historia de Chile en ser
llamada
“cantinera”,
al
prestar sus servicios al
Ejército durante la Guerra
contra la Confederación
Perú-Boliviana, desde el año
1837. Candelaria vivió en el
barrio de la Chimba en
Santiago, pero en 1833 se
fue a vivir a Perú para
trabajar como empleada
doméstica de una familia
holandesa. Luego de unos
años, dejó a sus patrones y
abrió una cocinería en El
Callao llamada “La Fonda de
la Chilena”. Motivada por la
compleja
situación
de
hostilidad entre ciudadanos
peruanos y chilenos, decidió unirse al Ejército de Chile. Allí fue aceptada como
cantinera- enfermera, sirviendo también en labores de mensajería (por su
conocimiento del lugar). Se unió al Batallón Carampangue, donde participó
destacadamente en la batalla de Pan de Azúcar, combatiendo con fusil en mano al
igual que sus compañeros. El valor demostrado en aquella oportunidad la hizo
merecedora del título de Sargento. A pesar de sus méritos, terminó sus días
austeramente el 28 de marzo de 1870. Sin embargo, su gran aporte fue comenzar con
la tradición de las “cantineras”, allanando el camino a sus sucesoras de la Guerra del
Pacífico, quienes también fueron llamadas “cantineras” e hicieron referencia a su
ejemplo de entrega.
Extraído de www.dibam.cl
12. ¿Qué función cumple el primer párrafo del texto?
A. Explicar las razones por las que las mujeres participaban en las guerras en la
antigüedad.
B. Introducir el tema de la presencia de la mujer en los conflictos armados del siglo XIX
en Latinoamérica.
C. Ejemplificar cómo las “raboneras” combatieron codo a codo en los ejércitos
bolivianos, demostrando su valor.
D. Comparar a las mujeres de Perú, Bolivia y Chile de acuerdo con las funciones que
cada una desarrolló en la Guerra del Pacífico.
13. Según el texto, la “cantina” era
A. el lugar al que los soldados iban a beber luego de una batalla.
B. el nombre que se les daba a las mujeres que acompañaban a los regimientos.
C. una especie de hospital de campaña al que acudían los heridos durante la batalla.
D. un pequeño compartimento utilizado para transportar algunos alimentos y
bebestibles.
14. ¿Qué hacía Candelaria Pérez inmediatamente antes de unirse al Ejército de Chile?
A. Trabajaba como empleada doméstica en Perú con una familia holandesa.
B. Era cocinera en el ejército de la Confederación Perú-Boliviana.
C. Trabajaba en Perú como cocinera en su propia fonda.
D. Vivía en Santiago en un barrio llamado La Chimba.
15. De acuerdo con el texto, ¿qué experiencia le sirvió a Candelaria para
desempeñarse como mensajera en el Ejército chileno?
A. Haber vivido en Perú.
B. Haber sido empleada.
C. Saber curar heridas.
D. Saber cocinar.
16. Candelaria recibió el grado de sargento
A. al momento de enlistarse en ejército.
B. luego de morir, como homenaje póstumo.
C. debido a sus conocimientos de cocina y enfermería.
D. por el valor demostrado en la batalla de Pan de Azúcar.
17. Según el texto, ¿cuál fue el gran aporte de Candelaria Pérez?
A. Ser un ejemplo para los soldados de la Confederación.
B. Ser la primera mujer en recibir el grado de sargento.
C. El valor demostrado en las batallas en que participó.
D. El dar inicio a la tradición de las cantineras en Chile.
18. ¿Cuál es la función de la imagen que acompaña el texto?
A. Mostrar una rabonera del ejército peruano.
B. Mostrar una cantinera con su uniforme y sus condecoraciones.
C. Mostrar cómo desempeñaban su trabajo las cantineras chilenas.
D. Mostrar a Candelaria Pérez en su uniforme cuando fue condecorada.
19. ¿Cuál es la función del texto?
A. Destacar a Candelaria Pérez como precursora de la labor posterior de las
cantineras en la Guerra del Pacifico.
B. Informar sobre las diferentes funciones que desempeñaban las mujeres durante las
guerras del siglo XIX.
Defender la valentía de las mujeres en la guerra en relación con el comportamiento de
los hombres.
C. Comparar las labores que ejercieron las raboneras y las cantineras en sus
respectivos ejércitos.
20. ¿Estás de acuerdo con que las mujeres participen como combatientes en la
guerra? ¿Por qué?
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Lee el siguiente texto y responde las preguntas 21 a 27.
Cantar de Mío Cid
Cantar tercero, La afrenta de Corpes
112
Suéltase el león del Cid
Miedo de los infantes de Carrión
El Cid amansa al león
Vergüenza de los infantes
Estaba el Cid con los suyos en Valencia la mayor
y con él ambos sus yernos, los infantes de Carrión.
Acostado en un escaño dormía el Campeador,
ahora veréis qué sorpresa mala les aconteció.
De su jaula se ha escapado, y andaba suelto el león,
al saberlo por la corte un gran espanto cundió.
Embrazan sus mantos las gentes del Campeador
y rodean el escaño protegiendo a su señor.
Pero Fernando González, el infante de Carrión,
no encuentra dónde meterse, todo cerrado lo halló,
metióse bajo el escaño, tan grande era su terror.
El otro, Diego González, por la puerta se escapó
gritando con grandes: “No volveré a ver Carrión.
”Detrás de una gruesa viga metióse con gran pavor
y, de allí túnica y manto todos sucios los sacó.
Estando en esto despierta el que en buen hora nació
y ve cercado el escaño suyo por tanto varón.
“¿Qué es esto, decid, mesnadas? ¿Qué hacéis aquí alrededor?”
“Un gran susto nos ha dado, señor honrado, el león.”
Se incorpora Mío Cid y presto se levantó,
y sin quitarse ni el manto se dirige hacia el león:
la fiera cuando le ve mucho se atemorizó,
baja ante el Cid la cabeza, por tierra la cara hincó.
El Campeador entonces por el cuello le cogió,
como quien lleva un caballo en la jaula lo metió.
Maravilláronse todos de aquel caso del león
y el grupo de caballeros a la corte se volvió.
Mío Cid por sus yernos pregunta y no los halló,
aunque los está llamando no responde ni una voz.
Cuando al fin los encontraron, el rostro traen sin color
tanta broma y tanta risa nunca en la corte se vio,
tuvo que imponer silencio Mío Cid Campeador.
Avergonzados estaban los infantes de Carrión,
gran pesadumbre tenían de aquello que les pasó.
113
El rey Búcar de Marruecos ataca a Valencia
Así estaban los infantes dolidos de gran pesar,
cuando fuerzas de Marruecos Valencia quieren cercar.
Allí en el campo de Cuarto van los moros a acampar,
cincuenta mil tiendas grandes allí plantadas están.
Mandábalos el rey Búcar, de quien habréis oído hablar.
114
Los infantes temen la batalla
El Cid los reprende
Al Cid y a todos los suyos gran contento les entró,
van a tener más ganancias y dan las gracias a Dios.
Pero mucho lo sintieron los infantes de Carrión,
y al ver tanta tienda mora muy poco gusto les dio.
Entonces los dos hermanos se apartaron a un rincón:
“Calculamos las ganancias, pero los peligros no.
Ahora aquí en esta batalla tendremos que entrar los dos,
me parece que ya nunca volveremos a Carrión
y que enviudarán las hijas de Mío Cid Campeador.”
Aunque hablaban en secreto, los oye Muño Gustioz
y fue a contarlo en seguida a Rodrigo su señor.
“Ahí tenéis a vuestros yernos. De tan valientes que son
al ir a entrar en batalla echan de menos Carrión.
Idlos vos a consolar, por amor del Creador,
que no entren en la batalla y se estén en paz los dos.
Con vos nos basta a nosotros y ya nos valdrá el Señor.”
Mío Cid el de Vivar muy sonriente salió:
“Dios os guarde, yernos míos, los infantes de Carrión,
mis hijas en vuestros brazos están, más blancas que el sol.
Yo suspiro por batallas y vosotros por Carrión.
Quedáos aquí en Valencia, holgad a vuestro sabor,
que de luchar con los moros ya entiendo bastante yo
y a derrotarlos me atrevo con merced del Creador.”
115
Mensaje de Búcar
Espolonada de los cristianos
Cobardía del infante Fernando
(Laguna el manuscrito: cincuenta versos que se suplen con el texto de la “Crónica de
veinte reyes.”)
Generosidad de Pedro Bermúdez
Cuando estaban hablando de esto envió el rey Búcar al Cid que le dejase Valencia y
se marchase en paz; que, si no, le pagaría todo lo que había hecho. El Cid dijo a aquél
que trajera el mensaje: “Id a decir a Búcar, a aquel hijo de enemigos, que antes de tres
días ya le daré yo lo que pide.”
Al día siguiente mandó el Cid que se armasen todos los suyos y salió contra los
moros. Los infantes de Carrión le pidieron entonces atacar en primer lugar, y cuando el
Cid ya tuvo formadas sus filas, don Fernando, uno de los infantes, se adelantó para ir
a atacar a un moro llamado Aladraf. El moro, cuando le vio, arrancó también contra él,
y el infante, con el gran miedo que le infundió el moro, volvió riendas y huyó, y ni
siquiera se atrevió a esperarle.
Pedro Bermúdez, que iba junto a él, cuando vio aquello fue a atacar el moro, luchó con
él y le mató. Luego cogió el caballo del moro y se fue tras el infante que iba huyendo, y
díjole: “Don Fernando, tomad este caballo y decid a todos que vos matasteis al moro,
su dueño, y yo lo atestiguaré.”
El infante le dijo: “Don Pedro, mucho os agradezco lo que decís.”
“Ojalá llegue algún día en que esto pueda ser pagado.”
Allí el infante y don Pedro los dos juntos se tornaron.
Don Pedro dice que es cierto lo que cuenta don Fernando.
Mucho le ha gustado el Cid y también a sus vasallos.
“Todavía creo yo, si quiere el que está en lo alto,
que luchando en campo abierto mis dos yernos serán bravos”.
Anónimo. “Cantar de Mío Cid” (fragmento).
21. ¿Qué relación tenían los infantes de Carrión con el Cid?
A. Enemigos
B. Soldados.
C. Vasallos.
D. Yernos.
22. En el texto, se habla del que la expresión “el que en buena hora nació” se refiere a
A. el Cid.
B. Minaya.
C. Bermúdez.
D. el rey Búcar.
23. ¿A qué o quién se refiere el término “mesnadas”?
A. Al león.
B. A las gentes del Cid.
C. A las espadas del Cid.
D. A los infantes de Carrión.
24. ¿Qué hicieron los infantes cuando el león se salió de la jaula?
A. Protegieron al Cid que se encontraba durmiendo.
B. Se burlaron de la actitud de los hombres del Cid.
C. Huyeron y se escondieron en un escaño y una viga.
D. Se enfrentaron al león y lo devolvieron a su jaula.
25. ¿Cuál de las siguientes
el Cid y los infantes?
A. Cid: hábil y astuto;
B. Cid: soberbio y altanero;
C. Cid: déspota y soberbio;
D. Cid: valiente y luchador;
alternativas establece mejor la diferencia de carácter entre
infantes: soberbios y temerarios.
infantes: leales y luchadores.
infantes: valientes y soberbios.
infantes: cobardes y ambiciosos.
26. Del fragmento leído, se infiere que el Cid
A. está interesado solo en las riquezas que obtenía luego de las batallas.
B. desea que sus yernos demuestren su valor en batalla.
C. teme a los moros y quiere devolverse a su patria.
D. está acostumbrado a luchar contra los moros.
27. ¿Qué hizo Pedro Bermúdez en la batalla por Valencia?
A. Se quedó en la retaguardia esperando que iniciara el combate.
B. Peleó en lugar de Fernando e hizo creer a todos que fue él.
C. Retó al Cid a la batalla para recuperar su ciudad y riquezas.
D. Pidió al Cid ser el primero en atacar a los moros de Búcar.
Lee el siguiente texto y responde las preguntas 28 a 33.
Extraído de www.sernac.cl
28. La imagen
A. certificación.
B. información.
C. seguridad.
D. excelencia.
se usa en el texto como ícono de
29. ¿Cuál es el propósito del afiche?
A. Explicar cómo analizar la calidad de los elementos de seguridad.
B. Informar sobre los dispositivos de seguridad de los vehículos.
C. Describir la forma de usar diversos dispositivos de seguridad.
D. Cuestionar las normas sobre seguridad en los vehículos.
30. ¿Cuál es el objetivo de la campaña?
A. Promover la nueva legislación sobre dispositivos de seguridad.
B. Que los usuarios compren en el comercio formal.
C. Promover los viajes en vehículos particulares.
D. Que los usuarios de vehículos viajen seguros.
31. De acuerdo con el punto 2, es importante
A. hacer valer nuestros derechos como consumidores.
B. conducir con precaución de manera de evitar accidentes.
C. escoger dispositivos de seguridad adecuados a cada persona.
D. leer y seguir las instrucciones de los dispositivos de seguridad.
32. Las imágenes
, ¿qué idea representan?
A. El uso de dispositivos de seguridad.
B. El consumo saludable de productos.
C. La necesidad de viajar solo en automóviles.
D. La importancia de informarse adecuadamente.
33. ¿Con qué fin se sugiere comprar en el comercio formal?
A. Para asegurarse de que el producto sea usado correctamente de manera de
disminuir las lesiones graves.
B. Para poder ejercer los derechos como consumidor en caso de que el producto
presente fallas.
C. Para informarse como consumidor y seguir las instrucciones de los productos de
protección.
D. Para cumplir con las leyes vigentes y evitar multas costosas.
Lee el siguiente texto y responde las preguntas 34 a 39.
Ciclistas: una nueva especie
Señor Director:
Junto con el aumento explosivo de ciclistas por la ciudad, me ha llamado mucho la
atención los múltiples peligros que experimentamos todos aquellos que, por una u otra
razón, e incluso contra nuestra voluntad, tenemos alguna cercanía con ellos. Parece
que ellos creen que son tan especiales que están al margen de todas las normas y
leyes. No son pocos los casos de peatones que han sido víctimas de sus atropellos,
quedando estos en la más absoluta impunidad. Pareciera, además, que ellos cambian
su condición a su antojo: cuando les conviene son peatones y cruzan por los pasos
peatonales a una velocidad que ni el más avezado de los automovilistas alcanza a
reaccionar para cederle el paso a estos transeúntes, o para cambiar en forma
imprevista su rumbo "circulando" contra el tránsito como una persona más. Y cuando
les conviene pasan a ser vehículos, exigiendo el respeto como cualquier otro
automóvil, claro que con una salvedad, muchos van con espectaculares audífonos
escuchando música a todo volumen, haciendo caso omiso de todo tipo señales del
tránsito, incluso alguna bocina de advertencia o el paso de carros de emergencias,
como bomberos, ambulancias o la policía. ¿Por qué los ciclistas pretenden tener un
estatus especial, en circunstancias de que deberían respetar, como todos, las normas
del tránsito? Incluso se les debería practicar el alcotest a los múltiples pillos que
creyeron que podían cambiar el automóvil por la bicicleta para seguir bebiendo
irresponsablemente.
Alexandra Feuereisen Eggers. Estudiante.
Extraídos www.elmercurio.com
34. ¿Cuál de las siguientes alternativas presenta la opinión principal o tesis de la
autora?
A. Los ciclistas deben aprender a convivir con los peatones.
B. El último tiempo ha habido un aumento explosivo de ciclistas por la ciudad.
C. Los ciclistas creen que son tan especiales que están al margen de las leyes.
D. Las personas deben convivir con los ciclistas incluso contra su propia voluntad.
35. ¿Cuál de los siguientes elementos textuales introduce una opinión de la autora?
A. “Junto con”.
B. “Parece que”.
C. “No son pocos”.
D. “Incluso alguna”.
36. ¿A quiénes se refiere el elemento destacado de la expresión “para cederle el paso
a estos transeúntes”?
A. A los peatones atropellados por los ciclistas.
B. A los ciclistas cuando cruzan por los pasos peatonales.
C. A los automovilistas que deben convivir con los ciclistas.
D. A los ciclistas cuando van con audífonos escuchando música.
37. ¿Qué significado tiene en el texto la palabra “avezado”?
A. Transeúnte.
B. Negligente
C. Experto.
D. Rápido.
38. ¿Qué pretende la autora cuando dice que “muchos van con espectaculares
audífonos escuchando música a todo volumen”?
A. Analizar un hecho que sucede siempre.
B. Diferenciar a los ciclistas de los peatones.
C. Comparar a los ciclistas con los automovilistas.
D. Evidenciar la irresponsabilidad de algunos ciclistas.
39. ¿Estás de acuerdo con la autora de la carta? ¿Por qué?
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40. Lee nuevamente el texto “Ciclistas: una nueva especie”. Ponte en el lugar de un
ciclista y escribe una carta al director entregando tu punto de vista respecto a lo que
señala la autora y/o a lo que sabes o has vivido tú mismo(a), considerando los
elementos propios de este tipo de texto. Considera lo siguiente:
1. Planifica tu texto.
Previamente puedes hacer una lluvia de ideas con todo lo que se te ocurra que
podrías desarrollar en tu texto, y luego, organiza esas ideas.
Usa este espacio para planificar tu carta al director.
2. Escribe tu texto.
Lee tu texto para asegurarte de que se entienda. Apóyate en las siguientes preguntas:
a) Propósito: ¿seguiste la instrucción que se te dio?
b) Tema: ¿todas las ideas se relacionan con el tema?
c) Desarrollo de ideas: ¿agregaste suficientes ideas como hechos y opiniones que
luego desarrollaste?
d) Claridad: si alguien leyera tu texto, ¿lo entendería fácilmente?
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