/ �nbíce Preludio: Absolución definitiva 4 Introducción 12 Capítulo uno: Contra todos los demonios 18 Capítulo dos: Llamada a las armas 40 Capítulo tres: La mente de la Inquisición 80 Capítulo cuatro: Personajes y drama 100 Capítulo cinco: Palabra de Dios 122 Capítulo seis: Narración 152 :Jlunca me �an ímportabo fas puestas be so(. El glorioso despliegue de colores que se extiende por el cielo occidental es poco m8s que el anuncio del ocaso y de la noche que se acerca. Para mí, la noche no est8 ligada al descanso, sino al horror, ya que la noche es el momento en el que ell nfierno es m8s poderoso y cuando los que lucha­ mos contra él debemos estar m8s atentos. Temo queesta noche no ser8 distintade cualquier otra.La muerte acecha en las calles de Foix, y el causante est8 ante mí: un pesado tomo negro asegurado con cierres de bron­ ce y asegurado con sellos infernales que recorren el cuero de sus cubiertas y el bronce de sus bisagras. Carezco del coraje necesario para leer su contenido, aunque no me hace falta. El libro apesta a carroña: sus p8ginas despren­ den tal hedor a muerte que casi soy incapaz de soportarlo, aunque mis compañeros son incapaces de percibirlo. Sin embargo, no es el Único volumen de esta clase que tengo en mi posesión, por lo que si condeno al Hermano Reniel por desearlo o por caer bajo su hechizo, también debo condenarme... -Extracto del diario privado del Hermano Leopold von Murnau, Inquisidor de la Orden de los Frailes Predicadores PR€CUDIO: RSSOCUCIÓN D€fl)'ITCIVR El hermano Leopold von Murnau no esperaba ser bien recibido en Foix hereje hasta hacía unos pocos años, cuando el sangriento conde Roger Bernard fue sometido � l a voluntad de su rey y la Iglesia. Sin embargo, como Leopold por un buen motivo: In ciudad hab(a sido la capiral de la resistencia sabía con cerre:a, someterse no era sinónimo de rendirse. Los habitantes de las estrechas callejuelas les miraron con re celo mientras se echaban a un lado a su paso. , adie habló por temor a que el al monje estuviera escuchando. El ruido de los cascos de sus monturas golpear con el p<•vimento era el único sonido que rompía el tenso silencio. Sir Baudioun le Breron azu:ó a su montura para ponerse a la altura de la mula de Leopold. Los ojos del caballero permanecían alerta mientras resto... el Hermano Herve, el Hermano Raimond y la Hermana Berengaria... -Se estremeció mientras sus bra;:os apretaban con más fuer•a la manta su mano descansaba en su cadera a pocos centímetros del puño de su alrededor de su delgado cuerpo espada. Tras é l se encontraba Philippe, el joven paje de Baudioun, que pude encontrar. Estoy seguro de que el Hermano Herve ni iquiera lleg{¡ montado a lomos de su propio caballo y encargado de las riendas de la a levantarse, ya que lo encontré en la cama. Y la Hermana Berengaria ... mula de carga y de las del caballo de batalla de su maestro. Tanto el caballero como el paje iban vestidos de blanco, aunque solo la capa de Baudioun mostraba el crucifijo rojo que lo identificaba como Caballero . Recogí sus cuerpos, o al menos las partes Debió ele intentar huir tras el primer golpe, ya que encontré u cuerpo en el patio. Y su cabeza... estaba a unos metros de distancia del cuerpo. Baudioun se persignó. Mendicante de Acre, un sirviente tanto de Dios como del Dominico -Dios se apiade de sus almas -murmuró con voz queda. vestido de blanco y negro que cabalgaba a su lado. -iCómo sabéis que esta obra fue responsabilidad de lo:. demonio \ Leopold ignoró las miradas e intentó no pensar en el riesgo, sino en su misión. No estaban aquí para cazar herejes, la Iglesia tenía enemigos mucho más peligrosos. no de los hombres? -preguntó Leopold-. El conde y sus hombres ya han hecho cosas similares en el pasado y se han mostrado orgullosos de ello. -El conde estuvo en Tolosa durante la semana pasada, o al menos eso -l\o en\'idio las tareas de vuestro compa1ieros, hermano -comentó es lo que el prior de Sr. Volu ien nos dijo -afirmó el Hermano Renier-, el cahallero en voz baja. Solo hablaba francés, el único idioma que tenían y la puerta estaba cerrada cuando regresé. Cuando nadie respondió a m1 en común, ya que Baudioun desconocía el latín. llamada, decidí abrirme paso a través de uno de los postigos de la planta baja. -Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza -replicó Leopold-, al Y cuando subí a la planta superior ... -La voz de Renier se apagó al mismo igual que cuida del gorrión, cuida de todos nosotros. -Tomó un pequeño tiempo que con su mano hacía un gesto hacia el desorden de la habitación. libro de la bolsa que colgaba de su cadera y lo consultó-. La casa capitular debería estar al final de ese callejón. -Parece extraño -dijo Sir Baudioun mientras se agachaba sobre el sucio suelo para remover lo:. restos con la punta de su espada justo cuando desmontaron, un mendigo que descansaba en un portal desenvainada-. i\ieis esa mancha de sangre de la pared? iDonde la cercano se incorporó y se dirigió hacia ellos. Baudioun apretó su mano sobre el pomo de la esp�da mientras se interponía entre la harapienta criatura y argamasa se ha resquebrajado? Algo la golpeó con fuerza. Y mirad, allí sus compañeros. -Espera �murmuró Leopold mientras colocaba su mano sobre el brazo del caballero. no hay ningún rastro de sangre. La huida tendría que haberla empapado como si fuera una esponja -aÍirmó mientras volvía a remover los restos-. iVeis? Todo está limpio y seco. -La cabeza del Hermano Raimond estaba... abierta como si fuera El mendigo retiró la manta que le cubría la cabe:a, revelando una tonsura monacal, aunque la antaño limpia coronilla estaba recubierta de pelo. -Alabado sea el Se1ior �murmuró con premura-. Había abando­ nado toda esperanza. -Acto seguido dijo la frase clave-: Sed libera nos a malo (Líbranos de todo mal). -Et ne nos indulcas in tentarionem -respondió Leopold continuando de forma deliberada la frase (Y no nos dejes caer en la tentación)-. Soy el un hue\'O �añadió el Hermano Renier�, pero se encontraba allí, junto a la ventana. El caballero se puso en pie y e acercó hacia el lugar señalado por el fraile. -Aquí tampoco hay demasiada sangre -informó-. Hay un peque110 rastro en el lugar donde debió descansar su cabe:a, sin embargo... El Hermano Leopold miró hacia el suelo y hacia el otro lado de la ventana. A este lado de la casa se abría un precipicio que llegaba hasta el Hermano Lcopold, y este es Sir Baudioun, nuestro hermano en la rarea que río situado quince metros más abajo. Podía divi;ar los restos de los postigos el Señor nos ha encomendado. de roble cerca de la orilla. La jamba de la \'entana también estaba hecha Ahora que lo veía más cerca, Leopold pudo comprobar que el mendigo peda�os, como si hubiera sido golpeada con ganchos de hierro. era má� joven de lo que aparentaba a primera vista, a pesar de su lamentable Leopold se dirigió hacia el interior de la habitación y buscó en su boba. estado. Bajo la sucia manta iba vestido con el hábito rojo de la orden de San El primer libro que sacó tenía una cubierta rojiza hecha de cuero repujado. Teodosio. Con un silbido de irritación lo \·olvió a meter dentro y sacó el peque!lo tomo -Hermano, ihay algo que ande mal? iO acaso es costumbre de vuestra orden abrazar la pobreza y mendigar por la comida? El joven monje ni siquiera se inmutó. -No lo es -admitió�, aunque me ha ayudado a mantenerme a salvo. Hay un demonio que pulula por las calles al anochecer, Hermano. que había estado con ultando durante el viaje. Lo abrió, bmcó una página, se detuvo súbitamente y miró a su alrededor. -Hermano Renier -dijo mientras observaba el desastre de la casa capitular bajo un nuevo punto de vista, buscando lo obvio (algo que no estaba en ningún sitio)�. iDónde están los libros' Temo por todos nosotros, ya que soy el único que queda vivo. t tt -iDios bendito! -murmuró Sir Baudioun mientras entraban en las tt t El sacerdote estaba oficiando una misa funeraria en el santuario principal de St. Volusien cuando el Hermano Leopold hi:o acro de presen­ ruinas de lo que antalio había sido la casa capitular de la Inquisición, ahora cia, por lo que el inquisidor se retiró a un tranquilo lugar bajo el ábside para convernda en un lugar saqueado situado sobre una tienda vacía. Al darse esperar y orar. Los apuntes que había tomando del Consejo no le decían cuenta de la mirada reprobatoria de Leopold, miadió-. Perdonadme Hermano. En nombre de Dios, iqué pasó? Casi no quedaba ninguna pieza de mobiliario en pie. Las jambas de las ventanas colgaban de las bisagras, los colchones estaban ,bhechos y la ropa cómo ponerse en contacto con cualquier Owli de Foix, por lo que solo le quedaba la csperan:a de que, si se dejaba ver, alguno de ello� contactaría con él. Baudioun y Philippe habían ido a buscar un establo donde dejar las monturas. El Hermano Renier también se había retirado mientras murmu­ había sido convertida en harapos. En el ¡1mbiente flotaba un olor enfermi:o raba algo acerca de recuperar sus posc�ione:., aunque Leopold :.e preguntaba de sangre seca y carne chamuscada, aunque Leopold no podía di tinguir la por la naturale:a de las posesione� del jm·en monje. porción del olor que provenía de la habitación de la que se generaba en sus Metió la mano en la bolsa para coger su misal, pero lo que extrajo fue el mismo tomo rojo que había hecho su inconveniente ap;1rición en la casa sentidos. Al menos la sangre debía de ser real, ya que podía ver lugares en los que lm restos estaban marcados por manchas parduzcas. -Ocurrió hace seis noches -les indicó el Hermano Renier�. Gracias a Dios, no me encontraba aquí cuando el demonio atacó. Pero el capitular. El título estaba grabado en la cubierta, así como un intrincado diseiio de hojas y enredaderas. Libellwn Secretum Sartadis. -<No tienes l'ergüenza? -siseó-. iOsas atOrmentarme incluso en la casa del Sei'ior? Hizo el ademán de volverlo a poner en su sitio, pero se detuv o. Era evidente que había algo demoníaco en Foix, y el Libelus podía dar alguna pista sobre su naturaleza. Sin embargo , como Leopold sabía, su a utor no era una fueme de confianza. Dudó durante un largo intervalo, momento tras el que giró sobre sus pasos y abandonó el suelo samo de la iglesia en busca de un lugar privado en el claustro. Solo entonces, protegido por una oscura arcada, abrió e l libro en una página al azar para leer el el egamc rexto latino: �emía que te f)ubíeras o(l)íbabo be mí. -Ojalá Dios lo permitiera -murmuró Leopold. En ese momento cerróellibroy lo dejó a un lado, ya que alguien había entrado en el claustro . Uno de los monjes había abandonado la igle sia, a pesar de que la misa rodal'ía no había acabado, y caminaba con rapide: a lo la rgo del pa;illo que la rodeaba. Se detuvo en una esquina y c;pcró hasra que Leopold ley¡mtó su mirada. Una de sus manos se movió formando símbolos que los monjes usan cuando deben mantener mto de silencio. Hermano, debemos hablar. Leopold volvió a colocar elLibelus en el interior de su bolsa y lo siguió. tt t Cuando el Hermano Leopold regresó a la casa capitular, Ba udioun y Philippe estaban ocupados limpiando los restos, separando cu¡¡lquier mueble que pudiera repararse de los desti nados al fuego. R enier hahía estado ordenando el contenido di sperso de los armarios, materiales que iban desde enseres y hierbas para cocinar hasta material de escritorio. Había encontrado un recip iente para el agua sagrada bendecido por el Ohispo de Tolosa que estaba milagrosamente intacto. Lcopold a pre ci a ba sus e sfuer:o s , aunque el lug a r todavía hedía. No p od ía poner a mano en-eUuego, pero sentía cierto malestar en su estómago, casi podía semir el sabor de la maldad i.¡ue ace chaha cerca de este lugar. -(Bien� -preguntó Baudioun-. <Qué tiene que d ecirnos el pe­ queiio espía de Rodríguez! <Algo útil? -Quizá. Jaufrc el vendedor de vinos fue asesinado en su casa ayer. -Leopold se acercó a la ventana y tocó las profu ndas cicatrices de la madera. La viuda de jaufre tenía esas mismas cicatrices-. Las habitacio­ nesy la tienda f ueron saqueadas, como si alg uien bu scara algo determinado. El espía me contó que conservaba algunos libros de MI juventud. El cofre donde los guardaba había sido for:ado y los libros habían desaparecido. Pero su caja fuerte e taba intacta. -i]aafre? -suspiró Renier-. Pero no era uno de los nuestros... -Otra vez los libros -dijo Baudioun mientras se rascaba la barba-. Muy extraflo. iPara qué querría un demoni o l os l ibros1 i Acaso J aufre comerci ab a con e llos? -Normalmente no. Hace una semana un castellano le había ofrecido un libro a cambio de un odre, pero J a ufre lo recha:ó. Cre ía que era herético. El castellano debió de acabar enco n trando un com pra­ dor, ya q u e regresó a la tienda una hora más tarde con monedas de plata en su bolsillo. -A p ropósito, Hermano Re ni er --<lijo Leopold mientras miraba al monje-, afirmasteis que grac ias a la pro videncia divina no estabais aquí la noche en que el lugar fue atacado y murieron vuestros compaíieros. Creo que no me dijisteis dónde estu·visteis. O mejor, dónde habéis estado las pasadas seis noches. La mirada de Renier se volvió recelosa. -Estuve vagando por ahí -respondió-, no me atrevía a permane­ cer en el mismo lugar durante dos noches seguidas, y aun así no he dormido por temor a ser atacado mientras descansaba, tal y como le ocurrió al Hermano Herve. -iY la noche en que la casa capitular fue arrasada? -preguntó el Hermano Leopold una vez que Renier concluyó su afirmación-. iQué motivo os impulsaba a estar alejado de vuestros hermanos? -Yo .. . tenía permiso del prior para estudiar en la biblioteca de St. Volusien. Estudiaba mucho mejor cuando los hermanos dormían. -Supongo que en ese caso habrás conocido al Hermano Jerome, el bibliotecario. -Sí, por supuesto. -Que se encontraba en la enfermería y por ende fue incapaz de abrir las estanterías. De hecho, el abad tuvo que enviar a un monje para que recuperara la llave anres de maitmes. El rostro de Rainier palideció y bajó su mirada hacia el suelo mientras sus dedos juguetearon nerviosamente con los raídos restos de una manta. -Hermmio, no estuvisteis en la abadía esa noche -dijo Leopold con mirada severa. -No -admitió Renier. No se atrevía a levantar la mirada-, perdonadme, Hermano. Yo ... estuve en la vinatería de Jaufre. Era incapaz de traerlo a un lugar sagrado. Cada vez que lo intentaba, acababa caminando en dirección contraria. -iCúmo7 -Leopold sintió un súbito escalofrío mientras retenía la respiración. -Os juro que no lo sabía -dijo Renier de forma atropellada-, nunca pensé que pasaría esto. Lo siguiente que supe fue que todos estaban muertos y desconocía qué debía hacer. Renier abrió la manta con dedos temblorosos. En su interior había una bolsa de cuero muy similar al que Leopold utilizaba para transportar sus libros. La quemazón en el estómago de Leopold se hizo más intensa y su sentido del olfato le transmitió un hedor de carne podrida que provenía de donde se encontraba Ranier. Leopold observó con sorpresa cómo Ranier abría la bolsa y extraía un grueso tomo negro con cierres de bronce. -El libro del castellano que Jaufre no quiso comprar -susurró Renier-; yo lo adquirí. -iQué hiciste1 -rugió Baudioun-. iPor las pelotas de Criswr iEn qué estab as pensando? Renier estalló en lágrimas mientras se tambaleaba de un lado a otro con las manos sobre su rostro. -iBaudiounr -gritó Leopold mirando al caballero-. iYa es suficien· re1 Ahora no es el momento adecuado. Tenemos otros problemas más importantes que resolver. El caballero cruzó sus brazos sobre el pecho con gesto enfadado, pero no dijo nada más. -Renier -dijo Leopold con firmeza. Al ver que el monje no respondía, se acercó a él y le puso la mano sobre su espalda, obligándole a mirarlo a la cara-. Hermano, escuchadme con atención. El joven monje consiguió asentir de forma entrecortada. -Nuestro Setior es generoso y perdona incluso los pecados más importantes. Ahora necesitamos ,·uestra ayuda. iCuál es el nombre del libro que comprasteis? Rcnier aspiró profundamente. -Es un nomen angelorum -dijo-, todos los nombres conocidos, incluso de los que siguieron a Lucifer y fueron expulsados del infierno. -Un libro con los nombres de los demonios. Que Dios se apiade de nosotros. -Leopold se masajeó la frente-. Y ese hombre, el castellano, itenía idea de lo que era? Probablemente sería incapa: de leerlo. -No creo que pudiera -afirmó Renier-, ya que en ese caso me hubiera pedido más dinero. Lo cierto, Hermano, es que no me extrañaría que fuera robado. Estaba ansioso por venderlo. -Y ahora me temo que hay alguien, o algo, que quiere recuperarlo -dijo Baudioun-, alguien que está dispuesto a matar y mutilar a mocentes hombres de Dios. -Hermano, iqué puedo hacer?- preguntó Renier mientras miraba a Leopold esperando una respuesta. Por supuesto, Leopold pensó con amargura, los Mumau somos los expertos en asuntos demoníacos. -Quemadlo -grutió Baudioun-, el libro esrá maldito. Debería­ mos destruirlo. -No haremos eso -dijo Leopold mientras alzaba un brazo para detener las protestas de Baudioun-. Al menos no todavía. Creo que podemos utilizarlo de otra manera ... si es que la criatura lo desea con tantas ganas. -Ah, Hermano, adivino vuestros pensamientos y me gustan. -El caballero sonrió mientras colocaba su mano en el pomo de la espada-. Anzuelo. ttt Un diccionario de nombres de demonios. Leopold temblaba con solo pensar en ello; algunos hombres habían sido incinerados por menos. Ciertamente era algo por lo que un hechicero enviaría a un demonio para recuperarlo. En su interior estaba de acuerdo con Baudioun: el libro debía ser destruido. Pero este acto no garantizaba que el demonio detuviera su letal búsqueda. Sus actos eran los de una criatura que carecía de una verdadera comprensión de lo que debía buscar. Eso sin contar que había algo en el alma del inquisidor que clamaba venganza: ningún demonio podía matar a tres de los suyos y quedar impune. Y solo había una forma de atraerlo hasta el lugar adecuado. La única iluminación de la casa capitular provenía de unas pocas velas mientras la noche descendía sobre la ciudad. Se habían unido a los monjes de St. Valusien para vísperas, justo antes del anochecer. Baudioun se arrodilló para rezar mientras sostenía su espada ungida desenvainada ante él y apoyaba su frente en la empuñadura. Había ordenado a Philippe que permaneciera en el interior de la abadía, ya que si ocurría lo peor, al menos un miembro del grupo sobreviviría para informar al Consejo de su destino. Ranier también se arrodilló míemras sostenía el precioso recipiente de agua sagrada en sus manos y murmuraba sus penitencias. Su hábito no estaba demasiado limpio, pero al menos su tonsura esraba recién afeitada. Leopold había escuchado su confesión y le había absuelto, aunque el problema con su posición en la Inquisición tendría que ser transmitido al Consejo ele la Fe de Tolosa. Vistas las circunstancias, Leopold no se sentía cualificado para juzgarle. Cuando terminó sus oraciones, Leopold tomó una vela y bajó las escaleras que se dirigían hacia la planta baja para comprobar lo que el Libellus Secretwn Sartaelis tenía que decir al respecto. Cuando lo hacía se sentía impuro, ya que independientemente de que sucumbiera a la debi­ lidad de su sangre o su curiosidad, era su pecado personal, la espina clavada en su carne. Y a pesar de ello, no pudo resistir abrir las páginas una vez más. �u protector está en lo cierto � lo subes. 'neberíus quemar e( Líbro. Esta frase le sorprendió. Sartael no solía expresar su opinión de forma tan dírecw. Además, se mostrab�1 de acuerdo con el sentido común de Baudioun y el suyo, un hecho doblemente sospechoso. -(Debería hacerlo1 -preguntó-. iQué te impulsa a dar este consejo? Pensé que me indicarías lo contrario ... �s un objeto pdigroso. Dbiaría ver como mueres antes be tiempo, ya que me {)e acostumbrabo a bisfrutar be nuestras conversaciones ocasionares. Leopold frunció el ceño. iQué le im pulsaba a decir eso... ? A h, sí. Por supuesto. Debería haberlo s up uesro. -Tu nombre está escrito en él, (\'erdad� iTu verdadero nombre? <E; por eso por lo que quieres que lo destruya' �( ser que [o busca ya se ba cobrabo cinco oibas morta(es. 9?o es una criatura con (a que se beba especu(ar. Quema e( ríbro y bejará be buscarte. ·1 o -Por Cristo y la Cru: Verdadera -murmuró mientras se abalan:aba hacia delante, pero nunca llegó a estar lo suficienremenre cerca. El demonio agarró los resros de un banco y los lanzó hacia el caballero como si fue ran una lanza. El proyect il de roble le golpeó en mitad del pecho con la fuerza de una catapulta, desequilibrándolo y hac iéndole caer sobre un monrón de muebles rotos. No volvió a levantarse. Leopol d aprovechó roda la v enraj a que pudo obtener del ataque de Baudioun, colocándose entre la criatura y el libro. El demonio le siguió con la mi rada. Ahora que se había materializado por completo , su pi el era de color gris moteado, irregular y áspera como la piedra. En algunos lugares del c uerpo formaba espinas ir r egulares. El demon io gruñó y sus labios se retorcieron en una mueca que dejó has contestado a mi pregunta. La página permaneció en blanco, hecho que sirvió para responder a Leopold . -iCómo puedes estar tan seguro de que lo detendremos si quema­ mos el libro? l ¿<)Jle estás pibienbo conse 'o?<pobría contarte tantas cosas sobre eoo bestía y su señor, e( ugar be bonbe oíno, sus míebos y bebíHbabes. :tobo (o que tíenes que f)Qcer es preguntar. Preguntar, eso e s todo lo que quería que hiciera, o al meno eso es l o que admitía. Pero a pesar de lo tentador de la oferta, no se atrevía a acep tarl a. Mejor permanecer ignorame )' en las manos de Dios que pmbar el conocimiento de la Serpience y ser expulsado del Edén. -Quizá en otro momento -dijo mientras cerraba el libro para cvirar oír la respuesta-. Ese libro no es el ú nico que deberíamo s quemar. Pero su amena:a estaba vacía de contenid o, y él lo sabía. Subió las es caleras para unirse con el resto. Se1ior, ten misericordia de este miserable pecador y perdona las debilidades de mi alma... ttt ver su dentadura bestial. Acto seg uido elevó uno de sus brazos y sei1aló el wmo negr o que se encontraba detrás del monje. -iAddicere libelus' -Su voz era profunda y hueca, poco más que un rugido, pero su gesto era inconfundible. -No -dijo Leopold manteniendo la calma. El hedor de la criatura era terrible y sus ojos comenzaron a llenar e de lágrimas. Alzó su mano, sosteniendo su ros ario y su crucifijo de plata en ademán defensivo. El demonio aulló como si esperara recibir un golpe, aunque no retrocedió. -iAddicere libellus! -volvió a repe tir, aunque no con tanta au tori d ad. Renier dio un paso hacia delante, sosteniendo el rec ipieme de agua sagrada con una mano mientras que con la otra comenzaba a di buj ar el símb ol o de la cruz en el aire. ­ -In nomine Pacris ec Filii, ec Spiriws Sancri. El dem oni o giró su cabeza para enfrentarse a la nueva amenaza. Su hocico se iluminó y asestó un pur1etazo treme nd o en el estómago del joven monje. El cuerpo de Renier se dobló al recibir el golpe. Un segundo golpe le empujó hasta la pared opuesta. La c riat ura comenzó a acercarse a él con las mandíbulas abiertas. Unas horas más tarde escuchó un ruido le hi:o abandonar sus oraciones. El hueco sonido de unos cascos sobre la roca, el ruido apagado de unas riendas. Una Yaharada de muerte y podredumbre atra\·e>Ó la \'Cntana transportada por el viento. Leopo ld se puso en pie, se arrastró hacia la ventana y se asomó. En un pequei1o promontorio en la otra orilla del río, casi in\'isible a la lu: de la luna, se al:aba la figura de un j inete encap uchado. Leopo ld no necesitaba su sentido del olfato para darse cuen ta de su antinaturalidad: el caballo ;e movía con demasiada seguridad y sus ojos desprendían una tonalidad p la tead a a la lu: de la luna. El jinete retiró su capucha, revelando un p;\lido rostro cruel enmarcado por una larga melena y una barba negra. Atrajo algo hac ia sus labios: un silbato que emitió pa recido al que se utili:aría para llamar Ba udioun alzó s u es pada. a un halcón. un sonido grave, La r esp uesta no vino del exterior, si no del interior, un ru gido -iNo' -L eopold agarró el romo negro y lo alzó para que el demonio pudiera \·erlo-. i Es esto lo que quieres, verdad1 Déjalo ir... iOéjalo ir en nombre de Dios y de Jesucristo Nuestro Se11or o destruiré el libro, y tú iras con él! La criatura comprendió u latín y dudó cuando ya se agachaba sobre el cuerpo inerte de Renier. Sus ojos se fijaron en el volumen que Leopold tenía e n sus manos -iAdiccere libelltLS! -volvió a gru1'lir. Renier hi:o un movimiento desesperado. Un;� de sus manos reveló el . recipiente intactO de agua sagrada mientras decía con respiración entrecortada. -No ... debes... dársel o - cada palabra era un tormento-, asesino. Con un rugido, la bestia se dio la vuelta para encararse con la víctima que tenía ran cerca, abalanzándose sobre la garganta del monje. En el momento en que abría su mandíbula frente a su ros tro , Renier creciente que no solo se oía, sino que se sentía en los cimientos del edificio al:ó el brazo y rompió el recipiente de ag ua sagrad a justo entre los ojos de en el que se enc onrraba. la criatura. Por la sangre de Cristo ... -dijo Baudioun mientras se ponía en pie Una vaharada de olor a carne quemada llenó la habitación, se guido con la espada de:,envainada. Leopold se giró y lo que vio hi:o que su sangre por un rugido de dolor y rabia del d �monio. Sus pode rosas garras se ·e le helara en las venas. Un demonio, no podía ser otra cosa que una semilla del infierno, se e:;taba materiali:ando tras él, emergiendo de la pared má:; cercam1. Era tan airo como Baudioun y tenía un cuerpo musculoso, aunque su:, rasgos eran bestiab y grotescos, ya que su gran mandíbula estaba repleta de co lmillos afiladm. Sus garras eran largas y estaban curvadas como las de un halctín monstruoso y sus ojos brillaban como asc uas. Y de su espal da emergían un pm Lle alas similares a las de los murciélagos. El demonio se encontraba más cerca de la mesa con el romo oscuro que ninguno de ellos. lan:aron obre el cuerpo de Rcnier, aunque un instante más tarde las dirigió hacia sus ojos para erradicar su agonía . Brillantes hilos de sangre comen:aron a deslizarse por la piel de l a criatura, hecho que demostraba que no estaba hecho de piedra, ya que podría sangrar. -Sangre. . . de Dios... Baudioun se había puesto en pie a pesar de sm heridas. Se mantenía apoyado en l a pared. La sangre había impregnado su cabello y manaba por su frente mientras que su mano libr e descansaba a s u costado. Pero con la otra toda vía sujetaba su espada. - Ahora es mi wrno, pútrida semil la del infierno. El demonio se puso a cuatro patas como si fuera un gran felino, su espalda y utilizando sus alas para mantener el equi librio mientras se giraba hacia la di recc ión de Baudioun. Su rostro era una grotesca ruina debido a los e fec tos combinados del a g ua sagradu y de las profundas heridas infligidas por sus propias garras. Sus ojos eran dos orificios sanguinolentos y sus ollares brillaban mientras giraha la cabeza de lado a lado en busca de su enemigo. Baudioun comenzó a avanzar moviéndose lentamente y agarrándose el costado. Leopold era consciente de su sufrimiento. iVirgen sanra, dale fuerzas ! En ese momento Leopold comenzó a rezar en voz alta: -Dominus illuminatio mea et salus mea quem timebo. DominHs protector vitae meae a qzw trepidaba. El demon io, aunque estaba cegado, podía oír y conservaba roda su fuerza. Con un movimiento de alas golpeó a Leopold y lo de equilibró. El tomo oscuro cayó de sus manos y resbaló por el suelo. La cabeza del demonio siguió el sonido, se abalan:ó tras él, lo agarró entre sus zarpas y dio un salto con la intención de atrave ar la ventana. Pero Baudioun lo detuvo en seco con un certero golpe de espad;1 que golpeó el torso de la criatura. La hoja sagrada atravesó con facilidad la piel, seccionando carne y tendones con facilid ad . El demonio cayó al suelo entre gritos de agonía y convulsiones. A pesar de su terrible herida, mantenía el tomo bien agarrado con una de sus manos. Desesperado por escapar, utilizó sus últimas fuerza� para arrastrar­ se hacia la ventana grita ndo "iMagister! iMagíster!" y estirando su horrible rostro hacia el cielo abierto. -iAudimenri Perros, Magiscer! -iVete al infierno, sucio bastardo! -gruñó Baudioun mientras hendía su espada en el cráneo del demonio. La criatura emitió un último ala rido , aunque Leopold no podía adivinar e l órgano responsable de ello, ya que el golpe del caballero había partido la cabeza por la mitad ha ra el inicio del torso. El monstruo cayó al suelo y comen:ó a temblar; su carne se secó y se desmenuzó ame sus ojos, hasta que todo lo que quedó fue un mamoncito de ceni:as y gra,•a sobre el torno maldito por el que había sacrificado su existencia. -iGracias a Dios! -Baudión cayó de rodillas y se apoyó contra la pared-. Atended a Renier, Hermano. Estoy herido, pero sobreviviré. Leopold rodeó las cenizas y se arrodilló al iado del monje. La parte delantera del hábito de Renier estaba empapada de su propia sangre y un hilillo manaba entre sus labios. -Bendecidme ... -suspiró el monje mientras alzaba una mano. Leopold la cogió entre las suyas. Renier estaba agonizando, poco podía hacer salvo dejarlo en manos de Dios. "\llisereawr tui omnipotens Deus, er dimitís peccacis cuis, perducac ce ad 1•iram aetemam. Amen". arqueando • -Deo Orarías. . . -musitó Renier, y aunque sus labios continuaron moviéndose, no emitió ningún son ido mlicional. Luego dejó de moverse. Baudioun se persignó y murmuró una oración. Leopold se inclinó para cerrar los ojos del monje. iPor qué, Señor' iEra esa su penirencia, morir como el res ro de sus hemwnos? iPor qué él? i Por qué no )'O, ya que mi alma rambién está manchada' i Por qué me habéis sall'ado' Leopold se le,·anró y volvió a acercar e a la ventana. Al otro lado del río, la figura encapuchada hizo girar a su monstruosa montura y comen:ó a alejarse, adentrándose en la noche. ttt Está amaneciendo, un momento más agradable que el ocaso. Mi vela lu:. He escrito una misi,·a al Abad de Laurendine, informándole de la pérdida de cuatro miembros de su orden y asegurándole que murieron sin·iendo a Cristo. Nuestro bra\'O Hermano Renier de cansará con sus hermanos en el cementerio de St. Volusien y me encargaré de que se reciten misas para todos ellos. Cuando regrese a Roma, añadiré sus nombres a la larga lista de ;amos mártires caídos por la causa . El tomo negro está frente a mí, encima de la mesa y envuelto en su forro. Baudioun, antes de que el cansancio y las heridas le obligaran a desplomar e, me ,·olvió a ped ir que lo quemara. >-lo he podido hallar una explicación racional, ya que el motivo para no hacerlo descansa a mi derecha con una apariencia inocente, que al igual que las palabras que aparecen en us páginas, es engaz'io a. Va co nt ra mi propia naturale:a someterme a su Yolunrad, aunque comienza a apagarse, aunque dentro de poco tiempo no necesitaré su al comportarme de esa forma soy más vulnerable a otras tentaciones y ;1 pecados. Aunque en este caso su consej o coincide con el de o mis dudas nacen de la desconfianza o del mal que ya se ha apoderado de mi alma? Y s i Sartael (puedo escribir su nombre aquí, aunque me niego a honrarlo con repeticiones) tiene su propios objetivos, i son todos �us actos makados por naturale:a! iO me ha vuelto a engaz1ar, pretendien­ do defender una cosa con la certe:a de que haré lo contrario! El monstruo que invocó a esa bestia demoníaca todavía hulla la noche y podría enviar a otros horrores para recuperar lo qu e es suyo. Pero, iqué seguridad tengo de que, tal y como afirma Sartacl, si destruyo el libro, el mo ns tru o abandonará su búsqueda? iSama María madre de Dios, dame fuem! La necesitaré para lo que debo hacer... -Extracto del diario privado del Hermano Leopold von Murnau, Inquisidor de la Orden de los Fraile Predicadores . otros Baudioun y con mis propios instintos: el libro debe ser destruido. i Aca 2a jot)en íba a morir pronto. El demonio no tení2 ningun2 intención de 2lirnent2rse y dej2rl2 ir. Osoro miró por l2 ventan2 mientras l2 joven ernp2lidecí2. Sus brazos rodearon al demonio mientras su cuerpo indicaba que incluso si tuviera la oportunid2d de escapar, no lo haría. La duración de todo el proceso (atraer a la joven hacia la sombría esquina, hundir los colrnillos en su suave cuello, drenar su fluido vital y abandonar el cad8ver) no había sido superior a unos pocos segundos. Para Osoro de Madrid, esos segundos habían durado una eternidad. Dios le había concedido grandes dones: su padre habí2 goz2do de inmunid2d ::mte los moros, le había d2do un2 f2rnili2 y un2 herencia rnodest2. Cu2ndo los demonios de l2 . noche vinieron 2 por él, h2ciendo revivir l2s sombras de l2 noche y estrangul2ndo a sus hornbres, Osoro pudo perrnanecerocultoy hallar unaforrnadeincinerara susenernigos mientras escapaba. Cuando Rodrigo de Navarra se acercó a él, Dios le otorgó la sabiduría necesaria corno p2ra reconocer Su Llamada. Pero Osoro hubiera dado cualquier cosa, incluso su propia vida, por no h2ber tenido que contemplar todo aquello. M ientras veía corno l2 joven agonizaba, maldecía silenciosarnente el momento en que se había convertido en un Ojo de Dios. Su cuerpo est2ba ternblando, enfriándose conforme la sangre iba 2b2ndon2ndo sus venas, 2un­ que todavía se agarraba al demonio corno si fuer2 su amante. L2 criatura se apattó de ella, corno si intentara mantenerse alejado mientras continuaba con la boca apretada 2 su cuello. Osoro no comprendió el motivo hasta que vio el vapor que emergía del suelo. Después de todo, incluso los rnuertos pierden el control de su cuerpo. El cuerpo de la joven c2yó al suelo, mornento en que el demonio se incorporó y se adentró en la noche. La cri2tura tenía una ap2riencia hurnan2. Ningún cristiano que lo viera sabría distinguirlo de un hombre de regreso a c2s2 tras beber con sus amigos. Pero Osoro sabía la verdad. S2bí2 que el demonio había cometido un error al ab2ndonar el cuerpo en un c2llejón. S2bí2 que todo 2puntab2 2 que el enfrentamiento con los demonios estab2 próximo. S2bía que debía informar de todo ello a sus superiores del Occuli Dei. Pero desconocía la identidad de la joven. Tras ser testigo de su muerte graci2s 2 sus votos de secreto, no podía pensar en otra cosa. , INCROOOCCION Porque fa ira del hombre no obra lajusticia de Dios. -Santiago 1 :20 Imagina saber con certeza absoluta que Dios existe y que te ama, que a pesar de todos tus pecados y del horror y la muerte del mundo, existe un camino hacia el cielo. Imagina que incluso aunque existen hombres que roban, asesinan, violan y mienten, Dios entregó la vida de su Hijo para limpiar los pecados de la humanidad. Imagínate que no tiene ninguna duda :.obre estas nociones, que ni siquiera po ees la posibilidad de pensar lo contrario. Tú no elegiste creer en estas verdades, la; crees porque durante toda tu vida recibiste esta educaci6n. Y en algún momento a lo largo de Lu .:xbtcncia, supiste la verdad. Dio· está en el Cielo, pero hay algo más en el mundo: Lucifer, el Enemigo, el Ángel Caído, ha dispersado cientos (qui:á miles) de sirvientes menores. Cambiaforma , cadáveres sedientos de snngre, espíritus familiares y otros monstruos han emergido de las entrañas del Infierno para corromper y engat'lar a los cristianos. Y están comenzando a lograrlo: los hechiceros y los sectarios son una prueba del uso de los malleficiwn y hts artes oscuras. Por ello, además de saber que Dios te ama y que gracias a Él estás libre de pecado, también eres consciente de que existen monstruos que pululan por la noche con la intención de derribarlo. iCómo puedes saber todas estas cosas 1' permanecer al margen! \5ofbabos be �íos Edad Oscura: Inquisidor es un juego narrativo centrado en los miembros de una organización secreta de la Iglesia Católica destinada a perseguir y destruir a las huestes de Sarán. Estos inquisidores no dedican su tiempo a perseguir herejías (al menos no con la misma intensidad que los Domin icos y otras órdenes de la época). Cazan demonios, se re; de maldad absoluta. Sus propósitos son t an puros que los Cruzados serían incapaces de igualarlos. Si ellos fracasan, roda la Cristiandad (y el mundo con ella), desaparecerá. Pero a pesar de rodo, los inquisidores son humanos. Son \'Uinerables al pecado: sucumben a la desesperación, la lujuria, la avaricia y a cualquier otra debilidad humana. Extraen su poder de su fe en Dios, aunque este mismo poder e; el que los condena: algunos inquisidores son incapaces de dormir por las pesadillas que les aronnenran, otros están tan atados por sus votos que el hecho de romperlos les provoca dolor físico, otros sufren estigmas. Se trata de un duro camino para los benditos, y el hecho de que luchen contra seres capaces de alimentar e de su carne y su sangre no facilita su misión. 2a :3nquísícíón en (a sombra La Inquisición papal, tal y como figura en los libros de historia, se encuentra a varios años en el futuro. Sin embargo, en el medievo oscuro, la Inquisición en la sombra, o la Santa Inquisición contra Diabolum enim et alii daemones (contra el diablo y otros demonios) apareció durante la primera mitad del siglo Xlll para combatir contra los servidores de Satán. Esta definición es demasiado amplia, ya que parte de las tareas de esta Inquisición consiste en investigar a estas criaturas. Cualquier ser con apariencia humana, ya sea un mago, un hombre lobo o incluso un vampiro, podría ser humano y por ende, capaz de ser redimido. Los inquisidores deben tener cuidado cuando hagan uso de la fuerza, ya que pueden acabar condenando a un alma inocente. Asimismo, la Inquisición también trabaja para mantener la existencia de estas criaturas en secreto (aunque muchos hombres creen en demo­ nios, una cosa es creer en ello y otra muy diferente es verlos). Incluso en el seno de la Iglesia, solo existe un puñado de clérigos que estén al corriente de las tareas de la Inquisición en la sombra, ya que al resto se le dice solo lo que deben saber: rezar y no preguntar demasiado. iQuiénes son estos inquisidores? iDe dónde provienen? La respuesta a esta pregunta es simple: "De cualquier lugar en donde los sirvientes de Satán hagan su aparición". Esto significa que los inquisidores pueden provenir de c"ualquier lugar del cristianismo. A pesar de ello, la Inquisición alberga cinco sociedades, llamadas órdenes, que acogen a la mayor parte de sus miembros. Tres de estas órdenes son seglares, por lo que sus miembros son frailes, monjas y caballeros que han prometido votos para defender la Cruz. Las otras dos son laicas, una es una casa noble y la otra una sociedad secreta formada por gente que solo tienen su fe en común, Los jugadores de Edad Oscura: Inquisidor deberían asumir los papeles personajes pertene­ cientes a una de esas órdenes. 1)ruebas be fe Como hemos mencionado anteriormente, el poder de un inquisidor desciende de la fe que tiene en Dios Todopoderoso. Las páginas 23 7 a 240 de Edad Oscura: Vampiro describen a "los Benditas", sección que sirve de aproximación a lo que los inquisidores son capaces de hacer. En algún momentO de la vida de un inquisidor, ya sea ames o después de unirse a la orden, siente el toque de Dios. Esta revelación puede llevarse a cabo durante un intervalo de a!ios o puede tener lugar de forma súbita. Independientemente de la forma, en ese momento el inquisidor queda bendecido y es capaz de utilizar su fe como arma contra el Demonio y todos sus sirvientes. Como contrapartida, el personaje queda constre!iido a un estándar de comportamiento elevado: sus actos deben ser los de un verdadero cristiano o corre el riesgo de caer en el Aislamiento. 'fora3ones aís(abos El hombre nace con la mancha del pecado y por mucho que lo intente no puede erradicarlo por completo. Cualquier inquisidor puede dejar que su devoción a la causa supere su benevolencia cristiana. Cuando esto ocurre, el inquisidor entra en Aislamiento y los aspectos más básicos de su alma se adueñan de sus actos. Esta situación es muy peligrosa, ya que le abre el camino hacia el pecado y la depravación. El Aislamiento puede evitarse con la reflexión y la oración, aunque no siempre suele ser posible en el campo de batalla. Algunos inquisidores aprenden a convivir con él mediante las confesiones y el control de sus pecados, otros aprenden a evitarlo y unos pocos se divierten con él. �ema y ambíente Aunque muchos de los temas y ambientes que exponemos en el capítulo ocho de Edad Oscura: Vampiro son aplicables a las partidas de Inquisidor, debemos hacer mención especial de unos pocos. �ema Edad Oscura: Inquisidor posee varios temas. Uno de los más obvios e importantes es la Fe. La fe es un tema importante en cualquier juego relacionado con la Edad Oscura simplemente porque la religión era una fuerza importante en el Medievo oscuro. La amenaza del Infierno era real para la gente de la época. Los inquisidores no poseen una naturaleza cruel o sádica, pero pueden torturar a otros seres (y no solo a los monstruos) para obtener información o extraer una confesión. Aunque no disfrutan de estos actos (al menos no necesariamente), los ejecutan porque en caso contrario pondrían sus almas en peligro. Sin embargo, el mero hecho de causar sufrimiento y muerte a un cristiano es motivo suficiente para poner el alma en peligro. /Cómo sabe el inquisidor que sus actos son correctos y justos? La respuesta es sencilla, simplemente debe tener fe en que Dios aprueba sus actos. El tema de la fe puede tomar cuerpo en distintas formas, dependiendo de las inclinaciones del arrador y sus jugadores. Si el grupo prefiere jugar con personajes que están en el "bando correcto", defendiendo la cristiandad de los monstruos que moran en la noche, la situación es sencilla. Un rápido vistazo a las páginas de Edad Oscura: Vampiro puede servir de inspiración para roda una crónica de historias de cazadores de vampiros, y eso sin considerar las posibilidades que presentan el resto de criaturas antagonistas. En este caso (los monstruos desean destruir la humanidad y poseen una naturaleza demoníaca a pesar de lo que puedan pensar algunos de ellos) el tema se circunscribe a la fe religiosa. Los personajes son unos acérrimos defensores de Dios y no necesitan crisis de consciencia para crear conflictos. El conflicto inherente al enfrentamiento con monstruos poderosos es más que suiciente. f Por otro lado, la fe puede ponerse a prueba. Algunos de los "mons­ truos" del medievo oscuro son más píos que los humanos que se dedican a salvar almas. La Iglesia sufre una plaga de corrupción (los líderes de la Inquisición lo saben, aunque evitan que estas dudas se extiendan a los miembros de las órdenes) . iQué ocurrirá con la fe de los personajes cuando se encuentren con algún miembro de la Iglesia (escogido supuestamente por Dios) que se deja llevar por su lujuria o su avaricia1 iAbandonarán su confianza en Dios, en la Iglesia y en la Inquisición? iPodrán reconciliarse con esta prueba de fe y luchar con eficacia1 Otro tema importante es el del fanatismo. Los miembros de la Inquisi­ ción suelen ser fanáticos. Muchos cristianos de la época son devotos, pero aquellos que deben enfrentarse a los horrores del infierno necesitan esa motivación extraordinaria. Por desgracia, no es algo que puedan controlar. Cuando un Caballero de Acre canaliza su fe a través de su espada y asesta un golpe capaz de seccionar a un vampiro en dos, está realizando una gesta extraordinaria. A pesar de que este hecho a nivel del juego es resultado de un poder de nivel uno, el Caballero debería pasar cierto tiempo rezando y agradeciendo a Dios su ayuda. Los inquisidores son fanáticos que tienen pruebas de que están en lo cierto. Cualquiera que ponga en duda su fe, cualquiera que afirme conocer la "verdad" (siempre que difiera de su propio sentido de la verdad) es un enemigo y solo puede esperar condescendencia, discusiones y una hostilidad abierta. Acompai1ando a cualquiera de los dos temas anteriores aparece un tema secundario: la desesperación. Al igual que ocurre en Edad Oscura: Vampiro, donde la Guerra de los Príncipe> a•ota toda Europa, los inquisidores siempre están combatiendo. Pero mientras que los Cainitas luchan por conseguir territorios y sangre, la Inquisición lucha por las almas de todos los cristianos del mundo (un propósito bastante épico). Si combinamos este hecho con cualquiera de los temas anteriores, Edad El Preludio narra la historia de dos inquisidores en el curso de una investigación y muestra un ejemplo de la clase de peligros a los que deben enfrentarse. Introducción: Es la parte que estás leyendo. Aquí puedes encontrar temas, fuentes de inspiración y un pequeño diccionHrio de términos. Oscura: Inquisidor suscita la siguiente pregunta: iQué acciones lleva a Capítulo uno: Contra todos los demonios resume los conocimientos cabo la lnqui ición para proteger, enser1ar r salvar el Rebaño de Cristo? de la Inquisición sobre sus enemigos narrado desde el punto de \'ista de un Aunque la pregunta más adecuada ería: iHasta dónde esrá dispuesra a llegar? 9mbíente Edad Oscura: Inquisidor es un juego de horror. lndependientemen· te de que este horror tome la forma de grandes monstruos que ataquen con colmillos y garras, de sutiles demonios con cuerpos de niño que utili:an su aparente inocencia en prol'echo propio o se centre en el horror psicológico de la falta de fe y el pecado, el miedo siempre tendría que estar presente. El . arrador puede evocar este horror medianre distinras formas (tal y como indicamos en el capítulo seis de este libro), aunque los jugadores tendrían que tener presente que el juego no consiste en luchar conrra monstruos y conseguir tesoros. Las intenciones van más allá. [apítu[o por capítu[o Como hemos mencionado con anrerioridad, Edad Oscura: Inquisi­ dor asume que dispones de un ejemplar de Edad Oscura: Vampiro, por lo que no repetiremos ninguna de las reglas esenciales del juego (la informa­ ción contenida en el capítulo cuatro de ese libro). Todo lo que necesite saber para utilizar la Inquisición en la sombra, así como los personajes y sus antagonistas principales se encuentra en este libro. inquisidor aterrado. Capítulo dos: Llamada a las armas detalla la información referente a la Inquisición y a sus órdenes, dónde están localizadas sus fortalezas, la forma en la que estas órdenes reclutan a nuevos miembros, las creencias espiritua­ les de la Inquisición y los desafíos a los que se enfrenta la organización. Capítulo tres: La mente de la Inquisici ón explora la organización y la cadena de mando de la Inquisición, presentando informaci6n detallada de las cinco órdenes que la componen. Capítulo cuatro: Personajes y drama presenta la información nece­ saria que necesitas para crear personajes inquisidores, asó como las reglas necesarias para jugar partidas con ellos. Capítulo cinco: Palabra de Dios describe los poderes divinos a disposición de los inquisidores ... y las maldiciones que deben soportar. Capítulo seis: Narración incluye consejos útiles para que el Narra­ dor organice partidas de Edad Oscura: Inquisidor, así como tres historias de ejemplo para hacer que tu grupo se ponga en camino. �uentes be ínformacíón Cuando muchos piensan en la Inquisición, lo hacen en la Inquisición cspa11ola, una organi:ación que no nacerá hasta dentro de unos siglos. Sin embargo, existen numerosos libros, películas y otras fuentes de documenta­ ción que hacen hincapié en los temas propios de Edad Oscura: Inquisidor. 2íbros The lnquisition, por Michael Baigent y Richard Leigh: Una gran historia de los inquisidores papales y españoles que incluye detalles sobre las prácticas y la teología de la época. Muy recomendado. Los cáraros: la herejía perfecta por Stephen O'Shea: Un buen retrato populista sobre los herejes cátaros y el nacimiento de la Inquisición. Merece la pena por el retrato que hace de la psicología eclesiástica de la época. El nombre de la rosa de Umberto Eco: la historia definitiva sobre los inquisidores y un buen modelo a seguir para diseñar la línea de acción de cualquier narración de Edad Oscura: Inquisidor. Merece la pena leerla, aunque la película tampoco está mal. Mallws Maleficamm (El martillo de los herejes), por Heinirich Kramer y James Sprenger: Aunque no fue publicado en la época de Edad Oscura: Inquisidor, da una idea adecuada de los que algunos inquisidores creían que las brujas (y otros seres sobrenaturales eran capaces de hacer). N del T.: Podéis encontrar una versión en castellano de este docu­ mento en htrp://www.herenciacristiana.comimalleus.html. Lucifer, el diablo en la Edad Media por Jeffrey Burton Rusell: El amor posee varios libros sobre la brujería y el papel del diablo en las tradiciones y en la historia de la iglesia. Es útil para hacerse una idea de las creencias de la gente de la época. Las novelas de misterio de Fray Cadfael por Ellis Peters (se han editado vídeos): un buen retrato de la época y la vida monacal. .. acompa­ ñado de un monje que no deja de meter su nariz en asuntos ajenos, de Ascetismo: La práctica de la negación personal como formn Je ,·ida religiosa, proviene del griego askerikos y significa laborioso. Convento: Comunidad monástica formada por hombre o mujere>. Concilio de la Fe: Cuerpo gobernante de inqubidore>. Las ciudades más importantes cuentan con un Concilio de la Fe que e encarga Je los forma similar a lo que los inquisidores hacen. juicios y arbitra la actividad inquisitorial. El Concilio upremo de la Fe 1)efícufas en retirarse del mundo para vivir en soledad, proviene del griego eremos l' tiene su sede en Roma. Ermitaño: Persona que practica una vocación monástica consistente El nombre de la rosa: Algo lenta en ocasiones, aunque merece la pena por la interpretación que hace Sean Connery de un personaje que podría pertenecer con facilidad a la Orden Roja. significa desierto. Gran Inquisidor: Jefe supremo de la inquisición de la sombra. Durante la época del medievo oscuro, el único Gran Inquisidor ha sido el Los se1iores del acero: Un Paul Verhoeven en plena forma narra una Cardenal Battista Mar:one. historia de asesinatos, enfermedades, asedios y mercenarios medievales. Santo Oficio: Rostro público de la inquisición compuesto por la The Adl!ocate: No es de la época, pero la aconsejamos para aquellos parte de la organi:ación que se ocupa de la herejía mundana. Muchos que piensen que la gente de la época no e tomaba estas cosas en serio ... miembros del Santo Oficio desconocen por completo la cxi tencia de la La serie de vídeos sobre lo misterios de Fray Cadfael: Esta serie, Inquisición de la sombra. El exorcista: Tampoco es de la época aunque no importa demasiado. por una casa noble de Baviera que prometió destinar su existencia al basada en los libros, está muy bien ambientada. La película logra transmitir el sentido de desesperación del inquisidor ante la tenacidad de su enemigo y el sentimiento de maldad con el que los Casa de Murnau: Orden perteneciente a la lnqu1sici6n compuesta servicio de la misma. Indulgencia: Le,•antamiento de castigo otorgado a los renitemes por servidores del Enemigo están dispuestos a hacer sufrir a los inocentes. actos tales como participar en una Cru:ada o efectuar una pere�rinación. 3nternet ción secreta. Organización perteneciente a la Iglesia Católica cuya misi(m Armarium Labyrinthi (Labyrinth Latín Boukcase) Inquisición: También llamada Inquisición en la sombra o lnqui i­ ( h t tp:// www.georgetown.edu !labyrinth/library/latin/latin-lib.hrml): Contiene enlaces a diversas fuentes de interés. The Carholic Encyclopedia (http://www.newadvent.org/cathen/): Un lugar excelente (aunque no demasiado imparcial) para encontrar informa­ ción sobre la historia de la Iglesia y sus creencias. Catlwlic Liwrgy Library (http://www.catholicliturgy.com/): Posee el texto latino de la misa católica, por si alguien está inreresado. The Medieval Names Archive (http://www.panix.com/-miule/ names/): El lugar adecuado para encontrar nombres apropiados para los personajes. Lo mantienen unos tipos que se toman sus investigaciones de forma muy seria. Q)ocabufarío A continuación incluimos una lista de términos que los lectores encontrarán en este libro. Algunos de ellos son de naturaleza religiosa, mientras que otros son específicos del juego. consiste en descubrir y erradicar el mal sobrenatural. Inquisidor: Miembro de la Inquisición en la sombra. C;1si siempre suele pertenecer a una de las cinco órdenes (aunque no siempre tiene que ser así). Novicio: Hombre o mujer que ha ingresado en un convento o monasterio pero que todavía no ha prometido los vorm definitivos. Oblación: Acto que consiste en ofrecer a un hijo o a sí mismo para servir a Dios como monje. Oculi Dei: Orden de la inquisición compuesta por una sociedad secreta que act(Ja por toda Europa. También llamados Ojos de Dios. Orden de San Teodosio: También llamada la Orden Roja. Orden <1e la Inquisición formada por frailes y monjas que han llegado a dommar el Arte agrado. Órdenes: Cada uno de los cinco grupos que forman parte de la lnqui ición. Caballeros Mendicantes de la Pasión de la Cruz de Acre: Orden perteneciente a la Inquisición formada por caballero monásticos. Hermanas de San Juan: Orden de la lnqui ición formada por un grupo de monjas que poseen el don de la Visión Sagrada. , cr�prcaco UNO: CONCRR CODOS C06 O€J"'ONI06 Porque todo a q u el que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. -j uan 3:20 Qior me ~rcml;a.ñlmowoi debo croor on e&. iieno~,Cuando foda~iar nweiiaádei humanar re iol.rondenndo>.Noroiroi no le hvbioiornn imp~c~ionado, f~nhid a v re e~cs.gd que ?recibiera ia educación adecuado, fureu que c a j ó en manorde un iarerdoie &madi Zernard F / P e h e Zernsrdme ducó comosi fiera a injrerclr en una orden re$iom,y dumnie eia época eomancéa creer que Q i o me ~ ercuciwh6. %davia creo en eh,aperar de iaiiiuación actual Yerfoy convencidode qua %ma,dhmbié~ 6 cree. SUJq d m rirven de lm6m~nio. aho flvnuranfe ia época quepasi con #/Padre Bernard no 016 un <nob h a iin que huhieri* que ie hiciera recordar a$una byenda o una horrihie hiiloria escuchada en eitonfi~ionario.Oia a me narra!& er!sr 4,ioriniy con me 1 ~ 0 ~ u ~impensamientox iha oraeerea de ia n a i u r u h d e / E ~ e m oi E/Pedee ' 8ernardes uniacerdofe erudiio,y a mar de que no &o hacer orientación de una minima arle d t r u r conocimienlor. me enorguiielco e fener uwa memoria Creo que e/ierior ia neceiifaricomo marco de referencia cmiperfecfu. ahora, mienirar ereri o, puedo rccordor loda ia rnbiduria qua me comuriici en pm-o comprendtr qutrucehó en e/mona~lerio. Si, e/monarte,io. U n /u ar fan bueno para empezar como cua4uicr ofro. f i p m que erie peyamino &.gue a manos de a+ capar de ufihzirrio. ihr Ucuh dia 6 pmer t ague/L 2 Oeim f m b a ' m 3 0 6 ~ OfroJ ~ m h m J ym y ~ ~ ~ 8 ~ f ~ ópdena ~ ~ c Pi ~ ,$ ~mO Jl ~ ~Seryum ~ 6 iar huesfe~deJ'alad3, 00201r03 o b ~ e r v m o < y o h ~ antyqan e de tomar r n e A 3 . O j a i f i e r a uno de eioipocor i uminadór Si* hmcr cr recordar, aro cr m i faienlo. Xqui erti m i feithonio. embarga, carezco 6 e derircza con ia erpaday no he ~ ~ ~ ~ i" irn jnú nd miiájro; o iodo b que puedo ~[mon~sfeeno Uucia variur nocbesque eiP8dre Bernardyyo habinmor h j a d o aimonaiierio. N o erc~ibirérunombre aqui, aimenor no todavia,ya que me viera ob$ado o interrum ir m, norracion anler de b h r m i feihmonio, h~conncuenciaspohi#n hacer que olror~uf,ieran e/mimo deiiino queyo que~rrrnparfsdeiu e~lrueiuraree,denda 6 9 eirueh. ElPadre E monaiferio Xeruii~sufitirnieu f i m u r que esa "cmo de Qiox"era a n / i y a y ñernardapnnab# que Lubo una éyoccr en que lodo eiedhciorc enconfrabs~obreelnivel eliuelo.y que un ferremoto hundioru~niveierinferiom,. Yorobrabia que c o n f i r m ~norncwcibamora él norenfia hsrenrcrcioner ropiai de eifaranh ferrenorugrdo. Vahio visitado iyie~ifiiycaladraiexen /a que Oio~hacia rcniirruprerencia h hz miiopyrur torrer máraiia~~3c~reciaron y d r n ~ ~ r ? ~¡had ode& u ~ ~ e n f i m i e ndepzzzhharla fo un depcrfu;de rabia re$iora. ~ u a n d o s/monarfe~o apareció P rohr, fanroio~enfímieáo. $0 ~UJCM no, eifaba oprando. a ue una bz brillaba en eiinferior deiorcuro lugarNo h?abiamo~ununciadonueifraproencia, rimpiemen f e ~ y u i m o s/a cosfumbrcdt no había iaimp~parade~a.andarnrrertrorpaiary ryreiaraiúihmo yhjia O m0mjferio ia noche.r ~ e r n a r d h m b i &e h & nerviosa aunqm dOndorasm puebio que viiiiumor, noracercamoja ia puerlay h m a m o ~ . ~ b n ó d e m u ~ i a d o p r o ~hecho i o , que vnhóa deptporidr en mi i a r e m a t i i ~de norcrlahav esperanda. Sin embar o elhombn f i u c r i ~ ottmorei ~ EB ertw momenfo, recuerdo agradéci,áo que mercnh.alcamrrobsr que homhreragrndorudwarer nlreiiroX:kIreaíya eap,la, yl<e 6 yahrió&~ipifods ia i u z ~~ i~ ñ ii i a b n eniui.ojo~,iQuéumargorron einrrecuerdorlNordjoiu nombre, aun ue no b ercribiriaquiys uero tr~lfabade una meniira N i n j ú n demonio deberiaserconocidopor en élromo elUemnno Pihda,y err are nombre que u t i ~ r en é e rsifo de mi narración. un nombre cri~fiaso, E/Wamano PUS% d jic que nor k b i a vido h.garpor eieamino queyu habid pre wado nrreiiror iechoi Sernadyj o n o i ~ o r p r e n d m o r a / o i r h y aque e/ caminoque habiomoJslluiáo b,sftanfe forfuorqy ia mayorparfe P a¿ju P qLidbU oocuI¿o, Jii;ubiéramoi.iido mis rubios hubiéramor huidap e m d p m o r ?ue nue~irocanrancioy elencanto del'Kermnno Pihdo n o y u i n r m E a sonoche domimoi. efi camar demariada cómmadasparacuahuier monarleño Flbo"m"38 dex'li S/&', riyuim"fe. .S'afi(Jor una fiuerta laterafque se cerró a mipaJO. l.os afrecfetfores de(monasterio no me pareciuon demaJ'iarlo e;demoJ' tfuranfe la paJ'tlcfa noche, aunque aca6é por descuhrir que eran ma:;om de fo que una obJ'ervación casr�afpotfía atfivinar. Efsuefo se retorcía en e;draños án:Jufos de6ícfo a fc, e;draña creación de eJle fUJm'. 'En a&unos fu!pm había a6crfuras en lasparcdeJ· a tmvés de fas qr�c cfiviJé a&unos mojes caminantfo, armqrte en un número menor de(que hahía visto en afros fu3ares. 'Efe,Xtraño monje t la o mdatfdefpe•·ímefro e;derior de(monasterio cr�anrfo uno de fos mmyes me saft,tfó. .Se encontraba JOfoJ parecía mucho más mno que ef 7-fahía recot't'if 7-fcrmano 'Páfirlo fa noche anterior. Me mftufó con un3rifo de "J¡rfif/J cuantfo fe pre3unté a qué venía su re:Jacv·o me tfío una respuesta que no ffe:Jué a comprenler; a&o refacionalo C0/1 fa cefebmción de faJ.foria efe Cristo. 'Tuve fa sensación de que espemha rtna respuesta que 110 resupe lar. Ji pesar de tolo me sentí ar;radecit.lopor {c¡ compañía,:;a q ue ese fipo parecía amiJahfe. aunque a§o e¡<cénlrico. Su nombre era 4''J· 'Fm!J 4t'j provenía le 'ToTosa.!J lrtjo con éfhiJloriaJ de fa Cruzala contm foy cá{aros. 1/a ha6ía escuchatfo ak¡ unas de ems narraciones, pero otras (entre fas que incfuy o k1 que trtmJcrího en este áocumenfo) eran nuevas e ínsófitas. Me{Jre:Junté sí eJ·as historiay habrían ffe:Jado a foJ' oítfos cfefOcufi 1Jei.!J sí ialcon que cfJilversario potfía inf¡{frarse en fos corazones:; faJ· afmas de((!uehfo criJtiano. estaban afcorrienfe de fa facill l.e pre:Junté acerca de otros asunlOJ, entre fos que se incfr�ían fa e;<lraña forma de(monasterio (é( a(iJuafqr�e ef'Padre 13ernarlme intfícó �ue efcausan fe (r�e r�n terremoto).!J ef7-fermano 'Páfirlo. 'Fra:; 4u:; me comentó qr�e este re{¡_JioJ'O no rezaba tfuranle eftfía debidoa JU.Jran (e. Comideraba que fa fuz Je(tfía era mcromnfa _y se ne:Jaba a comer, aseam.!J reafizar cua�uier {rahrj_o munt.lano mientraJ efwfbriffara en efciefo. Mí corazón lío cm vuefco afeJcuchar estas noticias, :;a que e('Padre 'Bernarlha6ía mencionaáo en varias ocasionesq ue 7a pafidez de pief.!J efhecho de ne9arse a comer en pú6fico eran siJnos evidentes de her:Jía. No compartí estas preocupaciones con (.·a:; 4UJ•!Ja que comíderaba que era un hombre de bienJ no de seaba ponerfe en pe{¡_Jro. 'Ta0J como lescubríría más alekmfe, no hubiem silo éf . quien se hubiera pucJto en pc {;j¡ro por csta rcvefación, por fa que (uí rlobfemente a{ortunacfa afconfener mi fen3ua. 1f�ueffos o/ue sirven a foJ cfemonioJ 'E( 'Patlre '/?,ernm.tfafirmaba a menutfo o/ue 1Jios tenía demtiJialo que penmr en eJfa época turbufenta, hecho rue hacía que fc, farea de erratfícar a foJ· J'CI'f!ílom de Satanás reca:;era sobre nuestras espaft.las. E(buen sacert.lote canfinuaha su tfím·fación int(¡cantfo 7ue fos S uilures de tfíoJ·es pa!Janas safian invocar a criaturas de fas Cj zantiJ' más e;<feriom def?n{ierna para apfactll' a suJ' "tfíoseJ'", aJCJurt111'e una buena cosecha o cuaf7uíer afro f in 7ue putfíeran concebir. 'E('Patfre 13ernarlJ·a6ía tfísfín.Juír entre aqucffos !'.a!J.anoJ iJnorantes de fa qracia efe ')CJucriJ{o 0J 7ue por fo fanto patfían mfvarse) de fas que (iroYCJUÍan can sus rituafes cma vez que fa Santa 'J_Jfesia fes había mostracfo fa Vu:tfacf1Jivina. Jíqueffos servírfompa!Janos que conocen fa Vercfalsuefen incorporar efementas de nuufroJ' bcntfífOJ' sacramentos en sus rifuafes perversos, candencínrlose a pasar una efernicfalen ef?n{ierno por her:Jía. 1<§inar en ef:Jn{ierno 1Jebo mencionar que fos sirvientes efe fos demonios no son unos seres cfébifcs. :ll§unos son unos cobarrleJ esfúpicfos que atforan a cua�uier cam con apariencia de un ser poderoso.!J cu:;o má¡<ímo pecatfo es fc, faffa de fe en Nuestro .Señor. 'EsfOJpa!Janos 1ue pMfícípan en ceremonias oscuras no Juefen bfantfír Jus armas confra noJotros. 'En cuanto mben que halj hambm de('Papa en fa zona, hu:;en despavorilos a con{icmn sus(iecadas. 'En efpamcfo. ef.'Patfre 13ernartfreprentfíó a un Ca6affera de Jiere que había tratalo con {;j¡ereza a estos tipos, !Ja que camlit.'Jen una pista deciJ'iva para tfescuhrir fa vercfadem maftfatf foirirvienici m i i ~ ~ ~ o r e c i dmhrav/nriciososruebn mo poieer cierfopoderproiuno: abunoi cuentan con u n a f i e r ~ u r u p e r i o rofroipuedenioporfcir j numerosar ,:e~ihsanie~cie caer Uno! cuunfm 6 9 a n n demoifrnr eierfa ufinihdcicon ias a r i s eircurnr. aunque voiveréro6re e h >ndrndeiante.L o cierto ei.que altngue un rmwi/or .A un demoniopuede no haber si& manchadopor ncidaio61en.eiu~dnore encuenim i n d e f i i ~ oen ningin momento. E f n i n i m a i todnvinpueden mivaric, uunqueyo eps i de todo. han e b i h hbremsnfe. i n j o mii dudui.ya que d X i uno, démoniory hechiceros eoni/ruyen ieror de carne ?&,aro que nciien como ~ ~ & d ojunrdano ij .So MM coma uir hhés ccisiiunor rui rifm h f o h eicuc6éhranfe m i eifuncia en I?uria, aunque c/ d rse/pracfiyue r ?"he 8ernur re n i y n acepiar que iou'aviu ese9coifumbre aberranid. E f a i ierei ion impredecibjeiy ioiaIcs, aunque jraciai a flioi, hy oocar cdufurai ca acei de invocurh %bo mencionar a afra cidie de rirvienfei: pm did1 rrrmorea ue oi u mi animnran cNafurns o re ra ' . ' Coni>nu#n o con mi nurrcrción, reiafaré hechai acercn de ieiryienfci voiunf u r i o i j '@y? nobio~:ari como de le mmahhdde ia hechiccriay ini horrenhi. rrinfurs> m á icai ua eifa ma&d uede ieconcobi~.irfiprimera experiencis ei.propici rucenio anfa de quepaiara u firmar parfe de fm ClcukQei L s ~ ~ u n d a p r o v i e n e 9 4 &/propio liadre Bernard qVien~ ' ! ~ ~de ~iabimde ~ ~ hmn ó de numfrui hermanai.$ia Diden f a iercera fambiéu ia narrnralí"i*dee Bernard quien ia irirno& una confi~ióede un hproio de U&. La i k i m a nnrrnciin ia oiconfar n un miemhro de nuoi.fra orden irar uno1 msrci de unirme u e&. 9. J dirvienter vo/MMtmrior Eb er mihfifona. Ccmo u hedchoanfer. crmicn Ijczfi I j u d que i n i r a f d ~ a boj t ~ o ~ d f i c i o ~ d eciudidrean eia hemoi.oi,pero iaicafmron wcia. Sohmviviio m p :rrepude. ~unylrevai;éndome e l ecudo,ja que robaba bquepoAay io v e d a a cudquierpemw y e m e p u A e n i h r h e m ocamihacambio. No venaimicveipu, aunque 2 me tenbionen vun~~ouuioner, amenmrmearwta de ~ ~ ~ h p a mcromeiiewa r n unu vio&ción irnihuida no errelevanfepara eipropóriiodeerá hifoñai. Soh en una om~iónconiideré& k u n a como un m d o de rupemeneia. momento ue compdrfi con ungrupo de cichvarcrhnicia de unrerocufiou h V i i ó n Oivina rnenuhpu~~baJranparie de mi bmp0con un muc&c6o de r n i e h d k m a & V»lcent E f p v e n , a l i u a i ue o, era un pobre bs~fardoquerobroviviacomo a m 9 p d a an iaicaiicide ia ciudid Ensu cai.0, inicircunrfuinciai.Ic hsbiun iicvadoa i a d e m p ~ habia ~ ~ ~ccomenu< y o a acepiarCLenier"u cambio in comiday &eco. menudo iinfenkba convencerhpnra qm ~rrteruenprúe6cn eiarfe deiiafmcinio lmucho m i i d ? ~ j r o j u m I , p e ia r ruin wmiiión a ia @ P ~ M de ho ir h o m b w ~ ahsbia convwfi& una dereniiencia en nuevoacfodedobryreea&rcminrarn LrnPiinria mancha 4ahpnreianieNor Qcirunie eiinviemapaj5 una semanarin 4ue tuviera noticiasde é l Tn b c a h 3 , eia ciaro hauxenciu riqnific6& que eideY~&ciadohahinridoa trapado ,écutado o querimpiemenieLabia ~idoas~rinad, a LYY; 3- p j enfer~udoen unafma com~n,poria que m a a i ~ hacia y ia3iP>iapa,arnm r p o r m a i m a . ?minndmiror reza cuan%fviJenfarrrjunioa mi S u r o y o yue fania una apariencia cahvéricu, a qiro no Labia comido o a h en inr ú hmoi, irer inry fenia una fm que haeiu que m6 dobiara de d o b r r i inioniaha correr [una riiunción baxfnrfdnie de~eiperaa para un h h n ca3eroJ. Cuando Vincenfxrenfó, ienia /a m g o r a arrenoa que vvii.foen uñoi: m~&isonposah>y repiiim, mnnor fimpiary&&S bien Lepryuniidandeie habia ue lo 1;a b'in $d B D or muerio. S u re, ueita fue 2 1que- / ' . con fundenfe. habia renacidoy queria que ie acom anara en u f s nueva e~iffiriencia.Me i n h " que ahora tenia un maestro, a l uien que i e oncar u n & ccuihrhy ; ,erw ~o~poryechai,por o ieprrguniépor e i p r e c i ~deierunur,a "ida. Mecomenfó gue conocia ion e i p r e c i ~qr,e dbiaPnga%y me rnmetermc n un hombre vivir con comoddado morir en i a cal& ~ ton miulma intacia. Xhora conozco & re~pucriucorrecta, pero en iYque afcrropimha, deciAucompañario. donde me ilevo erteneia u un cc<riidor,yaque violiimboh kigremio encitriu & ia puerta. Vincent iaj o i y e ó i i j u i m d o una cadencia deierminuhy m f ~ /~a3esct,c&,, ó nofécomoie 3o/ B e r c p o i a Voloiojuiiur aim trai eneirar en h habiiución deia meció iodo m i temor Mesenh. d el b de i ó m dhio~de mijymta h i h i h c i f i n peppsbn eLpomsdeirda ~eciinhorneado b de mi< P 1 akm~ntarfavoriioil.7U@ien P Y CnCendl<nd ">que wIdY P e <Y no erfibamosjoior Oiezo doce ownei menorei que n o i n f m ~ encontr8ban x irperm por ia iaia en ~ m i o i i afaaiorde dernuder Variar hombrei.dernudor con ioirnriroi c i i e r f o i por capuch7ni e eucm negro se aéryLzs&n entre eih Noi enconirábamoianir ubwna ciaie de orgia (en e& momenio M f e y o ~ a n a ~ n i t0hy~o h ia finfan~eeillridpa~u enumera? f o h ioi ~ acfoi que contemrie Z B Jdecir ~ ~guo eibiren f u i 3 noncu oyó ? %y habia~dec i t ~ d e p i ,que j fodoi oi miembro, invohcradoi hubieran sido condena& u la horcirl. M e enconiruibsrorprenhh, pero aimirmo iiem o mcieniiu comodo en ia hahiimifin. M e iiréen dirección u ia pueriay airifro hdo no uimái u e f i i o j " ' milepis, or io que 4 e que eihombre que no3 había a terb ia cerrarn, ~ u m e ~ i é n d o mene ia cui; ezy en ioi~peiiioiosuramaide la estancia, homKPecon C ~ ~ U y man >/decrii>161~erlce~coa1/inrenCy h eond90 hmin irnn tiyuini*, dov& hizo queie ~ > ~ i ~ o dl ihe ~ ma a, n e c i d e pobrervémienfra~eifcrrihie i~ muh~ic(rdo m i eifóm~yoh~spareciacon i 1 i C ~ C < No lomé parle en esas Masfemias. Ñfi único pecado consisfió en observar fo �ue sucufía, !J creetlme cuando 4irmo que he paJado por mi crimen con más le una noche le inJOmnio. .C.o más repu.Jncmlc, si fos fectorespermiten que fo (!On.Ja t.or eJ"crifo, eran fas c;<t.resioneJ" le fo!jóvencs. No pcmcían sufrir, aunque tampoco dísfrufahan le faJ" atenciones dé sus 'hcne{acfom'. SuJ" ros{roJ" ref(ejaban una e;<pmión de mi_jnación. 1Je hecho, hahían pt'J_tiCfo efhieneslar físico con su propia carne, por fo que sus afmas faméficas carecían de vohmladpara resistirse. ÑfienlrtiJ fanlo, ef hombre le( manrlif. una vez saciaclo su apelifo con Vincenl, fo a3arró de fa erpaftla!J fo cond<jo a ofra habitación. 1fo fe SCJuÍ!J fe observé desde fa puerta mientras una serie áemanos anónimasp a{paban mis piernas. E(hombre inrlicó a Vincenf que se tumbara e11 una mesa manchada dé san:¡rc, cosa que hizo sin duda r. 11cfo Se:Juido fo afó con correas le cuero mientras una pre:Junfa l"IIIJÍa en mi mente: Si este ft'!far era una curfiduría, ¿por qué no afia a esfiércofo a carne (!_ufrcfada?". ÑfienlraJ ftmto, efhom6re lomó un cuchif fo a{ifado que esta6a co&aclo en fapared 'En ese momento supe cuafera fa respuesta a mi pre:Jtmfa, aunque hubiera preferirlo tfésconocerfa por comr.feto. • 'E(hombre afzó efcuchiffo mientras Vincenfpmnanecía sereno e inmulabfe. 11clo se:Juido comenzó a cantar· aunque en aqueffa éf.oca desconocía effatín!J por fo tanto no comprenrli fo que tl ijo. 11hora 1ue conozco esa fe"!Jua puecfo a{írmar que efhombre hahfaha a un ser ff amado "Cifac(eflesoffatfor 'R..ecuercfo fa suficiente le su cán tico como para adivinar efo/jcfivo le(rifuaf: ''Taf:; como Joficilas, fomo fapie(le utejovcn!J fe cntrC_Jo su carne, Jfi"!Jre!J huesos habiendo cfep ositado en effoJ mi semiffa (!ara que puctfas encontrar a fu Justo m carne corrupta!J dufee 11nles le que h l.lljera lefft'.Jar f{e_rjó a mil" sentirlos un ofnr especia(que se impuro afdefpan recién horneado, un nfnr a bi{¡r!J a madem ahumada. Mientras huía, temí que fa enfermedadme hiciera caer de rodiffas mientras nít• un roniclo simifar afque hace un mastín cuando mm·fia• htiUOJ". .C.os hombres de fa safa princtaf. en Ju mc'!Jor(!arte demuclos, no se a frcvicron a letenerme. ÑfáJ tarde fe refaté esta e;<periencia a 11i_jncn cf'8i6fiofccario, aunque cfeJ·conozco Ji fa curtiduría e;dste todavía. 'Esta es mi hiJ!oria, unct historia refacionatla con aqueffos J"CI'Vicforesle lemonios que esfán situados a corf dislrmcia tfe fa .S'afvación de fa 'J9 fesia. 'bla cfase de J"ervitforer no son pe rosospara nuestros inc¡uiJ"idÓru. Cua�uier miem6ro le fas órdenes conocidas, (!jos de 1Jios incftliclos, r.uede e¡<{erminarfos en rus madri_jueras Ji mbe tfonde buscar. Sin emba'Jo, debitfo afhecho de que sus crímenes van contra fas fe:;es morfafes!f. fas fe:;es canónicas, efsimpfe hecho le poner sobre ti si o af ma.Jisfracfo o afnobfeJObemtmle er suficiente para e{¡minarfos. 11pesar le effo, ha_ lj que fener cuiclotfo,:;a que e(juez puele e;<fra fimifarse!J condenar a totfos foJ" invoft(cralos sin mofeslam en o6!ener ni"!luna confesión ni en J"a fúa r fas afmaJ" le a1.ueffos que se J"ometan a effa. 'En ocaJioneJ", fajecución es cfúnico recurm aunque como he dícho con anlerioridatf. muchos le erfos sirvienfes vofunfarioJ" pomn afmas 1.ue han perditfo su fe!J que merecen une• tíftima oporfcmitfadpara rerlimirse. 11 pcmr efe ef fo, J"i renuncian t1 esta otorlunitftuf. fa única opción que queda consiste en enviarfos a fas (famas de('Jn(ierno. •. •. a T(J V • "BrrjoJ Sor 11na eJ" una 1/ermana 'Rija defconvento de San Si;do le 'R.Pma. Se reunió con ef Padre '8crnartfcuando pasó por fa ciucfatf:; fe contó fa hísloria le un viJ"ifan fe que recibieron con an{erioritft,tf. 'EJ·fe visitante vestía con ropas le sacerdote!J había so{¡cilacfo coh.!Jo en ef franmmo tic una viofenfa fempeslarf. Nalurafmenfc, fe ofrecieron una ttlma!J muchas de faJ 1/ermanaJ" nopensaron mcíJ" sobre efanm{o. Sin embti "!) O, mr 11na tenía J"uJ" dtl(fas,!J así se fo comentó afPatfre &rnard PaJaba !}rtm parle tfe fa nochejunfo a su tuerta,:;a que era incapaz le dormir debido a una serie tfe Jueños ominosos que parecían avisarfa de que a§o3rave iba a ocurrir. 'Escuchando deJde ef olr'O facfo fe o:;ó cantar!J pensó t.or un inslanfc que es{aba rezando. '"Fue en ese mamenlo cuantfo3racias a cmaJ•·iefa le fa puerta vio fo que esfaba hacientfo (se:JtÍn efrefafo defPadre '8ernard, effc, se mnfi_juó en esfe (!tmfo}. 'Efsacertfote eJ"Iaba arrorliffacfo fren(e a su fecho, so6re efque hahía cofocatfo una lefa amp{¡a, Sobre fa fefc, hrthia cofocaclo reh·quiaJ" de a&una cfase, probabfemcnfc foJ" hueJ"oJ" le i ó fue afr pín mnfo, acmque sor 1lna no fcnítt formct de lem•brir fo qc<e eran. .C.o que fe aterrorz eThecho efe que csfoJ" o/jeloJ" briffaban con unct e;drmia fuz blánca. Puede que a§ uien huhiera con{tmcf¡cfo es(e hecho con un mi{a_;¡ro, aunque ror 11na no sentía fa tmencia le 1Jios. .C.o que sufuso era que esfe 'sacertfote eslt<ba em6r<jando ofjetos imílifes para venderfos en 'R.Pma. 'Temienclo por su vida, sor 11na no hizo naclapor de{enerfo,!J cfsacercfole abandonó ef monasterio cmleJ" tfe que effa puliera confarfe ft narlie sus vcrtlaleroJ"pro{lÓJ"i(oJ'. .1/unque esfa • hiJforia no es tan imtactanfe como fa mía, consideradsus imtfícaciones. 'En a§ún f"Jar cercano a '/Zoma e¡<isle un hechicero con vestiduras de sacerdote torfador de refi1uim f.,6·as. 1Jesconozco cómo tuede dmansar en 'Tierra .Santa. Si fos fectores desean dedicar su e¡<isfencia a tme:Juir a estos hechiceros, se encon{rCirán con 1ue e¡<isfen tocas cosas refacionadas con effos 1ue tenqan sentido. 'E{ 'PC!dre '8ernará, en conversaciones con miemhros de fa Orden 'Rg'a {mi como con otras morjas}J de fa Cam de Murnau ha oído refatoJ' de estaJ' armas condenadas áiJ'tuesfas a sacrificar su trotia sanr¡ reJ fa sanr¡re de afros a manos de fuerzas inviJ'ibfeJ' con effin efe fanzar sus sortife:Jios. 'E(o(:pto más inocente en manos efe una hr':!}a o de un hechicero es capaz efe malar o mutifar a un hombre sano. 1Je hecho, áesáe 'Rj_Ja ffe:Jan noticias le ta!Janos hárharos cataw efe invocar ventiscasJ fobos monstruosos a tartir áefr¡éfido aire efe fas montañas. 'Jnáe(Jendientemente efe fas hechos, fa mefodofoq ai 1ue e¡<isfe traJ' eJ'ta cfase efe "ma!jia ·es bastante estándar. Sattin e{i_Je un esfifo (amifíar con ef(ufuro hechiceroJ fe concede foJ' "hechizos" 1ue áeJ'ec conocer. 'Este hecho hace 1ue esta cfase de toáer tenr¡a un or(qen infernaf Nunca osponr¡áis afservicio como "atrenáices ·efe eJ'foJ' mes, ni escuchéis sus hitótesis sobre fa mar¡ ia o sobre fa fe en 1Jios. !'.a Orden 'Rsja se dedica de forma e;<cfusiva a effo, tor fO 1ue su comunidad{effecfor debe perdonarme('_or escribir esto) .,(berr¡a más herjes 1ue un tue6fo efe 1lf6i. 'E(verdaderopefíqro de estOJ sem es 1ue están en una tosición trívífe:Jíaáa para seducir a fOJ' inocentes, Ja 1ue tueáen invocar susfoáeres a vofuntaá, sirviindose efe una prueba írrefu! Cib fe efe 1ue su senda maUla ef s oforr¡a socorro� saMduria, mientrar que efVeráaáero Camino áe6e SCJ uirse con fe . Muchas afmas áé6ifes acaban abandonando afSeñorparar¡ozar efe fa otorfunidadefe vofár o efe invocar (uf.JO con fas manOJ, sin imtorfarfes que efp recio consista en heherse una 6oteffa de 3rasa efe bebé. 1Jios harájuJ'ficia a su debido tiemto, pero hm·fa que fff.Jue ese momento nosotros áe6emos trotf.Jer afrebaño efe estar tentaciones. ¿ Cuáfes fa me jor forma efe combatir a estas criaturas? 11unque suspodem infernafes pueden tarecernos e¡<trañosJ horrihfes, debemos recordar 1ue son seres morfafes. 'E(acero, efhierroJ fa madera tienen fos mismos efectos en fos hr':!}os 1ue en cua4uiera efe nosotros. 1Je iJuaf(ormtl, muchos efe effos {aun1ue no todos} son incataces de pisar 7ierrtl S..'anfa, ¡w (o 1ue aun1ue iáenfi{i'carfos puede ser compticado, si conse:Juimos emt':!}tlrfes hacía una iqfesía podemos obfir¡arfes a revefar su ídenfiáaá. 1l pesar efe effo, afiJuafque ocurre con otrCis criaturas dé fa oscuridad, un inquisidor no áe6eria perse:Juír a un hechicero en so6·tCirio. /'.os br':!}os tienen SCJuidores, e inefuso en efcaso dé que nin3uno efe effos conozca un ápice de ma3ia, saben manjar un cuchif fo. ComfruccíoneJ md_JicaJ 'E('Padre '8ernardparticJpó en untA Cruzada, aunque nunca ((f.Jó a pimr 7ierrCI .!:,'an!CI. f'.CI cruzCiáa que fO acom(Jañaha fue diezmada por una pfa!Ja, una enfermedadterribfe ffamada 'Muer/e bubónica". 'Es/apfa3a {iareció fímilarse af..!!'acro 'lmtet·io '/Zomano,J a pesar dé 1ue ef'Emperaáor "Frederick., re:JresóJ pospuso fa Cruzada, ef'Ptldre '8ernarcfsc quecfó tara cscuchtlr fas confesiones de fos morihunáos. 'Una efe effas provino efe un hombre 1ue había viviáo en Viena tero 1ue hu:JÓ efe fa ciudad{ras confempfar fo 1ue CI'CJÓ 1ue era un sir¡no de{1lpocafipsi s. Se mantuvo esfa6fe cfurante un fiempo. aun1ue �Acabó caJendo víctima de fa muerte bubónicao/ haffó J'u fin lA{poco tiemro despusé de conlar su historia af'Padre '8ern�Arcf. _ 'Efhombre afirmaba �ue en Viena vivían muchos hechiceros de fapeor estofa. 'En su tais, era un!}rarjero �ue se encCirr¡abtl de tranrtorlar sus cosechas hC!sla Vienapara venderfaJ, aunque un día fa tormenta hizo 1ue se fe echara fa noche encima antes de (ff.Jar a fas puertas de fa ciudad Se encontraba en fa carretera cuando se cruzó con un hombre de fas tierras de(du7ue 'T<onracf�ue veslía un trtje de ca'hafferoJ �ue aJuáó tlfr¡rarjero a mantener efcontrofde sus cabaffos en ef terreno fodoJO. 'Efr¡rarjero fe prf.Juntó por efmotivo 1ue fe hCICÍa virjar tan fardé, a fO que efhom6re fe respondió 1ue en ocasiones vitjaba de noche para atraer a fos 6anáidasJ hacerfes safír de suJ' eJconáites. 1lfirmaba 1ue foJ banáiáos eran faf.eor cfase de hombresJ 1ue en su tierra eran casti!Jaáos con dureza. Como cahaffero honorabfeJ sirviente cfe 1Jios, deseaha hacer que faspecacfom sintieran fa irCI JivinCI. 'Efr¡rarjero �uedó impresiona/oJ abrumado tor J'U cefoJ fe trf.Juntó 1ué fe ffeva6a a Viena. 'Efca6affero fe respondió que en Viena no tan sofo hahia bandidos sino también hechiceror. Su miJ'ión conJisfia en erraáicarfosJ �uemar sus mlos en fa tfaza centrafpara que tolos fueran {esfi!Jos cfe fa mafáadque afbcrr¡aba fa urhc. 'Efr¡ral}jero J'C asustó un poco, aun�ue mantuvo fa comportura. Cuando entraron en fa ciudad, tuvo fa Sf.Juridadde que no vofvería a verafcabaffero, aun1ue no fue así. 'Efr¡rarjero durmió en su carro em noche en effuqar áonde imtafaria su tienda afd;., siJuiente. 'Esa noche fe áesf_ertó un soniáo 1ue describió como a§opareciáo a un término intermedio entre efufufar de un búhoJ eTauffíáo de un fobo. Miró en derredor le(carroJ vio safir afca'haffero !C�mbafeándose efe un porta{ 1lfparecer, hahia lomado tarte en una bataffaJ torEaba tres cabezas en una manoJ una espacia ensan!}renfacfa en fa otra. 1l pesar de tolo, no esttAha ifeJ'O. Su armacfura es(Ciha mque6rr:;acfa, como si una3ran heJfia fa huhiera ral'!}acfo, JUJ' uesticlums eJ'ta6an chamuJ·ca'cfasJ varias (fechas emerr¡ian efe su estafáa. Safió efe fa casi! con f.i!sos i mftó indeciso!', hecho que hizo que efr¡ray'ero estuviera a punto de ffamar J'u atención, cuanáo una criatura [una bestia queparecÍCI una estatua en fa parecfdefecl/fcio) sobre efpo6re in(efíz. Con unaJtArra fe arrebató fa estala de fa manoJ con (., otra fe ahrió effecho, aun�ue efcahaf fero continuó fuchanáo. Se enfrentó a fa criatura con fa fuerza de 1Jios, un poder fang rande que fa carne de fa 6cs!ia cedia como sifuera a3ua dóndeJo0eaba con sustuños. ;ti{finafefcabaffero acabó terecienáo; fa fmfía fe arrancó efcorazón de{pechoJ saftó como un3ran (efino hacia fa cam de donde vino, (levándose efcadáver entre sus!)Mras. 'Efr¡rarjero huJÓ,J su desfinoJa fo he refataáo. 1JeJ'conozco efnombre defmaestro afque sirve fa 'Bestia de Viena, aunque sé que se pueden encontrar ahalos contra e!fa en Masovia. 'Pa3anoJ en.3añaloJ 'Esta narración fa escuché de un 0o de 1Jios ffamaáo '8rian, aunque a diferencia efe fas anteriores, fiene un fina(distinto, tor fO 1ue efhecho de recoráarfa ifumina mi corazón. 'L('ero 1ue en CJte caJ'o también (o har;a.Ja 1ue mi muñeca estd áoforicfa de tanto escribirJ mi fintero esfti casiseco. Mañana deberé encontrar un méfoáo afternativo (?ara CJ'Crihir. 1Je momento debéis saber que '8rian era un 0o de 1Jior como.o/ o, .'1 que afJuaf1uc me sucedió a mi, creció en fas caffes. Cuando se unió a ! náa, T"Jar áonde fos nativos son safvrjesJ hambrientosJ toreen nuestra orden, rf.Jrcsó a 'Jnr¡faterraJ vir:;'ó "MáJ .,( {ti efe{p.,(¡o ", aparentemente hacia Ta irTa de 'Jrfa tactos oscuros con fuerzas af:JadaJ lefconocimiento de fas buenos cristianos. 'Uno de sus virjes fO ffevó hmfa un tuebfo habitado (Jor esa cfáse de tmonas. 'E(tucbfo no tenía más de tmcientas afmas. Sus habifanfer cuftivahan fO que toáianJ cuiáa6an de sus rebañOJ, a§o que hacían hienJ J'Ín pedir ntlcfa a cambio. Sin em6arr¡o. aunque fa 9rjfesia Vertfadera había ffe:Jado a fos pue6fos de fos afredeaores, no había focaáo fas fímifes cfe eJfe pue6fo. '8rian no encontró niYIJuna iJfesia, tor fO �ue J'us hahilantes eran incapaces de recitar fas 1Jiez Mandamientos o fas oraciones más senciffas. 7an sofo fos comercian/es habían oiáo IA§o sobre elcristianismo, por fO �ue '8rian, horroriza/o tor efáeJ!ino que eJ{'eraba a eJfal' pobm afmas, infenfó enseñarfes. MuchoJ de effoJ· se mostraron receptivos J durante tola una semana enseñó a fos que 1uisieron escucharfe. Como he menciona/o con anterioricfaá, '8rian no era un mceráote, aunque como inquisidor sabia fo suficiente como para enseñar a estas tobres afmas ef camino correcto. 7amhién concibió fa idea de traer a un saceráofe hasta este puebfo para que se encarr¡ara de fas mcramen{oJ, Ja 1ue cala uno de fos moradores 1ue moría desconociendo fa }racía de Cristo estaba tredestin.,do af 'Jnfierno. 'Pfaneó 1uedam durante un mes para deJ{'usé dírir¡im .,(pueMo más cercano tara recfutar 11 un sacerdote. Visto ' fo 1ue J'Uceáió, hizo bien en quedam todo ese tiemto. ,;; ,.,, ?,.d.,. ,..;,., ,.; " .<,< ,,"'?,.. ,"."" ,,,;. . L :;...,;ea L.," < r n , . . i . i . ?>,,? I 7 .,,a /,.,,. E . . ,."<P.,*2",?,, ,.<,:11..,11,< ,,,. .,>1,, .." ." /.<> , <; ,,,,:<.,., >l..,, .n,, <,<,T. ,S 4-!( <,;."..., ? O!!., :r>,,, ; * ? < > a ~ r , ~ r ~ ..h." :. B, .'J",~,>A.!. :*>/,,,!P. Je hialjado una fienie &nativa dé iintn. Qpmmia mi POI ahon. Znterde comenzar a de~uismrehacia otror iemax, esfaba deiciibiendóeiprimer ni8 en eimona~te*. V a lhjado eimomeniodeconfinuar %mrdernos queby 6 u y y y o caminibamoijuntoiy qut habiomos hjnh u /a cap# noria delmona~ferio. a! fieierra de esa veriienie de~cendah i a un antano No méncercarme. c< ue no ieniqganur déperdenne en un ferreno iraicionero fray 41, me eonfó vnnm hyendar, hecho ue me hilo recordara $eres que e Padre Eemardn~ehubia c m antenondad Mi5 aadianfe ercribiré ia horribh ~ r r s i ó n @y, P auyueanfesde%odeicribir ioriererde 2cJo ioi que me LbiaeiPaaire 8ernard E f a noche no teynpriray ia ihfa no er ningún probhmn. 1 flemoníos & come Efi"ndre 8ernarderlabs convencrdo de yue ioi demonio^ podan corromper con mi$ bcikdsdid carne que e/e,l>iriiu. Fn una ocarión me indcó que . ..~ -. . < ~~ Ef~ehfo Alpantano d e .~ ~ ~~ ~~. .. ~ fray Ljuy V i n ia criatura con mirfirofiior ajm, aunque debo afirmar que nunea la "¡a ia t k d e l d a . 0 eda, starrer rrn hombie u ofra cosa n a f u ~ s l J. ~ r t ó m y oU n a noche, me aveniu~iene/p~nfanoenru compa,"ioparaburcar una r a n i u s r e r v i a p a m ~ b n t m . ~ rmk~re,,. fiamubu a mar Uerfiai 'O~moniosde Carney iamenfciba que iu de~t~ucciún /uerd ~ C ~ ~ > - I Rquo , Y/aCredención I e~fabufuera deiaicance de eras criaiurax "Compahceiorriquierej"mc indcodas noches enfarde que &giramos a/monnrferio nuncs con,& en e/&< ni ior ninguna muerfra ciégracin. iyuaique ocurre con h p e r r o r rubioro~,uproveiardn fu duda como una oporfunrdadpara inienfur coniuyn*rfoi.u enfirmedad- 'w der fm miembro~deiOcuhOeiy deirerfo de úrdenei.de ia by en da^ re estudan Qior bei.fiorio3y iai ercriim en busca de r~p~erenf~cioves de rerer demoniacos, aunque ia meOr fuente de infirmaciún pura obfener hripcioneil>abier de ini . , ¡buda . %monioi e Corno eiiu ia b oil rdafoipopuiarer flunqre abunnr de numirar m i , iniiruidas bL,ca<icanarui. c n n d h i s enbe iu nobhm, ~osofrosno dérhrcciamm ja rubidaris de eifa aenfe. Oeihué~deiodo ron eiinl ioique viven cena de demonimque nore afredrinn a f i c h e m e u i /ciim o c i u d a k ~ Por . oraio mofivo. ioiricrvoryior9ricokorei que irnbdjun en f i t m w de~rureñorrueien coni.fifui~u n g r u o propicio para caer victimar h eitm criafurax. Cuando ercucho noiiciaj de en ii3rrur $anariuebpregun!urme: ¿%tegiú e/nobie a rur ~,ó', L rebeLm i j e w de iur huejfei de Snianir? ¿fieyú - a infoninrb? Uowibres labo Muchaide /a l $ e n h ~ ue eonorcorobre beriia~eambiafi~mai p~ovienende 9ngBforra de miiierra naia! fl~~conozco e/moiivo,yn que erisien /o603 en eu6iquier de ie iucririiandad EprniSabie que ioimoniiruo~de Wunjriay I)oQn"r ~ U Omái comeddh~,o que ia inficción que ior crea nore h y a ei<iendda más niia d i / F f i d . No imporfa M y o n i e i a d r e Sarnardhemos virto un 4ombre Qbo. Sin embar o, éiyú 2 ia confisióeiinn de uns mqe? hiiié~icsque e~fabaconvencida de yue epapoiia oro de una maución que ia conocriin en un monriruo. E/buen lac-rdaie, razonanda que h m p a eiiuba muerta, ir;! ú a 6 concia~iivdi yue no rompía ningún voiori me , confa aiui paiabrm,por o que mc reiaióro 4iriaria. f a r n p r r e ie aproximó cuando abandonaba un pequeño uebbriiuadou ioi pies de lb T i ~ i n e o iYa 6abi#guurdada sur poIeIiunejy ha a i ,n comenzddo u 'caminu~,aun4Me e h i e ie acercúy ieic,uphóguere d e t u v i e ~ p a r ne~cucharw 14 f . 1 ronfisiún. U T u d r e Zernnrdera incapaz h i norar un aimn neeeritnda,~ O bP que dpYó hacia ia i ~ i o ~a iQ~que , 'NOpuedoentrar en !¡erre lons9pah,ya qm J U ~ Ouna maUciú*". E/P& Bernnrd pcocupado or eihecho de quc h j w m eriuviera bca o omida, ~coptóercucharru confe~iúnuera de b J, J ~..Maunque , cerca de ia entrada de ,km, ~ i i d m ~ e m de ~ecvvdo io c o n f i ~ i i u i ecah3 chdhiui íhjbven iovennl~m6que e m C U ~ M ie deioiyecado e peremy que respond; 18 p !i R 2 6areur ara d r i iiric a inl inderai de 6 monfañu a eomor &ydsI er ,u madre ie coniú&idkA un coraéroydebía i r a bUiiarlo XíP~iecipioio Xuriúmn ahifitinco, ~ C U de ~ Oun rafoio d u r m i p f o a u n v r a n roca. SBiewniú nioirgruñidasy uufidar, mmú a i u airededary vio yue otaba r 0 d e ~ d a p 0 ~ c i ~660s c 0 or-uroy monriruoior, no de e& era m y o r gue eicclbuii i ~ m i i a7% ~ , iinfenió hun: heco ior bboi w/ta?on de ia rocn M ja ernduidron hacia ia *unque M , / 2 a momenio en eique e i g r ~ nioboaproveckópara a6aianmr;e $obre e&. Fn ese inriunte. Bn vezdirucumliraimieIio. ie confúaiPad~eEcrnardque comeiiootro pecaday re + j ó ~ r r s ~ ~ r a r 6 p oira. r E r o h o quereniia era in&ripfibie,ya ueie \en& ,pazde mafara !L.& h hfibifanic<de/puebbp~raf i n a r e/hi<eco e l u pecho henchida de ira. Cuando eiiobo cayúiobre eh,abrazo 6 ira queieniia en vcz 2 dé a n m m ~ ~ d a rar cflio?, poyor b quc cuandam mandbuidrre cerraronrohreir< w e f i m convi~fiú8 , bb, a coniinuaciin ie contó b quc recordaba de io moniecida durante ia o . o o f a u ro ,o ¡dorna u/urn[ idioma que enten&@ u ia ?ia orhmabói "Szñorerdi ja Sombra: E h iuna era en reafidadumpoh~osa syin que ia Crenciún e/Géverfi era iaen firma de bbc duranle !"da & noche C o n s v e i e r j u i i o cin!e,de/ nmanecer, vohienda nmfinnu humana a/fiJaru/pue b 'E{'Padre 'Bernardnunca me contó fa forma en que murió, sofo que fue fesfijo de effo. 'Es un afma3enfíf. por fa que duda que sea capaz de acfos viofenfos incluso contra esfas afrentas a 1Jios� estOJ SI!!]uro de que no acabó con su vida. Sin emba'Jo, creo que ap1•endíó mtis cosas JObre fos hombres fobo de ofraJ' (t1entes. Si 1Jios quiere, fe pri!!Juntarépor ef fás, aunque de momento sofo pueda refalar fo que me conló. 'Esta mjer-besfia acabópor morir. 'E{'Padre 'Bernardafirma que no es sencilfo acabar con estos monstruos. fas espadas.'f fas (fechas no fos detienen. JI pesar de effo, tbo no son inmorfafes, por foque no son inmunes a toda cÍase de daño. 'El(ue o. e ran purificaáor, acaha con elfos, así como fas armas de ¡;fata, siempre que fos hombres fO 9 {_rj fécha Je ¡;fata, ha!J. a&unos herreros que fas fabrican. ha!Jtm sic/o bendecidas por un obispo de fa ijfesia. Jlunque es dí(ícilenconlrarp untas de ( spuestos a tfarfes caza deberían tener cuidada. 'Estos messon ti.Jífes.'f 7uerfes,.'f fo que es peor, alijualque fas bestias de fas que JI pesar de tocio, aquellos di descienden, viajan en manada. 'Ef'Padre 'Bernardafirma que muchos son capaces de desvanecerse enlre fas sombras� rea¡;arecer con más fuerza que anles {sin duda e;draen elpoder /e fa oscuridadque fos ha creaáo). 1f como pueden asumir una apariencia humana, son capaces de blandir las mismas armas que fos hombres, por fo que un hombre fobo puede ser un espadachín háb¡{a la vez que una bestia salvrye. Sin emba'Jo, elrjo enfrenada puede disnn9 uirfos /elrebaño morfa(!fa que sus O!J'as son más tupitias.'f sus dedos anufar.'f corazón tienen fa misma fon.Jítud. Jldemtis, susrjos poseen forma almendrada.'f cuan/o están (rente a carne fresca, comienzan a j'adear sin ímfortar cualsea su aspecto. 'E,>tisfen otros sijnos para distin.Juirfos: he oído historias sobre un penfa!Jmma de saYifjre que aparece en fa ¡;alma le sus manos cuando lía.'! Tuna lfena, aunque ef'P adre 'Bernardno me lo confirmó cuando se fopr!!!Junfé. JI pesar de toda, su raS!]o más insidioso essu capacidadpara procrear con fos serer humanos. 1Jesconozco elpoder de esas críafuras, aunque sé que fospuebfos pa3anos son espec1'almenfe susceptibles a fos avances de fos hombres fobo. 1Jespués de todo, fospa3anos carecen de un códi9o de conduela que fé s_9 uíe así como de un medio para bendecir la pfata (presuponienda que fos pobres díabfos feYIJan acceso a effaJ. 'Todo ella lleva a que fos hombres fobo sean capaces Je cfominar con (aciMad asentamientos enteros. 1f eso sijnifica que en cua{quíer puebfo remolo que podamos visitar, uno o varios le fOs habífantes pueden ser hombres fObo que permanecen ocultos hasla que la luna, su diosa, bril le en elfirmamento.'f fes obfiJ_ue a atacar. Un cristiano mordíáo por un hombre fobo fue/e verse impulsaáo a cometer actos bestiafu !levado por ataques de lijuria o ira conforme la luna crece. fa hierba conocida como matafobos, ap(;cada en una cataplasma sobre fa herida puede calmar CJfos senfimíento,·. Sin emba"!Jo, un hombre que ha!fa sic/o heríáo por esfas besfías debería permanecer en constanle vijílancia brjo elcuidado de un3rupo de liombm fornicios armaáos con espalas dep lata. fas mljeres infectadas cle/Jen ser bendecidas.'f jecufadas, !f.a que son demasía/o débiles comopara resistirse a los efectos clelmordisco de un hombre fo/Jo. JI pesar de fo horrble que pueda resultamos fa idea de que un sofo mordisco de esfe demonio puede conta3 iar fa maUción, debo afirmar que e¡tste i una raza de i hombm fobo superior a fa de eslas bestias. 'Brían, efC!Jo que he mencionado con anferíorída/. me contó otra historia sobre fas ?sfas 'Británicas, pero sofo Iras haber bebiela. f.o que vio fe aterrorizó hasta fa{/'unto que era inca(laz de recordarfo estancia sobrio,.'f de hecho, cuancfo le prerpmféflOr eflo aldía sijuienfe, afirmó que no recordaba nada de lo que me había contaáo� se ni!!JÓ a se:J.uír habfancfo Je(asunto. 'TraJ" visitar efpuebfo que he mencionadocon anferioritlad. 'Brian confinuó con su virje a (ravés de fas tierras irlandesas en busca de a&oque necesitarasu a.'fuda. Cuanáo ffi!!Jó a un pequeñopueblo a una . noche de distancia de fa quesu(rió elataque de fa m':Jer saYIJrienta, com(lrobó que había fenicio suerte. f.ospobfaáores eran cristianos.'f pusieron a J'u díyJoJición Ju hospíta{¡tfa/ 'Permaneció am casi una semana,pero como no vio a nadie que neceJitara Ju acl{{i(;o, sepreparópara abandanar elft!Jar. SI!!Jún sus propias pafabras, esa noche brilfaba una '{una (lfafeada aunque creo que cijo "(lafmeada " (anfeJ!fa he mencionado que' no esfaba Jobrio cuancfo me refafó estos hechos). Cuanáo, en respuesta a fa ffamada de fa naturaleza, Ja(¡Ó de fa casa, vía una silueta humana.'f tuvo elfresentimienfo de �ue ese e¡tfraryero tenía malas intenciones. 'Mientras 'Brian le observaba, elhombre alzó sus brazos hacia elciefo.'! comenzó a habfar, aunque efC!Jo estaba demasiado f:jos de élcomo para que sus pafabraJ ffe9aran a sus oícfos. 'E(hom/Jre comenzó a danzar!f. '8rían supuso que estaba confem(lfanáo a&ún rifuafpa3ano. Cuando se.Jíró hacia elfuehfo {lara buscar alsaceráote, fa fi!}ura de fa co(¡na cambió: dande antes se alzaba un hombre, ahora se erijía una3ran beslia con cabeza de fobo que alzó J'u cuello.'f aufló. 'Brian se sinlió alerrorízaáo� corrió hacia su habilación, escondíénáose liasfa elamanecer, cuando se fevanfó, su/'UJ'O que tocio elincidénte había sido un sueño. 1Je hecho, efdía sijuienfe a fa noche en fa que me narró fa hisloría, mantenía que había sic/o un Jueño, aunque!JO no esto� tan SI!!]uro. Creo que fo que vio era un hombre fobo, aunque no fa misma clase fe t criatura queJe confesó ante ef'Padre 'Bernard. 'Esto.'!. convenciáo de que eldemonio que 'Brian contempló era a&una cfase de hechicero que había vendido J'u afma a cambio clelfoder de transformarse en esa híbrida 'blasfemia entre hombre.'f fobo. 1JeJfués de lodo, .Satanás no puede crear f:p que sofo puele hacerfo 1JiOJ}. aunque fuede (ram-mular.'f ofo'Jar esas habi(;dades. .Solo 1Jíos sabe qué otros foderes fodría poseer esa clase de criatura,!fa que esfOJ Sel)uro que elcambio de forma sofo era uno de elfoJ. 'Brían me asi!!Juró que efpuebfo e;<ísfe todavía. 1fo mantuve mi semhlante en cafma, aunque estaba Ji!!]uro de que sabía a§o más. •. {jrofescos3 monstruos 'E(lérmino 'hombre fobo " es conocíáo por fos campesinos.'f los nobfes de lodo elmuncia, aljuafque fas hisforias de "brljal' "hechiceros) "(antaJmas � 'Pero, i(lantano? U2ué/'asa con fos demonios recién sa(¡cfo,. clelabismo clel iqué ocurre con fas criaturas emparentadas con fa que trofa!Jonizó fa hiJforia de (ra.'f 4u� en el ?n(íerno que no han a/'rendíáo a ocultar Ju ver dadera forma Iras una máscara de carne humana? o,. prometo que esas cosas e¡tiJlen. No suelen acechar en fas ciudades,!fa que normalmente suefen JenfirJe atraídaspor e;ttemiones de a3ua lo suficientemente 3randes como para ocultarsuJ cuer poJ cle(ormeJ. 'Br�'an me contó fe:;enrfas /'O/'ufares escocesas que hablan sobre beslias que moran en fos fa!}oJ, aunque me asi!!Juró que no l�ó9a ver nín9 una. fas le:;en/as venecianas habfan de JUeJ semihumanoJ queJe Je,.pfazan por fos canales.'f se a(¡mentan de fos cadávem enferracfo,. en -Saín{ Ñf ichele. 'Entre To ,. marineros abundan fas le.'fendas de Jerpienfes marinas!f. peces demonio capaw de deJ!rozar barcOJ' enteros con sus mandíbufas. 1f caJí cua{quier puebfo conoce a a&ún monstruo que mora en los bOJ·ques cercanospref_arado para hacer desaparecer a fo,. niñoJ lravíeJoJ. EJ ' (o� convenciáo de que fa ma.'for f_arfe de esas le:;endas son (afsas. Sin emba'Jo, a&unaJ de ellas pueden Jer ciertas, un número suficiente como para que un solrfaáo de1Jíos feYIJa cuidaáo. JI tenéiJ fa ocasión de eJcuchar una de eJ{as fe:;endas, pre:J.unfada vueJfro inlerfoculor Ji ha vislo fa bestia. 'En caso afirmativo, fedidle que os fa cuente.'f as!!!Juraos que entienda que 1Jios escucha a través de vuufro cuerpo. 'Jnlormadle que fue/e salvar vidas (o condenarlaJ) en {tmción de fa veracidadde sus pafabras. 'En fa ma.'foría de ocasiones, vuestro ínferfoccdor acabará arlmífíenlo que fa fe�enda es sofo eso, traJ fo que podréis ':Jar escapar un suJfíro de a(¡víoJ asi!!Jurarfe de que no ha hecho nín3ún daño. 'Pero si elnarraáor se aferra a suspalabras, de beréis estarprcparadaJ para buscar a fa hesfía. 'Es inúf¡(ínfentar rea{¡zar un compendio que rectja {odas fasposíbfeJ criaturas que oJpocféís encontrar. f.o que debéis recordar en caso de que emprendáiJ fa búsqueda de esa cfase de monstruos, eJ que efhierro.'f elacero suefe hacerfes daño. Son demonios menores, criaturas a9 mívaspero estúpidas que han naciclo como resultaáo de fa unión le una brlja con un íncuho a cambia de cm año de_juventudadiciona{ 'Estos sem carecen de pTaneJ o deseos díslinfos clelhambre, or fo que un inquisiáor metódico puede Seljuir su rastro con (aci(¡dad. 'Es trohabfe que fanfo los campeJinos como los caballeros, siemf_re que puedaJ convencerles de a e¡tislencia de fa beJfía, Je unan contra una criatura como esta. 'En ese caso debes tenerpresente que como fícler, fe conviertes en mponsa61e dé fas vidas de tus l'eljuiáores. t.leva a cabo fa caza con cuidada: debes acabar con una celebración, no con un enfierro. •. t ;:4.(repamr fo mrífo hMfa efmomento, me áo:; cuenta /e que mi narración tiene a0unas carencias. 7íunque no áuáo /e(hecho le que effector ha:;a aprenrfiáo mucho acerca /e nuestros enemi_Jos {1Jios quiera que fe sea úti{}, desconoce cMi toáo acerca /e(monMterioJ le (ra:; Cfu:;, le quien he a{irmalo que era un fraiáor. 7enr¡o mds coJ'CIJ que contar J'Ohre fas crialos le .Cuci(er, aunque os picio que me permildiJ' referirme a effas mientras refafo mis e¡periencias en ere maUlo monasterio. "Fra:; e;� J. :;o continuamos con nuestro pcueo por fos terrenos que rodeaban afmonasterio. Su convermción, fraJ' refalar ef incidente le fa besfia en e(pantano, se vofvió más civifízala J comenzamos a intercambiar op_iniones s?bre fos suceso!' le 'R.pma } otro!' aJ·untos mundanos. Cuanáo rfimos fa vuefta a una esquina, fa fuz /e( sof nos rfio le ffeno J me sentí reconforta/o. ?bamos caminando cerca Je( muro e¡terior cuanáo vi fa puerta por fa que entramos af monasterio fa noche anterior J me acorle /e( 7-fermano 'Páfíáo. 71. pfena fuz le( rfia, ef recu�rlo no parecía tan amenazador. .[e inrfiqué a fra:; Cfu:; que le rfia ef monm'ferio pareda mds aco:¡eáor, mds acorde r.on su propósito le servir a 1Jios. 'E(J'Onrió J me cijo que nemifó unoJ· cuanlos rfias para acosfum6ram a vivir en é( pero que ahora no fo cambiaría por nala léf munlo. 7ítravesamos fa puerta ¡;rinci(lafe intenté focafízar af'Palre 'Eernarl(Jara refafarfe ÍaJC¡frañas hiJtoriCIJ que fra:; Cfu:; me ha6ia confalo. Nopule encontrarfe, ¡¡ resar le quepasamos tola fa farde huscdnáofeJ f famdnáofe en voz afta a fo fa"'jo le tocios fos recovecos /e(monasterio. Jínfes:;a he menciona/o que fe'!!Jo una memoria proái_Jiom, J Cljralezco a 1Jios este hecho. 'R..ecuerlo caáa esquina le ese fu9ar maUlo� cala recoveco le sus pasiffos. Mientras recorríamos eferfificio vimos a otros mo'!}es, aunque no se acercaron a nomtroJ. Veíamos a hermano!' que entraban en una habitación situala af¡,·naf dé(pasiffo o camina6an por efpúo superior, aunque nin9 uno le effoSJe cruzó con nosotros. 'En CJ'C momento no fe pri!Junfé a mi inferfocutor por efmotivo, :;a que estaba demm'ialo preocupa/o en encontrar a('Palre 'Eernar tl f..aJ' cafacumhaJ' Conforme prosi!Juimos con nuestra búsqueáa, intenté orientarme para conocer en tolo momento effu;¡ar que ocupdbamOJ con respecto afterreno que nos rodeaba. ?ntenfé arfivinar cuanlo noJ' rfiri_Jiamos hacia ef(Janfano, aunque no {uve é¡ifo,:;a que efinferior le(monmlerio no se parecía en na/a afe¡terior, 1Je hecho, no sa6ía :¡ue esfábrm1os bcjo tierra harta que sentí cómo efaire era frío� húmedo. "FraJ e;� había tomaáo otra rfirección para ir a buscar unas finternas, por fo que cuanlo orma/o en preocupación, aunque desconocía efmotivo por efque un mo'!}e purfiera estar �oofvió con effas nos vofvimos a poner en camino. SujoviafíáaJse había transf t;reocupalo en efinferior le su propio monCIJferio. Continuamos alentrdnáonos bcjo tierra mientras efaire se vofvíajéh·lo a nuestro afreleáorJ faspieáras se cubrían le un e¡traño mohojris que se convertía en (lo(vo cuan/o fo tocá6amos. .&u rafas nos miraban con curiosiáal:; en ocasiones a&una mosfra6a su osarfiaJ se "!}arra6a a nuestros hdbifos. .las rafas no me asuJ'tan, JJunque fra:; e;� parecía estar tan aterroriza/o q11e acabópor cofócar una mano en mi espakla afirman/o que no porfiamos SCJuir alefante. .Ce responrfi que como era '"'/'rohable que ef'Padre 'Eernarácstuviera en ems catacum6as, no había ninr¡una razón para J'e_r;uir con nuestra avance. Cuando áje eJto, Ju e¡presión Je fram(ormó. 1Juró sofo un instante, aunque fue fa mr:uesfa a mi af,'rmación sobre ef'Padre 'Eernarl. 'Presentí 1ue era probabfe rue mi mentor estuviera en a&uno le esos pas¡{fos, par fo que tomé fa decisión le encontrarfo. Cfiré m6re mí mismoJ avancépor efoscuro pasiffa con fr a:; Cfu:; riJuiéndÓme fospasos. 7ífca6o Je unos metros ffe_r;amos a una cripta a fa que fra:; e;� no 1uiso entrar. 'En cfccntro le fa ha6dación áeJcanmba unjran ataúlle piedra, aunque sin fa :r:¡ula le fa finterna era incapaz le feer fa deiJas!ala immtción. .Sin emha"'ja, a pemr le fa tenue fuz, (ui capaz le descubrir ciertos letaffes que kcieron que un =fafrío me recorriera le pies a caheza. 'Pule Vi'I'J"'dM tn k, picrfra y rocc<J q ue se /,abírm le.y1arfo lefafaúc( por fo 1ue ffe_r;ué a fa concfuJiOII rk o/''' e/afmírfno era un {,,9anfc cfe••:tll)l( rfr 1m mnn¡c, ·m fcdw/"�'•� C<0•1ie1J (o a0oJ ue Je ievanfoh·< r4ría nry•,¡,•, afmwrfo ,f,rc ,r, fy emerr;icnlo efe é{ 1.{a hflfna cswdHcfn cm(r. fe!frntl;;r w(;r, esm Jtl'tJ q 1Jtf m o:ut:rtr fntú bnla ": ·f. , / r 11 .,f1: ;· fafdifd v .1' f.a cripta ,. Vuefvo a tener linfa. 'E(iero que sea suficiente, aunque:;a me he mi_!}nalo. 1Je6o hacer tolo fo posihfe �nZih'i:lti@5füiíiiuH!ilñJl1fJi u fimo'il�_ mis _ _ �.:zr;;/; W\;1,./,;;.ei;;� Como he rficho anteJ, nos encontrá6amoJ· en fas catacumbas le(monaJlerio, en una cripta 1ue en verlaáera effu:pr le descanso le a0ún demonio /e(?nf,'erno. Sa6ía que no lehía 1ueáarme af(;, aunque efterror de fra� Cfu:; me convenció le que tolavía no ha6ía siáo manciffaáo. H2ué equivocadÓ estabal Coma aprenrfi mds fArde, no temía por fa perrfición le su afma, Jino por efdescontento le su amo. 1.{a he mrdo con anteriorilalsobre fos J'ervilores le lemonioJ, aunque efcaso le fra:; e;� eJ' {o mds bien era) a&o especia{ Mencioné que /escribiría con mds /tta(fe fos:ércitos /e .Jafanás {'Or fo que effecfor cfe6e peráonarme si me a(ejo /e fa narraciÓn {'ara á:Jar por escrifo mis conocimientos sohre una /e fas perverJiones mCÍS 3ranles léJ fa humaniáal1ue e¡isfen en fa 7ierra le 1JiOJ'. .Cos muertos pueden fevantam, pero sin fa a:;ula rfivina fo hacen ham6rientos le carneJ san!}re. 'E('Paáre &rnaráffamaba "no muertos" a esas criaturasJ esto:; SI!Juro le que fra:; Cfu:; servía a una le effos. No muertos 71. pesar /e(horri6fe m'('ecfo le fos hom6res fo6o, no son estas fas criaturas mdJ terri6fes contra fas que nos enfrentamos. l'.oJ monstruos verla/eramente :trrorí{icos son aqueffos que han consi!Juilo esca(iar le su prisión le carneJ continúan hoffanlo fa tierra tras fa muerte le sus cuerpos. 7anto ef1'aáre 'Eernarácomo 'm:; Cfu� yahían mucho le esos seres, aunque vofveré so6re {ay revefaciones le fra:; e;� mCÍJ' alefante. 'En esfM ffncas deseo mumir fo que ef'Padre 'Eernarlme contó ��eerca le este lema. Mi mentor me e¡pfícó que foJ no muertos newifan injerir leterminaáos afímenfos para poler continuar e¡úlienlo. 7í&unos comen carne humana de fas víctimas fiC asesinan. Otros no muertos ffoJ que conservan una apariencia más humana) Je affmenfan le fa san!}re le fos vivos. 'EJ·tas sanJJJ_juefas andantes son capaces le J!nerar un sentimiento le pfacer en aqueffos leiJraciados que fes sirven le afímenfo, hecho que hace que SUJ' víctimas se sientan eufóricas mientras fa SCIYI.Jre ff�e a travéJ' ífe sus heriáas. 'E('Padre 'Eernaráa{irma6a que este efecto era efquepermitía que ems criaturaspuJieran permanecer en secreto,Ja que cuanlo efsenfímienfo le pfacer .f;saparecía, fa víctima ofvila6a fa e¡periencia o estaba amiosapor repetirfa, por fo que efcaldverporfia ri!Jrcsar una vez que su fuente le sustento lia6ía recureraáo fas ·..,erzas. 'EJ-fay criafuraJ pueden áominar¡;uebfos o ciu/a/ey enleras,:;a que sus ha6dantCJ viven, recofecfcmJ rezan para poler rfisfrufar efe(pfacer le su abraza. 'Por r:{'_uesfo, fa criatura no tiene niYI.Juna o6fi:Jación de ':Jar vivos a sus "affmentos", motivo por efque ni !ospropios f?Jos conocen cfnúmero e¡acfo le huenos crisfianos que ·af fecen bcjo fas cofm¡(foJ' dé esos sem. , yui$ara/rer mientrur Siqnen iiovUba M ~ ~ 1 jol 6 ; "iuulei necemA, ur. i i n c h ~axí~ eonriqliió errafiar arturnedndo eibrarn de uno de iw quardaner E f a criafuri también . . ,,,.:-,,l,>i.~-i.,r-ii>i,,~'>!' ,:. , , > , ;, I i l . . . , ..< ,/.,,1,'1..,< .. ; , , * ., ,,,i ? ! .. , , /.ii2,,».ii,i.~n.<iF!,. i>.>!i..,i, , 1 , . . , , ,, .,l.,,.,.>,,, ' E/Tahe ~ ~ ... ~ ~ . . _ I r ~ , .. ',,".~.,> ,Ir.,.' i ,ii.~,i.. O , , n : . < , i 1.. ' : .,S ,,>.,:.. -,;..!,*'.,',!., ', ..,, , Ii i i r , ~ m~i r r m / q r~e inqiepm > - er!arir*nir,mi., e c ~ ~mhfi-odcrdqiiwtn. ~ f ~ ~ ~ 7ambiin t ~ i ~ f i i n ~ ~ ~ ~qidd~~de~oiiracion~Ide/iode~, ~ ~ ~ i d o d e como h~ de hecho conii"uarin eyihiirjendo fiiviondoio'.noer un finnino adecuado en c~tc m i e m b ~ o ~ dienuerii~ e orden nfi&an yue no muerfoi no enveieceny carel harfa eiffía dedei7uicio Rvainui Eito no ci cierto, yu que puedo afeiiiquar que ioicuerporde mtoiierei camb;sn con e i p m de/fien,po. f a tevoiución deru corp~ei fe - . r' - , . hp~rnw h a?, /a c ~ i a t w amuere ~ f ~ p ~ ocur+en c d e Ci«*@y?em&e h V i d a d e / i n d ~ ~ o , bp oqo-~ innto un no muertouda60 como un no muerto nnio . , iere, . .nopu&nier resutedo de muwfei ue d e ~ t ~ e/ererpo uerm i ,i m i k r , Como nfm ~ a n fincinemcioner.p a r p m p @ , podeiamoi s h m a i que eicuerp débl eiiar inhcfopara que /u "~esumción"bjufimatenga h ar T%JBireqresar de u muorfe. h criatura erinaijiinguibhdeL,ervivo ~Úcorazónfodaviu iutey>uicdde . mngw no crdemariadoimperim. Poiee h fiemny k firocr a d t p c a de ieerurcnaiurai. aunyue en menor m d d a que h que fendrden e/fufwro. E i m c~ifit~~osruehnsonBr ~ r e ñ o ~ ~ s m i ~ p o d comodemonio~o e~o~os, b 1 9 , aIjopurecido a bbeznoi 9ue emunccen aiiado de h ioba hartsqueaprenden M cezn?. Con eipnio deitiempo, eino muerto acabapor morir E t a es ia f i ~ en e h que ruahnmr m i s aciivorjron misfáciie1 de deftctaiy de deitruir E/mmbio toma ia ,&me de una p a h h e,drems. Tambiifl repone de manifiesto por elhecho iie ue #/lar ei incupuzde comer o beber comiJu verdaderaJ de ende por entero de ia iangrepam econtinuclr ei<iriiendo Sta apfiiMdesfiiiCUI m90rany, ,yún bf i n j r m e r d enieifm hermdnorguerreroiritiCIdoI ofiente. oirai hinbikdader. pud& tener una ior P ady,,mH dobicjar b voiunfadde iói yue ie rodwin. E b s criaiurmron ictaier. uunyue a i p a i q u e cuniqriier oiro h e Q8 beiko, iu mern viri,lJ i f & r n a i . h B m yUc hydn reim &/pin,co. To~~~riuertc. ,mecm o i ~ d e b í i ; d a d& Lein/ar /iL'&lAa I ~ como mnvocara b b m o mumiéh fiYo. P q:: ,y y , mn vuinerabiei a / ~ ~ P W L ~ L q ~ e r n a d ~ ~ a i .b, ~yuc o r cun4uiera de !enosoiroi deberiatener / r r ~ c ~ x t i ó niperrequirioi mienfrai eiioibriiiorobre eihonionte. Si ia criatura c o n r ~ e s o b ~ e v i v i ~ d u m ~ ~u nd toeiiem o (otra ver hago hincapiien que erte inbrvab no m i i bien dejnidsl, ia ; n f i c c i ó ~ p ~ ~i idoej , z r a i u f i ~ e f i a i V o mmilmo tuve eii&rtunio de ~ ~ ~ f e m no p kde r e/%! E/T&c Sernardyya paramora dercanlnr en 7ourr.y mientrai iiiiormia,ya decikuvenfurame p o r r w aunque era de noche, no esid& reocu a& y# quepa" einiño de h ccuiir yue hebi8 iaen miinterior, k orcurlindde b ~ a @ j ~ e i a i r o i ; t ~me ~ i rremnfárfaba. n E a noche pude oír unmave qu3ido que de una ~api/ineertnnn. Con cui&do, mo acerqué haeiu e / / z a r de donaé provenia eisonidD C u a n d o d h "veta a una .quin& viio que enréque cra un ieprom ?ha v ~ i i d oc m k ~ p o s rvpioipor y /o pude ver a ia ivz de k /una, era rmli ei.tnba re ietu de úrfuiar E t n b a b n t a~k i ieiiay &roba urh obtener eiperdón. Observéa h criBtura durante inJtanie,y mienfrw /u hiaciapde v e 4 u e ~ v a b a mid de en3ujdedoi., E8 "ii! cGfura abiniido un nobh, No me afrevia reveiar miprejenciu,yn que esisba d e ~ a m a d q ynode~esbaponer mivida enpeiigro Le obsemémmif~c(<rconiinc<abacon su refahh de LflnaL i' 1. ~ kmo~tos,de &que enfenda una d cada iienfe pahbrur Temanerió afldurnntc meda horV hyoierefi~ó,comorihiiliiera deiu intento f e i - q u i b mircercn yuepde,y duranfe un terribic inrtante tuve ia ocasión de contempkriu roifro f h m m " ~ o ~ t rb o yue " ~ v i a ufihzar una eppreiión demariado smahle. Tenia eiarpecio de unagiyia que La vuefio a ia vida, aunque erui criaiurur no ion tan h o r r i b h como a he e ; e 4 con nn ferioridadno iiempm i.on u803 troror ineriei de pi~drnl.doy incu ar de de~ceihiriaycarezco de ia habihdad pace i c w un boceto. ciyl<eeiiecior puede eonliderari.e a/oriunaaio. ;Mienirar c ~ n f e m p k b ok p ú r i u puruienta en que j e hubiu ronoerhdo ese >robh, me imnginé e/9n,&~no. iy P hecLpop E f e e ~ p u w e / ú h m oeridhde ioino muertoi: vagar por eimundo con h i e n t i , ~ k mente intacta pero con eicirer o conver!,& en unu paroda de b yue fue an el'parudo. ffe~eiconozcorikcriatura conrenia n4ún raitro deiu rnyidez, su f i i u ~ u * o cua yuier o ., de que eifar criaturaixon - otropoder, aunyuepongon oi iectorei l h -~ avim maspoI/emmque bsindviduoi miy5oene1. V p o r tunia, en eimomonto en y ue ray ciu y opormmecimmtiep en eimauroieomir~ndoin eriptacon horror, ru e ueno odaryuircrdeiante en compsñia d e / o t e ~ ~ o ~ i z a mdoop . Cyreréeon é a aruperficiey . . debo decir que meie,iiirecon,6riaa'o cuundo ia i u r ~ o h vo r vio a cabntar mirostro. f e conté que deswba yuedarrneio&para rezar,jporiupa,~riea ~ ~ ~ dmicompsñiuyre e ~ i ó de m i Pux erpeiia/cuidado de recordar donde h kntarna (en un luhnie twzano a k e n f ~ e de/monatc~iol. h ;Me reiirea b ce& donde habiamordomido & noche antehrpnru re/iexionmrrobra io rucedIdo. Vi ue no iain ún n 80 de ue elpadre a e r n a r d i" rY / .: P.-' i'? p B huiiera r y r e r a 6 u ia ceidd deide yue b 4 é p o r b mañanay t e r n i p o r s u ~ y ~ r i advinéque d~d dsponia e frez o cuatro horas anfei de o m . aunque como L. i a ~ p ~ v noionaben ax en esie mnMio, nopoAa citar xyegaro. Refirionandoiobrc b rureddi y en mil conoeimiontoide ior no muertoi, decidquedebis iMjgrerar u k c~infda v i ~ f d eia huerfa di mi~rumienaiooue k c?iatura aue uariu en eje huar noie icvantaridhaita #/anochecer /y Descenso fieaué Larfa h cribfa. M sin meten neme nara ertudark mn m i ~ d e h i i efiroieauieon . miccimin?. M acommñaban un buen niímero de r u t m ~6 elevubm iokic i i i iairotarY re crurabac<nentre milPiz3comoiihtenfaran a c o b ~ r h r > n e~. e d k i e n i / n h t o 4u y en ~ ó d o s ucompañerolr Labia inf~ag~~niudo con un nbeibrro ' .inrecfor ¿P&ian &S m o n r f ~ u o yue ~ habifnhan eimonaiterio yuic<r ior movimientm de criaturui tan poco inta{ ryentei. Lomo ioi y iar miar? ¿ficnxo acfuaban eriw - m t d o w como e ~ p i u i p ~ r ; n < i e ñ o r ? N O ~ detenermepara O ~ ~ mafar iai r a t a 7 n c h ~ aunque o hubiera int4rnarme m i i p ~ o / u n h m e ~en t e krpro/und&de~ deringar tenido br medm orecerarima mia/cance, había demariadis, Sobp~de acehrar mspusos e :ll(fí encontré ofraJ' saftu simiares a faJ' ceftfaJ·Ie fa su('erfcie, twnque mtúfequeñas. 'Tolas effaJ ofían le forma e;draña, como huefe un cementerio !ras fa ffuvia. No me letuve en nin;pma, Jofo anoté ru focafízacion. Nin.Juna tenía ('uertar, aunque muchas estaban Moquealas('Or fíquenes enne9recilos. 'R§ffe;donanlo so6re fa puerta que hahía afravesatfo para fff!Jar a ese fu.Jar JU puse que si uapuerta huhiera estala cerrala, un!Jran io en efft'!Jar tfurante meser si huhieran tcnilo a mano fa número le criaturas oscuras polrían haher sohrevivl comida necesaria. No('rOif!JUÍ con estos penmmienfos, ja que esta6a aferrorizaclo. Se:JuÍa Jin encontrar nala 'lue intlicara que ef'Padre '8ernarrf. u otra ('erJ'Ona, hubieran ffe:Jalo a este fli!Jar, por fo que mis eJperanzaJ' comenzaron a desvanecerse. No avancé demasiado rá(!ilo,!Jfl que fa htz le fa fínferna era mortecinaJ no quería torcem¡e un to6iffo en una le fas numerosas oquetfales lefsuefo. No me había af:Jalo lemasialo le fa cri¡Jta cuan/o comencé a darme cuenta le que fa htz le fa fínferna comenzaba a desvanecerseJ que e7ocaso estaha pr;limo. ó Mafdiciénlome ('or J'er fan tememrio como ('am 'f. e9ar haJ'fa affí. comencé a correr fo más sienciosamenfe que fule ('ara afjarme fo má.ximo ('osibfe le fa cri('la. 1Jesconocia IOncfe me ffevaban msi ('lasos,Ja que mi instinto hacia queJirara a fa izquierda en cala intmccción. .cfe:Jué a fo que me !Jareció un ('asadizo Jin mfíla cuanlo vi af 9o que hizo saÚar mi corazón. 'E('Padre '8ernardhahía estala af ff. 'En fa paredhabían una serie le n_úmeroJ!Jra6atfos: ??:???:??. 'bfa serie era <m -jno 7ueJa habíamos usado con anferioridalen referencia a un ('Mf!je le('E.xotfo en ef7ue Moisés encontraba un •rhusfo en (famas,J si.Jnificaha que affí 6a6ía a&o importante. 'Pero tolo fo que fule ver mientras mi fínferna :e e.xtin.JuíaJ e.xfraños Jonitfos cerlifcaban fa f fe:Jala /e(ocaso fue fiedraJ moho. Me arrodif féJ recé para recibir m6idurÍt<, ihtminacion, un mik'!}ro, cua�uier COJ't< que 1Jios ';¡viera a bien darme en Su sabiduría. 'En fa distancia pule oír un cr�ido horribfe: fa fom le fa ·ripia se bahía abierto. qiré sohre mis pasoJJ miré en derredor, J por un imfanfc fas pareleJ 'Jarecieron camhiar. Me o6fi.Jué a mantener fa concentración. .� mientras rezaba para mantenerme ocufto, vofví mirat' hacia fa ('arel. SetjuntfoJ anlu le que Ta fuz se e.xfin.Juiera ('or comrfeto, vi fo que había : <fmatfo mi atención unos SC.Jtmlos antes: había una aherlura en fa ('aretfdé unoJ J'CJ'enfa ··ntímefros de anchura que era inviJihfe sise miraba le forma direcfa. Me arraJtré a travéJ le cffa ; iras recorrer un ulrtch o r.asadizo me encontré en ttna safa parecida a fas cefrfas que había visto ·�fu. 'Tanfeanlo fas paredes, descubrí �ue era maJar que aqueffas pequeñas afco6as, aunque ef "ho era fan btjo �ue sofo {uve que afzar fi.Jeramenfe efbrazo por encima le mi cabeza para �'arfo. No fuica(laz tfe encontrar nin9 una olra Jafíla distinta le fa que hahía atravemloj como ' parel arecía ('or comp feto le h1z, no ('odia hacer ofra cosa que esperar. Cansalo, me apoJé en fi "ÍS cercana a fa entrala con fa uperanza le que cuttft¡uiera que fa atravesara me le spel'laría. 'Por trfe, esa esperanza no {c1c en vano. ;:&esínato 1Jormi luranle e(resto le fa noche} nin.J:ma criatura /e('Jnferno Je inmisCUij Ó en mi tfescanso. 1Je hecho, cuanlo me "perlé, ofvitfé('or cm instante efh'!Jar Jonle utaba, aun�ue fa oscurirlatf� efmeÍole ('icdra me aJularon a recordar. Me �orporé melifanlo fa forma le sa6·r le ese hltjar cuantfo oípisa/asJ vi el le una h<z que se acercaba. Me cofo�ué en fa paredmáJ cercana a (aentrada le fa mfa. Carecía le cua�uier com 7ue fuliera usar como arma,Ja • auno/ue fa linterna eslaha en a§ún ft '!Jar, no tenía fiem('o ('ara 6uscarfa, por fo �ue tenia fa certeza que siefser �ue se ··rcaha era un lemonio, estaba conlent�tfo sin remedio. ConJi.Jné mi afma a 1Jios, afeé fos 6razosJ fo,· caer con fuerza. 'FraJ CiuJ entró en fa mfaJ feJo0eé anfes tfe darme cuenta tfequien era. l'.fevaba una fínlcrna queJrt<Cit<J' ti 1JioJ no romfió cuantfo Ca JÓ t<fsuefo. 'E(moye se le,pfomó e iba a aJudtll'fe cutmtfo vi a&o que me ffenó efcorazón efe miedo. ahía retirado fa cafucht•Jpule verm nuca demuda. 11.ffíjusfo en fa parle poJlerior le 111 cueffo, hahía Mi.J.o0e fe h o azufque me miraba sin parpadear. 'En ese momento mpe �ue fraJ q,� em un J'irviente lefJer obsceno 7ue lormía en noJ fa oscuritft,tfle fa cri¡Jfa. Vofví a.J00earfe con !olas mis fuerzaJ, ('afednlofe efrostroJ fa!}ar;¡an!a. 'R.Pió JObre sí mismoJ huscó a&o en su ..,furón. 1fo lomé fa única arma que tenía a mano, fa fínferna que fwhía lraítfo le(monaJ{erio,J fa arro jé contra éfcon lo/a f;¡erza �oJihfe, sientfo recomt.malo('Or un cr�idoJ. un.Jrt<ñido. 11.6rí mis tjm� vifraJ quJ a('o:;aJo contra fa parel intraJ fa san.J.re manaba a horhofones le s:t cueffo destrozado por efcriJtaf le Íafínterna. Nopule hacer otra cosa que verfo morir. 1JioJ se apiade le mí, r.ero me sentí tan ah'vialo cuanlo su respiración cesóJ su o consumió que me arrodifféJ me mostré a!Jradeci _rma f do. 'Pilo a fos feclom �ue com('renlan que no IOJ nin.J IÍn asesino ni "Jun monstruo Jín corazón a pesar le msi ori.Jenes. 'Puede que fraJ q,'J. huhiem sitio en ef('asado un moy f ief. ('ero en ef -t.Jenle ha6ia venditfo Ju afma (o se había viJ{o obfi.Jado a Jervir) a un demonio lef11.h i moJ cJlaha conlenalo antes le '!JO tuviera fa leS!Jmcit< tfe encontrarme con é{ 1fJin embar;¡o. ¿por qué me contó !orlas aqueffas hiJtorias? ¿'Eran ciertas? ¿'biaba poniendo a prue6a mi 'tatf? ¿ 1/ahía información en sus refatos que quería que desvefara? ¿ 'Eran fos lefírios le un foco? ¿ 'Jnfenfaba "'mim com('arfiemfo fa información �ue ('OJCÍa con fa certeza le que iba a serme le ufifídatf? 1JioJ mío, ¿qué he hecho? reff:Jo djé • :J J .::n.3año 1fa he reah'zado fc, penilencia necesm·iaJ he rczaclopor efafma le fraJ c;''J· 1Jesconozco sus ...,a { leraJ intenciones r .Tacompaííarme a fas catacumbas, aunque len!JO fa esperanza /e que fueran c ������!!��!���ill •••-4!�,�� &radar. Comorir muerfs fodavia no i;arido&ubiaierfa, debo asumir que no venia con infcnc:oneravierar Creo que mfo me convierfe en rerponlubié de un arerinafo E-iu m o m e n f y hvaréa cabo hpenifenciaroporfunai:pLieJde momenfodebo coniinuar con mi lerfimonio. la muerfe de G y O C U la~ iuz de L knferilay erperé. %faba ~egegucode que eimoni.fruo que miraba a fravér de@ deru e?& me enconf~sria aicsbo de poco fimpo, pero cuando par6 una horay no oiningún ruido comencén dudarlo. 'Finalmenfe. me d cuenta de lo ocirrddoy de o abrfunado que hsbia ileaado arar i Grrq era un rirvienfe. Todavio creo qucru maeriro~odavera fravérderu b o ~ b i é o j oaunque , como dormia durc<n!ce/&. no poda conocer ia musrie de rrnl fray eihecho de$frnveiar la 6011ibhcrpta no mepwaciódemanadod,4~ii fmirrafarno m e i p e r o n . o l i l o hicieron, no vcr la iur delro!que no m i r é a f ~ á Cuandojiré ~. la úhmma oeqquina burqirécanohinco eirayo de3~iqueme &bin e~éyrado W e d c p hlidcin éi(aperar de que mii.piernai.mc ob@bon a correr1tuendo una voz me defuv~usfoa unos cenfimef~o~ de la cdkda ~enratiónde la i i z iola~. "¿c;y~"p-~nfó,y micorazón d o un vueGo Cuando megirara, varia que no era Guy. rino que faorolo veiiia~uh b i f ~ manchadodeianjre. No mejiré, sino que rerpon ifingrendoru acenfo io mpqirepude. "¿gúflde 6~ esfado?"pregunfi la voz Psrech que &bi# comeguidoengañarie f e rerpondque Iabia es& en eimotivo. No io hizo, aunque nofé unorparoiqi<s<~ apm~imnbunhacia m i Suimanor iaicafacumbar mienfrm nraba en miinfenorpara r m r o n mi ~fprya&yyo megiré, manfeni~ndo tan encomda que meiorprendde quepudtra caminar Si8 cmbaryo, io mi< NOnecerifabapreocupm Eihombrc fan muerfnreomo e i m o p p o r elque me hetiaparar en ue momenfo. Se acercór impo~funteera que nopoda veme. Sur* m i y me olió. 2%h~ cayado encimn? 7 / u e k a ~ m y r o ymierda"Smri6 mienfrar hacia erfa afnmacióny meienfireyehaÓpor id "irion de erfe m y j e fufido reyociandax J a lo que me i d m í que h w e r a y que me vera anfe eirancio olorde mihábito. fa comentéqueme caien la oicuridadmbre abuna ciare de~urfanciapube,6zcfa, lavando "por d'camino:ya qm ié fenia que a udar en a90 im orfanfe demifue defapareciendornienirar norrumeyimor en la orcuriaáda fravir de un enmino que no NopudeLcerofra cora que obedecer?f18i~lde mi, &bia virfo con anferioridad eiciego uadoyorlumtmoriayyopor la iuide m i h f e r n a Me detuvepara lavdr mibábifo en riacbueio, i y a r cn Clminllmo3afravt3~ndovanorrari//or. elque fuve querororfar óerfaimuerirtirdeibumoren$mi20 delvyo moye Comencéa~o~pech~r que~urrenfimienforhacia fm G y no eran iofuimenfe inoccnfes, . . . h j m h a p ~ e g u n f m m e~ i f r z y rabia &yadoa r o m e f e r r e a l u r d e , fueran &que fue~en.¿Cómopu& un hombre fan acrep,fosenhr buriapor la carne? E f e monmferio 70,ffi90bafoda e are de pecador.por io que a no me rorprenafa nada 2.. Gu ? { . . . Confirme cami~bamorfuiadquifiendo confianzv epcc unfe que neeerifaba de m i Su rerpuerfa me Lelo Lrangre,ya que m~neionóquo debinmor inferrogur 8 unwcerdofe blarfemoquere habiza iaavefu~ado en iarcafacum aria noche anterior Rhmó que eimueriro ie habin cnpturado deseaba que fuera in ferrogadoy conver& M c o r b n r e a ifó. nunque byréenconfrar L voz n e c e r a r i a p ~ m p r ~ u n f a r h ~ oLbconkciún ~e en que re enconfrn a uferacerdofe. E i m o p ciego eonfsJfrio que rnfaba heri%,aunqueerf8 nocheeimaerfroree*cmyn"ade fomur arfe en eiinfcrroqaforio, or io que acnbakpor hablar No dude nipor un inrfanfe de que ei"raceraÓf~bb~rfemo"erclen verdade Peche 8ernard: J?n em ar o, me p r e o c p b o que ei"muerfroro"pudera mconocerme. <ne hecho, f i mi feoriarobre eidemonio que obr~rvabaa fravérde+ irnplanfada en la nuca Guy era correcfs, eidemoniore enferaria nada már hvanfarre ue fiuy Guy erfaba muerfo. Eforpenrclmien for Lcian que fucrn perdendo toda esperanza deraivnciin mienfrmseguia aimoije ciego a fravésde & ~ p ~ ~ f arde/monarfedo. ~~ddu 2 2. 1 6Jfiy 1 I S P d r e 8ernardme eomenfóen dparado queaiqunor iuarerron lagradorpor nafuraiewy ~ f ~ r nvuelven re rayrado~yraeidrala fi fo~primeroiron racroranfoi,y ni riquiera Sahnás pude corromper&. Pino or iayarer conragrador por ei&mbre ron f r d y f h ~en wmparaciún.ya que hr riniienfes de 3 fuci,&r pueden confaminar& EfmpaLbrar r m n a k n en mi mente mienfrmeimoya cie o meacompañabaa la ce& donde eifaba encarrado eiPache Bernard E i m o p no hablaba bureanJeicamino, lo que fuvefiemropara recordar iar leccioneidemi menforrobnlos r~fuyio~que demariado. a qirerro6abiémenfereencontra$ e+ lo~d~~, E f a i hccioner uedenrer útiié~por lo que iarpondréporerc~fo. d ~frer ~ eed feyoriur fmdemonioiruelen ercogrr iUg,wezf>lañoI~ara ednbiecerm morada, aunque eiinadra Sernarderee q ~ e p ~ e d e n d u i en por Sahná~paraoxfe fin, hyarercon~h.uidosporeihombre I$bifndo,por demoniory hjaresrayrador confaminador I r r 4 , , LyarerdhiaJoi de maidad E p n i b a b h que amba~e7phcacionerrmn vihdaJ,ia que la curfiduria que mencionéaipri8yiopare6a aésperfar esfosmnfimienfos. Efor h am ruehn uf6r ubicado^ en laprofunddadde lb borquer,aiiyuai7uem ~ d o r d eL ~ r e n i i d o rque ~ i momn en eibs. Cuaiquicrrfyno que indque /* e~ffanciade ~bor~uedenw<carque uno de erimhjdrei.wficercn, aricomo e~i~fencia dernnm.de fierra romovida o ~iertare p c i e ~ d ehquene~yrefa.E* erpeciac & hmadoi Circu~sfeét-icor'rue/enmorfrar eicamino a o&orpei;groi.pma erfe mundo. asícomo ocurre con hfuegosfafws. 1 'E(pefi.Jro le_ertos ftJ_Jam deberia se� obvio, en ei{leciafsi e�fecfor recuer� � �ue he licho con anteriorilal. Con(o�me nos vamos afqan�o le fa ci�ihzaciÓ_n, fas Je(1Jemomo cobran mas. (loder. Yltjar en!Jro{lo es esencJllf. as1_ como 1r b1en armado con {tte_:¡o!J acero. 'En ocas10nes, es f!.os1bfe tfestr<tlr!J reducir a cemzas un �r constl!Jradó a Satanás, mm�ue muchas otras veces hará {afta un mifa3 ro {lara tltir(larfo le fas!Jarrar tfef'Enemi!Jo. 7lquelfos �ue sirven a 1Jios deberían erfar .haradós {lara fo {leor, !Ja �ue elracri{icio ruefe rer e({lrecio a {ltl!Jar {lor fim{'iar erlor hi!Jarer!J hacer �ue e(mundó sea un fu!Jar más se_:¡uro. , ·uzas .!:.u3ares manci/falos J:.a curtiduría �ue !uve fa ler.rracia le visitar en 'Pars í re{lresenfa un buenjem(lfo le ufor h i!Jam. 'E-fas com-frucciones {tienlas, cm·as, incfctso ca(liffas!J -,;;nasterior) {tteron comfruidor con fa mjorle fas intenciones. 'Ena§ún momento /e(tiem{lo, fos servidóm de Satanás encontraron fa forma le entrar en effos!J :dar en su inferior. f.os residentes de eslos fuqares son escfavizadós, el(lufsadós o asesinadós. Muchos demonios son ca{laces le asumir una a{lariencia humana, {lor fo fas nuevos habifanfer le fa casa fuelen fivt�r a ca6o sus ofjefivos f(lromover efcufto a Saftmás) rin que fos vecinos nolen nala extraño. 'Esle es efhecho más traicionero e im-i&oso de estos re(ufos !Jll que desde cua�uier{lunfo le viJfa, son com(lfefamenfe normafes. Una ca(liffa o una casa le 1Jios caija br:Jo fa inffuencia tfef'EnemiJo es más (ácifle letecfar, aun ue esta cfase de mafladsuefe darse en sitios remotos (dónde fos (erfijos es(án a un lía le virje le q �uier a!Jula). 'Jncfuso efinquúidór más {lercepfivo es inca(laz le buscar en cada casa, fábrica o caferfra{ ¿cómo polemos erralicar a esos!Jusanos? 'En mi humiftle o(linión, fo s que vivimos en fas ciulaler deberíamos flre:Junfar a for chicos le fa caffe. 'En fre:Jad fer efracramenfo le fa confesión� una comida 'inle!J ':Jadque se{lan que fueden confiar en vosofros. 'Esto requiere {laciencia (como he inlicado, muchos hombres que dan re:Jafos a fos chicos defa caffe fo hacen -r motivos{'oca criJlianos), aunque con ef{lam tfe(fiem{'o com{lrobarán que no deseáir hacerf es daño. Nalie se {!Ja en esfos chicos (le hecho erfe u efmotivo {lar ef�ue ...u/en sobrevivir), {'or fo �ue en ocasiones ercuchan re!azor le converración que ertán fuera tfe(afcance le un in�uisidorpre{laradó. 'En ocasiones desconocen ef , -;-;(icadó le estor rumores, aunque con esta información, un inves{i_Jadór h ábi(fuetfe determinar e(fci!Jar le fa ciulatfque afbe"!Ja a fos demonios. 1JeJfués le erlo, se ..g rim(lfemenfe le efC!J.ir fa cfare le acción {l ara fa que se estáfl'eflarado. Una acfaración: efsacramenÚJ le fa con{csión es le suma im{'orfancia cuandó obfen.!Jái r información le fos necesifadós (o le cua�uier otra {ltrrona). Cos ..-.onior le fa ciuladtambién ufifizan ufos rumores en beneficio {lro{'io, {lor fo que ri confiamor demariadó en effos, {'odrían confuntlirnos o hacernos caer en. tma rz-npa. Sin embargo. tenemos fa Se:Juriladle que cua�uier información ob{enila dt�ranfe efsacramenfo le fa conf er i ón es cierta,!Ja �ue incfuso for potferer in{crnafer .3-l»cu de afterar fa menfe o fospenramienlos humanos no pueden resisfirse a fa ft•erza de nueJ/ras costumbres stl!Jradas. , 'Jnfeccíones hfaJ{emas Contaminar una pequeña cap;(fa o un convento es una cosa pero manciffar terreno sa!ralo es otra compfetamenfe lirfinfa. 'Para hacerfo se necuifa , tm "(tr que pocos de nosotros erfamos capaciladós para hacer (rente, {'Dr fo q te cttandó {en!Jamos conocimiento de un ftJ_Jar sa!Jradó que se haJC• convertido en un t _.,io para lemonios, debemos informar a 'Rs;ma fo más pronto {losibfc. .Cos fcctores re {lre:Juntarán cómo es {losibfe �ue estos recintos Stl!Jradós {luedan ser manciffadós. ¿Jicaso fas benliciones tlivinas celen con facifidad a fos ..at¡"es tfe( lemonio? 1fo mismo transmití mis dulas af 'Padre 'Bernard!J. éf me responlió con fa acfaración que !Ja he in&cado con anterioridad fos fU_r¡ares tjratfoJ" por desijnio &vino son inc!{lUJnabfes. 1lqucffos sifios sauafizaffos por fa (e le fos hombres fltteden ser corrom(lidos. lit os, aunque ef'Padre 'Bernardhizo hinca(lié le que en 'Tierra .S'anfa existían ftJ_Jam 'Esta tfístinción essufif. hasta e((!unto le (larecer ifá!Jica (lara muchos erur �radas {lara fos 'Jn�cfcs que irralíaban fa misma aura de fuz!f!Jracia que emanaba de fos verdaderos ftJ_JareJ crsqanos. J:.a fe musufmana, a �erar le ser una "".:mión (o como mínimo una in er t pretación (afsa} tfe(Crisfianismo, no está e¡enla le fa!Jracia de 1Jios,!Ja que 'Efpermife que su (c se tlifunla por fa zona!J fa �7Ja contra fas demonios. Sin emha"!Jo, son esos fos ftJ_Jam que puelen ser corrom(lilos �·fos reroidorer le 'Enemijo. ¿Cómo fo hacen? 1JO!J:;mciM rt 1Jiospor desconocer fos delaffes, necerarios {oda una serie le rifuafer bfns(emos t'rf(lcionados con fa ,re le cri¡fianOS inocen{es. Quizá en a§unos rifas¡;a!Jr:llf J ! San!}re le tt11i111afcs, ftUII1ue no¡merfo a�nnar, '111 1n{•u,fi/•u( L1 ' {'" da• z:on�·· •ayr-'tf a, ¡¡¡¡(n '111 (tum '!''e nalie >mn fr: M'Hfl m fa ro"':)' :7rn·m •: Ir 1 h1 F' ¡umfm mr!a de 1 11 f liruforo E(tlucu6rimiento rfe uno rfe esos op rfuw11 !F' 'f'l' '"PI rrra l w; ,f.·m�o "{porflr rf.r•ilto. \'Ít!'fc'o 11 r¡urrf11n114 ,·in (ín.'a. 1Jr,·¡rmnz··n ,¡ fa. i • . · 'JnterrOJaforio caso puetfe efpecadó en nombre le 1Jios relimir efresto le ecadós? 'ljnoro fa res uesta, atm7ue no fen!JO fa menor dula le 7ue pereceré en esfe monCIJÜrio ¿Ji fl f! que :'Ofver a ver fa cf tz con!Jrandes{lecadós en mi mente que mep redesfinan hacia el?n{ierno. 1Jios mío, len piedad!} ató"!Jame una úffima confesión, �a {lar escrito tolos mis conocimicnfor!J mis crímeneJ' en auJ'cncia le fa {lresencia le un sacerdote. 1JioJ' mío, fe fo supfico, no me ofvides. . 'E(mo'!Je cie:Jo ( fe:Jó hasfa una cefáa. 1l tfí{crencia tfe(resto 7ue he desuifo con anterioridal, esta esfaba deJHnada a af6e"!Jarf.risioneros. J:.a {luerta era de rohfe!J a J'e:Jurad a ror una {leJada barra. Mepre:Jcmté que cfase le criatura newilaría {a(muestra le Se:Juricfaá. 'Fuera cuaf(uera fa verdadera (unción le fa cefla, 6a ;' 'l(;ra eslaha hahilada {lor ef'Pc.rlre 'Bernard. E(morye cie:JO fevantó fa barra con una fuerza inusuaf{lara su frtÍ!Jifcuerpo!J entramor en cffa. 'E{'Padre 'Bernardesfaba fumbadó contra fa {lareámás (ejana _., fas muñecas encadena/as. Su r opa se había converfidó en harafos!Jpule ver que estaba manchada le ran!Jre 1ue manaba de una dócena le heridas. Me miró!J !Jesficuféseñafando afmorye cie:Jo, inlicándófe que no fe había fraicionadó. No creo que me enlenliera por compfeto,!Ja J! rjos se ensancharon. 1fo meneé fá cabeza..'1 défso0J c(eja r. comenzó a!Jrilarme, ffamándóme traido 'E(morye cieqo me p'e:Junfó por efsijni{icadó le sus ('_afabras. Con una voz entrecortada fe áje �ue e(joven moye con ef que virjaba había desa(lareci­ - tn far catacumbas a§unas horas anfes!J que desconoCÍa fo 1c1e habÍa silo de i{ 'E(anciano Je riÓ!J f! ijo: ''flarfre '8ernará. no OS reocupéis ror fa traiciÓn. imtro chico ('_re{cridó está muerto. Ni una sombra tendría tanto siJifo como {'ara esca{lar af afcance Je( maestro·. 1l {lemr fe(mielo que su spafabras des{'ertaron en mi inferior, me renti afiviado le que efmo'!J·e fuera lan conpadó. Obviamente, o efmaestro no era tan potferoso ( :::-no aparentaba o 1Jios cuidab a de mí. Mi mentor com{lrenlió fa que ocurría!J se re0Jó mientras efmorye ciC!J.O daba un {laso alefanfe. ''Padre 'Bernarl, mbemoJ que sois a§o más que un simpfe sacerdote. Conladnos efmotivo le vuestra verlatfera msión i anter le que seflOYI!Ja efsof·. 'Mi msión i e)' servir a 1Jios 'Parecía evilenfe que mi menfor�a había rcs{lonlíáo (1 es(a rre:Junta con antet·ioridal. _JO, ni le cuer{'o ni le afma. Os aconr o que me rtJfondáíJ'. ¿Qué os ha {raído hasfa eJÜ fc ar?" ·Si efmaestro OJ' tiene que re(lcfir eJ'fa f!.rC!Junfa, no mfáré!J' ifi j i!J "Vine en busca le a{ojamiento!J descubrí un mio le mafial. Jihora sofo soy tm {lriJ'ionero • . • •. •. Efancíano tosió como sí �uísíera corre:Jírfe, (l(tn�ue no &o nada. 1Je una mesa de fa es�uína de fa cekfa lomó fo �ueparecía ser un cíficío, aun1ue era ma':Jm· �ue .s heríla; fos que!JO hahia vislo. i'.o afzó ante mí mentor!J pude ver �ue Tos e¡dremos de cuero tenían p�ueñas piezas de hierro. En ese momento comprendí eforijen de lá en ft, carne de{'Palre '8ernarl. ''EJ[OJ S'!'}ur ode �ue:;a conocéis esto. ¿ Ver/al�ue acabareispor confesar?' :Afzó cfcíficío, pero antes de �ue fo!J00eara, fo interrumpí. í eslahcm polrílos. Me '1J!}_alme t• mi� rij·e. E{ morJje CÍ'!JO se .Jiró bt<cía mí J sonrió. Su M pecfo era nauseah,mlo: sus tfíenfes (fos pocos que tena) enfre:JÓ ef cíficío !J JO fo co!JÍ- !:a empuñadura estaha húmelc< por efsulor lé J'us manos.!J pude ver trozos de carne !J redros de sm'Jre en fas extremos clcf arma. 'Miré a mí mentorJ asentí mientras!J00ctlba fa /'_arel de píelm pt·xima ó a éf Sus!Filos fueron bastante convincentes!J efmo':}e vofvíó a pr'!J unfarfe. 'E{(11'sÍ íonero se ne:Jó a responderfe, por fa que vofvi a!J00ear. 'hto conlínuó Jurante varios minuto,-, aun�ue eJ'laba S'!Juro que tanto cf'Padre '8ernarlcomoJO pemribamo,· en f as mJmas í cosas: sí no extraíamos información. efmo'.!J·c acabaría cambian/o efmélolo de tortura (de hecho vi otros utensífíos en ft, mesa hechos de acero!J. macfera que nopude ícfenlí{ícar) o efsofacabaría por ponerJ'eJ ef·maestro" aparecería. 'Fínafmenle, míen{raJ' efevaha cfcí(,'cío para!J00car de nuevo, ordené af'Palre 'Bernar cfque confemrt< pam que puliera poner J'us pafa6raJ'por ucrílo.!J acabar con su lormenfo. 'Mí mentor ,·onríó.!J rij·o: "7-fahfaré,:;a que no puctfo J'Oporlar eJ'te tormento luranfe mdJ' tíem(lo. aunque JOfo conlijo. 'E{cerio cíe:JO elche abandonar fa estancia, j a que nopuedo soporfar J'll helor". J 'E{mrj ; c cíe:Jo rió!J me em(l_f!Jó {t1ert1 de fa cefcla. ''Puecfes {ramcríhir J'UJ' paÚ1hrm-". me &o. 'aunque recuerda �ue debeJ eJCríbír con cfarídalpara que efmaestro pueda feerfó. 'Encontrarás papefen fa meJ·a, (IJ'Í comopft1maJ {j¡¡{c¡, Vofveré con cfmautm den tro de <ma hora ". tUna hora! Sentí como se me formaba un nulo en efesfómf'Jo. 1Jenfm le una hora estaría cm fe efmaeJ!ro, momento en que sabría que era un ím(losfor. 'Rtjmt a fa cekfa!J cerré fap uerta, refa!tinlofe af'Palre '8ernt1rdtodo fo que hahit• oC<IITítfo. Me averr;üenzo de admí{ír �ue no fe conté fa formt< en que murió {ra:; c;u..!J, mmque fe comenté fa e,Ysfencí i a de{rjo en m nuca. :Aelo Se.:Juído JOfícílé su comjo. -Se fo pensó durante un momento!J me indicó que tfehía vofver a tfonrfe utaba efcuerpo de fra..!J q,'.!J..!J extraer efrjo. .J'¡ q,'.!J sofít< ocuftt<r cfrjo en su canlfa, Jijní{ícaba que cfrjo rofía ver fa lefa de su hábito, por fa que míenft·as fo tuviera en mípocfcr potfría mantener et'!}t<ñalo afmt•esfm. Se Irafaba léuna mposición, aunque sofo polit< con{ít<r en 1Jios. 'Tt<mbíén necesilaba com·e:Juír tmt< confesión ¡mm efmt<esfro, por fa �ue tenía que darme prisa. :Abandoné fa cefcla e inicié mí misión en sífencío. 4racíar a 1Jiospurfe pMt�r cerca de{monje cier¡o sin que este fo notara. :A ('arlír de m momento corrí fo máximo que pule t< !mués de faspt<Jíffas, leteníénlome un momento (!_am buscar efrc'.':Jo de fuz �ue íntliéabt< lt< wfítf a. 'Pude ff'!'}t<r fwft• fa superficie, pero no estaba t<ffí. 'Un momento más farcfc ffe:Jué hasta tfonde eslt<ba efcatfdver rfe fra..!J q,'.!J..!J con ft , t'.!}"da efe una da!Ja que hc.ffé en su cinto, extirpé efIJjo fefcuefTo ..!J for¡ ut< t•tfé en uno le fos c bofs¡{fo,. de mí hdbífo. 'Mientras abt<nlonaht< efft'!Jar, vi ralaJ' �ue se t1cercaban t<fcuerpo..!J noté 1uc rus hocícoJ' cstt<bcm mcmchalos de Stm!Jre. :Abanlonat• a un hombre, aun�ue ft•era un J'ervítfor efe un demonio, ptlrt< que ft•ert• pasto rfe fas rc¡{aJ', hacía pedazos mí cort<zón, aun�uc no había formtf le cvífarfo. Me fui corrícntfo.!J ff'!Jué aff"jt<r cfoncfe CJtabt< ef'Patfre '8ernarcfcasí sin a!ienfo. 'R.!Jistré su confesión, escribienlo tcm cfaro como jJude con miJ memos tembforosas. 'Por sutuesto, tolo fo que escribí era mentira,.!Ja que inventamos tolos nuestros t?tjes, nuestra miJión.!J foJ nombres de nueJtroJsuteriores. Situamos nueJtra casa catitufar en 7ofosa, en un f"Jar que sabíamos que había Jilo deJtruilo en fá cruzada contra fas cátarOJ'. 7ardamoJ sofo medía hora, aun1ue COnJC!jUimoJ una buena cofccciÓn de menfiras. 'Tolo fa 1ue 1uedaba era esterar af"macsfro) arrovechar nuestra!' orortunidades. ¡ 'E( muftado {te trd_Jico. Continuaré con fa narración, aunque me cueJte hacerfo. 'E(maestro leJpierta Mifrimer encuentro 0J de momento efúnico) con ef"maestro" fuuo fuJar esa noche. Jlún no Je había Jecalo fa linfa de fa confesión fa&ificada de('Padre '&rnat•d.!J acabábamos efe reafizar una jJfC!jaria con fá esteranza efe que efei1Jaño Jurfiera e{ecfo.!J terminara con fa feJacfiffa cuan/o fa tuerta se abriÓ.!J entró ef maestro. 1JioJ mío, comtrendé que a tesar dé tolos fasrecalas que he comelila a fa farr¡o dé mi vida, cometí efteor dé elfos cuando vi a fa criatura. Si no huhiera sido tor � mirada severa dé mi mentor dándome fuerza desde efotro fado dé fa cefcfa, habría confesa/o tolo fa que J'CihÍa ante é( 'Emanaba un aura ra0abfc de J'Cin!ida/, o af menos dé fa que hubierajurado era santidadJi fá situación hubiera silo cfislinta. .SeJirólj reconocí af1-fermano 'Páfilo. 'Pensé que había ffe.3ado mi hora. .Se.3uro que me iba a atrapar.!J e;draer fa vida dé mi cuet'fo. .!Ja que me reconocería efe i!juafforma que.!JO fc había reconocilo. .!:J)n embarr¡o, SU mirada no se díriJió hacia mi, sino hacia fa confs eiÓn que CJfaba sobre fa mesa. f:a reCO!JÍÓ, fa (CJÓ.!J hahfó en efmismo fono rausa/o.!J J'UClVe con efque ..,t había ofrecilo cobjo hacía los cfias. "'Tu habifidadcomo escritor va m:Joranlo, fra.!J q� "afirmó. "'Pero efsacerlote fe ha mentilo ". .Su afirmaciÓn me COJiÓ de sorrma.!J comencé ti habfar sin tensar fo que decía. 'Por suerte, me habÍa acosfumbrado tanfo a hahfar como fra.!} {Julj que !!hermano fá{;lo no notó fa c!iferencia. ·¿cómo fa sabéis, maestro?·tre:Jtmfé mientras en mi inferior nofaba fa fácifque era ffamarfo así, tensar en éTcomo !n un Ju('erior. "No fodrías haberfo sabido, .!Ja que ffcvas démasialo foco fiemto entre nosotros. .Sin embarr¡o, fa fe fiene '!}os.!J oílos en todas tarfes.!J siemtre acabo lxir enterarme dé fas noticias. No tretenlo ofenderos, (ra.!J S'afomón, tero fá Curia 'Fscarfata no está cie:Ja fuera áe '/Zoma". 1isinfió hacia ef moye cie:Jo �e esteraba racientemente en fa tuerta. ·¿.ca Curia 'Escarfata?" .. Sabia que eJtaba)u!¡_anlo un jJ_efiJt·osojue:JO,.!Ja que una afirmctción errónea rodria revelar mi ei1Jaño. 'Pero newífabaJanar fiemro. j";tocfia hacer que ef1-fermano 'f'áfido continuara habfando hasta e(ámanecer... aunque habÍCI fanfas hoi'CIJ'ror ffcnar. ·.ca Curia, buen hermano, es un misterio afque no hassido inicia/o. 'Es·rrobabfe que ha.!Ja ffe:Jalo cfmomento" Con estas tafabrCIJ', efhermano jJá{;do e;drajo ma da Ja efe J'U hábito.!J fcvantó fa taima efe su mano como sifuera a herirla. No deseaba ver sai1Jre, en eJ'{'eciafsi era eftrecursor dé a&ún ritualbfaJ:(emo, tor /á que !iiafé af'Padre 'Bernard "Maestro, esto:; impresiona/o por vuestra confianza en mi. .Sin embarr¡o, temo que fa tortura ha.!Ja acortado fa vida cfefsacerdote. Si deseáis obtener máJ' -1ormación, deberíamos hacerfo fo más rdpiloposibfc". 'E('Padre 'Bernardt·econoció mi inJenio con un aJenfimien(o de cabeza, a tesar efe que Jc exponía a unJran pefiJro. 'E(1-fermano 'Pdfilo asinfió a su vez,J con """ sonrim envenenada envainó fa da9a en su cinto. "'Fra.!J. C1u.!J, de momento has áeJaber que fas aJenfes dé fa Curia están por todas parles. 'En JU majO/' rar{e son fieles simi!am a fi.!J a fra.!} ..S'afomón, que Je han -íciado en fas miJlerioJ dé fa 0'a11Jre dé Cain.!J ef'Porfafefe(1JeJeo. Son fas mens�eros entre nosotros.!J efOrácufo dé Nod". "'E-fe hecho, aunque traiciona determinados treceptos dé nuestra 'Fe, tambiénpone dé manifiesto que af'Padre fc trae sin cuidado fa profundamente que noJ YmOs enquil'talo en su i!jfcJia. 'Por¡;jempfo. Jé que este pue6fo ",.!J en ese momento e(1-fermano 'Pdfilo señaló una sección dé fá "con{eJión "que afirmaba que una viffa :"Aba fibre dé fa mancha efe(1Jemonio, "nosofo esfd asediadopor aJenfes dé Safands, Jinotor inquisilores dé fa iJfesia que f�ardn en menos dé una noche para ';fiarfo ". 1-fizo una pausa:; sonrió afpadre, djanlo entrever unos cofmiffospronuncialoJ.!J amariffcnlos. "'También Jé que fracaJarán.!J perecerán en efinfenfo, fafes /Joder efe(Cainita queJohierna fas noches efe ese fu9ar ". "'Efisten otroJ detaf fcs acficionafes ", confinuó efdemonio. "'Es·e obispo que cfecfaráis que es/á compromefilo es en rea6daduno de nucJiros enemi!jos máJ acérrimos. q fu9ar loncfe se reuniera una • ":mira histori a essinJufar,.!Ja que un sacerdote como vos, iluminado por efpoder c!ivino, fendríaiJ que haber !famalo fa afención en cuafuier Jeo reJ'{'uesÚu.!J cfispo11Jo efe =n:¡re:Jación importan/e,.!J Jin emba"Jo no hemos oído habfar rle vos hasta efmomento. Os (ef;cifopor vuCJtra hazaña, 'Padre, aunque ahora áe 'lOco tiempo". S'eJiró haci a mi e hizo unJesfo para cfespecfirme. "'Fra.!J C1t'!j, puedéJ irte, aunque fe rOJ.aría que no fe afjaraJ dé fáJ catacumbaspor Ji fe necesito más -kmte � 1Jesconocía efméfolo que usaría para !!amarme, aunque femi que e(!!jo esconcfidó en mi bobif fo tuviera a&t:m tate!en effo. U:lué pocfia hacer? MeJiré, Jafi dé fa cefcfa.!J oí como fra.!J Salomón ase:!uraba (á tuerta Eras mis rasos. .le pt'C!junfé Jin penmr Jiprefencfia djar afmaestro "--lfro, a fa que me responcfió con sottma que afmaerfro no fe estorbaban fas puerfaJ. Me afjé con un ataque dé náuseas. Mis rocfiffas temblaban de miecfo .!J rcpu.Jnancia, aunque también, 1JioJ me perdone, efe afivio por haber !!S.:Apadó. Mi cabeza buf fia con revelaciones J sospechas. Si daba crécfifo a faJ pa'!abras efe( demonio, esta her¡;jía sai1Jrienta se e;<tentlia hasta fa propia .ria romana. Sin embarr¡o. nueJtra múión no era resultado dé un ecficfo pataf: fas 0oJ obedecían faJ órdéneJ de 11iJnen fe f.ibraire. ¿cómo sabían fas lemonios teste fJar que íbamoJ a venir antes de nuutra ffe:Jada? ¿1/caso e;<úlían miembroJ tlefOcufi 1Jei que fcJ Jervían efe peones? 'Por fa forma en que ef'Hermano " ahfó dé 1Jios.!J dé su "(e ·, parecía que no Jervía a Satanás dé forma e;<pficita. ¿IJ.ué s nificaba esa referencia crí{'tica a fas Cainitm·1 f.as {'afabras dé fa "?Jifido h iJ :=nversación evocaron en mí efrecuerdo dé una conversación que eJ'cuché entre un 0o.!J Jli!jnen fc f.ibraire, aunque en ese momento no pude recordar fas pafabras 11:las. i1jo que me enorr¡uffccía dé tener una memoria t_rodiJioJa l 'Tenia pocaJ rcJpuestas j demasiadas pre:Junfas, fas fCJendas de fra.!}_ C1u.!J .!J fas feccioneJ' de( 'Padre 'Bernard buffian en mi cabeza. 1Jecitli tonerfas por t=ífo, por fo que fc pedí a fra.!J Safomón par_ef. linfa .!J un fuJar reco_Jftfo para escribir. 'E(hermano cie:JO no cuesfionó efmotivo dé mitelición, ni qué era fa que quería eJuibir. SimjJfcmenle me /jo cfóncfetocfia encontrm· fa que neceJitaba.!J me retiré .ma cefcfa situad a a unoJ pocos mefroJ dé fa prisión londé mi mentor estaha sien/o interror;_ado. 1f affí eJ londé comenzó esta narración. 1ja he menciona/o antes que rocfia escuchar fasJrilos de( 'Padre 'Bernarcf. Comenzamn pocoJ SCJtmloJ después � que iniciara mi teJtimonio. 1/(princifio eran oraciones, vmícufoJ dé fa '8ibfia .!J otras fetaniaJ para conJervar fa fuerza. Con efpaso efe( tiempo fueron I.!!Jtnerando en !!amadas de au;<ifio a 1Jios para que fc eJ'cuchara .!J acabaron desembocan/o en unosJriloJ sin Jenlilo. 'E( 'Padre 'Bernartf me contó fas -.t!odós que .ufifizópara inlerror;m· a un herje, .!J cómo Jrifó durante horas enteraJ antex dé revefar m información. MientrasJrifen, no pueden ha6far. iOh "'Ifino cruef que haCCJ que foJ dé{emorCJ áe 1JioJ Jean interror;alos tor herjeJ! • • • Jl1uí utOj, sentado en una cefla ifuminala por una vefa que he tenido 1ue cambiar en varias ocasiones. 'Por suerte, fas vefas son más comunes que fa linfa, por fo 1ue (raJ J'afomón no ha soficifado nala a cambio le effas. No he visto a ver efsofni he vuefto a oír nada sobre ef'Hermano 'Páfido,J (raJ ..!!'alomón no me ha comunicado na/a en lo 1ue respecta af'Padre '8ernarl. 'EstO}} demasiadopreocupado [o ave"!Jonzado} para prCJunfarpor éf No puedo pensar en otra cosa 1ue en continuar transcribiendo fás feccioner le mi mentor. 1Je momento he 6t�bfalo acerca le fas sirvientes le fos demonios, le demonios hechos le carne J piedra, J le a�ueffas criafurCIS horri6fes 1ue se afimentan le fa san:3re le los vivos. 'E;dsten otras ·camadas· le demonios 1ue pfa!)Cm fa fierra le flios, demonios a fos 1ue ef 'Padre '8ernard fes tenía un odio eyJCCia( a�ueflos que carecen le cuerpos ver/aleros. fJemonios le éter Jl&unos herjes, entre los 1ue incfu�o a los cáfaros incinerados en ;z¡f6,; creen 1ue efmundo mt�teriafes sucioJ maUlo. 'Esta visión pesimista no es fan sofo un (faca servicio para los hombresJ mrjeres 1ue hoffan fa fierra, sino 1ue asume 1ue lo espirituafes inherentemente bueno. los demonios le éfer Jesmientcn esta afirmación. Mi mentor decía 1ue estos demonios eran criaturas cuJa forma naturafera inmsfancia( aun�ue avisaba �ue muchos le cflos eran capaces le Mumir o apropiarse le {armas sófilas durante un corto período le tiempo. las tli (erencias entre eflos suden referirse a fa (acifilaáque tienen para acft¡uirir forma corpórea, por lo que escribiré lo má¡dmoposibfe sobre ef fas. flebéis tener en cuenfa 1ue en cua�uier momenfo puedo verme ob{;_Jalo a interrumpirme. JI{menos efvijo bastardo me dÍa más finfa esfa vez. rranfasmas Cuando un hombre muere, fo mjor �ue puede esperar es una recompensa eterna en efCiefo. qisfen afr¡ una¡· afmas (tfemasialas en uta época lecalente} �ue arden en fas (famas tfe(9nfierno. 1fafros, SCJÚn fas historias 1ue ffCJan a oídos le los Ocufi flei, rCJresan le Ta fum6apara actuar como!JUÍCIJ, supfican{csJ aformenfar a los vivos. tJ!caso son es !a s t,(mas fas sombras le hombres mtjeres (affecidos? tOson ·es píritus (amifiares· �ue asumen efaspecto le los difuntospara en:3añar a los vivos? J 1fe escucha/o opiniones en favor le ambas feorías,J lebo decir honestamente 1ue ambaspueden ser correctas. JI confinuación escribo lo 1ue sé le los fantasmas, ':Janlo a un falo sus oriJenes. 9nlependÍentemente le que sean afmas perdidas, los fantasmas J'e afimenfan le fos vivos. Suefen frecuentar fu3ares Ion/e fa presencia le fa muerte es importante s le camroJ. 1fo contemrfé con misrrorios tjos uno (fas fazaretosJ fos cementerios suefen af6e"!Jar historias le (anfasmas, así como los campo¡· le bafaffaJ fas hoJ{JiÚ!fe le estos f� s, le affí es fa historia 1ue refataré. 9are J 'Eflecfor habrá oído noticias acerca le fa masacre le '8ezim. JlrnauáJlmau'YJ sus hombres fidÍeron �ue fa ciulaáfes enfrC.Jara a los sosrcchosos le herjía� . cuan/o fa ciuladse nCJÓ, Jlrnauáordenó a sus soflalos 1ue redrjeran fa ciulaáa cenizasJ que maÚ!ran a tolos sus habitanfes. 11unque esta atrocilacftuvo fU.Jar hace más le veinte años, visité fas ruinas en é(!oca reciente. 'Era noche fui atacalopor resadiffas 1ue sO}} incaraz le /escribir. Sentí efhorror le ser e¡{lufsaáo lefho.Jar, azotado en una estacaJ quema/o vivo. 'Escuché los afaridos le mi (amifia, le mis ami.JosJ le a1ueflos con quien había rasado tola mi vidá mientras eran jecufados. 1f oí un famento r.rofon:JaáoJ eterno ror los muertos, así como voces provenientes de un abismo que im('loraban o reían. Jlnter le desferfarme, escuché una voz que afirmaba ·caelifes eos. Novif enin flominus 1ui sunf eius ·Mafaáfos a lodos, flios escD.Jerá a los SUJO!� 'Esfaspesadiffas no eran simpfes sueños, eran visiones le vilas rasa/as,Ja que cuando se fas describí a un (j jo le Narbona, su J'Cmbfanfe emra(,tfeció. Ñfe confó que había habfalo con uno le los cabafferos que había rarficiraáo en fa matanzaJ que mis lescri{lciones eran rlcmasialo e¡acfaJ, .ca (rase que había oído fue {lronuncia/a rar JlrnaucfJlmau':J anfe JUJ tropaJ, SCJ:Ún efcabaffero. loJ muerfos de '8ezierJ no descansan Cl1 raz.'j Visitan a CUa�uiera que se atreva a dormir demasiado cerca tfe(fUJ.ar dé fa malanza. o quizá Juffi1uen por ef{Jerdón ror su crimen le herjía. 1Jesconozco fa verdáá,J aresar le mi curiosidáá, no habrá fuerza fwmana, safvo una orden áivina, �ue me im(lufse a vofver a visitar m fU.Jar. los fantasmas pueden e¡hibir toda cfase le roleru e¡fraños. Muchos ruedén inducir fa focura o fa fiebre en SUJ víctimas. fle hecho, mucho)' le loJ �ue ven fantasmas enfoquecen af{loco tiemro. loJ' hombres morfafes no esfán prerarados para ver efmás affá.J fa renuncia a abandonar CJ!e mundo es uno le fOspecaáoJ' más imrortantes 1uepuede comefer ef afma. JI resar de focfo, en SU maJOI' rarte, los fantasmas no rueden convcr{irse en seres sófidos. Jlun asÍ, 6c oí/o (t}jencfas en fas que fós aparecidos se adueñaban tfe fos CUCr{IO! de los ViVOS. flebicfo a su ráfi/a ruruesfa anfe los e¡orcismoJ, CJ rrobabfe 1ue esfos ·¡ anfasmas• sean demonioJ menores en vez le afmas en pena. 'Un soYa/o le 1Jios que se enfrente a un (anlasma débe tenerpresente que se !rafa le simfJfes reff:/as le Jtres vivos. Sin em6a"!Jo, un demonio 1uc se ha3a rasar ror un afma le una rmona difuntafodría tener poler suficiente rara herir, rar fo que fo mjor es suponer 1ue cua�uier "(anfmma. es un demonio hasfa que se demuestre fo contrario. •. 1/adas la verdadera esencia le eslos seres es mofivo dé controversia entre los miembros le mi orlen. Muchos le los nuestros creen que son demonios le lodo fi po que se hicieron rasar ('Or dioses paJanosJ que ahora sienten efa.Ju!Jón le fa_jusficia divina conforme fa crisfiandátfamenaza con efiminar fa mafáalle sus SCJUidores. Otros creen que fas halas son un fenómeno totafmenfe dÍsfinfo: sem creadospor flios rara un rropósi(o que folavía no hemos adivinado. 'Para finafizar, un número crccien(e le inquisilores afirma que no e¡dsten en abJofuto. 1fo creo 1ue lebe e¡isfir a&o que¡usti{i1ue fas numerosas fCJendas que versan sohre effas, acmquc desconozco su ori9 en. las fCJendas que hahfan le esos seres son tan variadas 1ue cua �uier cfasi{icación seria resuffa imposibfe. 'Por jtm('fo, en cm ruebfo, un dÍabfiffo.ruedeser un ('equeño ser maficioso que ocufta enseres caserosJ muerde af:Janado, mientras que en efsJuienfe puedé es(ar asociado con cm espíritu que mantiene a fas rafas a raJa vi.Jifa a los niños. i. ían ser án.Jefes menores, aunque como no SOJ ni un sacerdote ni un erudito leJestos temas, Me atrevería a afirmar que los esrírifus más benevofentes raár reconozco q ue son meras corjeluras. las halas han ins{liralo diversas fc:Jenlas a lo fa'Jo le toda 'Euro(!a. aunque muchas le effas rarecen emc'Jcr dé fas 9sfas '8ritdnicas. No fenr¡o fa menor idea lefpape!que esÚ!s isfasjuCJan en fa e¡islencia le fafes criaturas, aunque 'he oído divcrw teorías. Se:Jún {larece, en fas isfas ( a). fas fCJenlas � en esrecia(en ?rfaná dÍntefrara un esfíritu le(hD.Jar o evilar refacionadáJ con fas hadas suefen.Jirar en torno a acuerdos enfre estos seresJ fa humanidad fljar un rfato le crema en e( ciertos (U.Jarer una vez que se ha ruesfo efsofen resreto a fas corte {eéricas. no son acfos infrecuentes. 'Esfas costumbres son inocuasJ calapue6fo rosee una cofección le effas, acmque en fas 9sfas '8rifánicas afirman que tienen su ori.Jen en anti.Juosractos hechOJ' con CJ'tos esríri{us. JIhora que fofienso, ef'Padre 'Bernardmencionó ciertas • • -<,y,< . , m!ir;nflopmo,l~~intz,R , , loipnnepadm ruroi, hiiforiai que acomyiban iai niño3 que reportaran bien con ia a m e n w de que~ino6hacian, ir ini -*-m : ~ ! , r i f ~ a n ' o ~ p o rha&< nocturnar. n hiiiotiaipodtian rcr roio eso, reiafnipara arurhy entretener M hr ninm Sin emhmyo, mn*demdiaf i ~ L o n i o n m g i r efendtia~ no fuera d ¿Por qué rnuihfuddepmL/o~i,,~ e i c o n ~ n e e i e y c ~ ~ e t ~ ! ~ ~ c'uno i o n e ~de~"juf8Pcur? r E f a r b d d c i o n ~emanan ~ de ~ t o ~ a n c e r f r a b "acbiquereakmenbn , dé( J. B % ? . -; -.rm,ienfode cndo, oa/me>imde/ara&ción de un defeminn opue 6 rr manorde/S&r %ucif~~do.¿Qué aradan a(iyuiierar h. irnono, hrcampeiinoi no r ~ ~ l r ~.yendo n n en dpecadode hemjin,rina r e f i ~ d c<7 &hunac t i ~ b r a ~ u y i & dien r p m f r n d d a d e ~ d e ~ ~ ~ 8 r n o ~ relacionadar con criofum oltiem rer alarmirfa. aunaue &hui3 de iodo. iur i;irfariar relacionndaiean crfnrr~mnoronriemnm niewei. deudar xo -r-&bii I r-=?inde ;m~nnuerira utenciin. -- , / i . , ~ ~ ~tep>.ibb~a,t~ecrrei+inna pm hombre'jóvenei 181&di1 no ron ino,hnnvaiY wfoy convencido de ue debsmo>vfjíbriar can mi, .) . h que h k m m en eipm~~do. Apmherar de e&, no tenemor dema~i#doshombrer drpiuertosaaeniircomo0 -j0-1y @sfs-fenneceri sdu mar impenoiarque encanffi&~sr, A ' 2, b que fe~petba h f i m u de combaiira eroriereiy /o quc un hquisid&ruPd, q w h L(JN; 30ia .ni01 /orabe b~hyenhs~~arron fan vatiadar que resu& -)-nbh anconbars$in ne,vode uniix. Wucl;srnfiman que /ai Liadsron maeifrinr en m / ar/eideiongañoy de/ru6hrfiJit, por la gue un inquiridor quemspeck de mímiduddeberia comportarre con a~tucia.Qirien cieria~p$ariar ara mantener ia menfe ciara quepueden .yudar % iyaiforma, aijunorin iñddD~w . . unannade hie~iro,ionzá&b~ra/opan, recitan o verncuhde . ' wv que la, hddorpucdenier upuirados con la .yudodeirnido de ai campana,.de una yérfa, la i;m en bti?y eientoi de ofrorde rerneko~. :a, 1 P . P Uni.iwicnfode D i o ~ y u e i ~ ma ñado por iai & d m e r t á e n q r a n p ~ ~ r orim . hmenfapor ue eitarierer iienen mucho cuidado en ocuhrrur verdaderar E f e er e conryo que e %he 8ernardma d;o en permna. c-?.;iadex. Raraparn eonrequirinlgd,fky fuemay no te ~ ~ 3omonio~ do 18 realidad brdemonioryud8nasumir b f i m a cualquiera de & crisfurarque he mandonado en miexrito 10, demonimque inchiréen erfe apartado --,ponden a aqueiioi queron ideniiiicablerpor ru naturaierI por lo queaviro a i h f o r de que larpáginarri ubnfer h imprerianarán Lo~demonioironiyebcaid& quere rebe&royirnfo a fucifiryfueroir conhnado~~/flbhmo,E/h ?o de desfeo menciona aldémonio f e j i ó n y oh.aira/mor -.iri6ien Lucen d r s n d e aa r f o ~ ~ k f E~ u~nnm3terio ~. /a hma en oue haamn a co,ve~ii,e 8- u,. bhaa Dara la humanidad Cm dememoniorbudn venir a f nuerbo mundo. Ot?oIdernon&c encu~nt& encerrado^, -c&iia-/ d e ~ p ~ h j fvivo ~ ~ hS u p o iuerir crrerpoiiniiódeaiimenio aidemonio Cifseluna ver que ,r roa en @t0, mmafen~,& [entre oi gue,e cuenfnn b n f m y /ugarerl, enperronar,en animal& icomofia e i c m de f e j i i n en e/fes6monio de San Mufeol o m a ~ E qrrc deprpdoi ;de n u o f ~ omundo. &do demonio tenia un nom rey unpropijifo by> eimando de 0úr.yi:ya cada u n o d e a & ~ ~ rirn a miembro delcuerpo Diuiino. Jin -Aarjo, u/,ebei,rie conira eiCreador, r.etiuneiaron niu/""pó~ifoY poiiciin, siendo de ~u antiguo poder Con e3ionoyui~rah c i guc ~ m / demonimcarmn aepohr datanir ofor a a~urriniieniwun oderrupetior arde c u d i«errer que he descrito &sb eímomenfo. ia rnchad5 que han hberador.pueden aiirmir la fimodereror i?umanar o Je anima m Son tanPoderorora :,demovio, une *,.:o/utay carecen de vuinera6ihdadereipeciaieraroci~Jaraiarami*i.0 s hsci;o, ~ ~ ~ i q w e qarerufmn,a ~ d a ñ ~ cura de fonna inmedíata trai la puerta de rol harta eo . ocurre con &anima&, carecen de a i w y por tanto norufren doiar ~ m e n i o r o i ob~reprem fa un inmnvenienfe menor, que h ~ h m o n i o r como Tn rhreneiir a la w j i a y u &podererrurgiaór eiqnfiiemoa k ~ p o ~ i n odenmhx ctiatumr. hmienfo déir que demonio es único. Nunca me Le enconfmdo con y m o d e e& @mima Oior, aque la e,ptieneia en iac~<t+idu~afue~uficienteI, aunque &uréum i;,aomá.~ h n r v ~ p ~ m i ~ m i m ~ ~i<edeadwriencis, im~ñno~p~ Eihctor a ra&páque a cruzada de ,204 derfpuyó Conrianiinop&. Vo /onacioelwammiírterde,por /o que duran fe miinbncia aiarfum%raba a oir doriarde /or comercinnfely inrrohdns de Porir. habian virifado la reina de /m ciudade~,otror ereuparon duran fe eide~perfardeia Cruzada. Q: ~ h i nada a de lo~uceddo,e,mytopor eihecho de que en ocarionei.me ima ;naba cómo debariarer la virión de una ciudaden ilamai Y enfoneer. frai uni~mea tr Oeui, mi menforyyo paramor una noche en una munrion de una nobh ama de ia Cara de M v ~ t i s uE& norconfóque u # p ~ m o$ano h b i a pnrficpdo m antsz depadirpara cum 61 con su deber,ya queriempre ;. Cruzaday hnbin regresadoihero. ~ i p ~ i un m hom&re ~ , &ma& ~ i e t e rbbkrido . un hombre 3 P. iido d" enda iY eJevtp8 B 1 .-!,;a un chi3foo umpaiohpaamnb/e pn ia boca. Cuando r e g r e r ~ p y t ~ d e humorre ru h a b i a k ~ p d oaun , ~ ueconiinua 1' aconfnndo cLi~fe3,sus Lmmm bmihyconrt~uó ~napequeña .Jr a.p. e n ehmimiie desu propiedad Se ilega& -í6aw ileoa~de ironia oran de maihumor Se airlo & i r a t o e ia Je ia tÚmii;a,yu gue orabl en rnif8rio [o 3é3iaen compañia uímenor a$maba/y tteei ia a v i ~ i f ia a~ v>ri!arde/,ac~rdo!ep conferarre. Etariiuaciiin duró h a iaé Ilemonior' cap~cerdeinvocar r navagu, Creo Y r , nOn,ol20?7 muJpeiy?osmman iorarmoniorae ianocne Efes ~ t i a j i < í a ~ máipoderomgut ~on n~uci;ojdeh ~ r n e n i i u o ~ h m o n i ~que c o .he &rifo. Poseen cierto arecido ron no muerto^ en elienfido de r ~ de arrom6rar . , y .e iej rodén aunque pueden f m f o # / , & eo como i, h m l a * & repe/en, awym no 6eben sangre, En íyar de o , ~ h o nfierra + d ior rP /m rosfror de eieriarpar~onnr,edin ~ ~ ~ y u ~ ~ forcuridadvivientey ~rortle ron i n < ~ f i k é ~cva@erfuenfehhñnn*s f a i i ~ o m b r a ~ q uiere roden~mncrrnmer e aohear n maniafdr a rurmemiaar. ibandoa mafarporé~banquiaciónsies necesario. E t o s hmonias L10 i-ydn a ex, refierran &s~rombrarpara arumitfo~mo umana e imifur /di uocei ,hnrnaomeferl&a ru voiunta, Rodnjode Navarra co,.,~ 3 ....,.,, ,.,,..- m,.m, .....,,.. .,,~.-,m, J .! p&pe/queera zamjuya en & defljigniordea con~zjocuando c o ~ i ~ i i f a m ~ n 1iieimj ~ b i n mque %&y J o n i e i adre %ernardnor hemos i wy .. conira la orcun ~dvivrtnfe7 ~d con uno &e 1 . . . -.. ?..,*.- .,. . "dditálnfe~fada& -..-......v, -. .. Lmoni03 fienen ori~enmuw&inY que (orinuioom hwjeer . . h .., .. . ,' ; tresaños, momenfa en que fa duma ahanzú ru v f p m o cumphs#oi nnie a portirde ere inrfonte cuando comenri a infere~arrepore h en una forma que io&po&ia dercribirie como iarciv~i. [de 10nobie nombre F I w I me indcúool<sexfabu démariudo rriuxtadu bam in,&m?ar a rurpdrerde lai aicuraj acciones~usI)ieter ie ruqeria. Je ' con,& con , , , 8. r;"i,..?l* .,.noi. ($1T . I .n::-o.« nr,.iicirn c < l r - ~ o .:,>,:ia . . . ,:i~,i.,..ir./ -r<ro.r /v< n . . /.u.,.. ,. , r v ; . . i i , r ,.,iB < / r / . r . ,i:: . I . luprimo,ya que fenin fa infención de de;truirrufim/huy traer un rnn mala 2 fa %rra aun ue A c o n o c i ~lo que h c e r con eh 1Finahenfa. f m e q e r f ~ r i odé unapeiadd 8e;yeciu/menfe horribk s infernó m i u y r a p . Cu#ndo Eha nm refafubaru h i d o h , 1.8rubo~róafac/miiirquehabb abondoeado~uLognryre hrahie iinimducido m fayp6nib ad ru hiennnno enmon fiem una hdronu. Nmeonfúquefii<doleniircúmo elairere v o h mdrdenio con,fime~eacercabaa eJ-ysenia un ayiraño cabr, aunque no vio ninguna h m a , 1 s bucrfarohi.ifabu enfreubieieria. fo~uhcienfehnraoueb u d m ver enruinterior , ' 8 , Oieteresfabo a r r o d h d o en efruela y Fbi7 pudo ver e x t ~ a ñ o i ~ i m b o & ~ exnioi enmngre arunirededor &fa& &bfanh con aijuien, aunque irano veid a nade. S;n embaraa rui/iafabrarfuemn ruhiciento: nora h m a r ~ u d , afención. " M s ~ f r oa,y o a r d e mil infenioi ;' t h noic& Puedo fomarfa p ~ ~ l a f i ~ ~ ~ ~ . . . " 40,' "No", $9 unn voz. f o ~ p o d eFhare liemron de ferrorcuundo narrabu L hfifo~ia:t ~ a fo%i s &r año~fiamd&bs v ~ c u c ~ ddec eia ~ voz todavio le heiaba L , , enterezaliara conrervar fa voz '"3 fa fomarporfafiens, nnecehrélu p w a M " ~ ~ C W , P Ohqm P no p o h i recibir miieniilia", Cuerpo 40 " ~ ~ ~ u r ~ r n e n t e p o d r é e n c omn; ife~~~: ~ ~ Qiefer, o f ~ ~ aunque fue inferrumpido "LW"Lav o z x voivio mar rofunduj TI60 riniió una vaharada de cnlor , - gue buede cngcnhar mihiio queficocda de fa h~bifación." Z fa e~ fa uilrcs , , 8 J J Uunqf hcy o f m f o m a ' : p Cuaiquicr coia, maerfro: rupo q y m p r i m o Labia come& , 40Oielar "E& ercucb una carcgdda fa~'civ.oj un error uiaccwier con tanfa Cogo ofcuchihÓJ abrete iaic0~6hdr".Oitt8r tenia u w miradi dabifabvay "jU40m/: fa vozy &S mwor h i a g r a p fembhcon ,m /uam. %fw al& efeuihifoy comenrúa h e r i r i e & c a n d o de dobr "Wár profindo': ordenó fa criafura. Oieftr infenfipr,7fe~fu1,pero fa habifaciónlt voíiiú mur cahnfe; E60 hizo f a ~ e ñ d d efa c m mientrar noi confabe la hirforia, mái de 40 C O ~ B O Z ~ Ievanfarse. U un8 decfidu dé, U#, 6fsueio,Oi8fepJ88briú &de "Uprod&ifl afyachohazfo dombL o, d e s m o r o n ~ ~ d o ~ ~ s o b ~ ~ ~Efcalorabanaónó imiimo. fa ejtanria, aunque eg i bma iver tumbadorobre LJinscriy~.iunerps,areció~ifa~ie. actoreY uido, una mano amerg;ó de fa herida de:u abdomen, yeguiduor un b r k o murcuioio Xfparecer e/ Lpuirdé démonio Labia sncontrado fuievo f k . Fha <al;,corrisndo h c i a i u casa, d é ~ p e r t ó a i u r p a d m&contó ~~ io ruceddo. EI%I:~m a q a r o n por no pre~en fir efmafen rur ropa? iierrar. . . ~euniecooa unyruro de h o m b r e i n ~ m a d o ~mya ~ c h u ~ o ucia n fa r u y m a h . Afile cnconimron con fa emnu dercrifa por eh.auvquerolo h acnn cfeudaver Lu~codéiei~p~imo. Frdemofiioya Labia 6rec)do Zha i r ha l;nuueI¿oa ver ningiin rartro eidemonio . , desde enioncei: amyue p0.h inrcn ooner Irahdu~ypiyyorcierfm fe$m queru hemano L/& en ia fJ .. Cruzada. dexuonoru nombre, nombre que no crcribiréaqui %hfa fa,&ha no ha .docapez de hsllnr una para encerra~h o de~fruirlo,apesar de quo rabe que acab~ráporenconfrurfa. Nuncare hfi iaaradoyx n i y a hmerio.ja que cuaiquier h j a <,econciba ei.tarienpeI$ro debido a la criatura gue ie acecha en R. !7 dera S ; firma epw que frie fajuardia. f.os¡;oseilos 1Jn inocente (loseírfo (101' un demonio es tan (le{i_Jroso como cua�uier criatura in{erna( quiuí todavía más, Ja 1ue un afma cu0abfe fuc_ha en efínferior le!cuerpo corrom(lidó. 1Jn demonio queposea a un morfa{puerfe mo(f¡{iet�r !11 cuerpo a vofcmtal, por fo 1ue es f r ecuente que fa vícfima tfesarroffe cofa, e;dremiáarfes alicionafes,!Jarras, cofmiffos e incfuro aiteraciones más e;drañar.como sa{¡va corrosiva o una fona{¡rfarfrfe pie!verdóm. 'E{demonio (luele hacer que efh11éspcrfse derrumbe o fcmce esfumar•tjos (lo•· fa boca: muchos ercu{¡tos creen 1ue eJle hecho inrfica que fa ftrsona foseíáa esfd fuchanrfo contra e!ser 1ue ocu(la J'u cuer(!o. 'E{IJ¡Iorcismo suefe a:;ular, aunqcte si efdemonio hapermanecidó en su inferior efliemfo suficiente (Jara afferar efcuer(lo, suefe ser rfemasiadó mrrfe. 'En m Ct!J'O efcuet'(lo cfebe ser incinerarlo,J aun1ue este hecho mata afJesrfichadó �ué!pel. creemas que a:;uáo a enfre:Jar su afma a 1Jios. _ _ Efm posee afmenos cincoJuarrf¡as que fa vi!Jifan nocheJ rf¡a. C,uarrfa 11na re{¡q11ia SCI!jl'tlffa, así como una cofccción cfe cuentas bencfecidas por ef'Papa C,re:JorioJ vlenaf Mar·zone que ffeva siemfrt encima. 1! no rfuerme démariadó. .C.m lemonios no envjecen ni mueren, (lot· fo que suefen tener (!_aciencia. 'Esfe er ef mofivo por ef que son nuestros peores enemi!Jos. ?ncfuso !os no rfos enfll ;jccen J acaban por decaer. Sin emha•:rp fos lemonios disponen rfe (orfo ef fiem(lo rfé( mundo pMa atormentarnos, esqctivarnos J atacarnos. •has rfe effos cuenftm con criarlos, seres humanos u oft·as criat11ras tjent<J a este mundó. 11&cmos puelen moverse como esl'_íritusJ poseen un cuerto 'IIJ»O, afros p11elen enfo111ecer con fa míralo. 1Jesearía porfer ofrecer a&unas pafa6ras Je esperanza además Je estas: muchos lemonios continúan ""adós. Si continuamos con mmfro frahtjo, evitaremos que se {¡6eren. 7-I;�!,�:L:�r:t� I'"J' /"" ,.¡, '!" ro'(""' '&("ro ¡, !J.""'" J.r·�mro) mt /;,/� ._,r, ' o/,No puedo vofver r1 someferme a fa frjur·ia efe!viJ'o monsfr11o. 'TenJO su{icien(e linfa para confesar que me sometí a fos leseos efe (ra:; .S'afomón cuando me quedé .,fa · fa trimera vez. U1ué ofra cosa tolia ht<cer? ¿'EJ'CI'ihir con misan9re o con miJ' e,xcremenfos? 1Jios mio, no so:; un santo. Ni siquiera soy un motje. Sofo lebía r r Nunet� fuvo <t t 'París,J aunque su{ria {río, hambreJ suciedad, nunca me hizo (afta a3ua tara e{¡minar rfe q e Jc<cedet' fodó es{o. 'Estaba miÍJ JCjuro en fas caffcs fe ..QCtf efranc1'o m flor Je un hombre. 1JioJ mío, perdóname. No quier·o morir ao/uí. ?ntentaría eJca(larme, pero no puedo abandonar a mi mentor. 'Todavía no. Jlún fo CJcucho!}rifar, aunque JW!jrifm ./tn infcm'i datf. 'Es(lera que fe»Ja fuerzastara mistir} no con(eJar Ju verlalera ncdurafeza af7-fermano 'f'á{¡tfo. 1JeJconozco fa cfaJe efe criatura o/ue se ocufta tras ueammo que se {rafa le un no muerto. f.a (li efpi T ; rfaJ efhecho rfe que duerma rfe díaJ no se a{¡menteJon inrf¡cios impor{antu. 1!sin emba"!Jo· sustafabras ';'1 r.fu m en mi mente. . 7-fah!ó rfe{ Orticufo rfe Notf ¿Qué eJ' Notf? "1! Caín se af:¡ó le fc, pmenci<t le 1Jios:; Je asentó en fa fierm le Nodafesfe Jef'Edén ". 'En ef{¡6ro le(C,énesis 1Jim mc•kfj·o a Caín a va3ar(Jara Jiem(lre, o matara. :.u (lrohihió que nar;{¡e f ¿;¡Ctlso no mencionó efhermano pá{¡tfo a&o sobre Caín? Se refirió a sí mismo como un Cainifa queJohierna fa noche. -:Jios mío, ahora me acuerdó. -A 1-lerjia Cainita ejía más insidíom que ft, rfe fos cáfaros, foJ :?J 3nen fe bbraire mencionó este hecho af'Padre '8ernardcuantió cr·eít< que:;o no ucuchaba. Se r·e(írió a unt< her: .,.,;fasJ otros. 1Jna her:Ju< {¡frrarfr, {Jor rr·iafums de fa noche. 1Jcrconozco fr�r crcencia.r Ir sus se:¡uidores,:;a que no hice nin!Jún es{t<erzo por interesarme en fa •rsación le mi menfor, auno/ue flOr fo que oí, comieferan que Caín {!te un J'Cr fan imporfanfc como ef(1_ropío -5J'afvt�dór. Creen que todavía vive,J que fa safvación eJfd 111 mn9rc. 'Rtcuerrfo que fa mnr¡rcjr<Jaha un (lapefimtortanfc,Jl< quetara effos ft, sariJrr cm mr¡rarfa. '2{7 fmutii/(J 'Pnkrfo hr,6frí ffr un ornrufoJ rlr una curír<. 1Jio' mío, Üomo t• {"''¡6fc? ¿Co111o ¡Jtwfe prrmibrfo Oíos? ¿:e, 'R..mun? ¿;¡cmo rf'J-fen11ano 'f't�{¡cfo rr{crcnrin rr 'R..o111a ? 'Esto:; JCjuro cfc 1ue Jli_gnen tljo a0n 111m, mmrio11n r¡r.r hrrhlfl r.itdru cc•¡dfar 1ue 1e hc,bínn cnfm;r•tfo r• fn wforarinn Ir u{a hrrelfl j • - nrfo ft, comuninn r:m1 Hti'Jrc ·n·)ezcfnrfu ron vino, otn1'"' • � .el'mrmo¡¡ '(('noJ no confinui ucur:4tmtfrJ. -2eopofb t)On 9Jlurnau. �n qué patétíca t)Ísíón te �as cont)ettíbo. Leopold suspiró, en parte debido a la exasperación que sentía y en parte porque le era más fácil respirar a través de la boca. Su primo (¿O acaso em su primo segundo? No era capaz de recordar) hedía a carne putrefacta. -Podrías haberte convertido en el líder de nuestra familia, Leopold. Podrías habernos conducido a grandes metas. -Dios nos llama a cada uno de una forrna distinta, Berthold. Lamento que su llamada no te llegara con más claridad. -Guárdate tus sermones. - Berthold echó hacia atrás sus rizos rojizos y sacó una dag8 de su zuante-. Ahora Leopold, por favor, dame el libro. Tengo grandes planes para él. Leopold observó la daga que su primo sostenía en la mano. Estaba manchada de óxido y sangre. Berthold nuncél había visto un campo de batalla en su vida, ya que su campo de acción se circunscribía a luscontiendas f-amiliares. Asesinó a dos de sus hermanos para asegurarse la herencia paternél, mmque sus planes se convirtieron en polvo cuando su padre descubrió la maldad de su i nterior y lo desheredó. Al parecer había buscado otras fuentes de poder. -Berthold, por favor. Me he enfrentado a los descendientes de Satanás. Un hornbre con un cuchillo no represenb-1 ninguna amenaza para mí. Te aconsejo que enmiendes tu comportamiento y busques la ayuda de Dios antes de que tu alma se pierda para siempre. Berth<,>ld lo mit·ó con desdén. -Prirno, hablas demasiado -d�o mientras se abalanzaba sobre él con la daga apuntando a su zarganta. Leopold se apattó de su trayectoria. -Te vuelvo a pedir en el nombre de Dios el Padre y de su H�o, que detengas esta locura. Tu vida y tu alnw estarán condenadas si no lo haces. -El tono de voz de Leopold se volvió más serio y directo. Berthold dudó por un instante y volvió cargar contm él. De nuevo Leopold se apartó de su camino, nunque esta vez, Betthold trastabilló con una silla y cayó de bruces. Durante un breve instante, Leopold creyó que se había empabdo con su propia daga, aunque al cabo de unos segundos Berthold se ponía en pie maldiciendo de rabia. -Por última vez, Berthold, por favor. Nó lo hagas. Ven conmigo y entrega tu vida a Dios. Todavía puedes hacer grandes cosas por la familia y la cristiandad. - Leopold le tendió una mano. Berthold se lo pensó durante un mornento y elevó el puñal sobre su cabeza como si quisiera lanzárselo. -Tu Dios no puede ayudélrte en mis tierras, porque ... -Berthold se detuvo de repente y miró al pivote de ballesta que emergía de su pecho-. ¿Cómo ... ? -Primo -d�o Leopold mientras meneaba la cabeza con tristeza-. Con Dios cualquier cosa es posible. - Miró por la venbna que había a su espalda y vio cómo una figura le saludaba-. Y ante todo, nunca estoy solo. , cr�prcaco oos: CCR)\'IRDR R LRS RR)\'IRS ((Oiabofus enim et alii daemones a Deo quidem natura creati sunt boni, sed ipsi per se facti sunt mali''. ("Dios creó al Diablo y al resto de los demonios buenos por naturaleza, aunque se volvieron hacia el mal por voluntad propia"). -Cuarto Concilio Laterano, "Firmiter credimus" {)ístoría be fa ::Snquísícíón en fa sombra Al sagrado y ret•erenciado Padre Grega rio, Pomifice Supremo y Vicario de Crisw por la gracia de Dios, de ¡¡arte de t'uestro humilde servidor, el Cardenal Sacerdote Barrisra Marzone, saludos: A contimwcián inciU)'O un resumen de la información de la SagracU1 Inquisición contra Diabolum enim ct alii daemones, esw es, contra el Diablo y los demonos i que infesran las naciones de la Cristiandad y wilizan su odio comra nuestro Señor y Su Sama Iglesia, así cmno conrra aquellos que profesan la fe en]esucrisro Nuestro Se�ior, arrastrándoles hacia la tenración, el pecado)' toda clase de comportamit'luos viles contrarios a las IC)es de Dios y de la nawraleza. Nuestro He1mano Aignen realizó este compendio con la intención de presentarlo a su Santidad para que sirva como testimonio de los grandes enfmuamientos que llewmos a cabo contra los si"•ie�ues del malig�w e11 iglesias, pueblos, ciudades )' cam[x1s de roda Europa, tanto pasadas coma presemes, con el fin de conseguir la salvac1ón y la redención de almas cristianas q�te i o del pecado, la herejía y los demonios más repttgJJantes de la noche. de otro modo acabarían esclavizadas al S(.'T'IIci Dios no nos ha abandonado al ronnemo de los sin•imtes del Diablo, sino que ha establecido Su iglesia sobre la fa� de la Tierra para que los hombres aprendan a et•itar la tentación, crean en la mis ericordia de nuestro Se�ior, se arrepienwn de sm pecados y consigan la salvación. Dios nos lw concedido el poder para luchar comra los den1mlios, a pesar de que fue Él mismo el que expulsó aquellos que estaban oJlrimidos por el pecado. Los demono i s se han alime11tado de la humanidad sracias a sus retorcidos hechizos, sus eme/es deseos y sus tentaciones lwcia el pecado � la depravación desde las primeras noches de la creación. -Extracto de una carta enviada al Papa Gregorio por parte del Cardenal Sacerdme Battisra Marzonc, Inquisidor General. -Información extraída de la H1storia de la Santa Inquisición Contra Diabolum enim er alii Daemones, recopila da por Aignen l¿ Ubraire, miembro Je la Orden de la Espada de Santiago para que sea utilizada por los Oculi Dei de Lang uedoc . Los demonios son unos seres anriguos, ya que fueron creados por Dios como unas criatu ras angelica les de inocencia perfecta, aunque se rebelaron contra Él y se volvieron malvados, por lo que fueron expulsado del Cielo. Debido a su odio por todo lo que es bueno y su deseo de quebrantar la \·olunrad de Dios consistente en que todos lo hombres sean conducidos hacia la salvación merced al sacrificio de Jesucristo Nuestro Señor, tientan y persuaden a los hombres con la intención de desviarlos de las sendas de la virtud y contaminarlos con el pecado. El hombre peca debido a la mtervención del Diablo, por lo que en el otro mundo, estos pecadores sufrirán un destino de castigo perpetuo a manos de sus demonios. Las propias Escrituras narran cómo nuestro Sei'\or fue tentado por el Diablo en la espesura, y cómo éste le ofreció todas las riquezas y la gloria de e te mundo a cambio de s u adoración. El libro de Job narra todos los tormentos que el Diablo intligió a un hombre recto para poner a prueba su fe. Pero no solo sabemos que la misión del Diablo consiste en tentar a los hombres, sino que Satán pone a dispo ición de sus seguidores roda la gloria y la riqueza material del mundo ( algo parecido a lo que un príncipe o un conde pondrían a merced de un súbdito que le sirviera con lealtad). Estos hechos ponen de manifiesto que el Diablo dispone de suficiente poder en este mundo para dific ultar la existencia a los buenos cris tianos y tentarles con las rique:as y la gloria del mundo material. iPor qué Dios lo permite1 Para poner a prueba nuestra fe, porque al igual que la espada se vuelve más afilada c uando se templa con fuego, aquellos que ponemos nuestra fe en nuestro Señor jesucristo nos fortalecemos ante las tentaciones y las Artes Oscuras cuando somos puestos a prueba en los enfrentamientos contra nuestro Enemigo. 2a íg(esía prímítít>a Las e crituras afirman que jes(ls otorgó a sus discípulos la capacidad de ocasión, tras oír estas palabras, una gran horda de criatura' grott:scas huyó rápidamente de donde estaban. Nuestro bendito fray Domingo es famoso por haber expulsado a siete demonios del interior de una mujer que interrumpió sus oraciones con gri tos , gracias al signo de la cru: y a ordenar a los demonios en nombre del Seiior que se marcharan, hecho que hi:n que \·omitara ><mgre y carbón y se desmayara, aunque má tarde pudo recupcrar>e y acabó por cor1\'ertirse en una de las hermanas más de\'Otas de la nue\'a orden femenina. Yo he sido testigo con mis propios ojo' de cómo nuestra bendita sor Teresa de San Juan expulsaba lo demonios de los cuerpos de los afligidos, viendo como estas dctima>, que ante· solo gritaban maldiciones y blasfemia; o emitían sonidos propios de animales, se levantaban y daban gracias a Dios por su misericordia. Y de esta forma nuestra querida hermana en,eiió sus dotes al resto de su orden, orden que continúa haciéndose cargo de ello en la actualidad. 2a crístíanbab bajo ataque Para aquellos que pecan y se alejan de las verdaderas enseñanzas de la Iglesia y la Santa Biblia, la Iglesia se comporta como un padre severo que utili:a la paciencia, la educación y la persuasión para intentar que estas almas perdidas regresen a la senda de la rectitud. En el caso de aquellos que expulsar a los espíritus impuros en Su Sagrado Nombre, capacidad que extendió a todos aquellos que creyeran en Él, situación que continúa pecan debido a la ignorancia, todo lo que nece itan para redimirse es un vigente en la actu�lidad como lo demuestra el hecho de que la Iglesia hace regreso r<Ípido a l a doc trina de l a Igles ia y arrepentir>e por sus errores frente al Enemigo y no permite que los sirvientes de Satanás romen prisionera a ningún alma cristiana. De los primeros días de la Iglesia, el Cuarto Concilio de Cartago, en su séptimo canon, detalla el rito de ordenac ión para exorcista, que a partir de ese momento pasó a ser una orden menor, junto a los lectores, acólitos anteriores, ya que han sido \'ÍCtimas del engario. Para los que continúan con su act itud, a la Iglesia olo le queda el recurso de la excomunión para denegar a estos hijos recalcitrantes los beneficios de los santos sacramentos hasta que se arrepientan y confie en sus pecados (algo muy parecido al hijo rebelde que es apartado de la mesa hasta que se arrepiente de su rebelión, y porte ros. A los exorcistas se les en trega ba un libro de rituales que momento en que recupera su lugar en la mesa y la aprobación de sus padres). influencias demoníacas. En especial , los exorcistas realizaban sus rituales de ser una excusa . Es decir, cuando el he reje conoce la verdadera doctrina sobre aquellos que no estaban bauti:ados y por tanto no e taban bajo la de la Iglesia y opta conscientemente por creer en una doctrina faba. Lamento decir que esto es lo que sucedió en gran parte de los condados del Langucdoc : Tolosa , Carcasona, Foix, Albi, Narbona y el resto de pueblos situados en los valles y colinas de los Pirineos . La de\'nta y apostólica pobreza de estos herejes y su comportamiento gentil eran admirados, ya que su \'ida sencilla recordaba a los que le> conocían la pübre:a del propio }c.:sucri:,lO r su� apósrolc..... Y aquellos de no:,otn._,� l{UC �ramo:, �u� vecino.,, íl pesar de permanecer fieles al verdadero catolicismo, no teníamo ninguna queja sobre ellos, ya que eran gentes buenas y honestas. En 1 145, el famoso abad cisterciense Bernard de Clairvaux visitó el Languedoc. Quedó muy preocupado por la extensión de esta nue\'a herejía, pues lo herejes no solo no hacían ningún intento de ocultar sus prácticas, sino que eran reverenciados por los propios católicos y contaban con el apoyo de utilizaban para purgar convent os, infantes y miembros de la Iglesia de protección de la sangre de Cristo. Con el paso de lo siglos, estos deberes acabaron rec ayendo en clérigos ordinarios que usaban el Misal en vez de l Libro de Exorcismos. A pesar de ello, es deber y derecho de todo buen cristiano acogerse a su fe para liberar a u n alma atOrmentada por demo ­ nios mediante el nombre de Dios. L1s viJas Je los sanws están rcpkras de exorcismos: San Anronio luchó contra demonios en n umeros as ocasiones y nos enserió que el signo de la cru" y el nombre de nuestro Señor les obligaba a huir presas del pánico. San Kenrigern, que expulsó a multitu d de demonios con el signo de la c ruz, afirmaba "Ordeno a quienquiera que envidie la salvación de los hombres y esté en contra de la palabra de Dios en virtud de esta misma palabra que se alejen y no pongan ningún impedimento en aquellos que sí creen" . En una La verdadera herejía, sin embargo, aparece cuando la ignorancia deja la nobleza local. Sin embargo, durante el amanecer, el abaJ tlescubrió un horror má� insidioso, un cáncer vil y Jemoníaco que estaba tb•orando las almas y drenando la sangre de los po· bladores del Languetloc utilizando la pobreza de estosherejes como tapadera para su� abomfnaciune ·. �scarceos ·ínícía(es L1s autoritlades en el tema de los demonios y las artes oscunts conside­ ran que Satán y los ángeles caídos forman parte del primer ortlen de de­ monios, bajo el que están situados los seres que los paganos llaman tlioses y en el que el resro de criaturas tle leyen­ tla (trasgos, hadas, enanos y seres similares) ocupan los pcltlai'los infe­ riores. Todos reconocen la existencia tic las strigae brujas que beben sangre, de los súcubos e íncubos que seducen a los mortales para servir al Diablo y de las bonae mulieres, las mujeres que atravie�an las puertas cerradas y se , llorrori:ado pero confiando en la fuer:a diúna, fue enfrentándo.e con demonio,, y apr�ndió cómo reconocerlos, atacarlos y desrruirlm. :\unca luchó solo, ya que conraba con la inspiración de 1•arios caballeros cristianos que le �cgu ían en MI �agrada misión, misión que continúa 1�va en la actualidad. 2a llamaba a la 'ftu3aba El Papa Ccbtino 111 murió en 1 1 98 a la edad de noventa ai'ios. Se cuenta que en su lecho de muerte, el pontífice recomendó al com.cjo de cardenaleo que eligieran a Giovanni di Colonna como su sucesor. Sin embargo, para mayor gloria de Dios, algunos miembros de este consejo consiguieron que fuera elegido Lowrio de Conri Segni, cardenal sacerdote de Santa Prudenria, el mi mo día de la muerte de Celestino. El noble cardenal había pasado los mios de reinado de Celestino en el retiro político, dedicándose a la meditación y a la creación literaria, ya que Celestino pertenecía a la Casa de Or,ini, enemiga de los Comi Segni. Sin embargo, era famoso en Roma y entre los miembros del consejo por ser un teólogo brillante, un maestro de la ley canónica y un hombre de gran talento político. Aceptó de forma reluctante regresar a Roma y asumir la tiara papal, asumiendo el nombre de Inocencio 111. Uno de los autores del ascenso de lnocencio fue el cardenal diácono Barri w Mar:one. �[ ínquísíbot be[ <papa En respueMa a los informes de herejía provenientes del Languedoc, la Lombardía y ot ras partes del Imperio, lnocencio nombró legados papa les a cie rro n(Jmero de monjes cistercienses para que viaj ara n ha;ta el Languedoc y persuadieran a los herejes para que volvieran a loo brazos de la Iglesia. Estos legados no tuvieron demasiado éxito en su misión, ya que su altivez y arrogancia les dejaba en una posición desfavorable ante unos herejes que llevaban unas exis te ncias sencillas y puras. Domingo Guzmán, un canon de Osma a quien el Papa había encargado la misión de predicar entre los herejes, se dio cuenta en eguida de este hecho. Él mismo llevaba una vida de pobreza mientras predicaba, existencia que continuó durante toda su vida. Y aunque los conversos entre lm herejes no fueron demasiados, se granjeó una posición de respeto a Diana en la cacería salvaje. Las historias de brujas que practican •·iles y adoran a Diablo, o de inocentes que han acabado vendiendo mas al Diablo son demasiado frecuentes como para esconder algo de �J tras ellas. Muchos sacerdotes utili:an estas hisrorias en sus sermo­ - ra ilustrar el poder de Dios o las consecuencias del pecaLio y la ·alidad. En otras ocasiones, estos relatos se cueman en vo: baja junto �hm1enea, rel atos demasiado horribles para que sean escuchados por -..ños, relaros que hablan de lo que espera a los desdichados que se -:uran por el interior de la oscuridad que rodea al castillo. Para algunos, estos cuentos son meras fantasías, aunque en muchas nes han demostrado tener cierto grado de verdad. :ru3abos be <.Díos Gauthier de Dampiere acaró la petición de Dios para com·errirse en Su contra el Enemigo, Satanás y todas las criaturas que le servían. Este lujo de un conde francés que había tomado la senda de la espada y se e•Jwerrido en caballero, demostró ser no solo un guerrero capa:, ;ino un ..:::s:o:an devoro. Por este motivo, no fue ninguna sorpresa que se presentara ::ario para liderar la Cru:ada, aunque sorprendió a su Íamilia cuando -<que iría como un caballero pobre, renunciando a todas sus posesiones p>sición de su rango. Ü<lllthierse unió a las fuer:as del Rey Felipe Augusto :7ancia y viajó hasta Ultramar con la esperanza de luchar contra los �enos. Pero en uno de sus sueños, Dios le reveló que su rarea sería más ::lte y peligrosa: su misión no consistiría en luchar contra mortales, ;ino �el "verdadero enemigo", los diablos de la noche que se alimenwhan de �re, y usaban poderes demoníacos para pervertir sus almas. Mientras e l victorioso ejército iniciaba el asedio de la ciudad fortifi­ cada de Carcasona, el cardenal Marzone llegó a la zona para iniciar sus investigaciones. Gracias a Dios, entre los primeros cruzados con los que se encontró estaba Gauthier de Dampiere, cuya misión no iba en contra de los habitanres de Carcasona, sino contra los demonios que se ocultaban rras las murallas de la ciudad. Cuando la ciudad se rindió tras un amargo asedio, todos sus habitan­ tes; católicos, herejes o judíos, fueron obligados a abandonarla sin nada más que la ropa que llevaban puesta, dejando todas sus posesiones y riquezas materiales a manos de su conquistadores. Pero Gauthier sabía que la ciudad no estaba tan vacía como parecía. Cuando cayó la noche, un pequeño ejército liderado por Gauthier de Dampiere se preparó para enfrentarse a la verdadera maldad de Carcasona, experiencia que Marzone no llegó a olvidar nunca. El primer encuentro del cardenal con un demonio hubiera podido ser el úl timo si Gauthier no hubiera estado a su lado. La criatura asumió la apariencia de una joven ansiosa por convencerles de su lealtad a la fe católica. Pero cuando Gauthier le obligó a jurar en su espada en nombre de Jesucristo, su forma humana cambió para revelar la de una bruja surgida de una pesadilla, vestida con harapos de piel y con colmillos puntiagudos y garras similares a las de un león. A pesar de su frágil aspecto, tuvo la fuerza suficiente para !amar a uno de los compañeros de Gauthier al otro lado de la calle y solo murió cuando Gauthier consiguió partir su c ráneo por la mitad, momento en que su cuerpo comenzó a pudrirse hasta que no quedó nada salvo sus harapos y un montón de ceni:a gri . Fue el primer demonio de los tres que Gauthier y sus compañeros destruyeron esa noche, eso sin contar a uno que consiguió escapar antes de que nadie pudiera asestar un golpe. El cardenal Mar:one no necesitó más evidencias para convencerse de que se trataba de un mal contra el que la Iglesia no podía fracasar por el bien de todas las almas cristianas. Conociendo el estado de Carcasona, temía imaginarse el número real de estas criaturas que merodeaban por las calles de los pueblos y ciudades de la cristiandad. Regresó a Roma preparado para iniciar una guerra en nombre de Dios contra las fuerzas del Infierno. entre el pu eblo . Domingo era un hombre de fe y un observador sagaz, hecho que le llevó a descubrir que había otras cosas peores que los herejes en las sombras de Tolosa y Carcasona. Al igual que Bcrnard de Clain·aux, él también escribió al Papa para comu nicarle sus sospechas y sus temores. El Papa e sintió preocupado por la misi1·a de Domingo y otros informes similares pro1•enientes de otras fuentes que descubrió en los archivos papales. Nombró al cardenal Marzone para que ocupara el cargo de inqui­ sidor papal y legado oficial, encarg<índole la investigación de la 1·erdad de esos informes y la obtención de una solución práctica. Mar:onc, siempre dispuesto a satisfacer los deseos del Santo Padre, no estaba del todo convencido de la necesidad de esta investigación, ya que i bien era cierto que había herejes en el Languedoc, era probable que el celo de Domingo le 2a peregrínacíón A pesar de su dedicación a su samo propósito y a su determinación para tener éxiro, el cardenal Marzon e estaba preocupado por la enormidad de la tarea que se extendía ante él. Como desconocía la extensión del horror que amenazaba a la cristiandad, el cardenal se embarcó en una insólita peregrinación con el fin de investigar en primera persona algu nos de los informes que habían llegado hasta él. Carcasona fue la primera parada de un largo viaje que lo llevó no solo por toda Europa, sino a comprender la naturaleza del Enemigo al que debía combotir. A continua­ ción incluyo un resumen de lo ocurrido en esa peregrinación. Marzone sabía que su rango, sus ropas distintivas, así como los hubiera hecho ver cosas cxtrmías donde no las había, ya que los cistercienses acompmiantes que rodeaban a un príncipe de la Iglesia (y el flujo cons tante no habían informado de nada extrmío. �1antui'O su misión en ecreto más para prevenir cualquier dmío a su reputaci(m como miembro de la iglesia que de peticionarios y sicofantes que buscaban su favor y apoyo} evitarían que para evitar ponerse en peligro personal. Domingo nunca se imaginó que la encontrara lo que buscaba, por lo que asumió el papel de un sencillo sacerdote. Su acomp<uíamiento quedó limitado a una docena de escribas, lgle;ia se había 1·isto comprometida por influencias demoníacas. traductores, asistentes, guías locales y dos caballeros, uno de los cuales era [on sangre y fuego: 2a [ru3aba 2Ubígense peregrinos humildes, de forma similar a la que Nuestro Señor utilizó para En 1209 fue asesinado uno de los legados papales más activos del Languedoc. El Papa Inocencia III dec laró una cruzada, ordenando a los nobles y caballeros cristianos que depusieran a los se1iores del Languedoc con la fuerza de las annas y Jm, reempla:aran por nobles católicos con la misión de erradicar la herejía entre el pueblo. Liderado por los hijos más jóvenes de la noble:a francesa y con un número aproximado de mil caballeros, escuderos y aventu­ reros, los cru:ados marcharon hacia el Languedoc. Su primera medida consi tió en de truir la ciudad de Béziers, masacrando a todos sus habitante> (aprox imad amente 20.000 hombres, mujeres y niños, tanto catúlico' como herejes) en nombre d.: Dios. el propio Gauthier. Desde el primer momento viajaron como un grupo de viajar por Palestina con sus discípulos. La experiencia fue decisiva, ya que aunque Marzone sabía como reconocer los indicios del enemigo, tomó consciencia del profundo alcan­ ce y arraigo de los demonios del infierno. En cada ciudad, villa y pu eblo, el cardenal escuchó confesiones, interrogó a testigos, presenció la ejecu­ ción de he rejes y examinó los cuerpos de las víctimas. Realizó un compendio de leyendas locales y de fábulas morales que usaban los sacerdotes locales para ilustrar sus sermones. Habló con otros peregrinos sobre los templos que habían visitado y lo que habían vis ro en ellos y con mercaderes sobre la seguridad de los caminos tras el anochecer. A lo largo de su v iaje fue ·euniendo las piezas de un vasto rompecabezas: la laxitud moral Je los .térigos de Marsella, la prevalencia de los herejes en Lombardfa, los rneos celebrados en Borgoi'la tras el ocaso, los rumores sobre un espíritu · _ue habitaba las catacumbas de Roma, sobre una manada de lobos -émoníacos que azotaban la Selva Negra de Baviera ... En las cumbres cubiertas de niebla de Gales examinó las ruinas chamus­ Jas de un monasterio que según los rumores había sido una escuela de • cchiceros oscuros hasta hacía menos de un ai'lo, momento en que una bola .JC fuego surgida del cielo lo destruyó, signo inequívoco de la voluntad de Dios. :.n las llanuras de Glastonbury examinó un gran círculo de piedras del que se .JCCÍa que había sido erigido por Merlín para servir de rumba a un antiguo rey. Durante el transcurso de su peregrinación, Marzone tuvo diversos .:�cuentros con los servidores del Enemigo, y en muchas ocasiones pudo -capar vivo de ellos gracias a Dios. En un remoto monasterio de los � rtneos, el cardenal y sus acompai'iantes fueron despertados por un abad - -e:.perado que les pidió que se escondieran en una antigua bodega ya que ·taban siendo atacados por caballeros hostiles. Mar:one pasó la noche ·ando mientras sus protectores hacían guardia en la única puerta de la Jega, y cuando emergió a la mai'iana iguiente vio como el monasterio l:>ía sido saqueado, la biblioteca desvalijada, los tapices robados y los rmanos asesinados (algunos sin ninguna marca en el cuerpo). No habíH alguno del abad que los había conducido hasta el refugio. , "!lO En Avi!'íón, un sacerdote se entrevistó con ellos en secreto y les --urró que un fantasma pululaba por las calles y llamaba a sus víctimas por nombre antes de devorar sus almas. A la mañana siguiente no había -·ro del sacerdote, aunque al cabo de unos días descubrieron su cuerpo unos bmios, donde al parecer se había ahogado. A pesar de todas sus experiencias de horror y desesperación, Marzone -u� compmieros también fueron testigos de atisbos de esperanza: un "iado de devotos luchaban fieramente contra los demonios de la noche ·encían gracias a la ayuda de Dios. Algunos de estos individuos mo traron ser unos compa1ieros útiles, como en el caso de Gauthier de mpiere, siendo admitidos por el cardenal como soldados al servicio de causa de Nuestro Señor. �a ababía be ®an �ení5 En la capilla de San Martín de Tours, el cardenal y sus acompmiantes �ncontraron con fray Isidro de Compostela, un monje de la orden de San -,Josio. Isidro era erudito y teólogo, así como autor de un tratado sobre -:Jonología y rituales de exorcismo. También era un famoso cazador de ,111ios, ya que durante un tiempo había tenido en su poder un relicario ""'Oníaco: un recipiente grabado con marcas crípticas que contenía un :ón humano momificado. Por de gracia, los monstruos se lo robaron <"' de que llegara a estudiarlo por completo. Con la ayuda de Isidro, el cardenal no solo aprendió la clasificación ' demonios y los exorc ismos, sino todo lo relativo a la Orden Roja: su -oiía, historia y puntos débiles. Su abadía de Tolosa hahía sido aquea­ pur los cruzados franceses y muchos de los preciosos libros que r�aba hHbían acabado en la hoguera. La hermandad c�wba dispersa, .¡ue algunos de sus miembros, entre los que se encontraba Isidro, - -Jguieron hallar refugio en la abadía de San Denis. San Deni:. era algo ..¡ue un santuario para esto; eruditos, se había convertido en umt - le:a del poder de Dios, el hogar de un grupo de monjes aguerridos que t-an una batalla eterna contra las fuerzas del Enemigo. Al escuchar d cardenal aceptó la invitación de Isidro para que visitara la abadía mcmplara los esfuerzos de la orden por él mismo. En la abadía de San Denis, el cardenal entabló amistad con el abad -e>c le H:vre, un hombre Je nacimiento humilde pero con un mlenro y ie fuera de lo normal que se dedicaba a la erradicación de lo que llamaba .a!Jición Cainita", a:ote que plagaba su ciudad natal. Con la intención • n<eguir tal . fin, había creado su propia inquisición compuesta por e' e informadores 4ue recopilaban toda la información posible con la .OXI<Ín de derribar y destruir el mayor número de estas criaturas. El cardenal Marzonc quedó impresionado por el coraje y la determi­ nación del abad, así como por su éxito. Además de la criatura que Isidro había destruido, durante el pasado año se habían conseguido destruir otros tres sere . Aunque el abad se mostraba satisfecho por los progresos reali:ados, estaba convencido de que la lucha no sería fácil, ya que al enemigo no le faltaba ni coraje ni fuerza. A pesar de ello, estaba seguro de que con la ayuda de Dios, podría alzarse con la victoria. El cardenal abandonó París con un gran estado de ánimo. Si Dios contaba a su lado con almas tan decididas como la del abad Gervcse le Fevre, era probable que pudiera conseguir salir victorioso de su misión. Marzone regresó a Roma para asumir responsabilidades adicionales ante el papado. lnocencio lo había convocado para asistir a un gran concilio ecuménico que tendría lugar en el Palacio Latcrano con la intención de codificar asuntos doctrinales que habían sido descuidados por la Santa Sede y proclamar una nueva Cru:ada en Tierra Santa. Se enviaron invitaciones papales a todos los obispos, abades, priores y casas capitulares, así como a los reyes y a las autoridades civiles de toda Europa. �[ <:Díab[o en fa casa be <:Díos Mientras ''iajaba por Toscana para promover el concilio papal, el cardenal se encontró con un monje nómada que predicaba a un lado del camino. Cuando el cardenal le reveló su identidad y su rango, fray Leopold von Murnau habló en susurros acerca de visitar una abadía en Maguncia en una misión para el arzobispo. Los monjes de esta abadía tenían una apariencia normal durante el día, aunque de noche se entregaban a rituales demoníacos que hadan que la capilla hediera a sangre e incienso. Había hallado evidencia de la misma corrupción en otras iglesias princi­ pales de Maguncia, Magdeburgo y Colonia. Estaba >eguro que nadie, ni siquiera el arzobispo, se creería su historia y que lo tomaría por un loco. Al carecer de otra elección, había decidido ir a pie hasta Roma con la esperanza de enconrrar a alguien dispuesto a escuchar sus advertencias. Esta revelación inquietó a Marzone. Aunque había mantenido en secreto su identidad y propósito durante su peregrinación, nunca consideró necesario ocultarla de los obispos, arzobispos y compañeros de la Curia. A pesar de ello, Leopold creía que era posible que incluso los prúKípes de la iglesia pudieran estar manchados por la marca del demonio. Más tarde, Leopold le comentó en privado cómo podía estar tan seguro de sus palabras: era capaz de oler la corrupción del Diablo, ya que se aferraba a los lugares, personas o cosas que habían sido mancillados por sus actos. Marzone comprendió el motivo por el que algunos lo habían tildado de loco. Y sin embargo, otras evidencias apuntaban hacia la misma verdad. El Papa Inocencia lii le había entregado una carta de un monje llamado fray Bruno de Antweiler que hablaba sobre demonios que llamaba t'ampyr: en ella se afirmaba que estos seres decían descender de Caín en vez de Abe[ y que se manrenían con vida gracias a la sangre humana. El monje advenía que estos vampyr estaban fundando cultos de sangre a lo largo de Europa usando su astucia y sus poderes infernales para tentar a los hombres mediante el pecado, los rituales demoníacos y la lujuria antinatural. Creía (o así se lo comentaron los demonios) que estos seres habían sido humanos con anterioridad. El cardenal no podía imaginar qué clase de pacto habían jurado para transformarse en estos monstruos. Esta no era la única advertencia que había recibido el Papa: Domingo Guzmán había escrito lo mismo, e incluso el abad Gervese afirmaba que los demonios podían esconderse bajo la apariencia de hombres sanros. Si esta maldad era capaz de corromper el cuerpo de Cristo como sí fuera una enfermedad pútrida... casi no quedaba tiempo para encontrar una cura. La carne putrefacta debía ser amputada de la sana y ésta debía protegerse contra posteriores ataques. El cardenal Marzone comenzó a cultivar un círculo privado de hombres de fe, hombres que habían jurado servir a Dios en algún momento de sus vidas. Entre ellos se encontraban fray Etienne de Narbona, un monje cisterciense que había conocido durante su peregrinación, fray Thibault, un viejo benedictino que participó en la Cruzada durante su juventud, el canon alemán Leopold von Murnau y Andrea Pittí, un sacerdote florentino con talento para las intrigas políticas. Marzone también incluyó en este grupo al abad Gen,ese, a fray Isidro de los teodosianos, a Domingo Guzmán y sus seguidores, así como al fiel caballero Gauthier de Dampíere y a sus compa­ ñeros, aunque ninguno de estos notables residía en Roma. Había un miembro de la Curia de cuyo juicio estaba seguro. Se trataba del cardenal Ugolino del Conrí Segní, familiar del Papa y con quien mantuvo extensas conversaciones. El cardenal Ugolino era un legado papal con experiencia, así como uno de los hombres favoritos del Papa y de la Iglesia. Con la ayuda del cardenal Ugolino y de un pui1ado de hombres seleccionados con la ayuda del talento especial de Leopold von Murnau, el cardenal Marzone se preparó del mejor modo posible para preservar la seguridad del Palacio Laterano durante el futuro cónclave. 2a t>íbente be <mabríb Unas pocas semanas antes de la conferencia, el cardenal Marzone se encontraba en Píacen:a, y tal y como se había convertido en su costumbre favorita en lo relativo a asuntos relacionados con su misión, vestía el hábito de un sencillo sacerdote y viajaba en compaliía de sus servidores más leales. En las puertas de la ciudad, vio a una monja con el hábito benedictino de pie ante una niña con una túnica harapienta que, a juzgar por sus actos, estaba po eída. La monja alzó sus brazos y ordenó al demonio que poseía a la joven que se fuera de inmediato en el sagrado nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Marzone jamás había escuchado tal invocación en los ritos de exorcismo, y mucho menos manos de una monja. La joven gritaba y suplicaba clemencia, pero la hermana no cedió. Cuando el cardenal y sus acompañantes se abrieron paso entre la multitud para acercarse a la religiosa, se encontraron que la joven estaba abrazada a la monja, llorando quedamente y susurrándole al oído. Se oyeron murmullos que la acusaban de brujería, aunque un joven alemán de cabellos rojizos se adelantó y proclamó en voz alta la inocencia de la hermana en relación con cualquier acto de brujería: todos los presentes eran testigos de que la joven estaba poseída y que la piedad obligaba a que se hiciera algo para aliviar su sufrimiento. ¿y quién era sino el propio Cristo el que proclamaba que aquellos que tuvieran fe en Él serían capaz de expulsar demonios en Su nombre! Incluso fray Leopold indicó al cardenal que estaba de acuerdo con el testimonio del joven alemán. De esta forma Marzone conoció a la vidente española Teresa de San Juan. Sor Teresa era la líder de un pequeño grupo de monjas que se encontraba en viaje hacia Roma para pedir al Papa que reconociera su orden y les permitiera establecer una abadía en Tierra Santa. También le contó sus visiones, una de las cuales era para él: "Necesitáis una cabeza, un corazón, una espada, ojos para ver y una lámpara para derrocar In oscuridad. Y con los ojos no solo veréis, sino que percibiréis; con In espada venceréis y conquistareis; con el corazón conoceréis In compasión y la verdad divina; con In cabeza comprenderéis a vuestro enemigo y con la lámpara lo haréis salir y será incapaz de ocultarse de In lttz. Y de esta forma desatareis los sabuesos de nuestro Señor y los sirvientes de la oswridad huirán ante vos temiendo la ira divina y el fuego purificador. Aquellos que moran en la oscuridad temen la luz, ya que les muestra ral y como son. Se ocultan enrre las sombras y las ilusiones, ya que el engaño es su verdad )' se alimentan de sus descendientes. Se desatará una guerra en las eones de la noche y la caída de los demonios traerá el miedo a todos aquellos que sean testigos deeUo. Vos llevareis In luz a la roca)' la limpiareis de la sangre mancillada, la sangre del asesinaw. Aquellos que se muestren fuertes ante la noche serán temidos por los que la aman a lo largo de las generaciones venideras". l)ofítíca y procebímíentos "...para erradicar los vicios y propagar la vinud, para corregir las falws y reformar la moral, para eliminar las herejías)'fortalecer lafe, paraeliminarladiscordia y rescablecer la paz, para eliminar la opresión y promover la libertad, para inducir a los príncipes y a los cristianos a que ofrezcan ayuda y socorro a Tierra Santa... " -Papa Inocencio lll, al describir los propósitos del concilio ecumé­ nico de noviembre de 1 2 1 5 . �( G:uatto G:oncHío 2atetano be 1 2 1 5 El concilio de lnocencio fue una de las mayores reuniones de los líderes de la Iglesia del milenio y uno de los mayores hechos de su reinado papal. El cónclave se prolongó durante un mes, tiempo en el que toda una serie de decretos (70 en rotal) se convirtieron en ley. En especial, la herejía y los herejes fueron condenados y se autorizó una cruzada contra ellos. El concilio también dio lugar a una convocatoria de una nueva Cruzada para salvar Tierra Santa de los sarracenos. La vidente sor Teresa y sus compañeras quedaron desanimadas por la norma del concilio que prohibía fundar nuevas órdenes, aunque presas de una determinación férrea, presentaron su petición al Papa. Dios les ororgó la presencia de alguien con más elocuencia que Otm von Murnau. El propio cardenal Ugolino del Conti Segni estaba interesado en fundar órdenes femeninas, por lo que halló que los deseos de las Hermanas de San Juan coincidían con los suyos. Con el apoyo d_el cardenal Ugolino, la petición de reconocimiento fue aprobada y las Hermanas obtuvieron una abadía en Tierra Santa, donde se les asignó la tarea de erigir un hospital para acoger a los p� rricipantes de la futura Cruzada. �( f)apa {)onotío 333 En 1 2 1 6 , durante una visita a Perugia para proclamar la Cruzada, el Papa Inoccncio falleció. Para acelerar la elección de un sucesor, el consejo de cardenales otorgó a los cardenales Ugolino del Conti Segni de Ostia y a Guido Je Preneste el poder para nombrar un nuevo papa. Su elección recayó en Cencio Savelli, quien asumió el nombre de Honorio lll. Era difícil que hubieran podido elegir un hombre mejor para continuar con el buen trabajo que Inocencio había empezado, ya que entre sus primeras acciones como pontífice, Honorio reconoció la nueva Orden de Frailes Predica­ dores, liderada por Domingo Guzmán, asignándole la iglesia de San Sixro de Roma. Domingo acudió a Roma y dedicó sus esfuerzos a establecer el orden entre las diversas casas religiosas femeninas de la ciudad, así como a enviar a sus seguidores a lo largo de toda Europa para predicar y buscar conversos. En Italia, Domingo trabajó junto al cardenal Marzone, entregándole los informes que sus frailes les enviaban y que trataban sobre Cainiras, twnp)'l', u otras actividades demoníaca> similares. Esta actividad le hi:o enrabiar ambrad con Lcopold mn � 1urnau, quien había asumido la rarea de ordenar estos informes. Leopold quedó gratamente impresionado por el fraile castellano, y al cabo de un año, con el permiso del cardenal, adoptó el hábito de la orden de Domingo, abra:ando b pobrc:a y l a obediencia, votos que continúa honrando en la actualidad. 2os caballeros be (a cru3 besmembraba En 1 2 1 1, el caballero Gauthier de Dampiere rc;pondió a (¡, com·o­ catoria de la Cru:ada y regresó a Tierra Santa. Durante su estancia en Acre, se enteró de la existencia de una poderosa re l iquia (un trow de la cru: de Cri ro) y de su situación en manos de unos caballeros adoradores de demonios. Merced a una actuación rápida y clecidida junto a un puñado de sus compañeros, pudo recuperar la reliquia y lle,·arla hasta Chipre. Sus actos comen:aron a dar fruto, ya que el nllmero de compa­ ñeros que le acompañaba aumentó considerablemente. Todo un grupo de caballems juraron us votos como caballeros de Dios con el fin de desvelar y erradicar la maldad del mundo. En reconocimiento a su coraje, dedicación y fe al servicio del Sciior, el cardenal Mar:one se convirt ió en mecenas de esta hermandaLl, consi­ guiendo que en 1 2 19 el Papa Honorio III reconociera la Orden de los Caballeros Mendicantes de la Cru: de 1� Pasión de Acre. En honor a la reliquia, que a partir de ese momento quedó bajo su custodia, lo Caballe­ ros adoptaron el emblema de una cru: roja de membrada. 2as .Permanas be <San 3uan En 1222, los sarracenos atacaron y destruyeron la abadía de la­ Hermanas de San Juan en Tiro. Gracias a las negoc iaciones de sor Teresa y a su respe to por las mujeres que vivían en ell a, los s arracenos permitieron que las Hermanas huyeran. or Teresa lle\'Ó a la mayor parte de ella· hasta su tierra natal de Castilla, donde gracias a la influ encia de su familia y a la generosidad del rey, se les enrreg6 una abadía en las colinas cercanas • Madrid. Esta estructura, dedicada a San Juan Evangelista , acabó convir­ tiéndose en la principal casa ca pitular de la orden. 2a cuestíón be (a Drben 9\oja Con la intención de cumplir con la misión encomendada por el Par lnocencio, el cardenal Ma rzone dirigió sus fuerzas y envió mensajes aquellos en quienes confió en el pasado. Con la bendiciún del Pap c Honorio, comenz6 a forjar una organiza ión que acabaría por convertirse en la defensora principal de Roma y a proporcionar a los inqui idores lu medios para investigar y eliminar los servidores que el Enemigo habL dispersado por toda la cristiandad. Entre las 6rdenes recomemhtda estuvieron los Caballeros �tendicames de la Cru: de la Pasión de Acre, la! Herm anas de San Juan, los hermanos de la Orden de San Teodosio de 1 abadía de San Denis y determinados miembro de la Casa de Murnau qut habían accedido a jurar voto de obediencia a la ca usa. También presenr, una lista compuesta por individuos de gran confiam<t, como fray LeopoL ron Murnau, Etienne de Narbona y Andrea Pitti. La naciente Inquisición tuvo su primer contratiempo de manos dt E Papa en lo que se refería a los hermano, de la Orden de San Teodosio. abad Gervi:sc desconocía que el abad Ramón de Lavour había cursado un petición para reswbleccr la abadía de Laurcndinc, cercana a Tolosa, c01: la intención de recuperar el legado hist6rico de la orden. Esta petición hi: que d pasado sombrío de la orden saliera a la lu:, hecho que despenó la: sospechas del Papa sobre la Ortodoxia de la orden. El abad Ramón tam poc parecía demasiado interesado en las "misiones extraordinarias" que lleva­ ba a cabo el abad Gervese, ya que creía que desviaba a la urden de Sk. propósitos iniciales de inves t igación y estudio. El Papa Honorio no solo recha:ó la petición, sino que mostró sus duda� 1;, acerca de la idoneidad de la orden para convertirse en miembro de Inquisición . El cardenal Marzone envió una misi,·a al abad Gervese solic¡. tándole que enviara a un represente�me de confian:a a Roma para Jcfcnd b, la causa de la orden, sugiriendo a fray Isidro, de quien Marzone recurda que era una persona especialmente dedicada a su fe y su mi:,ión. Al final, f1.1 el propio fray Gen,ese el que acudió a hablar con el Papa de la muerte de fr<r Isidro a manos de un poJeroso vamp)'r y que prometió que la orden tomari;, las medidas oportunas. Vino acompaiiado de otro representante de la arde­ de la:, Hermanas Rojas, sor Virtoria di Parma de Santa Clotilde. Aunque no era tlll orador tan elocuente como Isidro, el abad Gerve. suplió esta carencia con su ie y su dedicación a la lucha contra el DiabJ, Sor Vi noria fue comedida y modesta, aunque su determinación fue en lo refere nte a la lucha contra el Enemigo. Al ve rse frcnt� a este. extraordinarios ejemplos de lo que los teodosianos podían ofrecer, el Par Honorio dio la aprobación para que la Or den Roja fuera (de forn­ prm• isional) miembro de la l nquisici<Ín secreta. �( [oncHío be �e El primer Concilio de Fe (llamado a í por la po>tura de sor Teresa poner la fe por delante de todo) tuvo lugar e n 1 223. A él acudierL representantes de todas la� órdenes : sor Tcresa etn-ió a sor Man:. lnmacu lata, así como una extensa misiva en la que detallaba s us últim. vbiones, el abad Gervcsc viajó desde Pa rís acompatiado por dos herman y las Hermanas Rojas estuvieron representadas por sor Virroria di Parm sir Uauthicr de Dampiere y sir Fmino di Milano acudieron en rcprescnr ción de los Cab;tlleros Meudicantes de Acre y Orto \'On Murnau represen· a su familia (dcbidn a su pertenencia al serv icio personal del cardenal , fr Leopold consideraba 4uc no era el repre entante adecuado de u familia ) . El cardenal Marzonc pre idió la reunión acompañado por algunos de sus socios más íntimos, como fray Lcopold y el padre Andrea Pitti. Se debatieron ,·arios asuntos: la segu ridad y santidad de Roma y de la persona del Papa se pusieron en evidencia, así como la división de responsabilidades para itwesrigar los informes y los rumores sobre mm}ryr, Cainitas, bruj as o cualqu ier otra criatura demoníaca en las distintas jurisdicciones de la c ris t i;mdad. En aq uellas ciudades o condados que ya tenían una abadía perteneciente a una de las órdenes presentes, la d ivisión resultó sencilla. Donde las cosus se complicaron fue en determinar la ex tensión hasta la que extendía esa jurisdicción y así determinar la responsabilidad de las zonas que carecían la de presencia de alguna orden. También se halló la forma de afrontar esta j urisdicción en ciudades como Roma, París o Magdeburgo, ciudades en las que coexistían más de una "rden (las posesiones familiares de lo Murnau fueron consideradas como Jna abadía pequetia, ya que su nú mero era menor). Y por supuesto, quedó ;-atente que resultaba inviable que órdenes de clau sura como la Orden de San Juan o de an Teodo;,io abandonaran la abadía persiguiendo a Jcmonios, aunque sor Vinoria se mostró contraria a es ta postura. Tras dos me es de debates, reuniones y experiencias compartidas, se 1ererminó una estrategia de acción. En una misa pri\'ada, el Papa creó la rgani:ación de lo; inquisitor�s contra Diabolum enirn el alii daemones. 2a ::Snquísícíón secreta Contando con las bendicione; papales y confiando en la gracia lhina, ..1 n ueva Inquisición se puso a trabajar. En París, el abad Gen·ese continuú �1n su campatia contra la plaga Cainita. En M agdeburgo, los Caballeros se .nfrascaron en una misión para investigar cienos rumores que apuntaban a .J existencia de Cainitas entre los miembros de la orden hermana de los aballeros Teutones. Los Murnau fueron más activos que nunca en la corte -el emperador, aunque algun os de sus ac tos qu edaron sin explicación. Se �•nsiguieron grandes éxitos, así como algunos fracasos desastroso;, en ;,u ""layor parte ocasionados por la falta de una planificación compartida entre a< dist in tas órdene , o entre inqu isidores pertenecientes a la misma orden _ue no tuvieron en cuenta las intenciones ajenas. En una ocasión, dos �ahallero; fueron emboscados y asesinados cuando se interceptó una carta --ara su comandante; en otra, la inve;rigación de un trío de Hermanos Rojos �n Lombardía se arruinó cuando un caballero M urnau acompañado por su ..:.:¡uiro apareció persiguiendo a un noble de Pavía que acabó por desaparecer -:J!Steriosamente de la ciudad. Comen::aron a circular infom1es que conte-úan identificac iones faba:. de los blancos de algunas cru:adas ( almas -:Jortales que no tenían c ulpa, o que de conocían d hecho de que el seiior '-JUC seguían no era lo que aparentaba) . No existían unas normasestándares, unOS procedimiento;, para determinar la c ulpabilidad O la inocencia ni una ·•rma para que el cardenal y sus consejeros pudi eran estar informados de la -:Ji.:.iones de las d istin tas órdenes. G:( papabo en perígro El Papa Honorio falleció en 1227. Como en otras ocasiones, los cardc­ -ules se reunieron para elegir a un nuem Papa. Esta ve: el acuerdo fue unánime el cardenal Ugolino del Conri Segni se convirtiú en el Papa Gregorio IX. Al poco tiempo de u nombramiento, sor Teresa envió un mensaje urgente. �te mensaje consistía en la transcripción de una dsión en la que veíala sombra .JC un asesino moviéndo>e junto una pared, un libro abierto sostenido por un mbre encapuchado y el hábito papal manchado de una sangre que se extendía - r todo el mundo. Se trataba de un claro a\'iso, mas (cómo interpretarlo' El cardenal Mar:one pidií> a todos los inqus i idores que refor:aran >U 1gilancia y puso al Papa sobre a\'iso, aunque Gregorio se negó a pcrma­ -.ecer encerrado en palacio. Una tarde, Otro ,·on Murnau recibió un libro ..e manos de un hombre encap uchado con la cara cubierta por una "'1á>eara . Entre sus págin as había una nota escrita en latín. Se trataba de �n aviso que l legó j usto a tiempo: gracias a los esfuer:os de vario; in-J tt i, idores, a la habilidad de Otro para descubrir a la;, criaturas de la noche y n In grac ia di\"ina, pudieron capturar al asesino, aunque el e;,píritu oscuro t¡uc lo guinba huyó hacia la noche a través de una \"entana. Como reconoc imiento a los esfuer:os extraordinarios que llev¡¡ron a cabo la; distintas órdenes de la Inquisic ión, el Papa Gregorio retiró el carácter pro\"isional de la Orden de San Teodos io y confir mó la ede tradic ional de ;u abadía de Laurendine. Del hombre encapuchado no volvería n n saber nada hasta pasados varios aiíos. 2os ojos be 9\obrigo be 9lat)arra Con la ayuda de las distintas órdenes, el cardenal Mar:one comcn:ó a hacer frente a la tarea de sah-ar a la cristiandad de las garras del Diablo. Por roda Europa, la mancha demoníaca e.1taba dema;,iado arraigada y los servidores de l Enemigo eran implacables cuando se trataba de de truir a aquel los que se les oponía n. La Inquisición no solo carecía del número y de la fuer:a para hacer frente al enemigo, sino también del conocimiento de la; ciudades, mientras que los demonios poseían ciemos de informadores en ellas. Los invasores de aquellos dominios reclamado, por lm demonios en el p�sado se encontraban con mayores dificultades que las que cahría suponer debido a su inferioridad numérica . Sin la ayuda 4ue nosotros, los Ojos de Dios, podíamos darle, la Inqu isición carecía de la posibilidad de mantener Roma, y mucho menos de co nquist ar otros te rritorios. Estaba preparada para acru�r. aunque carecía de información sobre sus enemigos. Por nuestra parte, nosotros teníamos esa información , aunque éramos incapaces (inclu;o si Rodrigo no� lo hubiera permitido) de afrontar el esfuer:o necesario para aprove­ char nue;,tro conocimientos. Una tarde, yo, Aignen le Libraire, me presenté ante el c arde nal �1a r:onc \ puse a su servic io los ojos, oídos y tareas clandestinas de los Oc ul i Dei, una red organi:ada de agentes que abarcah<l roda Europa, desde la ciudad de Roma hasta las últimas frontera> del la cri;tiandad. Lo hice libremente y s in el permiso ni la bendición de mi camarada, Rodrigo de Navarra, quien fundó la orden el día de�pués de nuestro des;htroso encuentro con el Cainita Xah-ador. Como prueba de la \'alía de mis <tgcntc;, le emregué una lista de lo asociado; tmí próximo al cardenal �1¡u:one en Roma y de algunos de los que había enrre,·btado durante los pas<tdos cu<ttros mios, y le confesé que fui yo d que entregó a Ottn von Murnau el adso del ataque contra el P<tp<t b¡ls<índomc en informes que habí<t rec ib ido de mis agentes . Le prome tí que co nt inu aría­ mos \' igila ndo y que le mantendríamos informado de lo que averiguáramos bajo la condición de que pudiéramos permanecer en el anonimato. Una Fueron necesarios dos años para crear los procedimientos y 1 parte de nosotros estábamos dispuestos a actuar como emisarios entre jerarquía de responsabilidades que usamos en la actualiJad. Lo Concili< nuestros agentes y la Inquisición, ya que aquellos que arriesgaban su \'ida de Fe se cm1\'irtieron en nuestras corres y administraciones, las pequeña. para obtener la información que la Inquisición necesitaba debían per­ células de inquisidores se convirtieron en exploradores, soldados e inve-· manecer en el anonimato. tigadores de vanguardia y el Concilio Supremo (con el cardenal Marzont Sabía que era una condición severa, pero no podía ofrecerle otra al frente del mismo} asumió las funciones directivas. Los Oculi Dei cosa. Algunos de sus asesores se mostraron recelosos, aunque no les culpo encargaron de los códigos y los métodos para transmitir mensajes. por ello, ya que el recelo es necesario cuando debemos enfrentarnos a los Q:[ '-Santo D�cío be [a �nquísícíón sirviente del Enemigo. Estos hombres eran personas religiosas, no era fácil para ellos confiar en laicos de ortodoxia sospechosa que no estaban constreíidos i por votos religiosos. Sin embargo, al final el cardenal aceptó, ya que necesitaba lo que podíamos ofrecerle y comprendió las condiciones bajo las que debíamos trabajar. Me pidió que le hiciera un informe sobre las medidas necesarias para mejorar el nivel de secreto de su propia organi:ación, ya que si nosotros habíamos obtenido tanta información, era El Papa Gregorio acaba de santificar a Domingo Gu:mán y nombrar a la Orden de los Frailes Predicadores como Santo Oficio de la lnquisiciór. para convertir (o castigar) a los herejes y erradicar la herejía por todo e mundo. Estoy convencido de que >U dedicación será absoluta. Nuestra propia comisión continúa con las mismas rareas, y a diferen­ cia del Santo Oficio, permanece en secreto, ya que es necesario para 1 probable que otros lo hubieran hecho con distintas intenciones. seguridad de la Iglesia y de todos nosotros. Q:[ '-Segunbo [oncHío be [a �e al Enemigo, y fe absoluta en la fuer:a de Tu Verdad. El cardenal Marzone y los líderes de las diversas órdenes ya se habían dado cuenta de que la estructura de la Inquisición, que dividía las :ona de responsabilidad en diócesis y territorios, no era efica:. A pesar de ello, no sabían qué proponer para reemplazarla. Era evidente que la Inquisición necesitaba una jerarquía de responsabilidades para que los inquisidores no malgastaran sus esfuerzos en determinadas misiones, no hicieran falsas acusaciones ni causaran daño a los inocentes. Era necesario establecer procedimientos de acuerdo con el derecho canónico y los inquisidores � Dios mío, dame sabiduría en mis decisiones, coraje para enfrentarme In nomine Pwris el Fi!ii, el Spiriltls Sancti. Amen. -Aignen le Libraire, Ojo de Dios actÍt)Íbabes actua[es be [a �nquísícíón en [a sombra debían asumir la responsabilidad ante aquellos a quienes investigaban, Cada una de las órdenes de 1¡¡ Inquisición en la sombra, tanto laica acusaban, juzgaban o castigaban. Por otro lado, los diversos talemos de como seglar, ocupa su propio nicho en la jerarquía, ya que cuenta con nuestras órdenes debían compartirse a un nivel más elevado que la que habilidades y talentos únicos que se entremezclan para formar un conjun­ permitía la actual división de responsabilidades. to único y armonioso. 2o5 [aba[ero5 <JJ? enbícante5 .. e [a <pasíón be [a [ru3 be 2lcre Escribo esws palabras rras los gruesos muros )' puerras de roble de 1111 a Magdeburgo, donde las Samas Hermanas e¡ue moran en él ... tdan de mis heridas. En condiciones nomwlcs no esraría usando mis manos • m enro cercano .1ra e.1cribir mi propia h1swria, pero en la acwalidad es lo 1inico que ¡medo lwcer. >lo lo hago para honrar a rodas los que han caído. Partimos desde el ]iigerllalle bajo las órdenes del Caballero Comandanre usuw 1•on Meisrreich para invesrigar un infonne que había llegado hasta •sorras y que ¡xmía de manifiesto cienos s11cesos exrrmios acmuecidos en los .m-iwrios cercanos a las propiedades húngaras de los Mumlllt l\'o tomamos s especiales, pues creíumos que estábamos preparados. Nues rro 1{111/>0 "''edida _,raba formado por cuarro caballeros )' sus correspondiemes escuderos que parrió ...:sde el castillo MumaH para encontrarse con una pequeña compañía. Esta mpañía esrnba fonnada por •llllO 101 miembro de la familia M11nwu que acwaba "perro de presa" )' una Hennana Roja alw y espigada que podra haberse ...cho pasar por un hombre. Cierro mis OJOS y les t•eo í en el día en que nos :nccmrranws con ellos. No esrabcm ni alegres ni preowpados, nada tenían que t•cr • m los animales amedrenrados en que awbamos conviniéndonos. No esray seguro sobre la nawraleza de lo que nos mcu:ó. Sé que n11csrros w:'TI1unws de Ummia tienen un nombre¡x¡raello, wmque lo descono<co. Loesnn•inu1s J�?YSiguiendo dunrnre mrios días, alxmdoncnulo el rcnirorio de Franz.¡ska vm1 MtmUitl ' udmtrándonos e11 las moncmias y los bosques. En algún momenro de Út perseCllciÓ11 '1. IS dinws cuenw de que ya no íbanws 1ras él. Nos había flanqueado y era él el que nos �guÚI, lejos de audquierfzterue de a�·1ula o pmrccción. Recordaré para siempre la ..xhe que eligit ! fxtra acabar cm1 eljuego. Se abalan�ó desde los árboles: u1w ltedim1da ) pulsame nwsa de camey /meso de t>elocidad )' /zter<a inhumana. Lt scmgre, k>sgriros, o.�s desmembramieruos .\uerw11 como ... Las Samas Hennanas lwn regresado. Me dict'll que debo descansar y que '1·1 debo J>msar mús en dio. Cmuinuaré más !arde. -Extracto del diario de Sir Emil de Augsherg Los Caballeros son, más que c ualquier orra orden, la espada de la Inquisición en la sombra. Para sus compat1eros representan la flor de la caballería liberada de sus espinas: son honorables, obedecen normas espirituales y se dedican a sus deberes en defensa de Dios y de la humanidad . Lo Caballeros Mendicantes de la Cruz reclutan a sus miembros de la misma forma que otras órdenes militares, aunque con algunas ligeras modificaciones. En 1 230, los fururos reclutas de una orden militar necesitan cumplir cnn cienos requisitos: se suele excluir a los hombres de haja posición, así como a los hijos ilegítimos. Se prefiere a hombres de linaje noble, así como a soltero . Aunque se pe rmite que un hombre casado se una a una orden de caballería, debe abandonar a su mujer y necesita su consentimiento para dedicarse a una actividad religiosa así como dotarla de los bienes necesarios para sobrevivir. Las órdenes uelen preferir a hombres robustos (tanto física como espiritualmente), ya que no desean acabar convirtiéndose en lugares donde acaben los j óvenes cristianos con minusvalías. También prohíben que las persona con deudas entren en ella para evitar asumir responsabilidades por su dda pasada . inguna orden admite a rer.onas excomulgadas, o apóstata pertenecientes a otras religiones. Los candidatos deben tene r 14 atios de edad para prometer sus votos. Los Caballeros Mendicantes difieren de estm criterios en tres aspec­ tos: en primer lugar, en esta época, la práctica de la oblación entre el re:.ro de la;, órdenes militares se ha abandonado, no se espera que aquellos nii'los yue son edu ca dos en las casas ele los Templarios o los Hospitalarios se convie rtan en caballe ros. Entre los Caballeros Mendic antes, la mejor forma de conseguir la admisió n en la orden con iste en ser hijo de un Caballero que se casó y tuvo descendencia antes de ingresar en la orden, o ser "educado" en el smo de la misma, generalmente como huérfano o refugiado de los conAicros en los que participan los Caballeros Mendicantes. En segundo lugar, los Caballeros Mendicantes obtienen un gran nC1mero de post ul antes de los cut:rpos de otras órdenes militares, una práctica que ha generado cierto grado de tensión. Los Caballeros Mendicantes que siguen esta senda son tratados como parias por sus antiguos hermanos, ya que renegar de sus \'Oto>, incluso para unirse a otra orden, se considera como un acto peligrosamente cercano a la apostasía. En tercer lugar, los Caballeros Mendicantes no solo están convencidos de que la cristiandad se halla en peligro, sino que han sufrido una experiencia radical 4ue ha hecho 4ue se unieran a la Inquisición en la sombra. En lo que respecta a sm deberes in4uisiroriab, los Caballeros Mendicantes dbfrutan de una ventaja significativa sobre el resto de órdenes. El motivo público de su existencia: la protección de las rutas de peregrina- ción de Europa y Tierra Santa les permite actuar de forma más abierta, en especial ante amenazas inmediatas. Pueden patrullar por cualquier ruta de peregrinación en busca de aquellos monstruos que se alimentan de kh débiles. Cuando los Caballeros Mendicantes participan en esta clase dt misiones suelen viajar en células formadas por no menos de cuatro miembro, y lideradas por un sargento experimentado. No es frecuente ver a un gru¡x de caballeros sin la compat'iía de un oficial experto para que no se dejen llevar por sus imtinros má caballerescos. Los Caballeros suelen actuar en compa­ t'iía de algún miemhro de la Orden Roja (en general de un Hermano Rojo, ya que llama menos la atención), o de un Ojo de Dios que actúa COIW xlerador y portavoz en las relaciones con el resto de las órdenes. Los grupos rmaJos por estos caballeros suelen ser más propensos a dejar a un lado las -,�,entaciones e ir directos al conflicto, por lo que en la mayoría de ocasiones �.aban recogiendo lo> cadáveres o los restos de ceniza para que sean u:gados por la administración local del Concilio de Fe. Cuando no participan en el campo de batalla o forman parte de un _.rupo de patrulla, los Caballeros Mendicantes permanecen recluidos en n convento o al cuidado de los hospicios al servicio de los peregrinos. :;,tos hospicios son una de las mejores fuentes de inteligencia a disposición .1e la orden para enterarse de los movimientos del enemigo, ya que es 1"ecuenre que los peregrinos conozcan un par de rumores interesantes. E>tos lugares constituyen una fuente de información bajo el control exclusivo de los caballeros, hecho que les ayuda a reducir la fricción con tras órdenes (en especial con los Oculi Dei) . Los hospicios no solo sin·en para obtener información, sino también como recordatorio de la principal misión de estos Caballeros es reali:ar actos generosos que redunden en el bienestar de sus almas. Las actividades más humildes y humanas (cocinar, cuidar de las heridas de los viajeros, ,Hender a los huérfanos) ayudan a mitigar la maldad que existe en el mundo. Cualquier Caballero po ee la opción de retirarse a la clausura de •a orden para buscar sola: espiritual: en la ;ilenciosa comunidad de los �oldados de Cristo, los Caballeros pueden librarse de las cargas durame un tiempo determinado, buscar consejo espiritual y meditar pacíficamente en torno a su relación con Dios. Si estas medidas no son suficientes para liberar a un Caballero afligido, las Hermanas de San Juan poseen conven­ tos aislados en las que usan sus artes curativas tanto con el rebaño del Sei'ior como con sus compañeros inqui>idorcs. {)ermanas be <San juan Era noche cerrada. Debo admitir que me domlÍ durante varias horas. Sor Teresa lwbía caído en un profundo su¿ño tras el estado de trance lwbitual, su respiración era tan srunre que no lemntaba ni las sábanas. L.r estut'e l'igilando EL RITUAL SAGRADO DEL EXORCISMO � 11m11part� ele su Jen>Lil>n por las buenas <>hras, Herma­ � nas de San Juan han asumido el deber de cuidar de las J.¡, víctimas humanas de la lucha entre la lnquisici<·m en la ">mhra y sus enemig<" demonÍ;Kt>S. L) � sde 1," hllspitales administrad,>S I"'T las hermanas ele la nrden \· l<>s m<>n;JSterills ercmític<>s dedicad'" a h pa: espintual y ;¡ [a curaciún, se desli:a un Mlsamo curatin' por toda la cristian,Ja,l. Aunque s�an incapaces ,k restaurar las rielas arruinaclas de las dctimas, hacen todo lo posible por asegurarse de que las cicatric�s n<> las desfiguren y que las hericlas no se infecten. Cno de los ,Jc.hcres m;ís importantes de las Hermanas es el cui,);¡,j,, ele ]," inquisidores, n<> s<>l<> t'n cuerpo, sino también en alma. El unJtacto C<lllSt,mte un1 l as fucr:as sobrenaturales se coha un dn·ado custc físiw, mental y espiritual, incluso en aquellus entrena­ dos para sopurtar el ri.�or de la lucha. Al igual t.juc el <llor de la sangre atrae a los cil'prcdadmcs, el contacto wn las iucr:as !lscur;¡s llama l a atenci(m ele cosas nú• terribles. Aquellos inquisidores debilitados por el ,·nfrcntamiento pucclcn acabar viéndose l'<lScíclt" por cnticlades ,lcmoníacas atraídas por su n1lnerabilidad. Como wnsccuencia Jc elln, las Hermanas de San Juan que CHl'Ccn de la Visiún Sagrada se encuentran entre los pocos mortales que contlcen el Ritual Sagrado clcl Exorci>mo: lm métodos para rccnnoccr los síntomas de la pt>SCSi<''n dcmuníaca 1' las formas de limpiar la inr'ccci,·,n. miemras donnía, aprOI'echando la oporwnidad que tenía para r�escribir las apresuradas anotaciones que había tomado durame su trance cmtes de que el cansancio me wnciera. Desconozco lo que me despertó. Un instante antes estaba inmersa en un excrwio sueño en el q11e me desli�aba sobre montañas cubiertas de nebla i y al siguiente estaba despierta, como si alguen i hubiera chasqueadD los dedos junto a mi oído para lemncam1e. L.r celda estaba mcía excepto por sor Teresa, que continuaba dumliendo, y por mí. L.r vela comenzaba a oscilar, por lo que la reemplacé por otra y alimenté el brasero con más carb6n para evitar que la sala se enfriase. Las mejillas de sor Teresa estaban pálidas, por lo que coloqué otra manta sobre la cama donde yacía antes de proseguir con la revi.sión de msi anotaciones. Trubajé durante t>arios minutos, y aunc¡ue el nlido que hacía mi pluma sobr� el pergamino era el rínico sonido que rompía el silencio, comencé a sentinne nerviosa. Presentía c¡ue no es tábamos solas en la celda, /!Or lo c¡ue agucé el oído f!ara captar walqwer sonido. El silencio no me reconfortaba, así como tampoco las excrwias sombras que la luz de la t•ela cmojaba sobre las paredes. Me acerq11é al camastro de la Hennana, coloqué el libro de anotaciones sobre mis rodillas y me apoyé sobre la fría pared. Sentí el deseo absurdo de despacurla para que me confimwra que todo iba bien. Se levantó minutos antes del alba, moviéndose en el interior de la crisálida de nwntas que la envolvía, abriendo sus ojos e inspirando con lentitud el aire que la rodeaba. Comenzó a susunar cosas, frases inconexas con menos significado que las que emitió antes de domlirse. Las anoté lo mejor que pude, aunque de pronto lwbló con claridad. Me susurró : "No es una luz que brilla en la oscuridad. Es 1111 enviado del Maligno... convoca a criaturas oscuras que IUlcen lo que les ordena porque es uno de ellas . .. lncentará... incenrará... apagar nuestra lu�... cerramos los ojos... romper nuestra espada... detener mtestro corazón... " Comenzó a llorar y gritó el nombre de una compañera difunra, yo dejé mi libro a un lado )' le ofrecí wdo el comuelo que pude, a la 11e< que sentía cómo la fiebre volvía a apoderarse de su cuerpo. -Extracto del diario de Sor Bernadetta de Madrid Sor Teresa de Madrid era una mujer jO\•en con una misión que cumplir. De de niña profesó una gran devoción por la Iglesia, por lo que ingresó en una orden sagrada para llevar una vida de buenas obras y contemplar la gracia divina. Durante un peregrinaje a Tierra Santa recibió un gran y terrible don: el don de la precognición, la Visión que le permitía liberarse de las limitaciones del tiempo y el espacio, de las ilusiones de la carne y la hechicería y percibir la podredumbre que se estaba apoderando de la humanidad. El gran número de visiones que sufrió durante el despertar de su don le convenció de que la Iglesia a la que había entregado su vida y la gente a la que había dedicado su existencia estaba en peligro ante los ataques de enemigos impíos. Empujada por el horror de lo que había experimentado, Teresa se convirtió en 1� fuerza morora de la creación de la Orden de las Santas Hermanas de San Juan, llamada así en honor del apóstol San Juan el Divino. La orden obtuvo el reconocimiento papal gracias a sus visiones y a sus esfuerzos humanitarios en 1 2 15. Esta orden se despla:ó hacia occidente en 1222 tras la destrucción de su convento principal y acabó estableciéndose en Castilla, Francia, Italia y Alemania. Sor Teresa fundó la casa madre de la orden, localizada en un hospital­ convento situado a unos 30 kilómetros de Madrid. Allí determinó los rituales diarios y la estructura necesaria para dotar a la orden de cohesión interna. Murió en ese convento. Su cuerpo, frágil por naturaleza, no pudo soportar durante demasiado tiempo la dureza de los inviernos castellanos. Durante su convalecencia, el n ú mero de visiones se incrementó substancialmente, momentos en los que susurraba palabras proféticas que sus ayudantes anotaban con cuidado. A pesar del respeto que guardaban por ella, muchas hermanas consideraban que sus palabras no eran más que delirios hasta que comen:aron a volverse reales. En la actualidad, las hermanas emplean una gran cantidad de su tiempo en intentar descifrar las profecías y enfocar su Visión Sagrada para intentar replicar el don de sor Teresa y guiar a la Inquisición con más eficacia. El ingreso en la orden es muy parecido al ingreso en cualquier otra orden religiosa. A las candidatas se les somete a un proceso de observación que Jecermina su idoneidad, aunque para las Hermanas de San Juan, la volunta­ riedad es un requisito fundamental. Cuando la nifía ingresa en el convento como novicia debe entregar una dote. Es a partir de ese momento cuando la existencia de una Hem1ana de San Juan pasa a diferenciarse de la de una hem1ana de cualquier orra orden. Las novicias no solo deben estructurar sus vidas de acuerdo con la Norma de San Agustín, en la que deben combinar largos períodos de oración y meditación con el cuidado de los enfermos, la moderación, la propia negación y la conservación de la castidad, sino que muchas de ellas se someten a la prueba de la Visión Sagrada. Muchas novicias que ingresan en la orden son proclives a ella, por lo que un gran número la desarrolla tras exponerse a Hermanas que poseen el don, o a las reliquias de santos con habilidades semejantes, entre las que se encuentra el cuerpo de la fundadora, sor Teresa. Otras no desarrollan este don. A las novicias que reciben el don de la Visión Sagrada se les separa del resto y se les somete al riguroso entrenamiento que necesitan para enfocar su talento, o como mínimo, superar las consecuencias. Las oraciones del Oficio Divino: el ciclo de oraciones, cantos religiosos y meditación ascética desarrollado por las propias hermanas se utiliza para ayudar a la Hermana visionaria. Estas técnicas, siempre que se usen de forma correc­ ta, pueden canalizar la Visión, dando lugar a visiones controladas que permiten que la Hermana pueda contemplarlas de forma inteligente y actuar según lo que vea en ellas. En orras ocasiones, la Visión no p11ede enfocarse con éxito, ni siquiera por las Hermanas más disciplinadas, por lo que acaban deslizándose por sus cuerpos como el agua por las cañerías de un tejado, eliminando cualquier vestigio de autocontrol. En momentos como esos, las Hermanas son proclives a convulsiones y a hablar en lenguas extrafias, síntomas que algunos testigos no entrenados pueden confundir con la posesión demoníaca. Con la intención de evitar los estímulos que con mayor frecuencia disparan las visiones más violentas, muchas Hermanas .-ermanecen cubiertas por completo, hasta el punto d� usar guantes y a • ndalias, y evitan cualquier conracro físico innecesario con el resto de onquisidores. En su caso, los votos de castidad que prometen sirven tanto :-ara poner a prueba su disciplina como para defenderlas. Las novicias que c arecen del don también tienen un lugar en la ..ermandad, a pesar del énfasis que esta pone en el talento vi ionario. De -.echo, estas hermanas forman el grueso de miembros de la orden y llevan cabo tareas necesarias para que ésta pueda continuar existiendo. Por �ada Hermana que posee la Visión, existen cinco compañeras que carecen -e ella. Estas Hermanas reciben entrenamiento para llevar a cabo tareas 'ldi _ pensables para la hermandad: asumen los roles adminiStrativos, ompafian a las Hermanas doradas fu era de los muros de los conventos, ·egístran las visiones y ayudan en el análisis de las mismas y son los médicos .Je atienden a los heridos y e nfermos que acuden a los hospitales. Naturalmeme, existen ciertas fricciones emre las Hermanas en rela­ -· n a determinar los esfuerzos más importantes. Las Hermanas visionarias, "(}el corazón de la Inquisición secreta. Día y noche tienen la sensación de . ..e si la gente de buena fe y coraje no hace nada, el alma de la humanidad secará y se convertirá en cenizas. En ocasiones, este hecho empuja a una -km1ana visionaria a niveles de celo que pocos inquisidores alcanzan, celo .Je hace que unas pocas pierdan la cordura. En c ualquier caso, el coraje de convicción puede hacer que una Hermana con menos talento pierda los ...mbos. El resto de las Hermanas no son ajenas a los celos, hecho que hace ..e algunas sientan que sus esfuerzos son menos importantes en el esquema ue la orden porque se encargan de tareas que cualquiera puede llevar a cabo. Existen dos factores que evitan que se alcance la masa crítica. En :-uner lugar, las Hermanas Samas, tanto las dotadas como las que no, se ..c-Jtcan a luchar contra los enemigos de la cristiandad. Cuando el resto de mquisidores sufren heridas, tanto físicas como mentales, acuden a ellas -..ra buscar auxilio, por lo que nadie que viva en los conventos es ajeno a l as -:.;mas. Las Hermanas conocen el dolor y la sangre, la pena y la pérd ida, las ;-,emes destrozadas y los cuerpos rotos, hecho que les sirve para comprender •� e la lucha es justa y que deben formar parte de ella. Esto suele templar las ,_;ensiones existentes. El segundo factor consiste en que las Hermanas que · � po een el don no están obligadas a permanecer en la orden si lo -mideran oportuno, ya que pueden ingresar en otras órdenc rcligio as :;¡,cías a determinados acuerdos especiales. Muchas Herm anas acaban -"(lvirtiéndose en monjas benedictinas o ca rme litas o abandonan las órde-,e; de c lausura para unirse a fundaciones laicas. Desde allí también -'llrim'tan al servicio de la Inquisición, ya que reclutan a los candidatos ...ecuados e incrementan d número de ojos, oídos y manos disponihb. 2a Dtben 9\oja Escocia es un país más frío que lnglarerra, aunque no más seco: llovió -<ranre más de la mitad de los días transwrridos desde que cruzamos la frontera .:umenzamos a adentramos en las cierras airas. Nuestros escolcas, una banda .... caballeros bajo las órdenes del rey Alexander, no perdieron su ciempo eras la :mnación de fray Serafín de que nunca ames había t'isro tanra niet•e. Le ... maron historias de inviernos um fríos 'Jue hacían que la genre dtmniera con los �s. por no decir nada de lo que sucedía entre los lobos y las Ot1ejas. Desde el ...Jlil no vimos en la distanca i montañas wbierras por la niet'e a pesar del calor de ... primavera. De hecho, me acuerdo de mi estancia en Milán, desde donde podía a la nieve de las momañas desde los muros de la ciudad en 1111 dí a claro. Me ..rrece imposible que una tierra tan llennosa pueda albergar una maldad como la • 1-:u! tenemos que irwesrigar, incluso a pesar de que la ¡m1eba descansa frenre a mí -uentras escribo esras palabras. (.arras. Diarios. La infonnación que hemos nrenido de los arcllivos cisrercienses es una pn1eba concluyeme, a pesar de que - disponenws de ninguna obser·vación direcw. Los detalles que conrienen son -�pugnames y diabólicos, detalles que pueblan mis pesculillas más horribles. El rerreno cambia subslmlCialmenr.ewnfrmne nos aproximamos a Dambt1rr01v. :-.unos 30 kilómerros de distancia, la Jurwrale�a primoveral brilla en todo su esplendor '�e ciemos de riachuelos ¡xmculores de la prísrina agua del deshielo. En este lugar, parece como si el in11icmo no hubiera aflojado su gélida presa (de hecho no lo lw hecho mios) . Los árlx>les muerws abundan, y aquellos que están vivos escdn worcidos y defonnes y se inclirum sobre el camino cmno manos rewruíticas que inreman oculrar L'T1 el rosrru de la mmuaiia. El agua de los rius corre perezosa, y eras fijamos en ella, compmulemos el nwcit·o por el que nuestros guias nos aconsejaron que llenármlUis nuestros odres c'll las cierras bajas, ya que deella enwna un olaracre que ruule i es capa� de idmcificar. Los pájaros rw canwn, par lo que con1ienzo a sospoch.ar que no exiSten, y el resco de los animales parecen aHSemes y nwlnwridos. He imenrado emablar cmwersacim í con Sir BricetlS, el más joven y excrovercido de nuestros escolrtlS sobre esre hecho e ncltoo i él se muestra incúmudo y wcicumo. Al preguntarle sobre este hecho, me cmJtó que según un relato que le contó su madre, el mlle de Damburrmv era un lugar maldiw y olvidado ele la mano de Dios, cuou¡ue se negó a continuar hablarulo sobre ello. Conocierulo la in{tmJwciún lflte CL�K'IlUJS sobre los sucesos de/ lugar, esws leyerulas no parecen fitcra de lugar. El cont'enw se encuemra a wros 15 kilrímetros del pueblo de Damburrow y su apariencia es más la de una fortaleza que la de una casa de Dios, incluso para rm monasterio. Está siwaelo en lo alto de un saliente de piedra que se asemeja un colmillo. Solo se puede llegar a él mediame una esrreclra escalera que lw sido wllada en la ladera ele la colina. El camino está flanqueado por cruces grabadas en piedra y grabadas con extrarios diseños de bestias enlazadas, largas y sinuosas, bestias que Sir Briceus me i11dica l{ue se sut>onen que son lobos. La apariencia exrema del monasterio es espartana )' funcional, armque posee una desconcertan­ ce falta de ventanas salvo en los niveles superiores (en incluso estas son unas simJ>Ics troneras). De J¡eclro, al mirar desde lo airo del camino que seguimos para llegar a este lugar lwcia el valle de Damburrow, sienw una sensación extraña. Desde aquí puedo divisar el pueblo, wda una colección de casrtclras apiriadas junto al Abismo, que incluso desde esra disrancia y bajo un cielo nublado parece tener su superficie cubierta de rma subswncia brillanle y oleosa. Al mrrarlo sicnro un nudo en el estómago, y cuando el vienw que viene desde el valle choca camra mi rostro me /)((rece oír un susurro que me habla en un idioma familiar. -Extracro del diario del Hermano Rojo Giordano Nicola d'Ar:enra La Orden Roja de San Teodt>sio fue un caso especial desde su creación. Su fundador, Teodosio, era un crudiro insacia ble y la norma que formuló ponía énfasis en la meditación, la investigación y la experimen­ tación y aceptaba miembros de ambos sexos. Cuando la mayor parte de las órdenes monásticas adoptaban la forma de comunidades de clausura dedicadas a la contemplación, la Orden Roja viajaba por el mundo en busca del conoc imiento y lo preservaba en su biblioteca. En el momento en que el fenómeno del monasterio mixto comenzó a declina r debido a los �ándalos sexuales, la Orden Roja luchó por mantener su estilo de --l'tencia y no perder la valiosa sabiduría de las Hermanas Rojas. Pero todo cambia, y no siempre para mejor. Las desventuras del -:ermano Rojo Everard de Gascutia y sus desdichados compañeros unidas a ;:-crcepción externa que se tenía de la orden y de sus tendencias liberales '1:aron una oscura sombra sobre ella. Como resultado del "desgraciado -�dente", como se describió de forma eufemística, la orden acabó por estar .:-.el punto de mira de los niveles más altos de la Iglesia y su estructura se vio :erada para evitar las críticas de las órdenes más ortodoxas. La orden continúa aceptando candidatos de ambos sexos siempre que �=plan los requisitos de entrada. El candidato debe pertenecer a una buena :nilia, debe sercapazde pagar una "dote" o hacerque su familia haga un regalo �e sea aceptado por la orden, no debe poseer deudas y debe mostrarse de -uerdo en adoptar la orma Teodosiana. En el pasado, los candidatos -=ctbían instrucción en comunidades mixtas, aunque en la actualidad la orden =-:á separada: los Hermanos Rojos son recluidos en monasterios y las Herma­ ...., Rojas en conventos, encontrándose solo en el transcurso de sus misiones -mo inquisidores. La Orden Roja fue aceptada en la Inquisición en la sombra ::�cías a sus éxitos intelectuales, a sus talentos individuales y a una buena dosis --"' humillación (aunque persisten los rumores sobre la naturaleza real de sus ::o-:�gmas). Se espera que todos los miembros de la Orden Roja sirvan a la :..:¡uisición para garantizar la supervivencia de la orden. Esta situación no es ideal. Los detractores de la Orden Roja conside­ - n que esta orden es demasiado liberal, impía, orgullosa y próxima a la erejía. Incluso el uniforme rojo de la orden (que para sus miembros es un mbolo de su devoción a Cristo y a la Iglesia) es visto con reparos en una -:-xa en que los decretos papales prohíben que los monjes utilicen �niformes de colores vivos. Existen multiwd de rumores acerca de las .:encias sexuales y las desviaciones morales de sus miembros, aunque -veo puede hacer la orden para acallados salvo hundir la cabeza, apretar > dientes y trabajar más duro para poner de manifiesto su devoción. En el interior de la orden se suelen producir conflictos internos con -astante regularidad. Cuando la orden wvo que reestrucrurarse, surgieron �ancles controversias en lo referente a la posesión de los recursos intelec­ -uales y materiales de los monasterios mixtos. En múltiples ocasiones, las :-lermanas Rojas tuvieron la sensación de que estaban siendo discrimina­ .;a.:.. No solo la Iglesia las recolocaba en edificios inferiores (a menudo .mtiguos conventos benedictinos), sino que veían como los Hermanos ::\0jos mantenían el control de las bibliotecas comunes, así como el fruto Je las investigaciones y los experimentos conjuntos. Las Hermanas Rojas solicitaron ayuda a Roma para que pusiera fin a esta injusticia, pero fueron ignoradas. Estas medidas continúan siendo el principal punto de disensión entre la comunidad masculina y femenina de la orden. A los Hermanos Rojos, por orra parre, les desagrada esta situación. Se dan cuenta de que el resto de las órdenes posee poca paciencia para escuchar las quejas que emanan de su interior. Presienten, quizá en mayor medida que las Hermanas Rojas, la precariedad de su posición, tanto entre la comunidad monástica como en la alianza secreta de la Inquisi­ ción Como resultado de ello, sus esfuerzos van encaminados en la dirección de ofrecer una mayor cooperación con el resto de las órdenes y no en la de mantener buenas relaciones con las Hermanas Rojas. En una época en la que los monasterios han retirado su apoyo a los conventos, parece prudente seguir esta línea si con ello se puede conseguir un ápice de aprobación para la orden en general. . 2a casa 9Jlurnau 13 de septiembre de 1222 Desde el inicio ha sido un día muy largo. No hay nada peor en wdo el mundo, tanlO para mi cabeza como para mi estómago que una habitación repleta de prelados. Gerhard se reirá al leer estas palabras, peru es cierw, prefiero una sala llena de Aschenbachs y Landwerlems. Al menos con los Aschenbachs sabes que están midiendo tu espalda para buscar el lugar donde asestar la puñalada, por lo que puedes darlo por hecho anres de servir el ·vino y comenzar a hablar. Estaba sentado tras un panel de madera y aislado del exterior por gruesas cortinas, en compañía de un pergamino y una pluma con la que anotaba cualquier persona que se presenrara a Marzone que tuviera un olor sospechoso. El tío Leopold, por supuesw, se encumraba junto al cardenal, mirando por encima de su nariz y manteniendo una postura intimidante, aunque él no podía wmar notas. No resultó tan sencillo como pensé en un principio. El hedor de la piedad era demasiado denso, lo que hacía que fuera difícil distinguir orros olores, J!Or lo que tenía que mantener la concentración. A mediodía, tras haber ex¡¡erimenrado toda la gama de olores desde "piadoso que no ha tomado un baño en lo que llevamos de año" ;JSta "bañado en toda clase de óleos para esta audiencia", comencé a echar de a sor Teresa: ella siempre olía a rosas, un olor no canfuerte como para que molestara, sino gentil. Esta sensación se vio reforzada después de que un ;,ISpo extraordinariamente obeso pasara jumu a mi escondite, ya que hubiera ..Jdo mi vida por res¡Jirar el aire que la rodeaba. Mis ojos y mi nariz lagrimeaban cuando el último invitado abandonó la sala ' rio Leopold me sacó de mi escondite. Me entregó un pequeño pañuelo de lino ura secar mi rustro, me cogió el pergamino y sugirió que nos retiráramos a sus .:posentos para charlar. Estaba segmo de que deseaba intercambiar alp;unas pmiones, y de hecho, también había cosas que yo quería hablar con él. Me sentía "'Tl.Jlesto no solo en werpo, y debo admitir que en ese instante quería que alguien '"U reconfortara. La lista que había recopilndo incluía diez nombres, e incluso )'O -usmo me sorprendí por la presencia de algunos hombres importantes en ella. Cuando tío Leopold abrió la puerta de sus aposentos, el hedor que emergió de .;u habitación fue totalmente insoportable. Durante un momento tuve la sensación :.e que un muladar se lwbía desbordado y había anegado las lwbitaciones. Me eché :.u:ia atrás con los ojos llenos de lágrimas mientras eswclwba co1110 el tío Leopold :;¿ debatía entre arcadas. Sus manos ronwron el rosario de su cinturón y se cerraron m tomo al cn¡cifijo. Comenzó a entmwr palabras en latín y el hedor comenzó a •emitir. Volvió a repetirlas y se dispersó por completo. Me obligué a entrar elprimero !Tila habitación con la espada desenvainada, aunque no había nada contra el que .:w.liera utilizarla. Encendí las velas y la lámpara, aunque no quedaba ningún rastro ..cd hedor, solo lwbía un sencillo camastro, una mesa con libros y una silla. Tío �pold entró y miró L'll derredor con el ceño fruncido. ""!ellOS -.e LOS SABU ESOS PERS ECUTORES DEL I N FI E RNO .....,. os lvlurnau han contribuido con sus recursos humanos l- la Inquisición. Además Je ofrecer sus oídos, ojos, manos <: ;l y a reclutar agentes en las órdenes laicas, monásticas y mendicantes, muchos miembros de la familia se han dedicado de t(mna activa a la lucha. Otto von Mumau es el embajador actual de la t;unilia Murnau en la Inquisición en la sombra. Es el segundo hijo de Frederick von Murnau, líder actual de "la familia. Orto, hasta que asumió el papel como embajador inquisitorial sufrió un problema frecuente: "síndrome de invisibilidad del hermano me,liano" (no era wn importante como el heredero ni tan famoso como su hermano menor, Gcrhard) . No posee una gran devoción personal aunque sí es famoso por su mente clara y un deseo casi enfcnni:o de anteponer el honor de la familia. A menudo pone demasiado ént;1sis en cumplir con esta tarea... Franziska von Mumau es la hermana gemela de Frederick \'On Murnau y el cabc:a de familia cuando su hermano no está presente. Fran:iska posee una voluntad de acero, carece de imaginación y enviuda con irecucncia {sus maridos sulren toda clase de accidentes con los caballos, las alturas y los objetos afilados). También posee un gran patrimonio compuesto por mansiones en Hungría y Borgoña que está dispuesta a compartir con cualquier j<l\'en inquisidor que despierte su interés, ya que posee un elevado instinto paterno que debe desarrollar. Raganhard \'On Aschenbach no era consciente de lo que le ocurría cu;mdo la maldición :v!urnau se apoderó de él, de hecho solo sabía que existía un lejano nexo familiar a través de su bisabuela. En el centro de la mesa lwbía un libro pequeño encuadernado en cuero rojizo repujado y bmiado en oro. Entre los dibujos de las enredaderas de la porrada podía leerse el título: Libellus Secretum Sartaelis. ]unto a él había una misi11a sellada con cera y cun el nombre "Leopold" escrito cm1 cuidado. Tío Leopold palideció al verla )• la cogió antes de que ¡mdiera ver el sello grabado en la cera. Rompió el. sello con manos temblorosas. La nora consistía en una sola frase: "Feliz wmpleaños, hemwno" y estaba fimwda por "Wilhelm". Tío Leopold empalideció por completo y mientras lo miraba pareció como si envejeciera doce años de golpe. Con voz temblorosa me ordenó que me retirara de la habitación, y así lo hice, sintiéndome solo y vacío. Nunca lwbía visto a tío Leopold tan preocupado, teniendo en cuenta que este hombre se había enfremado a mi padre, a mi tía, a Marzone )' a uno o dos demonios con gran coraje. Todos estos hechos resumían un día de nwlos /Jresagios. �Extracto del diario de Orto von Murnau Los Oculi Dei poseen un nombre clave para referirse a los nobles bávaros Murnau "los sabuesos persecutores del Infierno". Si los Murnau se enteraran : Ningún otro miembro de su iamilia llegó a desarrollar ningún atisbo de ello, se sentirían ofendidos, a pesar de lo adecuado del mismo. Nadie sabe existencia de esa relación. El descubrimiento de Raganhard tuvo un azora: las leyendas familiares son numerosas y sugieren cualquier cosa, desde de la enfermedad, de hecho los Murnau casi habían olvi,h;do la terrible coste, ya que se dio cuenta de que su hermano mayor había sido seducido por las fuerzas demoníacas, por lo que desde entonces su humor se ha agriado mientras continúa la caza de las criaturas que consumieron el alma de su hermano. con certeza la fonna en que los Murnau llegaron a sufrir la aflicción que les una maldición lanzada sobre el fundador Je la orden por una bruja hasta el adulterio de una mujer en compafiía de un demonio que asumió la apariencia de su selior pasando por todas las permutaciones intermedias. Los Murnau llamaron la atención de la Inquisición gracias a uno de sus miembros, Lcopold von Murnau, quien en la actualidad sirve como uno de los agentes m�ís capaces de la Inquisición desde la Orden Domini­ la f;lmilia ingresaban en órdenes sagrad:1s con la intención de escapar del Leopold acudió a Roma en busca de ayuda p¡¡r¡¡ descubrir la fuente de tormento de su s:mgre y hallar paz tras los muros de los monasterios y los C<L una profunda mancha que sentía en la propia Iglesia. Durante su viaje se encontró con el carden¡¡\ Battista Mar:one enfrascado en el tiránico conventos. Nada es más demencial que presentir la corrupción en caJ� esquina, ser incapa: de confiar en alguien debido a la insistente sospecha esfuerzo de organizar la Inquisición en la sombra. Leopokl le ofreció de que algo esrá mal, sentir la lbmad;t de sirena de la oscuridad y ser originalmente su ayuda personal en el esfuerzo. Fue neccs¡¡rio el empuje incapaz de decidir si la misma es repulsiva o atractiva. La dedicación y la de su sobrino, Orto von Murnau, en defensa de sor Teresa de las Hermanas autodefensa han sido �u� principales motivaciones para perseguir los fines de San Juan, para involucrar al resto de la familia en esta empresa. El religiosos. Günter \'Ort Murnau fue un caso extremo de dedicación, ya que cardenal Mar:one >C sorprendió cuando conoció que roda la familia poseía no solo persiguió cualquier rumor de demonio en los oscuros bosques de la misma sensibilidad ame las fuer:as demoníacas, aunque >upo apreciar la \a; implicaciones de tenerlos como aliados. Tras una serie de largas fundando un gran número de monasterios y conventos por roda la elva l'\egra >ino que llegó a poner la fortuna familiar en peligro negociaciones con Frederick von Murnau, el hermano menor de Leopold cristiandad y ofreciendo generosas limosnas a muchos más. Su pasión por y selior de la familia, esta entró en la lucha como la primera "orden laica" las buenas obras inspiró a toda una generación de Murnau de la lnquis_ición en la sombra. arma en cruzadas p(rblicas y prindas, Desde entonces, los Murnau han prestado grandes servicios a la a ¡¡ tomar las unirse a las órdenes militares o a cotwertirse en mecenas y benefactores de las distintas órdenes monásticas. floreciente Inquisición, apoyándola ramo personal como materialmente. La participación de la casa Murnau en la Inquisición ha canali:ado este Los miembros de la familia Murnau sirven en varios campos, ranro laicos esfuer:o y les ha permitido tener acceso a los medios necesarios para como eclesiásticos. A diferencia de otros miembros pertenecientes a las descifrar el origen de la maldictón que le azota. Los sabuesos Murnau suelen convertirse en los líderes principales de órdenes seglares, los Murnau pueden asumir varios papeles a la \'ez: un miembro de la casa de Murnau, un predicador dominico, una monja la> células inquisitoriales en que toman parte. Suelen ser lo primeros en benedictina, un Caballero Teurónico o un miembro de cualquier otra liderar a sus compañeros en caso de peligro y los últimos en abandonar. fundación religiosa. Desde el punto de vi ra laico, los Murnau cuenran con Son los principales defensores de la Inquisición, ya que sus sentidos le una valiosa red de apoyo, ya que poseen numerosos contactos en los permiten seguir pisras que de otra forma quedarían ocultas. Una vez que aliados de la familia y relaciones disranres con varias ciudades, así como se ha activado, la maldición no puede desact ivarse con facilidad, por lo que apoyo financiero. A pesar de ello, su contribución más importante radica puede convertirse en una molestia, llegando a obligarles a realizar acciones en su sensibilidad ante lo oculto que ha llevado a muchos de sus miembro desesperadas para volverla a controlar. Cuando esto ocurre, los Murnau a las cimas más elevadas de la dedicación espiritual o a los abismos más deben confiar en sus compañeros para que les ayuden a recordar el profundos de la depra\·ación personal. significado de ser humano y evitar dejarse llevar por su dudoso legado. Públicamente, los Murnau forman una familia respetable del Sacro Por supuesto, no rodas los miembros de la familia son capaces de Imperio Romano, no siendo ni la mayor, ni la más poderosa ni la más dominar todas las debilidades del espíritu humano. La maldición agudiza opulenta. Los miembros de la familia ascienden a 200 y están dispersos por su percepción de lo sobrenatmal. Algunos miembros de la familia dejan roJo el imperio. Estos \·asallos del Juque de Ba\·iera, han mantenido su que su sentido Jel pecado les guíe a trnvés de caminos inexplorados. Una posición a lo largo de la \'icisitudes de la política del imperio gracias a la vez que un Murnau se sume en la oscuridad de forma \·olunraria, no regresa diplomacia, a los matrimonios esrrat�gicos y a un sexto sentido en lo que se refiere a las desviaciones morab de otros nobles. De momento nadie de ella con facilidad. El propio Christoff von Murnau, el fundador de la familia, cayó en sospecha que este "sexto sentido" es algo más que la capacidad para leer la desgracia en los (t\rimos at'los de su existencia. La maldición se apoderó de dirección de los vientos políticos. Leopold el Oso (el padre de Leopold y él y lo sumió en la locura en sus esfuerzos para aplacar una sensibilidad que Fredcrick) tenía una mente afilada, era leal a sus superiores y sabía cuando a:oraba su nervios como si fuera len{luas de fuego, mas cuando la muerte debía limitar sus pérdidas. Guió a la familia a lo largo de los conflictos entre se apoderó de él, por fin pudo descansar. Más recientemente, Wilhelm von Enrique d León, antiguo duque de Baviera y Frederick Barbarroja, el Murnau, el hermano más joven de Leopold, hcdcrick y Franziska perdió emperador, sin reducir a la familia a la bancarrota o a la esclavitud (una gesta (o no llegó a iniciar) su lucha contra la o curidad personal . Solo un puñado importante). Su inteligencia dejó a la familia en una buena posición en el de gente de la familia recuerda que no murió de niño, como se indica en momento de su muerte y su hijo menor Frederick ha demostrado ser un la Biblia de la familia. Sus hermanos e refieren a él como "nuestro sucesor capa: de preservar la rradiciún familiar de la supervivencia política. Los Murnau on herederos de un legado más nscuro, uno que les aprisiona con más crueldad que las traiciones políticas o las exigencias hermano" y nunca hablan de las cosas que encontraron cuando im·estiga­ ron la pequelia man ión que Frederick le había cedido. En ocasiones, Wilhclm se acuerda de los cumpleaños de sus hermanos. financieras. Es cierto que nadie sabe el origen del legado de la familia, y si La peor pesadilla de cualquier padre Murnau es que su hijo se convierta alguien lo supo, no quedó rastro de esa información, un hecho que preocupa en el siguiente en fracasar y se suma en la oscuridad. Este temor ha a muchos de los miembros más jóvenes de la familia. Este legado corre por alimentado serios conflictos generacionales en la familia y ha acabado por su sangre como un veneno retardado, a la espera de la exposici<in que lo haga instaurar una seria disciplina, una gran presión y \'arios casos de rebeldía. despertar. Cuando Jc;pierra, los sentido de los miembros de la familia se �1atilde, la hija más joven de Frederick, recha:ó a todos ;us pretendientes agu:an y son conscientes de la presencia de aquellos seres manchados por el hasta que él se rindió y le permitió unirse a una orden sagrada. Ella ha servido demonio. El hecho de que esas criaturas también se den cuenta de su presencia es el precio que deben pagar por este legado. Pero también hay un a la Inquisición como Hermana Roja en los últimos seis alios, en contraste con su hermano Gerhard, que montó a lomos de su caballo y desapareció precio fisiológico. Para los Murnau, la maldad no es una metáfora poérica. durante más de dos m'los. Volvió a aparecer sin una moneda y con una El diablo huele como una ciénaga que no se haya limpiado en alios, el hedor colección de cicatrices en las propiedades de su tía Fran:iska tras pasar esos de la carne p(nrida y enferma. La maldad puede disfrazar su olor, aunque es dos aiios en el circuito de romeos de Francia. Desde entonces ha renunciado llevar a cabo cualquier acción que contentara a su padre. Se niega a casarse incapaz de enmascarar el hedor de la corrupción espiritual. Lao reacciones a m:-b potentes pueden hacer enfermar a los miembros de la familia, ya que sus y a ingresar en la Iglesia por el bien de su alma, así como ;¡ prestar sus aguzados cuerpos reaccionan ante la maldad que presienten. El sudor gélido y los escalofríos suelen ser imposibles de disimular. La maldiciún ha estado presente entre los Murnau dc;de antes de la exi,rcncia de la Inquisición. Allle> de su nacimiento, muchos miembros de sentidos o su fuerza a la causa de la Inquisición. Por supuesto, la principal fuerza y debilidad de los Murnau, dejando a un lado las consideraciones sobrenaturales radica en que forman una familia. Los mismos lazos que unen son lo lazos que ahogan. Dcufí �eí CrcJirc nL'lllini. -hase hallada en un tro:o de papel doblado y abandonado en las • uces de la estatua de un león en una pla:a del Vaticano i los Caballero Mendicantes son la espada de la Inquisición en la mbra, las Santas Hermanas su corazón y la Orden Roja su mente, lo> Q,,¡¡ �. como su nombre implica, son sus ojos. Secretos hasta el punto de la -wi,ibilidad, moran en toda> las ciudades principales de la cristiandad, desde ;.�glarerra hasta Hungría, viéndolo todo, oyéndolo todo y sabiéndolo todo. Los Ojos de Dios tienen su origen en un cisma de una orden militar -�raiíob, la de la Espada de Santiago. Esta orden, creada como resultado de rcrcepción personal de un noble ibérico de que la amenaza sobrenawral - nía en peligro a la cris tiandad, constituyó un caldo de cultivo apropiado - ra lo que sucedió a continuación. Ninguno de sus miembros, >aivo >U .n,lador, había tenido ningún conocimiento directo ni ningím contaciO sensación \·aga de que había algo en mundo c.¡ue iba mal y la insistencia de su fundador de que todo era culpa , n las fuerzas sobrenaturales sah·o una " lo monstruo moradores de la noche. En 1 209, la Espada se enfrentl> a rrimer desafío demoníaco y las consecuencias fueron desastrosa , ya c.¡ue -.:: '' miembro> pudieron recuperarse de su enfrentamiento contra un �piro real. Rodrigo de :-J<tvarra, el fundador de la orden, fue el c.¡ue sufril> :::1ayor golpe, aunq ue aprend ió la lección del enfrentamiento con Xalbador. :-Jo se puede esperar actuar abiertamente y conseguir los objetivos __ndo el enemigo se oculta en las sombras y manipula el mundo para r'e con e la 'uya. Se debe jugar mejor que el enemigo )'lUtnca actuar hasta la partida esté ganada. Rodrigo de Navarra reconstruyó la Espada de Santiago, consiguiendo ..na, \'ictoria menores contra los caminantes de la noche y sus criados. En últimos veinte a1íos ha usado este grupo para dar forma a su empresa má> b1ciosa: la creación de los Oculi Dei, una hermandad laica formada por mbrcs y mujeres, y dedicada a identificar y erradicar las monstruosidades , 1:otan el alma de la cris tiandad. Los miembros más veteranos de la orden :1 Íormado parte de la Espada de Santia�o, ya que fueron ele¡,�dos debido -u lealtad personal y a la creencia en la visión de Rodrigo. Fueron ·:'<!r,ados a las cuatro esquinas de la cristiandad para lb·ar a cabo la ardua -ca de reclutar y e ntrenar a otros miembros para la causa. Este hecho ha com·ertidn a los Oculi Dei en una organi:ación formada -r hombres y mujeres comunes. En el pasado, la Espada de Santiago atraía tención de los cmninantes de la noche con su falta de secretismo, en la .a..-ú,llid<•d, los Ojo> de Dio> p¡¡:;¡m desapercibido>. Lo poderosos no suel.:n prestar atención a los seres grises que en tran en las salas del poder a través de la puerta de servicio y lavan las sábanas m<mchadas de sangre tras una noc he de excesos. Redactan las cartas que los monstruos con cuerpo de hombre les dictan. M iden, cortan y confeccionan la ropa que cuhre una Ll BERTAD Y N ECES I DA D carecían de la capacidad para pensar con claridad y eran m<Ís \'ulnerahb carne pálida que nunca voh-erá a recuperar el calor de la vida. En general, existen dos clases de Ojos de Dios. Una gran parte de la orden consiste en hombres y mujeres que reali:an misiones desde la ciudad en la que viven. Estos individuos son la sangre de la orden. Son los tenderos y cocineros de las ferias, los aprendices de los orfebres y los clérigos menores, las sirvientas de la noble:a y las prostitutas de las tabernas, la damas de cahalleros famosos y los consortes de damas nobles . Puede haber cinco en una ciudad o solo uno. Pocos de ellos conocen al resto, ya que las medidas de seguridad son elevadas, pues son necesarias para no de pcrtar sentimien­ tos paranoicos. Sus deberes son sencillos: \'igilar, resumir los halla:gos, no observaciones prácticas c.¡uc afirn1aban c.¡ue no todo,; los caminante,; la Inquisición solo en aquellos casos en que el éxi10 e>ré a'egurado. eJ..,... os micmhros orig ale del Oculi Dei pertenecían al círculo 1- de tenientes leales a R drigo de Navarra y a sus hombres s in s o má fieles. Esto hizo c.¡ue al igual c.¡ue los Caballeros Mendicantes, d Oculi Dei estuviera formado casi exclusivamente por hombres. L1 Jecisiún de reclutar mujeres se toml> tras un largo debate interno: pm un lado, algunos miembros consideraban que las mujeres tenían menor consciencia de la seguridad, eran m<ís proclives a des\'clar secretos, a las tentacinnes de los caminantes nocturnos. Por otro lado existían nocturno:; eran masculinos, t¡ue algunas mujeres eran capace:; de r,1:onar actuar de forma precipitada, no confiar en nadie, poner:.e en contac to con Fue este grupo de Oculi el que desarrolló el método de comunicación Y que podían acceder a lugares n i accesibles a los miembros masculim\' cifrada de la Inquisición , así como la adopcil>n de signos para los analfa­ agent.:s italianos de Rodrigo reclutl> a la primera mujer de la orden, y ésta resultó tan ciectiva que la práctica acaoo por popularizarse, a pesar del reconocimiento entre las distintas células inc.¡uisimria b . El conwcto con (como la habitaciún de un hombre). Como experimento, unn de lns descontento de los miembros más tradicionales de la orden. betos. También han defendido el uso de códigos vcrbale y \'buales de la Inq u isición >e reali:a de forma indirecta, ya que el Oculi sedentario Jebe e>tahleccr contacto con un Ojo itinerante mediante un mensaje en cl¡n·e colocado �n el l ugar acordado para procede r al interca mbio de informa- ción anónima, siendo el Ojo nómada el que reali:a la mayor pam del trabajo para preparar la entrevista. Incluso en esos casos, la célula designa a un representante para relacionarse con los inquisidores con la intención de mantener al resto del grupo en secreto. La mayoría de Oculi sedentarios desconoce los nombres del resto del grupo, refiriéndose a los miembros de su célula o a otros inquisidores con nombres en clave escogidos en virtud de oscuras alusiones personales. Esta clase de humor les permite enfren­ tarse a una de las mayores fuentes de estrés de su posición en la orden: la frustración. Ser Oculi Dei no es un trabajo sencillo, ya que pueden ser castigados con la expulsión de la orden si toman medidas unilaterales, sin importar la clase de tragedias que puedan suceder debido a su inacción. Su longevidad como individuos y como orden viene determinada por su resistencia a la agonía moral de su posición. La otra clase de Ojo es la nómada. Estos Ojos son más infrecuentes que los sedentarios, y es más probable que actúen de forma solitariu y asuman las funciones de correo entre aquellos miembros más alejados, de contacro entre las diversas células inquisitoriales y de maestro que enseña e instruye a otros inquisidores en las nuevas técnicas para atrapar y localizar a los enemigos. Estos Ojos suelen abrazar profesiones que les permitan viajar sin llamar la atención (mercader, guardia de caravanas, correo) o afirman que están peregrinando. De hecho, existe un código de reconocimienro que hace uso de los principales lugares de peregrinación mencionados en un determi­ nado orden para verificar las identidades de los Oculi itinerantes que actúan como emisarios enrre las distintas células inquisitoriales. Los Ojos nómadas suelen hacer que otros miembros de la orden se sientan incómodos ante su presencia. Muchos de ellos han recibido entrenamiento en técnicas de infiltración que ponen en práctica incluso entre sus compa'leros i de la orden Los Ojos nómadas forman parte del grupo de inquisidores en la así como de los más comprometidos, por razones y algunos poseen cierta experiencia diplomática pasada que les da un punto sombra más paranoicos, de vista distinto sobre la condición humana. A menudo, si un miembro personales. Saben que si son capturados, todo lo que pueden esperar es una veterano de la orden desea poner a prueba la eficacia de una célula dolorosa tortura seguida de una desagradable muerte. Casi nadie conoce inquisitorial, enviará a un Ojo nómada para infiltrarse en la jurisdicción de su identidad. Se mantienen en la ignorancia hasta que toman parte en una la misma. Esto se hace no solo para observar sus formas de operar, sino para misión, e incluso en ese momento poseen una información bastante comprobar su habilidad para descubrirlo. Si el e pía pasa desapercibido, limitada. Si cayeran, solo Aignen le Libraire se acordaría de ellos, e incluso alguien estará interesado en saber los motivos. este hecho es incierto. Si el hecho de ser un Ojo sedentario puede ocasionar frustración y miedo, ser un Ojo nómada constituye un ejercicio de soledad y una existencia de recursos limitados. Los Oculi Dei están entre el grupo de inquisidores con más probabili­ dades de hundirse. Son testigos de hechos que pueden sumirles en la depresión y la desesperación. Muchos se refugian en la bebida para templar sus emociones, o se dejan llevar por comportamientos perversos para liberar el dolor que gime en su interior. El código de silencio de la orden constituye un sambenito difícil de soportar, ya que dependen de las órdenes de otros para tomar partido. Un error de juicio no solo puede costar vidas, también almas, y estos errores les persiguen durante noches interminables. De todos los inquisidores, los Ojos de Dios sufren el mayor porcentaje de suicidios. El peso de su carga apaga sus ganas de vivir, por lo que muchos llegan a percibir el único pecado imperdonable como un algo más permisible que el hecho de mantenerse en silencio por más tiempo. 4-)robfemas Tras varios afias de duras tareas políticas por parte de sus líderes, la Inquisición ha llegado a un punto en el que puede actuar como fuerza integrada. Lo hace merced a ignorar las múltiples zonas de desacuerdo existentes entre las cinco órdenes que la componen. Después de todo, los motivos que les impulsaron a unir sus fuerzas todavía están frescos, lo que hace que todos los inquisidores los antepongan a los intereses de sus respectivas órdenes. A pesar de ello, todavía aparecen grietas en la estructura, en especial cuando deben adaptarse a las nuevas situaciones. SBeata �eresa Poco tiempo después de la muerte de sor Teresa en 1 227, su orden comenzó a organizar la inevinlhle campaña para canonizada. Para aque- < que la conocieron en persona, esta canonización parecía inevitable. �nque sus visiones eran amenazadoras y estaban sujeras a la posibilidad � ser inspiradas por demonios, era una hija obediente a la Iglesia y viajó -"llls veces hasta Roma para recibir las bendiciones papales, siendo .·ngo de varias recuperaciones milagrosas durante su incólume vida. En el terreno político, las cosas no son tan sencillas. Su canonización �onvertiría en el primer inquisidor que llegaría a alcanzar la santidad, algo � redundaría en beneficio de las Hermanas. Hasta la fecha, todas las 3enes poseen su propia lista de caídos, de mártires en la lucha que son "::Crecedores de cierto grado de reconocimiento. Aunque solo unos pocos Gian candidatos a alcanzar la santidad, un elevado número de ellos serían -::.erecedores del título de beato (un grado intermedio). Estas decisiones :.:cr1en repercusiones que van mucho más allá de la simple canonización, ya ,__e pueden considerarse como un indicador del favor de que disfrutan cada -:a de las órdenes por parte del cardenal Marzone ... así como del Papa. Tercsa alcanzó el título de beata en 1228, posiblemente debido a su �:na relación con la salvación de la vida del Papa Gregario, aunque el meme paso tardará en producirse. Marzone (quien personalmente apoya �mpaña de las hermanas aunque no desea expresar su favoritismo de rma pública) está reuniendo testigos entre los ..:;uisidores más importantes a favor y en contra de la --xmización. Gauthier de Dampiere ya ha escrito - testimonio a su favor, así como Otto von �'Tiau, aunque la recomendación que las her­ =as esperan por parte de fray Leopold todavía =>3 por llegar. Leopold ha solicitado una prórro­ -aunque lo cierto es que teme poner por escrito � ;estimonio ya que sabe que su impresión re la santidad de Teresa se basa más en -mstinto que en cualquier acto que haya memplado, una situación que ofende su �nido de la decencia. Aunque es probable que los Oculi ::::'e1 hayan observado a Teresa, ningu- .:le sus miembros ha dado un paso -:a hablar en su favor. Oc hecho, --.:hos murmuran quedamen- �uando se les pregunta sobre ::.>unto. Las sospechas de los .:: :se vieron reforzadas cuan­ - obtuvieron una copia de la -:una visión de Teresa y comprobanque había alusiones a un secreto _..e habían guardado celosamente -rante años: el camino duro. La conrrovcrsia que rodea a la �ta Teresa que ha convertido en una -.edra de toque para poner en duda el -"t-.el que juegan las hermanas en la "'rla de la Inquisición. Para muchos, .JrtÍender la canonización de Teresa .:::l:p ica dar el consentimiento a las ¡-ricticas de la orden, en especial de ritual de exorcismo y sus escan­ �viajes fuera de los conventos, '!O que parece totalmente ajeno a modestia propia de una monja. ::'tras insisten que representa locon­ ::-ario, ya que con la excepción de su �regrinaje a Roma, Teresa se man­ ""!1\"0 recluida en su convento, ...iriendo visiones y comuni­ :ándose con el mundo • - - exterior mediante correspondencia, una forma de vida mucho más aceptable siempre que las visiones no resultaran ser heréticas. 2os Djos be �íos se abren Los Oculi Dei son los reclutas más jóvenes de la Inquisición, aunque este hecho queda minimizado por su dedicación a la causa. Ante todo, una cruzada comra Diabolum enim et alii daemones consiste necesariamente de tres partes: detección, investigación y destrucción... y hay que tener en cuenta que tanto la segunda como la tercera dependen del éxito de la primera. La Inquisición pasó de forma muy rápida de desconocer porcompleto la existencia de los Ojos a ser incapaz de imaginar cómo sería su trabajo sin ellos. A pesar de estos hechos, la integración de la orden en las tareas de la Inquisición no ha sido sencilla. Muchos Ojos continúan mostrándose reticentes. Otros dejan entrever a sus compar'ieros que nadie, ni siguiera otro inquisidor, está a salvo del escrutinio desapasionado de la orden. Los inquisidores acostumbrados a cooperar con órdenes hermanas han quedado sorprendidos por la rígida insistencia de los Ojos por permanecer en el anonimato, sus disfraces, sus códigos, sus enigmas y sus contraseñas. Muchos se sienten a medio camino entre la sorpresa ante la vasta cantidad de información que los Oculi ponen ante ellos y el resentimiento por su dependencia ante esta fuente de información. Aunque un Ojo lleve meses trabajando en el seno de una célula, sigue siendo un extraño debido a la posición que ocupa. Con el paso del tiempo, algunos individuos demuestran su valía en el campo de batalla, por lo que estas barreras pueden llegar a disolverse, aunque existe una última frontera de confianza que muchos Oculi no se permiten cruzar. Los Ojos de Dios poseen una mayor represen­ tación de las clases bajas entre sus miembros que el resto de las órdenes, hecho que acaba haciendo que revivan de forma involuntaria las luchas de clases existentes en el seno de la sociedad medieval. De hecho, muchos Oculi provienen de barrios marginales, o así sugieren sus informes sobre actividades demoníacas. Estos miembros desaparecen a mayor velocidad que otros inquisidores. iMueren o se cambian de bando1 Existen rumores que afirman que Rodrigo de Navarra se ha vuelto loco. iQué ocurriría si el hombre con mayor conocimiento de los secretos de la orden cayera en el delirio? iA quienes traicionaría? Los procuradores se encogen de hombros ante esos rumores y afirman que carecen de sentido; si los Oculi Dei estuvieran sucumbiendo a las tentaciones a esa velocidad, toda la Inquisición se habría derrum­ bado hace mucho tiempo. El hecho de que continúe en pie da fe de las buenas inten­ ciones de la orden... al menos hasta el día de hoy. �íerra ®anta Gran parte de la In­ quisición está convencida de que la cristiandad ha perdido Tierra Santa, al menos de forma temporal. Y aunque se trara de un destino que lamenta nexos con el Santo Oficio y el clero seglar los que deberían mantener las roJo buen cristiano, existen asuntos más urgentes que merecen la aten­ manos limpias y alejarse de la contienda. En cualquier caso, se debe hallar ción. Los demonios acechan en la noche de wdas las grandes ciudades una nueva forma para encubrir las ejecuciones en masa, ya que el occidentales, abriéndose camino entre las familias reales, tentando a los enfrentamiento sangriento que facilitaba la desaparición de cuerpos obispos para que traicionen sus vows. Dejemos por el momenw que las finalizó con la Paz de París. Se habla de hacer que las culpas recaigan sobre tierras del otro lado del Bósforo cuiden de ellas mismas. Mucho> Cabal leros Mendicantes están en desacuerdo. Desean par­ ticipar en otra cruzada ahora. Hasta cierw punto, esta actitud es perfewnncnte comprensibl e. La Orden de los Caballero Mendicantes fue forjada en el crisol de las cruzadas . Muchos de el los dieron todo lo que tenían para proteger los lugares sagrados de los sarracenos y de otras criaturas más terroríficas . Tampoco es ninguna he rejía pensar que la podred umbre que se ha aduet'iado del corazón de Palestina, lugar que la tradición coloca como centro de los mapas medieva­ les, se extemierá a toda la humanidad si no se llevan a cabo las medidas necesarias. Muchos miembros del resto de las órdenes se sienten obligados a apoyar el deseo de los Caballeros por iniciar una nueva cru:ada aunque ésta die"me sus propias fuer:as. Después de todo, Jerusalén e única. A pesar de ello, algunos inquisidores consideran que estas solicitudes son exa perantes, en especial aquellos que prefieren que la organi:ación los bandidos de la zona, sobre los renegados albigenses de las montai)as o sobre cruzados que vinieron para cumplir la voluntad del Papa y permane ­ cieron en la zona con la intención de saquearla . La Inquisición se ha dado cuenta de que la Herejía posee un alcance superior al del Languedoc. Podría haber un nC1mero significativo de seguidores en la Lombardía y en otros lugares del Sacro Imperio Romano. Incluso existen rumores de corrupción en los Estados Papales. En cual­ quier caso, no se puede dudar de que conforme los Cainitas sean erradicados del Languedoc, aquellos que logren sobrevivir escaparan e intentarán empezar de nuevo en los territorio · circundantes . Muchas de las células inquisitoriales de las zonas de riesgo se muestran reacias a dejar a un lado sus mi iones actuales para comenzar de nuevo. Los inquisidores de la Selva Negra no ven ninguna razón en preocuparse por algún sacerdote pálido que pueda venir en el futuro cuando la semana pasada todo un grupo de lci1adores y sus familias fueron evite llamar la atención exterior. Según ellos, los Caballeros reali:aron la masacrados por una manada de lobos demoníacos. Estos grupos suelen prome a sagrada de conYertirse en protectores de la Inquisición para recibir los paquetes con documentos de ayuda y las cartas de consejos de después expresar su deseo de reali:ar acciones en :una geográficas donde sus hermanos del Midi con poco cntu�iasmo. la ¡3res.e.ncia- de la Inquisición era nula. Por desgracia, el Papa no representa Aquellos inquisidores que abandonen sus misiones para perseguir a ninguna ·ayudá. Ningún santo pontífice se negaría a convocar una cruzada, la Herejía en su éxodo a través de Europa pueden esperar gélidos recibi­ Los Caballeros que se han integrado en las células de la Inquisición llegar a entablar una relación amistosa con las células locales (ya que nadie salvo e;1 el caso de que las circunstancias en Europa no fueran propicias. mientos en otras comunidades. Aunqu e es posible que algunos puedan afirman que no tienen la intención de abandonar a sus compm)ero , por mucho está exento de la hospitalidad que los inquisidores se dan entre ellos que duela a sus camaradas. Muchos inquisi dores se sienten reconfortados al independientemente de las circunstancias), a menudo, la presunción de pen ·ar que a pesar de las ganas que los Caballeros tengan de convocar otra cruzada, existe una distancia considerable entre querer y poder. Ello no evita que cada vez lJUt: ;e filtra un rumor que afirma que los Caballeros han entablado com·er aciones con los banqueros venecianos, que se están preparando naves, o que algún rey, príncipe o duque ha mencionado la posibilidad de participar en una nueva cruzada, la gente se ponga nerviosa. saber con exactitud qué es lo que se oculta tras las atrocidades locales y su interferencia en asuntos ajenos puede dar lugar acalorados enfrentamientos. 2a .Perejía [ainita cuando la influencia demoníaca penetra en el seno de la Iglesia de la que Aunque el Santo Oficio no está preparado para aceptar e te hecho, la Iglesia ya ha condenado a muerte a la herejía del Languedoc. Cierto, el catarismo persistirá durante otro siglo, aunque el potencial de crecimiento del movimiento ha sido eliminado. El fuego, la espada y los saqueos han conseguido lo que las oraciones no pudieron realizar. Este hecho deja a la Herejía Cainita peligrosamente expuesta. En los días en que se tol eraba a los albigenses, los sirvientes de la Herejía podían reclutar a sus seguidores entre una masa de gente comp rometida con el dualismo y la rebelión frente a la Iglesia, aunque de una forma mucho más benevolente. Aunque los rituales de los Herejes no eran tan benévolos, sus secretas idas y veni d as no eran vistas como causa de alarma por las autoridades feudales, muchas de las cuales pertenecían a la Iglesia cátara. La Inquisición ha mostrado su satisfacción por la situ ación actual (icómo podría hacer lo contrario/). Aunque el triunfo de la Iglesia crea nuevos problemas. La responsabilidad de la inquisición se ha desplazado de manos de los obispos, quienes e dedicaban a ello de forma e porádica, a la del Santo Oficio, quien está demostrando ser un cuerpo organi:ado y eficiente . Las probabilidades de que la Iglesia acabe averiguando la verdad de la Herej ía Cainita nunca han sido mayores. Ni la Inquisición ni los Herejes pueden consentir que esw suceda. (t( enemígo interior La Inquisición es una institución secreta y sagrada encargada de proteger a los fieles de las influencias demoníacas. Pero, iqué ocurre la Inquisición obtiene el poder para ju:gar ? Para algunos la respuesta es sencilla, por lo que cualquier intemo para complicarla representa una herejía especialmente perversa. Si hay maldad en la Iglesia, debe ser e xtirpada con má vigor que de costumbre. Dudar de ello es caer en las manos del Demonio. Es debido a la existencia de estas personas (que en raras ocasiones son gentes sencillas a pesar de la sencillez de su opinión al resp ecto y es probable que representen el corazón de la Inquisición) que Marzone y el Concilio Supremo no han compartido todo lo que saben sobre las horribles depravaciones que existen en los niveles más altos de la Iglesia. Marzone juró hace décadas defender la crist iandad con toda su fuerza, aunque como cardenal y creyente reconoce que si sus esfuerzos derribaran a demasiados apoyos vitales del papado, sería responsable de destruir el único atisbo de luz que posee el mundo. La credibilidad de la Iglesia es bastante baja (o así lo parece para la gente de la época , aunque todavía debe llegar a su nadir), una cualidad necesaria para consolidar el cuerpo maltrecho de la cristian­ dad. Dios escucha las oraciones del más humilde de los campesinos, motivo por e l que la comunidad de 1m fieles no puede permitirse perderlo y como consecuencia de ello éste debe ser capaz de creer en su Iglesia. Como los Oculi Dei defienden una política de inacción y secreto acorde con l a política de Marzone en este sentido, tanto él como el Las controversias sobre la mejor forma de perseguir a la Herejía tras Concilio Supremo utilizan los talentos de la orden para reunir toda la el de enlace de la cruzada albigen e han dejado al borde de la ruptura a más de una célula. Aquellos inquisidores con influencias en el Santo Oficio o información posible sobre aque llós miembros de la Iglesia bajo sospe· cha de flirtear con el demonio. Los Ojos de Dios que toman parte en en el clero seglar insisten que deberían proced er a realizar purgas adicio· estas misiones están vinculados por su solemne v oto de obediencia al nales mientras deciden cómo moverse sin poner en peligro el rostro público de la Iglesia . Otros inquisidores insisten que son qu ienes poseen pap ado para no reve lar nada de lo que averigüen sin permiso expreso del Concilio Supremo. Algunos inquisidores seleccionados de otras órdenes comienzan a tomar -a.""te en estas investigaciones. Estos hombres y mujeres realizan su trabajo con .:enx:ión, aunque las revelaciones que acaban desvelando pueden golpearles _� dureza. En el futuro, verán como su libertad queda restringida por la -...r...-oc acia oficial: sus peticiones para viajar a otras diócesis y trabajar con otros mpafleros pueden ser denegadas, pueden verse "promocionados" a otras �-iciones menos activas, o formar parte de asignaciones peligrosas. Aunque la Inquisición ha podido derrocar a algunos obispos (así como algunos abades ricos, templarios, hospitalarios, y uno o dos cardenales '=<:nores) , pueden pasar muchos aflos antes de sentirse en la posición de ;pear en las raíces más profundas de la corrupción. Sí, el Papa actual está -...era de toda duda, pero podría morir en cualquier momemoy ser reemplazado �:un Antipapa, o incluso por un Papa legítimo que odie a la Inquisición. Por __,, tamo Marzone como el Concilio creen que cualquier plan que dependa -..e Ia cooperación papal para tener éxito es demasiado arriesgado. Lo que tanto Marzone como el Concilio desconocen es que existe un =--ro de subordinados que aunque ignora estos secretos, piensa lo peor. -�mnas Hermanas visionarias sufrieron experiencias extrat1as miemras .srían a misa en Roma. La Orden Roja ha rechazado acercamientos .;:usrosos de toda una serie de personajes sospechosos que esperaban tener ..:ceso a conocimientos prohibidos y cuando, debido a su curiosidad, - ·estigaron quién estaba tras ellos se encontraron con que muchas veces :;!Sta llevaba hasta un prohombre de la Iglesia. Hace algún tiempo, los - "alleros descubrieron que no todos los legados que contrataban su .tección estaban libres de toda sospecha. Y en lo que respecta a los -mau, pueden oler que hay algo extraflo en el interior del Larerano. Para los que creen que sirven al único brazo de la Iglesia incorrupto, la �LICtancia de la Inquisición a enfrentarse a la realidad que muchos sospechan ::;) una fueme de angustia. Pueden acabar arrepintiéndose del juramento de _ _ � obediencia que su orden prometió al Inquisidor General. Pueden alzar sus voces para mostrar su descontento. Incluso pueden separarse del tronco de la Inquisición y llevar a cabo sus propias campaflas de justicia. Al intentar proteger a la Iglesia en su papel de fuente y escudo de esperanza, la Inquisición podría acabar desgajándose bajo el peso de sus propias contradicciones. [é[u[as enfangabas En los primeros aflos, cuando la I nquisición comenzaba a crecer, muchas células estaban formadas por miembros de una o dos órdenes. Aunque todas las órdenes se apoyaban entre ellas para obtener informa­ ción y ayuda, sus miembros no operaban de forma conjunta. La Inquisición funcionaba más como una confederación que como un todo, compartien­ do los recursos solo cuando era necesario. Esta situación ha cambiado. Marzone se ha dado cuenta de que la Inquisición no puede desarrollar todo su potencial mientras las órdenes continúen desconfiando entre ellas. También sabe que nada puede susti­ tuir al contacto cara a cara, y que una batalla compartida puede sellar lazos de amistad que se prolonguen durante toda la vida. Como resultado de ello, ha escrito varios edictos en los que anima a los distintos inquisidores a unir sus fuerzas y ha alabado los ejemplos de cooperación. Su ejemplo más brillante es la colaboración entre Leopold von Murnau y Sir Baudion le Breton (sería difícil imaginar una pareja más dispar, aunque ningún demonio es capaz de resistir su paso). En algunos ámbitos, estos consejos no son necesarios. Allá donde las fuerzas de la noche son fuertes y los miembros de la inquisición débiles, se han creado células mixtas por pura necesidad. En otros lugares, los Concilios locales han creado una serie de células de prueba y afirman estar muy complacidos con los resultados. A pesar de ello, los resentimientos son inevitables incluso ante las mejores circunstancias. Existen células veteranas libro de claves que se negó a entregar cuando el Santo Oficio así lo solicitó) . En lo que respecta a su "confesión", queda claro que fue resultado de la tortura, o quizá emitió un testimonio falso para proteger sus verdaderos secretos. Incluso Rodrigo de avarra, que consideraba que Aignen era un traidor por revelar la existencia del Oculi Dei al papado, respalda ahora su inocencia. A pesar del dolor que siente Marzone, no se encuentra en posición de dar un paso al frente y solicitar una rehabilitación póstuma. El secreto de la Inquisición en la sombra es mucho más importante que el destino de la vida (o del alma) de un inquisidor. 1 aturalmente, los Ojos de Dios se resienten ante la inacción, aunque comprenden la postura del cardenal. Después de todo, creen fervientemente que Aignen murió para proteger compuestas por una sola orden que no desean aceptar a extra1ios para complacera los experimentalistas. 1opuedeesperarse que una Hermana Rojafamosa en u propia orden por ser un buen espía acoja con alegría la participación de un Ojo de Dios en su célula. Un noble Murnau que ;e sienta orgulloso de re catar a otros inquisidores en su :ona verá la llegada Je un Caballero como una afrenta a su honor y un insulto explícito a sus habilidades, etcétera. De momento, las células mixtas que han dado mejores resultados son aquellas que han encontrado un incenth•o personal para pern1anecer juntas y cuenran con experiencias per>onales que refuer:an ;u confi¡m:a mutua. Las células mixtas también sufren conflictos inesperados en lo relativo a los procedimientos. Aunque lo pasos de un proceso inquisitorial están definidos de forma clara y formal, todavía existen ciertas asunciones específicas de cada orden, en especial en lo que concierne a los detalles. Esto suele pasar en aquellas :onas en las que una orden domina el Concilio de Fe. Un Caballero que incendia la biblioteca de un monstruo bajo la creencia Je que e;tá haciendo un gran favor al mundo, se sorprenderá ante la fiera mirada de su colega de la Orden Roja. iAcaso no sabe que en primer lugar debe examinar los libros de la criatura para ver si hacen alusiones a otros seres! Por supuesto, el Caballero tiene la excusa de enfurecerse a su ve: cuando comempla como el Hermano no ve ninguna razón para esperar que traigan un hueso mohoso desde un centenar de kilómetros solo porque el fetichbta Caballero no quiere ir a la batalla sin él. �( martítío be 2Hgnen El punto más candente gira en torno al asumo de Aignen le Libraire, segundo al mando del Oculi Dei, quien, ironía de las ironías, se com·irtió en la primera víctima oficial del Santo Oficio en 1 2 3 1 . Tras vario días de tortura, acabó confesando ser unperfecws albigense que lideraba a su rebaño cristiano hacia el pecado, aunque el Santo Oficio fue incapa: de dar con la mayor parte de los nombres que mencionó. Aquellos que ha podido locali:ar ya hace tiempo que están muertos (para evitar problemas, el Santo Oficio ha sus identidades. A pesar de lo mucho que les gustaría creer en el Santo Oficio, no tienen la seguridad de que haya escapado a la corrupción. De hecho, los Oculi más paranoicos están convencidos de que el martirio de Aignen es una prueba fehaciente de la existencia de una mano siniestra. Marzone ha hablado inforn1almente con el Papa, quien se muestra receptivo, aunque aconseja esperar varios años antes de tomar cualquier medida. El Papa está convencido que si refuta los veredictos del Santo Oficio demasiado pronto, minará la autoridad de la institución justo en el momento en que más precisa de su apoyo, algo que no merece la pena. Sabe que Dios conoce la verdad sobre el alma de Aignen, por lo que unos cuantos años no le harán ningún daño. Una vez que la herejía haya desaparecido del Languedoc, será el momento adecuado para reparar el daño realizado. Los Oculi Dei, acostumbrados a llegar a sus propias conclusiones han llevado a cabo un movimiento más arriesgado. Uno de sus miembros con contactos en el Santo Oficio ha conseguido tener acceso a los restos de Aignen, restos que planean transportar hasta su mansión familiar de Tolosa para que sean enterrados en suelo consagrado junto a los de sus ancestros. En los próximos años, el lugar se convertirá en un templo no oficial del Oculi Dei: un monumento póstumo al destino que puede encontrarse cualquier miembro de la orden. [onsuefos fífosófícos Se volt'ió hacia mí y me f>reguncó que si mis ojos me ofendían, por qué no me los sacaba. Le conresré que ruí lo haría si Dios me lo pidiera. Me preguntó si i o que Dios había ordenado a Abraham matar a su hijo Isaac en la cima no era c err de la nwnta1ia. Le dije que ruí era, aunqll(� me apresuré a aclarar que Dios en su infinita bondad le había dado 1111 Sltsriruro para el sacrificio en el último momento. Volvió a mirar a la criatura que tenía en Sll.l brazos y dijo en todo de mofa que por qué Dios no hacía lo mismo alwra, y lanzó el bebé al canal antes de que tuviera tiempo de reaccionar. En ese nwmenw desconocía que su mujer ya estaba de Dios del Languedoc al servicio de Aignen arriesgaron su vida para estar muerta. Pido el perdón para mi l1ennano inquisidor, si está loco, quizá rudos lo estemos debido a nuestra carga y nuestro dolor, por lo que paso rodas las noches rezando y preguntándome si yo también he derramado sangre inocente en un presentes durante su ejecución y mostrar sus rostros para que pudiera delirio que confundí con ardor. . . desenterrado sus huesos y los ha incinerado). Al menos una docena de Ojos sentirse reconfortado en los últimos instantes de su existencia. Para la Inquisición, este golpe ha sido muy duro. La muerte de -Extracto de la declaración de Zanino Turri, Caballero Mendican­ Aignen deja un enorme hueco en el liderazgo de la cruzada, ya que Rodrigo te de Acre, ante el Concilio de Fe de Venecia. Para la mente moderna, la Inquisición es un ejemplo arquetípico de es prácticamcme un ermitaño (y eso no es lo peor). Muchos inquisidores cómo la opresión y el asesinato puede disfrazarse de piedad. La noción de aceptaban de buen grado el riesgo de morir a manos de los demonios y de que una persona pueda "salvarse" gracias a la tortura o la incineración es �u servidores, pero la muerte de Aignen a manos de la Iglesia (y más aberrante, el hecho que los inquisidores pudieran llevar a cabo estos actos concretamente a manos de una organización hermana) ha servido para solo puede significar que eran unos seres sedientos de sangre, supersticio­ revelarles el ni1·cl de soledad en la que opera la Inquisición en la sombra, sos, enloquecidos por su libido reprimida o simples malvados. por mucho 4ue digan los decretos papales. Por supuesto, existen pocos miembros que den crédito a los cargos que ;e prc,cntaron contra Aignen, en especial entre los miembros de lo Los inquisidores disentirían ue esta definición: desde su perspecti­ va, fueron unos guerreros santos que dedicaron su existencia a defender las almas cristianas de los ataques heréticos y demoníacos. Los inquisidores Ojos de Dios, para quienes era padre, protector y confe ·orextraoficial. Los de la cruzada contra Diabolum enim er alii daemones estarían más que miembros de la orden están seguros de que fue un terrible error. Era convencidos de la bondad de sus actos. Esta sección intenta explicar el austero y delgado como muchos otros perfwi, un miembro de una vieja motivo por el que los seres humanos racionales creían en los actos de los familia de Tolosa, que seguro que había despertado las sospechas del Santo inquisidores, así como las implicaciones (tanto benignas como malig­ Oficio por ocultar algo (de hecho, fue sorprendido mientras quemaba un nas) de estas creencias. ;2a �bab Dscura? Existe la preconcepción de que el conocimiento desapreció del �.do occidental con la caída del lmperio Romano y que no reaparcciú •:a el Renac imiento, por lo que la Edad Media no fue más que un vacío e" .... evolución de las ideas humanas. De hecho, el pensamienro cristiano • medievo fue el embrión de la filosofía clúsica y de las revelaciones ,.. ·ncas. La Iglesia mediev a l produjo muchas mentes brillantes con un ..!er de lógica tan formidable como cualquier otro talento de otra época ···rica: Aquino, Boecio, etc. Es cierto que el cristianismo defendía que sus preceptos básicos C'"lanaban de Dios. Por este motivo, cualquier frase exmfda de las Escrituras Je un concilio episcopal} , no podía ser puesta en duda mediante la lógica. - ;-esar de ello se consideraba que el "raronamienro natural" era una :ramicnta excelente para explorar y aplicar las verdades esenciales. Gran :te de las obras filosóficas de los anriguos griegos desaparecieron tras la da del Imperio Romano y pocas per unas eran capaces de leer. Sin c::bargo, los eruditos occidentales imitaron lo poco que conocían del ruamiento neoplatónico y los cruzados consiguieron descubrir gran parte 3e la erudición que el Islam había conservado. El siglo XII trajo consigo una ....ICa de florecimiento intelectual acompañado por una inquietud espiritual _,.;: afectó a todos los niveles sociales. La herejía era la encarnación más -:�enazadora pa ra los espíritus inquieto de la época. Los filósofos medievales poseían una habilidad excepc ional para !llir cualquier línea de razonamiento hasta sus exuemos lógicos, a pesar ...e lo inhumano que pudiera parecer. En parte, fue esta capacidad la que -<Jbilitó algunos de los peores horrores de la Inquisición. 2a 9Jtabre :3g(esía En el Medievo Oscuro la fe puede salvar. Las buenas obras, aunque -�eden aplacar el sentimiento de culpa, no representan la medida por la .e las almas son juzgadas. Está escrito que todos los hombres pecan y ;e e¡an de la gloria divina, aunque Dios, en u piedad infinita, ha puesto a u disposición los sacramentos de la comunión, la confe ión y la extre· �unción, los cuales (si son ejecutados por un ungido} ayudan al hombre reconciliarse con Dios tras sus tropiezos. Sin embargo, solo los fieles -ueden disfrutar de estos beneficios. Un hombre sin fe es un hombre uente de un lugar donde refugiarse de la ira divina. Incluso los pecados .. ::lás nimios ponen en peligro su alma inmortal. La pregunta es obvia: ien qué consiste la fe? iQuiéncs ;on fieles1 Para b hom res de Iglesia, no se trata de unas preguntas retóricas. Ellos creen �ue en el día del juicio serán llamados a presentarse ante Dios para ·esponder del destino de todas las almas humanas sobre las que ejercieron _e pastores. Ellos cargarán con las culpas de las almas perdidas para •Jempre. Por este motivo, desde su punm de vista, resulta imposible no �"re;lar demasiada atención a la controversia de qué >01\ creencias cris tia · ' nas y qué no lo son, o qué es lo que pasa por las mentes de sus reba11os. Debemos recordar que el hecho de ser un cristiano latino no solo vincula .1! Creador. También onfiere la pertenencia a una comunidad global de fieles Jo, herederos espirituales de los antiguos santos y mártires). La Iglesia Romana ¡xme especial énfasis en las palabras que jcsí1S dijo a Pedro Simón: "Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia ; y l�s ruertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti daré la llaves del reino Je los cielos; y todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos; y t<xlo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" Como b latinización de Pedro, petnlS, significa "roca", con esras palabras Jes(J quería decir a Pedro que debía convertirse en el ancla de rodos lo fieles, en su primer vicario. Al ser Pedro obispo de Roma y sufrir su martiri o en esta ciudad, todos sus sucesores en el cargo de obispo de Roma (es decir, los Papas), deben proseguir con esta misión. Es esta autoridad apostólica la que otorga al Papa y a su clero el derecho de juzgar sobre temas de fe y de otorgar el verdadero sacerdocio (es importante c recalcar que en esta época la infalibilidad Jd Papa sobre temas doctnnales todavía no se ha convertido en pilar oficial de la Iglesia. El Concilio de Cardenales roda\'Ía puede contrarrestar sus decisiones) . El hecho de ser fiel a la ortodoxia significa gozar de la protección de los descendientes de CriMo, los únicos que poseen la� llaves para conseguir el derecho a los sacramentos que aseguran la salvación. Solo se puede encontrar la Gracia desde el interior de la comunidad. Esto explica en parte el terror que se tenía ante una sentencia de excomunión. Los sacramentos, misas, días santos, lugares de peregrinación, reli­ quias y rituales sirven para mantener a los católicos unidos desde u n punto de vista práctico. Constituyen una e pecie de lengua materna que campar· re roda la cristiandad. De hecho a la Madre Iglesia le gusta verse como el poder que mantiene unido al mundo, y por una buena razón. Cuando el Imperio Romano se deshi:o y sus territorios se vieron abocados a la guerra y al caos, (quienes evitaron que los señores guerreros cometieran exce1os! iQuién les recordó que incluso los reyes tienen que responder ante un poder superior/ iQuién educó a los invasores bárbaros' iQuién preservó los preciosos libros contra los ataques del fuego y la espada tras los muros de los monasterios1 iQuién fundó las universidades ? iQuién construyó hospitales para atender a los enfermos y catedrales para unir a los seres humanos, así como refugios para los viajeros y los peregrinos? iQuién pr01·eyó un oficio útil para los hijos, hija y \"iudas del mundo? Si la Madre Iglesia estuviera a punro de desaparecer, iQuién asumiría esros debere>? Seguro que no sería ni la nobleza ni la plebe. Y si en ocasiones la Madre Iglesia parece asumir poderes temporales que le son ajenos, resulta difícil culparla por ello. Debe ser capa: de defenderse, o corre el riesgo de caer bajo el peso de los potentados. Acabaría siendo reducida a una simple marioneta incapaz de hacer frente a la maldad que acecha el mundo. Bajo esras circunstancias, rarece lógico llegar a la conclusión de que el destino del mundo (tanto material como espirirual) recae sobre los hombros de la Iglesia Católica. Cualquier amenaza contra su hegemonía (con indepcn· dencia de que pro\·enga de un perfeau.s de Tolosa o de una criatura de la oscu ridad de Manchester) se convierte en una amenaza contra la civilización. iAcaso existe un sacrificio demasiado grande para salvar a la civili:ación? 1)robfemas en e( 1)araíso Por otra parte, si todo esto �s cierro, i cómo es que existen hombres cuerdos que se dejan arrastrar por la herejía? iPor qué sería necesaria una Inquisición? La respuesta radica en el hecho de que el cristianismo nunca ha sido el monolito que la Iglesia desea hacer creer. Desde sus primeros días, existieron distintas ramas de la Iglesia que disintieron respecro a puntos vitales y tomaron acercamienros distinros a los predicados por la doctrina. Algunos teólogos famosos acabaron siendo declarados herejes, e incluso entre los que escaparon a esta situación, existen punros de discrepancia (de hecho, los cuatro evangelistas transmiten en sus evangelios distintas versiones de lo mismos sucesos). La erudición de la Edad Media reveren­ cia los precedentes y la autoridad, mas cuando estas autoridades disienten, el caos se desencadena. Los debates acaban convirtiéndose en acres discusiones (y los relacionados con remas religiosos son los más acres) . En la confusión subsiguiente, incluso los sabios más devotos pueden caer en la heterodoxia, o encontrarse arados de pies y manos. Consideremos, por ejemplo, el problema de la refutación Je la doctrina cátara. La Iglesia condena el catarismo por ser una herejía dualista. Este "dualismo" hace referencia a la interrelación de dos concep­ to· básicos: en primer lugar, que el aspecto espiritual de la creación es bueno por narurale:a y que el aspecto material malo; en segundo, que e�tos aspectos separados de la Creac ión fueron materializados por dos principios opuestos, uno de los cuales intentaba que la humanidad disfrutara de la alegría divina del espíritu inmortal y otro que torció este designio atrapán­ dola en cuerpos de carne. Esm última creencia es una clara afrenta a al monoteísmo ortodoxo cristiano que insiste en que solo Dios puede crear. El cararismo desafía la noción ortodoxa que el Dios verdadero es por definición bueno y solo puede crear cosas buenas y que la maldad se origina solo cuando los hombres y los ángeles se revelan contra su voluntad y pervierten Su Creación para servir a sus propios propósitos. (La Herejía Cainita también es una fe dualista, aunque no está emparentada con el catarismo, a pesar de que los miembros de la Herejía que son capturados por la Inquisición secreta intentan hacerse pasar por cátaros cuando no pueden pasar por católicos. El deliro d e la Herejía consiste en considerar que los vampiros, seres que no respiran, ingieren alimentos o se reproducen, son seres de espíritu puro, embajadores de Dios en la Tierra que pueden conducir a los morrales hacia la luz (a cambio de ofrendas de sangre, por supuesto). Más adelante explicaremos con más detalle los puntos de vista que la Inquisición tiene de esta herejía. Si deseas conocer en detalle sus preceptos y prácticas, puedes consultar Herejía Cainita). Sin embargo, existen nociones peligrosamente cercanas al dualismo que no son ajenas a la Iglesia católica. Es probable que en el pasado, la Iglesia quedara infectada de forma irremediable por tendencias zoroástricas, maniqueas o doccristas, antes de que los enfrentamientos reológicos de los primeros siglos confirieran una uniformidad perfecta a la doctrina y convir· tieran a la Iglesia en un poder secular. Abundan las leyendas cristianas de santos y mártires que negaron la carne de forma dramática, realizando actos que fueron desde sentarse en lo airo de un pilar durante aii.os a burlarse de sus propias sesiones de tortura. El propio Cristo animaba a sus seguidores a abandonar todas sus pose iones mundanas y confiar en que Dios satisfaría su, necesidades, de allí surgieron las órdenes mendicanres: dominicos y franciscanos; órdenes que pregonan la negación de la prop1edad y la predicación nómada en un intento por imitar los pasos del Hijo de Dios (en parte es este el motivo por el que fueron elegidas para liderar el Santo Oficio. A diferencia de los lujosos cistercienses, quienes dieron una impresión decepcionante cuando visitaron Languedoc para intentar convencer a los herejes para que volvieran al rebal'ío, los frailes mendican tes podían compe· tir con el ascetismo de los /Jerfecri cátaros). Alguien ajeno a esta lucha podría argumentar que para pregonar una fe que insiste en que la camc no es inherenremente malvada, la Iglesia pasa demasiado tiempo condenando algunos de sus usos más intercsanres. Los cátaros podrían preguntarse que si la carne no es mala, ipor qué los clérigos ...eben permanecer célibes? Así, aunque la noción de un segundo creador seguidores humanos pueden clasificarse de heréticas y por tanto podría ::�ab•olo podría sorprender a un hereje potencial, constituye una respuesta convertirlas en blanco del Santo Oficio. Sin embargo, la Inquisición hace -eg antc a la pregunta de por qué Dios permite el sufrimiento en un mundo todo lo posible para encargarse de esros casos antes de que el Santo Oficio "lleno", una pregunta que los sacerdotes católicos son incapaces de contestar o alguien menos preparado para ello se dé cuenta de la situación. •u plena satisfacción (y mucho menos a la satisfacción de sus rebar1os) . Es importante notar que una persona que haya sido educada en una Esta clase d e problemas obligaron a los dominicos a ejercer sus dotes sociedad herética y desconozca el punto de vista de la Iglesia no es un oológicas para explicar el motivo por el que Juan Bautista pudo vivir de hereje, sino un alma errante que debe recibir una educación espiritual -:.1vas y miel, y al mismo tiempo despreciaban a los cátaros por ser egetarianos. Para muchos creyentes ordinarios, los hábitos austeros y reniega de sus creencias se convierte en hereje (la palabra herejía hace medidos de los perfecri parecían mucho más cercanos a los apóstoles de referencia a "elección", ya que todo hereje debe haber romado una antigüedad que el obispo local con sus vestiduras bordadas, sus cacerías decisión consciente para convertirse en rebelde). • Cisma: Término menos peyorativo que "herejía". Hace referencia a • \US queridas. En ocasiones, la evidencia ocular tiene más peso para el -ebaño que los argumentos bíblicos. adecuada. Solo cuando una persona conoce la verdadera doctrina y no una división rencorosa entre grupos de la misma Iglesia, no necesariamente Además de lo anteriormente citado, esta época de la historia está basada en la doctrina. Por ejemplo, cuando existen dos candidatos papales, �na de inquietudes relacionadas con lo espiritual, en especial con la la obediencia a cada uno de ellos es cisrmítica con respecto al contrario. La ñoranza de volver a recuperar la pureza de la Iglesia primitiva. Laicos y Iglesia Católica considera que la Iglesia Ortodoxa es cismática, por lo que �lares comienzan a darse cuenta del hedor de corrupción que despiden suele emitir solicitudes en intervalos regulares de tiempo para que se gunos monasterios y los palacios de los prelados. Reformistas como reconcilien con el Papa, el líder espiritual. A pesar de todo, los cismáticos son ?rancisco, cuyo comportamiento excéntrico y sus agitaciones populares le considerados como cristianos, por lo que merecen más compasión y respeto �bieran valido la excomunión en vez de la canonización de no haberse que los herejes (Después de todo, las cruzadas fueron un esfuerzo para salvar ngraciado con el Papa para dedicar sus esfuerzos por el bien del sistema. a los cristianos ortodoxos de la opresión de los infieles. El hecho que los )nos como Pedro Waldo comienzan a trabaj ar desde el sistema, mas cristianos ortodoxos sufrieran casi tamo como los musulmane� las conse­ - .uando sus desacuerdos con el Papa son demasiado importantes, o cuando cuencias de las cruzadas fue más el resultado de la avaricia y la ignorancia sienten ofendidos al ver como sus declaraciones son condenadas, humana que del odio religioso). Los cismas no interesan a la Inquisición, < xaban por rebelarse. A pesar de rodo, la necesidad subyacente existe, unque la línea que divide a un santo de un hereje es muy delgada. excepto por el hecho que dificulta la cooperación con los ficle locales. • Paganismo: Aunque el paganismo podría considerarse como una Muchas de las herejías de la época (entre las que se incluye el catarismo) clase extrema de herejía, la Iglesia no lo ve de esa forma. Cuando los hombres -rometieron satisfacer la nostalgia por la sencilla fe de los mártires. También de Iglesia condenan las prácticas paganas, se refieren a las costumbres >ometían llenar el vacío que muchos sentían al verse excluidos de la provenientes de las religiones precristianas del oeste de Europa, por muy --articipación en la vida religiosa. Mujeres que no pueden recitar misa pueden :unverrirse en perfecri y saberse iguales a los clérigos masculinos de su fe. Los aldenses tienen el privilegio de leer las Escrituras en su propia lengua (algn .¡ue los ortodoxos carecen) . Aquellos pobres que no pueden reunir las inocentes que puedan parecer: dejar leche para los duendes, celebrar rituales de fertilidad para tener buenas cosechas o narrar historias sobre mujeres que escapan de su lecho por la noche para cabalgar junto a Diana bajo la lu: de la luna. Para la Iglesia, estas creencias constituyen una enfermedad que casi .irendas tradicionales para ingresar en una orden sagrada pueden conver­ ha sido erradicada, aunque no debe bajar la guardia. Los campesinos son ::.rse en ascetas heréticos. La Madre Iglesia es consciente de estos peligros y especialmente propensos a ellas: de hecho el término "pagano" hace referen­ :x>r este motivo convoca el Cuarto Concilio Laterano en un esfuerzo por eliminar los abusos seglares y reducir las confusiones doctrinales, aunque el �rillo de la herejía todavía luce con fuerza. �efínícíones La herejía es el dominio del Santo Oficio. Los inquisidores de Marzone cia a gente que vive en el campo. Los sacerdotes locales deben convencer a su rebaño para que abandone estas creencias y abrace las costumbres cristianas equivalentes, por lo que ni el Santo Oficio ni la Inquisición se sienten preocupados por el paganismo de la época. Por otro lado, el paganismo puede entremezclarse con lo sobrenatu­ ral y lo maléfico. Por este motivo, los inquisidores (en especial aquellos que se especializan en cultos y hechiceros oscuros) suelen estar informados de <uelen encontrarse con herejes en el transcurso de sus investigaciones, todo lo que huela a paganismo, ya que indagan sobre su naturaleza en aunque no dedican sus esfuerzos a juzgar a los cátaros. Poseen dos motivos busca de algún ser inhumano que pudiera haber tras estas creencias. para actuar de esta manera: el primero es que no desean duplicar los esfuerzos Las deidades paganas han sido clasificadas por algunos eruditos de la ..¡ue llevan a cabo otras organizaciones, y el segundo es que cada condena al Iglesia como demonios de ·egundaclase, por debajo de los ángeles caídos que margen de los procedimientos incrementa el riesgo de ser descubiertos. A se rebelaron junto a Lucifer durante el amanecer de la creación. Las hadas, pesar del odio que puedan sentir hacia los herejes, no están preparados para trasgos, huargo y otros "espíritus" pertenecientes a las leyendas populares poner en peligro su propia causa para destruirlos. En vez de ello, uelen forman parte de la tercera clase. Muchos cargos de la Iglesia consideran esta preparar denuncias anónimas para los dominicos una vez que se han clasificación como una distinción académica. El Santo Oficio ya está a egurado de que la zona está limpia de amenazas más oscuras, ya que una demasiado ocupado con las herejías "cristianas" (los cátaros representan un de las cosas que más remen los inquisidores es que sus compaúeros de lucha peligro más inmediato que una superstición de un grupo de campesinos), deban enfrentarse con fuerzas que están más allá de sus límites. aunque los inquisidores utilizan esta forma de pensar para n i vestigar aquellos La Inquisición contra Diabolum enim el alii daemoncs ha realizado grandes esfuerzos para diferenciar su jurisdicción de la del Santo Oficio, rumores sobre magia feérica que aparentan ser algo más. aunque el desconocimiento de algunos de sus enemigos hace que este religión", y como resultado de ello, los musulmanes de la Edad Media proceso sea difícil. Hasta cierto punto, resulta más sencillo definir lo que la Inquisición • Islamismo: El Corán afirma que "1 o puede haber imposición en la suelen dejar de un lado a los cristianos y los judíos. Sin embargo, no existe no es. Para facilitar esta tarea incluimos una lista con las ningún texto bíblico que indique que el cristianismo debe devolver el principales categorías de ofensas contra la Santa Madre Iglesia en la que favor. Muchos cristianos católicos consideran que el Islam es una fe detallamos la acritud general de la Inquisición ame cada una de ellas. bárbara, y pocos se toman en serio la afirmación musulmán que indica que • Herejía: Se refiere a cualquier doctrina o creencia cristiana que las tres religiones adoran al mismo Dios. El Islam se ha ganado un lugar contradice de forma consciente lo que es aceptable para la autoridad de la especial entre las religiones más odiadas debido Sama Madre Iglesia. Muchas creencias de las criaturas de la noche y de sus Tierra Santa. Algunos inquisidores se muestran recelosos de los doctores a su larga presencia en y científicos musulmanes, cuyos conocimientos superan a los de los ran culpables de la crucifixión de Cristo. El odio que parece esconderse bajo eruditos occidentales, y les acusan de albergar secretOS demoníacos: las relaciones entre ambos grupos se desata cuando se convoca una cruzada, Toledo, por ejemplo, todavía cuenta con una universidad musulmana estalla una epidemia o se encuentra un cadáver de un niño cristiano. usada por brujos (la Orden Roja, sin embargo, no parece contagiarse del Muchos inquisidores poseen un buen número de experiencias con los terror por el ocultismo islámico que sus compañeros parecen albergar. .. ) . seres infernales como para dar crédito a los numerosos rumores demoníacos En este momento de la histOria, los misioneros han abandonado toda que circulan en torno a los judíos: rumores que afirman que poseen esperanza por convertir a los musulmanes, ya que incluso San Francisco cuernos y rabo, que sacrifican ni1'\os cristianos en una parodia del calvario fracasó en esta tarea. Los nuevos objetivos pasan por el exterminio total, y que envenenan los pozos cristianos. Sin embargo, esta actitud no es unos objetivos que han asumido hombres seglares armados con verdaderas espadas. Los Caballeros Mendicantes albergan ciertas esperanzas, ya que universal. Resulta sencillo creer hechos inverosímiles de personas que parecen repletas de secretos, sin importar que estos secretos provengan de pudieron recuperar o como mínimo esconder las principales reliquias de una separación impuesta para proteger a ambas poblaciones. En la Edad Tierra Santa para evitar su destrucción en la carnicería, aunque salvo por Media, los ocultistas cristianos desconocen gran parte del misticismo este hecho, no se interponen en el camino de sus compañeros e incluso se judío, aunque ha trascendido la información necesaria para que aquellos unen a ellos siempre que existe una oportunidad. (Las relaciones entre cristianos y musulmanes son especialmente que lo practican llamen la atención de los que le rodean. Para hacer las cosas más difíciles, las criaturas demoníacas conocen complejas en el reino cristiano de España, así como en al-Andalus. esta actitud cristiana y la aprovechan para despistar a los investigadores, Cualquier crónica centrada en esa zona del mundo estará afectada por el operando desde una comunidad judía para frustrar y confundir las pesqui­ entorno. Los narradores deberían consultar Iberia Nocturna u otros sas de un inquisidor. De momento, ningún miembro importante de la recursos apropiados para aprovechar los ganchos potenciales). Inquisición ha pensado en promover las colaboraciones con los rabinos • Judaísmo: Técnicamente, no es un crimen ser judío en Europa occidental. Se tolera a los judíos en las ciudades cristianas gracias a una larga tradición; de hecho, son apreciados por sus habilidades en artes como la locales. A pesar de la obviedad de esta idea, muchos la mirarían con recelo. • Ma!eficium: Este concepto se refiere a la magia con intenciones dañinas. b actitud medieval hacia la magia es más complicada de lo que medicina, la orfebrería y la usura (los banqueros cristianos deben obedecer parece a primera vista, y varía con el paso del tiempo. En la época imperial, ciertas normas). A pesar de ello, existen leyes seglares que limitan sus se consideraba que la brujería era un delito seglar (asesinar a alguien con movimientos, sus costumbres, sus vestidos y su lengua. A pesar de que los una efigie de cera era similar a hacerlo con cualquier otro método). Esta cristiano; consideran a los judíos como sus ancestros espirituales (no son actitud continúa persistiendo, a pesar de que algunos hombres de Iglesia infieles como los musulmanes o los antiguos romanos) , muchos les conside- creen que toda clase de magia proviene del Infierno. El Santo Oficio no .:unsiderará que los maleficium caen dentro de su área de influencia hasta ..l publicación del Mallws Maleficarum siglos más tarde. Gran parte de las ;:-rujas de esta época son arrestadas por las autoridades seglares en respues­ i.l a las quejas de sus vecinos. La línea que separa "magia" de "ciencia" no está tan clara como lo ::>rará en épocas posteriores. Muchos consideran que la astrología es un arre pechosa, aunque para otros consiste s implemente en la capacidad de leer información que Dios ha puesto en los Cielos. El herbalismo es una .mciplina inocente, aunque aquellos que poseen conocimientos de esta ;:¡¡ueria pueden ser víctimas de acusaciones de connivencia con poderes :;euros. Este es el motivo por el que el maUeficium hace una distinción ;::¡portante. Al ser difícil probar que un conocimiento proviene de fuentes .:emoníacas, resulta más sencillo investigar el fin que se le da al mismo. La !:mte que posee poderes curativos puede afirmar que sus actos son producto Ji! un milagro divino, aunque si la Iglesia despreciara esta práctica, esos :::!m !S os milagros serían vistos desde un punto de vista muy distinto. La inquisición (así como el Santo Oficio) suele ignorar a la amplia -anoplia de sabios, astrólogos, ocultistas y alquimistas, aunque se mantie­ :e en guardia por si alguno de ellos estuviera contaminado por influencias ,.;uras. Cuantas más acusaciones de malleficium lleguen a sus oídos, más �enta estará. En ocasiones, estas investigaciones acaban en un callejón :1 salida: la hija del molinero murió por complicaciones durante el parto, � ganado sufrió una enfermedad común o la mujer del escriba da fe de su �potencia. Sin embargo, estos hechos no constituyen una prueba de la =:existencia delmalleficium. Muchos inquisidores están dispuesros a seguir ¡¡::contables pistas falsas antes de arriesgarse a ignorar un síntoma claro. �vr este motivo, pocos inquisidores se arredran ante la perspectiva de ,e\·ar la muerte a un puñado de inocentes aunque con ello puedan :uminar una amenaza existente contra el cristianismo. • Demonolatría: "Sobrenatural" es un término que posee muchos :::35 significados para las personas de la Edad Media, ya que el mundo :edieval tiene un punto de vista más limitado en lo que hace referencia ;o "natural". Si existiera un término que los inquisidores utilizaran para .:escribir a sus enemigos, demonolatría (cuyo significado literal es "adora­ ::IDn de demonios") podría ser el adecuado. Resulta importante aclarar que existen diferencias importantes entre : rérminosdiabloydemonio (al menos a nivel técnico). Solo existe un único j�ablo" (diabolus) : Satanás, el Gran Enemigo, Lucifer, no importa el nombre _.le usemos, ya que se ha hecho merecedor de una categoría por sí solo. .::kmonio proviene de la cultura griega, donde su significado era muy distinto. .:::::1 embargo, como la cristiandad ortodoxa tan solo reconoce pocas clases _;: espíritus que no sean ni ángeles ni seres diabólicos (la Trinidad, la Virgen, _santos y los muerros bendecidos), demonio ha acabado convirtiéndose en .=� término paraguas que engloba al resto. El motivo por el que ni el =rianismo ni el judaísmo han definido un lugar para aquellos espíritus que � sirven ni a Dios ni al diablo es una pregunta interesante. Todo ello ha llevado a que el término "demonio" se haya convertido � una expresión de amplio significado. Los poderosos príncipes del :.-iierno son arcángeles caídos, aunque el espectro va desde Belcebú a -:-1rivilus, patrono de las faltas de ortografía latinas. Los Jemonios carecen .:e cuerpo en el sentido ordinario salvo en aquellos casos en que roban uno, 1unque pueden adoptar formas tangibles si es necesario {solo porque ;:-arezca que respire, beba y duerma no significa que no sea un demonio). �s lémures son los espíritus de los humanos fallecidos que regresan a la ::�erra como demonios menores para corromper a los inocentes, hecho que 'laCe que los eruditos de la Inquisición clasifiquen como lémures a �ualquier criatura que muera o desaparezca tras llevar una vida mortal rdinaria y luego regrese con poderes extraños. Si todos esos espíritus malignos permanecieran en el Infierno y no molestaran a la gente, no habría necesidad para la existencia de una Inquisición en la sombra. Pero como su misión consiste en desafiar a Dios .iestruycndo todo lo que éste ama, dedican su existencia a intentar masrrar a la humanidad con ellos. La cristiandad ortodoxa es incapaz de • concebir otro motivo que les lleve a arrastrarse por la Tierra (después de todo, la rebelión contra el Todopoderoso no les deja demasiado tiempo libre). Su propia aparición en nuestro mundo es un ataque contra Dios y los hombres que debe ser respondido con fiereza. Entablar relaciones con demonios o el Diablo no es lo mismo que caer en una herejía, aunque en este caso también existe una elección delibe­ rada. No es necesario poner en duda que Dios es Dios, que Cristo es el Salvador o cualquier otro dogma esencial para la creencia ortodoxa para aliarse con el bando enemigo. Cualquier mortal que haya tomado esta opción de forma deliberada es, a ojos de la Inquisición, poco mejor que los propios demonios. En ocasiones, los mortales son engaüados y consideran que el demonio al que sirven es un dios, un ángel o un amigo. En cualquier caso, la Inquisición no dudará en hacer lo que considere necesario. 3uícíos Puedes decir lo que quieras sobre los nuestra.�, pequeña monja, pero existe un instante en q11e incluso yo no tengo otra opción que ser honesto conmigo y con mi presa: cuando mis colmillos se hunden en su garganta, cuando la sangre inunda mi boca con la tibieza del vino. !Cuándo se produce ese insrante para ti, pequeña monja? iCwzas tu mirada con la de tu J>risionero antes de comenzar a torwrarlo' ilnhalas sus cenizas cuando son transportadas por el vienro? -Extracto de una carta firmada porDaemonaAlia enviada a Sor Inés de Kent A pesar de todo, el deber de la Inquisición es evidente: luchar contra el Diablo, sus demonios y todos sus servidores, ya sea de forma voluntaria o involuntaria. A pesar de ello, no existe un acuerdo universal sobre lo que entra dentro de la categoría de infernal. Después de todo, en el sentido más amplio, casi todo el mal del mundo es culpa del Diablo. Por este motivo, la Inquisición suele concentrarse en algo más concreto cuando debe tomar en consideración si un acto determinado cae dentro de su ámbito de actuación: i Existe alguien que ¡meda enfrentarse al problema y esté dispuesto a ello' La Inquisición se ve a sí misma como el último recurso. Aquellos inquisiuores que cooperan con la Santa Inquisición, la guardia de la ciudad, la corre del obispo, etc. suelen utilizar sus conexiones en una organización para ayudarse en la otra, aunque deben hacerlo con mucha cautela. Dejando este hecho a un lado, los inquisidores intentan no mezclarse en un problema que puedan solucionar otras autoridades. Esto significa que en ocasiones los inquisidores se apartan del camino incluso cuando algo malo está pasando. Un brujo que utilice unmallcficium para asesinar a un rival es probable que esté relacionado con las fuerzas de la oscuridad, aunque si la prisión es suficiente para detenerlo, prefieren dejar que los poderes seglares se encarguen de él. Es posible que el curandero de Ruán sea un hereje, aunque si las pesquisas confirman que sus actividades se cenrran en la curación, ipara qué interferir con las investigaciones eclesiásticas? Esta política permite que los inquisidores actúen con m:ís libertad cuando se enfrentan a problemas infernales que están más allá de las capacidades de otras organizaciones. Sin embargo, incluso entonces el siguiente paso no está claro . [u[pa La Inquisición reconoce varias intensidades en las relaciones con los seres infernales: títeres humanos, servidores humanos, humanos que han recibido poderes o dones infernales y seres demoníacos propiamente dichos. Estos diversos grados de culpa necesitan distintos medios de cmaciún. Muchos inquisidores prefieren atrapar a cualquier ser involucrado y dejar que el Concilio de Fe se encargue de las decisiones difíciles. A pesar Je ello, incluso el soldado de a pie más insignificante acaba enfrentándnse a estos dilemas. • iEI acusado puede redimirse? La respuesta a esta pregunta es muy importante, por lo que muchos eruditos han entablado largas Lliarribas respecto a ella. Los inquisidores suelen asumir que cualquier ser inhumano es un demonio y por ende está más allá de la salvación que brinda la Santa Madre Iglesia. De acuerdo, existe una corriente de pensamiento que coloca a los lémures (espíritus que antaño fueron seres humanos) en una especie de categoría intermedia, por lo que se les puede permitir (en caso de arrepentirse) hacer una última confesión (hay ciertos rumores que af rman que algunos sacerdotes inquisidores intentaron llevar a cabo i rituales de exorcismo para ver si obtenían algún resultado positivo). Sin embargo, no existe ninguna prueba fehaciente de que un lémur haya sido redimido gracias a es ros esfuerzos. En cualquier caso, el mejor destino para un lémur consiste en alcanzar el descanso eterno, destino por el que muchos no muestran el más mínimo interés. Aquellos seres con apariencia humana que han sido poseídos por demonios o que poseen poderes infernales como la capacidad de cambiar de forma, pueden someterse al exorcismo, en especial si albergan el deseo de ser purificados, por lo que muchos inquisidores están dispuestos a poner a prueba su paciencia para extraer esa solicitud de los afligidos. Después de todo, la Inquisición existe para rescatar almas humanas en peligro. o sería justo abandonar a un ser humano a la perdición sin haber hecho un esfuer:o concreto por salvarlo. (Además, la Inquisición, a diferencia del Santo Oficio, debe asumir la carga de las ejecuciones sobre sus espaldas, por lo que suelen mostrarse remisa a matar en grandes cantidades). Algunos inquisidore admiten que una ve: que un mortal ha sucumbido a los poderes infernales, es difícil librarse de ellos. Por este motivo, no puede considerarse que un exorcismo haya tenido éxito hasta que los poderes demoníacos desaparezcan para siempre. Esta es la causa de que estos casos acaben entre las llamas de la hoguera. Aquellos seres humanos carentes de características o habilidades infernales se merecen una oportunidad para reconciliarse con la Iglesia. El hecho de que se dejaran seducir por la oscuridad o fueran arrastrados hasta ella Je forma involuntaria no suele importar; aunque podría asumirse de que lo segundo es más corregible que lo primero, no es necesariamente cierto. Los demonios son astutos y pueden utilizar el disfraz Je la benevo­ lencia con tanta habilidad que sus sirvientes se acostumbran a percibirlos de esa forma a pesar de las múltiples evidencias que indican lo contrario. De cualquier forma, el inquisidor debe conseguir que el acusado renuncie formalmente al demonio y a todo lo que representa. En caso de que rechace esta oportuniuad, la muerte es un mal necesario. Si la víctima se muestra dispuesta a cooperar, es probable que su alma (y posiblemente incluso su vida) pueda salvarse, aunque la penitencia que debe sufrir un mortal que ha sido corrompido por un ser infernal es severa. Los castigos sencillo como la flagelación, la peregrinación o las multas solo se aplican a aquellos que han sufrido una mancha mínima. A menudo, los castigos están relacionados con la traición voluntaria de sus creencias y asociaciones, viajar a la otra punta del continente, o ambos. Estos castigos se diseñan con la intención de convertirlos en amenazas mortales. A pesar de ello, cualquier murtal que se haya arrepentido y haya cumplido su penitencia pero vuelva a caer en manos de la Inquisición por segunda vez no recibirá ninguna compasión. • lExiste algún peligro de infecciones futuras? Los inquisidores están tan preocupados por las almas que caerán como por las que ya han probado la fruta prohibida. La decisión de ejecutar a aquellos humanos convictos que se reconcilian con la Iglesia o dejarlos ir con una penitencia suele contrastarse ante el Concilio de Fe con la posibilidad de una recaída. Aunque es probable que en el futuro se realice una aproximación cientí­ fica a este hecho, los inquisidores reconocen que muchos servidores del Diablo emergen de su ordalía con un espíritu vulnerable. Aquellos que han disfrutado de poderes que los han convertido en seres superiores a los humanos normales, aquellos que han saboreado placeres inhumanos y que han escapado de una vida gris vendiendo sus almas suelen ser pasto de las llamas sencillamente por el hecho de que la Inquisición considera existe la posibilidad de que vuelvan a abrazar a sus antiguos maestros. En general, cuanto más contagiosa sea una amenaza determinada, más desesperada será su persecución y más tétrica su purga final. • lExisten otras consideraciones prácticas? Incluso a pesar de la libertad espiritual que les otorga el Papa, los inquisidores no siempre pueden dispensar la justicia que creen más conveniente. Son conscientes de que la Iglesia no es el único poder en el mundo y no desean obtener una victoria pírrica. En ocasiones, una investigación se adentra en los pasillos más profundos del poder seglar, en otras, finaliza en zonas donde la Inquisición no puede llegar. Supongamos que el rey estuviera protegiendo de forma deliberada a una poderosa criatura de la noche; por mucho que se lo merezca, su muerte causaría m;ís problemas que los que soluciona. Parece más sencillo hacer que una orden de hechiceros castellanos se abalance sobre las tierras en manos de los moros que exterminarlos, por lo que este suele ser el camino a seguir. Muchos inquisidores dispuestos a dar sus vidas por la causa, no pondrán en peligro a la Iglesia o a sus compaií.eros, ni sacrificarán a un gran número de seres inocentes para conseguir sus objetivos. Resulta más productivo dar un paso atrás y considerar otras alternativas, ya que hacer lo contrario significa pecar de orgullo. Por muy encarnizados que sean los enfrentamientos que la Inquisición entabla contra las fuerzas del abismo, debe tener presente que está formada por almas mortales y que solo Dios puede elegir el momento en el que un demonio será exterminado. [�ícos buros El asesinato es pecado. La tortura es pecado. Las leyes canónicas prohíben que los clérigos derramen sangre. iCómo pueden los inquisidores llevar a cabo sus actos y seguir con sus existencias como si nada hubiera pasado? 9\ebuccíón be cu[pa Resulta importante recordar los siguientes puntos: • El pecado puede absolverse: aunque la Iglesia no desea promover un modelo mercantil de penitencia, incluso los sacerdotes acaban por conside­ rarlo de esa forma. Los castigos recomendados en los casos de pecados mortales son severos, aunque el hecho de saber de antemano la existencia de una penitencia es suficiente para aplacar los nervios de un futuro pecador. Además, los castigos pueden ser menos onerosos si el pecado se comete en aras de un bien mayor. En una bula publicada en 1252, el Papa acepta la tortura como método para interrogar a los herejes (adivinamos que antes de esta fecha ya era un método popular). Después del l256, los inquisidores del Santo Oficio pueden absolverse entre ellos de las "irregularidades" consis­ tentes en asistir a sesiones de tortura, un acto que las leyes canónicas prohíben a todos los clérigos (cualquier clérigo que cometa esta irregularidad queda apartado de toda función sagrada hasta que reciba la absolución}. Las bulas no mencionan a la Inquisición en la sombra, aunque se asume que también se aplica a ella (si bien pudiera estar exenta desde el principio}. • Alguien más puede hacer el trabajo sucio: En el Santo Oficio, los inquisidores no ejecutan a los herejes, simplemente los entregan al brazo secular, que es el que se encarga de llevar a cabo la sentencia. En el Santo Oficio los inquisidores no llevan a cabo las torturas, para eso está el brazo secular. Sin embargo, en la Inquisición en la sombra las cosas son distintas. Muchos inquisidores intentan dejar que sus compañeros laicos se encarguen de las tareas más desagradables y violentas, aunque debido a la falta de hombres y a las exigentes condiciones, no siempre pueden permitirse este lujo. Esto crea un grave problema al que todavía no se le ha encontrado una respuesta. Los Concilios de Fe intentan hacer todo lo que pueden para asegurar la disponi­ bilidad pem1anente de confesores durante los juicios y aconseja a cada célula que cuente con una presencia mínima de un sacerdote consagrado. • El enemigo no es humano. Bien, cabe aclarar que una gran parte del enemigo es humana, y este es el motivo por el que los inquisidores sufren en mayor medida cuando un sospechoso humano es tan peligroso para la fe como el demonio que lo gobierna. Este hecho no hace que sea más fácil destruirlo. De todas formas, la exposición a los demonios hace maravillas para animar el espíritu resolutivo. Cuando un inquisidor observa el rustro de un convicto condenado que posee una apariencia inocente y juvenil, es capaz de cerrar sus ojos e imaginar el rictus horrible del ser que lo corrompió. (Esto no quiere decir yuc los inyuisidores crean que sus enemigos inhuma­ (en el que Dios decide la culpabilidad del acusado) ha dejado paso al juicio por ' no poseen almas. Por supuesto que las tienen, incluso Lucifer posee alma, o interrogatorio (en el que los humanos deben hacerlo lo mejor posible) . A pesar ' adecuadamente, es un alma. lnclu;o podría ser probable que Lucifer de ello, la justicia de la época es severa. Las ejecuciones suelen llevarse a cabo "'tl\iera el perdón de Dios si olvidara su orgullo infernal. A pesar de roJo, este d\0 no significa demasiado. La promesa de la sangre sagrada de Cristo solo se :le!lde a la lumumidad con el fin de redimirla del pecado original. Los por ahorcamiento, incineración, decapitación, así como por otros métodos más creativos. Lo inyui idores de las :onas urbana ya han sido testigos de la carnicería que se está aduetiando de los métodos judiciales. ut'idores ya tienen bastantes problemas protegiendo ayuellas almas bajo el Es importante comprender que la tortura nunca es un castigo, sino una ...Jado de la Iglesia. Una cosa es comprender que la cosa que emerge de una herramienta de interrogatOrio. El objetivo no consiste en provocar heridas Espíritu, no carne. La Inquisición debe recordarse a sí misma que suficiente para extraer una confesión. No se permite hacer sangrar a la .ni>ión consiste en salvar almas, no cuerpos. Al ejecutar un transgresor víctima. Hablando de forma estricta, la tortura solo pueJe ejecutarse una vez • -:1ba abierta posee alma y otra muy distinta es senrir pena por ella) . • e ha confesado sus pecados le hace un favor, ya que le asegura un futuro (esta condición se puede manipular indicanJo que se está "continuando" en d más allá. De igual forma, aquellos que se niegan a arrepentirse están lugar de "repitiendo" la tortura). De igual forma, una confesión extraída bajo .Jenados a una eternidad de rormenros independientemente de lo que tortura no es váliJa, por lo que la víctima debe confirmar sus afirmaciones 2an. La vida terrenal es un ,·alle de lágrimas y las alegrías de este mundo (La amena:a Je continuar con la tortura basta para persuadir a aquellos que e\·aporan para siempre con la muerte. Seguro que unas cuanta décadas se lo pensarían dos veces anres de firmar su Jedaración). � un precio justo para conseguir la salvación. En su mayor parte, la .¡ubición se preocupa mucho más de los sufrimientos propios, de ..uellos que deben cargar con problemas de consciencia y pueden morir 7\ acogerse al beneficio de la extremaunción. • Un compañero hace milagros. La Iglesia siempre se ha desmcaJo Las torturas más frecuentes en la Edad Media son las siguientes: • El srrappado, en el que las muñecas de la víctima se atan con una soga y se le suspende en el aire (en ocasiones con pesos atados a sus pies) . A veces se le deja caer durante un instante y se le detiene de forma abrupta para que los hombros se disloquen. el Jiseño de rituales de pa: y comodiJad, así como en reunir a las almas • El potro, 4ue también causa dislocaciones. la mirada de Dios. Los sacerdotes de la Inquisición están dispuestos • La tortura con agua, que consiste en obligar a la víctima a tragar J trecer su consuelo a un compañero asediado por las dudas, por lo que .,.. el transcurso de las campmias más feroces, los Concilios prepanm misas rec ia! es dedicadas a las células de la zona. El hecho de compartir una sala • • permanentes (aunque esto suele ocurrir con frecuencia) , sino causar el dolor n seres que poseen las mismas preocupaciones, los mismos secretos y la �:-ma csperan:a de ver un mundo libre de la mare<t del Diablo puede ser ::ta experiencia tremendamente reconfortante. tortura Hasta la fecha la tortura ha sido una práctica infrecuente, aunque este hecho está cambiando rápidamente, en especial desde que el juicio por ordalía grandes cantidaJes de agua. Una versión más dolorosa incluye obligar a tragar al sospechoso un trozo de tela con anterioridad, de tal forma que con cada trago de agua la tela se va hundiendo más y más en el esófago. • Una "bota" fabricada con pergamino h(unedo que al calentarse en el fuego se seca y aprieta el pie de forma dolorosa. Una forma más rara de tortura consiste en impregnar con grasa la suela de los pies del convicto y acercarlos a la llama de una vela hasta que comience a chisporrotear. • La peine forre et dure, que significa prisión bajo condiciones extre­ mas: sin espacill para moverse, sin luz, sin comida, condiciones antihigiénicas, etc. wrprenderse de que un sujeto bajo la influencia demoníaca muestre talento para la hechicería. Un hechi:o no debe ser demasiado complicado para calificarse como tal. Incluso un deseo prohibido puede ser otorgado por un set1or demoníaco. Los inquisidorc> reconocen ciertas diferencias prkticas entre aquellos sacerdotes que pasan horas cantando y dibujando signos, los que practican maldiciones, los que canalizan su pudcr mediante sacrificios humanos, etcétera. Es decir, si saben que una hechicera nece­ sita determinado tiempo para conjurar :;us encantamiento,, intentarán evitar que el hechicero disponga de él, si creen que el poder de un brujo proviene de su vara, inrentarán arrebat:írseb. A pesar de e;¡¡¡, diferencias, no realizan ninguna distinción moral ni teológica. Los malcficium son maleficium sin importar el método. Los magos humanos suelen ser unos de los oponentes más difíciles de atrapar, ya que pueden perderse entre la multitud con más facilidad que un basilisco con sus garras y alas. Ademá.1 de esto, son humanos: hablan, lloran, sangran, tienen esposas, maridos e hijos. Aquellos inquisidores familiarizados con el Santo Oficio suelen ser más proclives a causar sufrimiento (saben que una eternidad de bendiciones compensa el tor­ mento terrenal), aunque aquellos que ingresaron en su orden merced ¡¡ experiencias personale. con demonios suelen verse despre,·enidos. Por suerte, la Inquisición pnsee la teología necesaria para reconfortarles y asegurarles de que la i'mica forma correcta de seguir adelante consiste en dejar a un lado sus .,enrimientos de simpa1 ía por estas criaturas. 2lparecíbo5 emlas que mencionan que un hombre puede convertirse en lobo como -. ultado de una maldición divina impuesta por comer carne de niños u -r J crimen igual de horrible. Según otras fuentes, estos seres son capaces ""' transformarse en lobos vistiendo una piel de animal, nadando en un �) maldito o simplemente orinado en círculo alrededor de sus ropas. Los e•o rituales paganos honraban a algunos demonios que .1e hicieron pasar ·dioses-lobos y dio>e>-o:.os, demonios que en ocasiones concedían a sus - radores el poder de la metamorfosis. Es probable que existan núcleos zmentarios de estos cultos que continúan llevando a cabo sus viles cremonias en el corazón de algunos bosques. Los pocos inquisidores que se han encontrado con esta clase de seres an sobrevivido a ello afirman que parece enteramente posible morir a nos de unas mandíbulas ilusorias. 'e monstruoso acontecido en la comunidad. Si la justicia acaba imponiéndose, el fantasma encontrará la paz, dos pájaros muertos de un tiro, por así decirlo. En ocasiones, suele suceder que el fantasma no obedece a la vcngan­ �a ;ino a la maldad. En estos casos se hace necesaria la reali:ación de un exorcismo, un ritual que puede realizar el párroco local. Este hecho hace que normalmente los inquisidores eviten investigar una aparición hasta que los clérigos locales hayan fracasado en sus intentos. Los exorcismos de la Inquisición utili:an relic¡uias auténticas siempre que sea posible. Si la reliquias locales no consiguen detener al aparecido, lo inquisidores pueden llegar a la conclusión de que estas reliquias son falsas e informar de ello al Concilio (la Inquisición considera prioritario 'l más detenimiento cree que los cambiaformas son perseguidos injusta­ �eneración. Por desgracia, las leyendas que afirman que algunas de - ; maldiciones han podido ser vencidas, continúan siendo leyendas, r lo que este hecho parece una cábala teórica. Merece la pena mencionar que en el mundo medieval los lobos son ��� animales incomprendidos (con la (mica excepción del lobo de Gubbio, !:"' ctas a su domesticación por San Francbco, un acto que le valió el título •m1al de patrón de los cazadores de lobos) . Los humano; temen a los lobos -.olo debido a la amenaza que represenmn para el ganado, sino para ellos -mus. En muchas zonas de Europa, los lobos son perseguidos hasta que se obligados a refugiarse en la profundidad de los bosques, volviendo a rccersolo cuando la Muerte Negra causa una disminución de la densidad ;"lblación. La cultura popular los asocia con toda una serie de sucesos e>tos, e incluso trata a las criaturas ordinarias como ;ere• demoníacos. noticias de ataques de estos animales no parecen suficientes para éttlcar la atención de la Inquisición, aunque si existieran otros elementos, � intentan determinar si la presencia del mismo se debe a alg(m pec;1do Muchos inquisidores asumen que un cambiaformas ha hecho alguna -ente y que es probable que la maldición pueda transmitirse de generación '""· cuando los inquisidores poseen pruebas de la existencia de un aparecido, de trato diabólico (de forma consciente o inconsciente) para obtener "'Jcier. A pesar de ello, un reducido número que ha estudiado el asunto n L1s historias de ¡¡mtasmas que e ven obligados a ,·agar por el mundo de los vivos para remediar un mal que han hecho son tan abundantes que · muy sutiles que fueran, se iniciaría un<1 investigación. JJ?a!efícíum Como puede adivinarse de lo que ya hemos comentado, el maleficium �le asociarse a otras prácticas oscuras. Los inquisidores no suelen desvelar las reliquias auténticas, ya que nunca se sabe cuando necesitará este conocimiento). En estos casos, los inquisidores pueden llegar a viajar grande diswncias ha ta encontrar una reliquia auténtica. En ocasiones, incluso los exorcismos de los inquisidores fracasan y el fantasma regresa al cabo de poco tiempo, aunque existen caso en los que un inquisidor hábil ha conseguido que un fantasma acabe por desistir tras mnenazarlo con la repetición de los exorcismos durante el resto de su vida. <pactos con e[ <:Díab[o El pacto diabólico ha acabado por formar parte del folclore cristiano. No todos estos pactos acaban en tragedia. Por ejemplo, se narra el caso de un hombre que declaró en una taberna que estaba dispuesto a vender su alma por otra cerve:a. En ese instante, el Diablo se materializó, uccptó su oferta y e lo llevó al Infierno. Los inquisidores suelen mofarse de esta clase de fábulas, ya que afirman que la vema de un alma se ha de hacer de forma con ·cien te: un demonio es incapaz de atraparte en contra de tu voluntad. Otros temen que los mortales puedan verse obligados a mantenerse fieles a los términos de un pacto que juraron de forma inconsciente. Un gran número de inquisidores está de acuerdo en que mientras hay vida hay esperanza, por lo que si el condenado se arrepiente de forma verdadera de sus actos, es probable que su alma pueda salvarse. Parece lógico asumir que existe un pacto con el demonio cuando un individuo humano o con apariencia humana exhibe poderes ajenos al resto de los mortales. El hecho de matar a alguien que ha sellado un pacto con el demonio condena a su alma al abismo, una consecuencia poco deseable. Por otro lado, si el condenado es un demonio con forma humana, estas preocupaciones no solo están fuera de lugar sino que pueden er desastrosas. Más de un inquisidor ha pasado noches en vela rogando a Dios que le otorgue la sabiduría para distinguir un alma humana que puede ser rescatada de una que no lo cs. [aínítas No todos los inqu is idores reconocen el término "Cainiw", a pesar de lo mucho que pueda doler a los que lucharon para unir las distintas órdenes, ya que la lucha contra la amcna:a Cainita con tituyó el principal morivo para promover esta aliama. Por desgracia, los inquisidores con poca experiencia su elen confundir a los Cainitas con miembros de otros grupos: hechiceros, cambiapieles, strigae, fantasmas, íncubo ... o ángeles (de hecho los Cainitas pueden parecer cualquier cosa excepto lo que son). El canibali mo y el consumo de sangre suelen estar unidos en la sabiduría popu lar , y pocos monstruos legendarios han escapado a estas acusaciones. A pesar de ello, existen bastantes inquisidores que son conscientes de que los Cainitas representan una amenaza distinta. Los eruditos los engloban dentro del grupo de los lémures, ya que cualquier humano que falle:ca puede regresar convertido en Cainita, aunque otros discrepan con esa versión, ya que afirman que los Cainitas se apoderan del cuerpo de un humano fallecido para aprovecharse de la piedad humana y que no tienen nada que ver con el alma original que ocupaba el cuerpo. Una minoría cree que el ocupante demoníaco mantiene prisionera al alma original, por lo que es factible comunicarse con el alma cautiva y animarla a rcbclmse, aunque la destrucción del cadáver es la única forma para liberarla. Orros inquisidores nunca han ''i to a un Cainita que pudieran reconocer en su forma morral, por lo que permanecen en la ignorancia. Se sabe que algunos inquisidores han tropezado en sus persecuciones con los Cainitas. A primera vista e tos seres son hermosos y poseen una apariencia beatífica. Sus ojos brillantes, su piel de alabastro y sus pasos silenciosos les permiten pasar por ángeles ante los ignorames (e incluso ante los que comprenden contra quienes se enfrentan). Muchos poseen poderes seductivos capaces de atraer a sus víctimas hasta sus brazos. Algunos se han con\'ertido en bla femias andantes que vierten lágrimas de sangre mientras se arrodillan en el sitial durante la misa vespertina y contemplan al Señor con miedo y envidia. Algunos inquisidores que han pasado décadas persiguiendo a los Cainitas todavía se muestran sorpren­ didos ante el comportamienw de algunas de estas criaturas. La mayor parte de los que reconocen a los Cainitas por lo que son debe agradecérselo a la Herejía Cainita. Los Ojos de Dios y los M urnau ya habían luchado contra esta ami-religión con anterioridad a la funda­ ción de la Inquisición, por lo que saben que se trata de una forma especialmente virulenta de herejía dualista/gnóstica con la que demo­ nios disfrazados de hombres han conseguido esclavizar a miles de mortales. Saben que el nllcleo de su liturgia gira en torno a orgías de sacrificios humanos, por lo que el culto no solo proporciona a los demonios el poder de esws sacrificios, sino que también representa un grave peligro para los cuerpos y las almas de sus seguidores. Saben de que la Herejía afirma que Caín fue alterado por las escrituras de la "Iglesia Babilónica" (término que utilizan para referirse a las iglesias católicas y ortodoxas), ya que en realidad era un ser de espíritu puro, un redentor, un sacerdote, y que los Cainirns son su herederos. Saben que la herejía se ha infiltrado en los bogomilos y en la Iglesia cátara (a lo largo de las :onas fronterizas, aunque existieron grandes comunidades en Foix y Tolosa hasta hace poco tiempo). Muchos están convencidos de que ha llegado a infil trarse en la Iglesia católica, aunque los altos cargos permanecen en silencio. Temen que si informan a la Inquisición de los nombres de los clérigos afines a la Herejía, esta reaccione con tal fiereza que origine un escándalo tan profundo que amenace con resquebrajar al propio pontificado. La fe en la santidad de los prelados, los abades y las abadesas ya se ha visro su ficientemente debilitada por toda la cristiandad como para añadir otro factor adicional. Por este motivo, la Inquisición ha concentrado sus csfuer:os en la comunidad cátara. Una vez que la Iglesia extermine el cáncer cátaro y las fuerzas demoníacas que se ocultan tras él, el enemigo estará debili­ tado y los inq uisidores preparados para acabar con ellos. Se ha reclutado a aquellos inquisidores con posiciones influyentes en el clero para contener la rama católica de la Herejía, en vez de para destru irla, colocando obstáculos que dificulten su expansión y le obliguen a move rse con más cuidado. Mientras tanto, los Ojos de Dio han recibido la misión de infiltrarse en las comunidades de los individuos más sospechosos. En su mayor parte, se niegan a informar a las órdenes hermanas de sus progresos, ya que desp ués de todo, se reservan el derecho de llegar a sus propias conclusiones. Los inquisidores son con cientes de la existencia de algunos cultos que utilizan sacrificios de sangre y que no pertenecen formal· mente a la Herejía Cainita. Por definición, eso significa que los demonios o lémures que capitanean esas sectas no son "Cainiras", ya que de momentO el término carece de significado para muchos inquisidores si no está relacionado con la Herejía Cainita, aunque es probable que conforme la organización continúe recopilando informa­ ción esta noción pued a cambiar en el futuro. " " 2as órbenes Hasra ahora hemos expresado el punto de vista general de la Iglesia y de la Inquisición, pero las órdenes también poseen p untos de vistas propios, en especial aquellas que forman parte de ht Inquisición. 2os [aballeros <JJlenbícantes be Ia l)asíón be (a [ru3 be 2!cre Los Caballeros son una orden militar-religiosa, lo que significa que combinan una serie Jc ideales laicos y eclesiásticos. Se ven a sí mismos como el brazo armado de la Inquisición, un deber que les obliga a asumir cualquier operación militar que la organización lleve a cabo. También se ven obligados a recordar al resro de las órdenes que las fuerzas oscuras representan un:t amenaza material (ademá de espiritual), y que en oc¡tsioncs discreción es sinónimo de cobardía. Muchos de sus miembros se han vuelto más radicales debido a sus experiencias personales, en especial especial la de la beata Teresa) en relación a las profecías bíblicas y a los tras descubrir que la podredumbre demoníaca se ha apoderado de algunos documentos de los doctores de la Iglesia. A menudo, cuando una lugares sagrados de Palestina. Para ellos cada misión es una batalla y cada Hermana (visionaria o no) abandona un convento para transmitir la victoria debe pagarse con sangre (preferiblemente con la del enemigo, información de su orden a sus compaíleros inquisidores, posee unas ideas aunque también con la propia si es necesario). bien definidas sobre el significado de lo que les rodea ... unas ideas que Esto no quiere decir que los Caballeros sean estúpidos o poco sutiles (en absoluto), aunque como militares deben tomar decisiones cuyo coste se paga con vidas humanas. También pueden sorprender a por prudencia suele mantener en secretO. 2a [asa 9J1urnau otras órdenes con su resistencia física al permanecer toda la noche en Resulta un hecho histórico curioso que a menudo los perseguidores Quardia, ayunar, dormir sobre el suelo o cabalgar durante horas bajo la más acérrimos posean alguna relación personal con el grupo que persiguen. lluvia sin quejarse. Algunas órdenes acusan a los Caballeros de compor­ Tomás de Torquemada, por ejemplo, un hombre que se convertirá en uno tarse de forma fetichista con sus reliquias, usándolas como sustitutivos Je su falta de santidad personal, aunque estos argumentos suelen desaparecer cuando sus miembros contemplan el Santo Sepulcro con sus de los azotes más inflexibles en la persecución de los judíos españoles, comenzará su carrera bajo el estigma de poseer familiares judíos. Seguro que los Murnau comprenderían estos sentimientos, ya que propios ojos y sienten su aura sagrada. intentan vencer en el mundo exterior los mismos enfrentamientos que Dcu[í �eí llevan a caho en su interior. No se trata de una mera expiaci6n de la culpa individual o de un intento por evitar ser condenados uniendo sus E l resto de órdenes suele asumir que el Oculi Dei e s una organización fuerzas a la de los ejecutores ... aunque también es parte de ello. En el .aica debido al hecho de que sus miembros son menos devotos que otros fondo se trata de una desesperada lealtad a lo que saben que es el único ..nquisidores. Nada más lejos de la realidad. Un buen número de Ojos se poder que puede salvarles. Es la moneda de un comercio tácito con Dios han unido a esta orden como resultado de una experiencia personal, y con la Iglesia. Los inquisidores que poseen un interés menos personal ..esarrollar su religión y sus dotes de observación. Algunos miembros der el ardor de los Murnau, aunque su instinto les dice que existe un feroz ..onsideraron la idea de ingresar en otras órdenes en el pasado, aunque enfrentamiento tras sus expresiones estoicas ... existieron diversos motivos que les impulsaron a no tomar ese camino. Es 2a Dtben �oja aunque otros simplemente han encontrado en ella el canal adecuado para �1erto que los Ojos de Dios aprovechan las ventajas que poseen al no estar =onstreiiidos por votos religiosos, de hecho, lo ven como un deber, un >entimiento parecido al que lleva a los Caballeros a luchar para que orros mquisidores no tengan que hacerlo. Los Oculi se ven como comerciantes de realidades desagradables. Jesvclan los hechos que nadie desea afrontar. Se encargan del trabajo de �oleccionar trozos poco relevantes de información para que cuando un -membro de la Inquisición se ponga a trabajar, solo deba unir las piezas. Cuando la orden siente la necesidad de capitanear la política de la illquisición (un hecho más atípico de lo que muchos inquisidores creen), hace mediante el uso inteligente de la información. Los miembros ajenos a la orden sospechan que los Oculi están •omprometidos por su proximidad a las tentaciones del enemigo y su en derrotar las legiones del Infierno suelen tener dificultad en compren­ Han pasado dos generaciones desde el "desafortunado incidente" acaecido con fray Everard, por lo que nuevos ríos de esperanza corren por el interior de la orden. A pesar de ello, incluso los reclutas más inexpertos saben que la orden no volverá a recuperar el vigor de sus primeros días. Algunos teodosianos consideran que la decisión de unirse a la Inquisición constituyó un movimiento arriesgado que permitió que la orden gozara de una oportunidad para luchar contra el mal y de un poderoso incentivo para mantenerse en el camino recto bajo la atenta mirada de la Madre Iglesia. Otros e muestran preocupados por las posibles consecuencias de colocar a la orden bajo la mirada de aquellos miembros de la Iglesia que más desconfían de lo esotérico. Muchos miembros de la Orden Roja defienden la creencia herética e:tricta política contra las acciones directas. Estas personas se sentirían de que la magia puede utilizarse al servicio de Dios. iAcaso el buen Rey :econfortadas si supieran que estas sospechas también existen entre los Salomón no utilizó sus artes arcanas para atrapar, esclavizar y retener a ::liembros de la orden, ya que saben mejor que nadie lo poderosas que estas los demonios? Para estos hermanos y hermanas, las artes no son pecami­ :entaciones pueden ser. nosas (ya que codo poder proviene en última instancia de Dios) , sino que 2as .Permanas be E>an 3uan provecho propio y no hay que pretender que este poder proviene del Las Hermanas se recuerdan a ellas mismas que el orgullo conduce JI abismo. Las visiones son un valioso regalo del Señor, y Él espera que son sus usos los que pueden serlo. La magia no debe urilizarse en interior de uno mismo, se trata de la voluntad de Dios y el cuerpo del mago es un simple conductor. Muchos miembros de esta orden creen .as que ha bendecido con este don lo utilicen para hacer el bien. A pesar que la Iglesia está confundiendo los términos . Je ello, también representan una tentación peligrosa. Algunas personas A pesar de ello, estos puntos de vista no suelen compartirse (ni ;-ueden verse tan impactadas por la experiencia como para dejar de ver siquiera entre miembros de la misma orden), ya que los responsables , indicios, llegando hasta el extremo de dejar a un lado todo lo demás de la orden se apresuran a acallarlos y a investigarlos para evitar que las palabras de un obispo, o incluso de las Escrituras). Cuando los se vuelva a reproducir un caso similar al de fray Everard. El estudio de u,quisidores masculinos les hablan del pecado de poner sus propias la magia es posible siempre que el alumno manrenga la discreción, ya -evclaciones por encima de la sabiduría de la Iglesia, muchas Hermanas que después de todo es necesario conocer al enemigo para poderlo ontan las manos y asienten con fervor. capturar. Numerosos eruditos de la Orden Roja han escrito extensas A pesar de ello, tras los muros de los conventos se lleva a cabo una apologías defendiendo los orígenes inocuos de aquellas artes teodosianas charla distinta. Cuando están entre ellas, las Hermanas realizan largas conocidas por otros inquisidores. De momento, parece que Marzone disertaciones en las que comparan las experiencias de sus visionarias (en ha aceptado sus explicaciones. ..... - ··: (![ �ebor rancio y po(t)oríento be fa matan3a aún permanecía en e( ambiente. l!.audion le l)reton <Jdivinó que había pasado corno mínimo un día desde los horribles sucesos acontecidos en ese �r. A pesar de este hecho mantuvo aferrndo el pomo de su espada mientras cmninaba por In decrépita i,<>,lesin. Bpueblo estaba muerto, un caballerotan bravo y experimentado como Baudion casi habí:l sucumbido a las nnusens !"ala repu,<>,nnncia. Philippe no había podido se�uirle cuando lle�nn m al hotel que había alb�r,"Sado a los niños. ! ncluso �ra. Baudion podía oír su llanto. f:l pueblo estaba silencioso, tenía la seguridad de que podría < >Írb >ser a un mtún. -}'ero la (<Jicsin! El pueblo había sido diezmado por una pla�a, pero ¿c¡ué hahín pasndo en el interior de In Cnsn del Señor? Parecía como si hubiera tenido lugnr un terrible enfrentamiento entre dos espadachines exp<�1tos. Bnudion m si�nos de dm1o por fuego, aun<¡ue b i¿lesia estaba intacta. Cinco cadáveres se podrían en el suelo, los si,<>,nos indicabnn que habían mue1to hacía varias semanas aunque al�unos blandían armas. Y carecínn <le ningunn herida W.il>le causnda por armas, pensó el Caballero Mendicante, aunque por los clavos de Cristo. no revisaré � � estos desdichad< >s para saberlo con certeza. En voz alta exclamó: -Demasiados ll1LH�1tossin entermr. -Estás equivocado, �migo mío -dijo unn voz tras él. Baudion�in'> sobre sí mismo y desenvainó su <�sp:KJ�. aunque dhombre quc estaba de pie n<> hizo nin¿Lín si¿noviolento. Tenía una tez mediterránea y vestía r<>¡>as de sacenJ<>te. l!.audion buscó en su mente alguno de los si,Q,nos de reconocimiento que [_eopold usnbn pm:1 identificar n los .�rreros de Cristo, aunque fue incapaz de recordar ninguno. Todo lo que podí� ver cm el poder obvio que em�naba de este hombre. Sus ojos ardían con una luz que Baudion solo había visto en los inquisidores dedicados �la causa-. Esos nlLJeltos ahora pueden reposar. Y el que utilizó sus cuerpos para que 1<: silvieran como soldados ampíos se hn conve1tido en cenizas. P.audion le Breton entrecerró sus ojos con recelo. -¿Quién sois vos,joven padre, y cúrno sabéis esas cosas? -Su nwno continuaba reposando sobre la espada, había �o en ese hermoso "sacerdote" que le inspiraba desconfianza. El hombre sonrió. -Me llamo Attemidorus. Y como tL'J, solo soy un soldado :JI servicio de Dios. Los ojos de Baudion se abrieron de repente cuando consi¿uió recordar uno de los códi,"5os. Asinti<'> hacia In pnrt:e trasera de In i�lesia, :1llí donde debería existir una estatua de Cristo. -Él es la fuente de toda luz. -Se quedó mirando al sacerdote en espera de la respuesta adecuada. A1temidorus simplemente se aclnn'> lngar,Q,anta y lo miró con atención. El caballero comenzó a des<�nvainar la espadn, pero la extraña luz <1Ue ernnnaba de los ojos del h< >mbre le detuvo. -N<) sois un soldado de r )i< >S -susurn'> Baudion. El semblante del sacerdote cambió de repente. -He hecho más por la cristiandnd que cualquier Caballero de Acre. SeJ1or, rezad para que no tcn¿}Íis que enfrentaros a mí. -Elevó su mano en un gesto imperativo, y Baudion, que no temía n hombre ni dernonio,8imió. El sacerdote miró a su alrededor. -Sc�uidme, caballero. No hay nada más <¡ue hacer aquí. Quemad el lu<Q,ar y marcharos y c¡uiz<Í Dios nos vuclvn a juntar en el futuro. -Con esta tl·ase, el hombre dio media vuelta y salió de la iglesia. Baudion caminó hasta la puerta de la iglesia y vio como el hombre desaparecía en la oscuridad. -Seguro que sí -dijo. cRpícaco eRes: CR JV1€J'lC€ De CR I�QUISICIÓN La Iglesia insiste en que debe poseer, en grado preeminente, las cualidades de un buen j uez, debe tener un gran celo por la Fe, por la salvación de las almas y la erradicación de la herejía. Debe tratar a los herejes con una hostilidad sin temor y no concederles nada, no ceder ante la ira, la pasión, la inducción ni las amenazas, aunque ha de tener corazón. Siempre que las circunstancias son las adecuadas, debe ser generoso con los castigos, escuchar los consejos ajenos y no creer demasiado en su propio juicio o en las apariencias, ya que en ocasiones lo probable es falso y la verdad es i mprobable. -Bernard Gui, Manualdel inquisidor, 1331 Desde su tumultuoso nacimiento, la Inquisición estuvo en peligro de Murnau, por supuesto, extrae la mayor parte de sus miembros de su propia --;.aparecer. Docenas de jóvenes inquisidores, ansiosos por demostrar su familia. Aunque existen inquisidores que no forman parte de ninguna de murieron horriblemente a manos de monstruos. Aquellos que se estas órdenes, los lfderes de la Inquisición (entre los que se encuenrra el ...a, .. daron atrás comenzaron a cortejar la posición y los favores. El cardenal cardenal Marzone) prefieren que los miembros pertenezcan a uno de esos :-:one reconoció la necesidad inmediata de imponer cierto grado de grupos, ya que los miembros independientes carecen del entrenamiento ::uctura y control, ya que en caso contrario pondría a los inquisidores, y oablcmcnte a toda la Iglesia, a manos de los espías y de la corrupción. Sin estructura necesaria, la Inquisición acabaría por desmoronarse. El cardenal Marzone no estaba de acuerdo con la estructura tradicional :.e .a Iglesia. Su rígida jerarquía y la inmovilidad de los clérigos lin1itarían la ;-acidad de actuar de sus agentes y potenciaría el fraude. Deseaba que sus mbres fueran autónomos, inteligentes y con iniciativa, aunque no quería teológico para comprender lo que pueden ver en el transcurso de sus misiones, y por otra parte, Marzone carece de la seguridad del nivel de compromiso que otras órdenes religiosas están dispuestas a aceptar, por lo que prefiere no asumir riesgos innecesarios. Las cinco órdenes conforman un grupo heterogéneo, aunque el cardenal afirma que son la elección perfecta para enfrentarse a los demonios que infectan la cristiandad. Marzone está seguro de que ninguna otra orden se convirtieran en seres vulnerables. Con esta idea en mente, Marzone estaría tan preparada como cualquiera de las cinco. Nadie es tan santo, _.eñó una estructura para su nueva Inquisición consistente en células sabio o bravo. Ninguna otra orden está dispuesta a entregar de forma � �retas formadas por individuos que respondían ante las autoridades locales. voluntaria una continua corriente de sus miembros para luchar contra las -e>eaba mantener el control alejado de la sofocante mano de Roma. legiones del Infierno. Desde l a fuerza de la espada de los Caballeros hasta 2a jerarquía el movimiento, conjurar los peligros, lanzarse a la batalla y sanar el cuerpo La Inquisición cuenta con una jerarquía sencilla. Los inquisidores de - distintas células informan a un Concilio de Fe. Los Concilios de Fe, junto sus Procurarors Fiscalis, informan al Concilio Supremo. El Concilio ·-premo informa al Gran Inquisidor, el cardenal Marzone. la paciencia y la precisión de los Oculi Dei, estas órdenes pueden percibir y el alma tras la lucha. Son perfectas. Pocos inqui idores poseen la fuerza de voluntad necesaria para hacer realidad el suefío de Marzone, aunque muchos se esfuerzan por conseguirlo. Después de todo, el futuro de la cristiandad está en juego. El reclutamiento difiere en cada orden. Los Caballeros prefieren Los agentes poseen el máximo grado de poder personal que permite hombres que no solo sean apros en el campo de batalla, sino que sean leales, -¡(m reconoce que la integridad de cualquier inquisidor, así como el poder de la maldad. Los hombres que crecen en el seno de la orden reciben el -..:llquier sociedad secreta controlada por un miembro de la Iglesia. La lnqui- unión de varios inquisidores es suficiente para enfrentarse a tareas difíciles. A �de ello, la organización no consiente en que sus agentes operen en solitario en parejas, ya que los peligros son demasiado grandes y la posibilidad de - meter errores es demasiado elevada. Sin embargo, es consciente de que en casiones es necesario hacer la vista gorda. L1 Inquisición debe mantener un -recario equilibrio y la comunicación a nivel local se ha convertido en una :noridad para el correctO funcionamientO de la empresa. :Snquisibores tobos La Inquisición comienza en su unidad más pequeña: el inquisidor. Allá _')nde esté un inquisidor, la Inquisición está presente. Puede ser un espía, -n mendigo, un hombre virtuoso, un obispo o un rico noble. Es el guerrero _ue lucha en el frente de batalla y el erudito que estudia los antiguos ;-ergaminos en el corazón del castillo. Blande la espada de la justicia y la :empla con generosidad. Un inquisidor es una combinación de juez apostólico y oficial de ;:-vlicía medieval que se encarga de hacer frente a las ofensas contra la cristiandad. Es la persona que se interpone entre las almas de la cristiandad la maldad de los demonios y su fe en Dios es su escudo. La misión de los inquisidores, según el cardenal Marzone, no consiste en Jestruir los monstruos de la noche o los herejes, sino en salvar almas y protegerlas Jel azote de la maldad. Las almas del pueblo representan la e peranza de Europa. Si se derrama sangre inocente en aras del deber, el inquisidor acaba convirtién­ dignos de confianza y que hayan conservado su coraje al enfrentarse ante entrenamiento necesario para modelar este comportamiento desde la infancia. Aquellos Caballeros reclutados a partir de otras órdenes militare deben distinguirse no solo como guerreros, sino como hombres devotos. Si esto sucede, el candidato acaba entrevistándose con un Caballero de Acre de alto rango que le ofrece la oportunidad de hacer el bien en nombre de la cristiandad, aunque ello suele implicar abandonar la línea del frente de la Cruzada (o cualquier otro lugar donde esté el candidato en ese momento) . Si el caballero muestra interés, debe jurar un voto de secreto y se le revela la existencia de la Inquisición. La Orden Roja posee una política de reclutamiento bastante estric ta. Los miembros deben po eer ciertos conocimientos básicos, entre los que se incluyen la capacidad de leer en griego y en latín, extensos conocimientos de teología y de derecho, una base de ciencias naturales y experiencia demostrable en uno de los principales campos del conocimiento (algunos teodosianos están dispuestos a educar a candidatos potenciales con la intención de conseguir los niveles mínimos necesarios). Los miembros locales de la Orden Roja se reúnen una vez al aio i para debatir sobre posibles candidatos. Los reclutadores se acercan a los tres candidatos más promete ­ dores con una oferta para que se unan a la lnqui ición. Aquellos que aceptan la oferta y realizan un juramento de secreto se encuentran con un nuevo mundo para investigar que se abre ante ello;. Las Hermanas de San Juan obtienen nuevos miembros de forma muy parecida a la de la mayoría de órdenes femenina . Sin embargo, buscan cualquier indicio que indique que una mujer posea Visión agrada y e ofrecen dose en un monstruo no muy distinto del que intenta destruir. para cuidar de ella (su atareados padres suelen acceder a la petición). Otras armados con espadas de justicia que participan en las batallas al iado del Seiior. distinta a las órdenes benedictina o carmelita. Las Hermanas de San Juan no Un inquisidor nunca está solo. Posee compañeros (otros inquisidores) El inquisidor cree en la fuerza del número. Trabaja junto a otros formando células que traman, esperan, observan y actúan de fom1a conjunta. Esros bravos hombres perseveran a través de sus obras, sus decisiones y el equilibrio entre la vida y la muerte a la vez que se aferran a su integridad moral y a su cordura. 9\edutamíento . Cada una de las cinco órdenes que forman parte de la Inquisición reclutan sus miembros en div�rsos lugares. Los Oculi Dei reclutan de entre los laicos, mienrras que las ór�enes clericales lo hacen de forma similar a la de otras prelaturas, órdcnc> de caballería y hermandades. La Casa de mujeres simplemente se incorporan a la orden pensando que no es muy hacen nada por evitar esta forma de acceso, ya que están convencidas de que Dios se encarga de enviarlas hacia la orden en que son necesarias. Los Oculi Dei, por supuesto, poseen sus propias políticas de rccluta­ mienro, aunque han cambiado significativamente en los ú ltimos años conforme d cisma entre Rodrigo de Navarra y Aignen le Librairc se ha ido extendiendo. Ambos hombres pueden aprobar la inclusión de un nuevo miembro en la orden, así como otros jefes regionales (como Lizia Montesi di Roma). La I nquisición en general desconoce si existe algún procedimien­ to formal de iniciación en la orden (dejando a un lado la concien:uda im·estigación del pasado de cualquier futuro candidato). La Casa de Murnau restringe el reclutamiento a los miembros de la familia. La Inquisición se ha cotwcrtido en un asunto familiar. Aquellos miembro que demuestran ser unos guerreros de buen corazón son reclutados a la edad de 15 o 1 6 atios ror un inqui idor de la familia que les explica el deber sagrado de la Casa de Murnau. Poco jóvenes se niegan a cumplir con él. Una ve: que alguien pasa a formar parte de la Inquisición, se convierte en inquisidor de por vida. La Inquisición puede hacer que un miembro retirado participe en alguna misión, aunque los enfermos y los El inquisidor nunca dicta sentencia en solitario. Aunque en ocasiones puede asumir el papel de juez, debe dar cuenta de su actos ante el Concilio de Fe. Tanto el acusador como el acusado tienen demasiadas cosas en juego. El inquisidor puede solicitar una audiencia si considera que el acusado es culpable y merece la muerte, aunque no puede ejecutarlo de forma arb1traria y carece de poder para tomar esa clase de decisiones en solitario. Sin embargo, si el inquisidor es atacado durante el transcurso de una misión, puede asumir que el atacante está cometiendo un crimen y ancianos no suelen ser convocados a no ser que exista una necesidad justificada pma ello. es culpable del mismo. La Inquisición otorga al inquisidor con el poder para ejecutar la sentencia y hacerlo en ese mismo instante. En este caso, el inquisidor debe entregar la "evidencia" del crimen ante el Concilio de Fe, que se encarga de juzgar el caso. En ocasiones, si es necesario, el cadáver es incinerado. Como los inquisidores trabajan desde el interior del sistema siem­ pre que pueden permitírselo, intentan recoger el mayor número de pruebas posibles para acusar a su objetivo y a sus socios más cercanos. La Inquisición conserva numerosos registros de su investigaciones, desde el más nimio hasta la afirmación de que "el conde Vlad del castillo Malebogia es un vampiro". Existen grandes bibliotecas repletas de diarios y de anotaciones en las casas capitulares de los Concilios de Fe. Debido a la naturaleza obsesiva de sus miembros, la Inquisición cuenta con impresionantes bibliotecas sobre leyendas, ciencias ocultas, dere­ cho, teología y taxonomía de criaturas infernales por toda la cristiandad abiertas a cualquier inquisidor que necesite información. A pesar de todo, la organización de estas bibliotecas deja mucho que desear. Gran parte de la información está almacenada en notas garabateadas a la espera de ser compiladas por monjes demasiado atareados, y olo al­ existen en los recuerdos de los inquisidores más experime.nca dos . quier soldado de Dios que intente buscar un hecho en partit ular de estas bibliotecas tiene ante sí una tarea ingente. l Cuando el inquisidor ha acorralado a su víctima, debe conseguir tantas pruebas como sean posibles para su causa. Debido al hecho de que �ítufos y órbenes Los inquisidores tienen acceso a las promociones y los títulos de sus respectivas órdenes. A pesar de que la lnqubición carece de títulos formales, muchas órdenes poseen distintas escalas de promoción. Un doctor en teología de la Orden Roja continúa ostentando ese cargo a pesar de que deba responder a un Concilio de Fe. Un Caballero con el rango de comandante continúa siendo un Caballero y un inquisidor. Muchos inquisidores utilizan los éxitos que han cosechado como miembros de la Inquisición para mejorar su posición en sus respectivas órdenes. Lo inquisidores también pueden ascender en el interior de la Inquisición. Si alguien está más interesado en los procedimientos legales o en la investigación que en el trabajo de campo, puede optar al cargo de Procurawr Fiscalis. Aquellos que han destacado en los campos de batalla pueden acabar formando parte de nuevos Concilios de Fe o reemplazando a miembros retirados o fallecidos. Aquellos miembros de los consejos que poseen de una fuerte objetividad y un trasfondo intachable pueden ser convocados a Roma para ayudar en la administración de la Inquisición y formar parte del Concilio Supremo. �nterroganbo a (os fídes Los inquisidores responden de forma directa ante su Concilio de Fe, ante el cardenal Marzone y ante sus compañeros de célula. Su poder ignora las ataduras de las autoridades laica y eclesiásticas. La Inquisición cuenta con la autoridad necesaria para auditar a cualquiera y en cualquier momento (nadie puede parar a un inquisidor una vez que comienza con su trabajo). Son los sabueso del Sei 'tor y no se detienen hasta que su presa ha caído en sus mandíbulas. A. pesar de ello, el poder de la Inquisición es limitado. Solo posee poder eclesiástico. El Santo Oficio carece de autoridad para juzgar crímenes laicos como robo, violación o asesinato. El inquisidor solo puede acusar a un sospechoso del crimen de herejía y debe demostrar de forma irrefutable que esos crímenes se cometieron contra la humanidad y la cristiandad. La Inquisición en la sombra posee menos limitaciones que el Santo Vender el alma al Diablo constituye un crimen eclesiástico. Cual­ Oicio. f quiera que se una a las fuer:as del Enemigo de forma voluntaria, se involucre en artes heréticas, brujería, necromancia o comercie con su alma ha renunciado a cualquier protección que le otorgue la fe. Aquellos que se relacionan con la maldad acaban cayendo en el punto de mira del inquisidor. Si el inquisidor es testigo de un crimen seglar (hecho que suele suceder en el transcur o de una investigación), puede decidir sobre el destino del criminal. Puede (y de hecho se anima a que lo haga) entregar al criminal a las autoridades civiles. Puede dejarlo en libertad. Puede incluso actuar de verdugo si cree que el crimen es merecedor de ello, aunque esta forma de actuar no suele estar demasiado bien vista. El inquisidor debe enfrentarse a un dilema eterno: hacer que inocente> re;pondan ante la Inquisición es un crimen contra Dios. El poder de un inquisidor es tan fuerte que el hecho de usarlo para sellar afrentas hace que la Inquisición descargue toda su fuerza contra el transgresor. Si llegaran a existir sospechas de que un inquisidor no solo ha acusado a un hombre inocente, sino que lo hizo conociendo este hecho, el Procurator Fiscalis y sus compaticros de célula le obligarían a responder de sus crímenes ante el Concilio de Fe. �gun los herejes se convierten en traidores a la Iglesia, el inquisidor tiene bastante libertad para conseguir la información que necesita. A menudo, se suele capturar al sospechoso, llevarlo hasta un lugar cerrado e intentar obtener "pruebas" en forma de confesión. La Inquisición carece de dictados para extraer información de esta forma, por lo que los inquisidores suelen utilizar gran 1•ariedad de métodos. A pesar de todo, el inquisidor no puede cometer asesinato, o al menos no de forma voluntaria. ¿S)uíén interroga a (os ínquísíbores? Para que una persona pueda formar parte de la Inquisición, debe poseer una dedicación y una fe inquebrantable, así como una objetividad a toda prueba. Por desgracia, esa clase de personas no es fácil de encontrar. Lo> inquisidores son humano , y todos los humanos son proclives al pecado, por mucho que le cueste admitirlo al cardenal Marzone. Los inquisidores empeoran. Se hartan de las minucias de su trabajo. Se obsesionan con las legiones del Infierno, buscan conspiraciones en cada esquina y creen que todos sus compatieros forman parre de una trama para destruir la cristiandad. Acaban concentrándose en los aspectos materiales de su trabajo y dedicando gran parte de su tiempo a confiscar dinero y propiedades de los campesinos para engordar su patrimonio. Algunos obispos y cardenales aprenden a utilizar la verdadera naturaleza de los inquisidores para sus propios fines. Otros inquisidores caen en la herejía y son seducidos por los criados del Enemigo mediante métodos perversos, convirtiéndose en lémures o en Cainitas. Algunos enloquecen, otros simplemente abandonan. La Inquisición se reserva el derecho de investigar a sus miembros. Los inquisidores asignados a estas misiones estudian al sujeto e informan de ello al Procuraror Fiscalis. Si el sujeto es culpable, el Concilio se encarga de condenarlo, de despojarle de todo su poder, y si el crimen es merecedor de ello, de condenarlo a muerte. La Inquisición lleva a cabo la sentencia de forma inmediata y el Concilio solicita un substitllto. Los inquisidores pueden verse involucrados en un proceso comra un 'fllpañero en cualquier momento. En teoría, las distintas células de la -:quisición se vigilan entre ellas en busca de indicios que hagan pensar que • han pasado al otro bando. Muchas se muestran preocupadas por la 1bilidad ser las próximas en ser vigiladas debido a un desli: o a su capacidad para actuar cuando es necesario. Cabe decir que si un inquisidor :nete perjurio contra un compañero, el Concilio sospechará del acusado, ...n.unciándolo . por traición, herejía y otros crímenes contra la Iglesia. Los inquisidores poseen orra forma de castigo para un compañero _ e haya caído en desgracia. Si los denunciantes pertenecen a la misma •Jen qu e el acusado, los inquis idores pueden llevar el caso hasta los ;-eriores de la orden. Cada orden posee distintos castigos, aum¡ue en _,neral consisten en censura, peregrinación, penitencia o muerte (en los ...:> más extremos). Los Caballeros de Acre casti¡¡an a los miembros que no consiguen nrener sus \"Otos y se dejan llevar por el miedo ante sus enemigo . Los t-alleros son unos guerreros feroces y los cobardes no tienen lugar :re ello . La huida del campo de batalla representa una traición a wdo .¡ue la orden representa. Si es la primera vez que ucede, el superior :;:na al culpable tareas de me ditación mientras lleva a cabo su trabajo -no (limpiar los cuarteles, p ul ir armaduras , ate nd er a los caballos, ntar guardia, etc .) . Si esta ofensa se repite, se pone en duda la -"'acidad del Caballero para luchar contra los de monios, lo que obliga •U uperior a solicitar su dimisión. La Orden Roja tiene menos paciencia que los Caballeros. El fracaso ..ra amoldarse a los preceptos de la Inquisición incluye delitos como "'llScuirse en áreas poco apropiadas de lo oculto, tratar con demonios o rlorar las zonas oscuras del alma. Los mie mbros de la Orden Roja juegan ofl fuego metafísico, y para e l los , caer en desgracia significa tramar contra cristiandad. Los superiores del inq uisidor se reúnen para discutir la - :uraleza y la amplitud del crimen y dilucidar si el alma del infractor • -�ede salvarse. Si el delincuente puede redimir e, se le aleja de la línea del -eme y se le ordena acudir a grupos especializados en teología que le �hgan a reflexionar sobre sus acws. Los que están más allá de toda �\·ación son despojados de sus uniformes, excomulgados de la lgbia y -rregados a la Inquisición para que sean juzgados. Las Hermanas de San Juan no creen en la expulsión de un miembro de " orden, incluso aunque sea culpable del peor crimen imaginable (el >esinato) . Debido a su condición de orden centrada en la curación, el acto ..e daf1ar a otro ser humano implica un daño importante en el alma. Sin ..:nbargo, están convencidas de que ningún miembro esrá roralmente �rdido. Pueden salvarlo con paciencia y tiempo. Las Hermanas que caen en ...ogracia son obligadas a regresar al convento. Allí permanecen hasta que \ladre Superiora está convencida de que se han "recuperado". En las Los rumores que circulan entre algunos inquisidores hablan de agentes ruaciones leves, esto puede reducirse a varios días de reflexión y oraciones. secretos especiales bajo el mando del cardenal Marzone que se encargan de :::0 las más graves, la orden se ve obligada a encerrarla de por vida. Los Ojos ele Dios no se muestran pacientes con aquellos que clesobe­ ..ecen los juramentos y revelan los secretos de la conspiración a los ::nembros ajenos a la orden. Un secreto desvelado de forma inconveniente mantener la integridad y la pureza de propósito de los inq uisidores. Algunos están convencidos de que en yn momento dado, cualquier inquisidor puede ser un topo encargado de recopilar información acerca de las lealtades de otros soldados de Dios y hacerla llegar mediante códigos secretos a manos de :-uede poner en peligro toda la existencia de la orden. La más mínima su maestro secreto. Existen rumores de que los sospechosos de herej ía que -recha de confianza equivale a la expulsión inmediata de la orden (y .::¡uellos que son expulsados suelen tener un final aciago a los pocos días �e su expulsión). Si un miembro hablara y saliera indemne de este hecho, son descubiertos por esta policía secreta deben presentarse en tribunales d resto de los miembros estaría convencido de que no haría ningún da!'io 1 compartir algunos secretos, hecho totalmente inaceptable. La Casa de Murnau patrulla ·u propia familia, por lo que los miembros de más rango de la Casa pueden castigar a sus hijos y a otro> miembros a su cuidado como vean conveniente. Si un miembro de la Casa je M urnau comete una ofensa contra la Inquisición, la Casa se encarga de encubrirla (son "asuntos de familia") e intenta encargarse de ella a su manera. Aunque la Casa hace roJo lo posible para salvar a un hermano caído, no posee grandes esperanzas, ya que la maldición de la orden jesrruye a varios miembros de la fami lia en cada generación. secretos ante el Concilio Supremo. Muchos inquisidores no dan crédito a estos rumores, aunque los miran con recelo. Ningún inquisidor ha sido desenmascarado por esta policía secreta, aunque algunos afirman que algunos miembros han desaparecido en mitad de la noche sin que hubiera ningún indicio de actividad demoníaca para volver a aparecer en una misteriosa mazmorra a cientos de kilómetros. Los motil"os continüan iendo un misterio. l)rocurator �íscaHs El Procumror Fiscalis es una combinación de fiscal público, archivista y experto en la existencia de los condenados, cuya experiencia pro1·icnc de sus muchos años de lucha en el campo de batalla. Cada Concilio de Fe cuenta con un único Procurawr Fiscalis. Solo los inquisidores más despier­ ros, perspicaces y recros se convierten en candidatos para el cargo. Aunque no se trata de un cargo preferido por los inquisidores proclives a la acción, se trata de una posición adecuada para aquellos inquisidores veteranos que desean continuar en la lucha pero carecen de la capacidad física para proseguir en el frente. Cualquier inquisidor que tenga una afrenta que resolver o carezca de objetividad puede acusar a una persona inocente (un acro que puede condenarle a muerte). El Procuraror Fiscalis actúa como red de seguridad para la Inquisición, ya que es una persona que mira el trabajo subjetivo con objetividad. Su misión consiste en dilucidar la verdad, no en condenar basándose en afirmaciones espurias. Cuando una célula inquisitorial obtiene pruebas suficientes contra un individuo, se acerca al Procurator Fiscalis y solicita la apertura formal de una investigación judicial. El procurador asume que el acusado es culpable de todos los cargos que se le imputan antes de examinar cualquier documema­ ción que se le pre ente. Si encuentran pruebas suficientes como para garantizar una audiencia preliminar, toma los papeles y presenta los cargos. El Procuraror Fiscalis presenta el caso ante el Concilio de Fe local. Si el Concilio está de acuerdo con su punto de vista en función de las pruebas presentadas, el procurador dedica su esfuerzo a preparar un caso contra el acusado. Los inquisidores reciben la orden de "capturar" al acusado a cualquier precio. En cuestión de días, el Concilio lleva a cabo un juicio informal en el que elProcuraror Fiscalisactúa como abogado de la acusación. Si el acusado está ausente, el Concilio realiza el juicio in absentia. Si el acusado es declarado culpable, el Concilio envía a un grupo de inquisidores para que se encargue de la sentencia. Si el acusado es peligroso o se trata de un asuntO urgente, el Concilio lleva a cabo el juicio en el hogar del defensor, mientras que un inquisidor maniata al acusado y otro prepara la estaca. Muchos inquisidores están convencidos de que el Procurawr FiscalLs es una inconveniencia. Creen que gasta un tiempo innecesario, se entromete en asuntos ajenos y es fuente de problemas innecesarios. A pesar de ello, en raras ocasiones el Concilio permitirá que un inquisidor deje a un lado los procedimienros formales. Más de un inquisidor ha caído en manos del Coccyws, por lo que dejar de lado los procedimientos necesarios es un indicador de que el inquisidor se ha corrompido. [oncífío be cge En cada una de las ciudades donde la Iglesia está presente, el cardenal Marzone ha fundado uno o varios Concilios Je Fe. Los miembros de esros Concilios son escogidos de entre las filas de inquisidores con conocimien­ tos de derecho, teología, o por su distinción como miembros de la sociedad laica o seglar, y se encargan de mantener la jerarquía y organización de la Inquisición en la sombra. Un Concilio de re está compuesto por cinco inquisidores venerables. Estos inquisitlores administran las actividades de los inquisidores locales, mantienen informado al Concilio Supremo de Roma y participan en los juicios de la Inquisición. Velan por la cohesión de las células inquisitoriales locales y consiguen que cooperen entre ellas metlianre informes y la provisión de un refugio seguro en una casa capiwlar. La principal función del Concilio de Fe es la de juzgar los crímenes y herejías. El Concilio opera según la premisa de "culpable hasw que no se demue tre lo contrario", y el acusado necesita algo más que pedir clemencia para ser absuelto. El juicio posee tres etapas: captura, proce­ dimiento y sentencia. En primer lugar, los inquisidores presentan al acusado al juicio. En el momento en que una célula de inquisidore posea pruebas suficientes para culpar a alguien de cometer necromancia, negociar con demonios o cualquier otro delito similar, se encargan de arrestarlo y si es posible, de culparlo por sus crímenes (aquellos acusados que pnseen poderes demoníacos o que atacan a los inquisidores son culpables en el acto, por lo que no se necesita ningún juicio adicional. De igual modo, los inquisidore< pueden actuar en defensa propia si lo creen necesario) . El Concilio de Fe posee celdas especiales en los confines de sus casas capitulares para contener a prisioneros peligrosos, celdas que contienen el equipo adecua­ do para "contener" a los demonios. Técnicamente, no se necesita que el acusado esté presente en el juicio, ya que el Concilio puede juzgar a cualquier individuo in absentia si es necesario. Durante los procedimientos, el Concilio escucha las evidencias que les presenta el Procurawr Fiscalis. El Concilio sopesa estas pruebas frente al catecismo de la Iglesia y su extenso conocimientO de teología, derecho y ciencias ocultas. Si encuentran que el acusado es culpable (como suele acabar sucediendo), el Concilio se retira a deliberar. Las sentencias son variadas. Para aquellos humanos que se han visto atrapados en una compiración urdida por brujos o nigromantes, las sentencias van desde una peregrinación obligada a un lugar sagrado pasando por penitencias, confesiones o azotes. Para aquellos que partici­ pen en una herejía de forma activa, practiquen artes oscuras o se entreguen a poderes oscuros, la sentencia es la muerte. El Concilio suele incinerar al acusado, aunque posee otras sentencias más esotéricas, en especial cuan­ do el acusado es un demonio. Una vez que el Concilio ha dictado sentencia, el acusado no puede apelar. La sentencia es absoluta. Si consiste en penitencia o confesión, el Concilio encarga a un inquisidor local de que se asegure de que el pobre descarriado vuelve a caminar por la senda de la virtud. Si el castigo consiste en latigazos, el inquisidor se encarga de llevarlo a cabo en la casa capitular, liberándolo acro seguido. Si la sentencia es la muerte, la Inquisición la lleva a cabo de forma privada y silenciosa. Los inquisidores consultan al Concilio en los términos en que deben llevar a cabo la sentencia si desconocen la forma adecuada de proceder (esto suele ocurrir en los casos en que el acusado es un poderoso demonio o uno de sus sirvientes). El Concilio dirige los inquisidores a aquellos que poseen esta información, ya sean archivistas, otros inquisidores u otras fuentes útiles. El Concilio es consciente de que su poder radica en la fuerza y en el juicio de sus inquisidores. En el caso de enemigos mortales expertos en las artes oscuras, el Concilio se permite el lujo de organizar un juicio y dictar sentencia. En el caso de aquellos que no pertenecen al grupo de los mortales, la Inquisición no tiene ninguna obligación de salvarlos. La célula es la encargada de tomar la decisión de llevarlo a juicio o llevar a caho las acciones necesarias para eliminar la amenaza antes de que ponga en peligro las almas del Rebaño. En estos casos, el Concilio autoriza a las células para que efectúen las acciones necesarias e informen al Concilio de Fe del desarrollo de los actos. El Concilio sopesará las pruebas que refrendan las acciones de la célula y determinará la necesidad de sus acciones. En casi todos los casos, el Concilio refrendará las acciones de la célula, ya que en raras ocasiones la evidencia de un peligro inmediato contradice las acciones de los inquisidores. Cuando la Inquisición establece un Concilio de Fe en una nueva ciudad, declara una serie de "meses de gracia". Durante este período, las células que responden a las órdenes del nuevo Concilio se adentran en la comunidad y observan a los ciudadanos en busca de comportamiento extrai'ios. Cuando los inquisidores encuentran pruebas de un comporta­ miento sospechoso (sefiales extrañas en el bosque, comercio con objetos sobrenaturales, desaparición o aparición de personas) informan a sus supe­ riores. El Concilio notifica a los sacerdotes de la; parroquia locales de que ciertos miembros de la congregación necesitan confesión y penitencia. Conforme los inquisidores recopilan pruebas, se las comunican al Procurator Fiscalis, quien las compara con inquisiciones previas y prepara los casos. Tras la finalización del período de gracia (el intervalo de tiempo puede ir desde unas pocas semanas hasta varios at'ios, de hecho, algunos "meses de gracia" que comenzaron en las primera fases de la Inquisición todavía están vigentes), la Inquisición comienza a actuar. Se inician los juicios secretos de los verdaderos pecadores, los herejes y los servidores del mal. Los inquisidores -.rerrogan a los testigos, recopilan pruebas y preparan los asaltos contra las De igual modo, los inquisidores vigilan a l Concilio. Si el Conci.� rralczas del enemigo. Cuando los juicios llegan a su fin, el Concilio ordena rechaza de forma repetitiva ca os con pruebas sólidas, "extravía" decid� •os inquisidores que lleven a cabo las sentencias del modo más eficiente y cienes, pasa por alto la infiltración del enemigo o pasa gran parte �­ tiempo divagando, los inquisidores pueden abrir un caso contra él. A re- : de ello, acusar a un Concilio es más difícil que perseguir a un inqu i,1_: · _ñando al menor número de inocentes. Los Concilios pueden tardar ailos .:1 concluir sus juicios y barrer la región. Una 1·ez que un Concilio de Fe "":>taura su presencia, lo hace de forma permanente. QquHíbríos y celabus El Concilio posee una función secundaria, aunqu e no menos impornte: mantener el equilibrio entre la Inquisición. Los inquisidores pasan :ran parte de su tiempo separados de sus superiores en busca de herejes, ....emonios y monstruos. Esre trabajo pasa factura a la mente y al cuerpo. Los "lquisidores más débiles fallecen, o se corrompen y traicionan a sus • •mpaileros. El Concilio actúa como una fuerza supervisora que puede �efenestrar a un inquisidor en cu alquie r momento. Al mismo tiempo, los inquisidores vigilan a su Concilio de Fe. El -mcilio puede sufrir infiltraciones, tentaciones, sobornos o simplemente ...er en el desarraigo. Como la Inquisición suele trabajar alejada de Roma, � Concilio es tanto su propio monitor como el de las células que supen·isa. Las células y el Concilio acaban formando parte de un equilibrio asado en la investigación y en los procedimientos j udi ciales . El Concilio, .:�a vez que revisa los casos y las pruebas que e le presentan, realiza juicios .e valor sobre los inquisidores y los acusados. Con el paso del tiempo, ·e,ulta obvio si un inquisidor no cumple con su deber ante Dios y la Iglesia. 'I el inquisidor no ha conseguido resultados en un tiempo razonable, el Vlncilio considera que hay motivos para que pueda ser sospechoso. En .ualqu ie r momento, el Concilio puede convertir a un inquisidor en un cusado y ordenar a otras células a que procedan a su captura, apresamien' interrogatorio y juicio. • Un cuerpo judicial debe estar dispuesto a escuchar las pruebas, inclu- el Concilio está auseme. Otro Concilio local debe sopesa r las prueha,. los inquisidores pueden llevarlas hasta el Concilio Supremo. Si el CunCI!. es culpable, los castigos a lo que debe hacer frente son similares a lo, ...�­ le esperan a cualquier otro inquisidor. Los Concilios que pierden ante c. Concilio Supremo se hallan en una posición peligrosa, ya que éste r'''"" sus propios equipos de inquisidores para enfrentarse a los renegados. En el caso de que un Concilio de Fe caiga, ya sea a manos del cnemi� por motivos mundanos o por la corrupción de u miembros, las células de :� Inquisición deben crear uno nuevo. Se eligen cinco miembros de las célul:­ supervivientes para constituir el nuevo Concilio. Uno de ellos debe presemarx ante el Concilio Supremo para recibir la ratificación del nue1·o Concilio de Fe En el caso de que las células también hayan sido exterminadas, Roma del:-.: enviar a un nuevo grupo de células y un Concilio a la zona afectada. El equilibrio de poder existente entre las células y el Concilio mantiene alerta a todo el mundo. La política y las mentiras tienen un lugar en L Inquisición, mas un falso testimonio puede tener consecuencias nefasta, para el culpable. La Inquisición considera que el perjurio es un crimen similar al de herejía o asesinato y lo condena con dure:a, aplicando castigos que 1·ar: desde la prisión, la expulsión de la Inquisición o la excomunión. �[ G:oncífío (Supremo El Concilio Supremo esrá compuesto por siete miembros: do< inquisidores de airo rango, do> secretarios, dos abogados o expertos en teología y un Advocarus Fiscalis (el asesor financiero). El Concilio convencer al Papa de que todas las pruebas son auténticas y llevarlo hasta Supremo también posee un pequeño ejérciro de experros en teología, una posición desde la que pudiera confirmar a un nuevo cardenal que derecho, asuntos militares y ciencias ocultas que actúan como conseje­ pudiera asumir el cargo Je Gran Inquisidor. ros en determinados asuntos, desde la defensa de los intereses de la Iglesia hasta la forma de hallar la mejor forma de de truir a los monstruos usando unidades de caballería. El Concilio Supremo posee tres funciones: la primera consiste en ser un comité ejecuti\·o encargado de la dirección de la Inquisición. Emite direc­ [arbena( CJJlar3one, Q3ran �nquísíbor tivas para los Concilios de Fe, realiza recomendaciones para los El cardenal Marzone lidera la Inquisición. En virtud de sus creden­ nombramientos y a censos y trabaja con delegados de la Iglesia. Tiene la ciales, posee la capacidad de delegar su poder e infuntlir a los inquisidores potestad de disolver y crear nuevos Consejos de Fe en cualquier momento con el poder de la Iglesia. Es un hombre de carácter impecable, un cristiano y de obligar a cualquier grupo de inquisidores a que se desplacen a otra zona. que está convencido de que la Iglesia es la única defensa verdadera contra La segunda función consiste en actuar como Consejo de Fe en Roma. la maldad. Cree con toda certeza que la Inquisición es todo lo que queda El Concilio Supremo se encarga de aquellos casos demasiado delicados (o entre los monstruos infernales y la caíJa de la cristiandad. que involucran a personas muy poderosas) para que sean juzgados por una En drtud de su cargo de Gran Inquisitlor, el cardenal Marzone cuenta célula de inquisidores y un Consejo de Fe. En las cámaras secretas del con la autoridad del Papa en todos los asunros relacionado con la fe (en el Vaticano, sus miembros escuchan declaraciones de santidad (o de la falta ámbito de la Inquisición en la sombra). Trabaja como nexo Je unión entre de ella) de manos de obispos caídos y de nobles poderosos. El Concilio el resto de autoridades epi copa les y la Inquisición. A pesar Je ello, la Iglesia Supremo observa cómo inquisidores enmascarados colocan al acusado carece de autOridad sobre la Inquisición salvo mediante el cardenal, todo lo frente a ellos y consideran el caso presentado por su propio Advocaws que los clérigos pueden hacer es quejarse, lamentarse y amenazar (los pocos Fiscalis. El abogado presenta us cargos y permite que el defen or admita que conocen la existencia de la organización). El cardenal trabaja para la veracidad de sus palabras o se defienda de ellas. Tra el juicio, el Consejo preservar la integridad, la santidad y el secreto de la Inquisición. Supremo se retira a deliberar. El cardenal Marzone posee el control de todos los miembros de la El Concilio Supremo basa gran parte de su razonamiento al administrar Inquisición, desde el asesor de mayor rango hasta el sirviente más humilde. sentencia en la similitud existente entre la herejía y la alta traición. En sus ojos, Tiene control absoluto sobre el Concilio Supremo, ya que puede nombrar, aquellos que se sientan ame ellos están en una posición Jesde la que son transferir y destituir a sus miembros capaces de influir y corromper las almas de cientos de personas, por lo que la crea que alguien ha perdido su confianza y no actúe por el interés de la a voluntad. En el momento en que práctica de actos heréticos equivale a conspirar para Jerrocar a la cristianJaJ. Iglesia, puede decidir destituirlo sin Jar explicación alguna. No debe Ningún acto de herejía es inocente, ninguna comunicación con el enemigo es arbitraria. Suelen mitigar los castigos basándose en las circunstancias y en el justificar sus acciones, ya que su palabra es ley. cargo, aunque el castigo para los casos de alta traición es siempre el mismo: la la organización es absoluto y nadie cuestiona sus afirmaciones. Hasta la Las órdenes del cardenal nunca se ponen en duda. Su control sobre muerte. El Concilio Supremo prefiere la muerte por fuego (por supuesto, el fecha, no ha dado motivos para que alguien pueda contradecir sus órdenes hecho de arrastrar a personajes notables ante el Concilio Supremo es un acto directas, mantiene a la Inquisición en consonancia con Dios y no da que causa tantas repercusiones que se utiliza como último recurso. Siempre que órdenes contradictorias o frívolas. Es un líder justo y un hombre de sea posible, la Inquisición prefiere arruinar a los hombres poderosos con presencia imponente, aunque no siente compasión por los soldados de a métodos más sutiles, al menos en principio) . pie ni conecta con sus deseos, ya que está demasiado ocupado para La última función del Concilio Supremo es secreta, incluso para el preocuparse por sus informes. Es consciente de la importancia de los propio cardenal Marzone: el Concilio Supremo puede votar para apartar hombre que están bajo su mando, por lo que no duda en delegar el control al cardenal de su cargo. Si el cardenal Marzone cayera bajo los caprichos sobre aquellos que demuestran ser dignos de su confianza. de la maldad, arrastraría a toda la Inquisición. El Concilio Supremo se El cardenal Marzone no soporta la traición. Él es el responsable del encargaría de la sucesión del Gran Inquisidor para proteger la integridad destino de los hombres caídos de la Inquisición. Si un inquisidor fracasa de toda la empresa. El voto secreto debe ser unánime entre los miembros horriblemente en su posición de defensor de almas (no importa si fue del concilio para que puedan ordenar a sus inquisidores que capturen al sobornado, incompetente o careció de las agallas necesarias para llevar a cabo las órdenes de sus superiores), lo defenestra de su posición y lo envía cardenal Marzone y lo conduzcan a lo calabozos para iniciar el procedi­ miento de traición. Acto seguido se encargarían de realizar una votación entre ellos para decidir quién asume su lugar. de vuelta a su orden. Los rumores afirman que el cardenal posee unas mazmorras secretas en el Bosque Negro donde se encarga de los verdade­ Este hecho nunca ha sucedido. El cardenal Marzone es el primero y ros traidores. Otros rumores más oscuros sugieren que aquellos que caen hasta la fecha, el (mico hombre que ha ocupaJo el cargo de Gran en estas mazmorras son torturados para obligarles a confesar sus conoci­ lnquisiJor, y no existen planes para derrocado. Nadie trama contra el líder mientos de magia negra y sus alianzas con los demonios, extirpándose le la de la Inquisición, al menos nadie que haya sido detectado hasta la fecha. lengua para que no vuelvan a dirigir palabras demoníacas a los hombres de El Concilio Supremo nunca ha informado al cardenal de su capaci­ dad para eliminarlo sin Jar cuenta de ello, ya que nunca ha necesitado Dios. Acto seguido, el cardenal los libera para que vivan como renegados y sufran todas las afrentas posibles hasta el final de sus días. utilizar este plan de contingencia y no ve motivos para revelarlo. Puede En el caso de que un Concilio de Fe traicione a la Inquisición, el que en el futuro llegue el momemo en que el cardenal Marzone deba ser reemplazado por alguien más joven y capaz. El cardenal podría enfermar cardenal Marzone ordena al Concilio Supremo que envíe a sus inquisidores o volverse loco. Incluso podría caer en desgracia. La Inquisición debe Concilio Supremo despoja a los miembros Jetenidos de su poder e El derrocamiento del Inquisidor General no es un acto sencillo. La puede juzgar a lo� acusados como si fueran cualquier otro traidor. El resistir independientemente de que el cardenal siga liderándola. para detener a los miembros y traerlos hasta Roma para ser juzgados. El influencia tras su llegada a Roma. Acto seguido, el Concilio Supremo política de la Iglesia y del estado debe estar al iado Jel Concilio Supremo carJcnal Marzone no cree en la clemencia para aquellos que utilizan a la y tener la confianza del Papa. Solo él posee el poder y la fuerza para tratar Inquisición en beneficio propio, y Jeja que el Concilio de Roma se de forma adecuada a un Gran Inquisidor renegado y decrépito. El hecho encargue del juicio y del castigo de los culpables. de demostrar al Papa que el Gran Inquisidor no es digno de su c¡�rgo Si algún miembro de los rangos intermedios llega a llamar la atención requeriría gran cantidad de pruebas. Ello significaría que se debería del carJenal de form:1 positiva, debido a sus actos en el cumplimiento del .eber, este reconoce sus habilidaJes. Normalmente lo -�mociona a una célula activa, lo nombra miembro de un ncilio de Fe importante o lo traslada a Roma para que pase ·�rmar parte del Concilio Secrero. El cardenal Marzone no e; omnipotente, aunque reconoce el talento y desea ..::li.:arlo de la mejor forma posible. La Inquisición es inquisidores deben redistribuir sus tareas para cubnr [.¡ : necesaria. En cambio, grandes zonas del Reino de H gría carecen de ellas. Las células locales se reúnen en zona> ,e,;. ras y poco pobladas, operan de noche (cuanJ actividad del enemigo es mayor) y dejan tra, e1. en, y el carJenal quiere que los mejores miembros men ajes cifrados y rumores. Sus casas capitulares suelén :enren los puesros de liderazgo. Son necesarios actos desde casas privadas hasta catacumbas bajo la iglesia loe - ;:ran bravura para demostrar la lealtad y la inreligen- necesaria para pasar a formar parte del selecto ':""'�po de personas de confianza del carJenal . Dperacíones oor �uropa La Inquisición en la sombra ape­ en células cuyo tamaño varía de -� a varias decenas d e inquisidores. :. Lamaño de la célula cambia en • • . Suelen escoger lugares recogidos con espacio libre par guardar sus existencias y sus notas. Normalmente. estos lugares suelen estar localizados en com·en­ ros, iglesias, capillas y otras zonas que son a la vez lugares sagrados y seguros. Las células suelen disimular su pre- sencia ante cualquier persona que no sea miembro de la Inquisición. Cada casa capitular cuenta con una serie de signos secretos. Estos signos suelen señalar el camino hacia la casa capitular, aunque los miembros locales los diseñan para que sean lo más inocuos posibles: un aciÓn de la densidad de pobla- ojo grabado en una pareJ, una flecha, n local, de la influencia de la �Ia en la zona y de la necesidad una palabra clave compartiJa en grie­ '""' mquisidores. Las zonas m:ís tran­ itinerante debe poseer una carta de - las necesitan un menor número introducción y una lista Je símbolos .;,e mquisidores, mientras que aque- ·, con una ac tividad mayor ....¡uieren una supervisión mayor. ....¿ < :onas carentes de influencia go o en latín. Cualquier inquisidor para hallar la casa capitular. A pesar de que los campesinos no son cons­ cientes de las obras de las células, los enemigos de la Inquisición son unos -�;esiástica no suelen contar con seres asruros. Muchos inquisidores �-·ulas propias, ya que la lnquisi­ mueren debido a que el enemigo - n se preocupa por salvar la consigue seguir a algún miembro .::.. Hiandad, no las zonas periféricas hasta la sala de reunione �leras de paganos. Las células que operan en cada zona determinada mantienen infor­ El tamaño de las células tam­ :cn depen J�e . de de las necesidades. Si :•na carece de grandes núcleos mado al Concilio Je Fe local. El población pero posee núcleos nicación entre las células de Concilio de Fe posee canales de comu­ ;c:éricos ensusbosques (comoocu­ inquisidores y se encarga de mantener -e en Baviera), la custodia de los archii'OS y la comuni­ la célula suele estar ;:nada por una docena de miem-- s hasta que los problemas ::uenzan a despejarse. Si es nece­ :JO, pueden enviarse inquisidores �10nales hasta la zona problemá­ ::..:a para ayudar a las células nativas. de células activas en Europa. Una ::X:Sren inquisidores que cambian estimación aproximada inJica que :e célula a célula siguiendo el rastro cación con Roma, administrando los símbolos secretos y las cartas de pre­ sentación. El Concilio también audita a los n i quisidores y a su trabajo. Se desconoce el níunero toral este número oscila entre ciemos y :;,: la maldad. La Inquisición carece miles, aunque es más probable que el llL"l personal necesario para cubrir primer número sea el más correcto. Ja Europa, por lo que estos La Inquisición no es una organiza­ :-�uisidores se desplazan allá don­ ción demasiado numerosa y sus :.e se les necesita. Una vez que los �uisidores limpian una zona, pue­ ...cn moverse hacia la siguiente. Aquellas zonas que cuentan .. n la población necesaria (y una -�esencia activa del mal) suelen células se hayan muy dispersas. 2íneas be comuntcaeton ' ' / -.seer varias células. En París, por En un munJo JonJe las células cremplo, existen varias células que no abunJan, las reuniones son peran en equipo. La acriviJaJ en in frecuentes y los inrerc�mbios Jc c<ta ciudaJ es tan elevada que los opinión lentos, el mantenimiento de las líneas de comunicación se ha cOiwertido en un objetivo principal para la Inquisición. 0Jormalmente, los inquisidores se dedican a sus tareas diarias consistentes en obtener información. Cuando lo problemas aparecen, los inqui idores necesitan tener rápido acceso a la información de otras células, de bibliotecas, o de colecciones pri\·adas propiedad de otra órdenes. El Procuraror Fisca/is es el eje de la red de comunicaciones. Como parte de sus deberes, se encarga de archivar las pruebas de los casos así como cualquier carta que reciba de otros Concilios, entre los que se e nc uen tran aquellas provenientes del Concilio S upre mo. Merced a ello, se ha convertido en un recurso incalc u lable : cualquier inqu isidor puede solicitar el acceso a los archivos del procu rador situados en la cas a capitul ar del Concilio de Fe y obtener la información que necesite. El proc urador está obligado a entregarle la información solicitaJa si es te puede demo trar que la necesita . Cada Concilio de Fe posee un único Procuraror Fiscalis, ya que la organización carece de demasiados miembro experimentados como para permitirse el lujo de tener un número mayor. El procurador suele solicitar ayuda adicional, ya que la cantidad de daros generada por los inquisidores es Jcmasiado elevada para una sola persona, aunque hasta que la Inqui­ sición madure, los procuradores han de afrontar su trabajo en solitario. Los Concilios de Fe pueden llegar a abarcar :onas de varios cientos de kilómetros cuadrados, por lo que el proc urador puede verse obligado a hacer frente a los detalles de cada pequeño pueblo, cueva, bosque y castillo en el interior de los límites. El procurador envía delegaciones periódicas para conseguir infor­ mación para su biblioteca o de las células de la Inquisición. Naturalmente, se encuentra con algunas dificultades (la Orden Roja, por ejemplo, no se muestra demasiado dispu est a a entregar varios tomos antiguos que de criben va rios cultos heréticos), aunque como mín imo, cuent� con la au torida d necesaria para solicitar una carta que haga referencia a la información solicitada. También envía de legaciones a otros Concilios de Fe con el mismo propósito. El proc urador debe mantener la comunicación entre las cél ulas que informa al Concilio de Fe, motivo por el que se encargan de recibir y rellenar informes periódicos. Revisa los informes para extraer información que deba comunicar a otras células y los archiva en carpetas repletas de papeles y notas. Cuando en algunos de los informes aparece algo sospecho­ so, informa al Concilio de Fe y a las células cercanas de este hecho. 2as cínco órbenes Cada una de las cinco órdenes posee un destino distinto, aunque por el momento, la Inquisición les obliga a trabajar conjuntamente. Esto no significa que todos los miembros colaboren sin altercados. A menudo, la lealtad a la propia orden está por delante de la lealtad a la Inquisición, por lo que algunos inquisidores deben hacer frente a un conflicto de intereses mie mras llevan a cabo su trabajo. El inquisidor se encuentra dividido: i Está al servicio de los gobernan tes de su orden o está �1 servicio de la Inquisición ? iQué s ucede cuando los intereses de cada una entran en conflicto? Cuando algún miembro se encuentra con un conflicto de intereses, suele acudir a las enseñanzas y creencias de su orden. Con esta informa­ ción, debe decidir qué acción es más conveniente para él, para su orden y para la cristiandad. Las órdenes imprimen una identidad personal, una ;enda de fe y un camino hacia Dios en cada uno de sus miembros. Cohe ionan a almas apa ionadas mediante opiniones y creencias y las convierten en soldados de la cristiandad. Las órdenes no siempre se muestran dispuestas a cooperar. Un Ojo Je Dios siente algo más que molestia cuando un Caballero esgrime su e>pHJa y se introduce en un cas til lo, y una Hermana se pregunta si su amiga, una Herman a de la Orden Roja, en verdad necesita otro vial de sangre de demonio. Sin embargo, el gran desafío de trabaj ar para la secreta y sagrada Inquisi ción suele atenuar esos prej u icios, impuls ándolas a colaborar entre ellas para conseguir un bien mayor. Las descripciones de las órdenes de las páginas siguientes se estructuran de la siguiente forma: Título: Nombre de la orden. Resumen: Breve descripción de la hisruria, creencias y estructura de la orden. Apariencia: Aspecto de un miembro de la orden, incluyendo sus hábitos y estándares (en el caso de órdenes clericales). Iniciación: Métodos estánd ares por e l que un peregrino pu ede llegar a forma parte de la orden. Organización: Breve explicaci6n de la jerarquía de la orden. Posesiones: Locali zaci ón de las casas capitulares más importantes de la orden. Virtud Superior: Virtud Superior más val orad a por la orden. Bendiciones: Categoría de Bendiciones en la que la orden está especializada. Maldiciones: Categoría de Maldiciones que suele afectar a la orden con mayor frecuencia. Beneficio de la Orden: Efecto en términos de juego de los beneficios de la orden en caso de que el jugador decida aceptarlos (consulta el capítulo cuatro). Inconveniente de la Orden: Lo bueno siempre está acompañado de lo malo. Si un jugador decide aceptar los beneficios, debe aceptar los inconvenientes. Creación del Personaje: Sugerencias pMa que los jugadores sepan los Rasgos que son más adecuados para los personajes de la orden. Recuerda que tan solo son sugerencia·, no reglas obligatorias . Frase: Comentario típico de los m ie mbros de la orden. Estereotipos: Conceptos que la orden posee sobre el resto de la Inquisición, el Rebal'ío y el Enemigo. Drben be (os [aballeros 9Jlenbícantes be fa 1)asíón be fa G:ru3 be 9cre i Porraremos nuesrro acero hasca los lugares infecwdos de monsmws para desmtir/os en SILS propias guaridas! Una noche, un pequeiío grupo de Caballeros Teutónicos y Caballe­ ros de Santo Tomás, liderados por Gauthier de Dampiere, robaron una astilla de la cruz verd adera Je Acre. La escondieron en un carro, protegida por sebo de cerdo de los sentidos aguzados de los monstruos que se escondían entre los Cruzados y los sentimentalismos religiosos de sus enemigos musulmanes. Por tierra y por mar, la reliquia viajó hasta una pequeña fortaleza situada en la isla de Chipre. Allí, los Caballeros la enterraron en la capill a de la reba utizada Fortaleza de la Cruz. Esa noche, mientras rezaba fren te al altar, Gauthier reunió al nlicleo de una nueva orden de caballeros que debería luchar contra la creciente osc urid ad : los Caballeros Mendicantes de Acre. Esta orden fue creada por antiguos miembros de los hospitalarios, los caballeros teutónicos, los templarios y la Orden de Santo Tomás. Solicitaron el reconocimiento oficial en 1 2 1 7 y 1 21 8 . El Papa Honorio III, sucesor de lnocencio lll, formalizó la orden en 1 2 1 9 mediante una bula papal y le otorgó derechos y deberes monásticos similares a los de los Caballeros Hospitalarios de San Juan y los caballeros templarios. El Papado otorgó a los Caballeros determinados privilegios, entre los que se incluía la independencia de cualquier autoridad espiritual o temporal salvo la de Roma, la exención de diezmos, protección de las interdicciones de los obispos y el derecho a tener sus propios clérigos, ceremonias y cementerios. A cambio de ello, Roma les encargó la protección militar de las almas de los peregrinos de Tierra Santa, la sagrada defensa de la cristiandad y la destrucción de herejes, monstruos, brujas, nigromantes y demonios. Los Caballero han unido la vida monástica con la militar. Además de entrenarse en el uso de las annas, juran sus votos para someterse a la Norma de la Orden, mantenerse castos y vivir en la pobreza con la excepción de sus armas y sus monturas. Estm votos son vitalicios y ponen de manifiesto su dedicación ante Dios y la Iglesia. Los Caballeros castigan cualquier violación de sus voros o su Norma con penitencia, peregrinación y castigos físicos. Aquellos que rompen sus votos de forma maliciosa se enfrentan a una posible expulsión de la orden y a la excomunión de la Iglesia. El abandono de la orden de forma voluntaria es un acto muy serio. Solo el Gran Maestre puede liberar a un peticionario de sus votos tras una larga deliberación. Una vez que lo ha liberado, la orden lo despoja de roJos sus derechos, responsabilidades, títulos, armas y monturas adquiridas durante su estancia en la orden. El antiguo Caballero es expulsado de la orden sin ninguna oportunidad de retorno, aunque conrinúa siendo un buen cristiano a ojos de la Iglesia. Los Caballeros poseen una rígida jerarquía militar. El jefe de la orden es el Gran Maestre, Gauthier de Dampiere, un guerrero incansable. Su fuerza de voluntad se halla encerrada en un cuerpo marchito por la edad. Como Gran Maestre, Gauthier es el jefe de las lenguas, nombre que sirve para designar a los repre;encanres de la orden en los distintos países. En la actualidad existen ocho lenguas (Provema, Auvergne, Francia, los Esta­ Jos Papales, Aragón, Castilla, el Sacro Imperio Romano e Inglaterra). �5tereotípo5 La Lucha: La misión de luchar contra las hordas del mal no solo sirve. para proteger Tierra Santa 9 a los peregrinos, sino también a la propia cristiandad. El Enemigo: Los monstruos infectan cualquier aspecto de la vida, adentrándose en las instituciones más sagradas. Debemos destruirlos utilizando cualquier medio necesario. El Rebaño: Debemos proteger a los inocentes y apiadarnos de aquellos que caen en la batalla. La Orden Roja: Nuestros Hermanos Rojos pueden encon­ trar la luz del conocimiento en casi cualquier lugar, aunque suelen olvidar que el hecho de mirar fijamente una luz brillante puede conducir a la ceguera. Hermanas de San Juan: La meditación y la paz son unas virtudes sabias cuando la guerra ha finalizado y la sangre de los monstruos tü1e de rojo el campo de batalla. La Casa de Murnau: Pueden eñtir la maldad, algo positivo, aunque lo realmente importante es destruir la maldad que sienten con las armas de la justicia. Oculi Dei: Los Ojos son unos cobardes que se ocultan en sus cuevas. Pt;rmanecen con plumas en las manos mientras los hom­ bres reales hacen el trabajo de Dios. _ CaJa lengua recibe informes de los grupos de Comandantes, existiendo de uno a doce Comandantes por lengua. Tras los Comandantes se encuen­ tran los comandantes de campo, las unidades de caballería, la infantería pesada y ligera y las unidades regulares. Si la orden necesitara seleccionar a un nuevo Gran Maestre, los Comandantes de las lenguas se reunirían en secreto y procederían a votar a un nuevo candidaro. De momentO no ha habido ninguna necesidad de ello, aunque si la orden desea perpetuarse en el futuro, llegará el momento en que este procedimiento será necesario, por lo que Gauthicr de Dampiere ha preparado a sus caballeros a conciencia. En el campo de baralla, los Caballeros son capaces de blandir cualquier arma, desde una antorcha hasta un ejército. Los Caballeros atesoran reliquias y armas, planos y mapas, hombres, caballos y monturas. Los Comandames lideran a la infantería ligera, la infantería pesada y las unidade de caballería al cora:ón de la oscuridad. Los Caballeros no muestran piedad ante sus enemigos, y éstos a su vez les responden de forma recíproca. La orden no está tan dispuesta para morir por Dios para matar a Sus enemigos. Todo Caballero debería sobrevivir a un combate para poder participar en el siguiente (aunque la orden alaba la muerte gloriosa al servicio de ella). 1 o creen que muchos de sus miembros mueran de viejos, aunque están convencidos de que el deber sagrado de un caballero con iste en matar a tantos herejes como le sea posible. Los cementerios de los Caballeros están repletos de cuerpos Je aquello que cayeron al servicio de la orden, mienrras que sus monasterios continúan albergando Caballe­ ros ansiosos por proseguir la lucha. Apariencia: Los Caballeros Je Acre utili:an un manro blanco en el que hay grabada una cru: desmembrada en color rojo. En épocas de guerra, los Caballeros visten una camisola blanca con el dibujo de la cru: desmembrada en rojo. Normalmente suelen montar caballos blancos. Iniciación: Un método Írecuenre para ingresar en la orden consiste en ser un caballero prominenre de otra orden (ver página 54). Esto> individuos ya han demostrado su valía en el campo de batalla, por lo que olo deben someterse a una ceremonia de iniciación secreta que les Ile\'a directamente a un camino rápido para promocionar hacia los altos rangos. Otros suei'ian con enfrentarse a los servidores de Satanás. Esto:, miembros deben demostrar su valor en el campo de bmalla contra un enemigo conocido, donde reciben el título de Soldado. Tras hacerse los. Los atributos Físicos suelen ser primarios, así como las Habilidades. dignos de ello, deben someterse a un elaborado procedimientO de inicia­ Los Caballeros suelen tener Trasfondos de Aliados, Mentor 'l Posición. Su ción donde prometen sus votos, juran servir a Virtud principal es Coraje. Cristo y reniegan de rodas sus posesiones. 2a Drben :Jtoja Organización: El rango meno importante de los Caballeros de Acre es el de Soldado. Estos individuos, considerados como infantería ligera, El conocimiento esrá al alcance de nuestros sirven para mantener en buen estado las armas y dedos. iQué ley nos obliga a no ucilizar el conoci­ las monturas y luchar en primera línea de batalla. miento del lnfiemo comra sus sirvienres 1 El rango más frecuente es el de Caballero, solda­ Teodosio nació en el año 8 1 2 d.C. en el dos que viajan solos o en compaiiía (o formando seno de una rica familia griega sumida en la parte de una célula) por roda Europa. La orden herejía del maniqueísmo. Pasó gran parte de su juventud leyendo las obras de los filósofos grie· les asigna caballos, armadura, armas y escuderos. Estos Caballeros pueden buscar cobijo en cual­ gos, las enseñanzas de los gnóstico , los trabajos quiera de las muchas mansiones, hospitales y de alquimia y los estudios de ciencias naturales. demás posesiones de la orden. En su época juvenil viajó por todo el mundo, Los miembros más distinguidos ascienden a coleccionando tomos arcanos, entrevistándose las unidades de caballería, más tarde a coman­ con los imanes de Siria y buscando las obras dante de campo y después a Comandante. Los perdidas de Herme Trimegisto en Alejandría. Comandantes se encargan de liderar desde un pu­ Se familiarizó con múltiples filosofías heréticas, así ñado de Caballeros a ejércitos enteros. Un como con el panteísmo, el budismo y el Islam. Comandante de lengua podría llegar a ascender a Gran Tras varios años viajando sin encontrar res­ Maestre tras la destitución del Gran Maestre actual. puestas a las preguntas que ardían en el interior de su alma, Los Caballeros más alejados del cuerpo central de la orden Teodosio informan al oficial superior más cercano. Si el Caballero se encuentra solo y sin posibilidad de establecer contacto con ningún miembro de su orden, a ume que el oficial de más rango en el campo de batalla es él mismo. Posesiones: Los Caballeros de Acre (como orden, no como indivi­ duos) poseen mansiones, hospitales, monasterios y tierras por toda Europa y el Reino de Jerusalén. Muchos castillos albergan unos 50 hombres. Las mansiones cuentan con un número considerablemente menor. u posesión más importante es la Fortaleza de la Cruz, situada en Chipre, una fortaleza militar cercana a Nicosia. La orden cree que una astilla de la Cruz Verdadera se encuentra enterrada en un relicario de oro tras el altar de la capilla principal. Para honrar la astilla, los Caballeros celebran la ceremonia de la Adoración de la Cruz en Viernes Santo. Otras posesiones importantes incluyen el Cháteau Au-dessus de Poitiers en Francia y la Fortaleza de los Santos en Ausburgo, así como los incluidos en el Capítulo Dos. Virtud Superior: Celo. Bendiciones: Los Caballeros recibenlas bendiciones de las Investiduras. se dirigió a Roma. Allí experimentó los estigmas, luchó contra un vampiro poderoso que se escondía bajo las catacumbas de la ciudad y se convirtió al catolicismo ortodoxo en presencia del Papa. Sus investigaciones le condujeron hacia tentaciones y enfrentamientos con poderes oscuros, por lo que reconoció el rigor de la vida monástica para mantener su mente clara y su alma pura mientras realizaba sus búsquedas en temas prohibidos. Al poco tiempo ya tenía un pequeiio grupo de seguidores en Roma. Su pasión por la inve tigación lo hizo famoso y su conversión atrajo a toda clase de eruditos europeos a su lado. La orden tuvo un inicio difícil. Aunque fue fundada por una bula papal publicada por el Papa Benedicto III, en la que declaraba la creación de la Orden de San Teodosio de la Abadía de San Denis, más adelante conocida como la Orden Roja, fue revocada por el Papa Honorio acusán­ dola de herejía y brujería. En el transcurso de una petición para restaurar una abadía, su pasado salió a la luz, junto con sórdidas acusaciones de brujería instigadas por altos oficiales de la Iglesia. La orden perseveró mediante cuidadosas maniobras políticas y una cuidadosa presentación de pruebas contra los cargos, aunque la Iglesia continuaba mo trando su Pueden utilizar sus reservas internas para incrementar su fuerza, su paz de preocupación por la existencia de la orden. San Teodosio murió el afio espíritu, su velocidad o la rapidez de curación de us heridas. 8 7 1 , dejando tras él gran cantidad de diarios, investigaciones, escritos y Maldiciones: Los Caballeros de Acre sufren Interdiccioncs que restringen sus acciones. El voto más importante consiste e n una Algunos afirman que el santo ensució su obras con trabajos de magos, lealtad inquebrantable a la orden, seguida de los votos de castidad y dejando tras él pistas que apuntan hacia una senda de poder. Los miembros pensamientos que acabaron convirtiéndose en la espina dorsal de la orden. pobreza. Otros aspectos de los voto incluyen la abstinencia, el ayuno, de la Orden Roja continúan trabajando para desvelar los secretos de San el silencio y la oración. Teodosio. Otros afirman que aquellos que tuvieron éxito en esta empresa de la Orden: Los Caballeros de Acre poseen el mayor desaparecieron en alguna contienda contra un poder oscuro que no número de reliquias de roda la cristiandad. Algunos les acusan de compor­ pudieron controlar. Muchos miembros de la Orden Roja afirman que las tarse de forma fetichista con estos objetos, aunque otros calhm cuando obras son benignas, en su mayor pnrte tratados avanzados de los trabajos Beneficio contemplan los efectos que una hoja ungida produce sobre la carne de un filosóficos de Sócrates y Aristóteles. A pesar de todo, la Orden Roja oculta demonio y no echan más leña al fuego. Si el jugador decide que su los trabajos más controvertidos de San Teodosio de los ojos Je la Iglesia. /Los protegen de aquellos que malinterpretarían su contenido u ocultan personaje se beneficie de esta característica, recibe tres puntos gratis en su información que condenaría a la orden? Trasfondo de Reliquias Sagradas. Inconveniente de la Orden: Los Caballeros de Acre no ceden sus La vida monástica en la orden es ordenada y activa. La Orden Roja preciadas reliquias a cualquiera. Cualquier personaje Caballero que sea cree que la vida monástica paraliza la mente y los sentidos, por lo que sus portador de una reliquia sagrada se comportará de forma pedanre con sus miembros la orden se dedican al estudio, a las discusiones, a la enselianza compañeros. En términos de juego, el jugador deberá realizar las compro­ y a otras misiones intelectuales. La investigación está a la orden del día. La baciones de pérdida de Devoción como si la runtuación del personaje alquimia es popular, así como cualquier conocimiento que ayude a fuera superior en uno a lo que realmente es. conocer más detalles sobre el enemigo: el aprendizaje de las creencias Creación del Personaje: Los Caballeros suelen poseer conceptos militares. La 1 aturaleza Galante y el Impulso de Vanidad suelen gobern ar heréticas, - el esrudio de los hábitos alimenticios de los monstruos y la memorizaci6n de encantamientos demoníacos. Cualquier cosa que no sea n malleficium expreso está permitida a la Orden Roja. Algunos definirían .,ue esta investigación constituye una herejía y por lo tanto anularía la .antidad de la orden, aunque la misma no suele dejar que estos detalles .algan a la luz. La Orden Roja suele referirse a esta clase de investigación La Lucha: La filosofía es sencilla: utilizar todas las herramo "conocer las herramientas del enemigo". mientas disponibles para derrotar al enen}igo, incluso si estas Como estos estudios pueden abocar a un Hermano a la tentación, la herramientas pertenecen al enemigo y las armas son sus armas. ;.1en establece rígidos códigos de conducta entre sus miembros. La orden El Enemigo: El Enemigo es inteligente, está preparado y < ciñe a la Norma de San Teodosio, escrita a partir de la dilatada vida del posee una gran diversidad de armas. El único camino hacia la .mto, así como de sus observaciones y sus experiencias. La mayor parte de victoria pasa por conocerlas a fondo. ... \forma está relacionada con la conducta personal, subrayando la ·El Rebano: iQué podemos aprender de las heridas y de la -ecesidad de humildad, obediencia a los superiores, reverencia por Dios y disposición de los cuerpos de los heridos? Es probable que nuestra , oración, la distribución de las posesiones y la necesidad de que todas las presa utilice unos métodos concretos para· atacar y obedezca un �,·estigaciones acaben dando "buen fruro". El restO de la Norma describe ciclo de necesidad de carne. " castigos que se aplican a un Hermano que caiga en desgracia y se vea Los Caballetos de Acre: Unos fieros guerreres que ignoran -,·olucrado en actos heréticos. Los castigos giran alrededor de la peniten­ las verdaderas aFmas que pueden llevar al campo de batalla. cia y de la oración, aunque considera la Hermanas de San Juan: Nuestras hermanas en la lucha, han expulsión como castigo adecuado para aprendido fortatez;a interior aunque sucumben a sus visiones los crímenes más ruines. Muchos infernales. miembros de la orden susurran his­ La Casa de Murnau: Pueden oÍer la maldad a su manera. Es torias de Hermanos que se probable que una vez que hayamos estudiado su habilidad podaapartaron de la Norma de San mos replicarla y efe esta forma, consigamos disminuir la presencia Teodosio y sucumbieron a la atrac­ de esta casa maldita. ción de los rituales de magia negra. Oculi Dei: Atesoran grandes cantidades de información y La orden debe cumplir una conocumento que no comparten con lqs demás. norma estricta: no puede reali­ -·--zar ninguna cxperimentaciún o investigación fuera del recinto de la abadía bajo pena de expulsión y excomunión. Esta norma se basa en el testimonio de Evera;­ de Gascuña quien, hace un siglo, empujó la voluntad divina demasiado lejos. Ocultó sus inveW�4ciones en una cueva en los Pirineos y atrajo a buenos hermanos a su lado. Su curiosidad les lle' a practicar hechicería en secreto. Habían dejado de ser buenos cristianos para formar un culr y lo que invocaron trajo la condenación y el dolor por todo el monasterio, arrasándolo p completo. Nadie sobrevivió. Las noticias del incidente circularon a través de los pueblos cercanos. El incidente :1 pudo permanecer oculto, ya que dejó demasiados testigos y demasiados cuerpos. La Ordc:­ Roja se salvó gracias a la rápida intervención del abad Gualhard de Mozencs de Tolosa ..;�­ se encargó de incinerar los materiales ofensivos y reforzó la Norma de San Teodosio. Aun..¡._e la posición de la orden no fue revocada (debido en gran parte a las maniobras política, _:._ abad y sus conexiones con el Papa Alejandro Ill), en la actualidad, la gente se acerca a : miembros de esta orden con recelo, como si fueran capaces de desarrollar colmillos y comen: a entonar cánticos demoníacos en cualquier momento. El secreto mejor guardado de la orden (consistente en que sus miembros más ama.: sufren estigmas) constituyó la piedra de wque en las negociaciones con el papado en tiem;x­ de necesidad. Según la doctrina de la Iglesia, ser portador de las marcas de Cristo constiru'e signo de gracia de la que solo son dignos los fieles más devotos. Una sola palabra del Papa r� derrumbar a la orden, aunque la sangre de Cristo evitó en más de una vez que tomara esas med!Los eruditos admiran a la orden, aunque se refieren a ella en susurros. Se rumorea qlle miembros de la orden son capaces de canalizar milagros de Dios y maldiciones satánicas. Sus r ;rojos crean una sensación de miedo y excitación entre los que les rodean. Algunos miembrL' Je Iglesia y de la elite intelectual se preguntan si la Orden Roja posee planes propios (basado' e:: relación con los demonios o una guerra secreta que utilizan para manipular la Iglesia en ber.e-propio). Algunos asintieron cuando salieron a la luz pruebas que apoyaban estas idea,, .J.C-... briéndose que varios doctores en teología habían manipulado una pequeña di{x.:-t· Gascuña con la ayuda de su influencia sobre la Iglesia. Resulta interesante 'J�é diócesis estuviera próxima al lugar donde estaba ubicada la abadía que fue de-:� por fray Everard. Aunque estos hombres fueron severamente castigados por h la Iglesia se pregunta cuántos oficiales de medio y alto rango han acab.! convertirse en marionetas de la elite de la Orden Roja. Apariencia: Los Hermanos de la Orden Roja utilizan ropas rojas celiida· r ­ cinturón de cuero negro. Las Hermanas usan hábitos rojos ceñidos por un cinturón �e y un rosario. Iniciación: La Norma de San Teodosio describe la iniciación de los jóvenes en la L ­ Roja. Los miembros de más edad de la orden reclutan a los jóvenes y les hacen tomar r :-- �stereofípos • · • • · - . • �, • - - _ --­ - - rigurosos entrenamientos físicos, psicológicos y reológicos. Su primer año constituye un período de prueba. Durante ese año trabajan al servicio del resto de los miembros de la orden y pueden ser despedidos por cualquier infracción. Los candidatos pueden entrar a formar parte de la orden a la edad de 1 2 ai'ios si demues­ tran que poseen la capacidad intelectual necesaria. Aquellos jóvenes que se convierten en novicios reciben formación en idiomas, filo­ sofía, literatura y teología. La Orden Roja prefiere "domados jóvenes", ya que es consciente de la dificultad inherente en educar a un adulto. Organización: La Orden Roja no posee un líder definido, cada una de las abadías ele la orden informa ele forma directa al cardenal Marzone. En el interior de la orden no existe una organización rígida, aunque los distintos priores son elegidos una vez al ai'io ele entre los miembros. La Orden Roja otorga título para los profeso­ res. Muchos reciben el título de Licenciado en Teología, encargándose de las materias menores, como gramática latina. Los Maestros en Teología dirigen a varios Licenciados y dominan materias más complicadas, como las Santas Escrituras, filosofía o ciencias ocultas. Un Doctor en Teología es un investigador experto capaz de exponer con profundidad varias materias ocultas. Posesiones: La abadía de mayor tamaño es el monasterio de Laurendine situado en Tolosa. Este monasterio alberga la mayor bibliote­ ca de la orden situada en tres torres en espiral. En el interior de sus muros viven más de 300 miembros de la orden. La orden también posee el convento de Santa Escolástica en Roma, un edificio al cuidado de las Hermanas Rojas. En el interior del edificio existe otra gran biblioteca, así como el cuerpo y las reliquias de San Teodosio. Las leyendas afirman que si se tocan las reliquias sagradas del santo, éste otorga al penitente una visión de la mente del Enemigo. Virtud Superior: Sabiduría. Bendiciones: La Orden Roja está excepcionalmente dotada en la manipulación del Arre Sagrado. Su senda principal, Boni S¡Jirirus, le permite conseguir gran cantidad de efectos, incluyendo mantener a los demonios a raya y convocar justicia divina. Maldiciones: Los miembros de la Orden de San Teodosio sufren de estigmas: sus palmas sangran, sus espaldas les duelen como si hubieran sido azotados y sus frentes sufren un dolor producro de cientos de espinas invisibles. Algunos sufren heridas supurantes en el costado. Beneficio de la Orden: Algunos Teodosianos han estudiado libros heréticos y malvados que han recuperado de las bibliotecas de herejes impenitentes y adoradores de demonios. Aunque este hecho posee el efecto secundario de rentarlos hacia la herejía y la corrupción (ver más adelante), también les otorga conocimiento (y por lo tanto, poder). En términos de juego, los conocimientos que el personaje posee sobre las herejías y los demonios les otorgan tres puntos gratuitos en Trasfondos Expuestos. A pesar de ello, tanto los jugadores como el Narrador deberían tener presente que esta información se ha conseguido a partir de libros, no como experiencia personal. Por esre motivo, el personaje podría sentirse sorprendido cuando una criatura se comportara de forma distinta a la que indican los libros. Inconveniente de la Orden: El estudio de textos prohibidos se cobra su precio en la cordura del lector y le tienta hacia sendas oscuras. Los Teodosianos que estudian conocimientos ocultos se encuentran con que tienen dificultad para resistir sus impulsos más básicos. La dificultad para evitar actuar por Impulso en estado Insensible se eleva en un punto en el caso de estos personajes. Creación del Personaje: Los miembros de la Orden Roja prefieren los conceptos intelectuales. La categoría de Atributos Primarios suele ser Mental, así como los Conocimientos. Los teodosianos suelen tener una Naturaleza Autócrata y un Impulso de Dominación. Los Trasfondos más frecuentes incluyen Mentor, Casa Capitular y Posición. Su Virtud principal es el Autocontrol. {)ermanas be (San 3uan Veo en mis visiones que con la caída de las rojo de la luna la mano dit1ina llegará hasta los fieles y desrnúrá a los infieles con hojas y el rime espadas inflamadas. El primer suceso que confirmaba la exis­ tencia de las Hermanas de San Juan ocurrió en 1 2 1 7, cuando sor Teresa, una famosa vi­ dente castellana viajó hasta Roma para solicitar la creación de una nueva orden feme­ nina. Con la ayuda de Otro von Murnau y del cardenal Ugolino, fue capaz de obtener el recono­ cimiento de la orden. El Vaticano otorgó a sor Teresa un convento y un hospital en Tiro. Allí, las hermanas asumieron los votos de San Agustín, recitando los Oficios Divinos de acuerdo con el Ritual del Santo Sepulcro, viviendo en celdas austeras y pasando gran parte de su tiempo meditando sobre la naturaleza de Dios. Aunque el hospital original estaba en muy mal estado, prosperaron merced al trabajo duro. La orden obtuvo gran fama gracias a sus esfuerzos en Tierra Santa, en especial al apoyo y a la ayuda que prestaron a las tropas que participaron en la Cuarta Cruzada. Las monjas permanecieron en el hospital de Tiro durante siete años, hasta que en 1 222 los sarracenos destruyeron el convento. Los miembros de la orden tuvieron que migrar hacia el oeste y durante diez años fundaron conventos en Castilla, Francia, la península italiana y Alemania. La vida de las Hermanas de San Juan gira en torno a la oración. Las Hermanas meditan sobre los misterios de Dios y se reúnen durante las oraciones diarias. En los conventos los miembros ayunan, mantienen votos de silencio salvo en la recitación del Oficio Divino, viven de forma estricta y meditan durante largos períodos de tiempo. Esta forma de vida les ayuda a mantener sus visiones a raya (visiones aleatorias y violentas que se desencadenan al tocar determinados objetos, al contemplar una pintura o al evocar un día de verano. Al tocar una espada ven los rostros de las víctimas pasadas agonizando bajo el acero. Un cementerio les revela un desfile de fantasmas). El acto de tocar un atizador de hierro puede desencadenar horribles visiones de los momentos en que fue utilizado como instrumento de tortura. Cuantas más cosas ven, más cosas recuerdan. Las visiones se arremolinan en sus cerebros como demonios surgidos de pesadillas. Sus vidas austeras les permiten controlar sus visiones, sus pensamien­ tos y sus actos. La meditación y la fe permiten que las visiones sean predecibles y les ayuda a erradicar el horror de las mismas. Los momentos de paz calman sus mentes y reducen el dolor. La oración les ayuda a enfocar sus visiones en cosas más útiles y placenteras que el asesinato, la violación y los ataques violentos. La religión les transmite la paz de espíritu necesaria. Las visiones son aleatorias y poderosas. La fuerza y la imprevisibilidad de la Visión aterrorizan a las novicias jóvenes. Los muros de los conventos resuenan con las oraciones que emanan de celdas cerradas. Pocas Herma­ nas jóvenes abandonan el convento y menos aún salen fuera de sus celdas. Conformen envejecen, las Hermanas se sienten impulsadas a actuar para mitigar la maldad de sus visiones, incluso aunque para ello deban pagar un precio elevado. Saben que el hecho de pasar toda su existencia en el convento no servirá para detener las visiones para �mpre, solo las mitigará. Sienten que contribuyen en mayor medida 'llpartiendo la información de sus mentes que deteniéndola con mos y oraciones . En algún lugar hay alguien armado con una espada � n la volunrad necesaria para seguir us indicaciones con d fin de :ener cualquier fuente de maldad. Estas Hermanas abandonan la seguridad de sus conventos para viajar : el mundo, donde acaban fundando pequeños oasis de pa: y sanridad albergues y hospitales secreros en los que cuidan de las menres y las -nas de aquellos que luchan contra el mal. Las Hermanas nómadas han cado unH clase de santuario especial: el convento eremítico. Este -.wario puede esn1blecerse en cualquier parte, incluso en el campo de - ·alla. Solo se necesita un refugio y la presencia de una Hermana de San n. Muchos Caballeros, guerreros y videntes llegan a las puertas ue estos nwnros en busca de descanso y cu ración. Las Hermanas ayudan a estos acionario en la curación uel cuerpo y el alma, colocando compresa """ en las heridas y dispensando sabiduría con sus visiones (leyenuas nas o victorias por venir). En el caso ue algunas Hermanas, la Visión se desencadena de forma lenta y no cxi te ningún convento que sea capa: .... controlarla. Algunas de estas monjas su ·-'llben a la visiones de maldad que se . lpan en sus mentes y las aúllan a cual- .era que esté dispues to a escucharlas. gritos se agolpan creando mulri.J de frases • · �stereotípos La Lucha: Hasta que el mundo quede libre de mancha, existirá d dolor y la muerte a manos del mal y nosotras seremos sus testigos. El Enemigo: Las obras de los monstruos contaminan la senda natural del alma que discurre entre la Tierra y el Cielo. Solo si logramos detenerlas podremos disfrutar de paz verdadera. El Rebaño: Podemos ver sus destinos mientras caen en las garras de los demonios del Infierno. Podemos elegir: intentar salvarlos una vez que el destino l�s ha reclamado o curar sus almas antes de que ocurra lo peor. Los Caballeros de Acre: Hombres y mujeres de Dios que toman la espada y luchan en nombre de Dios, Cris to y toda la cristiandad. La Orden Roja: Reciben el norn_bre por el color de sus ropas, mas cuando les miramos, vemos sangre. La Casa de Murnau: Aquellos que tengan fe, triunfaran, aquellos que no résistan a las .renraciones, caerán. Oculi Dei: Una extraña mezcla que'no es capa: de hallar el verdadero descanso porque no co�parren lo que ven y meditan sobre ello. -• en rre c o (radas en lenguas oh-idadas que pro· fetizan el fin del mundo. . Aparienc·ia: Las Hermanas usan hábitos negros con cap uchas blancas. Utilizan largos rosarios y ciñen sus hábitos con una cuerda dorada . A menuuo usan guantes ne­ gros. Muchas Hermanas de San Juan caminan con los pies desnudos. Iniciación: Las mujeres que expresan su interés en unirse a la orden deben �ometerse á una inves­ tigación sobre su . pasado y su linaje. Si la superan, ingresan en la orden como novicias. Se les ñarles las oraciones del Oficio Divino. Tras un m'io ue prueba, el resr o de miembros de la orden real izan una votación para ratificar su au misión. Aquellas candidatas que no la superan son de pedidas. Tras su aceptación, las novicias juran los votos, el igen su nombre sagrado, ingresan en el convento y se convierten en Hermanas de San Juan. Organización: Las Hermanas de San Jua n mantienen un orden poco estricto entre ellas y sus conventos. Todas las monjas comienzan sus carreras como novicias. Más adelante se convierten en Hermanas. Mu­ chas de ellas continúan siendo Hermanas durante el resto de su carrera. Existe una Madre Superiora en cada convento que se encarga de los asuntos diarios y de la asignación de tareas para el resto de Hermanas. Posesiones: Las Hermanas de San Juan poseen propiedades en Francia, !heria y el Sacro Imperio Romano. Su principal casa capitular rs la Abadía de San Juan Evangelista, situada cerca de la casa natal de Teresa en las afueras de Madrid. El cuerpo de Santa Teresa está enterrado en la capilla principal. También poseen un importante convento eremítico, el Convento dr la Santa Madre, para meditar y discutir sobre la naturaleza de Dios, en Aquisgrán. Mu chos reyes y caballeros, cansados de las cru zadas, viajan grandes distancias para recluirse en compañía de las Hermanas y meditar sobre sus pecados. Vi rtud Superior : Fe. Bendiciones: Las He rmanas de San Juan está n dotadas con la Palabra del Señor. Utilizan salmos poderosos en su cruzada contra el Enemigo. Maldiciones: Cuando meditan sobre la naturaleza de Dios y las palabras de Cristo, las mentes de las Hermana \·agan hasta el juicio Final. En e e momento sufren horribles visiones de muerte, llamas ardientes, tor.turas y demonios del infierno. Una vez que las visiones se desencade­ nan, no pueden detenerse con facilidad. Beneficio de la Orden: Muchas Hermana; de San Juan recibe n visiones divinas. Estas visiones siempre poseen una ca usa (algunas hermanas las sufren al tocar un objeto, al verlo, al hacer el signo de la cruz o en sueños). Estas visiones no son placenteras y suelen ser premonitorias (muestran sucesos futuros) o postcognitivas (muestran el pasauo). Animamos al Narrador a decidir el momento preciso en que tales visiones se desencadenan, así como la información que imparten. Si u n personaje desea desencadenar una de estas vi iones, uebe gastar un punto de Fuer:a de Voluntad y superar una tirada de Percepción + Empatía (la dificultad varía dependiendo de la fuerza de las impresiones emocionales; consulta el poder de Auspex El Toque del Espíritu en la página 148 de Edad Oscura: Vampiro) . La superación de la tirada hace que la Hermana reciba una 1·isión que varía en intensidad y utilidad en función de los éxitos obtenidos. Un fracaso no da ninguna información, mientras que una pifia activa el inconveniente de la orden (ver más adelante). Inconveniente de la Orden: No todas las visiones (de hecho ni la mayoría de ellas) que reciben las Hermanas son benévolas. La mayoría de las veces, las Hermanas contemplan sangre, muerte y horrores apocalípticos, incluso cuando estas visiones les otorgan información. En tér­ minos de juego, cada vez que una Hermana reciba una visión que incluya un elemento espe­ cialmente horrible o intente inducir una visión y pifie, el jugador debe realizar una tirada de Coraje (dificultad 7). i la tirada tiene éxito, el personaje resulta ileso, pero si falla, la desgracia­ da Hermana pierde un punto de Fuerza de Voluntad, y una pifia hace que el personaje pierda un punto adicional de Convicción. Creación del personaje: Las Hermanas de San Juan dependen de sus talentos innatos y sus personalidades generosas. A menudo poseen una Naturaleza Penitente que en ocasiones se convierte en un Impulso Masoquista. Lo Atributos ociales y los Talentos suelen ser primarios. Los Trasfondos más frecuentes suelen ser Aliados, Casa Capitular y Rebaño. Muchas Hermanas poseen un elevado nivel de Autocontrol. \ístereotípos La Lucha: Hemos recibido un don para detectar el mal. El Cielo nos ha impuesto el destino de tomar nuestras armas y luchar contra las legiones del Infierno. El Enemigo: i El enemigo no puede ocultarse de nuestros sentidos aguzados, de nuestras mentes ni de nuestras armas, pues somos la Casa de Murnau y nuestra sangre es más fuerte que cualquier fuerza infernal! El Rebaño: Los campesinos son las víctimas más desgra­ ciadas de esta guerra, ya que desconocen tanto lo que sucede como los motivos, aunque si les informáramos solo consegui­ ríamos asustarlos. Los Caballeros de Acre: Un grupo de hombres justos pero irascibles cuya propensión por arrojarse a la batalla desconocien­ do la maldad a ia que se enfrentan acaba matando a más Caballeros que demonios. La Orden Roja: No detectamos el hedor de la corrupción en ellos tan a menudo como a otros les podría parecer. La virtud posee su propio aroma, un olor que también está ausente de los teodosianos. Las Hermanas de San Juan: Un extraño complemento a nuestros sentidos: ellas pueden ver el mal, nosotros podemos olerlo. Ellas confirman lo que sabemos, los demonios hollan . la tierra y el mundo llegará a su fin si no·tomamos las medidas necesari�s. Oculi Dei: Sí, ellos vigilan, pero iacaso su vida no sería más : sencilla si supieran determinar quién. está corr�pto y quién no? -- -- 2a [asa be 9Jlurnau i No hueles eso! Ese horrible y enfermizo hedor de... 0/1, probablemente np sea nada. El afio 1 1 17, Gunter de Murnau se encontró con una nueva clase de maldad en lo' bosques al norte de Tolosa durante una pere­ grinación hacia una célebre iglesia. El monstruo le persiguió durante varios días. A la luz de la luna de la noche del 15 de octubre, Gunter atrapó a la criatura en su madriguera y la desrruyó con su espada. Las cartas que envió a su familia no estaban llenas de horror, sino de un claro mensaje: "Nuestro conocimiento no debería desperdiciarse, ya que deberíamos uti­ lizarlo contra las obras del demonio para mayor gloria de Dios". Desde ese día en adelante, la misión de la Casa de Murnau (para aquellos con honor suficiente) consistió en enfrentarse a los terrores de la noche. Muchos miembros de la Casa han seguido el ejemplo de Gunter, persiguiendo y destruyen­ do a los monstruos allú donde es necesario, aún a costa de su cordura. Afirman que su percepción de la corrupción ajena les impulsa a actuar. Pueden verla en los ojos de oficiales militares corruptos, cardenales sobornables y nobles caídos en desgracia. Cuando un miembro de la Casa se acerca a un enemigo, su cabeza resuena, su visión se nubla y sabe de forma instintiva que la maldad está presente. Se ve impulsado a derrotarlo o soportarlo eternamente, y suele elegir la primera opción. Existe algo en la sangre de la familia que les dota de extrañas características. Algunos miembros atraen a seguidores, otros atraen in­ fluencias no deseadas. Algunos se encuentran con una racha de suerte inesperada, aunque más tarde acaban averiguando que su origen es maligno. Otros se encuentran despojados de cualquier influencia y vagan por los bosques sin ra:ón alguna. Todos los miembros experimentan rachas terribles de mala suerte. Unos pocos miembros de la Casa atraen a grandes grupos de enemi­ gos, tanto humanos como diabólicos. Act(Jan como imanes sobre las maquinaciones y los planes del mal a cientos de kilómetros a la redonda. Los monstruos se sienten atraídos por ellos como las polillas por las llamas. Los miembros de la Casa de Murnau poseen una ventaja sobre su maldición: sus sentidos aguzados les ayudan a identificar de forma instantánea cualquier fuente de corrupción, una ventaja incalculable cuando deben enfrentarse a enemigos astutos, monstruos corrupros y a los planes de los condenados. Se rumorea que los miembros de la Casa de Murnau pueden oler el mal a una docena de kilómetros a la redunda, incluso entre ellos. Algunos miembros de la Casa, impulsados por su sensibilidad, sus enemigos y su necesidad de limpiar el mundo, dedican su existencia a servir a la Iglesia. De esta forma reafirman su fe en Dios y su creencia de que hay algo más allá de su don y su maldición que la sangre. Es posible que sea un don de Cristo que deban utilizar para hacer el bien. Aquellos Murnau que no se unen a la Iglesia se aventuran en el mundo en solitario. Toman sus espadas y avanzan hacia delante con la esperanza de destruir parre de la maldad que sienten en los bosques antes de que su mala suerre se cebe en ellos. A menudo transitan las mismas sendas que los miembros de la orden. Aquellos que tienen suerte y logran sobrevivir consideran que están en ventaja sobre los que eligen la Iglesia: afirman que poseen más libertad para caminar por la senda del bien que aquellos que están constreñidos por las normas de la fe. Los miembros de la familia que han jurado votos no están de acuerdo en ello. Aquellos pocos que conservan sus posesiones familiares entablan luchas políticas. En el corazón del Sacro Imperio Romano, las · !Ctones enfrentan a la Ca a de Murnau contra reyes, nobles poderosos, -pos, cardenales y cualquier otro hombre ansioso por el poder. Los mbros de la Casa Jesarrollan importantes �J.!idades como políticos y burócratas. Co:cian con las influencias y el conocimiento :Tecen el poder al mayor postor. Se concrten en asesores indispensables para !quiera que desee distinguir a sus verda­ ;..c· s aliados de sus enemigos. El miembro más famoso es Leopold von :mau, un monje dominico famoso por sus -. Este hombre ha dedicado su vida a la obra � Jios y a promover la Inquisición, siendo oxable anre el enemigo. Leopold obtuvo como escritor, teólogo y hermano del líder .;na familia importante, incrementando el r de la Casa en gran medida. Gracias a la influencia de Leopold (así a la impulsiva oferta de Otro). la Casa lurnau participa en la Inquisición e n la �ra con su propia progenie, tanto laica como .tástica. El deseo Je la familia de erradicar la �upción empuja a sus miembros a trabajar contra el que infecta a la cristiandaJ. La Inquisición sabe que su .:tdad para detectar el mal es aunque también prevo­ ciertas molestias al �cetaria en los l ugares más in­ ··enientes del interior de :ganización. Apariencia: El escudo de -.asa consiste en un par de brazos que �enen una cruz situada entre dos barras ver­ - color plata sobre un fondo púrpura. Este �...Jo decora sus escudos, mantos y ropajes res. Solo el jefe de la Casa posee el ....ndarte del escudo de am1as. Los miem­ - de la Casa que pertenecen a órdenes -.Jlerescas o que actúan en solitario �..ln el escudo bordado sobre su capa. Las mujeres visten ropas plateadas, -�ras y negras. Los hombres lo hacen de -...crdo a su posición social. Aquellos Murnau ,z pertenecen a órdenes sagradas visten de -...crdo a los preceptos de cada una de ellas. ...chos poseen ojos azules y cabellos rojizos. - gemelos suelen ser frecuentes en la familia. Iniciación: Los miembros de la Casa de �'llau que sirven a la Inquisición pueden -- �lurnau de sangre completa (en cuyo han puesto de evidencia la maldición) , ; matrimonio o sirvientes de la Casa (no -ren la maldición). No todos los miembros :...: ,a Casa de Murnau están al serv icio Jc la 'iuisición. La decisión de incorporarse a la ·ha depende de sus experiencias, si han �udo relaciones con demonios o hechos so·-enaturales es muy probable que acaben :vtendo a la Inquisición al cabo de poco tiempo. - maldición familiar suele hacer que estos ::"Jcuenrros sean muy probables. .. .as Organización: El miembro de más edad de la familia e� el jefe de la Casa y asume el título de conde. En la actualidad, e�re cargo corresponde a Frederic k de Murnau, un hombre maduro endurecido por roJa una vida de disputas familiares. El jefe de la familia suele cambiar con frecuencia debido a la polít ica familiar y a los "accidentes" ocasionales. Bajo el cabe­ za de familia , la Casa se organi:a por lazos de consanguinidad. Los miembros má> cer­ canos al conde cuentan con más poder. A continuación se encuen t ran los que están casados con los miembros de las líneas principales: esposas, yernos, nueras. Fi­ nalmente están los pr imos y miembros familiares indirec tos. Posesiones: El Castillo Murnau, situa­ do en un denso bosque de Ba\'iera ha sido la principal posesión de la familia durante más de 300 años. La gran fortale:a de piedra protege a la familia de sus enemigos. Fuera de esta fortaleza, el clan posee un gran n úmero de mansiones veraniegas, refugios invernales y cualquier otra posesión que pueda comprarse con dinero e influencia. La familia también posee una mansión en el Piamonte. Esta pequeña base está alejada de la influencia de Roma y se asienta en la falda de los Alpes. Los miembros la familia que han perdido el favor del conde suelen acabar viviendo en el Piamonte. Virtud Superior: Cualquiera (a elección del jugador) . Bendiciones: La maldición de la Casa de Murnau posee su faceta beneficiosa: los miembros de la Casa han aprendido a controlar varios aspectos de su herencia ancestral, conocidos de forma colecti1·a como Legados. Maldiciones: Los Miembros de la Ca;,a de Murnau sufren de Maledicrio (están afec­ tados por extrañas maldiciones y largas rachas de mala suerte). Esto puede incluir cualquier cosa desde tropezar con cada piedra del camino hasta provocar que determinados cultos comiencen a adorar al miembro en cuestión. 1 ormalmente, la maldición atrae la atención no desea­ da de los enemigos. Beneficio de la Orden: Los miem­ bros de la Casa Murnau que no exhiben la maldición familiar por cualquie r motivo (sea porque estén casados con un miembro de la familia o porque sirvan a la familia y carezcan de ninguna relación de sangre con ella), disfrutan de los beneficios de u pertenencia a una casa noble. Estos personajes poseen tres punto� gratui­ tos para repartir entre Aliados, Recurso;, y Trasfondos de Rebaño. Inconveniente de la Orden: Entrar al sen·icio de esta casa maldita o casarse con uno de sus miembros no e tá libre de riesgos. Dios castiga este comportamiento con muestras eopontáneas de Su Jisgusto. Aquellos jugadores que deseen que sus personajes disfruten del beneficio de la orden (en ve: de una Dote) deben añadir uno a todas las tiradas necesarias para adquirir nuevas Maldiciones (consulta la pág. 144). Creación del personaje: Los personajes Murnau consideran que el honor de la ca a está por encima de todo. Defensor es una Naturaleza frecuente (y trae aparejada el Impu lso de Consen·adurismo). Los Atribu­ tos Sociales son primarios \' las Habilidades primarias son las Técnicas. Los Trasfondos incluyen Exposición, Posición e Influencia. Dcu[í �eí No podemos revelar lo que sabemos has!a que todo es!á en su si!io, aunque alguien pueda morir en ese in!ermk> de !iernpo. Dios lo comprende. En el pasado, la Espada de Santiago tuvo una debilidad importante. us miembros, sal- vo Rodrigo de Navarra, su fundador, nunca habían visto a un monstruo cara a cara, por no mencionar haberse enfrentado a él. Aunque estaban determinados a luchar contra el enemigo, no se habían puesto a prueba. Debido a esta inexperiencia, la Espada casi fue aniquilada tras el enfren­ tamiento entre su fundador y el vampiro Xalvador. Esta contienda imprimió un carácter paranoico en Rodrigo de avarra. Asustado por el encuentro con el mons­ truo y convencido de la exis tencia de una conspiración que se extendía por toda Euro­ pa, Rodrigo necesitaba contar con un grupo de hombres fieles que pudiera mantenerse alerta y que creyera en sus palabra . A partir de los miembros más leales y fieles de la Espada de Santiago, Rodrigo fundó el Oculi Dei. Su misión consistía en descubrir las madrigueras de los monstruos, observar us pautas alimen­ ticias, marcar sus posesiones, seguir a sus sirvientes y regresar con la información. Una vez recopiladas las pruebas necesarias, su su­ perior les daba permiso para actuar. Los Ojos de Dios fueron en principio una rama secreta de la Espada de Santiago, un grup"' laico de hombres y mujeres dedicado a erradicar a los seres infernales con la ayuda de sus armas. Lo; miembros secretos del Oculi Dei solían ser miembros públicos de la Espada de Santiago, aunque nunca revelaban esta relación Tanto la Espada de Santiago como otros grupos similares se encargaron de destruir a los monstruos en sus mazmorras, dejando su rastro en la historia como héroes dedicados a preservar la pureza de alma de la cristiandad. Los Oculi Dei ocupan una posición algo distinta aprenden todo lo que pueden sobre la conspiración oscura que azota e: continente, alimentando su propia paranoia per onal, anotando lo; detalles más nimios y preparándose para el golpe definitivo. Desentie­ rran la verdad en busca del núcleo de la conspiración diabólica. Los Ojos de Dios anotan las idas y venidas de cualquier oficial en la> ciudades que controlan, recogiendo las costumbres diarias y los rituab políticos y religiosos. Vigilan los mercados. Observan a la guardia. Toman nota de cualquier detalle, hombre, mujer y niño. Los Ojos son expertos en descubrir cualquier alteración de la rutina, pues saben que estos cambios pueden llevarles hasta el corazón de la bestia. En el interior de sus refugios y santuarios secretos, sus lugares de encuentro y los cruces de caminos, en sus cuevas en las montafias y sus habitaciones llenas de polvo, los Oculi Dei almacenan va tas cantidade, de anotaciones, tomos y refe rencias de forma compulsiva. Sus salone> son mucho más que lugares de encuentro, refugios y almacenes. Son templos dedicados a la su misión de vigilancia constante. En algún lugar entre las montañas de libros y documentos se encuentran las pistas para descubrir las idas y venidas de los mons­ truos, documentos elaborados hasta el t'1ltimo detalle. Si alguien dispusiera del tiempo necesario para sentarse y examinar­ los, quizá podría desvelar la conspiración oscura que se cierne sobre Europa. Muchos Ojos acaban frustrados por el desequilibrio existente entre la investigación y la acción. Preferirían actuar basándose en la información que poseen en vez de continuar con las pesquisas. Los monstruos están cerca, por lo que su destrucción no debería ser complicada. Sus supe riores opinan lo contrario, los Ojos deben mostrar un cuidado extremo en sus actos y en el momento en que actt'1an. Si les descubren, el mundo conocerá su existencia y su secreto desaparecerá para siempre. Aquellos que actúan de forma prematura (y son descubiertos) , son e xpulsados de b orden y devueltos a la Espada de Santiago (si es que eran miembros de este grupo) aunque en ocasiones elimina cualquier vínculo existente. Todas estas observaciones, análisis, espionaje, secretismo y esperas nacen que el Oculi Dei sea un grupo paranoico y poco amigable. Algunos .)jos que no pueden mantener el equilibrio entre sus misiones y los códigos encos necesarios se vuelven insensibles, fríos y crueles. Muchos caen en la demencia. Se afirma que el propio Rodrigo de Navarra ha perdido su "atalla contra la oscuridad. Se dice que lleva una existencia paranoica y existen rumores que hablan sobre el frenesí con que se dedica a cualquier ;'Cnsamiento oscuro que entra en su mente. iQuiénes son los Oculi Dei en realidad? iCuál es su aspecto? Solo �llos lo saben. Muchos miembros de la Espada de Santiago desconocen la �xistencia de esta sociedad. Los Ojos de Dios pueden ser cualquiera: un >hispo, un magistrado, un buhonero o un mendigo callejero. Apariencia: Los Oculi Dei carecen de un uniforme distintivo, ya que naría que el enemigo les descubriera con facilidad. Iniciación: Los Ojos de Dios suelen ser escogidos por los indivi­ Juos más próximos a Rodrigo de Navarra o Aignen le Libraire a parrir �e los miembros de la Espada de Santiago. Pocos provienen del exterior, 'Implemente porque el conocimiento de la existencia de la orden no se extiende fuera de ella. Aignen tiene más que decir en cuanto a la ;:-errenencia que Rodrigo, ya que en la actualidad Rodrigo no es el oombre que fue en el pasado. Los Oculi suelen reclutar a los miembros de la Espada de Santiago .:;ue más beneficios pueden traer a la causa. Normalmente los nuevos ·eclutas comienzan su periplo como informadores. Más adelante, su -atrón les adoctrina en la causa (tomando notas, manteniendo secretos "Seuros, encontrándose por la noche) . Si el recluta consigue resultados, 'uele convertirse en un Oculus por derecho propio. Los Oculi Dei carecen .:e ceremonias de iniciación; los nuevos Ojos son reconocidos de forma :nmediata por el resto de la organización. Organización: Los Oculi Dei carecen de una organización formal. :Cn vez de ello poseen una jerarquía laxa que informa a Aignen le Libraire, unque Rodrigo de Navarra está convencido que le informan a él. Existe =lerto prestigio que rodea a aquellos que han sido miembros de la orden Jurante un período prolongado de tiempo y cuya experiencia es recono­ .:ida por sus superiores. Muchos grupos de Oculi Dei son reducidos, existiendo no más de un :orupo de cinco miembros en una ciudad de tamaño moderado. Muchos Jjos trabajan en solitario, llevando a cabo sus misiones en silencio. Posesiones: Los Oculi poseen pequeñas posesiones secretas en las ;rincipales ciudades desde el Reino de León hasta el Reino de Hungría. -\ignen le Libraire gobierna a la orden desde su base en Tolosa, un lugar .:onstruido en un sótano de gran tamaño. También se reúnen en la taberna je los Siete Bailarines Secretos de Barcelona (esa clase de lugar donde la ;ente no pregunta demasiado y no recuerda los rostros). Los Oculi poseen un castillo olvidado en las afueras de Ausburgo jonde almacenan sus libros y hallazgos importantes en una biblioteca de .a torre occidental con la esperanza de que un archivista peregrine hasta :a Selva Negra y descifre los planes secretos de los monstruos. Virtud Superior: Sabiduría. Bendiciones: Muchos Ojos poseen Bendiciones. Sus oraciones reciben respuesta. El Sei'lor les permite ver lo que está oculto, mezclarse entre la multitud y sentir Su mano reconfortante en los tiempos de mayor necesidad. Maldiciones: Los Ojos de Dios sufren Anatemas. Comienzan por odiar a la orden y acaban temiéndola. Al inicio se sienten aburridos, lo han -e �stereotípos La Lucha: La lucha es un juego de paciencia. El mal es impaciente y estúpido. No falta demasiado tiempo para que los monstrucrs se confíen y,en ese momento. la ira divina caerá sobre ellos. El Enemigo: Los monstruos no son más que unos seres que corrompen la carne y beben sar:�g,re. Ocultan sus conspiraciones tras una red de pequei'las maldade�. Existen cientos, miles de conspiraciones interconectadas· que amenazan con aplastarnos. El Rebaño: Por desgracia, no podemos salvar a aquellos que han caído· en las garras del mal, aunque cqn su muerte podemos aprender datos valiosos. Los Caballeros de Acre: Simplones de cabeza caliente que actúan ante la menor muestra de maldad y atrapan a uno o dos monstruos meno'res mientras dejan escapar al mal verdadero. La Orden Roja: Utilizar el éonocimiento para luchar contra la maldad es uná bu.ena estrategia, aunque utilizar el mal para combatir el ;1al es un acto malvado. Hermanas de San Juan: Su contemplación es admirable, aunque su tend<!ncia a confiar en sus visiones, y no en las eviden· cías, hace que sus co�clusiones estén bajo sospecha. La Casa de Murna u : Una familia iJ.lteresante portadora de extrai'las tentaciones rodeadas de cualidades más extrai'las toda­ vía. En los pocos años de nuestra existencia hemos aprendido más . cosas sobre su maldición que las que ellos mismos saben. · �- visto todo. Más adelante comienzan a culpar a la orden por su estado. Al final, están convencidos de que la orden forma parte de una gran conspi­ ración de la que son peones involuntarios. Beneficio de la Orden: Los Ojos de Dios son capaces de ver los actL'> y las decisiones que pasan desapercibidos a la mayor parte de la gente. Conocen crímenes y actos que aunque no entran dentro del ámbito de actuación de la Inquisición, son ilegales o inmorales hasta cierto punto. Lo< Oculi (y de hecho la Inquisición en general) carecen de los recum;, necesarios para perseguir todas las infracciones, aunque algunos individue­ pueden utilizar esta información para conseguir sus objetivos. Este hechc puede permitir que un Oculus pueda utilizar el chantaje, otorg;índole tre• puntos adicionales para colocar en los Trasfondos de Contactos, Influencia y Recursos. El jugador deberá determinar con la ayuda del Narrador tam, la identidad de los chantajeados como la intensidad del chantaje. Inconveniente de la Orden: A nadie le gusta que lo chantajeer.. Cualquier Ojo que utilice sus secretos se convierte en un hombre marcad, En términos de juego, se considera que el personaje posee un Enenu: (funciona igual que el Defecto, aunque el jugador no recibe los puntO> bonificación correspondientes, consulta la pág. 251 de Edad Oscura: Vampiro) con un valor de tres puntos. Este enemigo no tiene por .:¡L, encontrarse en situación peligrosa para el personaje al inicio de la crón�c aunque las cosas pueden cambiar. Creación del personaje: Los Ojos pueden tener cualquier cla;e concepto, aunque muchos provienen del brazo militar de la Espada Santiago. Muchos poseen una aturaleza Pedagogo y un Impulso Fan" co. Los Atributos y Conocimientos Mentales son primarios. Los TrasÍL'P.� más frecuentes suelen ser: Casa Capitular, Contactos y Rccur; muchos poseen un Autocontrol elevado. �• _, -­ ·• �( número be curiosos �abía aumentabo be forma sígnífícatíua. Todos ellos observaban cómo Sean daba vueltas en d interior de la porqueriza. Los cerdos habían desaparecido hacíu varios mc�ses, cuando fueron devorados al inicio de In hambruna, mm<JlH� su hedor continuaba presente y se atl�rmba al hornbrecomosi fue m una se<�unda pi d. El aire nocturno era tibio y ht'J inedo, ;Hm<Jue a pesar de dio, 7-\gnes pudo sentir un escalofrío mientras se dirigía hacia la p<>r<Jueriza. -Est8 poseído -susurró al<rsuien tras ella. 7-\l<�tmos espectadc>res munnurnn >n � ¡ sintiendo. f-\'>,nes h >d�1vÍ;1 no estaba segura, aunque era un hecho posible. t-iabía escuchado los rumores que circulaban por el pueblo, rumores que indicaban que Sean y su familia adoraban al demonio, que emn los causantes de la hambruna, que portnban ln marca de b Bestia en su espalda. 7-\gnes de Kent estaba preparada, ya que el Sc�rior le había mc >stmdo In verdnd durante la noche pélsada. En ellu¿nr donde nuestro Serie w convocó ;¡/ demonio Lq��ic)n, /wllarás un nlma que es incn¡wz de descansar. Se aproximó al borde de la pon1ueriza. Sean estaba a cuatro patns sobre el bnrro, chillando como un cochinillo. Se elevó sobre sus piernas e intentó tragnr ni re. -¡t·iermnna, aytídame! ¡Lo devolveré! ¡Lo ... ! -Se � J balnnd> hacia ndelnntc, rodando sobre el barro y mordiéndose b curne. La curiosidad dt: lajuventud lo ha condenado. Solo el poder de N uestro Seric>t· puede liberarlo. -¿Dónde está, Se�111? -7-\<�nes habló con tono firme con la intención de lle<<>,a r hasbl el espíritu delj< >Ven. Senn se puso en pie y se nbnbnz<) sobre la hermana. t:lla se apartú presa dd miedo y él chocú contra la val In, nbric�ndola y saliendo al exterior. El hedor que le ncompniíó hizo que los campesinos se apmtaran con dis<�usto y horror. El ,�olpe pareció nclarar en parte la mente de Sean. -1-\quí está -dijo micntr;¡ssacalw un nnillodorado de su bc>lsill<>. 1-\gnes seacercó parn co,•�erl<>, peroSean lo <�p�:ni:ó con rapidez mic�ntn1s su rostro se contraía en un rictus horrible-. ¡No te lo daré! ¡Es mío! ¡Se lo cogí n esa zorTn bdrona cuando la maté! Los testigos se ¡ ¡ terrorizaron, pem 1-\gnes nlzó sus nwnos. -No es él (jUien habla, sino el espíritu que habita su interior. -Chasqueó sus manos t\·ente a su rostro y +�<'> su mirada en los ojos del atormentadojoven-. ¡ Fuera! Yo te expulso en nombre de Dios Padre y de Cristo el Salvador. i.\bandona el cuer¡>o de estejoven y nunca vuelvas a molestarle ni a él ni a su ,<>,ente. Mantuvo su voz firme. No tenía miedo, yn qut� se sentía protegida por su fé. Sean comenzó a temblar, momento en d <JUe 1-\gnes (y ajuzgar por el hecho de que el resto de los presentes no grit<'>, solo ella) vio como urw S< >mbra se devnba F)or encim:1 del cuerpo del muchacho. Tenía el aspecto de un hombre, un mercen;1rio o un asaltador de caminos, aunque su cinturón estaba repleto de mechones de pelo procedente de incontables mujeres. Serinló a f.\gnes y musitó unas �wlabrns <lue solo ella pudo oír: - Pondré tu cnbello en mi cinturón, pequeña monja. No creas que la bm-rera que se extiende entre la vida y In muerte te nwntendrá a salvo de mí. Acto seguido desnpareció. Sean se desrnay<'>. respirandoentrecmtadamcntc. 7-\<�nes tornó el anillo de su mano y se acercó al hen·en > dd pueblo. El oro puede fundirse, y con él, el poder del demonio. A8nes sabía que no tenía motivos para preocuparse. La sabiduría de Dios estaba con ella. CRf)ÍCUCO COBCRO: Por los numerosos y pacientes juicios que ha llevado a cabo, así como los buenos resultados obtenidos por el beato Domingo y los frailes que le acompañaron en esta tierra, verdaderos hijos que todo padre desearía tener. -Gui llaume Pelhisson, resumiendo las actividades del Santo Oficio en Tolosa dura nte el siglo XI I I 2a fotmacíón be un ínquísíbot La creación de un personaje de Edad Oscura: Inquisidor sigue las mismas pautas básicas que en Edad Oscura: Vampiro salvo por unas pocas diferencias importantes. Antes de crear un personaje inquisidor os aconsejamos que leáis el Capítulo Cinco de Edad Oscura: Vampiro salvo que estéis familiarizados con ello, ya que se aplican los mismos métodos y presunciones. Para comen:ar, echemos un vista:o al Concepto del personaje, el primer paso del proceso y probablemente el más importante. Existen ues cosas importantes en que pensar durante la creación de un personaje de Inquisidor: la clase de vida que ha llevado el personaje, las experiencias personales que le han llevado a profundi:ar su fe en la Inquisición y su relación con su orden. Estos tres factores definen la persona que es al iniciar el juego. Analicemos cada uno de ellos por separado. CJJlí t>íba Aunque puede parecer que la misión de un inquisidor debería absorber la mayor parte de su tiempo, un inquisidor es algo más que un sirviente de b lt!bia y b Cruz. Como cualquier otra persona del Medievo Oscuro, :mene relaciones con los que le rodean, sea su familia, amigos, camaradas El proceso de revivir la creencia de Dios puede haber sido el re ultadu mpañeros de la orden. Puede haber tenido algún oficio antes de formar de una revelación súbita o de un proceso lento. Cn enfrentamiento con una • rre de la Inquisición en la sombra, así como poseer habilidades o contactos pueda utilizar para resolver las misiones de su nueva existencia. Cuanto más profundo sea el trasfondo que puedas dar a tu personaje criatura demoníaca puede haber hecho que tu personaje se diera cuenta del aspecto físico de la batalla espiritual existente entre el bien y el mal. De hecho, haber escapado vivo de un enfrentamiento puede ser un hecho suficiente para t'>te punto, más sencillo te resultará jugar de forma realista en el que un futuro inquisidor reaccione ante la presencia de Dios. Otra forma -rucurso de la crónica. Cuanta más información tengas sobre la clase de alternativa podría con istir en que el conocimiento de la existencia de una -;ona que es y las experiencias que han modelado su existencia, más criatura de Satán infiltrada en la corte o la Iglesia despertara su consciencia .parado estarás para reaccionar de forma adecuada ante las crisis que --Jrá que hacer frente. Los valores, ambiciones y códigos morales que el -;onaje tenía antes de dedicarse a luchar contra Satanás continuarán uyendo en sus decisiones y sus actos. · iEI personaje proviene de una familia pobre o noble? El Medievo �uro permite menos movilidad social que la que estamos acostumbra­ hacia la verdadera naturaleza de la lucha entre el bien y el mal. Sea cual sea la revelación, constituyó un momento crucial en la existencia de tu personaje, algo que hizo que si en ese momento no trabajaba para la Inquisición, definiera su camino hacia esa vida de servicio. Independientemente de la forma en que sucedió, tu personaje es consciente de la existencia de Dios y atanás a un nivel en que muchos . hoy en día, y el origen del personaje influye en las reacciones de los otros son incapaces de pensar. Puede que para ellos, la Iglesia ocupe un " le rodean {incluyendo a otros inquisidores). También tiene un lugar importante en sus vidas, pero el enfrentamiento diario entre los �acto importante en la clase de habilidades que podrá adquirir antes de ":!venirse en inquisidor. sirvientes del Señor y las criaturas de la oscuridad no forma parte de sus Una proporción significativa de inquisidores sirvieron en la Iglesia operar a través de él de forma efectiva: puede imponer bendiciones sobre -·es de ser reclutados por la Inquisición en la sombra. El hecho de Sus elegidos para que sean capaces de salir victoriosos en sus --;entarse a los sirvientes del Enemigo trae consigo el peligro de la enfrentamientos con los sirvientes del Enemigo. experiencias. Los ojos de tu personaje se han abierto y Dios es capaz de ;:upción, por lo que la Iglesia prefiere utilizar a los que han demostrado Aunque no todos los miembros de la Inquisición poseen estas bendi· "ta fortaleza de fe. Pueden haber servido en la orden de los dominicos, dones, tu personaje sí que las tiene. Ha dado el primer paso al ponerse al orden con fuertes nexos con la Inquisición, o en la de los franciscanos. servicio del Señor, reconoce la bendición di\'ina y tiene una misión que nque existen ciertas tensiones entre la Iglesia y los franciscanos, la uisición e · suficiente pragmática como para pasar por alto estas tensio­ :- para poder reclutar a aquellos miembros con las habilidades apropiadas. -'J misma actitud le permite reclutar miembros laicos: los soldado y ercaderes que forman la mayor parte de los miembros de dos de las órdenes - .a Inquisición. No puede actuar de la misma forma que su organización debe llevar a cabo. CJRí orben La Inquisición es una organi:ación secreta que oculta sus actividades a los miembros del Santo Oficio y de la Iglesia en general. Su existencia y la naturaleza de su cruzada no son conocidas, incluso ni por los miembros -diela, el Santo Oficio, por lo que depende en mayor medida de miembros más veteranos de la Iglesia. Por este motivo, pocos mortale acuden a la -os que no atraigan demasiada atención desde el punto de vista social y Inquisición para convertirse en sus miembros. En vez de ello, es la Inquisi· � no sean fáciles de relacionar con ella. De cualquier forma, aquellos verdaderamente bendecidos por el :..;-íritu Santo son demasiado preciosos como para ser rechazados debido a ialta de entrenamiento religioso. La teología y los procedimientos .ccesarios se pueden aprender tras su ingreso en la Inquisición. Los dos ..¡uerimientos necesarios consisten un una fe sin fisuras y unas habilidades • ción quien les encuentra. Los miembros má; experimentados están atentos a cualquiera que haya demostrado un talenro especial en luchar contra el Enemigo, ya que esta clase de noticias suelen propagarse con velocidad por el interior de la Iglesia. Un sacerdote local puede mencionarlo a su obispo, quien a su vez inicia una discusión teológica con un monje dominico que posee conexiones con la Inquisición. bendiciones) que les conviertan en miembros útiles para la organización. Otros pasan a formar parte de una de las órdenes porque poseen Por este motivo, los inquisidores pueden poseer casi cualquier Trasfon­ habilidades que son valiosas para una determinada orden. Solo cuando se - Lo importante consiste en decidir el mismoy la forma en la que el personaje han unido a la Inquisición despiertan su espíritu a la maldad de la noche y camó el punto en que su fe le permitió alzarse contra los monstruos. a la revelación implícita, convirtiéndose en verdaderos guerreros de Dios. JRí 6a(t)abot casualidad: criados, sirvientes de un miembro de una de las órdene , etc. Un número reducido de miembros de la Inquisición se unen a ella por La fe es una constante del Medievo Oscuro. En la actualidad, la fe es Todos ellos son arrastrados a la lucha contra los servidores del enemigo y se <X:lonal y muchas religiones predican la tolerancia con el resto de creencias. ven envueltos en una contienda que nunca imaginaron. Otros son destina­ :.re no es el caso de tu personaje. En Europa, la cristiandad es una creencia dos a la Inquisición desde otras zonas de la Iglesia, ya que su devoción, su ..ruversal. Aunque comparte su presencia con varias creencias paganas (de determinación y sus habilidades les convierten en unos candidatos idóneos . echo la Iglesia fue especialmente eficaz en asimilar las deidades existentes Independienremente de la forma en que tu personaje entre en la mo santos o demonios), la cristiandad representa la fe por defecto para la Inquisición, cada una de las cinco órdenes existente> posee su propia _ -ayoría de la gente. De hecho, cualquier desviación de la norma aceptada del política de reclutamiento. Aunque es posible que un personaje pueda no ..110licismo se considera una herejía y por lo tanto, un blanco a erradicar por encajar en ninguna de las órdenes, no es un hecho frecuente, ya que muchos .. Inquisición Papal o el Santo Oficio. Aunque se permiten ciertas discrepan­ individuos que se unen a la Inquisición hayan un camino que les conduce al seno de uno de estos grupo en función de sus inclinacione y las .:.a.:. en el sentido exacto de algunos Evangelios, la Iglesia {y con ella, la <:iedad) no tolera el menor desvío de la norma preestablecida. necesidades de cada orden. A pesar de ello, tu personaje difiere de la mayoría de la población. Algo Algunos personajes pueden ser miembros de una de estas órdenes antes �asó en su vida que sirvió para inflamar su creencia en Dios hasta un nivel de unirse a la Inquisición. Aunque mucho inquisidores on miembros de una más elevado que el que mucha gente posee. Algunos podrían describirlo orden, no todos los miembros de la orden pertenecen a la Inquisición. Una ve: mo una visita del Espíritu Santo, mientras que otros lo considerarían que ha ingresado en la orden, el personaje suele recibir el entrenamiento como una bendición divina. Otros creen que no es más que el hecho de estar adecuado para formar parte de la Inquisición, aprendiendo las habilidades e atento a las maquinaciones de los sirvientes del Enemigo. Independiente­ útiles para esa orden con el fin de estar preparado para su primera misión. mente del punto de vista de tu personaje, este hecho ha sido el paso más Puedes consultar las descripciones de las órdenes en el capítulo tres, sus l!Tiportante para llegar a convertirse en un miembro activo de la Inquisición. fom1as de enfrentarse al mal y su rol en la Inquisición en la sombra. A diferencia de los clane de Edad Oscura: Vampiro, las órdenes de la Inquisición son esrructuras sociales, financieras y filosóficas orientadas hacia una única mera: derrotar las herramientas del Enemigo y hacer que el mundo sea un lugar seguro para los cristianos. Los miembros reclutados por la Inquisición en la sombra deben servir a esta causa y se espera que abandonen gran parte de su pasado (si no todo) para conseguirlo. La orden va a convenirse en un elemenro decisivo para determinar la forma de vida t¡ue ru personaje llevará en el futuro. Le proveerá de una base moral y teológica en la t¡ue apoyar e para resistir los golpes del Enemigo. La mayor batalla en la vida de un inquisidor debería entablarse contra el Enemigo, no contra la orden a la t¡ue sirve. Sin el apoyo de su orden, el inquisidor se encuentra solo en una batalla que pocos conocen y cuya existencia es admitida con reluctancia por la Iglesia. cgíiosofía mebíevai Para las mcnres modernas, el enfoque de la Inquisición consistente en que la batalla de Dios contra Satanás define la lucha del bien conrra el mal, puede resulta r extraña o incómoda. El concepto de que "todo lo que nn e té de acuerdo con nuestra filosofí a está del lado del Satanás" puede parecer aberrante. A pesar de ello, es importante recordar que esta filosofía imperaba en el siglo XIII y que los inquisidores no tienen por qué ser distintos del resto de los mortales. Solo difieren en que su creencia en Dios les ororga las fuer:as necesarias para luchar contra los seres sobrenaturales. De todas formas, siempre han existido ateos y paganos (este último grupo es más numeroso que el primero) , aunque la gente con estas creencias no forman parte de la Inquisición. El siglo XIII está marcado por la brutal represión de la herejía a manos del Santo Oficio. La Inquisición, al enfren­ tarse a los sirvientes de Satan{ls, carece de otra elección distinta a la de comportarse con rigor entre sus miembros para mantenerlos libres de la mancha de la herejía. Aunque es probable que los encuentros venideros pongan a prueba la fe de tu personaje, al inicio del juego debería ser un cristiano convencido de que cuenta con el poder del Espíritu Santo. Después de todo, ha visto , y es probable que haya sentido, cómo los poderes de aquellos tocados por Su espíritu derrotan a las fuerzas de la oscuridad. También debemos hacer hincapié en que las actitudes liberales sobre temas religiosos eran virtualmente inexistentes. Si un inquisidor se encuen­ tra con alguien que abraza una fe ajena, no va a considerar al pagano como alguien que explora una forma alternativa de espiritualidad que tiene tanto derecho a existir como la propia. En vez de ello, verá a un hereje que se condena al Infierno y que corre el riesgo de contagiar a otros con sus mentiras inspiradas por Satanás, hecho que implica que el pagano está mejor muerto. El Medievo Oscuro no es una época de tolerancia religiosa, y este hecho es el que da fuerza a la Inquisición. Es la intensidad de la fe la que otorga a los inquisidores la capacidad de resistir los poderes del enemigo. 2os cínco pasos en fa senba be �íos Ahora que tienes un concepto claro del personaje, el siguiente paso consiste en traducirlo en puntos en la hoja del personaje . 9suncíones prelímínares Muchas de las mismas asunciones que e aplican a Edad Oscura: Vampiro también son aplicables at¡uí. Sin embargo, existen unos pocos puntos importantes que merece la pena recordar. • Experiencia: El personaje por defecto de Edad Oscura: Inquisidor es alguien que acaba de despertar al poder de su fe y que ha recibido las primeras bendiciones de Dios. Ha pasado varios meses en el seno de la Inquisición, tiempo que ha dedicado a recibir instrucción en las prácticas del grupo. Está familiarizado con su orden y conoce sus requerimientos y preceptos básicos . El personaje puede ser de cualquier edad y condición. La determina­ .:JÓn que le impulsa a destruir a los servidores de Satanás es el único rasgo �omún a todos los inquisidores. • Trabajo en equipo: Los personajes de una crónica de Edad Oscura: lnquisidorforman parte de la misma célula porque sus superiores consideran ;¡ue poseen unas habilidades complementarias que les convierte en unos agentes efectivos para la Iglesia, tal y como hemos mencionado con anrerio­ :�.1ad. Es importante tener en cuenta que si los personajes desean sobrevivir a los encuentros con criaturas de la noche deben ser capaces de trabajar de ;.:>rma conjunta y deben dominar un amplio abanico de habilidades. Los �rsonajes inquisidores son menos egoístas que los Cainitas. Son unos erdaderos creyentes en Dios y comulgan con todas las ensei'lanzas morales _,ue la Iglesia proclama (en teoría, aunque no siempre en la práctica). En pocas palabras, un inquisidor actúa para mayor bien de la Iglesia y .:lel resto de los mortales. En raras ocasiones busca el provecho propio, ya que !xisten mejores formas de conseguir poder en el Medievo Oscuro que cazar :nonsrruos. Incluso el Santo Oficio posee más recompensas y menos riesgos. l)tímer paso: [oncepto be( personaje Si has leído la primera sección de este capítulo y has examinado al �rsonaje, su fe y sus conexiones, ya habrás decidido los principales rasgos .:lel mismo. No necesitas determinar todos los detalles en este paso, ya que ·endrás ocasión de definirlos más adelante. A pesar de todo, existen algunas �racterísticas principales que deberías determinar en este momento. Dtben Es probable que ya hayas decidido la orden a la que pertenecerá tu �rsonaje. Si todavía no lo has hecho, repasa las descripciones de cada una .:le ellas (en el capítulo tres) . Recuerda que la orden no define la personalidad le un personaje y sus acciones, simplemente indica una determinada :nclinación en el acercamiento del personaje hacia la Inquisición, así como .as Dotes que posee. Las órdenes no constituyen una colección de servidores ;m rostro a disposición de la Iglesia, son individuos que comparten un xercamiento común para combatir a los enemigos de la Cruz. �rquetípo: 9laturafe3a, �mpufSo y [onbucta Los Arquetipos representan unos rasgos útiles para ayudarte a :epresentar� personalidad de tu personaje. Su Naturaleza es su persona­ udad verdadera, mientras que su Conducta es el romo que muestra al mundo que le rodea. En el caso de algunos caracteres ambos Arquetipo> rueden coincidir (muestran su personalidad de forma abierta), mientras que en otros pueden ser totalmente distintos, reflejando un esfuerzo para ocultar la verdadera personalidad de su interior. A pesar de ello, cada Naturaleza posee un Impulso unido a ella. Se trata Je extremos peligrosos de esa clase de personalidad, formas de comporta­ miento en las que el inquisidor puede caer en momentos de tensión. Puedes encontrar la descripción de los Impulsos más adelante (pág. 1 08). 6egunbo paso: ctfíge �tributos Esta fase te permite asignar valores numéricos a las capacidades básicas de tu personaje. Los Atributos Físicos miden la fuerza innata de tu personaje, su velocidad de movimientos y su resistencia; los Atributos Sociales definen su capacidad de relacionarse con los que le rodean, para influir en ellos y el impacto de su apariencia. Los Atributos Mentales cubren su capacidad para darse cuenta de lo que le rodea, su habilidad para razonar y la rapidez de sus procesos mentales. Puedes consultar más detalles en el capítulo cinco de Edad Oscura: Vampiro. Elige una categoría como la más importante para tu personaje y divide 6 puntos entre los tres Atributos. La categoría que va en segundo lugar recibe 4 puntos y la menos importante 3 puntos. �ercer paso: �Hge {)abHíbabes Existen tres categorías distintas de Habilidades • Talentos: Aptitudes innatas y competencias que no pueden ense11arse, ya que se adquieren mediante la experiencia. • Pericias: Habilidades que requieren entrenamiento, paciencia y aprendizaje. • Conocimientos: Metas intelectuales que solo pueden aprenderse con el estudio. Puedes consulrar las descripciones completas de las Habilidades en el capítulo cinco de Edad Oscura: Vampiro, así como detalles adicionales algo más adelante de este capítulo (pág. 1 1 1 ) . Como ocurre con los Atributos, debes decidir cual d e estos grupos es más importante para tu personaje y cual tiene una importan­ cia menor. El grupo primario recibe 1 1 puntos para distribuir entre sus Habilidades como creas conveniente, el grupo secundario 7 y el terciario tan solo 3 puntos. Ninguna habilidad puede superar los 3 puntos, ya que las puntuaciones por encima de 3 puntos rcprescnt�n niveles excepcionales de experiencia que pocos individuos poseen. Tendrás la oportunidad de ele\·ar algunas de ella por encima de este límite más adelante si así lo deseas. Todos los personajes inquisidores deben poseer como mínimo un punto en Teología, como reflejo de su educación básica en las creencias más importantes de la Iglesia. Aunque no se requiere Lingüística (Latín), la Inquisición utiliza este idioma como lengua común, ya que no depende de la localización regional y es el idioma de la Iglesia. Cualquier inquisidor que desconozca este idioma pasará por momentos difíciles. decides que tu personaje comience la crónica en posesión del beneficio y el inconveniente de su orden, no puedes escoger ninguna Dote. �( 2lrte e>agrabo Esta etapa del proceso de creación del personaje trata de aquellas cosas que elevan al inquisidor por encima del resto de la humanidad. El apoyo de la Iglesia, el favor de Dios y quizá la bendición de una vida excepcional otorgan al personaje unas ventajas necesarias para sobrevivir en la batalla contra el Enemigo en el Medievo Oscuro. Además de recibir regalos de manos de Dios, los inquisidores pueden urili:ar el Arte Sagrado, acción que les permite elevar una petición al Espíritu Santo para conseguir bendiciones o auxilio en momentos de necesidad. Consulta el capítulo cinco para obtener más detalles. Los personajes de la Orden Roja que eligen el Arte Sagrado (y renuncian al beneficio de su orden) reciben un punto gratuito en una senda. El resto de personajes también pueden comenzar con un nivel de Arte Sagrado: los miembros de la Casa de Murnau y los Oculi Dei deben tomar Sop/lia Patris como senda primaria, las Hermanas de San Juan deben seleccionar Boni S¡¡iritus, y los Caballeros de Acre Sedulitas Filius. Aquellos personajes que no pertenezcan a la Orden Roja pueden comenzar con experiencia en las Artes Sagradas solamenre si el jugador gasta puntos adicionales para comprarlas y solo si el arrador lo permite. �rasfonbos CJJlafbídón [uarto paso: �rige 9Jentajas Los Trasfondos representan influencias y ventajas al alcance de un personaje que no están relacionados de forma directa con sus capacidades personales. Algunos de ellos representan el apoyo de la Iglesia y otros están relacionados con sus circunstancias personales. Tienes a tu disposición S puntos para repartir en los distintos Trasfondo . Los jugadores pueden repartir estos puntos en los siguientes Trasfondos: Aliados, Casa Capitu­ lar, Criados, Contactos, Fieles, Influencia, Mentor, Recursos y Reliquias Sagradas. Puedes consultar en Edad Oscura: Vampiro (pág. 129) las reglas de cada uno de estos Trasfondos. Más adelante incluimos algunos Trasfondos adicionales específicos para los inquisidores. Un personaje inquisidor no puede comprar los siguientes Trasfondos: Dominio, Generación, Rebafio y Posición. El Trasfondo de Mentor representa a un inquisidor más experimentado que ha tomado al personaje bajo su tutela. Los Criados son miembros de la orden del personaje que trabajan para él. Drísones Cada personaje recibe un Orisón. Se trata de regalos menores de Dios que suelen servir para reducir la dificultad de una tirada determinada o ayudar al personaje de algún otro modo. Los Orisones se basan en las Virtudes básicas (Conciencia, Autoconrrol y Coraje). Q)enefído e inconveniente be (a orben En este momento puedes elegir entre seleccionar una Bendición apropiada a la orden de tu personaje o el beneficio de la misma. El hecho de elegir el beneficio de la orden indica que tu personaje está especialmen­ te involucrado en ella, aunque no condiciona las Dores ni el Arte Sagrado que escoja en el futuro. Sin embargo, cada beneficio tiene asociada un inconveniente. Puedes encontrar los beneficios e inconvenientes de cada una de las órdenes en las descripciones del capítulo tres. Atención: Los miembros de sangre de la Casa de Murnau deben elegir el beneficio de la orden (en caso contrario, el jugador debería elaborar un motivo coherente para explicar por qué la maldición familiar no se ha manifestado en su personaje). De igual modo, los sirvientes y orros miembros no pertenecien· res a la familia que han jurado lealtad a la Casa de Murnau no pueden elegir el beneficio de la orden y por lo tanto deben escoger una Dore apropiada. �otes La proximidad a Dios que los inquisidores cultivan en su misión les otorga ciertas habilidades que les coloca por encima del pueblo ordinario. Estos personajes los ven como regalos del Espíritu Santo, armas y proteccio­ nes espirituales para continuar con la cruzada. En este momento puedes elegir una Dote de nivel de Acólito de aquellas disponibles para la orden de tu personaje (con la excepción de la Orden Roja, consulta más adelante). Puedes encontrar una lista completa de Bendiciones en el capítulo cinco. Si Nadie es totalmente inocente (o al menos, casi nadie, consulta el Mérito de Puro en la pág. 1 2 1 ) . Cuando tu per onaje sintió la llamada de la fe, también tuvo que acomodar sus pecados. Estos pecados no son sencillos de soportar, en especial para los elegidos de Dios. Si eliges una Bendición (en vez del beneficio de la orden), también debes escoger una Maldición de nivel de Acólito para tu personaje. Consulta la pág. 144 para obtener más información sobre Maldiciones. Q)írtubes Las tres Virtudes siguientes reflejan las cualidades nobles de tu personaje: • Coraje mide la capacidad de tu personaje para mantenerse firme ante el peligro. • Autocontrol mide la capacidad de tu personaje para evitar cometer actos autodestructivos y pecaminosos. • Conciencia mide la dedicación de tu personaje hacia los valores morales defendidos por la Iglesia. Cada Virtud posee de 1 a S puntos, en el que un punto representa al cobarde más abyecto y pecador mientras que cinco puntos encarna un ejemplo viviente de la vida cristiana. Tienes 7 puntos para distribuir entre estas Virtudes con el fin de definir las fortalezas y debilidades morales de tu personaje. Al igual que ocurre enEdad Oscura: Vampiro, ya comienzas con un punto en cada una de estas Virtudes. Q)írtubes e>uperíores Las Virtudes Superiores reflejan la vida espiritual que hace que tu personaje esté por encima del resto de fieles. El Espíritu Santo ha tocado su alma y como resultado de su bendición es capaz de actos que otros no pueden llevar a cabo. Aunque cada uno de estos Rasgos está relacionado con una Virtud básica determinada, existe un gran salto entre ellos. • Celo, basado en el Coraje, refleja la pasión que tu personaje posee para cumplir la misión de Dios. • Sabiduría, basada en el Autocontrol, refleja la comprensión del mundo que Dios ha otorgado a tu personaje. • Fe, basada en la Conciencia, refleja la fuer:a que tu personaje posee para ser fiel a los principios y la compasión de Dios, así como en su perdón y su redención. Tu personaje se acaba de despertar a este estado de iluminación, por lo que solo posee un punto en la Virtud Superior primaria de la orden a la que pertenece. Puedes consultar las descripciones completas de las Virtu· des Superiores en la pág. 1 13. üuínto paso: toques fína(es Ya has finalizado la parte principal de la creación del personaje. Has definido el Concepto de tu persont1je y los h¡¡s trasladado a una serie de 9\esumen. be creacíón be[ personaje · : casa de 'PtOCeSO be CteaCÍÓn be( petSOnaje Primer paso: Determina el Concepto • 'clecciona el concepto, la orden, la Naturaleza, la Conducta y el Impulso. Segundo paso: Selecciona Atributos Elige las categorías primaria, secundaria y terciaria de los Atributos. C�:nnienza con l punto en cada Atributo, divide 6 puntos adicionales entre los Atributos primarios, 4 entre los secunda­ • rios y 3 entre los terciarios. • Bendiciones: Oraciones divinas mediante las que Dios obra • lnvestidutas: Camlización del poder de Dios a través del cuerpo • Legados : Herencias extrañas y arcanas de la Casa de Murnau. Salmos: La palabra de Dios canalizada a través la voz del ' Tercer paso: Selecciona las Habilidades Olige las categorías primaria, secundaria y terciaria de Habilidades. DivideIl puntos adicionales entre las Habilidades 12rimarias, 7. entre las secundarias y 4 entre las terciarias. maravillas. mortal del inquisidor. • Sophia Patris: Capacidad de revelar la verdad.mediame la • Sedulitas Filius: Capacidad para usar la fuerza de Dios en • Boni Spiritus: Capacidad para atraer �l alma hacia el Espíritu sabiduría del Se11or. combate. Aptitudes innatas. Pericias: Aptitudes adquiridas. Santo en busca de protección. uJnocimientos: Conocimiento académico e intelectual. Todas los inquisidores deben poseer Teología I , recomendamos Lingüísti­ l (Latín), ya que el latín es la lengua común entre los inquisidores. · Coloca un punto en la Virtud Superior prlinaria de tu orden. Elige una Dote de nivel de Acólito (y una Maldición) o ef beneficio de la orden (y su inconveniente asoci�do). Elige un Orisón. Divide S puntos entre los Trasfondos y 7 entre las Virtudes básicas. • Quinto paso: Toques finales �tasfonbos • -\1 acabar este paso, ningtma Habilidad puede tener más de tres puntos. • Cuarto paso: Selecciona las Ventajas / • • • • • 1;1 • Fe, • por ejemplo) . El valor i�ial de la Devoción es igual al valor de • Superior de tu personaje y de su Virtud b�ica (Conciencia + la suma de Conciencia + Autoconrrol. La Fuerza de Voluntad • / Orbenes Órdenes monástc i as . • Caballeros de Acre: Inquis-idores guerreros que se enfrentan al [oste en puntos abícíona(es • • • enemigo en combate. • Hermanas de San Juan: Monja clarividentes que protegen a los • La débiles. Orden Roja: 1\:i<;mjes y monjas que dominan el poder de los Rituales Sagrados. Ór.Penes laicas •· Oculi Dei: Herman� laicos cuya misión consiste en obtener información del enemigo. Fieles: Cristianos dispuestos a apoyar tu causa. Influencia: Autoridad y prestigio entre la gente ordinaria. Mentor: Un mecenas o guía en la Inquisición. Posición: Autoridad y prestigio entre los inquisidores. Recursos: Propiedades y otros objetos valiosos. Reliquias S¡¡gradas: Armas y objetos imbuidos con el poder de la Fe. inicial es la suma de Coraje + Celo. Gasta 2 1 puntos adicionales (consulta la tabla de más adelante). Aliados: Individuos leales que comparten tu causa. Casa Capitular: Base de operaciones segura. Contactos: Fuentes de información. Criados: Ayudantes personales y otros sirvientes. Exposición: Encueritros con el �nemigo ames de unirse a la Inquisición. • suma del valor de lá Virtud El valor inicial de la Convicción es ' �[ 2lrte eíagrabo -\mbutos mentales: Percepción, Inteligencia, Astucia ca desvelar L inquisidor. "\tributos sociales: Carisma, Manipulación, Apariencia �alcntos: � �otes • -ttributos físicos: Fuerza, Destreza, Resistencia. • Murnau: Una famifia noble dedicada corrupción de Satanás. • Atributos: S puntos adiciónales por punto. Habilidades: 2 puntos adicionales por punto Especialidades de Habilidad (máx. tres por Habilidad): punto aditional por cada una de ella). Trasfondos: 1 punto adicional por punto. Virtudes: 2 puntos adicionales por punto. ' Fuerza de V oluntad: 1 punto adicional por punto. • Devoc ión: 1 punto adicional or punto. p • Arte Sagrado: S puntos ¡¡dicionales por punto. • • Ni las Dotes-ni los Orisones pueden adquirirse con puntos adicio­ nales . .... - lores numencos que ayudaran a cuantificar las capacidades de tu �rsonajc en el juego. Todo lo que falta es vestir a tu personaje con una ,ene de Rasgos que fluctuaran dmante el juego e incrementar sus habili­ _,Jes con puntos adicionales para ajustarlo mejor a tu visión ideal. <ront>íccíón La Convicción mide la dedicación de tu personaje a la causa de Inquisición y su creencia de lo que está bien a ojos de Dio . Permite .,ue tu personaje resista la influencia del enemigo y que utilice las ::-endiciones de Dios. Aunque la gente normal posee un punto de Convicción, tu personaje ha ido más allá y ahora se encuentra imbuido de pasión por la causa. La Convicción queda reflejada en una escala que va de 1 a 10. La Convicción inicial es igual a la suma del valor de la Virtud Superior de tu personaje y su Virtud básica asociada (Conciencia + Fe, por ejemplo). cguer3a be Q)o[untab La Fuerza de Voluntad mide la capacidad de determinación de tu personaje. Al igual que la Convicción, queda reflejada en una escala que va de 1 a 10. Aunque la gente común posee una Fuerza de Voluntad de 2 o 3, los inquisidores encuentran que para resistir a las tentaciones del enemigo es necesaria una punruación superior. El ''alor inicial de este Rasgo es igual a Coraje + Celo. <.net>ocíón E te rasgo es similar al de la Senda de un vampiro, ya que represenra la devoción que un inquisidor tiene por Dios. La Devoción, al igual que la Fuer:a de Voluntad, queda reflej ada en una escala que va de 1 a 10. La Devoción inicial de un personaje es igual a Conciencia + Autoconrrol. :Puntos abícíona(es Tienes 2 1 puntos adicionales para gastar en tu personaje Estos puntos adicionales sirven para que puedas reflejar aquellas cualidades adicionales que tu personaje ha adquirido durante su fase de entrenamien­ to inicial en la orden Sin embargo, también puedes usarlos para corregir cualquier inconsistencia en tu personaje creada por las limitaciones impuestas durante el proceso de creación del mismo. El proceso de creación no re permite superar las Habilidades de tu personaje más allá del nivel tres. Esta limitación existe debido a que existen pocas personas que superen este ni\·el de competencia (tres punros en una Habtlidad hacen que un per onaje sea el más capacitado de la :ona). Sin embargo, el entrenamiento que tu personaje haya recibido tras unirse a la Inquisición puede elevar su Habilidades haMa convertirlo en el mejor del país, o incluso del mundo. Después de todo, lo; inqubidores son los protectores de la Iglesia, por lo q ue deben estar entre los cristianos más dedicados y hábiles de planeta. A pesar de ello, medita con cuidado antes de elevar las Habilidades a cuatro o cinco puntos: i merece tu personaje haber alcanzado ese nivel en un momento tan prematuro de su c�rrern? Los niveles de los distintos Rasgos también pueden mejorarse de acue rdo con la tabla existente en el resumen de creación de personaje de la pág. 107. Sin embargo, no puedes utilizar estos puntos adicionales pnra incrementar tu Cotwicción, Virtudes Superiores, Orisones o Dotes. Estos Rasgos solo pueden incrementarse mediante la consecución de las misio­ nes de Dios d urante el transcurso de la crónica . . . 2a c�íspa be fa t)Íba A menudo sucede que cuando las ideas se transforman en números en la ho¡a de personaje a lo largo del proceso de creación, tu concepto sobre el personaje cambia. Merece la pena dedicar cierto tiempo a comparar el concepto original con el producto definitivo para integrar cualquier idea original que se te haya ocurrido durante el proceso de creación También es el momento adecuado para entrar en detalle con tu personaje. Tienes una idea aproximada de su atractivo personal con base en su Apariencia, pero, /cuál es su aspecto real? iCómo viste y habla? iOe qué color tiene el pelo y los ojos? Puedes reflexionar en la forma en que el personaje consiguió cada una de las Habilidades de su hoja y como este hecho cambió su vida. iCómo aprendió a luchar, leer o cuidar animales? iPor qué habla un idioma adicional? / Quiénes son sus Criados o Aliados y cómo se relacionan con él? Si posee una Posición importante en la Inquisición, icómo la ha conseguido? Solo hace falta u n poco de reflexión para recoger los puntos de la hoj a de personaje y transformarlos en una image n detallada de la existencia de tu personaj e. En la pág 108 de Edad Oscura: Vampiro puedes consultar algunas ideas sobre la mejor forma de hacerlo. . . Algunos Rasgos son exclusivos de los personajes de Edad Oscura: Inquisidor. La llamada de la Inquisición provoca cambios decisivos en la mente, cuerpo y alma de un personaje que le obligan a desarrollarse de una forma especial. En esta sección describiremos estas diferencias. Cuando un inquisidor permite que su dedicación a la Inquisición supere a su devoción por Dios, cae en Insensibilid ad (puedes encontrar las reglas sobre la Insensibilidad y una explicación adicional sobre este estado en la pág. 1 16). Es en esos momentos, cuando las partes más oscuras de su naturaleza salen a la luz. Cada ser humano vive en pecado debido al pecado original de Adán y Eva. Ninguna alma es completamente pura y esa corrupción puede convertir a la dedicación más sagrada en destrucción impía sin que el inquisidor sea consciente de lo que sucede. El enemigo tiene formas sutiles de actuar. Las partes destructivas y egoístas de la personalidad de un personaje reciben el nombre genérico de Impulso, y derivan de la Naturaleza que gobierna al personaje. Si la Naturaleza de un personaje llegara a cambiar, su Impulso cambiaría con ella. �utócrata:::<.nomínacíón Aunque intenras redimir al mundo, en ocasiones te extralimitas y te obsesionas con tu visión hasta tal punro que intentas imponerla a todos los que te rodean. Eres el único que conoce el verdadero plan divino, por lo que el resto debe someterse a tu forma de pensar o atenerse a las consecuencias. Buscas poder, ya que es la única forma de rehacer este mundo a imagen de Dios. Q)rat>ucón/Dio(encía Siempre has mostrado más respeto por las palabras que por los hechos. Sin embargo, en determinadas ocasiones, los hechos son verdade ramente importantes. Harás todo lo que sea necesario para llevar a cabo tu trabajo. Sabes que tu causa es justa, por lo que cualquier objetivo que debas cumplir contará con la bendición de Dios. Cualquier acción que tomes, sin importar lo ,·iolenta que sea o lo contraria que parezca a las normas sociales y de la Iglesia, la realizarás para mayor gloria de Dios. A pesar de ello podría darse el caso de que cuando ese momento quede atrás veas las cosas de otra forma. Nota: El Arqueti po de Bravucón reemplaza el Arqu etipo de Bárbaro de la página 1 1 8 de Edad Oscura: Vampiro. El espíritu del mismo (cambiar el mundo con hechos, no con palabras), continúa inalterable, aunque es desprecio por la civilización queda sustituido por el desprecio por aq uell os que el inquisidor considera como débiles. ­ , 9\efot3etbo en fa armabura be c:t)íos El personaje por defecto lle Edad Oscura: Inquisidor es una per;ona bendita que ha asumido su luga;- en la lucha entre el bien y d mal. Si deseas crear un personaje, sujeto a la aprobación del . 'arrador, más o menos poderoso que los inquisidores novicios, te "djuntamos tres posibilidades. A pesar de ello, la ascensión a los estados más avanzados del juego queda cuantificada por el número rotal de Virtudes Superiores de los personajes. Por ejemplo, un personaje con Fe 2, Sabiduría O y Celo 2 forma parte del grupo de inquisidores de "nivel acólito". Si obtiene un punto en cualquier Virtud Superior (incluyendo su primer punto en Sabiduría), entraría en la c¡J.tegoría de inquisidor de "nivel adepto". lnduimos esre sistema simplemente con el propósito 'de determinar el número de Votes que el personaje puede aprender sin arriesgarse a caer en �ase 3: 3nquísíbor abepto Estos son los verdader@S soldados de Dios, ya que sus Bendi­ ciones los elevan por encima de las personas normales. Han sufrido. repetidos enfrentamientos contra las fuerzas del cielo y del infierno y S!Miexperi¡:ncias les han cambiado para siempre. Tienen una idea clara de sus objetivos, aunque despiden un sentimiento de santidad y amenaza ante la gente normal, ya que sus Virtudes Superioras pueden hacer que parctcan fanáticos y peligrosos. Todo inquisidor que tenga entre 5 y 9 puntos de Virtudes Supe­ riores es considerado como un adepto. Creación del personaje Trasfondos: 8 nuevas Maldiciones (consulta el capítulo cinco). Es<os niveles" Virtudes: 9 categorías no suelen estar reconocidas entre ellos. Los títulos solo Dotes: 3 reflejan las etapas de desarrollo de un inquisidor, aunque estas sirven como referencia, ya que ningún inquisidor se referirá a él mismo como in "inquisidor de nivel juez". �ase 1 : <5ett)íbor be [a 3nquísídón Los inquisidores menos poderosos (y quizá los más valientes) on aquellos miembros que todavía deben recibir la bendición de Dios y Virtudes Superiores: 4 Orisones: 2 Artes Sagradas: Varía (tres si es un miembro de la Orden Roja, una en caso contrario) Maldiciones: 3 Puntos adicionales: 28 wn reducidas. Estas almas arrojadas pueden poseer cierta tendencia a �ase 4: 3nquísíbor jue3 Los inquisidores.que poseen este nivel de experiencia entran a tados. Al igual que ocurre con el resto de la hu¡:nanidad, los sirvientes bate contra los irvientes del diablo y han triunfado. Para ellos, la vida que se enfrentan al enemigo sabiendo quesus posibilidades de victoria fonnar parte de las leyendas de la Iglesia. Se han dedicado en cuerpo sobrevivir, representada por su único Orisón, aunque son tan vulne­ rables ante el enemigo como el resto de la humanidad. Los personajes ' y alma al servido de Dios y la gente con la que se encuentran consideran que son ángeles encarnados. Se han enfrentado en com­ Je este nivel suelen servir co;no ayuda_r1tes de inquisidores experimen­ no pueden tener más de un �ico punto de Convicción. Creación del personaje Trasfondos: 2 Virtudes: 4 Virtudes Superiores: O Dotes: O Orisooes: 1 Maldiciones: O Puntos adicionales: ·18 �ase 2: 3nq�ísíbor acóHto Son los personajes básicos que describimos en este capítulo. T.odo personaje que tenga entre 1 y 4 punws de Virtudes Superiores .. es un acólito. �uíbabor�cposesíón Losque te rodean necesitan que cuiden de ellos, aunque en ocasiones sus -'PÍOS actos hacen que sea una tarea difícil. Lo mejor sería que re dejaran -'fltrolar sus vidas: solo si son verdaderamente tuyos serás capaz Je protegerlos � las terribles criaturas que acechan en el exterior. Harás todo lo po ible para ehminar sus nexos con cualquier otra persona que ponga en peligro tu es blanco y negro, bien y mal, por lo que act(¡an con rapidez contra la corrupción en t)ombre Je Dios. Muchos de ellos son capaces de emitir profecÍas. Todo inquisidor que tenga más de 1 O puntos de \linude Superiores pertenece a esta categoría. Creación del personaje Trasfondos: 1 1 Virtudes: 1 2 Virtudes Superiores: Dotes: 7 .. • 9 Orisones: 5 Artes Sagradas: Varía (seis si es un miembro de la Orden Roja, tres en caso contrario} Maldiciones: 5 Puntos"adicionales: 35 forma compulsiva. Estás convencido Je que esta forma de comportarte te ayuda en la lucha, aunque en realidad te arroja en las garras del Enemigo. cnefensor�[onsett)aburísmo Intentas evitar que las cosas buenas de este mundo se conviertan en ruinas. Bien, iqué mejor forma de hacerlo que a;cgurarse Jc que no .:!llluencia sobre ellos. Solo cuando sean tuyos estarán completamente a salvo. cambien nunca? Debes disuadir a la gente de tener nuevas ideas y evitar [e[ebrante�.Pebonísmo sociedad deben permanecer inmutables para que todo pueda continuar Disfrutas tanto de la creación de Dios que en ocasiones crees que tu (mico :-ropósito consiste en disfrutar Je todo lo que te rodea. Estás seguro Je que si :e extasías ante las maravillas Je la creación serás imnune a los ataques de que se vean envueltas en situaciones peligrosas. Las estructuras de la bajo la protección de Dios y a salvo de las fuer:as satánicas del cambio. <5oñaborA�scapísmo ::atanás. Cuando te invade el hedonismo, te dejas llevar por cualquier placer El mundo podría mejorarse. Eres capa: de imaginarte la creación �ue se te antoja, de la gula a la oración, del combate a la contemplación, Je divina. Si deseas convertirla en realidad Jebes comprenderla, y para ello debes estudiarla. Puede que solo exista en tu imaginación, aunque que puedes dejar de lado las grises tareas de la Inquisición durante un tiempo mientras intentas comprender los detalles del plan divino de la creación. Cuando los entiendas por completo, serás capaz de actuar. Aunque hay tanto por comprender... �í3arro�maníbab Eres un inquisidor, uno de los defensores elegidos por Dios. Debes ser un ejemplo de todo lo bueno de la humanidad, su creación favorita. Tus ropas deben ser un himno a la gloria de Su nombre, tus gestos una oración a Su grandeza y tu comporta· miento un modelo de devoción a seguir por el resto. Si te tienen como modelo de perfección divina, la gente estará más segura cuando sigan tus pasos. �ufón��stupíbe3 El mundo está condenado, y todo lo que la humanidad puede hacer queda empequeñecido frente a Su poder. Te burlas de las sociedades creadas por el hombre, desde la corona hasta la Iglesia, de igual forma que te burlas de las me:quinas maquinaciones del enemigo. Todo es ridículo si lo comparamos con Sus bendiciones. Una vez que estás convencido de que Él hace que todo sea risible, te puedes regocijar con tu propia seguridad. i Acaso Él no puede protegerte de esos peligros ridículos? jue3�eíabísmo Cuanto más obsen·as el mundo que te rodea, más te das cuenta de que todo lo que hay en él es culpable ante Sus ojos. Él te ha d<ldo una misión, juzgar a los pecadores, y encuentras que todos son culpables. Todo el mundo, desde el monstruo más horrihle hasra el campesino más humilde, ha sucumbido a las maniobras de Satanás. Deben ser castigados, ya que solo de esa forma sus almas ser�n purificadas. Puede que no estén de acuerdo con el castigo, aunque ello no se encuentran en posición de decidir. Tienes que cumplir con tu misión y hacer que el mundo pague por sus pecados. 1)ebagogo�<ganátíco Tu misión ha consistido en explicar al prójimo los errores de su comportamiento y enseñarle la Palabra de Dios. Has llegado a la decisión de que el mundo solo puede salvarse cuando todos se sometan a los dictados de Jesucristo, y tú eres la persona que debes enseflarles. Aquellos que te escuchen se salvarán, aunque deben creer ciegamente antes de que confíes en ellos. De hecho, solo lo que hayan aceptado tu visión dd Seúor alcan:arán la gloria divina. 1) enítenteiJJlasoquísta Ttl, como cualquier otro mortal, eres un pecador. Sin embar­ go, no todos son llamados a enfrentarse al enemigo y utilizar el poder de Dios para contribuir a Su c<nlsa. Para mostrarte digno de Sus bendiciones, debes sufrir por tus pecados. El ayuno, la pobreza, la privaciún del ueiio, incluso la autoflagelación: todas esta herramientas sirven para limpiarte del pecado y demostrar a Dios que cst{ls verdaderamente arrepentido y convencerle para que te otorgue la posibilidad de destruir el enemigo. No existe ningún sufrimiento demasiado grande para un pecador co mo tú. 1)etfeccíonísta�9legatít)íbab Aunque sería blasfemo creer que podrías llegar a alcanzar la perfecciCm de Dios, intentas llegar a ser lo mejor que un pobre pecadnr mortal puede alcan:ar. Tu vida gira en torno a lu fidelidad a la Biblia y a la lealtad ante tu misión. Sin embargo, en Jsiones tu> Jerrotas y las de los que te roJean se convierten en una losa ..emasiado pesaJa. No puedes hacer otra cosa que continuar con tu •·!Stencia en este mundo caído, por lo que llegas a desesperar de obtener redención a través de Cristo. Jteóefbe�2lnarquísmo Es demasiado tarde. Satán ha infectado toda la cristiandaJ. La <Iedad debe cambiar si Dios debe alzarse con la victoria, y así tiene que .:r. Cualquiera que ocupe un puesto Je poder es un aliado, voluntario o .:1\"0iuntario, del Gran CorruptOr, por lo que tu misión consiste en aplastar os defensores de las instituciones al servicio de Satanás. Solo una vez que sociedad se haya convertido en ruinas podrás poner en evidencia al .'!lemigo. En ese momento, él y sus sirvientes serán expulsados del mundo poJrás construir un nuevo paraíso. cupett>Ít)Íente��goísmo El Sei'lor te ha escogido para derrotar a los sirvientes del mal, y como �o de Sus elegidos debes permanecer vivo para completar tu misión. Tu pervivencia es más importante que salir victorioso en un encuentro con �"'�monstruo. Después de todo, si mueres derrotando a un demonio, iquién nrinuará con tu misión en la Inquisición' De hecho, es más imporrante _ue tú sobrevivas que lo haga cualquier compa1ícro tuyo. Tú eres el elcgiJo, • ..!o son unos simples ayudantes para que lleves a cabo tu misión. • .ñabífíbabes La búsqueda de la verdad y la dedicación absoluta a la tarea de _esvelar las mentiras del enemigo requiere un entrenamicnro especial. luchos inquisidores poseen dos Pericias que pueden ser muy valiosas para �escubrir los planes ocultos del enemigo y exponerlos a la luz del juicio -ivino. Las describimos a continuación. Jluet)a 1)etícía: �ortura La Pericia de Tortura engloba al conocimiento y a la técnica nece­ ;aria para infligir dolor a otros con la esperanza de extraerles información .:n forma de confesiones. Incluye el conocimiento de los aspectos físicos y ;:o>icológicos de la tortura, de los mejores métodos para manrener vivos a •'S prisioneros para que puedan soportar largas y dolorosas sesiones y del �so de equipo especializado. Esta Pericia puede utilizarse tanro sobre monstruos como sobre mortales, aunque la extrai'la constitución y los poderes satánicos de lo; monstruos pueden hacerles menos susceptible:. a Jeterminadas técnicas, salvo que el inquisidor conozca sus debiliJades específicas. En ocasiones, alguna; técnicas, como el uso del fuego, funcio­ nan mejor con las cria t uras Jel infierno que con la gente norma l. • Aprendi:: Has atado a algunos prisioneros y les has golpcaJo hasta que han come nzaJo a hablar. •• Estudiante: Entie ndes las técnicas básicas de tortura y puedes utilizar fuego, el potro, la inmersión y otras técnicas sin matar a tu víctima. ••• ExperimentaJo: Te das cuenta de que en ocasiones la mente puede ser el implemenro de tortura más efica: c uando se combina con el uso de los instrumentos aprobaJos por la Inquisición. •••• Erudito: Sabe> elegir la herramienta, técnica o juego mental apropiado para conseguir una confesión con gran 1·elociJad y eficacia. ••••• Maestro: El oimple rumor de tu presencia hace que los prisio­ neros se desesperen por confesar antes de que comiences a trabajar sobre su vulnerable carne. Propio de: I nquisidore papales, jueces, guardias, soldados, cazado­ res de br uj as, espías, cazarrccompen ·¡1s, fanhicos. Especialidades: Huma nos, vampiros, hombres lobo, hechiceros, brujas, Jemonios, confesiones forzmlas, conversiones. �uet>a 1)etícía: �nterrogatodo El lnrerrogatorio es el arte de extraer información involunrnria Je sujetos mediante el uso Je la intimidación, las amenazas, las menciones a sus Jebcres religiosos o cualquier otro sistema que el inqui>iJor quiera utilizar para conseguir la cooperación de su interlocutor. A Jiferencia de la lntimiJación, no se trata de hacer que la víctima haga lo que deseas, oino la de obligarle a compartir una información que no está disp uesra a hacer públic a de forma voluntaria . • Novato: Sabes preguntar y usar la violencia. •• Experi mentado: Sabes que la combinación d e una actitud amistosa con otra amenazadora p uede dar buenos resultados. ••• Competente: Puedes obligar a los campesinos y a la nobleza menor a compartir infonnación sin dificultad. •••• Experto: Existen pocas criaturas que puedan resistirse cuando te muestras determinado a conocer la verdad. ••••• Maestro: Han conJenado a ,·arios culros heréticos gracias a la información que conseguiste extraer Je un solo cautivo. Propio de: Inquisidores papales, juece>, sacerJotes, confesores, espía . Especialidades: Secretos oscuros, blasfemia, herejía, interrogatorio subliminal, recuerJos olviJados, juegos mentales. :Jluet)os �rasfonbos Los inquisidores, debido a su forma de vida, a su Jedicación a Dios y al apoyo Jc la Iglesia y del resto de las órdenes de la Inquisición, tienen acceso a ciertos recursos propios. Estos recursos están representados por tres nuevos Trasfondos. Al igual que ocurría con los Trasfondos presentados en Edad Oscura: Vampiro, el personaje no piensa: "tengo un rebal'\o de 100 almas para que me ayuden con sus plegarias a luchar contra una bestia nocturna", sino que lo hace en términos más generales: "una buena congregaci6n cuya fe es fuerte permanece junto a mí en esta hora de necesiJaJ ". [asa capítufar Una casa capitular es el edificio físico donJe reside una célula de inquioidores. Estos edificios cuentan con los criados necesarios para su mantenimiento, aunque estas personas (normalmente monjes Je bajo nivel o miembros laicos de la orden) no participan de forma activa en la lnqui ición (eso entra dentro Jel ámbito de los Criados o de los Fieles). La propiedaJ no pertenece a los inquisidores: pertenece a la Inquisición y es ella la que se la cede a los personajes para que la utilicen durante su misión, por lo que se Jebe consen•ar en buen estado. No pueJc venderse, alquilarse o usarse para otro propósito que el que las órdenes han determinado. El uso de este Trasfondo es parecido al del Dominio (consulta la pág. 130 Je Edad Oscura: Vampiro). Los puntos utilizados en él pueden hacer que la casa cap itular sea mayor o más segura, aunqu.: también puede tener otros efecros. Los puntos que se gasten para aumentar el tamai'lo de la casa capitular se reflej an Je la forma siguiente: • Una casa o un edificio eclesiástico peque1io situaJo en el interior Je una comunidad religiosa como un mona>terio o catedral que permite que los inquisidores posean cierta privacidad . •• Una iglesia peque1ia, un edificio significativo de u n pueblo o cualquier otra edificación de tamario similar que permite que los inquisidores lleven a cabo su trabajo y duerman en su interior. ••• Un edificio fortificaJo, una sección de un ca>tillo o de un monasterio, o varias casas de un cent ro urbano a disposición de los inquisiJores por el bien de su misión. ••• • Los in4uisiJores poseen libre uso de una pequei'la mansión rural, un castillo o varias casas para llevar a buen término su Para un inquisidor, cualquier grupo ajeno a la Inquisición con quien misión, así como cierto número de sirvientes para mantener los edificios ope rativos. ••••• Una comunidad religiosa compl e ta , como un monasterio ais· lado o una mansión rural de la familia M urna u, ha recibido la orden de ayudar a los inquisidores en su misión. Es probable que las expectativas que se hayan puesto en los personajes sean igual de e lev adas . Además de lo anterior, cada punto asignado a este trasfondo riene uno de los siguientes efectos: • Incremen ta el tamaño de la casa capit ular, tal como hemos explicado. • Hace que la casa capitular sea más segura, la presencia de perros y hombres incrementa en uno la dificultad por cada punto gastado. • Incrementa el nivel de Ti erra Sagrada de la casa c apitu lar en uno por cada punto gastado. • Otorga e pacio para la detención, interrogatorio y tortura de las semillas del infierno. La casa capitular posee espacio para tres prisioneros por cada punto gastado. De esta forma, un grupo que reúna seis puntos de Casa Capitular puede utilizar la iglesia de un pueblo pequei'lo como base de operaciones (2 puntos para tamaño}. Solo hay dos puertas, además, están equipadas con cierres caros y resistentes (3 pu ntos para seguridad). Además, la propiedad está consagrada ( 1 punto para Tierra Sagrada). pueda rezar representa un valioso nexo de unión con el mundo que ha dejado atrás. Resulta sencillo verse arrastrado por la vorágine de los enfrentamientos con los monstruos y perder de vista las re alidades de la vida. Se pueden llegar a perder de vista los Diez Mandamientos cuando la lucha contra el enemigo se com·ierte en el único objetivo . El reba1io de un inquisidor puede mantenerle sujeto al mundo real y hacerle ver la clase de gente por la que lucha. El rebaño no se pondrá a disposición de la causa del inquisidor enfrentándose al enemigo o investigando por él (aunque ningún inquisi ­ dor permitiría este hecho). Se trata de un grupo de personas que actúan como ancla para sus cree ncias, recordándole los motivos que le han llevado a esta situación y que pueden incrementar su Convicción median­ te oraciones conjuntas (consulta la pág. 1 1 5}. Cuentas con un grupo de amigos con los que rezas ocasional­ • mente. •• Eres e l guía espiritual de un pueblo pequeño. ••• Eres uno de los predicadores más respetados d e t u región. •••• La fama de tus sermones se h a extendido a las zonas circundan­ tes, por lo que cua lquier noticia de tu visita ilumina a los fieles y preoc upa a los pecadores. Tus sermones modelan las creencias de u na nación. Si no hubieras entrado a formar parte de la I nquisición, te habrías convertido en un obispo famoso o habrías llegado a fundar una Mucha gente sigue tus enselianzas. ••••• �xpo5ícíón orden monástica. La Exposición representa el grado en que tu personaje estuvo expuesto a las obras de los servidores del diablo antes de unirse a la Inquisic ión . Au nque cualquier buen cristiano sabe q ue Satanás está en el �e[íquía5 5agraba5 mundo y que sus servidores pueden actu ar en c ualquier parte, pocas Se afirma que si a lguien se molestara en reunir todas las astillas de la personas han tenido una experiencia direct<l con ellos. Tu personaje se ha enfrentado al enemigo y ha salido victorioso, aunque estremecido, de esta experiencia. Incluso puede haber reunido retazos de información que podrían serie útil en el futuro. Deberías reunirte con el1 arrador antes del comienzo del juego para detallar estos encuentros. Esros enfrentamientos no deberían dar a tu personaje demasiada información sobre los monstruos del Medievo Oscu­ ro, a no ser que también hayas comprado el Conocimiento de lo Oculto y estés utilizando estos encuentros para explicm la forma en que tu perso­ naje obtuvo esa información. Cuando el personaje se encuentre un cr sobrenatural, el Narrador debería efectuar una tirada secreta de Astucia + Exposición para determinar si sus experiencia pasadas pueden ayudarle en su nuc\·a prue ba de fe. El arrador siempre debe efectuar esta tirada en secreto y dar información errónea tras una pifia. • Pasaste un período de tu vida en una ciudad famosa por us herejes. •• Ahora ves al pálido sacerdote que visitaba tu pueblo al anoche­ cer bajo una nueva lu z. ••• Has presenciado e l núme ro suficiente d e actos desagradables como para descubrir pautas en el comportamiento del enemigo. •••• Tu pueblo natal o abadía fue invadido por los sirvientes de Sa tanás, aunque ahora es cuando te das cuema de su verdade­ ra naturale:a. ••••• Creciste en el seno de una comunidad pagana que aceptaba la Cruz Verdadera que se venden por roda la c ristiandad y todos los huesos de los santos, sería capaz de construir una ciudad. Es posible que esta afirmación sea cierta, aunque también es cierro que algunas reliquias son receptáculos genuinos de fe, ya sea debido a bendiciones del Señor o simplemente a las fervientes creencias del Rebaño. De igual modo, los inquisidores más sabios y Je,·otos saben cómo crear armas ungidas con la esencia de su devoción, obje tos capaces de infligir terribles heridas a los sirvientes del Enemigo. Este Trasfondo pone de manifiesto que el personaje posee una de esas reliquias. Estos objetos pueden actuar como depósitos de Convicción, recursos a los que puede acudir el inquisidor en los momentos más desesperados. Una ve: d uran te cada historia, el jugador puede realizar una tirada equivalente al nivel que el personaje posea en este Trasfondo (dificu ltad 6) y obtener un punro de Convicción por cada éxito obtenido hasta un máximo que viene condicionado por el valor de su Devoción. Las reliquias más poderosas poseen otros efectos exclusivos de el las. En el capítulo cinco incluimos algunas ideas al respecto. • Un hueso del Jedo de un santo o cualq uie r otra reliquia de origen dudoso. •• ••• •••• arma santificada e n varios lugares sagrados. S i se trata d e un presencia de criaturas infernales como parte natural del mun­ do, aunque tras tu conversión te das cuen ta del peligro al que estuvo expuesta tu alma. �ebaño El crist iani, mo no es una experiencia olitaria. San Pablo ya ponía de manifies to que las personas crecían en compaiiía de otros cristianos. La capacidad de re�ar jun tos y compartir las enseñan:as de la Biblia con el prójimo tiene u n valor incalculable para el desmrollo de l as creencias de un inq uisidor . Un objeto be ndecido por el cardenal Marzone o por e l Papa. Una es pada o cualquier arma que haya pasado por el riwal de la Forja de Dios, o cualquier otra reliquia igualmente poderosa, puedes elegir una propiedad especial de la pág. 141. Un objeto impre ionanre: un trozo del hábito de un santo o u n ••••• arma, elige dos propiedades especiales . Un frasco de arena del Calvario o cualquier otro objeto maravilloso. Si se trata de un arma, e lige tres propiedades especiales. �ango La Inquisición es joven y carece de demasiadas estructuras formales. Los inquisidores están demasiado ocupados luchado contra las semillas de Sat�n y defendiendo las almas de los cristianos como para preocuparse por miendas políticas o la consecución de poder. A pesar de ello, la , c1ón necesita líderes. Algunos inquisidores alcanzan una posición ..J�r gracias a su fe, a su capacidad y a sus éxitos en la lucha. '--'lda orden posee una idea propia idea de rango, estructura y ..mes, aunque este Trasfondo representa el nivel general de influen· mquisidory su poder en la Inquisición. El respeto de los compaiieros .�a mucho más que cualquier título y es más probable que le otorgue J�r real en la Inquisición en la sombra. Sin embargo, conforme el Jumenta, lo hace la responsabilidad. Un personaje al servicio de un J10 de Fe está bajo un escrutinio más intenso por parte de sus - ñeros y sus superiores y su tiempo es mucho más limitado. • Has descubierto a algunas criaturas de Satanás y los nuevos inquisidores te respetan. Los inquisidores locales te conocen y te solicitan ayuda y consejo. Sirves en el Concilio de Fe local ayudando en las investigacio­ nes locales. Sirves (o has sen·ido) en el Concilio Supremo, asesorando a los inquisidores de todo el país. -·· Solo respondes ame Dios y el cardenal Marzone. _ �us Q)íttubes \Superiores Los personajes de Inquisidor luchan contra seres impíos porque sus ...ms son superiores a las del resto de los morrales. El Espíritu Santo les .:ado y les ha imbuido con el amor y la preocupación de Dios hasta tal ..¡ue su Virtudes están por encima del resto, pues reflejan su dedica· a las cualidades que Dios busca en us sirvientes. Un personaje con - des Superiores está entre las personas más santas del Medievo Oscuro. Son estas Virtudes Superiores las que mantienen a los inquisidores ·o de los poderes infernales del enemigo y les hace acreedores de las ;.;¡ciones de Dios. Conforme avanzan en la Inquisición, las Virtudes :<:norcs se van reforzando conforme la exposición al poder de Dios y al --"le rostro del enemigo incrementa su dedicación a la causa. :\1 igual que ocurre con las Virtudes básicas, las Virtudes Superiores �n un valor que oscila entre 1 y 5 puntos. Cada una de ellas está .onada con una Virtud básica, por lo que el efecto consiste en elevar 1or de las anteriores de 5 a 1 O puntos. El personaje no tiene por qué -eguir cinco puntos en una Virtud básica para poder ganar puntos en Virtud Superior, aunque la puntuación de un Virtud Superior no .l� superar el valor de la Virtud básica asociada. La Fe es la forma superior de la Conciencia. Refleja el modo en el que Jigo moral del inquisidor se transforma por el contacto directo con el �er del Espíritu Santo. Lo que ames era una serie de preceptos morales el personaje incorporaba a su forma de vida ha acabado por convenirse el elemento principal de su personalidad. Ha abandonado el deseo terial y el pecado, reemplazándolo por pureza y amor al prójimo. En los niveles más altos de Fe, la personalidad, los deseos y las metas personaje se ven difuminado por una humildad y una falta de deseo ..e los "menos pródigos" encuentran difícil de comprender. A pesar de -.hecho, el inquisidor se muestra más feliz y calmado conforme su nivel - ·e se incrementa. Beneficios de la Fe La Fe permite que tu personaje se abstraiga de su naturaleza básica -<rlejada por su Impulso) cuando ésta sale a relucir. Consulta lnsensibi­ _,J (pág. 1 16). • Atento •• Amable • •• Generoso •••• Redentor ••••• Puro • e>abíbutía La Sabiduría es la forma Superior de Autocontrol. La capacidad que posee el inquisidor para controlarse en circunstancias extremas pasa a formar parte de su naturaleza y de la del mundo que le rodea. La comprensión divina de la naturaleza de la creación permite que el inquisidor entienda conceptos que escapan al conocimiento de la gente normal, conceptos de naturaleza casi milagrosa relacionados con la pala­ bra y el propósitO de Dios. Conforme su Sabiduría crece, el inquisidor se vuelve más calmado y contemplativo, hablando solo para comunicar conocimientos e informa· ción que puedan beneficiar a otros. Por otra parte se vuelve más receptivo, regocijándose en la creación de Dios y llegando a comprender el lugar que ocupan los monstruos en ella. Beneficios de la Sabiduría La Sabiduría permite que un inquisidor resista con más facilidad el intento de control mental de los sirvientes de Satanás. También le permite recordar sucesos traumáticos con mayor claridad. Consulta Sometimiento (pág. 1 16). • Meditabundo Profundo •• ••• Erudito •••• Iluminado ••••• Trascendemal [e[o El Celo es la forma Superior del Coraje. La valentía es reemplazada por un deseo interior para servir a la causa de Dios, sin importar el ri�'�'>. Los celosos son capaces de llevar a cabo grandes hazañas en nombre de Dios simplemente porque su deseo de hacer el bien supera a su temor a la muerte. De hecho, conforme su Celo se incrementa, dejan de tener en cuenta esa po·ibilidad, como si fueran conscientes de que Dios permitirá que sobrevivan si todavía les queda algo por hacer, mas cuando hayan cumplido su destino, Dios les dará la bienvenida en el Cielo. Conforme el Celo de un inquisidor se incrementa, se \'Uelve más dedicado a conseguir los objetivos de Dios, ya sea como portador de fe, cuidador de enfermos o soldado contra las legiones del Infierno. Cuales­ quiera otras causas o actividades dejan de interesarte, ya que dedica toda su existencia al servicio de Dios. Beneficios del Celo El Celo permite que un inquisidor se enfrenre a los poderes satánicos del mundo sin desfallecer. También le permite resistir los poderes que utili:a el enemigo para in pirar el terror en los sirvientes de Dios. Consulta Terror (pág. 1 17) . • Dedicado •• Capaz ••• Comprometido •••• Arrojado ••••• lmparable cneuocíón El principal deber de un inquisidor es con Dios. Es para defender el plan divino del Seiior por el que lleva a cabo la dura tarea de mantener el mundo seguro para Su reba!'\o. Un buen inquisidor mantiene de forma perenne a Dios en su mente y en su corazón, no permitiendo que su reverencia y devoción caigan ame su deseo por defender la causa de la Inquisición o su celo por destruir demonio y perseguir herejes. Por desgracia, las cosas no son tan sencillas. Los horrores y misterios contra los que se enfrentan los inquisidores se cobran su precio de su cordura y los empujan hacia profundos abismos de fanatismo y miopía, merced al miedo y al deseo de obtener cierto grado de control sobre lo que les rodea. Esta devoción conduce hacia la Insensibilidad y las Maldiciones conforme Dios juzga a aquellos que trasgreden Su ley. En términos de juego, este hecho queda reflejado cuando la Convicción del personaje crece por encima de su Devoción. La Devoción es una medida de la reverencia que el personaje profesa por Dios y la Iglesia, no hacia la Inquisición. La puntuación inicial es igual al Autocontrol + Conciencia y puede subir y bajar de forma similar a la Senda de un vampiro. Sin embargo, aunque los aspec tos mecánicos de la Devoción y la Senda puedan ser sim ilares, la idea que se esconde tras ellos es muy distinta. Un vampiro se aferra a su Senda para aplacar la furia de su Bestia interior. La medida de la valía de un inquisidor viene determinada por su Devoción. Un personaje inquisidor que pierda toda su Devoción puede continuar jugando, aunque quizá haya caído tan lejos en su comportamiento que es probable que haya acabado por convertirse en blanco de la propia Inquisición. Aunqu e, si los rumores sobre Rodrigo de Navarra son ciertos, es posible permanecer junto a la Inquisición tras perder la propia fe... En términos de juego, la Devoción impone un estándar de compor­ tamiento a los inquisidores. Un personaje que viole uno de los preceptos de la Iglesia no solo se arriesga a la censura oficial de la Inquisición, sino a una crisis de fe. Este hecho es similar a la degeneración (Consulta Edad Oscura: Vampiro pág. 2 l 9); cuando el personaje cometa un pecado según su nivel de Devoción, el jugador deberá realizar una tirada de Conciencia + Fe (dificultad 6, o 7 si el personaje está Insensible) Si la tirada tiene éxito, el personaje reconoce que ha pecado y pierde un punto de Convic­ ción; este punto puede recuperarse recibiendo el sacramento de la confesión. Si la tirada fracasa, el personaje racionaliza su comportamiento como necesario o simplemente no se da cuenta de su error y pierde un punto de Devoción. Si el resultado es una pifia, el jugador debe realizar una tirada para comprobar si el personaje adquiere una nueva Maldición. . [onl:'íccíón La Convicción mide la dedicación del inquisidor a su causa: derrotar, destruir o redimir a los sirvientes del Enemigo. En épocas de éxito, cuando la sensación de que Dios está cerca y el enemigo huye, los inquisidores están repletos de Convicción y son capaces de resistir las argucias del enemigo y utilizar sus Bendiciones. En otras épocas, cuando la Inquisición sufre, su Convicción decae. La Convicción no mide ninguna energía mística, simplemente refleja la dedicación de un inquisidor a la causa en un momento dado. Cuanto más comprometido esté, mayor será su capa­ cidad para tener éxito en sus misiones. Los inquisidores no son los únicos humanos que poseen Convicción. El nivel general de fe es lo suficientemente elevado como para que casi todo el mundo renga un punto de Convicción, el nivel suficiente para poder resistir brevemente la influencia de las fuerzas satánicas. Los únicos humanos que carecen de Convicción son aquellos carentes de fe o los que colaboran de forma voluntaria con el enemigo o sus servidores monstruo· sos. La posesión de Virtudes Superiores abre el camino para conseguir niveles más elevados de Convicción, ya que permiten que los personajes se den cuenta de lo que hay en juego en la lucha entre el bien y el mal. A pesar de ello, la Convicción puede ser peligrosa. Si esta supera el nivel de Devoción del personaje, este cae en Insensibilidad y su dedicación a la Inquisición supera su devoción por Dios. La Convicción toma un valor entre l y lO puntos, aunque fluctuará a lo largo del juego. Usar [ont)íccíón La Convicción puede utilizarse a lo largo del juego de distintas formas. • Activación de Bendiciones A menudo la Convicción se utiliza para activar las Bendiciones del inquisidor. Consulta el capítulo cinco para obtener más información. • Tiradas de Virtud Se puede gastar un punto de Convicción en una tirada de Virtud para obtener un éxito automático, de forma similar al gasto de Fuerza de Voluntad que se realiza para obtener un éxito automático en otras tiradas. Atención: Solo puedes gastar puntos de Convicción en tiradas de Virtud, nunca de Fuerza de Voluntad. • Incrementar las Virtudes y obtener Dotes Para finalizar, se puede intercambiar 1 O puntos de Convicción por un incremento de un punto en una Virtud Superior o para obtener una Dote. Para más detalles puede consultar el aparrado Progresión del personaje (pág. 1 15). Dbtener [ont)íccíón Un personaje puede incrementar su Convicción de cuatro modos distintos. A continuación presentamos una explicación detallada: • Ponerse a prueba Se puede obtener Convicción arriesgándola en una tirada para utilizar una Bendición, sea una Dote, Arte Sagrada u Orisón. Esto representa que el inquisidor se ha entregado por completo en un momento determinado a lo largo de un enfrentamiento contra el enemigo. Si tiene éxito, su Convicción crece, si falla, disminuye como resultado de la falta de confianza. Sistema: Puedes utilizar de 1 a 3 puntos de Convicción en una única tirada relacionada con una Bendición. Cada punto invertido ai'iade un dado a tu reserva de dados. Si la tirada tiene éxito, el personaje recupera toda la Convicción que ha puesto en juego y adquiere un punto extra. Si fracasa, pierde la Convicción invertida. Si la tirada es una pifia, pierde toda su Convicción (consulta más adelante los efectos relacionados con una Convicción de 0). Solo puedes arriesgar tu Convicción una vez por escena. Ejemplo: Simpkin Cotter, un Oculus, está intentando encontrar a un hombre lobo que se ha ocultado bajo una forma humana entre la gente que abarrota el mercado del pueblo. Utiliza su Bendición de Segunda Visión para localizar al demonio. En este momento, Simpkin tiene seis puntos de Convicción. Jesse, el jugador de Simpkin, decide utilizar tres puntos de Convicción en la tirada y los borra de la hoja del personaje, ya que es consciente de que Simpkin debe encontrar al hombre lobo antes de que se le vuelva a escapar. La puntuación de Percepción + Sabiduría otorga a Jesse una reserva de cinco dados, a la que a1'iade los tres dados correspondientes a la Convicción para totalizar ocho dados. Realiza la tirada y obtiene cuatro éxitos. i Viva!. Simpkin logra distinguir al hombre lobo moviéndose por el perímetro de la J ERARQU ÍA DE PECADOS CONTRA D I OS �ivel 10 9 8 7 6 5 4 3 2 Acción míñima - Motivo Serás puro tanto en cuerpo como en alma Tener pensamientos impuros o airados sobre otro cristiano Mantener relaciones sexuales Los placeres de la carne son impuros_ Kllcntir o romper la palabra En la verdad se halla la salvación Las riquezas de este mundo son las herramientas del Aceptar una recompensa mone taria demonio Actuar movido por la ira u ouo impulso pecaminoso (gula, lujuria, etc.) Negarse a educar a un hereje o un pagano Negarse a redinür_a un pecador Herir a un cristiano Debes comportarte movido por Dios Aquellos que desconocen a Dios deben ver la luz Todo lo que Satanás necesita es que los fieles no hagan nada Amarás al prójimo como a ti mismo Ayudar o colaborar con un aemonio _Malditos sean los serYidores del Enernígo -No hay nada que compense aliarse con ellos -4 Matar a un cristiano -aud y se di rige hacia él. Jesse devu elve los tres puntos de Convic 4ue arriesgó a la tirada a su hoja de personaje, así como el punto •na! que ha consegu ido, totalizando siete punto . • Victoria :\·estar un golpe al enemigo en nombre de Dios puede (y us ualmente .:e) incrementar la confianza de un inquisidor. Debe tratarse de una na clara y obvia, como destruir o conseguir la redención de una ura del averno. Sin embargo, mras tareas podrían dar el mismo tado, dependiendo Je la posición del inquisidor en la situación. Si el najc quería liberar a un pueblo de una influencia maligna, la expul­ Je una bestia solitaria que se alimentaba de los habitantes sería un a suficiente para incrementar su Convicción. istema: Si tu personaje consigue una victoria convincente sobre el "mgo, puedes, a discreción del l\arrador, reali�ar una tirada de Virtud -.:nor primaria del pcr onaje + Virtud básica asociada contra una �ulrad de 7 para determinar si tu personaje obtiene Convicción KJnal . S i l a tirada tiene éxito, consigue un punto de Convicción, si ..�>a, no ocurre naJa. Si la tirada es una pifia , pierde un punto de -ncción (la confianza del personaje se ha 1•isro soca1·ada por lo que ha .ndido en el encuentro) . • Oración La fuente princ ipa l de la Jedicación de un inquisidor es su creencia J10s. La comunicación directa con el Se1ior mediante la oración es una -,a poderosa de incrementar la Convicción. Sin embargo, las oraciones ..maria no uelen ser suficiente . Esta comunión debe tener lugar en -�no sagraJo o junto a un grupo de creyentes fiel y dedicaJo. Cualquiera llh dos mérodos puede generar el poJe r espiritual necc ario para •var 1<� dedicación del inqu isidor a la causa Je Dios. El personaje pu ede .::.u con otros miem bros de la Inqu isic ión , pero solo puede lanzar tan tos "'1 como el mayor nivel Jc Fe presente. Sistema: El inquisidor debe pasar una hora re:anJo y totalmente '!Centrado. Cualquier interrupción en ese intervalo de tiempo e1·i­ -.i que la oración tenga el efecto Jescado. Las plegarias deben li:arse en un lugar sagr� do, sobre una re liq u ia sagraJa o en compa­ Je fieles ( ve r pág. 1 1 5 ) . Al finalizar la hora, debes realizar una Ja del nivel de Tierra Sagrada, Reliquia Sagrada o Fieles contra l Jificultad de 7. El número Je éxitos representa el número de . neos de Convicción obteniJos. Cada hora de oración aJicional .Juce la dificultad en uno hasta un mín i mo de 3. Estas oraciones solo ed cn intentarse una vez p or Jía. Por cada día aJicional que e l ...¡uisidor rece, la dificultad de la tirada oe inc rementa en uno hasta 1 máximo Je 10. Un personaje no puede incrementar su Corwicción r encima de su nivel Je Devoción con este sistem<L Dio no empuja .n> i nq uisidore s hacia la InsensibilidaJ. • No matarás • Nueva historia Al inici<> Je una nue1·a hi toria, la Convicción del per:.onaje se Ye incrementada hasta la suma de su Conciencia + Fe si es que bajó por debaj o Je ese nivel al finali:ar la historia anterior 1)érbíba tota( be [onl)íccíón Un inquisidor que haya perdido roJa su Convicción al pifiar una tirada, o que la haya gastaJo por completo, se encuentra en peligro. Carece de defensas contra el enemigo hasta que pueda volver a conseguir incrementar su Convicción. No puede utilizar sus Bendiciones y es incapaz de realizar tiradas de VinuJ para resistir los poderes del enemigo. Sufre una crisis de Íc y necesita el apoyo Je sus compañeros. (Sístemas La viJa de un inqui·idor es muy distinta de la existencia de un vampiro, por lo que es necesario que haya algunos sistemas que represen­ ten estas Jiferencias. A continuación los explicamos con Jetallc. [recer en fe: progresíón be( personaje Los personajes de Edad Oscura: Inquisidor pueden desarrollarse de dos formas: mundana y espiritual. Las Habilidade y Atributos munJanos crecen de forma normal , mediante el uso Jcl sistema Je puntos de experiencia existente en la pág. 1 3 8 de Edad Oscura: Vampiro. Es to también incluye el Arte Sagrado. Sin embargo, las Virtudes Superiores del per onajc, sus Orisones y Dotes solo pueden mejorarse meJiante el incremento Je Convicción que se consigue al progre ar en la causa de la Inquisición, tal y como Jerallamos más aJelnnte. Los TrasfonJos solo pueden mejorarse mediante la interpretación. La Casa Capitular solo puede mejorarse obtenie ndo una base de operacio­ nes Jc mayor tamaño de manos de los superio res de la Inquisición o construycnJo una. Oc igual forma, los Fieles solo se incrementan si el rersonajc logra reclutar a más creyentes en su causa. <3astanbo puntos be experíencía Como es habitual, los incrementos de Atributos, Habilidades y Anes Sagradas deben contar con el beneplácito del Narrador. iCómo ha comeguido este personaje mejorar su Rasgo? iLo ha hecho mediante \u experiencia en el campo de batalla, o reservando tiempo p;ua estudiar, ejercitar y practicar? El tiempo necesario para mejorar un Rasgo puede variar de días en el caso de los niveles más bajos, a semanas, meses o años de aprendizaje persistenre. Ciertamente, los niveles de cuatro o cinco puntos necesitarían meses de estudio (como mínimo). Se pueden gastar los puntos de expe­ riencia necesarios al finali:ar el entrenamiento o a lo largo del intervalo de aprendi:aje (a discreción del . arrador). Por supuesto, las órdenes ofrecen explicaciones sencillas a muchos incrementos de Habilidades. Un período de retiro en una fortaleza de la orden para aprender, estudiar o contemplar puede justificar muchos incre­ mentos, especialmente aquellos en los que el personaje (así como el jugador) cree que necesita mejorar para poder ser un inquisidor más eficiente. Q)írtubes y �otee La única forma de mejorar las Virtudes Superiores, o de obtener nuevos Orisone o Dotes, es cambiarlas por puntos de Convicción. Para conseguirlo puedes reservar punto de Convicción hasta el nivel necesario para mejorar una Virtud Superior u obtener una Bendición. Esta reserva representa el tiempo necesario que el personaje debe pasar para asimilar lo que ha aprendido a lo largo de sus misiones, enriqueciendo su relación con Dios. El personaje debe pasar una hora como mínimo por cada punto de Convicción reservado en oración, lectura y meditación en recogimien­ to. La reserva de más de un punto de Convicción por día obliga al inquisidor a retirarse mientras se purifica, estudia la Biblia y pasa prolon­ gados períodos de confesión en compañía de su superior en la Inquisición. Los Inquisidores que se hayan vuelto Insensibles (ver más adelante) tienen dos opciones: pueden recogerse de inmediato, dejando los asuntos de la Inquisición en manos de otros hasta que hayan acumulado la Convicción necesaria para salir de su estado, o pueden perseguir los objetivos de la Inquisición con la esperanza de acumular los 1 O puntos de Convicción necesarios para cambiarlos por un punto de Virtud Superior o una Dote. Sin embargo, esta última opción conlleva el riesgo de las Maldiciones (ver pág. 144). :3 nsensíbHíbab La causa de la Inquisición e una causa noble, ya que busca la derrota del Enemigo de Dios y la protección de los fieles que se hallan bajo la Iglesia de la influencia maligna de los servidores de Satanás. in embargo, la principal lealtad de un inquisidor debería ser hacia Dios, no hacia su causa. Muchos inquisidores pierden de vista este hecho y e vuelven tan ensimis­ mados en sus misiones que olvidan sus deberes espirituales. COSTE DE PU NTOS DE EXPERI ENCIA Rasgo Atributo Habilidad existente Especialidad Habilidad nueva Nueva senda de Arte Sagrado Senda de Arte Sagrado primaria Otras sendas de Ane Sagrado Virtud Básica Piedad Fuerza de Voluntad Coste Puntuación actual x 4 Puntuación actual x 2 Puntuación actual de la Habilidad 3 10 Nivel actual x 5 Nivel actual x 7 Puntuación actual x 2* Puntuación actual Puntuación actual * El incremento de una Virtud no .increm� nta los Rasgos basados en ella, como Convicción o Fuerza de Voluntad. Este estado mental recibe el nombre de Insensibilidad y ocurr cuando la Convicción del personaje es mayor que su Devoción. L. Insensibilidad tiene una serie de efectos sobre el inquisidor: • Pérdida de empatía: El personaje pierde cualquier simparía por lo monstruos y sus víctimas, por lo que dirige sus esfuerzos a realizar la misióc: que tiene encomendada. Cualquier tirada relacionada con la Empatl. incrementa su dificultad en + 2 mientras el personaje sea Insensible. • Impulsivo: Mientras que un personaje sea Insensible, su lmpuls sale a relucir. Siempre que se encuentre en una situación propicia para qu:. su Impulso se manifieste, el personaje debe realizar una tirada de Concier cia + Fe (dificultad 6) para evitar actuar como le diera su Impulso. Ejemplo: Martín d'Avignon de los Caballeros de Acre, posee un:. Naturaleza Bravucona, por lo que su Impulso es Violento. Se enfrene: contra un servidor involuntario del enemigo. Su intención es detenerL para interrogarlo e intentar redimirlo. Sin embargo, su estado de lnsen bilidad le hace desear destruir esa herramienta de Satanás. El jugador d. Martín realiza una tirada de Conciencia + Fe y no obtiene ningún éxit, Debido a ello, Martín se deja llevar por su Impulso y se abalanza sobre clérigo con su espada lista para asestar el golpe definitivo ... El hecho de actuar por Impulso no tiene por qué ser peligro aunque a menudo lleva a los inquisidores hacia situaciones que ponen prueba su Devoción (que a su vez, disminuye su resistencia a la lnsensil. lidad). Los inquisidores sabios cuidan con esmero sus estándares comportamiento. <5 ometímiento Aunque algunos de los sirvientes del enemigo son más que capace� de desmembrar a un hombre, su poder más efectivo consiste en capacidad para nublar las mentes de los hombres. Muchos monstru pueden dirigir los pensamientos ajenos, retorcer las emociones o reduc: a los mortales a esclavos complacientes. Este estado recibe el nombre di sometimiento, ya que el personaje se haya bajo el dominio mental de un:. criatura sobrenatural. Para resistirse a un intento de control sobre los pensamientos de _ personaje, el jugador puede realizar una tirada de Autoconrrol + Sabidu ría (dificultad 6, si el personaje carece de un punto en Sabiduría, el jugad puede gastar un punto de Convicción) en una tirada enfrentada contra l de la criatura. Si el inquisidor gana, aborta el intento por controlar SL. pensamientos. Si la tirada no tiene éxito, puede realizar tiradas sucesiv cuando se vea obligado a realizar cualquier acción que vaya en contra di. su naturaleza. Los inquisidores pueden resistirse a Disciplinas collll Dominación, Presencia o Dementación (así como a otras fuentes d: conrrol mental) de esta manera, aunque para hacerlo, deben ser conscien­ tes de que algo raro está ocurriendo. Ejemplo: María de Brisrol, un Ojo de Dios, ha descubierto a un cult de adoradores del demonio que opera desde un almacén ponuari abandonado. El líder del culto intenta controlar su mente con su magia, obteniendo tres éxitos. El jugador de María realiza una tirada dt autoconrrol + Sabiduría, tirada en la que obtiene dos éxitos. La canti­ dad no es suficiente, por lo que María cae bajo el sometimiento de sacerdote. Más tarde, el líder del culto solicita a María que revele 101' nombres de los inquisidores que trabajan junto a ella. El Narrado¡ considera que este acto va en contra de la naturaleza del personaje, po¡ lo que el jugador vuelve a repetir la tirada de Autocontrol + Sabiduría obteniendo cuatro éxitos. iMaría se ha liberado del sometimiento: Responde a las preguntas con mentiras, a la espera ganar tiempo para aprender más cosas sobre el culto... <.memoría Algunos encuentros con el enemigo son tan traumáticos que e inquisidor es incapaz de recordarlos. En otras ocasiones, las semillas del infierno pueden usar sus poderes para evitar que el inquisidor tenga acceso <us recuerdos. En estas situaciones, el jugador del inquisidor puede �:ar una tirada de Autocontrol + Sabiduría (dificultad 6) para evocar " sucesos que tuvieron lugar (si el jugador carece de Sabiduría, necesita ...otar un punto de Convicción) . Cu anto mayor sea el número de éxitos, :.is podrá recordar. Si los recuerdos perdidos fueron el resultado de deres monstruosos (como el poder de Dominación La Memoria del ..ergu ista) , el jugador del inquisidor debe conseguir más éxitos que los de arada necesaria para bloquear o alterar los recuerdos originales . ...... �error La vida de un inquis idor es dura, y su voluntad ele servir a Dios le lleva -x>ner su vida en peligro. Este peligro puede asumir distintas formas: un mbre-bestia salvaje, un edificio en llamas o un salto letal. A pesar de eas estas situaciones, su Celo por servir al Sei'tor puede ayudarle a �rar el miedo que siente en esas ocasiones. Siempre que un personaje decida poner su vida en peligro de forma untaría, el Narrador debe obligar al jugador a realizar una tirada de raje + Celo (dificultad 6) para poder hacerlo. Si el personaje carece de muación de Celo, el jugador debe gastar un punto de Convicción para ::.h:ar la tirada. Si la tirada falla, el personaje se ve asaltado por el terror. : ugador puede decidir en ese momento si desea que su personaje siga ... d .. ame, aunque este perderá un pu nto en todas sus reservas de dados -ante el resro de la escena. Enfrentarse a algo abiertamente sobrenatural, como un vampiro �trando los colmillos frente al inquisidor, también obliga a realizar una �a de terror de dificultad 8 - la puntuación del Trasfondo de Exposi· n, si es que existe. Si la tirada falla, el personaje pierde dos dados de Jas sus reservas de dados hasta el final de la escena o has ta que la enaza sobrenatural sea derrotada o desaparezca. Los in q uisidores pueden resistirse a cualquie r poder sobrenatural ..>ado en el miedo (como el poder de Presencia Mirada Ate rradora) ::.:.:liante una tirada de Coraje + Celo (dificu ltad 6). Si el jugador obtiene · éxitos que los conseguidos por el monstruo en su tirada, el inquisidor se ve afectado por el poder. Para oponerse a aquellos efectos involuntarios ..e no necesiten una tirada, como el terror ciego causado por los hombres 'JOS, solo se necesita un éxito. Cualquier pifia en una tirada de terror hace que el personaje huya lo .;;.oS rápido posible del origen de l terror. Ejemplo: Toby, un Hermano Rojo, se enfrenta contra una semilla :ernal en un camino desierto mientras regresa hacia la iglesia local en que pasa la noche. La criatura demoníaca mues tra s u verdadero ft!Cto al asustado monje. El j ugador de Toby realiza una tirada de - raje + Celo de dificultad 6 (8 · su nivel de Exposición de 2) y obtiene ..:¡ único éxito. Toby permanece firme ante el demonio mientras intenta .esesperadamente utilizar el Arte Sagrado para atar a la criatura. El -•nstruo, decidido a librarse del monje, utilizar sus poderes para ....stigar terror en el monje. El Narrador realiza una tirada basándose en Gnosis del demonio y obtie n e tres éxitos. El jugador de Toby vuelve lanzar Coraj e + Ce lo y pifia. Toby huye gritando hacia la noche ::Jentras la criatura demoníaca se dirige hacia el pueblo. [uracíón Las heridas son un asunto serio en el Medievo Oscuro. Aunque la �quisición tiene acceso a algunas de las mejores fuentes de curación .:..sponibles en Europa durante el siglo XIII, son débiles si las compara· i:!OS con las capacidades modernas. Cualquier inquisidor que reciba ·eridas gra1·es deberá pasar varios meses en reposo, salvo que posea .:lguna Dore que le permita curarse con más rapidez . Los inquisidores se -ecuperan a la misma velocidad que el resto de los mortales, excepw en �s casos en los que medie la intervención divina (Consulta la pág. 2 1 0 .l e Edad Oscura: V ampiro para obtener referencias sobre los tiempos de :u ración de un mortal). .Pambre y seb El ayuno es una parte importante de la devoción religiosa del Medievo Oscuro. Los personajes pueden optar por ayunar para profun­ dizar en su entendimiento religioso, para demostrar su dedicación a la fe, como parte de un ritual religioso o simplemente como una penitencia para subsanar un pecado contra el Señor. A pesar de estos beneficios, el ayuno puede tener efectos serios en el cuerpo del inquisidor, tal y como explicamos a continuación. A discreción del Narrador, un personaje que ayune recibe un modi­ ficador de -2 a la dificultad de cualqu ier tirada necesaria para aumentar la Convicción median te la oración. .Pambre Días 1 al 4 Cada día que pase sin comer, el personaj e pierde un dado de todas sus reservas de dados, ya que el hambre comienza a afectar su concentrac ión. Esta penalización no se aplica a las tiradas de Dores o Virtudes. El jugador puede realizar una tirada de Coraje + Celo (dificultad 7) para ignorar esta penalización durante una e cena. En los días te rcero y cuarto, el personaje recibe un punto de daño contundente por día. Un día de alimentación adecuada cancelará rodas las penali!aciones. Del día 5 en adelante A partir del quinto día de ayuno (o de inanición), el personaje recibe un nivel de daño letal por cada dos días de inanici ón. Las penalizaciones a las re ervas de dados continúan aumentando, llegando hasta el nivel de hacer que el personaje se sienta demasiado débil para moverse. De de el momento en que el personaje comience a ingerir alimento , las penaliza­ ciones decrecen al ritmo de un dado por día, hasta que desaparezcan. La recuperación del dai'to letal se realiza al ritmo estándar. 6eb La sed mara con más velocidad que el hambre. Inc luso aquellos que ayunan suelen beber la cantidad de agua suficiente para seguir vivos. Sin embargo, los personajes pueden encontrarse sujetos a situaciones extremas de sed como prisioneros del enemigo o como parte de un ayuno especialmen te severo. Cada día que el personaje pase sin con umir líquidos o comida, pierde un dado adicional a las reservas de dados. Por lo tanto, si se ha abstenido de consumir comida y bebida durante dos días, su reserva de dados se reduce en cuatro dados. Tras el segundo día de deshidratación, el perso­ naje sufre un nivel de daño letal por día, hasta que muera o beba agua. Cuando el personaje comience a beber de nuevo, los dados perdidos desaparecen al ritmo de dos dados por día. Esto no afecta a los dados pe rdidos por hambre. La recuperación del dal'io letal se real iz a al ritmo es tándar. personajes QJeneno La línea que separa las hierbas beneficiosas de las tóxicas es débil y puede cruzarse con facilidad, en unas ocasiones por accidente y en otras a propósito. En el Medievo Oscuro existían numerosos venenos. A continuación describimos los más comunes: • Alcohol: Muchas comunidades consumí an alcohol rebajado con agua, una costumbre más segura que la de consumirlo sin me:clar. A pesar de ello, había gente que bebía para emborracharse. La bebida posee un efecro relám­ pago sobre las capacidades del consumidor. Cada medio litro de cerveza o dos vasos de vino o licores reduce las reserva de Inteligencia y Destreza en un dado. Esre efecto desaparece a la velocidad de un dado por hora. • Intoxicación alimentaria (Salmonela): La higiene alimentaria es de astrosa en muchas :onas del Medievo Oscuro. La mayoría de la gente es resistente a la intoxicación alimenraria porque ha desarrollado inmunidade:. contra las bacterias responsables, aunque la salmonela todavía causa estragos. Una dosis severa de comida intoxicada inflige entre uno y cuatro niveles de dat'lo contundente y obliga al personaje a vomitar la comida intoxicada. Asimismo, el personaje pierde un dado de Resistencia y dos de Destre:a. Los efectos de la intoxicación alimentaria desaparecen al día siguiente. • Hachís: El consumo de hachís, frecuente en Oriente Medio e importado a Europa, posee un efecto relajante aunque afecta a la capaci­ dad de concentración del consumidor. Cualquier personaje que coma o fume hachís reduce la reserva de dados de Percepción en dos. Estos efectos duran unas dos horas. • Alucinógenos: Las drogas alucinógenas forman parte esencial del botiquín médico del Medievo Oscuro. El beiclio y la belladona se utilizan como calmantes. Cualquier personaje que consuma esas hierbas en peque t'las cantidades verá como sus reservas de dados se reducen entre dos cuatro dados, dependiendo de la cantidad consumida. Para dosis mayore consulta envenenamiento más adelante. A discreción del Narrador pue den existir otros efectos, emre las que pueden incluirse alucinaciones o u;; punto de Coraje adicional. En pequet'las dosis, estas drogas disminuyen la efectos incapaciranres de las heridas, reduciendo en t ia penalización a reserva de dados ocasionadapor las heridas. Los efectos de los alucinógen, duran un número de horas igual a ( J O - Resistencia). • Analgésicos: Los alucinógenos no son las únicas drogas que utilizan para controlar el dolor. Las hierbas como la cicuta, la mandrágo¡¡ y el acónito se utilizan como analgésicos. En pequei'las dosis, estas drog reducen los efectos incapacitantes de las heridas, reduciendo en 1 penali:ación a la reserva de dados ocasionada por las heridas. Los efect de los alucinógeno� duran un número de horas igual a (10 - Resistencia • Veneno: Las dosis elevadas de alucinógenos o analgésicos, o d. extraeros como el arsénico, la estricnina o el cianuro pueden ser letale Cuando un personaje ingiera un veneno, sufre de uno a tres niveles dat'lo contundente cada escena (o cada rumo) en función de la potenc del \'eneno. El dat'lo continúa acumulándose hasta que el veneno desap re:ca, el personaje muera o se administre un antídoto (si es que existe �nfermebab Las enfermedades poseen una influencia importante en la existenc de la gente de la época, debido a las condiciones insalubres y al precan. desarrollo de la medicina de la época. Existen varias enfermedade� endémicas (incluimos una lista a continuación) . Sistema: Una vez que la víctima se coloca en un insrrun1<:� Un jugador con un personaje enfermo puede realizar una tirada Jiaria de Resistencia para luchar contra los efectos de la enfermedad . tortura, el dafio ocurre de forma automática. Estos instrumentos Alternativamente, si el personaje se encuentra bajo cuidado médico, el entre uno y tres puntos de dat1o letal o agravado cada media hora, ,te. Joctor puede realizar una tirada de Inteligencia + Medicina . La tirada de · ¡-_. inquisidor el que determina el nivel de dal'io infligido. El arte de la t _ -- consiste en hacer que la víctima confiese antes de que fallezca. La \ 1c • Resistencia continúa siendo necesaria en este caso, aunque la dificultad ,e reduce en uno por cada nivel de Medicina que posea el curandero. Si puede absorber el datio de forma normal, siempre que sea capa: de haceCada media hora de tortura que cause dal'io, el jugador que intc�:-• estas tiradas t ienen éxito en cinco días consecutivos, el personaje se ha a la víctima (normalmente el Narrador) debe superar una tirada de Fuer: recuperado de la enfermedad (Para obtener más información sobre las enfermedades y sus síntomas cspedficos puedes consultar la pág. 21 O de Edad Oscura: Vampiro). • Disentería: Un personaje que sufra esta enfermedad recibirá un punto Je dal'io letal cada día hasta que la enfermedad remita o el personaje muera. Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: 8. • Hidropesía: Un personaje que sufra esta enfermedad posee un mvel de salud menor que el normal y no puede tener una Resistencia <uperior a 2. de Voluntad (dificultad 6 + nivel de Tortura del inquisielor) para e• .- · confesar y responder a las preguntas del inquisidor . Sin embargo, tw que se necesita es una respuesta, por lo que esta no tiene por qué ,,. verdadera, aunque se necesitan superar tiradas de M anipulación Subterfugio para ser capaz de const ruir mentiras plausibles mienrra< -e sufren torturas (las penalizaciones por heridas cuentan) . Si el personaJe :1 desfallece, el torturador puede realizar una tirada de Manipulación - Tortura de dificultad igual a la Fuerza de Voluntad de la víctima. Cuan... Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: Incurable. la Fuer:a de Voluntad de la víctima haya llegado a cero, ésta confiesa. :\. • Lepra: Un personaje que sufra esta enfermedad ve como su igual que en el caso anterior, puede revelar la verdad, o si sabe lo que d :\pariencia se reeluce en un punto por cada mes que sufra la enfermedad, inquisidor quiere escuchar, mentir para detener la tortura. hasta que llegue a O. Incluso aunque el personaje se recupere de la 9Jlérítos y �efectos enfermedad, queda desfigurado para siempre. Las reservas de dados de rodas las tiradas Físicas y Sociales se reducen en 2 debido al efecto Jebilitador de la enfermedad. Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación : �ísícos 9. • Peste: Los personajes que sufran esta enfermedad reciben u n nivel Je dal'io letal cada día hasta que mueran o sanen . Además, la fiebre les deja 9\obusto (9Réríto be 2 puntos) en estado Incapacitado mientras elure la enfermedad. Dios re ha dado una constitución robusta para que puedas servir a u Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: 7. • causa con mejores resultaelos, por lo que enfermas en raras ocasione'. Fuego de San Antonio (ergotismo): Los enfermos reciben tres puntos Restas dos a todas las tiradas de dificultad para resistir a las enfermedade>. de dafio contundente cada día, así como dos dados de penalización a sus sean naturales o sobrenaturales. reservas de dados como resultado de su lucha contra el dolor y las convulsiones 9\esístente a[ bo[or (9Réríto be 2 puntos) Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: 6•/9. • Sífilis: Los personajes que contraigan esta enfermedad reciben dos puntos de dal'io letal cada tres días . Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: 8. • Tuberculosis: Los enfermos de tuberculosis reciben tres niveles de dal'io letal cada semana. También pierden un punto de Fuerza y de Resistencia c ada semana como resultado del consumo corporal. Si cu�l­ quier Rasgo se reduce a O, el personaje se desmaya y sufre un mvel de dmio letal por hora hasta que muera. Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: 1 O. los esbirros de Satanás hagan, el dolor solo es una molestia menor. Toda, · las penali:aciones por heridas se reducen en uno (por lo que cuando tu personaje alcance el nivel de salud de Herido pierde un solo dado, no dos) . l)ufmones bébHes (�efecto be 2 puntos) Dios da a los inquisidores sus propias penitencias. La tuya consiste en una malformación de los pulmones que te eleja sin aliento con rapide:. Incrementas la dificultad de cualquier actividad física continua (correr, �ortura combare prolongado, trepar, etc .) en uno. A pesar de su fuerza infernal y su carne antinatural, muchos sirvien­ tes del enemigo son tan susceptibles a la tortura como cualquier hereje. En los pocos al'ios que han transcurrido desde su creación, la Inquisición ha aprendido que aunque muchas criaturas del Infierno son capaces de recuperarse de las heridas a una velocidad elevada, existen determinadas técnicas de tortura que son especialmente efectivas. Los inquisidores tienen a su disposición una elevada variedad de instrumentos de tortura diseiiados para minimizar las capacidades curativas de los monstruos (por ejemplo, obliganelo a mantener una herida en carne viva o en contacto constante con agua hirviendo) . El personaje debe poseer como mínimo un punto de Tortura para poder utilizar estos ingenios de forma eficaz. Aquellos que carezcan de estos conocimientos tienen la misma probabilidad de dat1ar a la criatura que de provocarse heridas. A pesar de todo, el dal'io físico no constituye la forma de tortura más efectiva. Resulta más poderoso el datio psicológico que el inquisidor infl ige a su víctima. Los hijos de Satán no están acostumbrados a permanecer indefensos ante mortales y un inquisielor hábil puede tentarlos. Con el paso del tiempo, la confianza de las criaturas en sus habilidades infernales comienza a disiparse La disciplina impuesta por la ie, la negación personal y la mortifica­ ción te ha dorado de una resistencia especial al dolor. :\o importa lo que y acaban por confesar sus actividades demoníacas. 2lncíano (�efecto be 4 puntos) Dios no te llamó a su servicio hasta una época tardía de tu vida. Aunque tanto tu mente como tu fe son fuertes, tu cuerpo es frágil. A pesar de ello, el hecho de colaborar con tu experiencia a la inquisición no re hace cuestionar la sabiduría de Su elección, incluso sabiendo que careces de la capacidad de estar a la altura de tus hermanos más acti\'OS. Todas las dificultades de las tiradas físicas se incrementan en uno y si pifias alguna tirada, debes realizar una tirada del Atributo relacionaelo de dificultad 6. Si esa tirada vuelve a pifiar, pierdes un punto en ese Atributo. Si alguno de rus Atributos alcanza el valor de cero, puedes morir o quedarte inv{llido, a discreción del Narrador. �enta(es 2ógíca 2lp(astante (9Réríto be 2 puntos) ToJos los inqui idores deben ser capaces ele separar la \'erdad de la mentira y lo correcto de lo incorrecto. En tu caso posees una capacidad ele razonamiento que te permite reunir detalles inconexos y a\•eriguar su verda- clero significado. l\o hay hada sobrenatural en ello: Dios te ha concedido una mente ordenada y metódica que puede trabajar con más capaci­ dad que el resto. Todas las dificultades de tiradas relacionadas con deducciones se reducen en dos. 2lboracíón Dbsesít)a(�efec� to be 1 a 4 puntos) Dios te ha dado una pesada carga, ya que sabes que en w caso te solicita un régimen de adoración especialmente seve­ ro. Puede tratarse de una oración determinada en algún momento del día, tal y como se practica en lo monaste­ rios (Defecto de 1 punto). Dos puntos implican que debes detenerte y rezar en compm1ía de cada pecador con que re encuentres. Lin defecto de 3 puntos podría implicar que te sien­ tes empujado a despojarte de cualquier bien material que consiga , mientra� que un defecto de 4 puntos implicaría flagelarte de forma diaria para eliminar las imperfecciones de tu carne corrupta. Si no puedes llevar a cabo estos actos, pierdes dos puntos de Convicción por cada día que pase (si pasan más de dos días consecuth·os deberás reali:ar una tirada para e1·itar perder Devoción). 9\epugnancía por [a [arne (�efecto be 2 puntos) Te sientes enfermo cada 1·ez que ves carne desnuda y cualquier acto que renga que ver con ella. Siempre que seas testigo de un enfrentamiento, ya sea por la visión de la carne corrupta del enemigo o por una demostración de lujuria carnal, debes realizar una tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad 6). Si la tirada falla, te sientes n i vadido por arcadas durante los minutos siguientes, aunque ello no significa que pases todo este tiempo vomitando (a no ser que pifies). Cualquier tirada incrementa su dificultad en 1 durante este intervalo de tiempo. <5ocía[es {) erencía 9\eHgíosa (<JJl éríto o �efecto be 1 punto) Cuando se adquiere como mérito, Heren­ cia Religiosa indica que tu familia posee una larga historia de dedicación a la lgle ia (algu­ nos antepasados o c u pa r on alg(m cargo importante). Esa reputación también te be­ neficia. Si se adquie re como Defecto, tu familia posee una reputación herética o paga­ na, un problema que te señala y te al'ergüenza. Recibes un -2 a la dificultad de cualquier tirada Social cuando interactúes con miembros de la Iglesia o cualquier otra persona que pudiera sentirse impresionada por tu linaje (en caso de ser un Mérito), o un + 2 a la dificultad de estas tiradas (si es un Defecto). Los personajes pertenecientes a la Casa de Mu rnau no pueden elegir este Rasgo. (tt)angeHsta (<JJléríto be 2 puntos) te Tu regocijo en la fe es un hecho palpable que pueden sent ir los que rodean. Los cristianos se alegran de estar junto a ti y en ocasiones se 1 -ian con la confianza ren<ivada tras hablar contigo. Pi>secshcililia~ipara '&dar fragmentos bíblicos que ayudan a la gente a proseguir con su ixiirencia. Recibes un .2 a la dificultad de todas las tiradas Sociales ::ando interactúes con otros cristianos. Jníciabo (1i32étíto o Defecto be 3 puntos) Has aceptado a tomar a un joven inquisidor como tu estudiatite. -idavía carece de Bendiciones, aunque muestra aptitudes en las tareas de Inquisición y firmeza ante el enemigo. También es unacarga pesada, ya eres el responsable tanto de su cuerpo cama de su alma. Si este Rasgo se toma como Mérito. el estudiante es inteligente. fiel jiligcnte en sus estudios y oraciones. Luchará junto a tisolo en los casos ~ 5 desesperados, s aunque se presentará voluntario para llevar a cabo :~restigacionessiemprc que sea necesario. Puede que acabc rccibiendo la -endición del Seiior (el Narrador decidirá el momenra adecuado basán, jnc en el tiempo que le dediques y sus experiencias personales). . Si se adquiere cono Defecto, el Iniciado es un problema que ::!iculta tu trabajo. Es incompetente, vago, pedante y carece de ;sdicación a la fe. Tus superiores se muestran ieluctantes a dejarlo ir, 2 que sabe demasiado sobre la Inquisición cn la sombra, por lo que icbes hacer todo lo que esté en tu mano para reconducirlo al buen :?mino. A pesar de ello, puede acabar convirtiéndose en un peligro :ira ti y para la seguridad de tu célula. En cualquiera de los dos casos, el Iniciado necesitará entrena, r i e n t o y guía espiritual. El Narrador debe asegurarse de que el jugador -a se aprovecha del Iniciado sin ofrecerle la educación y el entrena~ i e n t onecesario. i e;: gengua%h6ferna (aefecto be 3 Bfín al %tte 6agtaDo (%%titobe 5 puntos) Una de las sendasdel Arte $;grado es afín a tu natiiralera. Por algún iiiotivo,elSeñor te habendecidoconunaapritudespecialparaqiiepuedas servirle niejor. Sea cual sca el motivo. el coste en puntos de experiencia p a r d a sendaelegidaes de (nivel x u a l x 4).No necesita m m e n z x con ningún punto en el arte elegido, tunque si eliges no hacerlo, el coste de comprar cl primer piinto es de 8 punti>s <leexperiencia. Aunque tu fe es fuerte y tu aversión hacia la herejia es tan grandr :amo la de cualquiera, c o puedes evitar hablar de Dios y sus sirvientes de ?rma irreverente. No es que seas rudoo los insultes, sino que no expresas 7 fe canlaseriedad que la Iglesia requiere. Sufres un t 2 aladificultad de Muchos inquisidores cornicnran el juego coi, una Maldiciin de nivel i'iaslasriradasSocialesconatrosmiembrosdelalglesia (ypuedesesperar de ~ ~ á(consulta j para ohrencr mas información). T,, l i ~el capítulo ~ jueenelfuturo t~len~uaacabcobligandoaqueiaInquisicibntecensure). siruaiibn es distinta, ya que has con tus pecadus lo suficirntc co~~op~anegarlanecesidaddeliastigodivinoollevasunaexistencia tan libre de becada que esa contriciún es innecesaria. Sea cual sea el caso. Muchas brdenes monásticas experimentaron ron variaciones del comienzas con una Dote y sin ninguna Maldicibn. Obvianiente, este :ristianisrnu, variaciones toleradas hasta el momento en que tina bula Mérito no está disponible para aquellos personajes qiie elijan el beneficio .apal las declaraba c o m heréticas. Seguiste una de esras sendas antes de y el perjuicio de la orden en vez i e una Dore. snirtc a la Inquisición, aunque se te concedib la oportunidad de arrepencuando t u fe pasó a ser herética aceptaste. Aunque l i t c dc tus estás redimido a ojos de la Iglesia, las personas quc conozcan tu Iiistoria En ocasiones, el toque del Espíritu Santo es tan &erre que te dejas sueden comportarse deforma suspicaz o violenta. Queda a discrccibn del arrasriar por 61, hablando en lenguas extraiias o profetizando eventos Sarrador determinar la reacción de otros inquisidores, la Iglesia o las ,,ti~iccs,,a Bendicibn o un Arte Sagrado y incumprensib~es.Cada vci ~rganizacionrslaicas ante tu pasado, aunquc esta reacción tendrá c o n s e uiia tirada de Fuerza de Voluntad obtengas más dc ireséxitos, debes cuencias sobre tu futuro. (dificultad 6) para no dejarte llevar por el éxtasis. Si lo dcieas puedes gastar u n punto de Fuerza de Voluntad para diferir el efccto en una escena. p u t o (%%tito be 5 punto$) $eteje senegabo be 3 puntog) 7, 6obrenahrraíeg g u r a 6 a g t a b a (9Gtít0 be 2 puntos) El toque d e Dios posee un efecto extranoenlagente que te rodca, r a que sienten que hay algo diferenre en ti. Las religiosos se sienten atraidos por ti y loscrininalcs y herejes suelen evitarte. Todoel mundo encuentra dificultades para ociiltarte su verdadera naturaleza. Todas las tiradas necesarias para mentirte u ocultarte algún hecho incrernentan su dificultad e n 2. Q ~ t á t i ~(Defecto 0 be 2 puntos) 3uicío be D í o s (Defecto be 2 a 5 punto$) Has pecado contra Dios en el pasado, y corno castigo tc ha hecho indignode algiinasBendicioiies. Uiidefectu de Zpiiiitos te impidcohtener O r i s ~ n e sundefcctode , 3 puntos re incapacita para uncoiijunto de Dotes «unasendadel Arrc Sagrado. u1iodc4puntosc\~itaqueohtciigascualquier Dotey uno dc jpuntos impide que obtc~i~ascualquiet clase de Bendici61i. Es decir, un personaje que posta la versión de 4 puntos dc este Defecto piiede aprendcr Orisones y el Ar:e Sagrado, pero ninguna Dote. C3íorbano 9lícora b' 2lr3enta permanecíó fascínabo rnientms su cornpañera empujaba a las criaturas hacia la cisterna. Corrió hasta donde se encontraba para cerrar la puerta, aunque ella lo hizo retroceder con un gesto imperativo a la vez que (sin dejar de rezarysosteniendosu rosario con una mano para mantener a los monstruos alejados) cerraba la pesada puerta de roble y la aseguraba. Una vez concluido su tmbajo, se dio la vuelta. -Agradezcovuestro ofrecimiento, frayGiordano, aunquenoesnecesario. Tengotodobajocontrol, por lo que no es necesario que os pongáis en peligro. Venid mañana. Abriré esa puerta y llevaré a cabo los rituales póstumos necesarios. Giordano no podía dar crédito a sus oídos. -¡Pero Henn�ma! Hayunacélulaencaminoformada porSir Giorgioysuscompañeros. Seguroque los Caballeros estarán más preparados para afrontar esa tarea. Sor Vittoria Santini di Parma meneó la cabeza. -¿,Qué pasaría si uno de los Caballeros se entretuviera al rnirm los desfi<Q,urados rostros de las criaturas? ¿)' si 18 sangre de ese Caballero desdichado les animara a rebelarse? Los resultados serían desastrosos. Las criaturas que intentan alimentarse de mi sangre se ahogan, lo habéis visto con vuestros propios ojos -dUo mientras señalaba con un retorcido dedo al joven monje. -Se ahoguen o no, vos podríais haber muerto -respondió él con voz gélida. Sor Vittoria se dio la vuelta. -Fray Giordano, disculpadme. No lleváis demasiado tiempo en nuestra Orden. Yo he sido una Hermana Roja dunmte varios años. Debéis reconocer que tengo más experiencia. Fray Giordano se retiró unos pasos de ella y se detuvo. -No estoy de acuerdo. La Hermana se encaró con él y el fuego de su mirada hizo que fray G iordano se acordara que Sor Vittoria Santini di Parma era másjoven y fuerte que lo que su frágil apariencia podía indicar a primera vista. -¿No? Él se reafinnó en su posición. -No, Hermana. Puede que no sea un miembro tan veterano como vos, aunque todavía recuerdo mis enseñanzas, y en ellas se afirma que cualquier miembro de nuestra orden (o de la Inquisición) que se rnuestre pocojuicioso frente al enemigo debe permanecer alejado de la batalla yonJY: -Se interpuso frente a la puerta de la cisterna y cruzó los brazos, aunque sabía que sor Vittoria nunca se atrevería a golpearle-. Orad, hermana. Yo vigilaré la puerta hnsta la llegadn de Sir Giorgio. No os dejaré enfi·entarosa fa muerte. Hemos visto muchascosasjuntosyséque Diostodavía tienetrabajo para vos. CRpicaco Cl}'lCO: PBLRBRH 00 OJOS Y haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy Jehová, cuando haga mi venganza en ellos. -Ezequiel 25:17 En el transcurso de sus deberes, los inquisidores se encuentran con toda clase de dádivas. Muchas de ellas, llamadas Bendiciones, son signos del favor divino, habilidades gloriosas con que los fieles pueden incremcmar las probabilidades de tener éxito en sus misiones. Sin embargo, el papel y propósito de otras no ewín tan bien definidos. En ocasiones, algún inquisidor se aleja del camino y regresa marcado por su propia arrogancia. Estos inquisidores desarrollan extrañas aflicciones místicas, llamadas Maldiciones, que sirven para recordarle cuáles son sus deberes así como la época pasada en la que los dejó de lado. Aquellos que continúan ignorando su papel, desarrollan Maldiciones más terribles, hecho que hace que las oraciones de muchos miembros de la Inquisición estén repletas de alusiones a aquellos que han ido demasiado lejos para regresar, o que han dejado a un lado toda la gracia divina y se han abandonado al abismo. Aunque pocos son capaces de entablar una hipótesis acerca del origen de esas fuerzas místicas o de las intenciones de las mismas, muchos inquisidores aceptan el papel que juegan en sus vidas. Ya e trate de una bendición divina o de una maldición, el inquisidor tiene el solemne deber de tomar cualquier medida necesaria para proteger al Rebaño. Después de todo, las obras del Rey de los Cielos no son siempre evidentes y, iqué devoto se atrevería a cuestionar la voluntad celestial? Q)enbícíones Drísones Los dones divinos del Cielo son ran variados como espléndidos. Cada inquisidor tiene a su disposición distintas armas con las que luchar contra el Enemigo, cada una de ellas tan gloriosa y espléndida como la siguiente. Las Bendiciones más básicas, los Orisones, pueden encontrarse entre el Rebaño (estos fieles son unos candidatos excelentes para pasar a formar parte de la Inquisición). Además de los Orisoncs, los inquisidores pueden desarrollar una serie de Bendiciones avanzadas llamadas Dotes. Estas habilidades poderosas no se encuentran entre los fieles de la congregación, ya que tan solo los inquisidores poseen la pureza y la dedicación necesaria para desarrollar y controlar estos poderes divinos. Estas Bendiciones representan muestras poderosas del poder del Sei'ior, se canalizan a través del inquisidor y utilizan la virtud de aquellos inquisidores que las poseen. Las Dores se caracterizan por las distintas sendas y aplicaciones del Arte Sagrado, una teurgia mística utilizada por los videntes y los eruditos de la Inquisición. Estas poderosos dones permiten que estas mortales puedan enfrentarse con cierras garantías contra brujas, hechiceros y otros seres maléficos. Las Bendiciones se completan con los Lugares Sagrados (lugares santificados por Dios en los que los inquisidores pueden cobijarse y obtener alivio espiritual) y las Reliquias Sagradas, objetos de importancia singular para los seguidores de Cristo en su guerra contra las obras del Enemigo. Estas Bendiciones básicas presentan una paradoja curiosa. Aunque es innegable que son los dones divinos más débiles, suelen discriminar las personas y el momento en que aparecen. Los Orisones son dádivas de Dios imbuidas en el interior del alma del inquisidor mediante Su gracia. No pueden aprenderse ni desarrollarse como el resto de Bendiciones (solo se pueden adquirir merced al favor divino). Los Orisones están unidos a las tres Virtudes básicas: Conciencia, Autocontrol y Coraje. Esto quiere decir que los miembros del Reba1io pueden exhibir estos dones y que los inquisidores pueden comenzar el juego con uno perteneciente al grupo de su elección. Obtener Q)enbícíones Los personajes inquisidores comienzan el juego con un Orisón. Se pueden adquirir nuevos Orisones durante el juego o "intercambiándolos" por 10 puntos de Convicción (consulta la pág. 1 16). Aquellos inquisidores de rango de Acólito comienzan el juego con una Dote perteneciente a la especialidad de la orden a la que pertenece el personaje. Si el personaje es miembro de la Orden Roja, comienza con un punto en una senda de su elección y un ritus de Nivel Uno (más adelante describiremos las Artes Sagradas). A lo largo del juego, los inquisidores podrán conseguir nuevas Dotes conforme demuestren su santidad y dedi· cación a la causa. Cada Dote otorga al inquisidor la habilidad de invocar diferentes aspectos del poder que le ha sido concedido conforme desarrolla su virtud. Por ello, los inquisidores más virtuosos son capaces de producir una amplia variedad de efectos a partir de cada Dote. El Arte Sagrado, a diferencia de las Dotes, posee una estructura más tradicional, ya que permite una rápida adquisición de nuevos poderes, aunque los poderes de cada senda posee tienen los mismos efectos. Las Dotes no tienen por qué ser lineales. Esto significa que un personaje puede adquirir una Bendición de nivel de Adepto para su personaje gastando 25 puntos de Convicción independientemente de que el personaje esté preparado o no para ello. De hecho, es posible adquirir Dotes de nivel superior al del desarrollo del personaje, aunque esta forma de desarrollo acelerado conlleva el riesgo de Maldiciones (consulta la pág. 144). Dtísones be [oncíencía Gran parte de los Orisones de Conciencia incrementan la capacidad del inquisidor para percibir e interactuar con el mundo que le rodea en virtud de la gracia de Dios. >Srúju[a mora[ El personaje no puede ignorar los pecados, ni iquiera los suyos, por lo que posee un idea clara de los pecados de los que le rodean, siendo capaz, con algo de esfuerzo, de utilizar esta habilidad para evitar caer en la Insensibilidad. Sistema: El jugador debe reali:ar una tirada de Percepción + Con· ciencia (dificultad 6). Si tiene éxito, el personaje es capaz de adivinar los pecados de los que le rodean (incluyendo las punruacione de Devoción, si es que tienen). Los paganos, herejes y los seguidores de otras religiones llaman la atención del personaje si éste obtiene cinco éxitos, aunque no pmecen exrralios si el número de éxitos es menor. Las criaturas sobrenatu· rales pueden llamar la atención o pasar desapercibidas por completo, dependiendo de si se consideran cristianas y la clase de criatura que sea (a discreción del Narrador, aunque no debería tener ningún remordimiento por ser consi rente). Esta capacidad dura una escena. Además de lo anterior, el personaje es consciente de cuando se encuentra a punto de entrar en Insensibilidad y puede pasar diez minutos re:ando para llevar su Convicción a niveles aceptables. Por cada diez minutos que pase en oración, el jugador puede gastar un punto de Convicción y almacenar otro (de esta forma el personaje pierde dos puntos de su puntuación global, aunque guarda uno de ellos para conse· guir Rasgos). Esta aplicación de la Brújula Moral :.olo se puede llerar a cabo cuando el personaje esté a punto de \'olverse lnsen ible (es decir, cuando su Convicción iguale a su Devoción). %"at)ot be 91oé Un individuo que haya sido bendecido por el Favor de Noé posee una cualidad {¡ nic a que calma el temperamento de los animales. Incluso las bestias salvajes y aquellas que han sido entrenadas para desconfiar COSTE DE B E N D I C I O N ES Coste de Convicción Coste de experiencia 10 Ninguno Vinud Superior Nuevo Orisón• Ninguno 10 Ninguno 15 Dote de Acólito Dote de Adepto Ninguno 25 Dote de Juez Ninguno 35 10 inguno Nueva senda de Arte Sagraoo Nivel actual x S Senda de Arte Sagrado principal Ninguno Nivel actual x 7 Senda de Arte Sagrado secundaria Ninguno • Para adquirir esta Bendición en el transcurso del juego se necesita el petmiso expreso del Narrador. Bendición de los humanos permanecerán calmadas cuando se les acerque el mortal bendecido. Sistema: El jugador debe gastar un pumo de Convicción y realizar una tirada de Percepción + Traro con Animales (dificultad 6) para conseguir que el inquisidor se comunique (a un nivel meramente empático) con un animal cercano. Si la tirada tiene éxito, el personaje puede contactar con la psique primitiva de la criatura y obtener una idea de sus "pensamientos". Esta forma de comunicación limitada dura una escena (o hasta que se can e de escuchar al animal). Alternativamente, el personaje puede intentar calmar a un animal enfadado o asustado, posiblemente como precursor para el efecto anterior. Para conseguirlo necesitará efec­ tuar el mismo gasto y realizar la misma tirada. �nocente QJerbabero Pocas personas del Medie\·o Oscuro son inocentes verdaderos: las fuer:as ocultas suelen despojarlas de toda inocencia a una edad temprana. Sin embargo, un per onaje que posea esta bendición ha permanecido inmaculado, convirtiéndose en un haz de pura lu: en la oscuridad de la época. Sistema: La naturaleza santa del per onaje le permite albergar profundos sentimientOs de compasión y ternura, reduciendo la dificultad de todas las tiradas de Conciencia en uno. Además, puede gastar un punto de Convicción para hacer que otros recono:can la profundidad de su santidad. Los seres que se vean afectados deben superar una tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad igual a la Devoción del inquisidor) para poder llevar a cabo cualquier acción agresiva contra él mientras permane:­ ca ante ellos. El inquisidor no puede utilizar esta última aplicación del Inocente Verdadero cuando se encuentre Insensible. Drísones be 2lutocontro( En el Medievo Oscuro, el don del sentido común suele atribuirse a los "campesinos sencillos", y estas Bendiciones de sabiduría y sentido común contribuyen a reforzar esta idea. Q)enbícíón be los 2lños lndependientemenre de la edad real del personaje, su mente posee el don de la sabiduría. Es capaz de asimilar conceptos nuevos con facilidad y actuar con madurez y seguridad en la mayoría de las situaciones diarias. Sistema: En codo momento, el mquisidor posee una ventaja distin· tiva en lo que se refiere al sentido común y a su capacidad de aprendizaje. Este Orisón disminuye la dificultad de cualquier tirada de Conocimiento en uno (estas dificultades no pueden reducirse por debajo de 5 mediante este Orisón, por lo que si la dificultad de una tirada de Conocimientos es 5, este Orisón no otorga ningún beneficio adicional). Sin embargo, gastando un punto de Convicción, la sabiduría puede expandirse hasta alcanzar conocimientos que el personaje no ha aprendido todavía. Este gasto puede "impulsar" el conocimiento de un personaje y permitirle obrar como si tuviera un punto adicional (aunque imaginario) en cualquier Conocimiento que ya posea. Los efecto · de este destello de conocimiento duran una escena, tras la cual desaparecen, dejando al inquisidor obrando a su capacidad normal (aunque avanzada). Djo QJígHante El inquisidor necesita mucho menos sueño que el mortal medio y puede trabajar con normalidad con tan solo tres horas de descanso. Además de ello, el personaje se despierta con más facilidad que el resto y es más sensible a cualquier ruido que le rodee. Sistema: Gastando un punto de Convicción, un personaje que posca este Orisón puede extender su vigilia durante roda la noche sin necesidad de dormir hasta la noche siguiente. Aunque no se sentirá tan recuperado durante la mañana como si hubiera dormido, su mente y su cuerpo no sufrirán por ello, por lo que sus reservas de dados no se \·er;ín reducidas duranre todo el día. Si un personaje de ca prolongar su vigilia durante varias noches, el coste se incrementa en un punto de Convic­ ción por cada noche adicional (es decir, debe gastar tres puntos de Convicción para permanecer despierto durante la tercera noche canse· cutiva). Incluso los inquisidores más dedicados tienen problemas para mantenerse despiertos durante más de cuatro noches consecutivas con la ayuda de este Orisón. �( {)ombre 1)enítente Cualquier hombre sencillo, si conoce su lugar en los designios del Set1or, es capaz de comprender más cosas del mundo que le rodea que el rey más poderoso o el sabio más erudito. Un mortal que posea esta Bendición es capaz de recibir impresiones vagas que ponen de manifiesto que una actividad u ocurrencia ha transgredido la voluntad del Cielo. Sistema: En todo momento, el personaje posee una profunda co­ nexión con lo divino al nivel más b<ísico y puro. Gastando un punto de Convicción, el personaje puede postrar su alma ante el Ciclo, conectando con su señor celestial y abriendo su mente y su cora:ón a los flujos y reflujos de las "vibraciones divina ". En esos instantes, el jugador puede realizar una tirada de Autocontrol + Sabiduría (dificultad variable) para conocer la "opinión" celestial sobre un evento que acaba de suceder. (Animamos a los Narradores a que sean crípticos cuando den esta información). Dtísones be coraje Estas clases de Bendiciones están relacionadas con el lidera:go, el coraje y la fuer:a de \'Oluntad, aunque curiosamente, abundan por igual entre todos los miembros del Rebat1o (ricos y pobres, hombres y mujeres). �( {)íerofante La persona que posee esta Bendición está seúalada por el Ciclo por su gran coraje frente a la adversidad, siendo recompensado por ello. Representa un modelo de gracia en combate, e incluso cuando camina hacia la muerte, inspira este coraje a todos los que le rodean. Sistema: Esta Bendición reduce la dificultad de todas las tiradas de Coraje en uno. Además de ello, si el jugador gasta un punto de Convicción y supera una tirada de Coraje (dificultad 6), el personaje puede inspirar su sentimiento de gloria entre sus camaradas. Por cada éxito que obtenga, una persona (el personaje elige su identidad, aunque el objetivo debe ser capa: de verle) reduce la dificultad de sus tiradas de Coraje en uno durante el resto de la escena. {)ímno eíanguíneo La inspiración celestial circula por las venas del personaje. Inclmo su sangre está tan llena de fe que e cotwiene en un poderoso veneno para cualquier alma condem1da que se atreva a ingerirla con la intención de preservar su existencia. Sistema: La sangre Jel personaje causa heridas terribles a cualquier criawra que la ingiera: un punto de daño agravado por punto de sangre ingerido. Los vampiros que beban b sangre del inquisidor, además de sufrir el daño indicado, no obtienen ningún beneficio. Además de lo anterior, el personaje puede gastar un punto de Convicción para intensificar la "fe" de su sangre, permitiéndole mantener su "toxicidad" cuando e encuentra fuera de su cuerpo. Un éxito en una tirada de Coraje (dificultad 6) permitirá que la sangre del personaje cause los mismos efectos si es lanzada sobre un demonio, un vampiro o cualquier otro sirviente corpóreo del mal (los fantasmas y orros seres etéreos no se ven afectados). Esta toxicidad des�parece cuando la sangre se coagula. 1)rofeta El individuo posee una cualidad natural que facilita su rarea como predicador de la Palabra de Dios. Su pasión por el Set1or se transmite en sus palabras, haciendo que muchos de los que le rodean se sienran transportados por sus referencias a las distintas parábolas de la Biblia. Sistema: El personaje resta dos a la dificultad de todas las tiradas de Actuar. Además de ello, el jugador puede gastar un punto de Convicción ,. realizar una tirada de Carisma + Coraje (dificultad igual a la Fuerza de \'oluntad del blanco). Si tiene éxito, una de las personas a las que se dirija el personaje se encontrará inmersa en sus palabras y será incapaz de ir e o Je dejar de mirarle fijamente hasta que haya terminado. El blanco puede hberarse gastando un punto de Fuerza de Voluntad, aunque es probable -lue no lo haga salvo que tenga un motivo justificado. Este efecto hipnótico desaparece si el blanco es atacado o liberado de la mirada del inqu isidor, >iendo int'1til con aquellos que no puedan oír la voz del inquisidor. �otes Cuando un mortal devoto es apartado del Rebaño y es adoctrinado en la Inquisición, desarrolla la capacidad de desarrollar sus propias conexiones místicas con lo divino. Aunque mantiene los Orisones que tenía antes de mgresar en la organización (de hecho puede llegar a adquirir otros), ahora posee versiones más poderosas que las Bendiciones menores que tenía con anterioridad. Estos favores divinos reciben el nombre de Dotes. Al inicio de una crónica de Edad Oscura: Inquisidor, los personajes pueden comen:ar el juego con una Dote perteneciente a la categoría preferida de su orden (consulta el capítulo tres) y obtener otras conforme \·an incrementando su experiencia (consulta la tabla de obtención de Bendiciones). Todas las Dotes necesitan que el inquisidor "acumule" puntos de Convicción antes de comprarlas y aprenderlas. Esto significa ..¡ue cuando el personaje haya acumulado la cantidad apropi�da de puntos .ie Convicción, puede gastarla de golpe para aprender una nueva Dote. Esta decisi<Ín suele ser difícil, y<1 ljlle wmbién es necesario gastar Convic­ ción para obtener una Virtud Superior, por lo que los inquisidores deben elegir entre poder y santidad. Existen cuatro categorías de Dores en Edad Oscura: Inquisidor: Bendiciones (el poder de la oración perfeccionado por los Oculi Dei), Legados (las herencias de la Casa Murnau), Salmos (la \'OZ de la fe utilizada por las Hermanas de San Juan) e Investiduras (que convierten a los Caballeros de Acre en recipientes para la voluntad del Cielo). La Orden Roja utiliza el Arte Sagrado como especialidad. Cada categoría de Dores se divide en tres "niveles de poder" que se corresponden con las tres ernpa;, por las que pasa un inquisidor (en realidad existen cuatro niveles, aunque no se pueden adquirir Dores hasta que se alcance d 1úvd de Acóliro). Un inquisidor puede obtener Bendiciones de un ni\·el <uperior al que se encuentra adquiriendo una Maldici<Ín de fonna voluntaria (consulta Adquirir nuevas maldiciones pág. 144). Así, solo los inquisidores más dedicados o ambiciosos tienen acceso a las Dotes más poderosas. Cada Dote posee rres efectos separados, basados en cada una de las Virtudes Superiores . De esta forma, un inquisidor puede acceder a poderes adicionales conforme vaya adquiriendo puntos en las otras Virtudes Supe­ riores sin que necesite adquirir otrn Dore. (Resulta importante recalcar que en un turno determinado solo es posible una aplicaci<Ín de cada Dote, por lo que incluso si la manifestación exterior del poder es la misma para las tres Virtudes involucradas, solo un él de ellas puede tener efecto a la vez). Los inquisidores llegan a comprender que para ser un sirviente completo de Dios deben desarrollnr rodo> los cl>pccws de su compromiso espiritual. Aquellos que lo hacen y ponen la adquisición de Virtudes Superiores por encima de todo lu demás, obtendrán los beneficios de Su favor divino. Los ejemplos de Dores que incluimos a continuación son solo eso, ejemplos. o son las únicas Dotes a disposición de los personajes, sino las más comunes. Los jugadores ;,on libres de dise!lar otras, sujetas a la aprobación del Narrador. A no ser que se indique lo contrario en la descripción, cuak¡tlier tin1d<1 y/o ¡moto necesario en el poder principal es necesaria en cualq uiera de los efectos secundarios. >Senbícíones Esta categoría Je Dote> representa una colección de oraciones de dedicada:. a preparar el nlma para que sea receptiva a los inspiraci(m divina milagros del Se!lor. Como las Bendiciones son la especialidad de los Oculi Dei, muchos efectos individuales están relacionados con la vigilancia y el secreto. <.pastor �Ít)Íno (2!cóUto) Esta Bendición básica otorga al inquisidor la capacidad de invocar al Ciclo para moverse con libertad entre el Rebaño y servirlo sin distraccio­ nes. Al igual que no se puede mirar al Señor de forma directa, Su fiel servidor es capaz de pasar desapercibido frente a los ojos de los mortales. Esta Bendición permite que el Ojo de Dios "desaparezca entre la multitud" incluso cuando hace su trabajo, siendo capaz de ocultarlo de las mentes de aquellos que podrían hacerle da!lo. Sistema: El efecto basado en la Sabiduría de esta Dore permite que el inqui idor utilice la voluntad divina para ocultarlo de las mentes de los condenados, protegiendo su presencia de criaturas sobrenaturales incluso cuando se encuentre entre el Rebaño. Esta ocultación carece de coste, necesitándose únicamente que el personaje ore (de forma silenciosa) y está activa mientras que el personaje continúe rezando. Si alguien lo busca de forma activa, es necesario efectuar una tirada enfrentada para compro­ bar si el inquisidor consigue permanecer oculto. El jugador debe tirar Astucia + Sabiduría (dificultad 6) enfrentada contra A rucia + Alerta (dificultad igual a la Devoci<Ín del inquisidor) de la criatura que intenta localizarlo. Si el personaje obtiene más éxitos, permanece oculto. El efecto basado en la Fe de esta Dote es la cruz del efecto principal. El inquisidor puede enfocar la voluntad divina sobre él y su alrededor para proteger las mentes de los mortales que le rodean de la visión de criaturas y sucesos sobrenaturales. El jugador debe realizar una tirada de Carisma + Fe (dificultad 6) y gastar un punto de Convicción para ser capaz de crear una barrera de ignorancia que oculta la visión de los mortales comunes. Es ta zona se extiende a un número de metros alrededor del inquisidor igual a su Conciencia + Fe. Los testigos mundanos ignorarán cualquier suceso sobrenatural en el interior de esta zona durante el resto de la escena. El efecto basado en el Celo permite que el inquisidor elimine los recuerdos de un suceso sobrenatural de la mente de uno o más miembros del Rebm'lo. Para ello debe recitar una oración de paz\' sometimiento divino en la que el jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Manipulación + Celo (dificultad igual a la Fuer:a de Voluntad del blanco). Si la tirada tiene éxito, la mente del mortal queda libre de las imágenes que ha contemplado, permitiendo su integración en la vida normal. Esros recuerdos deben ser recientes, ya que tan solo aquellos que han tenido lugar desde el último amanecer pueden ser liberados. �on be [a ®egunba Q)ísíón (2!cóHto) Muchos Oculi Dei poseen cierra percepción obrenatural que les ayuda en la causa. Esta percepci<Ín, llamada "la Visión", permite que un Ojo sepa separar a los seres inhumanos de los miembros del Rebmio. En algunos casos, los inquisidores son capaces de descubrir y perseguir a las criaturas sobrenatu­ rales, independientemente de sus esfuerzos para pasar desapercibidas. Sistema: El jugador debe realizar una tirada de Percepción + Sabiduría (normalmente de dificultad 6) para hacer que su personaje puede descubrir a cualquier criatura sobrenatural de la zona circundante. Esta "segunda visi6n" es capaz de revelar a criaturas disfrazadas o inhumanas, aunque no de cubre su verdadera naturaleza. El personaje recibe pista sobre la aparien­ cia de la criatura que desmienten su humanidad. Por ejemplo, un vampiro podría aparecer como un humano extremadamente pálido que no respira. Es el personaje (y el jugador) quién debe interpretar lo revelado. La Visión p�rmanece activa durante un rumo por cada éxitoobrenido, aunque el gasto Je un punro de Convicción alarga la duración a una escena. El efecto basado en la Fe de la Visión ororgaal inquisidor la capacidad sobrenarural de ver en la oscuridad ab oluta o cuando esté cegado. Este efecto es producto de la Fe del personaje y le permite ver incluso cuando sus ojos estén heridos (o carezca de ellos) . Si el jugador supera una tirada de Percepción + Fe (dificultad 6), el personaje puede ver lo que está frente a él cllmo si estuviera en una habitación iluminada. Para utilizar esta Bendición en la oscuridad sobrenatural, como la creada por el poder de Obtenebración Nocturno, se necesita gastar un punto de Convicción. El efecto basado en el Celo permite que el inquisidor supere el velo de la ofuscación creado por un ser sobrenatural. El jugador debe realizar una tirada de Percepción + Celo (dificultad 6) enfrentada a una tirada de A rucia + Sigilo de la criatura (dificultad 6). Si obtiene más éxitos que el ser, el personaje es capa: de ver a través de la ilusión. Con e�ta Bendición, el Inquisidor es capaz de ver a través de los usos de Disciplinas como la Ofuscación y el Quimerismo siempre que tenga alguna sospecha para mostrarse receloso de lo que ve. 2íturgía c.Dít>ína (9bepto) Esta Dote ayuda al inquisidor a completar su promesa ante él y a nte Dios consistente en lntccr todo lo posible para proteger al Rebaño. El personaje puede recitar un breve extracto de la Biblia para imponer su devoción a la causa (y por ende la voluntad divina) sobre la consciencia de cualquier individuo o sobre su propia alma. Sistema: El efecto basado en la Sabiduría de Liturgia Divina permite que el personaje incremente su voluntad mediame la oración. Mediante una tirada de Autocontrol + abiduría (d ificu ltad 6) y el gasto de un punto de Convicción, el personaje obtiene un punto de Fuerza de Volun­ tad temporal. Este efecto solo puede activarse una l'ez por día. El efecto basado en la Fe permite que el inqui idor "invierta" la corriente diaria de sus oracione y rece para reforzar u dedicación a la causa. Si el personaje tiene éxito en una tirada de Conciencia + Fe (dificultad 6), consigue incrementar su Convicción en un punto por cada éxito, hasta un máximo equivalente a su Devoción. Este poder solo puede activarse una vez por día, por lo que suele llevarse a cabo de noche, antes de que el inquisidor se vaya a dormir. El efecto basado en el Celo permite que el personaje convenza a otro humano de !ajusticia de u causa mediante el uso adecuado de las palabras de los Apóstoles. El jugador debe reali:ar una tirada enfrentada de Carisma + Celo contra la Fuerza de Voluntad del blanco. Si esta tirada tiene éxito, el personaje puede hacer una sugerencia que el blanco debe cumplir. Aunque el objetivo no siente ninguna compulsión sobrenatural, puede oponerse a este efecto gastando un número de puntos de Fuerza de Volunrad igual al número de éxitos conseguidos. En este caso, el blanco queda inmunizado ante fuwros usos de este efecto por el resto de la historia. Este poder resulta inútil cuando es usado contra alguien ajeno a la fe (aunque funciona con herejes). Tampoco puede usarse para obligar al blanco a hacerse dat'io o a romper cualquier precepto de la fe cristiana. <JJt e 9\egocíjo en QJosotros (2lbepto) Los salmos afinnan que "L<l palabra del Señor es mi alegría", e incluso los miembros del Oculi Dei comprenden este principio. Al alabar a Dios, ya sea en silencio u abiertamente, el personaje puede cuntagiar al prój imo por el amor por Él y Sus preceptos, obligándole a desarmarse o a arrodillarse ante él. Sistema: El efecto basado en la Sabiduría de este poder permite que el inquisidor atraviese la fachada del blanco para descubrir a la verdadera persona que se encuentra tras ella. Para ello deberá gastar un punto de Convicción y reali¡;ar una tirada de Carisma + Sabiduría (dificultad igual a la Fuerza de Voluntad del blanco). Si tiene éxito, el blanco olvida cualquier pretensión de hacerse pasar por lo que no es y abraza u verdadera Natura­ leza, actuando de acuerdo con ella durante el resro de la escena. En esencia, hace que la Conducta del personaje sea igual a su Naturaleza, permitiendo que un inquisidor perspicaz descubra esta última mediante la observación de su comportamiento (Un personaje con un Arquetipo de Nii'to comenzará a actuar de forma inocente, etc.) El objetivo también tiene dificultad para mentir mientras esta Bendición e·té acti\·a, por lo que cualquier intento para memir de forma dir.:cta necesita superar una tiraJa de Fuerza Je Voluntad (dificultad igual a la Devoción del inquisidor). Con el uso de la Fe, d personaj e puede utilizar su amor por el Señor para detener a un grupo de combatientes cercanos. El jugador debe realizar una tirada de Carisma + Fe {dificultad 6), y si tiene éxito, ninguna criatura a menos de (Fe) metros del inquisidor puede agredir a un semejante. Los seres que deseen atacar deben realizar una tirada de Coraje {dificultad 6) \' obtener más éxitos que los que obtuvo el inquisidor. Un Ojo de Dios que abraza su Celo con la ayuda de esta Dote puede convertirse en el transmisor del amor eterno del Rey de los Cielos. Si el ¡ugador obtiene éxito en una tirada de Carisma + Celo (dificultad igual a la Fuerza de Voluntad del blanco), imprime en el objetivo escogido todo el amor de Dios. Existen dos reacciones posibles, dependiendo de las relaciones que el objetivo tenga con Dios: muchos mortales caerán de rodillas, llorando y riendo de alegría, mientras que las abominaciones huirán avergonzadas. En el caso de aquellos que se vean obligados a huir, podrán permanecer cerca del personaje gastando un punto de Fuerza de Voluntad y superando una tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad igual a la Devoción del inquisidor). Nivel de cambio Ligero Moderado Importante Niayor Vasto Nivel de Sabiauría Uno Dos Tres Cuatro Cinco Dificultad 6 7 8 '9 lO Cantidad transmutable Pequeño {1/2 litro o 100 gramos) Moderado ( 1 litro o 400 gramos) Importante {S litros o 2 kilogramos) Mayor (25 litros o 10 kilogramos) Vasto (150 litros o 50 kilogramos) 2lgua en t>íno (jue3) De forma similar al milagro que jesús obró con los panes y los peces, el inquisidor puede coger un objeto ordinario y transformarlo en otro objeto solo con recitar una plegaria y santificando el objeto a Dios. Para ello debe rodear el objeto con sus manos y solicitar el permiso divino para llevar a cabo la transmutación: si tiene éxito, sentirá como el objeto se rransforma en otra cosa con solo tocarlo. Con práctica puede llegar a aprender a devolver los tejidos muertos a su estado anterior. Sistema: La aplicación basada en la Sabiduría de este poder obliga al ¡ugador a gastar dos puntos de Convicción y realizar una tirada de Destreza - Sabiduría. La dificultad depende de lo drástica que sea la transformación. La transformación del agua en vino implica un cambio pequeño, mientras que el cambio de una copa de agua en un trozo de plomo implicaría un cambio vasto de los materiales. La masa total que puede transformarse depende del nivel de Sabiduría del inquisidor. Consulta la tabla adjunta para obtener una idea de la dificultad y la cantidad de material permitido. La aplicación basada en la Fe permite que el inquisidor transforme el tejido dañado en carne sana. Para ello debe arrodillarse ante la herida, susurrar una bendición ante el Señor y colocar sus manos sobre la zona dañada mientras habla. En ese momento, el jugador debe realizar una tirada de Conciencia + Fe (dificultad 6) en la que cada éxito curará un nivel de salud de daño {contundente, letal o agravado). La aplicación basada en el Celo permite que el inquisidor destruya carne y la convierta en trozos sanguinolentos. Una vez que haya estable­ cido contacto físico con la víctima, el jugador debe realizar una tirada de Fuerza + Celo (dificultad 6). Cada éxito inflige un punto de daño agravado. Las criaturas carentes de forma física son inmunes a este efecto, y cualquier inquisidor que utilice esta aplicación de Agua en Vino sobre un ser humano (los sirvientes del Enemigo no cuentan) debe realizar una tirada de Conciencia para evitar perder un punto de Devoción. �nvestíburas Esta categoría de Bendiciones es el orgullo y la especialidad de la orden militar de la Inquisición: los Caballeros de Acre. Cada una de las Dotes se caracteriza por una infusión de la divinidad en el cuerpo y el espíritu de los bendecidos. Muchas Investiduras, en vez de desencadenar un efecto externo, suelen utilizar la divinidad existente en el� nquisidor para generar una colección de efectos basados en su cuerpo. [atecúmen (9cóHto) El nombre de este poder hace referencia a la persona que recibe instrucción en la doctrina católica antes de someterse al sacramento del bautismo. Esta Bendición es muy frecuente entre los Caballeros de Acre y les ayuda a ejemplificar sus lecciones Je valor, humildad y constancia. Sistema: Mediante el efecto basado en el Celo, el personaje revive una de las lecciones más importantes para un caballero, la lección del valor. El jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Coraje + Celo (dificultad 6). Una vez que este poder se haya activado, el personaje no puede retirarse del lugar que ocupa salvo que lo desee. Es inmune a los poderes causantes de miedo y a sus efectos, pudiendo realizar una tirada de Coraje + Celo (la dificultad varía en función de la fuerza de la fuer:a asaltante) para resistir cualquier fuerza física que le obligue a moverse. El aspectobasado en la Fe utiliza la lección de la humildad. Siempre que no exista un pecado que ensombrezca el alma del caballero, éste puede utilizar su rectitud para que le ayude en su combate contra el enemigo. El jugador debe gastar un punto de Convicción, y durante el resto de la escena el jugador puede absorber daño letal y añadir su reserva de dados de Fe a su reserva de dados para absorber daño. En caso de que el personaje haya pecado y no haya llevado a cabo la penitencia necesaria (es decir, haya superado una tirada de Conciencia para evitar perder Devoción pero no se haya sometido todavía al sacramento de la confesión), no puede utilizar este poder. La constancia (la fortaleza espiritual por la que destacan los Caballeros de Acre), es el objetivo de la aplicación basada en la Sabiduría. El jugador puede gastar un punto de Fuerza de Voluntad y un punto de Convicción para negar cualquier pifia relacionada con una Virtud {básica o Superior) . Esta versión de Catecúmen solo puede utilizarse una vez por historia. �tansfíguracíón be (a [arne (9cófíto) El inquisidor ha sido investido con la capacidad para alterar sus límites físicos con la ayuda de su virtud. Gracias a esta Dote, los Caballeros pueden disparar su fuerza o su resistencia con vistas a enfrentamientos futuros. Sistema: La aplicación basada en el Celo de este poder refuerza el cuerpo del inquisidor. El jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Resistencia + Celo (dificultad 7). Acto seguido puede añadir dados a la Fuerza o la Resistencia del personaje durante el resto del combate. Cada éxito de la tirada se convierte en un dado que el jugador puede añadir a uno de los dos Atributos. Por ejemplo, si el jugador obtuvo tres éxitos en la tirada, podría añadir dos dados a la puntuación de Fuerza del personaje y uno a la puntuación de Resistencia. Este poder solo puede utilizarse una vez en cada escena. Si el inquisidor también posee puntos en Fe, puede optar por utili:ar este poder para limpiar la carne contaminada. El jugador puede reali:ar una tirada de Fuerza + Fe para liberar el cuerpo de la influencia del veneno o de otras substancias extrañas. La dificultad depende de la naturale:a del material intruso: limpiar la corriente sanguínea de alcohol tendría una dificultad de 4, mientras eliminar sangre vampírica u otro veneno sobre­ natural de la sangre tendría una dificultad de 9. Ten en cuenta que este poder no elimina la contaminación espiritual o psicológica. El aspecto basado en la Sabiduría permite que el inquisidor pueda reducir los efectos incapacitantes del dolor. El jugador debe reali:ar una tirada de Resistencia + Sabiduría (dificultad 7), reduciendo la penali:a­ ción por heridas del personaje en un número igual al número Je éxitos obtenido. Por ejemplo, si el jugador obtuviera dos éxitos, su personaje no ufriría ninguna penali:ación por heridas hasta que llegara al estado de Tullido (y en ese momento solo sufriría una penalización de -3 a la reserva de dados, no de 5). Los efectos de este incremento temporal de la re istencia desaparecen al final de la escena. - C.Vue(o be .ánge(es (.2lbepto) Este Dote permite que el inquisidor se convierta en un remolino di,·ino cuando se encuentra en combate contra los servidores del Enemigo. Su virtud le inflama con una agilidad física o mental que le permite atacar a sus víctimas con múltiples golpes o sentir la cercanía de la maldad. Cuando se le pregunta por las sensaciones que evoca esta Dote, muchos Caballeros describen que "es como si fueras transportado por ángeles alados . Sistema: El aspecto ba ado en Celo de Vuelo de Ángeles permite que el inquisidor incremente sus reflejos hasta niveles sobrehumanos. El jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Destre:a + Celo (dificultad 6). Cada dos éxitos obtenidos otorgan al jugador una acción adicional en el turno siguiente sin tener que lle,•ar a cabo una acción múltiple (es decir, cuatro éxitos se transforman en Jm accione adicionales). Estas acciones solo pueden usarse para reali:ar acciones físicas, y el máximo número de acciones adicionales permitido con este poder es igual a la puntuación de Celo del personaje. Ba ándose en la Fe, el personaje puede utili:ar sus reflejo mejorados para abalan:arsc sobre un ataque en curso y sacrificar e por la causa. En cualquier turno en el que posea una iniciati,·a total superior a la de un atacante potencial, el jugador puede gastar un punto de Convicción para permitir que el Caballero se interponga en un ataque que iba destinado hacia un compai'icro cercano (acto seguido el personaje puede intentnr parar o bloquear con un + l a la dificultad) . La distancia de este poder est3 " limitada por la distancia que pueda mo,·erse en ese intervalo de tiempo (dos metros por cada punto de Fe que posca). Si la iniciativa del futuro mártir es inferior a la del atacante, puede realizar el intento, aunque el jugador deberá superar una tirada de Astucia -t- Fe (dificultad 7) para que su per onaje pueda llegar a tiempo. La aplicación basada en la Sabiduría permite que el inquisidor mejore ;u agilidad mental y su tiempo de respuesta. El jugador debe efectuar una tirada de Astucia + Sabiduría (dificultad 6), y cada éxito permite que la Astucia del personaje aumente en un punto de forma temporal. Si este sistema hace que el nivel de Astucia supere los 5 puntos, el personaje obtiene la capacidad de presagiar el siguiente ataque. En términos de juego, el jugador debe efectuar una tirada de Astucia + Alerta (dificultad 7); cualquier éxito se traducen en dados adicionales para parar o esquivar un ataque futuro o se añaden a la iniciativa del personaje para ese turno. Independientemente del resultado de esta tirada, esta aplicación de la Dote dura un breve período de tiempo (die: minutos o durante el resto de la escena, lo que llegue antes). Al finali:ar este tiempo, los reflejos del personaje ,·udven a la normalidad; si el personaje estaba actuando a un nivel sobrehumano (Astucia 6 o supenor) debe gastar un punto de Fuerza de Voluntad para ajustarse al súbito cambio de la perspectiva mundana, o su ni,·cl de Astucia descenderá a 1 durante la hora siguiente. �spírítu be �esurreccíón (abepto) Algunos inquisidores poseen el poder divino de controlar los flujos Los inquisidores que posean esta Dore pueden curar a los enfermos con solo rozar sus labios en la frente del enfermo, pudiendo utilizar el poder de la vida para hacer desaparecer la esencia infernal de los condenados. Muchos que creen que y reflujos de la vida en su i nterior y en el del prójimo. los Caballeros son unos "simples soldados" cambian de opinión cuando contemplan la aplicación de esta Dote. Sistema: El aspecto basado en el Celo de este poder permite que el mquisidor obtenga fuerza del dolor de un demonio. Una vez que el Caballero haya herido a la criatura, el jugador debe realizar una tirada de Percepción + Celo (dificu ltad 6) y el blanco debe resistirse con una tirada Je Resistencia (también de dificultad 6, aunque los Cainitas pueden añadir su Fortaleza a esta tirada). Por cada éxito que obtenga el jugador .:¡ue supere al número de éxitos de la víctima, el inquisidor obtiene un >unto de Convicción (hasta el límite de su Celo) . Basta con que el personaje obtenga un solo punto de Convicción de esta forma para que la 1·íctima pierda un punto tempo ral de Fuerza de Voluntad. Con la ayuda de su Fe, un inqu isidor que posea esta Dote puede hacer Jesaparecer las heridas de los se res vivos. El jugador debe realizar una �rada de Conciencia + Fe (dificultad 6) y gastar un número 1•ariable de puntos de Convicción, siendo capaz de curar un punto de daño letal o dos mveles de daño contundente por cada punto que gaste. Esta aplicación solo puede realizarse sobre seres vivos. El aspecto basado en la Sabiduría de e te poder permite que le personaje conozca a su enemigo de forma íntima, tan íntima que muchos Caballeros necesitan pasar cierto tiempo rezando tras utilizar este poder �ontra los sirvientes del Enemigo. El personaje debe tocar al blanco, y el ugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Percepción + Sabiduría (dificultad 7). Por cada éxito obtenido, el Caballero aprende un hecho sobre su víctima (normalmente algo desagradable), sus ;-ecados, sus apetitos, sus poderes o euros. . . ocasionalmente incluso sus ulnerabilidades. Si el jugador obtiene tres o más éxitos, puede optar por aprender solo un hecho, aunque puede especificar el hecho en concreto. 2ruto be fe (jue3) Esta potente Bendición es una de las razones por las que las criaturas <obrenaturales temen a los guerreros más dedicados de los Caballeros de :\ere. La Dote permite que el inquisidor se abalance contra su oponente en combate cuerpo a cuerpo, enfocando su 1·inud y su fuer"a en el golpe Jefinitivo. Este momento de calma antes del golpe final parece pregonar el inicio del fin con alarmante regularidad . Sistema: La aplicación basada en Celo de este poder requiere que el ¡ugador gaste un punto de Convicción y realice una tirada de Pe rcepción "'" Celo (dific u ltad 6). Si esta tirada tiene éxito, el personaje puede añadir su puntuación de Celo a la reserva de dados de daño durante su siguiente ataque. Además de lo anterior, este daño siempre es agravado. La aplicación basada en la Fe de este poder pem1ite que el Caballero canalice el poder de Dios a través de su cuerpo, invocando al Cielo en un acto Je fe verdadera. El jugador puede gastar tanta convicción como desee (mínimo Je 3 puntos) y realizar una tirada de Carisma + Fe (dificultad igual a 10 el número de punros de Convicción utilizados, dificul tad mínima 4). Si la tirada tiene éxito, el personaje realiza un milagro. La forma exacta de cómo se lleva a cabo depende de Dios (y del Narrador), aunque siempre beneficia al inquisidor y a sus compañeros. Es posible que los inquisidores se curen de fonna mstamánea, obtengan Fuerza de Volumad o Convicción adicional, o quizá los Jemonios presente sean volatili:ados por haces de luz dil·ina. Sea cual sea el resultado, el Caballero que utilice este poder quedará exhau to y no podrá llevar a cabo ninguna acción durante el resw de la escena. Aunque los caballeros son unos guerreros capaces, la aplicación basada en la Sabiduría de Auto de Fe pone de manifiesto su capacidad como estrategas. El jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Percepción + Sabiduría (dificultad 7). Si tiene éxito, el Caballero conoce los detalles exactos del "campo de batalla", ya sea exterior o interior. Sabe la localización de cada soldado enemigo (esto solo funciona con los "soldados", un edificio podría contener sirvientes y este poder no los detectaría, aunque sí lo haría con un soldado disfra:ado de sirviente) y la fuerza relativa de cada uno (las criaturas sobrenaturales aparecerían más fuertes que el resto). Esta percepción solo dura un instante, aunque el · Caballero puede utilizar este poder en varias ocasiones para conocer e desplazamiento del enemigo. Una vez que el poder se ha utili:aJo, e:. Caballero recibe una bonificación a su puntuación de iniciativa igual ,¡j número de éxitos de su tirada inicial (por ejemplo, si el jugador obtm·o rre­ éxiros, aiiade tres a la iniciativa del Caballero por el resto del combare). 2egabos La Casa de Murnau posee poderes de adivinación que serían la envidia de otros inquisidores si éstos desconocieran el precio que conlle­ van. Los Legados permiten que los Murnau puedan percibir y dirigir las fuerzas del Infierno (hecho que no ayuda a mejorar su reputación). El resto de inq uisidores también pueden comprar Legados, aunque si lo hacen siempre deben realizar una tirada para comprobar si reciben una Maldición. Si se produce este hecho, la �taklición debe pertenecer a la categoría de Maledicrio. 6aber �rof)íbibo (9cóHto) La Casa de Murnau ha sido testigo de terribles misterios y secretos durante generaciones. Incluso los miembros m�s jóvenes han tenido contacto con la corrupción, generando en ellos entimicntos contrapues­ tos de repulsión y comprensión. Sistema: El aspecto basado en la Fe de Saber Prohibido es caracte­ rístico de la Casa (la capacidad para detectar la corrupción mediante el sentido del olfaro). Para un Murnau rodas las criaturas sobrenaturales hieden. El olor e pccífico l'aría en cada indil·iduo, por lo que el j ugador tiene libertad para personalizar la manifestación específica de la maldi­ ción. En términos de juego, la presencia de cu alquier criatura sobrenatural (incluyendo a ghouls) dispara la sensación. A pesar de ello, la presencia del hedor no implica necesariamen te el poder de la abominación (un Murnau podría sentir el olor a carne putrefacta cuando estuviera cerca de una criatura sobrena tural, aunque también podría sentir el hedor en un matadero). Este poder está siempre activo, independientemente de los deseos del personaje. Las concentraciones e levadas de maldad pueden incrementar la dificultad de ciertas tiradas debido a la distracción que las sensaciones pueden ocasionar (a discreción del Narrador) . Un personaje Murnau que utilice la aplicación basada en la Sabi ­ duría de este poder puede detectar la corrupción mundana que se oculta tras la mentira. El jugador debe realizar una tirada de Percepción + Sabiduría (dificultad 7) y gastar un punto de Convicción. El éxito en esta tirada permite que el personaje ju:gue la veracidad de una sentencia . Ten en cuenta que este poder solo detecta mentiras deliberadas: si el blanco rcali:a una afirmación que cree que es cierta, el inquisidor no notará la diferencia. La faceta basada en el Celo de este poder hace que el personaje ca reconocido )' temido por los sirvientes de Satanás. Las criaturas sobrenatu­ rales se sienten incómodas en su presencia, aunque no tienen por qué saber el motivo. En términos de juego, el personaje miadc su puntuación de Celo en todas las tiradas de Intimidación contra ;eres sobrenaturales. Por otro lado, este poder dificulta las negociaciones con el enemigo, por lo que cualquier re erva de dados para interactuar Jc forma positiva con el ser sobrenatural (incluyendo el arrepentimiento) pierde un número de dados igual al Celo del personaje. Este poder es permanente y no puede mitigar e. 9lob[e3a DbHga (9cóHto) A pesar de sus problemas sobrenaturales, la Casa de Murnau es una casa noble, por lo que sus miembros supervisan a otros mortales. Sin embargo, la maldición mancilla ttxlo lo que les rodea, e incluso los votos feudales de la casa se resienten. Este poder permite que los Murnau ¡xmgan de manifiesto su herencia arcana en sus relaciones con otros miembros ajenos a la familia. Sistema: La aplicación basada en la Fe de este poder permite que el personaje refuerce a sus compaiieros en términos de Convicción. El personaje debe tocar a u objetivo y el jugador debe realizar una tirada de Carisma + Fe (dificultad 7). Por cada éxito obtenido, el personaje puede traspasar un punto de Convicción hacia el blanco. Es importante destacar que el inquisidor que utilice este poder no tiene forma de saber si esta transferencia hará que su compañero caiga en Insensibilidad (a no ser que utilice en primer lugar el Legado de adepto Coronado en Sombras para determinar este hecho) , por lo que el Narrador no debería permitir que los jugadores se pusieran de acuerdo sobre el número de puntos donados. Mientras que la aplicación basada en la Sabiduría de Saber Prohibido permite que el inquisidor detecte las mentiras, la de Nobleza Obliga le permite conocer su personalidad. El inquisidor puede "oler" si el blanco es un hipócrita o una persona poco fiable antes de que diga cualquier palabra. El sistema utilizado por este poder es idéntico a la de la faceta de Sabiduría de Saber Prohibido (el jugador realiza una tirada de Percepción + Sabiduría (dificultad 7) y gasta un punto de Convicción), salvo que dura una escena y puede usarse sobre cualquiera que se acerque al inquisidor, en vez de sobre un blanco específico. Toda persona que se encuentre con el noble Murnau queda marcado como un ser fiable o no. Queda a discreción del Narrador la inclusión de información detallada en caso de que se obtenga un número superior de éxitos. [oronabo en <Sombras (.9bepto) Conforme el noble Murnau incrementa su poder, desciende más profundamente en la maldición de su propia herencia. Aunque allí puede encontrar poder y conocimiento, también puede hallar su perdición. "Camino por el valle de sombras de la muerte" es un dicho popular entre estos inquisidores... Sistema: La faceta basada en la Fe de este poder permite que el inquisidor mitigue la Insensibilidad de un compañero. El jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Manipulación + Fe (dificultad igual a la Convicción del objetivo). Si tiene éxito, el objetivo consigue reprimir su Impulso durante una escena. Sin embargo, si todavía sigue Insensible al finalizar la escena, tanto él como el noble Murnau pierden un punto de Fuerza de Voluntad (este poder otorga la oportunidad de redimirse, no es un simple aplacamiento). Ten en cuenta que a no ser que el Murnau tenga una elevada puntuación de Sabiduría, no sabrá si su objetivo está Insensible, por lo que debe adivinar si este poder es necesario. El uso de este poder sobre un inquisidor que no esté Insensible carece de efecto. La faceta basada en la Sabiduría de Coronado en Sombras otorga al inquisidor el conocimiento de los principios y las metas del blanco. Cuando se utiliza con un hombre lobo, por ejemplo, el inquisidor ve a un ser rebosante de rabia y odio. Cuando se utiliza sobre un Cainita, intensifica su Aura (por lo que un Cainita que siga la Senda de l Cielo pude aparecer más sagrado que algunos inquisidores ... ) . Si el inquisidor utiliza este poder sobre un compañero, conoce de forma inmediata lo cerca que está de caer en Insensibilidad (es decir, conoce los puntos de Convicción que le faltan para l'oiverse Insensible) . Además de ello, el personaje recibe una información similar a la que se obtiene utilizando el poder de Auspex Visión del Alma (aunque no detecta si el blanco está vivo o muerto) . Este aspecto de Coronado en Sombras requiere que el jugador gaste un punto de Convicción y realice una tirada de Percepción + Sabiduría (dificultad 6). Para finalizar, el poder basado en Celo permite que el inquisidor absorba la Convicción de aquellos que le rodean. Cuando rece junto al Rebat1o, el Inquisidor puede conseguir incrementar su Convicción en un valor igual a la puntuación de Rebat'lo, además de la tirada de dados. Por ejemplo, un inquisidor que posea cuatro puntos en el Trasfondo de Reba11o puede obtener cuatro puntos de Convicción de forma automática y el jugador puede realizar la tirada usual de cuatro dados para incrementar este número. A diferencia del método normal de oración, este sistema puede empujar al personaje hacia la Insensibilidad. También deja al Rebaño inútil para el inquisidor durante el resto del día, ya el uso de este poder deja exhaustos a todos los mortales que recen junto al personaje. �spejo be( CJ.Jla[ (.9bepto) Aunque el poder que ostenta los inquisidores Murnau es elevado, muchos observadores murmuran que ello indica que poseen cierta fami­ liaridad con el enemigo. Con esta Dote, el personaje obtiene la capacidad de enfrentarse a los enemigos sobrenaturales en igualdad de condiciones, armado con fuerza y conocimientos. Sistema: Aunque cualquier inquisidor puede intentar resistirse a las manipulaciones mentales y emocionales del enemigo, un inquisidor con esta Dote puede intentar amortiguar los efectos de esos poderes alrededor de una zona determinada (de un radio igual a la puntuación de Fuerza de Voluntad en metros). El jugador debe gastar un punto de Convicción y realtzar una tirada de Conciencia + Fe (dificultad 7), enfrentada contra la tirada del poder en cuestión (a su dificultad normal). Si los éxitos del jugador igualan o superan los de la criatura, el poder no tiene efecto. Esta Bendición funciona con cualquier poder que pueda alterar los sentidos o la mente, incluyendo Presencia, Dominación, Dementación y ciertos usos de Obtenebración. El inquisidor no puede realtzar ninguna otra acción en el turno en que utilice este poder. Un personaje que utilice este poder junto a su Sabiduría es capaz de obtener conocimientos que no podría conseguir por otros medios. Los Murnau afirman que estos conocimientOs están inspirados por Dios, aunque otros inquisidores sugieren otras fuentes más turbias. El jugador puede realizar una tirada de Percepción + Sabiduría (dificultad 7) para obtener información sobre una criatura en particular. Por ejemplo, utili­ zando este poder sobre un vampiro, el jugador podría obtener información sobre una debilidad (incluyendo la debilidad de clan), una fortaleza (información general sobre una Disciplina: "Puede manipular las mentes de los hombres") o una rareza (algo específico de un vampiro: "Prefiere altmentarse de vírgenes"). Este poder funciona tanto con mortales como con seres sobrenaturales. El aspecto basado en el Celo de Espejo del Mal es el más impresio­ nante, y el más horrible. Con él, el inquisidor puede aumentar sus Atributos hasta igualarlos a los de su enemigo. Por ejemplo, si se enfrenta con un hombre lobo de Fuerza 7, su Fuerza aumentaría hasta ese nivel. El jugador debe gastar un punto de Convicción por cada atributo que se vea afectado y realizar una tirada de Astucia + Celo (dificultad igual a la Devoción del personaje). Un atributo individual nunca puede superar la Fuerza de Voluntad del personaje ni el valor del Atributo del blanco. Este poder no es sutil: se forma una niebla de humo y calor que rodea al inquisidor cuando lo activa, obligando a los Murnau a utilizarlo con cuidado en público para no ser confundidos con los seres contra los que se enfrentan. .9rcano (jue3) Mientras que los Legados de nivel inferior permiten que un Murnau perciba y dirija de forma limitada los poderes de las criaturas sobrenatura­ les, el poder de Arcano les permite comrolarlas. El uso de esta Dote pone en peligro la Devoción del personaje, aunque para aquellos inquisidores lo suficientemente experimentados para controlarla, se trata de un poder extremadamente poderoso. Sistema: La aplicación basada en la Fe de Arcano permite que el personaje refleje el uso de un poder sobrenatural contra quien lo lanzó. Una bola de fuego lanzada por un hechicero girará en torno al cuerpo del inquisidor y se dirigirá directamente hacia el (sorprendido) invocador, infligiendo el dat1o normal incluso aunq1ie el invocador fuera inmune. Lo mismo ocurre con los poderes mentales (un vampiro que intente Encantar al inquisidor se vería sometido a él) y físicos (un golpe incrementado gracias a la Potencia infligiría el dat'lo sobre el atacante). Si no se utiliza ningún poder sobrenatural, este Legado no tiene ningún efecto (un mago que apui'iale al inquisidor no sentirá la daga sobre su pecho). Para activar este poder, el jugador debe gastar dos puntos de Convicción y realizar una tirada de Inteligencia + Fe (dificultad igual a la Fuerza de Voluntad de la criarura). El personaje no puede realizar ninguna otra acción en el turno en el que ut ilice este poder (necesita concentrarse por comp leta) y solo es aplic able a los poderes que se dirijan contra él (aunque el inquis idor puede interponerse en el camino de un ataque y utilizar el poder). El aspecto basado en la Sabiduría de este poder permite que el personaje invada la mente de las criaturas sobrenaturales, enmascarando su presencia (Astucia) o induciendo visiones del infierno (Carisma). El ¡ugador debe gastar un punta de Con\•icción y reali:ar una tirada de Astucia o Carisma + Sabiduría (dependiendo de la faceta dd poder que desee activar). Si el personaje desea enmascarar su presencia, la dificultad es de 7. Si tiene éxito, el personaje desaparece de la v ista de cualqu ie r ser sobrenatural de la zona y solo pu ede ser detectado por una t irad a de Percepción + Alerta (dificultad 7) que obtenga más éxiros que la que realizó el jugador. Si el inquisidor desea inducir visiones del infierno, la dificultad es igual a la Fuerza de Voluntad del blanco. El éxitO hace que la \'ÍCtima se estremezca de terror (perdiendo un dado de todas sus reservas por cada éxito obtenido) , y más de cua tro éxitos la obligan a gastar un Punto de Fuerza de Voluntad para no huir aterrorizada. La faceta basada en el Celo de este Legado otorga al inqui idor la capac id ad de negar los poderes infernales de una criatu ra sobrenatural. El ¡ugador debe realizar una tirada de Fuerza + Celo (dificultad 8) y gas tar un punto de Convicción. Por cada éxito que obtenga, la víctima pierde un punto de Rasgo necesario (sangre en el caso de los vampiros, Quintaesencia en el de los Magos, Gnosis o Rabia en el de los hombres lobo, etc.). Si el Rasgo llega a O o el 1 arrador carece de las reglas apropiadas para la criatura, ésta pierde Fuerza de Voluntad. Esta pérdida es visible para todos los que la rodean (los vampiros afectados por este poder muestran estigmas o sangran por los ojos, mientras que la piel de los hechiceros se ilumina debido a la emisión de energía arc ana .) (Safmos Los Salmos son poderosas manifestaciones canalizadas a través de la voz del inqui idor. Gracias a estas Dotes, e l inquisidor puede llevar el mensaje de Dios a los fieles y a los herejes. Muchos Salmos están disel'lados para ayudar en los interrogatorios, haciendo que la voz del inquisidor obligue a las víctimas a derrumbarse baj o la presión (al estilo de la Inqus i ición verdadera), mientras que otros simplemente inducen a los que los escuchan a revelar la verdad sobre ellos a pesar de sus esfuerzos. Las Hermanas de San Juan utili:an estos himnos gloriosos para obtener confesiones Je seres sobrenaturales y herejes , o para hacer emerger la verdad de un confesor reluctanrc, algo igu a lmente eficaz. Los inquisidores que poseen estas Dotes suelen tomarse las palabras de Ruth de forma literal, utilizando cada aliento para "provocar un sonido melodioso ante el Sel'lor" . �t>angeHo (�cóHto) Esta Dote básica otorga a las Hermanas gran habilidad como orado­ ras, así como (en caso necesario) interrogadoras. Aunque la capaciJaJ que muestran en estas habilidades es elevada, sugieren humildemente que c ualquiera que tenga la fe necesaria es capaz de conseguir este efecto. Sistema: Atención: Todos los usos de Evangelio son efectivos siempre que el personaje diga la verdad. Cualquier mentira deliberada, no importa lo pequel'la que sea, niega el efecto. Aunque los tres aspectos separados de la Dote pueden utilizarse de forma conj unta, los efectos de invocaciones múltiples no son acumulativo . El aspecto basado en la Fe convierte al personaje en alguien más persu as ivo y próximo. El jugador debe realizar una tirada de Manipulación + Fe (dificultad 6). Si esta tirada tiene éxito, todas las tiradas sociales reciben una dificultad de -1 durante el resto de la escen a. Si el personaje urili:a la faceta de esta Dore basada en la Sabiduría, el jugador puede reali:ar una tirada de A -wcia + Sabiduría (dificultad 6), en la que el éxito indica que recibe una bonificación de dos dados en cualquier tirada relacionada con Etiqueta, Empatía o Subterfugio durante el resto de la escena. Si se utili:a el efecto basado en el Celo, el jugador debe reali:ar una tirada de Carisma - Celo (dificultad 6), en la que el éxiru otorga una bonificación de Jos dados adicionales en cualquier tirada relacionada con Intimidación, Interrogación o Lidera:go durante el resto de la escena. [fíat 2ux (acó[íto) El inquisidor repite las palabras del Padre: "iHágase la luz!" y una suave aura de lu: blanca le rodea, emergiendo hacia el exterior y bm'lando en ella todo lo que encuentra. El poder de e ra luz sagrada muestra a las criaturas sobrenaturales tal como son y en algunos casos les causa dolor. A menudo, e puede relacionar el grado de devoción del inquisidor (o de poder) por el brillo de su aura: un inquisidor novato produce un resplandor tenue, mientras que un inquisidor realmente poderoso inunda la habita­ ción con un brillo cegador. Sistema: En el momento en que el personaje declama las palabras cla1·e, el jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Percepción + Fe (dificultad 6). El efecto basado en la Fe revela la presencia de roda las criaturas sobrenaturales que se encuentren dentro del radio de la lu:, ya que el poder de la misma les distingue de los morrales normales. Ten en cuenta que este poder no da información adicional, simplemente indica quién es "mortal" y quien no lo es, aunque cualquiera que vea la luz tiene acceso a esa información, incluyendo a miembros del Reba1'lo (quiene> probablemente saldrán huyendo al ver a las bestias). Aquellas abominaciones que posean capacidades de ocultación deben realizar una tirada enfrentada y acumular más éxitos que los del inquisidor para permanecer ocultas. Este poder solo dura un t urno. Si el personaje posee puntos en Sabiduría, puede utilizar Fiat Lax para crear la luz suficiente para leer en un radio equivalente en metros a su Sabiduría. Este uso requiere que el jugador gaste un punto de Convicción y dura una escena (aunque el personaje puede cancelarlo en cualquier momento). Si se utiliza el efectO basado en el Celo, el jugador debe gastar un punto de Convicción y efectuar una tirada de Coraje + Celo (dificultad 7). Cada éxito inflige un nivel de daño letal a todos los vampiros (así como a cualquier otra criatura con una vulnerabilidad especial hacia la luz solar) que estén a una distancia del inquisidor inferior al ni1·el de Celo del personaje. [ora( (abepto) "Siempre que dos se reúnan en mi nombre" afirma el Evangelio, "yo estaré con ellos". Las hermanas de SanJuan conocen el poder de la comunidad. Con esta Dote, la Hennana puede cantar y añadir su voz a las de sus compa1'leras, consiguiendo con sus voces fuerza, conocimiento o protección. Sistema: Todos los efectos de esta Bendición se incrementan con cada mortal devoto (cualquiera que renga como mínimo un punto en una Virrud Superior) que acompañe al líder en su himno, añadiendo un dado a la tirada inicial e incrementando el poder o la :ona de amplitud de los efectos. El efecto basado en la Fe permite que todo el mundo que participe en el cántico del líder obtenga fuerza a partir de la fe ajena. El jugador del inquisidor "líder" debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Actuar + Fe (dificultad 7). Si tiene éxito en esta tirada, cada parrici­ pante puede tirar Conciencia + Fe (dificultad 8) al concluir el cántico. Un éxito en esta tirada permite que el personaje gane un punto temporal de Fuerza de Voluntad. El efecto basado en la Sabiduría solo puede utilizarse cuando el inquisidor esté acompa!'íado por un mínimo de dos mortales devoras. Todas los partlcipantes se reúnen en círculo, enfrentándose alrededor de una zona o de un objeto determinado. Al inicio del cántico, el jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Inteligencia + Sabiduría (dificultad 7), en la que el éxito indica la aparición de cierta información sobre el lugar/objeto en el aire entre ellos. Cuantos más éxitos se obtengan en la tirada, más clara o más útil será la imagen divina. Independientemente del número de sucesos obtenidos, animamos a los Narradores a ser crípticos al describir la imagen. Si cualquier miembro del grupo posee Visión Sagrada (consulta la pág. 95), la dificultad de la tirada se reduce en uno. La función basada en Celo mantiene a las entidades malvadas a distancia mientras dure el himno de los personajes. El jugador debe realizar una tirada de Coraje + Celo (dificultad 6) y añadir un dado por cada mortal devoto que participe. El número de éxitos equivale al número de éxitos que debe superar una criatura sobrenatural en una tirada de Resistencia para atravesar el perímetro creado por la barrera. Estas criaturas se mantienen alejadas una distancia de un metro por cada punto de Celo que tenga el personaje y en la que la presencia de cada mortal devoto añade un metro adicional. Cualquier criatura que no pueda superar esta frontera sagrada en su primer intento debe gastar un punto de Fuerza de Voluntad para volverlo a intentar. Aquellos seres en el interior de la barrera deben realizar una tirada de Resistencia, si tienen éxito pueden permanecer donde están, mientras que si fracasan deben retirarse hasta el borde de la barrera. Aquellas criaturas que logran penetrar la barrera sufren un dolor intenso que les ocasiona un punto de daño letal por cada turno que permanezcan en el interior de la zona de efecto del cántico (este daño puede absorberse si el ser es capaz de ello). El acto de arrinconar a una criatura con este poder y obligarla a entrar en el perímetro finaliza el efecto del mismo (aunque no mitiga el dolor). No hace falta decir que cualquier criatura que llegue a acercarse lo suficiente a los inquisidores intentará por todos sus medios silenciar las voces. Material Cristal Paja Cerámica, adobe o madera débil Madera fuerte o reforzada Piedra o ladrillos Dificultad 6 7 8 9 10 necesita volver a repetir la tirada) . La ventaja consiste en que este mensaje se emite a través del espíritu, por lo que las palabras musitadas no tienen nada que ver con las que se comunican en el mensaje. De hecho, la mayoría de las veces el inquisidor recita uno de los Evangelios mientras envía mensajes espirituales. Esta comunicación es de un único sentido a no será que el receptor del mensaje también posea esta Dote. La versión basada en el Celo sorprende a todos los que consideran que las Hermanas de San Juan son unas monjas débiles y visionanas. La exultación creada por este efecto es hermosa de escuchar aunque puede hacer trizas casi cualquier material sólido. El jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Carisma + Celo de dificultad variable, dependiendo de la resistencia del material que esté intentando derrumbar Aunque el sonido que emerge de su garganta resuena por toda la zona, el personaje lo dirige hacia una estructura determinada. Con cada éxito en la tirada, el personaje inflige un "nivel de daño" en el objeto escogido. El Narrador debe determinar el grado de castigo que el material puede soportar antes de ser destruido por completo. Este poder carece de efecto sobre la carne de los seres vivos. Las criaturas que no están vivas son susceptibles a las devastadoras vibraciones creadas por el sonido. A estos efectos puedes considerar que la carne de los vampiros es "madera fuerte", aunque en el caso de niveles elevados de Fortaleza la dificultad puede incrementarse. Este daño es letal y puede absorberse de la forma normal. Dratorío (jue3) Regocijándose en la gloria del Señor, el inquisidor puede elevar su alma hasta el Reino de los Cielos, al menos hasta cierto nivel. Los inquisidores que poseen esta Dote utilizan sus voces para capturar la "longitud de onda" Esta poderosa Bendición es una de las habilidades más poderosas que puede desarrollar un seguidor de la senda de los Salmos, aunque en raras ocasiones es vista como una "bendición" por los que contemplan sus efectos. Este Salmo permite que el inquisidor convierta su voz en canción e inflame a todos los que la escuchan con el brillo de su fe. Para algunos puede ser un brillante recital, mientras que otros pueden verlo como una espiritual de la Canción Celeste, incrementando la gloria de Dios. Sistema: El efecto basado en la Fe de esta Dote permite que el inquisidor sintonice con el tono de otra fe, permitiéndole prestar parte de su alma a alguien que lo necesite. El jugador debe efectuar una tirada de Percepción + Fe (dificultad 6) para detectar la vibración del alma de una persona cercana. El éxito permite que el personaje sintonice con lo que escucha y mediame un cántico en alabanza de Dios, pueda prestar la cantidad de Fuerza de Voluntad que desee (incluso si ello eleva la cantidad por encima del nivel permanente del objetivo). Estos puntos de Fuerza de Voluntad son temporales y permanecen vigentes durante una escena. Transcurrido ese tiempo, la reserva de Fuerza de Voluntad temporal desaparece y el personaje no puede volver a acceder a ella. La versión basada en la Sabiduría permite que el inquisidor utilice su voz como canal para comunicarse espiritualmente con cualquier otro fiel (alguien que tenga un punto como mínimo en una Virtud Superior). El jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Manipulación + Sabiduría de dificultad variable, dependiendo de la distancia a la que se encuentre el receptor: comunicarse con alguien situado en la sala inferior equivaldría a una dificultad de 4, mientras que hacerlo con algwen que rece en una capilla situada en otro país equivaldría a una dificultad de 9 ó 1 O. Esta forma de comunicarse es limitada y cara, ya que cada invocación solo permite transmitir un mensaje breve (aproxi­ madamente el número de palabras que el personaje podría emicir con una exhalación) y requiere el gasto de un punto de Convicción (aunque no se pesadilla convertida en sonido. De cualquier forma, pocos son los testigos que se muestran indiferentes. Sistema: Para utilizar la aplicación basada en la Fe, el inquisidor debe comenzar entonando un himno católico de alabanza al Ser1or. Su jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Carisma + Fe (dificultad 6). El personaje puede mantener este cánrico divino durante un turno por cada éxito que obtenga, y sus efectos pueden oírse a una distancia igual a cinco metros por cada éxito. Cualquier criatura que se encuentre en el interior de esta zona (incluyendo a los animales) que carezca de alguna Virtud Superior debe realizar una tirada de Fuerza de Voluntad contra una dificultad igual a la Devoción del inquisidor. Todos los que no superen esta tirada se sienten traspuestos por esta canción, siendo incapaces de moverse por voluntad propia hasta que el inquisidor deje de cantar. Estas criaturas pueden realizar una tirada ele Fuerza de Voluntad cada turno para liberarse de los efectos hipnóticos de la canción, aunque deben gastar un punto de Fuerza de Voluntad por cada intento. El efecto basado en la Sabiduría de esta poderosa Dote obliga a cualquier ser que la escuche (sea monstruo, mortal o inquisidor) a afrontar sus propios pecados. El jugador Jebe realizar una tirada de Manipulación + Sabiduría (dificultad 7) y gastar un punto de Convicción. Por cada éxito que obtenga, cualquiera que escuche el cántico que tenga el alma manchada de pecado (a discreción del Narrador, aunque esra situación es aplicable a todos los seres sobrenaturales y a los inquisrdores [nsensi61es) sulfe una penalización de + l a rodas las tiradas mientras el cántico persista, más un turno adicional. {)osanna (21bepto) El efecto basado en el Celo obliga a todos los seres sobrenaturales que se hallen a la distancia adecuada a unirse al inquisidor en su alabanza al Señor. Este efecto requiere que el jugador gaste un punto de Convicción y realice una tirada de Carisma + Celo (dificultad 6, enfrentada por una tirada de Fuerza de Voluntad de cada criatura que pueda oír el cántico). Si la criatura obtiene menos éxitos que el inquisidor, el demonio se une al himno. El hecho de obligar a una criatura de esta clase a mostrar su devoción por Dios y a compartir la fe del inquisidor le produce un dolor agónico. Mientras que la criatura se vea forzada a cantar, ésta sufrirá un punto de daño agravado cada turno, ya que sus pulmones, garganta y cuerdas vocales arden con el fuego del Señor. Solo si el ser consigue reprimir el impulso que le obliga a cantar (utilizando las reglas que hemos explicado) y huye de la zona podrá liberarse de esta compulsión. �[ 2lrte <Sagrabo El Arte Sagrado es para la Inquisición lo que los clérigos son para la congregación. Las Dotes pueden otorgar a la mayoría de inquisidores habilidades individuales para poder servir mejor al Señor según sus propias ideas, mas el Arte potencia a la secta como un todo. Proporciona apoyo reglamentado y ritualizado que todos los inquisidores, sin importar la orden a la que pertenezcan, pueden utilizar para obtener fuerzas. La gran mayoría de practicantes deja el trabajo de campo (como el combate) a aquello mejor dotado para e as lides, y dedican su tiempo a generar recursos para la causa. El Arte Sagrado está dividido en varias sendas distintas. Las tres sendas más frecuentes en la Inquisición tomaron su forma de la Sagrada Trinidad. Cada una de ellas obtiene su fuer-a y es impartida por el hombre como un aspecto distinto de la Trinidad, usando las lecciones existentes en ellas como base para su poder teúrgico. Todas las sendas forman una progresión estricta de estudio que da lugar a una serie de efectos predeterminados, facilitando con ello su estudio y su interpretación. De todas formas, el inquisidor debe ser una persona especial para poder dominar el rígido régimen mental y espiritual dictado por el Arte Sagrado, lo que ha hecho que entre todas las órdenes de la Inquisición hayan sido los Monjes Rojos los que han demos­ trado la mejor aptitud y la determinación necesaria, aunque lo Caballeros de Acre les siguen a poca distancia (de hecho pueden afirmar haber fundado una senda propia). Cada una de estas sendas necesita que el personaje in\•oque la faceta de la Trinidad apropiada, motivo por el que incluimos ;1lgunas sugerencias en la descripción de cada senda. La progresión en el Arte Sagrado está limitada de la misma forma que en las sendas vampíricas: cualquier personaje debe escoger una senda principal cuando obtiene su primer punto de Arte Sagrado. Ninguna otra senda puede superar o igualar a b senda principal. Los personajes de la Orden Roja pueden elegir cualquier senda como senda principal (ya que el Arte Sagrado es la especialidad de su orden). Los personajes de la Casa Murnau y los Oculi Dei deben tomar Sophia Patris como senda primaria, las Hermanas de San Juan deben escoger Boni Spiriru.s y los Caballeros de Acre Sedulira.s Filius. é>opQía <patrís Esta senda, probablemente la más exclusiva de las artes teúrgicas, es conocida por los practicantes como la Senda de la Sabiduría del Padre. Permite que sus seguidores puedan obtener información sobre verdades ajenas y sobre el enemigo (aunque el inquisidor debe tener cuidado, ya que puede poner en peligro su cordura). Esta senda suele im·ocarse con una plegaria en voz alta, cruzando la mirada con la del blanco o ungiendo u frente con aceite. Todos los ¡xxleres de esta senda requieren que el jugador realice una tirada de Percepción + Sophia Parris (la dificultad de esta tirada depende del poder en cuestión). • �espertar e[ Djo <menta[ El inquisidor es capaz de reflexionar sobre la actitud de su víctima y atisbar en el interior de su mente, y una vez allí, er testigo silencioso de sus pensamientos y deseos. Sistema: Tirada estándar, dificultad igual a la Fuerza de Voluntad del blanco. Si esta tirada tiene éxito, el jugador obtiene una imagen de lo que el individuo está pensando, recordando o viendo en ese momento. Un fracaso implica que el personaje no puede volver a utilizar este poder sobre el mismo blanco hasta que haya pasado un día completo. Una pifia pone en peligro la mente del inquisidor, despertando el interés de las fuerzas oscuras y obligán­ dole a realizar una tirada en la tabla de obtención de maldiciones. •• Q)ísíón �nquebrantab[e Dios es omnisciente, y aunque ningún practicante del Arte Sagrado puede comparársele, los seguidores de Sophia Patris pueden observar a cualquier criatura y saber cómo se relaciona con la humanidad. Las revelaciones suelen ser como mínimo desagradables. Sistema: Si el personaje tiene éxito en su tirada (dificultad igual a la Fuerza de Voluntad o a la Senda en el caso de Cainitas), este recibe una visión de las relaciones de la criatura con el grueso de la humanidad. Cada éxito obtenido permite que el personaje vea una visión de un encuentro significativo que el objetivo tuvo con un mortal. Así, dos éxitos permiten que el inquisidor vea las dos interacciones más recientes que la criatura tuvo con mortales. Este poder puede revelar un ataque, un hábitO alimenticio o un encuentro apasionado del objetivo con otro morral. En última instancia es el Narrador quien decide el contenido de la visión y la claridad del suceso que muestra. Esre poder solo puede usarse en un determinado sujeto una vez cada escena. ••• �esenterrar Esta poderosa habilidad permite que el inquisidor descubra el pasado de un lugar en el que el personaje se encuentra en ese momento. Sus visiones pueden anclarse en el tiempo (" iQué sucedió en este lugar hace dos días?), a una persona u objeto ("Revela qué ocurrió cuando el nii'io fue secuestrado"), o en relación con un suceso ("Muéstrame el asesinato"). Sistema: Tirada estándar, dificultad 7. Por cada éxito que obtenga el personaje, el jugador puede contemplar cinco minutos de tiempo que tuvieron lugar en ese lugar en el momento especificado. En última instancia es el Narrador quien decide la información y la forma en la que se revela. Desenterrar puede usarse con seguridad una vez por escena, ya que los usos posteriores incrementan la dificultad en l por cada vez. Una pifia obliga a realizar una tirada en la tabla de Adquisición de Maldiciones. •••• �escorrer e[ Q)e[o be [a <mentíra El inquisidor que domine este nivel de Sophia Patris se convierte en un detector de mentiras humano. Siempre que oiga una mentira, experi­ menta una sensación de incomodidad. La sensación varía con cada practicante, pudiendo ser cualquier cosa desde un olor fétido o una sensación de náuseas hasta un dolor en la sien. Además de lo anterior, los que posean este poder adquieren la capacidad de compartir experiencias pasadas. Si el monje toca a cualquier persona que haya tenido un encuentro con una entidad sobrenatural puede recibir una visión súbita de su encuentro más reciente. Si el objetivo es una criatura sobrenatural, el inquisidor recibe una imagen de su pasado, ya sea un encuentro o un momento específico de su existencia. Todas estas visiones carecen de sonido. Sistema: Descorrer el Velo de la Mentira dura toda una escena y cuesta un punto de Convicción. Cuando se dice una mentira en presencia del personaje, el Narrador debe realizar una tirada por el personaje (tirada estándar, dificultad 6). Si la tirada tiene éxito, el inquisidor detecta la mentira de la forma que hemos mencionado. Si la tirada fracasa (o si la sentencia es verdadera), el personaje no detecta nada extraordinario. Para recibir visiones del pasado, el personaje debe poder tocar física­ mente a la criatura. Acto seguido, el jugador puede realizar una tirada de Percepción + Sopl!ia Patris (dificultad 7). Si la tirada tiene éxito, el personaje recibe una visión. En caso de que el objetivo sea un ser sobrenatural, el jugador puede especificar cualquier recuerdo asociado con alguna persona, lugar o cosa en especial. Alternativamente el personaje puede contemplar los recuerdos específicos de un momento determinado (un día, una hora o considera que todo el daf10 es letal, sin importar la clase de arma. Los ataques un simple momento del pasado) . Si el intervalo es demasiado amplio (a realizados con esta clase de armas pueden da'lar i seres materiales e inmateriale , discreción del Narrador), la dificultad se incrementa en l . •• • • • �et>e(acíón aunque el portador debe gastar puntos de Convicción para golpear. •• [ensura La cúspide de la Senda de la Sabiduría del Padre permite que el A menudo, la mejor forma de derrotar al enemigo es obligarle a mquisidor revele la identidad de todas las criaturas sobrenaturales de su realizar un error e túpido. Mediante este poder, el inquisidor puede llevar alrededor. En ese momento, el Rebaño es libre para juzgarlos por lo que son. a la criawra a un estado frenético ridiculizándola en el nombre de toJo lo Sistema: El jugador debe realizar la tirada estándar ( dificultad 8) y gastar dos puntos de Convicción. El número de éxitos obteniJos determi­ Sistema: El jugador debe realizar una tirada de Carisma + Sedulitas Filius (dific ultad 6) ; el objetivo puede resistirse mediante una tirada de Fuerza de VoluntaJ (dificultad 6) . S i el personaje obtiene más éxitos que na la amplitud del radio de la Revelación Un éxito 3 metros Dos éxitos Cuatro éxitos 8 metros 15 metros 30 metros Cinco éxitos ISO metros Tres éxitos que es sagrado. Tras una retahíla de palabras, el enemigo siente que lo único que puede hacer es silenciar al charlatán por su temeridad. el blanco, éste pierde la compostura y se abalanza hacia el ataque. El blanco puede g¡¡star un punto de Fuerza de Voluntad para resistir la compulsión, aunque este gasto solo vale para el turno actual: si el Este poder hace que todos los seres sobrenaturales de la zona aJopten la apariencia más horrible de su existencia sin importar el método que estén utilizando para hacerse pasar por mortales. Un vampiro adoptará la apariencia de un horror sediento de sangre, mientras que u n hombre lobo aparentará ser una bestia de aspecto agresivo. Las c riaturas no cambian Íísicamenre, simplemente son vistas de forma distinta por los que les rodean. Este efecto es momentáneo, aunque dura el tiempo suficiente para Jescubrir a los monstruos que pululan entre el Rebaño. Este poder solo puede usarse una ,·e: por escena. personaje continúa predicando, el objetivo deberá dejarse lb•ar por sus instintos o huir. Este poder puede incluso obligar a las criaturas a salir de su csconJrij o y dejar a un lado sus poderes de ocultación para atacar. Ten en cuen ta que este poder no puede invocarse en silencio, sino que es ruidoso e irritante, de ahí deriva su utilidad. ••• 9rmabura be �íos Los Caballeros de Acre son famosos por su resistencia física, y aquellos que Jominan este poder todavía lo son más. Con la inmcación de la Armadura de Dios, el inquisidor puede permanecer en la lucha hasta que se alce con la victoria, sin que le importen las heriJas recibidas en el eíeburítas �ífíus Los seguidores de esta senda aprend en con rapidez el significado Jc ser un inquisidor al servicio de Dios y Je los hombres. Esta senda emula el coraje mostrado por Cristo en sus últimas horas, extrapolando una gran cantidad de poderes místicos de este código ético. El primer maestro .:onocido de esta senda no fue ni un Monje Rojo ni un inquisidor, sino un caballero Hospitalario que vivía en un ca tillo cerca del río Litani (situado a las afueras de Tiro) . Este caballero, llamado Teobaldo, participó en las Cruzadas y fue uno de los pocos supervivientes que lograron escapar del ataque que permitió que los musulmanes conquistaran el castillo de manos Je sus antiguos residentes, los caballeros Templarios. Aunque Teobaldo se perdió en el curso de la historia, uno de sus compañeros llegó hasta Acre combate. Sistema: El tiempo necesario para recuperarse de las heridas sufriJas en med io de la batall a se ve reducido drásticamente. El personaj e recupera los niveles de saluJ perdidos por daiío contundente a la velocidad de un punto de daño c ada cinco minutos, mientras que el daño letal se recupera según la tabla adjunta. Estas velocidades se superponen a la "elocidad normal de curación, aunque son acumulativas (por ejemplo, hacen falta 14 horas para recuperar un nivel de Herido). Nivel de Salud Magullado Tiempo de Recuperación Lastimado Cuatro horas Lesionado Ocho horas Dos horas Jurante la batalla de Tiro. Este caballero, antiguo paje de Teobaldo, trajo Herido 16 horas .:onsigo los rudimentos de la senda que su señor le había comunicado. Al Malherido Dos día cabo de poco tiempo acabó convirtiénJose en el núcleo de la visión de la TulliJo Cuatro días Inquisición concebida por Gaurhier de Dampiere, y con ello, en uno de los Incapacitado Diez días primeros Caballeros de Acre. La senda acabó extendiéndose al resto de las órdenes, aunque hasta la fecha de hoy, son los Caballeros los que cuentan con el mayor nú mero de practicantes. •••• QJara y [ayabo Esta potente habilidad permite que el inquisidor utilice su cuerpo Seduliws Filius es una senda de guerreros, por lo que las invocaciones como bastión ante el acercamiento de seres malvados. El inquisidor se guerra, o simplemente aferrar una reliquia sagrada). A no ser que se diga afirman los Evangelios, interponiéndose entre los inocentes y cualquier necesarias para usarla son rápidas y sencillas (santiguarse, un gritO de Sedulitas Filius. amenaza. Solo cuando el Caballero haya caído, las fuer:as del infierno En las sitllaciones de combare, la capacidad de potenciar un arma es tirada estándar (dificultad 6). Si tiene éxito, ningún atacante pueJe lo contrario, la tirada estándar de esta senda es Fuerza + • convierte en la última línea de defensa, en la vara y el cayado, como {:>enbet podrán avanzar. Sistema: El jugador gasta dos puntos de Convicción y reali!a una revere nciada casi con apreciación divina. Este poder hace que un arma flanquear al inquisidor para atacar a los que están tras él. El Caballero debe aJquiera energía propia y pueda golpear con fuerza sagrada cualqu ier cosa caer en batalla antes de que los atacante puedan continuar. Los ataques ..¡ue toque. Las armas normales imbuidas con este poder no suelen durar a distancia de naturaleza mundana (como flechas o pivotes de ballesta) rebotan en el personaje o en sus protegidos sin hacer dafio mientras e te poder esté activo. La duración del efecto depende de la tirada: el personaje puede mantenerlo JO minutos por cada éxito obtenido (aunque puede volver a invocarlo en cualquier momento). Este poder suele utilizarse en pasillos o encrucijadas estrechas, aunque el efecto es tan poderoso que los inoc entes pueden encontrar cobijo bajo la sombra del inquisidor inJepen­ dientementc del lugar donde se halle. Jemasiado debido a la tensión que deben soportar, pero hacen que cada golpe asestado merezca la pena. Sistema: El jugador puede imbuir una única arma de combate cuerpo a cuerpo con el poder de su virtud. Para ello Jebe realizar la tirada estándar ! dificultad 6) y gastar un punto de Convicción para lanzar acto seguido Destreza T Combate Cuerpo a Cuerpo y atacar así de forma normal. Si el ataque golpea, el arma imbuida inflige Jos dados adicionales de daflO y se ••••• 3ra be c.t)ío5 Este terrible poder permite que el inquisidor conjure la ira divina contra su enemigo. El personaje recita una pequeña plegaria, lleva a cabo los movimientos adecuados y una nube de rayos blancos aparece desde el cielo o del inquisidor, dirigiéndose hacia sus enemigos e incinerando cualquier criatura que se haya hecho digna de la ira del personaje. Sistema: El jugador gasta un punto de Convicción y reali:a la tirada estándar (dificultad 8). Los éxitos obtenidos se sum an a la Fuer:a del personaje, constituyendo una reserv a de daño letal (por tanto, si el personaje posee una Fuerza de 4 y el j ugador obtiene 3 éxitos en la ac t i va c ión del poder, in flige 7 dados de daño letal) . El rango máximo del efecto (en metros) es igual a la puntuación de Celo del personaje. Este ara4ue no puede esquivarse, aunque el daño puede absorberse en caso de que el blanco pueda absorber daño letal . Si el inquisidor utili:a este poder contra un miembro del Rebaño (o con cualquier ser humano}, debe realizar una tirada para comprobar si adquiere una Maldición. Q)oní 6pírítus Los Dones de la senda del espíritu permiten toda una serie de efectos milagrosos, desde repeler al enemigo a sanar a aquellos que han resultado heridos en el enfrentamiento contra el mal. La fuerza de la senda prol'iene del Espíritu Santo, y sus efectos suelen requerir gestos y oraciones sencillos (dibujar una cru: en el aire, recitar el rosario o rezar al unísono con el re s to de compañeros). Todos los usos de Boni Spiriws necesitan que el jugador realice una tirada de Astucia + Boni Spiriws (la dificultad varía, por lo que se indica en cada una de las descripciones). Si el personaje posee puntos en Fe, el jugador puede añadir esos dados a la tirada, aunque los jugadores nunca pueden tener más dados en su reserva de Boni Spirilll.l que su puntuación de Devoción. • 2ágríma5 be( 9Jlártít El personaje puede mirar en el interior del alma de una criatura y aprisionada brevemente, inmovilizándola y dejándola anclada en el suelo. El inqu isidor mantiene a la criatura con su mirada mientras las lágrimas comienzan a emerger de sus ojos y resbalar por ·us mejillas. Mientras mire fijamente a la criatura, esta permanecerá en el sitio lJUC ocupa. Sistema: Tirada estándar, dificultad igual a la Resistencia del blanco + 3 o a su Fuerza de Voluntad (en caso de que no tenga Resistencia). Cada éxito inmoviliza a la criatura durante un turno. Si el personaje desvía su mirada de los ojos de la criatura durante un instante, el e fecto acaba. Los seres "inmovilizados" pueden luchar y defenderse de forma normal, aunque no pueden abandonar el espacio que ocupan. Este poder no funciona en ningún individuo 4ue tenga algún punto en cualquier Virtud Superior. La excepción a esta norma consiste en aquellas personas que están poseídas o influidas por fuerzas sobrenaturales (en este caso se considera que el blanco e el "huésped"). Este poder puede invocarse 1·arias veces de forma sucesiva. •• �oque be 1)a3 El inquisidor es capaz de imponer su mano sobre el objetivo y calmar el dolor y la angustia, tanto física como espiritual. Aunque muchos inquisidores utilizan este poder en el campo de batalla para calmar los corazones de los heridos, también puede aplicarse en las cámaras de tortura. En más de una ocasión un inquisidor ha obtenido la confianza {y la confesión) de una pagano mostrándole la paz que conlleva el Espíritu Santo. Sistema: Tirada estándar, dificultad variable. Cuando se usa en seres humanos, este poder reduce las penalizaciones por heridas en uno por cada éxito obtenido. A pesar de ello, las heridas no se curan. El Toque de Paz también mitiga el sufrimiento espiritual: un blanco preocupado o agitado siente como le invade la calma cuando el personaje impone sus manos sobre él. Si se usa en un ser sobrenatural, el Toque de Paz puede mitigar el frenesí. Para ello la criatura debe realizar una tirada enfrentada con la del inquisidor (Fuerza de Voluntad del ser, dificulrad 7). Si la criatura obtiene más éxitos que el jugador, el frenesí conrinúa. En caso contrario, el frenesí remite y queda a merced de cualquier herida que haya recibido (consulta la pág. 2 1 6 de Edad Oscura: Vampiro para obtener más información acerca del frenesO. ••• 9ura be ®antíbab En esta etapa de la senda sagrada, el teúrgo ha aprendido a convenir su fe en un instrumento verdaderamente potente. Cuando este poder se activa, el inquisidor puede infligir dal'lo en cualquier criatura impía de la zona. En ocasiones este poder se manifiesta como una columna de llamas o un haz de luz blanca que emerge del personaje. Esta aura impide cualquier ataque sobrenatural y dat'ia a las criaturas impías con las que entra en contacto. Sistema: El jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar la tirada estándar (dificultad 6). En cualquier momento en que una criatura sobrenatural intente atacar al personaje, la dificultad de su ataque se incrementa en uno por cada éxito obtenido. La naturaleza del ataque no es importante. Además de ello, cualquier demonio, fantasma o vampiro sufre una herida letal cada turno que permanezca en el interior de la zona de efecto del aura. Cada éxito adicional permite 4ue el inquisidor proyecte su aura para englobar a una persona adicional en su zona de efecto. Estas personas deben permanecer a una distancia del personaje en metros igual a su puntuación de Fe. El aura persiste un turno por cada éxito obtenido, y el in4uisidor puede denegar su proyección a cualquier persona en un determinado momento. No puede utilizarse ningún efecto sobrenatural para negarla (para acabar con ella de forma prematura se tendrá 4ue dejar incons­ ciente al personaje) . •••• 9\econstítucíón Las Hermanas de San Juan son famosas por su capacidad para cuidar de los enfermos y heridos así como de facilitar su curación, aunque los in4uisidores 4ue dominan Boni Spiriws también aprenden a hacerlo. Mediante este poder, los seguidores de esta senda pueden reali:ar milagros en lo que respecta a curación corporal. Sistema: Este poder transforma heridas letales en heridas contun­ dentes, reduciendo el tiempo 4ue el herido necesita para curarse por completo. El jugador del personaje debe realizar una tirada estándar (dificultad 6 más uno por cada nivel de heridas, hasta un máximo de 1 O). Un solo éxito en esta tirada hace que todos los niveles de dal'lo se conviertan en daf10 contundente. Las heridas muy importantes (miem· bros cercenados), pueden incrementar la dificultad o re4uerir el gasto de puntos de convicción, en caso de que puedan curarse. Este poder solo puede usarse una vez por día sobre una persona determinada. •• • • • 3uícío [e(estía( La Orden Roja, maestra indi;putablc del Arte Sagrado, intenta conseguir una mayor comprensión del Ciclo y del equilibrio existente en los reinos entre ambos mundos. Cuando un teúrgo ha alcanzado este nivel de maestría en la Senda del Ciclo, comienza a atisbar la verdad de esos mundos y puede cerrar por un breve espacio de tiempo los portales terrenales que conducen a esos reinos. De esta forma, el personaje puede confinar una criatura sobrenatural en el reino mundano para impedirle escapar a su juicio final. Sistema: El jugador debe gastar dos puntos de Convicción y reali:ar la tirada estándar (dificultad 8). Si obtiene un mínimo de un éxito, el personaje sella el mundo material de cualquier conexión con otros reinos de existencia durante el resto de la escena. Ninguna criatura sobrenatural puede escapar de la presencia del personaje sin hacerlo de forma convencional (corriendo, andando, cabalgando, etc.). Además de ello, c ualquier fuente de poder con origen un otro plano o realidad y que se alimente del mundo físico que rodea al personaje deja de funcionar. Esto incluye a poderes como la Disciplina de Obtenebración y la habilidad de los hombres lobo de desvanecerse en su "mundo espiritual". De igual forma, cualquier criatura sobrenatural que puedan incorporar· se al mundo real es incapaz de acercarse al inquisidor, debiendo entrar en este plano en una zona alejada de la influencia del poder del inquisidor. Los poderes ajenos a este mundo ni siquiera pueden percibir el mundo físico que rodea al inquisidor. Solo el inquisidor puede cancelar el efecto de forma prematura. En caso contrario el poder permanece vigente hasta el final de la escena, incluso si el personaje es asesinado. 9\ítae Los practicantes del Arte Sagrado, de forma similar a los clérigos que llevan a cabo rituales de santificación para los fieles, poseen sus propias ceremonias que les ayudan a llevar a cabo el trabajo del Sel'lor. Estos preparativos místicos, colectivamente conocidos como Rirae Solemnis consisten en rituales meticulosos que deben ser ejecutados bajo circuns­ tancias específicas y mediante una serie de procedimientos exactos. Cuando estas premisas se siguen al pie de la letra, el resultado es poderoso. Cada riru.s posee un nivel de poder que oscila entre 1 y 5. Todo practicante debe poseer un nivel en su senda primaria de Arte Sagrado igual o superior al nivel de poder del riM para poder llevarlo a cabo. Además, pueden ser necesarios determinados componentes materiales para completar la invocación. Estos objetos se indican en las descripciones (en los casos en que no se indi4ue ninguno, puede asumirse que elritus solo requiere oración y un rosario o un crucifijo, o cualquier otro objero de fe como foco para el poder del hechizo). Los personajes que comiencen con alguna puntuación en un Arte Sagrado también obtienen un rirus por cada nivel. Para aprender más rirae, el personaje debe encontrar a un maestro para que le comunique los procedimientos y oracion�s adecuadas. El aprendizaje de la ejecución correcta de un nuevo riru.s (así como el conocimiento de los nuevos componentes) puede durar entre unas pocas semanas y varios ai'ios, dependiendo de lo avan:ado de la invocación. Para conseguir ejecutar un Rirae Solemnis , el jugador del inquisidor debe superar una tirada de Inteligencia + Arte Sagrado (dificultad 4 + el nivel delriws) . Generalmente, solo se necesita un éxito en la tirada, ya que ello implica que no se omitió ningún pa o crucial de la invocación. A no ser que se indi4ue lo contrario, todos los rirae necesitan un mínimo de 10 minuros por nivel para llevarse a cabo. Q)ígHancía Q)enbíta (�ít>d Uno) Este hechizo ceremonial fue ideado por las Hermanas de San Juan para asegurarse de que los Caballeros que participaban en una misión de protec­ ción no sucumbieran al cansancio o a otras distracciones. El poder de este riru.s otorga al sujeto la energía que necesita para hacer frente a la tarea que tiene encomendada, aliviando su necesidad de sueiio o descanso. Sistema: El practicante debe conducir al sujeto a una sesión de oración; normalmente esta sesión dura 10 minutos, aunque algunos teúrgos re:an más tiempo por motivos de seguridad. El jugador debe realizar la tirada estándar. Si tiene éxito, el sujeto debe realizar una tirada de Autocontrol (la dificultad depende de lo bien preparado y conducido 4ue estuviera el ritual, normalmente es de 6). Si la tirada tiene éxito, este puede permanecer despierto durante un número de días igual al número de éxitos obtenido, con un mínimo de un día (este período es válido incluso si se falla o se pifia en la tirada) . Además de ello, el personaje e tará completamente alerta durante ese tiempo, por lo que tendrá un -1 a la dificultad de todas las tiradas de Astucia y un + 1 a la iniciativa. Al finali:ar este período, el sujeto no estará más cansado de lo que estaba cuando el ritual empe:ó a surtir efecto. �íerra e>antífícaba (9líl:)e( Uno) Es probable que este sencillo ritual sea el más utilizado por los inquisidores "en activo". Su poder permite que el inqu isidor santifique (al menos temporalmente) una estructura o una zona claramente delimitada, transformándola en un Terreno Sagrado. Muchas células de inqu isidores nómadas utilizan este ricus como parte de sus plegarias vespertinas, antes de prepararse para dormir. Sistema: El inquisidor que realiza la oración debe haberse podido concentrar durante una hora (el tiempo mínimo necesario para completar la santificación). Durante este tiempo, debe delimitar la zona que será santificada (con incienso en una mano y un crucifijo en la otra), murmu­ rando las palabras necesarias para ello. Durante este intervalo de tiempo, el jugador debe reali:ar la tirada estándar {dificultad 7). Si tiene éxito, la :ona queda protegida (obtiene una puntuación de Fe Ambiental de 1 ) . Si el ritual se reali:a de forma pe rfecta, el lugar mantiene su bendición incluso cuando los inquisidores se hayan ido {un día adicional por cada ¿xito posterior al primero) . �ítua( 6agrabo be( �xorcísmo (9líl:)e[ Uno) Una de las prácticas más sagradas por la que los miembros de la Inquisición son famosos es por su solemne costumbre de practicar exorcismos sobre los miembros del Rebaño. Esta práctica constituye un aspecto valioso de la lucha y permite que los inquisidores puedan luchar contra el enemigo. Con la ayuda de este poder, un solo practicante (o un grupo de inquisidores, como suele ser frecuente) puede obligar a un espíriru residente en una persona o lugar a abandonarlo en el nombre de l Señor. El Ritual Sagrado del Exorcismo es la especialidad de las Hermanas de San Juan. Los hermanos y hermanas de la Orden Roja también son famo os por sus rituales, aunque no suelen prestar este servicio. Sistema: Este ritual permite que un inquisidor (o un grupo) expulse a un e píri tu de forma temporal o pem1anente de un cuerpo o de un lugar. El líder inquisidor debe enfrentarse en una tirada extendida con el espíritu residente. El exorcismo necesita una tirada estándar {aunque el jugador puede añadir sus dados de Fe a la tirada) de dificultad variable según lo siguiente: en principio esta dificultad es 10. Cada persona (hasta un máximo de 4) con Virtudes Superiores que ayude al inquisidor reduce la dificultad en uno, y cada punto de Fuerza de Voluntad que el espíritu posea y t¡ ue supere la Fuerza de Voluntad del inquisidor la aumen ta en uno (ha;ta un máximo de 1 O). Esta tirada se realiza al inicio de cada hora en la que el rito tiene lugar, enfrentada contra una tirada de Fuerza de Voluntad del espíritu (dificu ltad igual a la Devoción del inquisidor) . El practicante Jebe acumular un número total de éxitos igual a la puntuación de Fuerza de Voluntad de la criatura antes de que pueda obligarla a abando nar el lugar. El exorcismo solo puede durar un número de horas igual a la Devoción del inquisidor líder. Si el espíritu no ha sido expulsado, el exorcismo falla y la Convicción del exorcista se reduce a O. Debe conseguir un punto de Convicción antes de poder intentarlo de nuevo. S i el inquisidor pifia cualquier tirada, rodas los éxitos neto se pierden, devolviéndolo al pumo de partida (aunque las horas pasadas cuentan de cara al límite). Si el espíritu pifia su tirada de Fuerza de Volunt�ld, es expulsado de forma inmediata del cuerpo. El espíritu no tie ne ninguna obligación de permanecer con los bra:os cruzados durante el exorcismo (hecho por el que muchos inqu isidores inmovilizan a los poseídos antes de comenzar el ritual). Si el exorcismo tiene éxiro, el espíritu es expulsado de l a víctima. Si lo desea, el jugador puede gastar un pu nto pennanenre de Fuerza de Voluntad para expulsa r al es píritu de la persona {y del lugar) de forma definitiv a . 'l)roteccíón contra [a tp(aga (9líl:)e[ �os) El Medievo Oscuro está azotado por el hambre, sequías y enfer­ medades de toda clase. Las personas que utilizan esterirus incrementan su resistencia de forma mística, estando má protegidos contra la enfermedad y el contagio. En esta época, existen pocos ritu ales tan preciados como este . Sistema: El practicante debe reunir a todos aquellos que desee proteger con este ritual (hasta un máximo igual a su Fe + Arte Sagrado) . El ritual necesita una oración en grupo y la unción de la frente de cada participante con ceniza (preferiblemente cenizas tomadas de una vícti­ ma de la plaga y bendecidas por un sacerdote). A la conc lus ión del ritual , todos los participantes deben realizar una tirada de Fuerza de Vol untad (la dificultad varía en función de lo correcto que sea el ritual , lo estándar es 7 ) . Un éxito indica que estarán protegidos contra las enfermedades mundanas por un número de días igual a los éxiros obtenidos más los éxitos iniciales del inquisidor. 'l)íebra e> orar (9líl:)e[ �os) Mediante este ritual, un inquisidor puede infundir una roca munda­ na con la bendición de la primera creación del Señor, el Sol. La roca absorberá parte de esta esencia y será capaz de emitir luz solar cuando su poseedor así lo desee. Sistema: Tirada estándar, dificultad 7. La Piedra Solar está prepa­ rada cuando el inquisidor la in vista con Convicción (un punto por cada día que se desee que dure) . El brillo de la radiación de la piedra es gobernado y limitado por la Virtud de su portador. Cuando un inqu isidor desee activar su Piedra Solar debe asirla con fuerza {y el jugador debe superar una tirada de Devoción de dificultad 6). S i esta tirada tiene éxito, la p iedra comienza a emitir luz solar, iluminando la zona (así como dañando la carne de v ampiros) durante el resto de la escena. El brillo real de la piedra, así como cualquier daño que pueda infligir, queda determi­ nado por el éxito de la t irada : Exitos Potencia de luz Débil (un dado de da'li o agravado) Uno Dos Brillante (dos dados de daño agravado) Tres o más Cegadora (tres dados de daño agravado) CJJ?arc�a 'Eor3aba (9líl:)e( �res) En una organización tan extendida como la Iglesia, los viajes son necesarios. Este ritual permite que un grupo de viajeros se preparen para la jornada, ignorando la fatiga y cualquier condición del terreno. Sistema: Aquellos que serán afectados por el ritual deben reunirse al amanecer y arrodillarse rezando a Dios. Tras una corta oración, el grupo se incorpora y se dirige hacia el practicante, quien saluda a cada partici­ pante personalmente y le desea una jornada segura en nombre de San Cristóbal. Cuando el ritus se haya completado, cada miembro del grupo será capaz de desplazarse al triple de su velocidad por tierra, cubriendo 60 kilómetros por día en terreno despejado. La velocidad se dobla en los terrenos escarpados . Los efectos de esta ceremonia desaparecen tras un número de días igual al Celo + Arte Sagrado del practicante. 'Eortuna be Q)uerra (9líl:)e( [uatro) La información es un arma, o al menos eso es lo que dicen los miembros de la Inquisición. Mediante este ritual, el inquisidor puede bendecir a un grupo de combatientes armados antes de que se dirijan a luchar contra el enemigo. Al leer el alma de cada miembro, el inquisidor puede determinar la virtud más necesaria en el futuro, e invirtiendo parte de su propia chispa divina en cada guerrero, ayudarle a reforzar su confianza en ese rasgo. Sistema: Durante el transcurso de es ta ceremonia de oración y confesión, el practicante debe gastar un punto de Convicción en cada guerrero qu e desee ayudar, por lo que el máximo nt'nncro de participantes en cu alquier invocación de este ritual es de 1 O. Si el jugador tiene éxito en la tirada de activación (dificultad 7 ) , cada individuo debe realizar una tirada de Coraje (dificultad 7) para superar su miedo. Si esta tirada tiene éxito, el participante recibe un -1 a la dificultad de todas las tiradas relacionadas con c ualquier Virtud o Virtud Superior (a elección del participante, normalmente Coraje o Celo, ya que este ritus se suele llevar a cabo antes de la batalla). Esta bonific ación dura un número de días igual al número de éxitos obtenido por el teúrgo, o hasta qu e le individuo falle una tirada relacionada con el Rasgo modificado, lo que ocurra primero. Este ritus solo puede realizarse una vez en cada hisroria. 2a 'Eorja be �íos (9lít>ef [ínco) A diferencia de otros ritae, este poderoso encantamiento es más parecido a un proceso dilatado que a un solo ritual. El efecto de este ritual permite que el practicante colabore con un herrero en la creación de un arma cuerpo a cuerpo y la infunda con el "sello divino". El arma suele entregarse a un caballero que haya demostrado su valía Sistema: El tiem po necesario para realizar este ritus depende del objeto que se desee crear. Una buena norma consiste en doblar el tiempo necesario para crear un arma normal. A pesar de ello, el trabajo da sus frutos, ya que al final del proceso el resultado consiste en un espécimen superior poseedor de ciertas propiedades especiales (con­ sulta el anexo). El j ugador debe realizar la tirada estándar para el ritual (dificultad 7) para determinar las propiedades especiales. La creación del arma queda "imprimada" con parte del alma inmortal de su propietario (costándole al futu ro propietario 1 O puntos de Convicción en el proceso). El arma queda vinculada a su persona, permitiendo que solo el poseedor legítimo pueda invocar el pod er . �íerra (Sagraba Algunos lugares se convierten e n el foco de una fe conside rable , siendo testigos de milagros, rituales masivos o apariciones divinas. Muchos de esros lugares están localizados cerca de iglesias y catedra­ les, o de los lugares de descanso de los s an tos (o de sus reliqu ias ) . Estos lugares poseen un nivel de Fe propio que refleja su poder sagrado. Esta clase de Fe recibe el nombre de Fe Ambiental. En algunos lugares esta Fe Ambiental se refleja en zonas pequeñas (cerca de un altar o de u n relicario, por ejemplo), mientras que otros irradian Fe a lo largo de roda una zona de varios kilómetros de diámetro, como en el caso de ciertos lugares de Tierr a Santa. Los lugares sagrados poseen una serie de efectos distintivos. Algunos afectan a aquellas criaturas sobrenaturales que osan adentrarse en ellos, mientras que otros están relacionados con los inquisidores: • Los vampiros deben realizar una tirada de Fuerza de Voluntad (contra una dificultad igual al nivel de Fe Ambiental de la zona, aunque el Aura de la Senda del Cielo también se aplica) para poder entrar en Tierra Sagrada. Si tienen éxito, pueden entrar en el lugar, aunque se sentirán extremadamente incómodos (un éxito significa una incomodi­ dad extrema; tres, una incomodidad sopor cable ; cinco o más, n ingún efecto). Cada amanecer, el número de éxitos del vampiro desciende en uno, forzándole a abandonar el lugar. Los mortales pueden sentir esta incomodidad con una tirada de Percepción + Empatía (con una dificultad igual a la Fuerza de Voluntad del vampiro). Un fallo en la tirada de Fuerza de Voluntad se traduce en dolor físico para los vampiros que entren en el lugar sagrado. Sufren un punto de daño contundente por escena. Una pifia tiene como resultado un punto de dmio letal y obliga al vampiro a gastar un punto de Fuerza de Voluntad por turno para permanecer en la zona (todo este dai'lo puede ser absorbido) . El dolor va incrementándose con cada minuto que pasa, por lo que el vampiro necesitará superar una tirada de Coraje (dificultad 7), a partir del tercer turno. Un fallo hace que la criatura entre en ARMAS SAGRADAS Las armas s¡tgradas no son comunes (el número de teúrgos en toda la cristiandad que conocen el riws de la Forja de Dios podría contarse éon ambas manos. Sin emb¡¡rgó, estas armas encuentran su lugar en las manos de los inqu isidores de toda Europa, normal­ mente entre los Caballeros de Acre. Estas armas poseen varias propiedades especiales. Cuando·construyan esta clase de armas, ya sean mediante el rirus de la Forja de Dios o con el Trasfondo de Reliquias Sagtadas, los jugadores pueden escoger sus propiedades de la siguiente lista: • Inflige dai'lo agravado en los demonios u otros seres sobrenatur ales • Incre menta en uno una Vircud Superior (puede comprarse múltiples veces, �unque no otorga a su poseedor -acceso a otras ' . facetas de las Dotes). • • Nunca se romperá en manos de su poseedor. El poseedor siempre conocerá el l ugar donde descansa su arma. Su en a o se ilumina �on suavidad en presencia del peligw. Inflige do"s dados de daño adicional. ' • lncreménta la-Resistencia de su poseedor en uno cuando • • se encuentre·en un combate justo. Estas no son las únicas posibilidades, aunque representan unos buenos ejemplos. Cuando el personaje utilice la Forja de Dios para crea� un arma, puede elegir una propiedad por cada dos éxitos :obtenidos "en la tirada del ri tua l. , · Riitschreck. Una pifia en la tirada de Fuerza de Voluntad hace que se inflame, sufriendo tres puntos de dafw agravado por turno y obligándole a realizar una tirada inmediata de Coraje (dificultad 8) para no huir presa del terror. Las llamas pueden extinguirse de forma normal, aunque el resto de los efectos permanecen vigentes. • La Tierra Sagrada también limita el número de poderes vampíricos . Todos los puntos de sangre necesarios para ac tivar Disciplinas se doblan mientras que el no muerto permanezca en el interior de la zona, y las dificultades de las Disciplinas de Auspex, Quimerismo y otras que afecten de rorma directa la percepción se incrementan en dos. • Todas las puntuaciones de Virtud Superior se incrementan en uno mientras el inq uisidor permanezca en Tierra Sagrada, y la dific ultad de cualquier tirada relacionada con Virt ud es Superiores (incluyendo aquellas Bendiciones basadas en ellas) disminuye en dos. A pesar de todo, esta condición no otorga al inquisidor acceso a facetas de Bendi­ ciones que no tendría en condiciones normales, a no ser que el nivel de Fe Ambiental sea igual o superior a 6. • Los inquisidores pueden obtener Convicción rezando en lugares sagrados. (Consulta la pág. 1 1 5 para obtener más detalles). • Cualquier inquisidor puede expulsar a entidades malvadas de tierra sagrada. Su jugador debe realizar una tirada de Carisma + Fe (recuerda que la puntuación de Fe se incrementa en 1 en tierra sagrada) con una dificultad que depende del efecto deseado (consulta la tabla adjunta). Estos niveles de dificultad asumen que el personaje tiene acceso a los objetos adecuados (una Biblia, un cru cifijo, velas, campanas, sal, agua o cualquier otro objero apropiado). En caso de que esros objetos no estén disponibles, la Jificul taJ se incrementa en l . 9\eHquías sagrabas Las re liqu ias sagradas son objetos imbuidos de poder divino asocia­ dos con un santo u otra persona importante de la historia cristiana. Las dos Objetivo Dificultad Obligar a un vampiro·a huir presa del terror Fuerza de Voluntad del vampiro + 4 Obligar a un espíritu a huir presa del terror Fuerza de Voluntad del espíriw Expulsar a un espíritu de forma permanente Obligar a un demonio menor a huir presa del terror Obligar a un demonio mayor a huir presa del terror Expulsar a un demonio de forma permanente Guarda contra Dominación_y Presencia (añade la F e del personaje a rodas las dificultades) Negar el efecto de las Disciplinas vampíricas Romper un juramento de sangre Infligir una cantidad de dados de daño agravado igual a la Fe a un demonio, espíritu o vampiro 8 6 9 10 6 Fuerza de Voluntad del vampiro 10 Fuerza de Voluntad del blanco reliquias más importantes de la cristiandad son el Santo Grial, el cáli: pueden acabar adquiriendo cierto grado de Fe si un número suficiente de donde Cristo bebió en la última cena y que recogió su sangre durante la seguidores creen que son genuinos. La fe de los creyentes acaba potencian­ crucifixión, y la sábana de lino donde fue enterrado (la Sábana de Turín). do el objeto con el paso del tiempo. La Lanza de Longinus (también llamada la Lanza del Destino) , el arma que Las reliquias sagradas almacenadas en un lugar determinado (una hirió el costado de Cristo durante la crucifixión también es una reliquia rumba, una iglesia, etc.) durante un intervalo de tiempo prolongado poderosa, así como los trozos y astillas de la Cruz Verdadera en la que pueden acabar santificando el lugar (consulta Tierra Sagrada). Esto hace Cristo fue clavado (y los clavos que la acompai'laban). Las reliquias de poder divino pueden clasificarse en dos categorías que los lugares que albergan reliquias sean incómodos para los vampiros y otras criaturas de la noche. amplias, aunque pueden existir otras categorías ecundarias menos repre­ Muchos artefactos poseen poderes peculiares. Como cada artefacto sentativas. Casi todos los objetos divinos responden a la clasificación de la es único, resulta difícil catalogar la gran variedad de efectos posibles. A Iglesia de artefactos o unciones. La primera categoría está formada por continuación incluimos varios ejemplos de los artefactos más conocidos objetos únicos que se encuentran al cuidado de las personas que han demostrado su devoción. Los artefactos son objetos de gran valor. De hecho, cuando uno de estos objetos cae en manos inadecuadas, acaba convocándo­ se una llamada urgente para recuperarlo en el menor tiempo posible. Las unciones, por otro lado, no son permanentes y suelen ser más frecuentes. Estos aceites, perfumes, ungüentos y similares se administran a los miembros necesitados del clero y la congregación, o se les da a aquellos inquisidores que participan en misiones de gran importancia. Algunos se diseñan con la intención de acelerar la curación o incrementar el coraje frente al Enemigo, aunque otros solo tienen la misión de purificar el alma de su portador, devolviéndole a la gracia de Dios y preparándole para las duras rareas que deba llevar a cabo. La preparación de unciones posee sus propios rituales (se ha convertido en un arre por derecho propio) , ya que no existe una fórmula magistral para investir estas pociones con el poder divino. e necesita a un maestro herbalisra con acceso a varios volúmenes de uso restringido de saber eclesiástico para preparar la unción más sencilla, y los fluidos más raros solo son conocidos por unos pocos devotos. Los miembros de la Orden Roja, cuyos eruditos proclaman la posesión del conocimiento de antaño, suelen supervisar las creaciones de estas unciones. De rodas las órdenes, son los Caballeros de Acre los que están más familiarizados con las reliquias en general, ya que un gran número de sus fortalezas alberga verdaderos tesoros de estos objetos sagrados, protegidos por miembros veteranos de la orden. �rtefactos por la Iglesia y sus facultades divinas. 2a [arta be <.marcos Se rumorea que este antiguo pergamino fue posesión del propio San Marcos, el apóstol que extendió el cristianismo hasta África. Según la leyenda, se trata del pergamino que llevó consigo a lo largo de su viaje a través de Asia Menor en dirección Roma y viceversa. Este objeto servía como declaración de intenciones del joven apóstol, un testamento escrito de la Palabra que mostró a todos con los que se encontró en sus viajes. Algunos dicen que incluso tenía el poder de convertir a los herejes en creyentes (supuestamente con solo mirarla). La carta acabó por aparecer en Chipre, un lugar que Marcos había visitado en varios viajes. Allí permaneció durante varios siglos. Según la historia de los caballeros, un batallón de Caballeros Templarios que hicieron escala en Chipre durante las Cruzadas consiguió recuperarla. Aunque los caballeros se la llevaron cuando abandonaron la isla, el destino exacto de la misma se de conoce. Se presume que la carta continúa en posesión de alguna orden caballeresca como una joya de la corona en una colección guardada por los oldados veteranos de los Caballeros de Acre. 2a �spaba be eiantíago Esta arma era un artefacto único de gran poder y fe, precursora del miro de Excalibur y de la leyenda de la Espada de Carlomagno. Según la leyenda, la espada se forjó en la tierra pero fue bendecida en el Cielo, quien le otorgó el poder del Cielo a cualquier creyente que la blandiera. Las leyendas afirman Muchos artefactos son huesos, mechones de pelo o cualquier otra que fue propiedad del propio Santiago, aunque acabaría cayendo en las parte del cuerpo de un santo (ya que son portadores de la fe del santo). Estos objetos son posesión de la Iglesia, están guardados en cofres enjoyados causa de la Inquisición. Si se pregunta, pocos pueden recordar el lugar donde manos de un mortal que uniría los destinos de las distintas órdenes en la (llamados relicarios) , y son reverenciados por los fieles. Esta reverencia se encuentra la espada, aunque muchos asumen que ha permanecido bajo ayuda a mantener e incluso incrementar el poder de un artefacto con el la posesión del líder actual de los Oculi Dei, Rodrigo de Navarra. paso del tiempo. Otros artefactos no son objetos tan importantes: un cayado de peregrino, un anillo de un obispo, ere. El mayor secreto de la espada consiste en la colección de objetos (micos que la componen. La leyenda de la espada se ha utili:ado para Los charlatanes suelen poner a la venta numerosos artefacros falsos potenciar el peso de los Ojos de Dios, así como al ferviente grupo de que compran las personas sencillas para protegerse del mal: un número cazadores de brujas que les dio origen. Se rumorea que cada líder impor­ imposible de astillas de la Cru: Verdadera suele estar disponible para la ranre de la orden posee una de estas armas, hecho que hace que circulen venta, así como huesos recogidos de criminales o de animales que suelen multitud de leyendas e historias acerca de ellas, un hecho que agrada al hacerse pasar por huesos de santos. Irónicamente, estos ídolos falsos líder del Oculi Dei. Si las leyendas son cierras (aunque muchas de ellas no lo son), las habilidades de la espada (o de las espadas) incluyen la capacidad de destruir a las abominaciones demoníacas, así como la de proteger y ocultar a su portador. Unciones Las reliquias sagradas conocidas como Unciones incluyen una am­ plia variedad de preparaciones botánicas y alquímicas. Los eguidores avanzados del Arte Sagrado cooperan para unir medicina y fe en diversos medios físicos, siendo el resultado final una amplia colección de ungüen­ tos, aceites e incluso inciensos que poseen poder divino. Muchas de estas preparaciones contienen dotes menores y suelen usarse para aliviar el dolor ajeno, purificar el alma y ayudar en la consecución de varios rituales y ceremonias. Otras son verdaderamente poderosas por derecho propio y se guardan con tanto celo como los artefactos. Los siguientes ejemplos sirven para resumir sus orígenes y efecros. �Hxír be [a 9\osa be �amasco Este ungüento de uso común es utilizado por las curanderas de la orden de las Hermanas de San Juan. Se trata de una mezcla ligera elaborada a partir del aceite esencia de la rosa damascena, una flor exótica que los cruzados trajeron de Persia en su regreso a Francia. El elixir se fabrica destilando un aceite ambarino de los pétalos de los especímenes más fragantes de la cosecha de rosas de Damasco. Estas rosas son delicadas, por lo que la persona que elabore el rirus debe ser la misma que debe preparar las flores. Tras recoger las rosas durante el amanecer, se debe trabajar rápido, ya que solo pueden transcurrir unas pocas horas en la elaboración de los elementos necesarios. Para el inquisidor experto, este tiempo es más que suficiente para reunir todos los ingredientes y preparar el elixir que se convertirá en foco de la energía del ritual. La pócima resultante es en parte perfume, en parte scdanLe y en parte aceite medicinal. Los pétalos de la rosa de Damasco son astringentes (hacen que los tejidos se contraigan) y comlituyen un buen ingrediente para los bálsamos de curación. En general, los pétalos se utilizan en tónicos para curar las llagas bucales, inflamaciones de garganta y desórdenes estomacales, aunque esta unción es especial es capaz de curar cualquier enfermedad. El elixir bendito también es un perfume agradable, ya que la versión mundana ha sido el favorito de las egipcias desde la época de Cleopatra. El aroma del perfume es delicioso, por lo que adenuís de tonificar la piel, despierta las pasiones con su rica fragancia. Sistema: Una vez que el elixir se haya preparado, la mezcla resultante conserva su poder durante una semana por cada punto de Convicción que se haya gastado en él. Los principales usos están relacionado con la curación y la eliminación del cansancio de los viajeros. Los líderes de lo grupos de la Inquisición suelen pedir dosis para usarlas como astringentes para sus hombres, y algunos obispos las utilizan para dormir. La potencia del elixir es máxima en el punro de aplicación, por lo que si alguien desea dormir debe dejar caer algunas gotas por encima de los párpados, y para curar una herida, el aceite debe aplicarse en la zona daiiada. CuanJo se utiliza como fragancia, debe aplicarse en cada muñeca y en la nuca. El efecto de ayuda al sueño reduce cualquier penalización del personaje debida a la fatiga o a la pri,·ación del suei'io (a discreción del arrador) y permite que el pacienre pase una buena noche de descanso. Las heridas que se tratan con el aceite ven su tiempo de recuperación acelerado hasta dos veces. Si el nivel de heridas del paciente no superaba el de Lastimado, las heridas se cierran al momento. Un frasco permite rres aplicaciones individuales. Aunque los inquisidores prohíben utilizar este aceite para fines cosméticos, existen un - gran n(nnero de mujeres de las Hermanas de San Juan y de otras órJenes que ...... lo utilizan. Esto puede ser debido al hecho de que la puntuación de Apariencia se incrementa en un punto cuando se usa el perfume, \' principalmente a la consecuencia de que el elixir acaba por convenirse en una adicción psicológica cuando se usa regulam1ente. La creación del Elixir de la Rosa de Damasco es un riws de nivel uno del Ane Sagrado. - dañando su cuerpo, infligiendo 8 dados de daño agravado durante el turno siguiente, y seis, cuatro y dos dados en los tres turnos posteriores. La preparación de esta unción constituye un riws de nivel cuatro y requiere tener acceso al crisma, una substancia extremadamente rara. 9Jlafbícíones De igual forma que las Bendiciones son los dones que reciben los fieles por su dedicación a las buenas obras, las Maldiciones representan la cruz de estas ofrendas divinas. Algunos consideran que las Maldiciones van unidas irrevocablemente a las Bendiciones, constituyendo el precio que los inquisidores deben pagar por servir a Dios. Otros las ven como el castigo impuesto por traficar con las fuerzas de la oscuridad (ser culpables por asociación, por así decirlo). Sea cual sea la verdad de este asunto, las Maldiciones se han convertido en parte integral de la vida diaria del inquisidor, algo con lo que cada siervo de Dios debe aprender a convivir. Al igual que ocurre con las Bendiciones, las Maldiciones se clasifican en varias categorías separadas, agrupadas por la clase de Maldición y sus efectos. Existen cinco categorías que afectan a los inquisidores de la Iglesia Católica: Anatemas, lnterdicciones, Maledictio, Estigmas y Visitaciones. Cada una de estas categorías cuenta con varias Maldiciones agrupadas por los tres "niveles" del desarrollo del inquisidor: Acólito, Adepro y Juez (al igual que no existen Dores de nivel de Sirviente, tampoco existen Maldi­ ciones de este nivel). Una Maldición de nivel de Acólito es menos restrictiva que una de nivel de Juez. �bquírír nuel:'as CJJtalbícíones [rísma be( <Santo 9JlírobHta La Iglesia afirma que cuando un santo mucre, el cuerpo no se descom­ pone. En lugar de ello, el espíritu del santo asciende al Cielo (siguiendo los pasos del Salvador) y deja atrás su cuerpo material. Según la Iglesia, es posible determinar el nivel de santidad de la persona observando lo que sucede a su cuerpo. El cuerpo de un santo verdadero no se corrompe, sino que permanece en un estado incólume y exuda un aceite de olor dulce llamado crisma. Todo aquel que muera de esta forma recibe el nombre de miroblira y se afirma que este milagro basta para demostrar su santidad. El Crisma del Santo Miroblita constituye el único uso aprobado por la Iglesia de esta excreción sagrada (al menos de forma oficial), e incluso la existencia de esta unción es un secreto en el seno de la Inquisición que se comunica solo cuando es necesario. La unción consiste en un aceite meticulosamente preparado que urilizan los sacerdotes de la Inquisición para conseguir toda una serie de efectos divinos. Sistema: Cuando se aplica sobre la piel de un cadáver reciente, el crisma preservará el cuerpo durante un periodo de tiempo indefinido, permitiendo que sea enterrado o mostrado por los sacerdotes. Cuando este aceite entra en contacto con las heridas de un ser vivo, brilla de forma perceptible bajo la !u: solar. La herida se cierra de forma instantánea, sin importar la fuente del daño. Una dosis media de una unción es capa: de curarseis heridas pequeñas, cuatro heridas medianas o dos heridas grandes (como indicación, cualquier herida que implique la pérdida de un nivel de salud es peque11a, dos niveles es mediana y tres niveles, grande). Para finalizar, el aceite posee un alto grado de Fe inherente y actúa como ácido cuando se aplica sobre la carne de los demonios y vampiros. También dat'ia la sustancia incorpórea de los espíritus. Si se usa una unción como arma arrojadiza sobre alguna de las criaturas anteriores, el recipiente explora al impactar contra ellas, infligiendo 1 O dados de daño agravado. A no ser que la criatura tenga alguna forma de limpiarse el aceite (un hecho bastante inusual, en especial en el caso de los espíritus), el crisma continuará Como ya indicamos en el capítulo cuatro, todos los inquisidores comienzan el juego con una Maldición de nivel de Acólito perteneciente a su categoría de Maldiciones principal (siempre que el jugador optara por una Dote en vez del beneficio de la orden). El jugador selecciona esta Maldición como parte del concepto de su personaje. Necesita la aproba­ ción del arrador (sobre todo en el caso de que la Maldición haya sido inventada por el jugador), aunque el jugador tiene libertad, el manos en esta fase del juego, para crear una Maldición a medida de la personalidad y el trasfondo de su personaje. Una vez que ha seleccionado esta Maldi­ ción, el jugador ya no debe hacer nada más (al menos en teoría). Un personaje inquisidor nunca se verá obligado a adquirir otra Maldición (aunque la realidad suele contradecir este hecho). El personaje puede adquirir maldiciones a lo largo del juego. Las causas más frecuentes están relacionadas con las pifias y los intentos del inquisidor por desvelar misterios divinos para los que no está preparado: Cada vez que un jugador pifie una tirada de Virtud Superior o una tirada de Conciencia para evitar la pérdida de Devoción, debe comprobar si su personaje adquiere una nueva Maldición. Pifiar una tirada en una Virtud que no es primaria para la orden, es peligroso, aunque no catastró­ fico. Si la pifia se produce en una tirada en la que intervenía la Virtud Superior primaria, las consecuencias suelen ser más drásticas (esta dico­ tomía queda reflejada en la tabla de más adelante). La Virtud primaria de un inquisidor representa el foco espiritual y moral para los miembros de cada orden, por lo que un fracaso estrepitoso en este Rasgo hace temblar los cimientos del alma del personaje. La segunda forma de adquirir nuevas Maldiciones está relacionada con las Bendiciones. Algunos n i quisidores ambiciosos intentan abarcar demasiado en poco tiempo. Estos individuos arriesgan parte de su alma, o mejor, un trozo de su dominio de la realidad, a cambio del poder necesario para luchar contra el Enemigo en mejores condiciones. Cuando un personaje aprende una Bendición que está por encima de su capacidad como inquisidor (es decir, a un nivel superior de desarrollo al que ocupa el per onaje en la actualidad), adquiere unanueva Maldición del mismo nivel que la Bendición prohibida. No hace falta realizar ninguna tirada, ya que el inquisidor adquiere la Maldición como coste adicional al necesario para aprender el nuevo poder. Además, si el personaje obtiene una nueva Dote (no un Orisón) en el transcurso del juego, su jugador debe realizar una tirada para comprobar si el personaje obtiene una nueva Maldición. El hecho de contemplar demasiada Gloria Divina en poco tiempo puede dejar huella en el perso­ naje. Las Dotes pueden aprenderse de forma segura en un tiempo adecuado. Sin embargo, en ocasiones la seguridad no es una opción disponible para los inquisidores. (Recordamos que si un inquisidor ajeno a la familia Murnau intenta aprender un Legado, siempre debe realizar esta tirada, sin importar el nivel del inquisidor ni el hecho de que la Dote se haya aprendido durante el transcurso del juego). Siempre que un jugador deba realizar una tirada para comprobar si su personaje adquiere una nueva Maldición, este debe lanzar un dado y compro­ bar el resultado en la tabla adjunra, tras aplicar los modificadores apropiados. <raer en manos be( �nemígo Además de los efectos debilitantes de estas aflicciones, los inquisidores se enfrentan a un destino catastrófico cuando poseen demasiadas Maldi­ ciones. En primer lugar, ya sea por designio divino o por una ironía del destino, la adquisición de Maldiciones es una pendieme descendiente. Una vez que el personaje tenga dos o tres Maldiciones, el resto comenzará a aparecer con más frecuencia. Cuantas más Maldiciones tenga, más obtendrá en el futuro. Y eso no es todo... Si un inquisidor llega a adquirir más niveles de Maldiciones que sus puntos totales de Devoción y Virtudes Superiores, sucumbe al odio y la locura, entrando en un estado conocido como Cocyrus. En este estado, el personaje ha abandonado cualquier pretensión de santidad o de ética, convirtiéndose en una máquina de odio, tortura y venganza. Los inquisidores en este estado se han dejado llevar por su Impulso y en raras ocasiones pueden regresar de este abismo. Ten en cuenta que se trata de niveles de Maldiciones, y no de Maldiciones: una Maldición de nivel de Juez es tres veces más devastadora para los senrimientos de pureza y autocontrol del personaje que una Maldición de nivel de Acólito. Por lo tanto, si un personaje posee una Maldición de cada uno de los tres niveles, tiene seis niveles de Maldicio­ nes. Este personaje debe tener siete puntos o más en Piedad + Virtudes Superiores para mantener el control. Aunque es necesario un poco de aritmética, esta mecánica de juego sirve para que los jugadores puedan controlar el lugar que ocupan sus personajes en esta pendiente y lo cerca que se encuentran sus almas de las garras de la desesperación, y lo que es peor, del propio Enemigo. Cuando un inquisidor se ha dejado llevar por su Impulso, los efectos son tan terribles como devastadores para el alma del personaje. Para cualquier propósito, la Naturaleza del personaje se ha convertido en su Impulso de forma permanente. Se ha dejado llevar por sus instintos y vive para ellos. Solo actuando en interés de su Impulso, y con ello justificando su decisión, el personaje puede obtener Fuerza de Voluntad. Este hecho hace que sea extremadamente difícil el regr.eso cuando se ha entrado en el túnel. Además de esto, todos los que hayan sucumbido a este estado atraen la atención de aquellos que están dispuestos a utilizarlos como herramientas para sus propios propósitos. Como mínimo, el inquisidor tendrá serias dificultades para man­ tener oculta la transgresión de su alma ante sus compañeros. Rodeando a estos hechos está el tema omnipresente de la espiral descendente que impregna la existencia de todo personaje que haya caído en el estado de Cocytus. Para estos inquisidores, el rasgo que definió sus existencias (la Convicción), se ha convenido en su mayor enemigo. En la Convicción se encuentra la degradación, por lo que solo acumulando Convicción y con ello despejando su arma del Odio, el temor y la ignorancia, un personaje puede liberarse de la perdición. Pa�;;1 aquellos que se encuen­ tran en este estado, el camino hacia la santidad debe recorrerse en sentido contrario. En lugar de acumular Convicción para conseguir Bendiciones, los inquisidores en este estado deben aplicar toda la fuerza de sus espíritus para recuperar el estado de gracia. Los peFSonajes pueden acumular Convicción, aunque solo con la intención de incrementar sus Virtudes Superiores. Supongamos, por ejemplo, que un jugador haya acumulado 7 puntos de Convicción para aumentar su Fe gracias al tiempo que su personaje (en estado Cocytus) ha pasado orando. Antes de que el personaje pueda conseguir su próxima revelación (es decir, acumular la Convicción necesa­ ria para aumentar su Virtud Superior en un punto), se encuentra con un hombre lobo. Durante el enfrentamiento, gasta dos puntos de Convicción para poder derrotar a la bestia. Como el personaje se encuentra en un estado de Cocytus, los dos puntos de Convicción no solo se restan de su nivel de Convicción sino de los puntos acumulados, dejándolos en 5 puntos. CJJ1af.bícíone5 y órbene5 De igual forma que cada orden de inquisidores poseen una categoría de Bendiciones a la que son más proclives, también reflejan una afinidad paralela por alguna clase de aflicción mística. Al igual que los miembros ADQUISI C I Ó N D E M A LDICION ES Tirada Modificada O o menos 1-3 4-6 7-8 9-10 ll+ Resultado No se adquiere ninguna Maldición. El personaje obtiene un pon ro de .Convicción debido a que se ha dado cuenta de la bondad que el Señor le ha demostrado. No se adquiere ninguna Maldición. El perSOI"!_aje está a salvo... de momento. No se adquiere ninguna Maldición, aunque el personaje pierde dos puntos de Convicción mientras su alr"!)a tiembla ante el peso de su "error". Se adquiere una Maldición de Nivel Uno. La situación determina su origen. Se adquiere una Maldición de Nivel Dos. La situación determina Sll origen. Se adquiere una Maldición de Nivel Tres. La -situación determina su origen. . Modificadores A�ade uno al resultado si el personaje es Insensible cuando realiza la tirada. / Añade uno por cada Maldición de]'livel Uno que ya posea el personaje y esté por encima de su nivel. • Añade uno si la pifia se reí!lizó en una tirada en la que intervino la Virtud Primaria. • Añade uno si el personaje intenta desarrollar una Dote en una categoría en la que no posee ninguna. • Añade uno si un personaje no Murnáu intenta aprender un Legado. Esto incluye a personaje que sean miembros de la Casa por matrimonie o servidumbre y no sufran la maldición familiar. • Resta uno si el personaje posee un mínimo de un punto en rodas las Virtudes Supertbres. • Resta uno por cada Yirtud Superior del personaje que tenga una punniación de 5. �-Resta uno si la pifia se realizó en una tirada en la que_no intervino la �irtud Priiuaria. • • - [orbero be �íos (21córíto) Tras contemplar como innumerables morrales se convierten en víctimas de las maquinaciones del Adversario y de sus sirvientes, el inquisidor comienza a apartarse de los horrores que contempla. Hastiado por el sufrimiento, el inquisidor comienza a ver al Rebaüo no como un grupo de indivi duos que necesita vigilancia y protección, sino como una unidad, un "rebafio". El inquisidor se concentra en las metas a largo plazo de su misión, en la hu manidad como un todo, y al hacerlo cierra su corazón a la humanidad que rodea cada historia en la que participa. Sistema: El inquisidor entra en Insensibilidad si su Convicción es igual o mayor a su puntuación de Devoción. Esta Maldición no tiene demasiado efecto en los inquisidores Insensibles, salvo por el hecho de dificultar su recuperación. 21roma be 3acínto (21córíto) de la Casa de Murnau son famosos por l a Maldición familiar, las Hermanas de San Juan son famosas por sus visiones extral'ías e inexplicables. Como ocurre con las Bendiciones, determinadas Maldiciones tienen cierta afinidad con algunas órdenes, aunque no son exclusivas. Los inquisidores de cualquier orden pueden adquirir cualquier clase de Maldiciones. La pertenencia a la orden entra en juego cuando un inquisidor adquiere su primera Maldición de cualquier nivel. Como hemos indicado en el capítulo tres, la primera Maldición del inquisidor (la Maldición de Nivel Uno que obtiene al avanzar al nivel de Acólito) debe pertenecer a la categoría de Maldiciones de la orden. Cuando es la primera Maldición de nivel dos (así como la de nivel tres), esta también debe pertenecer a la categoría primaria. Cuando se ha adquirido la primera Maldición de un nuevo nivel, esta restricción deja de aplicarse en Maldiciones posteriores de ese mismo nivel. 21natema Aunque sus efectos no son tan espectaculares como los de las Maldiciones pertenecientes a otras categorías, esta colección de extra­ r1as aflicciones (propias de los Ojos de Dios), suelen ser vistas como las más sorprendentes, y por ramo, las más temidas. Muchos inquisidores acaban temiendo a la orden con la que están asociadas simplemente porque son incapaces d e comprende r el "motivo" que se oculta tras estas Maldiciones. Muchas de las aflicciones de esta categoría carecen de manifestaciones externas, hecho que hace que un gran n úm ero de inquisidores se sienta incómodo ante ellas. Los Anatemas carecen de los efectos físicos ele los Estigmas, ni causan los cambios de comportamiento asociados a las lnterdicciones. Aunque suelen compararse con las Visitaciones, los efectos de ambas difieren a largo plazo: mientras que las Visitaciones suelen acabar dafiando a la mente, los Anatemas dafian el alma. Debido a su natura­ leza, estas Maldiciones acaban por alienar al inquisidor de su tesoro más preciado : el Rebafio. El paso del tiempo (y unas cuantas maldiciones) , hace que el inquisidor se vaya separando del prójimo. Este hecho acaba por sumergirle en la gélida comodidad de la Insensibilidad, hecho que a su vez conduce a más ma ldiciones. El inquisidor exuda un olor tenue que acaba por enturbiar las mentes de los que le rodean con una sensación de soledad, pérdida y culpa. Este fenómeno sobrenatural aleja a un gran número de morrales ordinarios (el Rebafio al que intenta proteger el personaje) y atrae la atención no deseada de los monstruos del infierno. Sistema: El olor místico que exuda el inquisidor es muy sutil, por lo que solo afecta a un nivel subconsciente. Los mortales mundanos reaccio­ nan ante el personaje con miedo y desconfianza, por lo que r.odas las tiradas sociales con estos morrales reciben una penalización de + 1 a la dificultad. Las tiradas de intimidación no reciben esta penalización, aunque tampoco reciben ninguna bonificación. Por otro lado, las abominaciones se sienten atraídas (de forma subconscien te) por este aroma místico, haciendo que aquellas que tengan capacidad de rastrear por el olfato (como los hombres lobo) reciban un modificador de -2 a la dificultad de estas tiradas. Q)ígHía ®Hencíosa (21bepto) Debido a los hechos que debe contemplar, el inquisidor se ve asediado por sentimientos de duda y desesperación de forma tan súbita e intensa que es incapaz de comunicarse de con los que le rodean hasta que estos sentimientos desaparecen. Sistema: Siempre que el personaje sea testigo de un acto de extrema crueldad (a discreción del Narrador) , o contemple la muerte o el desmem­ bramiento de un miembro del Rebaüo, el jugador debe superar una tirada inmediata de Fuerza de Voluntad (dificultad 8) para evitar que su personaje enmudezca y sea incapaz de emitir ningún sonido voluntario. Esta incomunicación se extiende más allá de la comunicación verbal, pues impide que el personaje escriba o envíe mensajes de cualquier tipo. Los efectos de la Maldición persisten hasta el final de la escena. 9Jlancf)abo (21bepto) El Evangelio afirma que "Un profeta nunca es bienvenido en su tierra", y un personaje que sufra esta Maldición personifica esta idea. Cualquier extraüo que se encuentre al personaje por primera vez supondrá que es la peor clase de persona imaginable (un cruzado vería a un sarraceno, un hombre temeroso de la enfermedad vería a un leproso, etc.) . Sistema: Siempre que el personaje se encuentre con un extraüo, el j ugador debe realizar una tirada de Apariencia + Expresión (dificultad 6). Cuando más éxitos obtenga el jugador, peores serán las reacciones del extrar1o ante su personaje. Estas reacciones pueden ir de la desconfianza inmediata (un éxito) hasta un ataque directo (cinco éxitos). Este efecto puede superarse si el personaje conversa con él, aprende su nombre y se presenta, aunque poca gente estará dispuesta a detenerse a charlar con un tipo tan oscuro. �arso �estígo (3ue3) El inquisidor se ha vuelto tan paranoico ante la posibilidad de que haya demonios operando en el interior de la sociedad que deja de confiar en el prójimo casi por completo. Pone en duda cualquier afirmación y cree que cualquier prueba que se le pre enta está prefabricada por el propio Enemigo para que sea tomada en serio por los hombres de mente débil. Estos inquisidores acaban perdiendo la capacidad para discernir la reali­ dad, ya que sus instintos sobre los métodos y motivaciones de los hombres acaban desapareciendo por completo Sistema: El personaje es incapaz de distingu ir la realidad de la ficción, y su capacidad para "detectar mentiras" ya no es lo que era en el pasado. Para un personaje que posea esta Maldición, cualquier afirmación que efe ctúe un testigo sobre un suceso es falsa (o como mínimo imprec isa) e inc lu so el propio inquisidor es incapaz de descubrir la diferencia . Esta Maldición hace que al personaje le sea más d ifícil ocultar sus propios secretos. El personaje se siente azotado por la c.l uda y debe amasar una evidencia suficiente ames de creer en cu alquier afirmación, e incluso entonces es probable que tenga sus reservas. Pierde tres dac.los en todas las tiradas de Subterfugio, y cualquier intento que el personaje realice por utilizar Bendiciones para determinar la veracidad de las palabras ajenas falla de forma inmediata. . , :3nterbíccíones Esta amplia categoría de Maldiciones espirituales y de compor ta· miento ha estado asociada con las órdenes de caballería (para las que esta clase de restricciones, tablles y requerimientos siempre han sido parte de su existencia). Las lnterdicciones son obligaciones espirituales de distintas clases que obligan al inquisidor a someterse a determinado código ético por encima del código de la propia orden. Una combinación negligente de lnterdicciones puede limitar el comportamiento del inqui ­ sidor hasta el punto de no poder cumplir con las obl igaciones de la Inquisición. Estos "guerreros perdidos " utilizan todas sus energías para segu ir el código ético impuesto por sus lnterdicciones. Algunos inquisidores prefieren acabar con su existencia (y caer en el pecado) antes de continuar esclavizados a su rígida existencia ... a no ser que una de estas lnterdicciones les prohíba h acerlo. 3uramento <5o[emne (2lcóríto) El inquisidor ha prometido un voto secreto ante un miembro eclesiás­ tico de alto rango (como mínimo un obispo) y por tanto aprobado por Dios. Cualquier voto estándar es aceptable, ya sea de castidad, honradez, pobreza, silencio, etc. Esta Maldición se interpone en el cu mplimiento de cualquier otro voto (aunque romper un voto ordinario sería un pecado grave, quebran­ tar una Interdicción condenaría al personaje por completo) . Sistema: No existe ningún sistema para representar esta Maldición. El inquisidor simplemente debe cumplir con la promesa que hizo an te Dios o sufrir las consecuencias (consulta el apartado de Violaciones) <5ufrímíento be [os 3nocentes (2lcófíto) El inqu isidor ha jurado (o ha sido condenado) que nunca daí1aría a los i noce ntes, y en espec ial a los niiíos. Aunque superficialmente parece una Maldición honorable, puede hacer que el inquisidor se meta en serios problemas. Después de todo, de todos los disfraces del Enemigo, el c.le un inocente cuenta con sus preferencia . Sistema: De nuevo, e ta Maldición carece de consecuencias especí­ ficas. Si el personaje permite que un niño u otro inocente sufra daño cuando puede evitarlo , ha violado esta Interdicción. 2[amaba a[ �eber (2lbepto) El inyuisidor ha sido maldecido con un profundo ;entimiento de obligac ión hacia el resto de la humanic.lad. Ha realizado la promesa de defender al Rebaño siempre que le sea posible (en cada momento de su vida ) , y solo en las circunstancias más apremiantes puede negar ayuda a un cristiano necesitado. Esta Maldición es frecuente entre los antiguos miembros de las distintas órdenes militares que acaban formando parte de los Caballeros de Acre. Sistema: En cualquier momenro en que el personaje sea requerido para ayudar a un creyente, debe atender la petic ión dejando a un lado lo que esté haciendo en ese instante. Su sentido del honor le obliga a hacerlo lo mejor pos ible y solo puede negarse si se le presenta una prueba fehaciente de la falsedad de la petición (como en el caso de que alguien se haga pasar por cristiano para conseguir ayuda) . Los inquisidores que sufren esta Maldición suelen ser incapaces de conseguir sus propias metas debido a la extenuante tarea que les impone su propia conscienc ia. 1)enítencía 3nfíníta (2lbepto) El personaje se siente indigno de la comida que ingiere, del poder que posee e incluso del aire que respira. Este sentimiento no desaparece tras los interminables períodos de oración, el personaje solo se siente cómodo en el cumplimiento de la obra del Señor. Sistema: Tras recibir esta maldición, la Naturaleza del personaje cambia de forma inmediata a Penitente o Fanático. El personaje es incapaz de incrementar su Convicción mediante la oración (solo lo puede hacer mediante la victoria o arriesgando su propia Conv icción) . �o[or be[ 9\ebaño (3ue3) Esta potente Interdicción forja una profunda unión entre el inquisi­ dor y aquellos a los que ha jurado proteger: los seguidores de Cristo. Siempre que el inqu isidor contemple cómo un cristiano sufre daño físico, se siente inundado por la angustia, como si pudiera contemplar el alma del pobre condenado. Puede llegar a desmayarse del c.lolor en caso de que sea testigo de demasiado sufrimiento. Sistema: Siempre que el inquisidor contemple cómo un miembro del rebaño sufre dolor físico debe realizar una tirada c.le Fuerza de Voluntad (dificultad 7). Si falla esta tirada, el personaje sufrirá "dolor empático" sintonizado con el sufrimiento de la víctima. Por ejemplo, si el inquisidor contempla cómo la mano de un mortal es aplastada por un torno, él también sentirá el tremendo dolor que se abre paso por los huesos y los músculos de su propia mano. Aunque el inquisidor no sufre daño real, sufre los mismos efectos debido al dolor que la víctima. Cada vez que el inquisidor contemple cómo la víctima sufre un ataque que resulte en la pérdida de un nivel de salud (siempre que no pueda evitarlo), el personaje debe volver a efectuar la tirada de Fuerza de Voluntad. El gasto de un punto de Fuer:a de Voluntad permite que el personaje pueda aislarse de lo que contempla aunque este gasto solo afecta al sujeto en cuestión y por el resto de la escena. Transc urrido ese tiempo debe volver a gastar otro punto de Fuerza de Voluntad para no verse obligado a sentir el sufrimiento de la I'Íctima. Por cada tirada de Fuer:a de Voluntad que no logre superar, el inquisidor siente como si huhiera ufrido la pérdida de un nivel de salud ilusorio, aplicando las penali:aciones adecuadas a todas sus reservas de dados. Así, si el personaje falla un total de cuatro tiradas de Fuerza de Voluntad en una escena c.lebido a esta Maldición, sufrirá una penalización de -2 a todas las tiradas que realice desde ese momento (el equivale nte al estado Malherido) , aunque no haya recibido ninguna herida. El personaje puede borrar es tas penali:aciones por heridas ilu oria con la oración, a la velocidad de una por cada hora, en caso contrario, de aparecerán con el amanecer del siguiente día. Ten en cuenta que esta Maldición solo e aplica a los cristianos (el Rebaño que el inquisidor juró proteger). La criaturas sobrenaturales y los infieles pueden atacarse en su presencia sin disparar la más mínima sensación de incomodidad en el personaje. , , 9Jta(ebíctío Los miembros del resto de las órdene� �uelcn mantener la distancia con los impone ntes (y terroríficos) inqui idores de la Casa de Murnau. Dejando a un lado su curioso linaje, el motivo para este comportamiento radica en las místicas aflicciones de los miembros de esta orden. btas Maldiciones, conocidas como Maledicrio, simboli:an las consecuencias Un inquisidor maldito por la Atracción se convierte en una especie de imán para los miembros más débiles del Rebaño, muchos de los cuales lo ven como el mensajero de Dios, un ser enviado para liberar a la humanidad del pecado, la ignorancia y la ruina. Estos mortales se aferran a cualquier palabra del inquisidor y lo siguen allá donde vaya, predicando la bondad de su gracia. Esta populari dad no suele ayudarles en su tarea, por lo que muchos inquisidores "tocados" por la Atracción acaban buscando ayuda para deshacerse de la incesante adulación del Rebaño. Algunos acaban conviniéndose en m ü rrire por su papel como ídolos (involuntarios) de los pobres y desahuciados. Sistema: Los inq uisidores que poseen la Atracción no pueden pasar desapercibidos entre la multitud. Solo si el personaje logra desaparecer (con la ayuda de la Bendición adecuada), podrá moverse entre el Rebaño sin crear ningún revuelo. Todas las tiradas relacionadas con el Sigilo incrementan su dificultad en + 2. [ompañía be 2obos (2lcóHto) El inquisidor posee un aura especialmente poderosa en lo concer­ niente a los animales, resultando en una tendencia a atraer la atención de ciertos miembros del reino animal. Esta aura no está bajo control del inquisidor, por lo que Jebe encontrar los métodos apropiados para tratar con sus "seguidores". Si no tiene cuidado, su popularidad puede acabar creando serios problemas para los que le rodean . Sistema: :-lormalmente el personaje se convierte en un objeto fascinante para una especie animal determinada. Esta preferencia no proviene de ninguna capacidad en especial, aunque la clase de animal que se siente atraído por el inquisidor puede decir mucho de él: la especie puede variar en función de la localización geográfica del inquisidor o de su humor. En otras palabras, un inq uisidor que atraiga a los lobos no queda libre de la Maldición al viajar al desierto. Cua ndo llega a su destino, se encuentra con que se ha convertido en el objeto de atención de otro grupo de especies, aunque es probable que tenga algo que ver con el anterior. En la situación anterior, por ejemplo, el personaje se podría encontrar que son los chacales los que se fijan en él, en vez de los lobos. Los animales se acerc an al personaje lo más cerca posible , aunque nunca actúan de forma inusual, es decir, continúan atacando a sus presas y huyen de u enemigos. Los personajes que utilicen el Orisón del Favor de . oé con estos animales solo notan un extraño sentimiento de paciencia, como si las criaturas estuvieran esperando algo.. . 2a Q)agate[a be[ �íab[o (2lbepto) más extrañas del destino del inquisidor. Son las Maldiciones más esotéri­ cas, y por ello, poseen el mayor número de efectos posibles. A pesar de su prestigio en la Inquisición, los Murnau son tratados con miedo por el resto de inquisidores (así como de miembros laicos), y a menudo tienen grandes probabilidades de encontrar un fin desgraciado a manos de su propia congregación. Los extrailos sucesos que rodean a un inquisidor afectado porMalediccios pueden generan dos reacciones contra­ puestas por parte del Rebaño (ninguna de ellas es demasiado positiva para la causa): por un lado, el inquisidor puede ser considerado como un sanro, o perseguido como una de las abominaciones que ha jurado destruir. Con estas perspectivas, no es extraño que muchos inquisidores de la Casa de Murnau se muestren remisos a abandonar la compai1ía Je los suyo; durante demasiado tiempo. 2ltraccíón be[ {)abes <BentH (2lcólito) Como ya hemos dicho con anterioridad, la Casa de Murnau posee una reputación notable entre las órdenes de inquisidores, una reputación proveniente de diversas fuentes, rodas ellas de nat urale:a inquietante. Esta Mald ición, llamada simplemente "la Atracción" es una de las más frecuentes entre la familia y, roJo sea dicho, es uno de los motivos principales de su extendida notoriedad. Esta es una de lasMalediccio más curiosa� (y más infames) : la Bagatela del Diablo obliga al pobre inquisidor a poner a prueba su suerte de forma constante contra las fuerzas extraterrenas en una especie de juego espiri­ tual cuyo resultado puede conducirle hacia la ruina o el éxito en cualquier instante. Aunque un inquisidor afortunado puede ver como su suerte se ve incrementada, el hecho de que la fuente de la misma sea una Mald ición hace que tarde o temprano las tornas cambien y se vea obligado a pagar un elel'ado precio por sus ganancias anteriores. Sistema: En cada sesión de juego el N arrador prepara una reserva de dados que ofrece al inquisidor para que utilice en cualqu ier tirada, pudiéndola dividir como crea con\'eniente y accesible en cualquier mo­ mento. El número de dados de esta reserva es igua l a la mayor puntuación Je sus Virtudes Superiores . Por mucho que pueda parecer a primera vista, estos Jados son un arma de doble filo: si el jugador es incapaz de obtener éxito en cualqu ier tirada bonificada, debe gastar de forma inmediata un punto de Fuerza de Voluntad o de Convicción por cada fallo. Así, cuanto mayor sea la Virtud Superior del personaje, mayor será la reserva de dados y más cuerda tendrá para ahogarse. La cruz de esta Maldición radica en el hecho de q ue el personaje no puede decidir ignorar esa bonificación por completo. Al final de cada sesión de juego, cualquier reserva no utilizada "se activa", dando como resultado una pérdida ele puntos de Convicción y/o Fuerza de Voluntad igual al n(Imero de dados que quedaba n en la reserva. Al personaje no le queda otro remedio que enfrentarse a sus demonios día a día. Ten en cuenta que un éxito legítimo que se obtenga con esws dados adicionales es tan válido como cualquier otro. 2a 9Ratca be fa Q)estía (2bepto) Esra sencilla Maldición ha llevado a la muerte a más de un miembro de la Casa de Murnau, haciendo que la orden muestre su preocupación por el incremento de casos en los últimos a1íos. Tras adquirir esta Maldición, el inq uisidor desarrolla una serie de deformidades físicas menores (aunque inquietantes) . Las más comu nes son (en orden de rarez a) un tercer pezón, iris marcados de rojo, misteriosos tatuajes de sangre, o un pequetío par de protuberancias óseas sobre las cuencas de los ojos. Es importante recalcar que ninguna de estas anomalías son claramente obvias: muchas pueden explicarse como marcas de naci­ mienro o cicatrices desgraciadas. No hace falta decir que el descubrimiento de estas malformaciones puede causar problemas, por lo que muchos Murnau hacen todo lo pos ible para disfrazarlas o desviar la ate nc ión de ellas, simplemen te como táctica de supervivencia. Algunos l l ega n a recurrir a la mutilación para ocultar estas desgraciadas marcas. Sistema: Además de los pe ligros obvios relacionados con ser un inquisidor en activo con un tercer pezón, los cambios inducidos por esta Maldición (independien t emente de la forma que tome) disminuyen la Apariencia del personaje en 1 (esta penalización solo se aplica si el blanco es capaz de ver o sentir la deformidad). Aunque la mutilación y algunos remedios místicos pueden d1simularla o eliminarla durante cierto tiempo, estas medidas no son definitivas ya que la deformidad acaba reproduciéndose. Esta Maldición puede encontrarse varias veces en un mismo ind ivid uo, ya que un elevado número de Murnau posee esta Maldición repetida varias veces. �nemígo 1)etsona[ (jue3) Tras adquirir esta Maldición, el inquisidor se encuentra sujeto a las maquinaciones de un diablillo sombrío. Este nuevo compañero (conocido como Azote) molesta a la pobre alma noche y día, dándole malos consejos, metiendo las narices en sus asuntos y haciéndole la vida miserable. El Azote de un inquisidor es invisible, insonoro e intangible, no existe para nadie salvo para el inquisidor, y ninguna clase de amenazas o coacciones evitarán que el diablillo se aleje antes de tiempo. No existen dos Azotes idénticos, aunque m uchos suelen adoptar ciertos rasgos del inquisidor al que han sido "asignados". Sistema: El Narrador es libre de hacer que este pequeño terror sea tan molesro e inc!Ímodo como quiera, teniendo en cuenta lo siguiente: en primer lugar, la función del A:ore es la de poner a prueba al inquisidor, no la de ayudarlo, aunque el diablillo no tiene prohibido echarle una mano, la ayuda nunca es gratis. En segundo lugar, el Azote debe abandonar al inquisidor entre las horas que van desde el amanecer hasta el ocaso (puede aparecer y hablar con el inqu isidor en cualquier momento, aunque no puede entrometerse en los asuntos del inquis idor hasta el anochecer). Tras la puesta de Sol, todo vale, por lo que animamos a los Narradores a que sean tan monstruosos como puedan para añadir su granito de arena al disfrute de la historia Y'O al desarrollo de la trama. Los A:otes más comunes suelen medir unos treinta centímetros, poseen rasgos similares a los de los inquisidores y pueden llevar a cabo cualquier acción que el personaje pueda hacer. Estas similitudes no se conservan en los poderes: los Azotes carecen de Bendiciones sagradas. En vez de ello poseen su propia colección de habilidades extrañas, el número de las cuales depende del poder del inquisidor al que están vinculados (el Azote de un erudito poderoso y respetado tiene acceso al un número mayor de pequeños efectO } . Ten en cuenta que ningún Azote (independientemente de lo poderoso que sea) es capa: de causar daño directo a ningún ser vivo. �stígmas Esta colección de aflicciones que han afectado durante décadas a la misteriosa Orden Roja posee la dudosa distinción de representar la genera­ lidad de las Maldiciones de los inquisidores, al menos en lo que re pecta al Rebaño. Cuando los mortales piensan en las "maldiciones" que sufren los sirvientes de Dios de la Inquisición, conjuran imágenes de frentes sangran­ tes, palmas tumefactas y similares. En pocas palabras relacionan los Estigmas (como les llaman) con las heridas y sufrimiento de la pasión de Cri to. En verdad, los Estigmas (como maldición de inquisidores) no suelen encontrarse fuera de la Orden Roja. De hecho, estas aflicciones están tan relacionadas con la orden que muchos ponen en duda su verdadero origen. Algunos creen que estas maldiciones representan la justicia divina, producto de alguna relaci6n oculta que la orden mantie­ ne con el Enemigo. Los Monjes Rojos niegan este hecho y afirman que e l sufrimiento de estas aflicciones es un signo que pone de manifiesto la profundidad de la santidad de la orden (como ocurre con los sanros y los mártires). Al final, pocos pueden poner en duda la exi tencia de estas Maldiciones y meno aún están dispue tos a intercambiar sus desventu· ra por las terribles sentencias pronunciadas sobre los miembros de la orden. A pesar de ello, un número significativo de eruditos ajenos a la orden se preguntan por qué heridas tan parecidas a las de Cristo aparecen con tanta frecuencia en el seno de la orden ... 2mpollas be Q)ergüenaa (2cóHto) círculo de lesiones marca al individuo como alguien inusual (por decir algo), dificultando sus relaciones mientras permanezca visible. Además de ello, las heridas de la cabeza acaban por emitir hilillos de sangre, oscure­ ciendo la visión del inquisidor y aterrorizando a los que les rode an Sistema: A no ser que el personaje se preocupe por ocultar el círculo de heridas (bajo un turbante, por ejemplo}, todas las tiradas Sociales reciben un + 2 a la dificultad debido al efecto inquietante que causan sobre los que le rodean. Además, estas pequeñas heridas se abren cuando el personaje se enfrenta a una derrota espiritual Siempre que e l j u gador falle una tirada en la que ha arriesgado Convicción, las heridas se abren y dejan manar sangre por su frente. Durante el resto de la escena, o hasta que las heridas se cierren (lo que ocurra primero). el personaje sufre un + 2 a la dificultad de todas las tiradas de visión basadas en la Percepción. Si esto ocurre durante el combate, el personaje sufre un -2 a su iniciativa durante el resto de la escena. . . CJJlarcabo por (a [rua (2bepto) Las muñecas (o su palmas en algunos caso ) y los tobillos del inquisidor desarrollan unas cicatrices redondeadas. Estas cicatrices se convierten en heridas abiertas siempre que la moral y la resolución del inquisidor se vean en peligro . Sistema: Siempre que el personaje falle una tirada relacionada con su Virtud Superior primaria, las cuatro cicatrices se abren y comienzan a sangrar con profusión A diferencia de otros Estigmas, este es extremada­ mente doloroso, por lo que el personaje no puede asir objetos o caminar hasta que se cierren las heridas. Cada turno en el que el personaje intente aguantar un objeto (incluso sostener una cruz} o se desplace más rápido que un paso suave, el jugador debe efectuar una tirada de Resistencia + Fe (dificultad 6). En caso de que falle esta tirada, el personaje pierde de forma inmediata un nivel de salud (se considera que el daño es contunden­ te). El efecto persiste durante el resto de la escena o hasta que las heridas se curen (lo que ocurra antes). . El inqu isidor desarrolla una serie de ampol las grotescas por todo el cuerpo, haciendo que el desplazamientO y la ma nipulación de objetos se convierta en una tarea agotadora y dolorosa. Estas ampollas no siguen ninguna secuencia predeterminada, aunque los que desarroUan la Maldi­ ción suelen sufrirlas en las palmas de las manos y en las plantas de sus pies. Algunas revientan y se convierten en heridas purulentas, mientras que otras crecen hasta adquirir dimensiones dolorosas sin ofrecer la mínima tregua a la incomodidad que causan. Sistema: La presencia de esta colección de pústulas influye en la agilidad del personaje, imponiendo una penali:ación de + 1 en todas las tiradas de Destre:a relacionadas con el mo\'imiento rápido o la manipu­ lación cuidadosa. Además de ello, la Apariencia efectiva del personaje decrece en uno en cualquier momento en que estas ampollas sean visibles. �mpafabo por e[ �estíno (3uea) 2aotabo en e[ 3uícío (2cóHto) redunda en pérdidas de niveles de salud adicionales. Tras adquirir esta Maldición, la espalda del inquisidor se convierte en un mosaico de marcas zigzagueantes, como si hubiera sido víctima de una fustigación. Solo el hecho de dejar esta marcas al aire libre alivia a la pobre alma del lacerante dolor que sufre. Sistema: La agonía causada por las cicarrices distrae la atención del personaje, imponiéndole un nivel constante de incomodidad. Cada ve: que el personaje desee realizar un esfuerzo físico (como blandir una espada}, sufre una penalización de -2 a su reserva de dados. El jugador puede realizar una tirada de Re istencia (dificultad 7) para mitigar los efectos del dolor (cada éxito reduce la penalización en !) . Esta tirada se aplica a todas las acciones físicas que se realicen durante el resto de la escena . Esta terrible Maldición, hace que el costado del inquisidor se abra (en una imitación del empalamiento de Cristo) . Esta herida nunca se cierra y sirve como recordatorio constante de los últimos instantes de jesús en la cruz. Como ocurre con el resto de los Estigmas, esta herida sangra de forma lenta pero continua, manchando la ropa del inquisidor y cualquier otra cosa con la que entre en contacto con sangre diluida y acuosa. Sistema: Unavezque esta Maldición está activa, el personaje cae al nivel de salud de Herido mientras que en su costado se abre una herida profunda. Esta pérdida es permanente y no puede curarse con ningún método físico. Las arres místicas (incluyendo cierras Bendiciones) pueden restaurar los niveles de salud perdidos, aunque la herida se reabre cada tarde a las rres en punto. Aunque el flujo es constan te, la sangre posee una naturaleza mística que no Q)ísítacíones Las Hermanas de San Juan son famosas por sus misteriosas visiones y trances. Se les considera como los oráculos y vide ntes de la Inquisición, aunque muchos se preguntan si las Hermanas están expuestas a otras visiones más perturbadoras. Muchos miembros ajenos a la orden conside­ ran que existe una relación causal entre Maldiciones y locura, y que la adquisición de las enigmáticas Maldiciones las conduce de forma inexo­ rable hacia la inestabilidad mental. Aunque esta afirmación puede ser cierta, no es exacta. De hecho, para las Hermanas de San Juan, la locura es una vía de escape de los peores efectos de las aflicciones más temidas. [oronabo por �spínas (2bepto) 2íbro be �el)e(acíones (2cóHto) Al igual que le ocurrió a Cristo en la cru:, el inquisidor posee una serie de pequei'ias heridas punzantes que van desde la frente hasta la nuca. Este Cada noche, mientras el inquisidor duerme, una imagen del Juicio Final llena su mente, eliminando cualquier rastro de paz de su descanso nocturno. Solo su fuerza de voluntad puede conseguir que los efccros de estas visiones no le afecten durante el día. A pesar de la naturaleza de la visión, muchas hermanas consideran que estas visiones son el precio que deben pagar por su rol en el conflicto final contra el Enemigo. Sistema: Cada mañana al despertar, el personaje debe realizar una tirada de Fuerza de Voluntad (dificulrad 6) para determinar lo bien que descansó la noche anterior. Si falla esta tirada, el personaje recibe un modificador a la dificultad de + 3 en todas las tiradas relacionadas con cualquier Atributo Mental que se realicen durante el día. Cada éxito obtenido en la tirada reduce la penalización en 1 (tres éxiros son suficien­ tes para que el inquisidor pueda seguir su vida de forma normal). �( üca5o El ocaso es ese momento del anochecer que marca la transición entre el día y la noche. Es el insranre mágico que se halla entre el final del duro trabajo diario y la entrada al mundo mágico que se halla más allá de lo mundano. El Ocaso simboliza la interconexión de fuerzas que dan poder a la imaginación. Las Hermanas de San Juan usan esta expresión para hacer referencia al breve período de intranquilidad que tiene lugar al anochecer. Para una Hermana, hallarse "en el ocaso" es sinónimo de estar entre dos m undos, un mundo de luz que pierde poder y e substituido por otro de espíritus y sombras. Sistema: Durante el anochecer de cada día de su vida, en el momento en que el sol se hunda bajo el horizonte, el inquisidor puede quedar atrapado en el ocaso. El jugador debe realizar una tirada inme­ diata de Fuerza de Voluntad (dificultad 7 ) . Si tiene éxito, el personaje entra en una especie de trance espiritual en la que su esencia mundana se funde con la de los espíritus. Hasta que haya caído la noche por completo (una hora más o menos), el personaje se encuentra ausente de lo que le rodea, ya que se está concentrado en el mundo de los espíritus. Tan solo el dafio físico le hará volver a la realidad. Es importante recalcar que el Ocaso no es solo un estado mental, sino un cambio de fase sobrenatural. Mientras sus sentidos vagan por el otro mundo, el personaje puede mostrarse receptivo a las comunicacione de los fantasmas. Puede verlos moverse, oír sus griros y comunicarse con ellos (aunque a un nivel empático). Por desgracia, también los espíritus malva­ dos pueden verlo, y cualquiera que quiera hacerle daño puede hacerlo mientras esté atrapado en este estado. Muchas Hermanas carecen de los conocimientos necesarios para resistirse a estos ataques de forma activa. De todas formas, muchas creen que la experiencia supera los riesgos inherentes. Estas Hermanas ven el ocaso no como una Maldición, sino como una bendición del más allá. CJRafbícíón be( �5ctíba (2lbepto) Esta curiosa Maldición conviene al inquisidor en un escriba compul­ sivo, una persona que cae en trances profundos que le hacen escribir simbolos ininteligibles en las paredes, suelos e incluso en su propia piel (lo que tenga a mano) hasta que los espíritus que la poseen dejan de comunicarse a través de su cuerpo. Sistema: Queda a discreción del arrador el lugar y el momento en que el personaje entra en este trance, aunque como norma general, el estado mental del inquisidor juega un papel crucial. Los estados emocio­ nales intensos suelen abrir la mente y el alma del personaje a la voluntad de los espíritus cercanos más fácilmente que cuando se encuentra desarrollando una actividad normal. En aquellos momentos en que la mente está relajada o agitada, los espíritus tienen las mejores probabi­ lidades para establecer las conexiones má fuerte, con el huésped mortal (un personaje sumido en el Ocaso tiene buenas probabilidades). En este instante el Narrador puede pedir al jugador que realice una tirada de Fuerza de Voluntad de dificultad variable (determinada por una combi­ nación de factores que deben tener en cuenta la fuer:a del espíritu intruso). Añada una dificultad de + 2 a esta tirada (hasta un máximo de 1 O) si el personaje se encuentra en un estado Insensible. Si la tirada tiene éxito, el personaje puede decidir detener en trance antes de que comience, escudándose contra la llamada de los espíritus e impidiéndo­ les el acceso a su cuerpo. Si la tirada falla, entra en trance y comien•a a escribir con cualquier material que tenga a mano. Aunque estos trances no son demasiado largos (la mayoría de las veces), no hay forma de detenerlos una vez que se han desencadenado, alvo la de derribar al inquisidor o expulsar al espíritu residente. Q)[o5o(a(ía (2lbepto) Para algunas Hermanas, las conexiones que forjan con el mundo espiritual quedan abiertas, como conversaciones que el oyente ha dejado morir pero despiertan. En casos como estos, el inquisidor se convierte en el transmisor de roda clase de mensajes del otro lado, siendo incapaz de controlar la forma y el lugar donde se ve obligado a comunicarlos. Sistema: Cuando el personaje se encuentre emocionalmente agita­ do, o cuando se encuentre en una wna en que los espíritus sean especialmente activos, el Narrador puede hacer que el jugador realice una tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad variable, ver Maldición del Escriba) . Si el jugador falla esta tirada, el personaje comien•a a balbucear en lenguas antiguas e indescifrables. El personaje pierde toda comciencia de lo que le rodea durante el trance y muchos que contemplan esta escena creen que se encuentra poseído (algo que no está demasiado alejado de la realidad). Estos balbuceos sobrenaturales persisten hasta el final de la escena o hasta que el personaje caiga inconsciente. �íe3mo �5pírítua( C:Sue3) Esta Maldición impone una pe ada carga en los inquisidores en todas las relaciones que entablen con seres sobrenaturales, agotando sus reser· vas espirituales con la intensidad de la comunión. Para aquellas hermanas involucradas en la Lucha, este hechn puede significar una seria pérdida de sus reservas físicas y mentales (pudiendo ocasionar la muerte). Sistema: En cualquier instante en que el per onaje tenga relación con un demonio, fantasma, espiritu o cualquier otra criatura sobrenatu­ ral, ya sea mediante una Bendición o a través de otra Maldición, el jugador debe realizar una tirada de Devoción (dificultad 8) en la que el fallo implica la pérdida de un punto de Fuer:a de Voluntad. Afortuna­ damente, esta tirada (y el gasto asociado) solo debe reali:arse una \·e: por cada criatura con la que se encuentre el inquisidor. Además de lo anterior, esta tirada solo debe hacerse si existe un contacto directo con la abominación, debe tocarla o estar afectada por ella de alguna forma (o vice\·ersa) en el transcurso del encuentro. Este ga�to dura una escena. Si por casualidad se encontrara con otra abominación en la escena siguiente, el jugador debería repetir la tirada. Y si por algún motivo no pudiera gastar el punto de Fuerza de Voluntad, el personaje debería entregar un trozo de su propia esencia vital para completar la conexión, repercutiendo en la pérdida de un ni\·el de salud (�e considera que es daño contundente, aunque no puede absorberse). 9to tengo tiempo para Ser SutiL Los dosjóvenes, ríen y se revuelcan sobre la hierba, aunque deben entregarse a mí. Vuelo porencirna de ellos; mis alas me provocan dolor, el hmnbre de mi interior aúlla para que devore sus almas. Podría hacerlos míos y dejMios vivir. Ambos son lo suficientemente mayores como para que tomen sus propias decisiones, e incluso si se ne�aran a ello, el chico está maduro (y presiento que b chica está suficientemente cerca de ello) y posee plena consciencia de su alma. Sin embargo, carezco de b energía necesaria para asumir una fcm11 a que no les horrorice. Comienzo a descender mientras la joven se pone boc1 at-riba y deja que el chico levante su falda. De pronto si�nto la necesidad de apresurarme. Tengo muc:·utrabajo c_é ;·,:c.cer una vez me haya alimentado. Necesito encontrar otro huésped, ya que tuve que s���;;·:tkm ,,,; :: ;irn cuerpo p�wa escapar de ese inquisidor maldito (Fray Giordano Nicola d'Arzenb, no creas que te he olvidado. No pude hacerte frente en inferiorid�1d numérica, no estando tan cerca el amanecer). Incluso los demonios temen el acero de la espada. Incluso los demonios pueden morir. Considero la posibilidad de esperar a que acaben, pero me decido por lo contmrio. El joven, encima de la mujet; mueve su cadera hacia adelante y veo como el rostro de la joven cmnbia rnientms b sangre virginal mancha su vestido. Ya no es una niña. En este momento su sangre cambia, su sabor cambia, su propia alma cambia. Eljoven también cambia, aunque b transmutación no es tan pronunciada en el caso de los hornbres. Los hombres no asumen ninguna Célt�a cuando participéln en un acto de amor por primera vez, las mujeres sí lo hacen. Y recuerdan, recuerdan el dolot; el amor y la élr'loranza, los recuerdan toda su vida. El prirner gmante de una mujer deja su impronta para siempre. La joven es af()ttunadr,, su primer 8manb� es amable, aunque un poco torpe. Su buena suerte no va a suponer ninguna diferencin. Caigo en picado y alejo al joven del abrazo de su amada. Mis colmillos se hunden en su cráneo m � tes de que sea <?onscientede lo que ocurre. La mujer comienza agritat: lntentn rezat; pero no puede encontrar bs palabms. Todavía sangra li,�eramente y puedo oler su olor; puedo sentirlo incluso mientras la esencia vital del joven fluye por mi <�arganta. Hace tanto tiempo que no me he alimentado de una virgen. Si fuera humano, la situación me excitaría. La sensación de hambre no es tan diferente, sensación que sí puedo sentir. Dejo caer el cadáver del joven y me limpio su preciosa sangre de mi boca. Mañana alguien encontrará sus cuerpos (espero que sea el propio fray Giord8no en su regreso hacia Compostela, el bastardo engreído ¿Peregrinos? Desconocen la verdad). Me incorporo mientms la mujer sigue chillnndo. Me pregunto cómo nlteraría este hecho a sus percep­ ciones futuras de amor y lujlwia si la dejara vivir. La respuesta no importa demasiado, pues no vivirá. cRpícaco sera: NRRRJ�CION , Si toda la Tierra fuera papel y el mar tinta, no habría cantidad suficiente para que pudiera poner por escrito todo lo que siente mi pobre corazón. -John Lily También esperamos que tú estés replero de ideas. Habiendo llegado casi al final de Edad Oscura: Inquisidor, estás casi preparado para iniciar junto a rus jugadores un camino que os llevará hasta las catacumbas, los palacios y lo:; valles ocu ltos de la Europa medieval. Armados con espadas y cruces, Bendiciones y Convicc ión (y azotados por visiones de pesadilla, intolerancia fanática, un corazón insensible y dudas heréticas), sus personajes están preparados para liderar la confrontación contra los Cainitas y otros demonios, explorando las profundidades de terror que se esconden tras la noche. Reunidos en una mesa, con las hojas de personaje y los dados a punto, y una pizza en camino, lo:; jugadores te miran con ojos expectantes ... <Y ahora qué? Este capítulo ayuda a responde r a esra pregunta. Contiene consejos para el Narrador sobre como crear nuevas historias centradas en la Inquisición y provee herramientas para ayudarte a crear tramas excitantes. Comienza con un enfoque general sobre los papeles del 1arrador y los jugadores, desplazándose hacia temas y técnicas útiles para construir una crónica y el arte de narrar un juego de terror a escala humana. Para finalizar, contiene tres ideas que pueden servir de ejemplos para dar el pistoletazo de salida a tus crónicas. Utiliza estas herramientas con sabiduría, ya que de esta forma podrás dar a t�s jugadores las herramientas necesarias para crear una crónica que no solo sea entretenida, sino que pueda ser recordada con añoranza una vez que haya finalizado. �íerra firme Todas las estructuras estables necesitan unos cimientos sólidos, y lo mismo puede aplicarse al caso de una crónica de Edad Oscura: Inquisidor. Los Narradores deberían reflexionar sobre las funciones básicas del Narrador, de sus jugadores y de todas esas cosas que hacen que la creación Je una historia compartida sea un hecho especial y no una sarta Je tiradas de dados. (t[ :Jlarrabor El Narrador posee una serie de papeles clave en el juego. Mientras que los jugadores solo deben tener en cuenta sus personajes, el Narrador debe cuidar de todo el mundo que les rodea. Al principio puede parecer una tarea ingente (asumir el papel de los cinco sentidos de los personajes, el intérprete de la realidad física de la crónica y la voz de cualquier ser con el que se encuentren), aunque si se rompe en sus partes constitutivas, el desafío se convierte en algo menos terrorífico y más excitante. Dar vida a cualquier ser con que los personajes se encuentren en la crónica es una de las grandes recompensas de la narración. Cambia tu voz, utiliza una frase propia, o acuña un gesto característico (un solo cambio suele ser suficiente) y podrás dotar cualquier encuentro de realidad y profundidad, desde el minero del pueblo hasta el antiguo Lasombra. Esta es la parte donde la narración ofrece más recompensas al Narrador, el momento en que puede participar en la historia de forma directa y unirse al juego. Los diálogos entre el grupo de personajes y los personajes del Narrador contribuyen a que los jugadores se sumerjan en la historia y les ayuda a ver a los personajes con los que interactúan como seres independientes en vez de como "personajes del Narrador". Si estos personajes pueden contagiar un sentimiento de realidad a los jugadores, cualquier cosa que les ocurra podrá generar una respuesta y contribuir a motivarlos (algo que como Narrador deseas que ocurra). El Narrador también es la ventana de los jugadores al mundo de la crónica. Describe lo que ven, huelen y tocan: el olor del moho en una pared de la iglesia, de un cadáver putrefacto o el chisporroteo de las llamas de las antorchas que lo iluminan. Es la responsabilidad del Narrador comunicar esta información a los jugadores de tal forma que puedan sumergirse en el mundo que les rodea. En Edad Oscura: Inquisidor, el Narrador debe describir el mundo en que viven los personajes manteniendo la sensación de misterio que debe estar presente en la noche medieval. En cierto sentido, el Narrador es omnipotente, ya que determina las leyes físicas y metafísicas del mundo de los personajes. iEI fuego destruirá a los vampiros de forma inmediata o dependerá de una tirada de dados modificada por las habilidades de los personajes ? iSon las visiones de las Hermanas de San Juan un producto de la Visión Sagrada o el preludio de la locura? Al establecer las reglas, el Narrador decide qué es "real". Lo mismo ocurre con las reglas que se establezcan durante el juego. El Narrador debe ser consistente y justo en sus decisiones, ya que puede hacer que los jugadores crean que carece de interés de crear una crónica en torno a sus personajes. Para finalizar, el Narrador debe ser autor y arquitecto. Ha de dirigir el transcurso de la crónica y crear las tramas de los personajes que controla, sus motivaciones y sus miedos. El Narrador construye la secuencia de eventos de la crónica y define su meta a largo plazo. Puede que en algún momento se sienta impulsaJo a obligar a que los jugadores se amolden a su trama, aunque debería resistir la tentación. Si los jugadores idean un método brillante para destruir al Matusalén Baali que el Narrador no ha tenido en cuenta, deja que funcione. Si obligas a tus jugadores a que se muevan por una senda predeterminada, puedes hacer que se sientan insignificantes (cuando ellos deben ser la parte importante de la historia). Para resumir, además de definir la dirección global de la crónica, el Narrador debe desarrollar el sentido del equilibrio necesario para poder relatar los hechos necesarios permitiendo que los jugadores participen en ellos. Si pones en práctica los consejos de este capítulo, habrás iniciado tu camino con buen pie. (t[ grupo Escucha lo que te dicen, tenlos en cuenta cuando diseñes una crónica. Al final, el propósito de una sesión de Edad Oscura: Inquisidor es que todo el mundo se divierta participando en una historia memurable. Si todo lo que hacen los jugadores es tomar parte en tu gran drama sin contribuciones propias, decidirán que hubiera sido mejor quedarse en casa y ver una película. Los jugadores se reúnen para poder satisfacer sus necesidades, ya sean explorar un lugar terrorífico, resolver enigmas o disfrutar tomando parte en la creación de una historia excitante. Parte de tu trabajo consiste en reconocer estas necesidades y satisfacerlas (al menos parcialmente). Sin embargo, darles todo lo que piden podría hacer que las cosas fueran demasiado fáciles. Las crónicas que carecen de desafíos son aburridas y si los personajes no se enfrentan al riesgo de la derrota, su victoria carece de sentido. iQué hubiera pasado si el líder de la Curia Escarlata se hubiera rendido sin luchar y hubiera entregado los nombres de todos los vampiros a Roma? El juego se volverá aburrido y el Narrador deberá incrementar la recompensa para mantener el interés de los jugadores. Esta situación no podrá durar eternamente, ya que los jugadores perderán el interés tras haber derrotado a su quincuagésimo Matusalén y querrán jugar a otra cosa. Por este motivo te aconsejamos que les des lo que piden, pero haz que trabajen para conseguirlo. Recuerda, los enemigos de la Inquisición hacen todo lo posible por evitar la estaca o la pira. Los herejes mortales mienten, se rebelan o huyen mientras que los Cainitas y sus ghouls hacen todo lo posible para continuar existiendo. Aprovechan cualquier oportunidad que se les ofrece para perjudicar a los inquisidores. Usan chantaje, seducción, corrupción, influencia política y violencia física para derrotar a los personajes. Utiliza todos los obstáculos posibles para detener al grupo (aunque estos obstáculos no han de ser insuperables). Aquellos inquisidores neófitos que se enfrentan a un vampiro antiguo deberían tener pocas probabilidades de éxito. Debes encontrar el punto intermedio entre el desafío y los premios para conseguir la mejor recompensa que un Narrador puede esperar: un grupo ansioso por volver a jugar. Un relato bíen narrabo En una crónica de Edad Oscura: Inquisidor, el Narrador y el grupo de jugadores se reúnen para crear una historia. ComoNarrador, puedes incorpo­ rar una serie de temas y símbolos universales para dotarla de profundidad y textura. Selecciona los dramas de la vida cotidiana y utilízalos para incremen­ tar la credibilidad de tus tramas y personajes. El cátaro que la inquisición está interrogando en el pueblo podría no ser otra cosa que un escudero que confiesa y es ejecutado, o podrías dedicar cierto tiempo para pensar qué le llevó a transformarse en hereje. iEstaba disgustado por la corrupción de los sacerdotes locales? iAcaso uno de ellos mostró lujuria por su mujer? iO acaso fue la fe el factor que motivó su vinculación a la herejía? El ejecutivo moderno que engaña a los accionistas y roba a la compañía puede servir como modelo para un obispo que utiliza su puesto para enriquecerse. Utiliza lo que ves a tu alrededor y darás a tus jugadores algo a lo que engancharse, algo que les ayuda a comprenJer el extraño munJo que les estás mostrando. Aprovecha las tramas inmortales de la mitología y los grandes dramas. Estas historias han perJuraJo hasta nuestros oías porque ilustran remas que todos sabemos (o queremos creer) que son ciertos. La vergüenza de Edipo, el amor más allá de la muerte que lsis sentía por Osiris, la ceguera a la predicción del desastre que hizo que los troyanos ignoraran a Casandra, la ambición desmedida de Lady Macbeth, estos y otros temas míticos están a tu disposición, utilízalos para dar substancia a tus crónicas. iAcaso el superior del personaje de la Orden de San Teodosio es víctima de un orgullo que le empuja a sumergirse en secretos oscuros con la esperanza de detener a los hombres lobo? iEI príncipe de Ancona es presa de unos celos dignos de Orelo y piensa que su amante ha sido seducido por un sacerdote de la Herejía Cainita? iEstá dispuesto a arriesgarse a contactar con la Inquisición para exponer a sus enemigos y recuperar el objeto de su deseo? El uso de temas clásicos provenientes de relatos míticos puede convertir tu crónica en algo memorable. [róníca El diseño de una crónica de Edad Oscura: Inquisidor puede parecer a primera vista una tarea ingente. iPor dónde empezar? /Hasta dónde debes detallar? iSe trata de una crónica relacionada con grandes tramas que transcurren a lo largo de varios años o cubren los sucesos acontecidos en una baronía durante la Navidad? iLos personajes dedicarán sus esfuerzos a erradicar la amenaza demoníaca o también deberán enfrentarse a proble­ mas más mundanos? iQué harás para mantener el ambiente de la historia durante varias sesiones? El hecho de pensar en todas estas preguntas puede marear a más de un Narrador. El material que incluimos a continuación fracciona la tarea de crear una crónica en trozos más digeribles e incluye consejos para ayudarte a recorrer el camino correcto. c,prímeras consíberacíones Antes de que cojas papel y lápiz o pongas tus dedos sobre el teclado, antes de decidir si el conde Vorlaches un hombre lobo o si el tema principal de tu crónica girará en torno de la fe religiosa, debes tener en cuenta ciertos aspectos básicos. Encárgate de ellos antes de entrar en de ralles y el resto de las rareas serán mucho más sencillas. .Pab(a con (os jugabores Las crónicas medievales tratan de remas que pueden generar reacciones intensas en los jugadores: religión, racismo, sexualidad, historia y política. Todos estos temas pueden herir su sensibilidad. Piensa en ideas queridas y en como reaccionarías si fueran puestas en duda o alguien hiciera un comentario irónico sobre ellas. <Alguien hizo un chiste de mal gusto sobre los homosexua­ les sin saber que uno de tus familiares más querido era homosexual? iTe pusiste a la defensiva? iO acaso fuiste tú el que conrasre un chiste de italianos desconociendo que una de las mujeres que te escuchaban tenía ascendencia italiana? iAcaso su reacción desmedida te irritó? Al centrar la crónica en mortales, así como en sus creencias y sus instituciones Edad Oscura: Inquisidor posee el potencial de tratar temas sensibles. Por su naturaleza como juego narrativo de terror, está relacionado con la corrupción, la banalidad y los secretos oscuros de ideales en los que creemos. Para poder tener éxito al inspirar horror en los jugadores, debe corromper algo en lo que crean. La investigación de un rumor sobre un culto de herejes en Marsella puede hacer que un Murnau descubra que los nifios de la calle son violados como parte del rito de iniciación al culto. iQué pasaría si uno de los jugadores hubiera sido víctima de abusos durante la infancia? Un Caballero de Acre que asiste a una misa en Zurich descubre que el cáliz está lleno con sangre y que el sacerdote predica que Cristo era un vampiro. iQué pasaría si el jugador en cuestión fuera un católico devoro� Una crónica de horror necesita la colaboración y el consentimiento de todos los jugadores para que pueda funcionar. Charla con ellos anres de diseiiar la historia. Descubre cuales son sus límites. A algunos no les importará, están aquí para explorar las fronteras de la oscuridad, para sentir la adrenalina cuando deban enfrentarse contra algo peligroso o malvado. Los detalles incrementan sus sensaciones, ya que el recurso dramático les da la oportunidad para luchar contra él o sentirse tentados. Con jugadores como esros, es probable que puedas utilizar elementos de horror gráfico en la crónica. Con otros, sin embargo, quizá la mayoría, e xisten líneas que no debes cruzar. Para esta gente, la mejor clase de horror es la que se da por supuesto. Las sombras en la pared mientras Be!a Lugosi desuella vivo a Boris Karloff en El Gato Negro son suficientes para ellos, no necesitan contemplar la vivisección real. Este es el motivo por el que el Narrador debe hablar con los jugadores, para averiguar sus niveles de comodidad, los temas que debe tocar de forma indirecta o no tocar en absoluto. Esta charla puede servir para evitar más de una tarde desastrosa. Existe otro motivo para hablar con tus jugadores. Puede que tengas en mente una crónica relacionada con una larga y sutil investigación de un culro diabólico centrada en España. El combate será raro, ya que predominarán las negociaciones y las pruebas de fe religiosa. El día en que el juego comienza te encuentras con los personajes por primera vez: tus jugadores han creado máquinas de combate preparadas para empalar cualquier cosa que se mueva. Malo. Tómare el tiempo necesario para averiguar la clase de crónica que esperan tus jugadores. iQué clase de personajes y qué tramas prefieren? Asegúrate de aiiadir estos elementos a ru crónica. Si aún deseas explorar los remas que tenías en mente, sugiere cambios en los personajes para que no estén fuera de lugar. Una entrevista con los jugadores te ayudará a diseñar una crónica al gusto de todos: tanto para ti como para el grupo. arcance: 2ugar, tíempo y pobet Antes de comenzar la crónica, necesitas definir su alcance. iEn qué zona geográfica se desarrollará? /Cuánto tiempo pasará hasta que llegue a su desenlace, si es que lo hace? i Los personajes deberán enfrentarse con seres de poder mediocre (ghouls, herejes y Cainitas débiles) o formarán parte de los miembros más poderosos de sus órdenes y deberán arrapar a un Matusalén Lasombra en su madriguera� Las respuestas a estas preguntas dependen enteramente del Narrador, por lo que deberías ser capaz de responderlas antes de comenzar a trabajar. Cada opción posee sus beneficios y sus rasgos únicos . Si re stringes tu crónica a una pequeña zona geográfica podrás diseñar el escenario con más detalle, personalizando a cada uno de los habitantes, tanto morrales como sobrenaturales y aprovechando la ventaja de la historia y las leyendas. Los jugadores se interesarán en el escenario debtdo al hecho de que sus personajes están unidos a él. El t arrador es capaz de establecer una intrincada red de relaciones y los jugadores tendrán la ocasión de conocer esta esquina de la Europa medieval con gran detalle. En esta clase de crónicas, la iglesia local resulta un lugar más apropiado que la gran catedral, mientras que la casa en la que mora una familia noble arruinada da más juego que un gran palacio sembrado de monstruos. Por otro lado, las crónicas de gran altura incrementan su dramatismo gracias a la variedad de escenarios en que se desarrollan. Una historia que traslada a los personajes desde las calles aromatizadas por especia de Jerusalén hasta las tierras altas de Escocia en busca del Santo Grial es memorable debido a la gran variedad de imágenes que conjura. Estos lugares son apropiados para crónicas que tratan remas o tramas ambicio­ sas, ya que el Narrador debe perfilar cada lugar con trazos poco definidos. Cualquier rema épico, desde la recuperación de una reliquia sagrada hasta la redención del alma de la Iglesia mediante el desenmascaramiento de la Herejía Cainita, es apropiado para estos escenarios. El Narrador también debería rener en cuenta la escala temporal de su crónica. Una historia centrada en una estación o en varios años funciona bien en una crónica que se desarrolla en una zona limitada, ya que la delimitación de lugar y tiempo incrementa la tensión con rapidez. Como ocurre en toda historia corta, las tramas laterales y las distracciones se reducen al mínimo y el relaro alcanza su clímax en poco tiempo. Las crónicas limitada�·a- un corto espacio de tiempo deberían carecer de distracciones, aunque las que abarcan un período de algunos at1os deberían poseer algunas para incrementar la variedad y la complejidad. El desenlace debería ayudar a atar cabos sueltos y dar lugar a un resultado definitivo, ya sea éxito o fracaso. Las crónicas con final abierto carecen de un destino preestablecido. Se amoldan a la evolución de los personajes, sus éxitos y sus fracasos, sus victorias y sus tragedias, a lo largo de años o décadas. Aunque los personajes pueden cumplir objetivos importantes (o fracasar en ellos), el juego no tiene final. Los nuevos personajes reemplazan a aquellos que han muerto o se han retirado, mientras que enemigos más poderosos llenan los huecos dejados por los que han sido derrotados. Aunque una crónica con final abierto permite el desarrollo de reacciones complejas, tramas y relatos secundarios, un Narrador sabio tendrá siempre un clímax a mano para evitar que el juego desencadene en aburrimiento y "más de lo mismo". El alcance del poder merece una consideración especial enEdad Oscura: Inquisidor. Es probable que los Narradores con poca experiencia estén ansiosos por lanzar los monstruos mayores y más aterradores contra los personajes por el simple hecho de que son los más interesantes. Recuerda que a pesar de sus poderes sagrados, a pesar de su Fe Verdadera y de su Convicción, los personajes son unos simples mortales en un mundo repleto de depredadores. Haz que el poder de los enemigos vaya evolucionando de tal forma que al principio creen desafíos difíciles de superar, pero no insuperables. Confonne los inquisidores se sientan más cómodos en su papel, aumenta el poder. �nfoque Deja a un lado todas las ideas de ru crónica. Olvida las tramas y las intrigas, ignora las cuestiones referentes a alcance, no pienses siquiera en cómo diseñarías al cardenal ghoul. Pregúntate: iDe qué trata la crónica? iCuál es su enfoque? No se trata de cazar a las criaturas de la noche, ni versa sobre historias ocu ltas relacionadas con la corrupción en Roma. El enfoque de la crónica no es a lgo que puedas crear. El enfoque consiste en la gente, tanto imaginaria como real. La crónica que diserias y compartes con tus jugadores (y en la que ellos par ticipan) versa sobre ellos y sus personajes, todo lo demás es secundario. El punto fuerte de la historia debería centrarse en los perso­ najes. Cuando el príncipe Cainita de León se siente amenazado por los personajes, sus reacciones deberían influenciar en ellos y poner de mani­ fiesto su posición central. Las historias deberían aprovechar sus fortalezas y debilidades, así como los ganchos de sus Trasfondos. No les conviertas en simples observadores de las hazañas de los personajes del Narrador: si el Conde de Champagne convoca un juicio para dilucidar casos de brujería, ha: que los personajes participen de forma activa en él. Si todo lo que los personajes hacen es observar como el resto hace cosas interesan­ tes mientras se encargan de los caballos, la crónica no será longeva. Los jugadores y sus personajes son el centro del juego. Los personajes ocupan el centro del escenario de la Eu ropa Medieval mientras que los jugadores son el centro de la sala de juegos . Aunque tu cargo es el de "Narrador", no intentes arrebatarle protagonismo y no dejes que tu personajes eclipsen a los suyos. Aunque hayas creado un poderoso perso­ naje Murnau que es importante para la historia, no dejes que haga creer a los jugadores que sus personajes son superfluos, déj ales realizar propues­ tas y ponerlas en práctica. No hagas que tus personajes sean tan poderosos y competentes que hagan que los jugadores comiencen a preguntarse por el papel de sus per onajes. Comparte el escenario con rus jugadores, aprende a dejar a tus personajes en segundo plano y tu crónica prosperará. de peligros mucho peores que la herejía y los sacerdote> pecaminosos. Cuando la Herejía Cainita corrompe una diócesis, la Inquisición en la sombra debe suprimir el conocimiento de la verdad. Cuando los conflictos entre los magos de las Casas Herméticas salen a la luz y corrompen almas que solo pertenecen a Dios, lo inquisidores no solo deben proteger a los inocentes, sino que deben hacer todo lo posible para de truir la amena:a. Existe un precio que hay que pagar por ser una especie de héroe de acción medieval. Como parte de una orden, los inq uisidores poseen deberes y responsabilidades que les obligan a poner en peligro sus vidas y sus almas para defender a la Iglesia y su rebm'to, perdiéndolo todo si es necesario. Los Caballeros de Acre pueden morir defendiendo una capilla de los hombres lobo o las Hermanas de San Juan pueden volverse locas buscando la respuesta a misterios que se ocultan tras una capi lla de la Herejía Cainita. Incluso si las probabilidades son desastrosas, su deber está claro: deben proteger y defender sin importar el coste. Las crónicas centradas en el tema del defensor enfrentan a los personajes con situaciones en las que cumplir con su cometido tiene un precio y en las que deben sacrificarse para proteger al prójimo. Al igual que ocurre con la policía de nuestra época, sus método; pueden llevarles a ser odiados por los que protegen. i Por qué ocurre esro? Piensa en los enemigos a los que debe enfrentarse la Inquisición: vampiros, hombres lobo, hechi­ ceros, hadas y demonios (y sus aliados morrales). Un inquisidor puede convencerse de que debe utilizar métodos implacable contra enemigos implacables: juicios secretos, convertir a amigos íntimos en espías y en caso extremo, ejecuciones sumarias. Aunque la amena:a del Enemigo podría j us tificar estas medidas, personas inocentes podrían llegar a des­ confiar de los inquisidores por temor a verse envueltas en la trama. Los inquisidores puede n cometer errores cegados por su celo por la obra de Dios y endurecer sus corazones hacia los hijos de Dios. 2a e[ección be[ �íab[o Si deseamos que las historias que narramos sean algo más que una serie de encuentros carentes de significado, debemos usar algo que les dé sentido, algo parecido a la salsa que da sabor a un plato. Un rema es un aspecto genérico, una idea específica que permanece omnipresente en la crónica. Esta idea otorga un sentido de unidad a cualquier suceso. Los temas funcionan mejor cuando se usan de forma sutil y dejando que los jugadores descubran su significado y extraigan sus propias conclusiones. Una de las ventajas de los Lemas es que permiLen mantener cierto control sobre la crónica y su dirección sin recurrir a la dictadura. Los temas no son difíciles de imaginar. Simplemente debes mirar al mundo que te rodea y preguntarte por la idea común que puede existir en distintos sucesos. La mente medieval veía pautas en cualquier cosa, incluso en lo que hoy en día definiríamos corno azar. Puede utilizar este hecho para dotar tus crónicas de significado y consistencia. Muchos de los temas apropiados en otros juegos deEdad Oscura son adecuados paraEdad Oscura: Inquisidor. i El poder lleva a la corrupción? iCuando el poder te aparra del resto de los mortales, continúas siendo humano o comienzas a ver a tus ex-compañeros como ganado? iLa fe puede servir para alejarse de la tentación? Existen miles de temas que pueden usarse enEdad Oscura: Inquisidor, aunque existe un pui'iado que son especialmente adecuados. Échales un vistazo y úsalos como mejor Le convenga para crear una narraciún compleja. Cualquie r acto de nuestra v ida implica una elección. Somos tes Ligos de un robo callejero : i lntervenimos o seguimos andando? El semáforo se pone en ámbar cuando nos acercamos al cruce: !Frenarnos o aceleramos para pasar, arriesgándonos a un accidente? Esta abundancia de decisiones hace que la elección sea una herramienta apropiada para el Narrador. Los inqu isidores se enfrentan a la necesidad de elegir en cada momento de su vida, aunque sus elecciones son más importante debido al poder que poseen. Un inquisidor puede presentar cargo en una corte eclesiástica contra cualquiera si cree que las pruebas son concluyente , arruinando vidas incluso si el acusado es declarado inocente. iCómo usaran los personajes sus opciones? iUtili:arán su poder de forma respon­ sable y comedida o abusarán de él, arriesgándose a asumir un papel que pertenece a Dios1 iQué elecciones realizan en sus relaciones con la Iglesia y con sus compaf'ieros de la Inquisición? iCooperan de forma entusiasta, a u miendo su incomod idad por el bien común, o se rebelan contra lo que consideran como un abuso de poder1 Cuando se encuentran con un vampiro cristiano, iqué elecciones toman? El papel especial de l inqu isidor evoca una clccciún c;,pccial : La "elección del Diablo", donde no existe ninguna alternativa deseable pero en la que se Jebe elegir una opción. Una crónica que se desarrolle alrededor de esta elección enfrentará a los inquisidores con la posibilidad de destruir algo querido para conseguir un bien mayor. El exterminio de una parroquial local de dualistas adoradores de un vampiro podría dejar huérfanos un gran número de niños inocentes. El rc:.cate de una reliquia de manos de un T:imisce podría implicar condenar a un pueblo a la destrucción cuando los Monstruos se venguen de este acto. Deja que los jugadores elijan y afronten las consecuencias. �efensores be [a fe y [os fíe[es [onfían3a y traícíón �ema Murnau, Ojos de Dios, Hermanos Rojos, Hermanas de San Juan y Caballeros de Acre; cinco órdenes diferentes bajo el manto de la Inquisi­ ción en la sombra. Son los ejércitos secretos que defienden a la cristiandad La confianza es un tema muy poderoso, así como el contrapunto de la traición. Piensa en tu vida diaria y en la gente en la que confías: la oficina de correos entrega rus cartas a tiempo, el doctor hace un diagnóstico adecuado y el sacerdote mantiene el secreto de confesión. Ahora piensa en la confian:a que tú comunicas y dale la vuelta iQué ocurre cuando se conviene en traición? iCuáles son ws actos y tus sentimientos cuando descubres que tu amame ha sido infiel o que un compañero en que confiabas pregona el odio que sientes por tu jefe? Los inquisidores se relacionan con la confianza a todos los niveles. Incluso ellos necesitan alguien en que confiar. Saben demasiadas cosas sobre la corrupción que devora Europa y este hecho pesa como una losa en sus almas, pero ipueden confiar en sus confesores? Los personajes pueden cre ar informes para sus superiores, pero ipueden estar seguros de que el funciona­ rio de Roma que manipula la infom1ación no estú aliado con el Enemigo? Incluso el resto de personajes pueden ser objeto de confianz a y traición. La confianza es una vía de doble sentido, y l os que rodean al personaje también pueden sentirse preocupados por la posibilidad de traición. Las crónicas que se centran en el tema de la confian:a y la traición ponen énfasis en las relaciones entre los personajes y sus redes de con tactos en el mundo de la crónica. Enfréntalos a situaciones en las que deban ponerse en peligro confiando en otros, o haya alguien que se ponga en el punto de mira al confiar en el personaje. Cuando el personaje del Narrador cometa un acto de traición, asegúrate de que exista un motivo para ello, de tal forma que la pérdida de confianza sea más pungente. o olvides la deliciosa incertidumbre que aparece cuando se desconoce si alguien te traicionará. Esta tensión debería ser un tema presente en toda la crónica. Los inqu isidores no viven en nuestro mundo moderno. Cielo e 1nfierno, Dios y Diablo, demonios y ángeles; todas estas cosas son reales para un habitante europeo del siglo XIII. I ncluso si alguien no es testigo de experiencias directas, está convencido de su existencia. Los morrales europeos confían en que Dios les protegerá contra las criaturas del Infierno. Para los inquisidores y ciertos individuos santos, la fe puede convertirse en una fuerza que les otorgue una prueba tangible de la existencia del Cielo al derrotar a los sirvientes del Diablo. Una crónica centrada en el tema de la fe la pondrá a prueba a la menor oportunidad. Los inquisidores deberían ver y oír cosas que pongan a prueba sus creencias y les hagan dudar. iEl sacerdote local ha cometido incesto con su sobrina? iLos cátaros parecen más cristianos que cualquier clérigo católico de la :ona? iHan obrado milagros que solo pueden circunscribirse a una intervención divina? /Hasta dónde puede un inquisidor dar crédiro a los preceptos de la fe cuando lo que le rodea contribuye a confundirle? Lo remas de fe son útiles en crónicas relacionadas con cualquier orden inquisitorial. Un Caballero de Acre puede tener que enfrentarse a un gran número de enemigos en solitario, mientras que u n Murnau puede dudar de que él, como portador de sangre mancillada, tenga esperanza de salvarse. Un Hermano Rojo puede encontrarse que las nuevas revelado· nes socavan su fe en la verdad de los Evangelios, mientras que una Hermana de San Juan puede preguntarse por qué si Dios es amable le envía esas horribles visiones. Incluso un miembro del Oculi Dei puede ver como su fe se pone a prueba por las horribles cosas que debe contemplar, sucesos que Dios permite que existan. La pruebas de fe deberían ser sutiles. Después de todo, nos condenamos por la acumulaci6n de pequeños pecados. Las palabras susurradas por un contacto sombrío que afirma conocer verdades ocultas pueden ser tan efecti· vas como ver un grupo de obispos romando parte en el Penteco tés Rojo. <Separación Los inquisidores son una ra:a aparte. Aquellos a los que deben proteger se resienten de su presencia por las preguntas que hacen, les temen por el poder que poseen y les odian por su capacidad para condenar basándose en pruebas secretas (o en ninguna en absoluro). Aunque forman parte de la sociedad europea, viven alienados. Los rumores afirman que tratan con monstruos y que ponen e n riesgo su ;1lma aprendiendo conocimientos infernales, hecho que hace que hasta sus familias los desprecien. Están en guerra contra los esclavos del Enemigo, pero son tratados con recelo por los suyos (incluso por la Iglesia a la que sirven). iQué efecto tiene rodo esto sobre el inquisidor? Un cardenal puede marcharse a casa con su familia, pero iqué familia dará la bienvenida a un Hermano Rojo, un ser cuyos estudio están repletos de blasfemias? Las crónicas que pongan énfasis en el tema de la separación deben aprovechar estos sentimie ntos. Los miembros de la Inquisición no suelen ser tolerados en ninguna parte, por lo que la interacción con personajes del Narrador ajenos a la organización debería reflejar este hecho. iCómo reacciona el inquisidor al ver el miedo en los ojos de sus propios familiares? iCon resentimiento? Después de todo, es tá haciendo el trabajo de Dios y arriesga su vida y su alma. iCómo pod rá conseguir romper la barrera del miedo que le separa del resto de los católicos? iAcaso interiorizará estos sentimientos, aceptando su naturaleza y uniéndose con el resto de inqu isidores, pensando que es superior a los simples mortales? 2lmbíente Mientras que el tema provee de sentido interno a tu crónica, el ambiente es la personalidad que muestra al mundo exterior. De igual forma que la elección de ropas y joyería revela la personalidad del portador, el ambiente no solo refleja el tema, sino que lo hace de una forma determinada. Una crónica que ilustre los temas de confian:a y amistad en una atmósfera de peligro físico tendrá un entorno muy distinto al de otra que los enmascare en un ambiente de espiritualidad. Aunque los temas suelen permanecer constantes a lo largo de la crónica, el ambiente puede variar tantas veces como el Narrador desee. Se trata de una herramienta útil para el Narrador, ya que le ayuda a introducir a los jugadores en una escena sin que deba explicarles cómo deben comportarse sus personajes. El hecho de modificar el ambiente también ayuda a refrescar la crónica, dándole una sensac ión de evolución en la que la acción puede seguir a la investigación o usando el humor negro como contrapunto a un encuentro letal. A pesar de todo, te aconsejamos que no cambies el ambiente con demasiada frecuencia, ya que impedirás que los jugadores se sientan cómodos con la hisroria. El mejor ambiente es el que se define de forma indirecta. Alude a él en las conversaciones de los personajes del larrador o en la descripción de una escena. No describas a los jugadores lo que sienten sus personajes, deja que lleguen a sus propias conclusiones a partir de las pistas. En vez de contarles: "La iglesia está en ruinas, hecho que hace que vuestros perso· najes se depriman", diles "las brechas se abren en el tejado como agujeros en carne pútrida, permitiendo que la lluvia empape y pudra lo que amaño fue la casa de Dios". No necesitarán demasiado tiempo para contagiarse del ambiente triste que les rodea. A continuación incluimos alg1,1nos ambientes para que puedas incorporarlos a tu bolsa de recursos. 2lccíón besenftenaba Saltas de tejado en tejado bajo la densa lluvia con la esperanza de que las tejas no se suelten antes de que puedas atrapar al monstruo; espadas desenvainadas resuenan en un enfrentamiento en el palacio Laterano para mantener al Papa a salvo; un asalto arriesgado contra el castillo de un conde Tremere intenta detener un ritual antes de que libere a una criatura deforme en los valles que le rodean ... Todos estos ambientes pertenecen al grupo de acción desenfrenada. La acción y el peligro inmediato hacen que la sangre fluya con rapide: por las venas, que la adrenalina alcance los niveles que muchos jugadores buscan en un juego de rol. Si los jugadores se encuentran distraídos o no saben lo que hacer, una escena de acción es la mejor forma de atraer su atención. Esta clase de acción funciona mejor con moderación, como clímax a una trama de la crónica. Si la crónica no es nada más que una interminable serie de escenas de acción, es probable que los jugadores acaben quemados. También debes tener en cuenta que un exceso de acci6n transmuta la naturaleza de Edad Oscura: Inquisidor de un juego de terror a uno de aventuras de acci<Ín smonado por magos, hombres lobo y vampiro> . Si deseas usar este ambiente de la mejor forma posible, guardado para aquellos momentos en que puedas utilizarlo como contra­ punto al ambiente estándar. Un ambiente de acción desenfrenada resulta apropiado para inquisidores de la Casa de Murnau y Caballeros de Acre, y menos adecuado para lo inquisidores de la Orden Roja y las H ermanas de San Juan. Los Ojos de Dios son los menos preparados para este ambiente, aunque incluso el personaje más con remplativo puede necesitar derribar puertas de vez en cuando. <neso(acíón y sombras Este es el ambiente del terror gótico. La edad y la podredumbre, la ruina y la corrupción contaminan todo y a todos. Gran parte de la acción tiene lugar durante la noche o en sombras, o como contraste, bajo un so l abrasador (necesario para transmitir un ambiente de opresión y tristeza). Piensa en las imágenes que conjuran los escritores que basan sus obras en la Inglaterra victoriana (o en las películas basadas en ellas) y utilízalas para crear un ambiente adecuado: un castillo en ruinas sobre una monta!'ia, una antigua iglesia cubierta de hiedra o un pueblo repleto de gente silenciosa y recelosa de los inquisidores. Un ambiente sombrío es apropiado cuando como l\arrador deseas enfatizar la soledad y la inutilidad de la lucha de los inquisidores. Una visita veraniega a la iglesia del pueblo se convierte en una pesadil la cuando descubren que el anciano sacerdote es un hereje, o incluso un ghoul. Todo lo que queremos puede ser mancillado por el enemigo, e incluso los seres más nobles pueden caer. El tono triste y deprimente suele ser el ambiente por defecto de las crónicas de Edad Oscura: Inquisidor. Suele dar lugar a historias adccuad<Js para que el Narrador y los jugadores exploren las implicaciones y consec uen­ cias de los roles que han escogido para sus jugadores. Todas la clases de personajes son adecuadas para este ambiente, aunque las Hcm1anas de San Juan, los Hermanos Rojos y los Oculi Dei son especialmente adecuados, aunque los Caballeros de Acre y lo Murnau también tienen su lugar en él. [omebía negra e ironía Al principio puede parecer sorprendente , pero el humor negro y la ironía juegan un papel importante en el terror. <Alguna vez has conrem­ plado algo horrible que ha despertado cierto sentido cómico en ti? No se trata de insensibilidad (al menos eso esperamos), sino de una reacción natural contra la tensión. La risa actúa como catarsis para liberar la tensión, cumpliendo una función similar al grito o al llanto. Un hada juguetona que se siente ofendida por un orgulloso Caballero de Acre podría hacerse pasar por su caballo. Cuando el Caballero se monte en él pa ra atrapar a un T:imisc e en retirada, el hada podría llevarlo en dirección contraria , empujándolo contra las ramas de los árboles y acercándose peligrosamente a abismos profundos. El hada disfra:ada podría detenerse de repente, haciéndole caer por un t erraplén cerc ano al c astillo del Cainita y perdiendo toda su dignidad. Como Narrador puedes usar todo el humor negro necesario para liberar la tensión. La i ronía es la hermana mayor del humor negro, se apro\·ec ha de la diferencia entre el resultado esperado de una serie de evenros y el re ultado real. Un ej emplo consiste en el H ermano Rojo que se encuentra ante una acusación de herej ía por usar los talentos y el conocimiento que le sirvió para derrotar un culto de sectarios. La ironía suele contagiar un entimien­ to de j us ticia, una especie de "lo tienes merecido". La ironía es una herramienta efectiva para ilustrar muchos temas. Las crónicas inmersas en este ambiente suelen usar los personajes del Narrador como parodias de personas reales, ya sea para burlarse de ellos o para ilustrar un tema. Sin embargo, al igual que ocurre con la acción desenfrenada, no deberías utilizar en exceso este ambieme, ya que perde­ ría parte de sus efectividad. A no ser que estés preparando una crónica corra con la intención de que el humor negro esté omnipresente (y los jugadores lo comprendan), guárdalo para aquellos momentos en que puedas utilizarlo para liberar la tensión o provocar un cambio de rumbo dramático. Debes tener cuidado para que este ambiente no degenere, ya que arruinaría tu historia de horror. �rama y trayectoría be Ios personajes Si el tema es el alma que da significado a una crónica y el ambiente es el rostro que muestra al mundo, la trama es el esqueleto que le da solidez. Se trata del transcurso general de los eventos que tienen lugar en una crónica, las acciones con las que los personajes del Narrador intentan conseguir sus ambiciones. Provee al Narrador con un mapa que le indica dónde desea que la crónica se dirija, y si se hace bien, con rutas alternativas que conducen al lugar deseado dejando que los jugadores el control del rumbo. La trayectoria de los personajes complementa a la trama. Es decir, ayuda a definir a los personajes y la forma en que se adaptan a los cambios. Los personajes que evolucionan a lo largo de la crónica son más interesan­ tes que los que no lo hacen, ya que somos testigos de su crecimiento y evolución a lo largo de la historia. Los personajes que no cambian nunca, no importa lo interesantes que fueran en el momento de su creación, se vuelven aburridos porque sus personalidades son estáticas. "Cambio" en la trayectoria del personaje significa la forma en que sus emociones y su mente han cambiado, no en su naturaleza ffsica. El hecho de que un Murnau sufra de la Marca de la Bestia es menos importante que su reacción a esta alteración ffsica. /Acaso aumenta su celo en la voluntad de Dios, o se rebela contra su destino? /Considera que esta maldición es un castigo por sus fracasos, cayendo en el pecado de la desesperación y poniendo en evidencia su vulnerabilidad ante las mentiras demoníacas? La trama y la trayectoria de los personajes no deberían estar estrecha­ mente determinadas, ya que restringen las elecciones de tus jugadores a aquellas que has creado. Se trata de su historia, y no son actores constre­ ñidos por la visión del director. Utiliza los eventos de tu trama como desafíos y oportunidades para que tus j ugadores decidan la evolución de sus personajes. Para disetiar la trama de una crónica debes usar tu sentido común para decidir qué es demasiado, qué es poco y qué es lo justo. Esta sección trata de la trama y de la trayectoria de los personajes y contiene algunos consejos para que saques lo mejor de ellos. ¿.pístoría corta o not>e[a? Una de las primeras decisiones que debes afrontar consiste en el grado de complejidad de la historia de tu crónica. iSe trata de un argumento sencillo que conduce a un desenlace bien definido? Es probable que tengas en mente un relato más complejo con varias subtramas y desenlaces intermedios antes de llegar a la gran conclusión. Si tienes claro este punto, podrás dar a tus jugadores una estimación de la duración de tu crónica: /Una sola sesión? /Unas semanas o unos meses? ilndefinidamente? La historia corra es la mejor forma de iniciarse como 1 arrador. Te permite centrarte en la trama principal sin tener que preocuparte de las distracciones colaterales. Si el argumento trata de los planes del juglar al servicio del Toreador para desestabilizar la corte de Tolosa, el Narrador se concentra en él, despreocupándose de la forma que los planes de otros personajes que ha diseñado pueden afectar a la trama. Si los jugadores hacen que sus personajes comiencen a vagar sin rumbo fijo en busca de problemas, puede reconducidos hacia la trama con una pista de un informador, un suceso coincidental o un mensaje de sus superiores preguntando por el grado de progreso. Cualquier subtrama o línea argumental divergente debe concluir antes del fin de la crónica, ya que hacer lo comrario convertiría la crónica en algo más dilatado. Las crónicas breves también necesitan establecer menos capas entre el antagonista y los personajes. Existen pocos enemigos intermedios y los personajes entran en conflicto con el villano principal poco después de alzarse el telón. No tienen por qué establecer de forma inmediata que se trata del antagonista, aunque es probable que se encuentren con él cerca del inicio, hecho que permite realizar un desenlace satisfactorio (supo­ niendo que consigan derrotarle) . La trayectoria de los personajes en una crónica corta e s sencilla. Los personajes se enfrentan a uno o dos momentos de crisis de decisión, generalmente durante el clímax de la crónica. Sus elecciones definirán su desarrollo futuro y proveerán al Narrador material para enriquecer futuras cr(micas. iCómo reaccionan ante el prefecto cátaro al que deben destruir cuando muestra poseer más virtudes cristianas que muchos ue los altos clérigos de la Iglesia? Si su pcrccpci(m de la Iglesia cambia, las crónicas futuras deberían aprovechar este hecho y permitir que los jugadores lo exploren con más profundidad. Las crónicas más complejas se parecen a una novela. Aunque la crónica posee un desenlace, existen varias metas intermedias y algunas digresiones secundarias en el camino. Puede que los jugadores desconozcan su meta definitiva hasta que hayan avanzado lo suficiente en el argumento. Por ejemplo, si la meta de una crónica consiste en la salvación de Roma y la erradicación de la influencia de la Curia Escarlata en el Papado, los jugadores pueden comenzar descubriendo la presencia de miembros de la Herejía Cainita entre los Cátaros de Provenza, acceder a la abadía de San Pantaleón para descubrir el nexo de unión, tener un encuentro accidental con hombres lobo en Cerdetia, y solo al final, enfrentarse al ghoul que actúa como secretario del papa y entre cuyos planes está el acceso al papado. La trayectoria de los personajes tendrá diversos altibajos; pueden ser pequet1os, aunque el efecto acumulativo representará un gran cambio. Al finalizar la crónica, las metas y los sentimientos de los personajes deberían ser diame­ tralmente opuestos a lo que eran al comienzo. La crónica de larga duración puede tener varias capas de objetivos y enemigos intermedios, así como carecer de un desenlace definido. Este desenlace puede existir, y en tal caso serviría para atar cabos y responder a las preguntas, aunque no tiene por que ser siempre así. La derrota de un enemigo principal podría llevar al descubrimiento de orro objetivo de mayor calibre. /Quién daba órdenes al ghoul del Laterano? Las preguntas sin respuesta pueden dar pie a crónicas completamente nuevas, generando nuevas sendas a partir del desenlace. En nuestro ejemplo, una vez que el ghoul es destruido, los jugadores descubren entre sus documentos referen­ cias al lugar donde se encuentra el Santo Grial que apuntan hacia un lugar situado en las tierras altas de Escocia. La rueda vuelve a girar. [ínco preguntas Una vez has decidido si la trama será una historia corta o una novela de larga duración, necesitas poner las cosas en su sitio. La mejor forma de hacerlo consiste en preguntarte las cinco preguntas clásicas del periodis­ mo: Quién, qué, cuándo, dónde y por qué. Si puedes responderlas (en cualquier orden) , estarás a punto para iniciar tu crónica. € ¿Quién? Determina la identidad del antagonista principal de tu crónica, así como la de sus sirvientes. Para hacerlo, consulta libros, películas o incluso tu vida cotidiana hasta que encuentres a alguien para construir tu historia. Utiliza los elementos clave de su personalidad para dar vida a ru villano. iEs avaricioso? /Fatuo? /Violento? /Amigo de las intrigas? No necesitas preparar un gran documento. Solo debes determi­ nar los elementos clave que te ayuden a explicar sus motivaciones. Intenta evitar caer en la trampa del "conde vampiro de la semana". Haz que tus jugadores se enfrenten contra villanos de diversas clases, ya que en caso contrario tu crónica se volverá aburrida. Dependiendo del alcance de tu crónica (o si se trata de un pequeño capítulo de una historia mayor), tu villano puede ser un simple mortal o un pastor del pueblo. € ¿Qué? Esto es lo que Hitchcock llamaba el efecto "MacGuffin", un instrumento que sirve para hacer que las cosas pasen, para crear motiva­ ción. Este instrumento es casi inmaterial, ya que su función es hacer que el villano ponga su plan en movimienro. Puede ser el Santo Grial, el amor de un inocente, la venganza o un libro que encierra la verdad que existe tras la Herejía Cainita. Sea lo que sea, es menos importante que el conflicto que crea entre los personajes. Hemos dicho "casi inmaterial". Aunque el "qué" de tu crónica puede ser cualquier cosa adecuada a la Europa medieval, tendrás más argumentos para motivar a tus jugadores si el MacGuffin tiene algún significado para sus personajes o poseen conexiones personales con él. Un Caballero de Acre estará más motivado si el "qué" de la historia es l a espada de Constantino en vez de otro puñado de bogomilos. Sea cual sea tu elección, asegúrate de que e s algo que desean tanto tu villano como los personajes. Hacer lo contrario dañaría el sentido de realidad necesario en una crónica (otro motivo por lo que es importante que conozcas a tus jugadores y sus personajes). € ¿Por qué? La respuesta a esta pregunta explica los motivos de lo que está ocurriendo, justificando la presencia de los personajes jugadores y del Narrador. No es tan difícil de responder de lo que se puede pensar a primera vista, una vez que has respondido a las dos preguntas anteriores. i Por qué ha aparecido una epidemia de herejía en un pueblo perdido en la Bretaña? Porque los demonios se han infiltrado en los sueños de los lugarei 'tos, empujándolos hacia el pecado. El viejo sacerdote no falleció como consecuencia de un ataque al corazón, fue víctima de un asesinato. El joven acólito que lo envenenó y asumió su cargo ha profanado el altar con su presencia, abriendo el camino a los servidores del Infierno. iPor qué los jugadores hacen acto de presencia? Las almas de los feligreses están en peligro y deben determinar el motivo: iSimple herejía o algo peor? Tómate todo el tiempo necesario para pensar en el porqué, ya que la respuesta será el núcleo de tu historia. Una buena respuesta te permitirá desarrollar una crónica interesante que llame la atención de los jugadores. Una respuesta débil, por otro lado, ya sea "órdenes de arriba" o un vampiro "malvado por el gusto de serlo", podría hacer que tus personajes abandonaran la misión por "no merecer el riesgo". O peor todavía, podrían seguir en la historia sin que a sus jugadores les impor­ tara lo más mínimo. Pocas cosas son más dolorosas para un Narrador que un grupo de jugadores apáticos. Cuándo y dónde son preguntas que ya respondiste cuando decidiste el alcance de tu crónica. Decide si tu crónica será local o internacional, así como si cubrirá un corto período de tiempo o toda una época. Aunque las respuestas que des pueden ser las mismas, las distintas posibilidades existentes servirán para dar cuerpo a la historia. torno a ellos. También sirve para reforzar la noción de que los personajes del Narrador poseen motivaciones y deseos propios y no se dedican a vagar por el escenario a la espera de que los inquisidores actúen, incrementando la sensación de peligro y permitiendo que el Narrador acelere la velocidad cuando sea necesario. Planteada de esta forma, la crónica dirigida mejora la profundidad y la credibilidad de la historia. Los jugadores conservan su sensación de independencia al utilizar la información obtenida en cada escena para encontrar una respuesta a la forma de derrotar al antagonista. El peligro de esta forma de juego consiste en no hacerlo bien. Recuerda, parte de la diversión de un juego narrativo consiste en la emoción de sentirse importante en la historia. Si planeas los sucesos de forma incorrecta, los jugadores acabarán por sentir que las acciones de sus personajes no importan en absoluto. Como Narrador debes estar prepara­ do para revisar y descartar los planes preconcebidos si los jugadores comienzan a jugar un papel activo en el desarrollo de la crónica. �obo5 [o5 camíno5 llet>an a �oma �structuras Otra técnica consiste en la aproximación de las "sendas múltiples", en la que cada escena contiene información o pistas que lleva a otras escenas. Este diseño resulta apropiado para la investigación o en crónicas pausadas, ya que los jugadores pasan más tiempo examinando, investigan­ do y conversando que luchando, aunque nada evita que encuentren una pista entre las cenizas de un hereje. La estructura de las "sendas múltiples" tiene ventajas tanto para los jugadores como para el Narrador. El Narrador puede usar la flexibilidad para crear varias formas de descubrir la siguiente pista. Si los jugadores no consiguen verla en primera instancia, tendrá oportu­ nidades posteriores para introducirla en el juego. Imagínate una telaraña en la que todos los hilos se juntan en el centro. Por ejemplo, si tu crónica necesita que un personaje descubra la conexión entre un culto de hechiceros y una serie de asesinatos en París, tienes varias opciones: es probable que los jugadores formulen las preguntas erróneas a su contacto, o lo maten antes de que pueda comunicarles la pista (los jugadores pueden llegar a ser muy creativos) . Si esto ocurre, puedes comunicar la pista por otros medios: otro contacto, pistas sutiles en las obras de arte de la universidad o incluso visiones recibidas por una Hermana de San Juan. Si lo haces con cuidado, los jugadores nunca sabrán que los estás guiando hacia un fin determinado. Desde el punto de vista de los jugadores, esta técnica conserva su sentido de la libertad y de importancia en la historia. El hecho de permitirles escoger su camino les da libertad para fijar el ritmo y poner a prueba sus habilidades. A pesar de todo, esta táctica tiene su lado negativo: si el Narrador es demasiado permisivo o sus pistas son muy oscuras, los jugadores pueden verse atrapados en un camino sin salida, sintiéndose frustrados y perdiendo el interés al ver que no llegan a ninguna parte. Otro problema radica el hecho de las pistas sencillas: si cada frase es un rótulo de neón que indica la dirección que deben tomar, los beneficios de este método desaparecen por completo. Los Ahora debes tomar las últimas decisiones respecto a tu crónica. iSerá estructurada? iSeguirá un camino definido hacia su desenlace o existirá un gran abanico de rutas a disposición de los personajes? En los siguientes párrafos exponemos las dos clases principales, un híbrido, así como las consideraciones de diseño relevantes. jugadores transitarán un camino de rosas despojado de toda alterna­ tiva. Para evitarlo, crea uno o dos enigmas para mantenerlos ocupados. Sus elecciones te darán nuevos lugares en los que colocar pistas suplementarias para ayudarles a unir las piezas. En otras palabras, hazlo sencnlo aunque no demasiado. 2a ctóníca bítígíba CJJlétobo5 �íbtíbo5 Antes te aconsejamos que dejaras a tus jugadores "libertad de movimientos" para evitar restringir sus opciones y hacer que se sintieran como marionetas. Existe una forma de crear una crónica determinista que haga que los jugadores sientan que sus personajes todavía influyen en el mundo que les rodea. Para ello debes preparar una serie de sucesos preconcebidos, eventos que ocurrirán independientemente de las accio­ nes de los personajes. Usados de forma correcta, tienen la ventaja de dar a los jugadores la sensación de que el mundo de la crónica se mueve en El mejor acercamiento consiste en combinar los puntos fuertes de ambos métodos y usarlos cuando sea necesario. Limita los sucesos plani­ ficados a los momentos dramáticos y utiliza la técnica de las "sendas múltiples" para hacer que los jugadores dispongan de varias alternativas para llegar hasta esos momentos. Preséntales un mundo en que los sucesos tienen lugar fuera del control de los personajes, incremenrando su semi­ miento de credibilidad. Al mismo tiempo, intenta que conserven un sentimiento de libertad, incluso si ya lo tienes todo planeado. 9tarranbo una ���oría Al fin, ya has concluido el diseño de tu crónica. Ya has elegido el tema y el ambiente, has decidido el alcance y la estructura, y has conversado con tus jugadores, por lo que estás listo para empezar. Los antagonistas tienen sus motivos, los personajes sus razones para estar presentes y el MacGuffin está en su sitio. Ahora tú estás en el centro. Debes proceder a narrar el relato que has ideado. Esta sección trata sobre algunas facetas del juego de Edad Oscura: Inquisidor y contiene consejos para hacer que tus sesiones sean un éxito. 'l)refubíos Los inquisidores no aparecen de la nada. Las personas (e incluso los inquisidores) son producto de su pasado: sus experiencias moldean sus creencias, esperanzas y personalidad actual. Para comprender a un perso­ naje, cuál es su origen y hacia donde se dirige, deberías hacer que la primera sesión de juego de cada jugador fuera un "preludio". Un preludio es una forma entretenida de crear un pasado para un personaje. Aunque es suficiente afirmar: "Bruno de Hamburgo es un Hermano Rojo. Perdió su juventud con rapidez en busca de conocimientos prohibidos para luchar más eficazmente contra los servidores del infierno. El orgullo es su pecado personal", resulta más satisfactorio interpretar su vida pasada. El resultado final será un personaje más completo. La mejor forma de llevar a cabo un preludio consiste en realizar una sesión de preguntas y respuestas. Una vez que el Narrador ha revisado la hoja de personaje y se ha familiarizado con su concepto, realiza una serie de preguntas para poner al jugador ante disyuntivas. Las respuestas ayudan a determinar la forma en la que el personaje llegó a ser quien es "hoy". El ritmo puede ser lento e interactivo, permitiendo adentrarse en elementos intere­ santes para el jugador o el Narrador, o rápido, permitiendo poco tiempo para que el jugador piense. Este último método juega con la idea de que la primera reacción es la más honesta y puede dar lugar a resultados interesantes. Utiliza el mismo método con todos los jugadores, para así darles una igualdad de oportunidades. Anima a los jugadores a que pongan por escrito los detalles más sobresalientes de sus personajes, especialmente si usas el interrogatorio rápido (podrías olvidarte de un buen gancho) . Es posible que durante el preludio desees detenerte e interpretar una escena con más detalle. Puede que se trate de un momento traumático en la vida del inquisidor: la pérdida de su madre, o el primer contacto con el mundo sobrenatural. Si el jugador afirma que su personaje fue manipulado por un hermano menor que consiguió que lo desheredaran, es probable que desees interpretar la escena donde el padre se enfrenta con sus hijos. El final debe estar claro: el personaje es enviado a la Iglesia, donde más tarde entabla contacto con la Inquisición (las emociones generadas por la escena pueden ayudar a grabar una imagen vívida del personaje en la memoria del jugador). Uno de los puntos clave en un preludio es la forma en la que el personaje se integró en la Inquisición en la sombra. Se trata de uno de los momentos más cruciales en la existencia de los personajes. /Acaso el personaje formaba parte del Santo Oficio y luchaba contra los cátaros en el sur de Francia? /Sobrevivió a un encuentro con las fuerzas del infierno y llamó la atención de una de las órdenes? iHa llegado a ver a una criatura demoníaca? Aunque la mayoría de los preludios se llevan a cabo mediante sesiones personales entre cada uno de los jugadores y el Narrador, no hay ningún motivo por el que el resto de los jugadores no puedan tomar parte en las escenas interpretadas. La narración es un ejercicio compartido, por lo que invitar al resto de los jugadores a participar suele generar perspectivas adicionales y les da algo que hacer mientras esperan para tomar parte en su preludio. Mientras los jugadores sean maduros y puedan disimular sus conocimientos sobre el resto de los personajes durante el juego, la participación del grupo en un preludio puede ser tan memorable como la propia crónica. 9\ítmo bramátíco Durante la sesión de juego, el Narrador debe preocuparse por el ritmo (la velocidad en que suceden las cosas). Si el juego se mueve demasiado lento, la atención de los jugadores comenzará a difuminarse, si es dema­ siado rápido, se perderán en la trama o pensarán que les estás empujando. Con un poco de práctica, conseguirás desarrqllar la sensibilidad necesaria para mantener un ritmo adecuado. Ten en cuenta que todos los componentes de una crónica (encuen­ tros, sucesos e incluso actos divinos), deherían servir p�ra conducir la historia hacia el clímax. Cualquier cosa distinta, distrae a los jugadores y los aparta del sentido de horror que intentas generar, debilitando su interés. No importa que seas un Narrador experimentado, utiliza el tono de tu voz, tus descripciones y tu narración para incrementar la tensión. Un ritmo 4ue se dirija de forma inexorable hacia el gran final de la crónica es insostenible, salvo en las crónicas cortas. Los jugadores necesitan relajarse, recuperar el aliento. La mejor forma de integrar la tensión y el ritmo de la historia consiste en fijarse en las películas y los libros: tensiones, crisis, relajación. El Ojo de Dios se mantiene alerta ante las actividades que suceden en un almacén de Munich propiedad de los agentes del príncipe Ventrue. Al ver la puerta abiena, se introduce en el interior y descubre el cuerpo del guardián ghoul, todavía caliente. Es probable que el asesino esté cerca. El jugador oye un ruido de pasos. La tensión se incrementa conforme ambos se acechan, hasta que el asesino salta sobre el inquisidor con los colmillos descubiertos. Independientemente del desenlace, la tensión se libera y el jugador puede relajarse ... por el momento. Esta clase de ritmo dramático es parecido a un rafting literario. Cuando se desciende por un río, la excitación crece al pensar en los rápidos, llegando al clímax justo antes de entrar en ellos. A continuación, la adrenalina se libera en unos pocos segundos, seguido por una fase de tranquilidad conforme se avanza por aguas calmadas. Este ritmo puede aplicarse a una escena, como en el ejemplo anterior, o a roda una crónica. Un ciclo repetitivo de tensión-crisis-relajación en la que cada clímax es superior al anterior y cada período de relajación es más cono puede generar un ritmo que puede servirte para construir la excitación que necesitas para el desenlace. �vofucíón be fos personajes e ínterfubíos Desde la perspectiva de los jugadores, la evolución de sus personajes es una de las facetas más interesantes de su participación la crónica. Ver evolucionar esta persona imaginaria desde el preludio hasta el fin es parecido a contemplar el crecimiento de un hijo, hecho en el que se entremezclan sentimientos de orgullo, excitación, amor, miedo, decepción e ira. El capítulo cuauo mostró la mecánica de la evolución de los perso­ najes. Tu misión como Narrador es tomar esta mecánica y adaptarla a la historia. Deberías hacerlo de tal forma que enfatizara el objetivo de la crónica: los personajes y su papel en el medievo oscuro. Si lo haces bien, la mecánica se integrará en el escenario y el proceso de desarrollo de los personajes contribuirá a la profundidad de la crónica. Esta sección incluye algunos consejos útiles al respecto. El tiempo muerto es una herramienta útil a disposición del narrador. El tiempo muerto es el tiempo que transcurre entre los distintos episodios de una crónica, tiempo en que los personajes no están realizando activi­ dades relacionadas de forma directa con la historia principal. Tiene en cuenta aquellas actividades que un personaje llevaría a cabo cuando no está enfrascado "en el caso". Un Murnau se encargaría de los asuntos familiares, un Caballero de Acre podría reflexionar en solitario y un Ojo de Dios perseguiría líneas de investigación que aún no han dado fruto. Las actividades de los tiempos muertos ayudan a conservar la ilusión de que los jugadores viven en un mundo que evoluciona a su alrededor y existe fuera de los sucesos de la crónica. Recuerda que un jugador solo puede adquirir Dotes de forma segura durante los tiempos muertos, por lo que asigna cierto tiempo de respiro en tus historias. Los tiempos muertos permiten profundizar en la evol ución de los pe rsonajes y convertirla en algo más que una anotación o un punto adicional en la hoja de personaj e. El N arrador puede aprove­ char estos momentos para llevar a cabo una especie de preludio (llamado interludio) en el que el j ugador interpreta el progreso de su personaje. En aquellas crónicas en las que el Narrador decide las Bendiciones y las Maldiciones que recibe el personaje , el interludio permite que el jugador descubra como ha cambiado el carácter de su personaje y reaccionar de una forma más genuina. Por ejemplo: sor Ágata de las Hermanas de San J uan se ha retirado a un convento cercano a York por un breve período de tiempo para reflexionar sobre sus últimas experienetas y rezar por el perdón divino. Su jugador indica al N arrador que ha decidido perseguir una nueva Bendición en vez de incrementar su Virtud S uperior. Gasta los puntos de Convicción necesarios y el Narrador le indica que le siga hasta otra sala para interpretar el descubrimiento de la nueva Bendi· ción. Allí le indica al jugador que cuando Ágata caminaba al anochecer hacia el convento tras finalizar su tarea de cuidar de los leprosos, un hombre lobo se le interpuso en el camino. Independientemente de la reacción de Ágata, el Narrador decide que la bestia la atrapará e intentará matarla. Cuando el hombre lobo hiere a la monja, emite unos aullidos agónicos al rozar su sangre y huye despavorido. El Narrador indica al jugador que su personaje ha conseguido el Orisón Himno Sanguíneo y le pregunta por la forma en la que su personaje reacciona al darse cuenta de este hecho. La experiencia de su interludio ha hecho que Ágata sea un personaje más completo de lo que era antes. El N arrador puede utilizar la técnica del interludio para exami­ nar todos los cambios sufridos por un personaje: un exceso de Convicción podría llevar a un personaje a volverse Insensible y verse arras trado por su Impulso. El Narrador puede utilizar el interludio para dar al jugador un primer bocado de sus nuevos sentimientos antes de comenzar la crónica. Lo mismo ocurre con las Maldiciones, las Virtu des y la Devoción. El Narrador decide si lleva a cabo los interludios antes de comenzar el sigu ien te capítulo de su crónica en sesiones personales con los jugadores o aprovecha las nuevas tecno­ logías para hacerlo mediante correo ochat y así evitar una pérdida de tiempo innecesaria. Sea como sea, estos interludios son adecuados para integrar un proceso mecánico en la historia. [rónícas sugeríbas Para ayudarte a iniciarte como Narrador de Edad Osc ura: Inquisidor, incluimos algunas sugerencias para poner en movimien­ to tu creatividad . En cada una de ellas detallamos el tema y el ambiente, los personajes más adecuados y la forma de introducirlos en la historia. Esras crónicas no son las únicas en las que puede verse envuelta la Inquisición en la sombra, aunque sirven como ejemplo. Si deseas jugar estas crónicas, deberás completarlas con los detalles necesarios para adaptarlas a tu visión del mundo. �I gran amor Introducción: Esta crónica tiene lugar en el pueblo de Santa Amanda y sus alrededores . El pueblo está situado en un valle alpino situado entre Italia y Dalmacia , cerca de una antigua ruta usada por los invasores de la antigüedad . El Voivoda Radovan lstvic, un Tzim isce serbio, desea arrasar el pueblo y su iglesia para vengarse de un amor que le traicionó hace siglos . De momento le detiene la fe del sacerdote local, por lo que desea eliminarlo lo antes posible. Esta crónica tiene lugar durante las semanas previas a la 1 avidad. Temas: Amor convertido en odio. Amor con el fin de conseguir un propósito mayor. La aurodestrucción que acompaña a cualquier deseo de venganza. Fe contra ortodoxia. Sacrificio personal. Ambientes: Ante todo, una sensación de amenaza y aislamiento (ya que el pueblo está aislado por la nieve). Este ambiente contrasta con los preparativos de los habitantes para celebrar la Navidad. Trasfondo: A finales del siglo IV, cuando Teodosio reinaba en Roma y el obispo San Ambrosio predicaba en Milán, una Ventrue llamada Ulfila se enamoró de un sefíor de la guerra Tzimisce llamado Radovan Istvic. Como rodas las emociones humanas al servicio de los Cainitas, se trataba de una mofa del amor real. A pesar de todo, perduró durante varios afíos, tiempo en el que Ulfila ayudó a su amante a construir su dominio en el territorio de Pannonia. Las tramas de Radovan acabaron entrando en conflicto con los líderes Ventrue godos, uno de los cuales era el sire de Ulfila. La arrogancia del Tzimisce le llevó a enfrentarse a él con la ayuda de sus sirvientes y sus ghouls de guerrá, aunque fue traicionado por Ulfila, ya que lo entregó a su sirc a cambio del título de voivoda. Radovan fue empalado y abandonado al amanecer, pero uno de sus ghouls pudo arrastrarlo hasta la seguridad de una cueva. El daf1o sufrido por Radovan lo sumergió en letargo durante varios siglos. U!fila no pudo disfrutar de su reinado durante demasiado tiempo, ya que fue traicionada por su propio sire. Con una caza de sangre a sus espadas, U!fila se vio obligada a huir hasta llegar a Rávena, lugar en donde escuchó como un cristiano predicaba ante una multitud de paganos. Sus palabras la conmovieron hasta tal punto que durante la noche siguiente se presentó ante él y solicitó su perdón. En vez de dejarse llevar por el temor, el santo la bendijo y la llamó Amanda, "la amada". Aunque permaneció fiel al arianismo, su bendición la llenó con el celo del Espíritu Santo. El santo varón la dejó ir con la misión de expandir la palabra de Dios y llevar a cabo buenas obras hasta que el sefíor la liberara de sus pecados. Ulfila, convertida en Amanda, viajó como penitente por Italia y Provenza extendiendo la palabra del Sefíor. Su rumbo acabó llevándola hasta un pequefío pueblo alpino que estaba amenazado por los demonios. Amanda salvó a sus habitantes y se instaló entre ellos, viviendo como anacoreta en una cueva de las colinas y subsistiendo gracias a la sangre de los animales. Conforme los a!'íos fueron pasando, se cansó de su existencia y entró en letargo, estado en el que sigue en la actualidad. Con el paso del tiempo, los habitantes del pueblo construyeron una iglesia para honrarla, la canonizaron en el siglo IX, cambiaron el nombre al pueblo y trasladaron sus restos hasta la cripta de la iglesia. Desde entonces, el pueblo ha prosperado gracias a las donaciones de los peregrinos y a lo que creen que es la intercesión de su santo con Dios (En realidad, desde su estado de letargo ejerce una influencia protectora sobre el valle. En ocasiones esta influencia ha servido para repeler amenazas, hecho que ha ayudado a incrememar la fama de la leyenda). Radovan salió del letargo poco tiempo después de la caída de Constantinopla con la intención de vengarse de quien le traicionó. Sin embargo, el mundo ha cambiado demasiado en los 800 a!'íos que pasó en letargo, por lo que necesitó cierto tiempo para orientarse. No podía reconstruir su base de poder en lo que ahora era Serbia, ya que podía llamar la atención de enemigos que no dudarían en destruirlo. Basándose en las experiencias de los carpotracios de siglos antes, se presentó como un ángel de Dios ante los campesinos y convirtió a algunos de ellos en ghouls. Con esta pequeña banda de fanáticos leales, investigó la localización de Ulfila y descubrió que estaba en el pueblo de Santa Amanda. Aunque también leyó la historia de su conversión, no creyó en ella, ya que su cinismo era incapaz de aceptar la noción de la redención. Estaba convencido de que había hecho lo mismo que él y se había hecho pasar por diosa. Su objetivo consiste en descubrir sus restos, sacarla del letargo y someterla al Amaranto, aunque el aura de fe del pueblo y en especial, de la iglesia en que está enterrada evita que pueda llevarlo a cabo, ya que es incapaz de entrar en el edificio. Radovan asume que la presencia del padre Ottavio es la responsable de este hecho, por lo que planea debilitar su fe mediante las tentaciones y dudas, de tal forma que cuando se haya quebrantado, sea capaz de llevar a cabo sus planes en el altar durante la noche de Navidad. Personajes del Narrador: Ulfila/Santa Amanda, Ventrue de sexta generación. Radovan lstvic, Tzimisce de sexta generación. Padre Ottavio, sacerdote de la iglesia de Santa Amanda y mortal con un punto de Fe. Este hombre sensible ha acabado viéndose influido por el espíritu de Santa Amanda y adoptando su arianismo. !liana, una joven huérfana del pueblo que ha sido seducida por Radovan y cuya misión consiste en corromper al Padre Orravio (y a los inquisidores) . Arnulfo, el mayor terrateniente del pueblo que ha sido convertido a la "religión" de Radovan y predica el "nuevo culto" que debe sustituir a la corrupción de la Iglesia. Varios habitantes de Santa Amanda y seguidores de Radovan en su papel de escuderos, víctimas y turba. Involucrando a los personajes: Los personajes deben encargarse de una investigación de herejía y proteger la doctrina, aunque como la Inquisición en la sombra suele dejar la herejía mundana al Santo Oficio, sus superiores podrían indicarles que existen informes que apuntan hacia la presencia de "demonios" en la zona de Santa Amanda. Sería más interesante presentar esta investigación algo más mundana y desconectada de lo sobrenatural (aunque podría despertar los recelos de los jugadores): los contactos de los inquisidores en el Santo Oficio han recibido informes de que el vicario de Santa Amanda ha declarado en sus sermones que el Salvador es inferior a Dios por haber sido creado. Esws declaraciones apuntan hacia un despertar de la herejía Arianista. Los investigadores deben investigar y tomar las medidas necesarias, aunque se acabarán encontrando con la amenaza de Radovan. También podrían tener conexiones más personales con el pueblo (presencia de familiares o conocidos). Cualquier personaje es útil en esta crónica: los Caballeros de Acre y los Hermanos Rojos pueden poner a disposición del grupo su músculo y su conocimiento arcano (algo necesario si Radovan utiliza la violencia, ya sea mediante sus sirvientes o en persona). La presencia de un Murnau será crucial para descubrir el hedor de corrupción que invade el pueblo, aunque puede acabar convirtiéndose en víctima de ella. Las Hermanas de San Juan pueden recibir visiones que pongan de manifiesto la verdadera naturaleza del problema (enviadas por la propia Santa Amanda), mientras que los Ojos de Dios pueden descubrir las relaciones entre Arnulfo y el Tzimisce. Narración: La crónica puede narrarse como un relato directo con sucesos predeterminados o mediante el estilo de las "sendas múltiples", permitiendo que los inquisidores sigan sus propias líneas de investigación. El mejor sistema es un método mixto en el que los inquisidores van descubriendo la crecieme corrupción que azota al pueblo conforme investigan al Padre Ottavio. Las pistas en los viejos registros de la iglesia apuntan hacia la verdadera naturaleza de Sama Amanda y su oposición a los herejes Cainitas, dando a los jugadores la sensación errónea de que solo mediante su resurrección podrán derrotar a Radovan. Utiliza los sucesos predeterminados para acelerar el ritmo e incre­ mentar la tensión cuando parezca que los jugadores comiencen a perder el rumbo. Las posibilidades incluyen una wrmema de nieve que aísle el valle del mundo exterior (y de la ayuda exterior), una seducción de Iliana que en caso de fracaso acabe en una acusación de violación contra uno o más de los personajes, la abducción del Padre Octavio por Arnulfo a una ceremonia de adoración oscura donde su fe se vea tambaleada, y una turba de habitantes a la que los personajes deban tratar de forma diplomática si no desean enfrentarla contra la Iglesia. Conclusiones: Existen muchos finales posibles. El ideal consiste en que los inquisidores salven el pueblo y aborten los planes de Radovan. El final más dramático estaría relacionado con una última oportunidad durame la nochebuena en la iglesia en los que los inquisidores y un puñado de habitantes fieles resisten el asalto de Radovan, sus ghouls y los habitantes corruptos. El gambito desesperado podría consistir en el sacrificio de un inquisidor para revivir a Santa Amanda (asumiendo que averigüen la verdad sobre ella). El Cainita revivido no rendr� ningún problema en deshacerse de su antiguo amante. Como todos los finales que son principios disfrazados, los jugadores deberían enfrentarse a las implicaciones de la revelación del hecho de que un vampiro pueda recibir el favor de Dios. �( suftímíento be fos ínocentes Introducción: Han pasado más de 20 años desde la desastrosa "Cruzada de los Inocentes", y los nómadas mendicantes vuelven a procla­ marotra "cruzada de los inocentes para liberarjerusalén de los condenados". Decenas de reclutadores portadores de bulas papales falsas comienzan a dispersarse por los caminos de Provenza y Sabaya en busca de padres ansiosos por que sus hijos puedan obtener el Ciclo (y no tener que alimentarlos). Los inquisidores investigarán los destinos de los niños que participan en esta cruzada y acabarán descubriendo un culto infernalista que ha corrompido la Iglesia de Génova. Tendrán la oportunidad de forjar una alianza de compromiso con los Lasombra de la ciudad (cuya influencia sobre el puerto se ve amenazada por el culto). Temas: La corrupción de la inocencia. Vanidad y codicia. Ambientes: Ansiedad. Temor por el prójimo. Premura por salvar a los inocentes de un destino terrible. Trasfondo: En 1 2 1 2, un par de hombres jóvenes reunieron miles de niños con la intención de embarcarse en una cruzada para liberar Tierra Santa. Esta cruzada atrajo miles de fieles incautos de Francia e Italia. Esta Cruzada de los Inocentes llegó hasta el puerto de Brindisi, donde los mercaderes vendieron parte de los nii'ios como esclavos a los musulmanes y el resto murió de hambre y cansancio. Transacciones similares tuvieron lugar en Marsella y Génova, dando lugar a rumores en el seno de la Inquisición que apuntaban a la existencia de vampiros tras los hechos (Estos rumores son correctos en parte. Los Ravnos estuvieron tras muchas de las ventas de esclavos, mientras que otros fueron comprados por Setitas y Baali para utilizarlos en rituales horribles). Ahora, un grupo de adoradores del demonio liderados por un siciliano llamado Rinaldi desean llevar a cabo una gran invocación demoníaca. El ritual necesita un gran número de niños, alguno de los cuales tendrán que dar su sangre en sacrificio mientras que el resto serán entregados al demonio tras su llegada. Rinaldi espera que el demonio esté tan complacido por el sacrificio como para otorgarle poder suficiente para controlar a los líderes de Génova y gobernar tras la sombra. El número de niños es demasiado elevado para reunirlo con seguridad acudiendo al mercado negro o usando el secuestro (las autoridades genovesas lo aplastarían como a un insecto). Otra amenaza para sus planes proviene de la poderosa familia mercante de los d'Agostino, ya que Rinaldi tiene la certeza de que cuentan con varios Lasombra y ghouls entre ellos. Incluso si fuera capaz de esquivar la atención del gobierno genovés, si los d'Agostino lo descubrieran sería un desastre. Necesitaba una tapadera para ocultar sus operaciones hasta el momento adecuado, por lo que ideó la creación de otra Cruzada de los Inocentes. Le resultó sencillo comprar la lealtad del secretario del arzobis­ po, un hombre sediento de poder y resentido por no conseguir ascender. Le fue más sencillo todavía milizar la senilidad del ar:obispo para conven­ cerle de la existencia de un decreto papal convocando la nueva cruzada. El plan de Rinaldi consiste en inundar Génova de niños sin hogar. Contaba con la avaricia de los d'Agostino y sus aliados mercantes para abastecerse de naves para la cruzada, naves que transportarían su carga hasta Túnez o Alejandría para venderla una vez que hubiera seleccionado los más prometedores para sacrificarlos. Ha limitado la zona de acción de los mensajeros del arzobispo a Génova y a Provenza con la esperanza de evitar llamar la atención de Roma demasiado pronto. Para esquivar la arenciónsobre sí mismo, piensa crear pruebas para implicar a los d'Agosrino con la esperanza de que el conflicto con la Iglesia los debilite. Personajes del Narrador: Rinaldi, un infernalista poderoso. Posee un familiar demoníaco de poderes menores como guardaespaldas y una vara mágica que le permite infligir a su víctima un dolor lacerante. Dos o tres diabolistas, sus ayudantes y magos de poderes limitados (consulta Edad Oscura: Vampiro, pág. 243). Tibalt d'Alessi, secretario del arzobis­ po. Ha firmado un juramento de sangre con los maestros demoníacos de Rinaldi y ha vendido su alma al Infierno a cambio de ocupar el cargo de arzobispo. Posee un poder mágico similar al de los ayudantes de Rinaldi. Arzobispo Augusto Moro, un hombre corrupto a las puertas de la senili­ dad. Rinaldi le ha dado a Tibalt los medios para alimentar la lujuria del arzobispo, asegurándose la colaboración del viejo estúpido. Roberto d'Agostino, un Lasombra de séptima generación, Príncipe de Génova y líder de las operaciones de la familia d'Agostino en Génova mientras María, la matriarca de la familia, está en Acre. Poco experimentado, inocente y tentado por el dinero que conseguirá con la venta de los niños, es incapaz de ver la trampa a la que conduce a la familia. Varios mendigos analfabetos portadores de cartas falsas. Niños inocentes ponadores de una fe ciega en que la providencia les proteja. Involucrando a los personajes: Los personajes pueden tomar parte en la crónica de diversas formas. Saint Regis, el Príncipe de Marsella (consulta Europa: Edad Oscura), fue engañado por Cainitas del clan Ravnos durante la Cruzada de los Inocentes. Ahora, al oír los rumores que apuntan a la existencia de otra cruzada y a los niños que han abandonado sus hogares para dirigirse a Génova, teme que los mismos sibaritas que le engañaron estén detrás de ello. Aunque no puede tratar directamente con los inquisidores, es fiel a la Senda del Cielo y no puede ignorar lo que está pasando. Utiliza sus contactos entre los monjes de la abadía de San Víctor para arraer a los inquisidores. Otra posibilidad consiste en que los inquisidores se encuentren en la zona tras regresar de alguna misión. Un hombre santo se acerca a la ciudad y comienza a predicar la existencia de la nueva cruzada. Cuando los inquisidores solicitan pruebas, les enseña unos documentos que con cierto esfuerzo pueden determinar como falsos. El reclutamiento comenzó hace meses, por lo que muchos niños han emprendido el camino hacia Génova. Al conocer lo sucedido en el pasado, se dirigirán hacia la ciudad portuaria para hacer todo lo posible para salvar a los inocentes. Esta crónica es adecuada para aquellas órdenes proclives a la acción y la investigación directa : Caballeros de Acre, Murnau y Oculi Dei. Los teodosianos son indispensables para hacer frente a los hechizos de Rinaldi. Las Hermanas de San Juan no son demasiado útiles, aunque podrían ser esenciales para descubrir la localización del culto. Narración: "El sufrimiento de los inocentes" es una crónica de "pistas múltiples" en la que los personajes dehen pasar gran parte del tiempo sumergidos en la complejidad de la política genovesa (tanto morral como Cainita) para encontrar la identidad de quién autorizó la falsa cruzada y lo que sucedió a los niños desaparecidos. Hay muchas oportu­ nidades para interpretar encuentros políticos. Para descubrir a Tibalt deberán enfrentarse en el palacio del arzobispo con las tropas de Su Excelencia. Tibalt, ya sea mediante interpretación, tortura o combate, puede entregar la pista que lleve a los jugadores hasta los d'Agostino, un recurso de Rinaldi para distraer a los inquisidores, aunque sus negocios legítimos mantendrán a los jugadores alejados de los Caini tas. Los "cruza­ dos" tendrán sus naves preparadas para partir (pagadas por el arzobispo y las donaciones de los fieles) en poco tiempo. Lo que ocurra después no atañe a la casa d'Agostino. Las investigaciones por las calles y el puerto clan la misma información. Además de lo an terior, las preguntas a los niños cruzados revelan que algunos desaparecieron tras su llegada a Génova . Aunque los eventos del N arrador son menos números que en "El gran amor", tienen su lugar conforme la crónica alcanza el clímax. La polític a genovesa es volátil y Rinaldi se aprovechará de ello para frustrar los planes de los inquisidores. Es probable que tras entrevistarse con el arzobispo, Tibalt prepare una revuelta "anticlerical" en torno a los inquisidores, obligándoles a esconderse o hiriéndoles. Existe un su ceso que oc urrirá después {y solo si) de que Tibalt sea descubierto y los jugadores descubran la existencia de niilos desapare cidos. Para despistar a los inquisidores, Rinaldi y sus ayudantes llevarán a varios nifios hasta u n almacén de los d'Agostino, donde los torturarán y asesinarán, colgándoles de ganchos de carnicería. Su plan consiste en atraer la atención de los j ugadores sobre los d'Agostino, generar un revuelo en Génova contra ellos, y recoger los trozos cuando todo acabe. Conclusiones: Poco pueden hacer los inquisidores para salvar las vidas de aquellos nití.os que han embarcado o han sido sacrificados por los infernalistas como preparación para el gran ritual. Los primeros ya están en camino hacia la esclavitud, los últimos están muertos. Todo lo que pueden hacer es detener la "cruzada" y salvar a los que todavía están vivos. Es pos ible que lleguen a descubrir el laboratorio de Rinaldi, en cuyo caso, su sirviente demoníaco y los ayudantes demoníacos harán frente a los personajes para darle tiempo a huir (y regresar para atormentar a los personajes más adelante). Los esfuerzos de los inquisidores también podrían llamar la atención de los Magister que gobiernan la casa de los d'Agostino. Aunque es improbable una alianza entre los personajes j ugadores y los vampiros, los manipuladores Lasombra observarán a los personajes desde las sombras para usarlos como peones en el futuro. Si los personajes fracasan en detener los planes de diabol ista, Rinaldi se limitará a esperar hasta que llegue el momento propicio para realizar la invocación y desatar en infierno en Génova. �( (argo y sofítarío camíno Resumen: Tras la destru cción del Concilio de Fe de Bremen a manos de un poderoso hechicero, la célula ele los personajes debe transportar a cuatro satanisras hasta Brunswick para que sean juzgados (y ejecutados). El viaje lleva a los personajes hasta la espesura, a cientos de kilómetros de cualquier lugar civilizado, sin ninguna compañía excepto la propia . . . y su pesada carga. Por el camino, el hechicero les tentará con ofertas de poder, les atacará con conjuros e invocará ayuda de los hombres lobo de los bosques teutones. Temas: Tentación. Peligro. Coraje. Soledad. Ambientes: Viaje depresivo. Carretera sucia por la noche. Cuervos, lobos y otros animales asociados con la muerte y la espesura. Trasfondo: Un hombre partió de la costa de Trondheim portando una daga y un bastón grabado con extrañas runas. Se detuvo en Bremen y acabó por enfrentarse a los guardias de la ciudad, uno de los cuales lo reconoció como un malhechor. Los guardias intentaron detenerle. En vez de entregarse, el mago los asesinó usando hechizos demoníacos. Fue necesaria la intervención del capítulo local de la Inquisición (y el sacrificio de varios miembros) para atraparlo. El hechicero, llamado Averki Skogarmadur (aunque los jugadores desconocen este dato), está buscado por delitos que van desde el robo al asesinato pasando por el malleficium. Al ser capturado mientras cometía dos de estos crímenes, el resultado de su juicio está claro. Sin embargo, la Inquisición desea convertirlo en un ejemplo para futuros delincuentes (y aunque los personajes no lo saben, la Orden Roja desea aprender detalles sobre su magia para poder utilizarlos en el futuro en beneficio propio). Sin embargo, cualquier inquisidor capaz de realizar el juicio en Bremen está muerto, y el Concilio de Fe más cercano se halla en Brunswick (a una distancia respe table). La Inquisición desea sacar al hechicero de Bremen lo más rápido posible, antes de que encuentre una forma de escapar o de que alguien se tome la justicia por su mano antes de que pueda realizar una confesión oficial. Averki está encerrado en un transporte especial (fue diseñado especialmente para transportar monstruos, por lo que sus paredes poseen una gran resistencia) . Solo la ventana (colocada en la puerta) deja pasar la luz, y ésta está protegida por sólidas barras de hierro. La puerta está asegurada con cadenas (el personaje con mayor puntuación en Rango posee la llave). A pesar de todo, no existe nada que le impida utilizar su magia. El hechicero planea esperar hasta que la comitiva se interne en el bosque y una vez allí, solicitar ayuda a los hombres lobo. Los personajes deberán decidir si luchan contra los hombres lobo, intentan huir de Averki (hará todo lo posible para frenarlos) o lo dejan atrás (este acto será una losa sobre sus consc iencias durante el resto de sus vidas) . Personajes del Narrador: El personaje del Narrador más importante es Averki Skogarmad ur. Averki es un miembro de una sociedad de magos llamada Valdaermen, sociedad que tiene su origen en las tierras del norte. Aunque es poderoso y peligroso incluso sin la ayuda de su magia, cuando los jugadores se encuentran con él está débil y consumido, por lo que necesitará tiempo para reunir fuerzas antes de inte ntar escapar. Si tienes acceso a Edad Oscura: Mago, construye el personaje de Averki y complétalo con los Rasgos mágicos apropiados. En caso contra­ rio, no te sientas constreñido por su pertenencia a una orden mágica (después de todo es un juego de inquisidores en el que Averki representa al enemigo). Averki hace que cualquiera que se encuentre cerca de él se sienta solo y vacío, como si estuviera a miles de kilómetros de su hogar. Los cuervos siguen sus pasos, por lo que incluso durante la noche, un personaje atento puede escuchar sus graznidos. Averki iba vestido con pieles cuando desembarcó en Bremen, aun­ que ahora solo lleva un taparrabos. Los personajes pueden ver runas grabadas en sus manos, brazos, pechos y frente. Estas runas (y el hecho de graharlas) le permiten activar su magia, por lo que hará todo lo posible para convencer a los personajes para que le dejen un cuchillo o cualquier otro objeto que pueda utilizar para infligirse cortes. Si consigue provocarse heridas, grabará runas en las pa redes de su celda. Los hechizos que puede convocar sirven para incrementar sus Atributos, hacer que las armas de los personajes no funcionen como es debido, aprender secreta:, o solicitar ayuda de los animales (incluyendo a hombres lobo, ver más adelante). El mago habla alemán e islandés y no entiende ningún otro idioma. Intentará fingir que no comprende el alemán hasta que esté preparado para comunicarse con los personajes. Involucrando a los personajes: El método más obvio consiste en asumir que los personajes forman parte de una célula veterana de la zona que ha recibido esta misión. Otra posibilidad es que hubieran estado presentes cuando Averki destruyó el Concilio de Fe, aunque no la recomendamos, ya que el Narrador tendrá las manos .demasiado ocupadas en evitar que los personajes maten al hechicero. Además, Averki es un enemigo mucho más peligroso si los per onajes desconocen lo que es capar de hacer. Los rumores podrían indicar que es capaz de transformarse en lobo u oso y convocar tormentas de nieve (por lo que si el tiempo se vuelve más frío o los personajes oyen aullidos... ) . Es importante hacer hincapié e n que la Inquisición desea que Averki llegue a Brunswick vivo. Si muere en un gesto de autodefensa, los superiores de los personajes lo comprenderán, aunque tendrán más proba ­ bilidades de ascender si el prisionero no fallece en el ''iaje. La historia puede funcionar con casi cualquier mezcla de personajes, aunque los miembros de la casa de Murnau son especialmente adecuados por la zona geográfica donde se desarrolla la crónica. Un personaje Murnau podría ser capaz de proveer al grupo con un refugio en mitad de camino. Los Cahalleros de Acre también representan una elección ade­ cuada, ya que la Inquisición sabe que Averki es un hombre peligroso. La Inquisición también podría enviar a un espía del Oculi Dei disfrazado de cochero o criado, aunque debes tener presente que Averki es capaz de desvelar secretos con el uso de las runas. Narración: "El largo y solitario camino'' funciona mejor como una historia separada, ya sea como parte de una crónica más larga o en solitario. El tono del juego puede cambiar de forma dramática en función de las acciones de los personajes . Si tratan bien a su prisionero, es probable que Averki no recurra a los hombres lobo sin antes intentar convencer a los jugadores de que lo dejen marchar. Si abusan de él, es probable que Averki juegue con ellos, im·entándose secretos oscuros haciendo que sus cuervos les impidan dormir. El ca mino a Brunswick podría esconder otros sucesos. iQué pasaría si los personajes tuvieran que atravesar un pueblo plagado de herejes! Abandonar a esta gente a su ignorancia es un pecado grave, pero <dispo­ nen de tiempo para malgastar? Puedes ir dejando pistas de lo que espera a los jugadores: aullidos de lobo, el cadáver mutilado de un jabalí, y la risa demoníaca de Averki cuando la luna llena aparece entre las nubes. Esta historia es lineal, los personajes deben seguir una senda recta sin posibilidad de demasiadas permutaciones. La velocidad es crítica en una crónica de esta clase, ya que un número demasiado elevado de "encuentros aleatorios" podrían dar la sensación de una historia inter­ minable. Intenta que los personajes se comuniquen con Averki, que lo vean como una persona. Invéntate sus objetivos: iQué le llevó a viajar hasta Bremen? iPor qué no huyó cuando los guardias le descubrieron? iEs culpable de los cargos de que le acusan? <Está preocupado? Averki intentará persuadir a los inquisidores para que abandonen su fe y le acompañen a Islandia . Sus víctimas fayoritas son las mujeres, ya que cree que carecen de poder en la Iglesia. Conclusiones: La historia puede finalizar de muchas formas. Los personajes pueden conseguir su objetivo de conducir a Averki hasta Rrunswick, donde será juzgado y ejecutado. Podría escapar en el bosque , en cuyo caso es probable que los personajes deban viajar hasta Bremen para encargarse de crear el nuevo Consejo de Fe y protegerla de futuros ataques del hechicero escandinavo. Si matan a Averki sin juicio, podrían sufrir la venganza de la familia de Averki o de sus aliados, de los hombres lobo, etc. Maturale3a: Conbucta: 3mpulM Mombre : 3uga'bor: Crónica: Físicos Sociales Fuerza @O000 D e s t r e z a 00O0O Resistencia. OOOO CarismaManipulaciónApariencia 4ib . I/' y ' ' , ;\ Alerta A . 1 . W*, = .jTalentos ,\ 00000 mo \ 00000 encia ooooo Emparí00000 Esquiv 00000 Expres OOOOO I n t i m i d a c i o n ~O O O O O OOOOO Lidera Pelea OOOOO .. higio OOOOO $1 <j$ Orben: Concepto: Capítulo: - Trasfondos 00000 00000 00000 000 3 0 0 0 Bendiciones Maldiciones Mentales eoo0O Percepcióne o0oo Inteligencia l 0000 Astucia e0000 e0000 eO O00 bABICIDADE$ Pericias Armas C.C. Comercio Equitación Etiqueta InterpretaciónPericias Sigilo Supervivencia Tiro con A r c o Trato con animales - 00000 00000 00000 00000 00000 00000 00000 00000 00000 OOOOO VEIZLAJA$ Virtudes 05 ==== A u t o c o n t r o l 00000 C o n c i e n c i a 00000 Coraje O 0 0 0 0 0000000000 Devoción =Fuerza devoluntade 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 =A r t e sagrado = n o n o n u o of o u-. -.-- Conocimientos A c a d e m i c i ~ m o0~0 0 0 0 InvestigaciónO 0 0 0 0 Leyes OOOOO Lingüística 00000 Medicina 00000 Ocultismo 00000 Política O 0 0 0 0 Sabiduría popularOOOOO Senescal 00000 Teología 0 ~ ~ 0 0 0 Convicción ..'. o0 . , r i . i =Virtudes Superiores Sabiduría Fe Celo = 00000 00000 O 0 0 0 0 Salud Magullado Lastimado Lesionado Herido Malherido -1 -1 -2 -2 q