Subido por Jose Manuel Gallardo

Edad Oscura Inquisidor, Vampire

Anuncio
/
�nbíce
Preludio: Absolución definitiva
4
Introducción
12
Capítulo uno: Contra todos los demonios
18
Capítulo dos: Llamada a las armas
40
Capítulo tres: La mente de la Inquisición
80
Capítulo cuatro: Personajes y drama
100
Capítulo cinco: Palabra de Dios
122
Capítulo seis: Narración
152
:Jlunca me �an ímportabo fas puestas be so(.
El glorioso despliegue de colores que se extiende por el
cielo occidental es poco m8s que el anuncio del ocaso y de
la noche que se acerca. Para mí, la noche no est8 ligada al
descanso, sino al horror, ya que la noche es el momento en
el que ell nfierno es m8s poderoso y cuando los que lucha­
mos contra él debemos estar m8s atentos.
Temo queesta noche no ser8 distintade cualquier otra.La
muerte acecha en las calles de Foix, y el causante est8 ante
mí: un pesado tomo negro asegurado con cierres de bron­
ce y asegurado con sellos infernales que recorren el cuero
de sus cubiertas y el bronce de sus bisagras. Carezco del
coraje necesario para leer su contenido, aunque no me
hace falta. El libro apesta a carroña: sus p8ginas despren­
den tal hedor a muerte que casi soy incapaz de soportarlo,
aunque mis compañeros son incapaces de percibirlo. Sin
embargo, no es el Único volumen de esta clase que tengo
en mi posesión, por lo que si condeno al Hermano Reniel
por desearlo o por caer bajo su hechizo, también debo
condenarme...
-Extracto del diario privado del Hermano Leopold von
Murnau, Inquisidor de la Orden de los Frailes Predicadores
PR€CUDIO:
RSSOCUCIÓN
D€fl)'ITCIVR
El hermano Leopold von Murnau no esperaba ser bien recibido en Foix
hereje
hasta hacía unos pocos años, cuando el sangriento conde Roger Bernard fue
sometido � l a voluntad de su rey y la Iglesia. Sin embargo, como Leopold
por un buen motivo: In ciudad hab(a sido la capiral de la resistencia
sabía con cerre:a, someterse no era sinónimo de rendirse.
Los habitantes de las estrechas callejuelas les miraron con re celo
mientras se echaban a un lado a
su paso. , adie habló por temor
a que el
al
monje estuviera escuchando. El ruido de los cascos de sus monturas
golpear con el p<•vimento era el único sonido que rompía el tenso silencio.
Sir Baudioun le Breron azu:ó a su montura para ponerse a la altura
de la mula de Leopold. Los ojos del caballero permanecían alerta mientras
resto... el Hermano Herve, el Hermano Raimond y la Hermana Berengaria...
-Se estremeció mientras sus bra;:os apretaban con más fuer•a la manta
su mano descansaba en su cadera a pocos centímetros del puño de su
alrededor de su delgado cuerpo
espada. Tras é l se encontraba Philippe, el joven paje de Baudioun,
que pude encontrar. Estoy seguro de que el Hermano Herve ni iquiera lleg{¡
montado a lomos de su propio caballo y encargado de las riendas de la
a levantarse, ya que lo encontré en la cama. Y la Hermana Berengaria ...
mula de carga y de las del caballo de batalla de su maestro. Tanto el
caballero como el paje iban vestidos de blanco, aunque solo la capa de
Baudioun mostraba el crucifijo rojo que lo identificaba como Caballero
. Recogí sus cuerpos, o al menos las partes
Debió ele intentar huir tras el primer golpe, ya que encontré u cuerpo en
el patio. Y su cabeza... estaba a unos metros de distancia del cuerpo.
Baudioun se persignó.
Mendicante de Acre, un sirviente tanto de Dios como del Dominico
-Dios se apiade de sus almas -murmuró con voz queda.
vestido de blanco y negro que cabalgaba a su lado.
-iCómo sabéis que esta obra fue responsabilidad de lo:. demonio \
Leopold ignoró las miradas e intentó no pensar en el riesgo, sino en su
misión. No estaban aquí para cazar herejes, la Iglesia tenía enemigos mucho
más peligrosos.
no de los hombres? -preguntó Leopold-. El conde y sus hombres ya han
hecho cosas similares en el pasado y se han mostrado orgullosos de ello.
-El conde estuvo en Tolosa durante la semana pasada, o al menos eso
-l\o en\'idio las tareas de vuestro compa1ieros, hermano -comentó
es lo que el prior de Sr. Volu ien nos dijo -afirmó el Hermano Renier-,
el cahallero en voz baja. Solo hablaba francés, el único idioma que tenían
y la puerta estaba cerrada cuando regresé. Cuando nadie respondió a m1
en común, ya que Baudioun desconocía el latín.
llamada, decidí abrirme paso a través de uno de los postigos de la planta baja.
-Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza -replicó Leopold-, al
Y cuando subí a la planta superior ... -La voz de Renier se apagó al mismo
igual que cuida del gorrión, cuida de todos nosotros. -Tomó un pequeño
tiempo que con su mano hacía un gesto hacia el desorden de la habitación.
libro de la bolsa que colgaba de su cadera y lo consultó-. La casa capitular
debería estar al final de ese callejón.
-Parece extraño -dijo Sir Baudioun mientras se agachaba sobre
el sucio suelo para remover lo:. restos con la punta de su espada
justo cuando desmontaron, un mendigo que descansaba en un portal
desenvainada-. i\ieis esa mancha de sangre de la pared? iDonde la
cercano se incorporó y se dirigió hacia ellos. Baudioun apretó su mano sobre
el pomo de la esp�da mientras se interponía entre la harapienta criatura y
argamasa se ha resquebrajado? Algo la golpeó con fuerza. Y mirad, allí
sus compañeros.
-Espera �murmuró Leopold mientras colocaba su mano sobre el
brazo del caballero.
no hay ningún rastro de sangre. La huida tendría que haberla empapado
como si fuera una esponja -aÍirmó mientras volvía a remover los
restos-. iVeis? Todo está limpio y seco.
-La cabeza del Hermano Raimond estaba... abierta como si fuera
El mendigo retiró la manta que le cubría la cabe:a, revelando una
tonsura monacal, aunque la antaño limpia coronilla estaba recubierta
de pelo.
-Alabado sea el Se1ior �murmuró con premura-. Había abando­
nado toda esperanza. -Acto seguido dijo la frase clave-: Sed libera nos a
malo (Líbranos de todo mal).
-Et ne nos indulcas in tentarionem -respondió Leopold continuando
de forma deliberada la frase (Y no nos dejes caer en la tentación)-. Soy el
un hue\'O �añadió el Hermano Renier�, pero se encontraba allí, junto
a la ventana.
El caballero se puso en pie y e acercó hacia el lugar señalado por el
fraile.
-Aquí tampoco hay demasiada sangre -informó-. Hay un peque110 rastro en el lugar donde debió descansar su cabe:a, sin embargo...
El Hermano Leopold miró hacia el suelo y hacia el otro lado de la
ventana. A este lado de la casa se abría un precipicio que llegaba hasta el
Hermano Lcopold, y este es Sir Baudioun, nuestro hermano en la rarea que
río situado quince metros más abajo. Podía divi;ar los restos de los postigos
el Señor nos ha encomendado.
de roble cerca de la orilla. La jamba de la \'entana también estaba hecha
Ahora que lo veía más cerca, Leopold pudo comprobar que el mendigo
peda�os, como si hubiera sido golpeada con ganchos de hierro.
era má� joven de lo que aparentaba a primera vista, a pesar de su lamentable
Leopold se dirigió hacia el interior de la habitación y buscó en su boba.
estado. Bajo la sucia manta iba vestido con el hábito rojo de la orden de San
El primer libro que sacó tenía una cubierta rojiza hecha de cuero repujado.
Teodosio.
Con un silbido de irritación lo \·olvió a meter dentro y sacó el peque!lo tomo
-Hermano, ihay algo que ande mal? iO acaso es costumbre de
vuestra orden abrazar la pobreza y mendigar por la comida?
El joven monje ni siquiera se inmutó.
-No lo es -admitió�, aunque me ha ayudado a mantenerme a
salvo. Hay un demonio que pulula por las calles al anochecer, Hermano.
que había estado con ultando durante el viaje. Lo abrió, bmcó una página,
se detuvo súbitamente y miró a su alrededor.
-Hermano Renier -dijo mientras observaba el desastre de la casa
capitular bajo un nuevo punto de vista, buscando lo obvio (algo que no
estaba en ningún sitio)�. iDónde están los libros'
Temo por todos nosotros, ya que soy el único que queda vivo.
t tt
-iDios bendito! -murmuró Sir Baudioun mientras entraban en las
tt t
El sacerdote estaba oficiando una misa funeraria en el santuario
principal de St. Volusien cuando el Hermano Leopold hi:o acro de presen­
ruinas de lo que antalio había sido la casa capitular de la Inquisición, ahora
cia, por lo que el inquisidor se retiró a un tranquilo lugar bajo el ábside para
convernda en un lugar saqueado situado sobre una tienda vacía. Al darse
esperar y orar. Los apuntes que había tomando del Consejo no le decían
cuenta de la mirada reprobatoria de Leopold, miadió-. Perdonadme
Hermano. En nombre de Dios, iqué pasó?
Casi no quedaba ninguna pieza de mobiliario en pie. Las jambas de las
ventanas colgaban de las bisagras, los colchones estaban ,bhechos y la ropa
cómo ponerse en contacto con cualquier Owli de Foix, por lo que solo le
quedaba la csperan:a de que, si se dejaba ver, alguno de ello� contactaría
con él. Baudioun y Philippe habían ido a buscar un establo donde dejar las
monturas. El Hermano Renier también se había retirado mientras murmu­
había sido convertida en harapos. En el ¡1mbiente flotaba un olor enfermi:o
raba algo acerca de recuperar sus posc�ione:., aunque Leopold :.e preguntaba
de sangre seca y carne chamuscada, aunque Leopold no podía di tinguir la
por la naturale:a de las posesione� del jm·en monje.
porción del olor que provenía de la habitación de la que se generaba en sus
Metió la mano en la bolsa para coger su misal, pero lo que extrajo fue
el mismo tomo rojo que había hecho su inconveniente ap;1rición en la casa
sentidos. Al menos la sangre debía de ser real, ya que podía ver lugares en
los que
lm restos estaban marcados por manchas parduzcas.
-Ocurrió hace seis noches -les indicó el Hermano Renier�.
Gracias a Dios, no me encontraba aquí cuando el demonio atacó. Pero el
capitular. El título estaba grabado en la cubierta, así como un intrincado
diseiio de hojas y enredaderas.
Libellwn Secretum Sartadis.
-<No tienes l'ergüenza? -siseó-. iOsas atOrmentarme incluso en
la casa del Sei'ior?
Hizo el ademán de volverlo a poner en su sitio, pero se detuv o. Era
evidente que había algo demoníaco en Foix, y el Libelus podía dar alguna
pista sobre su naturaleza. Sin embargo , como Leopold sabía, su a utor no
era una fueme de confianza.
Dudó durante un largo intervalo, momento tras el que giró sobre sus
pasos y abandonó el suelo samo de la iglesia en busca de un lugar privado
en el claustro. Solo entonces, protegido por una oscura arcada, abrió e l
libro en una página al azar para leer el el egamc rexto latino:
�emía que te f)ubíeras o(l)íbabo be mí.
-Ojalá Dios lo permitiera -murmuró Leopold. En ese momento
cerróellibroy lo dejó a un lado, ya que alguien había entrado en el claustro .
Uno de los monjes había abandonado la igle sia, a pesar de que la misa
rodal'ía no había acabado, y caminaba con rapide: a lo la rgo del pa;illo que
la rodeaba. Se detuvo en una esquina y c;pcró hasra que Leopold ley¡mtó
su mirada. Una de sus manos se movió formando símbolos que los monjes
usan cuando deben mantener mto de silencio.
Hermano, debemos hablar.
Leopold volvió a colocar elLibelus en el interior de su bolsa y lo siguió.
tt t
Cuando el Hermano Leopold regresó a la casa capitular, Ba udioun y
Philippe estaban ocupados limpiando los restos, separando cu¡¡lquier
mueble que pudiera repararse de los desti nados al fuego. R enier hahía
estado ordenando el contenido di sperso de los armarios, materiales que
iban desde enseres y hierbas para cocinar hasta material de escritorio.
Había encontrado un recip iente para el agua sagrada bendecido por el
Ohispo de Tolosa que estaba milagrosamente intacto.
Lcopold a pre ci a ba sus e sfuer:o s , aunque el lug a r todavía hedía.
No p od ía poner a mano en-eUuego, pero sentía cierto malestar en su
estómago, casi podía semir el sabor de la maldad i.¡ue ace chaha cerca
de este lugar.
-(Bien� -preguntó Baudioun-. <Qué tiene que d ecirnos el pe­
queiio espía de Rodríguez! <Algo útil?
-Quizá. Jaufrc el vendedor de vinos fue asesinado en su casa ayer.
-Leopold se acercó a la ventana y tocó las profu ndas cicatrices de la
madera. La viuda de jaufre tenía esas mismas cicatrices-. Las habitacio­
nesy la tienda f ueron saqueadas, como si alg uien bu scara algo determinado.
El espía me contó que conservaba algunos libros de MI juventud. El cofre
donde los guardaba había sido for:ado y los libros habían desaparecido.
Pero su caja fuerte e taba intacta.
-i]aafre? -suspiró Renier-. Pero no era uno de los nuestros...
-Otra vez los libros -dijo Baudioun mientras se rascaba la barba-.
Muy extraflo. iPara qué querría un demoni o l os l ibros1 i Acaso J aufre
comerci ab a con e llos?
-Normalmente no. Hace una semana un castellano le había
ofrecido un libro a cambio de un odre, pero J a ufre lo recha:ó. Cre ía que
era herético. El castellano debió de acabar enco n trando un com pra­
dor, ya q u e regresó a la tienda una hora más tarde con monedas de
plata en su bolsillo.
-A p ropósito, Hermano Re ni er --<lijo Leopold mientras miraba al
monje-, afirmasteis que grac ias a la pro videncia divina no estabais aquí
la noche en que el lugar fue atacado y murieron vuestros compaíieros.
Creo que no me dijisteis dónde estu·visteis. O mejor, dónde habéis estado
las pasadas seis noches.
La mirada de Renier se volvió recelosa.
-Estuve vagando por ahí -respondió-, no me atrevía a permane­
cer en el mismo lugar durante dos noches seguidas, y aun así no he dormido
por temor a ser atacado mientras descansaba, tal y como le ocurrió al
Hermano Herve.
-iY la noche en que la casa capitular fue arrasada? -preguntó el
Hermano Leopold una vez que Renier concluyó su afirmación-. iQué
motivo os impulsaba a estar alejado de vuestros hermanos?
-Yo .. . tenía permiso del prior para estudiar en la biblioteca de St.
Volusien. Estudiaba mucho mejor cuando los hermanos dormían.
-Supongo que en ese caso habrás conocido al Hermano Jerome, el
bibliotecario.
-Sí, por supuesto.
-Que se encontraba en la enfermería y por ende fue incapaz de abrir
las estanterías. De hecho, el abad tuvo que enviar a un monje para que
recuperara la llave anres de maitmes.
El rostro de Rainier palideció y bajó su mirada hacia el suelo mientras
sus dedos juguetearon nerviosamente con los raídos restos de una manta.
-Hermmio, no estuvisteis en la abadía esa noche -dijo Leopold
con mirada severa.
-No -admitió Renier. No se atrevía a levantar la mirada-,
perdonadme, Hermano. Yo ... estuve en la vinatería de Jaufre. Era incapaz
de traerlo a un lugar sagrado. Cada vez que lo intentaba, acababa
caminando en dirección contraria.
-iCúmo7 -Leopold sintió un súbito escalofrío mientras retenía la
respiración.
-Os juro que no lo sabía -dijo Renier de forma atropellada-,
nunca pensé que pasaría esto. Lo siguiente que supe fue que todos estaban
muertos y desconocía qué debía hacer.
Renier abrió la manta con dedos temblorosos. En su interior había
una bolsa de cuero muy similar al que Leopold utilizaba para transportar
sus libros.
La quemazón en el estómago de Leopold se hizo más intensa y su
sentido del olfato le transmitió un hedor de carne podrida que provenía de
donde se encontraba Ranier. Leopold observó con sorpresa cómo Ranier
abría la bolsa y extraía un grueso tomo negro con cierres de bronce.
-El libro del castellano que Jaufre no quiso comprar -susurró
Renier-; yo lo adquirí.
-iQué hiciste1 -rugió Baudioun-. iPor las pelotas de Criswr iEn
qué estab as pensando?
Renier estalló en lágrimas mientras se tambaleaba de un lado a otro
con las manos sobre su rostro.
-iBaudiounr -gritó Leopold mirando al caballero-. iYa es suficien·
re1 Ahora no es el momento adecuado. Tenemos otros problemas más
importantes que resolver.
El caballero cruzó sus brazos sobre el pecho con gesto enfadado, pero
no dijo nada más.
-Renier -dijo Leopold con firmeza. Al ver que el monje no
respondía, se acercó a él y le puso la mano sobre su espalda, obligándole
a mirarlo a la cara-. Hermano, escuchadme con atención.
El joven monje consiguió asentir de forma entrecortada.
-Nuestro Setior es generoso y perdona incluso los pecados más
importantes. Ahora necesitamos ,·uestra ayuda. iCuál es el nombre del
libro que comprasteis?
Rcnier aspiró profundamente.
-Es un nomen angelorum -dijo-, todos los nombres conocidos,
incluso de los que siguieron a Lucifer y fueron expulsados del infierno.
-Un libro con los nombres de los demonios. Que Dios se apiade de
nosotros. -Leopold se masajeó la frente-. Y ese hombre, el castellano,
itenía idea de lo que era? Probablemente sería incapa: de leerlo.
-No creo que pudiera -afirmó Renier-, ya que en ese caso me
hubiera pedido más dinero. Lo cierto, Hermano, es que no me extrañaría
que fuera robado. Estaba ansioso por venderlo.
-Y ahora me temo que hay alguien, o algo, que quiere recuperarlo
-dijo Baudioun-, alguien que está dispuesto a matar y mutilar a
mocentes hombres de Dios.
-Hermano, iqué puedo hacer?- preguntó Renier mientras miraba
a Leopold esperando una respuesta.
Por supuesto, Leopold pensó con amargura, los Mumau somos los
expertos en asuntos demoníacos.
-Quemadlo -grutió Baudioun-, el libro esrá maldito. Debería­
mos destruirlo.
-No haremos eso -dijo Leopold mientras alzaba un brazo para
detener las protestas de Baudioun-. Al menos no todavía. Creo que
podemos utilizarlo de otra manera ... si es que la criatura lo desea con
tantas ganas.
-Ah, Hermano, adivino vuestros pensamientos y me gustan. -El
caballero sonrió mientras colocaba su mano en el pomo de la espada-.
Anzuelo.
ttt
Un diccionario de nombres de demonios. Leopold temblaba con solo
pensar en ello; algunos hombres habían sido incinerados por menos.
Ciertamente era algo por lo que un hechicero enviaría a un demonio para
recuperarlo.
En su interior estaba de acuerdo con Baudioun: el libro debía ser
destruido. Pero este acto no garantizaba que el demonio detuviera su letal
búsqueda. Sus actos eran los de una criatura que carecía de una verdadera
comprensión de lo que debía buscar. Eso sin contar que había algo en el
alma del inquisidor que clamaba venganza: ningún demonio podía matar
a tres de los suyos y quedar impune. Y solo había una forma de atraerlo
hasta el lugar adecuado.
La única iluminación de la casa capitular provenía de unas pocas velas
mientras la noche descendía sobre la ciudad. Se habían unido a los monjes
de St. Valusien para vísperas, justo antes del anochecer. Baudioun se
arrodilló para rezar mientras sostenía su espada ungida desenvainada ante él
y apoyaba su frente en la empuñadura. Había ordenado a Philippe que
permaneciera en el interior de la abadía, ya que si ocurría lo peor, al menos
un miembro del grupo sobreviviría para informar al Consejo de su destino.
Ranier también se arrodilló míemras sostenía el precioso recipiente
de agua sagrada en sus manos y murmuraba sus penitencias. Su hábito no
estaba demasiado limpio, pero al menos su tonsura esraba recién afeitada.
Leopold había escuchado su confesión y le había absuelto, aunque el
problema con su posición en la Inquisición tendría que ser transmitido al
Consejo ele la Fe de Tolosa.
Vistas las circunstancias, Leopold no se sentía cualificado para
juzgarle.
Cuando terminó sus oraciones, Leopold tomó una vela y bajó las
escaleras que se dirigían hacia la planta baja para comprobar lo que el
Libellus Secretwn Sartaelis tenía que decir al respecto. Cuando lo hacía se
sentía impuro, ya que independientemente de que sucumbiera a la debi­
lidad de su sangre o su curiosidad, era su pecado personal, la espina clavada
en su carne. Y a pesar de ello, no pudo resistir abrir las páginas una vez más.
�u protector está en lo cierto � lo subes. 'neberíus
quemar e( Líbro.
Esta frase le sorprendió. Sartael no solía expresar su opinión de forma
tan dírecw. Además, se mostrab�1 de acuerdo con el sentido común de
Baudioun y el suyo, un hecho doblemente sospechoso.
-(Debería hacerlo1 -preguntó-. iQué te impulsa a dar este
consejo? Pensé que me indicarías lo contrario ...
�s un objeto pdigroso. Dbiaría ver como mueres
antes be tiempo, ya que me {)e acostumbrabo a bisfrutar
be nuestras conversaciones ocasionares.
Leopold frunció el ceño. iQué le im pulsaba a decir eso... ? A h, sí. Por
supuesto. Debería haberlo s up uesro.
-Tu nombre está escrito en él, (\'erdad� iTu verdadero nombre? <E;
por eso por lo que quieres que lo destruya'
�( ser que [o busca ya se ba cobrabo cinco oibas
morta(es. 9?o es una criatura con (a que se beba especu(ar.
Quema e( ríbro y bejará be buscarte.
·1
o
-Por Cristo y la Cru: Verdadera -murmuró mientras se abalan:aba
hacia delante, pero nunca llegó a estar lo suficienremenre cerca. El
demonio agarró los resros de un banco y los lanzó hacia el caballero como
si fue ran una lanza. El proyect il de roble le golpeó en mitad del pecho con
la fuerza de una catapulta, desequilibrándolo y hac iéndole caer sobre un
monrón de muebles rotos.
No volvió a levantarse.
Leopol d aprovechó roda la v enraj a que pudo obtener del ataque de
Baudioun, colocándose entre la criatura y el libro.
El demonio le siguió con la mi rada. Ahora que se había materializado
por completo , su pi el era de color gris moteado, irregular y áspera como la
piedra. En algunos lugares del c uerpo formaba espinas ir r egulares.
El demon io gruñó y sus labios se retorcieron en una mueca que dejó
has contestado a mi pregunta.
La página permaneció en blanco, hecho que sirvió para responder a
Leopold .
-iCómo puedes estar tan seguro de que lo detendremos si quema­
mos el libro?
l
¿<)Jle estás pibienbo conse 'o?<pobría contarte tantas cosas
sobre eoo bestía y su señor, e( ugar be bonbe oíno, sus míebos
y bebíHbabes. :tobo (o que tíenes que f)Qcer es preguntar.
Preguntar, eso e s todo lo que quería que hiciera, o al meno eso es l o
que admitía. Pero a pesar de lo tentador de la oferta, no se atrevía a
acep tarl a. Mejor permanecer ignorame )' en las manos de Dios que pmbar el
conocimiento de la Serpience y ser expulsado del Edén.
-Quizá en otro momento -dijo mientras cerraba el libro para
cvirar oír la respuesta-. Ese libro no es el ú nico que deberíamo s quemar.
Pero su amena:a estaba vacía de contenid o, y él lo sabía.
Subió las es caleras para unirse con el resto. Se1ior, ten misericordia de
este miserable pecador y perdona las debilidades de mi alma...
ttt
ver su dentadura bestial. Acto seg uido elevó uno de sus brazos y sei1aló el
wmo negr o que se encontraba detrás del monje.
-iAddicere libelus' -Su voz era profunda y hueca, poco más que un
rugido, pero su gesto era inconfundible.
-No -dijo Leopold manteniendo la calma. El hedor de la criatura
era terrible y sus ojos comenzaron a llenar e de lágrimas. Alzó su mano,
sosteniendo su ros ario y su crucifijo de plata en ademán defensivo.
El demonio aulló como si esperara recibir un golpe, aunque no
retrocedió.
-iAddicere libellus! -volvió a repe tir, aunque no con tanta au tori
d ad.
Renier dio un paso hacia delante, sosteniendo el rec ipieme de agua
sagrada con una mano mientras que con la otra comenzaba a di buj ar el
símb ol o de la cruz en el aire.
­
-In nomine Pacris ec Filii, ec Spiriws Sancri.
El dem oni o giró su cabeza para enfrentarse
a la nueva amenaza. Su
hocico se iluminó y asestó un pur1etazo treme nd o en el estómago del joven
monje. El cuerpo de Renier se dobló al recibir el golpe. Un segundo golpe
le empujó hasta la pared opuesta. La c riat ura comenzó a acercarse a él con
las mandíbulas abiertas.
Unas horas más tarde escuchó un ruido le hi:o abandonar sus
oraciones. El hueco sonido de unos cascos sobre la roca, el ruido apagado
de unas riendas. Una Yaharada de muerte y podredumbre atra\·e>Ó la
\'Cntana transportada por el viento.
Leopo ld se puso en pie, se arrastró hacia la ventana y se asomó.
En un pequei1o promontorio en la otra orilla del río, casi in\'isible a
la lu: de la luna, se al:aba la figura de un j inete encap uchado. Leopo ld no
necesitaba su sentido del olfato para darse cuen ta de su antinaturalidad:
el caballo ;e movía con demasiada seguridad y sus ojos desprendían una
tonalidad p la tead a a la lu: de la luna. El jinete retiró su capucha, revelando
un p;\lido rostro cruel enmarcado por una larga melena y una barba negra.
Atrajo algo hac ia sus labios: un silbato que emitió
pa recido al que se utili:aría para llamar
Ba udioun alzó s u es pada.
a
un halcón.
un sonido grave,
La r esp uesta no vino del exterior, si no del interior, un ru gido
-iNo' -L eopold agarró el romo negro y lo alzó para que el demonio
pudiera \·erlo-. i Es esto lo que quieres, verdad1 Déjalo ir... iOéjalo ir en
nombre de Dios y de Jesucristo Nuestro Se11or o destruiré el libro, y tú iras
con él!
La criatura comprendió u latín y dudó cuando ya se agachaba sobre
el cuerpo inerte de Renier. Sus ojos se fijaron en el volumen que Leopold
tenía e n sus manos
-iAdiccere libelltLS! -volvió a gru1'lir.
Renier hi:o un movimiento desesperado. Un;� de sus manos reveló el
.
recipiente intactO de agua sagrada mientras decía con respiración
entrecortada.
-No ... debes... dársel o - cada palabra era un tormento-, asesino.
Con un rugido, la bestia se dio la vuelta para encararse con la víctima
que tenía ran cerca,
abalanzándose sobre la garganta del monje.
En el momento en que abría su mandíbula frente a su ros tro , Renier
creciente que no solo se oía, sino que se sentía en los cimientos del edificio
al:ó el brazo y rompió el recipiente de ag ua sagrad a justo entre los ojos de
en el que se enc onrraba.
la criatura.
Por la sangre de Cristo ... -dijo Baudioun mientras se ponía en pie
Una vaharada de olor a carne quemada llenó la habitación, se guido
con la espada de:,envainada. Leopold se giró y lo que vio hi:o que su sangre
por un rugido de dolor y rabia del d �monio. Sus pode rosas garras se
·e le helara en las venas.
Un demonio, no podía ser otra cosa que una semilla del infierno, se
e:;taba materiali:ando tras él, emergiendo de la pared má:; cercam1. Era tan
airo como Baudioun y tenía un cuerpo musculoso, aunque su:, rasgos eran
bestiab y grotescos, ya que su gran mandíbula estaba repleta de co lmillos
afiladm. Sus garras eran largas y estaban curvadas como las de un halctín
monstruoso y sus ojos brillaban como asc uas. Y de su espal da emergían un
pm Lle alas similares a las de los murciélagos.
El demonio se encontraba más cerca de la mesa con el romo oscuro
que ninguno de ellos.
lan:aron obre el cuerpo de Rcnier, aunque un instante más tarde las
dirigió hacia sus ojos para erradicar su agonía . Brillantes hilos de sangre
comen:aron a deslizarse por la piel de l a criatura, hecho que demostraba
que no estaba hecho de piedra, ya que podría sangrar.
-Sangre. . . de Dios...
Baudioun se había puesto en pie a pesar de sm heridas. Se mantenía
apoyado en l a pared. La sangre había impregnado su cabello y manaba por
su frente mientras que su mano libr e descansaba a s u costado. Pero con la
otra toda vía sujetaba su espada.
- Ahora es mi wrno, pútrida semil la del infierno.
El demonio se puso a cuatro patas como si fuera un gran felino,
su espalda y utilizando sus alas para mantener el equi librio
mientras se giraba hacia la di recc ión de Baudioun. Su rostro era una
grotesca ruina debido a los e fec tos combinados del a g ua sagradu y de las
profundas heridas infligidas por sus propias garras. Sus ojos eran dos
orificios sanguinolentos y sus ollares brillaban mientras giraha la cabeza de
lado a lado en busca de su enemigo.
Baudioun comenzó a avanzar moviéndose lentamente y agarrándose
el costado. Leopold era consciente de su sufrimiento. iVirgen sanra, dale
fuerzas ! En ese momento Leopold comenzó a rezar en voz alta:
-Dominus illuminatio mea et salus mea quem timebo. DominHs protector
vitae meae a qzw trepidaba.
El demon io, aunque estaba cegado, podía oír y conservaba roda su
fuerza. Con un movimiento de alas golpeó a Leopold y lo de equilibró. El
tomo oscuro cayó de sus manos y resbaló por el suelo.
La cabeza del demonio siguió el sonido, se abalan:ó tras él, lo agarró
entre sus zarpas y dio un salto con la intención de atrave ar la ventana.
Pero Baudioun lo detuvo en seco con un certero golpe de espad;1 que
golpeó el torso de la criatura. La hoja sagrada atravesó con facilidad la piel,
seccionando carne y tendones con facilid ad .
El demonio cayó al suelo entre gritos de agonía y convulsiones. A
pesar de su terrible herida, mantenía el tomo bien agarrado con una de sus
manos. Desesperado por escapar, utilizó sus últimas fuerza� para arrastrar­
se hacia la ventana grita ndo "iMagister! iMagíster!" y estirando su horrible
rostro hacia el cielo abierto.
-iAudimenri Perros, Magiscer!
-iVete al infierno, sucio bastardo! -gruñó Baudioun mientras
hendía su espada en el cráneo del demonio.
La criatura emitió un último ala rido , aunque Leopold no podía
adivinar e l órgano responsable de ello, ya que el golpe del caballero había
partido la cabeza por la mitad ha ra el inicio del torso. El monstruo cayó
al suelo y comen:ó a temblar; su carne se secó y se desmenuzó ame sus ojos,
hasta que todo lo que quedó fue un mamoncito de ceni:as y gra,•a sobre
el torno maldito por el que había sacrificado su existencia.
-iGracias a Dios! -Baudión cayó de rodillas y se apoyó contra la
pared-. Atended a Renier, Hermano. Estoy herido, pero sobreviviré.
Leopold rodeó las cenizas y se arrodilló al iado del monje. La parte
delantera del hábito de Renier estaba empapada de su propia sangre y un
hilillo manaba entre sus labios.
-Bendecidme ... -suspiró el monje mientras alzaba una mano.
Leopold la cogió entre las suyas. Renier estaba agonizando, poco
podía hacer salvo dejarlo en manos de Dios. "\llisereawr tui omnipotens
Deus, er dimitís peccacis cuis, perducac ce ad 1•iram aetemam. Amen".
arqueando
•
-Deo Orarías. . . -musitó Renier, y aunque sus labios continuaron
moviéndose, no emitió ningún son ido mlicional. Luego dejó de moverse.
Baudioun se persignó y murmuró una oración. Leopold se inclinó
para cerrar los ojos del monje. iPor qué, Señor' iEra esa su penirencia, morir
como el res ro de sus hemwnos? iPor qué él? i Por qué no )'O, ya que mi alma
rambién está manchada' i Por qué me habéis sall'ado'
Leopold se le,·anró y volvió a acercar e a la ventana. Al otro lado del
río, la figura encapuchada hizo girar a su monstruosa montura y comen:ó
a alejarse, adentrándose en la noche.
ttt
Está amaneciendo, un momento más agradable que el ocaso. Mi vela
lu:.
He escrito una misi,·a al Abad de Laurendine, informándole de la pérdida
de cuatro miembros de su orden y asegurándole que murieron sin·iendo a
Cristo. Nuestro bra\'O Hermano Renier de cansará con sus hermanos en
el cementerio de St. Volusien y me encargaré de que se reciten misas para
todos ellos. Cuando regrese a Roma, añadiré sus nombres a la larga lista de
;amos mártires caídos por la causa .
El tomo negro está frente a mí, encima de la mesa y envuelto en su
forro. Baudioun, antes de que el cansancio y las heridas le obligaran a
desplomar e, me ,·olvió a ped ir que lo quemara. >-lo he podido hallar una
explicación racional, ya que el motivo para no hacerlo descansa a mi
derecha con una apariencia inocente, que al igual que las palabras que
aparecen en us páginas, es engaz'io a.
Va co nt ra mi propia naturale:a someterme a su Yolunrad, aunque
comienza a apagarse, aunque dentro de poco tiempo no necesitaré su
al comportarme de esa forma soy más vulnerable a otras tentaciones y ;1
pecados. Aunque en este caso su consej o coincide con el de
o
mis dudas nacen de la desconfianza o del mal que ya se ha apoderado de
mi alma? Y s i Sartael (puedo escribir su nombre aquí, aunque me niego
a honrarlo con repeticiones) tiene su propios objetivos, i son todos �us
actos makados por naturale:a! iO me ha vuelto a engaz1ar, pretendien­
do defender una cosa con la certe:a de que haré lo contrario! El
monstruo que invocó a esa bestia demoníaca todavía hulla la noche y
podría enviar a otros horrores para recuperar lo qu e es suyo. Pero, iqué
seguridad tengo de que, tal y como afirma Sartacl, si destruyo el libro, el
mo ns tru o abandonará su búsqueda?
iSama María madre de Dios, dame fuem! La necesitaré para lo que
debo hacer...
-Extracto del diario privado del Hermano Leopold von Murnau,
Inquisidor de la Orden de los Fraile Predicadores .
otros
Baudioun y con mis propios instintos: el libro debe ser destruido. i Aca
2a jot)en íba a morir pronto.
El demonio no tení2 ningun2 intención de 2lirnent2rse y dej2rl2 ir. Osoro miró por l2
ventan2 mientras l2 joven ernp2lidecí2. Sus brazos rodearon al demonio mientras su
cuerpo indicaba que incluso si tuviera la oportunid2d de escapar, no lo haría.
La duración de todo el proceso (atraer a la joven hacia la sombría esquina, hundir los
colrnillos en su suave cuello, drenar su fluido vital y abandonar el cad8ver) no había sido
superior a unos pocos segundos.
Para Osoro de Madrid, esos segundos habían durado una eternidad.
Dios le había concedido grandes dones: su padre habí2 goz2do de inmunid2d ::mte los
moros, le había d2do un2 f2rnili2 y un2 herencia rnodest2. Cu2ndo los demonios de l2
. noche vinieron 2 por él, h2ciendo revivir l2s sombras de l2 noche y estrangul2ndo a sus
hornbres, Osoro pudo perrnanecerocultoy hallar unaforrnadeincinerara susenernigos
mientras escapaba. Cuando Rodrigo de Navarra se acercó a él, Dios le otorgó la
sabiduría necesaria corno p2ra reconocer Su Llamada.
Pero Osoro hubiera dado cualquier cosa, incluso su propia vida, por no h2ber tenido
que contemplar todo aquello. M ientras veía corno l2 joven agonizaba, maldecía
silenciosarnente el momento en que se había convertido en un Ojo de Dios. Su cuerpo
est2ba ternblando, enfriándose conforme la sangre iba 2b2ndon2ndo sus venas, 2un­
que todavía se agarraba al demonio corno si fuer2 su amante. L2 criatura se apattó de
ella, corno si intentara mantenerse alejado mientras continuaba con la boca apretada
2 su cuello. Osoro no comprendió el motivo hasta que vio el vapor que emergía del
suelo. Después de todo, incluso los rnuertos pierden el control de su cuerpo.
El cuerpo de la joven c2yó al suelo, mornento en que el demonio se incorporó y se
adentró en la noche. La cri2tura tenía una ap2riencia hurnan2. Ningún cristiano que lo
viera sabría distinguirlo de un hombre de regreso a c2s2 tras beber con sus amigos. Pero
Osoro sabía la verdad. S2bí2 que el demonio había cometido un error al ab2ndonar el
cuerpo en un c2llejón. S2bí2 que todo 2puntab2 2 que el enfrentamiento con los
demonios estab2 próximo. S2bía que debía informar de todo ello a sus superiores del
Occuli Dei.
Pero desconocía la identidad de la joven. Tras ser testigo de su muerte graci2s 2 sus
votos de secreto, no podía pensar en otra cosa.
,
INCROOOCCION
Porque fa ira del hombre no obra lajusticia de Dios.
-Santiago 1 :20
Imagina saber con certeza absoluta que Dios existe y que te ama, que a pesar de todos tus pecados y del horror
y la muerte del mundo, existe un camino hacia el cielo. Imagina que incluso aunque existen hombres que roban,
asesinan, violan y mienten, Dios entregó la vida de su Hijo para limpiar los pecados de la humanidad. Imagínate
que no tiene ninguna duda :.obre estas nociones, que ni siquiera po ees la posibilidad de pensar lo contrario. Tú
no elegiste creer en estas verdades, la; crees porque durante toda tu vida recibiste esta educaci6n.
Y en algún momento a lo largo de Lu .:xbtcncia, supiste la verdad. Dio· está en el Cielo, pero hay algo más
en el mundo: Lucifer, el Enemigo, el Ángel Caído, ha dispersado cientos (qui:á miles) de sirvientes menores.
Cambiaforma , cadáveres sedientos de snngre, espíritus familiares y otros monstruos han emergido de las entrañas
del Infierno para corromper y engat'lar a los cristianos. Y están comenzando a lograrlo: los hechiceros y los sectarios
son una prueba del uso de los malleficiwn y hts artes oscuras. Por ello, además de saber que Dios te ama y que gracias
a Él estás libre de pecado, también eres consciente de que existen monstruos que pululan por la noche con la
intención de derribarlo.
iCómo puedes saber todas estas cosas
1'
permanecer al margen!
\5ofbabos be �íos
Edad Oscura: Inquisidor es un juego narrativo centrado en los miembros de una organización secreta de la
Iglesia Católica destinada a perseguir y destruir a las huestes de Sarán. Estos inquisidores no dedican su tiempo
a perseguir herejías (al menos no con la misma intensidad que los Domin icos y otras órdenes de la época). Cazan
demonios, se re; de maldad absoluta. Sus propósitos son t an puros que los Cruzados serían incapaces de igualarlos.
Si ellos fracasan, roda la Cristiandad (y el mundo con ella), desaparecerá.
Pero a pesar de rodo, los inquisidores son humanos. Son \'Uinerables al pecado: sucumben a la desesperación,
la lujuria, la avaricia y a cualquier otra debilidad humana. Extraen su poder de su fe en Dios, aunque este mismo
poder e; el que los condena: algunos inquisidores son incapaces de dormir por las pesadillas que les aronnenran,
otros están tan atados por sus votos que el hecho de romperlos les provoca dolor físico, otros sufren estigmas. Se
trata de un duro camino para los benditos, y el hecho de que luchen contra seres capaces de alimentar e de su carne
y su sangre no facilita su misión.
2a :3nquísícíón en (a sombra
La Inquisición papal, tal y como figura en los libros de historia, se
encuentra a varios años en el futuro. Sin embargo, en el medievo
oscuro, la Inquisición en la sombra, o la Santa Inquisición contra
Diabolum enim et alii daemones (contra el diablo y otros demonios)
apareció durante la primera mitad del siglo Xlll para combatir contra
los servidores de Satán. Esta definición es demasiado amplia, ya que
parte de las tareas de esta Inquisición consiste en investigar a estas
criaturas. Cualquier ser con apariencia humana, ya sea un mago, un
hombre lobo o incluso un vampiro, podría ser humano y por ende, capaz
de ser redimido. Los inquisidores deben tener cuidado cuando hagan
uso de la fuerza, ya que pueden acabar condenando a un alma inocente.
Asimismo, la Inquisición también trabaja para mantener la existencia
de estas criaturas en secreto (aunque muchos hombres creen en demo­
nios, una cosa es creer en ello y otra muy diferente es verlos). Incluso
en el seno de la Iglesia, solo existe un puñado de clérigos que estén al
corriente de las tareas de la Inquisición en la sombra, ya que al resto se
le dice solo lo que deben saber: rezar y no preguntar demasiado.
iQuiénes son estos inquisidores? iDe dónde provienen? La respuesta
a esta pregunta es simple: "De cualquier lugar en donde los sirvientes de
Satán hagan su aparición". Esto significa que los inquisidores pueden
provenir de c"ualquier lugar del cristianismo. A pesar de ello, la Inquisición
alberga cinco sociedades, llamadas órdenes, que acogen a la mayor parte de
sus miembros. Tres de estas órdenes son seglares, por lo que sus miembros
son frailes, monjas y caballeros que han prometido votos para defender la
Cruz. Las otras dos son laicas, una es una casa noble y la otra una sociedad
secreta formada por gente que solo tienen su fe en común, Los jugadores de
Edad Oscura: Inquisidor deberían asumir los papeles personajes pertene­
cientes a una de esas órdenes.
1)ruebas be fe
Como hemos mencionado anteriormente, el poder de un inquisidor
desciende de la fe que tiene en Dios Todopoderoso. Las páginas 23 7 a 240
de Edad Oscura: Vampiro describen a "los Benditas", sección que sirve de
aproximación a lo que los inquisidores son capaces de hacer.
En algún momentO de la vida de un inquisidor, ya sea ames o después
de unirse a la orden, siente el toque de Dios. Esta revelación puede llevarse
a cabo durante un intervalo de a!ios o puede tener lugar de forma súbita.
Independientemente de la forma, en ese momento el inquisidor queda
bendecido y es capaz de utilizar su fe como arma contra el Demonio y todos
sus sirvientes. Como contrapartida, el personaje queda constre!iido a un
estándar de comportamiento elevado: sus actos deben ser los de un
verdadero cristiano o corre el riesgo de caer en el Aislamiento.
'fora3ones aís(abos
El hombre nace con la mancha del pecado y por mucho que lo intente
no puede erradicarlo por completo. Cualquier inquisidor puede dejar que su
devoción a la causa supere su benevolencia cristiana. Cuando esto ocurre,
el inquisidor entra en Aislamiento y los aspectos más básicos de su alma se
adueñan de sus actos. Esta situación es muy peligrosa, ya que le abre el
camino hacia el pecado y la depravación. El Aislamiento puede evitarse con
la reflexión y la oración, aunque no siempre suele ser posible en el campo
de batalla. Algunos inquisidores aprenden a convivir con él mediante las
confesiones y el control de sus pecados, otros aprenden a evitarlo y unos
pocos se divierten con él.
�ema y ambíente
Aunque muchos de los temas y ambientes que exponemos en el
capítulo ocho de Edad Oscura: Vampiro son aplicables a las partidas de
Inquisidor, debemos hacer mención especial de unos pocos.
�ema
Edad Oscura: Inquisidor posee varios temas. Uno de los más obvios
e importantes es la Fe.
La fe es un tema importante en cualquier juego relacionado con la Edad
Oscura simplemente porque la religión era una fuerza importante en el Medievo
oscuro. La amenaza del Infierno era real para la gente de la época. Los
inquisidores no poseen una naturaleza cruel o sádica, pero pueden torturar a
otros seres (y no solo a los monstruos) para obtener información o extraer una
confesión. Aunque no disfrutan de estos actos (al menos no necesariamente),
los ejecutan porque en caso contrario pondrían sus almas en peligro.
Sin embargo, el mero hecho de causar sufrimiento y muerte a un
cristiano es motivo suficiente para poner el alma en peligro. /Cómo sabe el
inquisidor que sus actos son correctos y justos? La respuesta es sencilla,
simplemente debe tener fe en que Dios aprueba sus actos.
El tema de la fe puede tomar cuerpo en distintas formas, dependiendo
de las inclinaciones del arrador y sus jugadores. Si el grupo prefiere jugar con
personajes que están en el "bando correcto", defendiendo la cristiandad de los
monstruos que moran en la noche, la situación es sencilla. Un rápido vistazo
a las páginas de Edad Oscura: Vampiro puede servir de inspiración para roda
una crónica de historias de cazadores de vampiros, y eso sin considerar las
posibilidades que presentan el resto de criaturas antagonistas. En este caso
(los monstruos desean destruir la humanidad y poseen una naturaleza
demoníaca a pesar de lo que puedan pensar algunos de ellos) el tema se
circunscribe a la fe religiosa. Los personajes son unos acérrimos defensores de
Dios y no necesitan crisis de consciencia para crear conflictos. El conflicto
inherente al enfrentamiento con monstruos poderosos es más que suiciente.
f
Por otro lado, la fe puede ponerse a prueba. Algunos de los "mons­
truos" del medievo oscuro son más píos que los humanos que se dedican a
salvar almas. La Iglesia sufre una plaga de corrupción (los líderes de la
Inquisición lo saben, aunque evitan que estas dudas se extiendan a los
miembros de las órdenes) . iQué ocurrirá con la fe de los personajes cuando
se encuentren con algún miembro de la Iglesia (escogido supuestamente por
Dios) que se deja llevar por su lujuria o su avaricia1 iAbandonarán su
confianza en Dios, en la Iglesia y en la Inquisición? iPodrán reconciliarse
con esta prueba de fe y luchar con eficacia1
Otro tema importante es el del fanatismo. Los miembros de la Inquisi­
ción suelen ser fanáticos. Muchos cristianos de la época son devotos, pero
aquellos que deben enfrentarse a los horrores del infierno necesitan esa
motivación extraordinaria. Por desgracia, no es algo que puedan controlar.
Cuando un Caballero de Acre canaliza su fe a través de su espada y asesta
un golpe capaz de seccionar a un vampiro en dos, está realizando una gesta
extraordinaria. A pesar de que este hecho a nivel del juego es resultado de
un poder de nivel uno, el Caballero debería pasar cierto tiempo rezando y
agradeciendo a Dios su ayuda. Los inquisidores son fanáticos que tienen
pruebas de que están en lo cierto. Cualquiera que ponga en duda su fe,
cualquiera que afirme conocer la "verdad" (siempre que difiera de su propio
sentido de la verdad) es un enemigo y solo puede esperar condescendencia,
discusiones y una hostilidad abierta.
Acompai1ando a cualquiera de los dos temas anteriores aparece un
tema secundario: la desesperación. Al igual que ocurre en Edad Oscura:
Vampiro, donde la Guerra de los Príncipe> a•ota toda Europa, los inquisidores
siempre están combatiendo. Pero mientras que los Cainitas
luchan por conseguir territorios y sangre, la Inquisición lucha por las almas
de todos los cristianos del mundo (un propósito bastante épico). Si
combinamos este hecho con cualquiera de los temas anteriores, Edad
El Preludio narra la historia de dos inquisidores en el curso de una
investigación y muestra un ejemplo de la clase de peligros a los que deben
enfrentarse.
Introducción: Es la parte que estás leyendo. Aquí puedes encontrar
temas, fuentes de inspiración y un pequeño diccionHrio de términos.
Oscura: Inquisidor suscita la siguiente pregunta: iQué acciones lleva a
Capítulo uno: Contra todos los demonios resume los conocimientos
cabo la lnqui ición para proteger, enser1ar r salvar el Rebaño de Cristo?
de la Inquisición sobre sus enemigos narrado desde el punto de \'ista de un
Aunque la pregunta más adecuada ería: iHasta dónde esrá dispuesra
a llegar?
9mbíente
Edad Oscura: Inquisidor es un juego de horror. lndependientemen·
te de que este horror tome la forma de grandes monstruos que ataquen con
colmillos y garras, de sutiles demonios con cuerpos de niño que utili:an su
aparente inocencia en prol'echo propio o se centre en el horror psicológico
de la falta de fe y el pecado, el miedo siempre tendría que estar presente.
El . arrador puede evocar este horror medianre distinras formas (tal y
como indicamos en el capítulo seis de este libro), aunque los jugadores
tendrían que tener presente que el juego no consiste en luchar conrra
monstruos y conseguir tesoros. Las intenciones van más allá.
[apítu[o por capítu[o
Como hemos mencionado con anrerioridad, Edad Oscura: Inquisi­
dor asume que dispones de un ejemplar de Edad Oscura: Vampiro, por lo
que no repetiremos ninguna de las reglas esenciales del juego (la informa­
ción contenida en el capítulo cuatro de ese libro). Todo lo que necesite
saber para utilizar la Inquisición en la sombra, así como los personajes y sus
antagonistas principales se encuentra en este libro.
inquisidor aterrado.
Capítulo dos: Llamada a las armas detalla la información referente a
la Inquisición y a sus órdenes, dónde están localizadas sus fortalezas, la forma
en la que estas órdenes reclutan a nuevos miembros, las creencias espiritua­
les de la Inquisición y los desafíos a los que se enfrenta la organización.
Capítulo tres: La mente de la Inquisici ón explora la organización y
la cadena de mando de la Inquisición, presentando informaci6n detallada
de las cinco órdenes que la componen.
Capítulo cuatro: Personajes y drama presenta la información nece­
saria que necesitas para crear personajes inquisidores, asó como las reglas
necesarias para jugar partidas con ellos.
Capítulo cinco: Palabra de Dios describe los poderes divinos a
disposición de los inquisidores ... y las maldiciones que deben soportar.
Capítulo seis: Narración incluye consejos útiles para que el Narra­
dor organice partidas de Edad Oscura: Inquisidor, así como tres historias
de ejemplo para hacer que tu grupo se ponga en camino.
�uentes be ínformacíón
Cuando muchos piensan en la Inquisición, lo hacen en la Inquisición
cspa11ola, una organi:ación que no nacerá hasta dentro de unos siglos. Sin
embargo, existen numerosos libros, películas y otras fuentes de documenta­
ción que hacen hincapié en los temas propios de Edad Oscura: Inquisidor.
2íbros
The lnquisition, por Michael Baigent y Richard Leigh: Una gran
historia de los inquisidores papales y españoles que incluye detalles sobre
las prácticas y la teología de la época. Muy recomendado.
Los cáraros: la herejía perfecta por Stephen O'Shea: Un buen retrato
populista sobre los herejes cátaros y el nacimiento de la Inquisición. Merece
la pena por el retrato que hace de la psicología eclesiástica de la época.
El nombre de la rosa de Umberto Eco: la historia definitiva sobre los
inquisidores y un buen modelo a seguir para diseñar la línea de acción de
cualquier narración de Edad Oscura: Inquisidor. Merece la pena leerla,
aunque la película tampoco está mal.
Mallws Maleficamm
(El martillo de los herejes), por Heinirich
Kramer y James Sprenger: Aunque no fue publicado en la época de Edad
Oscura: Inquisidor, da una idea adecuada de los que algunos inquisidores
creían que las brujas (y otros seres sobrenaturales eran capaces de hacer).
N del T.: Podéis encontrar una versión en castellano de este docu­
mento en htrp://www.herenciacristiana.comimalleus.html.
Lucifer, el diablo en la Edad Media por Jeffrey Burton Rusell: El amor
posee varios libros sobre la brujería y el papel del diablo en las tradiciones
y en la historia de la iglesia. Es útil para hacerse una idea de las creencias
de la gente de la época.
Las novelas de misterio de Fray Cadfael por Ellis Peters (se han
editado vídeos): un buen retrato de la época y la vida monacal. .. acompa­
ñado de un monje que no deja de meter su nariz en asuntos ajenos, de
Ascetismo: La práctica de la negación personal como formn Je ,·ida
religiosa, proviene del griego askerikos y significa laborioso.
Convento: Comunidad monástica formada por hombre o mujere>.
Concilio de la Fe: Cuerpo gobernante de inqubidore>. Las ciudades
más importantes cuentan con un Concilio de la Fe que e encarga Je los
forma similar a lo que los inquisidores hacen.
juicios y arbitra la actividad inquisitorial. El Concilio upremo de la Fe
1)efícufas
en retirarse del mundo para vivir en soledad, proviene del griego eremos l'
tiene su sede en Roma.
Ermitaño: Persona que practica una vocación monástica consistente
El nombre de la rosa: Algo lenta en ocasiones, aunque merece la pena
por la interpretación que hace Sean Connery de un personaje que podría
pertenecer con facilidad a la Orden Roja.
significa desierto.
Gran Inquisidor: Jefe supremo de la inquisición de la sombra.
Durante la época del medievo oscuro, el único Gran Inquisidor ha sido el
Los se1iores del acero: Un Paul Verhoeven en plena forma narra una
Cardenal Battista Mar:one.
historia de asesinatos, enfermedades, asedios y mercenarios medievales.
Santo Oficio: Rostro público de la inquisición compuesto por la
The Adl!ocate: No es de la época, pero la aconsejamos para aquellos
parte de la organi:ación que se ocupa de la herejía mundana. Muchos
que piensen que la gente de la época no e tomaba estas cosas en serio ...
miembros del Santo Oficio desconocen por completo la cxi tencia de la
La serie de vídeos sobre lo misterios de Fray Cadfael: Esta serie,
Inquisición de la sombra.
El exorcista: Tampoco es de la época aunque no importa demasiado.
por una casa noble de Baviera que prometió destinar su existencia al
basada en los libros, está muy bien ambientada.
La película logra transmitir el sentido de desesperación del inquisidor ante
la tenacidad de su enemigo y el sentimiento de maldad con el que los
Casa de Murnau: Orden perteneciente a la lnqu1sici6n compuesta
servicio de la misma.
Indulgencia: Le,•antamiento de castigo otorgado a los renitemes por
servidores del Enemigo están dispuestos a hacer sufrir a los inocentes.
actos tales como participar en una Cru:ada o efectuar una pere�rinación.
3nternet
ción secreta. Organización perteneciente a la Iglesia Católica cuya misi(m
Armarium Labyrinthi (Labyrinth Latín Boukcase)
Inquisición: También llamada Inquisición en la sombra o lnqui i­
( h t tp://
www.georgetown.edu !labyrinth/library/latin/latin-lib.hrml): Contiene
enlaces a diversas fuentes de interés.
The Carholic Encyclopedia (http://www.newadvent.org/cathen/): Un
lugar excelente (aunque no demasiado imparcial) para encontrar informa­
ción sobre la historia de la Iglesia y sus creencias.
Catlwlic Liwrgy Library (http://www.catholicliturgy.com/): Posee el
texto latino de la misa católica, por si alguien está inreresado.
The Medieval Names Archive (http://www.panix.com/-miule/
names/): El lugar adecuado para encontrar nombres apropiados para los
personajes. Lo mantienen unos tipos que se toman sus investigaciones
de forma muy seria.
Q)ocabufarío
A continuación incluimos una lista de términos que los lectores
encontrarán en este libro. Algunos de ellos son de naturaleza religiosa,
mientras que otros son específicos del juego.
consiste en descubrir y erradicar el mal sobrenatural.
Inquisidor: Miembro de la Inquisición en la sombra. C;1si siempre
suele pertenecer a una de las cinco órdenes (aunque no siempre tiene
que ser así).
Novicio: Hombre o mujer que ha ingresado en un convento o
monasterio pero que todavía no ha prometido los vorm definitivos.
Oblación: Acto que consiste en ofrecer a un hijo o a sí mismo para
servir a Dios como monje.
Oculi Dei: Orden de la inquisición compuesta por una sociedad
secreta que act(Ja por toda Europa. También llamados Ojos de Dios.
Orden de San Teodosio: También llamada la Orden Roja. Orden <1e
la Inquisición formada por frailes y monjas que han llegado a dommar el
Arte agrado.
Órdenes: Cada uno de los cinco grupos que forman parte de la
lnqui ición.
Caballeros Mendicantes de la Pasión de la Cruz de Acre: Orden
perteneciente a la Inquisición formada por caballero monásticos.
Hermanas de San Juan: Orden de la lnqui ición formada por un
grupo de monjas que poseen el don de la Visión Sagrada.
,
cr�prcaco UNO:
CONCRR CODOS
C06 O€J"'ONI06
Porque todo a q u el que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz,
para que sus obras no sean reprendidas.
-j uan 3:20
Qior me ~rcml;a.ñlmowoi debo croor on e&.
iieno~,Cuando foda~iar nweiiaádei humanar re
iol.rondenndo>.Noroiroi
no le hvbioiornn imp~c~ionado,
f~nhid
a v re e~cs.gd
que ?recibiera ia educación adecuado, fureu que c a j ó en manorde un iarerdoie &madi
Zernard F / P e h e Zernsrdme ducó comosi fiera a
injrerclr en una orden re$iom,y dumnie eia época eomancéa creer que Q i o me
~ ercuciwh6. %davia creo en eh,aperar de iaiiiuación actual Yerfoy convencidode qua
%ma,dhmbié~ 6 cree.
SUJq d m rirven de lm6m~nio.
aho
flvnuranfe ia época quepasi con #/Padre Bernard no 016 un <nob
h a iin que huhieri*
que ie hiciera recordar a$una byenda o una horrihie hiiloria
escuchada en eitonfi~ionario.Oia a
me narra!& er!sr 4,ioriniy con
me 1 ~ 0 ~ u ~impensamientox
iha
oraeerea
de ia n a i u r u h d e / E ~ e m oi E/Pedee
'
8ernardes uniacerdofe erudiio,y a mar de que no &o hacer orientación de
una minima arle d t r u r conocimienlor. me enorguiielco e fener
uwa memoria
Creo que e/ierior
ia neceiifaricomo marco de referencia
cmiperfecfu. ahora, mienirar ereri o, puedo
rccordor loda ia rnbiduria qua me comuriici
en
pm-o comprendtr qutrucehó en e/mona~lerio.
Si, e/monarte,io. U n /u ar fan bueno para empezar como cua4uicr ofro. f i p m que erie peyamino &.gue a manos de a+
capar de ufihzirrio. ihr Ucuh
dia
6
pmer
t
ague/L
2
Oeim f m b a ' m 3 0 6 ~ OfroJ ~ m h m J ym y ~ ~ ~ 8 ~ f ~ ópdena
~ ~ c Pi ~ ,$ ~mO Jl ~ ~Seryum
~
6 iar huesfe~deJ'alad3, 00201r03 o b ~ e r v m o < y
o h ~ antyqan
e
de
tomar r n e A 3 . O j a i f i e r a uno de eioipocor i uminadór Si*
hmcr cr recordar, aro cr m i faienlo.
Xqui erti m i feithonio.
embarga, carezco
6
e derircza con ia erpaday no he ~ ~ ~ ~ i" irn jnú nd miiájro;
o
iodo b que puedo
~[mon~sfeeno
Uucia variur nocbesque eiP8dre Bernardyyo habinmor h j a d o aimonaiierio. N o erc~ibirérunombre aqui, aimenor no todavia,ya que me viera ob$ado
o
interrum ir m, norracion anler de b h r m i feihmonio, h~conncuenciaspohi#n hacer que olror~uf,ieran e/mimo deiiino queyo
que~rrrnparfsdeiu e~lrueiuraree,denda 6 9 eirueh. ElPadre
E monaiferio Xeruii~sufitirnieu f i m u r que esa "cmo de Qiox"era a n / i y a y
ñernardapnnab# que Lubo una éyoccr en que lodo eiedhciorc enconfrabs~obreelnivel eliuelo.y que un ferremoto hundioru~niveierinferiom,. Yorobrabia que
c o n f i r m ~norncwcibamora él norenfia hsrenrcrcioner ropiai de eifaranh ferrenorugrdo. Vahio visitado iyie~ifiiycaladraiexen /a que Oio~hacia
rcniirruprerencia
h hz
miiopyrur torrer máraiia~~3c~reciaron
y d r n ~ ~ r ? ~¡had ode& u ~ ~ e n f i m i e ndepzzzhharla
fo
un depcrfu;de rabia re$iora. ~ u a n d o
s/monarfe~o
apareció
P
rohr, fanroio~enfímieáo.
$0
~UJCM
no, eifaba oprando. a ue una bz brillaba en eiinferior deiorcuro lugarNo h?abiamo~ununciadonueifraproencia, rimpiemen f e ~ y u i m o s/a cosfumbrcdt
no había iaimp~parade~a.andarnrrertrorpaiary ryreiaraiúihmo
yhjia O m0mjferio
ia noche.r ~ e r n a r d h m b i &e h & nerviosa aunqm
dOndorasm
puebio que viiiiumor, noracercamoja ia puerlay h m a m o ~ .
~ b n ó d e m u ~ i a d o p r o ~hecho
i o , que vnhóa deptporidr en mi i a r e m a t i i ~de
norcrlahav esperanda. Sin embar o elhombn
f i u c r i ~ ottmorei
~
EB ertw momenfo, recuerdo agradéci,áo
que mercnh.alcamrrobsr que homhreragrndorudwarer nlreiiroX:kIreaíya
eap,la,
yl<e
6
yahrió&~ipifods
ia i u z ~~
i~ ñ ii i a b n
eniui.ojo~,iQuéumargorron einrrecuerdorlNordjoiu nombre, aun ue no b ercribiriaquiys uero tr~lfabade una meniira N i n j ú n demonio deberiaserconocidopor
en élromo elUemnno Pihda,y err are nombre que u t i ~ r en
é e rsifo de mi narración.
un nombre cri~fiaso,
E/Wamano PUS% d
jic que nor k b i a vido h.garpor
eieamino queyu habid pre wado nrreiiror iechoi Sernadyj o n o i ~ o r p r e n d m o r a / o i r h y aque e/
caminoque habiomoJslluiáo
b,sftanfe forfuorqy
ia mayorparfe
P
a¿ju
P
qLidbU
oocuI¿o,
Jii;ubiéramoi.iido mis rubios hubiéramor huidap e m d p m o r ?ue
nue~irocanrancioy elencanto del'Kermnno Pihdo n o y u i n r m E a sonoche domimoi. efi camar demariada cómmadasparacuahuier monarleño
Flbo"m"38 dex'li S/&', riyuim"fe.
.S'afi(Jor una fiuerta laterafque se cerró a mipaJO. l.os afrecfetfores de(monasterio no me pareciuon demaJ'iarlo e;demoJ' tfuranfe la paJ'tlcfa noche, aunque aca6é
por descuhrir que eran ma:;om de fo que una obJ'ervación casr�afpotfía atfivinar. Efsuefo se retorcía en e;draños án:Jufos de6ícfo a fc, e;draña creación de eJle fUJm'. 'En
a&unos fu!pm había a6crfuras en lasparcdeJ· a tmvés de fas qr�c cfiviJé a&unos mojes caminantfo, armqrte en un número menor de(que hahía visto en afros fu3ares.
'Efe,Xtraño monje
t la
o mdatfdefpe•·ímefro e;derior de(monasterio cr�anrfo uno de fos mmyes me saft,tfó. .Se encontraba JOfoJ parecía mucho más mno que ef
7-fahía recot't'if
7-fcrmano 'Páfirlo fa noche anterior. Me mftufó con un3rifo de "J¡rfif/J cuantfo fe pre3unté a qué venía su re:Jacv·o me tfío una respuesta que no ffe:Jué a comprenler;
a&o refacionalo C0/1 fa cefebmción de faJ.foria efe Cristo. 'Tuve fa sensación de que espemha rtna respuesta que 110 resupe lar. Ji pesar de tolo me sentí ar;radecit.lopor {c¡
compañía,:;a q ue ese fipo parecía amiJahfe. aunque a§o e¡<cénlrico.
Su nombre era 4''J· 'Fm!J 4t'j provenía le 'ToTosa.!J lrtjo con éfhiJloriaJ de fa Cruzala contm foy cá{aros. 1/a ha6ía escuchatfo ak¡ unas de ems narraciones,
pero otras (entre fas que incfuy o k1 que trtmJcrího en este áocumenfo) eran nuevas e ínsófitas. Me{Jre:Junté sí eJ·as historiay habrían ffe:Jado a foJ' oítfos cfefOcufi 1Jei.!J sí
ialcon que cfJilversario potfía inf¡{frarse en fos corazones:; faJ· afmas de((!uehfo criJtiano.
estaban afcorrienfe de fa facill
l.e pre:Junté acerca de otros asunlOJ, entre fos que se incfr�ían fa e;<lraña forma de(monasterio (é( a(iJuafqr�e ef'Padre 13ernarlme intfícó �ue efcausan fe (r�e r�n
terremoto).!J ef7-fermano 'Páfirlo. 'Fra:; 4u:; me comentó qr�e este re{¡_JioJ'O no rezaba tfuranle eftfía debidoa JU.Jran (e. Comideraba que fa fuz Je(tfía era mcromnfa
_y
se ne:Jaba a comer, aseam.!J reafizar cua�uier {rahrj_o munt.lano mientraJ efwfbriffara en efciefo. Mí corazón lío cm vuefco afeJcuchar estas noticias, :;a que e('Padre
'Bernarlha6ía mencionaáo en varias ocasionesq ue 7a pafidez de pief.!J efhecho de ne9arse a comer en pú6fico eran siJnos evidentes de her:Jía. No compartí estas
preocupaciones con (.·a:; 4UJ•!Ja que comíderaba que era un hombre de bienJ no de
seaba ponerfe en pe{¡_Jro. 'Ta0J como lescubríría más alekmfe, no hubiem silo éf
.
quien se hubiera pucJto en pc {;j¡ro por csta rcvefación, por fa que (uí rlobfemente a{ortunacfa afconfener mi fen3ua.
1f�ueffos o/ue sirven a foJ cfemonioJ
'E( 'Patlre '/?,ernm.tfafirmaba a menutfo o/ue 1Jios tenía demtiJialo que penmr en eJfa época turbufenta, hecho rue hacía que fc, farea
de erratfícar a foJ· J'CI'f!ílom
de Satanás reca:;era sobre nuestras espaft.las. E(buen sacert.lote canfinuaha su tfím·fación int(¡cantfo 7ue fos S uilures de tfíoJ·es pa!Janas safian invocar a criaturas de fas
Cj
zantiJ' más e;<feriom def?n{ierna para apfactll' a suJ' "tfíoseJ'", aJCJurt111'e una buena cosecha o cuaf7uíer afro f
in 7ue putfíeran concebir. 'E('Patfre 13ernarlJ·a6ía
tfísfín.Juír entre aqucffos !'.a!J.anoJ iJnorantes de fa qracia efe ')CJucriJ{o 0J 7ue por fo fanto patfían mfvarse) de fas que (iroYCJUÍan can sus rituafes cma vez que fa Santa
'J_Jfesia fes había mostracfo fa Vu:tfacf1Jivina. Jíqueffos servírfompa!Janos que conocen fa Vercfalsuefen incorporar efementas de nuufroJ' bcntfífOJ' sacramentos en sus
rifuafes perversos, candencínrlose a pasar una efernicfalen ef?n{ierno por her:Jía.
1<§inar en ef:Jn{ierno
1Jebo mencionar que fos sirvientes efe fos demonios no son unos seres cfébifcs. :ll§unos son unos cobarrleJ esfúpicfos que atforan a cua�uier cam con apariencia de un
ser poderoso.!J cu:;o má¡<ímo pecatfo es fc, faffa de fe en Nuestro .Señor. 'EsfOJpa!Janos 1ue pMfícípan en ceremonias oscuras no Juefen bfantfír Jus armas confra noJotros.
'En cuanto mben que halj hambm de('Papa en fa zona, hu:;en despavorilos a con{icmn sus(iecadas. 'En efpamcfo. ef.'Patfre 13ernartfreprentfíó a un Ca6affera de Jiere
que había tratalo con {;j¡ereza a estos tipos, !Ja que camlit.'Jen una pista deciJ'iva para tfescuhrir fa vercfadem maftfatf
foirirvienici m i i ~ ~ ~ o r e c i dmhrav/nriciososruebn
mo
poieer cierfopoderproiuno: abunoi cuentan con u n a f i e r ~ u r u p e r i o rofroipuedenioporfcir
j
numerosar
,:e~ihsanie~cie
caer Uno! cuunfm 6 9 a n n demoifrnr eierfa ufinihdcicon ias a r i s eircurnr. aunque voiveréro6re e h >ndrndeiante.L o cierto ei.que altngue un rmwi/or
.A un demoniopuede no haber si&
manchadopor ncidaio61en.eiu~dnore encuenim i n d e f i i ~ oen ningin momento. E f n i n i m a i todnvinpueden mivaric, uunqueyo
eps
i de
todo. han e b i h hbremsnfe.
i n j o mii dudui.ya que d
X i uno, démoniory hechiceros eoni/ruyen ieror de carne ?&,aro que nciien como ~ ~ & d ojunrdano
ij
.So
MM coma uir hhés ccisiiunor
rui rifm h f o h eicuc6éhranfe m i eifuncia en I?uria, aunque c/
d rse/pracfiyue
r
?"he 8ernur re n i y n acepiar que iou'aviu
ese9coifumbre aberranid. E f a i ierei ion impredecibjeiy ioiaIcs, aunque jraciai a flioi, hy
oocar cdufurai ca acei de invocurh
%bo mencionar a afra cidie
de rirvienfei:
pm
did1
rrrmorea ue oi u mi animnran cNafurns o re ra
' . '
Coni>nu#n o con mi nurrcrción, reiafaré hechai acercn de ieiryienfci voiunf u r i o i j '@y?
nobio~:ari como de le mmahhdde ia hechiccriay ini horrenhi.
rrinfurs> m á icai ua eifa ma&d uede ieconcobi~.irfiprimera experiencis ei.propici rucenio anfa de quepaiara u firmar parfe de fm ClcukQei L s ~ ~ u n d a p r o v i e n e
9 4
&/propio liadre Bernard qVien~ ' ! ~ ~de ~iabimde
~ ~ hmn
ó de numfrui hermanai.$ia Diden
f a iercera fambiéu ia narrnralí"i*dee Bernard
quien ia
irirno& una confi~ióede un hproio de U&. La i k i m a nnrrnciin ia oiconfar n un miemhro de nuoi.fra orden irar uno1 msrci de unirme u e&.
9.
J
dirvienter vo/MMtmrior
Eb er mihfifona. Ccmo u hedchoanfer. crmicn Ijczfi I j u d que i n i r a f d ~ a boj t ~ o ~ d f i c i o ~ d eciudidrean
eia
hemoi.oi,pero iaicafmron wcia. Sohmviviio m p
:rrepude. ~unylrevai;éndome e l ecudo,ja que robaba bquepoAay io v e d a a cudquierpemw y e m e p u A e n i h r h e m ocamihacambio. No venaimicveipu, aunque
2
me tenbionen vun~~ouuioner,
amenmrmearwta de ~ ~ ~ h p a mcromeiiewa
r n
unu vio&ción irnihuida no errelevanfepara eipropóriiodeerá hifoñai.
Soh en una om~iónconiideré& k u n a como un m d o de rupemeneia. momento ue compdrfi con ungrupo de cichvarcrhnicia de unrerocufiou h V i i ó n Oivina
rnenuhpu~~baJranparie
de mi bmp0con un muc&c6o de r n i e h d k m a & V»lcent E f p v e n , a l i u a i ue o, era un pobre bs~fardoquerobroviviacomo
a
m 9 p d a an iaicaiicide ia ciudid Ensu cai.0, inicircunrfuinciai.Ic hsbiun iicvadoa i a d e m p ~ habia
~ ~ ~ccomenu<
y
o a acepiarCLenier"u cambio in comiday &eco.
menudo iinfenkba convencerhpnra qm ~rrteruenprúe6cn eiarfe deiiafmcinio lmucho m i i d ? ~ j r o j u m I , p e ia
r ruin wmiiión a ia @ P ~ M de ho
ir h o m b w ~ ahsbia
convwfi&
una
dereniiencia
en
nuevoacfodedobryreea&rcminrarn
LrnPiinria mancha 4ahpnreianieNor
Qcirunie eiinviemapaj5 una
semanarin 4ue tuviera noticiasde é l Tn b c a h 3 , eia ciaro hauxenciu riqnific6& que eideY~&ciadohahinridoa trapado ,écutado o querimpiemenieLabia ~idoas~rinad,
a
LYY;
3- p
j enfer~udoen unafma com~n,poria que m a a i ~ hacia
y
ia3iP>iapa,arnm r p o r m a i m a . ?minndmiror reza cuan%fviJenfarrrjunioa
mi
S u r o y o yue fania una apariencia cahvéricu, a qiro no Labia comido o a h en inr ú hmoi, irer inry fenia una fm que haeiu que m6 dobiara de d o b r r i
inioniaha correr [una riiunción baxfnrfdnie de~eiperaa para un h h n ca3eroJ. Cuando Vincenfxrenfó, ienia /a m g o r a arrenoa que
vvii.foen uñoi:
m~&isonposah>y
repiiim, mnnor fimpiary&&S bien
Lepryuniidandeie habia
ue lo 1;a b'in $d
B D or muerio. S
u re, ueita fue
2
1que-
/ ' .
con fundenfe. habia renacidoy queria que ie acom anara en u f s nueva e~iffiriencia.Me i n h " que ahora tenia un maestro, a l uien que i e oncar u n & ccuihrhy
;
,erw ~o~poryechai,por
o
ieprrguniépor e i p r e c i ~deierunur,a "ida. Mecomenfó gue conocia ion e i p r e c i ~qr,e dbiaPnga%y
me
rnmetermc n un hombre vivir con comoddado morir en i a cal&
~ ton miulma intacia. Xhora conozco & re~pucriucorrecta, pero en
iYque
afcrropimha,
deciAucompañario.
donde me ilevo erteneia u un cc<riidor,yaque violiimboh kigremio encitriu & ia puerta. Vincent iaj o i y e ó i i j u i m d o una cadencia deierminuhy
m f ~ /~a3esct,c&,,
ó
nofécomoie
3o/ B e r c p o i a Voloiojuiiur aim trai eneirar en h habiiución deia meció iodo m i temor Mesenh.
d
el
b de i ó
m dhio~de
mijymta
h i h i h c i f i n peppsbn eLpomsdeirda
~eciinhorneado b
de mi<
P
1
akm~ntarfavoriioil.7U@ien
P Y
CnCendl<nd
">que
wIdY
P
e
<Y
no erfibamosjoior Oiezo doce ownei menorei que n o i n f m ~ encontr8ban
x
irperm por ia iaia en ~ m i o i
i
afaaiorde dernuder Variar hombrei.dernudor con ioirnriroi c i i e r f o i por capuch7ni e eucm negro se aéryLzs&n entre eih Noi enconirábamoianir ubwna ciaie de
orgia (en e& momenio M f e y o ~ a n a ~ n i t0hy~o h ia finfan~eeillridpa~u
enumera? f o h ioi
~ acfoi que contemrie Z B Jdecir
~ ~guo eibiren
f u i 3 noncu oyó
?
%y
habia~dec i t ~ d e p i ,que
j fodoi oi miembro, invohcradoi hubieran sido condena& u la horcirl.
M e enconiruibsrorprenhh, pero aimirmo iiem o mcieniiu comodo en ia hahiimifin. M
e iiréen dirección u ia pueriay airifro hdo no uimái u e f i i o j
"
'
milepis, or io que 4 e que eihombre que no3 había a terb ia cerrarn, ~ u m e ~ i é n d o mene ia cui; ezy en ioi~peiiioiosuramaide la estancia,
homKPecon C ~ ~ U
y man >/decrii>161~erlce~coa1/inrenCy h eond90 hmin irnn tiyuini*, dov& hizo queie ~ > ~ i ~ o dl ihe ~ ma a, n e c i d e pobrervémienfra~eifcrrihie
i~
muh~ic(rdo m i
eifóm~yoh~spareciacon
i
1
i
C ~ C <
No lomé parle en esas Masfemias. Ñfi único pecado consisfió en observar fo �ue sucufía,
!J creetlme cuando 4irmo que he paJado por mi crimen con más le una noche le inJOmnio.
.C.o más repu.Jncmlc, si fos fectorespermiten que fo (!On.Ja t.or eJ"crifo, eran fas c;<t.resioneJ" le
fo!jóvencs. No pcmcían sufrir, aunque tampoco dísfrufahan le faJ" atenciones dé sus
'hcne{acfom'. SuJ" ros{roJ" ref(ejaban una e;<pmión de mi_jnación. 1Je hecho, hahían
pt'J_tiCfo efhieneslar físico con su propia carne, por fo que sus afmas faméficas carecían de
vohmladpara resistirse.
ÑfienlrtiJ fanlo, ef hombre le( manrlif. una vez saciaclo su apelifo con Vincenl, fo
a3arró de fa erpaftla!J fo cond<jo a ofra habitación. 1fo fe SCJuÍ!J fe observé desde fa puerta
mientras una serie áemanos anónimasp
a{paban mis piernas. E(hombre inrlicó a Vincenf
que se tumbara e11 una mesa manchada dé san:¡rc, cosa que hizo sin duda r. 11cfo Se:Juido fo
afó con correas le cuero mientras una pre:Junfa l"IIIJÍa en mi mente: Si este ft'!far era una
curfiduría, ¿por qué no afia a esfiércofo a carne (!_ufrcfada?".
ÑfienlraJ ftmto, efhom6re lomó un cuchif
fo a{ifado que esta6a co&aclo en fapared 'En
ese momento supe cuafera fa respuesta a mi pre:Jtmfa, aunque hubiera preferirlo tfésconocerfa
por comr.feto.
•
'E(hombre afzó efcuchiffo mientras Vincenfpmnanecía sereno e inmulabfe. 11clo
se:Juido comenzó a cantar· aunque en aqueffa éf.oca desconocía effatín!J por fo tanto no
comprenrli fo que tl
ijo. 11hora 1ue conozco esa fe"!Jua puecfo a{írmar que efhombre
hahfaha a un ser ff
amado "Cifac(eflesoffatfor 'R..ecuercfo fa suficiente le su cán tico como
para adivinar efo/jcfivo le(rifuaf: ''Taf:; como Joficilas, fomo fapie(le utejovcn!J fe
cntrC_Jo su carne, Jfi"!Jre!J huesos habiendo cfep ositado en effoJ mi semiffa (!ara que puctfas
encontrar a fu Justo m carne corrupta!J dufee 11nles le que h l.lljera lefft'.Jar f{e_rjó a mil"
sentirlos un ofnr especia(que se impuro afdefpan recién horneado, un nfnr a bi{¡r!J a
madem ahumada.
Mientras huía, temí que fa enfermedadme hiciera caer de rodiffas mientras nít• un
roniclo simifar afque hace un mastín cuando mm·fia• htiUOJ". .C.os hombres de fa safa
princtaf. en Ju mc'!Jor(!arte demuclos, no se a frcvicron a letenerme. ÑfáJ tarde fe refaté esta
e;<periencia a 11i_jncn cf'8i6fiofccario, aunque cfeJ·conozco Ji fa curtiduría e;dste todavía. 'Esta
es mi hiJ!oria, unct historia refacionatla con aqueffos J"CI'Vicforesle lemonios que esfán situados
a corf dislrmcia tfe fa .S'afvación de fa 'J9 fesia.
'bla cfase de J"ervitforer no son pe rosospara nuestros inc¡uiJ"idÓru. Cua�uier
miem6ro le fas órdenes conocidas, (!jos de 1Jios incftliclos, r.uede e¡<{erminarfos en rus
madri_jueras Ji mbe tfonde buscar. Sin emba'Jo, debitfo afhecho de que sus crímenes van
contra fas fe:;es morfafes!f. fas fe:;es canónicas, efsimpfe hecho le poner sobre ti si o af
ma.Jisfracfo o afnobfeJObemtmle er suficiente para e{¡minarfos. 11pesar le effo, ha_
lj que
fener cuiclotfo,:;a que e(juez puele e;<fra fimifarse!J condenar a totfos foJ" invoft(cralos sin
mofeslam en o6!ener ni"!luna confesión ni en J"a fúa r fas afmaJ" le a1.ueffos que se J"ometan a
effa. 'En ocaJioneJ", fajecución es cfúnico recurm aunque como he dícho con anlerioridatf.
muchos le erfos sirvienfes vofunfarioJ" pomn afmas 1.ue han perditfo su fe!J que merecen
une• tíftima oporfcmitfadpara rerlimirse. 11 pcmr efe ef
fo, J"i renuncian t1 esta otorlunitftuf. fa
única opción que queda consiste en enviarfos a fas (famas de('Jn(ierno.
•.
•.
a
T(J
V
•
"BrrjoJ
Sor 11na eJ" una 1/ermana 'Rija defconvento de San Si;do le 'R.Pma. Se reunió con ef
Padre '8crnartfcuando pasó por fa ciucfatf:; fe contó fa hísloria le un viJ"ifan fe que recibieron
con an{erioritft,tf. 'EJ·fe visitante vestía con ropas le sacerdote!J había so{¡cilacfo coh.!Jo en ef
franmmo tic una viofenfa fempeslarf. Nalurafmenfc, fe ofrecieron una ttlma!J muchas de faJ
1/ermanaJ" nopensaron mcíJ" sobre efanm{o.
Sin embti "!) O, mr 11na tenía J"uJ" dtl(fas,!J así se fo comentó afPatfre &rnard PaJaba
!}rtm parle tfe fa nochejunfo a su tuerta,:;a que era incapaz le dormir debido a una serie tfe
Jueños ominosos que parecían avisarfa de que a§o3rave iba a ocurrir. 'Escuchando deJde ef
olr'O facfo fe o:;ó cantar!J pensó t.or un inslanfc que es{aba rezando. '"Fue en ese mamenlo
cuantfo3racias a cmaJ•·iefa le fa puerta vio fo que esfaba hacientfo (se:JtÍn efrefafo defPadre
'8ernard, effc, se mnfi_juó en esfe (!tmfo}.
'Efsacertfote eJ"Iaba arrorliffacfo fren(e a su fecho, so6re efque hahía cofocatfo una lefa
amp{¡a, Sobre fa fefc, hrthia cofocaclo reh·quiaJ" de a&una cfase, probabfemcnfc foJ" hueJ"oJ" le
i ó fue
afr
pín mnfo, acmque sor 1lna no fcnítt formct de lem•brir fo qc<e eran. .C.o que fe aterrorz
eThecho efe que csfoJ" o/jeloJ" briffaban con unct e;drmia fuz blánca. Puede que a§ uien huhiera
con{tmcf¡cfo es(e hecho con un mi{a_;¡ro, aunque ror 11na no sentía fa tmencia le 1Jios. .C.o que
sufuso era que esfe 'sacertfote eslt<ba em6r<jando ofjetos imílifes para venderfos en 'R.Pma.
'Temienclo por su vida, sor 11na no hizo naclapor de{enerfo,!J cfsacercfole abandonó ef
monasterio cmleJ" tfe que effa puliera confarfe ft narlie sus vcrtlaleroJ"pro{lÓJ"i(oJ'. .1/unque esfa
•
hiJforia no es tan imtactanfe como fa mía, consideradsus imtfícaciones. 'En a§ún f"Jar cercano a '/Zoma e¡<isle un hechicero con vestiduras de sacerdote torfador de
refi1uim f.,6·as. 1Jesconozco cómo tuede dmansar en 'Tierra .Santa.
Si fos fectores desean dedicar su e¡<isfencia a tme:Juir a estos hechiceros, se encon{rCirán con 1ue e¡<isfen tocas cosas refacionadas con effos 1ue tenqan sentido. 'E{
'PC!dre '8ernará, en conversaciones con miemhros de fa Orden 'Rg'a {mi como con otras morjas}J de fa Cam de Murnau ha oído refatoJ' de estaJ' armas condenadas
áiJ'tuesfas a sacrificar su trotia sanr¡ reJ fa sanr¡re de afros a manos de fuerzas inviJ'ibfeJ' con effin efe fanzar sus sortife:Jios. 'E(o(:pto más inocente en manos efe una
hr':!}a o de un hechicero es capaz efe malar o mutifar a un hombre sano. 1Je hecho, áesáe 'Rj_Ja ffe:Jan noticias le ta!Janos hárharos cataw efe invocar ventiscasJ fobos
monstruosos a tartir áefr¡éfido aire efe fas montañas.
'Jnáe(Jendientemente efe fas hechos, fa mefodofoq ai 1ue e¡<isfe traJ' eJ'ta cfase efe "ma!jia ·es bastante estándar. Sattin e{i_Je un esfifo (amifíar con ef(ufuro hechiceroJ
fe concede foJ' "hechizos" 1ue áeJ'ec conocer. 'Este hecho hace 1ue esta cfase de toáer tenr¡a un or(qen infernaf Nunca osponr¡áis afservicio como "atrenáices ·efe eJ'foJ'
mes, ni escuchéis sus hitótesis sobre fa mar¡ ia o sobre fa fe en 1Jios. !'.a Orden 'Rsja se dedica de forma e;<cfusiva a effo, tor fO 1ue su comunidad{effecfor debe
perdonarme('_or escribir esto) .,(berr¡a más herjes 1ue un tue6fo efe 1lf6i.
'E(verdaderopefíqro de estOJ sem es 1ue están en una tosición trívífe:Jíaáa para seducir a fOJ' inocentes, Ja 1ue tueáen invocar susfoáeres a vofuntaá, sirviindose
efe una prueba írrefu!
Cib fe efe 1ue su senda maUla ef s oforr¡a socorro� saMduria, mientrar que efVeráaáero Camino áe6e SCJ uirse con fe . Muchas afmas áé6ifes
acaban abandonando afSeñorparar¡ozar efe fa otorfunidadefe vofár o efe invocar (uf.JO con fas manOJ, sin imtorfarfes que efp recio consista en heherse una 6oteffa de
3rasa efe bebé. 1Jios harájuJ'ficia a su debido tiemto, pero hm·fa que fff.Jue ese momento nosotros áe6emos trotf.Jer afrebaño efe estar tentaciones.
¿ Cuáfes fa me
jor forma efe combatir a estas criaturas? 11unque suspodem infernafes pueden tarecernos e¡<trañosJ horrihfes, debemos recordar 1ue son seres
morfafes. 'E(acero, efhierroJ fa madera tienen fos mismos efectos en fos hr':!}os 1ue en cua4uiera efe nosotros. 1Je iJuaf(ormtl, muchos efe effos {aun1ue no todos} son
incataces de pisar 7ierrtl S..'anfa, ¡w (o 1ue aun1ue iáenfi{i'carfos puede ser compticado, si conse:Juimos emt':!}tlrfes hacía una iqfesía podemos obfir¡arfes a revefar su
ídenfiáaá. 1l pesar efe effo, afiJuafque ocurre con otrCis criaturas dé fa oscuridad, un inquisidor no áe6eria perse:Juír a un hechicero en so6·tCirio. /'.os br':!}os tienen
SCJuidores, e inefuso en efcaso dé que nin3uno efe effos conozca un ápice de ma3ia, saben manjar un cuchif
fo.
ComfruccíoneJ md_JicaJ
'E('Padre '8ernardparticJpó en untA Cruzada, aunque nunca ((f.Jó a pimr 7ierrCI .!:,'an!CI. f'.CI cruzCiáa que fO acom(Jañaha fue diezmada por una pfa!Ja, una
enfermedadterribfe ffamada 'Muer/e bubónica". 'Es/apfa3a {iareció fímilarse af..!!'acro 'lmtet·io '/Zomano,J a pesar dé 1ue ef'Emperaáor "Frederick., re:JresóJ pospuso
fa Cruzada, ef'Ptldre '8ernarcfsc quecfó tara cscuchtlr fas confesiones de fos morihunáos. 'Una efe effas provino efe un hombre 1ue había viviáo en Viena tero 1ue hu:JÓ
efe fa ciudad{ras confempfar fo 1ue CI'CJÓ 1ue era un sir¡no de{1lpocafipsi
s. Se mantuvo esfa6fe cfurante un fiempo. aun1ue �Acabó caJendo víctima de fa muerte
bubónicao/ haffó J'u fin lA{poco tiemro despusé de conlar su historia af'Padre '8ern�Arcf.
_
'Efhombre
afirmaba �ue en Viena vivían muchos hechiceros de fapeor estofa. 'En su tais, era un!}rarjero �ue se encCirr¡abtl de tranrtorlar sus cosechas hC!sla
Vienapara venderfaJ, aunque un día fa tormenta hizo 1ue se fe echara fa noche encima antes de (ff.Jar a fas puertas de fa ciudad Se encontraba en fa carretera
cuando se cruzó con un hombre de fas tierras de(du7ue 'T<onracf�ue veslía un trtje de ca'hafferoJ �ue aJuáó tlfr¡rarjero a mantener efcontrofde sus cabaffos en ef
terreno fodoJO.
'Efr¡rarjero fe prf.Juntó por efmotivo 1ue fe hCICÍa virjar tan fardé, a fO que efhom6re fe respondió 1ue en ocasiones vitjaba de noche para atraer a fos 6anáidasJ
hacerfes safír de suJ' eJconáites. 1lfirmaba 1ue foJ banáiáos eran faf.eor cfase de hombresJ 1ue en su tierra eran casti!Jaáos con dureza. Como cahaffero honorabfeJ
sirviente cfe 1Jios, deseaha hacer que faspecacfom sintieran fa irCI JivinCI. 'Efr¡rarjero �uedó impresiona/oJ abrumado tor J'U cefoJ fe trf.Juntó 1ué fe ffeva6a a Viena.
'Efca6affero fe respondió que en Viena no tan sofo hahia bandidos sino también hechiceror. Su miJ'ión conJisfia en erraáicarfosJ �uemar sus mlos en fa tfaza
centrafpara que tolos fueran {esfi!Jos cfe fa mafáadque afbcrr¡aba fa urhc. 'Efr¡ral}jero J'C asustó un poco, aun�ue mantuvo fa comportura. Cuando entraron en fa
ciudad, tuvo fa Sf.Juridadde que no vofvería a verafcabaffero, aun1ue no fue así.
'Efr¡rarjero durmió en su carro em noche en effuqar áonde imtafaria su tienda afd;., siJuiente. 'Esa noche fe áesf_ertó un soniáo 1ue describió como a§opareciáo
a un término intermedio entre efufufar de un búhoJ eTauffíáo de un fobo. Miró en derredor le(carroJ vio safir afca'haffero !C�mbafeándose efe un porta{ 1lfparecer,
hahia lomado tarte en una bataffaJ torEaba tres cabezas en una manoJ una espacia ensan!}renfacfa en fa otra. 1l pesar de tolo, no esttAha ifeJ'O. Su armacfura es(Ciha
mque6rr:;acfa, como si una3ran heJfia fa huhiera ral'!}acfo, JUJ' uesticlums eJ'ta6an chamuJ·ca'cfasJ varias (fechas emerr¡ian efe su estafáa. Safió efe fa casi! con f.i!sos
i mftó
indeciso!', hecho que hizo que efr¡ray'ero estuviera a punto de ffamar J'u atención, cuanáo una criatura [una bestia queparecÍCI una estatua en fa parecfdefecl/fcio)
sobre efpo6re in(efíz. Con unaJtArra fe arrebató fa estala de fa manoJ con (., otra fe ahrió effecho, aun�ue efcahaf
fero continuó fuchanáo. Se enfrentó a fa criatura
con fa fuerza de 1Jios, un poder fang rande que fa carne de fa 6cs!ia cedia como sifuera a3ua dóndeJo0eaba con sustuños. ;ti{finafefcabaffero acabó terecienáo; fa
fmfía fe arrancó efcorazón de{pechoJ saftó como un3ran (efino hacia fa cam de donde vino, (levándose efcadáver entre sus!)Mras.
'Efr¡rarjero huJÓ,J su desfinoJa fo he refataáo. 1JeJ'conozco efnombre defmaestro afque sirve fa 'Bestia de Viena, aunque sé que se pueden encontrar ahalos
contra e!fa en Masovia.
'Pa3anoJ en.3añaloJ
'Esta narración fa escuché de un 0o de 1Jios ffamaáo '8rian, aunque a diferencia efe fas anteriores, fiene un fina(distinto, tor fO 1ue efhecho de recoráarfa ifumina
mi corazón. 'L('ero 1ue en CJte caJ'o también (o har;a.Ja 1ue mi muñeca estd áoforicfa de tanto escribirJ mi fintero esfti casiseco. Mañana deberé encontrar un méfoáo
afternativo (?ara CJ'Crihir. 1Je momento debéis saber que '8rian era un 0o de 1Jior como.o/ o, .'1 que afJuaf1uc me sucedió a mi, creció en fas caffes. Cuando se unió a
! náa, T"Jar áonde fos nativos son safvrjesJ hambrientosJ toreen
nuestra orden, rf.Jrcsó a 'Jnr¡faterraJ vir:;'ó "MáJ .,(
{ti efe{p.,(¡o ", aparentemente hacia Ta irTa de 'Jrfa
tactos oscuros con fuerzas af:JadaJ lefconocimiento de fas buenos cristianos. 'Uno de sus virjes fO ffevó hmfa un tuebfo habitado (Jor esa cfáse de tmonas.
'E(tucbfo no tenía más de tmcientas afmas. Sus habifanfer cuftivahan fO que toáianJ cuiáa6an de sus rebañOJ, a§o que hacían hienJ J'Ín pedir ntlcfa a cambio.
Sin em6arr¡o. aunque fa 9rjfesia Vertfadera había ffe:Jado a fos pue6fos de fos afredeaores, no había focaáo fas fímifes cfe eJfe pue6fo. '8rian no encontró niYIJuna iJfesia,
tor fO �ue J'us hahilantes eran incapaces de recitar fas 1Jiez Mandamientos o fas oraciones más senciffas. 7an sofo fos comercian/es habían oiáo IA§o sobre elcristianismo,
por fO �ue '8rian, horroriza/o tor efáeJ!ino que eJ{'eraba a eJfal' pobm afmas, infenfó enseñarfes.
MuchoJ de effoJ· se mostraron receptivos J durante tola una semana enseñó a fos que 1uisieron escucharfe. Como he menciona/o con anterioricfaá,
'8rian no era un mceráote, aunque como inquisidor sabia fo suficiente como para enseñar a estas tobres afmas ef camino correcto. 7amhién concibió fa
idea de traer a un saceráofe hasta este puebfo para que se encarr¡ara de fas mcramen{oJ, Ja 1ue cala uno de fos moradores 1ue moría desconociendo fa
}racía de Cristo estaba tredestin.,do af 'Jnfierno. 'Pfaneó 1uedam durante un mes para deJ{'usé dírir¡im .,(pueMo más cercano tara recfutar 11 un sacerdote. Visto
' fo 1ue J'Uceáió, hizo bien en quedam todo ese tiemto.
,;;
,.,,
?,.d.,.
,..;,., ,.; "
.<,<
,,"'?,..
,"."" ,,,;.
.
L
:;...,;ea L.,"
< r n , . . i . i . ?>,,?
I
7 .,,a
/,.,,.
E . . ,."<P.,*2",?,,
,.<,:11..,11,< ,,,. .,>1,, .." ."
/.<>
,
<;
,,,,:<.,.,
>l..,,
.n,,
<,<,T.
,S
4-!(
<,;."...,
?
O!!.,
:r>,,,
; * ? < > a ~ r , ~ r ~ ..h."
:.
B, .'J",~,>A.!.
:*>/,,,!P.
Je
hialjado una fienie &nativa
dé iintn. Qpmmia mi POI ahon.
Znterde comenzar a de~uismrehacia otror iemax, esfaba deiciibiendóeiprimer ni8 en eimona~te*. V a lhjado eimomeniodeconfinuar %mrdernos queby
6 u y y y o caminibamoijuntoiy qut habiomos hjnh u /a cap# noria delmona~ferio.
a! fieierra de esa veriienie de~cendah i a un antano No méncercarme. c< ue no ieniqganur déperdenne en un ferreno iraicionero fray 41, me eonfó vnnm
hyendar, hecho ue me hilo recordara $eres que e Padre Eemardn~ehubia
c m antenondad Mi5 aadianfe ercribiré ia horribh ~ r r s i ó n
@y,
P
auyueanfesde%odeicribir ioriererde
2cJo
ioi que me LbiaeiPaaire 8ernard E f a noche no teynpriray ia ihfa no er ningún probhmn.
1
flemoníos & come
Efi"ndre 8ernarderlabs convencrdo de yue ioi demonio^ podan corromper con mi$ bcikdsdid carne que e/e,l>iriiu. Fn una ocarión me indcó que
. ..~ -. .
<
~~
Ef~ehfo
Alpantano d
e
.~
~
~~
~~.
..
~
fray Ljuy
V i n ia criatura con mirfirofiior ajm, aunque debo afirmar que nunea la "¡a ia t k d e l d a . 0
eda,
starrer rrn hombie u ofra cosa n a f u ~ s l
J.
~ r t ó m y oU n a noche, me aveniu~iene/p~nfanoenru compa,"ioparaburcar una r a n i u s r e r v i a p a m ~ b n t m
.
~
rmk~re,,. fiamubu
a mar Uerfiai 'O~moniosde Carney iamenfciba que iu
de~t~ucciún
/uerd ~ C ~ ~ > - I Rquo
, Y/aCredención
I
e~fabufuera deiaicance de eras
criaiurax "Compahceiorriquierej"mc indcodas noches enfarde que &giramos
a/monnrferio
nuncs con,& en e/&< ni ior
ninguna muerfra ciégracin.
iyuaique ocurre con h p e r r o r rubioro~,uproveiardn fu duda como una
oporfunrdadpara inienfur coniuyn*rfoi.u enfirmedad-
'w
der
fm miembro~deiOcuhOeiy deirerfo de úrdenei.de ia
by en da^
re estudan
Qior
bei.fiorio3y iai
ercriim en busca de r~p~erenf~cioves
de rerer demoniacos,
aunque ia meOr fuente de infirmaciún pura obfener hripcioneil>abier de ini
. , ¡buda
.
%monioi e Corno eiiu
ia b
oil rdafoipopuiarer flunqre abunnr de numirar
m i , iniiruidas bL,ca<icanarui. c n n d h i s enbe iu nobhm, ~osofrosno
dérhrcciamm ja rubidaris de eifa aenfe. Oeihué~deiodo ron eiinl ioique viven
cena de demonimque nore afredrinn a f i c h e m e u i /ciim o c i u d a k ~ Por
.
oraio
mofivo. ioiricrvoryior9ricokorei que irnbdjun en
f i t m w de~rureñorrueien
coni.fifui~u n g r u o propicio para caer victimar h eitm criafurax. Cuando ercucho
noiiciaj de
en ii3rrur $anariuebpregun!urme: ¿%tegiú e/nobie a rur
~,ó',
L
rebeLm
i j e w
de iur huejfei de Snianir? ¿fieyú
-
a infoninrb?
Uowibres labo
Muchaide /a l $ e n h ~ ue eonorcorobre beriia~eambiafi~mai
p~ovienende
9ngBforra de miiierra naia! fl~~conozco
e/moiivo,yn que erisien /o603 en
eu6iquier de ie iucririiandad EprniSabie que ioimoniiruo~de Wunjriay
I)oQn"r ~ U Omái comeddh~,o que ia inficción que ior crea nore h y a ei<iendda más
niia d i / F f i d . No imporfa
M y o n i e i a d r e Sarnardhemos virto un 4ombre Qbo. Sin embar o, éiyú
2
ia
confisióeiinn de uns mqe? hiiié~icsque e~fabaconvencida de yue epapoiia oro de una
maución que ia conocriin en un monriruo. E/buen lac-rdaie, razonanda que h
m p a eiiuba muerta, ir;! ú a 6 concia~iivdi yue no rompía ningún voiori me
,
confa aiui paiabrm,por
o que mc reiaióro 4iriaria.
f a r n p r r e ie aproximó cuando abandonaba un pequeño uebbriiuadou ioi
pies de lb T i ~ i n e o iYa 6abi#guurdada sur poIeIiunejy ha a
i ,n comenzddo u
'caminu~,aun4Me e h i e ie acercúy ieic,uphóguere d e t u v i e ~ p a r ne~cucharw
14
f .
1
ronfisiún. U T u d r e Zernnrdera incapaz h i norar un aimn neeeritnda,~ O bP que
dpYó hacia ia i ~ i o ~a iQ~que
,
'NOpuedoentrar en !¡erre
lons9pah,ya qm J U ~ Ouna maUciú*".
E/P& Bernnrd pcocupado or eihecho de quc h j w m eriuviera bca o
omida, ~coptóercucharru confe~iúnuera de b J, J ~..Maunque
,
cerca de ia entrada de
,km, ~ i i d m
~ e m de ~ecvvdo io c o n f i ~ i i u i ecah3
chdhiui
íhjbven iovennl~m6que e m C U ~ M ie deioiyecado e peremy que
respond;
18
p
!i
R
2
6areur ara d r i iiric a inl inderai de 6 monfañu a eomor &ydsI er ,u madre ie
coniú&idkA un coraéroydebía i r a bUiiarlo XíP~iecipioio Xuriúmn ahifitinco,
~ C U de
~ Oun rafoio d u r m i p f o a u n v r a n roca.
SBiewniú nioirgruñidasy uufidar, mmú a i u airededary vio yue otaba
r 0 d e ~ d a p 0 ~ c i ~660s
c 0 or-uroy monriruoior, no de e& era m y o r gue eicclbuii
i ~ m i i a7%
~ , iinfenió hun: heco ior bboi w/ta?on de ia rocn M ja ernduidron hacia ia
*unque M
,
/
2
a
momenio en eique e i g r ~ nioboaproveckópara a6aianmr;e $obre e&. Fn ese
inriunte. Bn vezdirucumliraimieIio. ie confúaiPad~eEcrnardque comeiiootro
pecaday re + j ó ~ r r s ~ ~ r a r 6
p oira.
r E r o h o quereniia era in&ripfibie,ya
ueie
\en& ,pazde mafara !L.& h hfibifanic<de/puebbp~raf i n a r e/hi<eco e l u
pecho henchida de ira. Cuando eiiobo cayúiobre eh,abrazo 6 ira queieniia en vcz
2
dé a n m m ~ ~ d a rar cflio?, poyor b quc cuandam mandbuidrre cerraronrohreir<
w e f i m convi~fiú8 , bb,
a coniinuaciin ie contó b quc recordaba de io moniecida durante ia
o
. o
o
f
a u ro ,o ¡dorna u/urn[ idioma que enten&@ u ia
?ia
orhmabói "Szñorerdi ja Sombra: E h
iuna era en reafidadumpoh~osa
syin
que ia Crenciún
e/Géverfi era
iaen firma de bbc duranle !"da & noche
C o n s v e i e r j u i i o cin!e,de/
nmanecer, vohienda nmfinnu humana a/fiJaru/pue b
'E{'Padre 'Bernardnunca me contó fa forma en que murió, sofo que fue fesfijo de effo. 'Es un afma3enfíf. por fa que duda que sea capaz de acfos viofenfos incluso
contra esfas afrentas a 1Jios� estOJ SI!!]uro de que no acabó con su vida. Sin emba'Jo, creo que ap1•endíó mtis cosas JObre fos hombres fobo de ofraJ' (t1entes. Si 1Jios
quiere, fe pri!!Juntarépor ef
fás, aunque de momento sofo pueda refalar fo que me conló.
'Esta mjer-besfia acabópor morir. 'E{'Padre 'Bernardafirma que no es sencilfo acabar con estos monstruos. fas espadas.'f fas (fechas no fos detienen. JI pesar de effo,
tbo no son inmorfafes, por foque no son inmunes a toda cÍase de daño. 'El(ue o. e ran purificaáor, acaha con elfos, así como fas armas de ¡;fata, siempre que
fos hombres fO
9 {_rj
fécha Je ¡;fata, ha!J. a&unos herreros que fas fabrican.
ha!Jtm sic/o bendecidas por un obispo de fa ijfesia. Jlunque es dí(ícilenconlrarp untas de (
spuestos a tfarfes caza deberían tener cuidada. 'Estos messon ti.Jífes.'f 7uerfes,.'f fo que es peor, alijualque fas bestias de fas que
JI pesar de tocio, aquellos di
descienden, viajan en manada. 'Ef'Padre 'Bernardafirma que muchos son capaces de desvanecerse enlre fas sombras� rea¡;arecer con más fuerza que anles {sin duda
e;draen elpoder /e fa oscuridadque fos ha creaáo). 1f como pueden asumir una apariencia humana, son capaces de blandir las mismas armas que fos hombres, por fo
que un hombre fobo puede ser un espadachín háb¡{a la vez que una bestia salvrye. Sin emba'Jo, elrjo enfrenada puede disnn9 uirfos /elrebaño morfa(!fa que sus O!J'as
son más tupitias.'f sus dedos anufar.'f corazón tienen fa misma fon.Jítud. Jldemtis, susrjos poseen forma almendrada.'f cuan/o están (rente a carne fresca, comienzan a
j'adear sin ímfortar cualsea su aspecto. 'E,>tisfen otros sijnos para distin.Juirfos: he oído historias sobre un penfa!Jmma de saYifjre que aparece en fa ¡;alma le sus manos
cuando lía.'! Tuna lfena, aunque ef'P
adre 'Bernardno me lo confirmó cuando se fopr!!!Junfé.
JI pesar de toda, su raS!]o más insidioso essu capacidadpara procrear con fos serer humanos. 1Jesconozco elpoder de esas críafuras, aunque sé que fospuebfos
pa3anos son espec1'almenfe susceptibles a fos avances de fos hombres fobo. 1Jespués de todo, fospa3anos carecen de un códi9o de conduela que fé
s_9 uíe así como de un
medio para bendecir la pfata (presuponienda que fos pobres díabfos feYIJan acceso a effaJ. 'Todo ella lleva a que fos hombres fobo sean capaces Je cfominar con (aciMad
asentamientos enteros. 1f eso sijnifica que en cua{quíer puebfo remolo que podamos visitar, uno o varios le fOs habífantes pueden ser hombres fObo que permanecen
ocultos hasla que la luna, su diosa, bril
le en elfirmamento.'f fes obfiJ_ue a atacar.
Un cristiano mordíáo por un hombre fobo fue/e verse impulsaáo a cometer actos bestiafu !levado por ataques de lijuria o ira conforme la luna crece. fa hierba
conocida como matafobos, ap(;cada en una cataplasma sobre fa herida puede calmar CJfos senfimíento,·. Sin emba"!Jo, un hombre que ha!fa sic/o heríáo por esfas besfías
debería permanecer en constanle vijílancia brjo elcuidado de un3rupo de liombm fornicios armaáos con espalas dep lata. fas mljeres infectadas cle/Jen ser
bendecidas.'f jecufadas, !f.a que son demasía/o débiles comopara resistirse a los efectos clelmordisco de un hombre fo/Jo.
JI pesar de fo horrble que pueda resultamos fa idea de que un sofo mordisco de esfe demonio puede conta3 iar fa maUción, debo afirmar que e¡tste
i una raza de
i
hombm fobo superior a fa de eslas bestias. 'Brían, efC!Jo que he mencionado con anferíorída/. me contó otra historia sobre fas ?sfas 'Británicas, pero sofo Iras haber
bebiela. f.o que vio fe aterrorizó hasta fa{/'unto que era inca(laz de recordarfo estancia sobrio,.'f de hecho, cuancfo le prerpmféflOr eflo aldía sijuienfe, afirmó que no
recordaba nada de lo que me había contaáo� se ni!!JÓ a se:J.uír habfancfo Je(asunto.
'TraJ" visitar efpuebfo que he mencionadocon anferioritlad. 'Brian confinuó con su virje a (ravés de fas tierras irlandesas en busca de a&oque necesitarasu a.'fuda. Cuanáo
ffi!!Jó a un pequeñopueblo a una
. noche de distancia de fa quesu(rió elataque de fa m':Jer saYIJrienta, com(lrobó que había fenicio suerte. f.ospobfaáores eran cristianos.'f pusieron a
J'u díyJoJición Ju hospíta{¡tfa/ 'Permaneció am casi una semana,pero como no vio a nadie que neceJitara Ju acl{{i(;o, sepreparópara abandanar elft!Jar.
SI!!Jún sus propias pafabras, esa noche brilfaba una '{una (lfafeada aunque creo que cijo "(lafmeada " (anfeJ!fa he mencionado que' no esfaba Jobrio cuancfo me
refafó estos hechos). Cuanáo, en respuesta a fa ffamada de fa naturaleza, Ja(¡Ó de fa casa, vía una silueta humana.'f tuvo elfresentimienfo de �ue ese e¡tfraryero tenía
malas intenciones. 'Mientras 'Brian le observaba, elhombre alzó sus brazos hacia elciefo.'! comenzó a habfar, aunque efC!Jo estaba demasiado f:jos de élcomo para que
sus pafabraJ ffe9aran a sus oícfos.
'E(hom/Jre comenzó a danzar!f. '8rían supuso que estaba confem(lfanáo a&ún rifuafpa3ano. Cuando se.Jíró hacia elfuehfo {lara buscar alsaceráote, fa fi!}ura de
fa co(¡na cambió: dande antes se alzaba un hombre, ahora se erijía una3ran beslia con cabeza de fobo que alzó J'u cuello.'f aufló. 'Brian se sinlió alerrorízaáo� corrió
hacia su habilación, escondíénáose liasfa elamanecer, cuando se fevanfó, su/'UJ'O que tocio elincidénte había sido un sueño. 1Je hecho, efdía sijuienfe a fa noche en fa que
me narró fa hisloría, mantenía que había sic/o un Jueño, aunque!JO no esto� tan SI!!]uro.
Creo que fo que vio era un hombre fobo, aunque no fa misma clase fe
t criatura queJe confesó ante ef'Padre 'Bernard. 'Esto.'!. convenciáo de que eldemonio que
'Brian contempló era a&una cfase de hechicero que había vendido J'u afma a cambio clelfoder de transformarse en esa híbrida 'blasfemia entre hombre.'f fobo. 1JeJfués
de lodo, .Satanás no puede crear f:p que sofo puele hacerfo 1JiOJ}. aunque fuede (ram-mular.'f ofo'Jar esas habi(;dades. .Solo 1Jíos sabe qué otros foderes fodría poseer
esa clase de criatura,!fa que esfOJ Sel)uro que elcambio de forma sofo era uno de elfoJ.
'Brían me asi!!Juró que efpuebfo e;<ísfe todavía. 1fo mantuve mi semhlante en cafma, aunque estaba Ji!!]uro de que sabía a§o más.
•.
{jrofescos3 monstruos
'E(lérmino 'hombre fobo " es conocíáo por fos campesinos.'f los nobfes de lodo elmuncia, aljuafque fas hisforias de "brljal' "hechiceros) "(antaJmas � 'Pero,
i(lantano? U2ué/'asa con fos demonios recién sa(¡cfo,. clelabismo clel
iqué ocurre con fas criaturas emparentadas con fa que trofa!Jonizó fa hiJforia de (ra.'f 4u� en el
?n(íerno que no han a/'rendíáo a ocultar Ju ver
dadera forma Iras una máscara de carne humana?
o,. prometo que esas cosas e¡tiJlen. No suelen acechar en fas ciudades,!fa que normalmente suefen JenfirJe atraídaspor e;ttemiones de a3ua lo suficientemente
3randes como para ocultarsuJ cuer
poJ cle(ormeJ. 'Br�'an me contó fe:;enrfas /'O/'ufares escocesas que hablan sobre beslias que moran en fos fa!}oJ, aunque me asi!!Juró que
no l�ó9a ver nín9 una. fas le:;en/as venecianas habfan de JUeJ semihumanoJ queJe Je,.pfazan por fos canales.'f se a(¡mentan de fos cadávem enferracfo,. en -Saín{
Ñf
ichele. 'Entre To
,. marineros abundan fas le.'fendas de Jerpienfes marinas!f. peces demonio capaw de deJ!rozar barcOJ' enteros con sus mandíbufas. 1f caJí cua{quier
puebfo conoce a a&ún monstruo que mora en los bOJ·ques cercanospref_arado para hacer desaparecer a fo,. niñoJ lravíeJoJ.
EJ
' (o� convenciáo de que fa ma.'for f_arfe de esas le:;endas son (afsas. Sin emba'Jo, a&unaJ de ellas pueden Jer ciertas, un número suficiente como para que un
solrfaáo de1Jíos feYIJa cuidaáo. JI tenéiJ fa ocasión de eJcuchar una de eJ{as fe:;endas, pre:J.unfada vueJfro inlerfoculor Ji ha vislo fa bestia. 'En caso afirmativo, fedidle
que os fa cuente.'f as!!!Juraos que entienda que 1Jios escucha a través de vuufro cuerpo. 'Jnlormadle que fue/e salvar vidas (o condenarlaJ) en {tmción de fa veracidadde
sus pafabras. 'En fa ma.'foría de ocasiones, vuestro ínferfoccdor acabará arlmífíenlo que fa fe�enda es sofo eso, traJ fo que podréis ':Jar escapar un suJfíro de a(¡víoJ
asi!!Jurarfe de que no ha hecho nín3ún daño. 'Pero si elnarraáor se aferra a suspalabras, de
beréis estarprcparadaJ para buscar a fa hesfía.
'Es inúf¡(ínfentar rea{¡zar un compendio que rectja {odas fasposíbfeJ criaturas que oJpocféís encontrar. f.o que debéis recordar en caso de que emprendáiJ fa
búsqueda de esa cfase de monstruos, eJ que efhierro.'f elacero suefe hacerfes daño. Son demonios menores, criaturas a9 mívaspero estúpidas que han naciclo como
resultaáo de fa unión le una brlja con un íncuho a cambia de cm año de_juventudadiciona{ 'Estos sem carecen de pTaneJ o deseos díslinfos clelhambre, or fo que un
inquisiáor metódico puede Seljuir su rastro con (aci(¡dad. 'Es trohabfe que fanfo los campeJinos como los caballeros, siemf_re que puedaJ convencerles de a e¡tislencia de fa
beJfía, Je unan contra una criatura como esta. 'En ese caso debes tenerpresente que como fícler, fe conviertes en mponsa61e dé fas vidas de tus l'eljuiáores. t.leva a cabo fa
caza con cuidada: debes acabar con una celebración, no con un enfierro.
•.
t
;:4.(repamr fo mrífo hMfa efmomento, me áo:; cuenta /e que mi narración tiene a0unas carencias. 7íunque no áuáo /e(hecho le que effector ha:;a
aprenrfiáo mucho acerca /e nuestros enemi_Jos {1Jios quiera que fe sea úti{}, desconoce cMi toáo acerca /e(monMterioJ le (ra:; Cfu:;, le quien he a{irmalo que
era un fraiáor. 7enr¡o mds coJ'CIJ que contar J'Ohre fas crialos le .Cuci(er, aunque os picio que me permildiJ' referirme a effas mientras refafo mis e¡periencias en
ere maUlo monasterio.
"Fra:; e;� J. :;o continuamos con nuestro pcueo por fos terrenos que rodeaban afmonasterio. Su convermción, fraJ' refalar ef incidente le fa besfia en
e(pantano, se vofvió más civifízala J comenzamos a intercambiar op_iniones s?bre fos suceso!' le 'R.pma } otro!' aJ·untos mundanos. Cuanáo rfimos fa
vuefta a una esquina, fa fuz /e( sof nos rfio le ffeno J me sentí reconforta/o. ?bamos caminando cerca Je( muro e¡terior cuanáo vi fa puerta por fa que
entramos af monasterio fa noche anterior J me acorle /e( 7-fermano 'Páfíáo. 71. pfena fuz le( rfia, ef recu�rlo no parecía tan amenazador. .[e inrfiqué a
fra:; Cfu:; que le rfia ef monm'ferio pareda mds aco:¡eáor, mds acorde r.on su propósito le servir a 1Jios. 'E(J'Onrió J me cijo que nemifó unoJ· cuanlos rfias
para acosfum6ram a vivir en é( pero que ahora no fo cambiaría por nala léf munlo.
7ítravesamos fa puerta ¡;rinci(lafe intenté focafízar af'Palre 'Eernarl(Jara refafarfe ÍaJC¡frañas hiJtoriCIJ que fra:; Cfu:; me ha6ia confalo. Nopule encontrarfe,
¡¡ resar le quepasamos tola fa farde huscdnáofeJ f
famdnáofe en voz afta a fo fa"'jo le tocios fos recovecos /e(monasterio.
Jínfes:;a he menciona/o que fe'!!Jo una memoria proái_Jiom, J Cljralezco a 1Jios este hecho. 'R..ecuerlo caáa esquina le ese fu9ar maUlo� cala recoveco le sus
pasiffos. Mientras recorríamos eferfificio vimos a otros mo'!}es, aunque no se acercaron a nomtroJ. Veíamos a hermano!' que entraban en una habitación situala af¡,·naf
dé(pasiffo o camina6an por efpúo superior, aunque nin9 uno le effoSJe cruzó con nosotros. 'En CJ'C momento no fe pri!Junfé a mi inferfocutor por efmotivo, :;a que estaba
demm'ialo preocupa/o en encontrar a('Palre 'Eernar
tl
f..aJ' cafacumhaJ'
Conforme prosi!Juimos con nuestra búsqueáa, intenté orientarme para conocer en tolo momento effu;¡ar que ocupdbamOJ con respecto afterreno que nos rodeaba.
?ntenfé arfivinar cuanlo noJ' rfiri_Jiamos hacia ef(Janfano, aunque no {uve é¡ifo,:;a que efinferior le(monmlerio no se parecía en na/a afe¡terior, 1Je hecho, no sa6ía
:¡ue esfábrm1os bcjo tierra harta que sentí cómo efaire era frío� húmedo. "FraJ e;� había tomaáo otra rfirección para ir a buscar unas finternas, por fo que cuanlo
orma/o en preocupación, aunque desconocía efmotivo por efque un mo'!}e purfiera estar
�oofvió con effas nos vofvimos a poner en camino. SujoviafíáaJse había transf
t;reocupalo en efinferior le su propio monCIJferio.
Continuamos alentrdnáonos bcjo tierra mientras efaire se vofvíajéh·lo a nuestro afreleáorJ faspieáras se cubrían le un e¡traño mohojris que se convertía en
(lo(vo cuan/o fo tocá6amos. .&u rafas nos miraban con curiosiáal:; en ocasiones a&una mosfra6a su osarfiaJ se "!}arra6a a nuestros hdbifos. .las rafas no me asuJ'tan,
JJunque fra:; e;� parecía estar tan aterroriza/o q11e acabópor cofócar una mano en mi espakla afirman/o que no porfiamos SCJuir alefante. .Ce responrfi que como era
'"'/'rohable que ef'Padre 'Eernarácstuviera en ems catacum6as, no había ninr¡una razón para J'e_r;uir con nuestra avance.
Cuando áje eJto, Ju e¡presión Je fram(ormó. 1Juró sofo un instante, aunque fue fa mr:uesfa a mi af,'rmación sobre ef'Padre 'Eernarl. 'Presentí 1ue era probabfe
rue mi mentor estuviera en a&uno le esos pas¡{fos, par fo que tomé fa decisión le encontrarfo. Cfiré m6re mí mismoJ avancépor efoscuro pasiffa con fr
a:; Cfu:;
riJuiéndÓme fospasos.
7ífca6o Je unos metros ffe_r;amos a una cripta a fa que fra:; e;� no 1uiso entrar. 'En cfccntro le fa ha6dación áeJcanmba unjran ataúlle piedra, aunque sin fa
:r:¡ula le fa finterna era incapaz le feer fa deiJas!ala immtción. .Sin emha"'ja, a pemr le fa tenue fuz, (ui capaz le descubrir ciertos letaffes que kcieron que un
=fafrío me recorriera le pies a caheza.
'Pule Vi'I'J"'dM tn k, picrfra y rocc<J q ue se /,abírm le.y1arfo lefafaúc( por fo 1ue ffe_r;ué a fa concfuJiOII rk o/''' e/afmírfno era un {,,9anfc cfe••:tll)l( rfr 1m mnn¡c,
·m fcdw/"�'•� C<0•1ie1J (o a0oJ ue Je ievanfoh·< r4ría nry•,¡,•, afmwrfo ,f,rc
,r, fy emerr;icnlo efe é{ 1.{a hflfna cswdHcfn cm(r. fe!frntl;;r w(;r, esm Jtl'tJ
q
1Jtf
m o:ut:rtr fntú bnla ":
·f.
,
/ r
11
.,f1: ;·
fafdifd
v
.1'
f.a cripta
,.
Vuefvo a tener linfa. 'E(iero que sea suficiente, aunque:;a me he mi_!}nalo. 1Je6o hacer tolo fo posihfe �nZih'i:lti@5füiíiiuH!ilñJl1fJi
u fimo'il�_
mis
_
_
�.:zr;;/;
W\;1,./,;;.ei;;�
Como he rficho anteJ, nos encontrá6amoJ· en fas catacumbas le(monaJlerio, en una cripta 1ue en verlaáera effu:pr le descanso le a0ún demonio /e(?nf,'erno.
Sa6ía que no lehía 1ueáarme af(;, aunque efterror de fra� Cfu:; me convenció le que tolavía no ha6ía siáo manciffaáo. H2ué equivocadÓ estabal Coma aprenrfi mds
fArde, no temía por fa perrfición le su afma, Jino por efdescontento le su amo.
1.{a he mrdo con anteriorilalsobre fos J'ervilores le lemonioJ, aunque efcaso le fra:; e;� eJ' {o mds bien era) a&o especia{ Mencioné que /escribiría con mds
/tta(fe fos:ércitos /e .Jafanás {'Or fo que effecfor cfe6e peráonarme si me a(ejo /e fa narraciÓn {'ara á:Jar por escrifo mis conocimientos sohre una /e fas perverJiones mCÍS
3ranles léJ fa humaniáal1ue e¡isfen en fa 7ierra le 1JiOJ'. .Cos muertos pueden fevantam, pero sin fa a:;ula rfivina fo hacen ham6rientos le carneJ san!}re. 'E('Paáre
&rnaráffamaba "no muertos" a esas criaturasJ esto:; SI!Juro le que fra:; Cfu:; servía a una le effos.
No muertos
71. pesar /e(horri6fe m'('ecfo le fos hom6res fo6o, no son estas fas criaturas mdJ terri6fes contra fas que nos enfrentamos. l'.oJ monstruos verla/eramente
:trrorí{icos son aqueffos que han consi!Juilo esca(iar le su prisión le carneJ continúan hoffanlo fa tierra tras fa muerte le sus cuerpos. 7anto ef1'aáre 'Eernarácomo
'm:; Cfu� yahían mucho le esos seres, aunque vofveré so6re {ay revefaciones le fra:; e;� mCÍJ' alefante. 'En esfM ffncas deseo mumir fo que ef'Padre 'Eernarlme contó
��eerca le este lema.
Mi mentor me e¡pfícó que foJ no muertos newifan injerir leterminaáos afímenfos para poler continuar e¡úlienlo. 7í&unos comen carne humana de fas víctimas
fiC asesinan. Otros no muertos ffoJ que conservan una apariencia más humana) Je affmenfan le fa san!}re le fos vivos. 'EJ·tas sanJJJ_juefas andantes son capaces le
J!nerar un sentimiento le pfacer en aqueffos leiJraciados que fes sirven le afímenfo, hecho que hace que SUJ' víctimas se sientan eufóricas mientras fa SCIYI.Jre ff�e a travéJ'
ífe sus heriáas. 'E('Padre 'Eernaráa{irma6a que este efecto era efquepermitía que ems criaturaspuJieran permanecer en secreto,Ja que cuanlo efsenfímienfo le pfacer
.f;saparecía, fa víctima ofvila6a fa e¡periencia o estaba amiosapor repetirfa, por fo que efcaldverporfia ri!Jrcsar una vez que su fuente le sustento lia6ía recureraáo fas
·..,erzas. 'EJ-fay criafuraJ pueden áominar¡;uebfos o ciu/a/ey enleras,:;a que sus ha6dantCJ viven, recofecfcmJ rezan para poler rfisfrufar efe(pfacer le su abraza. 'Por
r:{'_uesfo, fa criatura no tiene niYI.Juna o6fi:Jación de ':Jar vivos a sus "affmentos", motivo por efque ni !ospropios f?Jos conocen cfnúmero e¡acfo le huenos crisfianos que
·af
fecen bcjo fas cofm¡(foJ' dé esos sem.
,
yui$ara/rer mientrur Siqnen iiovUba M ~ ~ 1 jol
6 ; "iuulei necemA, ur. i i n c h ~axí~ eonriqliió errafiar arturnedndo eibrarn de uno de iw quardaner E f a criafuri también
. .
,,,.:-,,l,>i.~-i.,r-ii>i,,~'>!'
,:. , , > , ;, I i l . . . , ..< ,/.,,1,'1..,<
.. ; ,
, * ., ,,,i ? !
.. ,
, /.ii2,,».ii,i.~n.<iF!,.
i>.>!i..,i, , 1 , . .
, ,
,,
.,l.,,.,.>,,,
' E/Tahe ~
~
...
~
~
.
.
_ I r
~
, ..
',,".~.,>
,Ir.,.'
i
,ii.~,i..
O
,
,
n : . < , i 1..
'
:
.,S
,,>.,:..
-,;..!,*'.,',!.,
', ..,, ,
Ii
i i r ,
~ m~i r r m
/ q r~e inqiepm
> - er!arir*nir,mi.,
e c ~ ~mhfi-odcrdqiiwtn.
~ f ~ ~ ~ 7ambiin
t ~ i ~ f i i n ~ ~ ~ ~qidd~~de~oiiracion~Ide/iode~,
~ ~ ~ i d o d e
como
h~
de hecho conii"uarin eyihiirjendo fiiviondoio'.noer un finnino adecuado en c~tc
m i e m b ~ o ~ dienuerii~
e
orden nfi&an yue no muerfoi no enveieceny
carel harfa eiffía dedei7uicio Rvainui Eito no ci cierto, yu que puedo afeiiiquar que ioicuerporde mtoiierei camb;sn con e i p m de/fien,po. f a tevoiución deru corp~ei
fe
- .
r'
-
,
.
hp~rnw
h a?, /a c ~ i a t w amuere ~ f ~ p ~ ocur+en
c d e Ci«*@y?em&e
h V i d a d e / i n d ~ ~ o , bp oqo-~ innto un no muertouda60 como un no muerto nnio
. , iere,
. .nopu&nier resutedo de muwfei ue d e ~ t ~ e/ererpo
uerm i ,i m i k r , Como nfm
~ a n fincinemcioner.p a r p m p @ , podeiamoi s h m a i que eicuerp
débl eiiar inhcfopara que /u "~esumción"bjufimatenga h ar T%JBireqresar de u muorfe. h criatura erinaijiinguibhdeL,ervivo ~Úcorazónfodaviu iutey>uicdde
.
mngw no crdemariadoimperim. Poiee h fiemny k firocr a d t p c a de ieerurcnaiurai. aunyue en menor m d d a que h que fendrden e/fufwro. E i m c~ifit~~osruehnsonBr
~ r e ñ o ~ ~ s m i ~ p o d comodemonio~o
e~o~os,
b 1 9 , aIjopurecido a bbeznoi 9ue emunccen aiiado de h ioba hartsqueaprenden M cezn?.
Con eipnio deitiempo, eino muerto acabapor morir E t a es ia f i ~ en
e h que ruahnmr m i s aciivorjron misfáciie1 de deftctaiy de deitruir E/mmbio toma ia
,&me de una p a h h e,drems. Tambiifl repone de manifiesto por elhecho iie ue #/lar ei incupuzde comer o beber comiJu verdaderaJ de ende por entero de ia
iangrepam econtinuclr ei<iriiendo Sta apfiiMdesfiiiCUI m90rany, ,yún bf i n j r m e r d enieifm hermdnorguerreroiritiCIdoI
ofiente.
oirai hinbikdader.
pud& tener una
ior
P
ady,,mH
dobicjar b voiunfadde iói yue ie rodwin. E b s criaiurmron ictaier. uunyue a i p a i q u e cuniqriier oiro h e
Q8 beiko, iu mern viri,lJ i f & r n a i . h B m yUc hydn reim &/pin,co. To~~~riuertc.
,mecm
o i ~ d e b í i ; d a d& Lein/ar
/iL'&lAa I ~
como mnvocara b b m o mumiéh
fiYo.
P
q::
,y
y , mn vuinerabiei a /
~ ~ P W L ~ L
q ~ e r n a d ~ ~ a i .b, ~yuc
o r cun4uiera de !enosoiroi
deberiatener
/ r r ~ c ~ x t i ó niperrequirioi
mienfrai eiioibriiiorobre eihonionte.
Si ia criatura c o n r ~ e s o b ~ e v i v i ~ d u m
~ ~u nd toeiiem o (otra ver hago hincapiien que erte inbrvab no m i i bien dejnidsl, ia ; n f i c c i ó ~ p ~ ~i idoej , z r a i u f i ~ e
f i a i V o mmilmo tuve eii&rtunio de ~ ~ ~ f e m no
p kde
r e/%!
E/T&c Sernardyya paramora dercanlnr en 7ourr.y mientrai iiiiormia,ya decikuvenfurame p o r r w
aunque era de noche, no esid& reocu a&
y# quepa" einiño de h ccuiir yue hebi8 iaen miinterior, k orcurlindde b ~ a @ j ~ e i a i r o i ; t ~me
~ i rremnfárfaba.
n
E a noche pude oír unmave qu3ido que
de
una ~api/ineertnnn. Con cui&do, mo acerqué haeiu e / / z a r de donaé provenia eisonidD C u a n d o d h "veta a una .quin& viio que enréque cra un ieprom ?ha
v ~ i i d oc m k ~ p o s rvpioipor
y
/o
pude ver a ia ivz de k /una, era rmli ei.tnba re ietu de úrfuiar E t n b a b n t a~k i ieiiay &roba urh obtener eiperdón.
Observéa h criBtura durante inJtanie,y mienfrw /u hiaciapde v e 4 u e ~ v a b a mid de
en3ujdedoi., E8 "ii!
cGfura abiniido un nobh,
No me afrevia reveiar miprejenciu,yn que esisba d e ~ a m a d q ynode~esbaponer mivida enpeiigro Le obsemémmif~c(<rconiinc<abacon su refahh de
LflnaL
i' 1.
~
kmo~tos,de &que enfenda una d cada iienfe pahbrur Temanerió afldurnntc meda horV hyoierefi~ó,comorihiiliiera deiu intento f e i - q u i b mircercn
yuepde,y duranfe un terribic inrtante tuve ia ocasión de contempkriu roifro
f h m m " ~ o ~ t rb
o yue
" ~ v i a ufihzar una eppreiión demariado smahle. Tenia eiarpecio de unagiyia que La vuefio a ia vida, aunque erui criaiurur no
ion tan h o r r i b h
como a he e ; e 4 con nn ferioridadno iiempm i.on u803 troror ineriei de pi~drnl.doy incu ar de de~ceihiriaycarezco de ia habihdad
pace i c w un boceto.
ciyl<eeiiecior puede eonliderari.e a/oriunaaio. ;Mienirar c ~ n f e m p k b ok p ú r i u puruienta en que j e hubiu ronoerhdo ese
>robh, me imnginé e/9n,&~no.
iy
P
hecLpop
E f e e ~ p u w e / ú h m oeridhde ioino muertoi: vagar por eimundo con h i e n t i , ~ k mente intacta pero con eicirer o conver!,& en unu paroda de b yue fue an
el'parudo. ffe~eiconozcorikcriatura conrenia n4ún raitro deiu rnyidez, su f i i u ~ u * o cua yuier
o ., de que eifar criaturaixon
- otropoder, aunyuepongon oi iectorei l h -~ avim
maspoI/emmque bsindviduoi miy5oene1.
V p o r tunia, en eimomonto en y ue ray ciu y opormmecimmtiep en eimauroieomir~ndoin eriptacon horror, ru e ueno odaryuircrdeiante en
compsñia d e / o t e ~ ~ o ~ i z a
mdoop . Cyreréeon é a aruperficiey
. . debo decir que meie,iiirecon,6riaa'o cuundo ia i u r ~ o h vo
r vio a cabntar mirostro. f e conté que
deswba yuedarrneio&para rezar,jporiupa,~riea ~ ~ ~ dmicompsñiuyre
e ~ i ó
de m i Pux erpeiia/cuidado de recordar donde
h kntarna (en un luhnie
twzano a k e n f ~ e de/monatc~iol.
h
;Me reiirea b ce& donde habiamordomido & noche antehrpnru re/iexionmrrobra io rucedIdo. Vi ue no
iain ún n 80 de ue elpadre a e r n a r d
i"
rY
/
.:
P.-'
i'?
p
B
huiiera r y r e r a 6 u ia ceidd deide yue b 4 é p o r b mañanay t e r n i p o r s u ~ y ~ r i advinéque
d~d
dsponia e frez o cuatro horas anfei de o m . aunque como L.
i a ~ p ~ v noionaben
ax
en esie
mnMio, nopoAa citar xyegaro. Refirionandoiobrc b rureddi y en mil conoeimiontoide ior no muertoi, decidquedebis iMjgrerar
u k c~infda v i ~ f d eia huerfa di mi~rumienaiooue k c?iatura aue uariu en eje huar noie icvantaridhaita #/anochecer
/y
Descenso
fieaué Larfa h cribfa. M sin meten neme nara ertudark mn m i ~ d e h i i efiroieauieon
.
miccimin?. M acommñaban un buen niímero de r u t m ~6 elevubm iokic
i
i
i
iairotarY re crurabac<nentre milPiz3comoiihtenfaran a c o b ~ r h r > n e~. e d k i e n i / n h t o
4u y en ~ ó d o s ucompañerolr Labia inf~ag~~niudo
con un nbeibrro
'
.inrecfor
¿P&ian
&S m o n r f ~ u o
yue
~ habifnhan eimonaiterio yuic<r ior movimientm de criaturui tan poco inta{
ryentei. Lomo
ioi
y
iar
miar?
¿ficnxo acfuaban eriw
-
m t d o w como e ~ p i u i p ~ r ; n < i e ñ o r ?
N O ~ detenermepara
O ~ ~
mafar iai r a t a 7 n c h ~ aunque
o
hubiera
int4rnarme m i i p ~ o / u n h m e ~en
t e krpro/und&de~ deringar
tenido br medm orecerarima mia/cance, había demariadis,
Sobp~de
acehrar mspusos e
:ll(fí encontré ofraJ' saftu simiares a faJ' ceftfaJ·Ie fa su('erfcie, twnque mtúfequeñas. 'Tolas effaJ ofían le
forma e;draña, como huefe un cementerio !ras fa ffuvia. No me letuve en nin;pma, Jofo anoté ru focafízacion.
Nin.Juna tenía ('uertar, aunque muchas estaban Moquealas('Or fíquenes enne9recilos. 'R§ffe;donanlo so6re fa
puerta que hahía afravesatfo para fff!Jar a ese fu.Jar JU
puse que si uapuerta huhiera estala cerrala, un!Jran
io en efft'!Jar tfurante meser si huhieran tcnilo a mano fa
número le criaturas oscuras polrían haher sohrevivl
comida necesaria. No('rOif!JUÍ con estos penmmienfos, ja que esta6a aferrorizaclo. Se:JuÍa Jin encontrar nala
'lue intlicara que ef'Padre '8ernarrf. u otra ('erJ'Ona, hubieran ffe:Jalo a este fli!Jar, por fo que mis eJperanzaJ'
comenzaron a desvanecerse.
No avancé demasiado rá(!ilo,!Jfl que fa htz le fa fínferna era mortecinaJ no quería torcem¡e un to6iffo en una
le fas numerosas oquetfales lefsuefo. No me había af:Jalo lemasialo le fa cri¡Jta cuan/o comencé a darme cuenta le que
fa htz le fa fínferna comenzaba a desvanecerseJ que e7ocaso estaha pr;limo.
ó
Mafdiciénlome ('or J'er fan tememrio como ('am
'f. e9ar haJ'fa affí. comencé a correr fo más sienciosamenfe que fule ('ara afjarme fo má.ximo ('osibfe le fa cri('la. 1Jesconocia
IOncfe me ffevaban msi ('lasos,Ja que mi instinto hacia queJirara a fa izquierda en cala intmccción. .cfe:Jué a fo que me
!Jareció un ('asadizo Jin mfíla cuanlo vi af
9o que hizo saÚar mi corazón.
'E('Padre '8ernardhahía estala af
ff. 'En fa paredhabían una serie le n_úmeroJ!Jra6atfos: ??:???:??. 'bfa serie era <m
-jno 7ueJa habíamos usado con anferioridalen referencia a un ('Mf!je le('E.xotfo en ef7ue Moisés encontraba un
•rhusfo en (famas,J si.Jnificaha que affí 6a6ía a&o importante. 'Pero tolo fo que fule ver mientras mi fínferna
:e e.xtin.JuíaJ e.xfraños Jonitfos cerlifcaban fa f
fe:Jala /e(ocaso fue fiedraJ moho.
Me arrodif
féJ recé para recibir m6idurÍt<, ihtminacion, un mik'!}ro, cua�uier COJ't< que 1Jios
';¡viera a bien darme en Su sabiduría. 'En fa distancia pule oír un cr�ido horribfe: fa fom le fa
·ripia se bahía abierto. qiré sohre mis pasoJJ miré en derredor, J por un imfanfc fas pareleJ
'Jarecieron camhiar.
Me o6fi.Jué a mantener fa concentración. .� mientras rezaba para mantenerme ocufto, vofví
mirat' hacia fa ('arel. SetjuntfoJ anlu le que Ta fuz se e.xfin.Juiera ('or comrfeto, vi fo que había
:
<fmatfo mi atención unos SC.Jtmlos antes: había una aherlura en fa ('aretfdé unoJ J'CJ'enfa
··ntímefros de anchura que era inviJihfe sise miraba le forma direcfa. Me arraJtré a travéJ le cffa
; iras recorrer un ulrtch o r.asadizo me encontré en ttna safa parecida a fas cefrfas que había visto
·�fu. 'Tanfeanlo fas paredes, descubrí �ue era maJar que aqueffas pequeñas afco6as, aunque ef
"ho era fan btjo �ue sofo {uve que afzar fi.Jeramenfe efbrazo por encima le mi cabeza para
�'arfo. No fuica(laz tfe encontrar nin9 una olra Jafíla distinta le fa que hahía atravemloj como
' parel
arecía ('or comp feto le h1z, no ('odia hacer ofra cosa que esperar. Cansalo, me apoJé en fi
"ÍS cercana a fa entrala con fa uperanza le que cuttft¡uiera que fa atravesara me le spel'laría. 'Por
trfe, esa esperanza no {c1c en vano.
;:&esínato
1Jormi luranle e(resto le fa noche} nin.J:ma criatura /e('Jnferno Je inmisCUij Ó en mi tfescanso. 1Je hecho, cuanlo me
"perlé, ofvitfé('or cm instante efh'!Jar Jonle utaba, aun�ue fa oscurirlatf� efmeÍole ('icdra me aJularon a recordar. Me
�orporé melifanlo fa forma le sa6·r le ese hltjar cuantfo oípisa/asJ vi el
le una h<z que se acercaba.
Me cofo�ué en fa paredmáJ cercana a (aentrada le fa mfa. Carecía le cua�uier com 7ue fuliera usar como arma,Ja
• auno/ue fa linterna eslaha en a§ún ft
'!Jar, no tenía fiem('o ('ara 6uscarfa, por fo �ue tenia fa certeza que siefser �ue se
··rcaha era un lemonio, estaba conlent�tfo sin remedio. ConJi.Jné mi afma a 1Jios, afeé fos 6razosJ fo,·
caer con fuerza.
'FraJ CiuJ entró en fa mfaJ feJo0eé anfes tfe darme cuenta tfequien era. l'.fevaba una fínlcrna queJrt<Cit<J' ti 1JioJ no
romfió cuantfo Ca
JÓ t<fsuefo. 'E(moye se le,pfomó e iba a aJudtll'fe cutmtfo vi a&o que me ffenó efcorazón efe miedo.
ahía retirado fa cafucht•Jpule verm nuca demuda. 11.ffíjusfo en fa parle poJlerior le 111 cueffo, hahía
Mi.J.o0e fe h
o azufque me miraba sin parpadear. 'En ese momento mpe �ue fraJ q,� em un J'irviente lefJer obsceno 7ue lormía en
noJ fa oscuritft,tfle fa cri¡Jfa.
Vofví a.J00earfe con !olas mis fuerzaJ, ('afednlofe efrostroJ fa!}ar;¡an!a. 'R.Pió JObre sí mismoJ huscó a&o en su
..,furón. 1fo lomé fa única arma que tenía a mano, fa fínferna que fwhía lraítfo le(monaJ{erio,J fa arro
jé contra éfcon lo/a
f;¡erza �oJihfe, sientfo recomt.malo('Or un cr�idoJ. un.Jrt<ñido. 11.6rí mis tjm� vifraJ quJ a('o:;aJo contra fa parel
intraJ fa san.J.re manaba a horhofones le s:t cueffo destrozado por efcriJtaf
le Íafínterna.
Nopule hacer otra cosa que verfo morir. 1JioJ se apiade le mí, r.ero me sentí tan ah'vialo cuanlo su respiración cesóJ su
o consumió que me arrodifféJ me mostré a!Jradeci
_rma f
do. 'Pilo a fos feclom �ue com('renlan que no IOJ nin.J IÍn asesino ni
"Jun monstruo Jín corazón a pesar le msi ori.Jenes. 'Puede que fraJ q,'J. huhiem sitio en ef('asado un moy f
ief. ('ero en ef
-t.Jenle ha6ia venditfo Ju afma (o se había viJ{o obfi.Jado a Jervir) a un demonio lef11.h i moJ cJlaha conlenalo antes le
'!JO tuviera fa leS!Jmcit< tfe encontrarme con é{
1fJin embar;¡o. ¿por qué me contó !orlas aqueffas hiJtorias? ¿'Eran ciertas? ¿'biaba poniendo a prue6a mi
'tatf? ¿ 1/ahía información en sus refatos que quería que desvefara? ¿ 'Eran fos lefírios le un foco? ¿ 'Jnfenfaba
"'mim com('arfiemfo fa información �ue ('OJCÍa con fa certeza le que iba a serme le ufifídatf?
1JioJ mío, ¿qué he hecho?
reff:Jo
djé
•
:J
J
.::n.3año
1fa he reah'zado fc, penilencia necesm·iaJ he rczaclopor efafma le fraJ c;''J· 1Jesconozco sus
...,a
{ leraJ intenciones r
.Tacompaííarme a fas catacumbas, aunque len!JO fa esperanza /e que fueran
c
������!!��!���ill
•••-4!�,��
&radar. Comorir muerfs fodavia no i;arido&ubiaierfa, debo asumir que no venia con infcnc:oneravierar Creo que mfo me convierfe en rerponlubié de un arerinafo
E-iu m o m e n f y hvaréa cabo hpenifenciaroporfunai:pLieJde momenfodebo coniinuar con mi lerfimonio.
la muerfe de
G y O C U la~ iuz de L knferilay erperé. %faba ~egegucode que eimoni.fruo que miraba a fravér de@ deru e?&
me enconf~sria
aicsbo de poco fimpo, pero cuando par6 una horay no oiningún ruido comencén dudarlo. 'Finalmenfe. me d cuenta de lo ocirrddoy de o abrfunado que hsbia
ileaado arar
i
Grrq era un rirvienfe. Todavio creo qucru maeriro~odavera fravérderu b o ~ b i é o j oaunque
,
como dormia durc<n!ce/&. no poda conocer ia musrie de
rrnl
fray
eihecho de$frnveiar la 6011ibhcrpta no mepwaciódemanadod,4~ii
fmirrafarno m e i p e r o n . o l i l o hicieron, no
vcr la iur delro!que no m i r é a f ~ á Cuandojiré
~.
la úhmma oeqquina burqirécanohinco eirayo de3~iqueme &bin e~éyrado
W e d c p hlidcin éi(aperar de que mii.piernai.mc ob@bon a correr1tuendo una voz me defuv~usfoa unos
cenfimef~o~
de la cdkda ~enratiónde la i i z iola~.
"¿c;y~"p-~nfó,y micorazón d o un vueGo Cuando megirara, varia que no era Guy. rino que faorolo veiiia~uh b i f ~
manchadodeianjre. No mejiré, sino
que rerpon ifingrendoru acenfo io mpqirepude. "¿gúflde 6~ esfado?"pregunfi la voz Psrech que &bi# comeguidoengañarie f e rerpondque Iabia es&
en
eimotivo. No io hizo, aunque nofé unorparoiqi<s<~
apm~imnbunhacia m i Suimanor
iaicafacumbar mienfrm nraba en miinfenorpara
r m r o n mi ~fprya&yyo megiré, manfeni~ndo
tan encomda que meiorprendde quepudtra caminar Si8 cmbaryo, io mi<
NOnecerifabapreocupm Eihombrc
fan muerfnreomo e i m o p p o r elque me hetiaparar en ue momenfo. Se acercór
impo~funteera que nopoda veme. Sur*
m i y me olió.
2%h~
cayado encimn? 7 / u e k a ~ m y r o ymierda"Smri6 mienfrar hacia erfa afnmacióny meienfireyehaÓpor id "irion de erfe m y j e fufido reyociandax
J
a lo que me i d m í que h w e r a y que me vera
anfe eirancio olorde mihábito. fa comentéqueme caien la oicuridadmbre abuna ciare de~urfanciapube,6zcfa,
lavando "por d'camino:ya qm ié fenia que a udar en a90 im orfanfe
demifue defapareciendornienirar norrumeyimor en la orcuriaáda fravir de un enmino que no
NopudeLcerofra cora que obedecer?f18i~lde mi,
&bia virfo con anferioridad
eiciego uadoyorlumtmoriayyopor la iuide m i h f e r n a Me detuvepara lavdr mibábifo en
riacbueio, i y a r cn
Clminllmo3afravt3~ndovanorrari//or.
elque fuve querororfar óerfaimuerirtirdeibumoren$mi20 delvyo
moye Comencéa~o~pech~r
que~urrenfimienforhacia fm G y no eran iofuimenfe inoccnfes,
. . .
h j m h a p ~ e g u n f m m e~ i f r z y
rabia &yadoa r o m e f e r r e a l u r d e , fueran &que fue~en.¿Cómopu& un hombre fan acrep,fosenhr buriapor la carne?
E f e monmferio 70,ffi90bafoda e are de pecador.por io que a no me rorprenafa nada
2..
Gu
?
{
.
.
.
Confirme cami~bamorfuiadquifiendo confianzv epcc unfe que neeerifaba de m i Su rerpuerfa me Lelo Lrangre,ya que m~neionóquo debinmor inferrogur
8 unwcerdofe blarfemoquere habiza iaavefu~ado
en iarcafacum aria noche anterior Rhmó que eimueriro ie habin cnpturado deseaba que fuera in ferrogadoy
conver&
M c o r b n r e a ifó. nunque byréenconfrar L voz n e c e r a r i a p ~ m p r ~ u n f a r h ~ oLbconkciún
~e
en que re enconfrn a uferacerdofe. E i m o p ciego
eonfsJfrio que rnfaba heri%,aunqueerf8 nocheeimaerfroree*cmyn"ade
fomur arfe en eiinfcrroqaforio, or io que acnbakpor hablar
No dude nipor un inrfanfe de que ei"raceraÓf~bb~rfemo"erclen verdade Peche 8ernard: J?n em ar o, me p r e o c p b o que ei"muerfroro"pudera
mconocerme. <ne hecho, f i mi feoriarobre eidemonio que obr~rvabaa fravérde+
irnplanfada en la nuca
Guy era correcfs, eidemoniore enferaria nada
már hvanfarre ue fiuy Guy erfaba muerfo. Eforpenrclmien for Lcian que fucrn perdendo toda esperanza deraivnciin mienfrmseguia aimoije ciego a fravésde
& ~ p ~ ~ f arde/monarfedo.
~~ddu
2
2.
1
6Jfiy
1
I
S P d r e 8ernardme eomenfóen dparado queaiqunor iuarerron lagradorpor nafuraiewy ~ f ~ r nvuelven
re
rayrado~yraeidrala fi fo~primeroiron
racroranfoi,y ni riquiera Sahnás pude corromper&. Pino or iayarer conragrador por ei&mbre ron f r d y f h ~en wmparaciún.ya que hr riniienfes de
3
fuci,&r pueden confaminar&
EfmpaLbrar r m n a k n en mi mente mienfrmeimoya cie o meacompañabaa la ce& donde eifaba encarrado eiPache Bernard E i m o p no hablaba
bureanJeicamino, lo que fuvefiemropara recordar iar leccioneidemi menforrobnlos r~fuyio~que
demariado. a qirerro6abiémenfereencontra$
e+
lo~d~~,
E f a i hccioner uedenrer útiié~por
lo que iarpondréporerc~fo.
d ~frer
~ eed feyoriur
fmdemonioiruelen ercogrr iUg,wezf>lañoI~ara ednbiecerm morada, aunque eiinadra Sernarderee q ~ e p ~ e d e n d u i en
por Sahná~paraoxfe fin, hyarercon~h.uidosporeihombre I$bifndo,por demoniory hjaresrayrador confaminador
I
r
r
4
,
,
LyarerdhiaJoi
de maidad E p n i b a b h que amba~e7phcacionerrmn vihdaJ,ia que la curfiduria que mencionéaipri8yiopare6a aésperfar esfosmnfimienfos.
Efor h am ruehn uf6r ubicado^ en laprofunddadde
lb borquer,aiiyuai7uem ~ d o r d eL ~ r e n i i d o rque
~ i momn en eibs. Cuaiquicrrfyno que indque /*
e~ffanciade ~bor~uedenw<carque uno de erimhjdrei.wficercn, aricomo e~i~fencia
dernnm.de fierra romovida o ~iertare p c i e ~ d ehquene~yrefa.E* erpeciac
& hmadoi Circu~sfeét-icor'rue/enmorfrar eicamino a o&orpei;groi.pma erfe mundo. asícomo ocurre con hfuegosfafws.
1
'E(pefi.Jro le_ertos ftJ_Jam deberia se� obvio, en ei{leciafsi e�fecfor recuer� � �ue he licho con anteriorilal. Con(o�me nos vamos afqan�o le fa ci�ihzaciÓ_n, fas
Je(1Jemomo cobran mas. (loder. Yltjar en!Jro{lo es esencJllf. as1_ como 1r b1en armado con {tte_:¡o!J acero. 'En ocas10nes, es f!.os1bfe tfestr<tlr!J reducir a cemzas un
�r constl!Jradó a Satanás, mm�ue muchas otras veces hará {afta un mifa3 ro {lara tltir(larfo le fas!Jarrar tfef'Enemi!Jo. 7lquelfos �ue sirven a 1Jios deberían erfar
.haradós {lara fo {leor, !Ja �ue elracri{icio ruefe rer e({lrecio a {ltl!Jar {lor fim{'iar erlor hi!Jarer!J hacer �ue e(mundó sea un fu!Jar más se_:¡uro.
,
·uzas
.!:.u3ares manci/falos
J:.a curtiduría �ue !uve fa ler.rracia le visitar en 'Pars
í re{lresenfa un buenjem(lfo le ufor h
i!Jam. 'E-fas com-frucciones {tienlas, cm·as, incfctso ca(liffas!J
-,;;nasterior) {tteron comfruidor con fa mjorle fas intenciones. 'Ena§ún momento /e(tiem{lo, fos servidóm de Satanás encontraron fa forma le entrar en effos!J
:dar en su inferior. f.os residentes de eslos fuqares son escfavizadós, el(lufsadós o asesinadós. Muchos demonios son ca{laces le asumir una a{lariencia humana, {lor fo
fas nuevos habifanfer le fa casa fuelen fivt�r a ca6o sus ofjefivos f(lromover efcufto a Saftmás) rin que fos vecinos nolen nala extraño.
'Esle es efhecho más traicionero e im-i&oso de estos re(ufos !Jll que desde cua�uier{lunfo le viJfa, son com(lfefamenfe normafes. Una ca(liffa o una casa le 1Jios
caija br:Jo fa inffuencia tfef'EnemiJo es más (ácifle letecfar, aun ue esta cfase de mafladsuefe darse en sitios remotos (dónde fos (erfijos es(án a un lía le virje le
q
�uier a!Jula). 'Jncfuso efinquúidór más {lercepfivo es inca(laz le buscar en cada casa, fábrica o caferfra{ ¿cómo polemos erralicar a esos!Jusanos?
'En mi humiftle o(linión, fo
s que vivimos en fas ciulaler deberíamos flre:Junfar a for chicos le fa caffe. 'En fre:Jad
fer efracramenfo le fa confesión� una comida
'inle!J ':Jadque se{lan que fueden confiar en vosofros. 'Esto requiere {laciencia (como he inlicado, muchos hombres que dan re:Jafos a fos chicos defa caffe fo hacen
-r motivos{'oca criJlianos), aunque con ef{lam tfe(fiem{'o com{lrobarán que no deseáir hacerf
es daño. Nalie se {!Ja en esfos chicos (le hecho erfe u efmotivo {lar ef�ue
...u/en sobrevivir), {'or fo �ue en ocasiones ercuchan re!azor le converración que ertán fuera tfe(afcance le un in�uisidorpre{laradó. 'En ocasiones desconocen ef
,
-;-;(icadó le estor rumores, aunque con esta información, un inves{i_Jadór h
ábi(fuetfe determinar e(fci!Jar le fa ciulatfque afbe"!Ja a fos demonios. 1JeJfués le erlo, se
..g rim(lfemenfe le efC!J.ir fa cfare le acción {l
ara fa que se estáfl'eflarado.
Una acfaración: efsacramenÚJ le fa con{csión es le suma im{'orfancia cuandó obfen.!Jái
r información le fos necesifadós (o le cua�uier otra {ltrrona). Cos
..-.onior le fa ciuladtambién ufifizan ufos rumores en beneficio {lro{'io, {lor fo que ri confiamor demariadó en effos, {'odrían confuntlirnos o hacernos caer en. tma
rz-npa. Sin embargo. tenemos fa Se:Juriladle que cua�uier información ob{enila dt�ranfe efsacramenfo le fa conf
er
i
ón es cierta,!Ja �ue incfuso for potferer in{crnafer
.3-l»cu de afterar fa menfe o fospenramienlos humanos no pueden resisfirse a fa ft•erza de nueJ/ras costumbres stl!Jradas.
,
'Jnfeccíones hfaJ{emas
Contaminar una pequeña cap;(fa o un convento
es
una cosa pero manciffar terreno sa!ralo es otra compfetamenfe lirfinfa. 'Para hacerfo se necuifa
,
tm
"(tr que pocos de nosotros erfamos capaciladós para hacer (rente, {'Dr fo q te cttandó {en!Jamos conocimiento de un ftJ_Jar sa!Jradó que se haJC• convertido en un
t
_.,io para lemonios, debemos informar a 'Rs;ma fo más pronto {losibfc.
.Cos fcctores re {lre:Juntarán cómo es {losibfe �ue estos recintos Stl!Jradós {luedan ser manciffadós. ¿Jicaso fas benliciones tlivinas celen con facifidad a fos
..at¡"es tfe( lemonio? 1fo mismo transmití mis dulas af 'Padre 'Bernard!J. éf me responlió con fa acfaración que !Ja he in&cado con anterioridad fos fU_r¡ares
tjratfoJ" por desijnio &vino son inc!{lUJnabfes. 1lqucffos sifios sauafizaffos por fa (e le fos hombres fltteden ser corrom(lidos.
lit
os, aunque ef'Padre 'Bernardhizo hinca(lié le que en 'Tierra .S'anfa existían ftJ_Jam
'Esta tfístinción essufif. hasta e((!unto le (larecer ifá!Jica (lara muchos erur
�radas {lara fos 'Jn�cfcs que irralíaban fa misma aura de fuz!f!Jracia que emanaba de fos verdaderos ftJ_JareJ crsqanos. J:.a fe musufmana, a �erar le ser una
"".:mión (o como mínimo una in er
t pretación (afsa} tfe(Crisfianismo, no está e¡enla le fa!Jracia de 1Jios,!Ja que 'Efpermife que su (c se tlifunla por fa zona!J fa
�7Ja contra fas demonios. Sin emha"!Jo, son esos fos ftJ_Jam que puelen ser corrom(lilos �·fos reroidorer le 'Enemijo.
¿Cómo fo hacen? 1JO!J:;mciM rt 1Jiospor desconocer fos delaffes,
necerarios {oda una serie le rifuafer bfns(emos t'rf(lcionados con fa
,re le cri¡fianOS inocen{es. Quizá en a§unos rifas¡;a!Jr:llf
J
!
San!}re le tt11i111afcs, ftUII1ue no¡merfo a�nnar, '111 1n{•u,fi/•u( L1
'
{'" da• z:on�·· •ayr-'tf
a, ¡¡¡¡(n '111 (tum '!''e nalie
>mn fr: M'Hfl m fa ro"':)' :7rn·m •: Ir 1 h1 F' ¡umfm mr!a de
1 11 f
liruforo E(tlucu6rimiento rfe uno rfe esos
op rfuw11 !F' 'f'l' '"PI rrra
l w; ,f.·m�o "{porflr rf.r•ilto.
\'Ít!'fc'o 11 r¡urrf11n114 ,·in (ín.'a. 1Jr,·¡rmnz··n ,¡ fa.
i
•
. ·
'JnterrOJaforio
caso puetfe efpecadó en nombre le 1Jios relimir efresto le ecadós? 'ljnoro fa res uesta, atm7ue no fen!JO fa menor dula le 7ue pereceré en esfe monCIJÜrio
¿Ji
fl
f!
que
:'Ofver a ver fa cf tz
con!Jrandes{lecadós en mi mente que mep redesfinan hacia el?n{ierno. 1Jios mío, len piedad!} ató"!Jame una úffima confesión,
�a {lar escrito tolos mis conocimicnfor!J mis crímeneJ' en auJ'cncia le fa {lresencia le un sacerdote.
1JioJ' mío, fe fo supfico, no me ofvides.
.
'E(mo'!Je cie:Jo (
fe:Jó hasfa una cefáa. 1l tfí{crencia tfe(resto 7ue he desuifo con anterioridal, esta esfaba deJHnada a af6e"!Jarf.risioneros. J:.a {luerta era de rohfe!J
a
J'e:Jurad
a
ror
una {leJada barra. Mepre:Jcmté que cfase le criatura newilaría {a(muestra le Se:Juricfaá. 'Fuera cuaf(uera fa verdadera (unción le fa cefla,
6a
;'
'l(;ra eslaha hahilada {lor ef'Pc.rlre 'Bernard.
E(morye cie:JO fevantó fa barra con una fuerza inusuaf{lara su frtÍ!Jifcuerpo!J entramor en cffa. 'E{'Padre 'Bernardesfaba fumbadó contra fa {lareámás (ejana
_., fas muñecas encadena/as. Su r
opa se había converfidó en harafos!Jpule ver que estaba manchada le ran!Jre 1ue manaba de una dócena le heridas. Me miró!J
!Jesficuféseñafando afmorye cie:Jo, inlicándófe que no fe había fraicionadó. No creo que me enlenliera por compfeto,!Ja
J! rjos se ensancharon. 1fo meneé fá cabeza..'1
défso0J
c(eja
r.
comenzó a!Jrilarme, ffamándóme traido
'E(morye cieqo me p'e:Junfó por efsijni{icadó le sus ('_afabras. Con una voz entrecortada fe áje �ue e(joven moye con ef que virjaba había desa(lareci­
- tn far catacumbas a§unas horas anfes!J que desconoCÍa fo 1c1e habÍa silo de i{ 'E(anciano Je riÓ!J f!
ijo: ''flarfre '8ernará. no OS reocupéis ror fa traiciÓn.
imtro chico ('_re{cridó está muerto. Ni una sombra tendría tanto siJifo como {'ara esca{lar af afcance Je( maestro·.
1l {lemr fe(mielo que su
spafabras des{'ertaron en mi inferior, me renti afiviado le que efmo'!J·e fuera lan conpadó. Obviamente, o efmaestro no era tan potferoso
(
:::-no aparentaba o 1Jios cuidab
a de mí. Mi mentor com{lrenlió fa que ocurría!J se re0Jó mientras efmorye ciC!J.O daba un {laso alefanfe.
''Padre 'Bernarl, mbemoJ que sois a§o más que un simpfe sacerdote. Conladnos efmotivo le vuestra verlatfera msión
i
anter le que seflOYI!Ja efsof·.
'Mi msión
i e)' servir a 1Jios 'Parecía evilenfe que mi menfor�a había rcs{lonlíáo (1 es(a rre:Junta con antet·ioridal.
_JO, ni le cuer{'o ni le afma. Os aconr o que me rtJfondáíJ'. ¿Qué os ha {raído hasfa eJÜ fc ar?"
·Si efmaestro OJ' tiene que re(lcfir eJ'fa f!.rC!Junfa, no mfáré!J' ifi
j
i!J
"Vine en busca le a{ojamiento!J descubrí un mio le mafial. Jihora sofo soy tm {lriJ'ionero
•
.
•
•.
•.
Efancíano tosió como sí �uísíera corre:Jírfe, (l(tn�ue no &o nada. 1Je una mesa de fa es�uína de fa cekfa lomó fo �ueparecía ser un cíficío, aun1ue era ma':Jm· �ue
.s heríla;
fos que!JO hahia vislo. i'.o afzó ante mí mentor!J pude ver �ue Tos e¡dremos de cuero tenían p�ueñas piezas de hierro. En ese momento comprendí eforijen de lá
en ft, carne de{'Palre '8ernarl. ''EJ[OJ S'!'}ur
ode �ue:;a conocéis esto. ¿ Ver/al�ue acabareispor confesar?' :Afzó cfcíficío, pero antes de �ue fo!J00eara, fo
interrumpí.
í eslahcm polrílos. Me
'1J!}_alme t• mi� rij·e. E{ morJje CÍ'!JO se .Jiró bt<cía mí J sonrió. Su M
pecfo era nauseah,mlo: sus tfíenfes (fos pocos que tena)
enfre:JÓ ef cíficío !J JO fo co!JÍ- !:a empuñadura estaha húmelc< por efsulor lé J'us manos.!J pude ver trozos de carne !J redros de sm'Jre en fas extremos clcf
arma. 'Miré a mí mentorJ asentí mientras!J00ctlba fa /'_arel de píelm pt·xima
ó
a éf
Sus!Filos fueron bastante convincentes!J efmo':}e vofvíó a pr'!J unfarfe. 'E{(11'sÍ íonero se ne:Jó a responderfe, por fa que vofvi a!J00ear.
'hto conlínuó Jurante varios minuto,-, aun�ue eJ'laba S'!Juro que tanto cf'Padre '8ernarlcomoJO pemribamo,· en f
as mJmas
í
cosas: sí no extraíamos información.
efmo'.!J·c acabaría cambian/o efmélolo de tortura (de hecho vi otros utensífíos en ft, mesa hechos de acero!J. macfera que nopude ícfenlí{ícar) o efsofacabaría por
ponerJ'eJ ef·maestro" aparecería. 'Fínafmenle, míen{raJ' efevaha cfcí(,'cío para!J00car de nuevo, ordené af'Palre 'Bernar
cfque confemrt< pam que puliera poner J'us
pafa6raJ'por ucrílo.!J acabar con su lormenfo.
'Mí mentor ,·onríó.!J rij·o: "7-fahfaré,:;a que no puctfo J'Oporlar eJ'te tormento luranfe mdJ' tíem(lo. aunque JOfo conlijo. 'E{cerio cíe:JO elche abandonar fa estancia,
j
a que nopuedo soporfar J'll helor".
J
'E{mrj
; c cíe:Jo rió!J me em(l_f!Jó {t1ert1 de fa cefcla. ''Puecfes {ramcríhir J'UJ' paÚ1hrm-". me &o. 'aunque recuerda �ue debeJ eJCríbír con cfarídalpara que efmaestro
pueda feerfó. 'Encontrarás papefen fa meJ·a, (IJ'Í comopft1maJ {j¡¡{c¡, Vofveré con cfmautm den tro de <ma hora ".
tUna hora! Sentí como se me formaba un nulo en efesfómf'Jo. 1Jenfm le una hora estaría cm fe efmaeJ!ro, momento en que sabría que era un ím(losfor. 'Rtjmt
a fa cekfa!J cerré fap uerta, refa!tinlofe af'Palre '8ernt1rdtodo fo que hahit• oC<IITítfo. Me averr;üenzo de admí{ír �ue no fe conté fa formt< en que murió {ra:; c;u..!J,
mmque fe comenté fa e,Ysfencí
i a de{rjo en m nuca. :Aelo Se.:Juído JOfícílé su comjo.
-Se fo pensó durante un momento!J me indicó que tfehía vofver a tfonrfe utaba efcuerpo de fra..!J q,'.!J..!J extraer efrjo. .J'¡ q,'.!J sofít< ocuftt<r cfrjo en su canlfa,
Jijní{ícaba que cfrjo rofía ver fa lefa de su hábito, por fa que míenft·as fo tuviera en mípocfcr potfría mantener et'!}t<ñalo afmt•esfm. Se Irafaba léuna mposición,
aunque sofo polit< con{ít<r en 1Jios. 'Tt<mbíén necesilaba com·e:Juír tmt< confesión ¡mm efmt<esfro, por fa �ue tenía que darme prisa.
:Abandoné fa cefcla e inicié mí misión en sífencío. 4racíar a 1Jiospurfe pMt�r cerca de{monje cier¡o sin que este fo notara. :A ('arlír de m momento corrí fo máximo
que pule t< !mués de faspt<Jíffas, leteníénlome un momento (!_am buscar efrc'.':Jo de fuz �ue íntliéabt< lt< wfítf
a. 'Pude ff'!'}t<r fwft• fa superficie, pero no estaba t<ffí. 'Un
momento más farcfc ffe:Jué hasta tfonde eslt<ba efcatfdver rfe fra..!J q,'.!J..!J con ft
, t'.!}"da efe una da!Ja que hc.ffé en su cinto, extirpé efIJjo fefcuefTo
..!J for¡ ut< t•tfé en uno le fos
c
bofs¡{fo,. de mí hdbífo. 'Mientras abt<nlonaht< efft'!Jar, vi ralaJ' �ue se t1cercaban t<fcuerpo..!J noté 1uc rus hocícoJ' cstt<bcm mcmchalos de Stm!Jre. :Abanlonat• a un
hombre, aun�ue ft•era un J'ervítfor efe un demonio, ptlrt< que ft•ert• pasto rfe fas rc¡{aJ', hacía pedazos mí cort<zón, aun�uc no había formtf le cvífarfo. Me fui corrícntfo.!J
ff'!Jué aff"jt<r cfoncfe CJtabt< ef'Patfre '8ernarcfcasí sin a!ienfo.
'R.!Jistré su confesión, escribienlo tcm cfaro como jJude con miJ memos tembforosas. 'Por sutuesto, tolo fo que escribí era mentira,.!Ja que inventamos tolos nuestros
t?tjes, nuestra miJión.!J foJ nombres de nueJtroJsuteriores. Situamos nueJtra casa catitufar en 7ofosa, en un f"Jar que sabíamos que había Jilo deJtruilo en fá cruzada
contra fas cátarOJ'. 7ardamoJ sofo medía hora, aun1ue COnJC!jUimoJ una buena cofccciÓn de menfiras. 'Tolo fa 1ue 1uedaba era esterar af"macsfro) arrovechar
nuestra!' orortunidades.
¡
'E( muftado {te trd_Jico. Continuaré con fa narración, aunque me cueJte hacerfo.
'E(maestro leJpierta
Mifrimer encuentro 0J de momento efúnico) con ef"maestro" fuuo fuJar esa noche. Jlún no Je había Jecalo fa linfa de fa confesión fa&ificada de('Padre
'&rnat•d.!J acabábamos efe reafizar una jJfC!jaria con fá esteranza efe que efei1Jaño Jurfiera e{ecfo.!J terminara con fa feJacfiffa cuan/o fa tuerta se abriÓ.!J entró ef
maestro.
1JioJ mío, comtrendé que a tesar dé tolos fasrecalas que he comelila a fa farr¡o dé mi vida, cometí efteor dé elfos cuando vi a fa criatura. Si no huhiera sido tor
� mirada severa dé mi mentor dándome fuerza desde efotro fado dé fa cefcfa, habría confesa/o tolo fa que J'CihÍa ante é( 'Emanaba un aura ra0abfc de J'Cin!ida/, o af
menos dé fa que hubierajurado era santidadJi fá situación hubiera silo cfislinta. .SeJirólj reconocí af1-fermano 'Páfilo.
'Pensé que había ffe.3ado mi hora. .Se.3uro que me iba a atrapar.!J e;draer fa vida dé mi cuet'fo. .!Ja que me reconocería efe i!juafforma que.!JO fc había reconocilo.
.!:J)n embarr¡o, SU mirada no se díriJió hacia mi, sino hacia fa confs
eiÓn que CJfaba sobre fa mesa. f:a reCO!JÍÓ, fa (CJÓ.!J hahfó en efmismo fono rausa/o.!J J'UClVe con efque
..,t había ofrecilo cobjo hacía los cfias.
"'Tu habifidadcomo escritor va m:Joranlo, fra.!J q� "afirmó. "'Pero efsacerlote fe ha mentilo ".
.Su afirmaciÓn me COJiÓ de sorrma.!J comencé ti habfar sin tensar fo que decía. 'Por suerte, me habÍa acosfumbrado tanfo a hahfar como fra.!} {Julj que
!!hermano fá{;lo no notó fa c!iferencia. ·¿cómo fa sabéis, maestro?·tre:Jtmfé mientras en mi inferior nofaba fa fácifque era ffamarfo así, tensar en éTcomo
!n un Ju('erior.
"No fodrías haberfo sabido, .!Ja que ffcvas démasialo foco fiemto entre nosotros. .Sin embarr¡o, fa fe fiene '!}os.!J oílos en todas tarfes.!J siemtre acabo
lxir enterarme dé fas noticias. No tretenlo ofenderos, (ra.!J S'afomón, tero fá Curia 'Fscarfata no está cie:Ja fuera áe '/Zoma". 1isinfió hacia ef moye cie:Jo
�e esteraba racientemente en fa tuerta.
·¿.ca Curia 'Escarfata?" .. Sabia que eJtaba)u!¡_anlo un jJ_efiJt·osojue:JO,.!Ja que una afirmctción errónea rodria revelar mi ei1Jaño. 'Pero newífabaJanar fiemro.
j";tocfia hacer que ef1-fermano 'f'áfido continuara habfando hasta e(ámanecer... aunque habÍCI fanfas hoi'CIJ'ror ffcnar.
·.ca Curia, buen hermano, es un misterio afque no hassido inicia/o. 'Es·rrobabfe que ha.!Ja ffe:Jalo cfmomento" Con estas tafabrCIJ', efhermano jJá{;do e;drajo
ma da
Ja efe J'U hábito.!J fcvantó fa taima efe su mano como sifuera a herirla. No deseaba ver sai1Jre, en eJ'{'eciafsi era eftrecursor dé a&ún ritualbfaJ:(emo, tor /á que
!iiafé af'Padre 'Bernard
"Maestro, esto:; impresiona/o por vuestra confianza en mi. .Sin embarr¡o, temo que fa tortura ha.!Ja acortado fa vida cfefsacerdote. Si deseáis obtener máJ'
-1ormación, deberíamos hacerfo fo más rdpiloposibfc".
'E('Padre 'Bernardt·econoció mi inJenio con un aJenfimien(o de cabeza, a tesar efe que Jc exponía a unJran pefiJro. 'E(1-fermano 'Pdfilo asinfió a su vez,J con
""" sonrim envenenada envainó fa da9a en su cinto.
"'Fra.!J. C1u.!J, de momento has áeJaber que fas aJenfes dé fa Curia están por todas parles. 'En JU majO/' rar{e son fieles simi!am a fi.!J a fra.!} ..S'afomón, que Je han
-íciado en fas miJlerioJ dé fa 0'a11Jre dé Cain.!J ef'Porfafefe(1JeJeo. Son fas mens�eros entre nosotros.!J efOrácufo dé Nod".
"'E-fe hecho, aunque traiciona determinados treceptos dé nuestra 'Fe, tambiénpone dé manifiesto que af'Padre fc trae sin cuidado fa profundamente que noJ
YmOs enquil'talo en su i!jfcJia. 'Por¡;jempfo. Jé que este pue6fo ",.!J en ese momento e(1-fermano 'Pdfilo señaló una sección dé fá "con{eJión "que afirmaba que una viffa
:"Aba fibre dé fa mancha efe(1Jemonio, "nosofo esfd asediadopor aJenfes dé Safands, Jinotor inquisilores dé fa iJfesia que f�ardn en menos dé una noche para
';fiarfo ". 1-fizo una pausa:; sonrió afpadre, djanlo entrever unos cofmiffospronuncialoJ.!J amariffcnlos. "'También Jé que fracaJarán.!J perecerán en efinfenfo, fafes
/Joder efe(Cainita queJohierna fas noches efe ese fu9ar ".
"'Efisten otroJ detaf
fcs acficionafes ", confinuó efdemonio. "'Es·e obispo que cfecfaráis que es/á compromefilo es en rea6daduno de nucJiros enemi!jos máJ acérrimos.
q fu9ar loncfe se reuniera una
• ":mira histori
a essinJufar,.!Ja que un sacerdote como vos, iluminado por efpoder c!ivino, fendríaiJ que haber !famalo fa afención en cuafuier
Jeo reJ'{'uesÚu.!J cfispo11Jo efe
=n:¡re:Jación importan/e,.!J Jin emba"Jo no hemos oído habfar rle vos hasta efmomento. Os (ef;cifopor vuCJtra hazaña, 'Padre, aunque ahora áe
'lOco tiempo". S'eJiró haci
a mi e hizo unJesfo para cfespecfirme. "'Fra.!J C1t'!j, puedéJ irte, aunque fe rOJ.aría que no fe afjaraJ dé fáJ catacumbaspor Ji fe necesito más
-kmte � 1Jesconocía efméfolo que usaría para !!amarme, aunque femi que e(!!jo esconcfidó en mi bobif
fo tuviera a&t:m tate!en effo.
U:lué pocfia hacer? MeJiré, Jafi dé fa cefcfa.!J oí como fra.!J Salomón ase:!uraba (á tuerta Eras mis rasos. .le pt'C!junfé Jin penmr Jiprefencfia djar afmaestro
"--lfro, a fa que me responcfió con sottma que afmaerfro no fe estorbaban fas puerfaJ.
Me afjé con un ataque dé náuseas. Mis rocfiffas temblaban de miecfo .!J rcpu.Jnancia, aunque también, 1JioJ me perdone, efe afivio por haber
!!S.:Apadó. Mi cabeza buf
fia con revelaciones J sospechas. Si daba crécfifo a faJ pa'!abras efe( demonio, esta her¡;jía sai1Jrienta se e;<tentlia hasta fa propia
.ria romana. Sin embarr¡o.
nueJtra múión no era resultado dé un ecficfo pataf: fas 0oJ obedecían faJ órdéneJ de 11iJnen fe f.ibraire. ¿cómo sabían fas lemonios
teste fJar que íbamoJ a venir antes de nuutra ffe:Jada? ¿1/caso e;<úlían miembroJ tlefOcufi 1Jei que fcJ Jervían efe peones? 'Por fa forma en que ef'Hermano
" ahfó dé 1Jios.!J dé su "(e ·, parecía que no Jervía a Satanás dé forma e;<pficita. ¿IJ.ué s nificaba esa referencia crí{'tica a fas Cainitm·1 f.as {'afabras dé fa
"?Jifido h
iJ
:=nversación evocaron en mí efrecuerdo dé una conversación que eJ'cuché entre un 0o.!J Jli!jnen fc f.ibraire, aunque en ese momento no pude recordar fas pafabras
11:las. i1jo que me enorr¡uffccía dé tener una memoria t_rodiJioJa l
'Tenia pocaJ rcJpuestas j demasiadas pre:Junfas, fas fCJendas de fra.!}_ C1u.!J .!J fas feccioneJ' de( 'Padre 'Bernard buffian en mi cabeza. 1Jecitli tonerfas por
t=ífo, por fo que fc pedí a fra.!J Safomón par_ef. linfa .!J un fuJar reco_Jftfo para escribir.
'E(hermano cie:JO no cuesfionó efmotivo dé mitelición, ni qué era fa que quería eJuibir. SimjJfcmenle me /jo cfóncfetocfia encontrm· fa que neceJitaba.!J me retiré
.ma cefcfa situad
a a unoJ pocos mefroJ dé fa prisión londé mi mentor estaha sien/o interror;_ado.
1f affí eJ londé comenzó esta narración. 1ja he menciona/o antes que rocfia escuchar fasJrilos de( 'Padre 'Bernarcf. Comenzamn pocoJ SCJtmloJ después
� que iniciara mi teJtimonio. 1/(princifio eran oraciones, vmícufoJ dé fa '8ibfia .!J otras fetaniaJ para conJervar fa fuerza. Con efpaso efe( tiempo fueron
I.!!Jtnerando en !!amadas de au;<ifio a 1Jios para que fc eJ'cuchara .!J acabaron desembocan/o en unosJriloJ sin Jenlilo. 'E( 'Padre 'Bernartf me contó fas
-.t!odós que .ufifizópara inlerror;m· a un herje, .!J cómo Jrifó durante horas enteraJ antex dé revefar m información. MientrasJrifen, no pueden ha6far. iOh
"'Ifino cruef que haCCJ que foJ dé{emorCJ áe 1JioJ Jean interror;alos tor herjeJ!
•
•
•
Jl1uí utOj, sentado en una cefla ifuminala por una vefa que he tenido 1ue cambiar en varias ocasiones. 'Por suerte, fas vefas son más comunes que fa linfa, por fo
1ue (raJ J'afomón no ha soficifado nala a cambio le effas. No he visto a ver efsofni he vuefto a oír nada sobre ef'Hermano 'Páfido,J (raJ ..!!'alomón no me ha
comunicado na/a en lo 1ue respecta af'Padre '8ernarl. 'EstO}} demasiadopreocupado [o ave"!Jonzado} para prCJunfarpor éf
No puedo pensar en otra cosa 1ue en continuar transcribiendo fás feccioner le mi mentor. 1Je momento he 6t�bfalo acerca le fas sirvientes le fos
demonios, le demonios hechos le carne J piedra, J le a�ueffas criafurCIS horri6fes 1ue se afimentan le fa san:3re le los vivos. 'E;dsten otras ·camadas· le
demonios 1ue pfa!)Cm fa fierra le flios, demonios a fos 1ue ef 'Padre '8ernard fes tenía un odio eyJCCia( a�ueflos que carecen le cuerpos ver/aleros.
fJemonios le éter
Jl&unos herjes, entre los 1ue incfu�o a los cáfaros incinerados en ;z¡f6,; creen 1ue efmundo mt�teriafes sucioJ maUlo. 'Esta visión pesimista no es fan sofo un (faca
servicio para los hombresJ mrjeres 1ue hoffan fa fierra, sino 1ue asume 1ue lo espirituafes inherentemente bueno. los demonios le éfer Jesmientcn esta afirmación.
Mi mentor decía 1ue estos demonios eran criaturas cuJa forma naturafera inmsfancia( aun�ue avisaba �ue muchos le cflos eran capaces le Mumir o apropiarse
le {armas sófilas durante un corto período le tiempo. las tli
(erencias entre eflos suden referirse a fa (acifilaáque tienen para acft¡uirir forma corpórea, por lo que
escribiré lo má¡dmoposibfe sobre ef
fas. flebéis tener en cuenfa 1ue en cua�uier momenfo puedo verme ob{;_Jalo a interrumpirme.
JI{menos efvijo bastardo me dÍa más finfa esfa vez.
rranfasmas
Cuando un hombre muere, fo mjor �ue puede esperar es una recompensa eterna en efCiefo. qisfen afr¡ una¡· afmas (tfemasialas en uta época lecalente} �ue
arden en fas (famas tfe(9nfierno. 1fafros, SCJÚn fas historias 1ue ffCJan a oídos le los Ocufi flei, rCJresan le Ta fum6apara actuar como!JUÍCIJ, supfican{csJ aformenfar
a los vivos.
tJ!caso son es
!a
s t,(mas fas sombras le hombres mtjeres (affecidos? tOson ·es
píritus (amifiares· �ue asumen efaspecto le los difuntospara en:3añar a los vivos?
J
1fe escucha/o opiniones en favor le ambas feorías,J lebo decir honestamente 1ue ambaspueden ser correctas. JI confinuación escribo lo 1ue sé le los fantasmas,
':Janlo a un falo sus oriJenes.
9nlependÍentemente le que sean afmas perdidas, los fantasmas J'e afimenfan le fos vivos. Suefen frecuentar fu3ares Ion/e fa presencia le fa muerte es importante
s le camroJ. 1fo contemrfé con misrrorios tjos uno
(fas fazaretosJ fos cementerios suefen af6e"!Jar historias le (anfasmas, así como los campo¡· le bafaffaJ fas hoJ{JiÚ!fe
le estos f�
s, le affí es fa historia 1ue refataré.
9are
J
'Eflecfor habrá oído noticias acerca le fa masacre le '8ezim. JlrnauáJlmau'YJ sus hombres fidÍeron �ue fa ciulaáfes enfrC.Jara a los sosrcchosos le herjía�
.
cuan/o fa ciuladse nCJÓ, Jlrnauáordenó a sus soflalos 1ue redrjeran fa ciulaáa cenizasJ que maÚ!ran a tolos sus habitanfes. 11unque esta atrocilacftuvo fU.Jar hace
más le veinte años, visité fas ruinas en é(!oca reciente.
'Era noche fui atacalopor resadiffas 1ue sO}} incaraz le /escribir. Sentí efhorror le ser e¡{lufsaáo lefho.Jar, azotado en una estacaJ quema/o vivo. 'Escuché
los afaridos le mi (amifia, le mis ami.JosJ le a1ueflos con quien había rasado tola mi vidá mientras eran jecufados. 1f oí un famento r.rofon:JaáoJ eterno ror los
muertos, así como voces provenientes de un abismo que im('loraban o reían. Jlnter le desferfarme, escuché una voz que afirmaba ·caelifes eos. Novif enin
flominus 1ui sunf eius
·Mafaáfos a lodos, flios escD.Jerá a los SUJO!�
'Esfaspesadiffas no eran simpfes sueños, eran visiones le vilas rasa/as,Ja que cuando se fas describí a un (j
jo le Narbona, su J'Cmbfanfe emra(,tfeció. Ñfe confó
que había habfalo con uno le los cabafferos que había rarficiraáo en fa matanzaJ que mis lescri{lciones eran rlcmasialo e¡acfaJ, .ca (rase que había oído fue
{lronuncia/a rar JlrnaucfJlmau':J anfe JUJ tropaJ, SCJ:Ún efcabaffero. loJ muerfos de '8ezierJ no descansan Cl1 raz.'j Visitan a CUa�uiera que se atreva a dormir
demasiado cerca tfe(fUJ.ar dé fa malanza. o quizá Juffi1uen por ef{Jerdón ror su crimen le herjía. 1Jesconozco fa verdáá,J aresar le mi curiosidáá, no habrá fuerza
fwmana, safvo una orden áivina, �ue me im(lufse a vofver a visitar m fU.Jar.
los fantasmas pueden e¡hibir toda cfase le roleru e¡fraños. Muchos ruedén inducir fa focura o fa fiebre en SUJ víctimas. fle hecho, mucho)' le loJ �ue ven
fantasmas enfoquecen af{loco tiemro. loJ' hombres morfafes no esfán prerarados para ver efmás affá.J fa renuncia a abandonar CJ!e mundo es uno le fOspecaáoJ'
más imrortantes 1uepuede comefer ef afma. JI resar de focfo, en SU maJOI' rarte, los fantasmas no rueden convcr{irse en seres sófidos. Jlun asÍ, 6c oí/o
(t}jencfas en fas que fós aparecidos se adueñaban tfe fos CUCr{IO! de los ViVOS. flebicfo a su ráfi/a ruruesfa anfe los e¡orcismoJ, CJ rrobabfe 1ue esfos
·¡
anfasmas• sean demonioJ menores en vez le afmas en pena.
'Un soYa/o le 1Jios que se enfrente a un (anlasma débe tenerpresente que se !rafa le simfJfes reff:/as le Jtres vivos. Sin em6a"!Jo, un demonio 1uc se ha3a rasar
ror un afma le una rmona difuntafodría tener poler suficiente rara herir, rar fo que fo mjor es suponer 1ue cua�uier "(anfmma. es un demonio hasfa que se
demuestre fo contrario.
•.
1/adas
la verdadera esencia le eslos seres es mofivo dé controversia entre los miembros le mi orlen. Muchos le los nuestros creen que son demonios le lodo fi
po que se
hicieron rasar ('Or dioses paJanosJ que ahora sienten efa.Ju!Jón le fa_jusficia divina conforme fa crisfiandátfamenaza con efiminar fa mafáalle sus SCJUidores. Otros
creen que fas halas son un fenómeno totafmenfe dÍsfinfo: sem creadospor flios rara un rropósi(o que folavía no hemos adivinado. 'Para finafizar, un número crccien(e
le inquisilores afirma que no e¡dsten en abJofuto.
1fo creo 1ue lebe e¡isfir a&o que¡usti{i1ue fas numerosas fCJendas que versan sohre effas, acmquc desconozco su ori9 en. las fCJendas que hahfan le esos
seres son tan variadas 1ue cua �uier cfasi{icación seria resuffa imposibfe. 'Por jtm('fo, en cm ruebfo, un dÍabfiffo.ruedeser un ('equeño ser maficioso que
ocufta enseres caserosJ muerde af:Janado, mientras que en efsJuienfe puedé es(ar asociado con cm espíritu que mantiene a fas rafas a raJa vi.Jifa a los niños.
i. ían ser án.Jefes menores, aunque como no SOJ ni un sacerdote ni un erudito leJestos temas,
Me atrevería a afirmar que los esrírifus más benevofentes raár
reconozco q ue son meras corjeluras.
las halas han ins{liralo diversas fc:Jenlas a lo fa'Jo le toda 'Euro(!a. aunque muchas le effas rarecen emc'Jcr dé fas 9sfas '8ritdnicas. No fenr¡o fa menor idea
lefpape!que esÚ!s isfasjuCJan en fa e¡islencia le fafes criaturas, aunque 'he oído divcrw teorías. Se:Jún {larece, en fas isfas (
a). fas fCJenlas
� en esrecia(en ?rfaná
dÍntefrara un esfíritu le(hD.Jar o evilar
refacionadáJ con fas hadas suefen.Jirar en torno a acuerdos enfre estos seresJ fa humanidad fljar un rfato le crema en e(
ciertos (U.Jarer una vez que se ha ruesfo efsofen resreto a fas corte {eéricas. no son acfos infrecuentes. 'Esfas costumbres son inocuasJ calapue6fo rosee una cofección le
effas, acmque en fas 9sfas '8rifánicas afirman que tienen su ori.Jen en anti.Juosractos hechOJ' con CJ'tos esríri{us. JIhora que fofienso, ef'Padre 'Bernardmencionó ciertas
•
•
-<,y,<
. , m!ir;nflopmo,l~~intz,R
, ,
loipnnepadm ruroi, hiiforiai que acomyiban iai niño3 que reportaran bien con ia a m e n w de que~ino6hacian,
ir
ini
-*-m : ~ ! , r i f ~ a n ' o ~ p o rha&< nocturnar.
n
hiiiotiaipodtian
rcr roio eso, reiafnipara arurhy entretener M hr ninm Sin emhmyo, mn*demdiaf i ~ L o n i o n m g i r efendtia~ no fuera d ¿Por qué
rnuihfuddepmL/o~i,,~
e i c o n ~ n e e i e y c ~ ~ e t ~ ! ~ ~ c'uno
i o n e ~de~"juf8Pcur?
r
E f a r b d d c i o n ~emanan
~
de ~ t o ~ a n c e r f r a b "acbiquereakmenbn
,
dé(
J.
B %
?
.
-;
-.rm,ienfode cndo, oa/me>imde/ara&ción de un defeminn opue 6 rr manorde/S&r %ucif~~do.¿Qué aradan a(iyuiierar h. irnono, hrcampeiinoi no
r ~ ~ l r ~.yendo
n n
en dpecadode hemjin,rina r e f i ~ d c<7 &hunac t i ~ b r a ~ u y i & dien r p m f r n d d a d e ~ d e ~ ~ ~ 8 r n o ~
relacionadar con criofum
oltiem rer alarmirfa. aunaue &hui3 de iodo. iur i;irfariar relacionndaiean crfnrr~mnoronriemnm niewei. deudar
xo
-r-&bii
I
r-=?inde
;m~nnuerira utenciin.
--
,
/
i . , ~ ~ ~tep>.ibb~a,t~ecrrei+inna
pm
hombre'jóvenei 181&di1 no ron ino,hnnvaiY wfoy convencido de ue debsmo>vfjíbriar can mi,
.)
.
h que h k m m en eipm~~do.
Apmherar de e&, no tenemor dema~i#doshombrer drpiuertosaaeniircomo0
-j0-1y @sfs-fenneceri sdu mar impenoiarque
encanffi&~sr, A
'
2, b que fe~petba h f i m u de combaiira eroriereiy /o quc un hquisid&ruPd, q w h L(JN; 30ia .ni01 /orabe b~hyenhs~~arron
fan vatiadar que resu&
-)-nbh anconbars$in ne,vode uniix. Wucl;srnfiman que /ai Liadsron maeifrinr en m
/ ar/eideiongañoy de/ru6hrfiJit, por la gue un inquiridor quemspeck de
mímiduddeberia comportarre con a~tucia.Qirien cieria~p$ariar ara mantener ia menfe ciara quepueden .yudar % iyaiforma, aijunorin iñddD~w
. . unannade hie~iro,ionzá&b~ra/opan, recitan o verncuhde
. '
wv que la, hddorpucdenier upuirados con la .yudodeirnido de ai campana,.de una yérfa,
la
i;m en bti?y eientoi de ofrorde rerneko~.
:a,
1
P . P
Uni.iwicnfode D i o ~ y u e i ~
ma ñado por iai & d m e r t á e n q r a n p ~ ~ r orim
. hmenfapor ue eitarierer iienen mucho cuidado en ocuhrrur verdaderar
E f e er e conryo que e %he 8ernardma d;o en permna.
c-?.;iadex. Raraparn eonrequirinlgd,fky fuemay no te
~
~
3omonio~
do
18 realidad brdemonioryud8nasumir b f i m a
cualquiera de & crisfurarque he mandonado en miexrito 10,
demonimque inchiréen erfe apartado
--,ponden
a aqueiioi queron ideniiiicablerpor ru naturaierI por lo queaviro a i h f o r de que larpáginarri ubnfer h imprerianarán
Lo~demonioironiyebcaid& quere rebe&royirnfo a fucifiryfueroir conhnado~~/flbhmo,E/h ?o de desfeo menciona aldémonio f e j i ó n y oh.aira/mor
-.iri6ien Lucen d r s n d e aa r f o ~ ~ k f E~ u~nnm3terio
~.
/a hma en oue haamn a co,ve~ii,e 8- u,. bhaa Dara la humanidad Cm dememoniorbudn venir a
f
nuerbo mundo. Ot?oIdernon&c encu~nt& encerrado^,
-c&iia-/ d e ~ p ~ h j fvivo
~ ~ hS u p o iuerir crrerpoiiniiódeaiimenio aidemonio Cifseluna ver que
,r roa en @t0, mmafen~,& [entre oi gue,e cuenfnn b n f m y /ugarerl, enperronar,en animal& icomofia e i c m de f e j i i n en e/fes6monio de San Mufeol o m a ~
E
qrrc
deprpdoi
;de n u o f ~ omundo. &do demonio tenia un nom rey unpropijifo by> eimando de 0úr.yi:ya cada u n o d e a & ~ ~ rirn
a miembro delcuerpo Diuiino. Jin
-Aarjo, u/,ebei,rie conira eiCreador, r.etiuneiaron niu/""pó~ifoY poiiciin, siendo
de ~u antiguo poder
Con e3ionoyui~rah c i guc
~ m
/ demonimcarmn aepohr datanir ofor a a~urriniieniwun oderrupetior arde c u d i«errer que he descrito &sb eímomenfo.
ia rnchad5
que han
hberador.pueden aiirmir
la fimodereror i?umanar o Je anima m Son tanPoderorora
:,demovio,
une
*,.:o/utay carecen de vuinera6ihdadereipeciaieraroci~Jaraiarami*i.0 s hsci;o, ~ ~ ~ i q w e qarerufmn,a
~ d a ñ ~ cura de fonna inmedíata trai la puerta de rol harta eo
.
ocurre con &anima&, carecen de a i w y por tanto norufren doiar
~ m e n i o r o i ob~reprem fa un inmnvenienfe menor, que h ~ h m o n i o r como
Tn rhreneiir a la w j i a y u &podererrurgiaór eiqnfiiemoa k ~ p o ~ i n odenmhx ctiatumr. hmienfo déir que
demonio es único. Nunca me Le enconfmdo con
y m o d e e& @mima Oior, aque la e,ptieneia en iac~<t+idu~afue~uficienteI,
aunque &uréum i;,aomá.~ h n r v ~ p ~ m i ~ m i m ~ ~i<edeadwriencis,
im~ñno~p~
Eihctor a ra&páque a cruzada de ,204 derfpuyó Conrianiinop&. Vo /onacioelwammiírterde,por /o que duran fe miinbncia aiarfum%raba a oir
doriarde
/or comercinnfely inrrohdns de Porir.
habian virifado la reina de /m ciudade~,otror ereuparon duran fe eide~perfardeia Cruzada.
Q: ~ h i nada
a
de lo~uceddo,e,mytopor eihecho de que en ocarionei.me ima ;naba cómo debariarer la virión de una ciudaden ilamai Y enfoneer. frai uni~mea
tr Oeui, mi menforyyo paramor una noche en una munrion de una nobh ama de ia Cara de M v ~ t i s uE& norconfóque u # p ~ m o$ano h b i a pnrficpdo m
antsz depadirpara cum 61 con su deber,ya queriempre
;. Cruzaday hnbin regresadoihero. ~ i p ~ i un
m hom&re
~ ,
&ma& ~ i e t e rbbkrido
.
un hombre
3
P.
iido
d"
enda
iY
eJevtp8
B
1
.-!,;a un chi3foo umpaiohpaamnb/e pn
ia boca. Cuando r e g r e r ~ p y t ~ d e humorre
ru
h a b i a k ~ p d oaun
, ~ ueconiinua
1'
aconfnndo cLi~fe3,sus Lmmm
bmihyconrt~uó ~napequeña
.Jr a.p. e n ehmimiie desu propiedad Se ilega&
-í6aw ileoa~de ironia oran de maihumor Se airlo & i r a t o e ia
Je ia tÚmii;a,yu gue orabl en rnif8rio [o
3é3iaen compañia
uímenor
a$maba/y
tteei ia
a v i ~ i f ia
a~
v>ri!arde/,ac~rdo!ep conferarre. Etariiuaciiin duró
h a
iaé Ilemonior'
cap~cerdeinvocar r
navagu, Creo
Y
r ,
nOn,ol20?7
muJpeiy?osmman iorarmoniorae ianocne
Efes ~ t i a j i < í a ~ máipoderomgut
~on
n~uci;ojdeh ~ r n e n i i u o ~ h m o n i ~que
c o .he &rifo. Poseen cierto arecido ron
no muerto^ en elienfido de
r ~ de arrom6rar
. , y .e iej rodén aunque pueden
f m f o # / , & eo como i, h m l a * & repe/en, awym no 6eben sangre, En íyar
de o , ~ h o nfierra
+
d
ior
rP
/m rosfror de eieriarpar~onnr,edin ~ ~ ~ y u ~ ~ forcuridadvivientey
~rortle
ron i n < ~ f i k é ~cva@erfuenfehhñnn*s
f a i i ~ o m b r a ~ q uiere roden~mncrrnmer e aohear n maniafdr a rurmemiaar. ibandoa mafarporé~banquiaciónsies
necesario. E t o s hmonias
L10 i-ydn a ex,
refierran &s~rombrarpara
arumitfo~mo umana e imifur
/di uocei
,hnrnaomeferl&a ru voiunta,
Rodnjode Navarra co,.,~
3
....,.,, ,.,,..-
m,.m,
.....,,..
.,,~.-,m,
J
.!
p&pe/queera zamjuya en & defljigniordea
con~zjocuando c o ~ i ~ i i f a m
~ n 1iieimj
~ b
i n
mque
%&y
J o n i e i adre %ernardnor hemos i
wy
..
conira la orcun ~dvivrtnfe7
~d con
uno &e
1
.
.
.
-..
?..,*.-
.,.
.
"dditálnfe~fada&
-..-......v,
-. ..
Lmoni03 fienen ori~enmuw&inY que (orinuioom
hwjeer
. .
h
..,
.. .
,'
;
tresaños, momenfa en que fa duma ahanzú ru v f p m o cumphs#oi
nnie a
portirde ere inrfonte cuando comenri a infere~arrepore h en una forma que
io&po&ia dercribirie como iarciv~i.
[de
10nobie nombre F I w I me indcúool<sexfabu démariudo rriuxtadu bam
in,&m?ar a rurpdrerde lai aicuraj acciones~usI)ieter ie ruqeria. Je
' con,& con
, ,
,
8. r;"i,..?l*
.,.noi.
($1T . I .n::-o.« nr,.iicirn c < l r - ~ o .:,>,:ia
.
. .
,:i~,i.,..ir./
-r<ro.r /v< n . . /.u.,.. ,. , r v ; . . i i , r ,.,iB < / r / . r . ,i::
.
I
.
luprimo,ya que fenin fa infención de de;truirrufim/huy
traer un rnn mala
2
fa
%rra aun ue A c o n o c i ~lo que h c e r con eh 1Finahenfa. f m e q e r f ~ r i odé
unapeiadd
8e;yeciu/menfe
horribk s infernó m i u y r a p .
Cu#ndo Eha nm refafubaru h i d o h , 1.8rubo~róafac/miiirquehabb
abondoeado~uLognryre hrahie iinimducido m fayp6nib ad ru hiennnno enmon
fiem una hdronu. Nmeonfúquefii<doleniircúmo elairere v o h mdrdenio
con,fime~eacercabaa eJ-ysenia un ayiraño cabr, aunque no vio ninguna h m a
,
1 s bucrfarohi.ifabu enfreubieieria. fo~uhcienfehnraoueb u d m ver enruinterior
,
'
8
,
Oieteresfabo a r r o d h d o en efruela y Fbi7 pudo ver e x t ~ a ñ o i ~ i m b o & ~
exnioi enmngre arunirededor &fa& &bfanh con aijuien, aunque
irano
veid a nade. S;n embaraa rui/iafabrarfuemn ruhiciento: nora h m a r ~ u
d
,
afención. " M s ~ f r oa,y o a r d e mil infenioi ;'
t h noic& Puedo fomarfa
p ~ ~ l a f i ~ ~ ~ ~ . . . "
40,'
"No",
$9 unn voz. f o ~ p o d eFhare liemron de ferrorcuundo narrabu L
hfifo~ia:t ~ a fo%i
s
&r año~fiamd&bs v ~ c u c ~ ddec eia
~ voz todavio le heiaba L
,
,
enterezaliara conrervar fa voz '"3
fa fomarporfafiens, nnecehrélu
p w a M " ~ ~ C W , P Ohqm
P
no p o h i recibir miieniilia",
Cuerpo
40
" ~ ~ ~ u r ~ r n e n t e p o d r é e n c omn; ife~~~: ~ ~ Qiefer,
o f ~ ~ aunque fue
inferrumpido
"LW"Lav o z x voivio mar rofunduj TI60 riniió una vaharada de cnlor
, - gue buede cngcnhar mihiio
queficocda de fa h~bifación." Z fa e~ fa uilrcs
, ,
8
J
J
Uunqf hcy o f m f o m a ' :
p
Cuaiquicr coia, maerfro:
rupo q y m p r i m o Labia come&
,
40Oielar "E& ercucb
una
carcgdda
fa~'civ.oj
un error uiaccwier con tanfa
Cogo ofcuchihÓJ abrete iaic0~6hdr".Oitt8r tenia u w miradi dabifabvay
"jU40m/:
fa vozy &S mwor h i a g r a p fembhcon
,m /uam.
%fw al& efeuihifoy comenrúa h e r i r i e & c a n d o de dobr "Wár
profindo': ordenó fa criafura. Oieftr infenfipr,7fe~fu1,pero fa habifaciónlt voíiiú
mur cahnfe; E60 hizo f a ~ e ñ d d efa c m mientrar noi confabe la hirforia, mái de
40
C O ~ B O Z ~
Ievanfarse.
U
un8 decfidu dé, U#,
6fsueio,Oi8fepJ88briú &de
"Uprod&ifl
afyachohazfo dombL o,
d e s m o r o n ~ ~ d o ~ ~ s o b ~ ~ ~Efcalorabanaónó
imiimo.
fa ejtanria, aunque eg
i bma
iver
tumbadorobre LJinscriy~.iunerps,areció~ifa~ie.
actoreY uido, una mano amerg;ó
de fa herida de:u abdomen, yeguiduor un b r k o murcuioio Xfparecer e/
Lpuirdé
démonio Labia sncontrado fuievo
f k .
Fha <al;,corrisndo h c i a i u casa, d é ~ p e r t ó a i u r p a d m&contó
~~
io
ruceddo. EI%I:~m a q a r o n por no pre~en
fir efmafen rur ropa? iierrar.
.
.
~euniecooa unyruro de h o m b r e i n ~ m a d o ~mya ~ c h u ~ o ucia
n fa r u y m a h .
Afile cnconimron con fa emnu dercrifa por eh.auvquerolo h acnn cfeudaver
Lu~codéiei~p~imo.
Frdemofiioya Labia
6rec)do
Zha i r ha l;nuueI¿oa ver ningiin rartro eidemonio
. , desde enioncei: amyue
p0.h inrcn ooner Irahdu~ypiyyorcierfm fe$m queru hemano L/&
en ia
fJ
..
Cruzada. dexuonoru nombre, nombre que no crcribiréaqui %hfa fa,&ha no
ha .docapez de hsllnr una
para encerra~h
o de~fruirlo,apesar de quo
rabe que acab~ráporenconfrurfa. Nuncare hfi iaaradoyx n i y a hmerio.ja que
cuaiquier h j a <,econciba ei.tarienpeI$ro debido a la criatura gue ie acecha en
R.
!7
dera
S
;
firma
epw
que
frie
fajuardia.
f.os¡;oseilos
1Jn inocente (loseírfo (101' un demonio es tan (le{i_Jroso como cua�uier criatura in{erna( quiuí todavía más, Ja 1ue un afma cu0abfe fuc_ha en efínferior
le!cuerpo corrom(lidó. 1Jn demonio queposea a un morfa{puerfe mo(f¡{iet�r !11 cuerpo a vofcmtal, por fo 1ue es f
r
ecuente que fa vícfima tfesarroffe cofa,
e;dremiáarfes alicionafes,!Jarras, cofmiffos e incfuro aiteraciones más e;drañar.como sa{¡va corrosiva o una fona{¡rfarfrfe pie!verdóm. 'E{demonio (luele
hacer que efh11éspcrfse derrumbe o fcmce esfumar•tjos (lo•· fa boca: muchos ercu{¡tos creen 1ue eJle hecho inrfica que fa ftrsona foseíáa esfd fuchanrfo contra
e!ser 1ue ocu(la J'u cuer(!o.
'E{IJ¡Iorcismo suefe a:;ular, aunqcte si efdemonio hapermanecidó en su inferior efliemfo suficiente (Jara afferar efcuer(lo, suefe ser rfemasiadó mrrfe.
'En m Ct!J'O efcuet'(lo cfebe ser incinerarlo,J aun1ue este hecho mata afJesrfichadó �ué!pel. creemas que a:;uáo a enfre:Jar su afma a 1Jios.
_
_
Efm posee afmenos cincoJuarrf¡as que fa vi!Jifan nocheJ rf¡a. C,uarrfa 11na re{¡q11ia SCI!jl'tlffa, así como una cofccción cfe cuentas bencfecidas por ef'Papa C,re:JorioJ
vlenaf Mar·zone que ffeva siemfrt encima. 1! no rfuerme démariadó.
.C.m lemonios no envjecen ni mueren, (lot· fo que suefen tener (!_aciencia. 'Esfe er ef mofivo por ef que son nuestros peores enemi!Jos. ?ncfuso !os no
rfos enfll
;jccen J acaban por decaer. Sin emha•:rp fos lemonios disponen rfe (orfo ef fiem(lo rfé( mundo pMa atormentarnos, esqctivarnos J atacarnos.
•has rfe effos cuenftm con criarlos, seres humanos u oft·as criat11ras tjent<J a este mundó. 11&cmos puelen moverse como esl'_íritusJ poseen un cuerto
'IIJ»O, afros p11elen enfo111ecer con fa míralo. 1Jesearía porfer ofrecer a&unas pafa6ras Je esperanza además Je estas: muchos lemonios continúan
""adós. Si continuamos con mmfro frahtjo, evitaremos que se {¡6eren.
7-I;�!,�:L:�r:t�
I'"J' /"" ,.¡, '!" ro'(""' '&("ro ¡, !J.""'" J.r·�mro) mt /;,/� ._,r, ' o/,No puedo vofver r1 someferme a fa frjur·ia efe!viJ'o monsfr11o. 'TenJO su{icien(e linfa para confesar que me sometí a fos leseos efe (ra:; .S'afomón cuando me quedé
.,fa
· fa trimera vez. U1ué ofra cosa tolia ht<cer? ¿'EJ'CI'ihir con misan9re o con miJ' e,xcremenfos? 1Jios mio, no so:; un santo. Ni siquiera soy un motje. Sofo lebía
r r Nunet� fuvo <t
t 'París,J aunque su{ria {río, hambreJ suciedad, nunca me hizo (afta a3ua tara e{¡minar rfe
q e Jc<cedet' fodó es{o. 'Estaba miÍJ JCjuro en fas caffcs fe
..QCtf efranc1'o m flor Je un hombre.
1JioJ mío, perdóname. No quier·o morir ao/uí. ?ntentaría eJca(larme, pero no puedo abandonar a mi mentor. 'Todavía no. Jlún fo CJcucho!}rifar, aunque JW!jrifm
./tn infcm'i
datf. 'Es(lera que fe»Ja fuerzastara mistir} no con(eJar Ju verlalera ncdurafeza af7-fermano 'f'á{¡tfo. 1JeJconozco fa cfaJe efe criatura o/ue se ocufta tras
ueammo que se {rafa le un no muerto. f.a (li
efpi
T
;
rfaJ efhecho rfe que duerma rfe díaJ no se a{¡menteJon inrf¡cios impor{antu. 1!sin emba"!Jo· sustafabras
';'1
r.fu
m en mi mente.
.
7-fah!ó rfe{ Orticufo rfe Notf ¿Qué eJ' Notf?
"1! Caín se af:¡ó le fc, pmenci<t le 1Jios:; Je asentó en fa fierm le Nodafesfe Jef'Edén ". 'En ef{¡6ro le(C,énesis 1Jim mc•kfj·o a Caín a va3ar(Jara Jiem(lre,
o matara.
:.u (lrohihió que nar;{¡e f
¿;¡Ctlso no mencionó efhermano pá{¡tfo a&o sobre Caín? Se refirió a sí mismo como un Cainifa queJohierna fa noche.
-:Jios mío, ahora me acuerdó.
-A 1-lerjia Cainita
ejía más insidíom que ft, rfe fos cáfaros, foJ
:?J
3nen fe bbraire mencionó este hecho af'Padre '8ernardcuantió cr·eít< que:;o no ucuchaba. Se r·e(írió a unt< her:
.,.,;fasJ otros. 1Jna her:Ju< {¡frrarfr, {Jor rr·iafums de fa noche. 1Jcrconozco fr�r crcencia.r Ir sus se:¡uidores,:;a que no hice nin!Jún es{t<erzo por interesarme en fa
•rsación le mi menfor, auno/ue flOr fo que oí, comieferan que Caín {!te un J'Cr fan imporfanfc como ef(1_ropío -5J'afvt�dór. Creen que todavía vive,J que fa safvación eJfd
111
mn9rc. 'Rtcuerrfo que fa mnr¡rcjr<Jaha un (lapefimtortanfc,Jl< quetara effos ft, sariJrr cm mr¡rarfa.
'2{7 fmutii/(J 'Pnkrfo hr,6frí ffr un ornrufoJ rlr una curír<. 1Jio' mío, Üomo t• {"''¡6fc? ¿Co111o ¡Jtwfe prrmibrfo Oíos? ¿:e, 'R..mun? ¿;¡cmo rf'J-fen11ano 'f't�{¡cfo
rr{crcnrin rr 'R..o111a ? 'Esto:; JCjuro cfc 1ue Jli_gnen tljo a0n 111m, mmrio11n r¡r.r hrrhlfl r.itdru cc•¡dfar 1ue 1e hc,bínn cnfm;r•tfo r• fn wforarinn Ir u{a hrrelfl
j
•
- nrfo ft, comuninn r:m1 Hti'Jrc ·n·)ezcfnrfu ron vino, otn1'"'
•
�
.el'mrmo¡¡
'(('noJ no confinui ucur:4tmtfrJ.
-2eopofb t)On 9Jlurnau. �n qué patétíca t)Ísíón te �as cont)ettíbo.
Leopold suspiró, en parte debido a la exasperación que sentía y en parte porque le era más fácil
respirar a través de la boca. Su primo (¿O acaso em su primo segundo? No era capaz de recordar)
hedía a carne putrefacta.
-Podrías haberte convertido en el líder de nuestra familia, Leopold. Podrías habernos conducido a
grandes metas.
-Dios nos llama a cada uno de una forrna distinta, Berthold. Lamento que su llamada no te llegara
con más claridad.
-Guárdate tus sermones. - Berthold echó hacia atrás sus rizos rojizos y sacó una dag8 de su
zuante-. Ahora Leopold, por favor, dame el libro. Tengo grandes planes para él.
Leopold observó la daga que su primo sostenía en la mano. Estaba manchada de óxido y sangre.
Berthold nuncél había visto un campo de batalla en su vida, ya que su campo de acción se circunscribía
a luscontiendas f-amiliares. Asesinó a dos de sus hermanos para asegurarse la herencia paternél, mmque
sus planes se convirtieron en polvo cuando su padre descubrió la maldad de su i nterior y lo desheredó.
Al parecer había buscado otras fuentes de poder.
-Berthold, por favor. Me he enfrentado a los descendientes de Satanás. Un hornbre con un cuchillo
no represenb-1 ninguna amenaza para mí. Te aconsejo que enmiendes tu comportamiento y busques
la ayuda de Dios antes de que tu alma se pierda para siempre.
Berth<,>ld lo mit·ó con desdén.
-Prirno, hablas demasiado -d�o mientras se abalanzaba sobre él con la daga apuntando a su
zarganta. Leopold se apattó de su trayectoria.
-Te vuelvo a pedir en el nombre de Dios el Padre y de su H�o, que detengas esta locura. Tu vida y tu
alnw estarán condenadas si no lo haces. -El tono de voz de Leopold se volvió más serio y directo.
Berthold dudó por un instante y volvió cargar contm él.
De nuevo Leopold se apartó de su camino, nunque esta vez, Betthold trastabilló con una silla y cayó
de bruces. Durante un breve instante, Leopold creyó que se había empabdo con su propia daga,
aunque al cabo de unos segundos Berthold se ponía en pie maldiciendo de rabia.
-Por última vez, Berthold, por favor. Nó lo hagas. Ven conmigo y entrega tu vida a Dios. Todavía
puedes hacer grandes cosas por la familia y la cristiandad. - Leopold le tendió una mano. Berthold
se
lo pensó durante un mornento y elevó el puñal sobre su cabeza como si quisiera lanzárselo.
-Tu Dios no puede ayudélrte en mis tierras, porque ... -Berthold se detuvo de repente y miró al
pivote de ballesta que emergía de su pecho-. ¿Cómo ... ?
-Primo -d�o Leopold mientras meneaba la cabeza con tristeza-. Con Dios cualquier cosa es
posible. - Miró por la venbna que había a su espalda y vio cómo una figura le saludaba-. Y ante
todo,
nunca estoy solo.
,
cr�prcaco oos:
CCR)\'IRDR R
LRS RR)\'IRS
((Oiabofus enim et alii daemones a Deo quidem natura creati sunt boni, sed ipsi
per se facti sunt mali''. ("Dios creó al Diablo y al resto de los demonios buenos
por naturaleza, aunque se volvieron hacia el mal por voluntad propia").
-Cuarto Concilio Laterano, "Firmiter credimus"
{)ístoría be fa ::Snquísícíón en fa sombra
Al sagrado y ret•erenciado Padre Grega rio, Pomifice Supremo y Vicario de Crisw por la gracia de Dios, de ¡¡arte
de t'uestro humilde servidor, el Cardenal Sacerdote Barrisra Marzone, saludos:
A contimwcián inciU)'O un resumen de la información de la SagracU1 Inquisición contra Diabolum enim ct alii
daemones, esw es, contra el Diablo y los demonos
i que infesran las naciones de la Cristiandad y wilizan su odio comra
nuestro Señor y Su Sama Iglesia, así cmno conrra aquellos que profesan la fe en]esucrisro Nuestro Se�ior, arrastrándoles
hacia la tenración, el pecado)' toda clase de comportamit'luos viles contrarios a las IC)es de Dios y de la nawraleza. Nuestro
He1mano Aignen realizó este compendio con la intención de presentarlo a su Santidad para que sirva como testimonio de
los grandes enfmuamientos que llewmos a cabo contra los si"•ie�ues del malig�w e11 iglesias, pueblos, ciudades )' cam[x1s
de roda Europa, tanto pasadas coma presemes, con el fin de conseguir la salvac1ón y la redención de almas cristianas q�te
i o del pecado, la herejía y los demonios más repttgJJantes de la noche.
de otro modo acabarían esclavizadas al S(.'T'IIci
Dios no nos ha abandonado al ronnemo de los sin•imtes del Diablo, sino que ha establecido Su iglesia sobre la fa�
de la Tierra para que los hombres aprendan a et•itar la tentación, crean en la mis ericordia de nuestro Se�ior, se arrepienwn
de sm pecados y consigan la salvación. Dios nos lw concedido el poder para luchar comra los den1mlios, a pesar de que fue
Él mismo el que expulsó aquellos que estaban oJlrimidos por el pecado. Los demono
i s se han alime11tado de la humanidad
sracias a sus retorcidos hechizos, sus eme/es deseos y sus tentaciones lwcia el pecado
� la depravación desde las primeras noches de la creación.
-Extracto de una carta enviada al Papa Gregorio por parte del
Cardenal Sacerdme Battisra Marzonc, Inquisidor General.
-Información extraída de la H1storia de la Santa Inquisición Contra
Diabolum enim er alii Daemones, recopila da por Aignen l¿ Ubraire, miembro
Je la Orden de la Espada de Santiago para que sea utilizada por los Oculi
Dei de Lang uedoc .
Los demonios son unos seres anriguos, ya que fueron creados por Dios
como unas criatu ras angelica les de inocencia perfecta, aunque se rebelaron
contra Él y se volvieron malvados, por lo que fueron expulsado del Cielo.
Debido a su odio por todo lo que es bueno y su deseo de quebrantar la
\·olunrad de Dios consistente en que todos lo hombres sean conducidos
hacia la salvación merced al sacrificio de Jesucristo Nuestro Señor, tientan
y persuaden a los hombres con la intención de desviarlos de las sendas de
la virtud y contaminarlos con el pecado. El hombre peca debido a la
mtervención del Diablo, por lo que en el otro mundo, estos pecadores
sufrirán un destino de castigo perpetuo a manos de sus demonios.
Las propias Escrituras narran cómo nuestro Sei'\or fue tentado por el
Diablo en la espesura, y cómo éste le ofreció todas las riquezas y la gloria de
e te mundo a cambio de s u adoración. El libro de Job narra todos los tormentos
que el Diablo intligió a un hombre recto para poner a prueba su fe. Pero no solo
sabemos que la misión del Diablo consiste en tentar a los hombres, sino que
Satán pone a dispo ición de sus seguidores roda la gloria y la riqueza material
del mundo ( algo parecido a lo que un príncipe o un conde pondrían a merced
de un súbdito que le sirviera con lealtad). Estos hechos ponen de manifiesto
que el Diablo dispone de suficiente poder en este mundo para dific ultar la
existencia a los buenos cris tianos y tentarles con las rique:as y la gloria del
mundo material. iPor qué Dios lo permite1 Para poner a prueba nuestra fe,
porque al igual que la espada se vuelve más afilada c uando se templa con
fuego, aquellos que ponemos nuestra fe en nuestro Señor jesucristo nos
fortalecemos ante las tentaciones y las Artes Oscuras cuando somos puestos
a prueba en los enfrentamientos contra nuestro Enemigo.
2a íg(esía prímítít>a
Las e crituras afirman que jes(ls otorgó a sus discípulos la capacidad de
ocasión, tras oír estas palabras, una gran horda de criatura' grott:scas huyó
rápidamente de donde estaban.
Nuestro bendito fray Domingo es famoso por haber expulsado a siete
demonios del interior de una mujer que interrumpió sus oraciones con
gri tos , gracias al signo de la cru: y a ordenar a los demonios en nombre del
Seiior que se marcharan, hecho que hi:n que \·omitara ><mgre y carbón y se
desmayara, aunque má tarde pudo recupcrar>e y acabó por cor1\'ertirse en
una de las hermanas más de\'Otas de la nue\'a orden femenina.
Yo he sido testigo con mis propios ojo' de cómo nuestra bendita sor Teresa
de San Juan expulsaba lo demonios de los cuerpos de los afligidos, viendo como
estas dctima>, que ante· solo gritaban maldiciones y blasfemia; o emitían
sonidos propios de animales, se levantaban y daban gracias a Dios por su
misericordia. Y de esta forma nuestra querida hermana en,eiió sus dotes al resto
de su orden, orden que continúa haciéndose cargo de ello en la actualidad.
2a crístíanbab bajo ataque
Para aquellos que pecan y se alejan de las verdaderas enseñanzas de la
Iglesia y la Santa Biblia, la Iglesia se comporta como un padre severo que
utili:a la paciencia, la educación y la persuasión para intentar que estas
almas perdidas regresen a la senda de la rectitud. En el caso de aquellos que
expulsar a los espíritus impuros en Su Sagrado Nombre, capacidad que
extendió a todos aquellos que creyeran en Él, situación que continúa
pecan debido a la ignorancia, todo lo que nece itan para redimirse es un
vigente en la actu�lidad como lo demuestra el hecho de que la Iglesia hace
regreso r<Ípido a l a doc trina de l a Igles ia y arrepentir>e por sus errores
frente al Enemigo y no permite que los sirvientes de Satanás romen
prisionera a ningún alma cristiana.
De los primeros días de la Iglesia, el Cuarto Concilio de Cartago, en
su séptimo canon, detalla el rito de ordenac ión para exorcista, que a partir
de ese momento pasó a ser una orden menor, junto a los lectores, acólitos
anteriores, ya que han sido \'ÍCtimas del engario. Para los que continúan con
su act itud, a la Iglesia olo le queda el recurso de la excomunión para
denegar a estos hijos recalcitrantes los beneficios de los santos sacramentos
hasta que se arrepientan y confie en sus pecados (algo muy parecido al hijo
rebelde que es apartado de la mesa hasta que se arrepiente de su rebelión,
y porte ros. A los exorcistas se les en trega ba un libro de rituales que
momento en que recupera su lugar en la mesa y la aprobación de sus padres).
influencias demoníacas. En especial , los exorcistas realizaban sus rituales
de ser una excusa . Es decir, cuando el he reje conoce la verdadera doctrina
sobre aquellos que no estaban bauti:ados y por tanto no e taban bajo la
de la Iglesia y opta conscientemente por creer en una doctrina faba.
Lamento decir que esto es lo que sucedió en gran parte de los condados del
Langucdoc : Tolosa , Carcasona, Foix, Albi, Narbona y el resto de pueblos
situados en los valles y colinas de los Pirineos . La de\'nta y apostólica
pobreza de estos herejes y su comportamiento gentil eran admirados, ya que
su \'ida sencilla recordaba a los que le> conocían la pübre:a del propio
}c.:sucri:,lO r su� apósrolc..... Y aquellos de no:,otn._,� l{UC �ramo:, �u� vecino.,, íl
pesar de permanecer fieles al verdadero catolicismo, no teníamo ninguna
queja sobre ellos, ya que eran gentes buenas y honestas.
En 1 145, el famoso abad cisterciense Bernard de Clairvaux visitó el
Languedoc. Quedó muy preocupado por la extensión de esta nue\'a herejía,
pues lo herejes no solo no hacían ningún intento de ocultar sus prácticas, sino
que eran reverenciados por los propios católicos y contaban con el apoyo de
utilizaban para purgar convent os, infantes y miembros de la Iglesia de
protección de la sangre de Cristo. Con el paso de lo siglos, estos deberes
acabaron rec ayendo en clérigos ordinarios que usaban el Misal en vez de l
Libro de Exorcismos. A pesar de ello, es deber y derecho de todo buen
cristiano acogerse a su fe para liberar a u n alma atOrmentada por demo ­
nios mediante el nombre de Dios.
L1s viJas Je los sanws están rcpkras de exorcismos: San Anronio
luchó contra demonios en n umeros as ocasiones y nos enserió que el signo
de la cru" y el nombre de nuestro Señor les obligaba a huir presas del pánico.
San Kenrigern, que expulsó a multitu d de demonios con el signo de la c ruz,
afirmaba "Ordeno a quienquiera que envidie la salvación de los hombres y
esté en contra de la palabra de Dios en virtud de esta misma palabra que se
alejen y no pongan ningún impedimento en aquellos que sí creen" . En una
La verdadera herejía, sin embargo, aparece cuando la ignorancia deja
la nobleza local. Sin embargo, durante
el amanecer, el abaJ tlescubrió un
horror má� insidioso, un cáncer vil y
Jemoníaco que estaba tb•orando las
almas y drenando la sangre de los po·
bladores del Languetloc utilizando la
pobreza de estosherejes como tapadera
para su� abomfnaciune
·.
�scarceos
·ínícía(es
L1s autoritlades en el tema de los
demonios y las artes oscunts conside­
ran que Satán y los ángeles caídos
forman parte del primer ortlen de de­
monios, bajo el que están situados los
seres que los paganos llaman tlioses y
en el que el resro de criaturas tle leyen­
tla (trasgos, hadas, enanos y seres
similares) ocupan los pcltlai'los infe­
riores. Todos reconocen la existencia
tic las strigae brujas que beben sangre,
de los súcubos e íncubos que seducen
a los mortales para servir al Diablo y
de las bonae mulieres, las mujeres que
atravie�an las puertas cerradas y se
,
llorrori:ado pero confiando en la fuer:a diúna, fue enfrentándo.e con
demonio,, y apr�ndió cómo reconocerlos, atacarlos y desrruirlm. :\unca luchó
solo, ya que conraba con la inspiración de 1•arios caballeros cristianos que le
�cgu ían en MI �agrada misión, misión que continúa 1�va en la actualidad.
2a llamaba a la 'ftu3aba
El Papa Ccbtino 111 murió en 1 1 98 a la edad de noventa ai'ios. Se cuenta
que en su lecho de muerte, el pontífice recomendó al com.cjo de cardenaleo que
eligieran a Giovanni di Colonna como su sucesor. Sin embargo, para mayor
gloria de Dios, algunos miembros de este consejo consiguieron que fuera
elegido Lowrio de Conri Segni, cardenal sacerdote de Santa Prudenria, el
mi mo día de la muerte de Celestino. El noble cardenal había pasado los mios
de reinado de Celestino en el retiro político, dedicándose a la meditación y a
la creación literaria, ya que Celestino pertenecía a la Casa de Or,ini, enemiga
de los Comi Segni. Sin embargo, era famoso en Roma y entre los miembros del
consejo por ser un teólogo brillante, un maestro de la ley canónica y un hombre
de gran talento político. Aceptó de forma reluctante regresar a Roma y asumir
la tiara papal, asumiendo el nombre de Inocencio 111.
Uno de los autores del ascenso de lnocencio fue el cardenal diácono
Barri w Mar:one.
�[ ínquísíbot be[ <papa
En respueMa a los informes de herejía provenientes del Languedoc,
la Lombardía y ot ras partes del Imperio, lnocencio nombró legados papa les
a cie rro n(Jmero de monjes cistercienses para que viaj ara n ha;ta el
Languedoc y persuadieran a los herejes para que volvieran a loo brazos de
la Iglesia. Estos legados no tuvieron demasiado éxito en su misión, ya que
su altivez y arrogancia les dejaba en una posición desfavorable ante unos
herejes que llevaban unas exis te ncias sencillas y puras.
Domingo Guzmán, un canon de Osma a quien el Papa había
encargado la misión de predicar entre los herejes, se dio cuenta en eguida
de este hecho. Él mismo llevaba una vida de pobreza mientras predicaba,
existencia que continuó durante toda su vida. Y aunque los conversos
entre lm herejes no fueron demasiados, se granjeó una posición de respeto
a Diana en la cacería salvaje. Las historias de brujas que practican
•·iles y adoran a Diablo, o de inocentes que han acabado vendiendo
mas al Diablo son demasiado frecuentes como para esconder algo de
�J tras ellas. Muchos sacerdotes utili:an estas hisrorias en sus sermo­
- ra ilustrar el poder de Dios o las consecuencias del pecaLio y la
·alidad. En otras ocasiones, estos relatos se cueman en vo: baja junto
�hm1enea, rel atos demasiado horribles para que sean escuchados por
-..ños, relaros que hablan de lo que espera a los desdichados que se
-:uran por el interior de la oscuridad que rodea al castillo.
Para algunos, estos cuentos son meras fantasías, aunque en muchas
nes han demostrado tener cierto grado de verdad.
:ru3abos be <.Díos
Gauthier de Dampiere acaró la petición de Dios para com·errirse en Su
contra el Enemigo, Satanás y todas las criaturas que le servían. Este
lujo de un conde francés que había tomado la senda de la espada y se
e•Jwerrido en caballero, demostró ser no solo un guerrero capa:, ;ino un
..:::s:o:an devoro. Por este motivo, no fue ninguna sorpresa que se presentara
::ario para liderar la Cru:ada, aunque sorprendió a su Íamilia cuando
-<que iría como un caballero pobre, renunciando a todas sus posesiones
p>sición de su rango. Ü<lllthierse unió a las fuer:as del Rey Felipe Augusto
:7ancia y viajó hasta Ultramar con la esperanza de luchar contra los
�enos. Pero en uno de sus sueños, Dios le reveló que su rarea sería más
::lte y peligrosa: su misión no consistiría en luchar contra mortales, ;ino
�el "verdadero enemigo", los diablos de la noche que se alimenwhan de
�re, y usaban poderes demoníacos para pervertir sus almas.
Mientras e l victorioso ejército iniciaba el asedio de la ciudad fortifi­
cada de Carcasona, el cardenal Marzone llegó a la zona para iniciar sus
investigaciones. Gracias a Dios, entre los primeros cruzados con los que se
encontró estaba Gauthier de Dampiere, cuya misión no iba en contra de
los habitanres de Carcasona, sino contra los demonios que se ocultaban
rras las murallas de la ciudad.
Cuando la ciudad se rindió tras un amargo asedio, todos sus habitan­
tes; católicos, herejes o judíos, fueron obligados a abandonarla sin nada
más que la ropa que llevaban puesta, dejando todas sus posesiones y
riquezas materiales a manos de su conquistadores.
Pero Gauthier sabía que la ciudad no estaba tan vacía como parecía.
Cuando cayó la noche, un pequeño ejército liderado por Gauthier de
Dampiere se preparó para enfrentarse a la verdadera maldad de Carcasona,
experiencia que Marzone no llegó a olvidar nunca. El primer encuentro del
cardenal con un demonio hubiera podido ser el úl timo si Gauthier no
hubiera estado a su lado. La criatura asumió la apariencia de una joven
ansiosa por convencerles de su lealtad a la fe católica. Pero cuando
Gauthier le obligó a jurar en su espada en nombre de Jesucristo, su forma
humana cambió para revelar la de una bruja surgida de una pesadilla,
vestida con harapos de piel y con colmillos puntiagudos y garras similares
a las de un león. A pesar de su frágil aspecto, tuvo la fuerza suficiente para
!amar a uno de los compañeros de Gauthier al otro lado de la calle y solo
murió cuando Gauthier consiguió partir su c ráneo por la mitad, momento
en que su cuerpo comenzó a pudrirse hasta que no quedó nada salvo sus
harapos y un montón de ceni:a gri . Fue el primer demonio de los tres que
Gauthier y sus compañeros destruyeron esa noche, eso sin contar a uno
que consiguió escapar antes de que nadie pudiera asestar un golpe.
El cardenal Mar:one no necesitó más evidencias para convencerse de
que se trataba de un mal contra el que la Iglesia no podía fracasar por el bien
de todas las almas cristianas. Conociendo el estado de Carcasona, temía
imaginarse el número real de estas criaturas que merodeaban por las calles
de los pueblos y ciudades de la cristiandad. Regresó a Roma preparado para
iniciar una guerra en nombre de Dios contra las fuerzas del Infierno.
entre el pu eblo . Domingo era un hombre de fe y un observador sagaz,
hecho que le llevó a descubrir que había otras cosas peores que los herejes
en las sombras de Tolosa y Carcasona. Al igual que Bcrnard de Clain·aux,
él también escribió al Papa para comu nicarle sus sospechas y sus temores.
El Papa e sintió preocupado por la misi1·a de Domingo y otros informes
similares pro1•enientes de otras fuentes que descubrió en los archivos
papales. Nombró al cardenal Marzone para que ocupara el cargo de inqui­
sidor papal y legado oficial, encarg<índole la investigación de la 1·erdad de
esos informes y la obtención de una solución práctica. Mar:onc, siempre
dispuesto a satisfacer los deseos del Santo Padre, no estaba del todo
convencido de la necesidad de esta investigación, ya que i bien era cierto
que había herejes en el Languedoc, era probable que el celo de Domingo le
2a peregrínacíón
A pesar de su dedicación a su samo propósito y a su determinación
para tener éxiro, el cardenal Marzon e estaba preocupado por la enormidad
de la tarea que se extendía ante él. Como desconocía la extensión del
horror que amenazaba
a
la cristiandad, el cardenal se embarcó en una
insólita peregrinación con el fin de investigar en primera persona algu nos
de los informes que habían llegado hasta él. Carcasona fue la primera
parada de un largo viaje que lo llevó no solo por toda Europa, sino a
comprender la naturaleza del Enemigo al que debía combotir. A continua­
ción incluyo un resumen de lo ocurrido en esa peregrinación.
Marzone sabía que su rango, sus ropas distintivas, así como los
hubiera hecho ver cosas cxtrmías donde no las había, ya que los cistercienses
acompmiantes que rodeaban a un príncipe de la Iglesia (y el flujo cons tante
no habían informado de nada extrmío. �1antui'O su misión en ecreto más
para prevenir cualquier dmío a su reputaci(m como miembro de la iglesia que
de peticionarios y sicofantes que buscaban su favor y apoyo} evitarían que
para evitar ponerse en peligro personal. Domingo nunca se imaginó que la
encontrara lo que buscaba, por lo que asumió el papel de un sencillo
sacerdote. Su acomp<uíamiento quedó limitado a una docena de escribas,
lgle;ia se había 1·isto comprometida por influencias demoníacas.
traductores, asistentes, guías locales y dos caballeros, uno de los cuales era
[on sangre y fuego: 2a [ru3aba 2Ubígense
peregrinos humildes, de forma similar a la que Nuestro Señor utilizó para
En 1209 fue asesinado uno de los legados papales más activos del
Languedoc. El Papa Inocencia III dec laró una cruzada, ordenando a los nobles
y caballeros cristianos que depusieran a los se1iores del Languedoc con la fuerza
de las annas y Jm, reempla:aran por nobles católicos con la misión de erradicar
la herejía entre el pueblo. Liderado por los hijos más jóvenes de la noble:a
francesa y con un número aproximado de mil caballeros, escuderos y aventu­
reros, los cru:ados marcharon hacia el Languedoc.
Su primera medida consi tió en de truir la ciudad de Béziers,
masacrando a todos sus habitante> (aprox imad amente 20.000 hombres,
mujeres y niños, tanto catúlico' como herejes) en nombre d.: Dios.
el propio Gauthier. Desde el primer momento viajaron como un grupo de
viajar por Palestina con sus discípulos.
La experiencia fue decisiva, ya que aunque Marzone sabía como
reconocer los indicios del enemigo, tomó consciencia del profundo alcan­
ce y arraigo de los demonios del infierno. En cada ciudad, villa y pu eblo,
el cardenal escuchó confesiones, interrogó a testigos, presenció la ejecu­
ción de he rejes y examinó los cuerpos de las víctimas. Realizó un compendio
de leyendas locales y de fábulas morales que usaban los sacerdotes locales
para ilustrar sus sermones. Habló con otros peregrinos sobre los templos
que habían visitado y lo que habían vis ro en ellos y con mercaderes sobre
la seguridad de los caminos tras el anochecer. A lo largo de su v iaje fue
·euniendo las piezas de un vasto rompecabezas: la laxitud moral Je los
.térigos de Marsella, la prevalencia de los herejes en Lombardfa, los
rneos celebrados en Borgoi'la tras el ocaso, los rumores sobre un espíritu
·
_ue habitaba las catacumbas de Roma, sobre una manada de lobos
-émoníacos que azotaban la Selva Negra de Baviera ...
En las cumbres cubiertas de niebla de Gales examinó las ruinas chamus­
Jas de un monasterio que según los rumores había sido una escuela de
•
cchiceros oscuros hasta hacía menos de un ai'lo, momento en que una bola
.JC fuego surgida del cielo lo destruyó, signo inequívoco de la voluntad de Dios.
:.n las llanuras de Glastonbury examinó un gran círculo de piedras del que se
.JCCÍa que había sido erigido por Merlín para servir de rumba a un antiguo rey.
Durante el transcurso de su peregrinación, Marzone tuvo diversos
.:�cuentros con los servidores del Enemigo, y en muchas ocasiones pudo
-capar vivo de ellos gracias a Dios. En un remoto monasterio de los
� rtneos,
el cardenal y sus acompai'iantes fueron despertados por un abad
- -e:.perado que les pidió que se escondieran en una antigua bodega ya que
·taban siendo atacados por caballeros hostiles. Mar:one pasó la noche
·ando mientras sus protectores hacían guardia en la única puerta de la
Jega, y cuando emergió a la mai'iana iguiente vio como el monasterio
l:>ía sido saqueado, la biblioteca desvalijada, los tapices robados y los
rmanos asesinados (algunos sin ninguna marca en el cuerpo). No habíH
alguno del abad que los había conducido hasta el refugio.
,
"!lO
En Avi!'íón, un sacerdote se entrevistó con ellos en secreto y les
--urró que un fantasma pululaba por las calles y llamaba a sus víctimas por
nombre antes de devorar sus almas. A la mañana siguiente no había
-·ro del sacerdote, aunque al cabo de unos días descubrieron su cuerpo
unos bmios, donde al parecer se había ahogado.
A pesar de todas sus experiencias de horror y desesperación, Marzone
-u� compmieros también fueron testigos de atisbos de esperanza: un
"iado de devotos luchaban fieramente contra los demonios de la noche
·encían gracias a la ayuda de Dios. Algunos de estos individuos
mo traron ser unos compa1ieros útiles, como en el caso de Gauthier de
mpiere, siendo admitidos por el cardenal como soldados al servicio de
causa de Nuestro Señor.
�a ababía be ®an �ení5
En la capilla de San Martín de Tours, el cardenal y sus acompmiantes
�ncontraron con fray Isidro de Compostela, un monje de la orden de San
-,Josio.
Isidro era erudito y teólogo, así como autor de un tratado sobre
-:Jonología y rituales de exorcismo. También era un famoso cazador de
,111ios, ya que durante un tiempo había tenido en su poder un relicario
""'Oníaco: un recipiente grabado con marcas crípticas que contenía un
:ón humano momificado. Por de gracia, los monstruos se lo robaron
<"'
de que llegara a estudiarlo por completo.
Con la ayuda de Isidro, el cardenal no solo aprendió la clasificación
' demonios y los exorc ismos, sino todo lo relativo a la Orden Roja: su
-oiía, historia y puntos débiles. Su abadía de Tolosa hahía sido aquea­
pur los cruzados franceses y muchos de los preciosos libros que
r�aba hHbían acabado en la hoguera. La hermandad c�wba dispersa,
.¡ue algunos de sus miembros, entre los que se encontraba Isidro,
- -Jguieron hallar refugio en la abadía de San Denis. San Deni:. era algo
..¡ue un santuario para esto; eruditos, se había convertido en umt
- le:a del poder de Dios, el hogar de un grupo de monjes aguerridos que
t-an una batalla eterna contra las fuerzas del Enemigo. Al escuchar
d cardenal aceptó la invitación de Isidro para que visitara la abadía
mcmplara los esfuerzos de la orden por
él mismo.
En la abadía de San Denis, el cardenal entabló amistad con el abad
-e>c le H:vre, un hombre Je nacimiento humilde pero con un mlenro y
ie fuera de lo normal que se dedicaba a la erradicación de lo que llamaba
.a!Jición Cainita", a:ote que plagaba su ciudad natal. Con la intención
•
n<eguir tal . fin, había creado su propia inquisición compuesta por
e'
e informadores 4ue recopilaban toda la información posible con la
.OXI<Ín de derribar y destruir el mayor número de estas criaturas.
El cardenal Marzonc quedó impresionado por el coraje y la determi­
nación del abad, así como por su éxito. Además de la criatura que Isidro
había destruido, durante el pasado año se habían conseguido destruir otros
tres sere . Aunque el abad se mostraba satisfecho por los progresos
reali:ados, estaba convencido de que la lucha no sería fácil, ya que al
enemigo no le faltaba ni coraje ni fuerza. A pesar de ello, estaba seguro de
que con la ayuda de Dios, podría alzarse con la victoria.
El cardenal abandonó París con un gran estado de ánimo. Si Dios
contaba a su lado con almas tan decididas como la del abad Gervcse le
Fevre, era probable que pudiera conseguir salir victorioso de su misión.
Marzone regresó a Roma para asumir responsabilidades adicionales
ante el papado. lnocencio lo había convocado para asistir a un gran
concilio ecuménico que tendría lugar en el Palacio Latcrano con la
intención de codificar asuntos doctrinales que habían sido descuidados
por la Santa Sede y proclamar una nueva Cru:ada en Tierra Santa. Se
enviaron invitaciones papales a todos los obispos, abades, priores y casas
capitulares, así como a los reyes y a las autoridades civiles de toda Europa.
�[ <:Díab[o en fa casa be <:Díos
Mientras ''iajaba por Toscana para promover el concilio papal, el
cardenal se encontró con un monje nómada que predicaba a un lado del
camino. Cuando el cardenal le reveló su identidad y su rango, fray Leopold
von Murnau habló en susurros acerca de visitar una abadía en Maguncia
en una misión para el arzobispo. Los monjes de esta abadía tenían una
apariencia normal durante el día, aunque de noche se entregaban a
rituales demoníacos que hadan que la capilla hediera a sangre e incienso.
Había hallado evidencia de la misma corrupción en otras iglesias princi­
pales de Maguncia, Magdeburgo y Colonia. Estaba >eguro que nadie, ni
siquiera el arzobispo, se creería su historia y que lo tomaría por un loco. Al
carecer de otra elección, había decidido ir a pie hasta Roma con la
esperanza de enconrrar a alguien dispuesto a escuchar sus advertencias.
Esta revelación inquietó a Marzone. Aunque había mantenido en
secreto su identidad y propósito durante su peregrinación, nunca consideró
necesario ocultarla de los obispos, arzobispos y compañeros de la Curia. A
pesar de ello, Leopold creía que era posible que incluso los prúKípes de la
iglesia pudieran estar manchados por la marca del demonio. Más tarde,
Leopold le comentó en privado cómo podía estar tan seguro de sus palabras:
era capaz de oler la corrupción del Diablo, ya que se aferraba a los lugares,
personas o cosas que habían sido mancillados por sus actos. Marzone
comprendió el motivo por el que algunos lo habían tildado de loco.
Y sin embargo, otras evidencias apuntaban hacia la misma verdad. El
Papa Inocencia lii le había entregado una carta de un monje llamado fray
Bruno de Antweiler que hablaba sobre demonios que llamaba t'ampyr: en
ella se afirmaba que estos seres decían descender de Caín en vez de Abe[
y que se manrenían con vida gracias a la sangre humana. El monje advenía
que estos vampyr estaban fundando cultos de sangre a lo largo de Europa
usando su astucia y sus poderes infernales para tentar a los hombres
mediante el pecado, los rituales demoníacos y la lujuria antinatural. Creía
(o así se lo comentaron los demonios) que estos seres habían sido humanos
con anterioridad. El cardenal no podía imaginar qué clase de pacto habían
jurado para transformarse en estos monstruos.
Esta no era la única advertencia que había recibido el Papa: Domingo
Guzmán había escrito lo mismo, e incluso el abad Gervese afirmaba que los
demonios podían esconderse bajo la apariencia de hombres sanros. Si esta
maldad era capaz de corromper el cuerpo de Cristo como sí fuera una
enfermedad pútrida... casi no quedaba tiempo para encontrar una cura. La
carne putrefacta debía ser amputada de la sana y ésta debía protegerse
contra posteriores ataques.
El cardenal Marzone comenzó a cultivar un círculo privado de hombres
de fe, hombres que habían jurado servir a Dios en algún momento de sus
vidas. Entre ellos se encontraban fray Etienne de Narbona, un monje
cisterciense que había conocido durante su peregrinación, fray Thibault, un
viejo benedictino que participó en la Cruzada durante su juventud, el canon
alemán Leopold von Murnau y Andrea Pittí, un sacerdote florentino con
talento para las intrigas políticas. Marzone también incluyó en este grupo al
abad Gen,ese, a fray Isidro de los teodosianos, a Domingo Guzmán y sus
seguidores, así como al fiel caballero Gauthier de Dampíere y a sus compa­
ñeros, aunque ninguno de estos notables residía en Roma.
Había un miembro de la Curia de cuyo juicio estaba seguro. Se
trataba del cardenal Ugolino del Conrí Segní, familiar del Papa y con quien
mantuvo extensas conversaciones. El cardenal Ugolino era un legado
papal con experiencia, así como uno de los hombres favoritos del Papa y
de la Iglesia. Con la ayuda del cardenal Ugolino y de un pui1ado de hombres
seleccionados con la ayuda del talento especial de Leopold von Murnau,
el cardenal Marzone se preparó del mejor modo posible para preservar la
seguridad del Palacio Laterano durante el futuro cónclave.
2a t>íbente be <mabríb
Unas pocas semanas antes de la conferencia, el cardenal Marzone se
encontraba en Píacen:a, y tal y como se había convertido en su costumbre
favorita en lo relativo a asuntos relacionados con su misión, vestía el hábito
de un sencillo sacerdote y viajaba en compaliía de sus servidores más leales.
En las puertas de la ciudad, vio a una monja con el hábito benedictino
de pie ante una niña con una túnica harapienta que, a juzgar por sus actos,
estaba po eída. La monja alzó sus brazos y ordenó al demonio que poseía
a la joven que se fuera de inmediato en el sagrado nombre de Nuestro
Señor Jesucristo. Marzone jamás había escuchado tal invocación en los
ritos de exorcismo, y mucho menos manos de una monja. La joven gritaba
y suplicaba clemencia, pero la hermana no cedió. Cuando el cardenal y sus
acompañantes se abrieron paso entre la multitud para acercarse a la
religiosa, se encontraron que la joven estaba abrazada a la monja, llorando
quedamente y susurrándole al oído.
Se oyeron murmullos que la acusaban de brujería, aunque un joven
alemán de cabellos rojizos se adelantó y proclamó en voz alta la inocencia
de la hermana en relación con cualquier acto de brujería: todos los
presentes eran testigos de que la joven estaba poseída y que la piedad
obligaba a que se hiciera algo para aliviar su sufrimiento. ¿y quién era sino
el propio Cristo el que proclamaba que aquellos que tuvieran fe en Él serían
capaz de expulsar demonios en Su nombre! Incluso fray Leopold indicó al
cardenal que estaba de acuerdo con el testimonio del joven alemán.
De esta forma Marzone conoció a la vidente española Teresa de San
Juan. Sor Teresa era la líder de un pequeño grupo de monjas que se
encontraba en viaje hacia Roma para pedir al Papa que reconociera su
orden y les permitiera establecer una abadía en Tierra Santa.
También le contó sus visiones, una de las cuales era para él: "Necesitáis
una cabeza, un corazón, una espada, ojos para ver y una lámpara para derrocar In
oscuridad. Y con los ojos no solo veréis, sino que percibiréis; con In espada venceréis
y conquistareis; con el corazón conoceréis In compasión y la verdad divina; con In
cabeza comprenderéis a vuestro enemigo y con la lámpara lo haréis salir y será
incapaz de ocultarse de In lttz. Y de esta forma desatareis los sabuesos de nuestro
Señor y los sirvientes de la oswridad huirán ante vos temiendo la ira divina y el fuego
purificador. Aquellos que moran en la oscuridad temen la luz, ya que les muestra
ral y como son. Se ocultan enrre las sombras y las ilusiones, ya que el engaño es su
verdad )' se alimentan de sus descendientes. Se desatará una guerra en las eones de
la noche y la caída de los demonios traerá el miedo a todos aquellos que sean testigos
deeUo. Vos llevareis In luz a la roca)' la limpiareis de la sangre mancillada, la sangre
del asesinaw. Aquellos que se muestren fuertes ante la noche serán temidos por los
que la aman a lo largo de las generaciones venideras".
l)ofítíca y procebímíentos
"...para erradicar los vicios y propagar la vinud, para corregir las falws y
reformar la moral, para eliminar las herejías)'fortalecer lafe, paraeliminarladiscordia
y rescablecer la paz, para eliminar la opresión y promover la libertad, para inducir a
los príncipes y a los cristianos a que ofrezcan ayuda y socorro a Tierra Santa... "
-Papa Inocencio lll, al describir los propósitos del concilio ecumé­
nico de noviembre de 1 2 1 5 .
�( G:uatto G:oncHío 2atetano be 1 2 1 5
El concilio de lnocencio fue una de las mayores reuniones de los
líderes de la Iglesia del milenio y uno de los mayores hechos de su reinado
papal. El cónclave se prolongó durante un mes, tiempo en el que toda una
serie de decretos (70 en rotal) se convirtieron en ley. En especial, la herejía
y los herejes fueron condenados y se autorizó una cruzada contra ellos. El
concilio también dio lugar a una convocatoria de una nueva Cruzada para
salvar Tierra Santa de los sarracenos.
La vidente sor Teresa y sus compañeras quedaron desanimadas por
la norma del concilio que prohibía fundar nuevas órdenes, aunque presas
de una determinación férrea, presentaron su petición al Papa. Dios les
ororgó la presencia de alguien con más elocuencia que Otm von Murnau.
El propio cardenal Ugolino del Conti Segni estaba interesado en fundar
órdenes femeninas, por lo que halló que los deseos de las Hermanas de San
Juan coincidían con los suyos. Con el apoyo d_el cardenal
Ugolino,
la
petición de reconocimiento fue aprobada y las Hermanas obtuvieron una
abadía en Tierra Santa, donde se les asignó la tarea de erigir un hospital
para acoger a los p� rricipantes de la futura Cruzada.
�( f)apa {)onotío 333
En 1 2 1 6 , durante una visita a Perugia para proclamar la Cruzada, el
Papa Inoccncio falleció.
Para acelerar la elección de un sucesor, el consejo de cardenales
otorgó a los cardenales Ugolino del Conti Segni de Ostia y a Guido Je
Preneste el poder para nombrar un nuevo papa. Su elección recayó en
Cencio Savelli, quien asumió el nombre de Honorio lll.
Era difícil que hubieran podido elegir un hombre mejor para continuar con
el buen trabajo que Inocencio había empezado, ya que entre sus primeras
acciones como pontífice, Honorio reconoció la nueva Orden de Frailes Predica­
dores, liderada por Domingo Guzmán, asignándole la iglesia de San Sixro de
Roma. Domingo acudió a Roma y dedicó sus esfuerzos a establecer el orden entre
las diversas casas religiosas femeninas de la ciudad, así como a enviar a sus
seguidores a lo largo de toda Europa para predicar y buscar conversos.
En Italia, Domingo trabajó junto al cardenal Marzone, entregándole
los informes que sus frailes les enviaban y que trataban sobre Cainiras,
twnp)'l',
u otras actividades demoníaca> similares. Esta actividad le hi:o
enrabiar ambrad con Lcopold mn � 1urnau, quien había asumido la rarea
de ordenar estos informes. Leopold quedó gratamente impresionado por
el fraile castellano, y al cabo de un año, con el permiso del cardenal, adoptó
el hábito de la orden de Domingo, abra:ando b pobrc:a y l a obediencia,
votos que continúa honrando en la actualidad.
2os caballeros be (a cru3 besmembraba
En 1 2 1 1, el caballero Gauthier de Dampiere rc;pondió a (¡, com·o­
catoria de la Cru:ada y regresó a Tierra Santa. Durante su estancia en
Acre, se enteró de la existencia de una poderosa re l iquia (un trow de la
cru: de Cri ro) y de su situación en manos de unos caballeros adoradores
de demonios. Merced a una actuación rápida y clecidida junto a un
puñado de sus compañeros, pudo recuperar la reliquia y lle,·arla hasta
Chipre. Sus actos comen:aron a dar fruto, ya que el nllmero de compa­
ñeros que le acompañaba aumentó considerablemente. Todo un grupo
de caballems juraron us votos como caballeros de Dios con el fin de
desvelar y erradicar la maldad del mundo.
En reconocimiento a su coraje, dedicación y fe al servicio del Sciior,
el cardenal Mar:one se convirt ió en mecenas de esta hermandaLl, consi­
guiendo que en 1 2 19 el Papa Honorio III reconociera la Orden de los
Caballeros Mendicantes de la Cru: de 1� Pasión de Acre. En honor a la
reliquia, que a partir de ese momento quedó bajo su custodia, lo Caballe­
ros adoptaron el emblema de una cru: roja de membrada.
2as .Permanas be <San 3uan
En 1222, los sarracenos atacaron y destruyeron la abadía de la­
Hermanas de San Juan en Tiro. Gracias a las negoc iaciones de sor Teresa
y a su respe to por las mujeres que vivían en ell a, los s arracenos permitieron
que las Hermanas huyeran. or Teresa lle\'Ó a la mayor parte de ella· hasta
su tierra natal de Castilla, donde gracias a la influ encia de su familia y a la
generosidad del rey, se les enrreg6 una abadía en las colinas cercanas •
Madrid. Esta estructura, dedicada a San Juan Evangelista , acabó convir­
tiéndose en la principal casa ca pitular de la orden.
2a cuestíón be (a Drben 9\oja
Con la intención de cumplir con la misión encomendada por el Par
lnocencio, el cardenal Ma rzone dirigió sus fuerzas y envió mensajes
aquellos en quienes confió en el pasado. Con la bendiciún del Pap
c
Honorio, comenz6 a forjar una organiza ión que acabaría por convertirse
en la defensora principal de Roma y a proporcionar a los inqui idores lu
medios para investigar y eliminar los servidores que el Enemigo habL
dispersado por toda la cristiandad. Entre las 6rdenes recomemhtda
estuvieron los Caballeros �tendicames de la Cru: de la Pasión de Acre, la!
Herm anas de San Juan, los hermanos de la Orden de San Teodosio de 1
abadía de San Denis y determinados miembro de la Casa de Murnau qut
habían accedido a jurar voto de obediencia a la ca usa. También presenr,
una lista compuesta por individuos de gran confiam<t, como fray LeopoL
ron Murnau, Etienne de Narbona y Andrea Pitti.
La naciente Inquisición tuvo su primer contratiempo de manos dt
E
Papa en lo que se refería a los hermano, de la Orden de San Teodosio.
abad Gervi:sc desconocía que el abad Ramón de Lavour había cursado un
petición para reswbleccr la abadía de Laurcndinc, cercana a Tolosa, c01:
la intención de recuperar el legado hist6rico de la orden. Esta petición hi:
que d pasado sombrío de la orden saliera a la lu:, hecho que despenó la:
sospechas del Papa sobre la Ortodoxia de la orden. El abad Ramón tam poc
parecía demasiado interesado en las "misiones extraordinarias" que lleva­
ba a cabo el abad Gervese, ya que creía que desviaba a la urden de Sk.
propósitos iniciales de inves t igación y estudio.
El Papa Honorio no solo recha:ó la petición, sino que mostró sus duda�
1;,
acerca de la idoneidad de la orden para convertirse en miembro de
Inquisición . El cardenal Marzone envió una misi,·a al abad Gervese solic¡.
tándole que enviara a un represente�me de confian:a a Roma para Jcfcnd
b,
la causa de la orden, sugiriendo a fray Isidro, de quien Marzone recurda
que era una persona especialmente dedicada a su fe y su mi:,ión. Al final, f1.1
el propio fray Gen,ese el que acudió a hablar con el Papa de la muerte de fr<r
Isidro a manos de un poJeroso vamp)'r y que prometió que la orden tomari;,
las medidas oportunas. Vino acompaiiado de otro representante de la arde­
de la:, Hermanas Rojas, sor Virtoria di Parma de Santa Clotilde.
Aunque no era tlll orador tan elocuente como Isidro, el abad Gerve.
suplió esta carencia con su ie y su dedicación a la lucha contra el DiabJ,
Sor Vi noria fue comedida y modesta, aunque su determinación fue
en lo refere nte a la lucha contra el Enemigo. Al ve rse frcnt�
a
este.
extraordinarios ejemplos de lo que los teodosianos podían ofrecer, el Par
Honorio dio la aprobación para que la Or den Roja fuera (de forn­
prm• isional) miembro de la l nquisici<Ín secreta.
�( [oncHío be �e
El primer Concilio de Fe (llamado a í por la po>tura de sor Teresa
poner la fe por delante de todo) tuvo lugar e n 1 223. A él acudierL
representantes de todas la� órdenes : sor Tcresa etn-ió a sor Man:.
lnmacu lata, así como
una extensa misiva en la que detallaba s us últim.
vbiones, el abad Gervcsc viajó desde Pa rís acompatiado por dos herman
y las Hermanas Rojas estuvieron representadas por sor Virroria di Parm
sir Uauthicr de Dampiere y sir Fmino di Milano acudieron en rcprescnr
ción de los Cab;tlleros Meudicantes de Acre y Orto \'On Murnau represen·
a su familia (dcbidn a su pertenencia al serv icio personal del cardenal , fr
Leopold consideraba 4uc no era el repre entante adecuado de u familia ) .
El cardenal Marzonc pre idió la reunión acompañado por algunos de sus
socios más íntimos, como fray Lcopold y el padre Andrea Pitti.
Se debatieron ,·arios asuntos: la segu ridad y santidad de Roma y de
la persona del Papa se pusieron en evidencia, así como la división de
responsabilidades para itwesrigar los informes y los rumores sobre mm}ryr,
Cainitas, bruj as o cualqu ier otra criatura demoníaca en las distintas
jurisdicciones de la c ris t i;mdad. En aq uellas ciudades o condados que ya
tenían una abadía perteneciente a una de las órdenes presentes, la d ivisión
resultó sencilla. Donde las cosus se complicaron fue en determinar la
ex tensión hasta la que extendía esa jurisdicción y así determinar la
responsabilidad de las zonas que carecían la de presencia de alguna orden.
También se halló la forma de afrontar esta j urisdicción en ciudades como
Roma, París o Magdeburgo, ciudades en las que coexistían más de una
"rden (las posesiones familiares de lo Murnau fueron consideradas como
Jna abadía pequetia, ya que su nú mero era menor). Y por supuesto, quedó
;-atente que resultaba inviable que órdenes de clau sura como la Orden de
San Juan o de an Teodo;,io abandonaran la abadía persiguiendo a
Jcmonios, aunque sor Vinoria se mostró contraria a es ta postura.
Tras dos me es de debates, reuniones y experiencias compartidas, se
1ererminó una estrategia de acción. En una misa pri\'ada, el Papa creó la
rgani:ación de lo; inquisitor�s contra Diabolum enirn el alii daemones.
2a ::Snquísícíón secreta
Contando con las bendicione; papales y confiando en la gracia lhina,
..1 n ueva Inquisición se puso a trabajar. En París, el abad Gen·ese continuú
�1n su campatia contra la plaga Cainita. En M agdeburgo, los Caballeros se
.nfrascaron en una misión para investigar cienos rumores que apuntaban a
.J existencia de Cainitas entre los miembros de la orden hermana de los
aballeros Teutones. Los Murnau fueron más activos que nunca en la corte
-el emperador, aunque algun os de sus ac tos qu edaron sin explicación. Se
�•nsiguieron grandes éxitos, así como algunos fracasos desastroso;, en ;,u
""layor parte ocasionados por la falta de una planificación compartida entre
a< dist in tas órdene , o entre inqu isidores pertenecientes a la misma orden
_ue no tuvieron en cuenta las intenciones ajenas. En una ocasión, dos
�ahallero; fueron emboscados y asesinados cuando se interceptó una carta
--ara su comandante; en otra, la inve;rigación de un trío de Hermanos Rojos
�n Lombardía se arruinó cuando un caballero M urnau acompañado por su
..:.:¡uiro apareció persiguiendo a un noble de Pavía que acabó por desaparecer
-:J!Steriosamente de la ciudad. Comen::aron a circular infom1es que conte-úan identificac iones faba:. de los blancos de algunas cru:adas ( almas
-:Jortales que no tenían c ulpa, o que de conocían d hecho de que el seiior
'-JUC seguían no era lo que aparentaba) . No existían unas normasestándares,
unOS procedimiento;, para determinar la c ulpabilidad O la inocencia ni una
·•rma para que el cardenal y sus consejeros pudi eran estar informados de la
-:Ji.:.iones de las d istin tas órdenes.
G:( papabo en perígro
El Papa Honorio falleció en 1227. Como en otras ocasiones, los cardc­
-ules se reunieron para elegir a un nuem Papa. Esta ve: el acuerdo fue unánime
el cardenal Ugolino del Conri Segni se convirtiú en el Papa Gregorio IX.
Al poco tiempo de u nombramiento, sor Teresa envió un mensaje urgente.
�te mensaje consistía en la transcripción de una dsión en la que veíala sombra
.JC un asesino moviéndo>e junto una pared, un libro abierto sostenido por un
mbre encapuchado y el hábito papal manchado de una sangre que se extendía
- r todo el mundo. Se trataba de un claro a\'iso, mas (cómo interpretarlo'
El cardenal Mar:one pidií> a todos los inqus
i idores que refor:aran >U
1gilancia y puso al Papa sobre a\'iso, aunque Gregorio se negó a pcrma­
-.ecer encerrado en palacio. Una tarde, Otro ,·on Murnau recibió un libro
..e manos de un hombre encap uchado con la cara cubierta por una
"'1á>eara . Entre sus págin as había una nota escrita en latín. Se trataba de
�n aviso que l legó j usto a tiempo: gracias a los esfuer:os de vario;
in-J tt i, idores, a la habilidad de Otro para descubrir a la;, criaturas de la
noche y n In grac ia di\"ina, pudieron capturar al asesino, aunque el e;,píritu
oscuro t¡uc lo guinba huyó hacia la noche a través de una \"entana.
Como reconoc imiento a los esfuer:os extraordinarios que llev¡¡ron a
cabo la; distintas órdenes de la Inquisic ión, el Papa Gregorio retiró el
carácter pro\"isional de la Orden de San Teodos io y confir mó la ede
tradic ional de ;u abadía de Laurendine. Del hombre encapuchado no
volvería n n saber nada hasta pasados varios aiíos.
2os ojos be 9\obrigo be 9lat)arra
Con la ayuda de las distintas órdenes, el cardenal Mar:one comcn:ó
a hacer frente a la tarea de sah-ar a la cristiandad de las garras del Diablo.
Por roda Europa, la mancha demoníaca e.1taba dema;,iado arraigada y los
servidores de l Enemigo eran implacables cuando se trataba de de truir a
aquel los que se les oponía n. La Inquisición no solo carecía del número y
de la fuer:a para hacer frente al enemigo, sino también del conocimiento
de la; ciudades, mientras que los demonios poseían ciemos de informadores
en ellas. Los invasores de aquellos dominios reclamado, por lm demonios
en el p�sado se encontraban con mayores dificultades que las que cahría
suponer debido a su inferioridad numérica .
Sin la ayuda 4ue nosotros, los Ojos de Dios, podíamos darle, la
Inqu isición carecía de la posibilidad de mantener Roma, y mucho menos
de co nquist ar otros te rritorios. Estaba preparada para acru�r. aunque
carecía de información sobre sus enemigos. Por nuestra parte, nosotros
teníamos esa información , aunque éramos incapaces (inclu;o si Rodrigo
no� lo hubiera permitido) de afrontar el esfuer:o necesario para aprove­
char nue;,tro conocimientos.
Una tarde, yo, Aignen le Libraire, me presenté ante el c arde nal
�1a r:onc \ puse a su servic io los ojos, oídos y tareas clandestinas de los
Oc ul i Dei, una red organi:ada de agentes que abarcah<l roda Europa,
desde la ciudad de Roma hasta las últimas frontera> del la cri;tiandad.
Lo hice libremente y s in el permiso ni la bendición de mi camarada,
Rodrigo de Navarra, quien fundó la orden el día de�pués de nuestro
des;htroso encuentro con el Cainita Xah-ador. Como prueba de la \'alía
de mis <tgcntc;, le emregué una lista de lo asociado; tmí próximo al
cardenal �1¡u:one en Roma y de algunos de los que había enrre,·btado
durante los pas<tdos cu<ttros mios, y le confesé que fui yo d que entregó
a Ottn von Murnau el adso del ataque contra el P<tp<t b¡ls<índomc en
informes que habí<t rec ib ido de mis agentes . Le prome tí que co nt inu aría­
mos \' igila ndo y que le mantendríamos informado de lo que averiguáramos
bajo la condición de que pudiéramos permanecer en el anonimato. Una
Fueron necesarios dos años para crear los procedimientos y 1
parte de nosotros estábamos dispuestos a actuar como emisarios entre
jerarquía de responsabilidades que usamos en la actualiJad. Lo Concili<
nuestros agentes y la Inquisición, ya que aquellos que arriesgaban su \'ida
de Fe se cm1\'irtieron en nuestras corres y administraciones, las pequeña.
para obtener la información que la Inquisición necesitaba debían per­
células de inquisidores se convirtieron en exploradores, soldados e inve-·
manecer en el anonimato.
tigadores de vanguardia y el Concilio Supremo (con el cardenal Marzont
Sabía que era una condición severa, pero no podía ofrecerle otra
al frente del mismo} asumió las funciones directivas. Los Oculi Dei
cosa. Algunos de sus asesores se mostraron recelosos, aunque no les culpo
encargaron de los códigos y los métodos para transmitir mensajes.
por ello, ya que el recelo es necesario cuando debemos enfrentarnos a los
Q:[ '-Santo D�cío be [a �nquísícíón
sirviente del Enemigo. Estos hombres eran personas religiosas, no era fácil
para ellos confiar en laicos de ortodoxia sospechosa que no estaban
constreíidos
i
por votos religiosos. Sin embargo, al final el cardenal aceptó,
ya que necesitaba lo que podíamos ofrecerle y comprendió las condiciones
bajo las que debíamos trabajar. Me pidió que le hiciera un informe sobre
las medidas necesarias para mejorar el nivel de secreto de su propia
organi:ación, ya que si nosotros habíamos obtenido tanta información, era
El Papa Gregorio acaba de santificar a Domingo Gu:mán y nombrar
a la Orden de los Frailes Predicadores como Santo Oficio de la lnquisiciór.
para convertir (o castigar) a los herejes y erradicar la herejía por todo e
mundo. Estoy convencido de que >U dedicación será absoluta.
Nuestra propia comisión continúa con las mismas rareas, y a diferen­
cia del Santo Oficio, permanece en secreto, ya que es necesario para 1
probable que otros lo hubieran hecho con distintas intenciones.
seguridad de la Iglesia y de todos nosotros.
Q:[ '-Segunbo [oncHío be [a �e
al Enemigo, y fe absoluta en la fuer:a de Tu Verdad.
El cardenal Marzone y los líderes de las diversas órdenes ya se habían
dado cuenta de que la estructura de la Inquisición, que dividía las :ona
de responsabilidad en diócesis y territorios, no era efica:. A pesar de ello,
no sabían qué proponer para reemplazarla. Era evidente que la Inquisición
necesitaba una jerarquía de responsabilidades para que los inquisidores no
malgastaran sus esfuerzos en determinadas misiones, no hicieran falsas
acusaciones ni causaran daño a los inocentes. Era necesario establecer
procedimientos de acuerdo con el derecho canónico y los inquisidores
�
Dios mío, dame sabiduría en mis decisiones, coraje para enfrentarme
In nomine Pwris el Fi!ii,
el Spiriltls Sancti. Amen.
-Aignen le Libraire, Ojo de Dios
actÍt)Íbabes actua[es be
[a �nquísícíón en [a sombra
debían asumir la responsabilidad ante aquellos a quienes investigaban,
Cada una de las órdenes de 1¡¡ Inquisición en la sombra, tanto laica
acusaban, juzgaban o castigaban. Por otro lado, los diversos talemos de
como seglar, ocupa su propio nicho en la jerarquía, ya que cuenta con
nuestras órdenes debían compartirse a un nivel más elevado que la que
habilidades y talentos únicos que se entremezclan para formar un conjun­
permitía la actual división de responsabilidades.
to único y armonioso.
2o5 [aba[ero5 <JJ? enbícante5
.. e [a <pasíón be [a [ru3 be 2lcre
Escribo esws palabras rras los gruesos muros )' puerras de roble de 1111
a Magdeburgo, donde las Samas Hermanas e¡ue moran en él
...
tdan de mis heridas. En condiciones nomwlcs no esraría usando mis manos
•
m enro cercano
.1ra e.1cribir mi propia h1swria, pero en la acwalidad es lo 1inico que ¡medo lwcer.
>lo lo hago para honrar a rodas los que han caído.
Partimos desde el ]iigerllalle bajo las órdenes del Caballero Comandanre
usuw
1•on Meisrreich para invesrigar un infonne que había llegado hasta
•sorras y que ¡xmía de manifiesto cienos s11cesos exrrmios acmuecidos en los
.m-iwrios cercanos a las propiedades húngaras de
los Mumlllt l\'o tomamos
s especiales, pues creíumos que estábamos preparados. Nues rro 1{111/>0
"''edida
_,raba formado por cuarro caballeros )' sus correspondiemes escuderos que parrió
...:sde el castillo MumaH para encontrarse con una pequeña compañía. Esta
mpañía esrnba fonnada por
•llllO
101
miembro de la familia M11nwu que acwaba
"perro de presa" )' una Hennana Roja alw y espigada que podra haberse
...cho pasar por un hombre. Cierro mis OJOS y les t•eo
í
en
el día
en
que nos
:nccmrranws con ellos. No esrabcm ni alegres ni preowpados, nada tenían que t•cr
•
m
los animales amedrenrados en que awbamos conviniéndonos.
No esray seguro sobre la nawraleza de lo que nos mcu:ó. Sé que n11csrros
w:'TI1unws de Ummia tienen un nombre¡x¡raello, wmque lo descono<co. Loesnn•inu1s
J�?YSiguiendo dunrnre mrios días, alxmdoncnulo el rcnirorio de Franz.¡ska vm1 MtmUitl
' udmtrándonos e11 las moncmias y los bosques. En algún momenro de Út perseCllciÓ11
'1.
IS
dinws cuenw de que ya no íbanws 1ras él. Nos había flanqueado y era él el que nos
�guÚI, lejos de audquierfzterue de a�·1ula o pmrccción. Recordaré para siempre la
..xhe que eligit ! fxtra acabar cm1 eljuego. Se abalan�ó desde los árboles: u1w ltedim1da
) pulsame nwsa de camey /meso de t>elocidad )' /zter<a inhumana. Lt scmgre, k>sgriros,
o.�s desmembramieruos .\uerw11 como ...
Las Samas Hennanas lwn regresado. Me dict'll que debo descansar y que
'1·1
debo J>msar mús en dio. Cmuinuaré más !arde.
-Extracto del diario de Sir Emil de Augsherg
Los Caballeros son, más que c ualquier orra orden, la espada de la
Inquisición en la sombra. Para sus compat1eros representan la flor de la
caballería liberada de sus espinas: son honorables, obedecen normas
espirituales y se dedican a sus deberes en defensa de Dios y de la
humanidad .
Lo Caballeros Mendicantes de la Cruz reclutan a sus miembros de la
misma forma que otras órdenes militares, aunque con algunas ligeras
modificaciones. En 1 230, los fururos reclutas de una orden militar necesitan
cumplir cnn cienos requisitos: se suele excluir a los hombres de haja posición,
así como a los hijos ilegítimos. Se prefiere a hombres de linaje noble, así como
a soltero . Aunque se pe rmite que un hombre casado se una a una orden de
caballería, debe abandonar a su mujer y necesita su consentimiento para
dedicarse a una actividad religiosa así como dotarla de los bienes necesarios
para sobrevivir. Las órdenes uelen preferir a hombres robustos (tanto física
como espiritualmente), ya que no desean acabar convirtiéndose en lugares
donde acaben los j óvenes cristianos con minusvalías. También prohíben que
las persona con deudas entren en ella para evitar asumir responsabilidades
por su dda pasada . inguna orden admite a rer.onas excomulgadas, o
apóstata pertenecientes a otras religiones. Los candidatos deben tene r 14
atios de edad para prometer sus votos.
Los Caballeros Mendicantes difieren de estm criterios en tres aspec­
tos: en primer lugar, en esta época, la práctica de la oblación entre el re:.ro
de la;, órdenes militares se ha abandonado, no se espera que aquellos nii'los
yue son edu ca dos en las casas ele los Templarios o los Hospitalarios se
convie rtan en caballe ros. Entre los Caballeros Mendic antes, la mejor
forma de conseguir la admisió n en la orden con iste en ser hijo de un
Caballero que se casó y tuvo descendencia antes de ingresar en la orden,
o ser "educado" en el smo de la misma, generalmente como huérfano o
refugiado de los conAicros en los que participan los Caballeros Mendicantes.
En segundo lugar, los Caballeros Mendicantes obtienen un gran nC1mero
de post ul antes de los cut:rpos de otras órdenes militares, una práctica que
ha generado cierto grado de tensión. Los Caballeros Mendicantes que
siguen esta senda son tratados como parias por sus antiguos hermanos, ya
que renegar de sus \'Oto>, incluso para unirse a otra orden, se considera
como un acto peligrosamente cercano a la apostasía. En tercer lugar, los
Caballeros Mendicantes no solo están convencidos de que la cristiandad
se halla en peligro, sino que han sufrido una experiencia radical 4ue ha
hecho 4ue se unieran a la Inquisición en la sombra.
En lo que respecta a sm deberes in4uisiroriab, los Caballeros
Mendicantes dbfrutan de una ventaja significativa sobre el resto de órdenes.
El motivo público de su existencia: la protección de las rutas de peregrina-
ción de Europa y Tierra Santa les permite actuar de forma más abierta, en
especial ante amenazas inmediatas. Pueden patrullar por cualquier ruta de
peregrinación en busca de aquellos monstruos que se alimentan de kh
débiles. Cuando los Caballeros Mendicantes participan en esta clase dt
misiones suelen viajar en células formadas por no menos de cuatro miembro,
y lideradas por un sargento experimentado. No es frecuente ver a un gru¡x
de caballeros sin la compat'iía de un oficial experto para que no se dejen llevar
por sus imtinros má caballerescos. Los Caballeros suelen actuar en compa­
t'iía de algún miemhro de la Orden Roja (en general de un Hermano Rojo,
ya que llama menos la atención), o de un Ojo de Dios que actúa COIW
xlerador y portavoz en las relaciones con el resto de las órdenes. Los grupos
rmaJos por estos caballeros suelen ser más propensos a dejar a un lado las
-,�,entaciones e ir directos al conflicto, por lo que en la mayoría de ocasiones
�.aban recogiendo lo> cadáveres o los restos de ceniza para que sean
u:gados por la administración local del Concilio de Fe.
Cuando no participan en el campo de batalla o forman parte de un
_.rupo de patrulla, los Caballeros Mendicantes permanecen recluidos en
n convento o al cuidado de los hospicios al servicio de los peregrinos.
:;,tos hospicios son una de las mejores fuentes de inteligencia a disposición
.1e la orden para enterarse de los movimientos del enemigo, ya que es
1"ecuenre que los peregrinos conozcan un par de rumores interesantes.
E>tos lugares constituyen una fuente de información bajo el control
exclusivo de los caballeros, hecho que les ayuda a reducir la fricción con
tras órdenes (en especial con los Oculi Dei) .
Los hospicios no solo sin·en para obtener información, sino también
como recordatorio de la principal misión de estos Caballeros es reali:ar
actos generosos que redunden en el bienestar de sus almas. Las actividades
más humildes y humanas (cocinar, cuidar de las heridas de los viajeros,
,Hender a los huérfanos) ayudan a mitigar la maldad que existe en el
mundo. Cualquier Caballero po ee la opción de retirarse a la clausura de
•a orden para buscar sola: espiritual: en la ;ilenciosa comunidad de los
�oldados de Cristo, los Caballeros pueden librarse de las cargas durame un
tiempo determinado, buscar consejo espiritual y meditar pacíficamente en
torno a su relación con Dios. Si estas medidas no son suficientes para
liberar a un Caballero afligido, las Hermanas de San Juan poseen conven­
tos aislados en las que usan sus artes curativas tanto con el rebaño del
Sei'ior como con sus compañeros inqui>idorcs.
{)ermanas be <San juan
Era noche cerrada. Debo admitir que me domlÍ durante varias horas. Sor
Teresa lwbía caído en un profundo su¿ño tras el estado de trance lwbitual, su
respiración era tan srunre que no lemntaba ni las sábanas. L.r estut'e l'igilando
EL RITUAL SAGRADO
DEL EXORCISMO
� 11m11part� ele su Jen>Lil>n por las buenas <>hras, Herma­
� nas de San Juan han asumido el deber de cuidar de las
J.¡,
víctimas humanas de la lucha entre la lnquisici<·m en la
">mhra y sus enemig<" demonÍ;Kt>S. L) � sde 1," hllspitales administrad,>S
I"'T las hermanas ele la nrden \· l<>s m<>n;JSterills ercmític<>s dedicad'" a
h pa: espintual y ;¡ [a curaciún, se desli:a un Mlsamo curatin' por toda
la cristian,Ja,l. Aunque s�an incapaces ,k restaurar las rielas arruinaclas
de las dctimas, hacen todo lo posible por asegurarse de que las
cicatric�s n<> las desfiguren y que las hericlas no se infecten.
Cno de los ,Jc.hcres m;ís importantes de las Hermanas es el
cui,);¡,j,, ele ]," inquisidores, n<> s<>l<> t'n cuerpo, sino también en alma.
El unJtacto C<lllSt,mte un1 l as fucr:as sobrenaturales se coha un
dn·ado custc físiw, mental y espiritual, incluso en aquellus entrena­
dos para sopurtar el ri.�or de la lucha. Al igual t.juc el <llor de la sangre
atrae a los cil'prcdadmcs, el contacto wn las iucr:as !lscur;¡s llama l a
atenci(m ele cosas nú• terribles. Aquellos inquisidores debilitados por
el ,·nfrcntamiento pucclcn acabar viéndose l'<lScíclt" por cnticlades
,lcmoníacas atraídas por su n1lnerabilidad.
Como wnsccuencia Jc elln, las Hermanas de San Juan que
CHl'Ccn de la Visiún Sagrada se encuentran entre los pocos mortales
que contlcen el Ritual Sagrado clcl Exorci>mo: lm métodos para
rccnnoccr los síntomas de la pt>SCSi<''n dcmuníaca 1' las formas de
limpiar la inr'ccci,·,n.
miemras donnía, aprOI'echando la oporwnidad que tenía para r�escribir las
apresuradas anotaciones que había tomado durame su trance cmtes de que el
cansancio me wnciera. Desconozco lo que me despertó. Un instante antes estaba
inmersa en un excrwio sueño en el q11e me desli�aba sobre montañas cubiertas de
nebla
i
y al siguiente estaba despierta, como si alguen
i hubiera chasqueadD los
dedos junto a mi oído para lemncam1e. L.r celda estaba mcía excepto por sor
Teresa, que continuaba dumliendo, y por mí.
L.r vela comenzaba a oscilar, por lo que la reemplacé por otra y alimenté el
brasero con más carb6n para evitar que la sala se enfriase. Las mejillas de sor
Teresa estaban pálidas, por lo que coloqué otra manta sobre la cama donde yacía
antes de proseguir con la revi.sión de msi anotaciones.
Trubajé durante t>arios minutos, y aunc¡ue el nlido que hacía mi pluma
sobr� el pergamino era el rínico sonido que rompía el silencio, comencé a sentinne
nerviosa. Presentía c¡ue no es tábamos solas en la celda, /!Or lo c¡ue agucé el oído
f!ara captar walqwer sonido. El silencio no me reconfortaba, así como tampoco
las excrwias sombras que la luz de la t•ela cmojaba sobre las paredes. Me acerq11é
al camastro de la Hennana, coloqué el libro de anotaciones sobre mis rodillas y
me apoyé sobre la fría pared. Sentí el deseo absurdo de despacurla para que me
confimwra que todo iba bien.
Se levantó minutos antes del alba, moviéndose en el interior de la crisálida
de nwntas que la envolvía, abriendo sus ojos e inspirando con lentitud el aire que
la rodeaba. Comenzó a susunar cosas, frases inconexas con menos significado
que las que emitió antes de domlirse. Las anoté lo mejor que pude, aunque de
pronto lwbló con claridad.
Me susurró : "No es una luz que brilla en la oscuridad. Es 1111 enviado del
Maligno... convoca a criaturas oscuras que IUlcen lo que les ordena porque es uno
de ellas . .. lncentará... incenrará... apagar nuestra lu�... cerramos los ojos...
romper nuestra espada... detener mtestro corazón... "
Comenzó a llorar y gritó el nombre de una compañera difunra, yo dejé mi
libro a un lado )' le ofrecí wdo el comuelo que pude, a la 11e< que sentía cómo la
fiebre volvía a apoderarse de su cuerpo.
-Extracto del diario de Sor Bernadetta de Madrid
Sor Teresa de Madrid era una mujer jO\•en con una misión que cumplir.
De de niña profesó una gran devoción por la Iglesia, por lo que ingresó en una
orden sagrada para llevar una vida de buenas obras y contemplar la gracia
divina. Durante un peregrinaje a Tierra Santa recibió un gran y terrible don:
el don de la precognición, la Visión que le permitía liberarse de las limitaciones
del tiempo y el espacio, de las ilusiones de la carne y la hechicería y percibir la
podredumbre que se estaba apoderando de la humanidad. El gran número de
visiones que sufrió durante el despertar de su don le convenció de que la Iglesia
a la que había entregado su vida y la gente a la que había dedicado su existencia
estaba en peligro ante los ataques de enemigos impíos. Empujada por el horror
de lo que había experimentado, Teresa se convirtió en 1� fuerza morora de la
creación de la Orden de las Santas Hermanas de San Juan, llamada así en
honor del apóstol San Juan el Divino. La orden obtuvo el reconocimiento
papal gracias a sus visiones y a sus esfuerzos humanitarios en 1 2 15. Esta orden
se despla:ó hacia occidente en 1222 tras la destrucción de su convento
principal y acabó estableciéndose en Castilla, Francia, Italia y Alemania.
Sor Teresa fundó la casa madre de la orden, localizada en un hospital­
convento situado a unos 30 kilómetros de Madrid. Allí determinó los
rituales diarios y la estructura necesaria para dotar a la orden de cohesión
interna. Murió en ese convento. Su cuerpo, frágil por naturaleza, no pudo
soportar durante demasiado tiempo la dureza de los inviernos castellanos.
Durante su convalecencia, el n ú mero de visiones se incrementó
substancialmente, momentos en los que susurraba palabras proféticas que
sus ayudantes anotaban con cuidado. A pesar del respeto que guardaban
por ella, muchas hermanas consideraban que sus palabras no eran más que
delirios hasta que comen:aron a volverse reales. En la actualidad, las
hermanas emplean una gran cantidad de su tiempo en intentar descifrar
las profecías y enfocar su Visión Sagrada para intentar replicar el don de
sor Teresa y guiar a la Inquisición con más eficacia.
El ingreso en la orden es muy parecido al ingreso en cualquier otra orden
religiosa. A las candidatas se les somete a un proceso de observación que
Jecermina su idoneidad, aunque para las Hermanas de San Juan, la volunta­
riedad es un requisito fundamental. Cuando la nifía ingresa en el convento
como novicia debe entregar una dote. Es a partir de ese momento cuando la
existencia de una Hem1ana de San Juan pasa a diferenciarse de la de una
hem1ana de cualquier orra orden. Las novicias no solo deben estructurar sus
vidas de acuerdo con la Norma de San Agustín, en la que deben combinar
largos períodos de oración y meditación con el cuidado de los enfermos, la
moderación, la propia negación y la conservación de la castidad, sino que
muchas de ellas se someten a la prueba de la Visión Sagrada. Muchas novicias
que ingresan en la orden son proclives a ella, por lo que un gran número la
desarrolla tras exponerse a Hermanas que poseen el don, o a las reliquias de
santos con habilidades semejantes, entre las que se encuentra el cuerpo de la
fundadora, sor Teresa. Otras no desarrollan este don.
A las novicias que reciben el don de la Visión Sagrada se les separa del
resto y se les somete al riguroso entrenamiento que necesitan para enfocar
su talento, o como mínimo, superar las consecuencias. Las oraciones del
Oficio Divino: el ciclo de oraciones, cantos religiosos y meditación
ascética desarrollado por las propias hermanas se utiliza para ayudar a la
Hermana visionaria. Estas técnicas, siempre que se usen de forma correc­
ta, pueden canalizar la Visión, dando lugar a visiones controladas que
permiten que la Hermana pueda contemplarlas de forma inteligente y
actuar según lo que vea en ellas. En orras ocasiones, la Visión no p11ede
enfocarse con éxito, ni siquiera por las Hermanas más disciplinadas, por
lo que acaban deslizándose por sus cuerpos como el agua por las cañerías
de un tejado, eliminando cualquier vestigio de autocontrol. En momentos
como esos, las Hermanas son proclives a convulsiones y a hablar en lenguas
extrafias, síntomas que algunos testigos no entrenados pueden confundir
con la posesión demoníaca. Con la intención de evitar los estímulos que con
mayor frecuencia disparan las visiones más violentas, muchas Hermanas
.-ermanecen cubiertas por completo, hasta el punto d� usar guantes y
a
• ndalias, y evitan cualquier conracro físico innecesario con el resto de
onquisidores. En su caso, los votos de castidad que prometen sirven tanto
:-ara poner a prueba su disciplina como para defenderlas.
Las novicias que c arecen del don también tienen un lugar en la
..ermandad, a pesar del énfasis que esta pone en el talento vi ionario. De
-.echo, estas hermanas forman el grueso de miembros de la orden y llevan
cabo tareas necesarias para que ésta pueda continuar existiendo. Por
�ada Hermana que posee la Visión, existen cinco compañeras que carecen
-e ella. Estas Hermanas reciben entrenamiento para llevar a cabo tareas
'ldi
_
pensables para la hermandad: asumen los roles adminiStrativos,
ompafian a las Hermanas doradas fu era de los muros de los conventos,
·egístran las visiones y ayudan en el análisis de las mismas y son los médicos
.Je atienden a los heridos y e nfermos que acuden a los hospitales.
Naturalmeme, existen ciertas fricciones emre las Hermanas en rela­
-· n a determinar los esfuerzos más importantes. Las Hermanas visionarias,
"(}el corazón de la Inquisición secreta. Día y noche tienen la sensación de
.
..e si la gente de buena fe y coraje no hace nada, el alma de la humanidad
secará y se convertirá en cenizas. En ocasiones, este hecho empuja a una
-km1ana visionaria a niveles de celo que pocos inquisidores alcanzan, celo
.Je hace que unas pocas pierdan la cordura. En c ualquier caso, el coraje de
convicción puede hacer que una Hermana con menos talento pierda los
...mbos. El resto de las Hermanas no son ajenas a los celos, hecho que hace
..e algunas sientan que sus esfuerzos son menos importantes en el esquema
ue la orden porque se encargan de tareas que cualquiera puede llevar a cabo.
Existen dos factores que evitan que se alcance la masa crítica. En
:-uner lugar, las Hermanas Samas, tanto las dotadas como las que no, se
..c-Jtcan a luchar contra los enemigos de la cristiandad. Cuando el resto de
mquisidores sufren heridas, tanto físicas como mentales, acuden a ellas
-..ra buscar auxilio, por lo que nadie que viva en los conventos es ajeno a l as
-:.;mas. Las Hermanas conocen el dolor y la sangre, la pena y la pérd ida, las
;-,emes destrozadas y los cuerpos rotos, hecho que les sirve para comprender
•�
e la lucha es justa y que deben formar parte de ella. Esto suele templar las
,_;ensiones existentes. El segundo factor consiste en que las Hermanas que
·
�
po een el don no están obligadas a permanecer en la orden si lo
-mideran oportuno, ya que pueden ingresar en otras órdenc rcligio as
:;¡,cías a determinados acuerdos especiales. Muchas Herm anas acaban
-"(lvirtiéndose en monjas benedictinas o ca rme litas o abandonan las órde-,e; de c lausura para unirse a fundaciones laicas. Desde allí también
-'llrim'tan al servicio de la Inquisición, ya que reclutan a los candidatos
...ecuados e incrementan d número de ojos, oídos y manos disponihb.
2a Dtben 9\oja
Escocia es un país más frío que lnglarerra, aunque no más seco: llovió
-<ranre más de la mitad de los días transwrridos desde que cruzamos la frontera
.:umenzamos a adentramos en las cierras airas. Nuestros escolcas, una banda
.... caballeros bajo las órdenes del rey Alexander, no perdieron su ciempo eras la
:mnación de fray Serafín de que nunca ames había t'isro tanra niet•e. Le
...
maron historias de inviernos um fríos 'Jue hacían que la genre dtmniera con los
�s. por no decir nada de lo que sucedía entre los lobos y las Ot1ejas. Desde el
...Jlil no vimos en la distanca
i montañas wbierras por la niet'e a pesar del calor de
... primavera. De hecho, me acuerdo de mi estancia en Milán, desde donde podía
a la nieve de las momañas desde los muros de la ciudad en 1111 dí
a claro. Me
..rrece imposible que una tierra tan llennosa pueda albergar una maldad como la
•
1-:u! tenemos que irwesrigar, incluso a pesar de que la ¡m1eba descansa frenre a mí
-uentras escribo esras palabras. (.arras. Diarios. La infonnación que hemos
nrenido de los arcllivos cisrercienses es una pn1eba concluyeme, a pesar de que
- disponenws de ninguna obser·vación direcw. Los detalles que conrienen son
-�pugnames y diabólicos, detalles que pueblan mis pesculillas más horribles.
El rerreno cambia subslmlCialmenr.ewnfrmne nos aproximamos a Dambt1rr01v.
:-.unos 30 kilómerros de distancia, la Jurwrale�a primoveral brilla en todo su esplendor
'�e ciemos de riachuelos ¡xmculores de la prísrina agua del deshielo. En este lugar,
parece como si el in11icmo no hubiera aflojado su gélida presa (de hecho no lo lw hecho
mios) . Los árlx>les muerws abundan, y aquellos que están vivos escdn worcidos y
defonnes y se inclirum sobre el camino cmno manos rewruíticas que inreman oculrar
L'T1
el rosrru de la mmuaiia. El agua de los rius corre perezosa, y eras fijamos en ella,
compmulemos el nwcit·o por el que nuestros guias nos aconsejaron que llenármlUis
nuestros odres c'll las cierras bajas, ya que deella enwna un olaracre que ruule
i es capa�
de idmcificar. Los pájaros rw canwn, par lo que con1ienzo a sospoch.ar que no exiSten,
y el resco de los animales parecen aHSemes y nwlnwridos. He imenrado emablar
cmwersacim
í con Sir BricetlS, el más joven y excrovercido de nuestros escolrtlS sobre esre
hecho e ncltoo
i
él se muestra incúmudo y wcicumo. Al preguntarle sobre este hecho,
me cmJtó que según un relato que le contó su madre, el mlle de Damburrmv era un
lugar maldiw y olvidado ele la mano de Dios, cuou¡ue se negó a continuar hablarulo
sobre ello. Conocierulo la in{tmJwciún lflte CL�K'IlUJS sobre los sucesos de/ lugar, esws
leyerulas no parecen fitcra de lugar.
El cont'enw se encuemra a wros 15 kilrímetros del pueblo de Damburrow
y su apariencia es más la de una fortaleza que la de una casa de Dios, incluso para
rm monasterio. Está siwaelo en lo alto de un saliente de piedra que se asemeja un
colmillo. Solo se puede llegar a él mediame una esrreclra escalera que lw sido
wllada en la ladera ele la colina. El camino está flanqueado por cruces grabadas
en piedra y grabadas con extrarios diseños de bestias enlazadas, largas y sinuosas,
bestias que Sir Briceus me i11dica l{ue se sut>onen que son lobos. La apariencia
exrema del monasterio es espartana )' funcional, armque posee una desconcertan­
ce falta de ventanas salvo en los niveles superiores (en incluso estas son unas
simJ>Ics troneras). De J¡eclro, al mirar desde lo airo del camino que seguimos para
llegar a este lugar lwcia el valle de Damburrow, sienw una sensación extraña.
Desde aquí puedo divisar el pueblo, wda una colección de casrtclras apiriadas
junto al Abismo, que incluso desde esra disrancia y bajo un cielo nublado parece
tener su superficie cubierta de rma subswncia brillanle y oleosa. Al mrrarlo sicnro
un nudo en el estómago, y cuando el vienw que viene desde el valle choca camra
mi rostro me /)((rece oír un susurro que me habla en un idioma familiar.
-Extracro del diario del Hermano Rojo Giordano Nicola d'Ar:enra
La Orden Roja de San Teodt>sio fue un caso especial desde su
creación. Su fundador, Teodosio, era un crudiro insacia ble y la norma que
formuló ponía énfasis en la meditación, la investigación y la experimen­
tación y aceptaba miembros de ambos sexos. Cuando la mayor parte de las
órdenes monásticas adoptaban la forma de comunidades de clausura
dedicadas a la contemplación, la Orden Roja viajaba por el mundo en
busca del conoc imiento y lo preservaba en su biblioteca. En el momento
en que el fenómeno del monasterio mixto comenzó a declina r debido a los
�ándalos sexuales, la Orden Roja luchó por mantener su estilo de
--l'tencia y no perder la valiosa sabiduría de las Hermanas Rojas.
Pero todo cambia, y no siempre para mejor. Las desventuras del
-:ermano Rojo Everard de Gascutia y sus desdichados compañeros unidas a
;:-crcepción externa que se tenía de la orden y de sus tendencias liberales
'1:aron una oscura sombra sobre ella. Como resultado del "desgraciado
-�dente", como se describió de forma eufemística, la orden acabó por estar
.:-.el punto de mira de los niveles más altos de la Iglesia y su estructura se vio
:erada para evitar las críticas de las órdenes más ortodoxas.
La orden continúa aceptando candidatos de ambos sexos siempre que
�=plan los requisitos de entrada. El candidato debe pertenecer a una buena
:nilia, debe sercapazde pagar una "dote" o hacerque su familia haga un regalo
�e sea aceptado por la orden, no debe poseer deudas y debe mostrarse de
-uerdo en adoptar la orma Teodosiana. En el pasado, los candidatos
-=ctbían instrucción en comunidades mixtas, aunque en la actualidad la orden
=-:á separada: los Hermanos Rojos son recluidos en monasterios y las Herma­
...., Rojas en conventos, encontrándose solo en el transcurso de sus misiones
-mo inquisidores. La Orden Roja fue aceptada en la Inquisición en la sombra
::�cías a sus éxitos intelectuales, a sus talentos individuales y a una buena dosis
--"' humillación (aunque persisten los rumores sobre la naturaleza real de sus
::o-:�gmas). Se espera que todos los miembros de la Orden Roja sirvan a la
:..:¡uisición para garantizar la supervivencia de la orden.
Esta situación no es ideal. Los detractores de la Orden Roja conside­
- n que esta orden es demasiado liberal, impía, orgullosa y próxima a la
erejía. Incluso el uniforme rojo de la orden (que para sus miembros es un
mbolo de su devoción a Cristo y a la Iglesia) es visto con reparos en una
-:-xa en que los decretos papales prohíben que los monjes utilicen
�niformes de colores vivos. Existen multiwd de rumores acerca de las
.:encias sexuales y las desviaciones morales de sus miembros, aunque
-veo puede hacer la orden para acallados salvo hundir la cabeza, apretar
> dientes y trabajar más duro para poner de manifiesto su devoción.
En el interior de la orden se suelen producir conflictos internos con
-astante regularidad. Cuando la orden wvo que reestrucrurarse, surgieron
�ancles controversias en lo referente a la posesión de los recursos intelec­
-uales y materiales de los monasterios mixtos. En múltiples ocasiones, las
:-lermanas Rojas tuvieron la sensación de que estaban siendo discrimina­
.;a.:.. No solo la Iglesia las recolocaba en edificios inferiores (a menudo
.mtiguos conventos benedictinos), sino que veían como los Hermanos
::\0jos mantenían el control de las bibliotecas comunes, así como el fruto
Je las investigaciones y los experimentos conjuntos. Las Hermanas Rojas
solicitaron ayuda a Roma para que pusiera fin a esta injusticia, pero fueron
ignoradas. Estas medidas continúan siendo el principal punto de disensión
entre la comunidad masculina y femenina de la orden.
A los Hermanos Rojos, por orra parre, les desagrada esta situación.
Se dan cuenta de que el resto de las órdenes posee poca paciencia para
escuchar las quejas que emanan de su interior. Presienten, quizá en mayor
medida que las Hermanas Rojas, la precariedad de su posición, tanto entre
la comunidad monástica como en la alianza secreta de la Inquisi­
ción Como resultado de ello, sus esfuerzos van encaminados en la
dirección de ofrecer una mayor cooperación con el resto de las
órdenes y no en la de mantener buenas relaciones con las Hermanas
Rojas. En una época en la que los monasterios han retirado su apoyo
a los conventos, parece prudente seguir esta línea si con ello se puede
conseguir un ápice de aprobación para la orden en general.
.
2a casa 9Jlurnau
13 de septiembre de 1222
Desde el inicio ha sido un día muy largo. No hay nada peor en wdo
el mundo, tanlO para mi cabeza como para mi estómago que una habitación
repleta de prelados. Gerhard se reirá al leer estas palabras, peru es cierw,
prefiero una sala llena de Aschenbachs y Landwerlems. Al menos con los
Aschenbachs sabes que están midiendo tu espalda para buscar el lugar
donde asestar la puñalada, por lo que puedes darlo por hecho anres de servir
el ·vino y comenzar a hablar.
Estaba sentado tras un panel de madera y aislado del exterior por
gruesas cortinas, en compañía de un pergamino y una pluma con la que
anotaba cualquier persona que se presenrara a Marzone que tuviera un
olor
sospechoso. El tío Leopold, por supuesw, se encumraba junto al
cardenal, mirando por encima de su nariz y manteniendo una postura
intimidante, aunque él no podía wmar notas. No resultó tan sencillo como
pensé en un principio. El hedor de la piedad era demasiado denso, lo que
hacía que fuera difícil distinguir orros olores, J!Or lo que tenía que mantener
la concentración. A mediodía, tras haber ex¡¡erimenrado toda la gama de
olores desde "piadoso que no ha tomado un baño en lo que llevamos de año"
;JSta "bañado en toda clase de óleos para esta audiencia", comencé a echar de
a sor Teresa: ella siempre olía a rosas, un olor no canfuerte como para que
molestara, sino gentil. Esta sensación se vio reforzada después de que un
;,ISpo extraordinariamente obeso pasara jumu a mi escondite, ya que hubiera
..Jdo mi vida por res¡Jirar el aire que la rodeaba.
Mis ojos y mi nariz lagrimeaban cuando el último invitado abandonó la sala
' rio Leopold me sacó de mi escondite. Me entregó un pequeño pañuelo de lino
ura secar mi rustro, me cogió el pergamino y sugirió que nos retiráramos a sus
.:posentos para charlar. Estaba segmo de que deseaba intercambiar alp;unas
pmiones, y de hecho, también había cosas que yo quería hablar con él. Me sentía
"'Tl.Jlesto no solo en werpo, y debo admitir que en ese instante quería que alguien
'"U reconfortara. La lista que había recopilndo incluía diez nombres, e incluso )'O
-usmo me sorprendí por la presencia de algunos hombres importantes en ella.
Cuando tío Leopold abrió la puerta de sus aposentos, el hedor que emergió de
.;u habitación fue totalmente insoportable. Durante un momento tuve la sensación
:.e que un muladar se lwbía desbordado y había anegado las lwbitaciones. Me eché
:.u:ia atrás con los ojos llenos de lágrimas mientras eswclwba co1110 el tío Leopold
:;¿ debatía entre arcadas. Sus manos ronwron el rosario de su cinturón y se cerraron
m tomo al cn¡cifijo. Comenzó a entmwr palabras en latín y el hedor comenzó a
•emitir. Volvió a repetirlas y se dispersó por completo. Me obligué a entrar elprimero
!Tila habitación con la espada desenvainada, aunque no había nada contra el que
.:w.liera utilizarla. Encendí las velas y la lámpara, aunque no quedaba ningún rastro
..cd hedor, solo lwbía un sencillo camastro, una mesa con libros y una silla. Tío
�pold entró y miró L'll derredor con el ceño fruncido.
""!ellOS
-.e
LOS SABU ESOS
PERS ECUTORES DEL I N FI E RNO
.....,. os lvlurnau han contribuido con sus recursos humanos
l- la Inquisición. Además Je ofrecer sus oídos, ojos, manos
<:
;l
y a reclutar agentes en las órdenes laicas, monásticas y
mendicantes, muchos miembros de la familia se han dedicado de
t(mna activa a la lucha.
Otto von Mumau es el embajador actual de la t;unilia Murnau en
la Inquisición en la sombra. Es el segundo hijo de Frederick von
Murnau, líder actual de "la familia. Orto, hasta que asumió el papel
como embajador inquisitorial sufrió un problema frecuente: "síndrome
de invisibilidad del hermano me,liano" (no era wn importante como el
heredero ni tan famoso como su hermano menor, Gcrhard) . No posee
una gran devoción personal aunque sí es famoso por su mente clara y
un deseo casi enfcnni:o de anteponer el honor de la familia. A menudo
pone demasiado ént;1sis en cumplir con esta tarea...
Franziska von Mumau es la hermana gemela de Frederick \'On
Murnau y el cabc:a de familia cuando su hermano no está presente.
Fran:iska posee una voluntad de acero, carece de imaginación y enviuda
con irecucncia {sus maridos sulren toda clase de accidentes con los
caballos, las alturas y los objetos afilados). También posee un gran
patrimonio compuesto por mansiones en Hungría y Borgoña que está
dispuesta a compartir con cualquier j<l\'en inquisidor que despierte su
interés, ya que posee un elevado instinto paterno que debe desarrollar.
Raganhard \'On Aschenbach no era consciente de lo que le
ocurría cu;mdo la maldición :v!urnau se apoderó de él, de hecho solo
sabía que existía un lejano nexo familiar a través de su bisabuela.
En el centro de la mesa lwbía un libro pequeño encuadernado en cuero rojizo
repujado y bmiado en oro. Entre los dibujos de las enredaderas de la porrada podía
leerse el título: Libellus Secretum Sartaelis. ]unto a él había una misi11a sellada
con cera y cun el nombre "Leopold" escrito cm1 cuidado. Tío Leopold palideció al
verla )• la cogió antes de que ¡mdiera ver el sello grabado en la cera. Rompió el. sello
con manos temblorosas. La nora consistía en una sola frase: "Feliz wmpleaños,
hemwno" y estaba fimwda por "Wilhelm". Tío Leopold empalideció por completo
y mientras lo miraba pareció como si envejeciera doce años de golpe. Con voz
temblorosa me ordenó que me retirara de la habitación, y así lo hice, sintiéndome solo
y vacío. Nunca lwbía visto a tío Leopold tan preocupado, teniendo en cuenta que
este hombre se había enfremado a mi padre, a mi tía, a Marzone )' a uno o dos
demonios con gran coraje. Todos estos hechos resumían un día de nwlos /Jresagios.
�Extracto del diario de Orto von Murnau
Los Oculi Dei poseen un nombre clave para referirse a los nobles bávaros
Murnau "los sabuesos persecutores del Infierno". Si los Murnau se enteraran
:
Ningún otro miembro de su iamilia llegó a desarrollar ningún atisbo
de ello, se sentirían ofendidos, a pesar de lo adecuado del mismo. Nadie sabe
existencia de esa relación. El descubrimiento de Raganhard tuvo un
azora: las leyendas familiares son numerosas y sugieren cualquier cosa, desde
de la enfermedad, de hecho los Murnau casi habían olvi,h;do la
terrible coste, ya que se dio cuenta de que su hermano mayor había
sido seducido por las fuerzas demoníacas, por lo que desde entonces
su humor se ha agriado mientras continúa la caza de las criaturas que
consumieron el alma de su hermano.
con certeza la fonna en que los Murnau llegaron a sufrir la aflicción que les
una maldición lanzada sobre el fundador Je la orden por una bruja hasta el
adulterio de una mujer en compafiía de un demonio que asumió la apariencia
de su selior pasando por todas las permutaciones intermedias.
Los Murnau llamaron la atención de la Inquisición gracias a uno de
sus miembros, Lcopold von Murnau, quien en la actualidad sirve como
uno de los agentes m�ís capaces de la Inquisición desde la Orden Domini­
la f;lmilia ingresaban en órdenes sagrad:1s con la intención de escapar del
Leopold acudió a Roma en busca de ayuda p¡¡r¡¡ descubrir la fuente de
tormento de su s:mgre y hallar paz tras los muros de los monasterios y los
C<L
una profunda mancha que sentía en la propia Iglesia. Durante su viaje se
encontró con el carden¡¡\ Battista Mar:one enfrascado en el tiránico
conventos. Nada es más demencial que presentir la corrupción en caJ�
esquina, ser incapa: de confiar en alguien debido a la insistente sospecha
esfuerzo de organizar la Inquisición en la sombra. Leopokl le ofreció
de que algo esrá mal, sentir la lbmad;t de sirena de la oscuridad y ser
originalmente su ayuda personal en el esfuerzo. Fue neccs¡¡rio el empuje
incapaz de decidir si la misma es repulsiva o atractiva. La dedicación y la
de su sobrino, Orto von Murnau, en defensa de sor Teresa de las Hermanas
autodefensa han sido �u� principales motivaciones para perseguir los fines
de San Juan, para involucrar al resto de la familia en esta empresa. El
religiosos. Günter \'Ort Murnau fue un caso extremo de dedicación, ya que
cardenal Mar:one >C sorprendió cuando conoció que roda la familia poseía
no solo persiguió cualquier rumor de demonio en los oscuros bosques de
la misma sensibilidad ame las fuer:as demoníacas, aunque >upo apreciar
la
\a; implicaciones de tenerlos como aliados. Tras una serie de largas
fundando un gran número de monasterios y conventos por roda la
elva l'\egra >ino que llegó a poner la fortuna familiar en peligro
negociaciones con Frederick von Murnau, el hermano menor de Leopold
cristiandad y ofreciendo generosas limosnas a muchos más. Su pasión por
y selior de la familia, esta entró en la lucha como la primera "orden laica"
las buenas obras inspiró a toda una generación de Murnau
de la lnquis_ición en la sombra.
arma en cruzadas p(rblicas y prindas,
Desde entonces, los Murnau han prestado grandes servicios a la
a
¡¡
tomar las
unirse a las órdenes militares o a
cotwertirse en mecenas y benefactores de las distintas órdenes monásticas.
floreciente Inquisición, apoyándola ramo personal como materialmente.
La participación de la casa Murnau en la Inquisición ha canali:ado este
Los miembros de la familia Murnau sirven en varios campos, ranro laicos
esfuer:o y les ha permitido tener acceso a los medios necesarios para
como eclesiásticos. A diferencia de otros miembros pertenecientes a las
descifrar el origen de la maldictón que le azota.
Los sabuesos Murnau suelen convertirse en los líderes principales de
órdenes seglares, los Murnau pueden asumir varios papeles a la \'ez: un
miembro de la casa de Murnau, un predicador dominico, una monja
la> células inquisitoriales en que toman parte. Suelen ser lo primeros en
benedictina, un Caballero Teurónico o un miembro de cualquier otra
liderar a sus compañeros en caso de peligro y los últimos en abandonar.
fundación religiosa. Desde el punto de vi ra laico, los Murnau cuenran con
Son los principales defensores de la Inquisición, ya que sus sentidos le
una valiosa red de apoyo, ya que poseen numerosos contactos en los
permiten seguir pisras que de otra forma quedarían ocultas. Una vez que
aliados de la familia y relaciones disranres con varias ciudades, así como
se ha activado, la maldición no puede desact ivarse con facilidad, por lo que
apoyo financiero. A pesar de ello, su contribución más importante radica
puede convertirse en una molestia, llegando a obligarles a realizar acciones
en su sensibilidad ante lo oculto que ha llevado a muchos de sus miembro
desesperadas para volverla a controlar. Cuando esto ocurre, los Murnau
a las cimas más elevadas de la dedicación espiritual o a los abismos más
deben confiar en sus compañeros para que les ayuden a recordar el
profundos de la depra\·ación personal.
significado de ser humano y evitar dejarse llevar por su dudoso legado.
Públicamente, los Murnau forman una familia respetable del Sacro
Por supuesto, no rodas los miembros de la familia son capaces de
Imperio Romano, no siendo ni la mayor, ni la más poderosa ni la más
dominar todas las debilidades del espíritu humano. La maldición agudiza
opulenta. Los miembros de la familia ascienden a 200 y están dispersos por
su percepción de lo sobrenatmal. Algunos miembros de la familia dejan
roJo el imperio. Estos \·asallos del Juque de Ba\·iera, han mantenido su
que su sentido Jel pecado les guíe a trnvés de caminos inexplorados. Una
posición a lo largo de la \'icisitudes de la política del imperio gracias a la
vez que un Murnau se sume en la oscuridad de forma \·olunraria, no regresa
diplomacia, a los matrimonios esrrat�gicos y a un sexto sentido en lo que se
refiere a las desviaciones morab de otros nobles. De momento nadie
de ella con facilidad.
El propio Christoff von Murnau, el fundador de la familia, cayó en
sospecha que este "sexto sentido" es algo más que la capacidad para leer la
desgracia en los (t\rimos at'los de su existencia. La maldición se apoderó de
dirección de los vientos políticos. Leopold el Oso (el padre de Leopold y
él y lo sumió en la locura en sus esfuerzos para aplacar una sensibilidad que
Fredcrick) tenía una mente afilada, era leal a sus superiores y sabía cuando
a:oraba su nervios como si fuera len{luas de fuego, mas cuando la muerte
debía limitar sus pérdidas. Guió a la familia a lo largo de los conflictos entre
se apoderó de él, por fin pudo descansar. Más recientemente, Wilhelm von
Enrique d León, antiguo duque de Baviera y Frederick Barbarroja, el
Murnau, el hermano más joven de Leopold, hcdcrick y Franziska perdió
emperador, sin reducir a la familia a la bancarrota o a la esclavitud (una gesta
(o no llegó a iniciar) su lucha contra la o curidad personal . Solo un puñado
importante). Su inteligencia dejó a la familia en una buena posición en el
de gente de la familia recuerda que no murió de niño, como se indica en
momento de su muerte y su hijo menor Frederick ha demostrado ser un
la Biblia de la familia. Sus hermanos e refieren a él como "nuestro
sucesor capa: de preservar la rradiciún familiar de la supervivencia política.
Los Murnau on herederos de un legado más nscuro, uno que les
aprisiona con más crueldad que las traiciones políticas o las exigencias
hermano" y nunca hablan de las cosas que encontraron cuando im·estiga­
ron la pequelia man ión que Frederick le había cedido. En ocasiones,
Wilhclm se acuerda de los cumpleaños de sus hermanos.
financieras. Es cierto que nadie sabe el origen del legado de la familia, y si
La peor pesadilla de cualquier padre Murnau es que su hijo se convierta
alguien lo supo, no quedó rastro de esa información, un hecho que preocupa
en el siguiente en fracasar y se suma en la oscuridad. Este temor ha
a muchos de los miembros más jóvenes de la familia. Este legado corre por
alimentado serios conflictos generacionales en la familia y ha acabado por
su sangre como un veneno retardado, a la espera de la exposici<in que lo haga
instaurar una seria disciplina, una gran presión y \'arios casos de rebeldía.
despertar. Cuando Jc;pierra, los sentido de los miembros de la familia se
�1atilde, la hija más joven de Frederick, recha:ó a todos ;us pretendientes
agu:an y son conscientes de la presencia de aquellos seres manchados por el
hasta que él se rindió y le permitió unirse a una orden sagrada. Ella ha servido
demonio. El hecho de que esas criaturas también se den cuenta de su
presencia es el precio que deben pagar por este legado. Pero también hay un
a la Inquisición como Hermana Roja en los últimos seis alios, en contraste
con su hermano Gerhard, que montó a lomos de su caballo y desapareció
precio fisiológico. Para los Murnau, la maldad no es una metáfora poérica.
durante más de dos m'los. Volvió a aparecer sin una moneda y con una
El diablo huele como una ciénaga que no se haya limpiado en alios, el hedor
colección de cicatrices en las propiedades de su tía Fran:iska tras pasar esos
de la carne p(nrida y enferma. La maldad puede disfrazar su olor, aunque es
dos aiios en el circuito de romeos de Francia. Desde entonces ha renunciado
llevar a cabo cualquier acción que contentara a su padre. Se niega a casarse
incapaz de enmascarar el hedor de la corrupción espiritual. Lao reacciones
a
m:-b potentes pueden hacer enfermar a los miembros de la familia, ya que sus
y a ingresar en la Iglesia por el bien de su alma, así como ;¡ prestar sus aguzados
cuerpos reaccionan ante la maldad que presienten. El sudor gélido y los
escalofríos suelen ser imposibles de disimular.
La maldiciún ha estado presente entre los Murnau dc;de antes de la
exi,rcncia de la Inquisición. Allle> de su nacimiento, muchos miembros de
sentidos o su fuerza a la causa de la Inquisición.
Por supuesto, la principal fuerza y debilidad de los Murnau, dejando
a un lado las consideraciones sobrenaturales radica en que forman una
familia. Los mismos lazos que unen son lo lazos que ahogan.
Dcufí �eí
CrcJirc nL'lllini.
-hase hallada en un tro:o de papel doblado y abandonado en las
•
uces de la estatua de un león en una pla:a del Vaticano
i los Caballero Mendicantes son la espada de la Inquisición en la
mbra, las Santas Hermanas su corazón y la Orden Roja su mente, lo> Q,,¡¡
�. como su nombre implica, son sus ojos. Secretos hasta el punto de la
-wi,ibilidad, moran en toda> las ciudades principales de la cristiandad, desde
;.�glarerra hasta Hungría, viéndolo todo, oyéndolo todo y sabiéndolo todo.
Los Ojos de Dios tienen su origen en un cisma de una orden militar
-�raiíob, la de la Espada de Santiago. Esta orden, creada como resultado de
rcrcepción personal de un noble ibérico de que la amenaza sobrenawral
- nía en peligro a la cris tiandad, constituyó un caldo de cultivo apropiado
- ra
lo que sucedió a continuación. Ninguno de sus miembros, >aivo >U
.n,lador, había tenido ningún conocimiento directo ni ningím contaciO
sensación \·aga de que había algo en
mundo c.¡ue iba mal y la insistencia de su fundador de que todo era culpa
, n las fuerzas sobrenaturales sah·o una
" lo monstruo moradores de la noche. En
1 209, la Espada se enfrentl> a
rrimer desafío demoníaco y las consecuencias fueron desastrosa , ya c.¡ue
-.:: '' miembro> pudieron recuperarse de su enfrentamiento contra un
�piro real. Rodrigo de :-J<tvarra, el fundador de la orden, fue el c.¡ue sufril>
:::1ayor golpe, aunq ue aprend ió la lección del enfrentamiento con Xalbador.
:-Jo se puede esperar actuar abiertamente y conseguir los objetivos
__ndo
el enemigo se oculta en las sombras y manipula el mundo para
r'e con
e
la 'uya. Se debe jugar mejor que el enemigo )'lUtnca actuar hasta
la partida esté ganada.
Rodrigo de Navarra reconstruyó la Espada de Santiago, consiguiendo
..na, \'ictoria menores contra los caminantes de la noche y sus criados. En
últimos veinte a1íos ha usado este grupo para dar forma a su empresa má>
b1ciosa: la creación de los Oculi Dei, una hermandad laica formada por
mbrcs y mujeres, y dedicada a identificar y erradicar las monstruosidades
, 1:otan el alma de la cris tiandad. Los miembros más veteranos de la orden
:1
Íormado parte de la Espada de Santia�o, ya que fueron ele¡,�dos debido
-u lealtad personal y a la creencia en la visión de Rodrigo. Fueron
·:'<!r,ados a las cuatro esquinas de la cristiandad para lb·ar a cabo la ardua
-ca de reclutar y e ntrenar a otros miembros para la causa.
Este hecho ha com·ertidn a los Oculi Dei en una organi:ación formada
-r hombres y
mujeres comunes. En el pasado, la Espada de Santiago atraía
tención de los cmninantes de la noche con su falta de secretismo, en la
.a..-ú,llid<•d, los Ojo> de Dio> p¡¡:;¡m desapercibido>. Lo poderosos no suel.:n
prestar atención a los seres grises que en tran en las salas del poder a través
de la puerta de servicio y lavan las sábanas m<mchadas de sangre tras una
noc he de excesos. Redactan las cartas que los monstruos con cuerpo de
hombre les dictan. M iden, cortan y confeccionan la ropa que cuhre una
Ll BERTAD Y N ECES I DA D
carecían de la capacidad para pensar con claridad y eran m<Ís \'ulnerahb
carne pálida que nunca voh-erá a recuperar el calor de la vida.
En general, existen dos clases de Ojos de Dios. Una gran parte de la
orden consiste en hombres y mujeres que reali:an misiones desde la ciudad
en la que viven. Estos individuos son la sangre de la orden. Son los tenderos
y cocineros de las ferias, los aprendices de los orfebres y los clérigos menores,
las sirvientas de la noble:a y las prostitutas de las tabernas, la damas de
cahalleros famosos y los consortes de damas nobles . Puede haber cinco en
una ciudad o solo uno. Pocos de ellos conocen al resto, ya que las medidas
de seguridad son elevadas, pues son necesarias para no de pcrtar sentimien­
tos paranoicos. Sus deberes son sencillos: \'igilar, resumir los halla:gos, no
observaciones prácticas c.¡uc afirn1aban c.¡ue no todo,; los caminante,;
la Inquisición solo en aquellos casos en que el éxi10 e>ré a'egurado.
eJ..,... os micmhros orig ale del Oculi Dei pertenecían al círculo
1- de tenientes leales a R drigo de Navarra y a sus hombres s
in
s
o
má
fieles. Esto hizo c.¡ue al igual c.¡ue los Caballeros Mendicantes,
d Oculi Dei estuviera formado casi exclusivamente por hombres. L1
Jecisiún de reclutar mujeres se toml> tras un largo debate interno: pm un
lado, algunos miembros consideraban que las mujeres tenían menor
consciencia de la seguridad, eran m<ís proclives a des\'clar secretos,
a las tentacinnes de los caminantes nocturnos. Por otro lado existían
nocturno:; eran masculinos, t¡ue algunas mujeres eran capace:; de r,1:onar
actuar de forma precipitada, no confiar en nadie, poner:.e en contac to con
Fue este grupo de Oculi el que desarrolló el método de comunicación
Y que podían acceder a lugares n
i accesibles a los miembros masculim\'
cifrada de la Inquisición , así como la adopcil>n de signos para los analfa­
agent.:s italianos de Rodrigo reclutl> a la primera mujer de la orden, y ésta
resultó tan ciectiva que la práctica acaoo por popularizarse, a pesar del
reconocimiento entre las distintas células inc.¡uisimria b . El conwcto con
(como la habitaciún de un hombre). Como experimento, unn de lns
descontento de los miembros más tradicionales de la orden.
betos. También han defendido el uso de códigos vcrbale y \'buales de
la Inq u isición >e reali:a de forma indirecta, ya que el Oculi sedentario Jebe
e>tahleccr contacto con un Ojo itinerante mediante un mensaje en cl¡n·e
colocado �n el l ugar acordado para procede r al interca mbio de informa-
ción anónima, siendo el Ojo nómada el que reali:a la mayor pam del
trabajo para preparar la entrevista. Incluso en esos casos, la célula designa
a un representante para relacionarse con los inquisidores con la intención
de mantener al resto del grupo en secreto. La mayoría de Oculi sedentarios
desconoce los nombres del resto del grupo, refiriéndose a los miembros de
su célula o a otros inquisidores con nombres en clave escogidos en virtud
de oscuras alusiones personales. Esta clase de humor les permite enfren­
tarse a una de las mayores fuentes de estrés de su posición en la orden: la
frustración. Ser Oculi Dei no es un trabajo sencillo, ya que pueden ser
castigados con la expulsión de la orden si toman medidas unilaterales, sin
importar la clase de tragedias que puedan suceder debido a su inacción. Su
longevidad como individuos y como orden viene determinada por su
resistencia a la agonía moral de su posición.
La otra clase de Ojo es la nómada. Estos Ojos son más infrecuentes que
los sedentarios, y es más probable que actúen de forma solitariu y asuman las
funciones de correo entre aquellos miembros más alejados, de contacro
entre las diversas células inquisitoriales y de maestro que enseña e instruye
a otros inquisidores en las nuevas técnicas para atrapar y localizar a los
enemigos. Estos Ojos suelen abrazar profesiones que les permitan viajar sin
llamar la atención (mercader, guardia de caravanas, correo) o afirman que
están peregrinando. De hecho, existe un código de reconocimienro que hace
uso de los principales lugares de peregrinación mencionados en un determi­
nado orden para verificar las identidades de los Oculi itinerantes que actúan
como emisarios enrre las distintas células inquisitoriales. Los Ojos nómadas
suelen hacer que otros miembros de la orden se sientan incómodos ante su
presencia. Muchos de ellos han recibido entrenamiento en técnicas de
infiltración que ponen en práctica incluso entre sus compa'leros
i
de la orden
Los Ojos nómadas forman parte del grupo de inquisidores en la
así como de los más comprometidos, por razones
y algunos poseen cierta experiencia diplomática pasada que les da un punto
sombra más paranoicos,
de vista distinto sobre la condición humana. A menudo, si un miembro
personales. Saben que si son capturados, todo lo que pueden esperar es una
veterano de la orden desea poner a prueba la eficacia de una célula
dolorosa tortura seguida de una desagradable muerte. Casi nadie conoce
inquisitorial, enviará a un Ojo nómada para infiltrarse en la jurisdicción de
su identidad. Se mantienen en la ignorancia hasta que toman parte en una
la misma. Esto se hace no solo para observar sus formas de operar, sino para
misión, e incluso en ese momento poseen una información bastante
comprobar su habilidad para descubrirlo. Si el e pía pasa desapercibido,
limitada. Si cayeran, solo Aignen le Libraire se acordaría de ellos, e incluso
alguien estará interesado en saber los motivos.
este hecho es incierto. Si el hecho de ser un Ojo sedentario puede
ocasionar frustración y miedo, ser un Ojo nómada constituye un ejercicio
de soledad y una existencia de recursos limitados.
Los Oculi Dei están entre el grupo de inquisidores con más probabili­
dades de hundirse. Son testigos de hechos que pueden sumirles en la
depresión y la desesperación. Muchos se refugian en la bebida para templar
sus emociones, o se dejan llevar por comportamientos perversos para liberar
el dolor que gime en su interior. El código de silencio de la orden constituye
un sambenito difícil de soportar, ya que dependen de las órdenes de otros
para tomar partido. Un error de juicio no solo puede costar vidas, también
almas, y estos errores les persiguen durante noches interminables. De todos
los inquisidores, los Ojos de Dios sufren el mayor porcentaje de suicidios. El
peso de su carga apaga sus ganas de vivir, por lo que muchos llegan a percibir
el único pecado imperdonable como un algo más permisible que el hecho de
mantenerse en silencio por más tiempo.
4-)robfemas
Tras varios afias de duras tareas políticas por parte de sus líderes, la
Inquisición ha llegado a un punto en el que puede actuar como fuerza
integrada. Lo hace merced a ignorar las múltiples zonas de desacuerdo
existentes entre las cinco órdenes que la componen. Después de todo, los
motivos que les impulsaron a unir sus fuerzas todavía están frescos, lo que
hace que todos los inquisidores los antepongan a los intereses de sus
respectivas órdenes. A pesar de ello, todavía aparecen grietas en la
estructura, en especial cuando deben adaptarse a las nuevas situaciones.
SBeata �eresa
Poco tiempo después de la muerte de sor Teresa en 1 227, su orden
comenzó a organizar la inevinlhle campaña para canonizada. Para aque-
< que la conocieron en persona, esta canonización parecía inevitable.
�nque sus visiones eran amenazadoras y estaban sujeras a la posibilidad
� ser inspiradas por demonios, era una hija obediente a la Iglesia y viajó
-"llls veces hasta Roma para recibir las bendiciones papales, siendo
.·ngo de varias recuperaciones milagrosas durante su incólume vida.
En el terreno político, las cosas no son tan sencillas. Su canonización
�onvertiría en el primer inquisidor que llegaría a alcanzar la santidad, algo
� redundaría en beneficio de las Hermanas. Hasta la fecha, todas las
3enes poseen su propia lista de caídos, de mártires en la lucha que son
"::Crecedores de cierto grado de reconocimiento. Aunque solo unos pocos
Gian candidatos a alcanzar la santidad, un elevado número de ellos serían
-::.erecedores del título de beato (un grado intermedio). Estas decisiones
:.:cr1en repercusiones que van mucho más allá de la simple canonización, ya
,__e pueden considerarse como un indicador del favor de que disfrutan cada
-:a de las órdenes por parte del cardenal Marzone ... así como del Papa.
Tercsa alcanzó el título de beata en 1228, posiblemente debido a su
�:na relación con la salvación de la vida del Papa Gregario, aunque el
meme paso tardará en producirse. Marzone (quien personalmente apoya
�mpaña de las hermanas aunque no desea expresar su favoritismo de
rma pública) está reuniendo testigos entre los
..:;uisidores más importantes a favor y en contra de la
--xmización. Gauthier de Dampiere ya ha escrito
- testimonio a su favor, así como Otto von
�'Tiau, aunque la recomendación que las her­
=as esperan por parte de fray Leopold todavía
=>3 por llegar. Leopold ha solicitado una prórro­
-aunque lo cierto es que teme poner por escrito
� ;estimonio ya que sabe que su impresión
re la santidad de Teresa se basa más en
-mstinto que en cualquier acto que haya
memplado, una situación que ofende su
�nido de la decencia.
Aunque es probable que los Oculi
::::'e1 hayan observado a Teresa, ningu- .:le sus miembros ha dado un paso
-:a hablar en su favor. Oc hecho,
--.:hos murmuran quedamen- �uando se les pregunta sobre
::.>unto. Las sospechas de los
.:: :se vieron reforzadas cuan­
- obtuvieron una copia de la
-:una visión de Teresa y comprobanque había alusiones a un secreto
_..e habían guardado celosamente
-rante años: el camino duro.
La conrrovcrsia que rodea a la
�ta Teresa que ha convertido en una
-.edra de toque para poner en duda el
-"t-.el que juegan las hermanas en la
"'rla de la Inquisición. Para muchos,
.JrtÍender la canonización de Teresa
.:::l:p ica dar el consentimiento a las
¡-ricticas de la orden, en especial de
ritual de exorcismo y sus escan­
�viajes fuera de los conventos,
'!O que parece totalmente ajeno a
modestia propia de una monja.
::'tras insisten que representa locon­
::-ario, ya que con la excepción de su
�regrinaje a Roma, Teresa se man­
""!1\"0 recluida en su convento,
...iriendo visiones y comuni­
:ándose con el mundo
•
-
-
exterior mediante correspondencia, una forma de vida mucho más aceptable
siempre que las visiones no resultaran ser heréticas.
2os Djos be �íos se abren
Los Oculi Dei son los reclutas más jóvenes de la Inquisición, aunque este
hecho queda minimizado por su dedicación a la causa. Ante todo, una cruzada
comra Diabolum enim et alii daemones consiste necesariamente de tres partes:
detección, investigación y destrucción... y hay que tener en cuenta que tanto
la segunda como la tercera dependen del éxito de la primera. La Inquisición
pasó de forma muy rápida de desconocer porcompleto la existencia de los Ojos
a ser incapaz de imaginar cómo sería su trabajo sin ellos.
A pesar de estos hechos, la integración de la orden en las tareas de la
Inquisición no ha sido sencilla. Muchos Ojos continúan mostrándose
reticentes. Otros dejan entrever a sus compar'ieros que nadie, ni siguiera otro
inquisidor, está a salvo del escrutinio desapasionado de la orden. Los
inquisidores acostumbrados a cooperar con órdenes hermanas han quedado
sorprendidos por la rígida insistencia de los Ojos por permanecer en el
anonimato, sus disfraces, sus códigos, sus enigmas y sus contraseñas. Muchos
se sienten a medio camino entre la sorpresa ante la vasta cantidad de
información que los Oculi ponen ante ellos y el resentimiento por su
dependencia ante esta fuente de información. Aunque un Ojo
lleve meses trabajando en el seno de una célula, sigue siendo
un extraño debido a la posición que ocupa. Con el paso del
tiempo, algunos individuos demuestran su valía en el campo
de batalla, por lo que estas barreras pueden llegar a disolverse,
aunque existe una última frontera de confianza que muchos
Oculi no se permiten cruzar.
Los Ojos de Dios poseen una mayor represen­
tación de las clases bajas entre sus miembros que
el resto de las órdenes, hecho que acaba
haciendo que revivan de forma
involuntaria las luchas de clases
existentes en el seno de la sociedad
medieval. De hecho, muchos Oculi
provienen de barrios marginales,
o así sugieren sus informes sobre
actividades demoníacas. Estos
miembros desaparecen a mayor
velocidad que otros inquisidores.
iMueren o se cambian de bando1
Existen rumores que afirman que
Rodrigo de Navarra se ha vuelto
loco. iQué ocurriría si el hombre
con mayor conocimiento de los secretos de la orden cayera en el delirio?
iA quienes traicionaría?
Los procuradores se encogen de
hombros ante esos rumores y afirman
que carecen de sentido; si los Oculi Dei
estuvieran sucumbiendo a las tentaciones a esa velocidad, toda la
Inquisición se habría derrum­
bado hace mucho tiempo. El
hecho de que continúe en
pie da fe de las buenas inten­
ciones de la orden... al menos
hasta el día de hoy.
�íerra ®anta
Gran parte de la In­
quisición está convencida
de que la cristiandad ha
perdido Tierra Santa, al
menos de forma temporal. Y aunque se trara de un destino que lamenta
nexos con el Santo Oficio y el clero seglar los que deberían mantener las
roJo buen cristiano, existen asuntos más urgentes que merecen la aten­
manos limpias y alejarse de la contienda. En cualquier caso, se debe hallar
ción. Los demonios acechan en la noche de wdas las grandes ciudades
una nueva forma para encubrir las ejecuciones en masa, ya que el
occidentales, abriéndose camino entre las familias reales, tentando a los
enfrentamiento sangriento que facilitaba la desaparición de cuerpos
obispos para que traicionen sus vows. Dejemos por el momenw que las
finalizó con la Paz de París. Se habla de hacer que las culpas recaigan sobre
tierras del otro lado del Bósforo cuiden de ellas mismas.
Mucho> Cabal leros Mendicantes están en desacuerdo. Desean par­
ticipar en otra cruzada ahora.
Hasta cierw punto, esta actitud es perfewnncnte comprensibl e. La
Orden de los Caballero Mendicantes fue forjada en el crisol de las cruzadas .
Muchos de el los dieron todo lo que tenían para proteger los lugares sagrados
de los sarracenos y de otras criaturas más terroríficas . Tampoco es ninguna
he rejía pensar que la podred umbre que se ha aduet'iado del corazón de
Palestina, lugar que la tradición coloca como centro de los mapas medieva­
les, se extemierá a toda la humanidad si no se llevan a cabo las medidas
necesarias. Muchos miembros del resto de las órdenes se sienten obligados
a apoyar el deseo de los Caballeros por iniciar una nueva cru:ada aunque ésta
die"me sus propias fuer:as. Después de todo, Jerusalén e única.
A pesar de ello, algunos inquisidores consideran que estas solicitudes
son exa perantes, en especial aquellos que prefieren que la organi:ación
los bandidos de la zona, sobre los renegados albigenses de las montai)as o
sobre cruzados que vinieron para cumplir la voluntad del Papa y permane ­
cieron en la zona con la intención de saquearla .
La Inquisición se ha dado cuenta de que la Herejía posee un alcance
superior al del Languedoc. Podría haber un nC1mero significativo de
seguidores en la Lombardía y en otros lugares del Sacro Imperio Romano.
Incluso existen rumores de corrupción en los Estados Papales. En cual­
quier caso, no se puede dudar de que conforme los Cainitas sean erradicados
del Languedoc, aquellos que logren sobrevivir escaparan e intentarán
empezar de nuevo en los territorio · circundantes .
Muchas de las células inquisitoriales de las zonas de riesgo se
muestran reacias a dejar a un lado sus mi iones actuales para comenzar de
nuevo. Los inquisidores de la Selva Negra no ven ninguna razón en
preocuparse por algún sacerdote pálido que pueda venir en el futuro
cuando la semana pasada todo un grupo de lci1adores y sus familias fueron
evite llamar la atención exterior. Según ellos, los Caballeros reali:aron la
masacrados por una manada de lobos demoníacos. Estos grupos suelen
prome a sagrada de conYertirse en protectores de la Inquisición para
recibir los paquetes con documentos de ayuda y las cartas de consejos de
después expresar su deseo de reali:ar acciones en :una geográficas donde
sus hermanos del Midi con poco cntu�iasmo.
la ¡3res.e.ncia- de la Inquisición era nula. Por desgracia, el Papa no representa
Aquellos inquisidores que abandonen sus misiones para perseguir a
ninguna ·ayudá. Ningún santo pontífice se negaría a convocar una cruzada,
la Herejía en su éxodo a través de Europa pueden esperar gélidos recibi­
Los Caballeros que se han integrado en las células de la Inquisición
llegar a entablar una relación amistosa con las células locales (ya que nadie
salvo e;1 el caso de que las circunstancias en Europa no fueran propicias.
mientos en otras comunidades. Aunqu e es posible que algunos puedan
afirman que no tienen la intención de abandonar a sus compm)ero , por mucho
está exento de la hospitalidad que los inquisidores se dan entre ellos
que duela a sus camaradas. Muchos inquisi dores se sienten reconfortados al
independientemente de las circunstancias), a menudo, la presunción de
pen ·ar que a pesar de las ganas que los Caballeros tengan de convocar otra
cruzada, existe una distancia considerable entre querer y poder. Ello no evita
que cada vez lJUt: ;e filtra un rumor que afirma que los Caballeros han entablado
com·er aciones con los banqueros venecianos, que se están preparando naves,
o que algún rey, príncipe o duque ha mencionado la posibilidad de participar
en una nueva cruzada, la gente se ponga nerviosa.
saber con exactitud qué es lo que se oculta tras las atrocidades locales y su
interferencia en asuntos ajenos puede dar lugar acalorados enfrentamientos.
2a .Perejía [ainita
cuando la influencia demoníaca penetra en el seno de la Iglesia de la que
Aunque el Santo Oficio no está preparado para aceptar e te hecho,
la Iglesia ya ha condenado a muerte a la herejía del Languedoc. Cierto, el
catarismo persistirá durante otro siglo, aunque el potencial de crecimiento
del movimiento ha sido eliminado. El fuego, la espada y los saqueos han
conseguido lo que las oraciones no pudieron realizar.
Este hecho deja a la Herejía Cainita peligrosamente expuesta. En los
días en que se tol eraba a los albigenses, los sirvientes de la Herejía podían
reclutar a sus seguidores entre una masa de gente comp rometida con el
dualismo y la rebelión frente a la Iglesia, aunque de una forma mucho más
benevolente. Aunque los rituales de los Herejes no eran tan benévolos, sus
secretas idas y veni d as no eran vistas como causa de alarma por las
autoridades feudales, muchas de las cuales pertenecían a la Iglesia cátara.
La Inquisición ha mostrado su satisfacción por la situ ación actual
(icómo podría hacer lo contrario/). Aunque el triunfo de la Iglesia crea
nuevos problemas. La responsabilidad de la inquisición se ha desplazado
de manos de los obispos, quienes e dedicaban a ello de forma e porádica,
a la del Santo Oficio, quien está demostrando ser un cuerpo organi:ado y
eficiente . Las probabilidades de que la Iglesia acabe averiguando la verdad
de la Herej ía Cainita nunca han sido mayores. Ni la Inquisición ni los
Herejes pueden consentir que esw suceda.
(t( enemígo interior
La Inquisición es una institución secreta y sagrada encargada de
proteger a los fieles de las influencias demoníacas. Pero, iqué ocurre
la Inquisición obtiene el poder para ju:gar ?
Para algunos la respuesta es sencilla, por lo que cualquier intemo
para complicarla representa una herejía especialmente perversa. Si hay
maldad en la Iglesia, debe ser e xtirpada con má vigor que de costumbre.
Dudar de ello es caer en las manos del Demonio.
Es debido a la existencia de estas personas (que en raras ocasiones son
gentes sencillas a pesar de la sencillez de su opinión al resp ecto y es
probable que representen el corazón de la Inquisición) que Marzone y el
Concilio Supremo no han compartido todo lo que saben sobre las horribles
depravaciones que existen en los niveles más altos de la Iglesia. Marzone
juró hace décadas defender la crist iandad con toda su fuerza, aunque como
cardenal y creyente reconoce que si sus esfuerzos derribaran a demasiados
apoyos vitales del papado, sería responsable de destruir el único atisbo de
luz que posee el mundo. La credibilidad de la Iglesia es bastante baja (o así
lo parece para la gente de la época , aunque todavía debe llegar a su nadir),
una cualidad necesaria para consolidar el cuerpo maltrecho de la cristian­
dad. Dios escucha las oraciones del más humilde de los campesinos,
motivo por e l que la comunidad de 1m fieles no puede permitirse perderlo
y como consecuencia de ello éste debe ser capaz de creer en su Iglesia.
Como los Oculi Dei defienden una política de inacción y secreto
acorde con l a política de Marzone en este sentido, tanto él como el
Las controversias sobre la mejor forma de perseguir a la Herejía tras
Concilio Supremo utilizan los talentos de la orden para reunir toda la
el de enlace de la cruzada albigen e han dejado al borde de la ruptura a más
de una célula. Aquellos inquisidores con influencias en el Santo Oficio o
información posible sobre aque llós miembros de la Iglesia bajo sospe·
cha de flirtear con el demonio. Los Ojos de Dios que toman parte en
en el clero seglar insisten que deberían proced er a realizar purgas adicio·
estas misiones están vinculados por su solemne v oto de obediencia al
nales mientras deciden cómo moverse sin poner en peligro el rostro
público de la Iglesia . Otros inquisidores insisten que son qu ienes poseen
pap ado para no reve lar nada de lo que averigüen sin permiso expreso
del Concilio Supremo.
Algunos inquisidores seleccionados de otras órdenes comienzan a tomar
-a.""te en estas investigaciones. Estos hombres y mujeres realizan su trabajo con
.:enx:ión, aunque las revelaciones que acaban desvelando pueden golpearles
_� dureza. En el futuro, verán como su libertad queda restringida por la
-...r...-oc acia oficial: sus peticiones para viajar a otras diócesis y trabajar con otros
mpafleros pueden ser denegadas, pueden verse "promocionados" a otras
�-iciones menos activas, o formar parte de asignaciones peligrosas.
Aunque la Inquisición ha podido derrocar a algunos obispos (así como
algunos abades ricos, templarios, hospitalarios, y uno o dos cardenales
'=<:nores) , pueden pasar muchos aflos antes de sentirse en la posición de
;pear en las raíces más profundas de la corrupción. Sí, el Papa actual está
-...era de toda duda, pero podría morir en cualquier momemoy ser reemplazado
�:un Antipapa, o incluso por un Papa legítimo que odie a la Inquisición. Por
__,, tamo Marzone como el Concilio creen que cualquier plan que dependa
-..e Ia cooperación papal para tener éxito es demasiado arriesgado.
Lo que tanto Marzone como el Concilio desconocen es que existe un
=--ro de subordinados que aunque ignora estos secretos, piensa lo peor.
-�mnas Hermanas visionarias sufrieron experiencias extrat1as miemras
.srían a misa en Roma. La Orden Roja ha rechazado acercamientos
.;:usrosos de toda una serie de personajes sospechosos que esperaban tener
..:ceso a conocimientos prohibidos y cuando, debido a su curiosidad,
- ·estigaron quién estaba tras ellos se encontraron con que muchas veces
:;!Sta llevaba hasta un prohombre de la Iglesia. Hace algún tiempo, los
- "alleros descubrieron que no todos los legados que contrataban su
.tección estaban libres de toda sospecha. Y en lo que respecta a los
-mau, pueden oler que hay algo extraflo en el interior del Larerano.
Para los que creen que sirven al único brazo de la Iglesia incorrupto, la
�LICtancia de la Inquisición a enfrentarse a la realidad que muchos sospechan
::;) una fueme de angustia. Pueden acabar arrepintiéndose del juramento de
_
_
�
obediencia que su orden prometió al Inquisidor General. Pueden alzar sus
voces para mostrar su descontento.
Incluso pueden separarse del tronco de la
Inquisición y llevar a cabo sus propias campaflas de justicia. Al intentar
proteger a la Iglesia en su papel de fuente y escudo de esperanza, la Inquisición
podría acabar desgajándose bajo el peso de sus propias contradicciones.
[é[u[as enfangabas
En los primeros aflos, cuando la I nquisición comenzaba a crecer,
muchas células estaban formadas por miembros de una o dos órdenes.
Aunque todas las órdenes se apoyaban entre ellas para obtener informa­
ción y ayuda, sus miembros no operaban de forma conjunta. La Inquisición
funcionaba más como una confederación que como un todo, compartien­
do los recursos solo cuando era necesario.
Esta situación ha cambiado. Marzone se ha dado cuenta de que la
Inquisición no puede desarrollar todo su potencial mientras las órdenes
continúen desconfiando entre ellas. También sabe que nada puede susti­
tuir al contacto cara a cara, y que una batalla compartida puede sellar lazos
de amistad que se prolonguen durante toda la vida. Como resultado de
ello, ha escrito varios edictos en los que anima a los distintos inquisidores
a unir sus fuerzas y ha alabado los ejemplos de cooperación. Su ejemplo más
brillante es la colaboración entre Leopold von Murnau y Sir Baudion le
Breton (sería difícil imaginar una pareja más dispar, aunque ningún
demonio es capaz de resistir su paso).
En algunos ámbitos, estos consejos no son necesarios. Allá donde las
fuerzas de la noche son fuertes y los miembros de la inquisición débiles, se han
creado células mixtas por pura necesidad. En otros lugares, los Concilios
locales han creado una serie de células de prueba y afirman estar muy
complacidos con los resultados. A pesar de ello, los resentimientos son
inevitables incluso ante las mejores circunstancias. Existen células veteranas
libro de claves que se negó a entregar cuando el Santo Oficio así lo
solicitó) . En lo que respecta a su "confesión", queda claro que fue resultado
de la tortura, o quizá emitió un testimonio falso para proteger sus
verdaderos secretos. Incluso Rodrigo de
avarra, que consideraba que
Aignen era un traidor por revelar la existencia del Oculi Dei al papado,
respalda ahora su inocencia.
A pesar del dolor que siente Marzone, no se encuentra en posición
de dar un paso al frente y solicitar una rehabilitación póstuma. El secreto
de la Inquisición en la sombra es mucho más importante que el destino de
la vida (o del alma) de un inquisidor. 1 aturalmente, los Ojos de Dios se
resienten ante la inacción, aunque comprenden la postura del cardenal.
Después de todo, creen fervientemente que Aignen murió para proteger
compuestas por una sola orden que
no
desean aceptar a extra1ios para
complacera los experimentalistas. 1opuedeesperarse que una Hermana Rojafamosa
en u propia orden por ser un buen espía acoja con alegría la participación de
un Ojo de Dios en su célula. Un noble Murnau que ;e sienta orgulloso de
re catar a otros inquisidores en su :ona verá la llegada Je un Caballero como
una afrenta a su honor y un insulto explícito a sus habilidades, etcétera. De
momento, las células mixtas que han dado mejores resultados son aquellas que
han encontrado un incenth•o personal para pern1anecer juntas y cuenran con
experiencias per>onales que refuer:an ;u confi¡m:a mutua.
Las células mixtas también sufren conflictos inesperados en lo
relativo a los procedimientos. Aunque lo pasos de un proceso inquisitorial
están definidos de forma clara y formal, todavía existen ciertas asunciones
específicas de cada orden, en especial en lo que concierne a los detalles.
Esto suele pasar en aquellas :onas en las que una orden domina el Concilio
de Fe. Un Caballero que incendia la biblioteca de un monstruo bajo la
creencia Je que e;tá haciendo un gran favor al mundo, se sorprenderá ante
la fiera mirada de su colega de la Orden Roja. iAcaso no sabe que en primer
lugar debe examinar los libros de la criatura para ver si hacen alusiones a
otros seres! Por supuesto, el Caballero tiene la excusa de enfurecerse a su
ve: cuando comempla como el Hermano no ve ninguna razón para esperar
que traigan un hueso mohoso desde un centenar de kilómetros solo porque
el fetichbta Caballero no quiere ir a la batalla sin él.
�( martítío be 2Hgnen
El punto más candente gira en torno al asumo de Aignen le Libraire,
segundo al mando del Oculi Dei, quien, ironía de las ironías, se com·irtió en
la primera víctima oficial del Santo Oficio en 1 2 3 1 . Tras vario días de
tortura, acabó confesando ser unperfecws albigense que lideraba a su rebaño
cristiano hacia el pecado, aunque el Santo Oficio fue incapa: de dar con la
mayor parte de los nombres que mencionó. Aquellos que ha podido locali:ar
ya hace tiempo que están muertos (para evitar problemas, el Santo Oficio ha
sus identidades. A pesar de lo mucho que les gustaría creer en el Santo
Oficio, no tienen la seguridad de que haya escapado a la corrupción. De
hecho, los Oculi más paranoicos están convencidos de que el martirio de
Aignen es una prueba fehaciente de la existencia de una mano siniestra.
Marzone ha hablado inforn1almente con el Papa, quien se muestra
receptivo, aunque aconseja esperar varios años antes de tomar cualquier
medida. El Papa está convencido que si refuta los veredictos del Santo Oficio
demasiado pronto, minará la autoridad de la institución justo en el momento
en que más precisa de su apoyo, algo que no merece la pena. Sabe que Dios
conoce la verdad sobre el alma de Aignen, por lo que unos cuantos años no
le harán ningún daño. Una vez que la herejía haya desaparecido del
Languedoc, será el momento adecuado para reparar el daño realizado.
Los Oculi Dei, acostumbrados a llegar a sus propias conclusiones han
llevado a cabo un movimiento más arriesgado. Uno de sus miembros con
contactos en el Santo Oficio ha conseguido tener acceso a los restos de
Aignen, restos que planean transportar hasta su mansión familiar de
Tolosa para que sean enterrados en suelo consagrado junto a los de sus
ancestros. En los próximos años, el lugar se convertirá en un templo no
oficial del Oculi Dei: un monumento póstumo al destino que puede
encontrarse cualquier miembro de la orden.
[onsuefos fífosófícos
Se volt'ió hacia mí y me f>reguncó que si mis ojos me ofendían, por qué no
me los sacaba. Le conresré que ruí lo haría si Dios me lo pidiera. Me preguntó si
i o que Dios había ordenado a Abraham matar a su hijo Isaac en la cima
no era c err
de la nwnta1ia. Le dije que ruí era, aunqll(� me apresuré a aclarar que Dios en su
infinita bondad le había dado 1111 Sltsriruro para el sacrificio en el último momento.
Volvió a mirar a la criatura que tenía en Sll.l brazos y dijo en todo de mofa que
por qué Dios no hacía lo mismo alwra, y lanzó el bebé al canal antes de que tuviera
tiempo de reaccionar. En ese nwmenw desconocía que su mujer ya estaba
de Dios del Languedoc al servicio de Aignen arriesgaron su vida para estar
muerta. Pido el perdón para mi l1ennano inquisidor, si está loco, quizá rudos lo
estemos debido a nuestra carga y nuestro dolor, por lo que paso rodas las noches
rezando y preguntándome si yo también he derramado sangre inocente en un
presentes durante su ejecución y mostrar sus rostros para que pudiera
delirio que confundí con ardor. . .
desenterrado sus huesos y los ha incinerado). Al menos una docena de Ojos
sentirse reconfortado en los últimos instantes de su existencia.
Para la Inquisición, este golpe ha sido muy duro. La muerte de
-Extracto de la declaración de Zanino Turri, Caballero Mendican­
Aignen deja un enorme hueco en el liderazgo de la cruzada, ya que Rodrigo
te de Acre, ante el Concilio de Fe de Venecia.
Para la mente moderna, la Inquisición es un ejemplo arquetípico de
es prácticamcme un ermitaño (y eso no es lo peor). Muchos inquisidores
cómo la opresión y el asesinato puede disfrazarse de piedad. La noción de
aceptaban de buen grado el riesgo de morir a manos de los demonios y de
que una persona pueda "salvarse" gracias a la tortura o la incineración es
�u servidores, pero la muerte de Aignen a manos de la Iglesia (y más
aberrante, el hecho que los inquisidores pudieran llevar a cabo estos actos
concretamente a manos de una organización hermana) ha servido para
solo puede significar que eran unos seres sedientos de sangre, supersticio­
revelarles el ni1·cl de soledad en la que opera la Inquisición en la sombra,
sos, enloquecidos por su libido reprimida o simples malvados.
por mucho 4ue digan los decretos papales.
Por supuesto, existen pocos miembros que den crédito a los cargos
que ;e prc,cntaron contra Aignen, en especial entre los miembros de lo
Los inquisidores disentirían ue esta definición: desde su perspecti­
va, fueron unos guerreros santos que dedicaron su existencia a defender
las almas cristianas de los ataques heréticos y demoníacos. Los inquisidores
Ojos de Dios, para quienes era padre, protector y confe ·orextraoficial. Los
de la cruzada contra Diabolum enim er alii daemones estarían más que
miembros de la orden están seguros de que fue un terrible error. Era
convencidos de la bondad de sus actos. Esta sección intenta explicar el
austero y delgado como muchos otros perfwi, un miembro de una vieja
motivo por el que los seres humanos racionales creían en los actos de los
familia de Tolosa, que seguro que había despertado las sospechas del Santo
inquisidores, así como las implicaciones (tanto benignas como malig­
Oficio por ocultar algo (de hecho, fue sorprendido mientras quemaba un
nas) de estas creencias.
;2a �bab Dscura?
Existe la preconcepción de que el conocimiento desapreció del
�.do occidental con la caída del lmperio Romano y que no reaparcciú
•:a el Renac imiento, por lo que la Edad Media no fue más que un vacío
e" .... evolución de las ideas humanas. De hecho, el pensamienro cristiano
• medievo fue el embrión de la filosofía clúsica y de las revelaciones
,.. ·ncas. La Iglesia mediev a l produjo muchas mentes brillantes con un
..!er de lógica tan formidable como cualquier otro talento de otra época
···rica: Aquino, Boecio, etc.
Es cierto que el cristianismo defendía que sus preceptos básicos
C'"lanaban de Dios. Por este motivo, cualquier frase exmfda de las Escrituras
Je un concilio episcopal} , no podía ser puesta en duda mediante la lógica.
- ;-esar de ello se consideraba que el "raronamienro natural" era una
:ramicnta excelente para explorar y aplicar las verdades esenciales. Gran
:te de las obras filosóficas de los anriguos griegos desaparecieron tras la
da del Imperio Romano y pocas per unas eran capaces de leer. Sin
c::bargo, los eruditos occidentales imitaron lo poco que conocían del
ruamiento neoplatónico y los cruzados consiguieron descubrir gran parte
3e la erudición que el Islam había conservado. El siglo XII trajo consigo una
....ICa de florecimiento intelectual acompañado por una inquietud espiritual
_,.;: afectó a todos los niveles sociales. La herejía era la encarnación más
-:�enazadora pa ra los espíritus inquieto de la época.
Los filósofos medievales poseían una habilidad excepc ional para
!llir cualquier línea de razonamiento hasta sus exuemos lógicos, a pesar
...e lo inhumano que pudiera parecer. En parte, fue esta capacidad la que
-<Jbilitó algunos de los peores horrores de la Inquisición.
2a 9Jtabre :3g(esía
En el Medievo Oscuro la fe puede salvar. Las buenas obras, aunque
-�eden aplacar el sentimiento de culpa, no representan la medida por la
.e las almas son juzgadas. Está escrito que todos los hombres pecan y ;e
e¡an de la gloria divina, aunque Dios, en u piedad infinita, ha puesto a
u disposición los sacramentos de la comunión, la confe ión y la extre·
�unción, los cuales (si son ejecutados por un ungido} ayudan al hombre
reconciliarse con Dios tras sus tropiezos. Sin embargo, solo los fieles
-ueden disfrutar de estos beneficios. Un hombre sin fe es un hombre
uente de un lugar donde refugiarse de la ira divina. Incluso los pecados
..
::lás nimios ponen en peligro su alma inmortal.
La pregunta es obvia: ien qué consiste la fe? iQuiéncs ;on fieles1 Para
b
hom res de Iglesia, no se trata de unas preguntas retóricas. Ellos creen
�ue en el día del juicio serán llamados a presentarse ante Dios para
·esponder del destino de todas las almas humanas sobre las que ejercieron
_e pastores. Ellos cargarán con las culpas de las almas perdidas para
•Jempre. Por este motivo, desde su punm de vista, resulta imposible no
�"re;lar demasiada atención a la controversia de qué >01\ creencias cris tia ·
'
nas y qué no lo son, o qué es lo que pasa por las mentes de sus reba11os.
Debemos recordar que el hecho de ser un cristiano latino no solo vincula
.1! Creador. También onfiere la pertenencia a una comunidad global de fieles
Jo, herederos espirituales de los antiguos santos y mártires). La Iglesia Romana
¡xme especial énfasis en las palabras que jcsí1S dijo a Pedro Simón: "Mas yo
también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia ; y l�s
ruertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti daré la llaves del reino
Je los cielos; y todo lo que ligares en la tierra será ligado en los cielos; y t<xlo
lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos"
Como b latinización de Pedro, petnlS, significa "roca", con esras
palabras Jes(J quería decir a Pedro que debía convertirse en el ancla de
rodos lo fieles, en su primer vicario. Al ser Pedro obispo de Roma y sufrir
su martiri o en esta ciudad, todos sus sucesores en el cargo de obispo de
Roma (es decir, los Papas), deben proseguir con esta misión. Es esta
autoridad apostólica la que otorga al Papa y a su clero el derecho de juzgar
sobre temas de fe y de otorgar el verdadero sacerdocio (es importante
c
recalcar que en esta época la infalibilidad Jd Papa sobre temas doctnnales
todavía no se ha convertido en pilar oficial de la Iglesia. El Concilio de
Cardenales roda\'Ía puede contrarrestar sus decisiones) .
El hecho de ser fiel a la ortodoxia significa gozar de la protección de
los descendientes de CriMo, los únicos que poseen la� llaves para conseguir
el derecho a los sacramentos que aseguran la salvación. Solo se puede
encontrar la Gracia desde el interior de la comunidad. Esto explica en
parte el terror que se tenía ante una sentencia de excomunión.
Los sacramentos, misas, días santos, lugares de peregrinación, reli­
quias y rituales sirven para mantener a los católicos unidos desde u n punto
de vista práctico. Constituyen una e pecie de lengua materna que campar·
re roda la cristiandad. De hecho a la Madre Iglesia le gusta verse como el
poder que mantiene unido al mundo, y por una buena razón. Cuando el
Imperio Romano se deshi:o y sus territorios se vieron abocados a la guerra
y al caos, (quienes evitaron que los señores guerreros cometieran exce1os!
iQuién les recordó que incluso los reyes tienen que responder ante un
poder superior/ iQuién educó a los invasores bárbaros' iQuién preservó
los preciosos libros contra los ataques del fuego y la espada tras los muros
de los monasterios1 iQuién fundó las universidades ? iQuién construyó
hospitales para atender a los enfermos y catedrales para unir a los seres
humanos, así como refugios para los viajeros y los peregrinos? iQuién
pr01·eyó un oficio útil para los hijos, hija y \"iudas del mundo? Si la Madre
Iglesia estuviera a punro de desaparecer, iQuién asumiría esros debere>?
Seguro que no sería ni la nobleza ni la plebe. Y si en ocasiones la Madre
Iglesia parece asumir poderes temporales que le son ajenos, resulta difícil
culparla por ello. Debe ser capa: de defenderse, o corre el riesgo de caer
bajo el peso de los potentados. Acabaría siendo reducida a una simple
marioneta incapaz de hacer frente a la maldad que acecha el mundo.
Bajo esras circunstancias, rarece lógico llegar a la conclusión de que el
destino del mundo (tanto material como espirirual) recae sobre los hombros
de la Iglesia Católica. Cualquier amenaza contra su hegemonía (con indepcn·
dencia de que pro\·enga de un perfeau.s de Tolosa o de una criatura de la
oscu ridad de Manchester) se convierte en una amenaza contra la civilización.
iAcaso existe un sacrificio demasiado grande para salvar a la civili:ación?
1)robfemas en e( 1)araíso
Por otra parte, si todo esto �s cierro, i cómo es que existen hombres cuerdos
que se dejan arrastrar por la herejía? iPor qué sería necesaria una Inquisición?
La respuesta radica en el hecho de que el cristianismo nunca ha sido
el monolito que la Iglesia desea hacer creer. Desde sus primeros días,
existieron distintas ramas de la Iglesia que disintieron respecro a puntos
vitales y tomaron acercamienros distinros a los predicados por la doctrina.
Algunos teólogos famosos acabaron siendo declarados herejes, e incluso
entre los que escaparon a esta situación, existen punros de discrepancia
(de hecho, los cuatro evangelistas transmiten en sus evangelios distintas
versiones de lo mismos sucesos). La erudición de la Edad Media reveren­
cia los precedentes y la autoridad, mas cuando estas autoridades disienten,
el caos se desencadena. Los debates acaban convirtiéndose en acres
discusiones (y los relacionados con remas religiosos son los más acres) . En
la confusión subsiguiente, incluso los sabios más devotos pueden caer en
la heterodoxia, o encontrarse arados de pies y manos.
Consideremos, por ejemplo, el problema de la refutación Je la
doctrina cátara. La Iglesia condena el catarismo por ser una herejía
dualista. Este "dualismo" hace referencia a la interrelación de dos concep­
to· básicos: en primer lugar, que el aspecto espiritual de la creación es
bueno por narurale:a y que el aspecto material malo; en segundo, que e�tos
aspectos separados de la Creac ión fueron materializados por dos principios
opuestos, uno de los cuales intentaba que la humanidad disfrutara de la
alegría divina del espíritu inmortal y otro que torció este designio atrapán­
dola en cuerpos de carne. Esm última creencia es una clara afrenta a al
monoteísmo ortodoxo cristiano que insiste en que solo Dios puede crear.
El cararismo desafía la noción ortodoxa que el Dios verdadero es por
definición bueno y solo puede crear cosas buenas y que la maldad se origina
solo cuando los hombres y los ángeles se revelan contra su voluntad y
pervierten Su Creación para servir a sus propios propósitos.
(La Herejía Cainita también es una fe dualista, aunque no está
emparentada con el catarismo, a pesar de que los miembros de la Herejía que
son capturados por la Inquisición secreta intentan hacerse pasar por cátaros
cuando no pueden pasar por católicos. El deliro d e la Herejía consiste en
considerar que los vampiros, seres que no respiran, ingieren alimentos o se
reproducen, son seres de espíritu puro, embajadores de Dios en la Tierra que
pueden conducir a los morrales hacia la luz (a cambio de ofrendas de sangre,
por supuesto). Más adelante explicaremos con más detalle los puntos de
vista que la Inquisición tiene de esta herejía. Si deseas conocer en detalle sus
preceptos y prácticas, puedes consultar Herejía Cainita).
Sin embargo, existen nociones peligrosamente cercanas al dualismo
que no son ajenas a la Iglesia católica. Es probable que en el pasado, la Iglesia
quedara infectada de forma irremediable por tendencias zoroástricas,
maniqueas o doccristas, antes de que los enfrentamientos reológicos de los
primeros siglos confirieran una uniformidad perfecta a la doctrina y convir·
tieran a la Iglesia en un poder secular. Abundan las leyendas cristianas de
santos y mártires que negaron la carne de forma dramática, realizando actos
que fueron desde sentarse en lo airo de un pilar durante aii.os a burlarse de
sus propias sesiones de tortura. El propio Cristo animaba a sus seguidores a
abandonar todas sus pose iones mundanas y confiar en que Dios satisfaría
su, necesidades, de allí surgieron las órdenes mendicanres: dominicos y
franciscanos; órdenes que pregonan la negación de la prop1edad y la
predicación nómada en un intento por imitar los pasos del Hijo de Dios (en
parte es este el motivo por el que fueron elegidas para liderar el Santo Oficio.
A diferencia de los lujosos cistercienses, quienes dieron una impresión
decepcionante cuando visitaron Languedoc para intentar convencer a los
herejes para que volvieran al rebal'ío, los frailes mendican tes podían compe·
tir con el ascetismo de los /Jerfecri cátaros).
Alguien ajeno a esta lucha podría argumentar que para pregonar una fe
que insiste en que la camc no es inherenremente malvada, la Iglesia pasa
demasiado tiempo condenando algunos de sus usos más intercsanres. Los
cátaros podrían preguntarse que si la carne no es mala, ipor qué los clérigos
...eben permanecer célibes? Así, aunque la noción de un segundo creador
seguidores humanos pueden clasificarse de heréticas y por tanto podría
::�ab•olo podría sorprender a un hereje potencial, constituye una respuesta
convertirlas en blanco del Santo Oficio. Sin embargo, la Inquisición hace
-eg
antc a la pregunta de por qué Dios permite el sufrimiento en un mundo
todo lo posible para encargarse de esros casos antes de que el Santo Oficio
"lleno", una pregunta que los sacerdotes católicos son incapaces de contestar
o alguien menos preparado para ello se dé cuenta de la situación.
•u plena satisfacción (y mucho menos a la satisfacción de sus rebar1os) .
Es importante notar que una persona que haya sido educada en una
Esta clase d e problemas obligaron a los dominicos a ejercer sus dotes
sociedad herética y desconozca el punto de vista de la Iglesia no es un
oológicas para explicar el motivo por el que Juan Bautista pudo vivir de
hereje, sino un alma errante que debe recibir una educación espiritual
-:.1vas y miel, y al mismo tiempo despreciaban a los cátaros por ser
egetarianos. Para muchos creyentes ordinarios, los hábitos austeros y
reniega de sus creencias se convierte en hereje (la palabra herejía hace
medidos de los perfecri parecían mucho más cercanos a los apóstoles de
referencia a "elección", ya que todo hereje debe haber romado una
antigüedad que el obispo local con sus vestiduras bordadas, sus cacerías
decisión consciente para convertirse en rebelde).
• Cisma: Término menos peyorativo que "herejía". Hace referencia a
•
\US
queridas. En ocasiones, la evidencia ocular tiene más peso para el
-ebaño que los argumentos bíblicos.
adecuada. Solo cuando una persona conoce la verdadera doctrina y no
una división rencorosa entre grupos de la misma Iglesia, no necesariamente
Además de lo anteriormente citado, esta época de la historia está
basada en la doctrina. Por ejemplo, cuando existen dos candidatos papales,
�na de inquietudes relacionadas con lo espiritual, en especial con la
la obediencia a cada uno de ellos es cisrmítica con respecto al contrario. La
ñoranza de volver a recuperar la pureza de la Iglesia primitiva. Laicos y
Iglesia Católica considera que la Iglesia Ortodoxa es cismática, por lo que
�lares comienzan a darse cuenta del hedor de corrupción que despiden
suele emitir solicitudes en intervalos regulares de tiempo para que se
gunos monasterios y los palacios de los prelados. Reformistas como
reconcilien con el Papa, el líder espiritual. A pesar de todo, los cismáticos son
?rancisco, cuyo comportamiento excéntrico y sus agitaciones populares le
considerados como cristianos, por lo que merecen más compasión y respeto
�bieran valido la excomunión en vez de la canonización de no haberse
que los herejes (Después de todo, las cruzadas fueron un esfuerzo para salvar
ngraciado con el Papa para dedicar sus esfuerzos por el bien del sistema.
a los cristianos ortodoxos de la opresión de los infieles. El hecho que los
)nos como Pedro Waldo comienzan a trabaj ar desde el sistema, mas
cristianos ortodoxos sufrieran casi tamo como los musulmane� las conse­
-
.uando sus desacuerdos con el Papa son demasiado importantes, o cuando
cuencias de las cruzadas fue más el resultado de la avaricia y la ignorancia
sienten ofendidos al ver como sus declaraciones son condenadas,
humana que del odio religioso). Los cismas no interesan a la Inquisición,
<
xaban por rebelarse. A pesar de rodo, la necesidad subyacente existe,
unque la línea que divide a un santo de un hereje es muy delgada.
excepto por el hecho que dificulta la cooperación con los ficle locales.
•
Paganismo: Aunque el paganismo podría considerarse como una
Muchas de las herejías de la época (entre las que se incluye el catarismo)
clase extrema de herejía, la Iglesia no lo ve de esa forma. Cuando los hombres
-rometieron satisfacer la nostalgia por la sencilla fe de los mártires. También
de Iglesia condenan las prácticas paganas, se refieren a las costumbres
>ometían llenar el vacío que muchos sentían al verse excluidos de la
provenientes de las religiones precristianas del oeste de Europa, por muy
--articipación en la vida religiosa. Mujeres que no pueden recitar misa pueden
:unverrirse en perfecri y saberse iguales a los clérigos masculinos de su fe. Los
aldenses tienen el privilegio de leer las Escrituras en su propia lengua (algn
.¡ue los ortodoxos carecen) . Aquellos pobres que no pueden reunir las
inocentes que puedan parecer: dejar leche para los duendes, celebrar rituales
de fertilidad para tener buenas cosechas o narrar historias sobre mujeres que
escapan de su lecho por la noche para cabalgar junto a Diana bajo la lu: de
la luna. Para la Iglesia, estas creencias constituyen una enfermedad que casi
.irendas tradicionales para ingresar en una orden sagrada pueden conver­
ha sido erradicada, aunque no debe bajar la guardia. Los campesinos son
::.rse en ascetas heréticos. La Madre Iglesia es consciente de estos peligros y
especialmente propensos a ellas: de hecho el término "pagano" hace referen­
:x>r este motivo convoca el Cuarto Concilio Laterano en un esfuerzo por
eliminar los abusos seglares y reducir las confusiones doctrinales, aunque el
�rillo de la herejía todavía luce con fuerza.
�efínícíones
La herejía es el dominio del Santo Oficio. Los inquisidores de Marzone
cia a gente que vive en el campo. Los sacerdotes locales deben convencer a
su rebaño para que abandone estas creencias y abrace las costumbres
cristianas equivalentes, por lo que ni el Santo Oficio ni la Inquisición se
sienten preocupados por el paganismo de la época.
Por otro lado, el paganismo puede entremezclarse con lo sobrenatu­
ral y lo maléfico. Por este motivo, los inquisidores (en especial aquellos que
se especializan en cultos y hechiceros oscuros) suelen estar informados de
<uelen encontrarse con herejes en el transcurso de sus investigaciones,
todo lo que huela a paganismo, ya que indagan sobre su naturaleza en
aunque no dedican sus esfuerzos a juzgar a los cátaros. Poseen dos motivos
busca de algún ser inhumano que pudiera haber tras estas creencias.
para actuar de esta manera: el primero es que no desean duplicar los esfuerzos
Las deidades paganas han sido clasificadas por algunos eruditos de la
..¡ue llevan a cabo otras organizaciones, y el segundo es que cada condena al
Iglesia como demonios de ·egundaclase, por debajo de los ángeles caídos que
margen de los procedimientos incrementa el riesgo de ser descubiertos. A
se rebelaron junto a Lucifer durante el amanecer de la creación. Las hadas,
pesar del odio que puedan sentir hacia los herejes, no están preparados para
trasgos, huargo y otros "espíritus" pertenecientes a las leyendas populares
poner en peligro su propia causa para destruirlos. En vez de ello, uelen
forman parte de la tercera clase. Muchos cargos de la Iglesia consideran esta
preparar denuncias anónimas para los dominicos una vez que se han
clasificación como una distinción académica. El Santo Oficio ya está
a egurado de que la zona está limpia de amenazas más oscuras, ya que una
demasiado ocupado con las herejías "cristianas" (los cátaros representan un
de las cosas que más remen los inquisidores es que sus compaúeros de lucha
peligro más inmediato que una superstición de un grupo de campesinos),
deban enfrentarse con fuerzas que están más allá de sus límites.
aunque los inquisidores utilizan esta forma de pensar para n
i vestigar aquellos
La Inquisición contra Diabolum enim el alii daemoncs ha realizado
grandes esfuerzos para diferenciar su jurisdicción de la del Santo Oficio,
rumores sobre magia feérica que aparentan ser algo más.
aunque el desconocimiento de algunos de sus enemigos hace que este
religión", y como resultado de ello, los musulmanes de la Edad Media
proceso sea difícil. Hasta cierto punto, resulta más sencillo definir lo que
la Inquisición
• Islamismo: El Corán afirma que "1 o puede haber imposición en la
suelen dejar de un lado a los cristianos y los judíos. Sin embargo, no existe
no es. Para facilitar esta tarea incluimos una lista con las
ningún texto bíblico que indique que el cristianismo debe devolver el
principales categorías de ofensas contra la Santa Madre Iglesia en la que
favor. Muchos cristianos católicos consideran que el Islam es una fe
detallamos la acritud general de la Inquisición ame cada una de ellas.
bárbara, y pocos se toman en serio la afirmación musulmán que indica que
•
Herejía: Se refiere a cualquier doctrina o creencia cristiana que
las tres religiones adoran al mismo Dios. El Islam se ha ganado un lugar
contradice de forma consciente lo que es aceptable para la autoridad de la
especial entre las religiones más odiadas debido
Sama Madre Iglesia. Muchas creencias de las criaturas de la noche y de sus
Tierra Santa. Algunos inquisidores se muestran recelosos de los doctores
a
su larga presencia en
y científicos musulmanes, cuyos conocimientos superan a los de los
ran culpables de la crucifixión de Cristo. El odio que parece esconderse bajo
eruditos occidentales, y les acusan de albergar secretOS demoníacos:
las relaciones entre ambos grupos se desata cuando se convoca una cruzada,
Toledo, por ejemplo, todavía cuenta con una universidad musulmana
estalla una epidemia o se encuentra un cadáver de un niño cristiano.
usada por brujos (la Orden Roja, sin embargo, no parece contagiarse del
Muchos inquisidores poseen un buen número de experiencias con los
terror por el ocultismo islámico que sus compañeros parecen albergar. .. ) .
seres infernales como para dar crédito a los numerosos rumores demoníacos
En este momento de la histOria, los misioneros han abandonado toda
que circulan en torno a los judíos: rumores que afirman que poseen
esperanza por convertir a los musulmanes, ya que incluso San Francisco
cuernos y rabo, que sacrifican ni1'\os cristianos en una parodia del calvario
fracasó en esta tarea. Los nuevos objetivos pasan por el exterminio total,
y que envenenan los pozos cristianos. Sin embargo, esta actitud no es
unos objetivos que han asumido hombres seglares armados con verdaderas
espadas. Los Caballeros Mendicantes albergan ciertas esperanzas, ya que
universal. Resulta sencillo creer hechos inverosímiles de personas que
parecen repletas de secretos, sin importar que estos secretos provengan de
pudieron recuperar o como mínimo esconder las principales reliquias de
una separación impuesta para proteger a ambas poblaciones. En la Edad
Tierra Santa para evitar su destrucción en la carnicería, aunque salvo por
Media, los ocultistas cristianos desconocen gran parte del misticismo
este hecho, no se interponen en el camino de sus compañeros e incluso se
judío, aunque ha trascendido la información necesaria para que aquellos
unen a ellos siempre que existe una oportunidad.
(Las relaciones entre cristianos y musulmanes son especialmente
que lo practican llamen la atención de los que le rodean.
Para hacer las cosas más difíciles, las criaturas demoníacas conocen
complejas en el reino cristiano de España, así como en al-Andalus.
esta actitud cristiana y la aprovechan para despistar a los investigadores,
Cualquier crónica centrada en esa zona del mundo estará afectada por el
operando desde una comunidad judía para frustrar y confundir las pesqui­
entorno. Los narradores deberían consultar Iberia Nocturna u otros
sas de un inquisidor. De momento, ningún miembro importante de la
recursos apropiados para aprovechar los ganchos potenciales).
Inquisición ha pensado en promover las colaboraciones con los rabinos
•
Judaísmo: Técnicamente, no es un crimen ser judío en Europa
occidental. Se tolera a los judíos en las ciudades cristianas gracias a una larga
tradición; de hecho, son apreciados por sus habilidades en artes como la
locales. A pesar de la obviedad de esta idea, muchos la mirarían con recelo.
•
Ma!eficium: Este concepto se refiere a la magia con intenciones
dañinas. b actitud medieval hacia la magia es más complicada de lo que
medicina, la orfebrería y la usura (los banqueros cristianos deben obedecer
parece a primera vista, y varía con el paso del tiempo. En la época imperial,
ciertas normas). A pesar de ello, existen leyes seglares que limitan sus
se consideraba que la brujería era un delito seglar (asesinar a alguien con
movimientos, sus costumbres, sus vestidos y su lengua. A pesar de que los
una efigie de cera era similar a hacerlo con cualquier otro método). Esta
cristiano; consideran a los judíos como sus ancestros espirituales (no son
actitud continúa persistiendo, a pesar de que algunos hombres de Iglesia
infieles como los musulmanes o los antiguos romanos) , muchos les conside-
creen que toda clase de magia proviene del Infierno. El Santo Oficio no
.:unsiderará que los maleficium caen dentro de su área de influencia hasta
..l publicación del Mallws Maleficarum siglos más tarde. Gran parte de las
;:-rujas de esta época son arrestadas por las autoridades seglares en respues­
i.l a las quejas de sus vecinos.
La línea que separa "magia" de "ciencia" no está tan clara como lo
::>rará en épocas posteriores. Muchos consideran que la astrología es un arre
pechosa, aunque para otros consiste s implemente en la capacidad de leer
información que Dios ha puesto en los Cielos. El herbalismo es una
.mciplina inocente, aunque aquellos que poseen conocimientos de esta
;:¡¡ueria pueden ser víctimas de acusaciones de connivencia con poderes
:;euros. Este es el motivo por el que el maUeficium hace una distinción
;::¡portante. Al ser difícil probar que un conocimiento proviene de fuentes
.:emoníacas, resulta más sencillo investigar el fin que se le da al mismo. La
!:mte que posee poderes curativos puede afirmar que sus actos son producto
Ji! un milagro divino, aunque si la Iglesia despreciara esta práctica, esos
:::!m
!S os milagros serían vistos desde un punto de vista muy distinto.
La inquisición (así como el Santo Oficio) suele ignorar a la amplia
-anoplia de sabios, astrólogos, ocultistas y alquimistas, aunque se mantie­
:e en guardia por si alguno de ellos estuviera contaminado por influencias
,.;uras. Cuantas más acusaciones de malleficium lleguen a sus oídos, más
�enta estará. En ocasiones, estas investigaciones acaban en un callejón
:1 salida: la hija del molinero murió por complicaciones durante el parto,
� ganado sufrió una enfermedad común o la mujer del escriba da fe de su
�potencia. Sin embargo, estos hechos no constituyen una prueba de la
=:existencia delmalleficium. Muchos inquisidores están dispuesros a seguir
¡¡::contables pistas falsas antes de arriesgarse a ignorar un síntoma claro.
�vr este motivo, pocos inquisidores se arredran ante la perspectiva de
,e\·ar la muerte a un puñado de inocentes aunque con ello puedan
:uminar una amenaza existente contra el cristianismo.
• Demonolatría: "Sobrenatural" es un término que posee muchos
:::35 significados para las personas de la Edad Media, ya que el mundo
:edieval tiene un punto de vista más limitado en lo que hace referencia
;o "natural". Si existiera un término que los inquisidores utilizaran para
.:escribir a sus enemigos, demonolatría (cuyo significado literal es "adora­
::IDn de demonios") podría ser el adecuado.
Resulta importante aclarar que existen diferencias importantes entre
: rérminosdiabloydemonio (al menos a nivel técnico). Solo existe un único
j�ablo" (diabolus) : Satanás, el Gran Enemigo, Lucifer, no importa el nombre
_.le usemos, ya que se ha hecho merecedor de una categoría por sí solo.
.::kmonio proviene de la cultura griega, donde su significado era muy distinto.
.:::::1 embargo, como la cristiandad ortodoxa tan solo reconoce pocas clases
_;: espíritus que no sean ni ángeles ni seres diabólicos (la Trinidad, la Virgen,
_santos y los muerros bendecidos), demonio ha acabado convirtiéndose en
.=� término paraguas que engloba al resto. El motivo por el que ni el
=rianismo ni el judaísmo han definido un lugar para aquellos espíritus que
� sirven ni a Dios ni al diablo es una pregunta interesante.
Todo ello ha llevado a que el término "demonio" se haya convertido
� una expresión de amplio significado. Los poderosos príncipes del
:.-iierno son arcángeles caídos, aunque el espectro va desde Belcebú a
-:-1rivilus, patrono de las faltas de ortografía latinas. Los Jemonios carecen
.:e cuerpo en el sentido ordinario salvo en aquellos casos en que roban uno,
1unque pueden adoptar formas tangibles si es necesario {solo porque
;:-arezca que respire, beba y duerma no significa que no sea un demonio).
�s lémures son los espíritus de los humanos fallecidos que regresan a la
::�erra como demonios menores para corromper a los inocentes, hecho que
'laCe que los eruditos de la Inquisición clasifiquen como lémures a
�ualquier criatura que muera o desaparezca tras llevar una vida mortal
rdinaria y luego regrese con poderes extraños.
Si todos esos espíritus malignos permanecieran en el Infierno y no
molestaran a la gente, no habría necesidad para la existencia de una
Inquisición en la sombra. Pero como su misión consiste en desafiar a Dios
.iestruycndo todo lo que éste ama, dedican su existencia a intentar
masrrar a la humanidad con ellos. La cristiandad ortodoxa es incapaz de
•
concebir otro motivo que les lleve a arrastrarse por la Tierra (después de
todo, la rebelión contra el Todopoderoso no les deja demasiado tiempo
libre). Su propia aparición en nuestro mundo es un ataque contra Dios y
los hombres que debe ser respondido con fiereza.
Entablar relaciones con demonios o el Diablo no es lo mismo que caer
en una herejía, aunque en este caso también existe una elección delibe­
rada. No es necesario poner en duda que Dios es Dios, que Cristo es el
Salvador o cualquier otro dogma esencial para la creencia ortodoxa para
aliarse con el bando enemigo. Cualquier mortal que haya tomado esta
opción de forma deliberada es, a ojos de la Inquisición, poco mejor que los
propios demonios. En ocasiones, los mortales son engaüados y consideran
que el demonio al que sirven es un dios, un ángel o un amigo. En cualquier
caso, la Inquisición no dudará en hacer lo que considere necesario.
3uícíos
Puedes decir lo que quieras sobre los nuestra.�, pequeña monja, pero existe
un instante en q11e incluso yo no tengo otra opción que ser honesto conmigo y con
mi presa: cuando mis colmillos se hunden en su garganta, cuando la sangre inunda
mi boca con la tibieza del vino. !Cuándo se produce ese insrante para ti, pequeña
monja? iCwzas tu mirada con la de tu J>risionero antes de comenzar a torwrarlo'
ilnhalas sus cenizas cuando son transportadas por el vienro?
-Extracto de una carta firmada porDaemonaAlia enviada a Sor Inés
de Kent
A pesar de todo, el deber de la Inquisición es evidente: luchar contra
el Diablo, sus demonios y todos sus servidores, ya sea de forma voluntaria
o involuntaria. A pesar de ello, no existe un acuerdo universal sobre lo que
entra dentro de la categoría de infernal. Después de todo, en el sentido más
amplio, casi todo el mal del mundo es culpa del Diablo.
Por este motivo, la Inquisición suele concentrarse en algo más
concreto cuando debe tomar en consideración si un acto determinado cae
dentro de su ámbito de actuación:
i Existe alguien que ¡meda enfrentarse al problema y esté dispuesto a ello'
La Inquisición se ve a sí misma como el último recurso. Aquellos
inquisiuores que cooperan con la Santa Inquisición, la guardia de la
ciudad, la corre del obispo, etc. suelen utilizar sus conexiones en una
organización para ayudarse en la otra, aunque deben hacerlo con mucha
cautela. Dejando este hecho a un lado, los inquisidores intentan no
mezclarse en un problema que puedan solucionar otras autoridades.
Esto significa que en ocasiones los inquisidores se apartan del camino
incluso cuando algo malo está pasando. Un brujo que utilice unmallcficium
para asesinar a un rival es probable que esté relacionado con las fuerzas de
la oscuridad, aunque si la prisión es suficiente para detenerlo, prefieren
dejar que los poderes seglares se encarguen de él. Es posible que el
curandero de Ruán sea un hereje, aunque si las pesquisas confirman que
sus actividades se cenrran en la curación, ipara qué interferir con las
investigaciones eclesiásticas?
Esta política permite que los inquisidores actúen con m:ís libertad
cuando se enfrentan a problemas infernales que están más allá de las
capacidades de otras organizaciones. Sin embargo, incluso entonces el
siguiente paso no está claro .
[u[pa
La Inquisición reconoce varias intensidades en las relaciones con los
seres infernales: títeres humanos, servidores humanos, humanos que han
recibido poderes o dones infernales y seres demoníacos propiamente dichos.
Estos diversos grados de culpa necesitan distintos medios de cmaciún. Muchos
inquisidores prefieren atrapar a cualquier ser involucrado y dejar que el
Concilio de Fe se encargue de las decisiones difíciles. A pesar Je ello, incluso
el soldado de a pie más insignificante acaba enfrentándnse a estos dilemas.
• iEI acusado puede redimirse? La respuesta a esta pregunta es muy
importante, por lo que muchos eruditos han entablado largas Lliarribas
respecto a ella. Los inquisidores suelen asumir que cualquier ser inhumano
es un demonio y por ende está más allá de la salvación que brinda la Santa
Madre Iglesia. De acuerdo, existe una corriente de pensamiento que
coloca a los lémures (espíritus que antaño fueron seres humanos) en una
especie de categoría intermedia, por lo que se les puede permitir (en caso
de arrepentirse) hacer una última confesión (hay ciertos rumores que
af rman que algunos sacerdotes inquisidores intentaron llevar a cabo
i
rituales de exorcismo para ver si obtenían algún resultado positivo). Sin
embargo, no existe ninguna prueba fehaciente de que un lémur haya sido
redimido gracias a es ros esfuerzos. En cualquier caso, el mejor destino para
un lémur consiste en alcanzar el descanso eterno, destino por el que
muchos no muestran el más mínimo interés.
Aquellos seres con apariencia humana que han sido poseídos por
demonios o que poseen poderes infernales como la capacidad de cambiar
de forma, pueden someterse al exorcismo, en especial si albergan el deseo
de ser purificados, por lo que muchos inquisidores están dispuestos a poner
a prueba su paciencia para extraer esa solicitud de los afligidos. Después
de todo, la Inquisición existe para rescatar almas humanas en peligro. o
sería justo abandonar a un ser humano a la perdición sin haber hecho un
esfuer:o concreto por salvarlo. (Además, la Inquisición, a diferencia del
Santo Oficio, debe asumir la carga de las ejecuciones sobre sus espaldas,
por lo que suelen mostrarse remisa a matar en grandes cantidades).
Algunos inquisidore admiten que una ve: que un mortal ha sucumbido
a los poderes infernales, es difícil librarse de ellos. Por este motivo, no
puede considerarse que un exorcismo haya tenido éxito hasta que los
poderes demoníacos desaparezcan para siempre. Esta es la causa de que
estos casos acaben entre las llamas de la hoguera.
Aquellos seres humanos carentes de características o habilidades
infernales se merecen una oportunidad para reconciliarse con la Iglesia. El
hecho de que se dejaran seducir por la oscuridad o fueran arrastrados hasta
ella Je forma involuntaria no suele importar; aunque podría asumirse de
que lo segundo es más corregible que lo primero, no es necesariamente
cierto. Los demonios son astutos y pueden utilizar el disfraz Je la benevo­
lencia con tanta habilidad que sus sirvientes se acostumbran a percibirlos
de esa forma a pesar de las múltiples evidencias que indican lo contrario.
De cualquier forma, el inquisidor debe conseguir que el acusado renuncie
formalmente al demonio y a todo lo que representa. En caso de que rechace
esta oportuniuad, la muerte es un mal necesario.
Si la víctima se muestra dispuesta a cooperar, es probable que su alma
(y posiblemente incluso su vida) pueda salvarse, aunque la penitencia que
debe sufrir un mortal que ha sido corrompido por un ser infernal es severa.
Los castigos sencillo como la flagelación, la peregrinación o las multas
solo se aplican a aquellos que han sufrido una mancha mínima. A menudo,
los castigos están relacionados con la traición voluntaria de sus creencias
y asociaciones, viajar a la otra punta del continente, o ambos. Estos
castigos se diseñan con la intención de convertirlos en amenazas mortales.
A pesar de ello, cualquier murtal que se haya arrepentido y haya cumplido
su penitencia pero vuelva a caer en manos de la Inquisición por segunda
vez no recibirá ninguna compasión.
• lExiste algún peligro de infecciones futuras? Los inquisidores
están tan preocupados por las almas que caerán como por las que ya han
probado la fruta prohibida. La decisión de ejecutar a aquellos humanos
convictos que se reconcilian con la Iglesia o dejarlos ir con una penitencia
suele contrastarse ante el Concilio de Fe con la posibilidad de una recaída.
Aunque es probable que en el futuro se realice una aproximación cientí­
fica a este hecho, los inquisidores reconocen que muchos servidores del
Diablo emergen de su ordalía con un espíritu vulnerable. Aquellos que han
disfrutado de poderes que los han convertido en seres superiores a los
humanos normales, aquellos que han saboreado placeres inhumanos y que
han escapado de una vida gris vendiendo sus almas suelen ser pasto de las
llamas sencillamente por el hecho de que la Inquisición considera existe
la posibilidad de que vuelvan a abrazar a sus antiguos maestros. En general,
cuanto más contagiosa sea una amenaza determinada, más desesperada
será su persecución y más tétrica su purga final.
• lExisten otras consideraciones prácticas? Incluso a pesar de la
libertad espiritual que les otorga el Papa, los inquisidores no siempre pueden
dispensar la justicia que creen más conveniente. Son conscientes de que la
Iglesia no es el único poder en el mundo y no desean obtener una victoria
pírrica. En ocasiones, una investigación se adentra en los pasillos más
profundos del poder seglar, en otras, finaliza en zonas donde la Inquisición
no puede llegar. Supongamos que el rey estuviera protegiendo de forma
deliberada a una poderosa criatura de la noche; por mucho que se lo merezca,
su muerte causaría m;ís problemas que los que soluciona. Parece más sencillo
hacer que una orden de hechiceros castellanos se abalance sobre las tierras
en manos de los moros que exterminarlos, por lo que este suele ser el camino
a seguir. Muchos inquisidores dispuestos a dar sus vidas por la causa, no
pondrán en peligro a la Iglesia o a sus compaií.eros, ni sacrificarán a un gran
número de seres inocentes para conseguir sus objetivos. Resulta más
productivo dar un paso atrás y considerar otras alternativas, ya que hacer lo
contrario significa pecar de orgullo. Por muy encarnizados que sean los
enfrentamientos que la Inquisición entabla contra las fuerzas del abismo,
debe tener presente que está formada por almas mortales y que solo Dios
puede elegir el momento en el que un demonio será exterminado.
[�ícos buros
El asesinato es pecado. La tortura es pecado. Las leyes canónicas
prohíben que los clérigos derramen sangre. iCómo pueden los inquisidores
llevar a cabo sus actos y seguir con sus existencias como si nada hubiera pasado?
9\ebuccíón be cu[pa
Resulta importante recordar los siguientes puntos:
• El pecado puede absolverse: aunque la Iglesia no desea promover un
modelo mercantil de penitencia, incluso los sacerdotes acaban por conside­
rarlo de esa forma. Los castigos recomendados en los casos de pecados
mortales son severos, aunque el hecho de saber de antemano la existencia
de una penitencia es suficiente para aplacar los nervios de un futuro pecador.
Además, los castigos pueden ser menos onerosos si el pecado se comete en
aras de un bien mayor. En una bula publicada en 1252, el Papa acepta la
tortura como método para interrogar a los herejes (adivinamos que antes de
esta fecha ya era un método popular). Después del l256, los inquisidores del
Santo Oficio pueden absolverse entre ellos de las "irregularidades" consis­
tentes en asistir a sesiones de tortura, un acto que las leyes canónicas
prohíben a todos los clérigos (cualquier clérigo que cometa esta irregularidad
queda apartado de toda función sagrada hasta que reciba la absolución}. Las
bulas no mencionan a la Inquisición en la sombra, aunque se asume que
también se aplica a ella (si bien pudiera estar exenta desde el principio}.
• Alguien más puede hacer el trabajo sucio: En el Santo Oficio, los
inquisidores no ejecutan a los herejes, simplemente los entregan al brazo
secular, que es el que se encarga de llevar a cabo la sentencia. En el Santo Oficio
los inquisidores no llevan a cabo las torturas, para eso está el brazo secular. Sin
embargo, en la Inquisición en la sombra las cosas son distintas. Muchos
inquisidores intentan dejar que sus compañeros laicos se encarguen de las
tareas más desagradables y violentas, aunque debido a la falta de hombres y a
las exigentes condiciones, no siempre pueden permitirse este lujo. Esto crea un
grave problema al que todavía no se le ha encontrado una respuesta. Los
Concilios de Fe intentan hacer todo lo que pueden para asegurar la disponi­
bilidad pem1anente de confesores durante los juicios y aconseja a cada célula
que cuente con una presencia mínima de un sacerdote consagrado.
• El enemigo no es humano. Bien, cabe aclarar que una gran parte del
enemigo es humana, y este es el motivo por el que los inquisidores sufren en
mayor medida cuando un sospechoso humano es tan peligroso para la fe
como el demonio que lo gobierna. Este hecho no hace que sea más fácil
destruirlo. De todas formas, la exposición a los demonios hace maravillas
para animar el espíritu resolutivo. Cuando un inquisidor observa el rustro de
un convicto condenado que posee una apariencia inocente y juvenil, es
capaz de cerrar sus ojos e imaginar el rictus horrible del ser que lo corrompió.
(Esto no quiere decir yuc los inyuisidores crean que sus enemigos inhuma­
(en el que Dios decide la culpabilidad del acusado) ha dejado paso al juicio por
' no poseen almas. Por supuesto que las tienen, incluso Lucifer posee alma, o
interrogatorio (en el que los humanos deben hacerlo lo mejor posible) . A pesar
' adecuadamente, es un alma. lnclu;o podría ser probable que Lucifer
de ello, la justicia de la época es severa. Las ejecuciones suelen llevarse a cabo
"'tl\iera el perdón de Dios si olvidara su orgullo infernal. A pesar de roJo, este
d\0 no significa demasiado. La promesa de la sangre sagrada de Cristo solo se
:le!lde a la lumumidad con el fin de redimirla del pecado original. Los
por ahorcamiento, incineración, decapitación, así como por otros métodos
más creativos. Lo inyui idores de las :onas urbana ya han sido testigos de la
carnicería que se está aduetiando de los métodos judiciales.
ut'idores ya tienen bastantes problemas protegiendo ayuellas almas bajo el
Es importante comprender que la tortura nunca es un castigo, sino una
...Jado de la Iglesia. Una cosa es comprender que la cosa que emerge de una
herramienta de interrogatOrio. El objetivo no consiste en provocar heridas
Espíritu, no carne. La Inquisición debe recordarse a sí misma que
suficiente para extraer una confesión. No se permite hacer sangrar a la
.ni>ión consiste en salvar almas, no cuerpos. Al ejecutar un transgresor
víctima. Hablando de forma estricta, la tortura solo pueJe ejecutarse una vez
•
-:1ba abierta posee alma y otra muy distinta es senrir pena por ella) .
•
e ha confesado sus pecados le hace un favor, ya que le asegura un futuro
(esta condición se puede manipular indicanJo que se está "continuando" en
d más allá. De igual forma, aquellos que se niegan a arrepentirse están
lugar de "repitiendo" la tortura). De igual forma, una confesión extraída bajo
.Jenados a una eternidad de rormenros independientemente de lo que
tortura no es váliJa, por lo que la víctima debe confirmar sus afirmaciones
2an. La vida terrenal es un ,·alle de lágrimas y las alegrías de este mundo
(La amena:a Je continuar con la tortura basta para persuadir a aquellos que
e\·aporan para siempre con la muerte. Seguro que unas cuanta décadas
se lo pensarían dos veces anres de firmar su Jedaración).
�
un
precio justo para conseguir la salvación. En su mayor parte, la
.¡ubición se preocupa mucho más de los sufrimientos propios, de
..uellos que deben cargar con problemas de consciencia y pueden morir
7\
acogerse al beneficio de la extremaunción.
•
Un compañero hace milagros. La Iglesia siempre se ha desmcaJo
Las torturas más frecuentes en la Edad Media son las siguientes:
•
El srrappado, en el que las muñecas de la víctima se atan con una
soga y se le suspende en el aire (en ocasiones con pesos atados a sus pies) .
A veces se le deja caer durante un instante y se le detiene de forma abrupta
para que los hombros se disloquen.
el Jiseño de rituales de pa: y comodiJad, así como en reunir a las almas
•
El potro, 4ue también causa dislocaciones.
la mirada de Dios. Los sacerdotes de la Inquisición están dispuestos
•
La tortura con agua, que consiste en obligar a la víctima a tragar
J
trecer su consuelo a un compañero asediado por las dudas, por lo que
.,.. el transcurso de las campmias más feroces, los Concilios prepanm misas
rec ia! es dedicadas a las células de la zona. El hecho de compartir una sala
•
•
permanentes (aunque esto suele ocurrir con frecuencia) , sino causar el dolor
n
seres que poseen las mismas preocupaciones, los mismos secretos y la
�:-ma csperan:a de ver un mundo libre de la mare<t del Diablo puede ser
::ta experiencia tremendamente reconfortante.
tortura
Hasta la fecha la tortura ha sido una práctica infrecuente, aunque este
hecho está cambiando rápidamente, en especial desde que el juicio por ordalía
grandes cantidaJes de agua. Una versión más dolorosa incluye obligar a
tragar al sospechoso un trozo de tela con anterioridad, de tal forma que con
cada trago de agua la tela se va hundiendo más y más en el esófago.
•
Una "bota" fabricada con pergamino h(unedo que al calentarse en
el fuego se seca y aprieta el pie de forma dolorosa. Una forma más rara de
tortura consiste en impregnar con grasa la suela de los pies del convicto y
acercarlos a la llama de una vela hasta que comience a chisporrotear.
•
La peine forre et dure, que significa prisión bajo condiciones extre­
mas: sin espacill para moverse, sin luz, sin comida, condiciones
antihigiénicas, etc.
wrprenderse de que un sujeto bajo la influencia demoníaca muestre
talento para la hechicería. Un hechi:o no debe ser demasiado complicado
para calificarse como tal. Incluso un deseo prohibido puede ser otorgado
por un set1or demoníaco. Los inquisidorc> reconocen ciertas diferencias
prkticas entre aquellos sacerdotes que pasan horas cantando y dibujando
signos, los que practican maldiciones, los que canalizan su pudcr mediante
sacrificios humanos, etcétera. Es decir, si saben que una hechicera nece­
sita determinado tiempo para conjurar :;us encantamiento,, intentarán
evitar que el hechicero disponga de él, si creen que el poder de un brujo
proviene de su vara, inrentarán arrebat:írseb. A pesar de e;¡¡¡, diferencias,
no realizan ninguna distinción moral ni teológica. Los
malcficium
son
maleficium sin importar el método.
Los magos humanos suelen ser unos de los oponentes más difíciles de
atrapar, ya que pueden perderse entre la multitud con más facilidad que
un basilisco con sus garras y alas. Ademá.1 de esto, son humanos: hablan,
lloran, sangran, tienen esposas, maridos e hijos. Aquellos inquisidores
familiarizados con el Santo Oficio suelen ser más proclives a causar
sufrimiento (saben que una eternidad de bendiciones compensa el tor­
mento terrenal), aunque aquellos que ingresaron en su orden merced ¡¡
experiencias personale. con demonios suelen verse despre,·enidos. Por
suerte, la Inquisición pnsee la teología necesaria para reconfortarles y
asegurarles de que la i'mica forma correcta de seguir adelante consiste en
dejar a un lado sus .,enrimientos de simpa1 ía por estas criaturas.
2lparecíbo5
emlas que mencionan que un hombre puede convertirse en lobo como
-. ultado de una maldición divina impuesta por comer carne de niños u
-r
J
crimen igual de horrible. Según otras fuentes, estos seres son capaces
""' transformarse en lobos vistiendo una piel de animal, nadando en un
�) maldito o simplemente orinado en círculo alrededor de sus ropas. Los
e•o
rituales paganos honraban a algunos demonios que .1e hicieron pasar
·dioses-lobos y dio>e>-o:.os, demonios que en ocasiones concedían a sus
- radores el poder de la metamorfosis. Es probable que existan núcleos
zmentarios de estos cultos que continúan llevando a cabo sus viles
cremonias en el corazón de algunos bosques.
Los pocos inquisidores que se han encontrado con esta clase de seres
an sobrevivido a ello afirman que parece enteramente posible morir a
nos de unas mandíbulas ilusorias.
'e
monstruoso acontecido en la comunidad. Si la justicia acaba imponiéndose,
el fantasma encontrará la paz, dos pájaros muertos de un tiro, por así decirlo.
En ocasiones, suele suceder que el fantasma no obedece a la vcngan­
�a ;ino a la maldad. En estos casos se hace necesaria la reali:ación de un
exorcismo, un ritual que puede realizar el párroco local. Este hecho hace
que normalmente los inquisidores eviten investigar una aparición hasta
que los clérigos locales hayan fracasado en sus intentos.
Los exorcismos de la Inquisición utili:an relic¡uias auténticas siempre
que sea posible. Si la reliquias locales no consiguen detener al aparecido,
lo inquisidores pueden llegar a la conclusión de que estas reliquias son
falsas e informar de ello al Concilio (la Inquisición considera prioritario
'l más detenimiento cree
que los cambiaformas son perseguidos injusta­
�eneración. Por desgracia, las leyendas que afirman que algunas de
- ; maldiciones han podido ser vencidas, continúan siendo leyendas,
r lo que este hecho parece una cábala teórica.
Merece la pena mencionar que en el mundo medieval los lobos son
��� animales incomprendidos (con la (mica excepción del lobo de Gubbio,
!:"' ctas
a su domesticación por San Francbco, un acto que le valió el título
•m1al de patrón de los cazadores de lobos) . Los humano; temen a los lobos
-.olo debido a la amenaza que represenmn para el ganado, sino para ellos
-mus. En muchas zonas de Europa, los lobos son perseguidos hasta que se
obligados a refugiarse en la profundidad de los bosques, volviendo a
rccersolo cuando la Muerte Negra causa una disminución de la densidad
;"lblación. La cultura popular los asocia con toda una serie de sucesos
e>tos, e incluso trata a las criaturas ordinarias como ;ere• demoníacos.
noticias de ataques de estos animales no parecen suficientes para
éttlcar la atención de la Inquisición, aunque si existieran otros elementos,
�
intentan determinar si la presencia del mismo se debe a alg(m pec;1do
Muchos inquisidores asumen que un cambiaformas ha hecho alguna
-ente y que es probable que la maldición pueda transmitirse de generación
'""·
cuando los inquisidores poseen pruebas de la existencia de un aparecido,
de trato diabólico (de forma consciente o inconsciente) para obtener
"'Jcier. A pesar de ello, un reducido número que ha estudiado el asunto
n
L1s historias de ¡¡mtasmas que e ven obligados a ,·agar por el mundo
de los vivos para remediar un mal que han hecho son tan abundantes que
· muy sutiles que fueran, se iniciaría un<1 investigación.
JJ?a!efícíum
Como puede adivinarse de lo que ya hemos comentado, el maleficium
�le asociarse a otras prácticas oscuras. Los inquisidores no suelen
desvelar las reliquias auténticas, ya que nunca se sabe cuando necesitará
este conocimiento). En estos casos, los inquisidores pueden llegar a viajar
grande diswncias ha ta encontrar una reliquia auténtica. En ocasiones,
incluso los exorcismos de los inquisidores fracasan y el fantasma regresa al
cabo de poco tiempo, aunque existen caso en los que un inquisidor hábil
ha conseguido que un fantasma acabe por desistir tras mnenazarlo con la
repetición de los exorcismos durante el resto de su vida.
<pactos con e[ <:Díab[o
El pacto diabólico ha acabado por formar parte del folclore cristiano.
No todos estos pactos acaban en tragedia. Por ejemplo, se narra el caso de
un hombre que declaró en una taberna que estaba dispuesto a vender su
alma por otra cerve:a. En ese instante, el Diablo se materializó, uccptó su
oferta y e lo llevó al Infierno. Los inquisidores suelen mofarse de esta clase
de fábulas, ya que afirman que la vema de un alma se ha de hacer de forma
con ·cien te: un demonio es incapaz de atraparte en contra de tu voluntad.
Otros temen que los mortales puedan verse obligados a mantenerse fieles
a los términos de un pacto que juraron de forma inconsciente. Un gran
número de inquisidores está de acuerdo en que mientras hay vida hay
esperanza, por lo que si el condenado se arrepiente de forma verdadera de
sus actos, es probable que su alma pueda salvarse.
Parece lógico asumir que existe un pacto con el demonio cuando un
individuo humano o con apariencia humana exhibe poderes ajenos al
resto de los mortales. El hecho de matar a alguien que ha sellado un pacto
con el demonio condena a su alma al abismo, una consecuencia poco
deseable. Por otro lado, si el condenado es un demonio con forma humana,
estas preocupaciones no solo están fuera de lugar sino que pueden er
desastrosas. Más de un inquisidor ha pasado noches en vela rogando a Dios
que le otorgue la sabiduría para distinguir un alma humana que puede ser
rescatada de una que no lo cs.
[aínítas
No todos los inqu is idores reconocen el término "Cainiw", a pesar
de lo mucho que pueda doler a los que lucharon para unir las distintas
órdenes, ya que la lucha contra la amcna:a Cainita con tituyó el
principal morivo para promover esta aliama. Por desgracia, los
inquisidores con poca experiencia su elen confundir a los Cainitas con
miembros de otros grupos: hechiceros, cambiapieles, strigae, fantasmas,
íncubo ... o ángeles (de hecho los Cainitas pueden parecer cualquier
cosa excepto lo que son). El canibali mo y el consumo de sangre suelen
estar unidos en la sabiduría popu lar , y pocos monstruos legendarios han
escapado a estas acusaciones.
A pesar de ello, existen bastantes inquisidores que son conscientes
de que los Cainitas representan una amenaza distinta. Los eruditos los
engloban dentro del grupo de los lémures, ya que cualquier humano que
falle:ca puede regresar convertido en Cainita, aunque otros discrepan con
esa versión, ya que afirman que los Cainitas se apoderan del cuerpo de un
humano fallecido para aprovecharse de la piedad humana y que no tienen
nada que ver con el alma original que ocupaba el cuerpo. Una minoría cree
que el ocupante demoníaco mantiene prisionera al alma original, por lo
que es factible comunicarse con el alma cautiva y animarla a rcbclmse,
aunque la destrucción del cadáver es la única forma para liberarla. Orros
inquisidores nunca han ''i to a un Cainita que pudieran reconocer en su
forma morral, por lo que permanecen en la ignorancia.
Se sabe que algunos inquisidores han tropezado en sus persecuciones
con los Cainitas. A primera vista e tos seres son hermosos y poseen una
apariencia beatífica. Sus ojos brillantes, su piel de alabastro y sus pasos
silenciosos les permiten pasar por ángeles ante los ignorames (e incluso
ante los que comprenden contra quienes se enfrentan). Muchos poseen
poderes seductivos capaces de atraer a sus víctimas hasta sus brazos.
Algunos se han con\'ertido en bla femias andantes que vierten lágrimas de
sangre mientras se arrodillan en el sitial durante la misa vespertina y
contemplan al Señor con miedo y envidia. Algunos inquisidores que han
pasado décadas persiguiendo a los Cainitas todavía se muestran sorpren­
didos ante el comportamienw de algunas de estas criaturas.
La mayor parte de los que reconocen a los Cainitas por lo que son
debe agradecérselo a la Herejía Cainita. Los Ojos de Dios y los M urnau
ya habían luchado contra esta ami-religión con anterioridad a la funda­
ción de la Inquisición, por lo que saben que se trata de una forma
especialmente virulenta de herejía dualista/gnóstica con la que demo­
nios disfrazados de hombres han conseguido esclavizar a miles de
mortales. Saben que el nllcleo de su liturgia gira en torno a orgías de
sacrificios humanos, por lo que el culto no solo proporciona a los
demonios el poder de esws sacrificios, sino que también representa un
grave peligro para los cuerpos y las almas de sus seguidores. Saben de que
la Herejía afirma que Caín fue alterado por las escrituras de la "Iglesia
Babilónica" (término que utilizan para referirse a las iglesias católicas y
ortodoxas), ya que en realidad era un ser de espíritu puro, un redentor,
un sacerdote, y que los Cainirns son su herederos.
Saben que la herejía se ha infiltrado en los bogomilos y en la Iglesia
cátara (a lo largo de las :onas fronterizas, aunque existieron grandes
comunidades en Foix y Tolosa hasta hace poco tiempo). Muchos están
convencidos de que ha llegado a infil trarse en la Iglesia católica, aunque
los altos cargos permanecen en silencio. Temen que si informan a la
Inquisición de los nombres de los clérigos afines a la Herejía, esta
reaccione con tal fiereza que origine un escándalo tan profundo que
amenace con resquebrajar al propio pontificado. La fe en la santidad de los
prelados, los abades y las abadesas ya se ha visro su ficientemente debilitada
por toda la cristiandad como para añadir otro factor adicional.
Por este motivo, la Inquisición ha concentrado sus csfuer:os en la
comunidad cátara. Una vez que la Iglesia extermine el cáncer cátaro y
las fuerzas demoníacas que se ocultan tras él, el enemigo estará debili­
tado y los inq uisidores preparados para acabar con ellos. Se ha reclutado
a aquellos inquisidores con posiciones influyentes en el clero para
contener la rama católica de la Herejía, en vez de para destru irla,
colocando obstáculos que dificulten su expansión y le obliguen a
move rse con más cuidado. Mientras tanto, los Ojos de Dio han recibido
la misión de infiltrarse en las comunidades de los individuos más
sospechosos. En su mayor parte, se niegan a informar a las órdenes
hermanas de sus progresos, ya que desp ués de todo, se reservan el
derecho de llegar a sus propias conclusiones.
Los inquisidores son con cientes de la existencia de algunos
cultos que utilizan sacrificios de sangre y que no pertenecen formal·
mente a la Herejía Cainita. Por definición, eso significa que los
demonios o lémures que capitanean esas sectas no son "Cainiras", ya
que de momentO el término carece de significado para muchos
inquisidores si no está relacionado con la Herejía Cainita, aunque es
probable que conforme la organización continúe recopilando informa­
ción esta noción pued a cambiar en el futuro.
"
"
2as órbenes
Hasra ahora hemos expresado el punto de vista general de la Iglesia
y de la Inquisición, pero las órdenes también poseen p untos de vistas
propios, en especial aquellas que forman parte de ht Inquisición.
2os [aballeros <JJlenbícantes
be Ia l)asíón be (a [ru3 be 2!cre
Los Caballeros son una orden militar-religiosa, lo que significa que
combinan una serie Jc ideales laicos y eclesiásticos. Se ven a sí mismos
como el brazo armado de la Inquisición, un deber que les obliga a asumir
cualquier operación militar que la organización lleve a cabo. También se
ven obligados a recordar al resro de las órdenes que las fuerzas oscuras
representan un:t amenaza material (ademá de espiritual), y que en
oc¡tsioncs discreción es sinónimo de cobardía. Muchos de sus miembros se
han vuelto más radicales debido a sus experiencias personales, en especial
especial la de la beata Teresa) en relación a las profecías bíblicas y a los
tras descubrir que la podredumbre demoníaca se ha apoderado de algunos
documentos de los doctores de la Iglesia. A menudo, cuando una
lugares sagrados de Palestina. Para ellos cada misión es una batalla y cada
Hermana (visionaria o no) abandona un convento para transmitir la
victoria debe pagarse con sangre (preferiblemente con la del enemigo,
información de su orden a sus compaíleros inquisidores, posee unas ideas
aunque también con la propia si es necesario).
bien definidas sobre el significado de lo que les rodea ... unas ideas que
Esto no quiere decir que los Caballeros sean estúpidos o poco
sutiles (en absoluto), aunque como militares deben tomar decisiones
cuyo coste se paga con vidas humanas. También pueden sorprender a
por prudencia suele mantener en secretO.
2a [asa 9J1urnau
otras órdenes con su resistencia física al permanecer toda la noche en
Resulta un hecho histórico curioso que a menudo los perseguidores
Quardia, ayunar, dormir sobre el suelo o cabalgar durante horas bajo la
más acérrimos posean alguna relación personal con el grupo que persiguen.
lluvia sin quejarse. Algunas órdenes acusan a los Caballeros de compor­
Tomás de Torquemada, por ejemplo, un hombre que se convertirá en uno
tarse de forma fetichista con sus reliquias, usándolas como sustitutivos
Je su falta de santidad personal, aunque estos argumentos suelen
desaparecer cuando sus miembros contemplan el Santo Sepulcro con sus
de los azotes más inflexibles en la persecución de los judíos españoles,
comenzará su carrera bajo el estigma de poseer familiares judíos.
Seguro que los Murnau comprenderían estos sentimientos, ya que
propios ojos y sienten su aura sagrada.
intentan vencer en el mundo exterior los mismos enfrentamientos que
Dcu[í �eí
llevan a caho en su interior. No se trata de una mera expiaci6n de la
culpa individual o de un intento por evitar ser condenados uniendo sus
E l resto de órdenes suele asumir que el Oculi Dei e s una organización
fuerzas a la de los ejecutores ... aunque también es parte de ello. En el
.aica debido al hecho de que sus miembros son menos devotos que otros
fondo se trata de una desesperada lealtad a lo que saben que es el único
..nquisidores. Nada más lejos de la realidad. Un buen número de Ojos se
poder que puede salvarles. Es la moneda de un comercio tácito con Dios
han unido a esta orden como resultado de una experiencia personal,
y con la Iglesia. Los inquisidores que poseen un interés menos personal
..esarrollar su religión y sus dotes de observación. Algunos miembros
der el ardor de los Murnau, aunque su instinto les dice que existe un feroz
..onsideraron la idea de ingresar en otras órdenes en el pasado, aunque
enfrentamiento tras sus expresiones estoicas ...
existieron diversos motivos que les impulsaron a no tomar ese camino. Es
2a Dtben �oja
aunque otros simplemente han encontrado en ella el canal adecuado para
�1erto que los Ojos de Dios aprovechan las ventajas que poseen al no estar
=onstreiiidos por votos religiosos, de hecho, lo ven como un deber, un
>entimiento parecido al que lleva a los Caballeros a luchar para que orros
mquisidores no tengan que hacerlo.
Los Oculi se ven como comerciantes de realidades desagradables.
Jesvclan los hechos que nadie desea afrontar. Se encargan del trabajo de
�oleccionar trozos poco relevantes de información para que cuando un
-membro de la Inquisición se ponga a trabajar, solo deba unir las piezas.
Cuando la orden siente la necesidad de capitanear la política de la
illquisición (un hecho más atípico de lo que muchos inquisidores creen),
hace mediante el uso inteligente de la información.
Los miembros ajenos a la orden sospechan que los Oculi están
•omprometidos
por su proximidad a las tentaciones del enemigo y su
en derrotar las legiones del Infierno suelen tener dificultad en compren­
Han pasado dos generaciones desde el "desafortunado incidente"
acaecido con fray Everard, por lo que nuevos ríos de esperanza corren
por el interior de la orden. A pesar de ello, incluso los reclutas más
inexpertos saben que la orden no volverá a recuperar el vigor de sus
primeros días. Algunos teodosianos consideran que la decisión de unirse
a la Inquisición constituyó un movimiento arriesgado que permitió que
la orden gozara de una oportunidad para luchar contra el mal y de un
poderoso incentivo para mantenerse en el camino recto bajo la atenta
mirada de la Madre Iglesia. Otros e muestran preocupados por las
posibles consecuencias de colocar a la orden bajo la mirada de aquellos
miembros de la Iglesia que más desconfían de lo esotérico.
Muchos miembros de la Orden Roja defienden la creencia herética
e:tricta política contra las acciones directas. Estas personas se sentirían
de que la magia puede utilizarse al servicio de Dios. iAcaso el buen Rey
:econfortadas si supieran que estas sospechas también existen entre los
Salomón no utilizó sus artes arcanas para atrapar, esclavizar y retener a
::liembros de la orden, ya que saben mejor que nadie lo poderosas que estas
los demonios? Para estos hermanos y hermanas, las artes no son pecami­
:entaciones pueden ser.
nosas (ya que codo poder proviene en última instancia de Dios) , sino que
2as .Permanas be E>an 3uan
provecho propio y no hay que pretender que este poder proviene del
Las Hermanas se recuerdan a ellas mismas que el orgullo conduce
JI abismo. Las visiones son un valioso regalo del Señor, y Él espera que
son sus usos los que pueden serlo. La magia no debe urilizarse en
interior de uno mismo, se trata de la voluntad de Dios y el cuerpo del
mago es un simple conductor. Muchos miembros de esta orden creen
.as que ha bendecido con este don lo utilicen para hacer el bien. A pesar
que la Iglesia está confundiendo los términos .
Je ello, también representan una tentación peligrosa. Algunas personas
A pesar de ello, estos puntos de vista no suelen compartirse (ni
;-ueden verse tan impactadas por la experiencia como para dejar de ver
siquiera entre miembros de la misma orden), ya que los responsables
, indicios, llegando hasta el extremo de dejar a un lado todo lo demás
de la orden se apresuran a acallarlos y a investigarlos para evitar que
las palabras de un obispo, o incluso de las Escrituras). Cuando los
se vuelva a reproducir un caso similar al de fray Everard. El estudio de
u,quisidores masculinos les hablan del pecado de poner sus propias
la magia es posible siempre que el alumno manrenga la discreción, ya
-evclaciones por encima de la sabiduría de la Iglesia, muchas Hermanas
que después de todo es necesario conocer al enemigo para poderlo
ontan las manos y asienten con fervor.
capturar. Numerosos eruditos de la Orden Roja han escrito extensas
A pesar de ello, tras los muros de los conventos se lleva a cabo una
apologías defendiendo los orígenes inocuos de aquellas artes teodosianas
charla distinta. Cuando están entre ellas, las Hermanas realizan largas
conocidas por otros inquisidores. De momento, parece que Marzone
disertaciones en las que comparan las experiencias de sus visionarias (en
ha aceptado sus explicaciones.
.....
- ··:
(![ �ebor rancio y po(t)oríento be fa matan3a aún permanecía en e( ambiente.
l!.audion le l)reton <Jdivinó que había pasado corno mínimo un día desde los horribles sucesos acontecidos en ese
�r. A pesar de este hecho mantuvo aferrndo el pomo de su espada mientras cmninaba por In decrépita i,<>,lesin.
Bpueblo estaba muerto, un caballerotan bravo y experimentado como Baudion casi habí:l sucumbido a las nnusens
!"ala repu,<>,nnncia. Philippe no había podido se�uirle cuando lle�nn m al hotel que había alb�r,"Sado a los niños. ! ncluso
�ra. Baudion podía oír su llanto. f:l pueblo estaba silencioso, tenía la seguridad de que podría < >Írb >ser a un mtún.
-}'ero la (<Jicsin! El pueblo había sido diezmado por una pla�a, pero ¿c¡ué hahín pasndo en el interior de In Cnsn del
Señor? Parecía como si hubiera tenido lugnr un terrible enfrentamiento entre dos espadachines exp<�1tos. Bnudion
m si�nos de dm1o
por fuego, aun<¡ue b i¿lesia estaba intacta. Cinco cadáveres se podrían en el suelo, los si,<>,nos
indicabnn que habían mue1to hacía varias semanas aunque al�unos blandían armas. Y carecínn <le ningunn herida
W.il>le causnda por armas, pensó el Caballero Mendicante, aunque por los clavos de Cristo. no revisaré �
� estos
desdichad< >s para saberlo con certeza. En voz alta exclamó:
-Demasiados ll1LH�1tossin entermr.
-Estás equivocado, �migo mío -dijo unn voz tras él. Baudion�in'> sobre sí mismo y desenvainó su <�sp:KJ�. aunque
dhombre quc estaba de pie n<> hizo nin¿Lín si¿noviolento. Tenía una tez mediterránea y vestía r<>¡>as de sacenJ<>te.
l!.audion buscó en su mente alguno de los si,Q,nos de reconocimiento que [_eopold usnbn pm:1 identificar n los
.�rreros de Cristo, aunque fue incapaz de recordar ninguno. Todo lo que podí� ver cm el poder obvio que
em�naba de este hombre. Sus ojos ardían con una luz que Baudion solo había visto en los inquisidores dedicados
�la causa-. Esos nlLJeltos ahora pueden reposar. Y el que utilizó sus cuerpos para que 1<: silvieran como soldados
ampíos se hn conve1tido en cenizas.
P.audion le Breton entrecerró sus ojos con recelo.
-¿Quién sois vos,joven padre, y cúrno sabéis esas cosas? -Su nwno continuaba reposando sobre la espada, había
�o en ese hermoso "sacerdote" que le inspiraba desconfianza.
El hombre sonrió.
-Me llamo Attemidorus. Y como tL'J, solo soy un soldado :JI servicio de Dios.
Los ojos de Baudion se abrieron de repente cuando consi¿uió recordar uno de los códi,"5os. Asinti<'> hacia In pnrt:e
trasera de In i�lesia, :1llí donde debería existir una estatua de Cristo.
-Él es la fuente de toda luz. -Se quedó mirando al sacerdote en espera de la respuesta adecuada. A1temidorus
simplemente se aclnn'> lngar,Q,anta y lo miró con atención. El caballero comenzó a des<�nvainar la espadn, pero la
extraña luz <1Ue ernnnaba de los ojos del h< >mbre le detuvo. -N<) sois un soldado de r )i< >S -susurn'> Baudion.
El semblante del sacerdote cambió de repente.
-He hecho más por la cristiandnd que cualquier Caballero de Acre. SeJ1or, rezad para que no tcn¿}Íis que
enfrentaros a mí. -Elevó su mano en un gesto imperativo, y Baudion, que no temía n hombre ni dernonio,8imió.
El sacerdote miró a su alrededor.
-Sc�uidme, caballero. No hay nada más <¡ue hacer aquí. Quemad el lu<Q,ar y marcharos y c¡uiz<Í Dios nos vuclvn a
juntar en el futuro. -Con esta tl·ase, el hombre dio media vuelta y salió de la iglesia.
Baudion caminó hasta la puerta de la iglesia y vio como el hombre desaparecía en la oscuridad.
-Seguro que sí -dijo.
cRpícaco eRes:
CR JV1€J'lC€ De
CR I�QUISICIÓN
La Iglesia insiste en que debe poseer, en grado preeminente, las cualidades de un buen j uez, debe tener un gran celo por la Fe, por la
salvación de las almas y la erradicación de la herejía. Debe tratar a los
herejes con una hostilidad sin temor y no concederles nada, no ceder
ante la ira, la pasión, la inducción ni las amenazas, aunque ha de tener
corazón. Siempre que las circunstancias son las adecuadas, debe ser
generoso con los castigos, escuchar los consejos ajenos y no creer
demasiado en su propio juicio o en las apariencias, ya que en ocasiones
lo probable es falso y la verdad es i mprobable.
-Bernard Gui, Manualdel inquisidor, 1331
Desde su tumultuoso nacimiento, la Inquisición estuvo en peligro de
Murnau, por supuesto, extrae la mayor parte de sus miembros de su propia
--;.aparecer. Docenas de jóvenes inquisidores, ansiosos por demostrar su
familia. Aunque existen inquisidores que no forman parte de ninguna de
murieron horriblemente a manos de monstruos. Aquellos que se
estas órdenes, los lfderes de la Inquisición (entre los que se encuenrra el
...a,
..
daron atrás comenzaron a cortejar la posición y los favores. El cardenal
cardenal Marzone) prefieren que los miembros pertenezcan a uno de esos
:-:one reconoció la necesidad inmediata de imponer cierto grado de
grupos, ya que los miembros independientes carecen del entrenamiento
::uctura y control, ya que en caso contrario pondría a los inquisidores, y
oablcmcnte a toda la Iglesia, a manos de los espías y de la corrupción. Sin
estructura necesaria, la Inquisición acabaría por desmoronarse.
El cardenal Marzone no estaba de acuerdo con la estructura tradicional
:.e
.a Iglesia. Su rígida jerarquía y la inmovilidad de los clérigos lin1itarían la
;-acidad de actuar de sus agentes y potenciaría el fraude. Deseaba que sus
mbres fueran autónomos, inteligentes y con iniciativa, aunque no quería
teológico para comprender lo que pueden ver en el transcurso de sus
misiones, y por otra parte, Marzone carece de la seguridad del nivel de
compromiso que otras órdenes religiosas están dispuestas a aceptar, por lo
que prefiere no asumir riesgos innecesarios.
Las cinco órdenes conforman un grupo heterogéneo, aunque el
cardenal afirma que son la elección perfecta para enfrentarse a los demonios
que infectan la cristiandad. Marzone está seguro de que ninguna otra orden
se convirtieran en seres vulnerables. Con esta idea en mente, Marzone
estaría tan preparada como cualquiera de las cinco. Nadie es tan santo,
_.eñó una estructura para su nueva Inquisición consistente en células
sabio o bravo. Ninguna otra orden está dispuesta a entregar de forma
�
�retas formadas por individuos que respondían ante las autoridades locales.
voluntaria una continua corriente de sus miembros para luchar contra las
-e>eaba mantener el control alejado de la sofocante mano de Roma.
legiones del Infierno. Desde l a fuerza de la espada de los Caballeros hasta
2a jerarquía
el movimiento, conjurar los peligros, lanzarse a la batalla y sanar el cuerpo
La Inquisición cuenta con una jerarquía sencilla. Los inquisidores de
- distintas células informan a un Concilio de Fe. Los Concilios de Fe, junto
sus
Procurarors Fiscalis, informan al Concilio Supremo. El Concilio
·-premo informa al Gran Inquisidor, el cardenal Marzone.
la paciencia y la precisión de los Oculi Dei, estas órdenes pueden percibir
y el alma tras la lucha. Son perfectas.
Pocos inqui idores poseen la fuerza de voluntad necesaria para hacer
realidad el suefío de Marzone, aunque muchos se esfuerzan por conseguirlo.
Después de todo, el futuro de la cristiandad está en juego.
El reclutamiento difiere en cada orden. Los Caballeros prefieren
Los agentes poseen el máximo grado de poder personal que permite
hombres que no solo sean apros en el campo de batalla, sino que sean leales,
-¡(m reconoce que la integridad de cualquier inquisidor, así como el poder de
la maldad. Los hombres que crecen en el seno de la orden reciben el
-..:llquier sociedad secreta controlada por un miembro de la Iglesia. La lnqui-
unión de varios inquisidores es suficiente para enfrentarse a tareas difíciles. A
�de ello, la organización no consiente en que sus agentes operen en solitario
en parejas, ya que los peligros son demasiado grandes y la posibilidad de
- meter errores es demasiado elevada. Sin embargo, es consciente de que en
casiones es necesario hacer la vista gorda. L1 Inquisición debe mantener un
-recario equilibrio y la comunicación a nivel local se ha convertido en una
:noridad para el correctO funcionamientO de la empresa.
:Snquisibores tobos
La Inquisición comienza en su unidad más pequeña: el inquisidor. Allá
_')nde esté un inquisidor, la Inquisición está presente. Puede ser un espía,
-n mendigo, un hombre virtuoso, un obispo o un rico noble. Es el guerrero
_ue lucha en el frente de batalla y el erudito que estudia los antiguos
;-ergaminos en el corazón del castillo. Blande la espada de la justicia y la
:empla con generosidad.
Un inquisidor es una combinación de juez apostólico y oficial de
;:-vlicía medieval que se encarga de hacer frente a las ofensas contra la
cristiandad. Es la persona que se interpone entre las almas de la cristiandad
la maldad de los demonios y su fe en Dios es su escudo.
La misión de los inquisidores, según el cardenal Marzone, no consiste en
Jestruir los monstruos de la noche o los herejes, sino en salvar almas y protegerlas
Jel azote de la maldad. Las almas del pueblo representan la e peranza de Europa.
Si se derrama sangre inocente en aras del deber, el inquisidor acaba convirtién­
dignos de confianza y que hayan conservado su coraje al enfrentarse ante
entrenamiento necesario para modelar este comportamiento desde
la
infancia. Aquellos Caballeros reclutados a partir de otras órdenes militare
deben distinguirse no solo como guerreros, sino como hombres devotos. Si
esto sucede, el candidato acaba entrevistándose con un Caballero de Acre
de alto rango que le ofrece la oportunidad de hacer el bien en nombre de la
cristiandad, aunque ello suele implicar abandonar la línea del frente de la
Cruzada (o cualquier otro lugar donde esté el candidato en ese momento) .
Si el caballero muestra interés, debe jurar un voto de secreto y se le revela
la existencia de la Inquisición.
La Orden Roja posee una política de reclutamiento bastante estric ta.
Los miembros deben po eer ciertos conocimientos básicos, entre los que se
incluyen la capacidad de leer en griego y en latín, extensos conocimientos
de teología y de derecho, una base de ciencias naturales y experiencia
demostrable en uno de los principales campos del conocimiento (algunos
teodosianos están dispuestos a educar a candidatos potenciales con la
intención de conseguir los niveles mínimos necesarios). Los miembros
locales de la Orden Roja se reúnen una vez al aio
i para debatir sobre posibles
candidatos. Los reclutadores se acercan a los tres candidatos más promete ­
dores con una oferta para que se unan a la lnqui ición. Aquellos que
aceptan la oferta y realizan un juramento de secreto se encuentran con un
nuevo mundo para investigar que se abre ante ello;.
Las Hermanas de San Juan obtienen nuevos miembros de forma muy
parecida a la de la mayoría de órdenes femenina . Sin embargo, buscan
cualquier indicio que indique que una mujer posea Visión agrada y e ofrecen
dose en un monstruo no muy distinto del que intenta destruir.
para cuidar de ella (su atareados padres suelen acceder a la petición). Otras
armados con espadas de justicia que participan en las batallas al iado del Seiior.
distinta a las órdenes benedictina o carmelita. Las Hermanas de San Juan no
Un inquisidor nunca está solo. Posee compañeros (otros inquisidores)
El inquisidor cree en la fuerza del número. Trabaja junto a otros formando
células que traman, esperan, observan y actúan de fom1a conjunta. Esros bravos
hombres perseveran a través de sus obras, sus decisiones y el equilibrio entre la
vida y la muerte a la vez que se aferran a su integridad moral y a su cordura.
9\edutamíento
.
Cada una de las cinco órdenes que forman parte de la Inquisición
reclutan sus miembros en div�rsos lugares. Los Oculi Dei reclutan de entre
los laicos, mienrras que las ór�enes clericales lo hacen de forma similar a la
de otras prelaturas, órdcnc> de caballería y hermandades. La Casa de
mujeres simplemente se incorporan a la orden pensando que no es muy
hacen nada por evitar esta forma de acceso, ya que están convencidas de que
Dios se encarga de enviarlas hacia la orden en que son necesarias.
Los Oculi Dei, por supuesto, poseen sus propias políticas de rccluta­
mienro, aunque han cambiado significativamente en los ú ltimos años
conforme d cisma entre Rodrigo de Navarra y Aignen le Librairc se ha ido
extendiendo. Ambos hombres pueden aprobar la inclusión de un nuevo
miembro en la orden, así como otros jefes regionales (como Lizia Montesi
di Roma). La I nquisición en general desconoce si existe algún procedimien­
to formal de iniciación en la orden (dejando a un lado la concien:uda
im·estigación del pasado de cualquier futuro candidato).
La Casa de Murnau restringe el reclutamiento a los miembros de la
familia. La Inquisición se ha cotwcrtido en un asunto familiar. Aquellos
miembro que demuestran ser unos guerreros de buen corazón son reclutados
a la edad de 15 o 1 6 atios ror un inqui idor de la familia que les explica el deber
sagrado de la Casa de Murnau. Poco jóvenes se niegan a cumplir con él.
Una ve: que alguien pasa a formar parte de la Inquisición, se
convierte en inquisidor de por vida. La Inquisición puede hacer que un
miembro retirado participe en alguna misión, aunque los enfermos y los
El inquisidor nunca dicta sentencia en solitario. Aunque en ocasiones
puede asumir el papel de juez, debe dar cuenta de su actos ante el Concilio
de Fe. Tanto el acusador como el acusado tienen demasiadas cosas en juego.
El inquisidor puede solicitar una audiencia si considera que el acusado es
culpable y merece la muerte, aunque no puede ejecutarlo de forma arb1traria
y carece de poder para tomar esa clase de decisiones en solitario.
Sin embargo, si el inquisidor es atacado durante el transcurso de
una misión, puede asumir que el atacante está cometiendo un crimen y
ancianos no suelen ser convocados a no ser que exista una necesidad
justificada pma ello.
es culpable del mismo. La Inquisición otorga al inquisidor con el poder
para ejecutar la sentencia y hacerlo en ese mismo instante. En este caso,
el inquisidor debe entregar la "evidencia" del crimen ante el Concilio de
Fe, que se encarga de juzgar el caso. En ocasiones, si es necesario, el
cadáver es incinerado.
Como los inquisidores trabajan desde el interior del sistema siem­
pre que pueden permitírselo, intentan recoger el mayor número de
pruebas posibles para acusar a su objetivo y a sus socios más cercanos. La
Inquisición conserva numerosos registros de su investigaciones, desde
el más nimio hasta la afirmación de que "el conde Vlad del castillo
Malebogia es un vampiro". Existen grandes bibliotecas repletas de
diarios y de anotaciones en las casas capitulares de los Concilios de Fe.
Debido a la naturaleza obsesiva de sus miembros, la Inquisición cuenta
con impresionantes bibliotecas sobre leyendas, ciencias ocultas, dere­
cho, teología y taxonomía de criaturas infernales por toda la cristiandad
abiertas a cualquier inquisidor que necesite información. A pesar de
todo, la organización de estas bibliotecas deja mucho que desear. Gran
parte de la información está almacenada en notas garabateadas a la
espera de ser compiladas por monjes demasiado atareados, y
olo
al­
existen en los recuerdos de los inquisidores más experime.nca
dos .
quier soldado de Dios que intente buscar un hecho en partit ular
de estas bibliotecas tiene ante sí una tarea ingente.
l
Cuando el inquisidor ha acorralado a su víctima, debe conseguir
tantas pruebas como sean posibles para su causa. Debido al hecho de que
�ítufos y órbenes
Los inquisidores tienen acceso a las promociones y los títulos de sus
respectivas órdenes. A pesar de que la lnqubición carece de títulos
formales, muchas órdenes poseen distintas escalas de promoción. Un
doctor en teología de la Orden Roja continúa ostentando ese cargo a pesar
de que deba responder a un Concilio de Fe. Un Caballero con el rango de
comandante continúa siendo un Caballero y un inquisidor. Muchos
inquisidores utilizan los éxitos que han cosechado como miembros de la
Inquisición para mejorar su posición en sus respectivas órdenes.
Lo inquisidores también pueden ascender en el interior de la
Inquisición. Si alguien está más interesado en los procedimientos legales
o en la investigación que en el trabajo de campo, puede optar al cargo de
Procurawr Fiscalis. Aquellos que han destacado en los campos de batalla
pueden acabar formando parte de nuevos Concilios de Fe o reemplazando
a miembros retirados o fallecidos. Aquellos miembros de los consejos que
poseen de una fuerte objetividad y un trasfondo intachable pueden ser
convocados a Roma para ayudar en la administración de la Inquisición y
formar parte del Concilio Supremo.
�nterroganbo a (os fídes
Los inquisidores responden de forma directa ante su Concilio de Fe,
ante el cardenal Marzone y ante sus compañeros de célula. Su poder ignora
las ataduras de las autoridades laica y eclesiásticas. La Inquisición cuenta
con la autoridad necesaria para auditar a cualquiera y en cualquier
momento (nadie puede parar a un inquisidor una vez que comienza con su
trabajo). Son los sabueso del Sei
'tor y no se detienen hasta que su presa ha
caído en sus mandíbulas.
A. pesar de ello, el poder de la Inquisición es limitado. Solo posee poder
eclesiástico. El Santo Oficio carece de autoridad para juzgar crímenes laicos
como robo, violación o asesinato. El inquisidor solo puede acusar a un
sospechoso del crimen de herejía y debe demostrar de forma irrefutable que
esos crímenes se cometieron contra la humanidad y la cristiandad.
La Inquisición en la sombra posee menos limitaciones que el Santo
Vender el alma al Diablo constituye un crimen eclesiástico. Cual­
Oicio.
f
quiera que se una a las fuer:as del Enemigo de forma voluntaria, se involucre
en artes heréticas, brujería, necromancia o comercie con su alma ha
renunciado a cualquier protección que le otorgue la fe. Aquellos que se
relacionan con la maldad acaban cayendo en el punto de mira del inquisidor.
Si el inquisidor es testigo de un crimen seglar (hecho que suele
suceder en el transcur o de una investigación), puede decidir sobre el
destino del criminal. Puede (y de hecho se anima a que lo haga) entregar
al criminal a las autoridades civiles. Puede dejarlo en libertad. Puede
incluso actuar de verdugo si cree que el crimen es merecedor de ello,
aunque esta forma de actuar no suele estar demasiado bien vista.
El inquisidor debe enfrentarse a un dilema eterno: hacer que
inocente> re;pondan ante la Inquisición es un crimen contra Dios. El
poder de un inquisidor es tan fuerte que el hecho de usarlo para sellar
afrentas hace que la Inquisición descargue toda su fuerza contra el
transgresor. Si llegaran a existir sospechas de que un inquisidor no solo
ha acusado a un hombre inocente, sino que lo hizo conociendo este
hecho, el Procurator Fiscalis y sus compaticros de célula le obligarían a
responder de sus crímenes ante el Concilio de Fe.
�gun
los herejes se convierten en traidores a la Iglesia, el inquisidor tiene
bastante libertad para conseguir la información que necesita. A menudo,
se suele capturar al sospechoso, llevarlo hasta un lugar cerrado e intentar
obtener "pruebas" en forma de confesión. La Inquisición carece de
dictados para extraer información de esta forma, por lo que los inquisidores
suelen utilizar gran 1•ariedad de métodos. A pesar de todo, el inquisidor no
puede cometer asesinato, o al menos no de forma voluntaria.
¿S)uíén interroga a (os ínquísíbores?
Para que una persona pueda formar parte de la Inquisición, debe
poseer una dedicación y una fe inquebrantable, así como una objetividad
a toda prueba. Por desgracia, esa clase de personas no es fácil de encontrar.
Lo> inquisidores son humano , y todos los humanos son proclives al
pecado, por mucho que le cueste admitirlo al cardenal Marzone.
Los inquisidores empeoran. Se hartan de las minucias de su trabajo.
Se obsesionan con las legiones del Infierno, buscan conspiraciones en cada
esquina y creen que todos sus compatieros forman parre de una trama para
destruir la cristiandad. Acaban concentrándose en los aspectos materiales
de su trabajo y dedicando gran parte de su tiempo a confiscar dinero y
propiedades de los campesinos para engordar su patrimonio. Algunos
obispos y cardenales aprenden a utilizar la verdadera naturaleza de los
inquisidores para sus propios fines. Otros inquisidores caen en la herejía
y son seducidos por los criados del Enemigo mediante métodos perversos,
convirtiéndose en lémures o en Cainitas. Algunos enloquecen, otros
simplemente abandonan.
La Inquisición se reserva el derecho de investigar a sus miembros. Los
inquisidores asignados a estas misiones estudian al sujeto e informan de
ello al Procuraror Fiscalis. Si el sujeto es culpable, el Concilio se encarga de
condenarlo, de despojarle de todo su poder, y si el crimen es merecedor de
ello, de condenarlo a muerte. La Inquisición lleva a cabo la sentencia de
forma inmediata y el Concilio solicita un substitllto.
Los inquisidores pueden verse involucrados en un proceso comra un
'fllpañero en cualquier momento. En teoría, las distintas células de la
-:quisición se vigilan entre ellas en busca de indicios que hagan pensar que
•
han pasado al otro bando. Muchas se muestran preocupadas por la
1bilidad ser las próximas en ser vigiladas debido a un desli: o a su
capacidad para actuar cuando es necesario. Cabe decir que si un inquisidor
:nete perjurio contra un compañero, el Concilio sospechará del acusado,
...n.unciándolo
.
por traición, herejía y otros crímenes contra la Iglesia.
Los inquisidores poseen orra forma de castigo para un compañero
_
e haya caído en desgracia. Si los denunciantes pertenecen a la misma
•Jen
qu e el acusado, los inquis idores pueden llevar el caso hasta los
;-eriores de la orden. Cada orden posee distintos castigos, aum¡ue en
_,neral consisten en censura, peregrinación, penitencia o muerte (en los
...:>
más extremos).
Los Caballeros de Acre casti¡¡an a los miembros que no consiguen
nrener sus \"Otos y se dejan llevar por el miedo ante sus enemigo . Los
t-alleros son unos guerreros feroces y los cobardes no tienen lugar
:re ello . La huida del campo de batalla representa una traición a wdo
.¡ue la orden representa. Si es la primera vez que ucede, el superior
:;:na al culpable tareas de me ditación mientras lleva a cabo su trabajo
-no (limpiar los cuarteles, p ul ir armaduras , ate nd er a los caballos,
ntar guardia, etc .) . Si esta ofensa se repite, se pone en duda la
-"'acidad del Caballero para luchar contra los de monios, lo que obliga
•U
uperior a solicitar su dimisión.
La Orden Roja tiene menos paciencia que los Caballeros. El fracaso
..ra amoldarse a los preceptos de la Inquisición incluye delitos como
"'llScuirse en áreas poco apropiadas de lo oculto, tratar con demonios o
rlorar las zonas oscuras del alma. Los mie mbros de la Orden Roja juegan
ofl fuego metafísico, y para e l los , caer en desgracia significa tramar contra
cristiandad. Los superiores del inq uisidor se reúnen para discutir la
- :uraleza y la amplitud del crimen y dilucidar si el alma del infractor
•
-�ede salvarse. Si el delincuente puede redimir
e, se le aleja de la línea del
-eme y se le ordena acudir a grupos especializados en teología que le
�hgan a reflexionar sobre sus acws. Los que están más allá de toda
�\·ación son despojados de sus uniformes, excomulgados de la lgbia y
-rregados a la Inquisición para que sean juzgados.
Las Hermanas de San Juan no creen en la expulsión de un miembro de
" orden, incluso aunque sea culpable del peor crimen imaginable (el
>esinato) . Debido a su condición de orden centrada en la curación, el acto
..e
daf1ar a otro ser humano implica un daño importante en el alma. Sin
..:nbargo, están convencidas de que ningún miembro esrá roralmente
�rdido. Pueden salvarlo con paciencia y tiempo. Las Hermanas que caen en
...ogracia son obligadas a regresar al convento. Allí permanecen hasta que
\ladre Superiora está convencida de que se han "recuperado". En las
Los rumores que circulan entre algunos inquisidores hablan de agentes
ruaciones leves, esto puede reducirse a varios días de reflexión y oraciones.
secretos especiales bajo el mando del cardenal Marzone que se encargan de
:::0 las más graves, la orden se ve obligada a encerrarla de por vida.
Los Ojos ele Dios no se muestran pacientes con aquellos que clesobe­
..ecen los juramentos y revelan los secretos de la conspiración a los
::nembros ajenos a la orden. Un secreto desvelado de forma inconveniente
mantener la integridad y la pureza de propósito de los inq uisidores. Algunos
están convencidos de que en yn momento dado, cualquier inquisidor puede
ser un topo encargado de recopilar información acerca de las lealtades de
otros soldados de Dios y hacerla llegar mediante códigos secretos a manos de
:-uede poner en peligro toda la existencia de la orden. La más mínima
su maestro secreto. Existen rumores de que los sospechosos de herej ía que
-recha de confianza equivale a la expulsión inmediata de la orden (y
.::¡uellos que son expulsados suelen tener un final aciago a los pocos días
�e su expulsión). Si un miembro hablara y saliera indemne de este hecho,
son descubiertos por esta policía secreta deben presentarse en tribunales
d resto de los miembros estaría convencido de que no haría ningún da!'io
1 compartir algunos secretos, hecho totalmente inaceptable.
La Casa de Murnau patrulla ·u propia familia, por lo que los
miembros de más rango de la Casa pueden castigar a sus hijos y a otro>
miembros a su cuidado como vean conveniente. Si un miembro de la Casa
je M urnau comete una ofensa contra la Inquisición, la Casa se encarga de
encubrirla (son "asuntos de familia") e intenta encargarse de ella a su
manera. Aunque la Casa hace roJo lo posible para salvar a un hermano
caído, no posee grandes esperanzas, ya que la maldición de la orden
jesrruye a varios miembros de la fami lia en cada generación.
secretos ante el Concilio Supremo. Muchos inquisidores no dan crédito a
estos rumores, aunque los miran con recelo.
Ningún inquisidor ha sido desenmascarado por esta policía secreta,
aunque algunos afirman que algunos miembros han desaparecido en mitad
de la noche sin que hubiera ningún indicio de actividad demoníaca para
volver a aparecer en una misteriosa mazmorra a cientos de kilómetros. Los
motil"os continüan iendo un misterio.
l)rocurator �íscaHs
El Procumror Fiscalis es una combinación de fiscal público, archivista
y experto en la existencia de los condenados, cuya experiencia pro1·icnc
de sus muchos años de lucha en el campo de batalla. Cada Concilio de Fe
cuenta con un único Procurawr Fiscalis. Solo los inquisidores más despier­
ros, perspicaces y recros se convierten en candidatos para el cargo.
Aunque no se trata de un cargo preferido por los inquisidores proclives a
la acción, se trata de una posición adecuada para aquellos inquisidores
veteranos que desean continuar en la lucha pero carecen de la capacidad
física para proseguir en el frente.
Cualquier inquisidor que tenga una afrenta que resolver o carezca de
objetividad puede acusar a una persona inocente (un acro que puede
condenarle a muerte). El Procuraror Fiscalis actúa como red de seguridad
para la Inquisición, ya que es una persona que mira el trabajo subjetivo con
objetividad. Su misión consiste en dilucidar la verdad, no en condenar
basándose en afirmaciones espurias.
Cuando una célula inquisitorial obtiene pruebas suficientes contra un
individuo, se acerca al Procurator Fiscalis y solicita la apertura formal de una
investigación judicial. El procurador asume que el acusado es culpable de
todos los cargos que se le imputan antes de examinar cualquier documema­
ción que se le pre ente. Si encuentran pruebas suficientes como para
garantizar una audiencia preliminar, toma los papeles y presenta los cargos.
El Procuraror Fiscalis presenta el caso ante el Concilio de Fe local.
Si el Concilio está de acuerdo con su punto de vista en función de las
pruebas presentadas, el procurador dedica su esfuerzo a preparar un caso
contra el acusado. Los inquisidores reciben la orden de "capturar" al
acusado a cualquier precio.
En cuestión de días, el Concilio lleva a cabo un juicio informal en el
que elProcuraror Fiscalisactúa como abogado de la acusación. Si el acusado
está ausente, el Concilio realiza el juicio in absentia. Si el acusado es
declarado culpable, el Concilio envía a un grupo de inquisidores para que
se encargue de la sentencia. Si el acusado es peligroso o se trata de un
asuntO urgente, el Concilio lleva a cabo el juicio en el hogar del defensor,
mientras que un inquisidor maniata al acusado y otro prepara la estaca.
Muchos inquisidores están convencidos de que el Procurawr FiscalLs
es una inconveniencia. Creen que gasta un tiempo innecesario, se entromete
en asuntos ajenos y es fuente de problemas innecesarios. A pesar de ello,
en raras ocasiones el Concilio permitirá que un inquisidor deje a un lado
los procedimienros formales. Más de un inquisidor ha caído en manos del
Coccyws, por lo que dejar de lado los procedimientos necesarios es un
indicador de que el inquisidor se ha corrompido.
[oncífío be cge
En cada una de las ciudades donde la Iglesia está presente, el cardenal
Marzone ha fundado uno o varios Concilios Je Fe. Los miembros de esros
Concilios son escogidos de entre las filas de inquisidores con conocimien­
tos de derecho, teología, o por su distinción como miembros de la sociedad
laica o seglar, y se encargan de mantener la jerarquía y organización de la
Inquisición en la sombra.
Un Concilio de re está compuesto por cinco inquisidores venerables.
Estos inquisitlores administran las actividades de los inquisidores locales,
mantienen informado al Concilio Supremo de Roma y participan en los
juicios de la Inquisición. Velan por la cohesión de las células inquisitoriales
locales y consiguen que cooperen entre ellas metlianre informes y la
provisión de un refugio seguro en una casa capiwlar.
La principal función del Concilio de Fe es la de juzgar los crímenes
y herejías. El Concilio opera según la premisa de "culpable hasw que no
se demue tre lo contrario", y el acusado necesita algo más que pedir
clemencia para ser absuelto. El juicio posee tres etapas: captura, proce­
dimiento y sentencia.
En primer lugar, los inquisidores presentan al acusado al juicio. En el
momento en que una célula de inquisidore posea pruebas suficientes para
culpar a alguien de cometer necromancia, negociar con demonios o
cualquier otro delito similar, se encargan de arrestarlo y si es posible, de
culparlo por sus crímenes (aquellos acusados que pnseen poderes
demoníacos o que atacan a los inquisidores son culpables en el acto, por
lo que no se necesita ningún juicio adicional. De igual modo, los inquisidore<
pueden actuar en defensa propia si lo creen necesario) . El Concilio de Fe
posee celdas especiales en los confines de sus casas capitulares para
contener a prisioneros peligrosos, celdas que contienen el equipo adecua­
do para "contener" a los demonios. Técnicamente, no se necesita que el
acusado esté presente en el juicio, ya que el Concilio puede juzgar a
cualquier individuo in absentia si es necesario.
Durante los procedimientos, el Concilio escucha las evidencias que
les presenta el Procurawr Fiscalis. El Concilio sopesa estas pruebas frente
al catecismo de la Iglesia y su extenso conocimientO de teología, derecho
y ciencias ocultas. Si encuentran que el acusado es culpable (como suele
acabar sucediendo), el Concilio se retira a deliberar.
Las sentencias son variadas. Para aquellos humanos que se han visto
atrapados en una compiración urdida por brujos o nigromantes, las
sentencias van desde una peregrinación obligada a un lugar sagrado
pasando por penitencias, confesiones o azotes. Para aquellos que partici­
pen en una herejía de forma activa, practiquen artes oscuras o se entreguen
a poderes oscuros, la sentencia es la muerte. El Concilio suele incinerar al
acusado, aunque posee otras sentencias más esotéricas, en especial cuan­
do el acusado es un demonio.
Una vez que el Concilio ha dictado sentencia, el acusado no puede
apelar. La sentencia es absoluta. Si consiste en penitencia o confesión, el
Concilio encarga a un inquisidor local de que se asegure de que el pobre
descarriado vuelve a caminar por la senda de la virtud. Si el castigo
consiste en latigazos, el inquisidor se encarga de llevarlo a cabo en la casa
capitular, liberándolo acro seguido. Si la sentencia es la muerte, la
Inquisición la lleva a cabo de forma privada y silenciosa. Los inquisidores
consultan al Concilio en los términos en que deben llevar a cabo la
sentencia si desconocen la forma adecuada de proceder (esto suele ocurrir
en los casos en que el acusado es un poderoso demonio o uno de sus
sirvientes). El Concilio dirige los inquisidores a aquellos que poseen esta
información, ya sean archivistas, otros inquisidores u otras fuentes útiles.
El Concilio es consciente de que su poder radica en la fuerza y en el
juicio de sus inquisidores. En el caso de enemigos mortales expertos en las
artes oscuras, el Concilio se permite el lujo de organizar un juicio y dictar
sentencia. En el caso de aquellos que no pertenecen al grupo de los
mortales, la Inquisición no tiene ninguna obligación de salvarlos. La célula
es la encargada de tomar la decisión de llevarlo a juicio o llevar a caho las
acciones necesarias para eliminar la amenaza antes de que ponga en
peligro las almas del Rebaño. En estos casos, el Concilio autoriza a las
células para que efectúen las acciones necesarias e informen al Concilio de
Fe del desarrollo de los actos. El Concilio sopesará las pruebas que
refrendan las acciones de la célula y determinará la necesidad de sus
acciones. En casi todos los casos, el Concilio refrendará las acciones de la
célula, ya que en raras ocasiones la evidencia de un peligro inmediato
contradice las acciones de los inquisidores.
Cuando la Inquisición establece un Concilio de Fe en una nueva
ciudad, declara una serie de "meses de gracia". Durante este período, las
células que responden a las órdenes del nuevo Concilio se adentran en la
comunidad y observan a los ciudadanos en busca de comportamiento
extrai'ios. Cuando los inquisidores encuentran pruebas de un comporta­
miento sospechoso (sefiales extrañas en el bosque, comercio con objetos
sobrenaturales, desaparición o aparición de personas) informan a sus supe­
riores. El Concilio notifica a los sacerdotes de la; parroquia locales de que
ciertos miembros de la congregación necesitan confesión y penitencia.
Conforme los inquisidores recopilan pruebas, se las comunican al Procurator
Fiscalis, quien las compara con inquisiciones previas y prepara los casos.
Tras la finalización del período de gracia (el intervalo de tiempo puede
ir desde unas pocas semanas hasta varios at'ios, de hecho, algunos "meses de
gracia" que comenzaron en las primera fases de la Inquisición todavía están
vigentes), la Inquisición comienza a actuar. Se inician los juicios secretos de
los verdaderos pecadores, los herejes y los servidores del mal. Los inquisidores
-.rerrogan a los testigos, recopilan pruebas y preparan los asaltos contra las
De igual modo, los inquisidores vigilan a l Concilio. Si el Conci.�
rralczas del enemigo. Cuando los juicios llegan a su fin, el Concilio ordena
rechaza de forma repetitiva ca os con pruebas sólidas, "extravía" decid�
•os inquisidores que lleven a cabo las sentencias del modo más eficiente y
cienes, pasa por alto la infiltración del enemigo o pasa gran parte �­
tiempo divagando, los inquisidores pueden abrir un caso contra él. A re- :
de ello, acusar a un Concilio es más difícil que perseguir a un inqu i,1_: ·
_ñando al menor número de inocentes. Los Concilios pueden tardar ailos
.:1
concluir sus juicios y barrer la región. Una 1·ez que un Concilio de Fe
"":>taura su presencia, lo hace de forma permanente.
QquHíbríos y celabus
El Concilio posee una función secundaria, aunqu e no menos impornte: mantener el equilibrio entre la Inquisición. Los inquisidores pasan
:ran parte de su tiempo separados de sus superiores en busca de herejes,
....emonios y monstruos. Esre trabajo pasa factura a la mente y al cuerpo. Los
"lquisidores más débiles fallecen, o se corrompen y traicionan a sus
• •mpaileros. El Concilio actúa como una fuerza supervisora que puede
�efenestrar a un inquisidor en cu alquie r momento.
Al mismo tiempo, los inquisidores vigilan a su Concilio de Fe. El
-mcilio puede sufrir infiltraciones, tentaciones, sobornos o simplemente
...er en el desarraigo. Como la Inquisición suele trabajar alejada de Roma,
� Concilio es tanto su propio monitor como el de las células que supen·isa.
Las células y el Concilio acaban formando parte de un equilibrio
asado en la investigación y en los procedimientos j udi ciales . El Concilio,
.:�a vez que revisa los casos y las pruebas que e le presentan, realiza juicios
.e valor sobre los inquisidores y los acusados. Con el paso del tiempo,
·e,ulta obvio si un inquisidor no cumple con su deber ante Dios y la Iglesia.
'I el inquisidor no ha conseguido resultados en un tiempo razonable, el
Vlncilio considera que hay motivos para que pueda ser sospechoso. En
.ualqu ie r momento, el Concilio puede convertir a un inquisidor en un
cusado y ordenar a otras células a que procedan a su captura, apresamien' interrogatorio y juicio.
•
Un cuerpo judicial debe estar dispuesto a escuchar las pruebas, inclu- el Concilio está auseme. Otro Concilio local debe sopesa r las prueha,.
los inquisidores pueden llevarlas hasta el Concilio Supremo. Si el CunCI!.
es culpable, los castigos a lo que debe hacer frente son similares a lo, ...�­
le esperan a cualquier otro inquisidor. Los Concilios que pierden ante c.
Concilio Supremo se hallan en una posición peligrosa, ya que éste r'''""
sus propios equipos de inquisidores para enfrentarse a los renegados.
En el caso de que un Concilio de Fe caiga, ya sea a manos del cnemi�
por motivos mundanos o por la corrupción de u miembros, las células de :�
Inquisición deben crear uno nuevo. Se eligen cinco miembros de las célul:­
supervivientes para constituir el nuevo Concilio. Uno de ellos debe presemarx
ante el Concilio Supremo para recibir la ratificación del nue1·o Concilio de Fe
En el caso de que las células también hayan sido exterminadas, Roma del:-.:
enviar a un nuevo grupo de células y un Concilio a la zona afectada.
El equilibrio de poder existente entre las células y el Concilio mantiene
alerta a todo el mundo. La política y las mentiras tienen un lugar en L
Inquisición, mas un falso testimonio puede tener consecuencias nefasta,
para el culpable. La Inquisición considera que el perjurio es un crimen similar
al de herejía o asesinato y lo condena con dure:a, aplicando castigos que 1·ar:
desde la prisión, la expulsión de la Inquisición o la excomunión.
�[ G:oncífío (Supremo
El Concilio Supremo esrá compuesto por siete miembros: do<
inquisidores de airo rango, do> secretarios, dos abogados o expertos en
teología y un Advocarus Fiscalis
(el asesor financiero). El Concilio
convencer al Papa de que todas las pruebas son auténticas y llevarlo hasta
Supremo también posee un pequeño ejérciro de experros en teología,
una posición desde la que pudiera confirmar a un nuevo cardenal que
derecho, asuntos militares y ciencias ocultas que actúan como conseje­
pudiera asumir el cargo Je Gran Inquisidor.
ros en determinados asuntos, desde la defensa de los intereses de la
Iglesia hasta la forma de hallar la mejor forma de de truir a los monstruos
usando unidades de caballería.
El Concilio Supremo posee tres funciones: la primera consiste en ser un
comité ejecuti\·o encargado de la dirección de la Inquisición. Emite direc­
[arbena( CJJlar3one,
Q3ran �nquísíbor
tivas para los Concilios de Fe, realiza recomendaciones para los
El cardenal Marzone lidera la Inquisición. En virtud de sus creden­
nombramientos y a censos y trabaja con delegados de la Iglesia. Tiene la
ciales, posee la capacidad de delegar su poder e infuntlir a los inquisidores
potestad de disolver y crear nuevos Consejos de Fe en cualquier momento
con el poder de la Iglesia. Es un hombre de carácter impecable, un cristiano
y de obligar a cualquier grupo de inquisidores a que se desplacen a otra zona.
que está convencido de que la Iglesia es la única defensa verdadera contra
La segunda función consiste en actuar como Consejo de Fe en Roma.
la maldad. Cree con toda certeza que la Inquisición es todo lo que queda
El Concilio Supremo se encarga de aquellos casos demasiado delicados (o
entre los monstruos infernales y la caíJa de la cristiandad.
que involucran a personas muy poderosas) para que sean juzgados por una
En drtud de su cargo de Gran Inquisitlor, el cardenal Marzone cuenta
célula de inquisidores y un Consejo de Fe. En las cámaras secretas del
con la autoridad del Papa en todos los asunros relacionado con la fe (en el
Vaticano, sus miembros escuchan declaraciones de santidad (o de la falta
ámbito de la Inquisición en la sombra). Trabaja como nexo Je unión entre
de ella) de manos de obispos caídos y de nobles poderosos. El Concilio
el resto de autoridades epi copa les y la Inquisición. A pesar Je ello, la Iglesia
Supremo observa cómo inquisidores enmascarados colocan al acusado
carece de autOridad sobre la Inquisición salvo mediante el cardenal, todo lo
frente a ellos y consideran el caso presentado por su propio Advocaws
que los clérigos pueden hacer es quejarse, lamentarse y amenazar (los pocos
Fiscalis. El abogado presenta us cargos y permite que el defen or admita
que conocen la existencia de la organización). El cardenal trabaja para
la veracidad de sus palabras o se defienda de ellas. Tra el juicio, el Consejo
preservar la integridad, la santidad y el secreto de la Inquisición.
Supremo se retira a deliberar.
El cardenal Marzone posee el control de todos los miembros de la
El Concilio Supremo basa gran parte de su razonamiento al administrar
Inquisición, desde el asesor de mayor rango hasta el sirviente más humilde.
sentencia en la similitud existente entre la herejía y la alta traición. En sus ojos,
Tiene control absoluto sobre el Concilio Supremo, ya que puede nombrar,
aquellos que se sientan ame ellos están en una posición Jesde la que son
transferir y destituir a sus miembros
capaces de influir y corromper las almas de cientos de personas, por lo que la
crea que alguien ha perdido su confianza y no actúe por el interés de la
a
voluntad. En el momento en que
práctica de actos heréticos equivale a conspirar para Jerrocar a la cristianJaJ.
Iglesia, puede decidir destituirlo sin Jar explicación alguna. No debe
Ningún acto de herejía es inocente, ninguna comunicación con el enemigo es
arbitraria. Suelen mitigar los castigos basándose en las circunstancias y en el
justificar sus acciones, ya que su palabra es ley.
cargo, aunque el castigo para los casos de alta traición es siempre el mismo: la
la organización es absoluto y nadie cuestiona sus afirmaciones. Hasta la
Las órdenes del cardenal nunca se ponen en duda. Su control sobre
muerte. El Concilio Supremo prefiere la muerte por fuego (por supuesto, el
fecha, no ha dado motivos para que alguien pueda contradecir sus órdenes
hecho de arrastrar a personajes notables ante el Concilio Supremo es un acto
directas, mantiene a la Inquisición en consonancia con Dios y no da
que causa tantas repercusiones que se utiliza como último recurso. Siempre que
órdenes contradictorias o frívolas. Es un líder justo y un hombre de
sea posible, la Inquisición prefiere arruinar a los hombres poderosos con
presencia imponente, aunque no siente compasión por los soldados de a
métodos más sutiles, al menos en principio) .
pie ni conecta con sus deseos, ya que está demasiado ocupado para
La última función del Concilio Supremo es secreta, incluso para el
preocuparse por sus informes. Es consciente de la importancia de los
propio cardenal Marzone: el Concilio Supremo puede votar para apartar
hombre que están bajo su mando, por lo que no duda en delegar el control
al cardenal de su cargo. Si el cardenal Marzone cayera bajo los caprichos
sobre aquellos que demuestran ser dignos de su confianza.
de la maldad, arrastraría a toda la Inquisición. El Concilio Supremo se
El cardenal Marzone no soporta la traición. Él es el responsable del
encargaría de la sucesión del Gran Inquisidor para proteger la integridad
destino de los hombres caídos de la Inquisición. Si un inquisidor fracasa
de toda la empresa. El voto secreto debe ser unánime entre los miembros
horriblemente en su posición de defensor de almas (no importa si fue
del concilio para que puedan ordenar a sus inquisidores que capturen al
sobornado, incompetente o careció de las agallas necesarias para llevar a
cabo las órdenes de sus superiores), lo defenestra de su posición y lo envía
cardenal Marzone y lo conduzcan a lo calabozos para iniciar el procedi­
miento de traición. Acto seguido se encargarían de realizar una votación
entre ellos para decidir quién asume su lugar.
de vuelta a su orden. Los rumores afirman que el cardenal posee unas
mazmorras secretas en el Bosque Negro donde se encarga de los verdade­
Este hecho nunca ha sucedido. El cardenal Marzone es el primero y
ros traidores. Otros rumores más oscuros sugieren que aquellos que caen
hasta la fecha, el (mico hombre que ha ocupaJo el cargo de Gran
en estas mazmorras son torturados para obligarles a confesar sus conoci­
lnquisiJor, y no existen planes para derrocado. Nadie trama contra el líder
mientos de magia negra y sus alianzas con los demonios, extirpándose le la
de la Inquisición, al menos nadie que haya sido detectado hasta la fecha.
lengua para que no vuelvan a dirigir palabras demoníacas a los hombres de
El Concilio Supremo nunca ha informado al cardenal de su capaci­
dad para eliminarlo sin Jar cuenta de ello, ya que nunca ha necesitado
Dios. Acto seguido, el cardenal los libera para que vivan como renegados
y sufran todas las afrentas posibles hasta el final de sus días.
utilizar este plan de contingencia y no ve motivos para revelarlo. Puede
En el caso de que un Concilio de Fe traicione a la Inquisición, el
que en el futuro llegue el momemo en que el cardenal Marzone deba ser
reemplazado por alguien más joven y capaz. El cardenal podría enfermar
cardenal Marzone ordena al Concilio Supremo que envíe a sus inquisidores
o volverse loco. Incluso podría caer en desgracia. La Inquisición debe
Concilio Supremo despoja a los miembros Jetenidos de su poder e
El derrocamiento del Inquisidor General no es un acto sencillo. La
puede juzgar a lo� acusados como si fueran cualquier otro traidor. El
resistir independientemente de que el cardenal siga liderándola.
para detener a los miembros y traerlos hasta Roma para ser juzgados. El
influencia tras su llegada a Roma. Acto seguido, el Concilio Supremo
política de la Iglesia y del estado debe estar al iado Jel Concilio Supremo
carJcnal Marzone no cree en la clemencia para aquellos que utilizan a la
y tener la confianza del Papa. Solo él posee el poder y la fuerza para tratar
Inquisición en beneficio propio, y Jeja que el Concilio de Roma se
de forma adecuada a un Gran Inquisidor renegado y decrépito. El hecho
encargue del juicio y del castigo de los culpables.
de demostrar al Papa que el Gran Inquisidor no es digno de su c¡�rgo
Si algún miembro de los rangos intermedios llega a llamar la atención
requeriría gran cantidad de pruebas. Ello significaría que se debería
del carJenal de form:1 positiva, debido a sus actos en el cumplimiento del
.eber, este reconoce sus habilidaJes. Normalmente lo
-�mociona a una célula activa, lo nombra miembro de un
ncilio de Fe importante o lo traslada a Roma para que pase
·�rmar parte del Concilio Secrero. El cardenal Marzone no
e;
omnipotente, aunque reconoce el talento y desea
..::li.:arlo de la mejor forma posible. La Inquisición es
inquisidores deben redistribuir sus tareas para cubnr [.¡ :
necesaria. En cambio, grandes zonas del Reino de H
gría carecen de ellas.
Las células locales se reúnen en zona> ,e,;.
ras y poco pobladas, operan de noche (cuanJ
actividad del enemigo es mayor) y dejan tra, e1.
en, y el carJenal quiere que los mejores miembros
men ajes cifrados y rumores. Sus casas capitulares suelén
:enren los puesros de liderazgo. Son necesarios actos
desde casas privadas hasta catacumbas bajo la iglesia loe
- ;:ran bravura para demostrar la lealtad y la inreligen- necesaria para pasar a formar parte del selecto
':""'�po de personas de confianza del carJenal .
Dperacíones
oor �uropa
La Inquisición en la sombra ape­
en células cuyo tamaño varía de
-� a varias decenas d e inquisidores.
:. Lamaño de la célula cambia en
•
•
.
Suelen escoger lugares recogidos con espacio libre par
guardar sus existencias y sus notas. Normalmente.
estos lugares suelen estar localizados en com·en­
ros, iglesias, capillas y otras zonas que son a la
vez lugares sagrados y seguros.
Las células suelen disimular su pre-
sencia ante cualquier persona que no sea
miembro de la Inquisición. Cada casa
capitular cuenta con una serie de signos
secretos. Estos signos suelen señalar el
camino hacia la casa capitular, aunque
los miembros locales los diseñan para
que sean lo más inocuos posibles: un
aciÓn de la densidad de pobla-
ojo grabado en una pareJ, una flecha,
n local, de la influencia de la
�Ia en la zona y de la necesidad
una palabra clave compartiJa en grie­
'""' mquisidores. Las zonas m:ís tran­
itinerante debe poseer una carta de
- las necesitan un menor número
introducción y una lista Je símbolos
.;,e mquisidores, mientras que aque-
·, con una ac tividad mayor
....¡uieren una supervisión mayor.
....¿
<
:onas carentes de influencia
go o en latín. Cualquier inquisidor
para hallar la casa capitular. A pesar
de que los campesinos no son cons­
cientes de las obras de las células, los
enemigos de la Inquisición son unos
-�;esiástica no suelen contar con
seres asruros. Muchos inquisidores
�-·ulas propias, ya que la lnquisi­
mueren debido a que el enemigo
- n se preocupa por salvar la
consigue seguir a algún miembro
.::..
Hiandad, no las zonas periféricas
hasta la sala de reunione
�leras de paganos.
Las células que operan en cada
zona determinada mantienen infor­
El tamaño de las células tam­
:cn depen
J�e
.
de de las necesidades. Si
:•na carece de grandes núcleos
mado al Concilio Je Fe local. El
población pero posee núcleos
nicación entre las células de
Concilio de Fe posee canales de comu­
;c:éricos ensusbosques (comoocu­
inquisidores y se encarga de mantener
-e en Baviera),
la custodia de los archii'OS y la comuni­
la célula suele estar
;:nada por una docena de miem-- s hasta que los problemas
::uenzan a despejarse. Si es nece­
:JO, pueden enviarse inquisidores
�10nales hasta la zona problemá­
::..:a para ayudar a las células nativas.
de células activas en Europa. Una
::X:Sren inquisidores que cambian
estimación aproximada inJica que
:e célula a
célula siguiendo el rastro
cación con Roma, administrando los
símbolos secretos y las cartas de pre­
sentación. El Concilio también audita
a los n
i quisidores y a su trabajo.
Se desconoce el níunero toral
este número oscila entre ciemos y
:;,: la maldad. La Inquisición carece
miles, aunque es más probable que el
llL"l personal necesario para cubrir
primer número sea el más correcto.
Ja Europa, por lo que estos
La Inquisición no es una organiza­
:-�uisidores se desplazan allá don­
ción demasiado numerosa y sus
:.e
se les necesita. Una vez que los
�uisidores limpian una zona, pue­
...cn moverse hacia la siguiente.
Aquellas zonas que cuentan
.. n la población necesaria
(y una
-�esencia activa del mal) suelen
células se hayan muy dispersas.
2íneas be
comuntcaeton
'
' /
-.seer varias células. En París, por
En un munJo JonJe las células
cremplo, existen varias células que
no abunJan, las reuniones son
peran en equipo. La acriviJaJ en
in frecuentes y los inrerc�mbios Jc
c<ta ciudaJ es tan elevada que los
opinión lentos, el mantenimiento de
las líneas de comunicación se ha cOiwertido en un objetivo principal para la
Inquisición. 0Jormalmente, los inquisidores se dedican a sus tareas diarias
consistentes en obtener información. Cuando lo problemas aparecen, los
inqui idores necesitan tener rápido acceso a la información de otras células,
de bibliotecas, o de colecciones pri\·adas propiedad de otra órdenes.
El Procuraror Fisca/is es el eje de la red de comunicaciones. Como
parte de sus deberes, se encarga de archivar las pruebas de los casos así
como cualquier carta que reciba de otros Concilios, entre los que se
e nc uen tran aquellas provenientes del Concilio S upre mo. Merced a ello, se
ha convertido en un recurso incalc u lable : cualquier inqu isidor puede
solicitar el acceso a los archivos del procu rador situados en la cas a
capitul ar del Concilio de Fe y obtener la información que necesite. El
proc urador está obligado a entregarle la información solicitaJa si es te
puede demo trar que la necesita .
Cada Concilio de Fe posee un único Procuraror Fiscalis, ya que la
organización carece de demasiados miembro experimentados como para
permitirse el lujo de tener un número mayor. El procurador suele solicitar
ayuda adicional, ya que la cantidad de daros generada por los inquisidores
es Jcmasiado elevada para una sola persona, aunque hasta que la Inqui­
sición madure, los procuradores han de afrontar su trabajo en solitario. Los
Concilios de Fe pueden llegar a abarcar :onas de varios cientos de
kilómetros cuadrados, por lo que el proc urador puede verse obligado a
hacer frente a los detalles de cada pequeño pueblo, cueva, bosque y castillo
en el interior de los límites.
El procurador envía delegaciones periódicas para conseguir infor­
mación para su biblioteca o de las células de la Inquisición. Naturalmente,
se encuentra con algunas dificultades (la Orden Roja, por ejemplo, no
se muestra demasiado dispu est a a entregar varios tomos antiguos que
de criben va rios cultos heréticos), aunque como mín imo, cuent� con la
au torida d necesaria para solicitar una carta que haga referencia a la
información solicitada. También envía de legaciones a otros Concilios
de Fe con el mismo propósito.
El proc urador debe mantener la comunicación entre las cél ulas que
informa al Concilio de Fe, motivo por el que se encargan de recibir y
rellenar informes periódicos. Revisa los informes para extraer información
que deba comunicar a otras células y los archiva en carpetas repletas de
papeles y notas. Cuando en algunos de los informes aparece algo sospecho­
so, informa al Concilio de Fe y a las células cercanas de este hecho.
2as cínco órbenes
Cada una de las cinco órdenes posee un destino distinto, aunque por
el momento, la Inquisición les obliga a trabajar conjuntamente. Esto no
significa que todos los miembros colaboren sin altercados. A menudo, la
lealtad a la propia orden está por delante de la lealtad a la Inquisición, por
lo que algunos inquisidores deben hacer frente a un conflicto de intereses
mie mras llevan a cabo su trabajo. El inquisidor se encuentra dividido: i Está
al servicio de los gobernan tes de su orden o está �1 servicio de la Inquisición ?
iQué s ucede cuando los intereses de cada una entran en conflicto?
Cuando algún miembro se encuentra con un conflicto de intereses,
suele acudir a las enseñanzas y creencias de su orden. Con esta informa­
ción, debe decidir qué acción es más conveniente para él, para su orden y
para la cristiandad. Las órdenes imprimen una identidad personal, una
;enda de fe y un camino hacia Dios en cada uno de sus miembros.
Cohe ionan a almas apa ionadas mediante opiniones y creencias y las
convierten en soldados de la cristiandad.
Las órdenes no siempre se muestran dispuestas a cooperar. Un Ojo
Je Dios siente algo más que molestia cuando un Caballero esgrime su
e>pHJa y se introduce en un cas til lo, y una Hermana se pregunta si su
amiga, una Herman a de la Orden Roja, en verdad necesita otro vial de
sangre de demonio. Sin embargo, el gran desafío de trabaj ar para la secreta
y sagrada Inquisi ción suele atenuar esos prej u icios, impuls ándolas a
colaborar entre ellas para conseguir un bien mayor.
Las descripciones de las órdenes de las páginas siguientes se estructuran
de la siguiente forma:
Título: Nombre de la orden.
Resumen: Breve descripción de la hisruria, creencias y estructura de
la orden.
Apariencia: Aspecto de un miembro de la orden, incluyendo sus
hábitos y estándares (en el caso de órdenes clericales).
Iniciación: Métodos estánd ares por e l que un peregrino pu ede llegar
a forma parte de la orden.
Organización: Breve explicaci6n de la jerarquía de la orden.
Posesiones: Locali zaci ón de las casas capitulares más importantes de
la orden.
Virtud Superior: Virtud Superior más val orad a por la orden.
Bendiciones: Categoría de Bendiciones en la que la orden está
especializada.
Maldiciones: Categoría de Maldiciones que suele afectar a la orden
con mayor frecuencia.
Beneficio de la Orden: Efecto en términos de juego de los beneficios
de la orden en caso de que el jugador decida aceptarlos (consulta el
capítulo cuatro).
Inconveniente de la Orden: Lo bueno siempre está acompañado de
lo malo. Si un jugador decide aceptar los beneficios, debe aceptar los
inconvenientes.
Creación del Personaje: Sugerencias pMa que los jugadores sepan
los Rasgos que son más adecuados para los personajes de la orden.
Recuerda que tan solo son sugerencia·, no reglas obligatorias .
Frase: Comentario típico de los m ie mbros de la orden.
Estereotipos: Conceptos que la orden posee sobre el resto de la
Inquisición, el Rebal'ío y el Enemigo.
Drben be (os [aballeros
9Jlenbícantes be fa
1)asíón be fa G:ru3 be 9cre
i Porraremos nuesrro acero hasca los lugares infecwdos de monsmws para
desmtir/os en SILS propias guaridas!
Una noche, un pequeiío grupo de Caballeros Teutónicos y Caballe­
ros de Santo Tomás, liderados por Gauthier de Dampiere, robaron una
astilla de la cruz verd adera Je Acre. La escondieron en un carro, protegida
por sebo de cerdo de los sentidos aguzados de los monstruos que se
escondían entre los Cruzados y los sentimentalismos religiosos de sus
enemigos musulmanes. Por tierra y por mar, la reliquia viajó hasta una
pequeña fortaleza situada en la isla de Chipre. Allí, los Caballeros la
enterraron en la capill a de la reba utizada Fortaleza de la Cruz. Esa noche,
mientras rezaba fren te al altar, Gauthier reunió al nlicleo de una nueva
orden de caballeros que debería luchar contra la creciente osc urid ad : los
Caballeros Mendicantes de Acre.
Esta orden fue creada por antiguos miembros de los hospitalarios, los
caballeros teutónicos, los templarios y la Orden de Santo Tomás. Solicitaron
el reconocimiento oficial en 1 2 1 7 y 1 21 8 . El Papa Honorio III, sucesor de
lnocencio lll, formalizó la orden en 1 2 1 9 mediante una bula papal y le otorgó
derechos y deberes monásticos similares a los de los Caballeros Hospitalarios
de San Juan y los caballeros templarios. El Papado otorgó a los Caballeros
determinados privilegios, entre los que se incluía la independencia de
cualquier autoridad espiritual o temporal salvo la de Roma, la exención de
diezmos, protección de las interdicciones de los obispos y el derecho a tener
sus propios clérigos, ceremonias y cementerios. A cambio de ello, Roma les
encargó la protección militar de las almas de los peregrinos de Tierra Santa,
la sagrada defensa de la cristiandad y la destrucción de herejes, monstruos,
brujas, nigromantes y demonios.
Los Caballero han unido la vida monástica con la militar. Además de
entrenarse en el uso de las annas, juran sus votos para someterse a la Norma
de la Orden, mantenerse castos y vivir en la pobreza con la excepción de sus
armas y sus monturas. Estm votos son vitalicios y ponen de manifiesto su
dedicación ante Dios y la Iglesia. Los Caballeros castigan cualquier violación
de sus voros o su Norma con penitencia, peregrinación y castigos físicos.
Aquellos que rompen sus votos de forma maliciosa se enfrentan a una posible
expulsión de la orden y a la excomunión de la Iglesia.
El abandono de la orden de forma voluntaria es un acto muy serio.
Solo el Gran Maestre puede liberar a un peticionario de sus votos tras una
larga deliberación. Una vez que lo ha liberado, la orden lo despoja de roJos
sus derechos, responsabilidades, títulos, armas y monturas adquiridas
durante su estancia en la orden. El antiguo Caballero es expulsado de la
orden sin ninguna oportunidad de retorno, aunque conrinúa siendo un
buen cristiano a ojos de la Iglesia.
Los Caballeros poseen una rígida jerarquía militar. El jefe de la orden
es el Gran Maestre, Gauthier de Dampiere, un guerrero incansable. Su
fuerza de voluntad se halla encerrada en un cuerpo marchito por la edad.
Como Gran Maestre, Gauthier es el jefe de las lenguas, nombre que sirve
para designar a los repre;encanres de la orden en los distintos países. En la
actualidad existen ocho lenguas (Provema, Auvergne, Francia, los Esta­
Jos Papales, Aragón, Castilla, el Sacro Imperio Romano e Inglaterra).
�5tereotípo5
La Lucha: La misión de luchar contra las hordas del mal no
solo sirve. para proteger Tierra Santa 9 a los peregrinos, sino
también a la propia cristiandad.
El Enemigo: Los monstruos infectan cualquier aspecto de la
vida, adentrándose en las instituciones más sagradas. Debemos
destruirlos utilizando cualquier medio necesario.
El Rebaño: Debemos proteger a los inocentes y apiadarnos
de aquellos que caen en la batalla.
La Orden Roja: Nuestros Hermanos Rojos pueden encon­
trar la luz del conocimiento en casi cualquier lugar, aunque suelen
olvidar que el hecho de mirar fijamente una luz brillante puede
conducir a la ceguera.
Hermanas de San Juan: La meditación y la paz son unas
virtudes sabias cuando la guerra ha finalizado y la sangre de los
monstruos tü1e de rojo el campo de batalla.
La Casa de Murnau: Pueden eñtir la maldad, algo positivo,
aunque lo realmente importante es destruir la maldad que sienten
con las armas de la justicia.
Oculi Dei: Los Ojos son unos cobardes que se ocultan en sus
cuevas. Pt;rmanecen con plumas en las manos mientras los hom­
bres reales hacen el trabajo de Dios.
_
CaJa lengua recibe informes de los grupos de Comandantes, existiendo de
uno a doce Comandantes por lengua. Tras los Comandantes se encuen­
tran los comandantes de campo, las unidades de caballería, la infantería
pesada y ligera y las unidades regulares.
Si la orden necesitara seleccionar a un nuevo Gran Maestre, los
Comandantes de las lenguas se reunirían en secreto y procederían a votar
a un nuevo candidaro. De momentO no ha habido ninguna necesidad de
ello, aunque si la orden desea perpetuarse en el futuro, llegará el momento
en que este procedimiento será necesario, por lo que Gauthicr de Dampiere
ha preparado a sus caballeros a conciencia.
En el campo de baralla, los Caballeros son capaces de blandir cualquier
arma, desde una antorcha hasta un ejército. Los Caballeros atesoran reliquias
y armas, planos y mapas, hombres, caballos y monturas. Los Comandames
lideran a la infantería ligera, la infantería pesada y las unidade de caballería
al cora:ón de la oscuridad. Los Caballeros no muestran piedad ante sus
enemigos, y éstos a su vez les responden de forma recíproca.
La orden no está tan dispuesta para morir por Dios para matar a Sus
enemigos. Todo Caballero debería sobrevivir a un combate para poder
participar en el siguiente (aunque la orden alaba la muerte gloriosa al
servicio de ella). 1 o creen que muchos de sus miembros mueran de viejos,
aunque están convencidos de que el deber sagrado de un caballero
con iste en matar a tantos herejes como le sea posible. Los cementerios de
los Caballeros están repletos de cuerpos Je aquello que cayeron al servicio
de la orden, mienrras que sus monasterios continúan albergando Caballe­
ros ansiosos por proseguir la lucha.
Apariencia: Los Caballeros Je Acre utili:an un manro blanco en el
que hay grabada una cru: desmembrada en color rojo. En épocas de guerra,
los Caballeros visten una camisola blanca con el dibujo de la cru:
desmembrada en rojo. Normalmente suelen montar caballos blancos.
Iniciación: Un método Írecuenre para ingresar en la orden consiste
en ser un caballero prominenre de otra orden (ver página 54). Esto>
individuos ya han demostrado su valía en el campo de batalla, por lo que
olo deben someterse a una ceremonia de iniciación secreta que les Ile\'a
directamente a un camino rápido para promocionar hacia los altos rangos.
Otros suei'ian con enfrentarse a los servidores de Satanás. Esto:,
miembros deben demostrar su valor en el campo de bmalla contra un
enemigo conocido, donde reciben el título de Soldado. Tras hacerse
los. Los atributos Físicos suelen ser primarios, así como las Habilidades.
dignos de ello, deben someterse a un elaborado procedimientO de inicia­
Los Caballeros suelen tener Trasfondos de Aliados, Mentor 'l Posición. Su
ción donde prometen sus votos, juran servir a
Virtud principal es Coraje.
Cristo y reniegan de rodas sus posesiones.
2a Drben :Jtoja
Organización: El rango meno importante
de los Caballeros de Acre es el de Soldado. Estos
individuos, considerados como infantería ligera,
El conocimiento esrá al alcance de nuestros
sirven para mantener en buen estado las armas y
dedos. iQué ley nos obliga a no ucilizar el conoci­
las monturas y luchar en primera línea de batalla.
miento del lnfiemo comra sus sirvienres 1
El rango más frecuente es el de Caballero, solda­
Teodosio nació en el año 8 1 2 d.C. en el
dos que viajan solos o en compaiiía (o formando
seno de una rica familia griega sumida en la
parte de una célula) por roda Europa. La orden
herejía del maniqueísmo. Pasó gran parte de su
juventud leyendo las obras de los filósofos grie·
les asigna caballos, armadura, armas y escuderos.
Estos Caballeros pueden buscar cobijo en cual­
gos, las enseñanzas de los gnóstico , los trabajos
quiera de las muchas mansiones, hospitales y
de alquimia y los estudios de ciencias naturales.
demás posesiones de la orden.
En su época juvenil viajó por todo el mundo,
Los miembros más distinguidos ascienden a
coleccionando tomos arcanos, entrevistándose
las unidades de caballería, más tarde a coman­
con los imanes de Siria y buscando las obras
dante de campo y después a Comandante. Los
perdidas de Herme Trimegisto en Alejandría.
Comandantes se encargan de liderar desde un pu­
Se familiarizó con múltiples filosofías heréticas, así
ñado de Caballeros a ejércitos enteros. Un
como con el panteísmo, el budismo y el Islam.
Comandante de lengua podría llegar a ascender a Gran
Tras varios años viajando sin encontrar res­
Maestre tras la destitución del Gran Maestre actual.
puestas a las preguntas que ardían en el interior de su alma,
Los Caballeros más alejados del cuerpo central de la orden
Teodosio
informan al oficial superior más cercano. Si el Caballero se encuentra solo
y sin posibilidad de establecer contacto con ningún miembro de su orden,
a
ume que el oficial de más rango en el campo de batalla es él mismo.
Posesiones: Los Caballeros de Acre (como orden, no como indivi­
duos) poseen mansiones, hospitales, monasterios y tierras por toda Europa
y el Reino de Jerusalén. Muchos castillos albergan unos 50 hombres. Las
mansiones cuentan con un número considerablemente menor.
u posesión más importante es la Fortaleza de la Cruz, situada en
Chipre, una fortaleza militar cercana a Nicosia. La orden cree que una
astilla de la Cruz Verdadera se encuentra enterrada en un relicario de oro
tras el altar de la capilla principal. Para honrar la astilla, los Caballeros
celebran la ceremonia de la Adoración de la Cruz en Viernes Santo.
Otras posesiones importantes incluyen el Cháteau Au-dessus de
Poitiers en Francia y la Fortaleza de los Santos en Ausburgo, así como los
incluidos en el Capítulo Dos.
Virtud Superior: Celo.
Bendiciones: Los Caballeros recibenlas bendiciones de las Investiduras.
se dirigió a Roma. Allí experimentó los estigmas, luchó
contra un vampiro poderoso que se escondía bajo las catacumbas de la
ciudad y se convirtió al catolicismo ortodoxo en presencia del Papa. Sus
investigaciones le condujeron hacia tentaciones y
enfrentamientos con
poderes oscuros, por lo que reconoció el rigor de la vida monástica para
mantener su mente clara y su alma pura mientras realizaba sus búsquedas
en temas prohibidos. Al poco tiempo ya tenía un pequeiio grupo de
seguidores en Roma. Su
pasión por la inve tigación lo hizo famoso y su
conversión atrajo a toda clase de eruditos europeos a su lado.
La orden tuvo un inicio difícil. Aunque fue fundada por una bula
papal publicada por el Papa Benedicto III, en la que declaraba la creación
de la Orden de San Teodosio de la Abadía de San Denis, más adelante
conocida como la Orden Roja, fue revocada por el Papa Honorio acusán­
dola de herejía y brujería. En el transcurso de una petición para restaurar
una abadía, su pasado salió a la luz, junto con sórdidas acusaciones de
brujería instigadas por altos oficiales de la Iglesia. La orden perseveró
mediante cuidadosas maniobras políticas y una cuidadosa presentación de
pruebas contra los cargos, aunque la Iglesia continuaba mo trando su
Pueden utilizar sus reservas internas para incrementar su fuerza, su paz de
preocupación por la existencia de la orden. San Teodosio murió el afio
espíritu, su velocidad o la rapidez de curación de us heridas.
8 7 1 , dejando tras él gran cantidad de diarios, investigaciones, escritos y
Maldiciones: Los Caballeros de Acre sufren Interdiccioncs que
restringen sus acciones. El voto más importante consiste e n una
Algunos afirman que el santo ensució su obras con trabajos de magos,
lealtad inquebrantable a la orden, seguida de los votos de castidad y
dejando tras él pistas que apuntan hacia una senda de poder. Los miembros
pensamientos que acabaron convirtiéndose en la espina dorsal de la orden.
pobreza. Otros aspectos de los voto incluyen la abstinencia, el ayuno,
de la Orden Roja continúan trabajando para desvelar los secretos de San
el silencio y la oración.
Teodosio. Otros afirman que aquellos que tuvieron éxito en esta empresa
de la Orden: Los Caballeros de Acre poseen el mayor
desaparecieron en alguna contienda contra un poder oscuro que no
número de reliquias de roda la cristiandad. Algunos les acusan de compor­
pudieron controlar. Muchos miembros de la Orden Roja afirman que las
tarse de forma fetichista con estos objetos, aunque otros calhm cuando
obras son benignas, en su mayor pnrte tratados avanzados de los trabajos
Beneficio
contemplan los efectos que una hoja ungida produce sobre la carne de un
filosóficos de Sócrates y Aristóteles. A pesar de todo, la Orden Roja oculta
demonio y no echan más leña al fuego. Si el jugador decide que su
los trabajos más controvertidos de San Teodosio de los ojos Je la Iglesia.
/Los protegen de aquellos que malinterpretarían su contenido u ocultan
personaje se beneficie de esta característica, recibe tres puntos gratis en su
información que condenaría a la orden?
Trasfondo de Reliquias Sagradas.
Inconveniente de la Orden: Los Caballeros de Acre no ceden sus
La vida monástica en la orden es ordenada y activa. La Orden Roja
preciadas reliquias a cualquiera. Cualquier personaje Caballero que sea
cree que la vida monástica paraliza la mente y los sentidos, por lo que sus
portador de una reliquia sagrada se comportará de forma pedanre con sus
miembros la orden se dedican al estudio, a las discusiones, a la enselianza
compañeros. En términos de juego, el jugador deberá realizar las compro­
y a otras misiones intelectuales. La investigación está a la orden del día. La
baciones de pérdida de Devoción como si la runtuación del personaje
alquimia es popular, así como cualquier conocimiento que ayude a
fuera superior en uno a lo que realmente es.
conocer más detalles sobre el enemigo: el aprendizaje de las creencias
Creación del Personaje: Los Caballeros suelen poseer conceptos
militares. La 1 aturaleza Galante y el Impulso de Vanidad suelen gobern ar
heréticas,
-
el esrudio de los hábitos alimenticios de los monstruos y la
memorizaci6n de encantamientos demoníacos. Cualquier cosa que no sea
n malleficium expreso está permitida a la Orden Roja. Algunos definirían
.,ue esta investigación constituye una herejía y por lo tanto anularía la
.antidad de la orden, aunque la misma no suele dejar que estos detalles
.algan a la luz. La Orden Roja suele referirse a esta clase de investigación
La Lucha: La filosofía es sencilla: utilizar todas las herramo "conocer las herramientas del enemigo".
mientas disponibles para derrotar al enen}igo, incluso si estas
Como estos estudios pueden abocar a un Hermano a la tentación, la
herramientas pertenecen al enemigo y las armas son sus armas.
;.1en establece rígidos códigos de conducta entre sus miembros. La orden
El Enemigo: El Enemigo es inteligente, está preparado y
< ciñe a la Norma de San Teodosio, escrita a partir de la dilatada vida del
posee una gran diversidad de armas. El único camino hacia la
.mto, así como de sus observaciones y sus experiencias. La mayor parte de
victoria pasa por conocerlas a fondo.
... \forma está relacionada con la conducta personal, subrayando la
·El Rebano: iQué podemos aprender de las heridas y de la
-ecesidad de humildad, obediencia a los superiores, reverencia por Dios y
disposición de los cuerpos de los heridos? Es probable que nuestra
,
oración, la distribución de las posesiones y la necesidad de que todas las
presa utilice unos métodos concretos para· atacar y obedezca un
�,·estigaciones acaben dando "buen fruro". El restO de la Norma describe
ciclo de necesidad de carne.
" castigos que se aplican a un Hermano que caiga en desgracia y se vea
Los Caballetos de Acre: Unos fieros guerreres que ignoran
-,·olucrado en actos heréticos. Los castigos giran alrededor de la peniten­
las verdaderas aFmas que pueden llevar al campo de batalla.
cia y de la oración, aunque considera la
Hermanas de San Juan: Nuestras hermanas en la lucha, han
expulsión como castigo adecuado para
aprendido fortatez;a interior aunque sucumben a sus visiones
los crímenes más ruines. Muchos
infernales.
miembros de la orden susurran his­
La Casa de Murnau: Pueden oÍer la maldad a su manera. Es
torias de Hermanos que se
probable que una vez que hayamos estudiado su habilidad podaapartaron de la Norma de San
mos replicarla y efe esta forma, consigamos disminuir la presencia
Teodosio y sucumbieron a la atrac­
de esta casa maldita.
ción de los rituales de magia negra.
Oculi Dei: Atesoran grandes cantidades de información y
La orden debe cumplir una
conocumento que no comparten con lqs demás.
norma estricta: no puede reali­
-·--zar ninguna cxperimentaciún
o investigación fuera del recinto de la abadía bajo pena de expulsión y excomunión. Esta norma se basa en el testimonio de Evera;­
de Gascuña quien, hace un siglo, empujó la voluntad divina demasiado lejos. Ocultó sus inveW�4ciones en una cueva en los Pirineos y atrajo a buenos hermanos a su lado. Su curiosidad les lle'
a practicar hechicería en secreto. Habían dejado de ser buenos cristianos para formar un culr
y lo que invocaron trajo la condenación y el dolor por todo el monasterio, arrasándolo p
completo. Nadie sobrevivió.
Las noticias del incidente circularon a través de los pueblos cercanos. El incidente :1
pudo permanecer oculto, ya que dejó demasiados testigos y demasiados cuerpos. La Ordc:­
Roja se salvó gracias a la rápida intervención del abad Gualhard de Mozencs de Tolosa ..;�­
se encargó de incinerar los materiales ofensivos y reforzó la Norma de San Teodosio. Aun..¡._e
la posición de la orden no fue revocada (debido en gran parte a las maniobras política, _:._
abad y sus conexiones con el Papa Alejandro Ill), en la actualidad, la gente se acerca a : miembros de esta orden con recelo, como si fueran capaces de desarrollar colmillos y comen: a entonar cánticos demoníacos en cualquier momento.
El secreto mejor guardado de la orden (consistente en que sus miembros más ama.: sufren estigmas) constituyó la piedra de wque en las negociaciones con el papado en tiem;x­
de necesidad. Según la doctrina de la Iglesia, ser portador de las marcas de Cristo constiru'e
signo de gracia de la que solo son dignos los fieles más devotos. Una sola palabra del Papa r�
derrumbar a la orden, aunque la sangre de Cristo evitó en más de una vez que tomara esas med!Los eruditos admiran a la orden, aunque se refieren a ella en susurros. Se rumorea qlle
miembros de la orden son capaces de canalizar milagros de Dios y maldiciones satánicas. Sus r ;rojos crean una sensación de miedo y excitación entre los que les rodean. Algunos miembrL' Je
Iglesia y de la elite intelectual se preguntan si la Orden Roja posee planes propios (basado' e::
relación con los demonios o una guerra secreta que utilizan para manipular la Iglesia en ber.e-propio). Algunos asintieron cuando salieron a la luz pruebas que apoyaban estas idea,, .J.C-...
briéndose que varios doctores en teología habían manipulado una pequeña di{x.:-t·
Gascuña con la ayuda de su influencia sobre la Iglesia. Resulta interesante 'J�é diócesis estuviera próxima al lugar donde estaba ubicada la abadía que fue de-:�
por fray Everard. Aunque estos hombres fueron severamente castigados por h
la Iglesia se pregunta cuántos oficiales de medio y alto rango han acab.!
convertirse en marionetas de la elite de la Orden Roja.
Apariencia: Los Hermanos de la Orden Roja utilizan ropas rojas celiida· r ­
cinturón de cuero negro. Las Hermanas usan hábitos rojos ceñidos por un cinturón �e y un rosario.
Iniciación: La Norma de San Teodosio describe la iniciación de los jóvenes en la L ­
Roja. Los miembros de más edad de la orden reclutan a los jóvenes y les hacen tomar r :--
�stereofípos
•
·
•
•
·
-
.
•
�,
•
-
-
_
--­
-
-
rigurosos entrenamientos físicos, psicológicos y reológicos. Su primer año
constituye un período de prueba. Durante ese año trabajan al servicio del
resto de los miembros de la orden y pueden ser
despedidos por cualquier infracción.
Los candidatos pueden entrar a formar
parte de la orden a la edad de 1 2 ai'ios si demues­
tran que poseen la capacidad intelectual
necesaria. Aquellos jóvenes que se convierten
en novicios reciben formación en idiomas, filo­
sofía, literatura y teología. La Orden Roja prefiere
"domados jóvenes", ya que es consciente de la
dificultad inherente en educar a un adulto.
Organización: La Orden Roja no posee un
líder definido, cada una de las abadías ele la orden
informa ele forma directa al cardenal Marzone. En
el interior de la orden no existe una organización
rígida, aunque los distintos priores son elegidos
una vez al ai'io ele entre los miembros.
La Orden Roja otorga título para los profeso­
res. Muchos reciben el título de Licenciado en
Teología, encargándose de las materias menores, como
gramática latina. Los Maestros en Teología dirigen a
varios Licenciados y dominan materias más complicadas,
como las Santas Escrituras, filosofía o ciencias ocultas. Un Doctor
en Teología es un investigador experto capaz de exponer con profundidad
varias materias ocultas.
Posesiones: La abadía de mayor tamaño es el monasterio de
Laurendine situado en Tolosa. Este monasterio alberga la mayor bibliote­
ca de la orden situada en tres torres en espiral. En el interior de sus muros
viven más de 300 miembros de la orden.
La orden también posee el convento de Santa Escolástica en Roma,
un edificio al cuidado de las Hermanas Rojas. En el interior del edificio
existe otra gran biblioteca, así como el cuerpo y las reliquias de San
Teodosio. Las leyendas afirman que si se tocan las reliquias sagradas del
santo, éste otorga al penitente una visión de la mente del Enemigo.
Virtud Superior: Sabiduría.
Bendiciones: La Orden Roja está excepcionalmente dotada en la
manipulación del Arre Sagrado. Su senda principal, Boni S¡Jirirus, le
permite conseguir gran cantidad de efectos, incluyendo mantener a los
demonios a raya y convocar justicia divina.
Maldiciones: Los miembros de la Orden de San Teodosio sufren de
estigmas: sus palmas sangran, sus espaldas les duelen como si hubieran sido
azotados y sus frentes sufren un dolor producro de cientos de espinas
invisibles. Algunos sufren heridas supurantes en el costado.
Beneficio de la Orden: Algunos Teodosianos han estudiado libros
heréticos y malvados que han recuperado de las bibliotecas de herejes
impenitentes y adoradores de demonios. Aunque este hecho posee el efecto
secundario de rentarlos hacia la herejía y la corrupción (ver más adelante),
también les otorga conocimiento (y por lo tanto, poder). En términos de
juego, los conocimientos que el personaje posee sobre las herejías y los
demonios les otorgan tres puntos gratuitos en Trasfondos Expuestos. A pesar
de ello, tanto los jugadores como el Narrador deberían tener presente que
esta información se ha conseguido a partir de libros, no como experiencia
personal. Por esre motivo, el personaje podría sentirse sorprendido cuando
una criatura se comportara de forma distinta a la que indican los libros.
Inconveniente de la Orden: El estudio de textos prohibidos se cobra
su precio en la cordura del lector y le tienta hacia sendas oscuras. Los
Teodosianos que estudian conocimientos ocultos se encuentran con que
tienen dificultad para resistir sus impulsos más básicos. La dificultad para
evitar actuar por Impulso en estado Insensible se eleva en un punto en el
caso de estos personajes.
Creación del Personaje: Los miembros de la Orden Roja prefieren
los conceptos intelectuales. La categoría de Atributos Primarios suele ser
Mental, así como los Conocimientos. Los teodosianos suelen tener una
Naturaleza Autócrata y un Impulso de Dominación. Los Trasfondos más
frecuentes incluyen Mentor, Casa Capitular y
Posición. Su Virtud principal es el
Autocontrol.
{)ermanas
be (San 3uan
Veo en mis visiones que con la caída de las
rojo de la luna la mano dit1ina
llegará hasta los fieles y desrnúrá a los infieles con
hojas y el rime
espadas inflamadas.
El primer suceso que confirmaba la exis­
tencia de las Hermanas de San Juan ocurrió
en 1 2 1 7, cuando sor Teresa, una famosa vi­
dente castellana viajó hasta Roma para
solicitar la creación de una nueva orden feme­
nina. Con la ayuda de Otro von Murnau y del
cardenal Ugolino, fue capaz de obtener el recono­
cimiento de la orden. El Vaticano otorgó a sor Teresa
un convento y un hospital en Tiro. Allí, las hermanas asumieron los votos de San Agustín, recitando los Oficios Divinos de
acuerdo con el Ritual del Santo Sepulcro, viviendo en celdas austeras y
pasando gran parte de su tiempo meditando sobre la naturaleza de Dios.
Aunque el hospital original estaba en muy mal estado, prosperaron merced
al trabajo duro. La orden obtuvo gran fama gracias a sus esfuerzos en Tierra
Santa, en especial al apoyo y a la ayuda que prestaron a las tropas que
participaron en la Cuarta Cruzada.
Las monjas permanecieron en el hospital de Tiro durante siete años,
hasta que en 1 222 los sarracenos destruyeron el convento. Los miembros
de la orden tuvieron que migrar hacia el oeste y durante diez años fundaron
conventos en Castilla, Francia, la península italiana y Alemania.
La vida de las Hermanas de San Juan gira en torno a la oración. Las
Hermanas meditan sobre los misterios de Dios y se reúnen durante las
oraciones diarias. En los conventos los miembros ayunan, mantienen
votos de silencio salvo en la recitación del Oficio Divino, viven de forma
estricta y meditan durante largos períodos de tiempo.
Esta forma de vida les ayuda a mantener sus visiones a raya (visiones
aleatorias y violentas que se desencadenan al tocar determinados objetos,
al contemplar una pintura o al evocar un día de verano. Al tocar una
espada ven los rostros de las víctimas pasadas agonizando bajo el acero. Un
cementerio les revela un desfile de fantasmas). El acto de tocar un atizador
de hierro puede desencadenar horribles visiones de los momentos en que
fue utilizado como instrumento de tortura. Cuantas más cosas ven, más
cosas recuerdan. Las visiones se arremolinan en sus cerebros como
demonios surgidos de pesadillas.
Sus vidas austeras les permiten controlar sus visiones, sus pensamien­
tos y sus actos. La meditación y la fe permiten que las visiones sean
predecibles y les ayuda a erradicar el horror de las mismas. Los momentos de
paz calman sus mentes y reducen el dolor. La oración les ayuda a enfocar sus
visiones en cosas más útiles y placenteras que el asesinato, la violación y los
ataques violentos. La religión les transmite la paz de espíritu necesaria.
Las visiones son aleatorias y poderosas. La fuerza y la imprevisibilidad
de la Visión aterrorizan a las novicias jóvenes. Los muros de los conventos
resuenan con las oraciones que emanan de celdas cerradas. Pocas Herma­
nas jóvenes abandonan el convento y menos aún salen fuera de sus celdas.
Conformen envejecen, las Hermanas se sienten impulsadas a
actuar para mitigar la maldad de sus visiones, incluso aunque para ello
deban pagar un precio elevado. Saben que el hecho de pasar toda su
existencia en el convento no servirá para detener las visiones para
�mpre, solo las mitigará. Sienten que contribuyen en mayor medida
'llpartiendo la información de sus mentes que deteniéndola con
mos y oraciones . En algún lugar hay alguien armado con una espada
� n la volunrad necesaria para seguir us indicaciones con d fin de
:ener cualquier fuente de maldad.
Estas Hermanas abandonan la seguridad de sus conventos para viajar
: el mundo, donde acaban fundando pequeños oasis de pa: y sanridad
albergues y hospitales secreros en los que cuidan de las menres y las
-nas de aquellos que luchan contra el mal. Las Hermanas nómadas han
cado unH clase de santuario especial: el convento eremítico. Este
-.wario puede esn1blecerse en cualquier parte, incluso en el campo de
- ·alla. Solo se necesita un refugio y la presencia de una Hermana de San
n. Muchos Caballeros, guerreros y videntes llegan a las puertas ue estos
nwnros en busca de descanso y cu ración. Las Hermanas ayudan a estos
acionario en la curación uel cuerpo y el alma, colocando compresa
""" en las heridas y dispensando sabiduría con sus visiones (leyenuas
nas o victorias por venir).
En el caso ue algunas Hermanas, la Visión se desencadena de forma
lenta y no cxi te ningún convento que sea capa:
.... controlarla. Algunas de estas monjas su
·-'llben a la visiones de maldad que se
. lpan en sus mentes y las aúllan a cual- .era que esté dispues to a escucharlas.
gritos se agolpan creando mulri.J de frases
•
·
�stereotípos
La Lucha: Hasta que el mundo quede libre de mancha,
existirá d dolor y la muerte a manos del mal y nosotras seremos
sus testigos.
El Enemigo: Las obras de los monstruos contaminan la
senda natural del alma que discurre entre la Tierra y el Cielo. Solo
si logramos detenerlas podremos disfrutar de paz verdadera.
El Rebaño: Podemos ver sus destinos mientras caen en las
garras de los demonios del Infierno. Podemos elegir: intentar
salvarlos una vez que el destino l�s ha reclamado o curar sus almas
antes de que ocurra lo peor.
Los Caballeros de Acre: Hombres y mujeres de Dios que
toman la espada y luchan en nombre de Dios, Cris to y toda la
cristiandad.
La Orden Roja: Reciben el norn_bre por el color de sus ropas,
mas cuando les miramos, vemos sangre.
La Casa de Murnau: Aquellos que tengan fe, triunfaran,
aquellos que no résistan a las .renraciones, caerán.
Oculi Dei: Una extraña mezcla que'no es capa: de hallar el
verdadero descanso porque no co�parren lo que ven y meditan
sobre ello.
-•
en rre c o (radas en
lenguas oh-idadas que pro·
fetizan el fin del mundo.
. Aparienc·ia: Las
Hermanas usan hábitos
negros con cap uchas
blancas. Utilizan largos
rosarios y ciñen sus hábitos con una cuerda dorada .
A menuuo usan guantes ne­
gros. Muchas Hermanas de
San Juan caminan con los pies
desnudos.
Iniciación: Las mujeres
que expresan su interés en
unirse a la orden deben
�ometerse á una inves­
tigación sobre su
. pasado y su linaje.
Si la superan,
ingresan en la
orden como
novicias. Se les
ñarles las oraciones del Oficio Divino. Tras un m'io ue prueba, el
resr o de miembros de la orden real izan una votación para ratificar su
au misión. Aquellas candidatas que no la superan son de pedidas. Tras
su aceptación, las novicias juran los votos, el igen su nombre sagrado,
ingresan en el convento y se convierten en Hermanas de San Juan.
Organización: Las Hermanas de San Jua n mantienen un orden
poco estricto entre ellas y sus conventos. Todas las monjas comienzan sus
carreras como novicias. Más adelante se convierten en Hermanas. Mu­
chas de ellas continúan siendo Hermanas durante el resto de su carrera.
Existe una Madre Superiora en cada convento que se encarga de los
asuntos diarios y de la asignación de tareas para el resto de Hermanas.
Posesiones: Las Hermanas de San Juan poseen propiedades en
Francia, !heria y el Sacro Imperio Romano. Su principal casa capitular rs
la Abadía de San Juan Evangelista, situada cerca de la casa natal de Teresa
en las afueras de Madrid. El cuerpo de Santa Teresa está enterrado en la
capilla principal.
También poseen un importante convento eremítico, el Convento dr
la Santa Madre, para meditar y discutir sobre la naturaleza de Dios, en
Aquisgrán. Mu chos reyes y caballeros, cansados de las cru zadas, viajan
grandes distancias para recluirse en compañía de las Hermanas y meditar
sobre sus pecados.
Vi rtud Superior : Fe.
Bendiciones: Las He rmanas de San Juan está n dotadas con la
Palabra del Señor. Utilizan salmos poderosos en su cruzada contra el
Enemigo.
Maldiciones: Cuando meditan sobre la naturaleza de Dios y las
palabras de Cristo, las mentes de las Hermana \·agan hasta el juicio Final.
En e e momento sufren horribles visiones de muerte, llamas ardientes,
tor.turas y demonios del infierno. Una vez que las visiones se desencade­
nan, no pueden detenerse con facilidad.
Beneficio de la Orden: Muchas Hermana; de San Juan recibe n
visiones divinas. Estas visiones siempre poseen una ca usa (algunas
hermanas las sufren al tocar un objeto, al verlo, al hacer el signo de la
cruz o en sueños). Estas visiones no son placenteras y suelen ser
premonitorias (muestran sucesos futuros) o postcognitivas (muestran el
pasauo). Animamos al Narrador a decidir el momento preciso en que
tales visiones se desencadenan, así como la información que imparten.
Si u n personaje desea desencadenar una de estas vi iones, uebe gastar un
punto de Fuer:a de Voluntad y superar una tirada de Percepción +
Empatía (la dificultad varía dependiendo de la fuerza de las impresiones
emocionales; consulta el poder de Auspex El Toque del Espíritu en la
página 148 de Edad Oscura: Vampiro) . La superación de la tirada hace
que la Hermana reciba una 1·isión que varía en
intensidad y utilidad en función de los éxitos
obtenidos. Un fracaso no da ninguna información, mientras que una pifia activa el
inconveniente de la orden (ver más adelante).
Inconveniente de la Orden: No todas las
visiones (de hecho ni la mayoría de ellas) que
reciben las Hermanas son benévolas. La mayoría
de las veces, las Hermanas contemplan sangre,
muerte y horrores apocalípticos, incluso cuando
estas visiones les otorgan información. En tér­
minos de juego, cada vez que una Hermana
reciba una visión que incluya un elemento espe­
cialmente horrible o intente inducir una visión
y pifie, el jugador debe realizar una tirada de
Coraje (dificultad 7). i la tirada tiene éxito, el
personaje resulta ileso, pero si falla, la desgracia­
da Hermana pierde un punto de Fuerza de
Voluntad, y una pifia hace que el personaje pierda un
punto adicional de Convicción.
Creación del personaje: Las Hermanas de San
Juan dependen de sus talentos innatos y sus personalidades
generosas. A menudo poseen una Naturaleza Penitente que en
ocasiones se convierte en un Impulso Masoquista. Lo Atributos
ociales y los Talentos suelen ser primarios. Los Trasfondos más
frecuentes suelen ser Aliados, Casa Capitular y Rebaño. Muchas
Hermanas poseen un elevado nivel de Autocontrol.
\ístereotípos
La Lucha: Hemos recibido un don para detectar el mal. El
Cielo nos ha impuesto el destino de tomar nuestras armas y luchar
contra las legiones del Infierno.
El Enemigo: i El enemigo no puede ocultarse de nuestros
sentidos aguzados, de nuestras mentes ni de nuestras armas, pues
somos la Casa de Murnau y nuestra sangre es más fuerte que
cualquier fuerza infernal!
El Rebaño: Los campesinos son las víctimas más desgra­
ciadas de esta guerra, ya que desconocen tanto lo que sucede
como los motivos, aunque si les informáramos solo consegui­
ríamos asustarlos.
Los Caballeros de Acre: Un grupo de hombres justos pero
irascibles cuya propensión por arrojarse a la batalla desconocien­
do la maldad a ia que se enfrentan acaba matando a más
Caballeros que demonios.
La Orden Roja: No detectamos el hedor de la corrupción
en ellos tan a menudo como a otros les podría parecer. La
virtud posee su propio aroma, un olor que también está
ausente de los teodosianos.
Las Hermanas de San Juan: Un extraño complemento a
nuestros sentidos: ellas pueden ver el mal, nosotros podemos
olerlo. Ellas confirman lo que sabemos, los demonios hollan
. la
tierra y el mundo llegará a su fin si no·tomamos las medidas
necesari�s.
Oculi Dei: Sí, ellos vigilan, pero iacaso su vida no sería más
: sencilla si supieran determinar quién. está corr�pto y quién no?
-- --
2a [asa be 9Jlurnau
i No hueles eso! Ese horrible y enfermizo hedor de... 0/1, probablemente np
sea nada.
El afio 1 1 17, Gunter de Murnau se encontró con una nueva clase de maldad en lo'
bosques al norte de Tolosa durante una pere­
grinación hacia una célebre iglesia. El monstruo
le persiguió durante varios días. A la luz de la
luna de la noche del 15 de octubre, Gunter
atrapó a la criatura en su madriguera y la
desrruyó con su espada. Las cartas que envió a
su familia no estaban llenas de horror, sino de
un claro mensaje: "Nuestro conocimiento no
debería desperdiciarse, ya que deberíamos uti­
lizarlo contra las obras del demonio para mayor
gloria de Dios". Desde ese día en adelante, la
misión de la Casa de Murnau (para aquellos
con honor suficiente) consistió en enfrentarse
a los terrores de la noche.
Muchos miembros de la Casa han seguido
el ejemplo de Gunter, persiguiendo y destruyen­
do a los monstruos allú donde es necesario, aún a
costa de su cordura. Afirman que su percepción de la
corrupción ajena les impulsa a actuar. Pueden verla en los
ojos de oficiales militares corruptos, cardenales sobornables y nobles
caídos en desgracia. Cuando un miembro de la Casa se acerca a un
enemigo, su cabeza resuena, su visión se nubla y sabe de forma instintiva
que la maldad está presente. Se ve impulsado a derrotarlo o soportarlo
eternamente, y suele elegir la primera opción.
Existe algo en la sangre de la familia que les dota de extrañas
características. Algunos miembros atraen a seguidores, otros atraen in­
fluencias no deseadas. Algunos se encuentran con una racha de suerte
inesperada, aunque más tarde acaban averiguando que su origen es
maligno. Otros se encuentran despojados de cualquier influencia y vagan
por los bosques sin ra:ón alguna. Todos los miembros experimentan rachas
terribles de mala suerte.
Unos pocos miembros de la Casa atraen a grandes grupos de enemi­
gos, tanto humanos como diabólicos. Act(Jan como imanes sobre las
maquinaciones y los planes del mal a cientos de kilómetros a la redonda.
Los monstruos se sienten atraídos por ellos como las polillas por las llamas.
Los miembros de la Casa de Murnau poseen una ventaja sobre su
maldición: sus sentidos aguzados les ayudan a identificar de forma
instantánea cualquier fuente de corrupción, una ventaja incalculable
cuando deben enfrentarse a enemigos astutos, monstruos corrupros y
a los planes de los condenados. Se rumorea que los miembros de la
Casa de Murnau pueden oler el mal a una docena de kilómetros a la
redunda, incluso entre ellos.
Algunos miembros de la Casa, impulsados por su sensibilidad, sus
enemigos y su necesidad de limpiar el mundo, dedican su existencia a
servir a la Iglesia. De esta forma reafirman su fe en Dios y su creencia de
que hay algo más allá de su don y su maldición que la sangre. Es posible que
sea un don de Cristo que deban utilizar para hacer el bien.
Aquellos Murnau que no se unen a la Iglesia se aventuran en el
mundo en solitario. Toman sus espadas y avanzan hacia delante con la
esperanza de destruir parre de la maldad que sienten en los bosques antes
de que su mala suerre se cebe en ellos. A menudo transitan las mismas
sendas que los miembros de la orden. Aquellos que tienen suerte y logran
sobrevivir consideran que están en ventaja sobre los que eligen la Iglesia:
afirman que poseen más libertad para caminar por la senda del bien que
aquellos que están constreñidos por las normas de la fe. Los miembros de
la familia que han jurado votos no están de acuerdo en ello.
Aquellos pocos que conservan sus posesiones familiares entablan
luchas políticas. En el corazón del Sacro Imperio Romano, las
· !Ctones enfrentan a la Ca a de Murnau contra reyes, nobles poderosos,
-pos, cardenales y cualquier otro hombre ansioso por el poder. Los
mbros de la Casa Jesarrollan importantes
�J.!idades como políticos y burócratas. Co:cian con las influencias y el conocimiento
:Tecen el poder al mayor postor. Se concrten en asesores indispensables para
!quiera que desee distinguir a sus verda­
;..c· s aliados de sus enemigos.
El miembro más famoso es Leopold von
:mau, un monje dominico famoso por sus
-. Este hombre ha dedicado su vida a la obra
� Jios y a promover la Inquisición, siendo
oxable anre el enemigo. Leopold obtuvo
como escritor, teólogo y hermano del líder
.;na familia importante, incrementando el
r de la Casa en gran medida.
Gracias a la influencia de Leopold (así
a la impulsiva oferta de Otro). la Casa
lurnau participa en la Inquisición e n la
�ra con su propia progenie, tanto laica como
.tástica. El deseo Je la familia de erradicar la
�upción empuja a sus miembros a trabajar contra el
que infecta a la cristiandaJ. La Inquisición sabe que su
.:tdad para detectar el mal es
aunque también prevo­
ciertas molestias al
�cetaria en los l ugares más in­
··enientes del interior de
:ganización.
Apariencia: El escudo de
-.asa consiste en un par de brazos que
�enen una cruz situada entre dos barras ver­
- color plata sobre un fondo púrpura. Este
�...Jo decora sus escudos, mantos y ropajes
res. Solo el jefe de la Casa posee el
....ndarte del escudo de am1as. Los miem­
- de la Casa que pertenecen a órdenes
-.Jlerescas o que actúan en solitario
�..ln el escudo bordado sobre su capa.
Las mujeres visten ropas plateadas,
-�ras y negras. Los hombres lo hacen de
-...crdo a su posición social. Aquellos Murnau
,z pertenecen a órdenes sagradas visten de
-...crdo a los preceptos de cada una de ellas.
...chos poseen ojos azules y cabellos rojizos.
- gemelos suelen ser frecuentes en la familia.
Iniciación: Los miembros de la Casa de
�'llau que sirven a la Inquisición pueden
-- �lurnau de sangre completa (en cuyo
han puesto de evidencia la maldición) ,
; matrimonio o sirvientes de la Casa (no
-ren la maldición). No todos los miembros
:...: ,a Casa de Murnau están al serv icio Jc la
'iuisición. La decisión de incorporarse a la
·ha depende de sus experiencias, si han
�udo relaciones con demonios o hechos so·-enaturales es muy probable que acaben
:vtendo a la Inquisición al cabo de poco tiempo.
- maldición familiar suele hacer que estos
::"Jcuenrros sean muy probables. ..
.as
Organización: El miembro de más edad de la familia e� el jefe de la
Casa y asume el título de conde. En la actualidad, e�re cargo corresponde
a Frederic k de Murnau, un hombre maduro endurecido por roJa una vida
de disputas familiares.
El jefe de la familia suele cambiar con
frecuencia debido a la polít ica familiar y a
los "accidentes" ocasionales. Bajo el cabe­
za de familia , la Casa se organi:a por lazos
de consanguinidad. Los miembros má> cer­
canos al conde cuentan con más poder. A
continuación se encuen t ran los que están
casados con los miembros de las líneas
principales: esposas, yernos, nueras. Fi­
nalmente están los pr imos y miembros
familiares indirec tos.
Posesiones: El Castillo Murnau, situa­
do en un denso bosque de Ba\'iera ha sido la
principal posesión de la familia durante más
de 300 años. La gran fortale:a de piedra
protege a la familia de sus enemigos. Fuera
de esta fortaleza, el clan posee un gran n úmero de mansiones veraniegas, refugios invernales
y cualquier otra posesión que pueda comprarse
con dinero e influencia.
La familia también posee una mansión en el
Piamonte. Esta pequeña base está alejada de la influencia de
Roma y se asienta en la falda de los Alpes. Los miembros la
familia que han perdido el favor del conde suelen acabar
viviendo en el Piamonte.
Virtud Superior: Cualquiera (a elección del jugador) .
Bendiciones: La maldición de la Casa de Murnau
posee su faceta beneficiosa: los miembros de la Casa
han aprendido a controlar varios aspectos de su
herencia ancestral, conocidos de forma colecti1·a
como Legados.
Maldiciones: Los Miembros de la Ca;,a
de Murnau sufren de Maledicrio (están afec­
tados por extrañas maldiciones y largas
rachas de mala suerte). Esto puede incluir
cualquier cosa desde tropezar con cada
piedra del camino hasta provocar que
determinados cultos comiencen a adorar
al miembro en cuestión. 1 ormalmente,
la maldición atrae la atención no desea­
da de los enemigos.
Beneficio de la Orden: Los miem­
bros de la Casa Murnau que no exhiben la
maldición familiar por cualquie r motivo (sea
porque estén casados con un miembro de la
familia o porque sirvan a la familia y carezcan de ninguna relación de sangre con
ella), disfrutan de los beneficios de u
pertenencia a una casa noble. Estos
personajes poseen tres punto� gratui­
tos para repartir entre Aliados, Recurso;, y
Trasfondos de Rebaño.
Inconveniente de la Orden: Entrar al
sen·icio de esta casa maldita o casarse con
uno de sus miembros no e tá libre de
riesgos. Dios castiga este comportamiento
con muestras eopontáneas de Su Jisgusto.
Aquellos jugadores que deseen que sus personajes disfruten del beneficio de la orden (en ve:
de una Dote) deben añadir uno a todas las tiradas necesarias para adquirir
nuevas Maldiciones (consulta la pág. 144).
Creación del personaje: Los personajes Murnau consideran que el
honor de la ca a está por encima de todo. Defensor es una Naturaleza
frecuente (y trae aparejada el Impu lso de Consen·adurismo). Los Atribu­
tos Sociales son primarios \' las Habilidades
primarias son las Técnicas. Los Trasfondos
incluyen Exposición, Posición e Influencia.
Dcu[í �eí
No podemos revelar lo que sabemos has!a que
todo es!á en su si!io, aunque alguien pueda morir en
ese in!ermk> de !iernpo. Dios lo comprende.
En el pasado, la Espada de Santiago tuvo
una debilidad importante. us miembros, sal-
vo Rodrigo de Navarra, su fundador, nunca habían visto a un monstruo
cara a cara, por no mencionar haberse enfrentado a él. Aunque estaban
determinados a luchar contra el enemigo, no se habían puesto a prueba.
Debido a esta inexperiencia, la Espada casi fue aniquilada tras el enfren­
tamiento entre su fundador y el vampiro Xalvador. Esta contienda
imprimió un carácter paranoico en Rodrigo de
avarra.
Asustado por el encuentro con el mons­
truo y convencido de la exis tencia de una
conspiración que se extendía por toda Euro­
pa, Rodrigo necesitaba contar con un grupo
de hombres fieles que pudiera mantenerse
alerta y que creyera en sus palabra . A partir de
los miembros más leales y fieles de la Espada de
Santiago, Rodrigo fundó el Oculi Dei. Su
misión consistía en descubrir las madrigueras
de los monstruos, observar us pautas alimen­
ticias, marcar sus posesiones, seguir a sus
sirvientes y regresar con la información. Una
vez recopiladas las pruebas necesarias, su su­
perior les daba permiso para actuar.
Los Ojos de Dios fueron en principio una
rama secreta de la Espada de Santiago, un grup"'
laico de hombres y mujeres dedicado a erradicar a
los seres infernales con la ayuda de sus armas. Lo;
miembros secretos del Oculi Dei solían ser miembros públicos de la Espada de Santiago, aunque nunca revelaban esta relación
Tanto la Espada de Santiago como otros grupos similares se
encargaron de destruir a los monstruos en sus mazmorras, dejando su
rastro en la historia como héroes dedicados a preservar la pureza de alma
de la cristiandad. Los Oculi Dei ocupan una posición algo distinta
aprenden todo lo que pueden sobre la conspiración oscura que azota e:
continente, alimentando su propia paranoia per onal, anotando lo;
detalles más nimios y preparándose para el golpe definitivo. Desentie­
rran la verdad en busca del núcleo de la conspiración diabólica.
Los Ojos de Dios anotan las idas y venidas de cualquier oficial en la>
ciudades que controlan, recogiendo las costumbres diarias y los rituab
políticos y religiosos. Vigilan los mercados. Observan a la guardia. Toman
nota de cualquier detalle, hombre, mujer y niño. Los Ojos son expertos en
descubrir cualquier alteración de la rutina, pues saben que estos cambios
pueden llevarles hasta el corazón de la bestia.
En el interior de sus refugios y santuarios secretos, sus lugares de
encuentro y los cruces de caminos, en sus cuevas en las montafias y sus
habitaciones llenas de polvo, los Oculi Dei almacenan va tas cantidade,
de anotaciones, tomos y refe rencias de forma compulsiva. Sus salone>
son mucho más que lugares de encuentro, refugios y almacenes. Son
templos dedicados a la su misión de vigilancia constante. En algún lugar
entre las montañas de libros y documentos se encuentran las pistas para
descubrir las idas y venidas de los mons­
truos, documentos elaborados hasta el
t'1ltimo detalle. Si alguien dispusiera del
tiempo necesario para sentarse y examinar­
los, quizá podría desvelar la conspiración oscura
que se cierne sobre Europa.
Muchos Ojos acaban frustrados por el desequilibrio
existente entre la investigación y la acción. Preferirían actuar
basándose en la información que poseen en vez de continuar con las
pesquisas. Los monstruos están cerca, por lo que su destrucción no
debería ser complicada. Sus supe riores opinan lo contrario, los Ojos
deben mostrar un cuidado extremo en sus actos y en el momento en que
actt'1an. Si les descubren, el mundo conocerá su existencia y su secreto
desaparecerá para siempre. Aquellos que actúan de forma prematura (y
son descubiertos) , son e xpulsados de b orden y devueltos a la Espada de
Santiago (si es que eran miembros de este grupo) aunque en ocasiones
elimina cualquier vínculo existente.
Todas estas observaciones, análisis, espionaje, secretismo y esperas
nacen que el Oculi Dei sea un grupo paranoico y poco amigable. Algunos
.)jos que no pueden mantener el equilibrio entre sus misiones y los códigos
encos necesarios se vuelven insensibles, fríos y crueles. Muchos caen en
la demencia. Se afirma que el propio Rodrigo de Navarra ha perdido su
"atalla contra la oscuridad. Se dice que lleva una existencia paranoica y
existen rumores que hablan sobre el frenesí con que se dedica a cualquier
;'Cnsamiento oscuro que entra en su mente.
iQuiénes son los Oculi Dei en realidad? iCuál es su aspecto? Solo
�llos lo saben. Muchos miembros de la Espada de Santiago desconocen la
�xistencia de esta sociedad. Los Ojos de Dios pueden ser cualquiera: un
>hispo, un magistrado, un buhonero o un mendigo callejero.
Apariencia: Los Oculi Dei carecen de un uniforme distintivo, ya que
naría que el enemigo les descubriera con facilidad.
Iniciación: Los Ojos de Dios suelen ser escogidos por los indivi­
Juos más próximos a Rodrigo de Navarra o Aignen le Libraire a parrir
�e los miembros de la Espada de Santiago. Pocos provienen del exterior,
'Implemente porque el conocimiento de la existencia de la orden no se
extiende fuera de ella. Aignen tiene más que decir en cuanto a la
;:-errenencia que Rodrigo, ya que en la actualidad Rodrigo no es el
oombre que fue en el pasado.
Los Oculi suelen reclutar a los miembros de la Espada de Santiago
.:;ue más beneficios pueden traer a la causa. Normalmente los nuevos
·eclutas comienzan su periplo como informadores. Más adelante, su
-atrón les adoctrina en la causa (tomando notas, manteniendo secretos
"Seuros, encontrándose por la noche) . Si el recluta consigue resultados,
'uele convertirse en un Oculus por derecho propio. Los Oculi Dei carecen
.:e ceremonias de iniciación; los nuevos Ojos son reconocidos de forma
:nmediata por el resto de la organización.
Organización: Los Oculi Dei carecen de una organización formal.
:Cn vez de ello poseen una jerarquía laxa que informa a Aignen le Libraire,
unque Rodrigo de Navarra está convencido que le informan a él. Existe
=lerto prestigio que rodea a aquellos que han sido miembros de la orden
Jurante un período prolongado de tiempo y cuya experiencia es recono­
.:ida por sus superiores.
Muchos grupos de Oculi Dei son reducidos, existiendo no más de un
:orupo de cinco miembros en una ciudad de tamaño moderado. Muchos
Jjos trabajan en solitario, llevando a cabo sus misiones en silencio.
Posesiones: Los Oculi poseen pequeñas posesiones secretas en las
;rincipales ciudades desde el Reino de León hasta el Reino de Hungría.
-\ignen le Libraire gobierna a la orden desde su base en Tolosa, un lugar
.:onstruido en un sótano de gran tamaño. También se reúnen en la taberna
je los Siete Bailarines Secretos de Barcelona (esa clase de lugar donde la
;ente no pregunta demasiado y no recuerda los rostros).
Los Oculi poseen un castillo olvidado en las afueras de Ausburgo
jonde almacenan sus libros y hallazgos importantes en una biblioteca de
.a torre occidental con la esperanza de que un archivista peregrine hasta
:a Selva Negra y descifre los planes secretos de los monstruos.
Virtud Superior: Sabiduría.
Bendiciones: Muchos Ojos poseen Bendiciones. Sus oraciones
reciben respuesta. El Sei'lor les permite ver lo que está oculto, mezclarse
entre la multitud y sentir Su mano reconfortante en los tiempos de
mayor necesidad.
Maldiciones: Los Ojos de Dios sufren Anatemas. Comienzan por
odiar a la orden y acaban temiéndola. Al inicio se sienten aburridos, lo han
-e
�stereotípos
La Lucha: La lucha es un juego de paciencia. El mal es
impaciente y estúpido. No falta demasiado tiempo para que los
monstrucrs se confíen y,en ese momento. la ira divina caerá
sobre ellos.
El Enemigo: Los monstruos no son más que unos seres que
corrompen la carne y beben sar:�g,re. Ocultan sus conspiraciones
tras una red de pequei'las maldade�. Existen cientos, miles de
conspiraciones interconectadas· que amenazan con aplastarnos.
El Rebaño: Por desgracia, no podemos salvar a aquellos que
han caído· en las garras del mal, aunque cqn su muerte podemos
aprender datos valiosos.
Los Caballeros de Acre: Simplones de cabeza caliente que
actúan ante la menor muestra de maldad y atrapan a uno o dos
monstruos meno'res mientras dejan escapar al mal verdadero.
La Orden Roja: Utilizar el éonocimiento para luchar contra
la maldad es uná bu.ena estrategia, aunque utilizar el mal para
combatir el ;1al es un acto malvado.
Hermanas de San Juan: Su contemplación es admirable,
aunque su tend<!ncia a confiar en sus visiones, y no en las eviden·
cías, hace que sus co�clusiones estén bajo sospecha.
La Casa de Murna u : Una familia iJ.lteresante portadora de
extrai'las tentaciones rodeadas de cualidades más extrai'las toda­
vía. En los pocos años de nuestra existencia hemos aprendido más
. cosas sobre su maldición que las que ellos mismos saben.
·
�-
visto todo. Más adelante comienzan a culpar a la orden por su estado. Al
final, están convencidos de que la orden forma parte de una gran conspi­
ración de la que son peones involuntarios.
Beneficio de la Orden: Los Ojos de Dios son capaces de ver los actL'>
y las decisiones que pasan desapercibidos a la mayor parte de la gente.
Conocen crímenes y actos que aunque no entran dentro del ámbito de
actuación de la Inquisición, son ilegales o inmorales hasta cierto punto. Lo<
Oculi (y de hecho la Inquisición en general) carecen de los recum;,
necesarios para perseguir todas las infracciones, aunque algunos individue­
pueden utilizar esta información para conseguir sus objetivos. Este hechc
puede permitir que un Oculus pueda utilizar el chantaje, otorg;índole tre•
puntos adicionales para colocar en los Trasfondos de Contactos, Influencia
y Recursos. El jugador deberá determinar con la ayuda del Narrador tam,
la identidad de los chantajeados como la intensidad del chantaje.
Inconveniente de la Orden: A nadie le gusta que lo chantajeer..
Cualquier Ojo que utilice sus secretos se convierte en un hombre marcad,
En términos de juego, se considera que el personaje posee un Enenu:
(funciona igual que el Defecto, aunque el jugador no recibe los puntO>
bonificación correspondientes, consulta la pág. 251 de Edad Oscura:
Vampiro) con un valor de tres puntos. Este enemigo no tiene por .:¡L,
encontrarse en situación peligrosa para el personaje al inicio de la crón�c
aunque las cosas pueden cambiar.
Creación del personaje: Los Ojos pueden tener cualquier cla;e
concepto, aunque muchos provienen del brazo militar de la Espada
Santiago. Muchos poseen una aturaleza Pedagogo y un Impulso Fan"
co. Los Atributos y Conocimientos Mentales son primarios. Los TrasÍL'P.�
más frecuentes suelen ser: Casa Capitular, Contactos y Rccur; muchos poseen un Autocontrol elevado.
�•
_,
-­
·•
�( número be curiosos �abía aumentabo be forma sígnífícatíua.
Todos ellos observaban cómo Sean daba vueltas en d interior de la porqueriza. Los cerdos habían desaparecido
hacíu varios mc�ses, cuando fueron devorados al inicio de In hambruna, mm<JlH� su hedor continuaba presente y se
atl�rmba al hornbrecomosi fue m una se<�unda pi d. El aire nocturno era tibio y ht'J inedo, ;Hm<Jue a pesar de dio, 7-\gnes
pudo sentir un escalofrío mientras se dirigía hacia la p<>r<Jueriza.
-Est8 poseído -susurró al<rsuien tras ella. 7-\l<�tmos espectadc>res munnurnn >n �
¡ sintiendo. f-\'>,nes h >d�1vÍ;1 no estaba
segura, aunque era un hecho posible. t-iabía escuchado los rumores que circulaban por el pueblo, rumores que
indicaban que Sean y su familia adoraban al demonio, que emn los causantes de la hambruna, que portnban ln marca
de b Bestia en su espalda. 7-\gnes de Kent estaba preparada, ya que el Sc�rior le había mc >stmdo In verdnd durante la
noche pélsada.
En ellu¿nr donde nuestro Serie w convocó ;¡/ demonio Lq��ic)n, /wllarás un nlma que es incn¡wz de descansar.
Se aproximó al borde de la pon1ueriza. Sean estaba a cuatro patns sobre el bnrro, chillando como un cochinillo. Se
elevó sobre sus piernas e intentó tragnr ni re.
-¡t·iermnna, aytídame! ¡Lo devolveré! ¡Lo ... ! -Se �
J balnnd> hacia ndelnntc, rodando sobre el barro y mordiéndose
b curne.
La curiosidad dt: lajuventud lo ha condenado. Solo el poder de N uestro Seric>t· puede liberarlo.
-¿Dónde está, Se�111? -7-\<�nes habló con tono firme con la intención de lle<<>,a r hasbl el espíritu delj< >Ven. Senn se
puso en pie y se nbnbnz<) sobre la hermana. t:lla se apartú presa dd miedo y él chocú contra la val In, nbric�ndola y
saliendo al exterior. El hedor que le ncompniíó hizo que los campesinos se apmtaran con dis<�usto y horror.
El ,�olpe pareció nclarar en parte la mente de Sean.
-1-\quí está -dijo micntr;¡ssacalw un nnillodorado de su bc>lsill<>. 1-\gnes seacercó parn co,•�erl<>, peroSean lo <�p�:ni:ó
con rapidez mic�ntn1s su rostro se contraía en un rictus horrible-. ¡No te lo daré! ¡Es mío! ¡Se lo cogí n esa zorTn
bdrona cuando la maté!
Los testigos se ¡
¡ terrorizaron, pem 1-\gnes nlzó sus nwnos.
-No es él (jUien habla, sino el espíritu que habita su interior. -Chasqueó sus manos t\·ente a su rostro y +�<'> su
mirada en los ojos del atormentadojoven-. ¡ Fuera! Yo te expulso en nombre de Dios Padre y de Cristo el Salvador.
i.\bandona el cuer¡>o de estejoven y nunca vuelvas a molestarle ni a él ni a su ,<>,ente.
Mantuvo su voz firme. No tenía miedo, yn qut� se sentía protegida por su fé. Sean comenzó a temblar, momento
en d <JUe 1-\gnes (y ajuzgar por el hecho de que el resto de los presentes no grit<'>, solo ella) vio como urw S< >mbra se
devnba F)or encim:1 del cuerpo del muchacho. Tenía el aspecto de un hombre, un mercen;1rio o un asaltador de
caminos, aunque su cinturón estaba repleto de mechones de pelo procedente de incontables mujeres.
Serinló a f.\gnes y musitó unas �wlabrns <lue solo ella pudo oír:
- Pondré tu cnbello en mi cinturón, pequeña monja. No creas que la bm-rera que se extiende entre la vida y In
muerte te nwntendrá a salvo de mí.
Acto seguido desnpareció.
Sean se desrnay<'>. respirandoentrecmtadamcntc. 7-\<�nes tornó el anillo de su mano y se acercó al hen·en > dd pueblo.
El oro puede fundirse, y con él, el poder del demonio.
A8nes sabía que no tenía motivos para preocuparse. La sabiduría de Dios estaba con ella.
CRf)ÍCUCO COBCRO:
Por los numerosos y pacientes juicios que ha llevado a cabo, así como los
buenos resultados obtenidos por el beato Domingo y los frailes que le
acompañaron en esta tierra, verdaderos hijos que todo padre desearía tener.
-Gui llaume Pelhisson, resumiendo las actividades del Santo Oficio en Tolosa
dura nte el siglo XI I I
2a fotmacíón be un ínquísíbot
La creación de un personaje de Edad Oscura: Inquisidor sigue las mismas pautas básicas que en Edad
Oscura: Vampiro salvo por unas pocas diferencias importantes. Antes de crear un personaje inquisidor os
aconsejamos que leáis el Capítulo Cinco de Edad Oscura: Vampiro salvo que estéis familiarizados con ello, ya
que se aplican los mismos métodos y presunciones.
Para comen:ar, echemos un vista:o al Concepto del personaje, el primer paso del proceso y probablemente
el más importante. Existen ues cosas importantes en que pensar durante la creación de un personaje de
Inquisidor: la clase de vida que ha llevado el personaje, las experiencias personales que le han llevado a
profundi:ar su fe en la Inquisición y su relación con su orden. Estos tres factores definen la persona que es al
iniciar el juego. Analicemos cada uno de ellos por separado.
CJJlí t>íba
Aunque puede parecer que la misión de un inquisidor debería absorber la mayor parte de su tiempo, un
inquisidor es algo más que un sirviente de b lt!bia y b Cruz. Como cualquier otra persona del Medievo Oscuro,
:mene relaciones con los que le rodean, sea su familia, amigos, camaradas
El proceso de revivir la creencia de Dios puede haber sido el re ultadu
mpañeros de la orden. Puede haber tenido algún oficio antes de formar
de una revelación súbita o de un proceso lento. Cn enfrentamiento con una
•
rre de la Inquisición en la sombra, así como poseer habilidades o contactos
pueda utilizar para resolver las misiones de su nueva existencia.
Cuanto más profundo sea el trasfondo que puedas dar a tu personaje
criatura demoníaca puede haber hecho que tu personaje se diera cuenta del
aspecto físico de la batalla espiritual existente entre el bien y el mal. De hecho,
haber escapado vivo de un enfrentamiento puede ser un hecho suficiente para
t'>te punto, más sencillo te resultará jugar de forma realista en el
que un futuro inquisidor reaccione ante la presencia de Dios. Otra forma
-rucurso de la crónica. Cuanta más información tengas sobre la clase de
alternativa podría con istir en que el conocimiento de la existencia de una
-;ona que es y las experiencias que han modelado su existencia, más
criatura de Satán infiltrada en la corte o la Iglesia despertara su consciencia
.parado estarás para reaccionar de forma adecuada ante las crisis que
--Jrá que hacer frente. Los valores, ambiciones y códigos morales que el
-;onaje tenía antes de dedicarse a luchar contra Satanás continuarán
uyendo en sus decisiones y sus actos.
·
iEI personaje proviene de una familia pobre o noble? El Medievo
�uro permite menos movilidad social que la que estamos acostumbra­
hacia la verdadera naturaleza de la lucha entre el bien y el mal.
Sea cual sea la revelación, constituyó un momento crucial en la
existencia de tu personaje, algo que hizo que si en ese momento no trabajaba
para la Inquisición, definiera su camino hacia esa vida de servicio.
Independientemente de la forma en que sucedió, tu personaje es
consciente de la existencia de Dios y
atanás a un nivel en que muchos
. hoy en día, y el origen del personaje influye en las reacciones de los
otros son incapaces de pensar. Puede que para ellos, la Iglesia ocupe un
" le rodean {incluyendo a otros inquisidores). También tiene un
lugar importante en sus vidas, pero el enfrentamiento diario entre los
�acto importante en la clase de habilidades que podrá adquirir antes de
":!venirse en inquisidor.
sirvientes del Señor y las criaturas de la oscuridad no forma parte de sus
Una proporción significativa de inquisidores sirvieron en la Iglesia
operar a través de él de forma efectiva: puede imponer bendiciones sobre
-·es de ser reclutados por la Inquisición en la sombra. El hecho de
Sus elegidos para que sean capaces de salir victoriosos en sus
--;entarse a los sirvientes del Enemigo trae consigo el peligro de la
enfrentamientos con los sirvientes del Enemigo.
experiencias. Los ojos de tu personaje se han abierto y Dios es capaz de
;:upción, por lo que la Iglesia prefiere utilizar a los que han demostrado
Aunque no todos los miembros de la Inquisición poseen estas bendi·
"ta fortaleza de fe. Pueden haber servido en la orden de los dominicos,
dones, tu personaje sí que las tiene. Ha dado el primer paso al ponerse al
orden con fuertes nexos con la Inquisición, o en la de los franciscanos.
servicio del Señor, reconoce la bendición di\'ina y tiene una misión que
nque existen ciertas tensiones entre la Iglesia y los franciscanos, la
uisición e · suficiente pragmática como para pasar por alto estas tensio­
:- para poder reclutar a aquellos miembros con las habilidades apropiadas.
-'J
misma actitud le permite reclutar miembros laicos: los soldado y
ercaderes que forman la mayor parte de los miembros de dos de las órdenes
- .a Inquisición. No puede actuar de la misma forma que su organización
debe llevar a cabo.
CJRí orben
La Inquisición es una organi:ación secreta que oculta sus actividades
a los miembros del Santo Oficio y de la Iglesia en general. Su existencia y
la naturaleza de su cruzada no son conocidas, incluso ni por los miembros
-diela, el Santo Oficio, por lo que depende en mayor medida de miembros
más veteranos de la Iglesia. Por este motivo, pocos mortale acuden a la
-os que no atraigan demasiada atención desde el punto de vista social y
Inquisición para convertirse en sus miembros. En vez de ello, es la Inquisi·
�
no sean fáciles de relacionar con ella.
De cualquier forma, aquellos verdaderamente bendecidos por el
:..;-íritu Santo son demasiado preciosos como para ser rechazados debido a
ialta de entrenamiento religioso. La teología y los procedimientos
.ccesarios se pueden aprender tras su ingreso en la Inquisición. Los dos
..¡uerimientos necesarios consisten un una fe sin fisuras y unas habilidades
•
ción quien les encuentra. Los miembros má; experimentados están atentos
a cualquiera que haya demostrado un talenro especial en luchar contra el
Enemigo, ya que esta clase de noticias suelen propagarse con velocidad por
el interior de la Iglesia. Un sacerdote local puede mencionarlo a su obispo,
quien a su vez inicia una discusión teológica con un monje dominico que
posee conexiones con la Inquisición.
bendiciones) que les conviertan en miembros útiles para la organización.
Otros pasan a formar parte de una de las órdenes porque poseen
Por este motivo, los inquisidores pueden poseer casi cualquier Trasfon­
habilidades que son valiosas para una determinada orden. Solo cuando se
- Lo importante consiste en decidir el mismoy la forma en la que el personaje
han unido a la Inquisición despiertan su espíritu a la maldad de la noche y
camó el punto en que su fe le permitió alzarse contra los monstruos.
a la revelación implícita, convirtiéndose en verdaderos guerreros de Dios.
JRí 6a(t)abot
casualidad: criados, sirvientes de un miembro de una de las órdene , etc.
Un número reducido de miembros de la Inquisición se unen a ella por
La fe es una constante del Medievo Oscuro. En la actualidad, la fe es
Todos ellos son arrastrados a la lucha contra los servidores del enemigo y se
<X:lonal y muchas religiones predican la tolerancia con el resto de creencias.
ven envueltos en una contienda que nunca imaginaron. Otros son destina­
:.re no es el caso de tu personaje. En Europa, la cristiandad es una creencia
dos a la Inquisición desde otras zonas de la Iglesia, ya que su devoción, su
..ruversal. Aunque comparte su presencia con varias creencias paganas (de
determinación y sus habilidades les convierten en unos candidatos idóneos .
echo la Iglesia fue especialmente eficaz en asimilar las deidades existentes
Independienremente de la forma en que tu personaje entre en la
mo santos o demonios), la cristiandad representa la fe por defecto para la
Inquisición, cada una de las cinco órdenes existente> posee su propia
_
-ayoría de la gente. De hecho, cualquier desviación de la norma aceptada del
política de reclutamiento. Aunque es posible que un personaje pueda no
..110licismo se considera una herejía y por lo tanto, un blanco a erradicar por
encajar en ninguna de las órdenes, no es un hecho frecuente, ya que muchos
.. Inquisición Papal o el Santo Oficio. Aunque se permiten ciertas discrepan­
individuos que se unen a la Inquisición hayan un camino que les conduce
al seno de uno de estos grupo en función de sus inclinacione y las
.:.a.:.
en el sentido exacto de algunos Evangelios, la Iglesia {y con ella, la
<:iedad) no tolera el menor desvío de la norma preestablecida.
necesidades de cada orden.
A pesar de ello, tu personaje difiere de la mayoría de la población. Algo
Algunos personajes pueden ser miembros de una de estas órdenes antes
�asó en su vida que sirvió para inflamar su creencia en Dios hasta un nivel
de unirse a la Inquisición. Aunque mucho inquisidores on miembros de una
más elevado que el que mucha gente posee. Algunos podrían describirlo
orden, no todos los miembros de la orden pertenecen a la Inquisición. Una ve:
mo una visita del Espíritu Santo, mientras que otros lo considerarían
que ha ingresado en la orden, el personaje suele recibir el entrenamiento
como una bendición divina. Otros creen que no es más que el hecho de estar
adecuado para formar parte de la Inquisición, aprendiendo las habilidades
e
atento a las maquinaciones de los sirvientes del Enemigo. Independiente­
útiles para esa orden con el fin de estar preparado para su primera misión.
mente del punto de vista de tu personaje, este hecho ha sido el paso más
Puedes consultar las descripciones de las órdenes en el capítulo tres, sus
l!Tiportante para llegar a convertirse en un miembro activo de la Inquisición.
fom1as de enfrentarse al mal y su rol en la Inquisición en la sombra.
A diferencia de los clane de Edad Oscura: Vampiro, las órdenes de
la Inquisición son esrructuras sociales, financieras y filosóficas orientadas
hacia una única mera: derrotar las herramientas del Enemigo y hacer que
el mundo sea un lugar seguro para los cristianos. Los miembros reclutados
por la Inquisición en la sombra deben servir a esta causa y se espera que
abandonen gran parte de su pasado (si no todo) para conseguirlo.
La orden va a convenirse en un elemenro decisivo para determinar la
forma de vida t¡ue ru personaje llevará en el futuro. Le proveerá de una base
moral y teológica en la t¡ue apoyar e para resistir los golpes del Enemigo.
La mayor batalla en la vida de un inquisidor debería entablarse
contra el Enemigo, no contra la orden a la t¡ue sirve. Sin el apoyo de su
orden, el inquisidor se encuentra solo en una batalla que pocos conocen
y cuya existencia es admitida con reluctancia por la Iglesia.
cgíiosofía mebíevai
Para las mcnres modernas, el enfoque de la Inquisición consistente
en que la batalla de Dios contra Satanás define la lucha del bien conrra el
mal, puede resulta r extraña o incómoda. El concepto de que "todo lo que
nn e té de acuerdo con nuestra filosofí
a está del lado del Satanás" puede
parecer aberrante. A pesar de ello, es importante recordar que esta filosofía
imperaba en el siglo XIII y que los inquisidores no tienen por qué ser
distintos del resto de los mortales. Solo difieren en que su creencia en Dios
les ororga las fuer:as necesarias para luchar contra los seres sobrenaturales.
De todas formas, siempre han existido ateos y paganos (este último
grupo es más numeroso que el primero) , aunque la gente con estas creencias
no forman parte de la Inquisición. El siglo XIII está marcado por la brutal
represión de la herejía a manos del Santo Oficio. La Inquisición, al enfren­
tarse a los sirvientes de Satan{ls, carece de otra elección distinta a la de
comportarse con rigor entre sus miembros para mantenerlos libres de la
mancha de la herejía. Aunque es probable que los encuentros venideros
pongan a prueba la fe de tu personaje, al inicio del juego debería ser un
cristiano convencido de que cuenta con el poder del Espíritu Santo. Después
de todo, ha visto , y es probable que haya sentido, cómo los poderes de
aquellos tocados por Su espíritu derrotan a las fuerzas de la oscuridad.
También debemos hacer hincapié en que las actitudes liberales sobre
temas religiosos eran virtualmente inexistentes. Si un inquisidor se encuen­
tra con alguien que abraza una fe ajena, no va a considerar al pagano como
alguien que explora una forma alternativa de espiritualidad que tiene tanto
derecho a existir como la propia. En vez de ello, verá a un hereje que se
condena al Infierno y que corre el riesgo de contagiar a otros con sus mentiras
inspiradas por Satanás, hecho que implica que el pagano está mejor muerto.
El Medievo Oscuro no es una época de tolerancia religiosa, y este
hecho es el que da fuerza a la Inquisición. Es la intensidad de la fe la que
otorga a los inquisidores la capacidad de resistir los poderes del enemigo.
2os cínco pasos
en fa senba be �íos
Ahora que tienes un concepto claro del personaje, el siguiente paso
consiste en traducirlo en puntos en la hoja del personaje .
9suncíones prelímínares
Muchas de las mismas asunciones que e aplican a Edad Oscura:
Vampiro también son aplicables at¡uí. Sin embargo, existen unos pocos
puntos importantes que merece la pena recordar.
•
Experiencia: El personaje por defecto de Edad Oscura: Inquisidor es
alguien que acaba de despertar al poder de su fe y que ha recibido las primeras
bendiciones de Dios. Ha pasado varios meses en el seno de la Inquisición,
tiempo que ha dedicado a recibir instrucción en las prácticas del grupo. Está
familiarizado con su orden y conoce sus requerimientos y preceptos básicos .
El personaje puede ser de cualquier edad y condición. La determina­
.:JÓn que le impulsa a destruir a los servidores de Satanás es el único rasgo
�omún a todos los inquisidores.
• Trabajo en equipo: Los personajes de una crónica de Edad Oscura:
lnquisidorforman parte de la misma célula porque sus superiores consideran
;¡ue poseen unas habilidades complementarias que les convierte en unos
agentes efectivos para la Iglesia, tal y como hemos mencionado con anrerio­
:�.1ad. Es importante tener en cuenta que si los personajes desean sobrevivir
a los encuentros con criaturas de la noche deben ser capaces de trabajar de
;.:>rma conjunta y deben dominar un amplio abanico de habilidades. Los
�rsonajes inquisidores son menos egoístas que los Cainitas. Son unos
erdaderos creyentes en Dios y comulgan con todas las ensei'lanzas morales
_,ue la Iglesia proclama (en teoría, aunque no siempre en la práctica).
En pocas palabras, un inquisidor actúa para mayor bien de la Iglesia y
.:lel resto de los mortales. En raras ocasiones busca el provecho propio, ya que
!xisten mejores formas de conseguir poder en el Medievo Oscuro que cazar
:nonsrruos. Incluso el Santo Oficio posee más recompensas y menos riesgos.
l)tímer paso:
[oncepto be( personaje
Si has leído la primera sección de este capítulo y has examinado al
�rsonaje, su fe y sus conexiones, ya habrás decidido los principales rasgos
.:lel mismo. No necesitas determinar todos los detalles en este paso, ya que
·endrás ocasión de definirlos más adelante. A pesar de todo, existen algunas
�racterísticas principales que deberías determinar en este momento.
Dtben
Es probable que ya hayas decidido la orden a la que pertenecerá tu
�rsonaje. Si todavía no lo has hecho, repasa las descripciones de cada una
.:le ellas (en el capítulo tres) . Recuerda que la orden no define la personalidad
le un personaje y sus acciones, simplemente indica una determinada
:nclinación en el acercamiento del personaje hacia la Inquisición, así como
.as Dotes que posee. Las órdenes no constituyen una colección de servidores
;m rostro a disposición de la Iglesia, son individuos que comparten un
xercamiento común para combatir a los enemigos de la Cruz.
�rquetípo: 9laturafe3a,
�mpufSo y [onbucta
Los Arquetipos representan unos rasgos útiles para ayudarte a
:epresentar� personalidad de tu personaje. Su Naturaleza es su persona­
udad verdadera, mientras que su Conducta es el romo que muestra al
mundo que le rodea. En el caso de algunos caracteres ambos Arquetipo>
rueden coincidir (muestran su personalidad de forma abierta), mientras
que en otros pueden ser totalmente distintos, reflejando un esfuerzo para
ocultar la verdadera personalidad de su interior.
A pesar de ello, cada Naturaleza posee un Impulso unido a ella. Se trata
Je extremos peligrosos de esa clase de personalidad, formas de comporta­
miento en las que el inquisidor puede caer en momentos de tensión. Puedes
encontrar la descripción de los Impulsos más adelante (pág. 1 08).
6egunbo paso: ctfíge �tributos
Esta fase te permite asignar valores numéricos a las capacidades
básicas de tu personaje. Los Atributos Físicos miden la fuerza innata de tu
personaje, su velocidad de movimientos y su resistencia; los Atributos
Sociales definen su capacidad de relacionarse con los que le rodean, para
influir en ellos y el impacto de su apariencia. Los Atributos Mentales
cubren su capacidad para darse cuenta de lo que le rodea, su habilidad para
razonar y la rapidez de sus procesos mentales. Puedes consultar más
detalles en el capítulo cinco de Edad Oscura: Vampiro.
Elige una categoría como la más importante para tu personaje y
divide 6 puntos entre los tres Atributos. La categoría que va en segundo
lugar recibe 4 puntos y la menos importante 3 puntos.
�ercer paso: �Hge {)abHíbabes
Existen tres categorías distintas de Habilidades
• Talentos: Aptitudes innatas y competencias que no pueden
ense11arse, ya que se adquieren mediante la experiencia.
• Pericias: Habilidades que requieren entrenamiento, paciencia y
aprendizaje.
• Conocimientos: Metas intelectuales que solo pueden aprenderse
con el estudio.
Puedes consulrar las descripciones completas de las Habilidades en
el capítulo cinco de Edad Oscura: Vampiro, así como detalles adicionales
algo más adelante de este capítulo (pág. 1 1 1 ) .
Como ocurre con los Atributos, debes decidir cual d e estos
grupos es más importante para tu personaje y cual tiene una importan­
cia menor. El grupo primario recibe 1 1 puntos para distribuir entre sus
Habilidades como creas conveniente, el grupo secundario 7 y el
terciario tan solo 3 puntos. Ninguna habilidad puede superar los 3
puntos, ya que las puntuaciones por encima de 3 puntos rcprescnt�n
niveles excepcionales de experiencia que pocos individuos poseen.
Tendrás la oportunidad de ele\·ar algunas de ella por encima de este
límite más adelante si así lo deseas.
Todos los personajes inquisidores deben poseer como mínimo un
punto en Teología, como reflejo de su educación básica en las creencias
más importantes de la Iglesia. Aunque no se requiere Lingüística (Latín),
la Inquisición utiliza este idioma como lengua común, ya que no depende
de la localización regional y es el idioma de la Iglesia. Cualquier inquisidor
que desconozca este idioma pasará por momentos difíciles.
decides que tu personaje comience la crónica en posesión del beneficio y el
inconveniente de su orden, no puedes escoger ninguna Dote.
�( 2lrte e>agrabo
Esta etapa del proceso de creación del personaje trata de aquellas
cosas que elevan al inquisidor por encima del resto de la humanidad. El
apoyo de la Iglesia, el favor de Dios y quizá la bendición de una vida
excepcional otorgan al personaje unas ventajas necesarias para sobrevivir
en la batalla contra el Enemigo en el Medievo Oscuro.
Además de recibir regalos de manos de Dios, los inquisidores pueden
urili:ar el Arte Sagrado, acción que les permite elevar una petición al Espíritu
Santo para conseguir bendiciones o auxilio en momentos de necesidad.
Consulta el capítulo cinco para obtener más detalles. Los personajes de la
Orden Roja que eligen el Arte Sagrado (y renuncian al beneficio de su orden)
reciben un punto gratuito en una senda. El resto de personajes también pueden
comenzar con un nivel de Arte Sagrado: los miembros de la Casa de Murnau
y los Oculi Dei deben tomar Sop/lia Patris como senda primaria, las Hermanas
de San Juan deben seleccionar Boni S¡¡iritus, y los Caballeros de Acre Sedulitas
Filius. Aquellos personajes que no pertenezcan a la Orden Roja pueden
comenzar con experiencia en las Artes Sagradas solamenre si el jugador gasta
puntos adicionales para comprarlas y solo si el arrador lo permite.
�rasfonbos
CJJlafbídón
[uarto paso: �rige 9Jentajas
Los Trasfondos representan influencias y ventajas al alcance de un
personaje que no están relacionados de forma directa con sus capacidades
personales. Algunos de ellos representan el apoyo de la Iglesia y otros están
relacionados con sus circunstancias personales. Tienes a tu disposición S
puntos para repartir en los distintos Trasfondo . Los jugadores pueden
repartir estos puntos en los siguientes Trasfondos: Aliados, Casa Capitu­
lar, Criados, Contactos, Fieles, Influencia, Mentor, Recursos y Reliquias
Sagradas. Puedes consultar en Edad Oscura: Vampiro (pág. 129) las
reglas de cada uno de estos Trasfondos.
Más adelante incluimos algunos Trasfondos adicionales específicos
para los inquisidores. Un personaje inquisidor no puede comprar los
siguientes Trasfondos: Dominio, Generación, Rebafio y Posición. El
Trasfondo de Mentor representa a un inquisidor más experimentado que
ha tomado al personaje bajo su tutela. Los Criados son miembros de la
orden del personaje que trabajan para él.
Drísones
Cada personaje recibe un Orisón. Se trata de regalos menores de Dios
que suelen servir para reducir la dificultad de una tirada determinada o
ayudar al personaje de algún otro modo. Los Orisones se basan en las
Virtudes básicas (Conciencia, Autoconrrol y Coraje).
Q)enefído e inconveniente be (a orben
En este momento puedes elegir entre seleccionar una Bendición
apropiada a la orden de tu personaje o el beneficio de la misma. El hecho
de elegir el beneficio de la orden indica que tu personaje está especialmen­
te involucrado en ella, aunque no condiciona las Dores ni el Arte Sagrado
que escoja en el futuro. Sin embargo, cada beneficio tiene asociada un
inconveniente. Puedes encontrar los beneficios e inconvenientes de cada
una de las órdenes en las descripciones del capítulo tres.
Atención: Los miembros de sangre de la Casa de Murnau deben elegir el
beneficio de la orden (en caso contrario, el jugador debería elaborar un motivo
coherente para explicar por qué la maldición familiar no se ha manifestado en
su personaje). De igual modo, los sirvientes y orros miembros no pertenecien·
res a la familia que han jurado lealtad a la Casa de Murnau no pueden elegir el
beneficio de la orden y por lo tanto deben escoger una Dore apropiada.
�otes
La proximidad a Dios que los inquisidores cultivan en su misión les
otorga ciertas habilidades que les coloca por encima del pueblo ordinario.
Estos personajes los ven como regalos del Espíritu Santo, armas y proteccio­
nes espirituales para continuar con la cruzada. En este momento puedes
elegir una Dote de nivel de Acólito de aquellas disponibles para la orden de
tu personaje (con la excepción de la Orden Roja, consulta más adelante).
Puedes encontrar una lista completa de Bendiciones en el capítulo cinco. Si
Nadie es totalmente inocente (o al menos, casi nadie, consulta el
Mérito de Puro en la pág. 1 2 1 ) . Cuando tu per onaje sintió la llamada de
la fe, también tuvo que acomodar sus pecados. Estos pecados no son
sencillos de soportar, en especial para los elegidos de Dios. Si eliges una
Bendición (en vez del beneficio de la orden), también debes escoger una
Maldición de nivel de Acólito para tu personaje. Consulta la pág. 144 para
obtener más información sobre Maldiciones.
Q)írtubes
Las tres Virtudes siguientes reflejan las cualidades nobles de tu
personaje:
• Coraje mide la capacidad de tu personaje para mantenerse firme
ante el peligro.
• Autocontrol mide la capacidad de tu personaje para evitar cometer
actos autodestructivos y pecaminosos.
• Conciencia mide la dedicación de tu personaje hacia los valores
morales defendidos por la Iglesia.
Cada Virtud posee de 1 a S puntos, en el que un punto representa al
cobarde más abyecto y pecador mientras que cinco puntos encarna un
ejemplo viviente de la vida cristiana. Tienes 7 puntos para distribuir entre
estas Virtudes con el fin de definir las fortalezas y debilidades morales de
tu personaje. Al igual que ocurre enEdad Oscura: Vampiro, ya comienzas
con un punto en cada una de estas Virtudes.
Q)írtubes e>uperíores
Las Virtudes Superiores reflejan la vida espiritual que hace que tu
personaje esté por encima del resto de fieles. El Espíritu Santo ha tocado
su alma y como resultado de su bendición es capaz de actos que otros no
pueden llevar a cabo. Aunque cada uno de estos Rasgos está relacionado
con una Virtud básica determinada, existe un gran salto entre ellos.
• Celo, basado en el Coraje, refleja la pasión que tu personaje posee
para cumplir la misión de Dios.
• Sabiduría, basada en el Autocontrol, refleja la comprensión del
mundo que Dios ha otorgado a tu personaje.
• Fe, basada en la Conciencia, refleja la fuer:a que tu personaje posee
para ser fiel a los principios y la compasión de Dios, así como en su perdón
y su redención.
Tu personaje se acaba de despertar a este estado de iluminación, por
lo que solo posee un punto en la Virtud Superior primaria de la orden a la
que pertenece. Puedes consultar las descripciones completas de las Virtu·
des Superiores en la pág. 1 13.
üuínto paso: toques fína(es
Ya has finalizado la parte principal de la creación del personaje. Has
definido el Concepto de tu persont1je y los h¡¡s trasladado a una serie de
9\esumen. be creacíón be[ personaje
·
: casa de
'PtOCeSO be CteaCÍÓn be( petSOnaje
Primer paso: Determina el Concepto
•
'clecciona el concepto, la orden, la Naturaleza, la Conducta y el
Impulso.
Segundo paso: Selecciona Atributos
Elige las categorías primaria, secundaria y terciaria de los Atributos.
C�:nnienza con l punto en cada Atributo, divide 6 puntos
adicionales entre los Atributos primarios, 4 entre los secunda­
•
rios y 3 entre los terciarios.
•
Bendiciones: Oraciones divinas mediante las que Dios obra
•
lnvestidutas: Camlización del poder de Dios a través del cuerpo
•
Legados : Herencias extrañas y arcanas de la Casa de Murnau.
Salmos: La palabra de Dios
canalizada a través la voz del
'
Tercer paso: Selecciona las Habilidades
Olige las categorías primaria, secundaria y terciaria de Habilidades.
DivideIl puntos adicionales entre las Habilidades 12rimarias, 7.
entre las secundarias y 4 entre las terciarias.
maravillas.
mortal del inquisidor.
•
Sophia Patris: Capacidad de revelar la verdad.mediame la
•
Sedulitas Filius: Capacidad para usar la fuerza de Dios en
•
Boni Spiritus: Capacidad para atraer �l alma hacia el Espíritu
sabiduría del Se11or.
combate.
Aptitudes innatas.
Pericias: Aptitudes adquiridas.
Santo en busca de protección.
uJnocimientos: Conocimiento académico e intelectual. Todas los
inquisidores deben poseer Teología I , recomendamos Lingüísti­
l (Latín), ya que el latín es la lengua común entre los
inquisidores.
·
Coloca un punto en la Virtud Superior prlinaria de tu orden. Elige una
Dote de nivel de Acólito (y una Maldición) o ef beneficio de la
orden (y su inconveniente asoci�do). Elige un Orisón. Divide S
puntos entre los Trasfondos y 7 entre las Virtudes básicas.
•
Quinto paso: Toques finales
�tasfonbos
•
-\1 acabar este paso, ningtma Habilidad puede tener más de tres puntos.
• Cuarto paso: Selecciona las Ventajas
/
•
•
•
•
•
1;1
•
Fe,
•
por ejemplo) . El valor i�ial de la Devoción es igual al valor de
•
Superior de tu personaje y de su Virtud b�ica (Conciencia +
la suma de Conciencia + Autoconrrol. La Fuerza de Voluntad
•
/
Orbenes
Órdenes monástc
i as
.
• Caballeros de Acre: Inquis-idores guerreros que se enfrentan al
[oste en puntos abícíona(es
•
•
•
enemigo en combate.
•
Hermanas de San Juan: Monja clarividentes que protegen a los
•
La
débiles.
Orden Roja: 1\:i<;mjes y monjas que dominan el poder de los
Rituales Sagrados.
Ór.Penes laicas
•· Oculi Dei: Herman� laicos cuya misión consiste en obtener
información del enemigo.
Fieles: Cristianos dispuestos a apoyar tu causa.
Influencia: Autoridad y prestigio entre la gente ordinaria.
Mentor: Un mecenas o guía en la Inquisición.
Posición: Autoridad y prestigio entre los inquisidores.
Recursos: Propiedades y otros objetos valiosos.
Reliquias S¡¡gradas: Armas y objetos imbuidos con el poder de
la Fe.
inicial es la suma de Coraje + Celo. Gasta 2 1 puntos adicionales
(consulta la tabla de más adelante).
Aliados: Individuos leales que comparten tu causa.
Casa Capitular: Base de operaciones segura.
Contactos: Fuentes de información.
Criados: Ayudantes personales y otros sirvientes.
Exposición: Encueritros con el �nemigo ames de unirse a la
Inquisición.
•
suma del valor de lá Virtud
El valor inicial de la Convicción es
'
�[ 2lrte eíagrabo
-\mbutos mentales: Percepción, Inteligencia, Astucia
ca
desvelar L
inquisidor.
"\tributos sociales: Carisma, Manipulación, Apariencia
�alcntos:
�
�otes
•
-ttributos físicos: Fuerza, Destreza, Resistencia.
•
Murnau: Una famifia noble dedicada
corrupción de Satanás.
•
Atributos: S puntos adiciónales por punto.
Habilidades: 2 puntos adicionales por punto
Especialidades de Habilidad (máx. tres por Habilidad):
punto aditional por cada una de ella).
Trasfondos: 1 punto adicional por punto.
Virtudes: 2 puntos adicionales por punto.
'
Fuerza de V oluntad: 1 punto adicional por punto.
• Devoc ión: 1 punto adicional or punto.
p
• Arte Sagrado: S puntos ¡¡dicionales por punto.
•
•
Ni las Dotes-ni los Orisones pueden adquirirse con puntos adicio­
nales .
....
-
lores numencos que ayudaran a cuantificar las capacidades de tu
�rsonajc en el juego. Todo lo que falta es vestir a tu personaje con una
,ene de Rasgos que fluctuaran dmante el juego e incrementar sus habili­
_,Jes con puntos adicionales para ajustarlo mejor a tu visión ideal.
<ront>íccíón
La Convicción mide la dedicación de tu personaje a la causa de
Inquisición y su creencia de lo que está bien a ojos de Dio . Permite
.,ue tu personaje resista la influencia del enemigo y que utilice las
::-endiciones de Dios. Aunque la gente normal posee un punto de
Convicción, tu personaje ha ido más allá y ahora se encuentra imbuido
de pasión por la causa.
La Convicción queda reflejada en una escala que va de 1 a 10. La
Convicción inicial es igual a la suma del valor de la Virtud Superior de tu
personaje y su Virtud básica asociada (Conciencia + Fe, por ejemplo).
cguer3a be Q)o[untab
La Fuerza de Voluntad mide la capacidad de determinación de tu
personaje. Al igual que la Convicción, queda reflejada en una escala que
va de 1 a 10. Aunque la gente común posee una Fuerza de Voluntad de 2
o 3, los inquisidores encuentran que para resistir a las tentaciones del
enemigo es necesaria una punruación superior. El ''alor inicial de este
Rasgo es igual a Coraje + Celo.
<.net>ocíón
E te rasgo es similar al de la Senda de un vampiro, ya que represenra
la devoción que un inquisidor tiene por Dios. La Devoción, al igual que la
Fuer:a de Voluntad, queda reflej ada en una escala que va de 1 a 10. La
Devoción inicial de un personaje es igual a Conciencia + Autoconrrol.
:Puntos abícíona(es
Tienes 2 1 puntos adicionales para gastar en tu personaje Estos
puntos adicionales sirven para que puedas reflejar aquellas cualidades
adicionales que tu personaje ha adquirido durante su fase de entrenamien­
to inicial en la orden Sin embargo, también puedes usarlos para corregir
cualquier inconsistencia en tu personaje creada por las limitaciones
impuestas durante el proceso de creación del mismo.
El proceso de creación no re permite superar las Habilidades de tu
personaje más allá del nivel tres. Esta limitación existe debido a que existen
pocas personas que superen este ni\·el de competencia (tres punros en una
Habtlidad hacen que un per onaje sea el más capacitado de la :ona). Sin
embargo, el entrenamiento que tu personaje haya recibido tras unirse a la
Inquisición puede elevar su Habilidades haMa convertirlo en el mejor del
país, o incluso del mundo. Después de todo, lo; inqubidores son los
protectores de la Iglesia, por lo q ue deben estar entre los cristianos más
dedicados y hábiles de planeta. A pesar de ello, medita con cuidado antes de
elevar las Habilidades a cuatro o cinco puntos: i merece tu personaje haber
alcanzado ese nivel en un momento tan prematuro de su c�rrern?
Los niveles de los distintos Rasgos también pueden mejorarse de
acue rdo con la tabla existente en el resumen de creación de personaje de
la pág. 107. Sin embargo, no puedes utilizar estos puntos adicionales pnra
incrementar tu Cotwicción, Virtudes Superiores, Orisones o Dotes. Estos
Rasgos solo pueden incrementarse mediante la consecución de las misio­
nes de Dios d urante el transcurso de la crónica .
.
.
2a c�íspa be fa t)Íba
A menudo sucede que cuando las ideas se transforman en números en
la ho¡a de personaje a lo largo del proceso de creación, tu concepto sobre el
personaje cambia. Merece la pena dedicar cierto tiempo a comparar el
concepto original con el producto definitivo para integrar cualquier idea
original que se te haya ocurrido durante el proceso de creación
También es el momento adecuado para entrar en detalle con tu
personaje. Tienes una idea aproximada de su atractivo personal con base
en su Apariencia, pero, /cuál es su aspecto real? iCómo viste y habla? iOe
qué color tiene el pelo y los ojos?
Puedes reflexionar en la forma en que el personaje consiguió cada una
de las Habilidades de su hoja y como este hecho cambió su vida. iCómo
aprendió a luchar, leer o cuidar animales? iPor qué habla un idioma
adicional? / Quiénes son sus Criados o Aliados y cómo se relacionan con él?
Si posee una Posición importante en la Inquisición, icómo la ha conseguido?
Solo hace falta u n poco de reflexión para recoger los puntos de la hoj a
de personaje y transformarlos en una image n detallada de la existencia de
tu personaj e. En la pág 108 de Edad Oscura: Vampiro puedes consultar
algunas ideas sobre la mejor forma de hacerlo.
.
.
Algunos Rasgos son exclusivos de los personajes de Edad Oscura:
Inquisidor. La llamada de la Inquisición provoca cambios decisivos en la
mente, cuerpo y alma de un personaje que le obligan a desarrollarse de una
forma especial. En esta sección describiremos estas diferencias.
Cuando un inquisidor permite que su dedicación a la Inquisición
supere a su devoción por Dios, cae en Insensibilid ad (puedes encontrar las
reglas sobre la Insensibilidad y una explicación adicional sobre este estado
en la pág. 1 16). Es en esos momentos, cuando las partes más oscuras de su
naturaleza salen a la luz. Cada ser humano vive en pecado debido al pecado
original de Adán y Eva. Ninguna alma es completamente pura y esa
corrupción puede convertir a la dedicación más sagrada en destrucción
impía sin que el inquisidor sea consciente de lo que sucede. El enemigo
tiene formas sutiles de actuar.
Las partes destructivas y egoístas de la personalidad de un personaje
reciben el nombre genérico de Impulso, y derivan de la Naturaleza que
gobierna al personaje. Si la Naturaleza de un personaje llegara a cambiar,
su Impulso cambiaría con ella.
�utócrata:::<.nomínacíón
Aunque intenras redimir al mundo, en ocasiones te extralimitas y te
obsesionas con tu visión hasta tal punro que intentas imponerla a todos los
que te rodean. Eres el único que conoce el verdadero plan divino, por lo
que el resto debe someterse a tu forma de pensar o atenerse a las
consecuencias. Buscas poder, ya que es la única forma de rehacer este
mundo a imagen de Dios.
Q)rat>ucón/Dio(encía
Siempre has mostrado más respeto por las palabras que por los
hechos. Sin embargo, en determinadas ocasiones, los hechos son verdade
ramente importantes. Harás todo lo que sea necesario para llevar a cabo
tu trabajo. Sabes que tu causa es justa, por lo que cualquier objetivo que
debas cumplir contará con la bendición de Dios. Cualquier acción que
tomes, sin importar lo ,·iolenta que sea o lo contraria que parezca a las
normas sociales y de la Iglesia, la realizarás para mayor gloria de Dios. A
pesar de ello podría darse el caso de que cuando ese momento quede atrás
veas las cosas de otra forma.
Nota: El Arqueti po de Bravucón reemplaza el Arqu etipo de Bárbaro
de la página 1 1 8 de Edad Oscura: Vampiro. El espíritu del mismo
(cambiar el mundo con hechos, no con palabras), continúa inalterable,
aunque es desprecio por la civilización queda sustituido por el desprecio
por aq uell os que el inquisidor considera como débiles.
­
,
9\efot3etbo en fa armabura be c:t)íos
El personaje por defecto lle Edad Oscura: Inquisidor es una
per;ona bendita que ha asumido su luga;- en la lucha entre el bien y
d mal. Si deseas crear un personaje, sujeto a la aprobación del
. 'arrador, más o menos poderoso que los inquisidores novicios, te
"djuntamos tres posibilidades. A pesar de ello, la ascensión a los
estados más avanzados del juego queda cuantificada por el número
rotal de Virtudes Superiores de los personajes. Por ejemplo, un
personaje con Fe 2, Sabiduría O y Celo 2 forma parte del grupo de
inquisidores de "nivel acólito". Si obtiene un punto en cualquier
Virtud Superior (incluyendo su primer punto en Sabiduría), entraría
en la c¡J.tegoría de inquisidor de "nivel adepto". lnduimos esre
sistema simplemente con el propósito 'de determinar el número de
Votes que el personaje puede aprender sin arriesgarse a caer en
�ase 3: 3nquísíbor abepto
Estos son los verdader@S soldados de Dios, ya que sus Bendi­
ciones los elevan por encima de las personas normales. Han
sufrido. repetidos enfrentamientos contra las fuerzas del cielo y del
infierno y S!Miexperi¡:ncias les han cambiado para siempre. Tienen
una idea clara de sus objetivos, aunque despiden un sentimiento
de santidad y amenaza ante la gente normal, ya que sus Virtudes
Superioras pueden hacer que parctcan fanáticos y peligrosos.
Todo inquisidor que tenga entre 5 y 9 puntos de Virtudes Supe­
riores es considerado como un adepto.
Creación del personaje
Trasfondos: 8
nuevas Maldiciones (consulta el capítulo cinco). Es<os niveles"
Virtudes: 9
categorías no suelen estar reconocidas entre ellos. Los títulos solo
Dotes: 3
reflejan las etapas de desarrollo de un inquisidor, aunque estas
sirven como referencia, ya que ningún inquisidor se referirá a él
mismo como in "inquisidor de nivel juez".
�ase 1 : <5ett)íbor be [a 3nquísídón
Los inquisidores menos poderosos (y quizá los más valientes) on
aquellos miembros que todavía deben recibir la bendición de Dios y
Virtudes Superiores: 4
Orisones: 2
Artes Sagradas: Varía (tres si es un miembro de la Orden Roja,
una en caso contrario)
Maldiciones: 3
Puntos adicionales: 28
wn reducidas. Estas almas arrojadas pueden poseer cierta tendencia a
�ase 4: 3nquísíbor jue3
Los inquisidores.que poseen este nivel de experiencia entran a
tados. Al igual que ocurre con el resto de la hu¡:nanidad, los sirvientes
bate contra los irvientes del diablo y han triunfado. Para ellos, la vida
que se enfrentan al enemigo sabiendo quesus posibilidades de victoria
fonnar parte de las leyendas de la Iglesia. Se han dedicado en cuerpo
sobrevivir, representada por su único Orisón, aunque son tan vulne­
rables ante el enemigo como el resto de la humanidad. Los personajes ' y alma al servido de Dios y la gente con la que se encuentran
consideran que son ángeles encarnados. Se han enfrentado en com­
Je este nivel suelen servir co;no ayuda_r1tes de inquisidores experimen­
no pueden tener más de un �ico punto de Convicción.
Creación del personaje
Trasfondos: 2
Virtudes: 4
Virtudes Superiores: O
Dotes: O
Orisooes: 1
Maldiciones: O
Puntos adicionales: ·18
�ase 2: 3nq�ísíbor acóHto
Son los personajes básicos que describimos en este capítulo.
T.odo personaje que tenga entre 1 y 4 punws de Virtudes Superiores
..
es un acólito.
�uíbabor�cposesíón
Losque te rodean necesitan que cuiden de ellos, aunque en ocasiones sus
-'PÍOS actos hacen que sea una tarea difícil. Lo mejor sería que re dejaran
-'fltrolar sus vidas: solo si son verdaderamente tuyos serás capaz Je protegerlos
� las terribles criaturas que acechan en el exterior. Harás todo lo po ible para
ehminar sus nexos con cualquier otra persona que ponga en peligro tu
es blanco y negro, bien y mal, por lo que act(¡an con rapidez contra la
corrupción en t)ombre Je Dios. Muchos de ellos son capaces de emitir
profecÍas. Todo inquisidor que tenga más de 1 O puntos de \linude
Superiores pertenece a esta categoría.
Creación del personaje
Trasfondos: 1 1
Virtudes: 1 2
Virtudes Superiores:
Dotes: 7
..
•
9
Orisones: 5
Artes Sagradas: Varía (seis si es un miembro de la Orden Roja,
tres en caso contrario}
Maldiciones: 5
Puntos"adicionales: 35
forma compulsiva. Estás convencido Je que esta forma de comportarte te
ayuda en la lucha, aunque en realidad te arroja en las garras del Enemigo.
cnefensor�[onsett)aburísmo
Intentas evitar que las cosas buenas de este mundo se conviertan en
ruinas. Bien, iqué mejor forma de hacerlo que a;cgurarse Jc que no
.:!llluencia sobre ellos. Solo cuando sean tuyos estarán completamente a salvo.
cambien nunca? Debes disuadir a la gente de tener nuevas ideas y evitar
[e[ebrante�.Pebonísmo
sociedad deben permanecer inmutables para que todo pueda continuar
Disfrutas tanto de la creación de Dios que en ocasiones crees que tu (mico
:-ropósito consiste en disfrutar Je todo lo que te rodea. Estás seguro Je que si
:e
extasías ante las maravillas Je la creación serás imnune a los ataques de
que se
vean
envueltas en situaciones peligrosas. Las estructuras de la
bajo la protección de Dios y a salvo de las fuer:as satánicas del cambio.
<5oñaborA�scapísmo
::atanás. Cuando te invade el hedonismo, te dejas llevar por cualquier placer
El mundo podría mejorarse. Eres capa: de imaginarte la creación
�ue se te antoja, de la gula a la oración, del combate a la contemplación, Je
divina. Si deseas convertirla en realidad Jebes comprenderla, y para ello
debes estudiarla. Puede que solo exista en tu imaginación, aunque
que puedes dejar de lado las grises tareas de la Inquisición
durante un tiempo mientras intentas comprender los detalles del
plan divino de la creación. Cuando los entiendas por completo,
serás capaz de actuar. Aunque hay tanto por comprender...
�í3arro�maníbab
Eres un inquisidor, uno de los defensores elegidos por Dios.
Debes ser un ejemplo de todo lo bueno de la humanidad, su
creación favorita. Tus ropas deben ser un himno a la gloria de Su
nombre, tus gestos una oración a Su grandeza y tu comporta·
miento un modelo de devoción a seguir por el resto. Si te tienen
como modelo de perfección divina, la gente estará más segura
cuando sigan tus pasos.
�ufón��stupíbe3
El mundo está condenado, y todo lo que la humanidad puede
hacer queda empequeñecido frente
a
Su poder. Te burlas de las
sociedades creadas por el hombre, desde la corona hasta la Iglesia,
de igual forma que te burlas de las me:quinas maquinaciones del
enemigo. Todo es ridículo si lo comparamos con Sus bendiciones.
Una vez que estás convencido de que Él hace que todo sea risible,
te puedes regocijar con tu propia seguridad. i Acaso Él no puede
protegerte de esos peligros ridículos?
jue3�eíabísmo
Cuanto más obsen·as el mundo que te rodea, más te das
cuenta de que todo lo que hay en él es culpable ante Sus ojos. Él
te ha d<ldo una misión, juzgar a los pecadores, y encuentras que
todos son culpables. Todo el mundo, desde el monstruo más
horrihle hasra el campesino más humilde, ha sucumbido a las
maniobras de Satanás. Deben ser castigados, ya que solo de esa
forma sus almas ser�n purificadas. Puede que no estén de acuerdo
con el castigo, aunque ello no se encuentran en posición de
decidir. Tienes que cumplir con tu misión y hacer que el mundo
pague por sus pecados.
1)ebagogo�<ganátíco
Tu misión ha consistido en explicar al prójimo los errores de
su comportamiento y enseñarle la Palabra de Dios. Has llegado a
la decisión de que el mundo solo puede salvarse cuando todos se
sometan a los dictados de Jesucristo, y tú eres la persona que debes
enseflarles. Aquellos que te escuchen se salvarán, aunque deben
creer ciegamente antes de que confíes en ellos. De hecho, solo lo
que hayan aceptado tu visión dd Seúor alcan:arán la gloria divina.
1) enítenteiJJlasoquísta
Ttl, como cualquier otro mortal, eres un pecador. Sin embar­
go, no todos son llamados a enfrentarse al enemigo y utilizar el
poder de Dios para contribuir a Su c<nlsa. Para mostrarte digno de
Sus bendiciones, debes sufrir por tus pecados. El ayuno, la pobreza,
la privaciún del
ueiio, incluso la autoflagelación: todas esta
herramientas sirven para limpiarte del pecado y demostrar a Dios
que cst{ls verdaderamente arrepentido y convencerle para que te
otorgue la posibilidad de destruir el enemigo. No existe ningún
sufrimiento demasiado grande para un pecador co mo tú.
1)etfeccíonísta�9legatít)íbab
Aunque sería blasfemo creer que podrías llegar a alcanzar la
perfecciCm de Dios, intentas llegar a ser lo mejor que un pobre
pecadnr mortal puede alcan:ar. Tu vida gira en torno a lu
fidelidad a la Biblia y a la lealtad ante tu misión. Sin embargo, en
Jsiones tu> Jerrotas y las de los que te roJean se convierten en una losa
..emasiado pesaJa. No puedes hacer otra cosa que continuar con tu
•·!Stencia en este mundo caído, por lo que llegas a desesperar de obtener
redención a través de Cristo.
Jteóefbe�2lnarquísmo
Es demasiado tarde. Satán ha infectado toda la cristiandaJ. La
<Iedad debe cambiar si Dios debe alzarse con la victoria, y así tiene que
.:r. Cualquiera que ocupe un puesto Je poder es un aliado, voluntario o
.:1\"0iuntario, del Gran CorruptOr, por lo que tu misión consiste en aplastar
os defensores de las instituciones al servicio de Satanás. Solo una vez que
sociedad se haya convertido en ruinas podrás poner en evidencia al
.'!lemigo. En ese momento, él y sus sirvientes serán expulsados del mundo
poJrás construir un nuevo paraíso.
cupett>Ít)Íente��goísmo
El Sei'lor te ha escogido para derrotar a los sirvientes del mal, y como
�o de Sus elegidos debes permanecer vivo para completar tu misión. Tu
pervivencia es más importante que salir victorioso en un encuentro con
�"'�monstruo. Después de todo, si mueres derrotando a un demonio, iquién
nrinuará con tu misión en la Inquisición' De hecho, es más imporrante
_ue tú sobrevivas que lo haga cualquier compa1ícro tuyo. Tú eres el elcgiJo,
•
..!o son unos simples ayudantes para que lleves a cabo tu misión.
•
.ñabífíbabes
La búsqueda de la verdad y la dedicación absoluta a la tarea de
_esvelar las mentiras del enemigo requiere un entrenamicnro especial.
luchos inquisidores poseen dos Pericias que pueden ser muy valiosas para
�escubrir los planes ocultos del enemigo y exponerlos a la luz del juicio
-ivino. Las describimos a continuación.
Jluet)a 1)etícía: �ortura
La Pericia de Tortura engloba al conocimiento y a la técnica nece­
;aria para infligir dolor a otros con la esperanza de extraerles información
.:n forma de confesiones. Incluye el conocimiento de los aspectos físicos y
;:o>icológicos de la tortura, de los mejores métodos para manrener vivos a
•'S prisioneros para que puedan soportar largas y dolorosas sesiones y del
�so de equipo especializado. Esta Pericia puede utilizarse tanro sobre
monstruos como sobre mortales, aunque la extrai'la constitución y los
poderes satánicos de lo; monstruos pueden hacerles menos susceptible:. a
Jeterminadas técnicas, salvo que el inquisidor conozca sus debiliJades
específicas. En ocasiones, alguna; técnicas, como el uso del fuego, funcio­
nan mejor con las cria t uras Jel infierno que con la gente norma l.
•
Aprendi:: Has atado a algunos prisioneros y les has golpcaJo
hasta que han come nzaJo a hablar.
••
Estudiante: Entie ndes las técnicas básicas de tortura y puedes
utilizar fuego, el potro, la inmersión y otras técnicas sin matar
a tu víctima.
•••
ExperimentaJo: Te das cuenta de que en ocasiones la mente
puede ser el implemenro de tortura más efica: c uando se
combina con el uso de los instrumentos aprobaJos por la
Inquisición.
••••
Erudito: Sabe> elegir la herramienta, técnica o juego mental
apropiado para conseguir una confesión con gran 1·elociJad y
eficacia.
•••••
Maestro: El oimple rumor de tu presencia hace que los prisio­
neros se desesperen por confesar antes de que comiences a
trabajar sobre su vulnerable carne.
Propio de: I nquisidore papales, jueces, guardias, soldados, cazado­
res de br uj as, espías, cazarrccompen ·¡1s, fanhicos.
Especialidades: Huma nos, vampiros, hombres lobo, hechiceros,
brujas, Jemonios, confesiones forzmlas, conversiones.
�uet>a 1)etícía: �nterrogatodo
El lnrerrogatorio es el arte de extraer información involunrnria Je
sujetos mediante el uso Je la intimidación, las amenazas, las menciones a
sus Jebcres religiosos o cualquier otro sistema que el inqui>iJor quiera
utilizar para conseguir la cooperación de su interlocutor. A Jiferencia de
la lntimiJación, no se trata de hacer que la víctima haga lo que deseas, oino
la de obligarle a compartir una información que no está disp uesra a hacer
públic a de forma voluntaria .
•
Novato: Sabes preguntar y usar la violencia.
••
Experi mentado: Sabes que la combinación d e una actitud
amistosa con otra amenazadora p uede dar buenos resultados.
•••
Competente: Puedes obligar a los campesinos y a la nobleza
menor a compartir infonnación sin dificultad.
••••
Experto: Existen pocas criaturas que puedan resistirse cuando
te muestras determinado a conocer la verdad.
•••••
Maestro: Han conJenado a ,·arios culros heréticos gracias a la
información que conseguiste extraer Je un solo cautivo.
Propio de: Inquisidores papales, juece>, sacerJotes, confesores,
espía .
Especialidades: Secretos oscuros, blasfemia, herejía, interrogatorio
subliminal, recuerJos olviJados, juegos mentales.
:Jluet)os �rasfonbos
Los inquisidores, debido a su forma de vida, a su Jedicación a Dios y al
apoyo Jc la Iglesia y del resto de las órdenes de la Inquisición, tienen acceso
a ciertos recursos propios. Estos recursos están representados por tres nuevos
Trasfondos. Al igual que ocurría con los Trasfondos presentados en Edad
Oscura: Vampiro, el personaje no piensa: "tengo un rebal'\o de 100 almas
para que me ayuden con sus plegarias a luchar contra una bestia nocturna",
sino que lo hace en términos más generales: "una buena congregaci6n cuya
fe es fuerte permanece junto a mí en esta hora de necesiJaJ ".
[asa capítufar
Una casa capitular es el edificio físico donJe reside una célula de
inquioidores. Estos edificios cuentan con los criados necesarios para su
mantenimiento, aunque estas personas (normalmente monjes Je bajo
nivel o miembros laicos de la orden) no participan de forma activa en la
lnqui ición (eso entra dentro Jel ámbito de los Criados o de los Fieles).
La propiedaJ no pertenece a los inquisidores: pertenece a la
Inquisición y es ella la que se la cede a los personajes para que la utilicen
durante su misión, por lo que se Jebe consen•ar en buen estado. No
pueJc venderse, alquilarse o usarse para otro propósito que el que las
órdenes han determinado.
El uso de este Trasfondo es parecido al del Dominio (consulta la pág.
130 Je Edad Oscura: Vampiro). Los puntos utilizados en él pueden hacer
que la casa cap itular sea mayor o más segura, aunqu.: también puede tener
otros efecros. Los puntos que se gasten para aumentar el tamai'lo de la casa
capitular se reflej an Je la forma siguiente:
•
Una casa o un edificio eclesiástico peque1io situaJo en el
interior Je una comunidad religiosa como un mona>terio o
catedral que permite que los inquisidores posean cierta
privacidad .
••
Una iglesia peque1ia, un edificio significativo de u n pueblo o
cualquier otra edificación de tamario similar que permite que
los inquisidores lleven a cabo su trabajo y duerman en su
interior.
•••
Un edificio fortificaJo, una sección de un ca>tillo o de un
monasterio, o varias casas de un cent ro urbano a disposición
de los inquisiJores por el bien de su misión.
••• •
Los in4uisiJores poseen libre uso de una pequei'la mansión
rural, un castillo o varias casas para llevar a buen término su
Para un inquisidor, cualquier grupo ajeno a la Inquisición con quien
misión, así como cierto número de sirvientes para mantener
los edificios ope rativos.
•••••
Una comunidad religiosa compl e ta , como un monasterio ais·
lado o una mansión rural de la familia M urna u, ha recibido la
orden de ayudar a los inquisidores en su misión. Es probable
que las expectativas que se hayan puesto en los personajes sean
igual de e lev adas .
Además de lo anterior, cada punto asignado a este trasfondo riene
uno de los siguientes efectos:
• Incremen ta el tamaño de la casa capit ular, tal como hemos
explicado.
• Hace que la casa capitular sea más segura, la presencia de perros y
hombres incrementa en uno la dificultad por cada punto gastado.
• Incrementa el nivel de Ti erra Sagrada de la casa c apitu lar en uno
por cada punto gastado.
• Otorga e pacio para la detención, interrogatorio y tortura de las
semillas del infierno. La casa capitular posee espacio para tres prisioneros
por cada punto gastado.
De esta forma, un grupo que reúna seis puntos de Casa Capitular
puede utilizar la iglesia de un pueblo pequei'lo como base de operaciones
(2 puntos para tamaño}. Solo hay dos puertas, además, están equipadas
con cierres caros y resistentes (3 pu ntos para seguridad). Además, la
propiedad está consagrada ( 1 punto para Tierra Sagrada).
pueda rezar representa un valioso nexo de unión con el mundo que ha
dejado atrás. Resulta sencillo verse arrastrado por la vorágine de los
enfrentamientos con los monstruos y perder de vista las re alidades de la
vida. Se pueden llegar a perder de vista los Diez Mandamientos cuando la
lucha contra el enemigo se com·ierte en el único objetivo . El reba1io de un
inquisidor puede mantenerle sujeto al mundo real y hacerle ver la clase de
gente por la que lucha.
El rebaño no se pondrá a disposición de la causa del inquisidor
enfrentándose al enemigo o investigando por él (aunque ningún inquisi ­
dor permitiría este hecho). Se trata de un grupo de personas que actúan
como ancla para sus cree ncias, recordándole los motivos que le han
llevado a esta situación y que pueden incrementar su Convicción median­
te oraciones conjuntas (consulta la pág. 1 1 5}.
Cuentas con un grupo de amigos con los que rezas ocasional­
•
mente.
••
Eres e l guía espiritual de un pueblo pequeño.
•••
Eres uno de los predicadores más respetados d e t u región.
••••
La fama de tus sermones se h a extendido a las zonas circundan­
tes, por lo que cua lquier noticia de tu visita ilumina a los fieles
y preoc upa a los pecadores.
Tus sermones modelan las creencias de u na nación. Si no
hubieras entrado a formar parte de la I nquisición, te habrías
convertido en un obispo famoso o habrías llegado a fundar una
Mucha gente sigue tus enselianzas.
•••••
�xpo5ícíón
orden monástica.
La Exposición representa el grado en que tu personaje estuvo
expuesto a las obras de los servidores del diablo antes de unirse a la
Inquisic ión . Au nque cualquier buen cristiano sabe q ue Satanás está en el
�e[íquía5 5agraba5
mundo y que sus servidores pueden actu ar en c ualquier parte, pocas
Se afirma que si a lguien se molestara en reunir todas las astillas de la
personas han tenido una experiencia direct<l con ellos. Tu personaje se ha
enfrentado al enemigo y ha salido victorioso, aunque estremecido, de esta
experiencia. Incluso puede haber reunido retazos de información que
podrían serie útil en el futuro.
Deberías reunirte con el1 arrador antes del comienzo del juego para
detallar estos encuentros. Esros enfrentamientos no deberían dar a tu
personaje demasiada información sobre los monstruos del Medievo Oscu­
ro, a no ser que también hayas comprado el Conocimiento de lo Oculto y
estés utilizando estos encuentros para explicm la forma en que tu perso­
naje obtuvo esa información. Cuando el personaje se encuentre un cr
sobrenatural, el Narrador debería efectuar una tirada secreta de Astucia
+ Exposición para determinar si sus experiencia pasadas pueden ayudarle
en su nuc\·a prue ba de fe. El arrador siempre debe efectuar esta tirada en
secreto y dar información errónea tras una pifia.
•
Pasaste un período de tu vida en una ciudad famosa por us
herejes.
••
Ahora ves al pálido sacerdote que visitaba tu pueblo al anoche­
cer bajo una nueva lu z.
•••
Has presenciado e l núme ro suficiente d e actos desagradables
como para descubrir pautas en el comportamiento del enemigo.
••••
Tu pueblo natal o abadía fue invadido por los sirvientes de
Sa tanás, aunque ahora es cuando te das cuema de su verdade­
ra naturale:a.
•••••
Creciste en el seno de una comunidad pagana que aceptaba la
Cruz Verdadera que se venden por roda la c ristiandad y todos los huesos
de los santos, sería capaz de construir una ciudad. Es posible que esta
afirmación sea cierta, aunque también es cierro que algunas reliquias son
receptáculos genuinos de fe, ya sea debido a bendiciones del Señor o
simplemente a las fervientes creencias del Rebaño. De igual modo, los
inquisidores más sabios y Je,·otos saben cómo crear armas ungidas con la
esencia de su devoción, obje tos capaces de infligir terribles heridas a los
sirvientes del Enemigo.
Este Trasfondo pone de manifiesto que el personaje posee una de esas
reliquias. Estos objetos pueden actuar como depósitos de Convicción,
recursos a los que puede acudir el inquisidor en los momentos más
desesperados. Una ve: d uran te cada historia, el jugador puede realizar una
tirada equivalente al nivel que el personaje posea en este Trasfondo
(dificu ltad 6) y obtener un punro de Convicción por cada éxito obtenido
hasta un máximo que viene condicionado por el valor de su Devoción. Las
reliquias más poderosas poseen otros efectos exclusivos de el las. En el
capítulo cinco incluimos algunas ideas al respecto.
•
Un hueso del Jedo de un santo o cualq uie r otra reliquia de
origen dudoso.
••
•••
••••
arma santificada e n varios lugares sagrados. S i se trata d e un
presencia de criaturas infernales como parte natural del mun­
do, aunque tras tu conversión te das cuen ta del peligro al que
estuvo expuesta tu alma.
�ebaño
El crist iani, mo no es una experiencia olitaria. San Pablo ya ponía
de manifies to que las personas crecían en compaiiía de otros cristianos.
La capacidad de re�ar jun tos y compartir las enseñan:as de la Biblia con
el prójimo tiene u n valor incalculable para el desmrollo de l as creencias
de un inq uisidor .
Un objeto be ndecido por el cardenal Marzone o por e l Papa.
Una es pada o cualquier arma que haya pasado por el riwal de
la Forja de Dios, o cualquier otra reliquia igualmente poderosa,
puedes elegir una propiedad especial de la pág. 141.
Un objeto impre ionanre: un trozo del hábito de un santo o u n
•••••
arma, elige dos propiedades especiales .
Un frasco de arena del Calvario o cualquier otro objeto
maravilloso. Si se trata de un arma, e lige tres propiedades
especiales.
�ango
La Inquisición es joven y carece de demasiadas estructuras formales.
Los inquisidores están demasiado ocupados luchado contra las semillas de
Sat�n y defendiendo las almas de los cristianos como para preocuparse por
miendas políticas o la consecución de poder. A pesar de ello, la
, c1ón necesita líderes. Algunos inquisidores alcanzan una posición
..J�r gracias a su fe, a su capacidad y a sus éxitos en la lucha.
'--'lda orden posee una idea propia idea de rango, estructura y
..mes, aunque este Trasfondo representa el nivel general de influen·
mquisidory su poder en la Inquisición. El respeto de los compaiieros
.�a mucho más que cualquier título y es más probable que le otorgue
J�r real en la Inquisición en la sombra. Sin embargo, conforme el
Jumenta, lo hace la responsabilidad. Un personaje al servicio de un
J10 de Fe está bajo un escrutinio más intenso por parte de sus
- ñeros y sus superiores y su tiempo es mucho más limitado.
•
Has descubierto a algunas criaturas de Satanás y los nuevos
inquisidores te respetan.
Los inquisidores locales te conocen y te solicitan ayuda y
consejo.
Sirves en el Concilio de Fe local ayudando en las investigacio­
nes locales.
Sirves (o has sen·ido) en el Concilio Supremo, asesorando a los
inquisidores de todo el país.
-··
Solo respondes ame Dios y el cardenal Marzone.
_
�us Q)íttubes \Superiores
Los personajes de Inquisidor luchan contra seres impíos porque sus
...ms son superiores a las del resto de los morrales. El Espíritu Santo les
.:ado y les ha imbuido con el amor y la preocupación de Dios hasta tal
..¡ue su Virtudes están por encima del resto, pues reflejan su dedica·
a las cualidades que Dios busca en us sirvientes. Un personaje con
- des Superiores está entre las personas más santas del Medievo Oscuro.
Son estas Virtudes Superiores las que mantienen a los inquisidores
·o de los poderes infernales del enemigo y les hace acreedores de las
;.;¡ciones de Dios. Conforme avanzan en la Inquisición, las Virtudes
:<:norcs se van reforzando conforme la exposición al poder de Dios y al
--"le rostro del enemigo incrementa su dedicación a la causa.
:\1 igual que ocurre con las Virtudes básicas, las Virtudes Superiores
�n un valor que oscila entre 1 y 5 puntos. Cada una de ellas está
.onada con una Virtud básica, por lo que el efecto consiste en elevar
1or de las anteriores de 5 a 1 O puntos. El personaje no tiene por qué
-eguir cinco puntos en una Virtud básica para poder ganar puntos en
Virtud Superior, aunque la puntuación de un Virtud Superior no
.l� superar el valor de la Virtud básica asociada.
La Fe es la forma superior de la Conciencia. Refleja el modo en el que
Jigo moral del inquisidor se transforma por el contacto directo con el
�er del Espíritu Santo. Lo que ames era una serie de preceptos morales
el personaje incorporaba a su forma de vida ha acabado por convenirse
el elemento principal de su personalidad. Ha abandonado el deseo
terial y el pecado, reemplazándolo por pureza y amor al prójimo.
En los niveles más altos de Fe, la personalidad, los deseos y las metas
personaje se ven difuminado por una humildad y una falta de deseo
..e los "menos pródigos" encuentran difícil de comprender. A pesar de
-.hecho, el inquisidor se muestra más feliz y calmado conforme su nivel
- ·e se incrementa.
Beneficios de la Fe
La Fe permite que tu personaje se abstraiga de su naturaleza básica
-<rlejada por su Impulso) cuando ésta sale a relucir. Consulta lnsensibi­
_,J (pág. 1 16).
•
Atento
••
Amable
• ••
Generoso
••••
Redentor
•••••
Puro
•
e>abíbutía
La Sabiduría es la forma Superior de Autocontrol. La capacidad que
posee el inquisidor para controlarse en circunstancias extremas pasa a
formar parte de su naturaleza y de la del mundo que le rodea. La
comprensión divina de la naturaleza de la creación permite que el
inquisidor entienda conceptos que escapan al conocimiento de la gente
normal, conceptos de naturaleza casi milagrosa relacionados con la pala­
bra y el propósitO de Dios.
Conforme su Sabiduría crece, el inquisidor se vuelve más calmado y
contemplativo, hablando solo para comunicar conocimientos e informa·
ción que puedan beneficiar a otros. Por otra parte se vuelve más receptivo,
regocijándose en la creación de Dios y llegando a comprender el lugar que
ocupan los monstruos en ella.
Beneficios de la Sabiduría
La Sabiduría permite que un inquisidor resista con más facilidad el
intento de control mental de los sirvientes de Satanás. También le permite
recordar sucesos traumáticos con mayor claridad. Consulta Sometimiento
(pág. 1 16).
•
Meditabundo
Profundo
••
•••
Erudito
••••
Iluminado
•••••
Trascendemal
[e[o
El Celo es la forma Superior del Coraje. La valentía es reemplazada
por un deseo interior para servir a la causa de Dios, sin importar el ri�'�'>.
Los celosos son capaces de llevar a cabo grandes hazañas en nombre de
Dios simplemente porque su deseo de hacer el bien supera a su temor a la
muerte. De hecho, conforme su Celo se incrementa, dejan de tener en
cuenta esa po·ibilidad, como si fueran conscientes de que Dios permitirá
que sobrevivan si todavía les queda algo por hacer, mas cuando hayan
cumplido su destino, Dios les dará la bienvenida en el Cielo.
Conforme el Celo de un inquisidor se incrementa, se \'Uelve más
dedicado a conseguir los objetivos de Dios, ya sea como portador de fe,
cuidador de enfermos o soldado contra las legiones del Infierno. Cuales­
quiera otras causas o actividades dejan de interesarte, ya que dedica toda
su existencia al servicio de Dios.
Beneficios del Celo
El Celo permite que un inquisidor se enfrenre a los poderes satánicos
del mundo sin desfallecer. También le permite resistir los poderes que
utili:a el enemigo para in pirar el terror en los sirvientes de Dios. Consulta
Terror (pág. 1 17) .
•
Dedicado
••
Capaz
•••
Comprometido
••••
Arrojado
•••••
lmparable
cneuocíón
El principal deber de un inquisidor es con Dios. Es para defender el
plan divino del Seiior por el que lleva a cabo la dura tarea de mantener el
mundo seguro para Su reba!'\o. Un buen inquisidor mantiene de forma
perenne a Dios en su mente y en su corazón, no permitiendo que su
reverencia y devoción caigan ame su deseo por defender la causa de la
Inquisición o su celo por destruir demonio y perseguir herejes. Por
desgracia, las cosas no son tan sencillas.
Los horrores y misterios contra los que se enfrentan los inquisidores
se cobran su precio de su cordura y los empujan hacia profundos abismos
de fanatismo y miopía, merced al miedo y al deseo de obtener cierto grado
de control sobre lo que les rodea. Esta devoción conduce hacia la
Insensibilidad y las Maldiciones conforme Dios juzga a aquellos que
trasgreden Su ley. En términos de juego, este hecho queda reflejado
cuando la Convicción del personaje crece por encima de su Devoción.
La Devoción es una medida de la reverencia que el personaje
profesa por Dios y la Iglesia, no hacia la Inquisición. La puntuación
inicial es igual al Autocontrol + Conciencia y puede subir y bajar de
forma similar a la Senda de un vampiro. Sin embargo, aunque los
aspec tos mecánicos de la Devoción y la Senda puedan ser sim ilares, la
idea que se esconde tras ellos es muy distinta. Un vampiro se aferra a su
Senda para aplacar la furia de su Bestia interior. La medida de la valía
de un inquisidor viene determinada por su Devoción. Un personaje
inquisidor que pierda toda su Devoción puede continuar jugando,
aunque quizá haya caído tan lejos en su comportamiento que es probable
que haya acabado por convertirse en blanco de la propia Inquisición.
Aunqu e, si los rumores sobre Rodrigo de Navarra son ciertos, es posible
permanecer junto a la Inquisición tras perder la propia fe...
En términos de juego, la Devoción impone un estándar de compor­
tamiento a los inquisidores. Un personaje que viole uno de los preceptos
de la Iglesia no solo se arriesga a la censura oficial de la Inquisición, sino
a una crisis de fe. Este hecho es similar a la degeneración (Consulta Edad
Oscura: Vampiro pág. 2 l 9); cuando el personaje cometa un pecado según
su nivel de Devoción, el jugador deberá realizar una tirada de Conciencia
+ Fe (dificultad 6, o 7 si el personaje está Insensible) Si la tirada tiene
éxito, el personaje reconoce que ha pecado y pierde un punto de Convic­
ción; este punto puede recuperarse recibiendo el sacramento de la confesión.
Si la tirada fracasa, el personaje racionaliza su comportamiento como
necesario o simplemente no se da cuenta de su error y pierde un punto de
Devoción. Si el resultado es una pifia, el jugador debe realizar una tirada
para comprobar si el personaje adquiere una nueva Maldición.
.
[onl:'íccíón
La Convicción mide la dedicación del inquisidor a su causa: derrotar,
destruir o redimir a los sirvientes del Enemigo. En épocas de éxito, cuando
la sensación de que Dios está cerca y el enemigo huye, los inquisidores
están repletos de Convicción y son capaces de resistir las argucias del
enemigo y utilizar sus Bendiciones. En otras épocas, cuando la Inquisición
sufre, su Convicción decae. La Convicción no mide ninguna energía
mística, simplemente refleja la dedicación de un inquisidor a la causa en
un momento dado. Cuanto más comprometido esté, mayor será su capa­
cidad para tener éxito en sus misiones.
Los inquisidores no son los únicos humanos que poseen Convicción.
El nivel general de fe es lo suficientemente elevado como para que casi
todo el mundo renga un punto de Convicción, el nivel suficiente para
poder resistir brevemente la influencia de las fuerzas satánicas. Los únicos
humanos que carecen de Convicción son aquellos carentes de fe o los que
colaboran de forma voluntaria con el enemigo o sus servidores monstruo·
sos. La posesión de Virtudes Superiores abre el camino para conseguir
niveles más elevados de Convicción, ya que permiten que los personajes
se den cuenta de lo que hay en juego en la lucha entre el bien y el mal.
A pesar de ello, la Convicción puede ser peligrosa. Si esta supera el
nivel de Devoción del personaje, este cae en Insensibilidad y su dedicación
a la Inquisición supera su devoción por Dios.
La Convicción toma un valor entre l y lO puntos, aunque fluctuará
a lo largo del juego.
Usar [ont)íccíón
La Convicción puede utilizarse a lo largo del juego de distintas
formas.
• Activación de Bendiciones
A menudo la Convicción se utiliza para activar las Bendiciones del
inquisidor. Consulta el capítulo cinco para obtener más información.
• Tiradas de Virtud
Se puede gastar un punto de Convicción en una tirada de Virtud para
obtener un éxito automático, de forma similar al gasto de Fuerza de
Voluntad que se realiza para obtener un éxito automático en otras tiradas.
Atención: Solo puedes gastar puntos de Convicción en tiradas de Virtud,
nunca de Fuerza de Voluntad.
• Incrementar las Virtudes y obtener Dotes
Para finalizar, se puede intercambiar 1 O puntos de Convicción por un
incremento de un punto en una Virtud Superior o para obtener una Dote.
Para más detalles puede consultar el aparrado Progresión del personaje
(pág. 1 15).
Dbtener [ont)íccíón
Un personaje puede incrementar su Convicción de cuatro modos
distintos. A continuación presentamos una explicación detallada:
• Ponerse a prueba
Se puede obtener Convicción arriesgándola en una tirada para
utilizar una Bendición, sea una Dote, Arte Sagrada u Orisón. Esto
representa que el inquisidor se ha entregado por completo en un
momento determinado a lo largo de un enfrentamiento contra el
enemigo. Si tiene éxito, su Convicción crece, si falla, disminuye como
resultado de la falta de confianza.
Sistema: Puedes utilizar de 1 a 3 puntos de Convicción en una única
tirada relacionada con una Bendición. Cada punto invertido ai'iade un
dado a tu reserva de dados. Si la tirada tiene éxito, el personaje recupera
toda la Convicción que ha puesto en juego y adquiere un punto extra. Si
fracasa, pierde la Convicción invertida. Si la tirada es una pifia, pierde toda
su Convicción (consulta más adelante los efectos relacionados con una
Convicción de 0).
Solo puedes arriesgar tu Convicción una vez por escena.
Ejemplo: Simpkin Cotter, un Oculus, está intentando encontrar a
un hombre lobo que se ha ocultado bajo una forma humana entre la
gente que abarrota el mercado del pueblo. Utiliza su Bendición de
Segunda Visión para localizar al demonio. En este momento, Simpkin
tiene seis puntos de Convicción. Jesse, el jugador de Simpkin, decide
utilizar tres puntos de Convicción en la tirada y los borra de la hoja del
personaje, ya que es consciente de que Simpkin debe encontrar al
hombre lobo antes de que se le vuelva a escapar. La puntuación de
Percepción + Sabiduría otorga a Jesse una reserva de cinco dados, a la
que a1'iade los tres dados correspondientes a la Convicción para totalizar
ocho dados. Realiza la tirada y obtiene cuatro éxitos. i Viva!. Simpkin
logra distinguir al hombre lobo moviéndose por el perímetro de la
J ERARQU ÍA DE PECADOS CONTRA D I OS
�ivel
10
9
8
7
6
5
4
3
2
Acción míñima
- Motivo
Serás puro tanto en cuerpo como en alma
Tener pensamientos impuros o airados sobre otro cristiano
Mantener relaciones sexuales
Los placeres de la carne son impuros_
Kllcntir o romper la palabra
En la verdad se halla la salvación
Las riquezas de este mundo son las herramientas del
Aceptar una recompensa mone taria
demonio
Actuar movido por la ira u ouo impulso pecaminoso (gula, lujuria, etc.)
Negarse a educar a un hereje o un pagano
Negarse a redinür_a un pecador
Herir a un cristiano
Debes comportarte movido por Dios
Aquellos que desconocen a Dios deben ver la luz
Todo lo que Satanás necesita es que los fieles no
hagan nada
Amarás al prójimo como a ti mismo
Ayudar o colaborar con un aemonio
_Malditos sean los serYidores del Enernígo
-No hay nada que compense aliarse con ellos
-4
Matar a un cristiano
-aud y se di rige hacia él. Jesse devu elve los tres puntos de Convic 4ue arriesgó a la tirada a su hoja de personaje, así como el punto
•na! que ha consegu ido, totalizando siete punto .
•
Victoria
:\·estar un golpe al enemigo en nombre de Dios puede (y us ualmente
.:e) incrementar la confianza de un inquisidor. Debe tratarse de una
na clara y obvia, como destruir o conseguir la redención de una
ura del averno. Sin embargo, mras tareas podrían dar el mismo
tado, dependiendo Je la posición del inquisidor en la situación. Si el
najc quería liberar a un pueblo de una influencia maligna, la expul­
Je una bestia solitaria que se alimentaba de los habitantes sería un
a
suficiente para incrementar su Convicción.
istema: Si tu personaje consigue una victoria convincente sobre el
"mgo, puedes, a discreción del l\arrador, reali�ar una tirada de Virtud
-.:nor primaria del pcr onaje + Virtud básica asociada contra una
�ulrad de 7 para determinar si tu personaje obtiene Convicción
KJnal . S i l a tirada tiene éxito, consigue un punto de Convicción, si
..�>a, no ocurre naJa. Si la tirada es una pifia , pierde un punto de
-ncción (la confianza del personaje se ha 1•isro soca1·ada por lo que ha
.ndido en el encuentro) .
•
Oración
La fuente princ ipa l de la Jedicación de un inquisidor es su creencia
J10s. La comunicación directa con el Se1ior mediante la oración es una
-,a poderosa de incrementar la Convicción. Sin embargo, las oraciones
..maria no uelen ser suficiente . Esta comunión debe tener lugar en
-�no sagraJo o junto a un grupo de creyentes fiel y dedicaJo. Cualquiera
llh dos mérodos puede generar el poJe r espiritual necc ario para
•var 1<� dedicación del inqu isidor a la causa Je Dios. El personaje pu ede
.::.u con otros miem bros de la Inqu isic ión , pero solo puede lanzar tan tos
"'1 como el mayor nivel Jc Fe presente.
Sistema: El inquisidor debe pasar una hora re:anJo y totalmente
'!Centrado. Cualquier interrupción en ese intervalo de tiempo e1·i­
-.i que la oración tenga el efecto Jescado. Las plegarias deben
li:arse en un lugar sagr� do, sobre una re liq u ia sagraJa o en compa­
Je fieles ( ve r pág. 1 1 5 ) . Al finalizar la hora, debes realizar una
Ja del nivel de Tierra Sagrada, Reliquia Sagrada o Fieles contra
l Jificultad de 7. El número Je éxitos representa el número de
. neos de Convicción obteniJos. Cada hora de oración aJicional
.Juce la dificultad en uno hasta un mín i mo de 3. Estas oraciones solo
ed cn intentarse una vez p or Jía. Por cada día aJicional que e l
...¡uisidor rece, la dificultad de la tirada oe inc rementa en uno hasta
1 máximo Je 10. Un personaje no puede incrementar su Corwicción
r encima de su nivel Je Devoción con este sistem<L Dio no empuja
.n> i nq uisidore s hacia la InsensibilidaJ.
•
No matarás
•
Nueva historia
Al inici<> Je una nue1·a hi toria, la Convicción del per:.onaje se Ye
incrementada hasta la suma de su Conciencia + Fe si es que bajó por
debaj o Je ese nivel al finali:ar la historia anterior
1)érbíba tota( be [onl)íccíón
Un inquisidor que haya perdido roJa su Convicción al pifiar una
tirada, o que la haya gastaJo por completo, se encuentra en peligro. Carece
de defensas contra el enemigo hasta que pueda volver a conseguir
incrementar su Convicción. No puede utilizar sus Bendiciones y es incapaz
de realizar tiradas de VinuJ para resistir los poderes del enemigo. Sufre
una crisis de Íc y necesita el apoyo Je sus compañeros.
(Sístemas
La viJa de un inqui·idor es muy distinta de la existencia de un
vampiro, por lo que es necesario que haya algunos sistemas que represen­
ten estas Jiferencias. A continuación los explicamos con Jetallc.
[recer en fe:
progresíón be( personaje
Los personajes de Edad Oscura: Inquisidor pueden desarrollarse de
dos formas: mundana y espiritual. Las Habilidade y Atributos munJanos
crecen de forma normal , mediante el uso Jcl sistema Je puntos de
experiencia existente en la pág. 1 3 8 de Edad Oscura: Vampiro. Es to
también incluye el Arte Sagrado. Sin embargo, las Virtudes Superiores del
per onajc, sus Orisones y Dotes solo pueden mejorarse meJiante el
incremento Je Convicción que se consigue al progre ar en la causa de la
Inquisición, tal y como Jerallamos más aJelnnte.
Los TrasfonJos solo pueden mejorarse mediante la interpretación.
La Casa Capitular solo puede mejorarse obtenie ndo una base de operacio­
nes Jc mayor tamaño de manos de los superio res de la Inquisición o
construycnJo una. Oc igual forma, los Fieles solo se incrementan si el
rersonajc logra reclutar a más creyentes en su causa.
<3astanbo puntos be experíencía
Como es habitual, los incrementos de Atributos, Habilidades y Anes
Sagradas deben contar con el beneplácito del Narrador. iCómo ha
comeguido este personaje mejorar su Rasgo? iLo ha hecho mediante
\u
experiencia en el campo de batalla, o reservando tiempo p;ua estudiar,
ejercitar y practicar?
El tiempo necesario para mejorar un Rasgo puede variar de días en
el caso de los niveles más bajos, a semanas, meses o años de aprendizaje
persistenre. Ciertamente, los niveles de cuatro o cinco puntos necesitarían
meses de estudio (como mínimo). Se pueden gastar los puntos de expe­
riencia necesarios al finali:ar el entrenamiento o a lo largo del intervalo de
aprendi:aje (a discreción del . arrador).
Por supuesto, las órdenes ofrecen explicaciones sencillas a muchos
incrementos de Habilidades. Un período de retiro en una fortaleza de la
orden para aprender, estudiar o contemplar puede justificar muchos incre­
mentos, especialmente aquellos en los que el personaje (así como el jugador)
cree que necesita mejorar para poder ser un inquisidor más eficiente.
Q)írtubes y �otee
La única forma de mejorar las Virtudes Superiores, o de obtener
nuevos Orisone o Dotes, es cambiarlas por puntos de Convicción. Para
conseguirlo puedes reservar punto de Convicción hasta el nivel necesario
para mejorar una Virtud Superior u obtener una Bendición. Esta reserva
representa el tiempo necesario que el personaje debe pasar para asimilar
lo que ha aprendido a lo largo de sus misiones, enriqueciendo su relación
con Dios. El personaje debe pasar una hora como mínimo por cada punto
de Convicción reservado en oración, lectura y meditación en recogimien­
to. La reserva de más de un punto de Convicción por día obliga al
inquisidor a retirarse mientras se purifica, estudia la Biblia y pasa prolon­
gados períodos de confesión en compañía de su superior en la Inquisición.
Los Inquisidores que se hayan vuelto Insensibles (ver más adelante)
tienen dos opciones: pueden recogerse de inmediato, dejando los asuntos
de la Inquisición en manos de otros hasta que hayan acumulado la
Convicción necesaria para salir de su estado, o pueden perseguir los
objetivos de la Inquisición con la esperanza de acumular los 1 O puntos de
Convicción necesarios para cambiarlos por un punto de Virtud Superior
o una Dote. Sin embargo, esta última opción conlleva el riesgo de las
Maldiciones (ver pág. 144).
:3 nsensíbHíbab
La causa de la Inquisición e una causa noble, ya que busca la derrota
del Enemigo de Dios y la protección de los fieles que se hallan bajo la Iglesia
de la influencia maligna de los servidores de Satanás. in embargo, la
principal lealtad de un inquisidor debería ser hacia Dios, no hacia su causa.
Muchos inquisidores pierden de vista este hecho y e vuelven tan ensimis­
mados en sus misiones que olvidan sus deberes espirituales.
COSTE DE PU NTOS
DE EXPERI ENCIA
Rasgo
Atributo
Habilidad existente
Especialidad
Habilidad nueva
Nueva senda de Arte Sagrado
Senda de Arte Sagrado primaria
Otras sendas de Ane Sagrado
Virtud Básica
Piedad
Fuerza de Voluntad
Coste
Puntuación actual x 4
Puntuación actual x 2
Puntuación actual de la
Habilidad
3
10
Nivel actual x 5
Nivel actual x 7
Puntuación actual x 2*
Puntuación actual
Puntuación actual
* El incremento de una Virtud no .increm� nta los Rasgos basados
en ella, como Convicción o Fuerza de Voluntad.
Este estado mental recibe el nombre de Insensibilidad y ocurr
cuando la Convicción del personaje es mayor que su Devoción. L.
Insensibilidad tiene una serie de efectos sobre el inquisidor:
• Pérdida de empatía: El personaje pierde cualquier simparía por lo
monstruos y sus víctimas, por lo que dirige sus esfuerzos a realizar la misióc:
que tiene encomendada. Cualquier tirada relacionada con la Empatl.
incrementa su dificultad en + 2 mientras el personaje sea Insensible.
• Impulsivo: Mientras que un personaje sea Insensible, su lmpuls
sale a relucir. Siempre que se encuentre en una situación propicia para qu:.
su Impulso se manifieste, el personaje debe realizar una tirada de Concier
cia + Fe (dificultad 6) para evitar actuar como le diera su Impulso.
Ejemplo: Martín d'Avignon de los Caballeros de Acre, posee un:.
Naturaleza Bravucona, por lo que su Impulso es Violento. Se enfrene:
contra un servidor involuntario del enemigo. Su intención es detenerL
para interrogarlo e intentar redimirlo. Sin embargo, su estado de lnsen
bilidad le hace desear destruir esa herramienta de Satanás. El jugador d.
Martín realiza una tirada de Conciencia + Fe y no obtiene ningún éxit,
Debido a ello, Martín se deja llevar por su Impulso y se abalanza sobre
clérigo con su espada lista para asestar el golpe definitivo ...
El hecho de actuar por Impulso no tiene por qué ser peligro
aunque a menudo lleva a los inquisidores hacia situaciones que ponen
prueba su Devoción (que a su vez, disminuye su resistencia a la lnsensil.
lidad). Los inquisidores sabios cuidan con esmero sus estándares
comportamiento.
<5 ometímiento
Aunque algunos de los sirvientes del enemigo son más que capace�
de desmembrar a un hombre, su poder más efectivo consiste en
capacidad para nublar las mentes de los hombres. Muchos monstru
pueden dirigir los pensamientos ajenos, retorcer las emociones o reduc:
a los mortales a esclavos complacientes. Este estado recibe el nombre di
sometimiento, ya que el personaje se haya bajo el dominio mental de un:.
criatura sobrenatural.
Para resistirse a un intento de control sobre los pensamientos de _
personaje, el jugador puede realizar una tirada de Autoconrrol + Sabidu
ría (dificultad 6, si el personaje carece de un punto en Sabiduría, el jugad
puede gastar un punto de Convicción) en una tirada enfrentada contra l
de la criatura. Si el inquisidor gana, aborta el intento por controlar SL.
pensamientos. Si la tirada no tiene éxito, puede realizar tiradas sucesiv
cuando se vea obligado a realizar cualquier acción que vaya en contra di.
su naturaleza. Los inquisidores pueden resistirse a Disciplinas collll
Dominación, Presencia o Dementación (así como a otras fuentes d:
conrrol mental) de esta manera, aunque para hacerlo, deben ser conscien­
tes de que algo raro está ocurriendo.
Ejemplo: María de Brisrol, un Ojo de Dios, ha descubierto a un cult
de adoradores del demonio que opera desde un almacén ponuari
abandonado. El líder del culto intenta controlar su mente con su magia,
obteniendo tres éxitos. El jugador de María realiza una tirada dt
autoconrrol + Sabiduría, tirada en la que obtiene dos éxitos. La canti­
dad no es suficiente, por lo que María cae bajo el sometimiento de
sacerdote. Más tarde, el líder del culto solicita a María que revele 101'
nombres de los inquisidores que trabajan junto a ella. El Narrado¡
considera que este acto va en contra de la naturaleza del personaje, po¡
lo que el jugador vuelve a repetir la tirada de Autocontrol + Sabiduría
obteniendo cuatro éxitos. iMaría se ha liberado del sometimiento:
Responde a las preguntas con mentiras, a la espera ganar tiempo para
aprender más cosas sobre el culto...
<.memoría
Algunos encuentros con el enemigo son tan traumáticos que e
inquisidor es incapaz de recordarlos. En otras ocasiones, las semillas del
infierno pueden usar sus poderes para evitar que el inquisidor tenga acceso
<us recuerdos. En estas situaciones, el jugador del inquisidor puede
�:ar una tirada de Autocontrol + Sabiduría (dificultad 6) para evocar
" sucesos que tuvieron lugar (si el jugador carece de Sabiduría, necesita
...otar un punto de Convicción) . Cu anto mayor sea el número de éxitos,
:.is podrá recordar. Si los recuerdos perdidos fueron el resultado de
deres monstruosos (como el poder de Dominación La Memoria del
..ergu ista) , el jugador del inquisidor debe conseguir más éxitos que los de
arada necesaria para bloquear o alterar los recuerdos originales .
......
�error
La vida de un inquis idor es dura, y su voluntad ele servir a Dios le lleva
-x>ner su vida en peligro. Este peligro puede asumir distintas formas: un
mbre-bestia salvaje, un edificio en llamas o un salto letal. A pesar de
eas estas situaciones, su Celo por servir al Sei'tor puede ayudarle a
�rar el miedo que siente en esas ocasiones.
Siempre que un personaje decida poner su vida en peligro de forma
untaría, el Narrador debe obligar al jugador a realizar una tirada de
raje + Celo (dificultad 6) para poder hacerlo. Si el personaje carece de
muación de Celo, el jugador debe gastar un punto de Convicción para
::.h:ar la tirada. Si la tirada falla, el personaje se ve asaltado por el terror.
: ugador puede decidir en ese momento si desea que su personaje siga
...
d
.. ame, aunque este perderá un pu nto en todas sus reservas de dados
-ante el resro de la escena.
Enfrentarse a algo abiertamente sobrenatural, como un vampiro
�trando los colmillos frente al inquisidor, también obliga a realizar una
�a de terror de dificultad 8 - la puntuación del Trasfondo de Exposi·
n, si es que existe. Si la tirada falla, el personaje pierde dos dados de
Jas sus reservas de dados hasta el final de la escena o has ta que la
enaza sobrenatural sea derrotada o desaparezca.
Los in q uisidores pueden resistirse a cualquie r poder sobrenatural
..>ado en el miedo (como el poder de Presencia Mirada Ate rradora)
::.:.:liante una tirada de Coraje + Celo (dificu ltad 6). Si el jugador obtiene
· éxitos que los conseguidos por el monstruo en su tirada, el inquisidor
se ve afectado por el poder. Para oponerse a aquellos efectos involuntarios
..e no necesiten una tirada, como el terror ciego causado por los hombres
'JOS, solo se necesita un éxito.
Cualquier pifia en una tirada de terror hace que el personaje huya lo
.;;.oS rápido posible del origen de l terror.
Ejemplo: Toby, un Hermano Rojo, se enfrenta contra una semilla
:ernal en un camino desierto mientras regresa hacia la iglesia local en
que pasa la noche. La criatura demoníaca mues tra s u verdadero
ft!Cto al asustado monje. El j ugador de Toby realiza una tirada de
- raje + Celo de dificultad 6 (8 · su nivel de Exposición de 2) y obtiene
..:¡ único éxito. Toby permanece firme ante el demonio mientras intenta
.esesperadamente utilizar el Arte Sagrado para atar a la criatura. El
-•nstruo, decidido a librarse del monje, utilizar sus poderes para
....stigar terror en el monje. El Narrador realiza una tirada basándose en
Gnosis del demonio y obtie n e tres éxitos. El jugador de Toby vuelve
lanzar Coraj e + Ce lo y pifia. Toby huye gritando hacia la noche
::Jentras la criatura demoníaca se dirige hacia el pueblo.
[uracíón
Las heridas son un asunto serio en el Medievo Oscuro. Aunque la
�quisición tiene acceso a algunas de las mejores fuentes de curación
.:..sponibles en Europa durante el siglo XIII, son débiles si las compara·
i:!OS
con las capacidades modernas. Cualquier inquisidor que reciba
·eridas gra1·es deberá pasar varios meses en reposo, salvo que posea
.:lguna Dore que le permita curarse con más rapidez . Los inquisidores se
-ecuperan a la misma velocidad que el resto de los mortales, excepw en
�s casos en los que medie la intervención divina (Consulta la pág. 2 1 0
.l e Edad Oscura: V ampiro para obtener referencias sobre los tiempos de
:u ración de un mortal).
.Pambre y seb
El ayuno es una parte importante de la devoción religiosa del
Medievo Oscuro. Los personajes pueden optar por ayunar para profun­
dizar en su entendimiento religioso, para demostrar su dedicación a la fe,
como parte de un ritual religioso o simplemente como una penitencia
para subsanar un pecado contra el Señor. A pesar de estos beneficios, el
ayuno puede tener efectos serios en el cuerpo del inquisidor, tal y como
explicamos a continuación.
A discreción del Narrador, un personaje que ayune recibe un modi­
ficador de -2 a la dificultad de cualqu ier tirada necesaria para aumentar la
Convicción median te la oración.
.Pambre
Días 1 al 4
Cada día que pase sin comer, el personaj e pierde un dado de todas sus
reservas de dados, ya que el hambre comienza a afectar su concentrac ión.
Esta penalización no se aplica a las tiradas de Dores o Virtudes. El jugador
puede realizar una tirada de Coraje + Celo (dificultad 7) para ignorar esta
penalización durante una e cena. En los días te rcero y cuarto, el personaje
recibe un punto de daño contundente por día.
Un día de alimentación adecuada cancelará rodas las penali!aciones.
Del día 5 en adelante
A partir del quinto día de ayuno (o de inanición), el personaje recibe
un nivel de daño letal por cada dos días de inanici ón. Las penalizaciones
a las re ervas de dados continúan aumentando, llegando hasta el nivel de
hacer que el personaje se sienta demasiado débil para moverse. De de el
momento en que el personaje comience a ingerir alimento , las penaliza­
ciones decrecen al ritmo de un dado por día, hasta que desaparezcan. La
recuperación del dai'to letal se realiza al ritmo estándar.
6eb
La sed mara con más velocidad que el hambre. Inc luso aquellos
que ayunan suelen beber la cantidad de agua suficiente para
seguir vivos. Sin embargo, los personajes pueden encontrarse sujetos a
situaciones extremas de sed como prisioneros del enemigo o como parte
de un ayuno especialmen te severo.
Cada día que el personaje pase sin con umir líquidos o comida, pierde
un dado adicional a las reservas de dados. Por lo tanto, si se ha abstenido
de consumir comida y bebida durante dos días, su reserva de dados se
reduce en cuatro dados. Tras el segundo día de deshidratación, el perso­
naje sufre un nivel de daño letal por día, hasta que muera o beba agua.
Cuando el personaje comience a beber de nuevo, los dados
perdidos desaparecen al ritmo de dos dados por día. Esto no afecta a
los dados pe rdidos por hambre. La recuperación del dal'io letal se
real iz a al ritmo es tándar.
personajes
QJeneno
La línea que separa las hierbas beneficiosas de las tóxicas es débil y
puede cruzarse con facilidad, en unas ocasiones por accidente y en otras
a propósito. En el Medievo Oscuro existían numerosos venenos. A
continuación describimos los más comunes:
• Alcohol: Muchas comunidades consumí
an alcohol rebajado con agua,
una costumbre más segura que la de consumirlo sin me:clar. A pesar de ello,
había gente que bebía para emborracharse. La bebida posee un efecro relám­
pago sobre las capacidades del consumidor. Cada medio litro de cerveza o dos
vasos de vino o licores reduce las reserva de Inteligencia y Destreza en un
dado. Esre efecto desaparece a la velocidad de un dado por hora.
• Intoxicación alimentaria (Salmonela): La higiene alimentaria
es de astrosa en muchas :onas del Medievo Oscuro. La mayoría de la
gente es resistente a la intoxicación alimenraria porque ha desarrollado
inmunidade:. contra las bacterias responsables, aunque la salmonela
todavía causa estragos. Una dosis severa de comida intoxicada inflige
entre uno y cuatro niveles de dat'lo contundente y obliga al personaje a
vomitar la comida intoxicada. Asimismo, el personaje pierde un dado de
Resistencia y dos de Destre:a. Los efectos de la intoxicación alimentaria
desaparecen al día siguiente.
• Hachís: El consumo de hachís, frecuente en Oriente Medio e
importado a Europa, posee un efecto relajante aunque afecta a la capaci­
dad de concentración del consumidor. Cualquier personaje que coma o
fume hachís reduce la reserva de dados de Percepción en dos. Estos efectos
duran unas dos horas.
• Alucinógenos: Las drogas alucinógenas forman parte esencial del
botiquín médico del Medievo Oscuro. El beiclio y la belladona se utilizan
como calmantes. Cualquier personaje que consuma esas hierbas en peque
t'las cantidades verá como sus reservas de dados se reducen entre dos
cuatro dados, dependiendo de la cantidad consumida. Para dosis mayore
consulta envenenamiento más adelante. A discreción del Narrador pue
den existir otros efectos, emre las que pueden incluirse alucinaciones o u;;
punto de Coraje adicional. En pequet'las dosis, estas drogas disminuyen la
efectos incapaciranres de las heridas, reduciendo en t ia penalización a
reserva de dados ocasionadapor las heridas. Los efectos de los alucinógen,
duran un número de horas igual a ( J O - Resistencia).
• Analgésicos: Los alucinógenos no son las únicas drogas que
utilizan para controlar el dolor. Las hierbas como la cicuta, la mandrágo¡¡
y el acónito se utilizan como analgésicos. En pequei'las dosis, estas drog
reducen los efectos incapacitantes de las heridas, reduciendo en 1
penali:ación a la reserva de dados ocasionada por las heridas. Los efect
de los alucinógeno� duran un número de horas igual a (10 - Resistencia
• Veneno: Las dosis elevadas de alucinógenos o analgésicos, o d.
extraeros como el arsénico, la estricnina o el cianuro pueden ser letale
Cuando un personaje ingiera un veneno, sufre de uno a tres niveles
dat'lo contundente cada escena (o cada rumo) en función de la potenc
del \'eneno. El dat'lo continúa acumulándose hasta que el veneno desap
re:ca, el personaje muera o se administre un antídoto (si es que existe
�nfermebab
Las enfermedades poseen una influencia importante en la existenc
de la gente de la época, debido a las condiciones insalubres y al precan.
desarrollo de la medicina de la época. Existen varias enfermedade�
endémicas (incluimos una lista a continuación) .
Sistema: Una vez que la víctima se coloca en un insrrun1<:�
Un jugador con un personaje enfermo puede realizar una tirada
Jiaria de Resistencia para luchar contra los efectos de la enfermedad .
tortura, el dafio ocurre de forma automática. Estos instrumentos
Alternativamente, si el personaje se encuentra bajo cuidado médico, el
entre uno y tres puntos de dat1o letal o agravado cada media hora, ,te.
Joctor puede realizar una tirada de Inteligencia + Medicina . La tirada de
·
¡-_.
inquisidor el que determina el nivel de dal'io infligido. El arte de la t
_
--
consiste en hacer que la víctima confiese antes de que fallezca. La \ 1c •
Resistencia continúa siendo necesaria en este caso, aunque la dificultad
,e reduce en uno por cada nivel de Medicina que posea el curandero. Si
puede absorber el datio de forma normal, siempre que sea capa: de haceCada media hora de tortura que cause dal'io, el jugador que intc�:-•
estas tiradas t ienen éxito en cinco días consecutivos, el personaje se ha
a la víctima (normalmente el Narrador) debe superar una tirada de Fuer:
recuperado de la enfermedad (Para obtener más información sobre las
enfermedades y sus síntomas cspedficos puedes consultar la pág. 21 O de
Edad Oscura: Vampiro).
• Disentería: Un personaje que sufra esta enfermedad recibirá un punto
Je dal'io letal cada día hasta que la enfermedad remita o el personaje muera.
Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: 8.
• Hidropesía: Un personaje que sufra esta enfermedad posee un
mvel de salud menor que el normal y no puede tener una Resistencia
<uperior a 2.
de Voluntad (dificultad 6 + nivel de Tortura del inquisielor) para e• .-
·
confesar y responder a las preguntas del inquisidor . Sin embargo, tw
que se necesita es una respuesta, por lo que esta no tiene por qué
,,.
verdadera, aunque se necesitan superar tiradas de M anipulación Subterfugio para ser capaz de const ruir mentiras plausibles mienrra<
-e
sufren torturas (las penalizaciones por heridas cuentan) . Si el personaJe :1
desfallece, el torturador puede realizar una tirada de Manipulación -
Tortura de dificultad igual a la Fuerza de Voluntad de la víctima. Cuan...
Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: Incurable.
la Fuer:a de Voluntad de la víctima haya llegado a cero, ésta confiesa. :\.
• Lepra: Un personaje que sufra esta enfermedad ve como su
igual que en el caso anterior, puede revelar la verdad, o si sabe lo que d
:\pariencia se reeluce en un punto por cada mes que sufra la enfermedad,
inquisidor quiere escuchar, mentir para detener la tortura.
hasta que llegue a O. Incluso aunque el personaje se recupere de la
9Jlérítos y �efectos
enfermedad, queda desfigurado para siempre. Las reservas de dados de
rodas las tiradas Físicas y Sociales se reducen en 2 debido al efecto
Jebilitador de la enfermedad.
Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación :
�ísícos
9.
• Peste: Los personajes que sufran esta enfermedad reciben u n nivel
Je dal'io letal cada día hasta que mueran o sanen . Además, la fiebre les deja
9\obusto (9Réríto be 2 puntos)
en estado Incapacitado mientras elure la enfermedad.
Dios re ha dado una constitución robusta para que puedas servir a u
Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: 7.
•
causa con mejores resultaelos, por lo que enfermas en raras ocasione'.
Fuego de San Antonio (ergotismo): Los enfermos reciben tres puntos
Restas dos a todas las tiradas de dificultad para resistir a las enfermedade>.
de dafio contundente cada día, así como dos dados de penalización a sus
sean naturales o sobrenaturales.
reservas de dados como resultado de su lucha contra el dolor y las convulsiones
9\esístente a[ bo[or (9Réríto be 2 puntos)
Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: 6•/9.
• Sífilis: Los personajes que contraigan esta enfermedad reciben dos
puntos de dal'io letal cada tres días .
Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: 8.
• Tuberculosis: Los enfermos de tuberculosis reciben tres niveles de
dal'io letal cada semana. También pierden un punto de Fuerza y de
Resistencia c ada semana como resultado del consumo corporal. Si cu�l­
quier Rasgo se reduce a O, el personaje se desmaya y sufre un mvel de dmio
letal por hora hasta que muera.
Dificultad de la tirada de Medicina/Recuperación: 1 O.
los esbirros de Satanás hagan, el dolor solo es una molestia menor. Toda,
·
las penali:aciones por heridas se reducen en uno (por lo que cuando tu
personaje alcance el nivel de salud de Herido pierde un solo dado, no dos) .
l)ufmones bébHes (�efecto be 2 puntos)
Dios da a los inquisidores sus propias penitencias. La tuya consiste en
una malformación de los pulmones que te eleja sin aliento con rapide:.
Incrementas la dificultad de cualquier actividad física continua (correr,
�ortura
combare prolongado, trepar, etc .) en uno.
A pesar de su fuerza infernal y su carne antinatural, muchos sirvien­
tes del enemigo son tan susceptibles a la tortura como cualquier hereje. En
los pocos al'ios que han transcurrido desde su creación, la Inquisición ha
aprendido que aunque muchas criaturas del Infierno son capaces de
recuperarse de las heridas a una velocidad elevada, existen determinadas
técnicas de tortura que son especialmente efectivas.
Los inquisidores tienen a su disposición una elevada variedad de
instrumentos de tortura diseiiados para minimizar las capacidades curativas
de los monstruos (por ejemplo, obliganelo a mantener una herida en carne
viva o en contacto constante con agua hirviendo) . El personaje debe poseer
como mínimo un punto de Tortura para poder utilizar estos ingenios de
forma eficaz. Aquellos que carezcan de estos conocimientos tienen la misma
probabilidad de dat1ar a la criatura que de provocarse heridas.
A pesar de todo, el dal'io físico no constituye la forma de tortura más
efectiva. Resulta más poderoso el datio psicológico que el inquisidor infl ige
a su víctima. Los hijos de Satán no están acostumbrados a permanecer
indefensos ante mortales y un inquisielor hábil puede tentarlos. Con el
paso del tiempo, la confianza de las criaturas en sus habilidades infernales
comienza a disiparse
La disciplina impuesta por la ie, la negación personal y la mortifica­
ción te ha dorado de una resistencia especial al dolor. :\o importa lo que
y acaban por confesar sus actividades demoníacas.
2lncíano (�efecto be 4 puntos)
Dios no te llamó a su servicio hasta una época tardía de tu vida.
Aunque tanto tu mente como tu fe son fuertes, tu cuerpo es frágil. A pesar
de ello, el hecho de colaborar con tu experiencia a la inquisición no re hace
cuestionar la sabiduría de Su elección, incluso sabiendo que careces de la
capacidad de estar a la altura de tus hermanos más acti\'OS. Todas las
dificultades de las tiradas físicas se incrementan en uno y si pifias alguna
tirada, debes realizar una tirada del Atributo relacionaelo de dificultad 6.
Si esa tirada vuelve a pifiar, pierdes un punto en ese Atributo. Si alguno
de rus Atributos alcanza el valor de cero, puedes morir o quedarte inv{llido,
a discreción del Narrador.
�enta(es
2ógíca 2lp(astante (9Réríto be 2 puntos)
ToJos los inqui idores deben ser capaces ele separar la \'erdad de la
mentira y lo correcto de lo incorrecto. En
tu
caso posees una capacidad ele
razonamiento que te permite reunir detalles inconexos y a\•eriguar su verda-
clero significado. l\o hay hada sobrenatural en
ello: Dios te ha concedido una mente ordenada
y metódica que puede trabajar con más capaci­
dad que el resto. Todas las dificultades de tiradas
relacionadas con deducciones se reducen en dos.
2lboracíón Dbsesít)a(�efec�
to be 1 a 4 puntos)
Dios te ha dado una pesada carga, ya
que sabes que en w caso te solicita un
régimen de adoración especialmente seve­
ro. Puede tratarse de una oración
determinada en algún momento del día,
tal y como se practica en lo monaste­
rios (Defecto de 1 punto). Dos puntos
implican que debes detenerte y rezar
en compm1ía de cada pecador con
que re encuentres. Lin defecto de 3
puntos podría implicar que te sien­
tes empujado a despojarte de
cualquier bien material que consiga ,
mientra� que un defecto de 4 puntos implicaría
flagelarte de forma diaria para eliminar las imperfecciones de tu carne corrupta. Si no puedes llevar a cabo estos actos, pierdes
dos puntos de Convicción por cada día que pase (si pasan más de dos días
consecuth·os deberás reali:ar una tirada para e1·itar perder Devoción).
9\epugnancía por [a [arne
(�efecto be 2 puntos)
Te sientes enfermo cada 1·ez que ves carne desnuda y cualquier acto que
renga que ver con ella. Siempre que seas testigo de un enfrentamiento, ya sea
por la visión de la carne corrupta del enemigo o por una demostración de
lujuria carnal, debes realizar una tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad
6). Si la tirada falla, te sientes n
i vadido por arcadas durante los minutos
siguientes, aunque ello no significa que pases todo este tiempo
vomitando (a no ser que pifies). Cualquier tirada incrementa su
dificultad en 1 durante este intervalo de tiempo.
<5ocía[es
{) erencía 9\eHgíosa (<JJl éríto
o �efecto be 1 punto)
Cuando se adquiere como mérito, Heren­
cia Religiosa indica que tu familia posee una
larga historia de dedicación a la lgle ia (algu­
nos antepasados o c u pa r on alg(m cargo
importante). Esa reputación también te be­
neficia. Si se adquie re como Defecto, tu
familia posee una reputación herética o paga­
na, un problema que te señala y te al'ergüenza.
Recibes un -2 a la dificultad de cualquier
tirada Social cuando interactúes con miembros de
la Iglesia o cualquier otra persona que pudiera sentirse
impresionada por tu linaje (en caso de ser un Mérito), o un + 2 a
la dificultad de estas tiradas (si es un Defecto). Los personajes
pertenecientes a la Casa de Mu rnau no pueden elegir este Rasgo.
(tt)angeHsta (<JJléríto be 2 puntos)
te
Tu regocijo en la fe es un hecho palpable que pueden sent ir los que
rodean. Los cristianos se alegran de estar junto a ti y en ocasiones se
1
-ian con la confianza ren<ivada tras hablar contigo. Pi>secshcililia~ipara
'&dar
fragmentos bíblicos que ayudan a la gente a proseguir con su
ixiirencia. Recibes un .2 a la dificultad de todas las tiradas Sociales
::ando interactúes con otros cristianos.
Jníciabo (1i32étíto o Defecto be 3 puntos)
Has aceptado a tomar a un joven inquisidor como tu estudiatite.
-idavía
carece de Bendiciones, aunque muestra aptitudes en las tareas de
Inquisición y firmeza ante el enemigo. También es unacarga pesada, ya
eres el responsable tanto de su cuerpo cama de su alma.
Si este Rasgo se toma como Mérito. el estudiante es inteligente. fiel
jiligcnte en sus estudios y oraciones. Luchará junto a tisolo en los casos
~ 5 desesperados,
s
aunque se presentará voluntario para llevar a cabo
:~restigacionessiemprc que sea necesario. Puede que acabc rccibiendo la
-endición del Seiior (el Narrador decidirá el momenra adecuado basán,
jnc en el tiempo que le dediques y sus experiencias personales).
. Si se adquiere cono Defecto, el Iniciado es un problema que
::!iculta tu trabajo. Es incompetente, vago, pedante y carece de
;sdicación a la fe. Tus superiores se muestran ieluctantes a dejarlo ir,
2 que sabe demasiado sobre la Inquisición cn la sombra, por lo que
icbes hacer todo lo que esté en tu mano para reconducirlo al buen
:?mino. A pesar de ello, puede acabar convirtiéndose en un peligro
:ira ti y para la seguridad de tu célula.
En cualquiera de los dos casos, el Iniciado necesitará entrena,
r i e n t o y guía espiritual. El Narrador debe asegurarse de que el jugador
-a se aprovecha del Iniciado sin ofrecerle la educación y el entrena~ i e n t onecesario.
i
e;:
gengua%h6ferna
(aefecto
be 3
Bfín al %tte 6agtaDo (%%titobe 5 puntos)
Una de las sendasdel Arte $;grado es afín a tu natiiralera. Por algún
iiiotivo,elSeñor te habendecidoconunaapritudespecialparaqiiepuedas
servirle niejor. Sea cual sca el motivo. el coste en puntos de experiencia
p a r d a sendaelegidaes de (nivel x u a l x 4).No necesita m m e n z x con
ningún punto en el arte elegido, tunque si eliges no hacerlo, el coste de
comprar cl primer piinto es de 8 punti>s <leexperiencia.
Aunque tu fe es fuerte y tu aversión hacia la herejia es tan grandr
:amo la de cualquiera, c o puedes evitar hablar de Dios y sus sirvientes de
?rma irreverente. No es que seas rudoo los insultes, sino que no expresas
7 fe canlaseriedad que la Iglesia requiere. Sufres un t 2 aladificultad de
Muchos inquisidores cornicnran el juego coi, una Maldiciin de nivel
i'iaslasriradasSocialesconatrosmiembrosdelalglesia (ypuedesesperar de ~ ~ á(consulta
j para ohrencr mas información). T,,
l i ~el capítulo
~
jueenelfuturo t~len~uaacabcobligandoaqueiaInquisicibntecensure). siruaiibn es distinta, ya que has
con tus pecadus lo suficirntc
co~~op~anegarlanecesidaddeliastigodivinoollevasunaexistencia
tan
libre de becada que esa contriciún es innecesaria. Sea cual sea el caso.
Muchas brdenes monásticas experimentaron ron variaciones del
comienzas con una Dote y sin ninguna Maldicibn. Obvianiente, este
:ristianisrnu, variaciones toleradas hasta el momento en que tina bula
Mérito no está disponible para aquellos personajes qiie elijan el beneficio
.apal las declaraba c o m heréticas. Seguiste una de esras sendas antes de y el perjuicio de la orden en vez i e una Dore.
snirtc a la Inquisición, aunque se te concedib la oportunidad de arrepencuando t u fe pasó a ser herética aceptaste. Aunque
l i t c dc tus
estás redimido a ojos de la Iglesia, las personas quc conozcan tu Iiistoria
En ocasiones, el toque del Espíritu Santo es tan &erre que te dejas
sueden comportarse deforma suspicaz o violenta. Queda a discrccibn del
arrasriar por 61, hablando en lenguas extraiias o profetizando eventos
Sarrador determinar la reacción de otros inquisidores, la Iglesia o las
,,ti~iccs,,a Bendicibn o un Arte Sagrado y
incumprensib~es.Cada vci
~rganizacionrslaicas ante tu pasado, aunquc esta reacción tendrá c o n s e
uiia tirada de Fuerza de Voluntad
obtengas más dc ireséxitos, debes
cuencias sobre tu futuro.
(dificultad 6) para no dejarte llevar por el éxtasis. Si lo dcieas puedes gastar
u n punto de Fuerza de Voluntad para diferir el efccto en una escena.
p u t o (%%tito be 5 punto$)
$eteje senegabo
be 3 puntog)
7,
6obrenahrraíeg
g u r a 6 a g t a b a (9Gtít0 be 2 puntos)
El toque d e Dios posee un efecto extranoenlagente que te rodca,
r a que sienten que hay algo diferenre en ti. Las religiosos se sienten
atraidos por ti y loscrininalcs y herejes suelen evitarte. Todoel mundo
encuentra dificultades para ociiltarte su verdadera naturaleza. Todas
las tiradas necesarias para mentirte u ocultarte algún hecho
incrernentan su dificultad e n 2.
Q ~ t á t i ~(Defecto
0
be 2 puntos)
3uicío be D í o s (Defecto be 2 a 5 punto$)
Has pecado contra Dios en el pasado, y corno castigo tc ha hecho
indignode algiinasBendicioiies. Uiidefectu de Zpiiiitos te impidcohtener
O r i s ~ n e sundefcctode
,
3 puntos re incapacita para uncoiijunto de Dotes
«unasendadel Arrc Sagrado. u1iodc4puntosc\~itaqueohtciigascualquier
Dotey uno dc jpuntos impide que obtc~i~ascualquiet
clase de Bendici61i.
Es decir, un personaje que posta la versión de 4 puntos dc este Defecto
piiede aprendcr Orisones y el Ar:e Sagrado, pero ninguna Dote.
C3íorbano 9lícora b' 2lr3enta permanecíó fascínabo
rnientms su cornpañera empujaba a las criaturas hacia la cisterna. Corrió hasta donde se encontraba
para cerrar la puerta, aunque ella lo hizo retroceder con un gesto imperativo a la vez que (sin dejar de
rezarysosteniendosu rosario con una mano para mantener a los monstruos alejados) cerraba la pesada
puerta de roble y la aseguraba. Una vez concluido su tmbajo, se dio la vuelta.
-Agradezcovuestro ofrecimiento, frayGiordano, aunquenoesnecesario. Tengotodobajocontrol,
por lo que no es necesario que os pongáis en peligro. Venid mañana. Abriré esa puerta y llevaré a cabo
los rituales póstumos necesarios.
Giordano no podía dar crédito a sus oídos.
-¡Pero Henn�ma! Hayunacélulaencaminoformada porSir Giorgioysuscompañeros. Seguroque los
Caballeros estarán más preparados para afrontar esa tarea.
Sor Vittoria Santini di Parma meneó la cabeza.
-¿,Qué pasaría si uno de los Caballeros se entretuviera al rnirm los desfi<Q,urados rostros de las
criaturas? ¿)' si 18 sangre de ese Caballero desdichado les animara a rebelarse? Los resultados serían
desastrosos. Las criaturas que intentan alimentarse de mi sangre se ahogan, lo habéis visto con
vuestros propios ojos -dUo mientras señalaba con un retorcido dedo al joven monje.
-Se ahoguen o no, vos podríais haber muerto -respondió él con voz gélida.
Sor Vittoria se dio la vuelta.
-Fray Giordano, disculpadme. No lleváis demasiado tiempo en nuestra Orden. Yo he sido una
Hermana Roja dunmte varios años. Debéis reconocer que tengo más experiencia.
Fray Giordano se retiró unos pasos de ella y se detuvo.
-No estoy de acuerdo.
La Hermana se encaró con él y el fuego de su mirada hizo que fray G iordano se acordara que Sor
Vittoria Santini di Parma era másjoven y fuerte que lo que su frágil apariencia podía indicar a primera
vista.
-¿No?
Él se reafinnó en su posición.
-No, Hermana. Puede que no sea un miembro tan veterano como vos, aunque todavía recuerdo mis
enseñanzas, y en ellas se afirma que cualquier miembro de nuestra orden (o de la Inquisición) que se
rnuestre pocojuicioso frente al enemigo debe permanecer alejado de la batalla yonJY: -Se interpuso
frente a la puerta de la cisterna y cruzó los brazos, aunque sabía que sor Vittoria nunca se atrevería
a golpearle-. Orad, hermana. Yo vigilaré la puerta hnsta la llegadn de Sir Giorgio. No os dejaré
enfi·entarosa fa muerte. Hemos visto muchascosasjuntosyséque Diostodavía tienetrabajo para vos.
CRpicaco Cl}'lCO:
PBLRBRH
00 OJOS
Y haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán
que yo soy Jehová, cuando haga mi venganza en ellos.
-Ezequiel 25:17
En el transcurso de sus deberes, los inquisidores se encuentran con toda clase de dádivas.
Muchas de ellas, llamadas Bendiciones, son signos del favor divino, habilidades gloriosas con que los
fieles pueden incremcmar las probabilidades de tener éxito en sus misiones. Sin embargo, el papel
y propósito de otras no ewín tan bien definidos. En ocasiones, algún inquisidor se aleja del camino
y regresa marcado por su propia arrogancia. Estos inquisidores desarrollan extrañas aflicciones
místicas, llamadas Maldiciones, que sirven para recordarle cuáles son sus deberes así como la época
pasada en la que los dejó de lado. Aquellos que continúan ignorando su papel, desarrollan
Maldiciones más terribles, hecho que hace que las oraciones de muchos miembros de la Inquisición
estén repletas de alusiones a aquellos que han ido demasiado lejos para regresar, o que han dejado
a un lado toda la gracia divina y se han abandonado al abismo.
Aunque pocos son capaces de entablar una hipótesis acerca del origen de esas fuerzas místicas
o de las intenciones de las mismas, muchos inquisidores aceptan el papel que juegan en sus vidas.
Ya e trate de una bendición divina o de una maldición, el inquisidor tiene el solemne deber de tomar
cualquier medida necesaria para proteger al Rebaño. Después de todo, las obras del Rey de los Cielos
no son siempre evidentes y, iqué devoto se atrevería a cuestionar la voluntad celestial?
Q)enbícíones
Drísones
Los dones divinos del Cielo son ran variados como espléndidos. Cada
inquisidor tiene a su disposición distintas armas con las que luchar contra
el Enemigo, cada una de ellas tan gloriosa y espléndida como la siguiente.
Las Bendiciones más básicas, los Orisones, pueden encontrarse entre el
Rebaño (estos fieles son unos candidatos excelentes para pasar a formar
parte de la Inquisición).
Además de los Orisoncs, los inquisidores pueden desarrollar una serie
de Bendiciones avanzadas llamadas Dotes. Estas habilidades poderosas no
se encuentran entre los fieles de la congregación, ya que tan solo los
inquisidores poseen la pureza y la dedicación necesaria para desarrollar y
controlar estos poderes divinos. Estas Bendiciones representan muestras
poderosas del poder del Sei'ior, se canalizan a través del inquisidor y utilizan
la virtud de aquellos inquisidores que las poseen. Las Dores se caracterizan
por las distintas sendas y aplicaciones del Arte Sagrado, una teurgia mística
utilizada por los videntes y los eruditos de la Inquisición. Estas poderosos
dones permiten que estas mortales puedan enfrentarse con cierras garantías
contra brujas, hechiceros y otros seres maléficos.
Las Bendiciones se completan con los Lugares Sagrados (lugares
santificados por Dios en los que los inquisidores pueden cobijarse y obtener
alivio espiritual) y las Reliquias Sagradas, objetos de importancia singular
para los seguidores de Cristo en su guerra contra las obras del Enemigo.
Estas Bendiciones básicas presentan una paradoja curiosa. Aunque es
innegable que son los dones divinos más débiles, suelen discriminar las
personas y el momento en que aparecen. Los Orisones son dádivas de Dios
imbuidas en el interior del alma del inquisidor mediante Su gracia. No
pueden aprenderse ni desarrollarse como el resto de Bendiciones (solo se
pueden adquirir merced al favor divino).
Los Orisones están unidos a las tres Virtudes básicas: Conciencia,
Autocontrol y Coraje. Esto quiere decir que los miembros del Reba1io
pueden exhibir estos dones y que los inquisidores pueden comenzar el juego
con uno perteneciente al grupo de su elección.
Obtener Q)enbícíones
Los personajes inquisidores comienzan el juego con un Orisón. Se
pueden adquirir nuevos Orisones durante el juego o "intercambiándolos"
por 10 puntos de Convicción (consulta la pág. 1 16).
Aquellos inquisidores de rango de Acólito comienzan el juego con una
Dote perteneciente a la especialidad de la orden a la que pertenece el
personaje. Si el personaje es miembro de la Orden Roja, comienza con un
punto en una senda de su elección y un ritus de Nivel Uno (más adelante
describiremos las Artes Sagradas). A lo largo del juego, los inquisidores
podrán conseguir nuevas Dotes conforme demuestren su santidad y dedi·
cación a la causa. Cada Dote otorga al inquisidor la habilidad de invocar
diferentes aspectos del poder que le ha sido concedido conforme desarrolla
su virtud. Por ello, los inquisidores más virtuosos son capaces de producir
una amplia variedad de efectos a partir de cada Dote. El Arte Sagrado, a
diferencia de las Dotes, posee una estructura más tradicional, ya que
permite una rápida adquisición de nuevos poderes, aunque los poderes de
cada senda posee tienen los mismos efectos.
Las Dotes no tienen por qué ser lineales. Esto significa que un personaje
puede adquirir una Bendición de nivel de Adepto para su personaje gastando
25 puntos de Convicción independientemente de que el personaje esté
preparado o no para ello. De hecho, es posible adquirir Dotes de nivel superior
al del desarrollo del personaje, aunque esta forma de desarrollo acelerado
conlleva el riesgo de Maldiciones (consulta la pág. 144).
Dtísones be [oncíencía
Gran parte de los Orisones de Conciencia incrementan la capacidad
del inquisidor para percibir e interactuar con el mundo que le rodea en
virtud de la gracia de Dios.
>Srúju[a mora[
El personaje no puede ignorar los pecados, ni iquiera los suyos, por lo
que posee un idea clara de los pecados de los que le rodean, siendo capaz,
con algo de esfuerzo, de utilizar esta habilidad para evitar caer en la
Insensibilidad.
Sistema: El jugador debe reali:ar una tirada de Percepción + Con·
ciencia (dificultad 6). Si tiene éxito, el personaje es capaz de adivinar los
pecados de los que le rodean (incluyendo las punruacione de Devoción, si
es que tienen). Los paganos, herejes y los seguidores de otras religiones
llaman la atención del personaje si éste obtiene cinco éxitos, aunque no
pmecen exrralios si el número de éxitos es menor. Las criaturas sobrenatu·
rales pueden llamar la atención o pasar desapercibidas por completo,
dependiendo de si se consideran cristianas y la clase de criatura que sea (a
discreción del Narrador, aunque no debería tener ningún remordimiento
por ser consi rente). Esta capacidad dura una escena.
Además de lo anterior, el personaje es consciente de cuando se
encuentra a punto de entrar en Insensibilidad y puede pasar diez minutos
re:ando para llevar su Convicción a niveles aceptables. Por cada diez
minutos que pase en oración, el jugador puede gastar un punto de
Convicción y almacenar otro (de esta forma el personaje pierde dos
puntos de su puntuación global, aunque guarda uno de ellos para conse·
guir Rasgos). Esta aplicación de la Brújula Moral :.olo se puede llerar a
cabo cuando el personaje esté a punto de \'olverse lnsen ible (es decir,
cuando su Convicción iguale a su Devoción).
%"at)ot be 91oé
Un individuo que haya sido bendecido por el Favor de Noé posee
una cualidad {¡ nic a que calma el temperamento de los animales. Incluso
las bestias salvajes y aquellas que han sido entrenadas para desconfiar
COSTE DE B E N D I C I O N ES
Coste de Convicción
Coste de experiencia
10
Ninguno
Vinud Superior
Nuevo Orisón•
Ninguno
10
Ninguno
15
Dote de Acólito
Dote de Adepto
Ninguno
25
Dote de Juez
Ninguno
35
10
inguno
Nueva senda de Arte Sagraoo
Nivel actual x S
Senda de Arte Sagrado principal
Ninguno
Nivel actual x 7
Senda de Arte Sagrado secundaria
Ninguno
• Para adquirir esta Bendición en el transcurso del juego se necesita el petmiso expreso del Narrador.
Bendición
de los humanos permanecerán calmadas cuando se les acerque el
mortal bendecido.
Sistema: El jugador debe gastar un pumo de Convicción y realizar
una tirada de Percepción + Traro con Animales (dificultad 6) para
conseguir que el inquisidor se comunique (a un nivel meramente empático)
con un animal cercano. Si la tirada tiene éxito, el personaje puede
contactar con la psique primitiva de la criatura y obtener una idea de sus
"pensamientos". Esta forma de comunicación limitada dura una escena (o
hasta que se can e de escuchar al animal). Alternativamente, el personaje
puede intentar calmar a un animal enfadado o asustado, posiblemente
como precursor para el efecto anterior. Para conseguirlo necesitará efec­
tuar el mismo gasto y realizar la misma tirada.
�nocente QJerbabero
Pocas personas del Medie\·o Oscuro son inocentes verdaderos: las
fuer:as ocultas suelen despojarlas de toda inocencia a una edad temprana. Sin
embargo, un per onaje que posea esta bendición ha permanecido inmaculado,
convirtiéndose en un haz de pura lu: en la oscuridad de la época.
Sistema: La naturaleza santa del per onaje le permite albergar
profundos sentimientOs de compasión y ternura, reduciendo la dificultad
de todas las tiradas de Conciencia en uno. Además, puede gastar un punto
de Convicción para hacer que otros recono:can la profundidad de su
santidad. Los seres que se vean afectados deben superar una tirada de
Fuerza de Voluntad (dificultad igual a la Devoción del inquisidor) para
poder llevar a cabo cualquier acción agresiva contra él mientras permane:­
ca ante ellos. El inquisidor no puede utilizar esta última aplicación del
Inocente Verdadero cuando se encuentre Insensible.
Drísones be 2lutocontro(
En el Medievo Oscuro, el don del sentido común suele atribuirse a
los "campesinos sencillos", y estas Bendiciones de sabiduría y sentido
común contribuyen a reforzar esta idea.
Q)enbícíón be los 2lños
lndependientemenre de la edad real del personaje, su mente posee el
don de la sabiduría. Es capaz de asimilar conceptos nuevos con facilidad
y actuar con madurez y seguridad en la mayoría de las situaciones diarias.
Sistema: En codo momento, el mquisidor posee una ventaja distin·
tiva en lo que se refiere al sentido común y a su capacidad de aprendizaje.
Este Orisón disminuye la dificultad de cualquier tirada de Conocimiento
en uno (estas dificultades no pueden reducirse por debajo de 5 mediante
este Orisón, por lo que si la dificultad de una tirada de Conocimientos es
5, este Orisón no otorga ningún beneficio adicional). Sin embargo,
gastando un punto de Convicción, la sabiduría puede expandirse hasta
alcanzar conocimientos que el personaje no ha aprendido todavía. Este
gasto puede "impulsar" el conocimiento de un personaje y permitirle obrar
como si tuviera un punto adicional (aunque imaginario) en cualquier
Conocimiento que ya posea. Los efecto · de este destello de conocimiento
duran una escena, tras la cual desaparecen, dejando al inquisidor obrando
a su capacidad normal (aunque avanzada).
Djo QJígHante
El inquisidor necesita mucho menos sueño que el mortal medio y
puede trabajar con normalidad con tan solo tres horas de descanso.
Además de ello, el personaje se despierta con más facilidad que el resto y
es más sensible a cualquier ruido que le rodee.
Sistema: Gastando un punto de Convicción, un personaje que
posca este Orisón puede extender su vigilia durante roda la noche sin
necesidad de dormir hasta la noche siguiente. Aunque no se sentirá tan
recuperado durante la mañana como si hubiera dormido, su mente y su
cuerpo no sufrirán por ello, por lo que sus reservas de dados no se \·er;ín
reducidas duranre todo el día. Si un personaje de ca prolongar su vigilia
durante varias noches, el coste se incrementa en un punto de Convic­
ción por cada noche adicional (es decir, debe gastar tres puntos de
Convicción para permanecer despierto durante la tercera noche canse·
cutiva). Incluso los inquisidores más dedicados tienen problemas para
mantenerse despiertos durante más de cuatro noches consecutivas con
la ayuda de este Orisón.
�( {)ombre 1)enítente
Cualquier hombre sencillo, si conoce su lugar en los designios del
Set1or, es capaz de comprender más cosas del mundo que le rodea que el
rey más poderoso o el sabio más erudito. Un mortal que posea esta
Bendición es capaz de recibir impresiones vagas que ponen de manifiesto
que una actividad u ocurrencia ha transgredido la voluntad del Cielo.
Sistema: En todo momento, el personaje posee una profunda co­
nexión con lo divino al nivel más b<ísico y puro. Gastando un punto de
Convicción, el personaje puede postrar su alma ante el Ciclo, conectando
con su señor celestial y abriendo su mente y su cora:ón a los flujos y reflujos
de las "vibraciones divina ". En esos instantes, el jugador puede realizar
una tirada de Autocontrol + Sabiduría (dificultad variable) para conocer
la "opinión" celestial sobre un evento que acaba de suceder. (Animamos
a los Narradores a que sean crípticos cuando den esta información).
Dtísones be coraje
Estas clases de Bendiciones están relacionadas con el lidera:go, el
coraje y la fuer:a de \'Oluntad, aunque curiosamente, abundan por igual
entre todos los miembros del Rebat1o (ricos y pobres, hombres y mujeres).
�( {)íerofante
La persona que posee esta Bendición está seúalada por el Ciclo por
su gran coraje frente a la adversidad, siendo recompensado por ello.
Representa un modelo de gracia en combate, e incluso cuando camina
hacia la muerte, inspira este coraje a todos los que le rodean.
Sistema: Esta Bendición reduce la dificultad de todas las tiradas de
Coraje en uno. Además de ello, si el jugador gasta un punto de
Convicción y supera una tirada de Coraje (dificultad 6), el personaje
puede inspirar su sentimiento de gloria entre sus camaradas. Por cada
éxito que obtenga, una persona (el personaje elige su identidad, aunque
el objetivo debe ser capa: de verle) reduce la dificultad de sus tiradas de
Coraje en uno durante el resto de la escena.
{)ímno eíanguíneo
La inspiración celestial circula por las venas del personaje. Inclmo su
sangre está tan llena de fe que e cotwiene en un poderoso veneno para
cualquier alma condem1da que se atreva a ingerirla con la intención de
preservar su existencia.
Sistema: La sangre Jel personaje causa heridas terribles a cualquier
criawra que la ingiera: un punto de daño agravado por punto de sangre
ingerido. Los vampiros que beban b sangre del inquisidor, además de sufrir
el daño indicado, no obtienen ningún beneficio. Además de lo anterior, el
personaje puede gastar un punto de Convicción para intensificar la "fe" de
su sangre, permitiéndole mantener su "toxicidad" cuando e encuentra
fuera de su cuerpo. Un éxito en una tirada de Coraje (dificultad 6)
permitirá que la sangre del personaje cause los mismos efectos si es lanzada
sobre un demonio, un vampiro o cualquier otro sirviente corpóreo del mal
(los fantasmas y orros seres etéreos no se ven afectados). Esta toxicidad
des�parece cuando la sangre se coagula.
1)rofeta
El individuo posee una cualidad natural que facilita su rarea como
predicador de la Palabra de Dios. Su pasión por el Set1or se transmite en
sus palabras, haciendo que muchos de los que le rodean se sienran
transportados por sus referencias a las distintas parábolas de la Biblia.
Sistema: El personaje resta dos a la dificultad de todas las tiradas de
Actuar. Además de ello, el jugador puede gastar un punto de Convicción
,. realizar una tirada de Carisma + Coraje (dificultad igual a la Fuerza de
\'oluntad del blanco). Si tiene éxito, una de las personas a las que se dirija
el personaje se encontrará inmersa en sus palabras y será incapaz de ir e o
Je dejar de mirarle fijamente hasta que haya terminado. El blanco puede
hberarse gastando un punto de Fuerza de Voluntad, aunque es probable
-lue no lo haga salvo que tenga un motivo justificado. Este efecto hipnótico
desaparece si el blanco es atacado o liberado de la mirada del inqu isidor,
>iendo int'1til con aquellos que no puedan oír la voz del inquisidor.
�otes
Cuando un mortal devoto es apartado del Rebaño y es adoctrinado en
la Inquisición, desarrolla la capacidad de desarrollar sus propias conexiones
místicas con lo divino. Aunque mantiene los Orisones que tenía antes de
mgresar en la organización (de hecho puede llegar a adquirir otros), ahora
posee versiones más poderosas que las Bendiciones menores que tenía con
anterioridad. Estos favores divinos reciben el nombre de Dotes.
Al inicio de una crónica de Edad Oscura: Inquisidor, los personajes
pueden comen:ar el juego con una Dote perteneciente a la categoría
preferida de su orden (consulta el capítulo tres) y obtener otras conforme
\·an incrementando su experiencia (consulta la tabla de obtención de
Bendiciones). Todas las Dotes necesitan que el inquisidor "acumule"
puntos de Convicción antes de comprarlas y aprenderlas. Esto significa
..¡ue cuando el personaje haya acumulado la cantidad apropi�da de puntos
.ie Convicción, puede gastarla de golpe para aprender una nueva Dote.
Esta decisi<Ín suele ser difícil, y<1 ljlle wmbién es necesario gastar Convic­
ción para obtener una Virtud Superior, por lo que los inquisidores deben
elegir entre poder y santidad. Existen cuatro categorías de Dores en Edad
Oscura: Inquisidor: Bendiciones (el poder de la oración perfeccionado
por los Oculi Dei), Legados (las herencias de la Casa Murnau), Salmos (la
\'OZ de la fe utilizada por las Hermanas de San Juan) e Investiduras (que
convierten a los Caballeros de Acre en recipientes para la voluntad del
Cielo). La Orden Roja utiliza el Arte Sagrado como especialidad.
Cada categoría de Dores se divide en tres "niveles de poder" que se
corresponden con las tres ernpa;, por las que pasa un inquisidor (en realidad
existen cuatro niveles, aunque no se pueden adquirir Dores hasta que se alcance
d 1úvd de Acóliro). Un inquisidor puede obtener Bendiciones de un ni\·el
<uperior al que se encuentra adquiriendo una Maldici<Ín de fonna voluntaria
(consulta Adquirir nuevas maldiciones pág. 144). Así, solo los inquisidores más
dedicados o ambiciosos tienen acceso a las Dotes más poderosas.
Cada Dote posee rres efectos separados, basados en cada una de las
Virtudes Superiores . De esta forma, un inquisidor puede acceder a poderes
adicionales conforme vaya adquiriendo puntos en las otras Virtudes Supe­
riores sin que necesite adquirir otrn Dore. (Resulta importante recalcar que
en un turno determinado solo es posible una aplicaci<Ín de cada Dote, por
lo que incluso si la manifestación exterior del poder es la misma para las tres
Virtudes involucradas, solo un él de ellas puede tener efecto a la vez). Los
inquisidores llegan a comprender que para ser un sirviente completo de Dios
deben desarrollnr rodo> los cl>pccws de su compromiso espiritual. Aquellos
que lo hacen y ponen la adquisición de Virtudes Superiores por encima de
todo lu demás, obtendrán los beneficios de Su favor divino.
Los ejemplos de Dores que incluimos a continuación son solo eso,
ejemplos. o son las únicas Dotes a disposición de los personajes, sino las
más comunes. Los jugadores ;,on libres de dise!lar otras, sujetas a la
aprobación del Narrador. A no ser que se indique lo contrario en la
descripción, cuak¡tlier tin1d<1 y/o ¡moto necesario en el poder principal es
necesaria en cualq uiera de los efectos secundarios.
>Senbícíones
Esta categoría Je Dote> representa una colección de oraciones de
dedicada:. a preparar el nlma para que sea receptiva a los
inspiraci(m divina
milagros del Se!lor. Como las Bendiciones son la especialidad de los Oculi Dei,
muchos efectos individuales están relacionados con la vigilancia y el secreto.
<.pastor �Ít)Íno (2!cóUto)
Esta Bendición básica otorga al inquisidor la capacidad de invocar al
Ciclo para moverse con libertad entre el Rebaño y servirlo sin distraccio­
nes. Al igual que no se puede mirar al Señor de forma directa, Su fiel
servidor es capaz de pasar desapercibido frente a los ojos de los mortales.
Esta Bendición permite que el Ojo de Dios "desaparezca entre la multitud"
incluso cuando hace su trabajo, siendo capaz de ocultarlo de las mentes de
aquellos que podrían hacerle da!lo.
Sistema: El efecto basado en la Sabiduría de esta Dore permite que
el inqui idor utilice la voluntad divina para ocultarlo de las mentes de los
condenados, protegiendo su presencia de criaturas sobrenaturales incluso
cuando se encuentre entre el Rebaño. Esta ocultación carece de coste,
necesitándose únicamente que el personaje ore (de forma silenciosa) y
está activa mientras que el personaje continúe rezando. Si alguien lo busca
de forma activa, es necesario efectuar una tirada enfrentada para compro­
bar si el inquisidor consigue permanecer oculto. El jugador debe tirar
Astucia + Sabiduría (dificultad 6) enfrentada contra A rucia + Alerta
(dificultad igual a la Devoci<Ín del inquisidor) de la criatura que intenta
localizarlo. Si el personaje obtiene más éxitos, permanece oculto.
El efecto basado en la Fe de esta Dote es la cruz del efecto principal.
El inquisidor puede enfocar la voluntad divina sobre él y su alrededor para
proteger las mentes de los mortales que le rodean de la visión de criaturas
y sucesos sobrenaturales. El jugador debe realizar una tirada de Carisma +
Fe (dificultad 6) y gastar un punto de Convicción para ser capaz de crear
una barrera de ignorancia que oculta la visión de los mortales comunes.
Es ta zona se extiende a un número de metros alrededor del inquisidor igual
a su Conciencia + Fe. Los testigos mundanos ignorarán cualquier suceso
sobrenatural en el interior de esta zona durante el resto de la escena.
El efecto basado en el Celo permite que el inquisidor elimine los
recuerdos de un suceso sobrenatural de la mente de uno o más miembros del
Rebm'lo. Para ello debe recitar una oración de paz\' sometimiento divino en
la que el jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada
de Manipulación + Celo (dificultad igual a la Fuer:a de Voluntad del
blanco). Si la tirada tiene éxito, la mente del mortal queda libre de las
imágenes que ha contemplado, permitiendo su integración en la vida
normal. Esros recuerdos deben ser recientes, ya que tan solo aquellos que han
tenido lugar desde el último amanecer pueden ser liberados.
�on be [a ®egunba Q)ísíón (2!cóHto)
Muchos Oculi Dei poseen cierra percepción obrenatural que les ayuda
en la causa. Esta percepci<Ín, llamada "la Visión", permite que un Ojo sepa
separar a los seres inhumanos de los miembros del Rebmio. En algunos casos,
los inquisidores son capaces de descubrir y perseguir a las criaturas sobrenatu­
rales, independientemente de sus esfuerzos para pasar desapercibidas.
Sistema: El jugador debe realizar una tirada de Percepción + Sabiduría
(normalmente de dificultad 6) para hacer que su personaje puede descubrir
a cualquier criatura sobrenatural de la zona circundante. Esta "segunda
visi6n" es capaz de revelar a criaturas disfrazadas o inhumanas, aunque no
de cubre su verdadera naturaleza. El personaje recibe pista sobre la aparien­
cia de la criatura que desmienten su humanidad. Por ejemplo, un vampiro
podría aparecer como un humano extremadamente pálido que no respira. Es
el personaje (y el jugador) quién debe interpretar lo revelado. La Visión
p�rmanece activa durante un rumo por cada éxitoobrenido, aunque el gasto
Je un punro de Convicción alarga la duración a una escena.
El efecto basado en la Fe de la Visión ororgaal inquisidor la capacidad
sobrenarural de ver en la oscuridad ab oluta o cuando esté cegado. Este
efecto es producto de la Fe del personaje y le permite ver incluso cuando
sus ojos estén heridos (o carezca de ellos) . Si el jugador supera una tirada
de Percepción + Fe (dificultad 6), el personaje puede ver lo que está frente
a él cllmo si estuviera en una habitación iluminada. Para utilizar esta
Bendición en la oscuridad sobrenatural, como la creada por el poder de
Obtenebración Nocturno, se necesita gastar un punto de Convicción.
El efecto basado en el Celo permite que el inquisidor supere el velo
de la ofuscación creado por un ser sobrenatural. El jugador debe realizar
una tirada de Percepción + Celo (dificultad 6) enfrentada a una tirada de
A rucia + Sigilo de la criatura (dificultad 6). Si obtiene más éxitos que el
ser, el personaje es capa: de ver a través de la ilusión. Con e�ta Bendición,
el Inquisidor es capaz de ver a través de los usos de Disciplinas como la
Ofuscación y el Quimerismo siempre que tenga alguna sospecha para
mostrarse receloso de lo que ve.
2íturgía c.Dít>ína (9bepto)
Esta Dote ayuda al inquisidor a completar su promesa ante él y a nte
Dios consistente en lntccr todo lo posible para proteger al Rebaño. El
personaje puede recitar un breve extracto de la Biblia para imponer su
devoción a la causa (y por ende la voluntad divina) sobre la consciencia
de cualquier individuo o sobre su propia alma.
Sistema: El efecto basado en la Sabiduría de Liturgia Divina permite
que el personaje incremente su voluntad mediame la oración. Mediante
una tirada de Autocontrol + abiduría (d ificu ltad 6) y el gasto de un
punto de Convicción, el personaje obtiene un punto de Fuerza de Volun­
tad temporal. Este efecto solo puede activarse una l'ez por día.
El efecto basado en la Fe permite que el inqui idor "invierta" la
corriente diaria de sus oracione y rece para reforzar u dedicación a la
causa. Si el personaje tiene éxito en una tirada de Conciencia + Fe
(dificultad 6), consigue incrementar su Convicción en un punto por cada
éxito, hasta un máximo equivalente a su Devoción. Este poder solo puede
activarse una vez por día, por lo que suele llevarse a cabo de noche, antes
de que el inquisidor se vaya a dormir.
El efecto basado en el Celo permite que el personaje convenza a otro
humano de !ajusticia de u causa mediante el uso adecuado de las palabras
de los Apóstoles. El jugador debe reali:ar una tirada enfrentada de
Carisma + Celo contra la Fuerza de Voluntad del blanco. Si esta tirada
tiene éxito, el personaje puede hacer una sugerencia que el blanco debe
cumplir. Aunque el objetivo no siente ninguna compulsión sobrenatural,
puede oponerse a este efecto gastando un número de puntos de Fuerza de
Volunrad igual al número de éxitos conseguidos. En este caso, el blanco
queda inmunizado ante fuwros usos de este efecto por el resto de la
historia. Este poder resulta inútil cuando es usado contra alguien ajeno a
la fe (aunque funciona con herejes). Tampoco puede usarse para obligar
al blanco a hacerse dat'io o a romper cualquier precepto de la fe cristiana.
<JJt e 9\egocíjo en QJosotros (2lbepto)
Los salmos afinnan que "L<l palabra del Señor es mi alegría", e incluso los
miembros del Oculi Dei comprenden este principio. Al alabar a Dios, ya sea
en silencio u abiertamente, el personaje puede cuntagiar al prój imo por el amor
por Él y Sus preceptos, obligándole a desarmarse o a arrodillarse ante él.
Sistema: El efecto basado en la Sabiduría de este poder permite que el
inquisidor atraviese la fachada del blanco para descubrir a la verdadera
persona que se encuentra tras ella. Para ello deberá gastar un punto de
Convicción y reali¡;ar una tirada de Carisma + Sabiduría (dificultad igual a
la Fuerza de Voluntad del blanco). Si tiene éxito, el blanco olvida cualquier
pretensión de hacerse pasar por lo que no es y abraza u verdadera Natura­
leza, actuando de acuerdo con ella durante el resro de la escena. En esencia,
hace que la Conducta del personaje sea igual a su Naturaleza, permitiendo
que un inquisidor perspicaz descubra esta última mediante la observación de
su comportamiento (Un personaje con un Arquetipo de Nii'to comenzará a
actuar de forma inocente, etc.) El objetivo también tiene dificultad para
mentir mientras esta Bendición e·té acti\·a, por lo que cualquier intento para
memir de forma dir.:cta necesita superar una tiraJa de Fuerza Je Voluntad
(dificultad igual a la Devoción del inquisidor).
Con el uso de la Fe, d personaj e puede utilizar su amor por el Señor
para detener a un grupo de combatientes cercanos. El jugador debe realizar
una tirada de Carisma + Fe {dificultad 6), y si tiene éxito, ninguna criatura
a menos de (Fe) metros del inquisidor puede agredir a un semejante. Los
seres que deseen atacar deben realizar una tirada de Coraje {dificultad 6)
\' obtener más éxitos que los que obtuvo el inquisidor.
Un Ojo de Dios que abraza su Celo con la ayuda de esta Dote puede
convertirse en el transmisor del amor eterno del Rey de los Cielos. Si el
¡ugador obtiene éxito en una tirada de Carisma + Celo (dificultad igual a la
Fuerza de Voluntad del blanco), imprime en el objetivo escogido todo el
amor de Dios. Existen dos reacciones posibles, dependiendo de las relaciones
que el objetivo tenga con Dios: muchos mortales caerán de rodillas, llorando
y riendo de alegría, mientras que las abominaciones huirán avergonzadas. En
el caso de aquellos que se vean obligados a huir, podrán permanecer cerca
del personaje gastando un punto de Fuerza de Voluntad y superando una
tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad igual a la Devoción del inquisidor).
Nivel de cambio
Ligero
Moderado
Importante
Niayor
Vasto
Nivel de Sabiauría
Uno
Dos
Tres
Cuatro
Cinco
Dificultad
6
7
8
'9
lO
Cantidad transmutable
Pequeño {1/2 litro o 100 gramos)
Moderado ( 1 litro o 400 gramos)
Importante {S litros o 2 kilogramos)
Mayor (25 litros o 10 kilogramos)
Vasto (150 litros o 50 kilogramos)
2lgua en t>íno (jue3)
De forma similar al milagro que jesús obró con los panes y los peces,
el inquisidor puede coger un objeto ordinario y transformarlo en otro
objeto solo con recitar una plegaria y santificando el objeto a Dios. Para
ello debe rodear el objeto con sus manos y solicitar el permiso divino para
llevar a cabo la transmutación: si tiene éxito, sentirá como el objeto se
rransforma en otra cosa con solo tocarlo. Con práctica puede llegar a
aprender a devolver los tejidos muertos a su estado anterior.
Sistema: La aplicación basada en la Sabiduría de este poder obliga al
¡ugador a gastar dos puntos de Convicción y realizar una tirada de Destreza
- Sabiduría. La dificultad depende de lo drástica que sea la transformación.
La transformación del agua en vino implica un cambio pequeño, mientras
que el cambio de una copa de agua en un trozo de plomo implicaría un
cambio vasto de los materiales. La masa total que puede transformarse
depende del nivel de Sabiduría del inquisidor. Consulta la tabla adjunta para
obtener una idea de la dificultad y la cantidad de material permitido.
La aplicación basada en la Fe permite que el inquisidor transforme el
tejido dañado en carne sana. Para ello debe arrodillarse ante la herida,
susurrar una bendición ante el Señor y colocar sus manos sobre la zona
dañada mientras habla. En ese momento, el jugador debe realizar una
tirada de Conciencia + Fe (dificultad 6) en la que cada éxito curará un
nivel de salud de daño {contundente, letal o agravado).
La aplicación basada en el Celo permite que el inquisidor destruya
carne y la convierta en trozos sanguinolentos. Una vez que haya estable­
cido contacto físico con la víctima, el jugador debe realizar una tirada de
Fuerza + Celo (dificultad 6). Cada éxito inflige un punto de daño
agravado. Las criaturas carentes de forma física son inmunes a este efecto,
y cualquier inquisidor que utilice esta aplicación de Agua en Vino sobre
un ser humano (los sirvientes del Enemigo no cuentan) debe realizar una
tirada de Conciencia para evitar perder un punto de Devoción.
�nvestíburas
Esta categoría de Bendiciones es el orgullo y la especialidad de la
orden militar de la Inquisición: los Caballeros de Acre. Cada una de las
Dotes se caracteriza por una infusión de la divinidad en el cuerpo y el
espíritu de los bendecidos. Muchas Investiduras, en vez de desencadenar
un efecto externo, suelen utilizar la divinidad existente en el� nquisidor
para generar una colección de efectos basados en su cuerpo.
[atecúmen (9cóHto)
El nombre de este poder hace referencia a la persona que recibe
instrucción en la doctrina católica antes de someterse al sacramento del
bautismo. Esta Bendición es muy frecuente entre los Caballeros de Acre
y les ayuda a ejemplificar sus lecciones Je valor, humildad y constancia.
Sistema: Mediante el efecto basado en el Celo, el personaje revive una
de las lecciones más importantes para un caballero, la lección del valor. El
jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Coraje
+ Celo (dificultad 6). Una vez que este poder se haya activado, el personaje
no puede retirarse del lugar que ocupa salvo que lo desee. Es inmune a los
poderes causantes de miedo y a sus efectos, pudiendo realizar una tirada de
Coraje + Celo (la dificultad varía en función de la fuerza de la fuer:a
asaltante) para resistir cualquier fuerza física que le obligue a moverse.
El aspectobasado en la Fe utiliza la lección de la humildad. Siempre que
no exista un pecado que ensombrezca el alma del caballero, éste puede utilizar
su rectitud para que le ayude en su combate contra el enemigo. El jugador debe
gastar un punto de Convicción, y durante el resto de la escena el jugador puede
absorber daño letal y añadir su reserva de dados de Fe a su reserva de dados para
absorber daño. En caso de que el personaje haya pecado y no haya llevado a
cabo la penitencia necesaria (es decir, haya superado una tirada de Conciencia
para evitar perder Devoción pero no se haya sometido todavía al sacramento
de la confesión), no puede utilizar este poder.
La constancia (la fortaleza espiritual por la que destacan los Caballeros
de Acre), es el objetivo de la aplicación basada en la Sabiduría. El jugador
puede gastar un punto de Fuerza de Voluntad y un punto de Convicción para
negar cualquier pifia relacionada con una Virtud {básica o Superior) . Esta
versión de Catecúmen solo puede utilizarse una vez por historia.
�tansfíguracíón be (a [arne (9cófíto)
El inquisidor ha sido investido con la capacidad para alterar sus límites
físicos con la ayuda de su virtud. Gracias a esta Dote, los Caballeros pueden
disparar su fuerza o su resistencia con vistas a enfrentamientos futuros.
Sistema: La aplicación basada en el Celo de este poder refuerza el
cuerpo del inquisidor. El jugador debe gastar un punto de Convicción y
realizar una tirada de Resistencia + Celo (dificultad 7). Acto seguido
puede añadir dados a la Fuerza o la Resistencia del personaje durante el
resto del combate. Cada éxito de la tirada se convierte en un dado que el
jugador puede añadir a uno de los dos Atributos. Por ejemplo, si el jugador
obtuvo tres éxitos en la tirada, podría añadir dos dados a la puntuación de
Fuerza del personaje y uno a la puntuación de Resistencia. Este poder solo
puede utilizarse una vez en cada escena.
Si el inquisidor también posee puntos en Fe, puede optar por utili:ar
este poder para limpiar la carne contaminada. El jugador puede reali:ar
una tirada de Fuerza + Fe para liberar el cuerpo de la influencia del veneno
o de otras substancias extrañas. La dificultad depende de la naturale:a del
material intruso: limpiar la corriente sanguínea de alcohol tendría una
dificultad de 4, mientras eliminar sangre vampírica u otro veneno sobre­
natural de la sangre tendría una dificultad de 9. Ten en cuenta que este
poder no elimina la contaminación espiritual o psicológica.
El aspecto basado en la Sabiduría permite que el inquisidor pueda
reducir los efectos incapacitantes del dolor. El jugador debe reali:ar una
tirada de Resistencia + Sabiduría (dificultad 7), reduciendo la penali:a­
ción por heridas del personaje en un número igual al número Je éxitos
obtenido. Por ejemplo, si el jugador obtuviera dos éxitos, su personaje no
ufriría ninguna penali:ación por heridas hasta que llegara al estado de
Tullido (y en ese momento solo sufriría una penalización de -3 a la reserva
de dados, no de 5). Los efectos de este incremento temporal de la
re istencia desaparecen al final de la escena.
-
C.Vue(o be .ánge(es (.2lbepto)
Este Dote permite que el inquisidor se convierta en un remolino di,·ino
cuando se encuentra en combate contra los servidores del Enemigo. Su
virtud le inflama con una agilidad física o mental que le permite atacar a sus
víctimas con múltiples golpes o sentir la cercanía de la maldad. Cuando se
le pregunta por las sensaciones que evoca esta Dote, muchos Caballeros
describen que "es como si fueras transportado por ángeles alados .
Sistema: El aspecto ba ado en Celo de Vuelo de Ángeles permite que
el inquisidor incremente sus reflejos hasta niveles sobrehumanos. El
jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de
Destre:a + Celo (dificultad 6). Cada dos éxitos obtenidos otorgan al
jugador una acción adicional en el turno siguiente sin tener que lle,•ar a
cabo una acción múltiple (es decir, cuatro éxitos se transforman en Jm
accione adicionales). Estas acciones solo pueden usarse para reali:ar
acciones físicas, y el máximo número de acciones adicionales permitido
con este poder es igual a la puntuación de Celo del personaje.
Ba ándose en la Fe, el personaje puede utili:ar sus reflejo mejorados
para abalan:arsc sobre un ataque en curso y sacrificar e por la causa. En
cualquier turno en el que posea una iniciati,·a total superior a la de un
atacante potencial, el jugador puede gastar un punto de Convicción para
permitir que el Caballero se interponga en un ataque que iba destinado
hacia un compai'icro cercano (acto seguido el personaje puede intentnr
parar o bloquear con un + l a la dificultad) . La distancia de este poder est3
"
limitada por la distancia que pueda mo,·erse en ese intervalo de tiempo
(dos metros por cada punto de Fe que posca). Si la iniciativa del futuro
mártir es inferior a la del atacante, puede realizar el intento, aunque el
jugador deberá superar una tirada de Astucia -t- Fe (dificultad 7) para que
su per onaje pueda llegar a tiempo.
La aplicación basada en la Sabiduría permite que el inquisidor mejore
;u agilidad mental y su tiempo de respuesta. El jugador debe efectuar una
tirada de Astucia + Sabiduría (dificultad 6), y cada éxito permite que la
Astucia del personaje aumente en un punto de forma temporal. Si este
sistema hace que el nivel de Astucia supere los 5 puntos, el personaje
obtiene la capacidad de presagiar el siguiente ataque. En términos de
juego, el jugador debe efectuar una tirada de Astucia + Alerta (dificultad
7); cualquier éxito se traducen en dados adicionales para parar o esquivar
un ataque futuro o se añaden a la iniciativa del personaje para ese turno.
Independientemente del resultado de esta tirada, esta aplicación de la
Dote dura un breve período de tiempo (die: minutos o durante el resto de
la escena, lo que llegue antes). Al finali:ar este tiempo, los reflejos del
personaje ,·udven a la normalidad; si el personaje estaba actuando a un
nivel sobrehumano (Astucia 6 o supenor) debe gastar un punto de Fuerza
de Voluntad para ajustarse al súbito cambio de la perspectiva mundana,
o su ni,·cl de Astucia descenderá a 1 durante la hora siguiente.
�spírítu be �esurreccíón (abepto)
Algunos inquisidores poseen el poder divino de controlar los flujos
Los inquisidores que
posean esta Dore pueden curar a los enfermos con solo rozar sus labios en
la frente del enfermo, pudiendo utilizar el poder de la vida para hacer
desaparecer la esencia infernal de los condenados. Muchos que creen que
y reflujos de la vida en su i nterior y en el del prójimo.
los Caballeros son unos "simples soldados" cambian de opinión cuando
contemplan la aplicación de esta Dote.
Sistema: El aspecto basado en el Celo de este poder permite que el
mquisidor obtenga fuerza del dolor de un demonio. Una vez que el
Caballero haya herido a la criatura, el jugador debe realizar una tirada de
Percepción + Celo (dificu ltad 6) y el blanco debe resistirse con una tirada
Je Resistencia (también de dificultad 6, aunque los Cainitas pueden
añadir su Fortaleza a esta tirada). Por cada éxito que obtenga el jugador
.:¡ue supere al número de éxitos de la víctima, el inquisidor obtiene un
>unto de Convicción (hasta el límite de su Celo) . Basta con que el
personaje obtenga un solo punto de Convicción de esta forma para que la
1·íctima pierda un punto tempo ral de Fuerza de Voluntad.
Con la ayuda de su Fe, un inqu isidor que posea esta Dote puede hacer
Jesaparecer las heridas de los se res vivos. El jugador debe realizar una
�rada de Conciencia + Fe (dificultad 6) y gastar un número 1•ariable de
puntos de Convicción, siendo capaz de curar un punto de daño letal o dos
mveles de daño contundente por cada punto que gaste. Esta aplicación
solo puede realizarse sobre seres vivos.
El aspecto basado en la Sabiduría de e te poder permite que le
personaje conozca a su enemigo de forma íntima, tan íntima que muchos
Caballeros necesitan pasar cierto tiempo rezando tras utilizar este poder
�ontra los sirvientes del Enemigo. El personaje debe tocar al blanco, y el
ugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de
Percepción + Sabiduría (dificultad 7). Por cada éxito obtenido, el Caballero
aprende un hecho sobre su víctima (normalmente algo desagradable), sus
;-ecados, sus apetitos, sus poderes o euros. . . ocasionalmente incluso sus
ulnerabilidades. Si el jugador obtiene tres o más éxitos, puede optar por
aprender solo un hecho, aunque puede especificar el hecho en concreto.
2ruto be fe (jue3)
Esta potente Bendición es una de las razones por las que las criaturas
<obrenaturales temen a los guerreros más dedicados de los Caballeros de
:\ere. La Dote permite que el inquisidor se abalance contra su oponente
en combate cuerpo a cuerpo, enfocando su 1·inud y su fuer"a en el golpe
Jefinitivo. Este momento de calma antes del golpe final parece pregonar
el inicio del fin con alarmante regularidad .
Sistema: La aplicación basada en Celo de este poder requiere que el
¡ugador gaste un punto de Convicción y realice una tirada de Pe rcepción
"'" Celo (dific u ltad 6). Si esta tirada tiene éxito, el personaje puede añadir
su puntuación de Celo a la reserva de dados de daño durante su siguiente
ataque. Además de lo anterior, este daño siempre es agravado.
La aplicación basada en la Fe de este poder pem1ite que el Caballero
canalice el poder de Dios a través de su cuerpo, invocando al Cielo en un acto
Je fe verdadera. El jugador puede gastar tanta convicción como desee (mínimo
Je 3 puntos) y realizar una tirada de Carisma + Fe (dificultad igual a 10 el
número de punros de Convicción utilizados, dificul tad mínima 4). Si la tirada
tiene éxito, el personaje realiza un milagro. La forma exacta de cómo se lleva
a cabo depende de Dios (y del Narrador), aunque siempre beneficia al
inquisidor y a sus compañeros. Es posible que los inquisidores se curen de fonna
mstamánea, obtengan Fuerza de Volumad o Convicción adicional, o quizá los
Jemonios presente sean volatili:ados por haces de luz dil·ina. Sea cual sea el
resultado, el Caballero que utilice este poder quedará exhau to y no podrá
llevar a cabo ninguna acción durante el resw de la escena.
Aunque los caballeros son unos guerreros capaces, la aplicación basada
en la Sabiduría de Auto de Fe pone de manifiesto su capacidad como
estrategas. El jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una
tirada de Percepción + Sabiduría (dificultad 7). Si tiene éxito, el Caballero
conoce los detalles exactos del "campo de batalla", ya sea exterior o interior.
Sabe la localización de cada soldado enemigo (esto solo funciona con los
"soldados", un edificio podría contener sirvientes y este poder no los
detectaría, aunque sí lo haría con un soldado disfra:ado de sirviente) y la
fuerza relativa de cada uno (las criaturas sobrenaturales aparecerían más
fuertes que el resto). Esta percepción solo dura un instante, aunque el
·
Caballero puede utilizar este poder en varias ocasiones para conocer e
desplazamiento del enemigo. Una vez que el poder se ha utili:aJo, e:.
Caballero recibe una bonificación a su puntuación de iniciativa igual ,¡j
número de éxitos de su tirada inicial (por ejemplo, si el jugador obtm·o rre­
éxiros, aiiade tres a la iniciativa del Caballero por el resto del combare).
2egabos
La Casa de Murnau posee poderes de adivinación que serían la
envidia de otros inquisidores si éstos desconocieran el precio que conlle­
van. Los Legados permiten que los Murnau puedan percibir y dirigir las
fuerzas del Infierno (hecho que no ayuda a mejorar su reputación).
El resto de inq uisidores también pueden comprar Legados, aunque si
lo hacen siempre deben realizar una tirada para comprobar si reciben una
Maldición. Si se produce este hecho, la �taklición debe pertenecer a la
categoría de Maledicrio.
6aber �rof)íbibo (9cóHto)
La Casa de Murnau ha sido testigo de terribles misterios y secretos
durante generaciones. Incluso los miembros m�s jóvenes han tenido
contacto con la corrupción, generando en ellos entimicntos contrapues­
tos de repulsión y comprensión.
Sistema: El aspecto basado en la Fe de Saber Prohibido es caracte­
rístico de la Casa (la capacidad para detectar la corrupción mediante el
sentido del olfaro). Para un Murnau rodas las criaturas sobrenaturales
hieden. El olor e pccífico l'aría en cada indil·iduo, por lo que el j ugador
tiene libertad para personalizar la manifestación específica de la maldi­
ción. En términos de juego, la presencia de cu alquier criatura sobrenatural
(incluyendo a ghouls) dispara la sensación. A pesar de ello, la presencia del
hedor no implica necesariamen te el poder de la abominación (un Murnau
podría sentir el olor a carne putrefacta cuando estuviera cerca de una
criatura sobrena tural, aunque también podría sentir el hedor en un
matadero). Este poder está siempre activo, independientemente de los
deseos del personaje. Las concentraciones e levadas de maldad pueden
incrementar la dificultad de ciertas tiradas debido a la distracción que las
sensaciones pueden ocasionar (a discreción del Narrador) .
Un personaje Murnau que utilice la aplicación basada en la Sabi ­
duría de este poder puede detectar la corrupción mundana que se oculta
tras la mentira. El jugador debe realizar una tirada de Percepción +
Sabiduría (dificultad 7) y gastar un punto de Convicción. El éxito en esta
tirada permite que el personaje ju:gue la veracidad de una sentencia .
Ten en cuenta que este poder solo detecta mentiras deliberadas: si el
blanco rcali:a una afirmación que cree que es cierta, el inquisidor no
notará la diferencia.
La faceta basada en el Celo de este poder hace que el personaje ca
reconocido )' temido por los sirvientes de Satanás. Las criaturas sobrenatu­
rales se sienten incómodas en su presencia, aunque no tienen por qué saber
el motivo. En términos de juego, el personaje miadc su puntuación de Celo
en todas las tiradas de Intimidación contra ;eres sobrenaturales. Por otro
lado, este poder dificulta las negociaciones con el enemigo, por lo que
cualquier re erva de dados para interactuar Jc forma positiva con el ser
sobrenatural (incluyendo el arrepentimiento) pierde un número de dados
igual al Celo del personaje. Este poder es permanente y no puede mitigar e.
9lob[e3a DbHga (9cóHto)
A pesar de sus problemas sobrenaturales, la Casa de Murnau es una casa
noble, por lo que sus miembros supervisan a otros mortales. Sin embargo, la
maldición mancilla ttxlo lo que les rodea, e incluso los votos feudales de la casa
se resienten. Este poder permite que los Murnau ¡xmgan de manifiesto su
herencia arcana en sus relaciones con otros miembros ajenos a la familia.
Sistema: La aplicación basada en la Fe de este poder permite que el
personaje refuerce a sus compaiieros en términos de Convicción. El
personaje debe tocar a u objetivo y el jugador debe realizar una tirada de
Carisma + Fe (dificultad 7). Por cada éxito obtenido, el personaje puede
traspasar un punto de Convicción hacia el blanco. Es importante destacar
que el inquisidor que utilice este poder no tiene forma de saber si esta
transferencia hará que su compañero caiga en Insensibilidad (a no ser que
utilice en primer lugar el Legado de adepto Coronado en Sombras para
determinar este hecho) , por lo que el Narrador no debería permitir que los
jugadores se pusieran de acuerdo sobre el número de puntos donados.
Mientras que la aplicación basada en la Sabiduría de Saber Prohibido
permite que el inquisidor detecte las mentiras, la de Nobleza Obliga le
permite conocer su personalidad. El inquisidor puede "oler" si el blanco es
un hipócrita o una persona poco fiable antes de que diga cualquier palabra.
El sistema utilizado por este poder es idéntico a la de la faceta de Sabiduría
de Saber Prohibido (el jugador realiza una tirada de Percepción +
Sabiduría (dificultad 7) y gasta un punto de Convicción), salvo que dura
una escena y puede usarse sobre cualquiera que se acerque al inquisidor,
en vez de sobre un blanco específico. Toda persona que se encuentre con
el noble Murnau queda marcado como un ser fiable o no. Queda a
discreción del Narrador la inclusión de información detallada en caso de
que se obtenga un número superior de éxitos.
[oronabo en <Sombras (.9bepto)
Conforme el noble Murnau incrementa su poder, desciende más
profundamente en la maldición de su propia herencia. Aunque allí puede
encontrar poder y conocimiento, también puede hallar su perdición.
"Camino por el valle de sombras de la muerte" es un dicho popular entre
estos inquisidores...
Sistema: La faceta basada en la Fe de este poder permite que el
inquisidor mitigue la Insensibilidad de un compañero. El jugador debe
gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Manipulación +
Fe (dificultad igual a la Convicción del objetivo). Si tiene éxito, el
objetivo consigue reprimir su Impulso durante una escena. Sin embargo,
si todavía sigue Insensible al finalizar la escena, tanto él como el noble
Murnau pierden un punto de Fuerza de Voluntad (este poder otorga la
oportunidad de redimirse, no es un simple aplacamiento). Ten en
cuenta que a no ser que el Murnau tenga una elevada puntuación de
Sabiduría, no sabrá si su objetivo está Insensible, por lo que debe
adivinar si este poder es necesario. El uso de este poder sobre un
inquisidor que no esté Insensible carece de efecto.
La faceta basada en la Sabiduría de Coronado en Sombras otorga
al inquisidor el conocimiento de los principios y las metas del blanco.
Cuando se utiliza con un hombre lobo, por ejemplo, el inquisidor ve a un
ser rebosante de rabia y odio. Cuando se utiliza sobre un Cainita,
intensifica su Aura (por lo que un Cainita que siga la Senda de l Cielo
pude aparecer más sagrado que algunos inquisidores ... ) . Si el inquisidor
utiliza este poder sobre un compañero, conoce de forma inmediata lo
cerca que está de caer en Insensibilidad (es decir, conoce los puntos de
Convicción que le faltan para l'oiverse Insensible) . Además de ello, el
personaje recibe una información similar a la que se obtiene utilizando
el poder de Auspex Visión del Alma (aunque no detecta si el blanco está
vivo o muerto) . Este aspecto de Coronado en Sombras requiere que el
jugador gaste un punto de Convicción y realice una tirada de Percepción
+ Sabiduría (dificultad 6).
Para finalizar, el poder basado en Celo permite que el inquisidor
absorba la Convicción de aquellos que le rodean. Cuando rece junto al
Rebat1o, el Inquisidor puede conseguir incrementar su Convicción en un
valor igual a la puntuación de Rebat'lo, además de la tirada de dados. Por
ejemplo, un inquisidor que posea cuatro puntos en el Trasfondo de
Reba11o puede obtener cuatro puntos de Convicción de forma automática
y el jugador puede realizar la tirada usual de cuatro dados para incrementar
este número. A diferencia del método normal de oración, este sistema
puede empujar al personaje hacia la Insensibilidad. También deja al
Rebaño inútil para el inquisidor durante el resto del día, ya el uso de este
poder deja exhaustos a todos los mortales que recen junto al personaje.
�spejo be( CJ.Jla[ (.9bepto)
Aunque el poder que ostenta los inquisidores Murnau es elevado,
muchos observadores murmuran que ello indica que poseen cierta fami­
liaridad con el enemigo. Con esta Dote, el personaje obtiene la capacidad
de enfrentarse a los enemigos sobrenaturales en igualdad de condiciones,
armado con fuerza y conocimientos.
Sistema: Aunque cualquier inquisidor puede intentar resistirse a las
manipulaciones mentales y emocionales del enemigo, un inquisidor con
esta Dote puede intentar amortiguar los efectos de esos poderes alrededor
de una zona determinada (de un radio igual a la puntuación de Fuerza de
Voluntad en metros). El jugador debe gastar un punto de Convicción y
realtzar una tirada de Conciencia + Fe (dificultad 7), enfrentada contra
la tirada del poder en cuestión (a su dificultad normal). Si los éxitos del
jugador igualan o superan los de la criatura, el poder no tiene efecto. Esta
Bendición funciona con cualquier poder que pueda alterar los sentidos o
la mente, incluyendo Presencia, Dominación, Dementación y ciertos usos
de Obtenebración. El inquisidor no puede realtzar ninguna otra acción en
el turno en que utilice este poder.
Un personaje que utilice este poder junto a su Sabiduría es capaz de
obtener conocimientos que no podría conseguir por otros medios. Los
Murnau afirman que estos conocimientOs están inspirados por Dios,
aunque otros inquisidores sugieren otras fuentes más turbias. El jugador
puede realizar una tirada de Percepción + Sabiduría (dificultad 7) para
obtener información sobre una criatura en particular. Por ejemplo, utili­
zando este poder sobre un vampiro, el jugador podría obtener información
sobre una debilidad (incluyendo la debilidad de clan), una fortaleza
(información general sobre una Disciplina: "Puede manipular las mentes
de los hombres") o una rareza (algo específico de un vampiro: "Prefiere
altmentarse de vírgenes"). Este poder funciona tanto con mortales como
con seres sobrenaturales.
El aspecto basado en el Celo de Espejo del Mal es el más impresio­
nante, y el más horrible. Con él, el inquisidor puede aumentar sus
Atributos hasta igualarlos a los de su enemigo. Por ejemplo, si se
enfrenta con un hombre lobo de Fuerza 7, su Fuerza aumentaría hasta
ese nivel. El jugador debe gastar un punto de Convicción por cada
atributo que se vea afectado y realizar una tirada de Astucia + Celo
(dificultad igual a la Devoción del personaje). Un atributo individual
nunca puede superar la Fuerza de Voluntad del personaje ni el valor del
Atributo del blanco. Este poder no es sutil: se forma una niebla de humo
y calor que rodea al inquisidor cuando lo activa, obligando a los Murnau
a utilizarlo con cuidado en público para no ser confundidos con los seres
contra los que se enfrentan.
.9rcano (jue3)
Mientras que los Legados de nivel inferior permiten que un Murnau
perciba y dirija de forma limitada los poderes de las criaturas sobrenatura­
les, el poder de Arcano les permite comrolarlas. El uso de esta Dote pone
en peligro la Devoción del personaje, aunque para aquellos inquisidores lo
suficientemente experimentados para controlarla, se trata de un poder
extremadamente poderoso.
Sistema: La aplicación basada en la Fe de Arcano permite que el
personaje refleje el uso de un poder sobrenatural contra quien lo lanzó.
Una bola de fuego lanzada por un hechicero girará en torno al cuerpo del
inquisidor y se dirigirá directamente hacia el (sorprendido) invocador,
infligiendo el dat1o normal incluso aunq1ie el invocador fuera inmune. Lo
mismo ocurre con los poderes mentales (un vampiro que intente Encantar
al inquisidor se vería sometido a él) y físicos (un golpe incrementado
gracias a la Potencia infligiría el dat'lo sobre el atacante). Si no se utiliza
ningún poder sobrenatural, este Legado no tiene ningún efecto (un mago
que apui'iale al inquisidor no sentirá la daga sobre su pecho). Para activar
este poder, el jugador debe gastar dos puntos de Convicción y realizar una
tirada de Inteligencia + Fe (dificultad igual a la Fuerza de Voluntad de la
criarura). El personaje no puede realizar ninguna otra acción en el turno
en el que ut ilice este poder (necesita concentrarse por comp leta) y solo es
aplic able a los poderes que se dirijan contra él (aunque el inquis idor puede
interponerse en el camino de un ataque y utilizar el poder).
El aspecto basado en la Sabiduría de este poder permite que el
personaje invada la mente de las criaturas sobrenaturales, enmascarando
su presencia (Astucia) o induciendo visiones del infierno (Carisma). El
¡ugador debe gastar un punta de Con\•icción y reali:ar una tirada de
Astucia o Carisma + Sabiduría (dependiendo de la faceta dd poder que
desee activar). Si el personaje desea enmascarar su presencia, la dificultad
es de 7. Si tiene éxito, el personaje desaparece de la v ista de cualqu ie r ser
sobrenatural de la zona y solo pu ede ser detectado por una t irad a de
Percepción + Alerta (dificultad 7) que obtenga más éxiros que la que
realizó el jugador. Si el inquisidor desea inducir visiones del infierno, la
dificultad es igual a la Fuerza de Voluntad del blanco. El éxitO hace que la
\'ÍCtima se estremezca de terror (perdiendo un dado de todas sus reservas
por cada éxito obtenido) , y más de cua tro éxitos la obligan a gastar un
Punto de Fuerza de Voluntad para no huir aterrorizada.
La faceta basada en el Celo de este Legado otorga al inqui idor la
capac id ad de negar los poderes infernales de una criatu ra sobrenatural. El
¡ugador debe realizar una tirada de Fuerza + Celo (dificultad 8) y gas tar
un punto de Convicción. Por cada éxito que obtenga, la víctima pierde un
punto de Rasgo necesario (sangre en el caso de los vampiros, Quintaesencia
en el de los Magos, Gnosis o Rabia en el de los hombres lobo, etc.). Si el
Rasgo llega a O o el 1 arrador carece de las reglas apropiadas para la
criatura, ésta pierde Fuerza de Voluntad. Esta pérdida es visible para todos
los que la rodean (los vampiros afectados por este poder muestran estigmas
o sangran por los ojos, mientras que la piel de los hechiceros se ilumina
debido a la emisión de energía arc ana .)
(Safmos
Los Salmos son poderosas manifestaciones canalizadas a través de la
voz del inqui idor. Gracias a estas Dotes, e l inquisidor puede llevar el
mensaje de Dios a los fieles y a los herejes. Muchos Salmos están disel'lados
para ayudar en los interrogatorios, haciendo que la voz del inquisidor obligue
a las víctimas a derrumbarse baj o la presión (al estilo de la Inqus
i ición
verdadera), mientras que otros simplemente inducen a los que los escuchan
a revelar la verdad sobre ellos a pesar de sus esfuerzos. Las Hermanas de San
Juan utili:an estos himnos gloriosos para obtener confesiones Je seres
sobrenaturales y herejes , o para hacer emerger la verdad de un confesor
reluctanrc, algo igu a lmente eficaz. Los inquisidores que poseen estas Dotes
suelen tomarse las palabras de Ruth de forma literal, utilizando cada aliento
para "provocar un sonido melodioso ante el Sel'lor" .
�t>angeHo (�cóHto)
Esta Dote básica otorga a las Hermanas gran habilidad como orado­
ras, así como (en caso necesario) interrogadoras. Aunque la capaciJaJ que
muestran en estas habilidades es elevada, sugieren humildemente que
c ualquiera que tenga la fe necesaria es capaz de conseguir este efecto.
Sistema: Atención: Todos los usos de Evangelio son efectivos
siempre que el personaje diga la verdad. Cualquier mentira deliberada, no
importa lo pequel'la que sea, niega el efecto. Aunque los tres aspectos
separados de la Dote pueden utilizarse de forma conj unta, los efectos de
invocaciones múltiples no son acumulativo .
El aspecto basado en la Fe convierte al personaje en alguien más
persu as ivo y próximo. El jugador debe realizar una tirada de Manipulación
+ Fe (dificultad 6). Si esta tirada tiene éxito, todas las tiradas sociales
reciben una dificultad de -1 durante el resto de la escen a.
Si el personaje urili:a la faceta de esta Dore basada en la Sabiduría,
el jugador puede reali:ar una tirada de A -wcia + Sabiduría (dificultad 6),
en la que el éxito indica que recibe una bonificación de dos dados en
cualquier tirada relacionada con Etiqueta, Empatía o Subterfugio durante
el resto de la escena.
Si se utili:a el efecto basado en el Celo, el jugador debe reali:ar una
tirada de Carisma - Celo (dificultad 6), en la que el éxiru otorga una
bonificación de Jos dados adicionales en cualquier tirada relacionada con
Intimidación, Interrogación o Lidera:go durante el resto de la escena.
[fíat 2ux (acó[íto)
El inquisidor repite las palabras del Padre: "iHágase la luz!" y una
suave aura de lu: blanca le rodea, emergiendo hacia el exterior y bm'lando
en ella todo lo que encuentra. El poder de e ra luz sagrada muestra a las
criaturas sobrenaturales tal como son y en algunos casos les causa dolor.
A menudo, e puede relacionar el grado de devoción del inquisidor (o de
poder) por el brillo de su aura: un inquisidor novato produce un resplandor
tenue, mientras que un inquisidor realmente poderoso inunda la habita­
ción con un brillo cegador.
Sistema: En el momento en que el personaje declama las palabras
cla1·e, el jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada
de Percepción + Fe (dificultad 6). El efecto basado en la Fe revela la
presencia de roda las criaturas sobrenaturales que se encuentren dentro
del radio de la lu:, ya que el poder de la misma les distingue de los morrales
normales. Ten en cuenta que este poder no da información adicional,
simplemente indica quién es "mortal" y quien no lo es, aunque cualquiera
que vea la luz tiene acceso a esa información, incluyendo a miembros del
Reba1'lo (quiene> probablemente saldrán huyendo al ver a las bestias).
Aquellas abominaciones que posean capacidades de ocultación deben
realizar una tirada enfrentada y acumular más éxitos que los del inquisidor
para permanecer ocultas. Este poder solo dura un t urno.
Si el personaje posee puntos en Sabiduría, puede utilizar Fiat Lax
para crear la luz suficiente para leer en un radio equivalente en metros
a su Sabiduría. Este uso requiere que el jugador gaste un punto de
Convicción y dura una escena (aunque el personaje puede cancelarlo en
cualquier momento).
Si se utiliza el efectO basado en el Celo, el jugador debe gastar un punto
de Convicción y efectuar una tirada de Coraje + Celo (dificultad 7). Cada
éxito inflige un nivel de daño letal a todos los vampiros (así como a cualquier
otra criatura con una vulnerabilidad especial hacia la luz solar) que estén a
una distancia del inquisidor inferior al ni1·el de Celo del personaje.
[ora( (abepto)
"Siempre que dos se reúnan en mi nombre" afirma el Evangelio, "yo
estaré con ellos". Las hermanas de SanJuan conocen el poder de la comunidad.
Con esta Dote, la Hennana puede cantar y añadir su voz a las de sus
compa1'leras, consiguiendo con sus voces fuerza, conocimiento o protección.
Sistema: Todos los efectos de esta Bendición se incrementan con cada
mortal devoto (cualquiera que renga como mínimo un punto en una Virrud
Superior) que acompañe al líder en su himno, añadiendo un dado a la tirada
inicial e incrementando el poder o la :ona de amplitud de los efectos.
El efecto basado en la Fe permite que todo el mundo que participe en
el cántico del líder obtenga fuerza a partir de la fe ajena. El jugador del
inquisidor "líder" debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada
de Actuar + Fe (dificultad 7). Si tiene éxito en esta tirada, cada parrici­
pante puede tirar Conciencia + Fe (dificultad 8) al concluir el cántico. Un
éxito en esta tirada permite que el personaje gane un punto temporal de
Fuerza de Voluntad.
El efecto basado en la Sabiduría solo puede utilizarse cuando el
inquisidor esté acompa!'íado por un mínimo de dos mortales devoras. Todas
los partlcipantes se reúnen en círculo, enfrentándose alrededor de una zona
o de un objeto determinado. Al inicio del cántico, el jugador debe gastar un
punto de Convicción y realizar una tirada de Inteligencia + Sabiduría
(dificultad 7), en la que el éxito indica la aparición de cierta información
sobre el lugar/objeto en el aire entre ellos. Cuantos más éxitos se obtengan
en la tirada, más clara o más útil será la imagen divina. Independientemente
del número de sucesos obtenidos, animamos a los Narradores a ser crípticos
al describir la imagen. Si cualquier miembro del grupo posee Visión Sagrada
(consulta la pág. 95), la dificultad de la tirada se reduce en uno.
La función basada en Celo mantiene a las entidades malvadas a
distancia mientras dure el himno de los personajes. El jugador debe realizar
una tirada de Coraje + Celo (dificultad 6) y añadir un dado por cada
mortal devoto que participe. El número de éxitos equivale al número de
éxitos que debe superar una criatura sobrenatural en una tirada de
Resistencia para atravesar el perímetro creado por la barrera. Estas
criaturas se mantienen alejadas una distancia de un metro por cada punto
de Celo que tenga el personaje y en la que la presencia de cada mortal
devoto añade un metro adicional. Cualquier criatura que no pueda
superar esta frontera sagrada en su primer intento debe gastar un punto de
Fuerza de Voluntad para volverlo a intentar. Aquellos seres en el interior
de la barrera deben realizar una tirada de Resistencia, si tienen éxito
pueden permanecer donde están, mientras que si fracasan deben retirarse
hasta el borde de la barrera. Aquellas criaturas que logran penetrar la
barrera sufren un dolor intenso que les ocasiona un punto de daño letal por
cada turno que permanezcan en el interior de la zona de efecto del cántico
(este daño puede absorberse si el ser es capaz de ello). El acto de arrinconar
a una criatura con este poder y obligarla a entrar en el perímetro finaliza
el efecto del mismo (aunque no mitiga el dolor). No hace falta decir que
cualquier criatura que llegue a acercarse lo suficiente a los inquisidores
intentará por todos sus medios silenciar las voces.
Material
Cristal
Paja
Cerámica, adobe o madera débil
Madera fuerte o reforzada
Piedra o ladrillos
Dificultad
6
7
8
9
10
necesita volver a repetir la tirada) . La ventaja consiste en que este mensaje
se emite a través del espíritu, por lo que las palabras musitadas no tienen
nada que ver con las que se comunican en el mensaje. De hecho, la mayoría
de las veces el inquisidor recita uno de los Evangelios mientras envía
mensajes espirituales. Esta comunicación es de un único sentido a no será
que el receptor del mensaje también posea esta Dote.
La versión basada en el Celo sorprende a todos los que consideran que
las Hermanas de San Juan son unas monjas débiles y visionanas. La
exultación creada por este efecto es hermosa de escuchar aunque puede
hacer trizas casi cualquier material sólido. El jugador debe gastar un punto
de Convicción y realizar una tirada de Carisma + Celo de dificultad variable,
dependiendo de la resistencia del material que esté intentando derrumbar
Aunque el sonido que emerge de su garganta resuena por toda la
zona, el personaje lo dirige hacia una estructura determinada. Con cada
éxito en la tirada, el personaje inflige un "nivel de daño" en el objeto
escogido. El Narrador debe determinar el grado de castigo que el material
puede soportar antes de ser destruido por completo. Este poder carece de
efecto sobre la carne de los seres vivos. Las criaturas que no están vivas son
susceptibles a las devastadoras vibraciones creadas por el sonido. A estos
efectos puedes considerar que la carne de los vampiros es "madera fuerte",
aunque en el caso de niveles elevados de Fortaleza la dificultad puede
incrementarse. Este daño es letal y puede absorberse de la forma normal.
Dratorío (jue3)
Regocijándose en la gloria del Señor, el inquisidor puede elevar su alma
hasta el Reino de los Cielos, al menos hasta cierto nivel. Los inquisidores que
poseen esta Dote utilizan sus voces para capturar la "longitud de onda"
Esta poderosa Bendición es una de las habilidades más poderosas que
puede desarrollar un seguidor de la senda de los Salmos, aunque en raras
ocasiones es vista como una "bendición" por los que contemplan sus
efectos. Este Salmo permite que el inquisidor convierta su voz en canción
e inflame a todos los que la escuchan con el brillo de su fe. Para algunos
puede ser un brillante recital, mientras que otros pueden verlo como una
espiritual de la Canción Celeste, incrementando la gloria de Dios.
Sistema: El efecto basado en la Fe de esta Dote permite que el
inquisidor sintonice con el tono de otra fe, permitiéndole prestar parte de
su alma a alguien que lo necesite. El jugador debe efectuar una tirada de
Percepción + Fe (dificultad 6) para detectar la vibración del alma de una
persona cercana. El éxito permite que el personaje sintonice con lo que
escucha y mediame un cántico en alabanza de Dios, pueda prestar la
cantidad de Fuerza de Voluntad que desee (incluso si ello eleva la cantidad
por encima del nivel permanente del objetivo). Estos puntos de Fuerza de
Voluntad son temporales y permanecen vigentes durante una escena.
Transcurrido ese tiempo, la reserva de Fuerza de Voluntad temporal
desaparece y el personaje no puede volver a acceder a ella.
La versión basada en la Sabiduría permite que el inquisidor utilice su
voz como canal para comunicarse espiritualmente con cualquier otro fiel
(alguien que tenga un punto como mínimo en una Virtud Superior). El
jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de
Manipulación + Sabiduría de dificultad variable, dependiendo de la
distancia a la que se encuentre el receptor: comunicarse con alguien
situado en la sala inferior equivaldría a una dificultad de 4, mientras que
hacerlo con algwen que rece en una capilla situada en otro país equivaldría
a una dificultad de 9 ó 1 O. Esta forma de comunicarse es limitada y cara,
ya que cada invocación solo permite transmitir un mensaje breve (aproxi­
madamente el número de palabras que el personaje podría emicir con una
exhalación) y requiere el gasto de un punto de Convicción (aunque no se
pesadilla convertida en sonido. De cualquier forma, pocos son los testigos
que se muestran indiferentes.
Sistema: Para utilizar la aplicación basada en la Fe, el inquisidor debe
comenzar entonando un himno católico de alabanza al Ser1or. Su jugador
debe gastar un punto de Convicción y realizar una tirada de Carisma + Fe
(dificultad 6). El personaje puede mantener este cánrico divino durante
un turno por cada éxito que obtenga, y sus efectos pueden oírse a una
distancia igual a cinco metros por cada éxito. Cualquier criatura que se
encuentre en el interior de esta zona (incluyendo a los animales) que
carezca de alguna Virtud Superior debe realizar una tirada de Fuerza de
Voluntad contra una dificultad igual a la Devoción del inquisidor. Todos
los que no superen esta tirada se sienten traspuestos por esta canción,
siendo incapaces de moverse por voluntad propia hasta que el inquisidor
deje de cantar. Estas criaturas pueden realizar una tirada ele Fuerza de
Voluntad cada turno para liberarse de los efectos hipnóticos de la canción,
aunque deben gastar un punto de Fuerza de Voluntad por cada intento.
El efecto basado en la Sabiduría de esta poderosa Dote obliga a cualquier
ser que la escuche (sea monstruo, mortal o inquisidor) a afrontar sus propios
pecados. El jugador Jebe realizar una tirada de Manipulación + Sabiduría
(dificultad 7) y gastar un punto de Convicción. Por cada éxito que obtenga,
cualquiera que escuche el cántico que tenga el alma manchada de pecado (a
discreción del Narrador, aunque esra situación es aplicable a todos los seres
sobrenaturales y a los inquisrdores [nsensi61es) sulfe una penalización de + l
a rodas las tiradas mientras el cántico persista, más un turno adicional.
{)osanna (21bepto)
El efecto basado en el Celo obliga a todos los seres sobrenaturales que
se hallen a la distancia adecuada a unirse al inquisidor en su alabanza al
Señor. Este efecto requiere que el jugador gaste un punto de Convicción
y realice una tirada de Carisma + Celo (dificultad 6, enfrentada por una
tirada de Fuerza de Voluntad de cada criatura que pueda oír el cántico).
Si la criatura obtiene menos éxitos que el inquisidor, el demonio se une al
himno. El hecho de obligar a una criatura de esta clase a mostrar su
devoción por Dios y a compartir la fe del inquisidor le produce un dolor
agónico. Mientras que la criatura se vea forzada a cantar, ésta sufrirá un
punto de daño agravado cada turno, ya que sus pulmones, garganta y
cuerdas vocales arden con el fuego del Señor. Solo si el ser consigue
reprimir el impulso que le obliga a cantar (utilizando las reglas que hemos
explicado) y huye de la zona podrá liberarse de esta compulsión.
�[ 2lrte <Sagrabo
El Arte Sagrado es para la Inquisición lo que los clérigos son para la
congregación. Las Dotes pueden otorgar a la mayoría de inquisidores
habilidades individuales para poder servir mejor al Señor según sus propias
ideas, mas el Arte potencia a la secta como un todo. Proporciona apoyo
reglamentado y ritualizado que todos los inquisidores, sin importar la orden
a la que pertenezcan, pueden utilizar para obtener fuerzas. La gran mayoría
de practicantes deja el trabajo de campo (como el combate) a aquello mejor
dotado para e as lides, y dedican su tiempo a generar recursos para la causa.
El Arte Sagrado está dividido en varias sendas distintas. Las tres sendas
más frecuentes en la Inquisición tomaron su forma de la Sagrada Trinidad.
Cada una de ellas obtiene su fuer-a y es impartida por el hombre como un
aspecto distinto de la Trinidad, usando las lecciones existentes en ellas como
base para su poder teúrgico. Todas las sendas forman una progresión estricta
de estudio que da lugar a una serie de efectos predeterminados, facilitando
con ello su estudio y su interpretación. De todas formas, el inquisidor debe
ser una persona especial para poder dominar el rígido régimen mental y
espiritual dictado por el Arte Sagrado, lo que ha hecho que entre todas las
órdenes de la Inquisición hayan sido los Monjes Rojos los que han demos­
trado la mejor aptitud y la determinación necesaria, aunque lo Caballeros
de Acre les siguen a poca distancia (de hecho pueden afirmar haber fundado
una senda propia). Cada una de estas sendas necesita que el personaje
in\•oque la faceta de la Trinidad apropiada, motivo por el que incluimos
;1lgunas sugerencias en la descripción de cada senda.
La progresión en el Arte Sagrado está limitada de la misma forma que en
las sendas vampíricas: cualquier personaje debe escoger una senda principal
cuando obtiene su primer punto de Arte Sagrado. Ninguna otra senda puede
superar o igualar a b senda principal. Los personajes de la Orden Roja pueden
elegir cualquier senda como senda principal (ya que el Arte Sagrado es la
especialidad de su orden). Los personajes de la Casa Murnau y los Oculi Dei
deben tomar Sophia Patris como senda primaria, las Hermanas de San Juan
deben escoger Boni Spiriru.s y los Caballeros de Acre Sedulira.s Filius.
é>opQía <patrís
Esta senda, probablemente la más exclusiva de las artes teúrgicas, es
conocida por los practicantes como la Senda de la Sabiduría del Padre. Permite
que sus seguidores puedan obtener información sobre verdades ajenas y sobre el
enemigo (aunque el inquisidor debe tener cuidado, ya que puede poner en peligro
su cordura). Esta senda suele im·ocarse con una plegaria en voz alta, cruzando la
mirada con la del blanco o ungiendo u frente con aceite. Todos los ¡xxleres de
esta senda requieren que el jugador realice una tirada de Percepción + Sophia
Parris (la dificultad de esta tirada depende del poder en cuestión).
•
�espertar e[ Djo <menta[
El inquisidor es capaz de reflexionar sobre la actitud de su víctima y
atisbar en el interior de su mente, y una vez allí, er testigo silencioso de
sus pensamientos y deseos.
Sistema: Tirada estándar, dificultad igual a la Fuerza de Voluntad del
blanco. Si esta tirada tiene éxito, el jugador obtiene una imagen de lo que el
individuo está pensando, recordando o viendo en ese momento. Un fracaso
implica que el personaje no puede volver a utilizar este poder sobre el mismo
blanco hasta que haya pasado un día completo. Una pifia pone en peligro la
mente del inquisidor, despertando el interés de las fuerzas oscuras y obligán­
dole a realizar una tirada en la tabla de obtención de maldiciones.
••
Q)ísíón �nquebrantab[e
Dios es omnisciente, y aunque ningún practicante del Arte Sagrado
puede comparársele, los seguidores de Sophia Patris pueden observar a
cualquier criatura y saber cómo se relaciona con la humanidad. Las
revelaciones suelen ser como mínimo desagradables.
Sistema: Si el personaje tiene éxito en su tirada (dificultad igual a la
Fuerza de Voluntad o a la Senda en el caso de Cainitas), este recibe una visión
de las relaciones de la criatura con el grueso de la humanidad. Cada éxito
obtenido permite que el personaje vea una visión de un encuentro significativo
que el objetivo tuvo con un mortal. Así, dos éxitos permiten que el inquisidor
vea las dos interacciones más recientes que la criatura tuvo con mortales. Este
poder puede revelar un ataque, un hábitO alimenticio o un encuentro
apasionado del objetivo con otro morral. En última instancia es el Narrador
quien decide el contenido de la visión y la claridad del suceso que muestra. Esre
poder solo puede usarse en un determinado sujeto una vez cada escena.
•••
�esenterrar
Esta poderosa habilidad permite que el inquisidor descubra el pasado
de un lugar en el que el personaje se encuentra en ese momento. Sus
visiones pueden anclarse en el tiempo (" iQué sucedió en este lugar hace
dos días?), a una persona u objeto ("Revela qué ocurrió cuando el nii'io fue
secuestrado"), o en relación con un suceso ("Muéstrame el asesinato").
Sistema: Tirada estándar, dificultad 7. Por cada éxito que obtenga el
personaje, el jugador puede contemplar cinco minutos de tiempo que
tuvieron lugar en ese lugar en el momento especificado. En última instancia
es el Narrador quien decide la información y la forma en la que se revela.
Desenterrar puede usarse con seguridad una vez por escena, ya que
los usos posteriores incrementan la dificultad en l por cada vez. Una pifia
obliga a realizar una tirada en la tabla de Adquisición de Maldiciones.
••••
�escorrer e[ Q)e[o be [a <mentíra
El inquisidor que domine este nivel de Sophia Patris se convierte en
un detector de mentiras humano. Siempre que oiga una mentira, experi­
menta una sensación de incomodidad. La sensación varía con cada
practicante, pudiendo ser cualquier cosa desde un olor fétido o una
sensación de náuseas hasta un dolor en la sien.
Además de lo anterior, los que posean este poder adquieren la
capacidad de compartir experiencias pasadas. Si el monje toca a cualquier
persona que haya tenido un encuentro con una entidad sobrenatural
puede recibir una visión súbita de su encuentro más reciente. Si el objetivo
es una criatura sobrenatural, el inquisidor recibe una imagen de su pasado,
ya sea un encuentro o un momento específico de su existencia. Todas estas
visiones carecen de sonido.
Sistema: Descorrer el Velo de la Mentira dura toda una escena y
cuesta un punto de Convicción. Cuando se dice una mentira en presencia
del personaje, el Narrador debe realizar una tirada por el personaje (tirada
estándar, dificultad 6). Si la tirada tiene éxito, el inquisidor detecta la
mentira de la forma que hemos mencionado. Si la tirada fracasa (o si la
sentencia es verdadera), el personaje no detecta nada extraordinario.
Para recibir visiones del pasado, el personaje debe poder tocar física­
mente a la criatura. Acto seguido, el jugador puede realizar una tirada de
Percepción + Sopl!ia Patris (dificultad 7). Si la tirada tiene éxito, el personaje
recibe una visión. En caso de que el objetivo sea un ser sobrenatural, el
jugador puede especificar cualquier recuerdo asociado con alguna persona,
lugar o cosa en especial. Alternativamente el personaje puede contemplar
los recuerdos específicos de un momento determinado (un día, una hora o
considera que todo el daf10 es letal, sin importar la clase de arma. Los ataques
un simple momento del pasado) . Si el intervalo es demasiado amplio (a
realizados con esta clase de armas pueden da'lar
i seres materiales e inmateriale ,
discreción del Narrador), la dificultad se incrementa en l .
•• • • •
�et>e(acíón
aunque el portador debe gastar puntos de Convicción para golpear.
••
[ensura
La cúspide de la Senda de la Sabiduría del Padre permite que el
A menudo, la mejor forma de derrotar al enemigo es obligarle a
mquisidor revele la identidad de todas las criaturas sobrenaturales de su
realizar un error e túpido. Mediante este poder, el inquisidor puede llevar
alrededor. En ese momento, el Rebaño es libre para juzgarlos por lo que son.
a la criawra a un estado frenético ridiculizándola en el nombre de toJo lo
Sistema: El jugador debe realizar la tirada estándar ( dificultad 8) y
gastar dos puntos de Convicción. El número de éxitos obteniJos determi­
Sistema: El jugador debe realizar una tirada de Carisma + Sedulitas
Filius (dific ultad 6) ; el objetivo puede resistirse mediante una tirada de
Fuerza de VoluntaJ (dificultad 6) . S i el personaje obtiene más éxitos que
na la amplitud del radio de la Revelación
Un éxito
3 metros
Dos éxitos
Cuatro éxitos
8 metros
15 metros
30 metros
Cinco éxitos
ISO metros
Tres éxitos
que es sagrado. Tras una retahíla de palabras, el enemigo siente que lo
único que puede hacer es silenciar al charlatán por su temeridad.
el blanco, éste pierde la compostura y se abalanza hacia el ataque. El
blanco puede g¡¡star un punto de Fuerza de Voluntad para resistir la
compulsión, aunque este gasto solo vale para el turno actual: si el
Este poder hace que todos los seres sobrenaturales de la zona aJopten
la apariencia más horrible de su existencia sin importar el método que
estén utilizando para hacerse pasar por mortales. Un vampiro adoptará la
apariencia de un horror sediento de sangre, mientras que u n hombre lobo
aparentará ser una bestia de aspecto agresivo. Las c riaturas no cambian
Íísicamenre, simplemente son vistas de forma distinta por los que les
rodean. Este efecto es momentáneo, aunque dura el tiempo suficiente para
Jescubrir a los monstruos que pululan entre el Rebaño.
Este poder solo puede usarse una ,·e: por escena.
personaje continúa predicando, el objetivo deberá dejarse lb•ar por sus
instintos o huir. Este poder puede incluso obligar a las criaturas a salir
de su csconJrij o y dejar a un lado sus poderes de ocultación para atacar.
Ten en cuen ta que este poder no puede invocarse en silencio, sino que
es ruidoso e irritante, de ahí deriva su utilidad.
•••
9rmabura be �íos
Los Caballeros de Acre son famosos por su resistencia física, y
aquellos que Jominan este poder todavía lo son más. Con la inmcación de
la Armadura de Dios, el inquisidor puede permanecer en la lucha hasta
que se alce con la victoria, sin que le importen las heriJas recibidas en el
eíeburítas �ífíus
Los seguidores de esta senda aprend en con rapidez el significado Jc
ser un inquisidor al servicio de Dios y Je los hombres. Esta senda emula el
coraje mostrado por Cristo en sus últimas horas, extrapolando una gran
cantidad de poderes místicos de este código ético. El primer maestro
.:onocido de esta senda no fue ni un Monje Rojo ni un inquisidor, sino un
caballero Hospitalario que vivía en un ca tillo cerca del río Litani (situado
a las afueras de Tiro) . Este caballero, llamado Teobaldo, participó en las
Cruzadas y fue uno de los pocos supervivientes que lograron escapar del
ataque que permitió que los musulmanes conquistaran el castillo de manos
Je sus antiguos residentes, los caballeros Templarios. Aunque Teobaldo
se perdió en el curso de la historia, uno de sus compañeros llegó hasta Acre
combate.
Sistema: El tiempo necesario para recuperarse de las heridas sufriJas
en med io de la batall a se ve reducido drásticamente. El personaj e recupera
los niveles de saluJ perdidos por daiío contundente a la velocidad de un
punto de daño c ada cinco minutos, mientras que el daño letal se recupera
según la tabla adjunta. Estas velocidades se superponen a la "elocidad
normal de curación, aunque son acumulativas (por ejemplo, hacen falta
14 horas para recuperar un nivel de Herido).
Nivel de Salud
Magullado
Tiempo de Recuperación
Lastimado
Cuatro horas
Lesionado
Ocho horas
Dos horas
Jurante la batalla de Tiro. Este caballero, antiguo paje de Teobaldo, trajo
Herido
16 horas
.:onsigo los rudimentos de la senda que su señor le había comunicado. Al
Malherido
Dos día
cabo de poco tiempo acabó convirtiénJose en el núcleo de la visión de la
TulliJo
Cuatro días
Inquisición concebida por Gaurhier de Dampiere, y con ello, en uno de los
Incapacitado
Diez días
primeros Caballeros de Acre. La senda acabó extendiéndose al resto de las
órdenes, aunque hasta la fecha de hoy, son los Caballeros los que cuentan
con el mayor nú mero de practicantes.
••••
QJara y [ayabo
Esta potente habilidad permite que el inquisidor utilice su cuerpo
Seduliws Filius es una senda de guerreros, por lo que las invocaciones
como bastión ante el acercamiento de seres malvados. El inquisidor se
guerra, o simplemente aferrar una reliquia sagrada). A no ser que se diga
afirman los Evangelios, interponiéndose entre los inocentes y cualquier
necesarias para usarla son rápidas y sencillas (santiguarse, un gritO de
Sedulitas Filius.
amenaza. Solo cuando el Caballero haya caído, las fuer:as del infierno
En las sitllaciones de combare, la capacidad de potenciar un arma es
tirada estándar (dificultad 6). Si tiene éxito, ningún atacante pueJe
lo contrario, la tirada estándar de esta senda es Fuerza +
•
convierte en la última línea de defensa, en la vara y el cayado, como
{:>enbet
podrán avanzar.
Sistema: El jugador gasta dos puntos de Convicción y reali!a una
revere nciada casi con apreciación divina. Este poder hace que un arma
flanquear al inquisidor para atacar a los que están tras él. El Caballero debe
aJquiera energía propia y pueda golpear con fuerza sagrada cualqu ier cosa
caer en batalla antes de que los atacante puedan continuar. Los ataques
..¡ue toque. Las armas normales imbuidas con este poder no suelen durar
a distancia de naturaleza mundana (como flechas o pivotes de ballesta)
rebotan en el personaje o en sus protegidos sin hacer dafio mientras e te
poder esté activo. La duración del efecto depende de la tirada: el personaje
puede mantenerlo JO minutos por cada éxito obtenido (aunque puede
volver a invocarlo en cualquier momento). Este poder suele utilizarse en
pasillos o encrucijadas estrechas, aunque el efecto es tan poderoso que los
inoc entes pueden encontrar cobijo bajo la sombra del inquisidor inJepen­
dientementc del lugar donde se halle.
Jemasiado debido a la tensión que deben soportar, pero hacen que cada
golpe asestado merezca la pena.
Sistema: El jugador puede imbuir una única arma de combate cuerpo
a cuerpo con el poder de su virtud. Para ello Jebe realizar la tirada estándar
! dificultad 6) y
gastar un punto de Convicción para lanzar acto seguido
Destreza T Combate Cuerpo a Cuerpo y atacar así de forma normal. Si el
ataque golpea, el arma imbuida inflige Jos dados adicionales de daflO y se
•••••
3ra be c.t)ío5
Este terrible poder permite que el inquisidor conjure la ira divina
contra su enemigo. El personaje recita una pequeña plegaria, lleva a cabo
los movimientos adecuados y una nube de rayos blancos aparece desde el
cielo o del inquisidor, dirigiéndose hacia sus enemigos e incinerando
cualquier criatura que se haya hecho digna de la ira del personaje.
Sistema: El jugador gasta un punto de Convicción y reali:a la
tirada estándar (dificultad 8). Los éxitos obtenidos se sum an a la
Fuer:a del personaje, constituyendo una reserv a de daño letal (por
tanto, si el personaje posee una Fuerza de 4 y el j ugador obtiene 3
éxitos en la ac t i va c ión del poder, in flige 7 dados de daño letal) . El
rango máximo del efecto (en metros) es igual a la puntuación de Celo
del personaje. Este ara4ue no puede esquivarse, aunque el daño puede
absorberse en caso de que el blanco pueda absorber daño letal . Si el
inquisidor utili:a este poder contra un miembro del Rebaño (o con
cualquier ser humano}, debe realizar una tirada para comprobar si
adquiere una Maldición.
Q)oní 6pírítus
Los Dones de la senda del espíritu permiten toda una serie de
efectos milagrosos, desde repeler al enemigo a sanar a aquellos que han
resultado heridos en el enfrentamiento contra el mal. La fuerza de la
senda prol'iene del Espíritu Santo, y sus efectos suelen requerir gestos y
oraciones sencillos (dibujar una cru: en el aire, recitar el rosario o rezar
al unísono con el re s to de compañeros).
Todos los usos de Boni Spiriws necesitan que el jugador realice
una tirada de Astucia + Boni Spiriws (la dificultad varía, por lo que se
indica en cada una de las descripciones). Si el personaje posee puntos
en Fe, el jugador puede añadir esos dados a la tirada, aunque los
jugadores nunca pueden tener más dados en su reserva de Boni Spirilll.l
que su puntuación de Devoción.
•
2ágríma5 be( 9Jlártít
El personaje puede mirar en el interior del alma de una criatura y
aprisionada brevemente, inmovilizándola y dejándola anclada en el suelo.
El inqu isidor mantiene a la criatura con su mirada mientras las lágrimas
comienzan a emerger de sus ojos y resbalar por ·us mejillas. Mientras mire
fijamente a la criatura, esta permanecerá en el sitio lJUC ocupa.
Sistema: Tirada estándar, dificultad igual a la Resistencia del blanco
+ 3 o a su Fuerza de Voluntad (en caso de que no tenga Resistencia). Cada
éxito inmoviliza a la criatura durante un turno. Si el personaje desvía su
mirada de los ojos de la criatura durante un instante, el e fecto acaba. Los
seres "inmovilizados" pueden luchar y defenderse de forma normal,
aunque no pueden abandonar el espacio que ocupan.
Este poder no funciona en ningún individuo 4ue tenga algún punto
en cualquier Virtud Superior. La excepción a esta norma consiste en
aquellas personas que están poseídas o influidas por fuerzas sobrenaturales
(en este caso se considera que el blanco e el "huésped"). Este poder puede
invocarse 1·arias veces de forma sucesiva.
••
�oque be 1)a3
El inquisidor es capaz de imponer su mano sobre el objetivo y
calmar el dolor y la angustia, tanto física como espiritual. Aunque
muchos inquisidores utilizan este poder en el campo de batalla para
calmar los corazones de los heridos, también puede aplicarse en las
cámaras de tortura. En más de una ocasión un inquisidor ha obtenido la
confianza {y la confesión) de una pagano mostrándole la paz que
conlleva el Espíritu Santo.
Sistema: Tirada estándar, dificultad variable. Cuando se usa en seres
humanos, este poder reduce las penalizaciones por heridas en uno por cada
éxito obtenido. A pesar de ello, las heridas no se curan. El Toque de Paz
también mitiga el sufrimiento espiritual: un blanco preocupado o agitado
siente como le invade la calma cuando el personaje impone sus manos
sobre él. Si se usa en un ser sobrenatural, el Toque de Paz puede mitigar
el frenesí. Para ello la criatura debe realizar una tirada enfrentada con la
del inquisidor (Fuerza de Voluntad del ser, dificulrad 7). Si la criatura
obtiene más éxitos que el jugador, el frenesí conrinúa. En caso contrario,
el frenesí remite y queda a merced de cualquier herida que haya recibido
(consulta la pág. 2 1 6 de Edad Oscura: Vampiro para obtener más
información acerca del frenesO.
•••
9ura be ®antíbab
En esta etapa de la senda sagrada, el teúrgo ha aprendido a
convenir su fe en un instrumento verdaderamente potente. Cuando
este poder se activa, el inquisidor puede infligir dal'lo en cualquier
criatura impía de la zona. En ocasiones este poder se manifiesta como
una columna de llamas o un haz de luz blanca que emerge del personaje.
Esta aura impide cualquier ataque sobrenatural y dat'ia a las criaturas
impías con las que entra en contacto.
Sistema: El jugador debe gastar un punto de Convicción y realizar
la tirada estándar (dificultad 6). En cualquier momento en que una
criatura sobrenatural intente atacar al personaje, la dificultad de su
ataque se incrementa en uno por cada éxito obtenido. La naturaleza del
ataque no es importante. Además de ello, cualquier demonio, fantasma
o vampiro sufre una herida letal cada turno que permanezca en el
interior de la zona de efecto del aura. Cada éxito adicional permite 4ue
el inquisidor proyecte su aura para englobar a una persona adicional en
su zona de efecto. Estas personas deben permanecer a una distancia del
personaje en metros igual a su puntuación de Fe.
El aura persiste un turno por cada éxito obtenido, y el in4uisidor
puede denegar su proyección a cualquier persona en un determinado
momento. No puede utilizarse ningún efecto sobrenatural para negarla
(para acabar con ella de forma prematura se tendrá 4ue dejar incons­
ciente al personaje) .
••••
9\econstítucíón
Las Hermanas de San Juan son famosas por su capacidad para cuidar
de los enfermos y heridos así como de facilitar su curación, aunque los
in4uisidores 4ue dominan Boni Spiriws también aprenden a hacerlo.
Mediante este poder, los seguidores de esta senda pueden reali:ar milagros
en lo que respecta a curación corporal.
Sistema: Este poder transforma heridas letales en heridas contun­
dentes, reduciendo el tiempo 4ue el herido necesita para curarse por
completo. El jugador del personaje debe realizar una tirada estándar
(dificultad 6 más uno por cada nivel de heridas, hasta un máximo de 1 O).
Un solo éxito en esta tirada hace que todos los niveles de dal'lo se
conviertan en daf10 contundente. Las heridas muy importantes (miem·
bros cercenados), pueden incrementar la dificultad o re4uerir el gasto de
puntos de convicción, en caso de que puedan curarse.
Este poder solo puede usarse una vez por día sobre una persona
determinada.
•• • • •
3uícío [e(estía(
La Orden Roja, maestra indi;putablc del Arte Sagrado, intenta
conseguir una mayor comprensión del Ciclo y del equilibrio existente en
los reinos entre ambos mundos. Cuando un teúrgo ha alcanzado este nivel
de maestría en la Senda del Ciclo, comienza a atisbar la verdad de esos
mundos y puede cerrar por un breve espacio de tiempo los portales
terrenales que conducen a esos reinos. De esta forma, el personaje puede
confinar una criatura sobrenatural en el reino mundano para impedirle
escapar a su juicio final.
Sistema: El jugador debe gastar dos puntos de Convicción y reali:ar
la tirada estándar (dificultad 8). Si obtiene un mínimo de un éxito, el
personaje sella el mundo material de cualquier conexión con otros
reinos de existencia durante el resto de la escena. Ninguna criatura
sobrenatural puede escapar de la presencia del personaje sin hacerlo de
forma convencional (corriendo, andando, cabalgando, etc.). Además de
ello, c ualquier fuente de poder con origen un otro plano o realidad y que
se alimente del mundo físico que rodea al personaje deja de funcionar.
Esto incluye a poderes como la Disciplina de Obtenebración y la
habilidad de los hombres lobo de desvanecerse en su "mundo espiritual".
De igual forma, cualquier criatura sobrenatural que puedan incorporar·
se al mundo real es incapaz de acercarse al inquisidor, debiendo entrar
en este plano en una zona alejada de la influencia del poder del
inquisidor. Los poderes ajenos a este mundo ni siquiera pueden percibir
el mundo físico que rodea al inquisidor.
Solo el inquisidor puede cancelar el efecto de forma prematura. En
caso contrario el poder permanece vigente hasta el final de la escena,
incluso si el personaje es asesinado.
9\ítae
Los practicantes del Arte Sagrado, de forma similar a los clérigos que
llevan a cabo rituales de santificación para los fieles, poseen sus propias
ceremonias que les ayudan a llevar a cabo el trabajo del Sel'lor. Estos
preparativos místicos, colectivamente conocidos como Rirae Solemnis
consisten en rituales meticulosos que deben ser ejecutados bajo circuns­
tancias específicas y mediante una serie de procedimientos exactos.
Cuando estas premisas se siguen al pie de la letra, el resultado es poderoso.
Cada riru.s posee un nivel de poder que oscila entre 1 y 5. Todo
practicante debe poseer un nivel en su senda primaria de Arte Sagrado
igual o superior al nivel de poder del riM para poder llevarlo a cabo.
Además, pueden ser necesarios determinados componentes materiales
para completar la invocación. Estos objetos se indican en las descripciones
(en los casos en que no se indi4ue ninguno, puede asumirse que elritus solo
requiere oración y un rosario o un crucifijo, o cualquier otro objero de fe
como foco para el poder del hechizo).
Los personajes que comiencen con alguna puntuación en un Arte
Sagrado también obtienen un rirus por cada nivel. Para aprender más rirae,
el personaje debe encontrar a un maestro para que le comunique los
procedimientos y oracion�s adecuadas. El aprendizaje de la ejecución
correcta de un nuevo riru.s (así como el conocimiento de los nuevos
componentes) puede durar entre unas pocas semanas y varios ai'ios,
dependiendo de lo avan:ado de la invocación.
Para conseguir ejecutar un Rirae Solemnis , el jugador del inquisidor
debe superar una tirada de Inteligencia + Arte Sagrado (dificultad 4 + el
nivel delriws) . Generalmente, solo se necesita un éxito en la tirada, ya que
ello implica que no se omitió ningún pa o crucial de la invocación. A no
ser que se indi4ue lo contrario, todos los rirae necesitan un mínimo de 10
minuros por nivel para llevarse a cabo.
Q)ígHancía Q)enbíta (�ít>d Uno)
Este hechizo ceremonial fue ideado por las Hermanas de San Juan para
asegurarse de que los Caballeros que participaban en una misión de protec­
ción no sucumbieran al cansancio o a otras distracciones. El poder de este
riru.s otorga al sujeto la energía que necesita para hacer frente a la tarea que
tiene encomendada, aliviando su necesidad de sueiio o descanso.
Sistema: El practicante debe conducir al sujeto a una sesión de
oración; normalmente esta sesión dura 10 minutos, aunque algunos
teúrgos re:an más tiempo por motivos de seguridad. El jugador debe
realizar la tirada estándar. Si tiene éxito, el sujeto debe realizar una tirada
de Autocontrol (la dificultad depende de lo bien preparado y conducido
4ue estuviera el ritual, normalmente es de 6). Si la tirada tiene éxito, este
puede permanecer despierto durante un número de días igual al número
de éxitos obtenido, con un mínimo de un día (este período es válido
incluso si se falla o se pifia en la tirada) . Además de ello, el personaje e tará
completamente alerta durante ese tiempo, por lo que tendrá un -1 a la
dificultad de todas las tiradas de Astucia y un + 1 a la iniciativa. Al finali:ar
este período, el sujeto no estará más cansado de lo que estaba cuando el
ritual empe:ó a surtir efecto.
�íerra e>antífícaba (9líl:)e( Uno)
Es probable que este sencillo ritual sea el más utilizado por los
inquisidores "en activo". Su poder permite que el inqu isidor santifique (al
menos temporalmente) una estructura o una zona claramente delimitada,
transformándola en un Terreno Sagrado. Muchas células de inqu isidores
nómadas utilizan este ricus como parte de sus plegarias vespertinas, antes
de prepararse para dormir.
Sistema: El inquisidor que realiza la oración debe haberse podido
concentrar durante una hora (el tiempo mínimo necesario para completar
la santificación). Durante este tiempo, debe delimitar la zona que será
santificada (con incienso en una mano y un crucifijo en la otra), murmu­
rando las palabras necesarias para ello. Durante este intervalo de tiempo,
el jugador debe reali:ar la tirada estándar {dificultad 7). Si tiene éxito, la
:ona queda protegida (obtiene una puntuación de Fe Ambiental de 1 ) . Si
el ritual se reali:a de forma pe rfecta, el lugar mantiene su bendición
incluso cuando los inquisidores se hayan ido {un día adicional por cada
¿xito posterior al primero) .
�ítua( 6agrabo be( �xorcísmo (9líl:)e[ Uno)
Una de las prácticas más sagradas por la que los miembros de la
Inquisición son famosos es por su solemne costumbre de practicar
exorcismos sobre los miembros del Rebaño. Esta práctica constituye un
aspecto valioso de la lucha y permite que los inquisidores puedan luchar
contra el enemigo. Con la ayuda de este poder, un solo practicante (o un
grupo de inquisidores, como suele ser frecuente) puede obligar a un
espíriru residente en una persona o lugar a abandonarlo en el nombre de l
Señor. El Ritual Sagrado del Exorcismo es la especialidad de las Hermanas
de San Juan. Los hermanos y hermanas de la Orden Roja también son
famo os por sus rituales, aunque no suelen prestar este servicio.
Sistema: Este ritual permite que un inquisidor (o un grupo) expulse
a un e píri tu de forma temporal o pem1anente de un cuerpo o de un lugar.
El líder inquisidor debe enfrentarse en una tirada extendida con el espíritu
residente. El exorcismo necesita una tirada estándar {aunque el jugador
puede añadir sus dados de Fe a la tirada) de dificultad variable según lo
siguiente: en principio esta dificultad es 10. Cada persona (hasta un
máximo de 4) con Virtudes Superiores que ayude al inquisidor reduce la
dificultad en uno, y cada punto de Fuerza de Voluntad que el espíritu posea
y t¡ ue supere la Fuerza de Voluntad del inquisidor la aumen ta en uno
(ha;ta un máximo de 1 O). Esta tirada se realiza al inicio de cada hora en
la que el rito tiene lugar, enfrentada contra una tirada de Fuerza de
Voluntad del espíritu (dificu ltad igual a la Devoción del inquisidor) . El
practicante Jebe acumular un número total de éxitos igual a la puntuación
de Fuerza de Voluntad de la criatura antes de que pueda obligarla a
abando nar el lugar. El exorcismo solo puede durar un número de horas
igual a la Devoción del inquisidor líder. Si el espíritu no ha sido expulsado,
el exorcismo falla y la Convicción del exorcista se reduce a O. Debe
conseguir un punto de Convicción antes de poder intentarlo de nuevo.
S i el inquisidor pifia cualquier tirada, rodas los éxitos neto se
pierden, devolviéndolo al pumo de partida (aunque las horas pasadas
cuentan de cara al límite). Si el espíritu pifia su tirada de Fuerza de
Volunt�ld, es expulsado de forma inmediata del cuerpo. El espíritu no tie ne
ninguna obligación de permanecer con los bra:os cruzados durante el
exorcismo (hecho por el que muchos inqu isidores inmovilizan a los
poseídos antes de comenzar el ritual).
Si el exorcismo tiene éxiro, el espíritu es expulsado de l a víctima.
Si lo desea, el jugador puede gastar un pu nto pennanenre de Fuerza de
Voluntad para expulsa r al es píritu de la persona {y del lugar) de forma
definitiv a .
'l)roteccíón contra [a tp(aga (9líl:)e[ �os)
El Medievo Oscuro está azotado por el hambre, sequías y enfer­
medades de toda clase. Las personas que utilizan esterirus incrementan
su resistencia de forma mística, estando má protegidos contra la
enfermedad y el contagio. En esta época, existen pocos ritu ales tan
preciados como este .
Sistema: El practicante debe reunir a todos aquellos que desee
proteger con este ritual (hasta un máximo igual a su Fe + Arte Sagrado) .
El ritual necesita una oración en grupo y la unción de la frente de cada
participante con ceniza (preferiblemente cenizas tomadas de una vícti­
ma de la plaga y bendecidas por un sacerdote). A la conc lus ión del ritual ,
todos los participantes deben realizar una tirada de Fuerza de Vol untad
(la dificultad varía en función de lo correcto que sea el ritual , lo estándar
es 7 ) . Un éxito indica que estarán protegidos contra las enfermedades
mundanas por un número de días igual a los éxiros obtenidos más los
éxitos iniciales del inquisidor.
'l)íebra e> orar (9líl:)e[ �os)
Mediante este ritual, un inquisidor puede infundir una roca munda­
na con la bendición de la primera creación del Señor, el Sol. La roca
absorberá parte de esta esencia y será capaz de emitir luz solar cuando su
poseedor así lo desee.
Sistema: Tirada estándar, dificultad 7. La Piedra Solar está prepa­
rada cuando el inquisidor la in vista con Convicción (un punto por cada
día que se desee que dure) . El brillo de la radiación de la piedra es
gobernado y limitado por la Virtud de su portador. Cuando un inqu isidor
desee activar su Piedra Solar debe asirla con fuerza {y el jugador debe
superar una tirada de Devoción de dificultad 6). S i esta tirada tiene
éxito, la p iedra comienza a emitir luz solar, iluminando la zona (así como
dañando la carne de v ampiros) durante el resto de la escena. El brillo real
de la piedra, así como cualquier daño que pueda infligir, queda determi­
nado por el éxito de la t irada :
Exitos
Potencia de luz
Débil (un dado de da'li o agravado)
Uno
Dos
Brillante (dos dados de daño agravado)
Tres o más Cegadora (tres dados de daño agravado)
CJJ?arc�a 'Eor3aba (9líl:)e( �res)
En una organización tan extendida como la Iglesia, los viajes son
necesarios. Este ritual permite que un grupo de viajeros se preparen para
la jornada, ignorando la fatiga y cualquier condición del terreno.
Sistema: Aquellos que serán afectados por el ritual deben reunirse al
amanecer y arrodillarse rezando a Dios. Tras una corta oración, el grupo
se incorpora y se dirige hacia el practicante, quien saluda a cada partici­
pante personalmente y le desea una jornada segura en nombre de San
Cristóbal. Cuando el ritus se haya completado, cada miembro del grupo
será capaz de desplazarse al triple de su velocidad por tierra, cubriendo 60
kilómetros por día en terreno despejado. La velocidad se dobla en los
terrenos escarpados . Los efectos de esta ceremonia desaparecen tras un
número de días igual al Celo + Arte Sagrado del practicante.
'Eortuna be Q)uerra (9líl:)e( [uatro)
La información es un arma, o al menos eso es lo que dicen los
miembros de la Inquisición. Mediante este ritual, el inquisidor puede
bendecir a un grupo de combatientes armados antes de que se dirijan a
luchar contra el enemigo. Al leer el alma de cada miembro, el inquisidor
puede determinar la virtud más necesaria en el futuro, e invirtiendo parte
de su propia chispa divina en cada guerrero, ayudarle a reforzar su
confianza en ese rasgo.
Sistema: Durante el transcurso de es ta ceremonia de oración y
confesión, el practicante debe gastar un punto de Convicción en cada
guerrero qu e desee ayudar, por lo que el máximo nt'nncro de participantes
en cu alquier invocación de este ritual es de 1 O. Si el jugador tiene éxito en
la tirada de activación (dificultad 7 ) , cada individuo debe realizar una
tirada de Coraje (dificultad 7) para superar su miedo. Si esta tirada tiene
éxito, el participante recibe un -1 a la dificultad de todas las tiradas
relacionadas con c ualquier Virtud o Virtud Superior (a elección del
participante, normalmente Coraje o Celo, ya que este ritus se suele llevar
a cabo antes de la batalla). Esta bonific ación dura un número de días igual
al número de éxitos obtenido por el teúrgo, o hasta qu e le individuo falle
una tirada relacionada con el Rasgo modificado, lo que ocurra primero.
Este ritus solo puede realizarse una vez en cada hisroria.
2a 'Eorja be �íos (9lít>ef [ínco)
A diferencia de otros ritae, este poderoso encantamiento es más
parecido a un proceso dilatado que a un solo ritual. El efecto de este ritual
permite que el practicante colabore con un herrero en la creación de un
arma cuerpo a cuerpo y la infunda con el "sello divino". El arma suele
entregarse a un caballero que haya demostrado su valía
Sistema: El tiem po necesario para realizar este ritus depende del
objeto que se desee crear. Una buena norma consiste en doblar el
tiempo necesario para crear un arma normal. A pesar de ello, el trabajo
da sus frutos, ya que al final del proceso el resultado consiste en un
espécimen superior poseedor de ciertas propiedades especiales (con­
sulta el anexo). El j ugador debe realizar la tirada estándar para el ritual
(dificultad 7) para determinar las propiedades especiales. La creación
del arma queda "imprimada" con parte del alma inmortal de su
propietario (costándole al futu ro propietario 1 O puntos de Convicción
en el proceso). El arma queda vinculada a su persona, permitiendo que
solo el poseedor legítimo pueda invocar el pod er .
�íerra (Sagraba
Algunos lugares se convierten e n el foco de una fe conside rable ,
siendo testigos de milagros, rituales masivos o apariciones divinas.
Muchos de esros lugares están localizados cerca de iglesias y catedra­
les, o de los lugares de descanso de los s an tos (o de sus reliqu ias ) . Estos
lugares poseen un nivel de Fe propio que refleja su poder sagrado. Esta
clase de Fe recibe el nombre de Fe Ambiental. En algunos lugares esta
Fe Ambiental se refleja en zonas pequeñas (cerca de un altar o de u n
relicario, por ejemplo), mientras que otros irradian Fe a lo largo de
roda una zona de varios kilómetros de diámetro, como en el caso de
ciertos lugares de Tierr a Santa.
Los lugares sagrados poseen una serie de efectos distintivos. Algunos
afectan a aquellas criaturas sobrenaturales que osan adentrarse en ellos,
mientras que otros están relacionados con los inquisidores:
• Los vampiros deben realizar una tirada de Fuerza de Voluntad
(contra una dificultad igual al nivel de Fe Ambiental de la zona, aunque
el Aura de la Senda del Cielo también se aplica) para poder entrar en
Tierra Sagrada. Si tienen éxito, pueden entrar en el lugar, aunque se
sentirán extremadamente incómodos (un éxito significa una incomodi­
dad extrema; tres, una incomodidad sopor cable ; cinco o más, n ingún
efecto). Cada amanecer, el número de éxitos del vampiro desciende en
uno, forzándole a abandonar el lugar. Los mortales pueden sentir esta
incomodidad con una tirada de Percepción + Empatía (con una dificultad
igual a la Fuerza de Voluntad del vampiro).
Un fallo en la tirada de Fuerza de Voluntad se traduce en dolor
físico para los vampiros que entren en el lugar sagrado. Sufren un punto
de daño contundente por escena. Una pifia tiene como resultado un
punto de dmio letal y obliga al vampiro a gastar un punto de Fuerza de
Voluntad por turno para permanecer en la zona (todo este dai'lo puede
ser absorbido) . El dolor va incrementándose con cada minuto que pasa,
por lo que el vampiro necesitará superar una tirada de Coraje (dificultad
7), a partir del tercer turno. Un fallo hace que la criatura entre en
ARMAS SAGRADAS
Las armas s¡tgradas no son comunes (el número de teúrgos en
toda la cristiandad que conocen el riws de la Forja de Dios podría
contarse éon ambas manos. Sin emb¡¡rgó, estas armas encuentran
su lugar en las manos de los inqu isidores de toda Europa, normal­
mente entre los Caballeros de Acre. Estas armas poseen varias
propiedades especiales. Cuando·construyan esta clase de armas, ya
sean mediante el rirus de la Forja de Dios o con el Trasfondo de
Reliquias Sagtadas, los jugadores pueden escoger sus propiedades
de la siguiente lista:
• Inflige dai'lo agravado en los demonios u otros seres
sobrenatur ales
• Incre menta en uno una Vircud Superior (puede comprarse
múltiples veces, �unque no otorga a su poseedor -acceso a otras
'
.
facetas de las Dotes).
•
•
Nunca se romperá en manos de su poseedor.
El poseedor siempre conocerá el l ugar donde descansa su
arma.
Su en a o se ilumina �on suavidad en presencia del peligw.
Inflige do"s dados de daño adicional.
'
• lncreménta la-Resistencia de su poseedor en uno cuando
•
•
se encuentre·en un combate justo.
Estas no son las únicas posibilidades, aunque representan
unos buenos ejemplos. Cuando el personaje utilice la Forja de Dios
para crea� un arma, puede elegir una propiedad por cada dos éxitos
:obtenidos "en la tirada del ri tua l.
,
·
Riitschreck. Una pifia en la tirada de Fuerza de Voluntad hace que se
inflame, sufriendo tres puntos de dafw agravado por turno y obligándole
a realizar una tirada inmediata de Coraje (dificultad 8) para no huir
presa del terror. Las llamas pueden extinguirse de forma normal, aunque
el resto de los efectos permanecen vigentes.
• La Tierra Sagrada también limita el número de poderes vampíricos .
Todos los puntos de sangre necesarios para ac tivar Disciplinas se doblan
mientras que el no muerto permanezca en el interior de la zona, y las
dificultades de las Disciplinas de Auspex, Quimerismo y otras que afecten
de rorma directa la percepción se incrementan en dos.
• Todas las puntuaciones de Virtud Superior se incrementan en
uno mientras el inq uisidor permanezca en Tierra Sagrada, y la dific ultad
de cualquier tirada relacionada con Virt ud es Superiores (incluyendo
aquellas Bendiciones basadas en ellas) disminuye en dos. A pesar de
todo, esta condición no otorga al inquisidor acceso a facetas de Bendi­
ciones que no tendría en condiciones normales, a no ser que el nivel de
Fe Ambiental sea igual o superior a 6.
• Los inquisidores pueden obtener Convicción rezando en lugares
sagrados. (Consulta la pág. 1 1 5 para obtener más detalles).
• Cualquier inquisidor puede expulsar a entidades malvadas de tierra
sagrada. Su jugador debe realizar una tirada de Carisma + Fe (recuerda
que la puntuación de Fe se incrementa en 1 en tierra sagrada) con una
dificultad que depende del efecto deseado (consulta la tabla adjunta).
Estos niveles de dificultad asumen que el personaje tiene acceso a los
objetos adecuados (una Biblia, un cru cifijo, velas, campanas, sal, agua o
cualquier otro objero apropiado). En caso de que esros objetos no estén
disponibles, la Jificul taJ se incrementa en l .
9\eHquías sagrabas
Las re liqu ias sagradas son objetos imbuidos de poder divino asocia­
dos con un santo u otra persona importante de la historia cristiana. Las dos
Objetivo
Dificultad
Obligar a un vampiro·a huir presa del terror
Fuerza de Voluntad del vampiro + 4
Obligar a un espíritu a huir presa del terror
Fuerza de Voluntad del espíriw
Expulsar a un espíritu de forma permanente
Obligar a un demonio menor a huir presa del terror
Obligar a un demonio mayor a huir presa del terror
Expulsar a un demonio de forma permanente
Guarda contra Dominación_y Presencia (añade la F e del personaje a rodas las dificultades)
Negar el efecto de las Disciplinas vampíricas
Romper un juramento de sangre
Infligir una cantidad de dados de daño agravado igual a la Fe a un demonio, espíritu
o vampiro
8
6
9
10
6
Fuerza de Voluntad del vampiro
10
Fuerza de Voluntad del blanco
reliquias más importantes de la cristiandad son el Santo Grial, el cáli:
pueden acabar adquiriendo cierto grado de Fe si un número suficiente de
donde Cristo bebió en la última cena y que recogió su sangre durante la
seguidores creen que son genuinos. La fe de los creyentes acaba potencian­
crucifixión, y la sábana de lino donde fue enterrado (la Sábana de Turín).
do el objeto con el paso del tiempo.
La Lanza de Longinus (también llamada la Lanza del Destino) , el arma que
Las reliquias sagradas almacenadas en un lugar determinado (una
hirió el costado de Cristo durante la crucifixión también es una reliquia
rumba, una iglesia, etc.) durante un intervalo de tiempo prolongado
poderosa, así como los trozos y astillas de la Cruz Verdadera en la que
pueden acabar santificando el lugar (consulta Tierra Sagrada). Esto hace
Cristo fue clavado (y los clavos que la acompai'laban).
Las reliquias de poder divino pueden clasificarse en dos categorías
que los lugares que albergan reliquias sean incómodos para los vampiros
y otras criaturas de la noche.
amplias, aunque pueden existir otras categorías ecundarias menos repre­
Muchos artefactos poseen poderes peculiares. Como cada artefacto
sentativas. Casi todos los objetos divinos responden a la clasificación de la
es único, resulta difícil catalogar la gran variedad de efectos posibles. A
Iglesia de artefactos o unciones. La primera categoría está formada por
continuación incluimos varios ejemplos de los artefactos más conocidos
objetos únicos que se encuentran al cuidado de las personas que han
demostrado su devoción. Los artefactos son objetos de gran valor. De hecho,
cuando uno de estos objetos cae en manos inadecuadas, acaba convocándo­
se una llamada urgente para recuperarlo en el menor tiempo posible.
Las unciones, por otro lado, no son permanentes y suelen ser más
frecuentes. Estos aceites, perfumes, ungüentos y similares se administran
a los miembros necesitados del clero y la congregación, o se les da a
aquellos inquisidores que participan en misiones de gran importancia.
Algunos se diseñan con la intención de acelerar la curación o incrementar
el coraje frente al Enemigo, aunque otros solo tienen la misión de purificar
el alma de su portador, devolviéndole a la gracia de Dios y preparándole
para las duras rareas que deba llevar a cabo. La preparación de unciones
posee sus propios rituales (se ha convertido en un arre por derecho propio) ,
ya que no existe una fórmula magistral para investir estas pociones con el
poder divino.
e necesita a un maestro herbalisra con acceso a varios
volúmenes de uso restringido de saber eclesiástico para preparar la unción
más sencilla, y los fluidos más raros solo son conocidos por unos pocos
devotos. Los miembros de la Orden Roja, cuyos eruditos proclaman la
posesión del conocimiento de antaño, suelen supervisar las creaciones de
estas unciones. De rodas las órdenes, son los Caballeros de Acre los que
están más familiarizados con las reliquias en general, ya que un gran
número de sus fortalezas alberga verdaderos tesoros de estos objetos
sagrados, protegidos por miembros veteranos de la orden.
�rtefactos
por la Iglesia y sus facultades divinas.
2a [arta be <.marcos
Se rumorea que este antiguo pergamino fue posesión del propio San
Marcos, el apóstol que extendió el cristianismo hasta África. Según la
leyenda, se trata del pergamino que llevó consigo a lo largo de su viaje a
través de Asia Menor en dirección Roma y viceversa. Este objeto servía
como declaración de intenciones del joven apóstol, un testamento escrito
de la Palabra que mostró a todos con los que se encontró en sus viajes.
Algunos dicen que incluso tenía el poder de convertir a los herejes en
creyentes (supuestamente con solo mirarla).
La carta acabó por aparecer en Chipre, un lugar que Marcos había
visitado en varios viajes. Allí permaneció durante varios siglos. Según la
historia de los caballeros, un batallón de Caballeros Templarios que
hicieron escala en Chipre durante las Cruzadas consiguió recuperarla.
Aunque los caballeros se la llevaron cuando abandonaron la isla, el destino
exacto de la misma se de conoce. Se presume que la carta continúa en
posesión de alguna orden caballeresca como una joya de la corona en una
colección guardada por los oldados veteranos de los Caballeros de Acre.
2a �spaba be eiantíago
Esta arma era un artefacto único de gran poder y fe, precursora del miro
de Excalibur y de la leyenda de la Espada de Carlomagno. Según la leyenda,
la espada se forjó en la tierra pero fue bendecida en el Cielo, quien le otorgó
el poder del Cielo a cualquier creyente que la blandiera. Las leyendas afirman
Muchos artefactos son huesos, mechones de pelo o cualquier otra
que fue propiedad del propio Santiago, aunque acabaría cayendo en las
parte del cuerpo de un santo (ya que son portadores de la fe del santo).
Estos objetos son posesión de la Iglesia, están guardados en cofres enjoyados
causa de la Inquisición. Si se pregunta, pocos pueden recordar el lugar donde
manos de un mortal que uniría los destinos de las distintas órdenes en la
(llamados relicarios) , y son reverenciados por los fieles. Esta reverencia
se encuentra la espada, aunque muchos asumen que ha permanecido bajo
ayuda a mantener e incluso incrementar el poder de un artefacto con el
la posesión del líder actual de los Oculi Dei, Rodrigo de Navarra.
paso del tiempo. Otros artefactos no son objetos tan importantes: un
cayado de peregrino, un anillo de un obispo,
ere.
El mayor secreto de la espada consiste en la colección de objetos
(micos que la componen. La leyenda de la espada se ha utili:ado para
Los charlatanes suelen poner a la venta numerosos artefacros falsos
potenciar el peso de los Ojos de Dios, así como al ferviente grupo de
que compran las personas sencillas para protegerse del mal: un número
cazadores de brujas que les dio origen. Se rumorea que cada líder impor­
imposible de astillas de la Cru: Verdadera suele estar disponible para la
ranre de la orden posee una de estas armas, hecho que hace que circulen
venta, así como huesos recogidos de criminales o de animales que suelen
multitud de leyendas e historias acerca de ellas, un hecho que agrada al
hacerse pasar por huesos de santos. Irónicamente, estos ídolos falsos
líder del Oculi Dei. Si las leyendas son cierras (aunque muchas de ellas no
lo son), las habilidades de la espada (o de las espadas) incluyen la
capacidad de destruir a las abominaciones demoníacas, así como la de
proteger y ocultar a su portador.
Unciones
Las reliquias sagradas conocidas como Unciones incluyen una am­
plia variedad de preparaciones botánicas y alquímicas. Los eguidores
avanzados del Arte Sagrado cooperan para unir medicina y fe en diversos
medios físicos, siendo el resultado final una amplia colección de ungüen­
tos, aceites e incluso inciensos que poseen poder divino. Muchas de estas
preparaciones contienen dotes menores y suelen usarse para aliviar el
dolor ajeno, purificar el alma y ayudar en la consecución de varios rituales
y ceremonias. Otras son verdaderamente poderosas por derecho propio y
se guardan con tanto celo como los artefactos. Los siguientes ejemplos
sirven para resumir sus orígenes y efecros.
�Hxír be [a 9\osa be �amasco
Este ungüento de uso común es utilizado por las curanderas de la
orden de las Hermanas de San Juan. Se trata de una mezcla ligera
elaborada a partir del aceite esencia de la rosa damascena, una flor exótica
que los cruzados trajeron de Persia en su regreso a Francia. El elixir se
fabrica destilando un aceite ambarino de los pétalos de los especímenes
más fragantes de la cosecha de rosas de Damasco. Estas rosas son delicadas,
por lo que la persona que elabore el rirus debe ser la misma que debe
preparar las flores. Tras recoger las rosas durante el amanecer, se debe
trabajar rápido, ya que solo pueden transcurrir unas pocas horas en la
elaboración de los elementos necesarios. Para el inquisidor experto, este
tiempo es más que suficiente para reunir todos los ingredientes y preparar
el elixir que se convertirá en foco de la energía del ritual.
La pócima resultante es en parte perfume, en parte scdanLe y en parte
aceite medicinal. Los pétalos de la rosa de Damasco son astringentes
(hacen que los tejidos se contraigan) y comlituyen un buen ingrediente
para los bálsamos de curación. En general, los pétalos se utilizan en tónicos
para curar las llagas bucales, inflamaciones de garganta y desórdenes
estomacales, aunque esta unción es especial es capaz de curar cualquier
enfermedad. El elixir bendito también es un perfume agradable, ya que la
versión mundana ha sido el favorito de las egipcias desde la época de
Cleopatra. El aroma del perfume es delicioso, por lo que adenuís de
tonificar la piel, despierta las pasiones con su rica fragancia.
Sistema: Una vez que el elixir se haya preparado, la mezcla resultante
conserva su poder durante una semana por cada punto de Convicción que
se haya gastado en él. Los principales usos están relacionado con la
curación y la eliminación del cansancio de los viajeros. Los líderes de lo
grupos de la Inquisición suelen pedir dosis para usarlas como astringentes
para sus hombres, y algunos obispos las utilizan para dormir. La potencia
del elixir es máxima en el punro de aplicación, por lo que si alguien desea
dormir debe dejar caer algunas gotas por encima de los párpados, y para
curar una herida, el aceite debe aplicarse en la zona daiiada. CuanJo se
utiliza como fragancia, debe aplicarse en cada muñeca y en la nuca.
El efecto de ayuda al sueño reduce cualquier penalización del personaje
debida a la fatiga o a la pri,·ación del suei'io (a discreción del
arrador) y
permite que el pacienre pase una buena noche de descanso. Las heridas que se
tratan con el aceite ven su tiempo de recuperación acelerado hasta dos veces.
Si el nivel de heridas del paciente no superaba el de Lastimado, las heridas se
cierran al momento. Un frasco permite rres aplicaciones individuales. Aunque
los inquisidores prohíben utilizar este aceite para fines cosméticos, existen un
-
gran n(nnero de mujeres de las Hermanas de San Juan y de otras órJenes que
......
lo utilizan. Esto puede ser debido al hecho de que la puntuación de Apariencia
se incrementa en un punto cuando se usa el perfume, \' principalmente a la
consecuencia de que el elixir acaba por convenirse en una adicción psicológica
cuando se usa regulam1ente. La creación del Elixir de la Rosa de Damasco es
un riws de nivel uno del Ane Sagrado.
-
dañando su cuerpo, infligiendo 8 dados de daño agravado durante el turno
siguiente, y seis, cuatro y dos dados en los tres turnos posteriores.
La preparación de esta unción constituye un riws de nivel cuatro y
requiere tener acceso al crisma, una substancia extremadamente rara.
9Jlafbícíones
De igual forma que las Bendiciones son los dones que reciben los
fieles por su dedicación a las buenas obras, las Maldiciones representan la
cruz de estas ofrendas divinas. Algunos consideran que las Maldiciones
van unidas irrevocablemente a las Bendiciones, constituyendo el precio
que los inquisidores deben pagar por servir a Dios. Otros las ven como el
castigo impuesto por traficar con las fuerzas de la oscuridad (ser culpables
por asociación, por así decirlo). Sea cual sea la verdad de este asunto, las
Maldiciones se han convertido en parte integral de la vida diaria del
inquisidor, algo con lo que cada siervo de Dios debe aprender a convivir.
Al igual que ocurre con las Bendiciones, las Maldiciones se clasifican
en varias categorías separadas, agrupadas por la clase de Maldición y sus
efectos. Existen cinco categorías que afectan a los inquisidores de la Iglesia
Católica: Anatemas, lnterdicciones, Maledictio, Estigmas y Visitaciones.
Cada una de estas categorías cuenta con varias Maldiciones agrupadas por
los tres "niveles" del desarrollo del inquisidor: Acólito, Adepro y Juez (al
igual que no existen Dores de nivel de Sirviente, tampoco existen Maldi­
ciones de este nivel). Una Maldición de nivel de Acólito es menos
restrictiva que una de nivel de Juez.
�bquírír nuel:'as CJJtalbícíones
[rísma be( <Santo 9JlírobHta
La Iglesia afirma que cuando un santo mucre, el cuerpo no se descom­
pone. En lugar de ello, el espíritu del santo asciende al Cielo (siguiendo los
pasos del Salvador) y deja atrás su cuerpo material. Según la Iglesia, es
posible determinar el nivel de santidad de la persona observando lo que
sucede a su cuerpo. El cuerpo de un santo verdadero no se corrompe, sino
que permanece en un estado incólume y exuda un aceite de olor dulce
llamado crisma. Todo aquel que muera de esta forma recibe el nombre de
miroblira y se afirma que este milagro basta para demostrar su santidad.
El Crisma del Santo Miroblita constituye el único uso aprobado por
la Iglesia de esta excreción sagrada (al menos de forma oficial), e incluso
la existencia de esta unción es un secreto en el seno de la Inquisición que
se comunica solo cuando es necesario. La unción consiste en un aceite
meticulosamente preparado que urilizan los sacerdotes de la Inquisición
para conseguir toda una serie de efectos divinos.
Sistema: Cuando se aplica sobre la piel de un cadáver reciente, el
crisma preservará el cuerpo durante un periodo de tiempo indefinido,
permitiendo que sea enterrado o mostrado por los sacerdotes. Cuando este
aceite entra en contacto con las heridas de un ser vivo, brilla de forma
perceptible bajo la !u: solar. La herida se cierra de forma instantánea, sin
importar la fuente del daño. Una dosis media de una unción es capa: de
curarseis heridas pequeñas, cuatro heridas medianas o dos heridas grandes
(como indicación, cualquier herida que implique la pérdida de un nivel de
salud es peque11a, dos niveles es mediana y tres niveles, grande).
Para finalizar, el aceite posee un alto grado de Fe inherente y actúa
como ácido cuando se aplica sobre la carne de los demonios y vampiros.
También dat'ia la sustancia incorpórea de los espíritus. Si se usa una unción
como arma arrojadiza sobre alguna de las criaturas anteriores, el recipiente
explora al impactar contra ellas, infligiendo 1 O dados de daño agravado. A
no ser que la criatura tenga alguna forma de limpiarse el aceite (un hecho
bastante inusual, en especial en el caso de los espíritus), el crisma continuará
Como ya indicamos en el capítulo cuatro, todos los inquisidores
comienzan el juego con una Maldición de nivel de Acólito perteneciente
a su categoría de Maldiciones principal (siempre que el jugador optara por
una Dote en vez del beneficio de la orden). El jugador selecciona esta
Maldición como parte del concepto de su personaje. Necesita la aproba­
ción del arrador (sobre todo en el caso de que la Maldición haya sido
inventada por el jugador), aunque el jugador tiene libertad, el manos en
esta fase del juego, para crear una Maldición a medida de la personalidad
y el trasfondo de su personaje. Una vez que ha seleccionado esta Maldi­
ción, el jugador ya no debe hacer nada más (al menos en teoría). Un
personaje inquisidor nunca se verá obligado a adquirir otra Maldición
(aunque la realidad suele contradecir este hecho).
El personaje puede adquirir maldiciones a lo largo del juego. Las
causas más frecuentes están relacionadas con las pifias y los intentos del
inquisidor por desvelar misterios divinos para los que no está preparado:
Cada vez que un jugador pifie una tirada de Virtud Superior o una
tirada de Conciencia para evitar la pérdida de Devoción, debe comprobar
si su personaje adquiere una nueva Maldición. Pifiar una tirada en una
Virtud que no es primaria para la orden, es peligroso, aunque no catastró­
fico. Si la pifia se produce en una tirada en la que intervenía la Virtud
Superior primaria, las consecuencias suelen ser más drásticas (esta dico­
tomía queda reflejada en la tabla de más adelante). La Virtud primaria de
un inquisidor representa el foco espiritual y moral para los miembros de
cada orden, por lo que un fracaso estrepitoso en este Rasgo hace temblar
los cimientos del alma del personaje.
La segunda forma de adquirir nuevas Maldiciones está relacionada con
las Bendiciones. Algunos n
i quisidores ambiciosos intentan abarcar demasiado
en poco tiempo. Estos individuos arriesgan parte de su alma, o mejor, un trozo
de su dominio de la realidad, a cambio del poder necesario para luchar contra
el Enemigo en mejores condiciones. Cuando un personaje aprende una
Bendición que está por encima de su capacidad como inquisidor (es decir, a un
nivel superior de desarrollo al que ocupa el per onaje en la actualidad),
adquiere unanueva Maldición del mismo nivel que la Bendición prohibida. No
hace falta realizar ninguna tirada, ya que el inquisidor adquiere la Maldición
como coste adicional al necesario para aprender el nuevo poder.
Además, si el personaje obtiene una nueva Dote (no un Orisón) en
el transcurso del juego, su jugador debe realizar una tirada para comprobar
si el personaje obtiene una nueva Maldición. El hecho de contemplar
demasiada Gloria Divina en poco tiempo puede dejar huella en el perso­
naje. Las Dotes pueden aprenderse de forma segura en un tiempo adecuado.
Sin embargo, en ocasiones la seguridad no es una opción disponible para
los inquisidores. (Recordamos que si un inquisidor ajeno a la familia
Murnau intenta aprender un Legado, siempre debe realizar esta tirada, sin
importar el nivel del inquisidor ni el hecho de que la Dote se haya
aprendido durante el transcurso del juego).
Siempre que un jugador deba realizar una tirada para comprobar si su
personaje adquiere una nueva Maldición, este debe lanzar un dado y compro­
bar el resultado en la tabla adjunra, tras aplicar los modificadores apropiados.
<raer en manos be( �nemígo
Además de los efectos debilitantes de estas aflicciones, los inquisidores
se enfrentan a un destino catastrófico cuando poseen demasiadas Maldi­
ciones. En primer lugar, ya sea por designio divino o por una ironía del
destino, la adquisición de Maldiciones es una pendieme descendiente.
Una vez que el personaje tenga dos o tres Maldiciones, el resto comenzará
a aparecer con más frecuencia. Cuantas más Maldiciones tenga, más
obtendrá en el futuro. Y eso no es todo...
Si un inquisidor llega a adquirir más niveles de Maldiciones que sus
puntos totales de Devoción y Virtudes Superiores, sucumbe al odio y la
locura, entrando en un estado conocido como Cocyrus. En este estado, el
personaje ha abandonado cualquier pretensión de santidad o de ética,
convirtiéndose en una máquina de odio, tortura y venganza. Los inquisidores
en este estado se han dejado llevar por su Impulso y en raras ocasiones
pueden regresar de este abismo.
Ten en cuenta que se trata de niveles de Maldiciones, y no de
Maldiciones: una Maldición de nivel de Juez es tres veces más devastadora
para los senrimientos de pureza y autocontrol del personaje que una
Maldición de nivel de Acólito. Por lo tanto, si un personaje posee una
Maldición de cada uno de los tres niveles, tiene seis niveles de Maldicio­
nes. Este personaje debe tener siete puntos o más en Piedad + Virtudes
Superiores para mantener el control. Aunque es necesario un poco de
aritmética, esta mecánica de juego sirve para que los jugadores puedan
controlar el lugar que ocupan sus personajes en esta pendiente y lo cerca
que se encuentran sus almas de las garras de la desesperación, y lo que es
peor, del propio Enemigo.
Cuando un inquisidor se ha dejado llevar por su Impulso, los efectos son
tan terribles como devastadores para el alma del personaje. Para cualquier
propósito, la Naturaleza del personaje se ha convertido en su Impulso de forma
permanente. Se ha dejado llevar por sus instintos y vive para ellos. Solo
actuando en interés de su Impulso, y con ello justificando su decisión, el
personaje puede obtener Fuerza de Voluntad. Este hecho hace que sea
extremadamente difícil el regr.eso cuando se ha entrado en el túnel. Además
de esto, todos los que hayan sucumbido a este estado atraen la atención de
aquellos que están dispuestos a utilizarlos como herramientas para sus propios
propósitos. Como mínimo, el inquisidor tendrá serias dificultades para man­
tener oculta la transgresión de su alma ante sus compañeros.
Rodeando a estos hechos está el tema omnipresente de la espiral
descendente que impregna la existencia de todo personaje que haya caído
en el estado de Cocytus. Para estos inquisidores, el rasgo que definió sus
existencias (la Convicción), se ha convenido en su mayor enemigo. En la
Convicción se encuentra la degradación, por lo que solo acumulando
Convicción y con ello despejando su arma del Odio, el temor y la ignorancia,
un personaje puede liberarse de la perdición. Pa�;;1 aquellos que se encuen­
tran en este estado, el camino hacia la santidad debe recorrerse en sentido
contrario. En lugar de acumular Convicción para conseguir Bendiciones, los
inquisidores en este estado deben aplicar toda la fuerza de sus espíritus para
recuperar el estado de gracia. Los peFSonajes pueden acumular Convicción,
aunque solo con la intención de incrementar sus Virtudes Superiores.
Supongamos, por ejemplo, que un jugador haya acumulado 7 puntos
de Convicción para aumentar su Fe gracias al tiempo que su personaje (en
estado Cocytus) ha pasado orando. Antes de que el personaje pueda
conseguir su próxima revelación (es decir, acumular la Convicción necesa­
ria para aumentar su Virtud Superior en un punto), se encuentra con un
hombre lobo. Durante el enfrentamiento, gasta dos puntos de Convicción
para poder derrotar a la bestia. Como el personaje se encuentra en un estado
de Cocytus, los dos puntos de Convicción no solo se restan de su nivel de
Convicción sino de los puntos acumulados, dejándolos en 5 puntos.
CJJ1af.bícíone5 y órbene5
De igual forma que cada orden de inquisidores poseen una categoría
de Bendiciones a la que son más proclives, también reflejan una afinidad
paralela por alguna clase de aflicción mística. Al igual que los miembros
ADQUISI C I Ó N D E M A LDICION ES
Tirada Modificada
O o menos
1-3
4-6
7-8
9-10
ll+
Resultado
No se adquiere ninguna Maldición. El personaje obtiene un pon ro de .Convicción debido a que se ha dado cuenta de
la bondad que el Señor le ha demostrado.
No se adquiere ninguna Maldición. El perSOI"!_aje está a salvo... de momento.
No se adquiere ninguna Maldición, aunque el personaje pierde dos puntos de Convicción mientras su alr"!)a tiembla ante
el peso de su "error".
Se adquiere una Maldición de Nivel Uno. La situación determina su origen.
Se adquiere una Maldición de Nivel Dos. La situación determina Sll origen.
Se adquiere una Maldición de Nivel Tres. La -situación determina su origen.
.
Modificadores
A�ade uno al resultado si el personaje es Insensible cuando realiza la tirada.
/
Añade uno por cada Maldición de]'livel Uno que ya posea el personaje y esté por encima de su nivel.
• Añade uno si la pifia se reí!lizó en una tirada en la que intervino la Virtud Primaria.
• Añade uno si el personaje intenta desarrollar una Dote en una categoría en la que no posee ninguna.
• Añade uno si un personaje no Murnáu intenta aprender un Legado. Esto incluye a personaje que sean miembros de la Casa por matrimonie
o servidumbre y no sufran la maldición familiar.
• Resta uno si el personaje posee un mínimo de un punto en rodas las Virtudes Supertbres.
• Resta uno por cada Yirtud Superior del personaje que tenga una punniación de 5.
�-Resta uno si la pifia se realizó en una tirada en la que_no intervino la �irtud Priiuaria.
•
•
-
[orbero be �íos (21córíto)
Tras contemplar como innumerables morrales se convierten en
víctimas de las maquinaciones del Adversario y de sus sirvientes, el
inquisidor comienza a apartarse de los horrores que contempla. Hastiado
por el sufrimiento, el inquisidor comienza a ver al Rebaüo no como un
grupo de indivi duos que necesita vigilancia y protección, sino como una
unidad, un "rebafio". El inquisidor se concentra en las metas a largo plazo
de su misión, en la hu manidad como un todo, y al hacerlo cierra su corazón
a la humanidad que rodea cada historia en la que participa.
Sistema: El inquisidor entra en Insensibilidad si su Convicción es
igual o mayor a su puntuación de Devoción. Esta Maldición no tiene
demasiado efecto en los inquisidores Insensibles, salvo por el hecho de
dificultar su recuperación.
21roma be 3acínto (21córíto)
de la Casa de Murnau son famosos por l a Maldición familiar, las Hermanas
de San Juan son famosas por sus visiones extral'ías e inexplicables. Como
ocurre con las Bendiciones, determinadas Maldiciones tienen cierta
afinidad con algunas órdenes, aunque no son exclusivas. Los inquisidores
de cualquier orden pueden adquirir cualquier clase de Maldiciones.
La pertenencia a la orden entra en juego cuando un inquisidor adquiere
su primera Maldición de cualquier nivel. Como hemos indicado en el capítulo
tres, la primera Maldición del inquisidor (la Maldición de Nivel Uno que
obtiene al avanzar al nivel de Acólito) debe pertenecer a la categoría de
Maldiciones de la orden. Cuando es la primera Maldición de nivel dos (así
como la de nivel tres), esta también debe pertenecer a la categoría primaria.
Cuando se ha adquirido la primera Maldición de un nuevo nivel, esta
restricción deja de aplicarse en Maldiciones posteriores de ese mismo nivel.
21natema
Aunque sus efectos no son tan espectaculares como los de las
Maldiciones pertenecientes a otras categorías, esta colección de extra­
r1as aflicciones (propias de los Ojos de Dios), suelen ser vistas como las
más sorprendentes, y por ramo, las más temidas. Muchos inquisidores
acaban temiendo a la orden con la que están asociadas simplemente
porque son incapaces d e comprende r el "motivo" que se oculta tras estas
Maldiciones. Muchas de las aflicciones de esta categoría carecen de
manifestaciones externas, hecho que hace que un gran n úm ero de
inquisidores se sienta incómodo ante ellas.
Los Anatemas carecen de los efectos físicos ele los Estigmas, ni
causan los cambios de comportamiento asociados a las lnterdicciones.
Aunque suelen compararse con las Visitaciones, los efectos de ambas
difieren a largo plazo: mientras que las Visitaciones suelen acabar
dafiando a la mente, los Anatemas dafian el alma. Debido a su natura­
leza, estas Maldiciones acaban por alienar al inquisidor de su tesoro más
preciado : el Rebafio. El paso del tiempo (y unas cuantas maldiciones) ,
hace que el inquisidor se vaya separando del prójimo. Este hecho acaba
por sumergirle en la gélida comodidad de la Insensibilidad, hecho que a
su vez conduce a más ma ldiciones.
El inquisidor exuda un olor tenue que acaba por enturbiar las mentes
de los que le rodean con una sensación de soledad, pérdida y culpa. Este
fenómeno sobrenatural aleja a un gran número de morrales ordinarios (el
Rebafio al que intenta proteger el personaje) y atrae la atención no
deseada de los monstruos del infierno.
Sistema: El olor místico que exuda el inquisidor es muy sutil, por lo
que solo afecta a un nivel subconsciente. Los mortales mundanos reaccio­
nan ante el personaje con miedo y desconfianza, por lo que r.odas las tiradas
sociales con estos morrales reciben una penalización de + 1 a la dificultad.
Las tiradas de intimidación no reciben esta penalización, aunque tampoco
reciben ninguna bonificación. Por otro lado, las abominaciones se sienten
atraídas (de forma subconscien te) por este aroma místico, haciendo que
aquellas que tengan capacidad de rastrear por el olfato (como los hombres
lobo) reciban un modificador de -2 a la dificultad de estas tiradas.
Q)ígHía ®Hencíosa (21bepto)
Debido a los hechos que debe contemplar, el inquisidor se ve
asediado por sentimientos de duda y desesperación de forma tan súbita e
intensa que es incapaz de comunicarse de con los que le rodean hasta que
estos sentimientos desaparecen.
Sistema: Siempre que el personaje sea testigo de un acto de extrema
crueldad (a discreción del Narrador) , o contemple la muerte o el desmem­
bramiento de un miembro del Rebaüo, el jugador debe superar una tirada
inmediata de Fuerza de Voluntad (dificultad 8) para evitar que su
personaje enmudezca y sea incapaz de emitir ningún sonido voluntario.
Esta incomunicación se extiende más allá de la comunicación verbal, pues
impide que el personaje escriba o envíe mensajes de cualquier tipo. Los
efectos de la Maldición persisten hasta el final de la escena.
9Jlancf)abo (21bepto)
El Evangelio afirma que "Un profeta nunca es bienvenido en su
tierra", y un personaje que sufra esta Maldición personifica esta idea.
Cualquier extraüo que se encuentre al personaje por primera vez supondrá
que es la peor clase de persona imaginable (un cruzado vería a un
sarraceno, un hombre temeroso de la enfermedad vería a un leproso, etc.) .
Sistema: Siempre que el personaje se encuentre con un extraüo, el
j ugador debe realizar una tirada de Apariencia + Expresión (dificultad 6).
Cuando más éxitos obtenga el jugador, peores serán las reacciones del extrar1o
ante su personaje. Estas reacciones pueden ir de la desconfianza inmediata (un
éxito) hasta un ataque directo (cinco éxitos). Este efecto puede superarse si el
personaje conversa con él, aprende su nombre y se presenta, aunque poca
gente estará dispuesta a detenerse a charlar con un tipo tan oscuro.
�arso �estígo (3ue3)
El inquisidor se ha vuelto tan paranoico ante la posibilidad de que
haya demonios operando en el interior de la sociedad que deja de confiar
en el prójimo casi por completo. Pone en duda cualquier afirmación y cree
que cualquier prueba que se le pre enta está prefabricada por el propio
Enemigo para que sea tomada en serio por los hombres de mente débil.
Estos inquisidores acaban perdiendo la capacidad para discernir la reali­
dad, ya que sus instintos sobre los métodos y motivaciones de los hombres
acaban desapareciendo por completo
Sistema: El personaje es incapaz de distingu ir la realidad de la
ficción, y su capacidad para "detectar mentiras" ya no es lo que era en
el pasado. Para un personaje que posea esta Maldición, cualquier
afirmación que efe ctúe un testigo sobre un suceso es falsa (o como
mínimo imprec isa) e inc lu so el propio inquisidor es incapaz de descubrir
la diferencia . Esta Maldición hace que al personaje le sea más d ifícil
ocultar sus propios secretos. El personaje se siente azotado por la c.l uda
y debe amasar una evidencia suficiente ames de creer en cu alquier
afirmación, e incluso entonces es probable que tenga sus reservas. Pierde
tres dac.los en todas las tiradas de Subterfugio, y cualquier intento que el
personaje realice por utilizar Bendiciones para determinar la veracidad
de las palabras ajenas falla de forma inmediata.
.
,
:3nterbíccíones
Esta amplia categoría de Maldiciones espirituales y de compor ta·
miento ha estado asociada con las órdenes de caballería (para las que
esta clase de restricciones, tablles y requerimientos siempre han sido
parte de su existencia). Las lnterdicciones son obligaciones espirituales
de distintas clases que obligan al inquisidor a someterse a determinado
código ético por encima del código de la propia orden. Una combinación
negligente de lnterdicciones puede limitar el comportamiento del inqui ­
sidor hasta el punto de no poder cumplir con las obl igaciones de la
Inquisición. Estos "guerreros perdidos " utilizan todas sus energías para
segu ir el código ético impuesto por sus lnterdicciones. Algunos
inquisidores prefieren acabar con su existencia (y caer en el pecado)
antes de continuar esclavizados a su rígida existencia ... a no ser que una
de estas lnterdicciones les prohíba h acerlo.
3uramento <5o[emne (2lcóríto)
El inquisidor ha prometido un voto secreto ante un miembro eclesiás­
tico de alto rango (como mínimo un obispo) y por tanto aprobado por Dios.
Cualquier voto estándar es aceptable, ya sea de castidad, honradez, pobreza,
silencio, etc. Esta Maldición se interpone en el cu mplimiento de cualquier
otro voto (aunque romper un voto ordinario sería un pecado grave, quebran­
tar una Interdicción condenaría al personaje por completo) .
Sistema: No existe ningún sistema para representar esta Maldición.
El inquisidor simplemente debe cumplir con la promesa que hizo an te Dios
o sufrir las consecuencias (consulta el apartado de Violaciones)
<5ufrímíento be [os 3nocentes (2lcófíto)
El inqu isidor ha jurado (o ha sido condenado) que nunca daí1aría a
los i noce ntes, y en espec ial a los niiíos. Aunque superficialmente parece
una Maldición honorable, puede hacer que el inquisidor se meta en serios
problemas. Después de todo, de todos los disfraces del Enemigo, el c.le un
inocente cuenta con sus preferencia .
Sistema: De nuevo, e ta Maldición carece de consecuencias especí­
ficas. Si el personaje permite que un niño u otro inocente sufra daño
cuando puede evitarlo , ha violado esta Interdicción.
2[amaba a[ �eber (2lbepto)
El inyuisidor ha sido maldecido con un profundo ;entimiento de
obligac ión hacia el resto de la humanic.lad. Ha realizado la promesa de
defender al Rebaño siempre que le sea posible (en cada momento de su
vida ) , y solo en las circunstancias más apremiantes puede negar ayuda
a un cristiano necesitado. Esta Maldición es frecuente entre los antiguos
miembros de las distintas órdenes militares que acaban formando parte
de los Caballeros de Acre.
Sistema: En cualquier momenro en que el personaje sea requerido
para ayudar a un creyente, debe atender la petic ión dejando a un lado lo
que esté haciendo en ese instante. Su sentido del honor le obliga a hacerlo
lo mejor pos ible y solo puede negarse si se le presenta una prueba
fehaciente de la falsedad de la petición (como en el caso de que alguien se
haga pasar por cristiano para conseguir ayuda) . Los inquisidores que
sufren esta Maldición suelen ser incapaces de conseguir sus propias metas
debido a la extenuante tarea que les impone su propia conscienc ia.
1)enítencía 3nfíníta (2lbepto)
El personaje se siente indigno de la comida que ingiere, del poder que
posee e incluso del aire que respira. Este sentimiento no desaparece tras
los interminables períodos de oración, el personaje solo se siente cómodo
en el cumplimiento de la obra del Señor.
Sistema: Tras recibir esta maldición, la Naturaleza del personaje
cambia de forma inmediata a Penitente o Fanático. El personaje es incapaz
de incrementar su Convicción mediante la oración (solo lo puede hacer
mediante la victoria o arriesgando su propia Conv icción) .
�o[or be[ 9\ebaño (3ue3)
Esta potente Interdicción forja una profunda unión entre el inquisi­
dor y aquellos a los que ha jurado proteger: los seguidores de Cristo.
Siempre que el inqu isidor contemple cómo un cristiano sufre daño físico,
se siente inundado por la angustia, como si pudiera contemplar el alma del
pobre condenado. Puede llegar a desmayarse del c.lolor en caso de que sea
testigo de demasiado sufrimiento.
Sistema: Siempre que el inquisidor contemple cómo un miembro del
rebaño sufre dolor físico debe realizar una tirada c.le Fuerza de Voluntad
(dificultad 7). Si falla esta tirada, el personaje sufrirá "dolor empático"
sintonizado con el sufrimiento de la víctima. Por ejemplo, si el inquisidor
contempla cómo la mano de un mortal es aplastada por un torno, él también
sentirá el tremendo dolor que se abre paso por los huesos y los músculos de
su propia mano. Aunque el inquisidor no sufre daño real, sufre los mismos
efectos debido al dolor que la víctima. Cada vez que el inquisidor contemple
cómo la víctima sufre un ataque que resulte en la pérdida de un nivel de salud
(siempre que no pueda evitarlo), el personaje debe volver a efectuar la tirada
de Fuerza de Voluntad. El gasto de un punto de Fuer:a de Voluntad permite
que el personaje pueda aislarse de lo que contempla aunque este gasto solo
afecta al sujeto en cuestión y por el resto de la escena. Transc urrido ese
tiempo debe volver a gastar otro punto de Fuerza de Voluntad para no verse
obligado a sentir el sufrimiento de la I'Íctima.
Por cada tirada de Fuer:a de Voluntad que no logre superar, el
inquisidor siente como si huhiera ufrido la pérdida de un nivel de salud
ilusorio, aplicando las penali:aciones adecuadas a todas sus reservas de
dados. Así, si el personaje falla un total de cuatro tiradas de Fuerza de
Voluntad en una escena c.lebido a esta Maldición, sufrirá una penalización
de -2 a todas las tiradas que realice desde ese momento (el equivale nte al
estado Malherido) , aunque no haya recibido ninguna herida. El personaje
puede borrar es tas penali:aciones por heridas ilu oria con la oración, a la
velocidad de una por cada hora, en caso contrario, de aparecerán con el
amanecer del siguiente día.
Ten en cuenta que esta Maldición solo e aplica a los cristianos (el
Rebaño que el inquisidor juró proteger). La criaturas sobrenaturales y los
infieles pueden atacarse en su presencia sin disparar la más mínima
sensación de incomodidad en el personaje.
,
,
9Jta(ebíctío
Los miembros del resto de las órdene� �uelcn mantener la distancia
con los impone ntes (y terroríficos) inqui idores de la Casa de Murnau.
Dejando a un lado su curioso linaje, el motivo para este comportamiento
radica en las místicas aflicciones de los miembros de esta orden. btas
Maldiciones, conocidas como Maledicrio, simboli:an las consecuencias
Un inquisidor maldito por la Atracción se convierte en una especie
de imán para los miembros más débiles del Rebaño, muchos de los cuales
lo ven como el mensajero de Dios, un ser enviado para liberar a la
humanidad del pecado, la ignorancia y la ruina. Estos mortales se aferran
a cualquier palabra del inquisidor y lo siguen allá donde vaya, predicando
la bondad de su gracia. Esta populari dad no suele ayudarles en su tarea, por
lo que muchos inquisidores "tocados" por la Atracción acaban buscando
ayuda para deshacerse de la incesante adulación del Rebaño. Algunos
acaban conviniéndose en m ü rrire por su papel como ídolos (involuntarios)
de los pobres y desahuciados.
Sistema: Los inq uisidores que poseen la Atracción no pueden pasar
desapercibidos entre la multitud. Solo si el personaje logra desaparecer
(con la ayuda de la Bendición adecuada), podrá moverse entre el Rebaño
sin crear ningún revuelo. Todas las tiradas relacionadas con el Sigilo
incrementan su dificultad en + 2.
[ompañía be 2obos (2lcóHto)
El inquisidor posee un aura especialmente poderosa en lo concer­
niente a los animales, resultando en una tendencia a atraer la atención de
ciertos miembros del reino animal. Esta aura no está bajo control del
inquisidor, por lo que Jebe encontrar los métodos apropiados para tratar
con sus "seguidores". Si no tiene cuidado, su popularidad puede acabar
creando serios problemas para los que le rodean .
Sistema: :-lormalmente el personaje se convierte en un objeto
fascinante para una especie animal determinada. Esta preferencia no
proviene de ninguna capacidad en especial, aunque la clase de animal
que se siente atraído por el inquisidor puede decir mucho de él: la especie
puede variar en función de la localización geográfica del inquisidor o de
su humor. En otras palabras, un inq uisidor que atraiga a los lobos no
queda libre de la Maldición al viajar al desierto. Cua ndo llega a su
destino, se encuentra con que se ha convertido en el objeto de atención
de otro grupo de especies, aunque es probable que tenga algo que ver con
el anterior. En la situación anterior, por ejemplo, el personaje se podría
encontrar que son los chacales los que se fijan en él, en vez de los lobos.
Los animales se acerc an al personaje lo más cerca posible , aunque nunca
actúan de forma inusual, es decir, continúan atacando a sus presas y
huyen de u enemigos. Los personajes que utilicen el Orisón del Favor
de . oé con estos animales solo notan un extraño sentimiento de
paciencia, como si las criaturas estuvieran esperando algo.. .
2a Q)agate[a be[ �íab[o (2lbepto)
más extrañas del destino del inquisidor. Son las Maldiciones más esotéri­
cas, y por ello, poseen el mayor número de efectos posibles.
A pesar de su prestigio en la Inquisición, los Murnau son tratados con
miedo por el resto de inquisidores (así como de miembros laicos), y a
menudo tienen grandes probabilidades de encontrar un fin desgraciado a
manos de su propia congregación. Los extrailos sucesos que rodean a un
inquisidor afectado porMalediccios pueden generan dos reacciones contra­
puestas por parte del Rebaño (ninguna de ellas es demasiado positiva para
la causa): por un lado, el inquisidor puede ser considerado como un sanro,
o perseguido como una de las abominaciones que ha jurado destruir. Con
estas perspectivas, no es extraño que muchos inquisidores de la Casa de
Murnau se muestren remisos a abandonar la compai1ía Je los suyo;
durante demasiado tiempo.
2ltraccíón be[ {)abes <BentH (2lcólito)
Como ya hemos dicho con anterioridad, la Casa de Murnau posee
una reputación notable entre las órdenes de inquisidores, una reputación
proveniente de diversas fuentes, rodas ellas de nat urale:a inquietante.
Esta Mald ición, llamada simplemente "la Atracción" es una de las más
frecuentes entre la familia y, roJo sea dicho, es uno de los motivos
principales de su extendida notoriedad.
Esta es una de lasMalediccio más curiosa� (y más infames) : la Bagatela
del Diablo obliga al pobre inquisidor a poner a prueba su suerte de forma
constante contra las fuerzas extraterrenas en una especie de juego espiri­
tual cuyo resultado puede conducirle hacia la ruina o el éxito en cualquier
instante. Aunque un inquisidor afortunado puede ver como su suerte se
ve incrementada, el hecho de que la fuente de la misma sea una Mald ición
hace que tarde o temprano las tornas cambien y se vea obligado a pagar un
elel'ado precio por sus ganancias anteriores.
Sistema: En cada sesión de juego el N arrador prepara una reserva de
dados que ofrece al inquisidor para que utilice en cualqu ier tirada,
pudiéndola dividir como crea con\'eniente y accesible en cualquier mo­
mento. El número de dados de esta reserva es igua l a la mayor puntuación
Je sus Virtudes Superiores . Por mucho que pueda parecer a primera vista,
estos Jados son un arma de doble filo: si el jugador es incapaz de obtener
éxito en cualqu ier tirada bonificada, debe gastar de forma inmediata un
punto de Fuerza de Voluntad o de Convicción por cada fallo. Así, cuanto
mayor sea la Virtud Superior del personaje, mayor será la reserva de dados
y más cuerda tendrá para ahogarse.
La cruz de esta Maldición radica en el hecho de q ue el personaje no
puede decidir ignorar esa bonificación por completo. Al final de cada
sesión de juego, cualquier reserva no utilizada "se activa", dando como
resultado una pérdida ele puntos de Convicción y/o Fuerza de Voluntad
igual al n(Imero de dados que quedaba n en la reserva. Al personaje no le
queda otro remedio que enfrentarse a sus demonios día a día. Ten en
cuenta que un éxito legítimo que se obtenga con esws dados adicionales
es tan válido como cualquier otro.
2a 9Ratca be fa Q)estía (2bepto)
Esra sencilla Maldición ha llevado a la muerte a más de un miembro
de la Casa de Murnau, haciendo que la orden muestre su preocupación
por el incremento de casos en los últimos a1íos. Tras adquirir esta
Maldición, el inq uisidor desarrolla una serie de deformidades físicas
menores (aunque inquietantes) . Las más comu nes son (en orden de
rarez a) un tercer pezón, iris marcados de rojo, misteriosos tatuajes de
sangre, o un pequetío par de protuberancias óseas sobre las cuencas de
los ojos. Es importante recalcar que ninguna de estas anomalías son
claramente obvias: muchas pueden explicarse como marcas de naci­
mienro o cicatrices desgraciadas. No hace falta decir que el
descubrimiento de estas malformaciones puede causar problemas, por lo
que muchos Murnau hacen todo lo pos ible para disfrazarlas o desviar la
ate nc ión de ellas, simplemen te como táctica de supervivencia. Algunos
l l ega n a recurrir a la mutilación para ocultar estas desgraciadas marcas.
Sistema: Además de los pe ligros obvios relacionados con ser un
inquisidor en activo con un tercer pezón, los cambios inducidos por esta
Maldición (independien t emente de la forma que tome) disminuyen la
Apariencia del personaje en 1 (esta penalización solo se aplica si el
blanco es capaz de ver o sentir la deformidad). Aunque la mutilación y
algunos remedios místicos pueden d1simularla o eliminarla durante
cierto tiempo, estas medidas no son definitivas ya que la deformidad
acaba reproduciéndose. Esta Maldición puede encontrarse varias veces
en un mismo ind ivid uo, ya que un elevado número de Murnau posee esta
Maldición repetida varias veces.
�nemígo 1)etsona[ (jue3)
Tras adquirir esta Maldición, el inquisidor se encuentra sujeto a las
maquinaciones de un diablillo sombrío. Este nuevo compañero (conocido
como Azote) molesta a la pobre alma noche y día, dándole malos consejos,
metiendo las narices en sus asuntos y haciéndole la vida miserable. El
Azote de un inquisidor es invisible, insonoro e intangible, no existe para
nadie salvo para el inquisidor, y ninguna clase de amenazas o coacciones
evitarán que el diablillo se aleje antes de tiempo. No existen dos Azotes
idénticos, aunque m uchos suelen adoptar ciertos rasgos del inquisidor al
que han sido "asignados".
Sistema: El Narrador es libre de hacer que este pequeño terror sea tan
molesro e inc!Ímodo como quiera, teniendo en cuenta lo siguiente: en
primer lugar, la función del A:ore es la de poner a prueba al inquisidor, no
la de ayudarlo, aunque el diablillo no tiene prohibido echarle una mano,
la ayuda nunca es gratis. En segundo lugar, el Azote debe abandonar al
inquisidor entre las horas que van desde el amanecer hasta el ocaso (puede
aparecer y hablar con el inqu isidor en cualquier momento, aunque no
puede entrometerse en los asuntos del inquis idor hasta el anochecer). Tras
la puesta de Sol, todo vale, por lo que animamos a los Narradores a que
sean tan monstruosos como puedan para añadir su granito de arena al
disfrute de la historia Y'O al desarrollo de la trama.
Los A:otes más comunes suelen medir unos treinta centímetros,
poseen rasgos similares a los de los inquisidores y pueden llevar a cabo
cualquier acción que el personaje pueda hacer. Estas similitudes no se
conservan en los poderes: los Azotes carecen de Bendiciones sagradas. En
vez de ello poseen su propia colección de habilidades extrañas, el número de
las cuales depende del poder del inquisidor al que están vinculados (el Azote
de un erudito poderoso y respetado tiene acceso al un número mayor de
pequeños efectO } . Ten en cuenta que ningún Azote (independientemente
de lo poderoso que sea) es capa: de causar daño directo a ningún ser vivo.
�stígmas
Esta colección de aflicciones que han afectado durante décadas a la
misteriosa Orden Roja posee la dudosa distinción de representar la genera­
lidad de las Maldiciones de los inquisidores, al menos en lo que re pecta al
Rebaño. Cuando los mortales piensan en las "maldiciones" que sufren los
sirvientes de Dios de la Inquisición, conjuran imágenes de frentes sangran­
tes, palmas tumefactas y similares. En pocas palabras relacionan los Estigmas
(como les llaman) con las heridas y sufrimiento de la pasión de Cri to.
En verdad, los Estigmas (como maldición de inquisidores) no
suelen encontrarse fuera de la Orden Roja. De hecho, estas aflicciones
están tan relacionadas con la orden que muchos ponen en duda su
verdadero origen. Algunos creen que estas maldiciones representan la
justicia divina, producto de alguna relaci6n oculta que la orden mantie­
ne con el Enemigo. Los Monjes Rojos niegan este hecho y afirman que
e l sufrimiento de estas aflicciones es un signo que pone de manifiesto la
profundidad de la santidad de la orden (como ocurre con los sanros y los
mártires). Al final, pocos pueden poner en duda la exi tencia de estas
Maldiciones y meno aún están dispue tos a intercambiar sus desventu·
ra por las terribles sentencias pronunciadas sobre los miembros de la
orden. A pesar de ello, un número significativo de eruditos ajenos a la
orden se preguntan por qué heridas tan parecidas a las de Cristo
aparecen con tanta frecuencia en el seno de la orden ...
2mpollas be Q)ergüenaa (2cóHto)
círculo de lesiones marca al individuo como alguien inusual (por decir
algo), dificultando sus relaciones mientras permanezca visible. Además de
ello, las heridas de la cabeza acaban por emitir hilillos de sangre, oscure­
ciendo la visión del inquisidor y aterrorizando a los que les rode an
Sistema: A no ser que el personaje se preocupe por ocultar el
círculo de heridas (bajo un turbante, por ejemplo}, todas las tiradas
Sociales reciben un + 2 a la dificultad debido al efecto inquietante que
causan sobre los que le rodean. Además, estas pequeñas heridas se abren
cuando el personaje se enfrenta a una derrota espiritual Siempre que e l
j u gador falle una tirada en la que ha arriesgado Convicción, las heridas
se abren y dejan manar sangre por su frente. Durante el resto de la
escena, o hasta que las heridas se cierren (lo que ocurra primero). el
personaje sufre un + 2 a la dificultad de todas las tiradas de visión
basadas en la Percepción. Si esto ocurre durante el combate, el personaje
sufre un -2 a su iniciativa durante el resto de la escena.
.
.
CJJlarcabo por (a [rua (2bepto)
Las muñecas (o su palmas en algunos caso ) y los tobillos del
inquisidor desarrollan unas cicatrices redondeadas. Estas cicatrices se
convierten en heridas abiertas siempre que la moral y la resolución del
inquisidor se vean en peligro .
Sistema: Siempre que el personaje falle una tirada relacionada con
su Virtud Superior primaria, las cuatro cicatrices se abren y comienzan a
sangrar con profusión A diferencia de otros Estigmas, este es extremada­
mente doloroso, por lo que el personaje no puede asir objetos o caminar
hasta que se cierren las heridas. Cada turno en el que el personaje intente
aguantar un objeto (incluso sostener una cruz} o se desplace más rápido
que un paso suave, el jugador debe efectuar una tirada de Resistencia +
Fe (dificultad 6). En caso de que falle esta tirada, el personaje pierde de
forma inmediata un nivel de salud (se considera que el daño es contunden­
te). El efecto persiste durante el resto de la escena o hasta que las heridas
se curen (lo que ocurra antes).
.
El inqu isidor desarrolla una serie de ampol las grotescas por todo el
cuerpo, haciendo que el desplazamientO y la ma nipulación de objetos se
convierta en una tarea agotadora y dolorosa. Estas ampollas no siguen
ninguna secuencia predeterminada, aunque los que desarroUan la Maldi­
ción suelen sufrirlas en las palmas de las manos y en las plantas de sus pies.
Algunas revientan y se convierten en heridas purulentas, mientras que
otras crecen hasta adquirir dimensiones dolorosas sin ofrecer la mínima
tregua a la incomodidad que causan.
Sistema: La presencia de esta colección de pústulas influye en la
agilidad del personaje, imponiendo una penali:ación de + 1 en todas las
tiradas de Destre:a relacionadas con el mo\'imiento rápido o la manipu­
lación cuidadosa. Además de ello, la Apariencia efectiva del personaje
decrece en uno en cualquier momento en que estas ampollas sean visibles.
�mpafabo por e[ �estíno (3uea)
2aotabo en e[ 3uícío (2cóHto)
redunda en pérdidas de niveles de salud adicionales.
Tras adquirir esta Maldición, la espalda del inquisidor se convierte
en un mosaico de marcas zigzagueantes, como si hubiera sido víctima de
una fustigación. Solo el hecho de dejar esta marcas al aire libre alivia a la
pobre alma del lacerante dolor que sufre.
Sistema: La agonía causada por las cicarrices distrae la atención del
personaje, imponiéndole un nivel constante de incomodidad. Cada ve: que
el personaje desee realizar un esfuerzo físico (como blandir una espada}, sufre
una penalización de -2 a su reserva de dados. El jugador puede realizar una
tirada de Re istencia (dificultad 7) para mitigar los efectos del dolor (cada
éxito reduce la penalización en !) . Esta tirada se aplica a todas las acciones
físicas que se realicen durante el resto de la escena .
Esta terrible Maldición, hace que el costado del inquisidor se abra (en
una imitación del empalamiento de Cristo) . Esta herida nunca se cierra y
sirve como recordatorio constante de los últimos instantes de jesús en la
cruz. Como ocurre con el resto de los Estigmas, esta herida sangra de forma
lenta pero continua, manchando la ropa del inquisidor y cualquier otra
cosa con la que entre en contacto con sangre diluida y acuosa.
Sistema: Unavezque esta Maldición está activa, el personaje cae al nivel
de salud de Herido mientras que en su costado se abre una herida profunda.
Esta pérdida es permanente y no puede curarse con ningún método físico. Las
arres místicas (incluyendo cierras Bendiciones) pueden restaurar los niveles de
salud perdidos, aunque la herida se reabre cada tarde a las rres en punto.
Aunque el flujo es constan te, la sangre posee una naturaleza mística que no
Q)ísítacíones
Las Hermanas de San Juan son famosas por sus misteriosas visiones
y trances. Se les considera como los oráculos y vide ntes de la Inquisición,
aunque muchos se preguntan si las Hermanas están expuestas a otras
visiones más perturbadoras. Muchos miembros ajenos a la orden conside­
ran que existe una relación causal entre Maldiciones y locura, y que la
adquisición de las enigmáticas Maldiciones las conduce de forma inexo­
rable hacia la inestabilidad mental. Aunque esta afirmación puede ser
cierta, no es exacta. De hecho, para las Hermanas de San Juan, la locura
es una vía de escape de los peores efectos de las aflicciones más temidas.
[oronabo por �spínas (2bepto)
2íbro be �el)e(acíones (2cóHto)
Al igual que le ocurrió a Cristo en la cru:, el inquisidor posee una serie
de pequei'ias heridas punzantes que van desde la frente hasta la nuca. Este
Cada noche, mientras el inquisidor duerme, una imagen del Juicio
Final llena su mente, eliminando cualquier rastro de paz de su descanso
nocturno. Solo su fuerza de voluntad puede conseguir que los efccros de
estas visiones no le afecten durante el día. A pesar de la naturaleza de la
visión, muchas hermanas consideran que estas visiones son el precio que
deben pagar por su rol en el conflicto final contra el Enemigo.
Sistema: Cada mañana al despertar, el personaje debe realizar una
tirada de Fuerza de Voluntad (dificulrad 6) para determinar lo bien que
descansó la noche anterior. Si falla esta tirada, el personaje recibe un
modificador a la dificultad de + 3 en todas las tiradas relacionadas con
cualquier Atributo Mental que se realicen durante el día. Cada éxito
obtenido en la tirada reduce la penalización en 1 (tres éxiros son suficien­
tes para que el inquisidor pueda seguir su vida de forma normal).
�( üca5o
El ocaso es ese momento del anochecer que marca la transición
entre el día y la noche. Es el insranre mágico que se halla entre el final
del duro trabajo diario y la entrada al mundo mágico que se halla más allá
de lo mundano. El Ocaso simboliza la interconexión de fuerzas que dan
poder a la imaginación. Las Hermanas de San Juan usan esta expresión
para hacer referencia al breve período de intranquilidad que tiene lugar
al anochecer. Para una Hermana, hallarse "en el ocaso" es sinónimo de
estar entre dos m undos, un mundo de luz que pierde poder y e
substituido por otro de espíritus y sombras.
Sistema: Durante el anochecer de cada día de su vida, en el
momento en que el sol se hunda bajo el horizonte, el inquisidor puede
quedar atrapado en el ocaso. El jugador debe realizar una tirada inme­
diata de Fuerza de Voluntad (dificultad 7 ) . Si tiene éxito, el personaje
entra en una especie de trance espiritual en la que su esencia mundana
se funde con la de los espíritus. Hasta que haya caído la noche por
completo (una hora más o menos), el personaje se encuentra ausente de
lo que le rodea, ya que se está concentrado en el mundo de los espíritus.
Tan solo el dafio físico le hará volver a la realidad.
Es importante recalcar que el Ocaso no es solo un estado mental, sino
un cambio de fase sobrenatural. Mientras sus sentidos vagan por el otro
mundo, el personaje puede mostrarse receptivo a las comunicacione de
los fantasmas. Puede verlos moverse, oír sus griros y comunicarse con ellos
(aunque a un nivel empático). Por desgracia, también los espíritus malva­
dos pueden verlo, y cualquiera que quiera hacerle daño puede hacerlo
mientras esté atrapado en este estado. Muchas Hermanas carecen de los
conocimientos necesarios para resistirse a estos ataques de forma activa.
De todas formas, muchas creen que la experiencia supera los riesgos
inherentes. Estas Hermanas ven el ocaso no como una Maldición, sino
como una bendición del más allá.
CJRafbícíón be( �5ctíba (2lbepto)
Esta curiosa Maldición conviene al inquisidor en un escriba compul­
sivo, una persona que cae en trances profundos que le hacen escribir
simbolos ininteligibles en las paredes, suelos e incluso en su propia piel (lo
que tenga a mano) hasta que los espíritus que la poseen dejan de
comunicarse a través de su cuerpo.
Sistema: Queda a discreción del arrador el lugar y el momento en
que el personaje entra en este trance, aunque como norma general, el
estado mental del inquisidor juega un papel crucial. Los estados emocio­
nales intensos suelen abrir la mente y el alma del personaje a la voluntad
de los espíritus cercanos más fácilmente que cuando se encuentra
desarrollando una actividad normal. En aquellos momentos en que la
mente está relajada o agitada, los espíritus tienen las mejores probabi­
lidades para establecer las conexiones má fuerte, con el huésped mortal
(un personaje sumido en el Ocaso tiene buenas probabilidades). En este
instante el Narrador puede pedir al jugador que realice una tirada de
Fuerza de Voluntad de dificultad variable (determinada por una combi­
nación de factores que deben tener en cuenta la fuer:a del espíritu
intruso). Añada una dificultad de + 2 a esta tirada (hasta un máximo de
1 O) si el personaje se encuentra en un estado Insensible. Si la tirada tiene
éxito, el personaje puede decidir detener en trance antes de que
comience, escudándose contra la llamada de los espíritus e impidiéndo­
les el acceso a su cuerpo. Si la tirada falla, entra en trance y comien•a a
escribir con cualquier material que tenga a mano. Aunque estos trances
no son demasiado largos (la mayoría de las veces), no hay forma de
detenerlos una vez que se han desencadenado, alvo la de derribar al
inquisidor o expulsar al espíritu residente.
Q)[o5o(a(ía (2lbepto)
Para algunas Hermanas, las conexiones que forjan con el mundo
espiritual quedan abiertas, como conversaciones que el oyente ha dejado
morir pero despiertan. En casos como estos, el inquisidor se convierte en
el transmisor de roda clase de mensajes del otro lado, siendo incapaz de
controlar la forma y el lugar donde se ve obligado a comunicarlos.
Sistema: Cuando el personaje se encuentre emocionalmente agita­
do, o cuando se encuentre en una wna en que los espíritus sean
especialmente activos, el Narrador puede hacer que el jugador realice una
tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad variable, ver Maldición del
Escriba) . Si el jugador falla esta tirada, el personaje comien•a a balbucear
en lenguas antiguas e indescifrables. El personaje pierde toda comciencia
de lo que le rodea durante el trance y muchos que contemplan esta escena
creen que se encuentra poseído (algo que no está demasiado alejado de la
realidad). Estos balbuceos sobrenaturales persisten hasta el final de la
escena o hasta que el personaje caiga inconsciente.
�íe3mo �5pírítua( C:Sue3)
Esta Maldición impone una pe ada carga en los inquisidores en todas
las relaciones que entablen con seres sobrenaturales, agotando sus reser·
vas espirituales con la intensidad de la comunión. Para aquellas hermanas
involucradas en la Lucha, este hechn puede significar una seria pérdida de
sus reservas físicas y mentales (pudiendo ocasionar la muerte).
Sistema: En cualquier instante en que el per onaje tenga relación
con un demonio, fantasma, espiritu o cualquier otra criatura sobrenatu­
ral, ya sea mediante una Bendición o a través de otra Maldición, el
jugador debe realizar una tirada de Devoción (dificultad 8) en la que el
fallo implica la pérdida de un punto de Fuer:a de Voluntad. Afortuna­
damente, esta tirada (y el gasto asociado) solo debe reali:arse una \·e: por
cada criatura con la que se encuentre el inquisidor. Además de lo
anterior, esta tirada solo debe hacerse si existe un contacto directo con
la abominación, debe tocarla o estar afectada por ella de alguna forma
(o vice\·ersa) en el transcurso del encuentro. Este ga�to dura una escena.
Si por casualidad se encontrara con otra abominación en la escena
siguiente, el jugador debería repetir la tirada. Y si por algún motivo no
pudiera gastar el punto de Fuerza de Voluntad, el personaje debería
entregar un trozo de su propia esencia vital para completar la conexión,
repercutiendo en la pérdida de un ni\·el de salud (�e considera que es
daño contundente, aunque no puede absorberse).
9to tengo tiempo para Ser SutiL
Los dosjóvenes, ríen y se revuelcan sobre la hierba, aunque deben entregarse a mí. Vuelo porencirna de
ellos; mis alas me provocan dolor, el hmnbre de mi interior aúlla para que devore sus almas.
Podría hacerlos míos y dejMios vivir. Ambos son lo suficientemente mayores como para que tomen sus
propias decisiones, e incluso si se ne�aran a ello, el chico está maduro (y presiento que b chica está
suficientemente cerca de ello) y posee plena consciencia de su alma. Sin embargo, carezco de b energía
necesaria para asumir una fcm11 a que no les horrorice. Comienzo a descender mientras la joven se pone
boc1 at-riba y deja que el chico levante su falda.
De pronto si�nto la necesidad de apresurarme.
Tengo muc:·utrabajo c_é ;·,:c.cer una vez me haya alimentado. Necesito encontrar otro huésped, ya que
tuve que s���;;·:tkm ,,,;
:: ;irn
cuerpo p�wa escapar de ese inquisidor maldito (Fray Giordano Nicola
d'Arzenb, no creas que te he olvidado. No pude hacerte frente en inferiorid�1d numérica, no estando
tan cerca el amanecer).
Incluso los demonios temen el acero de la espada. Incluso los demonios pueden morir.
Considero la posibilidad de esperar a que acaben, pero me decido por lo contmrio. El joven, encima de
la mujet; mueve su cadera hacia adelante y veo como el rostro de la joven cmnbia rnientms b sangre
virginal mancha su vestido. Ya no es una niña. En este momento su sangre cambia, su sabor cambia, su
propia alma cambia. Eljoven también cambia, aunque b transmutación no es tan pronunciada en el caso
de los hornbres. Los hombres no asumen ninguna Célt�a cuando participéln en un acto de amor por
primera vez, las mujeres sí lo hacen. Y recuerdan, recuerdan el dolot; el amor y la élr'loranza, los recuerdan
toda su vida. El prirner gmante de una mujer deja su impronta para siempre. La joven es af()ttunadr,, su
primer 8manb� es amable, aunque un poco torpe.
Su buena suerte no va a suponer ninguna diferencin.
Caigo en picado y alejo al joven del abrazo de su amada. Mis colmillos se hunden en su cráneo m
� tes de
que sea <?onscientede lo que ocurre. La mujer comienza agritat: lntentn rezat; pero no puede encontrar
bs palabms. Todavía sangra li,�eramente y puedo oler su olor; puedo sentirlo incluso mientras la esencia
vital del joven fluye por mi <�arganta. Hace tanto tiempo que no me he alimentado de una virgen. Si
fuera humano, la situación me excitaría. La sensación de hambre no es tan diferente, sensación que sí
puedo sentir.
Dejo caer el cadáver del joven y me limpio su preciosa sangre de mi boca. Mañana alguien encontrará
sus cuerpos (espero que sea el propio fray Giord8no en su regreso hacia Compostela, el bastardo
engreído ¿Peregrinos? Desconocen la verdad).
Me incorporo mientms la mujer sigue chillnndo. Me pregunto cómo nlteraría este hecho a sus percep­
ciones futuras de amor y lujlwia si la dejara vivir.
La respuesta no importa demasiado, pues no vivirá.
cRpícaco sera:
NRRRJ�CION
,
Si toda la Tierra fuera papel y el mar tinta, no habría cantidad suficiente para
que pudiera poner por escrito todo lo que siente mi pobre corazón.
-John Lily
También esperamos que tú estés replero de ideas. Habiendo llegado casi al final de Edad Oscura:
Inquisidor, estás casi preparado para iniciar junto a rus jugadores un camino que os llevará hasta las catacumbas,
los palacios y lo:; valles ocu ltos de la Europa medieval. Armados con espadas y cruces, Bendiciones y Convicc ión
(y azotados por visiones de pesadilla, intolerancia fanática, un corazón insensible y dudas heréticas), sus
personajes están preparados para liderar la confrontación contra los Cainitas y otros demonios, explorando las
profundidades de terror que se esconden tras la noche. Reunidos en una mesa, con las hojas de personaje y los
dados a punto, y una pizza en camino, lo:; jugadores te miran con ojos expectantes ...
<Y ahora qué?
Este capítulo ayuda a responde r a esra pregunta. Contiene consejos para el Narrador sobre como crear
nuevas historias centradas en la Inquisición y provee herramientas para ayudarte a crear tramas excitantes.
Comienza con un enfoque general sobre los papeles del 1arrador y los jugadores, desplazándose hacia temas y
técnicas útiles para construir una crónica y el arte de narrar un juego de terror a escala humana. Para finalizar,
contiene tres ideas que pueden servir de ejemplos para dar el pistoletazo de salida a tus crónicas.
Utiliza estas herramientas con sabiduría, ya que de esta forma podrás dar a t�s jugadores las herramientas
necesarias para crear una crónica que no solo sea entretenida, sino que pueda ser recordada con añoranza una
vez que haya finalizado.
�íerra firme
Todas las estructuras estables necesitan unos cimientos sólidos, y lo mismo puede aplicarse al caso de una
crónica de Edad Oscura: Inquisidor. Los Narradores deberían reflexionar sobre las funciones básicas del Narrador,
de sus jugadores y de todas esas cosas que hacen que la creación Je una historia
compartida sea un hecho especial y no una sarta Je tiradas de dados.
(t[ :Jlarrabor
El Narrador posee una serie de papeles clave en el juego. Mientras que
los jugadores solo deben tener en cuenta sus personajes, el Narrador debe
cuidar de todo el mundo que les rodea. Al principio puede parecer una tarea
ingente (asumir el papel de los cinco sentidos de los personajes, el intérprete
de la realidad física de la crónica y la voz de cualquier ser con el que se
encuentren), aunque si se rompe en sus partes constitutivas, el desafío se
convierte en algo menos terrorífico y más excitante.
Dar vida a cualquier ser con que los personajes se encuentren en la
crónica es una de las grandes recompensas de la narración. Cambia tu voz,
utiliza una frase propia, o acuña un gesto característico (un solo cambio suele
ser suficiente) y podrás dotar cualquier encuentro de realidad y profundidad,
desde el minero del pueblo hasta el antiguo Lasombra. Esta es la parte donde
la narración ofrece más recompensas al Narrador, el momento en que puede
participar en la historia de forma directa y unirse al juego. Los diálogos entre
el grupo de personajes y los personajes del Narrador contribuyen a que los
jugadores se sumerjan en la historia y les ayuda a ver a los personajes con los
que interactúan como seres independientes en vez de como "personajes del
Narrador". Si estos personajes pueden contagiar un sentimiento de realidad
a los jugadores, cualquier cosa que les ocurra podrá generar una respuesta y
contribuir a motivarlos (algo que como Narrador deseas que ocurra).
El Narrador también es la ventana de los jugadores al mundo de la
crónica. Describe lo que ven, huelen y tocan: el olor del moho en una pared
de la iglesia, de un cadáver putrefacto o el chisporroteo de las llamas de las
antorchas que lo iluminan. Es la responsabilidad del Narrador comunicar
esta información a los jugadores de tal forma que puedan sumergirse en el
mundo que les rodea. En Edad Oscura: Inquisidor, el Narrador debe
describir el mundo en que viven los personajes manteniendo la sensación
de misterio que debe estar presente en la noche medieval.
En cierto sentido, el Narrador es omnipotente, ya que determina las
leyes físicas y metafísicas del mundo de los personajes. iEI fuego destruirá a los
vampiros de forma inmediata o dependerá de una tirada de dados modificada
por las habilidades de los personajes ? iSon las visiones de las Hermanas de San
Juan un producto de la Visión Sagrada o el preludio de la locura? Al establecer
las reglas, el Narrador decide qué es "real". Lo mismo ocurre con las reglas que
se establezcan durante el juego. El Narrador debe ser consistente y justo en sus
decisiones, ya que puede hacer que los jugadores crean que carece de interés
de crear una crónica en torno a sus personajes.
Para finalizar, el Narrador debe ser autor y arquitecto. Ha de dirigir el
transcurso de la crónica y crear las tramas de los personajes que controla,
sus motivaciones y sus miedos. El Narrador construye la secuencia de
eventos de la crónica y define su meta a largo plazo. Puede que en algún
momento se sienta impulsaJo a obligar a que los jugadores se amolden a su
trama, aunque debería resistir la tentación. Si los jugadores idean un
método brillante para destruir al Matusalén Baali que el Narrador no ha
tenido en cuenta, deja que funcione. Si obligas a tus jugadores a que se
muevan por una senda predeterminada, puedes hacer que se sientan
insignificantes (cuando ellos deben ser la parte importante de la historia).
Para resumir, además de definir la dirección global de la crónica, el
Narrador debe desarrollar el sentido del equilibrio necesario para poder relatar
los hechos necesarios permitiendo que los jugadores participen en ellos. Si pones
en práctica los consejos de este capítulo, habrás iniciado tu camino con buen pie.
(t[ grupo
Escucha lo que te dicen, tenlos en cuenta cuando diseñes una crónica.
Al final, el propósito de una sesión de Edad Oscura: Inquisidor es que todo
el mundo se divierta participando en una historia memurable. Si todo lo que
hacen los jugadores es tomar parte en tu gran drama sin contribuciones
propias, decidirán que hubiera sido mejor quedarse en casa y ver una
película. Los jugadores se reúnen para poder satisfacer sus necesidades, ya
sean explorar un lugar terrorífico, resolver enigmas o disfrutar tomando
parte en la creación de una historia excitante. Parte de tu trabajo consiste
en reconocer estas necesidades y satisfacerlas (al menos parcialmente).
Sin embargo, darles todo lo que piden podría hacer que las cosas fueran
demasiado fáciles. Las crónicas que carecen de desafíos son aburridas y si los
personajes no se enfrentan al riesgo de la derrota, su victoria carece de
sentido. iQué hubiera pasado si el líder de la Curia Escarlata se hubiera
rendido sin luchar y hubiera entregado los nombres de todos los vampiros
a Roma? El juego se volverá aburrido y el Narrador deberá incrementar la
recompensa para mantener el interés de los jugadores. Esta situación no
podrá durar eternamente, ya que los jugadores perderán el interés tras haber
derrotado a su quincuagésimo Matusalén y querrán jugar a otra cosa.
Por este motivo te aconsejamos que les des lo que piden, pero haz que
trabajen para conseguirlo. Recuerda, los enemigos de la Inquisición hacen todo
lo posible por evitar la estaca o la pira. Los herejes mortales mienten, se rebelan
o huyen mientras que los Cainitas y sus ghouls hacen todo lo posible para
continuar existiendo. Aprovechan cualquier oportunidad que se les ofrece para
perjudicar a los inquisidores. Usan chantaje, seducción, corrupción, influencia
política y violencia física para derrotar a los personajes. Utiliza todos los
obstáculos posibles para detener al grupo (aunque estos obstáculos no han de ser
insuperables). Aquellos inquisidores neófitos que se enfrentan a un vampiro
antiguo deberían tener pocas probabilidades de éxito. Debes encontrar el punto
intermedio entre el desafío y los premios para conseguir la mejor recompensa que
un Narrador puede esperar: un grupo ansioso por volver a jugar.
Un relato bíen narrabo
En una crónica de Edad Oscura: Inquisidor, el Narrador y el grupo de
jugadores se reúnen para crear una historia. ComoNarrador, puedes incorpo­
rar una serie de temas y símbolos universales para dotarla de profundidad y
textura. Selecciona los dramas de la vida cotidiana y utilízalos para incremen­
tar la credibilidad de tus tramas y personajes. El cátaro que la inquisición está
interrogando en el pueblo podría no ser otra cosa que un escudero que
confiesa y es ejecutado, o podrías dedicar cierto tiempo para pensar qué le
llevó a transformarse en hereje. iEstaba disgustado por la corrupción de los
sacerdotes locales? iAcaso uno de ellos mostró lujuria por su mujer? iO acaso
fue la fe el factor que motivó su vinculación a la herejía? El ejecutivo moderno
que engaña a los accionistas y roba a la compañía puede servir como modelo
para un obispo que utiliza su puesto para enriquecerse. Utiliza lo que ves a tu
alrededor y darás a tus jugadores algo a lo que engancharse, algo que les ayuda
a comprenJer el extraño munJo que les estás mostrando.
Aprovecha las tramas inmortales de la mitología y los grandes dramas.
Estas historias han perJuraJo hasta nuestros oías porque ilustran remas que
todos sabemos (o queremos creer) que son ciertos. La vergüenza de Edipo, el
amor más allá de la muerte que lsis sentía por Osiris, la ceguera a la predicción
del desastre que hizo que los troyanos ignoraran a Casandra, la ambición
desmedida de Lady Macbeth, estos y otros temas míticos están a tu disposición,
utilízalos para dar substancia a tus crónicas. iAcaso el superior del personaje de
la Orden de San Teodosio es víctima de un orgullo que le empuja a sumergirse
en secretos oscuros con la esperanza de detener a los hombres lobo? iEI príncipe
de Ancona es presa de unos celos dignos de Orelo y piensa que su amante ha sido
seducido por un sacerdote de la Herejía Cainita? iEstá dispuesto a arriesgarse a
contactar con la Inquisición para exponer a sus enemigos y recuperar el objeto
de su deseo? El uso de temas clásicos provenientes de relatos míticos puede
convertir tu crónica en algo memorable.
[róníca
El diseño de una crónica de Edad Oscura: Inquisidor puede parecer
a primera vista una tarea ingente. iPor dónde empezar? /Hasta dónde debes
detallar? iSe trata de una crónica relacionada con grandes tramas que
transcurren a lo largo de varios años o cubren los sucesos acontecidos en una
baronía durante la Navidad? iLos personajes dedicarán sus esfuerzos a
erradicar la amenaza demoníaca o también deberán enfrentarse a proble­
mas más mundanos? iQué harás para mantener el ambiente de la historia
durante varias sesiones? El hecho de pensar en todas estas preguntas puede
marear a más de un Narrador. El material que incluimos a continuación
fracciona la tarea de crear una crónica en trozos más digeribles e incluye
consejos para ayudarte a recorrer el camino correcto.
c,prímeras consíberacíones
Antes de que cojas papel y lápiz o pongas tus dedos sobre el teclado,
antes de decidir si el conde Vorlaches un hombre lobo o si el tema principal
de tu crónica girará en torno de la fe religiosa, debes tener en cuenta ciertos
aspectos básicos. Encárgate de ellos antes de entrar en de ralles y el resto
de las rareas serán mucho más sencillas.
.Pab(a con (os jugabores
Las crónicas medievales tratan de remas que pueden generar reacciones
intensas en los jugadores: religión, racismo, sexualidad, historia y política.
Todos estos temas pueden herir su sensibilidad. Piensa en ideas queridas y en
como reaccionarías si fueran puestas en duda o alguien hiciera un comentario
irónico sobre ellas. <Alguien hizo un chiste de mal gusto sobre los homosexua­
les sin saber que uno de tus familiares más querido era homosexual? iTe pusiste
a la defensiva? iO acaso fuiste tú el que conrasre un chiste de italianos
desconociendo que una de las mujeres que te escuchaban tenía ascendencia
italiana? iAcaso su reacción desmedida te irritó?
Al centrar la crónica en mortales, así como en sus creencias y sus
instituciones Edad Oscura: Inquisidor posee el potencial de tratar temas
sensibles. Por su naturaleza como juego narrativo de terror, está relacionado
con la corrupción, la banalidad y los secretos oscuros de ideales en los que
creemos. Para poder tener éxito al inspirar horror en los jugadores, debe
corromper algo en lo que crean. La investigación de un rumor sobre un culto
de herejes en Marsella puede hacer que un Murnau descubra que los nifios
de la calle son violados como parte del rito de iniciación al culto. iQué
pasaría si uno de los jugadores hubiera sido víctima de abusos durante la
infancia? Un Caballero de Acre que asiste a una misa en Zurich descubre que
el cáliz está lleno con sangre y que el sacerdote predica que Cristo era un
vampiro. iQué pasaría si el jugador en cuestión fuera un católico devoro�
Una crónica de horror necesita la colaboración y el consentimiento
de todos los jugadores para que pueda funcionar. Charla con ellos anres de
diseiiar la historia. Descubre cuales son sus límites. A algunos no les
importará, están aquí para explorar las fronteras de la oscuridad, para
sentir la adrenalina cuando deban enfrentarse contra algo peligroso o
malvado. Los detalles incrementan sus sensaciones, ya que el recurso
dramático les da la oportunidad para luchar contra él o sentirse tentados.
Con jugadores como esros, es probable que puedas utilizar elementos de
horror gráfico en la crónica.
Con otros, sin embargo, quizá la mayoría, e xisten líneas que no debes
cruzar. Para esta gente, la mejor clase de horror es la que se da por supuesto.
Las sombras en la pared mientras Be!a Lugosi desuella vivo a Boris Karloff
en El Gato Negro son suficientes para ellos, no necesitan contemplar la
vivisección real. Este es el motivo por el que el Narrador debe hablar con
los jugadores, para averiguar sus niveles de comodidad, los temas que debe
tocar de forma indirecta o no tocar en absoluto. Esta charla puede servir
para evitar más de una tarde desastrosa.
Existe otro motivo para hablar con tus jugadores. Puede que tengas
en mente una crónica relacionada con una larga y sutil investigación de
un culro diabólico centrada en España. El combate será raro, ya que
predominarán las negociaciones y las pruebas de fe religiosa. El día en que
el juego comienza te encuentras con los personajes por primera vez: tus
jugadores han creado máquinas de combate preparadas para empalar
cualquier cosa que se mueva.
Malo.
Tómare el tiempo necesario para averiguar la clase de crónica que
esperan tus jugadores. iQué clase de personajes y qué tramas prefieren?
Asegúrate de aiiadir estos elementos a ru crónica. Si aún deseas explorar
los remas que tenías en mente, sugiere cambios en los personajes para que
no estén fuera de lugar. Una entrevista con los jugadores te ayudará a
diseñar una crónica al gusto de todos: tanto para ti como para el grupo.
arcance: 2ugar, tíempo y pobet
Antes de comenzar la crónica, necesitas definir su alcance. iEn qué zona
geográfica se desarrollará? /Cuánto tiempo pasará hasta que llegue a su
desenlace, si es que lo hace? i Los personajes deberán enfrentarse con seres de
poder mediocre (ghouls, herejes y Cainitas débiles) o formarán parte de los
miembros más poderosos de sus órdenes y deberán arrapar a un Matusalén
Lasombra en su madriguera� Las respuestas a estas preguntas dependen
enteramente del Narrador, por lo que deberías ser capaz de responderlas antes
de comenzar a trabajar. Cada opción posee sus beneficios y sus rasgos únicos .
Si re stringes tu crónica a una pequeña zona geográfica podrás diseñar
el escenario con más detalle, personalizando a cada uno de los habitantes,
tanto morrales como sobrenaturales y aprovechando la ventaja de la
historia y las leyendas. Los jugadores se interesarán en el escenario debtdo
al hecho de que sus personajes están unidos a él. El t arrador es capaz de
establecer una intrincada red de relaciones y los jugadores tendrán la
ocasión de conocer esta esquina de la Europa medieval con gran detalle.
En esta clase de crónicas, la iglesia local resulta un lugar más apropiado que
la gran catedral, mientras que la casa en la que mora una familia noble
arruinada da más juego que un gran palacio sembrado de monstruos.
Por otro lado, las crónicas de gran altura incrementan su dramatismo
gracias a la variedad de escenarios en que se desarrollan. Una historia que
traslada a los personajes desde las calles aromatizadas por especia de
Jerusalén hasta las tierras altas de Escocia en busca del Santo Grial es
memorable debido a la gran variedad de imágenes que conjura. Estos
lugares son apropiados para crónicas que tratan remas o tramas ambicio­
sas, ya que el Narrador debe perfilar cada lugar con trazos poco definidos.
Cualquier rema épico, desde la recuperación de una reliquia sagrada hasta
la redención del alma de la Iglesia mediante el desenmascaramiento de la
Herejía Cainita, es apropiado para estos escenarios.
El Narrador también debería rener en cuenta la escala temporal de su
crónica. Una historia centrada en una estación o en varios años funciona bien
en una crónica que se desarrolla en una zona limitada, ya que la delimitación
de lugar y tiempo incrementa la tensión con rapidez. Como ocurre en toda
historia corta, las tramas laterales y las distracciones se reducen al mínimo y el
relaro alcanza su clímax en poco tiempo. Las crónicas limitada�·a- un corto
espacio de tiempo deberían carecer de distracciones, aunque las que abarcan
un período de algunos at1os deberían poseer algunas para incrementar la
variedad y la complejidad. El desenlace debería ayudar a atar cabos sueltos y
dar lugar a un resultado definitivo, ya sea éxito o fracaso.
Las crónicas con final abierto carecen de un destino preestablecido.
Se amoldan a la evolución de los personajes, sus éxitos y sus fracasos, sus
victorias y sus tragedias, a lo largo de años o décadas. Aunque los
personajes pueden cumplir objetivos importantes (o fracasar en ellos), el
juego no tiene final. Los nuevos personajes reemplazan a aquellos que han
muerto o se han retirado, mientras que enemigos más poderosos llenan los
huecos dejados por los que han sido derrotados. Aunque una crónica con
final abierto permite el desarrollo de reacciones complejas, tramas y
relatos secundarios, un Narrador sabio tendrá siempre un clímax a mano
para evitar que el juego desencadene en aburrimiento y "más de lo mismo".
El alcance del poder merece una consideración especial enEdad Oscura:
Inquisidor. Es probable que los Narradores con poca experiencia estén
ansiosos por lanzar los monstruos mayores y más aterradores contra los
personajes por el simple hecho de que son los más interesantes. Recuerda que
a pesar de sus poderes sagrados, a pesar de su Fe Verdadera y de su Convicción,
los personajes son unos simples mortales en un mundo repleto de depredadores.
Haz que el poder de los enemigos vaya evolucionando de tal forma que al
principio creen desafíos difíciles de superar, pero no insuperables. Confonne
los inquisidores se sientan más cómodos en su papel, aumenta el poder.
�nfoque
Deja a un lado todas las ideas de ru crónica. Olvida las tramas y las
intrigas, ignora las cuestiones referentes a alcance, no pienses siquiera en
cómo diseñarías al cardenal ghoul. Pregúntate: iDe qué trata la crónica?
iCuál es su enfoque? No se trata de cazar a las criaturas de la noche, ni
versa sobre historias ocu ltas relacionadas con la corrupción en Roma. El
enfoque de la crónica no es a lgo que puedas crear.
El enfoque consiste en la gente, tanto imaginaria como real.
La crónica que diserias y compartes con tus jugadores (y en la que
ellos par ticipan) versa sobre ellos y sus personajes, todo lo demás es
secundario. El punto fuerte de la historia debería centrarse en los perso­
najes. Cuando el príncipe Cainita de León se siente amenazado por los
personajes, sus reacciones deberían influenciar en ellos y poner de mani­
fiesto su posición central. Las historias deberían aprovechar sus fortalezas
y debilidades, así como los ganchos de sus Trasfondos. No les conviertas
en simples observadores de las hazañas de los personajes del Narrador: si
el Conde de Champagne convoca un juicio para dilucidar casos de
brujería, ha: que los personajes participen de forma activa en él. Si todo
lo que los personajes hacen es observar como el resto hace cosas interesan­
tes mientras se encargan de los caballos, la crónica no será longeva.
Los jugadores y sus personajes son el centro del juego. Los personajes
ocupan el centro del escenario de la Eu ropa Medieval mientras que los
jugadores son el centro de la sala de juegos . Aunque tu cargo es el de
"Narrador", no intentes arrebatarle protagonismo y no dejes que tu
personajes eclipsen a los suyos. Aunque hayas creado un poderoso perso­
naje Murnau que es importante para la historia, no dejes que haga creer
a los jugadores que sus personajes son superfluos, déj ales realizar propues­
tas y ponerlas en práctica. No hagas que tus personajes sean tan poderosos
y competentes que hagan que los jugadores comiencen a preguntarse por
el papel de sus per onajes. Comparte el escenario con rus jugadores,
aprende a dejar a tus personajes en segundo plano y tu crónica prosperará.
de peligros mucho peores que la herejía y los sacerdote> pecaminosos.
Cuando la Herejía Cainita corrompe una diócesis, la Inquisición en la
sombra debe suprimir el conocimiento de la verdad. Cuando los conflictos
entre los magos de las Casas Herméticas salen a la luz y corrompen almas
que solo pertenecen a Dios, lo inquisidores no solo deben proteger a los
inocentes, sino que deben hacer todo lo posible para de truir la amena:a.
Existe un precio que hay que pagar por ser una especie de héroe de
acción medieval. Como parte de una orden, los inq uisidores poseen
deberes y responsabilidades que les obligan a poner en peligro sus vidas y
sus almas para defender a la Iglesia y su rebm'to, perdiéndolo todo si es
necesario. Los Caballeros de Acre pueden morir defendiendo una capilla
de los hombres lobo o las Hermanas de San Juan pueden volverse locas
buscando la respuesta a misterios que se ocultan tras una capi lla de la
Herejía Cainita. Incluso si las probabilidades son desastrosas, su deber está
claro: deben proteger y defender sin importar el coste.
Las crónicas centradas en el tema del defensor enfrentan a los
personajes con situaciones en las que cumplir con su cometido tiene un
precio y en las que deben sacrificarse para proteger al prójimo. Al igual que
ocurre con la policía de nuestra época, sus método; pueden llevarles a ser
odiados por los que protegen. i Por qué ocurre esro? Piensa en los enemigos
a los que debe enfrentarse la Inquisición: vampiros, hombres lobo, hechi­
ceros, hadas y demonios (y sus aliados morrales). Un inquisidor puede
convencerse de que debe utilizar métodos implacable contra enemigos
implacables: juicios secretos, convertir a amigos íntimos en espías y en
caso extremo, ejecuciones sumarias. Aunque la amena:a del Enemigo
podría j us tificar estas medidas, personas inocentes podrían llegar a des­
confiar de los inquisidores por temor a verse envueltas en la trama. Los
inquisidores puede n cometer errores cegados por su celo por la obra de
Dios y endurecer sus corazones hacia los hijos de Dios.
2a e[ección be[ �íab[o
Si deseamos que las historias que narramos sean algo más que una
serie de encuentros carentes de significado, debemos usar algo que les dé
sentido, algo parecido a la salsa que da sabor a un plato. Un rema es un
aspecto genérico, una idea específica que permanece omnipresente en la
crónica. Esta idea otorga un sentido de unidad a cualquier suceso. Los
temas funcionan mejor cuando se usan de forma sutil y dejando que los
jugadores descubran su significado y extraigan sus propias conclusiones.
Una de las ventajas de los Lemas es que permiLen mantener cierto control
sobre la crónica y su dirección sin recurrir a la dictadura.
Los temas no son difíciles de imaginar. Simplemente debes mirar al
mundo que te rodea y preguntarte por la idea común que puede existir en
distintos sucesos. La mente medieval veía pautas en cualquier cosa, incluso en
lo que hoy en día definiríamos corno azar. Puede utilizar este hecho para dotar
tus crónicas de significado y consistencia. Muchos de los temas apropiados en
otros juegos deEdad Oscura son adecuados paraEdad Oscura: Inquisidor. i El
poder lleva a la corrupción? iCuando el poder te aparra del resto de los
mortales, continúas siendo humano o comienzas a ver a tus ex-compañeros
como ganado? iLa fe puede servir para alejarse de la tentación?
Existen miles de temas que pueden usarse enEdad Oscura: Inquisidor,
aunque existe un pui'iado que son especialmente adecuados. Échales un
vistazo y úsalos como mejor Le convenga para crear una narraciún compleja.
Cualquie r acto de nuestra v ida implica una elección. Somos tes Ligos
de un robo callejero : i lntervenimos o seguimos andando? El semáforo se
pone en ámbar cuando nos acercamos al cruce: !Frenarnos o aceleramos
para pasar, arriesgándonos a un accidente? Esta abundancia de decisiones
hace que la elección sea una herramienta apropiada para el Narrador.
Los inqu isidores se enfrentan a la necesidad de elegir en cada
momento de su vida, aunque sus elecciones son más importante debido
al poder que poseen. Un inquisidor puede presentar cargo en una corte
eclesiástica contra cualquiera si cree que las pruebas son concluyente ,
arruinando vidas incluso si el acusado es declarado inocente. iCómo
usaran los personajes sus opciones? iUtili:arán su poder de forma respon­
sable y comedida o abusarán de él, arriesgándose a asumir un papel que
pertenece a Dios1 iQué elecciones realizan en sus relaciones con la Iglesia
y con sus compaf'ieros de la Inquisición? iCooperan de forma entusiasta,
a u miendo su incomod idad por el bien común, o se rebelan contra lo que
consideran como un abuso de poder1 Cuando se encuentran con un
vampiro cristiano, iqué elecciones toman?
El papel especial de l inqu isidor evoca una clccciún c;,pccial : La
"elección del Diablo", donde no existe ninguna alternativa deseable pero
en la que se Jebe elegir una opción. Una crónica que se desarrolle
alrededor de esta elección enfrentará a los inquisidores con la posibilidad
de destruir algo querido para conseguir un bien mayor. El exterminio de
una parroquial local de dualistas adoradores de un vampiro podría dejar
huérfanos un gran número de niños inocentes. El rc:.cate de una reliquia
de manos de un T:imisce podría implicar condenar a un pueblo a la
destrucción cuando los Monstruos se venguen de este acto. Deja que los
jugadores elijan y afronten las consecuencias.
�efensores be [a fe y [os fíe[es
[onfían3a y traícíón
�ema
Murnau, Ojos de Dios, Hermanos Rojos, Hermanas de San Juan y
Caballeros de Acre; cinco órdenes diferentes bajo el manto de la Inquisi­
ción en la sombra. Son los ejércitos secretos que defienden a la cristiandad
La confianza es un tema muy poderoso, así como el contrapunto de
la traición. Piensa en tu vida diaria y en la gente en la que confías: la oficina
de correos entrega rus cartas a tiempo, el doctor hace un diagnóstico
adecuado y el sacerdote mantiene el secreto de confesión. Ahora piensa
en la confian:a que tú comunicas y dale la vuelta iQué ocurre cuando se
conviene en traición? iCuáles son ws actos y tus sentimientos cuando
descubres que tu amame ha sido infiel o que un compañero en que
confiabas pregona el odio que sientes por tu jefe?
Los inquisidores se relacionan con la confianza a todos los niveles.
Incluso ellos necesitan alguien en que confiar. Saben demasiadas cosas sobre
la corrupción que devora Europa y este hecho pesa como una losa en sus
almas, pero ipueden confiar en sus confesores? Los personajes pueden cre ar
informes para sus superiores, pero ipueden estar seguros de que el funciona­
rio de Roma que manipula la infom1ación no estú aliado con el Enemigo?
Incluso el resto de personajes pueden ser objeto de confianz a y traición. La
confianza es una vía de doble sentido, y l os que rodean al personaje también
pueden sentirse preocupados por la posibilidad de traición.
Las crónicas que se centran en el tema de la confian:a y la traición
ponen énfasis en las relaciones entre los personajes y sus redes de con tactos
en el mundo de la crónica. Enfréntalos a situaciones en las que deban
ponerse en peligro confiando en otros, o haya alguien que se ponga en el
punto de mira al confiar en el personaje. Cuando el personaje del Narrador
cometa un acto de traición, asegúrate de que exista un motivo para ello,
de tal forma que la pérdida de confianza sea más pungente. o olvides la
deliciosa incertidumbre que aparece cuando se desconoce si alguien te
traicionará. Esta tensión debería ser un tema presente en toda la crónica.
Los inqu isidores no viven en nuestro mundo moderno. Cielo e
1nfierno, Dios y Diablo, demonios y ángeles; todas estas cosas son reales
para un habitante europeo del siglo XIII. I ncluso si alguien no es testigo
de experiencias directas, está convencido de su existencia. Los morrales
europeos confían en que Dios les protegerá contra las criaturas del
Infierno. Para los inquisidores y ciertos individuos santos, la fe puede
convertirse en una fuerza que les otorgue una prueba tangible de la
existencia del Cielo al derrotar a los sirvientes del Diablo.
Una crónica centrada en el tema de la fe la pondrá a prueba a la menor
oportunidad. Los inquisidores deberían ver y oír cosas que pongan a prueba
sus creencias y les hagan dudar. iEl sacerdote local ha cometido incesto con
su sobrina? iLos cátaros parecen más cristianos que cualquier clérigo
católico de la :ona? iHan obrado milagros que solo pueden circunscribirse
a una intervención divina? /Hasta dónde puede un inquisidor dar crédiro a
los preceptos de la fe cuando lo que le rodea contribuye a confundirle?
Lo remas de fe son útiles en crónicas relacionadas con cualquier
orden inquisitorial. Un Caballero de Acre puede tener que enfrentarse a
un gran número de enemigos en solitario, mientras que u n Murnau puede
dudar de que él, como portador de sangre mancillada, tenga esperanza de
salvarse. Un Hermano Rojo puede encontrarse que las nuevas revelado·
nes socavan su fe en la verdad de los Evangelios, mientras que una
Hermana de San Juan puede preguntarse por qué si Dios es amable le envía
esas horribles visiones. Incluso un miembro del Oculi Dei puede ver como
su fe se pone a prueba por las horribles cosas que debe contemplar, sucesos
que Dios permite que existan.
La pruebas de fe deberían ser sutiles. Después de todo, nos condenamos
por la acumulaci6n de pequeños pecados. Las palabras susurradas por un
contacto sombrío que afirma conocer verdades ocultas pueden ser tan efecti·
vas como ver un grupo de obispos romando parte en el Penteco tés Rojo.
<Separación
Los inquisidores son una ra:a aparte. Aquellos a los que deben
proteger se resienten de su presencia por las preguntas que hacen, les
temen por el poder que poseen y les odian por su capacidad para condenar
basándose en pruebas secretas (o en ninguna en absoluro). Aunque
forman parte de la sociedad europea, viven alienados. Los rumores afirman
que tratan con monstruos y que ponen e n riesgo su ;1lma aprendiendo
conocimientos infernales, hecho que hace que hasta sus familias los
desprecien. Están en guerra contra los esclavos del Enemigo, pero son
tratados con recelo por los suyos (incluso por la Iglesia a la que sirven).
iQué efecto tiene rodo esto sobre el inquisidor? Un cardenal puede
marcharse a casa con su familia, pero iqué familia dará la bienvenida a un
Hermano Rojo, un ser cuyos estudio están repletos de blasfemias? Las
crónicas que pongan énfasis en el tema de la separación deben aprovechar
estos sentimie ntos. Los miembros de la Inquisición no suelen ser tolerados
en ninguna parte, por lo que la interacción con personajes del Narrador
ajenos a la organización debería reflejar este hecho. iCómo reacciona el
inquisidor al ver el miedo en los ojos de sus propios familiares? iCon
resentimiento? Después de todo, es tá haciendo el trabajo de Dios y
arriesga su vida y su alma. iCómo pod rá conseguir romper la barrera del
miedo que le separa del resto de los católicos? iAcaso interiorizará estos
sentimientos, aceptando su naturaleza y uniéndose con el resto de
inqu isidores, pensando que es superior a los simples mortales?
2lmbíente
Mientras que el tema provee de sentido interno a tu crónica, el
ambiente es la personalidad que muestra al mundo exterior. De igual forma
que la elección de ropas y joyería revela la personalidad del portador, el
ambiente no solo refleja el tema, sino que lo hace de una forma determinada.
Una crónica que ilustre los temas de confian:a y amistad en una atmósfera
de peligro físico tendrá un entorno muy distinto al de otra que los enmascare
en un ambiente de espiritualidad. Aunque los temas suelen permanecer
constantes a lo largo de la crónica, el ambiente puede variar tantas veces
como el Narrador desee. Se trata de una herramienta útil para el Narrador,
ya que le ayuda a introducir a los jugadores en una escena sin que deba
explicarles cómo deben comportarse sus personajes. El hecho de modificar
el ambiente también ayuda a refrescar la crónica, dándole una sensac ión de
evolución en la que la acción puede seguir a la investigación o usando el
humor negro como contrapunto a un encuentro letal. A pesar de todo, te
aconsejamos que no cambies el ambiente con demasiada frecuencia, ya que
impedirás que los jugadores se sientan cómodos con la hisroria.
El mejor ambiente es el que se define de forma indirecta. Alude a él
en las conversaciones de los personajes del larrador o en la descripción
de una escena. No describas a los jugadores lo que sienten sus personajes,
deja que lleguen a sus propias conclusiones a partir de las pistas. En vez de
contarles: "La iglesia está en ruinas, hecho que hace que vuestros perso·
najes se depriman", diles "las brechas se abren en el tejado como agujeros
en carne pútrida, permitiendo que la lluvia empape y pudra lo que amaño
fue la casa de Dios". No necesitarán demasiado tiempo para contagiarse
del ambiente triste que les rodea. A continuación incluimos alg1,1nos
ambientes para que puedas incorporarlos a tu bolsa de recursos.
2lccíón besenftenaba
Saltas de tejado en tejado bajo la densa lluvia con la esperanza de que
las tejas no se suelten antes de que puedas atrapar al monstruo; espadas
desenvainadas resuenan en un enfrentamiento en el palacio Laterano para
mantener al Papa a salvo; un asalto arriesgado contra el castillo de un
conde Tremere intenta detener un ritual antes de que libere a una criatura
deforme en los valles que le rodean ... Todos estos ambientes pertenecen
al grupo de acción desenfrenada. La acción y el peligro inmediato hacen
que la sangre fluya con rapide: por las venas, que la adrenalina alcance los
niveles que muchos jugadores buscan en un juego de rol. Si los jugadores
se encuentran distraídos o no saben lo que hacer, una escena de acción es
la mejor forma de atraer su atención.
Esta clase de acción funciona mejor con moderación, como clímax
a una trama de la crónica. Si la crónica no es nada más que una
interminable serie de escenas de acción, es probable que los jugadores
acaben quemados. También debes tener en cuenta que un exceso de
acci6n transmuta la naturaleza de Edad Oscura: Inquisidor de un juego
de terror a uno de aventuras de acci<Ín smonado por magos, hombres lobo
y vampiro> . Si deseas usar este ambiente de la mejor forma posible,
guardado para aquellos momentos en que puedas utilizarlo como contra­
punto al ambiente estándar.
Un ambiente de acción desenfrenada resulta apropiado para
inquisidores de la Casa de Murnau y Caballeros de Acre, y menos
adecuado para lo inquisidores de la Orden Roja y las H ermanas de San
Juan. Los Ojos de Dios son los menos preparados para este ambiente,
aunque incluso el personaje más con remplativo puede necesitar derribar
puertas de vez en cuando.
<neso(acíón y sombras
Este es el ambiente del terror gótico. La edad y la podredumbre, la
ruina y la corrupción contaminan todo y a todos. Gran parte de la acción
tiene lugar durante la noche o en sombras, o como contraste, bajo un so l
abrasador (necesario para transmitir un ambiente de opresión y tristeza).
Piensa en las imágenes que conjuran los escritores que basan sus obras en
la Inglaterra victoriana (o en las películas basadas en ellas) y utilízalas para
crear un ambiente adecuado: un castillo en ruinas sobre una monta!'ia, una
antigua iglesia cubierta de hiedra o un pueblo repleto de gente silenciosa
y recelosa de los inquisidores.
Un ambiente sombrío es apropiado cuando como l\arrador deseas
enfatizar la soledad y la inutilidad de la lucha de los inquisidores. Una
visita veraniega a la iglesia del pueblo se convierte en una pesadil la cuando
descubren que el anciano sacerdote es un hereje, o incluso un ghoul. Todo
lo que queremos puede ser mancillado por el enemigo, e incluso los seres
más nobles pueden caer.
El tono triste y deprimente suele ser el ambiente por defecto de las
crónicas de Edad Oscura: Inquisidor. Suele dar lugar a historias adccuad<Js
para que el Narrador y los jugadores exploren las implicaciones y consec uen­
cias de los roles que han escogido para sus jugadores. Todas la clases de
personajes son adecuadas para este ambiente, aunque las Hcm1anas de San
Juan, los Hermanos Rojos y los Oculi Dei son especialmente adecuados,
aunque los Caballeros de Acre y lo Murnau también tienen su lugar en él.
[omebía negra e ironía
Al principio puede parecer sorprendente , pero el humor negro y la
ironía juegan un papel importante en el terror. <Alguna vez has conrem­
plado algo horrible que ha despertado cierto sentido cómico en ti? No se
trata de insensibilidad (al menos eso esperamos), sino de una reacción
natural contra la tensión. La risa actúa como catarsis para liberar la
tensión, cumpliendo una función similar al grito o al llanto. Un hada
juguetona que se siente ofendida por un orgulloso Caballero de Acre
podría hacerse pasar por su caballo. Cuando el Caballero se monte en él
pa ra atrapar a un T:imisc e en retirada, el hada podría llevarlo en dirección
contraria , empujándolo contra las ramas de los árboles y acercándose
peligrosamente a abismos profundos. El hada disfra:ada podría detenerse
de repente, haciéndole caer por un t erraplén cerc ano al c astillo del Cainita
y perdiendo toda su dignidad. Como Narrador puedes usar todo el humor
negro necesario para liberar la tensión.
La i ronía es la hermana mayor del humor negro, se apro\·ec ha de la
diferencia entre el resultado esperado de una serie de evenros y el re ultado
real. Un ej emplo consiste en el H ermano Rojo que se encuentra ante una
acusación de herej ía por usar los talentos y el conocimiento que le sirvió
para derrotar un culto de sectarios. La ironía suele contagiar un entimien­
to de j us ticia, una especie de "lo tienes merecido". La ironía es una
herramienta efectiva para ilustrar muchos temas.
Las crónicas inmersas en este ambiente suelen usar los personajes del
Narrador como parodias de personas reales, ya sea para burlarse de ellos
o para ilustrar un tema. Sin embargo, al igual que ocurre con la acción
desenfrenada, no deberías utilizar en exceso este ambieme, ya que perde­
ría parte de sus efectividad. A no ser que estés preparando una crónica
corra con la intención de que el humor negro esté omnipresente (y los
jugadores lo comprendan), guárdalo para aquellos momentos en que
puedas utilizarlo para liberar la tensión o provocar un cambio de rumbo
dramático. Debes tener cuidado para que este ambiente no degenere, ya
que arruinaría tu historia de horror.
�rama y trayectoría
be Ios personajes
Si el tema es el alma que da significado a una crónica y el ambiente es
el rostro que muestra al mundo, la trama es el esqueleto que le da solidez. Se
trata del transcurso general de los eventos que tienen lugar en una crónica,
las acciones con las que los personajes del Narrador intentan conseguir sus
ambiciones. Provee al Narrador con un mapa que le indica dónde desea que
la crónica se dirija, y si se hace bien, con rutas alternativas que conducen al
lugar deseado dejando que los jugadores el control del rumbo.
La trayectoria de los personajes complementa a la trama. Es decir,
ayuda a definir a los personajes y la forma en que se adaptan a los cambios.
Los personajes que evolucionan a lo largo de la crónica son más interesan­
tes que los que no lo hacen, ya que somos testigos de su crecimiento y
evolución a lo largo de la historia. Los personajes que no cambian nunca,
no importa lo interesantes que fueran en el momento de su creación, se
vuelven aburridos porque sus personalidades son estáticas.
"Cambio" en la trayectoria del personaje significa la forma en que sus
emociones y su mente han cambiado, no en su naturaleza ffsica. El hecho
de que un Murnau sufra de la Marca de la Bestia es menos importante que
su reacción a esta alteración ffsica. /Acaso aumenta su celo en la voluntad
de Dios, o se rebela contra su destino? /Considera que esta maldición es
un castigo por sus fracasos, cayendo en el pecado de la desesperación y
poniendo en evidencia su vulnerabilidad ante las mentiras demoníacas?
La trama y la trayectoria de los personajes no deberían estar estrecha­
mente determinadas, ya que restringen las elecciones de tus jugadores a
aquellas que has creado. Se trata de su historia, y no son actores constre­
ñidos por la visión del director. Utiliza los eventos de tu trama como
desafíos y oportunidades para que tus j ugadores decidan la evolución de
sus personajes. Para disetiar la trama de una crónica debes usar tu sentido
común para decidir qué es demasiado, qué es poco y qué es lo justo. Esta
sección trata de la trama y de la trayectoria de los personajes y contiene
algunos consejos para que saques lo mejor de ellos.
¿.pístoría corta o not>e[a?
Una de las primeras decisiones que debes afrontar consiste en el grado
de complejidad de la historia de tu crónica. iSe trata de un argumento
sencillo que conduce a un desenlace bien definido? Es probable que tengas
en mente un relato más complejo con varias subtramas y desenlaces
intermedios antes de llegar a la gran conclusión. Si tienes claro este punto,
podrás dar a tus jugadores una estimación de la duración de tu crónica: /Una
sola sesión? /Unas semanas o unos meses? ilndefinidamente?
La historia corra es la mejor forma de iniciarse como 1 arrador. Te
permite centrarte en la trama principal sin tener que preocuparte de las
distracciones colaterales. Si el argumento trata de los planes del juglar al
servicio del Toreador para desestabilizar la corte de Tolosa, el Narrador se
concentra en él, despreocupándose de la forma que los planes de otros
personajes que ha diseñado pueden afectar a la trama. Si los jugadores
hacen que sus personajes comiencen a vagar sin rumbo fijo en busca de
problemas, puede reconducidos hacia la trama con una pista de un
informador, un suceso coincidental o un mensaje de sus superiores
preguntando por el grado de progreso. Cualquier subtrama o línea
argumental divergente debe concluir antes del fin de la crónica, ya que
hacer lo comrario convertiría la crónica en algo más dilatado.
Las crónicas breves también necesitan establecer menos capas entre
el antagonista y los personajes. Existen pocos enemigos intermedios y los
personajes entran en conflicto con el villano principal poco después de
alzarse el telón. No tienen por qué establecer de forma inmediata que se
trata del antagonista, aunque es probable que se encuentren con él cerca
del inicio, hecho que permite realizar un desenlace satisfactorio (supo­
niendo que consigan derrotarle) .
La trayectoria de los personajes en una crónica corta e s sencilla. Los
personajes se enfrentan a uno o dos momentos de crisis de decisión,
generalmente durante el clímax de la crónica. Sus elecciones definirán su
desarrollo futuro y proveerán al Narrador material para enriquecer futuras
cr(micas. iCómo reaccionan ante el prefecto cátaro al que deben destruir
cuando muestra poseer más virtudes cristianas que muchos ue los altos
clérigos de la Iglesia? Si su pcrccpci(m de la Iglesia cambia, las crónicas
futuras deberían aprovechar este hecho y permitir que los jugadores lo
exploren con más profundidad.
Las crónicas más complejas se parecen a una novela. Aunque la
crónica posee un desenlace, existen varias metas intermedias y algunas
digresiones secundarias en el camino. Puede que los jugadores desconozcan
su meta definitiva hasta que hayan avanzado lo suficiente en el argumento.
Por ejemplo, si la meta de una crónica consiste en la salvación de Roma y la
erradicación de la influencia de la Curia Escarlata en el Papado, los jugadores
pueden comenzar descubriendo la presencia de miembros de la Herejía
Cainita entre los Cátaros de Provenza, acceder a la abadía de San Pantaleón
para descubrir el nexo de unión, tener un encuentro accidental con hombres
lobo en Cerdetia, y solo al final, enfrentarse al ghoul que actúa como
secretario del papa y entre cuyos planes está el acceso al papado. La
trayectoria de los personajes tendrá diversos altibajos; pueden ser pequet1os,
aunque el efecto acumulativo representará un gran cambio. Al finalizar la
crónica, las metas y los sentimientos de los personajes deberían ser diame­
tralmente opuestos a lo que eran al comienzo.
La crónica de larga duración puede tener varias capas de objetivos y
enemigos intermedios, así como carecer de un desenlace definido. Este
desenlace puede existir, y en tal caso serviría para atar cabos y responder
a las preguntas, aunque no tiene por que ser siempre así. La derrota de un
enemigo principal podría llevar al descubrimiento de orro objetivo de
mayor calibre. /Quién daba órdenes al ghoul del Laterano? Las preguntas
sin respuesta pueden dar pie a crónicas completamente nuevas, generando
nuevas sendas a partir del desenlace. En nuestro ejemplo, una vez que el
ghoul es destruido, los jugadores descubren entre sus documentos referen­
cias al lugar donde se encuentra el Santo Grial que apuntan hacia un lugar
situado en las tierras altas de Escocia.
La rueda vuelve a girar.
[ínco preguntas
Una vez has decidido si la trama será una historia corta o una novela
de larga duración, necesitas poner las cosas en su sitio. La mejor forma de
hacerlo consiste en preguntarte las cinco preguntas clásicas del periodis­
mo: Quién, qué, cuándo, dónde y por qué. Si puedes responderlas (en
cualquier orden) , estarás a punto para iniciar tu crónica.
€ ¿Quién? Determina la identidad del antagonista principal de tu
crónica, así como la de sus sirvientes. Para hacerlo, consulta libros,
películas o incluso tu vida cotidiana hasta que encuentres a alguien para
construir tu historia. Utiliza los elementos clave de su personalidad para
dar vida a ru villano. iEs avaricioso? /Fatuo? /Violento? /Amigo de las
intrigas? No necesitas preparar un gran documento. Solo debes determi­
nar los elementos clave que te ayuden a explicar sus motivaciones.
Intenta evitar caer en la trampa del "conde vampiro de la semana".
Haz que tus jugadores se enfrenten contra villanos de diversas clases, ya
que en caso contrario tu crónica se volverá aburrida. Dependiendo del
alcance de tu crónica (o si se trata de un pequeño capítulo de una historia
mayor), tu villano puede ser un simple mortal o un pastor del pueblo.
€ ¿Qué? Esto es lo que Hitchcock llamaba el efecto "MacGuffin", un
instrumento que sirve para hacer que las cosas pasen, para crear motiva­
ción. Este instrumento es casi inmaterial, ya que su función es hacer que
el villano ponga su plan en movimienro. Puede ser el Santo Grial, el amor
de un inocente, la venganza o un libro que encierra la verdad que existe
tras la Herejía Cainita. Sea lo que sea, es menos importante que el
conflicto que crea entre los personajes.
Hemos dicho "casi inmaterial". Aunque el "qué" de tu crónica
puede ser cualquier cosa adecuada a la Europa medieval, tendrás más
argumentos para motivar a tus jugadores si el MacGuffin tiene algún
significado para sus personajes o poseen conexiones personales con él.
Un Caballero de Acre estará más motivado si el "qué" de la historia es
l a espada de Constantino en vez de otro puñado de bogomilos. Sea cual
sea tu elección, asegúrate de que e s algo que desean tanto tu villano
como los personajes. Hacer lo contrario dañaría el sentido de realidad
necesario en una crónica (otro motivo por lo que es importante que
conozcas a tus jugadores y sus personajes).
€ ¿Por qué? La respuesta a esta pregunta explica los motivos de lo que
está ocurriendo, justificando la presencia de los personajes jugadores y del
Narrador. No es tan difícil de responder de lo que se puede pensar a
primera vista, una vez que has respondido a las dos preguntas anteriores.
i Por qué ha aparecido una epidemia de herejía en un pueblo perdido en la
Bretaña? Porque los demonios se han infiltrado en los sueños de los
lugarei
'tos, empujándolos hacia el pecado. El viejo sacerdote no falleció
como consecuencia de un ataque al corazón, fue víctima de un asesinato.
El joven acólito que lo envenenó y asumió su cargo ha profanado el altar
con su presencia, abriendo el camino a los servidores del Infierno. iPor qué
los jugadores hacen acto de presencia? Las almas de los feligreses están en
peligro y deben determinar el motivo: iSimple herejía o algo peor?
Tómate todo el tiempo necesario para pensar en el porqué, ya que
la respuesta será el núcleo de tu historia. Una buena respuesta te
permitirá desarrollar una crónica interesante que llame la atención de
los jugadores. Una respuesta débil, por otro lado, ya sea "órdenes de
arriba" o un vampiro "malvado por el gusto de serlo", podría hacer que
tus personajes abandonaran la misión por "no merecer el riesgo". O peor
todavía, podrían seguir en la historia sin que a sus jugadores les impor­
tara lo más mínimo. Pocas cosas son más dolorosas para un Narrador que
un grupo de jugadores apáticos.
Cuándo y dónde son preguntas que ya respondiste cuando decidiste
el alcance de tu crónica. Decide si tu crónica será local o internacional, así
como si cubrirá un corto período de tiempo o toda una época. Aunque las
respuestas que des pueden ser las mismas, las distintas posibilidades
existentes servirán para dar cuerpo a la historia.
torno a ellos. También sirve para reforzar la noción de que los personajes
del Narrador poseen motivaciones y deseos propios y no se dedican a vagar
por el escenario a la espera de que los inquisidores actúen, incrementando
la sensación de peligro y permitiendo que el Narrador acelere la velocidad
cuando sea necesario. Planteada de esta forma, la crónica dirigida mejora
la profundidad y la credibilidad de la historia. Los jugadores conservan su
sensación de independencia al utilizar la información obtenida en cada
escena para encontrar una respuesta a la forma de derrotar al antagonista.
El peligro de esta forma de juego consiste en no hacerlo bien.
Recuerda, parte de la diversión de un juego narrativo consiste en la
emoción de sentirse importante en la historia. Si planeas los sucesos de
forma incorrecta, los jugadores acabarán por sentir que las acciones de sus
personajes no importan en absoluto. Como Narrador debes estar prepara­
do para revisar y descartar los planes preconcebidos si los jugadores
comienzan a jugar un papel activo en el desarrollo de la crónica.
�obo5 [o5 camíno5 llet>an a �oma
�structuras
Otra técnica consiste en la aproximación de las "sendas múltiples",
en la que cada escena contiene información o pistas que lleva a otras
escenas. Este diseño resulta apropiado para la investigación o en crónicas
pausadas, ya que los jugadores pasan más tiempo examinando, investigan­
do y conversando que luchando, aunque nada evita que encuentren una
pista entre las cenizas de un hereje.
La estructura de las "sendas múltiples" tiene ventajas tanto para
los jugadores como para el Narrador. El Narrador puede usar la
flexibilidad para crear varias formas de descubrir la siguiente pista. Si
los jugadores no consiguen verla en primera instancia, tendrá oportu­
nidades posteriores para introducirla en el juego. Imagínate una
telaraña en la que todos los hilos se juntan en el centro. Por ejemplo,
si tu crónica necesita que un personaje descubra la conexión entre un
culto de hechiceros y una serie de asesinatos en París, tienes varias
opciones: es probable que los jugadores formulen las preguntas erróneas
a su contacto, o lo maten antes de que pueda comunicarles la pista (los
jugadores pueden llegar a ser muy creativos) . Si esto ocurre, puedes
comunicar la pista por otros medios: otro contacto, pistas sutiles en las
obras de arte de la universidad o incluso visiones recibidas por una
Hermana de San Juan. Si lo haces con cuidado, los jugadores nunca
sabrán que los estás guiando hacia un fin determinado.
Desde el punto de vista de los jugadores, esta técnica conserva su
sentido de la libertad y de importancia en la historia. El hecho de
permitirles escoger su camino les da libertad para fijar el ritmo y poner
a prueba sus habilidades. A pesar de todo, esta táctica tiene su lado
negativo: si el Narrador es demasiado permisivo o sus pistas son muy
oscuras, los jugadores pueden verse atrapados en un camino sin salida,
sintiéndose frustrados y perdiendo el interés al ver que no llegan a
ninguna parte. Otro problema radica el hecho de las pistas sencillas:
si cada frase es un rótulo de neón que indica la dirección que deben
tomar, los beneficios de este método desaparecen por completo. Los
Ahora debes tomar las últimas decisiones respecto a tu crónica. iSerá
estructurada? iSeguirá un camino definido hacia su desenlace o existirá
un gran abanico de rutas a disposición de los personajes? En los siguientes
párrafos exponemos las dos clases principales, un híbrido, así como las
consideraciones de diseño relevantes.
jugadores transitarán un camino de rosas despojado de toda alterna­
tiva. Para evitarlo, crea uno o dos enigmas para mantenerlos ocupados.
Sus elecciones te darán nuevos lugares en los que colocar pistas
suplementarias para ayudarles a unir las piezas. En otras palabras,
hazlo sencnlo aunque no demasiado.
2a ctóníca bítígíba
CJJlétobo5 �íbtíbo5
Antes te aconsejamos que dejaras a tus jugadores "libertad de
movimientos" para evitar restringir sus opciones y hacer que se sintieran
como marionetas. Existe una forma de crear una crónica determinista que
haga que los jugadores sientan que sus personajes todavía influyen en el
mundo que les rodea. Para ello debes preparar una serie de sucesos
preconcebidos, eventos que ocurrirán independientemente de las accio­
nes de los personajes. Usados de forma correcta, tienen la ventaja de dar
a los jugadores la sensación de que el mundo de la crónica se mueve en
El mejor acercamiento consiste en combinar los puntos fuertes de
ambos métodos y usarlos cuando sea necesario. Limita los sucesos plani­
ficados a los momentos dramáticos y utiliza la técnica de las "sendas
múltiples" para hacer que los jugadores dispongan de varias alternativas
para llegar hasta esos momentos. Preséntales un mundo en que los sucesos
tienen lugar fuera del control de los personajes, incremenrando su semi­
miento de credibilidad. Al mismo tiempo, intenta que conserven un
sentimiento de libertad, incluso si ya lo tienes todo planeado.
9tarranbo una ���oría
Al fin, ya has concluido el diseño de tu crónica. Ya has elegido el tema
y el ambiente, has decidido el alcance y la estructura, y has conversado con
tus jugadores, por lo que estás listo para empezar. Los antagonistas tienen
sus motivos, los personajes sus razones para estar presentes y el MacGuffin
está en su sitio.
Ahora tú estás en el centro. Debes proceder a narrar el relato que has
ideado. Esta sección trata sobre algunas facetas del juego de Edad Oscura:
Inquisidor y contiene consejos para hacer que tus sesiones sean un éxito.
'l)refubíos
Los inquisidores no aparecen de la nada. Las personas (e incluso los
inquisidores) son producto de su pasado: sus experiencias moldean sus
creencias, esperanzas y personalidad actual. Para comprender a un perso­
naje, cuál es su origen y hacia donde se dirige, deberías hacer que la
primera sesión de juego de cada jugador fuera un "preludio".
Un preludio es una forma entretenida de crear un pasado para un
personaje. Aunque es suficiente afirmar: "Bruno de Hamburgo es un
Hermano Rojo. Perdió su juventud con rapidez en busca de conocimientos
prohibidos para luchar más eficazmente contra los servidores del infierno.
El orgullo es su pecado personal", resulta más satisfactorio interpretar su
vida pasada. El resultado final será un personaje más completo.
La mejor forma de llevar a cabo un preludio consiste en realizar una
sesión de preguntas y respuestas. Una vez que el Narrador ha revisado la hoja
de personaje y se ha familiarizado con su concepto, realiza una serie de
preguntas para poner al jugador ante disyuntivas. Las respuestas ayudan a
determinar la forma en la que el personaje llegó a ser quien es "hoy". El ritmo
puede ser lento e interactivo, permitiendo adentrarse en elementos intere­
santes para el jugador o el Narrador, o rápido, permitiendo poco tiempo para
que el jugador piense. Este último método juega con la idea de que la primera
reacción es la más honesta y puede dar lugar a resultados interesantes. Utiliza
el mismo método con todos los jugadores, para así darles una igualdad de
oportunidades. Anima a los jugadores a que pongan por escrito los detalles
más sobresalientes de sus personajes, especialmente si usas el interrogatorio
rápido (podrías olvidarte de un buen gancho) .
Es posible que durante el preludio desees detenerte e interpretar
una escena con más detalle. Puede que se trate de un momento traumático
en la vida del inquisidor: la pérdida de su madre, o el primer contacto con
el mundo sobrenatural. Si el jugador afirma que su personaje fue
manipulado por un hermano menor que consiguió que lo desheredaran,
es probable que desees interpretar la escena donde el padre se enfrenta
con sus hijos. El final debe estar claro: el personaje es enviado a la Iglesia,
donde más tarde entabla contacto con la Inquisición (las emociones
generadas por la escena pueden ayudar a grabar una imagen vívida del
personaje en la memoria del jugador).
Uno de los puntos clave en un preludio es la forma en la que el
personaje se integró en la Inquisición en la sombra. Se trata de uno de
los momentos más cruciales en la existencia de los personajes. /Acaso el
personaje formaba parte del Santo Oficio y luchaba contra los cátaros en
el sur de Francia? /Sobrevivió a un encuentro con las fuerzas del infierno
y llamó la atención de una de las órdenes? iHa llegado a ver a una
criatura demoníaca?
Aunque la mayoría de los preludios se llevan a cabo mediante
sesiones personales entre cada uno de los jugadores y el Narrador, no hay
ningún motivo por el que el resto de los jugadores no puedan tomar parte
en las escenas interpretadas. La narración es un ejercicio compartido,
por lo que invitar al resto de los jugadores a participar suele generar
perspectivas adicionales y les da algo que hacer mientras esperan para
tomar parte en su preludio. Mientras los jugadores sean maduros y
puedan disimular sus conocimientos sobre el resto de los personajes
durante el juego, la participación del grupo en un preludio puede ser tan
memorable como la propia crónica.
9\ítmo bramátíco
Durante la sesión de juego, el Narrador debe preocuparse por el ritmo
(la velocidad en que suceden las cosas). Si el juego se mueve demasiado
lento, la atención de los jugadores comenzará a difuminarse, si es dema­
siado rápido, se perderán en la trama o pensarán que les estás empujando.
Con un poco de práctica, conseguirás desarrqllar la sensibilidad necesaria
para mantener un ritmo adecuado.
Ten en cuenta que todos los componentes de una crónica (encuen­
tros, sucesos e incluso actos divinos), deherían servir p�ra conducir la
historia hacia el clímax. Cualquier cosa distinta, distrae a los jugadores y
los aparta del sentido de horror que intentas generar, debilitando su
interés. No importa que seas un Narrador experimentado, utiliza el tono
de tu voz, tus descripciones y tu narración para incrementar la tensión.
Un ritmo 4ue se dirija de forma inexorable hacia el gran final de la
crónica es insostenible, salvo en las crónicas cortas. Los jugadores necesitan
relajarse, recuperar el aliento. La mejor forma de integrar la tensión y el ritmo
de la historia consiste en fijarse en las películas y los libros: tensiones, crisis,
relajación. El Ojo de Dios se mantiene alerta ante las actividades que
suceden en un almacén de Munich propiedad de los agentes del príncipe
Ventrue. Al ver la puerta abiena, se introduce en el interior y descubre el
cuerpo del guardián ghoul, todavía caliente. Es probable que el asesino esté
cerca. El jugador oye un ruido de pasos. La tensión se incrementa conforme
ambos se acechan, hasta que el asesino salta sobre el inquisidor con los
colmillos descubiertos. Independientemente del desenlace, la tensión se
libera y el jugador puede relajarse ... por el momento.
Esta clase de ritmo dramático es parecido a un rafting literario.
Cuando se desciende por un río, la excitación crece al pensar en los
rápidos, llegando al clímax justo antes de entrar en ellos. A continuación,
la adrenalina se libera en unos pocos segundos, seguido por una fase de
tranquilidad conforme se avanza por aguas calmadas. Este ritmo puede
aplicarse a una escena, como en el ejemplo anterior, o a roda una crónica.
Un ciclo repetitivo de tensión-crisis-relajación en la que cada clímax es
superior al anterior y cada período de relajación es más cono puede
generar un ritmo que puede servirte para construir la excitación que
necesitas para el desenlace.
�vofucíón be fos personajes e ínterfubíos
Desde la perspectiva de los jugadores, la evolución de sus personajes es
una de las facetas más interesantes de su participación la crónica. Ver
evolucionar esta persona imaginaria desde el preludio hasta el fin es parecido
a contemplar el crecimiento de un hijo, hecho en el que se entremezclan
sentimientos de orgullo, excitación, amor, miedo, decepción e ira.
El capítulo cuauo mostró la mecánica de la evolución de los perso­
najes. Tu misión como Narrador es tomar esta mecánica y adaptarla a la
historia. Deberías hacerlo de tal forma que enfatizara el objetivo de la
crónica: los personajes y su papel en el medievo oscuro. Si lo haces bien,
la mecánica se integrará en el escenario y el proceso de desarrollo de los
personajes contribuirá a la profundidad de la crónica. Esta sección incluye
algunos consejos útiles al respecto.
El tiempo muerto es una herramienta útil a disposición del narrador.
El tiempo muerto es el tiempo que transcurre entre los distintos episodios
de una crónica, tiempo en que los personajes no están realizando activi­
dades relacionadas de forma directa con la historia principal. Tiene en
cuenta aquellas actividades que un personaje llevaría a cabo cuando no
está enfrascado "en el caso". Un Murnau se encargaría de los asuntos
familiares, un Caballero de Acre podría reflexionar en solitario y un Ojo
de Dios perseguiría líneas de investigación que aún no han dado fruto. Las
actividades de los tiempos muertos ayudan a conservar la ilusión de que
los jugadores viven en un mundo que evoluciona a su alrededor y existe
fuera de los sucesos de la crónica. Recuerda que un jugador solo puede
adquirir Dotes de forma segura durante los tiempos muertos, por lo que
asigna cierto tiempo de respiro en tus historias.
Los tiempos muertos permiten profundizar en la evol ución de
los pe rsonajes y convertirla en algo más que una anotación o un
punto adicional en la hoja de personaj e. El N arrador puede aprove­
char estos momentos para llevar a cabo una especie de preludio
(llamado interludio) en el que el j ugador interpreta el progreso de su
personaje. En aquellas crónicas en las que el Narrador decide las
Bendiciones y las Maldiciones que recibe el personaje , el interludio
permite que el jugador descubra como ha cambiado el carácter de su
personaje y reaccionar de una forma más genuina.
Por ejemplo: sor Ágata de las Hermanas de San J uan se ha
retirado a un convento cercano a York por un breve período de tiempo
para reflexionar sobre sus últimas experienetas y rezar por el perdón
divino. Su jugador indica al N arrador que ha decidido perseguir una
nueva Bendición en vez de incrementar su Virtud S uperior. Gasta los
puntos de Convicción necesarios y el Narrador le indica que le siga
hasta otra sala para interpretar el descubrimiento de la nueva Bendi·
ción. Allí le indica al jugador que cuando Ágata caminaba al anochecer
hacia el convento tras finalizar su tarea de cuidar de los leprosos, un
hombre lobo se le interpuso en el camino. Independientemente de la
reacción de Ágata, el Narrador decide que la bestia la atrapará e
intentará matarla. Cuando el hombre lobo hiere a la monja, emite unos
aullidos agónicos al rozar su sangre y huye despavorido. El Narrador
indica al jugador que su personaje ha conseguido el Orisón Himno
Sanguíneo y le pregunta por la forma en la que su personaje reacciona
al darse cuenta de este hecho. La experiencia de su interludio ha hecho
que Ágata sea un personaje más completo de lo que era antes.
El N arrador puede utilizar la técnica del interludio para exami­
nar todos los cambios sufridos por un personaje: un exceso de
Convicción podría llevar a un personaje a volverse Insensible y verse
arras trado por su Impulso. El Narrador puede utilizar el interludio
para dar al jugador un primer bocado de sus nuevos sentimientos
antes de comenzar la crónica. Lo mismo ocurre con las Maldiciones,
las Virtu des y la Devoción. El Narrador decide si lleva a cabo los
interludios antes de comenzar el sigu ien te capítulo de su crónica en
sesiones personales con los jugadores o aprovecha las nuevas tecno­
logías para hacerlo mediante correo ochat y así evitar una pérdida de
tiempo innecesaria. Sea como sea, estos interludios son adecuados
para integrar un proceso mecánico en la historia.
[rónícas sugeríbas
Para ayudarte a iniciarte como Narrador de Edad Osc ura:
Inquisidor, incluimos algunas sugerencias para poner en movimien­
to tu creatividad . En cada una de ellas detallamos el tema y el
ambiente, los personajes más adecuados y la forma de introducirlos
en la historia. Esras crónicas no son las únicas en las que puede verse
envuelta la Inquisición en la sombra, aunque sirven como ejemplo.
Si deseas jugar estas crónicas, deberás completarlas con los detalles
necesarios para adaptarlas a tu visión del mundo.
�I gran amor
Introducción: Esta crónica tiene lugar en el pueblo de Santa
Amanda y sus alrededores . El pueblo está situado en un valle alpino
situado entre Italia y Dalmacia , cerca de una antigua ruta usada por
los invasores de la antigüedad . El Voivoda Radovan lstvic, un
Tzim isce serbio, desea arrasar el pueblo y su iglesia para vengarse de
un amor que le traicionó hace siglos . De momento le detiene la fe del
sacerdote local, por lo que desea eliminarlo lo antes posible. Esta
crónica tiene lugar durante las semanas previas a la 1 avidad.
Temas: Amor convertido en odio. Amor con el fin de conseguir
un propósito mayor. La aurodestrucción que acompaña a cualquier
deseo de venganza. Fe contra ortodoxia. Sacrificio personal.
Ambientes: Ante todo, una sensación de amenaza y aislamiento (ya
que el pueblo está aislado por la nieve). Este ambiente contrasta con los
preparativos de los habitantes para celebrar la Navidad.
Trasfondo: A finales del siglo IV, cuando Teodosio reinaba en Roma
y el obispo San Ambrosio predicaba en Milán, una Ventrue llamada Ulfila
se enamoró de un sefíor de la guerra Tzimisce llamado Radovan Istvic.
Como rodas las emociones humanas al servicio de los Cainitas, se trataba
de una mofa del amor real. A pesar de todo, perduró durante varios afíos,
tiempo en el que Ulfila ayudó a su amante a construir su dominio en el
territorio de Pannonia.
Las tramas de Radovan acabaron entrando en conflicto con los
líderes Ventrue godos, uno de los cuales era el sire de Ulfila. La
arrogancia del Tzimisce le llevó a enfrentarse a él con la ayuda de sus
sirvientes y sus ghouls de guerrá, aunque fue traicionado por Ulfila, ya
que lo entregó a su sirc a cambio del título de voivoda. Radovan fue
empalado y abandonado al amanecer, pero uno de sus ghouls pudo
arrastrarlo hasta la seguridad de una cueva. El daf1o sufrido por Radovan
lo sumergió en letargo durante varios siglos.
U!fila no pudo disfrutar de su reinado durante demasiado tiempo, ya
que fue traicionada por su propio sire. Con una caza de sangre a sus
espadas, U!fila se vio obligada a huir hasta llegar a Rávena, lugar en donde
escuchó como un cristiano predicaba ante una multitud de paganos. Sus
palabras la conmovieron hasta tal punto que durante la noche siguiente
se presentó ante él y solicitó su perdón. En vez de dejarse llevar por el
temor, el santo la bendijo y la llamó Amanda, "la amada". Aunque
permaneció fiel al arianismo, su bendición la llenó con el celo del Espíritu
Santo. El santo varón la dejó ir con la misión de expandir la palabra de Dios
y llevar a cabo buenas obras hasta que el sefíor la liberara de sus pecados.
Ulfila, convertida en Amanda, viajó como penitente por Italia y
Provenza extendiendo la palabra del Sefíor. Su rumbo acabó llevándola
hasta un pequefío pueblo alpino que estaba amenazado por los demonios.
Amanda salvó a sus habitantes y se instaló entre ellos, viviendo como
anacoreta en una cueva de las colinas y subsistiendo gracias a la sangre de
los animales. Conforme los a!'íos fueron pasando, se cansó de su existencia
y entró en letargo, estado en el que sigue en la actualidad. Con el paso del
tiempo, los habitantes del pueblo construyeron una iglesia para honrarla,
la canonizaron en el siglo IX, cambiaron el nombre al pueblo y trasladaron
sus restos hasta la cripta de la iglesia. Desde entonces, el pueblo ha
prosperado gracias a las donaciones de los peregrinos y a lo que creen que
es la intercesión de su santo con Dios (En realidad, desde su estado de
letargo ejerce una influencia protectora sobre el valle. En ocasiones esta
influencia ha servido para repeler amenazas, hecho que ha ayudado a
incrememar la fama de la leyenda).
Radovan salió del letargo poco tiempo después de la caída de
Constantinopla con la intención de vengarse de quien le traicionó. Sin
embargo, el mundo ha cambiado demasiado en los 800 a!'íos que pasó en
letargo, por lo que necesitó cierto tiempo para orientarse. No podía
reconstruir su base de poder en lo que ahora era Serbia, ya que podía llamar
la atención de enemigos que no dudarían en destruirlo. Basándose en las
experiencias de los carpotracios de siglos antes, se presentó como un ángel
de Dios ante los campesinos y convirtió a algunos de ellos en ghouls. Con
esta pequeña banda de fanáticos leales, investigó la localización de Ulfila
y descubrió que estaba en el pueblo de Santa Amanda. Aunque también
leyó la historia de su conversión, no creyó en ella, ya que su cinismo era
incapaz de aceptar la noción de la redención. Estaba convencido de que
había hecho lo mismo que él y se había hecho pasar por diosa.
Su objetivo consiste en descubrir sus restos, sacarla del letargo y
someterla al Amaranto, aunque el aura de fe del pueblo y en especial,
de la iglesia en que está enterrada evita que pueda llevarlo a cabo, ya
que es incapaz de entrar en el edificio. Radovan asume que la presencia
del padre Ottavio es la responsable de este hecho, por lo que planea
debilitar su fe mediante las tentaciones y dudas, de tal forma que
cuando se haya quebrantado, sea capaz de llevar a cabo sus planes en
el altar durante la noche de Navidad.
Personajes del Narrador: Ulfila/Santa Amanda, Ventrue de sexta
generación. Radovan lstvic, Tzimisce de sexta generación. Padre Ottavio,
sacerdote de la iglesia de Santa Amanda y mortal con un punto de Fe. Este
hombre sensible ha acabado viéndose influido por el espíritu de Santa
Amanda y adoptando su arianismo. !liana, una joven huérfana del pueblo
que ha sido seducida por Radovan y cuya misión consiste en corromper al
Padre Orravio (y a los inquisidores) . Arnulfo, el mayor terrateniente del
pueblo que ha sido convertido a la "religión" de Radovan y predica el
"nuevo culto" que debe sustituir a la corrupción de la Iglesia. Varios
habitantes de Santa Amanda y seguidores de Radovan en su papel de
escuderos, víctimas y turba.
Involucrando a los personajes: Los personajes deben encargarse
de una investigación de herejía y proteger la doctrina, aunque como la
Inquisición en la sombra suele dejar la herejía mundana al Santo
Oficio, sus superiores podrían indicarles que existen informes que
apuntan hacia la presencia de "demonios" en la zona de Santa Amanda.
Sería más interesante presentar esta investigación algo más mundana
y desconectada de lo sobrenatural (aunque podría despertar los recelos
de los jugadores): los contactos de los inquisidores en el Santo Oficio
han recibido informes de que el vicario de Santa Amanda ha declarado
en sus sermones que el Salvador es inferior a Dios por haber sido
creado. Esws declaraciones apuntan hacia un despertar de la herejía
Arianista. Los investigadores deben investigar y tomar las medidas
necesarias, aunque se acabarán encontrando con la amenaza de
Radovan. También podrían tener conexiones más personales con el
pueblo (presencia de familiares o conocidos).
Cualquier personaje es útil en esta crónica: los Caballeros de Acre
y los Hermanos Rojos pueden poner a disposición del grupo su músculo
y su conocimiento arcano (algo necesario si Radovan utiliza la violencia,
ya sea mediante sus sirvientes o en persona). La presencia de un Murnau
será crucial para descubrir el hedor de corrupción que invade el pueblo,
aunque puede acabar convirtiéndose en víctima de ella. Las Hermanas
de San Juan pueden recibir visiones que pongan de manifiesto la
verdadera naturaleza del problema (enviadas por la propia Santa
Amanda), mientras que los Ojos de Dios pueden descubrir las relaciones
entre Arnulfo y el Tzimisce.
Narración: La crónica puede narrarse como un relato directo con
sucesos predeterminados o mediante el estilo de las "sendas múltiples",
permitiendo que los inquisidores sigan sus propias líneas de investigación.
El mejor sistema es un método mixto en el que los inquisidores van
descubriendo la crecieme corrupción que azota al pueblo conforme
investigan al Padre Ottavio. Las pistas en los viejos registros de la iglesia
apuntan hacia la verdadera naturaleza de Sama Amanda y su oposición a
los herejes Cainitas, dando a los jugadores la sensación errónea de que solo
mediante su resurrección podrán derrotar a Radovan.
Utiliza los sucesos predeterminados para acelerar el ritmo e incre­
mentar la tensión cuando parezca que los jugadores comiencen a perder
el rumbo. Las posibilidades incluyen una wrmema de nieve que aísle el
valle del mundo exterior (y de la ayuda exterior), una seducción de Iliana
que en caso de fracaso acabe en una acusación de violación contra uno o
más de los personajes, la abducción del Padre Octavio por Arnulfo a una
ceremonia de adoración oscura donde su fe se vea tambaleada, y una turba
de habitantes a la que los personajes deban tratar de forma diplomática si
no desean enfrentarla contra la Iglesia.
Conclusiones: Existen muchos finales posibles. El ideal consiste en
que los inquisidores salven el pueblo y aborten los planes de Radovan. El final
más dramático estaría relacionado con una última oportunidad durame la
nochebuena en la iglesia en los que los inquisidores y un puñado de
habitantes fieles resisten el asalto de Radovan, sus ghouls y los habitantes
corruptos. El gambito desesperado podría consistir en el sacrificio de un
inquisidor para revivir a Santa Amanda (asumiendo que averigüen la verdad
sobre ella). El Cainita revivido no rendr� ningún problema en deshacerse de
su antiguo amante. Como todos los finales que son principios disfrazados, los
jugadores deberían enfrentarse a las implicaciones de la revelación del hecho
de que un vampiro pueda recibir el favor de Dios.
�( suftímíento be fos ínocentes
Introducción: Han pasado más de 20 años desde la desastrosa
"Cruzada de los Inocentes", y los nómadas mendicantes vuelven a procla­
marotra "cruzada de los inocentes para liberarjerusalén de los condenados".
Decenas de reclutadores portadores de bulas papales falsas comienzan a
dispersarse por los caminos de Provenza y Sabaya en busca de padres
ansiosos por que sus hijos puedan obtener el Ciclo (y no tener que
alimentarlos). Los inquisidores investigarán los destinos de los niños que
participan en esta cruzada y acabarán descubriendo un culto infernalista
que ha corrompido la Iglesia de Génova. Tendrán la oportunidad de forjar
una alianza de compromiso con los Lasombra de la ciudad (cuya influencia
sobre el puerto se ve amenazada por el culto).
Temas: La corrupción de la inocencia. Vanidad y codicia.
Ambientes: Ansiedad. Temor por el prójimo. Premura por salvar a
los inocentes de un destino terrible.
Trasfondo: En 1 2 1 2, un par de hombres jóvenes reunieron miles de
niños con la intención de embarcarse en una cruzada para liberar Tierra
Santa. Esta cruzada atrajo miles de fieles incautos de Francia e Italia. Esta
Cruzada de los Inocentes llegó hasta el puerto de Brindisi, donde los
mercaderes vendieron parte de los nii'ios como esclavos a los musulmanes
y el resto murió de hambre y cansancio. Transacciones similares tuvieron
lugar en Marsella y Génova, dando lugar a rumores en el seno de la
Inquisición que apuntaban a la existencia de vampiros tras los hechos
(Estos rumores son correctos en parte. Los Ravnos estuvieron tras muchas
de las ventas de esclavos, mientras que otros fueron comprados por Setitas
y Baali para utilizarlos en rituales horribles).
Ahora, un grupo de adoradores del demonio liderados por un
siciliano llamado Rinaldi desean llevar a cabo una gran invocación
demoníaca. El ritual necesita un gran número de niños, alguno de los
cuales tendrán que dar su sangre en sacrificio mientras que el resto serán
entregados al demonio tras su llegada. Rinaldi espera que el demonio esté
tan complacido por el sacrificio como para otorgarle poder suficiente para
controlar a los líderes de Génova y gobernar tras la sombra. El número de
niños es demasiado elevado para reunirlo con seguridad acudiendo al
mercado negro o usando el secuestro (las autoridades genovesas lo
aplastarían como a un insecto). Otra amenaza para sus planes proviene de
la poderosa familia mercante de los d'Agostino, ya que Rinaldi tiene la
certeza de que cuentan con varios Lasombra y ghouls entre ellos. Incluso
si fuera capaz de esquivar la atención del gobierno genovés, si los d'Agostino
lo descubrieran sería un desastre.
Necesitaba una tapadera para ocultar sus operaciones hasta el
momento adecuado, por lo que ideó la creación de otra Cruzada de los
Inocentes. Le resultó sencillo comprar la lealtad del secretario del arzobis­
po, un hombre sediento de poder y resentido por no conseguir ascender.
Le fue más sencillo todavía milizar la senilidad del ar:obispo para conven­
cerle de la existencia de un decreto papal convocando la nueva cruzada.
El plan de Rinaldi consiste en inundar Génova de niños sin hogar.
Contaba con la avaricia de los d'Agostino y sus aliados mercantes para
abastecerse de naves para la cruzada, naves que transportarían su carga
hasta Túnez o Alejandría para venderla una vez que hubiera seleccionado
los más prometedores para sacrificarlos. Ha limitado la zona de acción de
los mensajeros del arzobispo a Génova y a Provenza con la esperanza de
evitar llamar la atención de Roma demasiado pronto. Para esquivar la
arenciónsobre sí mismo, piensa crear pruebas para implicar a los d'Agosrino
con la esperanza de que el conflicto con la Iglesia los debilite.
Personajes del Narrador: Rinaldi, un infernalista poderoso. Posee
un familiar demoníaco de poderes menores como guardaespaldas y una
vara mágica que le permite infligir a su víctima un dolor lacerante. Dos o
tres diabolistas, sus ayudantes y magos de poderes limitados (consulta
Edad Oscura: Vampiro, pág. 243). Tibalt d'Alessi, secretario del arzobis­
po. Ha firmado un juramento de sangre con los maestros demoníacos de
Rinaldi y ha vendido su alma al Infierno a cambio de ocupar el cargo de
arzobispo. Posee un poder mágico similar al de los ayudantes de Rinaldi.
Arzobispo Augusto Moro, un hombre corrupto a las puertas de la senili­
dad. Rinaldi le ha dado a Tibalt los medios para alimentar la lujuria del
arzobispo, asegurándose la colaboración del viejo estúpido. Roberto
d'Agostino, un Lasombra de séptima generación, Príncipe de Génova y
líder de las operaciones de la familia d'Agostino en Génova mientras
María, la matriarca de la familia, está en Acre. Poco experimentado,
inocente y tentado por el dinero que conseguirá con la venta de los niños,
es incapaz de ver la trampa a la que conduce a la familia. Varios mendigos
analfabetos portadores de cartas falsas. Niños inocentes ponadores de una
fe ciega en que la providencia les proteja.
Involucrando a los personajes: Los personajes pueden tomar parte
en la crónica de diversas formas. Saint Regis, el Príncipe de Marsella
(consulta Europa: Edad Oscura), fue engañado por Cainitas del clan
Ravnos durante la Cruzada de los Inocentes. Ahora, al oír los rumores que
apuntan a la existencia de otra cruzada y a los niños que han abandonado
sus hogares para dirigirse a Génova, teme que los mismos sibaritas que le
engañaron estén detrás de ello. Aunque no puede tratar directamente con
los inquisidores, es fiel a la Senda del Cielo y no puede ignorar lo que está
pasando. Utiliza sus contactos entre los monjes de la abadía de San Víctor
para arraer a los inquisidores.
Otra posibilidad consiste en que los inquisidores se encuentren en la
zona tras regresar de alguna misión. Un hombre santo se acerca a la ciudad
y comienza a predicar la existencia de la nueva cruzada. Cuando los
inquisidores solicitan pruebas, les enseña unos documentos que con cierto
esfuerzo pueden determinar como falsos. El reclutamiento comenzó hace
meses, por lo que muchos niños han emprendido el camino hacia Génova.
Al conocer lo sucedido en el pasado, se dirigirán hacia la ciudad portuaria
para hacer todo lo posible para salvar a los inocentes.
Esta crónica es adecuada para aquellas órdenes proclives a la acción
y la investigación directa : Caballeros de Acre, Murnau y Oculi Dei. Los
teodosianos son indispensables para hacer frente a los hechizos de Rinaldi.
Las Hermanas de San Juan no son demasiado útiles, aunque podrían ser
esenciales para descubrir la localización del culto.
Narración: "El sufrimiento de los inocentes" es una crónica de
"pistas múltiples" en la que los personajes dehen pasar gran parte del
tiempo sumergidos en la complejidad de la política genovesa (tanto morral
como Cainita) para encontrar la identidad de quién autorizó la falsa
cruzada y lo que sucedió a los niños desaparecidos. Hay muchas oportu­
nidades para interpretar encuentros políticos. Para descubrir a Tibalt
deberán enfrentarse en el palacio del arzobispo con las tropas de Su
Excelencia. Tibalt, ya sea mediante interpretación, tortura o combate,
puede entregar la pista que lleve a los jugadores hasta los d'Agostino, un
recurso de Rinaldi para distraer a los inquisidores, aunque sus negocios
legítimos mantendrán a los jugadores alejados de los Caini tas. Los "cruza­
dos" tendrán sus naves preparadas para partir (pagadas por el arzobispo y
las donaciones de los fieles) en poco tiempo. Lo que ocurra después no
atañe a la casa d'Agostino. Las investigaciones por las calles y el puerto clan
la misma información. Además de lo an terior, las preguntas a los niños
cruzados revelan que algunos desaparecieron tras su llegada a Génova .
Aunque los eventos del N arrador son menos números que en "El
gran amor", tienen su lugar conforme la crónica alcanza el clímax. La
polític a genovesa es volátil y Rinaldi se aprovechará de ello para frustrar
los planes de los inquisidores. Es probable que tras entrevistarse con el
arzobispo, Tibalt prepare una revuelta "anticlerical" en torno a los
inquisidores, obligándoles a esconderse o hiriéndoles. Existe un su ceso
que oc urrirá después {y solo si) de que Tibalt sea descubierto y los
jugadores descubran la existencia de niilos desapare cidos. Para despistar
a los inquisidores, Rinaldi y sus ayudantes llevarán a varios nifios hasta u n
almacén de los d'Agostino, donde los torturarán y asesinarán, colgándoles
de ganchos de carnicería. Su plan consiste en atraer la atención de los
j ugadores sobre los d'Agostino, generar un revuelo en Génova contra
ellos, y recoger los trozos cuando todo acabe.
Conclusiones: Poco pueden hacer los inquisidores para salvar las
vidas de aquellos nití.os que han embarcado o han sido sacrificados por los
infernalistas como preparación para el gran ritual. Los primeros ya están
en camino hacia la esclavitud, los últimos están muertos. Todo lo que
pueden hacer es detener la "cruzada" y salvar a los que todavía están vivos.
Es pos ible que lleguen a descubrir el laboratorio de Rinaldi, en cuyo caso,
su sirviente demoníaco y los ayudantes demoníacos harán frente a los
personajes para darle tiempo a huir (y regresar para atormentar a los
personajes más adelante). Los esfuerzos de los inquisidores también
podrían llamar la atención de los Magister que gobiernan la casa de los
d'Agostino. Aunque es improbable una alianza entre los personajes
j ugadores y los vampiros, los manipuladores Lasombra observarán a los
personajes desde las sombras para usarlos como peones en el futuro. Si los
personajes fracasan en detener los planes de diabol ista, Rinaldi se limitará
a esperar hasta que llegue el momento propicio para realizar la invocación
y desatar en infierno en Génova.
�( (argo y sofítarío camíno
Resumen: Tras la destru cción del Concilio de Fe de Bremen a
manos de un poderoso hechicero, la célula ele los personajes debe
transportar a cuatro satanisras hasta Brunswick para que sean juzgados
(y ejecutados). El viaje lleva a los personajes hasta la espesura, a cientos
de kilómetros de cualquier lugar civilizado, sin ninguna compañía
excepto la propia . . . y su pesada carga. Por el camino, el hechicero les
tentará con ofertas de poder, les atacará con conjuros e invocará ayuda
de los hombres lobo de los bosques teutones.
Temas: Tentación. Peligro. Coraje. Soledad.
Ambientes: Viaje depresivo. Carretera sucia por la noche. Cuervos,
lobos y otros animales asociados con la muerte y la espesura.
Trasfondo: Un hombre partió de la costa de Trondheim portando
una daga y un bastón grabado con extrañas runas. Se detuvo en Bremen
y acabó por enfrentarse a los guardias de la ciudad, uno de los cuales lo
reconoció como un malhechor. Los guardias intentaron detenerle. En vez
de entregarse, el mago los asesinó usando hechizos demoníacos. Fue
necesaria la intervención del capítulo local de la Inquisición (y el sacrificio
de varios miembros) para atraparlo.
El hechicero, llamado Averki Skogarmadur (aunque los jugadores
desconocen este dato), está buscado por delitos que van desde el robo al
asesinato pasando por el malleficium. Al ser capturado mientras cometía
dos de estos crímenes, el resultado de su juicio está claro. Sin embargo,
la Inquisición desea convertirlo en un ejemplo para futuros delincuentes
(y aunque los personajes no lo saben, la Orden Roja desea aprender
detalles sobre su magia para poder utilizarlos en el futuro en beneficio
propio). Sin embargo, cualquier inquisidor capaz de realizar el juicio en
Bremen está muerto, y el Concilio de Fe más cercano se halla en
Brunswick (a una distancia respe table). La Inquisición desea sacar al
hechicero de Bremen lo más rápido posible, antes de que encuentre una
forma de escapar o de que alguien se tome la justicia por su mano antes
de que pueda realizar una confesión oficial.
Averki está encerrado en un transporte especial (fue diseñado
especialmente para transportar monstruos, por lo que sus paredes poseen
una gran resistencia) . Solo la ventana (colocada en la puerta) deja pasar
la luz, y ésta está protegida por sólidas barras de hierro. La puerta está
asegurada con cadenas (el personaje con mayor puntuación en Rango
posee la llave). A pesar de todo, no existe nada que le impida utilizar su
magia. El hechicero planea esperar hasta que la comitiva se interne en el
bosque y una vez allí, solicitar ayuda a los hombres lobo. Los personajes
deberán decidir si luchan contra los hombres lobo, intentan huir de Averki
(hará todo lo posible para frenarlos) o lo dejan atrás (este acto será una losa
sobre sus consc iencias durante el resto de sus vidas) .
Personajes del Narrador: El personaje del Narrador más importante
es Averki Skogarmad ur. Averki es un miembro de una sociedad de magos
llamada Valdaermen, sociedad que tiene su origen en las tierras del norte.
Aunque es poderoso y peligroso incluso sin la ayuda de su magia, cuando
los jugadores se encuentran con él está débil y consumido, por lo que
necesitará tiempo para reunir fuerzas antes de inte ntar escapar.
Si tienes acceso a Edad Oscura: Mago, construye el personaje de
Averki y complétalo con los Rasgos mágicos apropiados. En caso contra­
rio, no te sientas constreñido por su pertenencia a una orden mágica
(después de todo es un juego de inquisidores en el que Averki representa
al enemigo). Averki hace que cualquiera que se encuentre cerca de él se
sienta solo y vacío, como si estuviera a miles de kilómetros de su hogar. Los
cuervos siguen sus pasos, por lo que incluso durante la noche, un personaje
atento puede escuchar sus graznidos.
Averki iba vestido con pieles cuando desembarcó en Bremen, aun­
que ahora solo lleva un taparrabos. Los personajes pueden ver runas
grabadas en sus manos, brazos, pechos y frente. Estas runas (y el hecho de
graharlas) le permiten activar su magia, por lo que hará todo lo posible para
convencer a los personajes para que le dejen un cuchillo o cualquier otro
objeto que pueda utilizar para infligirse cortes. Si consigue provocarse
heridas, grabará runas en las pa redes de su celda. Los hechizos que puede
convocar sirven para incrementar sus Atributos, hacer que las armas de los
personajes no funcionen como es debido, aprender secreta:, o solicitar
ayuda de los animales (incluyendo a hombres lobo, ver más adelante).
El mago habla alemán e islandés y no entiende ningún otro idioma.
Intentará fingir que no comprende el alemán hasta que esté preparado
para comunicarse con los personajes.
Involucrando a los personajes: El método más obvio consiste en
asumir que los personajes forman parte de una célula veterana de la zona
que ha recibido esta misión. Otra posibilidad es que hubieran estado
presentes cuando Averki destruyó el Concilio de Fe, aunque no la
recomendamos, ya que el Narrador tendrá las manos .demasiado ocupadas
en evitar que los personajes maten al hechicero. Además, Averki es un
enemigo mucho más peligroso si los per onajes desconocen lo que es capar
de hacer. Los rumores podrían indicar que es capaz de transformarse en
lobo u oso y convocar tormentas de nieve (por lo que si el tiempo se vuelve
más frío o los personajes oyen aullidos... ) .
Es importante hacer hincapié e n que la Inquisición desea que Averki
llegue a Brunswick vivo. Si muere en un gesto de autodefensa, los
superiores de los personajes lo comprenderán, aunque tendrán más proba ­
bilidades de ascender si el prisionero no fallece en el ''iaje.
La historia puede funcionar con casi cualquier mezcla de personajes,
aunque los miembros de la casa de Murnau son especialmente adecuados
por la zona geográfica donde se desarrolla la crónica. Un personaje
Murnau podría ser capaz de proveer al grupo con un refugio en mitad de
camino. Los Cahalleros de Acre también representan una elección ade­
cuada, ya que la Inquisición sabe que Averki es un hombre peligroso. La
Inquisición también podría enviar a un espía del Oculi Dei disfrazado de
cochero o criado, aunque debes tener presente que Averki es capaz de
desvelar secretos con el uso de las runas.
Narración: "El largo y solitario camino'' funciona mejor como una
historia separada, ya sea como parte de una crónica más larga o en
solitario. El tono del juego puede cambiar de forma dramática en función
de las acciones de los personajes . Si tratan bien a su prisionero, es
probable que Averki no recurra a los hombres lobo sin antes intentar
convencer a los jugadores de que lo dejen marchar. Si abusan de él, es
probable que Averki juegue con ellos, im·entándose secretos oscuros
haciendo que sus cuervos les impidan dormir.
El ca mino a Brunswick podría esconder otros sucesos. iQué pasaría
si los personajes tuvieran que atravesar un pueblo plagado de herejes!
Abandonar a esta gente a su ignorancia es un pecado grave, pero <dispo­
nen de tiempo para malgastar? Puedes ir dejando pistas de lo que espera
a los jugadores: aullidos de lobo, el cadáver mutilado de un jabalí, y la risa
demoníaca de Averki cuando la luna llena aparece entre las nubes.
Esta historia es lineal, los personajes deben seguir una senda recta
sin posibilidad de demasiadas permutaciones. La velocidad es crítica en
una crónica de esta clase, ya que un número demasiado elevado de
"encuentros aleatorios" podrían dar la sensación de una historia inter­
minable. Intenta que los personajes se comuniquen con Averki, que lo
vean como una persona. Invéntate sus objetivos: iQué le llevó a viajar
hasta Bremen? iPor qué no huyó cuando los guardias le descubrieron?
iEs culpable de los cargos de que le acusan? <Está preocupado? Averki
intentará persuadir a los inquisidores para que abandonen su fe y le
acompañen a Islandia . Sus víctimas fayoritas son las mujeres, ya que cree
que carecen de poder en la Iglesia.
Conclusiones: La historia puede finalizar de muchas formas. Los
personajes pueden conseguir su objetivo de conducir a Averki hasta
Rrunswick, donde será juzgado y ejecutado. Podría escapar en el bosque , en
cuyo caso es probable que los personajes deban viajar hasta Bremen para
encargarse de crear el nuevo Consejo de Fe y protegerla de futuros ataques
del hechicero escandinavo. Si matan a Averki sin juicio, podrían sufrir la
venganza de la familia de Averki o de sus aliados, de los hombres lobo, etc.
Maturale3a:
Conbucta:
3mpulM
Mombre :
3uga'bor:
Crónica:
Físicos
Sociales
Fuerza
@O000
D e s t r e z a 00O0O
Resistencia.
OOOO
CarismaManipulaciónApariencia
4ib
.
I/'
y
'
'
,
;\
Alerta
A . 1
.
W*,
=
.jTalentos
,\
00000
mo \
00000
encia
ooooo
Emparí00000
Esquiv
00000
Expres
OOOOO
I n t i m i d a c i o n ~O O O O O
OOOOO
Lidera
Pelea
OOOOO
..
higio
OOOOO
$1
<j$
Orben:
Concepto:
Capítulo:
-
Trasfondos
00000
00000
00000
000
3 0 0 0
Bendiciones Maldiciones
Mentales
eoo0O
Percepcióne o0oo
Inteligencia l 0000
Astucia
e0000
e0000
eO O00
bABICIDADE$
Pericias
Armas C.C.
Comercio
Equitación
Etiqueta
InterpretaciónPericias
Sigilo
Supervivencia
Tiro con A r c o
Trato con animales
-
00000
00000
00000
00000
00000
00000
00000
00000
00000
OOOOO
VEIZLAJA$
Virtudes
05
====
A u t o c o n t r o l 00000
C o n c i e n c i a 00000
Coraje
O 0 0 0 0
0000000000
Devoción
=Fuerza
devoluntade
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
=A r t e sagrado =
n o n o n u o of o
u-.
-.--
Conocimientos
A c a d e m i c i ~ m o0~0 0 0 0
InvestigaciónO 0 0 0 0
Leyes
OOOOO
Lingüística
00000
Medicina
00000
Ocultismo
00000
Política
O 0 0 0 0
Sabiduría popularOOOOO
Senescal
00000
Teología
0 ~ ~ 0 0 0
Convicción
..'.
o0
.
,
r
i . i
=Virtudes Superiores
Sabiduría
Fe
Celo
=
00000
00000
O 0 0 0 0
Salud
Magullado
Lastimado
Lesionado
Herido
Malherido
-1
-1
-2
-2
q
Descargar