VALORACIÓN DE IMPACTOS AMBIENTALES DEL EMBALSE EL PEÑOL- GUATAPÉ MEDIANTE LA MATRIZ CONESA- FERNÁNDEZ Estudiantes: Marisol García Gómez Johnatan Posada Hernández Valeria Henao Lopera Daniela Vargas Pizarro Programa: Ingeniería Ambiental Docente: Juan José García Duque Fecha: 14 de noviembre de 2019 Universidad Católica de Oriente Rionegro- Antioquia 2019 Contenido Descripción de la actividad ........................................................................................................ 3 Descripción del ambiente ........................................................................................................... 5 Condiciones antes de embalse Peñol-Guatapé ....................................................................... 7 Condiciones después de embalse Peñol-Guatapé .................................................................. 9 Valoración de Impactos Ambientales ...................................................................................... 15 ETAPA DE CONSTRUCCIÓN .......................................................................................... 15 ETAPA DE OPERACIÓN .................................................................................................. 17 ETAPA DE CIERRE Y ABANDONO ............................................................................... 23 Conclusión ............................................................................................................................... 25 Referencias ............................................................................................................................... 26 Introducción El desarrollo y las necesidades de los humanos, las cuales cada vez con mayores, conllevan a la realización de actividades, obras o proyectos como la producción o prestación de bienes y servicios, suministro de materias primas y desarrollo de infraestructura. Lo que implica el consumo de recursos naturales, remoción de vegetación, uso de suelos productivos, modificación del paisaje, desplazamiento de personas, producción de residuos o emisiones, entre otros. A estos cambios sobre las condiciones o característica del ambiente, se les da el nombre de impactos ambientales, los cuales se pueden dar en cualquier etapa del ciclo de vida de los proyectos y tener diferentes niveles de significancia (importancia), debido a que pueden ser benéficos o perjudiciales. Pueden mejorar o deteriorar las condiciones del entorno (Arboleda González, 2008). Para realizar una valoración cualitativa y cuantitativa de los impactos ambientales generados por un proyecto, se pueden utilizar diferentes metodologías como por ejemplo la propuesta por Conesa- Fernández con la cual se pueden obtener valores de los impactos ambientales y mediante ellos determinar su grado de importancia (ArboledaGonzález, 2008; Servicios Hidrogeológicos y ambientales (Hidroar), 2015). La instalación y operación de una central hidroeléctrica trae consigo una serie de impactos en el medio ambiente los cuales son en su mayoría negativos. Es por eso que dichos proyectos antes de ser ejecutados deben tramitar su correspondiente licencia ambiental, para que así haya un debido seguimiento a las actividades que se desarrollen. Para el caso de este trabajo, la central hidroeléctrica Guatapé fue construida hace más de 30 años, por lo cual no tuvo un adecuado control al daño que pudo generar en el medio ambiente. Al expedirse la ley 99 de 1993, estos proyectos fueron amparados por un régimen de transición. Por lo que las centrales hidroeléctricas para seguir operando debieron presentar un Plan de Manejo Ambiental y no un Estudio de Impacto Ambiental, ante el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (para esa época Ministerio de Medio Ambiente – MMA), para que este lo evaluará y lo estableciera como instrumento de control y seguimiento. El objetivo de este trabajo es valorar los impactos ambientales generados por la construcción del embalse de El Peñol-Guatapé para la generación de energía eléctrica, mediante la metodología de Vicente Conesa. Descripción de la actividad El embalse El Peñol-Guatapé concluido en su totalidad en 1978 se encuentra en el oriente de Antioquia (6°13’20“ N y 75°10’11“O) sobre el batolito antioqueño (Figura 1), a 79 Km de Medellín, y a una altitud de 1887.5 msnm. El embalse se surte principalmente del río Nare, cuyo caudal promedio anual es de 50 m3/s. Sus tributarios en la margen izquierda son las quebradas San Miguel, La Magdalena, San Lorenzo y Cucurucho; y en su margen derecha las quebradas La Culebra, Santa Marina, San Pedro y La Candelaria y, por la vertiente sur, recibe las aguas de la quebrada Peñolcito. El área tributaria tiene una extensión de 1210 Km2. El embalse cuenta con una capacidad máxima de 1240 millones de m3, con 43 m de profundidad máxima y en promedio de 27.5 m. Su longitud máxima es de 7.25 Km y su ancho máximo de 5 Km. El área que cubre el embalse es de 6240 ha y el tiempo de retención hidráulico es de 285 días (Aguirre-Ramírez, Palacio-Baena, & Ramírez-Restrepo, 2007). Figura 1. Ubicación del Municipio Guatapé, Antioquia. Tomado de (Grupo de Gestión de Riesgo - Oficina de control estratégico CORNARE, 2012). Este embalse hace parte de una cadena de embalses del departamento de Antioquia sobre las cuencas del río Nare y del río Samaná Norte; en la primera se ubican los embalses PeñolGuatapé y San Lorenzo, y en la segunda se ubican los embalses Playas y Punchiná (Figura 2), esta cadena de embalses genera la tercera parte de la hidroenergía de Colombia (Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia (CTA), 2018). Figura 2. Cadena de embalses del departamento de Antioquia. Tomado de (López-D, 2009). Con la inundación de 2262 hectáreas de tierra, se produjo en los años setenta la pérdida de los valles más fértiles y la reubicación de la cabecera urbana y, además, las migraciones de la zona rural a la zona urbana del municipio o a otros municipios. Geográficamente el embalse El Peñol-Guatapé concluido en su totalidad en 1978, fue construido sobre el viejo Peñol, localizado en el oriente Antioqueño. Éste se concibe como el mayor espejo de agua en el país cubriendo 6365 ha con forma dendrítica (Figura 3) (Bedoya Cardona, 2017). Figura 3. Ubicación del embalse Peñol-Guatapé. Tomado de (Bedoya Cardona, 2017). Este proyecto fue desarrollado para mejorar el potencial en la distribución de la energía eléctrica del país y su ejecución fue a cargo de las Empresas Públicas de Medellín (EPM). Para ello se embalsaron grandes superficies y se inundó un pueblo completo. Para la época la ley ambiental no exigía la elaboración de un estudio de impacto ambiental, por ello, el proyecto se llevó a cabo basados únicamente en la viabilidad económica y financiera al margen de los impactos ambientales generados. El embalse está destinado a la generación de energía, donde se tiene dos torres cilíndricas de 59 m de altura cada una, controladas por compuertas cilíndricas de 4 m de diámetro; la hidroeléctrica es reconocida por generar cerca del 4% de la electricidad del país (UNAL, y EPM , 1977). Descripción del ambiente El embalse “Peñol-Guatapé” está ubicado sobre los municipios de Guatapé, El Peñol y Alejandría (Figura 4). La tabla 1 muestra datos de ubicación de cada uno. Tabla 1. Datos de ubicación municipios embalse Peñol-Guatapé. Tomado de (DBCity,2019). Municipio Altitud (m.s.n.m.) Coordenadas Distancia a Medellín (km) Guatapé 1880 6°13’59’’N y 75°09’0’’W 79 El Peñol 1966 6°13’1’’N y 75°13’1’’W 68,3 Alejandría 1650 6°22’1’’N y 75°7’59’’ W 80,5 UBICACIÓN EMBALSE EL PEÑOL-GUATAPÉ Figura 4. Ubicación embalse Peñol-Guatapé. Tomada y modificada de (Oficina de Control Estratégico-Cornare, 2012). Condiciones antes de embalse Peñol-Guatapé En la época de los 60’s la industria en Antioquia, mineros y comerciantes ricos eran los pilares económicos más fuertes en el país. De esta manera, la masificación de la comercialización de bienes y productos como la exportación del café y oro, aumentaba la demanda de energía. Sumado a esto, se dio un acelerado proceso de desarrollo industrial y de crecimiento poblacional. Por ello, Antioquia se perfiló como un territorio de desniveles de relieve sucesivos que hacían posible la producción en cadena de la energía hidroeléctrica. Con esta premisa se comenzaron a hacer estudios para identificar zonas potenciales para llevar a cabo dicho objetivo. Para el año 1960, una de las cuencas elegidas por su potencial fue la del Río Nare que permitía caídas de agua por diferencias de altura hasta de 810 metros. En esta zona, las actividades rentables eran la ganadería, la minería y la agricultura. Según (Urrea-J, 2009) Empresas Públicas de Medellín se pronuncia así ante las actividades económicas desarrolladas en las veredas susceptibles a ser inundadas en el municipio de Guatapé: “Las veredas afectadas ofrecen las siguientes características: - San Juan y Santa Marina, explotadas en ganadería y más bien despobladas, por las compras de EE.PP. a partir de 1966. La ganadería se continúa explotando mediante un pago a EE.PP. por el uso de la tierra. La producción agrícola es de escasa importancia en estas veredas. - El Tronco y Miraflores, veredas cercanas a la Presa de Santa Rita, son bastante deshabitadas y su producción se limita a la madera, paja, quema de carbón y algunos productos de subsistencia. Los campesinos son beneficiados con las carreteras de acceso a la Represa; serán inundadas en parte; el problema social no será grave por la escasez de población. - Las veredas Quebrada Arriba, La Culebra, El Guamo, los Naranjos, Aguaceritos y Bonilla, sufrirán un mayor grado de afectación en la segunda etapa del embalse. Sus tierras son quebradas y de escaso rendimiento” Respecto al componente social, antes de la construcción del embalse, siempre había existido conflictos de propiedad entre los habitantes de Guatapé y El Peñol por la Piedra identificada como “La Piedra del Peñol” (Figura 5), no obstante, en el proceso de construcción del embalse, se unieron por una causa común (Urrea-J, 2009). Figura 5. Vista de “La Piedra del Peñol”. Tomado de (Urrea-J, 2009). Dentro del componente físico, se encontraba red de caminos tradicionales de algunas zonas rurales como la Peña, La Sonadora y El Roble (Figura 6), que permitían la comunicación de Medellín con el resto del país. Gracias a estos caminos había un importante flujo comercial entre Guatapé y otros pueblos cercanos. Figura 6. Camino de Islitas en la vereda la Peña. Tomado de (Urrea-J, 2009). Luego de que la mayor parte de estos caminos fue inundada, Empresas Públicas de Medellín (EPM) construyó una serie de redes de carreteras que cambiaron drásticamente el paisaje y produjeron un auge en la construcción de viviendas, especialmente de fincas de recreo y parcelaciones (Urrea-J, 2009). La Figura 7 muestra la zona urbana de El Peñol antes de ser inundada. Figura 7. Cabecera municipal El Peñol antes de inundación. Tomada de (Gallego-Blandón, 2016). Condiciones después de embalse Peñol-Guatapé El municipio de El Peñol está ubicado al Oriente del Departamento de Antioquia sobre la Cordillera Central de los Andes en la gran zona del batolito antioqueño. El Peñol está atravesado por la cuenca hidrográfica del Río Nare. Este municipio limita al norte con los municipios de Concepción y Alejandría, al sur con el municipio de Granada, en el Oriente con el municipio de Guatapé y en el Occidente con los municipios de San Vicente, El Santuario y Marinilla. El municipio de Guatapé está ubicado en la subregión de embalses al oriente antioqueño, limita al Norte con el Municipio de Alejandría y parte de San Rafael, al Oriente los Municipios de San Rafael, San Carlos y Granada, al Sur con el Municipio de Granada y parte de El Peñol, al Occidente con el Municipio de El Peñol (Grupo de Gestión de Riesgo - Oficina de control estratégico CORNARE, 2012). El embalse y las áreas destinadas para protección (Bosques naturales y plantaciones) ocupan 34.84 km^2 del municipio de Guatapé, que corresponden al 50.50% del total territorial. Clima El clima del oriente antioqueño es frío, húmedo y tropical con régimen bimodal, lluvias en abril-mayo y octubre-noviembre y temporalidad seca en enero-marzo y julio-septiembre, aunque esto puede variar significativamente. Presenta precipitaciones entre 1000 mm y 4000 mm al año; el mes más húmedo es septiembre con 404.5 mm y el más seco enero con 149.3 mm. La temperatura oscila entre 16°C y 20ºC, con un promedio de 19°C, alcanzando un mínimo de 5°C en épocas de invierno y máxima de 34.4°C en periodo seco. En esta zona se han registrado humedades relativas medias que fluctúan entre 79% y 87% y las mínimas entre 28% y 36%. La evaporación promedio oscila entre 49.9 y 25.4 mm, con máximos en junio-septiembre y mínimos en noviembre-diciembre y abril. Las horas de brillo solar durante el mes varía de 140.7 en abril y 238.5 en enero; con un total anual de 2121.6 horas (Oficina de Control Estratégico-Cornare, 2012). Zonas de vida Alrededor del embalse pueden identificarse diferentes zonas de vida que se distribuyen tanto en el municipio de El Peñol como en Guatapé. Estas son: bosque muy húmedo premontano (bmh-PM), bosque muy húmedo montano bajo (bmh- MB), bosque pluvial premontano (bpPM) y bosque pluvial montano bajo (bp-MB) (Figura 8 y 9). Figura 8. Zonas de vida municipio de El Peñol. Tomada de (Oficina de Control EstratégicoCornare, 2012). Figura 9 . Zonas de vida municipio de El Peñol. Tomada de (Oficina de Control EstratégicoCornare, 2012). Pendientes En el municipio de El Peñol dominan las pendientes dentro del rango de 12%-35 %, seguido por los rangos de 35%–75% y 0%–5%. Se encuentra así un territorio de colinas pequeñas que demarcan las zonas de menor pendiente (figura 10). Así también, los rangos de pendiente del 0%-5% y del 5% al 12% ocupan aproximadamente el 13 % del territorio de Guatapé cuyo relieve se caracteriza por estar conformado por superficies planas ligeramente tendidas y por valles intramontanos de superficies planas, ligeramente cóncavas. Las pendientes del 12%-35%, ocupan cerca del 30% del territorio (figura 11). Figura 10. Mapa de pendientes municipio de El Peñol. Tomada de (Oficina de Control Estratégico-Cornare, 2012). Figura 11 . Mapa de pendientes municipio de Guatapé. Tomada de (Oficina de Control Estratégico-Cornare, 2012). Materiales superficiales En los municipios de El Peñol y Guatapé afloran básicamente dos unidades litológicas: rocas ígneas que surgen por la descomposición física y química de las rocas que conforman en Batolito Antioqueño, este material abarca casi toda la extensión del municipio, y en El Peñol sobresalen anfibolitas que son cuerpos elongados hacia el noroeste del municipio. El relieve en estos materiales es generalmente acolinado de poca elevación y de vertientes onduladas (Oficina de Control Estratégico-Cornare, 2012). Coberturas El territorio del municipio de El Peñol es cubierto por cultivos permanentes y transitorios, cuerpos de agua y embalse, bosques, bosques plantados, áreas construidas, instalaciones recreativas, pastos y rastrojos (Figura 12). Figura 12 . Mapa de coberturas superficiales del municipio de El Peñol. Tomado de (Oficina de Control Estratégico-Cornare, 2012). Por otro lado, el municipio de Guatapé posee coberturas principalmente de embalse (40% del territorio), pastos espontáneos y cultivados, bosques, rastrojo, cultivos transitorios, zonas urbanizadas, instalaciones recreativas y suelo desnudo (Figura 13). Figura 13. Mapa de coberturas superficiales del municipio de Guatapé. Tomado de (Oficina de Control Estratégico-Cornare, 2012). Actividad económica La principal actividad económica del Municipio es el turismo, pues el número de turistas es muy alto por el atractivo del embalse, donde se realizan actividades recreativas y aprovechamiento acuícola. Valoración de Impactos Ambientales ETAPA DE CONSTRUCCIÓN Componente biótico La construcción del embalse conllevó a la pérdida y cambios de algunas de las coberturas de la tierra, tanto en el sitio donde se realizó el proyecto, como en los lugares aledaños. Esto a su vez implicó pérdida de vegetación natural, que influye directamente en la fragmentación de ecosistemas, pérdida y destrucción de hábitat y de especies tanto de fauna como de flora, la pérdida o reducción de los servicios ecosistémicos, el incremento en la erosión y la pérdida de la fertilidad del suelo. Además, los cambios de uso del suelo influyen indirectamente en la desertificación, las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y el cambio climático, ya que seguramente se perdieron ecosistemas considerados sumideros de carbono. Las inundaciones por el llenado del reservorio generan una pérdida de flora ribereña, migración de especies de aves, reptiles y mamíferos, que pierden su hábitat y los espacios para la alimentación. Debido al desplazamiento de la población, las nuevas áreas requeridas para el desarrollo de actividades agrícolas y pecuarias implican transformaciones de la cobertura del suelo que conlleva una reducción significativa de los bosques primarios. Y se evidencia una mayor afectación debido a que EPM revegetalizó con plantas no nativas de la zona las cuales cambian la composición del suelo, afectando la productividad y el desarrollo de actividades agrícolas (Oviedo-Ocaña, 2018). Componente abiótico En la fase de construcción se hace una valoración principalmente de 7 impactos en el componente abiótico, en los factores ambientales de suelo, agua y aire; en esta valoración se obtienen un total de tres impactos con la calificación moderada, que va de un rango de 25 a 50; dos impactos con calificación severa con un rango de 50 a 75 y dos impactos con calificación crítica superando el valor de 75; lo cual simboliza que estos impactos con calificación moderada no representan afectaciones intensivas, por otro lado los impactos con una valoración severa exigen la recuperación de las condiciones del medio a través de medidas correctoras o protectoras, donde su tiempo se da en un periodo prolongado y por último los impactos con calificación crítica superan el umbral aceptable, donde se produce una pérdida permanente de la calidad de las condiciones ambientales. Dicho lo anterior los impactos con una calificación severa analizados con la metodología Conesa en la fase de construcción son aumento de material particulado y aumento de niveles de ruido, estos impactos se dan debido a el ingreso de maquinaria pesada y transporte de materiales, en donde se puede contemplar un alto aumento de estos impactos en esta fase, esto comparado con las condiciones iniciales de la zona. Los impactos más significativos en la fase de construcción son la disminución de caudales y la afectación físico-química del agua, la disminución de caudales se da principalmente por dos actividades, la desviación de cuerpos de agua y la disminución de aguas superficiales debido a la actividad anterior, en la construcción se deben hacer desvíos de cauces para construir la presa, lo cual cambia la configuración total del territorio, porque deja en desabastecimiento total sectores agrícolas, ganaderos y abastecimiento para consumo humano en las zonas que antes corrían los flujos de agua, por tal motivo se obtiene que este impacto es uno de los más significativos en esta fase. Por otro lado, la afectación físico-química del agua se da por actividades como vertimientos de agua industrial , consumo de agua, vertimientos de agua doméstica y construcción de las vías e infraestructura, básicamente la combinación de estas actividades genera un cambio de las propiedades del agua, principalmente los vertimientos de agua doméstica, ya que se ven incrementados por el aumento en la población del sector, aumento generado por los obreros empleados para la construcción del embalse, seguido de los vertimientos generados por la construcción de las vías e infraestructura, sumando a esto el desvío de los cauces, lo que afecta significativamente los cuerpos de agua más pequeños, como riachuelos, quebradas, las cuales por su poco caudal no tienen la capacidad de soportar toda esa carga contaminante. Componente social Para la construcción del proyecto fue necesario desplazar la población (desplazamiento involuntario), debido a que el lugar que ellos habitaban sería inundado. Esto no solo implicó la pérdida de inmuebles. sino también de su patrimonio cultural como la iglesia, el cementerio y demás lugares que eran significativos para la comunidad. Esta situación dio origen, en el año 1961 al movimiento cívico para asegurar la supervivencia de las comunidades amenazadas por el agua, el cual fue compuesto por representantes de la gobernación, EPM y comunidad, además de los representantes de la iglesia católica, los cuales exigieron a la empresa ejecutora del proyecto un estudio socio económico de la zona afectada y la ubicación del municipio. En 1967 se entrega este estudio, y en 1969 se firma un contrato maestro con un pliego de peticiones aceptado por el ejecutor del proyecto, comprometiéndose a prevenir los daños que fueran evitables, racionalizar la compra de tierras, pagar indemnizaciones y construir la nueva cabecera municipal. Con esto se evidencia que la comunidad sentó un precedente para este tipo de proyectos (los cuales no habían sido contemplados). Además, con esto se logró que los impactos ambientales y socio económicos fueran un punto importante en la ejecución de dichos proyectos (Urrea, 2009). Previamente a esto, al no contar con algún tipo de herramienta de gestión o política del suelo y no realizar una adecuada socialización con la comunidad, se generaron impactos como conflictos por la presencia del proyecto, pérdida de actividad productiva, pérdida de identidad, cambio del paisaje y pérdida de yacimientos arqueológicos y riquezas patrimoniales. Según algunos historiadores todo fue impuesto, dicen que las actividades de socialización de EPM no fueron las más acertadas a la hora de socializar los alcances y perspectivas del proyecto. Uno de los impactos sociales más severos sobre la población afectada, fue el traslado de la cabecera municipal sin mayores inconvenientes, ya que no se tuvo en cuenta el arraigo social, los lazos de la comunidad. los impactos económicos, ambientales y sociales en dichos pobladores. La realidad del impacto no fue puesta en consideración, no se le dio la importancia suficiente a la afectación de la estructura vecinal y la desaparición de parcelas familiares de autoabastecimiento. Las socializaciones con la población solo buscaban agilizar el proceso de venta de los predios, sin tener en cuenta la opinión de los pobladores, tanto de la cabecera municipal, como de las zonas rurales que directamente fueron afectadas por la intervención directa de la obra (Jaramillo Montoya & Suárez Marín, 2019). Pese a las dificultades, EPM siguió con el proyecto y el 12 de abril de 1969 se firmó el Contrato Maestro, de 95 puntos. El documento significaba dos cosas: EPM se comprometía a determinadas cosas, en especial a construir un nuevo pueblo (Figura 14), y los habitantes salían del pueblo sin mayor dificultad (Rendón Muñoz, 2017). Figura 14. Panorámica de El Nuevo Peñol,1980. Tomada de (Gallego-Blandón, 2016). ETAPA DE OPERACIÓN Componente biótico Una vez valorados los impactos ambientales generados por la construcción del embalse PeñolGuatapé, se encuentra que los de mayor importancia en el componente biótico durante la fase de operación son: - Pérdida de biodiversidad - Interrupción de rutas migratorias reproductivas y alimentarias en ictiofauna - Pérdida de lugares de desove en ictiofauna - Afectación en riqueza y abundancia de las comunidades hidrobiológicas: perifiton, fitoplancton, zooplancton, macroinvertebrados - Pérdida de biodiversidad de ictiofauna Estos impactos concuerdan con los mencionados por Roldán-Pérez y Ramírez-Restrepo (2008). La regulación de caudales por embalses genera cambios en los atributos naturales de los ríos. Según Montoya-M, Acosta, & Zuluaga (2011), se rompe la estructura de este como un sistema continuo. A razón de este cambio, se generan impactos sobre la geomorfología del cauce y la influencia que tiene el río sobre su plano lateral aguas abajo de la presa, alterando la transferencia de energía entre los ríos efluentes y el régimen de caudal aguas abajo. Por ello, de la sinergia entre estos impactos que hacen parte del componente abiótico, se dan cambios en la biodiversidad, en la composición fisicoquímica del agua, en el régimen hidrológico, la vegetación, la fauna y se da aumento de erosión por movimiento de sedimentos en los tramos fluviales aguas debajo de los embalses (Burgos-Castiblanco & Quintero-López, 2017; LópezAlonso et al., 2004; Prats-Rodríguez et al., 2014). Debido a estos cambios se altera la diversidad de las comunidades acuáticas que son muy sensibles ante dichas presiones ambientales, generando fenómenos de reemplazamiento de especies sensibles por las más tolerantes, así, cambios en presencia/ausencia, número, morfología o conducta tiene relación estrecha con los impactos identificados en el componente abiótico (García de Jalón, 2008). Estas afectaciones son percibidas principalmente en la fauna íctica cuyos procesos migratorios y lugares de desove se ven interrumpidos y no solo por la evidente barrera estructural sino también porque las condiciones del agua cambian drásticamente y uno de los factores decisivos para la distribución de los peces y sus procesos reproductivos es la temperatura (JiménezSegura et al.,2014). Progresivamente, la fauna íctica del área de estudio reducirá en composición y abundancia, posibilitando el riesgo de disminuir su biodiversidad. Por ello, una medida que mitiga este impacto sería la construcción de Sistemas de Transferencia de Peces (Figura 15), son instalaciones ubicadas aguas abajo, a uno y otro lado de la Central Hidroeléctrica. Cada uno asciende cantidades variables de peces de diferentes especies, para que prosigan su movimiento migratorio, transfiriendo sin pausas aguas arriba de la represa, el acervo genético del ecosistema. Figura 15 . Sistemas de transferencia de peces. Tomado de (Sorin, 2015). Así también, la variación de las condiciones del medio puede favorecer la aparición de nuevas especies de flora y de fauna que encuentren en estas nuevas condiciones ideales para su establecimiento. Por ejemplo, las condiciones de encharcamiento que se presentan en la cola del embalse y sus proximidades son hábitat que pueden propiciar la introducción de plantas o algunas especies de aves pueden ser atraídas por la presencia de la lámina de agua (Pinedo & Iglesias, 1990). La aparición de especies nuevas puede alterar y degradar el hábitat y causar pérdida de biodiversidad nativa del entorno ocasionando cambios ecosistémicos. EMP en su momento decidió “realizar un plan de ‘reforestación’ a base de cipreses y pinos por su bajo costo y rápido crecimiento”, esta medida, según Urrea-J (2009), afectó la acidez de los suelos, haciendo difícil la actividad agrícola. Por ello, la implantación de vegetación exótica también provoca variaciones en el hábitat de especies animales y vegetales. Además, cualquier alteración en la vegetación puede modificar localmente las costumbres de los vertebrados terrestres de mayor tamaño. Componente abiótico En la etapa de operación se ha identificado un impacto por la sedimentación, lo cual genera problemas de geomorfología en los ríos con efectos en la infraestructura rural y pérdida de uso de los balnearios en las zonas rurales, pues los ríos se vuelven pantanosos (Jaramillo Montoya & Suárez Marín, 2019). Suelo: En el factor suelo, se puede decir que la operación del embalse puede reducir hasta en un 99% la carga de transporte sólido o de sedimentos aguas abajo del embalse aumentando significativamente la capacidad erosiva del agua en el río. Como consecuencia de esto, se disminuye la fertilidad del suelo y consecuentemente su capacidad para aprovecharse en labores de agricultura, por la pérdida de nutrientes, cambios en pH, pérdida de materia orgánica, baja retención de humedad y disminución de la profundidad de los suelos lo cual tiene repercusiones sobre las comunidades incrementando la pobreza, la violencia y el desarraigo de la tierra (Sánchez, 2016). Este impacto podría intensificarse si se tiene en cuenta que la cobertura vegetal en las riberas del río aguas abajo del embalse es escasa y, por tanto, no es suficiente para disminuir la velocidad del agua y aumentar la infiltración de la misma por lo cual el agua forma zanjas o cárcavas, posibilitando movimientos en masa desplazando un gran volumen de suelo. Para que este impacto sea reversible (por medios naturales), el agua deberá recorrer grandes distancias para recuperar nutrientes y caudal sólido, esto también dependerá de las fuentes tributarias que traigan aportes de sólidos. Sin embargo, en algunos casos la recuperación se da hasta después 200 y 500 kilómetros de recorrido, o incluso, en algunos casos, estas modificaciones del recurso hídrico son de tal magnitud que retornar a la carga previa de sedimentos es irreversible e irrecuperable (López-Alonso, Pons-Puy, & Batalla, 2004). Agua: En el componente agua se identificaron estos impactos como severos o críticos: - Afectación fisicoquímica de fuentes de agua Cambio morfológico y degradación del lecho del río aguas abajo del sitio de presa. Alteración del régimen de caudales Alteración del caudal ecológico Esto se da en el momento de la retención de agua, causando la modificación del régimen hidrológico e hidráulico de las corrientes de agua, por el hecho de cambiar un ecosistema lótico (aguas fluviales) a léntico (aguas superficiales de muy bajo flujo como los lagos), lo que genera una afectación en los procesos de escorrentía, de transporte de sedimentos, alteración del caudal y el cambio de la geomorfología de los ríos antes y después de la estructura (Oviedo-Ocaña, 2018). Los cambios en las condiciones fisicoquímicas e hidráulicas del agua afectan significativamente la diversidad biótica en ecosistemas ribereños. Las especies nativas generalmente no soportan el cambio abrupto del ecosistema produciendo una disminución, y se potencializa la generación de especies exóticas que se adaptan más fácil a las nuevas condiciones del entorno. Además, el represamiento de los ríos dificulta la libre circulación de especies migratorias y la disminución en la concentración de oxígeno disuelto causa la mortandad de peces y otras especies acuáticas (Oviedo-Ocaña, 2018). La calidad del agua se deteriora por el aumento de las tasas de sedimentación, debido a que el embalse fue construido sobre los escombros de la viviendas y estructuras de la antigua cabecera municipal, por lo que hoy en día se evidencia la alteración en la turbiedad y colmatación. También, en algunas épocas del año se genera un Bloom de algas conocido como proliferación, debido a las altas concentraciones de nutrientes, ocasionado por la mezcla de agua residual doméstica y no domésticas que caen en la represa, y por la descomposición de la materia orgánica lo que causa la muerte de animales y plantas por ausencia de oxígeno en el agua (Oficina de Control Estratégico-Cornare, 2012). Para la presente problemática como medida de prevención y mitigación se propone establecer sistemas fitodepuradores como el buchón de agua y ampliarlos a otros sectores del embalse de manera controlada, debido a que esta planta genera competencia a las algas porque se alimentan de lo mismo, pero teniendo en cuenta que se debe hacer una implementación controlada dado que el buchón de agua es una planta invasora y requiere de un manejo especial (EPM, 2017). Aire: Con la evaluación del impacto ambiental en la fase de la operación se encontró como impacto crítico con un valor de -86: - Olores y emisiones de GEI La descomposición de la materia orgánica en los embalses puede promover la generación de gases de efecto invernadero (GEI) como dióxido de carbono, óxido nitroso y mayormente metano (se estima que las represas son las responsables de 1.3% de las emisiones globales de GEI, siendo el metano 34 veces más potente que del CO2). Así mismo, la concentración de macronutrientes en aguas lénticas podría incrementar la producción de fitoplancton el cual reduce la concentración de oxígeno disuelto y la calidad del agua e incrementa la biomasa (fenómeno conocido como eutroficación) generando también olores ofensivos (Bridget R. Deemer et al, 2016). Se identificaron en esta etapa dos impactos con significancia “moderado”: Aumento de niveles de ruido -42, aumento de material particulado -30. Estos impactos se evaluaron desde la perspectiva de las actividades de las por fuentes móviles, como barcos, lanchas, vehículos, y maquinaria pesada. Los anteriores se operan en torno a la represa, para diferentes actividades productivas. Para reducir las emisiones es necesario mejorar las condiciones de los efluentes tomando medidas de para evitar o disminuir la deforestación en las zonas aledañas a la represa, dado que la materia orgánica resultará en el cuerpo de agua provocando la disminución de oxígeno. Al ser un impacto crítico, se tiene que tomar una medida de compensación, por tal motivo, se debe realizar el inventario de gases de efecto invernadero GEI, para conocer la cantidad de carbono que se emite a la atmósfera, y mediante un programa como banCO2 realizar la compensación. Residuos: El Peñol, por su ubicación en Antioquia, sus recursos naturales, características de belleza panorámica, y en general por sus atractivos turísticos actuales y por crearse, contiene un gran potencial de atracción de singular importancia, y un gran aporte al desarrollo socioeconómico regional. En la etapa de operación los residuos se generan por la actividad de turismo que se da alrededor del embalse como lo son la pesca, el deporte náutico, los trabajos en la represa, la hostelería, los restaurantes, las ventas en el camino, la artesanía y muchos otros empleos. Para realizar control sobre los residuos generados se cuenta en el municipio con el Plan de gestión integral de residuos sólidos PGIRS que reúne ordenadamente un conjunto de diagnósticos, programas, proyectos, actividades, metas, y objetivos, que tienen la finalidad de garantizar la prestación efectiva, con calidad, continuidad y cobertura del Servicio Público Domiciliario de Aseo (Administración Municipal Guatapé Antioquia , 2018). Componente social Las actividades de sustento como la pesca deben ser modificadas debido al impacto que tiene la infraestructura sobre la población de peces. Esto atenta contra la seguridad y autonomía alimentaria de las poblaciones, cuyos medios de sustento dependen cada vez más del mercado externo (Oviedo-Ocaña, 2018). La construcción de la represa no solo generó cambios en cuanto a lo económico, también generó un fuerte impacto sobre los paisajes (Figura 17) y los espacios en general, implicó nuevos procesos que empezaron a hacerse visibles dentro del ámbito social. Luego de la inundación de la segunda etapa, a mediados de la década de 1980, el turismo comenzó a configurarse como la alternativa económica más importante, al punto de constituirse como el eje del Plan de Desarrollo Municipal (Urrea, 2009). En la zona, ya desde la segunda mitad del siglo XX, durante el auge de construcción de diversas obras de infraestructura, especialmente hidroeléctrica, la población local respondió a la intervención sobre su territorio, generada por parte de algunas entidades como representantes del Estado, interesadas en industrializar y desarrollar el departamento; sus reclamos resultaron una respuesta lógica a las actividades llevadas a cabo, en muchos casos sin consulta previa con las comunidades afectadas y con atropellos en situaciones específicas. Se conformaron entonces, una serie de movimientos sociales que buscaban reivindicar el papel de las comunidades afectadas dentro de las negociaciones que, en principio, se habían hecho desde altos niveles, desconociendo la sensación de descontento que crecía entre las poblaciones afectadas (Urrea, 2009). Figura 17. Panorámica de El Nuevo Peñol. Tomada de (Gallego-Blandón, 2016). ETAPA DE CIERRE Y ABANDONO El tiempo de vida útil de un embalse depende de la carga sólida de los ríos afluentes, del estado de conservación de las cuencas que lo rodean y del estado trófico que pueda presentarse. El embalse Peñol-Guatapé, ha presentado problemas de contaminación por aguas residuales, fertilizantes y plaguicidas que se deben al estado de la cuenca del río Nare, sumado a esto, debido a que en la fase de construcción no se realizó una adecuada remoción de la cobertura vegetal antes del llenado del embalse, se presentan reacciones de descomposición de esta materia orgánica en el fondo del embalse aportando nutrientes principalmente de nitratos y fosfatos que propician el crecimiento de algas y plantas acuáticas, llevando el embalse a un estado de eutrofización como el que se presentó en el año 2017, donde un 19% del área del embalse presentaba este estado trófico (Cárdenas, 2017). En general, según el Instituto Nacional de Preinversión (2013), en la fase de cierre y abandono se requiere asesoría técnica de profesionales de áreas del conocimiento como civil, ambiental, geología y forestal. En esta fase se realizarán actividades como: - Desmantelar y retirar equipos y estructuras introducidos en el lugar. - Demoler estructuras - Disponer adecuadamente escombros, equipos y materiales retirados o demolidos - Rellenar las depresiones - Remediación de suelos contaminados por derrames de combustibles u otras sustancias - Descompactación de suelos Restauración de relieves de áreas intervenidas y nivelación del terreno Todas las acciones llevadas a cabo deberán ser monitoreadas periódicamente por equipo a cargo para evaluar el estado de efectividad de las medidas tomadas e identificar posibles problemas y así facilitar la recuperación del ambiente a sus condiciones naturales. Componente biótico En este componente el principal impacto identificado es que con la demolición y el desmantelamiento de estructuras, nuevamente las coberturas de la tierra cambiarán, dejando al descubierto el gran volumen de sedimentos acumulados en el fondo del embalse. El espejo de agua ya no se observará y este impacto será sinérgico principalmente con el componente social. Además, en esta etapa se identifican dos impactos positivos que son la revegetalización de áreas con especies nativas y, por tanto, la recuperación de biodiversidad. Componente abiótico En la fase de cierre y abandono se hace una valoración principalmente de 7 impactos en el componente abiótico, en los factores ambientales de suelo y agua en donde se obtienen cinco impactos con calificación crítica y dos impactos con calificación severa. Los impactos con valoración severa son la alteración del régimen de caudales e inundaciones aguas abajo de la presa; la alteración del régimen de caudales se da por la actividad de vaciado del embalse, se hace para evitar posibles colapsos y catástrofes, se debe hacer un vaciado del embalse cuando sea pertinente ejecutar la fase de cierre y abandono, esto trae consigo otras problemáticas como la alteración de las propiedades físico químicas de las propiedades aguas debajo de la presa, debido al alto contenido de sedimentos, alteración del paisaje, cambios de las dinámicas ecológicas del rio, pérdida de especies entre otras afectaciones. Las inundaciones aguas abajo de la presa se pueden presentar principalmente por la falta de mantenimiento de la infraestructura, la cual puede colapsar y generar dicho impacto, por tal motivo es importante que en esta fase se realice un vaciado total del embalse, para evitar este tipo de impactos que pueden desencadenar afectaciones graves en el entorno, principalmente aguas debajo de donde se encuentra ubicada la presa. Los impactos con valoración crítica son la alteración de las propiedades físicas del suelo, disminución de la fertilidad del suelo, afectación propiedades físico químicas del agua, cambio morfológico y degradación del lecho del río aguas abajo del sitio de presa y afectación del ciclo sedimentológico; la alteración de las propiedades físicas del suelo se dan principalmente por movimiento de materiales, donde esta actividad hace énfasis en la acumulación de sedimentos presentes en el embalse, a la hora del cierre y abandono, toda esta carga orgánica queda acumulada en el embalse, lo cual genera grandes cambios no solo en las propiedades físicas del suelo, sino también en sus propiedades químicas, por ende esta gran acumulación de sedimentos en la zona trae consigo otro impacto y es la disminución de la fertilidad del suelo, debido a que se cubre gran parte del área del embalse con dicho material, cubriendo la capa fértil del suelo, un suelo que es derivado de cenizas volcánicas (andisoles) el cual es un suelo que se caracteriza por ser un suelo muy productivo. La afectación de las propiedades fisicoquímicas del agua se da por el arrastre de sedimentos, este se puede ocasionar cuando se presentan precipitaciones, o por corrientes de agua superficiales que recorren el embalse, con el arrastre de este sedimento acumulado en la zona se configura completamente las propiedades del agua que pasan por el sector, afectando principalmente a las comunidades y sectores abajo de la presa. El cambio morfológico y degradación del lecho del río aguas abajo de la presa se da principalmente por el vaciado del embalse, donde se cambia drásticamente el régimen de caudales, por dicho motivo este impacto puede generar grandes cambios morfológicos, simplemente alterando la velocidad del flujo puede generar importantes cambios, agregando a ello la altura y la carga orgánica con la que va el agua se puede dar una degradación bastante notable. La afectación del ciclo sedimentológico es uno de los impactos más significativos, ya que cambia completamente de entorno, pasando de ser un entorno de aguas leníticas a ser un entorno de aguas lóticas como estaba configurado anteriormente, dicho cambio genera que la sedimentación ya no sea igual, por ende, los sedimentos a la hora del cierre y abandono no tenderán a estar acumulados, por el contrario, el agua los arrastrara, eso dependiendo la capacidad de carga que tenga el cuerpo de agua. Componente social En lo social, el referente es la construcción de la hidroeléctrica Peñol Guatapé, treinta años después comunidades del área de influencia directa como San Luis, San Rafael, Alejandría, Concepción, Guatapé y el Peñol, se evidenció un desplazamiento de comunidades y poblaciones que nunca regresaron después de su construcción, no existía una reglamentación ambiental para este tipo de proyectos. Se dio un fuerte impacto ambiental y social (Jaramillo Montoya & Suárez Marín, 2019). Conclusión Para llevar a cabo cualquier proyecto hidroeléctrico es fundamental realizar la identificación y valoración de los impactos ambientales. Estos permiten determinar la viabilidad económica y ambiental del proyecto, y crear estrategias para la prevención, mitigación, corrección y compensación de los impactos. Es de suma importancia la socialización del proyecto con la comunidad, ya que son quienes se ven mayormente afectados por las actividades derivadas del mismo, y justamente el componente social es el más olvidado a diferencia de los componentes bióticos y abióticos. Mediante este trabajo se encontró que el embalse Peñol- Guatapé, por ser construido hace más de 30 años no tuvo un adecuado control del daño que pudo generar en el ámbito social y ambiental. Será necesario replantear la forma de generación de energía, mediante una discusión sobre la política energética en el país, que considere el acceso a energía para todos, previniendo y mitigando los impactos sociales, y considerando la implementación de energías sostenibles, que mejoren el rendimiento energético y aumenten el uso de fuentes renovables alternativas. Es necesario que los países se comprometan y adopten tecnologías alternativas, en vista de que Colombia es un gran proveedor de energía para diferentes países y se están priorizando las necesidades internacionales y no las nacionales. También, es importante identificar las modalidades de consumo y generar producción sostenible, que fomente el uso eficiente de los recursos naturales y de la energía. Referencias Administración Municipal Guatapé Antioquia . (2018). INFORME ANUAL DE SEGUIMIENTO AL PLAN DE GESTIÓN INTEGRAL DE RESIDUOS SÓLIDOS, PGIRS 2016-2027. Municipio de Guatapé. Aguirre-Ramírez, N. 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