Subido por pedro pizon

Módulo de Convivencia y Seguridad Ciudadana

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2015
CONVIVENCIA PREVENCIÓN Y
SEGURIDAD CIUDADANA
MODULO DE CONVIVENCIA,
PREVENCIÓN Y SEGURIDAD
CIUDADANA
Introducción
El presente documento, no solamente es un libro en el cual se plasma de manera clara
la doctrina del servicio de policía frente a la seguridad ciudadana soportada en la
política de Estado “Seguridad ciudadana: una política nacional para la prosperidad
democrática”, sino que se convierte en una herramienta de gestión operacional que
orienta de manera acertada a las unidades desconcentradas de la Policía Nacional,
para que su despliegue y contribución con las políticas institucionales se realicen en el
marco de los principios de calidad.
Inicialmente es importante comprender que la seguridad ciudadana es un bien público,
encaminado a la protección de la integridad física y moral de las personas y la convivencia en democracia, es el desarrollo de habilidades y destrezas sociales necesarias
para el beneficio de la comunidad en su conjunto. Ambas son prerrequisito de la
justicia, la dignidad, el bienestar, la calidad de vida, la solidaridad, los derechos, las
libertades y el desarrollo de las actividades sociales, económicas y políticas1. Por
consiguiente, la Policía Nacional con el fin de garantizar estos principios que enmarcan
su servicio, establece los escenarios de actuación frente a los cuales se debe
desplegar toda la actividad operativa y lidera maniobras que consolidan la seguridad y
convivencia ciudadana en la totalidad del territorio nacional.
Así, las estrategias del servicio de policía planteadas en este documento, desarrollan
la doctrina operacional frente a los procesos misionales de la Institución en seguridad
y convivencia ciudadana, prevención, inteligencia e investigación criminal. Para ello,
adaptan sus estructuras a la nueva realidad, toman en cuenta los recursos financieros
y logísticos de los que dispone y, además, alientan y promueven la tecnificación y
profesionalización que deben alcanzar sus miembros. De esta manera, se garantiza su
posicionamiento como una Institución a la vanguardia en la atención que requieren las
zonas sensibles del país.
Por último, se señalan los mecanismos de soporte que contribuyen al desarrollo del
servicio de policía en materia de seguridad y convivencia ciudadana y su articulación
con las autoridades político-administrativas quienes, como actores fundamentales en
la producción de la seguridad, lideran, coordinan y financian las estrategias planteadas
para apalancar el esfuerzo institucional y generar impacto en la comunidad.
Génesis y reseña histórica
A partir de la finalización de la segunda Guerra Mundial, la geopolítica internacional se
estructuró sobre dos sistemas económicos y sociales contrapuestos con altos niveles
de armamentismo y generó de esta forma un mundo bipolar. Este período denominado
la guerra fría circunscribió el campo de las relaciones internacionales a la reproducción
de los modelos propios de la teoría realista, reduciendo el concepto “seguridad” a la
protección del territorio contra la agresión del enemigo, la defensa de los intereses
nacionales en política exterior y los esfuerzos tendientes a evitar el holocausto
nuclear2.
De acuerdo con lo anterior, la noción de seguridad que se construyó por más de
cuarenta años fue completamente ajena a la vida de los seres humanos y a las
necesidades de los ciudadanos comunes. Al punto de “dejar de lado las
preocupaciones legítimas de la gente común que procuraba tener seguridad en su vida
cotidiana”3 dando prioridad a las preocupaciones e intenciones que cada estadonación tenía según el bloque al que pertenecía.
Pero fue la finalización de la Guerra Fría a finales del siglo XX, la que dio el espacio
para la configuración de una nueva geopolítica internacional y la que a su vez generó
un replanteamiento del concepto de desarrollo y, por consiguiente, de la noción de
seguridad. De esta forma, al reconocer las nuevas problemáticas que afectan a la
humanidad tal es el caso de la pobreza, el subdesarrollo, las crecientes presiones
demográficas y el deterioro ambiental entre otros muchos factores, la Organización de
las Naciones Unidas plantea que la seguridad de los seres humanos “se expresa en
un niño que no muere, una enfermedad que no se difunde, un empleo que no se
elimina, una tensión étnica que no explota en violencia, un disidente que no es
silenciado. La seguridad humana no es una preocupación por las armas: es una
preocupación por la vida y la dignidad de las personas”4
CONVIVENCIA PREVENCIÓN Y SEGURIDAD CIUDADANA
Objetivos y principios
La Convivencia y seguridad ciudadana se enmarca en los lineamientos de política
pública establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo, en el respeto a los principios
constitucionales, las libertades ciudadanas, el pluralismo y la organización políticoadministrativa del Estado.
Objetivo general
Proteger a los nacionales y extranjeros que se encuentren en Colombia, en su vida,
integridad, libertad y patrimonio económico, por medio de la reducción y la sanción del
delito, el temor a la violencia y la promoción de la convivencia.
Este objetivo se logrará mediante la reducción de la incidencia general de la
criminalidad, del número de homicidios, de los delitos y contravenciones
comportamientos relacionados
con la convivencia, del miedo de los ciudadanos a ser víctimas del crimen y del
aumento de la judicialización y condena de los delincuentes violentos.
Objetivos Específicos
Para alcanzar el objetivo general, se han identificado siete específicos, que a su turno
establecen unos lineamientos generales para la implementación:
1. Reducir las probabilidades de inicio de carreras criminales y la reincidencia de los
victimarios, y dificultar la comisión del delito, en especial de alto impacto.
2. Mejorar la presencia y respuesta de la policía, así como su capacidad disuasiva y de
control social, de investigación criminal y desarticulación de redes criminales.
3. Incrementar la judicialización y la condena de los responsables del delito, la
orientación y atención a víctimas de delitos graves, y las resocializaciones viables.
4. Lograr comportamientos sociales colectivos de apego a la ley que favorezcan la
convivencia social y la resolución pacífica de las diferencias y los conflictos.
5. Concientizar a los ciudadanos de sus responsabilidades como miembros de la
sociedad en la lucha contra el delito y su papel activo dentro de la comunidad.
Contexto General de la Seguridad y la Convivencia Ciudadana.
Mejoramiento de la seguridad en los últimos ocho años, en especial dada la reducción
de los Grupos Armados Ilegales (desmovilización, captura y combate). Nuevas
expresiones criminales, en especial vinculadas al narcotráfico y la organización de
nuevas redes criminales que impactan directa o indirectamente las ciudades.
Tendencia a la articulación delictiva y a fenómenos de delincuencia organizada ligados
o no al crimen organizado y a las guerrillas. Alta percepción de inseguridad urbana que
contrasta con los reportes de delitos en algunas ciudades, ligada en ocasiones a actos
delictivos en sectores de opinión. Desafíos asociados al comportamiento ciudadano
como compra de bienes hurtados, comportam.
comisión decont.
contravenciones,
a la convivencia alta intolerancia e
incumplimiento de reglas informales de conducta.
c.p a la convivencia
1. Desafíos de la Política Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana
Respecto de los desafíos que afronta la Política Nacional de Seguridad y Convivencia
Ciudadana, se pueden señalar unos de tipo estructural y otros asociados a la
coyuntura criminal.
En primer lugar, entre los desafíos estructurales se encuentran los relacionados con el
proceso de urbanización del país y sus complejidades, el incremento del mercado de
bienes y servicios y los riesgos que esto implica en cuanto a propiciar el delito, la
existencia –aunque menguada– de grupos armados ilegales y de narcotráfico en sus
diversas manifestaciones –entre éstas su incidencia en patrones culturales y en
grupos etarios, en particular en los jóvenes, y redes delincuenciales y de organización
criminal ligados a ese fenómeno–, y la presencia precaria del Estado en algunos
municipios, a pesar de avances significativos en materia de institucionalidad pública y
privada y sus logros en el mejoramiento de la calidad de vida.Política Nacional de
Seguridad y Convivencia Ciudadana.
A lo anterior se suman factores de riesgo de carácter general como la venta y el
consumo de alcohol y de sustancias psicoactivas y el porte de armas legales e
ilegales, que inciden en ciertos casos en la comisión de un delito u ocasionan el
desenlace violento de éste. El mayor número de casos de homicidio es propiciado con
armas de fuego.
En ese marco estructural, el incremento en los niveles de desarrollo de los centros
urbanos y la mayor interconectividad entre ciudades y mercados han promovido
fenómenos de contagio de los escenarios de violencia y de actividades ilícitas en las
que niños, adolescentes y jóvenes se convierten en el objetivo de redes
delincuenciales. Existe una convergencia entre los índices de violencia, la presencia
de estructuras criminales y los entornos urbanos deteriorados con la existencia de
establecimientos vinculados a la venta de alcohol y sustancias psicoactivas, así como
a personas en situación de prostitución. De esta manera, por ejemplo, los homicidios
afectan tanto a los individuos vinculados a redes delincuenciales y crimen organizado,
como a los ciudadanos que frecuentan esos lugares.
Tal situación, unida a hechos de violencia intrafamiliar y sexual, y una débil inserción al
sistema escolar y al mercado laboral, en especial por parte de jóvenes, hacen más
vulnerables algunos grupos sociales, lo que en ocasiones crea mayor disposición para
convertirlos en objetivo de la criminalidad emergente, bien sea como recurso humano
disponible o como grupo en riesgo de victimización. Así mismo, el proceso de
expansión urbana y el crecimiento económico propio de un sistema de ciudades
intermedias y principales, que concentran capital humano, infraestructura y una mayor
demanda de empleo, presionan la capacidad de los gobiernos locales en materia de
prevención y control de la comisión de delitos y crímenes violentos, prestación de
servicios sociales, regulación del comportamiento ciudadano e integración de los
nuevos habitantes que llegan, principalmente, a estas áreas urbanas.
En segundo término, entre los desafíos recientes se ha identificado que, pese a que la
incidencia de los Grupos Armados Ilegales se ha reducido, persiste su capacidad de
adaptación, aprendizaje y transferencia de prácticas criminales, en especial por medio
de nuevas modalidades de delincuencia organizada que también se expresa a escala
urbana, que oscilan desde acciones de carácter terrorista hasta la operación de
diversas actividades ilegales relacionadas con el narcotráfico, como oficinas de cobro,
lavado de activos, microtráfico de drogas y venta de armas, piratería terrestre, juegos
de suerte y azar, trabajo sexual y préstamos de usura.
Si bien la desmovilización del grueso de las estructuras directivas y militares de los
denominados grupos de autodefensas contribuyó a desarmar y desvincular de la
confrontación armada a miles de sus integrantes hasta reducir su capacidad de hacer
daño, han surgido nuevas expresiones delictivas, incluso con la participación de
algunos integrantes de los mencionados grupos que no se desmovilizaron o lo hicieron
y abandonaron el proceso de reincorporación a la vida civil.
Igualmente, la extorsión directa e indirecta a transportadores, comerciantes formales e
informales, casas y apartamentos, y diversas modalidades de secuestro extorsivo en
centros urbanos –en particular de corta duración– impactan en forma negativa las
condiciones reales de seguridad ciudadana y su percepción.
Hay, además, una serie de desafíos asociados al comportamiento ciudadano y a la
falta de apropiación de los referentes básicos de cultura ciudadana. Entre éstos cabe
señalar la condescendencia y, en ocasiones, la complicidad de miembros de la
sociedad con actividades ilícitas (por ejemplo, la compra de bienes hurtados, piratas o
en sitios de venta ilegal), comportam.
la comisióncont.
de contravenciones,
la intolerancia –que parece
a la convivencia
haber aumentado o por lo menos es más visible- y el incumplimiento de reglas
informales de conducta, entre otros, que obligan a una actuación más proactiva del
Estado y de la sociedad en este campo.
En un análisis de la evolución reciente de los principales indicadores de los delitos y
conductas que afectan la seguridad y la convivencia ciudadana se da cuenta de los
retos por afrontar.
Según información de la Policía Nacional, en Colombia se viene registrando una
tendencia descendente en el número de homicidios, al pasar de 28.837 casos en 2002
a 15.459 en 2010, y de una tasa de 69,8 homicidios por cada 100.000 habitantes a
una de 34 en un lapso de ocho años. Haciendo un análisis del 2004 al 2010, se
encuentra que la tasa nacional de homicidios tuvo una variación anual promedio de 5,4% durante el periodo. Por otra parte, un análisis comparativo entre las tasas de
2004 y 2010 indica que la variación entre estos dos años fue de -28%. En el periodo
analizado, la tasa nacional de homicidios pasó de 48 por cada 100.000 habitantes a 34
en 2010, y el número de homicidios se redujo de 20.209 a 15.459.
A pesar de la mejoría en el comportamiento del indicador, Colombia continúa
ubicándose en los primeros puestos del ranking mundial, junto a países como El
Salvador, Honduras, Guatemala, Venezuela, Trinidad y Tobago y el Congo, entre
otros.
Por su parte, el hurto común, cometido contra personas, residencias y
establecimientos de comercio, presenta una tendencia nacional de ascenso durante
los últimos ocho años que alcanzó su punto máximo en 2008, con 104.409 hurtos. En
el lapso comprendido entre 2004 y 2010 se registró una variación promedio de la tasa
nacional de hurto del 10%. El hurto a personas merece especial atención por cuanto
resulta ser el más frecuente y uno de los que afecta de manera significativa la
seguridad diaria de los colombianos y la percepción de seguridad.
Con respecto a los delitos que afectan la convivencia, en 2009 la tasa nacional de
lesiones personales fue de 307,3 por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con los
cálculos realizados a partir de la información del Instituto Nacional de Medicina Legal y
Ciencias Forenses (INMLCF, en adelante Medicina Legal), y de la proyección de
población del Dane para 2009. Por otro lado, en 2010 se registraron en Colombia
5.281 muertes por accidente de tránsito para una tasa de 12 por cada 100.000
habitantes.
PRINCIPIOS RECTORES DE LA POLÍTICA DE SEGURIDAD CIUDADANA
FUNDADA EN LOS PRINCIPIOS DEL BUEN GOBIERNO
1.1.1 Eficiencia, eficacia y efectividad
Al resolver las necesidades ciudadanas de seguridad de manera objetiva, oportuna,
preventiva, restaurativa en sus derechos grupales e individuales, con calidad, apegada
a la ley y con un alto grado de satisfacción que motiva desde la ciudadanía estructuras
que promueven progresivamente escenarios de convivencia al construir confianza.
1.1.2 Transparencia
La transparencia como principio, redundará en el fortalecimiento de la Policía Nacional
y, por ende, en mayores niveles de legitimidad y confianza hacia las actuaciones institucionales por parte de los ciudadanos. De igual forma, permitirá que cada uno de los
policías que intervienen en el proceso de implementación y seguimiento de la
estrategia propenda por el reconocimiento, respeto, protección y cumplimiento de los
derechos humanos.
De igual forma, la cero tolerancia a la corrupción, el fortalecimiento a la cultura de la
legalidad y transparencia en las actuaciones de todos los miembros de la Institución,
se erigen como principios y valores que se imprimen en los procesos internos convirtiéndose en el sello de calidad de “una estrategia totalmente confiable”, lo cual
contribuye a crear y sostener altas pautas de credibilidad y realizar acciones que
aseguren la sostenibilidad de la misma.
1.1.3 Centrada en resultados
La seguridad ciudadana se constituye en un reto para garantizar la gobernabilidad del
país, medida a partir de la confianza de los ciudadanos en las instituciones a partir de
su efectividad para combatir la extensión y agravamiento del fenómeno de la violencia
y el delito.
En este sentido, se contará con criterios objetivos y técnicamente adecuados para
evaluar el desempeño de las instituciones del Estado en la consecución de las metas
de esta política.
1.2 DE ALCANCE NACIONAL E IMPACTO LOCAL
1.2.1 Integral
Por cuanto comprende dimensiones preventivas y proactivas, en las cuales se garantizan las necesidades de libertad, desarrollo social y proyección humana del individuo
en todos los entornos de interacción. Abarca la actuación articulada de las autoridades
en todo nivel para garantizar estadios plenos de convivencia y seguridad.
Desde esta perspectiva la política integral de seguridad ciudadana contempla los
siguientes aspectos:
• Importancia del desempeño de las autoridades político-administrativas como primera
autoridad regional y local de Policía, en lo que respecta a su participación en el
diseño de los planes locales de seguridad.
• Diseño de los planes locales de seguridad, de acuerdo con las características del
conflicto de cada zona o región.
• Apertura de espacios para el diálogo, la comunicación y participación con los
jóvenes, sobre la base de que son sujetos pasivos de la violencia y el delito.
• Solución del problema de la impunidad, para modernizar y fortalecer la
administración de justicia y aumentar la capacidad investigativa del Estado.
• Diseño de una política criminal para enfrentar los diferentes agentes generadores de
violencia, de la delincuencia y del terrorismo.
• Fijación de una política de Estado contra el narcotráfico, partiendo de la base que es
un fenómeno universal con incidencias distintas en cada país.
• Definición de una estrategia contra la delincuencia común, dirigida especialmente al
control de los delitos comunes.
1.2.2 Integradora
El fortalecimiento de la seguridad ciudadana está vinculado con el de otros sectores
del Estado y la sociedad, particularmente sistema penal, educación y salud pública, así
como gobiernos locales; implica la reducción de la desigualdad en todos sus ámbitos.
Por esta razón, se considera la institucionalización de una política sectorial específica,
enmarcada en el proyecto político general del Estado, para lo cual, en el caso de la
seguridad, debe reasignar funciones de acuerdo con la misionalidad, estructura y
capacidades de las instituciones, de manera que respondan a las necesidades de
educar, prevenir, controlar o enfrentar los distintos riesgos y amenazas que atenten
contra el sistema democrático y la convivencia ciudadana.
En este sentido, la complementariedad y el trabajo efectivo de las instituciones, determinará el éxito de la política de seguridad ciudadana.
1.2.3 Coordinada
La estrategia de seguridad ciudadana comprende varios componentes entre los que se
cuenta de manera relevante el de coordinación intergerencial. Para la Policía Nacional
resulta imperativo reconocer la importancia de la actuación articulada y participación
de los actores que intervienen en la construcción de una convivencia pacífica, con el
fin de sumar esfuerzos que permitan lograr los objetivos propuestos en términos de
seguridad ciudadana.
1.2.4 Sostenible
Al constituirse en una Estrategia Nacional esta contará con los recursos y medios
necesarios para el desarrollo integral de sus objetivos estratégicos, líneas de acción y
programas garantizando su sostenibilidad en largo plazo. Lo anterior implica la disponibilidad suficiente de fuentes de financiación en los ámbitos seccional y local, de tal
forma que junto con el nivel nacional se cofinancien programas y proyectos en la
materia.
De igual forma, la sostenibilidad está dada por la constante evaluación de las acciones
que se realicen, de forma tal, que se puedan determinar a tiempo los aciertos y
desaciertos. En este orden de ideas, la realización de evaluaciones determinará la
medición de los resultados e impactos de la estrategia.
1.3 CONSOLIDACIÓN DEFINITIVA DE LA POLÍTICA DE SEGURIDAD
DEMOCRÁTICA
En el contexto colombiano la seguridad ciudadana se constituye en uno de los ejes
centrales de la consolidación de la Política de Seguridad Democrática, en el cual se
soportan todos los esfuerzos para proteger a la población colombiana, tanto en
campos como ciudades. Bajo esta óptica, dicha política reconoce el derecho de los
ciudadanos a sentirse seguros y protegidos en su vida cotidiana, a través de un
creciente reconocimiento al marcado impacto que el crimen, el conflicto y la violencia
tienen sobre la democracia y el desarrollo.
Lo descrito, en virtud al cambio sustancial en el patrón de criminalidad que se presenta
en el nuevo escenario de seguridad del país, manifestado en el incremento de delitos
violentos, mayor influencia del crimen organizado y el recrudecimiento de la conflictividad social.
Por consiguiente, la seguridad ciudadana como parte esencial de la Política de
Consolidación de la Seguridad Democrática (PCSD), enfatiza en la protección de los
individuos, de las comunidades locales y las instituciones democráticas de los desafíos
internos y externos que los afectan, para garantizar con este fin, la participación de los
gobiernos en los niveles nacional y local, así como una visión amplia de la seguridad
para enfrentar las raíces que causan dichos fenómenos de violencia y criminalidad.
1.4 RESPETO POR LOS DERECHOS HUMANOS
La protección de los ciudadanos debe darse dentro del marco de respeto de la Constitución Política y las leyes, en este sentido la seguridad ciudadana se constituye en el
pilar central para el desarrollo de los derechos humanos. La defensa y la protección de
los derechos humanos son la base fundamental de una estrategia de seguridad
ciudadana que actúe sobre las causas de la criminalidad y privilegie la prevención e
investigación del delito.
APROXIMACIÓN A LA SEGURIDAD CIUDADANA
2.1 EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE SEGURIDAD CIUDADANA
La convivencia es uno de los factores que fundamentan la necesidad humana de
seguridad ciudadana, pues fija su centro en la premisa que la define como “la
condición para que las personas puedan ejercer sus opciones de forma libre y segura,
con una relativa confianza en que las oportunidades de hoy no desaparezcan mañana"
6. Por lo anterior, se puede afirmar y concluir que la seguridad de una comunidad está
alimentada directamente de la capacidad de convivencia, pero que no es el único
elemento que requiere para asegurar su consolidación, ya que depende en gran
manera de la satisfacción de sus necesidades.
El término “convivencia” hace referencia según el Diccionario de la Real Academia
Española, a la capacidad de vivir en armonía con otros a pesar de sus posibles diferencias y la expresión “convivencia ciudadana”, tiene que ver más con la prevención
del delito y con programas a largo plazo cuyos efectos suelen ser más duraderos,
pues mejora la comunicación entre las partes y admite cualquier forma de resolver el
conflicto que las partes elijan, siempre que no sea el uso de la fuerza7.
En Colombia, el accionar de los grupos al margen de la ley, ha acelerado los procesos
de movilización de población rural hacia el área urbana. Esto genera un incremento
muy importante de los habitantes en las principales ciudades y con ello el alza de los
índices delincuenciales; controlar estos fenómenos es un imperativo constante del
gobierno en todos sus niveles, para lo cual, se han implementado estrategias que
buscan mejorar los niveles de convivencia en ese complejo conglomerado social, pero
que para ser realmente efectivas en su propósito requieren acciones que mejoren las
condiciones de las personas que conforman la sociedad.
Se tiene entonces en este punto la convergencia de los dos términos propuestos: el
primero, la seguridad, que aparece dimensionada en su sentido más ajustado a la
realidad nacional, pues en el caso colombiano al igual que en el resto del mundo con
excepción del caso en Medio Oriente, la amenaza no proviene de otro Estado, sino
que es producto de tensiones internas y el segundo término, la convivencia como
factor fundamental que nutre los propósitos y objetivos de la seguridad ciudadana, ya
que sin una buena convivencia entre ciudadanos, difícilmente se puede pensar en
seguridad dentro del mismo contexto e igualmente sin condiciones generales que
satisfagan las necesidades del conglomerado ciudadano apenas se podría hablar de
convivencia.
La seguridad ciudadana en su esencia parte de las nuevas definiciones globales derivadas de la doctrina internacional, particularmente de la seguridad humana, que a
través de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su informe del Programa
de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de 1994 estableció: “…está centrada
en el ser humano. Se preocupa por la forma en que la gente vive y respira en
sociedad, la libertad con que se pueden ejercer diversas opciones, el grado de acceso
al mercado y las oportunidades sociales, y a la vida en conflicto y paz; la seguridad
humana significa que la gente puede ejercer esas opciones en forma segura y libre”.
Este concepto se alinea perfectamente con la definición moderna de seguridad, que
tiene en cuenta el tránsito de las amenazas tradicionales hacia otras nuevas que se
expresan en diversos entornos socioculturales y que afectan directamente al individuo,
por consiguiente la seguridad ciudadana se convierte en una necesidad que requiere
ser resuelta por el Estado y su cuerpo de policía como dinamizadores y articuladores
de la relación entre autoridades y comunidad.
Para que la seguridad ciudadana sea un espacio integrador propicio para la actuación
política, doctrinal e institucional de las autoridades, esta debe ser:
• Integral: comprende dimensiones preventivas y proactivas en las cuales se garanticen las necesidades de libertad, desarrollo social y proyección humana del
individuo en todos los entornos de interacción. Además, debe abarcar la actuación
articulada de las autoridades en todo nivel para garantizar estadios plenos de
convivencia y seguridad.
• Flexible: proporciona estados de adaptabilidad frente a la transformación de la
amenaza, ponderar y concentrar esfuerzos en los factores críticos que afectan la
seguridad ciudadana, reconocer la diversidad de nichos sociales, culturales y de
interacción del individuo, otorgando respuestas oportunas a las exigencias de la
comunidad.
• Dinámica: genera cambios en el entorno y las instituciones para impactar positivamente los factores que determinan condiciones óptimas de seguridad ciudadana.
• Efectiva y eficiente: resuelve las necesidades ciudadanas de seguridad de manera
objetiva, oportuna, preventiva, restaurativa con calidad, apegadas a la ley y con un
alto grado de satisfacción que motive y construya confianza.
• Preventiva e investigadora: tiene en cuenta, que los conflictos de alta previsibilidad
propios de los anteriores modelos de seguridad han sido reemplazados por una
conflictividad que integra diferentes elementos del desarrollo humano para hacerla
preventiva ante las nuevas amenazas que afectan a la comunidad.
Por consiguiente, la seguridad ciudadana debe entenderse como el conjunto de
acciones jurídicas y materiales a cargo de las autoridades político-administrativas, con
atribuciones ordinarias de policía, tendientes a garantizar con el apoyo de la Fuerza
Pública, el normal ejercicio de los derechos y libertades de las personas para el logro
de la convivencia pacífica de los habitantes del territorio nacional.
La Comisión Andina de Juristas, en la I Reunión Técnica sobre “Seguridad Ciudadana
y Democracia” en agosto de 1998, precisa la existencia de algunos elementos
centrales en la noción de seguridad ciudadana.
En primer lugar, la protección de los ciudadanos debe darse dentro de un marco de
respeto de la Constitución y de las leyes. En este sentido, la seguridad ciudadana se
constituye en un marco central para el desarrollo de los derechos humanos.
En segundo lugar, la seguridad ciudadana no se limita exclusivamente a la lucha
contra la delincuencia, sino que busca crear un ambiente propicio y adecuado para la
convivencia pacífica de las personas.
En tercer lugar, los aspectos señalados permiten ver que la seguridad ciudadana
sobrepasa la esfera de la acción policial, demanda la participación coordinada de otros
organismos e instituciones tanto del Estado como de la sociedad civil.
En cuarto lugar, la seguridad ciudadana define la Policía como un servicio de
naturaleza civil orientado a la comunidad, antes que hacia el Estado.
Es claro que la aplicación de las políticas públicas en seguridad adoptadas por el
Gobierno Nacional ha ubicado al país en un camino irreversible hacia un escenario de
pacificación que imprescindiblemente exige de la Policía Nacional un servicio polivalente, con enfoque preventivo, dirigido a la protección del ciudadano y con capacidad
de respuesta efectiva que la mantenga como eje dinamizador de la convivencia y la
seguridad de los colombianos.
El término seguridad ha tenido varias connotaciones a lo largo del tiempo y estas han
evolucionado constantemente de acuerdo con los fenómenos históricos de la humanidad. La más reciente, enfoca la seguridad humana como una contemplación de las
necesidades del ser humano y partiendo de allí de las necesidades del Estado, entendiendo que al satisfacer las necesidades de seguridad de cada ser humano se
fortalece a sí mismo el Estado. En esta misma línea encontramos que la convivencia
es uno de los factores que alimentan esta necesidad humana de seguridad ciudadana
(entre personas de una comunidad) pues fija su centro en la premisa “la condición
para que las personas puedan ejercer sus opciones de forma libre y segura, con una
relativa confianza es que las oportunidades de hoy no desaparezcan mañana”. Por lo
anterior se puede concluir que la seguridad de los seres humanos de una comunidad,
está alimentada directamente de la capacidad de convivencia de sus integrantes, pero
que no es el único elemento que requiere para asegurar su consolidación, ya que
depende en gran manera de la satisfacción de las necesidades de sus integrantes.
2.2 CONCEPTO DE SEGURIDAD CIUDADANA
Si bien se entiende que la seguridad ciudadana es una necesidad que requiere ser
resuelta por el Estado, con los cuerpos de Policía como dinamizadores y articuladores,
donde se madura la relación entre autoridades y comunidad, la cual se caracteriza por
ser integral, flexible, dinámica, efectiva, eficiente y por privilegiar la prevención y la
investigación, es importante establecer que la seguridad ciudadana en el marco del
servicio de Policía debe entenderse como el conjunto de acciones jurídicas y materiales a cargo de las autoridades político-administrativas, con atribuciones ordinarias
de Policía, tendientes a garantizar con el apoyo de la Fuerza Pública, el normal
ejercicio de los derechos y libertades de las personas para el logro de la convivencia
pacífica de los habitantes del territorio nacional.
2.3 CONCEPTO DE CONVIVENCIA CIUDADANA
Se entiende por convivencia la condición y circunstancia de vivir con “otros” en una
relación armónica, entre distintos miembros de una Comunidad. Comparten
costumbres, acciones y reglas mínimas que generan sentido de pertenencia, facilitan
la vivencia urbana-rural y conducen al respeto del patrimonio común y al
reconocimiento de los derechos y los deberes ciudadanos.
La convivencia demanda una comunicación permanente y la expresión de sentidos y
saberes que al ponerse en escena, y al ser desarrollados procesos de conciliación,
conduzcan a una relación armónica entre los distintos miembros de la Comunidad.
.
La convivencia tiene una estrecha relación con la interacción social, la cual es
cualquier forma de encuentro social entre los individuos, es decir, a lo largo de nuestra
vida nosotros entramos en contacto permanente con otras personas, contactos que
tienen distintas características como la duración, la intensidad, la extensión, la
importancia, etc. Existen varias clases de interacción, la primera es la llamada
interacción focalizada la cual se da entre individuos que participan en la misma
actividad y que tienen un encuentro directo, por ejemplo los encuentros que se dan en
una calle, en un teatro o en una fiesta. Por otra parte la interacción no focalizada es la
que se produce entre personas que se encuentran en un determinado escenario pero
que no interactúan directamente.
2.4 ACTORES DE LA CONVIVENCIA Y SEGURIDAD CIUDADANA.
En un sistema de Derecho, democrático y participativo cada uno de los actores disfruta
de derechos y cumple con deberes, los cuales están debidamente documentados. Es
decir, el cumplimiento de los fines del estado se da en un ambiente de
corresponsabilidad de los distintos actores, relacionados con cada situación.
En este marco las instituciones han sido creadas para garantizar los derechos de los
ciudadanos a cargo del Estado, según las normas establecidas para satisfacer las
demandas sociales, para el caso de la Policía Nacional, son las relacionadas con la
convivencia armónica y la seguridad de la vida y bienes de los habitantes del país.
En consecuencia, la Policía Nacional cumple con una misión otorgada por la
Constitución Nacional, opera bajo la directriz del Poder Ejecutivo y su servicio está
destinado a la protección de las libertades individuales y la protección de los derechos
humanos de los ciudadanos colombianos. Así, entonces, la Policía por sí sola y para sí
no tiene razón de ser, es un sistema dependiente y los resultados de su gestión están
condicionados a sus buenas acciones con las autoridades civiles y la ciudadanía en
general.
El Estado exige alrededor de la participación de las autoridades locales, la Policía
Nacional y de la sociedad, se involucren activamente en el tema de la seguridad y
actúen en coordinación con la acción de la fuerza pública. No debemos olvidar que por
mandato constitucional los gobernadores son agentes del Presidente de la República
para el mantenimiento del orden público y los alcaldes son la primera autoridad en la
materia en sus respectivas regiones.
También los mandatarios locales saben hoy más que nunca que es su obligación
saber de seguridad y eso hace más asertiva la labor de gobernar. Sólo trabajando
juntos podemos tener ciudades y campos libres de violencia, pero no basta con que
haya una adecuada cooperación entre autoridades locales y de policía para garantizar
la seguridad ciudadana, involucrando a la comunidad; volviendo a las épocas de los
buenos vecinos, de los amigos de la cuadra que se cuidaban unos a otros y se
alertaban al detectar cualquier actividad sospechosa.
2.4.1 AUTORIDADES E INSTITUCIONES.
Las autoridades e instituciones ejercen un nivel de influencia sobre un colectivo.
También tienen un prestigio ganado gracias a su calidad o a la competencia de cierta
materia, suelen estar asociada al poder del estado. Por ello tienen la responsabilidad
de participar en todos los procesos y procedimientos de transformación de la sociedad
y sus entornos entre otros, encaminados a conservar la seguridad y convivencia
ciudadana dentro de las comunidades.
2.4.2 COMUNIDAD.
Es un grupo de personas que comparten un mismo espacio o ubicación geográfica,
costumbres. En estos espacios de participación es de vital importancia el
reconocimiento de los entes sociales y las comunidades en general ya que nuestros
esfuerzos desde lo público buscan la satisfacción de las necesidades y requerimientos
ciudadanos motivando su participación en la implementación de estrategias para
solución de problemáticas identificadas. Teniendo siempre presente que la esencia de
la institución policial es la COMUNIDAD.
2.4.3 POLICÍA.
Los griegos usaron la palabra Polis. Derivada de politeia, conjunto de instituciones
que integran la ciudad, involucra la función que procura una vida cómoda y tranquila
de los ciudadanos. La expresión pasó al latín bajo la forma de politia, de donde se
derivó el término castellano de Policía. Aquí notamos la importancia del principio de la
corresponsabilidad Policía, comunidad y autoridades e instituciones.
Hoy en día existen instituciones Policivas en todos los países del orbe, especialmente
de tipo preventivo como la de nuestro país; algunas son de carácter civil y otras son de
corte militar, pero todas son dedicadas exclusivamente a la función policial. Sus
integrantes son seleccionados y se forman en escuelas policiales en las que se
instruye con amplio sentido profesional de modo que sus actuaciones se enmarquen
dentro de la norma del derecho y constituyan una garantía de seguridad personal y
colectiva.
2.5 CONCEPTO DE PREVENCIÓN
Es todo esfuerzo, acción o gestión que realiza la Policía Nacional con el propósito de
intervenir, mitigar o reducir las causas facilitadoras y los factores que originan y
generan riesgo.
Las acciones de prevención se abordan por medio de la ejecución de proceso y
procedimientos Institucionales, planteando estrategias para advertir lo probable y lo
posible con el fin de generar soluciones reales ante la problemática que amenaza la
armonía social. Asimismo, se puede ejecutar luego de conocer perfectamente el
fenómeno o problema, sin actuar sobre este en forma directa, sino sobre sus causas y
factores en forma corresponsable.
La idea tradicional de prevención hoy ha dado un viraje hacia la prevención proactiva y
ofensiva, lejos de la concepción de un policía pasivo. Cumpliendo solo con hacer
presencia, actualmente, el policía proyecta su servicio referenciado en los avances del
conocimiento y la tecnología, anticipándose a la ocurrencia de hechos violentos.
Los resultados se dan a mediano y largo plazo.1
2.5.1 CLASES DE PREVENCIÓN2
1
2
Modulo Prevención, Convivencia y Seguridad Ciudadana 2010
Documentos de Internet textos de Hugo flruhling, Azún Candina chile.
Prevención Social.
La prevención social actúa sobre factores de riesgo personales o psicológicos y
sociales, éstos últimos muchas veces de carácter estructural como son la pobreza y
marginalidad. Estas iniciativas pueden estar dirigidas a grupos de alto riesgo social y
van desde el ámbito familiar (prevención temprana de la violencia intrafamiliar) hasta la
educación (mediación de conflictos en la escuela) o la salud (programas de nutrición
infantil). La prevención social puede ser un tanto inespecífica en su dimensión de
seguridad, debido a que la seguridad sería un efecto a largo plazo del esfuerzo
concertado de diversas políticas públicas.
Prevención Situacional
La prevención situacional actúa sobre factores de proximidad o ambientales en
estrecha relación con las situaciones desencadenantes de la violencia y la actividad
delictual. Ellos cubren el ámbito urbano (recuperación de espacios públicos, mejor
iluminación), los programas de desarme y de vigilancia, y pueden beneficiar a la
población en general como estar dirigidos a grupos específicos. La prevención
situacional opera anticipándose al razonamiento del agresor, estableciendo mayores
dificultades para su accionar, como, por ejemplo, la utilización de rejas y alarmas. Sin
embargo, el accionar del agresor es siempre dinámico, buscando las formas de sortear
los obstáculos, por lo que las medidas situacionales deben estar en constante revisión
y actualización.
Prevención Comunitaria
La prevención comunitaria combina elementos de ambos ámbitos, el social y el
situacional, y su característica más definitoria ha sido la participación local,
especialmente definida como el barrio. Se incluyen, por ejemplo, las experiencias de
policía comunitaria, la creación de comités de vigilancia, así como el involucramiento
en proyectos de corto alcance enfocados a la prevención social o situacional.
Enfoques de prevención de la violencia y la delincuencia
No hay una receta única frente a la inseguridad y el aumento de las tasas de delitos en
ningún territorio. Hay que trabajar en varios frentes a la vez, complementando
estrategias de control con iniciativas preventivas.
El control y el castigo ante la transgresión de la ley tienen un efecto preventivo en
cuanto disuaden al potencial transgresor. Resulta más iluminador evaluar el carácter
preventivo de las iniciativas por sus efectos observables en conductas futuras que por
el tipo de soluciones que implican en el corto plazo. En este sentido, las medidas
preventivas toman más tiempo en objetivar sus resultados, entre 5 a 10 años, y por lo
general se evidencian en cambios culturales que pasan necesariamente por
aprendizajes a nivel familiar y social más próximo.
Líneas de acción:
Próxima y permanente de la Policía en la comunidad, para la disuasión y el control del
delito, y apoyo a la ciudadanía
a. Fortalecer en los municipios, que para tal efecto se prioricen, y en particular en las
comunas, localidades y zonas de mayor criminalidad, el Plan Nacional de Vigilancia
Comunitaria por Cuadrantes (PNVCC), con la flexibilidad requerida en razón de la
especificidad de cada ciudad7.
b. Focalizar operativos y patrullajes en áreas identificadas como de alta criminalidad
en las zonas priorizadas, con el propósito de garantizar la seguridad y convivencia
ciudadana en el marco del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes.
c. Modernizar y unificar los sistemas de comunicación de la Policía para informar y
consultar en línea la identidad de los ciudadanos, sus antecedentes delictivos y
c.c.
contravencionales,
a la convivencia, facilitando así la labor policial, en particular en las zonas
priorizadas.
Fuente: Policía Nacional
6
Es fundamental el liderazgo territorial en la formulación, desarrollo y evaluación de los planes integrales de seguridad y convivencia ciudadana; los planes maestros de equipamiento en seguridad, convivencia ciudadana y justicia, y los planes viales. Lo
anterior, en el marco del programa Departamentos y Municipios Seguros (DMS), cuyo objetivo es fortalecer la gobernabilidad
local en materia de convivencia y seguridad ciudadana.
7
La Policía Nacional ha priorizado la implementación del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes en las ocho
unidades metropolitanas, a saber: Bogotá, Valle, Cali, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Cúcuta y Pereira.Política
Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana. Parte 1 - Política Nacional 19
d. Impulsar, en el marco del Sistema Integrado de Emergencias y Seguridad (Sies), de
manera estratégica y gradual en los municipios priorizados, el número único nacional
123, y promover su uso responsable por la ciudadanía y una respuesta institucional
aún más efectiva.
e. Revisar los requisitos y procedimientos de expedición de permisos para la tenencia
y porte de armas y su identificación balística, evitar la excarcelación por el porte ilegal
de las mismas, crear un registro único nacional de armas con acceso en línea por
parte de las autoridades y un seguro de porte contra terceros.
f. Propugnar el establecimiento de tiempos mínimos de permanencia de comandantes
de policía, efectivos y policía judicial, en especial en municipios con alta criminalidad,
en la medida en que las normas internas de la Policía Nacional y las necesidades
urgentes del servicio lo permitan.
g. Impulsar el programa Departamentos y Municipios Seguros (DMS) para elevar la
conciencia de las autoridades en los niveles nacional y territorial, de quienes aspiren a
cargos de elección popular y de la ciudadanía sobre la importancia de la seguridad y la
PNSCC.
h. Precisar y reforzar mecanismos de comunicación, construcción de confianza y servicio permanente a la comunidad por la Policía Nacional, fortaleciendo la credibilidad de
la institución y de sus efectivos en razón de su conducta ética y eficiente.
Despliegue estratégico y focalizado para la reducción de crímenes de alto impacto, de
acuerdo con una priorización nacional y territorial,.
i. Fortalecer los mecanismos e instrumentos de inteligencia de la Policía Nacional en
los centros urbanos para combatir el crimen, en especial la delincuencia organizada,
las expresiones urbanas de las BACRIM y los grupos armados ilegales.
j. Asignar e incrementar los efectivos de la Policía Nacional según criterios de
priorización municipal y requerimientos específicos en razón de la criminalidad por
contrarrestar, y sin perjuicio del fortalecimiento estratégico del Plan Nacional de
Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes.
k. Realizar, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, acciones
estratégicas contra grupos urbanos de delincuencia organizada, y las manifestaciones
de las bandas criminales (redes o estructuras) y los grupos armados ilegales.
Tercer eje: justicia, víctimas y resocialización
La justicia es un componente esencial de la seguridad y la convivencia ciudadana. Es
garantía del respeto al ordenamiento legal y de los derechos individuales y colectivos
en el marco de un Estado social de derecho. Un sistema judicial independiente y
efectivo es fundamental para la democracia, el progreso y la reducción de la violencia.
En ese orden de ideas, es necesario contribuir a fortalecer las instituciones
encargadas de garantizar el cumplimiento de las normas y la aplicación efectiva de la
ley penal para adultos y el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes
(SRPA), fortalecida con una resocialización efectiva, el impulso a mecanismos alternativos de aplicación de justicia y la orientación y apoyo a las víctimas del delito.
l. Crear grupos especializados contra la extorsión y la microextorsión, con el apoyo de
la Fiscalía General de la Nación, para desarticular sus organizaciones y redes
delictivas, sobre todo en las ciudades donde el fenómeno se ha afianzado o amenaza
con hacerlo.
m. Avanzar en la ejecución de acciones especializadas contra el tráfico y la
compraventa de sustancias psicoactivas, específicamente para erradicar las redes y
organizaciones de microtráfico y micromenudeo, con el apoyo de la Fiscalía General
de la Nación y demás autoridades del Estado.
n. Llevar a cabo operativos de control y desarme, en particular en áreas críticas;
fortalecer la interdicción al mercado y el tráfico ilegal de armas y municiones, y
profundizar en el estudio independiente del mercado de armas y municiones, legales e
ilegales, en el país.
o. Impulsar mecanismos estratégicos, regulados y excepcionales, de incentivos por
información precisa y efectiva que conduzcan a la identificación de victimarios
recurrentes, así como al desmantelamiento de redes y organizaciones delincuenciales
y de carácter criminal.
El enfoque epidemiológico de la violencia
Este tema ha inspirado diversos trabajos en prevención, basándose en conceptos y
metodologías de la epidemiología y la salud pública. La violencia se entiende como un
problema de salud pública, cuya génesis es multicausal y sobre el cual intervienen una
serie de factores de riesgo. Consecuentemente, al focalizarse en dichos factores es
posible disminuir la ocurrencia de la violencia y de la actividad delictual.
Los factores de riesgo pueden clasificarse en:
Estructurales
• Factores como la pobreza y la marginalidad se consideran de carácter estructural o
mediato y sus modificaciones son de largo plazo. El trabajo sobre ellos aumenta las
posibilidades de integración a la vida productiva y disminuye la percepción de
privación y frustración, reduciendo las probabilidades de conductas violentas en el
futuro.
De proximidad
• El porte de armas o la ingesta de alcohol actúan como eventos contingentes que
gatillan o instigan a la violencia, de modo inmediato. El trabajo sobre este tipo de
factores de proximidad implica medidas de control directas.
Al igual que la salud, la seguridad es un aspecto fundamental de la calidad de vida, por
lo que hoy se habla de “comunidades seguras y vigorosas”. Así la prevención tendría
un doble sentido: 1) atacar los factores que favorecen la criminalidad y 2) enraizar en
la población una actitud o reflejo preventivo dirigido a buscar causas y soluciones
frente a esta problemática.
Niveles de intervención: Primaria, Secundaria y Terciaria.
Prevención Primaria: dirigida a la población en general y, comúnmente, responde a
necesidades inespecíficas, actuando sobre los contextos sociales y situacionales que
favorecen la violencia.
Prevención Secundaria: dirigida a grupos de riesgo específicos y sus necesidades
(niños, jóvenes o mujeres), que ya han tenido algún problema producto de la violencia
y que requieren tratamiento y apoyo para evitar la re victimización, o bien para que no
se conviertan en futuros victimario.
Prevención Terciaria: va dirigida a grupos específicos de personas que han cometido
infracciones a la ley, que han ingresado al sistema penal, buscando promover su
rehabilitación.
El enfoque epidemiológico identifica estos tres niveles de intervención, de acuerdo a
las características y necesidades del grupo objetivo.
En estricto rigor, sólo la prevención primaria sería prevención propiamente tal,
mientras que la secundaria implica tratamiento y la terciaria, rehabilitación. Sin
embargo, las tres implican efectos futuros preventivos, por lo que deben darse en
conjunto.
Para cerrar el presente Modulo es de vital importancia conceptualizar tres términos
que acompañan el trabajo de la Policía Nacional, específicamente en los temas de
convivencia y seguridad. (Percepción, política pública, planeación prospectiva y la
prevención en el marco del MNVCC)
2.6 PERCEPCIÓN, POLÍTICA PÚBLICA, PLANEACIÓN PROSPECTIVA Y
PREVENCIÓN EN EL MARCO DEL MNVCC
2.6.1 Percepción
La percepción permite establecer las variables que afectan la sensación de seguridad
de los ciudadanos y el nivel de confianza en las instituciones encargadas del tema en
la ciudad. Entre otros factores, permite conocer la percepción de seguridad en los
diferentes tipos de espacios públicos.
La Percepción mide sensación del ciudadano frente a condiciones de seguridad en su
entorno:
• Emocionalidad - Miedo, rabia, ansiedad
• Institucional – desconocimiento, desconfianza
• Heterogeneidad urbana
¿Por qué la percepción de seguridad es un aspecto de la política pública?
Porque afecta positiva y negativamente:
• La calidad de vida
• El comportamiento de los ciudadanos
• El atractivo y la competitividad de la ciudad
• Es una demanda ciudadana como parte del reconocimiento de la gobernabilidad
En la actualidad la percepción es medible a través de encuestas que realizan
empresas, institutos, fundaciones y medios de comunicación; tales como: Invamer
Gallup, Cámara de Comercio, DANE, como vamos, Centro de Estudio y Análisis en
Convivencia y Seguridad Ciudadana (CEACSC) corpovisionarios, entre otras.
Sus resultados, informes y análisis son tan categóricos que incluyen la victimización la
institucionalidad y la convivencia, los cuales le permiten a la Policía Nacional trabajar
de la mano con estas instituciones con el fin de organizar mesas de trabajo y generar
políticas públicas en materia de convivencia y seguridad. Además, estos análisis son
tenidos en cuenta para organizar las políticas institucionales, planes y procedimientos
que permitan mejorar la percepción de la calidad del servicio y la seguridad de los
ciudadanos.
2.6.2 Política Pública de Convivencia y Seguridad
Un conjunto organizado y estructurado de acciones, que buscan generar
situaciones, bienes y servicios públicos para satisfacer las demandas de los
ciudadanos, transformar condiciones de vida, modificar comportamientos, generar
valores o actitudes que se correspondan con la ley, la moral y la cultura propios de una
comunidad. 3
Una política pública de seguridad ciudadana debe tener los criterios orientadores
para guiar el accionar de las autoridades, dar a conocer el horizonte estratégico de
las estrategias y acciones que se diseñan e implementan y los objetivos del Estado
en la materia, de forma tal, que se diferencie de las políticas sociales y urbanas
También se puede definir como el conjunto de sucesivas iniciativas, decisiones y
acciones de régimen político frente a situaciones “Socialmente problemáticas” y que
3
ELEMENTOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS DE CONVIVENCIA Y SEGURIDAD
CIUDADANA- Claudia Patricia
Gómez Rojas
buscan la resolución de las mismas o llevarlas a niveles manejables. Es la concreción
del Estado en acción, en movimiento frente a la sociedad y sus problemas.4
Componentes de una Política Pública
Presupuesto: Para que una idea o estrategia se transforme en política pública
primero, es necesario que tenga viabilidad económica y sea considerada como factible
en términos administrativos.
Previsión: Toda acción estatal posible tiene un referente en términos de un futuro
deseado de la situación problemática hacia la cual se espera que se desplace esta.
Decisión: Por cuanto formular una política pública no es otra cosa que escoger entre
dos o más alternativas o caminos de acción posibles.
Acción: Por cuanto las decisiones anteriores deben materializarse en términos de
acciones (Planes, programas, proyectos o acciones puntuales). Si las decisiones
tomadas no se materializan en términos estrictos no podríamos hablar de Política
Pública sino de un conjunto de intencionalidades o de discursos.
2.6.3 Planeación Prospectiva
Desde el punto de vista etimológico, la palabra prospectiva tiene origen en el latín del
vocablo prospectus que significa lo relativo a la visión, al conocimiento, a la
comprensión, a la mira. El significado más preciso es del verbo prospicere, el cual
significa mirar a lo lejos o desde lejos, mirar más allá, obtener una visión de conjunto a
lo largo y a lo ancho. Godet, uno de los más importantes prospectivistas de todos los
tiempos, la definía como “una reflexión para iluminar la acción presente con la luz de
los futuros posibles”
De acuerdo con estas definiciones, la prospectiva, además de permitir e impulsar el
diseño del futuro, aporta elementos importantes al proceso de planeación y la toma de
decisiones, puesto que identifica peligros y oportunidades de determinadas situaciones
futuras, hace explícitos escenarios o visiones alternativas de futuros deseados, ofrece
políticas y acciones alternativas para poder elegir, proporciona impulsos para la
acción, establece valores y reglas de decisión para alcanzar el mejor futuro posible. En
este sentido, como lo señala Michel Godet en su teoría del triángulo griego, si el futuro
no es producido por los propios actores sociales, sencillamente no ocurrirá.
Actualmente, al considerar que los cambios de hoy no son el resultado de un proceso
“evolutivo” sino completas rupturas con lo que ocurría en el pasado, se requiere de un
enfoque que no solo distinga tendencias y haga proyecciones, sino que también
puntualice en los acontecimientos y los hechos que orienten el presente hacia
determinados futuros. Esta orientación, es la que hace de los estudios de futuro algo
más que una disciplina descriptiva; permite además de conocer las fuerzas históricas
que pueden orientar las sociedades hacia determinadas realidades, a plantear tanto
los futuros posibles y los probables como así también lo deseables.5
4
4 PROCESOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS EN SEGURIDAD CIUDADANA- Documentos
Dirección de seguridad ciudadana 2010.
5
Tomado y adaptado del Guía Para la Planeación Prospectiva de La Policía Nacional
Grafico 1
En este contexto y de acuerdo al grafico1, la prospectiva aparece como “una disciplina
con visión global, sistémica, dinámica y abierta que explica los posibles futuros, no
sólo por los datos del pasado sino fundamentalmente teniendo en cuenta las
evoluciones futuras de las variables (cuantitativas y sobre todo cualitativas), así como
los comportamientos de los actores implicados, de manera que reduce la
incertidumbre, ilumina la acción presente y aporta mecanismos que conducen al futuro
aceptable, conveniente o deseado
Actualmente, al considerar que los cambios de hoy no son el resultado de un proceso
“evolutivo” sino completas rupturas con lo que ocurría en el pasado, se requiere de un
enfoque que no solo distinga tendencias y haga proyecciones, sino que también
puntualice en los acontecimientos y los hechos que orienten el presente hacia
determinados futuros.
Esta orientación, es la que hace de los estudios de futuro algo más que una disciplina
descriptiva; permite además de conocer las fuerzas históricas que pueden orientar las
sociedades hacia determinadas realidades, a plantear tanto los futuros posibles y los
probables como así también lo deseables. 6
Los escenarios representan diferentes imágenes de futuro (Futuribles). Disponer de
estas imágenes nos ayuda a comprender cómo las decisiones y las acciones que hoy
tomamos pueden influir en nuestro futuro.
6
RADA, Alejandro «Del desarrollo local al renacimiento rural», en Norma L. Carosio (ed.), Aportes al desarrollo rural
sustentable, INTA, Bs. Aires, 2004
Gipuzkoa 2020
2.7 PREVENCIÓN EN EL MARCO DEL MNVCC
El Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes, establece una
metodología de orientación a la solución de problemas, lo cual conlleva un enfoque
preventivo dirigido a identificar las causas o condiciones en que los delitos y
contravenciones
c.c convivencia se producen o facilitan, desarrollar los mecanismos o actividades que
permitan controlarlas o erradicarlas y de esta manera evitar que la problemática se
reproduzca.
Es así como el MNVCC se fundamenta en el desarrollo de un trabajo metódico y de
planeación del servicio orientado a identificar claramente las problemáticas, las causas
que las generan o facilitan, a focalizar y priorizar, a realizar un análisis detallado del
contexto en que se crean problemáticas, al desarrollo de un trabajo integrado al
interior de la institución y al establecimiento de alianzas con entidades públicas o
privadas con quienes se logre la solución del problema identificado.
Si las problemáticas del cuadrante se atienden siguiendo la metodología establecida
en el tomo 2.2 y se trabaja de manera integrada y corresponsable sobre ellas, tales
delitos y contravenciones
c.c convivencia serán controlados o no se repetirán.
Bajo esta perspectiva, la prevención en términos policiales es el conjunto de
estrategias y procesos encaminados a identificar, comprender, caracterizar, priorizar y
anticipar los riesgos y amenazas en un territorio, para que la intención expresa de las
actividades de los miembros de la Policía Nacional sea reducir la probabilidad de
ocurrencia de las causas de delitos y contravenciones
c.c convivencia identificadas y priorizadas en
una jurisdicción. Por lo tanto, se entiende que una actividad tiene efectos preventivos
cuando contribuye a la no ocurrencia de un delito o contravención.
compot. contrarios a la convivencia.
2.7.1 Sistema de Prevención y Participación Ciudadana y sus Programas
Asociados.
El contacto con la comunidad es una de las herramientas más efectivas en materia de
prevención y lucha contra la criminalidad. Si la labor policial en los cuadrantes se
desarrolla en un ámbito de confianza y apoyo ciudadano, se generará un flujo de
información y colaboración de inmenso valor para el desempeño de la función policial
en sus distintas especialidades.
Existen diferentes metodologías de aproximación, acercamiento y participación que
pueden ser útiles para la solución de problemáticas específicas.
Es así, como los programas definidos en el sistema de prevención y participación
ciudadana de la policía nacional son preventivos en la medida en que responden a
problemáticas específicas y contribuyen a solucionarlas. Por eso, su realización
depende de un sesudo y detallado análisis de la realidad local por parte de los
comandantes y del CIEPS, lo cual incluye el reconocimiento de las dimensiones
culturales, políticas, económicas y criminológicas de cada jurisdicción.
¿De dónde “provienen” los programas de participación ciudadana en la Policía
colombiana?
Son un mandato constitucional y legal, todas las instituciones del Estado deben
gestionar canales efectivos para que las personas participen. En la policía se crean a
partir de la ley 62 de 1993 y posteriormente normas internas reglamentan su
funcionamiento y disponen su aplicación.
¿Por qué son importantes para el servicio policial?
Son importantes porque permiten un servicio cercano al ciudadano, facilitan alcanzar
nuestras metas como policías, nos dan legitimidad y respaldo, aportan información útil
para acertar en nuestros esfuerzos diarios, nos produce satisfacción pal profesional de
policía del deber cumplido, en suma, nos permite servir acertadamente.
¿Cómo son valorados estos programas al interior de la Institución?
Cada día cobran mayor valor en la Policía Nacional, basta con revisar las nuevas
metodologías gerenciales que está asumiendo la Institución para evaluar la gestión
policial y nos damos cuenta que el centro de atención son los procesos de servicio y
su impacto en la comunidad. Por ejemplo cobra un gran valor la seguridad subjetiva
que es la opinión de la comunidad sobre su percepción de seguridad, por lo tanto, la
clave es un servicio de calidad volcado por completo a la comunidad. Vale la pena
señalar que los modelos de “policía comunitaria o preventiva” son una tendencia
mundial, vista como la forma más inteligente de hacer policía.
¿Que son Programas de Participación Ciudadana?
Son procedimientos estandarizados que desarrolla la Policía Nacional para fomentar la
participación de todas las comunidades residentes en Colombia en asuntos de
convivencia y seguridad ciudadana. Estos programas están, definidos y diseñados
para atender necesidades y expectativas de los ciudadanos, lograr su apoyo, recibir
sus ideas, sugerencias y acciones que contribuyan al mejoramiento de la calidad de
vida.
Actualmente estos programas, garantizan la participación activa de la comunidad con
la Policía Nacional y por razones de contexto social o político es importante señalar
que estos han sufrido transformaciones a través de los años; sin embargo, son
efectivos y constantemente nos proveen de experiencias exitosas. Entre los más
comunes tenemos:
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Frentes de Seguridad
Escuelas de convivencia y Seguridad Ciudadana
Red de Apoyo, Solidaridad y Comunicaciones
Policía Cívica de Mayores
Cívica Juvenil
Campañas Educativas y de Gestión Comunitaria
Grupo de Apoyo Comunitario
Jóvenes a lo bien- Intervención a comunidades especificas (pandillas, combos,
parches, barras de futbol entre otras
Acciones Psicosociales y comunicacionales
Líderes del sector rural y forjadores de paz
Abre tus ojos
Programa Departamentos y Municipios Seguros
Programa Escolarizado para la Prevención del Consumo de Drogas
Entre otros
Con estas herramientas la Policía Nacional enfoca el servicio de vigilancia, hacia el
Concepto de Convivencia y Seguridad de la ciudadanía, basado en una mayor
interacción con la comunidad, de carácter preventivo, educativo, participativo y
proactivo y en asocio con las autoridades locales se propende a la solución de
problemas de carácter colectivo que tiendan a mejorar la seguridad, la convivencia y
calidad de vida de los habitantes. Lo cual implica cambios de los esquemas mentales
en la organización policial, donde tiene especial prevalencia la iniciativa personal de
sus integrantes y la dinámica que deben imprimir a su servicio.
“Los policías son héroes, no por que hagan cosas espectaculares, sino por las
pequeñas cosas que hacen todos los días, por su constancia. Los policías me
recuerdan mi más grande héroe: mi padre que construyó heroísmo con su paciencia
diaria, sus enseñanzas, su acompañamiento, su ejemplo, su sonrisa, su buen humor y
el amor con que nos educó; nunca fue espectacular ni figurador, simplemente fue
grandioso. Por esa razón mi más grande héroe es mi padre.”
Frase extraída del Curso Internacional de
Policía Comunitaria en Honduras 2003.
Bibliografía
TOMO 0 "Lineamientos generales de política para la Policía Nacional" - Unidad 2
"Alineación de la política estratégica institucional con la política estatal en materia de
convivencia y seguridad ciudadana"
Tomo 2 "gestión del servicio sobre resultados efectivos" Unidad 1 " Principios
doctrinales de los lineamientos de la política operacional de la Policía Nacional"
Tomo 2.2 Actualización del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes
Tomo 2,3 "Estrategia de la Policía Nacional para la consolidación de la Seguridad
Ciudadana"
Modulo Prevención, Convivencia y Seguridad Ciudadana
Directiva Operativa Permanente N°007 DIPON DISEC del 27/02/2013"Parametros de
actuación policial para el despliegue de la estrategia institucional de convivencia y
seguridad ciudadana"
Instructivo N° 01/03-038 del 24/12/2013 DIPON OFPLA "Trabajo interinstitucional con
las autoridades político administrativas para el fortalecimiento de la seguridad y
convivencia ciudadana"
Descargar