Imagen de portada: El Padre Eterno (1936-40) Francisco de Zurbarán (1598-1664) 2 "Todos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber"1, dice Aristóteles al comienzo de la Metafísica. El deseo de saber tiene que ver con la curiosidad, la admiración ante los fenómenos de la naturaleza y el deseo de conocerlos, de explicarlos, y comienzan las preguntas de los "porque". ¿Por qué llueve?, ¿por qué sale el sol?, ¿por qué hace aire? En realidad el ser humano tiene la necesidad de dar una explicación a todas las cosas que lo rodean. Platón dice que es el asombro lo que mueve al hombre a saber. "El espectáculo de la bóveda celeste nos ha dado el impulso de investigar el universo. De aquí broto para nosotros la filosofía, el mayor de los bienes deparados por los dioses a la razón de los mortales"2. Los griegos —que para nosotros son la referencia más inmediata— descubrieron que el universo no es un "caos", sino un "cosmos", es decir, un "orden", que les permite navegar, predecir eclipses, cultivar conociendo la sucesión de las estaciones y los climas. Los griegos fueron sensibles a todo esto y por eso iniciaron la reflexión llamada Filosofía. El hombre, ser inquieto por naturaleza, se hace preguntas para conocer y saber algo de esas inquietudes que lo asaltan. Entender, comprender, lo que es el mismo y el mundo en el que interactúa. Busca interpretar el mundo y utilizar dicha interpretación para responder a las situaciones y estimulaciones. A lo largo de su historia, el ser humano ha manifestado una inquietud creciente por saber, por conocer, por alcanzar la verdad. La verdad entendida como aquella relación de adecuación "entre lo que se piensa y lo que la cosa es", constituye la razón de ser de ese deseo de saber que hay en el hombre. Los griegos fueron, si bien no los iniciadores, los que se preocuparon por el estudio de la realidad y del hombre de manera sistemática y hasta crearon el instrumento que nos llevaría al pensar correcto. A Aristóteles debemos dar las gracias por elaborar el Organón, primer Instrumento practico para la aplicación del pensamiento. Los griegos fueron los que legaron a la humanidad los grandes problemas, los grandes conceptos, los grandes paradigmas y hasta las grandes tragedias. Todo nuestro presente está impregnado, del olor del mar Egeo. El conocimiento y la forma en que el hombre lo obtiene, fue parte de su preocupación y aun hoy, aunque desterrados, siguen siendo la base de las concepciones actuales. Según Berckhardt Todo conocimiento objetivo del universo sigue urdiendo, hasta hoy la tela que empezaron a tejer los griegos. 1 2 Aristóteles, Metafísica: Libro Primero, Parte I. Platón, Diálogos: El Timeo o de la Naturaleza. 3 La definición del conocimiento, del conocer ha ocupado la mente de hombres eminentes, de pensadores lucidos, de teóricos y científicos excepcionales. La tarea ha sido ardua y no ha sido posible un consenso respecto al mismo. Con los fines de aclarar el término, al cual nos referimos, tomaremos prestado de la Gnoseología o Teoría del conocimiento, algunas ideas: Conocer es aprehender teóricamente los objetos, sus modos y sus relaciones. El conocimiento no es otra cosa que el producto o resultado de la actividad de conocer. Todo conocimiento implica por lo tanto una relación y dos elementos: el sujeto que aprehende y el objeto que es aprehendido. Sobre la naturaleza de esta relación Sujeto-Objeto se han presentado desde los tiempos de Aristóteles y Platón diferentes concepciones, que se han derivado, aunque con amplias y diversas modificaciones. Estas concepciones o tendencias pueden agruparse en dos corrientes básicas: Idealistas y Realistas. Los Idealistas plantean que el objeto es solo conocido a través de la sensación y la percepción, solo existe en la medida que es percibido (Berkeley). Descartes, llega más allá, al afirmar que el pensamiento es la única base de certidumbre de su existencia personal: "pienso, luego existo". Los Realistas plantean que el objeto es lo que es y el sujeto tiene que aprehenderlo. El objeto se mantiene siempre inalterable. Para Gilson, la mayor diferencia entre el Idealismo y el Realismo consiste en que el primero piensa y el segundo conoce. Para el realista pensar es solamente ordenar conocimientos o reflexionar sobre su contenido, nunca pretenderá hacer del pensamiento el punto de partida. El idealista va del pensamiento al objeto, no puede saber si aquello de que parte corresponde o no al objeto. En ambas concepciones la verdad del conocimiento, tiene carácter diferente. Los idealistas pueden llegar a la verdad, puesto que son ellos los que crean el conocimiento, para los realistas, la reflexión y la organización del conocimiento puede estar equivocada o no concordar con la realidad. Sobre la verdad y los límites del conocimiento, encontramos en el devenir histórico diversas posiciones, de las cuáles solo señalaremos a grosso modo dos: Los dogmáticos, que sostienen que el conocimiento de verdades absolutas es posible y, los escépticos, que plantean la imposibilidad de llegar al conocimiento. Antes de proseguir nos detendremos sobre los tipos de conocimiento: Conocimiento sensible, aprehende objetos reales, entendiendo por reales los que ocupan espacio y tiempo. Es proporcionado por los sentidos y la conciencia inmediata de nosotros mismos. Conocimiento racional, aprehende objetos ideales o relaciones entre objetos reales. Objeto ideal es aquel que no ocupa espacio, ni tiempo, (los números, los conceptos etc.). Este tipo de conocimiento da a la razón la posibilidad de captar lo ideal, sus relaciones y la relación de lo temporal-espacial. Para unos esta posibilidad del ser humano, unida a la capacidad de la razón para averiguar cómo es la realidad en sí, independiente de nuestro conocimiento sensible, es la forma de conocer el mundo que nos rodea y explicarnos a nosotros mismos. Esta posición se denomina racionalismo y contrasta con el empirismo, el cual plantea que el único conocimiento posible solo puede atribuírsele a la experiencia sensible. El empirismo alía a la experiencia sensible la razón, pero solo para relacionar datos y realizar inducciones. Durante siglos se ha discutido sobre el origen del conocimiento, sobre la posibilidad de conocer, sobre la relación sujeto-objeto, y se llegó a pensar, con el dominio del empirismo, que la realidad y los objetos o fenómenos que la componen eran susceptibles de ser aprehendidos. 4 Estas ideas que impregnaron a toda la sociedad y particularmente a las ciencias de la naturaleza, vive su momento de gloria durante el siglo XIX y principios del siglo XX. Y en su afán por conocer, el hombre se ha convertido en un infatigable explorador que se aventura en busca de nuevos senderos, nuevos cotos aun inexplorados. Los siglos XIX y XX —ya mencionados— fueron de exploraciones y aventuras. América, África, Asia, su flora, su fauna y sus habitantes, Oceanía y los hombres más primitivos hasta entonces conocidos, constituyeron el asombro general de los científicos entusiasmados. Viajo Darwin para inspeccionar la evolución de las especies y el origen del hombre. Amudsen en aventura asombrosa llegó al Polo Norte en el dirigible "Norge". Con el invento y el uso del aeroplano se dio un nuevo impulso a ese afán de aventura y exploración del hombre. Se procedió a circunvolar el globo terráqueo como en su tiempo lo hiciera Magallanes en un barco. Freud se aventura en el viaje más intrépido de todos, a recorrer los oscuros y sombríos corredores de la psique humana. Con el submarino se procedió a explorar el submundo acuático. Se exploró el mundo atómico y se hizo el ensayo espantoso y demoledor de Hiroshima y Nagasaki. Y a nivel sub-atómico se encontrado un mundo maravilloso y paradójico. E igualmente, en el ámbito de las ciencias biológicas, se hicieron descubrimientos, igual de maravilloso pero también peligroso, como el código genético. Pero, también, en su deseo de saber, el hombre se aventura al espacio sideral para descubrir, con asombro, un vasto e infinito universo. Adam Smith, Marx, y otros después de ellos, se aventuraron en el mundo de la sociología, la economía, las relaciones corporativas y la interrelación del capital y el trabajo. Y la exploración y el afán de saber siguen adelante tanto en el micro como en el macrocosmos. Un deseo de saber que no detiene las tempestades de los mares, ni las tormentas de arena de los desiertos, ni el aullido congelante de los vientos polares, ni el sobrecogedor silencio del espacio sideral y ni siquiera las revueltas sociales. Hoy más que nunca, cuando aparentemente se va perdiendo la brújula, de ese verdadero deseo de saber, se hace necesario volver a lo esencial, esto es, a las raíces del saber, es decir volver a sentir admiración por "lo extraordinario", volver a preguntarnos por aquello que le dé sentido a las cosas, volver a reconocer que a pesar de todo lo que el hombre puede haber logrado, existe una situación límite que nos debe llevar a todos los seres humanos, a reconocer nuestra finitud y caducidad, debemos llegar a entender y comprender que hay cosas que no podemos alcanzar, por nosotros mismos, debemos llegar a deducir según palabras del gran Sócrates, que finalmente "solo sé que no se nada". "….Viajan los hombres por admirar las alturas de los montes, y las ingentes olas del mar, y las anchurosas corrientes de los ríos, y la inmensidad del océano, y el giro de los astros, y se olvidan de sí mismos…"3. Pero el hombre también ha explorado, como manifestación de su auténtica grandeza, el Misterio de su Ser, el Misterio que le plantea su existencia; un misterio del que no le da razón suficiente la psicología, ni la sociología, ni la política, ni la economía y ni el genoma. Por qué detrás del deseo natural de saber del hombre, de conocer este mundo y como interactuar con él; detrás de todos los conocimientos adquiridos a través de los siglos (física, biología, psicología, matemáticas, química, etc.), se encuentra el mayor deseo, resolver el enigma de su existencia: ¿Quién soy y que hago aquí? 3 San Agustín: Confesiones, Libro Décimo, Capítulo VIII.15. 5 Todo ser humano, tarde o temprano, se plantea el "por qué" y "para que" de su existencia, se pregunta "¿de dónde viene y a dónde va?". En esto se distingue de los animales. El animal vive de un día para otro: come, bebe, duerme, crece, se reproduce y muere. Una vida así es buena y normal para un animal, pero no para una persona. Los filósofos de la antigüedad llegaron a decir —tal vez de una manera algo ruda— que si una persona no se plantea las preguntas fundamentales de la vida y solamente vive de un día para otro, habrá fracasado en su existencia. En lo más profundo de su ser no habrá llegado a encontrase a sí mismo; no se habrá convertido en un "hombre". Dicho de otra manera: su existencia no habrá sido digna de ser la de un hombre. Así, una de las características de nuestro tiempo es la superficialidad de nuestra vida, el hecho de que vivimos en la periferia de nosotros mismos, que poseemos muchas más elementos de distracción que en cualquier época anterior, y no nomas son los del mundo de la diversión (televisión, cine, teatro, deportes); lo son también la política, el comercio, la tecnología, que son igual de aplastantes y enajenadores. "Vivimos en un mundo donde el funeral importa más que el muerto, la boda más que el amor y el físico más que el intelecto. Vivimos en la cultura del envase, que desprecia el contenido" (Eduardo Galeano). Estas palabras nos llevan a mirar la realidad en la que estamos inmersos los seres humanos, vivimos en un mundo donde somos catalogados por la forma de vestir, de pensar y en el que debemos actuar de ciertas maneras para lograr ser socialmente aceptados sin respetar la autenticidad de cada ser humano. Vivimos en un mundo superficial en donde lo importante es tener una vida y un aspecto que luzcan bien en el exterior sin importar el interior, lo profundo, y lo esencial. Estamos tas preocupados sobre nuestro aspecto externo que nos hemos olvidado de prestar atención al tipo de persona en la cual nos hemos convertido. Nos hemos olvidado que no somos simplemente un cuerpo, sino que somos un alma, un alma que también debe ser atendida. Tenemos la falsa sensación de que vivimos en una era dorada del conocimiento, en que casi toda la población tiene acceso a millones de informaciones y datos… pero ¿realmente mejora esto nuestra vida? ¿Ha avanzado nuestra conciencia? ¿Somos más sabios? No hay que reflexionar demasiado para darnos cuenta de que información, conocimiento y sabiduría son cosas bien distintas y que si bien andamos sobrados (saturados se podría decir) de lo primero carecemos bastante de lo segundo y ya no digamos de lo tercero. En el moderno mundo civilizado vivimos inmersos en una burbuja híper tecnológica que nos hace creer que hemos avanzado mucho como especie, pero en realidad estamos cayendo en picado hasta estar bien cerca del fondo del pozo. La información que nos rodea y nos abruma es una cháchara de cosas superficiales sin ningún sentido profundo, que nos distrae y nos entretiene, pero no nos llena realmente. A su vez, el conocimiento (sobre todo, científico) nos resulta incomprensible y lo tomamos como una realidad indiscutible, cuando en su mayor parte es puro engaño y parcialidad. Cada vez parecemos estar más cerca de ser robots que acumulan enormes cantidades de información en su disco duro para funcionar de manera maquinal, sin llegar a buscar el conocimiento de nosotros mismos y del universo, que es una vía a la que sólo se puede acceder mediante la sabiduría. 6 La única manera de escapar a esta alienación es empezar a buscar y resolver el enigma de nuestra existencia, saber ¿quiénes somos, de dónde venimos y para dónde vamos? Llegar a saberlo por la experiencia personal, no por datos o información que nos dan los libros o las conferencias; ni posicionándonos en creencias religiosas, metafísicas o esotéricas. Cada uno debe resolver el enigma de su propia vida, nadie lo va hacer por nosotros. La grandeza del hombre estriba en su capacidad de situarse frente a este Misterio (ninguna otra criatura lo tiene) y la posibilidad real de comprenderlo y resolverlo. Pero para ello debe trascender la vida cotidiana o ver más allá de esa cotidianidad. Karl Rahner, teólogo católico, se lo pregunta así: ¿Por qué un hombre que se haya plenamente afanado con los granos de arena de la playa deberá alzar la mirada para ver que vive en la orilla de un mar infinito? Con esta metáfora define una actitud nuestra que nos asemeja al niño que juega en la playa con la arena, hace figuras, traza rayas e incluso hace castillos, pero que no levanta la mirada para contemplar el infinito, hecho con la gama de azules donde se funden la infinidad del mar y del cielo. Es necesario levantar la mirada desde la playa de la existencia. Porque un hombre que no conoce, o no presiente al menos, las preguntas fundamentales del misterio de su existencia, no se conoce a sí mismo. No percibe ni su propia grandeza ni lo que significa la vida misma. Se halla, por tanto, en peligro de desconocer la significación de los demás hombres y del mundo mismo. Y, por lo tanto, no es extraño que debido a esa ignorancia que tiene de sí mismo, se entregue a una existencia materialista y hedonista. No tener este conocimiento de sí entraría en contradicción con la tendencia más íntima del ser humano: toda persona desea saber quién es, en definitiva. Esta ignorancia estaría también, pues, naturalmente en contradicción con el destino último del hombre: permanecer de una vez y para siempre en las cercanías del Misterio Infinito, Ilimitado, que es Dios; "quien se conoce a sí mismo conoce a Dios"4, dijo el profeta Mahoma. Desconocer este misterio y su solución acarreara grandes problemas para en individuo y por ende entrañaría también consecuencias políticas y sociales inmediatas. Estas realidades, políticas y sociales, pertenecen a nuestra historia y afectan nuestra vida más particular. Tomada la vida como un "fin" y no como un "medio", puede convertirse, como de hecho sucede, en fuentes de desasosiego y destrucción. Y la historia así nos lo ha confirmado, guerras, crisis sociales y económicas, la explotación del medio ambiente y de las personas por la avaricia; muerte, enfermedades, tráfico, despojamientos, sufrimiento, etc… Y es que en un mundo sometido a un proceso de cambio vertiginoso e imparable, difícilmente comprensible ni controlable, resulta normal que mucha gente tienda a refugiarse en fundamentalismos de todo género —políticos y religiosos principalmente—, al igual que en medio de un diluvio se subirán a una cima, aunque luego acabasen aislados y muertos de hambre, en lugar de arriesgarse a navegar en una balsa en búsqueda de tierra seca. El místico sufí Ibn Arabi en su Tratado de la unidad lo dice así:… "Quien se conoce a sí mismo conoce a su Señor". El profeta de Allah ha querido mostrarte que tú no eres tú, sino Él: Él y no tú… 4 7 La única posibilidad de acceder a las respuestas coherentes con las tradicionales preguntas es la experiencia personal sobre sí mismo. A fin de cuentas, quienes enunciaron estas preguntas lo hicieron por que ya conocían, primero, las respuestas. Anacoretas, místicos y santos buscaron las respuestas a las preguntas eternas en el silencio de la meditación, del recogimiento, de la oración. Las respuestas nunca están fuera de nosotros, están en nuestro interior. Y hay que añadir que fuera de esta experiencia, no solo no hay salvación sino que ni siquiera hay pregunta. No hay nada. En definitiva, lo único seguro es nuestra incapacidad de responder con certezas racionales a estas grandes preguntas, pero el racionalismo no es la única vía de acceso a la verdad. La poesía, la pintura, la escultura, la literatura, la música… exceden en mucho los límites de la razón estricta. Pertenecen a otros campos del conocimiento. Ni la ciencia, incluidas en ella todas las disciplinas, desde la química y la física hasta la biología, ni la filosofía ni la filología ni la antropología ni la historia, y nada digamos de la sociología ni la psicología, pueden dar respuestas absolutas a las preguntas que aquí se plantean. Tampoco las religiones, entendidas como instituciones que imponen determinadas creencias a sus fieles sustituyendo la experiencia personal, pueden responder con solvencia a las preguntas sobre el origen, el sentido de la existencia y el destino de la humanidad. También aquí, en la creencia termina todo. Sin embrago, podríamos acceder —como ya se señaló— por vías de carácter más "intuitivo", puesto que pertenecen a la categoría del Misterio y del Mito. La Gnosis nos lleva a desentrañar ese Misterio. Concluimos con estas palabras de Buda: He aquí el Camino y no otro, del saber y la purificación, seguidlo y así burlaréis al dios de la muerte y la pasión. Siguiéndolo lograréis ponerle fin al dolor. Sé cómo sacar la espina y bien os lo he explicado yo. Ahora bregad vosotros; los Budas dan solo la instrucción. Quien, siguiéndola, medita, se libera de la muerte y la pasión5. 5 El Dhammapada Capitulo 20: El Camino. 8 En el Pórtico del Templo... Apreciado investigador: Después de catorce siglos de silencio, reaparece ante el veredicto solemne de la Conciencia Pública: la Gnosis de ayer, de hoy y de siempre. Es sabido por todos que el Gnosticismo como sistema filosófico, místico y científico a la vez, es el fiel y legitimo poseedor de las grandes claves del Hermetismo Trascendental que permite al sincero devoto alcanzar las cimas de la Autorrealización Íntima del Ser. Este Ciclo Informativo de Sabiduría Gnóstica te llevará, caro lector, hasta los primeros grados de preparación fundamental que te permitirán entrar de lleno en el Santum Regnum del Conocimiento que trasciende el vano intelectualismo subjetivo y te acerca a las fuentes del auténtico saber que alimentó las primitivas doctrinas creadas por aquellos que en el mundo han sido. Es necesario aclarar que el conocimiento iluminador no se puede recibir en un ciclo de conferencias. Los Maestros de la luz interior te aguardan en los mundos superiores de Conciencia para enseñarte de labios a oído las grandes realidades del Universo y del Ser Humano. Sin embargo, este compendio de monografías, te prepararán psicológicamente y dentro del terreno metafísico a fin de adiestrarte en la verdadera ciencia hermética: la misma que predicaron: Pitágoras, Hermes Trismegisto, Zoroastro, Buda, Saint German, Paracelso, Quetzalcóatl y muchos otros. "Para alcanzar la sabiduría hay que ser humildes; y después de alcanzada, hay que ser más humildes todavía". Así rezaba un antiguo proverbio de los adeptos. ¡Prepárate, caro lector! ¡Ha llegado la hora de decidir tu destino! ¡Estas ahora ante el dilema del Ser y del No Ser de la filosofía secreta! ¡El reino de lo oculto es tan solo para hombres y Mujeres tenaces, pacientes y fervorosamente amantes de la práctica! Si perseveras en el estudio detenido de cada monografía y prácticas lo que ellas te indican, conocerás, por ti mismo, los frutos del árbol del conocimiento. ¡El Reino de los cielos se tome por asalto; solo los valientes lo han tomado! 9 Las persecuciones a las que fueron sometidos por la Iglesia oficial, hace que existan muy pocos testimonios y escritos directos de autores gnósticos. Las fuentes casi exclusivas para el conocimiento del gnosticismo en su época de esplendor provienen de los heresiólogos eclesiásticos, los oponentes de los gnósticos…6 Juan Dorado Hasta 1945, las únicas noticias que se tenían de ellos provinieron de las interpretaciones sesgadas que de su doctrina realizaron sus detractores, los representantes del cristianismo ortodoxo. El descubrimiento fortuito en 1945 de algunos de sus textos originales ha revelado muchas de sus fascinantes enseñanzas7. Antonio Piñero La Iglesia primitiva no estaba constituida por una sola ortodoxia de la que luego se apartaron diversas minorías heréticas... por el contrario... el cristianismo asumía en la antigüedad una significativa variedad de formas, ninguna de las cuales representaba con claridad a una importante mayoría de creyentes en detrimento de las demás8. Bart D. Ehrman Pero si las persecuciones acabaron con los gnósticos, todavía perdura la Gnosis, fundada en la secreta ciencia de las ciencias, y que como la simbólica mujer apoyada en la tierra, ha de abrir algún día las fauces para devorar al cristianismo medioeval, usurpador y falsario de las enseñanzas del gran maestro. La antigua… Gnosis o tradicional doctrina secreta, ha tenido sus representantes en todo tiempo y época9. H.P. Blavatsky Los Manuscritos de Nag Hammadi o Biblioteca de Nag Hammadi (también conocidos como los Evangelios Gnósticos) son una colección de textos, en su mayor parte, adscritos al Cristianismo Gnóstico Primitivo, descubiertos cerca de la localidad de Nag Hammadi, en el Alto Egipto, en 194510. H.T. Elpizein "Casualmente" de nuevo, en fechas muy cercanas a sus descubrimiento, concretamente en 1950, surge en la otra parte del mundo, en Colombia (Suramérica), un movimiento espiritual cuya esencia iniciática coincide en los puntos fundamentales con los planteamientos tradicionales del gnosticismo primitivo: la Gnosis contemporánea develada por el V.M. Samael Aun Weor11. Rafael Vargas y Javier Casañ El Laberinto Gnóstico (edición digitalizada). Revista Año/Cero: Año IV, No 9, 1992. 8 Cristianismos Perdidos, Tercera Parte, 8. 9 Isis sin Velo, Tomo III, Cap. I. 10 Manuscritos de Nag Hammadi (edición digitalizada). 11 Gnosis, Tradición y Revelación, apartado 3. 6 7 10 ¿Qué es la Gnosis? Introducción La Gnosis se ha revelado para que el hombre pueda conocer el Misterio de Dios, en quien se hallan escondidos todos los tesoros del Conocimiento. Germán Blanco La Gnosis es el conocimiento del camino hacia lo alto y de los medios a emplear para seguirlo. Serge Hutin La gnosis, será pues, el conocimiento de Dios… M. González Pérez La gnosis es el conocimiento por el cual el hombre alcanza lo divino que hay en él. Juan Pablo II … Gnosis en su acepción real significa CONOCIMIENTO PURO, un Conocimiento-Sabiduría por el cual Conocer es, al mismo tiempo, Ser. Es un conocimiento Catártico que lleva a la Metanoia, y es totalmente diferente y distinto de lo que se entiende por Cultura y Erudición. T. Johannes La Gnosis es la síntesis, el summum de las más altas aspiraciones espirituales de la humanidad a través de los siglos. ---------------------------------------- Gnosis es una palabra griega (γνῶσις) literalmente significa CONOCIMIENTO, es el sustantivo del verbo "gignósko" (γιγνώσκω) que significa CONOCER. Pero Gnosis no significa conocimiento racional. La lengua griega hace una distinción entre el conocimiento racional, el episteme (πιστήμη), y el conocimiento obtenido por la observación directa y la experiencia propia, que es la gnosis. En la lengua clásica normal, y en menor medida en la koiné, o lengua común helenística, los significados de los términos "gnosis" y "episteme", de parecido significado, se interseccionan. En el uso filosófico, "episteme" suele presentar el significado de CIENCIA o CONOCIMIENTO CIENTÍFICO en cuanto opuesto a opinión ("doxa", δόξα); "gnosis", por su parte, significa el simple CONOCIMIENTO en cuanto opuesto a ignorancia (denominada precisamente "ágnoia", ἄγνοια). Episteme significa un tipo de conocimiento que se adquiere por medio del razonamiento, por medio de la reflexión. Al mismo tiempo, mediante ese razonamiento y esa reflexión, se intenta buscar el fundamento y razón de ser de las cosas. De acuerdo con lo anterior, el conocimiento basado en la episteme se distingue del conocimiento basado en la doxa, ya que ésta última se refiere a la opinión común y corriente que se basa en un conocimiento superficial de las cosas, sin llegar a su fundamento o razón de ser. Episteme es un hábito intelectual que tiende a demostrar con rigor y exactitud sus aser11 tos. Como por ejemplo: el conocimiento sobre matemáticas, el conocimiento sobre historia, física, química, etc. Entonces, ¿qué clase de conocimiento es la Gnosis?, ¿a qué conocimiento se refiere? Todos los textos del periodo helenístico que hablan de la "gnosis", suelen hablar de Dios y sus Misterios. Pero la Gnosis también trasciende las creencias y los dogmas religiosos. La Gnosis hace alusión a un conocimiento adquirido por la experiencia propia, personal, pero no sensible ni por fe sino mística. Aunque gnosis es un concepto algo más complejo; Elaine Pagels en su libro Los Evangelios Gnósticos lo define así: … gnosis no es primordialmente conocimiento racional. La lengua griega distingue entre el conocimiento científico o reflexivo ("Él conoce las matemáticas") y el conocimiento a través de la observación o la experiencia ("Él me conoce"). La forma en que los gnósticos usan el término, podríamos traducirlo como "percepción profunda", porque gnosis implica un proceso intuitivo de conocimiento de uno mismo… Y conocerse a uno mismo, en el nivel más profundo es conocer a Dios; éste es el secreto de la gnosis12. Bentley Layton proporciona una definición similar en Las Escrituras Gnósticas: La lengua antigua griega podía fácilmente distinguir entre dos clases de conocimiento… Una clase es el conocimiento lógico, el conocimiento que algo es el caso ("conozco que Atenas está en Grecia"). El griego tiene varias palabras para esta clase de conocimiento, por ejemplo, eidenai. La otra clase de conocimiento es el saber personal de un objeto, a menudo una persona. ("conozco Atenas bien"; "conozco a Susana de muchos años"). En griego, la palabra para esto es gignoskein… El sustantivo correspondiente griego es gnosis. Si por ejemplo, dos personas han sido presentadas la una a la otra, cada una puede clamar tener gnosis o conocimiento la una de la otra. Si uno es presentado a Dios, uno tiene gnosis de Dios. Los antiguos Gnósticos describían la salvación como una especie de gnosis o conocimiento y el objeto último de aquel conocimiento no era nada menos que de Dios13. La Gnosis no es un conocimiento cualquiera. Gnosis es un conocimiento que produce una inmensa transformación en quien lo recibe. Es un conocimiento capaz de despertar y liberar espiritualmente a quien lo obtenga. Su propósito es ese: echar luz sobre la situación humana en este mundo y ayudar a escapar de esta prisión. El hombre, desde su origen, ha tratado de dar respuestas a su "agnoia" (ignorancia), preguntándose sobre el porqué de sus ser, de su origen y de su destino. Y las respuestas a estas preguntas no vienen de una función intelectual, razonativa, ni tampoco por la sola creencia en escrituras sagradas; sino vienen de una revelación de lo alto, una revelación que es directa y personal. Así, pues, Gnosis es un conocimiento emanado de lo divino y obtenido a través de la "experiencia directa" y obtenido con ello la explicación objetiva y real del origen y la función del hombre en esta vida. Gnosis es una revelación de las cosas ocultas, una luz que ilumina en este mundo de tinieblas, es la gracia divina que actúa y asegura la salvación. No es un conocimiento teórico, sino un saber operativo que conduce y realiza la transformación y el renacimiento del ser humano, dice Henry Corbin. 12 13 Las Evangelios Gnósticos, Introducción. Las Escrituras Gnósticas… 12 En la lengua griega, el vocablo Gnosis designa también "algo que lleva o conduce al conocimiento", "algo que sirve para alcanzar la sabiduría". Se refiere a una disciplina o una facultad humana. Alude específicamente a un conocimiento que no puede alcanzarse a través de los sentidos, ni por medio de la razón o de los libros o de las conferencias, sino que más bien se adquiere a través de "experiencias y revelaciones interiores". Hemos de decir que la adquisición de tales experiencias y revelaciones solo se dan por medio de "ejercicios especiales" y de una "disciplina espiritual" (ascética y mística). La gnosis de instrucciones prácticas y específicas de acuerdo a un programa de adiestramiento y que el individuo que somete a ello alcanza un conocimiento directo e intuitivo de Dios. La Gnosis es, también, una búsqueda de la Verdad. Estas prácticas incluyen la Contemplación y la Meditación, la atención dirigida, levantarse horas antes del amanecer y permanecer despierto durante la noche, el ayuno, las postraciones y el recitar oraciones y mantras sagrados. Así como condiciones de carácter moral y civil a cumplir, como la observación de los mandamientos, el ser humildes, pacientes, honrados y también luchar contra los vicios. Este conocimiento directo y práctico tiene el poder de hacer al hombre consciente de su auténtica realidad divina, conocerse tal y como es verdaderamente y no como imagina o cree que es (aunque su saber sea muy erudito). El hombre, pese a su condición dolorosa y miserable en este mundo, su esencia es de naturaleza divina y está destinado a heredar el Reino. Pues el drama del hombre es existir (del latín "existere" = "estar fuera", exiliado) y de ignorar (también del latín "ignorare" = "no saber"), esta palabra, "ignorar", deriva de la raíz indoeuropea "gno" (conocer) de donde vine la palabra "gnosis". La Ignorancia que aquí se alude no es la que se da por falta de información, porque no leen o no fueron a la escuela, no; es la Ignorancia que se tiene de sí mismos, de no saber "¿quién somos, de dónde venimos, para donde vamos y que hacemos aquí?". Este es el objetivo de la Gnosis, disipar esta ignorancia ("ágnoia", ἄγνοια) causa primera y última de nuestra permanencia en este mundo ilusorio y mostrar las cosas en su luz verdadera. Y, repetimos, llegar a una experiencia directa de la Verdad, no porque lo oímos, no lo dijeron, lo leímos o lo que pensamos; pero esta experiencia jamás es sensible, sino mística, recalcamos. Y Gnosis también se opone a las creencias religiosas (la pistis, πίστης), más que un conocimiento propiamente dicho es una "revelación secreta y misteriosa". Ya lo dijo Clemente de Alejandría que "el verdadero objeto de la fe es la Gnosis"14, y Orígenes complementa diciendo: "creer es aceptar el credo, mientras que la Gnosis equivale a conocer a Dios por vía mística, constituyendo el perfeccionamiento o último estadio de la vida de la fe"15. *************** 14 15 Stromata, II.11 Comentarium in Joanem, X. 3,7 13 En el marco de la historia de las religiones, Gnosis también alude a una ENSEÑANZA ESOTÉRICA, una DOCTRINA SECRETA impartida en Escuelas Esotéricas solo a los Iniciados en esos Misterios. Estudiando con atención todas las culturas y civilizaciones del pasado, sobre todo en su aspecto religioso, podemos encontrar una misma doctrina con dos aspectos: El primero es el aspecto EXOTÉRICO o Público de las Tradiciones Populares. El segundo, es el aspecto ESOTÉRICO, Oculto. El primero es para la multitud; el segundo, es reservado para unos cuantos. "Exotérico" es aquel conocimiento que se encuentra abierto a todos. "Esotérico", en cambio, el que se ofrece y cultiva sólo entre unos pocos iniciados que penetran, de esa forma, en el misterio de las cosas o las ciencias, superando así el nivel de vida y de saberes del vulgo y de la muchedumbre ignorante. Por Exoterismo, lo exterior, se entiende todos los dogmas y mitos enseñados públicamente en templos y escuelas, reconocidos en los cultos populares. Sus enseñanzas están al alcance de todos. Enseñanzas contenidas principalmente en los Libros Sagrados. El Esoterismo "es todo lo oculto". Es la verdad más trascendental envuelta en Símbolos, Parábolas, Alegorías, Ritos y Ceremonias. El Esoterismo viene a ser la develación, la explicación de todas esas alegorías, mitos y símbolos contenidos en el culto público. El Esoterismo es ciencia de iniciados. Así aparece como gnosis verdadera o más profunda que no puede abrirse a todos, porque no la entenderían. Suele presentarse, a veces, como un conocimiento hermético o cerrado, propio de aquellos que saben penetrar en los secretos de Dios. Aparece como una comprensión más honda de Dios, que ha de verse ya como distinta de la teología abierta a todos los creyentes vulgares de las religiones. Normalmente, el esoterismo funciona como mística que lleva al contacto personal con lo divino. De donde se comprende que estas enseñanzas esotéricas tengan el carácter de estrictamente reservadas a los iniciados. Por otra parte, debe entenderse bien que, puesto que se trataba de la misma doctrina bajo dos aspectos diferentes, y como en dos grados de enseñanza, estos dos aspectos de ningún modo podían ser opuestos o contradictorios, sino que más bien debían ser complementarios: Lo Exotérico sirve de envoltura o de medio a lo Esotérico y el Esoterismo desarrolla y completa al Exoterismo. En sus Moradas Filosofales Fulcanelli dice que "… la Gnosis era el conjunto de los conocimientos sagrados cuyo secreto guardaban celosamente los magos, y que constituía, sólo para los Iniciados, el objeto de la enseñanza esotérica"16. Y Blavatsky señala que "este conocimiento espiritual y sagrado…, solo podía alcanzarse por medio de la iniciación en los Misterios espirituales…"17. Toda doctrina esotérica no puede transmitirse más que por una iniciación, y toda iniciación comprende necesariamente varias fases sucesivas de desenvolvimiento, de grados diferentes. Estos grados y estas fases siempre se han reducido a tres, que en la Masonería son: Compañeros, Aprendices y Maestros. Y en la Mística Cristiana constituyen las tres vías: la Vía Purgativa, la Vía Iluminativa y la Vía Unitiva. La Iniciación tiene como fin el iluminar a los hombres, a fin de enseñarles a trabajar útilmente, en plena conformidad con las finalidades mismas de su existencia. Ahora bien, para iluminar a los hombres, hay que despojarlos primero de todo lo que puede 16 17 Las Moradas Filosofales, Libro Segundo. Glosario Teosófico. 14 impedirles ver la luz. Esto se consigue sometiéndolos a ciertas purificaciones destinadas a eliminar los vicios y las pasiones, causas de la opacidad de su verdadera naturaleza espiritual. Una vez que logra esta purificación, entonces todo su ser se satura de ella progresivamente, hasta que se convierta en un Iluminado en el sentido más elevado de la palabra, un Adepto, dicho de otra forma, transformado en adelante él mismo en un ser irradiante de Luz. Henri-Charles Puech escribe: "...la Gnosis es una experiencia o se refiere a una eventual experiencia interior, destinada a convertirse en estado inamisible (del latín: inamissibilis, que no puede perderse), a través del cual, en el curso de una iluminación que es regeneración y divinización, el hombre se cobra en su verdad, vuelve a recordar y adquiere otra vez Conciencia de sí mismo, o sea que conoce simultáneamente su naturaleza y su origen auténtico; a través de esta experiencia se conoce o se reconoce en Dios, conoce a Dios y aparece ante sí mismo como emanado de Dios y ajeno al mundo, adquiriendo así con la posesión de su Ser y de su verdadera condición, la explicación de su destino y la certidumbre definitiva de su salvación, al descubrirse merecidamente salvado para toda la eternidad"18. En la antigua Grecia y Egipto y todas esas culturas del Mediterráneo existieron los Misterios o las Religiones Mistéricas, los cuales se dividían en los Misterios Menores que eran públicos y que constituían la parte purificadora o la "catarsis" necesaria para acceder a la "Myesis" o la Iniciación en los Misterios Mayores, que fueron los secretos, los ocultos. Los "Pequeños Misterios" —se dice— tenían por objeto formar ciudadanos virtuosos y los segundos formar sabios y filósofos. Pitágoras, que siguió este mismo procedimiento de los Misterios, dividía a sus discípulos en "Exoterici" que eran los "ausculantes" u "oyentes" admitidos en la enseñanza pública de la doctrina y posteriormente y por sus méritos ascendían a otros grados de los cuales el más elevado era el de los "Esoterici" donde entraban en contacto con la doctrina esotérica del maestro. Platón tenía, también, una doble doctrina: una accesible a todos, expuesta en sus Diálogos, y otra reservada a los iniciados que Aristóteles llamo ágrapha dógmata19 o "doctrinas no- escritas" aunque algunos niegan que esto sea cierto. Y hasta el mismo Aristóteles divide sus obras en exotéricas y esotéricas o acromáticas, aunque claro nada tiene que ver con la gnosis y el esoterismo. Dentro del Budismo tenemos el Hinayana que es el "Vehículo Público" que abarca el primer nivel de la enseñanza de Buda y el Mahayana o "Vehículo Esotérico" llamado, también, Budismo Tántrico o Vajrayana. En Japón, el Mikkyō es el aspecto Esotérico del Budismo Zen, que es público. En la antigua China el Confucionismo representaría los "Pequeños Misterios Públicos" y el Taoísmo los "Grandes Misterios Secretos". En el Judaísmo, la Torah viene a ser el "Cuerpo de la Doctrina", la parte publica, con todos sus relatos y mandamientos; y la Kabala es el "Alma de la Doctrina", que constituye la parte esotérica u oculta, solo dada a los sabios de Israel. En el Islam tenemos el Sufismo como el aspecto esotérico o interior y la Shariah como la ley exotérica o publica contenida en el Corán. Y contrario a lo que muchos piensan o creen, en el Cristianismo tenemos la misma división. Se tiene la idea en la mayoría de los creyentes de que no hay tales enseñanzas ocultas en el Cristianismo y que eso de los "misterios cristianos" es cosa de ideas 18 19 citado por Serge Hutin en su libro Los Gnósticos: Primera Parte, Capitulo I. Física IV, 2. 15 paganas que después se le adhirieron. Se cree que la doctrina cristiana es tan sencilla y abierta que hasta un hombre ignorante la entendería. Sin embargo, se sabe que las religiones de Misterios paganas presentaban grandes similitudes con el Cristianismo de los primeros siglos; así lo asevero René Guénon20, gran esoterista francés del siglo pasado (XX). Y hasta el día de hoy es innegable, partiendo de un estudio comparativo de las religiones, que el Cristianismo posee muchos elementos paganos, a pesar de todas sus divisiones sectarias. La Navidad, la Pascua, la Cruz, la Virgen María, etc., son elementos que también se encuentran en las antiguas religiones, desde Babilonia, Egipto, hasta Roma y Grecia. La misma vida de Jesucristo, narrada en los Evangelios, está tomada de los dioses paganos como Mitra, Apolo, Osiris, Krishna y otros más. En sus Epístolas, San Pablo utiliza la misma terminología de esas Religiones Mistéricas, como "teleios, noûs, gnosis, paradosis, mysterion, epoptes, nepioi". Y es, precisamente, en las mismas Escrituras donde encontramos referencias a esa Enseñanza Esotérica, si se sabe entender. Las propias palabras de Jesús, el Cristo, son claras y explícitas; deba la enseñanza en Parábolas a las muchedumbres y solo en privado les explicaba su significado a sus discípulos más allegados, en Mateo 13:10-13 se lee: Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? El respondiendo, les dijo: porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; más a ellos no les es dado. … Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo, oigan y no entiendan.21 […] Con muchas parábolas como estas hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo.22 Y San Pablo, hablando de esta Enseñanza Esotérica, dice: Empero hablamos sabiduría de Dios entre perfectos; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que se deshacen. Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria. La que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de gloria. Antes, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oreja oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que ha Dios preparado para aquellos que le aman.23 Pablo, también habla a los principiantes (los niños) a los cuales no les puede dar una doctrina tan profunda y sabia (simbolizada como "alimento sólido"), sino que debió darles algo más ligero (simbolizada como "leche"). Así que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo. En verdad, ni aun ahora podéis, porque todavía sois carnales. Pues habiendo celos y contiendas entre vosotros, ¿no sois carnales y andáis como hombres?24 Apercus sur l'Esotérisme Chrétien (Perspectivas sobre el Esoterismo Cristiano), Paris 1971. Marcos 4:10-12 y Lucas 8:9-10 22 Marcos 4:33-34; Mateo 13:34-35. 23 1ra Epístola a los Corintios 2:6-9. 24 1ra Epístola a los Corintios 3:1-3. 20 21 16 En Juan 16:12 se lee: "Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar". Y se podían citar muchas más referencias en las Sagradas Escrituras, tanto del Nuevo Testamento como del Antiguo en alusión a esta Enseñanza Esotérica. Algunos de los llamados Padres de la Iglesia habían reconocido incluso la existencia de una Doctrina Oculta. Así, volviendo a citar a Clemente de Alejandría, el cual escribió: El Señor no reveló a muchos lo que no estaba al alcance de muchos, sino a unos pocos, a los que sabía que estaban preparados para ello, a los que sabía que podían recibir la Palabra y configurarse con ella. Los Misterios, como el mismo Dios, se confían a la Palabra (Viva), no a la letra. Y si alguno objeta que está escrito que "nada hay oculto que no haya de manifestarse, ni escondido que no haya de revelarse" (Mt 10), le diremos que la misma Palabra Divina anuncia que el secreto será revelado al que lo escucha en secreto, y que lo oculto será hecho manifiesto al que es capaz de recibir la Tradición transmitida de una manera oculta, como la Verdad. De esta suerte, lo que es oculto para la gran masa, será manifiesto para unos pocos.25 […] El Señor, después de la Resurrección, confió la Gnosis primeramente a Santiago el Justo, a Juan y a Pedro; éstos a su vez la transmitieron al resto de los Doce Apóstoles, y los Doce a los Setenta, uno de los cuales era Bernabé.26 Orígenes, discípulo de Clemente de Alejandría, también dice lo mismo: "Los evangelistas mantuvieron oculta la explicación que Jesús daba de la mayor parte de las parábolas"27. Policarpo, obispo de Esmirna, escribe a unos fieles diciéndoles que espera que "estén bien versados en las Sagradas Escrituras y que nada les quede oculto, pues por lo que a mí toca no se me ha concedido todavía este privilegio"28. Ignacio, obispo de Antioquía, dice: "¿No podría escribiros cosas más llenas de misterio? Pero temo hacerlo por no lastimaros, puesto que aún sois niños. Perdonadme en este particular, pues os aplastaría el peso de lo que os dijera, por no ser capaces de soportarlo"29. En la Iglesia primitiva destacaban dos acciones eclesiales en la formación de los fieles: la Catequesis y la Mistagogia. La "catequesis" es la enseñanza dirigida a los catecúmenos (los principiantes). La "mistagogia" es la iniciación en los misterios cristianos: los sacramentos, la misa, la oración del Señor (el Padre Nuestro), la jerarquía celeste, la santísima trinidad, todo esto fueron Enseñanzas Secretas y estaba prohibido trasmitírselas a los catecúmenos y demás creyentes. Stromata:, I, 1, 13, 2. Hypotyposeis", VII; Citado por Eusebio de Cesárea, "Historia Eclesiástica", Libro 2, Capítulo I. 27 en Com. Math. XIV, 2. 28 Epístola de Policarpo, capítulo VII. 29 Epístola de San Ignacio a los Tralianos, Capitulo V. 25 26 17 "El Cristianismo tenía sus esoterismo en la Gnosis…"30 lo declara Dion Fortune. La Iglesia fue la parte pública y la Gnosis fue la parte secreta de la enseñanza. Pero es bien sabido, y fue una verdadera lástima, que la Iglesia haya perseguido y proscrito a la Gnosis tachándola de "herejía". Hombres como Ireneo de Lyon, Hipólito de Roma, Tertuliano, Epifanio y otros fueron fuertes opositores y detractores de la Gnosis y sus corrientes del siglo II. Tenemos que Ireneo escribió una obra voluminosa titulada Refutación y Derrocamiento de la falsamente llamada Gnosis (comúnmente conocida como Adversus Haereses) en la cual habla de varios grupos gnósticos de su tiempo, a los cuales, naturalmente, ataca, critica y denostó. Hipólito, también escribió otra voluminosa, Refutación de todas las Herejías; Tertuliano escribió tres tratados en contra: Prescripción contra los Herejes y contra los Valentinianos y Marcion. Y Epifanio escribió su Apotecaria contra las Herejías. Hoy en día se sabe que todo lo que estos hombres dijeron en contra de la Gnosis y los Gnósticos está lleno de mentiras y calumnias. Hasta Diciembre de 1945, nada o muy poco se sabía de los Gnósticos y sus doctrinas, algunos fragmentos encontrados por allí. En la localidad de Nag Hammadi, en el Alto Egipto, unos aldeanos encontraron en una de las cuevas una ánfora muy antigua y dentro de ella unos pequeños libros de cuero, algo estropeados y maltratados por el tiempo y escritos en Copto (lengua que sucedió a la egipcia de los jeroglíficos). Fueron trece códices en total que contiene 52 libros, conocidos actualmente como Evangelios Gnósticos. Aparte de gnósticos, estos documentos son en su mayoría cristianos, datan de los siglos III y IV, pero son copias de documentos anteriores escritos en griego. Su descubrimiento y posterior estudio permitió conocer, de primera mano, la historia y la evolución del cristianismo y no es como siempre se ha creído. La primitiva comunidad cristiana no era una sola iglesia de la cual surgieron, después, los herejes gnósticos. Al contrario, el estudio de estos textos de Nag Hammad señala que las primeras comunidades cristianas eran netamente gnósticas. Y hay que añadir que no era una sola corriente gnóstica definida la que existía, sino muchas. En forma más específica, este "Gnosticismo" del Cristianismo Primitivo es considerado como una escuela filosófica o corriente esotérica cristiana identificable desde mediados del siglo I y que se mantuvo vigente durante casi cinco siglos de actividad —hasta el siglo VI—, propagándose por Palestina, Siria, Asia Menor, Arabia, Egipto, Italia y la Galia. Por Gnosticismo se entiende como la adaptación de la Gnosis a los distintos sistemas y corrientes filosófico-religiosas de diversas épocas; Samael Aun Weor, fundador de la Gnosis contemporánea lo señala como "… sistemas o corrientes dedicadas al estudio de la Gnosis"31. Los siglos II y III fueron el escenario del surgimiento y pulular de múltiples sectas gnósticas, que portaban el nombre de Cristo como el revelador de sus doctrinas: basilidianos, marcionistas, valentinianos, peratas, setianos, ofitas o naasenos hasta acabar en los maniqueos. Muchas de sus doctrinas e interpretaciones de las Sagradas Escrituras chocaron abiertamente con las de la corriente ortodoxa (la naciente iglesia que después se llamó "Católica"); y esta situación llevo a un enfrentamiento de varios grupos gnósticos con los representantes y poderes eclesiásticos del cristianismo oficial. 30 31 La Cábala Mística: Primera Parte, Capitulo I. 13. La Doctrina Secreta de Anáhuac, Capitulo X: Antropología Gnóstica. 18 Y, como es sabido, al final venció la iglesia, cuando alcanzo el estatus de religión oficial del Imperio Romano en el siglo IV, y de ahí en adelante todas las obras gnósticas fueron proscritas y eliminadas. En el siglo V, salvo Mandeos y Maniqueos, apenas si existían ya los gnósticos… aunque la Gnosis surgiría de vez en cuando en el seno de la Iglesia: los Bogomilos, los Cátaros, los Albigenses y los Templarios son una muestra de ello; pero, desgraciadamente, también fueron suprimidos violentamente. *************** Pero la Gnosis es pre-cristiana. La Gnosis es un fenómeno religiosos que se pierde en la noche de los tiempos. Hay que entender a la Gnosis como una Tradición Perenne que ha impregnado todas las concepciones religiosas, filosóficas y místicas de todos los pueblos y ninguna puede reivindicar su posesión exclusiva. La Gnosis no brota de una exclusiva latitud espiritual, es un Conocimiento Integral donde han tenido su origen todas las religiones y filosofías, así como también es la fuente de los diversos esoterismos. El Cristianismo es la suma de todas las enseñanzas del pasado, pues como ya lo dijimos: "todos los elementos del cristianismo son paganos". La Gnosis de los siglos I y II fue el resultado del encuentro de la nueva religión (cristiana) con corrientes e ideas de las religiones del pasado, de Babilonia y Persia, de Egipto, de Roma y Grecia, la India, etc. Fue en la ciudad de Alejandría, que en su tiempo fue la capital mundial de la cultura, no nomas por su fabulosa biblioteca, sino también por las escuelas filosóficas e iniciáticas que ahí se asentaron en un clima de intercambio doctrinario. Ahí se asentó la antigua sabiduría faraónica y los Misterios de Osiris y de Isis y en el culto sincrético del dios Serapis, de oriente llegaron las doctrinas budistas principalmente, la diáspora judía trajo consigo los misterios de la Kabala, al tiempo que de Grecia viene el pensamiento de Platón y Pitágoras (el Neoplatonismo y el Neopitagorismo) y de Palestina llego el mensaje Cristico. De ese sincretismo religioso y filosófico de mentes doctas e iluminadas nace el Gnosticismo de los siglos II y III de nuestra era, que después se desarrollaría y evolucionaria a una forma religiosa, la Cristiana. Y pese a los enfrentamientos entre el Gnósticos y el Cristianos es, también sabido, que el cristianismo ha tomado concepciones del gnosticismo; y no podría serlo de otra manera, pues como ya lo dijimos, el Esoterismo (en este caso el gnosticismo) desarrolla y complementa al Exoterismo (el cristianismo). Hay que enfatizar que el GNOSTICISMO es una experiencia viva, no un sistema fosilizado de teorías y de dogmas donde tienden a caer todas las formas exotéricas o públicas. El GNOSTICISMO abraza todo el conjunto de especulaciones audaces y búsquedas trascendentales con un deseo intenso: CONOCERSE A SÍ MISMO Y AL UNIVERSO. Y este Conocimiento jamás ha sido teórico o especulativo, está sustentado en la "Experiencia Mística Directa". El GNOSTICISMO, como sistema filosófico-práctico, hace hincapié en la adquisición de un "conocimiento liberador" (que es la GNOSIS) y para alcanzarlo propone una didáctica y dialéctica espiritual encontrada de manera simbólica en gran cantidad de culturas; como, por ejemplo, los doce trabajos de Hércules o la búsqueda del Santo Grial. 19 La Gnosis, más que una teoría, es un "Modus Operandis" que explica los fenómenos físicos y metafísicos del universo y del hombre inserto en él. Los investigadores aluden a la Gnosis como una actividad de la conciencia del hombre y su afán por develar los misterios que se relacionan con su existencia. Más que una Doctrina, es una "actitud existencial" hacia la vida y una praxis, una vía, el camino hacia la integración del ser humano con lo divino. La Gnosis es una forma de "vida trascendental" que busca la Transformación del ser humano, llevarlo desde el estado de esclavitud e ignorancia en que se encuentra hasta un estado de liberación y sabiduría. Para ello es necesario transitar por un Sendero jalonado por etapas espirituales. En este Camino, el conocimiento, las obras, la ascética, la meditación, los ejercicios y la devoción son los medios que, junto con nuestro esfuerzo personal, nos transportan a la meta, que en el Gnosticismo se le conoce como la Auto-Realización Intima. Entiéndase por Auto-Realización como "el armonioso desarrollo de todas las infinitas posibilidades humanas"32. Edouard Schure escribió: La Gnosis o mística racional de todos los tiempos, es el arte de encontrar a Dios en sí, desarrollando las profundidades ocultas, las facultades latentes de la conciencia33. El correlato del conocimiento gnóstico es la intimidad infinita y espiritual de la persona, el SER. Entiéndase por el SER la parte inteligente y divina y más profunda que subyace en el fondo de toda criatura humana. "Gnosis" como CONOCIMIENTO viene del verbo "gignosko" que significa CONOCER. La Gnosis como Conocimiento presupone la unión, la identificación entre "el que conoce" y "lo conocido", por lo cual CONOCER ES SER. No hay que olvidar que el objeto de este conocimiento es DIOS. Pero Dios, en la Gnosis, no es un ser antropomórfico sentado allá arriba, en los cielos, lanzando maldiciones y bendiciones sobre el género humano. La Gnosis rechaza la idea de un Dios personal, extra-cósmico y antropomórfico, que no es más que una sombra gigantesca del hombre, y no del mejor, por cierto. Pero, tampoco, es atea. A Dios hay que buscarlo dentro de nosotros mismos, señalan todas las corrientes místicas de las distintas religiones. En Deuteronomio, 6:15 se lee: "… Jehová tu Dios en medio de ti está…". Como el profeta Isaías dice: "… entra en tus habitaciones y cierra tus puertas por dentro; escóndete por un instante" (Is 26:20). En San Lucas 17:21 dice: "… el Reino de Dios está entre vosotros", este "entre vosotros" se entiende, según los místicos, como dentro de uno mismo. Y San Pablo en la II Epístola a los Corintios 6:16 escribió: "… Porque vosotros sois el templo del Dios viviente…". Sri Swami Sivananda comenta: "¿Dónde está Dios? No existe nada donde Él no esté. Él está oculto en todos los seres y formas... Él está en usted y usted está Él". Yogananda al respecto dice: "cuantos anhelan conocer a Dios, no en el más allá, sino en el aquí y ahora...". Mahoma: "Quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor". Rumi, (Fundador de la orden de los Derviches danzantes) nos hace las siguientes referencias: "¡Oh vosotros que andáis a la búsqueda de Dios!; no es menester que le busquéis, porque Dios es vosotros". Ibn Arabi el gran místico sufí de Al-Andalus nos señala: "Tu eres El y Él es Tu… El no sale de ti y tu no sales de él". 32 33 Samael Aun Weor, La Doctrina Secreta de Anáhuac: cap. X. Los Grandes Iniciados, Introducción. 20 "No te hallé fuera, oh Señor, pues cometí el error de buscarte fuera cuando estabas dentro" dice San Agustín de Hipona. "Él que estás buscando es el mismo que está haciendo la búsqueda", palabras de San Francisco de Asís. San Juan de la Cruz agrega: "Todo tu bien y tu esperanza están tan cerca de ti, o mejor decir, tú no puedes estar sin Él". "Dios no es algo ajeno a ti" dijo Buda. "Mira dentro de ti, tú eres Buda" enseña el Budismo Zen. "Tú eres Eso" (Tat Tvam Asi) está escrito en el Chhandogya Upanishad. "No hay que comprender a Dios ni considerarlo como algo ajeno a mí… Alguna gente simple se imagina que deberían ver a Dios como si estuviera allí y ellos aquí. Pero esto no es así. Dios y yo somos uno" dice Meister Eckhart, místico alemán del siglo XIII. Algo semejante dice Sri Ramakrishna (santo hindú del siglo XIX): "Mientras el devoto dice: Dios está ahí [señalando hacia arriba], Dios está lejos de él; pero cuando dice: Dios está aquí [y señala su interior], Dios está muy cerca de él. Vera a Dios muy pronto. Samael enseña que Dios es el Ser Interior Profundo, nuestro Dios Interno, es Atman, el inefable, de la religión hinduista. Es la llama de Horeb que arde en nuestro corazón. Dios es el Íntimo que está dentro de nosotros. El Espíritu Universal de vida. Es el Fuego Divino que está dentro de la roca, dentro de las aguas, dentro del aire, en todo el espacio. Todo el Infinito está animado por el Fuego Divino. Dios es un Mar de Fuego Ardiente. En todas partes está el Fuego Ardiente. El Fuego es Dios. El Fuego es Pentecostés. Es Dios. El Fuego que vio Moisés en la Zarza de Horeb es Dios. El Íntimo que tenemos dentro es una llama de Fuego Divino: Es Dios dentro de nosotros. El Íntimo es el hombre Divino, es el Hombre Celeste que esté dentro de nosotros mismos34. Y es en la Gnosis donde están los elementos para llegar a conocer a este Ser Interior, que es Dios, "nuestra autentica naturaleza" como dirían los adeptos del Zen. Mas este conocimiento, por su misma naturaleza, "escapa a los normales análisis racionalistas" y va más allá de la mera "creencia". Una vez más, volvemos a repetir, el acceso a este tipo de conocimiento es por "vía mística" y su metodología es la oración, la meditación, el recogimiento, la interiorización. Sri Shambu Maharaj hablando de esta experiencia mística dijo: Si buscas una enseñanza mediante las palabras, estas pidiendo enseñanza de segunda o tercera categoría, que solo te dejara satisfecho temporalmente. Si, por el contrario, permaneces silencioso, con toda tu alma relajada, abierta y receptiva, serás como un recipiente vacío que puede llenarse de bendiciones; recibirás la verdadera enseñanza, la que no puede transmitirse con palabras. Por eso, lo mejor que puedes hacer ante un yogui que está en silencio, es permanecer tú también en silencio35. Este Conocimiento Intuitivo, directo, es "Revelador y Salvador" pues, revelándole su verdadera naturaleza psicológica y espiritual, libera al gnóstico (el que conoce, el conocedor) de la ignorancia, del engaño y le permite saber "quiénes éramos y en quiénes nos hemos convertido; dónde estábamos y adónde hemos sido arrojados; hacía dónde nos apresuramos y de dónde somos redimidos…"36. Los Misterios de la Vida y de la Muerte, Cap. V: EL Íntimo. Revista Mas Allá de la Ciencia, No 39; Año, mayo de 1992. 36 Clemente de Alejandría, Excerpta ex Theodoto (Extractos de Téodoto), 78.2. 34 35 21 Tal como se reseña en el Evangelio de la Verdad (22,13-19) de los Manuscritos de Nag Hammadi: "El que llegue a conocer de este modo sabe de dónde ha venido y adónde va. Sabe, como el ebrio que ha salido de la embriaguez, que se ha vuelto hacia sí y que ha recuperado lo propio de él". Así, pues, en conclusión: la Gnosis es una Revelación Divina conferida místicamente y transmitida secretamente a través de los siglos por medio de algunos iniciados en sus Misterios. "La Gnosis es el conocimiento de los misterios divinos reservados a una elite"37. *************** Introducción al Gnosticismo Aclarado el significado de la palabra Gnosis trataremos de comprender su derivado, el Gnosticismo. "Gnosticismo" es un término relativamente nuevo. Es un vocablo moderno que aparece en el vocabulario religioso europeo en el siglo XVII, cargado de sentido despectivo, como siempre, por los cristianos. Era considerado sobre todo como una corrupción del cristianismo. Según los estudiosos, el Gnosticismo es un conjunto de corrientes sincréticas filosófico-religiosas que llegaron a mimetizarse con el cristianismo en los tres primeros siglos de nuestra era, convirtiéndose finalmente en un pensamiento declarado herético por los cristianos. El Gnosticismo fue un fenómeno intelectual y espiritual de enorme repercusión en el siglo II d. C., un producto del cruce de la filosofía helénica con las nuevas corrientes religiosas de la época. El Gnosticismo antiguo era un sincretismo Panteísta de: Zoroastrismo, Budismo, Neoplatonismo místico, Hermetismo mistérico egipcio. Apareció sobre el siglo I de nuestra era en la parte oriental del Imperio Romano. La Cristiandad de nuestros primeros tiempos surgió a partir de este caldo de cultivo y gozó de un impacto profundo sobre muchos de los cultos paganos, que se sincretizaron a la nueva religión, se derivaron numerosos fenómenos de fusión doctrinal. Pero el Gnosticismo no es un fenómeno exclusivo del cristianismo, también encontramos corrientes gnósticas en las religiones paganas; así, por lo tanto, se habla de un Gnosticismo pagano. El Gnosticismo no es un credo, sino un método que lleva a la experiencia directa y a la revelación de la propia realidad interior (el Ser) y con ello a la Reintegración con la misma. Pero tampoco hay que entender al Gnosticismo como una forma de gnosis personalizada por la búsqueda de la sabiduría interior que realiza cada persona por sí mismo sin la guía de maestros especializados y una metodología a seguir. Ya hemos señalado que la Gnosis enseña un camino y las etapas a seguir para tal fin, y estas siempre fueron transmitidas "de boca a oídos", de maestro a discípulo. La gnosis suele interpretarse como la búsqueda de un conocimiento absoluto y liberador (...) Pero en sentido más profundo ha significado en muchas épocas de la humanidad el resurgimiento de una ciencia o corriente ligada a la explicación de los fenómenos metafísicos y físicos del hombre (...) El GNOSTICISMO en su estructura verbal o gramatical envuelve la idea de sistemas doctrinales de Oriente u Occidente que pretende devolverle a la conciencia del hombre, condicionada por los vicios, las pasiones y los apegos, a su estado original de infinitud y universalidad. 37 Coloquio de Mesina, Italia, 1966. 22 En el Coloquio de Messina, Italia, en el año de 1966, un grupo de eruditos procuró definir el núcleo esencial de este Gnosticismo, en tanto sistema, se configura a partir de la siguiente serie de elementos: La creencia en la presencia en el hombre de una chispa o centella, que proviene del ámbito de lo divino y que en este mundo se halla sometida al destino, al nacimiento y a la muerte. Esa chispa divina debe ser despertada por la contrapartida divina del Ser humano para ser finalmente reintegrada al lugar de donde procede. Como dice un antiguo fragmento: Nacido de la Luz y de los dioses, / heme aquí en exilio y separado de ellos. / Los enemigos, lanzándose sobre mí / me han transportado entre los muertos. / ¡Bendito sea y halle liberación / aquel que libre mi alma de la angustia! Soy un dios y he nacido de los dioses, brillante, centelleante, luminoso, / radiante, perfumado y bello, / pero ahora estoy condenado a sufrir38. Los presupuestos del Gnosticismo en general son: que el alma, prisionera en este mundo, lleno de caos y destrucción, anhela huir de la cárcel en que se encuentra retenida para hallar la patria perdida, el reino divino de la luz, del que originalmente procede. El hombre es un "extranjero" en este mundo, un exiliado dominado por sentimientos de rebelión y disgusto contra la existencia misma, con una nostalgia de un paraíso perdido que la Gnosis le hará reconquistar. Todos los mitos, alegorías y símbolos de las diferentes religiones de todos los pueblos conocidos, enseñan de una manera velada, claro está, esta misma doctrina. En las doctrinas gnósticas del extremo oriente encontradas en las religiones del Hinduismo, el Taoísmo y el Budismo se dice que el alma se haya condicionada en este mundo ilusorio, que en su terminología se llama "Maya" y "Samsara" y el objetivo es despertar de este sueño ilusorio para unirnos con nuestra naturaleza divinal verdadera. En las Religiones Mistéricas del Mediterráneo: los cultos Órficos, los Misterios de Eleusis, Dionisio, Mitra y sus herederos: Platón, Pitágoras, Plotino, Plutarco, Jamblico y otros más, se enseñaba la caída del alma en este mundo material y en consecuencia olvida su origen; y luchando contra los apetitos y los placeres, los vicios, volverá al lugar de donde vino, que es el reino de los dioses. El Rapto de Perséfone, el mito de Eros y Psique, la Odisea de Homero y muchos más reflejan esa historia. En Egipto, los Misterios de Isis y de Osiris, recogidos por Plutarco relata la muerte de Osiris desmembrado por su hermano Set, buscado, encontrado y reunido por Isis, que luego concibió y dio a luz a Horus el cual dio muerte a Set y así Isis pudo resucitar a Osiris. En el Judaísmo se habla del "Galut haNeshamá" o el Exilio del Alma en este mundo material simbolizado por Egipto, su salida del mismo y el regreso a Canaán, su patria original; relatados en el libro del Éxodo del Antiguo Testamento y el Zohar. En las corrientes gnósticas del siglo II (valentinianos, basilides, ofitas, etc.) se habla de la caída pleromatica del alma motivada por su afán de conocimiento, y el comienzo de un viaje de retorno que el alma humana emprende con el fin de conocer y reconocerse, guiada por un salvador, que es Cristo. Los Náhuatl del México precolombino, donde también, con un estudio concienzudo encontramos elementos gnósticos definidos; son conscientes de su exilio y de sus ansias por regresar a su patria original. Una hermosa de sus poesías así lo describe: 38 H.C. Puech, Sul monicheismo e altri saggi (Sobre Maniqueísmo y otros ensayos), pág. 24. 23 La Tierra me es extraña: no es mi casa. Si: nacer fue un privilegio; mas fue para purificación. Limpio, podre llegar a mi hogar verdadero, allí donde está la vida tras la muerte. ¡Me lo dice el corazón!39 Laurette Séjourné, arqueóloga francesa naturalizada mexicana dice que la revelación de un principio espiritual que redime al ser humano fue de un alcance trascendental en la civilización Nahua. El más conocido es el "Mito de Quetzalcóatl". Así, podemos pensar en el gnosticismo como un sistema filosófico que pretende un conocimiento objetivo de las cosas, y que, de acuerdo a una postura "ontológica", trata de impulsar al alma humana para que ella misma se eleve sobre el plano trascendental de la realidad y considere por experiencia directa lo que es la Verdad. Es por esto que se considera a la Gnosis como conocimiento "Liberador", ya que liberaría a la persona de la ignorancia y su determinada percepción de la "Realidad". En principio, el Gnosticismo, parte de la creencia de que todo Hombre y toda Mujer tiene un Alma, pero no la posee. Un fragmento de esa alma que llamamos "Conciencia" haya sumergida dentro del cuerpo físico que conocemos. La Conciencia, por naturaleza, busca satisfacciones, las cuales ve fácilmente saciadas por los medios que la misma sociedad le ofrece. Sin embargo, la Conciencia llega a condicionarse tanto a la materia que, olvida sus preceptos, ideales y su Origen para abandonarse a la satisfacción de sus impulsos. No obstante, en determinado momento, esta es capaz de sentir la necesidad de reconquistar todo lo que en otro momento tuviese, y nos estamos refiriendo a Valores, Virtudes, Ideales, etc. En síntesis, el "Mito Gnóstico" postula que el Alma descendió de Dios a la Tierra con el fin de Conocer, es decir, tomar conciencia de su existencia (ya que en un principio solo existía como potencia), pero se vio atrapada por la materia. Por tal motivo, el Alma ahora debe regresar al Padre-Dios en un proceso llamado Iniciación. Concretamente, la Filosofía Gnóstica establece la existencia de una Divinidad Suprema llamada Dios en las religiones, pero recalcamos no es un Dios antropomórfico (con forma humana). "Dios es un fuego devorador"40, y de ese Fuego se desprenden infinidad de Chispas Divinales que, según el Mito Gnóstico como lo hemos visto, quedan atrapadas en este mundo material; de esas Chispas Divinales de desprenden, también una infinidad, de Esencias; que constituyen un fragmento de las mismas. Y es esta Esencia (llamada también Conciencia) la que tiene el impulso natural de Regresar a su lugar de Origen. Sitúa a la Iniciación como la vía necesaria que cada Esencia debe recorrer hasta su objetivo y guiada por su Padre-Dios (la Chispa Divinal). El Conocimiento que va logrando, la Sabiduría que va descubriendo en su camino y la Autoconciencia que va ganando, es lo que se llama Gnosis. Es decir, es el Conocimiento Supremo de la propia Realidad del Individuo, que antes permanecía Inconsciente, pero que ahora, por su propio trabajo, y por la ayuda de su Padre-Dios, está descubriendo. 39 40 Poesía Náhuatl de Horacio Quiñones, pág. 42. Hebreos 12:29 y Deuteronomio 4:24. 24 Llegado a este punto es fundamental aclarar que el Gnosticismo, aunque si bien es cierto que existe en la actualidad como movimiento Filosófico, no pretende ser una escuela de masas o con características colectivas (como un partido político o religioso), ya que lo único que interesa es que cada individuo reciba la oportunidad, que son las claves, para que por cuenta propia, pueda recorrer el camino, que originalmente estaba destinado a recorrer. Le preguntaron al maestro Zolnún (filósofo egipcio del 859 d. C.): ¿Cuál es la culminación del estado del Gnóstico? A lo que respondió: —Cuando sea de la misma forma que fue antes de que existiese41. Es obvio que el filósofo no se está refiriendo a un problema de biología. De hecho, si consideramos que antes de tomar cuerpo todas las almas, en algún momento, están en Dios (según el Gnosticismo) es seguro que, quien posee la forma que tenía antes de nacer, gozará, de algún modo, de un estado divinizado. En términos junguianos ha culminado su proceso de Individuación o, como dice el Psicoanálisis a "Concientizado el Inconsciente" (estableciendo la posesión de la Gnosis o Conocimiento de sí mismo). Por ello se desprende que la finalidad del Gnosticismo no es otra que la Autorrealización. Regresar a un estado de plenitud en el que la persona se siente en comunión con su parte divina, y en donde la Verdad es descubierta y encarnada por el individuo. Así, el "Gnóstico" se convierte en un sabio que es capaz de vivir en cualquier situación sin turbarse lo más mínimamente. Como dijo el poeta Mexicano: "Hay aves que cruzan el pantano y sus plumas no se manchan, mi plumaje es de esos"42. Erich Fromm al respecto comenta: Por adaptación se entiende la habilidad de la persona de actuar como la mayoría de la gente de su cultura (...). La persona "adaptada" en el sentido en que yo he empleado el término, es la persona que se ha convertido en un artículo, con nada estable o definido, excepto su necesidad de agradar y su disposición a cambiar de papel. En tanto logre sus esfuerzos disfruta de una cierta cantidad de seguridad, pero su traición a su ser superior, a sus valores humanos, le dejan un vacío interior y una inseguridad que se manifiesta cuando tiene algún fracaso en su lucha por el éxito. E incluso aunque no salga mal nada, con frecuencia paga su fracaso humano con úlceras, trastornos cardíacos o cualquier caso de enfermedad determinada psíquicamente. La persona que ha alcanzado fuerza e integridad interiores, frecuentemente no tiene tanto éxito como su inescrupuloso vecino, pero tendrá seguridad, juicio y objetividad que le harán mucho menos vulnerable a los cambios de fortuna y a las opiniones de los demás, y en muchas áreas contribuirán a su capacidad para realizar una labor constructiva43. Desde el punto de vista psicológico, aunque la postura Gnóstica sea totalmente filosófica, se considera que cuenta con el valor de sintetizar el método terapéutico que, por excelencia, podría combatir el vacío existencial de las personas. Según E. Fromm el proceso psicoanalítico es, en sí, una búsqueda de la Verdad. Lo cual hace a la Gnosis, como un conocimiento trascendental, el ideal de cualquier proceso Psicoanalítico. La Gnosis es también una ciencia del "Saber Vivir" en este mundo del exilio, de la caída, en tanto regresamos a nuestra verdadera patria. Citado por Ancochea, Iniciación a la iniciación, pag.113. poema "A Gloria" de Salvador Díaz Mirón. 43 Psicoanálisis y Religión, cap. IV. 41 42 25 Por esta razón se deduce que el Gnosticismo representa una buena herramienta de combate, que podría instalarse en las mismas trincheras de la Psicología, la Educación, el Trabajo, etc., y así cooperar en la lucha contra el decaimiento de los auténticos Valores Humanos (las Virtudes), que están siendo sacrificados en pro de la "adaptación" a una sociedad no bien encaminada; para cual lo único que cuenta hoy, son los Valores del mercado o económicos (eficacia, estatus, ganancia, fiabilidad, etc.), que no son otra cosa que los Vicios, disfrazados de Virtudes. Queda establecido entonces que, la finalidad del Gnosticismo es lograr la Autorealización Intima del Ser. Comprendiendo este término como: el desarrollo de las potencialidades Humanas. 26 Los Cuatro Pilares del Conocimiento: Ciencia, Filosofía, Arte y Religión Pedro D. Ouspensky escribió en uno de sus libros: […] Las gentes de nuestros tiempos tienen cuatro caminos que conducen a lo Desconocido, cuatro formas de concepción del mundo: religión, filosofía, ciencia y arte. Estos caminos divergían hace largo tiempo. Y el mismo hecho de su divergencia muestra lo remoto de la fuente de su origen, es decir, el Esoterismo. En el antiguo Egipto, en Grecia, en la India, hubo épocas en que los cuatro caminos formaban uno solo. …al examen general de la religión, la filosofía, la ciencia y el arte, veremos claramente porque nuestras formas de concepción del mundo no pueden servir como un camino para la verdad. Siempre han estado disociadas, siempre han estado divididas, y siempre se han contradicho unas a otras. Obviamente, mientras más se disocian y se separan una de otra, más se alejan de la verdad. La verdad está en el centro, donde convergen las cuatro vías. Consiguientemente, mientras más cerca se encuentran una de la otra, más cerca están de la verdad, y mientras más lejos están una de otra, más lejos están de la verdad. Esto a su vez nos enseña, siempre y cuando seamos capaces de darnos cuenta, que el rumbo general de la actividad humana conduce no a la verdad, sino en una dirección muy opuesta. […] Pseudo-religión, pseudo-filosofía, pseudo-ciencia pseudo-arte, es prácticamente todo lo que conocemos. Nos alimentamos de sustitutos, de "margarina" en todos los aspectos y formas. Muy pocos de nosotros conocemos el sabor de las cosas auténticas44. La Religión, la Ciencia, la Filosofía y el Arte, representan cada uno un espacio determinado de la sustancia humana, la Fe, la Experiencia, la Razón, y los Sentimientos, cada una estudia un aspecto del hombre buscando entender al mundo ideal, natural, espiritual y estético. La fuente principal de la Religión es la Fe, pero no la fe del carbonero que son las meras creencias; donde las normas de conducta y las verdades solo son aceptadas sin cuestionamiento. La fe es percepción directa de lo real, sapiencia vívida, cognición exacta, que no es sensible sino mística, insistimos. La Ciencia, donde Experiencia sensible es su fuente, se encuentra más pegada a los hechos empíricos, aquellos enunciados que están más cerca de los hechos comprobables, que pueden verificarse a través de la observación y de la experimentación, la inducción es su método por excelencia. El Arte (Sentimientos) es toda creación u obra que exprese lo que el hombre desea exteriorizar, obedeciendo a ciertos patrones de belleza y estética. La Filosofía (Razón) por ser ciencia universal va más allá de los límites de cada ciencia, las toma a cada uno y estudia sus hechos y principios que atañen en la generalidad del hombre, el mundo, sus pensamientos y sus fines. 44 Un Nuevo Modelo del Universo, Cap. I. 27 La Verdad es sólo una. La forma de conocerla es la limitada, dado los diversos métodos. Entonces, el artista pondrá énfasis en sus emociones. El filósofo en la razón y la religión en lo espiritual. Pero ninguno de estos puntos nos es ajeno. La razón, la emoción y el espíritu conviven en cada ser humano. A veces nos gana la emoción, a veces la razón y otras lo espiritual. Pero todo esto es parte de uno mismo. Alinearlos, equilibrarlos es lo difícil, es el reto. Así, habrá un momento en que la religión, la ciencia, el arte y la filosofía toquen un mismo punto. Allí, donde convergen, está la Verdad. La ciencia descubre el mundo material, la filosofía interpreta sus significados, el arte lo plasma y la religión lo evalúa. La ciencia es el dominio del Conocimiento, la filosofía el reino de la Sabiduría, y la religión es la esfera de la Revelación. La existencia de Dios, por ejemplo, jamás puede probarse por la experimentación científica ni por la deducción lógica de los filósofos. Dios se puede realizar sólo en los dominios de la experiencia personal, pero la "experiencia mística directa". Sin embargo, el verdadero concepto de la realidad de Dios es plausible para la ciencia y la filosofía. Dios es para la ciencia la Primera Causa; en la filosofía, el único ser que existe por sí mismo; y en la religión es el Padre Universal. La razón (filosofía), mediante la experiencia (ciencia), puede conducir, a través del estudio la naturaleza, de vuelta a una Primera Causa. En sus orígenes la ciencia y filosofía constituían una sola cosa. Sólo la Filosofía abarcaba todo el saber y todo el contenido de lo que hoy llamamos ciencia. Pero se necesita de la religión para transformar la Primera Causa en un Dios de Salvación y Amor; sino seria solo una fuerza ciega y mecánica. Todo esto es posible siempre y cuando se trate de una verdadera ciencia, de una verdadera filosofía, de una verdadera religión y de un arte verdadero. De otra manera solo se cae en hipótesis absurdas y sin comprobar, en dogmas inquebrantables, en doctrinas falsas y en un puro hedonismo. La Gnosis frente al problema del Conocimiento FENÓMENO es aquello que de alguna manera podemos percibir con nuestros sentidos físicos, o bien, a través de aparatos mecánicos. NUÓMENO es aquello que ni los sentidos ni los aparatos alcanzan a percibir. Denominaremos "Apariencia" a lo que podemos percibir del fenómeno y "Esencia" a la parte del fenómeno que no podemos percibir. Alcanzar la ESENCIA del fenómeno, debe ser la finalidad del CONOCER. No solo quedarse en la APARIENCIA. Existen varias teorías que pretenden explicar el problema del conocimiento (dogmatismo, escepticismo y criticismo), pero lo fundamental es que cada ser humano, como sujeto cognoscente, llegue hasta la VERDAD, es decir, que llegue a conocer lo que es el fenómeno en sí mismo, no sólo como apariencia sino también como esencia. Pretender llegar a conocer la Verdad con el uso exclusivo de la razón, es absurdo; porque hay otras formas de conocimiento que trascienden a la razón y la superan. La Ciencia y la Filosofía son formas de Conocimiento Intelectual o racional y el Arte y la Religión son formas de Conocimiento Emocional o Intuitivo. Si afirmáramos que en muchas ocasiones los descubrimientos son destellos de intuición, más que de razón, muchos protestarían y dirían que la razón es algo verdadero y que los científicos, después de mucho trabajo y tiempo, reúnen gradualmente conocimientos que se descubren a través de un largo periodo de razonamiento. 28 En la historia de la ciencia son abundantes los casos en los que notables descubrimientos se hacen de manera súbita, en un momento de "iluminación". Basta recordar la expresión "¡eureka!" de Arquímedes al percibir mientras flotaba en el agua la idea del peso específico, o el caso de Newton, de quien se dice que concibió la ley universal de la gravedad al ver caer una manzana mientras se encontraba acostado sobre el césped. Asombrosa resulta la determinación de Mendeleyiev, durante el sueño, de la regularidad de la tabla periódica de los elementos e igual Friedrich August Kekulé descubrió la molécula del benceno. Einstein asevero que la Teoría de la Relatividad le llego por intuición. Poincaré, matemático francés, reconoce en sus memorias, que halló la solución al difícil problema de las funciones fuchsianas en un "destello intuitivo". Así, Bacon y Kant reconocen la participación de la intuición en las actividades de investigación, y la definen como el proceso de pensamiento que pretende llegar sin ningún rodeo al objeto o fenómenos bajo estudio. Sin embargo, parece ser que al igual que la sociedad de su tiempo, entendían la intuición como un hecho divino, por lo tanto no susceptible de ser explicado de modo racional. Las enseñanzas religiosas con sus cultos, templos majestosos, las peregrinaciones, sus cantos, danzas sagradas; el objeto de todo esto es incitar cierto estado emocional, suscitar ciertos sentimientos definidos. La finalidad de todo esto es dar al hombre un conocimiento más profundo sobre Dios y la estructura celestial, sobre la moral, o sea, hacerle accesible un conocimiento claro del lado oculto del mundo. Cuando se desvía de este objetivo, que es la búsqueda de la Verdad y de Dios, y sirve a intereses terrenos (políticos sobre todo), se falsea y cae en dogmas y fanatismos. El arte sirve a la belleza, y también a un género particular de conocimiento emocional. El arte halla su belleza en todo y hace que un hombre lo sienta y, de esta manera, conozca. El arte es un potente instrumento del conocimiento del mundo "neumónico": los misterios, y se revelan al hombre si éste tiene la esta llave mágica. Por ejemplo, la belleza de las Virtudes no se podrá apreciar sin el Arte. El conocimiento puramente racional de las virtudes no es suficiente para su práctica, pero una apreciación estética de las mismas proporciona más fuerza para su ejecución. Cuando el Arte deja de ser una forma de conocimiento y se convierte solo en un instrumento de goce y diversión, también se falsea; y cae en eso, precisamente, en formas de diversión y espectáculo. La búsqueda de la Belleza es el objeto del Arte, tal como la búsqueda de Dios y la Verdad es el objeto de la Religión. La Ciencia, el Arte, la Filosofía y la Religión son formas de conocimiento. Sobre las cuales se apoya la Gnosis, con el único objetivo de llevar al ser humano a la AutoRealización Íntima del Ser. Tanto la Ciencia y la Filosofía como la Religión y el Arte, empiezan a servir al VERDADERO CONOCIMIENTO sólo cuando nos conducen hacia lo ESENCIAL, sólo cuando nos permiten verificar, conscientivamente, las PROPIEDADES INTERNAS de todo lo que es, de todo lo que ha sido, de todo lo que será. Si se quedan en la APARIENCIA solo conducen a conocimientos parciales, aislados y contradictorios. Pero esto solo es posible cuando están unidas, cuando hay una correlación entre las cuatro, por separado nada pueden hacer, no sirven de mucho. 29 Sin embargo, es necesario recordar que la separación de estas cuatro columnas del saber, demuestran la parcialidad y la pobreza de cada una de ellas, cuestión que solamente ha ocurrido en nuestros tiempos modernos. Ciertamente, la Ciencia, el Arte, la Filosofía y la Religión por estos tiempos se encuentran divorciados y eso es lamentable. Estos cuatro aspectos desligados unos de otros como consecuencia o corolario han provocado cierta involución en la sociedad moderna. Por ejemplo, la Ciencia moderna ha conducido a ciertos individuos a un ateísmo y un materialismo extremo, negando y atacando todo de lo que viene de la Religión, considerando a sus practicantes como personas supersticiosas, ignorantes, retardarías, extemporáneas. La Religión, en algunos casos, también ha conducido a ciertos individuos al fanatismo extremo de destruir y matar a todos aquellos que no compartan su fe; y en otros casos a una estéril Teología que ya no satisface las necesidades espirituales del hombre moderno. La Filosofía ya es una rama olvidad de la sociedad actual, ahora lo que abunda son las doctrinas falsas del Neoliberalismo. Y el Arte, en cualquiera de sus vertientes (música, baile, teatro, etc.) es una apología de la degeneración actual (homosexualismo, lesbianismo, robo, estafa, infidelidad, prostitución, mentira, etc.). En los tiempos antiguos, el Arte, por ejemplo, era profundamente religioso, extraordinariamente científico y filosófico. De manera similar, una Religión auténtica, reúne, en sí misma, el Arte, la Filosofía y la Ciencia, en tanto que una Ciencia que se precie de tal, comprende tanto a la Filosofía como a la Religión y al Arte. Ahí está la autenticidad de estos cuatro pilares del conocimiento cuando están juntos, reunidos; siendo distintas no son necesariamente excluyentes sino que se complementan. El Arte y la Religión nos llevan a otras formas de conocimiento que solo son accesibles a la Emoción, a las cuales la razón de la Ciencia y la Filosofía no pueden llegar. Pero no por ellos sus conocimientos son menos importantes; sino por el contrario se complementan con aquellos. De estas formas de conocimiento, el maestro taoísta de origen mexicano Octavio Barona escribió lo siguiente: No se aprende solamente a través de las palabras; no es necesario tratar explicarlo todo a través de conceptos; hay cosas que solo se pueden Conocer, Sintiendo Profundamente45. Y es que las Ideas Trascendentales del Ser, de Dios, solo es posible captarlas a través de parábolas, metáforas y símbolos y el entendimiento de estos símbolos está en los dominios de la Intuición o la Emoción, trascienden la comprensión intelectual. Por eso es que en todas las religiones se encuentran formas de expresión míticas o mitológicas, que tomadas al pie de la letra suenan absurdas, contradictorias y hasta, en algunos casos, inmorales. El contenido, el significado, de todos estos Mitos no puede ser expresado en el lenguaje común. Las palabras solo pueden sugerirlo, señalarlo, darnos una aproximación a su mensaje. Solo el Arte da una comprensión total a través de su contenido Emocional, de Sentimientos Místicos y Trascendentales. Y aquí hay que aclarar que por Emociones no nos estamos refiriendo a las emociones comunas de alegría, entusiasmo, optimismo, etc., no; estamos hablando de Emociones Superiores que, obviamente, hay que desarrollar primero. 45 El Hombre Dorado pág. 82. 30 Pero, la Gnosis señala que, mientras continúe esa división, esa separación, de estas cuatro columnas del Saber, será más que imposible ABRIRSE AL NUEVO CONOCIMIENTO que es la Gnosis; y por consiguiente, la Salvación, la Liberación del ser humano que ella conlleva, también será imposible que se den. 31