Actividad 5 Mercedes Castillo Barco El cambio de paradigma en el concepto de Historia La posible canonización de Colón en la novela de Carpentier, El arpa y la sombra, es el núcleo de donde surgirá un nuevo concepto de historia, creado a partir de la reinterpretación de otros textos. El nacimiento de El arpa y la sombra procede de la conocida adaptación radiofónica del libro de Claudel. El rechazo de Carpentier a construir la identidad de Colón como un individuo santificado, con cualidades sobrehumanas. La intención de Carpentier era ir desenmascarando a Colón, descubrir de todo un corpus idealizado o crítico, la identidad del conquistador; hombre visionario, poeta, innovador intrépido, pecador lujurioso, avaricioso etc. Claudel realiza un juego interesante de identificaciones para colocar al descubridor en el centro de su propia conciencia. De tal manera, Colón se convierte en sujeto y objeto de la historia. Es narrador y relato. Es hombre y espíritu santo al mismo tiempo. La cuestión es realizar el cruce de dos discursos: el histórico-hagiográfico y el histórico-crítico. Para abordar este análisis de la identidad de Colón es necesario identificarlo con algunos elementos del relato y proceder a un ejercicio de deconstrucción. En la primera parte de la novela, El Arpa, se produce un acto de afirmación positiva, El Almirante es alabado por sus acciones. En la segunda parte, La mano. Entra en escena el arrepentimiento de Colón y descubrimos la trayectoria vital de un personaje cuyas acciones no son dignas de alabanza. Por último en La Sombra, encontramos la figura de un hombre radicalmente opuesta a aquella idealizada. Es otra imagen la que obtenemos de Colón. De tal manera es así que tanto la literatura y la historia le niegan la beatificación. En La mano, aparece este monólogo escrito a continuación que resume perfectamente el paso de una identidad idealizada a una identidad banalizada: Fui un Descubridor descubierto, puesto en descubierto me pusieron mis relaciones y cartas (…) extraviado me veo en el laberinto de lo que fui. Quise ceñir la tierra y la tierra me quedó grande. Este proceso de deconstrucción de la identidad de Colón conduce a pensar que las tres partes de la historia al contrario de seguir un orden cronológico representan la totalidad del imaginario creado en torno a la figura del Conquistador. De tal manera, podemos analizar las tres partes por separado, o bien combinarlas según los deseos del lector o focalizar la atención en alguno de los procesos del relato. Lo interesante de realizar una lectura desde la totalidad supone la posibilidad de conocer una historia siempre y cuando la conciencia del lector entre en escena para darle vida a los elementos del relato. Si analizamos los personajes de El Arpa y la sombra observamos tres que pertenecen a tres perspectivas observables en el lector. La primera de ellas, la posibilidad de canonizar a Colón. Se parte de la idea de descubridor en un sentido positivo. Ampliación de las fronteras del Cristianismo, de la riqueza, posibilidad de aumentar los límites geográficos de la historia. La interpretación del buen descubridor es representada por el papa Pío IX. La segunda lectura pertenece a una mirada más desconfiada y crítica, podríamos llamarla científica. De hecho, no es casualidad que el análisis empírico de los acontecimientos estén representados por el propio sujeto y objeto del relato, Colón. Este, recuerda sus acciones desde la adolescencia, reflexiona sobre su origen étnico, el desenfreno sexual, el concubinato con Beatriz, la intención de esclavizar a los aborígenes etc. Por último, aparece el Abogado del Diablo, esta figura representativa del juicio, el tribunal, la ley o la norma racional simboliza el sentido común. Carpentier, ayudado de personajes imaginarios; Voltaire, Bartolomé de las Casas utiliza lo cómico para evidenciar el absurdo de canonizar a Colón. Esto es, cualquier espectador en su sano juicio percibiría con nitidez este asunto y no harían falta más pruebas que el sentido común para comprobarlo. Estas tres líneas interpretativas, idealizada, reflexionada y evaluada nos conducen a un nuevo concepto de historia. A saber, aquella siempre fragmentada, en la que unos hechos enmascaran a otros, a veces inventada, otras sobre interpretada. De tal manera, el lector apuntará hacia una determinada perspectiva que hará de la historia relatada una visión totalizadora de la realidad y a su vez incompleta. Absoluto y relativo. El todo y la parte. Conciencia holística e interpretación individual conviven en la misma creación histórica. Bibliografía Alejo Carpentier. El Arpa y la sombra. Siglo XXI editores, S.A.