Subido por Carlos Mayorga

ENERGIA Y ENFERMEDAD

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La enfermedad
La enfermedad
Notas sobre la enfermedad
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La enfermedad es un proceso de
aprendizaje.
La enfermedad, la salud y la vida misma,
solo es comprensible en un contexto
relacional.
La enfermedad es un agente precioso de la
salud.
La enfermedad
Notas sobre la enfermedad
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La enfermedad es un movilizador de las fuerzas
del amor.
Somos nuestro propio resultado tanto en la
enfermedad como en la salud.
Cada enfermedad es única, aunque los procesos
de enfermedad tengan comunes denominadores.
La enfermedad
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La enfermedad es un agente precioso de la salud.
■ Permite reconocer lo que nos falta para estar
completos.
■ La enfermedad física puede ser un agente para
conquistar la salud emocional, pues nos permite
reconocer que buena parte de los disturbios físicos
tiene su origen en la turbulencia y falta de control
sobre nuestras emociones.
■ La enfermedad emocional es un agente precioso
para conquistar la salud mental, pues nos permite
reconocer que la falta de control de la mente es
como el viento que levanta el oleaje de nuestro
océano emocional.
La enfermedad
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La enfermedad y la energía.
1. Cantidad
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2. Calidad
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La deplección energética
El exceso energético
La fugas de energía
Las oscilaciones
Los parasitajes.
3. Distribución.
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Los campos interferentes
Las barreras.
Los trastornos de la polaridad
La enfermedad
LA CANTIDAD de La energía
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1. La deplección energética
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2. El exceso energético
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3. La fugas de energía
La enfermedad
I. cantidad de energía:
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1. LA DEPLECCIÓN ENERGÉTICA
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1. Factores dependientes del medio ambiente.
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2. Factores relacionados con los hábitos de vida:
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3. Factores relacionados con el cuerpo etérico.
Integridad y la calidad de la red etérica
La enfermedad
I. La cantidad de energía
2. EL EXCESO ENERGÉTICO
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La congestión es la consecuencia lógica de la
obstrucción del flujo normal de la energía en el seno
de un sistema. Corresponde clínicamente a éstasis e
inflamación. Se asocia igualmente a estados de
hiperreactividad como las alergias.
En algunos casos el exceso de energía es sólo
aparente, y puede ser simplemente un mecanismo de
compensación transitoria frente a un déficit real de
todo el sistema (como en una batería descargada en la
que podemos registrar picos instantáneos de
potencial).
La enfermedad
I. La cantidad de energía
3. LAS FUGAS DE ENERGÍA.
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Zonas de las fugas.
■ Entre los sitios más frecuentemente comprometidos
con fugas de energía, están el 15 VC -a nivel del
apéndice xifoides- y la zona suboccipital.
■ Por alguna razón que no hemos elucidado aún, en
éstas dos zonas se presentan la mayoría de las fugas
de energía, y son a su vez las regiones mas
comprometidas por la radiación magnética y la
radiación ionizante.
La enfermedad
I. La cantidad de energía
3. LAS FUGAS DE ENERGÍA.
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Sospechamos fugas:
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En depresiones sin causa externa aparente.
En crisis de pánico.
En síndromes de fatiga crónica.
Cuando hay resistencia a todo tipo de terapéuticas
correctamente orientadas.
Cuando hay tendencia al desarrollo de patologías
crónicas larvadas.
La enfermedad
I. La cantidad de energía
3. LAS FUGAS DE ENERGÍA. CAUSAS
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1. Cicatrices, especialmente a lo largo del canal de VC
(Cirugías de útero o de próstata frecuentemente bien
toleradas), en los que algunos pacientes desarrollan
síndromes depresivos. Las fugas ocasionadas por
cicatrices sobre la línea media, como las de la
esternotomía, generan igualmente estados depresivos
que en ocasiones ceden a la sola terapia de la cicatriz.
2. Cirugías. En el postoperatorio de cualquier tipo de
cirugía.
3. Cicatrices emocionales. Pérdidas afectivas mal
procesadas.
La enfermedad
I. La cantidad de energía
3. LAS FUGAS DE ENERGÍA.
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Las causas de las fugas.
4. Mención especial requiere aquí el problema de la
radiación, uno de los obstáculos mas frecuentes y
menos reconocidos en la clínica corriente.
Antes de llegar hasta el proceso degenerativo, el
ruido radiactivo ha generado en una proporción mucho
mayor, un sinnúmero de patologías que van desde
trastornos funcionales del sistema nervioso vegetativo,
hasta alteraciones sostenidas del sistema inmune.
La enfermedad
I. La cantidad de energía:
3. LAS FUGAS DE ENERGÍA.
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Las causas de las fugas. La radiación.
La detección de los focos de radiación se
efectúa por la reacción VAS + desencadenada por
filtros de nitrato de uranio, neodimio y extracto de
cascabel. La corrección puede realizarse con
frecuencias de resonancia a través de éstos mismos
filtros. Con frecuencia los sitios positivos para
radiación magnética neodimio o uranio ionizante
presentan igualmente información de fugas
energéticas y/o parasitaje de la energía ancestral.
La enfermedad
LA CALIDAD de La energía
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1. Las oscilaciones
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2. Los parasitajes.
La enfermedad
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II. La calidad de la energía
1. OSCILACIONES
■ Oscilación rápida
Hemos reconocido hasta ahora dos patrones
fundamentales de oscilación. Al primer estado lo
denominamos de oscilación rápida. la más frecuente
de las oscilaciones en nuestra experiencia clínica. Su
frecuencia de presentación es tal, que muchas veces
empezamos cualquier protocolo por su búsqueda y
corrección.
Sospechamos que hay oscilación rápida cuando el
paciente, luego de una notable mejora inicial. recae
rápidamente al cabo de algunas horas o días.
La enfermedad
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II. La calidad de la energía
1. OSCILACIONES
■ 2. Oscilación lenta
El segundo tipo de oscilación es la oscilación lenta.
reconocida clínicamente cuando hay una mejoría que
dura al menos por unas semanas, al cabo de las
cuales hay una lenta recaída al estado inicial. Tanto la
mejoría como la recaída se presentan según un patrón
gradual, no brusco como en la primera forma de
oscilación.
Se diagnóstica y se corrige también con la frecuencia
A-30, pero ésta vez a nivel del pabellón auricular,
sobre el punto maestro de la epífisis, un poco por
fuera de la escotadura intertrágica.
La enfermedad
II. La calidad de la energía:
2. PARASITAJES
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1. Parasitaje global del tejido etérico
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2. Parasitaje de la energía ancestral
La enfermedad
III. La distribución de la energía
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1. Los campos interferentes
2. Las barreras
3. Los trastornos de la polaridad
La enfermedad
III. La distribución de la energía
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1. LOS CAMPOS INTERFERENTES
Los diferentes niveles de interferencia
■ 1. Las ciencias físicas u objetivas: Campos interferentes
a nivel del cuerpo físico.
■ 2. Las ciencias humanas: Campos interferentes a nivel
del cuerpo emocional, más importantes, incluso, que la
cicatriz tóxica de una cirugía.
■ 3. Las ciencias espirituales: Campos interferentes en el
cuerpo mental, como el de la pérdida de sentido o crisis
de sentido que nos desconecta de la trascendencia, de
Dios o de la espiritualidad.
La enfermedad
III. La distribución de la energía
LOS CAMPOS INTERFERENTES
1. Tallo cerebral.
2.
3.
4.
5.
6.
Somatotopías periféricas
Mediastino.
Hígado.
Campos interferentes viscerales.
Todo tipo de cicatrices
La enfermedad
III. Distribución de la energía
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1. LOS CAMPOS INTERFERENTES
El potencial tóxico de una cicatriz, es diferente según sea
su ubicación. Las de mayor potencial se encuentran en:
■ En el sistema nervioso central.
■ En el territorio trigeminal, porque afectan al tálamo y
a través de él, a toda la corteza cerebral.
■ En la línea media.
■ En las pantallas somatotópicas: Manos, pies, orejas.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
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1. LOS CAMPOS INTERFERENTES
Campos interferentes viscerales. Ejemplo clínico
En los problemas de la columna vertebral detectamos el
bloqueo vertebral primario mediante la frecuencia A+30.
Tenemos muchos bloqueos de la columna en cascada y lo
que nos interesa es llegar al bloqueo vertebral primario.
Experiencia: la mayoría de las veces el bloqueo vertebral
primario no es mecánico y es lo que más duele en la columna
y se relaciona con un campo interferente visceral oculto, es
decir, lo que hay frecuentemente detrás de un A+30, es un A
o un B por una inflamación endodérmica, por una inflamación
visceral.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
2. LAS BARRERAS ENERGÉTICAS.
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Cicatrices energéticas.
No solo hay cicatrices físicas, sino que hay cicatrices
energéticas. Una cicatriz energética es un obstáculo a la
circulación de la energía, por eso una barrera
electromagnética, la barrera clavicular, la barrera pélvica o
la barrera diafragmática pueden tener el efecto de una
cicatriz que impide la circulación de la energía.
Cicatrices energéticas bióticas.
Recordemos que el organismo funciona por barreras y que
muchos campos interferentes son defensivos. El organismo
bloquea la circulación de la información de un cuadrante, de
un segmento, de un hemicuerpo cuando no puede
La enfermedad
III. Distribución de la energía
2. LAS BARRERAS ENERGÉTICAS.
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Cicatrices anti-bióticas
En muchas ocasiones, éstas son verdaderas barreras
defensivas que crea el organismo como estrategia para
aislar un campo interferente o cortocircuito orgánico, pero
cuando la barrera persiste después de la desaparición de la
información patógena, puede ser, a su vez, la causa de
diversas patologías.
La frecuencia D-0
La interrupción en el flujo de energía se puede constatar
como la presencia una barrera magnética, detectable en la
clínica a través de la reacción al polo norte de un imán o a
través de la frecuencia D-0.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
2. LAS BARRERAS ENERGÉTICAS.
■
En una cicatriz tóxica interferente en la rodilla que el
organismo no ha podido regular, por ejemplo, se
desconecta el miembro inferior, originándose una artrosis
de cadera, una neuropatía, una vasculitis y un linfedema.
Pero si quitamos la barrera pélvica, entonces logramos que
el miembro inferior se mejore, pero esa energía,
indadecuadamente procesada, podría ser la causa de que
en el paciente se origine un infarto o un cáncer de
estómago. Por tanto, es muy importante entender que hay
campos interferentes bióticos y que no todo lo que es
interferente es anti-biótico o que se opone la vida, porque
muchas veces es una estrategia defensiva.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
2. LAS BARRERAS ENERGÉTICAS.
▪ Tratamiento. Frecuencia D:
Nunca se puede tratar una barrera electromagnética sin
desinterferir localmente.
En ningún caso se podrá hacer la desinterferencia local en
fontanelas biológicas sin antes buscar todo el circuito
integrado.
Un ejemplo son las úlceras varicosas. Es muy fácil sanar
una úlcera varicosa, pero de lo que se trata no es de sanar
la úlcera, sino al paciente. Podemos curar una úlcera
varicosa, pero el paciente puede hacer una nefritis, o una
infección urinaria o bien una bronquitis.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
2. LAS BARRERAS ENERGÉTICAS.
▪ Dismetrías corporales y barreras
No es infrecuente ver disimetrías en la forma corporal, que
nos permiten reconocer la proyección de tales barreras y el
desequilibrio resultante en la distribución de la materia y la
energía. En la distribución progestágena de la grasa
durante el embarazo y algunos trastornos hormonales,
tenemos un ejemplo de tal tipo de barreras.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
2. LAS BARRERAS ENERGÉTICAS.
A. Barreras transversales
Tenemos tres barreras fundamentales, las más significativas
del sistema, que son la barrera clavicular, la diafragmática y
la pélvica y además otras dos pequeñas barreras, la
interciliar, que se continúa a través de la primera banda y la
suboccipital.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
2. LAS BARRERAS ENERGÉTICAS.
Tanto la barrera diafragmática como la clavicular son de
especial importancia en la patología respiratoria crónica.
No debe haber jamás resonancia a la frecuencia D
transversal en ninguna de esas barreras. Si hay resonancia
es porque hay un obstáculo a la circulación de la energía, y
la energía no está bien repartida. Esto lo sospechamos,
porque si tomamos los pulsos encontramos un paciente con
Vatta deficiente y Pitta y Kappa muy buenos, eso es
evidentemente una barrera clavicular.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
2. LAS BARRERAS ENERGÉTICAS.
B Barreras verticales
Estas barreras son muchísimo más raras. Alteran la
comunicación entre la izquierda y la derecha. Las
detectamos principalmente sobre el territorio del meridiano
de VC o el VG. Su trayecto puede o no seguir el curso de
los meridianos de acupuntura.
Son menos constantes y no podemos hablar como para las
transversales de lugares privilegiados para su
manifestación. Las más importantes se ubican sobre la
línea media:
■ 1. Barrera interhemisférica
■ 2. Barrera entre fontanelas
La enfermedad
III. Distribución de la energía
2. LAS BARRERAS ENERGÉTICAS.
C. Barreras oblicuas
Ocasionalmente las barreras asumen direcciones oblicuas,
caso frecuente en las cicatrices interferentes, que pueden
inducir barreras con la misma dirección de la cicatriz sobre
otros circuitos relacionados energéticamente con el lugar
originario de la cicatriz.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
2. LAS BARRERAS ENERGÉTICAS.
D. Barreras periféricas
Ya mucho menos importantes, pero que establecen puntos
de cruce, que nos revelan la interfase de la información
entre una barrera horizontal y una vertical. En ese punto de
cruce se corrigen las dos barreras. Como el resto de las
barreras, estas también se detectan con la frecuencia D. Si
en cualquier sitio en donde encontremos D, encontramos el
D transversal y además longitudinal, el punto de cruce
resuelve las dos barreras.
Puntos de cruce fundamentales: Los 3 TR
La enfermedad
III. Distribución de la energía
3. TRASTORNOS DE LA POLARIDAD
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El organismo esta eléctricamente polarizado.
Una polarización craneocaudal establece una diferencia de
potencial a lo largo de la espina dorsal, con un componente
norte a nivel cefálico y sur a nivel caudal. Igualmente se
puede reconocer una polaridad norte frontal y sur occipital
a nivel cefálico.
La polarización implica un flujo de energía.
El flujo de energía e información supone el mantenimiento
de estas diferencias de potencial, cuya anulación o
inversión son generadoras de disturbios en la fisiología
normal. Las más severas patologías cursan con una
alteración en la intensidad y la dirección de la polarización
biológica.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
3. TRASTORNOS DE LA POLARIDAD
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Norte/frío/información. Sur/calor/energía.
El campo magnético norte puede asimilarse al polo frió
electronegativo del sistema, y corresponde a los niveles de
mayor capacidad de manejo de información. Es el caso del
polo cerebral frío, electronegativo y norte.
El campo magnético sur, es el polo cálido, más periférico,
relacionado con los componentes que ejecutan la
información en el sistema. A nivel celular, el componente
nuclear sería de polaridad norte y el citoplasmático es sur.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
3. TRASTORNOS DE LA POLARIDAD
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Estrechar la mano
Al estrechar la mano fría de nuestro paciente, estamos ya
frente a un trastorno de polaridad; en algunos trastornos
centrales como las disrritmias se presentan trastornos de la
polaridad central.
Testar y tratar con un imán.
Con un imán de polaridad conocida podemos constatar las
zonas de inversión, cuando obtenemos un VAS+ con la
polaridad sur orientada en dirección cefálica. Una aplicación
de imanes según la polaridad normal puede permitir la
restauración de la polaridad del organismo.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
3. TRASTORNOS DE LA POLARIDAD
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Debido a que el sistema neurovegetativo se
comporta como una brújula de polaridad Norteparasimpático y Sur-simpático, las polaridades
magnéticas pueden encontrarse analógicamente
con filtros de acetilcolina y de noradrenalina.
La enfermedad
III. Distribución de la energía
3. TRASTORNOS DE LA POLARIDAD
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Un ejemplo clásico de alteración de !a polaridad
cefalocaudal es el de la inversión del patrón del sueño en
algunos recién nacidos. La exploración revela una polaridad
invertida en la región suboccipital. donde con un imán se
obtiene un VAS+ en la dirección sur cefálica y norte caudal.
Una aplicación del imán en la dirección contraria. hasta la
imposición de la polaridad normal puede constituir un
estímulo suficiente para la restauración del sueño normal.
De especial interés es la constatación de reacciones
alérgicas en pacientes con trastornos de la polaridad.
La enfermedad
apuntes
■
1. Energía y enfermedad.
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2. Información y enfermedad
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3. Noxas
■ 1. Contaminación emocional.
■ 2. Contaminación electromagnética.
■ 3. Contaminación alimentaria.
■ 4. Medicamentos.
La enfermedad
Apuntes.
INFORMACIÓN.
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1. Todo es información
2. Nuestro cuerpo sabe leer esa información.
3. Nosotros detectamos la respuesta del organismo a
través del pulso.
4. Podemos corregir la información y, con ello
conseguir muy buenos dividendos terapéuticos
5. Información, lo que el cerebro maneja: Lo real, lo
virtual y lo imaginario
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