Subido por Alejandro Rojas

Principio manejo integrado fernando urzua (1)

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PRINCIPIOS DEL MANEJO INTEGRADO DE MALEZAS
Fernando Urzúa Soria.
Dpto. de Parasitología Agrícola
Universidad Autónoma Chapingo
([email protected].)
INTRODUCCIÓN
El hombre para sobrevivir, desde su origen ha tenido que adquirir conocimientos
sobre la vegetación y transmitirlos a su descendencia; en cada ambiente es
necesario que distinga las plantas que pueden ser de utilidad y las que pueden
convertirse en nocivas; las medidas que tiene adoptar para el desarrollo de unas y
la supresión de otras; y el manejo general de los recursos para conservar su
hábitat y entorno.
La actividad agrícola se inició con el deshierbe manual, eliminando las plantas no
útiles y favoreciendo las aprovechables. Posteriormente, se ha desmontado gran
parte de la vegetación natural y sustituído por cultivos; lo cual, al principio no tuvo
un impacto permanente sobre los ecosistemas, ya que éstos se recuperaban
luego que se dejaban las áreas agrícolas en descanso o se abandonaban. Con la
rotación de cultivos se incrementó el periodo de explotación continua de los
suelos. Con el invento y desarrollo de la labranza, los fertilizantes químicos, los
plaguicidas, la mecanización, las variedades mejoradas, etc., se incorporaron
grandes áreas a la agricultura y se generalizó el monocultivo extensivo
permanente, afectando la dinámica de los recursos naturales como el suelo, el
agua, el aire, la biota, etc., reduciendo la productividad potencial de las áreas
agrícolas. Con los herbicidas se ha desplazado la energía humana empleada en
agricultura por energía química fósil, se impide la emergencia y desarrollo de
especies pioneras y se evita el reinicio de la sucesión natural. Tal tecnología
tiende a reducir la diversidad de flora arvense y consecuentemente las cadenas
tróficas de los agroecosistema.
Cada día se tiene la necesidad de producir más alimentos para satisfacer la
demanda de la creciente población humana, pero también se sabe de sobra del
deterioro creciente o agotamiento de los recursos que se tienen (fuentes de
energía, suelo, agua, aire, organismos vivos, etc.), a causa de diferentes
actividades económicas y manejo agrícola equivocado. Por ello, Tenemos la
imperiosa y urgente necesidad de modificar las prácticas agrícolas para conservar
y mejorar los recursos para las siguientes generaciones. Recientemente se
conceptuó el término de “agricultura sustentable”, que enfatiza la eficiencia en el
uso, conservación y mejora de los recursos, y evita la pérdida de productividad de
los suelos, la erosión, el arrastre de nutrimentos, la contaminación por
agroquímicos y sedimentos y la baja rentabilidad agrícola, etc. “Sustentable”,
implica que los sistemas agrícolas puedan ser persistentes indefinidamente. Un
sistema sustentable debe ser rentable económicamente y armonioso con el medio.
La Sustentabilidad o sostenibilidad abarca aspectos ecológicos, económicos,
sociales, culturales, éticos, etc., que deben ser difundidos entre toda la población.
GENERALIDADES DE LAS MALEZAS
Parantrofitia es un término que se aplica a la vegetación propia de ambientes
modificados por el hombre y se divide en arvense, ruderal y viaria. Una “arvense”
es aquella planta que crece en forma espontánea en terrenos cultivados. Las
ruderales son plantas que se desarrollan en áreas perturbadas fuera de los
cultivos; y las viarias crecen a orillas de vías de comunicación. Las arvenses han
evolucionado a la par de los cultivos y aprovechan las prácticas que el hombre
realiza. No a todas las arvenses se les considera malezas, a gran cantidad de
ellas se les da diferentes usos y se les cataloga como plantas útiles, por ejemplo,
por controlar la erosión, servir de alimento y abrigo para los animales, ser
medicinales, aportar materia orgánica al suelo, constituir una fuente importante de
germoplasma, atraer a las abejas por su néctar, servir de hospederas de
enemigos naturales de las plagas, etc. En todo caso, se dice que las malezas son
plantas a las que no se les encuentra utilidad.
Casi en todos los cultivos se observa la presencia de malezas. Su control es
indispensable para obtener buenos rendimientos. Para ello se utilizan métodos de
combate mecánicos, manuales, químicos, legales, biológicos, etc.; pero pocas
veces antes de combatirlas nos preguntamos lo siguiente: ¿Porqué surgen las
malezas?, ¿Qué factores limitan su desarrollo?, ¿Qué métodos de control son los
más eficaces, más económicos, más aceptados por la sociedad, y menos dañinos
al medio. ¿Qué estrategias pueden implementarse para manejarlas?, Algunas
consideraciones para responder tales preguntas se expone n a continuación.
¿Por qué surgen las malezas?
En las comunidades naturales cuando el medio permanece relativamente
constante, la composición de especies vegetales no registra cambios de
consideración; pero cuando por alguna causa (natural o provocada por el hombre)
el hábitat es modificado, las especies adaptadas a las "condiciones originales",
dejan su lugar, a aquellas para las cuales el nuevo ambiente es más propicio para
su desarrollo. Existen las siguientes categorías de sucesión ecológica: Sucesión
primaria , es el establecimiento de plantas en ambientes que nunca habían sido
habitadas por ese tipo de vegetación, por ejemplo, en lagos desecados, suelos
formados a partir de rocas, o cualquier sustrato artificial. Sucesión secundaria, es
un patrón de cambios posterior a un disturbio radical, por ejemplo, desmontes,
quemas, inundación, remoción del suelo, etc. La sucesión secundaria se clasifica
a su vez, de acuerdo a la época en que se encuentre después del disturbio, en:
pionera, estado temprano, intermedio y avanzado.
En el pasado se llegó a idealizar, que después de la perturbación de la vegetación,
en todos los casos el proceso de la sucesión natural conduciría de nuevo a un
estado denominado "climax", en el cual la composición de especies sería
semejante a la existente antes del disturbio; y que bajo condiciones de
“equilibrio” la composición de especies sería constante. Como ejemplos de esto,
se citó a la regeneración natural de selvas, bosques y matorrales, etc. Ahora se
sabe, que las comunidades y ecosistemas evolucionan siempre hacia formas que
se ajustan a la cantidad de recursos disponibles y a las condiciones del medio; y
que los componentes bióticos (organismos vivos) y abióticos (suelo, agua
atmósfera, etc.) del ecosistema pueden modificarse y dar cabida a nuevas formas
de organización.
En la agricultura el proceso de sucesión es diferente al que se da en las áreas
naturales, ya que las diferentes actividades que se practican (desmonte, subsoléo,
barbecho, paso de rastra, siembra, escardas, riego, fertilización, deshierbes,
combate de plagas, cosecha, etc.) interrumpen el proceso de sucesión, y en cada
ciclo agrícola éste vuelve a empezar; de tal manera que las especies adaptadas a
las prácticas propias de cada cultivo, son las que aparecen comúnmente en esas
áreas como arvenses o malezas mientras no se cambie el manejo agrícola. Al
cesar las operaciones agrícolas (abandono de las tierras) se restablecen los
procesos de sucesión en la vegetación. La producción de cultivos anuales
mantiene a la sucesión natural en un estado de “invasoras iniciales” o “pioneras”;
mientras que en los cultivos perennes permanentes, con el tiempo se establece un
estado de "preclimax" pues se dan pocos cambios drásticos en el medio y por
tanto en la vegetación. Así, las “malezas”, surgen para iniciar el proceso de
regeneración de la vegetación de esos lugares.
FACTORES QUE LIMITAN EL SURGIMIENTO Y DESARROLLO DE LAS
MALEZAS
Se reconocen varias premisas que deben cumplirse para que una especie se
establezca, se desarrolle y persista como maleza en una determinada área, y son
las siguientes: a). Que existan propágalos de ella en el lugar. b). Que las
condiciones del medio le sean favorables. c). Que compita exitosamente con otras
especies ya establecidas en el área. y d). Que las prácticas de manejo agrícola no
eliminen su población. Mediante diferentes estrategias de manejo agrícolas es
posible que no se cumplan tales condiciones y que determinadas poblaciones no
invadan, sean erradicadas, o controladas a niveles que no causen daño.
Existencia de propágalos (Banco de semillas)
El banco de semillas o reservorio de propágulos, se refiere a las semillas, frutos
como aquénios y cariópsides, y estructuras vegetativas reproductivas que se
encuentran sobre y dentro del suelo. Es considerado como una fase o un
componente del ciclo biológico de las poblaciones vegetales. Representa una
reserva de individuos de especies pertenecientes a poblaciones que se existieron
en diferentes tiempos, y tal vez bajo condiciones distintas, Representa un conjunto
de genotipos ecológicos con requerimientos diversos para manifestarse. El
conocimiento del banco de semillas hace posible, al menos en teoría, predecir la
composición inicial de la futura vegetación y los cambios cualitativos que puede
experimentar ante el manejo agrícola.
La reserva de semillas en el suelo es la fuente principal de las nuevas
infestaciones de malezas; una forma de controlarlas, consiste en reducir al mínimo
esta reserva, impedir su reproducción y evitar desenterrar las semillas que se
encuentran en capas profundas del suelo. El número de semillas en el suelo varía
a través del año, y es el resultado de la germinación, reproducción, dispersión y
depredación. En las áreas agrícolas es difícil estimar la cantidad de semillas
producidas que pasan a formar parte al reservorio de semillas, ya que el manejo
agrícola y las condiciones de producción y pérdida de las semillas varían de
parcela en parcela.
La cantidad de semillas que ingresa a los campos de cultivo desde el exterior por
medio de la maquinaria agrícola, semilla de siembra “contaminada”, viento,
animales, etc., es pequeña, comparada con la que se produce en el mismo lugar;
sin embargo, este ingreso representa la fuente de infestación de nuevas especies.
La información del reservorio de semillas es de suma utilidad para predecir
infestaciones de malezas; el registro sistemático debe efectuarse en diferentes
tiempos, y debe comprender la composición de especies, el tamaño de las
poblaciones de malezas, el tipo y porcentaje de letargo de las semillas y la flora
que de él emerge.
Se considera que no es económico ni práctico tratar de erradicar las especies más
problemáticas ya establecidas, cuando es alta la presencia de ellas en el
reservorio de semillas del suelo; ya que éstas en la mayoría de los casos pueden
mantenerse bajo control, tomando en cuenta que si se propicia su germinación y
se les mata antes de que produzcan semillas, en un periodo de unos cinco años
es posible reducir el banco de semillas a menos de un 5%; no obstante también se
debe considerar, que en un sólo año que se dejen crecer libremente, la producción
de sus semilla puede ser suficiente para rebasar el 50% de la población original.
Condiciones del medio favorables
El crecimiento de las poblaciones vegetales está limitado por factores del suelo
(fertilidad, textura, estructura, pH, humedad, remoción y topografía), del clima
(calidad y cantidad de la irradiación, fotoperíodo, humedad, temperatura,
precipitación, etc.), y de otros organismos (insectos, nemátodos, roedores, aves,
hongos, bacterias, etc.).
El éxito adaptativo de una población de plantas en un ambiente determinado, es el
resultado de un largo proceso de selección natural, en el cual han sobrevivido y
multiplicado sólo las más aptas. Existe una correlación positiva entre la morfología
y fisiología de las especies con su adaptación en los diferentes medios, lo cual se
refleja en su forma de vida (hierbas, arbustos, árboles), ciclo de vida (anuales,
bienales, perennes), estrategias de reproducción, diseminación y sobrevivencia,
etc.
Manejo agrícola
Según la National Academy of Sciences (1980), para inducir cambios
poblacionales como respuesta al manejo agrícola, se requiere entre otras cosas,
conocer la biología de las especies involucradas y las modificaciones
microambientales que ocasiona cada práctica agrícola. Holzner et al.(1982),
analizaron los cambios que sufrieron las poblaciones de malezas en tres sistemas
agrícolas, encontrando lo siguiente: a) donde el suelo se alteró poco y muy
superficialmente, se preservaron muchas especies de la vegetación natural; b)
donde se practicó control mecánico-manual, se favoreció a especies que logran
cumplir su ciclo vegetativo entre el último deshierbe y la siguiente siembra; y c)
donde se hizo uso de control químico, por la selectividad que presentaron los
herbicidas, se favoreció el incremento de las especies tolerantes a esos productos.
Los cambios en la Labranza afectan la composición, distribución vertical, y
densidad de las semillas del reservorio. Al sembrar los cultivos bajo labranza cero
de conservación o siembra directa y controlar la maleza adecuadamente, los
propágulos que se encuentran superficialmente se agotan gradualmente, haciendo
que cada vez sea menor la cantidad de individuos que emerjan. Al no ser
necesarias escardas en labranza de conservación, puede reducirse la distancia
entre hileras, haciendo que el cultivo más rápidamente "cierre", el suelo quede
sombreado, y con ello sea menor el periodo de emergencia de las malezas. Al no
realizar escardas para combatir a las malezas, ciertas especies no serán bien
controladas por los tratamientos de control empleados (culturales, biológicos,
químicos) y poco a poco las especies menos afectadas se convertirán en las
principales malezas; por ello, es conveniente planear adecuadamente las
estrategias de manejo.
Se dispone en el mercado nacional de al menos 60 ingredientes activos de
herbicidas, los cuales al ser seleccionados adecuadamente ante cada problema
particular pueden llevar a cabo un control químico eficiente de las malezas.
Debemos recordar, que para tener éxito no basta con adquirir y aplicar los
herbicida más recomendados para el cultivo; es necesario tomar en cuenta los
factores que afectan la eficiencia de acción de esos herbicidas. En aplicaciones
posemergentes: las especies presentes, tamaño de éstas, su edad, tasa de
crecimiento y condiciones ambientales. En aplicaciones preemergentes: el tipo de
suelo (textura, pH y contenido de materia orgánica), humedad del suelo y las
especies de malezas que se quiere controlar. No debemos perder de vista, que
una buena aplicación del producto hará que se cumplan las premisas del modo de
acción de los herbicidas, y que son:
Ponerse en contacto con la maleza a combatir a una dosis suficiente.
Penetrar al interior de la mala hierba.
Moverse hasta el lugar donde efectuará su acción biológica.
Afectar alguna función vital.
Finalmente, si los herbicidas no se aplican oportunamente y en forma adecuada
en cuanto a dosis y cubrimiento se puede tener un mal control. Por lo anterior, es
necesario que se instruya y asesore adecuadamente a los agricultores sobre el
manejo de estas sustancias; mínimamente se debe insistir ante los usuarios, que
antes de aplicar cualquier producto plaguicida, lean la etiqueta (por ley todos los
envases de los plaguicidas deben llevarla), en ella se indica el nombre comercial,
nombre común, formulación, composición, toxicidad del plaguicida, permiso para
su venta, cultivos y malezas para los que esta autorizado, forma de prepararlo y
aplicarlo, contraindicaciones, incompatibilidad con otros productos, precauciones
para su almacenamiento, transporte y aplicación, tratamiento en el caso de
intoxicaciones, medidas de protección al ambiente y, la garantía del producto que
otorga el fabricante.
MANEJO INTEGRADO DE LAS MALEZAS
El manejo integrado de plagas (MIP) ha sido definido como " El sistema de manejo
de plagas que utiliza todas las técnicas y métodos compatibles con el medio para
mantener las poblaciones nocivas a niveles por debajo de aquellos causantes de
daño económico". El concepto de MIP tiene su origen en la entomología, donde se
han desarrollado programas que comprenden métodos culturales, legales,
biológicos, físicos y químicos, etc.; destacando el mejoramiento genético de
plantas cultivadas resistentes a las plagas, programas de control biológico,
prácticas agrícolas apropiadas y oportunas, y el uso racional de plaguicidas.
El Manejo Integrado de Malezas (MIM) ha sido poco usado en la agricultura de
una manera racional y planificada. Su implementación requiere de conocimientos
básicos de varias disciplinas y el desarrollo de investigaciones a nivel de campo,
para comprender los diferentes factores que regulan el comportamiento de las
malezas. Para implementar un programa de MIM, a nivel de parcela, unidad de
producción o zona agrícola, se requiere al menos lo siguiente:
1. La identificación de las malezas presentes, su distribución y nivel de infestación.
2. Conocer la biología y ecología de las especies predominantes.
3. Potencial de daño de las especies de malezas predominantes.
4. Disponer de recursos para implementar métodos de control técnicamente
efectivos, económicamente viables y seguros para el ambiente.
Identificación y nivel de infestación
Al conocer los componentes de la flora y su nivel de infestación, se estará en
mejor posición para seleccionar la mejor alternativa de manejo. La identificación
de malezas debe ser precisa, ya que cada especie suele responder en forma
diferente a las prácticas de combate; la identificación de las especies de malezas
puede realizarse con la ayuda de los manuales existentes ya publicados en
muchos países y regiones del mundo, o recurriendo a especialistas. El monitoreo
de la abundancia puede ser cuantitativo cualitativo; debe ser practicados
cuidadosamente pero sin ser prolongados en el tiempo de su ejecución. Los
monitoreos que registran las poblaciones que se desarrollan en diferentes épocas
y áreas se les ha llamado "Levantamientos ecológicos", y pueden ser de la
vegetación (flora existente) o del banco de semillas (flora potencial). Los
programas de manejo integrado de malezas introducen la observación y registro
de las poblaciones como actividad obligatoria.
Cualquier práctica de control al efectuarse repetidamente, selecciona a las
especies adaptadas a ella; de tal manera que se van provocando cambios en la
composición botánica y dominancia de las especies. Sin embargo, los cambios no
son bruscos, sino graduales, y su registro (monitoreo) permiten estudiarlos,
comprenderlos y predecirlos. La importancia de conocer anticipadamente cuales
especies tienen más probabilidad de presentarse en un cultivo que se vaya a
establecer en una región (o parcela), radica, en que se pueden prevenir los daños
de la maleza, eligiendo el método de control más apropiado. La predicción de
malezas requiere la disposición de un grupo interdisciplinario que planee las
actividades, lleve a cabo el seguimiento y registro de los datos y analice e
interprete los resultados. Puede ser factible en grandes áreas dedicadas a un solo
cultivo, p. ej. arroz, caña de azúcar, trigo, sorgo, etc. A nivel de unidades de
producción, no se requiere tanto esfuerzo, el manejo será más sencillo y los
resultados más exitosos al tener mayor uniformidad en las condiciones
ambientales y en el manejo agrícola.
Biología y ecología de malezas
Dentro de la biología de malezas, es importante conocer las características y
requerimientos de las especies presentes en sus diferentes fases de desarrollo
(propágulos, germinación, plántulas, desarrollo vegetativo, reproducción y
dispersión) y con ello, intuir y poner en práctica los efectos favorables sobre el
cultivo o desfavorables sobre las malezas, de los factores bióticos y abióticos en
cada fase del ciclo biológico de éstos. Manejo integrado es por tanto, favorecer al
cultivo y afectar a la maleza.
Normalmente las especies con eficiente sistema radical para extraer los nutrientes
y agua del suelo, son altamente competidoras. La capacidad que tienen algunas
especies de verter sustancias tóxicas al medio para protegerse de otras que están
próximas a ellas, debe considerarse como una adaptación para la competencia
ventajosa. La emergencia de maleza en relación a la emergencia del cultivo, es un
factor importante en la competencia maleza-cultivo. Las malezas que emergen
antes que el cultivo pueden reducir más el rendimiento de éste, que aquellas que
emergen posteriormente. Si las especies difieren en sus necesidades de recursos,
puede darse la coexistencia entre ellas; sin embargo, es posible también, que aún
cuando sea grande la competencia inicial, a largo plazo puedan coexistir, dándose
esto mediante la especialización morfológica o fisiológica de alguna(s) de ellas,
que hagan escapar del confrontamiento a la especie más débil; por ejemplo,
emergencia temprana, tolerancia al frío, hábito arrosetado, etc.
Predicción de infestaciones
La agricultura y la agronomía influyen activamente en la evolución de
determinadas plantas, al seleccionar y someter a un proceso de mejoramiento y
cultivo, sólo a los biotipos o especies que se considera que son más útiles.
También con las prácticas agrícolas que realiza el agricultor, selecciona
involuntariamente a ciertas especies; de tal manera, que las poblaciones de
arvenses que se presentan en los diferentes lugares, reflejan el manejo
proporcionado a los cultivos en años anteriores. A la vez, estas prácticas afectan
la dinámica de los recursos naturales como el suelo y el agua, previniendo o
acelerando su pérdida y modificando la productividad agrícola.
an estas prácticas.
La importancia de conocer anticipadamente cuales especies tienen más
probabilidad de presentarse en un cultivo que se vaya a establecer en una región
(o parcela), radica, en que se pueden prevenir los daños de la maleza, elegir el
método de control más apropiado, hacer una mejor selección y aplicación de los
herbicidas preemergentes y postemergentes, y manejar la maleza integralmente a
corto y largo plazo. Algunos programas de manejo integrado de plagas, han
introducido la observación y registro de la maleza, dentro de las actividades
obligatorias de vigilancia de los cultivos.
METODOS DE CONTROL DE MALEZAS
CULTURALES
Uso de semillas limpia
Frecuentemente el agricultor importa de una región a otra, o de un país a otro,
determinadas variedades o especies de cultivo de su interés, y cuando no se
tienen los cuidados respectivos, se introduce también semillas de maleza, que al
paso del tiempo pueden convertirse en serios problemas para la producción; por
tal motivo se deben implementar las prácticas necesarias para que ello no ocurra.
Densidades y distribuciones de siembra
Se ha logrado reducir el efecto competitivo de la maleza, modificando los arreglos
topológicos (distribución de los espacios) de manera que los cultivos rápidamente
cubran la superficie del suelo y/o sombreen a la maleza.
Fechas de siembra
Durante el año existe variación en la temperatura, la precipitación, la húmeda
relativa, el fotoperíodo, la irradiación, etc., que limitan el desarrollo de unas
especies y favorecen el de otras. Debe buscarse las fechas óptimas en que el
cultivo prospere adecuadamente; no así las malezas más problemáticas.
Rotación de cultivos
Consiste en sustituir cultivos, en los cuales el control de la maleza sea difícil o
costoso, por otros en los que sea más fácil o barato el control.
Limpieza de equipos e implementos
Los tractores, cosechadoras, empacadoras y maquinaria en general, pasan de
unos campos de cultivo a otros y se convierten en medios de dispersión muy
efectivos de determinadas especies de maleza. Por ello, habrá que limpiar estos
equipos siempre que se sospeche que están contaminados.
Manejo del ganado y su estiércol
El ganado puede diseminar maleza al ser transportado de una zona a otra. Las
semillas pueden viajar adheridas al pelo, o bien dentro del aparato digestivo; por lo
cual se debe inspeccionar el ganado y estabularlo por lo menos de 5 a 7 días,
para que las semillas de maleza no pasen directamente a los campos de cultivo.
En el caso del estiércol, se debe tener cuidado de que sea fermentado antes de
aplicarlo en el campo, para que la mayoría de las semillas de maleza ya hayan
muerto.
BIOLÓGICOS
Consisten en la utilización de cualquier tipo de organismos vivos para el control de
la maleza (microorganismos, invertebrados, vertebrados, otras plantas, etc.). En
el caso de los animales, los que más se han empleado son los insectos, pero
tienen como limitante, que sólo deben de alimentarse de la maleza para la cual se
introdujo, ya que de lo contrario, pueden convertirse en plaga de los cultivos; en
general son pocos los casos de control biológico de maleza por insectos. Algunos
peces mantienen control biológico eficiente de maleza acuática y además, sirven
de alimento para los vecinos de esos lugares.
MÉTODOS MANUALES
Comprende el arrancado y corte de la maleza por medio de azadones, machetes,
hoces y todo tipo de instrumentos manuales. Cuando se aplican en la etapa
temprana del cultivo, requieren del reconocimiento de las plántulas de la maleza.
En el caso del corte con machete u hoz, la maleza debe tener cierta altura, lo cual
conlleva a un control tardío. Los métodos manuales son lentos y caros, no
obstante, en muchas partes del país, la mayor cantidad de energía se invierte en
el deshierbe de los cultivos y la capacidad para realizarlo, determina la superficie
que puede cultivar cada agricultor.
MÉTODOS MECÁNICOS
Estos métodos sustituyen la energía humana por tracción animal o motriz; se
incluyen aquí, prácticas como la labranza primaria y secundaria; es decir tanto las
labores de barbecho y rastreo previas a la siembra, como las escardas posteriores
a ellas, que se efectúan sobre todo para el control de maleza. Para estas tareas se
emplean una gran diversidad de herramientas, desde los arados egipcios hasta los
reversibles de vertedera (cinceles, pata de ganso, rastras de discos, arados
rotativos, etc.); todos ellos, hacen, más rápidas las labores de control de maleza,
pero pueden ocasionar efectos negativos sobre el desarrollo del cultivo (poda de
raíces, desarraigue, etc.) y sobre las propiedades del suelo al ocasionar
compactación. Además, frecuentemente no controlan a la maleza que surge sobre
las hileras del cultivo por lo que en ocasiones se requieren otras prácticas de
control complementarias. La erosión del suelo y los problemas para efectuar estas
labores oportunamente, son las principales limitantes.
USO DE COBERTURAS
Mediante la intercepción de la luz con materiales plásticos o residuos vegetales se
logra combatir eficientemente a la maleza, además de conservar por más tiempo
la humedad del suelo. Los plásticos son útiles particularmente en cultivos de alta
rentabilidad que permiten recuperar los costos elevados de la inversión. En el caso
de los residuos vegetales, pueden traerse de otros lugares o producirse en el
mismo lugar donde se va a sembrar el siguiente ciclo, esto último se está
aplicando sobre todo en los sistemas de cultivo con labranza de conservación.
FUEGO
Se practica en algunas regiones en la fase previa a la instalación de los cultivos, o
como práctica de mantenimiento de los pastizales, y en ocasiones se emplean
lanzallamas para matar la maleza en forma dirigida sin alcanzar a los cultivos.
INUNDACIÓN
Como método se aplica en lugares con exceso de agua, en los cuales se provoca
la germinación de la maleza y luego se inunda hasta que esta muera. También es
empleado en cultivos como el arroz, el cual puede soportar por varias semanas la
inundación, pero no así la mayoría de las especies de maleza. Una limitante de
este método lo constituyen las condiciones topográficas del área de cultivo, la
limitación de agua y lo costoso de tal medida.
ESTRATEGÍAS DE MANEJO DE LAS MALEZAS
Cada especie de planta en particular e incluso a nivel de sus biotipos, presenta
para cada factor o elemento, limites superiores e inferiores y un óptimo para su
desarrollo en las distintas fases fenológicas; por tal motivo, para el manejo de los
cultivos y en especial en el control de la maleza, se deben generar estos
conocimientos. Así, las fechas de siembra, la remoción del suelo, el tipo de
variedad cultivada, la fertilización, y el manejo en general que se le de al cultivo,
deberá ser aquel que favorezca a nuestras plantas de interés y perjudique a los
organismos indeseables.
Se han desarrollando procedimientos de manejo integrado, para provocar
desplazamientos de especies difíciles de controlar por otras menos problemáticas
o para reducir la densidad de éstas a niveles que no causan daño. Dichas
medidas se basan en el conocimiento de la biología de las especies involucradas y
en las modificaciones microambientales que provoca cada práctica agrícola en el
suelo (fertilidad, textura, estructura, pH, humedad, remoción y topografía), en el
ambiente (calidad y cantidad de irradiación, fotoperíodo, humedad, temperatura,
etc.), y en la presencia de otros organismos.
EJEMPLOS DE MANEJO INTEGRADO
Cyperus rotundus
Diagnóstico. Planta perenne de 15 a 45 cm de altura, provista de rizomas
delgados y fuertes, con tubérculos redondos y ovoides. Se reproduce por semillas
y asexualmente por tubérculos que se encadenan. Muy abundante inclina tropical.
Es una plantas C4, que es considerada una de las malezas más problemáticas a
nivel mundial por su gran competitividad, ser alelopática y de difícil control. Su
manejo se enfoca a eliminar los tubérculos.
Manejo. Cultivos de crecimiento rápido y vigoroso reducen su efecto competitivo.
Los cultivos de porte alto son menos afectados. Es muy sensible al sombreado,
por lo que siembras a alta densidad o en hileras estrechas limitan su desarrollo. La
inundación inhibe el brote de tubérculos pero no los destruye. Las reservas de los
tubérculos alcanzan para tres o cuatro brotaciones antes de que se agoten. Los
tubérculos ubicados cerca de la superficie son vulnerables a la desecación por lo
que la labranza es efectiva cuando el suelo está seco. La remoción del suelo
húmedo promueve su diseminación. Los aperos de labranza o herramientas deben
ser ajustados para desprender lo más posible del suelo los tubérculos brotados y
cubrir con tierra la mayor cantidad de plantas arraigadas. Los aperos de labranza y
las herramientas se deben limpiar antes de abandonar los campos infestados a fin
de evitar que los tubérculos se propaguen hacia las áreas no infestadas. Existen
pocas alternativas de control químico. Con frecuencia el efecto de los tratamientos
es de supresión más que de control. La mayoría sólo afecta las plantas ya
brotadas al momento de la aplicación. Los mejores resultados se obtienen cuando
el uso de herbicidas está integrado con el desyerbe mecánico.
Cynodon dactylon
Diagnostico. Zacate perenne que se reproduce por rizomas, estolones y semillas.
Tallos comprimidos y rastreros. Se considera una de las diez especies más
importantes a nivel mundial, infesta todo tipo de cultivos, es cosmopolita, produce
sustancias alelopáticas, es tolerante a la mayoría de los herbicidas en sus dosis
convencionales. Se disemina por el agua de riego y la maquinaria. Su presencia
se incrementa en áreas no removidas (labranza cero). Su mayor crecimiento se
presenta cuando tiene suficiente humedad, existe alta irradiación y elevadas
temperaturas; en invierno y época seca, la parte aérea muere, sobreviviendo sus
rizomas enterrados.
Manejo. El laboreo intensivo y profundo con arado de disco reduce las
infestaciones; en tanto que, la extracción de los rizomas sobre la superficie del
suelo promueve la desecación y es el método más efectivo. El desyerbe manual
no es un método efectivo de control. Existen en el mercado herbicidas efectivos
para su control tales como glifosato, fluazifop, setoxydim, etc. siendo conveniente
rotar de cultivos, de sistemas de labranza y de herbicidas.
Cyperus esculentus L.
Diagnóstico. Se propaga a través de sus tubérculos. Es poco común en los
trópicos, abundante en los subtrópicos y en clima templado. La especie produce
tubérculos en los extremos de sus rizomas (no en cadenas).
Manejo. Su control puede lograrse con medidas culturales (plantas competitivas),
desyerbes manuales o mecánicos. Pueden hacerse tratamientos de herbicidas de
presiembra (glifosato), presiembra incorporado (alaclor y metolaclor) y
postemergentes halosulfuron.
Echinochloa colona
Diagnóstico. Planta anual de 30 a 60 cm de altura. Tallos decumbentes y
postrados al inicio de su desarrollo; con nudos básales enraizantes formando
pequeños macollos. No presenta lígulas ni aurículas. Produce gran cantidad de
semillas, las cuales emergen rápidamente bajo condiciones de exceso de
humedad y temperatura; pueden existir generaciones sobrepuestas. Es la principal
maleza del arroz en muchas áreas; además, causa serios problemas en todos los
cultivos de las zonas tropicales y subtropicales.
Manejo. La fuente primaria de infestación normalmente es la semilla contaminada
de los cultivos. Altas densidades y cultivos vigorosos reducen la competencia.
Existen diversos herbicidas que pueden ser utilizados en su control. El correcto
manejo del agua reduce el problema de esta maleza.
Rottboellia cochinchinensis
Diagnóstico. Zacate anual, de clima tropical. Tallos erectos que pueden alcanzar
los tres metros de altura, con raíces adventicias en la base y gran cantidad de
macollos. Hojas con pubescencia áspera. En muchas regiones es la principal
limitante de producción por la gran competitividad que presenta y la dificultad que
ocasiona en la cosecha.
Manejo. La prevención de la diseminación a áreas aún no infestadas incluye la
siembra de semillas certificadas, el uso de máquinas e aperos de labranza libres
de semillas de la maleza y el control total de los primeros focos de infestación, lo
cuales aparecen en las áreas aledañas no cultivadas y a lo largo de caminos y
canales de riego. La labranza profunda del terreno debe evitarse para no
desenterrar semillas que permanecen viables por varios años. La labranza cero es
más conveniente para reducir el banco de semillas superficial cuando es
acompañada de un buen control postemergente. La rotación con dicotiledóneas
permite un uso mayor de herbicidas selectivos.
Sorghum halepense
Diagnostico. Planta perenne, C4, de hasta 2.0 m de altura, con rizomas
escamosos, largos y gruesos. Es una las 10 especies de maleza más importantes
a nivel mundial por ser muy competitiva por agua, luz y nutrimentos; además de
considerársele alelopática. Una vez establecida es difícil de erradicar. Se usa
como forraje, pero bajo condiciones de estrés produce dhurrina capaz de matar al
ganado.
Manejo. Evitando la producción de semillas y la producción de rizomas se reducen
las infestaciones. Las semillas se dispersan por viento, agua, animales y semillas
de cultivo. El control mecánico debe realizarse durante el primer mes después de
la emergencia de la planta (30-40 cm). La desecación de los rizomas es factible al
extraerlos, fraccionarlos en trozos pequeños y exponerlos al sol. En frutales, el
corte frecuente tiende a consumir las reservas de los rizomas y limita su brotación;
Lo mismo ocurre con el pastoreo El uso de cultivos de cobertura a base de
leguminosas reducen la incidencia
Avena fatua
Diagnóstico. Hierba erecta de 60 a 150 cm de altura. Tallos envueltos por vainas,
con entrenudos marcados por una constricción en forma de anillo de color café, o
café rojizo. La germinación de las semillas tiene lugar con temperaturas de 1012°C, y disminuye considerablemente a 5 °C o menos y a 18 °C o más. Tienen un
período de latencia relativamente largo. Las semillas pueden sobrevivir en el suelo
hasta un máximo de nueve años, con una media de 4 a 6 años. La labranza del
suelo incrementa la germinación. Las semillas de avena silvestre son trasladadas
a grandes distancias por el hombre, a través de semillas de cultivos, forraje y
maquinaria agrícola.
Manejo. Favorecer la germinación mediante riego para luego controlarlas es una
de las prácticas más efectivas. El incremento de la densidad del cultivo inhibe el
desarrollo de la avena silvestre. Las labranzas superficiales mayores
germinaciones. La quema de la paja reduce el número de semillas pero rompe la
latencia. Rotación con cultivos donde sea más fácil o más barato el control.
Empleo de herbicidas postemergentes (glifosato) antes de la emergencia del
cultivo y selectivos durante el desarrollo del cultivo. Eliminación en lo posible de
todas las fuentes de infestación.
BIBLIOGRAFIA
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Memorias del Simposio Internacional "Manejo de la maleza: Situación
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