See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/339662908 Monografia-“La construcción del conocimiento astronómico en Chile: Historia, nudos críticos y desafíos (2015)" Article · November 2018 CITATIONS READS 0 9 1 author: Matias Neto University of Chile 1 PUBLICATION 0 CITATIONS SEE PROFILE Some of the authors of this publication are also working on these related projects: Construccion de conocimiento en Chile View project All content following this page was uploaded by Matias Neto on 03 March 2020. The user has requested enhancement of the downloaded file. VICERRECTORÍA DE ASUNTOS ACADÉMICOS PROGRAMA ACADÉMICO DE BACHILLERATO UNIVERSIDAD DE CHILE “La construcción del conocimiento astronómico en Chile: Historia, nudos críticos y desafíos” (2015) Integrante: Matías Neto Profesor guia: Bernardo Sèves Año: 2018 Índice I. II. III. IV. V. Resumen……………………………………………………………………………..2 Introducción………………………………………………………………………...3 Desarrollo…………………………………………………………………………....9 a. Construcción del conocimiento astronómico (CCA) …………..…...9 b. Ciencia del norte y ciencia del sur…………………………………….14 c. Roles de las instituciones y/o organizaciones constructoras de conocimiento astronómico en Chile…………………………………..18 1. Dimensión privada internacional……………………………...20 2. Dimensión privada nacional…………………………………....23 3. Dimensión estatal………………………………………………...26 4. CCA en Chile……………………………………………………...30 Conclusiones……………………………………………………………………...32 Referencias………………………………………………………………………...33 1 I. Resumen Chile actualmente es conocido por ser una capital astronómica mundial, sin embargo, el protagonismo en la construcción de conocimiento astronómico ha sido y es liderado por las comunidades científicas que sostienen a la dimensión privada internacional, las cuales traen a Chile el instrumental astronómico, en consecuencia, el análisis sobre el conocimiento astronómico que es construido en Chile es una ventana fundamental para entender cómo se ha comportado la comunidad astronómica ante los nuevos proyectos internacionales. Es por esto, que en la presente monografía se analizara el rol de las instituciones y/o organizaciones constructoras de conocimiento astronómico en Chile, para luego correlacionarlas, y así poder forjar una perspectiva de que tipo de conocimiento es el que se fomenta, y cual es el que se construye en Chile. Para esto, se comenzará dando un contexto de la situación astronómica mundial, a través del descubrimiento de la expansión acelerada del universo en el 2011, para luego distinguir la evolución, los límites y enfoques del concepto de construcción del conocimiento astronómico. Ya definida su noción teórica, se desglosaron dos dimensiones prácticas en la producción científica; la ciencia del norte y ciencia del sur, aplicadas al caso astronómico. Nociones que permitieron la clasificación de las instituciones y/o organizaciones constructoras de conocimiento en Chile en: dimensión privada internacional, dimensión privada nacional y dimensión estatal. En donde se desarrollaron las diferentes características y los roles de cada dimensión en la construcción de conocimiento astronómico, enfocada en lo hecho para el año 2015. Finalmente se correlacionaron las dimensiones, concluyendo así con una perspectiva histórica de los desafíos que tiene la astronomía chilena, como la comunidad científica nacional en la construcción de un Chile desarrollado. Palabras clave: astronomía, construcción de conocimiento astronómico, ciencia del norte y ciencia del sur, roles en la construcción de conocimiento. 2 II. Introducción “En Chile, a tres mil metros de altura, los astrónomos venidos de todo el mundo se reúnen en el desierto de Atacama para observar las estrellas. Aquí, la transparencia del cielo permite ver hasta los confines del universo. Abajo, la sequedad del suelo preserva los restos humanos intactos para siempre: momias, exploradores, mineros, indígenas y osamentas de los prisioneros políticos de la dictadura. Mientras los astrónomos buscan la vida extra terrestre, un grupo de mujeres remueve las piedras: busca a sus familiares”. Sinopsis “La Nostalgia de la Luz”, Patricio Guzmán. 2010. Desde aproximadamente un siglo, gracias a las aportaciones de los astrónomos Vesto M. Slipher y Edwin Hubble, es sabido, para la comunidad científica, que el universo se está expandiendo a consecuencia de la gran explosión (Big Bang), la teoría más aceptada y ratificada del origen del universo, cuya tasa de expansión depende directamente del contenido energético presente en el, por lo que, si pensamos en un universo que sólo contenga materia, este debiese disminuir su velocidad de expansión, por efecto de la fuerza de gravedad, sin embargo, a partir de observaciones de supernovas del tipo Ia, en la década de los 90, los científicos Saul Perlmutter (EEUU), Brian P. Schmidt (EEUU) y Adam G. Riess (EEUU) sonsacaron deducciones fundamentales sobre la estructura y evolución del universo, pudiendo concluir que el universo no solamente se está expandiendo, sino que está expansión está acelerando. Este hecho representa un hito para la astrofísica y cosmología contemporánea, porque si la velocidad de expansión está aumentado, debe existir otro tipo de energía que presiona al universo a acelerar, este tipo de energía se ha denominada energía oscura o del vacío, la cual representa aproximadamente el 70% de la densidad energética del universo, mientras que la materia ordinaria (en forma de átomos) sólo representa el 4% de está (The Royal Swedish Academy of Science, 2011). El dia 4 de Octubre del año 2011 la Real Academia Sueca de las Ciencias decidió otorgarle el Premio Nobel de Física a los científicos involucrados en el 3 descubrimiento de la expansión acelerada del universo. Dentro del scientific background, asociado a este descubrimiento, se consideran las aportaciones claves del Proyecto Calán/Tololo(C&T) (1989-1996), proyecto impulsado por el Departamento de Astronomía (DAS) de la Universidad de Chile (UCH) y del Observatorio Inter-Americano de Cerro Tololo, a su vez, este fue integrado por astrónomos chilenos y extranjeros, tales como Mario Hamuy, José Maza, Mark Phillips y Nick Suntzeff. Este proyecto pudo entregar como herramienta principal una mejora significativa en la medición de distancias en el universo, a partir de supernovas del tipo Ia (Hamuy, M., 2011) El objetivo inicial, que llevó a cabo este conjunto de astrónomos, fue la búsqueda de supernovas del tipo Ia en el hemisferio austral y dilucidar su utilidad como patrones lumínicos, es decir, esclarecer su aplicación como indicadores de distancias en el universo. En un comienzo, dentro de la comunidad astronómica, no se había podido medir distancias con la precisión necesaria para ratificar la expansión acelerada del universo, hasta que, luego de 4 años de iniciado C&T, el proyecto C&T había logrado implementar un nuevo tipo de calibración para la observación de este tipo de supernovas, utilizando dispositivos de carga acoplada (CDD), una tecnología de vanguardia para esa época, además de considerar las incidencias morfológicas del tipo de galaxia donde residían las supernovas medidas, logrando alcanzar una precisión antes impensada, un método revolucionario para la astrofísica contemporánea. Contribuyendo de este modo con la mitad de los datos para el calculó de dos de los números más importantes para la cosmología práctica, los cuales son la Constante de Hubble y el parámetro de desaceleración, valores fundamentales para la comprobación práctica de la expansión acelerada del universo (Hamuy, M., 2011). No obviando que, un proyecto de estas magnitudes para la ciencia chilena habría sido imposible sin la incorporación continua del instrumental necesario para tales investigaciones, con esto me refiero a la historia de los observatorios en Chile. Un hito considerable en esta historia, es la fundación del Observatorio Interamericano del Cerro Tololo en el año 1967, cuya administración principal está 4 cargo de Association of Universities for Research in Astronomy (AURA), la cual es un consorcio de universidades privadas de EEUU, 2 años más tarde se unió la organización European Southern Observatory (ESO), con el observatorio de La Silla. Estos dos observatorios son fundamentales para que en los años venideros Chile se fuese transformando gradualmente en la capital astronómica del hemisferio austral (López, S., et. al, 2005). A su vez, en conjunto con la instalación del instrumental proveniente desde el extranjero, se planteó la necesidad de producir recursos humanos capaces de manejar y aportar al nuevo campo astronómico, de modo que, se funda el DAS en 1965, consolidando a la UCH como el primer centro de enseñanza e investigación de la astronomía en Chile. Por este motivo, no es coincidencia de que las primeras generaciones de licenciados en astronomía hayan conformado la planta de astrónomos de inicios de los 90, aproximadamente 20 astrónomos, todos ellos con especialidades en el extranjero (Lopez, S., et. al, 2005). La importancia fundamental de C&T para el desarrollo de la astronomía en Chile, es que, viene a cuestionar la historia de la producción y participación chilena en la astronomía, más ligada con ser huéspedes de exploraciones internacionales que en ser los protagonistas de tal ciencia de frontera, de modo que, las aportaciones de C&T implican un salto cualitativo importante en la construcción de conocimiento científico en Chile. Por lo tanto, tomando en cuenta lo antes señalado, se demarca el inicio de C&T como una de las bases desde la cual vislumbrar la producción y construcción de conocimiento astronómico en Chile, para este trabajo monográfico. Por otro lado, considerando que en la actualidad Chile concentra el 40% de la capacidad mundial de observación astronómica y se espera que sea de un 70% para el 2024, con telescopios nuevos y revolucionarios como el European Extremely Large Telescope (E-ELT), proyecto que lleva adelante ESO, y el Large Synoptic 5 Survey Telescope (LSST), reconociendo al norte de Chile como una capital astronómica mundial (DAS, 2018). No obstante, el acceso a este instrumental de punta se logró recién en 1997, año en donde se implementa el diezmo observacional para los astrónomos chilenos (10% del tiempo de observación para la astronomía chilena), a costa de gastar una significativa parte del presupuesto nacional en ciencias. De este modo el estudio de la composición, estructuración y comportamiento del universo, se siente como un objetivo contradictorio para un país en desarrollo como Chile, pues si se considera que es uno de los países con mayor índice de desigualdad por estrato socioeconómico y género, baja tasa de matriculación escolar (a pesar de tener una de las mayores inversiones en educación a nivel mundial), concentra una de las tasas de incidencia de enfermedades mentales más grandes de América, y alta tasa de suicidio adolescente, según la OCDE, pero su gente vive en Chile, la economía más rica de Latinoamérica. Situación que no deja exentos a los científicos chilenos, los cuales se cuestionan su rol en la sociedad, y si su trabajo realmente incide en el desarrollo del país (Barandiaran, J., 2015). Uno de los principales efectos colaterales provenientes de la instalación de proyectos científicos de frontera, es la visibilización de la brecha, en tecnología y conocimiento, entre la ciencia del norte y la ciencia del sur, inversión que justifican las sociedades avanzadas al considerarla un modo de fomentar el desarrollo de países subdesarrollados, mientras que en la contraparte, en este caso latinoamericana, se le considera otro método de colonialismo, ya que, esta introducción de tecnologías extranjeras, facilitada por los gobiernos de turno, reproducen y fomentan la relación jerárquica que mantiene a los países subdesarrollados subyugados al quehacer científico del norte, desplazando la producción y emprendimiento en ciencia de los problemas del pueblo, y direccionado la construcción de conocimiento científico hacia responder a las preguntas científicas globalizadas. Este es el caso de Chile, país que ha continuado, desde el inicio, con la instalación de grandes proyectos, reproduciendo y 6 fomentando las relaciones jerárquicas con las grandes cúpulas económicas y científicas del mundo (Barandiaran, J., 2015). En este trabajo monográfico se busca en primer lugar distinguir el concepto de construcción de conocimiento astronómico, considerando las transformaciones que ha sufrido el concepto de conocimiento científico, en segundo lugar diferenciar las condiciones y modos de hacer ciencia, en ciencia del norte y ciencia del sur, para finalmente analizar, desde una dimensión histórica, como se ha gestado la construcción de conocimiento astronómico en Chile a través del rol de las instituciones y/u organizaciones partícipes en está, en el año 2015. Tomando como límite inferior el estudio de ‘Análisis y Proyecciones de la Ciencia Chilena: Capitulo Astronomía’ (2005), estudio que refleja los balances y las proyecciones científicas de la propia comunidad científica a un plazo de 10 años, tomando así como limite superior el año 2015, de este modo desgloso como pregunta de investigación ¿Cuál ha sido el rol que han tenido las instituciones y/u organizaciones relacionadas con la construcción de conocimiento astronómico en Chile, en el año 2015? Teniendo como objetivos específicos, analizar el rol de la dimensión privada en la construcción de conocimiento astronómico en Chile, en el año planteado, y a su vez analizar la dimensión estatal de la misma. Como hipótesis planteo que la dimensión estatal y privada nacional ha estado fuertemente influenciada por las acciones que han tenido organismos privados internacionales, la dimensión privada internacional, lo cual ha provocado que las políticas de estado fomenten una construcción de conocimiento que es basada en su mera exportación, es decir, denotando una preocupación en la cantidad de artículos publicados en revistas internacionales o citas en estas mismas, tomando en cuenta su valor numérico y no su contenido, además, enfocados en consolidar la diplomacia con sociedades desarrolladas, en vez de preocuparse por una ciencia basada en el emprendimiento, que busque solucionar los problemas de su propio país. Mientras que las universidades y los centros de investigación quedan ligadas jerárquicamente, en materia institucional y presupuestaria, a los actos que impulse 7 el Estado, es decir, tenemos un Estado que está jerarquizado por potencias internacionales, a través de organizaciones no gubernamentales, mientras internamente la comunidad astronómica no tiene un rol fundamental en el diseño de la construcción de su conocimiento. Algunas causas de la hipótesis expuesta, son las formas autoritaria en que se toman decisiones concernientes a la ciencia, donde los órganos institucionales están desligados de la comunidad científica, con lo cual las universidades y centros de investigación han quedado rezagadas a tomar y construir conocimiento de lo dado por los proyectos internacionales, que el estado ve como una mera oportunidad económica, es decir, una astronomía chilena al servicio de la comunidad internacional desarrollada, no a las necesidades de su propio país. 8 III. Desarrollo A lo largo de la introducción, y presente en el título de la monografía, se va repitiendo un concepto que no ha sido aclarado del todo, me refiero a la construcción de conocimiento astronómico. Por lo que antes de proseguir con el análisis investigativo, es necesario definir o aclarar los límites y perspectivas de este concepto, el cual es central en el desarrollo de este trabajo, en otras palabras, responder a la pregunta de: ¿Que se dará a entender por construcción de conocimiento astronómico (CCA)? A) Construcción de conocimiento astronómico (CCA) La astronomía es la ciencia cuyo objeto de estudio son los cuerpos celestes del universo, se encarga de estudiar los movimientos y fenómenos asociados a estos. Actualmente, se considera al universo como una entidad histórica, donde existen procesos y etapas irrepetibles que demarcan su devenir, esto implica que el universo no es un ente en equilibrio, porque por definición un estado de equilibrio denota una estabilidad, “linealidad” e invariabilidad en los fenómenos asociados, por ende , si un ente cambia o se transforma es gracias a los desequilibrios que este experimenta (Comellas, J. 1983). Por ejemplo, está el caso fundamental de las 3 fuerzas de la Naturaleza, las fuerzas nuclear, electromagnética y de gravedad. En un comienzo el universo se encontraba en un estado de desequilibrio nuclear, ya que, con temperaturas de más de mil millones de grados celsius, la materia es altamente disociable, sin embargo el enfriamiento progresivo del universo permitio la formación de los primeros núcleos (nucleosíntesis) y con esto la aparición de la fuerza nuclear, que fija las uniones entre materiales nucleares. Como la expansión y enfriamiento del universo están directamente relacionados, una tasa de expansión lenta y continua implicaría un enfriamiento del universo gradual, cuando se está ante condiciones que permiten gradualidad se llega a condiciones de equilibrio, en este caso, un caso de equilibrio nuclear, hubiese conllevado en la conversión total del material nuclear en átomos de 9 hierro (formación atómica más estable), un status que no habría permitido la aparición de la fuerza electromagnética (que hace posible la formación de moléculas) ni de la fuerza de gravedad (la cual permite la formación de sistemas más masivos y complejos, como estrellas y planetas). Es preciso notar que un cambio leve en las condiciones iniciales habrían implicado estar ante un universo completamente diferente al concebido, probablemente sin condiciones para la formación en vida en la Tierra, está noción en cosmología se denomina principio antrópico. Es decir, es precisamente el desequilibrio inherente a las transformaciones del universo el que ha dado paso a cambiar la concepción de un universo uniforme y estable, hacia un universo con devenir, azaroso y con condiciones irreversibles (Cavada, D., 2004). Este proceso de transformación epistemológica en los estudios sobre universo ha traído, con su avance, conceptos como entropía, incertidumbre, probabilidades, contingencia e historicidad a la construcción del conocimiento astronómico contemporáneo (Cavada, D., 2004) Es interesante notar cómo “la promesa de la modernidad” se ha ido deteriorando, la cual en un principio basó la construcción de conocimiento científico en una concepción de ciencia que se encargase de buscar “leyes” naturales, generales y ahistóricas, que sean capaces de explicar y representar todos los fenómenos, valorando el estudio de lo imperecedero, lo que no cambia, en contraposición de lo que está sujeto a devenir, por ejemplo, si entendemos una ley como algo universal, es decir, una proposición que describe de modo exacto un fenómeno a través del tiempo, las leyes de Newton sólo son válidas hasta cierto nivel dimensional, bajo ciertas condiciones ideales y para un cierto momento histórico del universo, con lo cual, cuando se comprende la dimensión histórica de las entidades, trae consigo el debate de la indeterminación, lo probable, lo azaroso, lo novedoso. Para comprender cómo se ha gestado la CCA actual, es preciso desarrollar el debate paradigmático dentro de la historia de la construcción de conocimiento científico el cual ha ido posicionando el foco de la construcción del 10 conocimiento en el devenir (lo que cambia), en contraposicion del ser (Lo que no cambia) (Cavada, D., 2004). El debate sobre la construcción de conocimiento ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad, un ejemplo de esto es en la Antigua Grecia cuando Platón planteaba las distinciones entre la doxa o la mera opinión y el episteme o conocimiento fundamentado, diferenciando ambos por los procesos de construcción que cimentan a cada uno, por un lado el sentido común, y por otro la lógica. En ese momento se puede vislumbrar la noción de procesos de construcción, es decir, para que pueda saber algo debe existir un proceso previo que delimite y valide mi proposición final, debe ser argumentada ¿Desde donde planteo el argumento para que sea conocimiento? ¿Presupongo que puedo obtenerlo? (Werner, J., 2001) Estas preguntas siguieron rondando en el Renacimiento, hasta que René Descartes decide saltarse el paso ontológico de definición de conocimiento, presuponiendo su existencia, para dirigirse directamente al método o proceso para obtenerlo, distinguiendo, a su vez, el tipo de conocimiento que busca, ve la necesidad de obtener uno objetivo, que sea concreto, que coincida con lo “real”, como consecuencia propone una ciencia, definiendola como único modo de obtener conocimiento, que estudie los fenómenos desde una posición desligada de los procesos políticos y sociales de su época, en otras palabras, propone un observador que construya conocimiento sin dimensión histórica, que sea un mero receptor de conocimiento y que no influya en aquel. Kant se encarga de contradecir tal imaginario, argumentando lógicamente la imposibilidad de concebir un observador que no participe activamente en la construcción de conocimiento, con esto se refiere a que no es posible concebir sujeto que no tengan aspiraciones, que no tenga ideología, que no esté influido por su contexto socio-cultural, pues esas son las características que lo multidimensionan a sí mismo como sujeto, y no como objeto. Por lo tanto, si entendemos un observador, que es un sujeto, que con tales libertades e influencias produce conocimiento, concibe los primeros límites a este modo de conocer, ya que, lejos de que los objetos impongan un punto de vista 11 desde el cual ser estudiados, es el punto de vista planteado por el observador el que determina el objeto (Arnold Cathalifaud, M., 2004). Aquel sesgo del observador, el cual delimita el objeto de estudio, ha llevado exponencialmente al parcelamiento del conocimiento científico y su especialización, bifurcándose por ejemplo: en la Biología, el estudio de la vida, la Física, el estudio de la naturaleza, y la Química, el estudio de la materia, todas ellas antes consideradas como Filosofía Natural. Por ejemplo, podemos notar que antes de la astronomía existía ya la Cosmología, ciencia cuyo objeto de estudio es el universo o cosmos, lo cual, por definición engloba todo lo relacionado con el objeto de estudio astronómico El legado del Renacimiento es la noción de un conocimiento parcelado, una representación del mundo formada por “ladrillos atómicos” existentes por separado, y clasificables de modo analitico, tal concepcion sería como estudiar un ser vivo desprovisto de fenómenos físicos y composición material, planteando construir conocimiento desde una visión fragmentaria que cree en que la suma de “los ladrillos”, representa a la realidad tal y como es . Hubert Reeves plantea una salida a este modo de construir ciencia, proponiendo una estructuración analitica basada en la complejidad, a la cual denomina “pirámide de complejidad”(Cavada, D. 2004). La pirámide de la complejidad busca integrar las distintas estructuraciones que ha sufrido la materia a lo largo de la historia del universo, considerando estas a través de peldaños, que simbolizan la ascensión formativa de sistemas más complejos y con nuevas propiedades que lo diferencian de los peldaños anteriores o superiores, por ejemplo, actualmente se consideran como partículas elementales a los quarks y los electrones, cuya combinación genera átomos, a su vez, los átomos pueden formar moléculas, y con ciertas condiciones las moléculas forman biomoléculas, y así sucesivamente se puede escalar por la pirámide de complejidad, a simple vista no pareciera traer nuevas nociones que integren conocimiento de diferentes ciencias, lo importante de está estructuración es que no considera a cada peldaño de la cadena como la simple suma de sus partes, sino que cada peldaño 12 tiene impreso características propias e irreversibles, además que cada avance en la complejidad de los sistemas trae consigo más organización en la materia (Cavada, D.,2004). El descubrimiento de la expansión del Universo, gracias a las observaciones de Hubble y Slipher sobre el alejamiento de las galaxias, fue el catalizador principal para que ocurriera el cambio paradigmático y se formulase la Teoría del Big Bang, la que ya incluye las nociones de universo antes planteadas. La astronomía fue, y sigue siendo, la fuente de sustento empírico que permitio el cambio epistemológico dentro del conocimiento científico, entregando cada vez más evidencias de que el universo no se comporta como se describió en la modernidad, permitiendo que actualmente la construcción del conocimiento astronómico ocurra integrando las variables antrópicas, la probabilidad presente en los instrumentales y la historicidad que decanta en cada fenómeno de los cuerpos celestes, un astrónomo antes de describir, representar o observar algún fenómeno, estudia el contexto del cuerpo celeste, considerando sus limitaciones instrumentales, los tipos y subtipos de galaxias en donde residen cada uno, condiciones relativas del cuerpo, etc . Integrando las variables y conclusiones de sus estudios con otras disciplinas, en vías a forjar más que un conocimiento astronómico completo, un conocimiento universal. Por lo tanto, para efectos de este trabajo cuando se refiera a CCA, se toma en cuenta las condiciones planteadas desde donde se posiciona el astrónomo al producir conocimiento astronómico. Ahora bien, con esto se habla en rangos generales el proceso de construir conocimiento in situ, pero no se pueden dejar de lado las condiciones necesarias para que este se produzca, como lo son las esferas prácticas que son participes en esta construcción. Ya descrita la noción teórica de la CCA, ahora es necesario relacionarlo con las condiciones prácticas para que se geste el CCA, pudiendo así diferenciar dos dimensiones prácticas dentro de la ciencia, la ciencia del norte y la ciencia del sur. 13 B) Ciencia del norte y ciencia del sur Internacionalmente existen diversos programas que abogan por usar a la astronomía como una herramienta para impulsar el desarrollo. Un ejemplo de esto es el plan impulsado por International Astronomical Union (IAU), en donde se expresa: ‘‘There is an enormous potential for using astronomy as a tool for stimulating international development,’’ (IAU, 2012). El plan de la IAU consiste en construir capacidades de investigación, formación y educación en los países en desarrollo alrededor del mundo. En Chile se han implementado varios planes de construcción de instrumental astronómico en consecuencia de este. La tecnología reestructura el espacio que las rodea, pero está no es la única variable que permite su desarrollo, a su vez la cultura, los legados y el modo en que está organizada la ciencia en cada país influye bastante en ese proceso. El legado que más hiende en América del Sur es el de su dependencia científica con los países desarrollados (América del Norte y Europa), en donde se quita el foco de los problemas científicos del “sur” y se yuxtapone lo demandado científicamente por el “norte”, con lo cual, los científicos locales toman como medida de “supervivencia” la colaboración con científicos extranjeros, lo cual en sí mismo no es negativo, de hecho trae muchos beneficios si es usada sin dependencia científica, sin embargo, el punto crítico es usar la excusa de la cooperación internacional para cambiar el foco de los problemas científicos locales hacia los problemas planteados por la ciencia del norte (Barandiaran, J. 2011) En Latinoamérica el conocimiento científico no es universal, pues está profundamente arraigado al estrato socioeconómico desde donde provengas, es desde este marco en donde se puede visualizar que la búsqueda de conocimiento científico, ejemplificada en el interés astronómico por conocer los profundos orígenes del universo y su evolución, es generalmente un objetivo contradictorio para países sumidos en la pobreza y las injusticias. Este sentimiento contradictorio quedó fielmente capturado por la película Nostalgia de la luz (2011), producida por el director Patricio Guzmán. Su puesta en escena fue en el desierto de Atacama, en 14 donde se cristaliza el contraste entre la investigación astronómica de alta gama y un grupo de mujeres que investiga el paradero de los restos humanos de los que fueron detenidos, para luego ser desaparecidos por la dictadura militar, entre 1973-1989. Este documental nos interpela como sociedad chilena preguntandonos ¿Por que nos empecinamos tanto en conocer el pasado distante, cuando sabemos tan poco de nuestra reciente historia política y social? ¿Por qué estudiar las estrellas cuando el suelo bajo nuestros pies esconde tantos secretos? Un astrónomo argentino, del telescopio Gemini South, también refleja tal situación, en el contexto de un nuevo brote de la enfermedad de Chagas que afectó a la zona rural de Argentina en el 2009: ‘‘it is difficult to decide to invest in astronomy when people are dying of Chagas disease’’ (J. Barandiaran, 2011, p.144). Ahora bien, desde este sentimiento contradictorio que genera la búsqueda de conocimiento astronómico nos preguntamos ¿Cómo un país como Chile llegó a ser una capital astronómica mundial? Después de la segunda Guerra Mundial, en el contexto de la Guerra Fría, transcurría una batalla tanto en poder armamentístico, tecnológico, intelectual y político entre las potencias vencedoras de la segunda guerra, EEUU y la URSS, está guerra se caracterizo por no tener un conflicto armado directo entre las potencias, sin embargo, si ocurrieron matanzas, levantamientos, guerras civiles y dictaduras en los llamados “puntos calientes”, los cuales eran países o zonas geográficas claves en donde se expresaba las tensiones de las potencias. Uno de estos puntos calientes era Chile, país con; una gran extensión geográfica, alta cantidad de cobre y agua potable, dominio de pasos interoceánicos como el estrecho de Magallanes. Además, por expediciones norteamericanas y europeas se descubrieron las condiciones favorables para la investigación astronómica presente en los cielos del norte de Chile, con lo cual, a partir de está nueva ventaja geográfica, empezaron las primeras instalaciones de instrumental de alta tecnología en Chile (Durbeck, H. 2003). 15 Primero se construyó el observatorio Interamericano del Cerro Tololo, impulsado por AURA, luego de esto ESO, cambió su foco de interés de construir observatorios en Sudáfrica, otro punto caliente, hacia Chile impulsando la construcción del observatorio de La Silla. En la mitad de la década de los 60, a raíz de una colaboración entre astrónomos soviéticos del observatorio Pulkovo, y astrónomos del Cerro Calán, se funda el observatorio del Cerro El Roble en 1965, que fue desmantelado en 1973 por la dictadura militar (Durbeck, H. 2003). Este último gesto es clave para saber que potencia logró la victoria astronómica en Chile y bajo qué términos se consolida está dependencia científica ante el actuar de otros países. Antes del golpe militar, fundaciones como Rockefeller y Ford viajaron a América del Sur para brindar fondos y recomendaciones sobre cómo impulsar innovaciones en ciencia a países subdesarrollados, que usualmente incluyeron la replicación de instituciones científicas estadounidenses y sus mecanismos de validación científica. En Chile que estaba pronto a llegar a un proceso de revitalización de la Reforma Universitaria (1966), movimiento, impulsado principalmente por la UCH y la Universidad Técnica del Estado, que se baso en reconstruir el ideario teórico y práctico de la universidad, bajo los principios de democratización del conocimiento, funcionamiento y organización autónoma, que en la práctica implicaba principalmente una universidad al servicio del pueblo. Este movimiento surgió precisamente por el sentimiento contradictorio en el que lo practicado intelectualmente no implicase la gestación de cambios político-sociales que transformen la sociedad. En consecuencia, la introducción de tales fundaciones provocó denuncias por la gran mayoría de la comunidad universitaria pro reforma, ya que, inducirian a preservar una construcción de conocimiento dependiente de la ciencia del norte, y no la construcción de la propia desde el sur. Este proceso de reforma fue interrumpido con la irrupción de la dictadura militar (1973) que se encargó de un proceso de contrarreforma que cimentó, por medio de la violencia, una construcción de conocimiento dependiente de las potencias económicas mundiales, matando, torturando, desapareciendo y exiliando a estudiantes, 16 funcionarios y docentes, interviniendo las instituciones e imponiendo una nueva legislación (Jaksic, I.,2013). En la actualidad, un requisito fundamental para validarte como científico es la publicación en revistas académicas en idioma inglés e indexadas por compañías internacionales tales como Thomson Reuters, cuantificando la calidad de la ciencia por variables como: publicaciones clasificadas por el impacto o influencia de la revista académica, patentes y grados de colaboración internacional. Validarse como científico a través de estos parámetros es un desafío común para la ciencia del sur, en cambio, para la ciencia del norte, que puso las reglas del juego, no les presenta desafío alguno, además saben que la ciencia de frontera sólo puede ser apoyada por los países más ricos, con lo cual, sospechan de la calidad de las investigaciones o científicos de los países más pobres. El modo en el cual opera la validación y medición de la calidad científica, es una ventana fundamental desde donde observar cómo opera la relación jerárquica entre la ciencia del norte y la del sur ( Barandiaran, J., 2011) Pudiendo así denotar que la separación que se realiza entre ciencia del norte y ciencia del sur, ocurre por la relación de dependencia unidireccional desde el norte hacia al sur, que es consecuencia de la condiciones políticas, económicas y organizativas de cada bloque. Ahora, tomando el contexto mundial en el modo en que circula y se construye el conocimiento científico es necesario denotar quienes participan en la CCA y cuales son sus roles en aquella, para el caso chileno 17 C) Roles de las instituciones y/o organizaciones constructoras de conocimiento astronómico en Chile Preliminarmente se distinguiran ciertas condiciones importantes desde donde se construye conocimiento científico en Chile. Por un lado, históricamente el presupuesto para la ciencia chilena ha sido bajo, por ejemplo en el 2013 sólo el 0.39% del precio internacional bruto (PIB) fue utilizado para la ciencia, lo cual corresponde a aproximadamente a 503 millones de pesos, siendo que Chile está en el ranking 11 de los países con mayor crecimiento económico entre 2007 y 2012 (Ministerio de Economía, 2013). Desde el golpe militar el estado chileno ha favorecido e impulsado la creación y fortalecimiento de universidades privadas en desmedro de las universidades públicas, además privilegiando a las carreras técnicas por sobre las académicas, consecuencia de esto es que entre 1983-1989 las universidades privadas crecieran su matrícula en un 408,6% mientras las públicas disminuyeron en 3%, entre 1990-1999 crecieron un 336,3% mientras crecieron 80%, respectivamente, luego entre 2000-2010 crecieron 201,6% y 39,9%, respectivamente, lo cual ha implicado que el 2010 las universidades privadas superasen en matrícula a las universidades públicas (BCN, 2011). Sin embargo, a pesar de que la cantidad de matriculados en la universidad sea más de la mitad de los estudiantes que son egresados de cuarto medio, la comunidad científica chilena es pequeña en el 2011, con aproximadamente 2600 investigadores trabajando en universidades y publicando regularmente en revistas académicas. Considerando, también, que la dictadura chilena provocó un pausa generacional en la formación de académicos, lo cual demarca el modo en que se relacionan investigadores más jóvenes con los más viejos (Barandiaran, J.,2011). Es por estos factores que en Chile es difícil hablar de una comunidad científica nacional con una “infraestructura” para la investigación, como si se encuentran en los países al centro de la actividad cientifica (cientificos del norte) , pues las comunidades científicas existen cuando hay una “infraestructura” sostenida por una inyección de fondos consistente, a un alto nivel, y continua, con un número considerable de la población en ellas, y además con redes de comunicación sólidas 18 y amplias entre los científicos (Traweek, S., 1992). Por ejemplo, en Argentina las investigaciones sobre energía nuclear surgieron sin ninguna infraestructura o comunidad, de hecho, se formaron a partir de la oportunidad que se dio por la decisión arbitraria del gobierno argentino, que no consultó la opinión de sus científicos (Hurtado de Mendoza, F, et. al, 2004). Similar al caso de Chile en donde no existía una comunidad astronómica antes de la instalación de los telescopios y observatorios. Los principales esfuerzos para formar una comunidad científica con infraestructura adecuada, han sido centradas en el crecimiento económico. Creando así un plan de apoyo a la ciencia, tecnología e innovación, en el 2005, centrada en 4 ejes: la agricultura, minería, biotecnología aplicada a la agricultura y servicios varios. Plan que incluyó la incorporación de becas, fondos para centros de investigación y un nuevo Consejo nacional para la Innovación y la Competitividad. Además, Conicyt dio cuantiosos aportes a los “centros de excelencia” que lograsen fondos concursables con organismos no gubernamentales, principalmente industrias. Estas medidas fueron ampliamente criticadas por los científicos, introduciendo demasiados aspectos económicos en decisiones sobre ciencia, reforzando una productividad cuantitativa, por medio de indicadores, y perpetuando la dependencia económica a la exportación de materia primas por sobre la nuevos tipos de emprendimiento en tecnología. Si bien en está política la astronomía se veía irrelevante, fue la que más tuvo éxito, ya que, fue la que más facilidad tuvo para obtener fondos concursables con organismos no gubernamentales (IAU, AURA, ESO, etc), era irónico que una de las ciencias que menos se podría asociar con crecimiento económico fuese la que estuviese liderando la obtención de fondos en ciencia. La situación anterior fue mayoritariamente causada por las organizaciones internacionales que pusieron su fuerza financiera sobre las investigaciones relacionadas con astronomía, subvirtiendo la agenda o el plan del estado chileno en ciencia hacia la investigación astronómica, con esto lo nuevos planes en ciencia, tecnología e innovación empezaron a tomar como punto central a la astronomía, pero sobre ciertos tópicos que son un aporte o beneficio para el estado chileno 19 como las organizaciones internacionales, tales como el astroturismo, la astro ingeniería y la radioastronomía (Conicyt, 2012; 2015). Bajo este alero, la comunidad astronómica chilena a crecido considerablemente en capital humano como infraestructura pero, ¿Este crecimiento ha cambiado la relación de jerarquica de la comunidad científica con el estado? o ¿Ha cambiado la dependencia científica de Chile con los países desarrollados? Para responder a tal pregunta es preciso comprender la propia gestación de la CCA en Chile, que se hará a través del análisis de las entidades que participan en la CCA. Por una parte están las organizaciones privadas internacionales que son las que introdujeron los telescopios y observatorios en Chile, por ejemplo: AURA y ESO, por otro lado están los organismos formadores de capital humano capacitados para la investigación astronómica, llámese universidades las cuales pueden dividirse en estatales, por ejemplo: UCH y la Universidad de Antofagasta(UA), y en privadas, como por ejemplo: PUC y la Universidad de Concepción (UdeC), también están los centros de investigación estatales, abocados principalmente a el desarrollo de líneas de investigación y desarrollo de ciencia de punta, con trabajo interdisciplinar, por ejemplo el Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) y el Instituto Milenio de Astrofísica (MAS), ambas instituciones sustentadas por organismos estatales, CONICYT y el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo. Con lo cual podemos clasificarlas en dos tipos de dimensiones, por una lado una dimensión privada, que puede subdividirse en internacional y nacional, y por otro lado una dimensión estatal. Por lo tanto se utilizara este metodo analitico de clasificación para desglosar cada una de sus características y correlacionarse en la CCA. 20 1) Dimensión privada internacional AURA es la primera entidad internacional que instalo observatorios de alta gama en Chile, está fue una organización muy importante en el desarrollo de la astronomía en Chile, ya que, como su estructuración está formada por universidades autónomas, fomento una cooperación entre universidades, en vez de estados. Desde un comienzo trabajó con la UCH, impulsando el proyecto del observatorio del Cerro Tololo, además de ser una de las primeras organizaciones en incluir iniciativas de extensión contratando un grupo de periodistas y un cuerpo docente de divulgación científica, iniciativa que fue imitada por los demás telescopios (Barandiaran, J., 2011) En cambio, ESO trabajó directamente con el gobierno chileno, firmando en conjunto un convenio de inmunidad diplomática, el cual la eximio de aplicar legislaciones laborales chilenas y le concedió exención de impuestos. Luego, en 1988, recibió alrededor de 825 kilómetros cuadrados en el norte de Chile, terreno que le permitio la construcción de Very Large Telescope (VLT), en el desierto de Atacama, estas tierras se las concedió la dictadura militar de Augusto Pinochet luego de ser expropiadas en 1977 y ser nombradas, por decreto presidencial, tierras de “ciencia”. Diferencias notables cuando una organización trabaja con estados y no con científicos. En 1997 los antiguos propietarios demandaron a ESO por las tierras expropiadas, interpelando al estado chileno en cómo está expropiación aportaba a el desarrollo de la ciencia en Chile, a raíz de esto es que se obligó a ESO, y en consecuencia a las demás organizaciones internacionales, a conceder el 10% del tiempo de observación astronómica (Barandiaran, J., 2011). También es relevante considerar ciertas características de los observatorios, estos no pagan IVA (19%) sobre sus ganancias anuales, el cual si se cobrase rondaría entre los 5 y 80 millones de dólares, dinero considerable que podría gastarse en investigación y educación, además que a otros países anfitriones de proyectos internacionales, como Hawai y España les dan mayor tiempo de observación, 15% y 20%, respectivamente . Los observatorios están exentos de 21 regulaciones ambientales, a pesar de que en Chile todo proyecto debe presentar un informe de impacto ambiental, en donde cada observatorio implica altos gastos de energía y agua, que son bastante escasos en el desierto de Atacama (Barandiaran, J., 2011). La batalla por que pais tiene mayor capacidad astronómica, ha llevado a que el estado chileno expropiará terrenos de la Universidad Católica del Norte para dárselas a ESO y así construir el E-ELT, estos terrenos fueron dados en los 90 a esa universidad, en donde se desarrollaron observatorios autónomos y en colaboración con universidades extranjeras, si bien ahora pueden beneficiarse de la proximidad del telescopio de ESO, perdieron autonomía sobre lo que poseían, es un gran ejemplo de cómo la diplomacia, o dependencia internacional, hace que el propio Estado desplace la infraestructura investigativa local por los intereses de potencias extranjeras (Barandiaran, J., 2011). Cuando se asignó el decreto de 1997 que estableció el 10% del tiempo de observación para astrónomos chilenos, también se eligió el modo en que se podía concursar y cómo se evaluaría su entrega, proceso que se desarrolló sin la consulta a ningún representante de la comunidad astronómica chilena. Dentro del diezmo observacional, hay una cláusula que exige que en la mitad de los proyectos se debe colaborar con algún miembro de ESO. Incluso se quería privar a la UCH de firmar convenios con organismos extranjeros, proposición que fue rechazada en el parlamento. Estas dos medidas demuestran un esfuerzo del estado chileno por subordinar a la comunidad científica nacional y controlar el crecimiento de su infraestructura de investigación (Barandiaran, J., 2011). AURA además de entregar los fondos concursables que son exigidos por el estado chileno, también entrega un fondo de 300 mil dólares a la segunda región, enfocado en proyectos locales, hace capacitaciones y charlas de divulgación en el pueblo de Toconao, cercano al radio observatorio ALMA. Además, el 2015 adjudicó un total de 7 proyectos de 30 que postularon entregando un fondo total de 213 millones de pesos, a través del Fondo Conicyt-ALMA. Por otro lado, el 2015 ESO 22 adjudicó sólo un proyecto para el observatorio Gemini Norte que corresponde a 81 millones de pesos , y los fondos para el observatorio APEX de los 31 postulantes 29 fueron adjudicados pero no implicó una ganancia de fondos, sólo se les entregó el tiempo de observación (Conicyt, 2015). En síntesis, a partir del análisis antes expuesto, el rol que posee la dimensión privada internacional en la CCA, es la de impulsar y direccionar la CCA en Chile hacia los intereses de estas esferas internacionales, ya que, a pesar de que AURA tenga un trabajo mas ameno con las universidades chilenas y centros de investigación, esto no quita lo dependiente que es la comunidad astronómica chilena hacia lo que se esté gestando en estos grupos, no es coincidencia que las líneas de investigación chilenas incluyan proyectos de radioastronomía y astroingeniería, ya que los observatorios y telescopios necesitan repuestos y softwares que los mantengan en funcionamiento, por lo mismo ofrecen mayor cantidad fondos hacia estas líneas de investigación, y a raíz de esto Conicyt replique con la misma política, en donde los científicos chilenos pueden cumplir este rol de refinamiento, en vez de trabajar codo a codo en la gran ciencia que se gesta en el norte de su país. Aquí se ejemplifica otro uso para la ciencia del sur e l de mostrar una imagen hacia el mundo de que los científicos trabajan unidos, sin importar el país de donde vengan, cuando sólo es el velo desde donde esconde el status de huésped y dependencia sufrido por las comunidades científicas nacionales, preservando el rol protagónico de la gran ciencia para las organizaciones internacionales, como lo son AURA y ESO. Ahora bien, ¿Cómo se han comportado las demás dimensiones constructoras de conocimiento astronómico ante estas nuevas iniciativas? 2) Dimensión privada nacional Luego de descrito el rol de la dimensión privada internacional, se analizará cómo estas relaciones con la CCA repercuten en la dimensión privada nacional, y cuales son sus respuestas a estas acciones. 23 A partir de las nuevas oportunidades en el campo de la astronomía, y la escasa planta de investigadores astrónomos para finales de los noventa (aprox. 40), la PUC lanza la licenciatura en astronomía en 1998 y luego un magíster en astrofísica en el 2003, a su vez la UdeC lanzo un grupo de investigación astronómica en 1995. En 1998 la PUC fue la primera universidad en Chile en instalar un supercomputador aplicado a los flujos de información de la astrofísica, pudiendo analizar bases de datos provenientes de los observatorios del norte y la simulación de fenómenos astrofísicos a una velocidad impresionante. Desde el año 2010 han desarrollado principalmente las siguientes líneas de investigación por medio del Instituto de Astrofísica (IA); Evolución de las galaxias y cúmulos de galaxias, Estructura y evolución estelar: teoría y observación, supernovas, Astronomía experimental e instrumentación, Descubrimiento y caracterización de exoplanetas en tránsito y la Formación y evolución de agujeros negros supermasivos (IA PUC, 2018). Fue la primera universidad en ver las posibilidades que traía este nueva área de la Big Data, ampliando su infraestructura con el Instituto de Astro Ingeniería (AIUC), en el 2009, que surgió a partir de la unión de investigadores del instituto de astrofísica de la UC y de la facultad de ingeniería de la misma. Teniendo bajo su alero otras líneas de investigación principalmente la instrumentación astronómica, lanzando a finales del 2015 un proyecto de Instrumentación Chilena para Sondeos astronómicos, en donde buscan desarrollar mejores dispositivos de instrumentación astronómica, utilizando las técnica de análisis de datos que les entrega el supercomputador, adaptando los conocimientos que han obtenido, a partir de la aplicación del Big Data en fenómenos astrofísicos, en la instrumentación astronómica. Además, visualizando que estos conocimientos logrados en la astro ingeniería son sólo un ejemplo de cómo utilizar las nuevas herramientas que trae el Big Data, proyectando estos conocimientos en aplicaciones para el análisis de bases de datos que no estén relacionadas directamente con la astronomía (AIUC, 2018). Estas acciones de la PUC dentro de la CCA han significado que año a año hayan ganado terreno a otras universidades de la dimensión estatal, que antes 24 ganaban la mayoría de los fondos concursables de Conicyt y de la dimensión privada internacional, y convenios importantes con universidades de renombre en el campo de la astrofísica, como la universidad de Stanford (EEUU) y con organizaciones internacionales como ESO (Instituto de Astrofísica UC, 2018). Por otra parte la UdeC, también visualizando las oportunidades en instrumentación astronómica, a partir de adjudicar un fondo QUIMAL, que entrega Conicyt a proyectos astronómicos chilenos, crea a mediados del 2015 un Centro para la Instrumentación Astronómica (CePIA) uno de los principales proyectos que lanzó este centro, luego de su puesta en marcha, fue el desarrollo de un radiómetro de vapor de agua, instrumento que debe estar incorporado a los telescopios para lograr caracterización atmosférica correcta, y así asegurar el buen funcionamiento de estos. En un principio se desarrollaba específicamente para ALMA pero, ESO al ver que este proyecto también podría beneficiar el buen funcionamiento de sus telescopios, realizó una donación de material (aprox. 100 mil dólares) a CePIA, con lo cual se proyectó para su uso en más telescopios. CePIA utilizó una nueva tecnología para su desarrollo, la Monolithic Microwave Integrated Circuits (MMIC), la cual impulsó Robert Reeves (Director de CePIA) al estar familiarizado con está en su estadía postdoctoral en EEUU, está tecnología está en la frontera del conocimiento para la medición de las condiciones atmosféricas, con lo cual, está aplicación a la instrumentación astronómica presenta un buen avance para la obtención de datos más precisos para los telescopios que la implementen (SOCHIAS, 2015). También desde ambas instituciones se han logrado avances significativos en la medición de cuerpos celestes, por ejemplo en el 2015 astrónomos de la UdeC junto con astrónomos del telescopio Subaru de Hawai lograron medir con una exactitud del 2.5% los tamaños y con un 0,25% las masa de dos estrellas gigantes binarias ubicadas a 2 mil años luz de la Tierra, una precisión impresionante, este anuncio fue dado en una de las revistas astronomicas más reconocidas internacionalmente la Revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (SOCHIAS, 2015). 25 Con lo cual, se puede concluir que la dimensión privada nacional se ha adaptado a los nuevos retos que trae la era de la Big Data, adaptando el uso de tecnologías de frontera en la instrumentación astronómica, lo cual es consecuencia, por supuesto, de los grandes proyectos que se han, y se siguen, construido en el norte del país, y por otro lado se ha seguido progresando, en la línea de lo investigado por el proyecto C&T, en la mejora de los aparatos y métodos de medición astronómica, implicando que la dimensión privada nacional siga expandiendo sus infraestructura de investigación y capital humano especializado. 3) Dimensión estatal Desde la dimensión estatal se han desarrollado líneas de investigación similares a las que han desarrollado la dimensión privada nacional. La UCH ha estado presente desde el comienzo de la historia de los observatorios en Chile, al impartir la primera Licenciatura en Astronomía de Chile (1965), participando activamente en los inicios de la astronomía en Chile, teniendo que hasta finales de los 90, la planta de investigación astronómica estaba formada mayoritariamente por astrónomos de la UCH e investigadores extranjeros, luego del convenio de 1997 la planta astronómica empezó a diversificarse incluyendo investigadores provenientes de otras universidades. El DAS ha contribuido con más de 500 publicaciones sobre diversas áreas de investigación que no sólo van en relación con la instrumentación astronómica y la radioastronomía, por ejemplo en el 2013 se lanzó el proyecto de Núcleo Milenio “Discos Protoplanetarios en ALMA Early Science”, en el cual tiene como objetivo principal utilizar los datos extraídos de ALMA para entender cómo se forman los planetas, a la fecha han logrado varios avances en la comprensión de la función y características de los Núcleos de Disco, formadores principales de los planetas. También en el 2012 se les adjudicaron fondos a la Facultad de Ciencias Física y Matemáticas (FCFM) para desarrollar el Anillo "Testeando las Teorías Fundamentales de la Naturaleza a través de Nuevas Observaciones Cosmológicas y Astrofísicas", más conocido como el Anillo de Cosmología, proyecto interdisciplinar que junta a investigadores de astronomia, fisica y ciencias de la computación en 26 torno al estudio de la cosmología, enfocándose principalmente en cómo el Fondo de Radiación Cósmica (CMB), afecta a nuestras interpretación de la formación y conformación del Universo Temprano, como lo es el estudio de las ondas gravitacionales. También utilizaron este proyecto para reforzar lazos internacionales, como por ejemplo con el Departamento de Física de la Universidad de Princeton (EE. UU.), además de tener una participación activa en el Atacama Bmode (ABS) que busca testear a partir de los datos de polarización de CMD la teoría de la inflación cósmica, proyecto que es llevado a cabo por la Universidad de Princeton en el desierto de Atacama (DAS, 2018). Las aportaciones que realizan a los campos de la instrumentación astronómica y la radioastronomía, son realizados a través de un centro de investigación estatal, el cual es el Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), el cual es la mayor entidad nacional dedicada a la investigación y al desarrollo de tecnologías vinculadas con la astronomía, reuniendo a investigadores y postdoctorados de la UCH, PUC y UdeC, está ubicado en el DAS, y fue fue fundado en 2008. Este centro desarrolla 6 líneas de investigación científica: Nacimiento y evolución de las estructuras en el Universo local, poblaciones estelares en el Universo local, la escala de distancia extragaláctica (en donde desarrollan nuevos métodos para medir distancias en el universo y mejorar los ya existentes), formación de estrellas, planetas extrasolares y enanas café (investigación donde los miembros del CATA han descubierto 20 planetas extrasolares) y finalmente, Supernovas y Energía oscura. Además, de las líneas de investigación científica, están produciendo un puente con la ingeniería, al igual que en el AIUC y el CePIA, al tener en desarrollo múltiples proyectos de instrumentación astronómica para ALMA y el proyecto Large Latin American Millimeter Array (LLAMA), impulsado por el IAR (Instituto Argentino de Radioastronomía) en un trabajo conjunto argentino-brasileño (CATA, 2018). Por otro lado, también existe el Instituto Milenio de Astrofísica (MAS), dirigido por el astrónomo Mario Hamuy (UCH), el cual fue establecido en el 2014 a partir de un fondo basal de la Iniciativa Científica Milenio, el cual depende del Ministerio de 27 Economía, Fomento y Turismo, este es liderado por la UCH, pero está integrado por la PUC, la UdeC, la Universidad de Valparaíso y la Universidad Andrés Bello, además de la participación de investigadores extranjeros. Este instituto surge con la necesidad de desarrollar nuevos algoritmos y softwares inteligentes que logren analizar la gran cantidad de información proveniente de los telescopios, a partir de un trabajo interdisciplinar entre astrónomos, matemáticos e ingenieros. El principal objetivo que tienen el instituto es preparar a los investigadores nacionales para la nueva era del Big Data, desarrollando para esto cuatro líneas de investigación; descubrimiento y caracterización de supernovas y su uso como indicadores de distancia; la Vía Láctea y El Grupo Local; Transientes, Variables y Planetas, y finalmente Astroestadística y Astroinformática (MAS, 2018). Como enfoque principal se encuentra el estudio de los fenómenos astronómicos en su dimensión temporal, siendo esta una de las principales líneas de investigación en las astronomía contemporánea. En el 2020, cuando empiece a funcionar el LSST (Gran Telescopio para rastreos Sinópticos), proyecto financiado por AURA, Chile tendrá acceso a toda la información registrada por este telescopio, con lo cual, el MÁS busca preparar a las nuevas generaciones de investigadores para el análisis de estos datos. Además, en su página tienen un apartado de Extensión, en donde presentan distintos tipos de divulgación científica, ya sean, libros, comics, juegos, materiales didácticos, columnas, cursos, videos, etc (MAS, 2018). En conjunto con las iniciativas que lidera la UCH, la UA en el 2012 crea su Centro de Astronomía, uniéndose así a las acciones de otras instituciones educativas que han formado cuerpos de investigación ante el auge de la instalación de los observatorios y telescopios en el norte del país. Desarrollando principalmente las siguientes líneas de investigación; Cuerpos menores del Sistema Solar, Fotometría de alta precisión, Formación y evolución de la Vía Láctea y Desarrollo de reducción de datos. En el 2013 iniciaron la construcción del primer observatorio público para la región de Antofagasta, a partir de la adjudicación de un fondo CONICYT-QUIMAL, este observatorio es el Ckoirama y es el primer observatorio 28 público y de propiedad estatal bajo los cielos del desierto de Atacama. También en el 2014 crearon un Centro Regional de Astroingeniería, el cual fue financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad de Asignación Regional (FIC-R), siendo su primer proyecto la construcción de componentes para el espectrógrafo de APOGEE-S, proyecto de la organización internacional Sloan Digital Sky Survey (SDSS), el cual tiene su sede en el Observatorio de Las Campanas (CAUA, 2018) Por lo tanto, podemos concluir que la dimensión estatal también se ha adaptado a las condiciones y oportunidades traídas por las organizaciones internacionales, incentivando investigaciones vinculadas con la radioastronomía y la instrumentación astronómica pero, con la diferencia de que el MÁS, instituto especializado en la investigación con Big Data, encuentra una salida a trabajar con lo que meramente requieren las organizaciones, siendo un núcleo importante de producción científica, que además de producir herramientas de análisis de datos para los observatorios y telescopios, utiliza está información en favor de una CCA que surge desde las universidades chilenas, pudiendo visualizar el abanico de posibilidades que presenta el manejo del Big Data, no sólo para la construcción del conocimiento científico, también para las aplicaciones de la Big Data en la sociedad chilena. D) CCA en Chile 29 Finalmente, por lo expuesto en las dimensiones antes descritas, el rol que cumplen la dimensión privada internacional es el de generar y direccionar iniciativas de CCA hacia los intereses y necesidades que sus propios proyectos requieren, escenario que es avalado e impulsado por el Estado, a través de fondos impartidos por Conicyt y el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo que impulsan líneas de investigación como la radioastronomía y la instrumentación astronómica, las cuales si bien aportan conocimiento de frontera aplicado a la astronomía, lo hacen sólo en vías de mejorar las infraestructura de los observatorios y telescopios internacionales, no de una CCA propio. Por lo que, como aquellas son las actividades astronómicas que son remuneradas dejan a la dimensión privada nacional y a la dimensión estatal siendo constructoras de un conocimiento que cimenta la relación subordinada de Chile hacia las esferas desarrolladas, impidiendo un trabajo astronómico aplicado a lo que las propias sociedades requieren. Sin embargo, estas iniciativas también abrieron una puerta a la era de la Big Data en las investigaciones científicas en Chile, ante la realidad de los altos flujos de información hay que ser capaces de trabajar con tan inmensa cantidad de datos, por dar un ejemplo el LSST generará más de 10 terabytes por noche, equivalente a todo el contenido subido a Youtube hasta la fecha, los algoritmos y el uso de tecnología a velocidad cuántica es un nuevo campo abierto a trabajar en Chile, usando como herramienta las bases de datos que obtiene la astronomía del norte (García-Huidobro, G., 2017). Con esto se confirma la hipótesis planteada en la introducción, sin embargo, está relación de dependencia abrió otra ventana para la ciencia chilena, una ventana a la era del Big Data, porque permite utilizar a la astronomía como herramienta de construcción de conocimiento científico aplicado a otras esferas sociales, ya que, prácticamente todas las ciencias y prácticas humanas están conectadas por redes de información que procesan infinitudes de datos por segundo, está herramientas de procesamiento y análisis de la información abren las puertas a la inteligencia artificial, con máquinas de autoaprendizaje, que son el 30 campo de juego donde se desarrollarán las disciplinas del futuro, de modo que, si la comunidad científica chilena utiliza a su favor la inmensidad de datos que aportan los telescopios y los aplica en disciplinas relacionadas al Big Data, estará dando un paso de vanguardia en el uso del Big Data para la ciencia del futuro. No obstante, mientras no exista un comunidad científica que tenga un rol protagónico y relevante en la toma de decisiones concernientes a la ciencia, la ciencia no será un motor de cambio para Chile, pues cuando la investigación y el emprendimiento sólo provienen de decisiones autoritarias, sin representatividad científica nacional, entre el Estado chileno y las organizaciones internacionales, subordinan la práctica científica nacional a la supervivencia en el mundo capitalista, exigiendo más artículos indexados en revistas internacionales, más cantidad de citas y más producción científica cuantitativa y competitiva entre pares nacionales. Por lo tanto, las dimensiones nacionales que son partícipes de la CCA, tienen el desafío principal de ahondar en una conectividad y comunicación, que no deje a ningún ente sin representatividad en decisiones que lo afectan directamente, debe existir un colaboración mutua que ligue a la actividad científica con los problemas a nivel nacional, donde la autonomía y la autodeterminación vuelva a los productores de conocimiento, forjando así una verdadera comunidad científica para Chile. 31 IV. Conclusiones Considerando las nuevas oportunidades que traerá la concentración del 70% de la capacidad astronómica mundial en el norte de Chile para el 2024, como lo es la oportunidad de volcar la investigación en Big Data, además tomando en cuenta las deficiencias políticas entre un Estado chileno que toma decisiones concernientes a la ciencia, sin la intervención de los propios actores de la comunidad científica, y una comunidad científica debilitada y desarticulada que sólo es mantenida por el actuar insistente de los centros de investigación y las universidades en proyectos interdisciplinarios nacionales, que sólo son fomentados por el Estado en la medida en que posicionan a Chile como una potencia científica, por medio de variables cuantificables, y mientras sean un aporte para los proyectos internacionales del norte. Se puede concluir que la astronomía chilena, al igual que la comunidad científica en general, deben luchar por robustecerse, tanto en infraestructura para la investigación como en incidencia política , pues es claro que lo que impulse el Estado chileno, en materia institucional, diplomática y presupuestaria, limita considerablemente las posibilidades y potencialidades de la actividad científica nacional, de modo que, una ciencia con autodeterminación y con principios sociales es una premisa crucial para construir un país que no se desarrolle simplemente en torno al crecimiento económico, sino que busque su desarrollo en la integrabilidad y soberanía de sus propios ciudadanos, volcando el protagonismo sobre los productores de conocimiento, abogando por más espacios de cuestionamiento y redefinición del tipo de conocimiento que se construye, la finalidad que tendrá y su impacto en la transformación de la realidad chilena. 32 V. Referencias 1. Arnold Cathalifaud, M. 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