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LOPEZ, Isabel Ciudad, planificación y calidad de vida 2

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TALLER PLANEAMIENTO FÍSICO BONO-LAURELLI-LÓPEZ
CIUDAD, PLANIFICACIÓN
Y
CALIDAD DE VIDA
Autor: Arq. Isabel López
Fecha: mayo 2003
ARQUITECTURA
Y
URBANISMO
- UNLP -
TALLER PLANEAMIENTO FÍSICO BONO-LAURELLI-LÓPEZ
Ciudad, planificación y calidad de vida
Autor: Arquitecta Isabel López
1-Prólogo
Es objetivo de esta presentación tratar algunos temas importantes que colaboren
inicialmente a la comprensión de los contenidos de la asignatura Planeamiento Fisico I del
programa de la cátedra de los arquitectos Bono, Laurelli y López de la Facultad de
Arquitectura y Urbanismo y que, formará parte de la Unidad Temática N # 1.
Se reflexionará acerca de algunos conceptos que permitan identificar, comprender y
relacionar el significado y la complejidad de los asentamientos humanos especialmente al
denominado ciudad con el alcance de la intervención planificada en y de la ciudad
utilizando como medio e instrumento la planificación urbana y el planeamiento físico
respectivamente y, de la aplicación del concepto calidad de vida como información para
cualificar y cuantificar las condiciones de vida de la población y actuar en consecuencia.
La ciudad se presentará como uno de los espacios vitales, sociales y políticos - que
transcurre en el territorio - mas importantes de la contemporaneidad. La tendencia
mundial así lo demuestra. Porque los movimientos migratorios se dan hacia las ciudades y
entre ellas, ya sea en los países denominados desarrollados como en los no desarrollados.
Situación que también ocurre entre países sean estos fronterizos o no.
La planificación en general, será tratada como medio de racionalizar la toma de decisiones
y, la planificación urbana y el planeamiento físico como medios e instrumentos técnicopolíticos de la aplicación de políticas territoriales que pueden colaborar en el mejoramiento
de las condiciones de vida de la población, siempre y cuando la gestión urbana se realice
en una perspectiva de desarrollo social y humano.
El concepto de calidad de vida se presenta como herramienta de diagnóstico para conocer
las condiciones de vida de la población solamente o, para actuar en consecuencia desde la
planificación o la gestión urbana. También se realizaran algunas reflexiones acerca de
cómo hacer operativo este concepto, midiendo necesidades a través de los aspectos
considerados satisfactores que, a través de indicadores numéricos y/o cualitativos
colaboraran en la evaluación y control de la gestión y la planificación urbana testeando el
cumplimiento de las mejoras en las condiciones de vida y en que medida.
Como última reflexión parece importante aclarar que, si bien, solo desarrollando estos
temas no habremos comprendido la complejidad que implica la acción planificadora, sí se
tomará conciencia que para intervenir en fenómenos de construcción social compleja como
la ciudad o el territorio en general, primero tendremos que investigar y conocer en
profundidad el objeto de intervención y también el cómo y quienes lo producen, para luego
planificar. También en qué consiste la planificación, sus escalas y tiempos de aplicación,
sus enfoques, instrumentos y, la importancia de su control y evaluación permanente.
Se hará necesario identificar componentes y estructuras, sociales, económicas, políticas y
fisico-espaciales y los sistemas que los relacionen y permitan describir, explicar, evaluar y
pronosticar el futuro (prognosis) para luego realizar propuestas que se puedan plasmar a
través de planes, programas y proyectos o instrumentos de la planificación.
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2- Introducción
Los asentamientos humanos en general, ocurren en un “espacio socialmente apropiado, en
el cual desarrollan su existencia”... y “están contenidos en territorios- entendidos como
realidades complejas- como regiones, espacios urbanos, rurales, periféricos,...” ciudades...
(Vancouver, 1978) a lo que se podría agregar, construidos por las sociedades que los han
habitado y que habitan, en general en forma sedentaria, aunque también es y ha sido la
apropiación nómade del espacio unas de las formas de habitar del hombre.
Los estudios e investigaciones indican que desde el siglo XIX y especialmente en el XX la
forma de apropiación y producción del espacio que crece inexorablemente como tendencia
es la que se denomina urbana.
Esta forma de habitar se cristaliza primero con la revolución industrial y la tecnificación de
la actividad rural para ser una tendencia masiva después de la segunda guerra mundial
hasta hoy.
Además, las estadísticas y proyecciones demográficas de fin del siglo XX indican que las
poblaciones urbanas crecen en la actualidad a una tasa mucho mayor que las poblaciones
rurales hasta el punto que, el 80% del crecimiento de la población mundial entre las
décadas de l990 y 2000 se ha dado en áreas urbanas. Este crecimiento se expresa en
mayor medida en regiones como América Latina donde, en promedio, cerca de las tres
cuartas partes de la población habita en centros urbanos. Esto es aun mas notorio en
países como Argentina, Uruguay y Venezuela donde alrededor del 88 % de su población
reside en ciudades y asentamientos urbanos.
La rápida urbanización de América Latina tiene muchas explicaciones, que no tienen que
ver con el desarrollo industrial alcanzado en las ciudades, aunque por mucho tiempo esto
pareció ser así. La crisis por la falta de empleo en las actividades rurales y la problemática
de la apropiación de la tierra - sirva como ejemplo el “movimiento de los sin tierra en
Brasil”- por parte de grandes grupos de población atravesó a muchos países de la región y
las mejores “oportunidades de empleo” y “posibilidades de subsistencia” se concentraron
en los centros urbanos.
Las diferencias que se establecen entre esta situación y la de los centros urbanos del
mundo desarrollado, no solo se explicitan en las tasas de crecimiento sino también en las
posibilidades reales de inversión en proyectos de mejoramiento de las condiciones de vida
y desarrollo urbano.
Por lo tanto, la marcada heterogeneidad de condiciones sociales y ambientales que se
expresan dentro de las grandes y medianas aglomeraciones de los países latinoamericanos
se traducen a su vez en la coexistencia de áreas dotadas de infraestructura y servicios
habitadas por población de ingresos medios y altos, con otras áreas donde se asientan las
grandes mayorías de grupos poblacionales carenciados donde prolifera la precariedad en
las condiciones de vida, la degradación ambiental y la marginalidad y exclusión social.
Ahora bien, si todos o la mayoría creemos o estamos convencidos que el mejoramiento de
las condiciones de vida en los asentamientos humanos se realiza desde el campo político,
es desde el campo académico desde donde corresponde aportar conocimientos para
efectivizar el diagnóstico territorial y/o urbano que colabore en la toma racional de
decisiones o la planificación de las políticas urbanas, comprendiéndolas siempre en un
marco ideológico preciso. Por lo tanto, conocer qué y cómo observar y medir las
condiciones de vida de la población para realizar diagnósticos solamente o como parte del
proceso de planificación y/o como medio de evaluación, control y seguimiento del mismo
proceso es un aspecto tan importante de aprender como el planeamiento en sí, puesto
que forma parte de él.
Este
proceso
se
puede
interpretar
a
partir
del
siguiente
esquema:
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ASENTAMIENTOS HUMANOS
CONDICIONES DE VIDA
ASENTAMIENTOS H.
PLANIFICADOS
CALIDAD DE VIDA
Permite Evaluar,Controlar
Hacer
Seguimiento
Permite Medir y
Evaluar
Elaboración Propia
3- El Territorio como concepto
“La sociedad desarrolla su actividad en un ámbito que en general se puede definir como
espacio cuando no existe referencia a una situación concreta. Si nos referimos al espacio
concreto cuando está efectivamente apropiado por el hombre deberíamos pasar a la
noción de territorio”, (Reboratti,1994) donde ocurren los asentamientos humanos de tipo
urbano, rural, periurbano, las regiones y las ciudades.
En líneas generales territorio es una visión integradora del espacio y la sociedad, por lo
tanto una visión desde donde comprender la totalidad de los asentamientos humanos. Es
el espacio que una sociedad ha organizado, modificado y transformado donde se puede
observar, interpretar y explicar concretamente el transcurrir histórico y sus
transformaciones, ya sea con el fin de ampliar el conocimiento profesional y científico, así
como para intervenir en la gestión y la planificación territorial en sus distintas escalas .
El territorio desde una visión ambiental es producto de las interacciones entre las
dinánicas naturales y sociales- culturales, económicas, políticas - históricamente
determinadas. Por lo tanto, se organiza a partir de dos grandes sistemas, el de la
Naturaleza y la Sociedad, las cuales responden a tiempos, escalas, magnitudes y lógicas
diferentes.
Desde una visión integral, territorio es una construcción social, escenario y producto
histórico de una sociedad donde se desarrollan los procesos políticos, económicos,
sociales, físicos y naturales comprendidos en una categoría histórica que les otorga
inteligibilidad.
Como espacio vital y de vivencias territorio es una porción del planeta con la cual algo
o alguien se identifica en diferentes escalas (Reboratti, 1994) y también ámbito de
relaciones físicas, políticas, sociales, económicas y jurídicas que posee un espacio físico y
área que lo soporta.
Por lo tanto el territorio como producto social es resultado de las relaciones sociales y de
poder que se produzcan en el mismo (Boisier, 1988,1989) y de las relaciones productivas y
reproductivas que tienen un impacto sobre su configuración. También es importante tener
en cuenta que adquiere valores diferentes según quienes lo habiten (de identidad, de uso,
de cambio) circunstancia que al momento del análisis, el diagnóstico, la planificación y la
gestión urbana territorial es sumamente relevante.
¿A partir de qué procesos se organiza un territorio? Los procesos que organizan el
territorio en general y que transforman los asentamientos humanos otorgándoles
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interrelaciones entre ellos, dentro de un territorio regional, nacional y/o de carácter
internacional o de frontera son de tres tipos:

Los procesos demográficos o sea los propios de la población en permanente cambio
como, edad, sexo, origen, educación, posición laboral, crecimiento por nacimiento y
migraciones y/o decrecimiento por mortalidad y emigraciones; y aquellos relacionadas
con el territorio propiamente dicho como su distribución – densidades bruta, neta, realy movilidad.

Los procesos productivos como el mecanismo por el cual la sociedad organiza la
satisfacción de sus necesidades con el fin de mejorar sus condiciones de vida es la
actividad económica organizada en tres sectores: el primario que se relacionada con
los recursos naturales; el secundario o actividades relacionadas con la transformación
física de los producto y el terciario o de servicios con actividades ligadas a la
producción de elementos no tangibles y la distribución de productos de los otros
sectores.

Los procesos de apropiación y uso del suelo y del espacio en distintos momentos
y para distintos fines, ya sea en la vida cotidiana como en la actividad productiva. Esto
significa diferentes formas de apropiación y control del territorio que en general no son
flexibles y tiene limitaciones. Se dividen en tres grandes agrupaciones: el suelo y
espacio rural o la tierra como factor productivo; el suelo y espacio urbano o la tierra
muy fragmentada, de uso intensivo y competitivos entre sí, origen y motivo de la
planificación y la gestión urbana; el suelo y espacio periurbano o territorio de
transición entre lo urbano y lo rural indefinido en su uso, apropiación y significación y
sumamente problemático.
Si se relaciona lo productivo y económico con la cuestión demográfica es posible reconocer
cuatro escenarios territoriales probables en base a combinar crecimiento demográfico y
económico que asociado a la apropiación y uso del territorio se diferenciarán en su
configuración y organización, y también en las condiciones de vida que otorguen a la
población. Ellos son:
1.
2.
3.
4.
Crecimiento demográfico y económico.
Decrecimiento demográfico y crecimiento económico.
Decrecimiento económico y crecimiento demográfico.
Decrecimiento económico y demográfico.
Estos procesos que generalmente no se dan homogéneamente en el territorio, al contrario
cada vez mas lo fragmentan, dependen además de las escalas y condiciones del contexto
nacional e internacional en que se desarrollen.
El primer escenario correspondería a territorios y ciudades cuyo desarrollo económico esté
acompañado por crecimiento poblacional presentando seguramente problemas de
congestión de tránsito y de transporte, problemas ambientales y de extensión y
apropiación indebida del suelo, de renovación, en fin de crecimiento, pero que según se
distribuya la riqueza repercutirá en las condiciones de vida. En una línea de progreso y
desarrollo con equidad solo exigirá políticas que ordenen el territorio y/o las ciudades
acordes a la solución de los problemas del momento y a futuro, usando como instrumento
la planificación. En condiciones de inequidad social, como las que sufren muchas de las
metrópolis latinoamericanas, el Estado tendría que planificar pero con políticas de
redistribución de la riqueza estructurales como las de otorgar empleo, salud, educación,
vivienda y transporte.
El segundo escenario puede cumplirse en muchas ciudades y territorios europeos y/o en
situaciones donde las actividades mas importantes sean las turísticas u otras estacionales
en cualquier lugar del mundo.
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El tercer escenario está marcado por la recesión. Experimenta procesos de desempleo y
subempleo generalizado, deterioro progresivo de las condiciones de vida y eliminación de
los programas de obras y servicios públicos. La vulnerabilidad y el colapso son cuestiones
generalizadas. Se da generalmente en ciudades y territorios del mundo no desarrollado o
tercer mundo, hoy prácticamente abandonados y/o saqueados.
El cuarto y último escenario corresponde ha ciudades y territorios que han perdido
dinamismo. Suele coincidir con un cambio en el perfil productivo o de función dentro de
algún sistema territorial reconocido, también puede ser expresión de la pérdida de
preponderancia en la economía de la región e incluso del mundo – para el caso de regiones
o territorios nacionales- que necesitan una reestructuración social y educativa para
organizar nuevos modos de producción y de empleo. En general la búsqueda de soluciones
a estos problemas, si no tienen alcances hacia el conjunto social se resuelven de forma
individual, emigrando.
En la Argentina éste último proceso es característico a nivel de regiones y también de
ciudades y pueblos. La casi desaparición del sistema ferroviario de transporte y otras
actividades productivas o su transformación a partir del cambio de modelo político –
económico implementado en los últimos veinticinco años así como, la globalización
económica y de los mercados y, el escaso o nulo desarrollo informacional y de
innovaciones tecnológicas, a impactado en todo el territorio y por supuesto también en los
pequeños centros urbano/rurales con amenaza de extinción. En otras ciudades y territorios
de mayor peso demográfico la cuestión del desempleo, la pobreza, la exclusión y la
degradación en las condiciones de vida ya es un problema de carácter estructural.
En base a estos procesos es posible identificar una configuración territorial totalmente
fragmentada, que en su dimensión espacial comprende tanto los soportes naturales como
los construidos por la sociedad para el despliegue de las diferentes actividades. Por lo
tanto, y en razón de ser originadas en procesos históricos distintos, las relaciones que se
establecen entre soportes y actividades constituyen hoy una organización territorial, que
aunque homogeneizados por el proceso descripto anteriormente, cada uno se hace
específico en su localización, sociedad y contexto.
Este permanente aumento de las desigualdades sociales y la ausencia de modelos
societarios que señalen la posibilidad de una alteración en las tendencias hacen que la
cotidianeidad en nuestros territorios latinoamericanos se desarrollen con: desempleo,
degradación de servicios, inseguridad y violencia social, reaparición de enfermedades
endémicas, desnutrición, deterioro de la educación y del hábitat. Que a su vez se
manifiesta en un deterioro creciente de las condiciones de vida y por lo tanto de su calidad,
pérdida de identidad y ausencia de expectativas en las poblaciones involucradas.
4- La ciudad
La ciudad ha sido definida durante su larga historia por un sinfín de significaciones,
contenidos y visiones o enfoques. Depende siempre del desarrollo alcanzado, de la
importancia relativa que se le otorgue en el momento histórico que se la describa y valore,
así como de los paradigmas culturales, sociales, políticos, y económicos en vigencia.
También del para qué se lo haga y separando claramente el concepto de urbanización y
el de ciudad. Establecer las diferencias entre ambas categorías de asentamientos
humanos resulta esencial para comprender el origen de los problemas del fenómeno
urbano en general y también de quienes depende su resolución. La intervención social y
política en la construcción del territorio, urbano y/o ciudadano es la clave. También de
como es la apropiación del territorio en cuestión.
La urbanización, solo se refiere a la articulación espacial continua de concentración de
actividades y población (Borja y Castells, 1999:13) y, es la tendencia hacia donde se
encamina la humanidad, un mundo de urbanización generalizada. (Borja y Castells,
1999:11)
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Mientras, ciudad, implica un sistema específico que asocia Urbs, Civis Y Polis ( Alomar,
1980) y para intervenir en ella tendremos que conocer no solo el ámbito construido y su
calidad ambiental sino también preocuparnos por “las relaciones sociales, de cultura y,
sobre todo de las instituciones políticas de autogobierno y del control ciudadano sobre su
propia vida”. (Borja y Castells, 1999:13).
Alomar interpreta que la ciudad tiene tres sentidos clásicos que coexisten. El de “urbs” o
urbe que se refiere al sentido material, a lo construido, opuesto al “rus” o rústico conocido
como el campo o la ruralidad; el de “civitas” o comunidad humana compleja de grupos
sociales e institucionales y el de “polis” o sentido político y de gobierno del asentamiento.
Cuando se habla de ciudad se alude de manera indistinta a todos estos aspectos, cuyo
estudio es objeto de la ciencia urbana o el urbanismo. Aunque también debe ser abordado
por otras disciplinas. Es objeto de estudio, investigación y tratamiento por parte de la
sociología, la antropología y la psicología social, entre otras, como ocurre con los que están
aludidos en el concepto de civitas; aspectos que deberán estudiarlo juristas,
administrativistas, politólogos y economistas, los incluidos en el concepto de polis; y la
acepción de urbs será específico del urbanista, del arquitecto y del geógrafo urbano en el
sentido físico, espacial, material, funcional, morfológico y de calidad ambiental. La relación
con el medio natural y su dinámica, son estudios propios de biólogos, geólogos y
climatólogos.
De todas las cuestiones para definirla en lo material, en un primer acercamiento aparecen
dos cuestiones: densidad y morfología. Densidad por concentración de personas sobre un
espacio reducido y morfología como reflejo de la densidad y de un tipo de utilización del
suelo no rural. El tamaño y la estructura funcional permitiría identificar posteriormente los
distintos niveles de complejidad existentes dentro de esta forma de asentamiento humano
y de poblamiento.
Forma específica y organización espacial – como en todo territorio – es producto social,
cultural y tecnológico, modelado y condicionado por la estructura social y por el tipo de
relaciones que se establezcan entre sus distintos componentes y sus relaciones de
producción; o sea, por la suma o conjunto de instancias económicas, ideológicas y jurídico
políticas que las constituyen. Como dijo Lefebre: “La ciudad proyecta sobre el terreno una
sociedad, una totalidad social o una sociedad considerada como totalidad, comprendida por
su cultura, instituciones, ética y valores, en resumen sus superestructuras que, incluyendo
su base económica y las relaciones sociales, constituyen su estructura propiamente dicha”.
El análisis de la articulación concreta entre ésta forma espacial y la estructura social obliga
al arquitecto, urbanista y planificador al trabajo común con otros científicos sociales y
permite que el conocimiento y la investigación deban integrarse en una tarea mas amplia y
de carácter interdisciplinario.
Lo importante para construir el concepto de ciudad está en quien o quienes lo hacen,
porqué y para qué.
Es distinta la visión y la racionalidad de quien la habita, un ciudadano, un extranjero, un
inmigrante recién llegado o de alguien que ha emigrado y/o de un grupo de ciudadanos
asociados por un interés específico de reivindicación barrial, laboral y/o cultural; de
quienes persigan en el territorio solo la racionalidad económica o la de aquellos que tengan
la responsabilidad de gobernar y conducir políticamente su desarrollo, aunque siempre
será necesario comprenderla y conceptualizarla en un contexto determinado.
La urbs se puede interpretar como asentamiento urbano que se estructura a partir de
componentes funcionales, físico-espaciales y ecológicas fusionadas e interactuando entre
sí, pero también, como producto de una sociedad integrada por múltiples actores con
distintas racionalidades que interactuan y transforman el espacio vital de la ciudad
cotidianamente, interactuando entre racionalidades de tipo económico, político y la del
ciudadano propiamente dicho. (Ver gráfico en “A modo de conclusiones”).
Los investigadores especializados y la aplicación de los saberes y las ciencias aportan
distintos enfoques teóricos de acuerdo a las problemáticas que se necesite abordar y
resolver. Pueden ser de tipo integral como el desarrollo social y urbano o tratar el
crecimiento espacial de la ciudad y su renovación, por ejemplo. Otros de tipo sectorial
como las políticas y sus equipamientos para la educación y la salud, o cuestiones de la
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vivienda, del transporte y la movilidad, la infraestructura, los servicios y el medio
ambiente.
La forma mas antigua y tradicional de las visiones fue la de contrastar la ciudad con el
campo. Lo urbano y lo rural confrontados como lo opuesto en forma de vida, de producción
y de ocupación del espacio otorgando distintas oportunidades de desarrollo social,
tecnológico y cultural. Con momentos según las realidades y teorías donde las mejores
condiciones de vida oscilaban entre estar en el campo y/o en la ciudad.
En la década del ’60 la ciudad era pensada como un espacio de progreso técnico y por lo
tanto de desarrollo social, económico y regional, también como unidades funcionales casa
exclusivamente. En los ’70 la ciudad se enfocada por los marxistas como un espacio de
conflicto social necesario para la obtención de mejores condiciones de vida.
En estas mismas décadas las ciudades también se observaron como centros y conjuntos de
asentamientos humanos cuyo ordenamiento por rangos y jerarquías en un territorio
regional, nacional y a veces transfronterizo trataban de explicar el desarrollo o
subdesarrollo no solo como parte importante de su territorio inmediato sino como partes
de una estructura territorial jerarquizada a través del rol y la importancia que adquiría
cada ciudad, especialmente dado por sus rasgos demográficos y actividades económicas y
productivas.
En los ’80 y ’90 el enfoque ambiental, visualiza a la ciudad como unidad ecológica no
sustentable y la ciudad industrial que hizo eclosión en el siglo XIX y que practicamente se
fue consolidando hasta los ’60, se reemplaza por la ciudad informacional o del desarrollo
de los servicios y la información con aplicación de las innovaciones tecnológicas.
Desde lo cultural y tecnológico algunos territorios y ciudades se convirtieron en nodos de
redes de ciudades acelerando el proceso de globalización económica y cultural y otras, la
mayoría, quedaron al margen de las innovaciones y su población excluida de todo sistema
económico y social. De aquí surge entonces la fragmentación social y espacial que en
mayor o menor medida sufren hoy todas las ciudades - con respecto a otras ciudades pero
también en su interior - y, el motivo por el cual, es muy importante separar el significado
de urbanización y ciudad.
Los fragmentos urbanos pueden ser eso, solo fragmentos, la ciudad implica que el espacio
público es de todos y que el ciudadano no vive en fragmentos sino asociado e integrado a
la sociedad a la que pertenece.
Reflexionar sobre la ciudad como fenómeno complejo y constituida por componentes
funcionales, morfológicos, ecológicos, pero también perceptivas y de comunicación, es lo
que hace y construye la urbs. Pero también, es objeto de intereses económicos y
especulativos (espacio de cambio), de intereses de los ciudadanos para su desarrollo y el
de su familia (espacio de uso), y de los intereses políticos e institucionales que la
conforman (espacio de participación y apropiación).
Por lo tanto, las distintas teorías y enfoques ayudan a interpretar el territorio y la ciudad
de acuerdo a los problemas que se visualicen y desee resolver. A ellas nos referiremos
durante el curso con el fin de iniciarnos en el conocimiento necesario del fenómeno urbano
antes de planificar la intervención.
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5- La planificación y el planeamiento físico
Se puede afirmar que el proceso de planificación es la antítesis de cualquier proceso
espontaneo y por lo tanto se lo puede reconocerlo como un proceso racional de toma
de decisiones. Esto implica, formular objetivos y realizar una reflexión crítica sobre la
realidad que se desee reorientar, actividad que en general se denomina diagnóstico y que
ayudará a conducir las decisiones y acciones a futuro en campos tales como, el desarrollo
social, económico, físico-espacial, territorial, ambiental u otros.
En términos generales, se a utilizado desde la práctica política contemporánea como
instrumento o medio que colabora en la racionalización de la toma de decisiones y de la
gestión de gobierno. Ya sean estas decisiones sobre el desarrollo económico y social o de
ordenamiento territorial y urbano, ambiental o de actividades económicas o no económicas
por sectores; a nivel nacional, provincial, regional, municipal u otros y en plazos largos,
medianos, cortos o de coyuntura.
Por lo tanto, planificación es un proceso de contenido técnico- político mediante el
cual se pueden elaborar “concientemente” un conjunto de políticas, estrategias e
instrumentos para alcanzar determinadas metas en función de ciertos objetivos
relacionados con los beneficios de una sociedad.


Desde lo técnico es un proceso
Desde lo político es un medio
Depende del objeto de la planificación podrá denominarse “planificación económica” y se
ocupará de la estructura económica y el nivel general de desarrollo de la sociedad en
cuestión; o también planificación física proceso que se ocupará del ordenamiento de la
estructura fisico-espacial, hoy denominado ordenamiento territorial en un intento de
integrar lo social, lo económico y lo cultural con el espacio y el medio de vida de la
sociedad de que se trate. Su origen está en la regulación de los desarrollos urbanos, luego
trasladados al territorio urbano-rural y regional.
Por lo tanto, la planificación física se define por un conjunto de acciones dirigidas
hacia la modificación de determinadas condiciones territoriales. Teniendo en
cuenta la organización territorial preexistente. Es un proceso gestionado desde el
Estado que tiene como fin ordenar una estructura territorial – de límites acotados –
integrando el desarrollo social , económico y cultural con el espacio y el medio.
Su alcance depende del momento y de las ideas políticas que organice sus objetivos que
pueden ser de desarrollo con equidad pero también de exclusión.
Se ocupa de los procesos de ordenamiento de las actividades de los hombres y sus
soportes materiales ya sea de las actividades productivas como reproductivas, así como de
los canales y los flujos para sus interacciones. Hoy se ha extendido al concepto de
ordenamiento territorial y utiliza la práctica del ordenamiento territorial mediante el
análisis y una visión prospectiva del territorio con el objetivo de definir la realización
de “equipamientos y servicios estructurantes portadores de futuro” susceptibles de
modificar el curso de los acontecimientos, en lo que respecta a la acción del hombre sobre
las cosas con el fin de que puedan satisfacerse las necesidades sociales. Facilitar, hacer
posible y colaborar con el desarrollo social y económico es la meta.
En la Provincia de Buenos Aires, los municipios están obligados por ley a ordenar su
territorio, así como planificar las ciudades y asentamientos urbanos y rurales. La ley de
“Ordenamiento territorial y uso del suelo” dice textualmente:
....“ y dentro del ordenamiento territorial se entiende por proceso de planeamiento físico al
conjunto de acciones técnico- político- administrativas para la realización de estudios, la
formulación de propuestas y la adopción de medidas específicas en relación con la
organización del territorio, a fin de adecuarlo a las políticas y objetivos de desarrollo
general establecidos por los distintos niveles jurisdiccionales (Nación, Provincia y
Municipio) en concordancia con sus respectivas estrategia. ( art.71, Ley 8912/77)
Por último, y a modo de reflexión nos podríamos preguntar ¿ Cual es la contribución de
la planificación física además de su especificidad?
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Como respuesta se podría decir que, al interpretar que es en el campo de la planificación
física donde se pueden concretar los enunciados de las políticas de ordenamiento urbanorural y regional tendientes a mitigar los problemas del hábitat en vivienda, transporte,
trabajo, educación, salud y recreación, comunicación, circulación, entre otras, permitiendo
además la participación directa de las organizaciones sociales en el tratamiento de las
mencionadas políticas, así como en la elección de alternativas y la selección de
instrumentos para su logro, constituye un instrumento y un medio donde se
concretan e integran los niveles de planificación sectorial , o sea aquellos que se
acercan a la población con políticas para la producción y/ o la reproducción social pero con
una sola preocupación , mejorar el empleo, la vivienda, el transporte, la educación, la
salud u otras. El planeamiento físico los jerarquiza, articula y coordina en el territorio, en
las decisiones en el tiempo y en los distintos niveles del Estado, nación, provincia,
municipios, región metropolitana, etc.
5.1- Planificación Urbana
En las dos últimas décadas, progresivamente, se ha producido una transferencia creciente
del total de las responsabilidades nacionales y provinciales a los gobiernos y jurisdicciones
locales y municipales, además de haberse privatizado la mayoría de los servicios públicos.
Ellos con menores recursos económicos, ya que solo cobran tasas por servicios pero no
impuesto, deben hacer frente a problemáticas que en muchos casos las desbordan.
Así, se genera un permanente aumento de las desigualdades sociales y ante la ausencia de
modelos societarios que señalen la posibilidad de una alteración en las tendencias se
manifiestan un deterioro creciente de las condiciones de vida.
En este marco el planeamiento físico del territorio, entendido como el conjunto de
acciones técnico- políticas dirigidas hacia la modificación de determinadas condiciones
ambientales y espaciales de reproducción de la sociedad, adquiere nuevos significados que
impulsan una evaluación y un necesario replanteo.
Y, aunque es posible identificar en el territorio, una dimensión espacial que comprende
tanto los soportes naturales como los construidos por la sociedad para el despliegue de las
diferentes actividades y que, constituyen una organización territorial específica en cada
sociedad, contexto y período (objeto específico de la planificación física) también emergen
reinterpretaciones que posibilitan la construcción de nuevas modalidades de gestión e
intervención pública y privada que denominamos planificación urbana o planificación de
orden mas integrador pero solo recortado al escenario urbano.
Sobre bases de conocimiento específico, prácticas interdisciplinarias y evaluación de las
experiencias realizadas y sobre todo desde una perspectiva de desarrollo, como expresión
de las necesidades y potencialidades de las propias organizaciones sociales, hoy podría
interpretarse que la planificación urbana como política cumpliría con objetivos mas
integradores ocupándose de los planes de desarrollo dentro de los límites urbanos y
periurbanos como pertenecientes al ámbito de las políticas públicas municipales y a las
políticas territoriales en general. Aunque en este marco vale la pregunta ¿ hasta donde
podrían modificarse las cuestiones del desarrollo social, en las condiciones de contexto
que vive la nación?
Sin embargo, y aunque cada vez más los municipios tratan de ocuparse de los problemas
sociales, económicos y físico- espaciales relacionadas con el proceso de desarrollo urbano
no se abandonan los planes, programas, proyectos e instrumento normativos de
ordenamiento y uso del suelo cuya función básica es clasificar y calificar el suelo así
como ordenar los soportes construidos y garantizar adecuados servicios, infraestructuras y
equipamientos comunitarios que permitan tanto mejorar las condiciones de vida de
la población como el desarrollo eficiente de las actividades económicas y sociales
que se localicen y movilicen en el territorio o sea concretar el planeamiento físico
propiamente dicho.
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En el caso que estas acciones se articulen con políticas de desarrollo endógeno – aquel
desarrollo económico y social propio del territorio que se habita – y de bienestar social a
través del empleo, la salud y la educación, el mejoramiento de las condiciones de vida de
la población que habita la ciudad estará asegurada. En caso contrario, se podrá colaborar
en el mejoramiento de la calidad ambiental de forma recortada o para algunos sectores de
la población que tengan empleo, o a través del mejoramiento de algunos espacios
públicos, pero no se podrá lograr un desarrollo social y urbano de forma integral ni
sustentable.
5.2- Planificación Territorial
En general en los países y regiones donde se practica la planificación urbana de forma mas
integral, como en los europeos, ésta se realiza bajo la orientación de directrices generales
formuladas desde las políticas regionales y la planificación territorial, ya que ambas
comparten la preocupación por los desequilibrios territoriales. De hecho, la política regional
ha ido evolucionando hacia una visión mas globalizadora del territorio, en la que a la
preocupación tradicional por el desarrollo económico se ha ido añadiendo nuevas
dimensiones: calidad de vida, planificación de infraestructura y equipamientos, etc. Por su
parte la planificación territorial se preocupa de dar respuestas a los problemas globales de
un determinado territorio e incluye, por lo tanto, temas relacionados con el desarrollo
económico, aunque no se limiten a ellos ni los considere necesariamente los más
importantes. (Pujadas y Font, 1998)
En Argentina esta forma de planificación tiene escasos antecedentes. Solo se han
producido algunos estudios y propuestas generales para la región metropolitana de Buenos
Aires o para regiones deprimidas en su desarrollo, y en la última década las propuesta de
corredores bioceanicos y de hidrovia en el sistema de cuenca del Plata, como políticas que
acompañan al Mercado Común del Sur (MERCOSUR) que solamente es hasta hoy una
asociación de países pero en el orden económico.
Normalmente la planificación territorial se refiere al proceso de planificación en ámbitos
urbano-urbano, urbano-rurales, supramunicipales y/o regionales. En general se formula a
partir de directrices de ordenamiento territorial y requiere un gran esfuerzo de
coordinación y acoplamiento de múltiples intereses sectoriales y territoriales.
La planificación territorial debe contener determinaciones que orienten, identifiquen y
guíen tanto a la planificación urbana como a la planificación sectorial.
También la planificación estratégica, enfoque que integra lo social, lo económico y la
organización territorial puede encontrar en la planificación territorial el instrumento
adecuado para dar carácter normativo y vinculante a intervenciones territoriales
estratégicas.
6- ¿Interdisciplina o disciplinas
ordenamiento territorial.
especificas?
Urbanismo
y
Ya sea para el análisis y comprensión de un territorio como para la práctica de la
intervención territorial planificada de los asentamientos humanos urbano-rurales u otros,
es necesaria la interdisciplinariedad y la interciencia.
Sin embargo, desde 1910 en Francia y desde la segunda postguerra en el mismo país –
luego trasladado o emulado por otros – se hicieron explícitas dos disciplinas desde donde
se intenta formular teorías, investigar y colaborar con la práctica de la planificación. Ellas
son: el urbanismo y el ordenamiento territorial, respectivamente. El primero, tuvo una
práctica intensa a partir del horror vivido en las ciudades industriales del siglo XIX, la falta
de vivienda, el hacinamiento, y la vida miserable signada a grandes masas obreras. El
segundo vio la luz a consecuencia de comprender que la complejidad de las ciudades y el
campo así como las cuestiones del trabajo, la economía, y la problemática social estaban
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íntimamente vinculadas a todo el territorio nacional y/o regional, y no era cuestión
solamente de uno, dos, o tres asentamientos. Sino que partiendo de una relación compleja
entre desarrollo social, económico, asentamientos humanos y organización territorial, las
distintas inequidades en repercute en la apropiación social del territorio se podrían superar.
¿Son entonces el urbanismo y el ordenamiento territorial disciplinas o ciencias integradoras
que pueden colaborar con el análisis y la reflexión crítica del territorio en sus distintas
escalas de aproximación, o también nos sirven en la práctica de la intervención
planificada?. Aquí recién nos iniciamos con el tema, por lo tanto, la pregunta quedará
abierta, solo recordemos algunas nociones de urbanismo y ordenamiento territorial para
comenzar.
Cuando se reconoce al urbanismo dentro del campo académico, se considera una
disciplina que alude al estudio sistemático (analítico, evolutivo, comparativo,
explicativo y valorativo) del fenómeno urbano y por extensión muchas veces se lo ha
aplicado al contexto rural y regional en que está inserto.
Conforma también el campo teórico- reflexivo y proyectivo respecto al hábitat urbano
que impregna y nutre tanto al diseño urbano como a la planificación física en ámbitos
urbanos. También es una actividad que, por la naturaleza del fenómeno que estudia
necesita del aporte de otras ciencias y disciplinas, como la sociología, la economía, la
ecología, las ciencias políticas y de administración y, las de gestión, entre otras.
Cuando nos referimos al ordenamiento territorial las interpretaciones de sus contenidos
son variadas y dependen de los autores. Para algunos “Es el estudio interdisciplinario y
prospectivo de la transformación óptima del espacio regional y de la distribución de éstas
transformación y de la población entre núcleos urbanos con funciones y jerarquías
diferentes, con vistas a su integración en áreas supranacionales”.(Saenz de Burnaga,
1969). Para otros “está abierta a contenidos muy amplios y aplicaciones a todas las
escalas espaciales, la evolución real va consolidándolo como una política de planificación
física, referida a los hechos a los que se confiere valor estructurante en territorios de
ámbito regional y subregional”(Zoido, 1996).
Desde la Carta Europea de Ordenación del Territorio de 1983 se considera al ordenamiento
territorial como “disciplina científica, técnica administrativa y actividad política” y por lo
tanto como “expresión espacial de las políticas económicas, sociales, culturales, y
ecológicas de la sociedad cuyo objetivo es un desarrollo equilibrado de las regiones y la
organización física del espacio según un concepto rector”. (CEMAT, 1983)
El más claro de los enfoques conceptuales parece ser el de Barragán que dice,” Se
entiende al ordenamiento territorial como una disciplina científica para el estudio o
análisis del territorio, mientras que la planificación sería la actividad administrativa y
práctica y ambas permitirían realizar la gestión del territorio” (Barragán, 1993).
Separando tres cuestiones: el ordenamiento territorial, la planificación y la gestión, el
autor intenta establecer los canales de cómo se hacen operativas la cuestión territorial.
Por último, y según otros autores “Podría verse o entenderse como un corte transversal
que analiza y afecta a todas las actuaciones públicas con incidencia territorial”
(Allende,1989)
7- Calidad de vida
La calidad de vida es un concepto y constructo social relativamente reciente que surge en
un marco de rápidos y continuos cambios sociales. Se usa indiscriminadamente en los
discursos políticos, académicos y sociales en general, sin embargo poco se habla de él en
profundidad y, aunque socialmente se aceptan ciertas necesidades como básicas e
indispensables para el desarrollo humano (vivienda, educación, salud, cultura) parecería
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que también se aceptan los efectos perversos provocados por el modelo político y
económico imperante. A cuyas problemáticas estructurales como el desempleo y la
pobreza se le suman las externalidades y cuestiones de carácter ambiental que producen
nuevos problemas de difícil solución.
En general cuando se utiliza el concepto calidad de vida se hace referencia a una
diversidad de circunstancias centradas en la satisfacción de necesidades de una
determinada sociedad. Ello depende de las condiciones de vida, o de las condiciones de
reproducción biológica y social que se den en determinado asentamiento humano.
Por lo tanto, la calidad de vida en la ciudad alude a la diversidad de circunstancia de cómo
la sociedad define, construye y otorga políticamente y culturalmente aquello que se define
como satisfactores de las necesidades humanas. Están involucradas las relaciones sociales
y los individuos como tales y sus posibilidades de accesibilidad física espacial y
económica a los satisfactores pero fundamentalmente a un acceso igualitario en las
decisiones políticas que se dirijan a una accesibilidad epistemológica sobre la
existencia, empleo, finalidad y participación en la creación y gestión de ellos, base misma
de la equidad territorial. Esto quiere decir acceso al empleo, la educación, la salud, la
vivienda, el equipamiento e infraestructura , así como al transporte y la movilidad, a los
bienes culturales no solo para disfrutarlos sino para crearlos, así como también a un
entorno ambiental y ecológico sin riesgos para la salud física y psíquica.
Es decir, se está haciendo referencia a una noción que es sinónimo de grado de calidad de
“las condiciones de vida” en que la población desarrolla sus actividades. Condiciones
objetivas y subjetivas, cuantitativas y cualitativas. Por lo tanto, es un concepto que si bien
se encuentra sujeto a las percepciones personales y a valores culturales, también hace
referencia a cuestiones que pueden objetivarse como el considerar a las necesidades
humanas esenciales de dos tipos: las existenciales y las axiológicas.
¿De qué tipo de necesidades que no deben confundirse con el deseo estamos hablando?
Todo ser humano no importa donde y cuando se ubique históricamente siempre ha tenido
los siguientes necesidades:

Según categorías existenciales: SER; TENER; HACER y ESTAR

Según categorías axiológicas:SUBSISTENCIA;PROTECCIÓN;AFECTO;ENTENDIMIENTO;
OCIO; CREACIÓN ; PARTICIPACIÓN;IDENTIDAD y LIBERTAD.
Con respecto a los satisfactores la cuestión se invierte, no son para todos los individuos y
sociedades iguales, dependen fundamentalmente de factores culturales aunque hoy en día
con el patrón impuesto por la sociedad de consumo parecería que fueran semejantes o
equivalentes en todo el mundo. Cada sistema social, económico y político adopta
diferentes estilos para la satisfacción de las mismas necesidades fundamentales. Uno de
los aspectos que define una cultura es la elección de satisfactores, lo que cambia es la
cantidad y calidad, y las posibilidades de tener acceso a ellos.
Los tipos de satisfactores según la cantidad de necesidades a la que dan respuesta son
dos: singulares y sinergéticos. Esto quiere decir que no a todas las necesidades les
sigue un satisfactor, sino que en general un satisfactor puede cumplir con varias
necesidades. El bebé que se amamanta cumplirá en este acto su necesidad de
subsistencia, protección, identidad y afecto. El hecho de tener una vivienda, en el caso de
contar con infraestructura, escuelas públicas y otros equipamientos cercanos se cumpliría
con las necesidades de tener, estar, protección, entendimiento, identidad y libertad.
Calidad de vida también puede interpretarse como una noción propia de cada cultura y
dentro de cada una puede ser materia de elección, en función, desde luego, de
posibilidades. La obtención de metas culturales o regionales está ligada al grado de
desarrollo económico-social-ambiental y se pueden medir según los parámetros de
referencia que esa misma sociedad establezca. De hecho también se llevan a cabo
investigaciones comparativas de calidad de vida entre países y especialmente entre
ciudades de igual o distintos países o sea entre culturas diferentes. Esto hace que
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muchas veces los indicadores de calidad o sea lo que mide los satisfactores se
homogeinizen.
También existe, según algunos autores, una vertiente cualitativa del concepto calidad de
vida que surge como contestación a los criterios de corte economicistas y cuantitativistas
retomando la perspectiva del sujeto y superando y envolviendo el propio concepto de
bienestar lo que hace muy difícil acordarlos. Por ejemplo la representación social que una
comunidad puede tener sobre su propia calidad de vida.
La clave o factor central de la noción de calidad de vida es la comparación de atributos o
características de una condición de vida con otras de nuestro territorio u otros. Por lo
tanto, el hacer operativo el concepto a través de índices e indicadores, con el fin de
establecer grados de calidad es un necesidad y un objetivo en sí mismo.
Estos generalmente se construyen y realizan estableciendo valores ideales, normativos y
/o de costumbre construidos por el saber social o popular, en el ámbito científico y/o en el
profesional. Ellos actuaran como parámetros de referencia para medir las condiciones
reales de vida de la sociedad en el territorio.
Los parámetros pueden referirse a necesidades consideradas en forma global- por ejemplo
las denominadas necesidades básicas insatisfechas- así como ser componentes sectoriales
de las condiciones de vida, como por ejemplo la salud o aspectos de ella, la familia, el
trabajo, la vivienda el sentido de pertenecer a ciertas instituciones, etc. Pol lo define como
“un constructo complejo y multifactorial, sobre el que pueden desarrollarse algunas formas
de medición objetivas a través de una serie de indicadores, pero en el que tiene un
importante peso específico, la vivencia que el sujeto puede tener de él”.
Por todo esto, la diversidad de aspectos sectoriales y globales que pueden incidir en la falta
de calidad de vida hace que cada una de sus dimensiones pueda tener su propia
naturaleza. Por ejemplo, la calidad residencial o la calidad urbana, es un aspecto parcial
como otras con los que se encuentra relacionado, por ejemplo las infraestructura de
saneamiento, pero en ningún caso es periférico.
La delimitación del concepto no tiene un único sentido. Su construcción precisa de la
autoimplicación de tres grandes perspectivas lógicas que se pueden representar bajo una
forma triangular, como lo muestra el gráfico adjunto. Las dimensiones que la constituyen
de forma totalizadora y, que deben medirse en las condiciones de vida reales, son tres: la
calidad
ambiental,
el
bienestar,
y
la
identidad
cultural.
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CALIDAD AMBIENTAL
BIENESTAR
Empleo
Salud
Educación
( Bienestar)
IDENTIDAD CULTURAL
Habitacional
Barrial
Urbano-Territorial
(Calidad ambiental)
Relaciones Sociales
Participación-Apropiación
Tiempo disponible
(Identidad cultural)
La primera, la calidad ambiental está compuesta por la calidad habitacional, barrial, y de la
ciudad; la segunda, el bienestar, tiene como pilares para su construcción el empleo, la
salud y la educación; y la tercera que se denomina identidad cultural, se compone por el
tiempo disponible, para establecer relaciones sociales y la participación–apropiación de su
destino por la propia sociedad.
Entre las tres debe darse una interrelación, así como entre los distintos componentes de
cada lógica, puesto que deben buscarse puntos de equilibrio que no supongan ni
degradación social ni ambiental.
En este marco, y si bien se conoce que las condiciones de vida depende fundamentalmente
de factores políticos, sociales, y económicos también se reconoce que la calidad ambiental
de los espacios y territorios donde el hombre y la sociedad desarrollan su existencia
también son importantes y por lo tanto, deben ser objeto de planificación y gestión. Los
asentamientos humanos y su hábitat, en cuanto medio construido para adaptar el medio
natural a las necesidades humanas, provee un mayor o menor nivel de calidad ambiental
y, en dicho sentido, es condición necesaria pero no suficiente para otorgar calidad de vida
o satisfacción de las necesidades humanas fundamentales. “No hay calidad de vida sin
calidad ambiental, pero la calidad ambiental no asegura por sí sola la calidad de vida. Los
componentes del hábitat, dirigidos en principio a satisfacer determinadas necesidades
básicas (el saneamiento para la subsistencia, la vivienda para la protección, el
equipamiento escolar para el entendimiento) toman valor no solo por su concreción y
posibilidad de uso, sino también por la forma en que los mismos se llevan a cabo,
permitiendo o no la satisfacción de otras necesidades básicas”, ( Kullock, 1994 : 4,5) a
todo esto colabora en forma importante la práctica de la planificación urbana y territorial
así como el planeamiento físico.
Las pautas y patrones de uso de la tierra, la densidad de población y de la edificación, la
existencia de los equipamientos básicos y el accesos a los servicios público y al resto de las
actividades propias de los sistemas urbanos tienen una importancia capital para la
habitabilidad de los asentamientos humanos. Resolver los problemas en el seno de la
ciudad supone mejorar la habitabilidad y con ella, la calidad ambiental.
Por lo tanto, para que se cubran las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos respecto
a la habitabilidad de sus viviendas, barrios y de la ciudad entera, es aconsejable que se
explore, mida y oriente el diseño, la gestión y el mantenimiento de los sistemas urbanos
con el fin de proteger la salud, fomentar la seguridad, asegurar la accesibilidad a todos los
sistemas de servicio e infraestructura, facilitar la movilidad, preservar y/o recuperar los
barrios y los espacios públicos y privados.
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De la vivienda y el acceso a la tierra urbana equipada para que las familias/hogares como
unidades sociales básicas logren poseer el primer nivel de calidad ambiental, ampliada a
nivel de barrio o vecindad, en un segundo nivel, y a un tercero que implica a toda la
comunidad o a la ciudad en su conjunto debe ocuparse el planeamiento físico, y el
planificador y el arquitecto solo o trabajando en equipos interdisciplinarios según
corresponda.
El desfase que existe entre el crecimiento urbano y la capacidad de respuesta de la oferta
de servicios públicos, el acceso a la tierra urbana y la vivienda, así como a otros servicios
para encarar la satisfacción
de necesidades de la población propicia una amplia
diferenciación en las condiciones de vida de la población, entre ciudades y al interior de las
mismas. La calidad de vida de la sociedad y de las personas en sus tres dimensiones
dependerá de la posibilidades que tengan ellas de satisfacer adecuadamente sus
necesidades humanas, y esto a su vez del proceso de desarrollo, o lo que es lo mismo: “El
mejor proceso de desarrollo será aquel que permita también mejorar las condiciones de
vida y por lo tanto, elevar la calidad de vida de las personas”.(Desarrollo a escala
humana,CEPAUR,1986)
Para la búsqueda y construcción de información con el fin de valorar los grados de calidad
de vida y considerando la falta de satisfactores esenciales en la sociedad latinoamericana
ha sido necesario construir las necesidades sociales mínimas.
Estas se relacionaron con el concepto de servicio público con el que a su vez tiene por
objeto asegurar de manera general, regular y continua, sin propósitos de lucro, la
satisfacción de necesidades colectivas. Por lo tanto, la educación, la salud, la vivienda y la
asistencia pública están incorporadas en general, a lo que debieran ser las políticas
públicas y el desarrollo social porque la provisión de estos servicios, tiende a mejorar las
desigualdades entre territorios o grupos sociales y por lo tanto busca mejorar las
condiciones de vida de las personas de menores ingresos.
Cuando el resultado de la medición es que las necesidades sociales no son cubiertas, existe
entonces marginalidad y grupos de personas de zonas urbanas/rurales que habitan en
viviendas no aptas para tal fin, no se tienen empleo y el nivel de ingreso es bajo, por lo
tanto también, los niveles de salud y educación son precarios.
En la historia reciente de Argentina se desarrollaron diversos métodos de medición de los
niveles mínimos de necesidades sociales y con ello de calidad de vida mínima, también, de
pobreza. Tal experiencia surge en 1984 a partir de la elaboración de un indicador
compuesto denominado Necesidades Básicas Insatisfechas tomando como base el Censo
Nacional de P. y V. de 1980 (INDEC 1984). Con el se logró dimensionar y localizar
territorialmente los niveles de Insatisfacción de necesidades básicas y pobreza en todo los
núcleos urbanos de la Argentina.
Sobre un núcleo de necesidades considerados básicas para el desarrollo de la vida en
sociedad (con la información disponible) se construyeron indicadores de insatisfacción
habitacional, educacional y ocupacional asociados a la variable ingreso, extraído de la
Encuesta Permanente de Hogares y se consideró hogares con NBI aquellos que reunieran
al menos una de las siguientes condiciones.
 Tuvieran más de tres personas por cuarto (Parámetro: Hacinamiento);
 Habitaran en una vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato, vivienda precaria
u otro tipo, lo que excluye casa, departamento y rancho) (Parámetro: Aptitud de la
vivienda)
 No Tuvieran ningún tipo de retrete (Parámetro: Condiciones sanitarias);
 Tuvieran algún niño en edad escolar (6 a 12 años) que no asistiera a la escuela
(Parámetro: asistencia escolar);
 Tuvieran cuatro o más personas por miembro ocupado y además, cuyo jefe poseyera
baja educación (Parámetro: Capacidad de subsistencia).
Las tres primeras condiciones representan niveles críticos de privación de los hogares en
sus necesidades habitacionales. La cuarta condición representa insuficiencia de acceso a
educación básica y la quinta condición representa una potencial incapacidad de los hogares
de mayor tamaño y con una alta proporción de miembros inactivos de obtener ingresos
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suficientes para una subsistencia adecuada, debido a la desventaja ocupacional que
significa la falta de educación del jefe del hogar” (INDEC, 1984).
A partir del indicador representado por la proporción de hogares y población con NBI
respecto de sus totales, se clasificaron áreas geográficas de acuerdo con la magnitud y
extensión que alcanzaban en ellas las situaciones de insatisfacción de necesidades básicas,
trazando un mapa denominado mapa de la pobreza con la cantidad de hogares y población
en condiciones de insatisfacción de necesidades.
Finalmente, entonces, calidad de vida se puede definir como el conjunto de características
físicas, biológicas, psicológicas y sociales que se deben alcanzar para promover un nivel de
bienestar optimo.
Se expresa generalmente en términos cuantitativos aunque no se excluye lo cualitativo.
Por lo tanto deberán buscarse indicadores o parámetros que permitan asignar valores
observables (personas, familias) que compartan unidades territoriales y compararla con
otras en un mismo momento histórico, o revisar el cambio de las mismas unidades en
períodos distintos.
Se puede proponer trabajar a partir de la construcción del índice de carencia de
satisfactores materiales en relación a la vivienda y su posibilidad de estar conectada a la
red de agua y cloaca, situación que asegura el nivel mínimo de saneamiento a la población
y que además forma parte del barrio y la ciudad. También medir el acceso al verde
publico, a la recreación, a los equipamientos de todo tipo.
Los parámetros comparativos de calidad de vida constituyen determinados índices que
surgen de combinaciones de expresiones de mediciones de estados relativos de necesidad,
a partir de normativas, construidas desde estudios técnicos, científicos, u otros.
Los intentos de conceptualización de niveles mínimos o submínimos de ese estado relativo
o sea los esfuerzos para determinar el concepto de pobreza urbana, por ejemplo, también
concluyen en ciertas agregaciones y combinaciones estadística como los casos de LP
(Línea de Pobreza) y NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas).
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8- A modo de conclusión
Para finalizar y a modo de conclusión se presenta en el siguiente gráfico los componentes
principales de la ciudad en cuanto a su materialización en el territorio y los tipos de
racionalidad de los actores que la producen. perciben, usan y transforman . También sus
interrelaciones mas importantes, aunque no las únicas.
Entre estas últimas se puntualiza la interdependecia entre macrocomponentes - civis y
polis- como responsables de la producción de las condiciones de vida en y de la ciudad,
así como, desde donde y con quienes se otorgan y observan las tres dimensiones que
construyen el concepto de calidad de vida ‘’’’’’’’’’’’’’ calidad ambiental, bienestar e identidad
cultural.
La planificación urbana, y dentro de ella el planeamiento físico puede ser una herramienta
para el mejoramiento de la calidad ambiental de la ciudad pero nunca podrá reemplazar
son que deben acompañar las necesarias políticas de desarrollo social y económico que
colaboren en la construcción de un escenario de equidad.
Ciudad y calidad de vida: macro-componentes y actores clave.
CONTEXTO (político, social, económico y ecológico, regional, nacional y mundial)
CIUDAD
URBS
(MEDIO BIOFISICO)
CIVIS Y POLIS
(MEDIO SOCIAL)
Otorgan
bienestar e
identidad
cultural
COMPONENTE
FUNCIONAL
Elaboración propia
Producen
Condiciones
de vida
COMPONENTE
FÍSICO-ESPACIAL
O CONSTRUIDO
COMPONENTE
ECOLÓGICO
Otorga
calidad
ambiental
ACTORES CON
RACIONALIDAD
ECONOMICA
ACTORES CON
RACIONALIDAD
CIUDADANA
ACTORES DEL
SISTEMA
POLITICO E
INSTITUCIONAL
TERRITORIO (en distintas escalas y niveles de decisión)
Elaboración Propia
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