Subido por Espada Abel

Sentencia0600-2011-DELITOS PERMANENTES

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Tribunal Constitucional Plurinacional
SENTENCIA CONSTITUCIONAL 600/2011-R
Sucre, 3 de mayo de 2011
Expediente:
2007-16982-34-RAC
Distrito:
Cochabamba
Magistrada Relatora:
Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
En revisión la Resolución pronunciada dentro del recurso de amparo constitucional
ahora acción de amparo constitucional interpuesta por María Antonieta Sejas
Vda. de Pinto contra Juan Marcos Terrazas Rojas, Vocal de la Sala Penal
Tercera; Ángel Óscar Villarroel Díaz, ex Vocal de la referida Sala; Jesús
Efraín Camacho Cordova y Ever Richard Veizaga Ayala, ambos ex Jueces del
Juzgado Tercero en lo Penal y Rosmery Quiroz Sanjinés, Fiscal de Materia,
todos del Distrito Judicial de Cochabamba.
I.1. Contenido de la acción
Mediante memorial presentado el 23 de octubre de 2007, cursante
de ampliación de 24 de ese mes y año (fs. 45 y vta.), la accionante aduce que:
de
fs.
39 a
42 y
el
I.1.1. Hechos que la motivan
Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial, actuando sin competencia y ultra
petita, a solicitud de Servando Pinto Arispe, ordenó la protocolización de un
instrumento falso, acto que se efectuó en la Notaría de Fe Pública 10 a cargo de
Deborah Crespo Moncada. Desde esa fecha, o sea, desde la publicación en Derechos
Reales (DD.RR.), se comenzó a computar el inicio del ilícito; lo cual es incorrecto
porque no se tomó en cuenta que instaurada la querella contra Servando Pinto Arispe,
el 19 de mayo de 2003, éste objetó la misma el 7 de junio del indicado año y, a partir
de ese actuado se interrumpió el cómputo y por ende no se produjo la extinción de la
acción penal por el transcurso de los ocho años previstos en el art. 29 inc. 1) del
Código de procedimiento penal (CPP), pues desde el año 2003 a la fecha no
transcurrieron ni siete años. Hace saber que se amplió la querella contra Janeth
Rodríguez de Pinto, por el delito de estelionato previsto en el art. 337 del Código penal
(CP) por compraventa de un terreno a terceras personas registrado en DD.RR. el 24 de
febrero de 1999 y que sobre esta persona si operó la prescripción de la acción penal.
El
Por las actuaciones descritas tanto los Jueces y Vocales demandados, al declarar la
extinción de la acción penal por prescripción, actuaron en desconocimiento de los arts.
29, 30 y 31 del CPP, pues los delitos por los cuales fue imputado Servando Pinto
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Arispe, prescriben a los ocho años, y como se aludió, al haberse interrumpido por la
activación
de
acciones
y
medios
de
defensa
ante
el
órgano
jurisdiccional,
específicamente la objeción de la querella, transcurrieron menos de siete años. Añade
que, con este accionar, las autoridades demandadas, demuestran desconocimiento de la
norma adjetiva penal que vulnera el debido proceso y la “seguridad jurídica” al no
analizar como corresponde los preceptos indicados, computando erróneamente el plazo
desde el 13 de enero de 1997, fecha de publicación del instrumento falso en DD.RR.
Indica también que, se amenaza su derecho a la propiedad, siendo que actualmente,
ante el saneamiento del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) se adjudicaría el
inmueble a favor del querellado y sus compradores.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
La accionante alega la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la
Jurídica” y a la propiedad privada, citando los arts. 7 inc. a), 16.IV y
Constitución Política del Estado abrogada (CPEabrg).
“seguridad
22 de la
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y se anulen las Resoluciones y la prosecución de la acción
penal contra Servando Pinto Arispe.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Efectuada la audiencia pública, el 15 de diciembre de 2010, conforme consta en el acta
cursante de fs. 124 a 125, se produjeron los siguientes hechos:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante, a través de su abogado, ratificó los términos de la demanda y los amplió
manifestando existir un mal cómputo de la prescripción de la acción por el delito de uso
de instrumento falsificado, por haber sido utilizado en ventas realizadas el 20 de marzo
de 1998 y 12 de febrero de 1999 y desde entonces hasta el 9 de mayo de 2006, en que
el Juez, Efraín Camacho Córdova, emitió Resolución respecto a la excepción de
prescripción de la acción planteada por la Fiscal no transcurrieron los ocho años que
establece el art. 29 inc.1) del CPP, y además que dicha Resolución carece de la debida
fundamentación.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Por informe escrito cursante a fs. 120, Juan Marcos Terrazas Rojas, Presidente de la
Sala Penal Tercera refiere que, en el Auto de Vista impugnado de 26 de octubre de
2006, se estableció que el término de la prescripción, en aplicación del art. 32 del CPP,
se suspende cuando se haya resuelto la suspensión de la persecución penal y esté
vigente el periodo de prueba, mientras se encuentre pendiente la presentación del fallo
que resuelva las cuestiones prejudiciales planteadas, durante la tramitación de cualquier
forma de antejuicio o de la conformidad de un gobierno extranjero de la que dependa
su inicio y en los delitos que causen alteración del orden constitucional e impidan el
ejercicio regular de la competencia de autoridades legalmente constituidas mientras
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dure ese estado; y de acuerdo a esa cita, sólo esas causas suspenden la prescripción y
en las demás continúa corriendo independientemente de que se hubiera iniciado o no la
acción penal lo que marca una clara diferencia con el art. 102 del CP derogado que,
establecía que, la prescripción se interrumpía con el inicio de la instrucción penal y se la
computaba nuevamente desde la última actuación cumplida en el proceso. En este caso,
la accionante pretende se reconozca que la prescripción se suspendió debido al inicio de
la acción penal; lo cual no es admisible porque ello implicaría aplicar los arts. 100 y
103 del CP derogado.
La Fiscal de Materia, Rosmery Quiroz Sanjinés, por informe escrito cursante de fs. 121
a 123, indicó: a) De acuerdo a la normativa procesal penal que rige y establece el
régimen de la prescripción, ésta se interrumpe únicamente con la declaratoria de
rebeldía de acuerdo a lo determinado en el art. 31 del CPP, lo que no aconteció en este
caso careciendo de respaldo jurídico legal; b) Esta acción no puede ser utilizada como
un Tribunal de apelación o casación valorando y analizando asuntos de fondo de los
procesos judiciales o administrativos que ya fueron dilucidados en la justicia ordinaria;
en este caso por el Juez y los Vocales; c) Bajo ese entendimiento, al tener la calidad de
cosa juzgada, no puede efectuarse una nueva revisión, salvo en los casos en que se
evidencie estado de indefensión que imposibilite el efectivo y pleno ejercicio de sus
derechos y pretensiones, y de ser así, su estudio no implica una modificación de fondo
sino una restauración de los derechos para que luego, la jurisdicción ordinaria,
pronuncie nueva resolución sobre la base de dichos fundamentos; en este caso, no
hubo vulneración alguna al contestar la excepción e incluso formulado recurso de
apelación; y, d) Su actuación está ceñida a la ley, toda vez que, como representante del
Ministerio Público, no sólo está obligada a asumir las determinaciones de una eventual
acusación y ejercicio a ultranza de seguir la acción penal pública, sino que por el
principio de legalidad y equilibrio entre partes, conforme al art. 308 del CPP, se
encuentran
facultados
para
interponer
las
excepciones
que
correspondan
como
aconteció en este caso.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Servando Pinto Arispe, en su informe escrito cursante de fs. 117 adujo que: 1) La
solicitud de prescripción es totalmente atendible de acuerdo a los diferentes memoriales
del juicio penal y la propia acción de amparo constitucional; y en ese sentido las
Resoluciones emitidas tanto por el Juez como por los Vocales, son fallos apegados a las
leyes y no merecen cuestionamiento por ninguna vía judicial; 2) La acción de amparo
constitucional se interpuso fuera del término de los seis meses previsto en el art. 129
de la CPE; 3) La prescripción de conformidad a los arts. 30 y 31 del CPP, se interrumpe
sólo cuando existe declaratoria de rebeldía y no así por el inicio de alguna acción penal,
ello está determinado por diversas sentencias constitucionales; entre ellas las SSCC
1510/2002, 0187/2004, 0190/2007, 0023/2007, entre otras.
I.2.4.Resolución
La Resolución de 15 de diciembre de 2010 cursante de fs. 126 a 130 , pronunciada por
la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba,
constituida en Tribunal de garantías, denegó la tutela solicitada con los siguientes
argumentos: i) La accionante, en audiencia, expone hechos diferentes a los esgrimidos
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en la demanda, lo cual no es posible según entendimiento jurisprudencial contenido en
la SC 0365/2005-R de 13 de abril, que en lo central refiere que, la expresión contenida
en el art. 101 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), en sentido de que la
accionante podrá ratificar, modificar o ampliar los términos de la demanda debe ser
tomado como comprensivo de formulación de alegatos y no en sentido literal alterando
de manera relevante los hechos expuestos en la acción y que sirvieron de fundamento
fáctico del recurso; ii) Al margen de ello, se evidencia que interpuesta la excepción de
extinción de la acción penal por prescripción, puesta a conocimiento de la ahora
accionante a los fines del art. 314 del CPP, no contestó, por lo que el trámite concluyó
con la Resolución de 9 de mayo de 2006, emitida por el Juez de la causa, declarando
extinguida la acción penal; iii) Contra dicha Resolución, interpuso recurso de apelación
cuyos argumentos son los mismos que se exponen en la demanda pero no así los
invocados en audiencia; y en ese entendido, los Vocales no tienen responsabilidad
alguna al no emitir un pronunciamiento sobre hechos que no fueron demandados en su
oportunidad; y por ende, adecuó su conducta a la sub regla establecida en la SC
1337/2003-R referida a planteamientos equivocados o extemporáneos; y, iv) Sobre la
falta de fundamentación, el Tribunal Constitucional unificó su jurisprudencia en sentido
de que dicha facultad es privativa de la jurisdicción ordinaria; bajo esa misma óptica de
auto restricciones, establecida por dicho órgano, indicó que la labor de la interpretación
de la legalidad ordinaria corresponde al órgano jurisdiccional y sólo se efectuará un
control siempre y cuando el que acciona cumpla con una serie de requisitos, lo que no
ocurre en este caso; finalmente, aduce que siempre en sujeción a los entendimientos
jurisprudenciales, la SC 1358/2003-R de 18 de septiembre expresó que el “amparo” no
es un “recurso” casacional que forme parte de las vías legales ordinarias.
I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional
Por Auto de 31 de octubre de 2007, la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del
Distrito Judicial de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías declaró la
“improcedencia in límine” de esta acción. Este Tribunal Constitucional a través de la
Comisión de Admisión, en sujeción al entendimiento jurisprudencial contenido en la SC
0505/2005-R de 10 de mayo, de carácter vinculante que determinó la atribución de
revisar
las
resoluciones
de
improcedencia
y
rechazo
por
incumplimiento
de
los
requisitos previstos por los arts.
96 y 97 de la LTC,
ante
la
verificación
del
cumplimiento de requisitos de fondo y forma excepto la falta de señalamiento del
nombre y domicilio del tercero interesado, revocó la
Resolución de 24 de octubre de
2007, venida en revisión, disponiendo que se conceda un plazo de cuarenta y ocho
horas para que subsane lo extrañado. Devuelto el expediente al Tribunal de garantías y
cumplido el requisito omitido por Auto de Vista de 10 de agosto de 2010 se admitió la
acción (fs. 69) pronunciándose la Resolución el 15 de diciembre de ese año, fallo que
ahora se revisa.
Mediante Ley 040 de 1 de septiembre de 2010 se ampliaron las facultades otorgadas a
este Tribunal a través de la Ley 003 de 13 de febrero de 2010, a objeto de conocer y
resolver las acciones de defensa y derechos fundamentales presentadas a partir del 7 de
febrero de 2009; es decir, bajo el nuevo orden constitucional; por lo que, según
acuerdo jurisdiccional 001/2011 de 11 de enero, se procedió a la reanudación del sorteo
de causas.
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II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa
siguientes conclusiones:
de
los
antecedentes
que
cursan
en
obrados,
se
establecen
las
II.1.El 20 de mayo de 2003, la accionante María Antonieta Sejas Vda. de Pinto,
interpuso querella contra Servando Pinto Arispe por los delitos de falsedad
material e ideológica y uso de instrumento falsificado (fs. 8 a 9). El 7 de junio de
ese año el querellado objetó la admisibilidad de la misma (fs. 11 y vta.).
II.2.
El 17 de noviembre de 2003, la Fiscal demandada, efectuó la imputación formal
por los delitos de falsedad material, uso de instrumento falsificado y estelionato,
tipificados y sancionados en los arts. 198, 203 y 337 del CP (fs. 21).
II.3.
El 21 de marzo de 2006, la Fiscal demandada, Rosmery Quiroz Sanjinés,
apoyada en el art. 308 inc. 4) del CPP, interpuso excepción de extinción de la
acción penal por prescripción indicando que, los delitos de falsedad material y uso
de instrumento falsificado datan del mes de enero de 1997, habiendo transcurrido
más de ocho años y por su parte el delito de estelionato se consumó en el mes de
marzo de 1998 y enero de 1999, pasando más de cinco años sin que se haya
dado ninguno de los presupuestos de interrupción o suspensión del término de la
prescripción establecidos en los arts. 31 y 32 del referido código (fs. 21 vta.).
II.4.Por Auto de 9 de mayo de 2006, el Juez Tercero de Instrucción en lo Penal,
declaró probada la excepción y extinguida la acción penal. Sobre los delitos de
falsedad material y uso de instrumento falsificado tipificados en los arts. 198 y
203 del CP, que se encuentran sancionados con una pena privativa de libertad de
uno a seis años, adujo que, tomando en cuenta que se consumó
en el momento
en el que el documento falso fue registrado en DD.RR., el 21 de enero de 1997,
hasta la fecha transcurrieron ocho años, dos meses y veinte días. Con referencia al
delito de estelionato arguyó que, se encuentra dentro de los delitos denominados
instantáneos y que merecen una pena privativa de libertad de uno a cinco años y
desde la consumación que se produjo a tiempo de transferir el inmueble por el
imputado y co procesada el 30 de diciembre de 1998, transcurrieron siete años,
tres meses y diez días (fs. 21 a 23).
II.5.El contenido del recurso de apelación interpuesto por la accionante contra la
determinación ut supra, indica no ser evidente que transcurrieron ocho años
porque la querella, fue interpuesta el 2003, y al haber sido contestada, realizando
además otros actos jurisdiccionales, tanto Servando Pinto Arispe como la co
imputada
Jannet
Rodríguez
de
Pinto,
interrumpieron
la
prescripción
conforme
establece el art. 31 del CPP; y en consecuencia, no se produjo la extinción por
transcurrir
sólo
seis
años.
Asimismo,
refiere
que
respecto
al
estelionato,
transcurrieron cuatro años computables desde el 30 de diciembre de 2003, fecha
en la que los imputados realizaron actos jurisdiccionales que, como se aludió,
interrumpen la prescripción (fs. 25 a 26).
II.6.
Los Vocales de la Sala Penal Tercera, confirmaron el fallo del inferior, indicando
que el cómputo para los delitos de falsedad material y uso de instrumento
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falsificado debe efectuarse a partir del 21 de enero de 1997, siendo esa la fecha
de inscripción en DD.RR. y bajo este entendimiento, transcurrieron más de nueve
años y dos meses, y la pena privativa para estos ilícitos es de uno a seis años. Con
relación al delito de estelionato su cómputo se efectúa a partir del 28 de febrero y
30 de diciembre de 1998, siendo las fechas en que efectuaron la venta a Gastón
Enrique Guardia Bilbao, tiempo que además nunca fue interrumpido al no
concurrir
ninguna
de
las
causales,
transcurriendo
ocho
años,
operándose
la
prescripción pues la acción penal prescribe a los cinco años (fs. 29 a 31).
III FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante refiere que, tanto el Juez como los Vocales demandados, vulneraron el
debido proceso y “seguridad jurídica”; así como amenazan su derecho propietario al
haber declarado la extinción de la acción penal por prescripción efectuando un mal
cómputo, pues tomaron como fecha el registro en DD.RR., efectuado el 21 de enero de
1997, soslayando que instaurada querella contra Servando Pinto Arispe éste objetó la
misma en 7 de junio del indicado año y a partir de ese actuado se interrumpió el
cómputo y por ende no se produjo la extinción de la acción penal por el transcurso de
los ocho años previstos en el art. 29 inc.1) del CPP, pues desde el año 2003 a la fecha
no transcurrieron ni siete años.
III.1. Alcances y fines de la prescripción de la acción penal
En principio, es necesario recordar que la prescripción constituye una institución
jurídica en virtud de la cual, y por el transcurso del tiempo determinado por ley,
cesa la persecución penal del Estado ejercitada a través de los órganos
jurisdiccionales, o por los particulares en los delitos de acción privada. Se funda
en un interés social por cuanto el Estado no puede prolongar indefinidamente en
el tiempo la persecución penal, ya sea por negligencia de la víctima o falta de
interés de los órganos encargados de la misma.
Guillermo Cabanellas, refiriéndose a este instituto, señaló que constituye: “La
consolidación de una situación jurídica por efecto del transcurso del tiempo; ya
sea convirtiendo un hecho en derecho, como la posesión en propiedad; ya
perpetuando
una
renuncia,
abandono
desidia,
inactividad
o
impotencia”
En
materia penal sostiene el mismo tratadista que involucra la: “extinción de la
responsabilidad penal por el transcurso del tiempo sin perseguir el delito o falta
luego de quebrantada la condena”
En correspondencia con lo dicho la jurisprudencia constitucional, ha establecido
que: "… La prescripción se traduce en los efectos que produce el transcurso del
tiempo sobre el ejercicio de una determinada facultad. Esta definición, aplicada al
ámbito penal, significa la expresa renuncia por parte del Estado del derecho a
juzgar debido al tiempo transcurrido.
Conforme a ello, es el propio Estado el que, a través de la norma penal (procesal
o sustantiva, según las legislaciones), establece los límites de tiempo en que se
puede ejercer la persecución penal. La actividad represiva del Estado no puede
ser ejercida de manera indefinida, ya que al hacerlo se quebrantaría el equilibrio
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que debe existir entre la función de defensa de la sociedad y la protección de
derechos y garantías individuales" (SC 0023/2007-R de 16 de enero).
El mismo entendimiento, luego de identificar las razones que
prescripción, concluyó que ésta: "…debe fundamentarse desde
fundamentan
la
la Constitución,
en la medida en que este instituto está íntimamente vinculado con los principios,
valores, derechos y garantías constitucionales, fundamentalmente la garantía del
debido proceso, la prohibición de indefensión y el derecho a la seguridad
jurídica.
Así, respecto al derecho a la defensa, es innegable que si pese al tiempo
transcurrido, la acción penal se dirigiera contra el supuesto culpable, llegando
inclusive a imponerse una pena, se produciría una grave indefensión, pues los
medios de defensa de los que podría servirse el imputado, o ya no existirían o se
encontrarían debilitados, corriéndose el riesgo de condenar a un inocente por el
tiempo transcurrido…”.
III.2. Contexto legal
El art.
27 inc. 8) del CPP, establece la extinción de la acción penal por
prescripción. A su vez el art. 29 del mismo cuerpo legal, señala los plazos dentro
de los cuales prescribe la acción penal, siendo los siguientes:
"1) En ocho años, para los delitos que tengan señalada
libertad cuyo máximo legal sea de seis o más de seis años;
una
pena
privativa
de
2) En cinco años para los que tengan señaladas penas privativas de libertad cuyo
máximo legal sea menor de seis y mayor de dos años,
3) En tres
libertad, y,
años,
para
los
demás
delitos
sancionados
con
penas
privativas
de
4) En dos años para los delitos sancionados con penas no privativas de libertad".
El art. 30 del citado Código, estipula que: "El término de la prescripción
empezará a correr desde la media noche del día en que se cometió el delito o en
que cesó su consumación". Por su parte, el art. 31 del CPP, preceptúa que: “El
término de la prescripción de la acción se interrumpirá por la declaratoria de
rebeldía
del
imputado,
momento
desde
el
cual
el
plazo
se
computará
nuevamente”. Finalmente, el art. 32 del mismo cuerpo legal, indica que se
suspende el término de la prescripción: “1) Cuando se haya resuelto la
suspensión de la persecución penal y esté vigente el período de prueba
correspondiente;
2)
Mientras
esté
pendiente
la
presentación
del
fallo
que
resuelva las excepciones planteadas; 3) Durante la tramitación de cualquier
forma de antejuicio o en la conformidad de un gobierno extranjero de la que
dependa el inicio del proceso; y, 4) En los delitos que causen alteración del
orden constitucional e impidan el ejercicio regular de la competencia de las
autoridades legalmente constituidas mientras dure ese estado”.
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III.3. Respecto
a
la
clasificación
de
los
delitos
consumación y la duración de la ofensa al bien jurídico
El tratadista Benjamín Miguel Harb,
instantáneos, permanentes y continuados.
Los
efectuó
una
por
el
diferenciación
momento
entre
de
delitos
delitos instantáneos -adujo-, se presentan cuando la conducta se lleva a
cabo en un momento, o sea cuando el hecho que produce el delito dé lugar a
daño o peligro y no se prolonga en el tiempo. Por su parte los delitos
permanentes, se caracterizan en que el hecho que lo configura da lugar a una
situación dañosa o peligrosa que se prolonga en el tiempo a causa de la
perduración de la conducta del sujeto, o sea cuando la conducta delictiva se
mantiene en el tiempo y cada uno de sus momentos se considera delictivo o de
consumación. Finalmente, los delitos continuados se presentan cuando se
producen varias conductas que tienden en la intención del agente a un fin
común, pero para que se presente esta situación es necesario que la ley no dé
relevancia a cada uno de estos casos porque sino tendríamos varios delitos y no
uno sólo.
Con relación a los delitos instantáneos y permanentes la SC 1190/2001-R de 12 de
noviembre, señaló que: ”...corresponde precisar que los delitos por la duración
de la ofensa al bien jurídico atacado, se clasifican en tipos instantáneos y tipos
permanentes. En los delitos instantáneos, la ofensa al bien jurídico cesa
inmediatamente después de consumada la conducta típica (Ej. El delito de
homicidio); en cambio, en los delitos permanentes, la actividad consumativa no
cesa al perfeccionarse la acción típica sino que perdura en el tiempo, de modo
que todos los momentos de su duración, se imputan como consumación de la
acción delictiva”.
Con
referencia a los delitos instantáneos con efectos permanentes la SC 1709/2004
-R de 22 de octubre determinó: ”... en función a la duración de la ofensa al bien
jurídico vulnerado, los hechos ilícitos se dividen en delitos instantáneos, que
-como se tiene referido en la Sentencia constitucional citada precedentementeson aquellos que con la sola realización de la conducta, acción u omisión, por el
sujeto activo quedan realizados o tipificados, sin que se requiera acción posterior
para su continuidad o vigencia. Los delitos permanentes, son los que se
caracterizan porque el hecho que los constituye o realiza da lugar a una situación
dañosa o de peligro, que se prolonga en el tiempo a causa de la continuidad del
comportamiento del sujeto. Para la existencia de estos delitos, es necesario que
el estado dañoso o de peligro, provenga de la conducta del sujeto activo de
manera continua, es decir, que no se agote en un solo instante, sino que prosiga
durante determinado tiempo; y que la prórroga de la situación antijurídica se
deba a la exclusiva conducta voluntaria del sujeto, que prosigue con ella
ininterrumpidamente después de la realización del hecho que constituye el delito.
Sin embargo, la doctrina también considera dentro de esta clasificación a los
delitos instantáneos con efectos permanentes, que son aquellos cuya conducta
destruye o disminuye el bien jurídico tutelado, en forma instantánea, en un solo
momento, pero permanecen las consecuencias nocivas del mismo”.
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De
la
jurisprudencia
citada
precedentemente,
concluimos
que
en
los
delitos
instantáneos, la acción coincide con el momento de consumación del delito, en
tanto que en los delitos permanentes, la consumación del delito se prolonga en
el tiempo, en ese entendido, para los delitos instantáneos, el cómputo se inicia
desde la media noche en que se cometió el delito, y para los permanentes, desde
que cesó su consumación.
III.4.El caso concreto en análisis
De la relación de antecedentes se tiene que, María Antonieta Sejas Vda. de Pinto, el
20 de mayo de 2003, interpuso querella contra Servando Pinto Arispe por los
delitos de falsedad material e ideológica y uso de nstrumento falsificado indicando
que, por la escritura que adjunta, los padres de su extinto esposo,
adquirieron
por compra a su anterior propietaria Elena Barrientos Vda. de Galindo un lote de
terreno en la zona “Arroyos”, cantón Villa Tunari de la Provincia Chapare, con una
superficie de 4 ha., 68 áreas, el cual está debidamente registrado en la partida
162 del Libro Primero de Propiedad de la Provincia Chapare, el 22 de febrero de
1952; posteriormente, ante el fallecimiento de sus suegros fueron a vivir en la
parte que les correspondía del acervo hereditario demandando; sin embargo,
surgió un supuesto documento de venta realizado por los padres de su esposo a
favor de Servando Pinto Arispe que fue legalizado, evidenciándose la existencia de
una firma y rúbrica así como la impresión dactilar de los supuestos vendedores.
Ahora bien, el documento aludido cursa a fs. 4 y vta., suscrito el 14 de octubre de
1977, por el que, Gerónimo Pinto Serna y Tomasa Arispe de Pinto, dan en venta
real a favor del aludido, Servando Pinto Arispe, documento que fue protocolizado
por orden del Juez Primero de Instrucción en lo Civil en DD.RR. el 13 de enero de
1997.
Del contenido del Auto emitido por el Juez Tercero de Instrucción en lo Penal,
cursante de fs. 21 a 23 vta., el 17 de noviembre de 2003 y 3 de octubre de 2005,
se extracta que, la Fiscal demandada, efectuó la imputación formal por los delitos
de falsedad material, uso de instrumento falsificado y estelionato
tipificados y
sancionados en los arts. 198, 203 y 337 del CP para posteriormente, interponer
excepción de prescripción el 21 de marzo de 2006, alegando que los delitos de
falsedad material y uso de instrumento falsificado, datan del mes de enero de
1997, habiendo transcurrido más de ocho años y por su parte el delito de
estelionato se consumó en el mes de marzo de 1998 y enero de 1999, pasando
más de cinco años sin que se haya dado ninguno de los presupuestos de
interrupción o suspensión del término de la prescripción establecidos en los arts.
31 y 32 del CPP. Por Auto de 9 de mayo de 2006, el Juez Tercero de Instrucción
en lo Penal, declaró probada la excepción y extinguida la acción penal que fue
confirmada en apelación por los Vocales co demandados.
Establecidos los antecedentes fácticos, el marco normativo aplicable al caso, así
como
la
jurisprudencia
glosada
precedentemente,
se
tiene
que
la
presunta
comisión de los delitos de falsedad material y uso de instrumento falsificado
atribuida al imputado que deviene de una supuesta falsificación del documento de
14 de octubre de 1977, y que posteriormente fue elevada a escritura pública el 13
de enero de 1997; se establece que el cómputo debe efectuarse a partir del 21 de
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enero de 1997, fecha de su inscripción en DD.RR.; en razón de que al ser elevado
a ese rango, empezó a surtir efectos respecto a terceros. Ahora bien, tomando en
cuenta que los mismos estipulan una pena privativa de libertad de seis años,
desde el 21 de enero de 1997, hasta la fecha en que se interpuso la excepción, 21
de marzo de 2006, se establece que transcurrieron nueve años y dos meses; en
cuyo mérito, en consideración a la naturaleza instantánea de esos delitos, se
constata que al momento de oponer la excepción de prescripción, transcurrió
abundantemente el término para esta clase de ilícitos tomando en cuenta el
cuantum de la pena privativa de libertad señalada en la ley.
Por su parte en cuanto al delito de estelionato previsto en el art. 337 del CP, al
establecer que: “El que vendiere o gravare como bienes libres los que fueren
litigiosos o estuvieren embargados o gravados y el que vendiere, gravare o
arrendare, como propios, bienes ajenos, será sancionado con privación de libertad
de uno a cinco años”; el cómputo empezó a correr a partir del día
30 de
diciembre de 1998, fecha en la que el imputado efectuó la venta del lote de
terreno a Gastón Enrique Guardia Bilbao; de ahí que desde esa fecha, hasta la
interposición de la acción tutelar, se establece que transcurrieron más de ocho
años, de donde también se infiere que fue deducida después de haberse operado
la prescripción tomando en cuenta que la acción penal prescribe a los cinco años.
Lo dicho se establece del contenido de las manifestaciones de la accionante, quien
en la demanda asumió la venta que se realizó a terceras personas en la indicada
fecha. También se arribó a este razonamiento por el contenido de los Autos
cuestionados, no desvirtuados por María Antonieta Sejas Vda. de Pinto, los cuales
aludieron
que
una
vez
protocolizado
el
documento
falsificado
procedieron
conjuntamente Janeth Rodríguez de Pinto, a vender el lote de terreno conforme se
evidencia de las minutas de 26 de febrero y 30 de diciembre, ambas de 1998 y
que
fueron
protocolizadas
conforme
se
evidencia
de
las
escrituras
públicas
415/2008 y 149/99.
Por lo analizado, no se constata ilegalidad alguna cometida por las autoridades
demandadas; por el contrario, sujetándose a los preceptos legales que rigen el
instituto declararon extinguida la acción penal; analizando para ello la pena
prevista para cada uno de los delitos imputados, los plazos dentro de los cuales
prescribe la acción según norma el art. 27 inc. 8) del CPP; asimismo, el inicio del
cómputo del mismo que según el art. 30 del citado compilado, empezará a correr
desde la media noche del día en que se cometió el delito o en que cesó su
consumación y que en este caso se exteriorizó en el momento en que se inscribió
el documento reputado de falso en DD.RR. y sobre la base de éste se efectuó una
venta a una tercera persona; asimismo, verificaron la inexistencia de causas de
suspensión o interrupción claramente establecidas en los arts. 31 y 32 del CP;
evidentemente
sobre
este
último
punto,
no
concurrieron
ninguno
de
los
presupuestos,
siendo
errada
o
interesada
la
interpretación
efectuada
por
la
accionante, quien adujo que se interrumpió el cómputo en el momento en que el
querellado Servando Pinto Arispe activó el aparato judicial al objetar la querella
interpuesta en su contra.
Por lo analizado, las autoridades demandadas, al declarar extinguida la acción penal por
prescripción, evaluaron en forma correcta los antecedentes del caso dando correcta
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aplicación al art. 128 de la CPE; y por ende, el Tribunal de garantías al haber
denegado la acción tutelar efectuó una valoración correcta de las normas aplicables al
proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción y competencia que le confiere el
art. 3 de la Ley 040 de 1 de septiembre de 2010 que modifica el art. 4.I de la Ley 003
de 13 de febrero de 2010, en revisión, resuelve: APROBAR la Resolución de 15 de
diciembre de 2010, cursante de fs. 126 a 130, dictada por la Sala Penal Segunda de la
Corte Superior del Distrito de Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela
solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional.
No intervienen el Presidente, Dr. Juan Lanchipa
Félix Mur, porque ambos no conocieron el asunto.
Ponce;
y
el
Magistrado,
Dr.
Ernesto
Fdo. Dr. Abigael Burgoa Ordoñez
DECANO
Fdo. Dr. Marco Antonio Baldivieso Jinés
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA
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