Subido por Felix Eduardo Castillo Sallas

12 ejercicio streew

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Título
12 Ejercicios de Yoga Para el
Estrés que Puedes Realizar en
Cualquier Momento y en Cualquier
Lugar
Prepárate Para Manejar las Situaciones Difíciles
con Calma y Tranquilidad – y Gana Éxito,
Serenidad y Felicidad
Anand Gupta
© 2016 Anand Gupta
Contenido
Título
Contenido
Introducción
Capítulo 1 - Posturas de Pie y de Rodillas
Capítulo 2 – Posturas Sentadas y Supinas
Conclusión
Renuncia
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Introducción
El término "yoga" es sinónimo de una maravillosa alineación de la
mente, el cuerpo y el alma. Esta armonía se puede lograr a través de
técnicas de respiración controladas, diversos ejercicios o asanas y la
meditación. ¿Es importante este tipo de unidad? Sí, lo es, debes estar
al tanto de que la depresión y la ansiedad son las aflicciones que
afectan a millones de personas en todo el mundo. De hecho, estas
condiciones a menudo se convierten en formas serias de
enfermedades mentales. Por tanto, todas tus ansiedades y todo tu
estrés desaparecerán como por arte de magia, cuando te involucras
en la práctica regular y sincera del Yoga.
¿Hay preocupaciones específicas a tener en cuenta durante estas
sesiones?
Sí, en tu entusiasmo para dominarlo todo lo más rápido posible, sin
darte cuenta podrías comenzar a tratar la práctica del Yoga como una
competencia, en vez de un programa único de ejercicios. A menos que
avances de manera sistemática y con cautela, eres propenso a sufrir
lesiones en los músculos y experimentar incomodidad. Por ende,
debes escuchar las señales que envía tu cuerpo, especialmente si
eres nuevo en esta disciplina.
Ahora bien, el yoga y las comidas no son compatibles. Siempre toma
un descanso de dos horas o dos horas y media después de una
comida. Puedes beber agua, sin embargo. Alternativamente, se puede
practicar una media hora antes de comer. Recuerda, que tu cuerpo
necesita estar de pie, sentarse y acostarse, así como saltar, girar y
torcerse.
Las técnicas de respiración deben ser correctas. Esto significa que
necesitarás controlar tus inhalaciones y exhalaciones, haciéndolas
superficiales o profundas de acuerdo con el tipo de ejercicio que se
practica. Siempre debes mantener tu mente en la respiración. Una
mente errante, agitada o distraída conducirá a alteraciones en el ritmo
de la respiración. Podría ser una buena idea mantener los ojos
cerrados, para que te sientas más relajado. Podrás ser capaz de
profundizar en tu ser interior, mientras te mueves en un estado
meditativo.
Usa ropa suelta. Todos los ejercicios, incluyendo el yoga, siempre
deben hacerse en un ambiente de confort. Asegúrate de usar una
alfombra en el piso. Ni tus pies ni tu cabeza deben estar en contacto
con un piso desnudo, frío. A pesar de la tensión, trata de evitar apretar
las mandíbulas, dedos de los pies o dedos de las manos durante tus
sesiones de práctica. ¡Solo, déjate llevar! Por último, tampoco
necesitas preocuparte por la secuencia de los ejercicios que se
recomiendan a continuación. Puedes mantenerlo flexible. No obstante,
la postura del muerto (shavasana) siempre se debe dejar para lo
último; significa el final de tu programa de ejercicios.
Capítulo 1 - Posturas de Pie y de
Rodillas
Cualquier ejercicio de yoga se puede repetir de cinco a diez veces.
Postura flexionada hacia delante
(Padahastasana)
El estrés no solo está centrado en tu mente; puede estar afectando a
todo tu físico y también a la forma de comportarte. Por lo tanto, a
menos que sufras de lumbago o espondilitis, puedes seguir adelante
con este ejercicio. Si eres susceptible a problemas del corazón o
presión arterial, ten mucho cuidado.
De hecho, ¡te encantará la forma en que toda tu columna vertebral y
tus músculos se estiran! Incluso tus órganos internos, incluyendo el
estómago y el abdomen, recibirán un masaje muy necesario. Esto
facilita la digestión, promueve la pérdida de peso, la circulación
sanguínea saludable y un mejor funcionamiento del sistema nervioso
(concentración y capacidad intelectual).
von Marcocarvalho (Eigenes Werk) [CC BY 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)], via Wikimedia Commons
Para empezar, párate derecho con la columna y la cabeza erguidas.
Asegúrate de que tus pies se encuentran juntos. Los brazos deben
estar descansando a los lados. Toma una respiración profunda.
Mientras contienes el aliento, extiende las manos a los lados. Deben
estar en línea con los hombros, las palmas de las manos hacia abajo.
Ahora, elévalas por encima de la cabeza, de tal manera que los bíceps
toquen tus orejas y las palmas de tus manos queden una frente a la
otra. Comienza a exhalar. A medida que exhalas lentamente, lleva las
manos hacia delante en una posición horizontal, paralela al suelo.
Continúa el movimiento doblándote hacia delante, hasta que las
palmas de tus manos se apoyen sobre el suelo. Cada palma debe
estar al lado de un pie (puedes estirar tus manos hacia atrás o incluso
sujetar tus tobillos, como variaciones). La frente debe descansar en
tus rodillas. Quédate en esta posición por medio minuto o un minuto,
respirando normalmente. Respira profundo una vez más, y eleva tu
cuerpo lentamente a su posición vertical original con las manos alzadas
por encima de tu cabeza. Mientras exhalas, baja tus manos y llévalas a
descansar contra el tronco.
Postura del Triángulo
(Trikonasana)
Puede ser mejor que te mantengas alejado de este ejercicio, si el dolor
en la espalda baja o síntomas artríticos se acentúan demasiado. De lo
contrario, sería prudente continuar la práctica regular de este asana
particular. Puedes imaginarte el maravilloso impacto que tendrá en tu
flexibilidad general. De hecho, aun cuando sigas subiendo y bajando
los brazos, podrás sentir ese profundo estiramiento extendiéndose a lo
largo de todo tu cuerpo. Si das la apariencia de estar jorobado al
caminar, este ejercicio debe servir para mejorar tu postura. La postura
del triángulo ayuda a mejorar la digestión, la densidad ósea y el tono
muscular. Además de perder el exceso de grasa, también encontraras
que el riesgo de desarrollar osteoporosis, fatiga, ansiedad y depresión
se reducirá en gran medida.
By Kennguru (Own work) [CC BY 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)], via Wikimedia Commons
Una vez más, ponte de pie alto y recto. Mantén los pies separados por
unos cuatro pies o menos. Deja que tus manos descansen al lado de
tu cuerpo. Ahora, levanta ambos brazos, para que queden paralelos al
suelo, inhalando profundamente todo el tiempo. A continuación, exhala.
Mientras exhalas, flexiona el tronco hacia el lado derecho. Mantenlo
doblado hasta que los dedos de tu mano derecha toquen tu pie
derecho. Naturalmente, tu mano izquierda se levanta por sí misma, con
los dedos apuntando hacia el techo. Asegúrate de que tu mano
derecha, mano izquierda y el torso estén doblados en el mismo plano;
no debe haber inclinado hacia adelante. Incluso los codos y las rodillas
no deben doblarse. Inclina la cabeza hacia arriba y mira los dedos de
tu mano izquierda. Permanece en esta posición durante unos 30
segundos más o menos. Alternativamente, puedes contar hasta ocho.
Respira profundo y levanta tu cuerpo. Deja que los brazos vuelvan a su
posición horizontal. Por último, al exhalar, baja tus manos al lado del
cuerpo y pon los pies juntos. Tendrás que repetir todo el conjunto de
acciones para el otro lado de tu cuerpo.
Postura del Perro Mirando Hacia
Abajo (Adho Mukha Savasana)
Este ejercicio no es recomendable si estás embarazada (último
trimestre) o sufres del síndrome del túnel carpiano. Ten cuidado si
padeces de hipertensión arterial o experimentas diarreas con
frecuencia.
By Iveto (Own work) [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) or CC BY 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)], via Wikimedia Commons
Si no tienes este tipo de problemas, puedes hacer este ejercicio con
regularidad. Además de fortalecer los músculos de los brazos y las
piernas, también energizará todo tu cuerpo de pies a cabeza. Mientras
que tu densidad ósea y la circulación sanguínea mejoran, correrás un
menor riesgo de padecer osteoporosis, rigidez en el cuello, fatiga,
cefaleas por tensión, etc. Lo mejor es que te sentirás mucho más
tranquilo y más capaz de lidiar con situaciones adversas sin
sobresaltarte. Podrás dormir bien por las noches.
Ahora comencemos con el ejercicio. Primero, respira profundo
mientras bajas tus manos y rodillas. Asegúrate de que tus rodillas y
caderas están en perfecta alineación. Las palmas de las manos deben
colocarse ligeramente hacia adelante; pero no deberían estar en línea
con los hombros. A continuación, mientras exhalas lentamente,
comienza a levantar las rodillas, los talones y los codos. Continúa
hasta que tu cuerpo adquiera una forma de "V" invertida. Tus manos
deben estar al ancho de los hombros, mientras que los pies deben
estar al ancho de las caderas. Los dedos de las manos y los pies
deben estar apuntando hacia el frente. Tus orejas deben estar tocando
los brazos interiores, manteniendo el cuello estirado. Enfoca los ojos
en tu naval y respira normalmente. Si encuentras esto fácil, mantén la
posición entre uno y tres minutos. Inhala profundo. Mientras exhalas
lentamente, vuelve a la posición inicial gradualmente.
Postura del Gato (Marjariasana)
Estirarse como un gato es una gran manera de aliviar el estrés. A
menos que el médico te indique evitar estirar el cuello o la espalda,
puedes proseguir con este ejercicio. Quedarás sorprendido por el
efecto que tiene en tus órganos digestivos y los músculos
abdominales. Además de fortalecer los hombros y las muñecas,
mejorará la flexibilidad de la columna. En el caso, que seas propensa
al síndrome premenstrual, utiliza esta posición para relajar la mente.
Muy bien, ponte en cuatro patas. Tu postura debe ser similar a una
mesa. Mientras tu espalda es el tablero de la mesa, tus palmas y
rodillas son las patas descansando en la alfombra. Asegúrate de que
las rodillas y las caderas están alineadas, del mismo modo que tus
hombros y tus manos. Las rodillas al ancho de las caderas, mientras
que las manos están al ancho de hombros. Mira hacia adelante. Toma
una respiración profunda. Mientras que inhalas, levanta la barbilla e
inclina la cabeza hacia atrás. Simultáneamente, levanta el cóccix más
alto, pero baja la región naval. Los glúteos deben comprimirse
también. No te preocupes; ¡es posible hacerlo todo a la vez! Mantén
esta posición durante medio minuto, mientras tomas respiraciones
largas y profundas. A continuación, exhala lentamente. Mientras liberas
la respiración, deja caer tu barbilla. Dejándola tocar tu pecho. Arquea
la espalda tan alto como puedas, de forma similar a la que un gato
estira su cuerpo. Puedes relajar tus glúteos. Una vez más, mantén la
posición durante 30 segundos, antes de volver a la posición inicial.
f9photos @ fotoloa
Postura de la Vaca (Bitilasana)
Similar a Marjariasana, esta postura es espléndida para la salud de tu
músculo-esquelético y sistema circulatorio. Sin que te des cuenta, tus
acciones sirven para proporcionar un suave masaje a tus órganos
internos. Naturalmente, quedarás libre de dolores y molestias. A su
vez, te sentirás relajado y libre de estrés. Los beneficios son mayores
cuando la postura de la vaca se combina con la postura del gato.
En caso, de que sufras terribles dolores de rodilla o muñeca, por
favor, debes evitar este ejercicio. Del mismo modo, si has tenido una
cirugía de rodilla o muñeca, se te recomienda abstenerte de esta
postura. Si tienes dolor o lesión en el cuello, simplemente asegúrate
de no inclinar la cabeza hacia arriba; déjala permanecer en línea con tu
cuerpo.
Es el momento de realizar el asana. De manera similar a las acciones
realizadas en Marjariasana, convierte tu espalda en una mesa, con las
rodillas y las manos de manera similar a las patas de la mesa. Mira
hacia adelante. Inhala profundamente, mientras levantas la barbilla e
inclinas la cabeza hacia atrás. Te invitamos a lucir recto o ligeramente
hacia arriba. Al mismo tiempo, levanta el cóccix o los glúteos. Debe
dar la impresión como si se están moviendo hacia el techo. Sin
embargo, tu vientre debe bajar, hacia la alfombra. A medida que
mantienes esta posición durante 30 segundos o más, descubrirás que
todo tu cuerpo recibe un glorioso estirón. Por último, libera tu
respiración y vuelve a la posición inicial con tanta gracia como sea
posible.
fizkes@Fotolia
Postura del Niño (Balasana)
Esta es una de las mejores posturas para rejuvenecer tu cuerpo y
mente. Debido a la práctica regular, tu cuerpo eventualmente se librará
de la rigidez del cuello o los hombros, dolor de espalda baja y la
tensión de la cadera. En cuanto a la mente, será restaurada a su
estado anterior enérgico y animado.
Este ejercicio está prohibido para las mujeres embarazadas, personas
que sufran episodios de diarrea y que tienen la rodilla lesionada.
von Iveto (Eigenes Werk) [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) oder CC BY-SA 4.0-3.0-2.5-2.0-1.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0-3.0-2.5-2.0-1.0)], via Wikimedia
Commons
Para comenzar el asana, arrodíllate en la alfombra. A continuación,
une tus rodillas. Siéntate sobre los talones. Esto significa que los
glúteos están descansando en tus pies. Una vez instalado, abre las
rodillas de par en par; deja que los dedos de ambos pies se
mantengan en contacto unos con otros. Asegúrate de que tu cuerpo
está erguido, con la cabeza, el cuello y la columna en el mismo plano.
Mantén los brazos a los lados. Todas estas acciones deben estar en
alineación con la inhalación. Es hora de posar. Por lo tanto, empieza a
liberar la respiración. Mientras exhalas, lleva tu cuerpo hacia adelante.
Extiende los brazos al frente. El torso debe moverse sobre tus muslos.
De hecho, el pecho y el corazón deben detenerse entre los muslos (o
encima de ellos, si tu peso o caderas te han impedido abrir tus rodillas
lo suficiente). Mantente doblado hasta que tu frente toque el suelo. Las
palmas de tus brazos extendidos deben tocar el suelo. Estira todo el
cuerpo tanto como sea posible, pero sin levantar los glúteos de los
talones. Mantén esta posición de 30 segundos a un minuto. Mantén los
ojos cerrados, para que solo te centres en tu ser interior. Respira
profundo, pero de forma normal, mientras mantienes la postura. Inhala
profundamente mientras tu cuerpo regresa a una postura erecta.
Exhala, mientras que poco a poco bajas tus manos a los lados.
Puedes variar la postura ligeramente, si así lo deseas. En lugar de
estirar los brazos hacia adelante, puedes optar por mantenerlos a
ambos lados del torso. Entrelaza todos los dedos y reclínalos sobre
tus pies.
Postura del Cachorrito
Extendido (Uttana Shishosana)
¿Quieres perder el exceso de peso ganado durante el embarazo?
Bueno, entonces, incluye este ejercicio en tu rutina diaria. Además, te
ayudará a tonificar tus esperanzas, así como a reducir la rigidez
experimentada por los hombros y la columna. A medida que se
restablece el alargamiento muscular, tu cuerpo va a ser más flexible y
más derecho en postura. Incluso tu mente se siente maravillosamente
rejuvenecida. Ya no sufrirás de tensión, insomnio o estrés crónico.
Debes permanecer alejado de este asana específico si las rodillas te
duelen mucho o están lesionadas.
Christopher Nuzzaco@Fotolia
Para comenzar el ejercicio, arrodíllate en la alfombra. Toma una
respiración profunda (inhala). Baja tu cuerpo y coloca las palmas de
las manos sobre la alfombra. Asegúrate de que tus muñecas están
ligeramente al frente de los hombros, no directamente en línea con
ellos. Tus rodillas y caderas, sin embargo, deben estar en el mismo
plano. Al exhalar, mueve tus glúteos hacia atrás. Esto significa que
deben estar a medio camino hacia tus talones. Luego, extiende los
brazos hacia adelante, sin dejar que los codos toquen la alfombra.
Estas tomando recurso para un movimiento de deslizamiento.
Finalmente, deja caer tu cabeza, de tal manera que toque la alfombra.
Asegúrate de que tu cuello no está tenso o rígido; mantenlo relajado.
Tu espalda da la apariencia de estar ligeramente curvada. Respira
normalmente mientras mantienes esta postura durante medio minuto a
un minuto. Ahora, toma una respiración profunda. Mientras la sueltas,
muévete hacia atrás, de tal manera que los glúteos sean capaces de
descansar sobre los talones. Por último, siéntate y baja las manos
suavemente a los lados.
Capítulo 2 – Posturas Sentadas y
Supinas
Postura del Puente (Setu Bandha
Sarvangasana)
Puedes repetir esta postura en cualquier lugar entre seis y diez veces,
ya que es muy beneficiosa en el alivio de las preocupaciones y
ansiedades. Tu insomnio u otros trastornos del sueño desaparecerán
como por arte de magia, ya que tu mente está en calma y libre de
depresión. Con la práctica regular de este ejercicio, debes ser capaz
de controlar tus dolores de cabeza, dolores de espalda, fatiga,
problemas digestivos, síntomas de la menopausia o presión arterial
alta de una mejor manera. Las caderas y los muslos serán
maravillosamente tonificados, mientras los músculos de tu espalda y
piernas experimentan un estiramiento profundo. En resumen, todos los
sistemas corporales se beneficiarán de un modo u otro.
fizkes @ fotolia
Debes evitar este ejercicio si sufres de lesiones de cuello o espalda.
Primero, acuéstate sobre tu alfombra de yoga. Si tu cuello merece ser
protegido, utiliza un relleno grueso debajo de los hombros. A
continuación, dobla las rodillas. Mueve los pies hasta que estén a la
anchura de las caderas, pero trata de mantener los talones tan cerca
de la región pélvica como sea posible. Asegúrate de que tus tobillos y
pies están en línea recta. Los brazos deben estar rectos, a ambos
lados de tu cuerpo, con las palmas de las manos tocando la alfombra.
Ahora, respira profundo. A medida que inhalas, levanta las partes
bajas, medias y altas de tu espalda del suelo. Rueda en tus hombros,
de modo que tu pecho toque la barbilla. Pero sin mover la barbilla en
absoluto; mantenla firme con la cara hacia arriba. A medida que tu
cuerpo se mueve hacia arriba, tus muslos quedan paralelos entre sí y
los glúteos se comprimen. No te preocupes por perder el equilibrio,
pues tus brazos levantados, hombros, palmas, piernas estiradas,
tobillos y pies sirven para proporcionar suficiente apoyo. Se lento en
todos tus movimientos; no te apures. Si es posible hacerlo, puedes
utilizar las palmas de tus manos para apoyar tu espalda.
Alternativamente, puedes entrelazar los dedos y presionarlos sobre el
suelo, permitiendo de esta manera una mayor elevación del torso. Si
eres flexible, tus dedos deben ser capaces de estrechar tus tobillos.
Cualquier cosa que elijas, mantén la postura durante un par de
minutos. Exhala suavemente, y regresa a la posición inicial.
Postura del Pez (Matsyasana)
A menos que sufras de hipertensión, hipotensión, migraña, insomnio,
lesiones en la espalda o la espondilitis cervical, eres bienvenido a
probar este ejercicio, con más de cinco o seis repeticiones.
Es una gran postura para personas acostumbradas a un estilo de vida
sedentario, ya que rejuvenece la mente y el cuerpo. Tu mente
terminará sintiéndose tan ligera, ágil, relajada y fresca como un pez
cada vez que adoptes esta postura. Al igual que en la postura del
puente, este asana tiene un impacto beneficioso en todos tus
sistemas, incluidos los sistemas respiratorio y endocrino.
von Marcocarvalho (Eigenes Werk) [CC BY 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)], via Wikimedia Commons
Puedes comenzar este ejercicio yaciendo en posición supina sobre la
alfombra. Mantén los pies unidos. Las manos deben estar al lado de tu
cuerpo. Asegúrate de que tu cuerpo está en una línea recta de arriba
a abajo. Ahora, dobla la pierna derecha y coloca el pie sobre el muslo
izquierdo. Seguidamente dobla la pierna izquierda. Coloca el pie
izquierdo sobre el muslo derecho. Ten en cuenta que este Padmasana
o posición de loto, forma parte de la postura del pez. Sin embargo, si
eres un principiante del yoga, puedes encontrar difícil adoptar esta
posición. Por lo tanto, puedes mantener las piernas estiradas, o doblar
las rodillas con los pies apoyados firmemente en la alfombra.
Si estás en la postura Padmasana, utiliza los dedos de tu mano
izquierda para estrechar los dedos del pie derecho y viceversa. Si tus
piernas están rectas, mueve las manos por debajo de tus caderas.
Será más fácil si unes tus codos. Deja que la palma de tus manos
toquen la alfombra firmemente.
Mientras inhalas, levanta tu pecho y cabeza. Deja que tu pecho siga
elevado, pero inclina la cabeza hacia atrás. La parte superior de la
corona debe tocar la alfombra. No tenses los músculos del cuello o
presiones con firmeza la cabeza contra la alfombra; relájate.
Simultáneamente, empuja los codos firmemente en el suelo. Esto
ayudará a tu torso a descansar en los codos, en vez de en tu cabeza.
Levanta tu pecho más alto que los omóplatos, mientras presionas los
muslos firmemente sobre la alfombra. Al lograr esta posición, puedes
exhalar. Mantén esta posición durante todo el tiempo que puedas,
superando los 30 segundos. Mientras estás en esta postura, inhala y
exhala suavemente, pero dilatando la duración de cada respiración.
Por último, inhala profundamente. Mientras exhalas, levanta la cabeza.
Baja la cabeza y el pecho hacia el suelo tan suavemente como sea
posible. Permitiendo que tus manos vuelvan a su posición original.
Postura del Muerto (Savasana)
Es la mejor forma de lograr la profunda tranquilidad y relajación. Tu
sistema nervioso recibe la oportunidad de restablecer su equilibrio y
energía, antes de enfrentarse a nuevas tensiones en tu vida. De
hecho, a medida que continúas la práctica de manera regular,
encontrarás que tu presión arterial se mantiene estable, que eres
capaz de hacer frente a las adversidades inesperadas con facilidad y
que puedes dormir felizmente.
Todo lo que tienes que hacer es acostarte en tu alfombra
cómodamente. Puedes colocar un cojín o almohada debajo de la
cabeza, pero no es obligatorio, o incluso necesario. Tus pies deben
estar lejos el uno del otro, con los tobillos hacia fuera. Deja que tus
brazos estén ligeramente separados de tu cuerpo, con las palmas
hacia el techo. Sí, algo así como un cadáver, completamente fuera del
mundo "real". Cierra tus ojos. Toma respiraciones normales y suaves,
mientras aseguras que cada parte de tu cuerpo está relajado. Trata de
mantenerte alejado de pensamientos turbulentos. Con la práctica,
serás capaz de cesar todos los pensamientos. Permanece en esta
posición durante 10 a 15 minutos. Luego, da la vuelta a la derecha.
Permanece en esta posición durante un par de minutos y siéntate
suavemente. Frota las palmas de tus manos vigorosamente. Colócalas
sobre tus ojos cerrados y pásalas por encima de tu cara suavemente.
Por último, abre los ojos.
Postura Si deseas tener una vida libre de estrés, tienes que aprender
a clamar tu cuerpo y mente. Esto significa que debes ser capaz de
llegar a un estado de meditación, en el que tu mente no es
atormentada por pensamientos que compiten. Un cerebro torturado
también tendrá un impacto negativo en tu cuerpo, llevándote a todo
tipo de trastornos fisiológicos. Por lo tanto, si no estás sufriendo de
lesiones de cadera o rodilla, adopta esta posición durante al menos
una media hora todos los días.
Fácil (Sukhasana)
Para empezar, acomódate en la alfombra con las piernas estiradas.
Ahora, dobla la pierna izquierda y métela dentro (o debajo) de tu muslo
derecho. Repite la acción con la pierna derecha. Coloca las manos
sobre las rodillas, con las palmas hacia arriba. Deja que la punta de
los dedos índice y pulgar se toquen, en cada lado. Puede que no seas
consciente de ello, pero estas creando un circuito para que la energía
vital fluya a través de tu cuerpo. Por otra parte, este circuito hace
alusión a la amplitud, permitiendo con ello una elevación del cuerpo,
alma y mente. Endereza la columna, pero mantén los hombros
relajados. No tengas una mala postura, pero siéntate erguido.
Asegúrate de que tu respiración es normal y suave. Cierra los ojos. Si
te concentras en la punta de tu nariz, donde el aire entra en la nariz,
serás capaz de evitar la intrusión de pensamientos innecesarios en tu
mente.
Alterna la Respiración Nasal
(Nadi Shodhan Pranayama)
Puede sorprenderte saber que tu serenidad está estrechamente
relacionada con tu técnica de respiración. Tu tendencia a volver al
pasado y olvidarte del momento presente hace que se acumule el
estrés en diversas regiones de tu cuerpo, especialmente los sistemas
respiratorio y circulatorio. Incluso tu temperatura corporal y la presión
arterial fluctúan. De ello se desprende que te resulte difícil respirar
correctamente y con normalidad. Tu respiración es generalmente
agitada y errática por naturaleza. Cuando comienzas a practicar la
respiración nasal alterna, creas un portal de acceso para la solución
de todos tus problemas de salud. Este ejercicio trabaja como un
proceso de purificación, restableciendo el equilibrio de todos los
canales de energía presentes en tu cuerpo. Sirve para lograr la
armonía entre los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro. Ellos
son responsables de controlar el sentido de la percepción, tu
capacidad de razonamiento, tus patrones lógicos de pensamiento y tus
emociones. Como resultado, la energía vital que fluye a través de tu
cuerpo será capaz de moverse de un lado al otro, sin afrontar ningún
obstáculo.
Adopta la postura fácil, es decir, Sukhasana. A continuación, coloca la
punta de los dedos medio e índice en medio de tus cejas, en la frente.
Tu dedo anular y meñique son para abrir o cerrar la fosa nasal
izquierda, mientras que el pulgar debe ser útil para hacer lo mismo con
la fosa nasal derecha. Ahora, estás listo para comenzar la
'respiración'.
fizkes@fotolia
Cierra tu fosa nasal derecha con el pulgar. Exhala suavemente por la
fosa nasal izquierda. Ahora, inhala aire a través de la misma fosa
nasal. El pulgar presionando sobre la fosa nasal derecha asegurará
que el aire no se escape. Cierra la fosa nasal izquierda con el anular y
el meñique. Exhala por la fosa nasal derecha después de quitar el
dedo pulgar. Una vez más, inhala aire a través de la fosa nasal
derecha, y sigue todas las acciones como se describe. Esto completa
una ronda de Nadi Shodhan Pranayama. Continúa hasta completar
nueve rondas.
Debes asegurarte de que tu respiración no es forzada. Tiene que ser
completamente natural y suave. No mantengas tu boca abierta
mientras realizas este ejercicio. Los efectos serán más beneficiosos si
tus ojos permanecen cerrados. Sobre todo, recuerda que debes
inhalar a través de la misma ventana de la nariz de la que exhalaste el
aire.
Conclusión
Lo cierto es que puedes practicar muchos más yogasanas. Sin
embargo, puedes estar seguro de que al eliminar el estrés de tu vida,
te beneficiarás grandemente, tanto, física y fisiológicamente. Por
consiguiente, selecciona lo que desees de la lista anterior e involúcrate
en una rutina diaria de ejercicios. Más adelante, puedes pasar a otras
posturas.
Renuncia
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derechos reservados. La reimpresión o reproducción (o parte del mismo) en cualquier forma
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El yoga ha sido conocido desde la antigüedad como un ejercicio que
puede calmar, relajar, fortalecer, definir y liberar el estrés de cualquier
practicante que fije su mente en los asanas, también conocidos como
posturas. La práctica diaria puede aumentar el tono muscular, la
agudeza mental, la salud mental, la resistencia, la flexibilidad e incluso
la estabilidad emocional. Aquí, se ofrecen 12 posturas que se pueden
hacer en casi cualquier lugar - por cualquier persona - que pueden
ayudarte a manejar las situaciones difíciles con calma mientras
aumenta tu felicidad y libera tu cuerpo de las tensiones típicas.
Con ilustraciones guiadas y descripciones fáciles de entender, esta
guía te conducirá a través de las posturas comunes y poco corrientes,
explicando cómo estos movimientos vitales pueden serte de gran
ayuda - y cómo hacerlos bien. Implementando la verdad de la
respiración, el movimiento y la meditación, ésta es una introducción
fundamental para los muchos beneficios que el yoga puede ofrecer.
Aun mientras estas 12 posturas se enumeran en un orden
determinado, puedes hacerlas en cualquier orden que elijas, con la
excepción de la postura final, Savasana, que es el indicio para tu
cuerpo que la práctica ha terminado. Esta libertad de elección en el
intercambio de las posturas hace que esta guía sea única - y
bienvenida - a cualquier biblioteca de Yoga. En lugar de centrarse en
uno tras otro, en estricta conexión, esto es libertad de pensamiento,
movimiento y necesidad, algo que permite que este conjunto particular
de posiciones sea aún más poderoso, situado en el orden que elijas.
Namaste.
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Capítulo 1 - Posturas de Pie y de Rodillas
Capítulo 2 – Posturas Sentadas y Supinas
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