Emmanuelle Richard. Las variedades del español en la enseñanza como lengua segunda/extranjera. Université de Montréal. La lengua española como cualquier otros idiomas del mundo está formado por un conjunto de variantes. Por tanto, no existe un único modelo de lengua válido para todos. El artículo se enfoca una pregunta fundamental para los profesores ELE, que es qué variedad tenemos que enseñar a nuestros alumnos. A través de recopilar unos conceptos básicos de las variedades de la lengua, el autor intenta guiarnos en la creación de un modelo lingüístico que se puede servir en el aula. En primer lugar y en la parte de introducción, el autor ha mencionado un hecho indiscutible y, concretamente, aunque el español es una lengua muy extendida que se tiene más de 500 millones hablantes y los hablantes se pueden entender sin problema por un español estándar, no podemos olvidar que presenta la diversidad y variación y eso es la información que debemos transmitir a los alumnos. Además, tenemos que tener cuenta de que el objetivo principal es desarrollar la competencia comunicativa de los alumnos. Es decir, la enseñanza de la lengua española no tiene por qué limitarse a las reglas gramaticales sino también debemos enseñar a los aprendientes a manejar bien diversas variedades del español. En segundo lugar, va presentando unos conceptos fundamentales para entender este tema. La variación es una característica inherente de las lenguas y se manifiestan en distintos niveles como el nivel léxico, nivel fonético y nivel gramatical. El autor nos ha explicado las variedades desde tres diferentes perspectivas: las variedades diatópicas, las variedades diastráticas y las variedades diafásicas. Las variedades diatópicas se refieren a las diferentes formas de utilizar la lengua por la diferencia del espacio geográfico de los hablantes, también es sabido como el concepto dialecto. En cuanto a las variedades diastráticas, están relacionadas con la clase social de los hablantes. Según Instituto Cervantes, se puede dividir en tres niveles de la lengua: el nivel alto o culto, el nivel medio y el nivel bajo o vulgar. (Instituto Cervantes 1997-2013). Esta perspectiva también es conocida por sociolectos o niveles lingüísticos. Por último, las variedades diafásicas tienen que ver con la situación de. comunicación, por ejemplo, el medio empleado (oral o escrito); la materia abordada (corriente o de especialidad); la relación que exista entre los interlocutores (de solidaridad o jerarquía) y la función perseguida. Cabe mencionar que dichos tres tipos de variedades están interrelacionados entre sí. En tercer lugar, se expone el modelo lingüístico de enseñanza de Andión Herrero (2007) se expresa mediante la siguiente manera: modelo lingüístico del ELE/EL2 = español estándar + variedad preferente + variedades periféricas. Entre estos componentes, el español estándar, según RAE (2001-2014), se define como “la variedad que sirve de referencia y que representa lo correcto y lo culto”. El estándar de español debe representar lo común, lo neutro y lo panhispánico el aprendizaje debe comenzar con este aspecto. El segundo componente es la variedad preferente, en otras palabras es la variedad principal del curso. Al seleccionar la variedad preferente, se deben considerar varios factores como el contexto de la enseñanza, los intereses de los alumnos y las circunstancias sociales y individuales. El profesor juega un papel crucial en la enseñanza, aunque no es imprescindible coincidir la variedad de los profesores y la variedad preferente de su curso cuando no se coinciden las ambas variedades, es necesario que el profesor maneje bien la variedad que nos disponemos a presentar como preferente al alumno. Un último componente del modelo de Herrero son las variedades periféricas. Según Herrero (2007), las variedades periféricas son “geolectos del estándar diferentes a la variedad preferente o central del curso”. Este tipo de variedades se trata de un conocimiento que compensará al aprendiz vacíos de información lingüística pasiva que le permitirá acceder al input de hablantes procedentes de otras zonas geográficas (p139). Con referencia a la selección de los rasgos de las variedades periféricas, no es recomendable presentar los rasgos lingüísticos desde la perspectiva geográfica, es decir seleccionar por países sino al contrario, desde la perspectiva lingüística y, en concreto, elegir un rasgo que sea pertinente dentro del programa del curso y comentar los países que se usan dicho rasgo. En síntesis, en la enseñanza de ELE, tenemos que ser conscientes que no existen un único posible y los llamados usos “correctos” a la hora de hablar español. En este artículo, nos ofrece el autor una perspectiva nueva y podemos sacar unas inspiraciones mediante la exposición del modelo lingüísticos de enseñanza de Andión Herrero. Francisco Moreno Fernández. Los Modelos de lengua del castillo castellano al panhispanismo. Universidad de Alcalá. El artículo se enfoca en los modelos de lengua. En el proceso de la enseñanza de idiomas, los profesores deben pensar qué tipo de variedades lingüísticas van a presentar en el aula según una circunstancia de la tarea educativa determinante. Antes de nada, el autor ha prestado especial atención a la importancia de los modelos para la enseñanza de la lengua española. Se refiere a dos aspectos cuando hablamos los modelos, primero, los modelos de la enseñanza de la lengua y el segundo, las referencias de buen uso para los hablantes. El autor intenta explicar desde la perspectiva “lingüística popular” y posteriormente, da la importancia a la historia de la variedad “castellano”. En la segunda parte y respecto a los modelos populares, el autor empieza por hablar sobre el proceso de construcción social de la lengua. Este teoría está basada en que la lengua se entiende como un proceso de abstracción, es decir, de lo individual a lo colectivo. Por el contrario, Dennis Preston menciona una “teoría popular de la lengua” que presenta el sentido inverso. Según él, la lengua es ajena al individuo y tiene sus propias normas y es algo riguroso. Por lo tanto, los hablantes deben ajustarse a las reglas de la lengua y atender a un uso completamente correcto de la lengua: “lengua ejemplar”. En el caso de L1, lo que suelo ocurrir entre los jóvenes del periodo escolar o otros grupos de personas es que, aunque existan algunas desviaciones de la lengua “normal”, las consideran como usos comprensibles y están bien visto, y incluso se conviertan gradualmente en una parte de la lengua normal. Por otro lado, para los estudiantes de lengua extrajeras, se espera que puedan cambiar su mente de aprender una “lengua normal” a aprender una lengua verdaderamente que sirva para una comunicación diaria y espontánea. La siguiente parte es una narración desde el punto de vista histórica acerca del castellano como la lengua ejemplar. Se describe detalladamente y con muchos datos sobre la evolución de una variedad más importante, es decir, el castellano como referencia de la lengua española desde la Edad Media hasta el medio del siglo XX. Cierra esta parte de historia con el concepto que apareció en la segunda mitad del siglo XX, “lengua estándar” o “español estándar”. La cuarta parte trata del proceso paso a paso de la ruptura de la lengua ejemplar o el modelo de referencia de la lengua. Dicha ruptura está basada en dos tendencias mundiales: la globalización y la localización. Consecuentemente y con este panorama global de fondo, a partir del siglo XX el modelo de castellano se bifurca en dos modelos distintas: modelo panhispánico y modelos regionales. Con este cambio de percepción y de acuerdo con las creencias populares, las modalidades locales se convierten a modelos propios de referencia cada vez más favorablemente en cada área hispánica, es decir, tanto en las ciudades de España, como en Latinoamérica. En cuanto ala enseñanza de la lengua española, los profesores y estudiantes deben elegir un modelo de español según sus propios contextos circunstanciales recordando que el modelo castellano sigue representando como un modelo referente y contando un importante prestigio social y lingüístico. Panhispánico, como el nuevo modelo de la lengua o un nuevo español estándar, ya se han puesto en práctica en algunos programas de televisión o bien el español de la CNN para que los contenidos puedan ser aceptados y entendidos ampliamente y más universalmente sus audiencias. Según Violeta López, aunque dicho modelo estándar no presenta construcciones sintácticas específicas ni el sistema fonológico llamativo, mantiene hasta cierto punto los rasgos lingüísticos que muestran identificación geográfica. Por último, el autor ha hecho una reflexión acerca de los posibles riesgos y peligros del estándar y del panhispanismo. Reconociendo las virtudes indiscutibles de esta estrategia lingüística, es preocupante las descripciones excesivas y falsas del concepto “panhispanismo”, por ejemplo, la internacionalización. Un mal entendido de esa modalidad puede provocar cierto empobrecimiento de la lengua española, en concreto, unas variedades lingüística pueden ser sustituidas completamente por un llamado “español estándar”. Por tanto, el español internacional deben ser comprendido en la base del cumplimiento de unos fines comunicativos generales. Este artículo no es para leerse de corrido sino hay que comprarlo y relacionarlo con nuestra propia situación de la enseñanza de español como lengua extranjera. En general, el lector quedará satisfecho con la información y análisis que allí se presentan. Francisco Moreno Fernández. Español de España – Español de América: Mitos y realidades de su enseñanza. FIAPE. V Congreso internacional: ¿Qué español enseñar y cómo? Variedades del español y su enseñanza. Cuenca, 25-28/06-2014. El artículo trata de algunos mitos y dudas sobre las variedades lingüísticas de español y su aprendizaje. El autor muestra su preocupación antes de la enseñanza de variedad de español mediante de dos ejemplos en los que podemos encontrar algunas falsas creencias en este aspecto. En la realidad, la lengua española se extiende enormemente por el mundo y en cada región se desarrolla progresivamente dependiendo de sus propias circunstancias, por tanto, tienen muchas variedades dialectales y geolectales. Ahora nos afrontamos una pregunta: como profesores de ELE, ¿cómo enseñamos la lengua en su diversidad? Según David Crystal, los profesores tienen que seguir el proceso de la evolución de la lengua y no enseñan según las pautas tradicionales como hacer los exámenes de idiomas. En los trabajos de Moreno Fernández, el autor quiere destacar una respuesta de la pregunta “qué variedad elegir”: la enseñanza de la variedad tiene que tomar en consideración las necesidades y expectativas de los estudiantes. Se puede dividir en tres modelos de español para la enseñanza de español: el modelo del español de Castilla, el modelo del español regional y el modelo internacional o neutro. Se considera el modelo castellano como un modelo de referencia tanto en España como en muchos lugares fuera de España, sin embargo, en las situaciones reales, los profesores eligen preferentemente un modelo que tenga una mayor relación del territorio hispánico propio de los estudiantes. Una opción alternativa sería proponer un modelo de español internacional, español estándar o también llamado “neutro”, que se usa ampliamente en los programas de televisión para el máximo entendimiento de los hablantes españoles del mundo. En la siguiente parte, el autor va a centrar en dos enfoques principales sobre algunos mitos de la variedad y de la enseñanza de la lengua: el del modo en que se habla y el del modo en que se enseña español. En primer lugar y respecto a los mitos de cómo se habla español, se destaca la imagen de los usos de las variedades. Dentro del territorio de España también existe una diversidad muy apreciable y hay una creencia falsa que es el español de España es el más auténtico y correcto entre todos. Para los hispanoamericanos, hay muchos usos descuidos en el español de España y los españoles poseen una imagen de personas incultas. Por otro lado, el español de América también sufre unos prejuicios, por ejemplo, se dicen que el español de América es conservador o arcaizante. En realidad, todo esos son “falsas imagenes”. No existe un único modelo de español “correcto” porque el valor de la “corrección” no se monopoliza por ningún país hispano y simplemente se ajusta a los criterios determinantes. En segundo lugar, se habla sobre los mitos de cómo se enseña español. Por ejemplo, se dicen que la lengua española es un idioma fácil de aprender, sin embargo no ha detallado nada sobre los contextos de los aprendientes (si es hablante nativo de chino o de portugués) ni sobre los aspectos de aprendizaje (si es el aprendizaje de fonético o de la gramática o del léxico). También hay muchas personas creen que es preferente tener un hablante nativo de la lengua que va a enseñar como un profesor, sin embargo, ser un nativo no significa que ser un buen profesor y viceversa. A continuación, el autor se enfoca en el caso de la enseñanza de español en una situación regional concreta, Estados Unidos. También se habla sobre los mitos de el concepto “español estándar” y los problemas preocupaciones de “español neutro” que tenemos tener en cuenta en la enseñanza de la lengua española. Zheng Lu Universidad Complutense de Madrid