Subido por David Freyd

resumen de 3 artículos Zheng Lu

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Emmanuelle Richard. Las variedades del español en la enseñanza
como lengua segunda/extranjera. Université de Montréal.
La lengua española como cualquier otros idiomas del mundo está
formado por un conjunto de variantes. Por tanto, no existe un único
modelo de lengua válido para todos. El artículo se enfoca una pregunta
fundamental para los profesores ELE, que es qué variedad tenemos que
enseñar a nuestros alumnos. A través de recopilar unos conceptos básicos
de las variedades de la lengua, el autor intenta guiarnos en la creación de
un modelo lingüístico que se puede servir en el aula.
En primer lugar y en la parte de introducción, el autor ha mencionado
un hecho indiscutible y, concretamente, aunque el español es una lengua
muy extendida que se tiene más de 500 millones hablantes y los hablantes
se pueden entender sin problema por un español estándar, no podemos
olvidar que presenta la diversidad y variación y eso es la información que
debemos transmitir a los alumnos. Además, tenemos que tener cuenta de
que el objetivo principal es desarrollar la competencia comunicativa de
los alumnos. Es decir, la enseñanza de la lengua española no tiene por
qué limitarse a las reglas gramaticales sino también debemos enseñar a
los aprendientes a manejar bien diversas variedades del español.
En segundo lugar, va presentando unos conceptos fundamentales para
entender este tema. La variación es una característica inherente de las
lenguas y se manifiestan en distintos niveles como el nivel léxico, nivel
fonético y nivel gramatical. El autor nos ha explicado las variedades
desde tres diferentes perspectivas: las variedades diatópicas, las
variedades diastráticas y las variedades diafásicas. Las variedades
diatópicas se refieren a las diferentes formas de utilizar la lengua por la
diferencia del espacio geográfico de los hablantes, también es sabido
como el concepto dialecto. En cuanto a las variedades diastráticas, están
relacionadas con la clase social de los hablantes. Según Instituto
Cervantes, se puede dividir en tres niveles de la lengua: el nivel alto o
culto, el nivel medio y el nivel bajo o vulgar. (Instituto Cervantes
1997-2013). Esta perspectiva también es conocida por sociolectos o
niveles lingüísticos. Por último, las variedades diafásicas tienen que ver
con la situación de. comunicación, por ejemplo, el medio empleado (oral
o escrito); la materia abordada (corriente o de especialidad); la relación
que exista entre los interlocutores (de solidaridad o jerarquía) y la función
perseguida. Cabe mencionar que dichos tres tipos de variedades están
interrelacionados entre sí.
En tercer lugar, se expone el modelo lingüístico de enseñanza de
Andión Herrero (2007) se expresa mediante la siguiente manera: modelo
lingüístico del ELE/EL2 = español estándar + variedad preferente +
variedades periféricas. Entre estos componentes, el español estándar,
según RAE (2001-2014), se define como “la variedad que sirve de
referencia y que representa lo correcto y lo culto”. El estándar de español
debe representar lo común, lo neutro y lo panhispánico el aprendizaje
debe comenzar con este aspecto. El segundo componente es la variedad
preferente, en otras palabras es la variedad principal del curso. Al
seleccionar la variedad preferente, se deben considerar varios factores
como el contexto de la enseñanza, los intereses de los alumnos y las
circunstancias sociales y individuales. El profesor juega un papel crucial
en la enseñanza, aunque no es imprescindible coincidir la variedad de los
profesores y la variedad preferente de su curso cuando no se coinciden las
ambas variedades, es necesario que el profesor maneje bien la variedad
que nos disponemos a presentar como preferente al alumno. Un último
componente del modelo de Herrero son las variedades periféricas. Según
Herrero (2007), las variedades periféricas son “geolectos del estándar
diferentes a la variedad preferente o central del curso”. Este tipo de
variedades se trata de un conocimiento que compensará al aprendiz
vacíos de información lingüística pasiva que le permitirá acceder al input
de hablantes procedentes de otras zonas geográficas (p139). Con
referencia a la selección de los rasgos de las variedades periféricas, no es
recomendable presentar los rasgos lingüísticos desde la perspectiva
geográfica, es decir seleccionar por países sino al contrario, desde la
perspectiva lingüística y, en concreto, elegir un rasgo que sea pertinente
dentro del programa del curso y comentar los países que se usan dicho
rasgo.
En síntesis, en la enseñanza de ELE, tenemos que ser conscientes que
no existen un único posible y los llamados usos “correctos” a la hora de
hablar español. En este artículo, nos ofrece el autor una perspectiva nueva
y podemos sacar unas inspiraciones mediante la exposición del modelo
lingüísticos de enseñanza de Andión Herrero.
Francisco Moreno Fernández. Los Modelos de lengua del castillo
castellano al panhispanismo. Universidad de Alcalá.
El artículo se enfoca en los modelos de lengua. En el proceso de la
enseñanza de idiomas, los profesores deben pensar qué tipo de variedades
lingüísticas van a presentar en el aula según una circunstancia de la tarea
educativa determinante.
Antes de nada, el autor ha prestado especial atención a la importancia
de los modelos para la enseñanza de la lengua española. Se refiere a dos
aspectos cuando hablamos los modelos, primero, los modelos de la
enseñanza de la lengua y el segundo, las referencias de buen uso para los
hablantes. El autor intenta explicar desde la perspectiva “lingüística
popular” y posteriormente, da la importancia a la historia de la variedad
“castellano”.
En la segunda parte y respecto a los modelos populares, el autor
empieza por hablar sobre el proceso de construcción social de la lengua.
Este teoría está basada en que la lengua se entiende como un proceso de
abstracción, es decir, de lo individual a lo colectivo. Por el contrario,
Dennis Preston menciona una “teoría popular de la lengua” que presenta
el sentido inverso. Según él, la lengua es ajena al individuo y tiene sus
propias normas y es algo riguroso. Por lo tanto, los hablantes deben
ajustarse a las reglas de la lengua y atender a un uso completamente
correcto de la lengua: “lengua ejemplar”. En el caso de L1, lo que suelo
ocurrir entre los jóvenes del periodo escolar o otros grupos de personas es
que, aunque existan algunas desviaciones de la lengua “normal”, las
consideran como usos comprensibles y están bien visto, y incluso se
conviertan gradualmente en una parte de la lengua normal. Por otro lado,
para los estudiantes de lengua extrajeras, se espera que puedan cambiar
su mente de aprender una “lengua normal” a aprender una lengua
verdaderamente que sirva para una comunicación diaria y espontánea.
La siguiente parte es una narración desde el punto de vista histórica
acerca del castellano como la lengua ejemplar. Se describe
detalladamente y con muchos datos sobre la evolución de una variedad
más importante, es decir, el castellano como referencia de la lengua
española desde la Edad Media hasta el medio del siglo XX. Cierra esta
parte de historia con el concepto que apareció en la segunda mitad del
siglo XX, “lengua estándar” o “español estándar”.
La cuarta parte trata del proceso paso a paso de la ruptura de la lengua
ejemplar o el modelo de referencia de la lengua. Dicha ruptura está
basada en dos tendencias mundiales: la globalización y la localización.
Consecuentemente y con este panorama global de fondo, a partir del siglo
XX el modelo de castellano se bifurca en dos modelos distintas: modelo
panhispánico y modelos regionales. Con este cambio de percepción y de
acuerdo con las creencias populares, las modalidades locales se
convierten a modelos propios de referencia cada vez más favorablemente
en cada área hispánica, es decir, tanto en las ciudades de España, como en
Latinoamérica. En cuanto ala enseñanza de la lengua española, los
profesores y estudiantes deben elegir un modelo de español según sus
propios contextos circunstanciales recordando que el modelo castellano
sigue representando como un modelo referente y contando un importante
prestigio social y lingüístico.
Panhispánico, como el nuevo modelo de la lengua o un nuevo español
estándar, ya se han puesto en práctica en algunos programas de televisión
o bien el español de la CNN para que los contenidos puedan ser
aceptados y entendidos ampliamente y más universalmente sus
audiencias. Según Violeta López, aunque dicho modelo estándar no
presenta construcciones sintácticas específicas ni el sistema fonológico
llamativo, mantiene hasta cierto punto los rasgos lingüísticos que
muestran identificación geográfica.
Por último, el autor ha hecho una reflexión acerca de los posibles
riesgos y peligros del estándar y del panhispanismo. Reconociendo las
virtudes indiscutibles de esta estrategia lingüística, es preocupante las
descripciones excesivas y falsas del concepto “panhispanismo”, por
ejemplo, la internacionalización. Un mal entendido de esa modalidad
puede provocar cierto empobrecimiento de la lengua española, en
concreto, unas variedades lingüística pueden ser sustituidas
completamente por un llamado “español estándar”. Por tanto, el español
internacional deben ser comprendido en la base del cumplimiento de unos
fines comunicativos generales.
Este artículo no es para leerse de corrido sino hay que comprarlo y
relacionarlo con nuestra propia situación de la enseñanza de español
como lengua extranjera. En general, el lector quedará satisfecho con la
información y análisis que allí se presentan.
Francisco Moreno Fernández. Español de España – Español de
América: Mitos y realidades de su enseñanza. FIAPE. V Congreso
internacional: ¿Qué español enseñar y cómo? Variedades del español
y su enseñanza. Cuenca, 25-28/06-2014.
El artículo trata de algunos mitos y dudas sobre las variedades
lingüísticas de español y su aprendizaje. El autor muestra su
preocupación antes de la enseñanza de variedad de español mediante de
dos ejemplos en los que podemos encontrar algunas falsas creencias en
este aspecto. En la realidad, la lengua española se extiende enormemente
por el mundo y en cada región se desarrolla progresivamente
dependiendo de sus propias circunstancias, por tanto, tienen muchas
variedades dialectales y geolectales. Ahora nos afrontamos una pregunta:
como profesores de ELE, ¿cómo enseñamos la lengua en su diversidad?
Según David Crystal, los profesores tienen que seguir el proceso de la
evolución de la lengua y no enseñan según las pautas tradicionales como
hacer los exámenes de idiomas. En los trabajos de Moreno Fernández, el
autor quiere destacar una respuesta de la pregunta “qué variedad elegir”:
la enseñanza de la variedad tiene que tomar en consideración las
necesidades y expectativas de los estudiantes. Se puede dividir en tres
modelos de español para la enseñanza de español: el modelo del español
de Castilla, el modelo del español regional y el modelo internacional o
neutro. Se considera el modelo castellano como un modelo de referencia
tanto en España como en muchos lugares fuera de España, sin embargo,
en las situaciones reales, los profesores eligen preferentemente un modelo
que tenga una mayor relación del territorio hispánico propio de los
estudiantes. Una opción alternativa sería proponer un modelo de español
internacional, español estándar o también llamado “neutro”, que se usa
ampliamente en los programas de televisión para el máximo
entendimiento de los hablantes españoles del mundo.
En la siguiente parte, el autor va a centrar en dos enfoques principales
sobre algunos mitos de la variedad y de la enseñanza de la lengua: el del
modo en que se habla y el del modo en que se enseña español.
En primer lugar y respecto a los mitos de cómo se habla español, se
destaca la imagen de los usos de las variedades. Dentro del territorio de
España también existe una diversidad muy apreciable y hay una creencia
falsa que es el español de España es el más auténtico y correcto entre
todos. Para los hispanoamericanos, hay muchos usos descuidos en el
español de España y los españoles poseen una imagen de personas
incultas. Por otro lado, el español de América también sufre unos
prejuicios, por ejemplo, se dicen que el español de América es
conservador o arcaizante. En realidad, todo esos son “falsas imagenes”.
No existe un único modelo de español “correcto” porque el valor de la
“corrección” no se monopoliza por ningún país hispano y simplemente se
ajusta a los criterios determinantes.
En segundo lugar, se habla sobre los mitos de cómo se enseña
español. Por ejemplo, se dicen que la lengua española es un idioma fácil
de aprender, sin embargo no ha detallado nada sobre los contextos de los
aprendientes (si es hablante nativo de chino o de portugués) ni sobre los
aspectos de aprendizaje (si es el aprendizaje de fonético o de la gramática
o del léxico). También hay muchas personas creen que es preferente tener
un hablante nativo de la lengua que va a enseñar como un profesor, sin
embargo, ser un nativo no significa que ser un buen profesor y viceversa.
A continuación, el autor se enfoca en el caso de la enseñanza de español
en una situación regional concreta, Estados Unidos. También se habla
sobre los mitos de el concepto “español estándar” y los problemas
preocupaciones de “español neutro” que tenemos tener en cuenta en la
enseñanza de la lengua española.
Zheng Lu
Universidad Complutense de Madrid
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