Subido por fray luis chino calle

Nulidad del Acto Juridico

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Mzardo Tabeada Córdova
Nulidad del
Acto Jtmdico
1
GríjJ.ey
C O C fO R 4 JU R ÍD IC A
Lizardo Taboada Córdova
Nulidad del
Acto Jurídico
Segunda edidón
GRIJLEY
Prim era ed ició n: A gosto 2 0 0 0
Segunda ed ició n : A bril 2 0 0 2
Ira. R eim presión: Setiem bre 2 0 0 2
DERECHOS RESERVADOS: DECRETO LEGISLATIVO N° 822
Prohibida la reproducción de este libro por cual­
quier medio, total o parcialmente sin permiso
expreso de la Editorial.
© 2002, Lizardo Taboada Córdova
© 2002, Editora Jurídica Crijley e. i.r .l .
Composición JQ ahie-r C
O
¿¿w +m c / o
Hecho el Depósito Legal Ns 1 5 0 1 012002-0470
ISBN 9972-9593-5-X
Editora Jurídica Crijley e .i .r .l .
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Superior de Justicia)
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E-maií: [email protected]
A mi querido hermano
lernanbo
ÍNDICE
Introducción ....................................................................................
Sum ario............................................................................................
11
17
CAPÍTULO I
LA CATEGORÍA GENÉRICA DE LA
INEFICACIA DE LOS ACTOS JURÍDICOS............................
21
CAPÍTULO II
LA INEFICACIA ESTRUCTURAL Y LA
INEFICACIA FUNCIONAL ...............................
29
CAPÍTULO n i
LA ESTRUCTURA DEL ACTO JURÍDICO.............................
3.1 La estructura.....................................................................
3.1.1. Los elementos.........................................................
3.1.2. Los presupuestos.....................................................
3.1.3. Los requisitos..........................................................
C
35
35
36
37
38
a s o s p r á c t ic o s
C asol..................................................
Preguntas guía...........................................................
7
43
52
UZARDO TABOADA CORDOVA
Caso 2 ................................................................................
Preguntas guía............................................................
Caso 3 ................................................................................
Preguntas guía............................................................
Caso 4 ................................................................................
Preguntas guía............................................................
Caso 5 ...............
Preguntas guía............................................................
52
58
59
64
64
67
68
80
CAPÍTULO IV
LA INVALIDEZ DEL ACTO JURÍDICO................................
81
CAPÍTULO V
DIFERENCIAS ENTRE NULIDAD Y ANULAB1LIDAD......
87
CAPÍTULO VI
LA NULIDAD VIRTUAL.......................................................
97
CAPÍTULO VII
LAS CAUSALES DE NULIDAD.... ......................................
Introducción.................................................
1. Falta de manifestación de voluntad del agente..............
2. Incapacidad absoluta.......................................................
3. Objeto física o jurídicamente imposible o
indeterminable.................................................................
4. Fin ilícito..........................................................................
5. Simulación absoluta........................................................
6. Ausencia de formalidad prescrita bajo sanción de
nulidad.............................................................................
7. Nulidad expresa..............................................................
8. Nulidad virtual................................................................
8
105
105
108
109
113
117
118
119
120
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
CAPÍTULO VIII
LAS CAUSALES DE ANULABILIDAD................................
C
121
a s o s p r á c t ic o s
Caso 6 ...........................
Preguntas guía.......
Caso 7 ...........................
Preguntas guía.......
Caso 8 ...........................
Preguntas guía.......
Caso 9 ...........................
Preguntas guía.......
Caso 10.........................
Preguntas guía.......
125
129
129
135
135
147
147
162
163
174
SOLUCIONARIO DE CASOS
C asal......................................................................................
Caso 2 ......................................................................................
Caso 3 ......................................................................................
Caso 4 ......................................................................................
Caso 5 ..............................................................
Caso 6 ..........................
Caso 7 ......................................................................................
Caso 8 ......................................................................................
Caso 9 ............................................
Caso 10....................................................................................
175
176
176
177
178
178
179
180
180
181
......................................................................
183
BIBLIOGRAFÍA
9
INTRODUCCION
Como es sabido uno de los temas más importantes del dere­
cho privado y específicamente del derecho civil patrimonial es el
de la ineficacia de los negocios jurídicos (actos jurídicos dentro
de la terminología del Código Civil peruano). Los negocios jurí­
dicos son supuestos de hecho conformados por una o más decla­
raciones de voluntad realizadas con el fin de alcanzar un deter­
minado resultado práctico tutelado por el ordenamiento jurídi­
co. Resultado práctico social que en cuanto tutelado por el siste­
ma jurídico se convierte en resultado jurídico conformado por
determinados efectos jurídicos. Esto significa, por consiguiente,
que todos los negocios jurídicos, cuando son celebrados confor­
me a ley, producen como consecuencia lógica necesaria efectos
jurídicos. Dicho de otro modo, los negocios jurídicos son fuente
de efectos jurídicos y son celebrados a fin de que sean producto­
res de los mismos. Para ello es necesario, como es evidente, que
el negocio jurídico cumpla determinados requisitos de validez,
además de concurrir todos sus elementos y presupuestos. Suce­
de, sin embargo, que en muchos supuestos los negocios jurídicos
no producen nunca efectos jurídicos o dejan de producir efectos
jurídicos que se han venido produciendo. En estos supuestos nos
encontramos frente a supuestos de ineficacia negocial. De esta ma­
nera puede señalarse que los negocios ineficaces son aquellos que
nunca han producido efectos jurídicos, o aquellos que habiéndolos
11
LIZARDO TABOADA CORDOVA
producido dejan de producirlos posteriormente por la aparición
de una causal sobreviniente a la celebración del mismo negocio.
Existen, pues, dos tipos de ineficacia negocial: la ineficacia
originaria, denominada también ineficacia por causa intrínseca o
ineficacia estructural, y la ineficacia funcional, denominada tam­
bién causa extrínseca. Los supuestos de ineficacia funcional son
todos aquellos en los cuales un negocio jurídico que venía produ­
ciendo normalmente efectos jurídicos, deja de producirlos poste­
riormente por la aparición de una causal sobreviniente a la cele­
bración del negocio jurídico. Los supuestos típicos de ineficacia
funcional son la resolución y la rescisión. Por el contrario, en los
supuestos de ineficacia originaria, el negocio o no produce nunca
efectos jurídicos por haber nacido muerto, o deja de producir
retroactivamente todos los efectos jurídicos que hubiera produci­
do por haber nacido gravemente enfermo. La ineficacia origina­
ria se presenta pues en dos supuestos: la nulidad y la anulabilidad,
recibiendo ambas el nombre genérico de INVALIDEZ en el Códi­
go Civil peruano. Consiguientemente, existen dos supuestos de
invalidez en el sistema jurídico nacional: LA NULIDAD Y LA
ANULABILIDAD, debiendo quedar claramente establecido que
el sistema nacional no reconoce la categoría de INEXISTENCIA,
como sucede en otros sistemas jurídicos como el italiano, francés
y español. Debe quedar entonces claramente establecido que en
el sistema jurídico nacional existen únicamente los supuestos de
nulidad y de anulabilidad conforme se detalla en nuestro Código
Civil a partir del artículo 221 y siguientes.
Pues bien, a fin de establecer las características de la nulidad
y de la anulabilidad, examinaremos las semejanzas y diferencias
entre ambas categorías. Las semejanzas son las siguientes:
• Todas las causales de nulidad como aquellas de anulabilidad
se presentan siempre al momento de celebración del negocio,
es decir, al momento de su formación y por ello es que se
habla de ineficacia originaria.
12
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
•
Las causales de nulidad al igual que las de anulabilidad su­
ponen siempre un defecto en la estructura negocial y se dice
por ello que son supuestos de ineficacia estructural. Estos sig­
nifican en consecuencia que los negocios nulos al igual que
los anulables son siempre negocios que tienen una estructura
defectuosa, es decir, negocios jurídicos mal conformados y
por ende inválidos.
•
La tercera y última semejanza entre ambas hipótesis es que
tanto las causales de nulidad como las de anulabilidad son de
carácter legal, es decir, establecidas e impuestas por la ley, no
pudiendo ser creadas por los particulares. Esta característica
es muy importante, por cuanto existe en el Perú la mala cos­
tumbre de invocar sin fundamento alguno causales de nuli­
dad, tanto por abogados como por magistrados en general.
Permanentemente escuchamos y leemos que cuando un abo­
gado o un litigante considera que un contrato o negocio jurí­
dico no le es conveniente, se invoca siempre que existe una
causal de nulidad o una causal de anulabilidad. Este proce­
der típico de nuestro medio es totalmente equivocado y lleva
a gran confusión, por ello todos los autores y todos los códi­
gos civiles de los diferentes sistemas jurídicos son unánimes
en señalar que las causales de nulidad y de anulabilidad son
siempre legales.
Habiendo establecido las semejanzas entre ambas categorías
de invalidez, corresponde ahora precisar muy brevemente sus
diferencias:
•
En primer lugar, la definición es distinta: el negocio nulo es
aquel que carece de algún elemento, presupuesto o requisito,
o aquel que teniendo todos los aspectos de su estructura tie­
ne un contenido ilícito, por contravenir las buenas costum­
bres, el orden público o una o varias normas imperativas. Por
el contrario el negocio anulable es aquel que tiene todos los
aspectos de su estructura y contenido perfectamente lícitos,
13
LIZARDO TABOADA CORDOVA
sólo que tiene un vicio estructural en su conformación. Se
dice p or ello que el negocio anulable es el negocio viciado.
•
En segundo lugar, el negocio nulo nunca produce los efectos
jurídicos que tenía que haber producido y se dice por ello que
nace muerto. Sin embargo, debe mencionarse que el negocio
nulo, si bien no produce nunca efectos jurídicos de los que
tenía que haber producido abstractamente, puede eventual­
mente producir otros efectos jurídicos pero como un hecho
jurídico distinto, no como el negocio celebrado por las partes
originariamente.
Por el contrario, el negocio anulable nace con vida produ­
ciendo todos sus efectos jurídicos, pero por haber nacido con
un vicio en su conformación tiene un doble destino alternati­
vo y excluyente: o es confirmado, es decir, subsanado por la
parte afectada por la causal, en cuyo caso seguirá producien­
do normalmente todos sus efectos jurídicos, o es alternativa­
m ente declarado judicialm ente nulo, en cuyo caso la sentencia
que declara la nulidad opera retroactivamente a la fecha de
celebración del negocio anulable.
• La acción de nulidad puede interponerla no sólo cualquiera
de las partes, sino cualquier tercero, siempre que acredite
legítimo interés económico o moral. Por el contrario, la ac­
ción de anulabilidad cuyo objetivo es que se declare la nuli­
dad del negocio anulable, sólo puede interponerla la parte
perjudicada con la causal en cuyo beneficio la ley establece
dicha acción.
•
Las causales de nulidad están basadas en la tutela del interés
público, mientras que las causales de anulabilidad tutelan el
interés privado.
•
Los negocios nulos no son confirmables, a diferencia de los ne­
gocios anulables que sí son subsanables por la confirmación.
14
NULIDAD DEL ACTO JURtDICO
•
La sentencia en m ateria de nulidad es sim plem ente
declarativa, se limita a constatar que se ha producido la cau­
sal de nulidad y que el negocio nunca ha producido efectos
jurídicos, mientras que la sentencia en materia de nulidad del
negocio anulable es constitutiva y por ello tiene efecto retro­
activo a la fecha de celebración del negocio jurídico.
•
La anulabilidad siempre es expresa, es decir, viene siempre
declarada directamente por la norma jurídica, mientras que
la nulidad puede ser expresa o tácita. La nulidad expresa o
textual es aquella que se presenta cuando la norma declara
directamente la nulidad del negocio en un determinado su­
puesto, mientras que la nulidad tácita o virtual es aquella que
se configura cuando el negocio celebrado contraviene las bue­
nas costumbres, el orden público o una o varias normas im­
perativas. Las nulidades virtuales son pues aquellas que se
infieren o se deducen de una interpretación integradora del
sistema jurídico en su totalidad. Como es evidente, la mayor
parte de nulidades son tácitas o virtuales.
Finalmente, debemos mencionar que las causales genéricas
de nulidad se encuentran reguladas en el artículo 219, mientras
que las causales genéricas de anulabilidad en el artículo 221 del
código civil.
Todos los textos que se presentan de doctrina extranjera, de
reconocidos tratadistas, referidos a otros códigos civiles, con al­
gunos matices, contienen principios doctrinarios y conceptos so­
bre la nulidad y anulabilidad y la ineficacia del negocio jurídico
en general, perfectamente aplicables al Código Civil peruano,
salvo en lo concerniente a la imprescriptibilidad de la acción de
nulidad, principio que no se encuentra reconocido en el código
peruano, por cuanto la acción de nulidad en nuestro Código Ci­
vil prescribe a los diez años, mientras que la acción de anulabilidad
a los dos años y que por el contrario se encuentra consagrada en
otros sistemas jurídicos como el del Código Civil italiano. Igual­
15
LIZARDO TABOADA CORDOVA
mente se presentan textos de autores nacionales que se han ocu­
pado del tema.
Pues bien, el objetivo del curso que se está presentando es
que el alumno tenga un conocimiento claro y profundo del tema
de la ineficacia del negocio jurídico y su regulación legal en el
Código Civil peruano, haciendo énfasis en las semejanzas y di­
ferencias entre la nulidad y la anulabilidad, como categorías de
ineficacia estructural, de forma tal que se pueda diferenciar ní­
tidamente los supuestos de nulidad y de anulabilidad, evitando
confusiones lamentablemente muy frecuentes en nuestro me­
dio jurídico.
16
SUMARIO
1. LA CATEGORÍA GEN ÉRICA DE LA IN EFICACIA
DE LOS ACTOS JURÍDICOS
En este primer punto se examinará todo lo concerniente al
concepto genérico de ineficacia de los actos jurídicos como
situación anormal en la conformación y funcionamiento de
los actos de la autonomía privada
2.
LA INEFICACIA ESTRUCTURAL Y LA IN EFICACIA
FUNCIONAL
En este segundo punto se estudiará las diferencias que existen
entre las categorías de ineficacia estructural, llamada también
ineficacia originaria, ineficacia por causa intrínseca o invali­
dez, y la ineficacia fu n cio n a l, llamada también ineficacia
sobreviniente o ineficacia por causa extrínseca.
3.
LA ESTRUCTURA DEL ACTO JURÍDICO
A fin de poder comprender adecuadamente el concepto de
ineficacia estructural, en el tercer capítulo se examinará todo
lo concerniente a la estructura del acto jurídico, tanto a nivel
doctrinario como en nuestro sistema jurídico y se efectuará
17
LIZARDO TABOADA CORDOVA
tuará un estudio comparativo de la doctrina clásica sobre los
elementos esenciales, naturales y accidentales, con la orienta­
ción moderna sobre los elementos, presupuestos y requisitos
que conforman la estructura del acto jurídico.
4. LA INVALIDEZ DEL ACTO JURÍDICO
En este cuarto punto se examinará la noción de invalidez del
acto jurídico, estudiando las notas comunes a la nulidad y
anulabilidad como las dos categorías que tienen reconocimien­
to legal en el sistema jurídico nacional sobre invalidez de los
actos jurídicos.
5. LAS DIFERENCIAS ENTRE NULIDAD Y ANULABILIDAD
En este quinto capítulo se estudiarán las diferencias que exis­
ten entre la nulidad y la anulabilidad, tanto a nivel doctrina­
rio como dentro del sistema legal peruano, haciendo énfasis
en las diferentes consecuencias de ambas categorías respecto
de las partes y los terceros.
6. LA NULIDAD VIRTUAL
El sexto capítulo estará dedicado al estudio de la nulidad vir­
tual que es a su vez una de las categorías de la nulidad, por
contraposición a la de nulidad textual o expresa, no sólo a
nivel doctrinario, sino también en lo referente a su reconoci­
miento legal en el sistema jurídico nacional, y cuya aplica­
ción práctica y judicial requiere de una delicada labor de in­
terpretación del sistema jurídico y sus fundamentos.
7. LAS CAUSALES DE NULIDAD
El sétimo capítulo estará dedicado a un análisis crítico de las
causales genéricas de nulidad reguladas en el artículo 219 del
Código Civil peruano.
18
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
8. LAS CAUSALES DE ANULABILIDAD
El octavo capítulo estará dedicado a un análisis crítico de las
causales genéricas de anulabilidad reguladas en el artículo
221 del Código Civil peruano.
19
Capítulo I
LA CATEGORÍA GENÉRICA DE LA
INEFICACIA DE LOS ACTOS JURÍDICOS
Dentro del universo de los hechos jurídicos existe la catego­
ría de los hechos jurídicos voluntarios llamados actos jurídicos
que se caracterizan por estar conformados por una o más mani­
festaciones o declaraciones de voluntad emitidas con el propósi­
to de alcanzar un resultado práctico, que en cuanto tutelado por
el ordenamiento jurídico, se convierte en un resultado jurídico.
Acto JurW'cc
>
4
Negocio JmiOico
Estos actos jurídicos (llamados en otros sistemas doctrinarios
y legales negocios jurídicos) constituyen sin lugar a dudas la es­
pecie más importante de hechos jurídicos voluntarios, por cuan­
to a través de ellos los particulares tienen la posibilidad de satis­
facer sus múltiples y variadas necesidades en su vida de relación
con otros sujetos de derecho, razón por la cual la doctrina les ha
prestado mucha atención, y en muchos sistemas jurídicos como
21
LIZARDO TABOADA CORDOVA
es el caso del Código Civil peruano que le ha dedicado un libro
especial para su regulación legal.
Acto Jurídico
son
>
Hechos Jurídicos
Voluntarios
Conformados por una o
más manifestaciones o
declaraciones de voluntad
Los actos jurídicos son caracterizados como la manifestación
más importante del fenómeno jurídico denominado «autonomía
privada», entendida como el poder que tienen los particulares,
sean personas naturales o jurídicas, en los diferentes sistemas ju­
rídicos, para autorregular sus intereses privados vinculándose con
los demás con el fin de satisfacer sus más variadas y múltiples
necesidades. Para poder ejercer este poder o facultad de la auto­
nomía privada, los particulares tienen la libertad de celebrar los
actos jurídicos que consideren convenientes, por cuanto a través
de los mismos podrán alcanzar los resultados prácticos que de­
seen, creando, modificando, regulando o extinguiendo relacio­
nes jurídicos de carácter patrimonial o extrapatrimonial, y es por
ello justamente que se dice que los actos jurídicos son la manifes­
tación más importante de la autonomía privada en los diferentes
sistemas jurídicos.
22
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Es la manife , m c ,o t i
importante del feftér no jurídico La Autono­
mía Privada
1
Acto Jun\; c~-
.............. . ..—
» »■
La Autonomía Privad,- es el poder que tienen los partí­
cula! es (personas naíurales o jurídicas) de autorregular
sus intereses pu-.-^dos. vinculándose con los demas
para satisfa--.--: r-us necesidades
Pues bien, de esta forma resulta evidente que los actos jurídi­
cos son celebrados libremente por los particulares para poder
autorregular intereses privados a través de la creación, modifica­
ción, regulación o extinción de relaciones jurídicas. Esto significa
en consecuencia que el fin de la celebración de los actos jurídicos
es alcanzar un determinado resultado jurídico, que consistirá en
crear, modificar, regular o extinguir relaciones jurídicas.
En otras palabras los actos jurídicos son celebrados para que
produzcan efectos jurídicos, pues es a través de dichos efectos
jurídicos, concebidos y entendidos por los particulares como efec­
23
LIZARDO TABOADA CORDOVA
tos simplemente prácticos, que se podrán autorregular libre y
satisfactoriamente los diferentes intereses privados que determi­
naron la celebración de los mismos, de forma tal que se puedan
satisfacer las distintas necesidades de los sujetos de derecho en
los diferentes sistemas jurídicos.
La finalidad cid Acto Jurídico es alcanzar un determi­
nado resultado jurídico que consistirá en crear, modifi­
car. regular o extinguir relaciones jurídicas.
Por ello, debe quedar claramente establecido que los actos
jurídicos son celebrados para que produzcan válidamente efec­
tos jurídicos, pues si no se llegaran a producir los efectos jurídi­
cos, buscados por los sujetos como simples efectos prácticos, no
tendría sentido alguno que los sujetos celebraran actos jurídicos.
Por ello el artículo 140° del Código Civil peruano define el acto
jurídico como la manifestación de voluntad destinada a crear,
modificar, regular o extinguir relaciones jurídicas, mientras que
el artículo 1351 define el contrato (especie más importante de los
actos jurídicos conformada por todos los actos jurídicos bilatera­
les o plurilaterales con contenido patrimonial) como el acuerdo
de dos o más partes para crear, modificar, regular o extinguir una
relación jurídica patrimonial.
A rtículo 1402.- El acto jurídico es la manifestación de
voluntad destinada a crear, regular, modificar o extin­
guir relaciones jurídicas. Para su validez se requiere;
1. Agento capaz.
2. Objeto física y jurídicamente posible.
3. Fin lícito.
4. Observancia de ta forma prescrita bajo sanción de
nulidad.
24
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
A rfeo ?:1 ' ■ V Fl cc'T' =rí:--.t el acnr
(!os
pa ites p+ ’ " ?ar. re',i:: ■ "i^ d ific a r o '.'■íiiinnir un¡¡
L in ó n ;v -'. :■ patnrri- ■■■'
Queda evidenciada pues la importancia dé la producción de
los efectos jurídicos tanto en el campo de los actos jurídicos como
en el de los contratos, pues lo que distingue un acto jurídico y
contrato válidamente celebrado y eficaz de otro que no lo es, es
justamente la producción de los efectos jurídicos, bien se trate de
la creación, modificación, regulación o extinción de relaciones
jurídicas patrimoniales o extrapatrimoniales. Esto significa en­
tonces que los actos jurídicos y contratos se celebran para ser efi­
caces, por cuanto en tanto lo sean los mismos permitirán que los
sujetos autorregulen sus intereses privados satisfaciendo sus más
variadas y diferentes necesidades.
Sin embargo, sucede en muchos casos que los actos jurídi­
cos y contratos no son eficaces, pues no llegan en ningún caso a
producir efectos jurídicos, o porque los efectos jurídicos que se
han producido inicialmente llegan a desaparecer por un evento
posterior a la celebración de los mismos. En estos supuestos es­
tamos dentro de lo que se denomina en doctrina «ineficacia»
del acto jurídico o del contrato. Consiguientemente, la catego­
ría genérica que describe todos los supuestos en los cuales los
actos jurídicos y contratos no son eficaces, por no haber produ­
cido nunca efectos jurídicos, o por desaparecer posteriormente
los efectos jurídicos producidos inicialmente, recibe el nombre
genérico de ineficacia.
25
LIZARDO TABOADA CORDOVA
INi:í-ir,ACIA DK L AC TO JUI ¡ ID iU ;
...
.
.............
r
■’.s la Cüte'jori.'i rjuH&ioa quo describe todos los supuestes en los cuales los actos j jrídicos y contratos no son
eficaces.
P o r no hab er producido
iiuiic.i !■ v t!. .
. jiídic.os
F'oi ü ..'..‘i
i;r nualunormente los cfoctos jurídicos
pioducidos inicialmente
Como resulta claro, el sistema jurídico busca que los actos
jurídicos y contratos sean eficaces, a fin de que los particulares
puedan satisfacer sus más variadas y distintas necesidades de
orden social y personal, en la medida que se trate de intereses
privados considerados socialmente dignos y legítimos, y por
ello mismo merecedores de tutela legal.
De este modo, se regula detalladamente los diferentes supues­
tos de ineficacia del acto jurídico y de los contratos, a fin de salva­
guardar el principio de legalidad en el ámbito de los actos de la
autonomía privada, pues el objetivo de todo sistema jurídico no
sólo es que los particulares puedan regular libremente sus intere­
ses privados, sino que dicha autorregulación se realice dentro del
marco del cumplimiento de determinados requisitos y presupues­
tos de orden legal, pues en caso contrario los actos jurídicos y
contratos celebrados, por más que cuenten con las manifestacio­
nes de voluntad de las partes libremente emitidas, serán incapa­
ces para producir efectos jurídicos, debiendo ser declarados judi­
cialmente o, en algunos casos, de pleno derecho, como ineficaces,
26
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
es decir, como incapaces para crear, modificar, regular o extin­
guir relaciones jurídicas.
Ineficacia en sentirlo estricto os todo supuesto en el
cua! el acto jurídico o el c ontiato rrtob 'ado por las par­
tos no Mega a producir mi mino di |n- c ti i lo. jurídico =;
buscados, o habiendo producido todos sus efectos ju­
rídicos micialmente, desaparecen ios mismos por una
causa o evento posterior <i •-i j i r.l' i m . v n
Las razones de la ineficacia son distintas, pero en términos
genéricos la ineficacia -bien sea esta inicial o sobreviniente- es
consecuencia por regla general del incumplimiento de un re­
quisito de orden legal, bien sea al momento de la celebración
del acto jurídico, o con posterioridad a la misma, que justifique
que no se produzcan nunca los efectos jurídicos deseados, o que
los efectos jurídicos ya producidos desaparezcan. Sin embargo,
por excepción, en algunos casos de ineficacia sobreviniente, la
misma puede ser consecuencia no del incumplimiento de un
requisito de orden legal, sino de la voluntad de las mismas par­
tes. Esto significa que las partes en aplicación del principio de
autonomía privada pueden disponer que un acto jurídico o con­
trato libremente celebrado por ellas, que ha venido producien­
do normal y válidamente todos sus efectos jurídicos, deje de
producirlos pero, en términos generales, la ineficacia sea inicial
o sobreviniente, es siempre producto del incumplimiento de un
requisito o aspecto de orden legal.
27
LIZARDO TABOADA CORDOVA
INEFICACIA
I N IC IA L
i
A : n o m e n to d e la
!
c o 6 i ¡ ! .,M .; i: N T t -
C o n p < V K .I .o n d a d
c e le b r a c ió n
|
a la ' V l c . ' . L . c i a n d i-
c L -! A e l ’ ■ .jL .r id ie o
Í
r ll,■ v> ¿K tO
De modo tal que podemos concluir el presente capítulo ini­
cial, señalando que el sustento de la categoría genérica de inefi­
cacia de los actos jurídicos (y por ende de los contratos) es la tute­
la del principio de legalidad en el ámbito de los actos de la auto­
nomía privada, pues el objetivo fundamental del sistema jurídico
es que los actos de la autonomía privada produzcan efectos jurí­
dicos, siempre y cuando los mismos se ajusten a los requisitos de
orden legal, que establecen las normas para que los actos jurídi­
cos sean eficaces.
La i'K.'R'r.oasobrevolante puede -;or cor.-.eoj. acia uu:
1. Incumplimiento de un requisito de oreen io^ai
2 Excepcionalmente, de la voluntad de las mismas
É UBI ' f|p
28
Capítulo II
LA INEFICACIA ESTRUCTURAL
Y LA INEFICACIA FUNCIONAL
En el primer capítulo habíamos señalado que los supuestos
de ineficacia son aquellos en los cuales los actos jurídicos cele­
brados no llegan a producir los efectos jurídicos buscados por
las partes, o aquellos en los cuales los efectos jurídicos produci­
dos normalmente desde un inicio desaparecen posteriormente
por la aparición de un evento o causa sobreviniente a su cele­
bración que justifica dicha desaparición. De esta manera, es fá­
cil entender que existen dos grandes categorías de ineficacia de
los actos de la autonomía privada: la ineficacia inicial denomi­
nada indistintamente ineficacia originaria, por causa intrínseca
o in eficacia estru ctu ral, y por otro lado la ineficacia
sobreviniente, denominada indistintamente ineficacia por cau­
sa extrínseca o ineficacia funcional. Solamente por razones de
claridad y uniformidad en la expresión, vamos a utilizar desde
este momento únicamente los términos de ineficacia estructural
y el de ineficacia funcional.
29
LIZARDO TABOADA CORDOVA
in c .r io ACIA
INICIAL. O i'.STRUCT IJRAL
i Originaria o por causa intrin&r’ca)
HJNCIONAl.
(Sobrevintenle por causa extrínseca)
La ineficacia estructural es aquella que se presenta al momento
mismo de la celebración del acto jurídico, es decir, se trata de un
acto jurídico afectado por una causal de ineficacia desde el mo­
mento mismo de su celebración o formación.
No debe olvidarse que cuando nos referimos a la celebración
o formación de un acto jurídico nos estamos refiriendo al mo­
mento en el cual se conforma o compone el acto jurídico por la
concurrencia de todos los aspectos de su estructura, bien se trate
de sus elementos, presupuestos y requisitos. Del mismo modo
tampoco debe olvidarse que la doctrina utiliza indistintamente
los términos de celebración, formación, nacimiento, conclusión o
perfección para hacer referencia a este momento, nosotros sola­
mente por comodidad de expresión en este trabajo utilizaremos
indistintamente los términos de celebración o formación.
Pues bien, como ya lo hemos indicado anteriormente, la in­
eficacia estructural se presenta cuando el acto jurídico desde el
momento mismo de su formación se encuentra atacado o afecta­
do por una causal de ineficacia. La coetaneidad al momento de la
formación del acto jurídico es pues el primer rasgo característico
de la ineficacia estructural. Sin embargo, no basta que se trate de
una causal de ineficacia que se presente al momento de la forma­
ción, sino que además de ello es necesario que la causal suponga
un defecto en la estructura del acto jurídico. En otros términos,
todos los supuestos de ineficacia estructural, como su propio nom­
bre lo indica claramente, suponen un acto jurídico mal formado,
30
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
mal estructurado, con un defecto congénito, de modo tal que se
trate de un acto jurídico con un defecto intrínseco. Como es obvio
nos referiremos en los próximos capítulos al concepto de estructu­
ra del acto jurídico a fin de comprender a cabalidad en su momen­
to el concepto de ineficacia estructural. Por el momento baste con
señalar que la causal de esta categoría de ineficacia supone un
acto jurídico mal estructurado o conformado, por ello es precisa­
mente que en doctrina y en los diferentes sistemas jurídicos se
utiliza la expresión de «invalidez» para hacer referencia al con­
cepto de ineficacia estructural.
Un acto jurídico inválido es pues aquel que tiene un defecto
en su estructura desde el momento mismo de su formación o ce­
lebración, según estudiaremos posteriormente en los capítulos
referentes a la nulidad y anulabilidad de los actos jurídicos.
En tercer lugar como nota distintiva de la ineficacia estructu­
ral o invalidez, debemos señalar que la misma se fundamenta
exclusivamente en el principio de legalidad, pues todas las
causales de invalidez vienen siempre establecidas por la ley, no
pueden ser consecuencia del pacto entre las partes. Vale decir, la
invalidez no puede ser pactada, no puede ser acordada por las
partes que han celebrado un acto jurídico.
Características de la ineficacia estructural o invalidez:
1. Lacoeiam idad al m om entj cte la fotrmt u n d rl i-to
2. Tiene un defecto on su estructura desde el momen­
to mismo de su formación o colebracion
3. Se fundamenta exclusivamente en el principio de
lepolidad.
31
L1ZARDO TABOADA CORDOVA
Ahora bien, por el contrario, la ineficacia funcional, a diferen­
cia de la ineficacia estructural o invalidez, supone en todos los
casos un acto jurídico perfectamente estructurado, en el cual han
concurrido todos sus elementos, presupuestos y requisitos de
orden legal, sólo que dicho acto jurídico por un evento ajeno a su
estructura debe dejar de producir efectos jurídicos. Y es por ello
que se dice que en los supuestos de ineficacia funcional, los actos
jurídicos tienen también un defecto, pero totalmente ajeno a su
estructura, no intrínseca, sino extrínseca. Esto significa en conse­
cuencia que los actos jurídicos atacados o afectados por causales
de ineficacia funcional o sobreviniente, son actos jurídicos per­
fectamente bien estructurados y conformados, pues el defecto que
se presenta posteriormente es totalmente extraño a la conforma­
ción estructural del acto jurídico. Como se podrá observar, esta
primera característica de la ineficacia funcional marca una dife­
rencia contundente con los supuestos de ineficacia estructural,
tratándose de una diferencia esencial entre ambas categorías de
ineficacia de los actos jurídicos.
Del mismo modo, en los supuestos de ineficacia funcional, a
diferencia de los supuestos de invalidez, por regla general el de­
fecto se presenta con posterioridad a la celebración o formación
del acto jurídico y es por ello que se habla de ineficacia funcional
o sobreviniente, para marcar la diferencia respecto de la inefica­
cia estructural o invalidez. Sin embargo, esta segunda nota dis­
tintiva de la ineficacia funcional no es absoluta, pues no se pre­
senta en todos los supuestos de dicha ineficacia, pues como vere­
mos posteriormente en los casos de rescisión, que es uno de los
supuestos de ineficacia funcional, la causa de ineficacia es coetá­
nea a la formación del acto jurídico. Sin embargo, en la generali­
dad de los casos, las causales de ineficacia funcional son siempre
sobrevinientes a la formación de los actos jurídicos.
32
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
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1
.,q.
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lo ineficacia funcional:
Sii--:i' - . ■ •■'íistcncip rio un Acto Jinidrio perfoctan,
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De esta manera, puede decirse que ios actos jurídicos afec­
tados por una causa), de ineficacia funcional son aquellos que
suponen un defecto totalmente ajeno a su estructura, que se pre­
senta por regla general con posterioridad a la formación de los
mismos.
Finalmente, a diferencia de la ineficacia estructural, en algu­
nos casos la medí os a. funcional puede ser consecuencia del pac­
to entre las partes que han celebrado un acto jurídico. Veremos
luego en los siguientes capítulos cómo en algunos casos se pue­
den pactar libremente por las partes las causales de ineficacia fun­
cional, en a p l i c a d a i del principio de autonomía privada, que es
el principio"directriz en materia de actos jurídicos y contratos.
Queda claramente establecido las notas que distinguen tanto
a la ineficacia estru ctu ral como a la ineficacia funcional.
33
Capítulo III
LA ESTRUCTURA DEL
ACTO JURÍDICO
Como ya hemos indicado anteriormente, la ineficacia estruc­
tural o invalidez supone un acto jurídico mal conformado o es­
tructurado defectuosamente, desde el momento mismo de su na­
cimiento. De esta manera, a fin de poder entender a cabalidad el
concepto de invalidez es necesario que en el presente capítulo se
examine brevemente lo relativo a la estructura del acto jurídico.
3.1 La estructura
Como ya hemos indicado en el capítulo inicial, los actos jurí­
dicos se definen comúnmente como manifestaciones de volun­
tad que producen efectos jurídicos, bien se trate de la creación,
modificación, regulación o extinción de relaciones jurídicas. He­
mos indicado también que los actos jurídicos tienen una estruc­
tura conformada por diversos aspectos: los elementos, los presu­
puestos y los requisitos. Pues bien, corresponde ahora definir es­
tos diferentes aspectos de la estructura de todo acto jurídico.
35
LIZARDO TABOADA CORDOVA
ELEMENTOS
PRESUPUESTOS
REQUISITOS
Estructura del
v’.'^cto Jurídu c
3.1.1. Los elementos
Elomento es, pues, todo lo quo compo­
ne o conforma un acto jurídico
Los elementos se entienden como los componentes del acto
jurídico, es decir, todo aquello que conforma el acto jurídico cele­
brado por los sujetos. En tal sentido, se entiende modernamente
que los únicos elementos comunes a todo acto jurídico son dos: la
declaración o manifestación de voluntad y la causa o finalidad,
existiendo unanimidad en el sentido que la formalidad no es un
elemento común a la estructura de todo acto jurídico, sino sola­
mente en aquellos casos en los cuales las partes o la 1íy prescri­
ban la formalidad bajo sanción de nulidad como componente del
acto jurídico y que por ello mismo se denominan actos jurídicos
solemnes o formales.
ELEM ENTO S COM UNES
d f
T O D O A C T O J U R ID IC O
r-
1
D c o la rn c i.m o m a n ife s ta r io-'
k
¡»
d o v o lu n ta d
36
y
fin a lid a d
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Debe señalarse que en la doctrina tradicional a los elemen­
tos se les denominaba «elementos esenciales», para dar a enten­
der que los mismos eran necesarios para la formación del acto
jurídico. Sin embargo, como ya se ha indicado, la doctrina mo­
derna prefiere utilizar únicamente la denominación de «elemen­
tos», por las razones antes explicadas y porque entiende que
sólo existe una categoría de elementos, mientras que la doctrina
tradicional, además de los elementos esenciales, hacia también
referencia a los elementos naturales y accidentales, que exami­
naremos en breve.
3.1.2. Los presupuestos
Además de los elementos, la doctrina moderna hace referencia
a los presupuestos, los cuales se definen como los antecedentes o
términos de referencia, es decir, todo aquello que es necesario que
preexista para que el acto jurídico pueda celebrarse o formarse.
Todo M u flir que c“* noc 3cm c r|ur pi<- cxiltT p tra
qur- ( I a ito jundico puM n
rrlf» r v r r forrri ir&r
Presup^c. ' t j
Se acepta unánimemente que los presupuestos comunes a todo
acto jurídico son dos: el objeto y el sujeto. Recuérdese que en la
doctrina tradicional el objeto era considerado como uno de los
elementos esenciales, al igual que el denominado «agente capaz».
Por su parte la orientación actual entiende que tanto el objeto
como el sujeto, si bien forman parte de la estructura del acto jurí­
dico, no es como elementos, sino como presupuestos. La razón
del cambio en la concepción y en la terminología, se justifica en el
37
LIZARDO TABOADA CORDOVA
hecho que tanto el objeto como el sujeto no forman parte del acto
jurídico, el cual es en sí mismo una manifestación de voluntad
destinada a la producción de efectos jurídicos, siendo los mis­
mos, sin embargo, es decir, el objeto y el sujeto, necesarios para la
formación del acto jurídico, pero no como elementos, sino como
presupuestos. En otras palabras, con la nueva categoría de los
presupuestos, no se pretende afirmar que los mismos no sean
necesarios para la existencia del acto jurídico, sino señalar que
los mismos deben preexistir para que el acto jurídico conforma­
do por sus elementos pueda formarse. Se trata como se puede
comprobar de una visión bastante lógica y ordenada de la estruc­
tura de los actos jurídicos, mientras que en la concepción tradi­
cional todo se reducía al aspecto de elementos esenciales, a los
cuales se contraponían los elementos naturales y accidentales.
Loa presupuesto-., comuna*:
acto i'jridii ■> son
.1 todo
Sujeto
Ahora bien, cómo es evidente, el acto jurídico en el cual no
concurra algún elemento o presupuesto no se habrá formado y,
por ende, será un acto jurídico inválido o defectuosamente es­
tructurado, atacado por una causal de ineficacia estructural.
3.1.3. Los requisitos
Finalmente, en la doctrina moderna, se hace referencia a los
requisitos, como todas aquellas condiciones que deben cumplir
38
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
tanto los elementos como los presupuestos, para que el acto ju­
rídico formado por la concurrencia de los mismos, pueda pro­
ducir válidamente sus efectos jurídicos. A los requisitos se les
denominaba en la doctrina tradicional también «elementos esen­
ciales» o «elementos de validez». Sin embargo, en la doctrina
moderna sobre la estructura del acto jurídico, se ha preferido
denominarlos requisitos, para que quede bien en claro que no
bastan los elementos y los presupuestos para la conformación
válida de un acto jurídico, sino que además de ello es necesario
que concurran otras condiciones que deben cumplir tanto los
elementos como los presupuestos, para que el acto jurídico se
considere formado válidamente y por ende pueda produ cir vá­
lidamente sus efectos jurídicos. Esto significa, en consecuencia,
que mientras los elementos y presupuestos son necesarios para
la formación del acto jurídico, los requisitos son necesario s para
que el acto jurídico correctamente formado pueda producir vá­
lidamente sus efectos jurídicos.
No bastan !o¿ eic-nentos y los p r é s u p u c s
conforni.i'- -p v.tlioa «Jo nn --acto tu ■.«■'
no q u e r onr urran ntm r condk lonc 'i v
p’ir tanto os elemento'-, romo pres> p
l >¿1
p ! acto
■"nsidsro fcrm aJj va'icfcii ■'
rfi" , -L'ctos jurídicos.
Resulta evidente entonces la diferencia esencial entre los tres
aspectos de la estructura de todo acto jurídico, siendo los tres
necesarios para que el mismo pueda formarse válidamente y es
por ello mismo que se trata de aspectos estructurales, a pesar de
las diferencias entre ellos. Cuando concurren los tres, nos encon­
traremos frente a un acto jurídico válidamente estructurado o
conformado y por ello será un acto jurídico plenamente eficaz
39
LIZARDO TABOADA CORDOVA
que producirá los efectos jurídicos buscados por las partes. Por el
contrario, cuando nos encontremos frente a un acto jurídico en el
cual no ha concurrido alguno o varios de dichos aspectos, estare­
mos frente a un acto jurídico defectuosamente estructurado y que
será por ello mismo ineficaz, es decir, impotente para producir
válidamente los efectos jurídicos deseados.
Así pues lo que antes en la doctrina tradicional se denomina­
ba «elementos esenciales» o «elementos de validez», en la doctri­
na moderna, por criterios estrictamente lógicos, se les denomina
elementos, presupuestos y requisitos, pero haciendo énfasis que
en los tres casos los mismos son necesarios para la formación vá­
lida del acto ju ríd ico y por ende para su eficacia.
Consiguientemente el acto jurídico en el cual no concurra alguno
o varios de dichos aspectos estructurales, será uno ineficaz por
una causal de ineficacia estructural, o lo que es lo mismo será un
acto jurídico inválido. La invalidez es, pues, un supuesto de in­
eficacia consecuencia de la ausencia de algún aspecto estructural
del acto jurídico, y es por ello mismo que invalidez es lo mismo
que ineficacia estructural.
Pues bien, como ya hemos indicado, de acuerdo a la doctrina
tradicional en materia de actos jurídicos, que respetamos, pero
que no compartimos, la estructura del acto jurídico no se divide
en elementos, presupuestos y requisitos, sino en los denomina­
dos elementos esenciales (o llamados por algunos elementos de
validez), elementos naturales y elementos accidentales. Debe se­
ñalarse de una vez las razones por las cuales la doctrina moderna
ha preferido abandonar esta concepción, para dar paso a la opi­
nión moderna sobre los tres aspectos estructurales.
Como ya se ha indicado, se entendían los elementos esencia­
les como aquellos que eran necesarios para la formación válida
del acto jurídico. Sin embargo, como ya hemos señalado también,
se consideraba que todo lo que era necesario para la formación
del acto jurídico debía ser considerado elemento esencial, con la
40
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
consiguiente confusión y falta de claridad conceptual y es por
ello que no se tenía una idea clara y lógica de la estructura del
acto jurídico. Sin embargo, la confusión no sólo se encontraba al
definir los elementos esenciales, pues además de ellos también se
hacia referencia a los denominados elementos naturales y acci­
dentales, aumentándose la confusión en las ideas.
Por elementos naturales se entendían todos aquellos que eran
propios de un determinado acto jurídico, pero que las partes po­
dían dejar de lado por pacto entre ellas, por expresa disposición
de la ley que los facultaba a ello, y que en ausencia de pacto en
contra, se producían de todas maneras. Así pues, se señalaba como
ejemplo de los elementos naturales, la obligación de saneamien­
to por evicción, los intereses legales, etc., sin embargo, la doctri­
na moderna cuestionó esta categoría de los elementos naturales
con el siguiente argumento: lo que se denomina elementos natu­
rales, no son elementos de un acto jurídico, sino únicamente efec­
tos jurídicos que producen por expresa disposición de la ley de­
terminados actos jurídicos, de modo tal que no se justifica en modo
alguno esta categoría clásica y tradicional, por tratarse de efectos
jurídicos que se producen necesariamente ex lege. A partir de ese
momento en la doctrina moderna quedó establecido que una cosa
son los aspectos estructurales del acto jurídico y otro muy distin­
to el de los efectos jurídicos, no pudiendo confundirse ambos por
ninguna razón.
Finalmente corresponde referirnos muy brevemente a los ele­
mentos accidentales. Según esta orientación tradicional, elemen­
tos accidentales son todos aquellos que las partes podían incor­
porar libremente por su propia voluntad a la estructura de un
acto jurídico. En este sentido, se decía que elementos accidenta­
les son todas aquellas figuras que siendo ajenas a la estructura
común del acto jurídico, las propias partes podían incorporar por
su libre decisión, tales como la condición, el plazo, el modo, la
cláusula penal, etc.
41
LIZARDO TABOADA CORDOVA
Al igual que en el caso de los llamados elementos naturales,
la doctrina actual criticó severamente esta categoría de los deno­
minados elementos accidentales con el siguiente argumento: lo
que se dice que son elementos accidentales, no son tales, por cuan­
to se trata de modalidades que las partes libremente pueden in­
corporar a la estructura de un acto jurídico y en cuyo caso una
vez incorporadas las mismas pasan a formar parte de la estructu­
ra del acto jurídico particular de que se trate, razón por la cual no
se encuentra justificada tampoco esta categoría de elementos ac­
cidentales, debiendo hablarse en todo caso de modalidades de
los actos jurídicos, que son elementos que las partes pueden in­
corporar por su libre decisión y que afectan, no la formación, sino
la eficacia del acto jurídico.
De esta forma en la concepción actual sobre la estructura
del acto jurídico, ya no se hace referencia a los elementos esen­
ciales, naturales y accidentales, sino únicamente a los tres as­
pectos estructurales del acto jurídico: elementos, presupuestos
y requisitos.
Finalmente, corresponde ahora señalar cuáles son los requi­
sitos del acto jurídico. Ellos son los siguientes: la capacidad legal
de ejercicio, la capacidad natural entendida como el actuar con
discernimiento, la licitud, la posibilidad física y jurídica del obje­
to, la determinación en especie y cantidad, y finalmente el que la
voluntad manifestada haya estado sometida a un proceso nor­
mal de formación, es decir, sin vicios de la voluntad.
r
R E O U ü 'irO R O . L
ACTO JURIDICO
<
Capacitación legal de ejercicio.
Capacidad natural.
Licitud.
Posibilidad física y jurídica del objeto.
Determinación en especie y cantidad.
Voluntad sometida a proceso normal de formación.
V.
42
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Casos prácticos
CASO 1*
Piura, treinta de junio de mil
novecientos ochentiséis
VISTOS; resulta de autos; que a fojas tres, doña Eva Amorrortu
Viuda de Balmaceda, interpone demanda de Otorgamiento de Es­
critura contra doña Antela Laura Balarezo Vallebuona Viuda de
Balarezo y doña Ofelia Calle Morales viuda de Balarezo, propietaria
del edificio Vignolo ubicado entre la calle Cuzco, Cajamarca, de esta
localidad; Funda la demanda en el hecho de que como inquilina del
departamento segundo con el número doscientos dos de ese edifi­
cio en cumplimento del artículo veintidós del Decreto Legislativo
veintiún mil novecientos treintiocho, las demandadas le dieron la
primera opción de compra mediante carta notarial de ocho de enero
de mil novecientos ochentidós, recepcionada el veintidós del mismo
mes y año por el precio de nueve millones de soles oro, pagaderos
al contado; Que el demandante aceptó la carta notarial de veintidós
de marzo de mil novecientos ochentidós con la cual quedó la com­
praventa perfeccionada por ser un contrato consensual y estar las
partes de acuerdo en el precio y en la cosa, que no se ha hecho la
escritura de transferencia por cuanto los vendedores no tenían su
titulación en regla y en que cumplido con hacer las consignaciones
del dinero en el Banco de la Nación por haberse negado las deman­
dadas ha recibir el dinero y otorgar la escritura correspondiente,
como fundamentos de derecho invoca los artículos mil ciento
setentidós, mil trescientos ochentitrés, mil trescientos cuarenta del
Código Civil vigente, al tiempo de interponer la demanda; Admitida
ésta, se corre traslado a las demandadas quienes la contestan a
fojas diez, negándola y contradiciéndola, por los fundamentos que
invoca, como es el hecho de haber aceptado la propuesta de venta
pero sin haber acompañado el importe del precio del inmueble ni
* Transcripción textual de la resolución original.
43
LIZARDO TABOADA CORDOVA
siquiera una parte proporcional de él que la carta sólo implica ha­
cerles creer que tenía deseo de compra; Que no existe contrato de
compraventa, porque siendo la venta un contrato como tal un nuevo
generador de obligaciones, el vendedor queda obligado a entregar
la casa y el comprador asume la obligación de pagar el precio y
emplear los actos necesarios para obtener la posesión; que ellas
nunca celebraron un contrato bilateral respecto a la venta del de­
partamento, que no dio ni la cuantésima parte a cuenta de mayor
cantidad para que se encuentre facultado a pedir la entrega del bien
que después de treintitrés meses de haberse hecho el ofrecimiento
pretende consignar la misma cantidad, lo que consideran un abuso
de derecho y enriquecimiento indebido por haberse devaluado la
moneda en un setecientos por ciento a la fecha; fundamentan igual­
mente, en que con su carta del veintidós de marzo de mil novecien­
tos ochentidós convino en su pacto de referencia para la adquisi­
ción del inmueble que un pacto no equivale a una compraventa y
que no puede estimarse concluido el contrato; deduce las excepcio­
nes de caducidad, Falta de personería, fundándolas en el artículo
trescientos catorce del Código Civil; corrida traslado de las excep­
ciones y reconvención éstas son contestadas a fojas trece, negán­
dola y contradiciéndola por los fundamentos que invoca; abierta la
causa a prueba, admitida y actuada la ofrecida, vencido el término
probatorio, producido los alegatos, el estado de la causa son el de
sentencia; y CONSIDERANDO: que con fecha ocho de enero de
mil novecientos ochentidós, las dem andadas doña Antela
BalarezoViuda de Balarezo y doña Ofelia Calle de Balarezo; ofre­
cen en venta al demandante el departamento número doscientos
dos del Edificio Vignolo, sito entre las calle Cuzco ciento ochentisiete,
ciento noventiuno y ciento noventicinco y calle Gajamarca trescien­
tos ochentidós de esta ciudad, inmueble que conduce la deman­
dante en calidad de inquilina, mediante carta notarial que en autos
corre a fojas dieciséis y en cumplimiento del artículo veintidós del
Decreto Ley veintiún mil novecientos treintiocho, departamento
ofertado en la suma de nueve millones de soles oro, en la actuali­
dad nueve mil intis; que recepcionada la carta notarial que contenía
la oferta con fecha veintidós del mismo mes y año, tal como apare­
ce de la constancia notarial, doña Eva Amorrotu, con fecha veinti-
44
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
dos de marzo de ese año, contesta la carta cursada, tal como cons­
ta de fojas diecisiete, mediante la cual acepta la oferta de vender el
Inmueble que conduce como inquilina; que las demandadas guar­
dan silencio ante la Carta Notarial, mediante la cual la demandante
acepta, la oferta hasta el dos de agosto de mil novecientos
ochenticuatro en que reemplazados mediante carta notarial que en
autos obra a fojas diecinueve, hacen de conocimiento de doña Eva
Amorrortu, que la titulación del inmueble ofertado se encuentra en
la notaría de don Telésforo León Vilena aprovechando las deman­
dadas para hacer una nueva oferta en cuanto al valor delinmueble,
lo cual era manifiestamente innecesario, pues la primera oferta se
encontraba vigente al haber sido aceptada por la demandante den­
tro del término que prescribe el artículo veintidós del anotado De­
creto Ley, hecho que trajo como consecuencia que el actor contes­
tara mediante el mismo conducto la aludida carta, tal como consta a
fojas veinticinco indicando que al haber aceptado la oferta por estar
de acuerdo en el precio ofrecido, la compraventa ha quedado efec­
tuada, restando tan sólo cumplir con las formalidades de entregar el
dinero y la escritura de transferencia; que la escritura de transferen­
cia no podría ser otorgada pues a la fecha de la oferta a la deman­
dante, no se encontraba saneada, pues la independización del de­
partamento en litis, recién se inscribe con fecha del X de julio de mil
novecientos ochenticuatro, tal como consta de la acta de fojas
noventitrés, así como la constitución de propiedad horizontal y el
reglamento interno, que se inscribe con fecha veintitrés d e x de ese
año, hecho corroborado por las demandadas al absolver la séptima
y cuarta pregunta del interrogatorio de fojas treinticuatro y la instru­
mental que en autos obra de fojas sesentiuno a fojas setentiuno;
que de lo antes anotado se colige que en caso de autos es de apli­
cación el concepto jurídico de la condición suspendida contenida en
el artículo ciento setentitrés del Código Civil, presupuesto jurídico,
tácitamente aceptado por las demandadas, al no haber dado res­
puesta oportuna a la petición que le refiere la carta notarial de fojas
dieciséis, la misma que fue consecuencia de la Notarial de fojas
diecinueve, mediante la xxxxx las demandadas le comunican la op­
ción de compraventa, hecho que por lo tanto lo obligó a transferir la
propiedad del departamento ofertado al precio originalmente pedi­
45
LIZARDO TABOADA CORDOVA
do, así como al demandante cancelar el valor total ya indicado, per­
feccionándose así la compraventa; que el actor al cancelar el valor
del inmueble subjúdice le asiste el derecho de imponer la presente
acción de Otorgamiento de escritura, pues el intercambio de volun­
tades que se denotan en las cartas notariales, perfecciona la prefe­
rencia de la propiedad, tal como lo estipula el artículo novecientos
cuarentinueve del anotado Código; Que hay que tener en cuenta,
que la contenida en el certificado de depósito que corre a fojas dos
no ha sido impugnada por las demandadas, así como la confesión
ficta de las demás de fojas cuarentidós vuelta de acuerdo al interro­
gatorio de fojas treinta; que la reconvención planteada por las de­
mandadas no merece ser amparada por no darse los presupuestos
contenidos en la Sección Sexta del Libro Sétimo del indicado cuer­
po de Leyes, al no haberse acreditado la sentencia de responsabili­
dad extracontractual a que se refiere el artículo mil trescientos vein­
tiuno del mismo código; resuelta asimismo sin amparo la caduci­
dad deducida por las demandadas como excepción por no existir
esta forma en nuestro Código de Procedimientos Civiles, y en cuan­
to a caducidad en sí, por las consideraciones glosadas, tampoco
puede X XX X X XX X cuanto al existir una condición suspensiva, él
termina para ella queda interpuso; Que la excepción de falta de
personería debe igualmente estimarse porque la actora con la co­
pia de la declaratoria de Herederos corre a fojas cuarentiuno, ha
demostrado que inició la acción por derecho propio al haber falleci­
do el cónyuge. Por estos fundamentos de hecho y de derecho y de
conformidad con lo que disponen los artículos mil trescientos
cuarentiuno, mil trescientos cincuentidós, mil trescientos sesentiuno,
mil trescientos sesentidós, mil cuatrocientos doce, mil quinientos
cuarentinueve y mil trescientos setentitrés del Código Civil y admi­
nistrando justicia a nombre de la Nación; FALLO: declarando funda­
da la demanda de fojas tres interpuesta por doña Eva Amorrortu
Viuda de Balmaceda y en consecuencia ordenó que las demanda­
das doña Antela Balarezo Viuda de Balarezo y doña Ofelia Calle
MoralesViuda de Balarezo, otorguen la escritura traslativa de domi­
nio del departamento que ocupa la demandante en el edificio Vignolo
ubicado entre las calles Cusco y Cajamarca signado con el número
doscientos dos o que correspondan según su independización, con
46
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
costas; infundadas la excepción de falta de personería, reconven­
ción y caducidad e inadmisible la caducidad como excepción, dedu­
cida por los demandantes.
Piura, veintidós de abril de
Mil novecientos ochentisiete.
VISTOS, en segunda discordia y CONSIDERANDO; además;
Que a fojas diez las demandadas al contestar la acción dedujeron
la caducidad como excepción perentoria sosteniendo que entre la
aceptación de la primera opción y la presente demanda han trans­
currido más de dos años que por lo mismo el derecho del accionante
había precluído que así mismo la CADUCIDAD que como excep­
ción perentoria fue deducida a fojas diez, y admitida como tal a
fojas once vuelta, resulta inadmisible, por no estar comprendida
dentro de las señaladas en el artículo trescientos doce del Código
de Procedimientos Civiles, que expresamente determina que son
admisibles como excepciones únicamente las indicadas en el nu­
meral últimamente glosado, y en las que no se encuentra la CA­
DUCIDAD contemplada en el artículo dos mil tres del Código Civil
vigente, y que si bien es verdad que la prescripción y la caducidad
son instituciones jurídicas afines en sus efectos, pero son disímiles
en la causa que las origina en tal forma que no debió ser admitida
con excepción perentoria según aparece de fojas veinticinco ya
que la primera puede ser deducida en cualquier estado del juicio
por la parte interesada como lo determina el artículo mil novecien­
tos noventidos del Código Civil, y que si bien es cierto que la cadu­
cidad puede ser declarada de oficio o a petición de parte como lo
dispone el artículo dos mil seis del acotado, no puede tramitarse
como excepción perentoria, por no tener esta calidad, que de igual
manera es preciso dejar establecido que las demandadas doña
Antela Balarezo viuda de Balarezo y doña Ofelia Calle Morales
Viuda de Balarezo al ofertar en venta el departamento doscientos
dos, anteriormente signado con el doscientos tres según lo indi­
can las obligadas a fojas dieciocho y que no es ocupado por el
47
LIZARDO TABOADA CORDOVA
accionante, según se puede ver de fojas dieciséis y ofertado en
primera opción por la suma de nueve millones de soles moneda
antigua hoy nueve mil intis y así como el demandante haber acep­
tado la oferta de venta, como puede verse de fojas diecisiete y
consignado con fecha nueve de noviembre del mil novecientos
ochenticuatro, la suma de nueve mil intis QUE NO FUE IMPUG­
NADA dentro del término que señala el artículo mil doscientos se­
senta del Código de Procedimientos Civiles, surtiendo los efectos
de pago como io determina el artículo mil doscientos sesenta del
Código Civil derogado, por aplicación del numeral dos mil ciento
veinte del presente Código Civil, el vendedor está obligado a trans­
ferir la propiedad por darse los presupuestos del artículo mil tres­
cientos ochentitrés del Código Civil concordante con el numeral
dos mil ciento veinte del Código Civil vigente; por lo que CONFIR­
MARON la sentencia apelada de foja ciento veinticuatro, su fecha
treinta de junio de mil novecientos ochentiséis, que declara Infun­
dada la excepción de falta de personería e infundada la reconven­
ción e inadmisible la CADUCIDAD que como excepción perentoria
se deduce a fojas diez y Fundada la demanda de fojas tres, sobre
otorgamiento de escritura interpuesta por doña Eva Amorrortu Viuda
de Balmaceda; Y ordena que las demandadas doña Antela Balarezo
viuda de Balarezo y doña Ofelia Calle viuda de Balarezo otorgue
la escritura traslativa del departamento que ocupa la demandante
en el edificio Vignolo ubicado entre las calles Cusco y Cajamarca
signado con el número doscientos dos anteriormente asignado con
el número doscientos tres y que corresponde según su independización con costas y los devolvieron. Vocal Ponente Señor
Hernández Celeitter.
VOTO SINGULAR DEL SEÑOR MENDOZA AGURTO Y ALVA
SAGASTEGUI
VISTOS; Y CONSIDERANDO: Que el Decreto Ley número
veintiún mil novecientos treintiocho promulgado el veinte de Se­
tiembre de mil novecientos setentisiete, incorporó a nuestra legis-
48
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
lación, positiva en su artículo veintidós de primera opción y dere­
cho de Retracto en la compraventa de inmueble a favor del inqui­
lino; Que los fundamentos de la citada Ley de alquileres son, entre
otros, los de otorgar la seguridad y estabilidad requeridas en la
relación jurídica de propietarios e inquilinos, armonizando sus res­
pectivos derechos, asegurando la condición Social de la propie­
dad y evitando la especulación con los alquileres; que del estudio
y evidencias de la prueba que obra en autos se establece que
mediante carta notarial corriente a fojas dieciséis, su fecha ocho
de enero de mil novecientos ochentidós, doña Antela B. De Balarezo
y doña Ofelia Calle de Balarezo en su condición de propietarias
del inmueble subjúdice concedieron al demandante la primera op­
ción de venta del mismo invocado en la citada carta notarial que lo
hacían en cumplimento del artículo veintidós del Decreto Ley vein­
tiún mil novecientos treintiocho precisándole en la misma carta el
precio de la venta así como la forma de pago; que en respuesta
dicho demandante cursó a las propietarias la carta notarial de fojas
diecisiete manifestándoles que en uso del derecho de opción de
preferencia como inquilino le asiste, aceptaba la oferta de venta,
solicitando en la misma la titulación respectiva del inmueble por
adquirir así como el correspondiente certificado de gravámenes,
esto sin duda con la finalidad de establecer la procedencia de su
petición; que se hace pues necesario resaltar de manera especial
lo expresado anteriormente en cuanto a que mediante el inter­
cambio de las cartas notariales ya glosada queda establecido, cir­
cunscrito y finiquitado el derecho del inquilino a adquirir el inmue­
ble pero para el caso de que se produzca la venta del mismo, pues
debe tenerse muy presente que la facultad que concede el artículo
veintidós del Decreto Ley veintiún mil novecientos treintiocho es
para ejercitarla sólo en los casos de contratos de compra venta
consumados, no siendo legalmente posible aislar el citado dere­
cho de opción para retraer desligándole del verdadero sentido que
le otorga el artículo veintidós de Ley veintiún mil novecientos
treintiocho, como ocurre en la Sentencia apelada, en la que des­
virtuando su verdadera razón de ser lo insume en los artículos mil
trescientos ochentitrós y su concordante el artículo mil ciento
ochentidós del Código Civil abrogado, máxime si se tiene en cuen­
49
LIZARDO TABOADA CORDOVA
ta que para que se perfeccione el contrato de compraventa a que
se contraen los dispositivos legales últimamente citados se hace
necesario que la voluntad de los contratantes quede manifestado
debida e indubitablemente acerca de los requisitos sustanciales
del contrato de compraventa ya que además mientras las partes
no se hallen conforme sobre todos los extremos del contrato, no
se considerará concluido, aunque exista inteligencia sobre pues­
tos aislados, como lo prevé el artículo mil trescientos cuarenticuatro
del Código Civil y como es de verse de la Carta Notarial de fojas
diecisiete del demandante requiere a las demandadas le propor­
cionen los títulos comprobatorios del dominio y propiedad del bien
así como el correspondiente certificado de gravámenes. Que por
los mismos fundamentos resulta irrelevante para el caso que nos
ocupa, la consignación efectuada por el demandante mediante el
Certificado de Depósito de fojas dos; NUESTRO VOTO ES por­
que se REVOQ UE la sentencia apelada de fojas ciento veinticua­
tro, su fecha treinta de junio de mil novecientos ochentiséis, en
cuanto declara fundada la demanda de fojas tres y ordena que las
demandadas doña Antela Balarezo viuda de Balarezo y doña Ofelia
Calle Morales Viuda de Balarezo otorguen la escritura traslativa
de dominio del departamento sub litis a favor de la demandante,
demanda que debe declararse Infundada, confirmándose la referi­
da sentencia en cuanto declara infundada la reconvención y ex­
cepción de falta de personería y completándose así mismo la refe­
rida sentencia se declare IMPROCEDENTE la caducidad deduci­
da por las demandadas a fojas diez la misma que erróneamente
ha sido tramitada como excepción perentoria.
Lima, trece de diciembre de
Mil novecientos ochentiocho.
VISTOS; por los fundamentos pertinentes del voto discordante
de los señores Mendoza Agurto y Alva Sagástegui y CONSIDE­
RANDO ADEMAS; que las propietarias del inmueble alquilado, a
Justo Balmaceda Palacios, departamento numero doscientos tres,
50
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
calle Cajamarca numero trescientos ochentidós, Piura dieron a éste
la opción de venta de acuerdo a lo dispuestos por el artículo veinti­
dós del Decreto Ley veintiún mil novecientos treintiocho, por el pre­
cio de nueve millones de soles según carta notarial de fojas
sesentiocho; que esta carta fue contestada por Eva de Balmaceda
a fojas sesentinueve, dentro de su término* sosteniendo ser ella la
inquilina, pero sin indicar expresamente que el inquilino anterior, su
esposo, Justo Balmaceda, fuese fallecido, aceptando la oferta, pero
solicitando la titulación y el certificado de gravámenes paraestable­
cer las cargas que pudiera soportar el inmueble; que como es evi­
dente esta contestación notarial no contiene úna aceptación pura y
simple de la oferta a más de no haber sido formulada por el inquilino
a quien fue dirigida o haberse expresado por lo menos que éste era
fallecido, a fin de justificar su derecho la cónyuge sobreviviente, como
heredera de aquél; que es esta situación, no resulta ya viable dicha
opción para la demandante, desde que no puede admitirse en este
caso que el contrato de compra venta estaría concluido en todas
sus extremos, de acuerdo a lo previsto por el artículo mil trescientos
cuarenticuatro del mismo Código, que por otro lado, conformen al
contenido y sentido de la demanda de fojas tres, la demandante
hace valer la opción de la carta de fojas dieciséis, por lo que está a
lo expuesto en los condenados que anteceden, tal demanda resulta
infundada, ya que la demandante ha rechazado la oferta posterior a
que se refiere la carta de fojas ochenta: declararon HABER NULI­
DAD en la resolución de vista de fojas ciento cuarentiuno, su fecha
veintidós de abril de mil novecientos ochentisiete, en cuanto confir­
mando la apelada de fojas ciento veinticuatro, fechada del treinta
de junio de mil novecientos ochentiséis, declara fundada la deman­
da sobre otorgamiento de escritura de compra venta de su referen­
cia; reformando la vista y revocando la apelada en ese extremo:
declararon infundada dicha demanda; declararon NO HABER NU­
LIDAD en lo demás que contiene, en los seguidos por Eva Amorrortu
de Balmaceda con Ofelia Calle Viuda de Balarezo y otra, sobre otor­
gamiento de escritura. Interviniendo los doctores Hernández de
Rodríguez y Chumbiaca Ríos de conformidad con el artículo ciento
veintitrés de la Ley Orgánica del Poder judicial, y los devolvieron.
si
LIZARDO TABOADA CORDOVA
Preguntas
1. ¿En la controvertía materia del pretorue caso se ha
perfeccionado el consentimiento entre las partes y por
ende el contrato de compraventa como lo afirma la
parte demandante?
2.
¿En la controversia materia del presente caso encon­
tramos una causal de nulidad o de anulabilidad?
CASO 2*
RESOLUCION N.
Lima, veintiuno de febrero de mil
novecientos ochenticuatro.
VISTOS: con el expediente de consignación seguido entre las
mismas partes, por ante el veintiséis juzgado en lo Civil de esta
Capital y Societaria Ricardo Cruz, se devolverán, resulta de autos
que a fojas cinco doña Ana María Castro Minaya, interpone de­
manda de otorgamiento de Escritura en contra de doña Ana Gon­
zalo González y Edificaciones Miraflores S.A. a fin de que cum­
plan con otorgarle la Escritura Pública del inmueble sito con frente
a la calle Los Pinos número ciento cincuentisiete Departamento
setecientos seis del Edificio «El Comodoro» Miraflores; Expone,
que con fecha veintisiete de octubre de mil novecientos ochenta,
la demandada Ana Gonzalo González, mediante contrato privado
de promesa de Compra Venta, le vendió el inmueble sito en la
Calle Los Pinos ciento cincuentiséis departamento setecientos seis
Miraflores, de su propiedad con un área de cuarentiséis metros
cuadrados con veinte centímetros en la suma de cinco millones
* Transcripción textual de la resolución original.
52
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
quinientos mil soles, manifiesta además que en la misma fecha le
hizo entrega de la suma de quinientos mil soles y otra suma igual
a esta última, como cuota inicial, se estipuló que debería abonár­
sela el treintluno de diciembre de mil novecientos ochentinueve,
con sus respectivos intereses y mediante documento expreso de
aceptación por parte de la misma demandada, quien certificó y
aceptó el pago de quinientos ochenta mil soles, por la mora de
esos días, que en el punto C del contrato aludido, se estipuló que
en la diferencia de cuatro millones quinientos mil soles, la deman­
dada debería recibirlos cuando ésta le proporcionase la documen­
tación pertinente, con el fin de que pueda escribir la venta a su
solo nombre; señala que ella a partir de la entrega referida, aun
contaba con un plazo de sesenta días para la entrega de la dife­
rencia del dinero, pero que la demandada Ana Gonzalo González,
no ha cumplido hasta la fecha con proporcionarle la documenta­
ción a que se obligó expresamente mediante el contrato aludido,
expone además que la demandada Ana Gonzalo González no pudo
proporcionarle la documentación a que hace referencia en razón
de que su codemandada Edificaciones Miraflores, hasta la fecha
de la interposición de la presenta acción, a su vez no la había
independizado del dominio a su favor, o sea señala la actora que
el departamento sub litis aún sigue perteneciéndole a Edificacio­
nes Miraflores S.A., señala por otro lado que Doña Ana Gonzalo
González con el extensible y unilateral propósito de aludir la obli­
gación expresada y contractualmente celebrada con ella, con fe­
cha veinte de noviembre de mil novecientos ochentiuno, consignó
por ante el veintiséis Juzgado Civil y Secretario Ricardo Cruz la
suma de un millón de soles, arguyendo que ella había incumplido
con cancelarle la diferencia de los cuatro millones quinientos mil
soles, faltando a la verdad del contrato, ya que la entrega de dicha
suma debería de efectuarse cuando la demandada a su vez le
hubiere entregado la documentación pertinente del inmueble su
litis, evento que nunca cumplió y que con la consignación efectua­
da se permitió: «Rescindir» dicho contrato; Ampara su demanda
en lo dispuesto por los artículos mil trescientos veintiocho y mil
trescientos cuarentiuno del Código Civil y doscientos noventiséis
del Código Procedimientos Civiles: Corrido traslado de la deman­
53
LIZARDO TABOADA CORDOVA
da, ésta es absuelta a fojas diecinueve por Ana Gonzalo González
en los términos que se expresa en el escrito de su referencia, in­
terponiendo a su vez Reconvención contra la demanda incoada a
fin de que se declare rescindido el contrato de compra venta sus­
crito con la demandante el veintiséis de octubre de mil novecien­
tos ochenta; corrido traslado éste, absuelta a fojas quince por la
demandante en los términos expuestos en dicho escrito; Absuelto
el trámite de contestación a la demandada por resolución de fojas
veinte en rebeldía de la codemandada Edificios Miraflores S.A.;
Abierta la causa a prueba, actuadas las ofrecidas seguido el juicio
por los trámites que a sus naturales corresponde, pedida senten­
cia ha llegado el momento de expedirla Y CO NSIDERANDO, que
teniendo por cierto el contrato de compra venta obrante a fojas
veintiocho reconocido por la contratante doña Ana Gonzalo
González en su firma en la diligencia de fojas treinticuatro; cuyas
alteraciones que dice se ha hecho al mismo no se ha probado, se
establece que la citada señora Gonzalo González el veintisiete de
octubre de mil novecientos ochenta dio en venta a doña Ana María
Castro Minaya el departamento número setecientos seis de su
propiedad del edificio El Com odoro, del Com ercial Alfredo
Benavides, sito en la calle Los Pinos ciento cincuentiséis del Dis­
trito de Miraflores, habiéndose pactado el precio del mismo en la
suma de cinco millones quinientos mil soles que sería abonado en
tres armadas, como se detalla en la cláusula a tercera de la instru­
mental que se examina habiendo cumplido a la compradora con el
pago de la dos primeras por un tota! de un millón de soles oro, que
conforme la prueba doña Ana María Castro Minaya mediante es­
crito de fojas treintidós al que adjunta certificado de fojas treintiuno
de dominio de la vendedora sobre dicho bien se inscribió en los
Registros Públicos el dieciséis de Abril de mil novecientos
ochentidós y que de este hecho tuvo conocimiento oportuno fluye
de su escrito de fojas diecisiete, por lo que cabe darse por vencido
el plazo de sesenta días concedido en el punto E de la cláusula
para la cancelación del saldo del precio a la que cabría agregar
que pese a la reconvención propuesta por doña Ana Gonzalo
González mediante escrito de fojas once la compradora no ha ha­
54
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
blado del saldo del precio dentro del plazo previsto por el artículo
mil cuatrocientos catorce del Código Civil por que amparados sus
pretensiones procede dar por rescindido el contrato de compra
venta que celebrara con doña Ana María Castro Minaya el veinti­
siete de octubre de mil novecientos ochenta, ya habiéndose pro­
cedido a consignar ante el Veintiséis Juzgado Civil, Secretario Ri­
cardo Cruz la suma de un millón de soles oro recibida a cuenta del
precio, consignación que ha surtido efecto de pago carece de ob­
jeto emitir pronunciamiento al respecto. Por estas razones y en
armonía con lo preceptuado por el Artículo mil trescientos veintio­
cho del Código Civil y artículo cuatrocientos catorce del mismo
cuerpo legal FALLO: declarando fundada la reconvención de fojas
once e infundada la demandada de fojas cinco y en consecuencia
se declara rescindido el contrato de compra venta suscrito por doña
Ana Gonzalo González con doña Ana María Castro Minaya el vein­
tisiete de octubre de mil novecientos ochenta en virtud del cual a
la primera de las nombradas enojaba a favor esta última el inmue­
ble sito en la calle Los Pinos ciento cincuentiséis departamento
numero setecientos seis del Edificio «El Comodoro» Miraflores,
debiendo doña Ana María Castro Minaya proceder a recoger la
consignación efectuada a su favor por doña Ana Gonzalo González
ante el Veintiséis Juzgado Civil Secretario Ricardo Cruz por con­
cepto de devolución de la parte del precio pagado. Con costas, Lo
contestado: No corre. Entre Líneas: «adjunta el Certificado» Vale.
///Lima, veintisiete de agosto de
mil novecientos ochenticuatro.
VISTOS; con el acompañando, interviniendo como Vocal po­
nente el señor Guevara de los Ríos; y CONSIDERANDO; Que del
contrato de fojas veintiocho, su fecha veintisiete de octubre de mil
novecientos ochenta, reconocido a fojas treinticuatro, se despren­
de, que entre los litigantes se celebró un contrato de promesa de
compra venta del inmueble con sustento en un departamento, con
el número setecientos seis, del Edificio Sur (EL COMODORO) del
55
LiZARDO TABOADA CORDOVA
Centro Comercial Alfredo Benavides, situado en la calle Los Pinos
numero ciento cincuentiséis Miraflores, por el precio de cinco millo­
nes quinientos mil soles oro, de los cuales se pagó quinientos mil
soles a la firma del contrato, quinientos mil soles en una letra de
cambio y el saldo de cuatro millones quinientos mil soles se pagaría
mediante un préstamo que la compradora gestionaría ante el Ban­
co de la Vivienda del Perú, dentro de un plazo de sesenta días con­
tados partir de la entrega aunque hará la propietaria, de los docu­
mentos pertinentes y que corresponden para posibilitar tal gestión
que el pago no se verificó porque la compradora (la demandante)
no tuvo en su poder los documentos correspondientes que, debió
entregarle la vendedora para la obtención del referido préstamo,
que tenía que ser gestionado ante el Banco de la Vivienda. Que en
autos no aparece prueba alguna que certifique la fecha en que la
vendedora haya entregado a la compradora los documentos perti­
nentes para la obtención del préstamo y determinar así el plazo de
sesenta días ya indicados, que asimismo con eí testimonio de com­
pra venta de fojas cincuentiséis, su fecha diecinueve de noviembre
de mil novecientos ochentiuno, inscrito en el Registro Público de la
Propiedad Inmueble con fecha día dieciséis de abril de mil nove­
cientos ochentidós. Se encuentra probado que la vendedora no te­
nía el título respectivo al momento de suscribir el contrato de com­
pra venta de fojas veintiocho ya citado, título sin el cual no hubiera
sido posible hacer la vendedora sólo contaba con un contrato de
promesa de venta a la que se refiere la instrumental que corre de
fojas cuarenta a cuarentiséis, en el momento de suscribir el men­
cionado contrato de fojas ochentiocho, el mismo que a pesar de no
haberse entregado a la compradora no era suficiente título para la
obtención del préstamo la que se contrae específicamente el punto
C de la tercera Cláusula del documento de fojas veintiocho, si esto
es así, la vendedora no cumplió con tal convenio, y al no haber
cumplido mal podía unilateralmente alegar la rescisión del referido
contrato, tal como lo hace en la carta Notarial de fojas veintiuno y
con consecuencia de su voluntad unilateral hacer la devolución del
dinero que recibió de parte de la compradora, y como consta en el
escrito de fojas cuatro del cuaderno de consignación que se tiene a
56
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
la vista, que siendo esto así la reconvención form ulada por la de­
mandada a fojas once y doce, al contestar la demanda, deviene
infundada que además de ¡as pruebas alegadas, la demanda se
encuentra acreditada, con el contrato de fojas veintiocho, reconoci­
do a fojas treinticuatro, recibo de pago y cheque girado a favor de la
dem andada que corre a fojas treinta y de conformidad con lo dis­
puesto con los artículos mil trescientos veintiocho, mil trescientos
cuarenta y mil trescientos cuarenta uno del Código Civil, revocaron
la sentencia de fojas seseníinueve, su fecha veintiuno de febrero
último, que declara fundada ta reconvención e infundada la dem an­
da; Declararon infundada la reconvención formulaba por la dem an­
da a fojas once y doce, y fundada la demanda de fojas cinco y seis;
y en consecuencia ordenaron a doña Ana Gonzalo González otor­
gue a doña Ana María Castro Minaya la escritura pública de compra
venta del departam ento setecientos seis del. El Edificio S ur El
Comodoro del Centro Comercial Alfredo Benavides Los Pinos cien­
to cincuentiséis, distrito de Miraflores, con arreglo al contrato que
corre a fojas veintiocho y que la demanda recoja las consignaciones
que efectuó a favor de la demandante ante el Vigésimo Sexto Juz­
gado Civil de Lima, Secretario Ricardo Cruz, por concepto de devo­
lución de dinero de la parto que entregó a la compradora; la confir­
maron en lo demás que contiene y los devolvieron.
////Lima, diez de abril de
mil novecientos ochenticinco.
VISTOS; Con el acompañado, por los fundamentos de la apela­
da CONSIDERANDO; que el documento de fojas veintiocho, con­
tiene un contrato de com pra venta celebrado entre las partes; Que
en la cláusula tercera de dicho contrato se expresa claramente que
la gestión del crédito para e! pago de saldo del precio es de entera
responsabilidad de la com pradora y que el incumplimiento del pago
daría lugar a la rescisión de contrato; que desde la fecha de la cele­
bración del contrato; veintisiete de octubre de mil novecientos ochen­
ta, a la de la interposición de la demanda ha transcurrido un año y
57
LIZARDO TABOADA CORDOVA
nueve meses, plazo que excede largamente el de sesenta días pre­
visto en el contrato para el pago del saldo del precio, que con la
carta notarial de fojas veintiuno, su fecha dieciocho de noviembre
de mil novecientos ochentiuno, no impugnada, la vendedora comu­
nicó a la compradora la rescisión del contrato por falta del precio:
Declararon HABER NULIDAD en la resolución de vista de fojas
ochentiséis, su fecha veintisiete de agosto de m il novecientos
ochenticuatro, que confirmando en un extremo y revocando en otro
la apelada de fojas sesentinueve, fichada el veintiuno de febrero del
mismo año, declara infundado la reconvención y fundada la deman­
da de fojas cinco, y en consecuencia, ordena que la demandada
otorgue a la demandante la escritura pública del inmueble materia
de la acción, con lo demás que contiene: Reformado la vista confir­
maron la de primera instancia que declara infundada la demanda y
fundada la acción, y en consecuencia rescindido el contrato de ven­
ta suscrito por la demandada con la demandante el treinta de octu­
bre de mil novecientos ochenta sobre la materia de litis, con lo de­
más que contienen; sin costos seguidos por doña Ana Castro Minaya
con doña Ana Gonzalo González, sobre otorgamiento de la escritu­
ra y los devolvieron.
Preguntas
1.
¿La controversia de* presente caso
¡.«leridu a un
problema de ine'icacia estructural o o-. - ir.afcacia fur>2
2.
¿ ' i o Ij í o q u e
categoría de
58
.■.■ficacsa y.ia o¡ presenta'1
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
DDO. MARIA VICTO RIA CORIO PLANAS
ASS. O TO RG AM IENTO DE ESCRITURA
SEC. ARAUCO
RESOLUCIÓN: DIECIO CHO
Lima, veinticinco de febrero de
Mil novecientos noventiuno.
VISTOS; con los autos seguidos entre las mismas partes, sobre
consignación por ante el Tercer juzgado Civil de Lima, Secretario
Marino Escobar, que se Devolverán; resulta de autos: que por escri­
to de fojas doce, don León Augusto Yépez Muñiz interpone deman­
da en la vía ordinaria contra doña María Victoria Corio Planas de
Shack propietaria y doña Verónica Vallve Bustamante de Espinoza
apoderada, a fin de que le otorguen la Escritura Pública de compra
venta del inmueble ubicado en el jirón Idelfonso Fuentes, antes
Unanue, Departamento ciento cuarenticinco B Segunda Planta, Dis­
trito de Magdalena, Provincia y Departamento de Lima, y le paguen
la suma de ciento cincuenta mil intis por los daños y perjuicios que
le han ocasionado; manifestando que con fecha seis de febrero de
mil novecientos ochentisiete, suscribieron el contrato submateria con
las demandas respecto del departamento antes referido, por el va­
lor de ciento sesenta mil intis, que en concordancia de la cláusula
tercera de la minuta, dicho monto se cancelaría dentro del plazo de
sesenta días con un préstamo bancario y para cuyo efecto la ven­
dedora se comprometía a facilitarle los documentos que su compe­
tencia, en el caso de que no cumpliera en cancelar dentro del térmi­
no de los sesenta días estaba obligado a cancelar el interés legal
hasta su total cancelación; entonces el plazo se convierte en indefi-*
* Transcripción textual de la resolución original.
59
LIZARDO TABOADA CORDOVA
nido, que inmediatamente gestionó el préstamo convenido por el
importe de ciento un mil ochocientos intis, pero debido a que el
préstamo no se había realizado por falta de documentos que la ven­
dedora debió proporcionarle con dicho fin, dirigió su carta notarial a
la vendedora, pidiéndole prórroga para dicha cancelación, recibien­
do de la poderdataria otra similar de fecha veintiocho de abril del
mismo año donde le manifestaba que había decidido rescindir di­
cho contrato de compra venta y los dos mil intis que había pagado
por concepto de arras de fecha veintinueve de enero de mil nove­
cientos ochentisiete, quedaba sin devolución, contestándole median­
te otra carta notarial que tal hecho no procedía por cuanto el actor
estaba cumpliendo con el préstamo, pero la demora se debía a la
falta de documentos que mediante carta notarial de fecha ocho de
junio de mil novecientos ochentisiete la poderdataria le concedió
nuevo plazo de quince días para cancelar el saldo de ciento
cincuentiocho mil intis dejando sin efecto su carta de veintiocho de
abril de mil novecientos ochentisiete y se somete a lo dispuesto en
la cláusula tercera de la minuta a la que contestó reiterándole remi­
ta los citados documentos, a los cual no hubo respuesta alguna,
que ante su negativa procedió a consignar el precio de venta de
ciento sesenta mil intis más cincuenta mil intis por concepto de inte­
rés legal sobre el precio de la compra venta, que corre desde el seis
de abril de mil novecientos ochentisiete al seis de setiembre de mil
novecientos ochentiocho; ampara su demanda en los dispositivos
legales que invoca, corrido traslado de la demanda en la vía ordina­
ria, por escrito de fojas treintidós es absuelto el trámite de su con­
testación en los términos que constan de él, recibiéndose la causa a
prueba por el término de ley, vencido dicho término y concedida a
las partes el término de ley para que formulen sus alegatos, se ha
pedido autos con citación para sentencia y CONSIDERANDO: que
conforme lo establecido por el artículo mil trescientos sesentiuno y
mil trescientos sesentidós del Código Civil, los contratos deben
negociarse, celebrarse y ejecutarse, según las reglas de la buena fe
y común intención de las partes, siendo obligatorios en cuanto se
haya expresado en ello; que con la copia legalizada de la minuta de
fojas treintiséis a treintisiete dada por reconocida en su contenido y
suscripción en rebeldía de las demandas por resolución de fojas
60
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
sesentiuno vuelta su fecha diecisiete de enero de mii novecientos
noventa, se ha probado la celebración del contrato de compra venta
realizado por doña María Victoria Planas de Shack debidamente
representada por doña Verónica Vallve Bustamante de Espinoza en
calidad de vendedora y como comprador don León A. Yépez Muñiz;
estableciéndose en sus cláusulas segunda y tercera que el precio
de venta del inmueble sublitis era de ciento sesenta mil intis que se
cancelarían del siguiente modo; sesentidós mil intis recibidos con
anterioridad dada la firma de la minuta y la diferencia de noventinueve
mii intis que se cancelarían en un plazo no mayor de sesenta días
con un préstam o que el comprador debería gestionar y que en el
caso de incumplirse con cancelar el saldo del precio en la fecha
establecida, el >v ¡¡gado debía pagar además el interés legal esta­
blecido por el Pomoo C ontral de la Reserva del Perú, hasta su total
cancelación, hndvi quo se ve corroborado con la confesión ficta de
las emplazados <: -arelada por resolución de fojas ochentíséis, su
fecha dieeioefv» i ->junio de mil novecientos noventa con arreglo a
los pliegos de íoj ■" o V »onticuatro y ochenticinco; que conforme apa­
rece de las ío'-u. - «pv¡ , legalizadas de las constancias .y cartas nota­
riales de fojas ¡r v y »<>-,ho (reconocida a fojas sesentinueve y seten­
ta), tre in tin u e v ' .• urontidós, cuarentitrés, ei emplazado ha gestio­
nado el présten i- ' convenido en la minuta de compra venta antes
referido, no habiendo logrado su culminación por causas no imputa­
bles a su persono, habiendo procedido a consignar el precio de ven­
ta pactado más sus intereses legales según aparece del expediente
que se tiene a So vicia (acogiéndose a lo acordado en el cláusula
tercera de la minute indicada), la cual no fuera oportunamente im­
pugnada, surtiendo en tal caso los efectos legales del pago, de con­
formidad con lo dispuesto por el artículo mil doscientos cincuentitrés
del Código Civii, considerándose además que la impugnación a di­
cha consignación efectuada por la demanda en dichos actuados en
forma extemporánea resulta carente de asidero legal, por cuanto
conforme a lo señalado anteriormente, las partes acordaron que en
el caso de no realizarse el pago del precio pactado en el plazo de
sesenta días contados a partir de la celebración del contrato de
compra venta verificado, esto es el seis de abril de mil novecientos
- ochentisiete e! demandante debería pagar además del importe, los
61
LIZARDO TABOADA CORDOVA
intereses que se devengaran hasta la cancelación de dicho precio,
lo cual ha cumplido el actor al efectuar la consignación de fojas
dieciséis del expediente que se tiene a la vista, que consecuente­
mente, la demanda deberá ser amparada; que respecto del extre­
mo de la demanda en que se solicita el pago de los daños y perjui­
cios irrogados ésta deberá ser desestimada, en razón que de acuerdo
a los precedentemente señalado ha procedido a solicitarse el otor­
gamiento de la Escritura Pública de acuerdo a los términos estable­
cidos en las cláusulas componentes del contrato en referencia, te­
niéndose en cuenta por otro lado que sería injusto fijar una cantidad
por daños y perjuicios pues la acción va a ser amparada; por estas
razones que no se desvirtúan con las demás pruebas actuadas y
estando a lo dispuesto por los artículos mil quinientos cuarentinueve
y mil cuatrocientos veintiocho del Código Civil, FALLO: declarando
infundada la demanda de fojas doce en la parte en que se demanda
el pago de los daños y perjuicios irrogados y fundada la misma en
cuanto a los demás; en consecuencia ordenó que las demandadas
doña María Victoria Corio Planas de Shack y doña Verónica Vallve
Bustamante de Espinoza en su calidad de apoderada de la primera
otorguen dentro de tercero día la escritura de compra venta del in­
mueble materia de litis a favor de don León Augusto Yépez Muñiz;
con costas.
Causa N9 506-91
Lima, veinte de diciembre de
Mil novecientos noventiuno.
VISTOS; con el acompañado; interviniendo como vocal Ponen­
te el Señor Ramírez Jiménez; y CONSIDERANDO: que el, otorga­
miento de escritura constituye el perfeccionamiento del derecho de
propiedad transmitido en mérito de un Contrato de Compra Venta;
que, por ende, para tutelar la pretensión del demandante debe apre­
ciarse si el contrato que ha celebrado mantiene su eficacia; que
siendo este negocio uno de prestaciones recíprocas y dada la sime­
tría de las conductas que ambas partes deben guardar, es entendible
62
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
que el legislador haya previsto para estos contratos efectos espe­
ciales como los que se regulan en los artículos mil cuatrocientos
veintiséis y siguientes del Código Civil; que, uno de ellos, la resolu­
ción por incumplimiento, puede ser ejercido incluso por autoridad
del acreedor sin necesidad de decisión jurisdiccional, conforme lo
señala el artículo mil cuatrocientos veintinueve del Código Civil; que
conforme fluye de la cláusula segunda a fojas treintisiete, el com­
prador debió pagar el saldo el día seis de abril de mil novecientos
ochentisiete como máximo y ante su incumplimiento, la vendedora
le ha remitido ia carta notarial de fojas cuarentisiete en uso de la
facultad que le otorga el referido artículo mil cuatrocientos veinti­
nueve; concediéndole el plazo de quince días bajo apercibimiento
de dar por resuelto el contrato; que habiendo vencido dicho plazo
sin que el comprador incumpliente haya pagado su débito, el con­
trato ha quedado resuelto de pleno derecho, tanto más que por un
lado el comprador no ha objetado sus efectos en vía de acción y por
otro, ha procedido a consignar el precio a fojas dieciséis del acom­
pañado un año después del requerimiento notarial; que, por ende,
el demandante carece de legitimidad para obrar: REVOCARON la
sentencia apelada de fojas ochentiocho, su fecha veinticinco de fe­
brero último, que declara infundada la demanda de fojas doce; RE­
FORMÁNDOLA: Declararon IMPROCEDENTE la demanda en el
extremo que solicitase otorgue la escritura; la CONFIRMARON en
cuanto declara infundada la demanda en el extremo que reclama
daños y perjuicios; sin costas, y los devolvieron.
EXP. Ne 488-92
LIMA
Lima, catorce de junio de
Mil novecientos noventitrés.
VISTOS: con el acompañado; por sus fundamentos: declararon
NO HABER NULIDAD, en la sentencia de vista de fojas ciento doce,
su fecha veinte de diciembre de mil novecientos noventiuno que
63
LIZARDO TABOADA GORDOVA
confirmaron en un extremo y revocando en otro ía apelada de fojas
ochentiocho su fecha veinticinco de febrero del m ism o año. Declara
IM P R O C E D E N TE la demanda interpuesta a fojas doce: con lo de­
más que contiene condenaron en las costas del recurso a la parte
que lo interpuso: en los seguidos por León Augusto Yépez Muñiz
con María Victoria Corio Planas y otro sobre otorgam iento de escri­
tura y los devolvieron.
Preguntas
1.
¿La controversia del presente caso essa referida a un
supuesto cié ineficacia estructural o a uno de ¡¡'.efica­
cia funcional?
2.
¿Sobre qué categoría de- ineficacia •
pres :.... caso?
wnal gira ei
Lima, veintiocho de agosto del
Mil novecientos ochenta
VISTO S, con el expediente seguido ante la Dirección General
de Trabajo, por el Sindicato U nico de Trabajadores de Scala con
la firm a S cala S.A., sobre violación de disposiciones legales, que
se devolverán; a fojas veinticuatro don Fortunato A guilar Hurtado
interpone dem anda en la vía ordinaria contra la firm a Scala S.A. a
fin de que se declare nula la-renuncia firm ada por el recurrente a*
* Transcripción textual de la resolución original.
64
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
fojas veintiuno del Libro de Renuncias; en la que aparece firman­
do él como obrero de la demandada y que en copia fotostática
acompaña a su demanda en Diligencia Preparatoria. Funda su
acción en que la redacción de dicha renuncia fue hecha por el
empleado de la demandada encargado del Libro de Renuncias y
el día en que aparece el recurrente firmando dicho documento
sufrió un ataque mental, perdiendo sus facultades mentales, ha­
biendo sido llevado de emergencia al Hospital el mismo día de esa
renuncia; que también dicha renuncia es nula por no coincidir en
ella el número exacto de su libreta electoral; que, la firma deman­
dada hizo este documento para deshacerse del recurrente, en vis­
ta de que ya venía siendo atendido en diversas oportunidades de
su enfermedad mental, y así burlar sus beneficios sociales. Am­
para su demanda en el artículo mil ciento veintitrés y siguiente del
Código Civil. Corrido traslado de la demanda, a fojas veintiocho la
contesta la demanda, negándola y contradiciéndola en todos sus
extremos, manifestando que el demandante se retiró del trabajo
en forma voluntaria para ubicarse en otra colocación más remune­
rada. Por el tercer otrosí del mencionado escrito, la demanda de­
duce la excepción de incompetencia, pues las acciones legales
que interponen los extrabajadores deben ser de conocimiento del
fuero privativo de trabajo; y por el cuarto otrosí del mismo escrito,
la demanda reconviene al demandante para que le pague la suma
de quinientos mil soles como indemnización por el daño moral que
le ocasiona sus afirmaciones y falsas imputaciones, amparando
dicha reconvención en los artículos mil ciento treintiséis y mil cien­
to cuarentiocho del Código Civil. A fojas treintidós el demandante
contesta la excepción y reconvención antedichas, en los términos
de que consta dicho escrito. Recibida la causa a prueba por auto
de fojas treintidós vuelta, actuada que aparece de autos y vencido
el probatorio, se encuentra la causa en estado de sentencia; y
CO NSID ER A N D O : que la excepción de incompetencia debe de­
clararse sin lugar, pues la presente acción se ampara en dispositi­
vos del Código sustantivo y no en normas laborales; que, la de­
manda está probada con el mérito del certificado médico de fojas
dieciocho, expedido por el Hospital Central número uno, con fecha
primero de febrero de mil novecientos setentiocho, que es la mis65
LIZARDO TABOADA CORDOVA
ma del documento de renuncia al trabajo otorgado por el actor y
que en copia corre a fojas once y quince y cuya nulidad es objeto
de la presente acción; que, tanto el referido certificado médico de
fojas dieciocho como la constancia de la Clínica San Antonio Vitarte
S.A. de fojas veinte, acreditan que el doctor estuvo hospitalizado
para recibir tratamiento psiquiátrico; desde la fecha en que apare­
ce firmado el documento de renuncia, hasta el siete de abril del
referido año mil novecientos setentiocho, con lo cual se prueba
que no estaba capacitado para renunciar a su trabajo; que el ante­
rior considerando está corroborado con el dictamen pericial de fojas
trein tisiete; que la confesión p restada por el actor a fojas
cuarentiuno y cuarentidós, así como el expediente que se tiene a
la vista, no enervan las anteriores consideraciones que la recon­
vención deducidas por la dem andada debe declararse sin lugar,
pues aparte de no haber sido probada en forma alguna, el ejerci­
cio regular de un derecho cual es la presente acción. No constitu­
ye acto ilícito, tal como lo prescribe el artículo mil ciento treintisiete,
inciso primero, del Código Civil; por estos fundamentos y de con­
formidad con lo dispuesto por el inciso primero del artículo mil ciento
veintitrés del acotado: FALLO: declarando sin lugar la excepción
de incompetencia y reconvención deducidas por la demandada en
su escrito de fojas veintiocho; fundada la demanda de fojas veinti­
cuatro y en consecuencia: nulo el documento de renuncia al traba­
jo formulado por el actor, a que se refieren las copias de fojas
once y quince de fecha primero de febrero de mil novecientos
setentiocho. Con costas.
Lima, treintiuno de julio de
Mil novecientos ochentiuno.
VISTO S; interviniendo como ponente el Señor Vocal Doctor
Gallegos Guevara; con los acompañados, por sus fundamentos
pertinentes y considerando, Además: que los derechos y benefi­
cios sociales son irrenunciables; CO NFIRM ARO N la sentencia
66
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
apelada de fojas cincuentiséis, de fecha veintiocho de Agosto del
año próximo pasado que declara sin lugar la excépción de incom­
petencia y reconvención deducidas por la demanda en su escrito
de fojas veintiocho y fundada la demanda de fojas veinticuatro y,
en consecuencia nulo el documento de renuncia al trabajo formu­
lado por el actor, a que se refieren las copias de fojas once y quin­
ce de fecha primero de febrero de mil novecientos setentiocho;
con costas; y los devolvieron.
Lima, veintitrés de octubre de
Mil novecientos ochentiuno
Por lo que se expone y estando al mérito de la razón que ante­
cede al presente recurso, de conformidad con lo dispuesto por el
artículo doscientos setenticinco del Código de Procedimientos Civi­
les: declararon el ABANDONO del recurso de nulidad interpuesto
por la demandada; en consecuencia, MANDARON se devuelvan
los autos al juzgado de origen.
Preguntas
i.
¿Las con!
un problei
íneficac'3
.'orsias
de inef
?
¿Sob»c ■
controv«-
categcn
"Vi pi
el presente caso giran sobre estructural n sobre uno ríe
ineficacia estructural g;_a >a
-¡■c caso?
67
LIZARDO TABOADA CORDOVA
CASO 5*
Resolución Ns
Lima, catorce de Enero de
Mil Novecientos ochentiséis.
VISTOS; con los pedidos seguidos entre las mismas partes,
sobre desahucio por ante del Vigésimo Octavo Juzgado Civil, que
oportunamente se devolverá, de los acumulados resulta de autos:
que, por escrito de fojas dos Teresa Revoredo Gaviria, interpone
demanda ordinaria de rescisión y nulidad de contrato de locación
conducción y la misma la dirige contra los esposos Roberto Dammert
Tode y doña Graciela Nieri Espejo de Dammert; Funda en el hecho,
que con fecha treintiuno de agosto de mil novecientos ochentitrés,
celebró contrato con los cónyuges demandados, respecto de un
inmueble para uso comercial, el cual nunca entró en funcionamien­
to en los meses de octubre a diciembre de mil novecientos ochentitrés
y enero a febrero de mil novecientos ochenticuatro, habiéndose pac­
tado la merced conductiva en un mil quinientos dólares americanos
mensuales, que devengan un total de siete mil quinientos dólares,
que al tipo de cambio de la fecha de interposición de la presente
demanda importa la suma de veinticuatro millones setecientos cin­
cuenta mil soles oro, cantidad que manifiesta haberles abonado ín­
tegramente; además hace extensiva la acción al pago de una in­
demnización por daños y perjuicios ascendente a la suma de treinta
millones de soles oro, que invirtió en la infraestructura del negocio,
manifestando haber recepcionado el local en las condiciones deta­
lladas en el contrato respectivo; pero su sorpresa fue mayor cuando
solicitó la respectiva licencia de funcionamiento por ante el Munici­
pio de Miraflores, que se la negó manifestando como impedimento,
que el inmueble alquilado figura en los Registros de dicha Municipa­
lidad como una de uso de casa habitación y no para el funciona­
* Transcripción textual de la resolución original.
68
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
miento de Local Comercial, y en consecuencia mal podrían expe­
dírsela la referida licencia solicitada para el funcionamiento del ne­
gocio a crearse, habiendo pues los demandados procedido a su
alquiler sin el correspondiente cambio de uso, como lo dispone la
Tercera disposición complementaria del Decreto Ley veintiún mil
novecientos treintiocho, que prohíbe alquilar sin haberse cumplido
con dicho requisito, razón pór la cual solicita la Nulidad del contrato
que importa un imposible jurídico; ampara su demanda en el artícu­
lo mil ciento veintitrés inciso segundo del Código Civil; corrido tras­
lado de la demanda en dicho extremo, la parte actora amplía la
acción traslado de la demanda en dicho extremo, la parte actora
amplía la acción incoada por recurso obrante a fojas trece, por los
daños y perjuicios que se le ha ocasionado a los efectos de que sea
indemnizada; por recurso de fojas veintidós don Roberto Dammert
Tode y doña Graciela Nieri Espejo de Dammert, absuelven el trámi­
te de la incoada, negando la misma en todos sus extremos, mani­
festando que efectivamente son propietarios del predio alquilado
sito entre las calles Alfredo Salazar número cuatrocientos nueve y
cuatrocientos trece y Lord Cochrane trescientos catorce del Distrito
de Miraflores, que es materia del contrato de su referencia y que es
verdad que la merced conductiva pactada fue de un mil quinientos
dólares americanos mensuales y manifiestan que la actora e inqui­
lina a la fecha les está adeudando la merced conductiva de cinco
mensualidades, y que lo viene ocupando, razón por la cual le ha
iniciado acción ejecutiva de pago de arriendos; y que la casa mate­
ria del contrato está destinada a Clínica, que le produce ingresos y
que la finalidad de la presente acción obedece a que la actora quie­
re seguir lucrando, con el subsiguiente daño que implica tener que
iniciarle la acción a fin de que pague los arriendos, gastos de des­
plazamientos, gastos de letrado, daño moral y material que calcu­
lan en la suma de treinticinco millones de soles, motivo por el cual
los codemandados en el primero otrosí del recurso de absolución al
amparo de lo previsto en el artículo trescientos veintiséis del Código
de Procedimientos Civiles promueven reconvención, para el pago
de la indemnización antes solicitada; por resolución consentida de
fecha de fecha veintiuno de junio último, corriente a fojas ciento
setentisiete de los autos sub materia, que corresponde al Incidente
69
LIZARDO TABOADA CORDOVA
de Acumulación que corre inserto en autos, el mismo que resuelto;
mandó se acumulen al presente juicio ordinario los iniciados por los
codemandados en contra de la actora por ante el Trigésimo Juzga­
do de Primera Instancia en lo Civil de Lima, secretario Cabrera,
sobre pago de arriendos en la vía ordinaria, conforme a ley; que
siendo ello así, a fojas ciento ochentiséis, corre inserta la demanda
de pago de merced conductiva, respecto del local ya referido, res­
pecto de los meses devengados de junio y julio de mil novecientos
ochenticuatro, manifestando a tal fin que la relación contractual se
inició el treintiuno de agosto de mil novecientos ochentitres y que la
inquilina inicia acción de disolución del contrato manifestando vicios
ocultos e imposibilidad de tramitar licencia de funcionamiento, y por
otra parte acotan que ante la mora incurrida elios le inician acción
ejecutiva de pago de arriendos devengado hasta el mes de mayo
de mil novecientos ochenticuatro, además, una acción de nulidad y
rescisión de contrato y una tercera de desahucio por falta de pago,
habiendo la inquilina accionante en junio del año próximo pasado
puesto a disposición del juzgado, el local Materia de la litis, razón
por la cual los esposos demandados interponen la presente acción
en forma acumulativa, Primero, para el pago total de nueve mil
dólares americanos por concepto de arriendos insolutos; Segundo,
la Rescisión y Nulidad anotada y Tercero, la indemnización de da­
ños y perjuicios por lucro cesante e incumplimiento de lo pactado
en contrato de lucro cesante; amparan la reconvención y demanda
acumulada en el inciso segundo del artículo mil quinientos diecisie­
te y mil trescientos veinte del Código Civil de mil novecientos
treintiséis concordante con el mil seiscientos ochentiuno del Código
Civiles; corrido traslado de la reconvención promovida por los de­
mandados en primer otrosí de recurso obrante a fojas veintidós vuel­
ta, dicho trámite fue absuelto por doña Teresa Revoredo por escrito
de fojas veinticuatro en los términos que se anotan; y de igual ma­
nera corrido traslado de la demanda acumulada inserta a fojas cien­
to ochentiséis, dicho trámite fue mandado tener por absuelto en
rebeldía de doña Teresa Revoredo por auto de fecha quince de fe­
brero del presente año, inserto a fojas ciento ochentinueve;
Recepcionado las causas acumuladas a prueba, actuadas las prue­
70
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
bas ofrecidas; y sustanciado el juicio por los cauces que a su natu­
raleza corresponden; producidos los alegatos y pedidos autos con
citación para sentencia, este juzgado pasa a expedirla; y CONSI­
DERANDO: que, conforme lo prescribe el numeral trescientos
treintisiete del Código de Procedimientos Civiles, las partes deben
probar los hechos que aleguen: que siendo ello así, de los actuados
acumulados, se colige que las mismas tienen su origen en la sus­
cripción del acto contractual de locación conducción del inmueble
ubicado en las intersecciones de la Calle Alfredo Salazar números
cuatrocientos nueve al cuatrocientos trece y Calle Lord Cochrane
número trescientos catorce del Distrito de Miraflores, cuyas copias
corren insertas de fojas diecinueve a veintiuno y ciento noventitrés
a ciento noventicinco en fotocopia, en ambas ocasiones dicho do­
cumento fueron recaudados por los cónyuges propietarios del in­
mueble, quienes aparecen suscribiendo el referido contrato con fe­
cha treintiuno de agosto de mil novecientos ochentitrés con la per­
sona de doña Teresa Revoredo Gavidia, debidamente suscrito y
refrendado con todas las formalidades de ley, como consta de la
certificación notarial de sus respectivas firmas a los efectos de lo
pactado, como aparece al pie del referido documento, que se efec­
tuó por ante la Notaría Luis Galindo Pardo en la fecha acotada; y del
examen de los acumulados se llega a establecer como cuestión
previa, que conforme lo establece el artículo dos mil ciento veinte
del Código Civil de mil novecientos treintiséis, que rige a la fecha de
la suscripción del acto contractual, esto es, que es obligatorio todo y
cuanto se haya expresado en dicho documento, y éste debe ejecu­
tarse según la buena fe y común intención de las partes, toda vez
que a la formalización de este acto jurídico, concurrieron agentes
capaces, el objeto fue lícito y se previno la observación prescrita por
Ley, y en consecuencia, sentados los precedentes legales, el juzga­
dor llega a establecer de modo pleno; Primero: que, la demanda
acumulada de fojas dos, amplias fojas trece, interpuesta por la in­
quilina demandante doña Teresa Revoredo Gaviria, a los efectos de
la rescisión y Nulidad del contrato de Locación Conducción comer­
cial y correspondiente indemnización, deben ser desestimadas, toda
vez que en la secuela de la litis, no ha desvirtuado las afirmaciones
71
LIZARDO TABOADA CORDOVA
formuladas por los propietarios demandados, en cuanto manifies­
tan que como consecuencia de las moras ocurridas, ésta fue objeto
de una acción sumaria de desahucio por falta de pago de arriendos,
acción que culminó con la devolución que hiciera la inquilina de­
mandada del referido inmueble, poniéndolo a disposición del juzga­
do, para su entrega, teniéndose por cierta la afirmación hecha por
los cónyuges demandados y que tienen plena relevancia para los
extremos de la reconvención y demanda promovida por éstos; no
siento de aplicación para el presente caso la tercera Disposición
Complementaria del Decreto Ley veintiún mil novecientos treintiocho,
por cuanto el contrato materia de la presente acción no está com­
prendido dentro del régimen de dicha norma legal, el cual más bien
está sujeto a las normas de derecho sustantivo vigente a la fecha;
esta última apreciación es corroborada con las instrumentales de
fojas noventicinco y ciento once expedidas por el Concejo Distrital
de Miraflores, de la que se nota la certificación de compatibilidad de
uso del inmueble materia de la acción, que nadie cuestiona que se
trata de una casa habitación, pero que el mismo es compatible para
dedicarlo al uso de «Hostal Dermatológico Naturista», fin para el
cual fue solicitado por la accionante respecto del inmueble y así lo
autorizó el referido Concejo; mas no para Hostal de habitación, en
razón de estar ubicado el bien en la Zona Residencial R cinco; y la
consumación del acto contractual y su posterior funcionamiento se
ve avalado aún con la fotocopia obrante a fojas ciento noventiocho
su fecha diecisiete de marzo del año próximo pasado, inserta en
una publicación de esta Capital y que es posterior a la celebración
del acto contractual, de cuyo tenor se colige la inauguración del
«Hostal para Tratamiento Dermatológico», habiendo sido apadrina­
da su inauguración por una renombrada profesional y personalidad
pública, como lo es la doctora Matilde Pérez Palacios, quién ade­
más presta su declaración testimonial por acta obrante a fojas dos­
cientos diez, tenida en base al pliego inserto a fojas doscientos nue­
ve, con lo cual queda plenamente establecido que no existe ele­
mento valedero para amparar el extremo en cuanto se demanda
rescisión y nulidad del contrato de indemnización y por ende carece
de objeto mayor pronunciamiento sobre el aludido vicio oculto e im­
72
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
posible jurídico, por las consideraciones precedentes acotadas, sub­
sistiendo la validez de lo expresado en el tenor del contrato, máxi­
me que de autos no consta haberse probado en modo alguno la
comisión de hechos de la naturaleza demandada, como consecuen­
cia de situaciones invocadas pero no probadas en forma legal algu­
na, pues como se dejó establecido previamente todo aquel que afir­
ma un hecho está en la obligación de probarlo; Segundo: que, en lo
que respecta a la reconvención promovida por los cónyuges de­
mandados, en el primero otrosí de su recurso de fojas veintidós,
ésta será materia de pronunciamiento conjuntamente con la deman­
da acumulada, planteada por éstos y que corre inserta a fojas cien­
to ochenta y seis de los autos submateria, en contra de la inquilina
doña Teresa Revoredo Gavidia, deben ser amparados por las si­
guientes consideraciones: A) En el extremo, en cuanto se solicita
en pago de las mensualidades insolutas de los meses vencidos de
junio y julio de mil novecientos ochenta y cuatro, por encontrarse la
inquilina en la locación y posesión del inmueble, y ello fluye que
esta afirmación y pretensión demandada no ha sido desvirtuada por
la demanda y que dicho silencio da plena relevancia y subsiste el
hecho que es materia de la incoada, esto es que existe acción eje­
cutiva de pago de arriendos por las mensualidades de marzo, abril y
mayo de mil novecientos ochenta y cuatro por ante el Vigésimo
Octavo Juzgado de Primera Instancia en lo Civil de Lima, Secreta­
ria Víctor Zumarán, como queda colegido de las fotocopias de fojas
ciento noventa y seis, que no han sido objeto de tacha e impugna­
ción, de las que se nota haberse demandado hasta el mes de mayo
del precitado año, expediente que no ha podido ser remitido a los
efectos de la presente acción en razón de encontrarse actualmente
en grado por ante la Sexta Sala de la Corte Superior de Justicia de
Lima, conforme al oficio devuelto diligenciado que obra inserto a
fojas doscientos cuarenta y siete, pero cuya ocupación queda ple­
namente corroborada con los pedidos sobre desahucio que se tie­
nen a la vista, tramitado por ante el mismo juzgado y Secretario
antes precisados, también sustentado en la mora de las mensuali­
dades que son de base en el Ejecutivo, de cuyo tenor se colige la
entrega de llaves que efectúa la inquilina del local de su referencia
73
LIZARDO TABOADA CORDOVA
mediante recurso de fecha julio del año próximo pasado, quedando
en consecuencia la misma en la obligación de abonar dichas men­
sualidades en dólares americanos o su equivalente en moneda na­
cional; B) En cuanto al extremo en que se solicita una indemniza­
ción en vía de la reconvención promovida por daños y perjuicios
que manifiestan le ha ocasionado la inquilina, si bien éstos no han
sido debidamente acreditados a mayor abundamiento, la misma ya
estaba sancionada anticipadamente por acuerdo e las partes, por
haberlo así convenido y sometido expresamente a la suscripción
del contrato, en cuya cláusula undécima, se previno que en caso de
devolución anticipada imputable en el presente caso a la inquilina
por la mora, la parte locadora se reserva como cláusula penal el
derecho a cobrar a la conductora como indemnización el equivalen­
te a seis meses del valor del arrendamiento, la misma que es
amparable, por cuanto a su suscripción no han concurrido la comi­
sión de actos intimidatorios, de coacción o violencia, que por el con­
trario se ve a la luz factibilizado al haberse inaugurado el funciona­
miento del local en acto público, o sea que el acto contractual quedó
legalmente perfeccionado; C) Que, en cuanto al extremo que se
demanda la rescisión y nulidad del contrato, el juzgado considera
que no carece de objeto pronunciamiento al respecto, toda vez que
si se ha dejado establecido que dicho acto jurídico es válido por las
razones anotadas y que como consecuencia del mismo se generan
derechos y obligaciones, mal podría declararse la nulidad del mis­
mo, máxime que la rescisión operó de pleno como se corrobora de
los de desahucio que se tienen a la vista, al haber la inquilina dejado
la posesión consignando las llaves a orden y disposición del juzga­
do, mediante recurso obrante a fojas dieciséis su fecha dieciséis de
agosto de mil novecientos ochenta y cuatro; por estos fundamentos
y demás pruebas actuadas y no glosadas, que no modifican en modo
alguno lo acotado a cada uno de los extremos de las demandas
acumuladas y reconvención deducida; y de conformidad con lo pre­
visto en el artículo mil quinientos diecisiete Inciso segundo, mil dos­
cientos treinta y tres incisos primero y tercero del Código Civil de mil
novecientos treinta y seis, en concordancia con el numeral dos mil
ciento veinte del Código Civil vigente y artículo trescientos treinta y
74
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
ocho de! Código de Procedimientos Civiles; administrando justicia a
nombre de ia Nación; FALLO: declarando infundada la demanda de
fojas dos y su ampliatorio de fojas trece; y fundada en parte la re­
convención promovida por don Roberto Dammert Tode y doña
Graciela Nieri Espejo de Dammert, en el primero otro sí de su curso
de absolución de fojas veintidós vueltas, en cuanto se manda por
concepto de Indemnización la suma acordada por las partes en la
cláusula penal del contrato de su referencia; y en consecuencia:
ordeno que doña Teresa Revoredo Gavidia, pague por dicho con­
cepto la suma de nueve mil dólares o su equivalente en moneda
nacional al tipo de cambio a la fecha del pago; y fundada en parte
la demanda acumulada de fojas ciento ochentiséis, en cuanto se
declara infundada la petición de rescisión y nulidad del contrato, y
fundado al extremo en cuanto se demanda el pago de los arrenda­
mientos insolutos de junio y julio del año de su referencia; y en
consecuencia: ordenó que doña Teresa Revoredo Gavidia, pague
a los cónyuges demandantes la suma de tres mil dólares america­
nos por dicho concepto, o su equivalente en moneda nacional al
tipo de cambio a la fecha de efectuarse la misma, conforme a ley;
con costas.
Lima, cinco de junio de
Mil novecientos ochenta y siete.
VISTOS; interviniendo como vocal ponente el señor Vergara
Gotelli; con los acompañados seguidos por doña Graciela Nieri Es­
pejo de Dammert con doña Teresa Revoredo Gavidia, sobre des­
ahucio por falta de pago de la venta, ante el Vigésimo Octavo Juz­
gado de Primera Instancia, Secretaria Víctor Sumara Marchena, e
inspección ocular de diligencia preparatoria ante el Décimo Juzga­
do de Primera instancia, Secretario Marcelino Castro Guerra, Ex­
pediente Administrativo número seis mil doscientos sesenta y cua­
tro ochenta y cuatro pedido al Consejo Distrital de Miraflores e Ins­
trumental presentada en esta instancia, por sus fundamentos perti­
nentes; y CONSIDERANDO: que la demanda de fojas dos en cuan­
75
LIZARDO TABOADA CORDOVA
to a doña Teresa Revoredo Gavidia pretende, acumulativamente, la
sanción de rescisión y de nulidad del contrato de arrendamiento
contenido en el instrumento de fojas diecinueve a veintiuno que ce­
lebrará el treinta y uno de agosto de mil novecientos ochenta y tres
con los esposos Roberto Dammert Graciela Nieri, que ambas par­
tes en juicio han admitido como auténtico, resulta improcedente no
sólo por la evidente implicancia o contradicción en su propio plan­
teamiento, pues es imposible determinar, a la vez, la nulidad de un
acto jurídico que significaría la sanción legal de su inexistencia y la
rescisión que, precisamente, partiendo de la existencia del acto,
persigue su extinción, situación que expresamente prescribe en el
numeral Doscientos setenta y cuatro primer parágrafo del Código
de procedimientos Civiles sino también por cuanto, en el presente
caso, tal contrato perdió su vigencia o simplemente se extinguió por
una suerte de resolución, mutuo disenso o rescisión casi contrac­
tual expuesta en el expediente del juicio de desahucio que se tiene
a la vista en el que la conductora emplazada, en el acto del compa­
rendo, hace devolución del inmueble, objeto de la locación conduc­
ción en la a¡ii,r ación de no cumplir el fin por serías deficiencias
estructurales (reta de fojas dos) y la tocadora accionante, por acta
de fojas diecisiete, recibe el juego de llaves y recuperará la pose­
sión directa del bien, proceso en el que no se expidió sentencia y
que por el tiempo transcurrido ha caído en abandono; que siendo
esto así deviene también improcedente la excepción de prescrip­
ción deducida a fojas noventa y nueve vuelta, renovada a fojas dos­
cientos veinte y cinco, por los esposos Dammert Nieri, amén que la
invocación de desperfectos en el predio arrendado, inexistentes al
momento de la celebración del contrato, así como la imposibilidad
legal para darle al bien la finalidad convenida, no constituyen «vi­
cios redhibitorios» los que en todo caso fueron considerados como
causa rescisoria por el abrogado código sustantivo sólo en las
traslaciones de dominio en que se refirieron los artículos mil tres­
cientos cincuenta y uno y mil trescientos cincuenta y dos y no en los
contratos de arrendamiento; que en la lectura y exégesis del instru­
mento de fojas diecinueve veinte se extrae la conclusión incontes­
table de interés determinante de la arrendataria, comprendido y
76
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
admitido por ios arrendadores, de destinar el local a usos profesio­
nales y comerciales, tales como atención médica, hostal de des­
canso y recuperación de pacientes y venta de productos relaciona­
dos a la actividad profesional de la conductora, así como la que dice
en su determinación por la seguridad que le ofrecieron los locadores
propietarios al acondicionar el bien en apariencia material para ser­
vir tales objetivos y por el hecho de haber sido anteriormente desti­
nados a similares fines, hecho éste corroborado con las confesio­
nes de fojas setenta y tres y setenta y cuatro y certificación de fojas
ochenta y nueve; que de la copia literal de los asientos de los domi­
nios de fojas ciento cuarenta y ocho y siguientes hasta ciento cin­
cuenta y uno, inspección ocular llevada a práctica en diligencia pre­
paratoria en los términos del acto de fojas ocho del cuaderno de su
propósito que se tiene a la vista e inspección ocular practicada den­
tro del juicio de cobro de arrendamientos a que se refieren las co­
pias de fojas doscientos ochenta y siete y doscientos ochenta y
ocho en los términos que informa la acta de fojas sesenta y cuatro,
aparece que el inmueble arrendado fue edificado exclusivamente
para servir de vivienda (casa habitación), precisándose de la copia
certificada de fojas ochenta y cinco y de lo actuado en el expediente
administrativo que se tiene a la vista que al momento de la celebra­
ción del contrato submateria los propietarios arrendadores no ha­
bían gestionado ni menos obtenido en la Municipalidad el cambio
del uso, hecho además que éstos no sólo no niegan sino que expre­
samente han reconocido a través del proceso, que del expediente
administrativo en referencia, corroborado por los instrumentos de
fojas cincuenta y seis, cincuenta y siete, ciento catorce, doscientos
catorce, doscientos treinta y cuatro y doscientos treinta y cinco y
doscientos setenta y siete, resulta que la arrendataria en posesión
directa del predio, procedió a tramitar regularmente la licencia mu­
nicipal de apertura del establecimiento comercial para el que cele­
bró el contrato analizado, sin obtener la requerida autorización ofi­
cial en razón de exigencias reglamentarias que ésta no pudo supe­
rar, situación que incuestionablemente entraña responsabilidad de
los locadores frente a la conductora que, obviamente, no pudo go­
zar a plenitud de los beneficios del contrato por las descritas a ella
77
LIZARDO TABOADA CORDO VA
no imputables, que sin embargo, la prueba actuada consistente en
los instrumentos de fojas treinta y siete, cincuenta y nueve, noven­
ta, ciento once, ciento noventa y ocho, doscientos ochenta y siete
doscientos ochenta y ocho confesión de fojas cuarenta y seis y plie­
go interrogatorio de fojas setenta y dos, señala que el acto, aunque
con las limitaciones a que se ha hecho referencia, doña Teresa
Revoredo Gavina implemento e instaló un negocio que explotó por
algún tiempo, naturalmente con fines de l u c r o , viéndose luego im­
posibilitada de continuar en él, no sólo por la denegatorio de su
solicitud de su licencia municipal sino por graves desperfectos
sobrevinientes en el inmueble que hicieron innecesaria toda ges­
tión, pues, evidentemente, el bien no estaba preparado para el des­
tino propuesto, lo que se aprecia del interrogatorio de fojas cuaren­
ta y cinco, absolución de fojas cuarenta y seis cuarenta y siete,
instrumentos de fojas cincuenta y ocho, cincuenta y nueve, sesen­
ta, confesiones de fojas setenta y tres, setenta y cuatro, setenta y
cinco, setenta y seis y actas de las inspecciones oculares que se ha
hecho referencia, sin que los propietarios hayan aportado probanza
a autos que demuestre que en tales hechos hubiere tenido partici­
pación dolosa o culposa, la arrendataria, argumento que en todo
caso pudieron esgrimir dentro del aludido juicio de desahucio en el
que, como queda dicho, se limitaron a recibir el inmueble en el esta­
do deplorable señalado en las referidas actas de diligencias de ins­
pección ocular; que, siendo todo esto a s í , la controversia obliga a
discernir, dentro de los puntos pertinentes de las demandas acumu­
ladas y reconvención el rechazo de la pretensión de doña Teresa
Revoredo Gaviria en cuanto persigue la devolución de lo pagado y
la indemnización por daños y perjuicios, de la reconvención de los
esposos Dammert Nieri propuesta en el primer otrosí de fojas vein­
tidós vuelta y de la demanda acumulada de fojas ciento ochenta y
seis: REVOCACIÓN la sentencia de fojas doscientos cuarenta y
ocho, y en la parte que desestima en su totalidad de la demanda de
fojas dos y ampliatorio de fojas trece, que declara fundada en parte
la reconvención de fojas veintidós vuelta y fundada en parte de de­
manda en fojas ciento ochenta y seis. DECLARACIÓN IMPROCE­
DENTE la demanda de fojas dos en cuanto a la rescisión y nulidad
78
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
de contrato e infundada en la parte que persigue la devolución de
los arrendamientos ya abonados, así como la indemnización de trein­
ta millones de soles, ampliada de fojas trece, y fundada en el punto
en que busca amparo para no pagar devengados ni futuros arren­
damientos, infundada la revocación de fojas veintidós vuelta e in­
fundada en todos ios extremos de demanda acumulada de fojas
ciento ochenta y seis; sin costas; y los devolvieron; Entre líneas:
noventa, vale.
Lima diecisiete de mayo de
Mil novecientos ochenta y ocho.
VISTOS; con los acompañados; por sus fundamentos pertinen­
tes; y CONSIDERANDO: que la inquilina ha ocupado el predio ma­
teria de autos el mes de junio y veinticuatro días del mes de julio de
mil novecientos ochenta y cuatro, fecha ésta en que consignó las
llaves conforme aparece del juicio de desahucio que se tiene a la
vista; que en consecuencia debe ampararse el extremo de la de­
manda acumulada que persigue el cobro de esa renta insoluta; que
resulta obvio el pago por el concepto indicado en el período señala­
do, al haber terminado el contrato de locación conducción ante la
consignación de las llaves y la recepción de éstas por parte de los
locadores: declararon HABER NULIDAD en la resolución de vista
de fojas trescientos trece, su fecha cinco de junio de mil novecien­
tos ochenta y siete en cuanto declara fundada la demanda de fojas
dos sobre el no pago de arriendos devengados e infundada en to­
dos sus extremos la demanda acumulada de fojas ciento ochenta y
seis; reformando la de vista y revocando la apelada en esos extre­
mos: declararon infundado el citado extremo de la demanda de fojas
dos y fundada la demanda de fojas ciento ochenta y seis sobre
pago de merced conductiva y, en consecuencia, que doña Teresa
Revoredo Gavidia debe abonar el mes de junio y veinticuatro días
del mes de julio de mil novecientos ochenta y cuatro, por concepto
de merced conductiva, a razón de mil quinientos dólares por el mes
de junio y mil doscientos dólares por los veinticuatro días del mes
79
LIZARDO TABOADA CORDOVA
de julio, haciendo un total de dos mil setecientos dólares o su equi­
valente en moneda nacional al tipo de cambio del día del pago;
declararon NO HABER NULIDAD en lo demás que contiene y es
materia del recurso; en los seguidos por doña Teresa Revoredo
Gavidía con don Robertp Danmert Tode y otra sobre rescisión de
contrato y otros conceptos; y los devolvieron. Interviniendo el Doc­
tor Esquerra Cáceres de conformidad con el artículo ciento veinti­
trés de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Preguntas
1.
¿La controversia sobic la que cji¡u 'M p íc e n te caso
osta rcfeiidu a un supuesto *n ol cu..ii • a dan simultá­
neamente causales do ineíioacia estiui.iural y de in­
eficacia funcionar-1
J
¿Se trata en el presente caso de un problema de inefi­
cacia funcional?
80
Capítulo IV
LA INVALIDEZ DEL ACTO JURÍDICO
En los capítulos anteriores hemos examinado el concepto ge­
nérico de ineficacia del acto jurídico, habiendo establecido la exis­
tencia de dos categorías genéricas de ineficacia: la ineficacia es­
tructural, llamada también ineficacia originaria, o ineficacia por
causa intrínseca, o invalidez y la ineficacia sobreviniente, o llama­
da también ineficacia funcional, o por causa extrínseca. Asin^is^
mo, en el capítulo anterior hemos determinado la noción de esT
tructura del acto jurídico. Pues bien, corresponde ahora establecer
las notas características de la ineficacia estructural o invalidez.
1 x i-f< --i i1t s r a í ' g o n .’ s d e in e fic a c ia
iiu
'a in c h u ii'L i e s *
• u ti y 1 1 in r fu n n fu ñ í lo n n l
Hemos señalado también anteriormente, que la ineficacia
estructural supone siempre una causal coetánea a la celebra­
ción del acto jurídico, referida a un defecto en la estructura del
acto jurídico por ausencia de alguno o varios de sus elementos,
81
LIZARDO TABOADA CORDOVA
presupuestos y /o requisitos y que en ningún caso puede ser
producto de la voluntad de las partes pues se fundamenta en el
principio de legalidad.
CATEGORÍAS DE LA INEFICACIA ESTRUCTURAL O IN­
VALIDEZ
Pues bien, existen dos categorías de ineficacia estructural o
invalidez: La nulidad y la anulabilidad, denominada por algu­
nos sectores doctrinarios como nulidad absoluta y nulidad relati­
va. Conviene desde ya establecer que además de la nulidad y la
anulabilidad, existe ninguna otra categoría de invalidez, no te­
niendo sustento en el sistema jurídico nacional la categoría de
inexistencia, por las razones que serán explicadas posteriormen­
te cuando examinemos lo relativo a la nulidad virtual o tácita.
Categorías de ia
ii-.c'icacia estructural
i
¡
1
Jul ilJHJ I
1
’
ANULa S i LIDAD
Al ser la nulidad y la anulabilidad las únicas categorías de
invalidez, resulta claro que las notas comunes a ambas figuras
son las tres que caracterizan a la invalidez por contraposición a la
ineficacia funcional, es decir, en ambos casos, tanto en los supues­
tos de nulidad como de anulabilidad, las causales son siempre
coetáneas a la celebración del acto jurídico, estando siempre refe­
ridas a un defecto en la estructura del acto jurídico, no pudiendo
en ningún caso ser pactadas pues vienen siempre establecidas
por la ley.
82
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
I
N.jf.?r r - vi.-.-..
I
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viabilidad
'.'-3 — 1,^ c " -i ¡o: ..■> ia celebra­
ción del acto fjríd'co.
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'
: ; ■■■•!!?'.í 1 ; cndas a un defecto on la cstructu:? ’i -. cTic . n j 'co.
o- ■'
. * se: pactadas, vienen establecidas por la
En términos genéricos debe decirse que el acto jurídico será
inválido, nulo o anulable, cuando carezca de algún aspecto es­
tructural. Sin embargo, a pesar de las notas comunes a ambos
supuestos de invalidez, existen diferencias entre las mismas. La
primera gran diferencia se encuentra en la caracterización de
ambas figuras.
Específicamente, se define el acto nulo como aquel que carece
de algún elemento, presupuesto o. requisito, o como aquel cuyo
contenido es ilícito por atentar contra los principios de orden
público, las buenas costumbres, o una o varias normas imperati­
vas. Por el contrario el acto anulable se define como aquel que se
encuentra afectado por un vicio en su conformación.
‘ AC I') ANÍ ;i
I-------------- r- - - -
r-__,
Aquel qur. oarsco de a ■
yún
p resu ­
puesto o requisito o et
contenido es ilícito. Aten­
ía confia
mcipios 'ící
orden oi.-!>!ir*o. buenas
costum bres y norm as
comparativas.
'-mol c
t rr
■. e s a f e c t a n v i( 'o e n s u c o n -
fo im a c ió n
.........
83
............
LIZARDO TABOADA CORDOVA
Como puede apreciarse, la diferencia es evidente e insalva­
ble, tratándose de dos supuestos totalmente distintos de invali­
dez, pues en el caso del acto jurídico nulo estamos en presencia
de un acto que no se ha llegado a formar válidamente por carecer
de algún elemento, presupuesto o requisito, o por tener un conte­
nido ilícito que atenta contra los fundamentos del sistema jurídico,
es decir, el orden público, las buenas costumbres y las normas im­
perativas. Es decir, la nulidad es el supuesto más severo y grave de
invalidez, pues supone en todos los casos actos jurídicos que no se
han llegado a formar por ausencia de algún elemento o presupues­
to, o que se han formado inválidamente con ausencia de alguno de
los requisitos establecidos por la ley, o lo que es más grave aún
actos jurídicos cuyo contenido no cumple con el requisito de la
licitud por atentar contra uno o varios de los fundamentos del sis­
tema jurídico. Por el contrario, en el caso de los actos jurídicos
anulables no se trata de un acto que carezca de algún elemento o
presupuesto, o cuyo contenido sea prohibido, sino de actos que
cumplen con la mayoría de sus aspectos estructurales, pero que
tienen un vicio en su conformación, razón por la cual tampoco
son válidos. Sin embargo, veremos después, como esta diferencia
de caracterización entre ambos supuestos de invalidez, determi­
na a su vez la existencia de grandes diferencias entre ambas cate­
gorías y en sus efectos entre las partes y respecto de los terceros.
Debido a esta diferencia fundamental es que en la doctrina
algunos autores califican la nulidad de nulidad absoluta, mien­
tras que la anulabilidad de nulidad relativa. Sin embargo, debe
señalarse que nuestro sistema jurídico ha optado por los térmi­
nos de nulidad y de anulabilidad.
Finalmente, debemos señalar que en ambos casos existen dos
tipos de causales: las genéricas y las específicas. Las causales ge­
néricas de nulidad, que son por ello mismo de aplicación a todos
los actos jurídicos en general, se encuentran reguladas en el artí­
culo 219 del Código Civil, mientras que las causales genéricas de
anulabilidad en el artículo 221.
84
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
A' tícui^ 219a.- El acto jurídico os nulo
1 Guan-in falta la manifestación dt- voluntad del agerJe.
2 Cuí-nde se haya practicado pn■ persona absolutamente inca­
pa? salvo lo dispuesto en el :.•* rulo 1358.
? Cu, n io su objeto es física ^ ¡unoicamente imposil ir
do
a indeterminable.
j
cuai -
-j C u ,r de su «in sea ilícito
S Cu ■ do adolezca de simulacioi ¡ absoluta.
n Cu -d o no revista la forma f r - v rita bajo sanción V nulidad.
i
Cu" de ia ley lo declara nu.n
ó En c' reso del articulo V de! Titulo Preliminar, salvo <■<.e la ley
est. ■lezca sanción divetsa.
A rtíci'1'' 221s.- El acto jurídico ■, ^ anutable1
I
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nrapacidad relativa de' agente
■■■ ■ •"■i*-* — r rr
f. Por 5 " ’ i icni
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cu:
C u a P ' l " 1.' - v
. coi i 't í i i q d r 'o contirrir porjunica
n i
. ■■■ I
Jc<u, viol-'nca o intiri’,ilacion.
iiv ila lile .
i, ««i ■ ii .i». ii’h ’ii . f . .V . ira.r..-..-,I
i
V
i
r
Además de estas causales genéricas aplicables a todos los
actos jurídicos, existen las causales específicas, que se presen­
tan en determinadas circunstancias en determinados supuestos
o tipos de actos jurídicos. Respecto de las causales específicas
puede decirse que las mismas se encuentran dispersas en todo
el sistema, jurídico en general, no existiendo una lista cerrada o
numerus clausus de las mismas como sucede con las genéricas.
Existen dos tipos de causales de nulidad específicas: las deno­
minadas nulidades virtuales o tácitas de un lado y las llamadas
nulidades expresas o textuales, mientras que en el caso de la
anulabilidad las causales específicas son siempre expresas o tex­
85
LIZARDO TABOADA CORDOVA
tuales, no pudiendo ser tácitas o virtuales. La diferencia entre
las causales de nulidad virtuales y expresas será examinada pos­
teriormente. Por ahora baste con señalar que las nulidades son
expresas o textuales cuando vienen declaradas directamente por
la norma jurídica (al igual que sucede con las anulabilidades
expresas o textuales), mientras que las nulidades son tácitas o
virtuales cuando se infieren o se deducen del contenido del acto
jurídico, por contravenir el mismo el orden público, las buenas
costumbres o las normas imperativas. Como se podrá deducir
fácilmente son infinitos los supuestos de nulidades virtuales.
CAUSALES DE LA NULIDAD
T
' 1 NI .RICAS
Art ° 19c
ESPECÍFICAS
FXp;-;Sd:; l soxtualos.
■os.
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£• ■■ ivi. ü' '¡aradas
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¡ difecí¿iT 3 nfe pe, ia norma j
..iL.-iie; o T-iotas
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del conler do i'..! acto
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: CAUSALE.:- DE L .. ^.NÜLAtíliLii:.
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Art 2a ¡2
!
:
^FO.r
Son slemp-e expi-.-'-có o textuales.
Es decir ck Jarsda - directamente
po>- ia noiTf.a ,ui ídlca.
86
Capítulo V
DIFERENCIAS ENTRE
NULIDAD Y ANULABILIDAD
En el capítulo anterior señalamos que la caracterización entre
las dos categorías de invalidez es totalmente distinta, por cuanto
la nulidad supone un defecto severo en la conformación del acto
jurídico, mientras que la anulabilidad únicamente un vicio en la
estructura, es decir, un defecto menor. Pues bien, esta primera
gran diferencia acarrea otras más que explicaremos en el presen­
te capítulo.
87
LIZARDO TABOADA CORDOVA
La segunda diferencia entre ambas categorías es que todas
las causales de nulidad se construyen y establecen legalmente en
tutela del interés público, mientras que las causales de
anulabilidad se fundamentan en la tutela del interés privado, de
las partes que han celebrado el acto jurídico, a fin de proteger a la
parte que ha resultado afectada por la causal de anulabilidad.
Esta segunda diferencia a su vez origina la tercera, según la
cual la acción para solicitar la declaración judicial de nulidad
de un acto jurídico puede ser interpuesta no sólo por cualquiera
de las partes que lo han celebrado, sino también por cualquier
tercero, siempre que acredite legitimo interés económico o mo­
ral, o por el Ministerio Público. Incluso el juez puede declarar
de oficio una nulidad cuando la misma resulte manifiesta, se­
gún lo establece claramente el artículo 220° del Código Civil
peruano.
88
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Articulo
L.' inilidci- c '•■ „ se !<• fT-e el articulo 2196 ,iuede ser alega !¿
pi.r quierv'1-- ‘'-i-, lan r t . r s o por el Ministein PL bl'co.
Piy-de se' riodo ada o> oficio por el Juez ci 'ando resulte mantfi« s ia
N 3 ouede
i ' ,’iarsp por la confirmación,
* ' ■.
I
Por el contrario la acción judicial para solicitarla anülabilidad
del acto jurídico sólo puede ser interpuesta por la parte que ha
celebrado el acto jurídico viciado, en cuyo beneficio la ley esta­
blece dicha acción. Esta tercera diferencia, como es evidente, es
consecuencia de la diferencia de grado que existe entre la nuli­
dad y la anülabilidad, según vimos anteriormente. Tal es la gra­
vedad de la nulidad como sanción del sistema jurídico para los
actos jurídicos defectuosamente conformados o cuyo contenido
es ilícito, que la acción judicial para que se declare judicialmente
la misma puede interponerla cualquier persona, siempre que acre­
dite legítimo interés para ello, pudiendo solicitarla también el
ministerio publico como defensor de la legalidad, o el juez de
oficio cuando la misma resulte manifiesta. Por el contrario, como
la causal de anülabilidad sólo atenta contra el interés privado,
afectando a una de las partes que ha celebrado el acto jurídico, el
artículo 222° del Código Civil cuida bien en señalar que la misma
se pronunciará a petición de parte y no puede ser alegada por
otras personas que aquellas en cuyo beneficio la establece la ley.
Articulo 222s;
El acto ju ríd ico anulablc es nulo desde su celebración, p o r efecto
de la sentencia que lo declare.
Esta nulidad se pronunciara a petición de pa rte y no puede s e r
alegada por otras personas que aquellas en cuyo beneficio la
establece la ley
89
LIZARDO TABOADA CORDOVA
3ra. Diferencia orí: c
[ NUUDA.
AN'JLAl-I.UDAD
|
1.a s'Oíjc tud le deda ac án Judicial
-'i nulidad puede sor nterpuesta
per cua k;ui. "a de las partes y po r
uig torce: w n p o . H M m ister a
P<:' H i t d e . - i
Terpuc-"-:a por la .
¡io lo que * . i ' .'obrad:1 el acto ■
;jrHico vicu'.Jc. afectada pa r l a '
sal.
L-------------------------- ------------------------“
La cuarta diferencia fundamental entre ambas categorías ra­
dica en que los actos nulos nacen muertos y por ende no produ­
cen ninguno de los efectos jurídicos que tendrían que haber pro­
ducido. Por el contrario, los actos anulables nacen convida, pero
gravemente enfermos y como tales tienen un doble destino alter­
nativo y excluyente: o son subsanados o convalidados a través
de la confirmación, o son declarados judicialmente nulos a través
de la acción de anulabilidad. Respecto de los actos anulables, de­
bemos decir que a diferencia de los actos nulos, los mismos nacen
produciendo todos sus efectos jurídicos, y los seguirán produ­
ciendo normalmente si son confirmados, o dejarán de producir­
los si son declarados judicialmente nulos.
4 ia D ¡i6rcnc.¿
¡ r
NULIDAD
I
I
I
i
a ^ula&ilija D
3
. 'acón Cv.n vida. t'¿nen doble
destino son subsanados o
envalijados o son declarados
nulos.
N acen m uertos, no producer.
ning >. ró de ios efectos jurídicos.
90
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Conviene insistir en que mientras el acto nulo nace muerto y
por ende en ningún momento produce ninguno de los efectos
jurídicos que tendría que haber producido, por haber nacido sin
vida, los actos anulables por el contrario nacen enfermos pero
con vida, y por ende produciendo todos sus efectos jurídicos, pero
los dejará de producir en caso la parte afectada por la causal de
anulabilidad opte por solicitar judicialmente la nulidad del mis­
mo, o los seguirá produciendo normalmente en caso la parte afec­
tada opte por confirmar el acto, es decir, por subsanar el vicio
que lo afectaba. Esto significa en consecuencia que el doble desti­
no alternativo y excluyente del acto anulable depende de la parte
afectada por la causal de anulabilidad, que es quien decide la suer­
te del acto anulable.
A fin de entender el doble destino del acto anulable, es nece­
sario precisar lo siguiente: el objetivo de la acción de anulabilidad
no es la declaración judicial de anulabilidad, sino la declaración
judicial de nulidad del acto anulable, y esto es así por cuanto una
de las posibilidades del acto anulable es justamente la de ser de­
clarado judicialmente nulo como consecuencia de la acción de
anulabilidad, previa acreditación de la causal evidentemente.
Ahora bien, como ya hemos indicado, en los casos de actos
anulables confirmados, los efectos jurídicos que ha venido pro­
duciendo el acto desde su nacimiento, los seguirá produciendo
normalmente justamente por haberse subsanado el vicio que lo
afectaba. Por el contrario, en el caso de actos anulables declara­
dos judicialmente nulos por interposición de la acción de
anulabilidad, los efectos que el acto anulable produjo desde su
nacimiento, desaparecerán como consecuencia de la sentencia fir­
me que declare la nulidad del acto anulable. Pero los efectos no
desaparecen desde la fecha de expedición de la sentencia hacia
delante, sino retroactivamente a la fecha de celebración del acto
jurídico, de modo tal que el acto anulable declarado judicialmen­
te nulo es como si hubiera sido nulo desde siempre, como conse­
cuencia del efecto retroactivo de la sentencia. Esta retroactividad
91
LIZARDO TABOADA CORDOVA
del efecto jurídico, denominada retroactividad obligacional, vie­
ne establecida en forma clara por el artículo 222 del Código Civil,
cuando dispone el acto jurídico anulable es nulo desde su cele­
bración, por efecto de la sentencia que lo declare.
De esta forma se entiende, ahora si, con claridad el doble desti­
no alternativo del acto anulable, el cual precisamos de la siguiente
manera: el acto anulable nace con vida produciendo todos sus efec­
tos jurídicos, pero por haber nacido con una enfermedad grave
tiene un doble destino alternativo y excluyente: o es subsanado o
convalidado por la confirmación, en cuyo caso seguirá producien­
do normalmente todos sus efectos jurídicos, o por el contrario es
declarado judicialmente nulo como consecuencia de la interposi­
ción de la acción de anulabilidad, en cuyo caso los efectos jurídicos
que produjo desaparecerán retroactivamente a la fecha de celebra­
ción del acto. Como es evidente, para poder entender a profundi­
dad esta cuarta diferencia ha sido necesario precisar el objetivo de
la acción de anulabilidad y el efecto retroactivo de la sentencia que
declara la nulidad del acto anulable. Por el contrario, el acto nulo
nace sin vida y en ningún caso puede producir ninguno de los efec­
tos jurídicos que tendría que haber producido.
Una quinta diferencia bastante sencilla, que se sobreentiende
de la anterior, es que los actos nulos, a diferencia de los actos
anulables, no pueden ser confirmados o convalidados justamen­
te por haber nacido sin vida.
!3ia ui'erencia enl'o
ActOS í : '■■■& I
Acr^s anulables
]
Si p. oriiv, ser confirmados o
convalidados.
No .pueden set-afirmad s o
. conval; .'auc.-
92
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
En sexto lugar, son también distintos los plazos prescriptorios
de las acciones de nulidad y de anulabilidad. La acción de nuli­
dad prescribe a los diez años, mientras que la de anulabilidad a
los dos años, según lo dispone el artículo 2001 del Código Civil.
Con relación a esta sexta diferencia conviene referirse a la
prescriptibilidad de la acción de nulidad. Con el siguiente razo­
namiento: según vimos anteriormente los actos nulos no produ­
cen efectos jurídicos porque nacen muertos, sin vida. Sin embar­
go, sucede que en muchos casos una o las dos partes (obviamente
pueden ser más de dos) deciden cumplir voluntariamente un acto
nulo. Frente a esta situación conviene ser categórico, por cuanto
el hecho que se cumpla voluntariamente un acto nulo no lo
convalida en absoluto. No debe olvidarse que los actos nulos no
producen efectos jurídicos. En todo caso se tratará del cumpli­
miento de un efecto meramente práctico o fáctico, pero en nin­
gún caso de un efecto jurídico. Ahora bien, si se produce la pres­
cripción de la acción de nulidad, ello tampoco significa que el
acto nulo se convalida por el transcurso del tiempo. Los actos
nulos no son confirmables o convalidables por ninguna razón o
causa, ni por el cumplimiento voluntario de los mismos, ni por el
transcurso del tiempo operando la prescripción de la acción de
nulidad a los diez años lo que es nulo nunca produce los efectos
jurídicos que tendrían que haberse producido, y es por ello que
se señala en forma enfática y unánime que los actos nulos no son
confirmables.
ís
6ta. Dtfere icia entre: 1
«« : • «sssesstee^
|
r
■9
Actos nulos
Acto i .inui.ibiC',
Prescribe a los 2 años.
La acción de nulidad
los 10 años.
93
LIZARDO TABOADA CORDOVA
No obstante lo cual, para efectos prácticos, de operar la pres­
cripción de la acción de nulidad en un supuesto determinado, se
estaría prácticamente imposibilitando la declaración judicial de
nulidad, con la consiguiente inseguridad jurídica para las partes
y los terceros, creando una falsa apariencia de validez del acto
nulo. Es por ello justamente que la mayor parte de la doctrina
considera que la acción de nulidad debe ser imprescriptible y es
así como se ha regulado en algunos códigos civiles la acción de
nulidad. Sin embargo, el Código Civil peruano actual, al igual
que el anterior, consideró siempre que la acción de nulidad debía
prescribir. En el Código Civil de 1936 se estableció que el plazo
prescriptorio era de 30 años, mientras que en el código actual se
ha reducido dicho plazo a 10 años.
Debemos ser bastante claros sobre este aspecto. Aun cuando
el Código Civil peruano no ha optado por la imprescriptibilidad
de la acción de nulidad, posición que desde nuestro punto de
vista hubiera sido preferible, debemos insistir en lo que señala­
mos interiormente: el transcurso del tiempo no puede convalidar
en ningún momento un acto jurídico nulo y por ello la solución a
este problema sería la de considerar que si bien la acción de nuli­
dad ya no puede ser interpuesta al prescribir la misma por el ven­
cimiento del plazo de ley, la parte contra la que se pretenda hacer
valer el acto nulo, exigiéndosele su cumplimiento, tendría la po­
sibilidad de defenderse, deduciendo la prescripción ya no como
acción, sino como excepción. Es ésta justamente la solución que
se ha elaborado en la doctrina de los sistemas jurídicos, como el
nuestro, que establece la prescripción de la acción de nulidad. No
obstante lo cual reiteramos que, desde nuestro punto de vista,
hubiera sido preferible que el Código Civil optara por la
imprescriptibilidad de la acción de nulidad.
Como es evidente, este problema no se plantea respecto de la
acción de anulabilidad, por cuanto al ser confirmables los actos
anulables, se entiende que al operar la prescripción de dicha ac­
94
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
ción, se estaría confirmando tácitamente el acto anulable por la
parte a quien correspondía la acción.
La sétima diferencia entre ambas categorías de invalidez ra­
dica en que la nulidad opera de pleno derecho, siendo por tanto
la sentencia que declare judicialmente la nulidad de un acto afec­
tado por causal de nulidad, meramente declarativo, al limitarse a
constatar que se presentó y operó la causal de nulidad y que el
acto jurídico nació muerto sin producir ninguno de sus efectos
jurídicos. Por el contrario, la sentencia que declara judicialmente
la nulidad de un acto jurídico atacado por una causal de
anulabilidad no es declarativo, sino constitutiva, por cuanto la
nulidad del acto anulable no opera ipso iure o de pleno derecho.
Sobre este aspecto, que es fundamental para entender a cabalidad
la diferencia entre nulidad y anulabilidad, debe precisarse lo si­
guiente: si bien es cierto que la nulidad opera de pleno derecho,
sin necesidad de sentencia alguna, es conveniente para efectos
prácticos contar con una sentencia que declare judicialmente la
nulidad, a fin de tutelar fundamentalmente a los terceros de la
apariencia de validez de un acto nulo.
7ma Diferencia entr
ANULABII IDAD
NULIDAD
NO cper3 ips^ ¡jre o
Opera de cieno derecho, sin
necesidad de s í ’i'encio a¡' na.
pleno ■orccAo.
95
LIZARDO TABOADA CORDOVA
La última diferencia entre ambas categorías/ que ya hemos
mencionado en el capítulo anterior, es que la nulidad puede ser
expresa o tácita, mientras que la anulabilidad puede ser única­
mente expresa o textual. Debe recordarse que la nulidad tácita es
denominada también nulidad virtual. Según se señaló en dicha
oportunidad, mientras la nulidad expresa o textual es aquella que
viene declarada directamente por la norma jurídica, la nulidad
virtual es aquella que se deduce del contenido del acto jurídico,
cuando el mismo contraviene el orden público, las buenas cos­
tumbres, o una o varias normas imperativas. Las causales especí­
ficas de anulabilidad son siempre expresas, es decir, vienen siem­
pre establecidas directamente por la norma. En ningún caso pue­
den deducirse o inferirse como sucede con las causales específi­
cas de nulidad virtual o tácita.
8va. Diferem a entre
ANULABILIDAD
_________ |_________
Pueden sor únicamente
expresa o textual (vienen
siempre establecidas por la
noima), en ningún caso
pueden deducirse.
Estas son, pues, las diferencias que existen entre las dos cate­
gorías de invalidez reconocidas en el Código Civil peruano.
96
Capítulo VI
LA NULIDAD VIRTUAL
Uno de los temas más importantes dentro de la categoría de
la nulidad de los actos jurídicos, lo constituye sin lugar a dudas
el tópico de la nulidad tácita o virtual. Como ya hemos mencio­
nado en los capítulos anteriores, la nulidad expresa o textual es
aquella que es declarada directamente por la norma jurídica, por
lo general con las expresiones «es nulo», «bajo sanción de nuli­
dad», pudiendo sin embargo utilizarse, como de hecho ocurre,
cualquier otra expresión, que indique la no aceptación por parte
del sistema jurídico de un acto jurídico en particular en una cir­
cunstancia especial. En cualquiera de estos casos y sea cual fuere
la expresión que se utilice, estaremos frente a un supuesto de
nulidad textual.
Por el contrario, la nulidad tácita o virtual es aquella que sin
venir declarada directamente por el supuesto de hecho de una
norma jurídica, se deduce o infiere del contenido de un acto jurí­
dico, por contravenir el mismo el orden público, las buenas cos­
tumbres o una o varias normas imperativas.
Esto significa en consecuencia que la nulidad virtual o tácita
es aquella que se encuentra tácitamente contenida en las normas
97
LIZARDO TABOADA CORDOVA
jurídicas y que se hace evidente cuando un acto jurídico en parti­
cular tiene un contenido ilícito, no sólo por contravenir las nor­
mas imperativas, sino también por contravenir un principio de
orden público o las buenas costumbres.
Esta categoría de nulidad virtual, exige por ende una inter­
pretación no sólo de la norma jurídica, sino también de las bases
o fundamentos del sistema jurídico, conformado por normas im­
perativas, orden público y buenas costumbres. En otras palabras,
para poder detectar un supuesto de nulidad virtual, es necesario
en la mayoría de los casos una interpretación integral del sistema
jurídico, no sólo sus normas, sino también de sus fundamentos.
Lo que exige a su vez una delicada labor de análisis del sistema
jurídico en su totalidad. Como es evidente esta figura hace mu­
cho más complicada y delicada la labor interpretativa de los jue­
ces al administrar justicia.
i'.ira poder detectar un supuesto de nuliu. r< j lual, es
tni.o un i irtcrerctac'i'" in :ty 'u Jl i
j'i.'.di',o sj I i. Si .s n y 'rv a sino i.irns-i m r j S
i ritos
Un ejemplo muy claro de nulidad virtual, presentado por la
doctrina, desde siempre, es el del matrimonio entre personas del
mismo sexo. Evidentemente, en este caso específico, no hay nor­
ma que disponga expresamente que el matrimonio será nulo, por
cuanto dicha prohibición es innecesaria, ya que dicha nulidad, se
deduce, tácitamente, del artículo 234° del Código Civil peruano
que define el matrimonio como «la unión voluntariamente con­
certada por un varón y una mujer legalmente aptos para ella y
formalizada con sujeción a las disposiciones de este código, a fin
de hacer vida común». Como es obvio, la posición del legislador
peruano es que el matrimonio sólo puede ser válidamente cele­
98
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
brado entre personas de sexo opuesto, con lo cual se deduce táci­
tamente que el matrimonio entre personas del mismo sexo es nulo
de pleno derecho. Otro ejemplo, también bastante simple de en­
tender, sería el de una persona que designe a su gato como su
heredero conjuntamente con sus hijos. Como es evidente, no se
requiere de una norma que expresa o textualmente señale, que
dicho nombramiento es nulo, basta con las normas sobre la legíti­
ma, que en ningún caso permite que los animales, por más queri­
dos que sean éstos para el causante, puedan ser considerados he­
rederos. Sería absurdo pretender la existencia de una norma que
expresamente señale la nulidad en los dos casos antes menciona­
dos a manera de ejemplo, por tratarse de casos en los cuales la
nulidad se deduce o infiere indirectamente del sistema jurídico,
siendo innecesaria la exigencia de una prohibición textual o di­
recta. Y es justamente en este punto donde radica la gran utilidad
e importancia de la nulidad virtual como mecanismo de salva­
guarda del principio de legalidad en el ámbito de la celebración
de los actos jurídicos y contratos.
'
lí.'OAD EL IMPORTANCIA DE LA
NULIDAD VIRTUAl
.Mceanivnc d n salvaguarda del principio de legalidad en
el ámbito n p
1 1 1* b- .r n fie lo.-, ;w..m ijndir.o. y con-
Esto significa en consecuencia que las normas, en infinidad
de supuestos, indirecta o tácitamente declaran nulidades, cuan­
do establecen determinados requisitos para la configuración de
los actos jurídicos, de modo tal que todos los actos jurídicos que
se celebren sin cumplir con dichos requisitos de orden legal serán
99
LIZARDO TABOADA CORDOVA
nulos, sin necesidad de norma expresa que lo disponga, por tra­
tarse de actos con contenido prohibido o no permitido por el sis­
tema jurídico, es decir, por tratarse de actos jurídicos cuyo conte­
nido no se ajusta a los requisitos legales.
’ m..& ¡ ¡s -v i j ; j.nceo»* ni.:o .-¡o t.oiebu..i .ii¡ oumpür
:-'.r too (úquisit'-s
jrüei! legü.. scrar. nu .
hiJaa -le ['■■■•n-n cxp.ess f:;uo lo dif;nn.j:i
••!:', nece-
Del mismo modo, el conjunto de principios que constituyen
el sustento de un sistema jurídico y que por ello mismo se deno­
minan orden público, así como las reglas de convivencia social
aceptadas por todos los miembros de una comunidad como de
cumplimiento obligatorio, denominadas buenas costumbres, y las
normas imperativas en general, constituyen los límites dentro de
los cuales los particulares pueden celebrar válidamente actos ju­
rídicos y contratos, esto es, los límites dentro de los cuales se pue­
de hacer de la autonomía privada, de modo tal que todos los ac­
tos jurídicos que contravengan dichos límites, serán también nu­
los, sin necesidad de que existan normas que lo señalen así ex­
presamente, por tener también un contenido ilícito o prohibido.
Nulidad que será tácita o virtual por cuanto se deduce indirecta­
mente de las bases del sistema jurídico, como sucedería, por ejem­
plo, con el caso del contrato de prostitución, nulo virtualmente
por atentar contra el orden público y las buenas costumbres.
100
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
S* i
'»> I »r ir| v. ni i
1m nei.'*L idad ct'.“ C a i ' I í i u m
norma que así lo señale, todos los actos jurídicos qus
contravengan los limites de:
1. El conjunto de |.i i p t
dico (orden puN I
‘■i trnto d<"l r ' t r / n j mri
2. Las reglas de convivencia social aceptadas por los
miembrc . Je Ir. comunidad (buenas costumbres)
3. Las norma*, imperativas.
De esta manera, puede reconocerse que la nulidad virtual es
una de las formas como el sistema jurídico salvaguarda el princi­
pio de legalidad, esto es, el mecanismo por excelencia para velar
por el cumplimiento del principio de legalidad en materia de ac­
tos jurídicos y contratos.
La nulidad virtual tiene reconocimiento legal en el Perú en el
octavo inciso del artículo 219° del Código Civil, debidamente con­
cordado con el artículos del Título Preliminar.
Artículo 219 V El acto jurídico os nulo:
6. En el caso del eríici o V del 1 .uiio I re iminar, saive
que la ley establezca sanciór- -tivp-sa
Artículo V.* Es nulo ol acto jurld.jo contrario a fas le­
yes que interesen al orden púb’icu o a las buenas cos-
101
LIZARDO TABOADA CORDOVA
No existe duda alguna de que el octavo inciso del artículo
2190 hace referencia a la categoría de nulidad virtual, por la sim­
ple razón que hace referencia directa al artículo V del Titulo Pre­
liminar, que se refiere también en forma directa a dicha categoría
de nulidad. Por el contrario, el inciso 7 del mismo artículo 219° se
refiere en forma clara y precisa a la categoría de nulidad textual o
expresa. De esta manera, resulta bastante claro, la lógica del artí­
culo 219°, cuando en el inciso 7 reconoce la categoría de nulidad
textual y en el inciso 8 la de nulidad virtual o tácita.
Pues bien, sabiendo ya el significado del concepto de nuli­
dad virtual y su reconocimiento legal en el sistema jurídico na­
cional, corresponde ahora referirnos a la categoría de inexisten­
cia de los actos jurídicos. Como se podrá comprobar fácilmente,
el Código Civil peruano solamente reconoce dos modalidades
de invalidez o ineficacia estructural: la nulidad y la anulabilidad,
y en modo alguno se refiere a la inexistencia como categoría
principal o accesoria de ineficacia. Ello es así por cuanto la inexis­
tencia es una categoría de ineficacia que sólo se acepta en los
sistemas que no aceptan la nulidad virtual, como consecuencia
del principio que «no hay nulidad sin texto», consagrado legal­
mente en algunos sistemas jurídicos, como el francés. En tales
sistemas, que no reconocen la categoría de nulidad virtual, es
necesario también prohibir los actos jurídicos cuyo contenido
sea ilícito, privándolos de efectos jurídicos, y para ello acuden
al concepto de inexistencia.I
I a irit ri~.toiic.ia solo so
en lo s s .b ie m jb que no
admite n 11 nulidad virtu a l \ r.\ que cum pia el m ism o
r o l P or e l co n tra rio , tos sistem as que adm iten la n u li­
dad virtu a l un- ma~ de la nuil 1 irt I n u u l ■>, tienen ne­
cesidad df* acu dir u U c a ti g j ii id o uir /i„* i 11
102
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Esta es justamente la razón por la cual en el sistema legal pe­
ruano no se reconoce la inexistencia como categoría de ineficacia,
siendo la misma totalmente innecesaria, al estar claramente con­
sagrada la nulidad virtual en el octavo inciso del artículo 219°,
debidamente concordado con el artículo V del Título Preliminar
del Código Civil.
Finalmente, corresponde señalar que la mayor parte de nuli­
dades específicas son supuestos de nulidad virtual o tácita, tra­
tándose esta categoría de ura fórmula genérica para privar de
efectos jurídicos a todos los actos cuyo contenido sea ilícito, sin
necesidad de acudir a un tipo legal. El principio de legalidad en
materia de celebración de actos jurídicos y contratos, si bien se
sustenta en el principio de estricto cumplimiento de los requisi­
tos de orden legal, rechaza aquel de la tipicidad legal, siendo un
sistema abierto que exige una delicada labor de interpretación
del sistema jurídico y sus bases.
103
Capítulo VH
LAS CAUSALES DE NULIDAD
INTRODUCCIÓN
Se distinguen dos tipos de invalidez del acto jurídico: la nuli­
dad y la anulabilidad. Se entiende por acto jurídico nulo aquel al
que le falta un elemento, un presupuesto, un requisito, o sea con­
trario al orden público y a las buenas costumbres, o cuando in­
frinja una norma imperativa. Las causales de nulidad del acto
jurídico, dentro del Código Civil peruano, están contempladas
en su artículo 219°. Dichas causales son las siguientes:
1. FALTA DE MANIFESTACIÓN DE VOLUNTAD DEL
AGENTE
Como es sabido, la doctrina moderna acepta, en forma casi
unánime, que los elementos del acto jurídico, entendidos éstos
como los componentes que conforman el supuesto de hecho, son
la declaración de voluntad o conjunto de declaraciones de volun­
tad y la causa, entendida ésta, según un sector cada vez más am­
plio, como la finalidad o función que justifica el reconocimiento
de determinado acto de voluntad como acto jurídico, es decir,
como capaz de producir efectos jurídicos.
105
LIZARDO TABOADA CORDOVA
Ahora bien, esta primera causal de nulidad está referida a la
circunstancia de que en un determinado supuesto no exista real­
mente manifestación de voluntad del declarante. En otras pala­
bras, se trata de un verdadero supuesto de nulidad del acto jurí­
dico por ausencia de uno de sus elementos, en este caso, la decla­
ración de voluntad.
Los autores concuerdan en que la declaración de voluntad,
que es una sola unidad entre la voluntad y la declaración, requie­
re para su configuración de dos voluntades: la voluntad declarada,
que es lo que aparece expresado en la conducta en que consiste la
misma declaración, es decir, el contenido del negocio; y la volun­
tad de declarar. Esta última importa a su vez dos tipos de volunta­
des: la voluntad del acto externo, esto es, de la conducta en que
consiste la propia declaración, y el conocimiento del valor decla­
ratorio de dicha conducta.
Siendo esto así, resulta simple de entender que faltará la ma­
nifestación de voluntad del agente, en cualquier supuesto en que
falte tanto la voluntad declarada como la voluntad de declarar.
Los supuestos que encajan dentro de esta primera causal de nuli­
dad son los siguientes:
Incapacidadnatural:son todos aquellos supuestos en que por
una causa pasajera el sujeto se encuentra privado de discernimien­
to, de forma tal que la declaración de voluntad que haya podido
emitir, aun cuando tenga un contenido declaratorio, no será una
verdadera declaración de voluntad por no existir la voluntad de
declarar, estar ausente la voluntad del acto externo y por no exis­
tir conocimiento del valor declaratorio de la conducta.
Error en la declaración: el error en la declaración, llamado
también error obstativo, es aquel que consiste en un lapsus linguae,
esto es, una discrepancia inconsciente entre la voluntad declara­
da y la voluntad interna del sujeto. En este supuesto, como es
obvio, aun cuando hay voluntad de declarar, falta una verdadera
106
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
voluntad declarada, ya que el sujeto por un error ha declarado en
forma inconsciente una voluntad distinta a la verdadera, impo­
niéndose, en puridad de términos, como sanción la nulidad del
acto jurídico. Sin embargo, en vista que nuestro Código Civil ha
asimilado el error en la declaración al error dirimente o error vi­
cio, estableciendo como sanción la anulabilidad, no podemos in­
cluir dentro de esta primera causal de nulidad al error en la de­
claración, aun cuando es la sanción que le correspondería en sen­
tido estricto.
D eclaración hecha en hroma:\dL declaración hecha en broma
es aquella que el sujeto realiza con fines teatrales, didácticos, jac­
tancia, cortesía o en broma, propiamente dicha, y que para algu­
nos autores consiste en un verdadero caso de discrepancia entre
la voluntad interna y voluntad declarada.
A nuestro entender, la declaración hecha en broma puede ser
considerada como un caso más de discrepancia entre voluntad y
declaración, al igual que lo es la simulación, la reserva mental y
el error en la declaración, por cuanto en los supuestos antes indi­
cados, existe una discrepancia consciente entre voluntad declara­
da y voluntad interna, ya que la nulidad se impone por el solo
hecho de que existe conciencia de que mediante una declaración
de voluntad emitida en cualquiera de las circunstancias indica­
das, no se está declarando una verdadera voluntad de celebrar
un acto jurídico, no concurriendo por consiguiente uno de los
componentes de la voluntad de declarar, siendo el acto jurídico
nulo por faltar la manifestación de voluntad.
Violencia:en los casos de negocio jurídico celebrado con vio­
lencia, falta también una verdadera declaración de voluntad, por
cuanto no concurre la voluntad de declarar, al estar ausente igual­
mente la voluntad del acto externo. Sin embargo, nuestro código,
siguiendo el criterio imperante en la doctrina, asimila la violen­
cia o la violencia física a la intimidación o violencia morad, esta­
bleciendo como sanción la anulabilidad, aun cuando en sentido
107
LIZARDO TABOADA CORDOVA
estricto la violencia debería estar considerada dentro de este pri­
mer supuesto de nulidad.
En conclusión, dentro de esta primera causal de nulidad del
negocio jurídico, de acuerdo a la lógica del Código Civil perua­
no, debemos incluir los supuestos de incapacidad natural como
la declaración hecha en broma. Sin embargo, debe quedar clara­
mente establecido, que desde un punto de vista estrictamente téc­
nico y doctrinario, esta causal comprendería también los supues­
tos de error en la declaración y violencia física o absoluta.
S u p u e s to s d e (a t a la d e
m a n ife s ta c ió n d e v o lu n l i d d d «v i í n t e , e n s e n ti­
<
d o té c n ic o .
Incapacidad natural
Error en la declaración
Declaración hecha en broma
Violencia
2. INCAPACIDAD ABSOLUTA
La segunda causal de nulidad está referida al supuesto de
que el sujeto sea incapaz absoluto. Tratándose obviamente de la
incapacidad de ejercicio.
Este supuesto de nulidad, dado su simplicidad, no requiere
de mayor comentario ni siquiera en lo relacionado con la excep­
ción contemplada en el artículo 1358° del Código Civil. No obs­
tante lo cual debemos incidir, y esto sí es muy importante, en que
se trata de un supuesto de nulidad por ausencia de un requisito y
no de un elemento del acto jurídico, como es la capacidad de ejer­
cicio, que si bien no constituye un elemento, debe concurrir con
los elementos para que el acto jurídico sea válido, ya que este
tipo de capacidad es un requisito que debe reunir el sujeto, en­
tendido como presupuesto o antecedente del acto jurídico.
108
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
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Je o jo rc ic io , q u e a ú n c u a n d o n r
:
' i ' d e b e c o n c u r r ir c o n ¡o í e le m e n to s c a r a
.............
s e a v á lid o .
3. OBJETO FÍSICA O JURÍDICAMENTE IMPOSIBLE O
INDETERMINABLE
La tercera causal de nulidad contemplada en el artículo 219°
está referida directamente al objeto del acto jurídico, en forma tal
que para poder entender a cabalidad este tercer supuesto de nu­
lidad, debemos determinar en primer lugar el concepto de objeto
del acto jurídico.
¿Qué es el objeto dentro de la teoría general del acto jurídico?
Según una primera corriente doctrinaria, elaborada por los pri­
meros comentaristas del Código Civil francés, por objeto del con­
trato debía entenderse la cosa sobre la cual recae la relación jurídi­
ca nacida del propio contrato. A esta primera teoría se le ha objeta­
do desde mucho tiempo atrás, el hecho de que si calificamos la
cosa de objeto, no podría darse nunca ningún supuesto de ilicitud
en el objeto, por cuanto una cosa en sí misma considerada jamás
podrá ser ilícita. Por esta razón, y en la medida en que todos los
códigos elaborados siguiendo el ejemplo del Código Civil francés
han sancionado con nulidad la ilicitud en el objeto, al igual que lo
hiciera nuestro Código Civil de 1936, la doctrina buscó un nuevo
significado al objeto del contrato, entendiéndose, según una se­
gunda corriente doctrinaria, ya no como la cosa, sino como la pres­
tación a que vienen obligadas las partes por el contrato.
La prestación, según es sabido, puede consistir, bien sea en la
transferencia de un derecho real al acreedor, en cuyo caso consis­
109
LIZARDO TABOADA CORDOVA
te en un dar, o en la ejecución de un hecho personal del deudor,
en cuyo caso consiste en un hacer o en un no hacer.
No obstante lo cual, según algunos autores, al considerarse
la prestación como el objeto del contrato, se estaría confundien­
do el objeto del acto jurídico con el objeto de la obligación. Estos
autores, en su afán de distinguir el objeto de la obligación del
objeto del contrato -pues se trata de autores franceses que utili­
zan el contrato como paradigma lógico y no así el acto jurídico-,
llegan a la conclusión de que mientras el objeto de la obligación
es la prestación debida, el objeto del contrato es la creación, mo­
dificación, regulación o extinción de obligaciones, confundien­
do, sin darse cuenta, el objeto del contrato con su causa o finali­
dad objetiva.
A nuestro entender, y en la medida en que la prestación con­
siste en una conducta que una de las partes se compromete a rea­
lizar frente a la otra, no hay ningún obstáculo de orden concep­
tual para establecer que el objeto del contrato o del acto jurídico
es la prestación debida, pues entendida ésta como un comporta­
miento, deberá concurrir para la validez del supuesto de hecho,
el mismo que una vez debidamente formado con la concurrencia
de todos sus elementos, dará lugar al nacimiento de determina­
das obligaciones, cuyo objeto serán también las conductas a que
quedan obligadas las partes, esto es, el cumplimiento de las pres­
taciones debidas.
Sin embargo, aun cuando consideramos que el objeto del acto
jurídico debe entenderse como la prestación debida, somos de la
opinión que el mismo no constituye un elemento o componente
del acto jurídico, sino únicamente un presupuesto, antecedente o
término de referencia, que sin embargo debe concurrir con el res­
to de elementos y requisitos para que el acto jurídico sea plena­
mente válido y eficaz.
Estando claramente establecido, que según nuestro punto de
vista, el objeto del acto jurídico consiste en la prestación, debe­
lio
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
mos determinar a ciencia cierta cuál es el significado de objeto
dentro de nuestro Código Civil.
En primer lugar, llama la atención que el nuevo Código Civil
en su artículo 140° exija para la validez del acto jurídico que el
objeto sea físico y jurídicamente posible, a diferencia del artículo
1075° del código derogado que exigía para la validez del acto ju­
rídico la existencia de un objeto lícito. Como es sabido, este re­
quisito de la licitud del objeto en el Código de 1936, fue cuestio­
nada por los comentaristas de dicho código, en el sentido de que
siendo el objeto la cosa, el objeto nunca podrá ser ilícito, pues lo
que es susceptible de ser ilícito es la finalidad de las partes con­
tratantes y no la cosa en sí misma considerada. En vista de estos
antecedentes y teniendo en cuenta que el código actual no exige
la licitud del objeto para la validez del acto jurídico, pues sólo
exige la licitud en el fin, podría pensarse que el nuevo código ha
incorporado la noción de objeto entendido como cosa. En otros
términos, si el código exigiera la licitud como requisito del obje­
to, podría pensarse que se habría optado por la noción de objeto
entendido como prestación y no como cosa.
Sin embargo, y aun cuando el código no establece la licitud
como requisito del objeto, no podemos deducir de modo alguno
que se haya incorporado la noción de objeto como cosa, ya que al
establecerse en forma categórica que el objeto deberá ser física y
jurídicamente posible, se está aludiendo en forma directa a una
de las características del objeto entendido como la prestación,
cuando ella consiste en un hecho personal del deudor.
La explicación de este punto de vista es la siguiente:
a. Como hemos afirmado anteriormente, la prestación puede
consistir en un dar, en un hacer o en un no hacer, es decir, en
la transmisión de un derecho real, o en un hecho personal del
deudor.
b. Cuando la prestación consiste en la transmisión de un dere­
cho real, se entiende que se trata, obviamente, de la transmi­
sión de un derecho al acreedor, sin embargo, por comodidad
m
LIZARDO TABOADA CORDOVA
de expresión, en el lenguaje común se dice que la prestación
es una cosa. Esta expresión abreviada es incorrecta, pues lo
que se transfiere es un derecho real que recae sobre una cosa,
y no es la cosa la que va a ser transferida mediante el contrato
o el negocio jurídico. Siendo esto así, cuando la prestación
consiste en la transmisión de un derecho real, la cosa sobre la
cual recae el derecho que va a ser transferido al acreedor, debe
reunir los siguientes requisitos: la cosa debe existir, debe es­
tar en el comercio de los hombres (ya que no son transmisi­
bles los bienes de dominio público) y debe estar determinada
o ser determinable en cuanto a su especie y cantidad.
c. Asimismo, cuando la prestación consiste en un hecho perso­
nal del deudor, sea positivo o negativo, este hecho debe a su
vez reunir los cuatro requisitos siguientes: debe ser un hecho
física y /o jurídicamente posible; el hecho prometido debe ser
lícito en el sentido estricto; debe ser personal del deudor por
regla general; y por último, el hecho prometido debe repre­
sentar un interés para el acreedor, patrimonial o moral.
d
Como se podrá observar fácilmente, mientras el artículo 140°
del Código Civil señala que el objeto deberá ser física y jurí­
dicamente posible, el inciso 3 del artículo 219° dispone que el
acto jurídico es nulo cuando su objeto es física o jurídicamen­
te imposible o cuando sea indeterminable . En otros térmi­
nos, el código exige que el objeto del acto jurídico deba ser
física y /o jurídicamente posible y determinable. Y estas dos
condiciones o requisitos de la posibilidad y de la
determinabilidad, como ya lo hemos visto anteriormente, no
son sino condiciones que deben reunir las prestaciones, bien
sea que consistan en la transmisión de un derecho real o en la
ejecución de un hecho personal del deudor. Siendo esto así, la
conclusión lógica es que el nuevo Código Civil ha incorpora­
do la noción de objeto del acto jurídico entendido como la
prestación prometida, esto es, como el comportamiento que
deberá realizar una de las partes frente a la otra. De no ser así,
112
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
el código no hubiera exigido para la validez del acto jurídico
que el objeto cumpliera con los requisitos de la posibilidad y
determinabilidad, que son requisitos que según la doctrina
se aplican a las prestaciones debidas.
En consecuencia, el inciso 3 contiene una causal de nulidad
por ausencia de ciertos requisitos que son de aplicación al objeto
del acto jurídico, lo cual es correcto conceptualmente hablando,
pues el objeto entendido como prestación debe reunir determi­
nados requisitos para que el acto jurídico sea válido.
4. FIN ILÍCITO
Según el inciso 4 del artículo 219°, el acto jurídico será nulo
cuando su fin sea ilícito. Esta disposición guarda armonía con el
inciso 3 del artículo 140° que señala que para la validez del acto
jurídico se requiere un fin ilícito.
Pues bien, en este caso, y al igual que con la causal anterior­
mente estudiada, para poder determinar el alcance de esta nueva
causal de nulidad, deberemos conocer a ciencia cierta cuál es el
concepto de «fin» incorporado en el Código Civil vigente.
Como el Código Civil no contiene una definición de fin, que
tampoco hubiera podido estar presente, tenemos que recurrir a
la doctrina para conocer el significado de dicha expresión, y ob­
servaremos que la palabra «fin» en derecho civil, específicamente
en materia de actos jurídicos y de contratos, está vinculada nece­
sariamente al concepto de causa. ¿Qué cosa señala la doctrina de
la causa respecto a la naturaleza de este elemento del acto jurídi­
co? La doctrina causalista no da una respuesta uniforme para
determinar el significado de la causa como elemento del acto ju­
rídico, pues existen una serie de teorías que pretenden explicar la
naturaleza jurídica de dicho elemento, según la diversidad de sis­
temas causalistas existentes. Siendo esto así, tendremos que ana­
113
LIZARDO TABOADA CORDOVA
lizar brevemente cada una de las diferentes teorías sobre la causa
que se han elaborado en los distintos sistemas causalistas. Estas
teorías pueden ser agrupadas en cuatro grandes rubros.
Dentro del primero que podríamos calificar de teorías subjeti­
vas, encontramos, en primer lugar, la teoría clásica de la causa,
todavía vigente en la actualidad en Francia, y que fuera elabora­
da por los primeros comentaristas del Código Civil francés. Sin
embargo, está totalmente dejada de lado en la actualidad en el
resto de los países con sistemas jurídicos causalistas. Según esta
teoría clásica la causa es el fin inmediato y directo por el cual el
deudor asume su obligación, tratándose siempre del mismo fin,
según se esté frente a un contrato sinalagmático, a un contrato
real y /o a un contrato a título gratuito. En otras palabras, según
esta primera teoría sobre la causa, aun cuando ella es un móvil o
motivo, se trata de un móvil abstracto, que es siempre idéntico
en todos los contratos de una misma naturaleza, a diferencia del
motivo en sentido estricto, que es distinto en cada tipo de contra­
to, según sean distintas las partes contratantes.
La segunda teoría subjetiva elaborada por Josserand, en base
a los repertorios de la jurisprudencia francesa de su época y de­
nominada " teoría neocausalistd', es aquella que señala que la cau­
sa ya no es un móvil abstracto, sino el móvil impulsivo y deter­
minante por el cual el deudor asume su obligación, distinto en
cada tipo de contrato, según las partes que hayan intervenido. En
buena cuenta, esta segunda teoría subjetiva sobre la causa viene
a identificar el concepto de causa con el de motivo o móvil con­
creto que impulsa a las partes a contraer sus obligaciones al cele­
brar un determinado contrato. La razón de ser de esta teoría sub­
jetiva radicó principalmente en el hecho de que con la formula­
ción sobre la causa elaborada por la teoría clásica era imposible,
salvo en el caso de los contratos sinalagmáticos, encontrar un su­
puesto de causa ilícita, lo cual era perfectamente posible si se en­
tendía que la causa ya no era un móvil abstracto, sino un móvil
114
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
concreto. Sin embargo, esta tesis subjetiva no logra explicar el
concepto de ausencia de causa incorporado en el Código Civil
francés y en los códigos que lo han seguido, ya que hasta un loco
actúa siempre determinado por un móvil o motivo. En la actuali­
dad esta teoría no cuenta con casi ningún seguidor, además de su
creador y algunos otros como Julien Bonnecase. A nuestro enten­
der, esta teoría no puede aceptarse, no sólo porque no explica el
concepto de ausencia de causa, sino principalmente porque iden­
tifica en forma inapropiado la causa con el motivo determinante
de la celebración de un contrato.
En segundo lugar, tenemos las teorías objetivas, producto de
la doctrina italiana, que identifican el concepto de causa con la
finalidad objetiva del negocio jurídico que justifica su reconoci­
miento como tal. Según estas teorías, la causa consiste en la fina­
lidad típica del negocio jurídico, o en su función económica y
social, o en su función jurídica, o en la razón económica y jurídica
del mismo, etc. Sin embargo, para todas ellas, con independencia
de sus distintos matices, la causa consiste siempre en un elemen­
to netamente objetivo, que debe ser examinado desde el punto
de vista del ordenamiento positivo y perfectamente distinguible
de los motivos de las partes. Todas estas teorías objetivas, y prin­
cipalmente la que ve en la causa la función económica y social del
negocio jurídico que justifica su reconocimiento como tal, son las
predominantes en la actualidad.
Sin embargo, así como las teorías subjetivas, principalmen­
te la neocausalista no llegan a explicar satisfactoriamente el con­
cepto de ausencia de causa, las teorías objetivas por su parte se
ven imposibilitadas de justificar el concepto de causa ilícita, dada
la perfecta distinción entre la causa y los motivos, de forma tal
que se ha llegado a pensar que en algunos supuestos es necesa­
rio tener en consideración los motivos de las partes, cuando ellos
son ilícitos, a fin de poder dar un contenido al concepto de cau­
sa ilícita.
115
LIZARDO TABOADA CORDOVA
Por ello, determinados autores causalistas han optado por
una visión dual de la causa del acto jurídico, entendiendo que
la causa es objetiva cuando se trata de determinar el valor de
determinado acto de voluntad como acto jurídico, y que la cau­
sa es subjetiva cuando se trata de conocer el concepto de causa
ilícita, de forma tal que para este tercer grupo de autores ha­
brían dos conceptos de causa, uno objetivo netamente separado
de los motivos, y otro subjetivo que identifica el concepto de
causa y el motivo.
Sin embargo, y en vista que todas las teorías anteriormente
expuestas sobre la causa, no han resultado satisfactorias para ex­
plicar el concepto de causa incorporado en los códigos civiles,
que sancionan con nulidad los contratos que no tengan causa, o
en los que la causa exista, pero es ilícita, un buen número de civi­
listas modernos han establecido que la causa es un elemento que
conlleva un doble aspecto: un aspecto objetivo que es idéntico al
que le dan a la causa las teorías objetivas italianas, y un aspecto
netamente subjetivo que permite incorporar los motivos ilícitos a
la causa, de tal manera que se pueda establecer que un contrato
con causa objetiva, pueda ser nulo por tener una causa ilícita.
A nuestro entender, esta cuarta posición teórica es la más ade­
cuada para comprender a cabalidad el rol de la causa como ele­
mento de los actos jurídicos.
Ahora bien, ¿a qué teoría sobre la causa se ha adherido nues­
tro Código Civil? En nuestra opinión, los redactores del Código
Civil han creído incorporar la teoría subjetiva de la causa, tal como
la entiende Josserand, la razón de esta opinión es la siguiente:
Si bien es cierto que el Código Civil en su artículo 140° dispo­
ne en forma expresa que para la validez del acto jurídico se re­
quiere un fin lícito, lo que nos podría llevar a pensar que el códi­
go habría optado por un sistema unitario de la causa, en el senti­
do que el acto jurídico no sólo requiere de un fin objetivo, sino
116
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
además de ello de un fin objetivo que no deberá estar viciado por
ningún motivo ilícito, en el inciso 4 del artículo 219 sanciona con
nulidad únicamente el acto jurídico cuyo fin sea ilícito, de forma
tal que al código sólo le interesaría el aspecto subjetivo de la cau­
sa, pues si se hubiera tomado en cuenta su aspecto objetivo, se
habría establecido como una causal adicional de nulidad la del
acto jurídico que no tuviera fin.
Sin embargo, en nuestra opinión, el código puede ser co­
rrectamente interpretado, en forma doctrinaria, en el sentido de
que para la validez del acto jurídico no sólo se requiere de un
fin, que además deba ser lícito, sino que la causal de nulidad
por ausencia de fin podría deducirse perfectamente como un
caso más de nulidad virtual, por contraposición al inciso 3 del
artículo 140°, pues si para la validez del acto jurídico se requiere
de un fin lícito, será nulo el acto jurídico que no tenga un fin
lícito. En otras palabras, sólo por nulidad virtual o tácita podre­
mos llegar a la conclusión de que es nulo el acto jurídico que no
tenga un fin o causa.
En nuestro concepto, sin embargo, hubiera sido preferible que
el Código Civil utilizara el término "causa" y no el de "fin lícito".
En conclusión, la causal de nulidad por fin ilícito, contempla­
da en el artículo 219°, deberá entenderse como de aquel negocio
jurídico cuya causa, en su aspecto subjetivo, sea ilícita, por con­
travenir las normas que interesan al orden público o a las buenas
costumbres. Se trata, pues, de una causal de nulidad por ausen­
cia del requisito de la licitud, aplicable al fin, que constituye uno
de los elementos del acto jurídico, según nuestro Código Civil.
5. SIMULACIÓN ABSOLUTA
Según el inciso 5 del artículo 219° el acto jurídico será nulo
cuando adolezca de simulación absoluta. Como es sabido, para
117
LIZARDO TABOADA CORDOVA
la casi totalidad de los civilistas la simulación no consiste sino en
un caso de discrepancia entre la voluntad declarada y la volun­
tad interna, realizada de común acuerdo entre las partes contra­
tantes, a través del acuerdo simulatorio, con el fin de engañar a
los terceros. En forma unánime la doctrina distingue dos clases
de simulación: la simulación absoluta, en que existe un solo acto
jurídico denominado «simulado», y la simulación relativa en que
detrás del acto simulado permanece oculto un verdadero acto
jurídico que se denomina «disimulado». Tanto en el supuesto de
la sindicación absoluta como en el de la relativa, el acto jurídico
simulado es siempre nulo por cuanto no contiene la verdadera
voluntad de las partes contratantes, mientras que en la simula­
ción relativa el acto disimulado, en la medida en que contenga
todos sus requisitos de sustancia y forma será siempre válido por
ser un acto jurídico verdadero y real que contiene la auténtica
voluntad de las partes contratantes.
Siendo esto así, resulta incongruente que el inciso 5 del artí­
culo 219° sancione con nulidad únicamente al acto jurídico simu­
lado en la simulación absoluta, por cuanto como ya lo hemos ex­
presado el acto jurídico simulado es nulo tanto en la simulación
absoluta como en la relativa. El Código Civil ha debido señalar
únicamente que el acto jurídico será nulo cuando sea simulado,
pues de esta forma hubiera quedado perfectamente establecida
la nulidad del acto simulado o aparente en cualquier supuesto de
simulación.
6. AUSENCIA DE FORMALIDAD PRESCRITA BAJO SAN­
CIÓN DE NULIDAD
La causal de nulidad contemplada en el inciso 6 del artículo
219° está referida al supuesto de que en un acto jurídico solemne
o con formalidad ad solem nitatem , no concurra la forma dispuesta
por la ley bajo sanción de nulidad, en cuyo caso el acto jurídico
será nulo por ausencia de uno de sus elementos o componentes.
118
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Como lo hemos afirmado anteriormente, los dos únicos elemen­
tos comunes a todo acto jurídico son la declaración de voluntad y
la causa. Sin embargo, existen determinados actos jurídicos, que
además de dichos elementos, requieren para su formación del
cumplimiento de una determinada formalidad, que la ley impo­
ne bajo sanción de nulidad, de tal manera que en ausencia de
dicha formalidad el acto jurídico será nulo y no producirá nin­
gún efecto jurídico de los que en abstracto debía producir. Estos
actos jurídicos formales, denominados también solemnes o con
formalidad adsolem nitatern, generalmente son actos jurídicos de
derecho familiar o actos jurídicos patrimoniales a título gratuito.
Así, por ejemplo, en nuestro Código Civil son actos formales
el matrimonio, la adopción, el reconocimiento de los hijos extra­
matrimoniales, el testamento, la donación de bienes muebles en
algunos casos, la donación de bienes inmuebles, el mutuo entre
cónyuges, el suministro a título gratuito, el secuestro, la fianza, la
renta vitalicia, entre otros.
Esta causal de nulidad está bien concebida, pues se trata de
un típico caso de nulidad por ausencia de un elemento, en este
caso, la forma impuesta por la ley bajo sanción de nulidad.7
7. NULIDAD EXPRESA
Según el inciso 7 del artículo 219° el acto jurídico será nulo
cuando la ley lo declare nulo. Este inciso hace referencia a los
supuestos de nulidades textuales o expresas. La doctrina, según
es conocido, distingue dos tipos de nulidad: nulidades expresas
y nulidades tácitas o virtuales. Las expresas son aquellas que vie­
nen dispuestas manifiestamente por un texto legal, mientras que
las nulidades virtuales son aquellas que se producen cuando un
determinado acto jurídico contraviene una norma imperativa, el
orden público o las buenas costumbres. Así, por ejemplo, el ma­
trimonio entre dos personas del mismo sexo es nulo tácitamente
119
LIZARDO TABOADA CORDOVA
por contravenir lo dispuesto en el artículo 234° del Código Civil.
Otros casos de nulidades expresas en nuestro Código Civil son,
por ejemplo: el artículo 274 para el matrimonio; el artículo 865
para la partición hecha con preterición de algún heredero; el artí­
culo 1543 que dispone que la compraventa es nula cuando la de­
terminación del precio se deja al arbitrio de unas de las partes; el
artículo 1972 que establece que es nula la renta vitalicia cuya du­
ración se fijó en cabeza de una persona que hubiera muerto a la
fecha de la escritura pública; el artículo 1932 que señala la nuli­
dad de pacto que prohíbe la cesión de la renta constituida a título
oneroso entre otros.
8. NULIDAD VIRTUAL
A diferencia de la causal de nulidad contemplada en el inciso
anterior, la dispuesta en el último inciso del artículo 219 hace re­
ferencia directa a los supuestos de las nulidades tácitas o virtuales,
explicadas anteriormente, por cuanto se dispone que es nulo el
acto jurídico en el caso del artículo V del Título Preliminar, esto
es, el acto jurídico contrario al orden público, las buenas costum­
bres, o una o varias normas imperativas. En estos casos, la nuli­
dad viene impuesta no expresamente por la norma legal, sino
por el hecho de que el negocio jurídico contraviene uno de los
fundamentos o pilares del sistema jurídico.
120
Capítulo VIII
LAS CAUSALES DE ANULABILIDAD
Habiendo en el capítulo anterior examinado las causales ge­
néricas de nulidad, corresponde en el presente examinar las
causales genéricas de anulabilidad, las mismas que se encuen­
tran consagradas en el artículo 221° del Código Civil.
La primera de ellas hace referencia al supuesto de la incapaci­
dad relativa del sujeto, la cual es un caso típico de anulabilidad.
La segunda, por su parte, está referida al supuesto de los vicios
de la voluntad, bien se trate del error, dolo, violencia moral y
violencia física. Sobre esta segunda causal, no existe duda alguna
que los vicios de la voluntad son causales de anulabilidad, ni en
la doctrina ni en el derecho comparado, por cuanto lo que los
caracteriza es que el sujeto ha declarado su voluntad real, es de­
cir, ha declarado lo que él deseaba y pensaba, sólo que dicha vo­
luntad real que ha sido correctamente declarada, ha estado so­
metido a un proceso anormal de formación, por la presencia de
un vicio, justamente de un vicio de la voluntad.
En el caso específico del error, el vicio consiste en una falsa
representación de la realidad que determina al sujeto a declarar
una voluntad que no habría declarado de conocer la verdadera
situación real.
121
LIZARDO TABOADA CORDOVA
En el caso del dolo, que es el error provocado por la otra parte,
o excepcionalmente por un tercero con conocimiento de la parte
que obtuvo beneficio de él, el vicio de la voluntad no es la falsa
representación de la realidad en que incurrió la víctima, sino la
intención de la otra parte, o del tercero, de provocar un error en
la víctima.
Por su parte, en la violencia moral o intim idación el vicio de la
voluntad es el temor que despierta en la víctima la amenaza in­
justa de sufrir un mal.
En estos tres casos: error, dolo y violencia moral o intimida­
ción, resulta claro que estamos frente a causales de anulabilidad,
por tratarse de actos jurídicos en los cuales ha existido una vo­
luntad correctamente declarada, sólo que por haber sido dicha
voluntad anormal o viciosamente formada, corresponde a la víc­
tima la opción de confirmar el acto o solicitar judicialmente su
declaración de nulidad.
Sin embargo, en los casos de violencia física, llamada tam­
bién violencia absoluta, no estamos frente a un supuesto de vicio
de la voluntad, sino ante un supuesto de ausencia de voluntad,
por cuanto en los casos de violencia física el sujeto no tiene la
voluntad de celebrar ningún acto jurídico, sino que se ha obliga­
do a ello por una fuerza física irresistible. Es por ello que
doctrinariamente se entiende que en los supuestos de violencia
física o absoluta la sanción debiera ser la nulidad y la anulabilidad.
Sin embargo, y esto es importante señalarlo, el Código Civil pe­
ruano, siguiendo al código de 1936, y a la mayor parte de códigos
civiles de otros sistemas, ha considerado conveniente considerar
la violencia física como un supuesto de anulabilidad. Es esta la
razón que explica la causal de anulabilidad contemplada en el
segundo inciso del artículo 221.
La tercera causal de anulabilidad contemplada en el tercer
inciso del mismo artículo 221 exige una explicación un poco más
122
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
detallada, pues hace referencia al fenómeno de la simulación en
la celebración de los actos jurídicos, específicamente al supuesto
de simulación relativa, por cuanto en la simulación absoluta es
claro que nos encontramos frente a un supuesto de nulidad, por
no existir voluntad real de las partes de celebrar ningún acto jurí­
dico, sino únicamente el de aparentar la celebración de uno, se­
gún lo dispone claramente el artículo 190° del Código Civil, cuan­
do dice: «Por la simulación absoluta se aparenta celebrar un acto
jurídico cuando no existe realmente voluntad para celebrarlo».
Por el contrario, en los supuestos de simulación relativa se cele­
bran dos actos jurídicos: el simulado o aparente que las partes sa­
ben que es falso pues no corresponde a su voluntad real; y el disi­
mulado que es verdadero y que las partes han querido celebrar
realmente, sólo que ocultándolo a los terceros bajo la fachada del
acto simulado o aparente.
Como es evidente, en las hipótesis de simulación relativa, el
acto simulado es nulo por ser aparente, al no corresponder a la
voluntad real de las partes, mientras que el acto disimulado es
válido por ser verdadero y corresponder a la verdadera volun­
tad de las partes, pero siempre y cuando concurran sus requisi­
tos de sustancia y forma y no se perjudique el derecho de terce­
ro, según lo establece claramente el artículo 191° del Código
Civil: «Cuando las partes han querido concluir un acto distinto
del aparente, tiene efecto entre ellas el acto ocultado, siempre
que concurran los requisitos de sustancia y forma y no perjudi­
que el derecho de tercer».
Como se podrá comprender, el acto ocultado o acto disimula­
do por ser verdadero en principio es válido, pero siempre y cuan­
do concurran sus requisitos de sustancia y forma, es decir, siem­
pre y cuando concurran todos los aspectos de su estructura, y es
por eso que el artículo 191 precisa que «tiene efecto entre ellas».
Pues bien, la causal de anulabilidad contemplada en el tercer in­
ciso del artículo 219 hace referencia al acto disimulado en los su­
puestos de simulación relativa, cuando el mismo, reuniendo to­
123
LIZARDO TABOADA CORDOVA
dos sus requisitos de sustancia y forma, perjudica sin embargo el
derecho de tercero. Esto significa en consecuencia que esta causal
de anulabilidad sólo está referida al acto disimulado u ocultado,
no al acto simulado, el cual es nulo por no corresponder a la vo­
luntad real de las partes. Pero se refiere al acto disimulado sola­
mente cuando el mismo perjudica el derecho de tercero, en cuyo
caso será anulable. Si el acto disimulado carece de algún requisi­
to de sustancia o formalidad, como cualquier otro acto jurídico
celebrado verdaderamente, será nulo por falta de un aspecto de
su estructura. Por lo tanto, la causal de anulabilidad que estamos
comentando, solamente se refiere al supuesto en el cual el acto
disimulado perjudique el derecho de tercero
Finalmente, tenemos el cuarto y último inciso, referido al con­
cepto de nulidad textual o expresa, por cuanto, como ya exami­
namos anteriormente, no existe la posibilidad de una anulabilidad
tácita o virtual.
124
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Casos Prácticos
CASO 6 *
Exp. Ns 913-80
Resolución Na 36
Lima, tres de setiembre de
Mil novecientos ochentiuno.
VISTOS: Con el expediente administrativo que se tiene a la vis­
ta, y que se devolverá; resulta de autos que por escrito de fojas
cinco don Víctor Alarcón Samaniego y doña Liovina Olivera de la
Cruz, interponen demanda ordinaria de nulidad de Acuerdo de Di­
rectorio, contra la Empresa de Administración de Inmuebles del PerúEmadiperú y contra don Manuel Alarcón Lucana a fin de que se
declare la nulidad del Acuerdo de Directorio número quinientos veintetreinta-veintisiete, fundándola en que el precitado acuerdo viola
flagrantemente las normas de derecho administrativo, al no haber­
se merituado las pruebas obrantes en el expediente administrativo,
así como tampoco, se ha tenido en cuenta la Resolución Adminis­
trativa, signada con el número mil doscientos setentitrés-setenticincoVC siete mil ciento cincuenta de fecha veinticuatro de noviembre de
mil novecientos setenticinco, que declara rescindido el contrato de
compraventa que tenía celebrado el codemandado don Manuel
Alarcón con la otra codemandada Emadiperú, en virtud de que el
predio sub litis está ocupado por la parte demandante; que el Acuerdo
de Directorio ha sido expedido después de tres años en que se
interpuso el correspondiente recurso de apelación, con un total des­
conocimiento de las pruebas que aparecen en el expediente admi­
nistrativo; que, teniendo legítimo interés, ejercita esta demanda,
* T ranscripción textual de la resolución original.
125
LIZARDO TABOADA CORDOVA
amparándola en lo previsto por los incisos segundo y tercero del
artículo mil ciento veintitrés y el artículo mil ciento veinticuatro del
Código Civil; que, corrido traslado de la demanda, la codemandada,
Emadiperú, contesta la demanda en forma negativa, por escrito de
fojas nueve-diez, y deduce la excepción de falta de personería; por
resolución consentida de fojas veinte vuelta, se dio por contestada
la demanda en rebeldía del codemandado don Manuel Alarcón, re­
cibiéndose ¡a causa a prueba, actuadas las pruebas que obran en
autos, vencido el término probatorio, concedido el término de ley
para alegatos, se ha solicitado sentencia; y, CONSIDERANDO: Que,
la excepción de falta de personería deducida por la codemandada
Emadiperú, a fojas nueve vuelta, deviene infundada, toda vez que
los accionantes ejercitan esta demanda a título personal sin atri­
buirse representación alguna; que en la primera Instancia Adminis­
trativa, se expidió la Resolución signada con el número mil doscien­
tos setentritrés-setenticinco-VC siete mil ciento cincuenta, la misma
que corre a fojas setentiocho-setentinueve válidas de los pedidos,
que declara rescindido el contrato de compra venta, a plazos que el
codem andado don M anuel Alarcón Lucano celebró con la
codemandada Emadiperú; de cuya resolución, el mencionado
codemandado, recurrió, interponiendo recurso de Reconsideración
tal como se advierte a folios diecinueve de dichos pedidos, decla­
rándose infundada el precitado recurso de reconsideración, tal como
se advierte de la resolución que corre a fojas ochenta, el coemplazado
don Manuel Alarcón, a su vez interpuso recurso de apelación de la
resolución que declaró infundada el recurso de reconsideración; ele­
vados los autos al superior jerárquico en la vía administrativa, a fin
de que resuelva el recurso de apelación por Acuerdo de Directorio
corriente fojas doscientos dieciocho, se amparó el recurso de ape­
lación, declarándose nulas las resoluciones expedidas en la instan­
cia administrativa inferior, y, por consiguiente, se declaró firme al
derecho de propiedad del codemandado don Manuel Alarcón; que,
del expediente administrativo que se tiene a la vista, se advierte que
la Resolución expedida en Primera Instancia a fojas setentiochosetentinueve declaró rescindido el contrato de compraventa, en
mérito a que el inmueble materia de esta acción se encuentra ocu­
pado por el demandante don Víctor Alarcón Samaniego y no preci-
126
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
sámente por el emplazado don Manuel Alarcón Lucana; que dicha
circunstancia se mantiene desde que se dictó la Resolución Admi­
nistrativa en Primera Instancia, hasta la fecha en que se dictó el
Acuerdo de Directorio que corre a fojas doscientos dieciocho del
indicado acompañado; que en tal sentido, el acuerdo expedido ha
debido confirmar la Resolución expedida en primer Instancia, tanto
más si la apelación interpuesta, no se sustenta en diferente inter­
pretación de las pruebas producidas; que siendo éste así, el acuer­
do de Directorio deviene nulo, debiendo por consiguiente hacerse
lugar a la demanda de fojas cinco; Por cuyos fundamentos y estan­
do a lo previsto por el artículo ciento dos del Reglamento de Proce­
dimientos Adm inistrativos; FALLO: declarando infundada la excep­
ción de falta de personería deducida por la codemanda Emadiperú
a fojas nueve vuelta, y fundada la demanda de fojas cinco-seis; y en
consecuencia, nulo el acuerdo de Directorio signado con el número
quinientos veinte, tres mil veintisiete; sin costas.
Exp. N2 2202-81
Lima, diecisiete de marzo de
Mil novecientos ochentidós
VISTOS; con el expediente administrativo acompañado; intervi­
niendo como ponente el Señor Vocal doctor La Hoz Lora; por sus
fundamentos pertinentes; y CONSIDERANDO: que si bien con arre­
glo a lo dispuesto por el artículo cuarto del Título Preliminar del
Código Civil, para ejercitar una acción es necesario tener interés
económico o moral, no es menos cierto, que dicho interés debe ser
legítimo por exigencia de la misma norma; que en el caso submateria
las accionantes carecen de ese interés legítimo, para solicitar la
nulidad del acuerdo de Directorio de la ex Empresa de Administra­
ción de Inmuebles del Perú EMADIPERU pues en él no se lesionó
ningún derecho de aquéllos, derecho que por otro lado tampoco se
les había reconocido en la resolución que declaró rescindido el con­
trato de compraventa celebrado por dicha entidad con don Manuel
Alarcón Lucana, así como en la resolución que declaró infundada la
127
LIZARDO TABOADA CORDOVA
reconsideración contra aquella; que en estas circunstancias los de­
mandantes tenían un simple derecho expectaticio, conjuntamente
con terceros, que en su condición de simples ocupantes del bien
vendido a aquél podían ser favorecidos con la adjudicación, sin que
esto les faculte a solicitar la nulidad del referido acuerdo, máximo
que como se aprecia del expediente que se tiene a la vista dicha
entidad en ningún momento adjudicó el lote vendido a los deman­
dantes; que, a mayor abundamiento, éstos durante la secuela del
juicio no han actuado de prueba idónea que tienda a enervar los
fundamentos del acuerdo cuya nulidad se acciona: REVOCARON
LA SEN TEN C IA de fojas setenticinco, su fecha tres de setiembre
último, en la parte que declara fundada la demanda de fojas cinco,
la que declararon improcedente: la CONFIRM ARO N en cuanto ex­
cepción de falta de personería deducida por lo que firmaron a fojas
nueve sin costas; y los devolvieron.
Lima, cinco de octubre de
Mil novecientos ochentidós.
VISTO S, con el acompañado; por sus fundamentos: declararon
NO HABER NULIDAD en la resolución de vista de fojas noventiuno,
su fecha diecisiete de marzo del año próximo pasado, en la parte
materia del recurso, que revocando la apelada de fojas setenticinco,
fechada el tres de setiembre del año próximo pasado, declara IM ­
P R O CEDENTE la demanda; sin costas, condenaron en las del re­
curso a la parte que lu interpuso; en los seguidos por don Víctor
Alarcón Sam aniego y otra con Empresa de Administración e
Inmuebles del Perú, EM ADIPERU sobre nulidad de acuerdo; y los
devolvieron.
128
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Preguntas
1.
¿La controversia on el presente caso gira sobre u i
problema de -¡eficacia funcional o sobre uno de :néficacia estructurnl?
2
¿Qi é causa? de nulidad si- encuentro on d'scu .ion
en ol presen:e caso?
CASO 7 *
Lima, veintiséis de mayo de
Mil novecientos ochentisiete.
VISTO S; a fojas cinco doña Benigna Juana Mendieta de la
Cruz de Peralta interpone demanda ordinaria de nulidad de con­
trato, contra Odilio Peralta Vega y Demetrio Yataco Carbajal, res­
pecto a la venta simulada del lote ocho, manzana M de la Urbani­
zación San Hilarión, San Juan de Lurigancho, que celebraran por
documento privado el año mil novecientos ochentidós; que el cin­
co de octubre de mil novecientos ochenticuatro la Asociación de
Vivienda San Hilarión vendió a la actora y a su esposo, el deman­
dado Odilio Peralta Vega el lote mencionado, cuya posesión
detentaban desde mil novecientos setentitrés; que se ha enterado
que con anterioridad dicho demandado había dispuesto del lote
sin autorización de ella, en los términos y condiciones que el ins­
trumento cuestionado aparece; ampara su acción el artículo dos­
cientos diecinueve del Código Civil; corrido traslado a fojas diez el
demandado Yataco Carbajal absuelve el trámite negando la de­
manda por no ser ciertos sus fundamentos; que el contrato cele­
brado se ajusta a ley; previamente a fojas ocho opone excepción
* Transcripción textual de la resolución original.
129
LIZARDO TABOADA CORDOVA
de falta de personería, trámite que es absuelto a fojas catorce; por
su parte a fojas veinte el codemandado Peralta Vega contesta la
demanda, aceptando que vendió la mitad del lote en que vivía con
su esposa y lo hizo por ignorancia de la ley; abierta la causa a
prueba, actuada la agredida, vencido el probatorio y expedita la
causa para sentencia, el Despacho la pronuncia; y CONSIDERAN­
DO: que la excepción de falta de personería opuesta por la parte
demandada a fojas ocho deviene infundada toda vez que la actora
está accionando a título personal y a nombre propio sin atribuirse
representación de nadie; que en autos está acreditado no sola­
mente por el dicho de las partes, si no por el mérito de la partida
de matrimonio de fojas setenta que la actora doña Benigna Juana
Mendieta de ia Cruz está casada con el demandado Odilio Peralta
Vega desde el siete de octubre de mil novecientos setentidós; que
tampoco existe discusión en autos respecto a que la actora y su
cónyuge venían poseyendo desde años atrás el lote ocho de la
manzana M de la segunda etapa de la Urbanización San Hilarión,
San Juan de Lurigancho, pues así se desprende de la confesión
del demandado Yataco Carbajal a fojas treinta con arreglo al plie­
go de fojas veintinueve, sino principalmente de los documentos y
comprobantes diversos presentados por la actora y que corren de
fojas ochentiocho a ciento cincuentitrés particularmente el contra­
to de compraventa su fecha cinco de octubre de mil novecientos
ochenticuatro obrante a fojas treintiuno y treintidós, en el que consta
la transferencia de dominio del lote mencionado, con un área de
ciento sesenta metros cuadrados con los linderos y medidas
perimétricas que en el citado contrato aparecen, a favor de la actora
y su esposo antes mencionado, habiendo sido expresamente re­
conocido tal instrumento por el representante legal de la vendedo­
ra a fojas veintisiete de diciembre de mil novecientos ochentidós;
como se verifica con las copias autenticadas que presenta el de­
mandado Yataco Carbajal y que obran de fojas treintiséis a
cincuentisiete, don Odilio Peralta Vega vendió a don Demetrio
Yataco Carbajal la mitad del lote a que se ha hecho referencia
anteriormente, esto es, un área de ochenta metros cuadrados con
el precio, términos y condiciones que en el citado contrato apare­
130
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
cen, habiendo sido expresamente reconocido el contrato en con­
tenido y suscripción por dicho demandado en la diligencia de fojas
sesenticuatro; que el artículo ciento ochentiocho del Cpdigo Civil
vigente, en la oportunidad de la citada transferencia exigía la inter­
vención de la mujer cónyuge cuando se trate de disponer de los
bienes comunes o de parte de ellos, que igual exigencia la reitera
el artículo trescientos quince del Código Civil que nos rige; que no
habiendo intervenido en ninguna forma, ni prestado su consenti­
miento o autorización la actora, en la disposición o transferencia
de parte del lote subjudice, se ha incurrido en el vicio de nulidad
del acto jurídico previsto en el inciso primero del numeral doscien­
tos diecinueve del Código Civil, pues no existe expresión de volun­
tad por parte de la sociedad conyugal vendedora en el caso del
contrato celebrado entre los dos codemandados; que como con­
secuencia de la nulidad que se declara las cosas se reponen o
restituyen al estado anterior a la producción del acto jurídico que
ha quedado sin efecto; por tales consideraciones deviene
amparable la demanda incoada por la demandante; que las ta­
chas instrumentales propuestas por esta misma parte devienen
infundadas por improbadas; que cabe mencionar que la prueba
actuada por los demandados, esto es, copia de la diligencia pre­
paratoria obrante a fojas treintisiete y siguientes, testigos que de­
claran a fojas sesentiséis y sesentinueve y la confesión de la actora
a fojas ochenticuatro y también en el incidente separado de su
propósito no enervan ni contradicen los considerados glosados an­
teriormente; que siendo así y estando a los dispuesto además por
el artículo trescientos treintisiete del Código de Procedimientos
Civiles; FALLO; declarando infundada la excepción de falta de
personería opuesta por la parte demandada a fojas ocho; infunda­
da las tachas propuestas por la parte actora a fojas sesentiocho y
ciento ochentinueve; y fundada la demanda de fojas cinco; en con­
secuencia se declara nula la compraventa celebrada el veintisiete
de diciembre de mil novecientos ochentidós entre Odilio Peralta
Vega y Demetrio Yataco Carbajal, respecto o ochenta metros cua­
drados del lote ocho manzana M de la Urbanización San Hilarión,
San Juan de Lurigancho; con costas.
131
L1ZARDO TABOADA CORDOVA
Exp. Ne 1629-87
Lima, veinticuatro de mayo de
Mil novecientos noveintiuno.
VISTO S; interviniendo como vocal ponente el señor Ramírez
Jiménez y CONSIDERANDO: Que en cumplimiento de lo ordenado
por la Ejecutoria Suprema recaída en autos, y para los efectos de
resolver la prescripción de la acción, debe apreciarse que desde la
fecha de la celebración del acto jurídico cuestionado hasta el mo­
mento de la interposición de la demanda no ha transcurrido el plazo
que causa la pérdida del derecho a demandar la nulidad del acto
jurídico; que con relación a la nulidad de actuados, debe tenerse
presente que los intereses de la sociedad conyugal han sido defen­
didos amplia y adecuadamente por el cónyuge, quien además es el
único que interviene en el acto jurídico cuestionado, por lo que la
relación sustantiva ha sido reproducida adecuadamente en la pre­
sente relación procesal, todo lo cual implica que la litis se ha enta­
blado correctamente entre quienes aparecen con derecho en el con­
flicto; que con relación al fondo de la litis, en esencia se discute la
venta hecha por el cónyuge de un bien de propiedad de la Sociedad
Conyugal, por lo que en estricto se trata de la venta de un bien
ajeno, acto jurídico que por sí mismo no está afectado de nulidad
por expresa autorización del artículo mil cuatrocientos nueve inciso
segundo concordante con el artículo mil quinientos treintinueve del
Código Civil, pues la ineficacia que se le reconoce es la rescisión,
que además siendo un acto jurídico r e s Í n t e r a lia s a c t a la venta le
sería inoponible a la sociedad conyugal de la que forma parte la
demandante, pues no ve afectado su derecho por que no ha inter­
venido con él y, por tanto, la transferencia no se ha producido para
ella, que sin embargo debe tenerse en cuenta que la venta ha com­
prendido sólo el cincuenta por ciento de dicho inmueble, porcentaje
que corresponde a la propiedad ideal en concepto de gananciales
del cónyuge vendedor, por lo que lo vendido es en cuota parte de lo
que le correspondería cuando se liquide el régimen patrimonial de
una sociedad de gananciales, todo lo cual debe interpretarse como
132
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
que la venta está sujeta a un plazo indeterminado, esto es, la termi­
nación de dicho régimen para que el vendedor proceda a perfeccio­
nar la transferencia; que, por otro lado, la venta de los derechos
ideales del cónyuge ha contado con la aprobación de la demandan­
te, pues fluye de autos que su conducta demuestra una aceptación
tácita a la transferencia del porcentaje que le corresponde al mari­
do, pues está probado que fue el hermano de la vendedora don
Eustaquio Mendieta de la Cruz quien recibió parte del dinero del
precio conforme aparece de la contestación de la demanda por el
cónyuge vendedora a foja veinte, hecho que no podría haber per­
m anecido oculto para la dem andante que asimismo a fojas
treintinueve obra copia de la diligencia preparatoria de reconoci­
miento notificada en el domicilio personal del vendedor y de la de­
mandante, en el año mil novecientos ochentitrés, y que demuestra
que la actitud del comprador ha sido diligente, sin ánimo de clan­
destinidad en la adquisición de su derecho, lo que además se corro­
b ora con sus d e cla rac io n e s ju rad as de fojas c in cu e n ta a
cincuentisiete y de fojas ciento ochenta a ciento ochentidós y con la
inspección ocular de foja veinte sesentiocho, donde ha quedado
demostrado que ocupan el mismo inmueble, en cada mitad del mis­
mo tanto la demandante y su cónyuge vendedor por un lado como
el comprador demandado por el otro, posesión que da por parte de
éste desde el día de la compra; que en consecuencia ha quedado
demostrado que por un lado la venta, desde un estricto punto de
vista jurídico no adolece de nulidad ya que sus efectos por sí mis­
mos no afectan los derechos de la sociedad conyugal integrada por
el codemandado vendedor, y por otro lado, que la parte actora ha
ratificado con su conducta la venta de los derechos y acciones idea­
les que le corresponden al cónyuge vendedor al término de la socie­
dad de gananciales sobre el bien sublitis; que, asimismo, ha queda­
do probado que tanto el vendedor como su cónyuge se amparan en
una exigencia legal que si bien no aparece en forma expresa en el
documento de fojas veinticinco, sin embargo se aprecia que sí se
ha cumplido, por lo que se debe concluir que la verdadera razón
que explica la presente acción es dejar sin efecto el contrato por
haber cambiado de opinión y con ello obtener un enriquecimiento
133
LIZARDO TABOADA CORDOVA
indebido, todo lo cual no puede ser tutelado por la justicia; DECLA­
RARON improcedente la prescripción, y la nulidad de actuados de­
ducidas a fojas doscientos diez; REVOCARO N la sentencia de fojas
ciento noventicinco ciento noventiséis, su fecha veintiséis de mayo
de mil novecientos ochentisiete; REFO RM ÁNDO LA declararon in­
fundada la demanda de fojas cinco; la confirmaron en lo demás que
contiene; y los devolvieron. En los seguidos por doña Benigna
Mendieta De La Cruz Peralta con don Odilio Peralta Vegas y otro,
sobre Nulidad de Contrato. Interviniendo el Doctor Ramírez Jiménez
por promoción de su titular Doctor Zegarra C hávez a la Corte Su­
prema de la República. Entre líneas: uno y doscientos. Vale.
Exp. Ns 1003-91
LIMA
Lima, siete de abril de
Mil novecientos noventitrés.
VISTOS; por los fundamentos de la apelada: declararon HA­
BER NULIDAD en la sentencia de vista de fojas doscientos veinti­
cinco, su fecha veinticuatro de mayo de mil novecientos noventiuno,
en la parte recurrida, que revocando la de primera instancia de fojas
ciento noventicinco, su fecha veintiséis de mayo de mil novecientos
ochentisiete, declara infundada la demanda de fojas cinco; refor­
mando la primera confirmaron la segunda, que declara FUNDADA
dicha demanda; y, en consecuencia, nulo el contrato de compra­
venta celebrado entre Odilio Peralta Vega y Demetrio Yataco
Carbajal, el veintisiete de Diciembre de mil novecientos ochentidós
respecto del área de ochenta metros cuadrados del lote número
ocho, manzana «M» de la Urbanización «San Hilarión», San Juan
de Lurigancho; en los seguidos por doña Benigna Juana Mendieta
de la Cruz de Peralta con don Odilio Peralta Vega y otro sobre nuli­
dad de contrato; y los devolvieron *.
* Transcripción tex tu al de la resolución original.
134
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Preguntas
1.
¿La ccntio’'e . \ e i
problema de h 'icat
cacie cstruc-u ;>l?
presente cs.,o oirp pobre un
funcional o sobre uno de ir.of1-
2.
¿Ouc causal '-‘o nulidad se encuentra en discusión
en e 1 presentí •'-aso':
■!
CASO 8 *
EXPEDIENTE Ms 2085-97
DEMANDANTE:
BLANCA CHÁVEZ DE BERNEDO
DEMANDADO:
VÍCTO R NELSON BERNEDO MEDINA
MATERIA:
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO
RESOLUCIÓN NÚMERO CUARENTITRÉS
Lima, ocho de abril de
Mil novecientos noventiocho.
VISTOS; resulta de autos que por escrito de fojas quince a vein­
tidós y subsanatoria de veinticinco a veintiséis, doña Blanca Chávez
* Transcripción textual de la resolución original.
135
LIZARDO TABOADA CORDOVA
de Bernedo, interpuso demanda en la vía de proceso de conoci­
miento, nulidad de Asiento Registral, y ei pago de diez mil dólares
americanos por reparación de daño causado, contra Víctor Nelson
Bernedo Medina, Mariella López Ramírez, Arístides Villacorta
Gutiérrez y Banco Wiese Limitado. Funda su demanda en el hecho
que, con el demandado Víctor Nelson Bernedo Medina contrajo
matrimonio civil por ante el Concejo Municipal de Tiabaya (Arequipa),
el veinte de junio de mil novecientos setenticuatro, habiendo pro­
creado dos hijos, que con fecha ocho de enero de mil novecientos
ochenticinco por escritura pública ante la Notaría Correa Millery en
plena vigencia de su matrimonio, su cónyuge adquirió la casa ubi­
cada en la calle Cerro negro número cuatrocientos diecisiete de la
Urbanización San Ignacio de Loyola Monterrico Sur, Distrito de San­
tiago de Surco, de esta Capital, por compra de su anterior dueño
don Arturo Rubén Lizarbe Palomino y Elidocia Del Castillo Riquelme
por la suma de sesenticinco millones de intis al contado; que de
dicha compra el demandado le comunicó, e incluso el emplazado
vivía en dicha casa, siendo que en algunas oportunidades compar­
tía la vivienda, por lo que ha tenido pleno conocimiento de la com­
praventa dentro del matrimonio de dicho inmueble, y que pasó a
formar para la sociedad de gananciales, pues dicha propiedad co­
rresponde a la sociedad conyugal, siendo pues la recurrente titular
del cincuenta por ciento del mencionado predio, que en forma insó­
lita y demostrando absoluta intencionalidad de perjudicar sus dere­
chos económicos y gananciales el demandado Víctor Bernedo
Medina ha vendido el inmueble a los codemandados Arístides
Villacorta y Marianella López Ramírez, en octubre de mil novecien­
tos noventicinco, mediante un préstamo hipotecario del Banco Wiese
por setentiuno mil novecientos veintidós punto setenta dólares ame­
ricanos, ante la Notaría Del Pozo Valdez, siendo que el demandado
en ningún momento ha solicitado autorización a la compareciente
para enajenar el inmueble y menos le ha entregado suma alguna de
la citada venta; incurriendo en deliberado acto doloso, que genera
la nulidad de la compraventa, al aparentar un estado civil de soltero
para lo cual utilizó datos falsos, adulterando datos de su carné poli­
cial y Libreta Electoral donde ocultó su estado civil; que recién tuvo
conocimiento de la venta a favor de la codemandada Marianella
136
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
López Ramírez, cuando ésta respondió a una Carta Notarial del
dieciséis de enero de mil novecientos noventiséis; que así mismo el
codemandado su cónyuge era Oficial Superior de la Policía Nacio­
nal hasta febrero de mil novecientos noventicuatro, lo que impedía
tener o recabar libreta electoral antes de esta fecha, que en forma
ilegal el referido coemplazado obtuvo la libreta electoral número
09938982, Cuando estaba en actividad, cuya libreta incluso ha sido
canjeada como nueva que tiene el número 10557005, en la que
figuraba como soltero, utilizando y sufragando con libreta electoral,
por lo que es acto ilegal, y el ocultamiento interesado del estado
civil de casado que tenía el vendedor, no puede convalidar un acto
jurídico que la perjudica. Ampara su acción en los artículos 219
incisos 1 y 5, 200, 202, 310 y 315, 971, 974, 979 y 992 del Código
Civil, y ofrece los medios probatorios en ella señaladas. Admitida a
trámite conforme a su naturaleza correspondiente, se dictó y notifi­
có el auto admisorio, conforme a los actuados precedentes. El
codem andado Víctor Bernedo Medina, por escrito de fojas
setenticinco a ochenticinco, contesta la demanda, negándola y contradiciéndola; exponiendo que es verdad que el recurrente contrajo
matrimonio civil con la accionante el veinte de junio de mil novecien­
tos setenticuatro en la ciudad de Arequipa y que tuvieron dos hijos,
que el inmueble materia de litis fue adquirido con las personas y por
el monto que refiere la actora el diez de diciembre de mil novecien­
tos ochenticuatro, habiendo sido inscrita dicha traslación de domi­
nio el dieciocho de febrero de mil novecientos ochenticinco, que el
recurrente es miembro de la Policía Nacional del Perú, que pasó a
situación de retiro el cuatro de febrero de mil novecientos
noventicuatro con el grado de Coronel; que los proyectos de de­
mandas de separación convencional fueron dos, uno que le remitió
el suscrito el veintiocho de diciembre de mil novecientos noventitrés
y el otro que fue remitido por la accionante el seis de enero de mil
novecientos noventicuatro, proyectos que quedaron en nada por la
intemperancia de la actora que pretendía derechos que no le co­
rrespondían; utilizó el estado civil de soltero al adquirir la propiedad
antes mencionada por cuanto la accionante nunca quiso otorgarle
poder para que la represente en Lima y el suscrito tenía que efec­
tuar sus transacciones económicas que reanudaban en beneficio
137
LIZARDO TABOADA CORDOVA
de sus hijos, y por lo mismo le ponía en conocimiento sobre las
transacciones que efectuaba, tal es así que la emplazante tenía
pleno conocimiento de la compra venta del acotado inmueble, con
fecha veintidós de noviembre de mil novecientos noventicinco el
recurrente suscribió la respectiva Escritura Pública de traslación de
dominio a favor de los señores Arístides Villacorta y Marianella López
Ramírez con intervención del Banco Wiese Limitado por la suma de
sesentidós mil dólares americanos, la que se cumplió con todos los
requisitos para la validez del Acto jurídico y que la demandante te­
nía pleno conocimiento hace más de diez años de compra del in­
mueble y, demás argumentaciones vertidas en ella; apoyándose en
las citas legales que hace. Mediante escrito de fojas ciento veinti­
trés a ciento treinticuatro y subsanatoria de fojas ciento sesenticinco
a ciento sesentinueve los codemandandos Arístides Walter Villacorta
Gutiérrez y Marianella López Ramírez de Villacorta, contestan la
demanda negándola y contradiciéndola en todo sus extremos; ex­
poniendo el hecho en que con fecha veintidós de noviembre de mil
novecientos noventidós por ante la Notaría del Doctor Julio Antonio
Del Pozo Valdez se elevó a escritura pública el contrato de compra
venta que celebraron con fecha ocho de setiembre del mismo año
con el codemandado Víctor Bernedo Medina, así mismo dicha es­
critura se comprendió dentro de la primera y segunda cláusula, el
contrato de crédito personal con garantía hipotecaria que celebra­
ron con el Banco Wiese Limitado; que el referido coemplazado, quien
se identificó como propietario del inmueble en mención, es Oficial
de la Policía Nacional de Perú en situación de retiro, manifestando
ser de estado civil soltero, afirmaron que pudieron corroborar al mos­
trar su libreta electoral, y además del certificado de gravámenes
versaba la titularidad con respecto a la propiedad del inmueble y su
estado civil de soltero; que al momento de la firma de la Escritura
Pública del contrato de fecha veintidós de noviembre de mil nove­
cientos noventiséis, el vendedor se identificó ante el Notario Doctor
Julio Antonio Del Pozo Valdez con su libreta electoral número
10557005, donde se consignaba su estado civil de soltero tal como
se puede comprobar de la lectura de la parte introductoria de la
referida escritura, con respecto a la carta que le remitiera la deman­
dante con fecha quince de enero de mil novecientos noventiséis, les
138
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
causó gran sorpresa enterarse de las aseveraciones que vertían en
dicho documento y de las exigencias en ella detallada, por lo que
cursaron una comunicación al día siguiente, expresando su desco­
nocimiento, y que han actuado de buena fe al adquirir el bien in­
mueble; y que a través de la presente acción y por los documentos
que se acompañan a la demanda, es que recién comprobaron que
al aparecer el codemandado Bernedo Medina es casado con la
demandante; sin embargo, y de ser verdadera la afirmación de
que el bien adquirido haya sido también de propiedad de la actora,
la posible ineficacia de dicha disposición no les puede ser opuesta
por que como terceros de buena fe, adquirieron a título oneroso la
propiedad del inm ueble, donde el mencionado codemandado ven­
dedor en los Registros Públicos aparecía como titular exclusivo de
dicho bien y por lo que tenía plenas dificultades para disponer del
predio; y en las demás razones en ella expuestas; se apoyan en
los fundamentos jurídicos en ella mencionada; y propone reconven­
ción contra la demandante a fin de que les indemnice por daños y
perjuicios que les viene causando la interposición de la presente
demanda, y fijan en la suma de siete mil quinientos dólares ameri­
canos, por los fundamentos en ella contenidos. Reconvención que
fue absuelto por la actora conforme a lo que contiene el escrito de
fojas ciento setentisiete a ciento ochenta. Mediante resolución nú­
mero catorce se Declaró Saneado el Proceso y la existencia de una
relación jurídica procesal válida; citándose a la audiencia de conci­
liación, por resolución número quince se declaró la rebeldía del
coemplazado Banco Wiese Limitado; audiencia conciliatoria que se
verificó a fojas doscientos diecinueve a doscientos veinte, doscien­
tos cuarenticuatro a doscientos cuarenticinco y doscientos
cuarentiséis a doscientos cuarentiocho, el saneamiento probatorio
y señalándose fecha para la audiencia de pruebas, la que se llevó a
cabo a fojas doscientos ochenticuatro a doscientos ochenticinco,
por lo que habiéndose agotado todos los medios probatorios, la causa
ha quedado expedita para pronunciar sentencias CO NSIDERAN­
DO: PRIMERO: Que, es principio de lógica jurídica que la carga de
la prueba corresponde a quien afirma hechos que configuran su
pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos, los
mismos que serán valorados en forma conjunta por el juzgador,
139
LIZARDO TABOADA CORDOVA
utilizando su apreciación razonada; SEGUNDO: Que, la presente
litis es una de Nulidad de Acto Jurídico, Nulidad de Asiento Registral,
y el pago de diez mil dólares por reparación de daños causados,
premunida de la Escritura Pública de compra venta del inmueble
ubicado en la calle Cerro Negro número cuatrocientos diecisiete,
Urbanización San Ignacio de Loyola, Monterrico Sur, Surco, cele­
brado entre Víctor Nelson Bernedo Medina, como con Maríanella
López Ramírez y Arístides Villacorta Gutiérrez, por haberse oculta­
do maliciosamente el estado civil del coemplazado vendedor y por
tratarse el inmueble vendido de un bien común; TERCERO. Que,
con ese objeto y para honrar el Principio Dispositivo del que son
tributarios los artículos IV del Título Preliminar, 188 y 196 del Códi­
go Procesal Civil, meritúa una partida de matrimonio número cero
treinta de fojas dos, de donde se desprende que el codemandado
Víctor Nelson Bernedo Medina contrajo matrimonio civil con doña
Blanca Ricardina Chávez Rendón el veinte de junio de mil nove­
cientos setenticuatro por ante el Concejo Distrital de Tiabaya, pro­
vincia y departamento de Arequipa, dos partidas de nacimiento que
obran a fojas tres y cuatro, correspondientes a Víctor Darwin Bernedo
Chávez y Anabel Blanca Bernedo Chávez respectivamente, hijos
de las mencionadas personas líneas arriba, cuyos documentos ex­
pedidos por el Concejo Provincial de Arequipa, Ficha Registral nú­
mero ciento ochentiocho mil cuatrocientos setentiséis, Carta Nota­
rial de fecha quince de enero de mil novecientos noventíséis, dirigi­
do por la actora a la coemplazada Marianella López, la misma que
corre a fojas quince y una carta simple del dieciséis de enero del
mismo año dirigida por la citada codemandada a la demandante, de
fojas ocho, y copia simple oe escrito de demanda de separación de
cuerpos por mutuo disenso, que corre a fojas diez a trece, por su
parte el coemplazado Víctor Bernedo medina meritúa, copia de Fi­
cha Registrada de fojas treintinueve y cuarenta, escritura de antici­
po de legítima de fojas cuarentiuno a cuarentitrés, Escritura Pública
de compra venta otorgado por don Arturo Rubén Lizarbe Palomino
y Rosario del Castillo Riquelme a favor de Víctor Bernedo Medina,
de fecha ocho de enero de mil novecientos ochenticinco, que obra a
fojas cuarenticuatro a cincuenta, copias simples de escrito de de­
manda de separación de cuerpos por mutuo disenso de fojas
140
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
cincuentiuno a cincuenticinco, copia simple de Escritura de compra
venta y garantía hipotecaría celebrado entre don Víctor Bernedo
Medina y Arístides Walter Villacorta Gutiérrez y esposa con la inter­
vención del Banco Wiese Limitado, con fecha veintidós de noviem­
bre de mil novecientos noventicinco, que corre de fojas cincuentiséis
o y copias simples de escrito de d e m a n d a d e a lim e n t o s d e fo ja s
s e s e n t a a setenticuatro, y por su parte los codemandados compra­
dores del inmueble cuya nulidad se solicitan, presentan dos copias
simples de pago de fojas ciento uno y ciento tres, copia de cheque
de fojas ciento cuatro, carta de fecha veintitrés de octubre de mil
novecientos noventicinco, remitido por el Banco Wiese a don Víctor
Bernedo Medina, que obra a fojas ciento cinco; minuta de compra
venta de fecha ocho de octubre del año noventicinco, de fojas cien­
to seis a ciento siete; y copias de ficha registral y de la Escritura de
compra venta de fecha ocho de octubre del año noventicinco, de
fojas ciento seis a ciento siete; y copias de ficha registral y de la
Escritura de compra venta de fecha ocho de octubre del año
noventicinco, de fojas ciento seis a ciento siete; y copias de ficha
registral y de la Escritura de compra venta, que corre a fojas ciento
seis y ciento ocho a ciento dieciséis respectivamente; CUARTO:
Que, estando a los antecedentes documentos probatorios, es de
dilucidarse que el inmueble signado con el número cuatrocientos
diecisiete, Manzana P, Lote catorce, de la Calle Cerro Negro, Urba­
nización San Ignacio de Monterrico, Distrito de Surco, Provincia y
Departamento de Lima, fue adquirido por el coemplazado Víctor
Nelson Bernedo Medina, mediante escrito público el ocho de enero
de mil novecientos ochenticinco, e inscrito el dieciocho de febrero
del mismo año, conforme fluye del asiento tres de la ficha número
ciento ochentiocho mil cuatrocientos setentiséis de los Registro Pú­
blicos, que obra a fojas seis; es decir, durante la vigencia del vínculo
matrimonial contraído con la actora, y por ende correspondiendo a
Sustantivo, más aún que en autos no ha probado el mencionado
codemandado no ha presentado prueba en contrario a tenor del
artículo 311a del mismo Cuerpo de Leyes; QUINTO: Que, así mis­
mo es de precisarse el acotado predio fue vendido por don Víctor
Nelson Bernedo Medina, mediante contrato de Compra venta, el
ocho de setiembre de mil novecientos noventicinco, la misma que
141
LIZARDO TABOADA CORDOVA
fue perfeccionada el veintidós de noviembre del mismo año, e ins­
crita en los Registros Públicos el veinticuatro de junio de mil nove­
cientos noventiséis, conforme se desprenden de las instrumentales,
que obran a fojas ciento seis a ciento siete, ciento cincuentiuno a
ciento sesentitrés y, treintinueve respectivamente, a favor de don
Arístides Walter Villacorta Gutiérrez y Marianella López Ramírez de
Villacorta, durante la vigencia del matrimonio del mencionado ven­
dedor, quien se encontraba casado con la demandante desde el
veinte de junio de mil novecientos setenticuatro, conforme vierten
de la partida de matrimonio de fojas dos; desprendiéndose así mis­
mo que dicha venta que se realizó sin la intervención de la cónyuge
demandante y sin haber contado con poder especial alguno; contra­
viniendo de esta forma a lo prescrito por el artículo 315S del Código
Civil, que taxativamente señala, que para disponer bienes sociales
o gravarles, se requiere la intervención dei marido y la mujer. Empe­
ro, que cualquiera de ellos puede ejercitar tal facultad, si tiene poder
especial del otro; SEXTO: Que, de otro lado también ha quedado
demostrado en autos que el mencionado coaccionado, durante el
acto de la aludida compra venta ha ocultado su estado civil de casa­
do, conforme vierten del contenido de las instrumentales de fojas
ciento seis a ciento siete y ciento cincuentiuno a ciento sesentitrés,
en donde aparece expresado que Víctor Bernedo Medina de nacio­
nalidad peruana de estado Civil soltero e identificado con Libreta
electoral número 105577005; SETIMO; Que, así también resulta
tenerse en cuenta que en atención a lo prescrito por el artículo 1400
del Código Civil; para la validez del acto jurídico se requiere la pre­
sencia de sus elementos esenciales a saber: manifestación de vo­
luntad, capacidad, objeto, finalidad y forma; por cuanto la carencia
de uno de estos requisitos es lo que conduce a la nulidad del acto; a
que así mismo nuestro ordenamiento civil distingue dos clases de
nulidad, la que tiene por principio interés público (absoluta) y la que
concede a favor de determinadas personas por perjudicar su dere­
cho (relativa), la primera conduce al acto nulo y la segunda al acto
anulable, o sea se da este último cuando el acto jurídico concurren
los requisitos esenciales, pero adolece de un vicio; OCTAVO: Que,
en el caso de autos la mencionada compra venta celebrada entre
don Víctor Nelson Bernedo Medina y Marianella López Ramírez y
142
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Arístides Villacorta Gutiérrez, se encuentra incursa en la falta de
manifestación de voluntad, simulación absoluta y cuando no revista
la forma prescrita bajo sanción de nulidad, prevista en los artículos
2192 incisos 1 ,5 y 6, y 1902 del Código Civil, así como por sustanti­
vo; NOVENO: Que, sin embargo debe considerarse, que por parte
de los codemandados Marianella López Ramírez, Arístides Villacorta
Gutiérrez y el Banco Wiese, han actuado durante la mencionada
transferencia con el principio de la buena fe, toda vez que por mani­
festación del principio vendedor así como de las instrumentales pú­
blicas se desprenden que don Víctor Nelson Bernedo Medina figu­
raba como único titular del mencionado inmueble y que su estado
civil de soltero, ni mucho menos se ha demostrado que durante ese
lapso de tiempo, algunas de estas partes hayan tenido conocimien­
to verosímil del matrimonio del acotado coemplazado con la actora
celebrado en el año de mil novecientos setenticuatro; DECIMO: Que,
con respecto a la pretensión de daños y perjuicios no bastan invo­
carlos, sino que además deben probarse conforme al artículo 337a
del Código Sustantivo; por cuya razón y por cuanto la actora al no
haber acreditado con prueba indubitable alguna, de los supuestos
daños invocados, es de aplicación de lo presupuestado por el artí­
culo 200a del Código Procesal Civil; DECIMO PRIMERO: Que, de
igual forma la reconvención propuesta por los emplazados Marianella
López Ramírez y Arístides Villacorta Gutiérrez deviene en infunda­
das, en razón que como es de apreciarse de los actuados antece­
dentes, no se ha aportado prueba alguna que ameriten el pago de
indemnización solicitada máximo si se tiene en cuenta lo expuesto
precedentemente; a que también debe de aplicarse el numeral 200a
del cuerpo legal acotado, y por ende ser desestimada; DECIMO
SEGUNDO: Que, las demás pruebas actuadas y no glosadas en
nada enervan las conclusiones arribadas; DECIMOTERCERO: Que,
estando a estos considerandos y siendo predominante los princi­
pios de la protección y derechos de la familia, consagrado por nues­
tra Constitución Política del Estado, sobre el cual se encuentra
emergido el derecho reclamado por la actora, y las demás normas
invocadas, en aplicación de los principios de la Unidad y Comuni­
dad de la prueba apreciándose en forma conjunta y formando libre
convicción en el sentido que la demanda debe ser amparable en
143
LIZARDO TABOADA CORDOVA
parte; DECIMO CUARTO: Que, por cuyos fundamentos y, de con­
formidad con el artículo 322e inciso 1 del Código Adjetivo, Admi­
nistrando justicia a Nombre de la Nación; FALLO; Declaro
subsanatoria de fojas veinticinco a veintiséis; en consecuencia;
NULA SIN VALOR LA ESCRITURA PUBLICA de compra venta,
celebrado entre don Víctor Nelson Bernedo Medina con doña
Marianella López Ramírez y Arístides Villacorta Gutiérrez del vein­
tidós de noviembre de mil novecientos noventicinco, referido al
inmueble sito en la Calle Cerro Negro número cuatrocientos dieci­
siete, Urbanización San Ignacio de Loyola, Monterrico Sur, distrito
de Surco, Provincia y Asiento Registral número cinco de la ficha
ciento ochentiocho mil cuatrocientos setentiséis; e INFUNDADA
con respecto al extremo a la pretensión de pago de daños y perjui­
cios; y de igual forma la reconvención propuesta por los acotados
coemplazados Marianella López Ramírez y Arístides Villacorta
Gutiérrez, de quienes se deja a salvo el derecho a fin de que pue­
dan hacer valer con las acciones correspondientes; con costas y
costos del proceso. Notificándose por cédula.
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
SALA DE PROCESOS ABREVIADOS Y DE CONOCIMIENTO
Expediente N9 2561-98
Resolución Ne
-
Lima, siete de setiembre de
Mil novecientos noventiocho
VISTOS: Interviniendo como ponente el señor Ramos Lorenzo;
por sus fundamentos pertinentes; y CONSIDERANDO: PRIMERO:
que no habiendo apelado la actora ha quedado consentida la sen­
tencia en el extremo que ha desestimado la pretensión indemnizatoria
de ella; SEGUNDO: que si bien de la partida de fojas dos consta
144
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
que la demandante y el demandado Víctor Nelson Bernedo Medina
contrajeron matrimonio el veinte de junio de mil novecientos seten­
ta y cuatro, y del testimonio obrante en fotocopia de fojas cuarenta
y cuatro a cincuenta aparece que el inmueble sub litis fue adquirido
por dicho cónyuge por escritura pública de ocho de enero dé mil
novecientos ochenta y cinco, de esta escritura y de la ficha registral
corriente en copia certificada a fojas treinta y nueve aparece el nom­
brado comprador con la condición de soltero, sin que en esa ficha
conste impedimento alguno contra la libre trasmisibilidad de dicho
precio; TERCERO: que al efecto según el artículo dos mil catorce
del Código Civil, el tercero que de buena fe adquiere a título onero­
so algún derecho de persona que en el Registro aparece con facul­
tades para otorgarlo, mantiene su adquisición una vez inscrito su
derecho, aunque después se anule, rescinda o resuelva el del otor­
gante por virtud de causas que no consten en los registros públicos;
CUARTO: que en consecuencia y no habiéndose probado que los
compradores hubiesen actuado de mala fe, bajo conocimiento de la
condición de casado del vendedor, la compra que han realizado no
puede perjudicarse y la demanda de fojas quince, subsanada a fojas
veinticinco, resulta infundada en los extremos apelados relativos a
la nulidad de la referida compra venta y de su asiento registrar, que
erróneamente se menciona, como número cinco de la ficha de cien­
to ochenta y ocho mil cuatrocientos setenta y seis cuando le corres­
ponde el asiento C cuatro de la citada ficha; por estas consideracio­
nes: REVOCARON la sentencia apelada de fojas trescientos no­
venta y dos su fecha ocho de abril del año en curso, en cuanto
declarando fundada en parte la demanda declara nula y sin valor la
escritura de compra venta por la que el veintidós de noviembre de
mil novecientos noventa y cinco don Víctor Nelson Bernedo Medina
vende a favor de don Arístides Villacorta Gutiérrez y doña Marianella
López Ramírez el inmueble de su materia y ordena erróneamente
la cancelación del asiento registral número cinco (debía decir nú­
mero C4) y de la mencionada ficha ciento ochenta y ocho mil cua­
trocientos setenta y seis; REFORMANDO la expresada sentencia
en estos puntos declararon infundada en los mismos la referida de­
manda; y la CONFIRMARON en lo demás que contiene, sin costas
ni costos; y los devolvieron.
145
L1ZARDO TABOADA CORDOVA
CAS. 3177-98
LIMA
Lima, dieciocho de enero de
Mil novecientos noventa y nueve.
VISTOS; a que de lo actuado aparece que doña Blanca Chavez
Rendón ha cumplido con todos los requisitos formales para la ad­
misión del recurso de casación; y ATENDIENDO: 1a) Que la recu­
rrente invoca en su recurso las causales previstas en los incisos
rimero y segundo del artículo trescientos ochentiséis del Código
Procesal Civil, denunciando: a) aplicación indebida del artículo
veinte mil catorce del Código Civil; b) interpretación errónea de la
norma de derecho material; y c) inaplicación de los artículos dos­
cientos diecinueve incisos primero y quinto, doscientos, doscien­
tos dos, trescientos dos, trescientos diez, trescientos quince, no­
vecientos setenta y nueve y ciento cuarenta del Código Civil; 2a)
Que respecto al agravio contenido en el punto a) no fundamenta
con claridad y precisión como debió ser la debida aplicación de la
norma de derecho material; 3a) Que en cuanto al cargo señalado
en el punto b) no precisa qué norma se ha interpretado errónea­
mente, pretendiendo una reevaluación de la prueba respecto a la
mala fe con la que se actuó el demandado, materia que es ajena
al recurso extraordinario de casación; 4a) Que en lo atinente a la
denuncia en el punto c), ios dispositivos que se citan como
inaplicables no guardan nexo de causalidad con lo establecido en
la resolución recurrida; 5a) Que en consecuencia, no habiendo cum­
plido con los requisitos de fondo exigidos en el artículo trescientos
ochenta y ocho inciso segundo del Código Procesal Civil, y en uso
de la facultad conferida en el artículo trescientos noventidós del
acotado; declararon IM PROCEDENTE el recurso de casación in­
terpuesto por doña Blanca Chávez Rendón en los seguidos con
don Víctor Berned'o Medina y otros, sobre nulidad de escritura pú­
blica y otro concepto; CONDENARON a la recurrente al pago de
la multa de tres Unidades de Referencia Procesal y de las costas
y costos originados en la tramitación del recurso; DISPUSIERON
146
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
que la presente resolución se publique en el Diario Oficial «El Pe­
ruano», bajo responsabilidad; y los devolvieron.
Preguntas
1
¿I.-- r - ' - i o
rr - 'eria dei presente caso gira, so­
bre i'-'i ó !1• *i ■
¡ oento o sobre la nulidad dei acto
iurídic .o-=to.
él?
2.
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¡-:
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si > n i discu...o;- en c¡ pre-
DTE:
Instituto de Educación Especial
para Minusválidos y Sordo Mudos.
DDO:
Luis Arturo Soto Crisp y otros
SOBRE: Nulidad de Acto jurídico
JUEZ:
Carlos Cabrera Carbajal
SECR.: Marco A. Espinoza Ramos
RESOLUCIÓN NÚMERO
Lima, veinticinco de julio de
Mil novecientos ochentiséis.
VISTOS: con los incidentes de tacha derivadas del principal,
resulta de autos, que a fojas cuarenticuatro el Instituto de Educa­
* Transcripción textual de la resolución original.
147
LIZARDO TABOADA CORDOVA
ción Especial para Minusválidos y Sordos Mudos, y la Universidad
Nacional de Trujillo representadas por su apoderado doctor José
Zárate Muñoz, Interponen demanda ordinaria sobre Nulidad de acto
jurídico contra don Luis Arturo Soto Crisp, doña María Ferreyra Vidal
de Salinas y don Arturo Soto Vidal, para que se declare nulo el acto
jurídico que contiene la Escritura Pública de Compra Venta de fe­
cha veintitrés de Octubre de mil novecientos ochenticuatro, respec­
to al inmueble ubicado en la esquina formada por el jirón Centena­
rio con los números trescientos sesentiocho, trescientos setentidós,
trescientos setentiocho, tréscientos ochentidós y trescientos
ochentiséis, y por General Varela con los números mil seiscientos
noventinueve y mil seiscientos noventiuno; expresa que por ante el
Notario Público doctor Daniel Céspedes Marín, estando en vida don
Manuel Vidal Rivera otorgó su Testamento por Escritura Pública con
fecha veintiuno de agosto de mil novecientos ochentiuno, en donde
manifiesta su voluntad en la Cláusula cuarta legar a favor de los
accionantes el Edificio de dos plantas en la esquina formada por la
Avenida General Varela y jirón Centenario, al igual en su cláusula
quinta dispone la formación de una Fundación para el manejo de
rentas que produzca dicho edificio; que el indicado testamento se
encuentra registrado en la ficha número nueve mil doscientos vein­
tiuno, asiento Al del Registro de testamentos de Lima con fecha
cinco de noviembre de mil novecientos ochentiuno sin ser modifica­
do en ninguna forma desde que fue otorgado; asimismo doña Meddy
Mejía Agüero, viuda de García en su calidad de sobrina carnal soli­
citó la interdicción civil del benefactor don Manuel Vidal Rivera por
ante el Segundo juzgado Civil de Lima, secretario Vicente Avila
Chumpitaz, practicándose el examen mental con la asistencia del
perito médico legista nombrado por el juzgado doctor Víctor Maurtúa
el diecisiete de diciembre de mil novecientos ochentiuno, dejándo­
se constancia que se encontraba incoherente y desorientado en el
espacio y tiempo, cuya acta fue firmada por los asistentes en ese
acto: la solicitante doña Meddy Mejía Agüero, viuda de García, don
Manuel Santos Vidal, don Arturo Soto Vidal y doña María Ferreyra
de Salina, incoando a éstos últimos la presente demanda por haber
fraguado ilegalmente una venta supuesta del inmueble materia de
148
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
litis; más aún el dictamen pericial de la misma fecha informa que
don Manuel Vidal Rivero de ochentiséis años de edad se encontra­
ba sufriendo de D e m e n c ia Asterioesclerática, imposibilitado por lo
tanto de ejercer sus derechos civiles, siendo todos sus actos jurídi­
cos posteriores nulos, demostrando ser actos dolosos, como lo han
hecho los demandados en cuanto que con fecha veinticinco de ene­
ro de mil novecientos ochenticúatro el codemandado don Arturo Soto
Vidal en convivencia con los otros demandados don Arturo Soto
Crisp (su hijo) y doña María Ferfeyra Vidal de Salinas (su sobrina),
confeccionan una minuta de compraventa del inmueble antes indi­
cado en la que Arturo Soto Vidal apdréce como vendedor y sus
parientes mencionados como Compradores; para dar visos de lega­
lidad a este acto jurídico doloso, con fecha nueve de mayo del mis­
mo año demandan otorgamiento de escritura y nombramiento de
defensor de herencia ante el veintiséis juzgado en lo Civil de Lima,
secretaria Rosario Femía, sorprendiendo maliciosamente al juzga­
do y aprovechando de que el causante don Manuel Vidal Rivero
fallecía el veinticuatro de marzo de mil novecientos ochenticúatro,
pero aun en dicha minuta dice en su cláusula tercera haber recibido
la suma de setenta millones de soles en efectivo, cancelados ínte­
gramente, sin embargo don Arturo Soto Vidal, supuesto apoderado
no da cuenta en ningún momento de dicho dinero, lo que se deduce
fácilmente una simulación dolosa, por lo que demandó la Nulidad
del Acto Jurídico del documento que consiste la pretendida compra­
venta de fecha veintitrés de octubre de mil novecientos ochenticúatro,
celebrado por el doctor Cayo Alberto Rivero Vásquez, en calidad de
Defensor de herencia de Manuel Vidal Rivero y a favor de los
codemandados, que se encuentra en la Notaría del doctor Virgilio
Alzamora Valdez; haciendo presente que solicitamos la Rendición
de cuentas y Administración judicial ante el Décimo primero juzga­
do Civil de Lima, secretario Marino Juica, quedando el primero en
abandono y el segundo se ha incurrido en causal de nulidad por no
haber concurrido los condominos en calidad de beneficiarios del
bien legado, lo que en nada enerva su derecho de accionar; funda
su demanda en los artículos ciento noventicinco inciso primero, dos­
cientos dos inciso tercero, doscientos siete, doscientos diez, dos­
149
LIZARDO TABOADA CORDOVA
cientos doce, doscientos trece, doscientos diecinueve inciso segun­
do, doscientos veintiuno inciso primero, tercer y cuarto, doscientos
veinte, doscientos veintidós y doscientos veinticuatro última parte y
doscientos veinticinco del Código Civil, concordante con el artículo
doscientos noventiséis del Código de Procedimientos Civiles y el
Decreto Ley número veintiún mil setecientos setentitrés; corrido el
traslado de la demanda, los emplazados absuelven el trámite me­
diante escritos de fojas cincuéntiuno a fojas cincuenticuatro, contradiciéndola en todos sus extremos, deduciendo excepción de defen­
sa de falta de acción y reconvienen para que se declare la Invalidez
o Caducidad del legado a favor de los accionantes, por cuanto el
Testador vendió con anterioridad a su fallecimiento el inmueble
materia de litis y que constituye el legado; corrido traslado de la
excepción formulada y reconvención, éstas son absueltas por los
demandantes en su escrito de fojas cincuentiséis, manifestando que
la excepción incoada es del todo ilegal e improcedente ya que no se
encuentra contemplada en nuestros dispositivos legales y en cuan­
to a la reconvención deducidas por los demandados carece de fun­
damento legal, por cuanto no se ha dado una enajenación del bien
antes del fallecimiento del Testador, todo ha sido fraguado en con­
secuencia un acto doloso como es el acto jurídico de la compraven­
ta contenido en Escritura Pública, es nulo de puro derecho; por re­
solución de fojas cincuentisiete vuelta se recibe la causa a prueba,
tramitada la causa con arreglo a su naturaleza, actuadas las prue­
bas ofrecidas, vencido el probatorio y el término legal para que las
partes formulen sus alegatos, se ha pedido autos con citación para
sentencia, encontrándose en estado de pronunciamiento, debe
expedirse la que corresponda; Y CONSIDERANDO; Que el Testi­
monio de Testamento por Escritura Pública que en fotocopia legali­
zada corre de fojas doce a dieciséis, y en original de fojas ciento
siete a ciento diez, se acredita que con fecha veintiuno de Agosto
de mil novecientos ochentiuno don Manuel Vidal Rivero ante el No­
tario Público doctor Daniel Céspedes Marin otorgó en su cláusula
cuarta y quinta del Testamento un legado a favor de la Universidad
Nacional de Trujillo y al Instituto de Educación Especial para
Minusválidos y Sordos Mudos, el edificio de dos plantas en la esqui­
150
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
na formada por la Avenida General Varela y Jirón Centenario cuya
renta se repartirán en un cincuenta por ciento para cada una de
estas instituciones, que siendo así como se expresa, en aplicación
de lo dispuesto por el artículo seiscientos ochentisóis y setecientos
veintisiete del Código Civil, tienen los demandantes la calidad de
legatarias instituidas por el testador, con derecho a heredar el bien
dejado por el causante a su fallecimiento, respetando su voluntad,
que a mayor abundamiento la institución de legataria se ha verifica­
do con sujeción a ley, por cuanto ha recaído en persona cierta, en
este caso sobre persona jurídica, designada de manera indubitable
por el testador y hecha en testamento según lo preceptúa el artículo
setecientos treinticuatro del Código Civil, qué el testador tiene el
derecho de revocar en cualquier tiempo sus disposiciones testa­
mentarias, la revocación expresa del testamento total o parcial, o
de algunas de sus disposiciones solo puede ser hecha por otro tes­
tamento, cualquier que sea su forma en atención a los numerales
setecientos noventiocho y setecientos noventinueve del Código Ci­
vil, y en virtud a ello, el testador para poder disponer de sus bienes
como acto Ínter vivos, con capacidad de ejercicio según el artículo
cuarentidós del Código Civil, debió previamente revocar su testa­
mento, como no ha procedido en el presente caso al transferir el
Testador en venta a los demandados don Luis Arturo Soto Crisp y
doña María Ferreyra Vidal de Salinas el inmueble signado en autos,
por minuta de fecha veinticinco de enero de mil novecientos
ochenticuatro, otorgándose la Escritura Pública por Mandato judi­
cial con nombramiento de Defensor de Herencia el veintitrés de
octubre de mil novecientos ochenticuatro, fecha muy posterior a la
fecha del testamento, careciendo por lo tanto de ineficacia legal la
transferencia celebrada, y que a su fallecimiento todos sus bienes,
derechos y obligaciones que constituye el legado se trasmite a sus
legatarios, las accionantes en aplicación por analogía del artículo
seiscientos sesenta del Código Civil; Que la excepción y Reconven­
ción formulada por los demandados mediante escritos de fojas
cincuentiuno a fojas cincuenticuatro, devienen infundadas puesto
que la excepción de defensa de falta de acción carece de funda­
mento legal, además dicho testamento es por Escritura Pública y
151
LIZARDO TABOADA CORDOVA
no adolece de vicio alguno que la pueda invalidar, pues cumple con
todos los requisitos formales, sin haber aportado ninguna prueba
referente a su nulidad o caducidad; Que las tachas de documentos
deducidas por los demandantes a fojas ciento diecisiete del princi­
pal y en su escrito de fojas una del incidente de su propósito que se
tiene a la vista devienen infundadas, por tratarse de instrumentos
públicos, conservando su pleno valor y que sólo puede ser objetado
en vía de acción; Que, por resolución de fojas setentisiete su fecha
veintidós de abril de mil novecientos ochentiséis, se declara sin lu­
gar las pruebas ofrecidas por las accionantes, referida a la prueba
de confesión y testimonial, no pronunciándose al respecto; por es­
tas consideraciones, que las demás pruebas aportadas no alteran
lo expuesto y de conformidad con lo dispuesto por los artículos seis­
cientos o chentiséis, setecientos veintisiete y setecientos
noventinueve dei Código Civil, FALLO: Declarando infundadas la
Excepción y Reconvención formulada por los demandados median­
te escritos de fojas cincuentiuno a fojas cincuenticuatro, infundadas
las tachas de nulidad de documentos deducida por las accionantes
por escrito de fojas ciento diecisiete dei principal y en su escrito que
corre a fojas uno del cuaderno de su propósito; y fundada la deman­
da de fojas cuarenticuatro, en consecuencia declaro la nulidad del
Acto jurídico de la Escritura Pública de fecha veintitrés de octubre
de mil novecientos ochenticuatro ante el Notario doctor Virgilio
Alzamora Valdez, a que se contrae el testimonio de compraventa
otorgado por don Cayo Alberto Rivera Vásquez en su calidad de
Defensor de herencia de don Manuel Vidal Rivera a favor de doña
María Ferreyra Vidal de Salinas y don Luis Arturo Soto Crisp del
inmueble signado con los números mil seiscientos noventiuno y mil
seiscientos noventinueve del Jirón General Varela, y trescientos
sesentiocho, trescientos setentidós, trescientos setentiocho, tres­
cientos ochentiséis y trescientos noventiocho del Jirón Centenario
del Distrito de Brea; debiéndose pasar los partes respectivos en su
debida oportunidad, con costas.
152
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Dictamen N2 607
Exp. Ns 1808-86.
R. 19-29-10-86 (3C)
2da. Sala Civil
Señor:
Viene en apelación la sentencia que declara infundadas la ex­
cepción y reconvención formuladas por los demandados, infunda­
das la tachas de nulidad de documentos deducida por los
accionantes y fundada la demanda de nulidad del Acto jurídico de
la Escritura Pública de Compra Venta del inmueble sito en la es­
quina formada entre el Jirón General Varela Nss. 1691 1699 y Ji­
rón Centenario N2s. 368, 372, 378, 386 y 398 del Distrito de Brea,
Provincia y Departamento de Lima, interpuesto por el «Instituto de
Educación Especial para Minusválidos y Sordo Mudos» y la «Uni­
versidad Nacional de Trujillo, representados por su apoderado don
José A. Zárate Muñoz, contra don Luis Arturo Soto Crisp y doña
María Ferreyra Vidal de Salinas.
Tramitada la causa conforme a su naturaleza, del análisis de
los hechos y del mérito de las instrumentales de fs. 2 a 37, 41 a
43, 7 5 ,1 1 3 y 114, reproducidas en autos con copias debidamente
legalizadas, las confesiones personales de fs. 64 a 67 y teniendo
a la vista los expedientaos sobre tacha de documentos y de testi­
gos se establece: PRIMERO. Que el 21 de Agosto de 1981, el que
en vida fue don Manuel Vidal Rivero, otorgó testamento dejando
como legado a favor de las instituciones demandantes el inmue­
ble antes descrito, siendo inscrito el 5 de Noviembre de ese año,
en el Registro de Testamentos de Lima. SEGUNDO. Que el 02 de
Diciembre de 1981 doña Meddy Mejía Agüero Vda. de García,
sobrina del Propietario del Inmueble solicita la interdicción civil de
éste ante el Segundo Juzgado en lo Civil de Lima, secretario se­
ñor Vicente Avila Chumpitaz, y por haberse desistido de su ac­
ción, no se expidió resolución que declare el estado interdictal.
153
LIZARDO TABOADA CORDOVA
TER C ER O . Que el 25 de Enero de 1984, don Arturo Soto Vidal,
con poder general y especial otorgado por don Manuel Vidal Rivera,
ante el Notario Público Dr. Virgilio Alzamora Valdez e inscrito en el
Asiento A1 de la ficha 84432 Registro de mandatos de Lima, sus­
cribe una minuta de compraventa del inmueble de la referencia a
favor de doña María Ferreyra Vidal de Salinas y de don Luis Arturo
Soto Crisp, por el precio total de S/. 70 ’ 000,000 (setenta millones
de soles oro), suma que fue cancelada en ese acto. CUARTO.
Que el 24 de marzo de 1984, del Vigésimo Sexto Juzgado en lo
Civil de Lima, secretaria Dra. Rosario Femia Mayuri, Exp. Ne 203384, don Cayo Alberto Rivera fue designado Defensor de Herencia
del finado Manuel Vidal Rivera y por sentencia del 17 de setiembre
de ese año, se dispuso que otorgue la escritura de compraventa
del inmueble a favor de doña María Ferreyra Vidal y don Luis Arturo
Soto Crisp, verificándose tal hecho el 23 de octubre del referido
año, ante el mencionado Notario Público, y registrada en el As. 1 5
del fojas 455 del Tomo 616 del Registro de la Propiedad Inmueble
de Lima. En consecuencia, habiendo manifestado el causante en
vida su voluntad de crear una relación jurídica a través, de su re­
presentante, al suscribir la minuta de compraventa del inmueble
sublitis a favor de los demandantes, obligándose en ese acto a
transferirles la propiedad del bien y éstos haber pagado su precio
en dinero, no obstante existir con anterioridad un testamento por el
que los declaraba legatarios sobre el mismo bien a las entidades
demandantes y considerando que por principio general solamente
desde la muerte de una persona, los bienes, derechos y obligacio­
nes que constituyen la Herencia se trasmiten a sus sucesores, es
de derecho declarar la invalidez del legado, puesto que al tiempo de
la muerte del testador ya el bien no se hallaba en su dominio, y la
consiguiente caducidad por haber enajenado el bien legado, extin­
guiéndose en efecto el derecho y la acción promovida por los de­
mandantes. Finalmente, proviniendo el asunto subjúdice, de dere­
chos nacidos bajo el imperio de la legislación anterior, pero cuyas
consecuencias jurídicas son reconocidas por el Código Civil vi, gente, es de aplicación los Arts. 757, 772 inc. 3,2003, concordantes
con los Arts. 140, 145, 660, 1351, 1529 y 2121 del cuerpo legal
acotado; por lo que el Ministerio Público es de Opinión que se
154
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
REVOQUE la sentencia de fs, 121 a 123 de fecha veinticinco de
julio de mil novecientos ochentiséis, y Reformándose se declare
Inadmisible la demanda por haber operado la Caducidad.
Lima, 17 de noviembre de 1986.
Exp. N2 1808-86
Lima, cuatro de junio de
Mil novecientos ochentisiete.
VISTOS; e interviniendo como Vocal ponente el Señor Vergara
Gotelli, en discordia; con los acompañados e instrumental presen­
tados en esta instancia; de conformidad con lo opinado por el Se­
ñor Fiscal Superior y CONSIDERANDO: que el testamento, como
acto de disposición, otorga sólo un derecho de expectativa a los
beneficiarios, supeditado en sus efectos a que el mismo subsista
y no sea revocado, directa o indirectamente, por el testador, ad­
quiriendo el heredero o legatario categoría de tal recién a la muer­
te de aquél, encontrándose aquí la diferencia de la donación; que
este principio se encontraba consagrado en los artículos seiscien­
tos cincuentisiete y seiscientos cincuenta del Código Civil abrogado,
aplicable al caso de autos en virtud del artículo dos mil ciento vein­
te del Código Civil vigente y reproducido en los artículos seiscien­
tos sesenta y setecientos setentidós, inciso tercero, de éste; que,
en efecto, el numeral setecientos cincuenta del Código anterior
prescribía literalmente que: «La enajenación por el testador del
bien de que dispuso en el testamento importa revocar la disposi­
ción sobre él» y el artículo setecientos setentidós inciso tercero
del código actual señala que: «Caduca el legado: 3) si el testador
enajena el bien legado o éste perece sin culpa del heredero»; que,
consecuentemente, el legado instituido por don Manuel Vidal Rivero
a favor de la accionante, en la cláusula cuarta del testamento que
otorgará el veintiuno de Agosto de mil novecientos ochentiuno,
ante el Notario Público de esta ciudad Doctor Daniel Céspedes
155
LIZARDO TABOADA CORDOVA
Marían, corriente en testimonio a fojas ciento diez, consistente en
ei edificio de dos plantas ubicado en la esquina formada por la
Avenida Varela y el Jr. Centenario, caducó a! celebrarse el contra­
to de compraventa cuestionado, por cuanto el testador, por inter­
medio de su apoderado, don Cayo Alberto Rivera Vásquez, según
poder general y especial otorgado por escritura pública el dieci­
séis de Mayo de mil novecientos ochentitrés ante el Notario Públi­
co Virgilio Alzamora Valdez, obrante en fotocopia no cuestionada
de fojas ciento cuarentidós a fojas ciento cuarenticinco, dispuso
del inmueble que originalmente había legado a favor de los de­
mandados, Luis Arturo Soto Crisp y María Ferreyra Vidal de Sali­
nas; que el alegado quebrantamiento de la salud del finado Ma­
nuel Vidal Rivero como argumento de la pretensa incapacidad de
éste para enajenar el bien sometido a legado, basado en las co­
pias de fojas ochenticuatro y siguientes hasta ciento seis inclusi­
ve, resulta improbado no sólo porque el trámite no contenciosos
de declaración judicial de interdicción civil a que dicha instrumen­
tal se refiere no llegó al estado de resolución final sino por que,
precisamente, fue cortado ante el desistimiento de la persona que
formuló el pedido de interdicción conforme es de verse de la cons­
tancia puesta a fojas ciento trece vuelta por el curso de dicha cau­
sa, significando esta decisión la inasistencia legal de lo actuado
en dicho proceso de jurisdicción voluntaria; que a mayor
abundamiento, aun en el negado caso de aplicar al presente juicio
lo que contiene el acta de fojas ochentiséis que forma parte de lo
actuado en el referido proceso de interdicción, es de advertirse
que el Personal del Juzgado en la entrevista personal con Manuel
Vidal Rivero sólo pudo comprobar en éste a un paciente «Fatiga­
do, cansado, adelgazado y somnoliento», acaso por efectos de la
propia medicación y hasta con «expresiones coherentes» no obs­
tante ese estado, que en ese caso, habiéndose realizado esa dili­
gencia el diecisiete de Diciembre de mil novecientos ochentiuno,
la incapacidad alegada como fundamento de la acción abarcaría
también al propio testamento en el que se apoyan las personas
jurídicas demandantes, puesto que éste fue otorgado el veintiuno
de Agosto de ese mismo, año, es decir, a sólo tres meses de la
fecha de comprobación de la supuesta incapacidad; que de otro
156
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
lado los demandantes no han acreditado de modo alguno, la simu­
lación de la compraventa que alegan; que la excepción de
inoficiosidad de la demanda deducida en esta instancia por el de­
mandado Arturo Soto Vidal debe desestimarse, por cuanto él ha
sido emplazado con la demanda directamente sin que se le asigne
representación de terceros, resultando su argumentación una de­
fensa de irresponsabilidad que atañe al fondo mismo de la cuestión
en controversia; que así mismo, la excepción de cosa juzgada for­
mulada por los codemandantes María Ferreyra Vidal de Salinas y
Luis Soto Crisp debe desestimarse, por no compadecerse con los
requisitos señalados para su operatividad por el artículo trescientos
diecisiete del Código de Procedimientos Civiles; que por las consi­
deraciones que anteceden resulta amparable la reconvención plan­
teada por todos los emplazados, para que se declare la caducidad
del legado del inmueble instituido a favor de los demandantes por
don Manuel Vidal Rivera; REVOCARON la sentencia apelada de
fojas ciento veintiuno, su fecha veinticinco de julio último, en cuan­
to declara fundada la demanda, la que declararon infundada, así
como en la parte que declara infundada la reconvención, la que
declararon fundada; la CONFIRMARON; en lo demás que contie­
ne (infundada la excepción de defensa de falta de acción, infunda­
das las tachas de nulidad); DECLARARON IMPROCEDENTE las
excepciones de cosa juzgada e inoficiosidad de la demanda, de­
ducidas en esta instancia a fojas ciento treintitrés y ciento
cuarentiséis por los demandados; sin costas y los devolvieron.
EL SECRETARIO QUE SUSCRIBE CERTIFICA; que los fun­
damentos del Voto del Señor Fernández Pérez, es además; CON­
SIDERANDO: que la única pretensión demandada, es la nulidad
de la escritura pública de fecha veintitrés de Octubre de mil nove­
cientos ochenticuatro pasada ante el Notario Público de Lima Doctor
Virgilio Alzamora Valdez, por orden judicial, pero no se demanda
ni la nulidad del poder otorgado por don Manuel Vidal Rivera al
Señor Arturo Soto Vida! con fecha dieciséis de Mayo de mil nove­
cientos ochentitrés, ni la minuta de compra venta de fecha veinti­
cinco de Enero de mil novecientos ochenticuatro, ni la sentencia
157
LIZARDO TABOADA CORDOVA
ejecutoriada dictada por el Señor Juez del Vigésimo Sexto Juzga­
do de Primera Instancia de Lima que ordenó la escrituración del
referido inmueble a favor de los compradores. Que siendo así, es
inadmisible la demanda, en virtud de que existen tres actos jurídi­
cos anteriores a la escritura, que mantienen su validez legal, por
no haber sido comprendidas en la demanda, y porque se trata de
pruebas instrumentales otorgadas con las formalidades legales per­
tinentes, en cuyo caso, ha producido fe respecto de la realidad de
los actos verificados, mientras no se decida judicialmente lo con­
trario, como lo sostienen los artículos cuatrocientos uno, cuatro­
cientos tres del Código de Procedimientos Civiles. Que, por otra
parte se debe añadir que el poder general mencionado más arri­
ba, se encuentra inscrito en el registro de mandatos, como tam­
bién la escritura pública en el archivo judicial, y quien como terce­
ro adquiere de buena fe a título oneroso algún derecho de persona
que en el registro aparece con facultades para otorgarlo, mantie­
ne su adquisición una vez inscrito su derecho, aunque después se
anule, rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de causas
que no consten en los registro públicos como lo dispone el artículo
dos mil catorce del Código Civil vigente. Que, en cuanto a la capa­
cidad de don Manuel Vidal Rivero, en ningún momento fue privado
de ella por resolución judicial conforme al artículo mil trescientos
treintitrés del Código de Procedimientos Civiles, como se demuestra
con la copia legalizada del desistimiento del pedido de interdic­
ción, que obra a fojas ciento trece y vuelta, y que precisamente
por ello no hubo necesidad de pedir su rehabilitación a los térmi­
nos del artículo mil trescientos treinticinco del mismo código. Que,
por último, debe señalarse que el notario ante quien Manuel Vidal
Rivero otorgó el referido poder dio fe de la capacidad del otorgan­
te, de acuerdo al artículo treintiocho inciso primero de la Ley del
Notariado mil quinientos diez, de tal manera que el notario consta­
tó que «el compareciente es mayor de edad, vecino de esta capi­
tal, inteligente en el idioma castellano a quien conozco, procede
con capacidad, libertad y conocimiento bastante para contratar con­
forme a lo dispuesto en los artículos treintiocho a cuarentiuno de
la Ley del Notariado». Que, esta verificación del notario respecto a
la personalidad del otorgante, hacen plena fe.
158
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
LOS FUNDAM ENTO S DEL VOTO: de los Señores Urrello
Alvarez y Buendía Gutiérrez es el siguiente: con los acompaña­
dos, y por sus fundamentos pertinentes; y CONSIDERANDO: que
en materia procesal el Derecho Moderno rechaza el sistema de la
prueba legal, optando por aquel mediante el cual el convencimien­
to del juez debe formarse libremente; que probar significa crear el
convencimiento del juez sobre la existencia o la no existencia de
hechos de importancia en el proceso, de ahí que la prueba de la
verdad de los hechos no conoce límites, que el desistimiento, con­
forme a la doctrina, produce efectos diferentes, pues, determina
de manera expresa o tácita el decaimiento de la acción o recurso,
o la absolución del demandado, de modo que bajo estos c r it e r io s
n o hay inconveniente legal alguno para que el juzgador en uso
pleno de sus facultades de esclarecimiento pueda perfectamente
formarse un criterio con la prueba actuada en el procedimiento
objeto del desistimiento, tanto más si se repara en las circunstan­
cias concurrentes a la adopción de dicho acto procesal, que por lo
expuesto, la copia certificada de fojas ochenticuatro a ciento seis,
constituye prueba idónea a tenor de lo prescrito en el artículo tres­
cientos cuarentidós del Código de Procedimientos Civiles, para
ser apreciada en autos; que de la cláusula cuarta del testamento
de fojas ciento siete aparece que, don Manuel Vidal Rivero, el vein­
tiuno de Agosto de mil novecientos ochentiuno, legó el edificio de
dos plantas de su propiedad ubicado en la esquina que forman la
Avenida Varela y el jirón Centenario, a la Universidad Nacional de
Trujillo y al Instituto de Educación Especial para Minusválidos y
Sordomudos de ia misma localidad; que después de haber trans­
currido cerca de cuatro meses de instituidos estos legados, esto
es, en Diciembre de mil novecientos ochentiuno, doña Meddy Mejía
Agüero viuda de García solicita la interdicción civil de su nombra­
do tío, comprobándose con tal motivo en la diligencia de reconoci­
miento del insano, tanto por el médico perito doctor Víctor Manuel
Maúrtua, como por el personal del juzgado, según fluye de la co­
pia fotostática autenticada de fojas ochentiséis: «que si bien sus
expresiones son coherentes por momento, en otras son incom­
prensibles y contradictorias, pues, dice tener apetito y a continua­
ción expresa que no desea comer, desorientado en el tiempo y el
159
LIZARDO TABOADA CORDOVA
espacio» agregándose igualmente que «presenta serios trastor­
nos en la memoria»; que como es fácil advertir después de varios
meses de otorgado el testamento en que sustentan sus pretensio­
nes las instituciones beneficiarías accionantes, se ha iniciado en
el geronto las manifestaciones de demencia senil que si bien con­
vierte en írritos sus actos posteriores no ocurre lo propio con los
anteriores a este irreversible estado de salud; que a mayor
abundamiento el testamento fue otorgado en escritura pública, ante
el Notario Abogado doctor Daniel Céspedes Marín, quien declara
haber examinado al testador, encontrándolo en pleno uso de sus
facultades intelectuales, con conocimiento suficiente para dictarsu testamento y con libertad para expresarse lo que confiere au­
tenticidad a la expresión de voluntad del causante; que por lo que
queda dicho y desde otro punto de vista, no es creíble, que en
Enero de mil novecientos ochenticuatro, esto es, después de dos
años y medio de otorgado el testamento y más o menos después
de dos años de iniciado el proceso de demencia senil, don Manuel
Vidal Rivero se haya encontrando en condiciones físicas y menta­
les de perfeccionar un negocio jurídico a un mes y días de su
fallecimiento ocurrido el veintitrés de Marzo del mismo año; y no
es creíble, porque en Diciembre de mil novecientos ochentiuno,
según acta de fojas ochentiséis, se dejó constancia que el exami­
nado causante no firmó el acta de su reconocimiento por encon­
trarse impedido, sin embargo después de más de un año aparece
suscribiendo el poder en la forma que se puede ver de la copia de
fojas ciento cuarenticinco; que con este poder, don Arturo Soto
Vidal, que en otro momento fuera Curador Provisional de don Ma­
nuel Rivero, por haber reconocido su insania conforme al escrito
copiado a fojas noventiocho, resulta disponiendo de los bienes de
éste nada menos que a favor de su hijo Luis Arturo Soto Crisp y
señora; que por todas estas razones la escritura pública de com­
praventa de fojas cuatro, otorgada por mandato judicial, no puede
comprometer el derecho de las instituciones beneficiarías, por no
haber sido parte en el proceso de su referencia, a tenor de lo pres­
crito en el artículo mil ochentidós del Código de Procedimientos
Civiles, que por las consideraciones precedentes, la escritura pú­
blica de compra venta últimamente glosada adolece de vicios sus­
160
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
tanciales que determinan su inevitable invalidez y que por lo mis­
mo no puede haber provocado la revocatoria ni la caducidad del
legado: Nuestro Voto es porque se Confirme la sentencia que obra
a fojas ciento veintiuno, su fecha veinticinco de julio de mil nove­
cientos ochentiséis, que falla: declarando infundadas la excepción
y Reconvención formulada por los demandando Luis Arturo Soto
Crisp, María Ferreyra Vidal de Salinas y Arturo Soto Vidal, me­
diante escritos de fojas cincuentiuno a fojas cincuenticuatro, in­
fundadas las tachas de nulidad de documentos deducida por los
accionantes por escrito de fojas ciento diecisiete del principal y en
su escrito que corre a fojas uno del cuaderno de su propósito; y
fundada la demanda fojas cuarenticuatro, en consecuencia decla­
ró la nulidad del Acto jurídico de la Escritura Pública de fecha vein­
titrés de Octubre de mil novecientos ochenticuatro ante el Notario
doctor Virgilio Alzamora Valdez, a que se contrae el testimonio de
compraventa otorgado por don Cayo Alberto Rivera Vásquez en
su calidad de Defensor de Herencia de don Manuel Vidal a favor
de María Ferreyra Vidal de Salinas y don Luis Arturo Soto Crisp
del inmueble signado con los número mil seiscientos noventiuno y
mil seiscientos noventinueve del jirón General Varela, y trescien­
tos sesentiocho, trescientos setentidós y trescientos setentiocho,
trescientos ochentiséis y trescientos noventiocho del jirón Cente­
nario del Distrito de Breña debiéndose pasar los partes respecti­
vos en su debida oportunidad, con costas.
Lima, veinte de enero de
Mil novecientos ochentiocho.
VISTOS; con los acompañados; y CONSIDERANDO: que en
la escritura pública cuya nulidad se acciona y que corre a fojas
cuatro a diez extendida el veintitrés de julio de mil novecientos
setenticuatro se indica que el vendedor don Manuel Vidal Romero
ha fallecido; que al no haberse entendido la demanda con los he­
rederos del referido causante o el administrador de la sucesión a
pesar de que dicha sucesión tiene legítimo interés en los resulta­
dos de la cuestión controvertida se ha incurrido en la causal de
161
LIZARDO TABOADA CORDOVA
nulidad prevista en el inciso décimo tercero del artículo mil
ochenticinco del Código de Procedimientos Civiles, debiendo nom­
brarse el defensor de herencia previos los trámites establecidos
en el artículo mil doscientos setenta del acotado a fin de que la
sucesión en referencia intervenga en el proceso, declararon NULA
la resolución de vista de fojas ciento noventa, su fecha cuatro de
junio de mil novecientos ochentisiete, e INSUBSISTENTE la ape­
lada de fojas ciento veintiuno, fechada el veinticinco de julio de mil
novecientos ochentiséis y nulo todo lo actuado desde fojas
cincuentisiete vuelta a cuyo estado repusieron la causa para que
se subsane la omisión anotada; en los seguidos por el Instituto de
Educación Especial para Minusválidos y Sordo Mudos y otra con
don Luis Arturo Soto Vidal y otra, sobre nulidad de escritura; y los
devolvieron. Entre líneas «vuelta a» vale.
Preguntas
1.
¿La controversia en el presente caso gira sobre la
nulidad dol documento o sobre la nulidad del acto ju>
tídico contenido en él?
2
¿Que causal de nulidad está en discusión en el piesente caso?
162
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
RESOLUCIÓN
Lima, veintisiete de diciembre de
Mil novecientos ochenticinco.
VISTOS; resulta de autos que por escrito de fojas veintitrés
Inmobiliaria Sussie Sociedad Anónima en su condición de accio­
nista de Inmobiliaria Dafna Sociedad Anónima interpone deman­
da en la vía ordinaria contra Inversiones Cantú Sociedad Anóni­
ma, Urbanizadora Santa Rosa del Palmar Sociedad Anónima y
contra la Compañía Urbe Sociedad Anónima, para que se declare
la nulidad absoluta del contrato simulado de compraventa celebra­
do por Inmobiliaria Dafna Sociedad Anónima como vendedora y
las restantes demandadas como compradoras mediante minuta
del siete de setiembre de mil novecientos setenticuatro elevado a
Escritura Pública del diecinueve del propio mes y año ante el No­
tario Público Daniel Céspedes Marín, así como para que se decla­
re la nulidad de la inscripción de la referida compraventa corriente
en el asiento Tres C de la ficha ciento cincuentiséis mil noventicuatro
del Registro de la Propiedad Inmueble de Lima y para que se or­
dene que las tres demandadas restituyan a la vendedora Inmobi­
liaria Dafna Sociedad Anónima, los alquileres y bonos que se han
cobrado desde setiembre de mil novecientos ochenticuatro hasta
la fecha en que la sentencia que recaiga en este juicio quede
ejecutoriada a los arrendatarios de los inmuebles objeto de la com­
praventa cuya Nulidad demanda, devolución que deberá hacerse
con sus respectivos intereses legales a partir de la fecha en que
los inquilinos pagaron los alquileres, y en forma alternativa para
que se declare la nulidad del contrato referido anteriormente por
simulación, dolo, fraude y lesión, se declare igualmente nulo el
Transcripción textual de la resolución original.
163
LIZARDO TABOADA CORDOVA
asiento de inscripción de tal acto y que las tres demandadas en su
calidad de simuladas compradoras indemnicen a la vendedora In­
mobiliaria Dafna Sociedad Anónima con una suma equivalente a
los alquileres que han cobrado desde el mes de setiembre de mil
novecientos ochenticuatro e indemnicen a la actora las tres com­
pradoras demandadas con una suma equivalente al cuarenta por
ciento del monto indemnizatorio que se fijó a Inmobiliaria Dafna
Sociedad Anónima, fundamentándola en que los compradores no
han pagado suma alguna por los bienes y que por el precio pacta­
do de seiscientos veinticuatro millones de soles oro han entregado
a la vendedora una letra de cambio sin intereses y con vencimien­
to del catorce de setiembre de mil novecientos ochenticinco, sien­
do este precio diminuto con relación al bien y su ubicación, así
como es inferior incluso al auto evalúo de mil novecientos
ochentitrés; agregando que los compradores no tienen capacidad
económica para obligarse y comprar unos bienes valiosos; sostie­
ne asimismo que las tres sociedades compradoras son accionis­
tas a directores Humberto Bertello Masperi, José Bertello Masperi
y Ana Rosa Bertello Masperi de Tozzini y su cónyuge Nello Tozzini
Azabache y las personas que suscriben la minuta y escritura pú­
blica de compraventa son testaferros de los nombrados accionis­
tas, sin capacidad económica y que el propio Humberto Bertello,
accionista y director de la Urbe Sociedad anónima es accionista y
Director de Dafna Sociedad Anónima, o sea es mandatario de la
compradora y de la vendedora y ha sido él quien ha aprobado en
Inmobiliaria Dafna Sociedad Anónima la venta; que en ella Tozzini
aprobó en su condición de Director de Dafna Sociedad Anónima la
venta y como Director de Cantú Sociedad Anónima junto con su
cónyuge doña Ana Rosa Bertello de Tozzini, únicos Directores apro­
bó la compra; y finalmente que José Bertello como Director de
Dafna Sociedad Anónima aprobó también la venta como Director
de ésta. Corrido traslado de la demanda fue absuelto a fojas
cuarentiséis por la restante en los términos que allí aparece dedu­
ciéndose la excepción de falta de personería absuelto el trámite
de éste abierta la causa a prueba, ofrecidas y actuadas las perti­
nentes, puesto los autos a disposición de las partes para alegatos
ha llegado el estado de expedir sentencia; y CONSIDERANDO:
164
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Que la excepción perentoria de falta de personería deducida a
fojas treintisiete vuelta por el apoderado de la demanda, debe
desestimarse, por cuanto la actora acciona por derecho propio sin
atribuirse representación alguna, que en cuanto al fondo de la ac­
ción, debe señalarse que la Inmobiliaria Sussie Sociedad Anóni­
ma demanda la nulidad del contrato de compraventa celebrado
por Inmobiliaria Dafna Sociedad Anónima como vendedora e In­
versiones Cantón Sociedad Anónima, Urbe Sociedad Anónima y
Urbanizadora Santa Rosa del Palmar Sociedad Anónima como
compradora, cuyo acto consta en la minuta de fecha siete de Se­
tiembre de mil novecientos ochenta y cuatro, elevada a escritura
pública el diecinueve del mismo mes y año ante el Notario Público
Doctor Daniel Céspedes Marín, haciéndola extensiva a la nulidad
de su inscripción en los Registros de la Propiedad Inmueble de
Lima y a la restitución por parte de las compradoras, a favor de
Inmobiliaria Dafna Sociedad Anónima de los alquileres y bonos
que han cobrado desde el mes de Setiembre de mil novecientos
ochenta y cuatro; con tal propósito invoca su calidad de propieta­
ria de setenticinco mil quinientos sesenta acciones que represen­
tan el cuarenta por ciento del capital de Inmobiliaria Dafna Socie­
dad Anónima y que por lo tanto lo asiste interés manifiesto para
accionar con arreglo al artículo sexto del Título Preliminar del Có­
digo Civil; como fundamento básico de la nulidad, sostiene de la
existencia de simulación absoluta en el contrato, que contempla el
inciso quinto del artículo doscientos diecinueve del citado Código;
alternativamente plantea la nulidad por tratarse de un acto jurídico
simulado doloso y fraudulento invocando lo dispuesto por los artí­
culos doscientos once incisos segundo, tercero y cuarto, ciento
sesentiséis y ciento noventiséis de la misma codificación, así como
la nulidad del asiento registral y la indemnización a favor de la
compradora con una suma equivalente a los alquileres cobrados
por las compradoras desde el mes de setiembre de mil novecien­
tos ochenticuatro y a favor de la actora con una suma equivalente
a cuarenta por ciento del monto que se fijó a favor de Inmobiliaria
Dafna Sociedad Anónima; como fundamento de hecho sostiene:
primero: que realmente no hubo pago de precio, pues sólo se en­
tregó a la vendedora una letra de cambio aceptada por los com­
165
LIZARDO TABOADA CORDOVA
pradores con vencimiento al catorce de setiembre de mil nove­
cientos ochenticinco sin intereses; segundo: Que el precio de ven­
ta es diminuto incluso inferior al de autovalúo de mil novecientos
ochentitrés; tercero: falta de capacidad económica de la compra­
dora; y cuarto: la existencia de intereses en conflicto en razón de
que don Humberto Bertello Masperi es accionista y Director de
Urbe Sociedad Anónima y a su vez accionista y Director de Inmo­
biliaria Dafna Sociedad Anónima o sea que es mandatario tanto
de la compradora como de la vendedora, estando incurso en la
prohibición que prescribe el artículo mil trescientos noventisiete
inciso segundo del Código Civil anterior y ciento sesentiséis del
vigente; igualmente, don Nello Tozzini Azabache, como Director
de la vendedora aprobó la venta en la sesión del veintisiete de
Agosto de mil novecientos ochenticuatro, como Director de Inver­
siones Cantó Sociedad Anónima, aprobó asimismo dicha venta
conjuntamente con su cónyuge; que en cuanto al primer punto
debe señalarse que en las cláusulas segunda y tercera de la escri­
tura pública de fojas dos y siguientes se establece que el precio
pactado ascendente a seiscientos veinticuatro millones de soles
será pagado en una letra de cam bio protestado por los tres com­
pradores con vencimiento al catorce de Setiem bre de mil nove­
cientos ochenticinco precisando que la entrega de dicha título es
cancelatoria del precio; que en esta situación, existe pacto expre­
so en el sentido de que la entrega del título valor produciría la
cancelación del precio, siendo en este caso de aplicación la última
parte del artículo mil doscientos treintitrés del Código Civil primer
párrafo; que si bien el artículo mil doscientos cuarentiocho del Có­
digo Civil anterior establecía que la entrega de letras de cambio u
otros documentos, sólo producirá los efectos del pago cuando hu­
biesen sido realizados, en el caso específico de autos, existiendo
expreso de las partes, debe aplicarse la norma del artículo mil
trescientos veintiocho del citado Código, que en todo caso, la falta
de pago del precio sólo podría ser alegada por la vendedora de
conformidad con artículo mil cuatrocientos trece del Código Civil
anterior y mil quinientos sesentitrés del vigente; del mismo modo,
la forma de pago en referencia no es índice de la existencia de
simulación o dolo en el contrato; en relación al precio diminuto,
166
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
cabe señalar, que dicho planteamiento importa la existencia de
lesión en el contrato de compraventa, y en tal sentido, la acción
pertinente es la rescisoria a instancia del vendedor, la misma que
debe ejercitarse dentro de los seis meses de realizada la venta, tal
como lo prescriben los artículos mil cuatrocientos treintinueve y
mil cuatrocientos cuarenta del Código Civil anterior, concordante
con los artículos mi! cuatrocientos cuarentisiete y mil cuatrocien­
tos cincuenticuatro del vigente; que en el caso de autos se invoca
la Nulidad por tercera persona en un contrato celebrado el siete de
setiembre de mil novecientos ochenta y cuatro, razón por la cual
carece de sustento legal dicho planteamiento, que de otra parte
no se ha probado el precio pactado sea menor de la mitad del
valor del predio, o en todo caso que la desproporción entre las
prestaciones al tiempo de celebrarse el contrato, sea mayor de las
dos quintas partes; en torno a la falta de capacidad económica de
las firmas compradoras para adquirir el predio, deben considerar­
se que tampoco se ha probado tal argumento a no haberse apor­
tado elemento de juicio alguno con este propósito; en todo caso la
alegada insolvencia sería de responsabilidad de la vendedora que
debió tomar las previsiones requeridas para asegurar el pago del
precio, más aún la propia vendedora otorgó efectos cancelatorios
a la sola entrega del título valor, que representaba el monto del
precio pactado; cabe agregar, que la venta del bien sublitis y la
forma de pago, fueron previamente aprobados por Sesión de Di­
rectorio de la firma vendedora Inmobiliaria Dafna Sociedad Anóni­
ma de fecha veintisiete de agosto de mil novecientos ochenta y
cuatro inserta a fojas cinco; que en este caso, siendo Inmobiliaria
Sussie Sociedad Anónima accionista de la vendedora, hecho no
negado por las demandadas, debió objetar el acuerdo aludido si lo
estimaba perjudicial a sus intereses, o en todo caso plantear la
nulidad de la venta que es una consecuencia del mismo; finalmen­
te, en lo atinente ai conflicto de intereses, debe tenerse en cuenta,
que la compraventa se ha realizado entre personas jurídicas legal­
mente constituidas, que son independientes de las personas natu­
rales que pueden ser los accionistas o miembros del Directorio; en
el caso submateria, tanto la vendedora como las compradoras apro­
baron en forma previa realizar el negocio o acto jurídico que se
167
LIZARDO TABOADA CORDOVA
cuestiona, mediante acuerdos de Directorios que se insertan en la
Escritura Pública de compraventa, de donde resulta existe expre­
sión uniforme de voluntad, marginando de este modo un posible
conflicto de intereses o situaciones incompatibles con la esencia
del acto; consecuentemente, ésta resulta válida a tener de lo dis­
puesto en la última parte del artículo ciento sesentiséis del Código
Civil, tampoco resulta aplicable la prohibición que prescribe el inci­
so segundo del artículo mil trescientos noventisiete del Código Civil
anterior, referente a que el Mandatario sin permiso expreso del
demandante no puede comprar los bienes que en virtud del man­
dato, tiene a su cuidado, aspecto legal que es distinto al del caso
de autos; que si bien Bertello Masperi aparece como Directivo de
la vendedora Inmobiliaria Dafna Sociedad Anónima y de la com­
pradora Urbe Sociedad Anónima, y del mismo modo don Nello
Tozzini Azabache, respecto de dicha vendedora y de la comprado­
ra Inversiones Cantú Sociedad Anónima por las razones ya ex­
puestas no existe incompatibilidad de intereses o de cuestiones
de orden legal, agregándose a ello, que dichas personas no han
intervenido como mandatarios o Representantes Legales de las
firmas compradoras, tal como se desprende de la Escritura Públi­
ca de compra venta de fojas dos y siguientes; que los hechos com­
plementarios a que se contrae el punto sexto de la demanda, ade­
más de no haberse acreditado debidamente, están comprendidos
dentro de los fundamentos básicos de la acción, ya analizados
separadamente, significando que el hecho de no haberse consti­
tuido hipoteca sobre el inmueble vendido no acarrea la nulidad del
acto, por no estar prevista en los artículos doscientos diecinueve y
doscientos veintiuno del Código Civil, que en consecuencia, no
existen elementos probatorios suficientes que pongan en eviden­
cia la existencia de dolo o simulación absoluta en la celebración
del contrato objeto de la litis, debiendo por lo tanto aplicarse la
norma del artículo trescientos treintiocho del Código de Procedi­
mientos Civiles; que las demás pruebas instrumentales actuadas
y no glosadas, no alteran los considerandos anteriores, por cuyos
fundamentos; FALLO: Declarando sin lugar la excepción perento­
ria de falta de personería deducida por el apoderado de la deman­
dada en su escrito de fojas treintisiete; e infundada en todas sus
168
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
partes la demanda de fojas veintitrés; sin costas. Entre líneas;
sesenta: Vale. Enmendado: dos: Vale.
Exp. N9 470-86
Lima, quince de diciembre de
Mil novecientos ochentiocho.
VISTOS: interviniendo como vocal ponente el Señor Esquerra
Cáceres; con la instrumental presentada en esta instancia y CO N­
SIDERANDO: que Inmobiliaria Dafna Sociedad Anónima por es­
critura pública de diecinueve de setiembre de mil novecientos
ochentiséis, que en testimonio corre a fojas dos a catorce, dio en
renta el inmueble número quinientos diecisiete al quinientos
treintisiete del Jirón de la Unión, en el Cercado de Lima, en el
precio de seiscientos veinticuatro millones de soles oro que dio
por cancelado con la entrega de una letra de cambio con venci­
miento al catorce de setiembre de mil novecientos ochenticinco,
sin intereses y con opción de renovarse contraviniendo lo prescri­
to en el artículo mil trescientos ochentitrés del Código Civil de mil
novecientos treintiséis, vigente en la fecha de esa operación, y el
artículo mil quinientos veintinueve del Código Civil de mil nove­
cientos treintiséis, vigente en la fecha de esa operación, y el artí­
culo mil quinientos veintinueve del Código Civil actual, que man­
dan que el precio de la compraventa se pague en dinero, y desna­
turalizando dicho contrato; que Inmobiliaria Dafna Sociedad Anó­
nima, no ha probado en autos las razones que justifiquen la trans­
ferencia de su patrimonio a favor de los codemandados, a parte
de que no consta en autos que la venta, su forma de pago y el
pago mismo se hubieran hecho saber a la demandante, en su ca­
lidad de accionista de la vendedora, en proporción del cuarenta
por ciento; que dicho negocio jurídico deviene en fraudulento, si­
mulado y doloso, porque la transferencia se efectuó a favor de
tres sociedades administrados por los mismos que como Directo­
res de Inmobiliaria Dafna Sociedad Anónima decidieron su trans­
ferencia, contraviniendo lo prescrito en los artículos ciento
169
LIZARDO TABOADA CORDOVA
cincuentiséis, ciento sesentidós, ciento setenta, y ciento setentidós
de la Ley General de Sociedades; que la afirmación de don
Humberto Bertello, constante de la acta de «Inmobiliaria Dafna
Sociedad Anónima» de fojas cinco vuelta, en sesión con don José
Bertello y don Nello Tozzini, en el sentido de que el jirón de la
Unión había perdido su prestancia y el local principal se encontra­
ba alquilado en condiciones deficientes, no concuerda la renta que
generaba dicho predio que, conforme a los recibos de fojas dos­
cientos tres a fojas doscientos treintiuno, anualmente superaba el
monto de la letra de cambio, advirtiéndose que según instrumento
de fojas doscientos treintiocho, los mismos don Humberto Bertello,
don Nello Tozzini, ya como representante de las Sociedades com­
pradoras, suscribieron nuevo contrato de arrendamiento con los
Almacenes Sears el primero de setiembre de mil ochenticuatro,
con vigencia a partir de ese mismo día, o sea con anterioridad a la
fecha en que las Sociedades codemandadas adquieren la propie­
dad, con lo que se demuestra que el objeto de la transferencia fue
perjudicar los derechos de la demandante; a que, como conse­
cuencia de esa operación «Inmobiliaria Dafna Sociedad Anónima»,
sustituyó por una letra de cambio, su único activo, un inmueble
con un valor de seis mil novecientos cuarentidós millones nove­
cientos sesentitrés mil soles oro según tasación no impugnada,
practicada por el cuerpo técnico de tasaciones y que corre a fojas
doscientos veintinueve, habiéndose fijado como precio, una suma
aún inferior al monto del autovalúo según consta el inserto én la
escritura pública ya referida; que, en conformidad también con los
artículos mil doscientos cuarentiocho, mil trescientos noventisiete
inciso segundo del Código Civil de mil novecientos treintiséis; Artí­
culo sexto del Título Preliminar; artículos ciento sesentiséis y cien­
to sesentisiete incisos primero segundo y cuarto; artículo ciento
noventicinco inciso segundo; artículo doscientos veintiuno inciso
segundo, tercero y cuarto del Código Civil vigente: REVOCARON
la sentencia apelada de fojas ciento veinticinco, su fecha veintisie­
te de Diciembre de mil novecientos ochenticinco, en cuanto decla­
ra infundada la demanda de fojas veintitrés; y DECLARARON FUN­
DADA la demanda alternativa de fojas veintitrés vuelta, y en con­
170
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
secuencia nulo el contrato de compraventa entre Inmobiliaria Dafna
Sociedad Anónima como vendedora e «Inversiones Cantú Socie­
dad Anónima», «Urbe Sociedad Anónima» como compradoras res­
pecto del inmueble número quinientos diecisiete al quinientos
treintisiete del jirón de la Unión y que consta en la Escritura Públi­
ca de diecinueve de setiembre de mil novecientos ochenticuatro,
extendida ante el Notario Doctor Daniel Céspedes Marín; nulo el
asiento de inscripción a favor de los compradores en el Registro
de la Propiedad Inmueble y que los mismo compradores deben
indemnizar a la vendedora Inmobiliaria Dafna Sociedad Anónima
con una suma equivalente a los arrendamientos correspondientes
al inmueble que fue materia de la transferencia desde Setiembre
de mil novecientos ochenticuatro, con intereses y cuyo monto se
establecerá en ejecución de sentencia, cuarenta por ciento del cual
debe ser pagado directamente a la demandante, con costas; y la
CO NFIRM ARO N en cuanto declara sin lugar entendiéndose in­
fundada la excepción de falta de personería deducida por el apo­
derado de la demandada en su escrito de fojas treintisiete; y los
devolvieron.
Exp. Na 408-89
LIMA
Lima, veintinueve de abril de
Mil novecientos noventiuno.
VISTOS; por sus fundamentos pertinentes; y CO NSIDERAN­
DO: que con el informe pericial de fojas doscientos noventiuno se
acredita que el valor del predio sublitis en setiembre de mil nove­
cientos ochenticuatro fue de seis mil novecientos cuarentidós mi­
llones novecientos sesentitrés mil tres, a pesar de lo cual se ven­
dió en esa fecha sólo en seiscientos veinticuatro millones de so­
les, precio inferior a la declaración de autoavalúo ascendente a
ochocientos noventicuatro millones trescientos noventicuatro mil
171
LIZARDO TABOADA CORDOVA
seiscientos siete soles; que en el contrato se estipuló que el precio
sería pagado con una letra de cambio aceptada por las tres firmas
compradoras, con vencimiento al catorce de setiembre de mil no­
vecientos ochenticinco, renovable, indicándose que la entrega de
la letra era cancelatoria del precio, lo que constaría en su inscrip­
ción en el Registro de la Propiedad Inmueble, en contravención
con lo ordenado por el artículo mil doscientos cuarentiocho del
Código Civil anterior, vigente en esa fecha, que establecía que la
entrega de pagarés, letras de cambio u otros documentos sólo
producirían los efectos del pago cuando se hubiera realizado; que
las empresas demandadas no han probado que dicho precio haya
sido cancelado, presentando el título valor respectivo o mediante
otras pruebas pertinentes; que tales hechos y la circunstancia que
Humberto Bertello Masperi y Nello Tozzini Azabache eran Directo­
res de las compañías Urbe Sociedad Anónima y Cantó Sociedad
Anónima respectivamente y de la firma vendedora del bien, permi­
ten concluir que la compra venta contenida en la Escritura Pública
de diecinueve de setiembre de mil novecientos ochenticuatro cuyo
testimonio corres a fojas dos y siguientes es un acto simulado en
perjuicio de la firma demandante, accionista de la vendedora, lo
que se corrobora con el contrato de locación conducción que en
fotocopia corre a fojas doscientos treintiséis de primero de setiem­
bre de mil novecientos ochenticuatro, en el cual las demandadas
figuran como propietarias d el p re dio m a te ria de la acción,
alquilándolo no obstante que en esa fecha aún no se había reali­
zado la transferencia de dicho inmueble a su favor; que, por tanto
dicho acto jurídico, llevado a cabo mediante simulación absoluta
es nulo ip s o j u r e de acuerdo con el artículo mil noventicinco del
Código Civil anterior, nulidad que también sanciona el inciso quin­
to del artículo doscientos diecinueve del Código Civil vigente; que
la demandante tiene legítimo interés para accionar en virtud de los
dispuesto por el artículo mil ciento veinticuatro del Código Civil
anterior y artículos doscientos veinte y ciento noventitrés del Códi­
go Civil vigente; que el acto jurídico nulo, no produce efectos, por
lo que resultan amparables también las otras acciones acumula­
das en la demanda en los puntos b) y c) porque derivan de la
172
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
declaración de nulidad del acto jurídico por simulación absoluta;
que en efecto no puede subsistir inscrito en el Registro de la Pro­
piedad Inmueble un acto jurídico nulo y las firmas demandadas
que se han beneficiado ilícitamente con el cobro de la merced
conductiva del inm ueble a partir del acto simulado tienen que de­
volver ese importe a la verdadera dueña del predio para los efec­
tos legales consiguientes; que al ampararse estas acciones, no
cabe ya pronunciam iento sobre las otras planteadas en forma al­
ternativa por lo que recurrida resulta nula en cuanto se ha pronun­
ciado también sobre esta última pretensión alternativa; que la ex­
cepción de falta de personería no fue objeto de apelación, por lo
que no ha debido ser objeto de pronunciamiento en la recurrida,
siendo de aplicación en estos puntos el inciso trece del artículo mil
ochenticinco del Código de Procedimientos Civiles: declararon NO
HABER NULIDAD en la resolución de vista de fojas trescientos
cincuentiséis, su fecha quince de diciembre de mil novecientos
ochentiocho; en cuanto revocando la ápélada de fojas ciento vein­
ticinco, fechada el veintisiete de diciembre de mil novecientos
ochenticinco, declara fundada la demanda; entendiéndose que esta
declaración es con respecto a las acciones contenidas en los pun­
tos a), b) y c) de la misma; y en consecuencia, que es nulo el
contrato de compra venta celebrado ante Inmobiliaria Daftia So­
ciedad Anónima como vendedora e Inversiones Cantú Sociedad
Anónima, Urbe Sociedad Anónima y Urbanizadora Santa Rosa del
Palmar Sociedad Anónima como compradores respecto del inmue­
ble ubicado en el jirón de la Unión, calle Espaderos números qui­
nientos diecisiete al quinientos treintisiete y que consta en la escri­
tura pública de diecinueve de setiembre de mil novecientos
ochenticuatro, extendida ante el Notario doctor Daniel Céspedes
Marín; nulo el asiento de inscripción a favor de los compradores
en el Registro de la Propiedad Inmueble; debiendo las firmas com­
pradoras restituir a la vendedora el importe de la merced conductiva
cobrada desde setiembre de mil novecientos ochenticuatro, más
intereses legales, los que se establecerán en ejecución de senten­
cia; declararon NULA la propia resolución de vista, en cuanto se
pronuncia sobre la excepción de falta de personería y sobre los
173
L1ZARDO TABOADA CORDOVA
puntos contenidos en las acciones planteadas en forma alternati­
va; en los seguidos por Inmobiliaria Sussie Sociedad Anónima con
Inversiones Cantó Sociedad Anónima y otros, sobre nulidad de
contrato y otros conceptos. Interviniendo el doctor Garrido Chapa­
rro de conformidad con el artículo ciento veintitrés de la Ley Orgá­
nica del Poder judicial; los devolvieron.
Preguntas
1.
¿La controversia en el presente caso gira sobré la
coiilormauon estructural del con'rmo de comprnven-.
o sobie el pago del precio?
cISIl
2.
¿O ué causal de nulidad está en discusión en el pre­
sente caso?
174
Solucionarlo de casos
Caso 1
Entre Eva Amorrortu de Balmaceda contra Antela Laura
Balarezo Vallebuena Vda. de Balarezo y Ofelia Calle Morales Vda.
de Balarezo sobre otorgamiento de escritura pública.
1. ¿En la controversia materia delpresente caso se ha perfeccionado el
consentim iento entre las partes y por ende el contrato de compra­
venta como lo afirma la parte demandante?
No, no se ha perfeccionado el consentimiento, por cuanto la
aceptación es un sí y no puede estar condicionada. No debe
olvidarse que de acuerdo al artículo 1359 del Código Civil no
hay contrato, mientras las partes no estén conformes en todas
sus estipulaciones, aun cuando la discrepancia sea secundaria.
2. ¿En la controversia materia delpresente caso encontramos una cau­
sal de nulidad o de anulabilidad?
Una causal de nulidad por falta de consentimiento de las par­
tes, que es el elemento fundamental para la estructura del
contrato.
175
LIZARDO TABOADA CORDOVA
Caso 2
Entre Ana María Castro Minaya contra Ana Gonzalo González
y Edificaciones Miraflores S.A. sobre otorgamiento de escritura
pública.
1. ¿La controversia del presente caso está referida a un problema de
ineficacia estructúralo de ineficaciafuncional?
A un problema de ineficacia funcional por cuanto ha queda­
do perfectamente acreditado que se perfeccionó el contrato y
que el mismo no estaba afectado por ninguna causal de inva­
lidez, sea nulidad o anulabilidad. Por el contrario la contro­
versia está referida a un problema de resolución que es una
de las categorías de ineficacia funcional.
2. ¿Sobre que categoría de ineficaciafuncionalgira el presente caso?
Sobre el supuesto de la resolución, por cuanto lo que se dis­
cute es el cumplimiento de la prestación del pago del precio y
el incumplimiento de dicha prestación; de acreditarse en el
expediente, origina la resolución del contrato.
Caso 3
Entre León Yepes Muñiz contra María Victoria Corio Planas
de Shack y Verónica Vallve Bustamante de Espinoza sobre otor­
gamiento de escritura pública.
1. ¿La controversia del presente caso está referida a un supuesto de
ineficacia estructural o a uno de ineficaciafuncional?
La controversia gira sobre un problema de ineficacia funcio­
nal, por cuanto no se discute en absoluto la formación válida
del contrato de compraventa, sino el cumplimiento de la pres­
tación del pago del precio y si ese cumplimiento generó o no
la resolución del contrato. Es decir, se discute únicamente si
176
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
el contrato ha perdido vigencia o no por un hecho posterior a
la formación del contrato y totalmente ajeno a su conforma­
ción estructural.
2. ¿Sobre qué categoría de ineficaciafuncionalgira el presente caso?
Sobre un supuesto de resolución por incumplimiento, es de­
cir, sobre un supuesto de resolución por causal legal.
Caso 4
Entre Fortunato Aguilar Hurtado contra Scala S.A. sobre
Nulidad de documento.
1. ¿La controversia en elpresente casogira sobre un problema de inefi­
cacia estructural o sobre uno de ineficacia funcional?
En el presente caso lo que se discute judicialmente es un pro­
blema de ineficacia estructural o invalidez, por cuanto lo que
se demanda es la nulidad de la renuncia voluntaria como acto
jurídico, aun cuando la demanda hace referencia indebida a
nulidad de documento. No se debe confundir el documento
con el acto jurídico contenido en él. No se puede demandar la
nulidad del documento cuando lo que se impugna es la vali­
dez del acto jurídico contenido en él, salvo que se demande la
nulidad del documento invocando defectos formales del mis­
mo documento. Pero en este caso lo que se demanda es la
nulidad de la renuncia como acto jurídico, por cuanto lo que
se discute es si existió o no una verdadera manifestación de
voluntad.
2. ¿Sobre que categoría de ineficacia estructuralgira la controversia
delpresente caso?
Sobre la categoría de nulidad, por cuanto se discute la estruc­
tura misma del acto jurídico de renuncia, en el sentido de si
177
LIZARDO TABOADA CORDOVA
existió o no dicha declaración de voluntad constitutiva de
dicho acto jurídico.
Caso 5
Entre Teresa Revoredo Gaviria contra Roberto Dammert Tode
y Doña Graciela Nieri Espejo de Dammert sobre Rescisión y nuli­
dad de contrato de locación conducción.
1. ¿La controversia sobre la que gira elpresente caso está referida a un
supuesto en e l cual se dan sim ultáneam ente causales de ineficacia
estructuraly de ineficaciafuncional?
No, en absoluto, en la controversia del caso se hace referencia
en forma conjunta a la rescisión y a la nulidad enforma injus­
tificada, por cuanto respecto de un único contrató no se pue­
de solicitar simultáneamente la nulidad y la rescisión, por tra­
tarse de causales de ineficacia incompatibles.
2. ¿Se trata en el presente caso de un problema de ineficacia fu n cio ­
nal?
Efectivamente, el problema principal está referido a un supuesto
de resolución contractual, aun cuando inexactamente se haga
referencia al mismo utilizando la expresión «rescisión».
Caso 6
Entre Víctor Alarcón Samardego y Llovina Olivera de la Cruz
contra Empresa de Administración de Inmuebles del Perú
(EMADIPERU) y Manuel Alarcón Lucana sobre Nulidad de
Acuerdo de Directorio.
1. ¿La controversia en elpresente caso gira sobre un problema de inefi­
caciafuncional o sobre un problema de ineficacia estructural?
178
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Evidentemente, gira sobre supuestos de ineficacia estructu­
ral, por cuanto lo que se discute es la legalidad o no de un
acto jurídico tomado en un acuerdo de directorio, y en tal sen­
tido se discute la conformación estructural de dicho acto jurí­
dico referido a su solicitud. No se trata de una discusión so­
bre un aspecto externo a la estructura del acto jurídico.
2. ¿Q ué causal de nulidad se discute en elpresente caso?
Se discute la causal de nulidad referida al contenido lícito del
acto jurídico, que en el Código Civil derogado de 1936 hacía
referencia al concepto de objeto ilícito, y que en el nuevx> Có­
digo Civil está referido al tema de la Finalidad y no del obje­
to. Sin embargo, en este caso, no se trata de un problema de
finalidad o causa como elemento del acto jurídico, sino de un
supuesto de contenido ilícito, en cuyo caso debe discutirse si
el contenido del acuerdo de directorio impugnado atenta con­
tra normas imperativas o no.
Caso 7
Entre Benigna Mendieta de la Cruz de Peralta contra Odilio Pe­
ralta Vega y Demetrio Yataco Carbajal sobre Nulidad de Contrato.
1. ¿La controversia en e lpresente caso gira sobre un problema de inefi­
caciafuncional o sobre uno de ineficacia estructural?
Gira sobre un supuesto de ineficacia estructural, por cuanto
lo que se discute es la legalidad o no de un acto jurídico, en el
sentido si el mismo se ha formado válidamente existiendo la
declaración de voluntad como elemento constitutivo del mis­
mo.
2. ¿ Qué causalde nulidad se encuentra en discusión en elpresente caso?
Se encuentra en discusión la causal de nulidad referida a la
existencia o no de manifestación de voluntad. Sin embargo,
179
LiZARDO TABOADA CORDOVA
debe tomarse en cuenta que la discusión no sólo debe estar
referida a esta causal, sino también a aquella referida a la nu­
lidad virtual del acto jurídico por tener un contenido que aten­
ta contra normas imperativas, es decir, un acto jurídico con
contenido ilícito.
Caso 8
Entre Blanca Chávez de Bernedo contra Víctor Bernedo
Medina, Arístides Villacorta, Manuela López de Villacorta y Ban­
co Wiese Ltdo. Sobre nulidad de escritura de compraventa.
1. ¿La controversia materia del presente caso gira sobre nulidad del
documento o sobre la nulidad del acto jurídico contenido en él?
Sobre la nulidad del contrato de compraventa contenido en él.
2. ¿Q ué causal de nulidad está en discusión en el presente caso?
La causal de nulidad referida a la falta de manifestación de
voluntad del agente, contemplada en el primer inciso del art.
219 del Código Civil. Sin embargo, además de esta causal, la
discusión debe girar también sobre la nulidad virtual por ac­
tos jurídicos con contenido ilícito por atentar contra las nor­
mas imperativas, en este caso las normas sobre disposición
de bienes comunes contenidas en el mismo Código Civil.
Caso 9
Entre Instituto de Educación Especial para minusválidos y
sordomudos y Universidad Nacional de Trujillo contra Luis
Arturo Soto Crisp, María Perreyra Vidal de Salinas y Arturo Soto
Vidal sobre Nulidad de Escritura Pública de compraventa.
1. ¿La controversia en elpresente caso gira sobre la nulidad del docu­
mento o sobre la nulidad del acto jurídico contenido en él?
180
NULIDAD DEL ACTO JURIDICO
Evidentemente, sobre la nulidad del contrato de compraven­
ta y no sobre la nulidad de la escritura pública como docu­
mento.
2. ¿ Q ué causal de nulidad está en discusión en elpresente caso?
La discusión gira sobre la existencia o no de un contrato de
compraventa simulado absolutamente. Consiguientemente,
debe examinarse si ha configurado o no un supuesto de si­
mulación absoluta, en el cual las partes con el ánimo de enga­
ñar a los terceros aparentan celebrar un acto jurídico que no
desean celebrar real y efectivamente.
Caso 10
Entre Inmobiliaria Sussie S.A. contra Inversiones Cantú S.A.,
Urbe S.A., Urbanizadora Santa Rosa del Palmar S.A. e Inmobilia­
ria Dafna S.A. sobre Nulidad de contrato.
1. ¿La controversia en el presente caso gira sobre la conformación es­
tructural del contrato de compraventa o sobre elpago delprecio?
Gira sobre la conformación estructural del contrato de com­
praventa, en el sentido de si es verdadero o simulado por exis­
tir o no el pago del precio. Consiguientemente, se trata de una
discusión sobre la existencia misma del contrato compraventa
por existir o no el precio pactado. No se trata de un problema
de incumplimiento del contrato de compraventa por falta de
pago de precio. Lo que se discute es si realmente existió un
precio real, o sobre si se trató de un precio aparente.
2. ¿ Qué causal de nulidad está en discusión en el presente caso?
Evidentemente, la causal de nulidad sobre simulación absoluta.
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