Subido por Guillermo Fuenmayor

AINES

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Universidad del Zulia
Facultad de Medicina
Escuela de Medicina
Departamento de Ciencias fisiológicas
Cátedra de Farmacología
Dra. Ana Graciela Siso de Serrano
Mayo del 2009.
Antiinflamatorios no esteroideos: AINEs
Las acciones antiinflamatoria, analgésica y antipirética de la aspirina se
hicieron bien conocidas durantes los años siguientes a su introducción en 1899.
Mas recientemente han sido reconocidos los benéficos efectos de las acciones
antitrombóticas del fármaco, en la enfermedad de la ateroesclerosis. Más aún en
la actualidad hay una fuerte evidencia epidemiológica a favor de la aspirina como
agente preventivo para el cáncer de colon, así como que su ingestión disminuye
la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
Los AINEs, un grupo de compuestos químicamente diversos, que comparten los
principales efectos terapéuticos y colaterales de la aspirina, también tienen en
común, tal como fue descrito por Sir John Vane en 1971, la inhibición de la
actividad enzimática de la ciclooxigenasa (COX) la cual es la enzima limitante
de la síntesis de prostaglandinas, prostaciclinas y tromboxanos, a partir del
ácido araquidónico.
Mecanismo de acción:
La COX es inhibida en forma irreversible por la aspirina, que acetila un residuo de
serina (Ser 530) en la COX-1 y en posición 516 en la COX-2, impidiendo el acceso
del ácido araquidónico al sitio catalítico de las isoenzimas.
Los restantes AINEs inhiben la enzima en una forma estéreo-específica,
competitiva y reversible.
Solo unos pocos AINEs (Diclofenac e Indometacina) producen una inhibición
significativa de la lipooxigenasa (LOX) en adición a la inhibición de la COX.
Algunos AINEs además de inhibir la COX, pueden bloquear los efectos de
bradicinina y estabilizar las membranas lisosomales (Ketoprofeno) o inhibir la
motilidad de los polimorfonucleares (Indometacina).
A nivel central, los AINEs pueden además aumentar la liberación de encefalinas
(opiodes endógenos), así como los niveles de serotonina y ácido kinurénico
(antagonista endógeno de los receptores NMDA)
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Acciones farmacológicas con interés terapéutico de los AINEs:
Actividad analgésica de intensidad moderada o media, con un techo inferior
al de los opiodes, pero sin alterar el sensorio o la percepción.
Son útiles en dolores articulares, musculares, dentarios, cefaleas de diversa
etiología, dolores postoperatorios y post-traumáticos, dolores asociados a
neoplasias, etc, siendo de especial utilidad en dolores donde las prostaglandinas
tienen una destacada participación (Dismenorrea o situaciones que cursan con
actividad osteoclástica, como metástasis óseas)
La acción analgésica de los AINEs se debe mayoritariamente a inhibición de la
síntesis de PGs a nivel periférico (Impidiendo la sensibilización de las
terminaciones nerviosas nociceptivas) y también a nivel central, sobre todo en
la médula espinal (donde dichas PGs son producidas a consecuencia de la
actividad neuronal en respuesta a la estimulación de las aferencias nociceptivas)
Acción antipirética: Por inhibición de la síntesis de prostaglandinas inducida
por pirógenos endógenos (Citocinas como IL-1B, IL-6, TNF e interferones) o
tóxicos (Endotóxinas o lipopolisacáridos bacterianos) en áreas del SNC
relacionadas con el control de la temperatura corporal, como el área preóptica del
hipotálamo anterior.
AINEs como Diflunisal y Glafenina, que no atraviesan barrera hematoencefálica,
carecen por tanto de efectividad como antipiréticos.
Acción antiinflamatoria: Mediante inhibición de la síntesis de prostaglandinas y
tromboxanos, los AINEs reducen su actividad vasodilatadora y quimiotáctica.
Pueden además interferir en diversas funciones de los neutrófilos como su
adhesividad, agregación, quimiotáxis, fagocitosis, desgranulación y formación de
radicales libres.
Acción antiagregante plaquetaria: Es consecuencia de su efecto inhibidor de la
COX-1 y por lo tanto descenso de los niveles de TXA2 en las plaquetas. Es una
acción que no comparten en la misma medida todos los AINEs.
La acción de inhibición de la agregación de las plaquetas, es utilizada
terapéuticamente en la prevención a largo plazo de accidentes tromboembólicos
coronarios y cerebrales.
Acción uricosúrica: Es consecuencia de la inhibición del transporte del ácido
úrico desde la luz del túbulo renal hacia el espacio intersticial, por un proceso de
competencia en el transporte de ácidos orgánicos, que solo es apreciable con
algunos AINEs, como Salicilatos a dosis elevadas, Fenilbutazona y Sulfinpirazona.
Reacciones adversas comunes de los AINEs:
Efectos colaterales gastrointestinales:
Es sabido que la exposición a los antiinflamatorios no esteroideos, incrementa
sustancialmente el riesgo de sangrado y/o ulceración de vías digestivas superiores
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por lesión tópica y efectos sistémicos, siendo el sitio más frecuente y severamente
afectado, el antro gástrico.
El daño de la mucosa es iniciada tópicamente por las propiedades ácidas de la
aspirina y muchos otros AINEs. A causa de su baja constante de disociación, que
varía con cada agente, estos ácidos débiles permanecen en su forma lipofílica no
ionizada en el lumen gástrico altamente ácido, lo que favorece su migración a
través de la membrana plasmática de la mucosa gástrica, hacia las células
epiteliales, donde los AINEs se disocian a su forma ionizada, resultando atrapados
en una trampa iónica.
Además causan daño tópico por disminución de la hidrofobicidad del moco
gástrico, lo que permite que el ácido gástrico y pepsina endógenos lesionen el
epitelio superficial.
Sin embargo, los efectos sistémicos de los AINEs son de mayor importancia
en el desarrollo de la lesión de la mucosa gastroduodenal y son la
consecuencia de la inhibición de la síntesis de prostaglandinas, por lo que el
uso de presentaciones con cubierta entérica, parenterales o rectales, han
fallado en la prevención de dicho efecto colateral.
No obstante existe una gran variabilidad individual entre los diferentes AINEs, en
su riesgo de inducir complicaciones gastrointestinales. Algunas de estas aparentes
diferencias en toxicidad, están relacionadas con la dosis, por lo que se concluye
que debe prescribirse la menor dosis efectiva, lo que se asociaría con un bajo
riesgo comparativo.
Otros importantes factores de riesgo de sangrado de vías digestivas superiores
son: Edad (Particularmente pacientes mayores de 75 años de edad) uso de
anticoagulantes, altas dosis de AINEs, uso de dos o más AINEs simultáneamente,
historia de ulcera péptica o sangrado GI, uso concomitante de corticoesteroides o
serias enfermedades coexistentes.
Misoprostol (Al menos tres veces al día) y los Inhibidores de la bomba de
protones, son las drogas más efectivas en la profilaxis de ulceras GI inducidas por
AINEs, más no de los síntomas asociados de dispepsia.
Los síntomas de dispepsia son tratados con Antagonistas H2 o Inhibidores de la
bomba de protones (PPIs)
En caso de ulcera gastroduodenal por terapia con AINEs se recomienda
descontinuar el uso de los AINEs y administrar antagonistas H2 o mejor aún PPIs
que son más efectivos.
En caso de ulcera gastroduodenal y necesidad imperiosa de terapia con AINEs,
solamente se recomiendan los PPIs.
Efectos colaterales renales:
Reducción de la función renal
En estados de hipotensión o hipovolemia, cuando la perfusión renal está
comprometida, las prostaglandinas vasodilatadoras son esenciales para asegurar
un flujo sanguíneo renal y una velocidad de filtración adecuadas, por lo que la
administración de AINEs en dichas circunstancias, conduce a una disminución
de la perfusión renal y de la velocidad de filtración glomerular.
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En pacientes con glomerulonefritis crónica o en tratamiento con diuréticos, pueden
desencadenar nefropatías de carácter agudo, reversibles al suspender la
administración del AINE, como nefritis intersticial aguda, con o sin síndrome
nefrótico, vasculitis o estados de hipoperfusión renal.
Retención de agua, sodio y potasio.
Contrarrestan los efectos antagonistas de las prostaglandinas sobre la hormona
antidiurética y de su inhibición del transporte activo de Cl en la rama ascendente
del asa de Henle, lo que conduce a retención de agua y sodio.
Al inhibir la secreción de renina prostaglandina-dependiente, tienden a provocar
hiperkalemia.
Además reducen la eficacia de los diuréticos y drogas antihipertensivas.
Toxicidad renal crónica:
El consumo constante y prolongado puede conducir a Nefritis intersticial
crónica, Necrosis papilar renal e Insuficiencia renal crónica.
Fenómenos de hipersensibilidad:
Reacciones de hipersensibilidad variadas (rinitis alérgica, edema angioneurótico,
erupciones maculo-papulares, urticaria, asma bronquial, hipotensión, shock
anafiláctico) aparecen en el 1-2% de los pacientes bajo tratamiento con AINEs.
Estas reacciones son de carácter alérgico (raras, por mecanismos inmunológicos)
o seudoalérgico, más frecuentes, indistinguibles de las anteriores y posiblemente
relacionadas con la inhibición de la síntesis de prostaglandinas en conexión con
una sensibilidad especial.
En las reacciones seudoalérgicas predominan la rinorrea, vasodilatación facial y el
asma, generalmente en pacientes con historia de rinitis vasomotora, congestión
nasal crónica, pólipos nasales y/o asma. Estas reacciones seudoalérgicas pueden
ser producidas por cualquier AINE y son cruzadas entre ellos.
En estos casos es preferible utilizar
Benzidamida y Nimesulide, como
antiinflamatorios y Dextropropoxifeno o Acetaminofen como analgesicos.
En la etiología de las reacciones seudoalérgicas se ha implicado un desvío del
metabolismo del ácido araquidónico hacia la síntesis de leucotrienos por
inhibición de la ciclooxigenasa mientras que la lipooxigenasa no es inhibida.
Reacciones hematológicas:
Agranulocitosis, anemia aplásica, trombocitopenia y anemia hemolítica.
La incidencia en su conjunto es baja, de unos pocos casos por millón.
Se destacan la agranulocitosis por Aminopirina y Fenilbutazona; la agranulocitosis
por Metamizol o Dipirona que parece menos frecuente de lo que inicialmente se
pensó.
La anemia aplásica puede estar relacionada con Pirazolona, Indometacina y
Diclofenac.
También se describen casos de anemia hemolítica en individuos con déficit de
G-6-PD.
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Isoformas de la ciclooxigenasa:
Se han identificado dos isoformas de la enzima ciclooxigenasa: La COX-1 que se
expresa constitutivamente en la mayoría de los tejidos y parece estar involucrada
en la producción basal de prostaglandinas que participan en el control de
funciones fisiológicas y la COX-2 que es mayoritariamente inducible por
citocinas y mediadores de la inflamación (citocinas, toxinas bacterianas y
factores de crecimiento) y expresada en determinadas células (macrófagos,
linfocitos, células endoteliales y sinoviales, condrocitos, osteoblastos, etc) en el
curso de un proceso inflamatorio.
La COX-1 se expresa en un nivel prácticamente constante en la mayoría de las
células, incluyendo mucosa GI y plaquetas.
La COX-2 se expresa constitutivamente en la región de la mácula densa renal,
vasos deferentes, así como en neuronas de la corteza cerebral y del sistema
límbico del cerebro.
En la mayoría de las células la COX-2 se expresa a muy bajos niveles, pudiendo
ser dramáticamente regulada en más por muchos estímulos tales como citocinas
inflamatorias, mitógenos, hormonas y lipopolisacáridos bacterianos o endotóxinas.
La expresión de la COX2 es inhibida por los glucocorticoides en todas las células y
tejidos estudiados.
Isoformas de la COX como mediadores de procesos fisiológicos:
La expresión de la COX-1 que es constitutiva en la mayoría de los tejidos,
desempeña un papel homeostático en la protección de la mucosa gástrica,
activación plaquetaria, funciones renales y diferenciación de los
macrófagos.
La expresión de la COX-2 está restringida en condiciones basales, pero
puede ser inducida marcadamente en respuesta a citocinas, factores mitógenos y
de crecimiento, hormonas y muchos otros estímulos fisiológicos y patológicos.
La expresión de la COX-2 es inducida en procesos patológicos (inflamación,
dolor, fiebre y proliferación irregular), de reparación tisular, procesos
fisiológicos (reproducción, funciones renales, etc.) y de desarrollo (riñón).
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Clasificación de los inhibidores de la COX
Este esquema está basado en datos bioquímicos o enzimáticos, biológicos y
farmacológicos, así como clínicos.
Inhibidores específicos de la COX-1:
Aspirina en bajas dosis, que es utilizada clínicamente por su propiedad de inhibir
la agregación plaquetaria, en la profilaxis de eventos cardiovasculares.
Es el único agente, de uso en clínica que (en esas dosis) puede clasificarse así.
Inhibidores no específicos de la COX:
Comprenden la mayoría de los AINEs que aunque comparten las tres acciones
que los definen, (Analgésica, antiinflamatoria y antipirética), su eficacia relativa
para cada una de ellas puede ser diferente.
Inhiben de manera no selectiva la actividad enzimática de ambas isoformas, o en
todo caso, en mayor medida la de la COX-1.
Inhibidores preferenciales de la COX-2:
Manifiestan actividad antiinflamatoria y analgésica a dosis a las que no causan
inhibición significativa de la COX-1.
A dosis más altas, pueden inhibir la COX-1 y comportarse como un inhibidor
inespecífico cualquiera.
Inhibidores específicos de la COX-2:
No muestran significativa inhibición clínica de la COX-1 en el máximo de sus dosis
terapéuticas. Bioquímicamente muestran más de 100 veces preferencia en inhibir
COX-2 que COX-1. Son ejemplos Celecoxib y Rofecoxib, recientemente retirados
del mercado, por efectos adversos cardiovasculares.
Inhibidores no específicos de la COX o AINEs inespecíficos:
Salicilatos:
Ácido acetilsalicílico (AAS) o aspirina
Prototipo de los AINEs, viene en tabletas de 0,5g y 100mg sola, o en combinación
con cafeína (Anacin) o codeína (Acuten).
También se comercializa como:
Formulaciones tamponadas efervescentes (Alka Seltzer) diseñadas con la
finalidad de aumentar la solubilidad y por lo tanto la velocidad de absorción, al
tiempo de tratar de minimizar la irritación local de la mucosa gástrica, teniendo
además una excreción renal más rápida.
Formulaciones con antiácidos (Ascriptin).
Formulaciones de liberación controlada, diseñadas con la finalidad de retrasar la
disolución y liberación de AAS hasta llegar al duodeno, donde se absorbe en
forma más lenta, gradual y sostenida.
Acetilsalicilato de lisina (Asalis) Para uso parenteral.
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Derivados del ácido salicílico: Salicilato sódico, trisalicilato de colina y
magnesio, sulfasalazina, salicilamida y Diflunisal (Dolobid) con escasa actividad
antiinflamatoria y poca o nula acción antipirética.
Para mayor efectividad antitrombótica se requieren dosis pequeñas de AAS
(Entre 50 y 200mg/día) ya que en esas dosis inhibe en mayor grado la COX-1
y por tanto síntesis de TBA2 que la COX-2 y consiguiente síntesis de
prostaciclina (PGI2)
Dado que la inhibición enzimática es irreversible con AAS y la plaqueta no
tiene capacidad de sintetizar nuevas enzimas, la inhibición de la adhesividad
plaquetaria por AAS es prolongada, pudiéndose administrar la aspirina una sola
vez al día, o inclusive alternativamente, para tal finalidad.
Efectos adversos propios:
Síndrome de Reye: En niños y adolescentes con fiebre por infecciones virales
(gripe o varicela) el uso da AAS se ha relacionado epidemiológicamente con dicho
síndrome, que consiste en una Encefafalopatía aguda que cursa con
degeneración grasa del hígado y disfunción mitocondrial. La elevada
mortalidad del síndrome (20-40%) contraindica el uso de AAS en dichos pacientes.
Salicilismo: A dosis elevadas los pacientes experimentan tinnitus, hipoacusia,
vértigo, hipertermia y estimulación respiratoria con hiperventilación y alcalosis
respiratoria a dosis tóxicas. La alcalosis es seguida de acidosis mixta
(metabólica y respiratoria) por depresión respiratoria y acumulación de los
derivados metabólicos del ácido salicílico.
Los salicilatos dan lugar a múltiples interacciones medicamentosas:
Por desplazamiento de otras drogas de su unión a las proteínas plasmáticas
(Warfarina, hipoglicemiantes orales, Metotrexate, Fenitoína).
Potencia la ototoxicidad de Vancomicina
Disminuye el efecto uricosurico de Sulfipirazona y Probenecid.
Disminuye el efecto antihipertensivo de Bloqueadores de canales de calcio e
Inhibidores de la ECA y se opone al efecto diurético de las Tiazidas, Furosemida y
otras drogas utilizadas con tal finalidad.
Derivados de la pirazolona:
Metamizol o Dipirona (Novalcina, Bral, Conmel)
Tiene, además de las acciones comunes a los otros AINEs, acción relajante de
musculatura lisa, de utilidad en el dolor tipo cólico, solo o asociado con
espasmolíticos o anticolinérgicos.
El riesgo relativo de agranulocitosis o anemia aplásica por Metamizol es más
elevado que con otros AINEs. Es superior en las mujeres y aumenta con la edad.
Puede producir además leucopenia, trombocitopenia y reacciones cutáneas.
Viene en presentaciones para uso oral y parenteral.
Fenilbutazona (Promifen Ticinil Calcio)
El AINE con más alto riesgo de producir discrasias sanguíneas.
Presenta además múltiples interacciones medicamentosas.
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Excelente actividad antiinflamatoria, analgésica, antipirética y uricosúrica.
Oxifenbutazona es su metabolito activo.
Solo se recomienda por breves períodos de tiempo: Máximo 2 semanas de
tratamiento, en pacientes que no responden a otros AINEs menos tóxicos
Derivados del ácido propiónico:
Ibuprofeno prototipo del grupo (Motrin Brugesic, Ibutan)
Naproxeno (Synaprosyn), Fenoprofeno, Ketoprofeno (Lindilan, Profenid),
Flurbiprofeno (Ansaid, Ácido Tiaprofenico (Torpas), etc.
El primero de la serie fue el Ibuprofeno cuyo éxito comercial, promovió el
desarrollo de numerosos otros derivados, ya que son antiinflamatorios y
analgésicos de moderada eficacia (comparables a 2-3g diarios de AAS) con
menos efectos colaterales adversos, sobre todo GI, que aspirina. No presentan los
problemas hematológicos de las Pirazolonas y menos alteraciones neurológicas
que la Indometacina.
Difunden bien hacia el líquido sinovial (su objetivo, cuando tratamos patologías
articulares) donde alcanzan concentraciones entre el 50 y 70% de las plasmáticas,
siendo importante el hecho de que estas concentraciones son más estables que
las plasmáticas y a ellas se atribuyen gran parte de los efectos beneficiosos de
estos compuestos.
Son un grupo bastante homogéneo en cuanto a sus características farmacológicas
siendo sus principales diferencias fundamentalmente cinéticas, como en el caso
de Naproxeno cuya vida media prolongada (13-14 horas) en lugar de las 2-3
horas de Ibuprofeno, permite un régimen de administración más cómodo (dos
veces al día) en lugar de cada 6-8 horas.
Derivados del ácido indolacético:
Indometacina (Indocid): ES un AINE sumamente eficaz, ya que es uno de los
más potentes inhibidores de la ciclooxigenasa, aunque con una elevada incidencia
de efectos secundarios intolerables, a veces irreversibles y potencialmente fatales.
Uno de sus efectos colaterales más frecuentes es cefalea frontal en 25-50% de los
pacientes que reciben tratamiento prolongado. Otros efectos adversos son vértigo,
mareos y desorientación. Puede agravar la epilepsia, depresión o
parkinsonismo. También puede producir agranulocitosis (riesgo inferior a
Metamizol y superior a Fenilbutazona) o anemia aplásica (riesgo superior a otros
AINEs)
Es fetotóxica y teratogénica (demostrado en animales) durante el primer
trimestre pudiendo inducir cierre prematuro del conducto arterioso.
Otros usos: Procesos febriles rebeldes a otros tratamientos, como por ejemplo
enfermedad de Hodgkin. Cierre del ducto arterioso del recién nacido.
Derivados del ácido pirrolacético:
Sulindac (Clinoril), Ketorolac (Ketorel) y Tolmetina
Sulindac: Es un profármaco, que debe ser transformado a su metabolito sulfuro.
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Se caracteriza por prácticamente no alterar la secreción de PGs renales y función
renal.
Ketorolac: Bastante efectivo como analgésico, con moderada eficacia
antiinflamatoria.
Derivados del ácido fenilacético:
Diclofenac (Voltaren, Viavox) y Aceclofenac (Bristaflam)
Potentes analgésicos, antiinflamatorios y antipiréticos. Se acumulan en el líquido
sinovial, lo que explica la duración más prolongada de sus efectos de lo que se
esperaría de sus vidas medias.
El Diclofenac además de inhibir la síntesis de PGs, disminuye la concentración de
ácido araquidónico en los leucocitos.
Hasta un 15% de los pacientes presentan incremento temporal de las
transaminasas (hepatitis), lo que suele ser reversible, pero en ocasiones obliga a
la suspensión del tratamiento.
Oxicamas:
Piroxicam (Feldene) y Tenoxicam (Tilcotil)
Potentes drogas antiinflamatorias (20mg de Piroxicam se comparan a 2gramos de
AAS)
Además de inhibir la ciclooxigenasa, inhiben la quimiotaxis, liberación de enzimas
lisosómicas y agregación de los neutrófilos, así como la proteoglucanasa y
colagenaza del cartílago.
Tienen vidas medias de eliminación prolongada, por lo que es adecuado
administrarlos una sola vez al día.
Tenoxicam no es eficaz como antipirético.
Derivados del ácido antranílico:
Ácido mefenámico (Ponstan)
Amplia aceptación clínica
Reacción adversa específica: Diarrea (esteatorrea). No debe utilizarse por más de
una semana y no debe administrarse en niños.
Inhibidores preferenciales de la COX-2:
Meloxicam (Mobic): Es una enolcarboxamida relacionada con Piroxicam.
Se estima que es de 3 – 77 veces más selectivo por la COX-2 que por la COX-1.
Es estructuralmente diferente de los denominados inhibidores específicos.
Tiene un Tmax de 5-6 horas, luego de una lenta, pero más o menos completa
absorción por vía oral, con una vida media de eliminación de cerca de 20 horas, lo
que permite su administración una sola vez al día. Viene también en presentación
para administración parenteral.
Es altamente selectivo a dosis de 7,5mg, con efectos colaterales GI comparables
al placebo. Sin embargo a dosis mayores de 15mg, causa niveles de lesión de la
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mucosa intermedios entre placebo y 20mg de Piroxicam. Esto nos habla de una
reducción de la selectividad, a las dosis más elevadas de Meloxicam.
Nimesulide (Scaflan, Normosilen, Aulin): Es de 5-16 veces más selectivo por
la COX-2, con una estructura química (Sulfonamida) potencialmente capaz de
acceder al bolsillo lateral de dicha isoforma.
Se absorbe casi completamente luego de ser administrado por vía oral, con una
Tmax de1, 2 - 3,2 horas y una T1/2 de eliminación de 1,6 - 5,0 horas.
Generalmente no se le atribuye mayor tolerabilidad GI que otros AINEs no
selectivos, porque las dosis utilizadas en la práctica, resultan en concentraciones
plasmáticas donde la selectividad por la COX-2 se pierde. Sin embargo algunos
autores le atribuyen baja toxicidad GI y renal, así como pocas o poco importantes
interacciones con otras drogas.
Es importante resaltar el hecho de que en pacientes con reacciones seudo
alérgicas con aspirina y/o otros AINEs, Nimesulide, Acetaminofen y
Glafenina son alternativas posibles.
Son acciones farmacológicas de este fármaco: Inhibición preferencial de la
síntesis de PGs, vía COX-2, reducción en la liberación y acciones de citocinas,
disminución de la liberación de histamina, de enzimas que degradan el cartílago,
así como de la liberación de aniones súper óxidos y otras substancias tóxicas de
los neutrófilos.
En cuanto a su potencial toxicidad hepática, al igual que los otros AINEs, ha sido
asociado con hepatotóxicidad hepática en pacientes susceptibles.
Nimesulide se ha asociado con efectos adversos hepáticos, poco frecuentes,
pero impredecibles, como incremento de la actividad de las
aminotransferasas séricas, necrosis hepatocelular y/o colestasis
intrahepática.
La droga durante su metabolismo hepático, genera intermediarios reactivos
que han sido implicados en estrés oxidativo, unión covalente e injuria
mitocondrial. Sin embargo, solo en un pequeño número de pacientes, factores
genéticos o no, harán que esta toxicidad potencial, se haga clínicamente
manifiesta. La incidencia de daño hepático es de 0,1 x 100.000 pacientes
tratados.
Otros AINEs bien tolerados desde el punto de vista GI, como Etodolac (Lodine)
y Nabumetone (Relifex) pueden ser selectivos, pero falta evidencia que lo
demuestre.
Etodolac tiene otras propiedades que contribuyen a su mayor seguridad como
bajo nivel de circulación entero-hepática y vida media corta, mientras que
Nabumetone es una pro-droga, no ácida, sin circulación entero-hepática.
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Inhibidores específicos de la COX-2:
Celecoxib
(Celebrex)
Rofecoxib
(Vioxx)
Parecoxib
Valdecoxib (Bextra®) Etoricoxib (Arcoxia®) Cox-189.
Retirados del mercado por efectos adversos cardiovasculares.
(Dynastat®)
Otros analgésicos:
Derivados del Para-aminofenol:
Acetaminofen o Paracetamol (Tempra Tachipirin Tylenol)
Aún cuando es equivalente a aspirina como analgésico y antipirético no tiene
efecto antiinflamatorio, ni inhibe la adhesividad plaquetaria.
Se atribuye esta característica a su débil inhibición de la ciclooxigenasa, o a
pérdida de su capacidad de inhibición enzimática en presencia de altos niveles de
peróxidos, como los que se encuentran en tejidos inflamados.
En sobredosis, puede producir necrosis hepática, por formación de un metabolito
(N-acetil-benzo-quinoneimina) el cual reacciona con los grupos sulfidrilos del
glutatión hepático, dando lugar a depleción hepática del mismo. Esto conduce a su
vez a incremento del calcio intracelular, con consecuente activación de una
endonucleasa y fragmentación del ADN del hepatocito. El antídoto es la N-acetilcisteína, que restaura los depósitos de glutatión si es administrado tempranamente
(primeras 10 – 36 horas).
Dra. Ana Graciela Siso de Serrano
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