Juan Esteban Cardona López Laboratorio de Otras Miradas Grupo de Teatro Fray Rafael de la Serna. Hijo de Francisco de la Serna y Luisa Llanos nació de Santafé de Bogotá el 1 de marzo de 1768 en “el momento álgido del absolutismo ilustrado, cuando un Estado fuerte garantizó la estabilidad política y se sacó el mayor partido a unas estructuras separadas que rindieron beneficios de las inversiones coloniales”1. Ingresó a la Orden Franciscana en el año de 1783 dos años después del famoso ¡Viva el Rey de España y muera su mal gobierno! Grito con el que los vecinos de Guarne se dirigieron a la pulpería de don Jerónimo Mejía, el domingo 17 de junio de 1781 donde las clases bajas de la sociedad estamental mostró su disgusto generalizado en varios lugares del reino contra los impuestos injustos que imponía la Corona, además de los otros abusos que la sociedad colonial y la miseria impartía sobre ellos.2 Fray Rafael de la Serna fue Bautizado en la Catedral a los tres días de nacido. Por una Cedula Real expedida en Aranjuez por el rey Carlos IV, fue ordenada la creación de un colegio para la formación de los vecinos de la villa de Medellín, ya desde la capital virreinal, se envía a fray Rafael de la Serna en 1803 para la fundación del colegio de franciscanos por orden de sus superiores quienes le escogieron para el cargo, pero “la conmoción externa precipitó la crisis: la Revolución francesa agudizo las divisiones políticas y condujo a una guerra con el exterior y, a su vez, la guerra perturbó la vida colonial y comprometió los beneficios americanos”; hechos que aumentar la tensión en el Nuevo Reino de Granda, cuestión que se puede verificar en la intensión de fray Rafael de crear una universidad en su plan de estudio que hablaba de facultades, pero que fue rechazada como una intención de mantener un gobierno fuerte y central, obediente al 1 2 Lynch, John. El Siglo XVIII: Historia de España, XII, (Barcelona: Editorial Crítica, 1991) p.13. Díaz Ospina, Luis Alfonso. Historia de Guarne. P.13. monarca, ya que los ilustrados para aquel entonces estaban cuestionando la legitimidad de la hegemonía de la metrópoli3. Más en 1808 con la invasión napoleónica a España, donde el emperador coronó a su hermano José como rey de España y de las Indias, que produjo una reacción en todos los territorios del imperio al evidenciar la anormalidad que se había presentado, donde se crearon Juntas que intentaron llenar la ausencia del soberanía que sólo el monarca detentaba, ahora esta soberanía la asumieron los vecinos poderosos de las ciudades y villas del imperio. Para Fray Rafael de la Serna ver a simples hombres ejerciendo la práctica divina que Dios le había concedido a un rey, que además estaba “preso” por el invasor en Francia; si es que se le puede llamar así a un palacio lleno de nobles y sirvientes. Defendió como un buen religioso la autoridad del monarca, mientras fue expulsado en 1812 por Juan del Corral al no estar de acuerdo con el proyecto de emancipación huyendo a Guaduas. Tras la reconquista, Fray Rafael regresa a la villa de Medellín y se niega a asumir la dirección del convento mientras solicita al cabildo un informe sobre los recursos para la construcción del colegio convento. Fray Rafael vivió sus últimos días en Tunja donde murió en 1838, allí estaba encargado de la cátedra de teología y la regencia de estudios, quien sabe cómo habrá considerado él la instauración de la república. 3 Lynch, John. El Siglo XVIII: Historia de España, XII, (Barcelona: Editorial Crítica, 1991) p.13.