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Qué es la Internacionalización de empresas

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¿Qué es la Internacionalización de empresas?
La internacionalización empresarial es el proceso por el cual la compañía crea las
condiciones necesarias para salir al mercado internacional. Las empresas tienden,
cada vez más, a la deslocalización (al movimiento que realizan algunas
empresas trasladando sus centros de trabajo en países desarrollados a
países con menores costes para la empresa, generalmente a países en vías
de desarrollo.) y a dirigir su estrategia hacia el exterior .La internacionalización es
un proceso a largo plazo, con etapas clave en un plan detallado. No se trata de
tener una presencia puntual en algún otro país, sino de estar completamente
asentado en la economía de esos países. Hay que tener la estrategia bien definida
en el mercado local y entender que los mercados internacionales aportan otras
variables a la posibilidad de éxito del producto o servicio: temas culturales, los
requisitos sanitarios, ambientales, normas técnicas y reglamentaciones en los
productos.
La globalización ha hecho que este proceso sea más sencillo gracias al uso del
Internet. La nueva dinámica de la económica mundial, la apertura de economías
locales, hace que el mercado ahora sea todo el mundo.
¿Qué tener en cuenta para internacionalizar la empresa?
Analizar las ventajas competitivas de cada mercado al que se ingresa. El clásico
análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas).
Definirse internamente, la estrategia, la filosofía, la metodología de trabajo, hay
que estar bien localmente para salir “afuera”.
Tener en cuenta los costos de penetración de los mercados y cómo han
disminuido. Antes debías viajar y tener reuniones presenciales, hoy es más fácil
tener socios con los que uno se reúne por videoconferencias, es fundamental
hacer contactos.
Tener en cuenta la distribución del producto (logística), la producción que se
necesita para cubrir la demanda, la posibilidad de que se necesite más personal
trabajando.
1. Introducción: la decisión de invertir en el exterior
Muchas son las empresas que al desarrollar sus actividades tienen relaciones
económicas internacionales, tanto para proveerse de fondos financieros, para
adquirir materias primas o cualquier clase de inputs (influencia, que contribuye a
producir un resultado que se utiliza en un proceso productivo) necesarios para su
actividad, o como parte de su actividad comercializadora e incluso productiva. En
todos los casos la empresa tiene como escenario un país extranjero.
Por ello, cuando se habla de una empresa internacional o internacionalizada, el
concepto se restringe un poco. Siguiendo al profesor Durán (2001)
entendemos por empresa internacional aquella que sirve de forma regular a
una demanda localizada en un mercado exterior –denominado país de
destino–. A este respecto, Iborra et al., (2007) aluden que la empresa es
internacional cuando mantiene relaciones producto-mercado con clientes de
un país extranjero. Las siguientes cuestiones a plantearse son: ¿cómo se
atiende esta demanda?; ¿qué implica para la empresa?; ¿dónde localizará la
empresa sus actividades para servir a la demanda exterior? y ¿qué
actividades realiza la empresa fuera de su país de origen?
Responder a estas cuestiones lleva a definir dos tipos de empresa internacional.
Por una parte distinguimos las
EMPRESAS EXPORTADORAS, que son aquellas que comercializan su
producción en país distinto de su país de origen, es decir, que solo
internacionalizan las actividades relacionadas con la comercialización; además,
esta comercialización se realiza desde el país de origen, es decir, que en ningún
caso la empresa exportadora necesita tener presencia directa en el país de
destino.
Un segundo tipo de empresa internacional son las empresas multinacionales.
Estas últimas tienen presencia directa, inversiones propias, en el país de destino
y, además, controlan las actividades empresariales en el exterior a través de unas
empresas, localizadas en dicho país de destino, que se denominan filiales o
subsidiarias.
Estas compañías pueden dedicarse a diferentes actividades:
La comercialización de productos de la empresa que se han fabricado en cualquier
otro lugar. En este caso, se denominan filiales de venta o comercialización. La
fabricación de productos o de subproductos y componentes de la empresa,
denominándose filiales de producción o manufactureras.
La investigación –tanto básica como aplicada– y el desarrollo de nuevos productos
o procesos productivos, que se denominan centros tecnológicos o de I+D.
En consecuencia, la decisión de invertir en el exterior o de internacionalización de
la empresa, al igual que la aceptación o rechazo de cualquier proyecto de
inversión, ha de venir justificada por el correspondiente análisis costo-beneficio,
medido, por ejemplo, en términos de flujo de caja. Junto a este habrá que apreciar
el nivel de riesgo que dicha inversión conllevaría y la repercusión en el todo
empresarial. Por tanto, podría justificarse la decisión de acuerdo con el valor
medio esperado (de los valores actuales netos o tasas internas de rentabilidad) y
alguna medida de dispersión (varianza o desviación típica) como cuantificación del
riesgo. Cuestiones que han sido expuestas en la Unidad didáctica 3.
La decisión de invertir en el exterior es el resultado de un proceso complejo
diferente en algunos aspectos del que conformaría una decisión de inversión
netamente doméstica. Entre otras, habrá con estudiar las variables del entorno del
lugar geográfico en que posiblemente se localice el proyecto de inversión. Esto es,
se deberán estudiar los aspectos fundamentales del sistema político, económico y
social imperante y posibles modificaciones en los mismos, ya que de ellos se
podrá apreciar el nivel de riesgo de dicho proyecto que podrá modificarse en
aspectos tales como: «interferencias» del gobierno local en la repartición de
beneficios; controles de cambio; posible discriminación contra la inversión
extranjera; y así, hasta llegar a considerar la probabilidad de una expropiación
total. Por tanto, la empresa que decida invertir en el exterior deberá analizar la
situación de la balanza de pagos y situación económica en general del país o
países en que piensa operar o desea actuar, así como el marco institucional en
que se desenvuelven dichas economías.
Las causas que suelen generar resultados positivos podrían, en una primera
aproximación, resumirse en las siguientes: ventajas de operar cerca del
consumidor y mantener un mercado, con el fin de asegurarse determinadas
fuentes de aprovisionamiento; participar en oligopolios (Situación del mercado en
la que el número de vendedores es muy reducido, de manera que controlan y
acaparan las ventas de determinados productos como si hubiera monopolio.(
Derecho legal concedido por el Estado a un individuo, grupo o empresa para
explotar con carácter exclusivo alguna industria o comercio. ) locales, con acceso
a fuentes privilegiadas de financiación y, en general, al uso repetitivo de la
aplicación de conocimientos ya adquiridos. En general se cree que una razón
fundamental consiste en la posibilidad de explotar una ventaja tecnológica y de
conocimientos privativos de la empresa.
Efectivamente, determinadas empresas internacionales poseen ciertos
conocimientos tecnológicos, de distribución y comercialización y, en general, de
dirección y gestión en un sentido amplio, que pueden ser utilizados repetidamente,
e incurriendo únicamente en costos de adaptación de esos conocimientos al
nuevo medio en que van a ser explotados. De aquí que la empresa internacional,
aparte de la protección que le confieren los sistemas legales sobre patentes,
intente que estas clases de conocimientos no se difundan.
Por lo tanto, partiendo de que lo normal es actuar en un sistema de mercados
imperfectos, puede decirse que realmente la transferencia de tecnología se realiza
directamente de la empresa internacional a sus filiales y siempre que no se ponga
en peligro la supervivencia y expansión de la empresa. El país en donde están
localizadas las filiales suele recibir la tecnología incorporada al producto, al bien
de equipo en cuestión, pero no la no incorporada que es la realmente privativa de
la empresa; la cual le confiere una ventaja comparativa fundamental. Prueba de
ello, es la gran dependencia tecnológica de la mayoría de los países respecto de
las áreas económicas y regiones más desarrolladas. Cabe destacar que la
mayoría de los flujos de tecnología entre los países se producen dentro del
sistema que representan el conjunto de empresas internacionales, es decir, son
transacciones interempresas.
Un procedimiento directo de transferir conocimientos es a través de la concesión
de «licencias» a empresas extranjeras. En este caso, se arrienda una licencia o
permiso a una empresa extranjera para que esta utilice un proceso, una técnica,
un modelo de utilidad e, inclusive, una marca de la empresa otorgante, en la
fabricación y venta de un producto por un precio estipulado. Esta clase de
contratos suele imponer ciertas restricciones como son: prohibir determinados
mercados de exportación, la propiedad de cualquier innovación efectuada por la
concesionaria, etc. Por ello, optar por la concesión de licencias o inversión directa
dependerá tanto de las características y recursos disponibles como de la
tecnología necesaria para elaborar sus productos.
Cabe señalar dentro del proceso de decisión de inversión en el exterior que la
propiedad de las filiales extrajeras está en manos de las empresas líderes de los
sectores intensivos en conocimiento, las cuales suelen tender a controlar
totalmente sus filiales. Muchas empresas optan, en ocasiones, por constituir,
sociedades de riesgo compartido o joint ventures, ( es el término anglosajón
utilizado para hacer referencia al acuerdo entre dos o más empresas que ponen
en común sus recursos con el fin de completar una tarea común o llegar al mismo
objetivo. ... En castellano se conoce como empresa conjunta) aliándose con
intereses locales, cuando las ventajas económicas así lo justifican y el
ordenamiento legal lo exige en determinados casos. En estas sociedades de
riesgo compartido o joint-ventures el socio extranjero puede ser mayoritario o
minoritario pero, en cualquier caso, el poder efectivo suele estar en sus manos.
Entre las ventajas que para la empresa internacional tiene la creación de esta
clase de filiales suelen esgrimirse las de tipo financiero (por ejemplo, acceso al
ahorro local y financiación oficial); las de reducción del riesgo político, al estar
directamente asociada a intereses locales y las de acceso rápido a un mercado.
En cualquier caso, la tecnología suele estar controlada por los intereses o
propietarios extranjeros, lo que les suele proporcionar rentas diferenciales y
elevadas. En ocasiones este tipo de sociedades viene a ser en realidad un paso
previo para hacerse con el control total de la filial. También cabe mencionar que
un método de inversión directa muy utilizado es a través de la adquisición de
empresas locales ya funcionando. Entre las razones que se podrían argumentar
cabría señalar el hecho de adquirir una organización en funcionamiento con el
consiguiente ahorro de tiempo en comparación con la creación de una nueva
unidad económica, y los efectos que de ello se derivan.
2. Factores determinantes de la internacionalización de la empresa
Responder a los motivos de la internacionalización de la empresa lleva consigo la
consideración de ciertos factores que justifican la elección de un modo concreto de
entrada en un nuevo mercado. Siguiendo a González et al. (2000), los factores
determinantes de la internacionalización de la empresa son:
2.1. SATURACIÓN DEL MERCADO INTERNO DEL PAÍS DE ORIGEN
En general, en los países occidentales hay mercados de ciertos productos que
están llegando a saturarse, inclusive algunos de ellos ya han llegado a ese estado.
Principalmente, la baja tasa de crecimiento de la población hace pensar que la
demanda no crecerá al ritmo deseado, por lo que muchas empresas de bastantes
industrias están buscando nuevos mercados para sus productos. Es lo que ocurrió
con los comerciantes de cigarrillos de Estados Unidos cuando se percataron que
sus ventas estaban estancadas, volcándose en la búsqueda de oportunidades
exteriores, tratando de encontrar nuevos mercados atractivos. Esta fue la razón de
dicha industria para abordar el mercado de Indonesia.
2.2.
ENFRENTAMIENTO A NUEVOS MERCADOS PROCEDENTES DEL
EXTERIOR
Algunas empresas emprenden la salida al exterior como reacción ante el ataque
de un competidor internacional que amenaza su posición local y causa estragos
en su flujo de caja. Cuando «Michelín», el gran fabricante francés de neumáticos
penetró agresivamente en el mercado de Estados Unidos con precios muy bajos,
«Goodyear», el gigante americano, no respondió protegiendo su mercado local,
que constituía su principal fuente de fondos y que era el blanco de «Michelín». La
respuesta de «Goodyear» fue atacar agresivamente el mercado francés,
asestando un duro golpe a «Michelín» en su propio reducto. Es decir, empleó la
estrategia de combatirlo en su propio mercado de origen.
2.3. BÚSQUEDA DE MERCADOS MENOS COMPETITIVOS O EN UNA ETAPA
DIFERENTE DEL CICLO DE VIDA DEL PRODUCTO Y/O SERVICIOS
Es el caso de un producto que en su país de origen ha llegado a la fase de
madurez, se enfrenta a muchos competidores y la tasa de crecimiento del
mercado es muy baja. Ante esta situación le resulta conveniente exportar a otros
países donde el producto aún no sea muy conocido. Es lo que han hecho «Phillip
Morris» o «Coca-Cola», quienes han penetrado tempranamente en mercados de
países en desarrollo. La multinacional norteamericana «Gillette» comercializa las
maquinillas de doble filo (producto ya anticuado) en el mercado chino, que se
encuentra en fase de crecimiento, mientras que este producto está en fase de
declive en los mercados más desarrollados.
2.4. APARICIÓN DE NUEVOS MERCADOS SUMAMENTE ATRACTIVOS
El sudeste asiático se ha ido convirtiendo progresivamente en una zona con fuerte
empuje tanto desde el lado de la oferta como desde el de la demanda. Durante los
años ochenta, las economías que crecieron más rápidamente fueron las de Corea
del Sur, Singapur, Malasia, Tailandia, Hong Kong y Taiwán. Esta fuerza que surge
del Pacífico es al mismo tiempo una promesa y una amenaza para los
empresarios internacionales occidentales. Una amenaza en el sentido de que se
han convertido en una feroz competencia, tanto para el mercado doméstico como
para los intercambios de las compañías occidentales. De hecho, en 1987,
Matsushita (Japón), Sony (Japón), Toshiba (Japón), Hitachi (Japón) y Samsung
(Corea del Sur) se convirtieron en los principales productores de aparatos de
televisión en color en el mundo. La promesa proviene de la aparición de un
mercado de más de dos mil millones de consumidores potenciales. Sin embargo,
las empresas internacionales deben ser prudentes, pues los asiáticos se están
modernizando, no «occidentalizando», es decir, están comprando bienes y
servicios de Occidente pero no están comprando valores y cultura.
2.5. INCENTIVOS GUBERNAMENTALES Y DÉFICIT COMERCIAL
Actualmente, hay numerosos países con un alto déficit comercial, lo cual obliga a
sus Gobiernos a incentivar las exportaciones, con el objeto de obtener divisas para
comprar lo que el país necesita y no está en su interior. Es el caso de Bélgica o de
Japón cuya tasa de exportación es superior al 80 por 100 de lo producido en el
interior del país.
2.6. Un número importante de industrias está sufriendo cambios profundos en
todas sus estructuras, como consecuencia, sobre todo, de los avances
tecnológicos. Esto provoca modificaciones en la dimensión óptima del tamaño de
muchas empresas, quienes se ven en la necesidad de buscar más compradores
para sus productos, con el objeto de alcanzar el tamaño mínimo eficiente y
encontrar la posibilidad de distribuir los costes de I+D sobre una base mayor. Es lo
que ha ocurrido con todas aquellas industrias altamente dependientes de los
avances tecnológicos.
2.7. DIVERSIFICACIÓN DEL RIESGO DE OPERAR EN UN MISMO MERCADO
Es posible que el país de origen pueda estar expuesto a diversas circunstancias
económicas, políticas, financieras, demográficas, etc., que promuevan la
necesidad de internacionalizarse. Es una manera de no concentrar el éxito de la
empresa en un solo país, cuyos avances podrían sucumbir a la misma.
2.8. SEGUIMIENTO A UN IMPORTANTE CLIENTE EN SU AVENTURA
INTERNACIONAL
Para aquellas empresas cuyo negocio está concentrado en un reducido número
de grandes clientes, la decisión de volverse internacional ocurre cuando uno de
sus clientes claves decide entrar en mercados extranjeros. Es el caso de muchos
fabricantes americanos de piezas y componentes para la industria automotriz que
han acompañado a «Ford» y «General Motors» en su expansión internacional,
primero exportándoles y luego instalándose cerca de ellos en otros países.
También es el caso de importantes bancos como el «Citibank» y el «Chase
Manhattan», que se han internacionalizado para servir de forma mejor a sus
clientes, muchos de los cuales son las grandes multinacionales norteamericanas.
2.9. BÚSQUEDA DE FÁCIL ACCESO A AVANCES TECNOLÓGICOS Y
MATERIAS PRIMAS
Entre los ejemplos relevantes se pueden mencionar los siguientes: los fabricantes
europeos de automóviles lideraron la tecnología de los dispositivos de inyección
de gasolina, lo cual ayudó a aquellas empresas americanas que contaban con una
presencia activa en Europa; las compañías americanas de fabricación de planchas
de acero trasladaron sus plantas a Canadá, debido al fácil acceso a la materia
prima y evitando los grandes costes de transporte de la misma; cuando la mano
de obra es una proporción importante de los costes, se busca expandir las
operaciones allí donde la fuerza de trabajo sea más barata. Es lo que ha hecho
«Intel» al instalarse en Malasia. Esta opción es de corta duración pues cada vez la
mano de obra tiene menor importancia sobre los costes totales de producción.
2.10. VOCACIÓN INTERNACIONAL DE SUS DIRECTIVOS
La misma viene dada por la tendencia que tengan los directivos empresariales
para abrirse a nuevos mercados. Esta vocación suele venir dada cuando dichos
directivos tienen una experiencia agradable en países exteriores, dominan
idiomas, han estudiado o realizado algún curso académico en el extranjero, etc.
. El proceso de internacionalización
El proceso de internacionalización de la empresa ha sido estudiado desde muy
diversas perspectivas, destacándose entre ellas dos grandes enfoques:
El económico o racional.
El enfoque secuencial.
Dentro del enfoque económico, las dos teorías más reconocidas otorgan un papel
protagonista a los costes de transacción que se derivan de la movilización de
activos intangibles de la empresa por encima de las fronteras nacionales. Por una
parte, se encuentra la teoría de la «internalización», para erigir sobre ellos la
explicación del fenómeno inversor; por otro, la «aproximación ecléctica», para
integrarlos en una consideración agregada de los diversos aspectos parciales
implicados en la decisión de internacionalización. Respecto al modelo secuencial,
cabe distinguir dos corrientes: el modelo de Uppsala y el enfoque de «innovación».
El término «internacionalización» se fundamenta en la existencia de un derecho de
monopolio sobre cinco clases de activos específicos: acceso a la tecnología;
conocimientos de gestión en equipo; economías de escala en los centros de
producción; mejores ideas de comercialización y marcas generalmente bien
conocidas (Kindeblerger, 1969).
Con relación al primer enfoque (teoría de internalización) está referido a las
ventajas en propiedad que a su vez se sustenta en el hecho de que la posesión de
activos de naturaleza intangible o inmaterial y las imperfecciones existentes en el
mercado para estos activos provocan la existencia de unos elevados costes de
transacción. Estos costes tienen su origen, entre otras razones, en la necesidad
de establecer mecanismos de coordinación y control por parte de la empresa
«vendedora», así como en la incertidumbre en el cumplimiento o no de los
términos pactados en el contrato de licencia. La empresa, consciente de tales
peligros, tratará de integrar bajo su jerarquía y organización todas aquellas
actividades de las que sea capaz, teniendo en cuenta tanto la limitación de
recursos a los que esté sometida como las oportunidades y amenazas que le
brinde el entorno.
En consecuencia, la empresa solo externalizará parte de sus actividades cuando
se cumpla alguna de las siguientes condiciones: cuando los costes de
internalización sean notoriamente más elevados que los costes de transacción;
cuanto menos específicas sean sus ventajas en propiedad; cuanta mayor
interrelación exista entre las actividades y cuanto más estable, competido y
disperso sea el mercado al que desea acceder.
El segundo intento de construir una teoría general acerca de la
internacionalización proviene de una opción más pragmática: la que resulta de
agregar los diversos elementos considerados en los enfoques parciales,
previamente existentes. En concreto, son tres los factores que se consideran
necesarios para explicar la capacidad y disposición de la empresa a
internacionalizarse (González et al., 2000): La empresa debe tener alguna ventaja
sobre sus competidoras del país receptor para contrarrestar los inconvenientes de
producir en un medio poco conocido. Estas ventajas, denominadas ownership
advantages, pueden venir dadas por la existencia de economías de escala y de
conocimientos específicos de tipo tecnológico y de capacidad de dirección y
gestión empresarial –comercialización y distribución de bienes y servicios,
capacidad organizativa y directiva, capacidad para crear nuevas tecnología– y
posesión de recursos y activos en general, generadores de ingresos.
Debe ser más beneficioso para la empresa internalizar las ventajas anteriormente
mencionadas mediante la inversión exterior directa que externalizarlas a través de
la venta de patentes o licencias a otras empresas. Este tipo de ventajas se
denominan internalization advantages y pueden generarse por las imperfecciones
en los mercados de bienes y de inputs productivos, que dificultan la fijación de
precios para los mismos, por el deseo de ocultar información específica sobre un
determinado producto, proteger su calidad o evitar la intervención pública en forma
de aranceles, impuestos, etc.
El mercado de destino de la inversión debe poseer algún factor de localización –
locatic advantages– tal que, asociándolo con la ventaja específica de la empresa
inversora, esta prefiera invertir versus exportar. Estos factores de localización
pueden basarse en elementos de coste o en factores relativos a la demanda. En el
primer caso, tanto el coste, como la disponibilidad y abundancia de recursos
naturales y factores productivos serán las variables a tener en cuenta. Con
respecto a los factores relativos al mercado, el nivel de demanda actual y
potencial, las políticas gubernamentales, el grado de rivalidad existente, la
existencia de barreras al comercio o la inestabilidad política serán, entre otros, los
elementos a tener en cuenta.
El enfoque «ecléctico» integra en una única propuesta las ventajas específicas de
la empresa –ventajas de propiedad–, las ventajas de la internalización y las
características del mercado receptor, o ventajas de localización. Cada uno de
estos tres conceptos abarca teorías acerca de los factores que motivan a una
empresa a ser multinacional, de forma que cada uno de ellos, como teoría
independiente, es un enfoque incompleto. Además, la interacción de estas
ventajas puede funcionar de forma diferente para cada empresa en concreto.
Pese a la indiscutible capacidad de sugerencia de los dos enfoques anteriores
existen limitaciones que dificultan su utilización directa como instrumentos teóricos
útiles para analizar la complejidad con la que aparecen, en la actualidad, los
procesos de internacionalización. En general se puede decir que se trata de
enfoques estáticos que tienen como sujeto preferente a las empresas de gran
tamaño y con aceptable implantación en los mercados internacionales. De ahí que
para estudiar la secuencia seguida por empresas de pequeña o mediana
dimensión, sea conveniente reparar en la aportación realizada al análisis del
proceso de internacionalización desde una tradición diferente: la teoría de las
«fases de desarrollo».
El estudio de una serie de empresas multinacionales europeas, particularmente
nórdicas, condujo a algunos autores, agrupados en torno a la escuela de Uppsala,
a atribuir al proceso de internacionalización una naturaleza fundamentalmente
evolutiva; en consecuencia, la empresa asciende a niveles superiores de
compromiso internacional, tras asentarse y acumular experiencia en los tramos
previos.
Siguiendo a Johanson y Wiedersheim (1975), hay que reconocer que la ausencia
de recursos y de conocimientos sobre los mercados exteriores genera un nivel de
incertidumbre que solo puede ser reducido a través de la toma incremental de
decisión, es decir, de una serie de pasos acumulativos a lo largo del tiempo, que
debido al aprendizaje de la organización van gestando un compromiso
internacional cada vez mayor. Se constituye así el primer modelo del proceso de
internacionalización que ofrece un cierto carácter dinámico al incluir el feed-back
en forma del proceso de aprendizaje. Este modelo de toma de decisiones se
expresa como una «cadena de entrada» que representa una expansión progresiva
de las operaciones del exportador no regular a las del exportador vía agente, a la
subsidiaria de ventas, para terminar en subsidiarias de producción.
La teoría de las «fases de desarrollo» proporciona una interpretación del proceso
que resulta especialmente útil en el caso de las pymes o empresas que se
encuentran en las primeras etapas de internacionalización, ya que es más fácil
que la gran empresa prescinda del gradualismo propuesto. En definitiva, desde
esta óptica la internacionalización tiene un sentido más amplio que la exportación,
pues significa relacionarse con el exterior desde un plano más rico:
importar/exportar productos o servicios, tecnologías, subcontratar, colaborar con
empresas externas y por supuesto invertir en el exterior.
Existen distintas coordenadas a la hora de afrontar el reto de la
internacionalización. Una de las perspectivas más clásicas está en el análisis del
riesgo y el alcance asociado a las decisiones básicas de internacionalización.
Posicionarse sólidamente en el exterior es posible a través de la inversión, si bien
implica un mayor riesgo. Existen pasos previos, por ejemplo comerciar, es decir,
exportar e importar. También podría plantearse un paso más allá, lo que se
denomina como involucrarse, esto es, internacionalizarse a través de franquicias o
empresas mixtas. Aun reconociendo que esta última vía es superior a la pura
comercialización, no alcanza los visos de futuro que se pueden derivar de una
inversión bien realizada (Canals, 1991).
Por ello, el proceso de acceso a los mercados exteriores no tiene necesariamente
que producirse siguiendo la secuencia anterior, si bien suele ser el esquema más
habitual de introducción progresiva en dichos mercados. Cada fase exige mayores
capacidades, fundamentalmente estratégicas, sin perjuicio de las financieras,
puesto que con el paso del tiempo el compromiso va aumentando y con ello el
riesgo en el que se incurre.
El proceso de internacionalización también puede entenderse como un proceso
innovador por cuanto reporta para la empresa un cambio en la estructura
organizativa, en los objetivos estratégicos, en el programa de marketing y,
eventualmente, en sus condiciones previas de producción. En muchos aspectos,
incrementar el compromiso internacional implica para la empresa asumir una
decisión innovadora, de modo que no es extraño que ambos procesos presenten
notables similitudes. Tres son de especial relevancia (Alonso, 1994), a saber:
En primer lugar, en ambos casos se trata de decisiones creativas que se adoptan
de acuerdo con las condiciones que impone el mercado y con las posibilidades,
siempre limitadas, de una organización que actúa en condiciones inciertas.
En segundo lugar es preciso reconocer que en ambos procesos intervienen
factores que están gobernados por una secuencia manifiestamente acumulativa.
Y, en tercer lugar, ambos procesos distan, tanto de seguir una ruta determinista
(según se podría derivar de una visión simplificadora de su carácter acumulativo)
como de una plenamente aleatoria, a la que podría conducir el carácter incierto de
las decisiones que la respaldan.
Por último, únicamente cuando la empresa tiene claridad acerca de las ventajas a
alcanzar a través de la internacionalización, puede ella comenzar a responder los
dilemas estratégicos que se le presentan:
En qué mercados entrar.
Con qué estrategia de mercado.
Con qué tipo de organización.
4. Riesgos e inconvenientes asociados a la internacionalización de la empresa
El riesgo en los negocios o la contingencia futura de ganar o perder es una
variable inherente a toda decisión empresarial. Sin duda es una de las principales
consideraciones que debe afrontar la dirección al evaluar su proyecto de inversión,
en este caso de internacionalización.
La posibilidad de que se presenten situaciones adversas que puedan afectar la
viabilidad y la rentabilidad de la empresa, las cuales son imposibles de identificar
en el momento de emprender nuevas actividades, es un factor que todo
empresario debe tener en cuenta al hacer un estudio objetivo de factibilidad de la
empresa que se propone.
Lo anterior es especialmente cierto en los proyectos de crecimiento en las
empresas internacionales, ya que el empresario no siempre está familiarizado con
los aspectos domésticos ni con todos los componentes del clima de negocios de
otro país, y, por lo tanto, debe realizar un estudio mucho más complejo y extenso
del que requeriría la inversión en su país de origen. La idiosincrasia de un país,
sus problemas económicos, su sistema monetario, régimen tributario y cambiario,
actitud y tratamiento hacia los inversionistas extranjeros, sistema jurídico, régimen
y estabilidad políticos, son solo algunos de los factores que el empresario debe
tener en cuenta para adoptar una estrategia y tomar una decisión acertada a la
hora de invertir.
Entre los riesgos más comúnmente considerados y evaluados se encuentran los
de tipo financiero y los comerciales y de mercado, por ser de aquellos que las
personas de negocios están normalmente preparados para afrontar. Sin embargo,
existe un tipo particular de riesgo que, día a día, cobra mayor importancia y cuya
incidencia en los negocios internacionales es cada vez más frecuente: el riesgo
político.
Una primera parte del análisis de los mercados internacionales trata de estimar el
riesgo que representa para la empresa en cuestión vender o realizar inversiones
en distintos países. Se trata, por tanto, de precisar el riesgo asociado a las
inversiones o actividades que se realizan en un mercado.
Se pueden diferenciar varios tipos de riesgo:
Riesgo país. Con el término «riesgo país» normalmente se designa la evaluación
conjunta sobre los peligros que un determinado país presenta para los negocios
internacionales. Actualmente algunas empresas utilizan como indicador de riesgo
país el diferencial entre la rentabilidad de los bonos de un país y los bonos o letras
del tesoro de los Estados Unidos.
Riesgo económico. Es el riesgo asociado a las variaciones en el ciclo económico
de un cierto país. El peligro que supone un cambio económico desfavorable de la
economía, así como el impacto de problemas sociales.
Riesgo de tipo de cambio. Si la empresa tiene deudas o debe cobrar en el futuro y
esos compromisos financieros están en otra moneda, la empresa se puede
encontrar expuesta a sufrir pérdidas ocasionadas por la variación en el tipo de
cambio.
Riesgo político. Es aquel asociado a las actuaciones de los organismos
gubernamentales de un país que por su intervencionismo afectan negativamente a
las empresas; caso de los cambios en las normas, los cambios en la aplicación de
las mismas, en definitiva las actuaciones de las administraciones públicas que
resultan perjudiciales para el negocio.
Teniendo en cuenta las anteriores definiciones, se puede afirmar que el riesgo
político es la posibilidad de que eventos futuros e inciertos, originados en la
situación política o la adopción de ciertas políticas por parte del estado receptor de
la inversión, modifiquen las condiciones en que un negocio ha sido establecido y,
por consiguiente, cambien sus perspectivas sobre ganancias y actividades futuras.
Dada la importancia de esta categoría de riesgo en el comercio internacional, hay
que insistir indicando que las mencionadas nuevas condiciones pueden ser
producto de:
Inestabilidad del gobierno o del régimen político, causada por problemas
socioeconómicos (pobreza, desempleo y conflictos laborales, bajo nivel de ingreso
percápita, recesión industrial o económica, altos niveles de inflación, etc.); políticos
(lucha entre facciones o partidos políticos, subversión armada, violencia o guerras
civiles, intentos de golpe de estado, etc.).
Adopción de ciertas políticas por parte de Gobiernos constituidos que afectan
directamente la operación de empresas, como nacionalización de sectores de la
economía: expropiación de bienes; limitación o variación sustancial en los de
derechos de remitir utilidades al exterior o repatriar capitales; revocación unilateral,
por parte del Estado, de contratos celebrados con empresas extranjeras, entre
otras.
Por su parte, Jarillo y Martínez (1991) proponen otra clasificación de los
obstáculos e inconvenientes de la internacionalización de la empresa, que se
harán mayores conforme aumente el compromiso en el exterior:
Obstáculos financieros: relacionados con aspectos como la fluctuación monetaria
o dificultad de acceso a los créditos de exportación.
Obstáculos comerciales: desconocimiento de las oportunidades comerciales,
desconocimiento de la estructura de distribución, prácticas comerciales, o falta de
contactos. Obstáculos logísticos: viajes para explorar los mercados, altos fletes,
costes de coordinación y control, problemas culturales.Obstáculos legales:
barreras arancelarias y no arancelarias.
Obstáculos a la inversión directa: que en muchos casos obligan a la formación de
empresas conjuntas con empresas locales.
5. La empresa multinacional
Al intentar delimitar el concepto de empresa multinacional, la primera dificultad que
se encuentra es la terminología. La empresa multinacional recibe también, según
diversos tratadistas, las denominaciones de: empresa internacional, empresa
plurinacional y empresa transnacional. Realmente la distinción que subyace en
esta discusión es la nacionalidad de la empresa: si se trata de una empresa con
una nacionalidad que opera en un conjunto de países, o bien se hace referencia a
una empresa cuyos intereses están divorciados de los de su país de residencia, es
decir, una empresa «anacional» no vinculada expresamente a ningún país. Por
ello, a continuación se procede a precisar el concepto de multinacionalidad.
La empresa es multinacional en el sentido de que opera en un amplio número de
países con la finalidad de maximizar sus beneficios, bajo una perspectiva global
de grupo y no en cada una de sus unidades nacionales independientes. De otra
parte, la empresa multinacional presenta otras características propias respecto de
las unidades productivas nacionales, principalmente el hecho de que la propiedad
y el control están concentrados en un solo país, el país de origen, y no dispersos
entre las distintas plantas que posee. Se pueden citar algunos ejemplos que se
oponen a esta última característica, como el de la «Royal Dutch Shell», de
«Unilever», de «Dunlop-Pirelli», etc. Pero los casos mencionados responden a
esquemas de difícil equilibrio binacional que sería complicado extender a nivel
plurinacional.
Los defensores de la multinacionalidad prevén un futuro de empresas
internacionales en las que el capital y la dirección sean aportados por muchos
países. En apoyo de estas teorías se pueden citar dos fenómenos:
El progresivo incremento de las inversiones europeas y japonesas en Estados
Unidos.
La creciente participación de personal no proveniente del país de origen en las
empresas multinacionales.
Sin embargo, los fenómenos anteriormente citados no son totalmente válidos. En
primer lugar, porque aunque en el caso de algunas empresas multinacionales una
parte no crítica del capital-acciones esté en manos extranjeras, no solamente no
afectará el proceso de decisión, sino que de ninguna manera cuestionaría la
existencia de la empresa multinacional, tal y como se entiende hoy, para fomentar
generalizadamente una verdadera empresa global, en el sentido más amplio de la
palabra. Asimismo y en esta misma línea, es conveniente reflexionar sobre las
implicaciones políticas y económicas que se tendrían que salvar para llegar a
empresas en que el capital y la dirección puedan ser de cualquier nacionalidad sin
trabas legales y «políticas» de ninguna clase.
En segundo lugar, si bien es cierto que existe un mayor empleo de extranjeros en
puestos ejecutivos en las multinacionales, estos difícilmente acceden a puestos de
la más alta responsabilidad en la dirección de la empresa. En este sentido, el
crecimiento de la empresa multinacional se basa en el empleo del factor trabajo
local en los distintos países donde se ubica, aprovechando las ventajas de su
coste normalmente inferior. Pero a nivel de dirección es donde los intereses del
grupo de control priman sobras las situaciones particulares de producción. En
general, es el directivo del país de la matriz quien toma la decisión, actuación que
es coherente con la finalidad que persigue la empresa multinacional: la
maximización del beneficio obtenido por el conjunto de unidades productivas que
componen la empresa multinacional y que puede ser distribuido en el país de la
matriz, es decir, entre los accionistas de la empresa central.
Por ello, será conveniente, desde un punto de vista organizativo, armonizar los
intereses de la empresa con la posible escala de valores o intereses de los
directivos a fin de lograr una mayor eficacia; el medio de eliminar conflictos en las
relaciones matriz-filial es encargar la resolución de los problemas a personas
vinculadas al máximo a la matriz, lo que explica la preferencia por los directivos
del país inversor.
Dentro de este intento de conceptualización de la empresa multinacional, y como
conclusión, se puede afirmar que «es necesario comprender la naturaleza precisa
y los límites de la multinacionalidad de las empresas multinacional. Estas lo son en
el sentido de que operan en varias naciones con el propósito de maximizar sus
beneficios, no el de las unidades nacionales sobre una base nacional, sino los del
grupo en su conjunto…, siendo esta la única razón válida para emplear el término
multinacional, porque en los demás aspectos decisivos estamos ante empresas
internacionales. En particular, propiedad y control están localizados en una nación
y no dispersados a través del sistema que representa la empresa» (Sweezy y
Magdof, 1972).
Una vez precisado el término multinacional, se puede definir la empresa
multinacional. Existen múltiples definiciones de la misma, pero considerando como
características diferenciadoras la constitución de filiales en los distintos países, la
realización de actividades productivas y de distribución en sus unidades y la
unidad de decisión, se puede considerar multinacional toda empresa cuyo centro
de decisión se encuentre en un país y posea filiales en algún otro país.
Evidentemente, los grados de multinacionalidad de la empresa pueden ser muy
diferentes: desde operar en solo dos países o en muchos; pero al existir centros
en diversos países y un centro de decisión único en los asuntos fundamentales, se
dan ya las características propias que definen una actividad multinacional.
CONCEPTOS BÁSICOS A RETENER
De esta Unidad didáctica es imprescindible retener los conceptos básicos
siguientes:
Exportación. Es cualquier bien o servicio enviado a otra parte del mundo con
propósitos comerciales. La exportación es el tráfico legítimo de bienes y servicios
nacionales de un país pretendidos para su uso o consumo en el extranjero. Las
exportaciones pueden ser cualquier producto enviado fuera de la frontera de un
país. Las exportaciones son generalmente llevadas a cabo bajo condiciones
específicas.
Filial. Empresa o entidad controlada por otra mayor o empresa matriz.
Internacionalización. Proceso de crecimiento o expansión a nivel internacional de
la empresa. Es el resultado de la característica fundamental del capital, se lleva a
cabo con la descomposición y diseminación internacional de los procesos
productivos, obra de las grandes empresas multinacionales, o dicho de otra forma,
la división en diferentes países de los procesos productivos de una empresa para
abaratar costes, ganar mercado, tener mejor aprovisionamiento o mejores políticas
estatales a favor de las empresas multinacionales. Este proceso ha tenido y tiene
una gran repercusión en la economía global y ha sido el que ha conseguido
estructurar, dicha economía, como la conocemos actualmente.
Inversión exterior directa. Un flujo financiero entre dos países se considera una
inversión extranjera directa (IED) cuando responde a una voluntad de
permanencia por parte del inversor y le permite adquirir influencia en la gestión de
una empresa situada en otro país. La IED se considera beneficiosa para el país
receptor en la medida que aporta recursos para el desarrollo de nuevas empresas,
refuerza la actividad en empresas ya existentes, aumenta la competitividad,
impulsa el comercio, crea empleo y favorece la transferencia de tecnología. Sin
embargo, de los flujos de capital que satisfacen las condiciones de IED, no resulta
fácil extraer aquellos que representan una aportación genuina a la economía del
país receptor, en el sentido de incidir favorablemente en los aspectos
anteriormente citados.
Mercado. Es cualquier conjunto de transacciones, acuerdos o intercambios de
bienes y servicios entre compradores y vendedores. En contraposición con una
simple venta, el mercado implica el comercio regular y regulado, donde existe
cierta competencia entre los participantes.
Multinacional. Son aquellas empresas que no solo están establecidas en su país
de origen, sino que también se constituyen en otros países, para realizar sus
actividades mercantiles tanto de venta y compra como de producción en los
países donde se han establecido.
CASOS DE PRINCIPALES EMPRESAS ESPAÑOLAS INTERNACIONALIZADAS
El grupo «Mondragón MCC» es hoy en día (casi medio siglo después de su
primera fundación), tanto por sus ventas como por el número de trabajadores, la
primera corporación empresarial del País Vasco y la octava de España. En la
década de los noventa, se produjo un espectacular aumento de la cifra de
negocio, en gran medida propiciado por el vigoroso incremento de la
internacionalización. Actualmente, «MCC» dispone de 23 plantas industriales en el
exterior (Alemania, Argentina, Brasil, China, Francia, India, Italia, Marruecos,
México, Polonia, Reino Unido, República Checa, Rumania y Tailandia) y se prevé
llegar a 60 plantas en el año 2005. Tiene siete delegaciones corporativas en Brasil
(Sao Paulo), China (Beijing), India (Nueva Delhi), México (México D.F.), Rusia
(Moscú), Estados Unidos (Washington) e Irán.
La empresa española «Abengoa» fue fundada en Sevilla en 1941. Es una
empresa industrial y de tecnología que aporta soluciones para el desarrollo
sostenible, la sociedad de la información y el conocimiento y la creación de
infraestructuras. La capitalización bursátil de 625 millones de euros a fecha 31 de
diciembre de 2001. Las ventas y EBITDA en 2001 de 1.379,9 y 157,5 millones de
euros, respectivamente. Está presente en 38 países. Tiene 10.000 trabajadores,
1.250 de ellos ingenieros. Busca la innovación como fuente para un crecimiento
sostenido.
El grupo «Inditex» reúne a casi un centenar de sociedades vinculadas con las
diferentes actividades que conforman el negocio del diseño, la fabricación y la
distribución textil. Es uno de los mayores grupos de moda a escala mundial. Su
visión de entender la moda (creatividad y diseño de calidad y una respuesta ágil a
las demandas del mercado) han permitido una rápida expansión internacional.
Hace 26 años abrió sus puertas la primera tienda «Zara» en A Coruña (España),
lugar en el que inició su actividad el grupo y en el que se ubica su sede central.
Esta empresa prefiere establecer filiales propias para tener un mejor control, pero
en ciertos mercados, política o culturalmente complicados o que presentan ciertos
riesgos, establecen franquicias o acuerdos con socios locales. El grupo «Inditex»
está integrado por casi 27.000 profesionales en 35 países. Hoy en día tienen
1.470 establecimientos en 44 países de Europa, América y Asia.
«Telefónica» es el operador de telecomunicaciones líder en el mundo de habla
hispana y portuguesa. Es la primera empresa española por capitalización bursátil y
una de las principales empresas mundiales del sector. La gran parte de su
estrategia de internacionalización se centra en América.
«Industrias Pont» inició su actividad en 1896. Desde sus inicios, el grupo ha
aunado innovación y crecimiento. Todo ello sin perder de vista los valores de la
empresa familiar. El grupo «BORGES» es un conjunto de 48 empresas de capital
familiar totalmente español. Actualmente el grupo es líder mundial en producción
de alimentos de la dieta mediterránea y exporta sus productos a más de 70
países.
«ENDESA» es una empresa líder en los países de habla española, especialmente
en Sudamérica. «ENDESA» es líder en los mercados eléctricos de Chile,
Argentina, México, Colombia y Brasil. Además está presente en Venezuela,
República Dominicana y Centroamérica.
«MANGO» es la segunda empresa exportadora del sector textil español. Tiene
600 tiendas «MANGO»/«MNG» en 68 países. Es capital 100 por 100 español. Su
target son las mujeres jóvenes, modernas y urbanas. La estrategia de
internacionalización se basa en la franquicia. Su facturación es de 841 millones de
euros de los cuales el 68 por 100 corresponden a la exportación. Trabajan unas
5.000 personas. «MANGO» basa su logística en un sistema propio que se ha ido
desarrollando
progresivamente.
Para
desarrollar
una
implantación
verdaderamente integral, «MANGO» cedió los stocks en régimen de depósito a
sus franquiciados.
Al contemplar la evolución de «Roca» desde sus inicios es cuando se pone de
manifiesto el verdadero alcance internacional de esta empresa. Fundada en 1917
por los hermanos Roca, se dedicó inicialmente a la producción de radiadores de
hierro fundido. La compañía tiene más de la mitad de sus 42 centros productivos
en el exterior, con presencia industrial en 17 países y distribuidoras propias o
acuerdos comerciales con terceros en un centenar más. A 10 años vista, «Roca»
prevé que las ventas en el exterior supongan el 80 por 100 de la facturación.
Desde hace 10 años tiene filiales en Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica y
República Dominicana. Y factorías en Brasil, Portugal, Italia, Marruecos, Argentina
y actualmente en China.
La empresa española «Paco Herrero» se dedica a la fabricación de calzado de
piel para señora en calidad media y media alta desde 1950; cuenta con una
capacidad de producción de 5.000 pares diarios. El 50 por 100 de su producción
está dedicada al mercado nacional y la otra mitad a los mercados internacionales.
En este sentido, se dispone de exposiciones permanentes en Francia, Inglaterra,
Bélgica, Alemania, Oriente Medio y Próximo y Oceanía.
La empresa española «Chupa Chups» se fundó en 1958, está especializada en la
fabricación y comercialización de productos de confitería. El grupo «Chupa
Chups» siempre ha potenciado estrechas colaboraciones y alianzas con otras
compañías del sector de alimentación en todo el mundo, con el objetivo de
potenciar la presencia e implantación comercial para ambos socios en cada uno
de los mercados, como por ejemplo «Cadbury» en Australia, «PepsiCo» en
México, «Morinaga» en Japón, «Van Melle» en Alemania y España, «CSM» en
España y países escandinavos, «Haribo» en España, Italia y Austria, «Adams» en
Rusia, «Unilever» en Europa occidental, etc.
La empresa española «Automóviles Utilitarios SA» («AUSA»), fundada en 1956 en
Manresa, es el mayor fabricante del mundo de volquetes de hasta 3,5 t, carretillas
todoterreno de hasta 3,2 t y autohormigoneras de hasta 1 m3. «AUSA» es una
empresa con clara vocación internacional. La sede central está en Manresa
(Barcelona) así como la planta de producción (de más de 23.000 m2), tiene
subsidiarias en Coslada (Madrid), Perpignan (Francia), Rochdale (Reino Unido),
Meerbusch (Alemania), Beijing (China) y Washougal (Washington, Estados
Unidos). «AUSA» comercializa sus productos en más de 60 países y exporta más
del 35 por 100 de las máquinas que fabrica. Tiene cerca de 129 distribuidores.
Tras 65 años en el mundo de la óptica, «INDO» es en la actualidad una compañía
compuesta por 15 sociedades; cinco centros de producción localizados en
España, China y Marruecos; y filiales en Estados Unidos, Francia, Portugal,
Marruecos y Chile. El grupo también participa en empresas de otros países, como
Italia y Alemania y exporta a más de 90 países. Los últimos ejercicios se han
caracterizado por el desembarco de «INDO» en Chile y China, fruto de la política
internacional del grupo, que exige revisar constantemente la estructura y la
organización del grupo, para adaptarlas a las exigencias de un mercado cada vez
más competitivo y de un entorno cada vez más globalizado.
El grupo «Cortefiel» (España) ha consolidado su posición estratégica entre los
líderes de la distribución especializada de moda en el ámbito europeo por volumen
de negocio, superficie comercial y rentabilidad, contando con una importante
presencia internacional en países clave como Alemania con 84 tiendas, Francia
con 74 puntos de venta, Bélgica con 33, Portugal con 82, y España con 573. A
estos países se unen otros en los que la expansión es más reciente pero que
arrojan ya importantes cifras de crecimiento muestra de su potencial: Luxemburgo,
Polonia, Austria y Hungría a través de la gestión directa de tiendas, y Yugoslavia,
Grecia, Chipre y Malta mediante franquicia. Cuenta con presencia en América:
México, Chile y Costa Rica; Asia (Oriente Medio y Lejano Oriente): Líbano, Kuwait,
Qatar, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Singapur, Filipinas; y África:
Marruecos. Esta expansión ha situado en el 30 por 100 el nivel de ingresos por
operaciones fuera de España sobre el total de las operaciones del grupo.
«Puig Beauty & Fashion Group» es una compañía multinacional española creada
en 1914 que centra su actividad en los sectores de perfumería, cosmética y moda.
Sus productos se distribuyen en más de 150 países a través de una red de 40
filiales en 24 países. Trabajan cerca de 5.000 personas (de los cuales más del
60% trabajan fuera de España). Tienen 10 plantas productivas de perfumería y
cosmética, de las cuales 8 se sitúan en Europa y 2 en México, con una superficie
de más de 211.000 m2 en total, produciendo más de 331 millones de unidades al
año.
«Sol Meliá» es la primera empresa hotelera en España, Latinoamérica y Caribe,
tanto en la oferta de hoteles urbanos como vacacionales, la tercera a nivel
europeo y la décima en el ranquin mundial. Además, es el grupo hotelero
vacacional más grande del mundo. Cuenta en la actualidad con más de 350
establecimientos en 30 países de Europa, América, cuenca mediterránea, Oriente
Medio y Asia Pacífico.
«Fanox» es una empresa fabricante de relés electrónicos para protección de
motores trifásicos en baja tensión, relés monitores de fase y relés a medida. En la
actualidad, el 60 por 100 de su facturación se dirige a mercados exteriores y el 20
por 100 de esta exportación se concentra en los mercados del este. Cuenta con
una empresa propia en Polonia y con distribuidores exclusivos en Hungría,
Lituania y Turquía. Asimismo, ha realizado algunos contactos para encontrar
distribuidores en la República Checa y en Rumanía.
Estrategias de marca del «BSCH» y del «BBVA» en América latina. «Santander
Central Hispano» es el grupo financiero líder en España y Iberoamérica, uno de
los primeros en la zona del euro y entre los 20 mayores del mundo por
capitalización bursátil. El grupo está presente en 40 países, cuenta con cerca de
115.000 profesionales y 9.817 oficinas al servicio de sus más de 39 millones de
clientes, con un volumen de fondos gestionados de más de 453.000 millones de
euros, con un avance del 3,6 por 100 sobre diciembre de 2000. El grupo «BBVA»
(«Banco Bilbao Vizcaya Argentaria») está formado por más de 100.000 personas,
atendiendo a más de 35 millones de clientes en 37 países de todo el mundo,
básicamente de Europa y América latina, a través de una red de casi 9.000
oficinas. «BBVA» es propiedad de 1,2 millones de accionistas. Su acción cotiza en
nueve bolsas de todo el mundo. «BBVA» se ha convertido en dos años en uno de
los mayores grupos financieros del escenario mundial.
La empresa española de la cerámica «Lladró» nació en 1953; hoy en día tiene
filiales en Estados Unidos, Canadá, España, Alemania, Bélgica, Italia, Reino
Unido, Japón, Hong Kong, Singapur y Australia. La empresa ha apostado por una
única marca global, adaptándola con el tiempo, pero manteniéndola globalmente.
La labor de «Panda Security» se centra en la investigación y desarrollo de
software antivirus. Actualmente, «Panda Security» es el primer productor europeo
de software antivirus y uno de los más importantes a nivel mundial, siendo además
la compañía del sector que ha registrado los mayores índices de crecimiento en
los últimos años. La presencia de «Panda» abarca todos los puntos del globo, con
oficinas en más de 40 países. Con delegaciones en Los Ángeles, París, Shangai,
Estocolmo, Sao Paulo, Londres, México D.F., Milán, etc.
«Almirall Prodesfarma» es la primera multinacional farmacéutica española. Su
estrategia de producto se basa en la innovación constante, el desarrollo de
productos propios y la calidad. Sus principales mercados son Europa,
Norteamérica, Japón y América latina. La estrategia de internacionalización se
basa en el establecimiento de nuevas filiales así como el desarrollo de alianzas
estratégicas con compañías locales de reconocido prestigio. En la actualidad, los
productos de «Almirall Prodesfarma» están presentes en más de 80 países. Sus
principales marcas son: «Almirall», «Alprofarma», «Berenguer», «Funk»,
«Omega», «Pantofarma», «Prasfarma», «Prodes», «Romofarm» y «Tecnobío».
La empresa de confección infantil española «NECK & NECK» fue fundada en
1993. En 2000 facturaron 15,03 millones de euros con una cuota de exportación
del 40 por 100. Está dedicada al diseño y distribución de ropa infantil a través de
su cadena de tiendas propias y de franquicias. Actualmente tienen tiendas en:
Países Bajos, Italia, Portugal, Suiza, México, Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos
Árabes Unidos, Kuwait y Qatar.
«Majórica» es la primera empresa del sector joyero español por volumen de
facturación. Cuenta con una plantilla cercana a las 700 personas, sus oficinas
centrales están en Barcelona y las plantas de producción en Manacor (Mallorca).
Desde sus inicios, «Majórica» ha crecido hasta convertirse en una empresa
multinacional, con empresas filiales en Francia, Estados Unidos y Reino Unido.
Sus productos pueden encontrarse en 119 países de los cinco continentes, en casi
370 tiendas duty free repartidas en los principales aeropuertos internacionales de
todo el mundo y en la venta a bordo de 90 compañías aéreas.
El grupo «GESFOR» es una multinacional 100 por 100 española que nace en
1985 y está dedicada a la creación de aplicaciones informáticas en los sectores de
administración pública, turismo, transporte, banca, industria y telecomunicaciones.
Desde entonces ha crecido de forma sostenida en buena parte debido a su política
de expansión internacional, lo que ha llevado a convertirse en uno de los más
importantes del sector IT en los países de habla hispana, especializados en
soluciones para importantes ramas de actividad, y con presencia, a través de
empresas propias, en la mayoría de países iberoamericanos. Trabajan 900
empleados.
«Técnicas Reunidas», «TR», es una de las empresas líderes de ingeniería
española que se dedica al diseño y construcción de plantas industriales de todo
tipo y centrales de energía, así como al desarrollo de tecnologías avanzadas y
patentes propias para diferentes procesos industriales. Desde su creación, las
compañías del grupo «TR» han diseñado y construido más de 400 plantas
industriales, en más de 40 países en los cinco continentes.
El grupo «Tolsa» está constituido por un conjunto de empresas de ámbito
internacional dedicado a la extracción y tratamiento de arcillas especiales y turbas,
y a su comercialización en los sectores industrial y de consumo. La filosofía de
«TOLSA» se basa en el acercamiento a los mercados de interés. El grupo
«TOLSA» tiene presencia comercial en más de 60 países, dedicando el 85 por
100 de su capacidad productiva a la exportación.
«Campofrío» es un grupo internacional español de alimentación y nutrición,
orientado al consumidor con inversiones en tres continentes e instalaciones
industriales en 11 países, llegando a más de 250 millones de consumidores en
más de 40 países en el mundo. «Campofrío» tiene una clara vocación de
compañía global, con una dimensión creciente tanto cualitativa como
cuantitativamente, dotada de las más avanzadas tecnologías.
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