REFORMAS BORBÓNICAS Las llamadas Reformas Borbónicas fueron una serie de medidas y modificacionesque se implementaron a todos los niveles tanto en España como en los territorios hispanoamericanos en la segunda mitad del siglo XVIII. El objetivo de las Reformas Borbónicas era el de modernizar a España y volver a ponerla a la cabeza de las potencias mundiales desde todos los puntos de vista económico, político y militar. Para ello se basaron en las nuevas ideas ilustradas de progreso y racionalización que recorrían Europa y utilizaron para impulsarlas e implementarla a los mejores ministros y asesores ilustrados del momento. . Mediante las reformas políticas y administrativas se buscaba la centralización para un mejor control de todos los aspectos de gobierno, optimizar la burocracia y también atacar la corrupción existente en la administración. -Se prohibió la venta de cargos a locales, dando preferencia a funcionarios formados en España. -Creación de dos nuevos virreinatos reduciendo el tamaño del virreinato del Perú: el Virreinato de Nueva Granada establecido en 1717 y el virreinato del Río de la Plata establecido en 1776. -Abolición de los alcaldes mayores y los corregidores que eran considerados como un foco de corrupción y de prevaricación. -Implementación del sistema de intendencias que sustituyó al de corregimiento. Los intendentes tendrían poder administrativo, fiscal, militar y de justicia, poder que antes se distribuía entre varios funcionarios. La aplicación de este sistema supuso una pérdida notable de poder de los ayuntamientos o cabildos locales y de sus miembros. ACTA DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA Cuando en el curso de los acontecimientos humanos se hace necesario para un pueblo disolver los vínculos políticos que lo han ligado a otro y tomar entre las naciones de la tierra el puesto separado e igual a que las leyes de la naturaleza y el Dios de esa naturaleza le dan derecho, un justo respeto al juicio de la humanidad exige que declare las causas que lo impulsan a la separación. Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que no se cambie por motivos leves y transitorios gobiernos de antiguo establecidos; y, en efecto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a padecer, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia aboliendo las formas a que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y establecer nuevos resguardos para su futura seguridad. Tal ha sido el paciente sufrimiento de estas colonias; tal es ahora la necesidad que las obliga a reformar su anterior sistema de gobierno. La historia del actual Rey de la Gran Bretaña es una historia de repetidos agravios y usurpaciones, encaminados todos directamente hacia el establecimiento de una tiranía absoluta sobre estos estados. Para probar esto, sometemos los hechos al juicio de un mundo imparcial. Se ha rehusado a dar su Consentimiento a las Leyes más edificantes y necesarias para el bien público. Ha prohibido a sus Gobernadores promulgar Leyes de importancia inmediata y apremiante, salvo que sean suspendidas en su aplicación hasta que su Consentimiento sea obtenido y, así suspendidas, ha omitido totalmente prestarles su atención. Se ha rehusado a promulgar otras Leyes para el bienestar de grandes Distritos, a menos que esos Distritos y su población renuncien al Derecho de ser representados en la Legislatura, un Derecho para ellos inestimable, y formidable frente a Tiranos. DOCTRINA MONROE A propuesta del Gobierno Imperial Ruso, hecha a través del ministro del Emperador residente aquí, se han trasmitido plenos poderes e instrucciones al ministo de los Estados Unidos en San Petersburgo para negociar amistosamente los derechos e intereses respectivos de las dos naciones en la costa noroeste de este continente. Una propuesta similar se ha hecho por Su Majestad Imperial al Gobierno de la Gran Bretaña, a la cual se ha accedido de manera similar. El Gobierno de los Estados Unidos ha estado deseoso por medio de este amistoso procedimiento de manifestar el gran valor que invariablemente otorga a la amistad del Emperador y la solicitud en cultivar el mejor entendimiento con su Gobierno. En las discusiones a que ha dado lugar este intéres y en los acuerdos con que pueden terminar, se ha juzgado la ocasión propicia para afirmar, como un principio que afecta a los derechos e intereses de los Estados Unidos, que los continentes americanos, por la condición de libres e indepencientes que han adquirido y mantienen, no deben en lo adelante ser considerados como objetos de una colonización futura por ninguna potencia europea.Se afirmó al comienzo de la última sesión que se hacía entonces un gran esfuerzo en España y Portugal para mejorar la condición de los pueblos de esos países y que parecía que éste se conducía con extraordinaria moderación. Apenas necesita mencionarse que los resultados han sido muy diferentes de lo que se había anticipado entonces. De lo sucedido en esa parte del mundo, con la cual tenemos tanto intercambio y de la cual derivamos nuestro origen, hemos sido siempre ansiosos e interesados observadores. Los ciudadanos de los Estados Unidos abrigamos los más amistosos sentimientos en favor de la libertad y felicidad de los pueblos en ese lado del Atlántico. En las guerras de las potencias europeas por asuntos de su incumbencia nunca hemos tomado parte, ni comporta a nuestra política el hacerlo. Solo cuando se invaden nuestros derechos o sean amenazados seriamente responderemos a las injurias o prepararemos nuestra defensa. Con las cuestiones en este hemisferio estamos necesariamente más inmediatamente conectados, y por causas que deben ser obvias para todo observador informado e imparcial. El sistema político de las potencias aliadas es esencialmente diferente en este respecto al de América. Esta diferencia procede de la que existe entre sus respectivos Gobiernos; y a la defensa del nuestro, al que se ha llegado con la pérdida de tanta sangre y riqueza, que ha madurado por la sabiduría de sus más ilustrados ciudadanos, y bajo el cual hemos disfrutado de una felicidad no igualada, está consagrada la nación entera. Debemos por consiguiente al candor y a las amistosas relaciones existentes entre los Estados Unidos y esas potencias declarar que consideraremos cualquier intento por su parte de extender su sistema a cualquier porción de este hemisferio como peligroso para nuestra paz y seguridad. Con las colonias o dependencias existentes de potencias europeas no hemos interferido y no interferiremos. Pero con los Gobiernos que han declarado su independencia y la mantienen, y cuya independencia hemos reconocido, con gran consideración y sobre justos principios, no podríamos ver cualquier interposición para el propósito de oprimirlos o de controlar en cualquier otra manera sus destinos, por cualquier potencia europea, en ninguna otra luz que como una manifestación de una disposición no amistosa hacia los Estados Unidos. En la guerra entre esos nuevos Gobiernos y España declaramos nuestra neutralidad en el momento de reconocerlos, y a esto nos hemos adherido y continuaremos adhiriéndonos, siempre que no ocurra un cambio que en el juicio de las autoridades competentes de este Gobierno, haga indispensable a su seguridad un cambio correspondiente por parte de los Estados Unidos. Los últimos acontecimientos en España y Portugal demuestran que Europa no se ha tranquilizado. De este hecho importante no hay prueba más concluyente que aducir que las potencias aliadas hayan juzgado apropiado, por algún principio satisfactorio para ellas mismas, el interponerse por la fuerza en los asuntos internos de España. Hasta que punto pueden extenderse, por el mismo principio, estas interposiciones es una cuestión en la que están interesados todas los países independientes, aun los más remotos, cuyas formas de gobierno difieren de las de estas potencias, y seguramente ninguno de ellos más que los Esados Unidos. Nuestra actitud con respecto a Europa, que se adoptó en una etapa temprana de las guerras que por tanto tiempo han agitado esa parte del globo, se mantiene sin embargo la misma, cual es la de no interferir en los asuntos internos de ninguna de esas potencias; considerar el gobierno de facto como el gobierno legítimo para nosotros; cultivar con él relaciones amistosas, y preservar esas relaciones con una política franca, firme y varonil, satisfaciendo siempre las justas demandas de cualquier potencia, pero no sometiéndose a injurias de ninguna. Pero con respecto a estos continentes, las circunstancias son eminente y conspicuamente diferentes. Es imposible que las potencias aliadas extiendan su sistema político a cualquier porción de alguno de estos continentes sin hacer peligrar nuestra paz y felicidad; y nadie puede creer que nuestros hermanos del Sur, dejados solos, lo adoptaran por voluntad propia. Es igualmente imposible, por consiguiente, que contemplemos una interposición así en cualquier forma con indiferencia. Si contemplamos la fuerza comparativa y los recursos de España y de esos nuevos Gobiernos, y la distancia entre ellos, debe ser obvio que ella nunca los podrá someter. Sigue siendo la verdadera política de los Estados Unidos dejar a las partes solas, esperando que otras potencias sigan el mismo curso. DESTINO MANIFIESTO La creación de la idea de los Estados Unidos se produjo durante el siglo XIX.. Esa idea motriz ha sido válida para la gran potencia americana durante todo el siglo XX, y aunque en las últimas décadas han surgido poderosos elementos de revisión y crisis, la gran pugna del presidente Reagan en su segundo mandato es la de demostrar que esa creación sigue en pie. Esa es la esencia del enfrentamiento sobre Nicaragua, el gran test histórico para un presidente que encarna como ninguno una cierta idea de su país.En 1823 el presidente James Monroe hacía su famosa declaración "América para los americanos", aunque con un alcance muy distinto al que la realidad imperial de Washington da hoy a sus palabras. Para Monroe su declaración era más una teoría que una realidad. En 1812 se había ganado una modesta segunda, versión de la guerra civil contra los casacas rojas, pero la invasión de Canadá había fracasado, los ingleses habían incendiado Washington, y sólo la terca fortuna del general Andrew Jackson había salvado Nueva Orleans asediada. Era una victoria defensiva, y la marina británica, la mejor garantía del orden en los mares tras la derrota española en la América sublevada. Esa pantalla oceánica. permitía a Estados Unidos comenzar a organizar su mundo en relativa seguridad contra una eventual ofensiva de la Europa aconchabada en aquella ONU de las monarquías que fue la Santa Alianza. En 1845 se acuñaba una proclama que haría fortuna: el Manifest Destiny. Texas se había independizado de México y crecían las fuerzas que reclamaban la integración del nuevo territorio en el Estado que galopaba hacía el Oeste. En el último tercio del siglo pasado el almirante Mahan completaría esa formulación con su obra Sea Power in History, que daría una nueva interpretación a la idea de los límites fronterizos. La garantía de que se pudiera llenar ese mundo y organizar ese espacio pasaba por el dominio de los mares circundantes. La ocupación de Puerto Rico, Filipinas, Hawai y el protectorado sobre Cuba completaban en la vuelta del siglo esa estrategia de defensa adelantada perfectamente compatible con otro concepto secular; el de la Fortress America. América como bastión, como mundo autorregulado que se diferenciaba de Europa en la medida en que esos mares y sus vigías insulares hacían de cordón sanitario entre el corrupto orden europeo y la esperanza democrática del nuevo continente. Esa propuesta de imperialismo americano no puede, por ello, confundirse con el reparto del mundo a la europea. Estados Unidos no quiere intervenir en el despedazamiento de China, contempla con satisfecha superioridad moral la rebatiña por Africa, y por expeditiva que sea su intervención en el Caribe, no busca colonias sino ilusorias réplicas a escala de sí mismo. Es como lo que dijo Trias Fargas del centralismo español: "Los castellanos nos quieren tanto que pretenden que seamos como ellos". DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO Los Representantes del Pueblo Francés, constituidos en Asamblea Nacional, considerando que la ignorancia, el olvido o el menosprecio de los derechos del Hombre son las únicas causas de las calamidades públicas y de la corrupción de los Gobiernos, han resuelto exponer, en una Declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados del Hombre, para que esta declaración, constantemente presente para todos los Miembros del cuerpo social, les recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes; para que los actos del poder legislativo y del poder ejecutivo, al poder cotejarse en todo momento con la finalidad de cualquier institución política, sean más respetados y para que las reclamaciones de los ciudadanos, fundadas desde ahora en principios simples e indiscutibles, redunden siempre en beneficio del mantenimiento de la Constitución y de la felicidad de todos. En consecuencia, la Asamblea Nacional reconoce y declara, en presencia del Ser Supremo y bajo sus auspicios, los siguientes derechos del Hombre y del Ciudadano: Artículo 1º Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo puedenfundarse en la utilidad común. Artículo 2 La finalidad de cualquier asociación política es la protección de los derechos naturales e imprescriptiblesdel Hombre. Tales derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. Artículo 3 El principio de toda Soberanía reside esencialmente en la Nación. Ningún cuerpo ni ningún individuopueden ejercer autoridad alguna que no emane expresamente de ella. Artículo 4 La libertad consiste en poder hacer todo lo que no perjudique a los demás. Por ello, el ejercicio de losderechos naturales de cada hombre tan sólo tiene como límites los que garantizan a los demás Miembrosde la Sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales límites tan sólo pueden ser determinados por laLey. Artículo 5 La Ley sólo tiene derecho a prohibir los actos perjudiciales para la Sociedad. Nada que no esté prohibidopor la Ley puede ser impedido, y nadie puede ser obligado a hacer algo que ésta no ordene. Artículo 6 La Ley es la expresión de la voluntad general. Todos los Ciudadanos tienen derecho a contribuir a su elaboración, personalmente o a través de sus Representantes. Debe ser la misma para todos, tanto para proteger como para sancionar. Además, puesto que todos los Ciudadanos son iguales ante la Ley, todosellos pueden presentarse y ser elegidos para cualquier dignidad, cargo o empleo públicos, según suscapacidades y sin otra distinción que la de sus virtudes y aptitudes. − Artículo 7 Ningún hombre puede ser acusado, arrestado o detenido, salvo en los casos determinado por la Ley y en la forma determinada por ella. Quienes soliciten, cursen, ejecuten o hagan ejecutarórdenes arbitrarias deben ser castigados; con todo, cualquier ciudadano que sea requerido o aprehendido en virtud de la Ley debe obedecer de inmediato, y es culpable si opone resistencia. Artículo 8 La Ley sólo debe establecer penas estricta y evidentemente necesarias, y tan sólo se puede ser castigado en virtud de una Ley establecida y promulgada con anterioridad al delito, y aplicada legalmente. Artículo 9 Puesto que cualquier hombre se considera inocente hasta no ser declarado culpable, si se juzga indispensable detenerlo, cualquier rigor que no sea necesario para apoderarse de su persona debe ser severamente reprimido por la Ley. Artículo 10 Nadie debe ser incomodado por sus opiniones, inclusive religiosas, siempre y cuando su manifestación no perturbe el orden público establecido por la Ley. Artículo 11 La libre comunicación de pensamientos y opiniones es uno de los derechos más valiosos del Hombre; por consiguiente, cualquier Ciudadano puede hablar, escribir e imprimir libremente, siempre y cuando responda del abuso de esta libertad en los casos determinados por la Ley. Artículo 12 La garantía de los derechos del Hombre y del Ciudadano necesita de una fuerza pública; por ello, estafuerza es instituida en beneficio de todos y no para el provecho particular de aquéllos a quienes se encomienda. Artículo 13 Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de administración, resulta indispensable una contribución común, la cual debe repartirse equitativamente entre los ciudadanos, de acuerdo con sus capacidades. Artículo 14 Todos los Ciudadanos tienen el derecho de comprobar, por sí mismos o a través de sus representantes, la necesidad de la contribución pública, de aceptarla libremente, de vigilar su empleo y de determinar su prorrata, su base, su recaudación y su duración. Artículo 15 La Sociedad tiene derecho a pedir cuentas de su gestión a cualquier Agente público Artículo 16 Una Sociedad en la que no esté establecida la garantía de los Derechos, ni determinada la separación de los Poderes, carece de Constitución. Artículo 17 Por ser la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ella, salvo cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija de modo evidente, y con la condición de haya una justa y previa indemnización. DECRETO DE ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD EN MÉXICO LA INDEPENDENCIA Y LA LIBERTAD FUERON CONCEBIDOS POR EL PADRE DE LA PATRIA DON MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA, QUE POR PRIMERA VEZ EN AMERICA CONTINENTAL SE ABOLIO LA EXCLAVITUD EL 19 DE OCTUBRE DE 1810, EN VALLADOLID, HOY MORELIA, MICHOACAN, MEDIANTE UN DECRETO QUE HIDALGO PUSO EN MANOS DE UN SUBALTERNO DE NOMBRE JOSE MARIA ANZORENA PARA QUE LO EJECUTARA, TEXTUALMENTE ESTE DECRETO DICE : “ SE ORDENA A TODOS LOS DUEÑOS DE ESCLAVOS Y ESCLAVAS QUE A PARTIR DE ESTA FECHA TIENEN UN PLAZO DE 10 DIAS PARA PONER EN LIBERTAD ABSOLUTA A TODOS SUS ESCLAVOS Y ESCLAVAS, Y NO HACIENDOLO ASÍ, LOS DUEÑOS DE LOS ESCLAVOS Y ESCLAVAS SUFRIRAN LA PENA CAPITAL Y LA CONFISCACIÓN DE TODOS SUS BIENES”. A LO CUAL MUCHOS ESPAÑOLES HUYERON A GUATEMALA EN DONDE EMPRENDIERON UNA LUCHA ANTIMEXICANA. SENTIMIENTOS DE LA NACIÓN 1” Que la América es libre e independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione dando al mundo las razones. 2” Que la religión católica sea la única, sin tolerancia de otra. 3”Que todos sus ministros se sustenten de todos y solo los diezmos y primicias, y el pueblo no tenga que pagar más obvenciones que las de su devoción y ofrenda. 4 “Que el dogma sea sostenido por la jerarquía de la Iglesia, que son el Papa, los obispos y los curas, porque se debe arrancar toda planta que Dios no plantó: Omnis plantatio quam non plantavit Pater meus celestis erradicabitur (Todo lo que Dios no plantó se debe arrancar de raíz). Mateo Capítulo XV 5” Que la soberanía dimana inmediatamente del pueblo, el que sólo quiere depositarla en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto de representantes de las provincias en igualdad de números. 6” Que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial estén divididos en los cuerpos compatibles para ejercerlos. 7” Que funcionarán cuatro años los vocales, turnándose, saliendo los más antiguos para que ocupen el lugar los nuevos electos. 8” La dotación de los vocales será una congrua suficiente y no superflua, y no pasará por ahora de 8 mil pesos. 9” Que los empleos sólo los americanos los obtengan. 10” Que no se admitan extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir y libres de toda sospecha. 11” Que los Estados mudan costumbres y, por consiguiente, la Patria no será del todo libre y nuestra mientras no se reforme el Gobierno, abatiendo el tiránico, substituyendo el liberal, e igualmente echando fuera de nuestro suelo al enemigo español, que tanto se ha declarado contra nuestra Patria. 12” Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal de pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto. 13 “Que las leyes generales comprendan a todos, sin excepción de cuerpos privilegiados; y que éstos sólo lo sean en cuanto al uso de su ministerio. 14” Que para dictar una ley se haga junta de sabios en el número posible, para que proceda con más acierto y exonere de algunos cargos que pudieran resultarles. 15”Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud. 16” Que nuestros puertos se franqueen a las naciones extranjeras amigas, pero que éstas no se internen por más amigas que sean y sólo habrá Puertos señalados para el efecto, prohibiendo el desembarque en todos los demás, señalado el diez por ciento. 17” Que a cada uno se le guarden sus propiedades y respete en su casa como en un asilo sagrado, señalando penas a los infractores. 18” Que en la nueva legislación no se admita la tortura. 19” Que en la misma se establezca por Ley Constitucional la celebración del día 12 de diciembre en todos los pueblos, dedicado a la Patrona de nuestra Libertad, María Santísima de Guadalupe, encargando a todos los pueblos la devoción mensual. 20” Que las tropas extranjeras o de otro Reino no pisen nuestro suelo, y si fuere en ayuda, no estarán donde la Suprema Junta. 21” Que no se hagan expediciones fuera de los límites del Reino, especialmente ultramarinas; pero (se autorizan las) que no son de esta clase para propagar la fe a nuestros hermanos de Tierra dentro. 22” Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que nos agobian y se señale a cada individuo un cinco por ciento de las semillas y demás efectos u otra carga igual, ligera, que no oprima tanto, como la Alcabala, el Estanco, el Tributo y otros; pues con esta ligera contribución y la buena administración de los bienes confiscados al enemigo, podrá llevarse el peso de la guerra y honorarios de empleados. Chilpancingo, 14 de septiembre de 1813. José Ma. Morelos. 23” Que igualmente se solemnice el día 16 de septiembre todos los años, como el día aniversario en que se levantó la voz de la Independencia y nuestra santa Libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se desplegaron los labios de la Nación para reclamar sus derechos con espada en mano para ser oída; recordando siempre el mérito del grande héroe, el señor don. Miguel Hidalgo y su compañero Don. Ignacio Allende. CONSTITUCIÓN DE APATZINGAN 1813 La Constitución de Apatzingán de 1814 se componía de 2 títulos y 242 artículos, se basó principalmente en la Constitución de Cádiz pero de manera un tanto modificada, pues en oposición a la Constitución Española, preveía la instauración de un régimen Republicano de Gobierno. Los artículos más relevantes fueron:5 1. La religión católica, apostólica y romana es la única que se debe profesar en el Estado. 2. La facultad de dictar leyes y establecer la forma de gobierno que más convenga á los intereses de la sociedad, constituye la soberanía. 3. Por consiguiente, la soberanía reside originariamente en el pueblo, y su ejercicio en la representación nacional compuesta de diputados elegidos por los ciudadanos bajo la forma que prescriba la constitución. 4. Estos tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, no deben ejercerse ni por una sola persona, ni por una sola corporación. 5. Se reputan ciudadanos de esta América todos los nacidos en ella. 6. La ley debe ser igual para todos... 7. Todo ciudadano se reputa inocente, mientras no se declare culpado. 8. (Las provincias de la América Mexicana): México, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Oaxaca, Técpan, Michoacán, Querétaro, Guadalajara, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Sonora, Coahuila y el Nuevo Reino de León. El Gobierno Supremo, (Poder Ejecutivo), se componía de 3 personas que tenían igualdad de autoridad y responsabilidades; el gobierno se ejercería en una alternancia de cada cuatro meses. Su autoridad más directa, además de la naturaleza ejecutiva y administrativa, era garantizar la protección de los derechos de los ciudadanos: la libertad, la propiedad, la igualdad y la seguridad. El Supremo Gobierno fue ejercido por José María Cos, José María Liceaga y José María Morelos. La constitución realmente nunca tuvo validez ni fue aplicada. Casi un año después de su promulgación, su inspirador, José María Morelos y Pavón fue capturado y fusilado finalmente el 22 de diciembre de 1815 y así temporalmente las tropas realistas tomaron nuevamente el control de prácticamente todo el país, pero al final no pudieron impedir que la América Mexicana consumara su independencia, primero bajo el nombre de Imperio Mexicano que finalmente se convertiría en los Estados Unidos Mexicanos. PLAN DE LA PROFESA En la Ciudad de México, simpatizantes del régimen absolutista comenzaron a reunirse de forma secreta en el Oratorio de San Felipe Neri, conocido popularmente como el templo de la Profesa. Las reuniones fueron presididas por el canónigo Matías de Monteagudo, por su carácter secreto se desconocen con certeza los nombres de los participantes. Se presupone que participaron Manuel de la Bárcena, fray Mariano López de Bravo y Pimentel,2 Miguel Bataller, Juan José Espinosa de los Monteros, Antonio de Mier y Villagómez, José Bermúdez Zozaya, Juan Cruz Ruiz de Cabañas, obispo de Guadalajara; Juan Gómez de Navarrete y el obispo de Puebla Antonio Joaquín Pérez Martínez y Robles entre otros. Algunos integrantes de este grupo heterogéneo, miembros de la clase aristócrata y del clero, habían participado en el golpe de Estado durante la crisis política de 1808 en México. Durante las primeras reuniones el objetivo era impedir la divulgación de la reinstauración de la Constitución de Cádiz en España, declarando que el rey se encontraba aún sin libertad, para así establecer al virrey como gobernante de la Nueva España. Este plan no prosperó pues las noticias llegaron a Veracruz, el intendente José Dávila y los comerciantes establecidos juraron la Carta Magna. Ante el temor de que el virrey no aceptara la Constitución, organizaron el Batallón de Voluntarios de Fernando VII para ejercer presión a Ruiz de Apodaca. El 31 de mayo de 1820, el virrey no tuvo más remedio que jurar la Constitución. Debido a que el virreinato se convirtió en provincia, el puesto de virrey pasó a ser Jefe Político Superior de Nueva España. Los conspiradores se pusieron en contacto con el arzobispo de Guadalajara Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, su nuevo plan era proclamar la independencia de México, con la idea de establecer una monarquía con un infante de España, evitando desde luego, mencionar las instituciones constitucionales. Militarmente los conspiradores decidieron apoyarse en Agustín de Iturbide, sin embargo los planes tuvieron que volver a cambiar, pues se hizo oficial la proclamación de la Constitución el 9 de junio. Conforme a la nueva política, la Compañía de Jesús fue suprimida el 20 de agosto. El fuero eclesiástico fue abolido. El 22 de agosto de 1820 se expidió una orden para liberar a los insurgentes que se encontraban presos, entre ellos a Nicolás Bravo e Ignacio López Rayón. El descontento entre los miembros de la Conspiración de la Profesa aumentó. Uno de los resultados más favorables para esta serie de reuniones fue la designación de Agustín de Iturbide como comandante en Jefe de los Ejércitos del Sur. El 9 de noviembre de 1820, Iturbide fue nombrado sustituto de José Gabriel de Armijo para combatir al rebelde Vicente Guerrero que seguía levantado en armas desde su posición en la Sierra del Sur. Durante las juntas, se trazó el plan para que Iturbide realizara un acercamiento con el caudillo insurgente e incrementar el poderío militar. PLAN DE IGUALA “¡Americanos! Bajo cuyo nombre comprendo no sólo á los nacidos en América, sino á los europeos, africanos y asiáticos que en ella residen, tened la bondad de oírme. Las naciones que se llaman grandes en la extensión del globo, fueron dominadas por otras; y hasta que sus luces no les permitieron fijar su propia opinión, no se emanciparon. Las europeas que llegaron á la mayor ilustración y política fueron esclavas de la romana; y este imperio, el mayor que reconoce la historia, asemejó al padre de familia que en su ancianidad mira separarse de su casa á los hijos y á los nietos por estar ya en edad de formar otras, y fijarse por sí, conservándole todo el respeto,veneración y amor, como a su primitivo origen. “Trescientos años hace que la América Septentrional está bajo la tutela de la nación más católica y piadosa, heroica y magnánima. La España la educó y engrandeció formando esas ciudades opulentas, esos pueblos hermosos, esas provincias y reinos dilatados que en la historia del universo van á ocupar un lugar muy distinguido. Aumentadas las poblaciones y las luces, conocidos todos los ramos de la natural opulencia del suelo, su riqueza metálica, las ventajas de su situación topográfica, los daños que origina la distancia del centro de su unidad, y que ya la rama es igual al tronco; la opinión pública y la general de todos los pueblos es la de la independencia absoluta de la España y de toda otra nación. Así piensa el europeo, así los americanos de todo origen. “Esta misma voz que resonó en el pueblo de los Dolores el año de 1810, y que tantas desgracias originó al bello país de las delicias, por el desorden, el abandono y otra multitud de vicios, fijó también la opinión pública de que la unión general entre europeos y americanos, indios e indígenas es la única base sólida en que puede descansar nuestra común felicidad. “Es llegado el momento en que manifestéis la uniformidad de sentimientos, y que nuestra unión sea la mano poderosa que emancipe á la América sin necesidad de auxilios extraños. A la frente de un ejército valiente y resuelto he proclamado la independencia de la América Septentrional. Es ya libre, es ya señora de sí misma, ya no conoce ni depende de la España ni de otra nación alguna. Saludadla todos como independiente y sean nuestros corazones bizarros los que sostengan esta dulce voz, unidos con las tropas que han resuelto morir antes que separarse de tan heroica empresa. “No le anima otro deseo al ejército que el conservar pura la santa religión que profesamos y hacer la felicidad general. Oid, escuchad las bases en que funda su resolución”. TRATADOS DE CORDOBA Pronunciada por Nueva España la Independencia de la antigua, teniendo un ejército que sostuviese este pronunciamiento, decididas por él las Provincias del reino, sitiada la capital en donde se había depuesto á la autoridad legítima, y cuando solo quedaban por el gobierno europeo las plazas de Veracruz y Acapulco, desguarnecidas y sin medios de resistir á un sitio bien dirigido y que durase algún tiempo; llegó al primer puerto el Teniente general D. Juan O-donojú con el carácter y representación de Capitan General, y Gefe superior político de este reino, nombrado por su M. C. quien deseoso de evitar los males que aflijen á los pueblos en alteraciones de esta clase, y tratando de conciliar los intereses de ambas españas, invitó á una entrevista al primer Gefe del Ejército Imperial D. Agustin de Iturbide, en la que se discutiese el gran negocio de la independencia, desatando sin romper los vínculos que unieron á los dos continentes. Verificóse la entrevista en la villa de Córdova el 24 de Agosto de 1821, y con la representacion de su carácter el primero, y la del Imperio Mejicano el segundo; despues de haber conferenciado detenidamente sobre lo que mas convenia á una y otra nacion atendido el estado actual, y las últimas ocurrencias, convinieron en los artículos siguientes que firmaron por duplicado, para darles toda la consolidacion de que son capaces esta clase de documentos, conservando un original cada uno en su poder para mayor seguridad y validacion. I. Esta América se reconocerá por Nacion soberana é independiente, y se llamará en lo sucesivo Imperio Mejicano. 2. El Gobierno del Imperio será monárquico constitucional moderado. 3. Será llamado á reinar en el Imperio Mejicano (previo el juramento que designa el artículo 4. del Plan) en primer lugar el Sr. D. Fernando Séptimo Rey Católico de España, y por su renuncia ó no admision, su hermano el Serenísimo Señor infante D. Carlos; por su renuncia ó no admision el Serenísimo Señor Infante D. Francisco de Paula; por su renuncia ó no admisión, el Serenísimo Señor D. Carlos Luis Infante de España antes heredero de Etrúria, hoy de Luca, y por renuncia ó no admisión de este, el que las Córtes del Imperio designaren. 4. El Emperador fijará su Corte en Méjico que será la Capital del Imperio. 5. Se nombrarán dos comisionados por el Exmo. Señor O-donojú, los que pasarán á la Corte de España á poner en las Reales manos del Señor D. Fernando VII. copia de este tratado, y exposicion que le acompañará para que sirva á S. M. de antecedente, mientras las Córtes del Imperio le ofrecen la corona con todas las formalidades y garantias, que asunto de tanta importancia exije, y suplican á S. M. que en el caso del artículo tercero, se digne noticiarlo a los serenísimos Señores Infantes llamados en el mismo artículo por el órden que en él se nombran; interponiendo su benigno influjo para que sea una persona de las señaladas de su augusta casa la que venga á este Imperio, por lo que se interesa en ello la prosperidad de ambas naciones, y por la satisfaccion que recibirán los mejicanos en añadir este vínculo á los demas de amistad, con que podrán, y quieren unirse á los españoles. 6. Se nombrará inmediatamente conforme al espíritu del plan de Iguala, una junta compuesta de los primeros hombres del Imperio por sus virtudes, por sus destinos, por sus fortunas, representacion y concepto, de aquellos que están designados por la opinion general, cuyo número sea bastante considerable para que la reunion de luces asegure el acierto en sus determinaciones, que serán emanaciones de la autoridad, y facultades que les concedan los artículos siguientes. 7. La junta de que trata el artículo anterior se llamará junta provisional gubernativa. 8. Será individuo de la Junta provisionol de gobierno el Teniente general D. Juan de O-Donojú, en consideracion á la conveniencia de que una persona de su clase tenga una parte activa é inmediata en el gobierno, y de que es ACTA DE INDEPENDENCIA DE MÉXICO La Nacion Mexicana que, por trescientos años, ni ha tenido voluntad propia, ni libre el uso de la voz, sale hoy de la opresion en que ha vivido. Los heroicos esfuerzos de sus hijos han sido coronados y está consumada la empresa, enteramente memorable, que un genio, superior á toda admiración y elogio, amor y gloria de su Patria, principio en Iguala, prosiguió y llebo al cabo, arrollando obstáculos casi insuperables. Restituida, pues, esta parte del Septentrion al exercicio de cuantos derechos le concedió el Autor de la Naturaleza, y reconocen por inenagenables y sagrados las naciones cultas de la tierra; en libertad de constituirse del modo que mas convenga á su felicidad; y con representantes que puedan manifestar su voluntad y sus designios; comienza á hacer uso de tan preciosos dones, y declara solemnemente, por medio de la Junta Suprema del Imperio, que es Nación Soberana, é independiente de la antigua España, con quien en lo succesivo, no mantendrá otra unión que la de una amistad estrecha, en los términos que prescribieren los tratados: que entablará relaciones amistosas con las demas potencias executando, respecto de ellas, cuantos actos pueden y estan en posesion de executar las otras naciones soberanas: que va á constituirse con arreglo á las bases que en el Plan de Iguala y tratado de Cordoba estableció, sabiamente, el primer jefe del Exercito Imperial de lasTres Garantias; y en fin que sostendra, á todo trance, y con el sacrificio de los haberes y vidas de sus individuos, (si fuere necesario) esta solemne declaracion, hecha en la Capital del Imperio á veinte y ocho de Setiembre del año de mil ochocientos veinte y uno, primero de la Independencia Mexicana. PLAN DE CASAMATA Art. 1o. Siendo inconcuso que la soberanía reside esencialmente en la Nación, se instalará el Congreso a la mayor posible brevedad. Art. 2o. La convocatoria para las nuevas Cortes se hará bajo las bases prescritas para la primera. Art. 3o. Respecto que entre los señores diputados que formaron el extinguido Congreso, hubo algunos que por sus ideas liberales y firmeza de carácter se hicieron acreedores al aprecio público, al paso que otros no correspondieron debidamente a la confianza que en ellos se depositó, tendrán las provincias la libre facultad de reelegir a los primeros y sustituir a los segundos con sujetos más idóneos para el desempeño de sus arduas obligaciones. Art.4o. Luego que se reúnan los representantes de la Nación, fijarán su residencia en la ciudad o pueblo que estimen por más conveniente, para dar principio a sus sesiones. Art. 5o. Los cuerpos que componen este ejército, y los que sucesivamente se adhieran, ratificarán el solemne juramento de sostener a toda costa la representación nacional. Art. 6o. Los jefes, oficiales y tropa que no estén conformes con sacrificarse por el bien de la patria, podrán trasladarse a donde les convenga. Art. 7o. Se nombrará una comisión que con copias del acta, marche a la capital del Imperio a ponerla en manos de S.M. el emperador. Art. 8o. Otra comisión, con igual copia [marchará] ala plaza de Veracruz a proponer al gobernador y corporaciones de ella, lo acordado por el Ejército, para ver si se adhieren a él o no. Art9o. Otra a los jefes de los cuerpos dependientes de este Ejército que se hallan sitiando el Puente del Rey, hoy Nacional y en las Villas. Art. 10o. En el ínterin contesta el Supremo Gobierno, con presencia de lo acordado por el Ejército, la Diputación Provincial de esta provincia será la que delibere en la parte administrativa, si aquella resolución fuere de acuerdo con la opinión Art. 11o. El Ejército nunca atentará contra la persona del emperador, pues lo contempla decidido por la representación nacional. Aquél se situará en las Villas o en donde las circunstancias lo exijan, y no se desmembrará por pretexto alguno, hasta que no lo disponga el Soberano Congreso, atendiendo a que será el que lo sostenga en sus deliberaciones.