Los Evangelios Evangelio significa literalmente buena noticia. Esta buena noticia se refiere a la vida y a la predicación de Jesucristo, el Hijo Unigénito de Dios hecho hombre. ¿Qué significa Evangelio? - “Evangelio” es una palabra griega (euangelion) que llegó al español a través de la palabra latina evangelium y que significa literalmente buena noticia. También se empleaba en la antigüedad griega para indicar la recompensa que se daba al portador de esa buena noticia.. Así el Evangelio que los Apóstoles proclaman es el anuncio de la buena noticia, que es el mismo Jesucristo. Esta buena noticia se refiere a la vida y a la predicación de Jesucristo, el Hijo Unigénito de Dios hecho hombre. El Nuevo Testamento se abre con cuatro libros que llevan el mismo título: «Evangelio»; igualmente inspirados que los restantes libros de la Sagrada Escritura, son los más excelentes de todos ellos, porque constituyen el principal testimonio de la vida y de la doctrina del Verbo hecho carne, nuestro Salvador. Estos cuatro libros fueron designados con el título de «Evangelio» desde principios del siglo II. ¿Cuántos y cuáles son los Evangelios? Son 4: evangelio de Mateo (Mt), Marcos (Mc), Lucas (Lc), Juan (Jn). Forman parte de la Sagrada Escritura y, en particular, del Nuevo Testamento, Pertenecen, por tanto, al canon de las Escrituras, que es “la lista completa de los escritos sagrados, que la Tradición Apostólica ha permitido discernir a la Iglesia. El canon comprende 46 escritos del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo” ¿Cuándo fueron escritos? Los 4 evangelios fueron escritos entre los años 60 y el 100 d.C. ¿Por qué son solamente 4? Son solamente cuatro, en cuanto que ha sido la Tradición Apostólica la que ha permitido a la Iglesia que estos cuatro y sólo estos cuatro evangelios deberían ser comprendidos en la lista de los Libros Sagrados. Los Evangelios narran la vida de Cristo siguiendo en líneas generales este esquema del discurso de San Pedro. Juan empieza remontándose hasta la eternidad del Verbo en el seno del Padre y exponiendo la Encarnación del Hijo de Dios y su vida entre los hombres. San Lucas y San Mateo inician la narración evangélica con los relatos sobre el nacimiento, infancia y vida oculta de Jesús. San Marcos da comienzo directamente a su escrito con el anuncio de San Juan Bautista acerca de la necesidad de la penitencia para recibir al Mesías. San Mateo Como ocurre con otros muchos libros sagrados, el nombre del autor del primer Evangelio no aparece en el escrito. Esta circunstancia tiene su significación: no pretendía escribir una obra personal, sino referir de modo breve, como testimonio escrito, los pasos de Jesús entre los hombres, sus enseñanzas, su Pasión y Muerte redentoras, su Resurrección gloriosa. Quería mostrar así que Jesús de Nazaret, descendiente de David, descendiente de Abrahán según la carne, concebido virginalmente en las entrañas purísimas de María por obra del Espíritu Santo, era el Mesías prometido en las profecías del Antiguo Testamento, era el Hijo de Dios Encarnado, el Salvador de la humanidad, que había venido a liberarla de la esclavitud del pecado, del demonio y de la muerte eterna. Ante la majestad divina y humana de Jesucristo, San Mateo no aparece. Lo que importa es lo que Jesús es, lo que dijo, lo que hizo. Sin embargo, por la Tradición constante de la Iglesia desde los primeros tiempos, sabemos que el autor humano de este Evangelio es el apóstol San Mateo, uno de los Doce primeros, llamado directamente por Jesús mientras trabajaba en su oficio de «publicano», esto es, de recaudador de impuestos. El contenido del primer Evangelio puede resumirse a grandes rasgos así: nacimiento e infancia de Jesús; anuncio de la inminencia de la misión de Cristo, hecha por Juan el Bautista, el Precursor; ministerio público de Jesús en Galilea y llamamiento de los Doce Apóstoles, con lo que comienza la manifestación de su condición mesiánica y divina, por medio de enseñanzas y milagros; viajes de Jesús con sus discípulos por la tierra prometida, haciendo el bien, curando enfermos, enseñando la doctrina, cumpliendo, en una palabra, lo que de Él estaba profetizado en el Antiguo Testamento; final de su ministerio público en Judea y Jerusalén; historia de su Pasión y Muerte; Resurrección gloriosa y apariciones. Una de las características más sobresalientes de este Evangelio son los cinco extensos discursos de Nuestro Señor: éstos, con las partes narrativas del Evangelio, se ilustran mutuamente y van conduciendo al lector hasta llegar al drama de la Muerte, y a la alegría de la Resurrección gloriosa del Mesías e Hijo de Dios. San Marcos La tradición cristiana ha atribuido siempre el segundo Evangelio a San Marcos, discípulo directo de San Pedro, de San Pablo y de San Bernabé. Marcos conoció con toda seguridad a Jesucristo directamente, aunque no fue de los Doce Apóstoles: la mayoría de los escritores eclesiásticos ven en Mc 14,51-52, el episodio del muchacho que soltó la sábana y huyó a la hora del prendimiento de Jesús en el huerto, una especie de firma velada del propio Marcos a su Evangelio, ya que sólo él relata este episodio. Sabemos además por los Hechos de los Apóstoles que Marcos era primo de San Bernabé, uno de los grandes evangelizadores de los primeros tiempos, aunque no perteneciera a los Doce. Los datos de la antigua tradición afirman que San Marcos escribió su Evangelio en Italia o bien, concretando más, en Roma. El examen interno del texto corrobora el dato de tradición: se sirve de muchas palabras latinas, simplemente transcritas al griego. Estos datos enlazan también con la tradición de que Marcos escribió su Evangelio «a ruegos de los cristianos de Roma». Es muy razonable, pues, afirmar con la tradición antigua, reafirmada en estudios recientes, que San Marcos destinó en primera instancia su escrito a los fieles de Roma, si bien su Evangelio tenía valor universal para todos los tiempos y lugares. También aquí los datos internos del Evangelio apoyan estos destinatarios: explica ritos y costumbres de los judíos, desconocidos por los gentiles; traduce palabras arameas empleadas por Jesús. San Juan El orden del Evangelio de San Juan responde a la intención y a! proyecto que el Apóstol, movido por el Espíritu Santo, se propone al escribirlo. El mismo nos dice que escribió el Evangelio, «para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre. A la hora de exponer el Evangelio, San Juan sigue un plan propio, distinto del de los Sinópticos, apoyándose en algunas ideas fundamentales que va desarrollando a lo largo de su Evangelio: la sucesión de las fiestas judías que jalonan el relato; el desarrollo de ciertos conceptos, como la sustitución del Antiguo Testamento por el Nuevo, los temas de la Vida, del Pan de Vida, de la Luz, de la Verdad, del Amor, etc.; y, finalmente, la manifestación progresiva y dramática de Jesús como el Mesías e Hijo de Dios, frente a la obcecación creciente de los judíos que lo rechazan, hasta llegar al punto culminante de la «hora» de Jesús y del poder de las tinieblas. Estas líneas entretejen el Evangelio y le dan una cierta estructura y cohesión temática. A grandes rasgos, el esquema del cuarto Evangelio puede presentarse así: PRÓLOGO: El prólogo contiene en esencia los grandes temas que se desarrollarán en el Evangelio: manifestación de Cristo, luz, verdad, vida, gloria, revelación del Padre, fe e incredulidad. 1ª PARTE: la manifestación de Jesús como el Mesías, mediante los milagros Esta parte abarca desde el testimonio de Juan el Bautista sobre Jesús hasta la Ultima Cena. Se pueden delimitar varias secciones: Jesús, autor de la nueva economía salvífica: primeras manifestaciones de fe. Jesús nzarzi fiesta su divinidad. Jesús es el Pan de Vida. Jesús es la Luz del mundo. Jesús es la Vida del mundo. 2ª PARTE: Manifestación de Jesús como el Mesías, Hijos de Dios, en su Pasión, Muerte y Resurrección. En esta segunda parte aparecen tres secciones que se distinguen por el tema que trata cada una: Ultima Cena, Pasión y Muerte, y Resurrección del Señor. Sin embargo, en las tres encontramos también la manifestación y revelación de Cristo, y las distintas reacciones de fe o de incredulidad ante El, que alcanzan ahora su punto culminante. San Lucas San Lucas es el autor del tercer Evangelio. Es éste un dato firme de la Tradición cristiana, confirmado por los estudios realizados sobre el texto del Evangelio mismo. Casi la mitad del contenido del Evangelio de San Lucas no aparece en los otros tres Evangelios. Como propio de San Lucas destacan sus relatos de la infancia de Jesús; la presentación de muchos episodios del ministerio público del Señor en el marco de un largo viaje desde Galilea a Jerusalén; y algunas parábolas, como por ejemplo la del hijo pródigo, la del administrador infiel, la de Lázaro y el rico Epulón; y también es propio de Lucas el relato de la aparición de Jesús resucitado a los discípulos de Emaús. El orden que sigue San Lucas en la redacción de su Evangelio es similar sobre todo al de San Marcos, y puede distribuirse según el siguiente esquema: Breve prólogo, en que expone la finalidad del libro y fuentes que ha usado. Dos largos capítulos, a los que se suele llamar «evangelio de la Infancia de Jesús». Preparación de Jesús para su ministerio público, por medio del bautismo de manos de Juan y del ayuno en el desierto, donde es tentado por el diablo. Extenso ministerio público de Jesucristo en Galilea, donde comienza su predicación, realiza muchos milagros, elige a los Doce, los va formando, surgen las primeras reacciones de incomprensión y repulsa por parte de escribas y fariseos en contraste con la adhesión del pueblo, le siguen los discípulos, y Pedro confiesa que Jesús es el Mesías. Diez capítulos dedicados a la predicación de Nuestro Señor, dirigida a los discípulos, a las muchedumbres e incluso a los escribas y fariseos. Toda esta enseñanza está entrelazada con episodios de la vida de Nuestro Señor y la realización de milagros, que confirman su doctrina. Asimismo, esta larga sección contiene el anuncio de futuras persecuciones a los discípulos, la profecía de la destrucción de Jerusalén por su endurecimiento frente a la misericordia divina, y la tercera predicción de la Pasión y Resurrección. El Evangelio de San Lucas se ocupa a continuación del ministerio público de Jesús en Jerusalén. Finalmente, los relatos de la Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión. Algunos sucesos han sido sólo transmitidos por San Lucas, como son el sudor de sangre durante la agonía de Getsemaní, la promesa del Paraíso al buen ladrón, y la aparición del Resucitado a los discípulos de Emaús. ¿Cuáles son algunas de las características de cada Evangelio? El Evangelio según Marcos: es considerado el más antiguo de los cuatro Evangelios. Tiene un tono más narrativo: rico en particularidades, pinta eficazmente la Palestina de la época de Jesús. Los destinatarios de la obra eran los cristianos no judíos, probablemente los que habitaban en Roma. El autor es el Marcos conocido por Pedro, que acompañó más tarde a Pablo y a Bernabé. El Evangelio de Marcos está marcado por el “camino”: el viaje de Jesús hacia Jerusalén para el cumplimiento del misterio pascual. El Evangelio según Mateo: destinado a un público de origen judío. Abundan las citas del Antiguo Testamento. Según la tradición cristiana, el autor fue uno de los doce Apóstoles que en algunos pasajes es llamado Mateo (el cobrador de impuestos) y en otros Leví. El Evangelio es rico en parábolas y contiene 5 grandes discursos de Jesús, entre los cuales el célebre sermón de la montaña (5,1-7,29). Es considerado como el texto más rico en valores morales y por siglos ha inspirado pueblos de toda cultura y religión. El Evangelio según Lucas: es una sola obra junto con los Hechos de los Apóstoles. Escritos por el mismo autor, presente el mismo estilo y el mismo destinatario, un cierto Teófilo, del cual no se tienen más noticias (el nombre griego significa Amigo de Dios). Según la tradición, el autor es Lucas, compañero de san Pablo en algunos de sus viajes. El corazón de la obra es la actividad de Jesús en Jerusalén, la predicación del inicio de una nueva era, la redención de los hombres y el amor por los pobres. El Evangelio según Juan: es muy distinto a los otros, aun estilísticamente. Contiene menos parábolas, menos milagros, no contiene indicaciones sobre la institución de la eucaristía, al Padre Nuestro y a las bienaventuranzas. Aparecen, sin embargo, nuevas expresiones para hablar de Jesús (por ejemplo, Verbo de Dios). Según la tradición el autor es el Apóstol Juan, el predilecto de Jesús, también autor del Apocalipsis. Un grande escritor cristiano del siglo II, Orígenes, definió el cuarto Evangelio con las siguientes palabras: “la flor de toda la Escritura es el Evangelio y la flor del Evangelio es el que nos ha transmitido Juan, cuyo sentido profundo y ordenado nadie podrá captar jamás.” Qué es Biblia Biblia es un término procedente de la palabra griega βιβλίον (biblíon), que significa rollo, papiro o libro, y de la expresión griega τὰ βιβλία τὰ ἅγια (ta biblía ta hágia), que significa los libros sagrados. La Biblia es el conjunto (sólo el Antiguo Testamento) y del cristianismo, es la Palabra de Dios. Para el cristianismo, la Biblia es una colección o recopilación de textos o libros escritos por hombres por inspiración divina, y que contiene las doctrinas que orientan el comportamiento de los cristianos. La Biblia expone cómo el Dios creador se ha relacionado, se relaciona y se relacionará con el ser humano. De igual forma, la Biblia expone los atributos y el carácter de Dios. La biblia ha sido escrita originalmente en arameo, hebreo y griego, ahora está traducida en más de 2500 idiomas, y está disponible en diversas versiones debido a los diferentes traductores. El primer libro de la Biblia, "Génesis", fue escrito alrededor del 1445 a.C., y el último libro, "Apocalipsis", alrededor del 90-96 d.C. La Biblia ha sido escrita por, aproximadamente, 40 hombres en un período cercano a los 1600 años. Antiguo Testamento y Nuevo Testamento La Biblia consta de 73 libros divididos en dos grupos principales: el Antiguo y el Nuevo Testamento. Testamento (berith en hebreo) significa alianza, pacto o contrato. Después de unos 400 años de silencio, empezó a escribirse el Nuevo Testamento, que contiene 27 libros. El Nuevo Testamento contiene los Evangelios que presentan la historia de Jesucristo, abarca los acontecimientos durante su vida, su mensaje, su muerte, su resurrección y las cartas apostólicas que presentan la historia de los primeros cristianos. ¿Cuántos libros tiene la Biblia? La Biblia contiene 73 libros, divididos en el Antiguo y el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento hay 46 libros, mientras que en el Nuevo Testamento hay 27 libros. Antiguo Testamento Dentro del Antiguo Testamento encontramos los siguientes libros: Pentateuco – Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio Históricos – Josué, Jueces, Ruth, I Samuel, II Samuel, I Reyes, II Reyes, I Paralipómenos o Crónicas, II Paralipómenos o Crónicas, Esdras, Nehemías, Tobías, Judit, Ester, I Macabeos, II Macabeos. Poéticos y sapienciales – Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, El Cantar de los Cantares, Sabiduría, Eclesiástico. Profetas mayores – Isaías, Jeremías, Lamentaciones de Jeremías, Baruc, Ezequiel, Daniel. Profetas menores – Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías, Malaquías Nuevo Testamento Los Evangelios – Evangelio según San Mateo, Evangelio según San Marcos, Evangelio según San Lucas, Evangelio según San Juan. Hechos de los Apóstoles. Cartas de San Pablo – A los Romanos, I a los Corintios, II a los Corintios, A los Gálatas, A los Efesios, A los Filipenses, A los Colosenses, I a los Tesalonicenses, II a los Tesalonicenses, I a Timoteo, II a Timoteo, A Tito, A Filemón. Carta a los Hebreos. Cartas Católicas – Epístola de Santiago, Epístola I de San Pedro, Epístola II de San Pedro, Epístola I de San Juan, Epístola II de San Juan, Epístola III de San Juan, Epístola de San Judas. Apocalipsis.