Buenos días. Creo necesario hacer público un acontecimiento que

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Buenos días. Creo necesario hacer público un acontecimiento que
me ocurrió la madrugada del sábado 7 de abril del corriente año en
el balneario de Piriápolis.
Comienzo con mi identificación, me llamo Diego Barreneche
Villalba, resido en la ciudad de Pan de Azúcar, soy docente en el
liceo y U.T.U de esa localidad, nacido y criado allí, me desempeño
profesionalmente desde hace siete años en esos centros de
estudio.
El motivo de esta nota es por una situación vivida por mi persona el
día antes mencionado a la hora 3.30 a.m en la ciudad de Piriápolis,
llegué en mi auto a las 22.00 y lo estacioné en la intersección de las
calles Zabala y Celedonio Rojas cometiendo el error de trancar la
puerta y dejar las llaves adentro, intenté por mis propios medios
abrirlas y no pude a lo que recurrí a mi compañía de seguro (Porto)
para que me auxilien, a los 45 minútos llega el camión con el
mecánico y logran solucionar el problema, continué en la reunión.
A eso de las 3.10 vuelvo a salir hacia el auto y la puerta no abría,
ninguna de ellas, la cerradura se había roto, entonces volví a llamar
a mi aseguradora, al quedarme sin saldo en mi celular me dirigí
hacia la estación de servicio ANCAP para cargar minútos a mi
celular y poder comunicarme, a todo esto regreso a donde estaba
mi coche, cerca del lugar me intercepta un móvil policial con dos
policías, me detengo, se bajan del móvil y uno de ellos me pide mi
documento de identidad, se lo doy y me pregunta de donde soy.
Sin mediar más palabras ni tener la posibilidad de preguntar el
porque de la detención me hacen subir al móvil para trasladarme
según uno de ellos a la seccional. Esto sin ni siquiera haberme
consultado nada en referencia al hecho, sin tampoco minimamente
solicitarme la libreta de propiedad del vehículo. Por casualidad
pasamos por donde estaba mi coche y les dije que ese era mi
coche, que estaba esperando al socorro.
Jamás me preguntaron nada, no me dejaron hablarles, creyeron en
todo momento que yo era un ladrón. Al llegar al coche había otro
móvil policial donde se bajan dos o tres efectivos más los cuales
revisan el auto, me piden la llave y yo les tuve que dar mis
documentos para que corroboraran que el vehículo era mío. Me
dejaron solo en la camioneta y a los minutos me dijo el efectivo que
la manejaba "rajá", cual ladrón luego de cometer el acto delictivo.
Lo lamentable de todo esto, es que estos policías no estuvieron
dispuestos al diálogo en ningún momento, que bajo la denuncia de
algún vecino de la zona quien me vio rondando el auto, concluyeron
fácilmente que yo era el ladrón de mi propio vehículo, sin pedirme la
libreta de propiedad del coche para corroborar mínimamente que
era mío, que bajo el error cometido por ellos no fueron capaces de
pedirme disculpas por lo acontecido y el mal rato que tuve que vivir
por la violencia sicológica del momento, que viendo que no era un
ladrón y el auto no abría no se pusieron a las órdenes para
ayudarme a solucionar este problema.
Sólo se basaron en la llamada del vecino (entendible al fin), y jamás
actuaron de manera educada, cordial, o conciliadora. Así es la
imagen que queda de los policías, que te paran y no te dejan
hablar, que creen enseguida que sos delincuente, que no dialogan
con la gente para entender su situación, que hacen pasar un mal
rato y después se van, no se hacen responsables ni actúan como
buenos ciudadanos, como ciudadanos serviciales ante el problema
de un común.
Hoy no me cayo, saben porque, por mucho como yo, que somos
ciudadanos que no robamos, ni matamos, ni violentamos a nadie.
Que nos gusta vivir en armonía y tranquilidad con el resto,
respetando al otro, hasta al que delinque realmente, porque este
también es parte de la sociedad.
Me dio mucha impotencia la situación porque somos todos de la
zona, a varios de esos policías los reconocí y los conozco, y
seguramente he sido profesor de alguno de sus familiares, y que
digan como los traté, y lo más probable es que voy a ser docente de
sus propios hijos y ellos les van a contar como los trata el profesor
Barreneche en las clases de Geografía, para que aprendan a
distinguir a comunicarse con las palabras, con el idioma de la gente,
de la gente que construye la sociedad a las que ellos deben cuidar.
Espero que esta nota llegue a oídos de las autoridades
correspondientes y vecinos si les pasa algo de esto hágalo público,
porque en la madrugada, 4 o 5 en dos autos y con armas calquiera
es el dueño de la calle.
Gracias por atenderme. Finalmente 45 minutos después apareció el
socorro para el auto y me pude retirar del lugar. Agradezco la
atención del señor comisario de la seccional 11ª quien hoy sábado
por la tarde me atendió muy cordialmente por teléfono...
Ahora mirar para adelante y seguir con nuestra labor diaria.
Atentamente.
Profesor José Diego Barreneche Villalba.
C.I 4.327.762/2
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