La adultez tardía es una etapa de la vida en la que el peso de la edad empieza a sentirse. Todo aquello se ve en los cambios físicos que empiezan a producirse en las personas que llegan a la vida de las personas. Estos cambios tienen que ver con enfermedades irreversibles como la diabetes o las enfermedades degenerativas que se vuelven crónicas y con las cuales tendrán que convivir. Dificultades para ver, oir, caminar y escuchar o altos picos de presión son solo algunos, Ya decía nuestro escritor paraguayo Augusto Roa Bastos “la enfermedad es la enferma edad”. El inconveniente mayor en esta etapa es la exclusión social y la falta de programas que hay en países como el nuestro para ellas. El abandono es también por parte del estado que no se ocupa del bienestar de dichas personas. Envejecer es inherente a la vida, forma parte del desarrollo. Los deterioros en esta etapa que constituye los últimos años de la vida de una persona son graduales y son los que devienen con los años. Nadie se despierta anciano de la noche a la mañana, los cambios ocurren de forma progresiva, es importante aceptarlo y trabajar en pos de ello desde todas la instituciones del estado. Introducción El adulto El adulto mayor Según la OMS está considerado como adulto mayor la persona con más de 60 años. En algunos países se considera adulto mayor a la persona a partir de 65 años. El envejecimiento es un proceso natural e inevitable que comprende una serie de cambios físicos de carácter deteriorativo que se dan de forma gradual a lo largo de toda la vida del individuo (Papalia, Olds, Feldman, 2010, p.552) Los cambios físicos en esta etapa pueden considerarse relativos. Mientras que para algunas personas en esta etapa apenas se ven signos de envejecimiento. Algunos cambios físicos son evidentes a simple vista como la piel, las arrugas y el pelo de la cabeza. A continuación, se mencionan detalladamente los cambios físicos más comunes Envejecimiento del cerebro El envejecimiento es un proceso de deterioro anatómico y funcional inherente al proceso de la vida, que se relaciona íntimamente con el paso del tiempo. Definimos el envejecimiento en general como el proceso degenerativo de todos los órganos de naturaleza multifactorial que antecede a la muerte. Esto implica que el patrón de envejecimiento es el resultado de la combinación de factores genéticos y no genéticos muy diversos y aún poco conocidos. Todas las evidencias sugieren que el envejecimiento es el resultado de la acumulación de errores moleculares, propagados y amplificados por el paso del tiempo. En el envejecimiento cerebral se ha observado una disminución de las funciones cognitivas, sobre todo de aquellas relacionadas con las capacidades ejecutivas, los procesos de atención y el aprendizaje y almacenamiento de informaciones nuevas. En el cerebro envejecido no se produce una afectación completa, sino de ciertas regiones que participan en las capacidades ejecutivas y de memoria reciente, con activación de mecanismos de compensación. Durante el proceso de envejecer, las neuronas disminuyen de tamaño. Se alteran los receptores de los neurotransmisores y a su vez se produce un cambio en sus propiedades electroquímicas. Sin embargo, la presencia de placas seniles y/o ovillos neurofibrilares no son datos ligados al envejecimiento normal, sino a enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer Cambios Motores Por lo general, los adultos pierden entre 10 y 20% de su fuerza a los 70 años y la pérdida aumenta después de esa edad. La resistencia disminuye de manera continua con la edad, en especial entre las mujeres, en comparación con otros aspectos de la condición física como la flexibilidad . Las disminuciones de la fuerza y poder muscular pueden ser resultado de una combinación del envejecimiento natural, la disminución de la actividad y la enfermedad (Gerrig, 2005) En parte, esas pérdidas parecen ser reversibles. En estudios controlados con personas de entre sesenta y noventa años, los programas de entrenamiento con pesas, potencia o resistencia que duraban de ocho semanas a dos años incrementaban la fuerza, el tamaño y la movilidad muscular; la velocidad, resistencia y potencia muscular de las piernas; y la actividad física espontánea Aunque esas ganancias pueden resultar en cierta medida del incremento de la masa muscular, es probable que en los adultos mayores el factor principal sea una adaptación inducida por el entrenamiento en la capacidad del cerebro para activar y coordinar la actividad muscular (Gerrig, 2005) Principales cambios morfológicos Aparato cardiovascular: Mayor grosor en la pared del ventrículo izquierdo Aumento de las áreas de fibrosis Calcificaciones valvulares y subvalvulares Aparato respiratorio Pérdida de resorte elástico Calcificación de cartílagos traqueales Aparato digestivo Pérdida de piezas dentales Sistema nervioso Pérdida de peso del cerebro 10% (entre los 20 a 90 años) “encogimiento neuronal” Fibrosis, calcificación y osificación de las meninges Sistema ostearticular Pérdida de masa ósea Aumento de la rigidez en los tendones Aparición de pequeñas fisuras Piel Aparición de manchas Sequedad progresiva (Morato, 2009)