Escribir bien Por Umberto Eco 1.- Evita las aliteraciones; solo gustan a los “estúpidos”. 2.- No abuses del subjuntivo: utilízalo solo cuando sea necesario. 3.- Evita las frases hechas: son como la “sopa recalentada”. 4.- Escribe tal y como te expresas. 5.- No uses siglas comerciales ni abreviaciones. 6.- Acuérdate (siempre) de que el paréntesis (aun cuando parece indispensable) interrumpe el hilo del discurso. 7.- No te propases con los puntos suspensivos. 8.- Limita el uso de las comillas. Las citas no son “elegantes”. 9.- No generalices. 10.- Los barbarismos no son de buen gusto. 11.- Restringe las citas. Emerson dijo con razón “Odio las citas. Cuéntame solo lo que sabes”. 12.- Las comparaciones son equivalentes a las frases hechas. 13.- No seas redundante y no repitas dos veces la misma cosa. Redundancia es explicar algo que el lector ya ha entendido. 14.- Solo los necios emplean palabrotas. 15.- Intenta siempre concretar. 16.- La hipérbole es una excelente técnica expresiva. 17.- No construyas frases de una sola palabra. 18.- Cuidado con las metáforas demasiado atrevidas: son “plumas sobre las escamas de una serpiente”. 19.- Pon las comas en el lugar adecuado. 20.- Aprende a distinguir entre la función del “punto y coma” y la de los “dos puntos”: no es tarea fácil. 21.- Si no encuentras el vocablo idóneo, no recurras a la expresión coloquial: “el parche es peor que el agujero”. 22.- No uses metáforas incoherentes, aunque suenen bien. Son “como cisnes degollados”. 23.- ¿Son de verdad necesarias las preguntas retóricas? 24.- Sé conciso y trata de condensar tus pensamientos empleando el mínimo número de palabras y evitando las frases largas; así evitaras que tu discurso esté contaminado (una de las tragedias de nuestro tiempo dominado por el poder de los medios de comunicación). 25.- Los acentos no son ni incorrectos ni inútiles, quien los omite se equivoca. 26.- No se apostrofa un artículo indeterminado antes de un sustantivo masculino (el apóstrofo [‘] es una coma que se coloca en la parte superior derecha de una palabra. En castellano apenas se utiliza, solo por influencia del inglés con el genitivo sajón). 27.- ¡No enfatices demasiado! ¡Mide los signos de admiración! 28.- Ni siquiera los amantes de los barbarismos pluralizan las palabras extranjeras. 29.- Escribe correctamente los nombres extranjeros como Baudelaire, Roosevelt, Nietzsche y parecidos. 30.- Cita sin perífrasis los autores y los personajes a los que te refieres, tal y como lo hizo el más grande escritor lombardo del siglo XIX, el autor de El 5 de mayo. 31.- Al principio del discurso utiliza la “captatio benevolentiae”, para congraciarte con el lector (pero a lo mejor ustedes son tan estúpidos que no entienden lo que estoy diciendo). 32.- Cuida con detalle la ortografía. 33.- No hace falta decir que las pretericiones (decir lo que no vas a contar) son desesperantes. 34.- No pongas punto y aparte muy a menudo; solo cuando sean necesarias. 35.- No uses el plural “majestatis”. Causa una impresión pésima. 36.- No confundas causa con efecto: podrías equivocarte y cometer un error. 37.- No construyas frases en las cuales la conclusión precede a las premisas: si lo haces, las premisas se podrían deducir de las conclusiones. 38.- No utilices arcaísmos como “hápax legomena” u otros lexemas inusuales, así como estructuras profundas de rizomas, que superen las habilidades cognitivas del destinatario. 39.- No seas prolijo, pero tampoco te quedes corto. 40.- Cada frase ha de tener un significado, con independencia del contexto.