DÉCADA DE LOS 40 Se trata de un periodo claramente marcado por los acontecimientos económicos, políticos y sociales derivados de la Guerra Civil y de la dictadura. La poesía estará marcada por la muerte, exilio y silencio de algunos de los poetas de la brillante etapa anterior. Se caracteriza principalmente por una negativa situación tanto al nivel nacional de una dura posguerra como de la internacional con la II Guerra Mundial. En esta década se produce un aislamiento internacional y una división nacional que se traduce a sus vez en una división de la cultura en dos: -Una poesía arraigada de aquellos poetas afines al franquismo que evitan en sus poemas cualquier crítica o visitón negativa en la que destacan Leopoldo Panero y Luis Rosales y revistas como (Garcilaso). -Una poesía desarraigada de los exiliados y de influencia del existencialismo. Es una poesía más directa, menos retórica y más comprometida con el ser humano. Destacan Miguel Hernández (El rayo que no cesa), Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso) y Dámaso Alonso (Hijos de la ira). DÉCADA DE LOS 50 En los años cincuenta se produjo una mejora las condiciones de vida que se vio reflejada en el auge de la poesía comprometida o social, que busca dar testimonio del ser humano y del país, denunciando las injusticias y es usada como instrumento para transformar el mundo. Se pasa así del “yo” poético al “nosotros”. Destacan temas como la preocupación por España y el recuerdo y superación de la Guerra Civil. Se emplea un lenguaje directo y sin complicaciones. Destacan Blas de Otero (Pido la paz y la palabra), J osé Hierro ( Cuanto sé de mí) y Gabriel Celaya (Cantos iberos). DÉCADA DE LOS 60 La continuación de la posguerra consiguió trazar profundas amistades entre los considerados “los niños de la guerra” destacando entre ellos a Claudio Rodríguez (Salmos al viento), José Agustín Goytisolo (Sin esperanza con convencimiento), Ángel González (Poemas Póstumos) o Jaime Gil de Biedma (Diecinueve figuras de mi historia civil). Los poetas sociales fueron una gran influencia para las obras de estos autores y se comenzó a ver a Antonio Machado como un modelo político y estético. Durante estos años la poesía pretendió mostrar a la sociedad un punto de vista más personal para dar a conocer la realidad actual. Los temas se inclinaron hacia la experiencia personal y los aspectos cotidianos del día a día al mismo tiempo que desaparece la exaltación del lenguaje intentando sumir a los lectores en una versión de la poesía más intima y acogedora. Habrá, sin embargo, una preocupación artística del lenguaje poético. DÉCADA DE LOS 70 Y 80 Debido a la transición, será de gran influencia la literatura extranjera al producirse un mayor aperturismo político y social. La antología (Nueve novísimos poetas españoles), de José Mª Castellet, renovó el ambiente literario español. Es una etapa poética de gusto cosmopolita, apertura cultural y experimentación con el idioma. Se caracterizan por una influencia del Modernismo, Vanguardismo y Simbolismo. Presentan una preocupación por el lenguaje y defienden la autonomía del arte y el empleo de la escritura automática. En sus temas ocupa un lugar importante la cultura, los medios de comunicación de masas y admiración de la poesía extranjera. Destacan Pere Gimferrer, Luis Alberto de Cuenca, Guillermo Carnero y Antonio Carvajal. La tendencia más asentada desde los ochenta es la llamada Poesía de la experiencia. Una poesía realista, de tono coloquial, que cuenta una historia cotidiana en escenarios urbanos que, con frecuencia, vuelve a la métrica tradicional frente al verso libre. Destaca Luis García Montero. ÚLTIMAS DÉCADAS SIGLO XX En las últimas décadas del siglo XX, las tendencias más relevantes son la poesía surrealista de Blanca Andreu, la poesía erótica, culteranista y esteticista de Ana Rossetti, la poesía épica, que refleja una naturaleza hostil o vincula las experiencias personales con la épica, de Julio Llamazares y la poesía intimista cercana al minimalismo de Juana Castro. Son tendencias de difícil descripción por falta de perspectiva y por su heterogeneidad.