BULLYNG_COMO_PREVENIR_APODERADOS

NORTH COLLEGE
ANTOFAGASTA
Departamento de Orientación.
MATERIAL PARA REUNIÓN DE APODERADOS
COMO PREVENIR EL ACOSO ESCOLAR
La mayoría de veces, los padres y los profesores no se llegan a enterar del
acoso escolar que sufren hijos y alumnos, y otras veces, se enteran de
forma tardía, debido a que la víctima tiende a callar por miedo a
represalias o por vergüenza, por eso, los adultos tienen que estar muy
atentos a los indicadores de este fenómeno.
El prevenir el acoso escolar es tarea de los padres y del colegio. En forma conjunta se
puede llegar a resolver estos casos
Educación no sólo consiste en la transmisión de conocimientos, sino también en la
formación de las personas, por eso la entrega valores es un trabajo tanto de los
padres, como de las escuelas y de todos aquellos que ejercen una labor educativa con
los menores, es decir, cuidadores, abuelos, familiares, otros.
Acciones de prevención desde el hogar
Es labor de los padres educar a los hijos, prepararlos y guiarlos para que aprendan a
elegir el camino correcto, a actuar adecuadamente y a afrontar las diferentes
situaciones que irán encontrando a lo largo de sus vidas.
Por lo tanto los padres deberían:
 Educar a los hijos ofreciéndoles tiempo de calidad para estar con ellos.
 Los padres deben ser ejemplo de todo para los hijos.
 Enseñar y transmitir valores como: el respeto, la igualdad y la tolerancia.
 Enseñar los modales adecuados (a ser amable, a dar las gracias, decir
por favor, a disculparse…)
 Guiar, pero evitar sobreprotegerlos para no producir inseguridad.
 Poner límites a su conducta cuando ésta es inapropiada, sin ser
excesivamente autoritarios ni tampoco demasiado permisivos.
 Trabajar la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar del otro
y experimentar sus sensaciones.
 Trabajar en el autocontrol de impulsos de manera que cuando se sienta
ira no se actúe de forma incontrolada.
 Educar en la no violencia.
 Resolver conflictos mediante el diálogo.
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 Explicar que es el acoso escolar y cuáles son sus consecuencias.
 Enseñar a denunciar los actos de bullying.
 Estimular a los niños, si son espectadores del acoso, a actuar
 apropiadamente e involucrarse.
 Preguntar a los hijos si él o sus compañeros de clase son víctimas o
acosadores con cierta frecuencia.
 Asegurarse que los hijos se sienten apoyados y saben que pueden contar
con sus padres, proporcionándoles un vínculo afectivo seguro pero sin
fomentar la dependencia.
 Interesarse e implicarse en la vida escolar de los hijos y en sus tareas
escolares.
 Es conveniente establecer una relación de comunicación diaria con los
hijos para que los padres puedan contar con información de cómo les va
su vida. Los hijos deben sentir que se le escucha y valora, y que también
tienen experiencias que aportar.
 Evitar el uso de la televisión, el cine o los videojuegos violentos y que son
fuente de inspiración.
 Buscar nuevas amistades si las actuales no son las más idóneas.
¿Cómo saber si mi hijo es víctima o acosador?
Empezamos a saber qué es el maltrato.
El maltrato se puede dar de una manera repentina, aun cuando hay niños asediados
que puedan aguantar la presión de los compañeros si esta no es extremadamente
violenta; pero si no se para, la gradación va aumentando, aun cuando la víctima a
menudo tiene otro grupo referente y una vida familiar o de estudios con suficiente
éxito.
En cambio el acosador es un mal estudiante y acostumbra a tener problemas de
violencia familiar en el peor de los casos. Puede suceder que por una coincidencia de
factores, la situación del asediado acontezca un camino de problemas y que acabe
repercutiendo en su autoestima.
La manera de hacer "bullying" se puede definir con una serie de comportamientos
muy parecidos entre los acosadores: insultos, mentir, golpear, romper o robar sus
pertenencias, hablar mal, hacer correr rumores, amenazar, ridiculizar, buscarle
defectos o vicios, insultos mediante mensajes de texto o por correo electrónico
"*Messenger"; pero sobre todo se trata de una situación de presión para hacer daño.
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Los síntomas que reflejan la presencia de un posible caso de maltrato entre
compañeros, deben ser detectados cuanto antes, tanto por las personas del ámbito
familiar como escolar. Éstos pueden ser manifestados por las víctimas del acoso
escolar, por los agresores y también por los observadores o compañeros que lo
presencian.
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Cómo saber si mi hijo es víctima de acoso escolar
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Existen algunos indicadores, observables desde el ámbito familiar, sospechosos de
que un niño o adolescente está siendo objeto de acoso escolar:
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 La presencia de lesiones físicas; como golpes, hematomas o rasguños… La
víctima suele justificarlos diciendo que ha tenido caídas o pequeños accidentes.
 La pérdida o rotura de sus pertenencias escolares o personales; por ejemplo,
lentes, mochila, pantalones, colación, estuche escolar, y ello de forma frecuente.
 Cambios en el comportamiento y en el humor muy acusado.
 Muestra tristeza, llanto, apatía, irritabilidad o síntomas de depresión.
 Se muestra extraño y huidizo.
 Está distraído, absorto en sus pensamientos, asustadizo…
 No acude a excursiones, visitas, fiestas o competencias promovidas por el
colegio.
 No quiere salir con amigos o compañeros.
 Disminuye su rendimiento escolar, bajan sus calificaciones.
 Cuando va al colegio, solicita ir acompañado a la entrada y salida; o sale de casa
con el tiempo justo.
 Síntomas psicosomáticos como consecuencia del miedo y nerviosismo que siente
(vómitos, dolores de cabeza, de estómago, micción nocturna, tics nerviosos) antes
de ir al colegio.
 No habla del colegio.
 No quiere ir al colegio, exponiendo diversas excusas y simulando estar enfermo o
intentando exagerar sus dolencias.
 Falta al colegio y da explicaciones poco convincentes cuando se le pregunta por
el motivo o el lugar en el que pasó ese tiempo.
 Aparecen pesadillas, terrores nocturnos, cambios en el sueño o en el apetito.
 No tiene amigos para su tiempo de ocio.
 Daños producidos en la víctima que sufre el acoso escolar pueden ser:
 Fobia escolar, fracaso y dificultades escolares.
 Dificultad de atención, y de concentración, sensación de amenaza, pérdida de
memoria, distorsión del razonamiento.
 Ansiedad, depresión, frustración, agotamiento emocional…
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 Aislamiento, falta de implicación, inhibición, agresividad, rutinas obsesivas,
conductas adictivas…
 Pesadillas, sueño interrumpido, recurrencia de vivencias, trastornos
gastrointestinales, falta de apetito, llanto, trastorno de ansiedad generalizada,
crisis de ansiedad, cefaleas.
 Estrés postraumático, auto-imagen negativa, auto-desprecio, falta de confianza
en sí mismo.
 Irritabilidad crónica, agresión explosiva, anestesia emocional, insatisfacción,
infelicidad, riesgo de desarrollo desequilibrado.
Cómo saber si mi hijo es acosador
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Los indicadores observables dentro del ámbito familiar que pueden hacer sospechar
que un hijo es un acosador, serían:
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 Ausencia de empatía con el sufrimiento de los demás. No le preocupa las
emociones de los otros, y sólo piensa en la satisfacción de sus necesidades.
 Se muestra prepotente y dominante con hermanos y amigos.
 Muestra comportamientos agresivos.
 Se enorgullece de su conducta agresiva.
 Habla despectivamente de algún chico o chica de su clase.
 Se mofa o burla de sus iguales.
 Hay constancia de que ha sido recriminado más de una vez por peleas con sus
iguales en el centro escolar al que asiste.
 En casa, no cumple las normas que le ponen sus progenitores.
 No asume la responsabilidad de su conducta, ni pide perdón cuando ha actuado
mal, ya que no se siente culpable de las consecuencias de sus actos.
Las consecuencias de sus propios actos, en los acosadores son:
 Se muestran muy dominantes, autosuficientes y sin ninguna tolerancia a la
frustración.
 Interpretan las relaciones sociales en términos de provocación, presentan un
déficit de habilidades sociales.
 Carecen del sentido de la norma, falta de empatía y control emocional, son
impulsivos e impacientes. Presentan falta de autocontrol en sus impulsos.
 Han descubierto que pueden obtener éxito y poder social humillando a otros.
 Desconfían de los demás porque no han aprendido a fiarse de sí mismos.
 Son poco tolerantes, y nada solidarios, necesitan imponerse a través de la
fuerza y la amenaza, se meten en discusiones, están siempre a la defensiva, y
son autoritarios.
 Perpetúan la violencia y la trasladarán al ámbito laboral, familiar o vecinal; el
60% de los niños que acosan o que participan en dichas conductas cometerán
un delito antes de los 24 años.
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¿Qué hacer tras detectar una situación de “maltrato”?
 Lo primero que se tiene que hacer es ir a hablar con el profesor responsable
(Jefe, profesor de asignatura, inspector/a, orientadora).
 Preguntar si ha notado algún cambio de amigos, si juega en el patio, si cuando
se hacen grupos de trabajo no queda el último al hacer grupos...
 Pedir si se puede hacer un seguimiento más próximo para poder detectar lo
que realmente pasa.
 Crear un plan de entrevistas con la familia y el alumno y se planifica las
medidas que la escuela puede tomar contra este/estos alumno/alumnos
acosador/res que podrían ser: un aviso, llamada telefónica a los padres,
entrevista con el alumno, expulsión, privación de salidas escolares. Las familias
de estos alumnos acosadores tienen que conocer la situación.
 Se recomienda hacer un diario que conste todo aquello que se le hace.
Extractos del libro Acoso escolar y convivencia en las aulas de Formación.
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