Cuando hablamos del Pensamiento Judío, debemos abordar todas las Fuentes de la sabiduría judía. La base sobre la que se asienta todo el pensamiento judío está en la Torá, que de acuerdo a la tradición judía fue entregada por Adonai a Moshé y a todo el pueblo en el Monte Sinaí. El pueblo judío es el único que da testimonio de una revelación divina a todo el pueblo y no a un solo “elegido”, y los jajamim generalmente señalan que ahí radica el secreto de la supervivencia de Am Israel durante más de cuatro milenios. Se cree que en la Torá se esconden todos los secretos del universo, accesibles sólo para aquellos que logren descubrirlos. Para esto, la Torá debe estudiarse durante toda la vida, atravesando cuatro niveles de dificultad: Pshat (lo simple, lo que se descubre a primera vista), Remez (“pista”, cuando releyendo encuentro indicios de que hay algo más profundo), Drash (exégesis, las explicaciones de los sabios que pueden ayudarnos a comprender lo que solos no comprendemos) y Sod (secreto, cuando a través del estudio accedo a los secretos ocultos en la Torá). Tomando la primera letra de cada uno de estos niveles de estudio formamos la palabra PaRDéS. En hebreo: דרש וסוד, רמז, פשטy forman פרדס. Antes de entrar de lleno al estudio formal de las Fuentes de la Sabiduría Judía, veamos sólo a modo de ejemplo, algunas enseñanzas que nos dejaron nuestros sabios, que podemos aplicar en cada momento de nuestras vidas para vivir mejor, para ser mejores, para sentirnos mejor. No avergüences a nadie en público - Talmud Sotá, 10 La tradición judía es firme en este punto y afirma que es preferible morir a transgredirlo. Por desgracia, ocurre todo el tiempo, no sólo en la prensa (que son los campeones de la categoría), sino también en la vida diaria. Si tenemos algo para decirle a alguien y es con la intención de que mejore, se lo diremos en privado, no en público. El único motivo por el que alguien puede señalar un error o defecto de otro en público es para avergonzarlo. Es algo que debe evitarse sin excepciones. Recibe con alegría a todas las personas - Pirkei Avot 3:12 Este simple consejo encapsula un enfoque óptimo para vivir y relacionarse con los demás. Implica dejar de lado tu estado de ánimo (que no siempre es ideal), y convertirte en una fuerza positiva más allá de cómo te sientas. Es reconocer que las personas tienen estados de ánimo y una complejidad interna que puede o no manifestarse, y que cuanta más energía positiva una persona irradie, mejor es para todos. Un saludo alegre relaja a los demás, tiende a darles más confianza y a hacer que sean sinceros, lo cual mejora la atmósfera de todo el lugar. Si salvas una vida, es como si hubieras salvado al mundo entero - Talmud Esta frase parece tener una aplicación limitada, ya que la mayoría de las personas jamás se encuentran en una situación que les permita salvar la vida de otros. Sin embargo, la idea parece apuntar a la misteriosa profundidad de los actos morales. Podemos entender que si somos positivos y ayudamos a una persona, es como si lo hiciéramos con todo el universo, porque todo está unido a todo. Y lo mismo ocurre a la inversa con las acciones negativas. Mantener el equilibrio emocional. Dicen que Rav Simja Bunim de Pershyscha llevaba en cada bolsillo un papel. En uno había escrito: bishvili nivrá haolam – para mì fue creado el mundo. En el otro escribió: Veanojí afar veefer – no soy más que polvo y cenizas. Rav Simja sacaba cada papel cuando era necesario, para recordárselo a sí mismo. “Hay dos maneras de vivir. Puedes vivir como si nada fuera un milagro. Y puedes vivir como si todo fuera un milagro” – Albert Einstein Toda la vida es un milagro, y no estamos realmente vivos a menos que captemos el milagro de nuestra existencia. Tres veces al día los judíos agradecemos en nuestras plega rias por “Tus milagros que haces por nosotros cada día”. Reconocer la participación de Dios en cada aspecto de nuestras vidas y reconocer Su benevolencia en Sus bendiciones agrega enorme significado a nuestra vida. “Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, enfrentamos el desafío de cambiar nosotros mismos” – Viktor Frankl En cada situación de la vida, podemos elegir cómo responder a nuestras circunstancias y a través de esa elección, momento a momento, crecemos y nos transformamos. “No estás obligado a concluir toda la obra, pero tampoco eres libre de sustraerte o eludirla” – Pirkei Avot 2:21 Por ejemplo que sea imposible para ti terminar con el hambre y la pobreza en el mundo, no te libera de dar de tus ganancias el 10% para los pobres y necesitados, debes contribuir con tu parte, con tu granito de arena y con esto no sólo haces tu parte si no que das el ejemplo a otros para que hagan la suya. “¿Quién es sabio? El que prevé las consecuencias” – Talmud, Tamid 32ª Debes tener la responsabilidad de medir las consecuencias de tus actos y de tus dichos, antes de realizarlos. Cuando provoco un daño a alguien, decirle que fue sin querer o no me dí cuenta de lo que iba a provocar, de poco sirve… el daño está hecho. Debes ser tu mismo. Cuando Rabí Zusia de Hanipol se encontraba en su lecho de muerte, sus alumnos lo encontraron llorando. Trataron de consolarlo y le dijeron que él era casi tan sabio como Moshé y tan bondadoso como Abraham, por lo que sin duda sería juzgado positivamente en el Cielo. Él les respondió: “Cuando llegue al Cielo no me preguntarán: ‘¿Por qué no fuiste como Moshé?’ ni ‘¿Por qué no fuiste como Abraham?’. Me preguntarán: ‘¿Por qué no fuiste como Zusia?’”. Actividad: Busca 1 enseñanza de Fuentes de la sabiduría judía, que quieras compartir con tus compañeros y no haya sido estudiada aún en clase. Deberás luego, compartirlas en clase, diciendo la enseñanza, citando la Fuente, y puedes acompañarlo con el recurso de apoyo que desees (ejemplos, dibujos, videos, experiencias personales, etc) Ahora pasemos al estudio de cómo se compone la Literatura Judía, las Fuentes de la Sabiduría Judía, que parten de la Ley entregada por Di-s al pueblo de Israel. La ley judía se compone de la ley escrita (Torá Shebijtav) y la ley oral (Torá ShebealPé) El Tanaj – תנ''ך: La ley escrita es el Tanaj o Biblia, y está dividida en tres grandes partes: 1) Torá 2) Neviim y 3) Ketuvim. A su vez cada una de ellas se subdivide en diferentes libros. La Torá, el Pentateuco o Jumash, fue escrita de acuerdo a la tradición judía en su totalidad por Moshé con inspiración divina, y contiene 5 libros a saber: a) Bereshit – relata desde la creación del mundo hasta que Iaacov y su familia descienden a Egipto. b) Shmot – Cuenta desde que el pueblo queda esclavo en Egipto hasta su liberación y la Entrega de la Torá. c) Vaikrá – Es un libro que tiene que ver sobretodo con los rituales y las leyes que Adonai nos ordena cumplir en muchos aspectos. d) Bamidbar – Relata las andanzas del pueblo judío por el desierto e) Devarim – Se compone de los discursos dichos por Moshé al pueblo judío antes de morir en el Har Nebó y termina con el relato de la muerte de Moshé (hay quienes creen que fue Moshé quien escribió su propia muerte igual que toda la Torá y hay quienes creen que esa parte la completó Ioshúa) Los Neviim, como su traducción lo describe son los libros de los Profetas. Esta sección del Tanaj contiene ocho libros y comprende la época desde la llegada del Pueblo de Israel a la Tierra Prometida hasta el exilio del mismo a Babilonia. Los primeros cuatro libros son los llamados Neviim HaRishonim o primeros profetas, y podemos decir que éstos son la continuación histórica y cronológica de los libros de la Torá. Entre ellos se encuentran los libros de Ioshúa, Shoftim, Shmuel y Melajim. Estos 2 últimos están divididos en dos partes, sólo por motivos de practicidad para su comprensión. En los libros de los Neviím Harishonim se cuenta la conquista de la tierra guiados por Ioshúa, el liderazg o de los Jueces, la época de los Reyes (Saúl, David, Shlomó, Ieroboam, Rejabam, Nadav, Abiá, Zimrí, Imrí, Iosafat, Ieoram, Ajav, Ioash, Iotam, Ajaz, Tzidkiahu, entre muchos otros) y los Profetas (Shmuel, Natán, Eliahu, Elisha, Ieshaiahu, Irmiahu, Ioná, Iejezkel, Mijá, Najum, Amós, entre otros)…… Los últimos cuatro libros, son los Neviim Hajaronim o últimos profetas y son Ieshaiahu, Irmiahu, Iejezkel y Tréi Asar (una recopilación de doce libros de profetas menores). Los libros que componen Trei Asar son los siguientes: Hoshea, Ioel, Amós, Ovadia, Ioná, Mijá, Najum, Jabakuk, Tzefania, Jagái, Zejariá, y Malají Estos libros no fueron ordenados cronológicamente como los anteriores. Ketubim o Escritos, comprende el periodo de historia que va desde el exilio de Babel a la reconstrucción del Templo de Jerusalem. Esta tercera sección del Tanaj, está compuesta por doce libros que pueden dividirse en tres grupos. 1) Primero se encuentran las cinco Meguilot que son: a) Shir Hashirim, leída en la festividad de Pesaj y escrita por el Rey Shlomó; b) Rut, que es leída en Shavuot y fue escrita por el Profeta Shmuel; c) Eijá, escrita por el profeta Irmiahu y leída en el día de ayuno de Tishá Beav; d) Kohelet, escrita por el Rey Shlomó y es leída en Sucot; y e) Ester, que es leída en la festividad de Purim escrita por los Sabios de la Gran Asamblea (Hazkeinim Shel Hakneset Hagdolá). 2) Un segundo grupo lo conforman los libros de a) Job, atribuido a Moshé, b) Mishlei o Proverbios, escrito por el Rey Shlomó, y c) Tehilim o Salmos, recopilado por el rey David, (algunos de estos Salmos fueron escritos por él mismo, otros por Profetas de generaciones anteriores y algunos por Sabios de su misma generación). 3) En el tercer grupo encontramos los libros de a) Daniel, b) Ezrá, c) Nejemiá y d) Divrei Haiamim o Crónicas. Los libros de Ketuvim son producto de un nivel más bajo de inspiración divina y no de la profecía. A este tipo de inspiración la denominamos “Ruaj Hakodesh”. Cuando el pueblo judío partió al exilio, se redujo su dominio de la lengua hebrea, por lo que surgió la necesidad de traducir el Tanaj. Una traducción muy famosa es la “Septuagynta” al griego, que fue realizada en la época del Segundo Beit HaMikdash. La más conocida de las traducciones al arameo es la de “Onkelos”. También está la “Epístola de Aristíades”, atribuida a un autor griego, que contiene la traducción de la Biblia al griego a pedido del emperador egipcio Ptolomeo. Hoy en día el Tanaj ha sido traducido a casi todos los idiomas y es considerado patrimonio cultural de todo el mundo occidental, siendo el libro más veces impreso en el mundo. Los sfarim Jitzonim – ספרים חיצוניים Los Sfarim Jitzoniím fueron escritos en tiempos en que los judíos estudiaban la Torá y los sabios la interpretaban y explicaban. Se trata de libros escritos por judíos en tiempos del Segundo Templo y en la etapa inmediatamente posterior (350 a.e.c. – 150 e.c.), cuyo sentido se asemeja al de los textos bíblicos pero que no fueron consagrados junto con los 24 libros del Tanaj, cuyo proceso de cristalización en un solo tomo consagrado tuvo lugar en aquella misma época. Parte de ellos se ha perdido, y algunos han sido redescubiertos recientemente. Entre los Sfarim Jitzoniím más importantes cabe mencionar a los Libros de los Macabeos (I y II), gracias a los cuales sabemos de la rebelión de los Macabeos; los libros atribuidos a Janoj, que incluyen mucho material referido a las creencias de los judíos en tiempos del Segundo Templo; el Sefer Hayovlot, que describe los acontecimientos más importantes desde la creación del mundo hasta el Exodo de Egipto (es decir las mismas épocas de Bereshit y Shmot); el Libro de Judith, que despliega la tradición de heroísmo de las mujeres judías; el Libro de Ben-Sirá (que lleva el nombre de su autor), destinado a enseñar sabiduría y principios morales al pueblo judío; entre otros. Actividad: Realiza en tu carpeta un cuadro en el que plasmes cada libro del Tanaj, su autor y época o temas que comprende. Al final de Libro Dvarim dice: “Enseña tus normas a Yaacov y tu Torá a Israel”. Los sabios se preguntaron: ¿Por qué son necesarias tus normas y tu Torá, si basta con una de ellas? ¿No son sinónimos? Si a pesar de ello la Torá menciona a ambas, es porque hay una razón: “Dos versiones de la Torá fueron entregadas a Israel: una oral y la otra escrita” (Sifri, Vezot Habrajá). Cuando Moshé se encontraba en el Monte Sinaí, D-s le enseñó los preceptos, los mandamientos y prohibiciones escritos en la Torá, pero además le enseñó las Halajot conocidas como Halajot leMoshé miSinaí. Las mismas debían ser memorizadas por Moshé para luego transmitirlas a su pueblo. A la vez el pueblo las siguió trasmitiendo de generación en generación. Como está escrito en Pirkei Avot 1:1: , וזקנים לנביאים, ויהושוע לזקנים, ומסרה ליהושוע,"משה קיבל תורה מסיניי "ונביאים מסרוה לאנשי כנסת הגדולה "Moshé recibió la Torá en Sinaí y la transmitió a Ioshúa, Ioshúa la transmitió a los Ancianos, los Ancianos a los Profetas y los Profetas a los Sabios de la Gran Asamblea" Estas leyes han sido desde entonces estudiadas y respetadas por el pueblo judío al igual que la Torá escrita por Moshé y tienen el rigor de Mitzvá. ¿Qué era lo que se transmitía oralmente? Las interpretaciones y explicaciones de la Torá She Bijtav, normas, enmiendas y restricciones destinadas a reforzar la posición de la Torá. Es decir que la Torá She Beal Pe está directamente vinculada con la Torá She Bijtav, y una sin la otra, carecería de contenido. Por ejemplo: la Torá nos ordena permanecer en la sucá siete días, pero, ¿Qué es la sucá? La Torá She Beal Pe nos brinda una respuesta que se desprende de las normas establecidas por los sabios. La Torá ShebealPé fue transmitida oralmente desde Moshé en el año 3300 (a.e.c.), hasta el último Sabio de la Gran Asamblea durante muchas generaciones. Shimón HaTzadik ) (שמעון הצדיקfue el último sabio de la Gran Asamblea )(כנסת הגדולה. La Kneset Hagdolá: La Kneset Hagdolá era la Magna Asamblea que comenzó a funcionar en los tiempos de la reconstrucción del Segundo Beit HaMikdash. Estaba conformada por 120 Sabios y fue fundada en el año 520 (a.e.c.) por Ezra, uno de los dos líderes del retorno del pueblo judío desde el exilio de Babel hacia Eretz Israel (el otro líder fue Nejemia). Los Sabios de la Kneset HaGdolá legislaban sobre Israel y decidían en litigios entre los judíos. También instituyeron muchas de las tefilot que hoy conocemos como la Amidá, el Kidush y la Havdalá. Se reunían ocasionalmente cuando era necesario para algún tema en particular. Se componía de Profetas y Sabios con inspiración divina. A los Sabios de esta época se los denominó “Anshei Kneset HaGdolá” (Los hombres de la Gran Asamblea) El Sanhedrín: El Sanhedrín era el “Tribunal” o “Consejo de los Judíos”, que trataba y decidía sobre los asuntos de Estado y religión, durante la dominación romana. Su función era guiar al pueblo para vivir de acuerdo a las leyes de la Torá. Se conformaba de 70 Sabios más el Presidente (es decir 71 Sabios). Al Presidente se lo llamaba “Nasí” (que quiere decir príncipe o presidente). Al Vicepresidente se lo llamaba “Av Bet Din” y presidía a su vez el tribunal de justicia. En la época del Sanhedrin se estudiaba en zugot (parejas) y el método de estudio era una especie de debate acerca de temas trascendentes a la luz del estudio de la Torá tanto escrita como oral, que se denominaba “pilpul”. En cada generación el pueblo era liderado por una de estas zugot (que ocupaban los cargos más altos del Sanhedrín). El Sanhedrín funcionó durante 250 años, que fueron cinco generaciones. Cinco pares de Sabios lideraron al pueblo en esa época, y los últimos fueron Hillel y Shamai. A los Sabios de esta época se los llamó “Zugot” (parejas) Una gran diferencia respecto de la época de la Kneset Hagdolá era que en la época del Sanhedrín ya no había profecía y la inspiración divina era de más bajo nivel espiritual, por lo que las decisiones eran más producto del estudio de las palabras de la Torá y de los Sabios anteriores, conjeturas y adaptaciones a la época. Ellos continuaron transmitiendo la Ley Oral hasta que en el año 70 (d.c) se produce un quiebre para el pueblo de Israel que pone en riesgo la transmisión de la Ley Oral, producto de la destrucción del Segundo Templo. Actividad: Elabora un cuadro comparativo entre la Kneset HaGdolá y el Sanhedrín La Mishná: La primera obra escrita de la ley oral fue compilada por Rabí Iehudá Hanasí (Rabi) quien vio la necesidad de realizar una obra que contenga la tradición oral antes de que esta se perdiera. Esto lo llevó a redactar una obra monumental a la que se denominó Mishná, culminada en el siglo II de la era común. La misma contiene seis tratados (Sidrot) que son 1) Zraim – זרעים: Leyes vinculadas fundamentalmente con la agricultura. 2) Moed - מועד: Leyes referidas a las festividades. 3) Nashim – נשים: Leyes referidas a la vida íntima. 4) Nezikin - נזיקין: Leyes relacionadas con el patrimonio y la vida comercial. 5) Kedoshim - קדושים: Leyes relativas a los sacrificios en el Beit HaMikdash. 6) Taharot - טהרות: Leyes sobre la pureza del cuerpo y del hogar. Allí se encuentran las explicaciones y comentarios de los Sabios denominados Tanaim (desde Moshé y hasta cinco generaciones después de la destrucción del Beit Hamikdash). Es decir que la Mishná fue escrita por los Tanaim y recopilada por Rabí Iehudá Hanasí. Recién a partir de esta obra aparecen de manera escrita discusiones rabínicas acerca de las aplicaciones prácticas de la ley judía (la halajá). Las mishnaiot que Rabí Yehuda Hanasí no incluyó en la Mishná en su versión definitiva, fueron posteriormente recopiladas e incluidas en un libro aparte, que recibe el nombre de Tosefta. La Tosefta (“agregado”) está organizada con la misma estructura que la Mishná, y las Beraitot incluidas en ella contienen paralelismos, complementos y versiones diferentes de las de la Mishná. El Talmud: Con la conclusión de la versión definitiva de la Mishná se inició el Talmud (que es la suma de Mishná y Guemará). Es una especie de recopilación de los debates mantenidos por los sabios acerca de las normas y halajot de la Mishná. El Talmud es una reseña de la Torá She Beal Pe creada por los sabios de Eretz Israel y de Babilonia desde los tiempos del Segundo Templo hasta el siglo VI. El Talmud consta básicamente de debates minuciosos acerca de diversas normas. En apariencia está estructurado como una explicación e interpretación de la Mishná, pero en realidad su contenido es mucho más vasto; los debates en torno de temas halájicos abordan todos los ámbitos de la vida y de ellos surge el tesoro de la sabiduría judía: halajá, agadá, filosofía, historia, ciencia, leyendas y humor. El Talmud, que es la obra de más trascendencia producida por el judaísmo después del Tanaj, se ha convertido en el texto fundamental del pueblo judío y en la base de la tradición normativa vigente hasta la actualidad. La Guemará, es el conjunto de enseñanzas de los sabios a los que se los llamó “los amoraim” (posteriores a los tanaim) y surgió en dos versiones paralelas: una en Eretz Israel y la otra en Babilonia; por eso existe un Talmud de Jerusalem, escrito y organizado en Eretz Israel y redactado en Tveria (Tiberíades), en la principal yeshivá de Eretz Israel, y un Talmud de Babilonia, redactado fundamentalmente en Sura y Pumbedita, en las dos yeshivot más importantes del judaísmo de Babilonia. El nivel de riqueza intelectual y sabiduría era superior en Babilonia en esa época y por eso hoy nos basamos más en el de Babel. El Talmud fue terminado alrededor del siglo V de la era común. La forma de estudio del Talmud es en forma de preguntas y respuestas y de un "diálogo" intergeneracional en el que intervienen Sabios de diferentes épocas que nunca se conocieron, ya que sobre una misma pregunta aparecen respuestas de Sabios que nunca dialogaron personalmente pero que lo hacen a través de las páginas del Talmud. El Talmud fue escrito en arameo y es una obra monumental. Luego del Tanaj es la fuente de sabiduría judía más importante. Actividad – Trabajo Práctico En base a lo estudiado hasta ahora, y a tus conocimientos previos acerca de la historia judía, elabora una línea del tiempo desde la construcción del Primer Beit HaMikdash, hasta la publicación del Talmud. Debes incluir una pequeña reseña de cada evento que integre tu línea del tiempo, además de fechas o períodos de años: Primer Beit HaMikdash (construcción y destrucción) Segundo Beit HaMikdash (construcción y destrucción) Retorno del exilio de Babel Conquista Persa La Historia de Purim La Historia de Jánuca Gobierno Hashmoneo sobre Israel. Kneset HaGdolá Sanhedrín El Midrash Halajá y el Midrash Agadá: En tiempos del Segundo Templo, muchos judíos eran agricultores y artesanos, y sólo unos pocos se dedicaban al estudio. A fin de acercar la mayor parte del pueblo al conocimiento de la Torá, se desarrolló el midrash (relato o interpretación) que el sabio pronunciaba ante su comunidad, en especial después de la lectura de la Torá el sábado. El mismo tenía un estilo narrativo y consistía en una interpretación no literal de la Torá, ya fuere para exponer pruebas y alusiones sobre las normas de la Torá (Midrashei Halajá) o para extraer ideas de los relatos de la Torá (Midrashei Agadá). La lectura de las agadot nos aparta un poco de la seriedad de la ley para leer una literatura judía sonriente y luminosa, plena de humor y experiencia de vida. La Agadá o el Midrash Agadá es el nombre genérico de aquella parte de la Torá She Beal Pe que no se ocupa de la halajá sino de diversos aspectos de la vida: el Creador y la Creación, el mundo y el hombre, Israel y los otros pueblos, las creencias y opiniones, la moral y el respeto y un poco de folclore. Está destinada a captar la atención del lector para educarlo y orientarlo por la senda de la vida. En muchos casos se basa en historias, reales o imaginarias, narradas en la sinagoga o en la casa de estudio. A diferencia del Midrash Agadá, el Midrash Halajá es más serio y severo, porque interpreta las halajot y normas a partir de determinados versículos, extrayendo conclusiones de la manera en que deben cumplirse las mitzvot o de los motivos por los que fueron ordenadas. Los Midrashei Halajá< fueron incluidos en diversas recopilaciones, como Mejilta de Rabí Ishmael y Mejilta de Rabí Shimón Bar Yojai (sobre el Libro de Shmot); Safra (sobre el Libro de Vaikra) Sifri (sobre los Libros de Bamidbar y Devarim). Los Midrashei Hagadá también fueron recogidos en diferentes recopilaciones, como Yalkut Shimoni del siglo XIII y Hamidrash Hagadol, que incluye midrashim sobre la Torá escritos por Rabí David Adeni en el Yemen, en el siglo XVI. El más famoso es Sefer Ha-Agadá compilado por J.N. Bialik y Y.J. Rawnitzki, que incluye una selección de agadot del Talmud y los midrashim; otras recopilaciones famosas son Ein Yaacov y Tzena Ureena. Actividad: Busca un Midrash Hagadá y un Midrash Halajá para compartir con tus compañeros. Transcríbelos en tu carpeta especificando a cuál de esas categorías corresponde cada uno y cómo te das cuenta. La Literatura de los Poskim El cambio de las épocas y de la cultura, el avance de la tecnología y de la ciencia, entre otros factores, provocaron el surgimiento de dilemas e interrogantes nuevos que no estaban contemplados en los debates talmúdicos. Surge así la literatura halájica, que sigue produciéndose hasta nuestros días. Se inició luego de la publicación del Talmud, en la época de los Gueonim (Sabios que dirigían las Yeshivot en Babel entre los siglos VI y XI). Esta literatura recibió el nombre de “Sheelot Utshuvot” (preguntas y respuestas) y su sigla es “Shut”. A las respuestas rabínicas de este método de estudio se les llama “responsas”. El más prominente entre los Gueonim fue el Rab Saadia Gaón. Rab Saadia Gaón (Saadías Ben Yosef al-Fayumi): Nació en Egipto en el año 882 y murió en Babilonia en el 942. Nació en Egipto, luego vivió en Eretz Israel y finalmente debió escapar de allí por las persecusiones que había y se radicó en Babilonia. Fue un gran Rabino, filósofo y exégeta de la Torá. Se hizo famoso por sus escritos sobre gramática hebrea, filosofía y Halajá. Su obra más importante fue “Emunot VeDehot” (“Creencias e Ideas”), que es el primer intento de integrar las creencias judías con la filosofía. También tradujo la Torá al árabe. Los Poskim Rishonim Después de los Gueonim, con el cierre de las Yeshivot de Babel y la dispersión del pueblo judío, vinieron los Poskim HaRishonim, y luego los Poskim Hajaronim. Poskim eran los que dictaminaban acerca de la interpretación de la Halajá. La diferencia entre Gueonim y Poskim es sólo de época, pero su función era la misma. Los Rishonim vivieron entre los Siglos XI y XV. También en la época de los Rishonim surge la Kabalá, que trae una visión mística del judaísmo, en contraposición a la mirada racional del Rambam. El Rambam – Rabí Moshé Ben Maimón: Fue uno de los más grandes sabios judíos de todos los tiempos, vivió en el siglo XII, entre los años 1135 y 1 204. Nació en Córdoba, España. Por las persecusiones de los fanáticos musulmanes, su familia huyó y se estableció en Fez, Marruecos. Estudió Torá y también medicina. Se trasladó a Egipto donde fue líder de la comunidad judía y médico de la Corte. Quiso resumir todos los preceptos, tal como figuran en la Torá, la Mishná y el Talmud, y para ello escribió “Mishné Torá”, el libro de dictámenes halájicos destinado al judío común, que podía tener dificultades para comprender las halajot y las respuestas de los Gueonim, es un texto que incluye toda la Torá She Beal Pe desde los tiempos de Moshe Rabenu hasta fines del período de los Gueonim. Por qué se llama “Mishné Torá”? Porque quiere decir “repetición de la Torá” o “segunda lectura de la Torá”, en alusión a que una persona lee primero la Torá She Bijtav y después lee este libro y aprende en él toda la Torá She Beal Pe, sin necesidad de leer otro libro entre uno y otro. Este libro se destaca por cuatro características peculiares: 1. Incluye los 613 preceptos con todos sus detalles. 2. Se divide en 14 libros clasificados por temas, de aquí su otro nombre Hayad Hajazaka (el valor numérico de la palabra “yad” es 14), divididos en 83 secciones denominadas “halajot” y en unos 1.000 capítulos que contienen 15.000 párrafos. 3. Sólo señala el psak halajá, sin extenderse sobre sus fuentes, el autor que lo inspirara y los fundamentos sobre los que se basa (para hacerlo sencillo para el lector). 4. Fue redactado en hebreo mishnaico, en un estillo bello y claro. También nos legó “La Guía de los Perplejos”, los 13 Principios de la Fe y los 8 niveles de tzdaká, que guían al pueblo judío desde hace siglos. De él se dijo: “Desde Moshé (Rabenu) hasta Moshé (Ben Maimón) no hubo otro como Moshé”. Rashi (Rabí Shlomo Ytzjaki): Fue el más grande intérprete del Tanaj y el Talmud, que vivió en Francia en el siglo XI (entre los años 1040 y 1105). Sus comentarios descuellan por su brevedad, claridad y precisión, así como también por sus increíbles conocimientos y extraordinaria capacidad de explicación. Su método fue único e incluso sus letras de escritura tuvieron una forma peculiar (“escritura Rashi”: es un tipo de letra semi cursiva). Hoy muchos textos bíblicos se editan incluyendo apartados con los comentarios de Rashi. Rambán (Rabí Moshe Ben Najmán o Najmánides); Fue un Rabino catalán que vivió en el siglo XII entre los años 1194 y 1270. Completó su interpretación de la Torá en Eretz Israel. Era un admirador de Rambam, pero se volcó más hacia la Cabalá y fundó la Escuela cabalística de Gerona. Rif (Rabí Ytzjak Alfasi): Vivió entre los años 1013 y 1103. Fue fundador de la yeshivá de Fez en Marruecos y autor de un libro de halajot ordenado según el Talmud. Dictaminó en todas las cuestiones de halajá que habían quedado sin respuesta en el Talmud de Babilonia. Su libro sirve para dictaminar en cuestiones de halajá hasta nuestros días. HaRosh (Rabeinu Asher Ben Yejiel): Vivió entre los años 1250 y 1327, al principio Fue el sabio más experto en Halajá autoridad distinguida y un Posek, sefaradim. Escribió más de mil Halajá e interpretación, y su principal en Alemania y después en España (Castilla). de su tiempo. Fue considerado una tanto por judíos ashkenazim como respuestas (responsas) sobre temas de obra fue “Piskei HaRosh laTalmud” HaTur (Rabí Yaacov Ben HaRosh): Fue el hijo de HaRosh, que siguió las huellas de su padre. Su gran obra fue “Arbaá Turim” un libro conocido como “HaTur”, que cumplió una importante función en el dictamen final sobre normas y halajot. Su ob ra se dividió en cuatro “Turim” o partes: Oraj Jaim, Joshen Mishpat, Yoré Deá y Even Ezer, que fueron la base para la estructura del Shulján Aruj (la gran obra de Halajá del Rab Yosef Caro que tomó como base la obra de HaTur) Rabí Abraham Ibn Ezra: Vivió en el siglo XII (entre los años 1089 y 1167) y fue uno de los estudiosos y poetas más renombrados de España. Redactó sus interpretaciones con el afán de “explicar todos los textos según sus normas, precisiones y sencillez”. Fue poeta, rabino, escritor, traductor, filósofo y astrólogo. Vivió el Siglo de Oro español pero luego de la conquista de los musulmanes almohades, debió viajar mucho para escaparse de las persecusiones de las que eran objeto los judíos. Rabí Yehuda HaLeví: Nació en Tudela, España entre 1070 y 1075, y murió en Ierushalaim en 1141. Fue poeta, filósofo, y médico. Sus poesías más destacadas giraban en torno al amor por Jerusalem. Su obra más importante fue “El Cuzarí”. Este libro tiene cinco capítulos, está escrito en árabe y tiene la forma de un diálogo entre el Rey de los Jázaros y un judío que fue invitado para hablar con el Rey acerca de la religión judía para demostrarle su veracidad. No se sabe si ese diálogo fue real o imaginario, y si ese invitado era o no Ran Yehuda HaLeví, pero lo cierto es que los Jázaros se convirtieron al judaísmo en algún momento no muy bien documentado. Rabeinu Tam (Jacob Ben Meir Tam): Nació en Francia en el año 1100 y murió en el 1171. Fue el nieto de Rashi, además de un renombrado Rabino y líder comunitario. Fue el autor de las tosafot que aparecen en todas las ediciones del Talmud, al lado de los comentarios de su abuelo. Los Poskim Ajaronim Los Ajaronim, son los Poskim que surgieron entre el Siglo XVI y hasta nuestros días. Una de las diferencias fundamentales entre la ortodoxia y la corriente Masortí es que la primera opina que los Poskim Ajaronim, no pueden emitir dictámenes que se opongan a los emitidos por Sabios de épocas anteriores. Por eso es que hay algunas interpretaciones halájicas que para la ortodoxia no se ponen en duda aunque la causa histórica o de contexto que les dio origen haya desaparecido o cambiado, y para las corrientes conservadoras y reformistas, sí pueden ponerse en duda y anularse esos dictámenes o reformarse. Lo que marcó el paso de los Poskim Rishonim y los Ajaronim, fue el Shulján Aruj, que desarrollaremos en el próximo título. Entre los más destacados Ajaronim encontramos: - El Maguid, (Dov Ber de Mezeritch), - Gaón de Vilna (Elía Ben Salomón), - Rama (Moshé Isserles – autor de “Mapá”), - Jafetz Jaim (Israel Meir Kegan – autor de “Mishná Brurá”), - Rabí Yosef Caro (autor del “Shulján Aruj”), - Rab Abraham Isaac Kook (padre del Sionismo Religioso), - Maharal de Praga (Yehuda Loew Ben Betzalel), - Ari Hakadosh (Rab Isaac Luria), - Rabí Abraham Danzig (autor de “Jaiei Adam”), - Rabí Shlomo Ganzfried (Autor del “Kitzur Shulján Aruj”), - Rabí Shneur Zalman de Liadi (autor del “Tania”), - Rabí Yejezkel Landau (autor de “Hanodá BiYehuda”). El Baal Shem Tov (Israel Ben Eliezer): Nació en Ucarnia en 1698 y murió en 1760. Fue un místico judío que fundó el jasidismo. Tuvo una infancia difícil, quedando huérfano a temprana edad y siendo adoptado por la comunidad. En la escuela no era un alumno ejemplar, y le encantaba escapar a los bosques donde disfrutaba de la naturaleza. Su historia y enseñazas están revestidas de un mistisismo sin par dentro del judaísmo. Se dirigía a las personas de una manera más sencilla que el resto de los Sabios de su época y por eso era querido y admirado por el pueblo común. Predicaba un modo de cumplir con el judaísmo de manera simple y alegre. El movimiento jasídico fue muy resistido por los llamados mitnagdim (opositores) que consideraban que ese nuevo movimiento llevaría al incumplimiento de las mitzvot y la asimilación. El Maguid (Rab Dov Ver de Mezeritch): Nació en 1704 y falleció en 1772. Fue uno de los principales líderes del movimiento jasídico en sus inicios, fiel seguidor de las enseñanzas del Baal Shem Tov. Todos los que después fueron líderes jasídicos de esa generación fueron sus discípulos, que luego se diseminaron por el mundo para hacer crecer el movimiento, llevando su mensaje. Uno de sus más conocidos discípulos fue el Rab Shneur Zalman, primer Rebe de Lubavitch. El Gaón de Vilna (Rab Elía Ben Salomón): El Ramá (Rab Moshé Isserles): autor del mapa El Jafetz Jaim (Rab Israel Meir Kegan): autor de mishna brura Rabí Yosef Caro: autor del shuljan aruj Rab Abraham Isaac Kook: padre del sionismo religioso El Maharal de Praga (Rab Yeuda Loew Ben Betzalel): El Ari HaKadosh (Rab Isaac Luria); Rab Abraham Danzig: autor de jaiei Adam Rabí Shlomo Ganzfried: autor del kitzur shuljan aruj Rabí Shneur Zalman de Líadi: autor del tania Rabí Yejezkel Landau: autor de hanodá biyehuda El Shulján Aruj: El Pueblo judío cuenta desde el siglo XVI con una conocida obra llamada Shuljan Aruj (que signifina "La Mesa está Servida") que es la recopilación definitiva de las leyes judías que rigen el comportamiento del pueblo de Israel, de manera que el judío común pueda tener una guía de conducta diaria accesible a su entendimiento sin necesidad de ser un gran Sabio y aborda todos los detalles de la vida judía, desde el nacimiento hasta la muerte. Su autor fue el Rab Iosef Caro, y fue mundialmente aceptada por todo el judaísmo sefaradí y lo sigue siendo hasta nuestros días. Iosef Caro nació en Toledo en 1488 y 4 años después, en 1492, los reyes católicos dictaron el decreto de la expulsión de los judíos de España. Iosef junto con su familia deambularon por varios países durante muchos años hasta que Iosef se radicó en Tzfat (Eretz Israel) en 1536. Allí se recibió de Rabino, ejerció la docencia y legó al mundo su gran obra del Shulján Aruj en 1557. Murió en 1575, en Israel. El Shulján Aruj se compone de cuatro partes (análogas a las de la obra de “HaTur”): - Oraj Jaim: que comprende todas las leyes relativas a las tefilot, tzitzit, tefilin, brajot, jaguim, shabat y ayunos. - Ioré Deá: se ocupa de las leyes relativas a los korbanot, kashrut y el luto, entre otros temas. - Even Haezer: leyes y ritos referentes al matrimonio, divorcio y demás temas relacionados a las relaciones entre el hombre y la mujer. - Joshén Mishpat: Abarca cuestiones procesales, contratos, sucesiones, tutelas, etc. HaMapá de Rabí Moshé Isserles En cuanto al judaísmo Ashkenazí, como hay algunas diferencias en el modo de aplicar algunas leyes entre sefaradim y ashkenazim, fue Rabí Moshé Iserles (el "Ramá"), nacido en Cracovia en el Siglo XVII, quien agregó al Shulján Aruj un "Mapá" (Mantel) con las leyes y costumbres de las comunidades ashkenazíes. Con ello, el Shulján Aruj junto a su Mapá, rigen la vida judía también ashkenazí. Hoy todas las ediciones del Shulján Aruj incluyen el Mapá. El estudio de la Torá, tanto escrita como oral, es inagotable y su riqueza nunca se termina. Aún hoy se siguen escribiendo textos de Halajá principalmente pare dictaminar sobre temas actuales que tienen que ver con los avances tecnológicos y las problemáticas de nuestra época. El Sidur, el Majzor y la Hagadá de Pesaj: Estas tres son obras que concentran los rezos que se utilizan dentro del Beit Hakneset, guiando la vida religiosa y litúrgica acompañando el rezo de todo judío todos los días de su vida. En el mundo judío no existe libro más difundido que el Sidur, cuyo nombre proviene de la palabra “seder” que en hebreo significa orden, ya que este libro ordena la liturgia y los rezos diarios. Desde la aparición del primero (“Seder Bar Amram HaGaon), un manuscrito de hace 1200 años, se han publicado miles de ediciones diferentes. El Sidur es una recopilación ordenada de las plegarias para todos los días de la semana y festividades (excepto Iamim Noraim que están en el Majzor). Contiene brajot, tefilot en forma de súplicas, alabanzas y agradecimientos. También intercala fragmentos de Tehilim y textos de Pirkei Avot. Su estructura es una sola pero las versiones difieren de comunidad en comunidad. Las diferencias más marcadas se dan entre lo que se llama núsaj ashkenaz y núsaj sfarad. Con el paso del tiempo se le fueron agregando numerosos piutim (poemas litúrgicos), por lo que ya era un libro muy grande. Se decidió separar a los rezos propios de los Iamim Noraim (Rosh Hashaná y Iom Kipur) y hacer el Majzor, que significa “ciclo”. También hay muchas ediciones dependiendo de cada comunidad. La lectura de la Hagadá de Pesaj es la actividad central durante el séder familiar que es el núcleo del festejo de ese jag. Toda la familia se reúne para relatar el éxodo de Egipto, siguiendo justamente la Hagadá. Los orígenes de la Hagadá datan del Talmud que incluye el Má Nishtaná y los Arbá Banim, en Masejet Pesajim. Luego, con el paso del tiempo se fueron incorporando fragmentos de la Torá, del Midrash, tehilim, piutim, tfilot y brajot. Al igual que con el Sidur y con el Majzor, cada comunidad y cada familia utiliza la Hagadá que más le gusta de acuerdo a sus usos y costumbres pero siempre que el Maguid (relato) esté completo. Actividad – Trabajo Práctico Teniendo en cuenta todo lo estudiado: 1) Elabora un cuadro sinóptico de todas las Fuentes de la Sabiduría Judía. 2) Continúa la cadena de transmisión desde Moshé hasta nuestros días, mencionando los diferentes grupos o categorías de jajamim que hubo en la historia del pueblo judío. Especifica la época en la que cada grupo se ocupó de la transmisión y las obras más destacadas de esa época. Veremos tres ejemplos de preceptos que fueron siendo objeto de estudio en la Torá Oral hasta llegar al acuerdo actual de cómo deben cumplirse. 1) Lectura del Shemá Israel: Devarim 6: 4-9: Escucha Israel Adonai es nuestro Di-s Adonai es único. Amarás a Ad’ tu Di-s con todo tu corazón, con todo tu ser y con todas tus fuerzas, las leyes que te prescribo hoy grabarás en tu corazón, las explicarás a tus hijos, meditarás en ellas en toda ocasión, al acostarte y al levantarte. Átalas por signo sobre tu brazo, ponlas por señales sobre tu frente, y haz de escribirlas en las entradas de tu casa y de tus ciudades. Mishná Tratado de Brajot 2a: ¿Desde qué momento se lee el Shemá de la noche? Desde el momento en que los sacerdotes ingresan a comer su Trumá1, hasta el final de la primera guardia. Estas son las palabras de Rabi Eliezer. Los sabios dicen: Hasta la medianoche. Rabán Gamliel dice: Hasta que se vean los primeros rayos de luz de la mañana. Se nos cuenta que llegaron los hijos (De Rabán Gamliel) de una cena, y le dijeron: Aun no hemos leído el Shemá Israel. El respondió: Si aun no ha amanecido, están obligados a hacerlo. Y no solo eso, sino que todo momento que los sabios dijeron “hasta medianoche”, es en realidad, hasta el amanecer. Incluyendo a los sacrificios que eran comidos por los sacerdotes. ¿Entonces, por qué dijeron “hasta la medianoche”? Para alejar al hombre de la transgresión. Guemará: ¿Por qué el Tanaita comienza hablando del Shemá de la noche? (Ya que todas las Mitzvot se empiezan a cumplir desde la mañana, como el caso de los sacrificios). No! La respuesta está en la Torá: “Al acostarte y al levantarte”2 (…) Se ha dicho “desde el momento en que los sacerdotes ingresan a comer su Trumá”. ¿Y a qué hora lo hacen? Con la salida de las estrellas. Shulján Aruj Oraj Jaim 235: 1: La lectura del Shemá de la noche se debe hacer después de la salida de tres estrellas claramente visibles. Shulján Aruj Oraj Jaim 235: 1: Nuestros sabios determinaron que el tiempo máximo de demora de la lectura del Shemá es hasta la medianoche. Pero si no pudo y tuvo la intención, lo puede hacer hasta la salida de los primeros rayos del sol. 2) El número para Minián Mishná Tratado de Meguilá 23b: (…) No se puede hacer el Zimún3 con menos de diez (…). Guemará: ¿De dónde es que sabemos que son 10 para el Zimún? Dijo Rabi Jia Bar Aba, Dijo Rabi Iojanán: Está escrito “Y seré consagrado de entre los hijos de Israel” 4. De ahí que toda situación que tenga santidad a D’s, debe ser de más de diez. ¿Qué estás hablando? Enseñó Rabi Jia: De la siguiente regla de analogía. Por un lado, Seré consagrado de entre los hijos de Israel”, es análogo con “sepárense de entre esta congregación”5. Y esto es análogo con “¿Hasta cuándo esta maldita congregación?” Así como en este último caso son diez, también allá (en el primer versículo) tienen que ser 10. Rambám, Leyes sobre la Tefilá, 8: 6: Todo ritual que implique santidad, debe ser realizado como mínimo por diez personas, ya que está escrito “seré consagrado de entre los hijos de Israel”. 3) Cómo encender la janukiá Tratado de Shabat 21b: Enseñaron nuestros sabios que en la Mitzvá de Januká corresponde encender una vela por cada hogar. Los más observantes encienden una vela por cada miembro de la familia. Los Ofrenda que comían los sacerdotes en los tiempos del Bet Hamikdash. Devarim 6:4-9 3 El Zimún es la invitación a quienes están presentes en, por ejemplo, una cena, para comenzar con la bendición posterior a las comidas, el birkat hamazón. 4 Vaikrá 22 5 Bemidbar 16 1 2 extremadamente observantes, según la escuela de Shamai, encienden ocho velas el primer día, y van disminuyendo. Los de la escuela de Hilel encienden una vela el primer día, y van incrementando. Un anciano dijo que aquellos que siguen a la escuela de Shamai, dicen que es por los días venideros. Los de la escuela de Hilel, por los días que pasaron. Otro anciano dijo que aquellos que siguen a la escuela de Shamai, lo hacen por los sacrificios que se hacían en la festividad de Sukot 6. Y los que siguen a Hilel lo hacen porque en la santidad, siempre hay que crecer y nunca disminuir. (…) ¿Dónde se coloca la Janukiá? En la entrada de la casa. Pero, ¿de qué lado? Rabi Aja hijo de Raba dijo: A la derecha. Dijo Shmuel: A la izquierda. La jurisprudencia dice que se coloca a la izquierda, de tal modo que quede la Janukiá de un lado, y la Mezuzá del otro. Shulján Aruj Oraj Jaim 671: 2: Debe encender una vela la primera noche, y así ir aumentando a medida que pasen los días de la festividad, hasta llegar a ocho. Y no debe incrementar más de ocho velas. Shulján Aruj Oraj Jaim 671: 7: Debe colocar la Janukiá en la parte inferior izquierda, para que quede enfrentado a la Mezuzá. 6 Cada día, se hacía uno menos.