Introducción al diseño periodístico; Jesús Zorrilla

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Jesús Zorrilla
Introducción al diseño periodístico
Normas sobre titulares
1. Todo periódico debería tener una escala de titulares, en la que se
tendrían que incluir el número máximo y mínimo de líneas, así como los
cuerpos máximos y mínimos permitidos en función de la anchura de
composición del titular.
Aproximación orientativa
Cuerpos
1
18
3-4
24
2
3
4
5
2-3
30
1-2
36
1-2
48
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2. Toda página debería tener un titular dominante
3. Los titulares más importantes deberían situarse en la zona superior de la
página. (No hay que olvidar que el cuerpo y la extensión del titular no
obedecen a caprichos estéticos del diseñador sino a la graduación de la
importancia de las informaciones)
4. Se debe evitar en la medida de los posible los alineamientos de titulares
(que produce una “congestión tipográfica”)
5. Los títulos informativos a cinco columnas sólo deben usarse cuando la
importancia de la información en cuestión así lo exija.
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6. Los titulares informativos ocupan la gran mayoría del periódico. Por esta
razón, y para facilitar su lectura, en conveniente que se alineen a la
izquierda. Los titulares centrados pueden ser un buen punto de contraste
ocasional para titulares de reportajes, habitualmente más cortos, o de
opinión para diferenciarlos de los informativos.
7. Los antetítulos están perdiendo fuerza en los periódicos actuales.
8. Se deben diferenciar los títulos informativos de los títulos de opinión.
Normas sobre distribución de textos
1. La mejor manera de componer los textos de forma funcional es su
distribución en forma de “U”, de “U invertida” o de “L”. En cualquiera de
estos tres casos el camino de lectura no se interrumpe en ningún
momento.
Dos líneas de título a
4 columnas
Dos líneas de título a
4 columnas
Dos líneas de título a
4 columnas
2. Los textos distribuidos en forma de “C” o de “L invertida” dificultan el
seguimiento normal del texto.
3. En grades cantidades de texto es mejor distribuir éste de manera
horizontal que vertical. La misma cantidad de texto dará la sensación de
ser menor si se distribuye a lo ancho que si se hace a lo largo de la
página.
4. Es necesario evitar las patas.
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5. Se deben evitar las denominadas viudas, líneas al principio de una
columna que no llenan toda su anchura.
6. Se deberían evitar las llamadas columnas desnudas. Las columnas
desnudas situadas en la zona superior de la página no afectan a la
legibilidad, pero visualmente pueden dar la sensación de algo
inacabado.
7. Los ladillos son elementos de diseño fundamentales para romper la
masa gris de los textos y proporcionar descanso visual en la lectura. Es
siempre interesante inyectar blancos antes y después del ladillo. Parece
lógico que aquel sea mayor en la zona superior que en la inferior para
que el ladillo esté más próximo al texto al que se refiere. El número de
ladillos depende lógicamente de la extensión de la información y de las
necesidades informativas del redactor. Desde el punto de vista gráfico
no conviene situar los ladillos al principio del texto, al final o al inicio de
una columna porque no se rompería adecuadamente la masa gris de
texto. Es necesario también evitar el alineamiento de ladillos en
columnas próximas.
8. Los principios de párrafo deben sangrarse. De esta manera se añaden
pequeñas pero importantes dosis de blanco a la página y se localiza
mejor el comienzo de un párrafo, sobre todo cuando la línea anterior
está llena. El primer párrafo del texto y el siguiente al ladillo, sobre todo
si este se alinea a la izquierda, no necesitan sangría.
9. Los sumarios deberían interferir lo menos posible en el ritmo de lectura.
Normas sobre fotografías
1. La fotografía , infográfico o ilustración no debería separar el bloque
compuesto por el título y el subtítulo, si lo hubiera, del inicio del texto.
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2. En el supuesto de que una página incluya más de una fotografía, una de
ellas debe destacar sobre el resto. Una excepción a la regla es cuando
por razones de “política informativa” no conviene destacar ninguna
(candidatos políticos…). Desde el punto de vista estrictamente visual es
preferible una foto grande a dos pequeñas.
3. Es conveniente alejar las fotografías todo lo posible de la publicidad para
evitar cualquier pérdida de magnetismo así como la concentración de
todo el peso gráfico en una zona concreta de la página. Como norma
general, es conveniente no situar fotografías en estas páginas porque la
pérdida de magnetismo fotográfico es casi total.
4. Hay que agrupar todo lo posible las fotos relacionadas entre sí y separar
las que no estén relacionadas. De esta manera se potencia el efecto
comunicativo de conjunto y se evitan asociaciones no deseadas.
5. Antes de decidir la localización de la fotografía en la página es
fundamental analizar sus líneas de fuerza, el camino de lectura que
sigue el ojo en la fotografía y el movimiento implícito o explícito que toda
fotografía conlleva. El diseñador debe apoyarse en esas líneas de fuerza
para llevar la mirada del lector al punto de la página que le interese.
6. Si siempre es conveniente respetar las líneas de fuerza de la fotografía y
usarla en nuestro provecho, aún lo es más en el caso de las serie
fotográficas. Si el movimiento en la serie de fotografías se produce de
izquierda a derecha deberá respetarse en la página. Si, por el contrario,
el movimiento en las fotografías es de derecha a izquierda es mejor
colocarlas en la página de arriba abajo que de derecha a izquierda.
7. Rara vez será necesario insertar una fotografía en otra, pero si lo fuera
conviene separar claramente las dos imágenes por medio de un
recuadro del grosor y color apropiados.
8. No se debe abusar de las fotografías silueteadas. No deben predominar
las razones pretendidamente artísticas sobre las informativas.
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9. Es necesario evitar en la medida de lo posible los clichés fotográficos
(Arnold: “apretón de manos con sonrisa”; “el pasador de cheques”;
“contempladores”; “el apuntador”; “sonriente satisfecho”; el presentador
de quincalla”; “los aplaudidores”. Para no caer en ellos es necesaria una
buena planificación).
10. La mayoría de los periódicos tienden a recuadrar las fotografías para
delimitar mejor sus dimensiones. Si se hace así, es necesario utilizar
recuadros finos. Lo que debe comunicar es la fotografía. Cualquier orla o
recuadro excesivamente grueso llamará la atención sobre sí mismo y
quitará fuerza a la imagen.
Normas sobre publicidad
1. Siempre que sea posible es mejor agrupar los distintos módulos
publicitarios en faldones. Las páginas con la publicidad así estructura
serán más regulares, interferirán menos en el diseño y quitarán menos
protagonismo a la información.
2. La publicidad debe colocarse siempre a pie de página. En los últimos
años, y por influencia de las revistas, muchos periódicos han aceptado
“faldones” en la mitad de la página. Modelos así rompen el equilibrio,
dificultan el diseño y quitan protagonismo a la información. Deben
evitarse siempre que sea posible.
3. Debería existir algo así como una “escala de anuncios” que recogiera las
alturas y formatos máximos y mínimos permitidos. Tomando como
referencia un diario con cinco columnas de ancho y diez módulos de
alto: ej. No se deben admitir anuncios de nueve módulos de alto porque
no hay espacio suficiente en el módulo restante para incluir elemento
informativo alguno con un mínimo de coherencia; portada, primeras de
sección y última, exigen una colocación muy cauta de la publicidad.
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4. Siempre y cuando no se puedan agrupar los anuncios en faldones, los
anuncios tienden a colocarse de entrada en las páginas pares y de
salida en las impares. Suponiendo que hubiera que colocar dos
anuncios –un dos por cuatro y un dos por dos- en un página impar, el
más alto de los dos se colocaría en las columnas 4 y 5 y el más bajo en
las columnas 2 y 3.
5. Se deben eliminar los denominados recursos o galletas, utilizados para
cuadrar textos que se quedan cortos u determinadas agrupaciones
modulares de anuncios.
Normas sobre recursos tipográficos
Los recuadros: sirven para separar y/o unir elementos. Los recuadros pueden
ser abiertos o cerrados. En el primer caso, por medio de la abertura se intenta
demostrar visualmente la relación entre dos o más elementos, al tiempo que
separa uno de ellos de otros elementos de la página sin relación con ese
bloque. En la prensa diaria los recuadros suelen ser sencillos. Lo más normal
es que su grosor no exceda de un punto. Los textos que se compongan dentro
de un recuadro deben llevar la sangría pertinente con respecto a la que, en
caso contrario, sería la anchura normal de la columna. Un blanco que de
manera habitual suele oscilar entre medio y un cícero.
Los blancos: el blanco ayuda a aligerar las páginas, a proporcionar cierto “aire”
por contraste con los tonos grises y negros que nos proporcionan la tipografía y
los demás elementos gráficos, como fotografías, ilustraciones, etc. que
componen la página. Los blancos se deben dejar en las zonas externas de la
página y evitar, así, que éstos queden atrapados entre los diversos elementos
que la configuran. Si el blanco queda en las zonas externas de la página se
unirá visualmente al blanco natural de cabeza, pie, corte o lomo, según el caso,
y su efecto se potenciará. El blanco atrapado autolimita su efecto expansivo.
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