61. Posponer El posponer es simplemente estúpido. Mañana también tendrás que decidir, así que ¿por qué no hacerlo hoy? ¿Crees que mañana serás más sabio que hoy? ¿Crees que mañana serás más vivo que hoy? ¿Crees que mañana serás más joven que hoy, más fresco que hoy? Mañana serás más viejo, tu coraje habrá disminuido. Mañana serás más experimentado, tu astucia será mayor; mañana la muerte estará más cerca. Empezarás a titubear y a tener más miedo. Nunca aplaces para mañana. Y, ¿quién sabe?, el mañana puede que venga o puede que no venga. Si tienes que decidir, tienes que decidir ahora mismo. El doctor Vogel, el dentista, terminó de examinar a una hermosa y joven paciente. "Señorita Baseman", le dijo, "me temo que voy a tener que sacarle las muelas del juicio!". "¡Dios mío!", dijo ella "¡preferiría quedarme embarazada!". "Bien", dice el doctor Vogel, "¿podría decidirse, para que yo pueda poner la silla en la posición adecuada?". Decídete, no continúes aplazando infinitamente. Comentario: La mujer de este dibujo vive dentro de un paisaje gris, lleno de nubes irreales y quietas. A través de la ventana ella puede ver colores, luz y vitalidad, y aunque le gustaría moverse a través del marco, tal como lo podemos apreciar por los colores del arco iris que se aprecian en su ropa, ella no puede arreglárselas para hacerlo. Todavía hay demasiados. "¿Y qué pasaría si?... en actividad en su mente. Mañana nunca llega, dicen, pero no importa cuán a menudo se diga, porque la mayoría de nosotros tiende a olvidar la verdad de ésto. En realidad, el único resultado de posponer las cosas es un sentimiento pesado de inconclusión y estancamiento en el hoy. El alivio y expansión que sientes, una vez dejas de lado todos los pensamientos agitados que te están impidiendo actuar ahora, harán que te preguntes por qué esperaste tanto tiempo.