42. Totalidad A cada momento existe la posibilidad de ser total. Hagas lo que hagas, permanece absorto en ello tan profundamente, que la mente no piense en nada, que esté allí, que sea sólo una presencia. Y así irá viniendo más y más totalidad, y el sabor de la totalidad te hará más y más capaz de ser total. Y trata de ver cuándo no eres total. Estos son los momentos que tienen que dejarse, poco a poco. Cuando no eres total, cada vez que estás en la cabeza, pensando, calculando, reflexionando, utilizando tu astucia, no eres total. Poco a poco, deja atrás estos momentos. No son más que viejos hábitos. A los hábitos les cuesta desaparecer pero, ciertamente desaparecen; si uno persiste, ellos desaparecen. Comentario: Estas tres mujeres están en lo alto, en el aire, juguetonas y libres y aún así alertas e interdependientes. En un número de trapecio nadie puede darse el lujo de estar "ausente" en lo más mínimo, ni siquiera por una fracción de segundo. Y es esta cualidad de atención total al momento, lo que se representa aquí. Puede que sintamos que hay demasiadas cosas que hacer al mismo tiempo, pero nos quedamos atascados tratando de hacer un poquito aquí, un poquito allí, en vez de tomar una tarea cada vez y continuar con ella. O quizás pensamos que nuestra tarea es "aburrida", porque hemos olvidado que no es lo que hacemos sino cómo lo hacemos lo que importa. Desarrollar la habilidad de ser total en respuesta a lo que venga y como venga, es uno de los grandes regalos que te puedes dar. Tomando un peldaño en cada momento de la vida, dando a cada paso tu atención completa y tu energía puede proporcionar una sorprendente vitalidad nueva y creatividad a todo lo que hagas.