teseopress.com LA CONCEPCIÓN DE FILOSOFÍA EN EL PR PRO OTRÉPTIC TRÉPTICO O DE ARISTÓTELES. SU POSIBLE INFLUENCIA PLATÓNICA teseopress.com teseopress.com LA CONCEPCIÓN DE FILOSOFÍA EN EL PR PRO OTRÉPTIC TRÉPTICO O DE ARISTÓTELES. SU POSIBLE INFLUENCIA PLATÓNICA La relación entre los planos ontológico, gnoseológico, ético y político Claudia Marisa Seggiaro teseopress.com Seggiaro, Claudia Marisa La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles. Su posible influencia platónica : la relación entre los planos ontológico, gnoseológico, ético y político / Claudia Marisa Seggiaro. – 1a ed . – Libro digital Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-86-1013-9 1. Filosofía Antigua. I. Título. CDD 182 ISBN: 9789878610139 Las opiniones y los contenidos incluidos en esta publicación son responsabilidad exclusiva del/los autor/es. La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles TeseoPress Design (www.teseopress.com) ExLibrisTeseoPress 19153. Sólo para uso personal teseopress.com Índice Comité editorial de la colección Pensamiento Antiguo .......9 Palabras iniciales........................................................................... 11 Introducción .................................................................................. 13 1. El género protréptico en Aristóteles .................................. 49 2. La concepción antropológica en el Protréptico .............. 89 3. La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles ..................................................................................... 167 4. La concepción epistemológica en el Protréptico .......... 225 5. Relación entre conocimiento y acción en el Protréptico de Aristóteles ........................................................ 327 Conclusión ................................................................................... 381 Bibliografía ................................................................................... 395 teseopress.com 7 teseopress.com Comité editorial de la colección Pensamien ensamientto An Antiguo tiguo Directores Dra. Claudia Mársico (Universidad de Buenos Aires – Argentina) Dr. Esteban Bieda (Universidad de Buenos Aires – Argentina) Comité editorial Dr. Christoph Horn (Universität Bonn – Alemania) Dra. Noreen Humble (University of Calgari – Canada) Dr. Harold Tarrant (University of Newcastle – Australia) Dr. Gabriele Cornelli (Universidade de Brasilia – Brasil) Dra. Susan Prince (University of Cincinnati – Estados Unidos) teseopress.com 9 10 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Dr. Gabriel Danzig (University Bar Illan – Israel) Dra. Melina Tamiolaki (University of Crete – Grecia) Dr. Louis André Dorion (University of Montreal – Canada) Dr. Fabián Mié (Universidad Nacional del Litoral – Argentina) Dra. Olga Chernyakhovskaya (Universität Bamberg – Alemania) Dr. Alejandro Vigo (Universidad de Navarra – España) Dr. José María Zamora (Universidad Autónoma de Madrd – España) Dr. Lucas Soares (Universidad de Buenos Aires – Argentina) Dr. Franco Ferrari (Università degli Studi di Salerno – Italia) Dra. Claudia Mársico (Universidad de Buenos Aires – Argentina) Dr. Esteban Bieda (Universidad de Buenos Aires – Argentina) teseopress.com Palabras iniciales El presente trabajo es la reformulación y actualización de los resultados de la investigación obtenidos en el transcurso de mi carrera de doctorado. Debo resaltar que la realización de mis estudios de posgrado fue en gran parte posible por el proyecto de “doctorado participativo” impulsado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. La participación en diferentes proyectos de investigación financiados por la UBA, el FONCYT y el CONICET ha sido central para poder desarrollar mi formación académica y efectuar este trabajo, ya que me permitió acceder a un espacio de intercambio con mis colegas y compañeros que me posibilitó el enriquecimiento de mi proyecto original. Para llevar a cabo mi carrera de posgrado fue de importancia fundamental el otorgamiento de la beca financiada por el FONCYT, en el marco del proyecto de investigación PICT 2005 (ANPyCT) 3822: “Causa y explicación en el platonismo y el aristotelismo. Tradición antigua y recepción medieval”, dirigido por Dra. M. Santa Cruz, Dra. Silvia A. Magnavacca y Dra. María Inés Crespo, así como la Beca Interna de postgrado tipo II y la beca posdoctoral , ambas otorgadas por el CONICET. Mi posterior ingreso a la carrera de investigador de CONICET, me permitió profundizar en la línea de investigación desarrollada durante la realización de mi tesis doctoral, que versaba sobre los temas desarrollados en el presente libro. La realización de este trabajo habría sido imposible sin la gran colaboración y guía de quien fue mi directora del doctorado, la Dra. María Isabel Santa Cruz. La profesora Santa Cruz no solo me orientó durante toda mi carrera de posgrado, sino que además se ha abocado con esmero a la lectura de los diferentes informes y borradores, cuyo teseopress.com 11 12 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles resultado final se haya presente en estas páginas. Fue fundamental la ayuda también la Dra. y profesora Silvana Di Camilo, quien han supervisado mi trabajo en sus diferentes instancias y me ha alentado para que publicase los resultados de mi investigación. teseopress.com Introducción Presentación general Estudiar la obra de un pensador equivale a emprender la reconstrucción de su proceso de producción, esto es, de los múltiples factores que intervinieron en su elaboración: las teorías o temáticas abordadas, las concepciones que el autor generó en torno a ellas, las ideas que retoma, las críticas de las cuales se hace eco, el contexto socio-cultural, etc. La exégesis del Protréptico de Aristóteles no es una excepción a esta regla, sino su confirmación. El hecho de que se trate de una obra fragmentaria hace que su análisis sea un trabajo en cierto sentido complejo y de gran fertilidad, sea por lo que su reconstrucción representa, sea por lo que el examen de un texto que se ha conservado parcialmente y a través de fuentes indirectas implica. En este punto es importante señalar que dicho texto se ha trabajado relativamente poco en la actualidad. Tras el interés generado por los alemanes a mediados del siglo XIX y comienzos del siglo XX, y de la aparición del artículo “On a lost dialogue of Aristotle,” en el cual su autor, Bywater,1 identificó en el Protréptico de Jámblico citas de la obra homónima de Aristóteles, los estudios sobre dicha obra aristotélica han mermado considerablemente. El material bibliográfico en habla hispana es sumamente reducido. Prácticamente, solo contamos con dos traducciones del texto de importancia, ambas muy recientes: la de Vallejo Campos, editada por Gredos en 2005, y la bilingüe de Megino Rodríguez del 2006. En la Argentina, en los 1 Bywater (1869: 55-69) teseopress.com 13 14 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles últimos años, solo tenemos conocimiento de la existencia de la edición de la tesis doctoral de Quiñonez, El sentido de la filosofía de Epicuro y su conexión con el Protréptico de Aristóteles.2 No obstante, como su nombre lo indica, tampoco se trata de una publicación dedicada íntegramente al Protréptico. Paralelamente, es importante recalcar que, con excepción de las traducciones mencionadas, el libro de Berti, La filosofía del Primo Aristotele,3 en el cual le dedica un extenso capítulo al Protréptico, el libro de Douglas Madison,4 que también tiene un capítulo largo sobre esta obra, el trabajo de Van der Meeren5y la traducción bilingüe de Schneeweiss6 con una amplia introducción y extensas notas y que se basa en su trabajo de 1961, no hemos encontrado otro libro que se ocupe enteramente del análisis del Protréptico. Si bien Berti, en el resto de su obra, hace constantes referencias a los fragmentos, en muchos casos extensas y de gran riqueza, su análisis es, en general, subsidiario del estudio del corpus conservado. Lo mismo suele pasar con los trabajos del resto de los estudiosos que se han ocupado del pensamiento aristotélico. En consecuencia, el estudio de esta obra representa un aporte significativo a la exégesis de los textos aristotélicos y una contribución importante para comprender el pensamiento del Estagirita. La lectura preliminar del Protréptico nos permite afirmar que la obra presenta un carácter bifronte, no solo por la fuerte presencia de la influencia platónica, sino por la ruptura que Aristóteles operará con respecto a esta influencia. Por tal motivo, hemos creído conveniente emprender nuestra investigación fijando como hilo conductor la indagación de dicha influencia y el peso que pudo haber tenido en el origen del pensamiento aristotélico. Para emprender este recorrido, tomaremos como punto de partida tres temáticas 2 3 4 5 6 Quiñonez (1999). Berti (1997). Douglas Madison (2008). null Schneeweiss (2005). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 15 distintas pero interrelacionadas: 1) la reconstrucción del texto; 2) el análisis del contexto de producción; 3) el estudio de la naturaleza de la obra. Al realizar nuestro análisis, los interrogantes a los que pretendemos responder son los siguientes: la concepción de sabiduría, ¿debe considerarse platónica o aristotélica?, ¿qué relación entre los planos práctico y teórico presupone esta concepción de la filosofía? y ¿en qué medida la epistemología aristotélica es deudora de la platónica, independientemente de la naturaleza de los principios sostenidos por ambos filósofos? Al llevar a cabo este análisis, debemos aclarar que, dado que el presente trabajo es sobre la influencia platónica en el Protréptico, nuestro examen de la obra platónica estará subordinado al estudio de la obra mencionada del Estagirita. En efecto, no podremos detenernos en el análisis pormenorizado de los textos platónicos por lo que limitaremos dicho análisis a aquellas concepciones que sean pertinentes a los fines del trabajo aquí abordado y que nos permitan comprender la naturaleza y alcance de la influencia de Platón sobre Aristóteles. Se debe indicar que, al examinar la influencia platónica en Aristóteles los estudiosos, se han centrado en analizar si se puede establecer una evolución en el pensamiento de Estagirita y si en tal evolución existió un período platónico, entendiendo por esto un período en el cual Aristóteles habría adherido a la teoría de las Ideas. Si bien en los últimos tiempos, con la obra de autores como Dumoulin y Berti, esta situación se ha matizado, cada vez que se estudia el alcance de la influencia platónica en el Protréptico, se vuelven a cargar las tintas en torno a la presencia o no de la teoría las Ideas. Esta tendencia a reducir la influencia platónica a la aceptación o rechazo aristotélico de la teoría de las Ideas tiene un doble efecto: por un lado, tiende a resaltar del pensamiento de Platón solo esta teoría; por otro, tiende a “empobrecer” el modo de concebir los procesos de teseopress.com 16 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles gestación del pensamiento aristotélico y, por lo tanto, a simplificar la génesis de su pensamiento. Es evidente que al leer la obra aristotélica no podemos obviar que su autor permaneció veinte años en el seno de la Academia. Pero tampoco podemos asumir que esto es un motivo suficiente para reducir unilateralmente la influencia que implicó su paso por la Academia a una sola concepción: la de los principios de lo real sostenida por Platón. En este punto, si bien, dado el carácter fronterizo de la obra, coincidimos en que el Protréptico no solo debe ser leído a la luz del corpus aristotélico, sino también del pensamiento de su predecesor y maestro, creemos que tal análisis se debe realizar de modo más complejo y abarcador. Esto se debe a que, aunque en esta obra podemos fijar ciertas tesis que son genuinamente aristotélicas, hay ciertas concepciones que parecen ser de clara raigambre platónica, cuyo análisis hay que tener en cuenta para lograr una adecuada comprensión del texto. Ahora bien, creemos que, al leer el Protréptico e indagar si hay una influencia platónica en este escrito, debemos hacer una especie de giro respecto de cómo debe leerse esta obra, que modifica, también, el modo de rastrear esa posible influencia platónica en el Estagirita. En este sentido, nuestra tesis respecto de la lectura del Protréptico es que la concepción de filosofía allí defendida por Aristóteles está atravesada y fundada en su concepción del hombre. Desde nuestra perspectiva, Aristóteles defiende una determinada concepción de la filosofía porque sostiene una determinada concepción de la naturaleza humana. Solo estableciendo cuál es esta concepción tendrá sentido preguntarse por la posible influencia platónica. El giro radica, entonces, en partir no solo del contexto en el cual se escribió la obra -la controversia entre Platón e Isócrates-, sino también de los supuestos ideológicos que alentaron su redacción y que no necesaria ni exclusivamente se identifican con este debate. Tal debate es, en todo caso, la ocasión de postular esos supuestos que pueden ser o no de origen platónico. Ahora bien, si partimos de la base de que uno de estos supuestos teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 17 es la concepción de la naturaleza humana, las nociones que serán de gran importancia para entender el Protréptico son las de érgon y phýsis. Al analizar esta obra e intentar determinar los elementos platónicos en su concepción de la filosofía, deberemos poner el acento en estos puntos y no solo en las cuestiones epistemológicas acerca de si Aristóteles sostuvo o no la teoría de las Ideas. Por tal motivo, nuestro objetivo, al emprender este análisis, no es concentrarnos exclusivamente en la confrontación de la concepción epistemológica sostenida por Aristóteles en el Protréptico con la platónica. Si bien, dada la definición de la filosofía como el conocimiento de las causas, deberemos abordar esta problemática, nuestro objetivo es centrarnos en la interconexión entre antropología, filosofía y epistemología y, a partir de ella, ir dilucidando los elementos platónicos existentes en el ideario aristotélico de la filosofía presente en el Protréptico, uno de cuyos puntos a debatir es la concepción de los principios, pero no el único ni el más relevante. En este sentido, además de esta articulación, la originalidad de nuestra tesis es que creemos que el hilo vector que debemos utilizar para emprender el análisis del Protréptico es la concepción antropológica que Aristóteles defendió en esta obra y que lo ubica en un debate en el cual no necesariamente está defendiendo el ideario de la escuela a la cual perteneció por más de veinte años. En este punto, es central tener presente el contexto en el cual fue escrito el Protréptico, esto es, la controversia entre las dos escuelas más importantes del momento: la Academia y la escuela de Isócrates. La aparición del Protréptico en medio de este debate ha generado que la mayor parte de los estudiosos considere que dicha obra fue escrita por Aristóteles como una defensa del ideario filosófico de la institución de su maestro. Sin embargo, al leer los fragmentos del Protréptico, podemos notar que es problemático afirmar que las concepciones allí sostenidas por Aristóteles sean netamente platónicas y, por lo tanto, que el objetivo del Estagirita en esta obra haya sido defender la concepción platónica teseopress.com 18 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles de la filosofía. Del análisis de los fragmentos conservados se desprende que para Aristóteles la filosofía se identifica con el conocimiento de lo que verdaderamente es (fragmento 48), esto es, con el descubrimiento de las causas y los primeros principios (fragmento 33). La lectura de los fragmentos nos lleva a pensar que en esta obra Aristóteles equipara el ejercicio filosófico con la actividad contemplativa, actividad identificada en el último libro de la Ética Nicomáquea con la verdadera vida feliz. Por tal motivo, apartándonos de la interpretación imperante, dentro de la cual podemos mencionar a Chroust,7 Düring,8 Berti9Berti (2008a: XXIIIXXVIII).[/footnote] y Vallejo Campos,10 entre otros, la tesis que intentaremos sostener es que, si bien el Protréptico debe leerse en el contexto de la polémica entre la retórica y la filosofía, la concepción de filosofía allí defendida responde al ideal aristotélico, al cual, sin embargo, no se le puede negar una fuerte influencia platónica. En este sentido, nuestra lectura del texto está atravesada por dos hipótesis diferentes pero relacionadas. La primera es que existe una presencia platónica a lo largo de la obra de Aristóteles sin la cual su pensamiento no se puede entender cabalmente. La segunda de estas hipótesis es que aceptar una evolución en el pensamiento de Aristóteles no necesariamente significa reconocer el pasaje de un estadio platónico a uno propiamente aristotélico, sino que verifica la existencia de un desarrollo progresivo en el cual y por el cual el pensamiento del filósofo se ha ido complejizando y profundizando. Solo por medio de la confluencia de estas dos hipótesis podremos llegar a la conclusión de que la obra de Aristóteles no está constituida solo por lo que el filósofo llegó a concebir por sí mismo, sino también por las múltiples influencias que recibió en y durante su formación. 7 8 9 10 Chroust (1973: 105-115). Düring(1961:173-175). Berti (1997: 35). Vallejo Campo (129-130). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 19 Influencia platónica en el Protréptico de Aristóteles En forma paralela al planteo de la autenticidad del Protréptico, fueron surgiendo problemáticas asociadas con la naturaleza intrínseca de la obra: qué causó su redacción, qué concepciones defendía y contra quién se dirigía. Estas problemáticas no dejaron de generar controversia y, por lo tanto, fueron irremediablemente el centro de un debate que con mayor o menor intensidad persiste en nuestros días. En relación con esto, una de las cuestiones más discutidas en torno al Protréptico es qué influencia pudo haber tenido Platón en el desarrollo de las ideas expuestas en este escrito: ¿se trataba de una obra en la que su autor realizaba una apología de las principales concepciones defendidas entre los platónicos?, ¿era una exposición de teorías netamente aristotélicas? o ¿una amalgama de teorías platónicas y teorías genuinamente aristotélicas? Estos interrogantes se vieron alimentados por la datación temprana de la obra. Se suele considerar que el Protréptico fue escrito durante el período de permanencia de Aristóteles en la Academia, entre 353 y 351 a.C. Los estudiosos del texto consideran, en general, que fue redactado después de obras como Grilo, texto sobre retórica, y Eudemo, cuya temática habría sido la inmortalidad del alma. El único que ha discutido esta datación de la obra es Schneeweiss. Según este autor, la equivalencia que la tradición interpretativa ha realizado entre escritos exotéricos y escritos de juventud no tiene ningún fundamento sólido, pues está basada en la idea errónea de que la forma literaria y artística de las obras exotéricas responde a la filosofía intuitiva de un Aristóteles joven e idealista. Esta equivalencia sería, por otra parte, un resabio de la postura jaegeriana, que si bien ha sido rechazada por buena parte de los estudiosos del texto, sigue presente de forma solapada a través de cuestiones como esta. En cuanto al Protréptico, Schneeweiss subraya que los argumentos expuestos para sostener que dicha obra corresponde a un momento teseopress.com 20 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles temprano tampoco son lo suficientemente concluyentes.11 Desde la perspectiva de Schneeweiss, esta datación carece de un fundamento histórico real que permita apoyarla con seriedad. No hay testimonio de la existencia de un rey chipriota llamado Temisón en el 352 a. C. Desde su punto de vista, este es un dato importante ya que, si se parte de que Aristóteles escribió su libro no solo en conmemoración a dicho rey sino para él, entonces el año de su reinado podría servir para estimar su datación. En contra de esto, Schneeweiss tiende a suponer que el destinatario expreso de la obra sería un Temisón ficticio; por lo tanto, la obra no necesariamente tuvo que haber sido escrita en un momento preciso.12 Con esto, Schneeweiss también estaría afirmando que el destinatario real de la obra no sería un individuo concreto o, por lo menos, expresamente individualizable. Es importante recalcar que Schneeweiss no tiene en cuenta en su edición el testimonio de Estobeo (4, 32, 21) quien afirma: Zenón dijo que Crates, sentado en una zapatería, leía en voz alta el Protréptico de Aristóteles, que este escribió para Temisón, rey de Chipre, diciendo que nadie tenía a su disposición para filosofar bienes más importantes que él; ya que tenía gran riqueza para gastarla en ello y además gozaba de reputación. El otro argumento utilizado por los autores para la datación del Protréptico tampoco resulta concluyente a los ojos de Schneeweiss. La mayoría de los estudiosos del texto coincide en que estaba inscripto en la controversia entre la escuela platónica y la escuela de Isócrates. En este sentido, suelen considerar que el Protréptico era una respuesta a la Antídosis de Isócrates, texto que habría sido escrito alrededor del 352 a. C. Si bien Schneeweiss no parece poner en discusión que la obra aristotélica se haya escrito 11 12 Schneeweiss (2005: 29). Schneeweiss (2005: 29). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 21 como una respuesta a la obra de Isócrates, considera que es apresurado inferir la datación del Protréptico a partir del conocimiento de cuándo fue escrito el texto isocrático que incentivó su redacción.13 Ahora bien, con este argumento, Schneeweiss tampoco da elementos concluyentes para sostener que el Protréptico no es un diálogo de juventud. Si bien sus interrogantes pueden ser legítimos, sirven para poner en tela de juicio cuándo fue escrita la obra, pero no para afirmar que es una obra de madurez. Es verdad que ni en los testimonios ni en los fragmentos conservados del Protréptico se hace mención de un supuesto debate con Isócrates en un momento determinado. El interlocutor de Aristóteles solo se puede reconstruir en forma indirecta a través de las concepciones esbozadas en los pocos pasajes que hemos conservado de la obra, lo cual tampoco nos permite, necesariamente, realizar su datación. No obstante, el hecho de poder realizar esta reconstrucción del posible adversario del Estagirita, Isócrates, sumado al hecho de que durante su permanencia en la Academia existía un debate de público conocimiento entre él y Platón, nos predispone a aceptar la datación temprana de la obra en cuestión más que su datación tardía. Ahora bien, el hecho de que ni aun Schneeweiss ponga en duda el contexto en el cual fue escrita la obra, es decir, la controversia Isócrates-Platón, nos pone de vuelta en el punto de partida de este apartado: ¿cuál fue la influencia que recibió Aristóteles de Platón al momento de escribir su Protréptico? En relación con este tema, lo primero que se debe subrayar es que, si bien la existencia de la influencia platónica está fuera de discusión, persiste aún hoy el debate acerca de cuál fue el peso real de dicha influencia. Tanto Bernays como Bywater14 niegan un período platónico en la obra de Aristóteles, razón por la cual consideran que 13 14 Schneeweiss (2005: 29-30). La tesis de Bernays es tomada del comentario realizado por Chroust (1965: 229-230). teseopress.com 22 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles las concepciones plasmadas en el Protréptico son genuinamente aristotélicas. En apoyo de su tesis, Bywater arguye que el contenido de los fragmentos del Protréptico coincide con los escritos del corpus aristotélico, especialmente con obras tales como Metafísica, Ética Nicomáquea, Política, Retórica, Tópicos y Analíticos. Ambos intérpretes, Bernays y Bywater, ponen especial énfasis en el particular interés que han tenido los neoplatónicos, entre ellos Jámblico, por las obras tempranas de Aristóteles. Según Bernays, la causa de este interés se debía al sincronismo del pensamiento filosófico expuesto en los primeros diálogos del Estagirita, que representaba una amalgama de nociones platónicas y aristotélicas.15 No obstante, Bernays intentará probar dos tesis. La primera es que el platonismo de las obras perdidas es una pura apariencia y se limita a la forma, no al contenido. La segunda, vinculada con la primera, es que en estos escritos Aristóteles habría combatido las principales tesis del platonismo.16 En oposición a la lectura de estos dos estudiosos, Hirzel,17 anticipándose a Jaeger, sostiene que los fragmentos conservados del Protréptico de Aristóteles eran de corte platónico. Según Hirzel, la distinción entre la realidad primera y la copia de esa realidad (fragmento 48) es un reflejo de la teoría platónicas de las Ideas y, por lo tanto, de la distinción entre el mundo eidético y el mundo sensible. Esta interpretación fue abiertamente rechazada por Diels. Diels18 niega que exista una influencia platónica en los capítulos de Jámblico dedicados al Protréptico. Si bien ve la presencia del platonismo en el Protréptico de Jámblico, niega que tal influencia pueda ser extensiva a los pasajes citados de la obra aristotélica. Desde su perspectiva, el tà 15 16 17 18 Chroust (1965: 89). Bywater (1869: 64-66). La tesis de Hirzel es tomada del comentario realizado por Chroust (1965: 230) y Berti (1997: 399). La tesis de Diels es tomada del comentario realizado por Chroust (1965: 231). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 23 prôta que aparece con cierta fuerza en el Protréptico no alude a la teoría platónica de las Ideas, sino que equivale al universal en el sentido aristotélico del término. Contra este argumento, Zeller sostuvo que, durante su permanencia en la Academia, Aristóteles habría escrito un cierto número de obras, entre ellas el Protréptico, que en su forma literaria y contenido doctrinal era básicamente platónicas. De 1869 a 1923, estas dos tesis fueron debatidas y puestas en cuestión casi en forma simultánea.19 Sin embargo, en 1923, la aparición de la obra de Jaeger dio un vuelco sustancial en el estudio de la obra aristotélica. Para Jaeger, el pensamiento de Aristóteles estaba signado por una evolución que iba desde una adhesión plena al platonismo a una paulatina separación que habría culminado con la crítica aristotélica a la teoría de las Ideas. Según este autor, el Protréptico habría correspondido al primer período del pensamiento del filósofo, esto es, a aquel período determinado por la presencia de la filosofía platónica. Desde la perspectiva de Jaeger, la definición de phrónesis como una facultad teorética cuyo objetivo es el conocimiento de los principios o causas de lo real permite inferir que Aristóteles habría sostenido la existencia de ciertos principios objetivos. Ahora bien, desde su particular punto de vista, dichos principios no pueden ser otros que las Ideas platónicas. Metiéndose de lleno en la problemática trazada por Theiler, quien fue uno de los primeros estudiosos del pensamiento aristotélico que postuló la presencia de teorías platónicas en los fragmentos conservados del Protréptico, Jaeger sostuvo que “la expresión ‘primeras cosas’ (τὰ πρῶτα) no puede aludir al universal abstracto en el sentido posterior de Aristóteles, porque el universal abstracto no se pone en contraste con ‘imitaciones’ de ninguna especie <tal como sucede en 19 Entre quienes apoyaron una influencia platónica podemos citar a Theiler (1997: 400), mientras que entre quienes negaron dicha influencia podemos mencionar a Bywater (1869: 55-69) y Diels (1888: 477-497). teseopress.com 24 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles el Protréptico>. ‘Imitaciones’ es un término de nuevo específicamente platónico, que no puede usarse con otro sentido independientemente de la doctrina de que las Formas son arquetipos de los que participan las cosas sensibles”.20 Con este argumento, Jaeger cree probar que en el Protréptico Aristóteles sostuvo la teoría de las Ideas defendidas por Platón en sus diálogos. En una línea parecida, Nuyens21 afirma que obras como el Protréptico y el Eudemo reflejan la tendencia platónica de Aristóteles en el comienzo de su carrera, aunque, contrariamente a lo que afirma Jaeger, en distintos grados. En oposición a Jaeger, si bien Nuyens sostiene que hay en el pensamiento de Aristóteles una evolución, sobre todo en lo que a su psicología se refiere, considera que el Protréptico constituye un estadio más avanzado en esta evolución que otros escritos, razón por la cual, argumenta, en esta obra ya se encontrarían en germen muchas de las doctrinas que formarían parte de las teorías “definitivas” del filósofo. Aunque no las mencione expresamente, según este autor,22 se pueden rastrear en el Protréptico al igual que en Acerca de la Filosofía algunas críticas que Aristóteles ya habría realizado contra los principios defendidos por su maestro y predecesor. Desde su perspectiva, una pieza clave para sostener esta interpretación es un texto de Filón, que, según él, habría sido pasado por alto por Jaeger. Otro partidario de esta lectura del Protréptico es Bignone.23 Según Bignone, en esta obra Aristóteles es partidario de una ética antihedonista. En consecuencia, a través de dicho escrito Aristóteles se habría erigido en uno de los interlocutores con los cuales Epicuro discute en Carta a 20 21 22 23 Jaeger (1993: 111). Nuyens (1973: 90-100). Nuyens (1973: 104-105). Bignone (1973). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 25 Meneceo. Desde la perspectiva de este autor, al tratar los escritos juveniles de Aristóteles, Epicuro buscaba atacar las tesis platónicas allí desarrolladas. Ahora bien, así como la tesis de Jaeger tuvo sus defensores, también tuvo sus detractores. Uno de ellos fue Gadamer. Contra la tesis de Jaeger, Gadamer niega que Aristóteles haya sostenido la teoría de las Ideas y sostiene24 que el Protréptico era una obra que guardaba coherencia con el resto del corpus. Según Gadamer, la diferencia entre el Protréptico y el resto de la producción de Aristóteles radica en que, al tratarse el primero de una obra de difusión carecía de los tecnicismos que caracterizarían a las obras posteriores. El artículo de Gadamer tuvo sus ecos en la investigación de otros estudiosos tales como Needler.25 Retomando el trabajo de Gadamer, esta autora argumentaba que las tesis defendidas por Aristóteles en el Protréptico estaban relacionadas con las concepciones sostenidas en el resto del corpus, razón por la cual debían ser consideradas aristotélicas en sentido propio. Para probar esto, afirmaba que el uso aristotélico de ciertos términos que habían sido considerados una evidencia del platonismo en Aristóteles, como por ejemplo hóros (norma absoluta), no tenían un sentido técnico platónico. Sobre la base de esta conclusión, consideraba que no había elementos para demostrar que en este escrito estábamos frente a la formulación de doctrinas platónicas. En la misma línea que Gadamer y Needler, Düring argumenta que el Protréptico es una obra netamente aristotélica. Düring26 niega que exista una diferencia sustancial entre las enseñanzas filosóficas del Protréptico y las doctrinas del resto del corpus. No obstante, admite que la naturaleza de los escritos esotéricos y los exotéricos (dentro de los cuales se encontraría el Protréptico) era diferente, aunque estas diferencias eran de estilo, más que de contenido, de 24 25 26 Gadamer (1928: 138-165). Needler (1928: 282). Düring (1961: 274). teseopress.com 26 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles forma, más que de fondo. En su libro intitulado Aristóteles, Düring27 hace una datación de la obra del Estagirita teniendo como parámetro la producción platónica. Para este autor, el Protréptico había sido escrito en el período que va desde el 355 a. C. hasta la muerte de Platón (poner año), después de obras tales como Analíticos segundos, Sobre la Filosofía, Sobre el Bien, y en el mismo período que Física I y II, Sobre las Ideas y La Ética Eudemia. En lo que a la obra de Platón se refiere, el Protréptico habría sido redactado con posterioridad al Sofista y al Político y en el mismo período en el que fueron escritos Filebo, Leyes y Carta VII. Desde la perspectiva de Düring, esta etapa de la producción aristotélica se caracterizaba por el hecho de que, si bien se cimentaba sobre opiniones de Platón y Eudoxo, ya presentaba, al menos, esquemáticamente, las concepciones que en el terreno de la metafísica y de la ética caracterizarían su pensamiento. La idea fundamental de Düring es que la filosofía de Aristóteles surge a partir del debate con la tesis de sus predecesores, principalmente las concepciones platónicas, respecto de las cuales fue critico desde el principio de su formación como filósofo. “La consecuencia natural de ello es que en sus escritos tempranos le plantea siempre determinadas cuestiones a la filosofía platónica”.28 No obstante, concordamos con Chroust29 en que, al aceptar que en el Protréptico hay incontables elementos platónicos, Düring termina matizando su tesis más de lo que él mismo hubiera querido admitir. Para ese autor, la afirmación de Düring, quien había sostenido la tesis del “aristotelismo en Aristóteles” desde el inicio del pensamiento de Estagirita, constituye una manera indirecta de admitir que Aristóteles siempre mantuvo ciertas tesis de corte platónico. Es decir, no solo termina aceptando que hay elementos 27 28 29 Düring (1990: 88-94). Düring (1990: 921). Chroust (1969: 236). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 27 platónicos en el primer período del pensamiento aristotélico, sino que estos elementos se mantendrían a lo largo de todo su pensamiento. Un año antes de la aparición de la reconstrucción de Düring, en consonancia con Jaeger, de Vogel30 sostuvo que no se podía negar un período platónico en el pensamiento aristotélico. Según esta autora, en sus obras tempranas, entre ellas el Protréptico, Aristóteles habría sostenido la teoría de las Ideas. Para esta autora “si hay mímesis, hay paradeígmata”. Desde su punto de vista, el uso de la expresión “las cosas en sí mismas” era una prueba de que en estos escritos Aristóteles no podía estar aludiendo a las formas inmanentes en las cosas concretas31 sino a las formas trascendentes. En esta misma línea, aun en los años setenta, autores como Allan32 sostenían que, aunque era muy probable que durante su primer período en Atenas Aristóteles hubiera expresado algunas críticas en contra de las tesis centrales del platonismo, se podía verificar en la obra de Aristóteles un desarrollo que iba desde el idealismo platónico hacia el empirismo, en el cual la metafísica y la teología eran paulatinamente eliminadas. Sin embargo, aun antes de la aparición de la obra de Allan, se comenzaba a plantear la problemática del desarrollo del pensamiento aristotélico, en otros términos. Se empezaba a considerar que no se podía pensar el desarrollo del pensamiento aristotélico en términos tan radicales como un pasaje del platonismo al antiplatonismo. Según Witt,33 uno de los primeros en introducir este cambio fue Owen. Para esta autora, la originalidad de Owen radicó en afirmar que la tensión registrada entre los primeros escritos del Estagirita y los escritos de madurez era generada por factores inherentes al propio pensamiento de Aristóteles. 30 31 32 33 de Vogel (1960: 248-256). de Vogel (1960: 253). Allan (1970: 1-11). Witt (1996: 76-77). teseopress.com 28 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Owen niega la tesis de Jaeger según la cual se deben explicar las supuestas inconsistencias entre los escritos de Aristóteles apelando a un período platónico. Si bien Owen reconocía elementos platónicos en las obras tempranas de Aristóteles, creía que el desarrollo de su pensamiento no podía ser visto como un pasaje del platonismo al aristotelismo, sino como un mecanismo interno de cambio. Con posterioridad a la publicación de la obra de Düring y de la de Owen, se ha empezado a profundizar la idea de que no se puede reducir la posible influencia platónica a la adhesión aristotélica a la teoría de las Ideas. Sobre esta base, se han admitido ciertos elementos platónicos en la doctrina aristotélica, muchos de los cuales perdurarán a lo largo del desarrollo de todo su pensamiento. Entre los que han adoptado esta última postura podemos citar a Dumoulin34 y Berti35. Estos autores han tomado una posición intermedia entre las interpretaciones defendidas por Jaeger y Düring. Desde la perspectiva adoptada tanto por Berti36 como por Dumoulin, se puede reconocer la presencia de teorías propias de las obras conservadas de Aristóteles, pero pensadas bajo el influjo del platonismo. De hecho, para Dumoulin, el Protréptico debe ser considerado una obra de transición entre el platonismo y el aristotelismo.37A partir del análisis de la obra, Dumoulin concluye que en el Protréptico Aristóteles defendió algunas tesis características del platonismo, como por ejemplo la concepción de phrónesis, la reducción de los placeres a la contemplación y la concepción instrumentalista de la relación cuerpo-alma, pero también sostuvo algunas tesis que guardan plena coherencia con el resto del corpus, tales como la distinción entre acto y potencia y la visión teleológica de la naturaleza. 34 35 36 37 Dumoulin (1981). Berti (2008a). Berti (2008a:164), afirma que “en el momento en que escribió su Protréptico Aristóteles estaba en posisión de una concepción filósofica personal y madura, no diferente de aquella encontrada en los tratados escolares”. Dumoulin (1981:140). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 29 No obstante, en 1981, en su introducción a la Historia de la Filosofía Griega, Guthrie revitaliza la postura jaegeriana. Para Guthrie, lo que debilita la postura de Jaeger y la deja sujeta a críticas es el hecho de basar su tesis en el concepto de phrónesis. Según Guthrie “es improbable que <Aristóteles> usara coherentemente un término de semántica y uso tan amplio en un sentido platónico técnico, ni tampoco lo hace”.38 Desde la perspectiva de Guthrie, lo que nos permite inferir que en el Protréptico Aristóteles habría sostenido la teoría de las Ideas es la particular relación entre el plano teórico y el práctico, esto es, la estrecha relación entre la vida política y ética con la filosofía pura y desinteresada. “En la medida, en que una Forma platónica era el objeto real e inmutable del conocimiento, el de una virtud moral como la justicia o el valor en primer lugar, en esa misma medida, la conducta adecuada es evidente que ha de apoyarse en el conocimiento exacto”.39 En oposición a esta tesis, en su segunda edición del libro La filosofía del “primo” Aristotele, Berti40 argumenta que en el Protréptico ya está presente el Aristóteles maduro. Para Berti,41 en esta obra Aristóteles sustituye la ontología de Platón y de la Academia, en general, por una nueva ontología42 “fundada en la multiplicidad del ser y del bien”. 38 39 40 41 42 Guthrie (1981: 90). Case (1996: 4) afirmó que el Eudemo y el Protréptico eran escritos a favor de las tesis defendidas por Platón y que el diálogo Sobre la filosofía y el tratado Sobre las ideas eran escritos en contra de las tesis platónicas. Según este autor, esta presencia de las teorías platónicas en los dos primeros escritos “es quizás una razón por la cual Cicerón, que conoció los primeros escritos de Aristóteles, dijo que no había diferencia entre la Academia y los peripatéticos” (1996: 5). Guthrie (1981: 91). null Berti (1997: 35). De esta manera Berti se aparta parcialmente de la tesis que había defendido en la primera edición de su libro. Si bien en esa primera edición Berti ya advertía la presencia del Aristóteles maduro, tenía una postura tendiente a conciliar el platonismo con el aristotelismo. teseopress.com 30 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Pese a esto, en 1994, en su artículo “El Fedro y la Retórica de Aristóteles”,43 Vallejo Campos sostuvo la tesis de que Aristóteles habría atravesado por un período platónico y, por lo tanto, que habría adherido a la teoría de las Ideas y a las implicancias epistemológicas que esta teoría suponía. Desde la perspectiva de Vallejo Campos, es la adhesión a la teoría de las Ideas lo que le permitió a Aristóteles adoptar la crítica platónica a la retórica y, paralelamente, presentar su defensa de la filosofía como el conocimiento de lo que es en sentido pleno.44 No obstante, en su traducción de los fragmentos perdidos, el mismo autor sostendrá, simultáneamente, las siguientes premisas: 1) no es necesario aceptar que Aristóteles alguna vez defendió la teoría de las Ideas para rastrear la influencia platónica en su pensamiento, pues es erróneo identificar, sin más, la teoría de las Ideas con el platonismo; 2) actualmente son pocos los autores que aceptan que Aristóteles haya sostenido la teoría platónica de las formas, aunque, es una hipótesis que pueda descartarse. Esto se debe a que no tenemos elementos suficientes “que permitan establecer una conclusión segura, pues, aunque pudiéramos afirmar que estamos ante expresiones del propio Aristóteles (…) <los fragmentos> son susceptibles de dos o tres interpretaciones ‘incompatibles e igualmente plausibles’”.45 Esta aparente abstención de pronunciarse sobre la presencia o no de la teoría de las Ideas en la obra aristotélica no impedirá que Vallejo Campos avance en su análisis de los fragmentos. De hecho, al hacer su propia datación de las obras perdidas de Aristóteles, comenta que el Protréptico debió de haber sido redactado en el mismo período que Sobre el bien. Según Vallejo Campos, al redactar el Protréptico, Aristóteles presupone las concepciones esgrimidas en esta última obra. Paralelamente, argumenta que 43 44 45 Vallejo Campos (1994: 71-90). De este modo, según Vallejo Campos, en esta obra Aristóteles es continuador del proyecto sostenido por Platón en diálogos como el Gorgias y el Fedro. Vallejo Campos (2005: 14). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 31 Sobre el bien debió de estar inscripta dentro del debate generado en torno al Filebo y al Timeo de Platón.46 Dadas estas dos premisas, podemos inferir que, para este autor, a través de la mediación de Sobre el bien, en el Protréptico Aristóteles tendría como una especie de telón de fondo de estos dos diálogos platónicos, Filebo y Timeo. Y, si bien no se puede afirmar esto categóricamente en relación con el Timeo, la fuerte presencia de phrónesis en el Filebo y la defensa en el Protréptico de esta facultad como el modo de vida superior representan una evidencia aceptable sobre las supuestas vinculaciones existentes entre ambas obras. En efecto, si el Protréptico presupone Sobre el bien, que es cronológicamente anterior, y este último, a su vez, es contemporáneo de Sobre las ideas, es evidente que el Protréptico tiene que presuponer también la crítica realizada en este último escrito a la teoría platónica de las Ideas. Paralelamente, dicho autor ubica la redacción de Sobre el bien en una fecha próxima a Sobre las ideas, texto en el cual Aristóteles se opone a la teoría platónica de las Ideas. Esta datación nos permite hacer una transposición análoga a la efectuada más arriba47 y sospechar que, muy a pesar del comentador, en el Protréptico Aristóteles no admitía la teoría de las Ideas. En el mismo año de la aparición del trabajo de Vallejo Campos, como ya dijimos más arriba, Schneeweiss48 publica su traducción del Protréptico. Como ya fue dicho en la primera parte de este apartado, Schneeweiss incluye entre los fragmentos que nos han llegado a través de Jámblico pasajes que son parte de obras que integran el corpus aristotélico. Lo que este autor parece presuponer al introducir estos pasajes es que habría una continuidad a lo largo de 46 47 48 Vallejo Campos (2005: 368-369). Si el Protréptico presupone Sobre el bien, que es cronológicamente anterior, y este a su vez es contemporáneo de Sobre las ideas, es evidente que el Protréptico tiene que presuponer también la crítica realizada en este último escrito a la teoría platónica de las Ideas. Schneeweiss (2005). teseopress.com 32 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles todo el pensamiento del Estagirita. Del análisis del recorte de los fragmentos que hace este autor y la relación que establece entre el Protréptico y el resto del corpus, se desprende que desde su perspectiva se debe negar que haya habido un período platónico en alguna etapa del pensamiento de Aristóteles. Según él, se puede rastrear en un período relativamente temprano de la producción de la obra aristotélica la utilización del método inductivo y la tendencia al empirismo que caracterizarían al Aristóteles maduro.49 Aunque la mayoría de los autores acepta de una manera u otra que existe una evolución en el pensamiento aristotélico, el punto problemático radica en la naturaleza de esta evolución: ¿se trata de un pasaje de un platonismo a un aristotelismo?, ¿es una paulatina complejización de teorías netamente aristotélicas?, ¿consiste en una progresiva adaptación, revalorización y complejización de las teorías de su maestro? o ¿es más bien una síntesis de todas estas hipótesis? En resumidas cuentas, podemos decir que las diferentes lecturas que ha generado el Protréptico nos introducen en una discusión que, lejos de estar cerrada, está en su pleno apogeo. Nuestra inserción en ella dependerá de cuán capaces seamos de realizar una lectura bifronte del texto, que rastree los antecedentes platónicos en la obra de Aristóteles y su perduración o no a lo largo de su pensamiento. Solo a través de dicho análisis podremos ser partícipes activos de una discusión por la cual y en la cual el pensamiento del filósofo se transforma en un pensamiento vivo y siempre vigente. Al evaluar las diferentes posturas aquí estudiadas a la luz de los textos aristotélicos, nos vemos inclinados a pensar que no se puede defender ninguna lectura que sea tan radical: ni la que acepta una plena adhesión al platonismo ni la que la rechaza absolutamente. El examen de los fragmentos nos induce a pensar que no se puede rechazar ni aceptar 49 Schneeweiss (2005: 9). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 33 ninguna de las dos interpretaciones, ya que ninguna de ellas parece ser completamente falsa ni completamente verdadera. Esta lectura, que tiende a reunir elementos de las dos interpretaciones tradicionales y que, de alguna manera, es la postura imperante en la actualidad, se fundamenta en la confrontación de los textos platónicos con el Protréptico de Aristóteles. Por medio de esta confrontación se puede concluir que Aristóteles podría estar retomando ciertas tesis platónicas sin que esto implique una plena aceptación de lo que conocemos como platonismo. Cuestiones preliminares sobre la reconstrucción de la obra Si bien el Protréptico ha sido una obra poco trabajada, dentro del conjunto de las obras fragmentarias y exotéricas fue, junto con Acerca de la Filosofía y Sobre las Ideas, una de las más estudiadas y discutidas. En torno a ella se han gestado importantes debates filológicos y filosóficos. Entre los primeros, cabe destacar aquellos que conciernen a la procedencia, autenticidad, datación y transmisión del texto. Entre los segundos, esto es, los filosóficos, podemos mencionar dos problemáticas diferentes, pero íntimamente vinculadas: la primera es la influencia de las doctrinas platónicas y el alcance de dicha influencia; la segunda es la coherencia o no de cierto conjunto de ideas a lo largo de la totalidad del pensamiento del filósofo, es decir, la posibilidad de plantear una evolución, un quiebre o una continuidad a lo largo de su producción filosófica. Por tal motivo, al elaborar el estado de la cuestión, debemos hacer una referencia a ambos debates que, de una u otra manera, como podremos ver, siguen vigentes. No se puede iniciar el estudio de un texto sin analizar su contexto de producción. Sin embargo, en el caso de textos como el Protréptico de Aristóteles se suman a teseopress.com 34 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles esta cuestión otras problemáticas adicionales. Al tratarse de una obra de carácter fragmentario, cuya recuperación tuvo lugar a través de fuentes indirectas, persistieron por mucho tiempo no solo los problemas asociados con la reconstrucción del texto, sino también aquellos vinculados con la autenticidad de los fragmentos conservados. Antes de comenzar nuestra indagación sobre esta última cuestión, debemos advertir que nuestro interés es filosófico, más que filológico, por lo que basaremos nuestro análisis en las reconstrucciones ya realizadas del texto, sin dejar de tener en relación con ellas una actitud crítica. Atender a la cuestión de la reconstrucción del texto tiene como propósito mostrar la complejidad que su lectura implica debido a la manera en que ha llegado a nosotros. De los textos que nos han llegado de la Antigüedad, muy pocos mencionan el Protréptico de Aristóteles: uno de ellos es el de Alejandro de Afrodisia (Top. 149, 9=6) y el otro es de Zenón (Stob. IV, p. 785 Henze=A1). Desde la perspectiva de Düring, “no hay más testimonios antiguos en favor de otros fragmentos del Protréptico que estos dos; es decir, no hay textos en los que se diga que Aristóteles dice así o asá en el Protréptico”.50Dada esta situación, si bien se tenía conocimiento de que habría existido un texto de Aristóteles llamado Protréptico, se consideraba que no se contaba con “material” para realizar algún estudio en relación con él. En este sentido, uno de los primeros aportes de importancia en relación con la reconstrucción del texto fue el trabajo de Bernays.51 Fue a partir de los interrogantes formulados por este autor sobre el contenido y finalidad de los diálogos perdidos de Aristóteles que se comenzaron a buscar textos que presentaban ecos o reminiscencias del Protréptico del Estagirita. En 1863, este autor argumentaba que el Hortensio de Cicerón presentaba muchas semejanzas con una obra perdida de Aristóteles que, según los catálogos conservados, se 50 51 Düring (2000: 619). Bernays (1863). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 35 habría intitulado Protréptico. Según Bernays, la obra de Cicerón era una imitación del texto del Estagirita; por lo tanto, el análisis de esta obra podría echar luz sobre la naturaleza del texto aristotélico. Bernays fue el primero en sugerir que el Oxyrhynchi Papyrus IV. 666 (Grenfell – Hunt) constituía, probablemente, una parte del Protréptico de Aristóteles o de alguna de las obras perdidas del filósofo. En 1869, el estudio del Protréptico dio un paso fundamental. Durante ese año, Bywater52 advirtió que en su Protréptico, inmerso entre pasajes provenientes de diálogos platónicos, Jámblico citaba extensos extractos de la obra homónima de Aristóteles. Según Bywater, desde el capítulo V al XII de su obra, Jámblico reproducía alguna de las obras perdidas del Estagirita que por el tema y modo de abordaje no podía ser otra obra que el Protréptico. Para este estudioso, existían muchas similitudes entre algunas temáticas o alusiones realizadas en la obra de Jámblico y las abordadas por otros autores que hacen referencia a la obra perdida del Estagirita, entre ellos Boecio. Desde la perspectiva de Bywater, se puede trazar una analogía entre algunos pasajes de Boecio, como por ejemplo De consolatione philosophiae III, 8 y extractos de la obra de Jámblico. Sobre la base de estas semejanzas, Bywater concluyó que ambos debían de tener una misma fuente y que debía de ser un texto aristotélico.53 El motivo por el cual este autor sostenía que dicho texto solo podía ser el Protréptico es que Jámblico tenía que estar copiando una obra anterior a su propia producción que respondiera a la misma temática y género que aquel texto que estaba citando y copiando. Ahora bien, el texto de Jámblico era un texto exhortativo, por lo cual el texto copiado debía de ser el Protréptico. 52 53 Bywater (1869: 55-69). Bywater (1869 :59-60) No obstante, al comparar los pasajes de la obra de Boecio y Jámblico, este autor sostiene que en el texto de Boecio solo hay un eco distante del Protréptico aristotélico. Sin embargo, desde su perspectiva, es muy probable que en el proceso de transcripción Jámblico haya modificado el original. teseopress.com 36 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Sin embargo, esta última tesis fue discutida por Hirzel.54 Para Hirzel, el aparente desorden de las citas de Jámblico era una prueba de que la fuente del neoplatónico no había sido una sola obra de Aristóteles sino varias. Hirzel sostenía que, de los capítulos atribuidos por Bywater al Protréptico de Aristóteles, solo los capítulos VI, VII y VIII pertenecían realmente a ese escrito. A partir de la misma premisa que Hirzel, en su tercera edición de la obra aristotélica, Rose55 llegó a resultados diferentes. Rose consideraba que la mayor parte del capítulo VI, el capítulo VIII y una parte del capítulo IX del Protréptico de Jámblico reproducían la obra perdida de Aristóteles. La tesis de Bywater fue, con algunas modificaciones, la postura imperante hasta 1923, año de la aparición del texto de Werner Jaeger.56 Según Gauthier,57 a Jaeger se le debe el mérito de haber confirmado que Jámblico había conocido el Protréptico de Aristóteles y había copiado literalmente pasajes enteros de la obra en cuestión. Si bien Jaeger confirmó las sospechas de Bywater sobre la procedencia de los pasajes de Jámblico, negó que el capítulo V y parte del XII pertenecieran al escrito perdido de Aristóteles. La tesis de Jaeger se apoyaba en tres premisas básicas: 1) la estrecha similitud entre los extractos citados por Jámblico y algunas obras del corpus aristotélico; 2) la coherencia en el estilo, el lenguaje y la nomenclatura filosófica que se puede encontrar entre esta obra perdida y la obra aristotélica conocida; 3) la semejanza que se puede establecer entre las doctrinas defendidas en el Protréptico y las formuladas por Aristóteles en el resto del corpus. No obstante, Jaeger consideraba que, al citar, Jámblico omitía algunos pasajes y restaba fuerza a otros. Desde su perspectiva, las citas de Jámblico eran desorganizadas 54 55 56 57 La tesis de Hirzel es tomada del extenso comentario realizado por Jaeger (1993: 91). Rose (1966). Jaeger (1993). Gauthier et Jolif (1970 : 14). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 37 y desprolijas. Por este motivo, Jaeger58 consideraba que el Hortensio de Cicerón era una fuente más fidedigna para el estudio de la obra perdida de Aristóteles que el Protréptico de Jámblico. La tesis de Jaeger era que Jámblico retoma las ideas de Aristóteles, pero omitiendo ciertas cuestiones exagerando otras, de modo tal que de adecuarlo a su propósito.59 El trabajo de Jaeger no estuvo libre de críticas. Sin dejar de reconocer el valioso aporte de su análisis, Chroust[59] sostuvo que a Jaeger no le interesaba el estudio del Protréptico por el Protréptico mismo, sino poner a prueba su tesis acerca de un paulatino desarrollo del pensamiento aristotélico desde un platonismo a ultranza a un aristotelismo tal como lo conocemos en los tratados conservados. De este modo, si bien Chroust no criticaba abiertamente el análisis de Jaeger, ponía en cuestión los resultados por él obtenidos. Con anterioridad al trabajo de Chroust, Gadamer60 ya había criticado el trabajo de Jaeger. Tras analizar el modus operandi de Jámblico comparando las citas de Platón con los diálogos platónicos, Gadamer concluyó que dichas citas eran fieles a los textos y que no introducían elementos extraños. Para Gadamer, si no había motivos para dudar de la autenticidad y fidelidad de las citas platónicas, no había razones para sospechar de una alteración en el caso de los pasajes copiados del Protréptico de Aristóteles. Según Gadamer, Jámblico no solo había tenido acceso a la obra del Estagirita, sino que la había copiado palabra por palabra. Según este autor, la sensación de desorganización denunciada por Jaeger no era el producto de que Jámblico hubiera alterado el contenido de la obra aristotélica, sino de que hubiera modificado su disposición originaria. 58 59 60 Jaeger (1993: 90-91). Según Jaeger, “la prueba de la superior fidelidad de Cicerón debe encontrarse en el libro décimo de la Ética Nicomáquea. Una vez más influye en la pluma de Aristóteles una reminiscencia de una antigua obra”. Jaeger (1993: 90-91). Chroust (1973: 93). teseopress.com 38 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En 1955, se publicó la primera edición de los Fragmenta de Ross. Para Ross, muy probablemente el Protréptico fue un diálogo que sirvió de modelo para otras obras, como por ejemplo el Hortensio de Cicerón. En cuanto a las supuestas citas del Protréptico en la obra homónima de Jámblico, Ross toma como posibles pasajes de la obra aristotélica parte de los capítulos VI a XII. Si bien la aparición de esta obra no problematiza demasiado el estado de la cuestión ya existente, su importancia reside en que sigue siendo, como podremos ver, la edición adoptada por muchos traductores en la actualidad. Hasta 1957 la autenticidad de los pasajes tomados por Jámblico del Protréptico de Aristóteles estaba prácticamente establecida. La aparición del artículo de Rabinowitz61 volvió a dejar entre nieblas la procedencia de los fragmentos conservados. En su artículo Rabinowitz negaba dos cosas: 1) que el Hortensio de Cicerón hubiera sido un escrito inspirado en el Protréptico de Aristóteles; 2) que en el Protréptico de Jámblico aparecieran citados pasajes de la obra homónima del Estagirita. En cuanto a la primera tesis -que el Protréptico de Aristóteles no hubiera servido de modelo del Hortensio de Cicerón- Rabinowitz argumentaba que del hecho de que la obra de Cicerón fuera una exhortación a la filosofía no se podía deducir que esta obra hubiera copiado un escrito perdido de Aristóteles con iguales características. En relación con la segunda tesis -que el texto de Jámblico no reproducía el Protréptico de Aristóteles- Rabinowitz, reactualizando y complejizando la tesis de Hirzel, sostenía que en su escrito Jámblico no citaba una sola obra de Aristóteles y que los fragmentos supuestamente provenientes del Protréptico eran demasiado breves para poder afirmar categóricamente que provenían de esta obra. En cuanto a esto último, Rabinowitz apoyaba su tesis en las siguientes premisas: 1) los elementos aristotélicos del Protréptico de Jámblico podían pertenecer a otros escritos o tratados doctrinales 61 Rabinowitz (1957). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 39 de Aristóteles; 2) los pocos extractos citados por Jámblico que no eran puestos en cuestión no eran lo suficientemente extensos como para evaluar su contenido y corroborar su autenticidad, al punto de afirmar que pertenecían al Protréptico de Aristóteles; 3) Jámblico tenía como objetivo abordar la totalidad de la filosofía aristotélica, no una sola obra y, finalmente, 4) Jámblico era capaz de usar varias fuentes en diversos sentidos. Enunciadas estas premisas básicas, la conclusión final de este autor era que es imposible reconstruir el Protréptico aristotélico, sea apelando al Hortensio de Cicerón, sea valiéndose de la obra homónima de Jámblico. El artículo de Rabinowitz fue unánimemente rechazado. Los argumentos básicos para tal refutación fueron dos: el primero atañe a la procedencia aristotélica de los fragmentos; el segundo a las probabilidades o no de que estos pertenecieran al Protréptico. En cuanto al primero, la mayor parte de los intérpretes ya citados o mencionados en este apartado sostenía que el método y estilo reproducido por Jámblico era genuinamente aristotélico y, por ende, no había motivos para dudar de la autenticidad de la procedencia de los pasajes. En cuanto al segundo de estos argumentos, se tendía a considerar que la única obra de carácter exhortativo escrita por Aristóteles había sido el Protréptico, por lo tanto, los pasajes citados por Jámblico no podían ser de otra obra que no fuera esta última. Refutados los argumentos de Rabinowitz, la siguiente gran contribución a la reconstrucción del Protréptico de Aristóteles la constituyó el trabajo de Düring: Aristotle’s Protrepticus, An Attempt at Reconstruction.62 En esta obra, Düring emprendió el primer intento por organizar y restituir a los fragmentos un orden presumiblemente próximo al originario. El objetivo de este trabajo no solo era poner a prueba la autenticidad de los fragmentos citados por Jámblico, sino también examinar las diferentes concepciones que Aristóteles habría defendido en esta obra. Con este propósito llevó 62 Düring (1961). teseopress.com 40 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles a cabo un análisis riguroso de la terminología utilizada en los fragmentos teniendo como parámetro su uso tanto en el corpus aristotélico como en el platónico. Sin embargo, pese a ser la obra de referencia para el estudio del Protréptico, la reconstrucción de Düring no estuvo exenta de críticas, algunas de las cuales volvieron a reflotar objeciones ya conocidas.63 Las principales críticas apuntaban, nuevamente, a la poca fiabilidad de los extractos procedentes de la obra de Jámblico. Dentro de este grupo de críticas, la primera tenía que ver con la posible fuente de Jámblico: ¿estaba Jámblico citando una sola obra del Estagirita o más de una? La segunda crítica de relevancia estaba vinculada con la intencionalidad con que Jámblico citaba a Aristóteles y era, por este motivo, más compleja: ¿no estaba la trascripción de los textos contaminada por los intentos de Jámblico de reconciliar a Platón y Aristóteles? y, si esto fuera así ¿podían considerarse los fragmentos encontrados en la obra de Jámblico una fuente válida para reconstruir el pensamiento del Estagirita? Tales parecen ser los argumentos de Chroust.64 Según Chroust, no sabemos y nunca podremos saber cómo Jámblico copió la obra aristotélica. Desde la perspectiva de este autor, existen dos causas que generan esta incertidumbre: la primera es que no tenemos la obra aristotélica original para poder confrontar las citas con el texto, como sucede en el caso de Platón. La segunda de estas causas es que por medio de su obra Jámblico condensa de manera sincrónica y arbitraria pasajes provenientes de obras platónicas y aristotélicas. No obstante, a modo de defensa, Guthrie sostiene que el Protréptico debe reconstruirse en base a la obra de Jámblico. El principal motivo invocado por Guthrie es que, tal como lo muestra la confrontación de sus escritos con los diálogos platónicos, Jámblico era un verdadero plagia- 63 64 Chroust (1965: 233). Chroust (1965: 116). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 41 rio.65Para Guthrie, a través de su texto, Jámblico no pretendía ser original, sino familiarizar al lector con las obras de los grandes pensadores; por tal motivo, sus citas podían considerarse confiables. En su edición de 1987, Gigon66 reaviva la discusión sobre la selección y recorte de los fragmentos del Protréptico que deben ser considerados auténticos. Gigon sostiene, como ya lo había hecho Hirzel, la tesis de que los pasajes de Jámblico atribuidos al Protréptico pertenecen, en realidad, a varias obras. Por este motivo, reduce el Protréptico a los fragmentos de Estobeo, Alejandro de Afrodisia y los autores que lo citan. En relación con esto último, en su traducción del Protréptico, Casaglia67 sostiene que, así como la edición de Düring, a partir de la cual se han realizado varias traducciones como por ejemplo las de Chroust68 y Berti,69 tiene un carácter excesivamente hipotético, lo mismo sucede con la edición de Gigon. Desde la perspectiva de Casaglia, Gigon hace un desmembramiento del texto, razón por la cual sus resultados no son menos criticables que los de Düring. En virtud de esto, este autor advierte sobre la conveniencia de utilizar la edición de Ross,70 que reproduce los pasajes de Jámblico según un criterio extensivo que le resulta más coherente.71 Para Casaglia, solo el criterio adoptado 65 66 67 68 69 70 71 Guthrie (1993: 89). Gigon (1987). Casaglia (2001: XXVII). Chroust (1964). El autor se refiere a la traducción de Berti (2008a). Es importante señalar que Zanatta (2008: 37-38) también sigue la edición de Ross, aunque advierte que para la traducción del Protréptico tiene en cuenta la edición de Düring y la traducción de Berti. Paralelamente, afirma tener presente la edición de Gigon a los fines de documentar la distinción de criterio establecida entre todos estos trabajos. Casaglia. (2001: XXVII). Con todo, es importante señalar que este autor reconoce que los trabajos de Düring y de Gigon reflejan una profunda indagación crítico-filológica. Quien realiza una síntesis de las diferentes ediciones y basa su traducción en ella es Álvaro Vallejo Campos. Si bien Vallejo Campos afirma seguir la edición de Ross, en su trabajo cita y trae a colación teseopress.com 42 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles por Ross es legítimo ya que, dada la naturaleza del texto, es imposible establecer una norma segura que justifique cualquier intento de restituir los fragmentos a un supuesto orden originario. Haciéndose eco de estos problemas y con el objetivo de suplir las falencias dejadas por el trabajo de Helmut,72 en 2005 Hutchinson y Johnson73 publican un artículo en torno a la problemática vinculada con la autenticidad y reconstrucción del texto aristotélico. El objetivo de la investigación de estos dos intérpretes es analizar en qué medida es fidedigna la obra de Jámblico para ser utilizada como fuente para el estudio del Protréptico de Aristóteles. Ambos autores dan por sentado que en su Protréptico Jámblico está citando diálogos de Platón y pasajes extensos de la obra de igual nombre de Aristóteles. Partiendo de esta tesis, dichos autores dividen su artículo en dos partes. En la primera parte, como ya lo había hecho Gadamer, realizan un análisis comparativo entre el Protréptico de Jámblico y los diálogos de Platón que aparecen citados en dicha obra. En la segunda parte, trazan un paralelismo entre los pasajes que Jámblico estaría citando de la obra perdida de Aristóteles y obras del corpus. Ambas partes del estudio están enlazadas por la premisa de que, si se pueden aceptar 72 73 las otras ediciones aquí mencionadas, tales como la de Düring y la de Gigon. Aunque esta forma de proceder genera algunas complicaciones al leer el texto, porque finalmente no termina de quedar claro qué criterio estaría adoptando, tiene la riqueza de dar cuenta de la complejidad del texto y de las problemáticas que el trabajo de realizar su traducción implica. La razón por la cual toma partido por esta edición, aunque, en realidad, proceda de manera sincrónica, es “incluir todos los textos atribuidos a las obras seleccionadas” (2005: 13). El criterio con el cual Vallejo Campos opera es “poner el material a disposición de los investigadores sin anticipar ninguna discusión” (2005: 12). Helmut (1965). Según este intérprete, la clave para comprender la metodología adoptada por Jámblico para citar la obra de Aristóteles debe ser el estudio de los pasajes platónicos citados en esa misma obra. Pese a ello, su análisis se centra en el examen comparativo entre los diálogos platónicos y los extractos citados por Jámblico en su Protréptico, desdibujándose el objetivo central: el estudio del Protréptico aristotélico. Hutchinson-Johnson (2005). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 43 como citas válidas los pasajes extraídos de los diálogos platónicos, se podrá hacer lo mismo con los extractos citados del Protréptico de Aristóteles. Los resultados obtenidos por estos autores son que Jámblico cita correctamente los pasajes de los diálogos platónicos por él elegidos. Si bien al transcribir los textos Jámblico realiza variaciones, estas no son sustanciales. Al modificar los diálogos platónicos, Jámblico no estaría alterando las concepciones allí esbozadas, sino adecuando los pasajes seleccionados para citarlos en su propio texto. De aquí que estos autores concluyen que Jámblico realiza modificaciones de estilo, pero no de fondo. Disipadas las dudas sobre los pasajes de procedencia platónica, Hutchinson y Johnson creen disipar las perplejidades generadas en torno a la procedencia de los fragmentos conservados de Aristóteles. Por tal motivo, la segunda parte del trabajo constituye un intento por demostrar que los pasajes de la obra de Jámblico reflejan concepciones que tienen un paralelo real con la obra conservada del Estagirita, razón por la cual su comentador se estaría valiendo de una obra genuinamente aristotélica. Sobre la base de estas dos secciones, ambos autores concluyen que esta obra debe de ser el Protréptico. De este modo, el artículo de estos dos autores constituye una respuesta indirecta a la edición de Gigon, quien, como ya dijimos, excluye las citas de Jámblico. Si bien en este artículo no se menciona dicha edición, la problemática de la legitimidad del uso de la obra del neoplatónico hace que, si se aceptan los argumentos de Hutchinson y Johnson, debamos rechazar los argumentos de Gigon y, por lo tanto, considerar su edición incompleta. En consecuencia, si bien esta edición se debe tener en cuenta a los efectos de la investigación, no podemos basarnos solo en ella. teseopress.com 44 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En el mismo año de la aparición del artículo de Hutchinson y Johnson, Schneeweiss,74basándose en su trabajo de 1966, publica su edición bilingüe del Protréptico. La novedad de la edición de Schneeweiss respecto de la de Düring es no solo la ordenación de los fragmentos sino también el agregado de nuevos fragmentos. Sin embargo, es importante mencionar que entre estos fragmentos nuevos, Schneeweiss pone pasajes de la Política, tales como VII 13, 1331b 39-41; VII 13, 1332a 2-3; VII 2, 1324a 25-35; y de la Ética Nicomáquea, como por ejemplo I 1, 1094a 10; I 2, 1094a 22; I 7 1097b 25 -1098a 4. Ahora bien, la lectura de estos pasajes en los cuales Aristóteles no menciona ni alude a su obra perdida nos lleva a cuestionarnos sobre la pertinencia de su inclusión en el Protréptico. Si bien los pasajes tratan problemáticas y concepciones que presentan coincidencias notorias con las cuestiones y tesis defendidas por Aristóteles en esta última obra,75 esto no parece ser una causa suficiente para introducirlos como parte de la obra. En relación con la Política VII 13, 1331b 39-41, pasaje que Schneeweiss considera como el fragmento 1b, Santa Cruz y Crespo76 afirman en su traducción que este pasaje es una afirmación general que Aristóteles bien podría estar realizando en Ética Nicomáquea o Ética Eudemia. Por tal motivo, es imposible establecer a cuál texto podría estar haciendo referencia. Si se acepta esto, deberíamos preguntarnos: ¿por qué este pasaje debería estar remitiendo o debería ser considerado parte del Protréptico? ¿Qué nos autoriza a tomar este pasaje u otro de otra obra del corpus como parte del Protréptico 74 75 76 Schneeweiss (2005). Los pasajes de la Ética Nicomáquea introducidos por Schneeweiss forman parte en su mayoría del libro I, libro en el cual Aristóteles define a la felicidad como el fin último del hombre e identifica a este último como el bien humano y la realización de su érgon. El paralelo que se puede establecer entre esto y las tesis defendidas en fragmentos del Protréptico (tales como el 53, 65, 63, etc.) nos permite trazar una continuidad entre las concepciones defendidas en una y otra obra, pero no nos autoriza a usar una de ellas, en este caso, la Ética Nicomáquea, como si fuera parte de la otra. Santa Cruz– Crespo (2007: 426). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 45 solo por el fuerte paralelismo que se pueda establecer entre ellos? Si bien la mención de todos estos pasajes constituye un aporte significativo para el análisis del Protréptico, es importante señalar que una cosa es realizar un análisis comparativo entre los pasajes conservados del Protréptico y aquellas obras cuya procedencia no es puesta en cuestión y otra es introducir esos pasajes como si fueran parte de la obra analizada cuando nada nos autoriza a hacerlo. Es difícil entender por qué Schneeweiss incluye estos pasajes en el Protréptico de tal forma, más aún si consideramos que solo este autor procede así. Por consiguiente, debemos concluir que si bien su edición constituye un aporte importante en tanto problematiza el Protréptico poniéndolo en conexión con el resto del corpus y agrega algunos pasajes de la obra de Jámblico que no son considerados por autores como Düring, no se puede considerar una edición ampliada en el sentido pleno del término. Para considerarla de este modo, debería dar cuenta de la legitimidad de usar pasajes de otras obras del Estagirita como si hubiesen formado parte de la obra en cuestión.77 A modo de cierre de este apartado, podría decirse que parece evidente que la reconstrucción de los fragmentos de Aristóteles forma parte de un debate que aún no está plenamente concluido. El estudio de dicho texto implicará llevar a cabo un análisis que haga un empleo cruzado de estas ediciones. Sin embargo, el resultado final estará condicionado por el hecho de que estará basado en reconstrucciones del texto, cada una de las cuales tiene sus propias problemáticas y nos brinda, a su vez, versiones posibles del texto aristotélico, pero no el texto en sí. En este sentido, Vallejo Campos advierte que el Protréptico, a diferencia de otros tratados del corpus que pudieron ser modificados por el mismo Aristóteles, fue una obra que no pudo haber sido ni reescrita ni retocada. En este sentido, si bien debemos 77 Es importante recalcar que la mayor parte de “fragmentos” que este autor introduce como nuevos son de esta naturaleza. teseopress.com 46 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles leer los fragmentos con precaución, debido a las posibles modificaciones de Jámblico, tenemos la certeza de que el texto había presentado “la visión filosófica que tenía Aristóteles del mundo y de la vida humana en un período muy determinado de su existencia”.78 Advertencia sobre las ediciones y traducciones del Protréptico utilizadas Para la realización de la tesis, en lo que respecta al Protréptico, hemos utilizado las ediciones de Ross Düring (1961), (1962), Rose (1966), Gigon (1987) y Schneeweiss (2005). No obstante, para las citas y numeración de los fragmentos, hemos optado por seguir la edición de Düring (1961). Dado que esta última edición fue además una reconstrucción del texto que no entra en mayores conflictos con las restantes ediciones, salvo con la de Gigon, creímos más acertado tomar como punto de partida dicha edición, ya que ofrece una ordenación de los fragmentos más organizada que permite una mejor identificación de los diferentes extractos de lo que habría sido la obra aristotélica. Para la traducción de los fragmentos, hemos adoptado la propuesta por Vallejo Campos (2005). En aquellos casos en los que nos hemos apartado de su traducción ha sido aclarado mediante nota. A tales efectos hemos consultado también las traducciones de Düring (1961), Barnes (1985), Choust (1964), Casaglia (2001), Megino Rodríguez (2006), Berti (2008) y Zanatta (2008). En el caso de las obras que integran el resto del corpus, hemos especificado junto con la cita de los pasajes seleccionados la traducción utilizada. En los casos en el que se consultaron para una misma obra dos traducciones diferentes, el criterio para adoptar la traducción a seguir fue 78 Vallejo Campos (2005: 132). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 47 su adecuación respecto del texto griego. Así, por ejemplo, para la Física hemos utilizado las traducciones de Echandía (2007) y la de Boerí (1993). No obstante, al igual que en los restantes casos, especificamos cuál de las dos se está adoptando. teseopress.com teseopress.com 1 El género protréptico en Aristóteles Características del género protréptico Tal como lo adelantamos en la introducción, nuestro trabajo se centrará básicamente en el análisis del Protréptico. Ahora bien, la pertenencia de esta obra a un género muy específico, del cual incluso toma su nombre, nos obliga a indagar sobre la naturaleza de este género y cómo se implementaba en la Antigüedad. Debemos aclarar que, al hacer este análisis, no pretendemos llevar a cabo un estudio erudito del tema sino realizar una breve descripción de cómo era este género y cómo se usaba en el momento en el cual fue redactada la obra homónima de Aristóteles. El objetivo de este análisis es tener un marco conceptual que nos permita entender cómo Aristóteles se apropió de ese género y lo puso en práctica en su propia obra. En su libro Exhortation à la philosophie, Van der Meeren1 advierte sobre los riesgos de hablar de un “género protréptico” en la Antigüedad. Sin embargo, teniendo en cuenta esta dificultad, argumenta que el registro de adjetivos verbales, tales como philosophetéon, a lo largo de la literatura antigua, es una señal de que este tipo de escritura era una práctica fuertemente instaurada. Contra la opinión de Jordan,2 Slings considera que el protréptico en el siglo IV a. C. puede ser considerado un “género” literario independiente por las siguientes razones: 1) hay tres filósofos que escribieron sus 1 2 Slings (1999: 67). Jordan (1986: 309-333). teseopress.com 49 50 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles obras bajo el título Protréptico; 2) obras como el Eutidemo3 y el Clitofón estaban asociadas con protrépticos filosóficos, lo cual no debió de haber sido un fenómeno aislado; 3) Demetrio4 parece haber hecho una descripción que detallaba cómo era el género protréptico en el siglo IV a. C. Desde la perspectiva de Van der Meeren, las primeras obras que habrían pertenecido a este género se remontan a los discípulos de Sócrates.5 El rasgo común de estas obras era el hecho de promover que “la finalidad de la vida filosófica 3 4 5 Hawtrey (1981: 55) sostiene que el término protreptikós antes de la aparición en el Eutidemo es encontrado solo en contextos médicos. Según este autor, propiamente hablando, la intervención de Sócrates en la primera sección de este diálogo es el primer protreptikós lógos, aunque, en un sentido general, se podría decir esto mismo de la totalidad del diálogo. Desde su perspectiva, el uso por parte de Jámblico de este diálogo es una muestra de que pertenecía a este género. Demetrio participó tanto de la carrera retórica como de la política. Entró a la vida política en Atenas en el 324 a.C. Según O’ Sullivan (2005: 119-120), durante toda su vida mantuvo contacto con el Peripatos de Aristóteles. Fue alumno de Teofastro, que se caracterizó por haber tenido una obra muy prolífera. Hay una tendencia a creer que sus programas legislativos estaban basados en su instrucción filosófica. Para O’ Sullivan, la conexión con los peripatéticos fue fundamental en la formación de Demetrio como retórico. No se conservó nada de sus discursos. Lo que se conserva es a través de fuentes indirectas. Desde la perspectiva de O’ Sullivan, su pensamiento habría radicado en el intento de conciliar la división entre filosofía y retórica que predominaba en el período de Platón. Lo más destacado de lo que se ha conservado de su pensamiento es la clasificación de los discursos. Según esta autora (2011: 121), para Demetrio, el discurso filosófico había sido distinguido del discurso retórico ya que había un abismo entre los objetivos de ambas disciplinas: mientras el primero buscaba instruir el segundo tenía como objetivo persuadir. No obstante, O’ Sullivan considera que para Demetrio se podía asociar el discurso filosófico y el discurso epidéctico bajo el mismo estilo. Jenofonte afirma que Sócrates “fue el mejor para exhortar a los hombres a la virtud, pero que no fue capaz de llevarlos hasta ella” (Recuerdos de Sócrates I.4.1). El hecho de que Jenofante se esté basando en las opiniones escritas que existían sobre Sócrates, unido al uso del verbo protrépsasthai y de términos asociados a la persuasión (I.2.10-11), es una muestra de que, pese a que Sócrates no tenga una obra escrita, su praxis era vista por sus contemporáneos como una praxis protréptica. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 51 se correspondía con la finalidad de la vida humana”.6 No obstante, es importante destacar que el protreptikòs lógos era una exhortación que no tenía un objeto específico, razón por la cual podía servir para persuadir a la audiencia a adoptar un estilo de vida, un pensamiento, una profesión o una conducta sin importar su naturaleza. Como consecuencia de esto, servía a un gran número de profesiones, esto es, podía ser usado por un médico para convencer al paciente de seguir sus consejos, podía ser utilizado por un estratega militar para argumentar sobre la pertinencia de ciertas estrategias o cuidados en las “artes” atléticas o militares, como también podía ser usado por el retórico o el filósofo en defensa de sus respectivas disciplinas. Simultáneamente,7 se considera que el protreptikòs lógos era una continuación de los discursos exhortativos y moralizantes de las obras de Homero, Píndaro y, especialmente, de los poetas gnómicos. En estas últimas obras, “aparece ya la idea, fundamental en la Antigüedad, del valor psicológico del discurso y de la importancia capital del dominio de la palabra”. En este período, la palabra producía su efecto en dos registros al parecer muy diferentes: en la discusión jurídica y política, por un lado, y en el discurso poético, por el otro. En la discusión jurídica y política, los reyes se valían del discurso para administrar justicia en las querellas o en los juicios, contexto que requería apelar al poder argumentativo y persuasivo del lógos. En la poesía la palabra era utilizada para 6 7 Van der Meeren (2011: XIV). Según Malherbe (1986: 122), durante el siglo IV a. C., el género protréptico fue en primer lugar usado por los oradores en la arena política y en los tribunales de justicia. En ese mismo siglo, destaca este autor, Aristóteles escribió el Protréptico como una exhortación A la filosofía. En la misma línea, McAdon (2004: 219) afirma que el discurso protréptico era un género popular que “exhortaba a los lectores a la acción política, ética o filosófica”. Para este autor, el protréptico era uno de los tres tipos de discursos políticos que tenía como objeto exhortar a los hombres a seguir un determinado tipo de discurso y realizar determinadas acciones que se consideraran justas, nobles y de utilidad. Para McAdon, un ejemplo de este tipo de textos es la obra de Isócrates a Nicocle y el Protréptico de Aristóteles. Tal es la tesis de Burgess que es retomada de Guerra (1995: 5). teseopress.com 52 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles producir una suerte de encantamiento, ya que por medio del lógos los poetas pretendían modificar las actitudes y conductas de los hombres. Por tal motivo, desde la perspectiva de Hadot, en este último uso de la palabra se puede encontrar un antecedente de lo que serán más tarde los ejercicios espirituales filosóficos, ya sean del orden del discurso o de la contemplación.8 La mayor parte de la bibliografía consultada coincide en que las obras pertenecientes al género protréptico tenían un carácter pedagógico y epistemológico. Tenían un carácter pedagógico porque, como bien dice Van der Meeren,9 eran un modelo de enseñanza filosófica. Un ejemplo de esto era el Eutidemo de Platón, diálogo en el cual se confrontaban dos modelos de enseñanza: el retórico basado en la erística y el filosófico fundado en la búsqueda dialógica de la verdad. Paralelamente, estos textos habrían tenido una impronta epistemológica ya que serían, a su vez, la primera piedra de un edificio dogmático. Un ejemplo relativamente claro de esto sería para Van der Meeren el Protréptico de Aristóteles, texto de cuyo análisis nos ocuparemos a lo largo de nuestro trabajo. En líneas generales, los diferentes autores consultados sostienen que el protreptikós era un tipo de discurso que instaba a sus destinatarios a realizar alguna acción futura. Este género se valía de la retórica de la culpa o censura con el objetivo de exhortar al oyente a cambiar un estilo de vida. Los ejemplos negativos eran presentados y criticados con una finalidad positiva: hacer más atractivos para el auditorio los modelos de vida considerados por el mentor del discurso como positivos. Un ejemplo de ello sería el Eutidemo de Platón.10 En este diálogo, Platón presenta simultáneamente dos cosas: por un lado, pone en escena las dos epideíxeis ofrecidas por los dos hermanos, Eutidemo y Dionisodoro. Por otro, recrea las dos intervenciones 8 9 10 Hadot (1998: 31). Van der Meeren (2011: XVIII- XIX). Guerra (1995: 7). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 53 de Sócrates. Mientras la epídeixis de los hermanos sofistas pretende ser el ejemplo negativo, la exhortación de Sócrates es el ejemplo positivo, aquel que debe ser seguido por dos motivos fundamentales: 1) porque es el modelo de exhortación correcto, 2) porque su objetivo -persuadir al joven Clinias para que dedique su vida a la búsqueda de la sabiduría- es noble y justo y, por lo tanto, implica un uso legítimo de la exhortación. Lo que intenta demostrar Platón es que tanto Eutidemo como Dionisodoro se creen los hombres más sabios por el hecho de tener una técnica que, valiéndose de argumentos verosímiles, les permite derribar y dejar en ridículo a cualquier contrincante (305c-306d). Su manejo del discurso y su capacidad de persuadir valiéndose de estrategias discursivas los hace sentir los hombres más poderosos. Por este motivo, ambos hermanos consideran que su técnica no solo es una tékhne, sino la tékhne superior, aquella que por sus innegables ventajas convierte a su poseedor en un ser imbatible. Como consecuencia de esto, la epídeixis de dos sofistas es caracterizada por Platón como un mero juego que carece de seriedad. En contraposición a esta presentación, Sócrates comienza su exhortación que tiene como objeto no reírse de Clinias, como hacen los dos hermanos sofistas, sino demostrar la preocupación genuina por la educación y felicidad del joven destinatario del discurso. Ahora bien, este tipo de exhortación realizada por Sócrates en el Eutidemo sienta las bases para decir que, en relación con la filosofía, el protréptico era una invitación a la práctica de esta disciplina. Desde la perspectiva de R. Douglas Madison,11 un protréptico era un intento de persuadir a los no filósofos a adoptar una vida filosófica. Por este medio, se pretendía convencer a la audiencia de que realizara un proceso de conversión tanto de su alma como de su mente. Por tal motivo, este tipo de discurso estaba basado en el deseo humano de alcanzar la felicidad. 11 Douglas Madison (2008:105-106). teseopress.com 54 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Antes de la aparición de la obra de Douglas Madison, Slings12 argumentaba que en la Antigüedad se podían distinguir dos sentidos de protréptico filosófico: un sentido estricto y un sentido amplio. En un sentido amplio, un protréptico era un discurso realizado por filósofos o inspirado en la filosofía, cuyo objetivo era producir un cambio en la conducta a nivel general. En un sentido estricto, era un texto que instaba al estudio de la filosofía. Si bien esta distinción se explicitaría recién en el período helenístico, ya en el siglo IV a. C. ambos sentidos habrían estado presentes, aunque yuxtapuestos. Un ejemplo de esto son el Eutidemo de Platón y algunos pasajes de la obra de Isócrates, más precisamente de Antídosis. Sobre la base de esta clasificación, Slings sostiene que se puede distinguir en la Antigüedad la existencia de textos que eran explícitamente protrépticos de aquellos que, sin pretender ser obras protrépticas, perseguían el mismo fin, pero de modo solapado, esto es, de forma implícita.13 En ambos casos, una cuestión importante a analizar es cómo estaba asociada la concepción del discurso como un instrumento para persuadir y este género literario que pretendía inculcar un determinado modelo de paideía. En otras palabras, importa establecer qué “teoría del discurso” subyacía a la aparición y utilización del género protréptico en la Antigüedad, más específicamente en el siglo IV a.C. Guerra14 afirma que el protréptico filosófico implicaba modos retóricos que eran indistinguibles de los implementados por las escuelas rivales de retórica. Slings15 sostiene incluso que, si bien el protréptico en sentido estricto no existía entre los sofistas como un género establecido, ellos pueden considerarse sus precursores. Según Slings, la persuasión protréptica pretendía ser el producto normal de la demostración del arte sofístico. Para este autor, con sus 12 13 14 15 Slings (1999: 60). Slings (1999: 61). Guerra (1995: 5). Slings (1999: 64- 66). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 55 discursos, los sofistas pretendían transmitir su arte y para ello se valían de este tipo de género que, por asociación con estos pensadores, es llamado protréptico- sofístico. Como ejemplo de este uso del género protréptico cita el Protágoras de Platón, más precisamente 320c8-328d2, pasaje en el cual el personaje que le da el nombre al diálogo narra el mito del origen del Estado. Entre los socráticos, un ejemplo de articulación entre motivos filosóficos e indagación sobre recursos retóricos puede ser encontrado en Antístenes. Si bien se considera que Antístenes dedicó su pensamiento a la ética, hay registro de que se consagró también al estudio del lenguaje. Este estudio es central a los fines de nuestro trabajo, ya que Antístenes consideraba que el lenguaje constituía el “núcleo de la educación humana”.16 Cordero afirma que, sobre la base de los catálogos que registran los títulos de sus obras, se puede decir que Antístenes se interesó por el lenguaje, más especialmente por la noción de lógos “en tanto discurso y nombres de las cosas”.17 Ahora bien, ¿qué relevancia tiene esto para nuestro análisis? El testimonio de Epicteto es ilustrativo: Aun si alguien admitiera eso <sc. que la lógica es estéril>, basta que sea elemento de juicio y de examen, y, como podría decirse, medida de las demás cosas. ¿Quién lo dice? ¿Solo Crisipo, Zenón y Cleantes? ¿Y no lo dice Antístenes? ¿Y quién, si no, es el que escribió que ‘el examen de las palabras es el principio de la educación’? (Dissert., I, 17, 102 = SSR, VA 160) (Trad. Mársico). Según Guthrie,18 la formación filosófica de Antístenes estuvo fuertemente influida por los sofistas. Si bien fue discípulo de Sócrates, fue también alumno de Gorgias. Pese a que consideraba que la ética no necesitaba 16 17 18 Mársico (2005: 74). Cordero (2008: 121). Guthrie (1971: 304). teseopress.com 56 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles usar discursos, acostumbraba a conversar o ejercer la dialéctica.19 Se le adjudica, incluso, un protréptico. Diógenes Laercio (VI, 15-18) da testimonio de que Antístenes habría tenido una producción escrita sumamente rica. Según Diógenes, la obra de Antístenes estaba reunida en diez volúmenes, dentro de los cuales había un protréptico. Esta última obra habría estado en el volumen II. Si bien no dice explícitamente que sea por esto, Megino ve en este pensador el antecedente del Protréptico aristotélico, aunque crea que la obra inspiradora fue el Eutidemo de Platón.20 El análisis efectuado hasta aquí, así como los argumentos y la forma literaria en los fragmentos conservados, nos permiten ubicar a la obra perdida de Aristóteles y registrada en los catálogos con el nombre de Protréptico dentro de este género. La lectura de los testimonios nos lleva a concluir que los fragmentos conservados de esta obra habrían pertenecido a un escrito de gran difusión y que habría servido de modelo para otros pensadores. Si bien, dados los límites de nuestro trabajo, no podremos dedicarnos al estudio de las repercusiones del Protréptico de Aristóteles en el período helenístico y en el Medioevo, es importante recalcar que después de Aristóteles el género protréptico fue usado por Teofrasto, discípulo y sucesor del Estagirita en el Liceo, por Demetrio, peripatético de Falero,21 por Epicuro, en su Carta a Meneceo, y por los estoicos, entre los que cabe mencionar a Cicerón, quien utilizó este género en su Hortensio, obra que fue usada para la reconstrucción del texto aristotélico, y a Séneca. 19 20 21 Guthrie (1971: 308). Megino Rodríguez (2006: 7). Hasta 1993, los textos de los peripatéticos estaban compilados en la edición alemana de Fritz Wehrli, Die Schule des Aristoteles, aunque no en forma completa. En 1999, W. Fortenbaugh – E. Schütrumpf publican la edición en inglés de los fragmentos de Demetrio llamada Demetrius of Phalerum: text, translation and discussion. Los diferentes testimonios reunidos por esta edición dan cuenta de que Demetrio habría escrito un protréptico filosófico. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 57 Este formato de protréptico fue empleado por Jámblico en su obra homónima,22 la cual se utiliza para la reconstrucción de la obra perdida de Aristóteles. Además, fue empleado por Galeno en su exhortación a la medicina y por Ausonio.23 Con posterioridad, el género protréptico fue usado por el cristianismo primitivo, razón por la cual se transfirió la utilización de recursos retóricos empleados en este género del ámbito de la política y de la ética a las temáticas religiosas. Uno de los Protrépticos más conocidos dentro de este último grupo es el Protréptico de Clemente de Alejandría. La conservación de este tipo de obras nos permite en la actualidad acceder a la obra perdida de Aristóteles. Según Megino, si bien el ideal de vida presentado por Aristóteles en el Protréptico no ejerció gran influencia en la Antigüedad, tuvo una gran importancia entre los círculos ilustrados. Sin embargo, sostiene Megino Rodríguez, “la publicación y difusión de los tratados de escuela que Aristóteles compuso como notas de clase, y que Andrónico de Rodas sacó a la luz en el siglo I a. C., fue oscureciendo y marginando paulatinamente sus escritos exotéricos, provocando que el Protréptico corriera la misma suerte que estas obras y acabará perdiéndose”.24 Dicho texto cobrará cierto protagonismo con la aparición del artículo de Bywater citado y comentado 22 23 24 El Protréptico de Jámblico comienza con un resumen de argumentos pitagóricos tendientes a inducir a la gente a vivir una vida intelectual y moral, proseguida de una serie de cuestiones extraídas de los diálogos platónicos. La conclusión es que aquel que se quiere conducir bien en su vida debe filosofar. Jámblico introduce los pasajes de Aristóteles dentro de este contexto. Como consecuencia de esto, podemos concluir, vincula la producción filosófica de los pensadores mencionados con una misma temática y causa. Battistón (2005-2006: 67) menciona el Poema 22 como un protréptico dirigido a Jovio. En este poema, Battistón nos informa que Ausonio “indica los motivos a tratar y define la nueva inspiración, de naturaleza sagrada; la severa exhortación a olvidar las gestas mitológicas al uso y concentrarse en "los grandes asuntos" evoca el comienzo de la Égloga IV de Virgilio, y, aunque distante en el tiempo, la actitud de Paulino se acerca por momentos a aquella confianza horaciana en la propia inmortalidad a través de la obra —una obra que, en ambos casos, lleva como signo de origen la virtud de haber adaptado el mensaje de un mundo a otro, de una a otra lengua”. Megino Rodríguez (2006: 7). teseopress.com 58 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles en el estado de la cuestión. El rastreo que hizo ese autor sobre las obras que retomaron el Protréptico de Aristóteles o se inspiraron en él nos permitió recuperar los escasos fragmentos que poseemos en la actualidad. Uso aristotélico del género protréptico El término “protréptico” y las palabras asociadas a este término aparecen registrados en escritos como la Ética Nicomáquea (X 1, 1172b 3-7; X 9, 1179b 7-12) y la Retórica (I 3, 1358b 8-10). Sin embargo, entre los fragmentos conservados del Protréptico dicho término no aparece más que para designar el escrito, es decir, aparece en los testimonios que nos han llegado y en los catálogos de la obra del Estagirita, pero no tenemos entre los fragmentos registro alguno del uso aristotélico de este término ni de sus derivados. Con excepción de los breves pasajes de la Retórica, tampoco tenemos textos en los que Aristóteles realice una sistematización sobre la naturaleza de este género. Por tal motivo, al hacer el análisis del uso del género protréptico en la obra homónima de Aristóteles, nos enfrentamos con el hecho de que tenemos escasos elementos para examinar este uso en sí mismo, es decir, sin entrar a estudiar las concepciones defendidas por Aristóteles en esta obra. No obstante, los argumentos sostenidos en los fragmentos y en los testimonios del Protréptico nos permiten ubicarlo dentro de este género de textos que amalgama recursos retóricos con objetivos filosóficos, esto es, que se vale del poder persuasivo del discurso para proponer y defender un ideario filosófico. En consecuencia, la tarea de indagar cómo Aristóteles se apropia de este género y lo utiliza es una cuestión central, cuestión que analizaremos en este apartado. Como el objetivo es indagar el uso aristotélico de este género en el Protréptico para que esto nos permita comprender las tesis que Aristóteles habría defendido en esta obra, no entraremos aquí en teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 59 el examen del contenido de todos los fragmentos, sino de aquellos fragmentos en los que aparecen en forma manifiesta los elementos que nos permitan cumplir con el objetivo arriba señalado. Si bien mencionaremos otros fragmentos, estos serán analizados y citados en los capítulos siguientes, ya que hacerlo en esta instancia implicaría desviarnos de nuestra meta central y superponernos con los contenidos a ser examinados con posterioridad. Lo primero que podemos observar, al leer los fragmentos conservados del Protréptico, es que, así como no aparece el término protreptikós y su familia de palabras asociadas tampoco tenemos registros del lenguaje propio de la persuasión. Pese a esto, tenemos varios elementos que nos llevan a concluir que el texto no solo era una exposición de un ideario de vida,25 sino también un intento de imponer ese ideario a sus lectores. Estos elementos son: 1) el léxico que habría sido utilizado por el Estagirita, como por ejemplo el uso del adjetivo verbal philosophetéon (fragmentos 5, 8, 9, 41, 92, 96 y 110); 2) la apelación a autorrealizarse expresada en las nociones de télos, phýsis (fragmentos 11-17) y érgon (fragmentos 65, 63); 3) la caracterización de la filosofía como una actividad útil y fácil (fragmentos 46, 47, 52) y, finalmente 4) la postulación de la eudaimonía como el fin del hombre. Todos estos ítems, que fueron mencionados como tópicos de la literatura protréptica, son una evidencia de que Aristóteles, al igual que sus predecesores, utilizó este género como un medio para convencer a los otros sobre la importancia de adoptar su propio ideario filosófico, esto es, con el objetivo de persuadir a sus potenciales lectores.26 En relación con esto último, un texto que puede ser clave para comprender el empleo aristotélico del género protréptico es Retórica, más específicamente el pasaje I 3, 25 26 Dos ejemplos notorios que analizaremos más adelante son los fragmentos 31 y 32. Es importante recalcar que la mayoría de los intérpretes consideran que el Protréptico habría sido un escrito propagandístico, razón por la cual es de suponer que su principal objetivo era, justamente, persuadir a sus lectores. teseopress.com 60 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles 1358b 8-10. Si bien no podremos hacer un análisis pormenorizado de esta obra, es importante subrayar que en este pasaje Aristóteles define el género protréptico como una especie del género deliberativo que se encuentra, a su vez, dentro del género retórico.27 El hecho de que en este escrito Aristóteles vincule el protréptico directamente con la retórica es significativo, ya que relaciona el lógos protreptikós con la función persuasiva de la palabra y, por lo tanto, pone en evidencia la interconexión entre la función comunicativa del lenguaje y la filosofía28 y, por ende, la articulación de recursos retóricos con fines filosóficos. Desde la perspectiva de Day,29 “la retórica producida en una sociedad provee alguna de las mejores evidencias que uno puede tener acerca de la visión ética generalmente asociada con esa sociedad”. Para esta autora, en Grecia había muchos pensadores que tenían una postura crítica con respecto al uso de estos métodos persuasivos. Day, citando a Wörner, afirma que la retórica no es para Aristóteles solo una mera técnica cuyo objetivo es la persuasión sino “un instrumento adecuado para la búsqueda de lo bueno, noble y justo”.30 Con todo, Day reconoce que para Aristóteles la retórica es moralmente neutra y, por lo tanto, puede ser utilizada tanto para persuadir acerca del bien como para lo contrario. El Protréptico puede ser analizado como un ejemplo relativamente claro de este empleo aristotélico de la retórica con fines filosóficos. En primer lugar, podemos notar que 27 28 29 30 En Retórica I 3, 1358b 8-9, Aristóteles afirma: “lo propio del género deliberativo es el consejo y la discusión”- συμβουλῆς δὲ τὸ μὲν προτροπή, τὸ δὲ ἀποτροπή-. Para Mirhadi (1995: 5) el rol de la epídeixis en la retórica, más específicamente hablando, en el pasaje que aquí nos ocupa es problemático, ya que el pasaje que inmediatamente le precede es cuestionado como espurio. Fortenbaugh (2007: 107-123) considera que Aristóteles “explica la retórica en términos de persuasión”. Desde esta perspectiva, La retórica sería la capacidad de considerar los medios posibles de persuasión. Day (2007: 379). Day (2007: 389). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 61 Aristóteles escribe esta obra que corresponde a un género que él mismo considera una subespecie del género retórico con el objetivo de exponer su ideario filosófico. En segundo lugar, el examen de los fragmentos conservados nos permite concluir que su intención al escribirlo no es solo exponer su concepción de la filosofía sino lograr persuadir a sus potenciales lectores sobre la importancia de seguirlo. En este punto, no debemos olvidar que el Protréptico fue escrito en un contexto en el cual la concepción de la filosofía que sostenía Aristóteles (el ideal teorético de la filosofía) era fuertemente discutida por algunos pensadores de la época, entre ellos Isócrates. Si bien esto será abordado en el tercer capítulo, señalemos que Isócrates, al igual que Platón y que Aristóteles, llamaba a su praxis ‘filosofía’.31 Sin embargo, consideraba que la búsqueda de los primeros principios como objeto de dicha disciplina era una propedéutica que no podía ser de ningún modo el fin de la filosofía misma.32 Por tal motivo, en el Protréptico, Aristóteles tenía que hacer una defensa de su ideal frente a esta crítica y convencer a sus lectores sobre la conveniencia que conllevaba adoptar su ideario de la filosofía y no otro, como por ejemplo el de Isócrates, que en ese período histórico tenía una gran difusión. En Retórica I 1358b 22-23, Aristóteles ofrece un rasgo más acerca de este género. Allí afirma que “el que aconseja recomienda lo que le parece lo mejor”.33 En este pasaje, el que aconseja es designado mediante el participio del verbo protrépo, esto es, mediante una forma verbal perteneciente a la misma familia de palabras de protreptikós. El que aconseja no es otro sino el agente de una exhortación y puede desarrollar su actividad solo en relación con lo que considera lo mejor. Ahora bien, sobre la base de que en el Protréptico la 31 32 33 Isócrates, Sobre la fortuna 270-271. Isócrates, Sobre la fortuna 261-269 y 285. ὁ μὲν γὰρ προτρέπων ὡς βέλτιον συμβουλεύει. teseopress.com 62 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles filosofía es descripta como lo mejor (fragmento 17)34 y su ejercicio como lo más útil para el hombre (fragmento 46),35 podemos concluir que Aristóteles en el Protréptico estaría adoptando el género deliberativo tal como es descripto en la Retórica. Si bien en el pasaje citado de Retórica hay cierto matiz subjetivo que Aristóteles no estaría dispuesto a aceptar en el Protréptico, ya que, desde su perspectiva, la filosofía no solo es lo mejor para él, sino lo mejor en sí mismo, parece ser relativamente claro que utiliza ciertos recursos provenientes del género retórico para lograr que su discurso sea persuasivo. Pese a que no está explícitamente enunciado, al utilizar un tipo de discurso proveniente de la retórica, un protréptico, Aristóteles parece considerar que el discurso tiene sobre el alma humana el mismo poder que el atribuido por Platón en el Gorgias. Desde el particular punto de vista defendido en el Gorgias, el efecto del lógos sobre el alma es equiparable al efecto de la medicina sobre el cuerpo. De manera análoga a lo que sucede con la medicina en relación con el paciente, el discurso unido a la persuasión es capaz de marcar en el alma una impronta determinándola a actuar de una manera u otra. Desde este punto de vista, el efecto causal del lógos sobre el oyente es de un poder incalculable, pues, este, el lógos, no ejerce una influencia superficial sobre el alma, sino que es capaz de afectar su estructura sometiéndola a sus encantos.36 Si se acepta esta lectura, podemos encontrar en el Protréptico un eco de las palabras que Platón pone en boca de Sócrates en el Fedro: 34 35 36 Este fragmento aparece citado en el capítulo 4, pp. 228-239. Este fragmento aparece citado en el capítulo 5, p.239 En este sentido, al hacer alusión al Protréptico de Aristóteles, Aune resalta la pertenencia del discurso protréptico a varios géneros retóricos. Desde la perspectiva de este autor, las clasificaciones retóricas revelan la forma, contenido y función del protréptico filosófico. (Las referencias a Aune fueron extraídas del comentario realizado por Van der Meeren (2011: XV) quien comenta en extenso el artículo de este autor: “Romans as Lógos Protreptikos in the Context of Ancient Religious and Philosophical Propaganda”). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 63 Y entonces, mi buen amigo, ¿no hemos vilipendiado de un modo más rústico del debido al arte de los discursos? Ella tal vez diría: ¿Qué tonterías, admirables hombres, estáis diciendo? Pues, yo no obligo a nadie a aprender a hablar ignorando la verdad, sino que mi consejo, si tiene algún peso, es que adquiera ese conocimiento antes de usarme. Así, esto es lo importante que digo: que sin mí quien conozca la verdad de las cosas no logrará llegar a persuadir con arte” (260d 3-7. trad. Santa Cruz -Crespo) Si bien a partir de los argumentos de Platón podría concluirse que el conocimiento de la verdad constituye el prerrequisito para iniciar un verdadero arte de la palabra, de este pasaje se desprende que hay una interacción entre verdad y retórica cuyo centro de convergencia es la noción de persuasión. En este diálogo, más que en ningún otro, Platón enfatiza enérgicamente que, si bien el logro de la persuasión no está necesariamente emparentado con la transmisión de la verdad, la verdad en sí misma no es persuasiva. Esta misma relación entre verdad y persuasión parece estar operando en el Protréptico. Esto se debe a que, tal como afirma Douglas Madison,37 Aristóteles habría escrito el Protréptico con dos objetivos centrales: un objetivo teórico y otro práctico. Como objetivo teórico, Aristóteles habría pretendido imponer la idea de que la contemplación filosófica es la actividad propia del hombre, esto es, aquella actividad que es acorde a su naturaleza. En función de este objetivo, Aristóteles desarrollará, como podremos ver en el siguiente capítulo, su concepción de la naturaleza humana y de la filosofía como el conocimiento de la verdad. Dicho objetivo nos permite establecer un parentesco con el Eutidemo de Platón, más específicamente con los pasajes 278e 3-289b 6 y 290b 7-293a 5, en los cuales Sócrates exhorta a Clinias a la búsqueda de la sabiduría. Simultáneamente, nos permite vincular el Protréptico con el pasaje citado del Fedro, ya que en esta obra Aristóteles tiende a equiparar, también, 37 Douglas Madison (2008: 107). teseopress.com 64 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles el ejercicio filosófico con el conocimiento de la verdad,38 oponiéndolo a la praxis de quienes buscan la utilidad de todo aquello que realizan.39 Al perseguir el segundo objetivo arriba mencionado, el práctico, Aristóteles intentaba mostrar las ventajas que tenía para el individuo filosofar. Si bien este objetivo, según Douglas Madison, no era subjetivo en sentido estricto, tendía a apelar a la subjetividad del lector. Esto se debe a que un tópico de la literatura protréptica era el intento de disuadir a los hombres a que se inclinasen a adoptar un sentido de vida que parecía inalcanzable o excesivamente arduo.40 Este objetivo aparece con cierta claridad en Ética Nicomáquea X 9, 1179b 7-10,41 pasaje en el cual Aristóteles sostendrá que los discursos filosóficos tienen el poder de “exhortar” y “estimular” a los jóvenes en la dirección de lo que es noble o bueno. La conjunción de los verbos exhortar y estimular es 38 39 40 41 Ver fragmento 65 del Protréptico, en el que Aristóteles identifica la función propia del hombre con el conocimiento de la verdad; Por este motivo, el conocimiento de la verdad es definido implícitamente como una necesidad que tiene el hombre por autorrealizarse. Ahora bien, como la filosofía era el único medio para alcanzar la verdad, el ejercicio filosófico representaba también la única forma de alcanzar dicho fin. Para Douglas Madison (2008: 106), el trabajo de Jámblico en el cual están citados los fragmentos estudiados del Protréptico de Aristóteles comienza con un resumen de argumentos pitagóricos tendientes a inducir a la gente a vivir una vida intelectual y moral seguido de menciones de diálogos platónicos. La conclusión, según este autor, a la que quiere llegar Jámblico es que aquel que se quiera conducir bien en su vida debe filosofar. La introducción del texto aristotélico en este contexto nos permite concluir que Jámblico vincula la producción filosófica aristotélica con una misma temática y causa que los filósofos que cita el comentador de la obra aristotélica. Véase fragmento 42, en el que los intérpretes suelen ver una alusión a Isócrates y, por lo tanto, una crítica a la retórica. Fragmento 32. En el fragmento 57, Aristóteles afirma: “en consecuencia, ha quedado demostrado que la filosofía es posible, que es el más grande de los bienes y que es fácil de adquirir, por lo cual, en razón de todas estas consideraciones, es digna de que nos esforcemos por alcanzarla”. En este pasaje de la Ética, Aristóteles afirma: “De hecho, sin embargo, tales razonamientos parecen tener fuerza para exhortar y estimular a los jóvenes generosos, y para que los que son de carácter noble y aman verdaderamente la verdad puedan ser poseídos por la virtud, pero, en cambio, son incapaces de excitar al vulgo a las acciones buenas y nobles” (trad. Pallí Bonet). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 65 de suma importancia, porque vuelve a traer a primer plano la tesis de que no alcanza con inculcar cómo se debe obrar, sino que es necesario que el que adopte este modo de actuar esté persuadido de que esa es la mejor manera de proceder. Lo interesante de este pasaje es que Aristóteles le otorga al discurso filosófico una función que, si tenemos en cuenta lo dicho más arriba, parece más vinculada con la retórica. Esto muestra nuevamente que en este punto Aristóteles, si no relaciona ambas disciplinas, retórica y filosofía, considera, al menos, que el discurso filosófico, para ser efectivo, debe valerse de métodos o de recursos retóricos. Algo análogo se puede concluir del análisis del Protréptico. La lectura de los fragmentos nos permite afirmar que el intento de Aristóteles por demostrar a sus interlocutores las ventajas de filosofar (fragmento 46) y la facilidad de hacerlo (fragmento 33)42 tienen por fin de apelar a las motivaciones subjetivas del lector. Las palabras de Aristóteles serían, desde este punto de vista, la puesta en práctica del argumento enunciado por Platón en el pasaje citado del Fedro.43 Dichos pasajes del diálogo platónico y del Protréptico ponen en evidencia que la verdad necesita de un agregado: convencer acerca de aquello sobre lo cual versa. Como dice P. Hadot, “no se trata de ‘informar’, de trasegar en el cerebro de sus oyentes cierto contenido teórico, sino de ‘formarlos’, y también de llevar a cabo una indagación común: esto es 42 43 Este fragmento aparece citado en el capítulo cuarto, p. 191. Esta concepción de que el discurso, además de ser verdadero debía ser persuasivo ya estaba prefigurada en algunos diálogos tempranos de Platón, como por ejemplo la Apología. En este diálogo, en la instancia del alegato, tras haber afirmado que el mayor bien para los hombres es la indagación y búsqueda de la virtud, Sócrates afirma: “sin embargo, la verdad es así como yo la digo, atenienses, pero no es fácil convenceros” (38 a-b). La lectura del diálogo evidencia que para Sócrates no es la falta de verdad lo que causará su condena, sino su incapacidad para ser persuasivo. teseopress.com 66 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la vida teórica. Aristóteles espera de sus auditores una discusión, una reacción, un juicio, una crítica. La enseñanza se conserva siempre fundamentalmente en un diálogo”.44 Tanto para Platón como para Aristóteles el pensamiento es un diálogo del alma consigo misma. En este sentido el lógos no es otra cosa que la exteriorización o materialización de este diálogo,45 la imagen sensible del pensamiento genuino por medio del cual se intenta convencer al otro de ese monólogo interno del alma. El género protréptico como subespecie del género deliberativo y este como uno de los elementos de la retórica tenían como fin ser un medio para hacer comunicables y verosímiles las verdades contenidas en el alma. La apropiación por parte de Aristóteles de este género tenía la intención de poder dar a conocer su concepción de la filosofía, pero también de persuadir del hecho de que esta debía ser aceptada por todos los hombres. En el fragmento 53, Aristóteles parece reunir ambos objetivos descriptos por Douglas Madison, el teórico y el práctico. En efecto, en este fragmento, Aristóteles afirma: No hay, pues que rehuir la filosofía, si la filosofía es en verdad, según creemos, la adquisición y el uso de la sabiduría (sophía) y la sabiduría está entre los bienes más grandes. No debemos navegar hasta las columnas de Hércules por afán de lucro y arrostrar muchos peligros y, en cambio, por la sabiduría (phrónesis) no esforzarnos nada y andar escatimando. Ciertamente, es propio de esclavo afanarse por vivir, pero no por vivir bien, y seguir las opiniones de la mayoría en lugar de considerar que sea la mayoría la que siga las nuestras, 44 45 Hadot (1998: 101). Hadot agregará que “el discurso no puede influir, en forma independiente, sobre el auditorio, si carece de la colaboración de este”. Véanse Dixsaut (1998: 47- 49). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 67 y lo es también ir en busca de riquezas sin cuidarse en lo más mínimo de cosas más elevadas46 (trad. Vallejo Campos levemente modificada) El primer objetivo, el teórico, aparece explícitamente mediante la definición de la filosofía como la actividad más elevada y, por lo tanto, aquella que el hombre debe realizar. En este sentido, lo primero que debemos subrayar en este fragmento es la particular relación establecida por Aristóteles entre filosofía, sophía y phrónesis. A diferencia de lo que sucederá en otras obras, como por ejemplo Ética Nicomáquea, en esta obra Aristóteles tiende a usar en forma intercambiable los términos ‘sophía’ y ‘phrónesis’. Como consecuencia de esto, al utilizar ambos términos en este pasaje, Aristóteles no está relacionando dos virtudes dianoéticas distintas, sino que está aludiendo a una sola: la sabiduría, entendiendo por esta el conocimiento de los principios que rigen lo real y las normas que deben regir la acción. Si bien esta tendencia a identificar ‘phrónesis’ y ‘sophía’ en el Protréptico será analizada el capítulo cuarto, capítulo en el cual sistematizaremos la noción de sabiduría en el Protréptico, es importante subrayar que a través de esta conexión de términos, Aristóteles equipara la filosofía con la búsqueda de la sabiduría y esta última con la adquisición de la felicidad. Para el Estagirita no se puede rehuir la filosofía, porque esto equivaldría a renunciar a uno de los bienes más grandes que el hombre puede alcanzar: su propia plenitud y, por ende, felicidad. Desde la perspectiva adoptada por el filósofo, solo por medio de la filosofía el hombre puede aspirar a una buena vida en lugar de conformarse con un mero vivir. Por 46 Οὐ δὴ δεῖ φεύγειν φιλοσοφίαν, εἴπερ ἐστὶν ἡ μὲν φιλοσοφία, καθάπερ οἰόμεθα, κτῆσίς τε καὶ χρῆσις σοφίας, ἡ δὲ σοφία τῶν μεγίστων ἀγαθῶν οὐδὲ δεῖ χρημάτων μὲν ἕνεκα πλεῖν ἐφ’ Ἡρακλέους στήλας καὶ πολλάκις κινδυνεύειν, διὰ δὲ φρόνησιν μηδὲν πονεῖν μηδὲ δαπανᾶν. ἦ μὴν ἀνδραποδῶδές γε τοῦ ζῆν ἀλλὰ μὴ τοῦ ζῆν εὖ γλίχεσθαι, καὶ ταῖς τῶν πολλῶν αὐτὸν ἀκολουθεῖν δόξαις ἀλλὰ μὴ τοὺς πολλοὺς ἀξιοῦν ταῖς αὑτοῦ, καὶ τὰ μὲν χρήματα ζητεῖν τῶν δὲ καλῶν μηδεμίαν ἐπιμέλειαν ποιεῖσθαι τὸ παράπαν. teseopress.com 68 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles este motivo, aquellos hombres que estén dispuestos a correr los más grandes peligros tan solo para adquirir bienes materiales y no sean capaces de hacerlo en pos de la filosofía merecen ser llamados esclavos.47 El análisis del fragmento 53 pone en evidencia que esta relación entre la necesidad de filosofar, el conocimiento y la felicidad es posible por la coordinación de tres premisas básicas: 1) solo mediante la sabiduría el hombre puede obtener la felicidad;48 2) la sabiduría (sophía) es enseñable;49 3) la filosofía es el único medio para alcanzar la sabiduría.50 Lo que parece desprenderse de estas premisas es que, si el hombre quiere ser feliz, debe llegar a ser sabio; ahora bien, puesto que para ser sabio es necesario conocer, y para esto es indispensable filosofar, es evidente que si el hombre quiere ser feliz deberá abocarse a esta última actividad. La lectura de este fragmento a la luz de los fragmentos 17 y 3451 nos permite concluir que en esta instancia sophía equivale a la epistéme de las virtudes del alma,52 por lo cual no solo se trata de un tipo de conocimiento enseñable, sino de aquella clase de saber 47 48 49 50 51 52 A la hora de emprender el análisis de estos fragmentos, podemos notar que en esta identificación entre sabiduría, filosofía y eudaimonía resuenan algunos pasajes de la obra de Platón, especialmente del Eutidemo, más específicamente el pasaje 282c-282d. Allí el filósofo pone en boca de Sócrates las siguientes palabras “- ¡Bravo, buen hombre! Has hecho bien al liberarme de una larga indagación precisamente a propósito de este punto: si la sabiduría (sophía) es enseñable o no. Ahora, entonces, puesto que no solo parece que lo es, sino que, además, es lo único capaz de hacer feliz y afortunado al hombre, ¿qué otra cosa dirías sino que es necesario filosofar, y que tú mismo tienes la intención de hacerlo?”. (trad. Olivieri.) Fragmentos 42- 44. Fragmento 37, Metafísica I 1, 981b 5-10. Fragmento 5. El fragmento 34 será citado y analizado en el capítulo cuarto y retomado en el capítulo quinto. Esta asociación entre sophía y epistéme es posible por la identificación realizada por Aristóteles en el fragmento 53 entre sophía y phrónesis y la definición de la phrónesis efectuada en los fragmentos 33 y 35 como el conocimiento de las causas y de lo que es anterior. No obstante, es importante tomar nota del comentario de Zanatta al respecto. Según este autor (2010: 16) en la Ética Nicomáquea ciencia y sabiduría son dos virtudes dianoéticas distintas y, por lo tanto, dos estados diferentes de excelencia de la parte teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 69 que es necesario perseguir para poder hacer un uso adecuado del resto de las virtudes y, de este modo, alcanzar la felicidad.53 Tal como sostiene Narcy respecto del Eutidemo, esta concepción de sophía prepara el terreno esencial de la demostración que consiste en establecer no solamente la predominancia de la sabiduría sobre el resto de las cosas, sino que hace de esta virtud la condición sine qua non para que los demás bienes puedan ser definidos como tales; de ese modo, es de la sabiduría o de la ignorancia que depende el bien o el mal de los hombres.54 La apelación a no correr peligros solo por conseguir riquezas y, en cambio, sí hacerlo por la filosofía nos introduce al segundo objetivo que tenía el género protréptico en tanto tal y que Aristóteles estaría adoptando: apelar a la subjetividad del lector. Si bien en el fragmento 53 este objetivo no aparece explícitamente, puede rastrearse en la exhortación al buen vivir y a preocuparse por aquellas cosas que causan la verdadera felicidad. Ambas cuestiones son un indicio de la intención de generar un cambio de actitud en el receptor del mensaje. El uso del género protréptico en este contexto tenía su razón de ser en la necesidad de persuadir a los lectores no solo de cuál es el ideal de vida a seguir, sino sobre la importancia y utilidad de adoptar ese ideal. Sin embargo, el uso aristotélico del género protréptico no se limita a la obra que en los catálogos figura con el nombre de este género. Según Hutchinson y Johnson,55 en Ética Nicomáquea Aristóteles recurre a estrategias propias de este género. Desde la perspectiva de estos autores, Aristóteles no solo intenta comunicar su concepción ética, sino también motivar a la audiencia a que lleve a cabo una investigación 53 54 55 racional del alma. Dado esto, para este autor, es difícil ver cómo la sabiduría puede ser también una ciencia del alma racional. Desde la perspectiva de este autor, solo en Metafísica I y II Aristóteles identifica epistéme con sophía. Véase fragmento 21 y la serie de fragmentos 46-48. Narcy (1984: 109). Hutchinson-Johnson (2008:1). teseopress.com 70 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles filosófica. Sobre esta base, estos autores consideran que Aristóteles se habría valido de su propia obra de juventud como modelo para escribir su Ética. Según ellos, uno de los objetivos que tenía Aristóteles en la Ética Nicomáquea era exhortar a los estudiantes que poseían la suficiente madurez a que lo siguieran en su indagación. Por tal motivo concluyen que, a nivel más general, este trabajo debe ser interpretado como una forma particular de discurso protréptico. Con anterioridad a la aparición del artículo de Hutchinson y Johnson, Lefèvre, al analizar el libro X de la Ética Nicomáquea, sostuvo que en ese libro Aristóteles realiza una defensa de las virtudes del pensamiento, sobre todo respecto de las críticas a su inutilidad.56 Lefèvre equipara esta supuesta defensa con el ejercicio realizado en el Protréptico. Sin ninguna duda, al llevar a cabo esta interpretación del texto, Lefèvre se vale de la serie de fragmentos 42-44 y 46-46,57 en los cuales Aristóteles afirma simultáneamente que la filosofía es el único fin buscado por sí mismo y el único bien verdaderamente útil para la pólis. Si bien este autor no sostiene que la Ética Nicomáquea esté inspirada en el Protréptico, advierte que, al escribirla, Aristóteles retoma ciertas estrategias propias del género protréptico que habían sido empleadas en dicha obra perdida. De hecho, uno de los apartados del artículo de Lefèvre plantea la posibilidad de un segundo protréptico en el corpus aristotélico, que no sería sino su Ética. Otro autor que relaciona la Ética con el Protréptico es Pierre Destrée,58 quien, al analizar la noción de función, afirma que se debe rechazar la interpretación naturalista o metafísica que se ha hecho de este término en la Ética Nicomáquea. En esta instancia, no entraremos en el examen de esta importantísima noción de la Ética y del Protréptico, ya que lo haremos en el segundo capítulo. Lo que nos interesa 56 57 58 Lefèvre (1997: 171). Lefèvre (1997: 167). Destrée (2000: 59). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 71 recalcar de la crítica de Destrée es que, desde su perspectiva, el tratamiento del érgon en la Ética Nicomáquea es retórico. Al volver sobre esta noción, Aristóteles estaba interesado en “llevar al auditorio, como en un diálogo socrático, a que formule sus propias respuestas”.59 Al hacer su reconstrucción de la noción de érgon en Ética Nicomáquea, Destrée es consciente de que en la Metafísica Aristóteles comienza su indagación sobre la ciencia, más aún sobre la ciencia suprema, apelando al deseo que el hombre tiene por conocer. De esta manera, aunque no lo diga expresamente, Destrée reconoce que Aristóteles comienza esta obra presuponiendo su concepción de la naturaleza humana y, por lo tanto, su noción de érgon, tal como parece hacerlo en la Ética. Sin embargo, este autor considera que la argumentación de la Ética Nicomáquea es diferente de la que ofrece en el libro I de Metafísica: mientras que en la Metafísica Aristóteles pretende hacer un discurso argumentativo, en la Ética apela a los deseos humanos para motivar una conducta, objetivo que, pese a que Destrée no lo diga, emparentaría este texto con el Protréptico. Según Destrée, para lograr dicho objetivo Aristóteles no ofrece razonamientos lógicamente concluyentes, sino que se basa en la dóxa, esto es, en lo que se cree que todos los hombres quieren para sí mismos. A diferencia de los autores comentados más arriba -Hutchinson, Johnson y Lefèvre-, para Destrée, Aristóteles no estaría reproduciendo los recursos empleados en su Protréptico sino imitando los diálogos platónicos. No obstante, se debe subrayar que en ambas interpretaciones se reconoce que tal manera de proceder persigue los mismos fines: lograr persuadir al auditorio para que inicie una indagación filosófica. Si bien el uso del género protréptico en la Ética Nicomáquea merecería un tratamiento especial que, dados los límites de nuestro trabajo, no podremos realizar, es relevante mencionar que en varios pasajes de la Ética Nicomáquea 59 Destrée (2000: 59). teseopress.com 72 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles podemos encontrar el vocabulario propio de la exhortación y, por lo tanto, un sustento para las interpretaciones expuestas más arriba. Un pasaje clave es X 1, 1172b 4-7. En este pasaje, Aristóteles argumenta: Así pues, los verdaderos argumentos parecen ser de gran utilidad no solo para el conocimiento, sino también para la vida, porque estando en armonía con los hechos, son convincentes (pisteúontai), y así exhortan (protrépontai) a los hombres inteligentes a vivir de acuerdo con ellos (trad. Pallí Bonet). La importancia de este pasaje radica en la estrecha relación establecida por Aristóteles entre los lógoi y la persuasión y la exhortación aludida a través del uso de las formas verbales pisteúontai y protrépontai, respectivamente.60 El empleo de la expresión “discursos verdaderos” junto con estos verbos nos permite distinguir otra función adicional del lógos: este no solo sirve para transmitir argumentos verdaderos, sino también para persuadir. Lo que parece estar supuesto en la estructura profunda del discurso del Estagirita es que para modificar la conducta de los individuos primero se los debe exhortar y por medio de esta exhortación persuadir a adoptar lo propuesto en ese discurso. Esto llevado al terreno del Protréptico nos induce a pensar que la exhortación de Aristóteles a adoptar el modo de vida por él propuesto es una invitación al hombre a vivir de acuerdo con su propia naturaleza, esto es, en armonía consigo mismo.61 El empleo de la función persuasiva del discurso parece estar estrechamente vinculado con el objetivo programático del texto: defender un modelo de vida que en el 60 61 Según. Hutchinson and Johnson, (2008: 1), la relación entre el pasaje de Ética Nicomáquea y el Protréptico. consiste en que el primer escrito tiene un plan protréptico que está basado en la estructura y plan que habría tenido a obra perdida. En la misma línea, en Ética Nicomáquea X 9, 1179b 7-10, Aristóteles sostendrá que los discursos filosóficos tienen el poder de “persuadir” y “exhortar” a los jóvenes en la dirección de lo que es noble o bueno. La conjunción de los verbos persuadir y exhortar vuelve a ser notoria. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 73 momento en el cual Aristóteles escribió su obra era puesto en cuestión.62 Esta función del lógos otorgada por Aristóteles en la Ética puede encontrarse esbozada en el fragmento 32 del Protréptico. En este fragmento, Aristóteles afirma: Ciertamente, que nos resulta posible adquirir las ciencias sobre lo justo y lo conveniente, así como las que versan sobre la naturaleza y el resto de la verdad, es fácil de demostrar.63 La importancia del uso del discurso con fines persuasivos es expresada mediante el uso del verbo epideîxai. A través de su uso, Aristóteles pone en evidencia que no alcanza que un discurso describa la filosofía como una disciplina útil y fácil de ejercitar, sino que se debe probar que ambas cosas son ciertas. Aquí el verbo epideîxai parece tener una doble valencia: por un lado sirve para indicar que es necesario ofrecer argumentos lógicamente consistentes, pero, por otro, permite señalar que se deben dar razones que hagan que dichos argumentos, además, sean verosímiles. Según Narcy,64 ambos rasgos no son aspectos aislados del término, sino dos características estrechamente vinculadas, ya que emprender exitosamente una demostración es un signo de las destrezas del expositor y, por ende, de su capacidad de persuadir. Exhortar y demostrar son, en definitiva, la misma cosa. Demostrar un conjunto de premisas no solo es dar evidencias sobre su verdad, sino hacerlas creíbles para que lo dicho sea incorporado con convicción.65 62 63 64 65 Nos referimos al debate ya aludido entre las dos escuelas más importantes de ese momento: la Academia, a la cual Aristóteles pertenecía, y la escuela de Isócrates. Ὅτι μὲν οὖν τὰς περὶ τῶν δικαίων καὶ τῶν συμφερόντων, ἔτι δὲ περὶ φύσεώς τε καὶ τῆς ἄλλης ἀληθείας ἐπιστήμας δυνατοὶ λαβεῖν ἐσμεν, ῥᾴδιον ἐπιδεῖξαι. Narcy (1984: 22). Canto (1993: 313) argumenta que la epídexis o conferencia pública era una práctica que fue introducida por los sofistas para presentar públicamente sus habilidades retóricas. El objetivo de esta práctica era ejercer un encantamiento sobre la audiencia. El tema de estas demostraciones podía ser muy diverso y ellas tenían el objetivo de invitar al público a realizar todas las preguntas que quisiera. teseopress.com 74 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En el fragmento 31, nos encontramos con un argumento muy similar. Allí Aristóteles afirma: Además, puesto que todos preferimos cuanto es posible y provechoso, hay que mostrar (paradektéon) que tanto lo uno como lo otro corresponden al filosofar, y que la dificultad de su adquisición es inferior a la magnitud de su provecho: pues todos hacemos lo más fácil con mayor placer. La diferencia con el fragmento 32 es que en este fragmento Aristóteles no utiliza el verbo epideîxai, sino el adjetivo verbal paradektéon. La importancia del uso de este tipo de término es que además de indicar la ejecución de una determinada acción señala la necesidad de realizar esa acción. La pregunta que podríamos hacernos sobre la base de esta necesidad manifestada por Aristóteles es por qué existe la exigencia de demostrar la facilidad y utilidad de filosofar. Si bien Aristóteles funda su argumento en dos presupuestos que son admitidos por todos los hombres (el primero, que todos buscamos la felicidad y el segundo, que tenemos una natural tendencia a realizar lo que es fácil y provechoso), no es evidente que la filosofía reúna lo que estos dos supuestos implican. Esto es algo que debe ser probado. Ahora bien, subrayar que deben ser probadas estas dos características de la filosofía (el hecho de que se la conciba como la causa de la felicidad y que sea concebida como fácil y útil) no parece ser otra cosa que apelar a motivaciones psicológicas para obtener un fin preciso: que el lector de la obra adopte un ideario filosófico trasmitiéndole la creencia de que esta disciplina es el medio para obtener las cosas que todos los hombres buscan y que les es más grato hacer. Este componente psicológico pone en evidencia que la exposición no pretende ser solo una demostración lógica, sino que tiene un propósito persuasivo. En Ética Nicomáquea III 5, 1113b 26-28 Aristóteles parece darnos una característica más del discurso exhortativo. En este pasaje, el Estagirita afirma: teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 75 y, ciertamente, nadie nos exhorta (protrépetai) a hacer lo que no depende de nosotros ni es voluntario, porque de nada sirve intentar persuadirnos (peisthênai) de no sentir calor, dolor, hambre o cualquier cosa semejante, pues no menos sufriremos esas cosas”(trad. Pallí Bonet).66 Podemos notar que Aristóteles relaciona directamente la exhortación con la persuasión y delimita el ámbito de aquellas cuestiones respecto de las cuales alguien puede ser persuadido y, por tal motivo, exhortado. Para Aristóteles, no tiene sentido persuadir sobre qué sensación sentir en relación con el clima, por ejemplo, pero sí lo tiene en relación con las acciones, ya que en el primer caso es imposible generar un cambio, pero en el segundo es claramente posible. Es imposible que alguien deje de sentir frío solo convenciéndolo de que la temperatura es agradable, mientras que es posible que logremos que esa misma persona se incline a realizar determinadas acciones o tomar determinadas decisiones, si logramos persuadirlo de que dichas acciones o elecciones son buenas o útiles para sí mismo. En el Protréptico Aristóteles pretende persuadir a su audiencia en relación con aquello que es crucial para su propia existencia: su felicidad. Si bien Aristóteles reconoce que todos los hombres buscan la felicidad y tienen una tendencia a hacer aquello que es útil, también sostiene que no hay un acuerdo sobre qué cosas proveen la felicidad y cuál es el criterio adecuado para establecer grados de utilidad. En este sentido, si bien nadie debe ser persuadido a buscar su felicidad, es necesario realizar una exhortación sobre cuáles son los medios para obtenerla ya que depende de la decisión de cada uno tender en una dirección más que en otra en la búsqueda de este fin. 66 καίτοι ὅσα μήτ’ ἐφ’ἡμῖν ἐστὶ μήθ’ ἑκούσια, οὐδεὶς προτρέπεται πράττειν, ὡς οὐδὲν πρὸ ἔργου ὂν τὸ πεισθῆναι μὴ θερμαίνεσθαι ἢ ἀλγεῖν ἢ πεινῆν ἢ ἄλλ’ ὁτιοῦν τῶν τοιούτων. teseopress.com 76 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En este sentido, tal como dice Hadot, “el discurso filosófico, si en verdad es la expresión de una opción existencial es, en esta perspectiva, un medio indispensable”.67 Un pasaje que resulta esclarecedor de este uso del género protréptico aparece en Metafísica. En el libro VII, 1029b 5-8, en relación con lo que es más conocido en sí y lo que es más conocido para nosotros, Aristóteles hace la siguiente afirmación: (…) igual que, tratándose de las acciones, hay que conseguir que las cosas que son absolutamente buenas lleguen a ser buenas para cada uno a partir de las que son buenas para cada uno (trad. Calvo Martínez). Lo que nos interesa de este pasaje es la postulación del método que hace Aristóteles, esto es, la formulación de la necesidad de ir de lo que es bueno para nosotros hacia lo que es bueno en sentido absoluto. Ya sabemos por Ética Nicomáquea que Aristóteles critica la idea platónica de bien, razón por la cual lo que debemos entender por absolutamente bueno no es un principio objetivo válido para todas las cosas. Si bien sobre esta noción nos centraremos en el segundo capítulo de nuestra tesis, es importante recalcar que al hablar de bien Aristóteles se está refiriendo a lo que es bueno para cada cosa. Para Aristóteles, cada cosa tiene su bien y esto representa su verdadero fin.68 En el caso del hombre este bien es la felicidad.69 Esto constituye la tesis que todo hombre admitiría70 y es lo que, por las razones arriba expuestas, se podría calificar en el pasaje de la Metafísica como lo bueno para cada uno de nosotros. Ahora bien, tal como lo dice Aristóteles en la Ética Nicomáquea y comentamos más arriba, cada hombre tiene su propia idea de cómo obtener su felicidad. Sin embargo, que cada cual 67 68 69 70 Hadot, P. (1998: 193). Ética Nicomáquea I 1. Ética Nicomáquea I 2. Ética Nicomáquea I 1. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 77 tenga una concepción sobre cuál es la vida verdaderamente feliz no implica que para Aristóteles todas ellas sean verdadera causa de la felicidad. Según Aristóteles, solo hay una candidata a vida feliz; por ende, para ser verdaderamente felices primero hay que conocer cuál es y luego vivir conforme a ella. Esto ya no corresponde al ámbito de lo que cada cual cree bueno sino al orden de lo que es bueno en sí. La utilización del género protréptico en este contexto tiene la función de hacer posible que los hombres adopten lo que es bueno en sentido absoluto, partiendo de lo que es bueno para cada uno de ellos. Aristóteles pone en marcha este proceso tomando como punto de partida la tesis de que todos buscan la felicidad como un verdadero bien. Esta tesis, que no es puesta en cuestión por ningún hombre, le servirá como escalón para poder presentar su ideario no como algo aceptable solo para él, sino para homologarlo con la idea de felicidad y para que sea aceptado por la audiencia como lo verdaderamente bueno. Lo que subyace a la estructura del texto es que Aristóteles, a diferencia de los otros hombres, conoce lo que es bueno en sí para el hombre, razón por la cual no pretende que sus lectores acepten la opinión más útil, sino aquello que es un verdadero bien para ellos. En este sentido, podemos terminar esta sección de nuestro capítulo citando nuevamente a Hadot, quien afirma: “para poder vivir de modo filosófico, es necesario ejercer una acción sobre uno mismo y sobre los demás, y el discurso filosófico, si en verdad es la expresión de una opción existencial, es, en esta perspectiva, un medio indispensable. Por último, el discurso filosófico es una de las formas mismas de la práctica del modo de vida filosófico en forma de diálogo con el otro y consigo mismo”.71 71 Hadot (1998:193). teseopress.com 78 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Influencia de los diálogos platónicos en la redacción del Protr trép éptic ticoo En “Aristotle’s Protrepticus and the Structure of the Epinomis”, Benedict Einarson afirma que “entre los pasajes del Eutidemo de Platón y los fragmentos del Protréptico de Aristóteles no solo hay alguna reminiscencia verbal, sino también una gran similitud de plan”.72 En esta misma línea de lectura, R. S.W. Hawtrey73 sostuvo que este diálogo sentó las bases para darle al término protreptikós su significado técnico que después sería retomado por otros autores, como por ejemplo Aristóteles. El testimonio de Diógenes Laercio (III 37) nos permite confirmar, en alguna medida, esta línea de lectura. Según Diógenes Laercio los diálogos platónicos se leían en voz alta dentro de la Academia. Luego se divulgaban fuera de la escuela y estaban dirigidos a lectores griegos en general, quienes se sentían estimulados “protrépticamente” hacia la filosofía mediante las exhortaciones efectuadas en ellos. Narcy,74 en su comentario al Eutidemo, afirma en tono de protesta que, en general, se suele analizar los pasajes protrépticos de ese diálogo a la luz de la posible influencia que podrían haber llegado a tener en la obra aristotélica que lleva el nombre de este género. Desde la perspectiva de Narcy, no hay un motivo específico para atribuirle al Eutidemo una intencionalidad protréptica que no tengan otros diálogos platónicos. Por esta razón no habría un motivo de peso para creer que este diálogo podría haber influido más que otro en la redacción del Protréptico aristotélico.75 La tesis de este autor es que la filiación entre el Eutidemo y el Protréptico de Aristóteles ha sido causada por la obra de Jámblico, usada por la tradición interpretativa como testimonio para la 72 73 74 75 Einarson (936: 264). Hawtrey (1981: 75). Narcy (1984: 29). Narcy (1984: 34). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 79 reconstrucción de la obra fragmentaria del Estagirita. Ahora bien, cabe preguntarse en tal caso cuáles son esos pasajes de ambas obras que han inspirado de forma justificada o injustificada esta interpretación. En este punto, debemos tener en cuenta que Jámblico en su propio Protréptico, además de citar a Platón, menciona a otros pensadores, entre los que cabe citar a los pitagóricos; sin embargo, la vinculación establecida por los estudiosos del texto no es entre estos pensadores y Aristóteles, sino entre el Estagirita y su maestro. En este punto, debemos tener en cuenta que tanto el Eutidemo (282c-282d) como el Protréptico (fragmento 42 y 44) representan un intento por demostrar que la sabiduría es el único modo de vida elegible por sí mismo y, por lo tanto, que la filosofía es el único medio para alcanzar ese fin. En el Eutidemo, concretamente, Platón emprende una fuerte crítica de la erística, cuyo único objetivo es marear al oponente defendiendo sobre cualquier cosa su tesis y su antítesis (Eutidemo 278 b). En este contexto, es significativa la alternancia de términos empleados por Platón en este diálogo: en 282d 8 y 282d 9 usa epideíxato y epideixáton, mientras que en 282 d 5 emplea protreptikôn. Dicha alternancia pone en evidencia la conexión existente entre el uso del protréptico y la búsqueda de la persuasión como un objetivo no secundario sino central de la exhortación. Esta alternancia de términos es muy parecida a la que analizamos en el apartado anterior en relación con Ética Nicomáquea III 5, 1113b 26-28. Del análisis de este pasaje se desprende que la palabra es un instrumento necesario no solo para expresar la verdad, sino para persuadir al auditorio de que adopte esta verdad como tal. Del mismo modo que en los pasajes del Fedro y en del Eutidemo, arriba analizados, se utiliza el poder de la palabra como un medio por el cual el personaje de Sócrates intenta convencer a sus compañeros de diálogo sobre la verosimilitud de sus tesis.76 El esfuerzo socrático por convencer a Clinias de que debe dedicarse a 76 Ver Gorgias 353a-355d. teseopress.com 80 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la filosofía es una prueba de que la verdad no se impone por sí misma, sino que necesita de la fuerza de la palabra. El carácter exhortativo del Eutidemo es una evidencia de que la palabra tiene un rol central en la búsqueda y transmisión de la verdad. El nexo que se puede establecer entre esta obra y el Fedro permite afirmar que la verdad requiere del poder persuasivo de la palabra, pues, como dice Sócrates en un pasaje ya citado de esta última obra, conocer las cosas no nos hace más diestros en el arte de persuadir.77 Esta subordinación de recursos retóricos a fines filosóficos presente en el Eutidemo y el Fedro se puede encontrar en el fragmento 53 del Protréptico analizado en el apartado anterior. El objetivo de este fragmento no solo es presentar la identificación entre sabiduría, filosofía y eudaimonía sino que, al igual que el pasaje 279a -282e del Eutidemo, es también exhortar a los hombres a la búsqueda de estas dos cosas: la felicidad y la sabiduría. Al igual que en los fragmentos 31 y 32, este último objetivo se puede rastrear a través de la apelación a la utilidad de la filosofía. De hecho, en el pasaje señalado del Eutidemo, Sócrates anuncia que él mismo hará una demostración de lo que se esperaba que hicieran los hermanos Dionisodoro y Eutidemo. Ahora bien, al efectuar esta demostración Sócrates parece perseguir dos objetivos: el primero es presentar un modelo de lo que debería ser una verdadera exhortación; el segundo tiene que ver con el objeto de esa exhortación, esto es, con la necesidad de que los hombres se vean impelidos a adquirir la sabiduría. En cuanto al primer objetivo, si bien la demostración de Sócrates, al igual que la de los dos hermanos, es un interrogatorio, la gran diferencia radica en que a través del diálogo Sócrates intentará cumplir con el objetivo de la discusión: persuadir a Clinias sobre la necesidad de filosofar valiéndose de fundamentos sólidos en lugar de hacerlo 77 Fedro 260 e. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 81 por medio de argumentos falaces, que encierran ambigüedad lingüística. En consecuencia, su meta es alcanzar la verdad y no la victoria. La importancia tanto de los pasajes 282c-282d del Eutidemo como de los fragmentos 31, 32 y 53 del Protréptico es que ponen de manifiesto que tanto Platón como Aristóteles pretenden que el lector no solo encuentre viable la postura expuesta, sino que se sienta impelido a aceptarla y hacerla suya. El uso del adjetivo verbal philosophetéon, del verbo epideîxai y el del adjetivo verbal paradektéon, empleados por Aristóteles en los fragmentos 5, 32 y 31, así como el lenguaje de la exhortación y de la persuasión empleado por Platón en el pasaje citado del Eutidemo son clave, ya que expresan no solo la intención de que cada uno de los filósofos tiene de describir su ideario filosófico, sino también la necesidad de que este ideario sea aceptado como la única opción por el potencial lector de las obras. El análisis de las obras mencionadas, sobre todo del Protréptico, nos permite advertir que el discurso de Aristóteles está construido sobre la base de argumentos que, si son admitidos, nos obligan a aceptar sus conclusiones. El estudio de los fragmentos nos permite advertir que también Aristóteles apela a recursos que tienden a incentivar psicológicamente al auditorio. Como consecuencia de esto, podemos decir que a través de su discurso Aristóteles no solo pretende ofrecer argumentos lógicamente concluyentes sino también psicológicamente persuasivos. Ahora bien, cabría preguntarse si esto y la relación que se puede establecer con diálogos platónicos como Fedro, Eutidemo, Clitofón y Gorgias nos permiten hablar de una influencia platónica en este sentido, esto es, si este modo de argumentar y los objetivos a seguir son retomados por Aristóteles de Platón. Según Douglas Madison, “esta forma de escrito está presente en muchos diálogos platónicos y es claramente expresada en el Eutidemo”.78 En este sentido, otro diálogo 78 Douglas Madison (2008: 106). teseopress.com 82 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles de Platón que es significativo traer a colación en relación con el uso del género protréptico es el Clitofón.79 Si bien este diálogo es breve, el registro de términos vinculados con las familias de palabras protreptikós y de pístis es sumamente rico. Un ejemplo claro es el pasaje 408 d-e, en el que Platón usa la expresión τὴν Σωκράτους προτροπὴν ἡμῶν ἐπ’ ἀρετήν. En 408 d 6, emplea el infinitivo protrépein junto con el participio perfecto medio pasivo del mismo verbo.80 La intención protréptica está claramente expuesta en esta obra. En el pasaje de referencia (408d 1-6), Platón hace decir a su personaje: Amigos, les decía, ¿cómo podemos aceptar la exhortación a la virtud que nos hace Sócrates? ¿Como si en esto consistiera todo y no fuera posible llevar el tema a fondo y abarcarlo hasta el final, dedicando, en cambio, toda nuestra vida a esta actividad de exhortar a los que aún no han sido exhortados y éstos a su vez a otros? (trad. Zaragoza). Vemos que en este pasaje, al igual que en el Eutidemo, Platón relaciona la enseñanza de las virtudes con la exhortación: una verdadera educación en las virtudes debe no solo dar cuenta de qué son las virtudes sino también persuadir a los hombres sobre la necesidad de vivir conforme a ellas. Por eso en el texto se presenta como problemático el caso de los hombres que no fueron persuadidos por el discurso socrático: ¿deberán ser persuadidos por aquellos que sí fueron convencidos?, ¿estos deben exhortar, a su vez, 79 80 Si bien es cierto que la autenticidad de este diálogo es puesta en cuestión, consideramos que, independientemente de que pertenezca a Platón, el contenido y el modo en el cual está escrito responden al ideario platónico que se puede rastrear en otros diálogos cuya autenticidad no está cuestionada. Por tal motivo, pese a la polémica que este diálogo ha generado, creemos que su análisis resulta esclarecedor respecto al tema aquí examinado: el uso del género protréptico. Para un análisis en torno a la autenticidad de este diálogo remitimos a Slings (1999). Unas líneas más abajo, al realizar un parangón entre la exhortación a las virtudes y el cuidado del cuerpo, Platón utilizará como sinónimo de esta expresión ἐπιμέλειαν ποιεῖσθαι. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 83 a otros hombres a vivir de igual modo, luego de haber sido persuadidos? En ambos casos lo que se presenta como una cuestión a resolver es cómo lograr convencer a los hombres de que quieran conocer y adoptar un ideario de vida, a saber, el socrático. Dicha problemática se presenta en el fragmento 3281 del Protréptico arriba analizado bajo la exigencia de ofrecer una demostración sobre la necesidad de filosofar. En ambos casos parece quedar claro que no basta una simple exposición sino que hay que dar buenos motivos por los cuales aquello que es expuesto debe ser adoptado como verdadero. Nuevamente, se apela a la necesidad de que lo verdadero sea verosímil. En este contexto, tanto Platón como Aristóteles hacen un intento por conciliar el valor persuasivo del lógos con la búsqueda de la verdad haciendo del discurso el modo de expresarla y volverla comunicable o accesible a los otros. Slings82 afirma que otro pasaje clave del Clitofón en relación con nuestro tema es 410d 1-4. En este pasaje, Platón continúa su exhortación sobre la virtud a través de la analogía entre la exhortación al cuidado del alma y aquella dirigida a los cuidados del cuerpo. Esta analogía sirve, desde la perspectiva de Slings, para demostrar que el discurso protréptico no solo no era desconocido por Platón, sino que era considerado como la forma más natural de hacer una exhortación. Esta intencionalidad protréptica del diálogo vuelve a aparecer en 410c 6-d4, pasaje en el cual Clitofón afirma: Esa es precisamente la razón por la que me voy a dirigirme a Trasímaco, y a cualquier otro sitio que pueda, con mis dudas. Si al menos estuvieras dispuesto a dejar de dirigirme exhortaciones (παύσασθαι πρὸς ἐμὲ τῶν λόγων τῶν προτρεπτικῶν), como, por ejemplo, si en relación con la gimnástica me hubieras animado diciéndome que no debía descuidar mi cuerpo 81 82 Este fragmento fue citado en la página 48. Slings (1999: 66). teseopress.com 84 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles y a continuación de tus palabras de aliento (τῷ προτρεπτικῷ λόγῳ ἔλεγες) me hubieras dicho qué cuidados necesitaba mi cuerpo teniendo en cuenta su naturaleza (…) (trad. Zaragoza). Lo que nos interesa de este pasaje es la aparición de las siguientes expresiones: παύσασθαι πρὸς ἐμὲ τῶν λόγων τῶν προτρεπτικῶν y τῷ προτρεπτικῷ λόγῳ ἔλεγες. En un mismo pasaje con diferencia de dos líneas el interlocutor de Sócrates lo insta a que le haga una exhortación que lo persuada acerca de la virtud. El análisis de este texto pone en evidencia la estrecha relación existente entre exhortar, entendiendo por esto el hacer un discurso que elogie determinadas prácticas, en este caso el ejercicio de las virtudes, y la necesidad de que esta exhortación logre persuadir al oyente sobre la verosimilitud de lo dicho en ella. Clitofón está persuadido de que solo Sócrates puede hacer un encomio legítimo acerca de las virtudes; no obstante, frente al silencio de Sócrates, formula la siguiente disyuntiva: o Sócrates solo es capaz de hablar sobre la necesidad de vivir conforme a la virtud, pero no sabe qué es, o no quiere comunicar qué cosa es. La lectura de los pasajes sucesivos nos lleva a pensar que Clitofón tiende a creer verdadera la última opción: Sócrates sabe qué es la virtud pero elige callar. Ese “no transmitir”, ese no querer contribuir en el diálogo, es considerado por los interlocutores de Sócrates como un obstáculo para alcanzar la verdad. En la estructura del diálogo está la idea de que el conocimiento se “construye” en forma cooperativa logrando acceder a argumentos que den cuenta de lo que las cosas son. Por tal motivo, el discurso de Clitofón se presenta como una exhortación a ser persuadido por Sócrates en torno de este tema. Si bien Aristóteles en el Protréptico no hace uso de la alternancia entre protreptikós y pístis, así como los términos derivados de ellos, es evidente que le daba gran importancia al uso de la palabra como instrumento persuasivo. De hecho, tal como vimos al analizar el fragmento 32, si bien Aristóteles no hace uso del término protreptikós teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 85 y verbos vinculados, podemos encontrarnos con términos tales como epídeixis o sus asociados, que ponen en evidencia que, al igual que los personajes de Platón, está intentando exponer sus fundamentos en favor de su ideario filosófico con un fin claramente exhortativo. Algunos de los estudiosos que han centrado su análisis en las actividades de Aristóteles en la Academia sostienen que el Estagirita habría dictado un curso de retórica. En este contexto, algunos autores sitúan la redacción de una obra sobre retórica que sería, incluso, anterior al Protréptico. Esta obra de la que solo quedan escasísimos fragmentos se habría intitulado Grilo y se supone que habría sido el primer texto escrito por Aristóteles en el marco de la controversia ya mencionada entre la Academia y la escuela de Isócrates. Berti comenta al respecto que esta obra habría sido escrita cuando Aristóteles tenía entre veinticuatro y veinticinco años.83 Pese a que no podremos entrar en el análisis de ella, es importante señalar que en esta obra Aristóteles habría negado que la retórica fuese un arte. Si bien Grilo habría sido escrita bajo la influencia de diálogos platónicos como por ejemplo Gorgias, Berti considera que no puede ser vista como una mera reproducción.84 Desde la perspectiva de este autor, Grilo además de haber sido un ataque a la retórica como fin supremo, podría haber sido escrito para oponerse a Isócrates. Con una interpretación parecida, autores como Vallejo Campos consideran que hay una continuidad entre el proyecto presentado por Platón en el Fedro, vale decir, la concepción de la retórica como un arte subsidiario de la dialéctica, y la concepción de la filosofía y de la retórica defendidas por Aristóteles en el Protréptico y el Grilo. Sobre la base de lo visto en el primer apartado, podríamos decir que, en realidad, ni Platón ni Aristóteles introducen cambios notorios en el modo de emplear el género protréptico, género que, como ya señalamos, tenía gran 83 84 Berti (1997: 86-87). Berti (1997: 87). teseopress.com 86 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles difusión en la Antigüedad. En este sentido, ambos filósofos estarían dentro de una misma tradición que se valió de este género con el objetivo de poder dar a conocer su ideario filosófico y lograr imponerlo. Sin embargo, el análisis de las obras mencionadas nos induce a pensar que ambos utilizan este género en el contexto de la misma polémica. Si bien, tal como lo dijimos anteriormente, esta cuestión será desarrollada más adelante, es importante subrayar que tanto Platón como Aristóteles inscriben sus respectivas obras en el contexto de su polémica con Isócrates. En los diálogos platónicos nos encontramos con signos relativamente explícitos de esta confrontación. En el Gorgias, más específicamente en 485a– 486 d, podemos reconocer en boca de Calicles la opinión que Isócrates tenía en relación con la concepción platónica de la filosofía. Esta crítica a la filosofía platónica, puesta en boca de quien es uno de los personajes que discutirá en tono más enérgico con Sócrates, nos permite pensar que Platón, además de estar haciendo alusión a quien en ese momento era su rival más importante, está respondiendo a los ataques que recibía por parte de él. Los estudiosos de los diálogos platónicos ven alusiones parecidas en otros diálogos tales como en el Fedro (279a), en el Eutidemo, más específicamente en su final, y en el Menón, en relación con la problemática sobre si las virtudes son o no enseñables.85 Algo análogo sucede en el caso de Aristóteles. Se suele considerar que el Protréptico y el Grilo fueron obras que Aristóteles escribió en respuesta a Isócrates. Hutchinson y Monte Ransome Johnson afirman que en el momento en que Isócrates escribió la Antídosis, obra en la cual se atacaba al ideario filosófico de la Academia, alrededor del 353a. C., Platón estaba redactando las Leyes, razón por la cual la respuesta a esa obra de Isócrates no fue expresamente formulada por Platón, sino por Aristóteles a través de su Protréptico. Este hecho ha fomentado la interpretación de que el Protréptico era una obra de difusión que defendía el ideario 85 Hutchinson-Johnson (2008: 8). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 87 filosófico de la Academia. Sin embargo, la aparición de esta obra en el contexto de la polémica contra Isócrates y la utilización de un género particular para hacerlo nos permite inscribir a Platón y Aristóteles dentro de una misma controversia en la cual ambos tenían un contrincante común. Existe un acuerdo entre ambos filósofos sobre qué no se puede considerar una práctica aceptable dentro del quehacer filosófico. El modo de emplear el género protréptico en función de esta polémica con Isócrates es muy similar. Es muy probable que Aristóteles esté retomando la manera platónica de emplearlo, pero al hacerlo se estaría inscribiendo en una tradición más amplia y compleja de uso de este género. Esto no nos permite decir que dicha obra refleje el ideario platónico de la filosofía y que tenga como modelo a una obra en particular. En este sentido, en los capítulos subsiguientes, analizaremos qué ideario filosófico defendió Aristóteles en esta obra y hasta qué punto es deudor de las concepciones de la escuela en la que se formó durante veinte años. Para esto, en el capítulo dos, analizaremos la concepción antropológica que, tal como lo adelantamos en la introducción, supone y fundamenta la concepción de la filosofía defendida por Aristóteles en el Protréptico. teseopress.com teseopress.com 2 La concepción antropológica en el Protr trép éptic ticoo Las nociones de ph phýýsis y ér érggon en Aristóteles Como dijimos en el capítulo anterior, el Protréptico era una obra exhortativa que los intérpretes han tendido a leer como una defensa de la filosofía, más aun, de cierto ideario filosófico en particular: el platónico. En este sentido, se lo ha considerado como un texto de difusión que tuvo un objetivo propagandístico. Y, por ello, se han interpretado los argumentos allí expuestos a la luz de este ideario. Pese a esto, al leer los fragmentos, no podemos dejar de notar que su redacción está atravesada también por ciertas concepciones que se pueden considerar aristotélicas. El análisis de dichos fragmentos nos lleva a pensar que una de estas concepciones que es relevante para la defensa de la tesis allí sostenida, la filosofía como un modo de vida elegible por sí mismo, es la concepción de hombre. Ahora bien, dicha concepción está signada por dos nociones centrales del pensamiento del Estagirita: las nociones de phýsis y de érgon. Desde la perspectiva de Aristóteles, si bien el hombre es un compuesto de alma y cuerpo, su parte más excelsa, aquella que lo define como tal, es el alma, más aún, la parte racional del alma, identificada en algunos fragmentos, como por ejemplo los fragmentos 23 y 24, con el intelecto (noûs). Según el Estagirita, el intelecto constituye la facultad distintiva del hombre y el ejercicio de esta facultad su érgon, teseopress.com 89 90 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles aquello en función de lo cual está llamado a existir.1 Por este motivo, su ejercicio es el “motor” que impulsa su existencia y el único modo posible de obtener su verdadera felicidad. Esta concepción del hombre y la estrecha relación existente entre fin y érgon nos lleva a pensar en la íntima conexión existente entre las nociones de función y de naturaleza en el pensamiento aristotélico, más puntualmente en el Protréptico. Como consecuencia de esto, en el primer apartado de este capítulo, intentaremos analizar las nociones de phýsis y de érgon en el Protréptico. Nuestro objetivo es indagar cómo se relaciona la noción de érgon con el concepto de phýsis y, a través de este, con la concepción de sabiduría y filosofía. En la primera parte, nos centraremos en la noción de phýsis con el objetivo de analizar la concepción teleológica de la naturaleza. En la segunda parte, nos ocuparemos de examinar la noción de érgon. La tesis que intentaremos defender es que para Aristóteles el cumplimiento de la naturaleza de una cosa se identifica con el ejercicio de su función propia. Visto de este modo, las cosas alcanzan su plenitud cuando llevan a cabo su función de la mejor manera posible. La noción de phýsis El concepto de phýsis es una noción central en el pensamiento aristotélico. Por tal motivo, su tratamiento resulta de importancia a los fines de comprender algunas de sus concepciones. Dicha noción es tratada en algunas de sus obras esotéricas: es el tema central en la obra que toma su nombre, es decir, la Física; es un concepto, en cierto sentido, transversal de su Ética;2 es una de las nociones 1 2 Fragmento 65. Es importante mencionar la polémica generada en torno a si Aristóteles funda o no su ética en su concepción de la naturaleza. Un artículo interesante para abordar esta problemática es el de Gómez -Lobo (1999: 17-37). En este artículo Gómez Lobo sostiene que “la noción aristotélica de naturaleza humana no es descriptiva sino normativa. No nos dice cómo son los seres humanos, sino cómo deberían ser” (1999: 19). Sin embargo, este autor pro- teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 91 sistematizadas en el libro V de la Metafísica3 y está presente también en Las partes de los animales4. Si bien es una obra exotérica, el Protréptico puede incluirse dentro de esta lista de obras en las cuales Aristóteles aborda su concepción de phýsis. Pese a que se trata de un texto que nos ha llegado de forma fragmentaria, el tratamiento de la noción de phýsis a lo largo de los fragmentos conservados nos lleva a pensar que Aristóteles no solo habría realizado una exposición de su concepción de la naturaleza, sino que esta concepción era central para el objetivo de su libro: la defensa de la filosofía como un ideal de vida elegible por sí mismo. Los fragmentos clave para el análisis de la noción de phýsis en el Protréptico son los que constituyen la serie 1123. En el fragmento 16, tras efectuar la diferenciación entre lo que es por naturaleza, por arte o por azar,5 Aristóteles traza la distinción entre katà phýsin y phýsei. En este fragmento del Protréptico, Aristóteles afirma: Los animales pertenecen a las cosas generadas por naturaleza y de acuerdo con la naturaleza, o bien todos en absoluto o los mejores y más nobles. Nada importa si alguien piensa que la mayoría de éstos han sido engendrados en modo contrario a la naturaleza para <causar> alguna destrucción o daño. Pero el hombre es el más noble de todos los animales de este mundo, de manera que evidentemente ha sido engendrado por naturaleza y en conformidad con la naturaleza.6 3 4 5 6 blematiza la posibilidad de hacer de esta concepción de la naturaleza la fuente de una ética, más aún, pone en tela de juicio que esta sea la intención de Aristóteles. Metafísica V 4, 1014b, 16-1015b, 2. Acerca de las partes de los animales I 1, 639b11-21. Fragmentos 11 y 12. Καὶ μὴν τά γε ζῷα τῶν φύσει <τε καὶ κατὰ φύσιν> γεγενημένων ἐστὶν ἤτοι πάντα τὸ παράπαν ἢ τὰ βέλτιστα καὶ τιμιώτατα διαφέρει γὰρ οὐδὲν εἴ τις αὐτῶν τὰ πολλὰ παρὰ φύσιν οἴεται γεγενῆσθαι, διά τινα φθορὰν καὶ μοχθηρίαν. τιμιώτατον δέ γε τῶν ἐνταῦθα ζῴων ἄνθρωπός ἐστιν, ὥστε δῆλον ὅτι φύσει τε καὶ κατὰ φύσιν γέγονε. teseopress.com 92 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles La lectura de este fragmento nos permite afirmar que hay una coherencia entre lo aquí argumentado y la descripción presente en la Física de las cosas que son phýsei.7 Desde la perspectiva aristotélica, algo es por naturaleza (phýsei) cuando tiene en sí el principio de movimiento y de reposo (Física II 1, 192b 13-14). Sin embargo, en el fragmento 11 del Protréptico, mediante el uso del circunstancial katà phýsin Aristóteles parece estar agregando un matiz a su definición de phýsis que complejiza su concepción de la naturaleza. Según Aristóteles, ser katà phýsin significa existir según el plan trazado por la naturaleza, esto es, existir en función del fin determinado por la naturaleza intrínseca de la cosa.8 A partir del supuesto de que el arte imita a la naturaleza (fragmentos 13 y 23), Aristóteles sostiene que, así como lo que es producto del arte es creado con un objetivo determinado, lo que es generado por naturaleza debe existir conforme a un fin. La alternancia observada a lo largo del Protréptico entre katà phýsin y héneka, expresión utilizada por Aristóteles para aludir a la causa final, enfatiza el carácter teleológico de la concepción de la naturaleza defendida en el texto. Teniendo esto como telón de fondo, el objetivo de este apartado será analizar la noción de phýsis en el Protréptico de Aristóteles a la luz de la concepción presente en la Física, principalmente en el libro II.9 En el fragmento 11 del Protréptico, Aristóteles afirma: De las cosas que se generan, unas se generan por obra de cierto pensamiento y arte, como una casa o una nave (pues la causa de ambas es cierto arte y pensamiento), pero otras no se generan por obra de ningún arte, sino por naturaleza; pues la naturaleza es causa de animales y plantas, y todas las 7 8 9 II 1, 192 b-15 y 193a. Según Quarantotto (2002: 47), “el objetivo principal es la definición de la teleología y la demostración del carácter finalista de los procesos naturales”. Según Vallejo Campos (2005: 173), quien para analizar la noción de phýsis en el Protréptico también remite a la Física, afirma que “parece difícil establecer, dado el carácter abreviado que tiene esta exposición, decidir si el Protréptico es anterior o posterior a la Física”. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 93 cosas de esta clase se generan de acuerdo con la naturaleza. No obstante, hay algunas cosas que se generan por azar. Efectivamente, de la mayoría de las cosas que no se generan ni por arte ni por naturaleza ni por necesidad, decimos que se generan por azar.10 Como ya lo anticipamos en la introducción, en este fragmento Aristóteles ofrece un esbozo de la distinción entre lo que es por arte, por naturaleza y por azar. Desde la perspectiva aristotélica, en contraposición con lo que es por azar y, por ende, no se produce por un motivo determinado, lo que es por arte y lo que es por naturaleza poseen una finalidad y algún principio de su generación.11 Para Aristóteles, la diferencia entre estas dos últimas clases de cosas, las que son por arte y las que son por naturaleza, es que el fin y los principios de la generación de lo que es por arte son externos, mientras que los fines y los principios de la generación de lo que es por naturaleza son internos. Para que exista un artefacto, debe haber un agente (causa eficiente) que le imprima la forma a la materia. La diferencia radical entre este artefacto y un ente natural es que, mientras este último tiene la potencialidad de ser un esto determinado antes de que la forma se realice en la materia, no sucede lo mismo con el primero. Una semilla de árbol es un árbol en potencia, aun antes de ser un árbol, pero no sucede lo mismo con la madera de la cama antes de que el carpintero use esa madera para construir la cama. Desde la perspectiva aristotélica, mientras que en los entes naturales el 10 11 Τῶν γιγνομένων τὰ μὲν ἀπό τινος διανοίας καὶ τέχνης γίγνεται, οἷον οἰκία καὶ πλοῖον (ἀμφοτέρων γὰρ τούτων αἰτία τέχνη τίς ἐστι καὶ διάνοια), τὰ δὲ διὰ τέχνης μὲν οὐδεμιᾶς, ἀλλὰ διὰ φύσιν ζῴων γὰρ καὶ φυτῶν αἰτία φύσις, καὶ κατὰ φύσιν γίγνεται πάντα τὰ τοιαῦτα. ἀλλὰ μὴν καὶ διὰ τύχην ἔνια γίγνεται τῶν πραγμάτων·ὅσα γὰρ μήτε διὰ τέχνην μήτε διὰ φύσιν μήτ’ ἐξ ἀνάγκης γίγνεται, τὰ πολλὰ τούτων διὰ τύχην γίγνεσθαί φαμεν. Según Berti (2005: 52), el paralelismo entre naturaleza y arte tiene un valor sobre todo gnoseológico, es decir, sirve para hacer cognoscible aquello que es primero por sí (la finalidad de la naturaleza), por medio de lo que es primero para nosotros (la finalidad en el arte). teseopress.com 94 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles desarrollo de su naturaleza está determinado por su forma y este proceso es inmanente al ente, en los artefactos, como por ejemplo la cama, su determinación le viene dada desde afuera. Como dice Aristóteles, si se entierra una cama, aunque la madera empezara a pudrirse, no se generará una cama, sino un brote de árbol (193a). Si bien la madera es el substrato tanto del árbol como de la cama, para que la madera llegue a ser cama la forma, aquello que hace que en efecto sea una cama, debe ser impuesta desde afuera por aquel que la ideó, pues no está en la naturaleza de la madera desarrollarse en ese sentido por sí misma. Por tal motivo, valiéndose de otro ejemplo, Aristóteles podrá afirmar que, mientras de la cama no se genera una cama, de hombre se genera un hombre.12 En ambos casos se puede decir que se pasa del no ser al ser. Como señala Bolotin, decir que las cosas llegan a ser de lo que no es significa para Aristóteles que el sustrato todavía no está determinado por la forma que eventualmente recibirá.13 Sin embargo, la materia en el caso de los entes naturales no puede desarrollarse si no es en un sentido determinado: aquel fijado por su forma. Ahora bien, este principio de determinación no solo permite establecer qué es la cosa, sino también determina su fin, su para qué.14 Lo que permite a Aristóteles establecer el nexo entre estos dos conceptos, el de fin y el de principio, es la concepción de phýsis.15 La noción de phýsis ha sido sumamente trabajada. Por tal motivo, hacer un análisis exhaustivo excede los límites de nuestro trabajo. No obstante, es importante mencionar 12 13 14 15 Ver Física II 1, 194a 8-9. Bolotin (1998: 16). Como afirma Quarantotto (2002: 148), “si la forma no fuese un principio interno del movimiento no sería una forma sustancial y una ousía, sino una forma accidental”. Quarantotto (2002: 82-83) sostiene que “la verdadera y propia demostración del carácter teleológico de los procesos naturales es desarrollada en el capítulo octavo. Allí, en efecto, Aristóteles se compromete abiertamente a explicar por qué la naturaleza es una causa final”. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 95 que en el diccionario editado por Liddel y Scott16 hay un extenso artículo sobre la noción de phýsis. Allí, Liddel y Scott resaltan que phýsis puede entenderse como la naturaleza o la constitución de una cosa o persona en tanto el resultado de su crecimiento, aunque también señalan que es la exteriorización de la forma. Otras acepciones del término que incluyen Liddel y Scott en su diccionario son temperamento, lugar y disposición naturales. Naddaf17 sostiene que la familia de palabras del verbo phýo tiene un número particular de características. La raíz de la forma nominal phýsis como también de las formas verbales phýo– phýomai es bhū, cuyo significado primario es crecimiento, producción y desarrollo. Desde la perspectiva de este autor, el griego homérico no conocía otro significado que este. Dicho significado parece ser el que está supuesto en Ilíada XIV, 246, cuando Homero llama Océano al origen de todas las cosas. Otro ejemplo de esta acepción del término podría encontrarse en Metafísica I 3, 983b 17-21 pasaje en el cual, interpretando la concepción de Tales de Mileto de que todo es agua, Aristóteles argumenta: Debe de haber, pues, alguna naturaleza única (tina phýsin) o múltiple a partir de la cual se generan las demás cosas, conservándose ella. No todos dicen lo mismo sobre el número y la especie de tal principio, sino que Tales, quien inicio semejante filosofía, sostiene que es el agua. Para Naddaf,18 el término phýsis tenía cuatro significados básicos: (1) podía ser entendido como la materia primordial, (2) expresaba un proceso, (3) era tanto materia primordial como proceso, y, finalmente (4) podía aludir al origen, proceso, y resultado de ese proceso. Aunque, en un 16 17 18 Liddell and Scott (1983: 1964-1965). En el diccionario griego- francés compilado por Bailly (1950: 945), encontramos acepciones tales como naturaleza, manera de ser, carácter natural, estado o disposición naturales. Naddaf (2005: 12). Naddaf (2005: 3). teseopress.com 96 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles sentido amplio, se refería al origen y el crecimiento del universo de principio a fin.19 Naddaf20 señala, sin embargo, que, para autores como Burnet, la acepción de naturaleza como de comienzo o proceso inherente a la sustancia es secundaria. para Burnet el sentido primario de phýsis en la filosofía antigua es el de sustancia primordial. Nos es imposible establecer cuál de los significados es prioritario. No obstante, la enumeración de todos estos significados nos da un panorama de las acepciones que existían de este término en el momento en el cual Aristóteles escribió su Protréptico. En este sentido podemos notar que el empleo aristotélico del término phýsis en el Protréptico y en otras obras, como por ejemplo la Física, retoma y resignifica las acepciones arriba mencionadas. En Metafísica II 1, 993a 30-993b 4, Aristóteles afirma: El estudio acerca de la Verdad es difícil en cierto sentido, y en cierto sentido, fácil. Prueba de ello es que no es posible que alguien la alcance plenamente ni que yerren todos, sino que cada uno logra decir algo acerca de la Naturaleza. Y que si bien cada uno en particular contribuye a ella poco o nada, de todos conjuntamente resulta una cierta magnitud21 (trad. Calvo Martínez). En el pasaje arriba citado, Aristóteles identifica la filosofía con la búsqueda de la verdad. La pregunta que surge en relación con esto es qué entiende Aristóteles con la expresión “el descubrimiento de la verdad”. Dicho significado parece aclararse en la segunda oración del pasaje en la cual Aristóteles equipara el ejercicio filosófico con el descubrimiento de la naturaleza. La lectura conjunta de 19 20 21 Para un desarrollo completo de estos significados de phýsis ver Naddaf (1995: 17-20). Naddaf (2005: 17). Metafísica II 1, 993a 30-993b 4. Ἡ περὶ τῆς ἀληθείας θεωρία τῇ μὲν χαλεπὴ τῇ δὲ ῥᾳδία. σημεῖον δὲ τὸ μήτ’ ἀξίως μηδένα δύνασθαι θιγεῖν αὐτῆς μήτε πάντας ἀποτυγχάνειν, ἀλλ’ ἕκαστον λέγειν τι περὶ τῆς φύσεως, καὶ καθ’ ἕνα μὲν ἢ μηθὲν ἢ μικρὸν ἐπιβάλλειν αὐτῇ, ἐκ πάντων δὲ συναθροιζομένων γίγνεσθαί τι μέγεθος· teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 97 ambas proposiciones parece poner en evidencia que Aristóteles tiende a identificar los términos alétheia y phýsis. En el fragmento 47 del Protréptico, Aristóteles se vale de estos mismos términos para referirse al ejercicio filosófico, pero, en lugar de alternarlos, los usa en una misma oración unida por medio del coordinante kaí. En este fragmento, Aristóteles sostiene “el político también debe estar en posesión de ciertas normas derivadas de la naturaleza en sí misma y de la verdad”.22 El uso alternado de alétheia y phýsis en Metafísica y el empleo de la conjunción en el fragmento del Protréptico hacen ambiguo el significado de estos términos. La lectura del pasaje de Metafísica parece indicar que Aristóteles está utilizando ambos términos como sinónimos. Desde esta perspectiva, conocer la verdad sería aprehender la naturaleza de las cosas. Sin embargo, el uso de la conjunción en el fragmento 47 del Protréptico, texto que se supone contemporáneo a este libro de la Metafísica, pone una restricción a esta lectura, ya que la conjunción de ambos términos nos permite hacer dos lecturas del fragmento. Una es que Aristóteles esté pensando en dos referentes distintos para estos dos términos y, por lo tanto, está concibiendo que el conocimiento filosófico tiene dos objetos diferentes. Otra posibilidad es que le esté dando al nexo coordinante una función explicativa, en cuyo caso dichos términos no estarían remitiendo a objetos distintos sino a uno solo. Si bien en lo que resta del primer libro de la Metafísica Aristóteles no vuelve a mencionar phýsis alternándola con alétheia, esta noción se halla de alguna manera presupuesta en la noción de ser. Para Aristóteles conocer la verdad implica conocer el ser de las cosas y esto implica descubrir su naturaleza. Lo que nos permite reunir los términos “naturaleza” y “ser” es la concepción aristotélica de la forma. Como podremos ver más adelante, la forma es principio de ser de la cosa y su principio de inteligibilidad. Para Aristóteles, todo lo que 22 Este fragmento será citado y analizado en las pp. 169 y 243. teseopress.com 98 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles es adquiere su identidad, su ser, por la forma y es conocido por medio del conocimiento de esta última. En Metafísica VII 17, 1041b 4-9 Aristóteles afirma: Y puesto que la existencia <de la cosa> debe conocerse y darse, es evidente que se pregunta acerca de la materia por qué es <tal cosa>. Por ejemplo, ‘¿por qué estos materiales son una casa?’: porque en ellos se da la esencia de casa. Y ‘esto – o bien este cuerpo que tiene esto- es un hombre’. Por consiguiente, se pregunta por la causa de la materia (que no es otra que la forma- τοῦτο δ’ ἐστὶ τὸ εἶδος), causa por la que aquélla es algo. Y esta es, por su parte, la entidad – τοῦτοδ’ ἡ οὐσία(trad. Calvo Martínez). En este pasaje, el ser determinado de una cosa es identificado con la forma y esta, a su vez, es equiparada con la ousía, es decir, con la entidad o esencia de la cosa. Desde la perspectiva del Estagirita, la materia que compone la casa no hace que la casa sea lo que es, pues con esa misma materia se podría construir otro objeto. Lo que le otorga la identidad a la casa, es decir, lo que hace que el conjunto de ladrillos dispuestos de una manera determinada sea una casa, es la forma. Solo la forma da su definición a la cosa y, por ende, le otorga el ser un algo determinado. En este sentido, si bien la casa o el hombre no podrían existir si no tuviesen materia, su existencia como casa u hombre se debe a la forma. En este pasaje, la vinculación entre el ser y la naturaleza está dada por la noción de ousía, vinculación que será explicitada por Aristóteles sobre el final del libro VII de la Metafísica: teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 99 Y puesto que algunas cosas no son entidades y, por otra parte, las que son entidades están constituidas según la naturaleza y por naturaleza,23 parecería que la entidad es esta naturaleza que no es elemento, sino principio24 (trad. Calvo Martínez). Lo significativo de este pasaje es la relación establecida por Aristóteles entre ousía, phýsis y arkhé. Dicha relación es claramente una relación de identificación entre las tres nociones. La ousía es phýsis en el sentido de arkhé, esto es, en tanto principio de la cosa. La noción de phýsis que aparece en el fragmento 11 del Protréptico se encuentra atravesada por todas estas cuestiones que se irán retomando y desarrollando en los fragmentos subsiguientes. Lo primero que podemos decir en relación con esta noción es que Aristóteles parece definirla básicamente como una tendencia. Desde la perspectiva aristotélica, la phýsis no está acabada. Es potencia, es un “aún no”.25 Pero esta potencialidad de ser algo no es arbitraria sino que ya está encauzada por el fin de la cosa.26 Según Berti, la concepción expuesta por Aristóteles en el fragmento 11 del Protréptico expresa una de las más famosas doctrinas aristotélicas desarrollada, ampliamente, en el libro II de la Física.27 Desde la perspectiva de este autor, la concepción de la naturaleza como causa presupone un progreso respecto 23 24 25 26 27 Podemos notar que en este pasaje Aristóteles vuelve a usar los circunstanciales que aparecieron también en el fragmento 11 del Protréptico: katà phýsin y phýsei. Si bien Echandía (2007: 99) considera que, al menos en la Física, no hay diferencia en el significado de un circunstancial y otro, es llamativo que en las tres obras Aristóteles los haya usado no alternándolos, sino coordinándolos en una misma frase. Este uso parece ser un indicio de que Aristóteles estaría interesado en resaltar por medio de cada uno de los circunstanciales un matiz diferente del concepto de phýsis. Metafísica VII 17, 1041b 28-31: ἐπεὶ δ’ ἔνια οὐκ οὐσίαι τῶν πραγμάτων, ἀλλ’ ὅσαι οὐσίαι, κατὰ φύσιν καὶ φύσει συνεστήκασι, φανείη ἂν [καὶ] αὕτη ἡ φύσις οὐσία, ἥ ἐστιν οὐ στοιχεῖον ἀλλ’ ἀρχή. Pese a esto, en Física II I, 193b 6-8, al identificar la forma con la phýsis, Aristóteles sostiene que la forma es naturaleza en acto. Véase Aguilar Álvarez (1996: 8). Berti (2008: 72). teseopress.com 100 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles de la concepción platónica, ya que en esta última la naturaleza no es una causa originaria sino que está subordinada al arte divino del demiurgo.28 Lo segundo que podemos afirmar es que en el Protréptico hay una fuerte vinculación entre los conceptos “bien natural” y “phýsis”. La lectura de los fragmentos en los cuales aparece este término nos permite concluir que para Aristóteles la naturaleza es fuente del bien y del télos. Esta caracterización refleja concepciones aristotélicas básicas que se hallan atestiguadas en obras del corpus datadas en diferentes períodos. En la Física, más específicamente en II 8, 199b, 15-16, en concordancia con lo que venía argumentado en el Protréptico, Aristóteles afirma: “pues las cosas por naturaleza son aquellas que, movidas por un principio interno, llegan a un fin”.29 Sobre la base de que las cosas que son producto del arte imitan a la naturaleza,30 el Estagirita concluye que si las primeras tienen una finalidad y un para qué, entonces las cosas que son por naturaleza deben realizarse conforme a un fin (fragmento 12). Ahora bien, lo relevante tanto del fragmento 11 del Protréptico como del pasaje citado de la Física es determinar cómo Aristóteles relaciona los conceptos de naturaleza, fin y principio interno. 28 29 30 En el Sofista 265e 3-4, Platón afirma “sostendré, de todos modos, que lo que se llama ‘por naturaleza’ está producido por una técnica divina, y por una técnica humana, lo que está compuesto por los hombres a partir de ello”. (trad. Cordero). Según Berti (2005: 52), “Aristóteles ha considerado la doctrina platónica según la cual el mundo ha sido construido por el Demiurgo por imitación de las ideas como un ‘hablar vacío’, una forma de ‘hablar metafórico- poética’ (Metafísica I, 9, 991a, 21-22; XIII, 5, 1079b 25-26)”. φύσει γάρ, ὅσα ἀπό τινος ἐν αὑτοῖς ἀρχῆς συνεχῶς κινούμενα ἀφικνεῖται εἴς τι τέλος. Fragmento 14. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 101 Para Aristóteles, por “naturaleza” se puede entender tanto la materia como la forma.31 Desde su perspectiva, la naturaleza puede ser comprendida como el sustrato,32 aquello a partir de lo cual la cosa se genera, pero también puede ser concebida como los principios inteligibles de los entes naturales, esto es, como el modelo o la definición conceptual específica.33 Para Aristóteles, todo llega a ser a partir del sustrato y la forma. No obstante, desde la perspectiva aristotélica, en sentido propio phýsis es solo la forma. La naturaleza, primariamente y en el sentido fundamental de la palabra, es la entidad de aquellas cosas que poseen el principio del movimiento en sí mismas por sí mismas. En efecto, la materia se denomina naturaleza porque es capaz de recibir aquella, y las generaciones y el crecimiento porque son movimientos que se originan de ella.34 La lectura de los textos en los cuales Aristóteles emplea el término phýsis nos lleva a pensar que a través de sus diferentes definiciones el Estagirita va dando distintos aspectos de su concepción de la naturaleza que la enriquecen 31 32 33 34 En Metafísica V 4, 1015a 15, Aristóteles afirma: “en efecto, la materia se denomina naturaleza porque es capaz de recibir aquella <la forma>”. (trad. Calvo Martínez). Física II 1, 193 a 28-31: “Así se entiende en un primer sentido naturaleza: la materia que, en cada caso, es substrato de las cosas que tienen en sí mismas el principio del movimiento y del cambio”. (ἕνα μὲν οὖν τρόπον οὕτως ἡ φύσις λέγεται, ἡ πρώτη ἑκάστῳ ὑποκειμένη ὕλη τῶν ἐχόντων ἐν αὑτοῖς ἀρχὴν κινήσεως καὶ μεταβολῆς) (trad. Boeri). En Metafísica V 4, 1014b, 26-30, dirá: “Se llama naturaleza lo primero de lo cual es o se genera cualquiera de las cosas que son por naturaleza, siendo aquello algo informe e incapaz de cambiar de su propia potencia”: por ejemplo, el bronce se dice que es la naturaleza de la estatua y de los utensilios de bronce y la madera de los de madera”.(ἔτι δὲ φύσις λέγεται ἐξ οὗ πρώτου ἢ ἔστιν ἢ γίγνεταί τι τῶν φύσει ὄντων, ἀρρυθμίστου ὄντος καὶ ἀμεταβλήτου ἐκ τῆς δυνάμεως τῆς αὑτοῦ, οἷον ἀνδριάντος καὶ τῶν σκευῶν τῶν χαλκῶν ὁ χαλκὸς ἡ φύσις λέγεται, τῶν δὲ ξυλίνων ξύλον) (trad. Calvo Martínez). Física II 3, 194b 26-27. En Metafísica V 4,1014b 35 dirá: “se dice que la naturaleza es la entidad de las cosas que son por naturaleza”. (λέγεται ἡ φύσις ἡ τῶν φύσει ὄντων οὐσία) (trad. Calvo Martínez). Metafísica V 5, 1015a 13-17. teseopress.com 102 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles y complejizan. Mientras que en el fragmento 12 del Protréptico y en el pasaje citado de la Física Aristóteles afirma que lo que es por naturaleza obra conforme a una finalidad,35 en el libro II de la Física,36 equipara directamente la naturaleza con el fin y el “para qué”. Parece evidente que no es lo mismo decir “obrar conforme” que “ser”. El uso del verbo “ser” parece ser un indicio de la identificación entre la naturaleza y el fin, mientras que la expresión “obrar conforme” parece aludir a cierta direccionalidad, por ende, parece presuponer una diferenciación entre ambos polos de la relación. Como consecuencia de esto, podríamos concluir que, cuando Aristóteles nos dice que la naturaleza tiende a un fin, está recalcando el valor de la naturaleza como movimiento. Bajo esta acepción, la naturaleza sería aquello que es equiparado con el principio interno del cambio (Física II 8, 199b, 15-16). Pero, cuando identifica la naturaleza con el fin, estaría recalcando el carácter teleológico que la primera tiene. Bajo esta acepción, la naturaleza se equipararía con la causa final de la cosa, esto es, con aquello que esta debe alcanzar para plenificarse. Sin embargo, al hablar de estos dos modos de caracterizar la naturaleza, no debemos entender que se trata de dos aspectos radicalmente distintos, sino de dos momentos de un mismo proceso. Visto desde esta perspectiva, la naturaleza sería causa motriz37 y causa final del movimiento: sería el principio interno que genera el movimiento, pero también el télos hacia el cual la 35 36 37 Para analizar la noción de fin en Aristóteles, ver Berti (2005: 62-67). Según este autor, Aristóteles concebía la noción de fin de dos maneras. En primer lugar, entendía el fin como “aquello en vista de lo cual”. En este caso, el fin era identificado con la realización de la forma (fin interno). En segundo lugar, definía el fin como aquello que es objeto de pensamiento y de deseo (fin externo). Quarantotto (2002: 44, nota 8) distingue dos sentidos del término télos. Por un lado, considera que para Aristóteles télos es aquello “en beneficio de lo cual” y, por otro, sostiene, en concordancia con Berti, que es aquello “en vista de lo cual”. Física II 2, 194a 27-30. Ver Quarantotto (2002: 142-143). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 103 cosa tiende.38 Ambos momentos serían indisolubles entre sí. La lectura de los pasajes citados nos induce a pensar que, al realizar la distinción entre “tender a un fin” y “ser un fin”, Aristóteles podría estar presuponiendo la distinción trazada entre naturaleza entendida como principio de la generación y la naturaleza propiamente dicha. De hecho, para el Estagirita, “la naturaleza entendida como generación es un tránsito a la naturaleza <propiamente dicha>”.39 Según Echandía, “la naturaleza como proceso naturante procede hacia la naturaleza como forma naturada, es decir, hacia aquello que la determina como tal. A tal efecto, se apela al sentido primitivo de phýsis como ‘nacimiento’ y ‘crecimiento’ ”.40 En este sentido, Aristóteles estaría retomando el mismo sentido del término que el utilizado por sus antecesores, enrolándose en la misma tradición que ellos. No obstante, para entender esta concepción de la naturaleza, debemos partir de la asociación realizada por Aristóteles entre phýsis, fin y forma. En Física II 198a, 7, 25-27. Aristóteles afirma: Las tres últimas <causas> se reducen en muchos casos a una: pues el “qué es” y el fin es una única cosa y lo primero de donde procede es específicamente lo mismo que estas.41 (trad. Echandía). 38 39 40 41 Según Berti (2002: 43), “hay una coincidencia entre causa motriz y causa final en el sentido de que la naturaleza es aquello que promueve los procesos de desarrollo de los entes naturales, aquello que constituye el término último y óptimo, o sea, la plena y completa realización”. Para este autor (2002: 49), la causa final señala la dirección y el término de desarrollo al cual se llega en virtud de la causa motriz. Física II 1, 193b 12-13). Echandía (1995: 102). ἔρχεται δὲ τὰ τρία εἰς [τὸ] ἓν πολλάκις: τὸ μὲν γὰρ τί ἐστι καὶ τὸ οὗ ἕνεκα ἕν ἐστι, τὸ δ’ ὅθεν ἡ κίνησις πρῶτον τῷ εἴδει ταὐτὸ τούτοις. En la estructura profunda del texto, subyace la identificación entre naturaleza y forma presente en Metafísica V 4, 1015a 10-11. Allí Aristóteles sostiene que naturaleza es también “la entidad, es decir la forma. Esta es, a su vez, el principio de la generación”. teseopress.com 104 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles El uso de la expresión “qué es” en este pasaje parece ser una clara alusión a la forma. En cuanto al fin, en esta instancia, el Estagirita solo nos habla de su unicidad siendo aquello hacia lo cual las cosas tienden. No obstante, partiendo de la afirmación de que hay tres formas de causalidad que se identifican, podemos concluir que la causa formal y la final son equiparadas, esto es, podemos inferir que en la noción de forma confluyen la definición y el fin de la cosa. Ahora bien, como ya dijimos, la naturaleza se identifica para Aristóteles con el movimiento interno. Por esta razón, si partimos de la afirmación del Estagirita en Física II 7, 198a, 25-26 y si tenemos en cuenta que para él la phýsis es el fin de la cosa y, paralelamente, el fin y la forma se identifican, entonces la phýsis es idéntica con la forma42 y, por este motivo, es equiparable con aquello hacia lo cual los entes que son por naturaleza deben tender para plenificarse.43 De las palabras del Estagirita se desprende que la phýsis es fin y principio del movimiento, ya que una cosa puede ser algo en potencia, sin serlo plenamente en acto. Como dirá Aristóteles en Física, II 1, 193b 6-8, “la forma es más naturaleza que la materia, porque decimos que una cosa es lo que es cuando está en acto más que cuando está en potencia”.44 Desde la perspectiva aristotélica, el movimiento es un cambio de la potencia al acto, un cambio que emerge de las dunámeis.45 Retomando las palabras de Boeri, podemos decir que para Aristóteles, “la forma se realiza siempre 42 43 44 45 En Física II 1, 193a 30, Aristóteles afirma: “En otro sentido, naturaleza es la forma y su determinación conceptual específica”. (trad. Boeri). Según Berti (1993: 48), “la causa formal (…) y la causa final coinciden en todos los sentidos, porque el fin coincide con la realización completa de la forma”. En Metafísica V 4, 1015a 3-5 Aristóteles afirma: “al referirnos a cuantas cosas son o se generan por naturaleza, no decimos que poseen la naturaleza correspondiente hasta que no poseen ya la forma y la configuración, aun cuando exista ya aquello de lo cual por naturaleza son o se generan”. (trad. Calvo Martínez). Echandía (1996: 98). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 105 en un cuerpo y la naturaleza entendida como forma del ente físico determina los procesos según los cuales el ente natural realiza sus actividades”.46 De los distintos pasajes y fragmentos trabajados puede concluirse que desde la perspectiva aristotélica “phýsis no tiene solo el sentido de arkhé, sino que representa el cumplimiento de un orden teleológico”.47 Por tal motivo, podemos decir que la naturaleza, en tanto principio del movimiento y causa final, se identifica con el medio para alcanzar el fin natural de la cosa, su bien, pero, paralelamente, es el fin mismo de la cosa. Esto se debe a que la naturaleza se realiza en la medida en que puede autorrealizarse. La lectura de los fragmentos del Protréptico y del segundo libro de la Física nos induce a pensar que para Aristóteles en la noción de naturaleza el fin y los medios para obtener ese fin se identifican. La causa de esto es que, pese a que las cosas tienen un fin, este fin es el resultado de un proceso que en el caso de las cosas que son por naturaleza debe partir de ellas mismas. Desde la perspectiva de Calvo Martínez,48 al utilizar el término phýsis, Aristóteles retomaba las connotaciones implicadas en los usos más antiguos del término. Como pudimos ver más arriba, el término phýsis tenía tres aspectos o elementos centrales: “la idea misma de un proceso, devenir o desarrollo relacionada con phý/phýomai, el punto de partida o principio (arkhé) del proceso y el fin, la consumación o cumplimiento de este (connotado por el sufijo sis)”.49 En esta misma línea, Quarantotto, sostiene que la naturaleza, en tanto principio interno del movimiento produce y se produce”.50 Es el resultado de un 46 47 48 49 50 Boeri (1993: 173-174). En esta misma línea argumentativa, Quarantotto (2002: 146) sostiene que “la forma es el tì estí, representa, por lo tanto, al menos desde este punto de vista, un candidato mejor que la materia a jugar el rol de phýsis”. Van der Meeren (2011: 30). Calvo Martínez (2000: 37). Calvo Martínez (2000: 32). Quarantotto (2002: 143). teseopress.com 106 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles movimiento, no una entidad estática. Por tal motivo, es “una causa motriz- formal y funcionalmente idéntica a aquella que ha determinado el proceso, el cual procede continuamente y se configura como un movimiento circular, o sea como aquel tipo de movimiento que, según Aristóteles, es el único ser eterno”.51 Desde la perspectiva de este autor, la noción de naturaleza/ principio interno garantiza la regularidad de los fenómenos naturales, esto es el hecho de que los organismos de una misma especie conserven sus características específicas y, por lo tanto, tengan una identidad relativamente invariable. Esta concepción de la naturaleza como proceso, fin e identidad de las cosas conecta este concepto con la noción de érgon. Para Aristóteles, el fin de las cosas no es un estado sino una actividad, razón por la cual la realización de la naturaleza es la ejecución de esa actividad. Esto nos conduce a la segunda parte de este apartado, en la cual analizaremos la noción de érgon, con el objetivo de indagar en torno a la relación existente entre esta noción y la noción de phýsis. La noción de érgon en el Protréptico El término érgon es usado nueve veces en los fragmentos del Protréptico. Dicho término aparece en la serie de fragmentos 63 a 85, más específicamente en los fragmentos 63, 65, 68, 69 y 70, 85. Si bien hemos elegido seguir las traducciones de Megino y de Vallejo Campos y, por lo tanto, hemos traducido érgon por función, los diccionarios consultados, como el Bally, incluyen significados tales como acción, ejecución, realización, ocupación, trabajo y obra. En el Protréptico, Aristóteles lleva estas definiciones al terreno de la naturaleza humana. Según Nagel,52 “el érgon propio del hombre, aquello por lo cual se mide la excelencia humana, 51 52 Quarantotto (2002: 143). La cita e interpretación de Nagel es tomada del comentario realizado por Gómez-Lobo (1999: 21). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 107 es aquello que lo hace un hombre más bien que cualquier otra cosa”. Ahora bien, desde la perspectiva aristotélica, la función propia del hombre es el ejercicio de su facultad distintiva. Dicha facultad se identifica con la facultad racional del alma, por ende, su función propia estará emparentada con el ejercicio de esta facultad. Sin embargo, antes de emprender el análisis de la función de érgon en la antropología aristotélica, consideramos que se debe realizar un breve análisis de esta noción. Para ello nos basaremos en el fragmento 63. En este fragmento, Aristóteles afirma: Cuando algo lleva a cabo de un modo excelente aquella función que le es connatural, no en un sentido accidental, sino por sí misma, entonces hay que decir también que constituye un bien, y que tal virtud, por la que cada cosa realiza aquello que es connatural, debe ser considerada más elevada.53 Al analizar la concepción aristotélica de la ética, Alfonso Gómez-Lobo hace una breve referencia a la noción de érgon.54 Según este autor, se suele considerar que la noción aristotélica de érgon tiene un carácter normativo. Esta interpretación está asociada con el hecho de que se suele concebir la ética aristotélica como una ética teleológica, esto es, que indaga cuál es el bien y, por lo tanto, el fin último del hombre. La noción de érgon fundamentaría esta concepción de la ética, la cual se cimenta en la siguiente premisa: (1) los seres humanos tienen una actividad característica, es decir, distintiva, que solo él es capaz de realizar. De esa premisa, los intérpretes suelen extraer la siguiente conclusión: (2) el bien para los seres humanos es el ejercicio de esta actividad característica. Desde la perspectiva de Gómez-Lobo, el pasaje de (1) a (2) es inválido porque presupone la siguiente premisa: “el bien para cualquier ente 53 54 Ἔτι τοίνυν ὅταν ὃ πέφυκεν ἔργον ἑκάστου μὴ κατὰ συμβεβηκὸς ἀλλὰ καθ’ αὑτὸ λεγόμενον κάλλιστ’ ἀποτελῇ, τότε καὶ τοῦτ’ ἀγαθὸν εἶναι λεκτέον, ταύτην τ’ ἀρετὴν θετέον κυριωτάτην, καθ’ ἣν ἕκαστον αὐτὸ τοῦτο πέφυκεν ἀπεργάζεσθαι Gómez-Lobo (1999: 17-37). teseopress.com 108 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles (o al menos para toda sustancia natural viva) es el ejercicio de su actividad característica o érgon”.55 Sin embargo, desde la perspectiva de Gómez-Lobo, realizar una función propia no es en sí mismo un bien. Para que sea un bien, esta función debe ser llevada a cabo de forma excelente, es decir, el resultado obtenido por medio de su ejecución debe ser óptimo. Para fundamentar su hipótesis este autor analiza un extenso pasaje de Ética Nicomáquea I 7, más específicamente 1098a7-18. Si por otra parte, decimos que esta función es específicamente propia del hombre y del hombre bueno, como el tocar la cítara es propio de un citarista y de un buen citarista, y así en todo añadiéndose a la obra la excelencia que da la virtud (pues es propio de un citarista tocar la cítara y de un buen citarista tocarla bien), siendo esto así, decimos que la función del hombre es una cierta vida, y esta es una actividad del alma y unas acciones razonables, y la del hombre bueno estas mismas cosas bien y hermosamente, y cada uno realiza se bien según su propia virtud (trad. Pallí Bonet) En este pasaje, Aristóteles afirma que la función propia del hombre es una actividad de la parte racional y que el ejercicio de esta actividad es la función distintiva tanto del hombre, en general, como del hombre bueno, en particular. Para hacer ilustrativa esta concepción, Aristóteles hace una comparación con el citarista: tocar la cítara es la función tanto del citarista y como del buen citarista. Como consecuencia de esto, la conclusión que extrae Gómez-Lobo de este pasaje es que el érgon es una noción descriptiva y neutral.56 Algo análogo sucede en el fragmento 63 del Protréptico. En este fragmento, Aristóteles equipara el érgon con el ejercicio de la función natural y nos aclara que solo cuando es llevada a cabo de forma excelente y no de manera accidental constituye el bien (tò agathón) y la virtud (areté) 55 56 Gómez-Lobo (1999: 22). Gómez-Lobo (1999: 27). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 109 para la cosa en cuestión. Del pasaje de la Ética Nicomáquea y de este último fragmento del Protréptico parece desprenderse que para Aristóteles para que la cosa pueda definirse como tal debe cumplir la función que le es connatural. Pese a ello, para que esta función sea realmente un bien para la cosa no basta realizar su función de cualquier manera sino de un modo determinado. Esta definición de érgon que aparece en los fragmentos del Protréptico tiene algunas reminiscencias de la concepción platónica del primer libro de la República. Hacia el final del libro I, en 353a 6-b1, Platón define érgon del siguiente modo: ─Creo que ahora comprenderás mejor lo que te preguntaba hace un momento, cuando inquiría si la función de cada cosa es o no lo que solo ella cumple o lo que esa cosa cumple más apropiadamente. ─Efectivamente, comprendo, y me parece que eso es la función de cada cosa 57(trad. Eggers Lan). Podemos ver que en este pasaje Platón define el érgon como aquello que solo una determinada cosa puede hacer. Los ejemplos dados por Platón son el érgon del caballo, de la podadera y el de los órganos de la vista y de la audición. Sin embargo, los que más desarrolla son los tres últimos, especialmente el de la podadera. Desde su perspectiva, solo la podadera puede podar la vid adecuadamente, por lo tanto, podar la vid será el érgon de la podadera y de ninguna otra cosa. Paralelamente, Platón relaciona la areté de cada cosa con su función. El sentido que tiene este término parece ser el mismo que tiene en el pasaje citado de la Ética Nicomáquea y en el fragmento 63 del Protréptico. La areté de cada cosa será aquello que la cosa realiza de manera 57 Ἆρ’ οὖν οὐ τοῦτο τούτου ἔργον θήσομεν; Θήσομεν μὲν οὖν. Νῦν δὴ οἶμαι ἄμεινον ἂν μάθοις ὃ ἄρτι ἠρώτων, πυνθανόμενος εἰ οὐ τοῦτο ἑκάστου εἴη ἔργον ὃ ἂν ἢ μόνον τι ἢ κάλλιστα τῶν ἄλλων ἀπεργάζηται. Ἀλλά, ἔφη, μανθάνω τε καί μοι δοκεῖ τοῦτο ἑκάστου πράγματος ἔργον εἶναι. teseopress.com 110 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles óptima, aquello que hace que la cosa alcance su excelencia. Por tal motivo, en este mismo diálogo, en 335b- c, Platón podrá hablar indistintamente de la excelencia del perro y del caballo como de la de los hombres. Ahora bien, desde la perspectiva platónica, la excelencia de cada cosa condiciona el modo en que esta cosa realiza su función. Por tal motivo, Platón le hará decir a Sócrates: Cualquiera sea su excelencia ─repliqué─, pues todavía no pregunto esto, sino que si las cosas que tienen una función la cumplen bien gracias a la propia excelencia, pero mal con su malogro. (trad. Eggers Lan). Este último pasaje debe ser leído a la luz de 335c 4 de este mismo diálogo. En esta línea del diálogo, Platón identifica la excelencia humana con la justicia (dikaiosýne), razón por la cual estaría afirmando que su érgon está condicionado por dicha excelencia. En este sentido, es central examinar en qué contexto Platón inserta su problematización en torno al érgon y qué propósito tiene en relación con esto. En cuanto al primer punto, resulta claro que Platón trata la noción de érgon en el contexto de su definición de justicia. En los pasajes precedentes al anteriormente citado (I, 353a 9-353b 1), Platón había hecho debatir a los personajes del diálogo sobre si era mejor ser justo o injusto. Previo a discutir sobre cuál de los dos modelos de vida que se desprenden de esta disyuntiva- ser justo o injusto- es un verdadero bien para el hombre,58 Platón creyó conveniente detenerse a definir la noción de función. El objetivo de este modo de proceder, que nos introduce al segundo punto -los propósitos de Platón al abordar la noción de érgon-, está explícitamente formulado por él: saber “si lo justo es ignorancia o sabiduría y excelencia”.59 La finalidad de Platón no parece ser otra que la de demostrar que, si el hombre tiene una función 58 59 República I, 352d 1-6. República I, 354b 6. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 111 que solo él puede realizar y si esta función depende de su excelencia y la excelencia en el caso del hombre se identifica con la justicia, entonces es conveniente para el hombre ser justo, ya que esto garantizará que su érgon se lleve a cabo de manera óptima y, por ende, que logre una vida buena. Sobre la base de lo argumentado hasta aquí, podemos decir que la definición de érgon está condicionada por la concepción de justicia que Platón sostendrá a lo largo de todo el diálogo. Para Platón, la justicia es que cada cual realice la tarea que le corresponde por naturaleza.60 Ahora bien, de los pasajes citados más arriba, parece desprenderse que la tarea o función propia de cada individuo es aquella que marca su pertenencia a una determinada clase social, ya que es aquella función que por naturaleza solo un grupo de individuos puede realizar satisfactoriamente. A través de su definición de justicia, Platón conecta la noción de érgon con las de phýsis y areté. Esta asociación entre estas últimas tres nociones parece ser la misma que la que habíamos destacado en el fragmento 63 del Protréptico. Tanto para Platón como para Aristóteles, cada cosa tiene una función que le es natural. Su excelencia o areté depende de cuán eficientemente realice esa única función. Sin embargo, el planteo de ambos filósofos no parece ser el mismo. Pese a que ambos parecen partir de la misma noción de érgon, la gran diferencia entre el planteo de Platón y el de Aristóteles parece estar en la concepción de la naturaleza. En República, Platón tiende a tener una concepción funcionalista de la naturaleza, motivo por el cual parece identificar la noción 60 En República IV, 433d 6-8, Sócrates afirma: “pues, entonces, y en relación con la excelencia del Estado, el poder de que en el cada individuo haga lo suyo puede rivalizar con la sabiduría <de la pólis> su moderación y su valentía”. (trad. Eggers Lan). En ese mismo libro, unas líneas más abajo Sócrates dirá expresamente: “y en este sentido habría que convenir que la justicia consiste tanto en tener cada uno lo propio como en hacer lo suyo” (VI, 433e 10-434 a 1. -trad. Eggers Lan). En IV, 441d 11-e1, refiriéndose al individuo dice: “Debemos recordar entonces que cada uno de nosotros será justo en tanto cada una de las especies que hay en él haga lo suyo, y en cuanto uno mismo haga lo suyo” (trad. Eggers Lan). teseopress.com 112 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles de érgon con la de phýsis. El érgon de una cosa es aquello que solo esa cosa puede hacer del mejor modo, razón por la cual su realización determina el cumplimiento de su naturaleza, distinguiéndola del resto. Sin embargo, en el caso de los hombres, que es el principal interés de Platón en República, su érgon, la función que constituye su naturaleza no es una actividad que lo diferencie en tanto género de los otros seres vivos, sino cierta tékhne que, en tanto delimita grupos de pertenencia, lo distingue, incluso, de otros seres humanos.61 Esta relación entre érgon, tékhne y phýsis aparece explícitamente en las siguientes palabras de Sócrates: Vosotros mismos, al comenzar la fundación de vuestro Estado, habéis convenido, en que cada uno debía realizar una sola tarea, acorde a su naturaleza62 (trad. Eggers Lan). Si bien la concepción antropológica de Aristóteles será abordada en al apartado siguiente, podemos ver que la concepción de la naturaleza humana y su relación con el érgon sostenida por Platón en este pasaje constituye una diferencia notoria con la concepción defendida por el Estagirita que será fundamental para entender el ideario filosófico de uno y otro. Si bien ambos parten de una misma noción de érgon, podemos notar una diferencia relativamente clara entre los últimos pasajes citados de la República, y el pasaje citado de la Ética (I 7, 1098a7-18) y el fragmento 63 del Protréptico. En el fragmento 63, Aristóteles parece hablar de una función única que permite identificar a las cosas por géneros y especies. El hombre en este planteo no es una excepción, por lo tanto, también tendrá un érgon por cuyo ejercicio se reafirmará como tal y que le permitirá 61 62 En República V, 453 e-3, Platón pone en boca de Sócrates la siguiente afirmación: “Hemos convenido, en efecto, que a cada naturaleza le corresponde una ocupación” (trad. Eggers Lan). República V, 453b 2-5. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 113 diferenciarse del resto de las cosas.63 A diferencia de Platón, para quien se puede distinguir a los seres humanos entre sí en cuanto a su naturaleza, utilizando como criterio la función que son capaces de realizar, esto eso, por la tékhne que son capaces de desarrollar,64 para Aristóteles habría una única función que todo ser humano, independientemente de las otras funciones que realice, debe llevar a cabo para definirse como tal. Por tal motivo, como lo afirma en el pasaje citado de Ética Nicomáquea (I 7, 1098a 7-18), mientras que el ejercicio de esa función permite diferenciarlo como ser humano, su realización de modo excelente constituirá un bien para ese hombre y, por lo tanto, el medio para alcanzar su felicidad. La lectura del fragmento 63 nos permite aseverar que Aristóteles equipara la realización del érgon con el fin natural de la cosa. Ahora bien, esta relación entre el fin natural y el érgon nos lleva a pensar en la relación entre esta última 63 64 Un claro testimonio de esto es el fragmento 28 del Protréptico, que será citado y analizado en el apartado siguiente. No obstante, es importante señalar que en ese fragmento Aristóteles parece ensayar una suerte de definición de ser humano por género próximo y diferencia específica. Esta diferencia entre el pensamiento de Platón y el de Aristóteles será desarrollada en el capítulo 5. No obstante, es importante matizar esta tesis citando un pasaje del Fedro en el cual Platón afirma: “Toda alma de hombre, en virtud de su naturaleza, ha contemplado las cosas que son, pues si así no fuera, no habría llegado a estar en este ser viviente. (πᾶσα μὲν ἀνθρώπου ψυχὴ φύσει τεθέαται τὰ ὄντα, ἢ οὐκ ἂν ἦλθεν εἰς τόδε τὸ ζῷον) (249e 5-250a1). Trad. Santa Cruz- Crespo. Podemos ver que en este pasaje Platón describe la visión de los seres verdaderos como lo distintivo del hombre por naturaleza. Si bien aquí no aparece la noción de érgon, Platón es bastante contundente en cuanto a que el hombre no sería tal si no hubiera tenido contacto con las Ideas en alguna instancia. Pese a ello, es notorio que en República solo un grupo o una elite será objeto de la educación por medio de la cual el hombre puede acceder a este conocimiento y solo este grupo estará encargado del gobierno de la pólis. Es muy difícil, en este sentido, determinar qué noción de naturaleza y érgon está retomando Aristóteles de Platón o de cuál se está distanciando. En este sentido, debemos tener en cuenta que los argumentos de Platón suelen ser funcionales al contexto. El contexto de República tiene que ver con la praxis política y con la concepción de justicia. A través de la noción de érgon, Platón fundamentará, en parte, las tesis sostenidas en relación con ambas cuestiones. teseopress.com 114 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles noción y la de bien, enunciada por Aristóteles, también, en este fragmento. Para Aristóteles, aquello que cumple su función del mejor modo alcanza por ello su bien. Como consecuencia de esto, el cumplimiento del érgon parece identificarse con el bien. Sin embargo, queda desdibujado qué debemos entender por bien en este fragmento. Así pues, tendremos que hacer, necesariamente, alguna referencia a la concepción allí sostenida en torno a este tema, ya que parece ser central para el desarrollo del argumento sostenido por Aristóteles en el fragmento 63 y en los fragmentos subsiguientes. Uno de los fragmentos clave a tales efectos es el fragmento 42 del Protréptico.65 En este último fragmento, Aristóteles ofrece un esbozo de su concepción del bien. Según Aristóteles, el bien es aquello que es querido por sí mismo. Por este motivo, es causa, entendiendo por esto causa final. No obstante, es importante recalcar que Aristóteles no habla del bien sin más, sino de las cosas buenas: tà agathá. Desde la perspectiva aristotélica, no existe un bien en sí, sino que cada cosa tiene un bien y aspira a él. En la Ética Eudemia I 8, 1218b 10-14, escrito que algunos intérpretes suelen considerar del mismo período que el Protréptico, Aristóteles afirma: Es evidente, pues, que el bien que buscamos no es ni la Idea del bien ni el bien común (pues uno es inmóvil e irrealizable, otro, móvil, per tampoco realizable). Pues aquello en vista a lo cual se persigue algo como fin es lo mejor y causa de los bienes subordinados y el primero de todo; de manera que 65 En el fragmento 42, Aristóteles afirma: “Pretender que toda ciencia produzca algo distinto <respecto de ella misma> y que sea útil es propio de alguien que desconoce absolutamente en qué medida se separan desde su origen las cosas buenas y las cosas necesarias. Pues se diferencian en grado sumo. En efecto, las cosas que deseamos para la realización de otras y sin las cuales es imposible vivir son necesarias y causas concomitantes, mientras que las que son deseadas por ellas mismas y no resulta de ellas otra cosa son buenas, pues no es deseable por esto ni por otra cosa y prosigue al infinito, sino que la serie se detiene en alguna parte”. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 115 esto sería el bien en sí, el fin de todas las acciones humanas. Y este es el bien que constituye la ciencia soberana de todas las ciencias (trad. Pallí Bonet). Descartada la idea de que exista un bien en sí o que pueda concebirse que algo sea un bien para todas las cosas, Aristóteles comienza a indagar qué es lo bueno para el hombre y en qué medida esto se asocia con la noción de érgon.66 Para el Estagirita, debe de haber algo que sea querido por sí mismo y ese algo será un bien en sentido propio. Por este motivo, concluye que el bien es el fin de la acción, y, en este sentido, su causa.67 Para Aristóteles, el bien de cada cosa es su fin último y esto se identifica, a su vez, con lo mejor68. Según Berti,69 al hablar de agathón en el Protréptico, Aristóteles no está aludiendo ni a un principio trascendente ni a un juicio subjetivo, sino al principio de un orden objetivo, identificado con la naturaleza. El bien de cada cosa sería, en este sentido, el cumplimiento de su naturaleza y, por este motivo, de su fin. Desde la perspectiva del filósofo, así como en el orden de las causas no se puede proceder al infinito, en el orden de los bienes debemos detenernos en uno que no sea deseado por causa de otra cosa, sino por sí mismo. La razón de esto radica en que, como dirá en Metafísica II 2, 994b 13-15, “los que establecen un proceso infinito no se dan cuenta, sin embargo, de que suprimen la naturaleza del Bien (nadie, desde luego, se pondría a hacer nada si no fuera a llegar a un término)”.70 Según argumenta Aristóteles en el fragmento 17 y en el 23 del Protréptico, el fin de una cosa es mejor que la cosa misma, ya que es la causa por la cual 66 67 68 69 70 En la Gran Ética I 1, 1183a 7-8, Aristóteles afirma: “es evidente que, cuando se habla del sumo bien, ‘sumo’ se debe entender en el sentido de ‘sumo para nosotros’. Ética Nicomáquea I 7, 1097a 6. Ética Eudemia I 8, 1217b 3-5. Berti (2005: 411). Trad. Calvo Martínez. teseopress.com 116 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la cosa existe. Si de lo bueno en sentido propio se generase otra cosa, esta otra cosa tendría que ser, por la tesis arriba expuesta, mejor que aquello que lo generó. Ahora bien, si tenemos en cuenta el análisis realizado hasta aquí, podremos ver que esta afirmación nos lleva, necesariamente, a una contradicción con las principales tesis defendidas por Aristóteles en los fragmentos hasta aquí trabajados. Del análisis de estos fragmentos se desprende que, si de lo bueno en sentido propio se generase algo distinto, no solo lo bueno sería rebajado a un mero medio y, de este modo, equiparado con lo útil o necesario, sino que tampoco podría ser causa final,71 ya que habría algo mejor y solo esto último sería la causa final de la acción. Ahora bien, si se define el érgon o función propia de la cosa como su fin natural y, simultáneamente, se caracteriza lo bueno como algo que es buscado por sí mismo, parece evidente que el cumplimiento del érgon y el bien tienden a identificarse. Por cumplimiento del érgon, como dijimos más arriba, debemos entender, no el cumplimiento de manera accidental, sino “consciente” y óptimo de la función propia por naturaleza. Sobre la base de la definición de érgon y de su identificación con el bien de la cosa y, por este medio, con su fin, Aristóteles expondrá su concepción acerca del hombre que será central para el desarrollo de su ideario filosófico. Si analizamos los fragmentos en los cuales Aristóteles aborda las nociones de phýsis y de érgon, podremos ver que, en general, lo hace en relación con la naturaleza humana. Esto se debe a que la concepción central para entender su ideario filosófico expuesto en el Protréptico es su concepción antropológica. Es esta concepción más que la controversia entre diferentes escuelas lo que, como intentaremos demostrar, permite explicar de modo cabal la concepción de filosofía defendida en esta obra. 71 Fragmentos 17 y 67. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 117 La relación entre phýsis y érgon en la concepción antropológica del Protréptico Tal como ya lo señalamos, el Protréptico no ha sido uno de los textos más analizados. Cuando ha sido esto ha sucedido, la mayor parte de los estudiosos ha focalizado su atención en la concepción de la filosofía sin detenerse en profundidad en las restantes problemáticas también presentes en esta obra. El recorrido por la bibliografía consultada nos induce a pensar que la tesis según la cual el Protréptico era una obra esotérica dedicada a un amplio público cuyo fin era defender el ideal de filosofía defendido en el círculo de la Academia72 fue un factor que tendió a simplificar la lectura de los fragmentos y, por lo tanto, a reducir el repertorio de problemáticas debatidas. Sin embargo, la lectura minuciosa de los fragmentos nos permite afirmar que, si bien el Protréptico era un defensa de la filosofía, más aún, de un modo particular de entender la filosofía, este era, a su vez, una defensa de un cúmulo de concepciones presentes implícita o explícitamente en el texto. Dentro de estas concepciones podemos mencionar la identificación del hombre con la parte racional del alma,73 la concepción del conocimiento como la búsqueda de los primeros principios o causas74 y la concepción teleológica de la naturaleza.75 La noción de filosofía sostenida por Aristóteles en el Protréptico no es otra cosa sino la cristalización de esas concepciones que, dado el destino del texto, han quedado desdibujadas. Ahora bien, una de estas problemáticas, que permite reunificar en un todo las diferentes temáticas arriba mencionadas, es la concepción del hombre. Dado esto, el objetivo de este apartado es presentar de manera esquemática dicha concepción tal como es defendida en esta obra. Nuestra finalidad es 72 73 74 75 En esta línea de lectura se encuentran autores como Düring (1961: 218) y Vallejo Campos (2005: 142). Fragmento 23. Fragmentos 33-35 y 48. Fragmentos 11-17. teseopress.com 118 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles examinar la relación entre el alma y cuerpo y establecer la conexión entre esta concepción y la postulación aristotélica de distintos tipos de ciencias. La concepción aristotélica del hombre puede ser rastreada en varios de los fragmentos del Protréptico. Sin embargo, el fragmento 23 constituye una síntesis bastante clara de la concepción antropológica defendida por Aristóteles en dicha obra. En este fragmento, Aristóteles se expresa del siguiente modo: La naturaleza en su totalidad, como si estuviera dotada de razón, no hace nada al azar, sino con vistas a algo (1), y desterrando el azar, la naturaleza atiende al fin más incluso que las artes, porque también las artes eran imitaciones de la naturaleza. Al estar constituido el hombre por naturaleza de alma y cuerpo, siendo el alma mejor que el cuerpo y ordenándose siempre lo peor para servir con vistas a lo mejor, también el cuerpo existe con vistas al alma. (2). Ahora bien, en el alma una parte estaba dotada de razón y otra carecía de ella, que era precisamente la peor, de manera que la parte irracional se ordena con vistas a la que está dotada de razón (3). Ahora bien, el intelecto (noûs) radica en la que está dotada de razón, de forma que la demostración nos obliga a afirmar que todo <en el hombre> existe con vistas al intelecto (noûs) (4).76 Lo primero que podemos advertir es que este fragmento ofrece un complejo razonamiento compuesto por, al menos, dos argumentos. Cada uno de estos argumentos se mueve en lo que podríamos llamar dos niveles distintos. El primero de ellos (proposiciones 1 y 2) parte de la naturaleza compuesta del hombre para arribar a la identificación 76 Πᾶσα φύσις <οὖν> ὥσπερ ἔχουσα λόγον οὐθὲν μὲν εἰκῇ ποιεῖ, ἕνεκα δέ τινος πάντα, καὶ μᾶλλον τοῦ ἕνεκά τινος τὸ εἰκῇ ἐξορίσασα πεφρόντικεν ἤπερ αἱ τέχναι, ὅτι καὶ φύσεως αἱ τέχναι ἦσαν μιμήματα. τοῦ δ’ ἀνθρώπου συνεστῶτος φύσει ἐκ ψυχῆς τε καὶ σώματος, βελτίονος δ’ οὔσης τῆς ψυχῆς τοῦ σώματος καὶ ἀεὶ τοῦ βελτίονος ἕνεκα ὑπηρετουμένου τοῦ χείρονος, καὶ τὸ σῶμα τῆς ψυχῆς ἕνεκ’ εἶναι. τῆς ψυχῆς δὲ τὸ μὲν ἦν ἔχον λόγον, τὸ δ’ οὐκ ἔχον, ὅπερ καὶ χεῖρον·ὥστε τὸ ἄλογον ἕνεκα τοῦ λόγον ἔχοντος. ἐν δὲ τῷ λόγον ἔχοντι ὁ νοῦς·ὥστε τοῦ νοῦ ἕνεκα πάντ’ εἶναι ἀναγκάζει ἡ ἀπόδειξις. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 119 de la naturaleza humana con su alma. El segundo de estos argumentos (proposiciones 3 y 4) se centra, en cambio, en el análisis de la constitución del alma para culminar con la identificación entre el noûs y la esencia del hombre. El objetivo de tal razonamiento no parece ser otro que el de conducir al lector a la siguiente conclusión: puesto que la facultad constitutiva del hombre es el noûs, el hombre que quiera vivir conforme a su naturaleza debe ejercitarse en esta facultad tanto cuanto le sea posible.77 La concepción central que permite unificar ambos argumentos en un mismo razonamiento y entender el sentido del texto es la concepción finalista de la naturaleza,78 que no solo se halla presente en el fragmento aquí comentado, el 23, sino en la serie de fragmentos 11-17. De la lectura del fragmento 23 y de esta serie de fragmentos, se infiere que para el Estagirita, excepto lo azaroso, todo lo que acaece en la naturaleza sucede conforme a un fin. Desde la perspectiva aristotélica: Lo que es conforme a la naturaleza se genera con vistas a algo y está siempre constituido para algo mejor o como es resultado del arte.79 Si bien Aristóteles admite que el hombre es por naturaleza un compuesto de alma y cuerpo, su fin no está determinado por el compuesto que lo constituye, sino por su alma, principio y fundamento de su existencia.80 Esta conclusión se desprende de la primera parte del fragmento 23. Allí, Aristóteles enuncia las siguientes premisas: 77 78 79 80 Como podremos ver más adelante, en el fragmento 61, Aristóteles expondrá un argumento parecido. En Física II 1, 193b 12-13, Aristóteles afirma: “la naturaleza entendida como generación es un proceso hacia la naturaleza <como forma>” (εἰ δ’ ἄρα τοῦτο φύσις, καὶ ἡ μορφὴ φύσις·γίγνεται γὰρ ἐξ ἀνθρώπου ἄνθρωπος -trad. Echandía). Fragmento 13. Según Casaglia (2001: 92), el alma es entelékheia primera del ser viviente ya que es el conjunto de actividades de este último. teseopress.com 120 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles [1] todo lo que sucede por naturaleza ocurre por causa de algo. [2] el hombre es por naturaleza un compuesto de alma y cuerpo. [3] lo peor existe en función de lo mejor. [4] el alma es mejor que el cuerpo. [5] el cuerpo existe en función del alma. De estas premisas parece desprenderse que [6] el alma es la mejor parte del hombre y, por ende, su verdadera naturaleza. La clave para entender este fragmento y, con ello, la particular concepción del hombre en él defendida estriba en la caracterización de lo que es el hombre “por naturaleza” (phýsei). En este fragmento del Protréptico, Aristóteles sostiene que el hombre es “por naturaleza” (phýsei) un compuesto de alma y cuerpo. Desde la perspectiva de Aristóteles, algo es por naturaleza (phýsei) cuando tiene en sí el principio de su movimiento y reposo.81 Como dice Echandía, la phýsis como principio intrínseco de movilidad se refiere a todo ente natural. Pues, ‘principio’, en este contexto, alude a la capacidad de mover y ser movido (Metafísica V 11, 1019a 15-20), esto es, a aquello que permite explicar la generación y la alteración de las entidades naturales. Para Aristóteles, “el movimiento es un cambio de la potencia al acto, un cambio que emerge de las dynámeis de una sustancia compuesta de materia y forma, lo cual supone siempre una dualidad: lo que mueve y lo que es movido”82 El hombre, a diferencia de los objetos producto de las artes, cuyos principios son extrínsecos, tiene en sí el principio de su generación. Es evidente que para Aristóteles el cuerpo no puede ser principio de movimiento. Sin embargo, en tanto tiene en sí su 81 82 Física II 1, 192b 13-14. Echandía (2001: 61). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 121 principio, el alma,83 cuadra dentro de esta definición que hace que el compuesto de alma y cuerpo sea visto también como aquello que es generado por naturaleza. En esta misma línea, en el fragmento 61, Aristóteles afirma: Ciertamente, siempre que las partes más importantes, elevadas y honorables están en posesión de la virtud, hay buena disposición. En consecuencia, es mejor la virtud natural de lo que por naturaleza es mejor. Pero, la que está por naturaleza más dotado para gobernar y mandar es lo mejor, como lo es el hombre en relación con los demás animales. Así pues, el alma es mejor que el cuerpo (al estar más dotada para gobernar) y en el alma es mejor lo que posee razón y entendimiento. Tal es, efectivamente, lo que manda y prohíbe y dice lo que debe o no debe hacerse.84 La importancia de este fragmento es que, basándose en las mismas premisas de los fragmentos precedentes, Aristóteles introduce nuevas variables que complejizan su concepción de la relación del alma con el cuerpo. Por la lectura de este último fragmento, sabemos que para Aristóteles el alma no es solo la parte superior del hombre porque es última en su generación (fragmentos 17 y 23) sino también por ser aquella parte que posee más autoridad, que es de naturaleza más dominante y rectora y que, por lo tanto, tiene la capacidad de ordenar lo que se debe hacer y prohibir lo que no se debe hacer.85 Los términos que Aristóteles utiliza para describir al alma son contundentes. Nos referimos 83 84 85 Esto se debe a que “el alma es principio de determinación del cuerpo” (Giardina, 2001: 93). Migliori (2009: 231) sostiene que “el alma es principio de vida y de movimiento y se resuelve en un cuerpo específico”. Para este autor, el alma es sustancia en el sentido de forma y, por lo tanto, la esencia de un cuerpo. Καὶ μὴν ὅταν γ’ ἔχῃ τὰ μάλιστα καὶ κυριώτατα καὶ τιμιώτατα τὴν ἀρετήν, τότ’ εὖ διάκειται τοῦ βελτίονος ἄρα φύσει βελτίων ἐστὶν ἡ κατὰ φύσιν ἀρετή·βέλτιον δὲ τὸ κατὰ φύσιν ἀρχικώτερον καὶ μᾶλλον ἡγεμονικόν, ὡς ἄνθρωπος πρὸς τὰ ἄλλα ζῷα οὐκοῦν ψυχὴ μὲν σώματος βέλτιον (ἀρχικώτερον γάρ), ψυχῆς δὲ τὸ λόγον ἔχον καὶ διάνοιαν·ἔστι γὰρ τοιοῦτον ὃ κελεύει καὶ κωλύει, καὶ δεῖν ἢ μὴ δεῖν φησι πράττειν. Ética Nicomáquea I 13, 1102b 13-15. teseopress.com 122 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles al uso de diákeitai, timiótata, kyriótata arkhikóteron, keleúei y kolúei. Para Aristóteles, puesto que el alma está dotada de razón, a través de ella el hombre puede gobernar sus impulsos y dirigirse hacia aquellas cosas que es loable que desee y reprimir aquellas otras que debe evitar. Por esta razón, Aristóteles puede afirmar que cuando la parte mejor del hombre, esto es, la parte racional del alma, alcanza su excelencia, entonces su poseedor está bien dispuesto o está bien gobernado. Si el hombre no dispusiese de esta capacidad de poder determinar qué necesita y qué lo perjudica, es decir, si no dispusiese del pleno ejercicio de sus competencias deliberativas y no estuviese gobernado por ellas, su vida estaría dominada por sus impulsos instintivos asemejándose a los animales. Desde la perspectiva aristotélica, toda acción, incluso los movimientos físicos del cuerpo, tiene como correlato un acto intencional. Para mover una mano o para caminar es preciso, previamente, tener la intención de llevar a cabo tales movimientos ya sea porque se pretende alcanzar algo o llegar a alguna parte. Ahora bien, dichos actos intencionales son ejercidos por el alma, razón por la cual cualquier acción, incluidas aquellas que en apariencia son meramente físicas, tiene su origen en el alma y depende de ella. Sin embargo, desde la perspectiva aristotélica, para poder abocarse al pleno ejercicio de sus facultades racionales, el hombre precisa tener sus necesidades básicas o fisiológicas cubiertas. En este sentido, en tanto el hombre es un compuesto de alma y cuerpo y este último requiere de algunos bienes para sobrevivir, su cuidado es tan necesario como seguir la acción rectora del alma. Por tal motivo, si bien el cuerpo es aquello que debe ser gobernado, es también un instrumento que, cuando no queda librado a sus impulsos, permite al hombre alcanzar un buen vivir. Leído de esta manera, el cuerpo deja de ser un mero receptáculo del alma para constituirse en aquella parte que contribuye a la existencia humana. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 123 No obstante, tras haber arribado a la conclusión según la cual en un sentido propio el hombre se identifica con su alma,86 en la segunda parte del fragmento 23, Aristóteles se sumerge en el examen de la naturaleza de esta última. Para Aristóteles, el alma humana tiene dos partes: una racional y otra irracional. Desde la perspectiva aristotélica, existe entre estas dos partes del alma una relación de subordinación. Una de las tesis centrales que le permite a Aristóteles sostener que existe esta relación entre ambas partes del alma es que lo peor existe al servicio de lo mejor. Partiendo de esta tesis y dando por sentado que la parte irracional del alma es la peor, Aristóteles concluye que dicha parte del alma existe en función de la parte racional.87 En consecuencia, argumenta que el fin último del hombre, aquello que es conforme a su naturaleza (katà phýsin), no es meramente el alma, sino la parte racional. Ahora bien, luego de abordar la naturaleza aparentemente bipartita del alma, Aristóteles agrega que en la parte racional está el noûs y que, por lo tanto, existimos en función de esta última facultad. El presupuesto que está operando en la estructura profunda de este razonamiento es que el noûs es lo último en cuanto a su generación (fragmento 17)88 y, por ende, constituye la facultad más elevada del hombre, aquella cuya persecución se identifica con el fin que justifica su existencia. Según Aristóteles, así como la realidad está jerárquicamente ordenada, el hombre en tanto es un compuesto de alma y cuerpo está atravesado por cierta graduación que eleva al alma por encima del cuerpo y a sus fines por encima de los fines de este.89 Desde la 86 87 88 89 Fragmento 17. Ética Eudemia II 1, 1219b 27-31. Aquí debemos aclarar que Aristóteles no solo presupone que el noûs es último en su generación y, por esto mismo, la facultad superior del hombre, sino que, también, parece dar por sentada la equivalencia entre noûs y phrónesis. La lectura conjunta del fragmento 17 y del fragmento 23 nos permite inferir que Aristóteles le confiere a phrónesis y a noûs el mismo significado: ambos son definidos como la parte más excelsa del alma. Cf. fragmento 21. teseopress.com 124 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles perspectiva de Aristóteles, la generación del alma es posterior a la del cuerpo y por eso mismo superior. Dado esto y debido a que el fin último del alma es la vida contemplativa o el ejercicio de la facultad noética, se debe concluir que el fin natural del hombre es la obtención de esta virtud y su ejercicio su actividad final y más preciada.90 En el fragmento 28, Aristóteles vuelve a traer a un primer plano esta identificación del hombre con el noûs. Allí el filósofo se expresa del siguiente modo: Así, pues, privado de percepción e intelecto, el hombre se hace semejante a una planta, pero si está privado solo de intelecto se animaliza, en cambio, cuando está libre de irracionalidad y persevera en su intelecto se asemeja a dios.91 En este fragmento, Aristóteles parece establecer una relación jerárquica entre los seres. El análisis del fragmento nos permite distinguir tres niveles: el de las plantas, el de las bestias y el de los hombres. Si bien el Protréptico es una obra temprana, es significativo notar que esta diferenciación parece presuponer la clasificación de las facultades del alma hecha por Aristóteles en obras tardías, como por ejemplo el De anima. En esta última obra, Aristóteles distingue entre la facultad nutritiva, la facultad sensitiva y la facultad intelectiva. Desde la perspectiva del Estagirita, el alma se define por estas facultades.92 Pese a ello, resalta que “vivir” se dice de muchas maneras;93 por lo tanto, dicho término se predicará de los entes en función de cuáles sean las facultades que este posea y en qué medida haga uso de ellas. En el fragmento 28, aunque Aristóteles no utiliza la misma terminología que en otros escritos que conforman el 90 91 92 93 Ética Nicomáquea X 7, 1178a 5-8. Αἰσθήσεως μὲν οὖν καὶ νοῦ ἀφαιρεθεὶς ἄνθρωπος φυτῷ γίγνεται παραπλήσιος, νοῦ δὲ μόνου ἀφῃρημένος ἐκθηριοῦται, ἀλογίας δ’ ἀφαιρεθεὶς μένων δ’ ἐν τῷ νῷ ὁμοιοῦται θεῷ. Acerca del alma II 2, 413b 11-13. Acerca del alma II 2, 413a 22-23. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 125 corpus, podemos notar que coloca a las plantas en lo que en De Anima sería la vida nutritiva. En un segundo nivel, ubica a la vida animal y en el tercer nivel sitúa al hombre.94 A través de un juego de comparaciones, en el cual el eje vector es el hombre, Aristóteles otorga a cada uno de estos niveles una característica propia.95 El nivel nutritivo se caracteriza por ser el más bajo de la escala, aquel que se halla despojado incluso de la sensibilidad.96 El segundo nivel, el de la vida animal, está caracterizado por la sensibilidad y la irracionalidad. El tercer y último nivel tiene como característica principal la posesión del entendimiento, es decir, del noûs.97 Según Berti, “el alma humana es siempre intelectiva, en cualquier momento de la existencia humana, pero contiene potencialmente la sensitiva y la nutritiva, o sea no puede existir sin la función de estas.98 En otras palabras, (…) el hombre no puede pensar sin vivir y sin sentir”.99 La postulación de esta jerarquización le permite a Aristóteles 94 95 96 97 98 99 Acerca del alma II 3, 414a 29-414b 19. Matthews (2003: 188-189) dice que la lista de funciones del alma: pensar, percibir, moverse localmente, nutrirse, sentir apetito, desear, tener pasión o deseo, puede ser vista como una lista de las posibilidades que un organismo individual tiene para actuar y preservarse tanto a sí mismo como a su especie. En el caso de las plantas, estas facultades o poderes son el movimiento, la nutrición, el crecimiento y la reproducción. En cuanto a los animales, estos poderes son los deseos apetitivos y la percepción. Finalmente, para que este fin pueda llevarse a término, en el caso del hombre, este debe poseer y ejercitar su capacidad de razonar y calcular. Ética Nicomáquea, I 13, 1102a 32 -1102b1. Petrilli (2009: 72-73) sostiene que la distinción entre los seres vivientes consiste en la serie de capacidades psíquicas poseídas (DA. II 2, 413a 20 ss.). Desde la perspectiva de esta autora, dichas capacidades son: la capacidad de nutrición, la capacidad sensible y la capacidad de pensar, constituida, a su vez, por varias subespecies de capacidades: la aprehensión, la opinión, la phrónesis, la diánoia, la racionalidad científica y, por último, el noûs. Berti (2008: 155). En Acerca del alma II 2, 413a 31- 413b 1, Aristóteles afirmará: “por lo demás, esta clase de vida <la nutritiva> puede darse sin que se den las otras, mientras que las otras - en el caso de lo viviente sometido a corrupción- no pueden darse sin ella. Esto se hace evidente en el caso de las plantas en las que, efectivamente, no se da ninguna otra potencia del alma”. (trad. Calvo Martínez). Berti (2007:156-157). teseopress.com 126 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles no solo jugar con la hipótesis acerca de qué sucedería si el hombre careciese de entendimiento (noûs) sino también evaluar las consecuencias que se derivarían de dicha situación. Del análisis de este caso hipotético, Aristóteles concluye que, despojado del noûs, el hombre quedaría reducido a la pura animalidad. Según Aristóteles, si el hombre no tuviese entendimiento solo sería capaz de tener sensaciones, pero no verdadera sabiduría. Despojado incluso de la sensibilidad, dicho hombre quedaría reducido a la vida vegetativa y, por lo tanto, al último reducto del ser. Desde la perspectiva adoptada por el filósofo en el fragmento 28, si el hombre no viviese conforme al entendimiento perdería su verdadera condición de hombre.100 Solo sería un hombre por homonimia, ya que no viviría según su verdadera naturaleza. Tanto en este fragmento como el anteriormente analizado, el 23, la argumentación de Aristóteles está orientada a demostrar que el entendimiento (noûs) constituye la mejor facultad del alma, aquella de la cual dependen las funciones distintivas del hombre y el ejercicio de estas funciones es su érgon propio, aquello en función del cual está llamado a existir. Si bien por el fragmento 29 sabemos que desde la perspectiva del filósofo hay en los animales ciertas cuota de racionalidad,101 la sabiduría contemplativa (sophía theoretikè) es solo privativa del hombre.102 100 101 102 Ética Nicomáquea X 8, 1178b 25-29. En Metafísica I 1, 980a 26- 980b 3, Aristóteles afirma que todos los animales que poseen por naturaleza sensación y tienen experiencia tienen mayor capacidad de aprender lo que recuerdan. Según Douglas Madison (2008: 111), la vida de acuerdo con la sabiduría práctica, si bien es racional, no manifiesta tan claramente, como sucede con la vida teorética, la verdadera diferencia entre humanos y animales. Desde la perspectiva de este autor, la vida de los animales muestra ‘chispas’ primitivas de razón práctica, pero ellos están completamente privados de contemplación y sabiduría teorética. En Ética Nicomáquea X 7, 1178a 4-8 Aristóteles afirma: y lo que dijimos antes es apropiado también ahora: lo que es propio de cada naturaleza es lo mejor y agradable para cada uno. Así para los hombres lo será la vida conforme al entendimiento, si en verdad, un hombre es primeramente su entendimiento (noûs). Y esta vida será también la más feliz (trad. Pallí Bonet). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 127 Por tal motivo, en el fragmento 91, Aristóteles dirá: Si existen muchos ejercicios del alma, el más importante de todos es conocer lo más posible. Es claro, entonces, que solo o preferentemente el placer que surge de conocer y contemplar es, necesariamente, el placer de vivir. Luego, vivir placenteramente y tener un gozo verdadero corresponde solo a los filósofos o mayormente a ellos. Pues la actividad de los pensamientos más verdaderos alcanza su plenitud por las entidades más elevadas y, al conservar siempre de modo constante la perfección recibida, es de todas las actividades la que más contento produce103 (trad. Vallejo Campos levemente modificada). Podemos ver que en este fragmento Aristóteles plantea la posibilidad de que el alma tenga varias facultades o, al menos, varias maneras de ejercitarse. Pese a esto, la expresión ἀλλὰ κυριωτάτη γε πασῶν para referirse a la actividad contemplativa es un indicio de que estas diferentes maneras de ejercitar el alma no tienen el mismo status ni la misma importancia. Desde la perspectiva aristotélica, conocer y contemplar son los ejercicios más importantes del alma y, por ende, los más placenteros. Esto se debe a que, como dice Berti,104 estas actividades del alma constituyen la diferencia específica o esencia del hombre. Tal como lo hará en la Ética Nicomáquea, más específicamente en X 7, 1177a 12-20, en el Protréptico Aristóteles define la felicidad como la actividad más excelsa del alma. Al igual que en el pasaje arriba mencionado de la Ética Nicomáquea, Aristóteles equipara esta actividad con la contemplación de los primeros principios y, por este motivo, con la función propia del noûs. 103 104 Εἰ τοίνυν καὶ πολλαὶ ψυχῆς εἰσι χρήσεις, ἀλλὰ κυριωτάτη γε πασῶν ἡ τοῦ φρονεῖν ὅτι μάλιστα. δῆλον τοίνυν ὅτι καὶ τὴν γιγνομένην ἀπὸ τοῦ φρονεῖν καὶ θεωρεῖν ἡδονὴν ἢ μόνην ἢ μάλιστ’ ἀναγκαῖον ἀπὸ τοῦ ζῆν εἶναι. τὸ ζῆν ἄρα ἡδέως καὶ τὸ χαίρειν ὡς ἀληθῶς ἤτοι μόνοις ἢ μάλισθ’ ὑπάρχει τοῖς φιλοσόφοις. ἡ γὰρ τῶν ἀληθεστάτων νοήσεων ἐνέργεια, καὶ ἀπὸ τῶν μάλιστ’ ὄντων πληρουμένη καὶ στέγουσα ἀεὶ μονίμως τὴν ἐνδιδομένην τελειότητα, αὕτη πασῶν ἐστι καὶ πρὸς εὐφροσύνην ἀνυσιμωτάτη. Berti (2008a: 91). Ver también Douglas Madison (2008: 111-112). teseopress.com 128 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Al hacer esta serie de asociaciones, Aristóteles identifica el ejercicio del noûs con el fin último del hombre, esto es, con aquello por lo cual todas las otras cosas son deseadas.105 Por tal motivo, el Estagirita concluirá que solo el filósofo tiene una vida auténticamente placentera y feliz. Ahora bien, que todos los hombres posean esta facultad no quiere decir que todos ellos la empleen y, por lo tanto, vivan según ella. Desde la perspectiva aristotélica, se puede poseer una facultad y la posibilidad de hacer uso de ella sin hacer un uso efectivo.106 Como consecuencia de esto, lo que definirá al hombre como tal no será solo la posesión de ciertas facultades sino el ejercicio efectivo de ellas. Tal ejercicio puede llevarse a cabo en muchos de los casos a través de las diferentes técnicas y ciencias inventadas por los hombres para hacer posible su existencia.107 Sobre la base de lo dicho hasta aquí y a partir del análisis del fragmento 23 y de los fragmentos asociados con este último, tales como el 61 y el 28, podemos afirmar que, si bien para Aristóteles el hombre es un compuesto de alma y cuerpo, el cuerpo guarda con respecto del alma una relación de subordinación y cooperación. Decimos que tiene una relación de subordinación ya que el alma es, como pudimos ver, principio de movimiento del cuerpo, su eîdos o forma. No obstante, al ser el hombre por naturaleza un compuesto de alma y cuerpo, debemos hablar también de una relación 105 106 107 Para Petrilli (2009: 82), pensar “es una actividad cognitiva, muy particular, exclusiva del ser humano, de la cual deriva el calificativo de ‘filósofo primero’. El filósofo primero realiza el pensamiento perfecto porque mira los objetos mejores y más admirables, el saber, en todas sus formas. En el pensar filosófico, Aristóteles ve la más compleja concertación de la tendencia al bien que organiza la actividad humana”. Según Giardina (2009: 91), “quien posee la ciencia y no la ejercita está en potencia, dirá Aristóteles en DA II 5, en el sentido de dunatòs theoreîn, o sea en el sentido de que puede ejercitar la ciencia (…) En efecto, Aristóteles dice que ejercitar la ciencia es entelécheia en sentido propio (kuríos epistámenos)”. Metafísica I 1, 981b 10-24. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 129 de cooperación.108 Para poder aplicarse a sus actividades más elevadas y vinculadas con sus funciones superiores, tal como la intelección de los primeros principios, el hombre debe satisfacer sus necesidades corporales y, por lo tanto, ocuparse de su cuerpo y de los bienes asociados a él. Esto nos lleva al segundo punto analizado del fragmento 23, en el cual Aristóteles nos dice, además, que el alma tiene dos partes: una parte irracional y otra racional, y que la parte irracional debe estar al servicio de la parte racional del alma. La razón que da Aristóteles para sostener esto es que en la parte racional del alma está el noûs y el noûs no solo es la facultad más elevada del alma, sino aquella cuyo érgon constituye la función propia del hombre, razón por la cual la parte en donde se encuentre dicha facultad será superior y aquella que debe comandar. En el fragmento 41 del Protréptico, Aristóteles afirma: El ejercitarse en la sabiduría y conocer es deseable por sí mismo para los hombres, (pues no es posible vivir como hombres sin ambas cosas) y es útil para la vida, pues nada bueno ocurre que no se realice tras haber razonado y producido según la sabiduría.109 [Y si vivir felizmente radica en complacerse o en la posesión de la virtud o en la sabiduría, en todos estos supuestos debemos filosofar; pues todas estas cosas las alcanzamos sobre todo y claramente por medio del filosofar].110 108 109 110 Nuyens (1973: 116). Desde la perspectiva de Nuyens, esta concepción de la relación entre el alma y el cuerpo se puede rastrear en otras obras, como, por ejemplo, los Tópicos, más específicamente, en Tópicos V 1, 128b 14-19 y I 15, 106b 21-25. En la primera parte del fragmento, nos separamos, en parte, de la traducción propuesta por Vallejo Campos, quien vierte tò phroneîn como “pensar” y οὐδὲ γὰρ ζῆν δυνατὸν ὡς ἀνθρώποις ἄνευ τούτων como “no es posible vivir una vida humana sin estas actividades”. Protréptico, fragmento 41. τὸ φρονεῖν καὶ τὸ γιγνώσκειν ἐστὶν αἱρετὸν καθ’ αὑτὸ τοῖς ἀνθρώποις (οὐδὲ γὰρ ζῆν δυνατὸν ὡς ἀνθρώποις ἄνευ τούτων), χρήσιμόν τ’ εἰς τὸν βίον ὑπάρχει·οὐδὲν γὰρ ἡμῖν ἀγαθὸν παραγίγνεται, ὅ τι μὴ λογισαμένοις καὶ κατὰ φρόνησιν ἐνεργήσασιν τελειοῦται. [καὶ μὴν εἴτε τὸ ζῆν εὐδαιμόνως ἐν τῷ χαίρειν ἐστὶν εἴτ’ ἐν τῷ τὴν ἀρετὴν ἔχειν εἴτ’ ἐν τῇ φρονήσει, κατὰ ταῦτα πάντα φιλοσοφητέον·ταῦτα γὰρ μάλιστα καὶ εἰλικρινῶς διὰ τοῦ φιλοσοφεῖν ἡμῖν παραγίγνεται.] teseopress.com 130 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Podemos ver que en este fragmento Aristóteles relaciona tres concepciones básicas: la de naturaleza humana, la de sabiduría y la de filosofía. Desde la perspectiva del Estagirita, el conocimiento es deseable por sí mismo para los hombres porque no podrían vivir verdaderamente como tales sin alcanzar tal fin. Ejercitarse en la phrónesis y conocer parecen ser las actividades distintivas del hombre, aquellas que lo diferencian del resto de los seres vivos. En este contexto, la filosofía es presentada como la epistéme por medio de la cual se logran ambas cosas, razón por la cual parece ser aquella disciplina que todo hombre debe ejercitar para realizarse como tal. De las palabras del Estagirita se desprenderse que aquello que define al hombre no es, simplemente, un estado o cualidad, sino cierta función que este debe ejercer a lo largo de toda su vida. Por tal motivo, si bien en el fragmento 41 no aparece explícitamente, una noción clave para entender la relación entre naturaleza humana, filosofía y sabiduría es el concepto de érgon. En este sentido, resulta esclarecedor leer el fragmento antes citado a la luz del fragmento 70. En este fragmento, Aristóteles afirma: El ejercitar la sabiduría111 y el contemplar, por tanto, son función del alma,112 y esto es para los hombres, de todas las cosas, lo más digno de ser elegido, como lo es también, en mi opinión, el ver para los ojos, lo cual es algo que uno desearía poseer, aunque por causa de ello no resultara nada aparte de la visión misma.113 111 112 113 Al igual que en el caso del fragmento 41, para la traducción de tò phroneîn nos apartamos de Vallejo Campos, quien traduce dicho infinitivo como “pensar”. Aquí, nos apartamos de la traducción de Vallejo Campos quien, siguiendo los manuscritos y no la edición de Düring, considera que en el texto griego el término utilizado por Aristóteles habría sido aretês y no psychês. Τὸ φρονεῖν ἄρα καὶ τὸ θεωρεῖν ἔργον τῆς ψυχῆς ἐστι καὶ τοῦτο πάντων ἐστὶν αἱρετώτατον τοῖς ἀνθρώποις, ὥσπερ οἶμαι καὶ τὸ τοῖς ὄμμασιν ὁρᾶν, ὃ καὶ ἕλοιτό τις ἂν ἔχειν, εἰ καὶ μή τι μέλλοι γίγνεσθαι δι’ αὐτὸ παρ’ αὐτὴν τὴν ὄψιν ἕτερον. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 131 Pese a que en este fragmento Aristóteles se vale del binomio tò phoneîn kaì tò theoreîn, podemos advertir que concibe ambas actividades como lo más propio del alma y, por esto mismo, como sus funciones esenciales. El parangón con la visión es, en este sentido, revelador. Según el Estagirita, tò phoneîn kaì tò theoreîn es al alma lo que el ver para los ojos: aquello que hace al hombre ser lo que es y, por lo tanto, aquello por cuyo ejercicio se define como tal. Así como en el caso de los ojos el ver es deseado por sí mismo, porque es lo que hace que dicho órgano pueda ser nombrado “órgano de la visión”, el practicar la phrónesis y contemplar son anhelados por sí mismos porque no podríamos referirnos a alguien diciendo que es un hombre si no tuviese la posibilidad de ejercer tales funciones. Es importante rescatar que, del mismo modo en que en el caso del ojo es el ver y no solo la visión como capacidad lo que es querido por sí mismo, en el caso del hombre no es simplemente la phrónesis sino tò phoneîn kaì tò theoreîn lo que debe ser deseado. Ahora bien, en la primera parte del fragmento 65, Aristóteles complejiza el planteo. En este fragmento, afirma: Así pues, si el hombre es un animal simple y su entidad está ordenada en concordancia con la razón y el intelecto, su función no ha de ser otra que la verdad más rigurosa y alcanzar la verdad sobre los entes. Pero, si está compuesto por naturaleza de muchas facultades, es evidente que cuando muchas cosas pueden ser llevadas a cabo naturalmente por algo, su función será siempre la mejor de estas, como lo es la salud para el médico y la salvación para el piloto.114 114 Εἰ μὲν οὖν ἁπλοῦν τι ζῷόν ἐστιν ὁ ἄνθρωπος καὶ κατὰ λόγον καὶ νοῦν τέτακται αὐτοῦ ἡ οὐσία, οὐκ ἄλλο ἐστὶν αὐτοῦ ἔργον ἢ μόνη ἡ ἀκριβεστάτη ἀλήθεια καὶ τὸ περὶ τῶν ὄντων ἀληθεύειν·εἰ δ’ ἐστὶν ἐκ πλειόνων δυνάμεων συμπεφυκός, δῆλόν ἐστιν ὡς ἀφ’ οὗ πλείω πέφυκεν ἀποτελεῖσθαι, ἀεὶ τούτων τὸ βέλτιστον <τὸ> ἔργον ἐστίν, οἷον ἰατρικοῦ ὑγίεια καὶ κυβερνήτου σωτηρία. teseopress.com 132 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Por los fragmentos 70 y 65, sabemos que para Aristóteles el érgon es una actividad. Ahora bien, si leemos atentamente las palabras del Estagirita, podemos notar que es una actividad relacionada con la ousía de la cosa, en este caso, el hombre. En nuestro trabajo, siguiendo a Vallejo Campos, hemos optado por traducir el término ousía por “entidad”, aunque, dado el contexto en el cual está inserto el término, siguiendo a Berti,115 podríamos haberlo traducido por “ser”. Aun así y más allá de la traducción que adoptemos, al emplear este término, Aristóteles parece estar haciendo referencia a la naturaleza humana. Esta referencia puede estar fundada en el hecho de que, como observamos en la primera parte de nuestro trabajo, Aristóteles identifica la naturaleza con la forma. En Metafísica V 4, 1015a 13-15, Aristóteles afirma: “la naturaleza, primariamente y en sentido fundamental de la palabra, es la entidad de aquellas cosas que poseen el principio del movimiento en sí mismas por sí mismas”.116 Del análisis del fragmento se desprende que la simplicidad o complejidad de la naturaleza humana está relacionada con las funciones que esta tiene o es capaz de ejercer. Si su naturaleza es simple, se caracterizará por tener una sola función y esta será su érgon distintivo. Caso contrario, si tuviese una naturaleza compleja, esto es, si tuviese muchas funciones, su érgon distintivo será la mejor o más noble, esto es, el ejercicio del lógos o el conocimiento de la verdad. La 115 116 Berti (2008a: 41). ἐκ δὴ τῶν εἰρημένων ἡ πρώτη φύσις καὶ κυρίως λεγομένη ἐστὶν ἡ οὐσία ἡ τῶν ἐχόντων ἀρχὴν κινήσεως ἐν αὑτοῖς ᾗ αὐτά. Calvo Martínez (2000: 33), sostiene que el término phýsis equivale desde la época de Homero a “realidad” en oposición a “apariencia”. Para Calvo Martínez, la phýsis de la cosa expresaba lo que esta es. En el contexto de su análisis de Odisea X, 303, este autor afirma: “El contexto sugiere, pues, claramente, una contraposición (no tematizada de menara explícita) entre la phýsis de una cosa y su apariencia externa e inmediata. Frente a esta, la phýsis es lo que la cosa es realmente, pero en tanto comporta determinadas propiedades activas. El rasgo de actividad o proceso está siempre presente, explícita o implícitamente, en la noción de phýsis” (2000: 32). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 133 función de érgon vendría a condensar el doble aspecto de la phýsis, que antes mencionamos, esto es, los de ser un fin y el proceso para llegar a ese fin, simultáneamente. No obstante, podemos ver que en este fragmento Aristóteles parece operar un desplazamiento, ya que, si bien comienza su argumento aludiendo a la función del hombre, luego, para referirse a la posibilidad de que este tenga una naturaleza compleja, habla de facultades, dynámeis. En este fragmento, ¿Aristóteles está identificando érgon y dýnamis? o ¿está aludiendo a cosas distintas? Un fragmento que puede ayudar a responder este interrogante es el 23.117 Como ya señalamos más de una vez, para Aristóteles el alma tiene dos partes: una racional y otra irracional. Esta concepción bipartita del alma nos lleva a pensar que Aristóteles plantea la posibilidad de la naturaleza simple del hombre como una hipótesis a tener en cuenta, pero que, en realidad, concibe la naturaleza humana como compuesta de varias funciones. De la lectura conjunta de los fragmentos 65 y 23 parece desprenderse que, si el alma tiene dos partes, cada una de ellas debería tener sus propias facultades118 y estas, a su vez, sus funciones específicas.119 Sobre la base de esta afirmación, deberíamos concluir también que lo propio del hombre será la función de la facultad más importante, identificada en 117 118 119 El fragmento fue citado y comentado en la página 82. Migliori (2009: 232), sostiene que “Aristóteles no puede menos que señalar que el alma ejerce una riquísima serie de funciones. En efecto, considera propio de la vida tener, al menos, algunas de las siguientes características: el noûs, las sensaciones, los movimientos espaciales, el movimiento según nutrición, crecimiento y disminución. Se trata de una multiplicidad de factores que no pueden ser puestos en el mismo plano”. En el fragmento 64, Aristóteles afirma: “en lo que es compuesto y divisible hay muchas y diferentes actividades, pero aquello que tiene la naturaleza simple y no tiene la entidad con vistas a algo es necesario que tenga una sola excelencia” (para la cita de este fragmento, nos separamos de la traducción de Vallejo Campos y tomamos como referencia la traducción de Düting). Berti (2008a: 91- 92) señala que “el texto introduce el término enérgeia, que tiene la misma raíz de érgon, pero indica más en general una actividad cualquiera”. Desde la perspectiva de Berti, aquí no tendría todavía el significado de “acto” contrapuesto a “potencia” que encontraremos en los siguientes fragmentos. Ver nota 47 de la traducción de Zanatta (2008: 256-257). teseopress.com 134 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles el fragmento 23 con el noûs y en el fragmento 17 con la phrónesis.120 Tal como lo señalamos más arriba, para Aristóteles, el fin “conforme a la naturaleza” se identifica con la persecución de lo que es mejor y esto se corresponde, a su vez, con aquello que aparece último en el orden de la generación.121 En el caso del hombre, aquello que viene último en el orden de la generación es el alma, por ende, su fin último de ningún modo podrá estar asociado con el cuerpo o con el compuesto, sino tan solo con el alma. Por tal motivo, Aristóteles podrá concluir que: En consecuencia, hay que hacer las demás cosas con vistas a los bienes que se producen en nosotros mismos, y de éstos los que residen en el cuerpo con vistas a los que son propios del alma, y la virtud con vistas a la sabiduría, pues esto es lo más elevado”.122 Destrée, entre otros autores, sostiene que en la Ética Nicomaquea la apelación al érgon para discutir en torno al fin último del hombre es un recurso meramente retórico,123 120 121 122 123 Ética Nicomáquea I 7, 1098a 7-18. Un claro ejemplo de esto es el fragmento 17. En él, Aristóteles argumenta: “Si el fin de todas las cosas es siempre mejor <que la cosa> (pues todo lo que llega a la existencia llega a existir con vistas a su fin y aquello con vistas a lo cual es mejor y lo óptimo de todas las cosas), y si el fin de cada cosa es lo que se completa último en el orden de la generación, cuando esta procede continuamente; y si lo que se corresponde al cuerpo de los hombres alcanza su fin en primer lugar, y posteriormente lo que corresponde a su alma, en cierto modo el fin de lo que es mejor es siempre posterior a su generación. Así, el alma es posterior al cuerpo y la phrónesis es lo último que se da en el alma, pues vemos que esta es lo último que, por naturaleza, llega a la existencia en el hombre y, por ello, es el único de los bienes que la vejez puede reclamar. Luego, una cierta phrónesis es por naturaleza nuestro fin y el ejercicio de ella es la actividad final en virtud de la cual hemos llegado a existir. Por lo tanto, si hemos llegado a existir, es evidente que también existimos con vistas a ejercitarla y aprender”. (en relación con este fragmento nos hemos apartado de la traducción de Vallejo Campos) Fragmento 21: Ὥστε τὰ μὲν ἄλλα δεῖ πράττειν ἕνεκα τῶν ἐν αὐτῷ γιγνομένων ἀγαθῶν, τούτων δ’ αὐτῶν τὰ μὲν ἐν τῷ σώματι τῶν ἐν <τῇ> ψυχῇ, τὴν δ’ ἀρετὴν τῆς φρονήσεως·τοῦτο γάρ ἐστιν ἀκρότατον. Destrée (2000: 54). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 135 y concluye su artículo citando el Protréptico y argumentando que reflexionar y comprender son el fin del hombre y que ningún hombre podría vivir como tal sin ejercitar estas funciones. Ahora bien, en el fragmento 70, Aristóteles llama a esta función tò phroneîn y tò theoreîn. El uso de los infinitivos enfatiza que lo propio del hombre es una actividad que debe realizar en forma constante. No obstante, la utilización de la partícula kaí vuelve problemático saber si los infinitivos utilizados por Aristóteles, tò phroneîn y tò theoreîn, aluden a dos actividades distintas o a una, esto es, si para Aristóteles la función distintiva del hombre es una o es más de una. Del fragmento 41 podría inferirse que son dos actividades ya que desde la perspectiva del Estagirita debemos tò phroneîn kaì tò gignóskein, si queremos vivir como verdaderos hombres, y no podremos lograr tal objetivo si no realizamos ambas cosas. Algunos estudiosos del texto, como por ejemplo Berti, traducen tò phroneîn kaì tò gignóskein como l’ esercitare il senno e il conoscere. Con esta traducción, Berti estaría sugiriendo que para vivir realmente como seres humanos es necesario ejercitar tanto la razón práctica, identificada en este fragmento con el tò phroneîn, como el conocimiento teorético, aludido mediante el tò gignóskein.124 Sin embargo, la lectura que presupone la traducción de Berti no parece resolver el problema por completo. Esto se debe a que el dilema no surge solo de la conjunción de los dos infinitivos y de la afirmación de que ambas actividades aludidas por estos infinitivos deben darse simultáneamente, sino a la formulación de esta tesis junto con la afirmación del fragmento 65 según la cual, si el hombre tiene muchas facultades, solo una función, la mejor, será la distintiva del hombre. Como ya lo señalamos, en el fragmento 65 Aristóteles sostiene que, si el hombre tiene muchas facultades, cada una debería ejercer alguna función 124 En esta línea se encuentra la interpretación de Zanatta (2008: 261), quien sostiene que “Aristóteles concibe el conocimiento (epistéme o ciencia) de modo bipartito: como teorético y como poiético”. teseopress.com 136 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles propia. La función de la mejor parte del alma sería, también, la mejor función y solo esta determinaría la ousía humana. Ahora bien, esto sería incompatible con el hecho de que el hombre tuviese dos funciones propias. Quizás el dilema se podría eliminar teniendo en cuenta que en el fragmento 41 tò phroneîn kaì tò gignóskein pareceren depender, en última instancia, de la phrónesis, esto es, de la misma facultad. No obstante, las funciones propias del hombre serían dos y no una. Otra manera de leer el fragmento sería ver los infinitivos unidos por la conjunción como dos aspectos de una misma función. Sin embargo, esto no explica por qué en el fragmento 70 se dice que tò phroneîn y tò theoreîn son funciones propias del alma. Desde nuestra perspectiva, la clave está en qué se debe entender por tò phroneîn en los fragmentos 41 y 70. En este sentido cabe destacar que en el fragmento 20, por ejemplo, Aristóteles equipara tò phroneîn con gignóskein y theoreîn, esto es, con los dos infinitivos utilizados junto con phroneîn en los fragmentos 41 y 70. Esto último nos lleva a pensar que en estos dos últimos fragmentos el kaí podría tener un sentido explicativo. Tò phroneîn y tò theoreîn serían la actividad equivalente al conocimiento de la verdad definido en el fragmento 65 como la función esencial del hombre. El uso del superlativo y la jerarquización de las facultades mencionada por Aristóteles en el fragmento 65 nos hacen pensar, por otra parte, que solo puede haber una única función superior y solo ella podrá ser la función distintiva del hombre. Según Aristóteles, “todos los hombres desean por naturaleza conocer”125 razón por la cual la búsqueda de la sabiduría o sophía, lejos de ser un deseo más entre otros, es una tendencia vinculada con su propia naturaleza.126 El uso del infinitivo (tò eidénai) en este pasaje de la Metafísica nos induce a pensar que, tal como lo vimos en los fragmentos 41 y 70 del Protréptico, lo querido por el hombre no solo 125 126 Metafísica I 1, 980a 1, Πάντες ἄνθρωποι τοῦ εἰδέναι ὀρέγονται φύσει. Fragmento 91. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 137 es el conocimiento, sino la acción de adquirir este conocimiento. El uso del término phýsis, por otra parte, hace que este deseo no sea equiparable con cualquier tipo de anhelo, sino con una tendencia que el hombre se ve llevado a seguir de manera natural. Por este motivo, en tanto deseo, la búsqueda de conocimiento es un anhelo por autorrealizarse. La lectura de los fragmentos trabajados nos permite concluir que la sabiduría es caracterizada como aquella clase de conocimiento por el cual el hombre se vincula con lo más noble y divino que hay en él.127 Quizás, por esto, en la Ética Nicomáquea X 7, 1177a 12- 15, Aristóteles, afirma: Si la felicidad es una actividad de acuerdo con la virtud, es razonable <que sea una actividad> de acuerdo con la virtud más excelsa y esta será una actividad de la parte mejor del hombre128 (trad. Pallí Bonet). En este último pasaje, el término que traducido por actividad no es érgon sino enérgeia y la expresión utilizada para definir la felicidad es enérgeia kát’ aretèn¸ esto es, una actividad conforme a la virtud.129 Sin embargo, aun cuando tradujimos el término areté por virtud, debemos tener presente que en este contexto dicho término no necesariamente tiene la valencia ética que su paralelo en castellano puede llegar a sugerir, sino el sentido de excelencia o competencia. Visto así, la felicidad sería el resultado del ejercicio de la excelencia o competencia por la cual el hombre se distingue de los demás seres vivientes por ser ella identificada con 127 128 129 Fragmento 28; Ética Nicomáquea X 8, 1178b 21-23. Εἰ δ’ ἐστὶν ἡ εὐδαιμονία κατ’ ἀρετὴν ἐνέργεια, εὔλογον κατὰ τὴν κρατίστην ἂν εἴη τοῦ ἀρίστου. Berti (2005: 47) afirma que “el fin (télos) es identificado con la función (érgon), la cual, a su vez, es identificada con el acto (enérgeia), y este es el motivo por el cual el acto puede ser indicado ya con términos derivados de érgon o enérgeia o con aquellos derivados de télos, tales como entelékheia, teniendo estos dos últimos el mismo significado. teseopress.com 138 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles su parte más excelsa.130 De esta forma, la felicidad no solo no sería definida como un estado al cual el hombre arriba, sino que sería equiparada con el ejercicio de la función mejor del hombre. Según Vallejo Campos, no se puede dejar de observar la correspondencia entre areté y érgon, “ya que la virtud es el modo de ser que le permite a una entidad realizar de modo excelente la función que le corresponde por naturaleza”.131 Dado esto y teniendo en cuenta el pasaje citado de la Ética, podríamos concluir que desde la perspectiva aristotélica conocer significa para el hombre ser y vivir, y amar el conocimiento implica amar el ser y la vida, de lo cual se podría inferir que el deseo por la sabiduría es un deseo constitutivo de la naturaleza humana y, por lo tanto, su 130 131 Según Vigo (2000: 10), “Aristóteles no define la felicidad simplemente en términos de obtención de fines, cualesquiera que estos sean, sino por referencia a aquellos fines que tienen que ver con el pleno despliegue de las potencialidades naturales. Y como el hombre está caracterizado específicamente por la racionalidad, el fin propio del hombre consiste en el despliegue pleno de las facultades racionales (en un sentido amplio que también incluye la emocionalidad) y el hombre será feliz cuando logre el pleno despliegue de lo que por naturaleza es, esto es, un ser racional. La felicidad está definida por aquellos fines que están anclados, por así decir, en la naturaleza propia del sujeto en cuestión, entendiendo por naturaleza lo que comparte con todos los sujetos de la misma especie”. Vallejo Campos (2005: 156). Según Vigo (2000: 11), el concepto aristotélico de felicidad como plenitud en el desarrollo de las capacidades específicamente humanas es semejante en este punto fundamental al concepto clásico en general. En la Antigüedad no se pensaba la felicidad como el hecho de que cada quien obtuviera lo que quiere (aunque hubo quienes defendieron esa tesis), sino que, en la matriz de la filosofía clásica más conocida, la felicidad está definida más bien en términos de un florecimiento propiamente humano. El imperativo para un hombre es ser feliz, pero ser feliz significa llegar a ser propiamente lo que es, o sea, un hombre, entendido como dotado de ciertas facultades que lo distinguen de aquellos otros entes que no alcanzan el nivel humano. El hombre será feliz en la medida en que lleve una vida plena, acabada, y una vida plena es una vida llena del despliegue de aquello que hace que sea un ser humano y no otra cosa. Las formas concretas de ese despliegue pueden ser múltiples y muy variables, pero el imperativo en definitiva es, como decía un poeta antiguo, Píndaro, "llega a ser lo que eres"; un imperativo muy griego que está presente de manera latente en la argumentación de Aristóteles. El imperativo para el hombre es, paradójicamente, llegar a ser lo que es. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 139 realización es su actividad o érgon más propio. Si se acepta lo hasta aquí argumentado, podríamos decir que en el Protréptico la función del hombre es ejercitarse en el noûs y el lógos, esto es, alcanzar el entendimiento y el razonamiento (fragmento 65). En este contexto, la filosofía “aparece como aquella actividad que, al cultivar la función de pensar y contemplar, permite al hombre alcanzar la perfección que le corresponde en cuanto tal. En la sabiduría, el érgon, que es la contemplación o conocimiento filosófico, coincide, por otra parte, con el ejercicio mismo de la facultad y no se da la superioridad de un télos que fuese diverso de la actividad realizada, como ocurre con el ámbito del saber productivo”.132 Desde la perspectiva aristotélica, es por medio del ejercicio de su función propia que el hombre puede plenificar su naturaleza. La naturaleza de la vida contemplativa en Aristóteles: posibles resonancias platónicas Antecedentes de la noción aristotélica de noûs Como hemos argumentado en el apartado anterior, la noción de noûs es central en el pensamiento aristotélico. Por medio de esta noción Aristóteles alude a la facultad por cuyo medio el hombre no solo conoce los principios últimos de lo real, sino que también realiza su propio érgon y, por lo tanto, alcanzar su fin: la felicidad. Ahora bien, ¿dicha concepción del noûs es original de Aristóteles? o ¿a través de su formulación Aristóteles está heredando concepciones de sus predecesores? Con el objetivo de responder estos interrogantes, en la primera parte de esta sección, daremos cuenta de las posibles concepciones que Aristóteles podría estar retomando 132 Vallejo Campos (2005: 157). Ver Metafísica II 1, 993b 20-30. teseopress.com 140 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles para desarrollar su propia concepción de noûs y, por ende, de la vida contemplativa. Debemos subrayar que, dado los límites de nuestro trabajo, será imposible un análisis pormenorizado del término noûs y de todas las concepciones existentes en relación con el tema desde su aparición hasta Aristóteles. Ofreceremos, en cambio, un examen sucinto que contemple las principales acepciones y concepciones con el objeto de entender el contexto en el cual Aristóteles elaboró su propia concepción. Nuestra intención es basarnos en algunos estudios ya realizados de modo tal de poder ofrecer una síntesis de algunas de las acepciones que, con anterioridad a la propuesta por Aristóteles, fueron dadas del término. Intentaremos reconstruir la concepción que Aristóteles podría estar retomando sobre el noûs y que es central para entender su concepción de la vida contemplativa. Significado de noûs en Homero y Hesíodo Tanto el Lidell and Scott133 como el diccionario etimológico de Chantraine134 le dedican un extenso apartado al término noûs. En ambos diccionarios se registra que dicho término habría tenido el significado de mente. Por medio de su uso, se hacía referencia tanto al acto de percepción que originaba una representación mental como al pensamiento propiamente dicho. El diccionario etimológico de Chantraine agrega que dicho término podría haber significado pensamiento derivado de un sentimiento y es por esto que, quizás, señala que el término noûs podría haber estado asociado con el término thumós.135 Lesher,136 por su parte, sostiene que el origen del noûs ha sido objeto de numerosos debates. 133 134 135 136 Liddell and Scott (1983: 1180-1181). Chantraine (1990: 756-757). Homero Ilíada XV 80- 84: “tal como vuela el pensamiento (noûs) de un hombre, el cual, tras haber recorrido muchas regiones, piensa en su corazón ‘estuve ahí o allí’, deseando –al recordar- ir a muchas partes, con semejante prisa en su anhelo, voló la divina Hera”. Lesher (1973: 43). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 141 Antes de la aparición del artículo de Lesher, von Fritz137 había afirmado que este término podría haber sido derivado de la raíz snu cuyo significado era oler. Sin embargo, señala von Fritz,138 que en la etapa del desarrollo semántico representada por los poemas homéricos la expresión tò noeîn está directamente relacionada con el sentido de la visión. Este significado le habría otorgado a noûs la orientación perceptual destacada por los diccionarios arriba citados. Desde la perspectiva de este autor, noeîn “es usado principalmente cuando el reconocimiento de un objeto lleva a tomar conciencia de una situación, especialmente de una situación de gran impacto emocional o de importancia”.139 Ahora bien, von Fritz también reconoce que la misma situación puede tener diferentes significados para personas distintas, puestas en diferentes circunstancias. Por esta razón por medio del término noûs se aludía también a esas diferentes formas de entender un mismo hecho u objeto.140 Paralelamente, noûs designaba la imaginación por la cual se podían representar situaciones u objetos que estaban alejados espacial y temporalmente. von Fritz141 sostiene que en Homero el término noûs tenía el sentido básico de “darse cuenta a través de la percepción. De esta acepción habría derivado el significado de noûs como plan y, por lo tanto, se habría desprendido el aspecto volitivo de “deseo o intención”, que se puede rastrear, aunque con menos frecuencia, en Hesíodo.142 von Fritz afirmaba que una de las implicaciones que se desprenden de la definición homérica de noûs es que el que posee noûs siempre posee la verdad. De ahí que el término llegara a significar ingenio 137 138 139 140 141 142 von Fritz (1945: 223). von Fritz (1945: 223). von Fritz (1945: 223). Por ejemplo, Hesíodo, Los trabajos y los días, ἄλλοτε δ' ἀλλοῖος Ζηνὸς νόος αἰγιόχοιο, Esta tesis de Von Fritz de noûs es retomada por Lesher (1973: 47-48). Hesíodo, Los trabajos y los 293: οὗτος μὲν πανάριστος, ὃς αὐτῷ πάντα νοήσει. teseopress.com 483: días, 142 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles o inteligencia. No obstante, este autor, considera que en Hesíodo podemos encontrar una especie de transición del significado del término noûs, ya que en este poeta el noûs ya no es la visión o reconocimiento de la apariencia de las cosas, sino del “significado real de una situación y el verdadero carácter e intenciones de las personas involucradas en <esa situación>”.143 Otros autores han propuesto que el término noûs estaba relacionado con los términos véomai y nóstos (retornar y retorno) y se derivaba de la raíz indoeuropea nes que significa “retorno de la muerte o de las tinieblas”. Visto desde esta perspectiva, el significado de noûs estaba vinculado con la concepción religiosa del retorno a la vida consciente. Para Lesher, esta asociación entre noûs y néomai nos permite dar una explicación plausible de cómo noûs llegó a significar mente o conciencia en algunos poetas, como por ejemplo Homero. A partir del análisis de la noción de noûs, previo al uso técnico-aristotélico, von Fritz llega a la conclusión de que “los conceptos que más tarde iban a jugar un papel importante en los inicios de una teoría filosófica del conocimiento y de la psicología científica ya se habían desarrollado de una manera ingenua a partir de los problemas y de las observaciones de la vida cotidiana y en relación con especulaciones que en un sentido se pueden llamar “filosóficas”, pero que, ciertamente, están muy lejos de cualquier teoría del conocimiento o psicología científica”.144 De hecho, podemos ver prefigurado en las diferentes acepciones de noûs aquí señaladas el sentido que el término adquirirá en algunos pensadores del siglo IV a. C., entre ellos Aristóteles. Establecer si estos significados prefilosóficos implican un modo ingenuo y no filosófico de abordar las problemáticas para las cuales se empleaban excede los límites del presente trabajo. Lo importante a los efectos de nuestra tesis es que, 143 144 von Fritz (1945: 226). von Fritz (1945: 226). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 143 al momento de desarrollar su pensamiento, Aristóteles se estaba nutriendo de una tradición filosófica o no filosófica de concepciones que tendrá como una especie de telón de fondo en la elaboración de las propias. Significado de noûs en los filósofos presocráticos Según von Fritz, en el terreno estrictamente intelectual, noûs tenía un significado diferente respecto de los hallados en Homero y Hesíodo. Dicho significado puede ser registrado sobre todo en los filósofos presocráticos e implicaba la relación entre un mundo fenoménico conocido a través de los sentidos, pero que podía ser engañoso, y un mundo real que podía ser descubierto detrás de los fenómenos.145 Entre los filósofos presocráticos el término noûs parece tener un rol central en el pensamiento de Parménides, no obstante tenemos testimonios de su uso en otros filósofos tales como Jenófanes, Heráclito y Demócrito. Por tal motivo, haremos una breve referencia al uso de este término por parte de estos filósofos. Uno de los filósofos presocráticos que utiliza el término noûs es Heráclito. von Fritz destaca que, si bien Heráclito emplea este término en un solo fragmento, el fragmento 114,146 su uso es importante ya que supondría un primer desplazamiento respecto de su significado originario vinculado con la percepción. En este fragmento leemos: Es necesario que los hombres, si hablan con inteligencia, sigan lo que es común a todas las cosas, como la ciudad a sus leyes, y mucho más fuertemente. Pues todas las leyes 145 146 von Fritz (1945: 224). Para la numeración de los fragmentos de los presocráticos, seguimos la edición de Diels-Kranz. teseopress.com 144 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles humanas se nutren de la única divina. En efecto, <esta>domina / extiende/ su poder como quiere y es suficiente para todas y superior a todas.147 En la primera oración utiliza noûs para referirse a la inteligencia y en la oración subsiguiente se vale de nóema para aludir a lo que se suele traducir como inteligencia común. De la lectura del fragmento parece desprenderse que el que habla con inteligencia lo hace basándose en algún conocimiento. Sin embargo, Heráclito no se está refiriendo a cualquier tipo de conocimiento sino a aquel que versa sobre la única ley divina, es decir, habla del conocimiento de aquel principio que es fundamento de lo real y que no se puede captar solo mediante los sentidos. Con esto, parece quedar sugerido que el conocimiento objeto del noûs mencionado en el fragmento 114 no es un tipo de saber que los hombres logren alcanzar con facilidad. Por otra parte, no parece tratarse de un conocimiento que pueda basarse solo en los sentidos, ya que por medio de ellos se percibe que las cosas están sometidas al devenir, pero no se puede advertir la ley o principio que explica y gobierna ese constante fluir. No obstante, los pocos registros de este término en los fragmentos que se han conservado no nos permite aseverar nada más al respecto. Otro filósofo en el que encontramos registro del término noûs es Jenófanes. En el fragmento 24 Jenófanes describe a la divinidad con las siguientes palabras: Todo él ve (orâi), todo él piensa (noeî) y todo él oye (akoúei). Lo primero que se puede observar es que Jenófanes tiende a equiparar el noûs con la acción de ver y oír. Desde la perspectiva de von Fritz, a través de esta relación Jenófanes emparenta al noûs con la percepción, razón por la 147 ξὺς νόωι λέγοντας ἰσχυριζσεθαι χρὴ τῶι ξυνῶι πάντων, ὃκωσπερ νόμωι πόλις, καὶ πολὺ ἰσχυροτέρως. τρέφονται γὰρ πάντες οἱ ἀνθρώπειοι νόμοι ὑπὸ ἑνὸς τοῦ θείου· κρατεῖ γὰρ τοσοῦτον ὁκόσον ἐθέλει καὶ ἐξασκεῖ πᾶσι καὶ περιγίνεται. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 145 cual estaría retomando el sentido homérico del término.148 Sin embargo, el hecho de que noûs esté unido en este fragmento a términos que se refieren a los sentidos, no nos permite aseverar nada acerca de su naturaleza. Si bien von Fritz matiza su tesis diciendo que el Dios concebido por Jenófanes no ve ni oye a través de “órganos corporales”, sino por medio de “órganos especiales de visión y audición”, no termina de quedar claro, si esos órganos son especiales, hasta qué punto el noûs se emparenta con la actividad propia de los órganos perceptuales. Por otra parte, en el fragmento citado, Jenófanes tampoco dice que el noûs del Dios pueda percibir a través de los órganos de la visión o audición como parece sostenes este autor, sino que alude al carácter omniabarcador que su capacidad de pensar posee. Desde nuestra perspectiva, la relación del término noûs con las acciones de oír y de ver es un indicio de que por medio de este término Jenófanes está aludiendo a una facultad, aunque no determine de qué naturaleza es esa facultad. Al ocuparse del pensamiento de Jenófanes, Diógenes Laercio (IX. 19) vincula noûs con phrónesis, razón por la cual para Jenófanes el noûs no sería una facultad vinculada con los sentidos. En efecto, en el fragmento 25, Jenófanes vincula el noûs con phrén, diciendo: Sino que, sin trabajo, mueve todas las cosas con el solo pensamiento de su mente.149 El uso del binomio nóou/ phrení es sumamente curioso y es probable que esté retomando las expresiones nóei /phresí y noéo/ phresí de Ilíada IX, 600150 y XXII, 235151 respectivamente. Según von Fritz, no hay registros del término phrén después de las primeras décadas del siglo IV a. C., a no ser por las imitaciones directas de Homero. El término solo 148 149 150 151 von Fritz (1945: 229). ἀλλ ἀπάνευθε πόνοιο νόου φρενί πάντα κραδαίνει. ἀλλὰ σὺ μή μοι ταῦτα νόει φρεσί. νῦν δ' ἔτι καὶ μᾶλλον νοέω φρεσὶ τιμήσασθαι. teseopress.com 146 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles sobrevive en el uso de sus derivados, tales como phrónesis, phroneîn y sophrosýne. Phrén, aun más que nóos, podía originariamente referir a los elementos intelectuales, volitivos o emocionales de la actitud de una persona.152 von Fritz resalta que, a diferencia del término noûs, el sentido intelectual siempre estuvo presente en el significado de phrén. Ahora bien, si partimos de la base de que phrén tenía en su acepción este sentido intelectual y admitimos, como parece hacerlo Jenófanes, que el noûs era la operación que resultaba del ejercicio de la phrén, entonces podríamos concluir que, por la mediación del término ‘phrén’, Jenófanes le estaría otorgando al término noûs el valor intelectual que este último término tenía.153 Debemos hacer alguna referencia a que en los fragmentos de Parménides tenemos varios registros del término noûs y sus derivados. En el fragmento 3, Parménides afirma: “pues es lo mismo ser y pensar” (τὸ γὰρ αὐτὸ νοεῖν ἐστίν τε καὶ εἶναι). Si bien no es nuestro objetivo detenernos en el análisis del poema de Parménides, ya que sobrepasaría los límites de nuestro trabajo, es importante resaltar que lo que traducimos por pensar en este fragmento es el infinito noeîn. Lo relevante del uso de este infinitivo es que Parménides parece estar equiparando la acción de pensar con el ser y, por lo tanto, parece estar transfiriendo las características del primero al segundo. Si esto fuera aceptado, deberíamos concluir que pensar (noeîn) sería el ejercicio de una facultad que no tiene por objeto lo que deviene sino lo que permanece siempre igual a sí mismo. Sin entrar en el análisis de los fragmentos, ya que esto, como lo advertimos más arriba, excede los límites de nuestro trabajo, es importante destacar que Parménides utiliza el término noûs y términos asociados en los fragmentos 2 (noêsai), 3 (noeîn), 4 (nóoi), 7 (nóema), 8 (noeîn, noetón y nóema) 152 153 von Fritz (1945: 229). von Fritz (1945: 229-230). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 147 y 15. El fragmento en el cual el término noûs y sus derivados aparece un mayor número de veces es el 8. En todos estos fragmentos, Parménides parecen estar dándole al término un sentido epistemológico que marca una diferencia con el sentido registrado en Homero o Hesíodo. Si leemos la serie de fragmentos en los cuales se emplea este término, podemos ver que la mayoría de las veces aparece vinculado con la accesibilidad humana a lo que es. En el fragmento 2,154 Parménides vincula al noûs con las dos vías de investigación posibles del pensar: la que es y no es posible que no sea y la que no es y es necesario que no sea. Sin embargo, en el verso 7155 afirma que hay que apartar el pensamiento de esta última vía de investigación, razón por la cual podemos inferir que, si bien ambas vías son factibles de ser pensadas por la inteligencia (noûs), es conveniente abocarse a la primera, ya que solo ella conduce a lo que verdaderamente es. De la lectura de estos fragmentos se desprende que para Parménides el noûs está vinculado con el conocimiento de lo real, razón por la cual por medio de dicho término Parménides parece estar pensando en la operación del pensamiento (fragmento 3) o en la facultad que hace posible ese pensamiento (fragmento 2).156 154 155 156 αἵπερ ὁδοὶ µοῦναι διζήσιός εἰσι νοῆσαι· Οὐ γὰρ µήποτε τοῦτο δαµῇ µὴ ἐόντα·ἀλλὰ σὺ τῆσδ΄ ἀφ΄ ὁδοῦ διζήσιος εἶργε νόµηα·µηδέ σ΄ ἔθος πολύπειρον ὁδὸν κατὰ τὴνδε βιάσθω, νωµᾶν ἄσκοπον ὄµµα καὶ ἠχήεσσαν ἀκουήν Otros de los pensadores presocráticos en cuyo pensamiento es central la noción de noûs es Anaxágoras. Si bien, dada la complejidad, no entraremos en el análisis de esta noción en este pensador, es importante resaltar que para Anaxágoras el noûs es el ordenado y el causante de todas las cosas. En Fedón 97 b8-c2, Platón crítica la concepción de Anaxágoras sobre el noûs argumentando que no le atribuye a su principio causalidad sobre las cosas, sino que acude a causas mecanicistas. Debido a esto, según Platón, Anaxágoras termina incurriendo en el mismo error que los pensadores anteriores en cuanto a que, al igual que ellos, habría confundido las causas reales de las cosas con sus causas aparentes o inmediatas. Aristóteles retoma la noción de noûs de este pensador en Metafísica I 4, 985a 19-21, en donde la describe como un “artificio teatral de la cosmogénesis”, que Anaxágoras trae a colación cuando no puede explicar las causas de por qué algo sucede necesariamente. Visto desde esta perspectiva, el noûs seria teseopress.com 148 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles El análisis efectuado hasta aquí nos induce a pensar, que Aristóteles retoma en su propia concepción del noûs el aspecto ligado a la percepción sensible que dicha noción tenía desde el período homérico y que algunos autores creen encontrar en Jenófanes. Paralelamente, dejando de lado el aspecto volitivo que aparentemente el término habría tenido, el Estagirita se inscribe en la tradición de los filósofos presocráticos que concebían al noûs como una facultad cognitiva o el conocimiento de la estructura de lo real. En este sentido, nos resta saber cómo su paso por la Academia y las discusiones allí establecidas en torno a esta noción condicionaron también su propia concepción sobre el noûs. El significado de noûs en Platón En general, al analizar la concepción aristotélica del noûs, se suele tener presente la noción platónica. La caracterización platónica del noûs (Fedón 96a, República VI, 508d) como la facultad que tiene por objeto los principios de lo real -las Ideas-157 parece próxima la concepción de noûs sostenida por Aristóteles en el Protréptico como la facultad que tiene como objeto el conocimiento de la verdad (fragmento 65) o el conocimiento de los principios inteligibles de lo real (fragmento 24). La lectura conjunta de algunos pasajes de los diálogos platónicos, sobre todo de los libros VI y VII de República, y del Protréptico de Aristóteles nos induce a pensar que en ambos casos el noûs es concebido como la 157 un principio metafísico que da comienzo al origen de las cosas, pero no es causa directa de ellas, pues, según testimonia Aristóteles en el pasaje citado y Platón en el Fedón (98 a-c), Anaxágoras adjudicaba dicha causalidad al aire, el agua y el éter. Aristóteles abordará también la concepción de Anaxágoras del noûs en relación con la concepción del motor inmóvil. En este contexto, en Metafísica XII 6, 1072a 4-5, Aristóteles describe al principio postulado por Anaxágoras como acto y, por lo tanto, como aquello cuya existencia precede la existencia de las otras cosas. República (508d- 509a). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 149 facultad158 que tiene por objeto la aprehensión de los principios que explican y fundan lo real. Independientemente de las diferencias existentes entre ambos filósofos en cuanto a la naturaleza de dichos principios, tanto para Platón (Fedón 96a) como para Aristóteles (fragmento 91) la función del noûs es conocer las causas últimas de la realidad. Ahora bien, el uso platónico de los términos noûs y nóesis es sumamente complejo, razón por la cual realizar un análisis exhaustivo en relación con este tema excedería los límites de nuestro trabajo. Por tal motivo, a los fines de establecer qué tipo de influencia pudo haber tenido este uso en la concepción del noûs presente en el Protréptico, nos limitaremos a señalar muy brevemente algunas de las posibles acepciones platónicas. Con este objetivo, nos centraremos en algunos pasajes de República, como, por ejemplo, VII, 533e 3- 534a 3. En este pasaje, Sócrates afirma: Entonces estaremos satisfechos, como antes, con llamar a la primera parte ‘ciencia ‘, a la segunda ‘pensamiento discursivo’, a la tercera ‘creencia’ y a la cuarta ‘conjetura ‘, y estas dos últimas en conjunto ‘opinión’, mientras que a las dos primeras en conjunto ‘intuición intelectual’, la opinión referida al devenir y la ‘intuición intelectual’ a la esencia.159 158 159 En importante recalcar que mientras en el libro VII de República el noûs parece aludir a una facultad, Platón usa este término para aludir a la parte racional del alma, con lo cual es complejo establecer cuando es una cosa o la otra. Con todo, parece evidente que ya sea que se entienda como una facultad o una parte del alma, es aquello por cuyo medio el hombre conoce los principios de lo real. La misma problemática se puede establecer entre partes del alma y facultades en el Protréptico. Para ver la problemática en Platón ver Delcomminette (2008) Ἀρκέσει οὖν, ἦν δ’ ἐγώ, ὥσπερ τὸ πρότερον, τὴν μὲν πρώτην μοῖραν ἐπιστήμην καλεῖν, δευτέραν δὲ διάνοιαν, τρίτην δὲ πίστιν καὶ εἰκασίαν τετάρτην·καὶ συναμφότερα μὲν ταῦτα δόξαν, συναμφότερα δ’ ἐκεῖνα νόησιν·καὶ δόξαν μὲν περὶ γένεσιν, νόησιν δὲ περὶ οὐσίαν. (trad. Eggers Lan). Para verter al castellano noésis, nos apartamos de Eggers Lan, quien opta por traducir este término como “inteligencia”. teseopress.com 150 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En este pasaje Platón establece los diferentes grados de “conocimiento” que el hombre puede alcanzar. Si bien, en esta instancia, Platón no emplea el término noûs, utiliza nóesis. Para Fronterotta,160 la nóesis o noûs es la visión intelectual directa e intuitiva de las Ideas. Por tal motivo, es también la forma de conocimiento más clara.161 En este pasaje, Platón vincula la nóesis con el conocimiento de la ousía, esto es, con la esencia de la cosa. Para Platón, mientras la opinión se centra en lo que puede ser de una manera u otra, en el sentido de que está sujeto al devenir, la intuición intelectual conoce lo que es siempre idéntico a sí mismo, es decir, la ousía. El hecho de que en este pasaje para remitirse a las Ideas Platón emplee este último término así como también de que a lo largo de este libro de República, el VII, se refiera al ámbito de las Ideas mediante expresión tò noetón podría ser significativo.162 Fine, al analizar la alternancia del uso de nooúmena y eîde en el libro VI de República, argumenta que tal alternancia de términos, que podemos hacer coextensiva también al empleo de tò noetón, se debe a que para Platón es necesario tener de las Ideas el mejor conocimiento posible. Dicho tipo de conocimiento es, siguiendo a Fronterotta, el que se tiene en forma directa sin ningún tipo de mediación a través del noûs o nóesis. Al realizar este juego de asociaciones entre eîdos, nooúmena, ousía y noetón, Platón identifica a las Ideas con el ser de las cosas y las liga con el noûs de manera tal que transforma a este último en la facultad por medio de la cual estas llegan a ser conocidas. Ahora bien, la contraposición entre devenir y ousía, por un lado, y dóxa y nóesis por el otro, es también la oposición entre lo sensible y lo inteligible. Como consecuencia de esto, el término “noûs”, en tanto se refiere a la facultad por medio de la cual se conoce lo inteligible,163 va perdiendo la 160 161 162 163 Fronterotta (2001: 107). Fronterotta (2001: 108). Fine (1999:227). Frede (1999: 200). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 151 acepción originaria que lo vinculaba con la percepción, esto es, va perdiendo la acepción homérica vista en los apartados anteriores y que se podía rastrear, incluso, en algunos de los filósofos presocráticos.164 En este sentido en República VI, 507b 9-10, Sócrates afirma: De aquellas cosas <sensibles> decimos que son vistas pero no pensadas, mientras que, por su parte, las Ideas son pensadas, más no vistas.165 En este pasaje, claramente, Platón contrapone las Ideas a las cosas sensibles, a la vez que distingue el modo por el cual podemos acceder a cada una de ellas. Del análisis de los pasajes citados de República parece desprenderse que el noûs es aquello por cuyo medio el hombre conoce lo que no está sujeto al devenir, por tal motivo, en tanto su objeto es imperecedero y divino, será la facultad más elevada del alma. A través de suyo, se aprehende aquello que no depende de los sentidos, pero que explica todo lo que es percibido por medio de los sentidos. A diferencia de la diánoia, el noûs no necesita de la mediación de hipótesis ni tampoco recurrir a lo sensible, sino que conoce su objeto, las Ideas, en forma inmediata, por lo que ellas son en sí mismas. Pese a esto, en República 523a 10- 523b 4, Platón parece establecer una relación entre el noûs y la percepción: 164 165 Para un análisis del noûs como la facultad del conocimiento inteligible véase también Fedro 247d:“Así pues, el pensamiento de la divinidad, en tanto se nutre de la inteligencia (noûs) y de conocimiento sin mezcla- y el pensamiento de toda alma que se preocupe por recibir lo que le es apropiado-, al ver, al cabo del tiempo, lo que es, se regocija, y, contemplando lo que es verdadero, se alimenta y se deleita, hasta que la revolución circular la traslada en círculo hacia el mismo punto. En el curso de la circunvalación contempla la justicia en sí, contempla la moderación, y contempla también el conocimiento, no aquel que es próximo al devenir, ni el que se vuelve diferente al ocuparse de cosas diferentes de las que nosotros llamamos ahora ‘realidades’, sino el conocimiento que se ocupa de lo que realmente es lo que es” (trad. Santa Cruz -Crespo). Καὶ τὰ μὲν δὴ ὁρᾶσθαί φαμεν, νοεῖσθαι δ’ οὔ, τὰς δ’ αὖ ἰδέας νοεῖσθαι μέν, ὁρᾶσθαι δ’ οὔ. teseopress.com 152 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Te mostraré, si miras bien, que algunos de los objetos de las percepciones no incitan al noûs166 al examen, por haber sido juzgados suficientemente por la percepción, mientras otros sin duda la estimulan a examinar, al no ofrecer la percepción nada digno de confianza. (trad. Eggers Lan). En este pasaje Platón sostiene que la sensación incentiva al noûs a comenzar a operar en aquellos casos en los cuales lo percibido se presenta como problemático y, por ende, no puede avanzar. En esta pasaje, sin embargo, al utilizar la expresión “incitar al noûs”, Platón no necesariamente se está refiriendo a que esta facultad opera sobre lo sensible, sino más bien parece querer decir que, cuando lo percibido por medio de la sensación se presenta como contradictorio, dudoso o sospechoso, la contradicción, sospecha o duda es un incentivo para que operen las otras facultades, entre ellas la nóesis, que tienen como objetivo indagar más allá de los sentidos y sin su mediación. Si se acepta lo hasta aquí argumentado, debemos concluir que la aísthesis inicia el proceso por el cual el noûs conoce el fundamento de lo real. Como consecuencia de esto, si bien el noûs no tiene por objeto lo sensible, la búsqueda de este conocimiento está precedida por la percepción, y, por lo tanto, por la frecuentación con lo sensible. La percepción tendría la función de ser el “disparador” para que el hombre, paradójicamente, se distanciase de lo sensible y conociese lo que verdaderamente es.167 En este sentido, el proceso de conocimiento que culmina con el noûs que conoce las Ideas comienza por la percepción, pero debe apartarse de ella. Por tal motivo, si bien, en tanto forma parte del mismo proceso cognitivo, la 166 167 En este pasaje, optamos por dejar el término griego noûs que Eggers Lan traduce, como ya lo había hecho antes, como inteligencia. De hecho, en diálogos como el Fedro y el Menón, Platón sostiene que este conocimiento está en forma innata en el alma de quien conoce, razón por la cual, a través de la percepción de lo sensible, el hombre comienza el proceso de reminiscencia que culmina con el conocimiento de las Ideas. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 153 percepción, en alguna medida, está relacionado con el noûs, el noûs ya no es, como en su acepción originaria, el acto mismo de percibir ni el pensamiento producto de ese acto. En el Protréptico el noûs es identificado como la parte superior del alma y, por lo tanto, el ejercicio de sus facultades es considerado como lo propio del hombre. Si el hombre quiere ser feliz debe vivir conforme a esta parte del alma, en el ejercicio constate de sus funciones. Por tal motivo, la pregunta que se nos plantea es cuál de esas acepciones hasta aquí analizadas es la que Aristóteles podría estar retomando en el Protréptico y, por lo tanto, cuál es la naturaleza de la vida contemplativa defendida en el texto. ¿Es la acepción preplatónica analizada en las dos primeras secciones? o ¿es el significado platónico esbozado más arriba? Tales son los interrogantes que intentaremos responder en el apartado siguiente. La noción aristotélica de noûs y su relación con la vida contemplativa Existe un consenso relativamente unánime entre los estudiosos de los textos aristotélicos en cuanto a que para el Estagirita el ideal de vida elegible por sí mismo es el contemplativo y que dicho ideal de vida consiste en el ejercicio del noûs, esto es, en la contemplación de los primeros principios. Algunos de los textos clave para quienes sostienen esta interpretación son Ética Nicomáquea, Ética Eudemia, Acerca del alma y el primer libro de la Metafísica. Si bien estos textos constituyen una prueba al parecer indiscutible de esta tesis, es problemático, sin embargo, qué debemos comprender por “vida contemplativa” en Aristóteles. Uno de los primeros problemas con que nos enfrentamos al leer los textos es responder qué es la contemplación. Puesto que la eudamonía no es un estado sino una actividad ¿cómo debemos pensar la contemplación en tanto actividad? En este apartado nos ocuparemos de analizar este tipo de vida. teseopress.com 154 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Para ello, nos centraremos en el Protréptico y en algunos pasajes de la Ética Nicomáquea (libros I, VI y X), la Ética Eudemia (libro I) y en los Analíticos segundos (capítulo 19). En el fragmento 110 del Protréptico, Aristóteles afirma: Pues “el intelecto (noûs) es un dios en nosotros”, ya lo dijera Hermótimo o Anaxágoras, y “la vida mortal tiene parte de algún dios”. Por tanto, debemos filosofar φιλοσοφητέον o marcharnos de aquí y decir adiós a la vida, puesto que todo lo demás no parece ser más que frivolidad inmensa y necedad.168 En este fragmento, tal como lo hará en libro X de la Ética Nicomáquea, Aristóteles caracteriza al noûs como lo divino en nosotros, razón por la cual es aquello a cuyo ejercicio debemos abocarnos. Ahora bien, mientras que, en este fragmento y en los fragmentos 23 y 24 analizados en el apartado anterior, por medio de este término Aristóteles parece estar haciendo referencia a la parte superior del alma, en los fragmentos 28 y 65 parece aludir a una facultad, aquella cuyo érgon es la función distintiva del hombre. El objetivo de esta facultad no sería otra cosa que la contemplación de la naturaleza y la verdad (fragmentos 43 y 44). Para Douglas Madison,169 en el Protréptico Aristóteles equipara noûs con contemplación, pero dicho término no estaría usado con un sentido técnico. Desde su perspectiva, en esta obra, por “contemplación” Aristóteles está pensando en visión intelectual. Sin embargo, la alternancia entre 168 169 ‘Ὁ νοῦς γὰρ ἡμῶν ὁ θεός’, [εἴθ’ Ἑρμότιμος εἴτ’ Ἀναξαγόρας εἶπε τοῦτο,] καὶ ὅτι ‘ὁ θνητὸς αἰὼν μέρος ἔχει θεοῦ τινος’. ἢ φιλοσοφητέον οὖν ἢ χαίρειν εἰποῦσι τῷ ζῆν ἀπιτέον ἐντεῦθεν, ὡς τὰ ἄλλα γε πάντα φλυαρία τις ἔοικεν εἶναι πολλὴ καὶ λῆρος. En Ética Nicomáquea X 7, 1177b “tal vida <aquella conforme al noûs>, sin embargo, sería superior a la de un hombre, pues el hombre viviría de esta manera no en cuanto hombre, sino en cuanto que hay algo divino en él; y la actividad de esta parte divina del alma es tan superior al compuesto humano "(trad. Pallí Bonet). Douglas Madison (2008: 146). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 155 phrónesis, sophía y epistéme170 le otorga al término una complejidad que excede los límites de esta definición. En el fragmento 28, citado y analizado en el apartado II. 2, Aristóteles sostiene que el hombre reducido a la sensibilidad sería semejante a una bestia, pero también agrega que reducido al noûs sería directamente un dios. No obstante, el noûs es definido por Aristóteles como la facultad distintiva del hombre, por lo tanto, su ejercicio es considerado indispensable para que este pueda realizarse como tal. Surge la pregunta de cómo una función que es divina constituye la esencia del hombre, cuya naturaleza es la de ser un compuesto de alma y cuerpo. ¿De qué manera le es dado al hombre ejercitar esta función y qué debemos entender por noûs cuando nos referimos a la facultad humana y no divina? En relación con este interrogante Petrilli, señala que “el noûs parece ser la modalidad de pensamiento que no puede ser reducido a una base física. Aristóteles dirá que no se puede hacer una descripción en términos de una mecánica corpórea. Muchos intérpretes fundan esto en la interpretación dualista de la psykhé. El noûs, “intelecto”, es sujeto autónomo de los propios pensamientos y, por lo tanto, no puede ser una parte integral del alma humana. Su función esencial será la intuición intelectual”.171 Sin embargo, sostiene esta autora “hacer del noûs un ‘intelecto intuitivo’ significa impostar el problema en términos ontológicos, recurriendo a un tema filosófico posaristotélico, o sea, a la noción (neoplatónica o cartesiana) de la mente”. Desde la perspectiva de Petrilli, al analizar la noción aristotélica de noûs hay que evitar, pues, estos anacronismos.172 Pese a ello, esta autora, no termina de explicar en qué términos debe ser entendido el noûs 170 171 172 En el fragmento 17, Aristóteles define phrónesis en los mismos términos que define noûs en el fragmento 23 y 24. Paralelamente, en los fragmentos 33 y 35, equipara phrónesis con epistéme. Petrilli. (2009: 68). Petrilli (2009: 68). teseopress.com 156 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles aristotélico, si es que no debemos hacerlo como una facultad o parte del alma autónoma del cuerpo y aislada de las otras facultades del alma. Si bien es verdad que los fragmentos del Protréptico en los que aparece el término noûs son escasos, su análisis nos permite comprender, en alguna medida qué concepción tenía Aristóteles de esta facultad o parte del alma. Para esto, son clave los fragmentos 24 y 65. En el fragmento 24 Aristóteles afirma: A su vez, son actividades del intelecto las intelecciones, que son visiones de objetos inteligibles, de la misma manera que es actividad de la vista la visión de los objetos sensibles. Así pues, todas las cosas son deseables con vistas a las intelecciones y el intelecto, puesto que las demás cosas son deseables con vistas al alma, pero el intelecto es lo mejor en el alma y todo lo demás está constituido para lo que es mejor.173 Lo que nos interesa de este fragmento es la comparación realizada por Aristóteles entre el modo de ejercitar el noûs con la acción de ver. Esta comparación está focalizada en la relación entre la vista y las cosas sensibles, y el noûs y los principios inteligibles. Lo interesante de esta analogía y del fragmento en su conjunto es que, pese a la interpretación de Douglas Madison, según la cual en los fragmentos del Protréptico noûs tiene el sentido no técnico de contemplación, Aristóteles no dice que la facultad referida mediante este término sea una simple visión. El uso del término enérgeia en la primera oración del fragmento nos lleva a pensar que el noûs ni capta pasivamente su objeto ni esta captación es una mera aprehensión de lo inteligible, sino que es el resultado de una determinada acción. En este punto, es importante recordar que el término enérgeia forma 173 Τοῦ δ’ αὖ νοῦ αἱ νοήσεις ἐνέργειαι, ὁράσεις οὖσαι νοητῶν, ὡς τοῦ ὁρατικοῦ ἐνέργεια ὁρᾶν τὰ ὁρατά. νοήσεως οὖν καὶ νοῦ <ἕνεκα> πάνθ’ αἱρετὰ τοῖς ἀνθρώποις, εἴπερ τὰ μὲν ἄλλα τῆς ψυχῆς ἕνεχ’ αἱρετά, νοῦς δὲ τὸ βέλτιστον τῶν κατὰ ψυχὴν [μόνον], τοῦ δὲ βελτίστου τὰ ἄλλα συνέστηκε χάριν. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 157 parte de la misma familia de palabras que érgon, es decir, es un término vinculado con el obrar y el actuar. Si bien el significado de “acto” nos da la idea de que refiere a algo realizado, también conlleva la mediación proceso en el cual la intelección es el resultado final. Esto último aparece de manera más clara en el fragmento 65, en el que Aristóteles afirma que la función del noûs no solo es alcanzar la verdad sino conocerla. Para el Estagirita no basta ser el receptor de la verdad, sino que se debe llegar a ella por medio de su conocimiento. De la lectura de los fragmentos se desprende que, desde la perspectiva aristotélica, el hombre plenifica su naturaleza cuando ejerce la función que le es propia. Ahora bien, para Aristóteles esta función es el ejercicio de su facultad más elevada, es decir el noûs. Si el hombre se limitara a recibir la verdad, pero no realizara su proceso de adquisición no estaría ejercitando su noûs, razón por la cual no alcanzaría su felicidad. A partir del análisis de los fragmentos 24 y 65 como también de algunos pasajes de la Ética Nicomáquea sobre todo el libro X, capítulos 7 y 8, podemos concluir que Aristóteles caracteriza el conocimiento de los principios constitutivos de lo real como la actividad más elevada del hombre y esta actividad como la función del noûs. A partir de los textos citados y mencionados, se puede inferir que, si el intelecto es la mejor parte del alma, su actividad no solo será la más placentera, sino también la de mayor importancia. La caracterización del noûs como béltiston (fragmento 24) hace que las enérgeiai noéseis, en tanto son las actividades del noûs (fragmento 24), sean descriptas también como la función más relevante del hombre y su resultado, la visión de los noetá, el conocimiento más elevado al cual el hombre puede y debe aspirar. Sin embargo, el supuesto implícito que subyace en la estructura profunda de estos fragmentos, el 24 y el 65, y lo que le permite a Aristóteles identificar al noûs como la parte del alma más elevada es la naturaleza de estos últimos objetos (los noetá), teseopress.com 158 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles calificados en el fragmento 48 como las entidades primeras (tà próta) y reunidos bajo el rótulo “lo más cognoscible de los seres” (tò málista tôn ónton gnórimon) en el fragmento 86. Hasta aquí, podríamos decir que, en cuanto concibe al noûs como la facultad cuyo objeto son los principios inteligibles de lo real, Aristóteles es heredero de la concepción platónica del noûs. Al igual que Platón en los pasajes analizados de República, Aristóteles relaciona al noûs con la facultad por medio de la cual el hombre conoce lo que verdaderamente es, lo cual es identificado en el fragmento 24 como las noéseis o lo noetón en el fragmento 91. Tanto para Platón como para Aristóteles estos “objetos” son de naturaleza inteligible, razón por la cual su conocimiento no puede limitarse a la percepción. Sin embargo, lo que no nos dice Aristóteles en el Protréptico es cómo el noûs ejerce su función. La naturaleza del objeto del noûs -lo inteligible o las noéseis– hace que no pueda ser una facultad perceptiva, razón por la cual Aristóteles se estaría apartando en este punto de la tradición homérica vista en los apartados anteriores. No obstante, la naturaleza corpórea del hombre hace que tampoco pueda conocer lo inteligible de modo directo, motivo por el cual, si bien el noûs no es un tipo de percepción, deberá apoyarse de cierto modo en ella. Si se acepta esto, podemos concluir que hay en la noción aristotélica de noûs un resabio de la concepción originaria de este concepto. Un texto clave para profundizar esta línea de lectura es Analíticos segundos, más específicamente el capítulo 19 del libro II. Decimos que es un texto clave por dos motivos: primero porque nos permite reconstruir la noción de noûs de manera más completa que lo que nos permiten hacerlo los escasos fragmentos del Protréptico en los cuales esta noción aparece. Segundo, pero relacionado con esto, porque hay cierto consenso de que se trata de un texto que corresponde al período académico, razón por la cual podemos llegar a pensar que hay cierta continuidad entre esta obra y el Protréptico. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 159 Pese a ello, no se puede obviar el hecho de que aun en este texto, Analíticos Segundos, la noción de noûs se presenta como un concepto problemático. Dicha problemática es presentada de forma clara por Lesher.174 Para este autor, existe en la concepción epistemológica defendida por Aristóteles en Analíticos Segundos una especie de contradicción. Dicha contradicción se debe a la coexistencia de las siguientes afirmaciones: 1) que la ciencia es demostrativa (I 3, 72b 18-19) y 2) que los principios de la ciencia, que son objeto del noûs, no pueden ser demostrados I 3, 72b 21-22. La dificultad puede ser formulada en estos términos: ¿qué sentido tiene postular la inducción como una vía para obtener los primeros principios si disponemos de una facultad que puede conocerlos por intuición? Desde la perspectiva de este autor, Aristóteles salva esta contradicción argumentado que no todo conocimiento es demostrativo. Sin embargo, queda difuso cómo es que conocemos esos principios. Se podría pensar que Aristóteles recurre a una hipótesis ad hoc para explicar esta dificultad. Dicha hipótesis podría formularse del siguiente modo: “poseemos el noûs de los primeros principios porque debemos tener un conocimiento de ellos y otro tipo de conocimiento no parece ser posible sin ellos”. Ahora bien, este recurso no representaría para Lesher ninguna solución. La razón de esto es que se supone que llegamos a los primeros principios mediante inducción (epagogé), pero el noûs es concebido como una facultad que opera mediante la intuición intelectual. A esto debe sumarse que, si la actividad del noûs fuera la aprehensión de los primeros principios independientemente de los sentidos, Aristóteles estaría presuponiendo, de alguna manera, la existencia de un conocimiento a priori, lo cual equivaldría a afirmar la existencia de un saber innato, tesis que es rechazada por el Estagirita en el primer capítulo de Analíticos Segundos. En este primer libro, Aristóteles critica la teoría platónica de la reminiscencia sostenida en el Menón, así como la posibilidad 174 Lesher (1973: 44). teseopress.com 160 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles de que pueda haber algún conocimiento que se posea a priori. Aristóteles parece negar que los principios estén en el alma antes de que esta los pueda conocer. Sin embargo, sobre la base de lo que dijimos en relación con los fragmentos 24 y 65 del Protréptico, esta inconsistencia es aparente. Ella presupone la contraposición entre conocimiento empírico y noûs o intuición intelectual, contraposición que en la epistemología aristotélica no sería tan radical. En este sentido, la clave para entender el texto aristotélico sería dejar de definir el término noûs como la aprehensión de los primeros principios y comenzar a identificarlo con la culminación de un proceso de investigación. Como dice Berti, “el noûs para Aristóteles no es una mera intuición, sino una clarificación producto de un proceso que tampoco es una demostración en sentido propio, sino que es, por así decirlo, una mostración”.175 Desde esta perspectiva, el ejercicio del noûs no sería solamente una aprehensión de los principios sino el eslabón final de un proceso que debe empezar por los sentidos. Sobre la base de lo hasta aquí argumentado y volviendo a nuestro tema inicial, la naturaleza de la vida contemplativa, las conclusiones inmediatas a la que podemos arribar son dos. La primera es que la vida contemplativa es una actividad cognitiva que depende del noûs. La segunda conclusión es que, si bien este tipo de vida es aquello que emparenta al hombre con los dioses, el hecho de que el hombre sea un ser corpóreo vinculado con lo sensible hace que este proceso cognitivo deba partir de los sentidos. Este modo de conocer y la articulación entre percepción y noûs no solo permite distinguir al hombre del resto de los seres vivos, sino también diferenciarlo de los dioses que, carentes de necesidades y de afecciones corporales, pueden tener una aprehensión inmediata de lo inteligible. Esta limitación y, por lo tanto, este particular modo de operar del noûs en el hombre aparece en forma medianamente clara en el segundo libro de la Metafísica. En 175 Berti (2008: 36). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 161 Metafísica II 1, 993b 9-11, Aristóteles traza una analogía entre la reacción de los ojos de los murciélagos ante la luz y el efecto generado por los primeros principios sobre el intelecto que nos puede resultar esclarecedora para entender la concepción de ciencia y de sabiduría por él defendida en los dos primeros libros de la Metafísica. Para Aristóteles, “como los ojos del murciélago respecto de la luz del día, así se comporta el entendimiento de nuestra alma respecto de las cosas que, por naturaleza, son las más evidentes de todas”.176 A través de esta analogía, Aristóteles parece plantear una disyuntiva entre el objeto de conocimiento y la accesibilidad a ese objeto que, en cierto sentido, pone un límite a la filosofía entendida como el conocimiento del ser en sentido pleno. Según Pierre Aubenque, en este pasaje hay cierta reminiscencia platónica. Desde la perspectiva de este autor, la analogía trazada por el Estagirita nos remite a la imagen descripta por Platón en la alegoría de la caverna. Pese a que la luz del sol posibilita la visión, produce también el efecto inverso, “deslumbrando al que sale de la oscuridad: entre la maravillosa claridad de las verdades inteligibles y su percepción por la mirada humana, se interpondría ese fallo temporal que impide a la vista reconocer su verdadero objeto”.177 Retomando esta concepción de raigambre platónica,178 Aristóteles intenta demostrar que las limitaciones para conocer los principios que fundan lo real no radican en la naturaleza del objeto de estudio sino en la naturaleza del sujeto cognoscente. En el fragmento 8c de Sobre la Filosofía, Aristóteles adjudica esta dificultad al cuerpo. En este fragmento, el Estagirita afirma que las cosas inteligibles 176 177 178 Metafísica II 1, 993b 9- 11: ὥσπερ γὰρ τὰ τῶν νυκτερίδων ὄμματα πρὸς τὸ φέγγος ἔχει τὸ μεθ’ ἡμέραν, οὕτω καὶ τῆς ἡμετέρας ψυχῆς ὁ νοῦς πρὸς τὰ τῇ φύσει φανερώτατα πάντων. Aubenque (2008: 57). Al analizar este pasaje, Alejandro de Afrodisia, en su comentario a la Metafísica afirma que “nuestro intelecto se comporta así en la confrontación con las cosas más evidentes porque no es absoluto ni separado, sino unido a la sensación y a la potencia pasiva del alma, que son todos los impedimentos para la actividad que le es más propia” (142, 19-22)”. Véase Berti (2005: 216- 217). teseopress.com 162 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles y divinas son tenebrosas y confusas “por la niebla en la que el cuerpo nos envuelve”.179 Sin embargo, esta dificultad puede deberse no solo a la unión del intelecto con el cuerpo, sino también a la necesidad de que el conocimiento comience a partir de los sentidos. Para Aristóteles, lo más claro, esto es, lo más cognoscible es lo más universal y esto está alejado en grado sumo de los sentidos.180 Como afirma Enrico Berti, “Aristóteles no admite ningún contacto inmediato entre el intelecto y lo inteligible”181, razón por la cual, si bien los sentidos constituyen el primer peldaño hacia el conocimiento,182 también son un límite que hay que traspasar. Por tal motivo, en el fragmento 77 del Protréptico Aristóteles dirá: Como dijimos anteriormente, de dos cosas siempre es preferible aquella en la que más se da la cualidad en cuestión; la visión es necesariamente de todas las percepciones la más deseable y honorable, pero la sabiduría es más deseable que esta y que todas las percepciones y que el vivir, por poseer un grado más elevado de verdad, de manera que todos los hombres persiguen el saber por encima de todo.183 179 180 181 182 183 ) Ἡμîν δìα τὴν ἐπικειμένην τοû σώματος ἀχλὺν σκοτεινὰ καì ἀμυδρά. Metafísica I 2, 982a 23-25: “y, sin duda, lo universal en grado sumo es también lo más difícil de conocer para los hombres (pues se encuentra máximamente alejado de las sensaciones)”. Berti (2008b: 217). Tópicos VI 4, 141b 9-14. Fragmento 77: πάλαι δ’ εἴπομεν ὅτι [περ] δυοῖν ἀεὶ μᾶλλον αἱρετὸν ᾧ μᾶλλον ὑπάρχει ταὐτόν·τῶν μὲν αἰσθήσεων τὴν ὄψιν ἀνάγκη μάλισθ’ αἱρετὴν εἶναι καὶ τιμίαν, ταύτης δὲ καὶ τῶν ἄλλων ἁπασῶν αἱρετωτέρα καὶ <αὐτοῦ> τοῦ ζῆν ἐστιν ἡ φρόνησις, κυριωτέρα τῆς ἀληθείας <οὖσα>·ὥστε πάντες ἄνθρωποι τὸ φρονεῖν μάλιστα διώκουσι. Es importante recalcar que, en Analíticos segundos, Aristóteles afirma que el conocimiento comienza por los sentidos. En esta obra, más específicamente en II 19, 99b 30-35, al hablar del conocimiento de los principios, Aristóteles afirma: “es evidente, por tanto, que no es posible poseerlos <de nacimiento> y que no los adquieren quienes los desconocen y no tienen ningún modo de ser <apto al respecto>. Por consiguiente, es necesario poseer una facultad <de adquirirlos> pero no de tal naturaleza que sea superior en exactitud a teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 163 Según Aristóteles, a través de los sentidos, principalmente la vista, podemos alcanzar una descripción de cómo son las cosas, pero no de qué son y por qué son lo que son. Tanto en el pasaje de la Metafísica II 1, 993b 9-11 como en el fragmento 77 del Protréptico, Aristóteles parece hacerse eco de los argumentos esgrimidos por Platón en República VI, 508 d 4-9. En este pasaje, Platón afirma: “del mismo modo piensa así lo que corresponde al alma: cuando fija su mirada en objetos sobre los cuales brilla la verdad y lo que es, intelige, conoce y parece tener inteligencia; pero cuando se vuelve hacia lo sumergido en la oscuridad, que nace y perece, entonces opina y percibe débilmente con opiniones que la hacen ir de aquí para allá, y da la impresión de no tener inteligencia” (trad. Eggers Lan). Dados los límites del presente trabajo, no nos ocuparemos del análisis de la función de los sentidos en la epistemología platónica, ni de la relación que dicha función tiene con la asignada por Aristóteles. Pese a esto, es importante subrayar que ni Platón ni Aristóteles desestiman los sentidos per se. Ambos admiten que los sentidos constituyen la primera aproximación a las cosas y, por lo tanto, son el primer modo de acceder a ellas.184 Sin embargo, sostienen que si queremos saber qué son las cosas debemos conocer sus verdaderas causas,185 las cuales no pueden ser descubiertas a través de la simple observación, sino por la búsqueda de sus principios. Paralelamente, tanto Platón 184 185 los mencionados <principios>. Ahora bien, parece que esto se da en todos los seres vivos. Pues tienen una facultad innata para distinguir que se llama sentido”. (Trad. Candel Sanmartín). Según Aubenque (2008b: 58), “Platón no se tomaba a lo trágico esta distorsión entre el orden ideal del saber verdadero que va de la Idea a lo sensible y el orden humano de la investigación que se eleva de lo sensible a la Idea. En efecto, por una parte, tal investigación no era más que una propedéutica del saber y la vislumbre de su conclusión autorizaba la esperanza en un proceso por fin descendente, que coincidiría con la génesis misma de la cosa”. Analíticos segundos I 2, 71b 19-22. En el caso de Platón véase Fedón 97c 6-d 3. teseopress.com 164 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles como Aristóteles sostienen que, dado su carácter inteligible, dichos principios solo son cognoscibles por la inteligencia o el intelecto.186 Si bien en el fragmento 77 del Protréptico Aristóteles lleva a cabo una revalorización de las sensaciones como una fuente de conocimiento, define la sabiduría como el conocimiento más deseable, ya que tiene más autoridad sobre la verdad. Allí, al igual que en Metafísica II, 1, 993b 20-30, Aristóteles tiende a relacionar la verdad con el conocimiento de las causas y de los primeros principios, conocimiento que solo es posible a través del noûs.187 Lo que parece quedar claro de la lectura de los textos es que, al tener como objeto aquellos principios supremos de los cuales depende el resto de los principios (fragmento 35), la sabiduría no solo es aquel conocimiento que hace que la epistéme sea posible,188 sino también es el saber más elevado.189 Tal como el Estagirita dirá en las últimas líneas de los Analíticos segundos en relación con la intuición, podemos decir que la sabiduría, o el ejercicio del noûs (fragmento 24), “será principio de principio, en tanto que esta se comporta, en cada caso, de manera semejante respecto de cada cosa”.190 Ahora bien, como lo dijimos en el segundo apartado de este capítulo, el ejercicio del noûs es el érgon del hombre. Por este motivo, si retomamos el fragmento 63, analizado en el primer apartado de este capítulo, debemos concluir que cuando el hombre ejercita esta facultad no de forma 186 187 188 189 190 Protréptico fragmento 24. Ver también, Analíticos Segundos II 19, 100b, 14-17. En el caso de Platón, véase República VII, 508d- 509a. Protréptico fragmento 24. En Ética Nicomáquea VI 3, 1139b 33-35, Aristóteles afirma: “cuando uno está convencido de algo y le son conocidos sus principios, sabe científicamente; pues si no los conoce mejor que su conclusión, tendrá ciencia solo por accidente” (trad. Pallí Bonet). En Ética Nicomáquea VI 6, 1140b 31-35, “puesto que la ciencia es conocimiento de la universal y de las cosas necesarias, y hay principios de lo demostrable y de toda ciencia (pues la ciencia es racional), el principio de lo científico no puede ser ni ciencia, ni arte, ni prudencia” (trad. Pallí Bonet). Analíticos segundos II 19, 100b 15-16. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 165 accidental y de manera excelente, entonces eso será su verdadero bien, esto es, la causa de su felicidad. El motivo por el cual este ideal de vida es equiparable con la verdadera felicidad del hombre es que el conocimiento de los primeros principios constituye un fin en sentido propio, ya que es aquello que es querido por sí mismo y no por causa de otra cosa. De este modo, es el único ideal de vida que cumple con las nociones de fin y de bien analizadas en II. 1.2. La filosofía no será otra cosa sino el ejercicio de esta facultad. Por este motivo, la concepción antropológica expuesta en el Protréptico es central para entender el ideal de filosofía defendido por Aristóteles en este texto. Filosofar para Aristóteles no será otra cosa que realizarse plenamente como ser humano, motivo por el cual todo hombre debe hacerlo, ya que por este medio alcanzará su felicidad. En este sentido, como dice Berti, la exhortación a la filosofía “se basa en una precisa visión del universo como un orden teleológico que culmina en el hombre y en la actividad del hombre como un orden igualmente teleológico culminante en el pensamiento”.191 Dado esto, en el capítulo siguiente intentaremos exponer el ideario filosófico presentado en el Protréptico. 191 Berti (2008d: 163). teseopress.com teseopress.com 3 La concepción de filosofía en el Protr trép éptic ticoo de Aristóteles Tal como lo afirmamos en la introducción de este trabajo, el Protréptico habría sido escrito como una obra propagandística en el contexto de la controversia entre las dos escuelas más importantes del momento: la Academia y la escuela de Isócrates. Una de las cuestiones más importantes discutidas en esa controversia era qué concepción de filosofía merecía ser puesta en práctica. En relación con esto, la cuestión central es determinar qué ideario filosófico está defendiendo Aristóteles en el Protréptico y, por lo tanto, cómo se inserta en este debate. Si bien la interpretación tradicional del texto es que el Protréptico es una exposición de la concepción platónica de la filosofía, al leer los fragmentos del Protréptico, podemos notar que es problemático afirmar que las concepciones allí sostenidas por Aristóteles sean netamente platónicas y, por lo tanto, que el objetivo del Estagirita en esta obra haya sido defender la concepción platónica de la filosofía. Por este motivo, es legítimo preguntarse qué tipo de exhortación está realizando Aristóteles en este escrito y con qué objetivo la emprende. Pese a que es innegable que en esta obra Aristóteles efectúa una apología de la filosofía, no es evidente qué ideario filosófico está defendiendo allí. En este sentido, debemos tener en cuenta que la Academia se caracterizaba por ser un ámbito de permanente discusión de las tesis platónicas. Si bien la concepción de la retórica como el saber más elevado y la identificación isocrática de esta tékhne con la filosofía eran repudiadas, en general, por todos los miembros de la Academia, el clima de teseopress.com 167 168 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles debate presente en la “institución” platónica, hace que sea conflictivo decir que Aristóteles esté defendiendo el ideario sostenido por Platón. Del análisis de los fragmentos conservados se desprende que para Aristóteles la filosofía es un tipo de conocimiento teórico -práctico que se identifica con la búsqueda de los primeros principios de lo real (fragmento 33 y 48). Ahora bien, en tanto el conocimiento de esos primeros es de naturaleza intelectiva, la filosofía es identificada por Aristóteles con la la actividad contemplativa, motivo por el cual es equiparada también con el ideal de vida al cual el hombre debe aspirar. En este sentido, la lectura de los fragmentos a la luz de otras obras que conforman el corpus, tales como la Ética Nicomáquea o la Ética Eudemia son una prueba de que hay una continuidad entre lo sostenido por Aristóteles en su obra de juventud y lo defendido en su obra de madurez. Por tal motivo, en este capítulo intentaremos probar que, si bien el Protréptico debe leerse en el contexto de la polémica entre Isócrates y Platón, la concepción de filosofía allí defendida responde al ideal aristotélico, al cual no se le puede negar una fuerte influencia platónica. Esta lectura de la obra no solo nos permite dar cuenta del clima de discusión que se vivía en la Academia, sino también pensar a Aristóteles como un filósofo que ya estaría prefigurando sus propias concepciones, aunque estas estuviesen atravesadas o influidas por las concepciones imperantes en la institución en la cual se formó durante veinte años. La Academia durante la redacción del Protr trép éptic ticoo El hecho de que Aristóteles haya escrito el Protréptico durante su permanencia en la Academia hace que sea necesario indagar cuáles eran las características de esta escuela en el momento en el cual Aristóteles estaba escribiendo la obra. Nos limitaremos aquí a hacer una caracterización teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 169 muy general de lo que habría sido dicha institución, valiéndonos de los trabajos de algunos autores que han desarrollado el tema. Para ello, analizaremos muy sucintamente el pensamiento de algunos de los principales pensadores que pertenecían a Academia en ese lapso de tiempo, ya que la razón por la cual traemos a colación la concepción de estos pensadores no es reconstruir su pensamiento como un objeto en sí mismo, sino recrear, de algún modo, el escenario de debate que se podría haber gestado en la Academia, donde coexistían diferentes concepciones metafísicas. Por tal motivo solo nos interesa resaltar que esta gran variedad de posiciones deja al descubierto, como lo muestra Berti, la libertad de pensamiento existente en la Academia y explica en gran parte por qué Aristóteles llegó a profesar una doctrina diferente en puntos fundamentales a la de Platón. Como señala Düring,1 la Academia Antigua se caracterizaba por ser un ámbito de discusión permanente. Berti2 resalta como un dato importante que, cuando se produjo el ingreso de Aristóteles, la Academia estaba dirigida por Eudoxo, ya que Platón estaba en uno de sus viajes a Siracusa. La relación de Eudoxo con Platón no era la de discípulo a maestro, sino una relación de amistad, razón por la cual Eudoxo solía ser el remplazante natural de Platón durante sus ausencias de la institución que presidía.3 Si bien Eudoxo era médico, sus principales logros así como su prestigio no provenían del ejercicio de esa profesión, sino de sus investigaciones como matemático y astrónomo, muchas de los cuales resuenan en algunos de diálogos platónicos, como por ejemplo la República y el Timeo.4 En el plano filosófico, señala Berti, Eudoxo fue considerado un platónico aunque haya criticado las principales tesis que tradicionalmente se han atribuido al platonismo. Una de las principales críticas 1 2 3 4 Düring (1990: 284-285). Berti (1997: 67-71). Guthrie (1980: 447). Guthrie (1980: 447-452). teseopress.com 170 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles corresponde al ámbito ontológico y está relacionada con la teoría platónica de las Ideas. Eudoxo, a diferencia de Platón, sostenía que las formas no podían estar separadas de las cosas sino que debían ser inmanentes. Para Eudoxo, las cosas particulares eran el resultado de la unión entre la Idea y la materia.5 Desde su perspectiva, las Ideas son causa del mismo modo en que lo blanco es causa de la blancura de las cosas. Esta “reformulación” de la teoría de las Ideas parece tener dos consecuencias fundamentales: 1) el reemplazo de la noción de participación por la de mezcla para explicar la relación causal entre las Ideas y las cosas sensibles y 2) la materialidad de las Ideas: si las Ideas están mezcladas con la materia, estas deben ser, de algún modo, corpóreas.6 Según Düring,7 esta tesis fue propuesta por Eudoxo como una interpretación alternativa de la teoría platónica de las Ideas que era objeto de discusiones y debates en el seno de la Academia. Para este autor, las críticas a la teoría de las Ideas que aparecen atestiguadas en Sobre las Ideas y en la Metafísica serían el reflejo de este clima de discusión que imperaba en la institución. No obstante, Düring sostiene que este tema le resultaba en cierto sentido extraño a Eudoxo, razón por la cual “apenas si se justifica hablar de una teoría de las Ideas”8 en su pensamiento.9 5 6 7 8 9 En Metafísica I 9, 991a 15-17, al hablar sobre las Ideas Aristóteles: afirma “cabría, desde luego, pensar que son causas como lo blanco que se mezcla con lo blanco, pero una explicación tal, que propusieron Anaxágoras y Eudoxo y algunos otros, es fácilmente rechazable” (trad. Calvo Martínez). Berti (2008d: 221-222). Düring (1990: 397). Düring (1990: 397). Aristóteles Ética Nicomáquea X 2, 1172b 10-15: “Eudoxo pensaba que el placer es el bien supremo porque veía que todos los seres, racionales e irracionales, aspiran a él, y que en todos es deseable lo bueno y lo más excelente; por consiguiente, el que todos fueran atraídos hacia lo mismo indica que para todos placer era el mayor bien” (porque todo ser encuentra su propio bien como encuentra su alimento), y que el bien de todos y al que todos aspiran es el bien sin más (trad Pallí Bonet). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 171 Otras de las tesis de Eudoxo de la cual tenemos testimonio gracias a Aristóteles es la identificación entre el sumo bien y el placer. Dicha concepción representó otra ruptura respecto del pensamiento platónico. Según Berti, al presentar una concepción del bien contrapuesta a la platónica, Eudoxo habría afrontado aquello que era el problema de fondo en la Academia: la naturaleza del sumo bien.10 Su concepción del bien era de raigambre materialista y naturalista y estaba basada en la observación. Según Berti, la personalidad y las doctrinas de Eudoxo debieron de haber tenido un fuerte impacto sobre Aristóteles, así como también sobre el resto de los integrantes de la Academia. Su formación enciclopédica puedo haber sido un modelo para el desarrollo intelectual aristotélico. La simpatía de Aristóteles por este pensador se puede notar en el modo en que responde a las opiniones contrarias a las concepciones de Eudoxo, sobre todo, en su modo de responder a los contraargumentos de Espeusipo. La confrontación entre estos dos últimos pensadores fue, según Berti, objeto de especial interés para el Estagirita. 11 Ahora bien, desde la perspectiva de Berti, para comprender cómo se forjó el pensamiento aristotélico no basta analizar la influencia que tuvieron Platón y Eudoxo solamente, sino que es necesario también analizar cuál debió de haber sido el clima espiritual de la Academia en el período en el cual Aristóteles ingresó. En el quinto volumen de su historia de la filosofía, Guthrie comenta que la Academia era una sociedad de matemáticos y filósofos. No era solo una institución en la cual se impartían enseñanzas sino que era “una comunidad de investigadores de la verdad”, en la cual cada integrante seguía su propia vía y defendía las conclusiones a las cuales había llegado mediante su propio razonamiento.12 Desde la perspectiva de Guthrie, si 10 11 12 Berti (2008d: 222). Berti (2008d: 223). Guthrie (1980: 446). teseopress.com 172 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles bien Platón presidía la Academia, se presentaba a sí mismo como alguien que solo pretendía ser una guía cuyo objetivo era estimular y asistir al libre ejercicio de la mente.13 En esta misma línea, Düring14 argumenta que la Academia era muy diferente a otras escuelas de la época. Aristóteles habría encontrado allí una comunidad filosófica en la que todas las cuestiones eran discutidas y cada participante de la discusión debía de tener su propia postura al respecto. Düring, sostiene que “los años después del regreso de Platón a Atenas, más o menos hacia 365 a. C., son la verdadera época de florecimiento de la Academia. Los muchos sabios que residían entonces en Atenas no eran ciertamente unos solitarios, sino que se reunían a menudo en el perípatos de Platón para discutir” .15 En este período Platón escribió sus diálogos de mayor importancia filosófica, que fueron divulgados mediante lecciones públicas en la Academia. Desde la perspectiva de Berti,16 el ideal educativo de la Academia en el momento en el cual ingresó Aristóteles reflejaba en gran parte el programa enunciado en uno de sus grandes diálogos: la República. Según este autor,17 la Academia en los últimos años de vida de Platón era esencialmente una escuela de formación política y de investigación científica. Se suele sostener que Aristóteles permaneció en la Academia durante el período delimitado por la redacción del Parménides y la de las Leyes, esto es, el período en que fueron escritos los diálogos de vejez. Muchas de las tesis sostenidas por Platón en ese período fueron retomadas y comentadas por Aristóteles en sus propios escritos. Según Berti,18 en la Metafísica, Aristóteles atribuye a Platón una visión de la realidad articulada en niveles que constituían una jerarquía: 1) las Ideas, 2) los entes matemáticos y, por último, 13 14 15 16 17 18 Guthrie (1980: 446). Düring (1990: 451). Düring (1990: 451). Berti (1997: 78). Berti (2008d: 118-119). Berti (2008d: 113-114). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 173 3) las cosas sensibles. Para este autor, Aristóteles atribuye esta tesis de la realidad solo a Platón, distinguiéndola de la posición adoptada al respeto por Espeusipo y Jenócrates. Según Berti, las problemáticas relacionadas con la teoría de las Ideas que se pueden reconstruir en el Parménides de Platón son una muestra de que durante la permanencia de Aristóteles en la Academia había posiciones muy diferentes respecto de la metafísica platónica. Estas divergencias son aludidas por el Estagirita en algunos de sus escritos, como por ejemplo Sobre las Ideas y Metafísica. Si bien no han quedado muchos registros de las concepciones filosóficas de quienes pertenecieron a la Academia, han podido recuperarse algunos testimonios de las teorías de algunos de sus integrantes más importantes, entre ellos Espeusipo y Jenócrates. Espeusipo negaba las Ideas y postuló la existencia de los entes matemáticos. Según Dillon, la originalidad del planteo de Espeusipo habría sido su concepción de los entes números como potencias de todas las cosas. Espeusipo sostenía que existía un principio del número al cual se le podía llamar Uno en virtud de su unidad. En contraposición a la concepción platónica,19 consideraba que el Uno no podía identificarse con el Bien, pero tampoco podía ser la causa directa de todas las cosas sino solo de los números. Desde su perspectiva, si se aceptase que lo uno es el Bien, debería admitirse que la multiplicidad debe ser el mal o participar de él. De la unión del número y de la multiplicidad se generan los primeros principios de las figuras. Según Dillon,20 este sistema de números y figuras, concebidos como principios de lo real, no habría tenido los problemas de la diversidad y jerarquía a los cuales se habría tenido que enfrentar Platón con su teoría de las Ideas. 19 20 La identificación entre lo Uno y el Bien habría sido expuesta por Platón en Perì tàgathoû. Dillon (2005: 45). teseopress.com 174 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En contraposición con Espeusipo, Jenócrates21 sostenía la existencia de las Ideas, pero, en oposición a Eudoxo, consideraba que estas no podían estar en las cosas sino que deberían ser separadas. No obstante, su concepción de la teoría de las Ideas se diferenciaba de la concepción platónica en que identificaba las Ideas con los números matemáticos a los cuales equiparaba, a su vez, con los números ideales. Así, Jenócrates habría reducido a un solo género aquellas entidades que para Platón tenían una naturaleza completamente diferente. Según lo atestigua Plutarco, Jenócrates sostenía la existencia de dos principios: lo Uno y la Díada indefinida. Para Jenócrates el primero de estos principios, era la Mónada llamada también Intelecto, ya que, desde su perspectiva, el Número es intelecto. Esta Mónada o Intelecto contiene en sí todos los números.22 El segundo principio, la Díada, es presentado como la madre de los dioses y, por lo tanto, se identificada con el alma del universo. Sin embargo, según Dillon,23 Plutarco habría sostenido que el Alma del Mundo no era la Díada misma sino el producto de la Mónada y la Díada, junto con la adición de “igualdad y diferencia”. Por este motivo, desde la perspectiva de Dillon “el Alma del Universo” tal como es entendida por Plutarco es una burda distorsión del sistema metafísico de Jenócrates. En lo que al pensamiento platónico se refiere, algunos de los estudiosos de su obra tienden a pensar que, luego de la crisis intelectual expuesta en el Parménides, se pueden registrar cambios significativos en las concepciones filosóficas defendidas por Platón. Algunos de estos intérpretes consideran que en esta instancia de su pensamiento Platón formuló un conjunto de teorías que no habría hecho públicas. De estas doctrinas solo tenemos testimonios indirectos, 21 22 23 Berti (2008d: 238-240). Para el desarrollo de las principales tesis de Jenócrates, véase Dillon (2005: 98-155). Dillon (2005: 103). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 175 razón por la cual se les dio el nombre de ágrapha dógmata. Uno de los principales testimonios de esta teoría aparece en la Metafísica de Aristóteles. En esta obra, en los libros I, XIII y XIV, Aristóteles le atribuía a Platón una concepción del fundamento de lo real diferente de la que se puede encontrar en los diálogos. Algunos de los estudiosos que recogen estos testimonios, entre los que podemos mencionar a Jaeger y Dillon,24 sostienen que en este período de su pensamiento Platón había sustituido su teoría de las Ideas por la de los números Ideales.25 De acuerdo con esa concepción metafísica, los principios de todo lo real serían dos: lo Uno y la Díada indefinida. Las Ideas eran identificadas con los entes matemáticos o eran dependientes ontológicamente de estos últimos.26 “La polémica en torno a la teoría de las Ideas y a las teorías académicas alternativas se mantuvo probablemente a través de todo el tiempo que Aristóteles pasó en la 24 25 26 Dillon (2005: 16-29). Debemos aclarar que no es nuestra intención pronunciarnos en relación con la problemática en torno a las llamadas doctrinas no escritas ni tampoco indagar en torno de la línea interpretativa de la escuela de Tubinga, cuyos principales referentes son Gaiser y Krämer y Szlezák, ni de la escuela de Milán cuyos representantes son Reale y Migliori, entre otros. Sobre este tema remitimos a Ferrari, F. (2006), “Platon et la théorie des principes”, en L. Brisson - F. Fronterotta (eds.), Lire Platon, Paris, Vrin, 135-143; Gaiser, K. (1980), “La teoria dei principi in Platone”, en Elenchos 1 (1980) 44-75; Isnardi Parente, M. (1993), Platone e il problema degli agrapha, Méthexis 6, 73-93 ; Krämer, H. (1982) Platone e i fondamenti della metafisica. Saggio sulla teoria dei principi e sulle dottrine non scritte di Platone, con una raccolta dei documenti fondamentali, a cura di G. Reale, Milano, Vita e Pensiero (hay trad. castellana: Platón y los fundamentos de la metafísica, Caracas, Monte Avila, 1996); Migliori, M. (1998), La nuova interpretazione di Platone. Un dialogo tra Hans-Georg Gadamer con la Scuola di Tubinga e Milano e altri studiosi, Interventi di HansGeorg Gadamer, José-Ramón Arana, Rémi Brague, Günter Figal, Jens Halfwassen, Hans J. Krämer, Mauricio Migliori, Klaus Oehler, Giovanni Reale, Thomas A. Szlezák, Introduzione di Hans-Georg Gadamer, Milano, Rusconi;Napolitano Valditara, L. (1988), Le Idee, I Numeri, L'ordine: La Dottrina Della Mathesis Universalis Dall'Accademia Antica Al Neoplatonismo, Napoli, Bibliopolis. Véase Metafísica I 6. Berti (2004: capítulos 2 y 3). En el capítulo cuarto analizaremos también las interpretaciones de quienes han querido leer algunos fragmentos del Protréptico como testimonios de estas doctrinas no escritas. teseopress.com 176 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Academia”.27 En esta polémica, Aristóteles refutó tanto la teoría de las Ideas como la de las Ideas-números, sin que esto fuera un impedimento para autocalificase o ser considerado un miembro de la Academia. Según Berti, la única doctrina que defendían todos los miembros de la Academia era la concepción de la filosofía y su lugar en la vida humana. Dentro del núcleo de la Academia la filosofía no era concebida como cultura general, sino como una ciencia rigurosa que tenía como objetivo principal los principios supremos de lo real. Para Berti, la adhesión aristotélica a esta concepción se halla atestiguada en algunas de sus obras perdidas, como por ejemplo Sobre la filosofía.28 Como lo subraya este autor, la concepción aristotélica de la filosofía no era simplemente un nuevo sistema contrapuesto al platónico, sino la solución más adecuada al problema propuesto por Platón, que no era otro que el de la filosofía misma.29 Si se acepta lo aquí argumentado, podemos decir que el pensamiento aristotélico no solo debe de haberse forjado en base a trasmisión de las enseñanzas de Platón, sino también por las discusiones que estas generaban en el seno de la Academia. La influencia de Platón es quizá la más notoria o la más estudiada, pero precisamente por lo problemática que resulta para la tradición exegética es también aquella que no se puede obviar. Ahora bien, para comprender cabalmente esta influencia es preciso examinar en forma conjunta la obra de ambos filósofos. Antes de efectuar este análisis debemos aclarar que estará circunscripto al tema de este capítulo: la concepción de la filosofía en el Protréptico de Aristóteles. Por este motivo, el estudio de los diálogos platónicos no pretende ser un examen ni erudito ni exhaustivo. Si bien la concepción platónica de la filosofía merece 27 28 29 Düring (1990: 450). Esta obra, que se considera del período académico, habría sido una de las primeras exposiciones públicas en torno a los problemas discutidos en la escuela platónica. Véase Berti (2004:114). Berti (2008d: 116). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 177 un estudio más detallado, en esta instancia solo podremos realizar un análisis subsidiario respecto del objetivo central arriba enunciado. Antecedentes platónicos de la concepción de filosofía presente en el Protr trép éptic ticoo Como dijimos en la introducción de este capítulo, una cuestión ampliamente debatida en relación con el Protréptico es cuál fue el propósito que inspiró su redacción. La mayoría de los intérpretes coincide en que Aristóteles estuvo influido por dos hechos diferentes pero relacionados. El primero fue la disputa que mantuvieron las dos escuelas más importantes del momento: la Academia de Platón y la escuela de Isócrates. Estas dos escuelas no solo representaban dos paradigmas de paideía distintos, sino que cada una de ellas le otorgaba a su prâxis el nombre de filosofía,30 razón por la cual también se debatía qué función y finalidad tenía dicha disciplina.31 El segundo de estos hechos fue las intenciones que cada una de estas escuelas tenía de expandirse dentro y fuera de las fronteras de Atenas. Durante este período, la escuela de Isócrates era conocida a lo largo de todo el mundo helénico. Su influencia no solo se limitaba a los dominios de la ciudad en donde se encontraba la escuela (Atenas), sino que se extendía a lo largo del Mediterráneo, llegando incluso a Macedonia y a la corte persa.32 Sobre la base de estos dos hechos, podemos suponer que Aristóteles pudo haber escrito el Protréptico siguiendo dos objetivos distintos pero relacionados: por un lado, pudo haber pretendido elaborar un manifiesto oratorio, cuyo objetivo era persuadir a la juventud griega de elegir el ideal de vida teorético en un momento histórico en el 30 31 32 Isócrates, Sobre la fortuna 270-271, Platón, Eutidemo 282a-282d 2. Berti (2008a: 89-95). Chroust (1973: 122-123). teseopress.com 178 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles que muchos de los valores religiosos, políticos y sociales del pasado se habían perdido.33 Por otro, siguiendo los objetivos políticos de la ‘institución’ a la que perteneció por veinte años, Aristóteles pudo haber escrito su obra como un medio para dar a conocer el ideario filosófico de la Academia, sobre todo en aquellos contextos en los que la concepción de Isócrates tenía fuerte presencia.34 Entre los fragmentos conservados del Protréptico, no tenemos pruebas expresas de esta controversia. Sin embargo, en algunos fragmentos, como por ejemplo el 42, Aristóteles pone en juego algunos de los conceptos que parecen aludir al contexto de discusión descripto más arriba. Allí el Estagirita afirma: Pretender que toda ciencia produzca algo distinto <respecto de ella misma> y que deba ser útil es propio de alguien que desconoce absolutamente en qué medida se separan desde su origen las cosas buenas y las cosas necesarias. Pues se diferencian en grado sumo. En efecto, las cosas que deseamos para la realización de otras y sin las cuales es imposible vivir deben llamarse necesarias y causas concomitantes, mientras que las que son deseadas por ellas mismas y no resulta de ellas otra cosa son buenas, pues esto no es deseable por aquello y esto, a su vez, por otra cosa, yendo al infinito, sino que la serie se detiene en alguna parte. Es, por tanto, totalmente ridículo buscar de cada cosa una utilidad más allá de la cosa misma y <preguntar> qué provecho tiene para nosotros y qué utilidad tiene, pues como, verdaderamente, dijimos, el que < habla> de tal modo no se parece al que conoce lo bello y lo bueno, ni al que distingue la causa de la causa concomitante.35 33 34 35 Chroust (1973: 121). Según Narcy (1984: 28), “Herzel fue el primero en sugerir que la obra perdida de Aristóteles fue de inspiración platónica e indicó de manera precisa la fuente en el Eutidemo”. Τò δὲ ζητεῖν ἀπὸ πάσης ἐπιστήμης ἕτερόν τι γενέσθαι καὶ δεῖν χρησίμην αὐτὴν εἶναι, παντάπασιν ἀγνοοῦτός τινός ἐστιν ὅσον διέστηκεν ἐξ ἀρχῆς τὰ ἀγαθὰ καὶ τὰ ἀναγκαῖα. διαφέρει γὰρ πλεῖστον.τὰ μὲν γὰρ δι’ ἕτερον ἀγαπώμενα τῶν πραγμάτων, ὧν ἄνευ ζῆν ἀδύνατον,ἀναγκαῖα καὶ συναίτια λεκτέον, ὅσα δὲ δι’ αὑτά, κἂν ἀποβαίνῃ μηδὲν ἕτερον,ἀγαθὰ κυρίως. οὐ γὰρ δὴ τόδε μὲν αἱρετὸν διὰ τόδε, τόδε δὲ δι’ ἄλλο,τοῦτο δ’ εἰς ἄπειρον οἴχεται προιόν, ἀλλ’ ἵσταταί που. γελοῖον οὖν ἤδη παντελῶς τὸ ζητεῖν ἀπὸ παντὸς ὠφέλειαν ἑτέραν παρ’ αὐτὸ τὸ πρᾶγμα, καὶ τί teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 179 La mayoría de los intérpretes, entre los que cabe destacar a Düring,36 Berti37 y Vallejo Campos,38 coincide en que la primera parte del fragmento es una referencia implícita a Isócrates, para quien el conocimiento que no tiene una utilidad inmediata solo sirve como un ejercicio propedéutico, pero no constituye un fin en sí mismo. Para Isócrates “no hay que llamar filosofía a una actividad que en la actualidad no ayuda a hablar ni a obrar, sino que llamo ejercicio del espíritu y preparación para la filosofía a este entrenamiento”.39 En contraposición con el ideal platónico-aristotélico, para Isócrates la filosofía es equiparable a la retórica y esta asimilable a un saber de carácter pragmático que es necesario dominar para el buen funcionamiento de los asuntos privados y públicos.40 En Antídosis, más específicamente 84-85, en contraposición con lo enunciado en el fragmento 42 del Protréptico, Isócrates afirma: Comparadas con las enseñanzas de aquellos que pretenden exhortar a la templanza y a la justicia, las nuestras serían manifestaciones más verdaderas y útiles. Pues, ellos exhortan a una virtud y a una sabiduría que es desconocida por los demás y discutida por ellos mismos, mientras que yo hablo en favor de una virtud en la que todos están de acuerdo. Y ellos se dan por contentos si pueden atraer a su compañía a unos cuantos con la fama de su nombre (…) (trad. Vallejo Campos). En este pasaje, Isócrates resalta las dos cosas que parece buscar prioritariamente en la formación de cualquier individuo: la utilidad de aquello que se aprende y la supuesta 36 37 38 39 40 οὖν ἡμῖν ὄφελος; καὶ τί χρήσιμον; ἐρωτᾶν. ὡς ἀληθῶς γάρ, ὅπερ λέγομεν, οὐδὲν ἔοικεν ὁ τοιοῦτος εἰδότι καλὸν κἀγατὸν οὐδὲ τί αἴτιον τῷ διαγιγνώσκοντι καὶ συναίτιον. Düring (1990: 180). Berti (1990: 209). Vallejo Campos (2005:180). Isócrates, Sobre el cambio de la fortuna 266-267. Isócrates, A Nicocle, 35-36. teseopress.com 180 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles verdad de lo que se dice. Al referirse a la ‘utilidad’ Isócrates está haciendo referencia a la posibilidad de darle al conocimiento adquirido un uso concreto en las problemáticas de la pólis, es decir, que el contenido enseñado sirva de medio para la obtención de un bien determinado. En este punto, la crítica de Isócrates a los integrantes de la Academia pasa por la aparente falta de practicidad que las enseñanzas de esta institución parecen haber tenido, al centrar sus investigaciones en cuestiones metafísicas. Ahora bien, la pretensión de Isócrates es no solo que sus enseñanzas sean calificadas de útiles y, por ende, de mejores, sino también de verdaderas. En este punto, la confrontación entre el discurso proveniente de los integrantes de la Academia y el de los de la escuela de Isócrates es más conflictiva, pues en ambos casos, como podremos ver más adelante, tienen la pretensión de alcanzar la verdad. En este caso, el punto problemático es diferente, porque, mientras en el primer caso, en la crítica sobre la utilidad, lo que está en el trasfondo de la discusión es el criterio sobre lo útil o lo inútil, en el segundo, en la pretensión de verdad, lo que está en discusión es el significado y objeto al cual nos estamos refiriendo al hablar de ‘verdad’. Desde la perspectiva de Isócrates, la verdad no se identifica con el descubrimiento de un conjunto de principios o valores objetivos sino con aquello que es social y culturalmente admitido como verdadero por la mayoría de los hombres, es decir, con aquello sobre lo cual hay un determinado consenso. Por tal motivo, Isócrates puede decir, aludiendo a los académicos, que, mientras estos hablan de una virtud y sabiduría que es conocida solo por ellos, él se centra en las virtudes por todos admitidas. En consecuencia, considera que su discurso, además de ser útil, es más verdadero. Los miembros de la Academia, entre ellos Aristóteles, se empeñan en buscar lo verdadero en sí, pero su búsqueda carece de utilidad ya que, desde la perspectiva de Isócrates, ni siquiera ellos pueden acordar en qué consiste esa verdad buscada, razón por la cual sus especulaciones carecen de utilidad y de verdad. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 181 En contraposición con esto, basándose en la tesis de que quienes sostienen este ideario “filosófico” tienen una creencia absolutamente errónea sobre el conocimiento, en el fragmento 42, Aristóteles emprende la refutación de esta concepción isocrática de la filosofía. Para ello, analiza las nociones que, por así decirlo, constituyen el núcleo de la crítica que Isócrates efectúa en el pasaje citado más arriba, esto es, en el examen de las nociones de ‘lo necesario’, lo ‘útil’, ‘lo bueno’ y ‘la búsqueda de la verdad’. Según Aristóteles, mientras lo necesario es aquello que se persigue en función de otra cosa, lo bueno es aquello buscado por sí mismo. En este fragmento, pese a no establecer explícitamente una identificación, Aristóteles tiende a asociar lo útil con lo necesario y a estas dos categorías de cosas con lo provechoso. El primer indicio de esta asociación la encontramos en lo primera oración del fragmento mediante la alternancia de los términos khrésimos y anagkaîos. La lectura del texto nos puede tentar a ver un desplazamiento argumentativo, ya que, si bien las cosas necesarias son por definición útiles, la relación inversa no es por sí misma evidente, es decir, lo útil no es, forzosamente, necesario. No obstante, podemos ver que, al cerrar el argumento, Aristóteles vuelve a enfatizar que, dada la distinción radical entre las cosas necesarias y las cosas buenas, es ridículo seguir preguntándose por la utilidad o provecho que cada una de ellas tiene. Parece evidente que la negación de que lo bueno deba ser forzosamente útil tiende a relacionar esta última clase de cosas con lo necesario, aunque no podamos decir que a asimilarlo, dado que el concepto de utilidad es, por definición, mucho más amplio que el de necesidad. Para Aristóteles, las cosas necesarias reúnen dos características básicas: 1) son un medio para la obtención de otra cosa, 2) su adquisición constituye la condición sine qua non para sobrevivir. Tal como dirá en Metafísica V 5, 1015a 20, las cosas necesarias son condiciones coadyuvantes y, en este sentido, concausas o sunaítia. Tanto en el fragmento arriba citado como en esta última obra, las cosas necesarias son teseopress.com 182 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles definidas como factores determinantes, aunque no suficientes, para la obtención de un fin vital. Un claro ejemplo dado por el propio Aristóteles es la nutrición. Si bien la ingesta de alimento es condición necesaria para subsistir, no por ello es condición suficiente para lograr dicho fin. Además de esto, se debe realizar o dar otra clase de cosas que en conjunto o combinadas garanticen el cumplimiento de ese fin. Dicho en los términos de Megino Rodríguez, “lo necesario es concausa en un doble sentido: primero, y en tanto causa, porque de ella proviene la vida animal (en este sentido lo son la respiración o la alimentación); en segundo, y en tanto concausa, porque no es única, sino que contribuye junto con otras causas de su misma clase para producir el mismo efecto”.41 Las cosas buenas, en cambio, no reciben su calificativo por lo que se puede conseguir a partir de ellas, esto es, porque sean útiles, sino porque constituyen un fin en sí mismo.42 La lectura atenta del fragmento 42 nos permite decir que, mientras por un lado Aristóteles establece la relación entre lo útil, lo necesario y la concausa, por otro identifica las cosas buenas con los fines y las causas. A través de esta identificación, el Estagirita traza una clara distinción entre fines y medios, por una parte, y entre bienes y útiles, por otra. Lo bueno en sentido propio es aquello que constituye el fin último de la acción y, por lo tanto, es su causa final. Las cosas útiles, entre las cuales Aristóteles incluye los llamados bienes materiales, serán medios o, en todo caso, instrumentos para el logro de este fin, pero su adquisición nunca será una meta en sí misma. Desde la perspectiva de la mayoría de los estudiosos del Protréptico, esta objeción a Isócrates no era otra cosa más que una defensa del ideario filosófico de su maestro. En 41 42 Megino Rodríguez (2006: 148). Ética Nicomáquea I 1, 1094a: διὸ καλῶς ἀπεφήναντο τἀγαθόν, οὗ πάντ᾽ ἐφίεται Ética Eudemia I 8, 1218b 25: τὸ δ᾽ ὡς τέλος ἀγαθὸν ἀνθρώπῳ καὶ τὸ ἄριστον τῶν πρακτῶν. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 183 este sentido, lo primero que se puede advertir es que, como dijimos en el primer capítulo, la polémica entre Isócrates y Platón se halla atestiguada en varios de los diálogos de este último. La posición contra la cual Aristóteles está discutiendo en el fragmento 42 y que es considerada por la mayoría de los intérpretes como una alusión a Isócrates es presentada por Platón en el Gorgias. En este diálogo, en 485a 4 – 485b2, en el contexto de la polémica entre la concepción de la retórica y la práctica socrática de la filosofía, Platón pone en boca de Calicles la siguiente crítica a Sócrates: En cambio, yo creo que lo más razonable es tomar parte en ambas cosas; está muy bien ocuparse de la filosofía en la medida en que sirve para la educación, y no es desdoro filosofar mientras se es joven; pero, si cuando uno ya es un hombre de edad aún filosofa, el hecho resulta ridículo, Sócrates, y yo experimento la misma impresión ante los que filosofan que antes los que pronuncian mal y juguetean (trad. Calonge Ruiz). El punto central en este pasaje es qué entiende por filosofía el personaje creado por Platón y qué está criticando de esta concepción. Lo que se desprende de la extensa intervención de Calicles iniciada sobre el final de 482a es que la filosofía es una digresión especulativa sobre asuntos que carecen de importancia. La concepción de filosofía que parece estar criticando es aquella que la considera como la indagación sobre ciertos principios objetivos que explican lo real, esto es, la concepción platónica. Para Calicles, el ejercicio filosófico entendido de esta manera tiene su encanto en la juventud, pero, pasado ese período de la vida, es la perdición del hombre ya que por dedicarse a cosas carentes de sentido y de utilidad se vuelve inexperto en las cosas más importantes y que es preciso conocer.43 Como dice D. Stauffer, pese a que Calicles considera que 43 Gorgias 484 c-d. teseopress.com 184 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la filosofía aleja a los hombres de sus verdaderos objetivos, no es completamente hostil a la práctica de esta disciplina.44 En las palabras de Calicles resuena la crítica isocrática a la concepción platónica de la filosofía. Según Isócrates: Es mucho más importante tener una opinión razonable sobre las cosas útiles que saber con exactitud cosas inútiles y sobresalir un poco en lo grande que destacarse mucho en lo pequeño y en lo que nada ayuda para la vida (Elogio de Helena 5. trad. Guzmán Hermida). Tanto Calicles en su exposición como Isócrates en sus obras argumentan que la indagación socrática sobre lo real es una inquisición aceptable a una corta edad como una especie de propedéutica o juego, pero pasada esa edad impide dedicarse a lo útil o necesario. En ambos casos, la indagación llevada a cabo por parte de los platónicos es vista como un mero juego discursivo que carece de sentido. En este punto, ambos discursos son muy parecidos. El hecho de que Platón personifique esta concepción opuesta a su propio ideario en la figura de un personaje que no es Gorgias o Polo, esto es, que no es un retórico, parece ser relevante ya que si bien Isócrates era un pensador que criticaba el ideario platónico de la filosofía, también tenía una postura crítica sobre ciertas prácticas llevadas a cabo por los retóricos, muchas de las cuales coincidían con las críticas platónicas expuestas en el diálogo en cuestión.45 La 44 45 Stauffer (2006: 90). Según este autor (2006: 92), el argumento de Calicles “se desplaza entre dos motivos<el bien de la pólis y los intereses personales>. Por supuesto, los dos motivos están conectados, ya que la preeminencia de la ciudad en general trae consigo el poder de protegerse a uno mismo”. Desde la perspectiva de Stauffer, ambas razones entran en conflicto en el discurso de Calicles; por tal motivo, sus razones para rechazar la filosofía hacen que su crítica sea poco clara y carente de coherencia. En Elogio de Helena 6, Isócrates dice contra los sofistas: “pero no se ocupan de otra cosa que de sacarles dinero a los jóvenes. Y es su filosofía sobre las discusiones sobre la que puede hacerlo; porque ellos, sin pensar lo privado ni en lo público, disfrutan muchísimo con estas clases de discursos inútiles de todo”. (trad. Guzmán Hermida). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 185 inclusión de este tipo de críticas al ejercicio filosófico parece ser un modo de insertar el debate que históricamente Platón tenía con Isócrates46 y responder a los ataques que provenían de parte de la escuela de este último. En el libro VI de Republica, al exponer la tesis según la cual es necesario que el filósofo se dedique a la política, Sócrates hace una síntesis de las críticas que usualmente suelen recaer sobre su imagen. El análisis de estas críticas nos induce a pensar que, si bien Sócrates podría estar retomando la opinión general en torno al tema, uno de los interlocutores no expresos con el cual está discutiendo es Isócrates. En República VI, 489d 1-5, Sócrates, comentando una de estas críticas, afirma: La mayor calumnia y la más violenta hacia la filosofía sobreviene por obra de quienes dicen ocuparse de ella, y que, según lo que afirmas, hacen decir al que acusa a la filosofía que la mayoría de los que se ocupan de ella son depravados, y que los más razonables son inútiles, cosa en que yo convine contigo que era verdadera (trad. Eggers Lan). Este pasaje de la República puede ser leído a la luz de las acusaciones que habría recibido el Sócrates histórico. Sin embargo, la mención de la inutilidad del ejercicio filosófico nos induce a pensar que puede haber cierta remisión al discurso de Isócrates. Según Berti,47 el debate entre Isócrates y Platón constituye un conflicto del humanismo propio de la vida cultural ateniense del siglo IV a. C. Sin entrar en este largo debate, podemos decir que desde la perspectiva de autores como Jaeger,48 al darle a su actividad el nombre de filosofía, Isócrates habría invertido el significado que dicho término tenía para Platón. Desde la perspectiva de Jaeger, esta auto-adjudicación e inversión del significado de 46 47 48 Berti (1997: 91) recalca como una distinción notoria que, mientras Platón en República incluye el estudio de la matemática, que sirve como un tránsito para pasar del mundo sensible al mundo inteligible, en Nicocles Isócrates propone el estudio de la historia como un medio para adquirir experiencia. Berti (1997: 89 y ss). Jaeger (1993: 943). teseopress.com 186 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la filosofía era una representación simbólica de la contienda entre retórica y ciencia, cuyos representantes eran estas dos figuras, Isócrates y Platón, respectivamente. En esta misma línea interpretativa, Berti argumenta que, mientras que para Platón la filosofía era una ciencia que tenía un objeto y método propio, para Isócrates no tenía otro significado que el de cultura general.49 Para Isócrates, la filosofía tal como era concebida por los platónicos, esto es, como el conocimiento de los principios que rigen lo real y las acciones en general, era un sinsentido. Según Jaeger, “Isócrates coincide aparentemente con Platón en que concibe el conocimiento de los valores como la meta y el compendio de la cultura filosófica del hombre, pero reduce de nuevo este concepto a la significación puramente práctica que tenía en la conciencia ética del helenismo presocrático”.50 Desde la perspectiva de Isócrates, la filosofía debía tener un valor pragmático, basado en la dóxa. Para él, la filosofía era sinónimo de retórica y la retórica tenía un valor eminentemente práctico y, por ende, útil para la vida. Según Düring,51 pese a que Aristóteles estaba influido por Isócrates no solo en su estilo y método de exposición, sino en su visión general de la educación, él pertenecía al campo opuesto y persistió dentro del platonismo. Berti completa esta interpretación de Düring, al argumentar que el Protréptico debe ser estudiado “a la luz de la rivalidad entre la escuela de Isócrates y la Academia y, en particular, entre Isócrates y Aristóteles a propósito de la retórica”.52 El pasaje del Gorgias y el fragmento 42 del Protréptico son una prueba de que tanto Aristóteles como Platón defendían sus propios idearios de la filosofía del tipo de ataque antes presentado. 49 50 51 52 Berti (1997: 90). Jaeger (1993: 943). Düring (1990: 174). Berti (1997: 405). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 187 Entre los testimonios mencionados en relación con el Protréptico, los editores y traductores suelen citar el de pseudo-Isócrates, A Demónico 3-4. En esta obra, en contraposición con el fragmento 42, pero en consonancia con las palabras de Calicles y de Isócrates, su autor afirma: Cuando escriben discursos exhortativos para sus propios amigos asumen una noble tarea, aunque no cultiven la parte más importante de la filosofía. Pero aquellos otros que no enseñan a los más jóvenes los procedimientos por los que pueden ejercitar su destreza argumentativa sino cómo mostrar la excelencia de su condición natural por el carácter de su comportamiento benefician más a sus discípulos, en la medida en que los primeros centran su acción educativa solo en el discurso mientras que los otros perfeccionan su modo de ser. (trad. Vallejo Campos). Esta obra era considera una exhortación anónima que habría sido escrita en el seno de la escuela de Isócrates como una respuesta a la propuesta del Protréptico, es decir, su destinatario directo habría sido Aristóteles.53 De la lectura de este pasaje, se desprende que su autor no realiza una crítica a la práctica filosófica, sino a cierto modo de concebirla. Su crítica es que quienes defienden una concepción de la filosofía basada solo en el desarrollo de la argucia argumentativa no contemplan su parte más importante. El paralelo que se puede trazar entre este pasaje de A Démonico y los pasajes citados de Isócrates muestra, por una parte, que el debate entre este último y Platón excedía la figura de estos dos pensadores y constituía una verdadera confrontación entre las dos escuelas. Por otra parte, si aceptamos que el destinatario de las críticas del escritor anónimo era Aristóteles y que este último sostenía que el objeto de la filosofía era el conocimiento de la verdad, entendiendo por esto la búsqueda de los primeros principios (fragmento 33), podemos conjeturar que en este pasaje su mentor tiende a equiparar 53 Vallejo Campos (2005: 137). teseopress.com 188 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la búsqueda de esos principios con un mero ejercicio del lenguaje que no permite desarrollar las condiciones naturales de los jóvenes a los que pretenden educar. Frente a los ataques de Isócrates y los miembros de su escuela, es razonable pensar que tanto Platón como Aristóteles se imponen la misma meta: defender su ideario filosófico de aquellos que creían que era plenamente inútil. Ambos filósofos concebían que el ejercicio filosófico no se podía evaluar por su aparente utilidad o necesidad. Tanto Aristóteles como Platón sostenían que el objeto de la filosofía se identificaba con aquello que, si bien desde la perspectiva de la mayor parte de los hombres parecía inútil, constituía el verdadero sentido de cualquier indagación: el conocimiento de lo real. De la lectura de los diálogos platónicos y del Protréptico de Aristóteles se desprende que el que conoce la verdad no puede obrar sino conforme a ella, por lo tanto, el conocimiento de la verdad hace que el alma de quien la posee esté en armonía consigo misma.54 En consecuencia, a través de su indagación tanto Platón como Aristóteles intentarán demostrar que, contrariamente a lo que suponía Isócrates, su ideario de la filosofía y su implementación proporcionaban a los hombres los mayores beneficios. Jordan argumenta que en sus diálogos de madurez Platón formuló una nueva concepción tanto de la vida filosófica y del método filosófico como de la realidad y del alma que constituye un distanciamiento respecto de su formación socrática. El nuevo método de hipótesis y la nueva doctrina de la reminiscencia se mencionan por primera vez en el Menón, diálogo en el cual Platón comienza a enfrentarse con algunos de los problemas inherentes al élenkhos socrático. Las nuevas doctrinas filosóficas acerca de la naturaleza del alma y sobre la naturaleza del conocimiento y la realidad son desarrolladas, según Jordan, en el Fedón y en la República. En el primero de estos diálogos, Platón 54 Gorgias 488 a-b. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 189 concibe la filosofía como un modelo de vida que, dado que tiene como fin la progresiva separación del alma respecto de las perturbaciones del cuerpo, tiene como objetivo ser una práctica para la muerte.55 Desde la perspectiva de este autor, los procedimientos y teorías arriba mencionados son “elementos” esenciales de esta nueva concepción platónica de la filosofía. La lectura de los pasajes citados de los diálogos permite concluir que para Platón la filosofía es un tipo de investigación e indagación cuyo objetivo es alcanzar la verdad. Para Platón, el filósofo, “en primer lugar, debía ser conducido por la verdad, a la cual tenía que buscar por todos lados y en todo sentido, salvo que fuera un impostor que no tuviera parte alguna en la verdadera filosofía”.56 En el caso de diálogos como el Gorgias, dicha búsqueda parece consistir en llegar a un consenso sobre el tema discutido: la justicia. Ahora bien, el hecho de que esta búsqueda se dé en el contexto de un diálogo es una prueba de que es concebida como una labor conjunta de los interlocutores en la cual cada uno va extrayendo las verdades contenidas en su alma. Al analizar los últimos parágrafos del Eutidemo, Narcy57 sostiene que la intervención de Sócrates hacia el final de la obra constituye una defensa del diálogo como método filosófico. Su respuesta consiste en ver la realidad misma de la filosofía, una invitación a comprender su verdadera dimensión. El método mayéutico empleado sobre todo en los primeros diálogos es esclarecedor respecto del rol e importancia que tenía para Platón el empleo del diálogo como un modo de indagación y acceso a la verdad. A través del uso de este recurso, Platón parece poner de manifiesto que el conocimiento es un proceso de búsqueda conjunta en el que la verdad va “emergiendo” del alma de 55 56 57 Jordan (2005: 72). República 490a 1-3. Si bien sobre este tema volveremos en el capítulo quinto, este punto es una de las grandes diferencias que podemos encontrar entre las concepciones platónica y aristotélica de la filosofía. Narcy (1984: 142). teseopress.com 190 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles los interlocutores. El clima de la Academia descripto en el apartado anterior es una prueba de que el diálogo no es solo un recurso literario sino que responde además al modo de concebir la filosofía dentro de esta escuela. En Fedro 276e4-277a4, en el contexto de la crítica a la escritura, Platón realiza también una especie de defensa del diálogo como un método filosófico acertado para la búsqueda de la verdad. Desde la perspectiva platónica: Mucho más excelente es ocuparse con seriedad de esas cosas, cuando alguien, haciendo uso de la dialéctica y buscando un alma adecuada, planta y siembra palabras con fundamento, capaces de ayudarse a sí mismas y a quienes las planta, y que no son estériles, sino portadoras de simientes de las que surgen otras palabras que, en otros caracteres, son canales por donde se transmite, en todo tiempo, esa semilla inmortal, que da felicidad al que la posee en el grado más alto posible para el hombre (trad. Lledó Íñigo). En este pasaje, Platón sintetiza de alguna manera el proceso descripto más arriba. La palabra es un instrumento que, implementado por la dialéctica, impulsa y sirve como motor para la búsqueda del conocimiento. En este pasaje, la palabra es caracterizada como el medio que posibilita el conocimiento por dos motivos fundamentales: en primer lugar, porque es portadora de conocimiento; en segundo lugar, porque permite trasmitir e instaurar aquellas semillas que hacen que el que las recibe se oriente a la búsqueda de la sabiduría y, por lo tanto, a la felicidad. Algo análogo parece estar presente en el Gorgias, cuando Platón poner en boca de Sócrates la siguiente afirmación: “la conformidad de mi opinión con la tuya será ya, realmente, la consumación de la verdad”.58 58 Gorgias 487e 4-6 φίλος γάρ μοι εἶ, ὡς καὶ αὐτὸς φῄς. τῷ ὄντι οὖν ἡ ἐμὴ καὶ ἡ σὴὁμολογία τέλος ἤδη ἕξει τῆς ἀληθείας. En 486e 4-5, “estoy seguro de que en lo que tú estés de acuerdo conmigo sobre lo que mi alma piensa, eso es ya la verdad misma”. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 191 Ahora bien, si la búsqueda de la filosofía es la verdad, siguiendo a G. Vlastos,59 podríamos preguntarnos qué tipo de verdad le interesa buscar a Platón, puesto que no es su intención discutir sobre cualquier tema. La respuesta se encuentra, en el ámbito ético, en los diálogos de juventud, y en el ontológico, o en la relación de ambos, sobre todo en los diálogos de madurez y de vejez. En el ámbito ético, le interesa indagar la naturaleza de las virtudes. En el plano ontológico-epistemológico, pretende determinar la naturaleza de los principios de lo real, la posibilidad de acceder a ellos, así como la incidencia que estos principios tienen en el plano ético-político. Un ejemplo de esto último lo constituye República. En este diálogo, en 485a10 b 3, Platón afirma: ─Hemos de convenir ─afirmé─, con respecto a las naturalezas de los filósofos, que siempre aman aquel estudio que les hace patente la realidad siempre existente y que no deambula sometida a la generación y a la corrupción (trad. Eggers Lan). Lo relevante de este diálogo es que la indagación sobre la naturaleza de la filosofía está inserta en el debate sobre cuál es el mejor Estado. La concepción de la filosofía como la búsqueda del conocimiento del bien desarrollada en los libros VI y VII es solidaria con su concepción de la pólis y de la justicia. En este sentido, la noción platónica de filosofía tiene la particularidad de unificar una concepción ontológico-epistemológica de lo real con una concepción ético-política. Sobre la base de la interpretación jaegeriana del pensamiento platónico, Berti60 sostiene que el tema central de la especulación platónica habría sido político. Desde 59 60 Vlastos (1999: 40). Para Vlastos, “no hay ninguna razón para suponer que Sócrates piensa que las verdades en el dominio de las tékhnai, prácticas, o de las matemáticas o de la lógica sean apropiadas para el argumento elenxético”. Según este autor, el ejemplo del ejercicio matemático realizado con el esclavo en el Menón (81e- 82a) sirve para dar cuenta del pasaje del moralista de los primeros diálogos al Platón metafísico de los medios. Berti (2008a: 77). teseopress.com 192 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles esta perspectiva, el interés central de Platón habría sido el problema en torno a las cuestiones políticas, culturales, éticas y educativas de su propia época. En consecuencia, la descripción del filósofo como un amante del conocimiento de lo real debe leerse a la luz de esta concepción más integral de la filosofía en la que, si bien el conocimiento tiene un fin en sí mismo, este debe estar volcado, a su vez, en el cuidado de la pólis. La lectura de este pasaje a la luz del resto del diálogo nos permite concluir que el filósofo desea conocer lo que siempre permanece conforme a sí mismo y, por lo tanto, lo auténticamente real. Ahora bien, al ser el portador de este conocimiento y, por ende, de lo bello, lo justo y lo bueno, solo él es apto para gobernar la pólis.61 En esta concepción de la filosofía encontraremos algunas de las diferencias entre Platón y Aristóteles. Si bien de este punto nos ocuparemos en el capítulo quinto, es importante señalar que mientras que de la lectura de la República se desprende que para Platón los filósofos son una elite conformada por los hombres que se destacan por el ejercicio de la parte más elevada del alma, para Aristóteles todo ser humano debería filosofar para que predominara esta parte del alma y se realizase como tal. Desde la perspectiva de Platón, solo por medio de la filosofía se conoce el fundamento de lo que es, motivo por el cual o los filósofos deben dedicarse a la política o los políticos deben ocuparse de la filosofía. Para Aristóteles, como podremos verlo, la filosofía es el único medio para conocer los primeros principios, motivo por el cual no es una actividad realizada como un medio para obtener otra cosa, sino como un fin. Sin embargo, tal como lo dice en el Protréptico, en tanto es el conocimiento de la verdad, la filosofía es también la ciencia que proporciona los criterios para establecer leyes justas y buenas para la ciudad. En consecuencia, es útil para legislar y gobernar. Ahora bien, esta relación entre política y filosofía no es presentada en los mismos términos en que 61 Para un análisis de estos pasajes, véase Pappas (2005: 110-112). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 193 Platón lo hace en la República, diálogo con el cual se suele vincular al Protréptico. Aristóteles no dice que el filósofo debe gobernar, sino que el ejercicio filosófico es de una utilidad fundamental para poder gobernar satisfactoriamente, razón por la cual, sea quien sea que gobierne, sería óptimo que se dedicase a la filosofía. Retomando nuestro análisis anterior, podemos notar que en el Fedro, en otro contexto, Platón esboza otras facetas de su concepción de la filosofía. En esta obra, contrapone la retórica al método dialéctico, método que parece equiparar con el ejercicio filosófico.62 Tal como parece desprenderse del Fedro, el discurso filosófico está basado en el conocimiento63 y, por lo tanto, su autor puede deliberar sobre la pertinencia de sus premisas. La retórica, en cambio, es una mera lucha cuyo objetivo no es dar las razones de lo que se dice sino vencer discursivamente al contrincante.64 En este contexto, el objetivo filosófico de Platón era repudiar a la retórica y criticar a quienes, practicándola, se pierden en el camino de lo verosímil.65 En este pasaje, podemos notar cómo Platón desvincula el discurso de la verdad y lo conecta directamente con la dóxa. Al conectarlo con la dóxa, relaciona la retórica con lo aparente y, de este modo, solo con lo presuntivo.66 Su discurso queda abocado únicamente a un 62 63 64 65 66 Según Hadot (1998: 75), “la dialéctica platónica no es un ejercicio puramente lógico. Es más bien un ejercicio espiritual que exige a los interlocutores una ascesis, una transformación de ellos mismos. No se trata de una lucha entre dos individuos en la que el más hábil impondrá su punto de vista, sino de un esfuerzo hecho en común por dos interlocutores que quieren estar de acuerdo con las exigencias racionales de un discurso sensato del lógos”. En República VII, 532a5-b2, Platón define la dialéctica en los siguientes términos: “del mismo modo, cuando se intenta por la dialéctica llegar a lo que es en sí cada cosa, sin sensación alguna y por medio de la razón, y sin detenerse antes de captar por la inteligencia misma lo que es el Bien mismo, llega al término de lo inteligible como aquel prisionero al término de lo visible” (trad. Eggers Lan). Fedro 276a. Véase Jordan (2005: 72). Lledó Íñigo (2007: 299). Narcy (1984: 142). teseopress.com 194 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles saber tentativo mediado por la apariencia y, por lo tanto, carente de fundamento. Del análisis del diálogo se desprende que el orador no necesita saber qué son las cosas para lograr que un discurso sea persuasivo, sino tan solo retomar las opiniones socialmente establecidas sobre lo que dichas cosas son. Ahora bien, como dichas opiniones pueden ser tanto verdaderas como falsas también el discurso del orador puede ser verdadero o falso. Su arte queda reducido a una mera argucia verbal a través de la cual no se puede profundizar sobre la naturaleza de las cosas. Según Düring,67 tal como pasaba con el término sophía, epistéme significaba simplemente la capacidad de dominar un arte u oficio. Paralelamente, en el ámbito político, dicho término designaba el arte de conquistar a los hombres mediante la palabra. Desde la perspectiva de este autor, Sócrates dio al término otro significado, ya que, para este último, lejos de designar el arte de ganarse a los hombres para su propio beneficio, epistéme designaba la verdadera comprensión o inteligencia objetiva de las cosas. En sus diálogos, Platón se estaría apropiando de esta concepción socrática del término. Tal como lo afirmará en Menón 97e-98a, para que un conjunto de afirmaciones pueda ser considerado verdadero conocimiento debe estar basado en una minuciosa discriminación de las causas y, por ende, en la comprensión de la naturaleza del objeto en cuestión. Caso contrario, como mucho será una recta opinión, pero no epistéme. Teniendo como telón de fondo esta crítica a la retórica y su contraposición al método dialéctico, en Fedro 256a 6- b3, Platón dirá: Si vence la parte mejor de la mente, que conduce a una vida ordenada y a la filosofía, transcurre la existencia en felicidad y concordia, dueños de sí mismos, llenos de mesura, subyugando lo que engendra la maldad en el alma, y dejando en libertad a aquello en lo que lo excelente habita (trad. de Lledó Íñigo). 67 Düring (1990:182). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 195 Desde la perspectiva platónica, el filósofo se diferencia del retórico en que no busca maximizar su poder sobre los otros, sino el cuidado del alma. 68 La lectura del pasaje del Fedro a la luz de los pasajes citados de la República y el Gorgias nos permite concluir que la filosofía es concebida por Platón como una clase de conocimiento que le permite al alma estar en armonía consigo misma y, por lo tanto, hace posible un buen vivir. En este sentido, Jaeger, al interpretar la obra de Platón, argumenta que la vida filosófica, basada en el conocimiento de la naturaleza humana y lo mejor para ella, es una tékhne cuyo objetivo es tanto el cuidado del alma como el del cuerpo.69 La lectura de este pasaje del Fedro nos permite trazar una especie de paralelismo entre lo aquí argumentado por Platón y lo defendido por Aristóteles en fragmento 2 del Protréptico: <Los bienes externos>… les impiden a los que los eligen hacer alguna de las cosas que deben; por ello, al contemplar la desgracia de éstos, es preciso rehuirla y creer que la felicidad no se deriva de la posesión de muchas cosas, sino más bien de una determinada disposición del alma. En este fragmento, Aristóteles dice que solo el hombre que posee el alma educada (pepaideuméne) merece ser llamado feliz, aun cuando carezca de cualquier otro tipo de bienes. En concordancia con lo dicho por el Sócrates platónico, para Aristóteles la felicidad no radica únicamente en la posesión de bienes,70 ni en el poder que se pueda ejercer sobre los otros, sino en una determinada disposición del alma. La lectura del fragmento 2 a la luz de los restantes fragmentos conservados nos permite inferir que dicha disposición del alma es el estado obtenido cuando 68 69 70 Jordan (2005: 87). Jaeger (1993: 532). En Ética Nicomáquea I 5, 1096a 5-6 Aristóteles afirma: “En cuanto a la vida de los negocios, es algo violento, y es evidente que la riqueza no es el bien que buscamos, pues es útil en orden a otro” (trad. Pallí Bonet). teseopress.com 196 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles se alcanza la sabiduría y que el único medio para lograrlo es el ejercicio filosófico. Desde la perspectiva aristotélica, el alma humana no debe rebajarse a ser menos de lo es por naturaleza. Ahora bien, por lo analizado en el segundo capítulo, sabemos que el hombre se identifica fundamentalmente con el alma, razón por la cual los bienes del alma serán superiores. En consecuencia, aquellos que se esmeren por alcanzar los bienes del cuerpo y no realicen nada por conseguir los bienes del alma estarán en una condición peor que sus sirvientes (fragmento 3). De esta concepción de la verdad y la filosofía parece desprenderse que, como dice Berti, Aristóteles le concede a la filosofía el mismo puesto que el otorgado por Platón y el resto de los integrantes de la Academia. Como dijimos en el apartado anterior, toda la Academia concebía que la filosofía era el bien más elevado del hombre, es su fin último y la condición para el ejercicio de todas las virtudes (fragmento 21 y 67), incluyendo la política y la ética (fragmentos 47 y 49). “Aristóteles en el Protréptico se presenta como el portavoz y el defensor público de esta concepción”.71 La relación entre filosofía, sabiduría o conocimiento de lo que es y el estado del alma se halla presente también en Fedro 249c4-7 Por eso, es justo que solo la mente del filósofo sea alada, ya que, en su memoria y en la medida de lo posible, se encuentra aquello que siempre es y que hace que, por tenerlo delante. El dios sea divino. El varón, pues, que haga uso adecuado de tales recordatorios, iniciado en tales ceremonias perfectas, solo él será perfecto (trad. de Lledó Íñigo). Del análisis de los pasajes de la República y este último pasaje del Fedro, se desprende que la filosofía, además de ser el medio por el cual el hombre alcanza el estado del alma más elevado, es también el conocimiento de los principios 71 Berti (2008d: 115). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 197 explicativos de lo real: las Ideas. Para Platón, el filósofo es aquel que busca la sabiduría, es decir, la adquisición de la ciencia cuyo conocimiento es inestable e imposible de alcanzar plenamente. La característica principal del filósofo es su amor por el estudio de “la esencia que permanece eterna y sin entrar en el proceso de generación y corrupción”.72 Desde la perspectiva platónica, solo el filósofo conoce lo que verdaderamente es, esto es, las realidades esenciales. En resumen, el filósofo es para Platón el verdadero portador del conocimiento, mientras que el resto, en tanto que deambula por la multiplicad de lo que deviene, participa solo de la dóxa.73 Si se acepta lo hasta aquí argumentado, podemos concluir que la filosofía será para Platón aquella clase de saber que se erige como el verdadero conocimiento de lo real, esto es, la ciencia que da cuenta de lo que es y, por lo tanto, el fundamento epistemológico del resto de los saberes. En su introducción al Fedro, Lledó Iñigo propone una comparación entre el conocimiento del filósofo y el sentido de la vista que puede ser esclarecedora. Según Lledó Iñigo, desde la perspectiva platónica, así como el que observa cosas bellas crea una realidad que se ajusta a sus deseos, el filósofo, al tener capacidad de ver lo real, encuentra el verdadero sentido de las cosas.74 Sin embargo, Ferrari75 sostiene que para Platón la recuperación del conocimiento de lo real no puede ser la tarea excluyente ni más importante del filósofo. Esta dimensión teorética debe tener un correlato en la praxis. Tal como parece desprenderse de los diálogos citados desde la perspectiva platónica, ambos aspectos, el teórico y el práctico, 72 73 74 75 Festugière (1967: 59). Véase Festugière (1967:158-159). Lledó Íñigo (2007: 298). Ferrari (1999: 143). teseopress.com 198 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles se hallan estrechamente relacionados, ya que el que conoce lo que es verdaderamente bueno necesariamente actúa conforme a ello. El concepto que desde nuestra perspectiva condensa ambos aspectos de la filosofía, el teórico y el práctico, es el de sabiduría. En este sentido, un diálogo que puede resultar clave para comprender este concepto y la relación entre conocimiento y acción es el Eutidemo. Decimos que es un diálogo que puede ser de importancia al respecto por dos motivos. En primer lugar, porque, tal como dijimos en el primero capítulo, la mayor parte de los estudiosos considera que fue el modelo inspirador del Protréptico. En segundo lugar, porque en este diálogo Platón explícitamente expone que la sabiduría no solo es el conocimiento de lo justo y lo bueno sino que además sostiene que es aquella clase de conocimiento por medio del cual somos capaces de ser virtuosos y hacer un uso correcto del resto de los bienes. En este diálogo, en 282c 5- d 2, Platón se refiere a la filosofía en estos términos: ─¡Bravo, buen hombre! Has hecho bien al liberarme de una larga indagación precisamente a propósito de este punto: si la sabiduría (sophía) es enseñable o no. Ahora, entonces, puesto que no solo parece que lo es, sino que, además, es lo único capaz de hacer feliz y afortunado al hombre, ¿qué otra cosa dirías sino que es necesario filosofar, y que tú mismo tienes la intención de hacerlo?”76 (trad. Olivieri). En este pasaje, Platón vincula la necesidad de alcanzar la sabiduría y la de filosofar. Para Platón si ya quedó demostrado que es necesario buscar la sabiduría, pues solo mediante su obtención el hombre puede ser feliz, entonces 76 En la Carta VII 340c, Platón afirma: “A esta clase de personas hay que explicarles lo que es la obra filosófica en toda su extensión, y cuántos trabajos y esfuerzos exige. Porque si el oyente es un verdadero filósofo, apto para esta ciencia y digno de ella porque tiene una naturaleza divina, el camino que se le ha enseñado le parece maravilloso, piensa que debe emprenderlo inmediatamente y que no merece la pena vivir de otra manera (trad. Zaragoza). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 199 también se debe aceptar que hay que filosofar, ya que solo por medio del ejercicio filosófico se llega a ser sabio. Este pasaje guarda una notoria analogía con el fragmento 53 del Protréptico analizado en el primer capítulo. En este fragmento, Aristóteles define la phrónesis o sophía como el bien más elevado y relaciona su adquisición con la filosofía. Según Aristóteles, si somos capaces de correr peligros por los bienes materiales es inaceptable que no lo hagamos para alcanzar la sabiduría. Tanto de la lectura del pasaje del Eutidemo como del fragmento del Protréptico se desprende que solo por medio de la sabiduría el hombre llega a ser feliz, por lo tanto, solo por medio de la filosofía logrará alcanzar su verdadero fin. En Eutidemo 282a 6-b 1, Sócrates afirma: Así, pues ─agregué─ , también acerca de la utilidad los bienes de los que hablábamos antes ─riqueza, salud, belleza─ era el conocimiento lo que llevaba a su recto uso y dirigía convenientemente la acción, ¿o era otra cosa? (trad. de Olivieri). Para Platón no es la posesión de los bienes lo que procura la felicidad sino el uso que hacemos de esos bienes. Ahora bien, para poder hacer un buen uso y lograr ser felices debemos conocer cómo usarlos y, por ende, debemos alcanzar la sabiduría previamente. En este contexto, como dice Narcy, lo que intenta demostrar Sócrates es que “sin la sabiduría nada es un bien, porque ningún bien es útil si no se lo sabe usar”.77 Como consecuencia de esto, si se acepta que la filosofía es el único medio para alcanzar la sabiduría, esto es, que para ser sabios debemos filosofar, debemos concluir que para hacer un uso adecuado de los bienes y, por lo tanto, ser felices debemos filosofar. Desde la perspectiva de Narcy, “la generalización de esta idea permite a la vez identificar el éxito y la felicidad y pasar de la posesión de un saber hacer, siempre particular, al conocimiento de reglas de la acción en general: las reglas morales. Así, la felicidad 77 Narcy (1984: 121). teseopress.com 200 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles puede ser declarada el fruto necesario de la sabiduría”78 y, por lo tanto, agregamos nosotros, de la filosofía. De la lectura del pasaje del Eutidemo, se puede concluir que Platón establece la existencia de una relación entre conocimiento, filosofía y sabiduría, y una fuerte interrelación entre estos conceptos y el plano ético: la sabiduría es aquella clase de conocimiento que proporciona los criterios indispensables para actuar y, por lo tanto, es el conocimiento que hace que los hombres lleguen a ser virtuosos.79 Según Hadot, cuando Sócrates sostenía que la virtud es un saber, no quiería decir que el saber era conocimiento abstracto del bien, sino una disposición interior en la que pensamiento, voluntad y deseo no son más que uno. Platón también retoma esa noción e identifica la virtud con la ciencia. Para Platón y la ciencia es ella misma virtud. “Podemos pues pensar que en la Academia existía una concepción común de la ciencia como formación del hombre, como la lenta y difícil educación del carácter”.80 Parece ser, entonces, que el conocimiento y, con él, la filosofía no tienen un valor meramente especulativo, sino también práctico. Dicha disciplina se puede presentar bajo dos perspectivas diferentes pero relacionadas. Por un lado, puede ser vista como el conocimiento de los principios que rigen y gobiernan lo real. Pero, por otro lado, es aquella clase de conocimiento que aplica estos principios a la vida humana, en general, y a la acción, en particular. De hecho, según Festugière, a fines del siglo V a. C. epistéme no designaba solamente el acto de conocer en cuanto tal, sino el conocimiento claro y seguro de un objeto, lo cual implicaba a su vez la realización práctica. Según la interpretación de este autor, el carácter claro y seguro del conocimiento denominado con el término epistéme implicaba necesariamente la acción. 78 79 80 Narcy (1984:107). Narcy (1984: 106-115). Hadot (1998: 78). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 201 La concepción de la filosofía en el Protr trép éptic ticoo En el segundo libro de la Metafísica (II 1, 993b 20-30) y en el Protréptico (fragmentos 48, 91), Aristóteles no solo define la filosofía como la ciencia de la verdad y, por esta razón, como la búsqueda de los primeros principios, sino también como el conocimiento que es buscado por sí mismo.81 El análisis de este libro de la Metafísica y el de los fragmentos del Protréptico nos induce a pensar que Aristóteles tiende a identificar la filosofía con la sabiduría y a definir a esta última como una ciencia teorética que tiene como objeto el conocimiento de lo real.82 El objetivo de este apartado será analizar la concepción aristotélica de la filosofía con el fin de examinar cómo, a partir de esta concepción, el discurso filosófico se erige en la expresión del orden de lo real y, por este motivo, en la manera de conectar al hombre con lo que, verdaderamente, es. En el fragmento 41, Aristóteles dice: El ser sabio y conocer es deseable por sí mismo para los hombres (pues es imposible vivir una vida humana sin estas actividades), pero es útil también para la vida. Pues nada bueno nos ocurre, a menos que sea realizado después de reflexionar y actuar de acuerdo con la sabiduría. Y si vivir felizmente radica en complacerse o en la posesión de la virtud o la sabiduría, en todos estos supuestos hay que filosofar; pues todas estas cosas las alcanzamos sobre todo y claramente por medio del filosofar.83 81 82 83 Metafísica I 1, 981b 13-20; Protréptico fragmentos 42–44. En el Protréptico, esta identificación aparece con bastante claridad en el fragmento 53, en el que Aristóteles tiende a equiparar los términos sophía, phrónesis y philosophía. Allí, Aristóteles sostiene que el fin último del hombre es la sophía o phrónesis, por lo tanto, si el hombre quiere alcanzar una vida verdaderamente plena, debe dedicarse a la filosofía. Protréptico, fragmento 41: τὸ φρονεῖν καὶ τὸ γιγνώσκειν ἐστὶν αἱρετὸν καθ’ αὑτὸ τοῖς ἀνθρώποις (οὐδὲ γὰρ ζῆν δυνατὸν ὡς ἀνθρώποις ἄνευ τούτων), χρήσιμόν τ’ εἰς τὸν βίον ὑπάρχει·οὐδὲν γὰρ ἡμῖν ἀγαθὸν παραγίγνεται, ὅ τι μὴ λογισαμένοις καὶ κατὰ φρόνησιν ἐνεργήσασιν τελειοῦται. [καὶ μὴν εἴτε τὸ ζῆν εὐδαιμόνως ἐν τῷ teseopress.com 202 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Al conectar la filosofía con la sabiduría y definir esta última como la meta en función de la cual debemos hacer todas las cosas restantes, Aristóteles relaciona, también, la filosofía con la actividad propia del hombre y, por ende, con su felicidad.84 De esto se desprende que, si el hombre quiere plenificar su naturaleza y, en consecuencia, ser feliz, debe abocarse a la filosofía. Una noción clave para entender esta relación entre el bien, la naturaleza humana y la filosofía es, como vimos en el capítulo anterior, la noción de érgon.85 Para Aristóteles, la realización del érgon reside en la plenificación de la forma.86 Como dice Destrée, el érgon es otro nombre para designar la esencia, “o más exactamente, el érgon del hombre es lo que permite a la ousía revelarse tal como ella es”,87 es decir, es la enérgeia, entendiendo por esto la forma o la esencia actualizada. Ahora bien, de la lectura de los fragmentos del Protréptico, como por ejemplo el 53, se desprende que para alcanzar la sabiduría se debe filosofar. Como consecuencia de esto, el Protréptico como una defensa de la filosofía no es otra cosa que un modo de exhortar al hombre a vivir conforme a su propia esencia y, por lo tanto, a su naturaleza. La necesidad de filosofar pasa a ser una necesidad intrínseca de la naturaleza humana y, por lo tanto, una actividad que todo hombre debe emprender. Así pues, Aristóteles concluirá que aquel que rehúye 84 85 86 87 χαίρειν ἐστὶν εἴτ’ ἐν τῷ τὴν ἀρετὴν ἔχειν εἴτ’ ἐν τῇ φρονήσει, κατὰ ταῦτα πάντα φιλοσοφητέον·ταῦτα γὰρ μάλιστα καὶ εἰλικρινῶς διὰ τοῦ φιλοσοφεῖν ἡμῖν παραγίγνεται. En la Ética Nicomáquea I 7, 1097b 20, Aristóteles define la felicidad diciendo: “Es manifiesto, pues, que la felicidad es algo perfecto y suficiente, ya que es el fin de los actos” (trad. Pallí Bonet). Destrée (2000: 56) subraya que en griego clásico érgon quiere decir “actividad”, “acto” u “obra” (como producto del acto). Según este autor, es sobre la base de este significado que Aristóteles forja su concepto de enérgeia. Ética Nicomáquea I 7, 1098 a. En el Protréptico 63, Aristóteles afirma: “cuando algo se cumple del más bello modo la denominada función natural de cada cosa no por accidente sino por sí mismo, entonces se debe decir que es también un bien, y considerar como suprema esa excelencia en virtud de la cual cada cosa lleva a cabo por naturaleza esa misma función”. Destrée (2000: 56). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 203 el filosofar, tenga los bienes materiales que tenga, no solo está rehuyendo su felicidad, sino que se condena a un mero vivir o a una vida de esclavos. El recorrido a lo largo de los fragmentos del Protréptico nos induce a pensar que la defensa aristotélica de la filosofía es solidaria con esta concepción del hombre que tiende a identificar la naturaleza humana con la facultad intelectiva y hacer del ejercicio de esta facultad el modo de vida supremo, aquel que es digno de verdaderos hombres. Como consecuencia de esto, en el fragmento 5, Aristóteles dirá: Todos estarían de acuerdo en que la sabiduría (phrónesis) se origina de aprender e investigar aquellas cosas cuyas posibilidades están comprendidas en la filosofía, de manera que cómo no filosofar sin dilación…88 La clave de este fragmento y lo que permite entender la relación entre sabiduría y filosofía es la definición de la sabiduría como el verdadero bien del hombre (fragmentos 17, 21 y 67). Sobre la base de esta definición, Aristóteles sostiene que, si la sabiduría, el fin último del hombre, se adquiere por investigar y conocer y el ejercicio filosófico es concebido como una actividad de este tipo, para ser sabio necesariamente se debe filosofar. Un argumento parecido aparece en los testimonios del Protréptico. En su comentario a Tópicos 149, 9-17, Alejandro de Afrodisia alude expresamente al Protréptico diciendo: Por ejemplo, si alguien afirmara que no se debe filosofar, dado que se entiende por filosofar tanto el investigar esto mismo, es decir, si se debe filosofar o no, según dice Aristóteles en el Protréptico, como el hecho mismo de 88 Τὴν δὲ φρόνησιν ἅπαντες ἂν ὁμολογήσειαν ἐκ τοῦ μανθάνειν γίγνεσθαι <καὶ> ζητεῖν ὧν τὰς δυνάμεις φιλοσοφία περιείληφεν, ὥστε πῶς οὐκ ἀπροφασίστως φιλοσοφητέον ἐστὶ καὶ .... teseopress.com 204 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles cultivar la especulación filosófica, al mostrar, cualquiera de estas dos cosas es propia del hombre, refutaremos la tesis sostenida desde todos los puntos de vista.89 Por su estilo de redacción, este pasaje parece una suerte de transcripción del fragmento 5 del Protréptico. La importancia del testimonio de Alejandro de Afrodisia tiene dos motivos fundamentales. El primero es que, tal como dijimos en el estado de la cuestión, este pasaje constituye una de las pocas referencias explícitas a la obra perdida del Estagirita. El segundo motivo es que dicho pasaje es admitido como una referencia al Protréptico por la mayor parte de los editores y estudiosos del texto aristotélico.90 El argumento recogido por Alejandro de Afrodisia ha sido retomando por varios autores en la Antigüedad. Es citado por Elías en su Comentario de la introducción de Porfirio 3, 17-23, por Olimpiodoro en el Comentario al Alcibíades del Platón 144 y aparece en los Escolios a los Analíticos Primeros, cod., Paris, 2064, 263a, entre otras fuentes. Sin embargo, el pasaje de Alejandro de Afrodisia se distingue de los otros mencionados en que no solo caracteriza la filosofía como una actividad especulativa en la cual la pregunta sobre la posibilidad o necesidad de filosofar ya implica su ejercicio, sino que también la define como lo propio del hombre. De la cita de Alejandro se desprende que, si la filosofa es la función fundamental del hombre, su ejercicio será imprescindible para que pueda vivir conforme a su propia naturaleza. Por este motivo, discutir sobre la pertinencia de hacerlo o no carece de sentido. La lectura del Protréptico a la luz del testimonio de Alejandro de Afrodisia nos permite concluir 89 90 “Las palabras que Alejandro atribuye al Protréptico han sido aceptadas por todos los editores de la obra, incluso, por los más escépticos, como Rabinowitz, ya que es de suponer que el comentarista podía aún consultar la obra de Aristóteles. Sin embargo, los especialistas se dividen a la hora de establecer la extensión de la cita, que los demás comentaristas antiguos presentan en forma de silogismo hipotético” (Vallejo Campos: 143). Mansion (1960: 66). La cita de Alejandro de Afrodisia es el fragmento 2 de la edición de Ross del Protréptico y el 51a de la de Rose. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 205 que, al igual que Platón, Aristóteles establece una estrecha conexión entre filosofía, sabiduría y felicidad. Al igual que en los pasajes del Eutidemo analizados en III. 2, la argumentación del Protréptico se sustenta en la necesidad imperiosa de filosofar. Para Mansion, si concebimos la felicidad como una excelencia del alma, la filosofía, en tanto y en cuanto es la actividad superior del hombre (areté), será el medio para lograr esta excelencia. En nada cambia si se identifica la felicidad con la adquisición de los placeres, ya que para Aristóteles la phrónesis es la actividad más placentera,91 razón por la cual la filosofía, único medio para obtenerla, será también la única forma de alcanzarla. A partir de esta identificación entre sabiduría, felicidad y placer podríamos concluir que todos deben y pueden filosofar, ya que la filosofía o es identificada con la vida buena o es el principio más eficiente para lograr dicha clase de vida. 92 En el segundo libro de la Metafísica, Aristóteles define la filosofía en los siguientes términos: Es correcto que la filosofía se denomine “ciencia (epistéme) de la Verdad (alétheia)”. En efecto, el fin de la ciencia teorética es la verdad, mientras que el de la práctica es la obra. Y los prácticos, si bien tienen en cuenta cómo son las cosas, no consideran lo eterno <que hay en estas>, sino aspectos relativos y referidos a la ocasión presente. Por otra parte, no conocemos la verdad si no conocemos la causa. Ahora bien, aquello en virtud de lo cual algo se da unívocamente en otras cosas posee ese algo en grado sumo en comparación con ellas 91 92 Protréptico fragmento 91. Por esta razón, en el fragmento 103, Aristóteles dice: “Además de esto, igual que en el caso de la riqueza, no es la misma la propiedad que permite a los hombres vivir y aquella que les permite vivir felizmente en relación con la sabiduría; tampoco es la misma, según creo, la que necesitamos para vivir meramente y para vivir bien. Con la mayoría hay que tener gran indulgencia por su forma de proceder, pues hacen votos para ser felices, pero se contentan tan solo con poder vivir. No obstante, quien crea que no debemos sobrellevar la vida de cualquier modo, será ridículo si no soporta todo el esfuerzo necesario y no pone todo su empeño por llegar a poseer esta sabiduría que conocerá la verdad”. teseopress.com 206 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles (por ejemplo: el fuego es caliente en grado sumo, pues él es la causa del calor en las demás cosas). Por consiguiente, verdadera es, en grado sumo, la causa de que sean verdaderas las cosas posteriores <a ella>. Y de ahí que, necesariamente, son eternamente verdaderos en grado sumo los principios de las cosas que eternamente son93 (trad. Calvo Martínez). Lo relevante de este pasaje es la relación que Aristóteles establece entre los términos philosophía, epistéme, alethestaton, aítion y arkhé. Citando a Berti, podemos decir que en este libro de la Metafísica, “la verdad es concebida como la inteligibilidad del ser”.94 Lejos de haber una concepción lógica de la verdad, como se encontrará en la obra más madura, como por ejemplo en Metafísica VI 4 y IX 1095 -libros en los cuales la verdad será concebida como una propiedad del juicio- aquí la verdad es “entendida como una manifestación estructurada según la relación causa y efecto”.96 De las palabras de Aristóteles parece desprenderse que la verdad es el descubrimiento de las causas y esto se identifica con el conocimiento de los primeros principios. En el fragmento 65 del Protréptico, Aristóteles realiza una asociación muy parecida. En este fragmento, como pudimos ver en el capítulo 2, el Estagirita propone dos posibilidades: la primera es que el hombre tenga una naturaleza simple y, por lo tanto, que su ousía esté determinada solo por el 93 94 95 96 Metafísica II 1, 993b 19-29: ὀρθῶς δ’ ἔχει καὶ τὸ καλεῖσθαι τὴν φιλοσοφίαν ἐπιστήμην τῆς ἀληθείας. θεωρητικῆς μὲν γὰρ τέλος ἀλήθεια πρακτικῆς δ’ ἔργον·καὶ γὰρ ἂν τὸ πῶς ἔχει σκοπῶσιν, οὐ τὸ ἀΐδιον ἀλλ’ ὃ πρός τι καὶ νῦν θεωροῦσιν οἱ πρακτικοί. οὐκ ἴσμεν δὲ τὸ ἀληθὲς ἄνευ τῆς αἰτίας ἕκαστον δὲ μάλιστα αὐτὸ τῶν ἄλλων καθ’ ὃ καὶ τοῖς ἄλλοις ὑπάρχει τὸ συνώνυμον (οἷον τὸ πῦρ θερμότατον·καὶ γὰρ τοῖς ἄλλοις τὸ αἴτιον τοῦτο τῆς θερμότητος) ὥστε καὶ ἀληθέστατον τὸ τοῖς ὑστέροις αἴτιον τοῦ ἀληθέσιν εἶναι. διὸ τὰς τῶν ἀεὶ ὄντων ἀρχὰς ἀναγκαῖον ἀεὶ εἶναι ἀληθεστάτας (…). Berti (2004: 223). En Metafísica VI 4, 1027b 27-28, Aristóteles afirma “en relación con las cosas simples y las esencias, la verdad y la falsedad no están ni siquiera en el pensamiento”. Veáse Pearson, G. (2005: 201-231) En Acerca del alma 432a 10-11, Aristóteles afirma “la imaginación es, por lo demás, algo distinto de la afirmación y de la negación, ya que la verdad y la falsedad consisten en una composición de conceptos” (trad Calvo Martínez). Berti (2004: 223). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 207 razonamiento (lógos) y el entendimiento (noûs).97 La segunda de estas posibilidades es que el hombre posea muchas facultades, más aun, que haya entre estas facultades una gradación que va desde la más elevada a aquellas otras de menor rango.98 En ambos casos, Aristóteles concluye que la mejor facultad es aquella que está emparentada con el conocimiento de la verdad y, por lo tanto, establece que la función más elevada del hombre se identifica con dicho conocimiento.99 A partir de esto, la pregunta que cabría hacerse es qué relación existe entre el concepto de verdad y el de causa y, por lo tanto, qué nos permite definir la filosofía como la manifestación de lo verdadero o como el discurso sobre lo real. En la Metafísica, al hablar ya no de su naturaleza sino de su objeto, Aristóteles nos proporciona un rasgo más de su concepción de la filosofía que completa la caracterización ofrecida en el Protréptico. En el capítulo II del primer libro de la Metafísica el Estagirita afirma: El estudio acerca de la Verdad es difícil en cierto sentido, y en cierto sentido, fácil. Prueba de ello es que no es posible ni que alguien la alcance plenamente ni que yerren todos, sino que cada uno logra decir algo acerca de la Naturaleza. Y que, si bien cada uno en particular contribuye a ella poco o nada, de todos conjuntamente resulta una cierta magnitud.100 (trad. Calvo Martínez). El contexto en el que están insertas las palabras del Estagirita es la discusión sobre la dificultad de filosofar. Para Aristóteles, dicha dificultad se manifiesta en el hecho de que ninguno de los que se han dedicado al ejercicio 97 98 99 100 Cf. Ética Nicomáquea X 7, 1177a 12-20. Cf. Ética Nicomáquea I 7, 1098a 16-18. Cf. Ética Nicomáquea X 7, 1177a 12-18. Cf. Metafísica II 1, 993a 30-993b 4: Ἡ περὶ τῆς ἀληθείας θεωρία τῇ μὲν χαλεπὴ τῇ δὲ ῥᾳδία. σημεῖον δὲ τὸ μήτ’ ἀξίως μηδένα δύνασθαι θιγεῖν αὐτῆς μήτε πάντας ἀποτυγχάνειν, ἀλλ’ ἕκαστον λέγειν τι περὶ τῆς φύσεως, καὶ καθ’ ἕνα μὲν ἢ μηθὲν ἢ μικρὸν ἐπιβάλλειν αὐτῇ, ἐκ πάντων δὲ συναθροιζομένων γίγνεσθαί τι μέγεθος· teseopress.com 208 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles filosófico habría logrado conocer plenamente su objeto: la verdad. Para comprender esta última afirmación, debemos remitirnos a lo argumentado en el segundo capítulo de nuestro trabajo. En esa instancia, al analizar la vida contemplativa, habíamos establecido que el conocimiento de la verdad, esto es, de los primeros principios, se presenta como una tarea ardua para el hombre debido a propia naturaleza: poseer un cuerpo que lo vincula con lo sensible y que hace que su relación con lo inteligible deba estar mediada por lo que es percibido por los sentidos. En ese capítulo, habíamos dicho que para explicar esta dificultad Aristóteles se había valido de la analogía entre el efecto de la luz del día sobre la vista del murciélago y la imposibilidad del hombre de ver los objetos más luminosos: los primeros principios. En este último pasaje citado de la Metafísica (II 1, 993a 30-993b 4), podemos notar que Aristóteles centraliza esta problemática en la figura de los pensadores que, desde su perspectiva, han intentado realizar la misma búsqueda por él iniciada. Tomando como punto de partida la analogía arriba mencionada, podemos decir que la causa de que aquellos que filosofaron no hayan cumplido completamente con su objetivo está relacionada con esta problemática inherente a su propia condición humana. No obstante, podemos notar que, pese a que Aristóteles recalca los resultados negativos de los pensadores que le precedieron, su afirmación no es descalificadora, ya que considera que, en mayor o menor medida, cada uno ha logrado aportar algo en el develamiento de la naturaleza de las cosas. El pasaje citado de Metafísica II 1, 993b 20-30 establece dos problemáticas diferentes pero relacionadas. La primera alude a la concepción de la filosofía propuesta por Aristóteles y la segunda es el rol que los predecesores parecen tener en esta concepción. Desde nuestra perspectiva, un modo esclarecedor de abordar ambas problemáticas es mediante el análisis de esta última. En este sentido, lo primero que podemos decir es que la referencia a los antecesores en el pasaje II 1, 993a 30-993b 4 no parece ser azarosa. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 209 Aristóteles bien podría haber mencionado la dificultad de filosofar sin hacer referencia a la indagación de la tradición filosófica sobre estos mismos temas. No obstante, no solo lo hace sino que además subraya que en la búsqueda de la verdad ningún aporte ha sido plenamente en vano. De hecho, Aristóteles agrega: por otra parte, es justo estar agradecidos no solamente a aquellos cuyas opiniones uno está dispuesto a compartir, sino también a aquellos que han hablado más superficialmente. Éstos también, desde luego contribuyeron en algo, puesto que ejercitaron nuestra capacidad intelectual.101 Según Marcelo Zanatta,102 al escribir este pasaje de la Metafísica, Aristóteles estaba pensando en la contraposición entre una verdad general y una verdad particular. Desde la perspectiva de este autor, a la verdad general todos tenemos acceso, aunque este sea reducido. El conocimiento de la verdad particular es más complejo y, por esta razón, más restringido. Sin embargo, Zanatta no explica a qué se estaría refiriendo Aristóteles con estas dos verdades. La lectura del pasaje de la Metafísica no parece avalar la existencia de esta distinción, sino aludir a una verdad a la cual nadie ha podido tener un pleno acceso. La identificación realizada en este primero libro de la Metafísica entre la investigación de los primeros principios y el descubrimiento de la verdad nos lleva a pensar que, al hablar de la dificultad de conocer 101 102 Metafísica II 1,993b, 11-14. Zanatta (2009: 488). En Ética Nicomáquea I 4, 1095a 28-30, Aristóteles pone un límite a la indagación de las opiniones prexistentes. Para Aristóteles, “quizá es inútil examinar a fondo todas las opiniones, y basta con examinar las predominantes o que parecen tener alguna razón” (trad. Pallí Bonet). De la lectura de este pasaje se desprende que el análisis de todas las opiniones existentes sobre un tema no siempre es pertinente ni ayuda a la investigación, de lo cual podría concluirse que no es el examen de cualquiera de esas opiniones lo que le interesa, sino la relevancia que estas puedan tener en la indagación que él está realizando. En este sentido, no todas las opiniones serán relevantes, sino solo aquellas que puedan aportar algo significativo en esa búsqueda. teseopress.com 210 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la verdad, el Estagirita está aludiendo a lo difícil que ha sido para la tradición filosófica la indagación en torno a los principios de lo real. El primer libro de la Metafísica, en el cual Aristóteles se explaya sobre las respuestas que dieron sus antecesores en torno a las nociones de causa y de principio, puede ser visto como un intento de demostrar que los predecesores, cada uno por separado, solo han podido dar con una parte de la verdad, pero no la han alcanzado plenamente. Los presocráticos solo han podido descubrir la causa material, mientras que los platónicos solo han indagado por la causa formal, pero no se han pronunciado por otro tipo de causalidad. Pese a que, en ninguno de los dos casos, han podido develar la naturaleza de la noción de causalidad, se han aproximado parcialmente a ella. En consecuencia, aunque por medio de sus indagaciones han cometido muchos errores, han participado de la verdad parcialmente. Si bien, al hacer su interpretación del texto, no está pensando específicamente en esta cuestión, la tesis propuesta por Crubellier y Laks103 en relación con libro Beta de la Metafísica puede ser esclarecedora. Según estos autores, la búsqueda de la sabiduría como el conocimiento de los primeros principios era un proyecto que no pertenecía a Aristóteles sino a los pensadores griegos en general. Para Crubellier y Laks, la búsqueda de los principios de lo real ha signado la indagación filosófica de todos los pensadores que precedieron a Aristóteles. Desde la perspectiva de estos autores, el resultado que surge de esta indagación es la de un conjunto de cuestiones y conceptos que son la propiedad común de un grupo de individuos que no necesariamente constituye una doctrina completamente coherente en la cual haya un conjunto de tesis aceptadas unánimemente. Se podría decir que cada uno de ellos adhiere a un proyecto colectivo o, más precisamente, a cierta interpretación de este proyecto colectivo mientras que la mayoría de ellos trata las dificultades encontradas por los involucrados en el 103 Crubellier-Laks (2009: 14). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 211 desarrollo de ese proyecto.104 Mucho antes de la aparición de este artículo, Gadamer en Principios de la filosofía105 había sostenido que las concepciones filosóficas de sus antecesores representan para Aristóteles una provocación para sus propias doctrinas. Tanto los pasajes de la Física como los de la Metafísica dedicados a ellas forman parte de un diálogo entre Aristóteles y los filósofos anteriores que traza un juego de continuidades y rupturas. Para poner a prueba estas dos interpretaciones, la de un proyecto en común sostenido por Crubellier y Laks y la de un diálogo compartido con la tradición defendido por Gadamer, podemos traer a colación Metafísica I 3, 983b1-2: Tomaremos, con todo, en consideración a los que antes que nosotros se acercaron a investigar las cosas que son, y filosofaron acerca de la verdad106 (trad. Calvo Martínez). Tal como dijimos más arriba, en el primer libro de la Metafísica, Aristóteles tomará como punto de partida los resultados obtenidos por sus predecesores en torno a un tema que considera fundamental: la naturaleza de las causas. Para Aristóteles, no hay conocimiento si no se conocen las primeras causas (Metafísica 983a 24-25). Ahora bien, el filósofo reconoce que ‘causa’ tiene cuatros sentidos diferentes: puede aludir a la entidad, a la materia, al fin o al agente. Dada la aparente polisemia del término causa, Aristóteles opta por indagar la respuesta dada por aquellos que lo precedieron en su labor. Cabe preguntarse cuál es la intención de Aristóteles al hacer esto: ¿pretende hacer una síntesis de las respuestas dadas a esta problemática por predecesores?, ¿las quiere poner a prueba para examinar si sus propias respuestas ya habían sido formuladas por algún filósofo anterior? o ¿su intención es buscar en las indagaciones de 104 105 106 Crubellier- Laks (2009: 14). Gadamer (1995: 80). σεως, ὅμως δὲ παραλάβωμεν καὶ τοὺς πρότερον ἡμῶν εἰς ἐπίσκεψιν τῶν ὄντων ἐλθόντας καὶ φιλοσοφήσαντας περὶ τῆς ἀληθείας. teseopress.com 212 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles quienes lo precedieron una ayuda para encontrar su propia respuesta? Debemos negar, tal como lo hace Lucchetta,107 que Aristóteles esté haciendo en los primeros libros de la Metafísica una historia de la filosofía. Por tal motivo, debemos rechaza también la idea de que Aristóteles esté haciendo una mera síntesis de los resultados obtenidos por quienes pensaron estos asuntos antes que él. La intención de Aristóteles parece ser otra. Lo que pretende Aristóteles es tratar de “construir un koinòs lógos entre los filósofos a pesar de las individualidades irreductibles existentes entre ellos”.108 El objetivo de tal esfuerzo no sería otro que insertar las respuestas dadas por la tradición filosófica en torno de las causas en el tipo de indagación totalizante que pretendía llevar a cabo él mismo. Si bien en los fragmentos conservados del Protréptico no se menciona a los predecesores expresamente, Aristóteles parece hacerlos presentes mediante los ejemplos expuestos en algunos fragmentos tales como el 33 y el 36. En estos fragmentos, al hablar sobre los principios de lo real y dar su definición de ciencia, Aristóteles ejemplifica dichos principios aludiendo a concepciones que no son las propias. La mención del fuego, del aire y de los números en el fragmento 36 hace referencia a los principios propuestos por los presocráticos, sobre todo Heráclito,109 Anaxímenes110 y los pitagóricos.111 En el fragmento 56b trasmitido por Jámblico, más específicamente en Sobre la ciencia matemática XXVI 83, 6-7, se afirma que “hay un acuerdo en considerar la exactitud sobre la verdad como la más reciente de las ocupaciones”. De este pasaje nos interesa recalcar las nociones de ‘acuerdo’, de ‘búsqueda de la verdad’ y de ‘ocupación’, expuestas por Jámblico, pero atribuidas a Aristóteles. La idea de la existencia de un acuerdo, leída a la luz de la 107 108 109 110 111 Luchetta (2009: 273). Luchetta (2009: 273). DK 90. DK 13 DK 9. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 213 referencia a los predecesores en el pasaje citado de la Metafísica, es un indicio de que la filosofía es concebida como una tarea que corresponde a toda la tradición filosófica. Dicha tarea consiste en la adhesión consciente de la búsqueda de la verdad. Algo análogo volvemos a encontrar en Sobre la ciencia matemática XXVI 79, 1-9.112 La utilización de este pasaje es más problemática que la del anteriormente citado, ya que no es considerado por todos los editores como un pasaje tomado del Protréptico. Solo Rose, Ross y Gigon lo consideran como un fragmento de la obra perdida del Estagirita. Lo interesante es que, si bien en este pasaje Jámblico se está refiriendo a la matemática, alude nuevamente a la indagación de los predecesores. Lo relevante es que, al proceder de este modo, Jámblico parece estar copiando el modus operandi propiamente aristotélico arriba descripto que consistía en la aproximación a la verdad tomando como punto de partida las opiniones ya existentes. Desde nuestra perspectiva, si bien la mención de los predecesores está involucrada con el hecho de que Aristóteles se incluye dentro de una tradición que tiene un mismo objetivo, indagar sobre la naturaleza de lo real, otro de los motivos por los cuales acude a la opinión de quienes lo precedieron está relacionado también con su propia epistemología. Tal como lo dijimos más arriba, para Aristóteles solo hay conocimiento de las causas. Dichas causas son los principios de las cosas, por lo tanto, para que haya verdadero 112 “Ha habido algunos, tantos antiguos como modernos, que han expresado sobre las matemáticas una opinión contraria, reprobándolas como totalmente inútiles y carentes de toda aportación a la vida humana. Algunos las atacan de la siguiente manera: ‘Si es inútil el fin por el cual dicen los filósofos que es preciso aprender <estos conocimientos teóricos>, mucho más vano será necesariamente su estudio. Sobre el fin concuerdan casi todos aquellos que creen haber alcanzado mayor precisión en este ámbito. Dicen, efectivamente, unos que <su fin> es la ciencia de lo justo y lo injusto, del bien y del mal, una ciencia que consideran semejante a la geometría y a las demás ciencias afines, mientras que otros <afirman que su fin> es la sabiduría que tiene por objeto la naturaleza y esta clase de verdad, tal y como fue introducida por los seguidores de Anaxágoras y Parménides”. teseopress.com 214 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles conocimiento hay que aprehender esos principios. Ahora bien, por Analíticos segundos, más específicamente el libro II, capítulo 1, sabemos que dicho conocimiento no puede ser innato,113 pero también sabemos que no se puede obtener valiéndonos solo de lo sensible o de la experiencia (Analíticos segundos II capítulo 19). Ahora bien, si estos principios no se obtienen a partir de los sentidos, pero tampoco se poseen previamente ¿de dónde los obtenemos?, ¿cómo somos capaces de conocer los principios por medio de los cuales es posible fundamentar todo el saber? Si bien dada la complejidad y los límites de nuestro trabajo no podremos analizar en detalle esta problemática, una noción clave es la de éndoxa. Las éndoxa, son para Aristóteles las opiniones en torno a algo. En Tópicos I 1, 100a 30b-24, Aristóteles define las éndoxa como lo que les parece bien a todos, la mayoría o a los sabios y, entre estos últimos, a todos, a la mayoría o a los que poseen mayor reputación. Estas sirven como punto de partida del conocimiento. Desde la perspectiva de Irwin, el método de la filosofía primera es la dialéctica en la medida en que comienza a partir de las creencias comunes y el examen en torno a ellas. Sin embargo, la “filosofía primera” no es solo otro nombre para la dialéctica dirigida a un tipo especial de pregunta. Para Irwin, una de las tareas de la filosofía primera es dar cuenta de cómo las premisas los argumentos dialécticos son seleccionadas y usadas.114 Según este autor, Aristóteles admite que las creencias pueden ser algunas verdaderas, otras falsas, algunas perceptuales, algunas comúnmente aceptadas y otras no. Aristóteles las usa a todas como puntos de partida para la investigación, siempre y cuando no sean desde el principio manifiestamente falsas.115 De hecho, en el segundo libro de Analíticos segundos, Aristóteles afirma “toda enseñanza y todo aprendizaje por 113 114 115 De hecho, en este libro, a través del análisis del Menón, Aristóteles emprende la crítica de la concepción platónica de la reminiscencia. Irwin (1988: 19). Irwin (1988: 31). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 215 el pensamiento se producen a partir de un conocimiento prexistente”.116 Entre estos conocimientos Aristóteles menciona algunos a los cuales se llega por mutuo acuerdo. Si aplicamos esto al análisis del pasaje arriba citado de la Metafísica (I, 983a 24-25) y los fragmentos 33 y 36 del Protréptico, podemos pensar que, al recurrir a sus predecesores, Aristóteles pretende tomar sus investigaciones como punto de partida para su propia indagación de modo de llegar a un consenso en cuanto a qué debe entenderse por causa. Pese a que es problemático equiparar las éndoxa con las opiniones de los predecesores, teniendo en cuenta el pasaje de Analíticos segundos, podríamos decir que las creencias de los predecesores podrían estar cumpliendo el papel de ser el punto de partida del conocimiento, o de ser estos conocimientos prexistentes que, si bien no garantizan llegar a los primeros principios, permiten dar inicio a la indagación en torno a ellos.117 En este contexto, las concepciones de los predecesores cobran importancia ya que, aun aquellas que han sido absolutamente erradas han provocado la reflexión y, por lo tanto, nos han acercado a la verdad. En el libro III de la Metafísica, Aristóteles vuelve sobre esta cuestión. En este libro, al comenzar a tratar las aporías existentes en torno a la sabiduría como la ciencia suprema, el Estagirita sostiene que en relación con las propuestas de sus antecesores “se está en mejores condiciones de dar fallo, cuando se ha escuchado, como se hace con los litigantes, a todas las razones en disputa”.118 El papel que tiene el libro III dentro de la Metafísica y el rol de las aporías han sido largamente discutidos. No entraremos en esa problemática en este momento ni emprenderemos el análisis del libro III, esto es, de las aporías. Lo que nos interesa del presente pasaje es el particular modo en el cual Aristóteles emprende la tarea arriba señalada: formular las aporías en relación con 116 117 118 Analíticos Segundos II 1, 71a 1-2 (trad Candel Sanmartín). Irwin (1988) Metafísica III 1, 995b 2-4. teseopress.com 216 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la concepción de ciencia desarrollada en los dos primeros libros. Nos interesa particularmente la suerte de parangón que Aristóteles establece entre los que sostuvieron al respecto posturas rivales y los tribunales. Los defensores de estas concepciones rivales son presentados como litigantes en una disputa que aun no está dirimida. Lo relevante de este parangón es que presupone un proceso. La búsqueda de la verdad en torno al tema indagado no es concebida, desde este punto de vista, como un descubrimiento sino como el resultado de ese proceso en el cual las diferentes respuestas dadas, aun cuando no hayan sido acertadas y sean discordantes, deben ser tenidas en cuenta. Esto nos remite nuevamente al pasaje de la Metafísica que dio inicio a toda nuestra indagación, II 1, 993a 30-994 b4. Allí Aristóteles había sostenido que, si bien cada uno puede aportar poco o casi nada en relación con la verdad, todos en conjunto pueden contribuir en mayor medida a dar con ella. La resolución de las dificultades que se han presentado entre las concepciones rivales defendidas por los antecesores puede ser pensada como el intento de realizar una búsqueda cooperativa de la verdad, por medio de la cual se pueda llegar en forma conjunta a aquello que cada uno por separado no puede lograr. El análisis hasta aquí realizado nos lleva a pensar que en el Protréptico y en los dos primeros libros de la Metafísica Aristóteles desarrolla dos aspectos distintos pero relacionados de la filosofía. Citando a Van der Meeren, podemos decir que “la definición de la filosofía como ciencia pone en juego, notoriamente, las nociones epistemológicas de criterios y de reglas, así como la cuestión de la competencia y de la eficacia práctica. En contraposición, la identificación de la filosofía con una facultad natural reposa sobre los marcos antropológicos, naturalistas, y más generalmente, éticos y metafísicos (el acto y la potencia)”.119 Ambos aspectos se interrelacionan en la concepción de la filosofía como 119 Van der Meeren (2011: 36). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 217 la ciencia que no solo revela lo real, sino que se presenta como aquella actividad distintiva del hombre. Por tal motivo, teniendo como telón de fondo lo hasta aquí argumentado, podemos volver a traer a colación el pasaje X 7, 1177a 25-28 de la Ética Nicomáquea, en el cual Aristóteles realiza una distinción entre investigar y poseer conocimiento e identifica de la filosofía con esta última condición. Esta distinción parece ser conflictiva respecto a lo que Aristóteles habría argumentado en el Protréptico. En el fragmento 5, analizado en el comienzo de este apartado, Aristóteles había equiparado expresamente la filosofía con la investigación, cuyo resultado es la adquisición de la sabiduría. Sin embargo, el análisis conjunto del pasaje de la Ética y de este fragmento nos induce a pensar que, por medio de estas dos descripciones, la propuesta en la Ética Nicomáquea y la esbozada en el Protréptico, Aristóteles está recalcando dos aspectos diferentes de la filosofía: la de ser un proceso por el cual se adquiere el conocimiento de lo más elevado y el de ser el resultado de ese proceso. Para entender este doble aspecto de la filosofía debemos remitirnos a lo analizado en relación con la antropología aristotélica en el segundo capítulo, en el que habíamos visto que el hombre se realiza como tal cuando logra plenificar su naturaleza. Paralelamente, habíamos dicho que lo distintivo del hombre es su alma, más específicamente, su parte superior, llamada en el Protréptico phrónesis o noûs y habíamos concluido que, según Aristóteles, para realizar plenamente su naturaleza el hombre debía ejercer las funciones de esta parte del alma, por medio de la cual le es posible alcanzar la sabiduría, es decir, su fin último. Por este motivo, la filosofía entendida como la adquisición de conocimiento, en tanto implica el pleno ejercicio de estas funciones, es concebida como la causa de que el hombre alcance un estado más placentero que aquellos que aun están en el proceso de alcanzar dicho fin. La conexión establecida en este pasaje entre la filosofía, la actividad más placentera y el saber nos llevan a pensar que Aristóteles tiende a agrupar en su propia concepción de teseopress.com 218 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la filosofía los diferentes modos de vida que han sido propuestos como modelos de vida feliz por la mayoría de los hombres.120 Tanto en el primer libro de la Ética Nicomáquea como en el de la Ética Eudemia, Aristóteles menciona posibles modos de alcanzar vida feliz. Estas tres opciones son retomadas por Aristóteles de las opiniones existente entre los hombres. Esto es relevante, ya que podemos ver, que, en su indagación sobre la naturaleza de la felicidad, Aristóteles procede de la misma manera que en las cuestiones metafísicas, esto es, toma como punto de partida las opiniones existentes al respecto e intenta a partir de su análisis llegar al objetivo buscado: saber cuál es el modelo de vida que procura la felicidad. Aristóteles sintetiza las opiniones existentes en tres grupos. Desde su perspectiva, los hombres tienden a identificar la felicidad o con los placeres o con la vida política o con la vida contemplativa. La concepción aristotélica de la filosofía coincide con la primera definición de la felicidad en que, contrariamente a lo que piensa la mayoría, su ejercicio provee al hombre los mayores placeres (fragmento 91). Para Aristóteles, “sin actividad no hay placer y cada uno obtiene el suyo a partir de la actividad que le es más querida y propia: el músico de la música, el deportista del ejercicio y el estudioso del trabajo intelectual. En cada caso, el placer es el desarrollo sin trabas de una actividad específica”.121 Ahora bien, si aceptamos que lo propio del hombre es el conocimiento y para que este sea posible se deben emprender la búsqueda de los primeros principios, el ejercicio filosófico será aquella actividad que, en tanto es lo propio del hombre, será la más placentera. Simultáneamente, para Aristóteles, por medio de la filosofía se pueden alcanzar los criterios que permiten determinar cómo se debe actuar y dirigir sabiamente la pólis (fragmentos 47 y 49), razón por la cual, si la felicidad radica en el ejercicio político, dicha concepción de la filosofía está relacionada 120 121 Ética Nicomáquea I 5, 1095b 15-20. Guariglia (1992: 204-205). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 219 también con este modelo de vida. No obstante, en el Protréptico la filosofía es equiparada con el conocimiento de lo que es en sí y esto es identificado con una actividad teorética (fragmento 20) y, por lo tanto, con la vida contemplativa. En consecuencia, si solo se alcanza la felicidad por medio de esta clase de vida, la filosofía será nuevamente la única manera de lograr este objetivo (fragmento 53). En forma paralela en la Ética Eudemia I 3, 1215 b1, Aristóteles describe la filosofía diciendo que “quiere ocuparse de la prudencia y de la contemplación de la verdad”. Los términos empleados por Aristóteles en este pasaje para referirse a ambos objetivos de la filosofía son phrónesis y theoría tès aletheías. Si bien en el Protréptico Aristóteles tiende a equiparar ambos términos, phrónesis y theoría, en este pasaje, parece querer recalcar dos aspectos diferentes de la filosofía que también están presentes en la obra fragmentaria. Por un lado, alude al carácter ético-político mencionado en la Ética Eudemia mediante el empleo de phrónesis y expuesto en el Protréptico en la serie de fragmentos 46-50. Por otro lado, hace referencia a la concepción de la filosofía como el conocimiento de la verdad. Tal como en el Protréptico, en el presente pasaje de la Ética Aristóteles parece estar haciendo una exhortación para que el hombre viva conforme a su propia esencia y, por esta razón, según su naturaleza. Dicho en los términos de Aubenque, Aristóteles “presenta la vida contemplativa como la más adecuada al hombre siendo ella, donde se manifiesta en más alto grado la humanidad”.122 Si se acepta el análisis precedente, podemos afirmar que la filosofía no solo se presenta como aquella disciplina cuyo fin es la realización del hombre en cuanto tal, sino como aquella actividad cooperativa que permite arribar a la verdad y, por lo tanto, alcanzar aquello por lo cual se llega a plenificar la propia existencia. Podemos concluir, entonces que ambas características de la concepción aristotélica de la filosofía están absolutamente relacionadas. 122 Aubenque (2008: 56). teseopress.com 220 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Esta caracterización de la filosofía tiene cierta analogía con la concepción platónica desarrollada en el apartado anterior. Como tuvimos ocasión de analizar, para Platón la filosofía tenía cono meta el conocimiento de la verdad. Dicho conocimiento era producto del diálogo entre dos interlocutores. Si bien la verdad era para Platón un tipo de conocimiento que estaba presente en el alma antes del nacimiento, su descubrimiento se produce, tal como lo establecimos en el apartado anterior, por la indagación llevada a cabo por los individuos que intervienen en la discusión en torno a ella. Desde las perspectivas platónica y aristotélica, el discurso filosófico no solo sería la exposición de un sistema con el objetivo de hacerlo público, sino la indagación conjunta sobre lo que verdaderamente es. En sus escritos, Platón parece exponer esta concepción de la filosofía y del discurso filosófico al elegir el diálogo como forma de hacer públicas las diferentes problemáticas debatidas en la Academia. En el caso de Aristóteles, esta concepción dialógica de la filosofía está presente en la “conversación” que inicia con la tradición filosófica a la cual constantemente se remite. Ahora bien, al igual que Platón, en el Protréptico Aristóteles parece sostener que no alcanza solo con conocer lo real. Una vez obtenido este conocimiento, se debe volcar a la praxis. Esto último nos introduce en otro aspecto de la concepción de la filosofía aristotélica presente en el Protréptico y que tiene cierta vinculación con la platónica. Dicho rasgo o aspecto aparece formulado en el fragmento 52, en el que, al igual que en los pasajes analizados del Eutidemo, Aristóteles argumentará que existe una reciprocidad entre conocimiento, acción y filosofía que hace que la vida humana será realmente feliz. En este fragmento Aristóteles afirma: teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 221 (…) tampoco vivimos bien por conocer algo de lo que existe sino por obrar bien. Pues el ser verdaderamente feliz es esto. Por consiguiente, corresponde que la filosofía, si es realmente provechosa, radique en la ejecución de acciones buenas o útiles para este tipo de acciones.123 Desde la postura adoptada en el fragmento, se deprende que la verdadera felicidad no radica en la mera adquisición del conocimiento, sino en la implementación de ese conocimiento a través de acciones virtuosas. Según Aristóteles, solo el virtuoso es capaz de hacer un uso adecuado de los bienes que posee, por lo tanto, solo él podrá disfrutar verdaderamente de esos bienes. En este sentido, Düring interpreta que para Aristóteles no se puede ser dichoso sin vivir moralmente y no se puede lograr vivir moralmente sin un examen filosófico. En consecuencia, “todos los que son capaces de ello tienen que ejercitarse filosóficamente, pues solo por ese medio se alcanza la vida perfecta”.124 Dado esto, es evidente que la filosofía no representa únicamente la indagación de los primeros principios, sino que es un conocimiento teórico-práctico que permite establecer cómo se debe actuar y, por ende, cómo se debe vivir. La filosofía se erige, de esta manera, en un saber acerca de la buena vida. Solo el que transite este saber tendrá una vida plena y, por lo tanto, feliz. Esta interpretación habilitará a Berti para sostener que en el Protréptico conocimiento y acción son dos aspectos de una única actividad, la filosofía, y que esta concepción de filosofía es de raigambre netamente platónica. La sabiduría, en tanto conocimiento del recto uso de los bienes transforma a la filosofía en el medio indispensable para que el hombre alcance la virtud y, de este modo, llegue a tener una vida plena, es decir, feliz. 123 124 oὐδέ, τὸ πάντων μέγιστον, εὖ ζῶμεν τῷ γιγνώσκειν ἄττα τῶν ὄντων, ἀλλὰ τῷ πράττειν εὖ τὸ γὰρ εὐδαιμονεῖν ἀληθῶς τοῦτ’ ἐστίν. ὥστε προσήκει καὶ τὴν φιλοσοφίαν, εἴπερ ἐστὶν ὠφέλιμος, ἤτοι πρᾶξιν εἶναι τῶν ἀγαθῶν ἢ χρήσιμον εἰς τὰς τοιαύτας πράξεις. Düring (1990: 626). teseopress.com 222 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Esto último nos permite trazar una filiación entre el diálogo platónico y el Protréptico de Aristóteles, filiación que también está presupuesta en otros fragmentos, como por ejemplo en el 99: Efectivamente, si una persona poseyera todo, pero estuviera deteriorada y enferma en su facultad de pensar la vida no sería deseable (hairetós), porque no serían provechosos ninguno de los demás bienes. En este pasaje, Aristóteles relaciona el uso de los bienes con los estados del alma. Para Aristóteles, si el hombre no dispusiese plenamente de su capacidad de pensar, ninguno de los bienes sería provechoso para él, porque no sabría cómo emplearlo de manera adecuada. Por tal motivo, no es la posesión de esos bienes lo que le procura beneficios sino el tipo de usos que haga de ellos, lo cual depende de su conocimiento y, por lo tanto, del ejercicio de sus facultades más elevadas. En este fragmento, Aristóteles parece estar retomando el mismo tipo de argumento que el esbozado por Platón en Eutidemo 282a. En este pasaje, Platón pondrá en boca de Sócrates las siguientes palabras: “puesto que, por un lado, todos deseamos ser felices (eudaímones) –y se ha visto que llegamos a serlo a partir del uso de las cosas, o mejor aún del buen uso de ellas-, y que, por otro lado, era el conocimiento (epísteme) el que procuraba la rectitud y el éxito, es necesario, consiguientemente, según parece que cada hombre se disponga por todos sus medios a lograr esto: ser tan sabio como sea posible (sophótatos estai)”.125 La lectura de ambos textos pone en evidencia que tanto para Platón como para Aristóteles existe una estrecha vinculación entre la adquisición y el uso de los bienes, por un lado, y el conocimiento, por el otro. Para ambos filósofos, la felicidad no está condicionada por la posesión de numerosos bienes, sino por el uso que de ellos se haga. Paralelamente, 125 trad. Olivieri levemente modificada. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 223 para ambos, dicho uso depende pura y exclusivamente del conocimiento. En este sentido, Festugière, al interpretar el pasaje de Platón, señala que “no es suficiente poseer bienes, se debe también hacer uso, y un buen uso. Ahora bien, lo que determina el buen uso de cada cosa es la ciencia (epísteme). Los bienes no tienen ningún valor por sí mismos, ni sirven de nada, si no son acompañados de entendimiento y de saber”.126 Tanto Platón como Aristóteles consideran que para adquirir este conocimiento el hombre debe filosofar, pues, mientras para Platón la filosofía es la adquisición de conocimiento (Eutidemo 288d) y el conocimiento es la condición sine qua non para actuar rectamente, para Aristóteles la filosofía es la única ciencia que, a través del recto juicio y empleo de la razón, permite al hombre ordenar la acción y hacer un uso correcto de los bienes a los que puede acceder (fragmento 9). En contraposición a la escuela de Isócrates, que relacionaba la filosofía con la retórica, dándole un valor netamente pragmático, desde la perspectiva adoptada por Platón y Aristóteles, para ser feliz, el hombre debe conocer los principios que rigen la acción y por esto mismo filosofar. Solo por medio de esta práctica podrá alcanzar su plenitud y, por ende, vivir en un sentido absoluto, en lugar de simplemente subsistir. El conocimiento de ciertos principios, entiéndase por esto la teoría de las Ideas o los principios aristotélicos, lejos de ser una actividad banal, se transforma en la condición esencial que permite al hombre vivir en concordancia consigo mismo y, en consecuencia, alcanzar la felicidad. El recorrido realizado hasta aquí nos permite concluir que para Aristóteles, al igual que para Platón, la filosofía se caracteriza por dos aspectos interrelacionados. Por un lado, es la ciencia suprema cuyo objeto es la búsqueda de la verdad, en la cual participa toda la tradición filosófica. Por otro lado, es aquella clase de epistéme que determina cómo debemos emplear el resto de las virtudes y los bienes de los 126 Festugière (1973: 26). teseopress.com 224 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles que disponemos. Por tal motivo, a modo de cierre de este capítulo, podemos afirmar que, para Aristóteles, y según aparece en el Protréptico, la filosofía tiene una dimensión epistemológica y una dimensión ética, ambas interrelacionadas por el concepto de sabiduría. Desde la perspectiva aristotélica esbozada en el Protréptico, el sabio no solo debe conocer lo real sino que debe actuar correcta y justamente. En consecuencia, en los capítulos cuarto y quinto intentaremos explorar ambas dimensiones de esta concepción. En el capítulo 4, lo haremos mediante la indagación de la noción de ciencia, esto es, examinando qué concepción epistemológica implica. En el capítulo 5, analizaremos la dimensión ética y la relación entre conocimiento y acción, así como la posible herencia platónica que esta relación parece presuponer. teseopress.com 4 La concepción epistemológica en el Protr trép éptic ticoo La noción y jerarquización de las ciencias en el Protr trép éptic ticoo de Aristóteles La Metafísica de Aristóteles comienza con la afirmación de que todos los hombres desean por naturaleza conocer.1 En el primer libro, luego de establecer una escala de saberes y distinguir entre sensación, experiencia, arte y ciencia,2 Aristóteles ofrece un extenso argumento sobre la sabiduría como la ciencia más elevada y el conocimiento de los primeros principios de lo real.3 La descripción de epistéme que allí aparece nos genera los siguientes interrogantes: ¿qué concepción de ciencia presupone la definición de sabiduría expuesta en los dos primeros libros de la Metafísica?, ¿en qué medida esta descripción implica una jerarquización de las ciencias? y ¿por qué esta ciencia es calificada como la más elevada? La descripción efectuada en el Protréptico de phrónesis y de epistéme como el conocimiento de lo anterior, de las causas (fragmentos 33 y 35) y de los principios (fragmento 24) nos puede servir de andamiaje para esclarecer la concepción de ciencia sostenida por Aristóteles en el primer período de su pensamiento. Sin embargo, la concepción ontológica y epistemológica presentes en el Protréptico 1 2 3 Metafísica I 1, 980a 21. Metafísica I 1, 981a-982a. Metafísica I 1, 982a ss. teseopress.com 225 226 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles han sido el centro de los principales debates entres quienes han sostenido una evolución en el pensamiento del Estagirita desde un platonismo a un aristotelismo y quienes han negado dicha evolución. Por tal motivo, los fragmentos abocados a temas ontológicos o epistemológicos han sido leídos como un motivo de discusión en torno a la aceptación aristotélica de tesis platónicas en el período académico o su rechazo rotundo. Este debate, como ya se señaló en la introducción, ha sido una de las causas por las cuales el Protréptico ha sido leído y estudiado. Por tal motivo, antes de analizar la concepción aristotélica de ciencia, es pertinente hacer una breve referencia sobre la posible influencia platónica que dicha concepción supone. La herencia platónica en la concepción aristotélica de ciencia La datación temprana del Protréptico y el vocabulario platónico utilizado en los fragmentos conservados han alimentado la tesis según la cual el pensamiento aristotélico habría sido el resultado de una progresiva evolución de un platonismo a un antiplatonismo, sobre todo en lo que a su epistemología se refiere. Uno de los fragmentos que, por su aparente impronta platónica, es clave para el tratamiento de esta problemática es el 48, en el cual, Aristóteles afirma: Pero esto no es capaz de hacerlo quien no ha cultivado la filosofía y no ha conocido la verdad. Y, en las demás artes, no alcanzan el saber íntegramente, al no obtener los instrumentos y los razonamientos más exactos de objetos primeros en sí mismos, sino de objetos segundos, terceros o aun más alejados, y extraen sus razonamientos de la experiencia. A teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 227 diferencia de los demás, solo en el caso del filósofo tiene lugar la imitación a partir de objetos exactos en sí mismos. Pues él los contempla en sí mismos y no sus imitaciones.4 Este fragmento constituye un esbozo de la epistemología aristotélica. Sin embargo, el hecho de que se trate de un esbozo que nos ha llegado a través de una obra fragmentaria hace que el análisis de las concepciones allí presentadas sea en sí mismo problemático. El léxico platónico empleado por Aristóteles y las distinciones trazadas entre diferentes clases de razonamientos nos lleva a preguntarnos qué concepción de ciencia y, por lo tanto, de conocimiento sostenía el Estagirita al momento de escribir esta obra. En la primera oración, al igual que en los fragmentos precedentes, Aristóteles relaciona el ejercicio filosófico con el conocimiento de la verdad. Sin embargo, el conector medé nos lleva a pensar que en esta instancia Aristóteles no está identificando ambas acciones, filosofar y conocer la verdad, sino que mediante su mención alude a dos momentos de un único proceso. Si bien en algunos pasajes de su obra e incluso en algunos fragmentos del Protréptico Aristóteles tiende a equiparar la filosofía con la sabiduría y, por este motivo, a definir la filosofía como el conocimiento más elevado,5 aquí el conector parece agregar un plus a cada una de estas actividades que no permite asimilarlas completamente. En este sentido, la filosofía parece identificarse con la ciencia cuya 4 5 Τοῦτο δ’ οὐχ οἷόν τε μὴ φιλοσοφήσαντα [δύνασθαι] ποιεῖν μηδὲ γνωρίσαντα τὴν ἀλήθειαν·καὶ τῶν μὲν ἄλλων τεχνῶν τά τ’ ὄργανα καὶ τοὺς λογισμοὺς τοὺς ἀκριβεστάτους οὐκ ἀπ’ αὐτῶν τῶν πρώτων λαβόντες σχεδὸν ἴσασιν, ἀλλ’ ἀπὸ τῶν δευτέρων καὶ τρίτων καὶ πολλοστῶν, τοὺς δὲ λόγους ἐξ ἐμπειρίας λαμβάνουσι·τῷ δὲ φιλοσόφῳ μόνῳ τῶν ἄλλων ἀπ’ αὐτῶν τῶν ἀκριβῶν ἡ μίμησίς ἐστιν·αὐτῶν γάρ ἐστι θεατής, ἀλλ’ οὐ μιμημάτων. Metafísica II 1, 993b 20-30. Véase también Ética Nicomáquea X 7, 1177a 25-28. En el fragmento 65, Aristóteles identifica el ejercicio de la función propia del hombre con el conocimiento y adquisición de la verdad. Esta identificación entre la filosofía y la verdad, por un lado, y distinción entre ambos, por el otro, podría ser una prueba de que la filosofía es identificada con el proceso de conocimiento de la verdad y con dicho conocimiento simultáneamente. teseopress.com 228 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles meta es la obtención de la verdad y, por esta razón, con el único acceso a ella. Así pues, podemos afirmar que mediante la conjunción de los términos filosofía y conocimiento de la verdad Aristóteles estaría enfatizando que, para obtener este conocimiento el hombre tiene que realizar un proceso de adquisición que consiste en el ejercicio filosófico. En este sentido, uno de los núcleos centrales del fragmento 48 es la contraposición entre filosofía, conocimiento de la verdad y los razonamientos más exactos, por un lado, y el resto de las artes y los razonamientos de segundo orden, por el otro. De la lectura del fragmento 48 parece desprenderse que estas nociones forman dos grupos que guardan entre sí una relación de oposición. Sin embargo, queda desdibujado qué entiende Aristóteles mediante las expresiones “las primeras cosas” (autôn tôn próton), “las cosas más exactas” (tôn akribôn) las cosas que son en sí mismas (autôn) e “imitaciones” (mimemáton). ¿Qué debemos entender por ‘razonamientos de primer’ y de ‘segundo orden’? ¿Qué relación entre estos conceptos presupone Aristóteles al entablar la contraposición de lo que ‘es en sí’ con las ‘imitaciones’? El análisis del fragmento nos induce a pensar que Aristóteles traza una jerarquía entre objetos y, por lo tanto, entre diferentes niveles de conocimiento. Pese a esto, es problemático determinar de qué orden es esta jerarquía. ¿Es ontológica?, ¿es gnoseológica? o ¿es tanto ontológica como gnoseológica? Estos interrogantes han sido el motivo de muchas controversias entre los intérpretes, muchos de los cuales han leído el fragmento como un testimonio de la influencia platónica o, incluso, como una prueba de la existencia de un período platónico en el pensamiento del Estagirita.6 6 Podemos trazar cierto paralelo entre el fragmento 48 y el siguiente pasaje de la República de Platón: “pues bien, ¿crees que difieren en algo de los ciegos los que están privados realmente del conocimiento de lo que es cada cosa, y no tienen en el alma un paradigma manifiesto, ni son capaces, como un pintor, de dirigir la mirada hacia lo más verdadero y, remitiéndose a ello sin cesar, contemplarlo con la mayor precisión posible, de modo de implantar tam- teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 229 Uno de los pasajes que puede ser útil a los efectos de poner a prueba estas dos tesis es Filebo 59c 2-6: Que tenemos la consistencia, pureza, verdad y, como decíamos antes, integridad o en aquellas cosas que siempre son conforme a lo mismo, del mismo modo y sin mezcla, o en las que más emparentadas están con ellas; y todo lo demás hay que decir que es secundario e inferior7 (trad. Durán). La importancia de confrontar este pasaje del Filebo con el fragmento del Protréptico radica en que dichas obras habrían sido contemporáneas.8 Según Berti, es necesario recordar que el Platón que Aristóteles conoció y el que lo encaminó a la filosofía no era el Platón de los diálogos de madurez (Fedón, Banquete, República) sino el Platón de los diálogos de vejez (Parménides, Sofista, Filebo, Timeo, Leyes), aun cuando Aristóteles parece conocer, en sus obras, también muy bien el Fedón y la República. 9Los diálogos de vejez son la expresión de un viraje en el pensamiento de Platón, sobre todo en relación con la teoría de las Ideas. Si bien no hay nada que indique, al momento de escribir estos textos, Platón haya abandonado su concepción de las Ideas como objetos de conocimiento de lo universal e inmutable y separado, las tesis allí defendidas dan cuenta de una manera diferente de pensar la estructura interna de las Ideas y de su relación con las cosas sensibles. 7 8 9 bién aquí las reglas concernientes a lo bello, a lo justo, a lo bueno, si hay que implantarlas, o, si ya están establecidas, preservarlas con su vigilancia?” (VI, 484c 5- d3). Ὡς ἢ περὶ ἐκεῖνα ἔσθ’ ἡμῖν τό τε βέβαιον καὶ τὸ καθαρὸν καὶ ἀληθὲς καὶ ὃ δὴ λέγομεν εἰλικρινές, περὶ τὰ ἀεὶ κατὰ τὰ αὐτὰ ὡσαύτως ἀμεικτότατα ἔχοντα, ἢ [δεύτερος] ἐκείνων ὅτι μάλιστά ἐστι συγγενές·τὰ δ’ ἄλλα πάντα δεύτερά τε καὶ ὕστερα λεκτέον. Según Düring (1990: 91), el Protréptico se habría escrito en el mismo período en el cual Platón escribió Filebo, Leyes y la Carta VII. Berti (2005: 174). teseopress.com 230 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Tanto en el pasaje del Filebo como en el fragmento del Protréptico, Platón y Aristóteles hacen una confrontación entre una ciencia descripta como la epistéme superior y el resto de las artes. La primera es identificada por Platón como la ciencia del intelecto y de la prudencia (noûs y phrónesis).10 La lectura de este pasaje a la luz de los fragmentos 33, 35 y 65 del Protréptico11 nos permite afirmar que también en el caso del Estagirita dicha ciencia es ejercida por el noûs y la phrónesis, razón por la cual será también el objeto de dichas facultades del alma. Tanto para Platón como para Aristóteles, mientras la ciencia del intelecto y de la prudencia se ocupa de lo que es por naturaleza conforme a sí mismo o lo que es en sí, las otras artes solo se limitan a lo que es por opinión o por experiencia.12 En Filebo 61d 10 -e 4, al referirse a la epistéme más elevada, Platón argumentará: Y una ciencia difiere de <otra> ciencia, pues una versa sobre las cosas que nacen y perecen, y la otra, en cambio sobre las cosas que ni nacen ni perecen, sino que permanecen siempre idénticas a sí mismas y están siempre en el mismo estado (trad. propia). 10 11 12 En el pasaje 58d 2-8 del Filebo, Platón afirma: “sin atender a eventuales utilidades de las ciencias ni a su eventual notoriedad, sino tan solo a si ha nacido en nuestra alma el poder de amar lo verdadero y hacerlo todo en razón de ello, después de haber sometido esa actividad a profundo examen, digamos si podríamos afirmar que ella es verosímilmente la que posee en grado máximo la pureza de intelecto y prudencia o si tenemos que buscar alguna otra que la supere” (trad. Durán). En Filebo 58e 1-3, “lo voy examinando, y creo que es difícil reconocer que ninguna otra ciencia o técnica contenga más verdad que ella” (trad. Durán). En el fragmento 33, Aristóteles identifica esta ciencia con la epistéme de los primeros principios y causas. En el fragmento 35 la llama phrónesis y en el fragmento 65 la describe como la actividad del noûs. En Filebo 58e 4-59a 2, Platón afirma: “¿Has dicho lo que ahora dices porque has considerado que la mayoría de las técnicas, y cuantos se afanan ellas, se valen prioritariamente de opiniones y buscan con esfuerzo lo relativo a la opinión?” (trad. Durán). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 231 Los puntos en los cuales nos interesa detenernos en relación con este pasaje y del anterior pasaje citado del Filebo son las expresiones “permanecen siempre idénticas a sí mismas” y la caracterización de ciertas cosas como “secundarias e inferiores”. Lo que nos interesa en relación con estas dos expresiones es analizar en qué medida Aristóteles las está retomando y si las retoma para referirse a los mismos objetos. En una primera lectura, estamos tentados a decir que la expresión “idénticas a sí mismas” es en cierta medida paralela a “lo que es en sí” utilizada por Aristóteles en el fragmento 48. Simultáneamente, la utilización de los adjetivos “secundarios” e “inferiores” rememora la distinción entre objetos de primer orden y de segundo orden hecha por el Estagirita. Sin embargo, esto no nos autoriza a decir que, al expresarse de este modo, ambos filósofos tengan en mente los mismos referentes. Dado esto, es legítimo preguntarse cuáles son dichos referentes y, si no son los mismos, por qué tanto Platón como Aristóteles pueden valerse de un léxico que en apariencia es similar para referirse a cosas distintas. En cuanto a la primera pregunta- cuál es el referente de los términos “permanecen siempre idénticas a sí mismas” y “lo que es en sí”- comenzaremos nuestro análisis por el empleo platónico de estas expresiones. Al realizar este análisis, debemos aclarar que estará circunscripto a los pasajes de los diálogos mencionados. Con todo, es importante subrayar que nuestro interés es analizarlos con el fin de esclarecer el texto aristotélico, razón por la cual nuestro examen estará restringido y condicionado por este fin. En el pasaje 58a del Filebo, Platón caracteriza lo que es “siempre conforme a sí mismo” como lo que realmente es. En esta misma obra, en 58c, describe este tipo de objetos como el más preciso, el más exacto y verdadero. La analogía que se puede establecer entre esta descripción y la de las Ideas que aparece en el Fedón (79c-d), en la República (511b teseopress.com 232 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles 3-8)13 y en el Fedro (249c 5-6)14 nos lleva a concluir que mediante la expresión “permanecen siempre idénticas a sí mismas” Platón debe de estar haciendo referencia a estas últimas.15 Por tal motivo, por medio de “lo secundario” y “lo inferior” debe de estar aludiendo a aquello que es causado por las Ideas y que es definido en el resto del corpus como copia.16 En este sentido, lo siempre idéntico a sí mismo es causa tanto ontológica como epistemológica del resto de las cosas. Su prioridad es, desde este punto de vista, también doble. Esto se debe a que las Ideas son para Platón principios del ser y principios de inteligibilidad de las cosas. Pese a esto, algunos autores leen el Filebo como una presentación de alguna de las tesis de las doctrinas no escritas y, por lo tanto, consideran que, al hablar de los principios Platón está aludiendo a los principios de los números de los cuales dependerían incluso las Ideas. John Dillon considera que, en su vejez, “como primeros principios Platón postuló el Uno y la Díada indefinida (a la que le dio, según parece, el título distintivo de “lo Grande-y-lo Pequeño”) y en esto, como en muchos otros aspectos, desarrolla la doctrina de los pitagóricos. El Uno es un principio activo, la imposición de “límite” en la indefinición del principio opuesto”.17 En ambos casos, ya sea que se considere que Platón esté haciendo referencia a su teoría de las Ideas o a los principios de los 13 14 15 16 17 En República VI, 507b 4-6, Sócrates afirma: “También afirmamos que hay algo Bello en sí y Bueno en sí y, análogamente, respecto de todas aquellas cosas que postulábamos como múltiples: a la inversa, a su vez postulamos cada multiplicidad como siendo una unidad, de acuerdo con una Idea única, y denominamos a cada una 'lo que es'”. (trad. Eggers Lan). πρὸς γὰρ ἐκείνοις ἀεί ἐστιν μνήμῃ κατὰ δύναμιν, πρὸς οἷσπερ θεὸς ὢν θεῖός ἐστιν. En Fedro 249e, Platón alude a las Ideas como las entidades más verdaderas. Berti (2008d: 540). Véase República VI, 509d- 510b. Dillon (2005: 18). Para apoyar su tesis, este autor reproduce a pie de página el pasaje aquí citado del Filebo 59 c-d. Si bien, dada la complejidad del tema, no podremos entrar en el análisis de las doctrinas platónicas es importante recalcar que, según este autor, Platón, en sus últimos años, se había vuelto cada vez más atraído por las posibilidades filosóficas del pitagorismo, es decir, por la postulación de un modelo matemático del universo. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 233 números defendidos en las llamadas doctrinas no escritas, la caracterización de estos principios parece ser la misma: imperecederos, eternos y causas del resto de las cosas. En el caso de las expresiones utilizadas por Aristóteles, lo primero que podemos observar es que la diferenciación entre los objetos primeros en sí mismos y los segundos mencionada en el fragmento 48 tiene cierta reminiscencia con la distinción realizada por el Estagirita en el fragmento 33 entre el conocimiento de lo anterior y de lo posterior. Esta postura parece guardar una continuidad con el pensamiento platónico. De hecho, en el pasaje del Filebo arriba citado, el 59c 2-6, Platón recurre al mismo juego de términos entre lo anterior y lo posterior. Desde la perspectiva platónica, si el resto de las cosas es secundario e inferior, esto se debe a que es ontológica y epistemológicamente dependiente de lo que es siempre conforme a sí mismo y, en este sentido, imperecedero y anterior. No obstante, si leemos otros textos del copus, como por ejemplo Analíticos Segundos, texto que ningún intérprete caracterizaría como platónico, podemos ver que Aristóteles plantea una tesis similar a la sostenida en los fragmentos 33 y 48 del Protréptico. En Analíticos segundos II 9, 76a 19-21, Aristóteles afirma: En efecto, se sabe mejor lo que se conoce a partir de las causas superiores: pues se conoce a partir de los <principios> superiores cuando se conoce a partir de causas incausadas (trad. Candel Sanmartín). Los términos que, adoptando la traducción de Candel Sanmartín, vertemos al castellano como superiores e incausados son protéron y anóteron. En este pasaje, Aristóteles equipara los principios superiores con las causas superiores o primeras, esto es, incausadas. Paralelamente, identifica este conocimiento con la ciencia superior y más perfecta. Estos principios, objeto de esta última clase de ciencia, son teseopress.com 234 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles definidos como “aquello que significa las primeras cosas”18 y de los cuales no es necesario dar demostración,19 sino que son el punto de partida de la demostración de las demás cosas. La lectura del Protréptico a la luz de este pasaje nos induce a pensar que el discurso aristotélico no se alejaría del discurso de los tratados esotéricos. No obstante, esto no implica que no exista entre los primeros principios y las cosas la misma dependencia causal que la postulada por Platón entre las Ideas y las cosas, esto es, la misma relación de dependencia ontológico-epistemológica. Si se acepta lo anteriormente dicho, podríamos afirmar que Aristóteles puede estar retomando el mismo tipo de relación causal que el postulado por Platón entre las Ideas y las cosas sin que ello implique que dichos principios tengan la misma naturaleza que los principios propuestos por Platón. Podemos ir un paso más lejos y afirmar que esta búsqueda de los primeros principios pone a Aristóteles en la misma indagación iniciada por los filósofos presocráticos, que buscaban el principio al cual todas las cosas podían ser reducidas y que, por lo tanto, permitía explicarlas.20 En este sentido, la continuidad entre Platón y Aristóteles estaría dada porque ambos forman parte de la misma tradición filosófica que buscaba una explicación de lo real apelando a algún tipo de fundamento que ya no requería de ningún principio ulterior para ser explicado. Ahora bien, en el fragmento 48, además de decirnos que los principios son anteriores a las cosas respecto de las cuales son causas, Aristóteles agrega una característica más. Según Aristóteles, los principios constituyen la esencia de las cosas, lo que estas son en sí mismas. Desde la perspectiva del Estagirita, el que conoce ap’ autôn akribôn no solo sabe qué es lo bello, lo justo y lo bueno, sino qué es cada una de estas cosas en sí misma; por lo tanto, al estudiarlas, conoce lo que es en sí y no meras 18 19 20 Analíticos segundos II 10, 76a 32-33. Analíticos segundos II 10, 76a 31-35. Gadamer (1995: 80). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 235 imitaciones.21 Esta descripción constituye el punto álgido del discurso aristotélico y, por este motivo, el objeto de debate entre los estudiosos, principalmente entre aquellos que quisieron ver la posible presencia de la teoría platónica de las Ideas. Este debate ha abierto dos líneas interpretativas. Quienes han sostenido que Aristóteles había pasado por un período platónico ven en este pasaje la clave para apoyar su tesis. En este sentido, es clásica la postura de Jaeger comentada en el estado de la cuestión del presente trabajo.22 En contra de esta tesis, el análisis de los fragmentos citados nos permite decir que, si bien es posible rastrear en los fragmentos del Protréptico una influencia platónica, esto no implica que podamos extremar esta tesis al punto de afirmar que el fragmento 48 presuponga la aceptación de lo que conocemos como platonismo. En este sentido, si bien la lectura de los fragmentos 48 y 77 a la luz de los diálogos platónicos resulta fructífera, no se pueden analizar dichos fragmentos solo considerando las teorías platónicas. Si bien el término mímesis ha generado la hipótesis de que Aristóteles habría adherido a dicha teoría y que, por lo tanto, se deben leer estos fragmentos teniendo como telón de fondo la teoría platónica de las Ideas, el empleo de este término no parece ser condición suficiente para extraer esta tesis de manera concluyente. El fragmento 47 puede ser clave para defender nuestra lectura del texto. En este fragmento, Aristóteles afirma: 21 22 Fragmento 49. Si bien la postura de Jaeger no parece tener seguidores en la actualidad, es importante recalcar que la discusión sobre la presencia de la teoría de las Ideas sigue siendo un tema debatido. Una prueba de ello puede ser la traducción de Vallejo Campos. Como vimos en el estado de la cuestión, este autor argumenta que no se puede sostener con seriedad ni la postura según la cual Aristóteles nunca habría defendido la teoría Ideas ni aquella según la cual la habría rechazado. Es evidente que, aún en la actualidad, pronunciarse categóricamente sobre el status de los principios postulados en el Protréptico sigue siendo un problema abierto. teseopress.com 236 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Efectivamente, así como en las demás artes productivas los mejores instrumentos se han descubierto a partir de la naturaleza -por ejemplo, en la construcción la plomada, la regla o el compás, los hemos obtenidos de <las observación> del agua, la luz y los rayos del sol, que nos sirve como criterio para comprobar lo que es suficientemente recto y plano desde le punto de vista perceptivo-, de la misma manera el político también debe estar en posesión de ciertas normas derivadas de la naturaleza en sí misma y de la verdad, en referencia a las cuales juzgue qué es justo, bello y conveniente. Pues igual que allí estos instrumentos superan a todos los demás, también la mejor ley es la que mejor concuerda con la naturaleza.23 Si bien en este fragmento Aristóteles no utiliza el término mímesis, la descripción de cómo el hombre opera en las artes es ilustrativo para comprender en qué sentido Aristóteles podría estar hablando de imitación. En el fragmento 47, el filósofo afirma que en las artes los hombres crean los instrumentos de observación imitando a la naturaleza. Para Aristóteles, las artes operan con razonamientos de segundo orden porque acceden a lo real mediante los instrumentos que elaboran imitando a la naturaleza. Por medio de estos instrumentos (la regla, la plomada, etc.), los que se ocupan de estas artes pueden acceder a lo que les es dado de forma inmediata, esto es, lo singular, en relación con lo cual, como dirá en Metafísica I 1, no hay conocimiento sino experiencia. Si no trascienden esta instancia, solo tendrán razonamientos de segundo orden, pero no alcanzarán los principios de las cosas, aquellos que determinan qué son esas cosas. 23 Καθάπερ γὰρ ἐν ταῖς ἄλλαις τέχναις ταῖς δημιουργικαῖς ἀπὸ τῆς φύσεως εὕρηται τὰ βέλτιστα τῶν ὀργάνων, οἷον ἐν τεκτονικῇ στάθμη καὶ κανὼν καὶ τόρνος—τὰ μὲν ὕδατι τὰ δὲ φωτὶ καὶ ταῖς αὐγαῖς τῶν ἀκτίνων ληφθέντων—πρὸς ἃ κρίνοντες τὸ κατὰ τὴν αἴσθησιν ἱκανῶς εὐθὺ καὶ λεῖον βασανίζομεν, ὁμοίως δὲ καὶ τὸν πολιτικὸν ἔχειν τινὰς ὅρους δεῖ ἀπὸ τῆς φύσεως αὐτῆς καὶ τῆς ἀληθείας, πρὸς οὓς κρινεῖ τί δίκαιον καὶ τί καλὸν καὶ τί συμφέρον. ὥσπερ γὰρ ἐκεῖ τῶν ὀργάνων ταῦτα διαφέρει πάντων, οὕτω καὶ †νόμος† κάλλιστος ὁ μάλιστα κατὰ φύσιν κείμενος. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 237 Si aceptamos que en el fragmento 48 Aristóteles continúa argumentando en la misma línea que en el fragmento precedente, podemos pensar que a través del término mímesis no está aludiendo a la relación entre los principios y las cosas que son por participación o imitación de dichos principios, sino al modo de proceder propio del resto de las artes aludidas por el Estagirita. De hecho, en Metafísica I 9, 991a 19-23, libro que como ya dijimos es considerado contemporáneo al Protréptico, al hablar de las Ideas y de la relación causal que existe entre ellas y las cosas, Aristóteles sostiene: Pero es que tampoco es posible que las demás cosas provengan de las Formas en ninguno de los sentidos usuales de la expresión < ‘provenir de’ >. Y decir, por otra parte, que ellas son modelos, y que de ellas participan las demás cosas, no es sino proferir palabras vacías y formular metáforas poéticas (trad. Calvo Martínez). En este libro de la Metafísica Aristóteles es bastante expeditivo en cuanto a la imposibilidad de admitir las Ideas platónicas como principios explicativos de lo real. Para Aristóteles, por medio de estos principios no se puede explicar satisfactoriamente el tipo de relación causal existente entre ellos, y las cosas que, supuestamente, llegan a ser a partir de ellos. En este mismo libro, haciendo alusión al pasaje del Fedón citado más arriba, Aristóteles remarca que, aun cuando se pueda admitir que las Formas existan, no se puede explicar cómo a partir de ellas se producen las cosas. Desde la perspectiva aristotélica, dado que las Ideas son causa formal de las cosas pero no su causa eficiente, mediante su postulación Platón deja sin explicar qué es lo que imprime a las cosas sensibles su respectiva Idea y, por lo tanto, por qué las cosas llegan a ser lo que son. Esta crítica a la teoría platónica de las Ideas en un escrito que es contemporáneo al Protréptico es un indicio de que en el fragmento 48 Aristóteles no puede estar aludiendo a la teoría de las Ideas. En este sentido, coincidimos con teseopress.com 238 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Zanatta, quien sostiene que en este fragmento Aristóteles está retomando la tesis defendida en la serie 11-17 según la cual el arte imita a la naturaleza.24 Es importante notar que la mención en el fragmento 47 del modo de operar de las artes respecto de sus objetos es hecha por el Estagirita en el contexto de la comparación con el político que no debe proceder de esta manera sino mirando la naturaleza y la realidad, sin ningún tipo de mediación. Esta comparación puede tener un paralelo con la trazada entre el modo de proceder del resto de las artes y el de la filosofía analizada en el fragmento 48. La lectura conjunta de los fragmentos 47 y 48 nos induce a pensar que Aristóteles podría estar haciendo referencia a la contraposición entre la aprehensión directa de los principios de lo real, propia del filósofo, y el conocimiento mediado por la observación y el uso de instrumentos llevado a cabo por el resto de las artes que solo son capaces de generar razonamientos de segundo orden. En este sentido, podemos decir que, si bien la presencia de cierto bagaje platónico en los fragmentos 48 y 47 es indudable, la influencia que esta presencia supone parece aludir al modo en que se explica lo real apelando a ciertos principios que trascienden lo sensible y subjetivo y a la definición de la ciencia como el conocimiento de dichos principios. Pese a esto, al analizar la naturaleza de dichos principios en ambos pensadores, no parece haber elementos que nos permitan concluir que Aristóteles esté postulando en el fragmento 48 o en algún otro fragmento del Protréptico la teoría de su maestro y predecesor. No obstante, este no 24 Zanatta (2008: 295). Este autor considera que aquí Aristóteles podría estar teniendo en mente Filebo 56b y ss. En este pasaje del diálogo Platón argumenta cómo en las diferentes artes- la medicina, la agricultura y la carpintería, se utilizan diferentes instrumentos para realizar la labor propia de cada una de ellas. En estos pasajes, El objetivo de Platón parece consistir en diferenciar estas artes de la verdadera ciencia y ver si existe entre ellas una que sea “más pura” (57b 1), esto es, aquella por medio de la cual sea posible conocer lo que verdaderamente es (58a). Si esto fuera así, en relación con este aspecto podríamos decir que hay en el fragmento 48 del Protréptico una herencia platónica que no podríamos negar. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 239 es el único punto en el cual se creyó ver una impronta platónica en el Protréptico. Algunos intérpretes, entre ellos, Krämer,25 Berti,26 Reale,27 han utilizado los fragmentos del Protréptico como testimonio de las llamadas doctrinas no escritas de Platón. Por tal motivo, en el siguiente apartado analizaremos si tal tesis es sustentable y sobre qué premisas es factible pensarla. Resonancias platónicas en la serie de fragmentos 33-36 del Protréptico de Aristóteles Tal como lo dijimos en el apartado anterior, algunos intérpretes suelen considerar que hay en los fragmentos conservados del Protréptico, más específicamente en la serie de fragmentos 33-36, alusiones a teorías de clara raigambre platónica. Por tal motivo, han utilizado esta serie de fragmentos como un testimonio para explicar dichas teorías o concepciones. En un artículo relativamente reciente,28 Berti intenta demostrar que se puede rastrear una ética en las llamadas doctrinas no escritas de Platón. Desde la perspectiva de Berti, la serie de fragmentos 33 a 36 del Protréptico presenta el fundamento ontológico de esa ética,29 razón por la cual no solo debe ser vista como un testimonio válido para la reconstrucción de las doctrinas no escritas, sino también para el estudio de la ética que se derivaría de dicha doctrina. Ahora bien, sobre la base de que en los fragmentos conservados del Protréptico Aristóteles estaría presentando su propia concepción de la filosofía y teniendo en cuenta que en sus obras esotéricas rechaza algunas de las principales tesis platónicas, aceptar la tesis de Berti implica reconocer, implícitamente, una evolución en el pensamiento 25 26 27 28 29 Krämer (1982: 26). Berti (1982). Reale (1968: 251). Berti (2008a: 36). Berti (2008a: 40). teseopress.com 240 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles aristotélico. En este sentido, aunque la mayoría de los autores acepta que existe tal evolución, el punto problemático radica en la naturaleza de esta evolución: ¿se trata de un pasaje de un platonismo a un aristotelismo?, ¿es una paulatina complejización de teorías netamente aristotélicas?, ¿consiste en una progresiva adaptación, revalorización y complejización de las teorías de su maestro? O ¿es más bien una síntesis de todas estas hipótesis? Estos interrogantes ponen en un primer plano la naturaleza de la relación entre el pensamiento platónico y el aristotélico. Por este motivo, pese a que en el presente apartado no nos centraremos en el análisis de esta evolución, nuestro objetivo será examinar la serie de fragmentos 33-36 del Protréptico a la luz de la posible influencia platónica. La hipótesis que intentaremos poner a prueba es que, pese a que la definición de ciencia como el conocimiento de las causas y la identificación de estas con los principios de lo real es una concepción esencial del platonismo, el hecho de que encontremos en el Protréptico la influencia de esta concepción no nos permite inferir que Aristóteles se esté refiriendo allí a las Ideas platónicas30 o a los números ideales31 defendidos por su maestro, ya sea en su obra exotérica o en sus enseñanzas orales. Desde nuestra perspectiva, el carácter fragmentario de la obra y el estado en que los escasos fragmentos se han conservado no nos permiten afirmar que en ellos Aristóteles esté haciendo referencia a estas últimas concepciones centrales en el platonismo. Pese a que en los fragmentos podemos encontrar prefiguradas muchas de las cuestiones que serán centrales en el pensamiento metafísico y epistemológico de Aristóteles, a los fines de la sistematización, reduciremos dichas cuestiones a las dos grandes tesis que han sido más debatidas: Las cosas anteriores, esto es las causas, son más conocidas que las posteriores, o sea, los efectos. 30 31 Jaeger (1993: 114-115). Berti (2008a: 80). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 241 El bien es causa y medida de todas las cosas. Teniendo presente el objetivo arriba señalado- rastrear la posible herencia platónica en el Protréptico– en este apartado nos ocuparemos del análisis de estas dos tesis. En el primer apartado, nos centraremos en la identificación de las causas con las cosas anteriores y de estas últimas con los primeros principios. Con ello, intentaremos mostrar que, aunque estas identificaciones reflejan una fuerte herencia platónica, constituyen también concepciones genuinamente aristotélicas. En el segundo apartado analizaremos la segunda de estas tesis, esto es, la definición de bien como medida de todas las cosas. Mediante este análisis intentaremos examinar qué concepción de bien sostiene Aristóteles en el fragmento 33 y si dicha concepción representa una ruptura o una continuidad con la concepción defendida en el resto del corpus. Lo anterior es más cognoscible que lo posterior La concepción de ciencia es una de las cuestiones clave de la serie de fragmentos 33-36 del Protréptico. Sobre la base de lo allí argumentado, se puede realizar un esbozo de la concepción epistemológica que el filósofo habría sostenido al momento de escribir su obra. Uno de los pocos trabajos que focaliza su atención en este tema y que sigue siendo relevante en la actualidad es el artículo de de Strycker, “On the first section of fr. 5 A of the Protrepticus”. La hipótesis de este autor es que la concepción de causa, explicación y ciencia que subyace en el fragmento 5 del Protréptico tiene una fuerte herencia platónica. Con el fin de demostrar esta hipótesis, de Strycker realiza un análisis comparativo entre este fragmento y algunos pasajes destacados de los diálogos de Platón, entre los que podemos mencionar Fedón 99a 4-7, República 475e 6 – 479e 9, 508e 1 – 509b10 y Político 287b6-d3. teseopress.com 242 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Según de Strycker,32 la prioridad ontológica y epistemológica de lo anterior respecto de lo posterior constituye un reflejo de la teoría platónica de la inteligibilidad y causalidad de las Ideas en relación con las cosas sensibles, expuesta con toda claridad hacia el final del libro VI de la República, esto es, en la analogía de la línea dividida. Desde la perspectiva de este autor, tanto para Platón como para Aristóteles, la prioridad epistemológica de los primeros principios se infiere de su prioridad ontológica, ya que los objetos de conocimiento no solo reciben de ellos su inteligibilidad sino también su ser y realidad. 33 Según de Strycker, en Platón esta teoría se expresaría por medio de dos fórmulas diferentes, aunque no equivalentes bajo la lógica aristotélica. Dichas fórmulas son: a) “lo mejor es más conocido” y b) “lo más conocido es lo mejor”. Sin embargo, además de poder trazar un correlato entre la obra platónica y los fragmentos del Protréptico, como lo hace de Strycker, el análisis de dichos fragmentos nos permite también encontrar cierta continuidad entre las tesis allí defendidas y las presentadas en el resto del 32 33 de Strycker (1960: 76-104). Ética Nicomáquea I 4, 1095a 30-b4, “No olvidemos, sin embargo, que los razonamientos que parten de los principios difieren de los que conducen a ellos. En efecto, también Platón suscitaba, con razón, este problema e inquiría si la investigación ha de partir de principios o remontarse hacia ellos, así como, en el estadio, uno ha de correr desde los jueces hacia la meta o al revés. No hay duda de que se ha de empezar por las cosas más fáciles de conocer; pero estas lo son en dos sentidos: unas, para nosotros; las otras, en absoluto. Debemos, pues, quizá, empezar por las más fáciles de conocer para nosotros” (trad. Pallí Bonet). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 243 corpus.34 Así, por ejemplo, en Metafísica V 11, 1019a 1-4, al dar los diferentes significados de anterior y posterior, Aristóteles argumenta: Algunas cosas se dicen que son anteriores y posteriores en este sentido, y otras que lo son según la naturaleza y la entidad: anterior: así, todas las cosas que puede existir sin otras, pero no estas sin ellas (trad. Calvo Martínez).35 Según Berti, la definición dada por Aristóteles en el pasaje arriba citado y en los fragmentos del Protréptico presupone la identificación entre lo anterior y los primeros principios ya que estos últimos se caracterizan por ser lo primero a partir de lo cual una cosa se genera o es conocida. Por este motivo, Berti argumenta que se debe “concluir no solo que ‘anterior’ es convertible con ‘principio’, sino también con ‘causa’”.36 En esta misma línea argumentativa, en Metafísica, más específicamente en I 2, 982b 9, Aristóteles afirma que la sabiduría “ha de estudiar los primeros principios y causas”. La importancia de este pasaje es doble. En primer lugar, se trata de un pasaje en el cual se expone la misma tesis que 34 35 36 Para un desarrollo de la noción de anterioridad en Aristóteles véase Vigo (1989) y (1991). Desde la perspectiva de Vigo (1999: 76-77), “dada la multiplicidad de significados de “primero” y anterior” así como los términos correlativos “último” y “posterior”, Aristóteles se vale en su uso filosófico del concepto de prioridad de dos tipos fundamentales de esquemas de aplicación, que tienden, respectivamente, a reforzar o relativizar la prioridad atribuida a una determinada cosa. En el primer caso, que corresponde a lo que denominamos esquemas del tipo próteron- próteron, se atribuye a una determinada cosa en varios o, incluso, en todos los significados de prioridad aplicables al caso (…) En cambio en otros casos, que corresponden a los esquemas de aplicación del tipo próteron-hýsteron, la atribución de una cierta forma de prioridad a una determinada cosa queda relativizada a una determinada perspectiva de consideración, a través de la constatación de que, desde otra(s) posible(s) perspectiva(s) de consideración y de otro(s) posible(s) significado(s) de prioridad, la cosa en cuestión ya no puede ser considerada primera o anterior, sino que resulta más bien última o posterior. τὰ μὲν δὴ οὕτω λέγεται πρότερα καὶ ὕστερα, τὰ δὲ κατὰ φύσιν καὶ οὐσίαν, ὅσα ἐνδέχεται εἶναι ἄνευ ἄλλων, ἐκεῖνα δὲ ἄνευ ἐκείνων μή·. Berti (2008d: 666). teseopress.com 244 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la propuesta en la serie de fragmentos 33-36. En segundo lugar, corresponde a un libro que habría sido escrito en el mismo período que el Protréptico, esto es, en el mismo estadio del desarrollo del pensamiento aristotélico. La lectura de este pasaje a la luz de la serie de fragmentos 33-36 nos permite concluir que por medio de sophía Aristóteles no se está refiriendo a la filosofía en general, sino a una determinada forma de saber, o sea a ‘cierta filosofía’, aquella que es definida como la ciencia de las causas primeras, cuyo iniciador fue Tales de Mileto.37 Por tal motivo, las palabras de Aristóteles nos inducen a pensar que, como dice Berti, 38 si bien a través de los adjetivos ‘anterior’ y ‘mejor’ Aristóteles se está refiriendo a las causas de las cosas, dichas causas no son las cuatro causas aristotélicas, sino los primeros principios. En el fragmento 82, al dar su definición de mâllon, Aristóteles hace una equiparación entre este término y “lo anterior” que podría permitirnos ampliar nuestra interpretación de los pasajes hasta aquí citados: Pues no solo decimos ‘más’ (mâllon) según el exceso respecto a cosas que poseen una misma definición sino también atendiendo a la anterioridad o posterioridad: por ejemplo, decimos que la salud es ‘más’ bien que las cosas saludables y aquello que en su propia naturaleza es deseable por sí mismo lo es también ‘más’ que aquello que lo produce. En realidad, respecto de la definición, vemos que, no por predicarse de ambas cosas, se aplica el bien en el mismo sentido a las cosas útiles y a la virtud. 37 38 Berti (2004: 40). Según Berti, con Tales se ha producido la distinción entre teología y filosofía. Desde la perspectiva de Berti, Tales no solo ha indicado una causa primera, un principio, el agua, sino que además ha dado una fundamentación de su elección. Por este motivo, se puede decir que Tales da una explicación en lugar de limitarse a hacer una afirmación. Berti (2004: 38-40). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 245 Según Aristóteles mâllon tiene dos acepciones posibles. Bajo la primera acepción expresa una relación entre cosas. Si bien en este caso no se explaya en su explicación ni da ejemplos de su definición, el hecho de que bajo tal acepción el “más” o el “menos” estén referidos a dos cosas que comparten una misma definición nos permite inferir que está aludiendo a los grados de adecuación de cada una de estas cosas al referente en cuestión. Tomando prestado el ejemplo de Aristóteles, podemos decir que dos personas pueden ser igualmente saludables, pero, dada la definición de salud, una de ellas puede serlo en mayor medida que la otra. Leído de este modo, bajo esta acepción, mâllon expresa una relación entre dos cosas que, pese a tener las mismas cualidades, se diferencian en la intensidad con la cual las poseen. Bajo la segunda acepción, Aristóteles identifica mâllon con lo anterior en contraposición con lo posterior. Sin embargo, ni bien comienza a desarrollar su explicación, bifurca esta acepción en dos nuevas definiciones. Bajo la primera definición, en consonancia con lo inmediatamente anunciado, mantiene la equiparación entre mâllon y lo que es anterior. Para Aristóteles, en tanto la salud es la causa de que alguien esté saludable, ella es anterior y, por lo tanto, mâllon. La razón de esto radica en que, si la propiedad “estar sano” no existiese, tampoco podrían existir personas de las cuales se pudiera predicar el adjetivo “saludable”. Según Megino Rodríguez,39 aquí Aristóteles estaría definiendo mâllon según el enunciado y, por lo tanto, estaría presuponiendo la definición de anterior y posterior que aparece en Metafísica V 11, 1018b 32- 35:40 39 40 Megino Rodríguez (2005: 156). Según Vallejo Campos (2005: 188), “Aristóteles ve en esta palabra (mâllon) una homonimia que encubre dos sentidos del término. Cuando sirve para comparar dos predicados unívocos, establece una gradación de intensidad y podría traducirse simplemente como “más”. Pero hay veces en que los predicados no son unívocos, porque se aplican en sentidos distintos (…) En este segundo caso, distingue un sentido primario y un sentido secundario según la relación de anterioridad y posterioridad en que se hallan, que determina igualmente la dependencia de uno respecto al otro”. teseopress.com 246 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Y es que según la noción los universales son anteriores, mientras que los individuos lo son según la sensación; y según la noción el accidente es anterior al todo, por ejemplo “músico” es anterior a “hombre músico” (trad. Calvo Martínez). Al relacionar el fragmento 82 con el pasaje citado de Metafísica, Megino Rodríguez41 interpreta que por “mâllon” Aristóteles presupone la relación existente en el plano lingüístico entre el individuo y sus accidentes. Desde la perspectiva de este autor, si bien para Aristóteles las cualidades no pueden existir en forma independiente de las cosas, esto es, no pueden tener una existencia separada,42 para que la predicación sea posible es necesario presuponer la noción de los términos involucrados. Bajo esta interpretación, no podríamos decir la frase “el hombre es culto” o “el hombre es sano” si no diéramos por sentados los términos unidos por el verbo copulativo ser, es decir, los términos hombre, culto y sano, respectivamente. Independientemente de que los términos involucrados tengan un correlato real, o de que las cualidades mencionadas no puedan existir si no inhieren en alguna sustancia, es evidente que, en tanto parte del enunciado, son el presupuesto básico para que este pueda ser formulado. Antes de la aparición del trabajo de Megino Rodríguez, este fragmento ya había sido objeto de controversia. Así, por ejemplo, Düring,43 en su comentario del Protréptico, sostiene que Aristóteles trasciende el plano meramente proposicional y relaciona este fragmento con la definición de 41 42 43 Megino Rodríguez (2006: 156). En Metafísica VII 1, 1028a 22-29 afirma: “es que ninguna de estas cosas es <existente> por sí ni capaz de existir separada de la entidad, sino que, con más razón y en todo caso, entre las cosas que son se contarán el que pasea, el que está sentado y el que sana. Estas determinaciones parecen cosas que son, más bien, porque tienen un sujeto determinado (o sea la entidad individual), el cual se patentiza en tal forma de expresión; en efecto, si se prescinde de él, no es posible hablar de “lo bueno” y de “lo que es sentado” (trad. Calvo Martínez). Düring (1961: 247). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 247 “anterior” y “posterior” dada en Metafísica V 11, 1019a 1 -4. Desde su perspectiva, Aristóteles se está refiriendo a la noción académica de prioridad natural, katà phýsin o kat’ ousían. Para Düring, “el objetivo de Aristóteles al introducir este argumento en B 82 es claro: es parte de una serie de argumentos cuya conclusión es que tὸ theôrein tὸ málista tôn ónton gnórimon es idéntica con ‘la vida perfecta’ ” (B 86).44 Al vincular lo mejor con el acto de conocer (tò theoreîn) y esto último con la vida perfecta, Düring relaciona indirectamente lo mejor con el conocimiento de los primeros principios y, por lo tanto, con las causas de lo real. No obstante, realiza una lectura que podríamos llamar netamente aristotélica del fragmento. En esta línea interpretativa, de Strycker45 sostiene que en el fragmento 82, al definir mâllon como lo anterior, Aristóteles se refiere a lo anterior y posterior según la naturaleza y la sustancia. Para este autor, siguiendo la distinción usada por Platón, Aristóteles define lo anterior como aquello que puede existir independientemente de la existencia de otras cosas, mientras que estas últimas no pueden existir sin ello.46 Para apoyar su tesis, de Strycker trae a colación algunos pasajes de los diálogos platónicos, entre ellos Fedón. En este último diálogo, en 97d 1-5, Platón afirma: 44 45 46 Düring (1961: 247). La interpretación de de Strycker es retomada por Dumoulin (1981: 157) y Vallejo Campos (2005: n.189). de Strycker (1960: 89). Según Berti (2008a: 226), el fragmento 14 (de la edición de Ross) es una clave para entender la identificación entre lo anterior con las primeras causas y a estas últimas con el objeto de la filosofía. Sobre la base de que tanto el libro II de la Metafísica como el Protréptico corresponden al mismo período del desarrollo del pensamiento aristotélico, Berti comenta que “la relación entre anterior y posterior es precisamente aquella que existe entre la causa y el efecto; en consecuencia, el caso considerado aquí (el fragmento 82 del Protréptico) es precisamente aquel que es expuesto en Metaph. A 1. Eso no es todo, en el mismo fragmento 14 del Protréptico, aquella ley es aplicada precisamente al caso de la verdad y del ser”. teseopress.com 248 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Según este razonamiento, ninguna otra cosa le conviene a una persona examinar respecto de aquello, ninguna respecto de las demás cosas, sino qué es lo mejor y lo óptimo. Y forzoso es que este mismo conozca también lo peor. Pues el saber acerca de lo uno y lo otro es lo mismo (trad. García Gual).47 En este pasaje, tal como pudimos ver en los fragmentos 33 y 48 del Protréptico, Platón equipara las causas de lo real con lo mejor y más perfecto. Del análisis de este pasaje se desprende que para Platón lo anterior y mejor es causa en un doble sentido: ontológico y gnoseológico. No solo es el fundamento de por qué las cosas nacen, perecen y son lo que son, sino que constituye el principio que explica y, por lo tanto, permite conocer la estructura de lo real. Dicho en los términos de Vlastos,48 para Platón, al dar la definición de algo, se está dando su esencia. Ahora bien, definir implica dar las causas formales del objeto definido, por ende, al realizar esta operación, no solo se está dando la definición lógica, sino también una explicación metafísica de ese algo. Del análisis conjunto del pasaje del Fedón y de los fragmentos del Protréptico parece desprenderse que tanto para Platón como para Aristóteles una verdadera explicación de la realidad se debe dar a través de lo mejor y más perfecto, esto es, a través de sus verdaderas causas.49 Ahora bien, dichas causas son los principios últimos de las cosas, por lo tanto, dicha explicación debe ser identificada también con la búsqueda de estos principios. Según Platón, las explicaciones mecanicistas que han propuesto sus predecesores al explicar lo real no dan cuenta de la distinción entre “lo que es realmente causa y aquello sin lo cual jamás la causa 47 48 49 ἄλλο ὁτιοῦν πάσχειν ἢ ποιεῖν· ἐκ δὲ δὴ τοῦ λόγου τούτου οὐδὲν ἄλλο σκοπεῖν προσήκειν ἀνθρώπῳ καὶ περὶ αὐτοῦ ἐκείνου καὶ περὶ τῶν ἄλλων ἀλλ’ ἢ τὸ ἄριστον καὶ τὸ βέλτιστον. ἀναγκαῖον δὲ εἶναι τὸν αὐτὸν τοῦτον καὶ τὸ χεῖρον εἰδέναι τὴν αὐτὴν γὰρ εἶναι ἐπιστήμην περὶ αὐτῶν. Vlastos (1998: 22-23). Menón 97e 5- 98a 4, Metafísica I 2, 982a 29-982b 2. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 249 podría ser causa”.50 Esto es, desconocen la diferencia entre los principios de algo y las condiciones que lo posibilitan y, por ende, entre causas y causas auxiliares o de segundo orden.51 Eggers Lan, por su parte, relaciona esta distinción entre causa primera y causa auxiliar o segunda con la diferenciación establecida en Timeo 46d entre causa y concausa. Según Eggers, si bien en esta última obra la noción de causa varía en forma radical, el sentido de esta distinción permanece inalterable. Esta misma distinción se puede encontrar en el fragmento 48 del Protréptico, analizado en el apartado anterior. Podríamos decir que las causas mecánicas mencionadas por Platón en el Fedón tendrían una funcionalidad parecida a los razonamientos de segundo orden mencionados en el fragmento 48: si bien respecto del desconocimiento absoluto representan un adelanto, su indagación no constituye un verdadero conocimiento, ya que no permiten acceder a los verdaderos principios de las cosas. La lectura de los textos nos lleva a pensar que tanto los principios aristotélicos como las Ideas platónicas “son las verdaderas causas, mucho más que los elementos físicos o cualidades que los presocráticos acostumbraban a mencionar”.52 Desde esta perspectiva, la noción de anterioridad presente en los fragmentos citados del Protréptico (los fragmentos 33 y 82) presupone la misma relación causal que la postulada por Platón entre las Ideas y sus efectos. Dicha relación “es descripta en los diálogos platónicos precisamente como aquella entre lo anterior y lo posterior. Las 50 51 52 Fedón 99b 2-4: τὸ γὰρ μὴ διελέσθαι οἷόν τ’ εἶναι ὅτι ἄλλο μέν τί ἐστι τὸ αἴτιον τῷ ὄντι, ἄλλο δὲ ἐκεῖνο ἄνευ οὗ τὸ αἴτιονοὐκ ἄν ποτ’ εἴη αἴτιον. (trad. Eggers Lan levemente modificada) En el fragmento 43 del Protréptico y en Metafísica V 4, 1015a 20, traza la distinción entre causas y concausas. de Strycker (1960: 9). teseopress.com 250 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles cosas particulares tienen su realidad y determinación a través de la presencia de las Ideas, mientras que las Ideas son completamente independientes de sus participantes”.53 Esta relación causal entre los principios y las cosas está prefigurada con cierta claridad en los fragmentos 4854 y 8655 del Protréptico. En ellos, Aristóteles hace uso de las expresiones horáseis noetôn, tà próta o tò málista tôn ónton gnórimon. A través de estas expresiones, el Estagirita parece aludir a las entidades divinas o a los principios supremos.56 En consecuencia, mediante su mención, Aristóteles se estaría 53 54 55 56 de Strycker (1960: 89). Berti (2005: 219) sostiene que la clave para comprender las tesis defendidas en Metafísica II 1puede encontrase en el fragmento 5 (de la edición de Ross y 33-36 la de Düring) del Protréptico. En este trabajo, Berti argumenta que la tesis según la cual las causas son más cognoscibles que los efectos permite entender la descripción de las causas propuesta en la Metafísica. En este texto, especialmente en Metafísica II 1, 993b 9-11, Aristóteles describe las causas como aquello que, en virtud de su luminosidad, esclarece el resto de las cosas. “Pero esto no es capaz de hacerlo quien no ha cultivado la filosofía y no ha conocido la verdad. Y, en las demás artes, no se alcanza el saber íntegramente, al no obtener los instrumentos y los razonamientos más exactos de objetos primeros en sí mismos, sino de objetos segundos, terceros o aun más alejados, y extraer sus razonamientos de la experiencia. A diferencia de los demás, solo en el caso del filósofo tiene lugar la imitación a partir de objetos exactos en sí mismos. Pues él los contempla en sí mismos y no sus imitaciones”. Τοῦτο δ’ οὐχ οἷόν τε μὴ φιλοσοφήσαντα [δύνασθαι] ποιεῖν μηδὲ γνωρίσαντα τὴν ἀλήθειαν·καὶ τῶν μὲν ἄλλων τεχνῶν τά τ’ ὄργανα καὶ τοὺς λογισμοὺς τοὺς ἀκριβεστάτους οὐκ ἀπ’ αὐτῶν τῶν πρώτων λαβόντες σχεδὸν ἴσασιν, ἀλλ’ ἀπὸ τῶν δευτέρων καὶ τρίτων καὶ πολλοστῶν, τοὺς δὲ λόγους ἐξ ἐμπειρίας λαμβάνουσι·τῷ δὲ φιλοσόφῳ μόνῳ τῶν ἄλλων ἀπ’ αὐτῶν τῶν ἀκριβῶν ἡ μίμησίς ἐστιν·αὐτῶν γάρ ἐστι θεατής, ἀλλ’ οὐ μιμημάτων. “Si para el ser viviente vivir es lo mismo que ser, está claro que el sabio lo es en mayor grado y más propiamente que todos los seres vivientes, y <lo es> más que en ningún tiempo cuando ejercita y alcanza a contemplar el más cognoscible de los seres”. Εἰ δὲ τὸ ζῆν ἐστι τῷ ζῴῳ γε ταὐτὸν παντὶ ὅπερ εἶναι, δῆλον ὅτι κἂν εἴη γε μάλιστα καὶ κυριώτατα πάντων ὁ φρόνιμος, καὶ τότε μάλιστα τοῦ χρόνου παντὸς ὅταν ἐνεργῇ καὶ τυγχάνῃ θεωρῶν τὸ μάλιστα τῶν ὄντων γνώριμον. En Sobre la Filosofía 8c (edición de Ross y traducción de Vallejo Campos Aristóteles afirma: “se llama sabiduría (sophía) como si fuera una cierta claridad (sapheía); pues las entidades divinas son claras y manifiestas en grado máximo y esta ciencia trata, efectivamente, de entidades divinas”. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 251 refiriendo a los principios explicativos de lo real, cuyo conocimiento, al ser la captación de lo que verdaderamente es, constituye la aprehensión de las causas de lo real. Ahora bien, pese a la identificación de las causas con los principios de lo real y a la concepción epistemológica que se deriva de la definición de la ciencia como el conocimiento de dichos principios, ¿qué elementos tenemos para determinar la naturaleza de estos principios? ¿De dónde se desprende la interpretación de algunos autores que creen ver en la serie de fragmentos 33-36 la teoría de las Ideas o las doctrinas no escritas de Platón? Según Berti,57 la relación establecida en el fragmento 33 entre la primera oración, donde Aristóteles identifica lo anterior y mejor con las causas, y la segunda, donde alude a la noción de bien, es un indicio de que en esta serie de fragmentos Aristóteles estaría presentando una doctrina platónica. Para Berti, la razón de esto es que el filósofo hace coincidir el valor moral con lo ontológicamente primero, poniendo al bien como el principio de todas las cosas. A partir de esto, infiere que Aristóteles estaría aludiendo a las doctrinas no escritas supuestamente trasmitidas por Platón en sus enseñanzas orales. Como apoyo de esta tesis, Berti cita los ejemplos dados por Aristóteles en los fragmentos 33 y 36. Desde la perspectiva de Berti,58 a través de los ejemplos propuestos en estos fragmentos Aristóteles no solo presupone principios de la misma índole que los formulados por los filósofos presocráticos, cuyos ejemplos más notorios son el aire, el fuego, etc., sino también los principios sostenidos por Platón en sus enseñanzas o doctrinas no escritas, esto es, la teoría de lo Uno y la Díada indefinida (Metafísica I 6). 57 58 Berti (2008a: 80). Berti (2008a: 81). Esta misma línea interpretativa ya ha sido formulada por Jaeger (1993:114-115), quien no solo presupone que en la serie de fragmentos 33-36 (fragmento 52 en la edición citada por Jaeger, esto es, en la edición de Rose) Aristóteles estaría aludiendo a la teoría platónica de las Ideas, sino que él mismo habría sido un defensor de esta teoría. teseopress.com 252 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Sin embargo, la lectura de los fragmentos 33-36 del Protréptico nos suscita la siguiente pregunta: los ejemplos dados por Aristóteles y que Berti interpreta como una alusión a las teorías no escritas de Platón ¿no pueden aludir a otras posturas filosóficas? ¿Qué indicios podemos tener de que Aristóteles se esté refiriendo a una determinada concepción filosófica más que a otra? En esta serie de fragmentos Aristóteles parece estar mencionando diferentes principios que utilizaron sus predecesores para explicar lo real. No obstante, resulta apresurado inferir cuáles son las posturas filosóficas realmente aludidas. Pues, independientemente de cuáles sean estas concepciones, mediante ellas Aristóteles parece apuntar a una sola cosa. Todas ellas postulan determinados elementos o principios que son constitutivos de lo real, en un doble sentido: ontológico y epistemológico. Ya sea que consideremos las diferentes concepciones de los presocráticos (la postulación del agua o el fuego como elementos que generan las restantes cosas) o la teoría platónica (las Ideas o las Ideas números), todas ellas tienen un punto en común: no se puede entender la realidad que nos rodea sin comprender sus principios constitutivos, esto es, sus causas y, por lo tanto, solo puede haber ciencia si existe tal clase de conocimiento. En definitiva, a través de la enumeración de estas concepciones filosóficas, Aristóteles parece estar ejemplificando su propia postura filosófica según la cual lo anterior por naturaleza es más cognoscible que lo posterior. Este modus operandi no es privativo del Protréptico. En Metafísica V 11, 1018b 37-1019a 1,59 al definir la anterioridad y posterioridad en función de la propiedad, Aristóteles da ejemplos muy parecidos a los mencionados en los fragmentos 33 y 36. Según Zanatta,60 al hacer la enumeración de los ejemplos, lo que Aristóteles quiere explicar es que la línea es anterior a la superficie 59 60 ἔτι πρότερα λέγεται τὰ τῶν προτέρων πάθη, οἷον εὐθύτης λειότητος: τὸ μὲν γὰρ γραμμῆς καθ᾽ αὑτὴν πάθος τὸ δὲ ἐπιφανείας. Zanatta (2009: 891). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 253 porque esta se genera del movimiento de la línea y es delimitada por la línea. Esto es, la superficie presupone la línea, sin la cual no podría ser concebida. En este pasaje, al igual que en el Protréptico, los ejemplos mencionados no parecen ser la ejemplificación de determinadas concepciones, sino una ilustración que permite esclarecer lo que venía argumentando. Para ello, Aristóteles se vale de ejemplos que, de un modo u otro, eran familiares para sus destinatarios y, por lo tanto, funcionales para su propia teoría. El análisis de los fragmentos del Protréptico nos permite inferir que lo que Aristóteles parece estar presuponiendo es la distinción entre lo más cognoscible y claro por naturaleza (los principios o condición de inteligibilidad de las cosas) y lo más cognoscible y claro para nosotros (aquello que se obtiene a partir de la experiencia). Según Zucca,61 un elemento esencial en la teoría aristotélica del conocimiento es el hecho de que sea un proceso que se mueve de aquello que es primero para nosotros a aquello que es “primero por sí” o “por naturaleza” o en sentido absoluto. En Metafísica VII 13, 1029b 3-12, Aristóteles dirá: Es, desde luego, provecho avanzar hacia lo más cognoscible, ya que el aprendizaje se lleva a cabo, para todos, procediendo así: a través de las cosas menos cognoscibles por naturaleza hacia las que son cognoscibles en mayor grado. Y esto es lo que hay que hacer: al igual que, tratándose de las acciones, hay que conseguir que las cosas que son absolutamente buenas lleguen a ser buenas para cada uno a partir de las que son buenas para cada uno, así también habrá de conseguirse que las cosas cognoscibles por naturaleza lleguen a ser cognoscibles para el individuo a partir de las que son más cognoscibles para él. Por lo demás, las cosas que son cognoscibles y primeras para cada uno son, a menudo, escasamente cognoscibles <por naturaleza>, y poco y nada hay en ellas de ‘lo que es’. No obstante, ha de intentarse llegar a conocer las cosas 61 Zucca (2006: 277). teseopress.com 254 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles totalmente cognoscibles a partir de las que son escasamente cognoscibles, pero cognoscibles para cada uno, avanzando a través de estas, como queda dicho (trad. Calvo Martínez). La serie de fragmentos 75 a 77 del Protréptico puede ser vista como un ejemplo de esta concepción epistemológica. En esta serie de fragmentos, Aristóteles lleva a cabo una revalorización de las sensaciones como una fuente de conocimiento (fragmentos 75 y 76). Paralelamente, define la sabiduría como el conocimiento más deseable, ya que tiene más autoridad sobre la verdad (fragmento 77). Desde la perspectiva aristotélica, si bien el conocimiento a través de las sensaciones constituye una primera aproximación a lo real, para tener un verdadero conocimiento se debe trascender este primer estadio y alcanzar los primeros principios (fragmento 91, Metafísica II 7, 1010b 30-35).62 Esta distinción epistemológica presupone una concepción jerárquica de la realidad, que constituyó uno de los aportes más significativos de Platón a la metafísica aristotélica.63 Esta concepción jerárquica de la realidad es claramente expuesta en la República. En este diálogo, en VI, 506b5-519e, pasaje en el que se desarrolla la analogía de la línea dividida y la alegoría de la caverna, Platón establece una graduación de la realidad y de los modos de acceso a ella. Es decir, traza un paralelismo entre los grados de ser (el plano ontológico) y del conocimiento (plano epistemológico) en cuyo punto culminante está la Idea de Bien como el principio supremo y la dialéctica como el medio indispensable para alcanzarla. En este extenso pasaje de la obra, Platón traza una división entre el ámbito de lo sensible y el ámbito 62 63 En Física I 1, 184a 17-20, Metafísica V 4, 1013a 1-3 y VII 3, 1029b3-13, al diferenciar lo que es más cognoscible y claro para nosotros (esto es, lo que se conoce a través de los sentidos, y lo que es más cognoscible por naturaleza, es decir, lo más cognoscible en sentido absoluto), Aristóteles parecería estar haciendo una distinción similar. Reale (2003: 247). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 255 de lo inteligible. Según Platón, lo sensible corresponde al ámbito del devenir y es copia de lo inteligible, y, por lo tanto, aquello de la cual solo podemos tener dóxa u opinión. En contraposición, el ámbito de lo inteligible es el ámbito propio de las Ideas, de lo que es eterno e inmutable, modelo y causa de lo sensible y, por ende, el objeto del verdadero conocimiento o epistéme. Valiéndose de la imagen de la línea, Platón divide a cada uno de estos ámbitos en dos segmentos a los cuales corresponden también dos modos de “conocimiento” diferente.64 En el primer segmento del ámbito de lo sensible, Platón ubica a las imágenes y a las sombras de los objetos, de los cuales, debido a que son copias de copias, únicamente podemos tener conjetura (eikasía). En el segundo tramo de este segmento, pone los objetos sensibles respecto de las cuales solo tenemos creencia o pístis.65 La razón de esto último radica en que dichos objetos están sujetos al constante devenir y solo puede haber ciencia de lo permanente e inmutable. De la lectura del texto, se desprende que los objetos del primer segmento son reflejos de los objetos del segundo segmento, razón por la cual nos encontraríamos en realidad frente a los mismos objetos pero en distintos grados de consistencia y claridad. Algo análogo ocurre en el segundo segmento de la línea: el de lo inteligible. Este segmento corresponde a las Ideas.66 Por tal motivo, tal como lo afirma Fronterotta,67 en este segmento Platón no establece una distinción entre objetos, sino entre la forma de conocer esos mismos 64 65 66 67 República VI, 509e 6-9. República VI, 509e 10-510a 9. Debemos aclarar que la interpretación de este segmento de la línea es problemática, ya que algunos intérpretes tienden a considerar que Platón traza una distinción entre las entidades matemáticas y las Ideas. Quienes hacen esta lectura del texto ubican sobre el primer tramo del segmento de lo inteligible a las entidades matemáticas, a las cuales consideran entidades intermedias. Esta es la línea de lectura que, tal como lo pudimos ver en el capítulo tercero, siguen autores como Berti (2008d). Fronterotta (2001). teseopress.com 256 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles objetos: las Ideas. El conocimiento propio del segmento de la línea es el pensamiento discursivo o diánoia. En este segmento se conoce lo inteligible partiendo de hipótesis y valiéndose de los objetos sensibles como una especie de andamiaje, sin el cual no podría avanzar. Si bien se parte de hipótesis, se toma a estas hipótesis no como supuestos, sino como principios. Por este motivo, quienes se quedan solo en este segmento fallan en su búsqueda del conocimiento de lo que verdaderamente es. En el último segmento, la facultad dialéctica, sin valerse para nada de lo sensible y sirviéndose de los supuestos como peldaños, avanza “a través de Ideas en dirección a Ideas” hasta concluir en el supremo principio no hipotético que lo gobierna todo: la Idea de Bien. Aquí ya no opera el pensamiento discursivo sino la intuición intelectual o nóesis. Teniendo como telón de fondo esta concepción de la realidad y retomando la prioridad ontológica otorgada por Aristóteles a la forma, podemos decir con Reale que el Estagirita “formuló una escala jerárquica bien precisa en la cual los grados inferiores dependen de los superiores (y no viceversa) y todo depende de la sustancia primera”. Según este autor,68 existe entre estos planos una relación de dependencia unilateral y no biunívoca, “el plano inferior no puede ser (ni es pensado) sin el plano superior, pero el plano superior puede ser (y es pensado) sin aquello inferior”.69 Ahora bien, que podamos rastrear en los fragmentos del Protréptico esta influencia platónica no nos habilita a decir que la serie de fragmentos 33-36 presuponga la teoría de las Ideas, ya sea como esta habría sido formulada en los diálogos platónicos o como Platón las hubiera trasmitido en sus enseñanzas orales. En este sentido, podemos decir que, si bien la presencia de cierto bagaje platónico en los fragmentos es indudable, dicha presencia no se puede limitar 68 69 Reale (2003: 242). Reale (2003: 242). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 257 a un período en la evolución del pensamiento aristotélico, sino que representa una herencia que se mantendrá a lo largo de todo su desarrollo filosófico. Concepción del bien en el Protréptico de Aristóteles El segundo punto problemático en la serie de fragmentos 33-36 es la noción de bien. La aparente equiparación que Aristóteles estaría haciendo entre las causas y las cosas buenas ha generado la sospecha de algunos estudiosos que han creído ver en este texto la postulación de un principio análogo o identificable con la Idea de Bien platónica. Quienes han sostenido esta línea interpretativa han apoyado su lectura en el fragmento 270 del Político,71 razón por la cual debemos hacer una breve referencia al fragmento que alude al tema en cuestión. El Político es una obra fragmentaria del llamado período de juventud que habría sido contemporánea al Protréptico y habría tenido una estrecha afinidad con la obra homónima escrita por Platón. Uno de los fragmentos clave de esta obra es el 2. En él, Aristóteles afirma: El bien es medida exactísima de todas las cosas.72 70 71 72 En este caso y para esta obra en particular, seguimos la numeración de la edición de Ross (1955). Según Berti (1997: 381), el hecho de que Aristóteles escribió una obra compuesta de dos libros intitulada Político está atestiguado principalmente por los catálogos de la obra del Estagirita, aunque también habría sido mencionada por Cicerón, quien, refiriéndose a ella, “afirma que Aristóteles enseñó qualem in res publica principem esse conveniret”. Los estudiosos, dentro de los cuales se encuentra el propio Berti, consideran que habría sido redactada en forma de diálogo y tenía como protagonista al propio Aristóteles. El fragmento 2 habría sido una de las pocas citas literales rica en contenido doctrinal que se conservan. πάντων γαρ ἀκριβέστατον μέτρον τάγατον ἐστιν. teseopress.com 258 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles La mayor dificultad que tenemos al leer este fragmento es qué debe entenderse por bien: ¿se trata de un principio objetivo? o ¿se trata de lo establecido social y culturalmente como bueno? Apoyándose en este fragmento, Jaeger73 sostiene que, para Aristóteles, al igual que para Platón, el bien es el más elevado y universal de los criterios de medida, o sea la pura unidad que proporciona al mundo de las Ideas su límite y simetría. Según Jaeger, dicho fragmento es una prueba de que Aristóteles habría adherido a la teoría de las Ideas, más precisamente a aquel estadio correspondiente a la concepción de la doctrina de las Ideas- números. De la lectura adoptada por Jaeger74 se desprende que, al igual que en el Protréptico, en este fragmento Aristóteles habría defendido una concepción rigurosa de la ética basada en la Idea platónica de Bien. Por este motivo, dicha concepción habría diferido radicalmente respecto de su concepción posterior, aquella que encontramos en la Ética Nicomáquea, en la cual las acciones humanas no se fundan en normas universales o absolutas.75 Reale avanza aún más, ya que sostiene que el fragmento 2 del Político, al igual que la serie de fragmentos 33-36, puede considerarse como un testimonio de las doctrinas no escritas de Platón. Para Reale, tal como aparece insinuado en el fragmento 33 del Protréptico,76 el valor de las cosas deriva del orden. Es la capacidad de producir la unidad en la multiplicad y, por lo tanto, el orden, lo que permite al político gobernar de forma correcta y justa la 73 74 75 76 Jaeger (1993: 106 y ss). Jaeger (1993: 106). Ética Nicomáquea II 1, 1103a 15-25. En el fragmento 33, Aristóteles afirma textualmente que “las cosas buenas son más definidas y ordenadas que las malas, igual que lo es más el hombre virtuoso que el deshonesto”. Para Berti (2008e: 41), en este pasaje estamos frente a la identificación de las cosas buenas (las virtudes) con lo ordenado y determinado y de las cosas malas (los vicios) con lo indeterminado y desordenado; por ende, presumiblemente, con el exceso y el defecto. Según Berti, tales identificaciones presupondrían las doctrinas no escritas de Platón. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 259 ciudad.77 Desde la perspectiva de Reale, para Platón, lo uno es la medida exactísima y la “base del iceberg del discurso de la justa medida”.78 Valiéndose de la obra aristotélica como testimonio,79 Reale identifica lo Uno con la Idea de Bien y hace de esta última noción un principio ontológico y gnoseológico, esto es, la causa de la existencia de las cosas y el principio de su inteligibilidad.80 En las antípodas de esta interpretación, se ubica el trabajo de Stark.81 Para este autor, el fragmento 2 del Político puede ser leído de modo completamente diferente a como lo ha hecho Jaeger. Desde su perspectiva, la función del bien es ser criterio para todas las cosas. En un diálogo político, tal definición solo puede significar la identificación de la política con la ética. Ahora bien, esto no implica que haya en el fragmento una referencia a la teoría platónica de las Ideas o de las Ideas-números, sino al fin supremo de la acción moral. La lectura del fragmento 2 del Político a la luz de los fragmentos del Protréptico ha generado dos líneas interpretativas: una según la cual habría habido en el pensamiento aristotélico un período platónico y otra según la cual Aristóteles se habría distanciado de las principales tesis platónicas desde los inicios de sus especulaciones filosóficas. Dado el carácter fragmentario de los textos, es difícil decidir cuál de estas dos líneas interpretativas es la más acertada. No obstante, hay algunos indicios que nos permiten hacer algunas conjeturas al respecto. Aunque es verdad que carecemos del contexto en el cual estaba inserta la serie de fragmentos 33-36 del Protréptico, parece que en dicha serie Aristóteles está presentando una concepción de su autoría. Partiendo 77 78 79 80 81 Reale (2003: 416). Reale (2003: 415). Nos referimos al fragmento 2 del Político, a la serie 33-36 del Protréptico y al primer libro de la Metafísica. Reale (2003: 336 y ss). Para fundamentar su postura Reale se basa en República VI 507a 7- 509c 2. El trabajo de Stark es citado por Berti (1997: 382). teseopress.com 260 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles de esta premisa, si consideramos que al referirse al bien Aristóteles está aludiendo a la concepción platónica del Bien, tendríamos que concluir que en algún momento de su desarrollo filosófico Aristóteles adhirió a dicha concepción, tesis que, además de ser sumamente problemática, ha sido y sigue siendo controvertida. En este sentido la datación de la obra, aunque también teñida de preconceptos, pueda darnos un indicio. El hecho de que el Protréptico sea una obra redactada en un período cercano al primer libro de Metafísica es también un dato importante. Decimos que es un dato importante por dos motivos fundamentales. El primero es que, al igual que el Protréptico, es un texto utilizado como testimonio de las doctrinas no escritas.82 El segundo de estos motivos es que en este texto Aristóteles da cuenta de la identificación entre lo Uno y el Bien y, a través de esto, entre el Bien y la causa o principio de lo real.83 Ahora bien, en este texto Aristóteles adjudica esta identificación a los platónicos, pero no parece que se estuviese presentando a sí mismo como un seguidor de la concepción que está en la base de dicha identificación y, por lo tanto, no parece poder afirmarse que él mismo haya apoyado tal identificación. Un texto esclarecedor al respecto es la Ética Eudemia. La datación de esta obra es en sí misma problemática. Sin embargo, es importante recalcar que autores como Jaeger84 y Düring,85 esto es, autores que tienen interpretaciones opuestas acerca de la evolución del pensamiento del Estagirita, suelen datarla en un período temprano, esto es, en un período próximo al Protréptico. Lo relevante en relación con nuestro tema es que en la Ética Eudemia Aristóteles hace una referencia explícita a la idea platónica de Bien. Allí, el Estagirita afirma: 82 83 84 85 Metafísica I 6 y I 9. Metafísica I 6, 988a 14-15. Jaeger (1993: 294-295). Düring (1990: 90-94). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 261 En primer lugar, que afirmar la existencia de una Idea, no solamente del bien, sino también de cualquier otra cosa, es hablar de manera abstracta y vacía (esta materia ha sido examinada de muchas maneras, tanto en los tratados exotéricos como en las discusiones filosóficas); en segundo lugar, aun concediendo que existan Ideas y, en particular, la Idea del bien, quizás esto no tiene utilidad en relación con la vida buena y las acciones. (Ética Eudemia I 8, 1217b 20-25 trad. Pallí Bonet). Si partimos del hecho de que en el Protréptico Aristóteles está presentando su propia concepción del bien y, paralelamente, sostenemos que en la Ética Eudemia, que es presumiblemente del mismo período que el Protréptico, explicita su crítica a la Idea platónica del Bien, entonces debemos concluir que en el Protréptico al hablar del bien no puede estar haciendo referencia a esta concepción. Como consecuencia, tampoco podemos afirmar que en este fragmento Aristóteles esté aludiendo a las doctrinas no escritas de Platón cimentadas en dicha concepción del Bien. En relación con este punto, debemos remitirnos al segundo capítulo del presente trabajo. Allí, en ocasión de analizar la noción de érgon, nos ocupamos de la concepción aristotélica del bien. En esta instancia habíamos argumentado que el bien de las cosas es su fin último y este se identifica, a su vez, con su verdadero bien. Simultáneamente, habíamos afirmado que para Aristóteles algo no alcanza su verdadero bien si no pasa por el proceso de plenificación de su naturaleza. Tal proceso se identifica con la realización de su érgon, el cumplimiento de su función natural, aquella que está determinada por su naturaleza. Sobre la base de los fragmentos analizados, creemos que es lícito sostener que, si para Aristóteles el bien se equipara con lo mejor, lo anterior y más perfecto, esto es, con la causa, no es porque sea el principio ontológico y gnoseológico de lo real al modo en que lo es la Idea platónica de Bien. Desde la perspectiva aristotélica, no parecería haber un Bien o principio absoluto de todo lo real sino que cada cosa tiene su propio bien, por cuya teseopress.com 262 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles realización dicha cosa se completa. En este sentido y solo en este sentido, el bien parece ser anterior y más causa que su opuesto.86 En República VI 508 e Platón se refiere a la Idea de Bien diciendo que “lo que aporta la verdad a las cosas cognoscibles y otorga al que conoce el poder de conocer, puedes decir que es la Idea del Bien. Y por ser causa de la ciencia y de la verdad, concíbela como cognoscible; y aun siendo bellos tanto el conocimiento como la verdad, si estimamos correctamente el asunto, tendremos a la Idea del Bien por algo distinto y más bello por ellas”.87 Desde la perspectiva platónica, el Bien es el principio ontológico y epistemológico de todo lo real, aquello que le otorga inteligibilidad incluso a las Ideas. Es principio de las Ideas. En el caso de Aristóteles la concepción del bien es diferente. Aunque Aristóteles habla de un bien absoluto (Ética Nicomáquea III 4, 1113a 25), este no debe ser entendido como un fundamento trascendente, al modo de la Idea platónica de Bien que es criticada claramente en el texto.88 Para el Estagirita, debe de haber algo que sea querido por sí mismo y ese algo será un bien en sentido propio. Por este motivo, concluye que el bien es el fin de la cosa, y, en este sentido, su causa final.89 Ahora bien, de aceptarse el análisis precedente, podemos decir que, aunque hay una innegable influencia platónica en la serie 33-36 del Protréptico, no por ello podemos afirmar que esta serie de fragmentos pueda ser leída como una exposición de doctrinas platónicas o como un testimonio a favor de la existencia de las llamadas doctrinas no escritas. El hecho de que en esta serie de fragmentos Aristóteles asocie las causas con las cosas buenas no necesariamente implica que Aristóteles esté suponiendo la Idea 86 87 88 89 Metafísica I 2, 982b 9-10. República VI, 508e 1-6 (trad. Eggers Lan). En la Gran Ética I 1, 1183a 7-8, Aristóteles afirma: “es evidente que, cuando se habla del sumo bien, ‘sumo’ se debe entender en el sentido de ‘sumo para nosotros’. Ética Nicomáquea I 7,1097a 6. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 263 platónica de Bien y el tipo de relación causal entre esta y la realidad. Si bien el carácter fragmentario del texto no nos permite hacer interpretaciones categóricas de la obra, la lectura de los fragmentos a la luz del resto del corpus, más aún, de aquellas obras que los intérpretes suelen datar en el mismo período, parece descartar esta lectura más que confirmarla. Ciencia y causalidad en el Protr trép éptic ticoo La búsqueda de los principios que rigen y explican lo real ha signado la filosofía desde sus comienzos. La progresiva separación del mito obedece al intento de dar justificaciones cada vez más racionales de los fenómenos que nos rodean, apelando a principios o fundamentos que permiten dar una explicación causal de la realidad. En este sentido, el primer libro de la Metafísica, en el cual Aristóteles hace un recorrido por los diferentes modos en que sus predecesores explicaron lo real, puede ser leído como una síntesis de esta búsqueda incesante que se dio en la Antigüedad en torno de este tema. En ese primer libro, Aristóteles intenta insertar su labor en una indagación filosófica que considera inacabada.90 En este contexto, puede decirse que la concepción de causa presente en el Protréptico contribuye a la postulación de un método explicativo indispensable para develar la verdadera naturaleza de las cosas y, por lo tanto, alcanzar la ciencia en el pleno sentido del término. Si bien la intención de Aristóteles en el Protréptico es hacer una exhortación a la filosofía y no llevar a cabo una especulación metafísica o gnoseológica rigurosa, al definir la filosofía como el conocimiento de lo real, el Estagirita se vio obligado a tratar, aunque fuera esquemáticamente, una noción de causalidad que le sirviera de nexo entre su explicación de lo real y lo 90 Metafísica II 1, 993a 30-993b 3. teseopress.com 264 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles real mismo. Teniendo en cuenta lo que acabamos de señalar, el objetivo de este apartado será analizar la noción de causa en el Protréptico poniendo principal énfasis en la reconstrucción de los fragmentos 33 y 35, ya que ellos son clave para la comprensión de la concepción de causalidad esbozada por Aristóteles en este texto. La hipótesis que intentaremos defender es que, si bien los conceptos “principio” y “causa” no son completamente intercambiables en Aristóteles, el motivo por el cual la ciencia se identifica con el conocimiento de los primeros principios es que dichos principios son causas de las cosas (fragmento 35) y el conocimiento de estas causas constituye, a su vez, el verdadero objeto de la ciencia (fragmento 33 y 35). La tesis central que queremos discutir y poner a prueba es que para Aristóteles los primeros principios son las causas de las cosas en dos sentidos diferentes pero complementarios: son causas en un sentido ontológico y en un sentido epistemológico. Son causa en un sentido ontológico porque son los elementos constitutivos de la naturaleza de las cosas, pero también son causa en un sentido epistemológico, porque solo por su conocimiento el hombre puede saber qué son las cosas y, por lo tanto, tener un verdadero conocimiento de ellas. El análisis del Protréptico nos permite conjeturar que la prioridad epistemológica de los principios se desprende de su prioridad ontológica, ya que las cosas conocidas no solo reciben de ellos su inteligibilidad sino también su ser y realidad. La noción de causa en el Protréptico Si bien la noción aristotélica de causa ha sido objeto de incontables análisis, ellos se han centrado, en general, en los escritos esotéricos, tales como la Metafísica, la Física, los Analíticos y los Tópicos. Hasta donde sabemos, los estudiosos raramente se han ocupado de examinar este concepto tal como aparece presentado en los escritos perdidos, sobre todo en el Protréptico. En efecto, en relación con esta última teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 265 obra, los estudios se han limitado al comentario escueto de los pasajes donde esta noción aparece explícitamente. De hecho, al consultar la bibliografía existente sobre el Protréptico notamos que el examen de la noción de causa es subsidiario del resto de las temáticas tratadas, no un fin en sí mismo. En este sentido, lo primero que podemos advertir es que, si bien el término “causa” (aitía) es usado en escasos fragmentos (12, 33, 35, 36, 43, 100 y 102), su aparición es esencial para comprender la relación que Aristóteles establece entre la existencia de ciertos principios que fundan lo real y la definición del conocimiento como el descubrimiento de estos principios. Uno de los fragmentos en los cuales este término es central es el fragmento 33. En él, el filósofo se expresa del siguiente modo: Siempre, efectivamente, es más cognoscible lo anterior que lo posterior y lo mejor por naturaleza que lo peor. Pues hay ciencia más de lo definido y ordenado que de sus contrarios, y más de las causas que de los efectos. Las cosas buenas son más definidas y ordenadas que las malas, igual que lo es más el hombre virtuoso que el deshonesto. Es necesario, efectivamente, que haya entre unas y otras cosas la misma diferencia. Y lo anterior es causa en mayor medida que lo posterior, porque, si suprimimos aquello, se suprime lo que recibe su realidad de ello: las líneas, si se suprimen los números; las superficies, si se suprimen las líneas; los volúmenes si se suprimen las superficies; y las llamadas sílabas si se suprimen las letras.91 (trad. Vallejo Campos levemente modificada) 91 Ἀεὶ γὰρ γνωριμώτερα τὰ πρότερα τῶν ὑστέρων καὶ τὰ βελτίω τὴν φύσιν τῶν χειρόνων. τῶν γὰρ ὡρισμένων καὶ τεταγμένων ἐπιστήμη μᾶλλόν ἐστιν ἢ τῶν ἐναντίων, ἔτι δὲ τῶν αἰτίων ἢ τῶν ἀποβαινόντων. ἔστι δ’ ὡρισμένα καὶ τεταγμένα τἀγαθὰτῶν κακῶν μᾶλλον, ὥσπερ ἄνθρωπος ἐπιεικὴς ἀνθρώπου φαύλου τὴν αὐτὴν γὰρ ἔχειν ἀναγκαῖον αὐτὰ πρὸς ἄλληλα διαφοράν. αἴτιά τε μᾶλλον τὰ πρότερα τῶν ὑστέρων·ἐκείνων γὰρ ἀναιρουμένων ἀναιρεῖται τὰ τὴν οὐσίαν ἐξ ἐκείνων ἔχοντα, μήκη μὲν ἀριθμῶν, ἐπίπεδα δὲ μηκῶν, στερεὰ δὲ ἐπιπέδων, στοιχείων δ’ αἱ ὀνομαζόμεναι συλλαβαί. teseopress.com 266 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En la primera parte de este fragmento, podemos distinguir dos grupos de términos que corresponden a dos campos semánticos cuyos referentes se diferencian por su status ontológico. El primer grupo está conformado por los siguientes términos: lo anterior (tò próteron), lo mejor (tò béltion), lo definido (tò horisménon) y lo ordenado (tò tetagménon). El segundo grupo, en cambio, está conformado por la contrapartida de estos términos: lo posterior (hýsteron), lo peor (kheirónon) y lo falto de definición o desordenado, a los que se alude en el fragmento mediante la expresión “lo contrario” (tò enantíon).92 Al decir que lo anterior y mejor en cuanto a su naturaleza es más cognoscible (gnorimótera)93 que lo posterior, ya que hay más ciencia de lo ordenado y definido, esto es, de las causas que de los efectos, Aristóteles tiende a equiparar los términos del primer grupo contraponiéndolos a los del segundo, estableciendo entre ellos una relación causal cuya naturaleza ontológica y gnoseológica está determinada por los términos tèn phýsin, gnorimótera y epistéme. Desde la perspectiva de Aristóteles, puesto que, por un lado, lo anterior y mejor en cuanto a su naturaleza (tèn phýsin) es más ordenado, definido y más causa que sus opuestos y puesto que, por otro, hay más ciencia de estas cosas que de lo peor y posterior, es evidente que si queremos alcanzar verdadera epistéme debemos abocarnos a conocer la primera clase de cosas, esto es, las mejores, las anteriores y las que son causas en sentido propio.94 Es la prioridad ontológica introducida por el término phýsis lo que permite postular la prioridad gnoseológica presente en el texto mediante los términos gnorimótera y epistéme. La lectura del Protréptico a la luz del corpus nos permite pensar que, para Aristóteles, la ciencia 92 93 94 Dumoulin (1981: 123-126). En Tópicos VI 4, 141b 15-16, Aristóteles afirma: “es mejor sin más tratar de conocer lo posterior mediante lo anterior: pues tal proceder es más rico en conocimiento”. Para un desarrollo más detallado de esta tesis, véase Berti (2008d: 662-672). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 267 se identifica con el conocimiento del ser95 (fragmento 24 y 48),96 lo cual implica, necesariamente, el conocimiento de las causas y del fundamento de todas las cosas.97 Sin este conocimiento, el hombre podrá tener una aproximación a lo real, pero no verdadera epistéme y mucho menos sophía o phrónesis.98 La pregunta que surge en este punto es cuál es el referente de los términos prótera, beltío, horisménon, tetagménos y qué es lo que permite definir la relación causal existente entre estos términos y sus opuestos. La respuesta a estas cuestiones podemos encontrarla esbozada en los fragmentos 24 y 91. En el primero de ellos, Aristóteles nos da el primer indicio para responder la pregunta arriba formulada, a saber, cuál es el referente de los términos prótera, beltío, horisménon y tetagménos. Dicho indicio es el uso conjunto de nóesis y noûs. Por los textos que conforman el corpus, entre los que cabe citar la Ética Nicomáquea 1141a 17-21, sabemos que los objetos del noûs son los primeros principios. Según Aristóteles dichos principios son objeto de una intuición (noûs), constituida por intelecciones (noéseis). Ahora bien, por el análisis conjunto de los fragmentos 17 y 23, sabemos que Aristóteles tiende a equiparar noûs y phrónesis, razón por la cual, si el objeto del noûs es lo inteligible, el referente de prótera, beltío, horisménon y tetagménos, deberá ser este mismo objeto. Para Aristóteles: Así, pues, el sabio no solo debe conocer lo que se sigue de los principios, sino también poseer la verdad sobre los principios. De manera que la sabiduría será intelecto (noûs) y ciencia (epistéme), una especie de ciencia capital de los objetos más honorables99 (trad. Pallí Bonet). 95 96 97 98 99 Metafísica IV 1, 1003a 20-21. Ambos fragmentos serán citados en las páginas 111 y 163. Analíticos segundos II 2, 90a 30-35; Metafísica I 2, 981b 25-982 a 5; Metafísica IV 1, 1003a 30-31. Metafísica I 2, 982 a 9-15; Protréptico, fragmento 65. Ética Nicomáquea VI 6, 1141a 17-21. teseopress.com 268 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles La lectura de los fragmentos 33 y 24 y del presente pasaje de la Ética nos permite pensar que Aristóteles tiende a equiparar los principios (arkhaí) con los objetos más honorables y a estos últimos con el verdadero objeto de la ciencia. Ahora bien, si, como dice Aristóteles en el fragmento 24, el noûs es la parte superior del hombre y su objeto son las sustancias inteligibles,100 aquello por lo cual todos los otros fines son buscados,101 es evidente que los principios a los que se refiere en el pasaje citado de la Ética Nicomáquea son las sustancias u objetos inteligibles mencionados en el fragmento 24 del Protréptico y estos principios son, a su vez, el referente de aquello que es caracterizado como prótera, beltío, horisménos y tetagménos en el fragmento 33 de dicha obra. Dado esto, es posible afirmar que al referirse a prótera, beltío, horisménos y tetagménos Aristóteles está caracterizando a los mismos principios mencionados en la Ética.102 Dichos principios son caracterizados en el fragmento 86 pero de manera singular como aquello que es “el más cognoscible de los seres” (tà málista tôn ónton gnórimon). Sin embargo, pese a lo argumentado hasta aquí, el referente de estas últimas expresiones, horáseis noetôn y tà málista tôn ónton gnórimon, ha sido uno de los motivos fundamentales de controversia del Protréptico. La razón de esto es que el registro de dichas expresiones a lo largo de esta obra fue, como pudimos ver en el apartado anterior, una de las principales causas que no solo ha alimentado las 100 101 102 Ética Nicomáquea VI 7, 1141a 4-8. En Ética Nicomáquea X 7, 1177a 12-21, Aristóteles define la felicidad como la actividad más excelsa del alma y, por este motivo, como el érgon propio del hombre. Ahora bien, en este mismo pasaje, Aristóteles equipara esta actividad con la contemplación de los primeros principios y, por ende, con la función propia del noûs. Al realizar esta serie de asociaciones, Aristóteles identifica al noûs y la vida contemplativa con el fin último del hombre, aquel por el cual todas las otras cosas son deseadas (Ética Nicomáquea I 7, 1097a 30-35). De hecho, en Tópicos I 2, 101b, Aristóteles define los principios como lo primero respecto de todas las cosas. En Metafísica V, 1013a 17-20 se refiere a estos mismos principios diciendo que “lo común a todo tipo de principios es ser lo primero a partir de lo cual algo es, se produce o se conoce” (trad. Calvo Martínez). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 269 hipótesis de quienes han visto la presencia de la teoría platónica de las Ideas en la obra aristotélica,103 sino también de quienes han rechazado esta postura de lleno.104 Sin embargo, es indudable que, más allá de que rechacemos o no la presencia en este texto de la teoría platónica de las Ideas, al usar las expresiones horáseis noetôn, tà próta o tò málista tôn ónton gnórimon, Aristóteles está haciendo referencia a una clase de “cosas” cuyo status ontológico está por encima del resto de lo existente. A través de estas expresiones, dicho en los términos de Vallejo Campos,105 quien a su vez retoma a Berti,106 Aristóteles estaría aludiendo a las entidades divinas o a los principios supremos de lo real. En consecuencia, sea cual fuere el referente último de dichos principios, esto es, sea cual fuere la línea interpretativa que adoptemos, la que sostiene que el referente de estos términos es la teoría de las Ideas o la que considera que se alude a las arkhaí aristotélicas-, mediante su postulación Aristóteles se estaría refiriendo a los principios explicativos de lo real. Esta idea vuelve a aparecer reforzada en el fragmento 91: Si existen muchos ejercicios del alma, el más importante de todos es conocer lo más posible. Es claro, entonces, que solo o preferentemente el placer que surge de conocer y contemplar es, necesariamente, el placer de vivir. Luego, vivir placenteramente y tener un gozo verdadero corresponde solamente y en mayor medida a los filósofos. Pues la actividad de las intelecciones más verdaderas, plenificadas a partir de los seres más elevados y que se conserva por la perfección que recibe de ellos, es la más eficaz para <producir> contento.107 103 104 105 106 107 Jaeger (1993: 114-115). Düring (1961: 216). Vallejo Campos (2005: 193). Berti (2008d: 646). Εἰ τοίνυν καὶ πολλαὶ ψυχῆς εἰσι χρήσεις, ἀλλὰ κυριωτάτη γε πασῶν ἡ τοῦ φρονεῖν ὅτι μάλιστα. δῆλον τοίνυν ὅτι καὶ τὴν γιγνομένην ἀπὸ τοῦ φρονεῖν καὶ θεωρεῖν ἡδονὴν ἢ μόνην ἢ μάλιστ’ ἀναγκαῖον ἀπὸ τοῦ ζῆν εἶναι. τὸ ζῆν ἄρα ἡδέως καὶ τὸ χαίρειν ὡς ἀληθῶς ἤτοι μόνοις ἢ μάλισθ’ ὑπάρχει τοῖς φιλοσόφοις. ἡ γὰρ τῶν teseopress.com 270 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En este fragmento, al referirse a la actividad más placentera, Aristóteles utiliza la expresión alethestáton noéseon enérgeia, mientras que para expresar el contenido de esta actividad usa la frase tôn málista ónton. Sin embargo, para Berti,108 la expresión alethestáton noéseon enérgeia no puede ser de Aristóteles. Esto se debe a que, si bien el objeto de la filosofía son las causas del ente en cuanto ente, es decir, de aquellos entes de los cuales todos los otros dependen, estos no pudieron haber sido expresados por Aristóteles como los entes más reales. Para Berti, esta manera de referirse a los entes supone la creencia en diferentes grados del ser. Ahora bien, dicha concepción es propia del platonismo y, sobre todo, del neoplatonismo, no del aristotelismo. Por nuestra parte, creemos que la expresión alethestáton noéseon enérgeia es equivalente a la expresión del fragmento 48 ap´autôn tôn prôton. Esta última expresión, que no es puesta en duda por Berti, es más problemática que la primera. El motivo de ello es que en este fragmento Aristóteles contrapone la expresión ap´autôn tôn prôton a mímesis. Para Aristóteles, la filosofía es ciencia en un grado superior ya que conoce las cosas en sí mismas y no meras imitaciones. Como vimos en los apartados anteriores, esta contraposición es usada como prueba por quienes han defendido la tesis según la cual el filósofo habría sostenido la teoría platónica de las Ideas. Sin volver a la discusión sobre si esta línea de lectura es sostenible o no, es plausible pensar que, al referirse a los entes más verdaderos, Aristóteles simplemente esté aludiendo a la prioridad ontológica y epistemológica de los primeros principios respecto de las demás cosas, independientemente de la naturaleza de estos principios. 108 ἀληθεστάτων νοήσεων ἐνέργεια, καὶ ἀπὸ τῶν μάλιστ’ ὄντων πληρουμένη καὶ στέγουσα ἀεὶ μονίμως τὴν ἐνδιδομένην τελειότητα, αὕτη πασῶν ἐστι καὶ πρὸς εὐφροσύνην ἀνυσιμωτάτη. Berti (2008a: 98). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 271 Desde la perspectiva de Aristóteles, los pensamientos más verdaderos resultan más placenteros, pues son la captación de lo que verdaderamente es, esto es, la aprehensión de los principios inteligibles gracias a los cuales todo lo demás puede ser conocido o comprendido.109 Las acciones de los pensamientos más verdaderos, equiparables con las acciones inteligibles del fragmento 24, son asimilables, de este modo, al conocimiento o ciencia (epistéme) tal como es definida en el fragmento 33.110 Por esta razón, al enunciar en el fragmento 33 cuáles son las cosas de las que hay más conocimiento, Aristóteles no puede estar refiriéndose a otra clase de seres, sino a estos últimos. Del examen conjunto de los fragmentos aquí mencionados, se desprende que las horáseis noetôn y málista ónton son los referentes implícitos de aquello caracterizado en el fragmento 33 como lo mejor, anterior y más ordenado, y, por este motivo, causa de lo que es peor, menos definido o efecto de otra cosa. Como consecuencia de esto, constituyen también el objeto último de la ciencia, aquello sin lo cual todo conocimiento ulterior sería imposible.111 Abordada la problemática sobre cuál es el referente de los términos prótera, beltío, horisménos y tetagménos, la segunda pregunta que la exégesis del fragmento 33 del Protréptico nos genera es la siguiente: por qué los primeros principios tienen estas características, a saber, las de ser lo primero, lo mejor, lo más definido y ordenado. La clave para contestar esta nueva pregunta es la asociación entre los principios postulados por Aristóteles y las causas. Según Aristóteles, un principio puede ser tanto el elemento constitutivo de una cosa, como también el punto de partida del conocimiento de esa cosa: generador y origen de inteligibilidad de la cosa.112 Ahora bien, desde 109 110 111 112 Metafísica II 1,993b 24-29. Metafísica I 2, 981a 25-30. Metafísica I 2, 981a 30- 982b 4, Tópicos VI 4, 141b 1-10. Metafísica V 2, 1013b 18-19. teseopress.com 272 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la perspectiva del filósofo, ambos rasgos, el cognitivo y el ontológico, están íntimamente relacionados. La lectura de los fragmentos nos permite concluir que no se puede conocer qué es una cosa sin saber cuáles son sus elementos constitutivos que, puesto que son sus principios explicativos, son aquellos principios sin los cuales, como dice en el fragmento 36 del Protréptico, “es imposible conocer cualquier otra cosa”. En esta misma línea, en Tópicos VI 4, 141a 26-32, al referirse a la definición, Aristóteles argumenta: En efecto, cuando la definición se da en vista a conocer lo definido, no conocemos a partir de cualquier cosa, sino a partir de cosas anteriores y más conocidas, tal como en las demostraciones (en efecto, así procede toda enseñanza y todo aprendizaje); es evidente, que el que no define mediante tales cosas, no ha definido (trad. Candel Sanmartín). Para Aristóteles, no hay definición si no hay un punto de partida, y este punto de partida se identifica también con lo indivisible.113 Si se suprime o no se empieza a definir por esto último se elimina el conocimiento y con ello la ciencia.114 Ahora bien, dado el contexto del pasaje, es viable pensar que, al referirse a lo indivisible, Aristóteles está aludiendo a las primeras causas más allá de las cuales es imposible ir, es decir, a los principios irreductibles del ser sin los cuales este último carecería de explicación. Del análisis de los fragmentos 33, 48 y 86 del Protréptico y de este último pasaje de Tópicos se desprende que para Aristóteles los primeros principios son los elementos que fundan 113 114 Analíticos segundos II 18, 99b, 9-10. En el libro II 2, 994b 18-21 de la Metafísica, Aristóteles señala: “<La definición> primera lo es en mayor grado y la más alejada no lo es: y si la primera no es definición de la esencia, tampoco lo es la siguiente. Además, los que así hablan suprimen la ciencia, pues no es posible saber antes de alcanzar lo que no es divisible” ἀεί τε γὰρ ἔστιν ὁ ἔμπροσθεν μᾶλλον, ὁ δ’ ὕστερος οὐκ ἔστιν, οὗ δὲ τὸ πρῶτον μὴ ἔστιν, οὐδὲ τὸ ἐχόμενον·ἔτι τὸ ἐπίστασθαι ἀναιροῦσιν οἱ οὕτως λέγοντες, οὐ γὰρ οἷόν τε εἰδέναι πρὶν εἰς τὰ ἄτομα ἐλθεῖν. (Para la traducción de este pasaje, nos apartamos de la traducción de Calvo Martínez). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 273 y explican la existencia de las cosas y, en este sentido, son causas de las cosas.115 Por tal motivo, si se toma como punto de partida esta identificación, esto es, si se acepta que las causas son los principios últimos de las cosas, la explicación de lo real debería ser identificada también con la búsqueda de estos principios. En este pasaje, como en los fragmentos citados del Protréptico, la prioridad gnoseológica de los primeros principios radica en su prioridad ontológica. De los fragmentos citados del Protréptico (24, 33 y 91) y del pasaje de Tópicos, se puede concluir que para conocer las cosas hay que conocer los principios que las constituyen, y, por lo tanto, las explican.116 En ambos textos, Aristóteles basa su concepción de los principios y, por ende, de las causas de lo real, en la relación de anterioridad y posterioridad de éstos respecto de sus efectos. En estas dos obras, hay una equivalencia implícita entre lo anterior y los primeros principios y una identificación entre las cosas que componen lo real y lo posterior. En Metafísica V 11, 1018b ss., fiel a su principio de desenmarañar la ambigüedad del lenguaje, Aristóteles nos advierte que “anterior” y “posterior” se dicen de muchas maneras. Pese a esto, dentro de la lista de definiciones cabe destacar aquella según la cual algo es anterior por naturaleza y entidad.117 Partiendo de esta acepción, lo anterior puede ser definido como el presupuesto indispensable para que las cosas existan, sin depender él mismo de ninguna de ellas para existir. Sobre la base de esta premisa y teniendo en cuenta las definiciones de principio y anterioridad arriba esbozadas, podemos decir que los principios son las causas de las cosas en dos sentidos diferentes pero complementarios: son causas en un sentido ontológico y en un sentido epistemológico; son causa en un sentido ontológico porque son los 115 116 117 Metafísica I 3, 983a 25-26. Para un desarrollo de esta tesis, Irwin (1988: 97) y Gerson (2005: 182). Metafísica V 11, 1019a 2-3. teseopress.com 274 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles elementos constitutivos de la naturaleza de las cosas, pero también son causa en un sentido epistemológico118 porque solo por su conocimiento el hombre puede saber qué son las cosas y, por lo tanto, tener un verdadero conocimiento de ellas.119 Basándose en esta prioridad lógico-ontológica, Berti120 argumenta que los principios son para Aristóteles las premisas de una argumentación, pero que no se puede reducir su significado solo a esta acepción. Desde su perspectiva, los principios, al igual que las causas, son principios de inteligibilidad de las cosas, aquello que da cuenta de la esencia de la cosa y, por este motivo, el verdadero objeto de la ciencia.121Como consecuencia de esto, en consonancia con lo dicho en otras obras tales como Metafísica,122 y Tópicos,123 en el fragmento 35 Aristóteles dirá: Es mucho más necesario que haya conocimiento de las causas y de los elementos que de las cosas posteriores a ellos, ya que estas no están entre los objetos supremos y de ellas no surgen los objetos primeros, sino que de éstos y por medio de éstos se originan y constituyen las demás cosas.124(trad. Vallejo Campos levemente modificada). Al explicitar la relación entre las causas, los elementos constitutivos de lo real y la sabiduría (phrónesis), Aristóteles da un cierre al argumento iniciado en el fragmento 33. No obstante, lo primero que debemos resaltar en este 118 119 120 121 122 123 124 Metafísica V 1, 1013a 15-16. Berti (2008d: 664-665). Berti (2008d: 660). Teniendo en cuenta estas dos características, la prioridad ontológica y la gnoseológica, pero focalizando su análisis en la noción de causa y no en la de principio, Mansion (1976: 42) dirá que la causa es principio de inteligibilidad, la razón inteligible de las cosas, aquello que da cuenta de la esencia de la cosa, razón por la cual es también el objeto de la ciencia en grado sumo. Metafísica I 2, 982a 25-982b5. Tópicos VI 4, 141a 25-32; VI 4, 142a 8-10. Ὁμοίως δὲ καὶ τῶν περὶ φύσεως·πολὺ γὰρ πρότερον ἀναγκαῖον τῶν αἰτίων καὶ τῶν στοιχείων εἶναι φρόνησιν ἢ τῶν ὑστέρων· οὐ γὰρ ταῦτα τῶν ἄκρων οὐδ’ ἐκ τούτων τὰ πρῶτα πέφυκεν, ἀλλ’ ἐξ ἐκείνων καὶ δι’ ἐκείνων τἆλλα γίγνεται καὶ συνίσταται φανερῶς. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 275 fragmento es la construcción “tôn aitíon kaì tôn stoikheíon”, ya que, en apariencia, esta conjunción introduce una variante en el análisis que hasta aquí veníamos haciendo. Lo que Aristóteles parece estar diciendo es que la sabiduría (phrónesis) consiste en el conocimiento de las causas y primeros elementos.125 Ahora bien, uno de los puntos álgidos de este fragmento es el conector kaí. En el fragmento 36, nos encontramos con una construcción parecida. Allí, Aristóteles afirma: Si el fuego, el aire, el número o algunas otras realidades naturales son las causas o principios de las otras cosas, conocer esas otras cosas será imposible desconociendo aquellas. 126 La variante que nos ofrece este fragmento con respecto al fragmento 35 es que en lugar de coordinar tôn aitíon y stoikheíon, Aristóteles reúne los términos aitíai y prôtai, esto es, los términos “causas” y “principios”. En ambos casos, la pregunta que nos surge en torno al uso del nexo coordinante “kaí” es la siguiente: ¿está señalando Aristóteles, por medio de dicho nexo, que los términos “causas”, “elementos” y “principios” son diferentes entre sí y, por lo tanto, tienen referentes distintos o, por el contrario, son maneras de expresar una misma clase de objetos? Según Düring, el contexto en el cual está inserto el término stoikheîa (fragmento 35) es una clara evidencia de que por dicho término Aristóteles está aludiendo a “los primeros principios de la naturaleza”, los cuales, puesto que son los elementos constitutivos de todo lo que existe, son también sus causas. Es evidente que en su análisis Düring toma stoikheîon como sinónimo de prôtos razón por la cual infiere que a través de este último término Aristóteles está aludiendo a los elementos constitutivos de las cosas y, por 125 126 Bastit (2002: 34-35). Εἴτε γὰρ πῦρ εἴτ’ ἀὴρ εἴτ’ ἀριθμὸς εἴτ’ ἄλλαι τινὲς φύσεις αἰτίαι καὶ πρῶται τῶν ἄλλων, ἀδύνατον τῶν ἄλλων τι γιγνώσκειν ἐκείνας ἀγνοοῦντας·πῶς γὰρ ἄν τις ἢ λόγον γνωρίζοι συλλαβὰς ἀγνοῶν, ἢ ταύτας ἐπίσταιτο μηδὲν τῶν στοιχείων εἰδώς; teseopress.com 276 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles lo tanto, a sus principios o causas. Por este motivo, desde la perspectiva de este autor, el kaí no está cumpliendo una función copulativa, sino explicativa, razón por la cual aitíai y stoikheía estarían siendo usados aquí como sinónimos. Sin embargo, pese a coincidir en líneas generales con la lectura que hace Düring del fragmento, creemos que hay que matizar esta última interpretación del texto. Desde nuestra perspectiva, la partícula kaí introduce en el texto aristotélico una salvedad que no puede pasar inadvertida. Coincidimos con Düring en que, al describir los stoikheîa como la clase de elementos que son superiores y condición de posibilidad de las restantes cosas, Aristóteles les otorga el status de arkhaí y, por lo tanto, establece una relación de causalidad entre éstos y lo generado a partir de ellos. De hecho, al decir en la segunda parte del fragmento en cuestión, esto es, el fragmento 35, que “lo que es posterior” no puede ser objeto de la phrónesis ya que dicha clase de seres no está entre los superiores ni primeros, sino que llega a ser gracias a éstos, Aristóteles no solo parece estar dando una descripción indirecta de las causas y elementos primeros sino también parece estar otorgándoles a ambos el mismo status y la misma relación causal sobre lo generado.127 Resuenan en el presente fragmento las palabras de Metafísica V 1, 1013a 16-18, donde Aristóteles argumenta: En otros tantos sentidos se habla también de “causas”, ya que todas las causas son principios Y, ciertamente lo común a todo tipo de principio es ser lo primero a partir de lo cual algo es, o se produce, o se conoce (trad. Calvo Martínez). 127 Berti (2008d: 672). En el capítulo segundo, al sistematizar la noción de phýsis citamos Metafísica VII 17, 1041b 28-31. Allí, pudimos ver que Aristóteles diferencia los términos ‘elemento’ (stoikheîon) y ‘principio’ (arkhé), al cual identifica con ousía. En este pasaje, la ousía era definida como la naturaleza entendida como principio o elemento de las cosas. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 277 Tanto en el pasaje citado de la Metafísica como en los fragmentos 33, 35 y 36 del Protréptico, los principios son descriptos como lo primero a partir de lo cual se generan las restantes cosas. Esta anterioridad constituye el principal motivo por el cual Aristóteles puede otorgarles el mismo status ontológico y epistemológico a las nociones de causa y de principio.128 Para Aristóteles, los primeros principios son los elementos que fundan y explican la existencia de las cosas y, en este sentido, son causas de las cosas. El que quiere adquirir un verdadero conocimiento debe conocer estos principios sobre los cuales se cimienta todo el edificio del saber.129 Ahora bien, que en este contexto los principios sean causas no significa que ambos términos sean intercambiables. Según Reale, Aristóteles usa aítion y arkhé como si fuesen sinónimos y, por lo tanto, como si estuviesen completamente unidos.130 Incluso, recalca Reale, Aristóteles usa el término stoikheîon en el mismo sentido. Leído de esta manera, causas, principios y elementos serían las condiciones metafísicas de la realidad, aquello sin lo cual lo real no solo no sería posible, sino que tampoco podría ser explicado. En este contexto, dichos términos pueden ser entendidos como la condición de posibilidad de lo real, aunque no en el sentido kantiano-idealista del término, sino en su sentido realista objetivo. También podrían ser definidos como razón, siempre y cuando se entienda por este último término tanto razón essendi como razón cognoscendi. Bajo esta última acepción causa, principios y elementos no solo serían la razón del ser de las cosas, sino también aquello que permite explicarlas cabalmente. En esta misma línea argumentativa, en Analíticos Segundos I 2, 71b 34-72a 6, tras trazar la distinción entre más conocido en sí y más conocido para nosotros, Aristóteles equipara los términos primero y principio, a la vez que 128 129 130 Bastit (2002: 36). Metafísica I, 983a 25-26. Reale (1980: 24). teseopress.com 278 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles define a este último como “la proposición inmediata de una demostración, aquello respecto de la cual no hay nada anterior”.131 A partir de esta acepción, los términos anterior y principio pueden ser definidos como el presupuesto indispensable para que las cosas existan, sin depender de ninguna de ellas para existir. Por tal motivo, Aristóteles dirá en la Física I 1, 184a 11-13 que “creemos conocer cada cosa solo cuando conocemos sus primeras causas y primeros principios e incluso sus elementos”.132 Del análisis de los pasajes citados, parece desprenderse que solo “cuando <las causas> son comprendidas como principios del pensamiento somos capaces de ver cómo lo subjetivo y lo objetivo se mantienen unidos: las causas son lo que hace que una cosa sea lo que es y son también lo que conocemos”.133 Sin embargo, si leemos atentamente los textos podemos ver que tanto en el pasaje de la Metafísica (I 2, 982a 30-982b4) como en el pasaje de la Física (I 1, 184a 11-13) Aristóteles define la ciencia como el conocimiento de las causas y de los principios, es decir, la define mediante la conjunción de los dos términos, cada uno de los cuales podría estar aportando un atributo distinto. La explicación dada hasta aquí no nos permite afirmar categóricamente ni el uso explicativo dado al kaí por Düring ni la identificación entre principios y causas presupuesta por Reale. Como dice Calvo, “la relación entre los términos arkhé (principio) y aítion (causa) es vacilante en Aristóteles, al igual que en la lengua común. A menudo tienden a coincidir extensionalmente, aun cuando cada uno de ellos posee un rasgo peculiar del que el otro carece: ‘causa’ suele comportar la idea de influjo; ‘principio’ comporta la idea de orden y prioridad en este. Como consecuencia de esta diferencia, a veces se considera más amplia la noción de principio que la de causa: 131 132 133 Analíticos Segundos I 2, 72a 6-8. Física I 1, 184a 11-13: τότε γὰρ οἰόμεθα γιγνώσκειν ἕκαστον, ὅταν τὰ αἴτια γνωρίσωμεν τὰ πρῶτα καὶ τὰς ἀρχὰς τὰς πρώτας καὶ μέχρι τῶν στοιχείων. Bruce-Robertson (2002:14). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 279 toda causa es principio, pero no todo principio es causa (…) mientras que otras veces se considera más amplia la noción de causa: no todas las causas son principios, solamente lo son las causas primeras.”134 En la misma línea de lectura, Michel Bastit135 afirma que es para esclarecer la expresión arkhaì kaì aitíai que en la Metafísica Aristóteles declara que algunos principios son causas, pero no a la inversa (Metafísica V 1, 1013a 17). Para Bastit, el concepto de causa en Aristóteles tiene un doble aspecto: ontológico y lógico. Ahora bien, desde la perspectiva de este autor, solo partiendo de este doble aspecto del concepto de causa se puede concluir que algo pueda ser, simultáneamente, principio y causa. Una interpretación análoga parece ser la de Berti.136 Al analizar el concepto de “primero” en Aristóteles, Berti afirma que en algunos pasajes de la obra aristotélica, como por ejemplo Metafísica V 1, 1013a 14-21, “primero” no solo es convertible con “principio” sino también con “causa”, de donde se desprende que “principio” y “causa” son o deberían ser equivalentes. Pese a esto, este mismo autor llama la atención sobre el hecho de que estos dos últimos términos no son completamente intercambiables. Según Berti,137 solo por analogía se puede decir que los principios son causa. Para Berti, la identidad por analogía no implica identidad específica ni identidad numérica entre “principios” y “causa”, sino identidad de función. Esta cuestión hermenéutica en torno a cómo debe interpretarse la conjunción de los términos aitíai y arkhaí, introduce una problemática que parece quedar abierta en la interpretación del fragmento del Protréptico. Dicha problemática podría formularse del siguiente modo: si el referente de los términos principio y causa no fuese el mismo, ¿qué se debe interpretar por cada uno de ellos? La lectura de los 134 135 136 137 Calvo Martínez (2007: 152). Bastit (2002: 36). Berti (2008d: 666). Berti (2008d: 392). teseopress.com 280 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles fragmentos 35 y 36, a la luz de los pasajes de las diferentes obras citadas en las que Aristóteles usa este binomio, no parece darnos una respuesta al respecto. Tampoco Aristóteles parece plantearlo como un problema en cuanto tal. Pese a ello, resulta pertinente indagar qué debemos entender por esta conjunción, ya que alude al objeto de lo que es nuestro tema de estudio: la concepción de ciencia en Aristóteles, más aún, la concepción de sabiduría presente en el Protréptico. En tal sentido, si analizamos los ejemplos dados por Aristóteles en los fragmentos 33 y 35, podremos ver que todos ellos aluden a los elementos constitutivos de las cosas: las letras respecto de las palabras, el punto respecto de la línea, la superficie respecto de los sólidos, etc. Esta reducción de los ejemplos a lo que aparentemente es solo un tipo de relación causal es un indicio de que la noción de causa es más amplia que la noción de elemento o principio utilizada por Aristóteles en los fragmentos 35 y 36. Un texto clave para entender esta diferencia es el primer libro de la Metafísica.138 En este libro, al referirse a los cuatro significados de “causa” y hacer un recorrido de las diferentes maneras de abordar este tema,139 Aristóteles argumenta que el error de sus predecesores fue reducir la explicación de lo real a un solo tipo de relación causal. Como es sabido, Aristóteles postula cuatro maneras de entender la causa. Para el Estagirita: Una causa decimos que es la entidad, es decir, la esencia (pues el porqué se reduce, en último término, a la definición, y el porqué primero es causa y principio); la segunda, la materia, es decir, el sujeto; la tercera, de donde proviene el inicio del movimiento, y la cuarta, la causa opuesta a esta última, 138 139 En Metafísica I 2, 982b 1-2, al indagar sobre el objeto de la ciencia superior, Aristóteles se vale de la misma conjunción que la empleada en el fragmento 35. Para Aristóteles la ciencia más elevada es aquella que tiene como fin lo más cognoscible y esto último se identifica, a su vez, con los principios y causas de las cosas. Metafísica I 3, 983a ss. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 281 aquello para lo cual, es decir, el bien (este es, desde luego, el fin a que tienden la generación y el movimiento)140 (trad. Calvo Martínez). No obstante, los ejemplos que nos da Aristóteles en los fragmentos 35 y 36 del Protréptico no parecen cubrir estas cuatro maneras de entender la noción de causa. No obstante, los ejemplos que nos da Aristóteles en los fragmentos 35 y 36 del Protréptico no parecen cubrir estas cuatro maneras de entender la noción de causa. Al proponer como ejemplos el aire, del fuego, y los principios platónicos,141 Aristóteles parece excluir la causa final y eficiente. Leídos desde esta perspectiva, los principios ejemplificados por Aristóteles en los fragmentos 33 y 36 pueden ser tomados como elementos constitutivos de las cosas o principios formales de lo real. Teniendo como telón de fondo el último pasaje citado de Metafísica (I, 3 983a 27-32), estamos inclinados a decir que dichos principios pueden ser vistos como aquello a partir de lo cual las cosas llegan a ser lo que son, esto es, el substrato a partir del cual las cosas son generadas (causa material),142 o aquello por lo cual las cosas son lo que son, es decir, “lo que es ser esto” (causa formal).143 Ya sea que aceptemos o no la interpretación de Berti, la lectura de los fragmentos 33 y 36 nos lleva a pensar que Aristóteles está poniendo en juego una o dos maneras de entender las causas, pero no los cuatro sentidos desarrollados en el primer libro de la Metafísica. Por cierto, Aristóteles no menciona en ninguno de los dos fragmentos ni la causa eficiente ni la final, que tienen, ambas, un peso fundamental en su metafísica. Desde este punto de vista, si en las expresiones “tôn aitíon kaì tôn stoikheíon” y “aitíai kaì prôtai” “causas” y “elementos” o “causas” y “principios” fueran términos com140 141 142 143 Metafísica I 3, 983a 27-32. Véase Berti (2008a: 81). Física II 3, 195a 20. Física II 3, 195a 16-20. teseopress.com 282 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles pletamente intercambiables y el kaí solo tuviera un sentido explicativo, Aristóteles estaría incurriendo en el mismo error achacado a sus predecesores, a saber, estaría reduciendo la ciencia al conocimiento de una única explicación causal, razón por la cual, si bien no hubiera errado, solo habría contribuido parcialmente al descubrimiento de la verdad.144 Por este motivo, es plausible pensar, a diferencia de lo que sostiene Düring, que si bien Aristóteles está explorando los rasgos que tienen en común principios y causas, a través de las expresiones arriba mencionadas está poniendo en conjunción términos con valencias distintas y que aportan a la economía del texto una complejidad mayor de la que el intérprete arriba citado parece conceder. Desde nuestra perspectiva, el sujeto implícito del fragmento 35 son los principios caracterizados en el fragmento 33 como lo anterior, mejor y ordenado, esto es, las horáseis noetôn descriptas en el fragmento 24, las cuales, dada su naturaleza, son las causas de todo lo que existe. Ser causa y elemento constitutivo son dos rasgos de estos principios, razón por la cual no pueden ser reductibles uno al otro. Por tal motivo, para obtener verdadera ciencia el hombre debe conocer ambos. Desde la perspectiva de Aristóteles, la filosofía tiene por objeto la verdad. Ahora bien, el conocimiento de la verdad consiste en el develamiento de la naturaleza de las cosas, esto es, en el descubrimiento de sus principios constitutivos. Para Aristóteles, una verdadera explicación de la realidad se debe dar a través de lo mejor y más perfecto, esto es, a través de sus verdaderas causas. Ahora bien, las causas son los principios últimos de las cosas, por lo tanto, dicha explicación debe ser identificada también con la búsqueda de estos principios. El hecho de que en este fragmento y en el 24 Aristóteles describa el conocimiento de las verdades más exactas como contemplaciones nos permite pensar que dicha clase de verdades se identifica con ciertos principios 144 Metafísica II 1, 993a 30-393b5. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 283 que, en función de su naturaleza, no requieren de nada para ser explicados, sino que ellos mismos son la base de toda explicación o demostración. Por tal motivo, si bien Aristóteles no llama a estos principios causas, como de hecho parece hacerlo en los fragmentos 33 y 35, resulta claro que mediante su formulación está pensando en las razones explicativas de lo real y, por lo tanto, en los fundamentos últimos de las cosas. En este sentido, si bien el recorrido a lo largo de los fragmentos conservados del Protréptico no nos permite afirmar que haya en esta obra una sistematización de la teoría de las causas, tal como podemos hallar en la Metafísica o en la Física, ni tampoco nos permite sostener que a la hora de escribir su exhortación a la filosofía Aristóteles haya tenido en mente esta sistematización, podemos, al menos, conjeturar que hay en el Protréptico un esbozo de la concepción de la ciencia como el conocimiento de la “estructura” de lo real y una identificación de dicho conocimiento con el conocimiento de las causas. Los fragmentos 33 y 35 constituyen la materialización de esta concepción que transforma a la filosofía, tal como es descripta en el fragmento 48, en el conocimiento del ser y en la epistéme por antonomasia. Jerarquización de las ciencias Si bien la clasificación de las ciencias no es el tema central del Protréptico, al definir la filosofía como la epistéme más elevada, Aristóteles no solo se ve obligado a distinguirla de otras clases de ciencias, sino también a explicar por qué motivo debe ser considerada como superior respecto de cualquier otro tipo de conocimiento. Con esta finalidad, en el fragmento 34 Aristóteles argumenta: Si el alma es mejor que el cuerpo -. Pues es por naturaleza más apta para gobernar- y las artes y ciencias del cuerpo son la medicina y la gimnasia -pues nosotros las consideramos teseopress.com 284 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles ciencias y decimos que alguien las posee-, es claro que existe cierto cuidado y arte del alma y de las virtudes del alma y que somos capaces de obtenerla, ya que también <somos capaces de obtener> las cosas ignoradas y las más difíciles de comprender. 145 En este fragmento, Aristóteles hace una clasificación entre las ciencias del alma y las ciencias del cuerpo. Para el Estagirita, si partimos de las premisas de que el alma es mejor que el cuerpo y de que hay ciencias relativas al cuerpo, debemos conceder que debe existir alguna ciencia del alma y que esta debe ser superior. En el fragmento 34, la superioridad del alma respecto del cuerpo es llevada al terreno de las ciencias generando entre ellas una relación de subordinación.146 Las causas fundamentales para postular esta jerarquización de las ciencias son dos. La primera es la naturaleza de los objetos de cada una de estas ciencias, esto es, las ciencias del alma y las ciencias del cuerpo. La segunda de estas causas está relacionada con el carácter instrumental que, como vimos en la primera parte de nuestro trabajo, parece asignarle Aristóteles al cuerpo. Ambas causas las podemos encontrar condensadas en el fragmento 46. En este fragmento, Aristóteles afirma: Por otra parte, que la sabiduría teorética nos proporciona también para la vida humana los más grandes beneficios es algo que puede averiguarse fácilmente teniendo en cuenta las artes. Efectivamente, así como todos los médicos competentes y los que conocen la gimnástica coinciden generalmente en que aquellos que hayan de ser buenos médicos y maestros 145 146 Ὥστ’ εἴπερ ψυχὴ μὲν σώματος ἄμεινον (ἀρχικώτερον γὰρ τὴν φύσιν ἐστί), περὶ δὲ σῶμα τέχναι καὶ φρονήσεις εἰσὶν ἰατρική τε καὶ γυμναστική (ταύτας γὰρ ἡμεῖς ἐπιστήμας τίθεμεν καὶ κεκτῆσθαί τινας αὐτάς φαμεν), δῆλον ὅτι καὶ περὶ ψυχὴν καὶ τὰς ψυχῆς ἀρετὰς ἔστι τις ἐπιμέλεια καὶ τέχνη, καὶ δυνατοὶ λαβεῖν αὐτήν ἐσμεν, εἴπερ γε καὶ τῶν μετ’ ἀγνοίας πλείονος καὶ γνῶναι χαλεπωτέρων. Según Giardina (2009: 91), el ejercicio de la ciencia es considerado por Aristóteles como un proceso hacia la plena realización de la forma: “el ejercicio de la ciencia es entelékheia segunda, porque depende de la posesión de la ciencia”, considerada entelékheia primera. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 285 de gimnástica deben ser expertos conocedores de la naturaleza, de la misma manera los buenos legisladores también deben poseer este conocimiento de la naturaleza y mucho más aún que aquellos. Pues los primeros son artífices solamente de las virtudes del cuerpo, pero estos últimos, como se ocupan de las virtudes del alma y pretenden enseñar sobre la felicidad e infelicidad de la ciudad, están mucho más necesitados de la filosofía.147 Si bien en este fragmento Aristóteles parece partir de una analogía entre la utilidad de la sabiduría y la de las artes, dicha analogía encubre una jerarquización de la ciencia que conducirá al Estagirita a concluir que la sabiduría teorética es superior al resto de las artes. En este sentido, lo primero que podemos advertir es que, pese a que en el fragmento 34 Aristóteles se refirió a la medicina y la gimnástica como ciencias, en este fragmento alude a las mismas disciplinas para ejemplificar la utilidad de las artes y de este modo establecer el paralelismo antes mencionado entre los beneficios de estas últimas y la sabiduría teorética. Esta suerte de doble caracterización de la medicina y la gimnástica como epistéme y tékhne nos lleva a pensar que en este fragmento Aristóteles estaría haciendo un uso genérico de estos términos. La finalidad de Aristóteles sería demostrar que, así como nadie duda de que la medicina y la gimnástica son un conocimiento útil, dado que de ambas depende la salud del cuerpo, la sabiduría es más útil ya que su objeto es el alma. A través de su adquisición, los poseedores de este conocimiento aspiran a alcanzar la felicidad de la pólis. 147 Ἀλλὰ μὴν ὅτι γε καὶ ὠφελείας τὰς μεγίστας ἡμῖν πρὸς τὸν ἀνθρώπινον βίον παρέχεται ἡ θεωρητικὴ φρόνησις, εὑρήσει τις ῥᾳδίως ἀπὸ τῶν τεχνῶν. ὥσπερ γὰρ τῶν ἰατρῶν ὅσοι κομψοὶ καὶ τῶν περὶ τὴν γυμναστικὴν οἱ πλεῖστοι σχεδὸν ὁμολογοῦσιν ὅτι δεῖ τοὺς μέλλοντας ἀγαθοὺς ἰατροὺς ἔσεσθαι καὶ γυμναστὰς περὶ φύσεως ἐμπείρους εἶναι, οὕτω καὶ τοὺς ἀγαθοὺς νομοθέτας ἐμπείρους εἶναι δεῖ τῆς φύσεως, καὶ πολύ γε μᾶλλον ἐκείνων. οἱ μὲν γὰρ τῆς τοῦ σώματος ἀρετῆς εἰσι δημιουργοὶ μόνον, οἱ δὲ περὶ τὰς τῆς ψυχῆς ἀρετὰς ὄντες καὶ περὶ πόλεως εὐδαιμονίας καὶ κακοδαιμονίας διδάξειν προσποιούμενοι πολὺ δὴ μᾶλλον προσδέονται φιλοσοφίας. teseopress.com 286 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Ahora bien, si leemos atentamente el fragmento, podremos notar que en él Aristóteles argumenta que tanto la sabiduría teorética como la medicina y la gimnástica presuponen el conocimiento de la naturaleza. Resulta evidente, pues, que para poder prescribir sobre el cuerpo se debe conocer su naturaleza. Pero, en el caso del legislador ¿en qué se funda la necesidad de perseguir este mismo objeto incluso con mayor necesidad que las otras artes o ciencias? Si bien no nos ocuparemos del análisis de la concepción de phýsis en este apartado, es evidente que la clave para comprender la analogía se encuentra, en gran parte, en qué está entendiendo Aristóteles por este concepto en este fragmento. Parece ser que, si bien al hablar de phýsis en relación con la gimnástica y la medicina Aristóteles está pensando en el mismo referente, no parece suceder lo mismo en el caso de las ciencias del alma. Esto nos lleva a pensar que el sentido que Aristóteles debe de tener en mente al hablar de naturaleza es el de phýsis entendida como constitución de la cosa, visto en el primer capítulo de este trabajo. Según Gómez-Lobo, el término phýsis en la Antigüedad expresaba lo que la cosa es en sí misma en contraposición a lo que es por apariencia. La equiparación entre phýsis y eîdos o ousía realizada por el Estagirita148 nos lleva a pensar que lo que debe conocer tanto el médico como el legislador es la phýsis entendida como los principios constitutivos de su objeto de estudio, esto es, la ousía de aquello sobre lo cual investigan. Así, mientras el médico debe conocer la naturaleza del cuerpo en su conjunto, el legislador debe conocer la naturaleza del alma para poder ejercer su actividad de forma correcta.149 En este sentido, si tenemos presente que en el segundo capítulo de nuestro trabajo habíamos argumentado que el alma, más aun su parte racional del alma, era la parte rectora, aquella de la cual dependía qué se debía hacer y evitar, podemos decir, entonces, que el conocimiento de 148 149 Metafísica V 4,1014b 35; Física II 3, 193a 28-31. Ética Nicomáquea I 13, 1102a 15-26. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 287 la naturaleza del alma por parte del legislador está emparentada con la necesidad de conocer los impulsos y deseos humanos con el objeto de poder gobernarlos y orientarlos hacia los bienes productivos, aquellos que es loable que sean deseados. Del análisis del fragmento parece desprenderse que la adquisición del resto de las artes no basta para que el legislador adquiera este conocimiento y, por lo tanto, pueda llevar a cabo su función, sino que debe poseer un saber más elevado que solo a través de la filosofía puede alcanzar. La lectura del fragmento 46 a la luz del resto de los fragmentos nos permite concluir que la sabiduría teorética es el tipo de conocimiento al cual solo el filósofo puede acceder y, por este motivo, solo este último es poseedor de aquel saber necesario para gobernar bien la pólis. Al conocer el alma humana el filósofo sabe qué es un verdadero bien, razón por la cual puede conducir al resto de los hombres hacia él. Desde la perspectiva aristotélica, solo el conocimiento de lo que verdaderamente es es querido por sí mismo (fragmentos 43, 44); por lo tanto, solo la persecución de este conocimiento es un bien en sentido propio. Ahora bien, dicho conocimiento es objeto de la parte racional del alma, razón por la cual solo la ciencia de esta parte del alma, a saber la phrónesis, será considerada un fin en sentido propio y, por ende, será descripta como la ciencia superior.150 Según Douglas Madison,151 la filosofía teorética busca la verdad por la verdad misma, motivo por la cual Aristóteles puede concluir que no solo es lo más propio del hombre sino también la ciencia teorética que mayor prioridad tiene respecto de las otras ciencias del mismo tipo. 150 151 En el fragmento 69, Aristóteles afirma: “En consecuencia, de acuerdo con este razonamiento, también es imposible que sea una ciencia productiva, ya que el fin tiene que ser mejor que lo que acontece <con vistas al fin>; sin embargo, nada es mejor que la sabiduría, a menos que sea una de las cosas mencionadas, pero ninguna de estas es una función que sea distinta de la sabiduría misma. Por tanto, hay que afirmar que esta ciencia es teorética, puesto que es imposible que la producción sea un fin”. Douglas Madison (2008: 89). teseopress.com 288 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Aquello que está asociado con el cuerpo, en tanto es indispensable para subsistir, es útil y necesario, pero no es un bien en sentido propio. Desde la perspectiva de Aristóteles, esta clase de cosas tiene un valor instrumental y, por lo tanto, su adquisición nunca puede ser un fin en sí mismo.152 En consecuencia, las ciencias que se ocupan de estas clases de cosas tendrán también un valor instrumental. No obstante, dado que las ciencias asociadas con el cuerpo, esto es, las ciencias productivas, tienen por objeto aquello sin lo cual el hombre no podría subsistir, las ciencias del alma, deberán valerse de las primeras como un medio que hace posible la vida y, por lo tanto, que permite que el buen vivir sea una meta alcanzable. Dado esto, podemos presuponer que la relación entre las ciencias del cuerpo y las ciencias del alma reproduce el mismo tipo de relación observado entre el cuerpo y el alma. Si bien las ciencias del cuerpo parecen ser un tipo de saber subordinado a un conocimiento más elevado propio de las ciencias del alma, es posible pensar que, al hacer de esta clase de ciencias la condición de posibilidad de la vida, Aristóteles tiende a revalorizar el papel que estas tienen, haciendo de ellas una clase de epistéme que hay que dominar para que el hombre pueda alcanzar su plena realización.153 En el fragmento 9, Aristóteles retomará está jerarquización de las ciencias en los siguientes términos: Existen algunas ciencias que producen cada uno de los beneficios para la vida, otras que se sirven de las primeras. Unas que están subordinadas y otras que mandan. En estas últimas, como si tuviese mayor capacidad rectora, reside el verdadero bien. En efecto, si solo <la ciencia> que tiene la rectitud del 152 153 En este punto, debemos remitirnos al apartado sobre la noción de érgon, en el capítulo segundo de este trabajo. En Ética Nicomáquea X 8, 1178b 34- 35, Aristóteles afirma: “siendo humano, el hombre contemplativo necesitará del bienestar externo, ya que nuestra naturaleza no se basta a sí misma para la contemplación, sino que necesita de la salud corporal, del alimento y de los demás cuidados”. (trad. Pallí Bonet) teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 289 juicio y que usa la razón y que conoce la totalidad del bien, que es la filosofía, es capaz de usar de todas las restantes y mandarlas, se debe filosofar de todos los modos posibles, puesto que solo la filosofía contiene en sí el recto juicio y una sabiduría que comanda de modo inefable (trad. Vallejo Campos). La mayoría de los intérpretes, entre los que cabe mencionar a Düring,154 Berti155 y Vallejo Campos,156 considera que en este fragmento Aristóteles estaría prefigurando la distinción entre las ciencias teórico -prácticas y las ciencias productivas. Las ciencias teórico -prácticas son aquellas que permiten conocer lo bueno en sentido propio, motivo por el cual tienen mayor capacidad rectora. Las ciencias productivas, en cambio, son aquellas por cuyo medio el hombre se provee las cosas beneficiosas para la vida. El análisis conjunto del fragmento 9 y del fragmento 8 nos permite conjeturar que, si bien estas ciencias no son, necesariamente, equiparables con las ciencias del cuerpo, están, al menos, relacionadas con este último tipo de ciencias, ejemplificadas en el fragmento 34 mediante la gimnasia y la medicina. Lo que nos permite establecer esta relación es, por un lado, la identificación realizada por Aristóteles en el fragmento 8 entre “las cosas que disponemos para vivir” y “las cosas relativas al cuerpo” y, por otro, la caracterización de este tipo de cosas como el objeto de las ciencias productivas (fragmento 9).157 Lo que nos interesa resaltar de este fragmento es que, desde la perspectiva de Aristóteles, tanto del cuerpo como de los bienes asociados con él se puede hacer un buen uso 154 155 156 157 Düring (1961:182-183). Berti (2008a: 71). Vallejo Campos (2005: 185). En Ética Nicomáquea I 8, 1099a 31-1099b8, Aristóteles afirma: “Pero es evidente que la felicidad necesita también de los bienes exteriores, como dijimos; pues es imposible o no es fácil hacer el bien cuando no se cuenta con recursos (…) La felicidad parece necesitar también de tal prosperidad, y por esta razón algunos identifican la felicidad con la buena suerte, mientras que otros <la identifican> con la virtud (trad. Pallí Bonet). teseopress.com 290 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles o un mal uso; por este motivo, es necesario que las ciencias que se ocupan de estas clases de cosas queden subsumidas bajo las ciencias teórico-prácticas que, al tener una mayor capacidad rectora, permiten determinar qué es conveniente hacer en cada caso. Ahora bien, si realizamos una lectura minuciosa de los fragmentos del Protréptico, podemos notar que mientras Aristóteles establece una clara distinción entre ciencias teoréticas y productivas, no sucede lo mismo entre las ciencias teoréticas y prácticas. En los fragmentos 9 y 34,158 al referirse a aquello que se ocupa del alma y de las virtudes del alma, el Estagirita habla de una única ciencia como si ambos ámbitos, el del conocimiento teorético y el de las virtudes fueran uno solo. Si bien es verdad que en este fragmento, al utilizar el término areté, Aristóteles se puede estar refiriendo a las excelencias del alma, no parece ser menos cierto que dentro de estas excelencias está el ejercicio de las virtudes, con lo cual también estas quedarían englobadas dentro de esta única ciencia. Si se acepta esto, podríamos concluir que la superioridad de las ciencias teórico-prácticas puede deberse a la estrecha unión que Aristóteles establece entre el plano teórico y el plano práctico y la dependencia de ambos planos respecto de la parte racional, así como de los principios que la gobiernan. Según Douglas Madison, 158 No obstante, es importante recalcar que en el fragmento 37 Aristóteles afirma: “Así pues, que hay ciencia de la verdad y de la virtud del alma y por qué somos capaces de adquirirlas son cuestiones sobre las cuales basta con lo dicho”. Ὅτι μὲν οὖν τῆς ἀληθείας καὶ τῆς περὶ ψυχὴν ἀρετῆς ἔστιν ἐπιστήμη καὶ διότι δυνατοὶ λαβεῖν αὐτάς ἐσμεν, ταῦθ’ ἡμῖν εἰρήσθω περὶ αὐτῶν. El empleo de autás en la segunda oración hace ambiguo al texto: ¿a través de este pronombre Aristóteles se está refiriendo a las virtudes del alma y a la verdad o a la epistéme? El hecho de que Aristóteles utilice epistéme en singular en la primera parte del fragmento nos induce a pensar que por medio de este término está aludiendo a alétheia y areté perì psykhén. Pese a ello, Aristóteles tampoco afirma categóricamente que para estas clases de cosas haya una sola ciencia. Otro posible contraejemplo de lo aquí argumentado es el fragmento 27, en el que Aristóteles distingue entre τοῦ νοῦ ἡ σοφία, διὰ δὲ πράξεις αἱ κατὰ φρόνησιν, esto es, entre la sabiduría del intelecto y la sabiduría práctica dependiente de la phrónesis. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 291 en la Antigüedad la contemplación era una activad que no necesariamente se oponía a los esfuerzos prácticos. Desde la perspectiva de este autor, “esto nos permite hablar de una dimensión práctica de la teoría o de la vida contemplativa y en este limitado pero restringido sentido es posible decir que en la más alta actividad de contemplación la distinción entre teoría y práctica ha sido trascendida porque el fin de la actividad práctica ha sido unido a la contemplación”.159 En el fragmento 51, tras haber afirmado que el filósofo tiene puesta la mirada en la naturaleza y en lo divino, se refiere a la filosofía diciendo: Esta ciencia es teorética, mas nos permite producir todo de acuerdo con ella (…) de igual forma, evidentemente, aunque es teorética esta ciencia, nosotros hacemos muchísimas cosas de acuerdo con ella, eligiendo unas y rehuyendo otras, y en general todas las cosas buenas las alcanzamos gracias a ella (trad. Vallejo Campos). De la lectura de este fragmento parece inferirse que las ciencias del alma tienen por objeto el conocimiento de los principios de la naturaleza y de lo divino y que dicho conocimiento sería la base sobre la cual se decide qué hacer y cómo hacerlo, esto es, es o debería ser la guía que determina nuestras acciones. Ahora bien, en el fragmento 48, Aristóteles había caracterizado al conocimiento de los filósofos como el conocimiento de lo que es en sí, razón por la cual, al decir que esta clase de personas mira la naturaleza y lo divino, podríamos pensar que, al igual que en 159 Douglas Madison (2008: 103). Pese a esto, al comentar el Protréptico, este autor sostiene que adquirimos tanto la ciencia concerniente a la justicia como la concerniente a la verdad. Desde la perspectiva de este autor, ambas son dos especies de conocimiento filosófico. El primero es práctico y se caracteriza por ser el conocimiento concerniente al descubrimiento y aprendizaje de las virtudes del alma. El segundo tipo de conocimiento es teorético y es el conocimiento de los primeros principios y las causas, esto es, de lo anterior y, por lo tanto, de aquello que es condición sine qua non para el conocimiento de todo lo demás. teseopress.com 292 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles el fragmento 46, Aristóteles está queriendo decir que solo ellos conocen los principios constitutivos de las cosas y deciden qué rumbo tomar en base a ellos. La pregunta que surge es qué debemos entender por estos principios y por qué condicionan la acción. En el fragmento 47, al hablar del conocimiento que se debe alcanzar para gobernar la pólis, Aristóteles sostiene que “el político también debe estar en posesión de ciertas normas derivadas de la naturaleza en sí misma y de la verdad, en referencia a las cuales juzgue qué es justo, bello y conveniente”. En este fragmento, vuelve a aparecer el conocimiento de la phýsis y de la verdad asociado al ámbito práctico, pero en esta ocasión, a diferencia de los fragmentos analizados, tales como el 34 y el 46, dicha clase de conocimiento aparece vinculada directamente con lo justo, lo bello y lo conveniente. Según Berti,160 a través del término phýsis, Aristóteles se estaría refiriendo a ciertos criterios extraídos del estudio de la naturaleza humana. No obstante, este autor no se explaya sobre la naturaleza de dichos criterios. Por medio de estos criterios, ¿se estaría refiriendo Aristóteles a algo propio de la naturaleza humana?, ¿estaría aludiendo a ciertos principios que, dada su naturaleza, los hombres se dieron entre sí? o ¿estaría pensando en ciertos principios existentes por sí? Si bien es verdad que los fragmentos conservados no nos permiten responder estos interrogantes, parece ser claro que desde la perspectiva aristotélica el que se ocupa tanto de la verdad como de lo que es bueno, bello y justo es el filósofo. Otro fragmento que es clave para el tratamiento de la jerarquización del conocimiento en el Protréptico es el fragmento 48. En este fragmento, tal como vimos en el primer apartado de este capítulo, Aristóteles argumenta que el objeto de la filosofía es la verdad. Ahora bien, el conocimiento de la verdad consiste en el develamiento de la naturaleza de las cosas, esto es, en el descubrimiento de sus principios constitutivos. La lectura de este fragmento 160 Berti (2008a: 87). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 293 a la luz de los fragmentos 33 y 35 nos permite decir que, al efectuar una jerarquización entre razonamientos de primer orden y de segundo orden, Aristóteles traza también una distinción entre dos tipos de relaciones causales. Uno explica lo real apelando a sus principios últimos y otro se vale de los principios inmediatos; el primero, basado en la naturaleza de las cosas, y el segundo, en la observación de cómo aparecen las cosas. Para Aristóteles, una verdadera explicación de la realidad se debe dar a través de lo mejor y más perfecto, esto es, a través de sus verdaderas causas. Ahora bien, las causas son los principios últimos de las cosas, por lo tanto, dicha explicación debe ser identificada también con la búsqueda de estos principios. Si aceptamos lo argumentando hasta aquí, podemos ver que en este fragmento, el 48, Aristóteles plantea de manera implícita dos cosas. La primera es que el arte y la ciencia son superiores a la experiencia porque no se limitan al conocimiento de lo individual sino que conocen la causa que los explica. Pero, en segundo lugar, al igual que en la Metafísica, postula una jerarquización entre las artes y las ciencias o más específicamente entre las artes y la filosofía. En Metafísica I 1, 981a-981b, nos encontramos con argumentos que, de alguna manera, están vinculados con esta contraposición. En este pasaje, Aristóteles confronta la experiencia con el arte con la finalidad de demostrar la superioridad epistemológica de la segunda respecto de la primera. Para el Estagirita, mientras el que posee experiencia solo tiene conocimiento de lo individual, el que posee arte ha alcanzado el conocimiento de lo general.161 Desde la perspectiva aristotélica: No es menos cierto que pensamos que el saber y el conocimiento se dan más bien en el arte que en la experiencia, y que tenemos por más sabios a los hombres de arte que a los de experiencia, como que la sabiduría acompaña a cada uno 161 Metafísica I 1, 981a 15-16. teseopress.com 294 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles mejor según <el nivel de> su saber. Y esto porque los unos saben la causa y los otros no. Efectivamente, los hombres de experiencia saben los hechos, pero no el porqué, mientras que los otros conocen el porqué, la causa”.162 De los ejemplos citados de la Metafísica se puede concluir que de un mismo objeto puede haber tanto experiencia como arte, esto es, se puede solo saber qué es algo o qué es lo que ocurre en relación con algo o se pueden conocer por qué algo es como es. Desde la perspectiva aristotélica, dados determinados síntomas de alguna enfermedad, alguien puede opinar a partir de sus experiencias pasadas que una medicación “x” le hará bien, pero solo el médico sabe que dicha medicación es la correcta porque conoce qué enfermedad tiene el paciente, sabe las causas de la enfermedad y las razones por las cuales ese medicamento es el mejor para tal patología. El motivo de esto es que la experiencia es solo “una multitud de recuerdos del mismo asunto.163 Tal clase de conocimiento está basado en aquello que es inmediato para nosotros, es decir, aquello a lo cual se accede por los sentidos y lo que usualmente se cree. Ahora bien, sobre la base del fragmento 48 del Protréptico, esto será para Aristóteles un conocimiento de tercer orden y, por lo tanto, solo una aproximación a la realidad. En este fragmento, Aristóteles es bastante expeditivo al respecto. De su lectura, podríamos inferir que a partir de distintas artes se puede acceder a los mismos objetos, no obstante, lo que se conoce de esos objetos determina diferentes grados de conocimiento. Mientras algunas artes razonan a partir del conocimiento de las primeras cosas, el resto lo hace tomando como base las posteriores e, incluso, solo la experiencia. El énfasis puesto en esta última aclaración respecto de la experiencia 162 163 Metafísica I 1, 981a 24-30. Metafísica I 1, 980b 29-30. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 295 es una muestra de que dentro de este último tipo de artes el conocimiento sería una especie de saber degradado respecto del conocimiento de lo que es posterior.164 Esta jerarquización del conocimiento es la que podemos encontrar tanto en el fragmento 48 con la contraposición entre la filosofía y las artes como en el fragmento 46 mediante la comparación entre la sabiduría teórica y las artes. En ambos fragmentos, se contrapone la philosophía o phrónesis con el resto de las artes diciendo claramente que la primera es superior por su objeto, lograr el bien para la pólis, como por su rigor epistemológico. Esta tesis se halla corroborada por otros fragmentos. En el fragmento 34, Aristóteles plantea una jerarquización similar entre las ciencias. Allí, el Estagirita sostiene que la medicina, ciencia del cuerpo, es inferior a la ciencia del alma, esto es la phrónesis, ya que esta última tiene por objeto los principios o causas de todas las cosas.165 Por este motivo, en el fragmento 67, Aristóteles puede afirmar: De modo que, al distinguir un estado del otro, no existe ninguno más elegible que la sabiduría, de la cual dijimos que es la facultad de lo más elevado que hay en nosotros, pues la parte cognitiva, separadamente o en combinación, es mejor que todo el resto del alma y su excelencia es el conocimiento.166 Ahora bien, tras haber llegado a este punto, no podemos obviar la problemática planteada por Zanatta167 en relación con la vinculación entre epistéme y sophía. Según 164 165 166 167 Pese a esto, debemos recalcar que, como dice Petrilli (2009: 92) “ninguna actividad cognitiva es posible sin el conocimiento sensible”. Fragmentos 33 y 35. Οὐκοῦν τῆς φρονήσεως, ἥν φαμεν δύναμιν εἶναι τοῦ κυριωτάτου τῶν ἐν ἡμῖν, οὐκ ἔστιν αἱρετώτερον οὐδέν, ὡς ἕξις πρὸς ἕξιν κρίνεσθαι·τὸ γὰρ γνωστικὸν μέρος καὶ χωρὶς καὶ συγκείμενον βέλτιόν ἐστι πάσης τῆς ψυχῆς, τούτου δ’ ἐπιστήμη ἀρετή. Zanatta (2010a: 16). Según Berti (2008b: 30), “el conocimiento de los principios de la ciencia, es decir, esencialmente de las definiciones tampoco puede ser llamado, en rigor, ciencia porque -dice Aristóteles- toda ciencia es acompañada de razonamiento, es decir de demostraciones, mientras que, hemos teseopress.com 296 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles este autor, en la Ética Nicomáquea ciencia y sabiduría son dos virtudes dianoéticas distintas y, por lo tanto, dos estados diferentes de excelencia de la parte racional del alma. Dado esto, es difícil ver cómo la sabiduría puede ser también una ciencia del alma racional. Desde la perspectiva de este autor,168 solo en Metafísica Alfa y Alfa élatton Aristóteles identifica epistéme con sophía. Sin embargo, si leemos la serie de fragmentos 33-35 del Protréptico, podremos ver que Aristóteles llama al conocimiento de los primeros principios epistéme. Paralelamente, en esta misma serie de fragmentos, el Estagirita identifica epistéme con phrónesis, término que en el fragmento 53 es equiparado con sophía. Esta alternancia de términos para referirse a una misma actividad y objeto nos lleva a pensar que, aunque le concedamos a Zanatta que Aristóteles no identifica epistéme con sophía, es innegable que el Estagirita concibe a la sabiduría como aquella clase de conocimiento que constituye la cúspide del saber y, en este sentido, de la ciencia. Por esta razón, podemos decir que la sabiduría es una manera de referirse a la ciencia del ser o metafísica, es decir, a la más alta y universal de las disciplinas.169 retomando a Berti,170 podemos decir que se debe admitir que, si hay la ciencia, debe haber un saber de los principios, el cual no es de tipo demostrativo, sino que es un conocimiento anapodíctico que tiene por objeto los principios no demostrables (Analíticos Segundos I 3, 72b 18-25). En el fragmento 65 del Protréptico, Aristóteles identifica esta disciplina con la actividad del noûs171 y en el fragmento 24 equipara esta actividad con la visión de lo inteligible o de las oûsai noetôn, esto es, con aquello que en 168 169 170 171 visto, los principios no son demostrables”. No obstante, para este mismo autor (2008b: 35), la sophía es noûs y epistéme, inteligencia y ciencia, porque no solo conoce las cosas sino la verdad en torno a los principios. Zanatta (2010a: 20). Douglas Madison (2008: 247). Berti (2005: 30). En el fragmento 27, Aristóteles usa la expresión τοῦ νοῦ ἡ σοφία con un sentido muy parecido. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 297 Analíticos Segundos II 19, 100b, 15-16, es “identificado con “el principio del principio” (ἀρχὴ τῆς ἀρχῆς). Al tener como objeto aquellos principios supremos de los cuales dependen los primeros principios (fragmento 35), la sabiduría se transforma en aquel tipo de conocimiento que es necesario tener para que el otro tipo de conocimiento sea posible. Sin embargo, esto nos lleva a otro problema. En efecto, para Aristóteles toda ciencia, por el hecho de ser ciencia, debe basarse en lo anterior y, por lo tanto, en las causas de aquello de lo que se ocupa. Ahora bien, partiendo de esta caracterización de las ciencias, es conflictivo afirmar qué status tiene la sabiduría y qué relación guarda con el resto de las ciencias.172 Esto nos plantea el problema de la delimitación y jerarquización de las ciencias. Si cada ciencia busca sus propios principios, ¿qué papel juega la sabiduría como la ciencia suprema?, ¿qué relación guarda con el resto de las ciencias? o, en todo caso, ¿cuáles son los principios que se buscan mediante ella? En el tercer libro de la Metafísica, más específicamente en III 1, 995b 6-13, Aristóteles parece trae a un primer plano estas cuestiones. En este pasaje, al referirse a las aporías en relación con la unicidad de las ciencias, se cuestiona: 1) si corresponde a una o a muchas ciencias el estudio de las causas; 2) si incumbe a la ciencia considerar solamente los primeros principios de la entidad y 3) “en el caso de que se ocupe de la entidad, si es una sola o más de una la <ciencia> que se ocupa de todas las entidades, y en el caso de que sean más de una, si todas ellas son del mismo género o, por el contrario, a unas ha de darse el nombre de ‘sabiduría’ y a otras otro nombre”173 (trad. Calvo Martínez). De la definición de epistéme presente en los diferentes pasajes citados (Metafísica II 2, 994b 18-21 y Física I 1, 184a 10-14), parece desprenderse que toda ciencia tiene sus propios principios, razón por la cual resultaría conflictivo 172 173 Berti (2005: 219). Metafísica III 1, 995b 10-14. teseopress.com 298 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles postular una ciencia general o superior, ya que todo el conocimiento producto de esa ciencia sería la suma de las formas particulares del saber. Leído desde esta perspectiva, el texto nos plantea una disyuntiva: o bien existe una ciencia que conoce todas las cosas o bien existen muchas ciencias particulares.174 Esta cuestión, que no es otra que la de la unicidad de la ciencia, ha dado a lugar a dos posturas fundamentales: por un lado, tenemos autores que, como Franz A. J. de Haas, sostienen que la sophía es “el conocimiento de lo más cognoscible, las causas y los principios más elevados por los cuales todas las cosas son conocidas”.175 Sin embargo, este autor cree que “si todos los primeros principios y causas, entre ellos el bien, de alguna manera están cubiertos por una sola ciencia, surgen los problemas relativos a la unidad y al carácter de esta ciencia”.176 Por otro lado, algunos estudiosos del texto, como por ejemplo de Strycker, consideran que “la ciencia suprema no absorbe a las ciencias particulares. Este carácter formal está ligado al hecho de que tanto Aristóteles como Platón quieren que su ciencia suprema reemplace la doctrina de los eléatas. Aquellos, con su concepción rígida del ser y de la unidad, volvían el discurso imposible. Para refutarlos, habrá que mostrar la multiplicidad presente desde el principio en la manera en la cual hablamos del ser y de lo uno”.177 174 175 176 177 Halper (2009: 2-3). Según Irwin (1988:3), la búsqueda de los primeros principios no es privativa de la filosofía. Pese a esto, este mismo autor reconoce que en Metafísica IV Aristóteles introduce una ciencia que se ocupa de los primeros principios de las otras ciencias. Paralelamente argumenta que esta ciencia se diferencia de la dialéctica en la medida en que la dialéctica se basa en las creencias comunes, y esta ciencia se basa en verdades objetivas (1988:10). de Haas (2009: 82). de Haas (2009: 83). de Strycker (1978: 53). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 299 Pese a la coexistencia de estas dos posturas, el análisis de los primeros libros de la Metafísica parece dejar en claro que existe una ciencia que está por encima del resto y que solo esta ciencia es conocimiento en grado sumo. En Metafísica III 2, 996b 10-18 Aristóteles dice: Así, en tanto que es soberana y rectora y es justo que las demás ciencias, como servidoras suyas, no le repliquen, sería tal <la ciencia> del fin y del Bien (para <alcanzar> este se hacen, en efecto, todas las demás cosas); pero en tanto que se definió como ciencia de las causas primeras y de lo máximamente cognoscible, sería tal la <ciencia> de la entidad. En efecto puesto que acerca de la misma cosa caben muchos tipos de conocimientos, solemos decir que la conoce mejor el que sabe qué es la cosa, más que <si la conoce por> lo que no es, y de éstos mismos <que la conocen del primer modo>, que el uno conoce más que el otro y en grado sumo si sabe qué es, y no de qué cantidad o de qué cualidad es, o qué acciones y afecciones le corresponden178 (trad. Calvo Martínez). En este pasaje, Aristóteles tiende a equiparar los siguientes términos: fin, bien y ousía, a la vez que define a cada uno de ellos como el objeto de la sabiduría, o sea, de la ciencia suprema. Si analizamos el pasaje, podemos ver que en él Aristóteles equipara también lo anterior y mejor con la sustancia, esto es, identifica el tò ti con lo que en los pasajes antes citados (Metafísica II 2, 994b 13-15, Física I 1, 184a 11-13) había descripto como el objeto de la ciencia en grado sumo. Al comentar los dos primeros libros de la Metafísica, Reale argumenta que hay en el pensamiento aristotélico una preeminencia de la causa formal: el por qué es reducido a 178 Metafísica III 2, 996b 10-18: ᾗ μὲν γὰρ ἀρχικωτάτη καὶ ἡγεμονικωτάτη καὶ ᾗ ὥσπερ δούλας οὐδ’ ἀντειπεῖν τὰς ἄλλας ἐπιστήμας δίκαιον, ἡ τοῦ τέλους καὶ τἀγαθοῦ τοιαύτη (τούτου γὰρ ἕνεκα τἆλλα), ᾗ δὲ τῶν πρώτων αἰτίων καὶ τοῦ μάλιστα ἐπιστητοῦ διωρίσθη εἶναι, ἡ τῆς οὐσίας ἂν εἴη τοιαύτη·πολλαχῶς γὰρ ἐπισταμένων τὸ αὐτὸ μᾶλλον μὲν εἰδέναι φαμὲν τὸν τῷ εἶναι γνωρίζοντα τί τὸ πρᾶγμα ἢ τῷ μὴ εἶναι, αὐτῶν δὲ τούτων ἕτερον ἑτέρου μᾶλλον, καὶ μάλιστα τὸν τί ἐστιν ἀλλ’οὐ τὸν πόσον ἢ ποῖον ἢ τί ποιεῖν ἢ πάσχειν πέφυκεν. teseopress.com 300 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la esencia o lógos y esto constituye la primera razón del ser. Por tal motivo, concluye que “la teoría de las causas será, fundamentalmente, una teoría de la sustancia (esto es, una teoría de la esencia y de la sustancia) ya que la primera causa o el primer por qué es precisamente tò tí ên eînai y ousía”.179 De esta interpretación de Reale se desprendería por qué la filosofía primera o sophía sería la ciencia superior ya que su objeto, el estudio de la forma en cuanto tal, no solo estaría implicado en el conocimiento de las otras ciencias, sino que, en rigor, solo le competería a ella. Sin embargo, pese a que la interpretación de Reale es adecuada, ya que se apoya en los textos del Estagirita,180 no parece ser completamente acertada. Al limitar el estudio de la filosofía primera al estudio de la ousía o forma, Reale opera una reducción que parece ser criticada por el propio Aristóteles. En el primer libro de la Metafísica, más específicamente en I 9, 992b 18-20, Aristóteles afirma: Indagar los elementos de las cosas que son, sin distinguir primeramente los muchos sentidos en los que se dice <lo que es>, hace que el encontrarlos resulte imposible, y muy especialmente cuando en tales condiciones se indaga de qué clase de elementos están constituidas <las cosas que son>181 (trad. Calvo Martínez). El pasaje arriba citado nos remite al libro VII de la Metafísica, libro en el cual Aristóteles indagará sobre los diferentes sentidos del ser. Como bien dice Calvo Martínez, en el pasaje I 9, 992b 18-20, Aristóteles no estaría aludiendo a otra cosa sino a la tesis que sirve como punto de partida de aquel libro, esto es, a los múltiples significados del ser y a 179 180 181 Reale (1980: 25). En la Física I 9, 192a 34-192b, Aristóteles afirma: “En cuanto al principio formal, si es uno o múltiple y cuál y cuáles son es tarea de la filosofía primera determinarlo”. ὅλως τε τὸ τῶν ὄντων ζητεῖν στοιχεῖα μὴ διελόντας, πολλαχῶς λεγομένων, ἀδύνατον εὑρεῖν, ἄλλως τε καὶ τοῦτον τὸν τρόπον ζητοῦντας ἐξ οἵων ἐστὶ στοιχείων. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 301 “la diversidad de tipos de realidad que se manifiestan en las categorías”.182 En este sentido, si bien Reale no desconoce esta tesis aristotélica, su interpretación se apoya en la tesis según la cual, si bien el objeto de la filosofía primera es el ser, el sentido primario del ser, aquel respecto del cual las cosas se dicen que son, es la sustancia, 183 razón por la cual el fin de la ciencia suprema no puede ser otro sino la ousía, entendiendo por esto la forma.184 Sin embargo, si esto fuera así, Aristóteles terminaría incurriendo en la misma crítica dirigida contra sus predecesores en el pasaje citado de la Metafísica. Por tal motivo, pese a que la respuesta de Reale se fundamenta en los textos aristotélicos, no parece responder completamente las preguntas arriba formuladas: sobre qué versa la sabiduría o filosofía primera y por qué motivo es la ciencia superior. Retomando esta problemática, Berti argumenta que “la teoría de las ciencias elaborada en los Analíticos Segundos parece permitir solamente la existencia de ciencias particulares. No es más que para responder a esta dificultad que Aristóteles asume como objeto, es decir, como dominio de la filosofía primera, el ser en tanto ser”.185 Desde esta perspectiva, la sabiduría coincidiría con la filosofía primera y esta se identificaría con el estudio del ser. Para Aristóteles: 182 183 184 185 Calvo Martínez (2007: 79). Según Reale (1980: XXVII), “hay varias formas de seres que no son la sustancia, pero como su ser depende, en última instancia, de la sustancia, el conocimiento de ellos depende del conocimiento del ser de la sustancia”. Otra observación que se le puede hacer a Reale es que, al equiparar los términos fin, bien y ousía, Aristóteles está haciendo de la sustancia, entendiendo por esto la forma, la finalidad de la cosa. Por tal motivo, si la sustancia es el objeto de la sophía, lo es no solo en tanto causa formal de la cosa sino también en tanto causa final. Según Berti (2005: 48), “la causa formal y la causa final coinciden en todos los sentidos, porque el fin consiste en la completa realización de la forma”. En este sentido, lo que podemos decir es que si bien en líneas generales compartimos la tesis de Reale, creemos que su respuesta no agota por completo los problemas que el texto plantea. Berti (2008b: 190). teseopress.com 302 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Todas estas ciencias, al estar circunscriptas a algo de lo que es, es decir, a un cierto género, se ocupan de este, pero no de lo que es en sentido absoluto, es decir, en tanto algo que es, y tampoco dan explicación alguna acerca del qué es.186 Sin embargo, como argumenta de Strycker, decir que la filosofía primera se ocupa del ser es, en cierta medida, un modo abstracto de hablar.187 Hacer esta afirmación nos conduce a la pregunta sobre qué significa que dicha ciencia se ocupa del ser y en qué sentido lo hace; interrogantes que, siguiendo a de Strycker, parecen quedar desdibujados en los dos primeros libros de la Metafísica.188 En este sentido, pese a que las tesis de Berti y de Reale tienen un sustento en los textos aristotélicos y si bien Aristóteles afirma reiteradamente que la sophía se ocupa de las primeras causas y principios, coincidimos con de Strycker en que su naturaleza específica, aquello que la hace superior, queda en principio indeterminada. El análisis realizado hasta aquí nos permite concluir que los dos primeros libros de la Metafísica parecen dejan abiertas tanto la problemática sobre el status de la sophía como la de la jerarquización de la ciencia. La solución de esta problemática será dada por el Estagirita en el libro cuarto de la Metafísica.189 En él, Aristóteles afirmará que si bien la expresión “lo que es” se dice en muchos sentidos,190 tal predicación es posible en relación con un único principio cuyo estudio corresponde a una única ciencia. Como afirma Calvo Martínez “esta ciencia es posible -como ciencia unitaria- en la medida en que la pluralidad de sentidos de “lo que es” (ón) y de “ser” (eînai) no constituyen un caso de mera homonimia: tal multiplicidad de sentidos posee una cierta unidad de convergencia, puesto que todos ellos se 186 187 188 189 190 Metafísica VI 1, 1025b 6-10. de Strycker (1978: 53). de Strycker (1978: 50). Metafísica IV 2, 1005a 13-18. Metafísica IV 2, 1003a 33-35. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 303 constituyen ‘por referencia a una sola cosa y una sola naturaleza’, (pròs hén). Tal foco de convergencia referencial es la entidad (ousía) que, de este modo, aparece como lo que es en sentido primario y más propio y, por tanto, como el objeto primario y fundamental de la ciencia en cuestión”.191 Esta respuesta que se encuentra en la misma línea que la propuesta por Reale, es correcta en relación con los primeros libros de la Metafísica a condición de que aceptemos que hay una continuidad doctrinal en el pensamiento aristotélico. Si bien no entraremos en esta problemática, ya que esto nos separaría de nuestro objetivo central, analizar la concepción de ciencia en el Protréptico de Aristóteles, lo que se puede afirmar es que esta propuesta interpretativa será la respuesta que le dará Aristóteles a la problemática que parece quedar abierta en los primeros libros de la Metafísica y en los fragmentos conservados del Protréptico. Si bien las características de la sabiduría serán abordadas en el apartado siguiente, sobre la base de estas dos obras, podemos decir, a modo de cierre, que la sabiduría puede ser vista desde una doble perspectiva. Desde una perspectiva ontológica- epistemológico, puede ser abordada como aquello que es condición de posibilidad del conocimiento en sentido estricto del término, ya que no podríamos conocer nada en sentido pleno, si no conocemos los principios constitutivos de las cosas. Pero desde una perspectiva ontológico- teleológica puede ser vista como el fin del hombre, ya que, al tener como objeto aquello que es anhelado por sí mismo, es también aquello que constituye el verdadero bien para el hombre y, por lo tanto, lo que este debe desear por sobre todas las cosas 191 Calvo Martínez (2007: 118). teseopress.com 304 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Antecedentes platónicos de la noción de phr phrónesis ónesis del Protr trép éptic ticoo Como hemos podido ver a lo largo del análisis efectuado hasta el momento, el uso del término “phrónesis” en Aristóteles es sumamente complejo. Más aún compleja resulta su aparición en un escrito fragmentario como el Protréptico. Dicho término es uno de los que más aparece entre los fragmentos conservados. A través de él, Aristóteles parece aludir a su concepción de la sabiduría, motivo por el cual, al analizar esta última concepción en el Protréptico, no podemos dejar de hacer referencia al empleo de dicho término. La mayoría de los fragmentos en los que se emplea el término phrónesis (fragmentos 20, 21 35, 53 y 68) son aquellos en los que Aristóteles está sistematizando su concepción epistemológica o antropológica sobre la parte más elevada del alma. Sin embargo, resulta problemático establecer si esto es producto de cómo se trasmitieron los fragmentos o si era la intención de Aristóteles establecer esta estrecha vinculación entre su epistemología y la phrónesis. Si esta última opción fuera la correcta, lo primero que podemos advertir es que el tratamiento de phrónesis en el Protréptico parece operar una especie de ruptura entre la concepción de sabiduría esbozada en esta obra y la sostenida en otros tratados, como por ejemplo la Ética Nicomáquea. Muchos autores, basándose en que este texto corresponde al período de juventud, han querido ver en la concepción de phrónesis y, por ende, de sabiduría presente en el Protréptico, la herencia platónica en Aristóteles. Aunque esta tesis parece ser defendible, ya que tiene un fundamento relativamente sólido, su defensa implica un examen en dos niveles diferentes: uno es el análisis de los diálogos platónicos de modo de poder establecer qué uso hace Platón del término phrónesis y, por ende, qué concepción de la phrónesis sostenía. El otro nivel es el estudio de los fragmentos del Protréptico donde aparece esta noción, de modo tal de poder establecer si Aristóteles está retomando o no dicha concepción teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 305 platónica. Debemos aclarar que, dadas las limitaciones del presente trabajo, nuestro examen del término phrónesis en la obra platónica solo podrá estar circunscripto a indagar qué influencia pudo haber tenido en el desarrollo de la concepción aristotélica de phrónesis presente en el Protréptico. Así, no podremos llevar a cabo un análisis pormenorizado de los diálogos platónicos, ya que esto excede los límites de nuestra actual presentación. En este punto, no podemos desconocer la advertencia de Dixsaut192 respecto a que el término phrónesis se encuentra prácticamente en todos los diálogos platónicos no solo con una frecuencia variable, sino también aplicado a diversos campos, lo cual es un indicio de la complejidad que el uso platónico de este término debió de haber tenido. Por tal motivo, en este apartado solo nos limitaremos a señalar algunos de esos usos, aquellos que nos parecieron relevantes a la luz de del uso que Aristóteles hace en el Protréptico. La noción de phrónesis parece jugar un rol importante en los diálogos de Platón. Es preponderante en el Eutidemo, sobre todo en los pasajes exhortativos. En el Menón aparece catorce veces, asociado a la oposición entre el conocimiento y la recta opinión. En República IV es usado dieciocho veces. Allí el término es empleado para referirse a la parte superior del alma. En este diálogo Platón alterna phrónesis y sophía y emplea ambos términos para hacer referencia a la parte superior del alma, es decir, aquella por cuyo medio el hombre conoce las Ideas. El término aparece también en el Filebo y en las Leyes (veintiséis veces).193 En relación con esto, en el tercer capítulo, al comentar los pasajes protrépticos del Eutidemo, entre ellos 282a 6-b 1, habíamos observado que Platón llama a la sabiduría phrónesis. En ese capítulo habíamos advertido que la sabiduría, es decir, la phrónesis, era aquella clase de saber mediante el cual tanto los bienes relativos al alma como los relativos 192 193 Dixsaut (2000: 94). Dixsaut (2008: 94). teseopress.com 306 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles al cuerpo llegaban a ser verdaderos bienes para el hombre. Asimismo, habíamos relacionado esta concepción de la sabiduría con los fragmentos 2 y 52 del Protréptico, fragmentos en los cuales el Estagirita ofrece una caracterización muy parecida de esta misma noción. En el Menón, más específicamente en 88c 4-d3, encontramos que Platón define phrónesis en forma semejante a como lo hace en el pasaje mencionado más arriba del Eutidemo y en los fragmentos mencionados del Protréptico. En ese pasaje del Menón, Platón pone en boca de Sócrates las siguientes palabras: Por lo tanto, si la virtud es algo que está en el alma y que necesariamente ha de ser útil, tiene que ser discernimiento (phrónesis), puesto que todo lo concerniente al alma no es, en sí mismo, ni útil ni dañino, sino que, conforme vaya acompañado de discernimiento (phrónesis) o no, resultará útil o dañino. Por este argumento, pues, siendo la virtud útil, tiene que ser una forma de discernimiento (phrónesis) (trad. Olivieri). Desde la perspectiva de Dixsaut,194 en este pasaje del Menón la phrónesis es lo que confiere valor a las cosas, es “fuente de valor”. Para esta autora, la virtud en el pensamiento platónico es neutra. Lo que hace que la virtud sea un bien es la phrónesis. Ahora bien, la phrónesis no es un género respecto del cual la virtud es una especie, sino lo que transforma los dones y capacidades en verdaderas virtudes. En este pasaje del Menón, si bien la phrónesis parece ser un cierto discernimiento que, a su vez, puede interpretarse como cierta clase de conocimiento, es, en todo caso, un discernimiento volcado a la praxis. Napolitano Valditara195 sostiene que la relación establecida por Platón entre epistéme, phrónesis y areté pone en evidencia que la phrónesis, además de ser un puro saber, es un saber cómo, esto es, un conocimiento práctico. 194 195 Dixsaut (2000: 95-96). Napolitano Valditara (2009: 267). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 307 Según Dixsaut,196 un texto en el cual el término phrónesis se aparta de su sentido práctico parece ser el Fedón. Para esta autora, “la phrónesis tiene en el Menón un sentido socrático, a la vez moral e intelectual, ligado a la doctrina de la virtud; el aspecto puramente teórico se acentúa a partir del Fedón, aunque en la República, con la tripartición del alma y del estado, la phrónesis tiene también un lugar en la organización del todo”.197 En esta misma línea argumentativa, Napolitano Valditara considera que en este diálogo la phrónesis platónica no es la ciencia de uso de los bienes, sino la ciencia teorética y contemplativa de las Ideas. En Fedón 79d 1-7, Platón afirma: En cambio, siempre que ella las observa por sí misma, entonces se orienta hacia lo puro, lo siempre existente e inmortal, que se mantiene idéntico, y, como si fuera de su misma especie se reúne con ello, en tanto que se halla consigo misma y que le es posible, y se ve libre del extravío en relación con las cosas que se mantienen idénticas y con el mismo aspecto, mientras que está en contacto con estas. ¿A esta experiencia es a lo que se llama meditación (phrónesis)?198 (Trad. García Gual). La lectura de este pasaje nos induce a pensar que la phrónesis está asociada a lo inteligible. Desde esta perspectiva, la phrónesis sería el conocimiento de lo imperecedero y de lo que siempre es igual a sí mismo, es decir, de las Ideas. Según Dixsaut, este sería el sentido puro del término en Platón y, por esta razón, el sentido pleno del término. Para esta autora, para Platón el télos del pensamiento es alcanzar la armonía consigo mismo. En este sentido, la phrónesis sería el 196 197 198 Dixsaut (2000: 105). Dixsaut (2000: 94). Ὅταν δέ γε αὐτὴ καθ’ αὑτὴν σκοπῇ, ἐκεῖσε οἴχεται εἰς τὸ καθαρόν τε καὶ ἀεὶ ὂν καὶ ἀθάνατον καὶ ὡσαύτως ἔχον, καὶ ὡς συγγενὴς οὖσα αὐτοῦ ἀεὶ μετ’ ἐκείνου τε γίγνεται, ὅτανπερ αὐτὴ καθ’ αὑτὴν γένηται καὶ ἐξῇ αὐτῇ, καὶ πέπαυταί τε τοῦ πλάνου καὶ περὶ ἐκεῖνα ἀεὶ κατὰ ταὐτὰ ὡσαύτως ἔχει, ἅτε τοιούτων ἐφαπτομένη καὶ τοῦτο αὐτῆς τὸ πάθημα φρόνησις κέκλητα. teseopress.com 308 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles estado del alma que permite alcanzar este fin. “La phrónesis es el pensamiento bajo su forma más elevada, la inteligencia de los inteligibles. Pero es la inteligencia considerada no como una actividad o facultad sino como un valor o una virtud”.199 En Menón 97b 8-9, Sócrates afirma: Mientras tenga una opinión verdadera acerca de las cosas de las que el otro posee conocimiento, ¿no será un guía peor, opinando sobre la verdad y no conociéndola, que el que la conoce? (trad. Olivieri). En este pasaje Platón describe dos tipos de personas: las que emiten un juicio sobre la base de opiniones verdaderas y aquellas que formulan ese mismo tipo de juicio pero teniendo epistéme. El ejemplo dado por Platón en relación con esto es el del camino a Larisa. El primer tipo de personas sería aquel que informa cómo recorrer el camino porque lo conoce y, por ende, no solo puede recorrerlo sino también guiar a otros. El segundo grupo de individuos es el que nunca lo ha transitado, pero que, pese a ello, también puede conducir a otros satisfactoriamente. La diferencia con el primer grupo es que este podrá hacerlo basándose en opiniones. En ambos casos logran que los individuos por ellos guiados lleguen a destino.200 Por tal motivo, tanto la recta opinión como el conocimiento verdadero resultan efectivos. No obstante, ambos tipos de “conocimiento” tienen status epistemológicos diferentes. “La explicación que Platón ofrece en el Menón para dar cuenta de por qué una creencia verdadera no puede ser conocimiento es bien conocida: una creencia verdadera es siempre frágil, pues quien únicamente tenga una creencia de tal tipo y no conocimiento en sentido estricto puede ser fácilmente persuadido de cambiar de opinión”.201 De la lectura de este diálogo 199 200 201 Dixsaut (2008: 106). “La opinión verdadera, en relación con la rectitud del obrar, no será peor guía que el discernimiento (phrónesis). Menón 97b 8-9. Boeri (2004:134). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 309 parece desprenderse que de un mismo objeto se podría tener tanto dóxa como epistéme. Lo que varía de una situación respecto de la otra es que el que conoce puede dar fundamento a través de una secuencia causal (aitías logismôi) de aquello sobre lo cual habla. En cambio, el que tiene opinión no pueden dar una justificación de sus opiniones, razón por la cual estas pueden variar o, incluso, conducir al error. Desde la perspectiva platónica expuesta en el Menón, las dóxas” no quieren permanecer mucho tiempo y escapan del alma del hombre, de manera que no valen mucho hasta que uno no las sujeta con una discriminación de la causa”.202 Como consecuencia de esto, la epistéme y la dóxa no se diferenciarán por su objeto, sino por el modo en el cual se puede acceder a estos mismos objetos. Mientras que la opinión, aun cuando es verdadera, es inestable, el conocimiento se fija en el alma de quien llega a poseerlo y permanece estable. Por este motivo, “el conocimiento es de mayor valor que la recta opinión y, además, difiere aquél de esta por su vinculo”203 (trad. Olivieri). Lo que nos interesa del pasaje citado, así como del contexto en el cual está inserto es que para referirse al conocimiento Platón alterna epistéme y phrónesis. Esta alternancia puede ser vista como una muestra de que Platón le está transfiriendo a phrónesis las connotaciones que le asigna a epistéme. Si bien en el Menón el significado de epistéme no es el mismo que el registrado en otros diálogos, como por ejemplo en el pasaje citado del Fedón, en virtud de que no se identifica el conocimiento con la búsqueda de determinados principios objetivos, sino con el hecho de dar razones, es evidente que es un saber superior. Resulta así que la phrónesis, en tanto sinónimo de epistéme, será también un saber superior respecto de la opinión. 202 203 Menón 98a 1-3. Menón 98a 5-7 teseopress.com 310 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En esta misma línea de lectura, en su traducción del Filebo, Hackforth204 sostiene que en este último diálogo Platón establece una estrecha conexión entre phrónesis y epistéme. Para este autor, ambos términos son utilizados por Platón en forma intercambiable. Para apoyar su tesis, Hackforth trae a colación los pasajes 20b 7, por un lado, y 61d 1 y 61d 10, por el otro. En el 20b 7 y 61d 1, Platón emplea “phrónesis”, mientras que en 61d 10 utiliza epistéme. En estos dos últimos pasajes es evidente que Platón esta usando ambos términos como intercambiables. En 61d 10, define epistéme como la ciencia de lo que es siempre conforme a sí mismo, razón por la cual, si aceptamos que phrónesis y epistéme remiten al mismo objeto, debemos concluir que phrónesis es la ciencia de lo que ni nace ni perece, descripta en este último pasaje. Para abordar la relación entre epistéme y phrónesis, a los pasajes sugeridos por Hackforth, podemos sumarle Fedón 66b. En este pasaje, teniendo como telón de fondo la teoría de las Ideas, Platón sostiene que el objetivo de la filosofía es la verdad. En 69d, equipara la noción de verdad con el conocimiento de “los objetos reales en sí”, conocimiento que identifica con la sabiduría o phrónesis. Paralelamente, identifica esta con el conocimiento de las Ideas y, por ende, con la meta de la filosofía. Ahora bien, todos estos pasajes están precedidos y parecen presuponer la afirmación de 66a, pasaje en el cual Sócrates dirá respecto del conocimiento de la realidad: Entonces ¿lo hará del modo más puro quien en rigor máximo vaya con su pensamiento solo hacia cada cosa, sin servirse de ninguna visión al reflexionar, ni arrastrando ninguna otra percepción de los sentidos en su razonamiento, sino que, usando solo la inteligencia pura por sí misma, intente atrapar cada objeto real puro, prescindiendo todo lo posible de los 204 Hackforth (1945: 124). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 311 ojos, los oídos y, en una palabra, del cuerpo entero, porque le confunde y no le deja al alma adquirir la verdad y la sabiduría205 cuando se le asocia? Lo que nos interesa analizar de este pasaje es la asociación sostenida por Platón entre alétheia y phrónesis hacia el final de su argumento y la relación de esta asociación con la operación del alma cuando esta logra apartarse de los sentidos. En su pregunta, Platón identifica la verdad y la phrónesis con aquello que el alma alcanza cuando valiéndose solo del entendimiento, alcanza lo que verdaderamente es. El hecho de que para obtener este conocimiento el alma deba apartarse de los sentidos es una muestra de que el conocimiento producto de este proceso es de carácter teorético y que, por lo tanto, la phrónesis será el conocimiento de lo inteligible. Si se acepta lo argumentando, la phrónesis tendría la misma naturaleza que la nóesis analizada en el aparatado 3.1 del capítulo segundo. El análisis conjunto de este pasaje con los pasajes de la República analizados en el capítulo II, como por ejemplo 523a 10 -523b 4, nos permite notar que hay un paralelismo entre lo tratado en estos pasajes y el arriba citado del Fedón. En la República, Platón sostiene que la nóesis interviene cuando la aísthesis ya no puede encontrar en las cosas sensibles ninguna respuesta. Por tal motivo, habíamos concluido que la nóesis opera sobre lo inteligible y solo por medio de la acción de esta facultad es posible encontrar una explicación a lo real. Algo análogo sostiene en el Fedón. Para comprender lo real, el alma debe tomar distancia de lo recibido por medio de los sentidos, ya que esto representa una perturbación para conocer lo que verdaderamente es. Sobre la base de lo argumentado en este apartado y en el capítulo II, podemos decir que, tal como sucede en el Protréptico, Platón no siempre utiliza el mismo término para referirse a la facultad superior del hombre, la parte más 205 Al verter al castellano phrónesis por “sabiduría”, nos apartamos de la traducción de García Gual (1988: 43), que traduce por “saber”. teseopress.com 312 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles elevada del alma206 o al conocimiento que corresponde a de esta parte o facultad del alma. En República IV, al definir la parte superior del alma, más específicamente el logistikón, Platón usa indistintamente phrónesis207 (IV 433b 8) y sophía (IV, 443e), mientras que en otros diálogos, como en Fedro 247c 8, se refiere a esta parte del alma a través del término noûs. Paralelamente, en Fedón 79d 1-7, Platón emplea el término phrónesis para aludir la facultad superior del alma, y en Filebo 30c, 59d 1-5, República VI y VII utiliza phrónesis, noûs y nóesis para referirse al conocimiento de los principios de lo real.208 En el Eutidemo, Platón utiliza indistintamente palabras como sophía (279d 6, 280a 7), epistéme (281b 2) y phrónesis kaì sophía (281b 6) para referirse a la ciencia o sabiduría.209 Según Dixsaut,210 el motivo por el cual Platón puede realizar esta alternancia de términos es su concepción de phrónesis. Según esta autora, la phrónesis no es una virtud o facultad particular sino el principio constitutivo de todas las virtudes o excelencias humanas.211 Basándose en algunos pasajes de los diálogos platónicos, sobre todo 206 207 208 209 210 211 Para abordar la problemática de la distinción entre partes del alma y facultades del alma en Platón remitimos Delcomminette (2008). Según Delcomminette (2008: 36), es interesante remarcar que el logistikón es designado por palabras de la familia de phrónesis. Desde la perspectiva de este autor, esto se debe a que el término phrónesis no era ligado por Platón a un objeto específico, sino que aparecía aplicado tanto a lo sensible como a lo inteligible. En Filebo 59d 1-5 usa términos pertenecientes a la familia de palabras de phrónesis, en República VI 511 d1 y 534b 5 emplea el término noûs y en República VII 534a 2, nóesis. Gauthier-Jolif (1970: 466) sostienen que Platón llama a la sabiduría contemplativa phrónesis o sophía. “Para él, como para Sócrates, las dos palabras son sinónimos”. La phrónesis, al igual que sophía, es la primera de las cuatro virtudes principales. Dixsaut (2000: 97). Al comentar este pasaje, más precisamente 89a 5-25, Klein (1965: 219) argumenta que el discurso de Sócrates busca llegar a la conclusión de que “la excelencia humana es la phrónesis, o toda ella o alguna parte de ella”. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 313 Sofista 248e 7 – 249, Dixsaut concluye que la phrónesis es una especie de movimiento propio del alma, el saber inmutable de lo inmutable, es decir, de los seres inmóviles.212 Sobre la base de lo aquí argumentado cabe preguntarse hasta qué punto Aristóteles retoma o critica esta concepción platónica de phrónesis. Según Dixsaut, Aristóteles “llama phrónesis a la virtud del pensamiento que se vuelve hacia las cosas contingentes y reserva el nombre de sophía al pensamiento que contempla las realidades inmutables”.213 Al realizar esta lectura, Dixsaut parece tener en mente el libro VI de la Ética Nicomáquea. Sin embargo, al leer el Protréptico, podemos notar que Aristóteles tiende a alternar el uso de sophía y phrónesis. Un ejemplo de esto sería el fragmento 53. Este uso indistinto de estos ambos términos nos lleva a cuestionar la tesis defendida por Dixsaut en su artículo. En el siguiente apartado, intentaremos analizar qué aspectos de los desarrollados en relación con la concepción platónica de phrónesis podría estar retomando Aristóteles. La concepción de sabiduría en el Protr trép éptic ticoo de Aristóteles Phrónesis es una de las nociones que del Protréptico ha generado gran interés. La definición de phrónesis como el conocimiento de las causas (fragmento 35) y la facultad deliberativa que permite establecer qué se debe hacer y en qué circunstancias (fragmento 27) ha llamado la atención de los estudiosos,214 sobre todo de aquellos que analizan la concepción aristotélica de phrónesis a la luz de obras como la Ética Nicomáquea. 212 213 214 Dixsaut (2000: 100). Dixsaut (2000: 110). Jaeger (1993: 100-1003); Düring (1993: 191, 195-196); Dumoulin (1981: 129-131); Aubenque (1963: 5-30); Berti (1997: 421-424), Berti (2008a: 77). teseopress.com 314 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles El análisis de los fragmentos del Protréptico nos induce a pensar que, si bien a lo largo del corpus Aristóteles identifica la felicidad con la vida contemplativa,215 la relación entre el término sabiduría y los términos phrónesis,216 sophía217 y noûs218 habría generado una aparente inconsistencia entre lo aquí defendido y lo sostenido por el filósofo en otras obras.219 Dada esta problemática, en el presente aparatado nos proponemos examinar la concepción de phrónesis en el Protréptico de Aristóteles. El término phrónesis aparece reiteradamente en los fragmentos del Protréptico, pero uno de los fragmentos clave para entender su significado y alcance es el fragmento 17. Allí el filósofo se expresa del siguiente modo: Si el fin de todas las cosas es siempre mejor <que la cosa> (pues todo lo que llega a la existencia llega a existir en vista a su fin y aquello en vista de lo cual es mejor y lo más óptimo de todas las cosas), y si el fin de cada cosa es lo que se completa último en el orden de la generación, cuando esta procede continuamente; y si lo que se corresponde al cuerpo de los hombres alcanza su fin en primer lugar, y posteriormente lo que corresponde a su alma, en cierto modo el fin de lo que es mejor es siempre posterior a su generación. Así, el alma es posterior al cuerpo y la phrónesis es lo último que se da en el alma, pues vemos que esta es lo último que, por naturaleza, llega a la existencia en el hombre y, por ello, es el único de los bienes que la vejez puede reclamar. Luego, una cierta phrónesis es por naturaleza nuestro fin y el ejercicio de 215 216 217 218 219 Ética Nicomáquea X 8, 1178b 20-25; Ética Eudemia VIII 3,1249b 16-21; Metafísica I 2, 982b 7-10. Fragmentos 33 y 53. Fragmento 53. Fragmento 65. En Ética Nicomáquea VI 7, 1141a 10-1141b 23. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 315 ella es la actividad final en virtud de la cual hemos llegado a existir. Por lo tanto, si hemos llegado a existir, es evidente que también existimos en vista de ejercitarla y aprender.220 La clave de este fragmento es la alternancia del sustantivo phrónesis y de los infinitivos phroneîn y phronêsai. Mientras la sabiduría es mencionada mediante el sustantivo phrónesis, la actividad por medio de la cual el hombre accede a ella es expresada mediante los infinitivos. A través de su uso, Aristóteles parece enfatizar que, si bien la felicidad es una disposición del alma (diakeîsthai tèn psychén),221 la phrónesis, único medio para alcanzarla, requiere de la actividad del hombre que solo logrará ser sabio y, por ende, auténticamente feliz en tanto y en cuanto esté dispuesto a serlo. De este modo, a través del uso conjunto del sustantivo y de los infinitivos, Aristóteles tiende a resaltar las dos características básicas de la phrónesis, esto es, la de ser simultáneamente una actividad y un estado producto de esa actividad.222 Por medio de esta doble caracterización, el filósofo parece señalar que, como dice Jaeger, la phrónesis es aquello que tiene por objeto y fin a sí misma.223 220 221 222 223 Εἰ τοίνυν παντὸς ἀεὶ τὸ τέλος ἐστὶ βέλτιον (ἕνεκα γὰρ τοῦ τέλους πάντα γίγνεται τὰ γιγνόμενα, τὸ δ’ οὗ ἕνεκα βέλτιον καὶ βέλτιστον πάντων), τέλος δὲ κατὰ φύσιν τοῦτ’ ἐστὶν ὃ κατὰ τὴν γένεσιν πέφυκεν ὕστατον ἐπιτελεῖσθαι περαινομένης τῆς γενέσεως συνεχῶς· οὐκοῦν πρῶτον μὲν τὸ κατὰ τὸ σῶμα τῶν ἀνθρώπων λαμβάνει τέλος, ὕστερον δὲ τὰ κατὰ τὴν ψυχήν, καί πως ἀεὶ τὸ τοῦ βελτίονος τέλος ὑστερίζει τῆς γενέσεως· οὐκοῦν ψυχὴ σώματος ὕστερον, καὶ τῶν τῆς ψυχῆς τελευταῖον ἡ φρόνησις· τοῦτο γὰρ ὕστατον ὁρῶμεν γιγνόμενον φύσει τοῖς ἀνθρώποις. διὸ καὶ τὸ γῆρας ἀντιποιεῖται τούτου μόνου τῶν ἀγαθῶν· φρόνησις ἄρα τις κατὰ φύσιν ἡμῖν ἐστι τὸ τέλος, καὶ τὸ φρονεῖν ἔσχατον οὗ χάριν γεγόναμεν. οὐκοῦν εἰ γεγόναμεν, δῆλον ὅτι καὶ ἐσμὲν ἕνεκα τοῦ φρονῆσαί τι καὶ μαθεῖν. En el caso de este fragmento, no hemos seguido la traducción de Vallejo Campos, sino que hemos adoptado una propia. Fragmento 2. De aquí también se desprende el uso de phrónesis para designar tanto a la parte superior del alma en el fragmento 17 como a la sabiduría en los fragmentos 35 y 53, esto es, a aquel conocimiento que es propio del ejercicio de la parte superior del alma. Jaeger (1993: 81-82). teseopress.com 316 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Sobre la base de esta caracterización, la pregunta que deberíamos formular es qué debemos entender por phrónesis en el Protréptico y, por ende, qué concepción de sabiduría el filósofo sostiene en este texto. Como es sabido, phrónesis es un término que tiene significados tales como espíritu, mente, inteligencia, sabiduría, pensamiento, razón, sentimiento, propósito, sensatez, cordura, buen juicio, prudencia.224 Dumoulin225 sostiene que en el Protréptico se pueden registrar dos sentidos del término en cuestión: un significado ordinario y un significado superior. Para este autor, en su significado ordinario las phronéseis son las ciencias que conciernen a los cuerpos y a las causas de la naturaleza. En su significado más elevado, la phrónesis es la sabiduría, la contemplación de aquello que es más cognoscible y, por este motivo, es identificada con el fin último del hombre. Desde nuestra perspectiva, el uso de phrónesis en el fragmento 17 está claramente inscripto dentro de esta segunda acepción. Las premisas presentes en este fragmento que nos permiten reconstruir esta definición de phrónesis son las siguientes: 1) que las cosas llegan a existir en función de su fin natural y 2) que el fin natural es siempre último en la generación. Sobre la base de estas dos premisas, el filósofo concluye que, si la sabiduría (phrónesis) es última en su generación y el fin por el cual el hombre existe, ella debería ser también su objetivo último y su ejercicio la condición sine qua non para alcanzar la plenitud y, por ende, la felicidad.226 En el fragmento 20, Aristóteles avanza un paso más. Allí, el Estagirita se expresa del siguiente modo: 224 225 226 Para una sistematización de los significados del término phrónesis véase Rizzerio (2008: 47-50). Dumoulin (1981: 119). Véase también Gauthier y Jolif (1970: 465). El mismo argumento aparece en el fragmento 23. La diferencia entre ambos fragmentos es que en el 23 Aristóteles identifica a la mejor parte del hombre con el noûs. Véase Megino Rodríguez (2005: 144). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 317 De acuerdo con este razonamiento, Pitágoras estuvo acertado al decir que todo hombre ha sido creado por el dios para el conocimiento y la contemplación. Pero, si el objeto del conocimiento es el cosmos o alguna otra naturaleza, tal vez habrá que indagarlo posteriormente, pero, en principio, nos basta ahora con lo dicho. Efectivamente, si la phrónesis es el fin de acuerdo con la naturaleza, el ser sabio será lo mejor de todo.227(trad. Vallejo Campos levemente modificada) En este fragmento phrónesis ya no solo hace referencia a una facultad perteneciente a la parte racional del alma, sino a una facultad teorética cuyo objetivo aún no está determinado. La prueba de esto es el juego argumentativo desplegado por Aristóteles mediante el uso simultáneo del sustantivo phrónesis y los infinitivos phroneîn, gignóskein y theoreîn. Al definir las acciones de conocer y contemplar como los objetivos que impulsan nuestra existencia228 y deducir de ello la identificación entre phrónesis y el fin natural y más elevado del hombre, Aristóteles transfiere las características de estas dos acciones (conocer y contemplar) a la descripción de esta virtud.229 En Metafísica, nos encontramos con un uso parecido. En I 1, 982b 24, Aristóteles utiliza phrónesis como sinónimo de sophía, esto es, como el conocimiento de las primeras causas y principios.230 Paralelamente, en Ética Eudemia I 1, 227 228 229 230 Καλῶς ἄρα κατά γε τοῦτον τὸν λόγον Πυθαγόρας εἴρηκεν ὡς ἐπὶ τὸ γνῶναί τε καὶ θεωρῆσαι πᾶς ἄνθρωπος ὑπὸ τοῦ θεοῦ συνέστηκεν. ἀλλὰ τοῦτο τὸ γνωστὸν πότερον ὁ κόσμος ἐστὶν ἤ τις ἑτέρα φύσις, σκεπτέον ἴσως ὕστερον, νῦν δὲ τοσοῦτον ἱκανὸν τὴν πρώτην ἡμῖν· εἰ γάρ ἐστι κατὰ φύσιν τέλος ἡ φρόνησις, ἄριστον ἂν εἴη πάντων τὸ φρονεῖν. En Ética Nicomáquea X 8, 1178b 24-28 dice: “Una señal de esto es también el hecho de que los demás animales no participan de la felicidad por estar del todo privados de tal actividad. Pues, mientras toda la vida de los dioses es feliz, la de los hombres lo es en cuanto que existe una cierta semejanza con la actividad divina; pero ninguno de los demás seres vivos es feliz, porque no participan, en modo alguno, de la contemplación” (trad. Pallí Bonet). En el fragmento 35, Aristóteles concibe a la phrónesis como el conocimiento de las causas tal como lo ha hecho en Metafísica I 2, 982b 24. Lefèvre (1997: 159-160). teseopress.com 318 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles 1214a 32-33,231 al clasificar los tres tipos de vida, Aristóteles vuelve a usar el término phrónesis para referirse a la vida contemplativa. Su empleo en este último pasaje parece asemejarse al uso de sophía registrado en la Ética Nicomáquea,232 obra en la cual este último término alude al conocimiento de los primeros principios de lo real. Si bien en la Ética Eudemia la traducción de phrónesis es conflictiva, autores como M. Wood233 consideran que en este pasaje en particular Aristóteles establece una continuidad entre el plano teórico y el práctico, por lo cual se debe traducir dicho término como sabiduría (wisdom). En oposición a pasajes como III 1234a 29, en el cual phrónesis tendría el mismo sentido que el asignado en el libro VI de la Ética Nicomáquea, en este pasaje phrónesis sería equivalente a sophía. En Tópicos 134a 33-36 y 136b 10-14, Aristóteles emplea phrónesis en un sentido parecido. La redacción de esta obra en un período temprano y próximo al Protréptico ha sido la causa de que se utilicen estos pasajes como un testimonio de que Aristóteles habría sostenido la concepción platónica de phrónesis en los comienzos de su pensamiento. La importancia de este término es el contexto en el cual Aristóteles lo emplea: la definición de “propio” (ídion). En este contexto, al ejemplificar la noción mediante la concepción platónica de lo propio, el Estagirita mencionará la phrónesis. Si bien no especifica qué se debe entender por este término, es importante recalcar que en dichos pasajes lo propio es identificado como lo distintivo de una especie o conjunto de cosas, esto es, como algo que solo ese conjunto de cosas tiene. En 136b 10-14, Aristóteles define lo propio como aquello que todos y cada uno de los miembros de un grupo deben poseer.234 231 232 233 234 Ética Eudemia I 1, 1214a 32-33. Ética Nicomáquea VI 7. Wood (2005: 47-48). En 134a 33-36, Aristóteles habla de lo propio por naturaleza. En este contexto, menciona a la phrónesis como lo propio del alma. Algo parecido sucede en 138b 1-5. Según Aubenque (1963: 16), Aristóteles utiliza phrónesis en los Tópicos como un término equivalente a saber filosófico. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 319 En este contexto, al decir que lo propio del hombre es la phrónesis, Aristóteles parece estar insinuando también que la posesión de phrónesis es lo distintivo del hombre. Sin embargo, en relación con los pasajes de esta última obra, debemos tener presente que Aristóteles está presentando tesis platónicas, razón por la cual es discutible si el empleo del término responde a alguna concepción propia o si está retomando una idea que no necesariamente comparte. Uno de los autores que ha hecho un análisis de este uso de phrónesis en estos escritos fue Aubenque, quien sostiene que en Metafísica, Física, De Caelo y Tópicos “Aristóteles se sirve de los términos phroneîn y phrónesis constantemente asociados a epistéme y gnôsis para designar la forma más elevada del saber: la ciencia de lo inmutable, de lo suprasensible, en una palabra, el saber verdadero, filosófico”.235 Según Aubenque, en estos textos Aristóteles se vale del término phrónesis para designar un tipo de saber que, si bien responde al ideal platónico de ciencia, responde también a la descripción de sophía realizada en el primer libro de la Metafísica. Basándonos en este registro del uso del término phrónesis, podemos concluir que en el Protréptico, al hacer mención de la phrónesis, Aristóteles se está refiriendo a la misma ciencia descripta en Metafísica, Tópicos, Física y De Caelo, como la epistéme soberana, aquella de la cual dependen todos los demás saberes (II 2, 996b 10-15). Según Pallí Bonet, el término phrónesis es uno de los términos “que ha sido objeto de las más grandes controversias. ¿Es la phrónesis una sabiduría práctica especulativa sobre las verdades inmutables o, más bien, una síntesis de ambas? La dificultad de encontrar el verdadero significado aumenta por cuanto Aristóteles no da a la palabra la misma acepción y su campo semántico fluctúa. A veces, designa por phrónesis algo que es, evidentemente, un saber y, probablemente, un bien, y, otras veces, se presenta como algo que es, evidentemente, una virtud 235 Aubenque (1963: 16). teseopress.com 320 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles y, probablemente un saber”.236 En el Protréptico, podemos rastrear todos estos matices descriptos por Pallí Bonet. En el fragmento 43, Aristóteles define epistéme como la ciencia que permite al hombre obtener los mayores dones. Paralelamente, define phrónesis como el mayor presente que se puede recibir. Esta caracterización de epistéme y phrónesis237 genera en la estructura profunda del texto un fuerte lazo conceptual238 que, a la luz del resto de los fragmentos analizados, hará de phrónesis una facultad teórico-ética y de epistéme no solo el conocimiento de los primeros principios metafísicos, sino también éticos. Esta relación entre epistéme y phrónesis239 se reitera en el fragmento 67.240 En este fragmento, partiendo de la premisa de que la parte cognitiva es la mejor parte del alma, Aristóteles concluye que la phrónesis es lo más digno de ser elegido y que su objetivo -el conocimiento de lo que, verdaderamente, es-(fragmento 65) es la meta más precia- 236 237 238 239 240 Pallí Bonet (2007: 232). Véanse también Gauthier y Jolif (1970: 466-467). Lo interesante del trabajo de estos últimos autores es el análisis comparativo del uso del término phrónesis en el Protréptico, la Ética Eudemia y la Ética Nicomáquea. En este sentido, Dumoulin (1981: 120), tras ofrecer un breve glosario de la terminología empleada por Aristóteles en el Protréptico, argumenta que en esta obra “hay una equivalencia entre ciencia (epistéme) y sabiduría (phrónesis)”. Para este autor, la ciencia más elevada coincide con la sabiduría suprema, pues los dos términos no solo parecen ser intercambiables en los fragmentos 5, 40, 6 y 67, sino que además tienen el mismo status. En Ética Eudemia I 1, 1214a 33, Aristóteles utiliza el término phrónesis para referirse a la sabiduría, esto es, al conocimiento que se identificará con el objeto de la vida contemplativa y, por ende, con la felicidad. Según Fermani (2008: 398), la tentación de caracterizar la phrónesis como una capacidad típicamente o únicamente especulativa en esta obra es fuerte. Este significado, que es el significado técnico que se puede encontrar en la Ética Nicomáquea, aparece en 1234a 29. Desde la perspectiva de Fermani, “más que una evolución en el pensamiento aristotélico en este terreno parece más lógico pensar, como también ocurre en otros casos, en una coexistencia de significados y de acepciones del mismo término”. Metafísica XIII 13, 1078b 15. Οὐκοῦν τῆς φρονήσεως, ἥν φαμεν δύναμιν εἶναι τοῦ κυριωτάτου τῶν ἐν ἡμῖν, οὐκ ἔστιν αἱρετώτερον οὐδέν, ὡς ἕξις πρὸς ἕξιν κρίνεσθαι· τὸ γὰρ γνωστικὸν μέρος καὶ χωρὶς καὶ συγκείμενον βέλτιόν ἐστι πάσης τῆς ψυχῆς, τούτου δ’ ἐπιστήμη ἀρετή. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 321 da.241 Esta equivalencia entre epistéme y phrónesis,242 sumada a la ya observada entre phrónesis, noûs y sophía, nos induce a pensar que en esta instancia de su pensamiento Aristóteles aún no habría diferenciado las virtudes intelectuales,243 razón por la cual el conocimiento relativo al orden práctico no estaba distinguido de aquel relativo al orden teórico. Del análisis del apartado anterior, podemos inferir que Aristóteles podría estar retomando la concepción de la phrónesis como el conocimiento más elevado de la concepción platónica expuesta allí expuesta. En República VII, 518d 11-519a 1, en el contexto de la educación de la parte superior del alma, Platón afirma: Pero la excelencia del comprender da la impresión de corresponder más bien a algo más divino, que nunca pierde su poder, y que según hacia dónde sea dirigida es útil y provechosa, o bien inútil y perjudicial (trad. Eggers Lan). En este pasaje Platón no utiliza el sustantivo phrónesis sino el infinitivo aoristo phronêsai. Aquí el objetivo de la actividad de pensar es identificado con algo divino; por lo tanto, dicha actividad será indirectamente distinguida como algo en sí mismo sublime. Esto y el argumento presentado por Platón en el Fedón constituyen algunas pruebas de que en el Protréptico Aristóteles podría estar heredando la concepción de phrónesis sostenida por su maestro en las obras aquí examinadas. En Fedón 69a 6-10, Platón pondrá en boca de Sócrates la siguiente afirmación, que de alguna manera está retomando Aristóteles en su concepción de phrónesis y, por ende, de sophía: 241 242 243 En Metafísica I 2, 982b 24-26, Aristóteles afirma: “es obvio, pues, que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, al igual que un hombre libre es, decimos, aquel cuyo fin es él mismo y no otro, así también consideramos que esta es la única ciencia libre: solamente ella es, en efecto, su propio fin (trad. Calvo Martínez). Tópicos VIII 14, 163b9. Dumoulin (1981: 129). teseopress.com 322 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Bienaventurado Simmias, quizá no sea ése el cambio correcto en cuanto a la virtud que se, truequen placeres por placeres y pesares por pesares y miedo por miedo, mayores por menores, como monedas, sino que sea solo una la moneda válida, contra la cual se debe cambiar todo eso, la phrónesis (trad. García Gual). La analogía entre este pasaje del Fedón y el fragmento 53 del Protréptico de Aristóteles es sumamente llamativa. Tanto en este pasaje como en el fragmento mencionado Platón y Aristóteles establecen que la sabiduría, es decir, la phrónesis, es aquello que está por encima de cualquier cosa; por lo tanto, aquello por lo cual todas esas cosas deben ser dejadas. En ambos textos, la phrónesis es identificada con el único bien del hombre y, por lo tanto, lo que otorga el criterio para determinar qué debe quererse y en qué medida. En este sentido, la definición platónica de la phrónesis244 como epistéme, vista en el apartado anterior, puede ser la clave para entender el uso de los términos phrónesis, sophía y noûs en el Protréptico. Retomando la lectura de Gauthier y Jolif, podríamos decir que en esta obra Aristóteles permanece fiel a las enseñanzas de Platón sobre la phrónesis. “Phroneîn, tanto para él como para Platón, es conocer o contemplar, es la actividad de la parte más elevada del alma (…). La phrónesis es, entonces, una ciencia, epistéme, la más rigurosa de todas las ciencias”.245 Sin embargo, esta concepción presenta grandes disonancias con la que aparece en otras obras aristotélicas, como, por ejemplo, la Ética Nicomáquea. En ella, como vimos, phrónesis ya no es concebida como la facultad más elevada, sino como una virtud orientada a la acción y, por lo tanto, a lo particular. Pese a que tanto en el Protréptico como en la Ética Aristóteles afirma que la actividad propia del hombre se identifica con la mejor y más perfecta de las 244 245 Dumoulin (1981: 120). Gauthier y Jolif (1970: 466). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 323 facultades del alma, en la segunda de estas obras, a diferencia de la primera, esta facultad ya no es phrónesis, sino sophía. De hecho, en esta obra, el Estagirita afirma: la phrónesis no es soberana de la sabiduría ni de la parte mejor, como tampoco la medicina lo es de la salud; en efecto, no se sirve de ella, sino que ve cómo producirla. Así, da órdenes por causa de la sabiduría, pero no a ella. Sería como decir que la política gobierna a los dioses porque da órdenes, sobre todo en lo que pertenece a la ciudad.246 El análisis del capítulo VI de la Ética Nicomáquea nos permite concluir que phrónesis es concebida como una virtud dianoética por cuyo medio el hombre puede determinar “qué es bueno y conveniente para sí mismo”.247 Desde la perspectiva aristotélica, para poder alcanzar sus objetivos, la phrónesis debe conocer dos cosas: el fin y la situación. Sin embargo, estas dos cosas no dependen de ella.248 La situación depende del contexto socio-cultural y el fin debe ser dado por las virtudes éticas. Lo que la phrónesis determina son los medios para realizar el fin de la acción.249 Por tal motivo, como dice Natali, la phrónesis es una virtud intelectual que depende del resto de las virtudes o facultades del alma sin las cuales el conocimiento de los fines y la persecución de los medios no serían posibles.250 En la Ética Nicomáquea, la distinción entre ambos términos no solo eleva a sophía sobre phrónesis, sino que quita todas las prerrogativas con las que este último término aparece en el Protréptico. Para Aristóteles: 246 247 248 249 250 Ética Nicomáquea VI 13, 1145a 6-11. Ética Nicomáquea VI 5, 1140a 5-27. Ética Nicomáquea VI 12, 1144a 8-9. Ética Nicomáquea III 3, 1112b 11-12; VI 13, 1145a 1-5. Natali (2002: 181-182). Según Natali, algunos autores sostienen, contra esta tesis, que la phrónesis es un saber autónomo que establece sus propios principios. teseopress.com 324 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles De lo dicho, entonces, está claro que la sabiduría (sophía) es ciencia e intelecto de lo más honorable por naturaleza (…). La prudencia (phrónesis), en cambio, se refiere a cosas humanas y a lo que es objeto de deliberación. En efecto, decimos que la función del prudente consiste, sobre todo, en deliberar rectamente, y nadie delibera sobre lo que no puede ser de otra manera ni sobre lo que no tiene fin, y esto es un bien práctico (trad Pallí Bonet).251 En este pasaje Aristóteles distingue claramente sophía y phrónesis. El criterio de distinción es su objeto: mientras la primera es ciencia de lo más honorable, la segunda versa sobre los asuntos humanos, aquello que puede ser de otra manera y que, por lo tanto, es objeto de deliberación. Este carácter práctico lo transforma en un concepto eminentemente ético. El análisis de la obra nos permite inferir que, si bien se trata de una virtud intelectual que posee una carga cognitiva, dado que implica tanto el conocimiento de lo universal como de lo individual, de los fines como de los medios necesarios para actuar, ya no posee el carácter teorético tan remarcado en el Protréptico. En tanto su ámbito es el ámbito propiamente humano, su objeto ha dejado de ser la búsqueda de los primeros principios para identificarse con la acción. Sin embargo, el carácter ético de phrónesis no solo se halla enfatizado en este rasgo, sino también en su interrelación con las virtudes éticas. Según el filósofo, no se puede ser genuinamente virtuoso sin ser phrónimos y no se puede ser phrónimos sin ser virtuoso. En este contexto phrónesis ya no es conocimiento o ciencia de lo más honorable, sino la recta razón que predetermina la acción y la encauza hacia los fines determinados por las virtudes éticas. En el Protréptico, en cambio, más precisamente en los fragmentos 27 y 53, Aristóteles define sophía como uno de los bienes más grandes del hombre y como aquel tipo de pensamiento que se encuentra entre los más honorables. 251 Ética Nicomáquea VI 7, 1141b 2-12. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 325 Esta caracterización más la descripción de phrónesis realizada en el fragmento 17 nos permite unificar ambos conceptos identificándolos con la concepción aristotélica de la sabiduría. Sin embargo, aun cuando en la Ética Nicomáquea el concepto de sophía sigue materializando esta concepción, es evidente que no sucede lo mismo con phrónesis. Si se acepta lo hasta aquí argumentado, podemos concluir que el término phrónesis tiene en el Protréptico un significado distinto que Aristóteles le otorga en otras obras como por ejemplo la Ética Nicomáquea.252 Si bien tanto en la Ética como en el Protréptico phrónesis es la facultad deliberativa que permite determinar cuál es la mejor manera de actuar en una situación dada, vemos que dicha caracterización no solo no abarca por completo el significado que el término tiene a lo largo del Protréptico, sino que no contempla el rasgo esencial que dicho término posee en esta última obra. En el Protréptico, phrónesis es la facultad más elevada del hombre (fragmento 17) y, por lo tanto, aquella facultad que se debe ejercitar para ser plenamente feliz. La utilización de phrónesis con una acepción que trasciende su uso ético más la equivalencia entre este término y los términos noûs, sophía y epistéme muestran la interrelación entre el plano teórico y práctico cristalizada en la creencia de que no se puede ser verdaderamente virtuoso sin conocer los primeros principios ni conocer los primeros principios sin ser virtuoso. Este doble carácter del concepto de phrónesis nos permite concluir que la concepción de sabiduría defendida por Aristóteles en el Protréptico tiene un valor tanto teorético como práctico. Al comentar el Protréptico, Douglas Madison253 sostiene que adquirimos tanto la ciencia concerniente a la justicia como a la verdad. Según este autor, ambas son especies de conocimiento filosófico. El primero es práctico y se caracteriza por ser el conocimiento concerniente al descubrimiento y aprendizaje de las virtudes del 252 253 Para un desarrollo de esta tesis véanse Gauthier y Jolif (1970: 469). Douglas Madison (2008: 103). teseopress.com 326 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles alma. El segundo es teorético y es el conocimiento de las causas, esto es, de lo anterior y, por lo tanto, de aquello que es condición sine qua non para el conocimiento de todo lo demás. Ambos tipos de conocimientos son, como pudimos verlo en el capítulo tercero, dos aspectos de la sabiduría que están indisolublemente ligados. Este es el verdadero legado platónico en el Protréptico. Por este motivo, en el siguiente capítulo analizaremos la relación entre el ámbito teórico y práctico de la concepción de la sabiduría en esta última obra, con el objetivo de determinar qué alcance tiene esta herencia en la concepción filosófica defendida allí por el Estagirita. teseopress.com 5 Relación entre conocimiento y acción en el Protr trép éptic ticoo de Aristóteles La incidencia del conocimiento de los principios en la acción A lo largo de este trabajo hemos argumentado que el Protréptico es una defensa del ideario aristotélico de la filosofía. Se podría decir que dicha defensa se apoya sobre dos pilares:1 uno de ellos es la articulación entre la concepción antropológica y la ética defendida por Aristóteles en este escrito y el otro es la utilidad que la filosofía tiene para la acción. En cuanto al primero de estos dos pilares, en el segundo capítulo, hemos argumentado que para Aristóteles el hombre debe dedicarse a la filosofía, ya que el ejercicio de esta disciplina implica el empleo de las facultades distintivas del hombre y, por lo tanto, la realización de su érgon, esto es, de su naturaleza. La clave para comprender esta concepción es la noción de bien, que tal como pudimos ver en el segundo capítulo, tiene un claro carácter teleológico. Para Aristóteles, el hombre solo podrá plenificarse y, por ende, 1 En una línea argumentativa parecida, Mathew 2010: 135-153) sostiene que Aristóteles habría escrito el Protréptico con dos objetivos. El primero es la defensa de la contemplación como la actividad más útil para el cuidado de los fines más elevados. A esta defensa, Mathew la llama defensa aristocrática. Este objetivo es compatible con el planteo de Metafísica I 2 y con Ética Nicomáquea X 7. El segundo objetivo sería demostrar a la audiencia la utilidad que la actividad contemplativa era para la acción y, por lo tanto, para la vida. Ambos objetivos, desde la perspectiva de este autor, se complementan entre sí. teseopress.com 327 328 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles ser feliz en tanto alcance el bien que le es propio. Dicho bien se identifica con su fin último, es decir, con aquello que es deseado por sí mismo y no a causa de otra cosa. Ahora bien, según Aristóteles, esto último es la realización de su forma o naturaleza, la cual se identifica con el ejercicio de sus facultades racionales, esto es, con el ejercicio del noûs o de la phrónesis, cuyo objeto es el conocimiento de los primeros principios. No obstante, además de presentar su ideario filosófico, el Estagirita pretende persuadir a sus lectores de que adopten su propuesta. Frente a la acusación de inutilidad presentada por Isócrates y su escuela, Aristóteles debe dar cuenta de lo inapropiado de esta crítica o de su falsedad. En consecuencia, pese a sostener que la sabiduría es aquello buscado por sí mismo y que la filosofía es el único medio para alcanzar dicho fin, intenta demostrar que ambas cosas, la sabiduría y la filosofía, son útiles. Esto nos lleva al segundo gran pilar sobre el cual está fundada la defensa de la filosofía. En la serie de fragmentos 46-51, Aristóteles intentará demostrar que la filosofía es útil, ya que solo a través de ella se puede aprender aquello que es necesario conocer para poder alcanzar la felicidad de la pólis: la verdad y la naturaleza de las cosas. Con este argumento, Aristóteles pretende mostrar que el conocimiento de los primeros principios, además de tener un valor en sí (fragmentos 42-44), es necesario para poder legislar y gobernar satisfactoriamente. Ahora bien, los motivos para dar cuenta de la utilidad de la filosofía parecen tener un fundamento epistemológico, razón por la cual Aristóteles estaría fundando el orden ético- político en el orden gnoseológico. Dado esto, en este capítulo analizaremos este aspecto práctico de la filosofía e intentaremos determinar, tal como lo anticipamos sobre el final del capítulo tercero y en el cuarto, la posible influencia platónica que dicha relación podría suponer. En el fragmento 46, luego de establecer que la filosofía es un tipo de conocimiento deseado por sí mismo, ya que es el verdadero bien para el hombre, Aristóteles dirá que teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 329 además es un saber útil, ya que permite alcanzar el bienestar de la ciudad. El argumento que expone para defender esta última tesis es el siguiente: Por otra parte, la sabiduría teorética nos proporciona también para la vida humana los más grandes beneficios es algo que puede averiguarse fácilmente teniendo en cuenta las artes. Efectivamente, así como todos los médicos competentes y la mayoría de los que conocen de gimnástica coinciden generalmente en que aquellos que hayan de ser buenos médicos y maestros de gimnástica deben ser expertos en cuanto a la naturaleza, de la misma manera, los buenos legisladores también deben ser expertos en cuanto a la naturaleza y mucho más aún que aquellos.2 Pues, los primeros son artífices solamente de las virtudes del cuerpo, pero estos últimos, como se ocupan de las virtudes del alma y pretenden enseñar sobre la felicidad y la infelicidad de la ciudad, están mucho más necesitados de filosofía.3 Las dos primeras cuestiones sobre las cuales queremos llamar la atención en este pasaje son el modo en que Aristóteles se refiere al conocimiento que se debe poseer para gobernar y los motivos que hacen necesaria la acción de filosofar. En relación con esto, podemos notar que, si bien Aristóteles realiza una contraposición entre las artes y la filosofía en cuanto a que solo por medio de esta última se puede acceder de manera óptima a la naturaleza de las cosas, Aristóteles no utiliza verbos del ámbito cognitivo 2 3 En este punto nos apartamos de la traducción de Vallejo Campos ya que consideramos más pertinente traducir la expresión empeírous eînai como “ser experto en” en lugar de “ser conocedor de”. Ἀλλὰ μὴν ὅτι γε καὶ ὠφελείας τὰς μεγίστας ἡμῖν πρὸς τὸν ἀνθρώπινον βίον παρέχεται ἡ θεωρητικὴ φρόνησις, εὑρήσει τις ῥᾳδίως ἀπὸ τῶν τεχνῶν. ὥσπερ γὰρ τῶν ἰατρῶν ὅσοι κομψοὶ καὶ τῶν περὶ τὴν γυμναστικὴν οἱ πλεῖστοι σχεδὸν ὁμολογοῦσιν ὅτι δεῖ τοὺς μέλλοντας ἀγαθοὺς ἰατροὺς ἔσεσθαι καὶ γυμναστὰς περὶ φύσεως ἐμπείρους εἶναι, οὕτω καὶ τοὺς ἀγαθοὺς νομοθέτας ἐμπείρους εἶναι δεῖ τῆς φύσεως, καὶ πολύ γε μᾶλλον ἐκείνων. οἱ μὲν γὰρ τῆς τοῦ σώματος ἀρετῆς εἰσι δημιουργοὶ μόνον, οἱ δὲ περὶ τὰς τῆς ψυχῆς ἀρετὰς ὄντες καὶ περὶ πόλεως εὐδαιμονίας καὶ κακοδαιμονίας διδάξειν προσποιούμενοι πολὺ δὴ μᾶλλον προσδέονται φιλοσοφίας. teseopress.com 330 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles para aludir a esta diferencia. Pese a que alguna de las traducciones más reconocidas, al verter a las lenguas modernas este fragmento, recalca la relación aparentemente establecida por Aristóteles entre conocimiento y acción,4 Aristóteles no afirma que por medio de la filosofía se pueda conocer lo que el político debe saber para gobernar satisfactoriamente. En este pasaje, Aristóteles no se vale del verbo gignósko ni de otro verbo de esta índole. La expresión utilizada por el Estagirita para conectar la necesidad de filosofar y la acción de gobernar es ἐμπείρους εἶναι. Textualmente, lo que está diciendo Aristóteles es que el que se dedica a la filosofía tiene mayor experiencia sobre aquello que es indispensable para ocuparse satisfactoriamente de los asuntos de la pólis: la naturaleza de las cosas; por tal motivo, es más apto para determinar qué es bueno para la ciudad. La expresión ἐμπείρους εἶναι es usada por Aristóteles en dos oportunidades en este fragmento: la emplea para referirse tanto al saber que poseen el médico y el maestro de gimnástica como al conocimiento que debe alcanzar aquel que pretenda gobernar la pólis. En el capítulo cuarto, al hablar de la jerarquización de las ciencias, habíamos argumentado que en el Protréptico Aristóteles establecía grados de conocimientos y, por lo tanto, de saber. En relación con este tema, vimos la distinción sistematizada en el primer libro de la Metafísica entre experiencia, arte y ciencia. Para Aristóteles, mientras la experiencia es el conocimiento de lo individual, el arte y la ciencia son el conocimiento de las causas. Ahora bien, si para gobernar el político solo debe ser experto en lo relativo a la naturaleza, entonces no necesariamente debe tener ciencia de las cosas más exactas, sino experiencia. Sin embargo, muy pocas de las traducciones consultadas vierten en las 4 Vallejo Campos (2005: 183) traduce la primera aparición de ἐμπείρους εἶναι como ‘expertos conocedores’ y la segunda aparición como ‘poseer este conocimiento’. Barnes (1985: 2409), al igual que Düring (1961: 67) traducen por general knowledge; Chroust (1964: 19) lo hace como better knowledge and undertanding. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 331 lenguas modernas empeírous como experto y, por lo tanto, muy pocas traducciones dan cuenta de esta cuestión. En general, las traducciones que suelen verter adecuadamente a sus respectivas lenguas el ἐμπείρους εἶναι son las italianas. Berti, por ejemplo, traduce essere esperti della natura.5 Sin embargo, ninguna de ellas aclara por qué Aristóteles se expresa de este modo. Para Berti, al igual que para la mayoría de los intérpretes, en este pasaje Aristóteles estaría retomando la relación entre filosofía y política sostenida por Platón en diálogos como la República. Desde su perspectiva, “la identificación inmediata del político con el filósofo es más platónica que aristotélica”.6 En lengua castellana, si bien las traducciones del Protréptico son pocas, solo Megino traduce empeírous como “ser experto”. Sin embargo, al igual que en el caso de Berti, tampoco hace ningún tipo de aclaración del uso de esta expresión. Por lo demás, no hemos podido encontrar en la bibliografía consultada, comentario alguno acerca del empleo de la expresión ἐμπείρους εἶναι en el Protréptico. El único autor que dice algo al respecto es Düring,7 para quien el término empeírous no tiene el sentido de conocimiento empírico registrado en Ética Nicomáquea 1181a 24-b2, sino el de observación empírica. Desde la perspectiva de este autor, en este fragmento Aristóteles estaría pensando en la distinción entre conocimiento puro y aplicado, por un lado, y entre el político que gobierna sobre la base de la experiencia y aquel que lo hace conociendo las causas y los principios, por el otro. Sin embargo, en el fragmento 46, Aristóteles dice que es necesario ser experto en lo relativo a la naturaleza y la verdad y que esta es la causa de que sea útil filosofar; por lo tanto, parece estar 5 6 7 Berti (2008a: 31). De la misma manera traduce Zanatta (2008: 295), quien aclara que por ‘natura’ se debe entender naturaleza humana. Para este autor, mientras que el médico y el maestro de gimnástica deben conocer la naturaleza física del hombre, el que legisla deben conocer el alma humana (2008: 294). Berti (2005: 237). Düring (1961: 214). teseopress.com 332 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles aludiendo a la aplicación de un conocimiento considerado inútil por ser puramente teórico (fragmento 42).8 y no a la distinción entre un conocimiento teórico y un conocimiento aplicado. Otro punto que resulta problemático en la interpretación de Düring es que, en la serie de fragmentos 46-50, Aristóteles no parece estar haciendo una distinción entre dos tipos de gobernantes. Si bien de la lectura de los fragmentos se desprende que quien practique la filosofía se desempeñará mejor en su tarea de gobernar que aquel que no lo haga, no tenemos el segundo término de la comparación a partir del cual establecer cómo gobernaría aquel que no practique tal ciencia. Si tenemos en cuenta las distinciones efectuadas por Aristóteles en el corpus entre empeiría, epistéme y tékhne, por un lado, y entre saber teórico y práctico, por el otro, podremos notar que esta cuestión tiene cierta importancia, ya que hasta el fragmento 46 Aristóteles habría sostenido que la filosofía era epistéme de los primeros principios. En aparente contraposición con lo que había afirmado hasta esa instancia, en este fragmento Aristóteles sostiene que el que filosofa llega a ser experto, es decir, adquiere la experiencia y, por lo tanto, la capacidad para conducir a la ciudad a su verdadero fin. En este punto, podríamos preguntarnos si el empleo del término epistéme para aludir al conocimiento metafísico y el uso de empeírous para hacer referencia al ámbito ético-político podrían estar emparentados con el hecho de que, desde la perspectiva aristotélica, el acceso a la verdad en cada uno de estos ámbitos es diferente, porque el objeto de estudio de cada uno de ellos es muy distinto. En la Ética Nicomáquea, Aristóteles comienza argumentando que no se puede tener el mismo tipo de exactitud en las ciencias teóricas que en las ciencias prácticas. En el primer caso, en tanto que el objeto de estudio es lo universal y 8 En el fragmento 45, Aristóteles afirma: “así pues, partiendo del designio natural, hemos exhortado a ejercer el pensamiento como algo bueno y valioso en sí mismo, aunque no resultará nada útil de ello para la vida humana”. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 333 necesario, el conocimiento será exacto. En el segundo caso, como el objeto de estudio es la acción, y esta es contingente, la aproximación será tentativa y el grado de rigurosidad será menor. Para Aristóteles, “hablando, pues, de tales cosas, y partiendo de tales premisas, hemos de contentarnos con mostrar la verdad de un modo tosco y esquemático”.9 En el caso del Protréptico, el uso de las formas verbales tales como zeteîn (fragmentos 5 y 6), manthánein (fragmento 5) theoreîn (fragmentos 17, 20 y 27) y gignómenon (fragmentos 17) para hacer referencia al conocimiento de los primeros principios y el empleo de la expresión ἐμπείρους εἶναι para referirse al conocimiento práctico en el fragmento 46 parece ser una manera de marcar dos tipos de aproximaciones a dos objetos diferentes: los principios más exactos, por una parte, y la acción, por la otra. Por este motivo, el uso de términos diferentes para referirse a estos dos tipos de conocimiento podría ser una evidencia para quienes sostienen que hay una continuidad en el pensamiento aristotélico, ya que, en este primer trabajo, que corresponde al período académico, Aristóteles habría establecido las distinciones claramente desarrolladas en su Ética entre las diferentes virtudes dianoéticas. En consecuencia, si se pretende defender que hay una relación entre el conocimiento teorético y el práctico y que esta es de raigambre platónica, como pretende Berti y algunos comentadores, debemos dar cuenta del uso de esta expresión, que parece vincular la concepción presente en el Protréptico con la concepción de su obra de madurez. En el fragmento 47,10 Aristóteles hace referencia a la misma cuestión del siguiente modo: τὸν πολιτικὸν ἔχειν τινὰς ὅρους δεῖ ἀπὸ τῆς φύσεως αὐτῆς καὶ τῆς ἀληθείας (“es necesario que el político obtenga algunas normas de la naturaleza misma y de la verdad”). Podemos notar que lo que Aristóteles establece como condición indispensable para que el 9 10 Ética Nicomáquea I 2, 1094b 19-21 (trad. Pallí Bonet). Este fragmento fue citado y comentado en el capítulo cuarto, p.170 y ss. y, dada su importancia, volverá a ser citado en esta misma página más abajo. teseopress.com 334 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles político pueda ejercer su función correctamente es tener normas o criterios a partir de los cuales pueda juzgar sobre lo bueno y lo justo. Si bien en este fragmento Aristóteles afirma que el político debe obtener estos criterios o normas de la naturaleza misma, no parece pronunciarse acerca de la manera en que se obtienen: si es a partir de algún conocimiento o por medio de la experiencia. En relación con esto, Monan11 sostiene que el conocimiento ético implica operaciones diferentes respecto del conocimiento puramente teorético, ya que este último consiste en el conocimiento de los principios, mientras que el primero es un juicio de valor particular. No obstante, en lo que al Protréptico se refiere, este autor considera que se debe analizar si existe una relación entre ambos tipos de conocimientos y, por ende, de operaciones. Su conclusión es que aquello que se presenta en una primera etapa como un conocimiento puramente especulativo tiene un carácter práctico que es identificado por Aristóteles como el modelo de vida elegible por sí mismo.12 Si se acepta esto, se podría concluir que existe una vinculación real entre el conocimiento práctico y el conocimiento teórico, ya que el segundo tipo de conocimiento se funda en el primero.13 Intentaremos poner a prueba esta hipótesis a través del argumento desarrollado por Aristóteles en el fragmento 47: Efectivamente, así como en las demás artes productivas los mejores instrumentos se han descubierto a partir de la naturaleza -por ejemplo, en la construcción la plomada, la regla o el compás, los hemos obtenidos de <las observación> del agua, la luz y los rayos del sol, que nos sirve como criterio para comprobar lo que es suficientemente recto y plano desde 11 12 13 Monan (1960: 206-207). Monan (1960: 212). Según Monan (1960: 206), se puede establecer una identificación, al menos parcial, entre el conocimiento filosófico especulativo y el conocimiento moral. Para este autor, el hecho de que Aristóteles haga de la naturaleza la norma de la acción transforma la operación cognitiva en un conocimiento directriz de la conducta. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 335 le punto de vista perceptivo-, de la misma manera el político también debe estar en posesión de ciertas normas derivadas la naturaleza en sí misma y de la verdad, en referencia a las cuales juzgue qué es justo, bello y conveniente. Pues igual que allí estos instrumentos superan a todos los demás, también la mejor ley es la que mejor concuerda con la naturaleza.14 En este fragmento, Aristóteles hace una analogía entre las artes y la política, mediante la cual traza una comparación entre los instrumentos usados por las primeras y las normas empleadas por la segunda para gobernar. Para Aristóteles, mientras que los hombres crean instrumentos con el fin de poder realizar mediciones y juicios acertados respecto de lo que se observa, el político debe poseer normas para establecer qué es lo bueno y justo. A partir de esta comparación, se puede establecer que las normas son los instrumentos indispensables para que el político pueda ejercer de manera satisfactoria su función. Sin embargo, la comparación de Aristóteles no se detiene en ese punto: el político, al igual que los que se dedican al resto de las artes, debe obtener sus leyes a partir de la naturaleza y de la verdad. Ahora bien, esta última proposición genera algunos interrogantes. El primero de ellos es ¿cómo el político extrae a partir de la naturaleza y la verdad sus normas o leyes? Lo hace ¿por experiencia, por conocimiento o por la relación entre ambas cosas? El segundo interrogante está vinculado con el uso de los términos ‘naturaleza’ (phýsis) y ‘verdad’ (alétheia):15 ¿a qué está haciendo referencia 14 15 Καθάπερ γὰρ ἐν ταῖς ἄλλαις τέχναις ταῖς δημιουργικαῖς ἀπὸ τῆς φύσεως εὕρηται τὰ βέλτιστα τῶν ὀργάνων, οἷον ἐν τεκτονικῇ στάθμη καὶ κανὼν καὶ τόρνος—τὰ μὲν ὕδατι τὰ δὲ φωτὶ καὶ ταῖς αὐγαῖς τῶν ἀκτίνων ληφθέντων—πρὸς ἃ κρίνοντες τὸ κατὰ τὴν αἴσθησιν ἱκανῶς εὐθὺ καὶ λεῖον βασανίζομεν, ὁμοίως δὲ καὶ τὸν πολιτικὸν ἔχειν τινὰς ὅρους δεῖ ἀπὸ τῆς φύσεως αὐτῆς καὶ τῆς ἀληθείας, πρὸς οὓς κρινεῖ τί δίκαιον καὶ τί καλὸν καὶ τί συμφέρον. ὥσπερ γὰρ ἐκεῖ τῶν ὀργάνων ταῦτα διαφέρει πάντων, οὕτω καὶ †νόμος† κάλλιστος ὁ μάλιστα κατὰ φύσιν κείμενος. En el primer capítulo del libro II de la Metafísica, Aristóteles alterna estos dos términos. En II 1, 993a 30-993b 4, comienza hablando sobre el difícil acceso a la verdad, para lo cual utiliza el término alétheia. En la oración siguiente, al hablar sobre la investigación emprendida por los pensadores teseopress.com 336 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Aristóteles mediante el empleo de estos términos?, ¿está aludiendo a la misma noción de verdad y naturaleza que la analizada en el segundo capítulo de este trabajo? o ¿está queriendo expresar algo muy diferente? Comenzaremos con el primer interrogante, que no es otro que la problemática que veníamos analizando más arriba, a saber: si el político debe tener conocimiento o solo debe poseer experiencia. Desde nuestra perspectiva, un fragmento clave que permite entender la naturaleza del conocimiento que debe poseer un buen político es el 48. Si bien este fragmento ya ha sido analizado propósito de evaluar la posible herencia platónica en el Protréptico en relación con la concepción epistemológica, en esta instancia intentaremos ver qué articulación está estableciendo Aristóteles entre dicha concepción y la política. El motivo por el cual elegimos nuevamente este fragmento es que Jámblico lo cita a continuación del fragmento 47. En este sentido, es relevante señalar que, si bien hemos adoptado la numeración de Düring para citar los fragmentos, lo que en su edición figura como fragmentos 47 y 48 se corresponde al fragmento 13 de la edición de Ross. En esta edición, ambos fragmentos aparecen uno a continuación del otro, sin la introducción de ningún comentario de Jámblico o la cita de alguna otra obra. Es también importante señalar que otros editores consultados como Rose, Walzer y Schneeweiss, así como los traductores que siguen estas ediciones, no ponen en cuestión esta sucesión de fragmentos o esta secuencia de lo que habría sido el argumento aristotélico. En consecuencia, parece estar fuera de discusión que lo que está intentando demostrar Aristóteles en el fragmento 48 es lo que afirmó en el fragmento precedente, es decir, el 47. Por lo tanto, cuando el Estagirita comienza el fragmento 48 con la expresión: “esto no predecesores, emplea el término phýsis: para Aristóteles, si bien nadie se acercó por completo al descubrimiento de la naturaleza de las cosas, todos contribuyeron en algo a su develamiento. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 337 sería posible si no se filosofa y no se conoce la verdad”, el referente de “esto” es la tesis enunciada inmediatamente antes, a saber, que para gobernar correctamente el político debe tener normas adecuadas por medio de las cuales se pueda establecer qué es lo justo, lo bello y lo bueno. Si se acepta lo hasta aquí argumentado, podemos concluir que en el fragmento 48 Aristóteles ofrece las causas de por qué cree verdadera la tesis expuesta en el fragmento 47. Estas causas pueden ayudar a entender cuáles son las condiciones que habilitan al político a promulgar sus leyes, esto es, qué tipo de conocimiento presupone su función. En este sentido en el capítulo cuarto, habíamos expuesto que la filosofía se distingue del resto de las artes en que es el conocimiento de lo que las cosas son en sí mismas y no de imitaciones. Lo relevante, a los efectos de establecer cómo el político, sirviéndose de la filosofía, alcanza los criterios para establecer sus leyes, es que en este fragmento Aristóteles contrapone el conocimiento con la experiencia. Para Aristóteles, la epistéme es el conocimiento de lo que las cosas son en sí mismas. Ahora bien, la filosofía es definida en el Protréptico como la epistéme más elevada. Como dijimos en el capítulo cuarto, las artes son un grado de conocimiento inferior respecto de la filosofía, porque basan sus razonamientos en premisas de segundo orden, es decir, en lugar de partir de lo que las cosas son en sí mismas, parten de sus imitaciones. Incluso, en muchos casos, argumenta Aristóteles, algunas artes solo se limitan a lo observable, esto es, solo alcanzan a tener experiencia de las cosas, pero no verdadera ciencia. En consecuencia y sobre la base de que solo si se conoce lo que verdaderamente es se puede gobernar rectamente, Aristóteles establece que, en tanto es el único medio para conocer la verdad y la naturaleza de las cosas, la filosofía es útil para poder cumplir dicho fin y, por lo tanto, se debe filosofar. En los fragmentos 33 y 9, encontramos una concepción parecida. En el fragmento 33, Aristóteles argumenta que teseopress.com 338 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles solo hay ciencia cuando se conoce lo anterior y las causas. Intercalado en este argumento epistemológico, Aristóteles dice lo siguiente: Siempre, efectivamente, es más cognoscible lo anterior que lo posterior y lo mejor por naturaleza que lo peor. Pues hay más ciencia de lo definido y ordenado que de sus contrarios, y de las causas más que de sus efectos. Las cosas buenas son más definidas y ordenadas que las malas, igual que lo es más el hombre virtuoso que el deshonesto. (trad. Vallejo Campos)16 La aparición de la noción de bien en este contexto fuertemente epistemológico ha sido el motivo por el cual algunos autores, entre ellos Reale,17 han leído este fragmento como un testimonio de la concepción platónica del Bien e, incluso, de las doctrinas no escritas sostenidas supuestamente por Platón. Si bien, por los argumentos expuestos en el capítulo cuarto, esta postura es discutible, parece ser innegable que Aristóteles está equiparando las causas y las cosas anteriores con la noción de bien y lo ordenado. Desde la perspectiva aristotélica, lo bueno es más definido y ordenado que su contrario; por lo tanto, si hay más epistéme de lo anterior y de lo ordenado, habrá más conocimiento del bien y dicho conocimiento será necesario para tener verdadera ciencia. En este fragmento, vuelve a ser problemático qué debemos entender por el término agathá. Tal como vimos en el segundo capítulo, para Aristóteles el bien no parece ser un principio trascendente, sino el fin último del hombre. Dicho fin se identifica con la vida contemplativa. Sin embargo, no parece agotarse en ella. De hecho, en el fragmento 52, Aristóteles afirma que lo bueno y lo provechoso es no solo la adquisición de cierto conocimiento sino su uso en la acción. Para Aristóteles, “tampoco vivimos bien por conocer determinadas cosas sino por obrar bien. Pues esto es verdaderamente la felicidad. Por consiguiente, 16 17 El fragmento completo está citado en la p. 191. Reale (2003: 242). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 339 corresponde que la filosofía, si es realmente provechosa, consista en realizar acciones buenas y útiles para este tipo de acciones”. La identificación de la acción buena con el bien y de la aplicación del conocimiento con la verdadera felicidad, nos conduce a pensar que al hablar del bien en el fragmento 33 Aristóteles no solo hace referencia al conocimiento de los primeros principios sino también a aquella clase de conocimiento por cuyo medio podemos llegar a ser virtuosos, y, por lo tanto, verdaderamente felices. De la lectura de ambos fragmentos parece desprenderse que para lograr ser virtuoso no se debe tener experiencia, sino que se debe poseer epistéme. En el fragmento 9, Aristóteles es más contundente al respecto. En este fragmento, como lo indicamos en el capítulo cuarto, Aristóteles distingue entre las ciencias productivas y la ciencia rectora. En esta instancia, es indiscutible que le está otorgando a la ciencia rectora, cuyo objeto son los bienes del alma, el mismo status que a las ciencias de las causas descriptas en el fragmento 33, ya que, además de referirse a ella mediante el término epistéme, la describe como aquella clase de conocimiento por la cual se llega a saber la totalidad del bien (tò ólon agathón), razón por la cual es la ciencia superior. Lo importante de este fragmento es que para referirse al conocimiento de lo bueno Aristóteles utiliza el participio presente theoroûsa, esto es, un verbo que implica un tipo de conocimiento teorético que trasciende lo sensible y que, por lo tanto, no se puede reducir a la mera posesión de la experiencia exigida en el fragmento 46 como condición para poder legislar correctamente. En el fragmento 9, al igual que el fragmento 46, la filosofía es presentada como la ciencia superior ya que es aquella clase de ciencia que, dado que tiene como objeto el conocimiento del bien, es capaz de hacer un uso adecuado del resto de las ciencias que tienen con ella una relación de subordinación. Desde esta perspectiva, la distinción entre ambos ámbitos, el epistemológico y el ético, quedaría desdibujada ya que, a diferencia de lo que se remarcaría en otras obras, tales como la Ética Nicomáquea, ambos ámbitos teseopress.com 340 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles presupondrían el mismo tipo de conocimiento, el cual no podría limitarse a la observación y, por ende, supondría algo más que la posesión de la experiencia. En la mayoría de las ediciones consultadas, el fragmento 33 está precedido por un pasaje que Düring considera como fragmento 32 del Protréptico. En este último fragmento, Aristóteles expone la necesidad de probar que es necesario filosofar. Si bien hemos analizado este fragmento en el primer capítulo, en virtud de la importancia que tiene en relación con esta cuestión lo volveremos a citar. En este fragmento, Aristóteles sostiene: Ciertamente, que no resulta imposible adquirir las ciencias sobre lo justo y lo conveniente, así como las que versan sobre la naturaleza y el resto de la verdad, es fácil de demostrar (trad. Vallejo Campos). Tanto Megino Rodríguez 18 como Vallejo Campos19 consideran que en este fragmento Aristóteles está trazando una distinción entre dos tipos de ciencia. La alusión de esta distinción parece estar apoyada en el uso del sustantivo epistéme en plural acompañado del empleo de las partículas mén… dé. Mientras el primer tipo de ciencia se ocuparía de lo justo y de lo conveniente, el segundo tipo tendría como objeto la naturaleza y la verdad. Por tal motivo, mediante el primer tipo de ciencia, Aristóteles estaría aludiendo a la ética y por medio del segundo estaría haciendo referencia tanto a la física como a la metafísica. No obstante, es importante destacar que, pese a estar refiriéndose a dos ámbitos distintos, Aristóteles emplea para ambos tipos de conocimiento el término epistéme. Lo que el Estagirita está 18 19 Megino Rodríguez (2006: 147). Vallejo Campos (2005: 148). Esta misma línea de lectura fue sostenida por Düring (1961: 199) y Berti (1997: 414). Uno de los autores que se opuso a esta forma de entender el fragmento fue Jaeger (1993: 103-104). Desde su perspectiva, en este fragmento Aristóteles presupone la distinción académica de la filosofía en dialéctica, física y ética. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 341 coordinando mediante el mén… dé son los objetos de cada uno de estos tipos de conocimiento, pero, al usar la misma palabra en plural para referirse a ambos, nos estaría dando un indicio de que están en un mismo nivel jerárquico y que, si se distinguen entre sí, solo lo hacen por su objeto. Esta caracterización de los dos tipos de ciencias es importante, si tenemos en cuenta la definición de epistéme dada por Aristóteles en otras obras, como por ejemplo Ética Nicomáquea. En esta última obra, en IV 3, 1139b 18-26, Aristóteles define epistéme en los siguientes términos: Qué es la ciencia es evidente a partir de ahí -si hemos de hablar con precisión y no dejarnos guiar por semejanzas-: todos creemos que las cosas que conocemos no pueden ser de otra manera; pues las cosas que pueden ser de otra manera, cuando están fuera de nuestra observación, se nos escapa si existen o no. Por consiguiente, lo que es objeto de ciencia es necesario. Luego es eterno, ya que todo lo que es absolutamente necesario es eterno, y lo eterno es ingénito e indestructible. Además, toda ciencia parece ser enseñable, y todo objeto de conocimiento, capaz de ser aprendido. Y todas las enseñanzas parten de lo ya conocido, como decimos también en los Analíticos, unas por inducción y otras por silogismo (trad. Pallí Bonet). Sobre la base de este pasaje de la Ética, es evidente que, si la ética es epistéme, tal como parece afirmarlo Aristóteles en los fragmentos 32 y 34 del Protréptico, o la ética se basa en algún tipo de conocimiento cuyo objeto es necesario y eterno o bien ella misma tiene que tener como objeto tal clase de conocimiento. Si se basara en otra ciencia que tuviera como objeto ese conocimiento, o no sería una ciencia o sería una ciencia subsidiaria, con lo cual se entraría en contradicción con lo afirmado en los fragmentos antes citados, esto es el 32 y el 9. Pero si afirmamos que es una ciencia, teniendo en cuenta la caracterización de epistéme presente en este pasaje de la Ética Nicomáquea, debería serlo sobre algo que es necesario y eterno, por lo tanto, sobre algo teseopress.com 342 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles que no se puede adquirir solo por experiencia. En Metafísica II 1, 993b 19-24, en el contexto de la caracterización de la sabiduría, Aristóteles menciona la distinción entre ciencias teoréticas y prácticas. En ese pasaje, Aristóteles sostiene: Por lo demás, es correcto que la filosofía se denomine “ciencia (epistéme) de la Verdad” (alétheia). En efecto, el fin de la ciencia teorética es la verdad, mientras que el de la práctica es la obra. Y los prácticos, si bien tienen en cuenta cómo son las cosas, no consideran lo eterno <que hay en estas>, sino aspectos relativos y referidos a la ocasión presentes. Por otra parte, no conocemos la verdad si no conocemos la causa (aitíai). (Trad. Calvo Martínez). En este pasaje de la Metafísica, Aristóteles no solo distingue entre dos tipos de ciencias por el objeto que cada una de ellas tiene -la ciencia teórica cuyo objeto es la verdad y la ciencia práctica que se ocupa de la acción- sino que establece el carácter irreductible de cada una de ellas. Lo relevante de este pasaje de la Metafísica es que, como lo dijimos en reiteradas oportunidades, está inserto en un libro que es del mismo período que el Protréptico. En razón de ello, la distinción trazada en esta obra y la disonancia con la aparente relación establecida entre los dos tipos de ciencia en el Protréptico es más llamativa. Para establecer que no hay ningún tipo de diferencia entre los planteos de ambas obras, Metafísica y Protréptico, alguien podría traer a colación el fragmento 34. En este fragmento, Aristóteles habla de las ciencias del cuerpo y las contrapone a las ciencias de las virtudes del alma. Sin embargo, podemos ver que Aristóteles realiza una especie de desplazamiento, ya que si bien al hablar del primer tipo de ciencia utiliza el término epistéme, al referirse a las ciencias de las virtudes del alma usa los términos epiméleia y tékhne. No obstante, en el fragmento 37, en el cual da por finalizada la demostración de que hay ciencia de la verdad y las virtudes del alma, Aristóteles usa el término epistéme para ambas disciplinas. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 343 El análisis de los pasajes citados parece poner en evidencia una discrepancia entre estas dos últimas obras citadas, la Ética Nicomáquea y la Metafísica, y el Protréptico. Incluso, podemos notar que dicha discrepancia se genera entre algunos fragmentos del Protréptico, en relación con el status epistemológico que tiene el conocimiento práctico. De la lectura de los fragmentos del Protréptico, parecen desprenderse dos cosas. La primera es que o hay más de una ciencia, una de las cuales es la ética (fragmento 32) y otra la metafísica, o hay una ciencia cuyo objeto son las virtudes del alma entendiendo por esto último tanto las virtudes teoréticas como las prácticas. La segunda de estas dos cosas, pero que en principio entra en conflicto con la primera, es que la ética implica un conocimiento práctico por medio del cual podemos volvernos expertos en el arte de legislar o gobernar pero mediante el cual no podremos alcanzar el conocimiento de lo universal y necesario ya que su objeto es lo singular y, por lo tanto, lo que puede ser de otra manera: la acción. En este punto debemos tener en cuenta que en la Antigüedad la tékhne era un saber hacer. En el diccionario etimológico de Chantraine,20 se nos dice que la palabra tékhne expresa originalmente la noción de ‘construir’, ‘fabricar’. En consecuencia, el tipo de saber implicado en esta palabra parece ser diferente del tipo de conocimiento presupuesto en la palabra epistéme, que, si bien puede aludir al ámbito práctico, es usado para referirse al conocimiento y a la ciencia.21 Por tal motivo, es llamativo que Aristóteles las use indistintamente. En este punto y frente al dilema que parecen plantearnos los constantes desplazamientos semánticos en los fragmentos del Protréptico, tenemos algunos indicios que nos pueden servir de andamiaje para encontrar una solución tentativa a las aparentes discrepancias presentes por el texto. Uno de estos indicios aparece en el fragmento 20 21 Chantraine (1990: 1112). Chantraine (1990: 360). teseopress.com 344 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles 46. En este fragmento, si bien Aristóteles se refiere a la necesidad de que el político sea experto en relación con la naturaleza y con la verdad, es importante notar que dicho argumento está inserto en el intento de demostrar la utilidad de la sabiduría. El término para referirse a la sabiduría es theoretikè phrónesis.22 Lo que intenta demostrar por medio de la contraposición entre la medicina y la política es la importancia que la sabiduría teorética tiene para alcanzar el bien de la pólis. A partir de esta última relación, Aristóteles parece sostener que, para poder ejercer bien su función como político, el hombre debe poseer un conocimiento que no esté solamente basado en la observación, sino que sea de carácter teorético. Por la secuencia argumentativa del texto, estamos inclinados a pensar que tal clase de conocimiento es el mencionado en el fragmento 43 como aquel que es perseguido como un fin en sí mismo, esto es, el conocimiento de las causas descripto en los fragmentos 33 y 35. Esto aparece insinuado en el fragmento 51: Así pues, esta ciencia es teorética, mas nos permite producir todo de acuerdo con ella. Efectivamente, así como la vista no es artífice ni productora de nada (ya que su función consiste solo en distinguir y mostrarnos cada una de las cosas visibles) y, no obstante, nos permite actuar gracias a su concurso y nos presta una gran ayuda en las acciones (dado que, si careciéramos de ella, seríamos casi completamente inmóviles), de igual forma, evidentemente, aunque es teorética esta ciencia, nosotros hacemos muchísimas cosas de acuerdo con ella, eligiendo unas y rehuyendo otras, y en general todas las cosas buenas las alcanzamos gracias a ella (trad. Vallejo Campos). 22 Al hacer alusión al uso de esta expresión, theoretikè phrónesis, Vallejo Campos (2005: 183) afirma que el contenido claramente platónico que este fragmento tiene ha sido la causa de que se haya sospechado sobre su pertenencia a la obra perdida del Estagirita: “El Aristóteles posterior no hubiera aceptado una phrónesis, entendida como prudencia, que tuviese un carácter teorético. Sin embargo, como recuerdan otros editores de la obra (cf Berti, Aristotele, Protréptico, p. 85 n. 66), mostrar la utilidad de la sabiduría era especialmente apropiado en un discurso protréptico que estaba dirigido a un rey”. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 345 Según Vallejo Campos,23 en este fragmento Aristóteles está haciendo un nuevo descargo de la filosofía platónica frente a las acusaciones de inutilidad esgrimidas por Isócrates. Lo importante a los fines de nuestro trabajo es que Aristóteles no solo le da al conocimiento del cual depende el arte de gobernar y legislar el status de ciencia, sino que caracteriza a esa ciencia como una ciencia teorética, echando por tierra la distinción trazada por el Estagirita en el pasaje citado de la Metafísica. Para Berti,24 en este fragmento Aristóteles reunifica la ciencia teorética, centrada en la verdad, y la ciencia práctica, cuyo objeto es la virtud del alma, en una noción general que no es otra que la de la filosofía. Desde la perspectiva de este autor, en su concepción de la filosofía Aristóteles articula y relaciona dos tipos de saberes que en otros pasajes aparecen diferenciados. De la lectura de este fragmento y del fragmento 9 parece desprenderse que, si la filosofía es una ciencia teorética y práctica al mismo tiempo, debe tener como objeto alguna clase de principios que deberían ser necesarios y eternos. Estos principios no serían otros que los principios de lo real, pero también de la acción. Ahora bien, si esto fuera así, parecería ser que no alcanza con que el político sea experto en la naturaleza y la verdad, como aparentemente Aristóteles dice en el fragmento 46, sino que debe poseer otro tipo de conocimiento que, dada sus características, no puede ser obtenido por la mera percepción de lo real. En el fragmento 50, Aristóteles es aún más preciso. En este fragmento, caracteriza al filósofo como aquel que “vive con sus ojos puestos en la naturaleza y en lo divino y, como si fuera un buen piloto, que tiene amarrados los principios de su vida en lo eterno y permanente, echa anclas y vive en concordancia consigo mismo”. De la caracterización de la ética como una epistéme y de la definición de esta última como el conocimiento de lo necesario y de lo eterno (fragmento 50), así como 23 24 Vallejo Campos (2005: 186). Berti (2008a: 82). teseopress.com 346 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles de la identificación de la filosofía con el conocimiento de lo que es en sí (fragmento 48), parece desprenderse que solo a través de la filosofía se puede establecer la verdadera naturaleza de las cosas, ya que solo ella es conocimiento en sentido pleno. La lectura conjunta de los dos fragmentos a la luz de otros fragmentos de la misma obra y de otros escritos, como por ejemplo la Metafísica, nos permite encontrar, por un lado, elementos que nos conducen a trazar una diferenciación entre conocimiento teorético y conocimiento práctico. Pero, por otro lado, nos permite distinguir ciertas concepciones de clara raigambre platónica que parecen apuntar a una identificación entre ambos planos, el teórico y práctico, cuya consecuencia inmediata es el intelectualismo ético que claramente criticará Aristóteles en su obra madura. Esta inconsistencia puede deberse a que el Protréptico es un diálogo de transición en el cual, si bien Aristóteles recogía algunas de las tesis platónicas, estas estaban siendo resignificadas. Esto explicaría por qué en obras tan cercanas entre sí Aristóteles plantea tesis diversas sobre lo mismo, y que incluso en una misma obra incurre en estos deslices semánticos que, en el fondo, son desplazamientos conceptuales que podrían estar dando cuenta de un cambio en su concepción de la filosofía. No obstante, es importante tener en cuenta que en escritos como la Ética,25 la tékhne, que en el Protréptico se identifica con el arte de las virtudes del alma, también se diferencia del conocimiento práctico, ya que la primera tiene como fin la producción y, por lo tanto, el fin es externo al agente, mientras que el segundo tiene como fin la acción. Otra explicación de estos desplazamientos se puede encontrar en las características del Protréptico, esto es, en el hecho de que era una obra exotérica en la cual Aristóteles podría no estar utilizando un vocabulario técnico, razón por la cual podría estar retomando los significados 25 Debemos remitirnos en este punto al libro sexto de la Ética Nicomáquea, sobre todo a los capítulos 3 a 7. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 347 corrientes de los términos. En este punto es importante señalar, al igual que en el fragmento 46, al establecer el objeto de conocimiento de las tékhnai, Aristóteles da el ejemplo de la medicina. Sin embargo, en el fragmento 34, llama a esta misma disciplina epistéme. A partir de este análisis, podríamos concluir que, en el Protréptico epistéme, y tékhne son términos intercambiables. Pese a ello es problemático lo qué sucede con la expresión “ser experto en”. Si la técnica y la ciencia se usan de manera indistinta en el texto, ¿el que tiene ciencia tiene también solo experiencia sobre lo que sabe? La concepción de epistéme analizada en el capítulo cuarto parece excluir esta posibilidad, ya que la ciencia es el conocimiento de los primeros principios y el conocimiento de estos principios no se puede limitar a la experiencia. Podemos ver que cada una de estas hipótesis trae aparejada alguna dificultad. Para determinar cuál de ellas es viable, debemos analizar brevemente de dónde puede estar retomando Aristóteles esta alternancia de términos presente en la serie de fragmentos 32 a 51. En relación con esto, es importante resaltar que estos desplazamientos entre los términos tékhne, empeiría y epistéme podemos encontrarlos también en el Gorgias de Platón, más específicamente en el argumento esgrimido por Polo para defender su concepción de la retórica. En 448 c, Polo sostiene: Existen entre los hombres, Querefonte, muchas artes elaboradas hábilmente partiendo de la experiencia. En efecto, la experiencia hace que nuestra vida avance según una técnica; en cambio, la inexperiencia según el azar.26 De entre estas artes unos ejercen unas y otros otras de modo distinto, y los 26 En este punto nos apartamos de la traducción de Calonge Ruiz, quien traduce el circunstancial κατὰ τέχνην como “con arreglo a una norma”. En este pasaje, parece evidente que Platón quiere subrayar la relación sostenida por Polo entre tékhne y empeiría, ya que es la asociación que criticará expresamente algunos pasajes más abajo. En este sentido, si bien actuar con arreglo a una tékhne implica actuar según normas, de querer haber expresado esto, es probable que Platón hubiera usado otro término. teseopress.com 348 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles mejores practican las más elevadas. Entre estos últimos se encuentra Gorgias, que cultiva la más bella de las artes27 (trad. Calonge Ruiz levemente modificada). No abordaremos la polémica que Platón sostiene contra la retórica en este diálogo, ni la vinculación que establece entre la retórica y la política, ya que exceden los propósitos de nuestro trabajo. Lo que nos interesa de este pasaje del Gorgias es cómo Platón emplea los términos tékhne y empeiría en el discurso de Polo. Si bien Polo considera que la retórica es un tipo de empeiría, también reconoce que es aquella clase de experiencia por cuyo medio el hombre vive de acuerdo con una tékhne y no sometido al azar. Por tal motivo, en el discurso de Polo empeiría y tékhne tienden a ser puestas en el mismo nivel. Dado que, desde la perspectiva platónica o la aristotélica, corresponden en cambio a niveles de conocimiento diferentes, en este punto Platón parece retomar esta relación entre empeiría y tékhne. En efecto, ella se encuentra también en los tratados hipocráticos. En estos escritos, si bien la tékhne se diferencia de la empeiría, está fuertemente vinculada con ella. Para los escritores de este conjunto de obras, la medicina, en tanto tékhne, se opone a la simple experiencia: “la tékhne, como actividad técnica, no solo es capaz de producir unos determinados efectos previstos por sus reglas, sino también de dar razón (lógon didónai), como destaca Platón, del proceso de las causas. En este sentido, se opone a la acción de la mera práctica rutinaria, tribé o empeiría”.28 No obstante, pese a que se considera que el médico debe poseer tékhne, también debe tener experiencia, esto es, el conocimiento del caso individual, ya que es esto último lo que le permite comprender cómo proceder 27 28 Ὦ Χαιρεφῶν, πολλαὶ τέχναι ἐν ἀνθρώποις εἰσὶν ἐκ τῶν ἐμπειριῶν ἐμπείρως ηὑρημέναι ἐμπειρία μὲν γὰρ (5) ποιεῖ τὸν αἰῶνα ἡμῶν πορεύεσθαι κατὰ τέχνην, ἀπειρία δὲ κατὰ τύχην. ἑκάστων δὲ τούτων μεταλαμβάνουσιν ἄλλοι ἄλλων ἄλλως, τῶν δὲ ἀρίστων οἱ ἄριστοι·ὧν καὶ Γοργίας ἐστὶν ὅδε, καὶ μετέχει τῆς καλλίστης τῶν τεχνῶν. Zagal Arreguín (2005: 250). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 349 en cada caso particular. Como bien lo dice García Gual, la medicina “era un saber empírico, en todo caso, que requiere una teoría previa, pero que debe ser revalidada justamente en su praxis terapéutica habitual mediante experimentos y comprobaciones metódicas”.29 En suma, la lectura del pasaje nos conduce a pensar que Platón pone en boca de Polo esta relación entre tékhne y empeiría sin mayores explicaciones porque respondía a un patrón de la época que era fácilmente entendible por parte de la audiencia. De hecho, en Sobre la medicina antigua, podemos notar que su autor relaciona de manera muy parecida al personaje platónico los términos tékhne y empeiría, por un lado, e ignorancia y azar, por el otro. En Sobre la medicina antigua 1,30 su autor afirma: Hay, en efecto, profesionales, algunos son malos, pero otros excelentes; y esto sería imposible si no hubiera en absoluto un arte médico o este no hubiera investigado ni descubierto nada, ya que todos los médicos serían entonces igualmente inexpertos (ápeiroi) e ignorantes (anepistémones) y todo lo relativo a la enfermedad estaría regido por el azar (trad. Nava). En este pasaje, el autor no solo vincula la tékhne con la investigación, sino que también la define como la causa de que el médico sea un experto en su materia. Esto último se desprende de la afirmación de que, si la medicina no existiera como técnica, entonces todos los médicos serían inexpertos e ignorantes. Lo llamativo del texto es que, al igual que en el discurso de Polo, es la tékhne lo que le permite a 29 30 García Gual (2007: 14). Debemos aclarar que no es nuestra intención hacer un análisis exhaustivo de los tratados hipocráticos, ya que esto excedería los límites de nuestro trabajo, sino, más bien, mostrar cómo en estos textos se ve reflejada una asociación de nociones muy parecida a la presentada en el diálogo platónico. Nuestro objetivo es poder establecer si estas asociaciones respondían a determinadas concepciones comunes. teseopress.com 350 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles su poseedor obrar según un saber y alejarse del azar.31 La ausencia de técnica y de experiencia, pese a que está vinculada con la ignorancia, es asociada con el hecho de carecer de un orden y estar sometido a lo indeterminado. Esto nos retrotrae nuevamente al fragmento 33 del Protréptico, en el cual, como mencionamos más arriba, Aristóteles vincula la ciencia con lo anterior y lo ordenado. Así, mientras poseer una tékhne implica tener un conocimiento que permite vivir según determinadas normas, carecer de ella implica ser axúnatos y, por lo tanto, estar librado a lo indeterminado del azar. Según Nava, el autor del tratado “intenta demostrar en la primera parte del escrito que la medicina está constituida como tékhne. Aquí anticipa los puntos centrales sobre los que va apoyar su demostración: a) existe una investigación que ha dado lugar a descubrimientos válidos; b) en la base de esta investigación se encuentran, íntimamente ligados, experiencia (empeiría) y saber (epistéme); gracias a ello se ha reducido el campo de la týkhe ampliando el de la tékhne que se le contrapone”. Tanto para el autor de Sobre la medicina antigua32 como para Polo, existe una fuerte vinculación entre tékhne y la erradicación de la týkhe, la cual es vista como una de las peores falencias. Como en el fragmento 33 del Protréptico, de lo indeterminado no hay conocimiento. La týkhe es lo indeterminado por excelencia, razón por la cual, si una disciplina quiere arrogarse el status de epistéme o de tékhne, debe poseer un método y tener como objeto algo posible de ser conocido y, que, por esta razón, se oponga a la týkhe. 31 32 Según Jaeger (1193: 804) “la tékhne consiste en conocer la naturaleza del objeto destinado a servir al hombre y que, por tanto, solo se realiza como tal saber en su aplicación práctica”. Sobre la medicina antigua 1: “No se puede rechazar la medicina antigua como inexistente o que no ha investigado correctamente, por no ser exacta en todas sus modalidades. Más bien creo que, por lo muy cerca que pudo llegar a la verdad partiendo de la ignorancia, son dignos de admiración sus descubrimientos, alcanzados mediante el razonamiento, por el camino correcto y no por azar” (trad. Nava). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 351 Esta asociación entre experiencia y tékhne presupuesta en el tratado Sobre la Medicina antigua y en el discurso de Polo será criticada por el Sócrates platónico en 465 a: Digo que no es arte, sino práctica, porque no tiene ningún fundamento por el que ofrecer las cosas que ella ofrece ni sabe cuál es la naturaleza de ellas, de modo que no puede decir la causa de cada una. Yo no llamo arte a lo que es irracional; si tienes algo que objetar sobre lo que he dicho, estoy dispuesto a explicártelo33 (trad. Calonge Ruiz). En este pasaje, Platón contrapone la tékhne a la empeiría, ya que para tener tékhne se deben conocer las causas de aquello sobre lo cual se habla. Dicho conocimiento es identificado también con el conocimiento de la naturaleza de las cosas y, por lo tanto, con el fundamento sobre aquello de lo que habla.34 Sin embargo, como el mismo Gorgias lo habría admitido en los pasajes precedentes, el que persuade mediante la retórica no lo hace por medio de su conocimiento, como sucede con la ciencia, sino mediante la capacidad de ejercer cierta influencia sobre las creencias de los hombres.35 Por consiguiente, no tiene ciencia, sino solo una práctica que lo hace parecer más sabio de lo que es. En contraposición con la relación puesta en boca de Polo entre tékhne y empeiría, para Platón no parece haber ninguna duda de que por medio de estos términos se denotan tipos de saberes diferentes, razón por la cual su status epistemológico será distinto. Para Platón, la empeiría es irracional, razón por la cual no se la puede llamar tékhne. Como consecuencia de esto, el discurso basado en la empeiría no puede hacer que el hombre viva κατὰ τέχνην. 33 34 35 τέχνην δὲ αὐτὴν οὔ φημι εἶναι ἀλλ’ ἐμπειρίαν, ὅτι οὐκ ἔχει λόγον οὐδένα ᾧ προσφέρει ἃ προσφέρει ὁποῖ’ ἄττα τὴν φύσιν ἐστίν, ὥστε τὴν αἰτίαν ἑκάστου μὴ ἔχειν εἰπεῖν. ἐγὼ δὲ τέχνην οὐ καλῶ ὃ ἂν ᾖ ἄλογον πρᾶγμα τούτων δὲ πέρι εἰ ἀμφισβητεῖς, ἐθέλω ὑποσχεῖν λόγον. Gorgias 460 b-c. Gorgias 455a. teseopress.com 352 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En Metafísica 981a, Aristóteles retoma el planteo de Polo presentado en el Gorgias. Es problemático establecer si Aristóteles está citando alguna obra de Polo o si está reproduciendo el diálogo platónico. Sea cual fuere la respuesta, es evidente que, al hacer su distinción entre empeiría y tékhne en la Metafísica, Aristóteles se hace eco de la misma problemática que la planteada por Platón al comienzo de su diálogo, a saber, la indistinción sostenida por algunos representantes de la cultura griega entre empeiría y tékhne. El hecho de que ambos filósofos se hayan visto en la necesidad de tener que tematizar esta distinción permite inferir que en el contexto en el cual estaban escribiendo sus respectivas obras tal distinción no era del todo clara. Recordamos, en este punto, el análisis efectuado en el capítulo cuarto en torno a la distinción entre experiencia, tékhne y ciencia en la Metafísica I 1. Si bien en este libro no le interesa tanto diferenciar la tékhne de la epistéme, Aristóteles se encarga de distinguir la empeiría de la tékhne. Esta distinción, según lo argumentamos en ese mismo capítulo, aparece esbozada en el fragmento 48, en el cual el Estagirita, al aludir a los razonamientos de distintos órdenes y mencionar los sentidos, parece tener en mente el mismo tipo de diferencia entre tékhne, epistéme y empeiría que la sistematizada en Metafísica. En consecuencia, si nos basamos en el hecho de que en sus diálogos y en sus escritos, tanto Platón como Aristóteles realizan la distinción entre empeiría, tékhne y epistéme, la alternancia de estos términos en el Protréptico se puede deber a que Aristóteles esté retomando la conexión establecida entre ellos por ciertos sectores de la cultura griega. Por otra parte, es importante tener en cuenta que esta interrelación de términos es realizada por Aristóteles para defender la tesis según la cual filosofar es pertinente y bueno para la vida en general. En este punto vuelve a ser clave el primer libro de la Metafísica. En él, más específicamente en I 1, 981a 13-23, Aristóteles efectúa una relación entre el conocimiento y el teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 353 uso de la experiencia que puede resultar esclarecedora para la problemática que aquí nos ocupa. En este pasaje de la Metafísica, Aristóteles afirma: A efectos prácticos, la experiencia no parece diferir en absoluto del arte, sino que los hombres de experiencia tienen más éxito, incluso, que los que poseen la teoría, pero no la experiencia (la razón está en que la experiencia es el conocimiento de cada caso individual, mientras que el arte lo es de los generales, y las acciones y producciones todas se refieren a lo individual: desde luego, el médico no cura a un hombre, a no ser accidentalmente, sino a Calias, a Sócrates o a cualquier otro de los que de este modo se nombran, al cual sucede accidentalmente que es hombre; así pues, si alguien tuviera la teoría careciendo de la experiencia y conociera lo general, pero desconociera al individuo contenido en ello, errará muchas veces en la cura, ya que lo que se trata de curar es el individuo) (trad. Calvo Martínez). Lo primero que podemos advertir en este pasaje es que el ejemplo del cual se vale Aristóteles es el del médico, esto es, toma como punto de partida el mismo ejemplo que el mencionado en el fragmento 46.36 Aristóteles parece estar argumentando que el conocimiento y la experiencia no necesariamente se autoexcluyen sino que pueden complementarse. Si bien la tékhne es preferible porque constituye el conocimiento de las causas, en lo que respecta a la vida práctica, la experiencia, en tanto es el conocimiento de lo singular, permite la aplicación de los principios a esos casos particulares respecto de los cuales no puede haber ciencia. Si se acepta lo hasta aquí argumentado, podríamos pensar que en tanto la función del político no es solo 36 Desde la perspectiva de Zagal Arreguín (2005: 249-250), “la teoría del arte de Aristóteles depende de Platón y del momento histórico, muy en particular del desarrollo de la medicina. Aristóteles habla con mucha frecuencia de este arte. Siguiendo a Platón, esta disciplina es para él un modelo epistemológico. Tanto la geometría como la medicina eran conocimientos ya muy avanzados y con una metodología muy definida”. teseopress.com 354 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles establecer normas justas y buenas, sino también aplicarlas a la acción, la cual es contingente y singular, el político debe poseer conocimiento para poder hacer leyes justas y buenas, pero además debe tener experiencia para utilizar las leyes de modo correcto en los casos particulares; Por lo tanto, podría concluirse que en el Protréptico Aristóteles establece una estrecha relación entre el ámbito teórico y el práctico condensada en la relación entre epistéme y empeiría: el político, además de conocer la naturaleza de las cosas, debe poder aplicar ese conocimiento. Ambas cosas son posibles mediante el ejercicio filosófico. Establecido el tipo de conocimiento que el político debe poseer, queda pendiente establecer cuál es la naturaleza de su objeto del conocimiento, esto es, qué debemos entender por naturaleza y verdad en los fragmentos 46 y 47. En relación con esto, el interrogante que surge es si los principios a los cuales Aristóteles puede estar aludiendo al referirse a la política son de la misma naturaleza que los principios de lo real. El análisis sobre la naturaleza de este tipo de principios en los fragmentos 46 y 47 está condicionada por la interpretación de la expresión “lo que es sí mismo” que acompaña al término phýsis. Algunos autores, entre ellos Jaeger, han creído encontrar en el uso de la expresión ἀπὸ τῆς φύσεως αὐτῆς una prueba del platonismo de Aristóteles en el Protréptico. Según Jaeger, el pronombre demostrativo autês es un indicio de la adherencia aristotélica a la teoría platónica de las Ideas. Desde la perspectiva de Jaeger, en el Protréptico, la naturaleza “es la fuente de las normas absolutas y exactas para la política y la ética, lo que no es de Aristóteles”.37 Este autor, cree ver en estos fragmentos del Protréptico una reminiscencia de diálogos platónicos, como por ejemplo el Político. En este diálogo, más precisamente en 297c y 300c, Platón habría aplicado los términos ‘imitación’ y ‘copia’ para referirse a las leyes y constituciones escritas. 37 Jaeger (1993: 112). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 355 En contraposición a esta interpretación, Düring argumenta que el uso del circunstancial ἀπὸ τῆς φύσεως αὐτῆς es una clara muestra de que Aristóteles combina verdad y retórica. Al igual que Platón, (Fedro 270 c), Aristóteles sostiene que, para ejercer su función de manera correcta, tanto el legislador como el orador deben conocer la verdadera naturaleza de las cosas.38 Desde la perspectiva de este autor, así como el que miente debe conocer la verdad para hacer efectiva su mentira, el político debe conocer la naturaleza de las cosas para poder tener un juicio acertado sobre ellas. Sin embargo, Düring no se pronuncia sobre qué quiere decir Aristóteles mediante el término naturaleza cuando este alude al ámbito ético o político, sino que establece una condición bajo la cual el discurso del político parece ser posible. La respuesta de Düring39 sobre este tema la encontraremos en uno de sus varios artículos escritos sobre el Protréptico. Según Düring, para comprender los fragmentos 46 y 47 debemos remitirnos a Analíticos Segundos, texto en el cual Aristóteles se refiere a los primeros principios del conocimiento científico, razón por la cual, para este autor, al referirse a la naturaleza y la verdad, Aristóteles estaría haciendo referencia a principios de la misma índole que los definidos en esa obra. Berti,40 en cambio, sostiene que, al hablar de phýsis, Aristóteles no se está refiriendo a principios objetivos, sino a la naturaleza humana. No obstante, la lectura del fragmento no nos permite avalar esta afirmación. Si bien, en mucho de los fragmentos, como por ejemplo los 16, 17 y 23, Aristóteles sistematiza su concepción de naturaleza humana, en este fragmento en particular no parece estar aludiendo a ella. De hecho, en “Les écoles philosophiques 38 39 40 Düring (1961: 219). Düring (1960: 35-55). Berti (2008a: 85). teseopress.com 356 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles de Athènes et les princes de chypre”,41 Berti sostiene una interpretación un poco diferente de estos fragmentos del Protréptico. En este capítulo, argumenta que “en el fragmento 13, agrega que la filosofía es útil a la vida política, pero solamente si ella es concebida como el conocimiento de los principios supremos de la naturaleza, y en los fragmentos 14 y 15 concluye que la sabiduría, es decir, la filosofía, concebida como la contemplación de las realidades más elevadas, constituye la verdadera felicidad y que debe ser practicada como un fin en sí”.42 Desde nuestra perspectiva, la clave para comprender cuál es el referente de los términos ‘naturaleza’ y ‘verdad’ se encuentra, nuevamente, en el fragmento 48. En este fragmento, Aristóteles sostiene que el filósofo conoce lo que las cosas son en sí mismas y no imitaciones. La lectura de este fragmento nos induce a pensar que, al hablar de la naturaleza y la verdad, Aristóteles se podría estar refiriendo al conocimiento de ciertos criterios o principios respecto de los cuales las acciones pueden ser sus ejemplos o sus imitaciones. En este sentido, el uso de los términos naturaleza y verdad parece poner en evidencia dos cosas: la primera es que solo a partir de la adquisición del conocimiento el político puede hacer leyes justas y convenientes para su ciudad. La segunda es que no se trata de cualquier conocimiento sino de aquel que versa sobre lo que las cosas son en sí mismas. En el fragmento 49, Aristóteles parece ser más firme al respecto. Allí, el Estagirita sostiene que un buen legislador no es aquel que obtiene sus leyes imitando las legislaciones ya existentes, sino aquel que sabe qué es lo bello y lo bueno, pues, como dirá en este último fragmento, “no es posible que haya una imitación bella de lo que no es bello, ni inmortal y duradera de lo que no es de naturaleza 41 42 Berti (2005: 157-163). En La filosofia del primo Aristotele, el autor sostiene que en estos fragmentos Aristóteles no se refiere a la naturaleza en su aspecto sensible sino al “orden racional que subyace a tal aspecto y a sus primeros principios” (1997: 456). Berti (2005: 161-162). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 357 divina y duradera”.43 De la lectura de los fragmentos 47 y 49 se desprende que, para legislar, el político debe remitirse a ciertos principios respecto de los cuales las leyes existentes pueden ser buenas imitaciones o buenas encarnaciones, pero no un modelo en sí. La lectura conjunta de los fragmentos 47 y 49 nos da un indicio de que para el Estagirita la utilidad de la filosofía radica en que solo por medio de su ejercicio el hombre puede conocer la naturaleza de las cosas, su esencia y, por ende, solo por este medio podrá alcanzar el conocimiento de los principios que permitirán gobernar bien la pólis (fragmento 46). En Ética Nicomáquea X 9, 1180a 21-24, Aristóteles da un rasgo más acerca de la naturaleza de las leyes. Allí, Aristóteles afirma: La ley tiene fuerza obligatoria y es la expresión de cierta prudencia e inteligencia. Y mientras los hombres suelen odiar a los que se oponen a sus impulsos, aun cuando lo hagan rectamente, la ley, sin embargo, no es odiada al ordenar hacer el bien.44 En este pasaje, Aristóteles define el nómos como la “expresión de cierta prudencia o inteligencia”. Lo que nos interesa aquí la particular relación que Aristóteles establece entre la conjunción de phrónesis y noûs y la promulgación de la ley de la ciudad. Esta relación vuelve a poner en primer plano la noción de phrónesis. Como dijimos en el capítulo cuarto, en la Ética Nicomáquea la phrónesis es una virtud de la parte racional del alma, más precisamente, una virtud dianoética. Es la facultad deliberativa por cuyo medio se 43 44 οὐ γὰρ ἐνδέχεται μὴ καλοῦ μίμημα καλὸν εἶναι, μηδὲ θείου καὶ βεβαίου τὴν φύσιν ἀθάνατον καὶ βέβαιο. ὁ δὲ νόμος ἀναγκαστικὴν ἔχει δύναμιν, λόγος ὢν ἀπό τινος φρονήσεως καὶ νοῦ. καὶ τῶν μὲν ἀνθρώπων ἐχθαίρουσι τοὺς ἐναντιουμένους ταῖς ὁρμαῖς, κἂν ὀρθῶς αὐτὸ δρῶσιν: ὁ δὲ νόμος οὐκ ἔστιν ἐπαχθὴς τάττων τὸ ἐπιεικές. teseopress.com 358 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles puede determinar cómo se debe actuar en una situación determinada. Esta caracterización de la phrónesis aparece implícitamente en el fragmento 27 del Protréptico: De manera que aquellos pensamientos que son deseables por la mera contemplación son más valiosos y superiores a los que son útiles para otra cosa. Los pensamientos especulativos son valiosos en sí mismos y dentro de estos es preferible la sabiduría del intelecto, mientras que, tratándose de acciones, <son preferibles los pensamientos basados > en la prudencia.45 Por tanto, el bien y lo valioso se hallan en las especulaciones fundadas en la sabiduría, pero no en cualquier clase de saber (trad. Vallejo Campos). En este fragmento Aristóteles está contraponiendo el conocimiento teorético al conocimiento práctico. En esta contraposición, no vincula la phrónesis con el conocimiento de los primeros principios, sino con la facultad por cuyo medio se determina la acción. Según Labarrière, la prudencia o sabiduría no es simplemente una virtud privada,46 sino una virtud pública o política, ya que, como Aristóteles subraya “la sabiduría y la política son el mismo estado (héxis)”.47 Para dicho autor, esta concepción de phrónesis se halla materializada en la figura del phrónimos. El phrónimos o spoudaîos es el hombre por cuyo ejemplo se establece la norma; es, como dirá Aristóteles en la Ética Nicomáquea III 4 1113a 25-30, canon, esto es, medida. Él determina qué es bueno y qué es malo, razón por la cual sus juicios son siempre fiables.48 Para Labarrière,49 estas cualidades del phrónimos o 45 46 47 48 49 Coincidimos con Vallejo Campos en que la traducción que parece adecuarse mejor a phrónesis es prudencia. Ética Nicomáquea VI 8, 1144b 29-30. Labarrière (2008: 147). Romilly (2004: 143) afirma que “la legislación de los atenienses había sido siempre (…) de una prudencia notable. Sus leyes eran escritas. Estaban cubiertas por una imprecación sagrada. Su coherencia estaba garantizada por un colegio de magistrados, los tesmotetas, de los que nos informa Esquines”. Labarrière (2008: 160) teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 359 spoudaîos están prefiguradas en la concepción platónica del phrónimos presente en las Leyes y en la República. Si bien, dados los límites del presente trabajo, no nos detendremos en esta comparación, resulta esclarecedor observar que, en este pasaje, Platón afirma que el hombre digno de gobernar es aquel que, haciéndolo con virtud y ciencia, quiere y puede pensar correctamente lo justo y lo pío. Retomando esta idea de herencia platónica, Aristóteles parece sostener que el legislador debe poseer el conocimiento de lo bueno y de lo justo. Tal como dirá en el fragmento 3850 Pero que la <sabiduría (phrónesis)> es el bien más grande y la más provechosa de todas las cosas se pondrá de manifiesto a continuación. Todos, en efecto, estamos de acuerdo, por una parte, en que debe gobernar el mejor y el más capaz por naturaleza y, por otra, en que solo la ley debe mandar y ser soberana. Ahora bien, esta es cierta sabiduría y un discurso fundado en la sabiduría (trad. Vallejo Campos). Con el objetivo de demostrar la utilidad de la sabiduría (phrónesis), Aristóteles nos da una breve, pero concisa descripción no solo de quién debería dictar las leyes de la pólis, sino también de cómo deberían ser estas leyes. En este fragmento, los términos clave empleados por el Estagirita son “spoudaiótatos” / “tèn phýsin krátiston” por un lado, y “árkhontas” / “Kýrion”, por el otro. Mediante el primer par de término, “spoudaiótatos” y “tèn phýsin krátiston”, Aristóteles parecería estar describiendo al legislador o gobernante de la pólis, mientras que por medio del segundo par de términos caracteriza a las leyes. Desde la perspectiva de Aristóteles, solo la ley es soberana y señora, pues es una forma de sabiduría, un discurso, lógos, que procede de la sabiduría. del Protréptico, el buen gobernante debe tener phrónesis, esto es, conocer la naturaleza de las cosas sobre las cuales 50 En este fragmento del Protréptico, Aristóteles afirma: teseopress.com 360 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles gobierna, ya que es artífice (demiurgós) de las virtudes del alma y tiene a su cargo la felicidad (eudaimonía) e infelicidad de la ciudad. La ley o nómos no sería otra cosa sino la expresión del proceso deliberativo llevado a cabo por el phrónimos. Desde esta perspectiva, las leyes no son solamente el producto de un mero acuerdo, sino las normas que, en base al conocimiento de la naturaleza de las cosas, permiten establecer qué es lo más conveniente para la ciudad.51 Desde la perspectiva de Berti, la estabilidad como signo de la bondad de las leyes es una concepción genuinamente aristotélica. El punto problemático es cuál es el status de estas normas a las que Aristóteles denomina leyes. Del análisis de los pasajes trabajados, parece desprenderse que solo las leyes que persiguen lo bueno, lo justo y lo bello pueden ser consideradas un verdadero bien para la pólis. Vistas de este modo, las leyes son concebidas como instrumentos para preservar la salud del alma y alcanzar el bienestar de la ciudad. Su génesis está en estrecha conexión con la realización de la naturaleza humana y, por lo tanto, con la persecución de la buena vida o la felicidad. Sin embargo, no debemos perder de vista que, como dice Berti, para Aristóteles “la felicidad no es un hecho individual, sino un bien social del cual deben poder participar todos. La razón de esto reside en la naturaleza política del hombre. Porque el hombre está constituido de modo tal de poder realizar su propia felicidad en la pólis”.52 Según Aristóteles, la felicidad es una actividad conforme a la virtud.53 El fin del hombre es la política y esta tiene por objetivo dotarlo de ciertas cualidades, esto es, hacerlo bueno y capaz de acciones nobles.54 Tal objetivo es factible de ser logrado a través de la educación y de las leyes, pues: 51 52 53 54 Ética Nicomáquea X 9, 1180a 25-1180b 6. Berti (208c: 267). Ética Nicomáquea I 9, 1099b 25-26. Ética Nicomáquea I 2, 1094b 1-2. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 361 El que vive según sus pasiones no escuchará la razón que intente disuadirlo ni la comprenderá, y si él está así dispuesto ¿cómo puede ser persuadido a cambiar? En general, parece ceder no al argumento, sino a la fuerza; así el carácter debe estar de alguna manera predispuesto para la virtud amando lo que es noble y teniendo aversión a lo vergonzoso.55 Del recorrido realizado hasta aquí parece desprenderse que la ley tiene para Aristóteles un carácter propedéutico y persuasivo, cuyo objetivo es que el hombre viva conforme a las virtudes y no gobernado por sus pasiones. En este sentido, podemos decir que las leyes, además de ser producto de la phrónesis, serían, junto con la educación, aquello que permite al hombre liberarse de sus propios impulsos y, de este modo, alcanzar una vida autosuficiente, es decir, feliz. De la lectura del Protréptico se desprende que el criterio para establecer estas leyes no es solo la observación sino otro tipo de conocimiento, pues si se basara solo en la observación y en la experiencia, podrían obtenerse a partir de otras leyes ya existentes, y por lo tanto, solo serían imitaciones, lo cual quedaba excluido por el fragmento 49. Sobre la base del análisis realizado hasta aquí, podríamos concluir que, al argumentar en torno a la utilidad de la filosofía y relacionarla con el ámbito político, Aristóteles está argumentando sobre la utilidad del conocimiento teórico defendido en los fragmentos 42 y 43 como el verdadero objetivo del hombre, esto es, sobre la utilidad de alcanzar la sabiduría. Si bien el conocimiento de los primeros principios comienza por los sentidos y tiene una base en la experiencia, no puede limitarse a ella, ya que la naturaleza de estos principios es de carácter inteligible. El carácter teórico y práctico de esos principios, más aún, la relación que Aristóteles establece entre el conocimiento de la verdad y la acción nos permite concluir que la filosofía es la ciencia más elevada, ya que no 55 Ética Nicomáquea X 9,1179b 26-31. teseopress.com 362 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles solo es el conocimiento de lo que realmente es, sino también el único medio para establecer cómo se debe aplicar este conocimiento y, por ende, cómo se debe actuar. ¿Filósofo rey en el Protr trép éptic ticoo?: posibles reminiscencias platónicas en la relación entre conocimiento y acción Así como en general se suele considerar que Aristóteles se habría inspirado en el Eutidemo para escribir su Protréptico¸ también se tiende a creer que podría estar retomando el ideario filosófico-político de la República. Esta última asociación se fundamenta en la lectura e interpretación de la serie de fragmentos 46-51. La relación allí establecida entre filosofía y política, más aún, entre la figura del filósofo y la del político, ha sido la causa de que algunos intérpretes hayan querido ver una influencia de la concepción de la política presentada por Platón en la República, y consideran estos fragmentos como una prueba de que Aristóteles estaría adoptando el proyecto platónico propuesto en ese diálogo. Teniendo esto en cuenta, en el presente apartado intentaremos analizar hasta qué punto esta interpretación es sostenible. Hacer un análisis exhaustivo de la República de Platón implicaría examinar un conjunto de concepciones presentes en ese diálogo que, dada su complejidad, excedería los límites de nuestro trabajo. Así pues, lo que pretendemos es hacer un examen muy sucinto de algunos de sus pasajes con el fin de evaluar la pertinencia de la filiación entre el Protréptico de Aristóteles y el diálogo en cuestión. Uno de los autores que ha estudiado la recepción aristotélica de la concepción platónica de la política de Platón es Chroust. Si bien reconstruye la crítica aristotélica a la concepción del filósofo rey defendida por Platón, considera que en el Protréptico hay una relación entre el conocimiento teórico del filósofo y el conocimiento práctico del teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 363 político que sería de corte platónico.56 Para defender su tesis, Chroust se apoya en el fragmento 51 del Protréptico, en el cual Aristóteles lleva cabo una comparación entre la ciencia teorética y la vista.57 Desde la perspectiva aristotélica, “así como la vista no es artífice ni productora de nada (ya que su función consiste solo en distinguir y mostrarnos cada una de las cosas visibles) y, no obstante, nos permite actuar gracias a su concurso y nos presta una gran ayuda en las acciones (dado que, si careciéramos de ella, seríamos casi completamente inmóviles), de igual forma, evidentemente, aunque es teorética esta ciencia, nosotros hacemos muchísimas cosas de acuerdo con ella, eligiendo unas y rehuyendo otras, y en general todas las cosas buenas las alcanzamos gracias a ella”. Chroust tiende a considerar que la interrelación establecida por Aristóteles entre el conocimiento de los principios de lo real y la acción estaría siendo retomada de Platón. En esta misma línea, Roskam58 sostiene que la supuesta dedicación de su escrito a un rey de Chipre y la tesis según la cual un buen político debe filosofar son dos pruebas relativamente contundentes de que Aristóteles se encontraba inmerso en la tradición platónico-académica. A partir de ello, concluye que el Estagirita habría sido partidario de la tesis que postulaba la subordinación de la política a la filosofía. Pese a asociar los fragmentos del Protréptico con diálogos como la República y el Político, Berti sostiene una interpretación un poco diferente respecto de estos dos autores. Desde su perspectiva, el Protréptico fue escrito en el contexto de la polémica entre la escuela de Isócrates y la de Platón, pero la intención de esta intervención no era de orden político.59 Según este autor, “si se leen todos los fragmentos que tenemos del Protréptico, se ve que la filosofía es siempre 56 57 58 59 Chroust (1966: 16-22). Chroust (1966: 17). Roskam (2009: 52). Berti (2005: 162). teseopress.com 364 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles considerada como un fin en sí y que ella no está jamás subordinada a la política”.60 Por tal motivo, concluye que en el Protréptico Aristóteles no concibe la relación entre la filosofía y la política al modo platónico, sino de una manera propiamente aristotélica. El hecho de que Aristóteles haya dirigido esta obra a un rey no implica que haya tenido la intención de que dicho rey adoptase el ideario filosófico aristotélico para gobernar su reino. El motivo de haber elegido a ese destinatario era que pertenecía a una región en la que Isócrates tenía una fuerte presencia. De hecho, Berti recalca que Isócrates había escrito algunas obras exhortativas dirigidas a distintos personajes importantes de la zona. Desde su perspectiva, escribir una obra a un gobernante chipriota podría ser una manera de provocar a Isócrates y a los integrantes de su escuela. En una línea interpretativa parecida, pondremos en cuestión la hipótesis de que el Protréptico fue una obra propagandística que tenía como objeto difundir el ideario platónico de la filosofía, entendiendo por esto el ideario filosófico -político. Si bien la tesis defendida por Aristóteles en la serie de fragmentos 46-51 del Protréptico, analizada en el primer apartado de este capítulo, son una muestra de la innegable influencia platónica en el pensamiento aristotélico, esto no nos autoriza a decir que Aristóteles se limite a adoptar las tesis platónicas sin introducir elementos originales. El análisis de los fragmentos 46-51 nos induce a pensar que la relación establecida allí entre filosofía y política está asociada con la intención aristotélica de demostrar la conexión de la filosofía con la prâxis. Esto responde, a su vez, al objetivo de probar la utilidad que la filosofía tiene para poder actuar correctamente, ya sea en el plano ético como en el político. Por tal motivo, creemos que, al abordar la relación entre política y filosofía, se debe tener la precaución de no postular una identificación entre el ideario platónico y el aristotélico. Nuestra interpretación del 60 Berti (2005: 162). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 365 texto está fundada en dos cuestiones centrales: la primera es que en los fragmentos 46-51 Aristóteles no postula que el filósofo deba ser político o el político deba ser filósofo, sino que expresamente dice que la filosofía es útil para quien se desempeñe en el ámbito político; la segunda de estas cuestiones es que el Protréptico es una exhortación a que todos los hombres ejerzan la filosofía como condición indispensable para alcanzar su felicidad; por lo tanto, no es el tipo de conocimiento que debe buscar solo un determinado grupo, a saber, aquel que deba gobernar la pólis. Estas dos cuestiones están atravesadas por problemáticas o concepciones diferentes. Mientras en la primera nos encontramos con la cuestión de la utilidad o necesidad de filosofar como prerrequisito para gobernar, en la segunda nos enfrentamos con las concepciones antropológicas defendidas por Platón y Aristóteles en sus respectivas obras: la República y el Protréptico. Para abordar este punto, dividiremos este apartado en dos partes, en las cuales intentaremos analizar cada una de estas cuestiones por separado. Filosofía y política: el político ¿debe recurrir a la filosofía o debe transformarse en filósofo? Como dijimos en la introducción de este capítulo, se ha considerado que los fragmentos 46 a 51 son una remisión aristotélica a la tesis del rey filósofo defendida por Platón en la República. Uno de los estudiosos del texto aristotélico que tienden a asociar la serie de fragmentos 46-51 del Protréptico con los escritos platónicos es Düring. Teniendo como telón de fondo la República, Düring61 sostiene que Aristóteles estaba familiarizado con los escritos platónicos y la manera de razonar de Platón en ellos. Desde su perspectiva, él aceptaba muchas de las ideas básicas de Platón, 61 Düring (1961: 222). teseopress.com 366 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles especialmente las provenientes del ámbito ético y de las ciencias políticas. En relación con estas ideas, Aristóteles no era un mero imitador, sino que habría adoptado y asimilado algunas tesis a su propia filosofía. En la misma línea que Düring, Chroust argumenta que la tesis según la cual el buen gobierno de la ciudad depende del conocimiento de los primeros principios es retomada por Aristóteles de Platón. Según este autor, en los argumentos aristotélicos sostenidos en la serie de fragmentos 46-47 hay un eco de las tesis defendidas por Platón en algunos diálogos como el Crátilo, más específicamente 436 y ss. Para Chroust, en sus diálogos Platón insiste en la dependencia del conocimiento de “segunda mano”, proveniente de la experiencia, respecto del “conocimiento de primera mano”, esto es, de las Ideas. Ahora bien, desde la perspectiva de Chroust, tanto para Platón como para Aristóteles, solo el filósofo es capaz de alcanzar esta última clase de conocimiento y, por lo tanto, es apto para gobernar. De hecho, Chroust sostiene que la imagen del piloto mencionada por Aristóteles en el fragmento 51 del Protréptico es retomada de República VI 500b-c. Del análisis de este fragmento y del pasaje de la República, Chroust concluye que tanto Aristóteles como Platón creían que solo el filósofo, al igual que el capitán de un navío, debía gobernar su ciudad porque solo él era poseedor del conocimiento indispensable para hacerlo correctamente. Si esto es así, del examen de este autor parece desprenderse que Aristóteles estaría retomando la tesis del filósofo rey. Uno de los libros centrales de la República para abordar esta cuestión es el libro VI, donde Platón expone la necesidad de que la política esté subordinada a la filosofía y, por lo tanto, concluye que es necesario que los políticos sean filósofos. Luego de haber establecido hacia el final del libro V la diferencia entre conocimiento y opinión y haber determinado que solo la epistéme es el conocimiento de que lo que verdaderamente es, Platón pasará a exponer que el único que puede llevar a término de manera satisfactoria la tarea de gobernar la pólis es el filósofo, ya que solo él posee teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 367 verdadero conocimiento. Por tal motivo, sobre el inicio del libro VI (484b4-11), Platón pondrá en boca de Sócrates la siguiente afirmación: ─Ninguna otra cosa sino la que le sigue en orden: puesto que son filósofos los que pueden alcanzar lo que se comporta siempre e idénticamente del mismo modo, mientras no son filósofos los incapaces de eso, que, en cambio, deambulan en la multiplicidad abigarrada, ¿quiénes de ellos deben ser jefes de Estado? ─¿Cómo podríamos responder algo razonable? ─A los que de ellos se revelan capaces de vigilar las leyes y costumbres del Estado, ésos instituiremos como guardianes (trad. Eggers Lan). Tal como habíamos anticipado al comentar la interpretación de Chroust, en este pasaje del diálogo Platón expone explícitamente la necesidad de que el gobierno de la pólis esté en manos de los filósofos, en virtud de que solo ellos conocen lo que siempre es idéntico a sí mismo, es decir, las Ideas. Desde la perspectiva platónica, la necesidad de que el filósofo se dedique a la política o que el político devenga filósofo es producto de que el orden ético está cimentado sobre el orden epistemológico y este tiene su fundamento en el ontológico. Por tal motivo, en este mismo diálogo en 506a 4-7, afirmará: Pienso, en todo caso, que, si se desconoce en qué sentido las cosas justas y bellas del Estado son buenas, no sirve de mucho tener un guardián que ignore esto en ellas; y presiento que nadie conocerá adecuadamente las cosas justas y bellas antes de conocer en qué sentido son buenas. (trad. Eggers Lan). teseopress.com 368 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles Para Platón, solo hay conocimiento de los principios de las cosas y estos principios se identifican con las Ideas,62 más aún, con la Idea del bien.63 Desde la perspectiva presentada por Platón en el libro VI de la República, quien no conoce el bien no puede saber qué es lo bueno para su ciudad, por lo tanto, tampoco puede gobernarla de manera satisfactoria. Ahora bien, este conocimiento no se obtiene por la observación o la experiencia ya que lo que se observa es un reflejo de lo que verdaderamente es. Sin embargo, este conocimiento no lo posee cualquiera sino, aquellos que reciben una educación filosófica. Ahora bien, para de Reeve, el hecho de que el filósofo sea el único que posee el conocimiento de lo real no es el único motivo por el cual es el más apto para gobernar la pólis. Existe, junto con este motivo, otra causa central para poder cumplir tal exigencia.64 Desde la perspectiva de este autor, el filósofo tiene una natural inclinación por la sabiduría; por lo tanto, solo él ama por sobre todas las cosas la verdad.65 Ahora bien, en tanto la verdad es identificada con la búsqueda del fundamento de las cosas, solo él, por su natural inclinación, accede a aquellos principios que es necesario conocer para poder gobernar rectamente.66 Por otra parte, únicamente el filósofo, además de tener esta inclinación, tiene la memoria y la capacidad de alcanzar tal clase de conocimiento; por tal motivo, solo él cumple los requisitos para poder acceder a dicho conocimiento. A 62 63 64 65 66 En República VI, 507b 4-6, Platón describe el objeto del conocimiento del filósofo diciendo: “también afirmamos que hay algo Bello en sí y Bueno en sí y, análogamente, respecto de todas aquellas cosas que postulábamos como múltiples; a la inversa, a su vez postulamos cada multiplicidad como siendo una unidad, de acuerdo con una Idea única, y denominamos a cada una ‘lo que es’” (trad. Eggers Lan). República VI, 505a 2-4: “Con frecuencia me has escuchado decir que la Idea de Bien es el objeto del estudio supremo, a partir de la cual las cosas justas y todas las demás se vuelve útiles y valiosas” (trad. Eggers Lan). (2006: 191-195). República VI, 490a 9- 490b7. República VI, 490c- d. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 369 esto debe sumarse que, al considerar como único bien la sabiduría, este no se perderá en la búsqueda de los bienes materiales que podrían corromperlo,67 razón por la cual, en República VI, 497d 8-10, Platón afirma: ─Del modo en que un Estado ha de tratar a la filosofía para no sucumbir; pues todas las cosas grandes son arriesgadas, y las hermosas realmente difíciles, como se dice (trad. Eggers Lan). De los textos citados hasta aquí, se desprende que para Platón hay una relación de necesidad entre el ejercicio de la filosofía y el gobierno de la ciudad. Esta necesidad no aparece en el Protréptico de Aristóteles. Si leemos atentamente los fragmentos en los cuales Aristóteles plantea la relación entre la filosofía y la política podemos notar que no sostiene que los filósofos son los que deban gobernar. Lo que dice expresamente es que la filosofía es útil para gobernar. Lo que Aristóteles parece estar diciendo es que es conveniente que los que gobiernen se valgan de la filosofía para hacerlo, pues esto les garantizará alcanzar el conocimiento de aquellos principios que deben saber para ejercer su función de manera satisfactoria. El hecho de que Aristóteles enfatice en algunos fragmentos la relación entre la filosofía y la política tiene que ver con el uso propagandístico del género protréptico y no solo con un resabio de platonismo en su pensamiento, al menos en lo que a esta cuestión se refiere. Debemos tener en cuenta que, como sostiene la mayoría de los comentadores, el Protréptico estaba destinado a un rey, razón por la cual tiene coherencia probar la utilidad de la filosofía demostrando la pertinencia que su uso tiene para gobernar, lo cual no implica necesariamente que Aristóteles esté postulando la idea del filósofo-rey. De hecho, si analizamos en detalle el 67 “Buscaremos, por consiguiente, un espíritu que, además de las otras cualidades, esté naturalmente dotado de mesura y gracia y que, por su propia naturaleza, se deje guiar fácilmente hacia el aspecto de lo que es cada cosa” (trad. Eggers Lan). teseopress.com 370 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles fragmento 50,68 fragmento que Chroust, como dijimos más arriba, considera una alusión a la República VI, podremos notar que la relación entre ambas obras tiene ciertos límites. En República, Platón compara el navío con la pólis. Desde su perspectiva, así como el capitán de un navío es el que posee el conocimiento de las mareas y las condiciones bajo las cuales se puede realizar un buen viaje, es el filósofo el conocedor de lo que es justo, bello y bueno en sí; por lo tanto, es el único capacitado para poder gobernar a aquellos que no tienen ese saber. Por otro lado, así como no corresponde al capitán de un navío pedir que lo dejen gobernar, tampoco es el filósofo quien debe rogar a la multitud desconocedora de los fundamentos de lo real que lo dejen hacerlo. En el fragmento 50, Aristóteles no está comparando el navío con la pólis, sino que lo que afirma es que solo el filósofo es dueño de sí mismo ya que conoce lo que es eterno e imperecedero. El navío es el hombre que, en tanto se deja conducir como por un timón por los principios imperecederos que posee su alma, no es esclavo de sus pasiones y, por lo tanto, tiene dominio de sí. De aquí se podría inferir que, si es dueño de sí, está más capacitado para gobernar que aquellos individuos que no poseen esta condición. Debemos aclarar, empero, que el fragmento, tal como ha llegado, no permite afirmar esto, sino en todo caso interpretarlo. Pese a que el filósofo pueda llegar a ser dueño de sí por su conocimiento y por el uso de ese conocimiento en su vida, no tenemos ningún fragmento que nos permita concluir, tal como lo hace Platón, que los filósofos deban gobernar. Aristóteles podría estar pensando que la filosofía y, por lo tanto, los filósofos deben cooperar con los que gobiernan y estos aprender de ellos los conocimientos por cuyo medio puedan gobernar mejor su ciudad. 68 En este fragmento, Aristóteles afirma: “pues solo él vive con sus ojos puestos en la naturaleza y en lo divino y, como si fuera un piloto, que tiene amarrados los principios de su vida en lo eterno y permanente, echa anclas y vive en concordancia consigo mismo”. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 371 Necesidad o utilidad de la filosofía: acerca de quiénes deben filosofar Como dijimos en el anterior apartado, se suele vincular la serie de fragmentos 46-51 con el ideario filosófico-político de la República. Si aceptamos lo argumentado hasta aquí, debemos concluir que la naturaleza de la relación entre filosofía y política en el Protréptico es, en cierto modo, diferente. Ahora bien, esta diferencia no solo radica en que para Aristóteles la filosofía es útil a la política y para Platón la primera es condición sine qua non para el ejercicio de la segunda, sino también en el hecho de quién o quiénes son aquellos individuos aptos para filosofar. Si bien, debido a la complejidad del tema, no podremos hacer un análisis en profundidad de esta cuestión en el pensamiento platónico,69 ya que esto implicaría abordar la concepción del alma, tema sumamente complejo que excede los límites de nuestro trabajo, no podemos dejar de notar que la delimitación de cuáles son los individuos aptos para filosofar está relacionada con las concepciones antropológicas sostenidas por ambos filósofos en sus respectivas obras: la República y el Protréptico. En este sentido una noción clave para entender la divergencia entre ambas posturas es la noción de phýsis. La noción aristotélica de phýsis nos permitirá advertir la diferencia entre ambos autores y la originalidad del pensamiento aristotélico en un tratado temprano como el Protréptico. En efecto, para Aristóteles, el ejercicio filosófico está vinculado con la realización de la phýsis humana. Desde la perspectiva aristotélica, el ejercicio de la facultad intelectiva representa el érgon propio del hombre; por lo tanto, todo ser humano que quiera autorrealizarse debe filosofar. Ahora 69 Debemos aclarar que la breve referencia en torno a este tema en Platón estará limitada, básicamente, a la República, ya que nuestro objetivo es establecer si la filiación entre ambas obras es legítima. En este sentido, la referencia a la concepción antropológica y psicológica de este diálogo no pretende ser original ni exhaustiva, sino subsidiaria de la interpretación del Protréptico. teseopress.com 372 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles bien, en el Protréptico Aristóteles establece una fuerte vinculación entre conocimiento y acción, que atañe al género humano en su totalidad: todos los hombres deben conocer los principios de la acción y obrar en concordancia. En este sentido, pese a que la naturaleza del conocimiento implicado en la promulgación de las leyes requiere del conocimiento filosófico, no hay constancia de que la relación inversa deba verificarse y que este conocimiento corresponda solo a un grupo determinado de la sociedad. En los diálogos platónicos la situación se presenta de manera diferente. En la República, la naturaleza de la cosa está estrechamente vinculada con su función. En este sentido, lo propio de cada individuo es su érgon, pero el érgon no solo permite distinguir al hombre como una especie dentro del género de los seres vivos, tal como sucede en el Protréptico, sino que permite diferenciar a los hombres entre sí, marcando entre ellos determinados grupos de pertenencia. Esto nos introduce en la psicología platónica, esto es, en la concepción del alma presente en los primeros libros de la República. Desde la perspectiva de Ferrari, la concepción del alma allí establecida es central, sobre todo si se pretende entender por qué para Platón el filósofo es superior al hombre justo que es allí descripto.70 En República 440e6-441a 3, Platón presenta una concepción tripartita del alma. En ¿Y <lo fogoso> es algo distinto de la razón, o bien es una especie racional, de modo que en el alma no habría tres especies sino dos, la racional y la apetitiva? O bien, así como en el Estado había tres géneros que lo componían, el de los negociantes, el de los auxiliares y el de los consejeros, ¿del mismo modo habría en el alma una tercera especie, la fogosa, que vendría a ser como el auxiliar de la naturaleza racional, salvo que se corrompiera por obra de una mala instrucción? (trad. Eggers Lan). 70 Ferrari (2007: 167). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 373 En este pasaje, Platón sostiene que el alma tiene tres partes: la irracional o apetitiva, la racional y la fogosa. La primera es la parte del alma que corresponde a los deseos y apetitos. La racional aquella por cuyo medio el hombre puede conocer lo real, es decir, la parte superior del alma y la que debe primar sobre las restantes gobernándolas. La parte fogosa o thymós es la parte del alma que debe servir a la racional para lograr que la parte irracional no predomine sobre la parte superior, transformando al hombre en esclavo de sus propias pasiones o deseos. Ahora bien, no en todos los individuos predomina la misma parte del alma,71 por lo tanto, no todos ellos pueden ejercer las mismas funciones. En República 370a 7- b3, Adimanto dice: ¡Nada insólito, por Zeus, es lo que dices! ─exclamé─. Pues me doy cuenta, ahora que lo dices, de que cada uno no tiene las mismas dotes naturales que los demás, sino que es diferente en cuanto a su disposición natural: uno es apto para realizar una tarea, otro para otra (trad. Eggers Lan).72 Tras percatarse del sentido del discurso de Sócrates, Adimanto afirma que no todos nacen con las mismas disposiciones naturales, sino que son diferentes según naturaleza. Por tal motivo, cada uno debería realizar una tarea diferente. Los términos que utiliza para presentar su argumento, cuya conclusión será que dentro de la pólis cada uno debe 71 72 República IV 370a-b 453b4. Οὐδέν, ἦν δ’ ἐγώ, μὰ Δία ἄτοπον. ἐννοῶ γὰρ καὶ αὐτὸς εἰπόντος σοῦ, ὅτι πρῶτον μὲν ἡμῶν φύεται ἕκαστος οὐ πάνυ ὅμοιος ἑκάστῳ, ἀλλὰ διαφέρων τὴν φύσιν, ἄλλος ἐπ’ ἄλλου ἔργου πράξει. ἢ οὐ δοκεῖ σοι; La traducción de Griffith sugiere aún más la interpretación que le estamos dando al texto. Este autor, traduce la última parte del pasaje del siguiente modo: “And one thing immediately struck me when you said that, which is that one individual is by nature quite unlike another individual, that they differ in their natural aptitudes, and that different people are equipped to perform different tasks”. teseopress.com 374 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles realizar la tarea que le corresponde por naturaleza,73 son phýsis, érgon y el verbo phýomai. Lo relevante de este pasaje es que el motivo por el cual cada individuo debe realizar una tarea y solo esa no es la educación sino las cualidades innatas del sujeto. Desde la perspectiva platónica, no es la instrucción lo que permite adquirir una determinada técnica por cuyo medio se pueda cumplir una función más que otra, sino que cada individuo tiene una natural tendencia a realizar una determinada actividad y, por ese motivo, para que el Estado sea lo más perfecto posible, debe llevar a cabo esa y no cualquier otra. La educación se presentará como un modo de desarrollar determinadas competencias implicadas en esa actividad y mejorarlas, pero la función y el papel que cada hombre podrá desarrollar en la pólis ya están, de alguna manera, determinados por su phýsis. Esta tesis está relativamente clara por el uso del acusativo de relación empleado en la primera oración del pasaje citado: phýsin junto con el verbo phúomai. Sobre la base de esta tesis, en República IV, 443b 1-2, Platón concluirá que: ─Y la causa de todo esto es la de que cada una de las clases que hay en él hacen lo suyo, tanto en lo que hace a mandar como en lo relativo al ser mandado (trad. Eggers Lan). Si partimos de la hipótesis de que cada parte de la ciudad tiene una función propia por naturaleza y, por lo tanto, que cada individuo perteneciente a esa parte de la ciudad debe ejercer dicha función, es evidente que no cualquier individuo podrá gobernar o ser gobernado, sino que esto estará determinado también por sus respectivas naturalezas. Ahora bien, el pasaje con el cual dimos comienzo a este apartado decía que solo los filósofos son aptos para gobernar, ya que solo ellos poseen el conocimiento de lo que 73 En República V 453b 1-4, Adimanto agrega: “No es necesario, oh Sócrates y Glaucón, que otros os discutan. Pues vosotros mismos, al comenzar la fundación de vuestro Estado, habéis convenido en que cada uno debía realizar una sola tarea, acorde a su naturaleza (katà phýsin)” (trad. Eggers Lan). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 375 siempre es idéntico a sí mismo. La lectura de este pasaje a la luz de los pasajes comentados en esta sección nos permite afirmar que, si la función de cada cosa depende de sus capacidades naturales, entonces no se podrá dar el caso de que cualquier hombre que quiera gobernar y elija dedicarse a la filosofía logre cumplir dicho objetivo por abocarse a aquello que es condición indispensable y suficiente para hacerlo.74 De las palabras de Platón parece desprenderse que aquellos que por naturaleza están capacitados para filosofar podrán recibir la educación para llegar a ser filósofos y solo ellos serán los que puedan acceder a mandar. Si tenemos presente la tripartición del alma presentada en el libro IV de República, podemos decir que el ejercicio filosófico estará limitado a aquel grupo en el que sea preponderante la parte que tiene como propia la función epistémica, la racional, ya que esta es la parte del alma por la cual el hombre conoce lo verdadero e inteligible. Tal como señalamos en la sección anterior, solo este conocimiento permite determinar cómo se debe gobernar la pólis, razón por la cual la pequeña elite en la que predomine esta parte del alma y solo ella estará calificada para alcanzar los conocimientos necesarios para gobernar. En República 428e 7-429a 3, Platón pondrá en boca de Sócrates la siguiente afirmación: ─En ese caso, gracias al grupo humano más pequeño, que es la parte de él mismo que está al frente y gobierna, un Estado conforme a la naturaleza ha de ser sabio en su totalidad. Y de 74 En República VII, 519e 1- 520a 4, en el contexto de la afirmación de que es necesario persuadir al filósofo de que se dedique a los asuntos del Estado, Platón pone en boca de Sócrates las siguientes palabras: “Te olvidas nuevamente, amigo mío, de que nuestra ley no atiende a que una sola clase la pase excepcionalmente bien en el Estado, sino que se las compone para que esto suceda en todo el Estado, armonizándose los ciudadanos por la persuasión o por la fuerza, haciendo que unos a otros se presten los beneficios que cada uno sea capaz de prestar a la comunidad. Porque, si se forja a tales hombres en el Estado, no es para permitir que cada uno se vuelva hacia donde le da la gana, sino para utilizarlos para la consolidación del Estado” (tr. Eggers Lan,). teseopress.com 376 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles este modo, según parece, al sector más pequeño por naturaleza le corresponde el único de estos tipos de conocimiento que merece ser denominado “sabiduría”75 (trad. Eggers Lan). En este pasaje, volvemos a encontrar la misma asociación entre la naturaleza de los individuos y su capacidad de ejercer una función determinada. La diferencia es que en esta oportunidad no se trata de cualquier función sino del gobierno de la ciudad, razón por la cual la interrelación establecida por Platón es entre el Estado y un determinado grupo que por naturaleza (katà phýsin) es apto para gobernarlo: los filósofos. Lo que permite establecer la conexión entra ambos polos de la relación es la noción de sabiduría. Como dice Ferrari,76 la sabiduría no solo es un bien, sino que es el bien supremo. Ella es el elemento filosófico en el alma, que, dada su naturaleza, es o debería ser el fin último del hombre. Del presente pasaje se desprende que, para que el Estado pueda llegar a ser sabio, esto es, poseedor de este bien supremo, no debe gobernarlo cualquier hombre sino aquella clase de individuos por cuya naturaleza dicho fin es posible: la de los filósofos. En el caso de Aristóteles, si bien hay una relación entre el filósofo y el político, esta asociación se presenta de manera diferente. En primer lugar, porque Aristóteles relaciona la necesidad de filosofar con la naturaleza humana, no con la naturaleza de un determinado grupo o estamento social. Tal como pudimos ver en los diferentes pasajes analizados en el capítulo segundo, el ser humano tiene una función por naturaleza, razón por la cual solo se realizará como tal en tanto ejercite no de modo accidental sino voluntario esa función. Ahora bien, tal como vimos al analizar la serie de fragmentos 63- 65, dicha función es el conocimiento de la 75 76 Τῷ σμικροτάτῳ ἄρα ἔθνει καὶ μέρει ἑαυτῆς καὶ τῇ ἐν τούτῳ ἐπιστήμῃ, τῷ προεστῶτι καὶ ἄρχοντι, ὅλη σοφὴ ἂν εἴη κατὰ φύσιν οἰκισθεῖσα πόλις· καὶ τοῦτο, ὡς ἔοικε, φύσει ὀλίγιστον γίγνεται γένος, ᾧ προσήκει ταύτης τῆς ἐπιστήμης μεταλαγχάνειν ἣν μόνην δεῖ τῶν ἄλλων ἐπιστημῶν σοφίανκαλεῖσθαι. Ferrari (2007: 166). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 377 verdad o de las entidades inteligibles (fragmento 24), razón por la cual todo hombre que quiera vivir realmente como hombre debería encarar la tarea de conocer la verdad. En este sentido, en el segundo capítulo habíamos argumentado que el hombre puede tener una facultad y pese ello no ejercer la función propia de dicha facultad. En consecuencia, habíamos concluido que el proceso de autorrealización de la naturaleza es el pasaje de la potencialidad al acto, el tránsito de tener y poder ejercer determinadas facultades al hecho efectivo de hacer uso de ellas y, en consecuencia, vivir según aquello que es lo propio. En el fragmento 85 Aristóteles formula esta tesis con las siguientes palabras: Ahora bien, la función del alma es solo o mayormente pensar y razonar. Por tanto, es simple y fácil para cualquiera llegar a la conclusión de que vive más (propiamente) el que piensa rectamente y más (propiamente) que todos el que más alcanza la verdad, y que este es el que piensa y ejerce la actividad contemplativa en concordancia con la ciencia más rigurosa. Y la forma más perfecta de vivir hay que atribuírsela también entonces a éstos, es decir, a quienes ejercen la actividad de pensar y a los sabios. (trad. Vallejo Campos)77 Podemos ver que Aristóteles otorga a la sabiduría el mismo status que Platón, ya que la define como el conocimiento de la verdad y la ciencia más rigurosa. Para ambos filósofos la sabiduría es la ciencia por la cual el hombre piensa rectamente y vive rectamente. En ambos casos, está presente la firme convicción de que solo se accede a este conocimiento mediante la filosofía. En este sentido, las concepciones de sabiduría y filosofía presentes en el Protréptico son una indudable herencia de su maestro y predecesor: Platón. Sin embargo, desde la perspectiva aristotélica, si 77 Ἔστι δὴ καὶ ψυχῆς ἤτοι μόνον ἢ μάλιστα πάντων ἔργον τὸ διανοεῖσθαί τε καὶ λογίζεσθαι. ἁπλοῦν ἄρ’ ἤδη τοῦτο καὶ παντὶ συλλογίζεσθαι ῥᾴδιον ὅτι ζῇ μᾶλλον ὁ διανοούμενος ὀρθῶς καὶ μάλιστα πάντων ὁ μάλιστα ἀληθεύων, οὗτος δ’ ἐστὶν ὁ φρονῶν καὶ θεωρῶν κατὰ τὴν ἀκριβεστάτην ἐπιστήμην·καὶ τό γε τελέως ζῆν τότε καὶ τούτοις ἀπο-δοτέον, τοῖς φρονοῦσι καὶ τοῖς φρονίμοις. teseopress.com 378 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles bien la filosofía es el único modo de alcanzar la sabiduría, la búsqueda de este conocimiento es la manera de ejercer de modo pleno las facultades distintivas del hombre; por lo tanto, es aquello que permite distinguir al ser humano en cuanto tal, no para delimitar a una clase de hombres de otra. De los fragmentos del Protréptico se desprende que en el ejercicio filosófico lo que está en juego es el cumplimiento de la phýsis del hombre y no la función de un determinado sector vinculado con una actividad determinada. Si bien Aristóteles argumenta que la filosofía es útil para la política, la lectura de los fragmentos no nos permite concluir ni que el político deba ser filósofo para gobernar ni que sea determinado grupo el que de modo excluyente y por sus capacidades naturales pueda filosofar y, por lo tanto, llegar a gobernar. En todo caso, el legislador debe filosofar, no solo en tanto legislador sino también en tanto hombre. Como consecuencia, la relación entre política y filosofía, si bien tiene un fundamento en la utilidad práctica de la filosofía, no parece presuponer el ideario filosófico–político defendido por Platón en la República. Dicha relación está asociada a la intencionalidad del escrito, esto es, defender a la filosofía contra la acusación de quienes sostenían que se trataba de un saber absolutamente obsoleto, que alejaba al hombre de lo verdaderamente importante. Aristóteles parece enfatizar la relación entre política y filosofía en virtud de que el destinatario del texto era un rey. Aun cuando se puede poner en duda si el destinatario real del texto era o no un personaje histórico, el hecho de que figure un rey como su destinatario real o imaginario vuelve relevante que, al demostrar el valor de la filosofía, Aristóteles lo haga valiéndose como recurso argumentativo de la importancia que esta puede tener para gobernar la ciudad. Si se acepta lo hasta aquí argumentado, podemos concluir que hay en la concepción de la filosofía aristotélica presente en el Protréptico una fuerte impronta platónica. Dicha impronta puede notarse sobre todo en la relación que Aristóteles establece entre el conocimiento de los primeros teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 379 principios y la acción. Esta herencia se halla sintetizada en la noción de sabiduría, que no puede concebirse simplemente como un saber teórico sino también práctico. Como hemos señalado en el primer apartado de este capítulo, para el hombre el bien no es solo saber, sino aplicar dicho saber. Desde la perspectiva que Aristóteles parece asumir en el Protréptico, para ser feliz no alcanza solo con conocer sino que se debe volcar ese saber a la acción (fragmento 52). Sin embargo, esta fuerte relación entre el ámbito teórico y el práctico y, por lo tanto, entre filosofía y política, no implica que Aristóteles adopte el ideario filosófico-político que Platón había sostenido en la República. La concepción antropológica defendida por Aristóteles en el Protréptico parece alejarlo de ese ideario respecto del cual, si bien retoma algunas tesis, parece oponerse a muchas; una de ellas es la tesis del filósofo-rey. De este modo, podemos notar que el ideario filosófico defendido en el Protréptico no representa solo una defensa del ideal de la filosofía de la Academia, sino que responde también a las propias concepciones de Aristóteles, las cuales, si bien no estaban plenamente desarrolladas, comenzaban a prefigurarse desde el comienzo de su formación filosófica. teseopress.com teseopress.com Conclusión En la introducción propusimos como objetivo analizar los fragmentos conservados del Protréptico con el fin de reconstruir la concepción de filosofía que Aristóteles sostenía en esta obra. En esa instancia, advertimos que, al estudiar una obra como el Protréptico, nos enfrentamos con dos dificultades, una de las cuales es su carácter fragmentario. Al ser un texto del cual solo se recuperó algunos fragmentos, que aparecen citados en obras de otros pensadores, entre ellos Jámblico, ha sido muy difícil establecer la fiabilidad de esos extractos conservados: ¿los autores que retoman esta obra la estaban citando textualmente o lo hacían de memoria?, esto es, ¿los fragmentos que conservamos habrían sido pasajes del Protréptico o la interpretación del texto hecha por los pensadores que lo retomaron? En este sentido, la elección de Gigon de eliminar de su edición de 1987 todos los fragmentos provenientes del Protréptico de Jámblico y la aparición en 2005 de la edición y reconstrucción de Schneeweiss, en la cual aumenta y modifica el trabajo de Düring, son una evidencia de que la discusión sobre cuáles son los fragmentos auténticos o cuál es la reconstrucción adecuada del texto sigue siendo una cuestión abierta y debatida entre los estudiosos. De hecho, una de las cuestiones sobre la cual debimos dar cuenta a lo largo de nuestro trabajo fue la de pertinencia de asociar ciertos fragmentos del Protréptico entre sí, en virtud de que no era completamente obvio que la ilación argumentativa presente en las ediciones se correspondiera con la secuencia argumentativa que el texto pudo haber tenido para el Estagirita. Un caso notorio de esto es la relación entre las series de fragmentos 42-44 y 46- 51 analizadas en los capítulos 3 y 5. teseopress.com 381 382 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles La segunda de estas dificultades está asociada con la datación de la obra y, por lo tanto, con los motivos que Aristóteles habría tenido al momento de escribirla. Esta problemática ha generado, de alguna manera, la indagación que llevamos a cabo a lo largo de este trabajo. Tal como fue dicho en el estado de la cuestión, salvo Schneeweiss1 hay un acuerdo unánime en que el Protréptico fue escrito en el período académico, más específicamente hablando, en el contexto de la discusión entre Platón e Isócrates. Esto ha alimentado la tesis de que el Protréptico era una defensa del ideal platónico de la filosofía. Sin embargo, el análisis que hemos realizado nos permite decir que, pese a que no se puede negar la influencia platónica en el Protréptico, tampoco se puede obviar la presencia de ciertas tesis propiamente aristotélicas. En este sentido, la tesis que hemos intentado defender es que, si bien Aristóteles interviene en el debate entre las dos escuelas más importantes del momento- la Academia y la escuela de Isócrates-, lo hace presentando su propio ideario filosófico, cuya herencia platónica es innegable. Con este objetivo, Aristóteles habría escrito específicamente esta obra valiéndose de un género literario cuyo uso en la época estaba bastante extendido: el género protréptico. El uso de este género pone al descubierto que el interés de Aristóteles no solo era hacer público su ideario filosófico, sino que pretendía persuadir a la audiencia sobre la importancia de adoptarlo como un modo de vida elegible por sí mismo. Tal como lo dijimos en el segundo capítulo, fiel a su propio proceder metodológico que consistía en ir de lo más conocido para nosotros a lo más conocido en sí, Aristóteles partió de la siguiente premisa aceptada por todos los hombres: que la felicidad es el único fin del hombre. Sobre la base de esta premisa, había intentado fundamentar que para alcanzar ese fin era preciso filosofar. 1 Schneeweiss (2005). Basándose en la tesis de que la equivalencia entre diálogos aristotélicos y obras de juventud no es correcta, este autor sostiene que el Protréptico tuvo que haber sido un escrito del período de madurez. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 383 Sin embargo, en el momento en el cual Aristóteles estaba escribiendo su obra, coexistían varías escuelas que se autodenominaban filosóficas, entre ellas la de Isócrates. Por tal motivo, además de establecer los requisitos para alcanzar la felicidad, Aristóteles tenía que persuadir a los lectores del texto de que era su ideario filosófico el que conducía a dicho fin y no cualquier otro. En consecuencia, en el Protréptico Aristóteles se enfrentó con dos objetivos: el primero era presentar su ideario filosófico y el segundo era demostrar que solo este ideario, identificado con el conocimiento de ciertos principios objetivos, era un verdadero bien para el hombre. Simultáneamente debía probar que, además de ser el único medio para alcanzar la felicidad, este ideario filosófico era útil, ya que proporcionaba los criterios adecuados para actuar correctamente. En este sentido, nuestra tesis fue que el ideario aristotélico de la filosofía solo es comprensible a la luz de la concepción antropológica desarrollada a lo largo de los fragmentos conservados. Dicha concepción funciona como un eje transversal que fundamenta las restantes tesis sistematizadas en lo que habría sido este escrito actualmente perdido, el Protréptico. Desde nuestra perspectiva, solo presuponiendo esta concepción antropológica se llega a entender por qué para Aristóteles la filosofía es la única forma de alcanzar la felicidad. En este punto, nos hemos apartado parcialmente de la interpretación tradicional2 en cuanto a que, apoyándose en la tesis de que Aristóteles estaría defendiendo la concepción platónica de la filosofía, pone todo el acento en la defensa aristotélica del ideario contemplativo y, por lo tanto, en el aspecto epistemológico. Si bien consideramos que esta lectura es adecuada, ya que es indudable que para Aristóteles la filosofía es el conocimiento de los primeros principios, creemos que la identificación entre la filosofía, el conocimiento y la felicidad es posible por 2 Podemos mencionar a autores como Jaeger (1993), Düring (1961), Berti (1997 y 2008a), Zanatta (2008) y Vallejo Campos (2005). teseopress.com 384 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles la perspectiva antropológica que los fragmentos suponen. Creemos que poner el acento en el aspecto epistemológico olvidándose del aspecto antropológico es analizar la concepción aristotélica de la filosofía sin evaluar los supuestos que la fundamentan. Por otra parte, dicha postura acerca de la naturaleza humana le otorga a la concepción de la filosofía presente en el Protréptico la impronta propiamente aristotélica. Por este motivo, creemos que debió de haber sido central en el argumento de la obra perdida del Estagirita. En esta concepción, las dos nociones clave son phýsis y érgon. Por medio de estos dos conceptos, Aristóteles conecta su antropología con su definición de la felicidad como el fin último o el bien supremo, el cual se identifica con el conocimiento de los primeros principios. En relación con esto, en el capítulo dos, advertimos que para Aristóteles la phýsis es un medio y un fin; la naturaleza de una cosa no está realizada de antemano sino que presupone un proceso de autorrealización. Ahora bien, según Aristóteles, la naturaleza de una cosa, en sentido estricto, se identifica con la forma, con la determinación específica de la cosa, con su “ser esto” (Metafísica V 4, 1015a 3-5). Como consecuencia de esto, el proceso de realización de la naturaleza es también el proceso de realización de la forma. En lo que respecta al hombre, su forma es su alma (fragmento 23), motivo por le cual la realización de su naturaleza estará vinculada con el ejercicio de las operaciones propias del alma. De la lectura de los fragmentos 63 y 65 se desprende que, desde la perspectiva aristotélica, el hombre se realiza como tal cuando vive conforme a su facultad distintiva. En el segundo capítulo, al analizar los fragmentos 23, 24, 28 y 65, llegamos a la conclusión de que dicha facultad está en la parte racional del alma y que se identifica con el noûs. Tal como argumentamos en este capítulo, para el Estagirita, si el hombre careciese de noûs, estaría limitado a la vida sensitiva o vegetativa, razón por la cual perdería su condición humana. Ahora bien, para Aristóteles, no es solamente la posesión de una facultad lo que permite al teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 385 hombre realizarse como tal, sino su ejercicio, razón por la cual la plenificación de su naturaleza estará vinculada con el ejercicio efectivo de esa facultad, esto es, con la realización de la función o érgon propio de esa facultad. Desde la perspectiva aristotélica, el ejercicio del noûs es el conocimiento de los principios explicativos de lo real (fragmentos 24 y 91). En consecuencia, la búsqueda de este conocimiento será también el único modo que tiene el hombre de autorrealizarse. Si se acepta el análisis llevado a cabo hasta aquí, podríamos concluir que Aristóteles interrelaciona el carácter teleológico de la concepción de la naturaleza humana con el carácter finalísitico de su concepción de la felicidad a tal punto que termina identificándolos. De la lectura de los fragmentos del Protréptico se desprende que la felicidad es el fin último del hombre y que este consiste en la plena realización de su naturaleza; por tal motivo, si la naturaleza humana consiste en conocer los principios inteligibles de lo real, su felicidad necesariamente radicará en emprender la búsqueda de este conocimiento. Ahora bien, si partimos de la base de que solo es posible alcanzar este conocimiento por medio del ejercicio filosófico, deberemos concluir que para Aristóteles la filosofía es la condición sine qua non para ser feliz. Esta concepción guarda, como creímos haber demostrado, una continuidad tanto con la noción de phýsis desarrollada en la Física, como con la concepción de la vida feliz defendida en las Ética Nicomáquea, sobre todo en los libros I y X, libros en los cuales Aristóteles identifica la felicidad con la vida contemplativa y define a la actividad contemplativa como el érgon propio del hombre. Por tal motivo, si se acepta lo argumentado, se puede decir que el ideario filosófico defendido en el Protréptico es coherente con el desarrollo de su pensamiento posterior, razón por la cual sería aristotélico y no platónico. No obstante, afirmar esto y negar la influencia platónica en el Protréptico sería hacer también una interpretación errónea del texto. En este teseopress.com 386 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles sentido, como punto de partida se podría decir que tanto Platón como Aristóteles tienen un contrincante común, Isócrates, y escriben sus respectivas obras teniendo como telón de fondo las críticas que provenían de él y de su escuela. Tal como vimos en el capítulo tres, en sus diálogos, Platón expone a través de sus personajes las críticas que habría recibido de parte de esta figura histórica. Por otro lado, es unánime la interpretación de los estudiosos en cuanto a que el Protréptico habría sido escrito para responder a las acusaciones de Isócrates, razón por la cual, si bien su destinatario directo era un rey, su interlocutor era el sofista. En consecuencia, se podría decir que tanto Platón como Aristóteles participaban de un mismo debate en el cual sostenían que la filosofía era la búsqueda de la verdad y que dicha búsqueda era indispensable no solo para explicar de manera satisfactoria la realidad, sino también para actuar correctamente. En este sentido, en el tercer capítulo, argumentamos que el uso que Platón efectúa del diálogo para difundir su ideario filosófico puede ser visto no solo como un modo de exponer sus concepciones filosóficas, sino también de manifestar que la búsqueda de la verdad es una tarea conjunta entre los interlocutores, que consiste en ir extrayendo de manera cooperativa los conocimientos contenidos en el alma. Algo análogo pudimos observar en el caso de Aristóteles. La constante apelación a las concepciones de los predecesores muestra que el Estagirita se sentía parte de una tradición filosófica cuya meta era la búsqueda de la verdad. La reconstrucción del uso de esas concepciones nos induce a pensar que para Aristóteles la indagación filosófica es una búsqueda conjunta en la cual en mayor o menor grado todos los pensadores que han formado parte de esa tradición han contribuido en algo (Metafísica II, 1). Esta concepción de la filosofía como una indagación conjunta que aparece tanto en la obra platónica como aristotélica está vinculada con el tipo de institución que era la Academia. En relación con esto, en el tercer capítulo, dijimos que la Academia era una escuela de discusión en la que teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 387 sus integrantes sostenían una única tesis en común: que la filosofía era una clase de epistéme que tenía como objeto el conocimiento de los principios de lo real.3 Sin embargo, no había un consenso acerca de cuáles eran esos principios y cuál era su naturaleza. Las diferentes concepciones al respecto, incluso las de Platón, eran problematizadas por sus integrantes. Esta manera de poner en práctica la filosofía podría haber sido la causa de que Aristóteles haya adoptado el ideario filosófico descripto más arriba. En sus diferentes escritos, al discutir con la tradición filosófica, Aristóteles parece estar generando un diálogo por medio del cual pretende reproducir las discusiones en el seno de la Academia, mediante las cuales se pretendía buscar en forma conjunta y crítica la verdad sobre los temas discutidos. Paralelamente, su pertenencia a una institución de esta naturaleza puedo haber sido la causa por cual haya podido desarrollar desde muy tempranamente un pensamiento en cierto sentido autónomo respecto de su maestro, Platón. Sobre la base de esta concepción dialógica de la filosofía, Aristóteles fue perfilando su propia concepción y dándole su sello propio. En este sentido, tal como dijimos en la introducción de nuestro trabajo, la concepción aristotélica de la filosofía en el Protréptico tiene un carácter bifronte que solo puede entenderse a partir del análisis cruzado de la obra de Platón y del resto de su propia obra. Esto implica abandonar la postura sobre si Aristóteles tuvo o no un período platónico para comenzar a hacer el examen de cómo fueron los procesos de gestación de su pensamiento, en el cual indudablemente adoptó algunas tesis platónicas, resignificó otras y, finalmente, criticó algunas. Desde nuestra perspectiva, este tipo de lectura permite hacer un examen más complejo del texto y, por lo tanto, tener una compresión más acabada de cómo fue el proceso de evolución del pensamiento aristotélico. 3 Berti (2008d: 116-117). teseopress.com 388 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En este sentido, tal como lo argumentamos en los capítulos III y IV, una de las tesis platónicas que adopta Aristóteles no solo en el Protréptico sino en su pensamiento en general es aquella que sostiene que la filosofía es el conocimiento de los primeros principios. Con respecto a esto, en el tercer capítulo, habíamos sostenido que tanto para Platón como para Aristóteles la filosofía es el descubrimiento de la verdad y que dicho conocimiento se identifica, a su vez, con el conocimiento de ciertos principios explicativos de lo real. En el caso de Platón, estos principios son identificados con la Ideas. En el caso de Aristóteles, más específicamente, en el caso del Protréptico, la naturaleza de estos principios es más controvertida. El hecho de que en muy pocos de los fragmentos se aluda a estos principios y que aparezcan descriptos junto con un vocabulario platónico ha generado dos líneas de lectura. Quienes adscriben a la primera ponen énfasis en este lenguaje platónico, a partir de lo cual concluyen que, al momento de escribir el Protréptico, Aristóteles estaba atravesando por un período platónico, razón por la cual dichos principios eran las Ideas. En la segunda línea interpretativa, se consideraba que no existió tal período platónico, razón por la cual estos principios eran los mismos que los defendidos por Aristóteles en obras tales como Metafísica y Analíticos Segundos. En relación con esto último, es importante destacar que, como acertadamente lo afirma Vallejo Campos,4 la naturaleza de los principios postulados por Aristóteles en el Protréptico queda desdibujada en el texto y es imposible establecer con exactitud de qué tipo de principios está hablando. Pese a ello, diferimos con este autor en cuanto a que la datación del Protréptico en el mismo período que los dos primeros libros de la Metafísica, Analíticos Segundos y Sobre de la Ideas, textos en los cuales Aristóteles expone de manera explícita su crítica a la teoría platónica de las Ideas, impide que la problemática de la reconstrucción de la concepción de los principios 4 Vallejo Campos (2005: 14). teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 389 sea presentadas en términos de una disyuntiva acerca de si Aristóteles defendía en este texto la teoría platónica de las Ideas o la concepción de los principios propiamente aristotélica. Creemos haber demostrado que, si bien Aristóteles retoma de la epistemología platónica la relación causal entre las Ideas y las cosas, en el sentido de que las Ideas al igual que los principios por él formulados son causa en un doble sentido -ontológico y epistemológico-, no existe manera de establecer la identificación entre esos principios y las Ideas. No obstante, la discusión acerca de la naturaleza de estos principios es una problemática que queda abierta en el Protréptico, ya que en los fragmentos conservados no tenemos una caracterización que nos permita reconstruirla de forma completa. Sabemos por los fragmentos 33-36 que son las causas de las cosas y, por los fragmentos 24 y 92, que son de naturaleza inteligible, razón por la cual su conocimiento puede partir de la experiencia, pero no reducirse a ella. Paralelamente, en los fragmentos 48 y 91, Aristóteles afirma que estos principios son la esencia de las cosas o lo que estas son en sí mismas. Sin embargo, las características que se pueden reconstruir a partir estos fragmentos no parecen ser suficiente para realizar una descripción completa de dichos principios. Es necesario recurrir a los textos que conforman el corpus en los cuales Aristóteles sistematiza explícitamente esta cuestión, análisis que dada su complejidad, solo hemos podido abordar parcialmente en el capítulo cuarto, quedando pendiente un examen más exhaustivo para una instancia posterior. Ahora bien, pese a identificar la filosofía con la búsqueda de estos principios, Aristóteles sostiene que su conocimiento por si solo no alcanza para llegar a ser felices (fragmento 52), sino que se debe poder aplicar ese conocimiento a la acción. Esta interrelación entre el ámbito teórico y el ámbito práctico que se halla sintetizada en la noción de sabiduría constituye una de las principales herencias de Platón en el Protréptico de Aristóteles y uno de los mayores quiebres respecto de su obra de madurez. En este punto, teseopress.com 390 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles vimos que una de las cuestiones más controvertidas en el Protréptico era la aparición y el uso del término phrónesis para hacer referencia a la sabiduría. La definición de phrónesis como el conocimiento de las causas en el fragmento 35 y como una facultad deliberativa en el fragmento 27 es una muestra de que, a diferencia de lo que argumentará en otras obras, tales como la Ética Nicomáquea, Aristóteles aún no ha realizado la distinción entre el ámbito teórico y el práctico o, por lo menos, esta distinción no es tan tajante como la que se puede observar en los escritos que conforman el corpus. El análisis del uso del término phrónesis en algunos diálogos platónicos nos permitió concluir que Aristóteles parece estar retomando este uso y la interconexión entre el conocimiento teórico y del práctico que dicho uso implica. Del análisis conjunto del Protréptico y de algunos de esos diálogos, tales como el Eutidemo y el Menón, se desprende que tanto para Platón (Menón 97c 8-9) como para Aristóteles (Protréptico fragmento 23), la sabiduría o phrónesis es el conocimiento de las causas de las cosas.5En este sentido, para ambos filósofos, la sabiduría es un conocimiento teorético, cuyos objetos son los principios inteligibles de lo real. Paralelamente, es el conocimiento que permite establecer cómo hacer un uso adecuado de los bienes del alma y del cuerpo, por ende, es la causa por la cual esos bienes resultan buenos para el hombre.6 A partir de esta concepción de la sabiduría, ambos filósofos concluyen que es necesario filosofar, ya que el ejercicio filosófico es el único medio posible por el cual el hombre puede alcanzar tal clase de conocimiento. De lo expuesto hasta aquí se desprende que, tanto para Platón, como para Aristóteles, el conocimiento, además de tener un valor en sí mismo, tiene un valor práctico. Para Aristóteles, este valor práctico se halla plasmado en la potencial aplicación de este conocimiento en la política. 5 6 Protréptico fragmento 35, Menón 97b 8-9. Platón, Eutidemo 282c 5-d 2, Aristóteles, fragmento 52. teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 391 Desde la perspectiva presentada por Aristóteles en el Protréptico, así como en las artes se debe conocer la naturaleza y la verdad, el político debe tener el mismo conocimiento para poder gobernar correctamente la pólis, por tal motivo, debe filosofar. Ahora bien, el político, a diferencia de los que se dedican al resto de las artes, tiene como objetivo la felicidad de la pólis. En consecuencia, la necesidad de alcanzar dicho conocimiento es mayor y, por lo tanto, la importancia de dedicarse al ejercicio filosófico más notoria. Esta relación entre filosofía y política ha llevado a pensar a algunos estudiosos, entre ellos During,7 Choust8 y Berti,9 que en el Protréptico Aristóteles no solo estaba haciendo una defensa del ideario platónico de la filosofía, sino del ideario filosófico-político defendido por Platón en diálogos como la República. En este sentido vimos que, así como se tiende a considerar que Aristóteles toma como modelo para escribir su Protréptico el Eutidemo de Platón,10 estaría retomando también algunas tesis de la República, entre ellas, la subordinación de la política a la filosofía y la necesidad de que la pólis sea gobernada por filósofos. En este punto, sin embargo, advertimos que, si bien Aristóteles está heredando de Platón la relación entre el conocimiento teórico y la acción, postulando, por este motivo, la relación entre la filosofía y la política, no tenemos evidencia que nos permita afirmar que proponga el mismo grado de subordinación de una ciencia respecto de la otra y, por lo tanto, tampoco tenemos elementos que nos permitan decir que estaría proponiendo algunas tesis platónicas, como por ejemplo la del filósofo rey. 7 8 9 10 Düring (1961: 214 y ss). Chroust (1966). Berti (2008a). En este sentido analizamos en el primer capítulo la crítica de Narcy que considera que ha habido una tendencia a hacer un análisis subsidiario de los pasajes protrépticos del Eutidemo a la luz del Protréptico aristotélico. teseopress.com 392 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles En este punto, debemos tener en cuenta que el contexto en el cual Aristóteles escribe su Protréptico fue un debate en el cual el tipo de conocimiento propuesto por él como el objeto de la filosofía era fuertemente criticado a causa de su supuesta inutilidad. Por tal motivo, Aristóteles, además de defender que la filosofía, entendida como el conocimiento de los primeros principios, era el verdadero bien para el hombre, tenía que demostrar que esta crítica era injustificada. Por tal motivo, Aristóteles no solo escribió un tratado en el cual pretendía exponer su ideario, sino que le dedicó su obra a un rey llamado Temisón que gobernaba en Chipre, esto es, en una zona en la cual el pensamiento de Isócrates tenía una fuerte presencia. Ahora bien, si el libro estaba dedicado a un rey, parece sumamente pertinente demostrar la utilidad de dedicarse a la filosofía tomando como punto de partida su empleo para ejercer satisfactoriamente la función de gobernante. En consecuencia, pese a que la relación entre la filosofía, en tanto conocimiento teorético, y la política sostenida por Aristóteles en el texto es innegable, esta parece obedecer a una estrategia argumentativa perseguida por el Estagirita en el texto, esto es, demostrar que la filosofía tiene las dos características descriptas más arriba: ser un bien en sí mismo y ser útil. Pese a esto, en este punto vuelve a ser problemático cuáles son los principios que el político debe conocer para gobernar correctamente. La lectura de los fragmentos nos ha inducido a pensar que, al hablar de los principios que debe conocer el político para gobernar, Aristóteles está hablando de los mismos principios que los sostenidos en el fragmento 24 y 91 y presupuestos en los fragmentos 33 y 42-44. La transición realizada entre los fragmentos 41-44 y los fragmentos 46-51, tal como creemos haber argumentado en el capítulo quinto, nos ha llevado a pensar que en esta última serie de fragmentos Aristóteles está interesado en demostrar la utilidad que tiene el conocimiento teórico, producto de la actividad contemplativa. Con esto, Aristóteles cree responder a las acusaciones provenientes teseopress.com La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles • 393 de Isócrates sobre la necesidad de que todo conocimiento tenga necesariamente una aplicación, presentada en el fragmento 42. Si bien Aristóteles considera que pensar de este modo implica desconocer absolutamente la diferencia entre lo bueno y lo provechoso y, por lo tanto, la distinción entre causas y fines y concausas y medios, le demuestra a su opositor que, contrariamente a lo que supone, el conocimiento contemplativo es factible de ser utilizado para vivir del mejor modo posible, ya sea en el plano individual como en el plano intersubjetivo de la pólis. Esto se debe a que, tal como lo dijimos más arriba, la sabiduría es un conocimiento de tipo teórico que tiene un valor práctico. Para Aristóteles (fragmento 38), solo el sabio vive rectamente, porque solo él conoce rectamente. Desde su perspectiva, solo este último conoce los principios de lo real, por ende, en tanto es dueño de sí mismo, es el único hombre plenamente feliz (fragmento 51). Ahora bien, si se acepta esta interpretación del texto, se debe concluir que en el Protréptico Aristóteles interrelaciona en la noción de sabiduría las distintas virtudes del alma que distingue claramente en las otras obras que conforman el corpus, como por ejemplo la Ética Nicomáquea. Si esto es así, en este aspecto se debe aceptar una discontinuidad entre esta obra y las posteriores y una adaptación de tesis platónicas con las que generará una especie de ruptura en el devenir de su desarrollo filosófico. A modo de cierre y como resultado de nuestra argumentación, podemos concluir diciendo que, pese a haber sido una obra propagandística, el Protréptico es un texto complejo, ya que si bien presenta una notoria continuidad con el resto de su obra respecto a su concepción antropológica, ética y epistemológica, también exhibe algunas rupturas en lo que se refiere a la interconexión entre el plano ético y el epistemológico, rupturas que nos permiten ubicar el texto, en lo que respecta a esta problemática, en la órbita del platonismo. Leído desde esta perspectiva, el ideario filosófico del Protréptico, si bien es aristotélico, no teseopress.com 394 • La concepción de filosofía en el Protréptico de Aristóteles es aristotélico sin más, sino, tal como lo hemos recalcado a lo largo de nuestro trabajo, aristotélico con una fuerte impronta platónica. teseopress.com Bibliografía Ediciones y traducciones Aristóteles Barnes, J.-Lawrence, G. 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