DERECHO ADMINISTRATIVO_____________________________________________LECCIÓN 17 LECCIÓN 17: LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS: DOCTRINA GENERAL. EN ESPECIAL, EL RECURSO ORDINARIO Y EL DE REVISIÓN. LA VÍA GUBERNATIVA PREVIA A LA JUDICIAL. 07/05/10 Los recursos administrativos aparecen regulados en el artículo 107 LPAC y se entienden como un acto del administrado mediante el cual solicita la anulación de un acto por no ajustarse a derecho. Diferencia con la revisión de oficio: hay intervención de la Administración y los recursos siempre son actos del administrado. Diferencia con la petición: el administrado pretende que se dicte un acto y no que se anule uno ya dictado. Diferencia con las alegaciones: éstas pretenden la corrección dentro del procedimiento de los vicios de procedimiento, de los vicios de tramitación, etc. Diferencia con las reclamaciones: los recursos son contra actos definitivos o de trámite cualificado y las reclamaciones se hacen a resoluciones provisionales. Valoración del sistema de recursos: son, por un lado, una garantía y, por el otro, un privilegio para la Administración. Son una garantía porque permite a los particulares impugnar sin acudir a la vía jurisdiccional que es cara y larga y a la Administración reconsiderar sus propios actos. Es una garantía universal, se puede interponer un recurso ante cualquier resolución, incluso contra los actos de trámite cualificado. Esta garantía está limitada puesto que la Administraciones siempre intentará mantener el acto, la Administración no es neutral, al contrario que ocurre con la Justicia, no puede ser comparada, por tanto, con los Tribunales. En cuanto al tema del privilegio se contesta que sí son un privilegio para la Administración y una carga para el administrado puesto que debe interponer ciertos recursos para poder llegar a otros. Se considera un privilegio porque puede considerar sus explicaciones dentro de un plazo predeterminado legalmente y, mientras transcurre ese plazo, el acto no se anula. Una parte de la doctrina cree que deberían unificarse los recursos aunque otra expresa que esta vía debería ser facultativa, es decir, que la interposición de recursos debía ser libre y se debería poder acceder, directamente, a la jurisdicción contencioso-administrativa. CLASES DE RECURSOS: Recursos ordinarios: recurso de alzada y recurso de reposición. Recurso extraordinario: recurso de revisión. Existe una diferencia procesal entre ellos y es que el ordinario se puede interponer contra cualquier tipo de resolución y se puede fundamentar en cualquier impresión del ordenamiento jurídico. Sin embargo, el recurso extraordinario sólo procede contra actos firmes y no puede fundamentarse en cualquier impresión del ordenamiento jurídico, sólo por motivos tasados, concretos. Elementos subjetivos de los recursos Por un lado encontramos a la Administración y por el otro al recurrente. Éstos son los protagonistas principales. ADMINISTRACIÓN: el recurso, en general, no se dirige a la Administración en sí sino al órgano que ha dictado el acto ahora recurrido. El recurso de reposición, por ejemplo, se interpone contra el órgano que ha dictado el acto mientras que el recurso de alzada se interpone ante el órgano superior jerárquico al que ha dictado el acto. En ocasiones, el recurso debe interponerse ante un órgano especializado. Frecuentemente, en los recursos de alzada impropios resolverá el recurso un órgano distinto del que lo dictó, una Administración distinta. Son impropios porque se dan entre distintas Administraciones. RECURRENTE: normalmente es interesado, persona física o jurídica privada aunque también puede darse el caso de que quien recurra sea una Administración. Sólo pueden interponer recursos los interesados. Como hemos dicho, normalmente, es el particular quien interpone recursos aunque la Administración también puede impugnar las decisiones tomadas por otra Administración. Tradicionalmente, estaban legitimados a interponer un recurso administrativo aunque, actualmente, es un requerimiento. Es decir, en el plazo de dos meses y con carácter facultativo se requiere que se revoque un acto en concreto. Si la Administración no responde se permite acudir a la jurisdicción contenciosoadministrativa. ¿Los órganos de una Administración pueden interponer un recurso contencioso-administrativo contra actos de la misma Administración? En principio no, puesto que muchas veces las Administraciones son personas jurídicas y dan unidad al ordenamiento jurídico. El artículo 20 de la Ley Jurisdiccional responde diciendo que los órganos no pueden interponer recursos contra otros órganos de la misma Administración. Como excepción, encontramos a las Corporaciones Locales puesto que si un regidor vota en contra en una decisión, estará legitimado para interponer un recurso contencioso-administrativo para evitar que se tomen decisiones contrarias a derecho. 12/05/10 LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS: DOCTRINA GENERAL. En el artículo 19 de la Ley Jurisdiccional aparecen enumerados quiénes son los legitimados ante el orden jurisdiccional contencioso-administrativo y en el siguiente artículo, el número 20, se expone quiénes no están legitimados para interponer un recurso contenciosoadministrativo contra la actividad de una Administración pública: a. Los órganos de la misma y los miembros de sus órganos colegiados, salvo que una Ley lo autorice expresamente. b. Los particulares cuando obren por delegación o como meros agentes o mandatarios de ella. c. Las Entidades de Derecho público que sean dependientes o estén vinculadas al Estado, las Comunidades Autónomas o las Entidades locales, respecto de la actividad de la Administración de la que dependan. Se exceptúan aquellos a los que por Ley se haya dotado de un estatuto específico de autonomía respecto de dicha Administración. Por lo tanto, no pueden interponer recursos contenciosos-administrativos ni los colegios profesionales, ni los concesionarios, ni las federaciones deportivas, etc. Según esta ley, ¿los organismos públicos, entes institucionales, puede interponer recursos contenciosos-administrativos contra las decisiones de sus fundadores? En principio no, puesto que están sometidos a una relación de instrumentalidad de casi jerarquía (está mal visto que los hijos se rebelen a los padres). No hay intereses propios y diferenciados por lo que no puede ser recurrida la decisión de los fundadores a través de sus miembros. ¿Qué ocurre en las Universidades? En la Edad Media se decía que éstas eran corporaciones. Sin embargo, una de las características de las corporaciones es el sostenimiento de éstas a partir de sus miembros. Si la Universidad fuera una corporación, sus miembros, es decir, alumnos y profesores, deberían sostener los gastos de la Universidad. Por lo tanto, actualmente la Universidad no se considera una corporación. Se acerca a un ente institucional pero, concretamente, se dice que es una administración independiente. El artículo 20.c Ley Jurisdiccional dice que las entidades de derecho público que dependen de la Administración del Estado, de las CCAA o de las entidades locales, no podrán interponer recursos contenciosos-administrativos. No obstante, si al ente determinado se le atribuye, se le dota, de un estatuto jurídico de autonomía respecto de dicha Administración sí estará legitimado para interponer tales recursos. En definitiva, podrán interponer recursos aquéllos que estén legitimados por ser titulares de derechos subjetivos e intereses legítimos a excepción de la ya conocida acción popular. ELEMENTOS OBJETIVOS El objeto del recurso contencioso-administrativo es la pretensión dirigida a la Administración para que revoque o modifique un acto administrativo que, según su consideración, es contrario a derecho. Para abordar este tema, es necesario precisar qué actos son recurribles: las resoluciones y los actos de trámite cualificados. En cuanto a los Reglamentos estos sí son impugnables frente a estos recursos aunque las leyes, por el contrario, no lo son. En cuanto a esto, el artículo 107.3 LPAC afirma: <<contra las disposiciones administrativas de carácter general no cabrá recurso en vía administrativa>>. EL PROCEDIMIENTO (en vía de recursos) El procedimiento se divide en tres fases: 1. INTERPOSICIÓN DEL RECURSO Y EFECTOS Hay una gran libertad de formas a la hora de interponer el recurso contencioso-administrativo. El artículo 110 LPAC establece los requisitos administrativos que deben darse para que el recurso prospere: nombre y apellidos del recurrente, qué acto es el que se va a recurrir y las razones de su impugnación, la fecha, lugar y firma del recurrente y, por último, el órgano, centro o unidad al que se dirige el recurso. Según el artículo 71 y el 76.2 LPAC pueden subsanarse los errores intrascendentes dándose, incluso, la posibilidad de subsanar el caso en el que el recurrente se haya olvidado firmar. Plazos para la interposición del recurso En el recurso de alzada el plazo es de un mes, en el potestativo de reposición el plazo es de un mes si el acto fuera expreso, en caso de que no fuera así, el plazo será de tres meses y en el recurso extraordinario (recurso de revisión) el plazo será de tres meses. También puede pedirse, en la interposición, la suspensión de la eficacia del acto puesto que la mera oposición al acto por parte del particular no suspende su eficacia. La suspensión es siempre excepcional y debe estar motivada. Hay dos causas que legitiman la suspensión: Los actos nulos de pleno derecho. Los que deriven perjuicios de difícil reparación. La Administración está obligada a ponderar los intereses en presencia, los del particular y los del órgano que ha dictado el acto, y debe siempre motivar su decisión. Si el particular solicita la suspensión y la Administración no resuelve en el plazo de treinta días se entiende estimada la petición de suspensión del acto. Por esta razón, es importante que la Administración mire si se solicita en el recurso la suspensión del acto ya que el silencio se entenderá positivo. EFECTOS DE LA INTERPOSICIÓN DE UN RECURSO - La Administración tiene la obligación de resolver. Si se interpone un recurso, el procedimiento que transforma un acto en firme, consentido e inatacable resultará interrumpido. Podrá acudirse a lo contencioso-administrativo si no trascurre el plazo predeterminado. En general, no suspende la eficacia del acto. 2. ACTOS DE INSTRUCCIÓN La audiencia se estima obligatoria en los siguientes supuestos: Cuando se deban tener en cuenta hechos o argumentos nuevos que no estén recogidos en el expediente para que los administrados puedan pronunciarse acerca de estos nuevos hechos/argumentos. Cuando pueda haber terceros interesados. En el caso de las adjudicaciones del servicio de playas puesto que es un procedimiento complejo. Si se atribuye a un particular el servicio de playa y otro recurre tal decisión, es necesaria la audiencia antes de que la Administración resuelva. 3. FINAL DEL PROCEDIMIENTO Normalmente, el procedimiento finaliza con una segunda resolución aunque también puede darse el caso de que la Administración renuncie, desista o se produzca la caducidad. En el caso de que la Administración no resuelva, el recurso se entenderá desestimado. Es más importante que la Administración responda en caso de suspensión que en casos de recursos puesto que en el primer caso, el silencio se entiende positivo y en este último el silencio será negativo. El plazo para resolver y notificar en el caso del recurso de reposición será de un mes, en el caso del recurso de alzada será de tres meses y también será de tres meses en el caso del recurso de revisión. El recurso de reposición lo resuelve el mismo órgano que dictó el acto por lo que es normal que se prevea un plazo tan limitado. Sin embargo, el recurso de alzada lo resuelve el superior jerárquico al que dictó el acto por lo que es comprensible establecer un plazo más extenso. 14/05/10 RECURSOS ORDINARIOS Recurso de reposición, arts. 116 y 117 LPAC: Es un recurso que sólo pude interponerse contra los actos que pongan fin a la vía administrativa. No es un recurso jerárquico ya que se interpone ante el mismo órgano que dictó el acto. El plazo para su interposición es de un mes si el acto es expreso y tres meses si no lo es. El plazo empieza a contar desde el día siguiente en el que se produzco el acto. El órgano competente debe resolver en el plazo de un mes y si no lo hiciera el silencio se entenderá negativo. Recurso de alzada, arts. 114 y 115 LPAC: Es un recurso obligatorio y se suele encontrar en las Administraciones jerarquizadas puesto que responde al recurso el órgano superior jerárquico al que lo dictó. A la hora de resolver, la Administración puede modificar, revocar o ratificar la decisión del órgano inferior. Los requisitos para que pueda interponerse dicho recurso son: únicamente contra resoluciones que no pongan fin a la vía administrativa y que se dirijan al órgano jerárquico superior al que dictó el acto inicial. Para averiguar qué órgano es el superior jerárquico se dan reglamentos que regulan la estructura de cada órgano concreto aunque a veces es complicado llegar a una solución. Por lo tanto, el mismo ordenamiento establece normas para regular esta cuestión. En caso de duda, lo aconsejable es presentar el recurso ante el órgano que resolvió y éste ya se encargará de elevarlo al superior jerárquico. Existen reglas que se ocupan de explicar qué órgano es el superior jerárquico: El sistema jerárquico de los Tribunales depende del órgano que nombró al presidente del tribunal en cuestión. En el caso de que se dé una delegación intersubjetiva (transferir el ejercicio de una competencia aunque otro ente mantenga la titularidad) el que toma la decisión es el órgano al que le han sido delegadas las competencias. El artículo 114 LPAC establece que las decisiones tomadas mediante esta delegación serán totalmente válidas. En caso de recurso de alzada contra la decisión del órgano titular de las competencias delegadas lo resolverá el superior jerárquico. Las decisiones que tomen los delegados o subdelegados del Gobierno serán resueltas, en caso de recurso, por el Ministro competente en relación con la materia que se trate en dicho recurso. En las Islas Baleares no hay subdelegado del Gobierno por ser una comunidad uniprovincial. La presentación del recurso se puede llevar a término tanto en al órgano que dictó el acto ahora recurrido como al órgano que va a conocer y resolver el recurso. El plazo para interponerlo es de un mes si es expreso y tres meses si no lo es y empezará a contar desde el día siguiente al que se dictó el acto. En cuanto a la tramitación, si se presenta ante el órgano que dictó el acto impugnado, ésta deberá remitirlo en el plazo de diez días al órgano superior jerárquico. Se puede declarar la anulación de las actuaciones ante vicios de forma o procedimiento y exigir la retroacción del procedimiento desde el momento en que se produjo el vicio (art. 113 LPAC). En la ley antigua sólo se preveía la retroacción en el caso del recurso de alzada. Sin embargo, la ley actual también incluye el de reposición. El periodo de tiempo previsto para que la Administración resuelva es de tres meses y el silencio se entenderá negativamente. Los recursos de alzada se dan entre órganos de una misma persona, sin embargo, existe la posibilidad de que se celebren entre órganos pertenecientes a distintas personas. Este tipo de recurso de alzada se conoce como impropio. Procedimientos alternativos de impugnación, art. 107 LPAC: Las leyes específicas pueden prever procedimientos alternativos de impugnación ante órganos colegiados o comisiones específicas no sometidas a instrucciones jerárquicas sustituyendo el recurso de alzada o reposición. 19/05/10 RECURSO EXTRAORDINARIO Recurso extraordinario de revisión, arts. 118 y 119 LPAC: Estos recursos son extraordinarios por dos motivos: sólo puede interponerse ante un acto firme y únicamente por motivos tasados y no por cualquier infracción del ordenamiento. Se dan cuatro motivos para la interposición de este recurso: a. Al dictarse la resolución se incurrió en un error de hecho (falsa representación de la realidad fáctica). b. Contra actos firmes porque aparezcan documentos de valor esencial después de que el acto ya sea firme que evidencien el error cometido por la Administración (vicio externo de la resolución). c. Que hayan influido en la resolución documentos declarados falsos en sentencia judicial firme o la resolución sea consecuencia de una conducta punible. Este proceso se solapa con la acción de nulidad. Estamos ante actos nulos de pleno derecho por lo que puede, legítimamente, solicitarse la revisión de oficio (tercer y cuarto motivos). El segundo motivo es el típico en el recurso de revisión puesto que el resto se encuentran solapados con la acción de nulidad. Para la interposición del recurso de revisión se establecen los siguientes plazos: En el primer supuesto: cuatro años desde que se dictó el acto. En el resto de supuestos: tres meses desde que se dan los documentos, sentencia, etc. No se trata de un recurso jerárquico sino que se interpone ante el órgano que dictó el acto administrativo. Además, es obligatorio solicitar un dictamen previo del Consejo de Estado o Consejo Consultivo. Si en tres meses, la Administración no resuelve, se entenderá desestimado el recurso. La Administración, en general, actúa sometida al derecho administrativo aunque, ocasionalmente, se somete al derecho general (civil, laboral, etc.). En estos casos, la Administración no dicta actos administrativos sino actos jurídicos privados. En estos casos, ¿ante qué jurisdicción se debe residir el conflicto? Antes de acudir a las jurisdicciones civil, laboral, etc. es necesario formular una reclamación previa ante la Administración. Son un verdadero presupuesto procesal, es decir, es un requisito para acudir a las demás jurisdicciones. El procedimiento administrativo especial y la doctrina reclaman o bien la supresión de este privilegio o que éste debería tener carácter facultativo y no obligatorio. Los artículos 120 y siguientes de la LPAC regulan estas reclamaciones previas. Por lo que respecta a la jurisdicción civil, se debe acudir ante el órgano competente, no se da relación jerárquica. Si no resuelve en el plazo de tres meses se entenderá desestimada. En lo referente a la jurisdicción laboral, se puede presentar ante la autoridad pertinente en la Administración. Transcurrido un mes, se entenderá desestimada la reclamación. En definitiva, para impugnar un acto jurídico privado, antes es necesario agotar la vía de las reclamaciones previas.