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Adverbiales AdverbiosOración Español Actual

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A
rtículos
CONTENIDOS NOCIONALES DE LAS
CONSTRUCCIONES ADVERBIALES DE
MODALIDAD Y RELACIONES CON
LOS ADVERBIOS ‘DE ORACIÓN’
ANA MARÍA MARCOVECCHIO
Universidad de Buenos Aires
1. INTRODUCCIÓN
jantes: aquellos vinculados con la manifestación de la modalidad en sus distintos aspectos.
Emprendimos esta investigación 1 con el
propósito de diseñar una clasificación que permita dar cuenta de una serie de construcciones
adverbiales de diverso valor (modal, causal, final, condicional, concesivo), pero referidas todas a unos determinados campos nocionales:
los que aluden a las condiciones de verdad de
la oración, a la situación del acto de decir y al
marco apropiado de interpretación, esto es, a
la expresión de la modalidad en un sentido
amplio.
Por lo tanto, la novedad del trabajo consiste, fundamentalmente, en analizar la subordinación adverbial dentro de los esquemas básicos que utilizan las lenguas en la expresión de
la modificación modal, que incide tanto sobre
lo que se dice como sobre el acto de decir, desarrollando una dirección que apenas se indica
en la bibliografía sobre el tema2, pero que –en
nuestra opinión– sería beneficioso continuar si
se pretende alcanzar una comprensión más fecunda de los fenómenos estudiados y que han
despertado recientemente tanto interés desde
perspectivas teóricas diferentes.
Para llegar a esta propuesta de sistematización, partimos de la comparación funcional y
semántica de las estructuras que estudiamos
con los ‘adverbios oracionales’. Las correspondencias que pueden establecerse entre ambos
muestran lo provechoso de este tratamiento
conjunto, dado que verificamos que las dos categorías recubren dominios nocionales seme-
2. HACIA UNA CLASIFICACIÓN DE LAS
CONSTRUCCIONES ADVERBIALES DE MODALIDAD
Nos proponemos presentar una clasificación de las construcciones analizadas, considerando las relaciones que se pueden trazar con
los adverbios oracionales, para alcanzar una
explicación abarcadora del comportamiento
conjunto. Por lo tanto, necesitamos disponer
también de una clasificación adecuada de los
1 Este artículo contiene una síntesis de las ideas generales esbozadas en la Tesis de Magíster «Las construcciones adverbiales
de modalidad y su relación con los llamados ‘adverbios oracionales’», que elaboré dentro del marco de la Maestría de Alta Especialización en Filología Hispánica del Instituto de la Lengua del
CSIC (curso 2001-2002). El trabajo forma parte de un proyecto
de tesis doctoral, diseñado con la guía inestimable y el apoyo
siempre vivaz y generoso de la Dra. Ofelia Kovacci. En Madrid, la
dirección entusiasta de la Dra. Teresa Rodríguez Ramalle significó poder contar con sus delicadas observaciones y sugerencias.
Mi agradecimiento es para ellas dos. Y los equívocos que aquí pudiera haber son únicamente objetables a mi persona.
2 Cfr. Galán Rodríguez 1999 y Flamenco García 1999 (§ 56.3
y § 59.3.3, respectivamente), quienes anotan que el comportamiento de un grupo de las subordinadas causales y finales periféricas y de ciertos «usos concesivos» se relacionaría con el de los
adverbios oracionales, pero no brindan otros detalles.
5
Español Actual, 76/2001.
Español actuaL
adverbios oracionales. En tal sentido, ofrecemos un ordenamiento tripartito que retoma
muchos aspectos mencionados en dos estudios
sobresalientes acerca de los adverbios del español: el de Kovacci 1999 y el de Rodríguez Ramalle 1999.
hacia el decir (metacomunicativa). Entender
que la modalidad involucra estos dos componentes nos permite explicar más adecuadamente su interacción en las construcciones
que refieren a las condiciones legítimas de interpretación del contenido proposicional: en
efecto, como veremos más adelante, las formas
de dominio y los tópicos brindan el marco dentro del cual lo que se dice tiene validez (por lo
tanto, no aceptan el realce con ser, dado que
no modifican al verbo de la oración sino que
tienen alcance oracional), al mismo tiempo
que focalizan la recepción, porque guían la interpretación del oyente o receptor (lo que se
relaciona con que admitan paráfrasis con verbos de habla).
Conforme los adverbios aludan a la validez
del contenido proposicional, a las estrategias
comunicativas del hablante o a las condiciones
legítimas de interpretación del contenido proposicional, podemos distinguir los que indican
verdad presupuesta o la expresión graduada de
la certeza; los que aluden a la calidad del hablante como dicente, a la distribución y claridad de diferentes partes del texto y a la selección de elementos del código lingüístico; y las
formas de dominio y los tópicos.
De acuerdo con los campos semánticos involucrados, podemos esquematizar la clasificación de las construcciones que analizamos en
relación con los adverbios ‘oracionales’ de la
siguiente manera:
Esta disposición se asocia a la idea de modalidad como la actitud del hablante no sólo hacia lo dicho (metaproposicional) sino también
Construcciones factivas no emotivas
(inevitablemente, efectivamente)
Verdad presupuesta
Construcciones factivas emotivas
(paradójicamente, increíblemente)
En cuanto a la validez del
contenido proposicional
En cuanto a las estrategias
comunicativas del hablante
En cuanto a las condiciones
válidas de interpretación de lo
que el hablante dice
Expresión graduada
de certeza
Epistémico-evidenciales
(evidentemente, aparentemente)
Garantía de franqueza y
precisión
Construcciones referidas al hablante en su
calidad de dicente
(francamente, honestamente)
Construcciones ordenadoras
(primero, segundo)
A favor de la organización y la
claridad textual
Construcciones que señalan la finalidad del
decir
(concretamente)
Selección de elementos del
código lingüístico
Construcciones metalingüísticas
(precisamente, en otras palabras)
Marco conceptual
Construcciones de dominio
(diplomáticamente, lingüísticamente)
Marco temático
Tópicos
(incidentalmente)
6
Contenidos nocionales de las construcciones adverbiales de modalidad
Para el análisis, hemos seleccionado un corpus tomado de diferentes publicaciones periodísticas (principalmente, argentinas –en una
primera etapa–, pero también españolas –en
un segundo momento de recolección de material, concretado en Madrid–), que comprende
diferentes predicaciones (con una forma verbal,
finita o no) con valores adverbiales de modo,
causa, fin, condición y concesión, articuladas sin
nexo o con encabezador (relacionante / incluyente) o introducidas por preposición. Estos
ejemplos se citan literalmente dentro del párrafo en el que aparecen, el cual se transcribe de
forma completa, en la mayoría de los casos.
clases de modificadores que desempeñan funciones periféricas: el modificador del núcleo
oracional y el de modalidad. Dentro del primer
grupo, se incorporan las proposiciones condicionales y concesivas modificadoras del dictum
(o circunstanciales), los adverbios de frecuencia, los nocionales o de punto de vista, los evaluativos y los adverbios como tópicos (Kovacci
1999). En el segundo grupo, se diferencian los
adverbios relacionados con la modalidad y los
de enunciación (Kovacci 1999), además de distintas proposiciones incluidas modificadoras de
la modalidad (Kovacci 1990-1992).
Con respecto a algunas de las estructuras
que analizamos, Kovacci 1986c y 1990-1992 estudia el comportamiento de «modificadores de
modalidad» llenados por construcciones de
modo, de causa, de fin, condicionales y concesivas. Para todos estos casos, la autora propone
paráfrasis de reconocimiento (no aplicables a
las construcciones circunstanciales) en las que
se haga explícita la modalidad de la oración
mediante un verbo que la describa:
Las construcciones se caracterizan por aludir a la modalidad, en tanto indican la actitud
del hablante hacia lo que dice (operan sobre el
contenido proposicional del resto de la oración
o de parte de ella), hacia su actividad de decir y
hacia el marco legítimo de interpretación. De
este modo, podemos demostrar que las mismas
funciones admiten diferentes formas de llenado y que es válido considerar adverbiales no sólo
las construcciones de modo, de fin y de causa
(tradicionalmente, «adverbiales») sino también
las de condición y concesión, que han ocasionado grandes debates teóricos sobre su naturaleza
adverbial o no, o su condición de «impropias»
frente a las locativas, temporales, modales, y algunas causales y finales.
(1) Dormir, según se sabe, es el más secreto de nuestros
actos Se sabe que dormir es el más secreto de
nuestros actos.
(2) Debes de estar bien, porque ya no dices desatinos Porque ya no dices desatinos creo que ya debes de
estar bien.
(3) Se lo he dicho, para que lo sepas Para que lo sepas
declaro que se lo he dicho.
Dik 1997 reconoce diferentes niveles en la estructuración de las oraciones. Las construcciones que aquí estudiamos se corresponden con
lo que el autor denomina satélites proposicionales
σ3 –que designan las actitudes subjetivas o evaluaciones modales del hablante– y satélites ilocutivos σ4 –que indican la manera de decir del hablante–, los cuales se ubican en los niveles más
altos de la estructura oracional, es decir, la proposición y la cláusula, respectivamente.
(4) Si trae el paraguas mojado, ha llovido Si trae el
paraguas mojado te digo que ha llovido.
(5) Aunque él lo niega, irá a la oficina Aunque él lo
niega, yo afirmo que él irá a la oficina.
Kovacci también señala que los modificadores de modalidad con como o según, expresan diferentes grados de adhesión del hablante a lo
que dice y se construyen con predicados de entendimiento, de lengua y de percepción. Con
porque, indican la causa de la actitud del hablante. Con si, pueden incluirse en períodos condicionales en que el condicionado se construya en
pretérito (los tiempos de ambos constituyentes
se encuentran en relación con el presente de la
emisión, implícito en la modalidad de la apódosis); la prótasis establece el alcance con que
debe interpretarse el condicionado y contiene
verbos de habla, de entendimiento y de percepción; además, los períodos condicionales con
condicionantes que se comportan como modifi-
El esquema de jerarquía de funciones que
propone Kovacci 1986a [1965] y 1990-1992 distingue, en la estructura oracional, funciones
nucleares y periféricas. Las primeras son aquellas que se relacionan con el verbo de la oración y, por lo tanto, admiten ser destacadas mediante la fórmula de relieve de ser + relativo. En
cambio, las funciones periféricas no aceptan
esa paráfrasis de realce porque se relacionan
con la situación de enunciación (y no con el
verbo de la oración). Para la autora, hay dos
7
Español actuaL
cadores de modalidad expresan inferencias inductivas (Si trae el paraguas mojado, ha llovido),
deductivas (Si llueve, Pedro se habrá mojado) o indican las condiciones adecuadas para emitir
un enunciado (Si no me equivoco, esta es la gran
potencia de Brasil). Con aunque, intervienen predicados de entendimiento y de lengua en
modo indicativo o en subjuntivo; estos períodos
concesivos admiten el pretérito en la apódosis,
porque la correlación temporal se establece con
el presente de la emisión.
Por lo tanto, consideramos conveniente diferenciar
1. las construcciones adverbiales que expresan un determinado «estado de cosas» en
el mundo real de las cuales el hablante extrae una conclusión: oraciones (2) y (4);
2. las construcciones adverbiales que contienen evaluaciones, dichos u opiniones (del
propio hablante o de otro ego) que recaen
sobre el contenido de la oración o sobre el
de parte de ella: oraciones (1), (3) y (5).
En relación con los cinco ejemplos tomados
de Kovacci, pensamos que podríamos reagruparlos: (2) y (4) son oraciones que revelan procesos de inferencias por parte del hablante3. En
efecto, advertimos que un grupo de proposiciones causales modificadoras de modalidad expresa inferencias causales inductivas y / o deductivas: el hablante establece relaciones causales
entre los hechos que expresa en la predicación
incluyente y en la construcción incluida y deriva, aplicando un razonamiento lógico, cierto conocimiento (Habrá trabajado mucho, porque está
muy cansado / Que se callen, porque no saben lo que
dicen). Lo mismo sucede con el ejemplo (4) y
con otro como el que propone Flamenco García (1999: § 59.3.3): «Él ahora no está en el edificio, aunque esta {es / sea} su cartera», en tanto
el hablante invalida, mediante la concesiva, un
razonamiento deductivo.
Este segundo grupo, integrado por los operadores que aluden al valor de verdad de las
oraciones, al acto de decir y a las condiciones
legítimas de interpretación, es el que nos permiten trazar relaciones con las propiedades características de los adverbios oracionales.
Algunos autores han notado que habría correspondencias entre ciertas construcciones
adverbiales y los adverbios de oración. Así, por
ejemplo, Galán Rodríguez 1999 considera que
algunas construcciones causales y finales «periféricas» son más «externas» a las que tradicionalmente se estudia como marginales y evidencian un comportamiento más próximo al de
los adverbios oracionales4. Sin embargo, esta
obser vación no es desarrollada. Por consiguiente, el aporte de esta investigación consiste en indagar en esta dirección para ofrecer
una propuesta de explicación sistematizada.
Estos modificadores de modalidad se relacionan, fundamentalmente, con la capacidad
lógica (Dik 1997): el hablante deriva conocimiento a través de razonamientos que siguen
principios de lógica y probabilística.
A continuación, exponemos los rasgos básicos a partir de los que podemos delimitar con
claridad las proposiciones adverbiales que
comparten rasgos con los adverbios oracionales. Las propiedades que suscribiremos seguidamente, aplicadas tanto a las subordinadas
como a los adverbios, sugieren la conveniencia
de comparar el comportamiento de ambos
constituyentes con el fin de hallar las claves
para la mejor comprensión de dichas estructuras dentro del dominio de la oración.
Sin embargo, en (1), (3) y (5) observamos
que las proposiciones se construyen con predicados de lengua, percepción y entendimiento
–como sostiene Kovacci– y que entre ambos constituyentes hay elementos compartidos, elididos o
manifestados a través de señalamientos deícticos.
4
En algunos trabajos realizados dentro del marco de la tipología lingüística, se consideran estos casos como parte del campo nocional de la evidencia: se trataría de evidencia inferida. Así
Willett 1988 (pág. 96) distingue:
3
Galán Rodríguez 1999 (§ 56.3, págs. 3604-3605):
«Sólo en esta última serie podría hablarse realmente de
una relación periférica: las oraciones están separadas por
pausa (como unidades fónicas independientes) y no delimitan el valor léxico del verbo (son marginales) […] su función
consiste en relacionar la oración con una serie de significaciones externas (actitud de los participantes de la comunicación, modalidad, entonación), pero indispensables para descodificar correctamente el sentido del mensaje. Este grupo
se relacionaría con los denominados ‘adverbios y modificadores oracionales’ […]».
«1. Inference from results: the speaker infers the situation
described from the observable evidence (i.e. from perception of the results of the causing event or action).
2. Inference from reasoning: the speaker infers the situation described on the basis of intuition, logic, a dream, previous experience, or some other mental construct».
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Contenidos nocionales de las construcciones adverbiales de modalidad
(6a) *Es como se ve en el gráfico del centro como
las ventas de automóviles, que durante el pasado año mantuvieron una tendencia creciente,
con tasas de variación interanual de casi un 10
% en el último trimestre, se han dado vuelta y
han caído un 7,4% en febrero.
En lo que respecta a su funcionamiento en el
nivel de la modalidad, todas estas construcciones
–si bien con sus características propias– admiten
ser interpretadas de acuerdo con criterios semejantes a los empleados para los adverbios oracionales, dado que es posible establecer distintas
subclases a partir de las semejanzas funcionales
y semánticas que comparten no sólo entre ellas
sino también con los diferentes grupos de adverbios oracionales. Tal y como veremos, las
asimetrías entre el funcionamiento de ciertas
estructuras proposicionales y los adverbios correspondientes remiten en nuestro análisis a las
propiedades particulares de las diferentes conjunciones que introducen las subordinadas.
(6b) Las ventas de automóviles, que durante el pasado año mantuvieron una tendencia creciente, con tasas de variación interanual de casi un
10 % en el último trimestre, se han dado vuelta y han caído un 7,4% en febrero.
(6c) Las ventas de automóviles, que durante el pasado año mantuvieron una tendencia creciente, con tasas de variación interanual de casi un
10 % en el último trimestre, como se ve en el
gráfico del centro, se han dado vuelta y han
caído un 7,4% en febrero.
En cuanto a la entonación, estos constituyentes requieren su propia unidad melódica
porque no desempeñan ninguna función argumental en la oración y por lo tanto, exigen su
interpretación en otro nivel de la estructura
oracional (Espinal 1991). Como dijimos, ese
nivel es el correspondiente al de la modalidad.
(6d) Se ve en el gráfico del centro que las ventas de
automóviles […] se han dado vuelta y han caído un 7,4% en febrero.
(6e) Visiblemente / Evidentemente, las ventas de
automóviles […] se han dado vuelta y han caído un 7,4% en febrero.
Así como los adverbios oracionales permiten, en determinadas condiciones, la presencia
de más de un operador (7), estas construcciones también la aceptan (8):
Por consiguiente, estas construcciones no
pueden ser el foco de cláusulas hendidas (6a);
pueden omitirse (6b) sin afectar la gramaticalidad de la oración (aunque la omisión afecta las
condiciones de verdad); ocupan diferentes posiciones (6c), dependiendo de su alcance: si
bien la más habitual es el margen preverbal,
sus características fónicas permiten su inserción también en medio o al final de la oración;
al operar sobre la actitud del hablante acerca
de lo que dice, de su acto de decir o del marco
adecuado de interpretación, contienen elementos deícticos que señalan el componente
al que modifican o eliden aquellos constituyentes (6d) que pueden recuperarse del segmento
incluyente; por otra parte, en general, pueden
parafrasearse por adverbios oracionales que
aludan al mismo campo semántico (6e):
(7) Teóricamente, desde el punto de vista político,
la atención estaría llamada a centrarse básicamente en cuatro capítulos: cómo evoluciona la
situación económica, que ya tiene serios síntomas de desaceleración; quién se va dibujando
en el Partido Popular como sucesor de José María Aznar; cuándo se lleva a cabo la remodelación del Gobierno que pide insistentemente un
buen sector del PP, y cómo se consolida José
Luis Rodríguez Zapatero, que ha prometido
presentar en primavera algunos puntos de su
programa electoral, entre ellos la reforma del
IRFP, y que en estos 12 meses tiene que concretar su mensaje como seguro candidato del
PSOE a la presidencia del Gobierno en 2004.
(El País, Soledad Gallego-Díaz, 06-01-02).
(6) Como se ve en el gráfico del centro, las ventas
de automóviles, que durante el pasado año
mantuvieron una tendencia creciente, con tasas de variación interanual de casi el 10% en
el último trimestre, se han dado la vuelta y
han caído un 7,4% en febrero. Ahora está claro que la razón del fuerte crecimiento anterior era la afloración de dinero oculto fiscalmente, lo que va a producir, como era de
prever, un retroceso de las ventas una vez finalizada la transición al euro. […]. (El País,
Ángel Laborda, 10-03-02).
(8) Y prosigue el prologuista: «Estoy recuperando, por así decirlo (como escribiría Henry James), algo del aura que Peggy irradiaba entonces y continúa irradiando ahora. Aunque
organizaba fiestas y coleccionaba cuadros y
personas, tenía –y sigue teniendo– un lado
frío e impenetrable. Peggy no se altera. Es capaz de guardar silencio, un don poco corriente. Y escucha, un don menos corriente todavía. Es una maestra de esas salidas ingeniosas
que desacreditan ideas, rasgos de carácter y
9
Español actuaL
personas». (El País Semanal, Ángel S. Harguindey, 10-03-02).
A diferencia de lo que puede suceder con las
construcciones epistémico-evidenciales, el hablante se compromete con el valor de verdad no
sólo del contenido del segmento incluyente
sino también con el del segmento incluido. En
efecto, el comportamiento de la negación parece ser distintivo de la verdad que no admite
cuestionamiento en las proposiciones factivas
frente al posible desprendimiento del compromiso modal del hablante respecto de las proposiciones epistémico-evidenciales (cfr. 2.1.2).
En (8) se advierte la presencia de dos operadores: uno que alude a la actividad del decir
(metacomunicativo) y otro que indica el origen
de lo que se dice (metaproposicional). Como se
ha advertido sobre el comportamiento de los adverbios en distintas lenguas y en español (por
ejemplo, Cinque 1999 y Rodríguez Ramalle
1999), la tendencia indica que los que modifican
el decir tienen alcance sobre los que se refieren
al contenido proposicional, pero no a la inversa.
De ahí que no permitan el cambio de orden:
Las construcciones de (9) y (10) permiten
que se destaque la adhesión del hablante mediante paráfrasis coordinativas (9a-10a) en las
que el demostrativo esto refiere a la calificación
modal, no al contenido proposicional:
(8a) […] Estoy recuperando *(como escribiría
Henry James), por así decirlo, algo del aura
que Peggy irradiaba entonces y continúa irradiando ahora […].
(9)
Sintáctica y semánticamente, estas construcciones se asocian con los mismos campos descriptos en los estudios de los adverbios oracionales. Por supuesto, las correspondencias que
trazamos no son absolutas y los sistemas no son
exactamente simétricos. Las coincidencias se establecen de acuerdo con los niveles en que los
operadores (los adverbios y las construcciones
que aquí estudiamos) funcionan y con respecto
a los campos semánticos a los que aluden. De
ahí que encontremos ciertas semejanzas fónicas,
sintácticas y semánticas entre ambos conjuntos
de operadores.
Como están comprobando los argentinos, destruir es mucho más fácil que construir. […]
(El País, José Juan Ruiz, 03-02-02).
(9a) Destruir es mucho más fácil que construir y
esto (que esto es verdad) lo están comprobando los argentinos.
(10) [...] Semejante continente de piel adorable
pertenece a Monica Bellucci, la protagonista
de una película en la que casi no abre la
boca. Y, aunque cueste creerlo, ese silencio
la consagró. (Clarín, Revista Viva, 18-03-01).
(10a) Ese silencio la consagró y esto (que esto es
verdad) es difícil de creer (pero es así).
2.1.2. Expresión graduada de certeza: Epistémicoevidenciales
2.1. Acerca de las condiciones de verdad de lo que se
dice
Indican la fuente de la información y de este
modo, funcionan como señales que invitan al
oyente a concentrarse en el origen del conocimiento del hablante, a examinar el contenido
de la oración y el modo en que la información
fue adquirida, a fin de aceptar, cuestionar o corroborar lo que se ha dicho (Perry 2000).
Incluimos aquí aquellas construcciones que
contribuyen al establecimiento de la validez
del contenido proposicional porque señalan la
naturaleza y los límites del conocimiento del
hablante sobre lo que dice.
Se corresponden con formas tales como evidentemente, obviamente, por lo visto, aparentemente… (o, para el inglés, allegedly, reportedly). A diferencia de estos adverbios que siempre
señalan la participación del hablante como
fuente de la evidencia, las construcciones epistémico-evidenciales contienen predicados de
percepción, habla y entendimiento que pueden aludir a otros egos distintos del hablante.
2.1.1. Verdad presupuesta: Construcciones factivas
Las construcciones adverbiales que señalan
la presuposición de verdad de lo que el hablante dice pueden relacionarse con adverbios
como irremediablemente, efectivamente, inevitablemente (si no contienen predicados emotivos), los
que destacan la relación necesaria que se establece en los hechos; o con felizmente, lamentablemente, paradójicamente, absurdamente, increíblemente… (para los emotivos), formas que precisan la
actitud evaluadora del hablante.
Así como hay lenguas que expresan morfológicamente distintos significados evidenciales,
10
Contenidos nocionales de las construcciones adverbiales de modalidad
el español permite el empleo de ciertos elementos léxicos, de algunos adverbios y en particular, de ciertas construcciones adverbiales
para indicar cuál es el origen de la información que el hablante transmite. Lazard 2000
(pág. 214) sostiene que cada lengua recorta el
campo de la expresión de la evidencialidad de
acuerdo con el funcionamiento de su propio
sistema y el español comparte con otras lenguas romances el hecho de tener que recurrir
a mecanismos léxicos para aludir a determinados contenidos evidenciales:
los juicios del hablante están naturalmente relacionados con la evidencia que posee 5. Sin
embargo, presenta el tuyuca6, una lengua hablada en Brasil y Colombia, como un sistema
predominantemente evidencial que gramaticaliza los siguientes significados: evidencia visual,
no visual (proveniente de algún otro sentido
que no sea la vista), apariencia, evidencia de
segunda mano (reporte) y «asumida» o inferida (cuando el hablante posee un conocimiento previo de un estado de cosas o de ciertos patrones de conducta generales o habituales). La
evidencia visual es el miembro por excelencia
del sistema.
[…] Hors de toute expression linguistique, ce que
nous appelons médiatif ou evidential n’est pas une
catégorie, mais c’est ce champ notionnel: les langues
le découpent chacune à sa manière, intégrant ou
non telles notions dans leur système grammatical.
De Haan 1999 estudia la expresión de la evidencialidad en alemán y se muestra partidario
de diferenciarla de la noción de epistemicidad:
la evidencialidad se expresa con verbos de percepción como ver, que quedan fuera del alcance de la negación y que no indican juicios, sino
más bien muestran la neutralidad del hablante
respecto de la aserción e informan sobre la
fuente directa o indirecta de la cual obtiene
la información; por el contrario, los verbos
epistémicos expresan juicios (que pueden ser
negados) y señalan el grado de compromiso
del hablante hacia lo que dice.
Toutes les langues, naturellement, ont la possibilité d’exprimer les notions médiatives, mais toutes
ne les grammaticalisent pas. On peut, me semble-t-il,
distinguer trois cas principaux.
a) Certaines langues ne les grammaticalisent pas.
Le français et les langues d’Europe occidentale recourent à des moyens lexicaux. Les énoncés peuvent être accompagnés d’expressions telles que
«dit-on», «paraît-il», «à ce que je vois», «à ce qu’il
semble», «apparemment», «comme on sait», etc.,
qui toutes réfèrent à la source de l’information
communiquée, mais dont aucune ne fait partie du
système grammatical de la langue, alors qu’il y a
des langues où ces nuances peuvent être convoyées, par exemple, par des affixes verbaux. […].
Asimismo, Dik y Hengeveld 1991 analizan la
jerarquía de los complementos de los verbos
de percepción y distinguen la percepción inmediata de un individuo respecto de otro (Vi a
tu hermano anoche), la de un estado de cosas (Lo
vi caminando por la calle), la percepción mental
de un contenido proposicional (Vi que María
ha estado llorando) y la recepción de un contenido de acto de habla (Oí que probablemente vas a
cantar en el teatro la próxima semana). Estas dos
últimas son entidades que representan un contenido proposicional que, en el primer caso, se
origina en el hablante y, en el segundo, en otro
ego; de ahí que las construcciones de recepción de un contenido proposicional de un acto
de habla (RP) sean posibles sólo con predicados de «oír» o «ver» (con sentido de «leer»),
mientras que las construcciones de percepción
No todos los autores están de acuerdo en lo
que respecta al tratamiento de las estructuras
epistémico-evidenciales. Como muestra de
ello, comentaremos aquellas posturas más significativas.
Givón 1982 (pág. 44) entiende que el grado
de certeza subjetiva se establece según la interacción de unas jerarquías evidenciales: la máxima certeza implica la percepción visual directa
por parte del hablante. Esto implica que la noción de certeza se concibe como escalar y que
toda modificación en cuanto a la persona que
percibe algo (el oyente o una tercera persona),
a los sentidos comprometidos (distintos de la visión), a la fuente (no sensorial o inferencial) y a
la falta de proximidad a la escena provoca un
debilitamiento de la expresión de certeza.
5 El DRAE de 2001, por ejemplo, da como primera acepción de
evidencia «certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar»;
de que sepamos, que se sepa… indica «que haya constancia»; para se
conoce que (como conjunción coloquial) remite a «al parecer»…
También Palmer 1986 indica que es frecuente que no pueda establecerse una distinción clara entre juicios y evidenciales, porque
6 Palmer sigue las conclusiones del estudio de Barnes, J.
(1984): «Evidentials in the Tuyuca verb», International Journal of
American Linguistics, 50, págs. 255-271.
11
Español actuaL
negocio, obtener márgenes más amplios y alcanzar otra variable estratégica, mayor tamaño. (El País, Ramón Casilda Béjar, 06-01-02).
mental de un contenido proposicional (MP)
admiten todos los verbos de percepción.
Por lo tanto, las construcciones RP son no
factivas (el hablante no está comprometido
con la verdad del complemento), pueden contener operadores que especifiquen la actitud
proposicional, y en ellas el hablante original o
la fuente escrita pueden ser señalados como la
fuente del contenido proposicional (Vi en el
diario que…). En cambio, las construcciones
MP son semifactivas (el hablante está comprometido con la verdad del complemento) y generalmente no admiten operadores que especifiquen la actitud proposicional (*María probó
que la tostada estaba probablemente quemada).
(13) […] En 1985 se hizo una ley de extranjería, y
en 2000 se hace otra que cualquier analista
sabe que no sirve para mucho. ¿Porque la realidad desborda a la legislación, hay que hacer chapucerías e improvisar? Póngase de
acuerdo en cuál va a ser la política de inmigración en este país, porque estamos desconcertados. Y póngase de acuerdo en la UE,
que va unido… La situación está creada y te
encuentras que en la provincia de Almería,
que sepamos, hay 46.000 inmigrantes. Y hay
datos que hablan de que se exporta una riqueza de 1.000 millones diarios. ¿Cómo pueden vivir bajo plásticos, en chabolas? […].
(El País, Entrevista a José Chamizo de Sol
Alameda, 06-01-02).
Consideramos que esta distinción puede
aplicarse de manera muy provechosa a las formas evidenciales que tratamos. Por lo tanto, realizaremos un tratamiento unificado de las estructuras epistémico-evidenciales como
miembros de una misma escala que va desde la
duda hasta la completa evidencia.
Por el contrario, si la fuente es otro ego, el
hablante puede manifestar su neutralidad
(14), o su compromiso (15)-(17) o su falta de
adhesión (18):
(14) Si, como dice el refrán, rectificar es de sabios, la sabiduría ha tomado cuerpo entre los
tres partidos que aprobaron el pasado jueves
en la Comisión de Urgencia, Reglamento y
Gobierno del Parlamento vasco un sistema
de provisión complementario de pensiones
de los parlamentarios que hayan permanecido en su escaño al menos cuatro años. […]
(El País, 17-02-02).
Como sostiene Nøjgaard 1993, el hablante
aspira a que su aserción se corresponda con un
estado del mundo. Esa «presuposición asertiva» no puede ser comentada ni refutada, salvo
que se introduzca otro locutor que posea otro
marco vericondicional. En efecto, si el hablante es la fuente de la información (11)-(12), es
difícil pensar que no se comprometa con la
verdad de su aserción, aunque pueda expresar
diferentes grados de adhesión, tal como vemos
en (13), de acuerdo con el nivel de conocimiento que posee de la situación que describe:
(15) […] Saben que a Serbia se la considera un
paria y que no van a encontrar a demasiados
extranjeros que simpaticen con ellos. Como
me dijo un joven serbio: «Estos diez últimos
años han sido una completa pérdida de
tiempo. Tenemos que incorporarnos a Europa y seguir adelante con nuestras vidas. No
sirve de nada detenernos en el pasado». (El
País, David Rieff, 03-03-02).
(11) Una era más avisada de investigación periodística ha desvelado varias puestas al día de
este infame episodio. Lo mismo han hecho
las muy reservadas memorias del propio Nixon. Hacía falta más que un «conducto trasero» para la desestabilización por los republicanos de las conversaciones de paz de París.
Tenía que haber, como hemos visto, comunicaciones secretas entre Nixon y los survietnamitas. [...]. (El País, 06-01-02).
(16) […] Pero un Estado ineficiente usó el dinero de las privatizaciones para el gasto corriente y, una vez que «se acabaron las joyas
de la abuela», como dicen los argentinos, comenzó a financiarse el aumento de sus dispendios con la duplicación de la deuda pública a 132.000 millones de dólares. […] (El
País, Alejandro Rebossio, 06-01-02).
(12) […] Esta política de expansión se situó sobre todo en el mercado minorista, para más
adelante expandirse hacia la gestión de activos. Como hemos dicho en otros trabajos,
esta expansión internacional, entre otras
causas, se debió a una alta maduración del
mercado nacional, que obligaba a las entidades a buscar oportunidades de ensanchar su
(17) […] Como hace unos días escribía Manuel
Mora y Araujo, frente a la opción favorecida
por la mayoría de los argentinos –recorte del
gasto público político sin devaluación– y frente a la alternativa que contaba con el consenso internacional –ajuste y devaluación–, la
12
Contenidos nocionales de las construcciones adverbiales de modalidad
clase política argentina optó por dar un salto
en el vacío y devaluar sin contar previamente
con sólidas y creíbles anclas fiscales y monetarias. […] (El País, José Juan Ruiz, 03-02-02).
rrectamente, erróneamente…, los que expresan la
evaluación subjetiva del hablante acerca del valor de verdad de la construcción (19)-(20), y
también con el uso de la negación, cuando tiene alcance sobre algunos de estos operadores,
dado que no afecta el estado de cosas descrito
en la construcción sino la calificación modal
de ese estado; el hablante puede disociar lo
que se expresa de su propia adhesión al valor
de verdad (20)-(21):
(18) Contra lo que pudiera parecer, la convivencia de diferentes culturas en el ámbito de
una misma sociedad no forma parte de las
transformaciones más decisivas de las dos últimas décadas. […]. (El País, José María Ridao, 24-02-02).
Observemos que en (11), (12) y (13) el hablante se incluye en una primera persona del
plural y de este modo, indica el grado de compromiso con la verdad de la aserción: en los
dos primeros ejemplos, refuerza la verdad de
lo visto o de lo dicho, pero en (13) restringe o
limita la certeza conforme el nivel de conocimiento que posee. En (14) la construcción de
modo forma parte de una prótasis condicional
y el hablante se muestra neutral frente al valor
de verdad: si es cierto que, como dice el refrán, rectificar es de sabios…En cambio, en (15), (16) y
(17) el hablante indica su conformidad con los
dichos de otros egos. Pero en (18) el hablante,
mediante la construcción concesiva contra lo
que pudiera parecer, distingue el contenido proposicional de su adhesión al valor de verdad:
(19) […] Como bien recuerda Peñafiel cuando nos
habla de la casa monegasca, no todo es jijijajá
en la casa de nuestras grandes familias. […]. (El
País, Elvira Lindo, 06-01-02).
(20) [...] El Martín Fierro a Alfredo Alcón no fue,
como se dijo erróneamente en la fiesta, el
primero de su carrera, sino que ya tiene varios. (Ámbito Financiero, 09-05-01).
(21) Habermas tiene razón al definir a la globalización como un estado transitorio, un proceso, y no –como creen los políticos argentinos–
como un ideal en sí mismo. (Clarín, Christian Ferrer, 24-09-00).
2.2. Acerca del acto de decir
Las construcciones adverbiales que refieren
al acto de decir expresan las condiciones adecuadas para la comunicación (por lo tanto, las
consideramos metacomunicativas). En este sentido, subrayan la franqueza y propiedad del decir del hablante, colaboran en la distribución
de la información, explicitan la finalidad del
hablante en su decir (por ejemplo, estableciendo relaciones sobre criterios como ‘abstracción-concreción’ entre distintos segmentos del
texto) y especifican la adecuación de los elementos del código seleccionados por el hablante. Con los nexos por y para, la proposición se
construye en infinitivo, debido a la correferencialidad establecida entre el sujeto de la predicación y el hablante. Quedan fuera del ámbito
de la negación y su alcance puede abarcar desde una única palabra a toda una aseveración,
además de indicar que se relacionan con otras
aseveraciones precedentes o siguientes.
(18a) Puede parecer que no es así / que no es verdad, pero en realidad, la convivencia de diferentes culturas en el ámbito de una misma sociedad no forma parte de las transformaciones
más decisivas de las dos últimas décadas.
Esto demuestra que las construcciones epistémico-evidenciales permiten que el hablante
indique tanto su neutralidad frente a la responsabilidad de la aserción como diferentes
grados de compromiso. En este último caso, la
máxima certeza puede reforzarse mediante la
evidencia o puede establecerse en oposición a
ciertos indicios evidenciales, a los que el hablante no les otorga validez. Por consiguiente,
comprobamos que puede superponerse la calificación modal del hablante sobre la evidencia.
Aquellas construcciones que contienen predicados de opinión y de conocimiento también
sirven para señalar la fuente de la información
y al igual que lo que sucede con las predicaciones de percepción y de reporte, el hablante
puede desprender lo que dice de su propia calificación modal, cuando la fuente señalada es
otro ego. Este fenómeno se comprueba con el
uso de adverbios como correctamente, bien, inco-
2.2.1. En cuanto a la calidad de dicente
Se relacionan con formas con francamente,
honradamente, sinceramente…, esto es, con los
adverbios que señalan la manera del decir y
que se orientan al hablante para garantizar su
13
Español actuaL
por su dinamismo empresarial; los que son aficionados a las letras, por sus palabras; los que
son aficionados a la vida, por su vitalidad. Pero
a mí me preocupa porque estamos en una
fase, cómo decirlo, de desorientación. […] (El
País, Entrevista de Juan Cruz a Jorge Semprún, 17-03-02).
sinceridad (22), seriedad en el tratamiento de
los temas (23) y precisión (24)7. La presencia
del infinitivo en (24) responde a la correferencialidad entre la persona que señala el sujeto
de decir y el hablante implícito:
(22) Soy estudiante de periodismo de la Complutense; el 18 de febrero, como todas las tardes, recogí mi ejemplar de El País de la mesa
instalada en el hall de mi facultad y me dispuse a leerlo. De pronto, me encontré con el
artículo del señor Eugenio Suárez (que se
autocalifica de anciano al que nadie querrá
atacar) titulado Señoras.
Si he de ser sincera, me sobresaltó; el primer sentimiento que me provocó fue indignación, pero no obstante, volví a leerlo por si
acaso lo había malentendido. […]. (El País,
Esther Gómez García, 24-02-02).
2.2.2. En cuanto a la actividad de decir
Indican cómo el hablante presenta lo que
dice y permiten que dos elementos de una misma oración –o, sencillamente, oraciones distintas– queden relacionados de acuerdo con una
determinada secuencia que se establece según
un determinado orden (2.2.2.1) o una relativa
equivalencia (2.2.2.2) o una paráfrasis (2.2.2.3).
2.2.2.1. Sobre la organización textual
(23) – ¿Proceder de África o algo todavía más inconfesable, la raza?
– Si nos tomamos en serio esta cuestión, la
pregunta relevante es qué es un blanco y
qué es un negro. Porque, contra lo que pudiera parecer, la respuesta depende de la situación. Conozco brasileños que descubrieron que eran negros al llegar a Estados
Unidos. En su país, eran blancos. Conozco
también el caso contrario, el de norteamericanos que en su país son negros y que, en
África, no pueden entrar en ceremonias religiosas por ser blancos. A Hugues, el poeta
norteamericano, le ocurrió en Nigeria. Y
dijo: pero yo soy negro. Oiga, le respondió
un nigeriano, usted será negro en su país.
(El País, entrevista de José María Ridao a Mia
Couto, 28-04-02).
Construcciones como las de (25) y (26) explicitan un ordenamiento respecto de las distintas
partes de un texto: en el primer caso, para empezar se comporta como lo hace un ordenador (primero, segundo, tercero…); en el segundo, para resumir puede relacionarse con resumidamente, en
resumen, sintéticamente…, formas adverbiales que
introducen una aserción que recapitula diferentes segmentos del texto y los condensa:
(25) Aznar exige que su mujer esté siempre a su
lado. Mítines, congresos, conferencias, viajes.
Desde sus primeras campañas al Congreso,
cuando los históricos de Alianza Popular la
apodaron Juanita, en referencia a la mujer del
ucedista Landelino Lavilla, que estaba siempre
en primera fila. Hoy, Aznar no perdona una
cena sin ella, y es raro el viaje al que no le
acompaña. Para empezar a sus despachos con
el Rey en Marivent en agosto. […]. (El País,
Jesús Rodríguez, 24-02-02).
(24) – Su literatura es de sentimientos. ¿Qué sentimientos le despierta ahora este país?
– Para decirlo claramente, este país me inspira
una cierta preocupación, porque yo creo que
es un país que a los extranjeros, a los europeos, les entusiasma. España los sorprende todavía: los que son empresarios e industriales,
(26) Este inédito puente solidario, made in Argentina, ya tiene 136 aviones, 180 pilotos y unos
400 aeropatas, voluntarios que colaboran juntando cosas y ayudando a pagar el combustible, porque la asociación no recibe dinero y
los propietarios de las naves tienen que pagar todos los gastos. Para resumir, en sus 55
misiones en más de 15 provincias ya repartieron más de 2 mil toneladas de donaciones.
(Clarín, Revista Viva, Georgina Elustondo,
17-12-00).
7 Refiriéndose a las condicionales de «usos corteses», Montolío Durán 1999 (§ 57.4.1, págs. 3685-3686) sostiene que
«[…] mediante su uso el hablante establece pistas para
negociar la conversación, por ejemplo, para establecer un
determinado tono interpersonal; ello es especialmente claro
en las prótasis ‘de sinceridad’ y en otras […] que se utilizan
como modo de reducción de la distancia interpersonal. En
otros casos, la guía contextualizadora se refiere a cómo el hablante desea que sea interpretada la forma de su enunciado,
que él mismo comenta ({Si lo decimos claramente / Si se me permite la expresión}, esto es una porquería), aspecto que sin duda
acerca los valores sociales de estas prótasis y sus funciones
metalingüísticas».
2.2.2.2. Sobre la finalidad del decir
Estas construcciones se relacionan con formas como concretamente o en concreto, las cuales
14
Contenidos nocionales de las construcciones adverbiales de modalidad
portante capacidad de olvido. Por supuesto,
esta disposición, esta capacidad de olvido,
como aquí la estoy llamando, no significa
que las cosas se borren o desaparezcan, no
significa que pase inmediatamente a perdonar cosas de mi memoria, o a perdonar,
por ejemplo, a otros que se encuentran de
alguna manera en mi memoria. Pero, siguiendo el hilo de la pregunta, me parece
importante afirmar que existe en efecto un
tipo de cosas de las que no me olvido nunca, y son todas aquellas vinculadas, relacionadas, con la experiencia de la resistencia.
(El País, Entrevista de Juan Cruz a Jorge
Semprún, 17-03-02).
precisan que el segmento sobre el que operan
guarda cierta equivalencia respecto de otro anterior; pero mientras este indica –según el juicio del hablante– una afirmación generalizadora y de relativa vaguedad, aquel introduce una
expresión que contribuye a volver más clara la
aserción precedente (27)-(28):
(27) El asunto no es baladí puesto que, con las cajas de las operadoras exhaustas por el peso de
la deuda, cualquier operación de compra o fusión pasa por un intercambio de acciones.
Por poner un ejemplo. Cuando Telefónica
quiso fusionarse con KPN en mayo de 2000 se
valoró el canje de acciones en seis títulos de la
holandesa por cuatro de la española. […]. (El
País, Ramón Muñoz, 06-01-02).
(31) En el mundo de Struck y White el plátano es
un plátano, no «una fruta tropical oblongada
y forrada de una resbalosa cáscara amarilla».
En ese sentido, el alcalde tiene nomás que ser el
alcalde, como lo llamamos en casa. No el
«burgomestre» (cuánta afición le tenemos a
esta palabra, particularmente en el valle),
mucho menos «la primera autoridad edilicia». Los policías son policías, y los militares, militares. (El País, Juan Carlos Gumucio,
03-03-02).
(28) […] No hay duda: estamos en territorio botellón. Puede ser la madrileña plaza de Barceló,
la de Luis Rosales en Granada, la plaza Mayor
de Cáceres o la de San Juan Bautista en Salamanca, por poner algún ejemplo. Desde hace
una década, cada ciudad tiene su rinconcito
para el botelleo. […]. (El País Semanal, Ana
Juárez, 24-02-02).
Incluso se puede cuantificar el grado de claridad que el segmento puede aportar. Esto es
lo que sucede con la inclusión de un elemento
intensificador como la mar de ilustrativo (29):
(32) Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz y su equipo, son, como los ha definido The Observer,
«un equipo coherente de firmas creyentes
en el unilateralismo y el poderío militar norteamericano». […]. (El País, Soledad Gallego-Díaz, 24-02-02).
(29) Tengo sueños premonitorios […]. Ya digo,
lo mío es paranormal. No mi mente, que
también, sino mis premoniciones. El otro
día, por poner un ejemplo la mar de ilustrativo, soñé con el cardenal Antonio María
Rouco. Che, che, un momentito, que nadie
piense que voy a contar un sueño impublicable; al contrario, fue un sueño que yo calificaría de simbólico. […]. (El País, Elvira Lindo, 03-03-02).
(33) Georgia ahora quiere convencer al mundo, y
especialmente, a EE UU, de que Abjazia puede convertirse en el próximo foco terrorista.
«Creo que dentro de poco habremos resuelto
el problema de Pankisi y entonces esa cueva de
terroristas –como definen los rusos al desfiladero– se desplazará a Abjazia. […]». (El País, Rodrigo Fernández, 03-03-02).
2.2.2.3. Sobre la selección de elementos del código
También el hablante puede indicar la preferencia por cierto vocablo frente a otros (34)(35)8 o de la actitud emotiva que puede causar
alguna alternativa léxica (36):
Estas construcciones metalingüísticas tienen alcance sobre la selección de una(s) determinada(s) palabra(s), como sucede con precisamente, exactamente, en otras palabras… El
hablante informa acerca de qué término(s) va
a utilizar para referirse a un determinado concepto (30)-(31) o de cómo se entiende una determinada expresión (32)-(33):
(34) Antes de que desaparezca del todo, El País
Semanal se adelantó a hablar en Buenos Aires con unas veinte personas que ofrecen,
por nivel económico y por orígenes familia-
(30) – ¿De qué no se ha podido olvidar nunca?
– Yo tengo mucha memoria y, por consiguiente, tengo mucha capacidad de olvido.
[…] pero lo que sí sé es que cuando se tiene
mucha memoria se tiene, a su vez, una im-
8 Montolío Durán 1999 (§ 57.4.2, pág. 3686) señala que con
las prótasis condicionales de uso metalingüístico «[…] el hablante busca el acuerdo o aquiescencia respecto a un término
empleado, que muy a menudo aparece como rectificación de un
término precedente; de ahí la frecuente posposición de estas
cláusulas».
15
Español actuaL
res, una imagen de la que ha sido, a lo largo
de la mayor parte del siglo XX, la clase media
más grande en el país más rico de América
Latina. Se manifestaron varios denominadores comunes: entre ellos, el desprecio, por
no decir odio, a las clases políticas; el desaliento ante las perspectivas que ofrece, o no
ofrece, el país, y un debate constante entre
amigos y dentro de familias sobre la gran
cuestión: irse o no irse. (El País Semanal,
John Carlin, 10-02-02).
(35)
(37) – ¡Sí, sí!…, pero quizá porque se ha entendido mal. Porque yo, que he sido el fundador
de este partido, no voy a hacer nada a estas
alturas para crear discrepancias. Lo que yo
quiero es llevar adelante algo que he defendido hace tiempo y que creo, modestamente, que es razonable… Para decirle de otra
manera: los artículos mejor redactados de
la Constitución, que eran los más difíciles,
son precisamente cuatro o cinco artículos
que prevén la entrada en Europa, que preparaban para ello. Bueno, pues eso… Yo
siempre digo que antes de tomar una decisión hay que estar tres o cuatro años estudiando a fondo lo que puede hacerse. Yo
no me lanzo nunca sin ponderar las cosas,
usted lo sabe bien. […]. (El País, Reportaje
de María Antonia Iglesias a Manuel Fraga Iribarne, 03-03-02).
– ¿Usted ha escrito para perdonar?
– No, yo he escrito por una cosa muy sencilla: porque quería ser escritor. Y la experiencia del campo, la experiencia de Buchenwald, me nutrió para convertirme en
escritor, para escribir. Pero, a su vez, esta experiencia me esterilizó durante mucho
tiempo, me prohibió escribir, porque para
mí escribir en esos tiempos era quedarme
dentro de ella, revivirla y, por tanto, tuve la
seguridad absoluta –si pudiera emplearse
esta palabra aquí– de que acabaría suicidándome. El suicidio de Primo Levi, o de otros
escritores deportados, corrobora un poco el
hecho de que esa posibilidad existe siempre
en la memoria de un individuo que ha pasado por experiencias semejantes […]. (El
País, Entrevista de Juan Cruz a Jorge Semprún, 17-03-02).
2.3. Acerca de las condiciones válidas de
interpretación
Las construcciones que establecen las condiciones legítimas de interpretación se comportan como los adverbios nocionales o de dominio (geográficamente, lingüísticamente…) o
como los tópicos encabezados por un topicalizador (por lo que respecta a / en cuanto a…) y participan de los rasgos propios de los dos grupos
anteriores: por un lado, instauran las condiciones dentro de las que el hablante otorga validez a lo que dice y por otro, focalizan la recepción en tanto brindan el marco conceptual o
temático que es necesario adoptar para aceptar
lo que se dice.
(36) […] Por eso Bosnia fue un caso único en la
historia de las guerras contemporáneas. A
pesar de todos los horrores que estaban produciéndose –horrores iguales y en muchas
ocasiones superiores a los de muchas guerras
del mundo pobre–, fueron pocos los bosnios
que aceptaron por completo la idea de que
lo que ocurría no era nada más que una perversión de lo que –por extraña que parezca
la palabra– estaba «previsto». Evidentemente, no quiero decir que los bosnios negaran
la realidad de la guerra. […]. (El País, David
Rieff, 03-03-02).
2.3.1. Dominio
Estos operadores restringen la validez del
contenido de la aserción de acuerdo con el
punto de vista adoptado y simultáneamente,
dirigen la recepción hacia una interpretación
legítima. Por esto, pensamos que se comportan
como operadores metaproposicionales y metacomunicativos, a la vez.
Vemos también que estos modificadores
pueden tener alcance sobre elementos que los
preceden –en (30), (31), (33) y (34) sobre capacidad de olvido, alcalde, cueva de terroristas y desprecio, respectivamente–; o que los siguen –en
(32), (35) y (36) sobre un equipo coherente (…),
suicidándome y previsto, respectivamente–.
Constatamos que aluden al acto del decir
porque pueden construirse con predicados de
habla cuyo sujeto sea correferencial de la persona que habla (38) y observamos que no se
comportan como circunstanciales: no aceptan
el realce con ser + relativo (38a), sino que aluden al dominio dentro del cual se garantiza la
verdad de la aserción (38b):
Por otra parte, algunos operadores anuncian que el segmento sobre los que recaen funciona como una paráfrasis de una o más aserciones previas (37):
16
Contenidos nocionales de las construcciones adverbiales de modalidad
(38) – Ha empleado la palabra perdón. ¿Qué es
imperdonable?
– Tengo cierta tendencia a decir, filosóficamente hablando, que la capacidad de
perdón es una de las más grandes suertes,
una de las posibilidades más importantes
con las que cuenta el ser humano. Pero resulta muy difícil marcar límites de antemano, trazar fronteras a priori. Yo, por ejemplo, soy propenso a decir que hay cierto
tipo de crímenes que no son perdonables:
el exterminio del pueblo judío durante la
guerra, por citar uno muy claro. […]. (El
País, Entrevista de Juan Cruz a Jorge Semprún, 17-03-02).
(40) – ¿Y cuántas empresas se han ido fuera?
– Tampoco se sabe… No es que levantes la fábrica y te vayas, o que la cierres. El problema
es cuántas decisiones que se están tomando en
el día a día, por personas de aquí y de fuera
del País Vasco, están siendo influenciadas por
la situación de terrorismo e inseguridad que
vivimos. No hace falta ser muy listo, ni un antivasco, para verlo. Si hablamos de seguridad
de los ejecutivos de las empresas, pues no estamos poniendo las mejores condiciones
para que alguien se decida a invertir allí. O a
ampliar su inversión… (El País Semanal, Entrevista de Sol Alameda a José María Vizcaíno,
17-02-02).
(38a) *Es filosóficamente hablando como digo
que la capacidad de perdón es una de más
grandes suertes […].
(41) Cuando se habla de Argentina, para bien o
para mal, se suele recurrir al tópico del tango, en sus casi infinitas derivaciones. Siguiendo ese tópico habría que desempolvar la letra del tango Cambalache, una de las
canciones más lúcidas que se hayan escrito
jamás, para describir la situación a la que se
enfrenta el nuevo presidente de Telefónica
de Argentina, Miguel Ángel Gutiérrez. […].
(El País, Ramón Muñoz, 24-02-02).
(38b) Desde un punto de vista filosófico, la capacidad de perdón es una de más grandes suertes. Pero en algunas circunstancias, hay cierto tipo de crímenes que no son perdonables.
En (39) el hablante sólo se compromete
con la verdad de su aserción dentro del dominio de una perspectiva histórica de largo plazo,
a la vez que guía cómo el interlocutor debe interpretar lo dicho:
(41) – ¿De qué no se ha podido olvidar nunca?
– Yo tengo mucha memoria y, por consiguiente, tengo mucha capacidad de olvido.
[…] pero lo que sí sé es que cuando se tiene
mucha memoria se tiene, a su vez, una importante capacidad de olvido. Por supuesto,
esta disposición, esta capacidad de olvido,
como aquí la estoy llamando, no significa
que las cosas se borren o desaparezcan, no
significa que pase inmediatamente a perdonar cosas de mi memoria, o a perdonar,
por ejemplo, a otros que se encuentran de
alguna manera en mi memoria. Pero, siguiendo el hilo de la pregunta, me parece
importante afirmar que existe en efecto un
tipo de cosas de las que no me olvido nunca, y son todas aquellas vinculadas, relacionadas, con la experiencia de la resistencia.
(El País, Entrevista de Juan Cruz a Jorge
Semprún, 17-03-02).
(39) – ¿Son totalmente ajenos los festejos de Halloween y San Valentín a las culturas latinoamericanas?
– Si uno lo ve en una perspectiva histórica de
largo plazo, Halloween no es más ajeno que
la Navidad. La Navidad llegó antes y tiene
una larga duración y una incorporación más
«natural». ¿Qué sentido tiene poner árboles
de otras zonas con nieve artificial en diciembre en Buenos Aires? [...]. (Entrevista de
Héctor Pavón a Néstor García Canclini, Clarín, 17-12-00).
2.3.2. Tópicos
Así como las formas incidentalmente, entre paréntesis…sirven para que el hablante introduzca
comentarios marginales respecto del tema central que desarrolla, existen distintas construcciones que precisan el marco temático de la exposición y guían la interpretación del oyente.
2.4. Recapitulación
De acuerdo con el corpus recolectado y los
comportamientos manifestados por las diferentes construcciones analizadas, hemos llegado a una propuesta de clasificación que guarda
correspondencias con diferentes clases de adverbios oracionales. Esto se esquematiza en el
cuadro que sigue:
Pueden contener predicados de habla (40)
o verbos que indiquen la continuidad dentro
de un mismo tema (41) o que se reanuda un
asunto que había sido interrumpido (42):
17
Español actuaL
Verdad
presupuesta
Construcciones factivas no emotivas
(inevitablemente, efectivamente)
Como están comprobando los argentinos, destruir es mucho más fácil
que construir.
Construcciones factivas emotivas
(paradójicamente, increíblemente)
[...] Semejante continente de piel adorable pertenece a Monica Bellucci,
la protagonista de una película en la que casi no abre la boca. Y, aunque
cueste creerlo, ese silencio la consagró.
Expresión
graduada de
certeza
Construcciones epistémico-evidenciales
(evidentemente, aparentemente, «reportedly»)
[…] Pero un Estado ineficiente usó el dinero de las privatizaciones para el
gasto corriente y, una vez que «se acabaron las joyas de la abuela», como
dicen los argentinos, comenzó a financiarse el aumento de sus dispendios
con la duplicación de la deuda pública a 132.000 millones de dólares.
Habermas tiene razón al definir a la globalización como un estado
transitorio, un proceso, y no –como creen los políticos argentinos– como
un ideal en sí mismo.
Garantía de
franqueza y
precisión
Construcciones referidas al hablante en su calidad de dicente
(francamente, sinceramente)
[…] Si he de ser sincera, me sobresaltó; el primer sentimiento que me
provocó fue indignación, pero no obstante, volví a leerlo por si acaso lo
había malentendido.
Operadores
metaproposicionales
Operadores
metacomunicativos
Operadores
metaproposicionales
y metacomunicativos
A favor de la
organización y
la claridad
textual
Construcciones ordenadoras
(primero, segundo, resumidamente…)
[…] Hoy, Aznar no perdona una cena sin ella, y es raro el viaje al que no
le acompaña. Para empezar a sus despachos con el Rey en Marivent en
agosto.
Construcciones que señalan la finalidad del decir
(concretamente)
[…] No hay duda: estamos en territorio botellón. Puede ser la madrileña
plaza de Barceló, la de Luis Rosales en Granada, la plaza Mayor de
Cáceres o la de San Juan Bautista en Salamanca, por poner algún
ejemplo. Desde hace una década, cada ciudad tiene su rinconcito para
el botelleo. […].
Selección de
elementos del
código
lingüístico
Construcciones metalingüísticas
(precisamente, en otras palabras)
[…] Se manifestaron varios denominadores comunes: entre ellos, el
desprecio, por no decir odio, a las clases políticas […}.
Marco
conceptual
Construcciones de dominio
(históricamente)
[…]Si uno lo ve en una perspectiva histórica de largo plazo, Halloween
no es más ajeno que la Navidad. La Navidad llegó antes y tiene una larga
duración y una incorporación más «natural». [...].
Tópicos
[…] Si hablamos de seguridad de los ejecutivos de las empresas, pues no
Marco temático
estamos poniendo las mejores condiciones para que alguien se decida a
invertir allí. O a ampliar su inversión…
18
Contenidos nocionales de las construcciones adverbiales de modalidad
3. CONCLUSIONES
cisar la fuente de su conocimiento (observación directa, reporte, deducción hecha a partir
de ciertos indicios). De esta manera, también
puede diluir su responsabilidad y ofrecer a su
interlocutor la posibilidad de evaluar por sí
mismo la fiabilidad de la información, comparándola con la fiabilidad de otras informaciones sobre el mismo tema (Dendale y Tasmowski 1994). Por tanto, se trata de una operación
consciente de «control» por parte del hablante
(Nuyts 1993), que favorece el establecimiento
de una interrelación entre la evaluación epistémica y la fiabilidad de la fuente que permite
esa evaluación.
A lo largo del trabajo hemos establecido correspondencias entre los llamados ‘adverbios
oracionales’ y las construcciones adverbiales
de modo, causa, finalidad y concesión y, al
comparar tanto su comportamiento como su
semántica, comprobamos que conviene trazar
relaciones entre ambos sistemas, aunque no
sean totalmente simétricos.
En efecto, los adverbios oracionales condensan diferentes campos conceptuales (evaluaciones acerca de las condiciones de verdad,
sobre la actividad de decir y sobre las condiciones apropiadas de interpretación), mientras
que las construcciones adverbiales permiten,
dentro de los mismos campos, un despliegue
de matices de significado más refinados, derivados de la semántica de los nexos encabezadores y de su combinación con diferentes predicados.
El vínculo que existe entre las oraciones
que no contienen estos operadores y las que
los incluyen puede pensarse como una relación de oposición entre formas neutras frente
a otras marcadas. Precisamente, las oraciones
‘marcadas’ cuentan con operadores que dirigen la atención sobre la obtención de información y su adecuación respecto de los hechos
que el hablante presenta, sobre el proceso de
decir y sobre las circunstancias de interpretación, factores que quedan implícitos en las oraciones ‘neutras’.
Por ejemplo, la posibilidad de manifestar la
persona en los verbos de las estructuras adverbiales estudiadas no es una cuestión menor:
hemos visto lo determinante de la presencia de
la primera persona –como señalamiento del
hablante– en el establecimiento de un compromiso modal con el contenido de la proposición; por el contrario, cuando la persona señalada en los predicados es distinta del hablante,
éste puede desprender su compromiso modal.
En otras lenguas, se expresan algunos de estos contenidos mediante categorías morfológicas. Por ejemplo, así como la evidencialidad en
español no ocurre como una categoría gramatical separada, hay, en cambio, lenguas de diferentes familias (amerindias, macedónicas, turcas…) que distinguen en la morfología verbal
la evidencia directa o «atestiguada», la indirecta o el reporte y la inferida, es decir, la que se
deriva de asignar causas, en función de una
construcción mental, a las situaciones observadas (Willett 1988). Para estas lenguas, las marcas de evidencia atestiguada proceden –mediante fenómenos de fusión y reducción
sintáctica y fonológica– de verbos de percepción sensorial; las de reporte, de verbos de habla; y las de inferencia, de tiempos perfectos o
de verbos de observación visual (Willett 1988).
Pero en cada caso, el alcance es amplio, proposicional, porque especifican la fuente de la información del hablante para la aserción.
El empleo de los operadores analizados
–que en la gramática funcional de Dik se denominarían satélites proposicionales σ3 e ilocutivos
σ4– otorga al hablante mecanismos gramaticales para referirse a lo que dice, a cómo lo dice y
a cómo el oyente debería interpretarlo. Esto
muestra la capacidad de distanciamiento del
hablante respecto de la verdad de sus asertos,
de lo adecuado de las condiciones de emisión y
del marco apropiado de interpretación.
En este sentido, sostenemos que el hablante
se disocia o se desdobla, como una manera de
incitar a su interlocutor a que evalúe el origen
de la expresión de certeza, la garantía de sinceridad, claridad y justeza en el proceso de decir
y los límites que circunscriben la interpretación.
En español, son ciertas construcciones de
modo, causa, finalidad, condición y concesión
las que permiten expresar estas gamas de significado.
Efectivamente, como sostiene Nølke 1994,
todo acto de lenguaje es «auto-evidencial», es
fiable per se. Pero el hablante puede elegir pre19
Español actuaL
Así, las que operan sobre las condiciones de
verdad indican correspondencias necesarias
con las situaciones descriptas en el predicado
incluyente o señalan si la información del hablante proviene de cierta evidencia percibida
sensorialmente, conocida u obtenida como
reporte y fijan los límites de percepción o de
conocimiento que garantizan un determinado
nivel hasta donde el hablante puede comprometer su adhesión respecto de lo que afirma.
En todos los casos, hay un predominio del uso
del modo subjuntivo para las construcciones
factivas y del modo indicativo para las epistémico-evidenciales. Estas últimas contienen predicados de percepción, conocimiento y habla, y,
generalmente, pronombres demostrativos que
realizan un señalamiento hacia el contenido
de la aserción del segmento incluyente.
En síntesis, el objetivo inicial de este trabajo
ha sido el de comparar el comportamiento de
adverbios oracionales y de proposiciones o
construcciones adverbiales de modalidad, con
el fin de ofrecer una clasificación de estas últimas y, sobre todo, un repaso exhaustivo por sus
significados y variaciones. Sin embargo, con la
perspectiva final del análisis realizado, creemos
que nuestro estudio ha ido más allá, puesto
que no se ha limitado a comparar adverbios y
proposiciones sino que, dentro de una clasificación interlingüística de la modalidad (y, en
consecuencia, de los fenómenos que concurren –habitualmente– en el margen preverbal
de la oración), hemos revisado los campos semánticos que recubren ciertos adverbios y
construcciones en español. De este modo, hemos podido comprobar que las proposiciones
permiten llenar huecos dentro de la expresión
de la modalidad que no están al alcance de los
adverbios. Asimismo, lo que en ciertas lenguas
se expresa mediante morfemas verbales, en español se manifiesta mediante adverbios o proposiciones.
Las construcciones adverbiales que en español operan sobre el acto de decir indican la
procedencia de un(os) determinado(s) término(s) que el hablante selecciona; establecen
relaciones de ‘concreción’/ ‘abstracción’ respecto de algún otro constituyente oracional o
extraoracional, colaboran en la distribución de
la información o señalan diferentes comentarios acerca de los elementos seleccionados del
código; califican al hablante como dicente
para garantizar su sinceridad y justeza en el decir y precisan la adecuación de las propiedades
formales del texto.
Las formas de dominio y los tópicos delimitan las condiciones de interpretación tanto en
lo que concierne al campo nocional como en
lo que respecta al desarrollo temático.
Por tanto, lo que hemos demostrado es que
partiendo de unos ciertos contenidos, el español utiliza como mecanismo válido de expresión de la modalidad las construcciones llamadas adverbiales, junto con los adverbios
oracionales. Quiere esto decir que la etiqueta
de adverbiales no deriva sólo de su relación semántica con los adverbios oracionales, sino
también del hecho de que ambas categorías
puedan recubrir campos similares: los vinculados con la expresión de la modalidad en sus diferentes vertientes.
Si bien todos estos operadores suelen ubicarse en el margen preverbal y proyectan su alcance hacia el resto de la oración, sus propiedades fónicas facilitan también que se
intercalen en la oración o que aparezcan en
posición final y que puedan modificar un constituyente que los precede, además de poder insertarse dentro de otras proposiciones incluidas.
Este trabajo no termina aquí sino que, por el
contrario, abre nuevas vías de estudio de los fenómenos que tienen que ver con la modalidad
oracional. Si, desde perspectivas teóricas diferentes, Dik y Cinque se han interesado por el estudio de los adverbios en relación con la organización textual de la oración, este trabajo
demuestra la conveniencia de insertar dentro de
dicho estudio, las construcciones adverbiales.
En cuanto al hecho de que no todas las
construcciones puedan emplearse en todas las
clases que hemos reconocido, pensamos que
los «vacíos» se deben –principalmente– a la semántica de los nexos que las introducen y al régimen que imponen.
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