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Validacion de caudales de aire en salas limpias

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VALIDACIÓN DE CAUDALES DE AIRE EN
SALAS LIMPIAS
Antonio Estévez Manso.
Doctor en Ciencias Físicas. Profesor Titular de la Universidad Politécnica de Madrid.
[email protected]
Marco Fassina.
Responsable Técnico de AIRCOMMISSIONING.
[email protected]
El objeto de este artículo es discutir la idoneidad del uso del anemómetro de
hélice para medir el caudal de aire a la salida de un filtro absoluto, y en particular, la
utilización de este instrumento de medida en las labores de validación de una instalación
de acondicionamiento de aire para salas limpias.
Como es bien sabido, en el proceso de puesta en marcha y validación de una
instalación de aire acondicionado para una sala limpia es preciso certificar que el caudal
de aire que se introduce en el local coincide dentro de unos márgenes de error con el
caudal de proyecto. La medida de este caudal se realiza según varios procedimientos,
siendo dos muy habituales la utilización de tubo de Pitot para medir el caudal en los
conductos y la utilización de anemómetro de hélice para medirlo a la salida de los filtros
absolutos. Dependiendo del procedimiento seguido es habitual obtener valores distintos
de este caudal; valores que, con relativa frecuencia, llegan a mostrar discrepancias
apreciables entre sí. En el caso particular de la utilización de anemómetro y de tubo de
Pitot, el caudal obtenido por el primer método suele conducir a valores del caudal
mayores que los obtenidos por el segundo procedimiento.
Considerando que la determinación del valor del caudal mediante un
anemómetro es más imprecisa que mediante un dispositivo de presión diferencial
intercalado en el conducto y simulando las condiciones habituales de toma de datos en
una sala limpia, hemos diseñado un experimento para estimar el error cometido cuando
se emplea aquel primer procedimiento.
Obtenemos como resultado, en condiciones de laboratorio, que el caudal medido
utilizando el anemómetro puede ser apreciablemente mayor que el caudal real.
Mostramos gráficas que cuantifican esta discrepancia. Finalmente, discutimos cómo
este error de medición puede conducir a un falseamiento de la validación de la
instalación haciendo no recomendable, a nuestro juicio, la utilización del anemómetro
de hélice para la determinación del caudal de aire impulsado en la sala limpia.
1. Normativa aplicable al proceso de validación de una instalación.
Además de ser de aplicación los principios básicos establecidos en la norma
UNE-EN 12599 [1] que determina el procedimiento de prueba y los métodos de medida
para la puesta en marcha de una instalación de ventilación y de acondicionamiento de
aire de carácter general, la puesta en marcha de la instalación de aire acondicionado de
una sala limpia está regulada por la parte tercera de la norma UNE-EN ISO 14644 [2],
que enumera y detalla el conjunto de pruebas y mediciones que se han de ejecutar para
validar la instalación.
En particular, y en lo que al flujo de aire respecta, la norma indica claramente
cuál es el propósito de estas pruebas (Ref. [2], pág. 28):
B.4.1 Principio El objeto de este ensayo es medir la velocidad y la uniformidad del
flujo de aire y del caudal de aire impulsado en sales y zonas limpias. Las mediciones de
la distribución de la velocidad son necesarias en salas y zonas limpias con flujo de aire
unidireccional, y del caudal de aire impulsado en salas y zonas limpias con flujo de
aire no unidireccional. La medición del caudal de aire impulsado se efectúa con el fin
de obtener el volumen de aire impulsado en la instalación limpia por unidad de tiempo
y este valor puede ser utilizado para obtener las renovaciones de aire por unidad de
tiempo. El caudal de aire impulsado se mide bien aguas abajo de los filtros terminales
o bien en los conductos de impulsión; ambos métodos permiten obtener la medición de
la velocidad del flujo de aire que atraviesa una superficie conocida, siendo el caudal de
aire el producto de la velocidad por el área. La elección del procedimiento debería
acordarse entre el cliente y el suministrador. Estos ensayos son aplicables en los tres
estados de funcionamiento definidos.
Entre otros controles, pruebas y mediciones, en esta norma se hace mención
explícita del procedimiento que se debe seguir y de los instrumentos de medida que se
deben utilizar para medir tanto el caudal de aire de suministro en los conductos como el
caudal de aire que se introduce en la sala a través de los filtros absolutos.
Así, en el Anexo A de la norma (Ref. [2], pág. 17) aparece cuáles son los
instrumentos de medida que pueden ser utilizados para medir el caudal de aire que
circula por los conductos de suministro: medidor de Venturi, tubo de Pitot, caudalímetro
de placa de orificio o campana de medición con caudalímetro. Para la medida del caudal
a la salida de los filtros se permite la utilización de cualquiera de los anteriores, excepto
el medidor de Pitot. Finalmente, para la medida de la velocidad del aire se permite la
utilización de anemómetro de hilo caliente, anemómetro ultrasónico, anemómetro de
hélice o tubo de Pitot.
En la cuarta sección del Anexo B (B.4 Medición del flujo de aire, Ref. [2], pág.
28) se detalla el procedimiento a seguir para realizar las medidas del caudal y de la
velocidad con los citados instrumentos. En particular, explicita cómo calcular el caudal
a la salida del filtro a partir del valor medido para la velocidad del aire.
B.4.2 Procedimiento para el ensayo en instalaciones con flujo de aire
unidireccional.
B.4.2.1 Generalidades
La velocidad del flujo de aire unidireccional determina las características de la sala
limpia con flujo de aire unidireccional. La velocidad puede medirse cerca de la
superficie del filtro terminal de impulsion o dentro de la sala. Esto se realize definiendo
un plano de medición perpendicular a la dirección del flujo de aire impulsado y
dividiéndolo en celdillas de igual superficie [15].
B.4.2.2 Velocidad de impulsion del aire
La velocidad del aire debería medirse aproximadamente a una distancia entre 150 mm
a 300 mm de la superficie del filtro. El número de puntos de medición debería ser
suficiente para obtener el caudal de aire impulsado en la sala y zonas limpias, y
debería ser la raíz cuadrada de 10 veces la superficie en metros cuadrados pero nunca
inferior a 4. Como mínimo debería medirse un punto para cada salida de filtro o
unidad de filtro con ventilador. Puede utilizarse una Cortina para excluir las
perturbaciones que puedan afectar al flujo de aire unidireccional.
El tiempo de medición en cada posición debería ser suficiente para asegurar lecturas
repetibles. Se deberían registrar los valores temporales medios de las velocidades
medidas para varios puntos de medición.
B.4.2.3 Uniformidad de la velocidad dentro de la sala limpia
La uniformidad de la velocidad debería medirse aproximadamente a una distancia
entre 150 mm a 300 mm de la superficie del filtro y la subdivisión en celdillas debería
definirse por acuerdo entre cliente y suministrador.
Cuando los aparatos de producción y las mesas de trabajo están instaladas, es
importante confirmer la existencia de variaciones importantes del flujo de aire. Por lo
tanto, la medición de la uniformidad de la velocidad no debería realizarse en puntos
junto a estos obstáculos
Es possible que los datos medidos no indiquen las características de la propia
instalación de sala o zona limpia. Los datos a tener en cuenta para obtener la
uniformidad de la velocidad, es decir, la distribución de la velocidad, deberían
acordarse entre el cliente y el suministrador.
El tiempo de medición en cada posición debería ser suficiente para asegurar lecturas
repetibles.
B.4.2.4 Caudal de aire impulsado medido mediante la velocidad en la superficie del
filtro
El resultado del ensayo de la velocidad del flujo de aire realizado de acuerdo con el
apartado B.4.2.2 se puede utilizar para calcular el caudal total de aire impulsado
según lo siguiente:
Q = ∑(Uc × Ac)
donde
Q
Uc
es el caudal de aire total;
es la velocidad del flujo de aire en el centro de cada celdilla;
Ac
∑
es la superficie de cada una de las celdillas, definida como el área de la instalación
dividida por el número de puntos de medición;
es la suma de todas las celdillas.
B.4.2.5 Caudal de aire impulsado en conductos
El caudal de aire impulsado en conductos puede medirse con caudalímetros
volumétricos tales como placas de orificio, Venturis y anemómetros, referenciados en
las Normas ISO 5167-1 a ISO 5167-4[19][20][21][22].
En el caso de mediciones con tubo de Pitot y manómetros o anemómetros (térmicos o
de hélice) en conductos rectangulares, el plano de medición en el conducto debería
estar dividido en celdillas de igual superficie, y la velocidad del aire debería medirse en
el centro de cada una de ellas. El número de celdillas ha de estar acordado entre el
cliente y el suministrador, por ejemplo, 9 ó 16. El caudal de aire volumétrico debería
calcularse tal como se indica en el apartado B.4.2.4. Para conductos circulares, puede
medirse el caudal volumétrico con un tubo de Pitot según el procedimiento que se
describe en la Norma EN 12599[10].
2. Procedimiento habitual de validación de una instalación.
El responsable de la puesta en marcha y validación de la instalación de aire
acondicionado en salas limpias sigue un procedimiento establecido y previamente
acordado con el cliente que queda bien establecido en las normas UNE-EN 12599 y
UNE-EN ISO 14644-3, como se acaba de discutir en la sección anterior. En particular,
será motivo de acuerdo, y así quedará claramente establecido, cuáles serán los
procedimientos que se emplearán para la medida del caudal de aire tanto a la salida de
los filtros absolutos como en los conductos de suministro, así como los instrumentos de
medida que se emplearán.
Una situación habitual es aquella en la que el caudal de aire en los conductos se
mide mediante tubo de Pitot y el caudal a la salida de los filtros mediante anemómetro
de hélice. Ésta es precisamente la situación en la que centraremos nuestra atención.
Comenzaremos comentando las líneas fundamentales del proceso de medida del
caudal a la salida de los filtros. En el mercado hay una amplia variedad de modelos y de
tamaños de filtros absolutos, siendo los utilizados más habitualmente aquellos que
tienen por dimensiones: 600x300 mm, 600x600mm y 1200x600mm. El valor del caudal
de aire emitido por el filtro se determina de igual manera en cada uno de los tres casos:
se divide el área del filtro en celdas y se mide la velocidad del aire en cada una de éstas,
utilizando para ello un anemómetro de hélice que se suele situar a una distancia de unos
veinte centímetros del filtro; seguidamente se calcula la velocidad media y se toma
como caudal el producto de ésta por el área del filtro. El número de celdas en que se
debe dividir el filtro depende de varios parámetros (el tamaño del propio filtro, el
número de repeticiones de la medida y otros detalles del proceso de medida en sí); los
detalles para la determinación de este número están claramente expuestos en las normas
UNE-EN 12599 y UNE-EN ISO 14644-3.
Una vez medido el caudal emitido por cada uno de los filtros, se asigna como
valor del caudal total de aire impulsado en la sala la suma de los caudales individuales
de cada filtro.
Por su parte, el valor del caudal impulsado por la máquina en los conductos de
suministro se mide mediante tubo de Pitot situado en el ramal principal, en caso de que
éste no se ramifique antes de llegar al primer filtro. Si el ramal principal se bifurca en
ramales secundarios es costumbre colocar tubos de Pitot en cada uno de ellos, lo cual
sirve en particular para comprobar y asegurar el equilibrado de la red. En este caso se
asigna como valor del caudal impulsado por la máquina, el valor de la suma de caudales
para los distintos ramales secundarios.
Teóricamente, el valor del caudal de aire introducido en la sala y el valor del
caudal impulsado por la máquina en el ramal principal deben ser iguales.
Sin embargo, en los procesos de puesta en marcha de las instalaciones y en las
posteriores y periódicas labores de mantenimiento, es habitual encontrarse con
discrepancias en los valores de esos dos caudales, que deberían coincidir dentro de los
márgenes de error. Es frecuente encontrar que el valor del caudal calculado a la salida
de los filtros mediante el anemómetro exceda hasta entre un veinte y un treinta por
ciento al caudal calculado mediante los tubos de Pitot instalados en los conductos.
Entre los profesionales dedicados a la puesta en marcha y validación de
instalaciones se acepta comúnmente que el procedimiento de medida basado en tubo de
Pitot es más preciso que el basado en la utilización del anemómetro de hélice. De hecho,
en los casos en que es grande la discrepancia entre los valores del caudal calculados por
ambos procedimientos, habitualmente se asigna como valor del caudal el determinado
mediante tubo de Pitot.
Sin embargo, en muchos casos de puesta en marcha, validación o simples
labores de mantenimiento de una instalación, sólo es posible determinar el caudal que se
impulsa en la sala limpia mediante la medida del caudal a la salida de los filtros,
utilizando para ello un anemómetro de hélice. En estos casos el valor medido del
caudal seguramente venga afectado por un margen de error elevado y en cualquier
caso será un caudal mayor al real.
Este hecho tiene una implicación obvia e importante: se está falseando el valor
del caudal de aire que se introduce en la sala limpia, asignándole un valor mayor al real.
Si se acepta este valor sin aplicar algún tipo de factor de corrección no se estará
garantizando el número de renovaciones hora previstas y en consecuencia puede verse
afectada la calidad del aire dentro de la sala limpia.
Motivados por lo anterior y con objeto de cuantificar el error cometido cuando
se hace uso del anemómetro de hélice en la determinación de caudales en salas limpias,
diseñamos un experimento de laboratorio que intentaba simular las condiciones reales
en una instalación. Presentamos los detalles de este experimento en la sección siguiente.
3. Montaje experimental.
Diseñamos un experimento de laboratorio sencillo que permitía conocer con
gran precisión el caudal de aire suministrado a un filtro absoluto y comparar este valor
con el obtenido mediante un anemómetro de hélice con el que se determinaba el caudal
a su salida. En la medida de lo posible se trató de recrear las condiciones que se dan
habitualmente en el proceso de toma de datos en una sala limpia.
El montaje experimental, llevado a cabo en el laboratorio de Física de la E.U.I.T.
Aeronáutica (Universidad Politécnica de Madrid), se describe a continuación:
1. Un ventilador alimentado con una fuente de tensión variable proporcionaba un flujo
de aire de caudal variable que era dirigido hacia la caja de un filtro absoluto a través
de un conducto circular metálico rectilíneo. Este conducto, de diámetro d=250 mm y
de una longitud l=6 m, estaba herméticamente sellado con silicona para impedir
fugas de aire.
2. Con objeto de determinar con precisión el valor del caudal de aire enviado al filtro,
se diseñó y construyó un caudalímetro de placa de orificio que se dispuso en el
interior del conducto. Este caudalímetro se diseñó atendiendo a la norma UNE-EN
ISO 5167 (partes 1 y 2) [3,4]. Básicamente consistía en un enderezador de flujo
interpuesto entre el comienzo del conducto (conexión del ventilador) y la placa de
orificio; la propia placa de orificio, inserta en el conducto a una distancia d=4,5 m
del comienzo de éste, con un orificio de diámetro d=150 mm; dos tomas de presión
situadas asimétricamente antes y después de la placa, con sondas conectadas a un
manómetro diferencial calibrado y certificado. Los valores del caudal medidos con
este caudalímetro se ven afectados de un error relativo inferior a e=0,5 % (cota de
error calculada según la norma UNE-EN ISO 5167-2 [4]).
3. Conectado mediante tubo flexible al extremo terminal del conducto se encontraba la
caja que contenía el filtro absoluto HEPA H14. Se trabajó con dos tamaños de filtro,
600x300 mm y 600x600 mm.
4. Debajo del filtro se situaba una estructura metálica sobre la cual apoyaba el
anemómetro de hélice. Éste se disponía horizontalmente, con el molinete orientado
paralelamente a la superficie del filtro, a una distancia d=20 cm. El anemómetro
podía desplazarse libremente en el plano horizontal mediante un dispositivo de
doble guía anclado en la estructura. En el momento de la toma de datos el
anemómetro se situaba justamente debajo de cada una de las celdas en que era
dividido el filtro, empleándose para determinar el valor de la velocidad del aire en
esa celda. El anemómetro empleado se encontraba calibrado y certificado.
5. Finalmente, se disponía una sonda de temperatura en el conducto, corriente abajo de
la placa de orificio. El valor de la temperatura en el interior del conducto permitía
calcular la densidad del aire.
En cuanto al proceso de toma de datos, y como se acaba de indicar un poco más
arriba, se realizaron medidas para dos filtros absolutos HEPA H14, uno rectangular de
dimensiones 300x600 mm y otro cuadrado de tamaño 600x600 mm. En ambos casos se
tomaron medidas para un conjunto de valores del caudal, o equivalentemente, para un
conjunto de velocidades del aire a la salida del filtro. En ambos casos, estas velocidades
estaban comprendidas dentro del margen v ≈ 0.3 - 0.9 m/s .
Cada uno de los filtros fue dividido imaginariamente en celdas, n = 10 celdas en
el caso del filtro rectangular y n = 25 celdas en el caso del cuadrado. Se midió el valor
de la velocidad del aire justo debajo de cada una de las celdas, con el anemómetro
situado a d=20 cm de distancia. Estos valores se utilizaron para obtener el valor del
caudal de aire según la siguiente expresión:
QAnemómetro = 3600 Vm S
, donde:
QAnemómetro caudal de aire (m3/h).
Vm =
1
n
n
vi velocidad media del aire a la salida del filtro (m/s).
i 1
vi velocidad del aire a la salida de cada celda (m/s).
n número de celdas.
S área neta del filtro:
S=0.1595 m2 para el filtro rectangular.
S=0.3364 m2 para el filtro cuadrado.
Simultáneamente a la medida del caudal efectuada utilizando el anemómetro de
hélice, se realizaba otra medida usando el caudalímetro. En este caso se medía la
presión diferencial del aire al atravesar la placa de orificio (Δp). En términos de esta
magnitud, se calcula el caudal de aire según la siguiente expresión (véase la norma ISO
5167-2 [4]):
c
QCaudalímetro =
1
4
4
d2 2
p
donde:
QCaudalímetro caudal de aire (m3/h).
C coeficiente de descarga del caudalímetro (C 0.60 en nuestras condiciones).
ε factor de expansibilidad del aire (ε 1 en nuestras condiciones).
d diámetro del orificio (d=150 mm).
D diámetro del conducto (D=250 mm).
b relación de diámetros (b = d/D).
r densidad del aire (corregida por temperatura y altitud).
Δp presión diferencial en la placa de orificio.
4. Resultados.
En las dos gráficas siguientes se muestran los caudales medidos para cada uno de
los dos filtros HEPA 14. Se representan los caudales medidos por ambos
procedimientos, con anemómetro y con caudalímetro de orificio, obtenidos para
distintas velocidades del aire a la salida del filtro.
A la vista de estos dos gráficos se obtiene la conclusión de que el valor del
caudal medido con el anemómetro de hélice es siempre mayor que el medido con el
caudalímetro de placa de orificio, en el intervalo de velocidades considerado. La
diferencia entre ambos valores del caudal aumenta con la velocidad.
En el gráfico siguiente mostramos la correlación entre ambos caudales
(QCaudalímetro / QAnemómetro) en función de la velocidad a la salida del filtro.
Del análisis de esta gráfica se obtiene una estimación del orden de magnitud de la
diferencia de valor entre ambos caudales. Así, en la zona de interés para la velocidad, la
diferencia entre ambos caudales está en el rango 15% a 20% para el filtro cuadrado
(580x580 mm) mientras que lo está en el rango 20% a 25% para el filtro rectangular
(580x275 mm).
5. Conclusiones.
Los resultados que hemos obtenido confirman las dudas que planteábamos al
principio, esto es, que el anemómetro de hélice no es idóneo como instrumento para
medir el caudal de aire a la salida de un filtro absoluto.
La medida mediante el anemómetro de hélice del caudal de aire emitido por un filtro
absoluto conduce a una sobreestimación del valor que, en términos redondos,
estimamos puede cifrarse en un 15% a 25%. A nuestro juicio, esta cifra es demasiado
elevada para que los valores obtenidos en el proceso de medida puedan ser tomados
como válidos.
Nuestra conclusión es que debe descartarse la utilización de este instrumento de
medida, debiendo ser sustituido por la campana de medición con caudalímetro. En todo
caso, en aquellas situaciones en que por algún motivo deba utilizarse el anemómetro de
hélice con objeto de determinar el valor del caudal, su utilización debería ser
complementada con medidas simultáneas del caudal en el conducto realizadas mediante
tubo de Pitot, lo cual permitiría la aplicación de un factor correctivo. A nuestro juicio, el
anemómetro de hélice debería ser utilizado únicamente para medir la velocidad del flujo
de aire y no para determinar el caudal (a menos que se aplique un factor correctivo).
Bibliografía
[1] UNE-EN 12599:2001 Ventilación de edificios. Procedimientos de ensayo y métodos de
medición para la recepción de los sistemas de ventilación y de climatización instalados.
[2] UNE-EN ISO 14644-3:2006 Salas limpias y locales anexos controlados. Parte 3: Métodos de
ensayo.
[3] UNE-EN ISO 5167-1:2003 Medición del caudal de fluidos mediante dispositivos de presión
diferencial intercalados en conductos en carga de sección transversal circular. Parte 1: Principios y
requisitos generales.
[4] UNE-EN ISO 5167-2:2003 Medición del caudal de fluidos mediante dispositivos de presión
diferencial intercalados en conductos en carga de sección transversal circular. Parte 2: Placas de orificio.
Agradecimientos: expresamos nuestro agradecimiento a la empresa General Filter Italia por habernos
proporcionado varios filtros absolutos HEPA 14.
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