EDWARD BACH Médico Inglés, Bacteriólogo, homeópata, Creador del Sistema Floral más usado en el mundo. VIDA Y OBRA Nació en Monstseley cerca de Birmingham en Sept. 1886. A los 20 años estudió medicina en la Universidad de Birmingham En 1912, obtuvo varios títulos académicos: Miembro del Real Colegio de Cirujanos, Licenciado del Real Colegio de Médicos. El mismo año fue nombrado médico oficial del Hospital Universitario y al fin de ese año en cirujano del Hospital Temperance. En 1915 comenzó a trabajar en el Hospital del Colegio Universitario como Bacteriólogo Asistente, desarrolla una larga investigación en la terapéutica con vacunas útiles para el tratamiento de enfermedades crónicas. También daba clases de Bacteriología; y en 1916 fue nombrado Director del Departamento de Bacteriología. En marzo de 1919 Bach accede al Hospital Homeopático de Londres como Patólogo y Bacteriólogo. Continúa investigando bacterias intestinales clasificándolas según el patrón de fermentación de azúcares. En 1920, las investigaciones de Bach se plasman en varias publicaciones médicas en el contexto homeopático, incrementando su reputación como bacteriólogo. Bach era un hombre inquieto, sediento de conocimiento y preocupado por el sufrimiento de los demás, por éstas razones comienza una búsqueda hacia la verdadera sanación. Descubrió una vacuna que se inoculaba directamente al torrente sanguíneo causando resultados sorprendentes. En 1917 tuvo que ser operado de urgencia, estuvo inconsciente por varios días, los médicos le diagnosticaron una grave enfermedad anunciándole que le quedaban 3 meses de vida. Ésta noticia lo hizo abandonar el trabajo en el hospital y dedicarse a buscar algo que sentía dentro de él que sería la respuesta a todas sus interrogantes y la misión de su vida. En 1918, durante una epidemia de influenza, inyectó a los soldados del ejército de Gran Bretaña una vacuna que el inventó salvando miles de vidas. Para Bach era esencial reconocer que el hombre tiene dos naturalezas: una espiritual y otra física, y que entre las dos, la espiritual es la más importante. La salud es el estado de armonía entre estos aspectos. Bach sabía que en la naturaleza encontraría la respuesta a sus interrogantes, es por esto que en 1930 con 43 años cerró su laboratorio y se fue a Gales para buscar más remedios en la naturaleza. Pensaba que tenía que existir 7 plantas medicinales puras y frescas que reemplazaran los 7 grupos de bacterias. Creía que el principio activo de las plantas no era lo que curaba si no la frecuencia de sus vibraciones Quería transmitir las vibraciones de éstas plantas a las personas sin necesidad de aparatos invasores ni químicos, si no de manera natural y sin causar dolor. Una mañana temprano, Bach tuvo una interesante revelación: atravesando un campo lleno de rocío, descubrió que cada gota de rocío, calentada por el sol, adquiría las propiedades curativas de la planta donde se encontraba. Se dio cuenta que el rocío de las plantas expuestas a plena luz del sol vibraban con más intensidad que las que estaban en la sombra. Esto lo llevó a desarrollar un método para preparar los remedios utilizando la luz solar y el agua pura Las plantas debían ser de semillas perfectas, flores frescas, no hierbas secas ni raíces. Bach era muy cuidadoso en observar a cada una de las plantas su color, forma, número de pétalos, calidad del suelo, ubicación, etc. Sabía que las plantas extraen sus poderes del entorno. Notó que las plantas que habían sufrido daños de cualquier tipo no poseían la suficiente fuerza vibracional para sanar a otro ser. Éstas plantas tienen la capacidad de acelerar las vibraciones y llenar con sus poderes curadores el alma y el cuerpo. Bach había descubierto un procedimiento que abarcaba los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, agua, fuego y aire. Ese mismo año publicó el libro Cúrese usted mismo. Bach continuó descubriendo nuevos remedios y comenzó a atender con éxito a sus pacientes. Trabajaba y daba conferencias, a la vez que entrenaba a sus asistentes, para que pudieran continuar su trabajo. Una vez que hubo desarrollado los 38 remedios, supo que no hacían falta más, ya que cubrían todos los estados negativos mentales que provocan la enfermedad. En noviembre de 1936 murió mientras dormía, contento de haber completado su misión. Entregó la responsabilidad de continuar su labor a sus amigos y colegas, a quienes había formado. También pidió que en su hogar quedara la fuente de sus descubrimientos, el Centro Bach de Mount Vernon. Allí se siguen preparando los remedios, según sus indicaciones. Centro Bach de Mount Vernon “La naturaleza es el médico y el terapeuta su mediador” “La verdadera salud es felicidad, una felicidad muy fácil de seguir porque es la felicidad de las cosas pequeñas; hacer las cosas que realmente nos gusta hacer, estar con las personas que realmente nos agradan.” La enfermedad según Bach “Lo que llamamos enfermedad es la fase terminal de un desorden mucho más profundo. Es evidente que si queremos que un tratamiento sea totalmente eficaz, no podemos tratar únicamente los síntomas sin remontarnos a la causa fundamental de dicha enfermedad, a fin de eliminarla” “La enfermedad es en esencia el resultado de un conflicto entre el alma y la mente, y nunca podrá ser erradicada sin un esfuerzo espiritual y mental” “Los métodos materialistas actuales nunca podrán erradicar o curar la enfermedad, por la simple razón de que su origen no es material.” LA ENFERMEDAD Bach diseña una teoría de la enfermedad basada en los siguientes postulados: 1.- LA ENFERMEDAD NO ES UN MAL A SUPRIMIR SINO UN BENEFICIO A COMPRENDER: El dolor, el sufrimiento, el malestar sirven de señales que nos indican la necesidad de aprender una lección. “Que de otro modo nos habría pasado desapercibida y que no puede erradicarse mientras que no se aprende la lección” (Bach) La enfermedad no es un sobreagregado; no se tiene enfermedad: Se es enfermo. 2.- LA ENFERMEDAD ES CONSECUENCIA DE UN CONFLICTO: La enfermedad es el fruto de un conflicto entre el alma y la personalidad. El alma representa nuestra orientación transcendente y la personalidad nuestros intereses inmanentes. El conflicto entre estas dos orientaciones representa la lucha entre la voluntad de transformación y la voluntad de conservación. 3.- LA ENFERMEDAD ES PRODUCTO DE LA ACCIÓN DE FACTORES PERSONALES Y TRANSPERSONALES: Los factores personales son el egoísmo y aislamiento, es decir, el ejercer una acción contraria o cruel hacia los otros y la tendencia a la disociación. Dentro de los transpersonales incluimos la acción karmática y la influencia negativa de los semejantes debida al hecho de la ligadura que nos une a ellos por formar parte de una misma red. 4.- LA ENFERMEDAD NO ES MATERIAL EN SU ORIGEN: El origen de la enfermedad no hay que buscarlo, para Bach, en el campo donde aparece. “Lo que nosotros conocemos como enfermedad es el último resultado producido en el cuerpo, el producto final de fuerzas profundas y duraderas… Las enfermedades son defectos, como el orgullo, la crueldad, el odio, el egoísmo, la ignorancia, la inestabilidad y la codicia. Detrás de cualquier síntoma físico o psíquico que el hombre pueda sufrir, se encuentran algunos de estos defectos que son su causa subyacente”. 5.- EN LA ENFERMEDAD NO HAY NADA ACCIDENTAL: Para Bach el modo y la manera en la cual una enfermedad se manifiesta, el órgano o la función que se afecta no deben verse como obra de la casualidad, sino de la causalidad. Así, por ejemplo, la soledad, los diálogos internos, las ideas torturantes tienen que ver con el odio; los dolores son expresión de la crueldad, etc.