Prólogo Era el 2 de agosto de 2018 cuando el mundo se enteró de un cambio en el Catecismo de la Iglesia Católica. se levantaron entonces las más diversas opiniones en torno a la figura del papa Francisco. Unos cuantos lo juzgaron incompetente para realizar un cambio a nivel doctrinal. Otros opinaron que no tenía jurisdicción sobre el asunto. Un tercer grupo no podía hacer menos de la sospecha de que algo más grande tenía entonces por decir el sumo pontífice. Para seguir con la marabunta de opiniones llegó Anthony Hopkins actuando de un Benedicto XVI intransigente, duro y rígido y un Jonathan Pryce que hace las veces de un Francisco que ama el cambio por el cambio, en la película The two popes. Seguían sin embargo algunas sospechas de que el cambio representa sólo un aspecto de la vida de la Iglesia. Cambiar, en la mente de unos, representa dejar cosas atrás, negar cosas que se aceptaban antes o incluso contradecirse. Y quiero a través de este esfuerzo ofrecer un punto de vista diverso: cambiar es estar vivo. Lo dice nuestro autor, “en este mundo vivir es cambiar”. Y cambiar una doctrina no significa reformarla al gusto del pontífice de la época, sino tratar a la doctrina como lo que es, un depósito vivo, que se desarrolla, que crece, que se transfigura, pero que no se contradice ni corrompe. Ese 2 de agosto de 2018 la Iglesia experimentó no una corrupción, no un cambio a discreción, sino un auténtico desarrollo. Que la pena de muerte se volviera inaceptable en el número 2267 del Catecismo no implicaba nada más que seguir acordemente el desarrollo de la doctrina cristiana sobre la paz social y la dignidad de la persona. Principios ambos presentes desde que aquella comunidad de pescadores que se reunió en torno a Jesús y que constituye los fundamentos de la Iglesia. San John Henry Newman escribió este tratado en una época de cambio y en un cambio de época. Nuestro hoy no es diferente, ¿se puede no vivir en una época de cambio? Con la esperanza que este resumen comentado pueda edificar, ilustrar y ayudar a otros a comprender mejor a nuestro papa Francisco emprendo el trabajo. Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana John Henry Newman Resumen y comentario personal Mario Rodríguez, L.C. Introducción El ensayo se dirige a explorar el siguiente problema: la expansión “material” del credo y los ritos cristianos y las variaciones que han ocurrido en el proceso de pensadores e iglesias individuales, son requisitos necesarios de cualquier filosofía o “polity” que se apodera del intelecto y del corazón humanos y ha tenido tan amplio horizonte geográfico y cultural. Por la naturaleza misma de la mente humana, el tiempo es necesario para la plena comprensión y perfección de las grandes ideas; y que las más sublimes y hermosas verdades, incluso si fueron comunicadas de una vez por todas al mundo por maestros inspirados, no podían ser comprendidas de una vez por todas por los recipientes, sino que, al ser recibidas por mentes no inspiradas, han requerido (y requerirán) tiempo y pensamiento para su total elucidación. (INTRO). Es de notar que Newman escribe esta obra cuando “en la mitad de sus días, comienza su vida de nuevo” es decir en su conversión al catolicismo. Capítulo I El desarrollo de las ideas Newman transmite que una idea llega a expresarse plenamente sólo a través del desarrollo, del tiempo. Es necesario el contraste, la exploración, para que todo su potencial pueda surgir y para que el alcance práctico y moral de una idea llegue a realizarse. Del mismo modo la doctrina cristiana está sometida por una parte a esta dimensión de la historicidad intelectual humana. Punto de partida para aplicar la doctrina del desarrollo a la doctrina cristiana es tomar el cristianismo como un hecho, como un factum que no puede ser inteligentemente negado en cuanto realidad histórica y presente. Esta realidad presenta polaridades: “es dogmática, práctica y devocional; es esotérica y exotérica; indulgente y estricta, oscura y luminosa, es amor y temor”. Aplicando la imagen del río a la doctrina cristiana Newman corrige sólo un aspecto de la comparación silvestre. Si bien en el mundo físico, el agua es más cristalina cuanto más está cerca de la fuente, el cristianismo (y cualquier filosofía) en cambio presenta más nitidez, cuanto más profunda, ancha y llena se ha vuelto la base en la que reposa. Surge de un estado de las cosas y sabe un poco a los elementos del subsuelo de donde nace. Su nacimiento no mide las capacidades ni su finalidad última. Al inicio es difícil calcular su valor o su verdadero alcance. Cambia con las cosas para permanecer fiel a sí misma, pues “en otro mundo puede ser de otro modo, pero aquí abajo vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado mucho”. Dos aspectos son de notar en lo que va del tratado de Newman. Primero, que la doctrina cristiana es algo vivo, no es un dato objetivo, no es letra muerta, sino vida que se manifiesta en la idea, en la letra, en la praxis, en la institución. Como algo vivo, necesita tiempo para completar su desarrollo. Ahora bien, la fuente de la que brota es eterna, es el corazón mismo de Dios y por lo tanto sabe a eternidad. En segundo lugar, un ejemplo histórico de cuanto apenas ha sido expuesto puede verse en el marxismo. Con dificultad podría pensarse en las nefastas consecuencias que tendrían las intuiciones de Karl Marx mientras escribía el Capital. Ha tomado tiempo, historia y voluntad llevarlas a la práctica: nadie podría haber sospechado que al introducir la lucha de clases como motor básico de la sociedad, se estaban plantando en la historia los gérmenes de la dictadura más sangrienta, cruel y devastadora que ha conocido el siglo XX. (La credibilidad del marxismo-socialismo fue refutada moralmente por Solzhenytsin con su Archipiélago Gulag, económicamente con la prosperidad de los países capitalistas durante la segunda mitad del siglo XX y políticamente con el desmoronamiento de la URSS. Sin embargo, este es otro argumento, sirva de ejemplo histórico y humano para probar la doctrina del desarrollo de una idea). Tipos de desarrollo: matemático, físico, material, político, lógico, histórico, ético, metafísico. El cristianismo en cuanto doctrina puede desarrollarse de acuerdo con los últimos cinco (ejemplos: El episcopado, theotokos, la determinación de la fecha del nacimiento de nuestro Señor, la Santa Eucaristía y el Credo Atanasiano). Capítulo II: Sobre el antecedente argumento, de parte de los desarrollos en la doctrina cristiana Si bien es posible fijar un término temporal a la revelación (según la Dei Verbum, con la muerte del último de los apóstoles), no es posible delimitar el crecimiento de la doctrina. La Iglesia salió de Egipto “con la masa sin cocer”. Interesante la interpretación que hace del episodio entre Moisés, el faraón y el pueblo de Israel. Pues ciertas conclusiones prácticas y morales están implícitas en los diálogos, que sólo con el tiempo se desarrollan. Del mismo modo la parábola de la semilla que crece sin trabajo humano subraya el elemento vital de la doctrina cristiana. Dios emplea el tiempo para sus asuntos, “los hombres somos impacientes”. La conclusión de esta parte es una autoridad “desarrollante” infalibe. Infalibilidad no es certeza. La certeza se tiene de proposiciones singulares. Aquí es donde Newman define la necesidad de una autoridad doctrinal, de modo que dicha autoridad pueda evaluar los auténticos desarrollos de lo que es meramente especulación humana, corrupción o error. Infalibilidad es en este sentido el poder de decidir (discernir) si tal o cual proposición teológica es verdadera. Newman parte de la distinción entre revelar y garantizar la verdad. Por lo tanto si sus desarrollos son verdaderos, entonces deben ser garantizados y validados. “There can be no combination on the basis of truth without an organ of truth. As cultivation brings out the colours of flowers, and domestication changes the character of animals, so does education of necessity develope differences of opinion; and while it is impossible to lay down first principles in which all will unite, it is utterly unreasonable to expect that this man should yield to that, or all to one. I do not say there are no eternal truths, such as the poet proclaims,[90:1] which all acknowledge in private, but that there are none sufficiently commanding to be the basis of public union and action. The only general persuasive in matters of conduct is authority; that is, (when truth is in question,) a judgment which we feel to be superior to our own. If Christianity is both social and dogmatic, and intended for all ages, it must humanly speaking have an infallible expounder. Else you will secure unity of form at the loss of unity of doctrine, or unity of doctrine at the loss of unity of form; you will have to choose between a comprehension of opinions and a resolution into parties, between latitudinarian and sectarian error. You may be tolerant or intolerant of contrarieties of thought, but contrarieties you will have. By the Church of England a hollow uniformity is preferred to an infallible chair; and by the sects of England, an interminable division. Germany and Geneva began with persecution, and have ended in scepticism. The doctrine of infallibility is a less violent hypothesis than this sacrifice either of faith or of charity. It secures the object, while it gives definiteness and force to the matter, of the Revelation.” Dicho lo cual hay que afirmar que la Iglesia se encuentra en espera escatológica, en espera de cumplimiento, la plenitud de cuya doctrina veremos in Gloria. Capítulo III: Argumento histórico de parte de los desarrollos existentes La doctrina cristiana se sustenta sobre la tradición. Ciertos desarrollos claman para sí ser absolutamente fieles a sus precedentes históricos y doctrinales y de esto se puede llegar hasta los tiempos apostólicos. El corpus de doctrina cristiana es eso, es un corpus, no un cadáver, es un organismo, no un órgano. Se acepta todo o se rechaza todo. Se mantiene todo o no vive. En ámbitos seculares de nuestra vida, no estamos en grado de operar de acuerdo a certezas, sino a probabilidades o de acuerdo a nuestra prudencia y a la inferencia de otras personas. Del mismo modo no podemos abstraer nuestro modo de ser humano de nuestra religiosidad. De facto la Iglesia nunca se ha contradicho en su doctrina. Un ejemplo contemporáneo de esto es la retirada de la pena de muerte del Catecismo de la Iglesia Católica, puede ser visto como un desarrollo de acuerdo también a los signos de los tiempos. Si antes era una medida posible para casos extremos, ahora el mundo y la Iglesia reconocen que hay otros medios de asegurar la convivencia y el bienestar social. Capítulo IV: Instancias en iluminación Surge la pregunta, ¿qué artículos de nuestro credo no estaban en la “idea primordial” sino que nos llegan por medio de desarrollos doctrinales? Newman afirma que dichos desarrollos ya estaban en el horizonte, eran buscados por la Iglesia desde sus inicios. El canon del Nuevo Testamento Al canon del Nuevo Testamento no podemos aplicar la regla del lo que siempre, por todos y en todas partes. Por ejemplo la epístola de Santiago no era reconocida por todos los padres de la Iglesia. Del mismo modo el apocalipsis no fue recibido por los griegos pero sí por los latinos. De modo que el canon del Nuevo Testamento, que se fija en el s.V, se fija por la tendencia que se ve en los siglos inmediatamente anteriores a progresar a esa verdad. El pecado original Del mismo modo a la doctrina del pecado original se llegó a través de un proceso gradual que no terminó sino en Agustín y su polémica contra Pelagio. De nuevo son las circunstancias históricas las que empujan a una reflexión y explicitación del dogma. Bautismo de infantes Gregorio Nacianceno, Basilio y Agustín fueron bautizados como adultos. El caso de Basilio es emblemático: su madre Macrina era cristiana devota madre de 10 hijos cuatro de los cuales son santos, sin embargo ninguno de ellos fue bautizado como infante. Ambrosio no fue bautizado sino cuando fue elegido obispo. Esto nos lleva a inferir que en los primeros siglos no era mandatorio ni observado el bautismo de infantes. Ha sido la reflexión plurisecular la que nos lleva a afirmar que la observancia del rito ha sido la regla y no la excepción. Comunión de una especie Antes del concilio de Costanza, que fija la comunión bajo ambas especies para los celebrantes y del pan para los participantes, había habido casos de comunión bajo una de las dos especies. El homousios Usa términos y conceptos de la filosofía del tiempo. El lenaguaje de los padres antes de Nicea ciertamente favorecía la tesis arriana de subordinacionismo o creacionismo del hijo. Con el pasar de los siglos los atributos comienzan entonces a aplicarse a la naturaleza humana asumida por Jesús. El ámbito de la controversia arriana y monofisita sobre la mediación creada favorece que se introduzca el culto de los santos. En efecto el Hijo no es mediador creado, pero eso no significa que no pueda haber una mediación creada, de otra categoría totalmente, si bien en cierto grado análoga. Las mismas disputas favorecen un siglo después la teología de María como Madre de Dios (Theotokos). La supremacía papal Newman esboza una historia del desarrollo doctrinal sobre el papado desde los tiempos apostólicos hasta sus días. Este intento responde al statu quo de un hombre que escribe a mediados del siglo XIX. Donde el papa todavía era jefe de los estados pontificios. Aún no se abría la brecha en Porta Pia ni se interrumpía el Vaticano I (confirmar dato). Este esbozo está incompleto, no por negligencia del orador de Oxford, sino porque la historia ha continuado y el río de la doctrina cristiana ha seguido su curso. Botón de muestra que manifiesta de algún modo que las intuiciones de Newman son válidas para interpretar la historia del cristianismo considerado desde su doctrina. La discusión sobre la soberanía papal se desarrolla también en medio de disputas. En la Iglesia primero se realiza una teología del episcopado y después se reflexiona sobre el papado. Porque las disputas eran locales, y el episcopos era quien debía dirimirlas. El comienzo del poder pontificio se debe reconocer históricamente cuando termina la persecución sistemática y por lo mismo la internacionalidad y la globalidad del fenómeno se dan mayoritariamente en el siglo IV y V. En realidad, la autoridad pontificia no se establece sino lentamente con el pasar de los siglos. Se puede observar esto en las disputas contra los gnósticos, valentinianos, etc., en las cuales no se dirime la discusión haciendo apelo a la autoridad de Roma sino a argumentos y reflexiones teológicas. El desarrollo del poder pontificio es proporcional al crecimiento y estructuración del cuerpo de la Iglesia. Y en otras tradiciones cristianas se da el mismo fenómeno: anglicanismo, luteranismo. Este proceso sin embargo no comienza aleatoriamente, sino que es el estructurarse de una tradición ya presente: San Ireneo, San Cipriano, Tertuliano y muchos más hablan de la sede de Roma, del episcopado romano de modo que permite entrever un germen de autoridad superior y de unidad orgánica del cristianismo. San Apolinar, papa, llama a los obispos “sus hijos”. Paso significativo es el nombramiento de vicarios pontificios como obispos de sedes importantes: Sevilla, Constantinopla, Tesalónica. Esto tuvo un efecto de reforzar la autoridad del Papa, extendiéndola más allá de los límites de Roma y al mismo tiempo haciendo depender a sus vicarios de la Sede Apostólica. Segunda Parte Desarrollos doctrinales vistos en relación con corrupciones doctrinales Capítulo V: Desarrollos auténticos comparados con corrupciones Hasta ahora Newman se ha esforzado en esbozar un argumento a favor de la conexión y unidad entre el cuerpo de doctrina conocido como católico y profesado sustancialmente por las iglesias occidental y oriental y la enseñanza apostólica primitiva. Dicha fe es innegablemente la continuación del sistema religioso conocido como catolicismo, que en siglos precedentes ha llevado el mismo nombre hasta remontarse a los orígenes, a la religión de Agustín, Basilio y Ambrosio. La cuestión ahora si este corpus de doctrina es lógica e históricamente representativo de la fe apostólica. La tesis de Newman será que el catolicismo es el legítimo crecimiento y natural desarrollo de la doctrina de la Iglesia antigua. Establecidas dichas premisas es preciso distinguir entre una corrupción y un auténtico desarrollo. Corrupción en su sentido literal se aplica primariamente a realidades materiales orgánicas: una piedra podrá ser reducida a polvo, pero no se corrompe. Corrupción es el desmoronarse de la vida, previo a su aniquilamiento. Corrupción es la pérdida de la unidad entre las partes orgánicas, es el comienzo de la desaparición de la vida. A continuación, seguirán siete enunciados que por analogía podrán aplicarse también a una doctrina: 1. No existe corrupción cuando se preserva el tipo. Este principio surge de la analogía del desarrollo de la vida: los polluelos crecen y se vuelven aves maduras, no peces o reptiles. El cuerpo nace pequeño, pero crece y se desarrolla en tamaño aun permaneciendo el mismo. Ahora bien, aplicar esta analogía a una doctrina o idea no es siempre fácil. En ocasiones se mantienen las apariencias externas, pero no se sigue el mismo rumbo interno. Cierto tipo de corrupción consiste en el rechazo a seguir el curso orgánico de la doctrina y en una obstinación a nociones del pasado. Por ejemplo, los Samaritanos se reusaban a agregar los escritos proféticos como parte del canon de sus escrituras y los saduceos negaban una verdad que implícitamente se enseñaba en el Éxodo siendo aparentemente adherentes a la doctrina genuina y auténtica. Nuestro Señor encontró a muchos observantes de la letra de la ley, pero no obedientes a sus espíritu. El evangelio es en este sentid un desarrollo natural de la ley. Esto concluye que una idea no siempre presenta una configuración externa idéntica, pero no por ello deja de tener unidad sustancial. 2. Cuando se mantienen los mismos principios La continuidad de principios es otra nota de autenticidad. La vida de las doctrinas consiste en la ley o principio que encarnan. Los principios son por definición abstractos mientras que las doctrinas se relacionan con hechos. Un desarrollo de doctrina para ser genuino debe conservar tanto la doctrina como el principio con el cual comenzó. Una doctrina sin principios es estéril. Por otro lado, principios sin doctrina quedan aislados como las mentes religiosas paganas en relación con la revelación. La continuidad o alteración de los principios que permitieron el desarrollo de una idea son una nota de discernimiento entre corrupción y desarrollo. El imperio romano entra en decadencia, según sus poetas, no por perder batallas sino por el abandono de las prisci mores y la pietas. Por lo tanto, cuando el curso de las decisiones y acciones contradice los principios que dieron origen a tales cambios, se puede hablar de una corrupción. 3. Poder de asimilación. De nuevo en el mundo de la naturaleza, la vida se da con el crecimiento o con la asimilación. Esta analogía se aplica a las doctrinas porque dichas doctrinas existen en un mundo humano, de vida, de cambios y movimientos. Y en un mundo de cambios y movimiento de influencias, la capacidad de adaptación a las mutaciones sin la pérdida del centro de gravedad es muestra de genuino desarrollo. El intento de desarrollo muestra la presencia de un principio y su éxito la presencia de una idea. Así como los principios estimulan el pensamiento, las ideas lo concentran. Una idea para crecer necesita incorporar. Por ende, el desarrollo aplicado a ideas y doctrinas es un proceso de incorporación. Esto es fundamental cuando se reflexiona sobre la fe católica: no se basta a sí misma, tiene necesidad continua de incorporación, de crecimiento, de nutrición. En ocasiones se confunden las fuentes del alimento o se abandonan las fuentes que sabemos no pueden menguar; pero al menos es signo de vida. Esta capacidad de asimilación es signo de vitalidad y vigor internos, signo de cohesión tal que no existe el temor de desmoronamiento o intoxicación. Las formas y el dogmatismo son modos de aislacionismo, pero son altamente necesarios cuando el principio vital es débil (del mismo modo que una persona altamente dañada, débil o enferma necesita de todo un aparato técnico para mantenerse en vida). 4. Secuencia lógica Siendo la lógica la organización del pensamiento, es la seguridad de la fidelidad a los desarrollos intelectuales. Sin embargo, no todos los desarrollos pueden ser consecuencias lógicas de una idea como se siguen las conclusiones de una premisa. En ocasiones es la historia la que dicta un desarrollo que sin embargo, debe ser lógico. Esta nota es como la explicación analítica del “por sus frutos los conoceréis” evangélico. Los resultados a los que lleva un desarrollo serán la medida auténtica para medir si ha habido en efecto un desarrollo o más bien una corrupción. Exitus acta probat. 5. Anticipación de su futuro Una idea se dice viva cuando tiene influencia y es efectiva. Siendo la lógica la misma siempre y en todo lugar, es de suponer que una idea pueda desarrollarse de acuerdo a ciertas expectativas basadas en su naturaleza y tendencias, si bien no estén del todo delineadas desde el inicio u origen. Por lo tanto otro elemento de discreción entre corrupción o desarrollo está en reconocer anticipaciones definitivas en algún periodo histórico anterior a la idea misma. 6. Acción conservativa sobre su pasado Un auténtico desarrollo conserva el curso de los desarrollos inmediatamente anteriores a él. Es una agregación que ilumina y no obscurece, aclara y no corrige el corpus doctrinal del cual procede. Un verdadero desarrollo es aquel que gradualmente va ahondando en las conclusiones y en las aplicaciones de la misma doctrina sin traicionar lo inmediatamente anterior. Un desarrollo que que revirtiera el ritmo y el curso de los desarrollos anteriores es una corrupción. 7. Vigor crónico y continuo La corrupción de una idea es un proceso gradual pero breve y rápido, pues indica el final de una realidad, de un recorrido. Por la misma razón, las ideas presentes en la mente humana tienden al crecimiento; la disolución es aquello a lo que tiende la corrupción. La duración es prueba de auténtico desarrollo entonces. El decaimiento es gradual, pero no presenta acción vigorosa. Un auténtico desarrollo presentara ambas particularidades: la continuidad y el vigor sin excluirse una a otra. Del concurso de estas siete características podrá afirmarse que un desarrollo intelectual o doctrinal es genuino y no constituye una corrupción. Capítulo VI: aplicación de las siete notas a desarrollos existentes de la doctrina cristiana Aplicación de la primera nota: Identidad de tipo El cristianismo según aparece en fuentes extrabíblicas, esto es en Tácito, Suetonio y Plinio, aparece bajo la tipología de superstitio, lo cual no es despreciativo únicamente sino que describe de hecho cómo era considerado el cristianismo, cómo era visto desde el punto de vista doctirnal y ritual. No es ni la única ni la mayor realidad religiosa descrita como superstitio en ese momento: los ritos orientales de Osiris, Serapis, Isis, Zoroastro eran considerados supersticiones. Por lo tanto la descripción del cristianismo como tal es muestra de que era considerada desde tiempos remotos como una especie de camino religioso. Cuando al crisitanismo se le aplican apelativos como humani generis hostes; per flagitia invisos, etc, los historiadores como Tácito no estaban aplicando algo diverso de lo que la ley romana aplicaba a los malefici, mathematici, magi. El cristianismo se percibió en el imperio romano como una superstición no digna de ser seguida, cuyos ritos eran nefandos, vergonzosos, por ello no se daban a plena luz del día ni en público. Excepciones hechas como la de Plinio en el Ponto. Sin embargo, esto no rompe la tendencia de percibirlo como una vana superstición. La percepción depende en cierta medida del tiempo, pero el fondo no cambia. Una vez que el cristianismo sale de las casas y deja de ser perseguido no podrá considerarse como oculto o de obstinados. Julián el apóstata en el s.IV no obstante la historia, regresa a una percepción generalizada: adoración de los muertos, superstición, ateísmo. ¿Por qué Newman se detiene a analizar las acusaciones que en los primeros cinco siglos de la historia cristiana se arrojan contra nuestra religión? Haciendo un análisis de las acusaciones podrían agruparse como: irracionalismo, ateísmo, hipocresía, debilidad de mente, adoctrinamiento, poca libertad de pensamiento. Estas acusaciones si perciben de uno u otro modo en el mundo moderno no es sino una prueba de la consistencia del cristianismo a lo largo de la historia. Por lo tanto un signo (no el mayor ni el más importante) de continuidad. Segunda sección la Iglesia en el siglo IV Ahora se examinará un paralelismo no con el gnosticismo, montanismo, judaísmo y religiones mistéricas, sino con el maniqueísmo, donatismo, apolinarismo y otras sectas contemporáneas: continuidad de contraste entre cristianismo auténtico y corrupciones. Si uno hiciera una radiografía del cristianismo al amanecer del siglo IV vería una diversidad amplísima de corrientes heréticas diseminadas a lo largo del imperio, desde Antioquía hasta Galicia. Gregorio Nacianceno comienza a predicar en una Constantinopla enteramente arriana por ejemplo. ¿Cómo podía un creyente identificar lo genuino en medio de un océano de corrientes divergentes? These sects were of very various character. Learning, eloquence, and talent were the characteristics of the Apollinarians, Manichees, and Pelagians; Tichonius the Donatist was distinguished in Biblical interpretation; the Semi-arian and Apollinarian leaders were men of grave and correct behaviour; the Novatians had sided with the Orthodox during the Arian persecution; the Montanists and Messalians addressed themselves to an almost heathen population; the atrocious fanaticism of the Priscillianists, the fury of the Arian women of Alexandria and Constantinople, and the savage cruelty of the Circumcellions can hardly be exaggerated. These various sectaries had their orders of clergy, bishops, priests and deacons; their readers and ministers; their celebrants and altars; their hymns and litanies. They preached to the crowds in public, and their meeting-houses bore the semblance of churches. They had their sacristies and cemeteries; their farms; their professors and doctors; their schools. Miracles were ascribed to the Arian Theophilus, to the Luciferian Gregory of Elvira, to a Macedonian in Cyzicus, and to the Donatists in Africa. Ahora bien lo que ha caracterizado a la Iglesia, también la del s.IV, es la catolicidad. Es la misma fe en donde está presente, mientras que las sectas divergen unas de otras sin ser universales. De hecho la derivación de sus nombres depende de su lugar de origen, de su fundador, de su enseñanza, de sus acciones. La Iglesia católica lo saca de su universalidad. La genuinidad de su doctrina se demuestra en el mismo hecho de su no-circunscripción geográfica. De hecho algo que continuará desde el s.IV (desde los orígenes en realidad) es la búsqueda de la unidad y el rechazo de toda división, otro signo a su vez de continuidad. Tercera sección: la Iglesia del los siglos V y VI Por un momento la extensión del arrianismo fue vastísima: desde España y Francia, a África, Italia, en parte gracias a las tribus bárbaras que iban ocupando dichos territorios. El dominio regio arriano perduró casi un siglo en las diversas regiones, con políticas diversas hacia el catolicismo, sin embargo en ningún momento el arrianismo se adjudicó el título de universal o católico. En esta época la herejía no es algo más local sino muy extendido. El nestorianismo por otro lado, en particular Teodoro de Mopsuestia asignaba a nuestro Señor dos personalidades. No entiendo muy bien, fuera del argumento histórico por qué Newman se extiende en un estudio sobre el Nestorianismo y la expansión del cristianismo. A continuación sigue un análogo estudio del monofisismo. En especial de la doctrina de Eutiques, que según este personaje era acorde con la de su amigo San Cirilo de Alejandría. El caso es que la palabra naturaleza, san Cirilo no la usa, y Eutiques sí. Hace recurso absolutizado a la escritura. En este caso un concilio canonizó una herejía (Latrocinio de Éfeso). En ese momento podríamos decir que se trataba de San Atanasio contra el mundo. Es gracias a la intervención del papa León que se solucionan las cosas, precisamente porque estaba sentado en la sede de Pedro introduciendo el concilio de Calcedonia: en donde “Pedro ha hablado por boca de León”. Los mismos obispos demostraron que la verdad apostólica había alcanzado sus mentes incluso hasta 5 siglos después. Esto no fue el final de la crisis sino que en un mezclarse de movimientos políticos, populares, religiosos los símbolos de la fe no quedaron del todo claros entre las iglesias. Los ejemplos del siglo VI han servido a mi modo de ver para ilustrar que en ocasiones el catolicismo fue completamente desterrado de territorios, o sus defensores no eran ejemplares, o a veces corrientes filosóficas se oponían directamente a él o incluso, la vida misma de los herejes que condenaba, era más ejemplar que la de los mismos pastores católicos (elemento de continuidad). En toda esta travesía, una sola voz y una sola sede eran de confiar y ejercía el arbitraje: la sede petrina. Capítulo VII Aplicación de la segunda nota de verdadero desarrollo: Continuidad de principios. Los principios del cristianismo son los que permiten que se den los desarrollos, y que no sean simples transformaciones aleatorias, lo que los convertiría en corrupciones. Newman considera la encarnación como la verdad fundamental del Evangelio; presente en todo el Nuevo Testamento. Y en la encarnación tal como la explicita el Nuevo Testamento están presentes otros principios: Dogma: una verdad sobrenatural irrevocablemente entregada al lenguaje humano, imperfecto porque es humano, pero definitiva y necesaria porque entregada desde arriba. Fe: relativa al dogma, es la aceptación absoluta de la palabra Divina con un asentimiento interior. Teología: al ser la fe un acto intelectual, se abre el camino para la investigación, comparación e inferencia, esto es para la ciencia en la religión. Sacramental: la encarnación es un don divino entregado a través de un modo visible. El cielo y la tierra se unen en la encarnación. Esto es el principio sacramental. Sentido místico (espiritual) en el uso del lenguaje: puesto que las palabras manifiestan ideas espirituales, el lenguaje en cierto modo adquiere analogía sacramental. Gracia: Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciera Dios, esto es el principio de la gracia, que no sólo es santa sino santificante. Ascetismo: la gracia no nos puede elevar o cambiar sin que mortifiquemos nuestra baja naturaleza. Malignidad del pecado: envuelta en esta naturaleza, corroborando además lo que la conciencia nos dicta. Materialidad: la materia es parte esencial nuestra y por lo tanto capaz de ser santificada. Estos principios han sido desde los orígenes del cristianismo agentes de desarrollo y son fuente de la identidad misma del cristiano. Newman profundiza en cuatro: fe, teología, escritura y dogma. La supremacía de la fe: en el cristianismo creer es mejor que la incredulidad, es más seguro y aunque sea un acto intelectual, es ético en sus orígenes. Antagonista a este principio es el empirismo, que considera solamente verdadero aquello que puede demostrar científicamente. Newman propone que la prueba o la racionalidad es un premio por creer, es decir, que no necesitas esperar la demostración lógica para poder creer. Al final de cuentas reafirma la doctrina de Santo Tomás por la cual, el creyente no adquiere conocimiento demostrativamente por la fe, sino que la luz de la fe muestra que existen realidades que han de ser creídas. Bajo esta luz, las discusiones serían más como sugerencias o líneas guía de desarrollo de la doctrina, horizontes que se abren para descubrir en ellos si está la verdad, y no tanto pruebas lógicas. Y los desarrollos serían el crecimiento ético, gradual y progresivo de las opiniones al respecto, no resultados científicos. La teología: la razón trata de dar una visión de conjunto al todo teológico, de expresar en términos racionales verdades sobrenaturales, de conectar, medir, comparar. Eso es la teología, cuyo primer paso es la investigación suscitada por el interés y la aceptación de las mismas realidades que se investigan. Y esto es real desde la Anunciación: ¿Cómo será esto? Hasta nuestros días. Hay un modo de interrogarse en materia revelada que es perfectamente compatible con la fe sobrenatural: a ese interrogarse y a la búsqueda de una respuesta la llamamos teología. Escritura e interpretación mística: el mismo desenvolverse de los hechos ha introducido la necesidad de una interpretación mística en la Iglesia. El uso de la Sagrada Escritura en su sentido espiritual como un medio de pensamiento y deducción ha sido en continuidad un principio doctrinal de la Iglesia. Es fácil ver en estas aseveraciones un adelanto de Newman a lo que después será el magisterio de la Dei Verbum sobre los sentidos de la Sagrada Escritura. Si bien la justificación y explicación de Newman se detiene demasiado en la narrativa histórica (Orígenes, Cayetano), en el fondo trata a cuestión histórica de la interpretación bíblica como una muestra de la continuidad en el desarrollo de la comprensión espiritual de la Biblia. El dogma: en la visión de nuestro autor el pueblo de Israel a lo largo de su evolución histórica (integralmente considerada: espiritual, física, histórica) combatió especialmente la idolatría, defendiendo la santidad de Dios; la fe como acto del intelecto no ocupó un lugar fundamental sino que poco a poco fue ganando terreno. Los maestros filosóficos, por otro lado, exigían de sus alumnos la fe en sus opiniones, pero no adjuntaban la santidad o lo sobrenatural a sus enseñanzas. Es Jesús de Nazaret el primero en “dar testimonio de la verdad y morir por ella”, es decir en juntar santidad y doctrina. La fe es por lo tanto una adquisición del Evangelio. Que las opiniones en materia de religión no sean indiferentes, sino que contengan un alcance integral en las personas que las mantienen a la luz de Dios es un principio por el que la fe Evangélica se ha desarrollado. Interesantísimo el concepto que Newman tiene de dogma: no se trata de una verdad que hay que creer sumisamente sin razón; sino de una verdad que cuando la crees tiene repercusiones muy claras en tu vida. Dicha verdad es llamada dogma porque es una verdad que revela su fuerza especialmente en sentido práctico (dogma-dokéo: parecer), cuando acepto un dogma estoy aceptando una senda que se abre en mi vida. No es lo mismo tratarme como un hijo de Dios (dogma de fe) que tratarme y vivir como un fruto de la casualidad. Explicitando estos pocos principios Newman mantiene que su continuidad operativa al día de hoy muestra que en la doctrina cristiana se siguen haciendo desarrollos y que toda corrupción está destinada a desaparecer con el paso del tiempo. Cualquier doctrina que contradiga dichos principios no puede considerarse un genuino desarrollo de la doctrina. Capítulo VIII: aplicación de la tercera nota, el poder de asimilación El poder de asimilación de una verdad dogmática. Desde el inicio Newman contrapone dos visiones, que aquí pongo literalmente pues su profundidad estética y doctrinal son notables: Primero se extiende en describir el principio dogmático: That there is a truth then; that there is one truth; that religious error is in itself of an immoral nature; that its maintainers, unless involuntarily such, are guilty in maintaining it; that it is to be dreaded; that the search for truth is not the gratification of curiosity; that its attainment has nothing of the excitement of a discovery; that the mind is below truth, not above it, and is bound, not to descant upon it, but to venerate it; that truth and falsehood are set before us for the trial of our hearts; that our choice is an awful giving forth of lots on which salvation or rejection is inscribed; that "before all things it is necessary to hold the Catholic faith;" that "he that would be saved must thus think," and not otherwise; that, "if thou criest after knowledge, and liftest up thy voice for understanding, if thou seekest her as silver, and searchest for her as for hid treasure, then shalt thou understand the fear of the Lord, and find the knowledge of God,"—this is the dogmatical principle, which has strength. Lo contrapone después a una corrupción del mismo (parecería que estuviéramos leyendo un discurso de Justin Trudeau o del rey de Noruega, sin embargo es un escrito de hace más de 150 años): That truth and falsehood in religion are but matter of opinion; that one doctrine is as good as another; that the Governor of the world does not intend that we should gain the truth; that there is no truth; that we are not more acceptable to God by believing this than by believing that; that no one is answerable for his opinions; that they are a matter of necessity or accident; that it is enough if we sincerely hold what we profess; that our merit lies in seeking, not in possessing; that it is a duty to follow what seems to us true, without a fear lest it should not be true; that it may be a gain to succeed, and can be no harm to fail; that we may take up and lay down opinions at pleasure; that belief belongs to the mere intellect, not to the heart also; that we may safely trust to ourselves in matters of Faith, and need no other guide,—this is the principle of philosophies and heresies, which is very weakness. Lo que la conciencia es para cada persona, el principio dogmático es para el cuerpo cristiano. La doctrina cristiana es por lo mismo no una colección aleatoria de verdades sacadas de aquí y allá; sino que es el fruto de un trabajo de asimilación, revisión, crítica, pensamiento, profundización de lo que parece que es verdadero desde el punto de vista de la fe. Este trabajo lleva tiempo y se construye con las generaciones. El poder de asimilación de la gracia sacramental, es una aplicación del principio sacramental de la Iglesia, a saber que el cristianismo por su solidez interior es capaz de convertir, en el sentido más genuino y auténtico de la palabra ritos, historias, doctrinas en instrumentos de comunicación de la gracia y de catequesis doctrinal: se podría decir que muchos elementos son comunes entre paganismo y cristianismo y a quien objete que no son cristianos porque están presentes en el paganismo podríamos responder justamente lo contrario, que no son paganos porque están presentes en el cristianismo (semina verbi), así como Adán nombra todos los animales en el jardín del Eden, así la Iglesia observa el mundo notando y visitando las doctrinas que encuentra ahí. The use of temples, and these dedicated to particular saints, and ornamented on occasions with branches of trees; incense, lamps, and candles; votive offerings on recovery from illness; holy water; asylums; holydays and seasons, use of calendars, processions, blessings on the fields; sacerdotal vestments, the tonsure, the ring in marriage, turning to the East, images at a later date, perhaps the ecclesiastical chant, and the Kyrie Eleison, are all of pagan origin, and sanctified by their adoption into the Church. Capítulo IX, aplicación de la cuarta nota: secuencia lógica. Secuencia lógica significa para Newman el hecho de que si se acepta una doctrina, consecuentemente habrá que aceptar algunas que están implicadas de por medio en dicha aceptación. De tal modo que el cristianismo presenta una doctrina con una cohesión interna muy fuerte. Newman se limita aquí a desarrollar un ejemplo dentro de la amplia gama de posibilidades al interno de la doctrina cristiana. La doctrina del perdón del pecado original con el bautismo y de los pecados personales posteriores con la confesión. La Iglesia aceptó desde sus orígenes que al administrar el bautismo podía consecuentemente perdonar los pecados. ¿Pero tiene también el poder de perdonar los pecados con otros medios? Novaciano lo negaba, los donatistas de algún modo también. Surge después la cuestión de las penitencias, que en ocasiones duraban de por vida. Podemos pensar en Teodosio privado de la comunión hasta el día de su muerte por la masacre de Tesalónica. Aunque después la pena le fue transmutada. Ahora bien, ¿esos signos eran signos de contrición o satisfacción por el pecado? Consecuencia de aceptar que también son satisfacción surge la doctrina del purgatorio, pues la pena que no ha sido satisfecha por la disciplina será satisfecha por el fuego del purgatorio. Consecuencia de la doctrina del purgatorio es la de las obras meritorias. Y consecuencia de esta es la vida monástica. Capítulo X: aplicación de la quinta nota, anticipación de su futuro Si una determinada doctrina dio indicios de sus desarrollos posteriores, es un signo de la genuinidad del desarrollo en sí. Si la doctrina católica tiene un statu quo el día de hoy, algo de lo mismo puede ser encontrado como indicio o germen de lo mismo en siglos anteriores e incluso en los orígenes. La cuestión de las reliquias surge del principio de que la materia es susceptible a la gracia, capaz de santificación, surgiendo en una época en la que las escuelas filosóficas demostraban lo contrario: desprecio de la materia. El cristianismo mostrando respeto por el cuerpo y veneración por las reliquias de los santos y mártires se enfrenta diametralmente a la corriente de su tiempo. La vida célibe, el culto de los santos y el oficio mariano son objetos del examen de su secuencia lógica en el tiempo. Capítulo XI: aplicación de la sexta nota, acción conservadora hacia el pasado Un desarrollo es aquél que es fiel a su origen y una corrupción aquella que lo destruye. Primera sección: instancias varias Segunda sección: la devoción a la Santísima virgen ¿es posible venerar una creatura sin restar amor al Creador? La devoción a la virgen es un desarrollo auténtico en el cristianismo precisamente porque no destruye nada de la veneración y adoración debidas al Creador. Véanse por ejemplo cómo difieren las estrofas del Stabat Mater de las del Dies Irae o las del oficio de Pentecostés del oficio de la Asunción. La verdadera devoción es verdadero desarrollo, mientras que una devoción mal entendida (adorar a la virgen María por ejemplo) consistiría en la corrupción de la originalidad del cristianismo. Capítulo XII: aplicación de la séptima nota, vigor sostenido y crónico. Una corrupción puede ser vigorosa pero no sostenida. O sostenida pero débil. En cambio basta un vistazo a la historia del cristianismo para constatar que vires acquirit eundo. Sigue siendo fuente de vida intelectual, de santidad, de impulso e iniciativa, de cambio social, de revolución interior, de vida. Así como en la vida humana la fecundidad es el mejor signo de estar logrando la propia vida, del mismo modo en el cristianismo es la fecundidad la mejor clave de interpretación de los desarrollos, de la historia, de lo auténtico: lo que genera vida, lo que motiva y pone en marcha, eso es lo más genuino y original, lo que contiene la chispa divina. Such were the thoughts concerning the "Blessed Vision of Peace," of one whose long-continued petition had been that the Most Merciful would not despise the work of His own Hands, nor leave him to himself;—while yet his eyes were dim, and his breast laden, and he could but employ Reason in the things of Faith. And now, dear Reader, time is short, eternity is long. Put not from you what you have here found; regard it not as mere matter of present controversy; set not out resolved to refute it, and looking about for the best way of doing so; seduce not yourself with the imagination that it comes of disappointment, or disgust, or restlessness, or wounded feeling, or undue sensibility, or other weakness. Wrap not yourself round in the associations of years past; nor determine that to be truth which you wish to be so, nor make an idol of cherished anticipations. Time is short, eternity is long. Fin