Avance-Mercancía, goce y deseo en Tinder. El discurso capitalista y la fantasía ideológica

Daniel Alvarado Valencia
Mercancía, goce y deseo en Tinder. El discurso capitalista y la fantasía ideológica.
“...la aceleración maniaca del tiempo hace que la promesa
amorosa del “ para siempre” se vuelva ridícula, ingenua
e incluso estúpidamente supersticiosa”.
Massimo Recalcati
La idea del amor y la concepción de este ha cambiado a lo largo del tiempo y tiene
diferentes sentidos, sea cual fuere el significado en la actualidad para cada individuo, es la
promesa que oferta la plataforma de Tinder, aplicación que nace en el seno del capitalismo
contemporáneo donde podemos ver una singularización cada vez más profunda de las
mercancías, las cuales obedecen a una exigencia interna donde procuran sustraerse a todo
control externo para crear constantemente nuevos tipos de mercancía, al tiempo que amplía
su extensión hasta poner bajo su control esferas hasta entonces regidas por otras relaciones:
comunitarias, interpersonales, personales, etc.
Bajo esta situacion podriamos preguntarno. ¿Que hay en el sujeto que no sea colonizable
por la estructura del capital? ¿Qué hay en el sujeto que no esté al servicio y a disposición del
capital?
Si observamos esto desde la tesis que Lacan formulo como el discurso capitalista, el cual
es una variación lógica de lo que el denominaba el discurso del amo1, podemos ver que este
1. Discurso del amo: lucha por la dominación, la penetración y el sometimiento. Este discurso se basó en la
dialectica del amo y esclavo desarrollada por Hegel. La posición dominante está ocupada por el significante
maestro, S1, que representa el sujeto, S, para todos los demás significantes: S2. En esta operación significante
hay un excedente: objeto a. Todos los intentos de totalización están condenados al fracaso. Este discurso
se caracteriza fundamentalmente por auto-propulsarse desde el interior de forma ilimitada, de
manera tal que no conoce crisis por más que haya catástrofes sociales, ni conoce ningún
limite que pueda verdaderamente interrumpir en lo que Lacan nombra el movimiento circular
del capitalismo.
1.1 Ilustracion de la variacion del discurso del amo al discurso capitalista elavorada por Lacan
Ante esta constatación de Lacan, Jorge Alemán (2016) señala como el capitalismo ha
logrado una nueva relación entre la falta y el exceso, una nueva relación entre el carácter
insaciable del deseo humano y el exceso del goce. Esta nueva relación, dice Alemán, hace
que podamos captar que en el siglo XXI a surgido un nuevo tipo de subjetividad neoliberal,
que caracteriza cómo el empresario de si mismo el cual concibe desde el punto de vista de
Lacan y el punto de vista capitalista, como una empresa de rendimiento y plus de gozar.
enmascara la división del sujeto, ilustra la estructura de la dialéctica del maestro y el esclavo. El maestro, S1, es
el agente que pone al esclavo, S2, a trabajar: el resultado es un excedente, objeto a, que el maestro lucha por
apropiarse.
En esta lógica del movimiento circular de la mercancía todo es susceptible a convertirse en
mercancía, nosotros mismos, nuestra intimidad y nuestros propios deseos no están excluidos
de este proceso. Tinder han tenido mucho éxito porque encaja perfecto en este clima
contemporáneo donde existe un imperativo social del goce exacerbado, a lo nuevo, cuyo
principio básico es que lo duradero resulta negativo, desfasado, esta lógica de la obsolencia
programada, de lo desechable, lo fuera de moda, nos empuja a comprar, a desear y gozar lo
novedoso ya que todo el tiempo nos presenta un goce nuevo. Esta lógica la podemos
observar en las aplicaciones y plataformas web que ofrecen como mercancía el amor, sexo o
lo que sea que se busque en una persona. La compulsión al goce ofertada por el mercado
crea un aire de subjetividad empresarial que el capitalista impulsa a través de la carga del
tiempo, la carga del rendimiento, de la productividad, del cansancio, la exigencia al goce y la
persecución de un Ideal.
1.2 captura de pantalla de publicidad en mi muro de Facebook.
Apeasar de que constantemente el capital nos bombardea con propaganda que nos insita
constantemente a gozar, no es que el discurso capitalista nos diga qué y cómo desear sino
que más bien este crea la ilusión de que nuestras faltas, se la que fuese, puede ser llenada
a través de mercancías. En este sentido, el capital oferta fantasías que cumplen las
expectativas de los usuarios, las cuales pueden satisfacer su goce y los mantienen cómodos
dentro de las coordenadas fantasmáticas2 conocidas. En el caso de Tinder dentro de lo que
cada uno espera encontrar en el Otro para obtener amor, sexo u otro tipo de placer. Aquí, la
fantasia que vende pone en juego la dialéctica entre el deseo y el goce, pues presenta al
sujeto objetos que despierten su deseo y estimulen la búsqueda de aquello que lo colme, al
tiempo que permite el acceso a una dosis de goce que mantenga viva la ilusión del hallazgo
anhelado. El mercado para tratar de satisfacer todas nuestras necesidades se vuelca en la
cuestión hegeliana, del deseo infinito del hombre, en donde confronta cada individuo con la
angustia de la autofundación, esto es, nos pone en la situacion de sujetos deseantes y para
ello, pone frente a cada deseo un objeto disponible en el mercado de los bienes de consumo. Sin
embargo, sabemos que el deseo no puede ser colmado, Zizek nos dice que a cada cuota de
goce, le sucederá una insatisfacción incrementada que renueve la búsqueda, que mantenga
vivo el deseo y la ilusión de alcanzar el bien anhelado. Esta lógica es bien ilustrada en los
comentarios
que algunos usuarios de Tinder me han hecho y en un par de caturas de
perfiles que señala esta situación:
Aline, 29 años: he tenido un chingo de citas, para distraerme, para coger y aveces solo para
ver qué onda nada más. La mayoría de veces después de la cita ya no quería saber nada,
igual muchos de ellos tampoco, como si supiéramos que la cosa acababa ahí pero no faltan
los clavados que se enamoraban por una cogida o porque les hablabas chido y te siguen
buscando aunque no los peles. Derrepente te aburres de Tinder pero al final no se si es el
morbo o la curisosidad pero regresas de nuevo.
Diego, 32 años: el super like3 es un pedo, tienes que administrarlo chido porque si no pagas
solo tienes uno al día. Cuando veo una chica que me late mucho le doy en corto pero aveces
2 Zizek concibe a los sujetos sociales frente a la ideología tal como entendemos al sujeto del inconsciente en
relación con su fantasma, esta noción la retoma desde el psicoanálisis y la nombra fantasía ideológica. En la
cual, el “fantasma” en términos lacanianos funciona como pantalla imaginaria que estructura y da consistencia
a la realidad que percibe el sujeto.
3 El super like es uno de los tres botones principales de Tinder, sirve para hacerle saber a una persona que
estás muy interesado en ella, y a diferencia del botón de me gusta, con el super like la persona puede ver al
interesado y corresponderle o no.
siento como que debería de aguntarlo por si sale otra mejor. Aveces pasa, aveces no y
pues te arrepientes de no habérselo dado a la primera.
1.3 Capturas de pantalla realizadas en la platoforma de Tinder .
Desde la perspectiva de Zizek, el fantasma moldea el deseo al tiempo que le oferta al sujeto
el objeto imaginario que lo incita, manteniendo así su apego a la promesa de alcanzar la
totalidad anhelada. De manera similar la fantasía ideológica no solo apunta hacia aquello de
lo que el sujeto carece, sino que también produce en él un deseo orientado a perseguir
aquellos bienes que le oferta.
... toda ideología tiene como trasfondo una organización fantasmática, cuya función es la producción y
legitimación de prácticas y sentidos conforme a las relaciones de poder, de tal modo que podemos
entrever la fantasía capitalista plasmada en sus prácticas sociales. Entonces, la ideología es fantasía
ideológica en la medida en que produce y sostiene la ilusión de alcanzar la perfección, de superar las
imperfecciones que causan malestar –tanto en el sujeto como en la sociedad–, manteniendo vivo el
deseo que aspira a cosas como la felicidad, la libertad, el amor en los lugares y de los modos en que el
discurso ideológico señala, conforme al goce que este oferta. (Zizek, 2005,p 17)
Así, aunque todo discurso produce una ideología conforme a la cual procura explicar y
comprender la realidad, la función dominante de la ideología para Zizek no consiste en
presentar la realidad tal como es, por el contrario, busca explicar y justificar determinadas
construcciones de la realidad para promover la adaptación de los sujetos sociales a la
misma, sin cuestionamiento, señala que tanto en el escenario fantásmatico del sujeto como
en el ideológico, lo que se pretende es opacar la crudeza de lo real, mistificándolo e
instituyendo una falsa conciencia de seguridad y aprovisionamiento, ilusión necesaria para
sostener cierto sentido y congruencia en el sujeto y en la sociedad.
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