Partes: Tribunal: Sala/Juzgado Fecha:

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Partes: Denice S.A. s/ quiebra, incidente del art. 150 de la ley 24522
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial
Sala/Juzgado: A
Fecha: 19-may-2011
Los efectos del compromiso social contraído por el primitivo suscriptor de las acciones se
mantienen no obstante la cesión hasta que se realice el pago total del importe de tales acciones,
respondiendo el cedente ilimitada y solidariamente por los pagos debidos por los cesionarios.
Sumario:
1.-Dado el carácter eminentemente capitalista de la sociedad anónima, el capital social constituye
la base económica fundamental de la empresa, tanto para su desarrollo como para hacer frente a
las obligaciones que le impone su operatividad. Entonces, el aporte, en tanto prestación
característica del socio, constituye uno de los elementos sustanciales del contrato de sociedad
que, en tipos societarios como de la especie, tiene restringida la naturaleza de los bienes
aportables, pues deben ser susceptibles de ejecución forzada, habida cuenta que su finalidad es la
protección de los terceros que contratan con el ente.
2.-La sumatoria de los aportes en las sociedades por acciones arroja como resultado el capital
social, que funciona como garantía específica, determinando en cabeza de los terceros, la certeza
de existir siempre en la caja social el contravalor efectivo de la cifra capital (arts. 38 y 39 LSC.).
3.-El plazo fijado para el pago del capital adeudado por la suscripción ... no puede exceder de dos
años (art. 166 , inc. 2°, LSC.).
4.-En tanto el art. 150 LCQ dispone que la quiebra de la sociedad hace exigibles los aportes no
integrados por los socios, hasta la concurrencia del interés de los acreedores y de los gastos del
concurso , como así también que la reclamación puede efectuarse en el mismo juicio vía incidental
y el juez puede decretar de inmediato las medidas cautelares necesarias para asegurar el cobro de
los aportes ... , esta disposición resulta consecuencia de la responsabilidad de los accionistas en
tanto los aportes de los socios deben responder por el pasivo de la sociedad.
5.-El ordenamiento legal societario nada dice acerca de cómo se debe acreditar el cumplimiento de
la integración del saldo y si bien dicha circunstancia debe ser registrada en los libros sociales, es
claro que no es dicho elemento el único por el cual puede abonarse este extremo, en efecto, en
tanto existen múltiples formas de realizar dicha integración -entregando físicamente la cantidad
acordada a un representante de la sociedad, depositando la cifra correspondiente en una cuenta,
poniendo el dinero en manos de un depositario, etc.-, corresponde admitir la producción de
cualquier prueba conducente a tal efecto.
6.-Las acciones que no han sido totalmente integradas, tienen un régimen propio de transmisión, a
diferencia de aquellas integradas en su totalidad. Así, el ordenamiento legal, amparando el crédito
de la sociedad contra el accionista y reafirmando la obligación del suscriptor a integrar la acción,
articula un régimen de garantía sobre la base de la solidaridad entre los cedentes, por el cual todos
quedan obligados al pago de la integración en caso de renuencia de algún cesionario.
7.-El art. 210 LSC. dispone expresamente que el cedente que no haya completado la integración
de las acciones, responde ilimitada y solidariamente por los pagos debidos por los cesionarios ... y
es por ello que los efectos del compromiso social contraído por el primitivo suscriptor de las
acciones, se mantienen, no obstante la cesión, hasta que se realice el pago total del importe de
tales acciones. En suma, el cedente responde ilimitada y solidariamente por los pagos debidos por
los cesionarios N.R.: Sumarios elaborados por Ricardo A. Nissen.
Fallo:
Buenos Aires, 19 de Mayo de 2011.
Y VISTOS:
1.) Apelaron tanto las cedentes -Ana María Frisione y Noelia Laura Grossolano- como las
cesionarias -María Angélica Esteban y Gladys Paz- del paquete accionario de la sociedad fallida el
pronunciamiento dictado en fs. 260/262, por el que se las condenó solidariamente en los términos
del art. 150 LCQ a abonar la suma de $9.000 en concepto de saldo de capital suscripto que a la
fecha aún no había sido integrado, con más sus respectivos intereses.Los fundamentos fueron desarrollados en fs. 275/76 y fs. 280/81, siendo respondidos por la
sindicatura en fs. 278 y fs. 283.
En fs. 287/288 fue oída la Sra. Representante del Ministerio Público, quien dictaminó en el sentido
de confirmar el fallo impugnado.
2.)Las recurrentes se agraviaron porque se admitió la pretensión incoada por la sindicatura en fs.
1/2.
Las cedentes del paquete accionario -Ana María Frisione y Noelia Laura Grossolano- arguyeron
que la Sra, Juez a quo no ponderó adecuadamente que se desvincularon de la sociedad con
anterioridad al acaecimiento de los hechos que desembocaron en la quiebra de Denice SA,
extremo que fue debidamente acreditado. Señalaron que en virtud de esa circunstancia, resultó
arbitrario poner a su cargo la obligación de acreditar la efectiva integración del capital social. Se
quejaron también del régimen de costas, sobre la base de que litigaron en la inteligencia de que la
posición adoptada por su parte era la jurídicamente correcta.
De su lado, las cesionarias -María Angélica Esteban y Gladys Paz- indicaron que la sentencia en
crisis transgredió el principio de congruencia, habida cuenta que no hizo referencia en los
considerandos del fallo a lo expresado en el responde de la demanda incidental en punto a
"quiénes serían los verdaderos propietarios de la sociedad fallida", como así tampoco el
reconocimiento formulado por las cedentes en cuanto a que, en su oportunidad, habrían aportado
íntegramente el capital suscripto.
3.)Mediante la presentación que luce en fs.1/2, la sindicatura puso de manifiesto que del informe
remitido por la IGJ agregado a los autos principales no surgía acreditada la integración del capital
social, en virtud de lo cual solicitó que, en los términos del art. 150 LCQ, se intimara a los socios y
a los exsocios de la fallida -Ana María Frisione, Noelia Laura Grossolano, María Angélica Esteban
y Gladys Paz- a realizar la integración pertinente, con más sus respectivos intereses.
El Juzgado imprimió a la pretensión del funcionario sindical trámite incidental y ordenó correr
traslado por el término de diez (10) días, el que fue respondido en fs. 114/115 y fs. 240.
Ana María Frisione y Noelia Laura Grossolano afirmaron haber integrado la totalidad del capital
suscripto, lo que se hallaría acreditado con la constancia extendida por el notario que intervino en
el acta de la asamblea celebrada el 13.08.01, quien no refirió a la existencia de saldo alguno
pendiente de integración.
De su lado, María Angélica Esteban y Gladys Paz señalaron que Denice SA pertenecía a la familia
de Daniel Torrillate. Explicaron que Gladys Paz comenzó trabajar en la empresa, a raíz de lo cual
suscribieron cierta documentación necesaria para cumplimentar algunas formalidades.
4.)Pues bien, se muestra conducente señalar que dado el carácter eminentemente capitalista de la
sociedad anónima, el capital social constituye la base económica fundamental de la empresa, tanto
para su desarrollo como para hacer frente a las obligaciones que le impone su operatividad.
Entonces, el aporte, en tanto prestación característica del socio, constituye uno de los elementos
sustanciales del contrato de sociedad que, en tipos societarios como de la especie, tiene
restringida la naturaleza de los bienes aportables, pues deben ser susceptibles de ejecución
forzada, habida cuenta que su finalidad es la protección de los terceros que contratan con el
ente.En efecto, la sumatoria de los aportes en las sociedades por acciones arroja como resultado
el capital social, que funciona como garantía específica, determinando en cabeza de los terceros,
la certeza de existir siempre en la caja social el contravalor efectivo de la cifra capital (arts. 38 y 39
LSC).
Dicho ésto, cabe puntualizar que el plazo fijado para el pago del capital adeudado por la
suscripción ". no puede exceder de dos años" (art. 166 , inc. 2°, LSC).
A su vez, el art. 150 LCQ dispone que "la quiebra de la sociedad hace exigibles los aportes no
integrados por los socios, hasta la concurrencia del interés de los acreedores y de los gastos del
concurso", como así también que "la reclamación puede efectuarse en el mismo juicio vía
incidental y el juez puede decretar de inmediato las medidas cautelares necesarias para asegurar
el cobro de los aportes .". Esta disposición resulta consecuencia de la responsabilidad de los
accionistas en tanto los aportes de los socios deben responder por el pasivo de la sociedad (cfr.
Quintana Ferreyra, "Concursos", T° II, p. 566).
Sobre tales bases entonces, se analizará la materia traída a conocimiento de esta Alzada.
5.)Del examen de las constancias obrantes en la causa surge que el instrumento de constitución
de la sociedad quebrada fue suscripto por Ana María Frisione y Noelia Laura Grossolano, quienes,
de acuerdo a lo que resulta de la copia del estatuto agregada en fs. 9/13, integraron en efectivo el
25% del capital social, disponiéndose que el saldo debía integrarse "a solicitud del Directorio,
dentro del término legal". El estatuto fue inscripto en la IGJ con fecha 23.07.01.
Luego, conforme resulta del acta de la asamblea celebrada el 13.08.01 -registrada en la IGJ con
fecha 05.11.01-, las únicas accionistas de Denice SA a esa fecha eran María Angélica Esteban y
Gladys Paz, quienes fueron designadas presidente del directorio y directora suplente,
respectivamente (fs.17).
En el caso, la mora en la integración de los aportes tuvo lugar en forma automática al cumplirse el
plazo de dos (2) años contemplado por el art. 166, inc. 2°, dado que en el estatuto no se fijo un
término menor.
Ahora bien, frente al status socii de las Sras. María Angélica Esteban y Gladys Paz acreditado con
los instrumentos remitidos por la IGJ., la manifestación relativa de que "los verdaderos dueños" de
la sociedad serían los integrantes de la familia Torrillate, amén de carecer de todo sustento,
tampoco resulta idónea para enervar la decisión apelada. Además, no se advierte que en el sub lite
haya sido vulnerado el principio de congruencia, por el contrario, ello hubiera acaecido si la
sentencia se hubiera pronunciado respecto de sujetos que no integraron la litis. En este sentido,
finalmente, cabe señalar que, en definitiva, el juez no está obligado a seguir a las partes en todas y
cada una de sus argumentaciones, sino tan sólo en aquéllas que sean conducentes para resolver
el concreto conflicto (conf. CSJN, Fallos: 258:304, 262:222, 291:390; íd. esta Cámara Comercial,
Sala B, 24.07.06, "DPO c. Caja de Seguros de Vida"; íd. 19.07.06, "Villar Jorge c. Consorcio de
Propietarios Superí 1860/62/64/66/68").
En la especie, y esto es dirimente, no se ha ofrecido prueba alguna ni se ha brindado explicación
concreta acerca del tiempo y modo en que se habría producido el ingreso del aporte que las
cedentes del paquete accionario sostuvieron haber hecho.No dijeron en qué fecha fue concretado
ni cuál fue el canal de su pago (depósito bancario, entrega a algún representante, etc.), tampoco
exhibieron recibo alguno extendido por la sociedad, por lo que cabe tener por no acreditado el
cumplimiento de esa obligación de aportación asumida con motivo de la constitución de la
sociedad.
Sobre el particular, debe tenerse presente que el ordenamiento legal nada dice acerca de cómo se
debe acreditar el cumplimiento de la integración del saldo y si bien dicha circunstancia debe ser
registrada en los libros sociales -los cuales en la presente quiebra no fueron hallados-, es claro que
no es dicho elemento el único por el cual puede abonarse este extremo, en efecto, en tanto existen
múltiples formas de realizar dicha integración -entregando físicamente la cantidad acordada a un
representante de la sociedad, depositando la cifra correspondiente en una cuenta, poniendo el
dinero en manos de un depositario, etc.-, corresponde admitir la producción de cualquier prueba
conducente a tal efecto. Sin embargo, ningún elemento fue ofrecido por la apelantes a tal efecto.
En este sentido, véase que conforme el criterio pacífica y reiteradamente expresado en diversos
precedentes, el art. 377
CPCC pone en cabeza de los litigantes el deber de probar los
presupuestos que invocan como fundamento de su pretensión, defensa o excepción, lo cual no
depende sólo de la condición de actor o demandado, sino de la situación en que cada litigante se
coloque dentro del proceso; por lo tanto a la actora le corresponde acreditar los hechos
constitutivos de su pretensión, en tanto que la parte contraria debe también hacerlo respecto de los
hechos extintivos, impeditivos o modificatorios por ella alegados.Así, la obligación de afirmar y de
probar se distribuye entre las partes, en el sentido de que se deja a la iniciativa de cada una de
ellas, hacer valer los hechos que quiere que sean considerados por el Juez y que tiene interés que
sea tenidos por él como verdaderos (Chiovenda, "Principios de Derecho Procesal Civil", T. II, pág.
253).
La carga de la prueba actúa entonces, como "un imperativo del propio interés" de cada uno de los
litigantes y quien no acredita los hechos que debe probar, se arriesga a perder el pleito, (Couture
Eduardo, "Fundamentos del Derecho Procesal Civil", Depalma, 1974, págs. 244 y ss.), asumiendo
así las consecuencias de que aquella se produzca o no, la que en principio debe ser cumplida por
quien quiera innovar la situación de su adversario (Fassi, "Código Procesal Civi l y Comercial
Comentado", T. I, págs. 671 y ss.; ver además esta Sala "Conforti Carlos Ignacio y otros c/ BGB
Viajes y Turismo SA. s/ ordinario" del 29.12.00, entre muchos otros).
Desde otro sesgo, corresponde ponderar que las acciones que no han sido totalmente integradas,
tienen un régimen propio de transmisión, a diferencia de aquellas integradas en su totalidad. Así, el
ordenamiento legal, amparando el crédito de la sociedad contra el accionista y reafirmando la
obligación del suscriptor a integrar la acción, articula un régimen de garantía sobre la base de la
solidaridad entre los cedentes, por el cual todos quedan obligados al pago de la integración en
caso de renuencia de algún cesionario. En este sentido, el art. 210 LSC dispone expresamente
que "el cedente que no haya completado la integración de las acciones, responde ilimitada y
solidariamente por los pagos debidos por los cesionarios . ". Es por ello que los efectos del
compromiso social contraído por el primitivo suscriptor de las acciones, se mantienen, no obstante
la cesión, hasta que se realice el pago total del importe de tales acciones.En suma, el cedente
responde ilimitada y solidariamente por los pagos debidos por los cesionarios (Zaldívar Enrique,
"Cuadernos de Derecho Societario", T° II, p. 152, 193 y ss.; Verón Alberto V., "Sociedades
Comerciales", T° III, p. 266 y 497).
Frente a estas consideraciones, la suerte adversa de los agravios introducidos sobre el particular
se encuentra sellada.
6.)Decidida la cuestión de fondo, resta ahora analizar la queja esgrimida respecto del régimen de
costas.
En nuestro sistema procesal, los gastos del juicio deben ser satisfechos -como regla- por la parte
que ha resultado vencida en aquél.
Ello es así en la medida en que las costas son en nuestro régimen procesal corolario del
vencimiento (arts. 68 , 69 y 558
Cód. Proc) y se imponen no como una sanción sino como
resarcimiento de los gastos provocados por el litigio, gastos que deben ser reembolsados por el
vencido.
Si bien ésa es la regla general, la ley también faculta al Juez a eximirla, en todo o en parte,
siempre que encuentre mérito para ello (arts. 68 y ss). Síguese de lo expuesto que la imposición de
las costas en el orden causado o su eximición -en su caso- procede en los casos en que por la
naturaleza de la acción deducida, la forma como se trabó la litis, su resultado o en atención a la
conducta de las partes su regulación requiere un apartamiento de la regla general (cfr. Colombo,
Carlos - Kiper, Claudio, "Código Procesal Civil y Comercial de la Nación", T° I, p. 491).
Es decir que la eximición de costas autorizada por el CPCC 68, segundo párr., procede -en
general- cuando media "razón suficiente para litigar", expresión que contempla aquellos supuestos
en que por las particularidades del caso, cabe considerar que el vencido actuó sobre la base de
una convicción razonable acerca del derecho invocado.Mas no se trata de la mera creencia
subjetiva del litigante en orden a la razonabilidad de su pretensión, sino de circunstancias objetivas
que demuestren la concurrencia de un justificativo para liberarlo de las costas (esta CNCom., esta
Sala A, 7.11.89, "Angeba S.A. s/ quiebra s/ pedido de extensión de quiebra a Barleón S.A."; íd.
18.06.06, "Torres Darío Raúl y Otro c. Sanbro SRL Viviendas La Solución s. Ordinario"; íd. Sala B,
25.2.93, "SA La Razón s/ conc. prev. s/ inc. de cobro de crédito").
En la especie, la costas fueron impuestas a las demandadas por haber resultado vencidas. Pues
bien, ni la naturaleza de la materia debatida ni las particularidades del trámite procedimental
evidencian razones objetivas que autoricen a apartarte del principio general establecido por el art.
68 CPCC, por lo que el agravio bajo examen también será rechazado.
7.)Por todo ello, y de conformidad con lo dictaminado por la Sra. Fiscal General, esta Sala
RESUELVE:
Desestimar los recursos interpuestos y, por ende, confirmar el pronunciamiento apelado en lo que
decide y fue materia de agravio.
Imponer las costas de Alzada a cargo de las recurrentes, dada su condición de vencidas (art. 68 y
69 CPCC).
Notifíquese a la Sra. Fiscal General en su despacho. Cumplido, devuélvase a primera instancia
encomendándose a la Sra. Juez a quo disponer las notificaciones pertinentes. María Elsa Uzal,
Isabel Míguez, Alfredo Arturo Kölliker Frers.
Ante mí: Valeria C. Pereyra.
Es copia del original que corre a fs. de los autos de la materia.
Valeria C. Pereyra
Prosecretaria de Cámara
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