Subido por norbertojuarez

Conversión personal: fruto del encuentro vivo con Jesús

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• ¿Qué te falta para que se de en tu vida una verdadera
conversión?
• ¿Cuáles son las cosas que es necesario cambiar para que en la
sociedad se construya el Reino de Dios?
d) Vivir según el Evangelio
• Desde nuestra fidelidad al evangelio, ¿Qué aspectos debemos
cambiar en nuestra vida?
• ¿Cómo fortalecer nuestro encuentro con Jesucristo vivo?
Asimilo
Frase
Con qué frase puedes resumir el encuentro de hoy
Valor o actitud
La conversión brota del encuentro vivo con Jesús, ¿qué valor o
actitud necesitas cultivar?
Acción concreta
La conversión no es cosa de un momento y de un esfuerzo personal
¿Qué necesitas fortalecer en tu vida de relación con Dios?
Notas personales
PARROQUIA DE SAN JUDAS TADEO CENTINELA
EJERCICIOS ESPIRITUALES CUARESMA 2019
SECTORES 3 Y 4
ENCUENTRO 1
Conversión personal: fruto del encuentro vivo con Jesús
Cita generadora: “El plazo se ha cumplido. El Reino de Dios está
llegando. Conviértanse y crean en el evangelio” (Mc 1, 15).
Fruto: Convencernos que el encuentro con Jesús vivo, mueve a la
conversión.
Oración:
Señor, dame un corazón limpio para que te pueda ver.
Señor, dame un corazón de pobre para que viva hoy tu reino.
Señor, dame un corazón misericordioso, para que derrame
misericordia.
Señor, dame un corazón lleno de paz, para que sea hijo tuyo.
Señor, dame un corazón que tenga hambre y sed de justicia para
que sea saciado y haga tu voluntad.
Señor, dame un corazón manso para que posea la tierra.
Que mi corazón se alegre y se regocije hoy, porque todo lo espero
de Ti, Dios mío.
Historia de la vida de San Agustín.
• ¿Qué nos llama más la atención de la vida de san Agustín?
• ¿Qué le motivó a convertirse?
• ¿Cómo vivió después?
El proceso de conversión dura toda la vida. A veces pensamos que
por ser católicos ya estamos convertidos, pero jamás debemos
perder de vista que es un camino que hay que recorrer cada día.
¿Podemos recordar cómo y cuándo ha sido y es nuestro encuentro
con el Señor?
¿Qué vemos? ¿Qué nos recuerda? ¿Qué experiencia nos ha dejado?
Evangelio de San Juan 1, 43-46
“Al día siguiente, Jesús decidió partir para Galilea.
Encontró a Felipe y le dijo: Sígueme.
Felipe era de Betsaida, el pueblo de Andrés y Pedro.
Felipe se encontró con Natanael y le dijo: Hemos encontrado a
aquel de quien escribió Moisés en el libro de la ley, y del que
hablaron también los profetas: es Jesús, el hijo de José, el de
Nazaret”.
Palabra de Dios.
Digamos a dos coros la siguiente oración
Coro 1: Aquí estoy, Señor, delante de ti, con mi presente y con mi
pasado a cuestas; con lo que he sido y con lo que soy ahora; con
todas mis capacidades y todas mis limitaciones; con todas mis
fortalezas y todas mis debilidades.
Coro 2: Te doy gracias por el amor con el que me amas con todo y
mis fallas. Se bien, Señor, que por muy cerca que crea estar de Ti, por
muy bueno que me juzgue a mí mismo, tengo mucho de qué
convertirme, para ser lo que Tú quieres que sea, lo que pensaste para
mí cuando me creaste.
Coro 1: Ilumina Señor, mi entendimiento y mi corazón, con la luz de
la verdad y de tu amor, para que sea cada vez más sensible al mal
que hay en mí, y que se esconde de mil maneras distintas. Más
sensible a los odios y rencores que me separan de aquellos a quienes
debería amar y servir. Sensible a la mentira, a la hipocresía, a la
envidia, al orgullo, a la idolatría, a la impureza, a la desconfianza,
para que pueda rechazarlos con todas mis fuerzas y sacarlos de mi
vida y de mi obrar.
Coro 2: Ilumina, Señor, mi entendimiento y mi corazón, con la luz de
tu verdad y de tu amor, para que yo me haga cada día más sensible
a la bondad de tus palabras, a la belleza y la profundidad de tu
mensaje, a la generosidad de tu entrega por mi salvación.
Coro 1: Ilumina, Señor, mi entendimiento y mi corazón, para que yo
crea de verdad en el Evangelio, la Buena Noticia de tu salvación y
para que dejándome llevar por Ti, trabaje cada día con mayor
decisión, para hacerlo realidad activa y operante en mi vida personal
y en la vida del mundo.
Coro 2: Perdona Señor, mi pasado. El mal que hice y el bien que dejé
de hacer y ayúdame a ser una persona distinta, renovada por tu amor
y comprometida contigo y con mis hermanos.
Todos: Dame, Señor, la gracia de la conversión sincera y constante,
dame, Señor, la gracia de mantenerme unido a Ti siempre. Amén.
Transformo la realidad
Si entrevistáramos a Andrés y Felipe, pidiéndoles que nos contaran
qué es lo que cautivó su corazón al encuentro con Jesús: o ¿Qué te
imaginarías que te diría?
Para vivir la conversión a la que nos invita Jesús en su Evangelio se
nos invita a reflexionar en estos cuatro pasos:
a) Revisar la propia vida y la vida social que nos rodea:
• ¿Cuáles son los valores que mueven tu vida?
• ¿Cuáles son los valores que propone la sociedad?
• ¿Qué situaciones hay en tu vida y en la sociedad, que no tienen
nada que ver con lo que Jesús propone?
b) Discernir por dónde pasa el Evangelio en tu vida de todos los
días.
• ¿Qué situaciones en tu vida te alejan de Dios? • ¿Por qué existen
situaciones en la sociedad que producen injusticia, egoísmo,
violencia y exclusión?
• Para ser fieles al mensaje de Jesús
¿Qué necesitamos?
c) Cambiar lo que nos aleja de Jesús y lo que impide que la sociedad
se construya según los valores del Reino.
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