Metaf.1.1.- METAMORFISMO Es el conjunto de procesos que sufren las rocas cuando están sometidas a presiones y temperaturas distintas a las de su formación. Las rocas se transforman, mediante cambios en su textura y en la composición química de los minerales, en rocas metamórficas, que son el resultado final del metamorfismo. Es un proceso isoquímico, es decir, que ningún componente químico ha sido agregado puesto que los cambios de metamorfismo aparecen dentro de un cuerpo que mantiene el mismo volumen de composición química a través de todos los grados de metamorfismo; además los cambios se producen en un estado esencialmente sólido Las rocas ígneas están compuestas de minerales que son estables entre temperaturas de 700 a 1.100`C, a presiones que varían de 1 a 10.000 atmósferas y en contacto con un líquido magmático (fase de silicatos fundidos). Los minerales asociados en muchas rocas ígneas, probablemente estuvieron en una condición aproximada de equilibrio químico mutuo en el momento de la cristalización. En las asociaciones minerales de las rocas sedimentarias comunes, por otro lado, de existir tal equilibrio, éste estaría gobernado por bajas temperaturas y presiones. Los minerales como silicatos arcillosos, zeolitas, cloritas y carbonatos, los cuales son muy abundantes en muchos sedimentos, son los productos del intemperismo y la precipitación en la superficie o muy cerca de ella. El cuarzo y las areniscas feldespáticas, aun cuando son formados en primer lugar a altas temperaturas, deben ser estables a temperaturas superficiales en ciertos ambientes químicos, de otra manera no hubieran podido sobrevivir a los procesos de baja temperatura (intemperismo, transporte, depositación, cementación, etc), a través de los cuales han pasado. Todas las rocas sedimentarias y volcánicas (y muchas plutónicas) que ahora yacen a profundidades de 3 a 20 kilómetros, deben estar sujetas en estos sitios a condiciones físicas notablemente diferentes bajo las cuales se originaron, a saber, temperaturas de 100 a 600ºC y presiones de unos cuantos miles de atmósferas. Las rocas en esta situación, inicialmente al menos, no se encuentran en un estado de equilibrio interno, sino bajo condiciones favorables que pueden ajustarse por sí mismas, mineralógica o estructuralmente, a las temperaturas y presiones de su ambiente. Todos los cambios mineralógicos y estructurales que se efectúan en una roca, especialmente sólida, constituyen el metamorfismo de la roca. Por supuesto, el metamorfismo de baja temperatura difícilmente puede distinguirse de la diagénesis sedimentaría. Los mismos minerales o similares (albita, cuarzo, zeolitas, "cloritas" y carbonatos) pueden formarse por ambos procesos. Comúnmente se excluyen del objeto del metamorfismo fenómenos superficiales o casi superficiales como el intemperismo y la diagénesis (incluyendo la cementación de sedimentos). La alteración hidrotermal de rocas ígneas frías (como serpentinización de peridotitas, caolinización de granitos, uralitización de gabros), aunque 1ogicamente podría ser tratada como un fenómeno especial del metamorfismo (autometamorfismo), se excluye aquí con el fin de limitar la discusión del metamorfismo a un nivel elemental. 6.2.- FACTORES QUE CONTROLAN EL METAMORFISMO Los principales factores que controlan el metamorfismo son : - Temperatura - Presión - Fluidos químicamente activos - Deformación de la roca Generalmente los cambios en la temperatura son más efectivos que los de la presión para que se efectúen las conversiones mineralógicas en muchas rocas. Por ejemplo, una lodolita probablemente es afectada más profundamente por una elevación en la temperatura de unos cuantos cientos de grados que por un aumento en la presión de unos cuantos miles de atmósferas. Al considerar la influencia de la presión debe distinguirse entre presión confinante (= presión hidrostática), que opera por igual en todas direcciones y que está determinada principalmente por la profundidad y la presión dirigida (esfuerzo cortante) que opera en una dirección particular. El grado de la temperatura sobre el cual muchos minerales son estables, parece extenderse a las rocas sujetas a alto esfuerzo cortante. Tales minerales (como cloritoides, estaurolita y cianita) son llamados minerales al esfuerzo. Otros minerales (minerales antiesfuerzo) son raros si se encuentran en rocas que han sufrido una fuerte deformación bajo altos esfuerzos cortantes. La cordierita, la andalucita y el olivino, son ejemplos de esta clase. La reacción química entre silicatos en el grado más bajo de las temperaturas metamórficas, en muchos casos, es excesivamente lenta. Algunas rocas pueden estar sujetas a temperaturas y presiones metamórficas por millones de años sin sufrir un metamorfismo apreciable, como sucede con muchas areniscas y lodolitas, que no obstante que en otras épocas se encontraban profundamente sepultadas, no presentan actualmente huellas de alteración, relativamente. Para que el metamorfismo sea efectivo, especialmente a bajas temperaturas, es necesaria una influencia catalizadora capaz de acelerar las reacciones químicas. Son frecuentes los siguientes catalizadores: l°, fluidos químicamente activos, generalmente acuosos, que pasan como oleadas a través de los pequeños espacios intergranulares de la roca; 2°, la deformación de las rocas rompe a los granos en otros más pequeños que son partículas activas, puesto que los contactos entre las superficies reaccionantes son continuamente renovadas. 6.3.- TIPOS DE METAMORFISMO Tres son las formas en que se encuentran las rocas metamórficas, por lo que tres son los tipos de metamorfismo de acuerdo con el criterio de campo. METAMORFISMO DE CONTACTO.Desarrollado en zonas (aureolas) adyacentes a cuerpos plutónicos, especialmente de composición ácida. La temperatura del metamorfismo en este caso ha sido determinada principalmente por la proximidad del cuerpo intrusivo del magma, el cual también suministró los fluidos acuosos activos necesarios para la estimulación de las reacciones químicas. Las aureolas de contacto raramente exceden unos cien metros de amplitud, que es una medida normal para los contactos ígneos. Generalmente las aureolas están zonadas, puesto que el efecto metamórfico disminuye desde el contacto hacia afuera. METAMORFISMO POR DISLOCACIÓN (= cinemático).Se desarrolla en zonas angostas de intensa deformación y dislocación como la que se encuentra a lo largo de una falla por empuje. METAMORFISMO REGIONAL.- Se desarrolla cubriendo áreas de muchos miles de kilómetros cuadrados en las regiones de las raíces de las montañas plegadas y en los terrenos Precámbricos. En cualquier región de gran superficie es posible cartografiar zonas de metamorfismo regional progresivo, de acuerdo con una secuencia de cambios mineralógicos probablemente controlados por un aumento continuo dé la temperatura en rocas de composición química seleccionada. La opinión general dista mucho de ser unánime cuando considera la naturaleza y causas del metamorfismo regional o cuando estima sus relaciones con las deformaciones a gran escala y al emplazamiento de cuerpos de rocas graníticas. Parece probable que en las profundidades situadas debajo de las rocas corticales de las zonas orogénicas, ha habido concentraciones periódicas de calor las que han sido capaces de suministrar la energía necesaria para causar el plegamiento (orogenia), metamorfismo regional y la elevación del magma granítico. Se sabe que estas actividades han actuado contemporáneamente en forma muy amplia. Las altas temperatura requeridas para el metamorfismo regional son debidas principalmente a la profundidad de un sector cortical calentado anormalmente. Superpuesto al control de la profundidad, se encuentra el irregular desplazamiento hacia arriba de superficies isotermales, a lo largo de ejes de plegamiento contemporáneo, donde el calor es suministrado por cuerpos de magma granítico, regionalmente inyectado en las rocas plegadas y probablemente también por la elevación de aguas Juveniles calentadas. Y puesto que el metamorfismo regional comúnmente está asociado con movimientos plegantes y las rocas metamorfizadas muestran generalmente pruebas texturales de intensa deformación, es necesario concluir, que la misma deformación de las rocas juega un papel importante en el metamorfismo regional. Probablemente es un factor esencial que acelera las reacciones en el grado al cual se efectúa el metamorfismo, en las zonas más someras del metamorfismo de baja temperatura, sobre los flancos de la faja metamórfica. En el metamorfismo regional, así como en el de contacto, los fluidos acuosos no sólo aceleran la conducción del calor, sino que también lo ayudan a estimular la reconstitución química de las rocas que atraviesan. Una porción de estos fluidos activantes probablemente ayuda a elevarse, desde la base de la corteza terrestre, al magma granítico intrusivo o a rocas parcialmente fundidas. Otra parte, efectiva en las zonas superiores, está compuesta de agua y bióxido de carbono, progresivamente expulsados de lutitas, calizas y areniscas que sufren un metamorfismo posterior. 6.4.- ALGUNAS CARACTERISTICAS TEXTURALES DE LAS ROCAS METAMORFICAS Desarrollo de cristales en un medio sólido.- El significado de las texturas metamórficas difiere completamente del de ciertas texturas ígneas a las que superficialmente se asemejan y esta semejanza puede deberse a que la textura metamórfica se origina por el crecimiento de cristales, generalmente de varias especies minerales distintas, que compiten entre si por el espacio, no en un medio fundido sino en un medio continuamente sólido. Las propiedades físicas de los sólidos cristalinos, especialmente aquellas relacionadas con la velocidad de crecimiento y a la estabilidad de las superficies de contacto de los granos individuales, varían no sólo de un mineral a otro, sino de una dirección a otra dentro de un cristal individual. Estas diferencias son las responsables de los detalles texturales de la textura metamórfica. Series cristaloblásticas.- Se aplica el término cristaloblástíco a las fábricas y relaciones texturales que resultan del crecimiento de cristales durante el metamorfismo. Un grano de mineral metamórfico, limitado por sus propias caras cristalinas, se llama idioblástico; un grano sin forma cristalina xenoblástico. BOSQUEJO DE CLASIFICACION DE LAS ROCAS METAMORFICAS.- Bases de la clasificación Las clases de rocas metamórficas que más adelante se citan, son definidas en función de los criterios texturales y mineralógicos que generalmente se reconocen en los ejemplares de mano. En algunas ocasiones puede ser necesaria la confirmación microscópica (en milonitas y corneanas de grano fino); las determinaciones microscópicas son esenciales para subdivisiones posteriores de las clases. Los caracteres mineralógicos y texturales sobre los que se basa la clasificación han sido seleccionados para agruparlos juntos, hasta donde sea posible; asimismo rocas de parentesco similar, que han sido metamorfoseadas bajo condiciones bastante semejantes. Debe recordarse al estudiar esta clasificación, que dos rocas metamórficas de composición mineralógica similar pueden haber sido derivadas de rocas muy diferentes. Por ejemplo la asociación plagioclasa-hornblendaepidota-cuarzo, típica de las anfibolitas, puede desarrollarse, bajo condiciones que caracterizan a la facies anfibolitas, de rocas tan variadas como basalto, andesita, sedimentos calcareos impuros y grauwacas tobáceas. Clases texturales principales de las rocas metamórficas.- Corneanas: Rocas no esquistosas, compuestas de un mosaico de granos equidimensionales sin orientación preferente (textura granoblástica); los porfiroblastos pueden estar encerrados en una matriz granoblástica. Productos de metamorfismo de contacto. Pizarras: Rocas metamórficas de grano fino, con esquistosidad planar perfecta (crucero pizarroso), pero sin bandeamiento de segregación; generalmente los minerales no pueden ser determinados megascópicamente. Productos del metamorfismo regional de lodolitas, limonitas y otros sedimentos clásticos de grano fino. El término pizarras moteadas se aplica a pizarras en las cuales, como resultado de un metamorfismo incipiente de contacto, se han formado motas o porfiroblastos embriónicos de minerales de contacto y la esquistosidad se ha intensificado por el crecimiento de pequeñas, pero visibles láminas paralelas de mica. Filitas: Rocas metamórficas de grano fino, algunas veces con bandeamiento por segregación incipiente, la superficie de esquistocidad tiene un viso lustroso emitido por la mica (moscovita) y clorita. Las filitas tienen el mismo origen que las pizarras, pero el tamaño de su grano, algo mas basto, es el resultado de un metamorfismo un poco mas avanzado. Esquistos: Rocas fuertemente equistosas, generalmente con buena exfoliación lineal, en la que el grano es suficientemente grueso para que permita la fácil identificación de los principales minerales componentes en los ejemplares de mano, los minerales de habito micáceo son abundantes y su orientación subparalela hace que la esquistosidad sea conspicua. Anfibolitas: Rocas metamórficas, de grano medio grueso, compuestas principalmente de hornblenda y plagioclasa; su esquistosidad, la cual es debida al alineamiento paralelo de prismas de hornblenda, es menos evidente que en los esquistos típicos. Productos del metamorfismo regional de medio a alto grado. Gneises: Rocas irregularmente bandeadas de grano grueso, en los cuales la esquistosidad está más bien pobremente definida debido a la preponderancia de feldespato y cuarzo sobre los minerales micáceos. Productos del metamorfismo regional, especialmente de alto grado. Granulitas: Roca metamórficas de grano- uniforme, que carecen de minerales micáceos o anfíbolas por lo que no son esquistosa; la foliación está presente, es debido al alineamiento paralelo de lentes planos, compuestos de cuarzo y feldespato o ambos. Productos del metamorfismo regional del más alto grado. Mármoles: Rocas metamórficas compuestas de calcita o dolomita. La esquistosidad controlada por el alineamiento subparalelo de granos micáceos o tremolíticos. Milonitas: Las rocas de grano fino resultan de una granulación extrema de rocas originalmente bastas, los rasgos característicos son un aspecto pedernaloso, bandeado y en forma de filones y “ojos” y lentes no destruidos de la roca original embebidos en una matriz granulada. Productos de un metamorfismo por dislocación extrema sin ninguna reconstitución química notable de los minerales granulados. Cataclasitas: Rocas que han sido deformadas por despedazamiento (cataclasis) sin reconstitución química. Con el aumento en la intensidad de la deformación y el desarrollo de un afilonamiento bandeado, estas rocas gradúan a milonitas. Filonitas: Rocas macroscópicamente semejantes a las filitas y en algunas ocasiones ambas se confunden, pero son formadas más o menos en forma igual a las milonitas, por granulación de rocas inicialmente bastas. La reconstitución química está muy avanzada y tiende a dar películas sedosas de mica, untuosas al tacto, a lo largo de los planos de esquistosidad. .1.- METAMORFISMO Es el conjunto de procesos que sufren las rocas cuando están sometidas a presiones y temperaturas distintas a las de su formación. Las rocas se transforman, mediante cambios en su textura y en la composición química de los minerales, en rocas metamórficas, que son el resultado final del metamorfismo. Es un proceso isoquímico, es decir, que ningún componente químico ha sido agregado puesto que los cambios de metamorfismo aparecen dentro de un cuerpo que mantiene el mismo volumen de composición química a través de todos los grados de metamorfismo; además los cambios se producen en un estado esencialmente sólido Las rocas ígneas están compuestas de minerales que son estables entre temperaturas de 700 a 1.100`C, a presiones que varían de 1 a 10.000 atmósferas y en contacto con un líquido magmático (fase de silicatos fundidos). Los minerales asociados en muchas rocas ígneas, probablemente estuvieron en una condición aproximada de equilibrio químico mutuo en el momento de la cristalización. En las asociaciones minerales de las rocas sedimentarias comunes, por otro lado, de existir tal equilibrio, éste estaría gobernado por bajas temperaturas y presiones. Los minerales como silicatos arcillosos, zeolitas, cloritas y carbonatos, los cuales son muy abundantes en muchos sedimentos, son los productos del intemperismo y la precipitación en la superficie o muy cerca de ella. El cuarzo y las areniscas feldespáticas, aun cuando son formados en primer lugar a altas temperaturas, deben ser estables a temperaturas superficiales en ciertos ambientes químicos, de otra manera no hubieran podido sobrevivir a los procesos de baja temperatura (intemperismo, transporte, depositación, cementación, etc), a través de los cuales han pasado. Todas las rocas sedimentarias y volcánicas (y muchas plutónicas) que ahora yacen a profundidades de 3 a 20 kilómetros, deben estar sujetas en estos sitios a condiciones físicas notablemente diferentes bajo las cuales se originaron, a saber, temperaturas de 100 a 600ºC y presiones de unos cuantos miles de atmósferas. Las rocas en esta situación, inicialmente al menos, no se encuentran en un estado de equilibrio interno, sino bajo condiciones favorables que pueden ajustarse por sí mismas, mineralógica o estructuralmente, a las temperaturas y presiones de su ambiente. Todos los cambios mineralógicos y estructurales que se efectúan en una roca, especialmente sólida, constituyen el metamorfismo de la roca. Por supuesto, el metamorfismo de baja temperatura difícilmente puede distinguirse de la diagénesis sedimentaría. Los mismos minerales o similares (albita, cuarzo, zeolitas, "cloritas" y carbonatos) pueden formarse por ambos procesos. Comúnmente se excluyen del objeto del metamorfismo fenómenos superficiales o casi superficiales como el intemperismo y la diagénesis (incluyendo la cementación de sedimentos). La alteración hidrotermal de rocas ígneas frías (como serpentinización de peridotitas, caolinización de granitos, uralitización de gabros), aunque 1ogicamente podría ser tratada como un fenómeno especial del metamorfismo (autometamorfismo), se excluye aquí con el fin de limitar la discusión del metamorfismo a un nivel elemental. 6.2.- FACTORES QUE CONTROLAN EL METAMORFISMO Los principales factores que controlan el metamorfismo son : - Temperatura - Presión - Fluidos químicamente activos - Deformación de la roca Generalmente los cambios en la temperatura son más efectivos que los de la presión para que se efectúen las conversiones mineralógicas en muchas rocas. Por ejemplo, una lodolita probablemente es afectada más profundamente por una elevación en la temperatura de unos cuantos cientos de grados que por un aumento en la presión de unos cuantos miles de atmósferas. Al considerar la influencia de la presión debe distinguirse entre presión confinante (= presión hidrostática), que opera por igual en todas direcciones y que está determinada principalmente por la profundidad y la presión dirigida (esfuerzo cortante) que opera en una dirección particular. El grado de la temperatura sobre el cual muchos minerales son estables, parece extenderse a las rocas sujetas a alto esfuerzo cortante. Tales minerales (como cloritoides, estaurolita y cianita) son llamados minerales al esfuerzo. Otros minerales (minerales antiesfuerzo) son raros si se encuentran en rocas que han sufrido una fuerte deformación bajo altos esfuerzos cortantes. La cordierita, la andalucita y el olivino, son ejemplos de esta clase. La reacción química entre silicatos en el grado más bajo de las temperaturas metamórficas, en muchos casos, es excesivamente lenta. Algunas rocas pueden estar sujetas a temperaturas y presiones metamórficas por millones de años sin sufrir un metamorfismo apreciable, como sucede con muchas areniscas y lodolitas, que no obstante que en otras épocas se encontraban profundamente sepultadas, no presentan actualmente huellas de alteración, relativamente. Para que el metamorfismo sea efectivo, especialmente a bajas temperaturas, es necesaria una influencia catalizadora capaz de acelerar las reacciones químicas. Son frecuentes los siguientes catalizadores: l°, fluidos químicamente activos, generalmente acuosos, que pasan como oleadas a través de los pequeños espacios intergranulares de la roca; 2°, la deformación de las rocas rompe a los granos en otros más pequeños que son partículas activas, puesto que los contactos entre las superficies reaccionantes son continuamente renovadas. 6.3.- TIPOS DE METAMORFISMO Tres son las formas en que se encuentran las rocas metamórficas, por lo que tres son los tipos de metamorfismo de acuerdo con el criterio de campo. METAMORFISMO DE CONTACTO.Desarrollado en zonas (aureolas) adyacentes a cuerpos plutónicos, especialmente de composición ácida. La temperatura del metamorfismo en este caso ha sido determinada principalmente por la proximidad del cuerpo intrusivo del magma, el cual también suministró los fluidos acuosos activos necesarios para la estimulación de las reacciones químicas. Las aureolas de contacto raramente exceden unos cien metros de amplitud, que es una medida normal para los contactos ígneos. Generalmente las aureolas están zonadas, puesto que el efecto metamórfico disminuye desde el contacto hacia afuera. METAMORFISMO POR DISLOCACIÓN (= cinemático).Se desarrolla en zonas angostas de intensa deformación y dislocación como la que se encuentra a lo largo de una falla por empuje. METAMORFISMO REGIONAL.- Se desarrolla cubriendo áreas de muchos miles de kilómetros cuadrados en las regiones de las raíces de las montañas plegadas y en los terrenos Precámbricos. En cualquier región de gran superficie es posible cartografiar zonas de metamorfismo regional progresivo, de acuerdo con una secuencia de cambios mineralógicos probablemente controlados por un aumento continuo dé la temperatura en rocas de composición química seleccionada. La opinión general dista mucho de ser unánime cuando considera la naturaleza y causas del metamorfismo regional o cuando estima sus relaciones con las deformaciones a gran escala y al emplazamiento de cuerpos de rocas graníticas. Parece probable que en las profundidades situadas debajo de las rocas corticales de las zonas orogénicas, ha habido concentraciones periódicas de calor las que han sido capaces de suministrar la energía necesaria para causar el plegamiento (orogenia), metamorfismo regional y la elevación del magma granítico. Se sabe que estas actividades han actuado contemporáneamente en forma muy amplia. Las altas temperatura requeridas para el metamorfismo regional son debidas principalmente a la profundidad de un sector cortical calentado anormalmente. Superpuesto al control de la profundidad, se encuentra el irregular desplazamiento hacia arriba de superficies isotermales, a lo largo de ejes de plegamiento contemporáneo, donde el calor es suministrado por cuerpos de magma granítico, regionalmente inyectado en las rocas plegadas y probablemente también por la elevación de aguas Juveniles calentadas. Y puesto que el metamorfismo regional comúnmente está asociado con movimientos plegantes y las rocas metamorfizadas muestran generalmente pruebas texturales de intensa deformación, es necesario concluir, que la misma deformación de las rocas juega un papel importante en el metamorfismo regional. Probablemente es un factor esencial que acelera las reacciones en el grado al cual se efectúa el metamorfismo, en las zonas más someras del metamorfismo de baja temperatura, sobre los flancos de la faja metamórfica. En el metamorfismo regional, así como en el de contacto, los fluidos acuosos no sólo aceleran la conducción del calor, sino que también lo ayudan a estimular la reconstitución química de las rocas que atraviesan. Una porción de estos fluidos activantes probablemente ayuda a elevarse, desde la base de la corteza terrestre, al magma granítico intrusivo o a rocas parcialmente fundidas. Otra parte, efectiva en las zonas superiores, está compuesta de agua y bióxido de carbono, progresivamente expulsados de lutitas, calizas y areniscas que sufren un metamorfismo posterior. 6.4.- ALGUNAS CARACTERISTICAS TEXTURALES DE LAS ROCAS METAMORFICAS Desarrollo de cristales en un medio sólido.- El significado de las texturas metamórficas difiere completamente del de ciertas texturas ígneas a las que superficialmente se asemejan y esta semejanza puede deberse a que la textura metamórfica se origina por el crecimiento de cristales, generalmente de varias especies minerales distintas, que compiten entre si por el espacio, no en un medio fundido sino en un medio continuamente sólido. Las propiedades físicas de los sólidos cristalinos, especialmente aquellas relacionadas con la velocidad de crecimiento y a la estabilidad de las superficies de contacto de los granos individuales, varían no sólo de un mineral a otro, sino de una dirección a otra dentro de un cristal individual. Estas diferencias son las responsables de los detalles texturales de la textura metamórfica. Series cristaloblásticas.- Se aplica el término cristaloblástíco a las fábricas y relaciones texturales que resultan del crecimiento de cristales durante el metamorfismo. Un grano de mineral metamórfico, limitado por sus propias caras cristalinas, se llama idioblástico; un grano sin forma cristalina xenoblástico. BOSQUEJO DE CLASIFICACION DE LAS ROCAS METAMORFICAS.- Bases de la clasificación Las clases de rocas metamórficas que más adelante se citan, son definidas en función de los criterios texturales y mineralógicos que generalmente se reconocen en los ejemplares de mano. En algunas ocasiones puede ser necesaria la confirmación microscópica (en milonitas y corneanas de grano fino); las determinaciones microscópicas son esenciales para subdivisiones posteriores de las clases. Los caracteres mineralógicos y texturales sobre los que se basa la clasificación han sido seleccionados para agruparlos juntos, hasta donde sea posible; asimismo rocas de parentesco similar, que han sido metamorfoseadas bajo condiciones bastante semejantes. Debe recordarse al estudiar esta clasificación, que dos rocas metamórficas de composición mineralógica similar pueden haber sido derivadas de rocas muy diferentes. Por ejemplo la asociación plagioclasa-hornblendaepidota-cuarzo, típica de las anfibolitas, puede desarrollarse, bajo condiciones que caracterizan a la facies anfibolitas, de rocas tan variadas como basalto, andesita, sedimentos calcareos impuros y grauwacas tobáceas. Clases texturales principales de las rocas metamórficas.- Corneanas: Rocas no esquistosas, compuestas de un mosaico de granos equidimensionales sin orientación preferente (textura granoblástica); los porfiroblastos pueden estar encerrados en una matriz granoblástica. Productos de metamorfismo de contacto. Pizarras: Rocas metamórficas de grano fino, con esquistosidad planar perfecta (crucero pizarroso), pero sin bandeamiento de segregación; generalmente los minerales no pueden ser determinados megascópicamente. Productos del metamorfismo regional de lodolitas, limonitas y otros sedimentos clásticos de grano fino. El término pizarras moteadas se aplica a pizarras en las cuales, como resultado de un metamorfismo incipiente de contacto, se han formado motas o porfiroblastos embriónicos de minerales de contacto y la esquistosidad se ha intensificado por el crecimiento de pequeñas, pero visibles láminas paralelas de mica. Filitas: Rocas metamórficas de grano fino, algunas veces con bandeamiento por segregación incipiente, la superficie de esquistocidad tiene un viso lustroso emitido por la mica (moscovita) y clorita. Las filitas tienen el mismo origen que las pizarras, pero el tamaño de su grano, algo mas basto, es el resultado de un metamorfismo un poco mas avanzado. Esquistos: Rocas fuertemente equistosas, generalmente con buena exfoliación lineal, en la que el grano es suficientemente grueso para que permita la fácil identificación de los principales minerales componentes en los ejemplares de mano, los minerales de habito micáceo son abundantes y su orientación subparalela hace que la esquistosidad sea conspicua. Anfibolitas: Rocas metamórficas, de grano medio grueso, compuestas principalmente de hornblenda y plagioclasa; su esquistosidad, la cual es debida al alineamiento paralelo de prismas de hornblenda, es menos evidente que en los esquistos típicos. Productos del metamorfismo regional de medio a alto grado. Gneises: Rocas irregularmente bandeadas de grano grueso, en los cuales la esquistosidad está más bien pobremente definida debido a la preponderancia de feldespato y cuarzo sobre los minerales micáceos. Productos del metamorfismo regional, especialmente de alto grado. Granulitas: Roca metamórficas de grano- uniforme, que carecen de minerales micáceos o anfíbolas por lo que no son esquistosa; la foliación está presente, es debido al alineamiento paralelo de lentes planos, compuestos de cuarzo y feldespato o ambos. Productos del metamorfismo regional del más alto grado. Mármoles: Rocas metamórficas compuestas de calcita o dolomita. La esquistosidad controlada por el alineamiento subparalelo de granos micáceos o tremolíticos. Milonitas: Las rocas de grano fino resultan de una granulación extrema de rocas originalmente bastas, los rasgos característicos son un aspecto pedernaloso, bandeado y en forma de filones y “ojos” y lentes no destruidos de la roca original embebidos en una matriz granulada. Productos de un metamorfismo por dislocación extrema sin ninguna reconstitución química notable de los minerales granulados. Cataclasitas: Rocas que han sido deformadas por despedazamiento (cataclasis) sin reconstitución química. Con el aumento en la intensidad de la deformación y el desarrollo de un afilonamiento bandeado, estas rocas gradúan a milonitas. Filonitas: Rocas macroscópicamente semejantes a las filitas y en algunas ocasiones ambas se confunden, pero son formadas más o menos en forma igual a las milonitas, por granulación de rocas inicialmente bastas. La reconstitución química está muy avanzada y tiende a dar películas sedosas de mica, untuosas al tacto, a lo largo de los planos de esquistosidad. .1.- METAMORFISMO Es el conjunto de procesos que sufren las rocas cuando están sometidas a presiones y temperaturas distintas a las de su formación. Las rocas se transforman, mediante cambios en su textura y en la composición química de los minerales, en rocas metamórficas, que son el resultado final del metamorfismo. Es un proceso isoquímico, es decir, que ningún componente químico ha sido agregado puesto que los cambios de metamorfismo aparecen dentro de un cuerpo que mantiene el mismo volumen de composición química a través de todos los grados de metamorfismo; además los cambios se producen en un estado esencialmente sólido Las rocas ígneas están compuestas de minerales que son estables entre temperaturas de 700 a 1.100`C, a presiones que varían de 1 a 10.000 atmósferas y en contacto con un líquido magmático (fase de silicatos fundidos). Los minerales asociados en muchas rocas ígneas, probablemente estuvieron en una condición aproximada de equilibrio químico mutuo en el momento de la cristalización. En las asociaciones minerales de las rocas sedimentarias comunes, por otro lado, de existir tal equilibrio, éste estaría gobernado por bajas temperaturas y presiones. Los minerales como silicatos arcillosos, zeolitas, cloritas y carbonatos, los cuales son muy abundantes en muchos sedimentos, son los productos del intemperismo y la precipitación en la superficie o muy cerca de ella. El cuarzo y las areniscas feldespáticas, aun cuando son formados en primer lugar a altas temperaturas, deben ser estables a temperaturas superficiales en ciertos ambientes químicos, de otra manera no hubieran podido sobrevivir a los procesos de baja temperatura (intemperismo, transporte, depositación, cementación, etc), a través de los cuales han pasado. Todas las rocas sedimentarias y volcánicas (y muchas plutónicas) que ahora yacen a profundidades de 3 a 20 kilómetros, deben estar sujetas en estos sitios a condiciones físicas notablemente diferentes bajo las cuales se originaron, a saber, temperaturas de 100 a 600ºC y presiones de unos cuantos miles de atmósferas. Las rocas en esta situación, inicialmente al menos, no se encuentran en un estado de equilibrio interno, sino bajo condiciones favorables que pueden ajustarse por sí mismas, mineralógica o estructuralmente, a las temperaturas y presiones de su ambiente. Todos los cambios mineralógicos y estructurales que se efectúan en una roca, especialmente sólida, constituyen el metamorfismo de la roca. Por supuesto, el metamorfismo de baja temperatura difícilmente puede distinguirse de la diagénesis sedimentaría. Los mismos minerales o similares (albita, cuarzo, zeolitas, "cloritas" y carbonatos) pueden formarse por ambos procesos. Comúnmente se excluyen del objeto del metamorfismo fenómenos superficiales o casi superficiales como el intemperismo y la diagénesis (incluyendo la cementación de sedimentos). La alteración hidrotermal de rocas ígneas frías (como serpentinización de peridotitas, caolinización de granitos, uralitización de gabros), aunque 1ogicamente podría ser tratada como un fenómeno especial del metamorfismo (autometamorfismo), se excluye aquí con el fin de limitar la discusión del metamorfismo a un nivel elemental. 6.2.- FACTORES QUE CONTROLAN EL METAMORFISMO Los principales factores que controlan el metamorfismo son : - Temperatura - Presión - Fluidos químicamente activos - Deformación de la roca Generalmente los cambios en la temperatura son más efectivos que los de la presión para que se efectúen las conversiones mineralógicas en muchas rocas. Por ejemplo, una lodolita probablemente es afectada más profundamente por una elevación en la temperatura de unos cuantos cientos de grados que por un aumento en la presión de unos cuantos miles de atmósferas. Al considerar la influencia de la presión debe distinguirse entre presión confinante (= presión hidrostática), que opera por igual en todas direcciones y que está determinada principalmente por la profundidad y la presión dirigida (esfuerzo cortante) que opera en una dirección particular. El grado de la temperatura sobre el cual muchos minerales son estables, parece extenderse a las rocas sujetas a alto esfuerzo cortante. Tales minerales (como cloritoides, estaurolita y cianita) son llamados minerales al esfuerzo. Otros minerales (minerales antiesfuerzo) son raros si se encuentran en rocas que han sufrido una fuerte deformación bajo altos esfuerzos cortantes. La cordierita, la andalucita y el olivino, son ejemplos de esta clase. La reacción química entre silicatos en el grado más bajo de las temperaturas metamórficas, en muchos casos, es excesivamente lenta. Algunas rocas pueden estar sujetas a temperaturas y presiones metamórficas por millones de años sin sufrir un metamorfismo apreciable, como sucede con muchas areniscas y lodolitas, que no obstante que en otras épocas se encontraban profundamente sepultadas, no presentan actualmente huellas de alteración, relativamente. Para que el metamorfismo sea efectivo, especialmente a bajas temperaturas, es necesaria una influencia catalizadora capaz de acelerar las reacciones químicas. Son frecuentes los siguientes catalizadores: l°, fluidos químicamente activos, generalmente acuosos, que pasan como oleadas a través de los pequeños espacios intergranulares de la roca; 2°, la deformación de las rocas rompe a los granos en otros más pequeños que son partículas activas, puesto que los contactos entre las superficies reaccionantes son continuamente renovadas. 6.3.- TIPOS DE METAMORFISMO Tres son las formas en que se encuentran las rocas metamórficas, por lo que tres son los tipos de metamorfismo de acuerdo con el criterio de campo. METAMORFISMO DE CONTACTO.Desarrollado en zonas (aureolas) adyacentes a cuerpos plutónicos, especialmente de composición ácida. La temperatura del metamorfismo en este caso ha sido determinada principalmente por la proximidad del cuerpo intrusivo del magma, el cual también suministró los fluidos acuosos activos necesarios para la estimulación de las reacciones químicas. Las aureolas de contacto raramente exceden unos cien metros de amplitud, que es una medida normal para los contactos ígneos. Generalmente las aureolas están zonadas, puesto que el efecto metamórfico disminuye desde el contacto hacia afuera. METAMORFISMO POR DISLOCACIÓN (= cinemático).Se desarrolla en zonas angostas de intensa deformación y dislocación como la que se encuentra a lo largo de una falla por empuje. METAMORFISMO REGIONAL.- Se desarrolla cubriendo áreas de muchos miles de kilómetros cuadrados en las regiones de las raíces de las montañas plegadas y en los terrenos Precámbricos. En cualquier región de gran superficie es posible cartografiar zonas de metamorfismo regional progresivo, de acuerdo con una secuencia de cambios mineralógicos probablemente controlados por un aumento continuo dé la temperatura en rocas de composición química seleccionada. La opinión general dista mucho de ser unánime cuando considera la naturaleza y causas del metamorfismo regional o cuando estima sus relaciones con las deformaciones a gran escala y al emplazamiento de cuerpos de rocas graníticas. Parece probable que en las profundidades situadas debajo de las rocas corticales de las zonas orogénicas, ha habido concentraciones periódicas de calor las que han sido capaces de suministrar la energía necesaria para causar el plegamiento (orogenia), metamorfismo regional y la elevación del magma granítico. Se sabe que estas actividades han actuado contemporáneamente en forma muy amplia. Las altas temperatura requeridas para el metamorfismo regional son debidas principalmente a la profundidad de un sector cortical calentado anormalmente. Superpuesto al control de la profundidad, se encuentra el irregular desplazamiento hacia arriba de superficies isotermales, a lo largo de ejes de plegamiento contemporáneo, donde el calor es suministrado por cuerpos de magma granítico, regionalmente inyectado en las rocas plegadas y probablemente también por la elevación de aguas Juveniles calentadas. Y puesto que el metamorfismo regional comúnmente está asociado con movimientos plegantes y las rocas metamorfizadas muestran generalmente pruebas texturales de intensa deformación, es necesario concluir, que la misma deformación de las rocas juega un papel importante en el metamorfismo regional. Probablemente es un factor esencial que acelera las reacciones en el grado al cual se efectúa el metamorfismo, en las zonas más someras del metamorfismo de baja temperatura, sobre los flancos de la faja metamórfica. En el metamorfismo regional, así como en el de contacto, los fluidos acuosos no sólo aceleran la conducción del calor, sino que también lo ayudan a estimular la reconstitución química de las rocas que atraviesan. Una porción de estos fluidos activantes probablemente ayuda a elevarse, desde la base de la corteza terrestre, al magma granítico intrusivo o a rocas parcialmente fundidas. Otra parte, efectiva en las zonas superiores, está compuesta de agua y bióxido de carbono, progresivamente expulsados de lutitas, calizas y areniscas que sufren un metamorfismo posterior. 6.4.- ALGUNAS CARACTERISTICAS TEXTURALES DE LAS ROCAS METAMORFICAS Desarrollo de cristales en un medio sólido.- El significado de las texturas metamórficas difiere completamente del de ciertas texturas ígneas a las que superficialmente se asemejan y esta semejanza puede deberse a que la textura metamórfica se origina por el crecimiento de cristales, generalmente de varias especies minerales distintas, que compiten entre si por el espacio, no en un medio fundido sino en un medio continuamente sólido. Las propiedades físicas de los sólidos cristalinos, especialmente aquellas relacionadas con la velocidad de crecimiento y a la estabilidad de las superficies de contacto de los granos individuales, varían no sólo de un mineral a otro, sino de una dirección a otra dentro de un cristal individual. Estas diferencias son las responsables de los detalles texturales de la textura metamórfica. Series cristaloblásticas.- Se aplica el término cristaloblástíco a las fábricas y relaciones texturales que resultan del crecimiento de cristales durante el metamorfismo. Un grano de mineral metamórfico, limitado por sus propias caras cristalinas, se llama idioblástico; un grano sin forma cristalina xenoblástico. BOSQUEJO DE CLASIFICACION DE LAS ROCAS METAMORFICAS.- Bases de la clasificación Las clases de rocas metamórficas que más adelante se citan, son definidas en función de los criterios texturales y mineralógicos que generalmente se reconocen en los ejemplares de mano. En algunas ocasiones puede ser necesaria la confirmación microscópica (en milonitas y corneanas de grano fino); las determinaciones microscópicas son esenciales para subdivisiones posteriores de las clases. Los caracteres mineralógicos y texturales sobre los que se basa la clasificación han sido seleccionados para agruparlos juntos, hasta donde sea posible; asimismo rocas de parentesco similar, que han sido metamorfoseadas bajo condiciones bastante semejantes. Debe recordarse al estudiar esta clasificación, que dos rocas metamórficas de composición mineralógica similar pueden haber sido derivadas de rocas muy diferentes. Por ejemplo la asociación plagioclasa-hornblendaepidota-cuarzo, típica de las anfibolitas, puede desarrollarse, bajo condiciones que caracterizan a la facies anfibolitas, de rocas tan variadas como basalto, andesita, sedimentos calcareos impuros y grauwacas tobáceas. Clases texturales principales de las rocas metamórficas.- Corneanas: Rocas no esquistosas, compuestas de un mosaico de granos equidimensionales sin orientación preferente (textura granoblástica); los porfiroblastos pueden estar encerrados en una matriz granoblástica. Productos de metamorfismo de contacto. Pizarras: Rocas metamórficas de grano fino, con esquistosidad planar perfecta (crucero pizarroso), pero sin bandeamiento de segregación; generalmente los minerales no pueden ser determinados megascópicamente. Productos del metamorfismo regional de lodolitas, limonitas y otros sedimentos clásticos de grano fino. El término pizarras moteadas se aplica a pizarras en las cuales, como resultado de un metamorfismo incipiente de contacto, se han formado motas o porfiroblastos embriónicos de minerales de contacto y la esquistosidad se ha intensificado por el crecimiento de pequeñas, pero visibles láminas paralelas de mica. Filitas: Rocas metamórficas de grano fino, algunas veces con bandeamiento por segregación incipiente, la superficie de esquistocidad tiene un viso lustroso emitido por la mica (moscovita) y clorita. Las filitas tienen el mismo origen que las pizarras, pero el tamaño de su grano, algo mas basto, es el resultado de un metamorfismo un poco mas avanzado. Esquistos: Rocas fuertemente equistosas, generalmente con buena exfoliación lineal, en la que el grano es suficientemente grueso para que permita la fácil identificación de los principales minerales componentes en los ejemplares de mano, los minerales de habito micáceo son abundantes y su orientación subparalela hace que la esquistosidad sea conspicua. Anfibolitas: Rocas metamórficas, de grano medio grueso, compuestas principalmente de hornblenda y plagioclasa; su esquistosidad, la cual es debida al alineamiento paralelo de prismas de hornblenda, es menos evidente que en los esquistos típicos. Productos del metamorfismo regional de medio a alto grado. Gneises: Rocas irregularmente bandeadas de grano grueso, en los cuales la esquistosidad está más bien pobremente definida debido a la preponderancia de feldespato y cuarzo sobre los minerales micáceos. Productos del metamorfismo regional, especialmente de alto grado. Granulitas: Roca metamórficas de grano- uniforme, que carecen de minerales micáceos o anfíbolas por lo que no son esquistosa; la foliación está presente, es debido al alineamiento paralelo de lentes planos, compuestos de cuarzo y feldespato o ambos. Productos del metamorfismo regional del más alto grado. Mármoles: Rocas metamórficas compuestas de calcita o dolomita. La esquistosidad controlada por el alineamiento subparalelo de granos micáceos o tremolíticos. Milonitas: Las rocas de grano fino resultan de una granulación extrema de rocas originalmente bastas, los rasgos característicos son un aspecto pedernaloso, bandeado y en forma de filones y “ojos” y lentes no destruidos de la roca original embebidos en una matriz granulada. Productos de un metamorfismo por dislocación extrema sin ninguna reconstitución química notable de los minerales granulados. Cataclasitas: Rocas que han sido deformadas por despedazamiento (cataclasis) sin reconstitución química. Con el aumento en la intensidad de la deformación y el desarrollo de un afilonamiento bandeado, estas rocas gradúan a milonitas. Filonitas: Rocas macroscópicamente semejantes a las filitas y en algunas ocasiones ambas se confunden, pero son formadas más o menos en forma igual a las milonitas, por granulación de rocas inicialmente bastas. La reconstitución química está muy avanzada y tiende a dar películas sedosas de mica, untuosas al tacto, a lo largo de los planos de esquistosidad. .1.- METAMORFISMO Es el conjunto de procesos que sufren las rocas cuando están sometidas a presiones y temperaturas distintas a las de su formación. Las rocas se transforman, mediante cambios en su textura y en la composición química de los minerales, en rocas metamórficas, que son el resultado final del metamorfismo. Es un proceso isoquímico, es decir, que ningún componente químico ha sido agregado puesto que los cambios de metamorfismo aparecen dentro de un cuerpo que mantiene el mismo volumen de composición química a través de todos los grados de metamorfismo; además los cambios se producen en un estado esencialmente sólido Comúnmente se excluyen del objeto del metamorfismo fenómenos superficiales o casi superficiales como el intemperismo y la diagénesis (incluyendo la cementación de sedimentos). La alteración hidrotermal de rocas ígneas frías (como serpentinización de peridotitas, caolinización de granitos, uralitización de gabros), aunque 1ogicamente podría ser tratada como un fenómeno especial del metamorfismo (autometamorfismo), se excluye aquí con el fin de limitar la discusión del metamorfismo a un nivel elemental. 6.2.- FACTORES QUE CONTROLAN EL METAMORFISMO Los principales factores que controlan el metamorfismo son : - Temperatura - Presión - Fluidos químicamente activos - Deformación de la roca Generalmente los cambios en la temperatura son más efectivos que los de la presión para que se efectúen las conversiones mineralógicas en muchas rocas. Por ejemplo, una lodolita probablemente es afectada más profundamente por una elevación en la temperatura de unos cuantos cientos de grados que por un aumento en la presión de unos cuantos miles de atmósferas. Al considerar la influencia de la presión debe distinguirse entre presión confinante (= presión hidrostática), que opera por igual en todas direcciones y que está determinada principalmente por la profundidad y la presión dirigida (esfuerzo cortante) que opera en una dirección particular. El grado de la temperatura sobre el cual muchos minerales son estables, parece extenderse a las rocas sujetas a alto esfuerzo cortante. Tales minerales (como cloritoides, estaurolita y cianita) son llamados minerales al esfuerzo. Otros minerales (minerales antiesfuerzo) son raros si se encuentran en rocas que han sufrido una fuerte deformación bajo altos esfuerzos cortantes. La cordierita, la andalucita y el olivino, son ejemplos de esta clase. La reacción química entre silicatos en el grado más bajo de las temperaturas metamórficas, en muchos casos, es excesivamente lenta. Algunas rocas pueden estar sujetas a temperaturas y presiones metamórficas por millones de años sin sufrir un metamorfismo apreciable, como sucede con muchas areniscas y lodolitas, que no obstante que en otras épocas se encontraban profundamente sepultadas, no presentan actualmente huellas de alteración, relativamente. Para que el metamorfismo sea efectivo, especialmente a bajas temperaturas, es necesaria una influencia catalizadora capaz de acelerar las reacciones químicas. Son frecuentes los siguientes catalizadores: l°, fluidos químicamente activos, generalmente acuosos, que pasan como oleadas a través de los pequeños espacios intergranulares de la roca; 2°, la deformación de las rocas rompe a los granos en otros más pequeños que son partículas activas, puesto que los contactos entre las superficies reaccionantes son continuamente renovadas. 6.3.- TIPOS DE METAMORFISMO Tres son las formas en que se encuentran las rocas metamórficas, por lo que tres son los tipos de metamorfismo de acuerdo con el criterio de campo. METAMORFISMO DE CONTACTO.Desarrollado en zonas (aureolas) adyacentes a cuerpos plutónicos, especialmente de composición ácida. La temperatura del metamorfismo en este caso ha sido determinada principalmente por la proximidad del cuerpo intrusivo del magma, el cual también suministró los fluidos acuosos activos necesarios para la estimulación de las reacciones químicas. Las aureolas de contacto raramente exceden unos cien metros de amplitud, que es una medida normal para los contactos ígneos. Generalmente las aureolas están zonadas, puesto que el efecto metamórfico disminuye desde el contacto hacia afuera. METAMORFISMO POR DISLOCACIÓN (= cinemático).Se desarrolla en zonas angostas de intensa deformación y dislocación como la que se encuentra a lo largo de una falla por empuje. METAMORFISMO REGIONAL.- Se desarrolla cubriendo áreas de muchos miles de kilómetros cuadrados en las regiones de las raíces de las montañas plegadas y en los terrenos Precámbricos. En cualquier región de gran superficie es posible cartografiar zonas de metamorfismo regional progresivo, de acuerdo con una secuencia de cambios mineralógicos probablemente controlados por un aumento continuo dé la temperatura en rocas de composición química seleccionada. La opinión general dista mucho de ser unánime cuando considera la naturaleza y causas del metamorfismo regional o cuando estima sus relaciones con las deformaciones a gran escala y al emplazamiento de cuerpos de rocas graníticas. Parece probable que en las profundidades situadas debajo de las rocas corticales de las zonas orogénicas, ha habido concentraciones periódicas de calor las que han sido capaces de suministrar la energía necesaria para causar el plegamiento (orogenia), metamorfismo regional y la elevación del magma granítico. Se sabe que estas actividades han actuado contemporáneamente en forma muy amplia. Las altas temperatura requeridas para el metamorfismo regional son debidas principalmente a la profundidad de un sector cortical calentado anormalmente. Superpuesto al control de la profundidad, se encuentra el irregular desplazamiento hacia arriba de superficies isotermales, a lo largo de ejes de plegamiento contemporáneo, donde el calor es suministrado por cuerpos de magma granítico, regionalmente inyectado en las rocas plegadas y probablemente también por la elevación de aguas Juveniles calentadas. Y puesto que el metamorfismo regional comúnmente está asociado con movimientos plegantes y las rocas metamorfizadas muestran generalmente pruebas texturales de intensa deformación, es necesario concluir, que la misma deformación de las rocas juega un papel importante en el metamorfismo regional. Probablemente es un factor esencial que acelera las reacciones en el grado al cual se efectúa el metamorfismo, en las zonas más someras del metamorfismo de baja temperatura, sobre los flancos de la faja metamórfica. En el metamorfismo regional, así como en el de contacto, los fluidos acuosos no sólo aceleran la conducción del calor, sino que también lo ayudan a estimular la reconstitución química de las rocas que atraviesan. Una porción de estos fluidos activantes probablemente ayuda a elevarse, desde la base de la corteza terrestre, al magma granítico intrusivo o a rocas parcialmente fundidas. Otra parte, efectiva en las zonas superiores, está compuesta de agua y bióxido de carbono, progresivamente expulsados de lutitas, calizas y areniscas que sufren un metamorfismo posterior. 6.4.- ALGUNAS CARACTERISTICAS TEXTURALES DE LAS ROCAS METAMORFICAS Desarrollo de cristales en un medio sólido.- El significado de las texturas metamórficas difiere completamente del de ciertas texturas ígneas a las que superficialmente se asemejan y esta semejanza puede deberse a que la textura metamórfica se origina por el crecimiento de cristales, generalmente de varias especies minerales distintas, que compiten entre si por el espacio, no en un medio fundido sino en un medio continuamente sólido. Las propiedades físicas de los sólidos cristalinos, especialmente aquellas relacionadas con la velocidad de crecimiento y a la estabilidad de las superficies de contacto de los granos individuales, varían no sólo de un mineral a otro, sino de una dirección a otra dentro de un cristal individual. Estas diferencias son las responsables de los detalles texturales de la textura metamórfica. Series cristaloblásticas.- Se aplica el término cristaloblástíco a las fábricas y relaciones texturales que resultan del crecimiento de cristales durante el metamorfismo. Un grano de mineral metamórfico, limitado por sus propias caras cristalinas, se llama idioblástico; un grano sin forma cristalina xenoblástico. BOSQUEJO DE CLASIFICACION DE LAS ROCAS METAMORFICAS.- Bases de la clasificación Las clases de rocas metamórficas que más adelante se citan, son definidas en función de los criterios texturales y mineralógicos que generalmente se reconocen en los ejemplares de mano. En algunas ocasiones puede ser necesaria la confirmación microscópica (en milonitas y corneanas de grano fino); las determinaciones microscópicas son esenciales para subdivisiones posteriores de las clases. Los caracteres mineralógicos y texturales sobre los que se basa la clasificación han sido seleccionados para agruparlos juntos, hasta donde sea posible; asimismo rocas de parentesco similar, que han sido metamorfoseadas bajo condiciones bastante semejantes. Debe recordarse al estudiar esta clasificación, que dos rocas metamórficas de composición mineralógica similar pueden haber sido derivadas de rocas muy diferentes. Por ejemplo la asociación plagioclasa-hornblendaepidota-cuarzo, típica de las anfibolitas, puede desarrollarse, bajo condiciones que caracterizan a la facies anfibolitas, de rocas tan variadas como basalto, andesita, sedimentos calcareos impuros y grauwacas tobáceas. Clases texturales principales de las rocas metamórficas.- Corneanas: Rocas no esquistosas, compuestas de un mosaico de granos equidimensionales sin orientación preferente (textura granoblástica); los porfiroblastos pueden estar encerrados en una matriz granoblástica. Productos de metamorfismo de contacto. Pizarras: Rocas metamórficas de grano fino, con esquistosidad planar perfecta (crucero pizarroso), pero sin bandeamiento de segregación; generalmente los minerales no pueden ser determinados megascópicamente. Productos del metamorfismo regional de lodolitas, limonitas y otros sedimentos clásticos de grano fino. El término pizarras moteadas se aplica a pizarras en las cuales, como resultado de un metamorfismo incipiente de contacto, se han formado motas o porfiroblastos embriónicos de minerales de contacto y la esquistosidad se ha intensificado por el crecimiento de pequeñas, pero visibles láminas paralelas de mica. Filitas: Rocas metamórficas de grano fino, algunas veces con bandeamiento por segregación incipiente, la superficie de esquistocidad tiene un viso lustroso emitido por la mica (moscovita) y clorita. Las filitas tienen el mismo origen que las pizarras, pero el tamaño de su grano, algo mas basto, es el resultado de un metamorfismo un poco mas avanzado. Esquistos: Rocas fuertemente equistosas, generalmente con buena exfoliación lineal, en la que el grano es suficientemente grueso para que permita la fácil identificación de los principales minerales componentes en los ejemplares de mano, los minerales de habito micáceo son abundantes y su orientación subparalela hace que la esquistosidad sea conspicua. Anfibolitas: Rocas metamórficas, de grano medio grueso, compuestas principalmente de hornblenda y plagioclasa; su esquistosidad, la cual es debida al alineamiento paralelo de prismas de hornblenda, es menos evidente que en los esquistos típicos. Productos del metamorfismo regional de medio a alto grado. Gneises: Rocas irregularmente bandeadas de grano grueso, en los cuales la esquistosidad está más bien pobremente definida debido a la preponderancia de feldespato y cuarzo sobre los minerales micáceos. Productos del metamorfismo regional, especialmente de alto grado. Granulitas: Roca metamórficas de grano- uniforme, que carecen de minerales micáceos o anfíbolas por lo que no son esquistosa; la foliación está presente, es debido al alineamiento paralelo de lentes planos, compuestos de cuarzo y feldespato o ambos. Productos del metamorfismo regional del más alto grado. Mármoles: Rocas metamórficas compuestas de calcita o dolomita. La esquistosidad controlada por el alineamiento subparalelo de granos micáceos o tremolíticos. Milonitas: Las rocas de grano fino resultan de una granulación extrema de rocas originalmente bastas, los rasgos característicos son un aspecto pedernaloso, bandeado y en forma de filones y “ojos” y lentes no destruidos de la roca original embebidos en una matriz granulada. Productos de un metamorfismo por dislocación extrema sin ninguna reconstitución química notable de los minerales granulados. Cataclasitas: Rocas que han sido deformadas por despedazamiento (cataclasis) sin reconstitución química. Con el aumento en la intensidad de la deformación y el desarrollo de un afilonamiento bandeado, estas rocas gradúan a milonitas. Filonitas: Rocas macroscópicamente semejantes a las filitas y en algunas ocasiones ambas se confunden, pero son formadas más o menos en forma igual a las milonitas, por granulación de rocas inicialmente bastas. La reconstitución química está muy avanzada y tiende a dar películas sedosas de mica, untuosas al tacto, a lo largo de los planos de esquistosidad. http://mipizarrade6a.blogspot.com/2012/03/rocas-metamorficas-marmol-cuarcita-y.html https://www.google.com/search?biw=1396&bih=686&tbm=isch&sxsrf=ACYBGNQ8Pt2eHx5xRHXBS7MW83PhqtReQ%3A157981 https://www.bolivia.com/geografiadebolivia/cap21.htm