1 de 8 TÍTULO: CONJUNTOS INMOBILIARIOS. COMIENZO DE UNA NUEVA ETAPA. ¿DERECHO DE PREFERENCIA O DERECHO DE TANTEO? (ART. 2085, CCYCO.) AUTOR/ES: Acevedo, María E. PUBLICACIÓN: Temas de Derecho Comercial Empresarial y del Consumidor TOMO/BOLETÍN: - PÁGINA: - MES: Mayo AÑO: 2019 MARÍA E. ACEVEDO(*) CONJUNTOS INMOBILIARIOS. COMIENZO DE UNA NUEVA ETAPA. ¿DERECHO DE PREFERENCIA O DERECHO DE TANTEO? (ART. 2085, CCYCO.) I - INTRODUCCIÓN Hemos asistido en la República Argentina a un fenómeno transcendental en la vida social con un alto efecto jurídico. Es la unificación de las ramas de los Derechos Civil y Comercial por la ley 26994, que entró en vigencia el 1/8/2015. El ordenamiento jurídico se dirige a la constitucionalización del Derecho Privado en nuestro país. Sin embargo, consideramos que esta normativa jurídica contenida en el texto legal no resulta tan clara en el tratamiento de algunos temas. La redacción confusa y contradictoria no colabora en la interpretación armónica de los preceptos legales. Para abarcar la amplia temática de los conjuntos inmobiliarios, es de suma importancia la consideración del funcionamiento de estos emprendimientos urbanos o suburbanos gerenciados por entidades sin fines de lucro. Desde el principio, la finalidad de dichas urbanizaciones especiales fue el ofrecimiento de viviendas permanentes o residenciales de fin de semana en medios rurales o subrurales (con lugares de esparcimiento individual o social rodeados de admirable belleza natural). Al respecto agregamos la caracterización que da Susana Lambois: “El club de campo … puede caracterizarse como un complejo recreativo residencial, ubicado en una extensión suburbana, limitada en el espacio e integrada con lotes construidos o a construirse independiente entre sí, que cuenta con una entrada común y está dotado de espacios destinados a actividades deportivas, culturales y sociales, siendo las viviendas de uso transitorio y debiendo existir entre el área de vivienda y el área deportiva, cultural y social, una relación funcional y jurídica que convierta al club de campo en un todo inescindible”(1). Para la citada autora, la adopción del régimen jurídico de la propiedad horizontal para dichas urbanizaciones especiales era la adecuada. En este sentido afirmaba: “…este es el sistema más acorde con las particularidades del club de campo porque resuelve el problema de la inescindibilidad de las partes privativas y las comunes, prevé la vía ejecutiva para el cobro de la expensas comunes y contempla la participación de los copropietarios en las decisiones sobre el conjunto urbanístico a través de los órganos de la asamblea de copropietarios…”.(2) 26/08/2019 08:12 a. m. 2 de 8 II - ENCUADRE ESPECÍFICO JURÍDICO DE LOS CONJUNTOS INMOBILIARIOS Con la aparición y el alto crecimiento de estas urbanizaciones, surgió la necesidad de un marco normativo adecuado. Ante la inexistencia de una ley específica, se adoptaron las normas existentes para la regulación del derecho urbano de la Provincia de Buenos Aires, en especial, el decreto-ley 8912. Sin embargo, no existía un derecho real que contemplara adecuadamente dichas situaciones convivenciales. Desde la óptica jurídica, las soluciones eran disímiles. En efecto, la instrumentación de la normativa aplicable oscilaba dentro de la categoría clásica de los derechos subjetivos: derechos personales o derechos reales. Por otro lado, cuando se utilizaron los diferentes derechos reales, las opiniones doctrinarias cotidianamente se contradecían. Tal fue la falta de consenso existente entre juristas y doctrinarios que llevó a denominarlas “nuevas formas de dominio o propiedades especiales”. Cabe tener en cuenta la idea general incorporada en el plenario “Lencina, Ramón D. y otro c/Las Casuarinas” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil del 20/11/1986. En dicho fallo judicial, no obstante la solución arribada, destacamos el voto disidente de Vernengo Prack. El camarista opinaba, en relación con la aplicación de un régimen jurídico a los clubes de campo, lo siguiente: “Que a su juicio no se puede afirmar que el sistema de la ley 13512 no tiene sentido”.(3) La situación cambió radicalmente con la sanción del decreto 27/1998. Nicholson afirma que con dicha reglamentación “…los clubes de campo empezaron a ser instrumentados en la forma de propiedad horizontal o bien por sistema de geodesia…”.(4) Sin embargo, esto no solucionaba la mayoría de los conflictos aparecidos con el desarrollo de una vida en común en dichas urbanizaciones. Eso fue un llamado de atención para los legisladores y el encuadre jurídico fue una decisión que no podía dilatarse. En síntesis, la regulación legal debía decidir su camino entre los derechos personales y los derechos reales. De la redacción del nuevo CCyCo., se infiere la realización de un aporte importante en materia de regulación de los conjuntos inmobiliarios. En principio se descartó la aplicación de la categoría de los derechos personales; por el contrario, en el Libro Cuarto, Título 1, Capítulo 1, artículos 1882 a 1887, se consagra la teoría general de los derechos reales abarcando su caracterización y su enumeración conforme al sistema del numerus clausus. Así, el artículo 1887 enumera taxativamente los derechos reales incluyendo en su inciso d) a los conjuntos inmobiliarios. Claramente se consagró en nuestro derecho la regulación propia de los derechos reales. Cabe puntualizar al respecto la opinión de Federico Causse, quien afirma con relación al artículo 2075 que “…la nota más significativa de la regulación que se consagra es el anclaje del instituto en el régimen de los derechos reales, descartando la posibilidad de recurrir a los derechos personales…”.(5) El acierto en su redacción del ya citado artículo 1887 del CCyCo. tiene su correlato en el artículo 2075 cuando regula que “…todos los conjuntos inmobiliarios deben someterse a la normativa del derecho real de propiedad horizontal establecida en el Título Quinto de este Libro, con las modificaciones que establece el presente Título, a los fines de conformar un derecho real de propiedad horizontal especial…”. La norma transcripta impide, por lo tanto, la aplicación de los derechos personales a estas peculiares urbanizaciones. En este sentido, Abreut de Begher opina: “…cuando este instituto se organiza como derecho real, dispone el reenvío a las normas de la propiedad horizontal. Así, lo regula como un derecho de propiedad horizontal que se rige por las normas del Título Sexto (conjuntos inmobiliarios) y con aplicación supletoria del Título Quinto (propiedad horizontal) -conf. art. 2075 CCyCo.-…”.(6) 26/08/2019 08:12 a. m. 3 de 8 III - LA CALIFICACIÓN JURÍDICA DEL DERECHO DE PREFERENCIA DEL ARTÍCULO 2085, CCyCo. La reciente unificación civil y comercial en la República Argentina tuvo como basamento jurídico los pronunciamientos de la doctrina y jurisprudencia tanto nacional como internacional, es por ello que podemos afirmar lo siguiente: el texto del artículo 2085 es absolutamente novedoso. ¿Cuál es la redacción del texto contenido en el precepto legal citado? Veamos: “Transmisión de unidades. El reglamento de propiedad horizontal puede prever limitaciones pero no impedir la libre transmisión y consiguiente adquisición de unidades funcionales dentro del conjunto inmobiliario, pudiendo establecer un derecho de preferencia en la adquisición a favor del consorcio de propietarios o del resto de propietarios de las unidades privativas”. Pasemos a contemplar la redacción y consideración de los vocablos utilizados en el texto. Así, se hace referencia al derecho de preferencia en las transmisiones de los conjuntos inmobiliarios. Dicho precepto legal contempla la hipótesis de un titular dominical de conjunto inmobiliario, quien decide disponer jurídicamente del mismo. Para ello celebrará actos jurídicos entre vivos y no podemos descartar la posibilidad de que otorgue actos jurídicos mortis causa. Dicho pacto debe estar plasmado en el Reglamento de Propiedad Horizontal y debe también establecerse que puede ser ejercido tanto por el consorcio de propietarios como por los dueños de las unidades privativas. Particular atención merece la expresión “derecho de preferencia” y su alcance. Tal es así que no podemos afirmar que el texto legal se refiere al derecho de tanteo. Interpretando el contenido de la ley 26694 de manera estructural. Es así que expresamente la unificación legislativa recepta con claridad la regulación del derecho de preferencia en el Título Cuarto, Capitulo 1, Sección 7, artículo 1165, que dice lo siguiente: “Pacto de preferencia. Pacto de preferencia es aquel por el cual el vendedor tiene derecho a recuperar la cosa con prelación a cualquier otro adquirente si el comprador decide enajenarla. El derecho que otorga es personal y no puede cederse, no pasa a los herederos. El comprador debe comunicar oportunamente al vendedor su decisión de enajenar la cosa y todas las particularidades de la operación proyectada o, en su caso, el lugar y tiempo en que debe celebrarse la subasta. Excepto que otro plazo resulte de la convención, los usos o las circunstancias del caso, el vendedor debe ejercer su derecho de preferencia dentro de los 10 días de recibida dicha comunicación. Se aplican las reglas de la compraventa bajo condición resolutoria”. La ubicación de la norma del artículo 1165 nos parece muy acertada porque el Código velezano incluía solo el pacto de preferencia en los contratos de compraventa. El nuevo Código es más flexible al respecto y lo admite en diversas relaciones jurídicas contractuales. Ahora continuemos con el análisis del artículo 2085 del CCyCo. aplicable a los conjuntos inmobiliarios. Partiendo de nuestras apreciaciones y conforme surge del análisis literal realizado de la norma jurídica contenida en dicho artículo, no surge la expresión “derecho de tanteo”. Destaquemos la opinión de Genaro Carrio, para quien “la mayor parte de las agudas controversias que sin mayor beneficio agitan el campo de la teoría jurídica deben su origen a ciertas peculiaridades del lenguaje”.(7) La doctrina nacional presentó corrientes de opinión disímiles con relación al uso de las expresiones “derecho de preferencia”, “derecho de tanteo”. Es en este punto donde debemos recordar las palabras de Fernando J. López de Zavalía, quien enseñaba que “…el pacto de preferencia (pactum protimiseos), tal como ha sido definido en el artículo 1368, constituye una de las tantas especies posibles de pacto de prelación…”, “en suma, a nuestro entender, el pacto de preferencia es una variedad del pacto de prelación”, “el pacto de preferencia regulado por el Código engendra obligaciones a cargo del promitente, y un iusprelationis a favor del estipulante. Desde que el promitente, es decir el comprador, 26/08/2019 08:12 a. m. 4 de 8 quiere celebrar el contrato previsto, debe hacer saber al estipulante el precio y las ventajas con que lo concluirá…”, “el iusprelationis no puede ser cedido ni pasa a los herederos. Es intuitu personae”.(8) Comparando al régimen jurídico actual con lo enseñado desde décadas atrás, lo primero que debemos resaltar es la importancia en la diferencia sustancial entre el derecho de preferencia y el derecho de tanteo. Lo cierto es que “el derecho de preferencia adquisitiva es una especie de los de adquisición en general que tiene por finalidad hacer prevaler en el concurso de adquirente a uno de ellos, hay que poner buen cuidado en no incluir entre los derechos de preferencia adquisitiva a los que meramente son de adquisición, como los de tanteo”.(9) Todo lo expuesto en párrafos anteriores amerita descartar el empleo analógico de los institutos mencionados (derecho de preferencia, derecho de tanteo). En efecto, téngase en cuenta la opinión del autor Jorge Horacio Alterini, para quien “...la preferencia no concede un derecho perfecto, sino un derecho condicionado a un evento futuro e incierto: la decisión del promitente de celebrar el contrato futuro, ya que el vendedor puede recuperar la cosa vendida entregada al comprador … el artículo 1363 expresa una prelación a favor del vendedor...”.(10) En tal sentido, consideramos que la ley prevé expresamente un derecho de preferencia como fue concebido por López de Zavalía, además puede concluirse que, a tenor de la postura de Jorge Horacio Alterini, el pacto de preferencia es una cláusula por la cual el vendedor se reserva el derecho de adquirir la cosa. El pacto de preferencia es una facultad potestativa frente a futuros adquirentes, sin embargo, cabe resaltar que estos pactos tienen una eficacia obligatoria, es decir, el comprador no tiene frente a su vendedor la debida libertad para enajenar esa cosa que ha recibido, su obligación se limita a enajenársela a este antes que a otra persona. En otras palabras, en la hipótesis de una eventual transmisión dominial con pacto de preferencia, es claro que existe una prelación contractual a favor del vendedor. Volviendo sobre el tema, consideramos que el derecho de tanteo conlleva la obligación del vendedor de comunicar su voluntad de enajenación, pero la prioridad de compra se concede si las condiciones de venta son iguales para todos los ofertantes. En esta hipótesis se puede plantear lo siguiente: una persona alquila un bien inmueble y el dueño oferta la venta del mismo con condiciones iguales para todos los eventuales compradores. En este caso existe el derecho de tanteo si el inquilino adquiere el inmueble. Por último, citamos la opinión de Jorge Alterini, para quien “el tan controvertido derecho real de tanteo es extraño a la letra y al espíritu del derecho argentino clásico”.(11) Creemos conveniente destacar que la aplicación de la norma traerá dificultades, ya que no se refiere adecuadamente al medio de comunicación exigible al comprador. Y además se establece como pauta de ejercicio del derecho de preferencia el plazo de diez días de recibida la comunicación de la que se desconoce su medio. Asimismo, cabe considerar que el plazo de diez días instaurado por el precepto legal solo podría aplicarse en zonas urbanas o suburbanas cercanas en tanto fueran distancias considerables. Nos inclinamos por considerar que el plazo postulado en la norma jurídica contenida en el artículo 1165 es demasiado breve. Los usos y costumbres sociales deben tenerse en cuenta a tenor de lo dispuesto en el Título preliminar, Capítulo 1, artículo 1: “Fuentes y aplicación. Los casos que este Código rige deben ser resueltos según las leyes que resulten aplicables, conforme con la Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos en los que la República sea parte. A tal efecto, se tendrá en cuenta la finalidad de la norma. Los usos, prácticas y costumbres son vinculantes cuando las leyes o los interesados se refieren a ellos o en situaciones no regladas legalmente, siempre que no sean contrarios a derecho”. De este modo, la redacción señalada resalta la esencia misma de las fuentes que deben ser consideradas para regir una relación 26/08/2019 08:12 a. m. 5 de 8 jurídica. Son los usos y costumbres sociales los que tienden al pertinente ejercicio del derecho de preferencia para las transmisiones dominiales en las distintas provincias de la República Argentina. Creemos que se trata de un tema polémico cuyas consecuencias se advertirán en la realidad negocial de los conjuntos inmobiliarios. IV - DELIMITACIONES CONCEPTUALES. UN PRIMER PASO HACIA LA CONCLUSIÓN FINAL Nos parece conveniente efectuar la delimitación jurídica del derecho de preferencia y del derecho de tanteo con la única finalidad de clarificar la temática: ¿Qué es el derecho de tanteo? Pasemos a considerar que, si bien el derecho de tanteo no se encuentra regulado en ninguno de los 2.671 artículos que conforman la unificación civil y comercial, tampoco se encuentra en la redacción del artículo 2085 aplicable a los conjuntos inmobiliarios. La doctrina nacional sustenta tesis distintas al respecto. Así, encontramos la postura de Claudio Kiper, para quien “...el artículo 2085 permite ciertas restricciones en el reglamento, las que deben ser razonables. Tales limitaciones conciernen al derecho de preferencia que se puede establecer a favor del consorcio o del resto de los propietarios … Está claro que tal derecho de preferencia no es un derecho real, sino un derecho personal…”(12). Esper afirma: “ …en materia contractual la nueva legislación regula el pacto de preferencia … el nuevo Código mantiene la esencia de cómo ese pacto funciona en la compraventa: es una estipulación a favor del vendedor para poder recuperar la cosa vendida, siempre que el comprador decida enajenar la cosa … este pacto no puede cederse ni pasa a los herederos del vendedor … ya que es intuitu personae”.(13) Por otro lado, Alberto Gabás, en un extenso análisis del precepto legal 2085, opina lo siguiente: “Lo cierto es que en la casi totalidad de emprendimientos de este tipo existe legislada esta potestad del ente de limitar, restringir y condicionar este derecho de disposición con otros derechos, tales como el de tanteo, retracto, preferencia, retroventa, revocación, entre otros …”.(14) Cabe puntualizar también que autores de la doctrina nacional utilizan las expresiones “derecho de preferencia” y “derecho de tanteo” como sinónimos. Así, la autora Galegari De Grosso expresa: “…El pacto de preferencia o derecho de tanteo es una cláusula según la cual el vendedor se reserva el derecho de adquirir la cosa, siempre que este ofrezca condiciones similares a los terceros interesados…”.(15) En nuestra opinión, derecho de preferencia no es derecho de tanteo. De la lectura de las fuentes legales del Código Civil cubano llegamos a la admisión de lo siguiente: “…el tanteo consiste en el derecho de preferencia que una persona tiene para la adquisición de un cosa determinada en el caso de que el dueño quiera enajenarla y, consiguientemente, la facultad que le asiste para que en este último caso, se lo manifieste así al propietario, indicándole el precio y condiciones de la enajenación … faculta para adquirir una cosa antes que otro … al que iba a ser enajenada: otorga la facultad de adquirir ... por el tanto en que sus propietarios quieran enajenarlo”.(16) A nuestro criterio, la expresa admisión del derecho de tanteo implicar hacer jugar esta estipulación en el campo de la opción contractual y no significa prelación contractual alguna. El profesor español Alberto Blanco enseña: “La palabra ‘tanteo’ … indica de lo que se trata: tanteo … hay que tantear, hay que conocer la opinión del que puede ejercitar el derecho antes de venderlo a otro; porque si esa persona quiere adquirir por el mismo precio tiene preferencia para hacer suya la cosa de que se trata...”(17). Es por ello que la ley argentina incluye al consorcio como un eventual adquirente 26/08/2019 08:12 a. m. 6 de 8 Creemos que los legisladores, al redactar el Código Civil y Comercial de nuestro país, incluyeron la expresión “derecho de preferencia” para concretar el tan buscado derecho de admisión en estas especiales urbanizaciones. Dejando de lado la distinta eficacia obligacional en la gestación de un negocio inmobiliario con las características de un conjunto inmobiliario al usar con un debido criterio jurídico las expresiones que correspondían. En la anotación al artículo 2085, la doctrina nacional coincide en que es un derecho de preferencia. Disentimos con ellos porque la adecuada expresión hubiera sido “derecho de tanteo”. Creemos que la utilización del vocablo “derecho de preferencia” encubre implementar el siempre buscado derecho de admisión en estos emprendimientos inmobiliario. Claudio Kiper en un todo de acuerdo dice: “…lo que no es admisible es que establezca en el reglamento un derecho de admisión que actúe de manera discriminatoria”.(18) V - NORMATIVA EN SU CONJUNTO: ANÁLISIS ARMÓNICO DE LOS ARTÍCULOS 398, 1974 Y 2085 DEL CCYCO. Adviértase la relevancia del tratamiento en los textos ofrecidos por los siguientes artículos 398 y 1972 del CCyCo. En cuanto al artículo 398 ubicado en el Título Quinto, procede a regular la transmisibilidad de los derechos en los siguientes términos: “Todos los derechos son transmisibles excepto estipulación válida de las partes o que ellos resulten de una prohibición legal o que importe transgresión a la buena fe, a la moral o a las buenas costumbres”. Por otro lado, el artículo 1972 ubicado en el Libro Cuarto, Capítulo Cuarto, se refiere a cláusulas de inenajenabilidad, “en los actos a título oneroso es nula la cláusula de no transmitir a persona alguna el dominio de una cosa determinada o de no constituir sobre ella otros derechos reales. Estas cláusulas son válidas si se refieren a personas o personas determinadas. En los actos a títulos gratuitos todas las cláusulas señaladas en el primer párrafo son válidas si su plazo no excede de 10 años…”. Se advierte que al correlacionar ambas normas se deben distinguir distintos criterios para una debida interpretación. El artículo 398 consagra un principio general, que consiste en el reconocimiento de la libre transmisión de los derechos basamento de todo el derecho argentino, sin embargo, se bloquea el uso de las facultades de disposición jurídica de la propiedad garantizada por la Constitución Nacional al establecer límites a la potestad dispositiva. Cabe la siguiente aclaración: las limitaciones solo pueden surgir de los usos, las prácticas, de las costumbres y de las leyes en situaciones regladas por las mismas. De modo que sostenemos respecto al contenido del artículo 1972 que guarda una razonable coherencia con lo estipulado por el precepto legal del artículo 398. Podemos decir que la ley 26994 guarda una coherencia razonable con lo estipulado en los textos transcriptos de los preceptos legales citados. El artículo 398 del CCyCo. expone con criterio general una postura jurídica y el artículo 1972 del CCyCo. acota esa faculta de libre transmisión a través de una enumeración taxativa de limitaciones a la libre disponibilidad jurídica calificada por la doctrina como una norma de orden público. Asimismo, el artículo 2085, que regula los conjuntos inmobiliarios, en su acepción fáctica más amplia, limita o restringe a través de un denominado derecho de preferencia que no es tal como lo venimos diciendo. Este derecho de preferencia estará contenido en todo reglamento de propietarios. Sin embargo, la oponibilidad a terceros se encuentra discutible, tema que no es objeto de este breve trabajo. VI - REFLEXIÓN FINAL 26/08/2019 08:12 a. m. 7 de 8 En principio este trabajo es solo un aporte para la necesaria interpretación armónica de los artículos contenidos en la ley 26994. Compartimos las opiniones transcriptas en los párrafos anteriores. Sin embrago, no nos convence la redacción del artículo 2085. Es de significativa práctica el uso de un lenguaje correcto desde la óptica jurídica. Si bien la norma es novedosa, no es tan clara para propiciar una interpretación y aplicación armónica de la normativa vigente en las urbanizaciones especiales. Dichos conjuntos inmobiliarios son de presencia constante a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Es una figura que generará múltiples conflictos judiciales que deberán ser solucionados con los preceptos legales vigentes. Sin embargo, no existe la necesaria claridad en dichos textos legales y, por consiguiente, la seguridad jurídica y la equidad empalidecen frente a la sociedad argentina. Notas: (*) Abogada (UBA). Jefe de Trabajos Prácticos Elementos de Derechos Reales (UBA). Autora de artículos sobre la especialidad (1 ) Lambois, Susana: “Acerca de los clubes de campo” - Revista Jurídica UCES - Año 2013 - pág. 20 (2 ) Lambois, Susana: “Acerca de los clubes de campo” - Revista Jurídica UCES - Año 2013 - pág. 25 (3 ) Colección Plenarios Derecho Civil - Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil - Directora Dra. Marina Mariani de Vidal - LL - T. 1, primera quincena de octubre del año 2009 (4 ) Nicholson, Pedro: “Conjunto inmobiliarios, los nuevos derechos reales” - Rev. Áreas Globales - Año 9 - Bs. As. - pág. 38 (5 ) Causse, J. Federico y Pettis, Christian: “Código Civil y Comercial explicado” - Colección Textos comentados - Ed. Estudio noviembre/2015 - T. 3 - pág. 163 (6 ) Abreut de Begher, Liliana: “Impacto de la reforma sobre los derechos reales en el nuevo Código Civil y Comercial” - LL - 2014 pág. 12 (7 ) Carrio, Genaro: “Notas sobre el derecho y el lenguaje” - Ed. Abeledo Perrot - Bs. As. - 1972 (8 ) López de Zavalía, Fernando J.: “Teoría de los contratos” - T. 2: Parte Especial - Ed. Zavalía - 1985 - págs. 245, 246, 248, 249 y 252 (9 ) López Alarcón, Mariano: “Derecho de preferencia” - Universidad de Murcia, España - Capítulo 4, D-148 (10) Alterini, Jorge H.: “Código Civil y Comercial comentado. Tratado exegético” - LL - T. 4 - julio/2015 - pág. 136 (11) Alterini, Jorge H.: “Simplificación en la prehorizontalidad y complejidades en los conjuntos inmobiliarios” - LL - T. 2016-D Sección Doctrina - pág. 759 (12) Kiper, Claudio: “Algunas cuestiones en torno a los conjuntos inmobiliarios” - págs. 10/1 (13) Esper, Mariano en Rivera Julio C. (Dir.) y Medina, Graciela (Coord.): “Código Civil y Comercial de la Nación comentado” - LL 2017 - T. III - págs. 880/1 (14) Gabas, Alberto: “Incidencias del Código Civil. inmobiliarios” - Ed. Hammurabi - Bs. As. - 2016 - pág. 239 Conjuntos (15) Calegari de Grosso: “Normas de derecho privado. Conjuntos inmobiliarios, tiempo compartido y cementerios privados” - pág. 83 (16) Pérez Gallardo, Leonardo B.: “Tanteo y retracto legales en las cuerdas del Código Civil cubano” - Revista del Notariado - N° 921 - pág. 116 (17) Blanco. Alberto: “Curso de obligaciones y contratos en el derecho civil español” - 2a ed. - T. II - La Habana - 1959 - pág. 186 (18) Kiper, Claudio: “Algunas cuestiones en torno a los conjuntos inmobiliarios” 26/08/2019 08:12 a. m. 8 de 8 Cita digital: IUSDC286602A Editorial Errepar - Todos los derechos reservados. 26/08/2019 08:12 a. m.