Historia del piano Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires Cursos de afinación y reparación de pianos www.tecnopiano.com © 2015 Hugo José Landolfi – Todos los derechos reservados 1 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Sobre el autor: Prof. Lic. Hugo Landolfi Hugo Landolfi es fundador y director de la Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires (www.tecnopiano.com), una escuela de formación de técnicos de pianos profesionales que ha sido fundada en el año 1997 en Buenos Aires y que ya ha formado centenares de técnicos profesionales de pianos en más de 30 distintos países del mundo. Dicha escuela ofrece cursos de formación a distancia, mediante un moderno y novedoso sistema educativo, en afinación, reparación y regulación profesional de pianos. Hugo es autor exclusivo de los cursos que allí se dictan, siendo estos el Curso de afinación profesional de pianos, el Curso de reparación profesional de pianos y el Curso de regulación profesional de pianos. Dichos cursos han recibido numerosos premios a la excelencia educativa y han sido recomendados por grandes maestros internaciones en tecnología pianística incluyendo a Jim Coleman Sr., entre otros. Hugo es técnico de pianos desde hace más de 20 años, ofreciendo uno de los servicios más profesionales de servicio a pianos en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Su amplia formación incluye el haberse graduado como técnico profesional de pianos en las mejores escuelas del mundo y el haberse formado en las más famosas fábricas de pianos como Steinway and Sons y Mason and Hamlin, entre otras. Hugo posee también una profunda formación filosófica y pedagógica universitaria, poseyendo los grados de Bachiller Universitario en Filosofía, Profesor Universitario en Filosofía y Licenciado en Filosofía, todos por la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino de Argentina. También es post graduado del curso de post grado en Liderazgo y coaching organizacional por la Universidad de Belgrano, de Argentina. Es autor de más de una veintena de libros, algunos de ellos best sellers, entre los que se encuentran: De víctima a protagonista, Construye tu obra y rómpete, La esencia del liderazgo y El hombre ante el olvido de Dios, entre otros. Entre los libros que ha publicado que se encuentran relacionados con los pianos encontramos Teoría de afinación de pianos, Evaluación de pianos usados e Historia del piano, entre otros. 2 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Breve historia del piano Antecesores conceptuales y evolutivos del piano Para conocer el origen del instrumento que nos ocupa debemos remontarnos a la consideración de algunos otros instrumentos musicales más antiguos de los cuales el piano es, de alguna manera, una evolución. Debemos mencionar, sin embargo, que existen instrumentos que pueden considerarse antecesores del piano, en cuanto al concepto de su construcción, tanto en occidente como en oriente. Es verdaderamente complejo conocer con certeza cuáles de dichos instrumentos han sido antecesores evolutivos del piano en occidente. A pesar de ello, mencionaremos aquellos instrumentos que por su tipo de construcción y desarrollo hayan podido contribuir al desarrollo posterior del piano. Por otro lado se ha de mencionar que pueden considerarse antecesores del piano a todos aquellos instrumentos antiguos que tensaban sus cuerdas sobre un arco o plataforma. Dentro de ellos se encuentran dos grupos bien diferenciados: aquellos cuyas cuerdas eran pulsadas con los dedos de la mano, por un lado, y aquellos cuyas cuerdas eran percutidas con algún otro objeto, como un trozo de madera, por el otro. El más antiguo instrumento musical que inicia la línea evolutiva que culmina en lo que hoy conocemos como piano es el arpa, el cual es uno de los instrumentos musicales más antiguos. Sus cuerdas eran pulsadas con los dedos de las manos, y las mismas se hallaban dispuestas y tensadas sobre un bastidor o marco que podía construirse de diversos elementos, aunque la madera era el más común. Varios historiadores indican que ya existían formas rudimentarias de arpas en la prehistoria. La descripción más antigua de un arpa de la que se tenga confirmación cierta proviene del antiguo Egipto, hace unos 4000 años antes de Cristo. 3 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Imagen de un antiguo arpista egipcio En la imagen precedente se ilustra, ni más ni menos, a un arpista con un arco curvado y con unas cuerdas tensadas sobre el mismo, las cuales eran pulsadas por el instrumentista con los dedos de sus manos. Posteriormente se encuentra al arpa en Sumeria, hacia el año 3500 antes de Cristo, y en Persia hacia el año 3000 a.C. Por otro lado, como otro antiquísimo antecesor del piano, debemos considerar a la lira, el cual es un instrumento que proviene de la antigua Grecia. Se tiene noticia de la imagen más antigua de una lira, la cual proviene del sarcófago de Hagia Triada, el cual data del año 1400 a.C. Se cree, sin embargo, que este instrumento es mucho más antiguo, ubicando su nacimiento algunos historiadores, hacia el año 2000 o 2500 a.C. 4 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Fotografía del sarcófago de Hagia Triada donde se pueden apreciar varias personas tocando la lira La cítara es, finalmente, el tercero de este pequeño grupo de instrumentos que suponemos como antecesores del piano. De la cítara también se dice que es uno de los instrumentos más antiguos de la humanidad, llegando sus raíces históricas hasta la Edad de Bronce, aproximadamente hacia el año 3000 a.C. La cítara se constituía como una cuerda o conjunto de cuerdas tensadas entre dos puentes, pudiendo ser las cuerdas pulsadas o golpeadas. Utilicemos un poco nuestra imaginación y tratemos de pensar en un instrumento musical que sea como una gran lira, como una gran arpa, o como una gran cítara, que contenga una gran cantidad de cuerdas que, en lugar de ser puestas a vibrar por las uñas de los dedos o por algún elemento punzante, sean puestas a vibrar mediante la percusión de un pequeño martillo sobre las mismas. Si colocamos todo eso dentro de un mueble fijo y estático, el instrumento imaginado será bastante similar a un piano. En función de esto se puede lograr comprender la influencia que los instrumentos antiguos mencionados han tenido en el desarrollo conceptual y evolutivo posterior del piano y, si bien, no puede saberse de qué manera ha influido cada uno de ellos, sí podemos vislumbrar en los mismos ciertas semillas conceptuales que luego van a germinar para culminar dando con el piano, previo paso por otros instrumentos que le anteceden. 5 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Monocordio Un instrumento posterior a los ya mencionados, aunque con ligeras variaciones, fue el Monocordio. De un concepto similar a la cítara, su construcción se basaba en la colocación de una sola cuerda (de allí su nombre: Mono: una, Cordio: cuerda) considerablemente más larga que las de la lira y el arpa, vibrando sobre una pequeña caja de resonancia construida de madera. Sobre este instrumento fue que los pitagóricos, la famosa escuela de filosofía griega de la que in extenso hablaremos luego, realizaron sus estudios sobre las relaciones entre los intervalos musicales y la longitud de las cuerdas, entre otros estudios. Salterio El siguiente paso evolutivo lo constituyó el Salterio, un instrumento construido sobre los principios del arpa pero con una forma trapezoidal en función de las distintas longitudes de sus cuerdas. Poseía una rudimentaria tabla armónica y pequeños puentes tonales. Estos dos elementos van a tener una importancia muy grande en la configuración del sonido del piano. La forma trapezoidal del Salterio es la que más tarde se hace presente en el diseño de los primeros Harpiscordios. 6 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Dulcimer Una variación del salterio la encontramos en el Dulcimer el cual, siguiendo básicamente los mismos principios de construcción que el salterio, estaba pensado para que sus cuerdas no sean tocadas con las manos o con algún elemento punzante sino para que sean percutidas mediante unos palillos de madera, análogos, de alguna manera, a los posteriores martillos de los pianos. El piano tal cual lo conocemos hoy en día se basa, entonces, en la integración de los principios conceptuales de construcción de los instrumentos antiguos mencionados, pero siendo diferente en el modo en que las cuerdas eran percutidas en el Dulcimer, que no ya con las manos sino con un accesorio intermedio, lo cual en el piano se realiza mediante martillos, los cuales son la culminación dinámica de un complejo mecanismo que comienza en las teclas. Se debe tener presente que los elementos conceptuales provenientes de los instrumentos antiguos que han influido en la construcción del piano, han ido variando de forma, tamaño y materiales de construcción, y han ido mutando a elementos más complejos y eficientes. Estos elementos se pueden resumir en los siguientes: un bastidor o marco, un esqueleto o estructura, unos puentes sobre los que se tensaban las cuerdas, y un variado número de cuerdas tensadas a través de los mismos que vibran a una determinada altura de una tabla o caja que se ocupa de amplificar su sonido. En los instrumentos más antiguos, salvo en el Dulcimer, estas cuerdas, afinadas convenientemente y de muy distintas maneras a lo largo de la historia y de las regiones geográficas, eran tocadas, como dijimos, con los dedos. Antecesores inmediatos del piano La idea de interponer algún tipo de artefacto mecánico entre las cuerdas y los dedos, de tal modo que aquellas no tengan ya que tocarse directamente con estos o con algún accesorio, no es tan antigua y conforma uno de los últimos pasos en la evolución del piano. Se supone que los primeros intentos en este sentido tuvieron lugar alrededor de los siglos XII y XIII. 7 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Clavicordio Entre estos instrumentos encontramos al Clavicordio, un instrumento en el cual las cuerdas eran puestas a vibrar mediante una pieza metálica llamada “tangente” o “brazo”. Dicha pieza tenía una forma similar a la de un destornillador plano. La misma se apoyaba –no golpeaba– sobre las cuerdas y se quedaba en contacto con las mismas durante la producción del sonido. Brazo o tangente del Clavicordio apoyada sobre las cuerdas 8 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com El Harpiscordio, en cambio, enganchaba las cuerdas con una especie de clavo o aguja. Este clavo o aguja era puesto en movimiento desde un teclado accionado por los dedos. Dicho teclado, mediante sistemas más o menos complejos de piezas de madera o metal, resortes y paños, transmitía su movimiento al clavo o aguja. Este último “enganchaba” la cuerda y la liberaba inmediatamente poniéndola a vibrar. Su mecanismo permitía una muy rudimentaria variación sonora del volumen de cada nota, según con qué fuerza se presionaran las teclas. En el esquema precedente se pueden apreciar claramente los cuatro pasos de llevan al accionamiento del mecanismo de los instrumentos de la familia del Harpiscordio, los cuales se encuentran indicados con las letras A, B, C y D. Los números indican las partes del mismo las cuales son: 1) Cabeza del apagador. 2) Paño del apagador. 3) Amortiguador. 4) Cuerda individual. 5) Plectro o púa. 6) Lengüeta. 7) Eje de la lengüeta. 8) Resorte de repetición. 9) Pulsador. 10) Rotación de la lengüeta. 9 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Harpiscordio Al Harpiscordio también se lo conoce con el nombre de Clavecín, Arpicémbalo, Clavicémbalo, Gravicémbalo o simplemente Clave. La diferencia que encontramos entre ambos, es decir, entre el Clavicordio y el Harpiscordio, es que en este último las cuerdas eran puestas a vibrar mediante un plectro o mediante la nervadura de plumas de aves y en el primero, como dijimos, por la “tangente” o “brazo”. Otra de las diferencias que poseía con el Clavicordio era que usualmente tenía dos teclados, uno encima de otro, aunque los había también de un solo teclado. Su mecanismo no permitía variar la intensidad del sonido en función de que tan fuerte se presionara la tecla, a diferencia del Clavicordio en el cual era posible variar levemente la potencia del sonido, lo cual coloca al mecanismo de dicho instrumento mucho más cerca evolutivamente del posterior Piano-Forte. De este modo, en los años previos a la aparición del primer piano, se encuentran una gran cantidad de instrumentos de cuerdas y teclado, como los Clavicordios, los Harpiscordios, las Espinetas y los Virginales. 10 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com ¿Inventó Cristofori el piano? Es interesante notar, antes de avanzar en el siguiente tema con la “supuesta” invención del primer piano por el italiano Bartolomeo Cristofori, que algunos autores1 sostienen con importantes argumentos y razones, que el piano, o al menos sus elementos esenciales, ya se habían desarrollado antes de Cristofori. Analicemos dichas razones. Ante todo debemos mencionar que lo que distingue al piano del resto de sus predecesores es el hecho de que el piano percute las cuerdas con una especie de martillo. En esto se diferencia de sus predecesores inmediatos, entre los cuales debemos notar al clavicordio que tocaba las cuerdas con una tangente metálica, y dicha tangente se mantenía apoyada contra las cuerdas en la medida en que la tecla estaba presionada y, por ende, mientras se estaba generando el sonido. El Harpiscordio, en cambio, enganchaba las cuerdas con un clavo o aguja. Así, entonces, tenemos tres tipos de instrumentos: por un lado la familia de los Clavicordios que poseían la tangente que se apoyaba en las cuerdas. Por otro lado la familia de los Harpiscordios que enganchaban las cuerdas y, finalmente, la familia de los pianos o Pianofortes, que percutían las cuerdas. Existe un interesante manuscrito escrito en 1440 por Henricus Arnaut de Zwolle que sostiene que instrumentos de las tres familias mencionadas, a saber, Clavicordios, Harpiscordios y Pianofortes, existían a principios del siglo XV. Sin embargo, por alguna razón que no queda clara, los Pianofortes, que, repetimos, su existencia se encuentra claramente indicada en el manuscrito citado de 1440, cayeron en desuso y casi se extinguieron. El texto de dicho manuscrito se encuentra en el apéndice segundo del presente texto para que el lector pueda sacar sus propias conclusiones al respecto. Arnaut fue físico, astrónomo y músico en la corte de Felipe el bueno en Dijon, actual Francia. Su documento refiere la existencia de un instrumento llamado Dulce Melos2, el cual podría haber sido en verdad el primer piano. El Dulce Melos Este nombre fue atribuido por Arnaut a un instrumento de teclado inspirado en el antiguo Dulcimer, cuyas teclas se percutían con unos martillos de mano, en el cual existía un muy rudimentario mecanismo que producía que los martillos golpearan las teclas. Aparentemente no ha sobrevivido ninguno de estos instrumentos, por lo cual Arnaut es casi la única fuente probatoria de su existencia. Según puede deducirse del manuscrito de Arnaut que citamos en al apéndice segundo, el Dulce Melos era un instrumento híbrido que incluía un mecanismo que era capaz de golpear las cuerdas. Dicho instrumento tenía veinte pares de cuerdas y una extensión de teclado aproximada de 1 2 Pollens, Stewart, The early pianoforte, Cambridge University Press, Gran Bretaña, 2009. Cfr., Op. Cit., (Pollens), Pág. 15. 11 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com tres octavas. Dicha extensión de cuerdas se lograba colocando puentes tonales debajo de cada grupo de cuerdas que conformaban una octava, cada uno de los cuales generaba longitudes útiles de vibración que tenían la mitad del segmento anterior. De este modo cada octava duplicaba la frecuencia de la anterior. Algunos historiadores sostienen que este instrumento fue una invención del propio Arnaut, mientras que otros no están tan seguros incluso de que se haya construido alguno, dado que el texto a veces habla en términos potenciales. Diciendo por ejemplo que “es posible construir”, de tal modo que no quedaría probado que el instrumento haya pasado de la fase de simplemente “posible” a la de “realmente existente”. Más allá del debate, la mayoría de los especialistas sostienen que dicho instrumento realmente existió. El texto de Arnaut provee la evidencia necesaria para sostener que el Dulce Melos habría sido el primer piano, de lo cual no puede deducirse que Cristofori lo habría conocido o que haya tomado conocimiento alguna vez de su existencia. Otros “Pianos” previos al de Cristofori Otros instrumentos que parecen tener las características de un piano y ser, a la vez, previos a la fecha oficial de su invento por Cristofori, son el instromento piano e’ forte citado por Hipolitto Cricca en 1576 y 1598 y el Spinettino de Bonafinis de 1585. Si Bartolomeo Cristofori sabía de la existencia o no de este tipo de instrumentos es algo que nunca se sabrá. Lo que sí puede sostenerse con cierta certeza es que el diálogo que las ideas humanas van teniendo entre sí a lo largo de los tiempos históricos, son diálogos en el cual los inventores van colocando sus voces y acentos particulares. Pero no es solo su voz la que se escucha, sino la de un coro. Cada generación humana va dialogando con su predecesora y, a través de dicho diálogo, va generándose un desarrollo y un crecimiento en las características del pensamiento humano mismo. Cada hombre no es una isla ni saca sus inventos de una galera mágica aunque a veces parezca así. Al contrario, vive inmerso en un mundo de ideas que temporalmente le precede, ideas con las cuales él tendrá que dialogar, inevitablemente dejarse influir, y, en todo caso, hacer su aporte: decir su palabra. El primer piano “oficial” Alrededor del año 1695, un italiano nacido en Padua llamado Bartolomeo Cristofori, comenzó a construir en Florencia un instrumento que, aunque básicamente era de una especie similar al Clavicordio y al Harpiscordio, intentaba combinar las ventajas particulares de cada uno, a la vez que evolucionaba desde los mismos hasta el punto de incluir en el diseño de su mecanismo un concepto revolucionario. Cristofori trabajaba 12 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com como constructor de instrumentos musicales en la corte del príncipe Ferdinando María de Medici, y fue allí donde desarrolló una innovación mecánica que dio a luz al piano, el cual inicialmente fue llamado “Arpicémbalo… di nuova inventione, che fa’ il piano, e il forte”3. Recordemos que “Arpicémbalo” significa harpiscordio. Piano de Bartolomeo Cristofori Puesto que tanto el Clavicordio como el Harpiscordio ponían a vibrar las cuerdas mediante algún tipo de púa o plectro, o mediante la tangente, las cuerdas comenzaban a vibrar siempre casi con el mismo volumen y tono, independientemente de cuan rápida o lentamente se presionaran las teclas. Se debe hacer notar la excepción mencionada del Clavicordio, que permitía una muy leve variación sonora. Además, en el instrumento desarrollado por Cristofori, el elemento que ponía las cuerdas a vibrar era una pieza de madera con la forma de un martillo, cuya cabeza estaba recubierta de cuero. Esto no producía ya un sonido metálico y estridente como en el Clavicordio y el Harpiscordio, sino un sonido mucho más dulce y sostenido. 3 Parakilas, James y otros, Piano roles. A new history of the piano, Yale University Press, 2002, Pág. 7. 13 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Mecanismo del piano de Cristofori Además, el mencionado martillo tenía un sistema rudimentario de escape mediante el cual era posible variar, tanto el volumen como así también el tono del sonido, en forma mucho más amplia de lo que rudimentariamente permitía el Clavicordio. Por ende, en este nuevo instrumento estaba notablemente aumentada la capacidad expresiva musical, ya que en él no era solamente posible producir un determinado sonido casi siempre al mismo volumen y tono, como se mencionó acerca de los dos instrumentos que anteceden al piano, sino que también era posible producir sonidos con más o menos volumen que otros, y producir una muy importante variación tonal. Y todo esto, claro está, era posible hacerlo desde el teclado, según como éste se tocara. Movimientos rápidos y bruscos de la tecla producían sonidos de gran volumen y brillantes; movimientos lentos y apaciguados producían sonidos de menor volumen y más dulces en cuanto al tono. Este fue entonces el primer piano que se construyó. El señor Bartolomeo Cristofori lo llamó, como dijimos, “Arpicémbalo… di nuova inventione, che fa’ il piano, e il forte”, nombre que no significaba nada más que el hacer referencia a lo que acabamos de decir como sus principales características: que el instrumento podía producir sonidos fuertes –forte– y suaves –piano–. Hoy en día utilizamos más comúnmente la palabra Piano para referirnos a este instrumento en su versión moderna. No se sabe con exactitud cuántos instrumentos de este tipo construyó Bartolomeo Cristofori. Solamente se conservan tres de ellos, el más antiguo de los cuales se conserva en el Museo Metropolitano de Arte de New York y data del año 1720. Desde los primeros pianos del italiano hasta los pianos actuales se han implementado muchas mejoras y avances, pero el concepto y la idea fundamental para su construcción continúan siendo los mismos. Se han optimizado sus materiales constructivos para lograr una mejor calidad de sonido, se ha aumentado paulatinamente el número de notas para ampliar la capacidad musical del instrumento y se ha mejorado el diseño para 14 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com lograr una mejor performance. Pero el concepto fundamental de Forte-Piano como un instrumento capaz de lograr sonidos fuertes y suaves con un timbre suave y dulce permanece sin cambios. La difusión del piano en sus primeros tiempos fue compleja, dado que construir un instrumento de estos no se asemejaba en nada a la concepción que hoy en día tenemos con respecto a la construcción de instrumentos musicales en general, y de pianos en particular. El piano era en aquella época el instrumento más difícil de construir, especialmente por la complejidad y cantidad de piezas de su mecanismo, que era todo de madera. Cada pieza de alta precisión del mismo, recordemos que por cada tecla había aproximadamente de veinte a treinta piezas distintas, debía hacerse a mano, lo cual llevaba gran cantidad de tiempo. Sumado a esto, la realización del mueble, que era casi una pieza de arte, junto con el resto de la estructura del piano, hacía que a veces se demora años en culminar un instrumento. Esto hizo que, si bien la noticia de su invención se conociera rápidamente, especialmente en algunas zonas de Italia y en muchos otros países de Europa, llevara bastante tiempo hasta que este tipo de instrumentos comenzaran a verse en diversas salas de conciertos. El origen del piano en su contexto histórico Si nos quedáramos con el relato precedente con respecto al origen del piano podríamos caer en la ilusión de que el contexto histórico y socio cultural en el cual estaba inmerso Bartolomeo Cristofori no influyó en dicho inventor, sino que el mismo, casi como de la nada, ideó la revolucionaria innovación que llevó del Arpicémbalo a secas, al Arpicémbalo… che fa´ il forte, e il piano. Si bien a veces eso sucede, y de hecho los inventores parecen sacar sus ideas inventivas casi de la nada, en general existe un cierto contexto de invención y desarrollo que favorece dichas invenciones. Las características de dicho contexto trataremos de analizar seguidamente. Usualmente, en primer lugar, suele haber un problema que se quiere solucionar, problema en el cual el inventor se encuentra metido. En el caso del piano, dicho problema era la falta de expresividad de los Harpiscordios con respecto a la voz humana y a otros instrumentos. Este tema puntual lo analizaremos en el apartado que sigue. Sin embargo, nos detendremos aquí en un punto: todo problema irresuelto en la conciencia de las personas conlleva a una crisis. Dicha crisis requiere de una solución novedosa para ser superada y dicha solución a veces parece salir de la nada. La solución simplemente se le ocurre al científico o inventor cuando medita y piensa, a veces en medio de la noche, sobre el problema que lo aqueja. El filósofo de la ciencia Thomas Kuhn lo expresó así: “En cambio, el nuevo paradigma o un indicio suficiente para permitir su articulación posterior, surge repentinamente, a veces en medio de la noche, en la 15 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com mente de un hombre sumergido profundamente en la crisis. Lo que es la naturaleza de esta etapa final –cómo inventa un individuo (o descubre que ha inventado) un modo nuevo de ordenar datos totalmente reunidos ya–, deberá permanecer inescrutable aquí y ese estado es posible que sea permanente.”4 El nuevo paradigma, al decir de nuestro autor, es la nueva idea o solución que al inventor se le ocurre. El cómo inventa una persona, cuál es la esencia última del inventar, es tema de muy difícil apreciación. Sin embargo, el contexto de un problema insoluble ante el cual se entra en crisis dispara en el inventor la nueva idea: el intento de solución. Otro filósofo de la ciencia, Karl Popper, expresa de este modo el misterio de la invención humana: “Sin embargo, mi opinión sobre el asunto –valga lo que valiere– es que no existe, en absoluto, un método lógico de tener nuevas ideas, ni una reconstrucción lógica de este proceso. Puede expresarse mi parecer diciendo que todo descubrimiento contiene “un elemento irracional” o “una intuición creadora” en el sentido de Bergson.”5 Por otro lado, y en cuanto a las condiciones en las que se encontraba nuestro autor, recordemos, además, algo que ya mencionamos: Cristofori trabajaba como constructor de instrumentos musicales para la corte del príncipe Ferdinando María de Medici del Gran Ducado de Toscana. Este dato en sí mismo es ya fuertemente iluminador, pues nuestro inventor se hallaba en una posición ideal para el desarrollo e implementación de nuevas ideas y soluciones, dado que el dinero y los recursos fluían hacia él con holgura. Además, tenía a su servicio numerosos ayudantes que disminuían sus cargas de trabajo manual. Las horas ahorradas a ese tipo de trabajos bien podía usarlas para idear nuevos instrumentos musicales o soluciones a los problemas que los mismos planteaban. En aquellos tiempos, si no se tenía fortuna personal o familiar, una de las pocas maneras que se tenía para acceder a recursos que financiaran la inventiva implicaba trabajar en las cortes reales. Como si esto fuera poco, no estaba al servicio de cualquier príncipe. Ferdinando María de Medici era, no solamente muy rico, sino que además amaba la música con especial predilección. Esto permitió que, luego de la invención del primer piano, Cristofori tuviera casi un ejército de personas trabajando para él en la construcción de pianos por varias décadas. Este hecho, por supuesto, favoreció la difusión del piano luego de ser inventado, aunque las exigencias de construir cada piano completamente a mano, exigencias que ya mencionamos, nunca pudieron 4 Kuhn, Thomas, La estructura de las revoluciones científicas, Fondo de cultura económica, México, 1971, Pág. 146. 5 Popper, Karl, La lógica de la investigación científica, Editorial Tecnos, 2da edición, Madrid, 2008, Pág. 39. 16 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com lograr que se fabricaran demasiadas unidades. De hecho, es estima que aun con tantas facilidades, Cristofori no podía fabricar más de un piano por año6. En cuanto al contexto comunicacional de la época, el mismo fue muy favorable dado que en aquellos tiempos la vida cultural de Europa se reflejaba insistentemente en todos los periódicos del continente. Esto favoreció la difusión informativa de la existencia del piano y permitió que diversas personas, además de comprarlos, se lanzaran a construir sus propias versiones. Este hecho se favoreció especialmente por el dedicado trabajo con que el mismo Cristofori describió su nuevo invento, descripción que en sí misma, por lo detallada y rigurosa, permitió a muchos otros artesanos comenzar a construir pianos. Pero, dado que era conciente que con solo una detallada descripción de su parte no era suficiente para que las características del invento se divulgaran todo lo que él anhelaba, se decidió a contratar a una persona experta en dichos trabajos de divulgación. Para lograr este cometido Cristofori encargó al periodista Scipione Maffei dicho trabajo, el cual lo realizó con sobrada eficacia. Maffei publicó la información sobre el piano en un famoso artículo de autoría propia en 1711 en una revista que estaba muy de moda entre las elites intelectuales de Italia: el Giornale de’ letterati d’Italia en Venecia 7 . Luego este artículo se republicó en varios otros sitios, incluyendo una traducción alemana en 1725 en la revista Critica musica. Esto último favoreció la construcción de pianos en Alemania que comenzaron a ver la luz a partir de 1930, especialmente de la mano de Gottfried Silbermann, quien en 1936 mostró el nuevo instrumento a Johann Sebastian Bach. La influencia de Maffei en la difusión del nuevo invento fue fundamental para su conocimiento en tierras lejanas. La mayoría de las cortes europeas comenzaron a encargar pianos, incluso al mismo Cristofori, como la corte de Lisboa en Portugal. El problema de la expresividad en los instrumentos de teclado Los instrumentos de teclado previos al piano no permitían la expresividad musical a través de la variación del volumen de las notas como sí lo permitían muchos otros instrumentos y, por supuesto, la voz humana. Esto colocaba a los instrumentos de teclado en cierta desventaja frente al resto de los instrumentos. El Clavicordio tenía un accesorio que, al ser accionado, permitía subir el volumen en ciertos pasajes, pero era muy tosco y no permitía una verdadera expresividad a través del teclado. Por ende, la demanda de la época previa al piano estaba orientada a darle a los Cémbalos o Harpiscordios la posibilidad de poder expresar a través de la fuerza aplicada a las teclas distintos volúmenes sonoros. Este es, precisamente, el problema que resolvió Cristofori, estando inmerso en una sociedad como la italiana especialmente 6 Cfr., Op. Cit., (Pollens), Pág. 88. Dada la importancia histórica de dicha publicación, reproducimos el artículo íntegro en el apéndice tercero de la presente obra. 7 17 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com susceptible a la expresividad musical. El primer piano permitió, y solo en eso consistió la novedad, aunque no fue poco, algo que hasta ese momento parecía imposible: que un Harpiscordio permitiera, a través de las distintas fuerzas aplicadas sobre las teclas por el músico, lograr sonidos de diferentes volúmenes, es decir, sonidos fuertes y suaves en diferentes matices. Esto colocó al naciente piano a la vanguardia de los instrumentos musicales, lo cual provocó en las décadas sucesivas que se transforme en el rey de los instrumentos musicales lo cual llevó que en el Siglo XIX casi todos los compositores tocaran o compusieran directamente en el piano. El amplio dominio del piano como instrumento musical provocó que los desarrollos de los sistemas de afinación que se hicieron para el mismo, y que tenían en cuenta el hecho de que era un instrumento de afinación fija, se transformen en un paradigma de afinación también para el resto de los instrumentos musicales, incluyendo a aquellos que no tenían sistemas de afinación fija. Este tema lo trataremos en detalle más adelante. Desde el piano de Cristofori hasta el piano contemporáneo Como recientemente mencionamos, el piano de Cristofori fue el primero en poseer un sistema de mecanismo con martillo que podía lograr tanto sonidos fuertes como suaves. Además, generaba un sonido dulce y sostenido, a diferencia del sonido corto y estridente tanto del Clavicordio como del Harpiscordio. Esto, en sí mismo, era verdaderamente revolucionario. En 1711, si resumimos brevemente lo que vinimos diciendo hasta ahora, Scipione Maffei, un periodista, dramaturgo y erudito italiano, describió por encargo uno de los primeros pianos de Cristofori simplemente como un “Gravicémbalo col piano e forte“, es decir, como un “Gravicémbalo que produce sonidos fuertes y suaves”. Maffei fue en parte uno de los responsables de que el piano se haya ido imponiendo en la sociedad de aquella época. En un famoso artículo suyo publicado en 1711, defiende al nuevo invento e invita a sus contemporáneos a darle un lugar de preponderancia. Hacia 1726, Cristofori introdujo un nuevo elemento en sus pianos, el sistema “una corda”, que permanece hasta nuestros días. Se basaba en la posibilidad de permitir al ejecutante, mediante un comando especial, que en los pianos contemporáneos de cola se acciona mediante un pedal, desplazar el mecanismo de tal modo que cada martillo golpee solamente sobre una cuerda, logrando de este modo un sonido muy suave. Recordemos que este sistema se contrapone a lo que habitualmente el martillo hace en su estado normal, que es golpear sobre dos o tres cuerdas. En los pianos modernos actuales, el sistema “una corda” se encuentra solamente disponible en los pianos de cola y permite, como ya se mencionó, que el martillo del piano golpee sobre solo una cuerda de cada grupo de tres o de dos. 18 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Las primeras composiciones específicas para pianos hacen su aparición en 1732. Son las famosas 12 sonatas para piano de Giustini, aclarando el mismo autor que eran para el “Cembalo di piano e forte, detto volgarmente di martelletti”. Juan Sebastián Bach toma contacto por primera vez con un piano hacia el año 1736. Dicho piano estaba construido por Gottfried Silbermann, quien construía pianos desde 1730. Este señor era un constructor de órganos de la ciudad de Freiberg, en Saxonia. Tomó contacto con el piano de Cristofori hacia finales de la década de 1720, a través del artículo original de Maffei traducido al alemán en la revista Critica musica que ya mencionamos, lo que lo inspiró a construir los suyos propios. Bach se puso en contacto con él y, no satisfecho del todo con la nueva invención, le pidió que alivianara el mecanismo del instrumento y que reforzara el volumen del sonido en las octavas superiores. Silbermann concretó el pedido aparentemente hacia el año 1747, lo que produjo que Bach se convirtiera en agente de ventas de dichos pianos. Por otro lado, se responsabiliza a Silbermann por haber sido quien favoreció la segunda oleada de popularización de piano, habiendo sido la primera la iniciada por la dupla Cristofori-Maffei. Al morir Cristofori en 1732, la primera oleada había llegado a su fin. Mecanismo Vienés de la escuela vienesa A partir del año 1760 el piano, que hasta ese momento había estado expandiéndose en círculos musicales reservados y exclusivos, como las cortes de los reyes y las audiciones de músicos importantes, comenzó a llegar al gran público a través de conciertos públicos en los que se los utilizaba. Son memorables conciertos realizados en Viena en 1763, en Londres en 1766 y en París en 1768. Desde el taller de Gottfried Silbermann se desarrollaron las famosas escuelas de construcción de pianos conocidas como la Escuela vienesa y la Escuela inglesa. Dos discípulos de Silbermann, llamados Johannes Zumpe y Americus Backers, emigraron a Londres donde desarrollaron un piano que poseía el mismo mecanismo que el de Cristofori, aunque con notables modificaciones. Este mecanismo evolucionado fue el más tarde se llamó “Mecanismo inglés” y en función del mismo se desarrolló la escuela inglesa de construcción de pianos. 19 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Mecanismo Inglés de la escuela inglesa Otro discípulo de Silbermann, llamado Johann Andreas Stein, tal vez el más notable de sus discípulos, realizó otras variantes al mecanismo original en Austria. Su mecanismo ha sido llamado “Prellmechanik” con escape, y su novedad era que el martillo se acostaba con la cabeza hacia el frente de la tecla, recostado sobre la misma. Este mecanismo fue el que más tarde se conoció como “Mecanismo Vienes” y dio lugar a la escuela vienesa de construcción de pianos. Otra innovación de Stein fue el sistema de apagadores controlados por un pedal, logrando levantar todo el conjunto de los mismos con solo presionarlo. Esta innovación ha llegado hasta los pianos actuales y ha permanecido como una de sus características más importantes. Entre los años 1760 a 1830 hubo una gran expansión en la construcción de pianos y en la publicación de música especialmente compuesta para piano. También se publicaron numerosas piezas para Harpiscordios adaptadas a las posibilidades del piano. En 1762 se produjo el primer concierto de piano en toda la historia, realizado por Henry Walsh en Dublin. El piano cuadrado, una variante especial del piano de cola, hizo su debut en 1776 por construcción de Sebastián Erard, aunque se cree que su inventor fue Johannes Zumpe de quien Erard copió el modelo. Algunos de estos pianos son posibles de ver aún hoy en día, a pesar de que hace muchas décadas que no se construyen. 20 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Piano Cuadrado En 1773 se publicaron las famosas sonatas para piano Opus 2 de Muzio Clementi, que intentaron utilizar al máximo los recursos del piano. En 1775 se construye el primer piano en los Estados Unidos de América en una fábrica instalada en Filadelfia. En 1795 se desarrolla en Londres en primer piano vertical. Su diseñador era William Stodart. Londres tendría una responsabilidad importantísima en la difusión del piano. En 1808 Sebastián Erard, un diseñador de pianos Francés de origen alemán que recientemente mencionamos, patenta su famoso mecanismo de simple repetición y presenta el “agrafe”, un artefacto que permitía permanecer a las cuerdas en su exacto lugar luego del golpe de martillo. En 1810 Sebastián diseña el mecanismo de pedales tal como llega hasta nuestros días. En 1822 introduce su mecanismo de doble repetición que permitía una gran velocidad de repetición entre sus teclas. Esta patente sería luego comprada por Steinway para incorporarla a sus pianos. Actualmente, todos los mecanismos de los pianos de cola son de doble repetición. En el año 1828, Ignaz Bösendorfer funda su fábrica en Austria. Estos pianos se encuentran actualmente entre los más destacados del mundo. El año 1853 marca un hito en lo que se refiere a formación de fábricas de pianos que hoy son de renombre. El alemán Heinrich Steinweg emigra a los Estados Unidos de América y funda Steinway & Sons en New York. Steinweg, al llegar a Estados Unidos, modifica su apellido a Steinway para que suene más “agiornado” al estilo americano. Por esa época Julius Blüthner funda su fábrica en Leipzig y Carl Bechstein hace lo suyo en Berlín. En 1863 Steinway diseña y construye el piano vertical moderno con cuerdas cruzadas y una sola tabla armónica. En 1874 perfecciona el pedal Sostenuto, un curioso sistema 21 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com mediante el cual al presionarse un pedal, el sistema de apagadores quedaba levantado salvo en la notas del teclado que se habían presionado al momento de apretar el pedal. En ese mismo año Julius Blüthner patenta su famoso sistema “aliquot”, que incrementaba la resonancia de las cuerdas al introducir una cuarta cuerda adicional a cada grupo de tres, aunque más elevada. Esta cuerda no es percutida por el martillo sino que vibra por simpatía. En 1880 Steinway inaugura una sucursal en Hamburgo comenzando a pelear el mercado europeo con sus dos fuertes contrincantes: Bechstein y Blüthner. A partir de dicho año ya se puede hablar del piano contemporáneo, tal como lo conocemos hoy en día. Si bien encontramos desarrollos posteriores en diseño y estilo, estos no han sido de tal magnitud que hayan logrado cambiar considerablemente al instrumento. El impacto de la revolución industrial en la difusión del piano El piano tuvo sus orígenes en una época donde todo se realizaba artesanalmente. No existían los procesos automatizados que son tan comunes en nuestro tiempo, ni tampoco las líneas de producción en serie que caracterizan a nuestras fábricas. Por ende, construir un piano, no solamente llevaba mucho tiempo, sino que requería de la labor y mano de obra de mucha gente. Esto hacía, especialmente en los Siglos XVI y XVII, que los pianos fueran escasos y, por ende, económicamente caros, lo que los hacía prohibitivos para la mayoría de las personas. Recordemos que en la época de Cristofori, y aún durante algunas décadas posteriores a su muerte, los pianos solamente estaban disponibles en las cortes de los reyes y príncipes, y en las casas de personas muy acaudaladas o de músicos muy reconocidos. Fuera de esos ambientes el piano se encontraba ausente. Era una pieza musical de lujo solamente disponible para las elites. En los párrafos anteriores hemos visto que a partir de mediados del Siglo XVIII el piano comenzó a tener mayor difusión entre el gran público. También hemos explicado que se formaron numerosas fábricas de pianos que hicieron posible que el piano comience a estar cada vez más a la mano de la gente común. Lo que no hemos manifestado, y que queremos explicar ahora, es el contexto que hizo posible dicho cambio, que fue gradual, y que permitió una gran difusión del piano que facilitó su dominio por sobre el resto de los instrumentos musicales. Nos referimos a la revolución industrial. La revolución industrial se inicia primeramente en Inglaterra debido, entre otras razones, a que había ganado numerosas guerras y a que su propio territorio había sufrido pocas devastaciones por las mismas8. Además, dichos éxitos armamentísticos le permitió el control de los mares lo cual facilitó la colonización de ciertos territorios. De muchos de esos territorios prevenían materiales en bruto que requerían un 8 Cfr., Durant, Will and Ariel, The story of civilization, MJF Books, New York, 1967, Tomo 10, Pág. 669 ss. 22 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com procesamiento industrial para ser consumidos. Luego de iniciarse en Inglaterra, la revolución industrial fue paulatinamente trasladándose también hacia Europa continental. Dicha revolución abarcó un periodo aproximado que fue desde mediados del Siglo XVIII hasta fines del Siglo XIX. El periodo se caracterizó por haber ido reemplazando paulatinamente los trabajos manuales por los trabajos industriales y de manufactura en serie. Aparece la “máquina” como nuevo elemento de producción industrial, siendo la locomotora la máquina más destacada y paradigmática de la época. Sin embargo es importante mencionar también el importante desarrollo que tuvieron las maquinarias especialmente diseñadas para la produccion industrial dentro de las fábricas. La industria textil es la primera que recibe el beneficio de las primeras máquinas, las cuales estaban construidas por otro de los elementos importantes del periodo: el hierro. La proliferación de máquinas e invenciones relacionadas produjo una disminución notable en los costos de producción por cada unidad producida, lo cual facilitó el acceso del gran público a productos que anteriormente, por su elevado costo, no podían acceder. El piano fue uno de esos productos. Las fábricas de pianos comienzan paulatinamente a producir en forma industrializada y en serie dichos instrumentos, lo cual produjo que aumente la cantidad de pianos producidos y baje notablemente el precio por unidad. Esto facilitó notablemente la difusión del piano y fue decisivo para que en el Siglo XIX se transforme en un instrumento fácilmente asequible, lo que hizo que casi todos los compositores de dicho siglo sean pianistas o compusieran su música en el piano. En aquella época los sistemas económicos comenzaron a migrar desde los sindicatos altamente regulados hacia el libre mercado, donde los grandes capitales mundiales se invertían en fábricas e industrias muy diversas. La gran multiplicación de fábricas de pianos en todo el mundo, especialmente durante el Siglo XIX, tiene por esta a una de sus razones fundacionales. Otra de las características de la época que facilitó la difusión del piano fue la mejora en los sistemas de transporte. Nuevas rutas y carreteras, sumados al desarrollo de especiales barcos de carga, permitían transportar muchos pianos a lugares alejados del mundo por precios razonables. Un hecho que no puede dejar de mencionarse es que las nuevas fábricas requerían de personal cada vez más especializado, lo cual hacía que las personas tengan que aprender y educarse técnicamente. Esto hizo que dichas personas tengan salarios elevados, lo cual les permitía tener un nivel de vida que permitía que sus hijos puedan tomar clases de música, de piano, y, por supuesto, les permitía también poseer uno de dichos instrumentos. La difusión del piano no solamente requería que el mismo piano, es decir, el piano como instrumento musical se difunda, sino también que haya cada vez más personas que puedan tocar el piano. La revolución industrial permitió esto también, dado que la gran cantidad de personas que trabajaban en las industrias tenían un poder adquisitivo comparativamente mayor al de épocas previas, lo cual les permitía educar 23 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com muchas veces a todos sus hijos en música y otros temas culturales, lo cual produjo que muchas personas se volcaran a tocar el piano. La revolución industrial hizo que, no ya los músicos profesionales pudieran tocar y tener un piano, sino también que casi cualquier persona con una condición socio-económica normal pudiera hacerlo. Cientos de miles de personas en todo el mundo se volcaron al aprendizaje del piano y, por ende, a la compra de los instrumentos que las nacientes fábricas de pianos producían en serie. El siglo dorado del piano había comenzado. 24 © 2015 Hugo J. Landolfi – Todos los derechos reservados Escuela de Tecnología Pianística de Buenos Aires www.tecnopiano.com Bibliografía Barbour, Murray J., Tuning and temperament. A historical survey, Editorial Dover Publications Inc., New York, 2004. Benade, Arthur, Fundamental of musical acoustics, Dover Publications Inc., New York, 1990 Duffin, Ross W., How equal temperament ruined harmony (and why you should care), Editorial W. W. Norton & Company, New York, 2007. Fraile, Guillermo, Historia de la filosofía, Editorial BAC, Madrid, 2005. Gadamer, Hans-Georg, Verdad y método, Ediciones Sígueme, Salamanca, 2007. Goldáraz Gaínza, J. Javier, Afinación y temperamentos históricos, Alianza Editorial, Madrid, 2010. 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