Subido por Gerardo Razura

Mecánica de Suelos: Suelos Expansivos.

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TAREA ACERCA DE LOS
SUELOS EXPANSIVOS
Vías Terrestres
17 DE NOVIEMBRE DE 2018
GERARDO RAZURA NAVARRO
FACULTAD DE INGENIERÍA, UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO
1. Naturaleza Y Origen De Los Suelos
Los suelos son conjuntos de partículas minerales producto de la desintegración mecánica o
de la desintegración química de rocas preexistentes. En los suelos se distinguen tres fases
constitutivas:
1. Fase Sólida: partículas minerales,
2. Fase Líquida: agua generalmente, y
3. Fase Gaseosa: aire generalmente.
El conjunto de partículas minerales posee una organización definida de propiedades que
varían vectorialmente. En el aspecto de distribución de presiones, se posibilita que la
presencia de agua sea continua dado que, debido a la misma organización de partículas, y al
conocimiento base de que el agua está presente en todos y cada uno de los existentes suelos,
en mayor o menor proporción. A su vez, el agua no ocupa huecos aislados sin
intercomunicación dentro de un cuerpo de suelo, sino que el agua forma una masa continua
que contiene al mineral en su seno.
2. Características Y Estructuración De Las Partículas Minerales
La forma de las partículas minerales de un suelo es de vital importancia acorde a su
comportamiento mecánico. En los suelos gruesos, la forma característica es la
equidimensional, en la que las tres dimensiones de la partícula son comparables. Ésto es
debido a que, en los granos gruesos de los suelos gruesos, las fuerzas de gravitación
predominan notablemente sobre cualesquiera otras que pudieran ejercerse entre las
partículas; es por ello que todas las partículas tienen un comportamiento similar.
En los suelos finos, la forma de los componentes tiende a ser a ser aplastada, por lo que los
minerales de arcilla adoptan en general la forma laminar en que dos dimensiones son
incomparablemente grandes que la tercera. Así, en los suelos finos se ejerce una acción muy
importante de fuerzas diferente a la gravitacional, por efecto de la relación entre el área
superficial y el peso de sus partículas, donde cobra mucha significancia la fuerza
electromagnética.
3. Minerales Constitutivos De Las Arcillas
Partiendo de los numerosos minerales, donde predominan los silicatos, los agentes de
descomposición química llegan a un producto final: la arcilla. Las arcillas están conformadas
principalmente por silicatos de aluminio hidratado, y además, en algunas ocasiones, silicatos
de magnesio, hierro u otros metales, también hidratados. Dichos minerales tienen una
estructura cristalina definida en la mayoría de las ocasiones, cuyos átomos se disponen en
láminas: la silícica y la alumínica son las dos variedades de dichas láminas. Acorde a la
estructura reticular de las láminas, los minerales de arcilla se clasifican en tres grandes
grupos:
a) Caolinitas,
b) Ilitas, y
c) Montmorilonitas.
Las caolinitas se conforman por una lámina silícica y otra alumínica que se superponen
indefinidamente. La unión entre todas las retículas es lo suficientemente firme para no
permitir la penetración de moléculas de agua entre ellas, por lo cual las caolinitas se
caracterizan por ser relativamente estables en presencia de arcillas.
Las ilitas están estructuradas en semejanza a las montmorilonitas, una lámina alumínica entre
dos láminas silícicas superpuestas indefinidamente con unión débil donde las partículas de
agua se introducen con facilidad; pero la constitución interna de las ilitas tiende a formar
grumos de materia, que reducen el área expuesta al agua por unidad de volumen, con una
expansión ligera y una estabilidad media.
Las montmorilonitas, de estructura laminar igual a la de las caolinitas, presentan una unión
entre sus retículas muy débil, por lo que las moléculas de agua se introducen al interior de la
estructura reticular con demasiada facilidad. Ésto se resume en un incremento del volumen
de los cristales, es decir, una expansión macrofísica del suelo arcilloso; estas arcillas son los
suelos expansivos. Por lo tanto, las montmorilonitas presentan una gran inestabilidad, y por
desfortuna, son el grupo de arcillas que con mayor frecuencia se encuentra el ingeniero en
sus trabajos de campo.
4. Factores De Influencia En Un Suelo Expansivo
Primordialmente, un suelo expansivo recae mayoritariamente en lo que es su naturaleza
estructural o composición mineralógica, lo cual fue descrito en el segundo y tercer párrafo
del presente texto.
En consiguiente, la humedad inicial del suelo es otro factor de influencia, ya que el
catalizador del fenómeno de la expansión es la variación en el contenido de humedad del
suelo. Por más montmorilonita que esté compuesta una arcilla, si no hay variación en el
contenido de humedad del suelo, no habrá cambios volumétricos.
Otro factor de influencia es la densidad o peso específico del suelo expansivo, ya que en
correlación con el ensayo de penetración estándar, se denota que a resultados inferiores al
15%, el suelo posee una densidad baja así como un riesgo expansivo bajo; y por el lado
opuesto, a valores mayores al 15% arrojados por el ensayo, indican un suelo con un riesgo
expansivo alto.
5. Identificadores Para Un Suelo Expansivo
Las principales formas para identificar un suelo potencialmente expansivo son:
a) Identificación mineralógica: dentro de este modo de identificación, se encuentran
varias pruebas de laboratorio, como difracción por rayos X, análisis térmico
diferencial, análisis de absorción de colorantes, análisis químicos y análisis por
microscopio electrónico. es el mineral preponderantemente expansivo. La presencia
de cargas eléctricas negativas en la superficie de los minerales arcillosos, así como la
capacidad de intercambio catiónico resultan fundamentales para la magnitud de la
expansión. Los ensayos de identificación mineralógica resultan muy usados en
trabajos de investigación científica, pero resultan poco prácticos y antieconómicos
para la práctica usual en ingeniería, dado que se requiere equipamiento y personal
especializado. Es por este motivo que no se extiende en su desarrollo.
b) Determinación de propiedades básicas del suelo: las propiedades básicas a medir
en una arcilla para identificar su potencial de expansión son los límites de Atterberg,
o en otras palabras, el límite líquido, el límite plástico, el índice plástico, el límite de
contracción y la contracción lineal del suelo. Este método tiene la ventaja de que las
previas pruebas de laboratorio son sencillas y que no se necesita ningún equipamiento
complejo, no obstante, los resultados calculados se interpretan como valores que
definen la potencialidad expansiva de una arcilla, y no así su minerología para
establecer si se trata de una caolinita, una ilita o una montmorolinita.
c) Métodos indirectos: Estos métodos consisten en predecir el potencial expansivo del
suelo de una forma cualitativa, en base a medidas directas de la expansión del suelo
sobre muestras remoldeadas compactadas en condiciones prefijadas de humedad y
densidad. Los métodos más utilizados son el de Ladd y Lambe auspiciado por la
Federal Housing Administration y el método de PVC o método de la medida del
cambio volumétrico.
d) Métodos directos: Estos métodos consisten en medir la expansión del suelo al
saturarlo bajo diferentes condiciones de carga, graficándose las variaciones de
hinchamiento para diferentes presiones aplicadas. Es universalmente aceptado que
los dos parámetros que definen el potencial de hinchamiento son el hinchamiento
libre y la presión de hinchamiento, los cuales constan en definir el porcentaje máximo
de la elevación máxima para una presión nula en relación con la longitud inicial del
recipiente que contenga el suelo y en la presión requerida sobre un suelo que
previamente se pone en contacto con agua para que aquél mantenga su volumen
constante inicial dentro del recipiente en el que se contenga; respectivamente.
6. Daños Típicos Consecuencia De Los Suelos Expansivos
Como se mencionó anteriormente, los suelos expansivos, es decir, las arcillas
montmorilonitas, son aquellos que se expanden con la humedad y se contraen al secarse. Los
cambios de volumen pueden afectar de manera muy negativa a las cimentaciones y a las
obras anexas, si éstas no han sido diseñadas para soportar tales deformaciones del terreno o
para quedar al margen de sus efectos. Los suelos expansivos están considerados como
terrenos completamente desfavorables y no solamente pueden producir fenómenos de
hinchamiento sino también una retracción al sufrir desecación.
Los problemas constructivos derivados de la expansión o retracción de un suelo expansivo
se concentran principalmente en los elementos o capas inferiores que actúan como
cimentación, ya sea en las zapatas de una edificación o en la terracería de un pavimento. Los
efectos más comunes son agrietamientos verticales e inclinados en ambos sentidos, fisuración
y rotura en elementos estructurales, rotura de la cimentación, fallas en pavimentos por
capacidad alterada de carga, hundimientos bruscos y destructivos en terraplenes, bufamientos
del terreno natural y rotura en conducciones de instalaciones.
7. Estabilización De Suelos Expansivos:
Es bastante claro que el terreno de cimentación suele ser suficientemente bueno, tanto en lo
que refiere a resistencia como a compresibilidad, para soportar a las vías terrestres en
condiciones normales, pues las presiones a él comunicadas son relativamente bajas y la
estructura del terraplén suele adaptarse muy bien a pequeños movimientos que puedan
producirse. Las técnicas de mejora del suelo se pueden colocar en dos categorías principales:
la estabilización química y la estabilización mecánica.
La estabilización química implica la aplicación de aditivos químicos para mejorar el
comportamiento de los suelos. Se utiliza para mejorar la manejabilidad del suelo, haciendo
el material más fácil de usar como material de construcción. También se usa para reducir la
plasticidad y el potencial de expansión-contracción. La estabilización química se divide en
general mediante el uso de cal, de cemento y de cenizas volantes.
En resumen, la adición de cal a los suelos arcillosos da lugar a dos reacciones químicas
puzolánicas, éstas son de intercambio catiónico y de floculación y aglomeración; mientras
que la estabilización con cemento se considera eficaz en suelos arcillosos con límite líquido
inferior a aproximadamente 50% e índice de plasticidad inferior a aproximadamente 25%.
La estabilización mecánica implica metodologías que mejoran las propiedades de ingeniería
de los suelos seleccionados sin la adición de agentes u otras energías de unión de partículas.
En otras palabras, no hay efectos químicos o de unión incluidos en esta metodología. Las
acciones mecánicas más empleadas son las vibroflotaciones, voladura o blasting, la
compactación dinámica, la compactación estática, consolidación o precarga y drenes de
arena.
En resumen, la vibroflotación es una técnica para densificar las capas gruesas de depósitos
de suelos granulares sueltos por medio de una unidad vibratoria, donde el número de
idoneidad (SN) es una función del tamaño de grano, es decir, D50, D30 y D10. Cuanto menor
sea el valor de SN, mejor es la calificación de relleno. Por otro lado, la precompresión es una
técnica por la que el asentamiento de consolidación mayor de capas de arcilla se elimina
mediante la carga previa.
8. Bibliografía:
Eulalio Juárez Badillo & Alfonso Rico Rodríguez. (2005). Mecánica de suelos, tomo I.
México, D.F., Limusa.
Braja M. Das. (2015). Fundamentos de ingeniería geotécnica. México, D.F.: Cengage
Learning.
Alfonso Rico Rodríguez y Hermilo Del Castillo. (1976). La ingeniería de suelos en las vías
terrestres, Volumen I. México, D.F.: Limusa.
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