GRA_Monografia

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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN Y BIENESTAR SOCIAL
CENTRO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS DE BAJA CALIFORNIA
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
ASIGNATURA:
Economía de la Educación
CATEDRÁTICO:
Tienda Pacheco María Luisa
TEMA DE INVESTIGACIÓN:
El financiamiento de la educación publica
NOMBRE DEL ALUMNO:
Rodriguez Ávila German
MEXICALI, B.C., 12 DE OCTUBRE DEL 2015.
ii
Abstract
Este trabajo expone una introducción y aportaciones sobre el financiamiento de la educación
pública en los países de américa latina, enfocándose en la educación en México, dejándonos
ver la situación económica del país, así mismo poder compararla con las de otros países, y así
poder analizar algunos de los principales problemas relacionados con el financiamiento de la
educación en México
Palabras Clave: Financiamiento de la educación
iii
Introducción
En México, durante las últimas décadas del gasto público en educación ha crecido de forma
consistente. Entre 1990 y 2010, el monto de este rubro del gasto casi se triplico al pasar, en
términos reales, de 232 mil 439 millones de pesos a 696 mil 119 millones (PEF, 2011). Se
muestra un panorama general de la situación económica del país, basado en tres tipos de
indicadores: Producto Interno Bruto el PIB, que es la unidad de análisis macroeconómico
convencional, pero no es la única. Este documento explora el financiamiento educativo en
México, así como los gastos que realizan el gobierno y los particulares en este rubro. En
general, se muestra, se ofrece un panorama del financiamiento educativo.
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Tabla de contenidos
Contenido
Capítulo 1.................................................................................................................................. 5
Los gastos en educación ....................................................................................................... 5
1.1 los gastos en educación ¿consumo o inversión? ........................................................... 6
1.2 El financiamiento de la educación ................................................................................ 7
Capítulo 2.................................................................................................................................. 9
2.1 Financiamiento de la educación básica en México ...................................................... 9
2.2 El financiamiento público de la educación básica ..................................................... 10
2.3 El gasto federal ............................................................................................................. 12
2.4 El financiamiento de la educación superior en México ............................................ 13
2.5 El gasto público en educación superior comparado con otros países ...................... 15
Conclusión .............................................................................................................................. 16
Propuesta: ............................................................................................................................... 16
Bibliografía ............................................................................................................................. 17
5
Capítulo 1
Los gastos en educación
Además de sus funciones y efectos globales y específicos, el gasto público ha sido uno de los
principales mecanismos para evitar situaciones de miseria, pero durante los procesos de ajuste
perdió gran parte de esa función. En ello incidieron sobre todo dos factores, por una parte, para
lograr el equilibrio fiscal global, se actuó sobre la reducción del gasto público no financiero en
mucha mayor medida que el aumento de la recaudación y en segundo lugar se privilegió el
pago de intereses de la deuda externa se hizo mayor aun por la supresión de ciertos subsidios
de ciertos subsidios, en especial los alimentos.
Países seleccionados de América Latina: gastos del gobierno central 1980-1992 (en porcentaje
del total de gastos).
6
Este panorama general se advierte en el análisis por países por principales rubros del gasto
público. El cuadro muestra con claridad el crecimiento de los pagos por intereses, frente a la
disminución de las asignaciones a educación, salud y servicios económicos. Así, en los países
considerados, el porcentaje de los gastos totales del gobierno destinados a la educación es
menor en 1992 que en 1980, y con respecto a los pagos por intereses, en los dos mayores países
de América Latina el aumento es exorbitante: en Brasil se elevó del 32% al 42% del gasto total
y en México del 27% al 65%.
1.1 los gastos en educación ¿consumo o inversión?
El reconocimiento de la necesidad de realizar gastos en educación esta fuera de discusión.
Ante, todo, la mejor formación de cada ser humano es un bien en si mismo, además, es
ingrediente fundamental en la promoción del desarrollo económico y social de los países,
aunque la educación no debe reducirse a la dimensión económica ni a la utilidad social de corto
plazo “Si es legítimo y aun deseable que los poderes públicos, los empleadores, las
colectividades territoriales y también los usuarios, padres o adolecentes, capacidad para
expresarse, debe ambicionar la formación de caracteres y de ciudadanos ” 12
Es obvia la influencia de la educación en el crecimiento económico. En un estudio acerca de
los factores determinantes del producto interno bruto referido a 58 países en el periodo 19601985, se afirma que un año más de estudios por encima del promedio puede traducirse en un
aumento del producto interno bruto de 3%. 13. En otro estudio se señala que si se eleva el nivel
educacional de la población activa hasta la instrucción primaria completa, se producirán
7
aumentos del PIB, que variaran según la cobertura educativa, asi, en Costa Rica, Uruguay y
Argentina iran del 1.2% al 2.4%, en Colombia y Venezuela del 3.7% al 4 , y en Brazil al 17.1%.
Con respecto a la rentabilidad de la educación, se ha señalado que las inversiones son más
rentables en la enseñanza primaria, seguida por la secundaria y la terciaria; que los
rendimientos son mucho más altos en los países más pobres, que como las subvenciones son
elevadas en la mayor parte de los países, las tasas privadas de rentabilidad son más elevadas
que las sociales, sobre todo en el nivel universitario, y que en los países de quienes se dispone
de series cronológicas, la rentabilidad de la educación ha permanecido relativamente estable
en el tiempo.
1.2 El financiamiento de la educación
El financiamiento de la educación debe considerarse, en primer lugar, como parte integrante
de la política fiscal general, y en segundo término, como un financiamiento en si mismo, con
sus modalidades específicas.
La mayor parte de los costos de la enseñanza es financiada por el Estado con cargo a rentas
generales, es decir, por partidas previstas en el presupuesto nacional o en los provinciales o en
los de los países federales. El subsidio público, definido como la asignación estatal menos los
aranceles pagados por los estudiantes, salvo excepciones, supera el 90% en los países de
América Latina. (Véase en el cuadro 1 ).
Los beneficios que se derivan de este subsidio (o servicio público) varían para cada grupo
social según su acceso a cada grado de enseñanza: los grupos de menores ingresos aprovechan
más la enseñanza primaria gratuita, y de los altos ingresos la universitaria. Se advierte también
la estructura social de cada país: como en los países más desarrollados, con una fuerte clase
media, existe un amplio acceso a la universitaria para este grupo, y como en los países menos
8
desarrollados el mayor porcentaje de quienes cursan la universidad corresponde al 20% de
mayores ingresos.
Cuadro 1:
Indicia del gasto público en educación según nivel de enseñanza y nivel de ingreso en países
seleccionados (en porcentajes).
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Capítulo 2
2.1 Financiamiento de la educación básica en México
En los pasados dos sexenios la tasa de crecimiento medio anual (TCMA) del producto Interno
Bruto (PIB) fue de 4.5 y 2.3 por ciento, respectivamente, en el cual, que culmina en diciembre
de este año, se estima una (TCMA) de 1.3 por ciento
El PIB es la unidad de análisis macroeconómico convencional, pero no es la única. En los
siguientes párrafos se analizaron otros indicadores importantes para medir el desarrollo
económico.
Entre 1970 y 1976 el valor del salario mínimo real creció 22 por ciento (de 180 a 232 pesos).
De 1976 en adelante el poder adquisitivo del peso disminuyo 74 por ciento, un peso o un salario
mínimo real de ese año valía tres veces más que uno de 2012
Por su parte, la distribución factorial de ingreso, la parte de ingreso nacional disponible (IND)
que se quedan los trabajadores (vía sueldos y salarios). En 1976, los trabajadores se apropiaran
de 43.5 por ciento del IND, en 2010, ese porcentaje se contrajo hasta 27.7 por ciento.
Desde la perspectiva de la distribución familiar de ingreso, en 2010 los hogares con más altos
ingresos superaron 18 veces a los de más bajos ingresos. El 20 por ciento de los hogares más
pobres se apropió de 5.0 por ciento del ingreso total, en cambio, el 20 por ciento más rico se
adueñó de 50.1 por ciento de total de la riqueza.
Los hogares más pobres (decil I) destinaron a educación y esparcimiento 5.4 por ciento de su
ingreso monetario, casi la mitad de sus ingresos monetarios lo destinaron a alimentación,
bebidas y tabaco (49.9%). Las familias más ricas (decil X) destinaron a educación y
esparcimiento 19.5 puntos porcentuales.
Además, el mercado laboral, entre 2000 y 2010, el saldo de nuevos empleos fue de 2 millones
100 mil empleos, un promedio de 2010 mil anuales, muy por debajo del millón de nuevos
empleos que el país requiere para satisfacer la demanda laboral anual de la población que se va
incorporando a este mercado.
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Finalmente, la principal función económica del Estado es la redistribución del ingreso por
medio de prestaciones sociales, subsidios, etc., para intentar atenuar las fuertes diferencias
socioeconómicas resultado de los procesos productivos.
En ese sentido, cabe resaltar el nivel de la captación fiscal del país. Los ingresos fiscales como
proporción del PIB representaron 20.2 por ciento en 1980. En 2011 la captación fue de 22.8.
Hay que resaltar dos aspectos:
1. La alta dependencia que los ingresos públicos han tenido respecto de los ingresos
petroleros, en 2011 representaron 7.8 por ciento del PIB.
2. Estos recursos, como se explicara más adelante, propiciaron que las tasas impositivas
al ingreso o sobre la renta (ISR) a las empresas y personas de elevados ingresos se
mantuvieran prácticamente intactas, en un umbral muy inferior a su potencial, como se
verá adelante.
Con este trasfondo se pone en evidencia el estancamiento económico del país en los recientes
lustros, la progresiva concentración económica, la pérdida del poder adquisitivo de la moneda
y la insuficiencia en la creación de empleos para cubrir la demanda anual. Todos estos
indicadores repercuten negativamente en los núcleos familiares, en las trayectorias de vida de
cada uno de sus integrantes, así como en la baja capacidad de inversión pública y privada,
resultando de un mercado interno desarticulando por la escasa demanda.
2.2 El financiamiento público de la educación básica
El artículo 25 de la Ley General de Educación establece que:
El ejecutivo Federal y el gobierno de cada entidad federativa, con sujeción a las disposiciones
de ingresos y gasto público correspondientes que resultan aplicables, concurrirán al
financiamiento de la educación pública y de los servicios educativos. El monto anual que el
Estado-Federación, entidades federativas y municipios-destine al gasto en educación pública y
en los servicios educativos n podrá ser menor a 8 por ciento del producto interno bruto del país.
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En todos los años observados el gasto público en educación estuvo lejos de llegar al mandato
legal de 8 por ciento como proporción del PIB (imagen 1.1), su punto más bajo fue en 1995
(4.0%) y el más alto en 2009 y 2011 (5.4%). También, a lo largo de este periodo, se puede
apreciar que el gasto en educación básica ha significado alrededor de la mitad del gasto total
en educación.
Imagen 1.1
12
En cuanto a la concurrencia en el financiamiento educativo entre el gobierno federal y los
estatales, el artículo 25 dice a la letra:
El ejecutivo Federal y el gobierno de cada entidad federativa, con sujeción a las disposiciones
de ingresos y gasto público correspondiente que resulten aplicables, concurrirán al
financiamiento de la educación pública y de los servicios educativos.
El financiamiento público de la educación básica se divide en tres tipos: federal, estatal y
municipal. La mayor aportación es del gobierno federal, muy por debajo de este se encuentra
la contribución estatal y, muy por debajo, el gasto municipal, casi inexistente, pocos
ayuntamientos tienen la capacidad de invertir dinero en educación.
El gasto público en educación básica (grafica 6), tiene una tendencia irregular y decreciente.
Entre 2000 y 2011 cayó de 440 mil millones a 437 mil millones de pesos. La tendencia del
gasto federal fue similar (de 355 mmdp a 337 mmdp) y el gasto de las entidades federales
experimento un incremento real, al pasar de 85 mil millones a 100 mil millones de pesos, en
el mismo lapso. De cualquier forma, el gasto federal es mayor que el estatal, signando
negativamente la tendencia del gasto público total en educación básica.
2.3 El gasto federal
El grueso de los recursos financieros para la educación básica se transfiere a los estados y
municipios, por medio del fondo de aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB),
el fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos, en su vertiente destinada
a la infraestructura para Educación básica (FAM-IEB) y el fondo de Aportaciones para la
educación Tecnológica y de Adultos, en su vertiente destinada a educación para adultos
(FAETA-EA). El primero es un fondo que prácticamente en su totalidad se destina a gasto
corriente, es decir, al pago de nómina de los trabajadores de la educación (docentes, directores,
supervisores, administrativos, técnicos, y demás); sus prestaciones laborales, la adquisición de
algunos bienes y servicios y otros gastos de consumo necesarios para las funciones educativas,
el segundo es un fondo cuyos recursos se invierten en la construcción o compra de bienes
inmuebles, el mantenimiento y equipamiento de los centros educativos (preescolar, primaria,
y secundaria) y algunas otras inversiones, conocidos como gasto en capital, y el tercero es un
13
fondo para atender el rezago educativo básica y analfabetismo en la población que
normativamente ya no puede cúrsalos de forma escolarizada.
Existen otros recursos financieros para la educación básica que son ejercidos de forma
centralizada por la SEP, y otros por la administración Federal de Servicios Educativos del
Distrito Federal (AFSEDF o Ramo general 25), órgano desconcentrado que opera a la
educación básica en la capital del país. La suma de estos cinco rubros totaliza el gato federal
en educación básica.
2.4 El financiamiento de la educación superior en México
En la última década el gasto en educación superior ha disminuido considerablemente respecto
al gasto en educación básica. En el año de 1995 el gasto público en educación superior fue
equivalente al 34% del gasto en educación básica y para el año 2004 represento un 28.35%.
Hasta mediados de los años ochenta el criterio de distribución del financiamiento para las
universidades públicas se basaba en la matricula. A partir de la década de los noventa se
implementaron políticas y medidas que comenzaron a instrumentarse enfatizando los controles
de calidad y eficiencia para acceder a nuevas formas de financiamiento.
En la composición del subsidio ordinario a las instituciones de Educación Superior públicas
(IES) los recursos federales representan la mayor parte con respecto al monto que aportan los
gobiernos estatales. Así, por cada diez pesos, aproximadamente 8 provienen del gobierno
federal y 2 de los gobiernos estatales.
En cuanto al subsidio por alumno, ningún subsistema de las IES Públicas alcanza el nivel de
subsidio por alumno otorgado a las Universidades públicas Federales, que para el ciclo 20032004 fue de 79.19 millones de pesos, lo que equivale a 2.2 veces respecto al subsidio por
alumno que reciben las Universidades Públicas Estatales, 2.5 veces de las Universidades
Públicas Estatales con apoyo solidario y 2.5 veces de las Universidades Tecnológicas.
Analizando el subsidio federal a la educación superior para el año 2004, en relación con otros
aspectos financieros, tenemos que represento el 3.6% del gasto programable del sector público
y el 13.4% invertido con respecto al gasto total de la SEP. El subsidio total asignado a las IES
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públicas el año 2004 fue al 0.76% del PIB, compuesto con aportaciones de 0.6% del PIB de
recursos federales y 0.16% provenientes de los gobiernos estatales.
Uno de los retos para el financiamiento de la educación superior son los cambios demográficos
del siglo actual. Se prevé un considerable crecimiento en la demanda de educación superior
(18 a 24 años), que no comenzara su descenso hasta después del 2013, año en que alcanzará su
descenso hasta después del 2013, año en que alcanzara un máximo de 14.9 millones de personas
con edad potencial de cursar la educación superior, de manera que entre 2000 y 2013 la
demanda se incrementara un 6.9%.
Un indicador relevante respecto al gasto público en educación superior es el gasto por alumno.
Tomando como base el año de 1990 el gasto público por alumno (federal), presento una
tendencia ascendente hasta alcázar en 1997 un valor de 4.7 veces a la inversión por alumno en
1990. De 1998 a 2004 se incrementó esta inversión en 1.6 veces. Así, en el año 2004 la
inversión por alumno de educación superior fue de 43.8 miles de pesos, es decir, 9.5 veces la
misma inversión en el año de 1990 (Cuadro 2).
Cuadro 2
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2.5 El gasto público en educación superior comparado con otros países
En México la inversión pública en educación superior con respecto al PIB comparada con la
realizada por otros países miembros de la OCDE cuyo valor es del 1.0% en inversión pública
y de 0.3% de inversión privada. En países desarrollados como Estados Unidos la inversión
pública alcanzó un 0.92%, Canadá alcanzó el 1.6%, y Suecia el 1.48% (cuadro 3).
Cuadro 3
En este sentido, la educación superior de nuestro país se muestra en desventaja con otras
economías, México se encuentra ubicado en el lugar treinta de los países miembros de la OCDE
en cuanto al gasto por alumno en educación terciaria (con datos del año 2000), solo arriba de
los tres últimos lugares en la lista de este grupo de países que son: Turquía, Grecia y Polonia.
En el caso de los Estados Unidos, que ocupa el primer lugar en este indicador, gasta 4.34 veces
el gasto por alumno que hace México.
Según datos de la misma fuente, México con respecto a otros países latinoamericanos también
se encuentran en desventaja, como ejemplo, los casos de Brasil y Chile, que invierten 11,946
y 7,483 dólares por alumno respectivamente (OCDE, 2003).
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Conclusión
El bajo nivel de gasto absoluto, aunado a una serie de ineficiencias, hace que ciertas áreas
importantes del quehacer educativo se encuentran desatendidas y representan regazos, ante esta
problemática pienso que surgen demasiadas dudas sobre la eficiencia del gasto educativo.
Considero que uno de los principales problemas del financiamiento educativo actual es que se
dispone de pocos recursos para atender aspectos no-salariales. De hecho, casi todo el
presupuesto federal educativo se dirige a gasto corriente, 97% de total, es decir del gasto
educativo federal en 2010, se observa que 82.6% se destinó al pago de servicios personales, t
tan solo 0.4% de los recursos se dirigieron a inversión educativa.
Propuesta:

Que los representantes de los poderes del Estado asuman en su justa dimensión los
profundos rezagos educativos que hay en el país, los cuales no solo limitan la
posibilidad de alcanzar un mayor nivel de desarrollo social y económico, sino
también ponen al país en amplia desventaja en el ámbito internacional.

Es necesario impulsar una profunda reforma fiscal que permita ampliar los recursos
del Estado para invertir en educación y en los sectores que resulten estratégicos para
impulsar el desarrollo social y económico del país.
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Bibliografía
1.- Alfredo Eric Calcagno. (Mayo-Agosto 1997). Financiación de la Educación. Revista
eIberoamericana de Educación, 14, 14.
2.- INEGI, Comunicado 270/11, 11 de julio de 2011.
3.- Cifras del banco estadístico de la Secretaria del Trabajo y Prevención Social.
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