UNIDAD EDUCATIVA CRISTIANA “CANAÁN” ÁREA: FILOSOFIA CULTURA AYMARA BOLIVIANA Representantes: Claros Aguilar Maite Nicole Janco Chintari Kenny Anayeli Mamani Yavi John Vlady Martinez Veliz Lizeth Tocopa Acha Lynn Profesor Guía: David Gutiérrez Sarabia 08 de Agosto de 2019 COCHABAMBA - BOLIVIA INTRODUCCIÓN La concepción de la presente investigación se ha sostenido en la temática de la cultura aymara en Bolivia ha sido abordada en diferentes ocasiones, principalmente por sociólogos y antropólogos a lo largo de los últimos 30 años. Más tarde, estamos hablando de los últimos 10 años, fueron los psicólogos sociales los que empezaron a abordar este tópico. Las reflexiones a nivel teórico y metodológico, así como la ejecución de trabajo de campo sobre el tema de la identidad social, por parte de los/las estudiantes de la Unidad Educativa Cristiana “Canaán” de las perspectivas de la Antropología Filosófica, primero, y desde la Psicología social. Existe un sinfín de teorías y métodos, que se relacionan con la investigación que se presenta a continuación, que concurren de la mano de perspectivas teóricas antropológicas, psicológicas e históricas, así como desde diferentes nudos problemáticos, ¿Quiénes somos?, ¿Quiénes son ellos?, el tema ético de la otredad (nosotros, los otros) entre los más importantes. Después de haber reflexionado mucho tiempo sobre la Identidad, viéndola desde adentro, por vivir interactuando con los habitantes paceños, se consideró que la investigación sobre identidades en Bolivia, se ha concentrado principalmente en la zona andina de este país, particularmente en La Paz, en la cultura aymara. Los resultados de la investigación además vinculan a esta población con el área rural, es decir, indígena-aymara-campesino-clase baja, concibiendo al citadino como mestizo- clase media, y, en los últimos tiempos, relacionándolo con el paceño-urbano1, categoría que se podría señalar es el resultado de una serie de estrategias geopolíticas desde la Institucionalidad urbana, entre las más importantes la Alcaldía de la ciudad de La Paz. No podemos hablar de una manera comparativa de lo que pasaba antes y después del uso de la propaganda que realiza los últimos 10 años la Alcaldía de La Paz, con el eslogan: “La Paz con Fuerza con Ñ`eque2, sin embargo, iniciamos y lanzamos el uso de procedimientos de investigación cualitativo con el propósito de comprender el contenido cognitivo-afectivo de los participantes que viven en Bolivia geopolíticamente se divide en Departamentos y los Departamentos en provincias. Uno de los nueve Departamentos se llama La Paz, que tiene dos centros urbanos: la sede de Gobierno lleva el mismo nombre que el Departamento, La Paz. El otro centro urbano importante es El Alto. Entre las ciudades intermedias más importantes se encuentran Patacamaya, Achocalla y Copacabana. 2 Acepción que significa “ponle ganas” y “ponte a trabajar”. reflexioneslasallistas.blogspot, Recuperado, 5 de agosto de 2019. 1 la ciudad de La Paz, que pueden ser caracterizados como pertenecientes a la clase media3, y que en conversaciones diversas se auto-identificaron como “mestizos”, sin entender en ese momento las razones por las cuales en algunos casos las personas que nacieron y vivieron en la ciudad preservan como autodefinición la categoría mestizo, a pesar de la polémica sociopolítica que se da en torno a estos constructos identitarios. Trabajamos este presente ensayo bajo cinco nudos contextuales: Primero Bolivia dentro de las prácticas anticoloniales aymara. Segundo el ritual matrimonial aymara Tercero el rock andino Cuarto: Los cholets en la ciudad de El Alto Quinto: finalmente la espiritualidad andina aymara Entonces la identidad vista desde estos temas arriba mencionados, es entendida como una integración entre sujeto y sociedad, desde esta perspectiva: “La identidad aymara es una complejidad que resulta del sujeto, el alter, el grupo y la sociedad. La identidad aymara es la interacción de mecanismos intra-individuales, porque el sujeto tiene afectos y emociones, etc., importante para la conciencia del sí mismo y de su propia identidad. El alter es una forma de espejo que da una evaluación, una legitimación social a lo que dice el sujeto. Clase Media, categoría que está empezando a ser criticada por sus connotaciones economistas, pero que nosotros la estamos usando solo como un referente conceptual. 3 DESARROLLO 1. PRÁCTICAS ANTICOLONIALES AYMARA Reinaga, es el que más ha aportado al conocimiento de la dominación indígena y a las propuestas de su liberación en el antiguo territorio del Qullasuyu, hoy Bolivia. La suya es una de las primeras proposiciones indígenas mejor elaboradas de la segunda mitad del siglo xx, que planteó conocer la dominación, a través de la teoría de la descolonización. Pero ¿para qué examinar la dominación colonial? Don Fausto, estaba convencido de que no bastaba conocer el colonialismo, sino que habría que destruirlo. Además, planteó dar un paso más: construir sobre lo destruido. En este sentido, decía en alguno de sus libros: “Mi ambición es forjar una ideología india; una ideología de mi raza” (REINAGA, 1970, pág. 453) ¿Qué quiere decir con este planteamiento? Es una apuesta por la Indianidad4 o el trastrocamiento del colonialismo y la “re-instauración” del Tawantinsuyu o los Cuatro-suyu. ¿Pero, qué significa la “re-instauración”? La convicción de pensar y construir algo nuevo y diferente al colonialismo, a partir de lo existente. En otras palabras, partiendo de la experiencia del pueblo indio, aniquilar el colonialismo y “re-instaurar” el Pachakuti postcolonial5. La intelectualidad criolla-mestiza lo criticó interpretando al indianismo como un simple retorno al pasado. 1.1. Colonialismo y descolonización En Reinaga aparecen dos momentos claves de quiebre en su pensamiento a) con el nacionalismo revolucionario del MNR y b) la ruptura con el marxismo. Sobre este proceso nos dice: “Lo indio, en cada una de las diez obras que han visto la luz pública hasta dicho año de 1960, aparece como un relámpago, como una llamarada intensa, pero fugaz”. “A mi regreso de Europa, rompo con toda mi tradición de lucha intelectual, con toda mi producción cholista. Hubiera querido que no existiese, incluyendo “El sentimiento mesiánico del pueblo ruso” (REINAGA, 1970, pág. 455) Indianidad es equivalente a Pachakuti, lit. en aymara y quechua de “Tiempo-espacio, cosmos, cambio profundo”. Se refiere al trastrocamiento de una era por otra de libertad. 5 Catherine Walsh, denomina de-colonialidad, en la medida que se construye y se propone alternancias libertarias (Walsh 2005:13-35). 4 Continúa Reinaga: “Y en las que he publicado de 1964 a 1970 yo busco la liberación del indio, previa destrucción del cholaje blanco-mestizo. En lugar de la Revolución Nacional o la Revolución comunista, yo planteo la Revolución india” (REINAGA, 1970, pág. 456) Sus obras estaban dirigidas a que el pueblo indio quechua y aymara se sacuda de la opresión y la explotación colonial. Pensaba: “No escribo para los oídos hipócritas del cholaje. Yo escribo para los indios. Y los indios necesitan una verdad de fuego. Hay que meter el dedo en la llaga de una dignidad herida por cuatro siglos de humillación. Hay que barrenar, con hierro al rojo vivo, su corazón, hasta que partido en dos, eche oleajes de sangre. Hay que golpear su cabeza y su conciencia hasta que se conviertan en un volcán vomitando océanos de odio, odio de 400 años. Hay que rugir como un león hasta desatar la tempestad que hará polvo a esta sociedad mentirosa y criminal. Porque sólo así podemos sepultar la cavernaria “fobia racial” del cholaje blanco-mestizo, y la superestructura canalla, que como producción del conocimiento descolonizador una nebulosa encubre, la explotación esclavista de la raza india” (REINAGA, 1970, pág. 460) Reinaga, se nutre del pensamiento anticolonial del negro argelino Frantz Fanon (1977 y 1974) y acoge su estilo de lenguaje insurreccional, utilizando palabras como cholaje, q’ara, misti, indio, etc. Es la apuesta de la violencia verbal,6 para la descolonización del indio. Don Fausto, no sólo fue escritor de escritorio, sino también de las calles. Toda su vida intelectual combinó su compromiso de escritor subversivo, con el activismo callejero. Su sobrina nos relató, que Don Fausto le contó que uno de sus discursos juveniles más radicales fue en contra de la guerra del Chaco,7 en la ciudad de Sucre. Esta acción le costó su apresamiento y su posterior tortura hasta dejarlo con serios daños físicos8. 6 Fanon planteó que la descolonización sólo es posible utilizando las mismas armas de los colonizadores, es decir, usando la violencia para la liberación. Esta estrategia generó toda una discusión teórica y política. Por ejemplo, Hannah Arendt, tildó a Fanon de hacer apología de la violencia (Arendt 1999: 109-200). 7 Contienda bélica que libró Bolivia con el Paraguay entre 1932-1935. 8 Según Hilda Reinaga, fue torturado hasta lastimarle alguna de las venas de la lengua, hecho que le ocasionó que por un tiempo perdiera el habla. Sólo la voluntad de no dejarse doblegar en su lucha anticolonial le permitió recuperarse de esta lesión. Otro momento que reluce es la estrecha relación que tuvo con los principales líderes del movimiento katarista e indianista de los años 70-80, como Raimundo Tambo9, Jenaro Flores10 y otros. 1.2. Identidad indígena y campesina De una u otra forma, todos los planteamientos analizados hasta aquí demandan respeto por las diversas maneras de ser. Es decir, quieren que la sociedad y el Estado boliviano respeten las diversas identidades, fundamentalmente indígenas y campesinas, de una manera semejante al respeto por cada individuo y sus ideas, propio de toda democracia pluralista. Pero, ¿qué es en realidad, una identidad étnica? La etnicidad tiene carácter polisémico y ambiguo. Se sustenta en un sentimiento colectivo de identidad, que resulta de la objetivación y de la auto-conciencia de los grupos humanos, en situaciones de contraste y/o confrontación con otros grupos, principalmente en sus diferencias socioculturales (Pujadas 1993:11-12) Y, ¿qué son estas diferencias socioculturales? Al intentar correlacionar la emergencia de naciones con uno u otro rasgo objetivo compartido, sean 11 éstos históricos, lingüísticos, territoriales, culturales, etc., tales elementos resultan significativos en ciertos casos y en otros no. Pero quizá esta “impredictibilidad”, no exenta de subjetivismo y capaz de aglutinar varios tipos de discurso, es la raíz que da fuerza simbólica a la cuestión nacional o indígena, ambas tan emparentadas. En el caso boliviano es evidente que al hablar de una identidad étnica, ésta a su vez, puede también enfatizar uno u otro rasgo de acuerdo a cada pueblo. Aymaras y quechuas se sienten distintos entre sí sobre todo por su lengua, aunque históricamente muchos Raimundo Tambo, aymara de la histórica región de Ayo Ayo (donde nació Tupaj Katari o Julián Apaza, que en 1781 protagonizó uno de los levantamientos indígenas más importantes de fines del siglo XVII), fue abogado y uno de los precursores del movimiento katarista e indianista. En 1976 falleció a consecuencia de un accidente (Ticona 2000: 53). 10 Pertenece a la generación de Raimundo Tambo, fue fundador del movimiento katarista y el primer secretario general de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia. Uno de los líderes simbólicos de la lucha aymara-quechua contra las dictaduras militares en la década del 70 y 80 del siglo XX (Ticona 2000). 11 “Queremos… la construcción de una sociedad plurinacional que, manteniendo la unidad de un estado, combine y desarrolle la diversidad de las naciones aymara, quechua, tupi-guarani, ayoreode y todas las que la integran… (Un) Estado Plurinacional y Pluricultural que agrupe a las naciones aymara, quechua… respetando sus diferencias”(CSUTCB 1983). 9 quechuas fueron hasta hace poco de habla aymara y, al nivel de otros usos y costumbres, hay muchas semejanzas que cruzan ambos pueblos pese a las diferencias entre ellos. Cada ayllu o ciertas comunidades en torno a una marka tienen su territorio, pero es difícil hablar de un único territorio aymara y casi imposible concebir un territorio quechua. Los pueblos de Moxos, en cambio, en sus reivindicaciones han dado más importancia a su territorio, incluso interétnico, que a su lengua, que en muchos casos la están perdiendo. Los pescadores uru-Murato del lago Poopó (Oruro) ya hablan aymara, pero saben que históricamente son urus y se quieren mantener tales. Y así, sucesivamente. No cabe pues, una fórmula única. La identidad étnica, aunque parte de los hechos objetivos como los señalados, pasa casi siempre por la interpretación subjetiva y colectiva que cada pueblo tiene de sí mismo. Por otra parte, cuando se tiene conciencia de esta identidad y quiere defenderse, ésta pasa a ser un elemento tanto o más importante que aquellas otras reivindicaciones más inmediatas y cotidianas. 1.3. Identidad de pueblo originario Cuando estos grupos pelean para que se les reconozca esa identidad compartida, les gusta llamarse y ser llamados por sus nombres propios –aymara, quechua, guaraní, uru, etc. y por el nombre genérico de “naciones originarias”, “naciones” o su fórmula preferida, “pueblos” y “naciones originarias”. El término “pueblo originario” empezó a escucharse de labios de dirigentes de la Confederación (CSUTCB), durante los debates con la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB), sobre el proyecto de ley indígena para el Oriente, en 1991 y se incorporó como sinónimo de indígena en dicho proyecto (CIDOB saberes, conocimientos y prácticas 1992, art. 3) Su mensaje tiene que ver con que la presencia y los derechos de estos pueblos tienen raíces anteriores a las que pueda otorgarles un Estado nación conformado después y sin ellos (incluido el Estado colonial) Una de las más vigorosas argumentaciones de aquellos tiempos fue puesta por escrito por Juan de la Cruz Villca (1991), entonces secretario general de la CSUTCB, en un artículo titulado “No podemos rezar lo que no es nuestro”. Reproducimos algunas partes como contribución a un diálogo pendiente: “Hay diferentes opiniones y razonamientos. Como hay personas que ‘somos hermanos’ dicen; que hay que dignificar esos nombres (de ‘indio, indígena’) para levantarse con el mismo nombre contra la explotación; otros dicen que el nombre no les interesa un ‘comino’. Pero otros decimos que sí nos interesa mucho el nombre, porque no podemos seguir aceptando bautismo que ha significado la peor desgracia de humillación… Es cierto que no podemos tapar la boca de incluso publicándonos en la historia. Sin embargo, nosotros mismos no podemos decirnos semejante humillación, porque eso significaría aceptar el bautismo de ‘indio-indígena’ que ha servido para tratarnos peor que a un perro. (Una cosa es que ellos, los racistas descendientes de los monarcas, nos digan perro, pero nosotros mismos no podemos llamarnos perro) Por eso debemos levantar en alto nuestra identidad personal como pueblo, porque tenemos clavado en el profundo de nuestro corazón y conciencia de que somos aymaras, quechuas, guaraníes y otras nacionalidades, y que nos enorgullece… Hace 500 años hemos venido cantando, rezando y recitando diciendo ‘niño indio’ que ha nacido para trabajar y para servir al amo. ¿Será que vamos a seguir cantando? Esperamos que no. Más bien hay que cantar que los hijos vuelven a recuperar el poder y el territorio porque nadie tiene derecho a hacernos cantar ni bautizar… También hay otro razonamiento. Cuando decimos Q’ara, Qharayana a los extraños, les estamos diciendo lo peor… Pero ellos no dicen que con el mismo nombre q’ara o qharayana vamos a seguir matando, saqueando los recursos naturales, etc., sino dicen ‘somos buenos bolivianos que estamos trabajando por un desarrollo, democracia, libertad de expresión… Por eso la comisión redactora de la Ley de mayorías nacionales como el parlamento de las minorías y todo el pueblo tienen la responsabilidad de no seguir equivocaciones históricas… la ley debería llamarse una ley de pueblos originarios de Bolivia que consolide la unidad de todas las nacionalidades”. Estos análisis de matices y vivencias, más allá de las meras etimologías y de las frías definiciones del diccionario, son otro buen ejemplo de idea fuerza o “gérmenes ideológicos” para la elaboración de una teoría propia, que bien merecería ser parte de una teorización más general. CONCLUSIONES Dos grandes inclinaciones imperaron en esta larga experiencia de los pueblos indígenas y campesinos en la política nacional. Por un lado, la insubordinación abierta contra el sistema político reinante y por la otra, el juego a las reglas de la democracia boliviana. Ambos procesos tuvieron convicciones variadas y múltiples impactos; pero en muchas ocasiones fueron implementadas como estrategias paralelas. La demanda política más antigua de los indígenas y campesinos de Bolivia, especialmente en la región andina, ha sido la de llegar a ser ciudadanos plenos, a partir de la construcción de una nueva ciudadanía, distinta de la noción de ciudadanía liberal. El Art. 222 de la Constitución Política del Estado de 2004, reconoce la representación de los pueblos indígenas y originarios como personas jurídicas de derecho público. Pero aún son ataduras a una forma de democracia y lineamientos del partido político tradicional boliviano; puesto que los indígenas y campesinos se sienten más libres haciendo política desde los sindicatos y los ayllus, que en alguna medida están enraizadas en el Thakhi, el Ñan o la democracia del ayllu o comunal. ¿Cuál es el rol de los movimientos indígenas y campesinos, cuando gran parte de estas organizaciones están en el gobierno de Evo Morales y el MAS? Es una de las preguntas centrales para esta coyuntura. Una respuesta a esta interrogante es que el movimiento indígena y campesino actual tiene que estar convencido de que si bien le interesa apoyar a Evo en la presidencia; a la vez precisan re-tomar su autonomía organizativa. Es la única condición de garantizar y seguir profundizando la “revolución democrática” iniciada por Evo y el MAS. Caso contrario, la total oficialización de los movimientos indígenas y campesinos (incluido los otros movimientos sociales), lleva al peligro de dar la base social para la prolongación del Estado colonial boliviano, hoy en su última fase de descomposición. Es vital que los movimientos indígenas y campesinos, tengan la claridad del proceso difícil de la descolonización del Estado y la sociedad y, lo dificultoso que es crear un nuevo modelo de Estado y sociedad, basado en la relación intercivilizatoria andina, amazónica, chaqueño, oriental y la occidental crítico. El gran reto que abre la coyuntura actual, es que el Thakhi, Ñan o la democracia de los pueblos indígenas y originarios, se convierta en el eje articulador de un nuevo modelo de Estado boliviano. Esto supone traspasar la franja de la interculturalidad y construir una especie de Estado y sociedad intercivilizatoria para todos los bolivian@s. 2. EL RITUAL MATRIMONIAL AYMARA En su etapa positivista y evolucionista, la antropología social consideró la existencia de una evolución continua que iba de lo primitivo a lo moderno pasando por distintas etapas de civilización. Esa evolución, consideraban, se reflejaba a nivel de la familia, la que pensaban que no existía en los pueblos primitivos, que habrían sido “incapaces de tener familia, ya que al ser sexualmente promiscuos los niños no podían reconocer a su padre” (Collier, Rosaldo & Yanagisako 1997:2), evolucionando luego en distintas etapas hasta llegar a la familia moderna (nuclear). Tal posición fue destruida por los escritos de los etnógrafos de comienzos del siglo XX, en particular Malinowski, quien demostró en un estudio relativo a los aborígenes australianos que, a pesar de que estos mostraban conductas sexuales promiscuas, había en paralelo a ellas un sistema familia organizado en torno a matrimonios reconocidos que organizaban la filiación de los hijos. Normalmente una familia se estructura a partir de un matrimonio, determinado en forma más rígida o flexible según la cultura, y que consiste en “una unión económica y sexual socialmente aprobada, generalmente entre un hombre y una mujer (monogamia)” a la que se consideran implícitos “los derechos y obligaciones recíprocos que pueden ser más o menos específicos y formalizados en relación con los aspectos de propiedad, finanzas y crianza de los hijos” (Ember, Ember & Peregrine 2004:414), también entendido como “el arreglo o convención social, en virtud del cual un niño recibe una posición legítima en la sociedad, determinada por el parentesco en el sentido social” (Radcliffe-Brown y Forde 1950: 3). En cuanto a los ritos de unión matrimonial, éstos varían ampliamente respecto a su importancia, significación política y transacciones económicas asociadas, tales como “precio de la novia, servicios a la novia, intercambio de mujeres, intercambio de regalos, dote o dote indirecta” (Ember, Ember & Peregrine 2004:419). Así también varían las formas y razones que definen la unión y quienes participan en ella, yendo desde los matrimonios acordados por las familias hasta el matrimonio libre, pasando por el matrimonio obligado entre primos, el levirato y sororato y distintas costumbres tendientes a la endogamia o a la exogamia. 2.1. Estructuro−Funcionalismo Cabe destacar de este modelo la teoría de la Filiación elaborada por Radcliffe−Brown (sistema de parentesco como un conjunto de derechos y de obligaciones y como una parte de la estructura social) Evans−Pritchard (grupos de parentesco especialmente basados en la filiación por la línea materna a partir de un antepasado conocido) y Fortes (estudió cómo los grupos de filiación de los pueblos del norte de ghana constituían la base de su estructura política y social). Lévi−Strauss definió la teoría de la Alianza donde llama la atención sobre los sistemas de parentesco como método de establecer relaciones de matrimonio entre los grupos, considera los grupos de parentesco como simples unidades dentro de un sistema de alianzas que se hacían o expresaban mediante el matrimonio y que las diferencias entre los sistemas estaban en función de cómo consideraban a las mujeres dentro del matrimonio. Diferencia entre sistemas elementales de alianza −se establece la prohibición del incesto y se prohíbe el matrimonio con otro tipo de parientes, especialmente con primos cruzados bilaterales o matrilaterales− y sistemas complejos −la prohibición del incesto afecta a un grupo de parientes, pero se deja a otros mecanismos la elección del cónyuge−. 2.2. Ser “Hombre-Mujer” Según Marianela Agar Diaz Carrasco (2010), la comprensión de lo que representa ser mujer o ser hombre es múltiple y cambiante en cada sociedad; lo cierto es que cada cultura ha determinado sus patrones de conducta y pensamiento en función de sus propias interrelaciones, procesos de socialización y sociabilidad… (Marín, 1994: 23). Las lógicas establecen los enfoques y las características que se refieren a las diferencias existentes entre mujeres y hombres, por causas de tipo social y cultural, las cuales se manifiestan en roles (reproductivo, productivo y de gestión comunitaria), que ambos desarrollan; esto implica tareas que asumen o delegan explícita o implícitamente, en base al conocimiento tradicional acumulado y los imaginarios posibles que lo determinan. … Dichos roles, con principios inmutables o procesos cambiantes, pueden llegar a ser focos de conflicto en caminos de adaptación, o resultar armónicos en base a presupuestos asimilados, aceptados o aprendidos según la forma en que se configuren en cada uno de los grupos sociales. … Los roles definen cuáles son las actividades, tareas y responsabilidades femeninas y masculinas. Se aprende a «ser» hombres y mujeres, esto es, a comportarnos como tales, a reaccionar como tales, a sentir como tales... [Marín, 1994: 23]. 2.3. Los Ritos de Paso La palabra: ritus: (latín) uso, costumbre, modo / ceremonia religiosa, rito rito: DRAL: costumbre o ceremonia / conjunto de reglas establecidas para el culto y ceremonias religiosas rita: (sánscrito védico): disposición, estructura normal de las cosas, orden cósmico que se consolida gracias a los sacrificios a los dioses "acciones físicas simbólicas conscientes y voluntarias, repetitivas y ordenadas, que se concentran en la estructura cósmica y/o presencias sagradas" (E. M. Zuesse, ER s.v.) Arnold Van Gennep (1909) fue quien les dio el nombre de ritos de pasaje (o de paso); los ritos de pasaje son las formas en las que los seres humanos indican la transformación de un estatus social al siguiente, o el paso del tiempo calendárico. Incluyen ceremonias privadas irregulares que conmemoran hitos personales, como el nacimiento, la madurez. El matrimonio y la muerte. Comprenden también celebraciones comunales regulares que marcan el ciclo de las estaciones como Navidad, Pascua y demás. Desde luego, estas categorías no son mutuamente excluyentes. Por ejemplo, las ceremonias vinculadas con las estaciones pueden marcar el pasaje de todo un grupo de un nivel de edad al siguiente. Debajo del contenido específico de cualquier rito de pasaje en particular Van Gennep veía tres etapas: 1) separación; 2) un estado transicional de liminalidad12, y 3) incorporación. Los símbolos típicos de la separación incluyen romper, rasgar, cortar, rasurar, desvestir; seguidos por un periodo liminal de aislamiento e instrucción mágica, y terminando con el restablecimiento de vínculos con la comunidad. Por ejemplo, para Van Gennep las ceremonias de circuncisión no tienen nada que ver con la sexualidad, y sí mucho con la necesidad social de cortar simbólicamente al niño de su pasado. 12 liminal: adjetivo, Que concierne al comienzo de alguna cosa. https://es.oxforddictionaries.com/definicion/liminal La primera fase (de separación) comprende la conducta simbólica por la que se expresa la separación del individuo o grupo, bien sea de un punto anterior fijo en la estructura social, de un conjunto de condiciones culturales, o de ambos; Durante el periodo liminal intermedio (de limen “umbral”), las características del sujeto ritual son ambiguas, ya que atraviesa un entorno cultural que tiene pocos, o ninguno, de los atributos del estado pasado o venidero. En la tercera fase (reagregación o reincorporación) se consuma el paso. El sujeto ritual, ya sea individual o colectivo, se halla de nuevo en un estado relativamente estable y, en virtud de ello, tiene derechos y obligaciones. Durante cada una de las tres fases se realizan una serie de procedimientos (ritos) que provocan transmutaciones, porque los ritos realizan un cambio (=>) fabrican personas nuevas y/o contextos diferentes. Por ejemplo, el matrimonio supone un cambio de estatus, mientras que la defunción implica un cambio de régimen a la vez ontológico y social. Los conceptos de ritos de pasaje han sido criticados por ser demasiado amplios (cruzar cualquier puerta puede verse como un rito de pasaje) y por su vaguedad (¿un funeral es primordialmente un rito de separación, de transición o de incorporación?). Pero debido a su increíble posibilidad de aplicación la noción de rito de pasaje sigue teniendo mucho vigor, sobre todo en el trabajo de autores con orientación simbólica como Víctor Turner (1967), Edmund Leach (1976) y Mary Douglas (1966). 2.4. Simbolismo y ritualidad Las expresiones rituales son un elemento constitutivo del hombre aymara y su existencia. El ser humano, social en su naturaleza, necesita manifestaciones externas para relacionarse con el mundo, sus semejantes y los seres sobrenaturales, y una forma de hacerlo es a través de actos simbólicos en los cuales cada acción y cada movimiento tienen un significado. Hay una manera de vestir, de ubicarse, de moverse, de saludar, de despedirse, de actuar, en definitiva, un conjunto de elementos que conforman una puesta en escena. La trasgresión de alguna de estas reglas implica no entender los códigos simbólicos con los que opera el ritual, el cual tiene como finalidad producir un cambio, una transformación, es decir, lo que las sociedades buscan con el rito es provocar un cambio controlado. Así, el ser humano ha configurado su existencia por medio de los ritos y rutinas preestablecidas a lo largo de la vida; por ejemplo, las etapas principales de la vida y los actos de pasaje (ritos de paso), los distintos periodos del año, acontecimientos importantes de una colectividad, etc. Siguiendo el Diccionario de Antropología de Thomas Barfield, un ritual se refiere “A los actos estrictamente formales y prescritos que tienen lugar en contexto con el culto religioso, una misa cristiana por ejemplo o un sacrificio a los espíritus de los antepasados (…) en su sentido más amplio “ritual” puede referirse, no a alguna clase de evento particular sino al aspecto expresivo de toda actividad humana” Otro concepto que se adoptara para este trabajo es el de Víctor Turner "Entiendo por ritual una conducta formal prescrita en ocasiones no dominadas por la rutina tecnológica, y relacionada con la creencia en seres o fuerzas místicas. El símbolo es la más pequeña unidad del ritual que todavía conserva las propiedades específicas de la conducta ritual. (…) Un «símbolo» es una cosa de la que, por general consenso, se piensa que tipifica naturalmente o representa, o recuerda algo, ya sea por la posesión de cualidades análogas, ya por asociación de hecho o de pensamiento. Los símbolos que yo observé sobre el terreno eran empíricamente objetos, actividades, relaciones, acontecimientos, gestos y unidades espaciales en un contexto ritual". Asimismo, se entiende que las manifestaciones culturales son complejas, y los actos rituales no quedan fuera de ello, además que existen categorías rituales, como ser rituales de vida, como las del nacimiento, matrimonio o muerte; otros como los rituales políticos, de acción participativa dentro de la estructura social, en el ejercicio de los cargos, o los rituales simbólicos en determinadas fiestas o fechas cívicas, en fin una amplia gama de representaciones simbólicas, y rituales que enriquecen el patrimonio cultural de una sociedad. 2.5. Ritos matrimoniales ¿Por qué? Carácter no autárquico13 de las sociedades humanas (por muy pequeña que sea su escala) en lo que a las estrategias de reproducción se refiere Autárquico (1) (autárquica), adjetivo, De la autarquía o relacionado con ella. Origen: Derivado de autarquía 'sistema económico'; autárquico (2) (autárquica), adjetivo, Que se basta a sí mismo o que no utiliza la ayuda o el apoyo de nadie. En la agricultura autárquica el campesino tiende a producir lo que consume y apenas produce excedentes. 13 Necesidad del intercambio (de varones o de mujeres) Tabú sobre las estrategias incestuosas Problemas y ventajas del intercambio: Los grupos que intercambian tienen relaciones menos hostiles o los grupos que no intercambian pueden desarrollar una percepción alterada entre ellos (no estimarse humanos entre ellos) El intercambio determina la inclusión de un nuevo miembro Ritos de agregación: aceptación de nuevas reglas y costumbres. A veces se trata al nuevo miembro como si fuera un recién nacido (cumpliendo un ritual semejante al del nacimiento) Ritos de separación: exclusión del grupo de origen (a veces se desarrolla una ceremonia simbólica de muerte ritual) Nuevo estatus de los esposos control social (refrendo social)- domesticación de la sexualidad 2.6. “JAQICHASIÑA”. Rito de transición o de matrimonio Uno de los principales acontecimientos en el desarrollo social aymara es la unión conyugal llamada, en un sentido metafórico, “jaqichasiña”, que significa transición o cambio de un estado a otro, literalmente "convertirse en persona adulta". Los jóvenes contrayentes se convierten en personas de mayoría de edad. Se denomina también kasarasiña de raíz castellana aymarizada, que significa: casamiento. El término jaqichasiña se divide morfológicamente en jaqi = persona, ser humano, gente; el sufijo de complemento /-si-/ conversión entre sí, y /-ña/ verbalización de acción. Conversión a persona adulta. En resumen, a través de la ceremonia de kasarasiña, las personas contrayentes se convierten en chacha-warmi, literalmente esposo y esposa. Los componentes del matrimonio se convierten culturalmente en "mayoría de edad", y como tal tendrán deberes y derechos en la sociedad a la que pertenecen. En consecuencia, la ceremonia uywa kíllpaña está estrechamente relacionada con los mecanismos matrimoniales y su enlace con la cosmovisión andina, siendo el centro de gravedad kasarasiña, unión de dos seres que se convierten en chacha-warmi. Una vez formalizado el matrimonio mediante ritos y ceremonias, comienza a proyectarse a una nueva vida e independizarse de la familia nuclear para integrarse a la sociedad (Mamani 1989: 57; Yampara 1992: 229; Gavilán 1996: 70) CONCLUSIÓN Existe una idea de familia y matrimonio en el imaginario y en el pensamiento colectivo de la sociedad paceña aymara, se ha llegado incluso a acuñar la expresión “familia tradicional” para referirse a una institución que presumiblemente se ha mantenido inalterada, inmutable, a lo largo del tiempo. La familia se inserta en un contexto muy amplio de relaciones y variables, ya sean económicas, sociales, políticas y culturales, de cuyo proceso surgen agrupamientos familiares diferenciados. Esto nos indica que para cualquier sociedad no existe una unicidad familiar, “sino que, más bien, una serie de modalidades de articulación familiar condicionadas social, económica y regionalmente” (Rodríguez, 2011). Por lo tanto, el ritual del matrimonio aymara, es una práctica cambiante, no estática, depende de muchas variables, como la estructura económica local, regional y nacional dentro de la cual se inserta, para que se vea más o menos influenciada por los cambios sociales, políticos y culturales. Por ejemplo, el proceso migratorio ejercerse cambios impredecibles en la familia. Por lo tanto, esta investigación muestra, que el concepto de matrimonio tradicional aymara, en el área urbana, ha cambiado a lo largo del tiempo y sigue modificándose. Se trata, de una construcción cultural, que sufre alteraciones a medida que las redes sociales se tornan más complejas. Puede decirse que, hasta mediados del siglo pasado (años 50’s siglo XX), el modelo de la conformación de la familia, a partir del matrimonio, de las distintas comunidades aymaras del departamento de La paz, compartía, más allá de algunas variaciones, una serie de características comunes: la existencia del “matrimonio ideal” a partir del “suma qamaña” o el bien vivir, cuyos miembros se debían respeto, y compromiso ante la comunidad, cada quien respetando los roles hombre-mujer. Esta estructura, sin embargo, empezó a modificarse en las últimas décadas del siglo XX. La familia, en los tiempos actuales, ha sufrido quizá como ninguna otra institución, la acometida de las transformaciones amplias, profundas y rápidas de la sociedad y de la cultura que va degradando el sentido de todo. A través de diversas formas, desde los años sesenta, siglo XX, el divorcio y posteriormente la ola feminista, ataca a la institución familiar sin percatarse en los grandes y graves efectos que ello causa en la sociedad toda, ya económicos, sociales, en la convivencia cotidiana de las parejas y en el deterioro de la calidad de vida en general. También, creciente número de divorcios; deterioro en el nivel de vida de la población; creciente número de madres solteras adolescentes; aumento en el consumo de algún tipo de droga y alcoholismo; oportunidades insuficientes en la oferta laboral para jóvenes (sobre todo de familias pobres); aumento en el número de hogares familiares mono parentales con jefe mujer; nula ayuda a familias con varios hijos; ancianos abandonados o con poco auxilio de su familia; pérdida de orientación ética y moral en la sociedad. Queda muy claro, que hay un rechazo al modelo de familia tradicional aymara, fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, de forma exclusiva dentro del matrimonio. "Ningún éxito en la vida, justifica el fracaso en la familia… En tu trabajo o labor cotidiana siempre serás uno más, completamente reemplazable en cualquier momento, pero para tu familia eres único e irreemplazable…” (Fernando Parrado, ahora exitoso empresario sobrevivientes de la tragedia de los Andes, 1986). 3. ROCK ANDINO Desde sus inicios, la escena metalera fue un espacio promovido en función y en torno al metal. Una música de sonido estridente y fuerte que provoca un inmenso placer y euforia en quienes gustan de ella. A diferencia de otras músicas, el metal ha logrado consolidar un mundo en el que confluyen diversos criterios y experiencias que son re significados una y otra vez por los sujetos que conforman la escena metalera. Dichos criterios y experiencias se han caracterizado por la idealización que el metal provoca en sus seguidores; pues para ellos, el metal es más que una música: es un estilo de vida. El metal implica una forma de diferenciación, identificación y experimentación de los sonidos. A través de este estilo musical se erigen diferencias frente a otras músicas, se construyen y de-construyen significados y se accede a otras sensaciones que no suelen ser experimentadas en la vida cotidiana, como el placer de la ira, el desahogo del estrés y, principalmente, el placer de oír sonidos estridentes o disonancias. 3.1. Festivales Musicales La escena metalera se hace más visible en la ciudad cuando participa en los festivales patrocinados por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz. Los festivales musicales ocupan amplios espacios públicos y congregan músicos, organizadores y seguidores de la escena metalera. Convocan seguidores de la escena de diversas zonas de las ciudades de La Paz y el Alto, convirtiendo espacios públicos y municipales en escenarios donde se representa, ejecuta y experimenta el metal. Los tres festivales existentes pueden diferenciarse en dos vertientes. Dos de ellos, la Juntucha y el Mega Festival Urbano, son eventos que congregan diversos estilos musicales que se desarrollan en la ciudad de La Paz. Solo el tercero, el Illimani Metal Fest, se especializa en el metal como estilo musical predilecto. 3.1.1. Juntucha y Mega festival de Arte Urbano Los festivales que entran en la clasificación de este acápite se caracterizan por ser espacios que aglutinan diversas expresiones musicales de la ciudad de La Paz. Ambos eventos anuales no se dedican únicamente al metal pero involucran un espacio importante para que las bandas pertenecientes a la escena metalera puedan ejecutar su música y presentarse en un escenario público. El Mega Festival de Arte Urbano es un espacio de promoción para los artistas jóvenes que deseen mostrar sus habilidades y expresiones artísticas. Posee como escenario el Parque Urbano Central y ya ha desarrollado su tercera versión. A diferencia de la Juntucha, el festival no se limita a expresiones musicales. Incluye expresiones como el Grafitti, diseño de moda y centros de información GLBT14. Se desarrolla alrededor del mes de septiembre. La Juntucha es una iniciativa que se ha llevado a cabo desde el 2005 con auspicios mínimos y de forma gratuita, en ocasiones ha contado con el apoyo del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz. Este evento es posible gracias a la gestión de agrupaciones jóvenes con la intención de apoyar y difundir el rock nacional a través de la convocatoria de bandas de diferentes géneros musicales dentro del rock (rock latino, hardcore, metal, ska y otros) con la intención de promover la unión de estilos musicales y así apoyar la creatividad de los artistas emergentes en Bolivia. La participación de bandas en este festival es mayor a la del llimani Metal Fest debido a su apertura a diversas propuestas musicales. Por esto, sus organizadores han considerado 14 Siglas que designan colectivamente a Gays, Lesbianas, Bisexuales y personas Transgénero. conveniente crear un proceso de selección denominado ‘Chiti Juntuchas’, una serie de conciertos realizados alrededor de los meses junio o julio15. Las bandas que participan en este proceso de selección son clasificadas en categorías según el género musical que interpretan, entre estas las más comunes son: punk grunge, thrash metal, heavy metal, metal progresivo, rock alternativo, hard rock, metal y miscelánea. Sin embargo esta clasificación no es definitiva, ya que depende de la diversidad de bandas que se presenten. De cada categoría clasifican solo tres bandas, dos elegidas por el jurado16 y una elegida por el público. El concierto final se realiza con la presentación de las bandas clasificadas en lugares públicos, en algunos casos el evento se divide en dos días, dependiendo de la cantidad de bandas que se vayan a presentar. 3.1.2. Illimani Metal Fest: “El metal es cultura” El festival más concurrido en la escena metalera es el Illimani Metal Fest, un concurso anual de bandas de metal auspiciado por el Gobierno Autónomo de La Paz que desde su primera versión en el 2008 ha congregado más de 170 bandas y 500 músicos17 con la intención de promover la producción artística y cultural en la escena metalera. El evento se encuentra abierto a las bandas de otras ciudades del interior. En sus últimas versiones, se ha invitado a bandas de Santa Cruz y Cochabamba para participar del evento final. Así mismo, en su última versión, el año 2015, el GAM La Paz ha promovido el intercambio cultural entre Chile y Bolivia, promocionando bandas musicales de la escena metalera en otros países. El concurso se lleva a cabo alrededor de los meses de marzo o mayo con el lanzamiento de una convocatoria dirigida a bandas de metal, a nivel nacional, que sean compositoras de un material sonoro producido de forma independiente. Las bandas que se inscriban participan en un proceso de selección de dos fases, en la primera el jurado calificador18 determina un número específico de bandas que resalten según los criterios de creatividad, capacidad musical y composición original. Las bandas seleccionadas posteriormente forman parte de la segunda fase, esta consiste en una serie de 36 conciertos gratuitos que La fecha depende de la organización y del número de bandas que se presenten a la convocatoria. 16 El jurado está compuesto por integrantes de bandas renombradas, productores artísticos, productores audio visuales e ingenieros de sonido. 17 Dato extractado de afiche publicado en Facebook el 28 de Julio del 2014 18 El jurado está conformado por figuras reconocidas dentro de la escena metalera: músicos, críticos, etc. 15 se realizan desde el mes de agosto hasta el mes de noviembre en la plaza del Mercado Camacho como parte del programa de la Feria Dominical de las Culturas promovida por la Alcaldía. En cada concierto se presentan tres o cuatro bandas. Cada participación es nuevamente evaluada por el jurado, según la ejecución de los instrumentos y la comunicación con el público. El resultado final determina la elección de las mejores bandas (generalmente de 7 10) y su posterior participación en el concierto final del Illimani Metal Fest realizado en escenarios municipales: Cine 6 de Agosto, Teatro al Aire Libre y Stadium Lastra entre otros. Como muestra de dicho resultado final, se pone a disposición un CD compilado con las bandas participantes en el evento final. Las versiones del Illimani Metal poseen leves variantes en su realización pero se diferencian de otros espacios por su fuerte restricción al consumo de bebidas alcohólicas. Desde el 2012, todas las versiones estaban acompañadas de policías o guardias municipales que hacían valer esta restricción, rompiendo las botellas de bebidas alcohólicas que encontraban en algunos grupos. En la versión 2014, por ejemplo, el control policial evito que ingresaran personas con aliento alcohólico, restringiendo el ingreso a la mayoría de los asistentes. Según los comentarios de los organizadores en las redes sociales, la restricción se lleva a cabo con la finalidad de evitar destrozos en el espacio y también para desligar el metal del consumo de bebidas alcohólicas. No obstante, existen personas que logran ingresar bebidas alcohólicas al evento. Se ingenian escondites en su ropa o en su cuerpo y así logran acceder pequeñas cantidades de alcohol. A pesar de esta situación, es notable la diferencia con otros eventos donde el consumo de alcohol es excesivo. En definitiva, la apertura de la escena a espacios institucionales la ha visibilizado en la ciudad de La Paz. Cada año alrededor del mes de agosto se ven agrupaciones de jóvenes, mujeres y varones vestidos(as) de negro moviéndose eufóricamente en círculos en los escenarios de las Ferias Dominicales y no faltan personas de la tercera edad que observan con cierta incertidumbre a estas agrupaciones sin comprender sus prácticas, a pesar de compartir estos espacios públicos desde el 2008 hasta nuestros días. 3.2. Eventos extra-ordinarios Los eventos extra-ordinarios implican la participación de bandas internacionales famosas. Se caracterizan por tener una asistencia masiva y por la alta expectativa que provocan. A diferencia de los conciertos regularmente programados cada fin de semana, los conciertos extra-ordinarios involucran la participación de bandas de metal reconocidas mundialmente y muchas veces idolatradas por sus seguidores. La llegada de una banda o artista de metal se traduce en la llegada de un ídolo del metal, es motivo de júbilo y gran emoción para los seguidores de este estilo musical. En mi inmersión al trabajo de campo en este tipo de eventos he diferenciado dos tipos de conciertos. En un primer grupo se encuentran los conciertos que son fácilmente visibilizados en la ciudad de La Paz, es decir, son bandas musicales extranjeras conocidas incluso fuera de la escena metalera. Los conciertos de este tipo se realizan generalmente en espacios públicos que alojan todo tipo de conciertos, como el Teatro al Aire Libre, el Coliseo Don Bosco o el Estadio Hernando Siles. El segundo grupo aglutina conciertos que involucran, en su mayoría, bandas conocidas solo al interior de la escena metalera. Generalmente, estos eventos pasan desapercibidos en la ciudad de La Paz porque recurren a espacios menos amplios y visibles. Sin embargo, para los seguidores de la escena metalera, estos eventos poseen la misma relevancia que el grupo anterior. 3.2.1. Eventos extra-ordinarios abiertos. Los conciertos abiertos se dan generalmente en lugares previamente contratados por los organizadores del evento, estos generalmente se reservan a espacios disponibles grandes: escenarios municipales, cines y coliseos de colegios. La organización de los eventos cuenta con importantes auspicios de múltiples instituciones que tiene relación directa e indirecta con la escena metalera. Entre las instituciones que no guardan relación directa con la escena metalera, generalmente se encuentran: el Gobierno Municipal de La Paz, la Cinemateca Boliviana, Página Siete, Periódico La Prensa, Súper Ticket, Ni limitMusic e Hipermaxi. Entre las instituciones que guardan relación directa con la escena metalera se encuentran: el KaOz Pub Rock, la tienda NecroRock, el programa Axesso, la página Gaia Noticas.com, la productora cochabambina La Biblia del Metal, la tienda Rock Manía y la productora FM ROCK. Todas estas instituciones auspician los eventos con montos económicos o productos que colaboran a desarrollar el evento. CONCLUSIONES Todos estos estudios y tratados, sumados a la relativamente reciente aparición de la escena metalera en la ciudad de La Paz, evidencian la pertinencia del estudio de la escena metalera. En ese sentido, las tres recomendaciones que se brindan a continuación tienen la labor de facilitar e impulsar el abordaje de la escena y el tratamiento teórico y metodológico de la escena metalera. Una primera recomendación involucra retomar la perspectiva de escenas, un modelo teórico propuesto por Williams (2011) que recopila una versión nueva y mejorada de los estudios subculturales. En cuanto al abordaje de la colectividad que aglutina la escena, priorizo el uso de esta corriente frente a otras corrientes como las Tribus Urbanas y las Culturas Juveniles, puesto que considero que conservan tradiciones académicas que ya han sido superadas. Sin embargo, si es que la intención es abordar el fenómeno musical de una escena musical, priorizo el uso de un modelo teórico exclusivo para el tratamiento de fenómenos musicales. Una segunda recomendación tiene que ver con la propuesta de Pérez (2006) de retomar categorías construidas dentro de la escena como fundamento teórico. La investigadora propone que una de estas categorías sea el término underground. A través de los resultados de la investigación considero acertada dicha propuesta, sobre todo considerando que la centralidad de la autenticidad, como uno de los resultados de la investigación se equipara al concepto underground. En este sentido, y siendo consecuente con el boom de los estudios sociales en torno a la escena metalera, es pertinente empezar a entender la escena en concordancia con sus propios términos. Considero que dicho posicionamiento fue una suerte liminal que permitió gestionar una mirada crítica a la escena metalera. Puesto que diversos estudios describen los significados y creencias en la escena metalera, sin apropiárselos o sin entender como todos ellos se convergen, funcionan y negocian. En varias ocasiones, los resultados de las investigaciones suelen reivindicar banderas de resistencia, rebeldía o anticonformismo entendiéndolas desde marcos teóricos que explican dichas prácticas, sin haberlas comprendido o experimentado en los términos de la escena metalera. Así mismo, creo que estos últimos insumos evidencian la potencialidad de la labor antropológica, entendiéndola como el abordaje y la comprensión de otros mundos que poseen otras formas de construcción de conocimientos. 4. LOS CHOLETS EN LA CIUDAD DE EL ALTO La ciudad de El Alto se ha caracterizado en la última década por albergar en sus calles unos coloridos y muy diseñados edificios que son llamados por la prensa nacional e internacional, como “Cholet” (producto del juego de palabras entre “cholo” y “chalet”). En la presente investigación, se intenta conocer más del Cholet y todas las líneas de vida que en él se producen, desde una mirada antropológica, ya que no hay ningún texto visto desde ahí, y son los métodos de la antropología los que ayudarán a profundizar el estudio. La tesis aborda el Cholet con una visión crítica de “lo andino”, analizando si son los elementos “andinos” de los propietarios los que permiten la construcción del edificio. Debido al fuerte uso del concepto de “lo andino”, en las explicaciones de la existencia del Cholet en los distintos textos como, por ejemplo, en Arquitecturas Emergentes en El Alto (Cárdenas, 2010), Arquitectura Emergente (Salazar, 2016), entre otros, donde los Cholet son considerados como una reivindicación de la cultura andina. Para comprender la noción crítica de “lo andino” en la investigación recurrí a desentrañar el origen del uso del concepto de “lo andino”, descubrí que éste es consecuencia de paradigmas de siglos pasados y es la respuesta a una visión etnocentrista de la Modernidad creada en el S. XVII (que se enseñó y enseña a la mayoría de los estudiantes). Dicha modernidad, plantea que la Europa occidental es el centro del sistema-mundo porque es producto de sucesos ocurridos en ella, de un esfuerzo de la razón como proceso crítico que permite un nuevo desarrollo humano. En respuesta a esta perspectiva utilizo el concepto de Modernidad erigido por el filósofo argentino Enrique Dussel (2000), que hace referencia a una modernidad inclusiva, no eurocéntrica y que, según el autor, es la primera y verdadera. Al tomar este concepto dejo de ver a “los otros” como tradicionales y a los europeos como “modernos”. Esta modernidad que nace a fines del S. XV, tiene como causa fundamental el descubrimiento de “otros mundos” por la Europa latina (España y Portugal), es con estos descubrimientos que comienza realmente “la historia universal”, dejando de lado la percepción eurocéntrica y provincial de la segunda Modernidad europea del S. XVII occidental (Dussel, 2010, pp. 43-47). 4.1. Las ideologías de los dueños del Cholet Las ideologías de los propietarios son mezclas de un pasado de apropiaciones de elementos tanto católicos como “andinos”. Por un lado, creen fuertemente en el Dios de la Biblia, un poco en santos y en la virgen, y por el otro en la Pachamama. Esto es el resultado de la conquista española en el siglo XV, que creó la primera modernidad. No obstante, a pesar de declararse católicos y ser pasantes en las fiestas patronales en las que participan, ellos no creen tanto en santos o en vírgenes –como lo hacen los católicos a diferencia de los evangélicos o también llamados en Bolivia, “cristianos”–. Doña Marta (comunicación personal, 18 febrero, 2017), nos cuenta fervientemente en lo que ella cree: “Creo en Dios, católica soy pues, creo al Dios (…) no, no santo ni virgen ¿qué virgen? nada. Dios único. En la mañana, en la tarde, desde mi ojo, mi lengua, habla mira a la gente, perdóname. Mi lengua es pecador, mi ojo es pecador”. La explicación a esto también la da don José quien sostiene que, al final la fuerza divina viene de Dios por más que exista un santo o una virgen. No asisten con mucha frecuencia a la iglesia, sólo cuando tienen tiempo. Sus creencias en la Pachamama se muestran a través de las prácticas que se realizan antes de comenzar a construir el Cholet y en las ch’allas. Antes de la construcción, se hace el entierro de un feto de llama como ofrenda a la Madre Tierra. En respuesta, ella protegerá los cimientos de la construcción para que avance con rapidez y no haya ningún contratiempo. Esta práctica no es realizada por cualquier persona, ni siquiera por los dueños del Cholet, sino por un yatiri o sabio que tiene poderes especiales. Para ser un yatiri, la condición principal es que hayas muerto por el golpe de corriente de un rayo y después de unos segundos hayas resucitado. Esto parece una analogía con el Jesús de la Biblia quien muere y después de tres días resucita. La diferencia parece radicar sólo en el tiempo que permanecieron muertos. El yatiri es quien presenta la ofrenda delante de la Pachamama: La mesa consiste en un cúmulo de productos que le gustan a la Pachamama. Entre ellos hay dulces, vino oporto, coca, todo lo necesario para que la madre tierra comparta el mismo deseo de los creyentes y no se enoje: Antes de empezar la construcción, una q’uwachita, una q’uwacha. Hacen pasar, preparan, una ch’allita, ponen dulces, hasta el presidente hace q’uacha, para agradecer a la Pachamama, a la madre tierra. Para que no haya accidentes. Para empezar la construcción. Ya termina, un traguito, un brindis. Una ch’alla. Entonces, los propietarios se sienten obligados a hacer la ofrenda porque no se quieren arriesgar a que algo malo ocurra. 4.2. Costumbres dentro del Cholet En la vida de los propietarios, hay costumbres muy fuertes; las celebraciones son una de ellas. Los ritos de paso son importantes, son momentos específicos en la vida que marcan el paso a otro instante al que se está avanzando. Por lo tanto, se celebran los bautizos, los matrimonios, el término de construcción de la vivienda, los nacimientos de los hijos, las graduaciones escolares y universitarias. Entre otras celebraciones importantes que existen son las fiestas patronales; dependiendo del sector donde viven o donde está su comunidad de origen es el santo patrono al cual ellos deben devoción. La pareja de prestes debe hacer fiesta una vez al año invitando a la comunidad o barrio desde comida, bebida, y bandas. Hacer una fiesta es caro; es también una forma de mostrar la economía del que realiza la fiesta, los gastos son enormes y cada vez se busca ser mejor que el que hizo la fiesta anterior. Cuando se hace un preste por un santo patrono, en primer lugar, se busca agasajar a la imagen, darle devoción y respeto, y en segundo lugar se busca compartir con la familia y amigos. El consumo de cerveza en Bolivia es muy elevado, y compartir en alguna fiesta sin cerveza sería un pecado. Por ejemplo, en los prestes que se mencionaron anteriormente, a pesar de que la fiesta es en devoción a un santo, el consumo de la cerveza es principal luego de realizada la misa. Es tan importante en una fiesta la cerveza que existe para eso todo un sistema de reciprocidad o ayni. Esta costumbre consiste en la obligación como invitado a un preste, matrimonio, bautizo o cualquier instancia festiva, de llevar una cantidad de cajas de cervezas para regalar al organizador de la fiesta (la cantidad de cerveza dependerá del cariño que se le tiene al que está invitando). Luego cuando al invitado le toque en una siguiente vez ser organizador de la fiesta, el “ex organizador” debe llevar la misma cantidad de cajas que le llevó el invitado o más, si le tiene más cariño o si quiere sobresalir delante de los demás. Todos estos ingresos de cerveza durante una fiesta son anotados en un libro especial para después llevar la cantidad necesaria de cerveza a la siguiente fiesta, quizá más de lo recibido, pero nunca menos. Estos dones y contra-dones confirman las nociones de la antropología económica clásica. En el mismo sentido Malinowski (1978, p. 54), sintetiza los actos económicos de las culturas tradicionales: “La mayoría de los actos económicos pertenecen a alguna cadena de presentes recíprocos y contra-presentes que a la larga equilibran la cuenta y benefician a ambos lados por igual.” Es por estas razones que en los salones de fiesta de los Cholet no sólo cobran por el arriendo del espacio, sino que durante la fiesta los propietarios se dedican a vender cerveza. Esta costumbre da el mayor ingreso económico de la vivienda. En un día se puede hacer lo que posiblemente harían trabajando todo un mes. La relación social más importante que se da en el Cholet es la de la pareja, sin esa relación la creación del Cholet no sería posible. Para llegar a construir uno, se necesita trabajo arduo y esforzado, y ese trabajo no lo puede realizar una persona sola. Debe estar acompañado, y el mejor complemento es el esposo o la esposa. Cuando ya tienen el Cholet, deben dedicarse a él, trabajarlo y cuidarlo para que sea herencia a los hijos. 4.3. La familia Con la familia ocurre quizá algo un poco extraño para la noción estática de comunidad y familia dentro del mundo andino. Para los dueños del Cholet, la familia con la que más se relacionan es con la directa, o sea, sus hijos y nietos (si es que los tienen); con sus familiares cercanos (como hermanos) no tienen casi relación: algún integrante de la familia quizá no es muy amable con la del otro, y los familiares cercanos tratan de evitar el contacto frecuente. En síntesis, ninguno de los propietarios habla de su familia que no fuera la nuclear; existen relaciones antagónicas que se generan por el poder económico. Lo más peculiar es que los parientes cercanos, como los hermanos, son los principales adversarios en esta historia donde la envidia es prácticamente el motor principal de la relación: 4.4. El papel en los Cholet de los compadres Los compadres son importantes dentro de las relaciones sociales que establecen los dueños del Cholet. Siempre son los primeros invitados cuando hacen fiestas o hay acontecimientos importantes y ya vimos que la fiesta es primordial en la vida de los propietarios para hacer plata: La relación entre compadres no está basada sólo en la amistad, sino también en el interés, ser amigo con alguien por lo que este tiene o representa. En una relación de compadres se establece el lazo que une al propietario del Cholet Cultural Pachamama con el pintor Mamani Mamani, quién fue el creador de todos los diseños y colores que están en los edificios. El pintor es el padrino del Cholet. Se puede entender que a veces, la relación entre compadres es primero y después surge una relación de amistad. Por ejemplo, las personas que no han tenido una relación de amistad con la pareja propietaria del Cholet se acercan a ellos para pedirles que sean sus padrinos de matrimonio, bautizo de sus hijos y los dueños aceptan porque eso les da un estatus frente a los otros. Significa que son personas importantes dentro de su círculo social. 4.5. Prácticas económicas del Cholet Se sabe por diferentes fuentes que existe una nueva burguesía aymara en la ciudad de El Alto (Tassi, 2013). Son personas que vienen de provincia, que se dedican al comercio, la mayoría eran de origen humilde, pobres que comenzaron su vida laboral desde pequeños o jóvenes. Se podría decir que sin nada o parafraseando a Nico Tassi (2013), haciendo plata sin plata, han logrado construir estas edificaciones que son carísimas. Las personas de El Alto casi en su totalidad se dedican al contrabando. Es la fuente de ingresos más rentable de la ciudad. Como es una ciudad habitada por migrantes, no tienen los recursos para optar por educación universitaria, y la forma más fácil para subsistir (en un principio) es hacer negocios, vendiendo cualquier cosa que sea demandada, no por nada en esta ciudad se encuentra la feria más grande de Bolivia, donde se vende absolutamente de todo. Es admirable ver cómo los dueños de los Cholet han alcanzado la estabilidad económica empezando con nada o casi nada. Ellos comenzaron a trabajar desde niños, característica que se hace común en todos. Aunque el trabajo infantil sea ilegal, es habitual ver a niños trabajando no sólo en la ciudad de El Alto, sino también en La Paz. En los mismos Cholet pude ver a niños trabajando. Hoy los propietarios tienen como principal labor económica el Cholet; es su mayor ingreso y el futuro de sus generaciones. Dejaron atrás el trabajo sacrificado. Todas las personas entrevistadas trabajan en el edificio, ya sea atendiendo las tiendas, los baños, el salón de eventos o incluso limpiando, ya no es tanto trabajo como antes. Pero trabajan a su ritmo, ya que son sus propios jefes. CONCLUSIÓN Concluyo con una serie de observaciones que surgen del estudio de los Cholet a nivel teórico y práctico. Las principales razones que motivan la construcción del Cholet son económicas. La actividad que los dueños realizan es el comercio y/o contrabando. El Cholet se creó para hacer plata, está pensado para el momento en que los dueños ya no tengan la capacidad física de trabajar. Otra razón que motiva la construcción es el anhelo de mostrar, de ostentar los recursos económicos que se han adquirido. A través del Cholet muestran el dinero que hoy tienen, que es fruto ciertamente de su trabajo arduo durante años. Están orgullosos de lo que han logrado y si el Cholet sirve para mostrarlo, entonces lo construyen. Las construcciones están en la ciudad de El Alto porque ésta alberga a muchos migrantes que se dedican al contrabando como principal fuente de ingresos. Por lo tanto, la ciudad es casi netamente comercial. Sus espacios en general están destinados a adquirir ingresos económicos, los dueños no podrían construir en otra ciudad, ya que sería ilógico construir semejante edificio en una zona que no es comercial. Los propietarios no señalaron que al construir el Cholet están revalorando su cultura de origen “aymara”. Sólo uno de ellos señaló que la construcción de su casa fue motivada para reconocer su cultura andina y la de sus abuelos. Las casas anteriores de los dueños son muy diferentes a los Cholet de hoy, eran casas pobres que en algunos casos las paredes eran de cartón o calamina, pero la mayoría era de adobe. No podían acceder a mejores materiales porque no tenían los medios económicos suficientes. Cuando El Alto comenzó a poblarse por las migraciones masivas, el comercio cada vez se volvió más importante, así los dueños que vivían o migraron a la ciudad, cuando tuvieron los medios suficientes construyeron mejores casas que no sólo sean habitables, sino que además generen ingresos, puesto que la casa se convertía en su única fuente de ingresos. En cuanto a las prácticas socioculturales que se desenvuelven en el Cholet, son apropiaciones andinas y católicas. Las ideologías de los dueños están basadas en Dios y la Pachamama, mezclando sucesivamente elementos de ambos mundos. Las prácticas socioculturales más importantes dentro del Cholet son las ch’allas y q’uwachas, las celebraciones de matrimonios y fiestas patronales, y la relación entre la familia nuclear con los compadres. La arquitectura del Cholet depende de los quehaceres económicos de los dueños. Los diseños y colores nacen de una idea inicial de hacer salones de fiesta, de esta manera hay mayor libertad para jugar con los colores y formas que luego se expanden al resto del Cholet, sobre todo a la fachada. El tipo de diseño depende de los gustos del arquitecto, albañil y dueño. Los dueños no hicieron ninguna conexión entre lo andino y los diseños que moldean su edificio. Con respecto a los colores existe un juego de ellos en el Cholet, donde los colores fuertes son los más usados. Entre ellos, el juego de colores más utilizado es la k’isa, que consiste en el patrón de coloración caracterizado por degradaciones. A pesar de ser fuertemente relacionado como una composición del color propia del mundo andino. Se determinó que eso está lejos de ser cierto. Esta degradación de colores apareció en el área andina recién en la década de los treinta como producto de la incorporación de los tintes industriales que llegaron al país (Arnold y Espejo, 2013). A pesar de la declaración de los dos profesionales de la construcción que entrevisté, que señalaron a esos colores y sobretodo la k’isa, como propias de las personas del área andina porque según sus palabras: los llevan en la sangre. Las formas y colores de los Cholet no son propios de la cultura andina, estos son más bien apropiaciones que luego se han vuelto sin cuestionamiento “andinas”. No son cánones estéticos de origen andino, pero sí están en el imaginario de los propietarios y de la mayoría de la población como elementos de un mundo aymara tradicional. Sin embargo, esto no fue señalado por los entrevistados como una motivación. Ellos no consideran que los colores y las formas que decoran su Cholet sean “andinos”, como tampoco fueron elegidos por esas razones. Simplemente son colores que les gustan, que les son cercanos y que el arquitecto o albañil han dado como propuesta y los dueños han asentido. Por lo que el discurso de los colores y diseños de una nueva arquitectura andina, es más bien un discurso de “lo andino” con carácter político y publicitario para ciertos arquitectos y dueños. También demuestra lo que la clase media profesional ha aprendido en sus estudios universitarios, que se basan en “lo andino” de la década del 70’, que ha permeado los conocimientos y aprendizajes de todas las áreas académicas del país. En la práctica, los propietarios utilizan colores que son cercanos para ellos. Por ejemplo, los colores de los Cholet se parecen a los colores de los trajes de las entradas folclóricas, a los colores de los awayus a las tortas que se venden en las pastelerías, a las serpentinas para ch’allar y cada una de éstas inspiraciones son productos de apropiaciones que la población aymara ha determinado como propias. Son entonces elementos de un contexto cercano que para la mayoría de los educados se pueden asociar rápidamente como elementos de identidad “andina”. Si los Cholet son tradicionales o modernos, se pudo observar que esta dicotomía no es útil, ya que no se puede poner a la construcción en uno o en otro estado en una distancia que se vuelve temporal cuando la casa está viva en el presente. Ambos conceptos se determinaron como inventos que devienen de la Modernidad eurocentrista del S. XVII que no toma en cuenta a los “otros” como parte de la modernidad sino como entes diferentes que deben ser guiados al progreso (Dussel, 2000). Por lo tanto, el Cholet es un juego dinámico de apropiaciones aymaras hacia una “modernidad” imaginada, y al mismo tiempo una búsqueda por la tradición que está definido por “lo andino” que, aunque sea una visión romántica e inapropiada de lo andino, está fuertemente instaurada en las ideologías de los propietarios. 5. LA ESPIRITUALIDAD ANDINA DEL AYMARA Enfocar el tema de los valores es fundamental, porque bajo este principio funciona la vida del hombre, y la vida es el valor primordial del ser humano, todos los valores se proyectan de una u otra forma hacia el mantenimiento y el desarrollo del bienestar del individuo hasta el de la humanidad. Estos patrones de conducta, hace que nos distingamos los unos de los otros, algunas veces coincide la escala de valores y en otras no, la coincidencia conduce hacia una dimensión ascendente. La fortaleza de los valores gira en torno al bien común y si todos mantenemos una coherencia entre nuestra vida y nuestros valores lograremos contribuir a la constitución sana de una sociedad de valores. Los valores sociales varían de acuerdo con las sociedades específicas, con las comunidades que se constituyen, en cada comunidad promueven valores que puede engrandecer esa sociedad incorporando nuevos aprendizajes velar por las futuras generaciones y sobre todo superar sus problemas económicos. El valor de la educación para el aymara es un arma es la adquisición de poder para defenderse, conceptualizando este proceso como un cambio de vida diferente a lo cotidiano o tradicional, amerita integrar el respeto al principio espiritual propio del mundo andino, que gira en torno a la armonía, conservar la relación de las costumbres y creencias del mundo aymara a fin de fortalecerla. 5.1. La Espiritualidad Andina La espiritualidad andina, es el culto a la Pacha y a los Apus que es practicada por millones de personas, contempla una serie de rituales y de valores cuyo centro es la naturaleza y la relación con todos los espíritus vivos, tiene una ciencia religiosa muy estructurada que constituye un verdadero camino de desarrollo espiritual para quienes la siguen similar a cualquier ciencia religiosa universal. La espiritualidad desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha manifestado de diferentes maneras las creencias y prácticas de su vida espiritual. Manifestarse espiritualmente ha sido siempre una necesidad interior, al igual que el sueño, el hambre, la sed, y otros aspectos. La auténtica espiritualidad de un pueblo constituye el cimiento más sólido para poder resistir a los vientos constantes y furiosos del colonialismo religioso, cultural y económico Los nombres, las personificaciones y símbolos de lo Sagrado, varían de una Nación a otra, vivimos gracias a la Tierra que nos acoge, los productos de la naturaliza que nos alimenta; en fundamental respetar a las Plantas y Animales; en contemplar y reconocer la importancia que tiene en nuestras vidas el Sol, la Luna, las Montañas, el Viento, el Agua, las Estrellas y vivir en armonía con Ellos. En las cosmologías y cosmogénesis andinas todo tiene vida y la vida lo abarca todo; implica que todo tiene comunicación con todo, cada parte del todo es concomitante con todas las otras partes; hablamos de una interrelación compleja de partes, de regiones y del todo. Esta génesis es comprendida a partir de la pareja primordial, masculino-femenino, arquetipo antropomórfico conectado al arquetipo de complementariedad. En este sentido, para la concepción andina del mundo, todo está marcado por esta relación reproductiva, todo puede ordenarse desde esta perspectiva, masculino-femenino, femenino-masculino, inherente a los procesos, fenómenos y prácticas vitales, esta vinculación reproductiva adquiere una configuración propia en los perfiles de la naturaleza, en las localizaciones de las figuras, imágenes, composiciones geográficas. El sol y la luna, la constelación de la Cruz del Sur y Orión, expresan esta complementariedad en el Alaxpacha. Pacha es por lo tanto es el estado de las cosas, lo dado, el desenvolvimiento de los hechos en la contingencia de los seres vivos. Tiene el significado de naturaleza, o sea todo lo que contiene la superficie terrestre; el cielo, espacio sideral o bóveda celeste; también el tiempo, es decir, el pasado, el presente y el futuro. Como verán, existen tres niveles de comprensión en una sola palabra (agua, aire y fuego). Entre los aymaras, Pachamama merece gran respeto, se le ofrecen libaciones, en cualquier oportunidad en que se comparte comida y en todos los ritos del ciclo agrícola. La tierra se constituye como los cimientos del cosmos, el fundamento de toda la realidad, el receptáculo de todas las fuerzas sagradas, que se manifiesta en montes, bosques, vegetación y aguas. Es el lugar y el tiempo, el espacio primordial. La tierra lo sostiene todo, es la base de la vida. La misma vida humana está ligada a la tierra de forma profunda. La tierra es matriz de vida. ALAXPACHA- es el mundo de arriba, del más allá o el cielo, es un mundo de luz, imperceptible a los sentidos, es el sol brillando en nuestro espíritu mundo de arriba, espacio sideral, morada de los dioses, difuntos y nobles- simbolizado por el CONDOR. AKAPACHA- es el mudo real y visible en el que vivimos, es la dimensión sensible de nuestra existencia, lo que se ve, se escucha y es tangible al cuerpo físico, el mundo del placer y del sufrimiento, mundo del medio, la tierra misma, morada de los hombressimbolizado por el PUMA. MANQHAPACHA- es el mundo de abajo o el subsuelo es un mundo de tinieblas, de fuerzas poderosas e incontrolables. Si lo relacionamos al ser humano: cerebro, cuerpo y órganos interiores; mundo de abajo, el subsuelo, morada de los demonios- simbolizado por la SERPIENTE LA CHAKANA Es el símbolo sagrado más importante de la tradición andina. Ligado a la constelación de la Cruz del Sur que para nuestros antepasados fue la guía que dio un orden y una orientación a sus vidas. Marca la vida cotidiana y ceremonial andina. La Chakana representa la organización socio política y económica de los cuatro territorios pertenecientes al Pusisuyu o Tawantinsuyu, el cual se subdivide en los Ayllus del Aransaya (Posesión de arriba) y del Urinsaya (Posesión de abajo). En la Cultura Andina tenemos como Símbolos Culturales, a las flores y plantas sagradas, a las aves, como el Kunturi (Cóndor), el Paka, el Mamani, el Luli y otros. Entre las fieras, tenemos el Puma, el Titi, el Qarwa, el Wari, el Allpachu y otros. Entre otros animales están también el Kirkincho, el Katari y el Amaru Por otra parte también tenemos, como símbolos nacionales y regionales, las montañas más sobresalientes de los Andes, como el Sajama, Illimani, Azuaya, Wayna Potosí, Illampu, el Tunupa y otras, que representan a fenómenos vitales de nuestros antepasados (Achachilas), llamados con el propósito de conmemorar cada periodo, la memoria de los héroes de nuestra historia y de la mitología andina. Entre los monumentos y las ruinas arquitectónicas más importantes que hasta hoy se conservan en Tiawanacu y que tenían estrecha relación con las creencias y la religión se tienen: La Fortaleza de Akapana, el Palacio de Calasasaya, la Puerta del Sol, el Templete semisubterráneo, los Monolitos antropomorfos LA WILANCHA Ha sido y sigue siendo la práctica religiosa de los aymaras. Al realizar un proyecto o una obra significativa como la construcción de una casa, una obra comunal, un templo, al realizar un viaje largo, como requisito tenían que realizar una wilancha o wilara de una llama como presagio de buen augurio, precedida de una ch’alla y acullico, además de otros ritos complementarios según sea el caso. Todas las ceremonias rituales se cumplen con la “ch’alla” en su inicio La aspersión de la sangre y la entrega de la “muntara” o “puntara”, el sacerdote, “yatiri” o “phuqhiri”, entra en comunión misteriosa y relación directa con la naturaleza comprendida entre la tierra y el macrocosmos. 5.2. Respeto Está en el diario vivir con la familia y en la comunidad, como principio normativo, los mayores inculcan a los hijos el respeto que deben tener ante la persona menor y mayor, el factor fundamental es el saludo, algo muy importante en la comunidad. De igual forma en la conversación de mayores los niños o personas menores de edad no pueden participar, es decir interrumpir una conversación, porque significa mala educación y un mal comportamiento. Otro hecho importante es la honestidad, sinceridad, para ser acogido como persona, caso contrario nadie lo toma en cuenta; el respeto a la madre tierra (pachamama), a la naturaleza; respeto a los padres, y vivir en armonía en la comunidad. Actividad pedagógica: establecer un grupo de personas como modelo que puedan realizar un diálogo enfocando los valores de respeto. 5.3. Relacionalidad Andina La relacionalidad andina lejos de ser sólo ‘lógico’, establece las categorías fundamentales de las cosas a partir del estudio de sus propiedades, aplicando el razonamiento inductivo y el deductivo, la interpretación de las temáticas de un texto. A pesar de la vivencia cotidiana de una modernidad sui géneris en la que tradición y modernidad coexisten sin aparentes dramas ni conflictos, como aspectos permanentes, distintos y necesarios, de la misma realidad tales como la reciprocidad, complementariedad y correspondencia en los aspectos afectivos, ecológicos, éticos, estéticos y productivos, Las relaciones ‘lógicas’ (en sentido técnico) y gnoseológicas son más bien relaciones derivadas de las relaciones primordiales de convivencia cósmica. 5.4. Valores Transversales y Principios Culturales En este acápite dentro de los valores transversales compromete a la elaboración de un plan de acción para el proceso de enseñanza aprendizaje, tomando en cuenta las características culturales (de lo conocido hacía lo desconocido) de su entorno para la organización del mundo andino. Así como la diferencia por sexo y la complementariedad que debe existir entre ambos. Actividad pedagógica: enfocar la wilancha, la limpia de canal, las fiestas de carnaval y otros. 5.4.1. Chacha- Warmi Desde una perspectiva biológica es: Chacha = hombre; Warmi = mujer. Desde una perspectiva sociocultural es matrimonio: Unión de dos seres humanos opuestos, que rigen el modelo aymara como esposa y esposo (Gavilán 1996: 64). El hombre y la mujer establecen una dialéctica de oposición complementaria: ambos cooperan entre sí y conforman la unidad social, económica, ritual básica de la organización andina. 5.5. El Principio de Reciprocidad Este acto reciproco de condición mutua, donde el esfuerzo es recompensado por otro esfuerzo de la misma magnitud, está reciprocidad suele ser económica (trueque), y la base es de dicho principio es el orden cósmico como un sistema armonioso y equilibrado de relaciones con carácter recíproco, asimismo puede ser de orden familiar de parentesco, ecológica de restitución reciproca a la pachamama y otros, como la de ética y religiosa. 5.5.1. AYNI El ayni, es una forma de trabajo, desarrollada en el ciclo agrario (siembra, cosecha). Es un intercambio de trabajo entre los grupos domésticos, es decir el préstamo de trabajo que una persona o grupo hacían a otro individuo o grupo, con la condición de devolver en una fecha determinada en la misma dimensión de tiempo y tipo de tarea. En realidad el ayni no involucra ningún tipo de rito ni ceremonia, y este ayni se podía eludir con la consecuencia de que este en lo futuro no podía pedir ayuda o colaboración de otro, concebía en sentido de reciprocidad, que lo dado se hacía con la condición de devolución. 5.5.2. MINK’A La mink’a son las faenas colectivas en obras de bienestar de toda la familia extensa (ayllu), y está no se podía eludir más al contrario eran obligatorias. Estas relacionaban el vínculo de solidaridad, con el fin de resolver los problemas socio-económicos: canales de riego; construcción y cuidado de andenes; edificación de puentes; apertura y vigilancia de senderos; erección de templos y otras obras. En ellas participaban la familia integra munidos de sus herramientas. 5.5.3. MITA La mita estaba ordenada, planificada y súper vigilada por el Estado, por mediación de sus administradores generando rentas cultivando sus tierras, cuidando su ganado, explotando sus minas y lavaderos, confeccionando piezas y objetos artesanales, y otros servicios, retribuyéndoles con alimentos y bebidas para lograr la satisfacción. 5.6. El Principio del Equilibrio Tiene relación con la estabilidad, concentración del pensamiento para la mantención de la postura, es decir tener un sistema de fuerza para obtener resultados. En el matrimonio aymara se responde recíprocamente en bienes de prendas. En otro ejemplo, la esposa debería poseer tantas cabezas de animales como el esposo, para el equilibrio adecuado en la vida matrimonial. 5.7. El Principio de Correspondencia Todo lo que tiene que ver con todo, relacionales de tipo cualitativo, simbólico, celebrativo, ritual y afectivo. Describe el tipo de relación que existe entre macro – y micro cosmos: “tal en lo grande, tal en lo pequeño”. La realidad cósmica de las esferas celestes alaxpacha y akapacha (como es arriba es abajo, como es abajo es arriba) Pero también hay correspondencia entre lo cósmico y humano, lo bueno y malo, lo divino y humano, etc. Es factible en la gnoseología, la cosmología, la antropología, como en la política y ética. 5.8. El Principio de Complementariedad Se refleja en el complementario a través del ritual celebrativo, mediante un proceso pragmático (acción) de integración simbólica, cielo y tierra, sol y luna, claro y oscuro, verdad y falsedad, día y noche, bien y mal, masculino y femenino, son complementos necesarios para la afirmación de una entidad superior e integral. Este principio se manifiesta en las dimensiones cósmicas, antropológicas, como éticas y sociales. 5.8.1. URAQI El suelo está constituido por “dos espacios complementarios”; espacio material y espacio espiritual con fuerzas y energías, basada en la concepción dual (material – espiritual). Como ejercicio se puede visualizar el movimiento de los astros En el campo de la textilería: El telar de tipo vertical de cuatro perfiles es diseñado para el uso masculino: Chachataki. El telar de tipo horizontal de cuatro estacas es diseñado para el uso femenino: Warmitaki. Las producciones textiles se realizan en telares que distinguen el género. Por ejemplo, las mujeres producen prendas con diseños complicados como awayu o llijlla, ponchos, costales, frazadas, fajas, bolsas, etc. Los hombres producen telas para la confección de prendas femeninas como faldas, blusas, también para varones como telas para ternos, pero en menor proporción respecto a la mujer (Arnold 1994: 105; Gavilán 1996: 78). Podemos apreciar en este aspecto que la distribución de las tareas de producción textil es compartida entre ambos componentes. 5.9. Principio de Solidaridad La relación de los seres humanos fundamentada en la igualdad, una persona se responsabiliza de algo o se hace cargo de otra persona conjuntamente con éste compartiendo los gastos, colmada por la caridad y con alcance social que tenga repercusión tangible en la comunidad, es decir se requiere dos personas, una necesitada y otra solidaria. Ejemplo: En servicios, la esposa debe brindar a su esposo con un poncho tejido por ella, mientras el esposo debe brindar con una manta tejida por él, lo cual responde a la reciprocidad aymara (Mamani 1989: 31). 5.10. Principio de Familiaridad Se refiere a los conocimientos y experiencia con un organismo dado, la familiaridad no implica seguridad, implica disponibilidad de información, la cual es usada para analizar los efectos adversos con un organismo, y un rasgo específico en un medio ambiente específico en un medio ambiente determinado. (Organización Internacional de Epizootias, 1996). CONCLUSIÓN Los valores involucran componentes y principios como la complementariedad que tiene alcance a estructuras sociales; educación, comunicación, política, economía, ciencia, arte, y otras. La vida conyugal aymara y la estabilidad de chacha-warmi comprende el concepto de la dualidad andina inter-actuante, los componentes forman un cuerpo dual interdependiente, con un significado de valores propios del mundo aymara. Comparten los hábitos ideas, ritos, creencias y una serie de actividades, del mismo modo involucran el proceso del equilibrio, el principio de solidaridad, reciprocidad (suma qamaña) el vivir bien en paz y armonía. El trabajo solidario coadyuva a realizar obras de caridad, contribuye a solucionar las necesidades del necesitado, desde esta perspectiva debería ser mucho mayor nuestro compromiso con nuestra sociedad. Es necesario mencionar que para el aymara todo producto alimenticio es sagrado porque está constituido por los mismos elementos de la manifestación divina, y que son éstos los alimentos orgánicos que nosotros consumimos. Esa es la razón por lo que todos somos hermanos, para ser diferente tendría que alimentarse de piedras o metales y eso haría que no sea hermano. En la ceremonia Andina de armonización se utilizan productos naturales de los tres reinos de la naturaleza que generan mayor vibración armoniosa, como son las semillas, hojas, flores, tallos y raíces de diversas plantas; tierra y diversos metales que corresponde a los minerales, y de origen animal ingresan la materia grasa, lana, pluma de alguna ave o sullu de auquénidos. Existen cuatro ceremonias diferentes las dedicadas al fuego, a la tierra, al aire y al agua, por ello también habrá cuatro sacerdotes diferentes, aquellos que tendrán mayor facilidad para poder conectarse con cada uno de dichos elementos. BIBLIOGRAFIA ÁLBO, Xavier 2002 Pueblos indios en la política. La Paz: CIPCA y Plural editores. 1994 “La Pachamama no se vende como cualquiera camisa”. En Cuarto Intermedio (Cochabamba) 32: 3-23. ALBÓ, X. y Mauricio Mamani, (1976), Esposos, suegros y padrinos entre los aymaras, 2da. ed. con apéndices, La Paz, CIPCA. 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