XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO SEGUNDA LECTURA 1 Tim 6,11-16 Timoteo, hijo de una mujer judía creyente y de padre griego de Listra (Hechos 16:1), fue discípulo de Pablo (1 Corintios 4:17). Es mencionado como su colaborador en muchas de las cartas de Pablo (2 Corintios 1:1; 1 Tesalonicenses 1:1; Filemón 1:1) quien tenía gran confianza en Timoteo (1 Cor 16:10; 2 Cor 1:19), por lo que servia de mensajero y a menudo de coremitente de muchas de las sus cartas. (2 Corintios, 1 y 2 Tesalonicenses, Filipenses, Filemón). Timoteo viajó y trabajó con Pablo (Romanos 16:21; Filipenses 2:19; Hechos 16:1-3) y como compartían la misma fe, era como un hijo para él (1:2). Esta carta pudo haber sido escrita al final de la vida de Pablo, o, como algunos eruditos creen, pudo haber sido escrita en su nombre por uno de sus seguidores después de su muerte. La estructura de la Iglesia y ciertas enseñanzas que aparecen en esta carta indica que pudo haber sido escrita una o dos generaciones después de la muerte de Pablo. No era inusual en el mundo antiguo que los discípulos rindieran homenaje a su maestro, escribiendo en su nombre. La carta puede dividirse de la siguiente manera: 1. Instrucciones para la vida de la Iglesia (1:1-3:13) Esta carta está dirigida a Timoteo, a quien el apóstol Pablo considera su «hijo» en la fe. El autor ofrece instrucciones generales para la vida en la Iglesia, que incluye dar gracias, orar y mantenerse alejado de las enseñanzas falsas. También ofrece instrucciones sobre cómo las mujeres deben vestir y actuar y cómo deben vivir los líderes de la Iglesia. Casi todas las cartas de Pablo incluyen, al principio, una sección de acción de gracias. En 1 Timoteo, esto se sustituye por advertencias sobre los falsos maestros 2. La fe verdadera y advertencias acerca de las falsas enseñanzas (3:14-4:5) Esta breve sección proporciona un resumen de lo que el escritor llama «La verdad revelada de nuestra religión» e ncluye un corto himno seguido de advertencias adicionales sobre las enseñanzas falsas. 3. Consejos a Timoteo y a otros líderes de la Iglesia (4:6, 6:21) El resto de la carta incluye asesoramiento personal a Timoteo e instrucciones generales para los líderes de la Iglesia. Continúa con más advertencias acerca de las falsas enseñanzas y el amor al dinero terminando con palabras de aliento para «pelear la buena batalla de la fe». XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO SEGUNDA LECTURA Lectio ¿Qué dice el texto bíblico en sí mismo? Contemplatio ¿Qué conversión de la mente, del corazón y de la vida nos pide Dios? Vida cristiana Compromiso Oratio ¿Qué decimos nostrotros al Señor como respuesta a su Palabra? Meditatio ¿Qué nos dice el texto bíblico a noostros? 1. ¿Qué quieres cambiar de mi vida con este mensaje? 2. ¿Qué me molesta de este texto? 3. ¿Por qué esto no me interesa? 4. ¿Qué me agrada? 5. ¿Qué me estimula de esa Palabra? 6. ¿Qué me atrae? 7. ¿Por qué me atrae? EG,153 VD,87