Normas de seguridad del OIEA para la protección de las personas y el medio ambiente Seguridad de las centrales nucleares Esta serie de publicaciones abarca la seguridad nuclear, radiológica, del transporte y de los desechos Los siguientes Estados son Miembros del Organismo Internacional de Energía Atómica: Afganistán Albania Alemania Angola Arabia Saudita Argelia Argentina Armenia Australia Austria Azerbaiyán Bahrein Bangladesh Belarús Bélgica Belice Benin Bolivia Bosnia Y Herzegovina Brasil Bulgaria Canadá Chile China Chipre Colombia Congo Corea, República De Costa Rica Croacia Dinamarca Emiratos Árabes Unidos España Estados Unidos De América Federación De Rusia Francia Gabón Georgia Ghana Grecia Irlanda Islandia Japón Malí México El OIEA está autorizado por su Estatuto a “establecer o adoptar […] normas de seguridad para proteger la salud y reducir al mínimo el peligro para la vida y la propiedad” — normas que el OIEA debe utilizar en sus propias operaciones, y que los Estados pueden aplicar mediante sus disposiciones de reglamentación de la seguridad nuclear y radiológica. A esos efectos, el OIEA consulta con los órganos competentes de las Naciones Unidas y con los organismos especializados pertinentes. Los servicios de seguridad del OIEA abarcan el diseño, la selección de emplazamientos y la seguridad técnica, la seguridad operacional, la seguridad radiológica, la seguridad en el transporte de materiales radiactivos y la seguridad en la gestión de los desechos radiactivos, así como la organización a nivel gubernamental, las cuestiones relacionadas con reglamentación y la cultura de la seguridad en las organizaciones. INTERACCIÓN CON OTRAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES En la elaboración de las normas de seguridad del OIEA se tienen en cuenta las conclusiones del Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas (UNSCEAR) y las recomendaciones de órganos internacionales de expertos, en particular la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP). Algunas normas de seguridad se elaboran en cooperación con otros órganos del sistema de las Naciones Unidas u otros organismos especializados, entre ellos la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Organización Internacional del Trabajo, la Agencia para la Energía Nuclear de la OCDE, la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud. Las medidas de seguridad adoptadas en las centrales nucleares occidentales, y por tanto en las españolas, son entre otras: Selección de un emplazamiento apropiado, teniendo en cuenta sus características geológicas, sísmicas, hidrológicas y meteorológicas y realización de análisis, sondeos y observaciones para diseñar la instalación. Estudio Preliminar de Seguridad, para aprobación de la Administración el que se describen los criterios del proyecto de la instalación y se analiza el funcionamiento de los distintos sistemas y estructuras. Estudio Final de Seguridad, para aprobación de la Administración, imprescindible para obtener el permiso de explotación. En él se describe y analiza cómo ha quedado construida la central y se ha de demostrar que se ha cumplido lo especificado. Documentos oficiales para la explotación, que son aprobados por la Administración. Pruebas de los diversos componentes, para comprobar que funcionan de acuerdo con lo previsto en el proyecto. La Administración regula la concesión de licencias al personal de operación de la central, que hay que renovar periódicamente. Vigilancia de la Administración del buen funcionamiento y el cumplimiento de las especificaciones de explotación durante toda la vida de la central. Para ello, existe un regulador independiente, el Consejo de Seguridad Nuclear, que controla y supervisa toda la actividad nuclear, informando al Parlamento y asesorando a la autoridad ejecutiva, el Ministerio de Industria, proponiendo, llegado el caso, la incoación de expedientes y sanciones, incluida el cierre de instalaciones y pérdida de los permisos concedidos. Vigilancia ambiental para comparar los resultados de sus medidas con el fondo y poder determinar cualquier influencia de la instalación sobre la zona.