Síntomas conversivos: Afectan al cuerpo en el sentido de alteraciones somáticas (motrices o sensoriales) que dan la impresión de que un sujeto sufre de alguna enfermedad médica. Síntomas disociativos: Afectan el estado mental del sujeto, sobre todo en lo que hace a funciones como la conciencia, memoria, orientación y el sentimiento de identidad. Carácter neurótico o personalidad neurótica: Carácter de una persona que presenta neurosis común o sintomática (una personalidad resultado de un problema psicógeno). Caracteropatía (neurosis de carácter): La personalidad es lo anómalo. Egosintónico: Comportamientos y sentimientos que están en armonía para las necesidades del ego. Egodistónico: Comportamientos, pensamientos y sentimientos que están en conflicto, o que son disonantes, con las necesidades y objetivos del ego. Obsesiones: Fenómenos mentales molestos que vienen una y otra vez asediando la mente consciente del sujeto que lucha, sin éxito, por suprimirlos. Compulsiones: “actos obsesivos”, conductas o acciones tipo ritualístico que el neurótico no puede dejar de realizar, aún en contra de su voluntad. Obligan al individuo a ser ejecutados, puesto que si no se realizan, el individuo podría caer en pena y angustia. Enfermedad mental (Psicopatología): Un patrón comportamental o psicológico de significación clínica, asociado a un malestar, a una discapacidad o a un riesgo significativamente aumentado de morir o sufrir dolor, discapacidad o pérdida de libertad. La finalidad única de la evaluación: es poder diagnosticar cualquier trastorno mental o del comportamiento que esté incidiendo en la capacidad de adaptación del sujeto. Anhedonía: Es la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros. Aplaneamiento afectivo: Falta de expresión y experimentación de emociones. Hipotímia: Disminución anormal del tono afectivo (se relaciona con la depresión). Hipertimia: Aumento excesivo del tono afectivo (típico del episodio maníaco). Anecotimia: Afectos que no parecen genuinos. Taquipsiquia y bradipsiquia: Aceleración o enlentecimiento patológico de la actividad psíquica. Interceptación del curos de pensamiento: Es un síntoma característico de los obsesivos compulsivos. La diferencia entre una obsesión y un delirio radica que, en una obsesión la persona reconoce que sus ideas pueden ser estúpidas, pero no puede evitar sacársela de la mente. DELIRIUM: Alteración de la consciencia asociado a cuadros orgánicos.