SECUESTRO 1. TIPO PENAL El original tipo penal que recoge la figura delictiva denominado en forma genérica como "secuestro", por la evidente alarma social que ocasiona su comisión, ha sido modificado en varias oportunidades(567). La última modificación se ha producido por el Decreto Legislativo Nº 982, publicado en El Peruano, el 22 de julio de 2007 y su fe de erratas, publicada el 2 de agosto del citado año. La anterior modificación fue efectuada por imperio de la Ley Nº 28760, del 14 de junio de 2006. Esta ley, según la exposición de motivos de uno de los proyectos de ley que la sustentaron, tuvo como fundamento el hecho que "actualmente, en el Perú contemporáneo se conoce la modalidad llamada secuestro al paso. Entre los años de 1995 y 1996 ocurrieron solamente 115 secuestros en el Perú, de los cuales 80 fueron protagonizados por delincuentes comunes y los otros 35 fueron ejecutados por la subversión. De los 115 secuestros, solamente en Lima se llevaron a cabo 57 secuestros. Hoy en día son incontables los secuestros de empresarios. Uno de los recientes casos es el del Sr. Carlos Tonani Camusso. Las bandas de secuestradores se incrementan cada vez más, con equipos logísticos sofisticados, como el que sostuvo un feroz enfrentamiento con la policía el día 6 de febrero de 2006, en Lima, cuando fueron aniquilados a balazos cuatro secuestradores en las instalaciones de Panasonic en San Juan de Lurigancho, en circunstancias en que 15 delincuentes incursionaron al interior de la Empresa Corporación Credisol, en donde planearon robar la suma de medio millón de dólares y luego secuestrar a su gerente general, Sr. Juan Cueva Sánchez. En estas circunstancias fueron capturados miembros de nuestro Ejército peruano, pertenecientes a la banda de criminales. Por tales motivos, creemos que debe ser el Estado el que garantice una correcta administración de justicia y vele por la integridad de los ciudadanos y de la persona humana, sin bajar la guardia respecto a estos hechos delictivos que hacen difícil la vida de una sociedad que anhela paz y progreso de una manera civilizada, dentro de los cánones del respeto a la persona, al honor y la dignidad. La protección de la vida, la propiedad, el fomento del amor y la amistad es un sueño que se hará realidad si nos empeñamos en querer cambiar la historia de nuestra patria"(568). De ese modo, actualmente, el tipo penal 152, tiene el contenido siguiente: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinte ni mayor de treinta años el que, sin derecho, motivo ni facultad justificada, priva a otro de su libertad personal, cualquiera sea el móvil, el propósito, la modalidad o circunstancia o tiempo que el agraviado sufra la privación o restricción de su libertad. La pena será no menor de treinta años cuando: 1. se abusa, corrompe, trata con crueldad o pone en peligro la vida o salud del agraviado. 2. Se pretexta enfermedad mental inexistente en el agraviado. 3. El agraviado o el agente es funcionario o servidor público. 4. El agraviado es representante diplomático de otro país. 5. El agraviado es secuestrado por sus actividades en el sector privado. 6. El agraviado es pariente, dentro del tercer grado de consanguinidad o segundo de afinidad, con las personas referidas en los incisos 3, 4 Y 5 precedentes. 7. Tiene por finalidad obligar a un funcionario o servidor público a poner en libertad a un detenido o a una autoridad a conceder exigencias ilegales. 8. Se comete para obligar al agraviado a incorporarse a una agrupación criminal. 9. Se comete para obtener tejidos somáticos del agraviado. 10. Se causa lesiones leves al agraviado. 11. Es cometido por dos o más personas o se utiliza para la comisión del delito a menores de edad u otra persona inimputable. 12. El agraviado adolece de enfermedad grave. 13. La víctima se encuentra en estado de gestación. La misma pena se aplicará al que con la finalidad de contribuir a la comisión del delito de secuestro, suministra información que haya conocido por razón o con ocasión de sus funciones, cargo u oficio, o proporciona deliberadamente los medios para la perpetración del delito. La pena será de cadena perpetua cuando: 1. El agraviado es menor de edad o mayor de setenta años. 2. El agraviado sufre discapacidad y el agente se aprovecha de ésta circunstancia. 3. Si se causa lesiones graves o muerte al agraviado durante el secuestro, o a consecuencia de dicho acto. 2. TIPICIDAD OBJETIVA El delito de secuestro se configura cuando el agente o sujeto activo priva, sin tener derecho, motivo o facultad justificada para ello, de la libertad personal ambulatoria del sujeto pasivo o víctima, sin importar el móvil o el tiempo que dure la privación o restricción de la libertad. El comportamiento que exige el tipo simple es el de privar, sin derecho, motivo ni facultad justificada, a una persona de su libertad ambulatoria, sea cual fue re el móvil o circunstancia. Por su parte Roy Freyre, afirma que la materialidad del delito de secuestro consiste en privar a una persona de la facultad de movilizarse de un lugar a otro, aun cuando se le deje cierto ámbito de desplazamiento que la víctima no puede físicamente traspasar, configurando el delito precisamente la existencia de los límites impeditivos. Con la finalidad de sustentar su concepto, el profesor sanmarquino, cita como ejemplo el hecho que una persona estará secuestrada en un estadio deportivo cuando no pueda abandonarlo por haberse cerrado sus puertas con el fin de impedir su salida, no obstante que se le ha dejado la posibilidad de desplazarse por la cancha y por los diferentes compartimentos del local. En ese sentido, Luis Bramont-Arias y GarcÍa Cantizano, haciendo uso de fraseología parecida al profesor Roy Freyre seIialan que, "el comportamiento consiste en privar a una persona, sin derecho, de la facultad de movilizarse de un lugar a otro, con independencia que se deje cierto espacio físico para su desplazamiento, cuyos límites la víctima, no obstante, no puede traspasar; en este caso se configura el delito, precisamente, por la existencia de tales límites impeditivos. Estos autores, incluso ponen el mismo ejemplo del secuestro en un estadio deportivo. Asimismo los citados autores, sustentados en argumentos esgrimidos por el penalistajuan Bustos Ramírez, acertadamente concluyen que lo importante no es la capacidad física de moverse por parte del sujeto pasivo, sino la de decidir el lugar donde quiere o no estar. El actuar sin derecho ni motivo o facultad justificada p:ua privar de la libertad ambulatoria a una persona, constituye un aspecto importante a tener en cuenta para la configuración del delito de secuestro. En efecto, si se concluye que determinada persona actuó conforme a derecho o en todo caso, dentro de las facultades que le franquea la ley, el delito no aparece. Ello ocurre cuando una persona o autoridad detiene a una persona que sorprende en flagrante delito, o cuando la autoridad detiene a una persona por orden judicial. El derecho vivo y actuante también se ha pronunciado sintetizando el concepto. En efecto, la Ejecutoria Suprema del 9 de junio de 2004(m), en forma atinada y coherente argumenta "que el delito de secuestro se configura cuando el agente priva a una persona, sin derecho, de la facultad de movilizarse de un lugar a otro, con independencia de que se le deje cierto espacio físico para su desplazamiento y cuyos límites la víctima no puede traspasar; desde este punto de vista lo importante no es la capacidad física de moverse por parte del sujeto pasivo, sino la de decidir el lugar donde quiere o no quiere estar y lo más importante de esta disquisición, es que en el alJ-ldido tipo penal se usa la expresión 'sin derecho priva a la víctima de su libertad', pero esta privación de la libertad tiene una consecuencia, perseguida por el agente, a un fin mediato; siendo la privación de la libertad solo un modo facilitador". En esa línea, no se comprende el caso del derecho de corrección (siempre que se ejerza dentro de los límites razonables) que tienen los padres, educadores, tutores, curadores, quienes con ese fin impiden salir de determinado lugar a su hijo o pupilo. Igual ocurre con los médicos y enfermeras que con fines de tratamiento y curación, impiden la salida de sus enfermos de determinado recinto cerrado. En estos casos, de modo alguno, aparecen los elementos de actuar sin derecho para configurarse el delito de secuestro, pues existe motivo o facultad justificada. Así, Bramont-Arias y García Cantizano(574) enfatizan que en ciertos supuestos, no obstante, el secuestro, aun contra la voluntad del sujeto pasivo, está permitido por la ley o, por lo menos, está tolerado por los hábitos sociales; por ejemplo, el internamiento de enfermos mentales, el aislamiento de enfermos contagiosos, la disciplina doméstica del "cuarto oscuro", la detención de un sujeto sorprendido en flagrante delito. Por el contrario, cometerá delito de secuestro aquella persona o funcionario que priva de la libertad ambulatoria por tiempo determinado, a su víctima, sin tener derecho ni razón justificable. La comisión del delito de secuestro puede ser por acción o por omisión impropia. Se presentará la omisión impropia cuando, por ejemplo, una persona que solicita a su sirviente lo encierre durante la noche en su habitación porque sufre de sonambulismo. continúa encerrada a la mañana siguiente al no abrírsele la puerta. Nada indica el tipo penal del medio o modalidad que puede utilizar el agente para cometer el secuestro, por lo que se admite cualquier medio de comisión, siendo las más comunes la violencia, amenaza o el engaño. Villa Stein(575) afirma que las formas de privación pueden ser muchas, siendo las previsibles las del encierro de la víctima por el tiempo que sea, aún el muy breve, o su traslado engañoso o violento a lugar distinto del que le corresponde o quiere estar. Finalmente, no es indispensable la abductio de loa, in locum, es decir, que el sujeto pasivo sea trasladado de un sitio a otro; el agraviado puede ser secuestrado inclusive en su propio lugar de residencia(576). 2.1. Agravantes El legislador, recogiendo la experiencia social de los múltiples secuestros ocurridos en las grandes ciudades peruanas, ha previsto, en forma singular, diversas agravantes al hecho punible simple, las mismas que motivan la imposición de pena más severa al agente. El Decreto Legislativo Nº 982, del 22 de julio de 2007 ha ampliado la gama de circunstancias agravantes. Así tenemos: a. Por la conducta del agente a.l. El agente abusa, corrompe, trata con crueldad o pone en peligro la vida o salud del agraviado (inciso 1, artículo 152). Esta circunstancia agravante significa que el secuestro será calificado cuando el agente, aparte de privar de la libertad ambulatoria al agraviado, abusa de él, lo corrompe, le trata con crueldad o pone en peligro la vida o su salud. Se trata de uno de los casos que en doctrina se conoce con la denominación de delito imperfecto en dos actos, donde el secuestro es querido por el agente como un medio subjetivo para una actuación ulterior. El secuestro aparece como un medio para alcanzar otra finalidad que solo se logra con otra conducta ulterior(577). En efecto, el agente después de secuestrar a su víctima puede realizar cualquiera de las circunstancias previstas en el inciso 1 del tipo penal 152 del Código Penal, las mismas que por si solas sirven para perfeccionar el injusto penal de secuestro calificado. El agente o bien puede abusar sexualmente de la víctima (por ejemplo, el agente todos los días que dura el secuestro, hace sufrir el acto sexual a su víctima), o bien puede actuar con la finalidad de corromper a la víctima; o bien puede tratar con crueldad a la víctima o finalmente puede poner en peligro la vida o salud del agraviado. La expresión corromper debe ser entendida como el desarrollo de actos o sugestiones inmorales que despiertan o incitan en el agraviado apetitos o prácticas desviadas. Por ejemplo, incitar a la secuestrada, una señorita de su casa, a que se convier;a en una prostituta. El sujeto activo actuará con crueldad cuando, después de secuestrar al agraviado, acrecienta deliberada e injustamente el sufrimiento de aquel, causándole un dolor innecesario a los fines del secuestro mismo. No le falta razón a Villa Stein(578) cuando sostiene que la crueldad se define solo a partir de la innecesariedad del tormento para el propósito principal que reclama el tipo. Por ejemplo, el agente todas las noches que dura el secuestro despierta a su víctima utilizando un fierro caliente con el cual le infiere quemaduras en las extremidades. La circunstancia de poner en peligro la salud o la vida de la víctima aparecerá cuando el agente realiza una conducta tendiente a tal finalidad. Ejemplo: aparece esta circunstancia cuando todos los días que dura el secuestro, el agente no proporciona alimento a la víctima o, también ocurre, cuando el agente no presta asistencia médica a su víctima que, como producto del secuestro, resultó herido de bala. a.2. El agente pretexta que el agraviado sufre de enfermedad mental (inciso 2, artículo 152). Se presenta la figura de secuesU"o agravado cuando el agente priva de la libertad ambulatoria a su víctima, con el pretexto que aquel sufre de enfermedad mental que en la realidad no padece. El profesor Villa Stein(579) indica que la gravedad del hecho resulta del medio -falsedad en el dato- empleado por el agente. El atribuirle a la víctima un padecimiento mental que no tiene, resulta alevoso. Sin duda esta circunstancia es muy común en nuestra realidad, pues siempre de por medio están motivaciones económicas. Ocurre, por ejemplo, cuando los hijos, con el propósito de disfrutar de la fortuna económica de su padre, con el auxilio de un psiquiatra, le internan en un manicomio, alegando que sufre serias alteraciones mentales. a.3. Causa lesiones leves al agraviado (inciso 10, artículo 152). La agravante aparece cuando el agente, con ocasión del secuestro, ya sea con la finalidad de vencer la resistencia natural de la víctima o para lograr su finalidad, produce en el agraviado lesiones leves. Se entiende que para que una lesión sea catalogada como leve debe ser de la magnitud que establece en forma clara el artículo 122 del Código Penal. Esta agravante, sin duda, es criticable debido que no reviste mayor re levancia ni magnitud como las demás circunstancias agravantes. a.4. El agente suministra información que haya conocido por razón o con ocasión de sus funciones, cargo u oficio con la finalidad de contribuir en la comisión del delito de secuestro (Tercer párrafo del artículo 152). Aquí se trata de un cómplice plimalio, esto es, el agente presta su ayuda de manera plimordial, sin la cual no sería posible la comisión del secuestro y por ello consideramos que resulta adecuado el haberlo separado de las agravantes del secuestro para ubicarlo en párrafo aparte del tipo penal 152. La conducta se configura cuando el agente-eómplice entrega información precisa que conoció con ocasión de ejercer sus funciones, cargo u oficio, a los secuestradores para que realicen el delito de secuestro sin mayor dificultad. Ocurre, por ejemplo, cuando una persona que realiza labores domésticas en el hogar del agraviado, informa a los secuestradores que su empleador sale solo a pasear su mascota en el parque, todos los días a las ocho de la noche, e incluso informa que aquel en esos días, no puede correr por haber sido golpeado en el muslo durante un partido de fulbito. a.5. El agente proporciona deliberadamente los medios para la perpetración del secuestro (Tercer párrafo del artículo 152). Aquí también estamos ante una complicidad plimalia. El agente presta los medios mateliales indispensables a los autores para la comisión real del secuestro; sin la ayuda del cooperador, hubiese sido imposible la realización de dicho delito. Por ejemplo, ocurre cuando el agente presta su vehículo y sus armas a los secuesu'adores, quienes no cuentan con tales medios, para plivar de libertad a determinada persona. b. Por la calidad de la víctima b.l. El agraviado es funcionario o servidor público (inciso 3, artículo 152). Aquí el secuestro se agrava por el hecho que la víctima viene a ser una persona al servicio de los intereses públicos. A efectos de la agravante no bastará verificar que el sujeto pasivo cuente con la cualidad indicada, sino que será necesario verificar el ejercicio normal de la función que cumple al servicio del Estado. Así, en el caso del "funcionario público", el secuestro debería estar vinculado al ejercicio de sus funciones para entender que el mayor injusto deriva de la afección al "correcto funcionamiento de la administración pública", además de la libertad individual(581). En consecuencia, el secuestro se agrava por el hecho que aparte de privar de libertad ambulatoria al agraviado, indirectamente se está perturbando el normal funcionamiento de la administración pública en el sector al cual pertenece el secuestrado. El agente actúa con más temeridad, pues para lograr sus fines no le interesa privar de su libertad a un trabajador del Estado. Sin duda, para saber qué personas son considerados como funcionarios o servidores públicos para efectos de la normatividad penal, debe recurrirse al artÍCulo 425 del Código Penal. b.2. El agraviado es representante diplomático de otro país (inciso 4, artÍCulo 152). La agravante se configura cuando el agraviado del secuestro es diplomático de otro país. Es decir, cuando el diplomático es extranjero. Ello significa que si el agraviado es diplomático de nuestro país, esta agravante no aparece. En estos casos, igual el secuestro es agravado por aplicación del inciso 3 del tipo penal en hermenéutica. b.3. El agraviado es secuestrado por sus actividades en el sector privado (inciso 5, artÍCulo 152). La agravante fue introducida con la modificación del tipo penal mediante el Decreto Legislativo Nº 896, el mismo que tuvo como correlato social, el incremento de secuestros al paso de empresarios exitosos ocurrido en las grandes ciudades del Perú. Se agrava la conducta de secuestro cuando el agente ha dirigido su conducta sobre un empresario o profesional de éxito con la finalidad común de obtener un provecho económico. Sin duda, el legislador busca evitar los secuestros en contra de empresarios sobresalientes para no poner en peligro la actividad económica del país. El incremento de los secuestros al paso era indicativo que se vivía una inseguridad y que las normas penales en contra de los secuestradores eran benignas, por lo que el legislador no dudó en introducir la presente agravante. Tiene razón Villa Stein(582) cuando enseña que la previsión es, sin embargo, muy abierta, pues cualquier actividad que no sea la correspondiente al sector público pertenece por exclusión al sector privado. Eljuzgador deberá, no obstante, interpretar restrictivamente el punto en término de prever como conducta agravada la que atenta contra la libertad de empresalios plivados o profesionales cuyo éxito económico sea ostensible. La agravante obedece más a fines económicos y cuando no políticos que a una mayor dañosidad al bien jurídico protegido. b.4. La víctima es pariente, dentro del tercer grado de consanguinidad o segundo de afinidad, con las personas referidas en el incisos 3, 4 Y 5 (inciso 6, artículo 152). Aquí la conducta de secuestro se califica por el hecho que el agraviado resulta ser pariente, dentro del tercer grado de consanguinidad o segundo de afinidad de un funcionario, servidor público, representante diplomático de otro país o empresalio o profesional de éxito. Se busca proteger a la familia de las personas que tienen las calidades antes anotadas. b.5. El agraviado adolece de enfermedad grave (inciso 12, artículo 152). La circunstancia agravante se configura cuando la acción de secuestro se dilige contra una persona que se encuentra sufriendo de enfermedad grave, ya sea de tipo mental o físico. Resulta clara que la enfermedad no debe haberlo contraído durante la comisión del secuestro, sino en un momento anterior(583l. Los antecedentes médicos y sobre todo el examen médico legal al agraviado determinarán la gravedad o no de la enfermedad que padece la persona. Se busca proteger la integridad de aquellas que eventualmente se encuentren sufriendo de alguna enfermedad de magnitud grave. b.6. La víctima se encuentra en estado de gestación (inciso 13, artículo 152). La agravante aparece cuando la víctima-mujer del secuestro se encuentra en estado de gestación, es decir, esperando que se produzca el nacimiento de un nuevo ser que lleva en su vientre. Ya hemos indicado al analizar la figura del aborto, que una mujer se encuentra en estado de embarazo desde el momento mismo que se produce la anidación del nuevo ser en el útero de la madre hasta que se inician los intensos dolores que evidencian el inminente nacimiento. Se busca proteger la integridad física y mental tanto de la gestante como del ser por nacer. La agravante se justifica por la propia naturaleza del periodo que atraviesa la agraviada. b.7. Si el agraviado es menor de edad (cuarto párrafo del artículo 152). Esta agravante se presenta cuando el agente dirige su conducta sobre un menor de dieciocho años. Se busca proteger la integridad física y afectiva de los menores de edad, quienes son más susceptibles a cualquier daño de su personalidad a consecuencia de sufrir un secuestro. b.8. Si el agraviado es mayor de setenta (cuarto párrafo del artículo 152). Esta agravante, antes de la modificatoria introducida por la Ley Nº 28760, presentaba un serio problema: se preveía que se producía el secuestro agravado cuando la conducta se dirigía sobre un anciano. El saber a quien se le consideraba anciano era un problema a resolver recurriendo a leyes extra penales como las laborales, pues allí encontramos los parámetros para considerar a una persona anciana. Esto es, sosteníamos que la persona es anciana cuando haya alcanzado o sobrepasado la edad cronológica límite para lajubilación(584). En ese sentido, el secuestro se agravaba cuando el agente dirigía su conducta sobre un mayor de sesenta y cinco años, en caso de varón, y sesenta años, en caso de mujer(585). Incluso, en posición diferente y discutible, Villa Stein(586) consideraba que por aplicación extensiva del artículo 22 del Código Penal se considera anciano a la persona mayor de sesenta y cinco años, pues el artículo 22 prescribe la imputabilidad relativa de las personas mayores de sesenta y cinco años que hayan cometido un hecho punible. Sin embargo, la Ley Nº 28760, de junio de 2006, aclaró el panorama y previó que se configuraba la agravante del secuestró cuando la conducta del agente se dirigía a una persona mayor de sesenta y cinco años, sea esta mujer o varón. No obstante, sin mayor explicación ni fundamento razonable, ellegislador, por el Decreto Legislativo Nº 982, ha dispuesto que el secuestro se agrava si el agraviado tiene una edad cronológica mayor de setenta años. Esto es, si el secuestro se produce en una persona de 69 años de edad, la agravante no se configura. Se busca proteger la integridad física y afectiva de los ancianos, quienes son más susceptibles a cualquier daño de su personalidad como consecuencia de sufrir un secuestro. El agente de cualquiera de estas dos últimas agravantes se sancionan con la inconstitucional cadena perpetua. b.9. Si el agraviado es discapacitado. Tipificado en el cuarto párrafo del al' ículo 152 del Código Penal por disposición primero de la Ley NQ 28760, de junio de 2006 y ahora por el Decreto Legislativo NQ 982. Se configura cuando el agente secuestra o priva de su libertad ambulatoria a una persona que sufre de incapacidad física, mental o sensorial, con la finalidad de hacer que personas estrechamente vinculadas a ella le entreguen cualquier ventaja indebida a cambio de dejarlo libre. Un dato adicional a tener en cuenta para subsumir una conducta de secuestro, en esta agravante, es el hecho que el agente debe aprovecharse de aquella discapacidad. Bien se sabe que la persona con discapacidad es aquella que tiene una o más deficiencias evidenciadas con la pérdida significativa de alguna o algunas de sus funciones físicas, mentales o sensoriales, que impliquen la disminución o ausencia de la capacidad para realizar alguna actividad dentro de formas o márgenes considerados normales, limitándola en el desempeño de un rol, función o ejercicio de actividades y oportunidades para participar equitativamente dentro de la sociedad(587). Sejustifica la agravante, toda vez que el actor o agente se aprovecha de la especial debilidad de aquellas personas, sabiendo perfectamente que no opondrán alguna clase de resistencia y por tanto, no ponen en peligro el logro de la finalidad que busca aquel. De configurarse esta agravante, el agente será sancionado con la inconstitucional pena de cadena perpetua. c. Por la finalidad que busca el agente con el secuestro. c.1. El agente tiene por finalidad obligar a un funcionario o servidor público a poner en libertad a un detenido (inciso 7, artículo 152). La agravante aparece cuando el agente secuestra a determinada persona y después solicita se deje en libertad a una persona detenida. Ejemplo: ocurre cuando A secuestra a B que tiene estrechos lazos sentimentales con el comisario de una comisaría, y luego conmina a este, dejar en libertad a C, que horas antes había sido detenido al ser sorprendido en flagrante delito. c.2. El agente tiene por finalidad obligar a una autoridad a conceder exigencias ilegales (inciso 7, artÍCulo 152). La agravante se evidencia cuando el agente secuestra al sujeto pasivo y luego solicita a determinada autoridad le conceda exigencias ilegales, tales como el pago de honorarios no debidos o el pago de beneficios no ganados, etc. El agente actúa con la firme convicción de exigir que una persona investida de autoridad le otorgue alguna ventaja no debida. c.3. El agente busca obligar al agraviado a incorporarse a una agrupación criminal (inciso 8, artículo 152). La circunstancia calificada aparece cuando el sujeto activo secuestra una persona para obligarla a incorporarse a una agrupación de personas dedicadas a la comisión de hechos delictivos. Ocurre, por ejemplo, cuando el agente secuestra a un electricista y le obliga, bajo amenaza de no dejarle en libertad, a incorporarse a su agrupación criminal, pues les es necesario una persona que conozca sobre electricidad para perpetrar delitos contra el patrimonio. El Decreto Legislativo NQ 982, dejulio de 2007, modificó esta agravante. En efecto, anteriormente se configuraba cuando el agente buscaba que el agraviado se incorpore a una "organización" criminal, es decir, a un grupo de personas, más o menos organizadas, dedicadas a cometer latrocinios. En cambio, ahora el tipo penal solo se refiere a "agrupación", dando a entender que no necesariamente debe ser un grupo de personas medianamente organizadas ni con permanencia en el tiempo, sino simplemente a un grupo de personas que bien pueden reunirse para cometer latrocinios. El término agrupación engloba a todo tipo de grupo de personas que se reúnen para cometer delitos. El término es más amplio. c.4. El agente busca obtener tejidos somáticos de la víctima, sin grave daño físico o mental (inciso 9, artículo 152). La Ley NQ 28189, del 18 de marzo de 2004, incorporó esta agravante en el artículo 152 del Código Penal, la que se perfecciona cuando el agente, con la finalidad o intención final de obtener tejidos somáticos de su víctima, lo secuestra. Aquí el agente no secuestra a una persona para obligar que un tercero dé su consentimiento para donar sus tejidos y trasplantarlos a otro, sino que de la misma víctima del secuestro se obtendrá los que reqwere. d. Por el resultado d.l. Durante el secuestro o a consecuencia de dicho acto se causa lesiones graves al agraviado (último parte del artículo 152). La circunstancia agravante se configura cuando la víctima, como consecuencia del secuestro que ha sufrido, resulta con lesiones graves en su cuerpo o en su salud física o mental. Ocurre, por ejemplo, cuando el agraviado pierde uno de sus brazos al no haber sido atendido quirúrgicamente de la herida de bala que sufrió al momento del secuestro. Se entiende por lesiones graves a la integridad física o mental a aquellas que tienen la magnitud de los supuestos establecidos en el artículo 121 del Código Penal; si por el contrario, las lesiones producidas al rehén son de la magnitud de los supuestos del artículo 122, la agravante en hermenéutica no se configura, sino el hecho se tipificará en el inciso 10 del tipo penal. De la forma como aparece redactada la agravante, se entiende que las lesiones producidas en la integridad física o mental de la víctima pueden ser a título de dolo o de culpa; esto es, el agente puede causarlas directamente con la finalidad, por ejemplo, de conseguir de forma más inmediata la ventaja indebida que busca con su accionar o, en su caso, las lesiones pueden ocasionarse debido a una falta de cuidado o negligencia del agente al momento del secuestro, o cuando se está al cuidado del rehén en tanto se consigue la ventaja que motiva el accionar delictivo. Con García Cavero(588) sostenemos que la no mención de la previsibilidad del resultado en la agravante en hermenéutica, de modo alguno significa la utilización de un sistema de responsabilidad objetiva, sino por el contrario, las lesiones graves a la integridad física o mental del agraviado deben ser, cuando menos, previstas como resultado posible. d.2. Cuando el agraviado muere durante el secuestro o a consecuencia de dicho acto (último parte del artículo 152). La agravante se presenta cuando el agraviado muere durante el acto mismo del secuestro o a consecuencia de este, es decir, el que ocurra con posterioridad al recobrar la víctima su libertad ambulatoria, siempre que el fallecimiento sea consecuencia de dicho acto. Ocurre, por ejemplo, cuando en el momento que se desarrolla el secuestro de un empresario, este muere a consecuencia de haber recibido un impacto de bala mortal durante la balacera que se produjo entre los secuestradores y los miembros de su seguridad. La muerte del secuestrado puede producirse a título de dolo o de culpa; es decir, el agente dolosamente puede provocar la muerte de la víctima, por ejemplo, cuando esta se resista al secuestro o, en su caso, pese a que logran su objetivo de obtener la ventaja perseguida con su conducta, ocasionan la muerte del agraviado con la finalidad de no ser identificados posteriormente. Asimismo, la muerte de la víctima puede producirse por un actuar negligente del autor al momento del secuestro o, en su caso, cuando está al cuidado del rehén, en tanto el obligado hace entrega de la ventaja indebida que se le exige. Igual que en la hipótesis anterior, el no hacer mención de la previsibilidad del resultado letal no significa la utilización de un sistema de responsabilidad objetiva, pues de todas maneras se exige que la muerte del agraviado sea, cuando menos, prevista como resultado posible por el agente. Las dos últimas modalidades agravadas del delito de secuestro, también son sancionadas con la inconstitucional pena de cadena perpetua. e. Por los medios de cornisión e.J. Se utiliza a menores de edad para cometer el secuestro (inciso 11, artículo 152). La agravante se configura cuando el agente o agentes utilizan, en la comisión del secuestro, a personas menores de 18 años de edad. La participación del menor incluso hasta puede ser con su voluntad; sin embargo, por el solo hecho de hacerlo participar en el hecho punible de secuestro, los agentes serán sancionados por el delito de secuestro agravado. e.2. Se utiliza un inimputable para cometer el secuestro (inciso 11, artículo 152). La circunstancia agravante se presenta cuando el o los agentes, para cometer el delito de secuestro, utilizan o hacen participar a una persona inimputable. Se considera inimputable, con exclusión de los menores de 18 años, a todas aquellas personas que por anomalía psíquica, grave alteración de la conciencia o por sufrir alteraciones en la percepción, que afectan gravemente su concepto de la realidad, no poseen la facultad de comprender el carácter delictuoso de su acto. Por concurso de agentes J J. El secuestro es cometido por dos o más personas (inciso 11, artículo 152). La agravante se configura cuando el secuestro se realiza por el concurso de dos o más personas que se reúnen ocasionalmente para ello. No es una agrupación delictiva cuya característica es su permanencia en el tiempo, sino que aquí la agravante se configura cuando dos o más personas se juntan en forma ocasional para realizar un secuestro. El concurso de dos o más sujetos que exige el tipo penal, debe ser en el hecho mismo que se produce el secuestro. No antes ni después, y ello solo puede suceder cuando estamos ante la coautoría. Los instigadores o cómplices no sirven para cumplir las exigencias de la agravante. Los primeros no cometen el delito, lo determinan; mientras que los segundos tampoco cometen el delito, solo colaboran o auxilian a los que realmente realizan el hecho punible. Los instigadores y cómplices no tienen el dominio del hecho. En suma, la agravante se configura cuando dos o más personas participan en calidad de coautores del delito de secuestro(589). En consecuencia, no es suficiente una complicidad simple, una cooperación necesaria o una instigación para estimar la agravante, sino que debe tratarse de un caso de coautoría, en donde el dominio del hecho se encuentre en manos de varios slyetos, en el sentido de una contribución de funciones y de roles, en virtud a la cual cada uno determina con su aporte la mayor gravedad del injusto. Esta circunstancia agravante se fundamenta en la misma imposibilidad de defensa que experimenta la víctima frente a un hecho de plural participación y en la mayor potencialidad lesiva para el bien jurídico "libertad ambulatoria" que importa el ataque de un grupo de personas. 2.2. Bien jurídico protegido El bien jurídico preponderante que se trata de proteger lo constituye la libertad personal, entendida en el sentido de libertad ambulatoria o de locomoción, es decir, la facultad o capacidad de las personas de trasladarse libremente de un lugar a otro como a bien tengan de acuerdo a sus circunstancias existenciales. En tal sen tido,] avier Villa Stein (590), citando a los españoles Agustín] orge Barreiro y]osé Prats Canut (quienes comentan el Código Penal español), afirma que es intensiva la doctrina que admite que el bien tutelado con el tipo penal del secuestro es la libertad ambulatoria, es decir, la libertad de locomoción, entendida como la facultad de ftiar libremente, por parte de la persona, su situación espacial. 2.3. Sujeto activo Agente, sujeto activo o autor del delito de secuestro puede ser cualquier persona, el tipo penal no exige alguna condición especial. Incluso puede ser cometido por un funcionario o servidor público en ejercicio de sus funciones, así como un representante diplomático ya sea peruano o extranjero. 2.4. Sujeto pasivo Víctima, agraviado o sujeto pasivo del delito de secuestro puede ser cualquier persona, incluso un recién nacido o un enfermo mental. Esta es la diferencia con el delito de coacción, en el sentido que en aquel ilícito penal se requiere que el sujeto pasivo tenga conciencia de su libertad para poder obligarle a realizar lo que la ley no manda o impedirle algo que la ley no prohíbe; mientras que en el secuestro no se requiere tal conciencia, pudiendo ser sujeto pasivo del delito cualquier persona que tenga o no conciencia de la libertad. Esta es la interpretación de la Suprema Corte cuando por la Ejecutoria Suprema del 10 de abril de 1997, expresa que "en el delito de secuestro agravado por la calidad del sujeto pasivo (un "menor de edad" que no tenga la capacidad fisica locomotriz ni psíquica para autodetermina'rse), el injusto culpable se configura porque el agente priva a su víctima del derecho de mantenerse bajo la órbita, el control y cuidado de quienes tienen el deber y poder de tenencia respecto a él, como libre ejercicio de las potestades que se producen dentro de los vínculos de familia, lo cual no implica que los padres del menor sean sujetos pasibles del delito" (591). En esa línea, no puede aceptarse la posición adoptada por Bramont-Arias y García Cantizano (592), quienes enseñan que "sl~eto pasivo puede ser cualquiera, inclusive un menor de edad, siempre que tenga la capacidad suficiente para tomar decisiones sobre sus desplazamientos, del mismo modo, también los enfermos mentales". Esta misma postura sostenía Roy Freyre (593), cuando al comentar el tipo básico del artículo 223 del Código Penal derogado, afirmaba que no hay inconveniente para incluir como agraviado al menor, en cuanto tenga capacidad para tomar decisiones sobre sus desplazamientos; igual tratándose de enfermos mentales. Finalmente, cabe anotar que la calidad o cualidad del sujeto pasivo, en ciertos supuestos delictivos, sirve como agravante del delito de secuestro, tales como: funcionario o servidor público, menor de edad, anciano, empresario, etc. 3. TIPICIDAD SUBJETIVA De la propia redacción del tipo penal que recoge el supuesto básico del injusto penal denominado secuestro y sus agravantes Huye que se trata de un delito netamente doloso. El agente actúa con conocimiento y voluntad de privar o restringir la libertad ambulatoria de su víctima, esto es, afectar su libertad. Como precedente jurispmdencial importante, respecto del elemento subjetivo del delito de secuestro, cabe citar la Ejecutoria Suprema del 16 de septiembre de 1998, en la cual se sostiene "que, el fundamento de la punibilidad del delito de secuestro está en el menoscabo de la libertad corporal, siendo esencial la concurrencia del elemento subjetivo, esto es, que el agente se haya conducido con la intención especifica de tomar a la víctima y afectar su libertad personal privándola de la misma, privación que, además, debe representar verdaderamente un ataque a su libertad; que en el caso de autos, si bien la víctima fue trasladada por el agente hasta una cabaña a fin de practicar con esta el acto sexual en contra de su voluntad, llevándola de regreso hasta su domicilio una vez consumado el hecho debe tenerse en cuenta que este fue el medio elegido para evitar ser descubierto y crear una situación de mayor indefensión de la víctima, sustrayéndola de un lugar en que probablemente hubiese podido ser auxiliada, consecuentemente, el propósito de la conducta criminal estaba en función al delito de violación sexual y no así al de secuestro, por lo que no concurren los elementos configurativos de este tipo penal" (594). Además, cuando concurre alguna de las circunstancias agravantes ya analizadas, el agente debe conocer también las especiales circunstancias que califican su conducta. Por ejemplo, de concurrir la agravante prevista en el inciso 2 del artÍCulo 152 del Código Penal, el agente deberá tener pleno conocimiento que el agraviado no sufre alguna enfermedad mental; cuando concurra la circunstancia calificante del inciso 4 del artículo 152, el agente debe conocer que el agraviado es un empresario sobresaliente, etc. 4. ANTIJURIDICIDAD No hay inconveniente en aceptar que en determinado hecho típico de secuestro concurra alguna de las causas de justificación previstas en el artículo 20 del Código Penal. Como ejemplo de la concurrencia de una causa de justificación tenemos la Ejecutoria Suprema del 9 dejunio de 2004 (595), en la cual, en forma atinada y coherente, se sostiene: "que el delito de secuestro se configura cuando el agente priva a una persona, sin derecho, de la facultad de movilizarse de un lugar a otro, con independencia de que se le deje cierto espacio fisico para su desplazamiento y cuyos límites la víctima no puede traspasar, desde este punto de vista lo importante no es la capacidad fisica de moverse por parte del sujeto pasivo, sino la de decidir el lugar donde quiere o no quiere estar y lo más importante de esta disquisición, es que en el aludido tipo penal se usa la expresión 'sin derecho priva a la víctima de su libertad', pero esta privación d.e la libertad tiene una consecuencia, perseguida por el agente, a un fin mediato; siendo la privación de la libertad solo un modo facilitador. Segundo. - Que en el presente caso, los procesados en su condición de integrantes de las rondas campesinas de los centros poblados de Pueblo Libre y Santa Rosa, jurisdicción de la provincia de Moyabamba, en el departamento de San Martín, teniendo conocimiento de que los presuntos agraviados [. .. ] aceptaron [. .. ], ser los autores de l()s delitos de robo, violación sexual y asesinato que se habrían cometido en sus territorios, decidieron sancionarlos de acuerdo con sus costumbres condenándolos, a 'cadena ronderil: esto es, pasarlos de una ronda a otra a efectos de que sean reconocidos por sus habitantes)' además presten trabajo gratuito a favor de las respectivas comunidades. Terr:ero.- Que en tal sentido, la conducta de los procesados no reviste el carácter doloso que requiere el tipo penal de secuestro, dado que su actuar se encuentra normado y regulado por el artículo 149 de la Constitución Política del Perú que a la letra dice: 'las Rondas Campesinas pueden ejercer las funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad con el derecho consuetudinario ... : no habiéndose advertido con ello ningún ejercicio abusivo del cargo ya que, por el contrario todos los denunciados actuaron conforme a sus ancestrales costumbres. Cuarto.- Que el inciso 8, del artículo 20 del Código Penal señala que está exento de responsabilidad penal 'el que obra por disposición de la ley, en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo " por lo que, si los procesados en su condición de ronderos, momentáneamente aprehendieron a los presuntos agraviados, sin embargo, su accionar es legítimo, por cuanto se encuentra enmarcado en el artículo 149 de nuestra carta magna. Quinto.- Que al haber concurrido la causa de justificación 'el actuar por disposición de la ley' en el presente proceso; en con secuencia, si bien la acción es típica, sin embargo no es antijurídica, por ende, tampoco culpable, resultando de aplicación el artículo 284 del Código de Procedimientos Penales". Consideraciones por las cuales declararon haber nulidad en la sentencia recurrida que condenó a los procesados por el delito de secuestro (596). 5. CULPABILIDAD Una vez que el operador jurídico determina que en la conducta típica analizada no concurre alguna causa de justificación, inmediatamente analizará si el injusto penal debe ser atribuido al agente. Es decir, deberá analizar si el agente es imputable, si al momento de actuar sabía o tenía conocimiento de la antijuridicidad de su actuar y si pudo obrar de manera diferente a la de exteriorizar la conducta que lesionó el bien jurídico libertad de su víctima. 6. CONSUMACIÓN El delito en análisis dogmático alcanza su estado de perfeccionamiento o consumación desde que el sujeto pasivo queda privado de su libertad ambulatoria; desde aquel momento, comienza o se inicia el estado consumativo que solo concluye cuando, por voluntad del agente o por causas extrañas, se pone fin a la privación de libertad del sujeto pasivo de la conducta ilícita. Los tratadistas peruanos coinciden en este aspecto. Roy Freyre (597) indica que el delito alcanza la etapa de la consumación en el momento en que el agraviado queda privado de su libertad de movilizarse en el espacio; se trata de un delito permanente en el que la actividad delictiva continúa proyectándose en el tiempo mientras dura el estado de secuestro. Bramont-Arias y GarCÍa Cantizano (598) señalan que el delito se consuma cuando el sujeto pasivo queda privado de su libertad para movilizarse. "Se trata de un delito permanente, puesto que la conducta delictiva continúa mientras dura la privación de la libertad", de tal modo que es posible la intervención de partícipes aun después del inicio de la ejecución del delito. Y finalmente~ Villa Stein (599) sostiene que se consuma el delito en el momento que se priva de la libertad ambulatoria a la víctima, siendo permanente en tanto no se libere al sujeto pasivo. En esa línea, pareciera que se trata de un delito instantáneo, sin embargo, doctrinariamente es lugar común considerarlo como un ejemplo representativo de los delitos permanentes. Incluso nuestro máximo Tribunal en Sala Plena, al referirse a los delitos de naturaleza permanente, tangencialmente se ha pronunciado en tal sentido, al acordar la siguiente jurisprudencia vinculante: "El delito de usurpación es de realización instantánea, siendo suficiente para su consumación el despojo de la posesión o la afectación de un derecho real". En efecto, en la ponencia que sustentó la aprobación de la citada jurisprudencia normativa, presentada por el señor vocal supremo de la Sala Penal Permanente, Hugo Sivina Hurtado, se sostiene: "Los delitos permanentes, por el contrario, son aquellos que se caracterizan por prolongarse en el tiempo el momento consumativo, como ocurre, por ejemplo, con el delito de secuestro previsto en el artículo 152 del Código Penal, en el que se mantiene en el tiempo la situación antijurídica ('privación de la libertad') creada por el agente. Sin embargo, como lo han precisado en Alemaniajescheck y en España Mir Puig, la característica fundamental del delito permanente y que permite diferenciarlo de otras creaciones de situaciones ilícitas que se mantienen en el tiempo, pero que no se comprenden en dicha categoría, es que el mantenimiento del estado antijurídico de cierta duración creado por la acción punible, depende de la voluntad del autor, implicando que dicho mantenimiento sigue realizando el tipo, por lo que el delito se sigue consumando hasta que se abandona la situación antijurídica" (600). De tal modo, es lugar común sostener que el injusto penal de secuestro es un delito permanente, puesto que la conducta reprochable penalmente permanece por el tiempo en que dure la privación o restricción de la libertad. El agente tiene el dominio directo de la permanencia. Esto es, dependerá del autor poner fin a la privación de la libertad de la persona secuestrada o, en su caso, continuar con la permanencia. Para efectos de la prescripción de la acción penal, este aspecto resulta de trascendencia, pues el cómputo para esta correrá recién desde el día en que el agraviado recobró su libertad (601). 7. TENTATIVA Y ACTOS PREPARATORIOS Existe tentativa cuando el autor inicia la ejecución del delito por hechos exteriores, practicando todos o parte de los actos que objetivamente deberían de producir el resultado, y sin embargo, este no se produce por causas independientes a la voluntad del agente. En tal sentido, el secuestro, por tratarse de un delito de lesión y de resultado, es posible que se quede en realización imperfecta, esto es, en el grado de tentativa. Ello ocurrirá, por ejemplo, cuando después de desarrollar los actos tendientes a lograr el secuestro, los delincuentes no logran su objetivo por la tenaz resistencia que opuso el agraviado y los efectivos de su seguridad personal. El agente debe haber dado inicio con actos ejecutivos objetivos a la comisión del delito de secuestro que decidió cometer. Antes que aparezcan objetivamente tales actos estaremos ante lo que se denomira actos preparatorios de un delito de secuestro, los mismos que, por regla general, son atípicos e irrelevantes penalmente, salvo que por sí solos constituyan un delito independiente. En talsentido se ha pronunciado la Sala Penal de la Corte Suprema por Ejecutoria Suprema del 18 de mayo de 1994, que resolvió absolver al procesado de la acusación fiscal del delito de tentativa de secuestro, sosteniendo: "Que, en el caso de autos se imputa a Rudy Andrés Albarracín Barreto haber confeccionado los planos y croquis que determinaban la trayectoria a seguir por el agraviado Paolo Sachi Yurato, que luego sena objeto de la privación de su libertad personal, empero tal comisión delictiva no se perpetró quedando entonces la actitud del procesado Albarracín Barreto como un acto carente de suficiencia para violentar un bien jurídico tutelado por la ley, en vista de no darse el presupuesto inequívoco de dar inicio en la comisión del hecho punible; por tanto, debe encuadrarse tal situación como acto preparatorio que se encuentra en la fase externa del delito, pero que no es parte de él, siendo que por sí solo es incapaz de indicar la voluntad del hecho de continuar y acabar su intento delictuoso; si esto es así, la imputación recaída no tiene el sustento necesario para la imposición de una pena"