UNIVERSIDAD NACIONAL DE RÍO CUARTO FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN INICIAL Seminario Introductorio al Campo Profesional (6820) “” Integrantes: Becerra, Cintia: DNI 39.394.334 Neumann, María Camila: DNI 39.422.270 Otero, Daniela: DNI 37.436.424 Peiretti, Romina: DNI 36.133.469 Sosa, Agustina: DNI 42.786.500 Fecha: 8 de abril de 2019 1- INTRODUCCIÓN El presente informe ha sido realizado por alumnas del Profesorado de Educación Inicial para el cursillo de ingreso, teniendo en cuenta los ejes de “Psicomotricidad” y “Seminario Introductorio al Campo Profesional”. Partiendo de una reflexiva lectura de la bibliografía otorgada, abordaremos la primera infancia en su actualidad para poder comprender y reflexionar acerca de la relevancia de la educación inicial, a partir del reconocimiento del trascendental rol de los agentes de socialización en su formación y de prácticas educativas óptimas para el crecimiento psíquico y físico saludable del niño. Específicamente, la práctica educativa ejemplar de desarrollo infantil que ha inspirado nuestra indagación a cerca de los ideales que poseemos de la educación en la primera infancia: “la educación Pikler-Lóczy”. La misma ha sido llevada a cabo en el Instituto Lóczy de Budapest, Hungría, y fundada por la pediatra Emmi Pikler. Teniendo en cuenta esta forma de enseñanza, consideramos como futuras profesionales de la educación inicial, la importancia de la primera infancia, ya que es una etapa extraordinaria en la vida del ser humano caracterizada por el florecimiento de una inmensa curiosidad por explorar lo nuevo que se le presenta a sus sentidos. Es así que los niños, en sus primeros años de vida, se encuentran abiertos a ilimitadas posibilidades de experiencias de aprendizaje duraderas, y de esta manera, conforman una distintiva personalidad que posibilitará el descubrimiento de una parte de su identidad. La educación inicial, en este período de inserción en el mundo social, tiene como objetivo principal enseñar al infante hábitos necesarios para la vida, potenciar sus capacidades y transformarse así en un estímulo en el desarrollo armónico en la individualidad del niño, ya que desde los 0 a 5 años, su desarrollo cognitivo, social y emocional, es fácilmente influido por las propuestas de aprendizaje del educador inicial. Por lo tanto, la evolución de las habilidades sociales e individuales del niño, irán de la mano del disfrute de juegos, arte, literatura y exploración del medio, dependiendo de las distintas experiencias pedagógicas y creatividad del docente. 2- DESARROLLO El nacimiento de una nueva vida significa el origen de un ser único e inigualable. Sin duda, será vital para el crecimiento armónico de esta pequeña vida, estar en contacto con otras personas para satisfacer necesidades básicas tales como la alimentación, al mismo tiempo que adquirir valores aceptables para ser futuros sujetos que tendrán influencia en la sociedad y en el mundo. El desarrollo de esta primera infancia será inevitablemente influenciado por la realidad socio-cultural de la época en que la que transcurrirá. Por consiguiente, es importante para el educador inicial, que tendrá directa influencia en el crecimiento del niño, tener presente que en este nuevo siglo las infancias no son las mismas que antes. Por un lado, la época de las tecnologías de información que inevitablemente no solo han generado curiosidad en el infante y posibilitado, en su mayor medida, un aprendizaje sano, sino que además ha generado un fácil acceso al conocimiento adulto, impactando de manera negativa en su desarrollo, ya que como Dinker (2018) expresa, los mismos son de alta complejidad y sin intervención adulta. Entonces, esta información online producirá que el niño se eduque así mismo en una temprana edad de conocimientos que todavía no deben estar en su conciencia. Por otro lado, el hecho de que un gran porcentaje de infantes están, como afirma Dinker (2018) dejando la escuela, subiendo al techo de un tren arriesgando su vida, siendo sometidos a condiciones de explotación infantil, etc. Es sobre este negativo contexto que los agentes de socialización deben actuar, entendiendo que existen distintas infancias con particulares historias y realidades. A modo de explicación, de acuerdo a Gvirtz, Grinberg y Abregú (2007), cuando se habla de la socialización primaria se refiere a la etapa en la que el niño comienza a ser capaz de adquirir el lenguaje y esquemas para comprender la realidad, dentro de un ambiente familiar con alta carga afectiva. Por otro lado, Gvirtz et al. (2007) definen a la socialización secundaria como la adquisición de formas de conocimiento y comportamiento de un alumno, desde sus comienzos, mediante su docente y dentro de una institución. Es mediante estos procesos de adquisición que ambos tipos de socialización obtienen su valor, debido a que, durante su inserción en el mundo social, los infantes construyen su propia realidad, generan aprendizajes, se desarrollan, potencian sus capacidades y adquieren otras, todo ello como parte de los procesos de socialización en los que participan al interactuar con la familia y al establecer relaciones con quienes les rodean, en todos los entornos en los que transcurren su vida. De este modo, el proceso de potenciamiento de las capacidades, las estructuras y las dotaciones con las que cuentan los niños, se lleva a cabo a partir de las experiencias que disponen el medio y los adultos con quienes entran en interacción. Esta interacción adulto y niño es clave para descubrir el secreto del desarrollo saludable infantil. Es a través de esta positiva e íntima relación que el adulto mantenga con el niño que el modelo educativo Pikler-Lóczy se basa. Este modelo funda su propia concepción de educación infantil, partiendo de un conocimiento profundo del proceso de crecimiento del infante, prestando atención a sus necesidades, intereses, límites, etc., con el propósito de ayudar a estos futuros adultos sociales, de acuerdo a Herrán Izagirre (2013): “Establecer unas relaciones saludables, cálidas y abiertas, convertirse en individuos afectiva, social y moralmente maduros, capaces de perseverar en sus metas, de responsabilizarse de sí mismos, de reflexionar y decidir independientemente, además de adaptarse a los intereses de los demás y a las exigencias de la sociedad que les toca vivir” (p.41). Este positivo futuro del infante es posible gracias a la metodología de trabajo plikeriana propone, con particulares metas tales como las que Herrán Izagirre (2013) ejemplifica: “La estabilidad en los grupos de niños y educadoras, establecimiento de una verdadera relación personal y posibilidad real de permanecer activos, moviéndose, desplazándose y jugando en un entorno seguro y atractivo” (p.40). Es ésta manera de crianza y educación combinadas posibilitan la construcción de una personalidad fuerte, el reconocimiento del otro y un óptimo desarrollo de la autonomía. En definitiva, el ambiente favorable que proporcionan los educadores que se basan en este modo de educar, en el cual se les ofrecen a los infantes “completa libertad de acción y de movimientos” (Herrán Izagirre, 2013, p.40) demuestra qué tan valiosa es una relación de calidad entre docente adulto y el niño, ya que otorgar libertad de movimiento y al mismo tiempo cuidado incondicional a cada niño en especial, influye en su autoestima y capacidad de reconocerse a sí mismos. Al mismo tiempo, la metodología de trabajo plikeriana propone una interacción afectuosa y amable, con una intervención directa del adulto en la que utilizará la mirada y la palabra para favorecer el desarrollo y la toma de conciencia del infante. Además, el tono de interacción es suave, lo cual genera una sensación de tranquilidad en el niño (Herrán Izagirre, 2013). La educación Pikler-Lóczy así podrá ser determinante para la educación inicial en esta primera infancia atravesada por la actualidad, ya que demuestra que el trato afectivo, el cuidado permanente y la libertad de movimiento hacen posible la conformación de un ser ideal para el futuro de la sociedad. 3- CONCLUSIÓN Educar en el primer período de la maduración física y psicológica del infante, es mucho más que un adulto docente asuma el rol del responsable del aprendizaje de un grupo de niños a través de juegos. Ser un educador inicial implica conocer los contextos en los que se educa, la inevitable historia, aspectos culturales y sociales que la atraviesa, para así implementar las prácticas pedagógicas que mejor se adapten a la realidad infantil en el espacio educativo, con el propósito de optimizar el desarrollo de las nuevas generaciones de infantes. El modelo educativo pikleriano basado en la íntima interacción adultoniño y en la relación afectiva, forma niños autónomos, capaces de enfrentar el mundo gracias a la estimulación del docente que la practique y su legado continuará inspirando nuestros ideales de la educación en la primera infancia. 4- BIBLIOGRAFÍA Herrán Izagirre, E. (2013). La Educación Pikler-Lóczy: Cuando educar empieza por cuidar. Revista Latioamérica de Educación Infantil. Diker, G. (2018) ¿Qué hay de nuevo en las nuevas infancias? Biblioteca Nacional. Universidad Nacional de General Sarmiento. Bs. As. (pág. 7 a 32). Gvirtz, S., S. Grinberg y V. Abregú (2007) La Educación ayer, hoy y mañana. AIQUE educación. Bs. As. (Cap. 1). por lo que las actuaciones de quienes están en interacción con ellas y ellos procuran contribuir a la construcción de su identidad, acompañándolos en su proceso de inserción y construcción del mundo propio y social. Por consiguiente, promover el desarrollo integral en el marco de la educación inicial significa reconocer a las niñas y los niños en el ejercicio de sus derechos, saber de sus singularidades, intereses, gustos y necesidades, y atenderlos mediante las actividades que implican esos intereses en sus momentos particulares de desarrollo. De esta manera, al ser el juego, la literatura, las diversas expresiones artísticas y la exploración del medio las actividades propias que caracterizan a la primera infancia, el objetivo de la educación inicial no es enseñar contenidos temáticos de la manera en que se hace en la básica primaria, o tratar al niño como alumno en situación escolar, sino desplegar diferentes oportunidades para potenciar su desarroll