Subido por Henruchito Ramos Trujillo

Signos vitales del recién nacido

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Signos vitales del recién nacido.
Los signos vitales son medidas de varias características fisiológicas humanas,
generalmente tomadas por profesionales de la salud, para valorar las funciones
corporales más básicas.
Parámetros normales en recién nacidos
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Temperatura: 36.1-37.7 ºC.
Pulso o frecuencia cardíaca: 120-170 latidos por minuto.
Presión arterial: de 60/30 mmHg a 90/62 (igual que lactante menor) mmHg.
Frecuencia respiratoria: 30-81 ciclos por minuto.
Para los metros normales en la cdmx
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Temperatura: 37.2 ºC.
Pulso o frecuencia cardíaca: 120-160 (en lactante menor) o 110-130 (en
lactante mayor) latidos por minuto.
Presión arterial: 60/30 mmHg a 90/62 mmHg.
Frecuencia respiratoria: 20-40 (en lactante menor) o 20-30 (en lactante
mayor) ciclos por minuto.
Nota: un lactante menor es un niño de 28 días a 12 meses; un lactante mayor
es un niño de 12 meses a 24 meses.
Edad
Frecuencia cardiaca normal Frecuencia respiratoria normal
(latidos por minuto)
(respiraciones por minuto)
Neonato
110-160
30-50
0-5 meses
90-150
25-45
6-12 meses 80-140
20-40
1-3 años
80-130
20-35
3-5 años
80-120
20-30
6-10 años
70-110
15-30
11-14 años
60-105
12-20
15+ años
60-100
12-19
Cuidados mediatos e inmediatos del RN.
Los cuidados inmediatos son los que se realizan en la sala o cuarto de parto e
incluyen el asegurarse de que la vía aérea se encuentra libre, tomar medidas para
asegurarse de la buena temperatura corporal del recién nacido, pinzar y cortar el
cordón, y poner al niño sobre el pecho de la madre tan pronto como sea posible
Asistencia inmediata
Los procedimientos rutinarios que se efectúan son siguientes:
Aspiración de las secreciones de boca y nariz. Cuando sale la cabeza del bebé, el
médico aspira la boca y nariz para facilitarle la respiración. En el momento en que
el niño respira por primera vez, el aire penetra en las vías respiratorias de los
pulmones. Antes del nacimiento, los pulmones no se utilizan para intercambiar
oxígeno y dióxido de carbono y necesitan un menor abastecimiento de sangre.
Cuando el bebé empieza a respirar en el momento de nacer, el cambio de presión
en los pulmones ayuda a cerrar las conexiones fetales y le da una nueva dirección
al flujo sanguíneo. A partir de ese momento, la sangre es bombeada a los pulmones
para ayudar a realizar el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Algunos
bebés nacen con cantidades excesivas de fluido en los pulmones. Si se estimula el
llanto del bebé por medio de masajes y caricias, se ayuda a que el fluido suba para
que luego pueda ser succionado por la nariz o la boca.
Ya cuando termina de nacer, se le limpia además la carita de los restos de sangre
y líquido amniótico y se le succiona nuevamente la boca para limpiar las vías
respiratorias de cualquier secreción que esté obstruyendo la vía aérea. Si el bebé
no respira en el primer minuto, hay que realizar medidas de resucitación.
Pinzamiento, corte y ligadura del cordón umbilical: El médico coloca al bebé con la
cabeza un poco más abajo que el resto de cuerpo de la madre (para recuperar la
mayor cantidad posible de sangre para el bebé) y pinza el cordón umbilical con dos
pinzas colocadas más o menos a 5 cm. del abdomen del bebé y después corta el
cordón entre ellas. A continuación, se rodea el ombligo con una gasa, también
estéril, impregnada en alguna sustancia antiséptica. Esto hace que el bebé deje de
depender de la placenta para nutrirse de oxígeno. El cordón se corta cuando el bebé
ya ha realizado cuando menos 3 movimientos espiratorios y NO se debe exprimir.
Antes de la ligadura se obtiene sangre para determinar el grupo y factor RH, así
como para realizar el test de Coombs (prueba diagnóstica que detecta la presencia
de anticuerpos frente al RH en la sangre de las mujeres con RH negativo). La
ligadura se hace, generalmente, con cinta de algodón o lino esterilizado y a 2 o 3
cm. de la inserción abdominal del bebé.
Cuidado del cordón umbilical: inmediatamente después, el médico limpia el resto
del cordón umbilical con una tintura antiséptica púrpura que previene infecciones y
lo cubre con una gasa estéril o lo deja descubierto.
Limpieza y prevención de la pérdida de temperatura: Es importante mantener la
temperatura corporal del recién nacido; los bebés que sufren descensos marcados
de la temperatura corporal, pueden desarrollar problemas de tipo metabólico. El
recién nacido está mojado debido al líquido amniótico y puede enfriarse con facilidad
porque el cuarto del parto está frío, él no tiene suficiente tejido grasoso y no sabe
cómo temblar de frío. Para evitar la pérdida de calor, se debe secar al bebé y utilizar
frazadas templadas que suministren calor. A menudo, se le coloca un gorro tejido
en la cabeza.
Una vez que ya está seco y cubierto, se puede colocar al bebé en contacto con la
piel del pecho o el abdomen de la madre, esto también ayuda a mantenerlo caliente
y este contacto es importante por otras muchas razones:
Psicológicamente estimula a la madre y al niño a conocerse el uno al otro. Les
permite tocarse y a la madre, conocer a su bebé
Tras el nacimiento los niños se colonizan con bacterias. Resulta ventajoso que el
recién nacido se colonice con las bacterias cutáneas maternas y no por las bacterias
de los asistentes hospitalarios.
Hay que animar al amamantamiento temprano, a ser posible en la primera hora
posparto (OMS / UNICEF 1989). Esta estimulación sobre el pezón por el niño
promueve la lactancia y además ayuda a que se contraiga el útero y con esto se
disminuya la pérdida sanguínea posparto.
El momento de la primera vez dependerá de cuando el bebé esté listo para comer
y esto generalmente sucede a los 30 minutos después del nacimiento.
Calificación APGAR: La evaluación de la salud del bebé comienza de inmediato.
Una de las primeras revisiones que se realiza es el examen de APGAR. El examen
de APGAR es un sistema de puntuación ideado por la Dra. Virginia Apgar, una
anestesióloga, para evaluar la condición del recién nacido al minuto y a los cinco
minutos después del nacimiento. El médico y las enfermeras evalúan las señales
siguientes y asignan una puntuación según el resultado:
A: Actividad: tono muscular. El bebé nace con las extremidades encogidas y debe
resistirse a cualquier intento por estirárselas
P: Pulso: se ausculta el corazón del bebé.
G: Reflejos: irritabilidad refleja. Respuesta al tubo de succión o al golpe con la mano
que se le da en las plantas de los pies.
A: Aspecto: color de piel. Todos los bebes nacen azulados y van cambiando a color
rosado poco después de la primera respiración.
R: Respiración: Un bebé maduro llora espontáneamente a los 30 segundos del
nacimiento. Al minuto uno, el bebé mantiene rápidas respiraciones regulares.
Se considera normal una puntuación de 7 a 10. Una puntuación de entre 4 y 6 puede
indicar que el niño necesita alguna maniobra de resucitación (oxígeno) y una
cuidadosa monitorización. Una puntuación de 3 o menor indica que el bebé necesita
de inmediato maniobras de resucitación y socorro.
Actualmente es utilizada universalmente por todos los pediatras que atienden los
partos.
Asistencia mediata
Identificación del bebé: Los métodos más utilizados son la huella digital de la madre,
la huella de la mano o el pie del niño, pulseras de identificación y la recogida de
sangre del cordón. A menudo se toma la huella de la planta del pie y se registra en
el expediente médico del bebé.
Antes de que el bebé salga del área de partos, se colocan brazaletes de
identificación con números idénticos en la madre y el niño. Es común que los bebés
lleven dos, uno en la muñeca y otro en el tobillo. Deben verificarse los brazaletes
cada vez que el niño entre o salga de la habitación de la madre. Estos brazaletes
permanecen hasta que sale del hospital.
Prevención del síndrome hemorrágico del recién nacido. El bebé tiene poco
desarrollados los mecanismos de coagulación de la sangre, ya que su hígado es
inmaduro. Para prevenir posibles complicaciones en la sala de partos, se administra
a todos los recién nacidos, una inyección intramuscular de 1 mg de vitamina K.
Prevención de la conjuntivitis neonatal. A todos los recién nacidos se les ponen unas
gotas de nitrato de plata al 1%, o de algún antibiótico oftálmico o una pomada
antibiótica en los ojos para prevenir una conjuntivitis debida, normalmente, al
contacto con las secreciones de la vagina de la madre.
Trabajo de parto
El trabajo de parto consiste en una serie de contracciones rítmicas, involuntarias y
progresivas del útero que producen el borramiento (afinamiento y acortamiento) y la
dilatación del cuello uterino. El estímulo para el inicio del trabajo de parto es
desconocido, pero la manipulación digital o el estiramiento mecánico del cuello
durante el examen aumenta la actividad contráctil uterina, muy probablemente por
estimular la liberación de oxitocina en la glándula hipófisis posterior.
El trabajo de parto normal comienza dentro de las 2 semanas anteriores (antes o
después) de la fecha estimada de parto. En el primer embarazo, el trabajo de parto
en general dura 12 a 18 h en promedio; los trabajos de parto posteriores se acortan,
y promedian las 6 a 8 h.
Comienzo del trabajo de parto
Las pérdidas preparto (pequeñas cantidades de sangre con moco a través del cuello
uterino) pueden preceder al trabajo de parto hasta 72 h. Las pérdidas preparto
pueden diferenciarse de los diferentes tipos de sangrado vaginal del tercer trimestre
porque la cantidad de sangre es pequeña, las pérdidas en general vienen
mezcladas con moco y falta el dolor característico del desprendimiento de placenta
prematuro. En la mayoría de las mujeres embarazadas se ha realizado una
ecografía previa para descartar la placenta previa. Sin embargo, si la ecografía no
ha podido excluir una placenta previa y se produce sangrado vaginal, debe darse
por sentado la presencia de una placenta previa hasta poder descartarla. El examen
digital vaginal está contraindicado, y debe realizarse una ecografía lo más
rápidamente posible.
El trabajo de parto comienza con contracciones uterinas irregulares de intensidad
variable; aparentemente ablandan el cuello y comienzan a borrarlo y dilatarlo. A
medida que el trabajo de parto progresa, las contracciones aumentan su duración,
su intensidad y su frecuencia. Estadios o períodos del trabajo de parto
El trabajo de parto tiene 3 períodos o estadios.
El estadio 1 (desde el inicio hasta la completa dilatación del cuello, unos 10 cm)
tiene 2 fases: latente y activa.
Durante la fase latente, las contracciones irregulares se vuelven progresivamente
más coordinadas, las molestias son mínimas y el cuello se borra y se dilata unos 4
cm. El tiempo de la fase latente es difícil de precisar y su duración varía, en
promedio, 8 h en las nulíparas y 5 h en las multíparas; la duración se considera
anormal si persiste > 20 h en las nulíparas o > 12 h en las multíparas.
Durante la fase activa, el cuello se dilata completamente y la presentación
desciende hacia la pelvis media. En promedio, la fase activa dura 5 a 7 h en las
nulíparas y 2 a 4 h en las multíparas. En el abordaje tradicional, se esperaba que el
cuello uterino se dilatara alrededor de 1,2 cm/h en las nulíparas y 1,5 cm/h en las
multíparas. Sin embargo, datos recientes sugieren que la progresión más lenta de
la dilatación cervical de 4 a 6 cm puede ser normal (1). Los exámenes pelvianos se
realizan cada 2 a 3 h para evaluar la progresión del trabajo de parto. La falta de
progresión en la dilatación y el descenso de la presentación pueden indicar una
distocia (desproporción fetopelviana).
Si las membranas no se han roto espontáneamente, algunos médicos usan la
amniotomía (rotura artificial de las membranas) en forma rutinaria durante la fase
activa. Como resultado, el trabajo de parto puede progresar deprisa, y el líquido
amniótico puede teñirse rápidamente de meconio. La amniotomía durante este
estadio puede ser necesaria en indicaciones específicas, como facilitar la
monitorización fetal interna para confirmar el bienestar fetal. La amniotomía debe
evitarse en mujeres HIV positivas o con hepatitis B o C para no exponer al feto a
estos microorganismos.
Durante el primer estadio del trabajo de parto, la frecuencia cardíaca y la tensión
arterial maternas y la frecuencia cardíaca fetal deben controlarse continuamente
mediante monitorización electrónica o de manera intermitente mediante
auscultación, en general con un dispositivo de ecografía Doppler portátil (ver
monitorización Fetal). Las mujeres pueden comenzar a sentir deseos de pujar a
medida que la presentación desciende a la pelvis. Sin embargo, debe impedirse que
pujen hasta que el cuello esté completamente dilatado para que no se desgarre el
cérvix y se gaste energía.
El estadio 2 es el momento desde la dilatación cervical completa hasta el parto. En
promedio, dura unas 2 h en las nulíparas (mediana 50 min) y 1 h en las multíparas
(mediana 20 min). Puede durar otra hora o más si se usa analgesia de conducción
(epidural) o una anestesia intensa con opiáceos. En el parto espontáneo, las
mujeres deben suplementar las contracciones uterinas exclusivamente con los
pujos. En el estadio 2, la mujer debe estar constantemente atendida, y se deben
controlar en forma continua o después de cada contracción los sonidos cardíacos
fetales. Las contracciones pueden controlarse mediante palpación o por medios
electrónicos.
El estadio 3 del trabajo de parto comienza después del parto, cuando el bebé ha
salido y se espera el alumbramiento o salida de la placenta. Esta etapa suele durar
solo unos minutos, pero puede durar hasta 30 minutos.
Rotura prematura de membranas
Ocasionalmente, las membranas (saco amniótico y coriónico) se rompen antes de
que comience el trabajo de parto, y el líquido amniótico se filtra a través del cuello y
la vagina. La rotura de las membranas en cualquier estadio antes del inicio del
trabajo de parto se llama rotura prematura de membranas (RPM). Algunas mujeres
con RPM sienten un chorro de líquido salir por la vagina, seguido de una pérdida
constante.
No se necesita más confirmación si, durante el examen, se ve líquido saliendo por
el cuello uterino. La confirmación de casos más sutiles puede requerir algún estudio.
Por ejemplo, puede medirse el pH del líquido vaginal con un papel de nitrazina, que
se torna azul oscuro a un pH > 6,5 (el pH del líquido amniótico está entre 7,0 y 7,6);
pueden producirse falsos positivos si el líquido vaginal contiene sangre o semen, o
con ciertas infecciones. Puede tomarse una muestra de las secreciones del fondo
de saco vaginal posterior o el cuello, colocarse sobre un portaobjetos, dejar secar
al aire y observarse al microscopio en busca de formaciones en helecho. En general,
la arborización en helecho (cristalización del cloruro de sodio en forma de este
patrón) confirma la rotura de membranas.
Si la rotura aún no se ha confirmado, una ecografía que muestre oligohidramnios
(escasa cantidad de líquido amniótico) proporciona más evidencia que sugiere una
rotura. Rara vez, se necesita una amniocentesis con instilación de un colorante para
confirmar la rotura; si el colorante se detecta en la vagina o en un tampón, se
confirma la rotura.
Cuando las membranas se rompen, la mujer debe contactar a su médico de
inmediato. Entre el 80 y el 90% de las mujeres con RPM de término y del 50% con
RPM pretérmino llegan al trabajo de parto espontáneamente dentro de las 24 h; >
90% de aquellas con RPM entran en trabajo de parto dentro de las 2 semanas.
Cuanto más temprana es la rotura de membranas antes de las 37 semanas, mayor
será el tiempo entre la rotura de las membranas y el inicio del trabajo de parto. Si
las membranas se rompen en el período del término pero no se inicia el trabajo de
parto dentro de las pocas horas, en general debe inducirse el trabajo de parto para
bajar el riesgo de infección materna y fetal.
Opciones del parto
La mayoría de las mujeres prefieren tener su parto en un hospital, y la mayoría de
los trabajadores sanitarios lo recomiendan porque pueden producirse
complicaciones maternas o fetales inexplicables durante el trabajo de parto y el
parto o el posparto, aun en mujeres sin factores de riesgo. Alrededor del 30% de los
partos de los hospitales involucran una complicación obstétrica (p. ej., laceraciones,
hemorragia posparto). Otras complicaciones incluyen desprendimiento de placenta,
patrones anormales de frecuencia cardíaca fetal, distocia de hombros, necesidad
de una cesárea de emergencia y una depresión o anomalías neonatales.
Sin embargo, muchas mujeres desean un ambiente más hogareño para el parto; en
respuesta, algunos hospitales proporcionan instalaciones para el parto con menos
formalidades y reglas rígidas pero con equipamiento para las emergencias y
personal disponible. Los centros maternoinfantiles pueden ser independientes o
estar localizados dentro de los hospitales; la atención en estos sitios es similar o
idéntica a la de las maternidades hospitalarias. En algunos hospitales, enfermeras
certificadas y parteras profesionales proporcionan gran parte de la atención para los
embarazos de bajo riesgo. Las parteras trabajan con un médico, que está siempre
disponible para consulta y ante la necesidad de un parto vaginal operatorio
(instrumental) o una operación (p. ej., fórceps, necesidad de ventosa o vacuum
extractor o una cesárea). Todas las opciones de maniobras para el parto deben ser
analizadas.
Para muchas mujeres, la presencia de su pareja u otra persona de apoyo durante
el trabajo de parto es útil y debe alentarse. El apoyo moral, el estímulo constante y
las expresiones de afecto pueden reducir la ansiedad y hacer que el trabajo de parto
sea menos atemorizante y displacentero.
Maniobra de Leopold
A.-Se palpa el fondo uterino para determinar qué parte del feto ocupa el fondo.
B.-Se palpan todas las caras del abdomen para determinar de qué lado está la
columna del feto y dónde las extremidades.
C.-El área sobre la sínfisis pubiana se palpa para localizar la presentación fetal y
así determinar cuánto ha descendido el feto y si se ha encajado.
D.-Una mano aplica presión sobre el fondo mientras el dedo índice y el pulgar de la
otra mano palpan la parte de la presentación para confirmar si está encajada.
Test de Apgar
El test de Apgar se desarrolló en 1952 como un método simple y repetible para
evaluar rápidamente la salud de un bebé inmediatamente después de nacer. La Dra.
Apgar, creadora de la prueba, creía que los mismos signos tradicionalmente usados
por los anestesiólogos para monitorear la condición del paciente durante la cirugía
podrían ser usados para evaluar la condición del bebé después del nacimiento y
predecir la probabilidad de supervivencia. La prueba típicamente se hace al minuto
y a los cinco minutos después del nacimiento, y puede ser repetido más tarde si la
puntuación sigue siendo baja. El puntaje de Apgar se calcula evaluando al bebé en
cinco criterios en una escala de 0 a 2, luego sumando los cinco valores obtenidos.
Los cinco criterios del testo de Apgar son:
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Apariencia / complexión: ¿Está el bebé azul o pálido por todas partes, está el
cuerpo rosado, o está el bebé azul en las extremidades?
Frecuencia de pulso: ¿El ritmo cardíaco del bebé está ausente, lento (<100 latidos
por minuto (bpm) o rápido (> 100 bpm)?
Reflejo de irritabilidad: ¿El bebé no tiene respuesta a la estimulación, hace muecas
y da un grito débil, o llora y se aleja cuando es estimulado?
Actividad: ¿El bebé no tiene actividad, tiene flexión (movimiento de las
articulaciones), o tiene los brazos y piernas flexionados que resisten la extensión?
Esfuerzo respiratorio: ¿Está respirando el bebé, tiene un esfuerzo respiratorio débil
o irregular, o su llanto es realmente fuerte?
Test de Silverman
El Test de Silverman- Anderson evalúa la dificultad respiratoria del recién nacido. Es
recomendable que se pase al niño dentro de la primera hora de vida y dentro de la
primera media hora de vida en los neonatos pretérmino, con alguna dificultad
respiratoria, aspirado de líquido en el parto, etc. Con una puntuación mínima de 0 y
una máxima de 10, a mayor puntuación peor es la dificultad respiratoria, los recién
nacidos que nazcan con una puntación entre 7 y 10 puntos precisaran de algún tipo
de soporte respiratorio.
Recién nacido con 0 puntos, sin asfixia ni dificultad respiratoria.
Recién nacido con 1 a 3 puntos, con dificultad respiratoria leve.
Recién nacido con 4 a 6 puntos, con dificultad respiratoria moderada.
Test de Capurro
El test de Capurro es una prueba utilizada por los neonatólogos. Sirve para calcular la
edad gestacional del recién nacido cuando hay duda sobre la fecha de la última regla.
Este test permite clasificar al recién nacido en tres categorías: bebé nacido a
pretérmino, a término o postérmino.
Tipos de test de Capurro: El test de Capurro A y el test de Capurro B.
El test de Capurro A
Se aplica a niños recién nacidos que no tienen ningún impedimento para ser
examinados y que no manifiesten ningún daño neuromuscular por trauma, anestesia
o infección.
El test de Capurro B
Se aplica en niños recién nacidos que presentan una condición que imposibilite ser
examinados. Por ejemplo, recién nacidos que están en estado crítico y tienen tomada
una vía central o han tenido que ser intubados, o presentan problemas
neuromusculares.
Para que el test tenga aplicabilidad el neonato debe pesar más de 1.500 gramos.
Parámetros que utiliza el test de Capurro A
Físicos: Forma del pabellón de la oreja, diámetro de la glándula mamaria, textura de
la piel y las características de los pliegues plantares.
Neurológicos: El signo de la bufanda y la caída de la cabeza.
Parámetros del test de Capurro B
Se obvian los signos neurológicos y solo se evalúan los parámetros físicos antes
mencionados y a estos se anexa la formación del pezón.
Características físicas y neurológicas a observar en el test de Capurro y sistema de
puntuaciones
Físicos
Forma del pabellón de la oreja: En este caso, el neonatólogo se posiciona frente al
recién nacido y observa la parte superior del pabellón de la oreja del recién nacido.
Específicamente, observará si este sobresale formando una especie de techo.
Posteriormente, moverá la cabeza del niño de un lado a otro para visualizar la
acentuación de las curvaturas. Durante la evaluación el pabellón no se debe tocar,
solo ver.
Las características observadas se puntean de la siguiente manera:
-Pabellón aplanado sin incurvatura: 0 puntos.
-Borde parcialmente incurvado en la parte superior: 8 puntos.
-Borde superior curvado en su totalidad: 16 puntos.
-Todo el pabellón de la oreja incurvado: 24 puntos.
Diámetro de la glándula mamaria
El neonatólogo tocará las glándulas mamarias del recién nacido, especificando muy
bien hasta donde llega el tejido mamario. El médico deberá identificar el límite con el
tejido subcutáneo de la piel. Luego medirá cuidadosamente el diámetro del tejido
mamario, haciendo uso de una cinta métrica.
Se puntea de la siguiente manera:
-No palpable: 0 puntos.
-Diámetro < 5 mm: 5 puntos.
-Diámetro entre 5 – 10 mm: 10 puntos.
-Diámetro > a 10 mm: 15 puntos.
Formación del pezón (solo se utiliza en el test de Capurro B)
En este parámetro se medirá con la cinta métrica el diámetro del pezón.
-Apenas visible sin areola: 0 puntos.
-Pezón menor de 7, 5 mm con areola lisa y plana: 5 puntos.
-Pezón > de 7,5 mm con areola en punta y borde no levantado: 10 puntos.
-Pezón > de 7,5 mm con areola en punta y borde levantado: 15 puntos.
Textura de la piel
El especialista examinará la piel del bebé, buscando signos de descamación o grietas.
Especialmente explorará la piel de los antebrazos, piernas, dorso de las manos y de
los pies.
Se valora de la siguiente manera:
-Piel muy fina y gelatinosa: 0 puntos.
-Piel lisa y fina: 5 puntos.
-Piel ligeramente más gruesa y con escasa descamación: 10 puntos.
-Piel gruesa con ciertas grietas superficiales y descamación importante, tanto de
manos como de los pies: 15 puntos.
-Piel gruesa y grietas muy profundas. Grietas apergaminadas: 20 puntos.
Pliegues de la planta de los pies
En la planta de los pies se debe observar los surcos y los pliegues que presentan.
Estos son fácilmente reconocibles. Se toma ambos pies del bebé y se extiende lo más
que se pueda la piel de la planta. Los surcos desaparecen al extender la piel, mientras
que los pliegues quedan marcados.
Según los surcos observados se valora así:
-Sin pliegues: 0 puntos.
-Mal definición de marcas en la mitad anterior: 5 puntos.
-Marcas muy bien definidas con surcos, ambas en la mitad anterior de la planta del
pie: 10 puntos.
-Surcos en la mitad anterior de la planta del pie: 15 puntos.
-Surcos en más de la mitad anterior de la planta del pie: 20 puntos.
Neurológicos
Signo de la bufanda
Mide el tono muscular axial y escapular. Con cuidado se toma la mano del recién
nacido y se pasa por el tórax, llegando hasta el cuello en forma de una bufanda. Se
debe observar la posición del codo comparándolo con la línea media.
Puntuación:
-El codo se ubica en la línea axilar opuesta: 0 puntos.
-El codo se ubica entre la línea axilar del lado opuesto y la línea media: 6 puntos.
-El codo se ubica en plena línea media: 12 puntos.
-El codo se ubica en la línea axilar del mismo lado: 18 puntos.
Signo de caída de la cabeza
Mide el tono de los músculos cervicales, además evalúa la madurez neurológica del
recién nacido.
Valoración:
-Caída de la cabeza completamente hacia atrás: 0 puntos (ángulo > a 270°).
-Caída de la cabeza con un ángulo entre 180°- 270°: 4 puntos.
-Caída de la cabeza con un ángulo de 180°: 8 puntos.
-Caída de la cabeza con un ángulo < a 180°: 12 puntos.
Test de Oxitócina
La prueba de POSSE, también denominada prueba de estrés o test de oxitocina,
consiste en una estimulación de las contracciones uterinas administrando oxitocina
mediante una solución intravenosa. Esta prueba simula el trabajo que lleva a cabo
la futura mamá durante el parto y se lleva a cabo un monitoreo electrónico de la
frecuencia cardiaca fetal del bebé. Al hablar de oxitocina muchas futuras mamás
se preocupan, ya que a menudo no queda claro el uso que se hace de esta
sustancia. La oxitocina sintética se utiliza para acelerar el parto cuando es necesario
inducirlo y también se emplea cuando las contracciones no consiguen una dilatación
adecuada del cuello uterino.
Su administración se lleva a cabo a través de un gotero, como en el caso del suero,
de forma controlada y a dosis crecientes. La velocidad del gotero va aumentando
gradualmente hasta conseguir las contracciones deseadas. En todo momento el
gineólogo controla las contracciones, la presión sanguínea y la frecuencia cardiaca
del feto. La oxitocina se utiliza para: Comprobar el estado fetal intrautero a través
de la prueba de POSSE o test estresante.
Inducir el parto cuando se considera que continuar el embarazo pone en riesgo al
bebé o a la mamá. Estimular el parto cuando la dinámica uterina es insuficiente
para que el nacimiento del bebé se produzca de forma segura. La prueba de POSSE
valora la respuesta del feto a las contracciones uterinas provocadas artificialmente,
pero ¿cómo se interpretan estos resultados?
Test negativo: significa que no hay desaceleraciones tardías del feto ante la
presencia de contracciones uterinas. En este caso, el test se repite al cabo de siete
días.
Test no concluyente: significa que existen desaceleraciones tardías ocasionales o
las calificadas como desaceleraciones variables. En este caso, el test se deberá
repetir en 24 horas o completar con otras pruebas de bienestar fetal.
Test positivo: significa que existen desaceleraciones tardías en más del 50% de la
prueba. En este caso se deberá finalizar la gestación si el feto está maduro, ya sea
mediante cesárea o parto.
La prueba de POSSE o prueba de estrés puede conllevar ciertos riesgos para el
bebé y la mamá. En el caso del feto, la hiperestimulación uterina puede producir un
déficit de oxígeno transitorio, que suele resolverse fácilmente interrumpiendo la
administración. Si ocurre esto, no significa que la oxitocina sintética produzca este
efecto en el bebé, sino que el pequeño no aguanta bien las contracciones uterinas.
En el caso de la madre, existe un efecto leve antidiurético que provoca una retención
de orina. Se trata de un efecto que no es grave y ocurre de forma excepcional.
Vitamina K
Siempre que nace un bebé, los pediatras les realizamos una serie de cuidados
mínimos. Estos son: les aplicamos una pomada en los ojos para prevenir la
conjuntivitis neonatal y una inyección de Vitamina K intramuscular, para prevenir las
hemorragias perinatales. Asimismo, realizamos 2 tipos de test para descartar
diferentes enfermedades, la conocida como la prueba del talón (para descartar de
metabolopatías congénitas), y un test para descartar la sordera perinatal
(Potenciales Evocados Auditivos).
De todos éstos, la administración de vitamina K, al ser intramuscular, es la única
que es dolorosa, pero dado el importante papel que juega en los primeros días del
recién nacido, no tenemos otro remedio que hacerlo así.
Hemos querido escribir este artículo para explicar la importancia de esta
inyección.Cuando nacen los bebés tienen niveles bajos de vitamina K, una vitamina
muy importante para el sistema de la coagulación, ya que sin esta pueden
presentarse sangrados. Esto es porque la vitamina K no se moviliza fácilmente a
través de la placenta de la madre al bebé; además, en adultos la vitamina K proviene
normalmente de la dieta y de la síntesis por las bacterias en el intestino, pero en los
neonatos el intestino no está colonizado al nacer (no tiene todavía estas bacterias)
y por lo tanto no hay producción bacteriana de vitamina K. Así mismo, tampoco en
la leche materna (ni en la artificial) hay suficiente niveles para evitar su
administración extra.
Al ser tan importante en los factores de coagulación, si no administramos la Vitamina
K, los bebés pueden presentar sangrados espontáneos en diferentes etapas de su
vida.
En las primeras 24 horas (denominada precoz)
Entre los 2 a 14 días de vida (denominada clásica)
A partir de la 2 semana a los 6 meses de vida (denominada tardía)
Este sangrado puede presentarse en diferentes localizaciones, las más comunes
serían:
El área del ombligo
El tracto gastrointestinal (puede ocasionar presencia de sangre en las deposiciones
del bebé). Las membranas mucosas (como el revestimiento de la nariz y la boca).
Lugares donde ha habido una punción con aguja
También puede presentarse:
Sangre en la orina
Hematomas en diferentes localizaciones
Cefalohematoma (“chichón” en la cabeza del bebé (haciendo pensar en sangrado
por debajo de uno de los huesos del cráneo)
Hemorragia intracraneal
Estos sangrados son todos peligrosos, pero el realmente importante es el sangrado
intracraneal, ya que tiene muy mal pronóstico, dejando secuelas neurológicas en la
mayoría de casos, o incluso la muerte del bebé.
Existe la posibilidad de administrar la vitamina K de forma oral, pero se tiene que
administrar durante varias semanas, no queda clara cuál es su absorción intestinal
y no se ha comprobado la misma eficacia, de hecho en algunos estudios parece
prevenir la hemorragia tardía, pero no la hemorragia precoz ni la clásica, por lo que,
a día de hoy, no representa una alternativa fiable.
Es por todas estas razones que, a pesar de tener que realizar una inyección a los
bebes (cosa que a los pediatras no nos gusta nada), creemos que los beneficios de
dicha administración supera con creces los problemas derivados (el dolor,
básicamente).
Bibliografía
GA, M. (2008). Manual MSD. Obtenido de https://www.msdmanuals.com/esmx/professional/ginecolog%C3%ADa-y-obstetricia/trabajo-de-parto-y-partonormales/manejo-del-trabajo-de-parto-normal
Gil, M. (2015). lifider.com. Obtenido de https://www.lifeder.com/test-de-capurro/
Infonagen. (17 de Septiembre de 2015). Obtenido de https://infogen.org.mx/cuidadosinmediatos-al-recien-nacido/
Mi bebe y yo. (s.f.). Obtenido de
https://mibebeyyo.elmundo.es/mx/embarazo/examenes/prueba-pose
Pediatra dels pirineus. (4 de agosto de 2015). Obtenido de
https://www.pediatriadelspirineus.org/blog/post/286/-Porque-se-administravitamina-K-en-los-neonatos-al-nacer
CONALEP 053
Plantel Macuspana
Manual de técnicas materno infantil
Alumno: Alan Vadillo Diaz Ceballos
Fecha de realización: 24 / Nov/ 2019
Nombre del supervisor: Lic. Yegner David Lemus Oduño
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